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Cine y televisión
El siglo XX consistió en un periodo de grandes cambios culturales para el mundo en términos de
cual es el ideal que los países querían aspirar. En este aspecto, EEUU tomo un rol imperial informal
donde jugaba con estrategias hegemónicas para una integración económica y libre de mercado
con el fin de establecer un dominio pacíficamente. Esta aparición de EEUU entra en contexto post
guerra - donde el núcleo familiar se tuvo que ver divido por largos y tensos años de crisis - por lo
que ahora las familias se vuelven a reunir, donde todo es paz y alegría con la esperanza de que la
crisis haya pasado. Además, estaba el desafío de lograr satisfacer las necesidades que tenía el
hogar y llegar a una audiencia sensible. El cine y TV fueron una herramienta cultural que disemina
aquellas presentaciones que mostraban a EEUU moderno y hegemónico. EEUU logra la persuasión
a través de técnicas modernas de ventas, imponiendo un poco las mercancías ideales a consumir,
creando una cultura de masas. La modernidad trajo un carácter irresistible, lo que era realmente
deseado por la sociedad, imitar a través de sus mercancías lo que reforzaba el imperialismo de
mercado por parte de EEUU. Este ensayo pretende desarrollar como este imperialismo en TV y
cine contribuyeron a cambiar la escena familiar.

En primer lugar, la TV y el cine hacían que las familias se juntaran al mismo tiempo en un solo
lugar, por lo que había una especie de “espíritu familiar” en el contenido de estos, donde iba a
dirigido a la ama de casa y la importancia del núcleo familiar post guerra. En estos programas se ve
cómo van identificando a cada miembro familiar con diferentes roles, donde el hombre era visto
como un hombre ocioso e incompetente y la mujer una mujer sumamente proactiva que era el
principal motor de que la casa funcionara correctamente. Esto fomenta a una usurpación de
autoridad de parte de los niños donde perturba la dinámica familiar. Además, los niños estaban
fomentados por conductas agresivas, por los programas violentos y de crimen, y adictivas ya que
se quedaban todo el día inmerso a la TV. Aquí entra la polémica si este contenido es realmente
positivo y educativo para los niños o realmente había que censurar ciertos aspectos de este medio.

En segundo lugar, los cines y en la TV, crea una cultura de masas, donde el principal objetivo de
publicidad era la mujer, ya que era la principal consumidora al ser la que administraba todo lo que
era referente al hogar. En este sentido se comienza a formar ideales de belleza y moda femenina,
donde las mujeres imitan estos cánones traídos de EEUU. Se construyó un esteriotipo femenino de
madre, esposa y consumidora, donde la publicidad se centraba en venderle todo para que se le
haga el trabajo más fácil. Por lo tanto, las mujeres comenzaron a ser vistas como la típica ama de
casa que se encarga de comprarle a la familia, desempeñar las tareas del hogar y consumir lo que
la TV le ofrece.

En tercer lugar, el amplio publico que los cines y la TV atraía, generaban una ilusión de
modernidad desde EEUU, donde ellos daban la pauta de que productos eran novedosos y útiles
para el hogar, siendo el lugar de renovación y consumo. Con esto se comienzan a transformar los
hogares al “hogar ideal” donde estos medios proyectaban modelos del nuevo “buen vivir”,
trayendo consigo el consumo de productos industrializados. Estos anhelos domésticos hacen que
el hogar se libere de toda referencia pasada y transforma la casa moderna desvinculada con la
realidad.

Dicho esto, se puede concluir que los efectos del cine y la TV en el siglo XX fue la modernización y
la americanización de una sociedad que busca estar al día con la tecnología. Lo moderno era
sinónimo de vivir bien, por lo que todo lo visto era digno de imitar. Fue la incipiente cultura de
consumo que da una organización social gracias a la tecnología que permite que los procesos
productivos se lleven a cabo, transformando culturalmente a cada hogar y fomentándole el rol
atribuido por estos programas a cada miembro de la familia.