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¿Para qué sirve la filosofía?

10
citas que lo explican

¿Para qué sirve la filosofía? ¿Pero debe servir para algo? Los filósofos sí
tienen clara una cosa: la filosofía es necesaria.

¿Para qué sirve la filosofía? Empecemos por el principio, o por lo


anterior al principio: poniendo en duda el propio titular de este
artículo. ¿La filosofía tiene que servir para algo? La pregunta se la
hacían y nos la hacían a los que estábamos allí los filósofos
Miquel Seguró y Clara Ramas durante la presentación del libro de
Seguró La vida también se piensa  en Madrid, hace un par de
meses. Seguramente ellos mismos y otros filósofos sepan de qué
hilo tirar para intentar llegar a una respuesta a para qué sirve la
filosofía.
Por Amalia Mosquera

La filosofía no sirve para nada. Así se titula uno de los capítulos del
libro de Miquel Seguró, doctor en filosofía, investigador de la Càtedra
Ethos de la Universitat Ramon Llull y profesor de Filosofía de la Universitat
Oberta de Catalunya. ¿Empezamos, por tanto, negando la mayor?  “Todas
las enmiendas a la filosofía desembocan en esta afirmación: la filosofía no
sirve para nada –escribe Seguró en La vida también se piensa,  publicado
por Herder– (…). Y, en parte, la crítica es comprensible. Pongamos que
alguien sin conocimientos filosóficos toma un día un libro de historia de la
filosofía. Supongamos, además, que lo hace con (…) ganas de descubrir
qué han dicho Platón, Aristóteles, Agustín de Hipona, Tomás de Aquino,
Descartes, Hume, Kant, Nietzsche o Heidegger acerca del mundo y su
última verdad. Quizá sienta, al poco de empezar a leer, que está frente a
una serie de sistemas que, a priori, poco tienen que ver con sus preguntas,
pero aun así persiste. (…) Es fácil que a medida que avance vaya
constatando que, en vez de encontrar una respuesta a sus interrogantes,
es llevado a un campo de posibilidades cada vez más abierto y confuso. Se
detiene en un autor, Platón, y concluye que en lo que va explicando acerca
del conocimiento y las ideas tiene mucha ‘razón’. Luego echa un vistazo a
las páginas dedicadas a David Hume, el empirista inglés del siglo XVIII que
afirmaba que el verdadero conocimiento proviene de los sentidos, siendo
las ideas nada más que copias de las impresiones, y también le parece que
no le falta razón. ¿Cómo puede ser?”.

Así que la simple pregunta de si la filosofía sirve para algo nos


permite ya filosofar, empezar a tirar del hilo del conocimiento y el
pensamiento crítico e ir descubriendo de qué hablamos cuando hablamos
de filosofía. Cuando esa persona sin conocimientos filosóficos que cogió el
libro de historia de la filosofía intente averiguar dónde está la verdad, cuál
de los dos filósofos dice lo correcto, “reconstruirá al primero a partir de las
críticas del segundo, esto es, interpretará al idealista Platón desde las
carencias que detectaría el empirista Hume”, dice Seguró. O al revés: la
idea puede invertirse, porque las mismas razones con las que echa por
tierra la teoría de Platón sirven para cuestionar la de Hume. «Puede que,
en el fondo, las impresiones no sean más que arquetipos o ideas que
reconoce un sujeto de una realidad que presuponemos objetiva y que
creemos material. ¿Resultado? Más confusión. Si antes ambos tenían razón,
ahora parece que los dos están equivocados». O sea, un gran ovillo hecho
un lío que, una vez que empiezas a intentar desenredarlo, cada vez se
complica más y más y más. «Algo que, en definitiva, no sirve para nada»,
explica Seguró.

“Todas las enmiendas a la filosofía desembocan en esta afirmación: la


filosofía no sirve para nada. Y, en parte, la crítica es comprensible». La
vida también se piensa
Y aquí aparece la filosofía de nuevo: el mismo concepto de
«utilidad» tiene fuertes connotaciones filosóficas. «El utilitarismo,
que fue una postura ética desarrollada inicialmente en Inglaterra en el
siglo XVIII, estableció que ‘la utilidad, o el principio de la mayor felicidad,
mantiene que las acciones son correctas en la medida en que tienden a
promover la felicidad’ –escribe Miquel Seguró–, y ‘por felicidad se entiende
el placer y la ausencia de dolor’.  Así que lo útil, lo bueno, lo que de verdad
interesa es conseguir el mayor nivel de placer posible, tanto a nivel
personal como social, en la medida en que la felicidad general es mayor si
más personas gozan de ella».

El criterio definitivo para decidir si algo es útil está en la cantidad


de felicidad que proporcione. Ser filósofo, explica Seguró, significa ser
amigo de la sabiduría (philo-sophos). El filósofo está en ese camino
intermedio entre la ignorancia y el conocimiento: solo sé que no sé nada…,
pero me gustaría saberlo. ¿Y quién no está ahí? «La filosofía está por todas
partes. Sobre todo en quien se pregunta por su utilidad. Es patrimonio de
todos. Es el hábitat inmediato de cualquier experiencia reflexiva, incluyendo
la de aquellos tópicos que, tratando de desacreditarla, en el fondo la
consuman», escribe Miquel Seguró en La vida también se piensa.

El filósofo y profesor argentino Darío Sztajnszrajber, autor del


libro Para qué sirve la filosofía  (editado en Argentina por Paidós),
se hace también una repregunta: ¿y quién dijo que debería servir
para algo? –¿todo tiene que servir para algo?, se preguntaba Clara
Ramas en aquella presentación en Madrid del libro de
Seguró–. Sztajnszrajber explica que la filosofía sale a pegarse con todos los
que pretenden hablar en nombre de la verdad y para eso la pregunta y el
cuestionamiento. Si de algo sirve es para cuestionarlo todo, para pensar
que todo lo que te rodea puede ser de otra manera. O sea, ir de pregunta
en pregunta, ese hilo enredado que apunta Seguró en su libro. «La
filosofía, con sus preguntas extrañas, estrambóticas, es un arma, una
herramienta que surge de nuestra mente y con la cual podemos cambiar el
mundo», dice Sztajnszrajber.
«El utilitarismo estableció que la utilidad, o el principio de la mayor
felicidad, mantiene que las acciones son correctas en la medida en
que tienden a promover la felicidad», explica Miquel Seguró

Desde Sócrates hasta hoy


Bien, pues sabiendo ya que la filosofía no tiene por qué servir en el
sentido de ser algo eminentemente práctico, en el sentido
«consumista» que la palabra «servir» puede tener, veamos a través de 10
citas de 10 filósofos de todos los tiempos, desde Sócrates hasta la
actualidad, qué nos aporta la filosofía y por qué es necesaria.

1 Sócrates, filósofo griego (470 a. C.-399 a. C.)

“Filosofía es la búsqueda de la verdad como medida de lo que el hombre


debe hacer y como norma para su conducta”.

2 Ayn Rand, filósofa estadounidense (1905-1982)

«Para vivir el hombre debe actuar; para actuar, debe tomar decisiones;
para tomar decisiones, debe definir un código de valores; para definir un
código de valores debe saber qué es y dónde está. Necesita metafísica,
epistemología y ética… Filosofía. No puede escapar de esta necesidad».

3 Jesús Mosterín, filósofo y antropólogo español (1941-2017)

«La filosofía mediocre no sirve para nada, pero la gran filosofía, en sus
mejores momentos, contribuye a que vivamos con los ojos abiertos,
tratando de darnos una cosmovisión racional y global que incorpore lo más
fiable del saber de nuestro tiempo».

4 Adela Cortina, filósofa española, catedrática de Ética de la Universidad


de Valencia y directora de la Fundación Étnor (1947)

“La filosofía se ocupa de las preguntas que nos constituyen como seres
humanos. Si dejáramos de planteárnoslas, perderíamos nuestra
humanidad”.

5 Martha Nussbaum, filósofa estadounidense (1947)


“Las humanidades son fundamentales para la democracia. La filosofía
aporta herramientas de pensamiento crítico que ayudan a cuestionar la
tradición y la autoridad. La historia permite identificar nuestro lugar en el
mundo en relación con otras culturas. El arte y la literatura estimulan la
imaginación”.

6 Manuel Cruz, filósofo y político español, catedrático de Filosofía


Contemporánea en la Universidad de Barcelona (1951)

“No creo que la filosofía garantice la felicidad, pero sí garantiza una


existencia más intensa. Enterarse, aunque se sufra, siempre es mejor que
vivir en la inopia».

7 André Comte-Sponville, filósofo francés (1952)

“Filosofar no es un deber moral sino una necesidad. La vida es tan difícil


que tenemos necesidad de utilizar nuestra inteligencia para vivir un poco
mejor. A fin de cuentas, ¿qué es la filosofía? Es el esfuerzo por pensar,
pensar mejor para vivir mejor. El amor a la sabiduría (la filosofía) consiste
en intentar vivir de manera un poco menos estúpida, un poco más
inteligente, para ser más felices”.

8 Michel Onfray, filósofo francés (1959)

“Una filosofía que no tiene una aplicación práctica es inútil. Esta es la


enfermedad de la que, a día de hoy, la filosofía adolece, aquella que la ha
vuelto lejana y la ha teñido de injustificada soledad”.

9 Carlos Fernández Liria, filósofo español, profesor de Filosofía de la


Universidad Complutense de Madrid (1959)

“Desde cierto punto de vista, la filosofía no tiene ninguna utilidad especial


en esta vida. Desde otro punto de vista, en cambio, si se pierde la filosofía,
se pierde algo más importante que la vida misma: aquello que hace a la
vida digna de ser vivida. Se puede vivir sin justicia, sin verdad y sin
belleza. Pero la cuestión es si la vida sigue entonces mereciendo la pena”.

10 Marina Garcés, filósofa española, profesora de la Universitat Oberta de


Cataluña (1973)

“La filosofía es un lenguaje fundamental para aprender a pensar de forma


crítica. La filosofía no es útil o inútil, es necesaria».

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