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Cris y Marcelo.

Cuento para
adolescentes sobre las relaciones
tóxicas
Un cuento feminista para leer en la adolescencia y desmontar los
mitos del amor romántico

Marisa Alonso SantamaríaPoetisa

De repente, tu hijo o hija adolescente te dice: 'Mamá, tengo novia (novio)'. Y


tú no puedes dejar de pensar si habrás hecho bien tu trabajo de desmontar
todos esos mitos del amor romántico que hemos aprendido en las
películas. La posesión en las relaciones amorosas, los celos, el control, la
sumisión, la idealización, el aislamiento de la familia y amigos... Cris, la
protagonista de este cuento para adolescentes, vive todo ello durante su
noviazgo con Marcelo. Por suerte, es capaz de identificar que se trata de
una de esas relaciones tóxicas que deben cortarse por lo sano.

Este es un cuento que debes leer con tus hijos adolescentes (ya sean niños
o niñas) para que sentar las bases del amor sano, del amor que cuida y
quiere lo mejor para ambas partes. Se trata de una historia feminista que
ayudará a concienciar a tus hijos y abrirá el debate de qué es violencia
machista o violencia de género.

Índice

1. Cuento para adolescentes sobre las relaciones tóxicas


2. Un cuento feminista para reflexionar en la adolescencia sobre el
primer amor
3. Reflexionar con los adolescentes sobre el feminismo y el primer
amor
A Cristina no le apetecía nada ir a ese cumpleaños, pero por no dejar sola a
Bea, se arregló y quedó con ella en la puerta del local. Enseguida vieron a lo
lejos a Rafa, el chico que a su amiga le gustaba y se acercaron a saludarlo.

- ¡Hola, chicas! Os presento a Marcelo - dijo antes de que ellas pudieran


hablar.

Marcelo se volvió con un refresco en la mano. Vestía una camisa blanca y


un vaquero. Cuando Cris lo miró sintió algo que no supo explicar. El
recién llegado le gustó desde el minuto uno. Era moreno, con hoyuelos en
la cara, ojos azules, y parecía muy simpático.

Cristina y Marcelo se sintieron muy a gusto uno lado del otro.

- ¡Marcelo te gusta! - le dijo Bea un momento que se quedaron a solas.

La risa nerviosa de Cris la delató.

A la semana ya salían juntos. Marcelo iba casi todos los días a buscar a
Cristina a la salida del instituto. Cuando Cristina lo veía a lo lejos sentía que
el estómago se le encogía y su corazón latía más fuerte.

- ¡Estás enamorada! - le dijo Bea riendo semanas más tarde.


Ese fin de semana habían quedado, las dos parejas, para ir a bailar a una
discoteca que estaba al aire libre. Cristina se puso una minifalda marrón
que le favorecía mucho y una camiseta ajustada. Se miró en el espejo y se
vio muy guapa. Seguro que a Marcelo le gustará, pensó. Cogió su bolso y
bajó al portal. Marcelo la miró de arriba abajo. No dijo lo que Cristina
esperaba.

- ¡No pensarás salir así! - exclamó.

Cristina se quedó desconcertada. El tono de voz de Marcelo la asustó un


poco.

- ¿Así? ¿A qué te refieres? - dijo.

- ¡Con esa falda vas enseñando las bragas! Si quieres que vaya contigo
subes a cambiarte de ropa - le dijo él muy serio.

Cris se quedó petrificada y lo miró durante unos segundos. Subió a casa,


muy nerviosa, y bajó de nuevo con un vaquero. La tarde transcurrió normal
y ninguno de los dos volvió a comentar el incidente.

¿No me habías dicho que te ibas a poner la minifalda marrón? - le preguntó


Bea al llegar, pero Cristina no contestó.

Cuando Marcelo la acompañó a casa, la besó suavemente en los labios y le


dijo por primera vez que la quería. Cristina esa noche, confundida, tardó
en conciliar el sueño recordando lo sucedido.
A las dos semanas Cristina celebró en casa su diecisiete cumpleaños; estaba
pletórica. Entre todos los regalos que recibió había una barra de labios, de
un color intenso, y un pantalón ajustado que resaltaba su figura. Cristina se
pintó los labios contenta y salió con el pantalón puesto.

- ¿Qué tal me sienta? - le dijo a Bea y a sus amigos sacando el morro


divertida posando como si fuera una modelo. Los chicos y chicas al verla
empezaron a aplaudir y a lanzar silbidos de admiración.

Cuando se volvió, al ver la cara de Marcelo, supo que algo no le había


gustado.

- ¡Pareces una cualquiera vestida y pintada así! ¿Te gusta provocar?- le


dijo más tarde el chico agarrándola por el brazo con fuerza, llevándola a un
rincón para seguir increpándola.

Cris se quedó helada; tan fría como la mirada de Marcelo. Entró en


casa, llorosa, se quitó la pintura de los labios y se cambió de ropa. Marcelo
había arruinado el día de su cumpleaños. Cuando se despidieron, como si
no hubiera ocurrido nada, él se acercó a besarla y le dijo cuánto la quería.
Cristina apartó la cara y no le contestó.

- ¿Te pasa algo? - preguntó Bea al día siguiente al verla tan ausente. Cristina
abrió su corazón y contó a su amiga lo que había pasado.

- ¡No dejes que te domine! ¿Quién se ha creído que es para tratarte así? La


próxima vez no le hagas caso - le dijo muy enfadada Bea.

Cuando llegó Marcelo a recogerla Cristina entró en el coche.

- ¿Qué te ocurre? ¡Ven que te quito ese enfado, preciosa! - le dijo


abalanzándose sobre ella intentando besarla.

- ¿Qué haces? - gritó ella apartándolo de un empujón.

Él se quedó mirándola desconcertado.

- ¡No quiero que me trates así! - le dijo manteniendo la mirada.


- ¿Cómo? - le dijo él cambiando la expresión de la cara.

- Tú no decides cómo visto o cómo me pinto. Si no te gusto así, ya sabes


lo que tienes que hacer - le dijo agitada.

Marcelo hizo una mueca de desprecio.

- ¡Has hablado con tu amiga Beíta! ¿Verdad? El otro día os vi cuchichear. Esa


chica no te hace ningún bien. Más vale que dejaras de verla.

Cristina no podía creer lo que estaba escuchando. Se volvió a mirarlo y muy


serena dijo:

- ¡Olvídame!

Y salió del coche dando un portazo. Nunca más volvió a ver a Marcelo.

Tras la lectura del cuento, te invitamos a que organices un


pequeño debate en casa con tus hijos adolescentes para saber qué han
entendido del cuento y para escuchar su opinión sobre las relaciones
tóxicas y el feminismo. Aquí te proponemos algunas preguntas que
podrían serviros de guía en esta conversación.

1. ¿Qué te ha parecido el cuento?

2. ¿Qué opinas de la relación entre Cristina y Marcelo?


3. ¿Tú también crees que Cristina no debería vestirse de esa forma tan
provocativa?

4. ¿Crees que Marcelo, como novio de Cris, puede decirle cómo vestirse?

5. ¿Por qué crees que Marcelo se comporta así?

6. ¿Por qué Marcelo se cree en la potestad de poder controlar a Cristina?

7. ¿Qué es una relación tóxica? ¿Cuáles crees que son sus características?

8. ¿Qué hubieras hecho tú si fueras Cristina? ¿Y si fueras Bea y tu amiga te


cuenta este problema?

9. ¿Qué es el feminismo para ti?

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