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Comentario Yoga Bija

He escogido, para comentar, párrafo que se encuentra nada más y nada menos que al principio
del texto. Se trata, de hecho, de la presentación que el autor hace del Yoga-Bija, de este texto
que describo los beneficios del yoga ancestral.

En estas primeras líneas se refiere a camino de los siddhis, es decir, a las facultades que
proporciona la práctica continuada del yoga. Y en este caso concreto, asocia esos beneficios a la
“aniquilación del nacimiento, la vejez, la muerte y la enfermedad”, para, en cambio, conseguir
la “felicidad” y, en cierto modo, “los que están atados se liberan”.

He decidido tomar este primer párrafo situado tan al inicio del texto porque lo que más me ha
sorprendido del yoga son los innumerables beneficios que ha hecho crecer eh mí. Desde que
me inicié en su práctica regular (de ello hará poco más de una año), siento que he cambiado
como persona y he podido empezar a afrontar retos que hasta el momento (y ya tengo una
cierta edad ya que ya he pasado de los cuarenta), me parecían impensables.

Me explico. Ya sé que suena muy trascendente lo de hablar de la aniquilación del nacimiento y


de la enfermedad o la muerte, pero debo asegurar que desde que practico yoga, en cierto,
modo, he dejado de temer mi desaparición. Creo que he descubierto que antes vivía la vida con
temor y ahora me siento tranquilo. No sé si esto es fruto de la practica directa del yoga o si eso
es algo que se despierta en uno mismo gracias al orden y la paz que te aporta trabajar día a día
en un cierto tipo de postura, aprender a ser consciente y realizar una respiración de una
determinada manera o meditar con asiduidad.

Es lo que más me ha sorprendido del Yoga. Esa capacidad para despertar una visión holística de
todo lo que rodea nuestra vida. Así, parece que todo empieza a cobrar sentido y, en cierto
modo, de inicia una conexión con todo aquello que nos rodea y cada cosa y cada individuo
conecta con su propósito.
Es por ello, la muerte, a quien siempre había mirado con temor o, al menos, había intentado
evitar como algo que ya me encontraría cuando fuera inevitable, se ha convertido ahora para
mí, en algo que ha pasado a formar parte de la vida. Y en ese sentido, lo mismo le ha ocurrido a
la enfermedad.

En otras ocasiones, recibir malas noticias del médico me había hecho sentir dolor, tristeza,
ansiedad… Ahora, aunque es evidente que siguen siendo malas noticias. Estas se integran en el
devenir propio de la vida, que gracias al yoga, adquiere sentido en toda su complejidad y, así,
no colaboramos con nuestro nerviosismo a acentuar sus propios vaivenes.

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