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Nombre científico: Apium graveolens

Manejo: El apio no es demasiado exigente en suelos, siempre que no sean excesivamente


húmedos. Requiere un suelo profundo, ya que el sistema radicular alcanza gran longitud
vertical. Es exigente en boro, por lo que este elemento no debe faltar en el suelo. Soporta
mal la salinidad, tanto del suelo como del agua de riego.

Tipo de siembra: La siembra se realiza en primavera a través de las semillas y el


trasplante se realiza a comienzos del verano. Desde que se planta hasta que se recolecta,
pueden pasar aproximadamente unos 4 meses. Las semillas del apio deben plantarse en
bandejas, en hileras que tengan entre sí una distancia de 30 centímetros

Riego: El apio debe regarse mínimo dos veces por semana . Durante el primer tercio del
cultivo, el riego debe ser abundante y constante para garantizar un crecimiento uniforme y
continuo. El apio sufre estrés si hay escasez de agua en el suelo y es bastante exigente en
cuanto a la calidad del agua.

Abonamiento: Necesidades aproximadas de Nitrógeno, Fosforo y Potasa, P2O5 y K2O de


cultivos de Apio para los niveles de producción indicados con riego por surcos.

¿A qué tiempo se cosechan?

El ciclo en verano puede ser de 60-75 días, pero en los meses fríos se puede alargar a
130 días o más para poder completar un apio de buen tamaño. La cosecha se realiza desde
que las plantas tienen 700 g y se corta la planta sin raíz. Se debe evitar el encharcamiento,
pero no debe faltarle agua.

¿Cuál es su importancia medicinal de cada una de ellas??

El apio tiene propiedades sedantes, diuréticas, ligeramente laxantes, aperitivas, digestivas,


remineralizantes, depurativas, regeneradoras de la sangre, antiinfecciosas y cicatrizantes.
Kelly Flores De La Cruz 5to A EPT 29.10

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