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CONSTITUCIONALES
PRINCIPIO DE INOCENCIA (in dubio pro reo;
onus probandi; trato de inocente)
JURISPRUDENCIA DE LA CSJN:
JURISPRUDENCIA DE LA CSJN:
LESCANO (L.441.XLL):
Contra tal sentencia, el justiciable interpuso recurso de casación in forma pauperis en el que
destacó a lo menos 6 puntos diferentes que certificaban el erróneo camino lógico transitado por el
juzgador en punto a la redefinición de su propia responsabilidad penal.
En efecto, en dicho escrito cuestionó la inobservancia de las reglas de la sana crítica racional, la
calificación jurídica asociada al hecho imputado, la falta de motivación de la sentencia en orden a
la concreta mensuración de la pena, la errónea aplicación del art. 58 del Código Penal y los
equivocados parámetros utilizados para la unificación de la pena (considerando 12).
Corrida la vista de ley a los efectos de dotar de fundamentación técnica a las manifestaciones
articuladas por el encartado, la asesora letrada encargada de dicho cometido “…prácticamente
transcribió –en forma sintética- la presentación de Núñez antes referida (…). Aclaró que ‘En lo que
hace al sustento de los agravios expresados, aunque no compartiera el criterio del expresador…
solicito se haga lugar al recurso, por los motivos invocados y sin perjuicio de las razones que
suplirá el elevado criterio de V.E., cumpliendo con el deber que el cargo me impone, en resguardo
del derecho de defensa en juicio y del debido proceso amparado por el art. 18 de la Constitución
Nacional…” (Considerando 13).
Ocurrido ello, Núñez dedujo un recurso extraordinario federal in forma pauperis, tras lo cual
intervino la asesora letrada con el objeto de cimentar jurídicamente dicha manifestación de
voluntad impugnativa.
Sin embargo, la defensora del justiciable sólo se limitó a plantear en tal oportunidad “…la
arbitrariedad de la denegación de acceso a la instancia de casación por ‘excesivo rigor formal, en
desmedro de la verdad jurídica objetiva emergente de las circunstancias de la causa’, dejando a
salvo su parecer en contrario…” (Considerando 10, destacado agregado).
El día 14 de febrero de 2003 el Tribunal Superior de la Provincia de Córdoba declaró inadmisible el
remedio federal (considerando 3). Al momento de ser notificado de dicho rechazo –esto es, el día
17 de febrero de 2003- Núñez manifestó in pauperis: “Apelo la resolución. Solicito audiencia”, tras
lo cual el tribunal cimero provincial “…dio intervención al asesor letrado (…) quien se entrevistó
con aquél y se comprometió a compulsar los autos principales para actuar de acuerdo a derecho
(…) [pero] lo cierto es que no existen constancias de que esa compulsa se haya hecho efectiva ni
tampoco que esa defensa fundamentara un recurso de hecho por denegación del remedio federal
ante esta Corte Suprema” (considerando 6, destacado agregado).
Cabe agregar que el propio justiciable remitió a la Corte por vía epistolar una presentación en la
cual reiteró todos sus reparos a la sentencia condenatoria, tras lo cual intervino la Defensoría
Oficial ante esa instancia que, en su respectiva fundamentación técnica propició la declaración de
admisibilidad del recurso “…junto con la nulidad del auto que lo denegó, por haber carecido el
interesado de una defensa eficaz que fundara debidamente su reclamo” (considerando 1).
En lo sustancial y pasando aquí por alto ciertas distinciones que no vienen al caso, la mayoría de la
Corte, luego de recordar que:
a) “…en materia criminal, en la que se encuentran en juego los derechos esenciales de la libertad y
el honor, deben extremarse los recaudos que garanticen plenamente el derecho de defensa (…) de
modo tal que quien sufre el proceso penal ha de ser provisto de un adecuado asesoramiento legal,
al extremo de suplir su negligencia en la provisión de defensor asegurando, de ese modo, la
realidad de la defensa en juicio…”(considerando 7);
b) “…los reclamos de quienes se encuentran privados de su libertad, más allá de los reparos
formales que pudieran merecer, deben ser considerados como una manifestación de voluntad de
interponer los recursos de ley, y que es obligación de los tribunales suministrar la debida
asistencia letrada que permita ejercer la defensa sustancial que corresponda…” (considerando 8);
c) “…si bien no es obligación de la asistencia técnica del imputado fundar pretensiones de su
defendido que no aparezcan, a su entender, mínimamente viables, ello no la releva de realizar un
estudio serio de las cuestiones eventualmente aptas para ser canalizadas por las vías procesales
pertinentes, máxime porque se trata de una obligación que la sociedad puso a su cargo (…) ya que
no puede imputarse al procesado la inoperancia –a la que ha sido ajeno- de la institución prevista
para asegurar el ejercicio de su derecho constitucional, cuya titularidad ostenta exclusivamente y
cuya inobservancia puede acarrear responsabilidad al Estado Argentino” (considerando 9) resolvió
la presentación del justiciable como sigue.
Así pues y en primer término adujo que ninguno de los extremos mencionados anteriormente
había sido mínimamente satisfecho en la especie.
A renglón seguido destacó que su intervención en modo alguno podía circunscribirse a las
deficiencias advertidas en el procedimiento seguido en la sustanciación de la apelación
extraordinaria, pues “…la trasgresión a la defensa en juicio de Ricardo Alberto Núñez que se refleja
en esta instancia no es sino producto de la que se verificó en la etapa de casación local, también
caracterizada por una intervención meramente formal [de la asistencia técnica]…” (Considerando
15).
Cabe aclarar que la Corte no se ha privado de ejercer una fuerte crítica respecto de la actitud
desaprensiva de las dependencias del poder judicial local que actuaron durante el proceso en
punto a la situación de indefensión por la cual atravesó el justiciable.
En tal sentido, agregó el Máximo Tribunal que:
a) la insuficiencia de asistencia técnica registrada por Núñez debió haber sido corregida por las
instancias locales (considerando 16);
b) el rechazo, ora del recurso de casación, ora del extraordinario federal por pretendidas razones
formales trasuntó un excesivo rigor ritual que poco se compadece con la situación de indefensión
del procesado (considerandos 17 y 18) y con una interpretación regular del llamado derecho al
doble conforme (considerandos 21 y 22).
Tras ello y como modo de certificar la situación de minusvalía que aquejó a Núñez a lo largo de
todo el proceso, la Corte expresó que:
a) el justiciable estuvo originariamente detenido por más de diez días sin comparecer ante el fiscal
que solicitó su detención (considerando 18)
b) tampoco contó en ese ínterin con asistencia técnica letrada (ídem);
c) su defensa fue sustituida en varias oportunidades a lo largo de todo el proceso;
d) se produjo prueba irreproducible sin que la defensa fuera debidamente notificada;
e) se rechazó la pretensión del lego dirigida a cuestionar el auto de prisión preventiva sin
reencauzarla jurídicamente;
f) el defensor de confianza de Núñez que actuó en la etapa preliminar “no ofreció prueba y
renunció a su mandato 48 hs. hábiles antes de la audiencia de debate…” (Considerando 20 in fine).
Tras ello fue designada una asesora letrada que al parecer no ofreció prueba alguna.
Para concluir y luego de afirmar que: “La condena no hizo sino acumular nuevos agravios basados
en la insuficiencia de la prueba incriminatoria para fundar su responsabilidad por el hecho y, a
todo evento, la falta de fundamento en los criterios mensurativos de la pena individual y única
impuesta” (considerando 21 in fine), el Tribunal resolvió declarar la nulidad de “todo lo actuado a
partir del recurso de casación in forma pauperis (…), que deberá ser resuelto después de que
Ricardo Alberto Núñez haya recibido una efectiva y sustancial asistencia letrada de parte de su
defensor”.
Por otro lado y a la par de solicitar que se arbitren los medios necesarios para determinar cuáles
fueron las circunstancias en “…que permaneció Ricardo Alberto Núñez privado de su libertad por
espacio de más de diez días sin contar con asistencia técnica letrada y sin comparecer ante la
autoridad fiscal y/o judicial que había solicitado su detención…” (Considerando 22 in fine), la Corte
“recomendó” “…que situaciones como las aquí consideradas, que sólo concurren en detrimento
de una eficaz administración de justicia, sean evitadas” (considerando 22 in fine).
PLAZO RAZONABLE
PRINCIPIO DE PROGRESIVIDAD Y PRECLUSION
NON BIS IN IDEM
DOCTRINA
MAIER: “…La regla genérica que gobierna el principio prescinde, en principio, de toda
valoración jurídica del hecho. Se trata de impedir que la imputación concreta, como
atribución de un comportamiento determinado históricamente, se repita, cualquiera
que sea el significado jurídico que se le ha otorgado, en una y otra ocasión, el nomen
iuris empleado para calificar la imputación o designar el hecho. Se mira al hecho como
acontecimiento real, que sucede en un lugar y en un momento o periodo determinado,
sin que la posibilidad de subsunción en distintos conceptos jurídicos afecte la regla,
permitiendo una nueva persecución penal bajo una valoración distinta de la anterior…”
(MAIER, JULIO B., Derecho Procesal Penal. I. Fundamentos, Editores del Puerto, Buenos
Aires, 2004, pag. 607)
D´ALBORA: “…si hubo desestimación por atipicidad, dicho pronunciamiento vale aun
para cualquiera y no solo para quien fuera imputado, pues el principio de cosa juzgada
significa que la pretencion punitiva estatal se agota con su uso, sin que deba evaluarse el
resultante obtenido, constituyendo uno de los principios esenciales en que se funda la
seguridad jurídica…” (D´ALBORA FRANCISCO, Codigo Porceasl Penal de la Nacion, 5º
edición, Ed. Abeledo Perrot, pag. 29/31)
ZAFFARONI: “…Por lo tanto cuando se adopta un temperamente liberatorio respecto de
parte de ese objeto integrante de una única conducta, dicho temperamento alcanza y
debe comprender a la totalidad del suceso, por cuanto no resulta posible dividir un
hecho único y absolver, y eventualmente condenar por el mismo, por cuanto hay una
imposibilidad lógica en tal proceder. Un mismo hecho no puede ser delito y no delito a la
vez…. // “…Dado que la participación tiene naturaleza accesoria, no es posible
jurídicamente que siga en tramite un proceso contra un participe por un hecho cuyo
autor fue absuelto…” (Zaffaroni Eugenio Raul – Alagia, Alejandro – Slokar, Alejandro,
Derecho Penal, Parte General, 2º edición, Buenos Aires, 2002, P. 791; Weber, Hellmuth
von, Lineamientos del derecho penal alemán, Ediar, Buenos Aires, 2008, p. 72).
JURISPRUDENCIA DE LA CSJN:
"La nulidad decretada causó una retrogradación del juicio y su consecuente remisión a una etapa
anterior, lo cual, importa un nuevo riesgo procesal, en violación al principio de progresividad y de
preclusión.
NON BIS IN IDEM - JUICIO CRIMINAL - ABSOLUCION DEL ACUSADO - CONDENA - DIVISION DE
LOS PODERES - IGUALDAD
Si la anulación del fallo absolutorio a raíz del recurso de casación de la querella obedeció
fundamentalmente a una actividad jurisdiccional que, distanciándose de los postulados propios de
un modelo acusatorio como el regido por la Constitución Nacional obligó a un tribunal a disponer
prueba de oficio que asumió una tendencia incriminante -al punto que modificó sustancialmente
el resultado del proceso, trocando absolución por condena-, con la necesaria confusión de roles
entre acusador y juez, ello afectó la garantía de defensa en juicio del imputado al someterlo a un
segundo riesgo de condena por los mismos hechos, en la medida en que el nuevo proceso resultó
de la vulneración de los principios de igualdad y de división de los poderes que caracterizan a la
etapa acusatoria del sistema mixto de enjuiciamiento criminal adoptado por la legislación
provincial, con mengua del estado de inocencia (Voto del Dr. E. Raúl Zaffaroni).
EXCLUSION PROBATORIA
JURISPRUDENCIA DE LA CSJN:
ROMERO (311;2507):
El procesado había autorizado el ingreso sin orden a su domicilio, estando detenido. Sobre esa
base su defensor cuestiono la validez del procedimiento que culmino con el secuestro de material
incriminatorio.
El procurador general, en términos que la Corte compartió, señalo que en Fiorentino, el estado de
detención de éste al momento de permitir el ingreso no había sido el único factor determinante de
la decisión. El procurador además dijo que debía analizarse el cuadro factico en su conjunto, a fin
de analizar la real voluntariedad de un consentimiento.
Con apoyo en esa línea argumental, a su vez, la Corte dijo que: …no cabe construir una regla
abstracta a partir del citado precedente de fallos (Fiorentino) que conduzca inevitablemente a
tachar de nulidad el consentimiento dado para una inspección o requisa domiciliaria en todos los
casos en que quien lo haya prestado estuviese privado de su libertad (consid. 4º)
Por último, la Corte tuvo en cuenta que:…al declarar en sede judicial (el procesado) destaco
inequivocadamente el carácter voluntario y libre de todo vicio de aquel acto, consecuente con su
manifesta intención de cooperar con la autoridad judicial (consid. 5º)
AUTOINCRIMINACION
JURISPRUDENCIA DE LA CSJN:
JURISPRUDENCIA DE LA CSJN:
SISTEMA ACUSATORIO
JURISPRUDENCIA DE LA CSJN:
CONCLUSIÓN:
Varía la anterior doctrina sentada en Tarifeño Si el fiscal NO acusa en el plenario NO se puede
sentenciar
JURISPRUDENCIA DE LA CSJN: