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TEMA 6

Ultrarresumen
Elementos transversales

t
res factores obligan al tratamiento de los elementos transversales
dentro de una programación didáctica: social, legal y pedagógico.
una educación integral no puede limitarse a enseñar exclusivamente
los contenidos de una materia sino que, fundamentalmente por razones
sociales, los docentes estamos comprometidos en inculcar a nuestro alumnado
los valores esenciales acuñados mundialmente en la declaración universal
de derechos humanos.

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tema 6. elementos transversales
1. INTRODUCCIÓN
Un análisis de la realidad escolar y de las prácticas cotidianas de la clase pone de
manifiesto que lo que los alumnos aprenden en la situación escolar, y también lo que
dejan de aprender, es más amplio que lo que entendemos tradicionalmente por currículum,
como especificación de temas y contenidos de todo tipo. Es decir el currículum real es más
amplio que cualquier documento en el que se reflejen los objetivos y planes que diseñemos.
En la situación escolar se aprenden más cosas, según sea la experiencia en la
interacción entre el alumnado y el profesorado, o entre los mismos alumnos, según con
qué materiales se relacionen, de acuerdo con las actividades concretas que se desarrollen.
Por este motivo, la educación escolar, fundamentalmente en su etapa obligatoria,
tiene la finalidad básica de contribuir a desarrollar en el alumnado aquellas capacidades
que se consideran necesarias para desenvolverse como ciudadanos con plenos derechos y
deberes en la sociedad en la que viven.
Estas capacidades tienen, desde luego, que ver con los conocimientos de las diversas
disciplinas que conforman el saber de nuestros días, pero no se agotan en ellos. Hay ciertas
cuestiones de una gran trascendencia en la época actual sobre las cuales nuestra sociedad
reclama una atención prioritaria. Son cuestiones en las que se repara fácilmente cuando se
analizan los grandes conflictos del mundo actual y los retos irrenunciables que su resolución
plantea: la violencia, la escasa presencia de valores éticos básicos, las discriminaciones y
desigualdades, el consumismo y despilfarro frente al hambre del mundo, la degradación
del medio ambiente, los hábitos de vida que atentan contra una existencia saludable,…
Como balance de todo ello, las Administraciones educativas han introducido en los
Currículos Básicos un tipo de enseñanzas que responden a estos problemas sociales y que,
por su presencia en el conjunto de las áreas curriculares, en la última reforma educativa se
han denominado “Elementos transversales”... aunque conviene aclarar que en los últimos
25 años cada reforma educativa propuso denominaciones diferentes. De los “elementos
transversales“ de la Ley Orgánica de 1990 se pasó a “Educación en valores” en la reforma
educativa de 2006 para acuñar en la actualidad el término citado.

2. ¿QUÉ SON LOS ELEMENTOS TRANSVERSALES?


Para entender el concepto y significado de los elementos transversales, es
conveniente reflexionar primero sobre la transversalidad; significa que ciertos elementos
cognitivos o valorativos, que reflejan, a su vez, ciertas consideraciones sociales apreciadas
como fundamentales para la formación de los ciudadanos, deben estar presentes en el
proceso educativo. Sin embargo esta presencia tiene un carácter especial, ya que esos
elementos han de servir de guía y orientación de todas las acciones educativas a emprender,

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Tema 6. Elementos transversales
al tiempo que reclama una actuación educativa más horizontal frente a la tradicional
verticalidad que presidía las relaciones en el seno del sistema educativo.
Esta concepción de la transversalidad parte, desde luego, de una fundamentación
filosófica de la educación que considera que el sistema educativo no debe servir solamente
para preparar y capacitar al alumnado en el dominio de ciertas habilidades cognitivas y
técnicas instrumentales, sino también a ciudadanos/as críticos y comprometidos con su
realidad social y cultural, esto es, como miembros activos y responsables de su sociedad,
su cultura y su mundo (García Martínez, 1997).
Los elementos transversales son un conjunto de contenidos educativos y ejes
conductores de la actividad escolar que, no estando ligados a ninguna materia en particular,
se puede considerar que son comunes a todas, de forma que, más que crear disciplinas
nuevas, se ve conveniente que su tratamiento sea transversal en el currículum global del
centro. La alta presencia de contenidos actitudinales en estos temas, junto al hecho del
carácter prescriptivo de las actitudes y valores, como componentes de los objetivos de
etapa y contenidos de áreas curriculares, convierte a estos temas en un elemento esencial
del desarrollo curricular.
Los elementos transversales aluden, pues, a una forma de entender el tratamiento
de determinados contenidos educativos que no forman parte de las disciplinas o áreas
clásicas del saber y la cultura. Éstos hacen referencia tanto a las actuaciones educativas
que inciden de alguna forma en la adquisición de valores por parte de los alumnos como
a las dirigidas a la reflexión sobre la problemática ética.
Desde el momento en que estos elementos fueron integrados a nivel estatal en
el currículo allá por los años 90 del siglo pasado, el propio Ministerio ponía de relieve
su intención de establecer un modelo de persona desde una concepción profundamente
humanista. En efecto, la incorporación de los problemas sociales antes mencionados, a
través de los elementos transversales, supone en la práctica la asunción por parte del sistema
educativo de una función ético-moral de la educación que complementa la científica; no
hacen, en este sentido sino recoger los valores reflejados en la Constitución.

Características de los elementos transversales.


Los elementos transversales tienen una serie de características comunes (Celorio, 1992):
- Ponen el acento sobre cuestiones problemáticas de nuestras sociedades y de
nuestros modelos de desarrollo: violación de derechos humanos, deterioro
ecológico fisicosocial, sexismo, racismo, discriminación, violencia estructural,
subdesarrollo, etc.
- Impugnan un modelo global que se rechaza por ser insolidario y reproductor
de injusticias sociales.

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Tema 6. Elementos transversales
- Destacan la importancia de introducir toda esta problemática en la escuela
no como materia curricular, sino como enfoque orientador crítico y dinámico.
- Propugnan una profunda renovación de los sistemas de enseñanza-
aprendizaje que, desde la reflexión crítica, sea capaz de transformar las
visiones tradicionales que se ofrecen del mundo y de sus interacciones, con
una decidida voluntad de comprensión-acción.
- Se enmarcan en la educación en valores, donde los planteamientos de
problemas desempeñan un papel fundamental, como medio para reconocer
el conflicto y educar desde él.
- Intentan promover visiones interdisciplinares, globales y complejas, pero
que faciliten la comprensión de fenómenos difícilmente explicables desde
la óptica parcial de una disciplina o ciencia concreta.
- Pretenden romper con las visiones dominantes que son las que acaban por
justificar el etnocentrismo, el androcentrismo y la reproducción de injusticias
y desigualdades.
- Expresan la necesidad de conseguir aulas plenamente cooperativas, en las
que el alumnado se sienta implicado en su proceso de aprendizaje y donde
el profesorado sea un agente creador de currículum, intelectual y crítico.
- Reconocen la importancia de conectar con elementos de la vida cotidiana,
provocar empatía, recoger las preocupaciones socio-afectivas de nuestro
alumnado.

En cualquier caso, la característica más singular de los elementos transversales es su


posición en la estructura del currículum, que los legisladores han tratado de definir como
impregnación. La exigencia de abordar la esfera actitudinal exige que la impregnación se
obtenga no sólo desde el ámbito disciplinar, sino, y sobre todo, de la “atmósfera” de la vida
en el centro, esto conlleva otro tipo de medidas que inciden en la cultura organizativa de
los centros y, en definitiva, en el llamado currículum oculto.
Una última característica que queremos resaltar es su importancia en la consideración
curricular de la noción de complejidad. Es decir, las relaciones entre variables se caracterizan
por la multicausalidad y la no linealidad; el análisis de todo problema transversal solamente
tiene sentido hacerlo desde un punto de vista sistémico. Los contenidos conceptuales,
procedimentales y actitudinales se han de trabajar simultáneamente; no se puede esperar
a que un aumento en el campo de los conocimientos conceptuales comporte siempre un
cambio en las actitudes o en los comportamientos, ni viceversa.

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Tema 6. Elementos transversales
3. ¿CUÁLES SON LOS ELEMENTOS TRANSVERSALES?
Siguiendo a Rosales López, C. (2015), la enseñanza convencional se ha caracterizado
a lo largo del tiempo, por dedicar gran atención a la transmisión de conocimientos básicos
y al desarrollo de habilidades instrumentales como la lectura, la escritura y el cálculo,
llegando a alejarse a veces de forma excesiva de la realidad social y personal de sus alumnos
y de la cultura propia de su comunidad. La organización curricular en áreas y disciplinas
diferenciadas ha utilizado criterios lógico-científicos, que hacían muy difícil el tratamiento
global o interdisciplinar de importantes centros de interés socioculturales y personales.
Una vez identificados los rasgos definitorios en los anteriores epígrafes y habiendo
aclarado la unívoca motivación que tiene su tratamiento en las programaciones didácticas
cabe preguntarnos ¿qué temas se consideran transversales?, ¿por qué estos y no otros?,
¿cómo se integran en el currículum y en la dinámica del centro?
Los elementos transversales afectan a aspectos que han alcanzado una gran
relevancia en el desarrollo social durante los últimos años, en relación con los valores
morales, la paz, la igualdad de oportunidades entre personas de ambos sexos, la salud, el
medio ambiente, el consumo, la seguridad vial.
Llegados a este punto conviene aclarar que a lo largo de los currículos básicos que
han sido diseñados por las Administraciones educativas desde la implantación de la LOGSE,
el tratamiento de estos elementos se ha mantenido inalterable en cuanto al compromiso por
los valores; sin embargo el planteamiento ha sido significativamente diferente y el desarrollo
y concreción de los mismos en la última reforma educativa ha sufrido un importante cambio.
Así como hasta el momento la normativa había especificado unos elementos
transversales muy concretos, desde la implantación de las últimas normas nos encontramos
unos decretos curriculares que se extienden de una manera mucho más significativa en
estas cuestiones. Si acudimos a legislación previa podemos apreciar que dejaban constancia
de un pequeño puñado de elementos que no llegaban a la decena; ahora, sin embargo,
nos podemos encontrar más de 50 entre los diferentes currículos básicos elaborados por
el Ministerio a lo largo de toda la escolarización.
No obstante, es de justicia reconocer que estos últimos se podrían agrupar
perfectamente en los bloques temáticos que teníamos hasta el momento y es lo que
vamos reflejar a continuación en el siguiente esquema, en cuya columna izquierda se hace
constar las “antiguas” denominaciones y en la de la derecha las “nuevas”. Para una mayor
organización y estructura más didáctica, mantenemos los grandes bloques temáticos de
elementos transversales.
También cabe destacar que nos podemos encontrar con otros muchos temas pero
que, al coincidir con los aspectos abordados a lo largo de las competencias clave, estimamos
obviarlos en la siguiente explicación.

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Tema 6. Elementos transversales
- educación ambiental y desarrollo sostenible
otro de los problemas con los que se enfrenta en este momento la humanidad es
la degradación que ha venido y viene sufriendo.
el alumnado tiene que comprender las relaciones con el medio en el que estamos
inmersos y conocer los problemas ambientales y las soluciones individuales y colectivas
que pueden ayudar a mejorar nuestro entorno. Hay que fomentar la participación solidaria
personal hacia los problemas ambientales que están degradando nuestro planeta a un
ritmo preocupante.
la educación ambiental pretende que el alumnado entienda el medio en toda su
complejidad de manera que pueda identificar y analizar problemas ambientales. pero no
sólo se trate de desarrollar estas capacidades de tipo intelectual, sino que es fundamental
contribuir también a que el alumnado desarrolle ciertas actitudes relacionadas con la
valoración y el interés por el medio ambiente y la participación activa en su conservación
y mejora.

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tema 6. elementos transversales
- resolución pacífica de conflictos
se centra en los valores de solidaridad, tolerancia, respeto a la diversidad, y la
capacidad de diálogo y de participación social. se basa asimismo en el desarrollo de la
autonomía y la autoafirmación tanto individual como colectiva.
“La creación de actividades que estimulen el diálogo como vía privilegiada en la
resolución de conflictos entre personas o grupos sociales es un objetivo básico de la
educación” (lucini, 1994, p. 35).
en la escuela conviven muchas personas con intereses no siempre similares por
lo que es un lugar idóneo para aprender actitudes básicas de convivencia. a través de
estos aprendizajes se pretende que el alumnado comprenda que el concepto de paz
no es meramente la ausencia de guerra, sino que se opone al concepto de violencia.
la guerra es un tipo extremo de violencia organizada, pero no es la única; a veces la
violencia estructural, la injusticia social, es mucho más destructiva que la violencia
directa.
por otra parte, se trata de ayudar a que el alumnado tome conciencia de que el
conflicto no es necesariamente un hecho negativo, sino que, por el contrario, es un proceso
natural y consustancial a la existencia humana que, bien encauzado, ayuda a clarificar
intereses y valores, convirtiéndose entonces en un proceso creativo.
dentro de la educación para la paz hay varios componentes; la educación para la
comprensión internacional, para los derechos humanos, para el desarme, la educación
mundialista y multicultural, la educación para el conflicto y la educación para el desarrollo.
- educación para el consumidor.
en este caso, no hay una referencia explícita dentro de los nuevos modelos
curriculares, pero esto no indica que no sea más importante que nunca. el consumo está
presente en nuestra sociedad y ha llegado a unos puntos de acumular productos que
no se necesitan de forma autómata e irreflexiva por falta de educación. es necesario
dotar al alumnado de instrumentos de análisis hacia el exceso de consumo de productos
innecesarios.
la educación del consumidor se dirige a desarrollar en el alumnado capacidades
relativas a la comprensión de su propia condición de consumidor, de sus derechos y deberes
y del funcionamiento de la propia sociedad de consumo. asimismo, favorece la resolución
de problemas relacionados con el consumo y la autonomía de actuación y criterio.
la educación del consumidor, al igual que el resto de los elementos transversales, se
sustenta en una serie de valores: la responsabilidad como consumidor, la solidaridad hacia
el resto de los consumidores, el respeto hacia las normas que rigen la convivencia de los
consumidores y el rechazo del consumismo. además de su vinculación con la educación
moral y cívica, por los valores en que se fundamenta, la educación del consumidor guarda
una estrecha relación con la educación para la salud y la educación ambiental, de tal

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tema 6. elementos transversales
manera que alguno de sus contenidos se recogen igualmente en los otros dos elementos
transversales.
Por otra parte, un apartado sumamente importante que debe abordar la educación
del consumidor es el de los medios de comunicación de masas. Resulta imprescindible
dotar al alumnado de unos conocimientos básicos que le permitan afrontar con una
actitud crítica y selectiva tan amplia oferta, presentada a través de la publicidad y las
campañas de marketing como algo de gran atractivo. Hacer de los alumnos receptores
críticos y activos, y, por tanto, consumidores selectivos de los productos que presentan
los medios de comunicación, implica enseñarles, entre otras muchas cosas, a descodificar
y codificar correctamente mensajes periodísticos y publicitarios, a descifrar los nuevos
códigos audiovisuales y a utilizar los nuevos medios técnicos.

- Educación vial y prevención de accidentes.


El conocimiento y la utilización de la vía pública son, especialmente en las grandes
ciudades, de una gran importancia por lo que su educación tiene que comenzar en la escuela.
La educación vial contribuye a promover la autoestima y el cuidado del propio
cuerpo desde la responsabilidad para prevenir accidentes tanto propios como ajenos.

- Educación para la igualdad efectiva entre hombres y mujeres.


La Constitución Española comienza con el derecho a la igualdad sin distinción de
sexos, razas o creencias. Sin embargo, una parte de la sociedad sigue siendo machista,
racista e intolerante, por lo que se hace imprescindible transmitir al alumnado este derecho
de la humanidad. Las discriminaciones derivadas de la pertenencia a un determinado sexo
son de tal envergadura social que justifica plenamente su entidad como tema propio.
Las mujeres dejarán de estar marginadas en la medida en que todas las personas sean
educadas para ello.
Esta vigencia social de modelos diferentes para cada sexo requiere de actuaciones
específicas en la educación que contrarresten la desigualdad y el desequilibrio que
aún perviven en nuestra cultura. Para ello, la educación escolar debe contribuir a que
el alumnado sea capaz de identificar situaciones en las que se produce este tipo de
discriminación por género, de analizar sus causas y de actuar ellos mismos a su vez de
acuerdo con estos valores igualitarios.

- Educación para la salud.


En la escuela hay que crear desde la infancia unos hábitos de higiene física, mental
y social que desarrollen la autoestima y mejoren la calidad de vida.

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Tema 6. Elementos transversales
La educación para la salud se plantea como todas aquellas actuaciones encaminadas
a favorecer en las personas una manera de pensar, sentir y comportarse que desarrolle al
máximo su capacidad de vivir en equilibrio con su entorno físico, biológico y sociocultural.

- Educación en la sexualidad.
Se trata, no sólo de conocer los aspectos biológicos de la sexualidad, sino informar,
orientar y educar sus aspectos afectivos, emocionales y sociales, todo ello con la finalidad de
que el alumnado llegue a conocer y apreciar los papeles sexuales femeninos y masculinos, y
el ejercicio de la sexualidad como una actividad plena de comunicación entre las personas.

- Educación moral y cívica.


Es el eje referencial en torno al cual se articulan el resto de los elementos transversales
ya que sus dos dimensiones engloban el conjunto de los rasgos básicos del modelo de persona
que participa activamente para solucionar los problemas sociales. La dimensión moral
promueve el juicio ético acorde con unos valores democráticos, solidarios y participativos,
y la cívica incide sobre estos mismos valores en el ámbito de la vida cotidiana (MEC, 1993).
Las finalidades de la educación moral y cívica, recogidas en el documento
correspondiente de los materiales para la reforma (Cajas rojas), constituyen los pilares
del resto de elementos transversales y apuntan hacia el tipo de persona que se pretende
formar. Dichas finalidades son:
· Detectar y criticar aspectos injustos de la realidad cotidiana y de las normas
sociales vigentes.
· Construir formas de vida más justas tanto en los ámbitos interpersonales
como en los colectivos.
· Elaborar autónoma, racional y dialógicamente principios generales de valor
que ayuden a enjuiciar críticamente la realidad.
· Conseguir que los jóvenes hagan suyo aquel tipo de comportamiento
coherente con los principios y normas que personalmente hayan construido.
· Lograr que adquieran también aquellas normas que la sociedad, de modo
democrático y buscando la justicia y el bienestar colectivo, establece.

Los objetivos y contenidos de la educación moral y cívica se dirigen, pues, a fomentar


actitudes de respeto hacia todas las personas sea cual sea su condición social, sexual, racial
o sus creencias, la solidaridad con los colectivos discriminados, y, en fin de valoración
del pluralismo y la diversidad. Favorecen así mismo el respeto hacia el propio cuerpo,
promoviendo la salud en sus dimensiones biológica, psicológica y social e impulsan a la

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Tema 6. Elementos transversales
conservación del medio. Fomentan el rechazo hacia todo tipo de injusticias sociales, hacia el
consumismo abusivo y favorecen las relaciones de convivencia, de comunicación y diálogo.

4. ORIENTACIONES BÁSICAS PARA DESARROLLARLOS


A la hora de abordar las estrategias y orientaciones básicas para trabajar los
elementos transversales en el aula, considero un buen punto de partida las técnicas que
recomienda Rosales, C. (2015):
- Los juegos de representación y afirmación, de confianza, de cooperación,
que por su componente lúdico y simbólico introducen al alumno en el
conocimiento de las características de la realidad de una forma motivada.
- La descripción y análisis de experiencias personales, recomendada por la
UNESCO, pues facilita el carácter constructivo y significativo del aprendizaje,
ya se trate de experiencias escolares o extraescolares, espontáneas o
provocadas.
- El trabajo en equipo, que estimula capacidades múltiples de comunicación,
conocimiento mutuo, colaboración, habilidades intelectuales superiores,
identidad personal y autoestima, por lo que constituye un tipo de técnica
fuertemente recomendable en temas como la convivencia, la igualdad de
género, la prevención de la violencia, etc.
- Técnicas como -seguir la pista-, -talleres de producción-, -análisis
comparativos- en educación para el consumo, pues contribuyen al
conocimiento de la realidad al proyectar al alumno fuera de la escuela para
la realización de observaciones, encuestas, entrevistas, recogida de muestras…
etc

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Tema 6. Elementos transversales
A pesar de estas referencias relativamente recientes, conviene retrotraernos a la base
de la transversalidad cimentadas en los años 90 en nuestro sistema educativo. Para ello,
tomaremos como referencia a Yus (1995) centrando nuestra atención sobre los ámbitos
de la transversalidad:
- Transversalidad disciplinar.
- Transversalidad en el espacio.
- Transversalidad en el tiempo.
- Transversalidad curricular.
- Transversalidad ambiental.

Transversalidad disciplinar.
Es la que se obtiene dentro de cada área en un momento determinado; consiste en
el tratamiento específico que cada área, a lo largo del curso da un tema transversal; para
que cumpla su dimensión de transversal debería aparecer en sucesivos momentos y no
como un tema más añadido al conjunto de contenidos del área.

Transversalidad en el espacio.
Consistiría en la consideración de un tema transversal por más de dos áreas en un
año académico determinado. Dos o más áreas se ponen de acuerdo para desarrollar un
tema transversal desde su propia óptica. Se ha de procurar una coordinación adecuada
para que la temática quede tratada con suficiente coherencia.

Transversalidad en el tiempo.
Como consecuencia de una decisión sobre un objetivo a medio o largo plazo, se ve
necesario ampliar el tratamiento transversal a más de dos años académicos sucesivos. En
este caso, una vez repartidas las competencias de cada área, sin por ello perder de vista la
globalidad del tema transversal, cada área decide una oportuna secuenciación de contenidos
a lo largo del tiempo, buscando formas crecientes de conceptualización y sensibilización
del tema en cuestión. Un buen criterio para asegurar esta secuencia es seguir los estadios
de evolución madurativa que nos aporta la psicología evolutiva.

Transversalidad curricular.
Consiste en el tratamiento curricular, ligado a las diferentes áreas que compone una
etapa, que se da a un tema transversal concreto. Este tratamiento incluye, lógicamente,
los anteriores tipos de transversalidad.

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Tema 6. Elementos transversales
Transversalidad ambiental.
Consiste en el conjunto de decisiones que se adoptan en el Proyecto Educativo, en
el ámbito de la organización escolar, las relaciones sociales, las normas de convivencia,
etc.; en definitiva, que finalmente promueve un clima favorable al desarrollo curricular
del tema transversal que se quiere promover.

Las áreas curriculares constituyen el eje organizador fundamental del trabajo escolar,
con un énfasis más acentuado conforme se va subiendo el nivel de cada etapa. En la etapa
infantil y primeros ciclos de la educación primaria se recomiendan enfoques globalizadores,
para pasar a la interdisciplinariedad y finalmente se alcance la disciplinariedad en el último
ciclo de la educación secundaria. Podemos distinguir estas opciones (Yus, 1996):
Disciplinariedad científica.

Representa la situación más normal y a la que se adscribirán la mayoría de los


centros, especialmente en la etapa de secundaria. Supone un currículum estructurado
disciplinarmente en el que los diferentes elementos transversales son repartidos entre un
número determinado de áreas curriculares. Es preciso que esta función se haga siguiendo
un plan elaborado previamente por el equipo docente tras una reflexión sobre la aportación
de cada área convergiendo en un mismo objetivo. No obstante en el currículo básico
diseñado por la Administración aparece que cada área contribuye sólo y en la medida en
que aparecen estos temas entre los contenidos de su área concreta independientemente
de que haya contenidos sobre este tema previstos en otras áreas. Aquí se correría el peligro
de realizar un tratamiento inconexo que anularía el potencial educativo de estos temas.

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Tema 6. Elementos transversales
Disciplinariedad transversal.
Es prácticamente inviable pues se trataría de dar un giro al currículum disciplinar y
convertirlo en transversal, de manera que, los elementos transversales fuesen los verdaderos
ejes estructuradores del currículum.

Interdisciplinariedad.
Supone que dos o más disciplinas comparten unos mismos objetivos y metodología
sobre un tema transversal concreto, desdibujando los contornos de cada uno de ellos a
favor del tema en cuestión. Cuando la interdisciplinariedad se plantea en etapas en las que
el grupo tiene tantos profesores/as como áreas es necesario una reconsideración radical
en la organización del tiempo y el espacio, así como de preparación del profesorado en
una nueva epistemología, con objeto de no derivar en una simple multidisciplinariedad,
que es más factible en la organización escolar tradicional y en la que normalmente se cae
cuando se intenta hacer interdisciplinariedad sin tener en cuenta su complejidad. En la
interdisciplinariedad los temas disciplinares quedan subordinados al transversal.

Multidisciplinariedad.
Se trata de una estructuración bastante cercana a la disciplinariedad científica,
si bien en esta modalidad aparece como un paso adelante. Supone el tratamiento de un
tema transversal desde diferentes áreas, siguiendo un plan establecido que se desarrolla
simultáneamente en un tiempo acotado, en el que tan sólo se ha cuidado de hacer un
“reparto” de contenidos en función de la epistemología de cada ciencia. Se busca la
coordinación y la unificación de esfuerzos, con una temporalización común. El tema
transversal queda subordinado a los disciplinares.

Globalización.
Parte de la consideración de una realidad global y trata de aproximarse a la forma
que tiene el alumnado más pequeño de percibir la realidad. Esto supone la desaparición
de las disciplinas, en tanto que suponen una compartimentación de esa globalidad. Se
parte de un “centro de interés” a partir del cual se va haciendo girar o confluir las distintas
disciplinas y los elementos transversales que mantengan relaciones con el núcleo de interés.
Se trata de una estructuración sólo posible en los niveles más bajos al poder abordarse
por un solo profesor.

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Tema 6. Elementos transversales
Podemos ordenar las formas de tratamiento de los elementos transversales de mayor
a menor alcance educativo:
1. Disciplinariedad transversal: verticalización de los elementos transversales
(muy difícil de llevar a la práctica).
2. Globalización (primeros ciclos de la educación obligatoria y como enfoque
en todas las etapas).
3. Interdisciplinariedad (últimos ciclos de la educación obligatoria).
4. Multidisciplinariedad (últimos ciclos de la educación obligatoria). Opciones:
entre dos áreas, entre más de dos áreas, durante todo el curso escolar (nueva
área), durante un periodo de tiempo más corto (semanas culturales) y durante
un día (efemérides).
5. Disciplinariedad científica: adecuación de los elementos transversales
a contenidos disciplinares. Opciones: adopción del tema por las áreas
que tienen contenidos específicos en el Currículo Básico, adecuación a
partir de un objetivo “extra” que obligue a todas las áreas, a partir de una
asignatura específica (ética) o a partir de una asignatura optativa (ecología,
alimentación).
6. Experiencia innovadora: como experimentación aislada de un tema
transversal por un profesor innovador. Opciones: cuando se alcance el
contenido disciplinar relacionado con el tema transversal, eligiendo un
día fijo a la semana del horario de la propia asignatura, considerando el
tema transversal como un tema más dentro de un bloque de contenidos,
programando una semana centrada exclusivamente en ese tema transversal,
el tutor en uso de su hora de tutoría.
7. Actividad puntual: el tema se aborda solo en un día, normalmente con
ocasión de unas efemérides. Una de las formas más frecuentes para la
introducción de los elementos transversales ha sido el aprovechamiento de un
día conmemorativo o efemérides (día de la paz, día de la mujer trabajadora,
día mundial del medio ambiente...). Frecuentemente, se ha criticado una
actuación didáctica de un tema transversal determinado, reducida a tan
solo estas circunstancias. Sin embargo sus posibilidades son mayores pues la
celebración de unas efemérides puede ser el punto de partida de un programa,
el punto de llegada o el punto de inflexión de un programa.
De esta forma la actuación del profesor y la relación que se establece entre
él/la y el alumno/a reviste de gran relevancia; por ello los principios en los que
se fundamentan los elementos transversales deben inspirar toda la actividad
docente, y del mismo modo, deben ser trabajados conjuntamente con las
familias para que los chicos no vivan actuaciones contradictorias entre el
ámbito escolar y familiar.

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Tema 6. Elementos transversales
A modo de resumen, podríamos decir, que los elementos transversales dan respuesta
a la propia Constitución, a las demandas sociales producidas por ciertos desequilibrios
existentes en nuestra sociedad y a una necesidad de un marco ético y una educación en
valores en el que se eduque a los ciudadanos del futuro en su proceso de socialización
de una forma responsable y constructiva. Para que esta labor sea eficaz, los elementos
transversales son prescriptivos y no aparecen en el currículum como disciplinas separadas
sino impregnando toda la labor educativa, donde el profesorado de todos los niveles y
etapas educativas está involucrado.

6. EVALUACIÓN EN EJES TRANSVERSALES


Los elementos transversales presentan características específicas en cuanto a
procedimientos metodológicos y planteamientos de evaluación, ya que se centran en la
enseñanza estructurada sobre la base de valores y actitudes.
Inicialmente, hemos de reconocer la importancia y necesidad de la evaluación en
materia de ejes transversales, finalizando con algunas notas definitorias de las estrategias
metodológicas.
Ello en el sentido de que a partir de la misma, como analizaremos con mayor
detenimiento a continuación, se ofrece la posibilidad de establecer reajustes y
readaptaciones oportunas en procesos de intervención educativa (Yus Ramos, R. 1998),
de igual forma que, ante la información que llegue a obtenerse, se facilita la puesta en
práctica de los citados elementos transversales.
Al ser desarrollados como un proyecto global en todo el currículum escolar, no
ha de aplicarse una evaluación específica a los elementos transversales. En general, sus
pretensiones irán destinadas a la consecución de finalidades que cualquier enseñanza
desearía obtener, tratando de evitar establecer selecciones y clasificaciones en el sujeto
evaluado.
Teniendo en cuenta, su componente actitudinal y valorativo, implícito, las
dificultades son evidentes, lo que hace preciso recurrir a procedimientos basados en la
observación. Además de favorecer la obtención de información relevante, constituye un
importante instrumento de evaluación en el marco de las enseñanzas transversales.
Mediante ésta, resulta más sencillo conocer las actitudes, referidas a “(…) ámbitos
del comportamiento que se escapan a la evaluación dentro de una situación formalizada,
pues en la misma el alumno tiende a ofrecer más la imagen que quiere que tengan los
demás de él que la que en realidad él tiene o desearía tener. (…) Nadie mejor que el
profesor, que convive a diario varias horas con los alumnos, para practicar este método
general de recogida de datos que es la observación” (Rosales, C. 2015).

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Tema 6. Elementos transversales
Los aprendizajes generados a partir de los ejes transversales, son difíciles de evaluar,
puesto que hacen referencia a valores y actitudes a adquirir, pero no sólo a nivel conceptual
o teórico, sino que su fin último, es que el alumnado adquiera una serie de valores y actitudes
hacia los temas impartidos que lleguen a formar parte de sus esquemas mentales y por
consiguiente de su repertorio de conducta. Por lo tanto, se generan aprendizajes difíciles
de evaluar recurriendo a pruebas formalizadas, dada la imprecisión de su contenido y
manifestación empírica, la observación representa una vía a través de la que inferir el
ámbito de la afectividad y valores e intereses que orientan el comportamiento y la conducta
en una determinada dirección.
Entre algunos de los principales aspectos a destacar en torno a la misma, optamos
por hacer alusión a los siguientes, siguiendo a Alcalá del Olmo Fernández, M.J. (2002):
- En principio, la necesidad de que se ajuste a una serie de pautas o criterios
previamente establecidos por el equipo docente, a fin de evitar caer en
posicionamientos subjetivos, con objeto de alcanzar una verdadera neutralidad.
- A su vez, el no tratarse de un instrumento empleado por el profesorado de modo
pasivo o sistemático (BOLÍVAR, A. 1995), sino medio mediante el que conocer
y evidenciar posibles cambios de actitud en el alumnado, junto a su grado de
participación, conductas de respeto y apertura a opiniones y valoraciones de
otros, ayuda prestada, y grado de tolerancia y comprensión hacia los demás.

Además de apoyarse en la observación, la evaluación a emplear en el marco de las


enseñanzas transversales presenta muy diversas características, según Alcalá Del Olmo
Fernández, M.J. (2002). En base a sus ideas, esquematizamos en la siguiente página las
cuestiones más esenciales.
Reflejado lo anterior, hemos de reconocer el significativo valor de la evaluación en
el terreno de los ejes transversales.
A todo ello podemos sumar las siguientes argumentaciones:
- Supone un apoyo para el profesorado, quien, además de comprobar si el
proceso de enseñanza ha satisfecho plenamente las intenciones y prioridades
educativas, puede planificar futuras intervenciones, adaptándolas a los
progresos alcanzados y necesidades detectadas.
- Se trata de una herramienta que propicia la consecución de un máximo
perfeccionamiento profesional, lo que contribuye a que el alumnado se
desarrolle satisfactoriamente.
- Al definirse el aprendizaje en términos de globalidad, queda garantizada una
verdadera comprensión de lo acontecido en el aula.
- Puesto que se apoya en la observación, permite detectar ciertos cambios de
actitud en los discentes, y así, valores finalmente asumidos.

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Tema 6. Elementos transversales
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Tema 6. Elementos transversales
La importancia de las estrategias metodológicas.
Si resulta innegable la importancia de la evaluación en el marco de los ejes
transversales, igual sucede con las estrategias metodológicas a emplear en su puesta en
práctica. Desde un punto de vista general, hemos de subrayar la flexibilidad que habrá
de caracterizarlas.
Todo ello en el sentido de evitar recurrir de modo invariable a los mismos
procedimientos metodológicos, para ajustarlos, tanto a temáticas a abordar, como a aquello
paulatinamente generado en el aula.
Enfatizada ya, y como cuestión de partida, tal necesaria “flexibilidad metodológica”,
trataremos de reflejar algunas notas definitorias de aquellas estrategias metodológicas a
las que recurrir ante una enseñanza con fines de generar modificaciones actitudinales y
comportamentales en los educandos.
Tal y como hemos mencionado en páginas precedentes, una de las características
fundamentales de la transversalidad es el nuevo perfil, que a partir de ésta, adquiere el
profesorado, quien deja de ser un mero difusor conceptual, para promover en sus alumnos
diversas actitudes y valores.
Pues bien, en función de esta posición ahora ocupada por él mismo, calificado como
“educador en valores”, los procedimientos metodológicos fundamentados en la transmisión
conceptual pierden su tradicional protagonismo.
En su lugar, cobran verdadero sentido los métodos interactivos (Palos Rodríguez,
J. 1998).
Aunque en realidad no existe una metodología y estrategias específicas con las
que trabajar los ejes transversales, se considera decisivo que éstas favorezcan, tanto
el establecimiento de cauces de comunicación en el aula, como una plena y activa
participación del alumnado.
Según Alcalá del Olmo Fernández, estos procedimientos metodológicos presentan
caracteres singulares, vinculados, todos ellos, a los rasgos que identifican las aludidas
aportaciones educativas:
1) Al tratarse de contenidos no ubicados en áreas disciplinares concretas,
los elementos transversales se encuentran inmersos en concepciones
interdisciplinares, con el fin de ofrecer una imagen amplia e íntegra de la
realidad.
Por tanto, ante la dificultad de “entender lo que se plantea en un tema sin
considerar aspectos que, teóricamente, son propios de otro” (Otano, L. y
Sierra, J. 1994: 23), se hace necesario emplear estrategias metodológicas
interdisciplinares, que permitan tratar una temática acudiendo a múltiples
variables, procedentes de diversos campos del saber.

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Tema 6. Elementos transversales
2) Puesto que aluden a situaciones problemáticas desencadenadas en el plano
de la sociedad, los ejes transversales requieren una metodología que propicie
el debate, adopción de posturas personales y motivación e iniciativa para
participar en la superación de conflictos acontecidos.
La reflexión, por ende, es una pretensión fundamental a promover mediante
los recursos metodológicos, y servirá de importante ayuda al profesorado
para conocer el “clima actitudinal” del aula y los niveles de razonamiento.
3) Como enseñanzas orientadas al desarrollo de una moral autónoma en el
alumnado, los elementos transversales precisan apoyarse en una metodología
que respete el sistema y jerarquía de valores adoptada por cada individuo.
4) Las actividades extraescolares, consideradas verdaderos recursos
metodológicos a partir de los que conocer situaciones desencadenadas
en escenarios externos al puramente académico, son enfatizadas por las
enseñanzas transversales, pretendiéndose, mediante éstas, identificar
aspectos relevantes ocurridos en el exterior.
La escuela, así pues, adquiere una nueva caracterización, en tanto que “(…)
necesita, en primer lugar, abrirse de par en par a la vida, dejarse penetrar
por ella, empaparse de su realidad y fundamentar toda su acción, referida
a todos los ámbitos de la enseñanza y del aprendizaje, en esa realidad
cotidiana que es en la que viven y en la que, en gran medida, están
aprendiendo a vivir sus alumnos y alumnas” (González Lucini, F. 1994: 23).
5) Al igual que lo acontecido en el ámbito de la evaluación, los elementos
transversales se apoyan en una metodología mediante la que promover
aprendizajes comprensivos, procurándose analizar las diferentes fases
transcurridas en el proceso de asimilación conceptual.
Se trata de emplear una metodología que en ningún caso siga una secuencia
lineal, sino que vaya adaptándose a los sucesos y procesos atravesados por
el sujeto para acceder al conocimiento, lo que nuevamente vuelve a poner
de manifiesto la importancia de la flexibilidad.
6) Con el fin de favorecer una positiva integración y adaptación de los alumnos
al marco social, el trabajo cooperativo o grupal (MEC, 1992) constituye un
principal recurso en el que habrá de apoyarse la metodología a emplear en
la puesta en práctica de los ejes transversales.

Su valor se justifica, no ya tan sólo al favorecer la adquisición de conocimientos


académicos, sino ante su capacidad para promover conductas reflexivas, contrastes entre
diversos pareceres y actitudes de intercambio y cooperación social.
En síntesis, las estrategias metodológicas empleadas irán destinadas a propiciar
la participación del alumnado, la adopción de conductas reflexivas, analíticas, de

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razonamiento, necesarias para desarrollar un sistema de valores propio y un particular
posicionamiento ante el mundo, de manera que generalice los aprendizajes adquiridos en
contextos externos al escolar.
Por lo tanto se debe de partir de un aprendizaje por descubrimiento a partir de los
conocimientos e ideas previas. Con los recursos metodológicos empleados, el profesorado
tratará de favorecer el desarrollo de diversas oportunidades de aprendizaje, incitando a
los discentes a tomar conciencia de sus ideas previas, interrogarse acerca de las mismas y
llegar a adoptar nuevos planteamientos, con la finalidad de que interiorice nuevos valores
y actitudes.
La metodología, por consiguiente, constituye una decisiva vía a través de la que
posibilitar la motivación, investigación y deseos de aprender y conocer, impulsando, en todo
momento, la interacción e intercambios establecidos entre el grupo de iguales, mediante
una metodología activa y participativa, centrada principalmente en role playing, debates,
dinámicas de grupo, simulaciones o incluso observación directa en diferentes ámbitos.

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