Está en la página 1de 101

Rosas anónimas

© 2019 Luna Villares

Primera edición. Diciembre de 2019.

Ilustración del interior: Ghosyly 0zu


Ilustración de portada: Daniela Alejandra Martínez Morales

Correcciones: Nathalia Tórtora


Diagramación de interior: Natalia Hatt
www.autopublicarte.com

Todos los derechos reservados.

Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, el almacenamiento o transmisión por medios
electrónicos o mecánicos, las fotocopias o cualquier otra forma de cesión de la misma, sin previa
autorización escrita de la autora.
Para mi madre, que siempre me apoyó.
Y para mis lectores de Wattpad,
por hacer esto posible.
Ámame sin importar quién soy
y yo te amaré sin importar quién eres.
INTRODUCCIÓN

Año 2018
Para Adam, la escuela era como un centro recreativo. Disfrutaba de pasar cada mañana estudiando en
el mismo salón que sus dos mejores amigos. Le gustaba la rutina, repetir lo mismo al día siguiente.
Hasta que, una mañana, una rosa cayó entre sus manos, justo cuando él abrió su casillero. A
partir de ese momento, las cosas comenzaron a cambiar para Adam. La flor rompió con su rutina
diaria y creó otra nueva.
Con el paso de los días, Adam comenzó a sentirse extraño al recibir rosas con frecuencia.
Además, no encontraba una forma de agradecerle a esa persona anónima por las flores que dejaba en
su casillero.
Sin haberlo planeado con antelación, y tal vez movido por la curiosidad, una tarde, él mismo
entró a una florería a la salida de la escuela.
—¿Vas a comprarle una flor a tu inexistente novia? —Se expresó de forma sarcástica su mejor
amiga, Selene, que era la mayor entre su pequeño grupo.
—Deja de molestar, solo quiero ver —respondió Adam antes de sonreír por el dulce e intenso
aroma a flores que golpearon sus fosas nasales al dar un paso dentro de la florería.
Su mirada vagó por el lugar hasta que dio con una pequeña vitrina lateral en la que había
elementos varios que estaban relacionados con las flores: joyeros con imágenes de jazmines,
portarretratos decorados con girasoles, pañoletas con tulipanes y otra gran variedad de curiosidades.
—¿Esa es una libreta? —Adam señaló el vidrio a la muchacha que se encontraba detrás del
mostrador.
La chica asintió en silencio. Se aproximó a la vitrina, la abrió y le mostró la libreta a Adam.
—Es pequeña, para que el dueño o la dueña pueda llevarla a cualquier parte sin problema alguno,
¿la va a comprar?
Después de pensarlo por algunos segundos, Adam asintió en respuesta a la pregunta de la joven
y, desde ahí, se puso como propósito escribir una nota diaria en sus páginas.
—¿Para qué quieres una libreta floreada? —quiso saber Sebastian, otro de sus amigos, cuando
salieron de la florería.
—Mi profesor de Literatura dijo que, para ser un buen escritor, nunca debes dejar de escribir. Y
la libreta se me hizo bonita. Voy a comenzar a escribir en ella —respondió Adam mientras guardaba
su adquisición en la mochila.
—Solo a ti se te ocurre entrar a una florería y comprar una libreta —añadió Selene.
Antes de separarse para regresar a sus respectivos hogares, los tres rieron debido a qué tan
extraña sonaba la situación cuando se la miraba de esa forma.
Adam no sospechaba que esos dos sucesos, comenzar a recibir rosas de una persona anónima y
comprar una libreta, cambiarían su futuro.
Sin más, al día siguiente empezó a escribir pequeñas notas sobre lo que sucedía en su día a día.
En especial, lo más peculiar. Creía que, en algún momento, podrían servir de inspiración para un
proyecto futuro.
Hoy encontré otra rosa, es muy hermosa.
Me encanta saber que ahora mi casillero siempre tiene un dulce aroma a
flores.
La primera vez que me dejaron una rosa, creí que uno de mis amigos la
colocó ahí para hacerme una broma (no me pregunten qué tipo de broma,
estos chicos son muy raros).
Ahora estoy convencido de que no es así.
En fin, aprecio el detalle.

Con cariño
un Adam agradecido
Sebastian, mi mejor amigo, tuvo la grandiosa idea de hacer caras
graciosas durante la clase de Historia. Se pintó ambos dientes frontales con
marcador negro, quién sabe por qué.
Lo más divertido fue cuando intentó quitarse el plumón con saliva y
terminó manchándose los labios mientras hacía muecas como si tuviera
ganas de vomitar.
Fue entretenido, pero también asqueroso. Me hizo reír. Y, cuando el
profesor se dio cuenta, nos sacó a ambos de clase.
Eso fue lo más interesante de mi día, más allá de la linda rosa que dejaste
nuevamente en mi casillero.
Sobre eso, Selene dijo que vio a una chica frente a él, pero que no la
reconoció porque estaba de espaldas. Al menos, ahora sé que eres una
chica.

Con gratitud
un Adam en detención
Tengo un dedo roto.
Mark y sus estúpidos amigos me lanzaron un balón de básquet en el receso
mientras yo hablaba con Sebastian sobre la rosa que dejaste en mi
casillero.
Es en estos momentos en los que me pregunto: ¿por qué lo haces?
¿Realmente te parezco siquiera lindo o interesante
Me siento patético cuando soy el blanco de este tipo de ataques. Solo
espero que no hayas visto mi rostro de niño llorón cuando vi mi meñique
todo deformado.

Con tanto agradecimiento como siempre


un Adam adolorido y con dudas

PD. Al menos es un dedo de la mano izquierda, y yo soy diestro.


Estoy en detención por segunda vez en lo que va del año (y de la semana).
Es culpa del alboroto causado por Mark.
Justo cuando estaba sacando la rosa que me dejaste, escuché risas detrás
de mí. Se trataba nada más y nada menos que de Mark. Y no estaba solo; a
su lado iban dos de las chicas más lindas del instituto: su hermana
(Miranda) y Amelí.
Mark me llamó “marica” por sonreír al ver la rosa. Me humilló a propósito
frente a las chicas. Joder, esto no debería sorprenderme, él tiene un odio
inexplicable hacia mí.
Por fortuna, y contra todas mis expectativas, la situación terminó bien. Una
sonrisa escapó de mis labios cuando las chicas le dijeron a Mark que él era
un completo idiota.
La mala sensación seguía estando en mí, pero, al menos, no era el único
humillado.
¡Por cierto! Gracias por la rosa, siempre alegra mis días.

Con cariño
un Adam un poco humillado, pero feliz
Cada día que pasa, mi curiosidad aumenta.
¿Quién eres? ¿Por qué lo haces?
Solo tengo dos pistas: eres una chica y vas en mi mismo instituto (una
obviedad).
¿Cuándo me lo dirás? ¡Ay! ¡Estoy muy ansioso!
Selene, mi mejor amiga —y la única chica capaz de soportarnos a Sebastian
y a mí—, dice que de seguro eres una persona fea y nerd. Pero ¿sabes qué?
Aunque así fuera, yo te apreciaría mucho. Las rosas son un detalle
hermoso, como seguramente tú lo eres. Por dentro o por fuera, no importa.
Eres una persona hermosa, puedo sentirlo.

Con agradecimiento
un Adam ansioso
Hoy regresé a casa con la camiseta manchada.
Caminaba por los pasillos de la escuela con Selene y con Sebastian
mientras conversábamos sobre Percy Jackson y sobre el odio que mi mejor
amigo, que está leyendo la saga, siente hacia Hera.
Estaba tan distraído que choqué con Miranda Gómez.
¿Qué sucedió? Derramé mi té de canela en sus pantalones.
¿Y qué pasó después? ¡Llego el rey al rescate, claro! Porque Mark no
podía dejar pasar tal atrocidad cometida hacia su hermana melliza (nótese
aquí el sarcasmo).
A modo de venganza, él vació su yogurt en mi camiseta.
Miranda se quejó con Mark, Selene también se enfadó y lo llamó
"putizorro".
Nunca había oído esa palabra.
Más tarde, de camino al salón de clases, tuve que soportar las quejas de
Sebastian. No paraba de repetir: "¿Sabes? Miranda se veía bastante
enfadada." y "¡Qué bueno que tu té estaba frío!".
También le dijo a Selene que la palabra “putizorro” no existe. Ella lo
refutó y no lograron llegar a un acuerdo.
En fin, ¿sabes qué tan patético es ver a alguien caminando a su casa con la
camiseta manchada, un dedo roto y una rosa en la otra mano?
¿No?
Yo tampoco, porque el chico de la camiseta manchada, el dedo roto y la
rosa en la mano era yo.
Como sea, me despido con un nuevo agradecimiento por la rosa de hoy.

Con cariño
un Adam que ya se puso ropa limpia
Hoy la rosa no estaba sola.
Había una tarjeta debajo de ella. Decía: "A veces, mis ganas por revelarte
quién soy aumentan. Pero luego, te observo sonreír y mis miedos regresan.
Soy insegura, creo que tú puedes comprenderlo mejor que nadie".
¿Qué quieres decir con eso?

Con agradecimiento
un Adam confundido
Quedé en primer lugar de Aprovechamiento Académico en Escritura con un
poema de amor.
Tú me inspiraste.
No es que sea para ti ni nada de eso, de hecho, no es para nadie. Pero me
has dado la idea.
Aquí está, lo transcribo:

Me gustaría compartir algo más que un misterio y un secreto.


Me gustaría que tu mirada y la mía conectaran de por vida
y que nuestros sentimientos se entrelazaran
hasta fundirse en uno solo.

¿Es tan difícil lo que pido?

Quiero conocerte más allá del físico,


quiero saber tus gustos y disgustos,
tus fortalezas y tus debilidades.
Quiero que tu universo y mi universo se conozcan
para que nuestros cuerpos, en mente y alma,
se pertenezcan el uno al otro.

Es muy cursi, ¿no?


Me sonrojé cuando fui obligado a leerlo frente al salón de clases. Ahora,
todos piensan que estoy enamorado. Pero no es así. Solo estoy inspirado.

Sebastian dijo que Amelí y Miranda no me quitaban la mirada de encima


mientras leía. No le creí, eso sería muy extraño.

Te agradece otra vez


un muy cursi (y no enamorado) Adam
Sebastian amaneció con una ceja pintada de rosa.
O, al menos, eso es lo que nos ha dicho cuando entró al salón con una ceja
castaña y la otra rosada. Es absurdo, lo sé.
Aseguró que se sentía avergonzado, pero eso le duró poco. Cuando
Miranda y Amelí se nos acercaron y le dijeron a Sebastian que se veía lindo
así, mi mejor amigo cambió de opinión. Dijo algo así como: “Creo que he
sido bendecido con el don de la belleza, es más, debo ser un hijo de
Afrodita", en referencia a su lectura de Percy Jackson.
Quizá, lo que estoy contando no te importe, pero estas notas son una forma
de ¿liberación? No lo sé, me gusta escribirte y contarte sobre aquello que
escapa a mi rutina.
Tal vez un día estas palabras sirvan de inspiración para que escriba mi
primera novela.
Por cierto, puse la rosa que me dejaste hoy junto a las otras, dentro de mi
habitación.
Lastimosamente, algunas comienzan a marchitarse.

Con agradecimiento
un Adam liberado
Le comenté a mi profesor de literatura sobre el proyecto de escritura que
estoy llevando a cabo en la pequeña libreta que compré.
Me dijo que le parece interesante el hecho de comenzar a tener mi propio
diario. Le mostré algunas de las notas (las menos vergonzosas) y me dijo
que, más que un diario, parecían estar dedicadas a alguien.
No lo había notado. Supongo que así se me hace más fácil escribir porque
siento que alguien me lee, que hay un destinatario.
¡Ah! Antes de que lo olvide, la rosa de hoy la dejé dentro del florero que
tengo en el balcón de mi habitación. No pude evitar tomarle una foto.

Con agradecimiento
un feliz Adam
Creo que alguien comienza a llamar mi atención.
Noto las señales cuando la veo. Es inalcanzable, pero no puedo evitarlo. Su
sonrisa me causa alegría.
Lamentablemente, creo que no soy el único que se siente atraído por ella.
¿Y si comienzo a escribir mi novela sobre un amor unilateral?
Jajaja, mejor no, es una broma.
Aunque lo que siento sea, tal vez, solo un gusto pasajero, me gustaría dejar
por escrito mi pequeña atracción por una de las chicas más lindas del
curso.
Cambiando de tema, esta vez la rosa tenía un aroma más fresco que las
anteriores.
¿En dónde consigues rosas tan hermosas? Nunca me lo había preguntado,
¿las compras o las tienes en tu jardín?

En fin, con agradecimiento


un (tal vez) enamoradizo Adam
Volví a leer la última nota que escribí y me he dado cuenta de que no fue
muy educado de mi parte ponerte a ti, la lectora imaginaria que me deja
rosas, que me gusta una chica del curso. Lo siento.
Sé que, por fortuna, no leerás esto. Ni siquiera entiendo por qué he
comenzado a escribirte a ti, si no sé quién eres.
Supongo que se siente más natural de esta forma, ya que la idea de
comprar la libreta llegó gracias a ti. Además, es relajante el tener alguien a
quien escribirle.

Con cariño
un Adam arrepentido
¡Mark me pidió disculpas!
¡Sí! ¡Así como lo lees! Sin exagerar, es lo más extraño que ha ocurrido en
mi vida hasta el momento.
Mark llegó como perro regañado, se plantó frente a mí y me dijo:
"Discúlpame por lo de tu dedo y por derramarte el yogurt la otra vez".
¡Oh, sí!
Mantuve la calma y acepté su arrepentimiento. Sebastian, en cambio, hizo
un baile de victoria y fue a chocar las manos con Miranda, que de seguro
fue quien regañó a su hermano.
No sabía que mi mejor amigo se llevaba bien con ella.
Al final, hoy regresé a casa con tu rosa y con una sonrisa.

Con agradecimiento
un Adam victorioso
Creo que desperté con un buen pie. O, tal vez, ver tu rosa en mi casillero
fue la causa de mi felicidad.
El día de hoy ha sido genial, te lo agradezco.
De hecho, te quería contar algo peculiar. Un chico gay llamado Minho (es
de un curso superior) se le insinuó a Sebastian y…
¡Oh, Dios!
Nunca olvidaré la expresión de mi mejor amigo. Sus mejillas se sonrojaron
como no tienes una idea. Parecía maquillado.
Minho fue muy tierno. Rápidamente le aclaró a Sebastian que él no
esperaba una respuesta positiva, que solo necesitaba decírselo.
Ojalá y llegue alguien que lo ame como se merece, parece un buen chico.
Estrecharon sus manos y la situación dejó de ser incómoda para ambos.

Con mucha alegría


un Adam feliz
Te daré un consejo que podrá sonar obvio: nunca te emborraches.
Podrías terminar con las cejas pintadas de rosa, al igual que Sebastian. O
con resaca, que es lo que le ocurrió a Selene. O como yo, en la azotea de la
casa de un amigo, abrazado a Mark.
Las fiestas casi siempre se salen de control a nuestra edad.

Con cariño
un Adam que ni siquiera bebió mucho
¡Hoy me diste una pista! Vamos al mismo curso.
Eso decía la nota que me dejaste; significa que estás aún más cerca de lo
que yo creía.
Se lo comenté a Selene. Ella estuvo a punto de golpearme, sus palabras
fueron estas: “¿Sigues dándole vueltas a eso? ¡Somos más de cincuenta
alumnos de cuarto semestre! ¡Aish! Eres insoportable. Te diría quién creo
que es, pero no me tomarías en serio".
A veces (siempre) es extraña. Creo que es de esas chicas con
personalidades múltiples… ¡Mentira! Es broma, Dios, me mataría si leyera
esto.

Con cariño
un Adam cuidadoso y muy curioso
Mi compañero de equipo para la clase de Historia, Paris, lleva días
hablándome sin parar sobre la chica que le gusta.
Hoy logré convencerlo de que vaya a escribirle una carta, si es que no se
atreve a confesar lo que siente en persona. No lo conozco demasiado, pero
creo que ese es su problema: es muy tímido con las chicas.
Antes de regresar a casa, encontré tu rosa en mi casillero. También había
una tarjeta que decía: “Me gusta verte sonreír en los pasillos”.
Irónicamente, no pude evitar sonreír al leerlo. Me pregunto si me viste.
Tus gestos siempre me hacen feliz.
Selene asegura que ya sabe tu identidad, pero que prefiere no contarme
para que yo no haga una tontería. ¿Sabes qué? Yo creo que, en realidad,
ella no sabe la verdad y que solo lo ha dicho para molestarme y para
dejarme con la duda.

Con cariño
un Adam ansioso
Selene ha estado más extraña de lo normal.
Se ve nerviosa y siempre mira hacia la mesa de Amelí, Mark y Miranda. Tal
vez discutió con ellos. No estoy seguro, no me ha dicho nada.
Algo me dice que la rutina se rompe cada vez más. Las cosas comienzan a
cambiar, al menos para mí y para Selene. Parece que Sebastian siempre
está en su mundo.
Siento que se avecina algo importante. No sé qué será, pero es por ello que
actuamos raro y que andamos nerviosos. ¿No crees?
Hoy no me dejaste una tarjeta, sí una rosa, una hermosa flor que mantiene
el fuerte aroma floral en mi casillero. No creo poder seguir esperando a
que me digas quién eres, necesito descubrirlo lo antes posible.

Con agradecimiento
un Adam feliz (¿y nervioso?)
Paris está raro.
Ya no lo noto emocionado por ver a la chica que le gusta, está triste. Me
pregunto si lo habrán rechazado.
Estos días yo tampoco me he sentido del todo bien, y no lo digo porque esté
enfermo, sino porque siento que ese “algo” que te mencioné ayer va a
suceder pronto.
Algo importante, no sé qué.
¿Te ha pasado esto de tener un presentimiento? Lo que me pone más tenso
es que no tengo idea de si lo que vendrá será bueno o malo.

Con cariño
un Adam con presentimientos raros
Han publicado un concurso de microrrelatos en la plataforma de la
escuela. El ganador se llevará la publicación de su texto en una antología,
junto con escritores famosos del estado y con los ganadores de otras
escuelas.
¡Estoy emocionado!
Ya escribí mi historia. Es sobre las rosas y lo que ahora significan para mí.
Voy a participar. Quizá te dedique el microrrelato a ti.
La rosa de hoy, por cierto, me pareció aun más hermosa que las anteriores.

Con cariño
un Adam emocionado
Justo ayer, después de perfeccionar mi microrrelato, me tomé el tiempo de
releer las notas de la libreta y me di cuenta de que, en algún punto, empecé
a escribirlas como si estuviera convencido de que podrías leerlas, ¡y no es
así!
¡Qué tonto soy! Pero me resulta más cómodo redactarlas de esta forma.
Espero que no te moleste.
Tú también me escribes notas, aunque yo sí las puedo ver. La de hoy estaba
junto a una rosa y decía: “A veces te veo a lo lejos y mis piernas se mueven
solas hacia ti. Pero se detienen cuando estoy cerca, y retrocedo.”.
Selene dice que es perturbador que me dejes esa clase de mensajes junto a
las flores. Te ha llamado stalker.
Yo no lo veo así, me parece un detalle lindo.
Ahora, dime: ¿por qué no te acercas hasta estar frente a mí? Quiero saber
quién eres.

Con cariño
un Adam intrigado
La escuela creó un comité de alumnos emprendedores al que decidí asistir.
Me sorprendió encontrar a Mark allí.
¿Qué se supone que emprende él?
Lo ignoré y me centré en mi propio proyecto, que busca fomentar la lectura
en los adolescentes.
¿Verdad que suena bonito?
Al salir de allí, me encontré con Selene. Cuando supo que iba hacia mi
casillero para buscar tu rosa, me dio un manotazo. Dice que está cansada
de oírme hablar sobre ti.
Supongo que está celosa.

Con cariño
un Adam ansioso por conocerla a usted, bella dama
Logré convencer a Selene de entrar conmigo al comité.
En la reunión de hoy se presentaron también Miranda, Amelí y una chica
que es nueva en la escuela y que se llama Amber.
Cada quien se fue con su grupito de amigos, pero, como Selene se sintió
mal al ver a la chica nueva sola, la llamó para que se sentara con nosotros.
Amber posiblemente abandone el comité. Dijo que solo había entrado por
curiosidad y que no le había resultado interesante.
Cambiando de tema, mamá entró a mi cuarto por quién sabe qué motivo y
se encontró con las rosas que me obsequias. Preguntó al respecto y le conté
la verdad. Parece emocionada, quiere que la mantenga al tanto de la
situación.

Con cariño
un Adam con muchas rosas
Mark volvió a sorprenderme de buena manera.
Resulta que es muy, pero muy, bueno para los negocios, al igual que su
hermana, Miranda.
Esta tarde, Mark presentó un proyecto que buscaba darles más
oportunidades de trabajo a los estudiantes. Propuso una organización de
alumnos “estrella” para que estos fácilmente pudieran apoyar, con
sesiones de estudio, a quienes lo necesitaran. De esta forma, el alumno que
reciba las clases extra estará comprometido a darle una pequeña comisión
a su tutor.
Reconozco que incluso a mí me interesó su plan.
¡No creas que olvidé tu flor! Pasé por el casillero antes de regresar a casa.
La rosa que me dejaste hoy fue igual o más hermosa que las anteriores.

Con cariño
un Adam sorprendido y agradecido
En tu nota del día me pusiste: “Falta poco para que te diga quién soy, por
favor, sigue sonriendo ante mis rosas. Realmente me gustas.”.
¡Estoy emocionado! Me encanta cuando dejas pequeñas notas al lado de la
bella flor que siempre me obsequias.
Lamentablemente, yo no puedo decirte que igual me gustas. No te conozco,
aunque tus actos me llevan a deducir que eres una persona hermosa y de
buenos sentimientos.
Muchas gracias por la rosa, linda.

Con cariño
un feliz Adam
Hoy subieron los resultados del concurso de microrrelatos, ¡eso fue rápido!
¡Y gané!
Mi mamá me llevará a cenar junto con mis amigos para celebrar. Sé que es
un premio pequeño en comparación con otros, pero significa muchísimo
para mí.
Quisiera poder conocerte en persona para agradecerte por la inspiración.
Por cierto, noté que esta vez dejaste dos rosas en mi casillero, una blanca y
una roja, junto con una tarjeta que tenía impresa la palabra: ¨Felicidades¨.
Nada más y nada menos.
Gracias.

Con cariño
un Adam emocionado
ANÓNIMA

Adam se encontraba sentado en una de las sillas del salón de clases. Ya habían votado cuál sería el
primer proyecto del comité de emprendedores y pronto se darían a conocer los roles de cada alumno.
Para su desgracia, él se había pasado la noche anterior leyendo hasta muy tarde y, cuando su
cabeza se recostó sobre el escritorio, el sueño pudo más que él. Cerró los ojos y cayó en un profundo
sueño.
En la esquina del salón, una chica llevaba observándolo desde el momento en que él se sentó, lo
que vendría siendo, más o menos, unos veinte minutos.
Una sonrisa llena de ternura se posó en su rostro al ver cómo Adam formaba un puchero,
seguramente en medio de un sueño.
La chica no pudo contenerse más. Tomó un lapicero y un post-it de su mochila. Desvió la mirada
por primera vez desde que Adam había entrado al salón. El corazón de ella latía con prisa y miles de
dudas cruzaban por su cabeza mientras sus manos se dedicaban a escribir las primeras palabras que él
recibiría fuera de su casillero.

Perdón por no atreverme a darte esto de frente. Aún no he reunido


el valor suficiente para presentarme ante ti y admitir lo que siento.
Gracias por ser paciente, ver tu sonrisa cada día alegra mi vida.
Atte.: la chica de las rosas anónimas.

Dobló el papelito y, aprovechando un momento en el que el resto se volteaba para saludar al


orientador, depositó la pequeña nota en una ranura entre la cabeza y el brazo de Adam. El mensaje
cayó justo en el centro, debajo de su rostro.
Para suerte de la chica, Adam tenía un sueño bastante pesado.
Él siguió durmiendo por algunos minutos más y ella se regresó a su lugar, contenta de finalmente
atreverse a escribirle algo a mano y entregárselo “casi en persona”. Aunque le había enviado tarjetas
en el pasado, esas las escribía en la computadora de la biblioteca y las imprimía durante el almuerzo
o en algún receso.
Las manos de la chica temblaban ante la idea de que Adam reconociera de algún modo, su
caligrafía; sus mejillas comenzaban a adornarse de un ligero tono carmín.
Selene, disimulada, observó la totalidad de la escena. Sus sospechas se confirmaron: era la chica
que ella creía.
¡No puedo creer que me dejaste una nota mientras dormía!

¡Oh, por Dios! Estoy nervioso, ¿tan cerca estuve de conocerte? ¡Me siento
un idiota!
Mis vellos se erizan de solo pensarlo, me tienes al pendiente de ti, ya quiero
saber quién eres.

Con agradecimiento
un Adam cada vez más ansioso
¡Selene es muy mala conmigo!
Dijo que la rosa que me dejaste hoy estaba fea, solo porque tenía un pétalo
más negrito. Ella no sabe apreciar la belleza de la misma forma en que yo
lo hago.
Por cierto, ayer noté el gran número de rosas que tengo en el florero de mi
cuarto. Eran tantas que me hizo repetirme esa pregunta que ya te hice
antes: ¡¿de dónde obtienes tantas rosas?! Sé que son flores costosas.
Encima, son lindas y frescas. Espero que no las compres por mí, que no
gastes tanto dinero, no lo merezco.
¿Acaso tienes un jardín lleno de rosas?
Hoy no dejaste una nota. No importa, estoy muy feliz de todas formas. Tus
detalles alegran mis días, ¿sabes?

Con cariño
un Adam feliz
El ánimo de Paris cambia con más frecuencia que el clima de la ciudad.
Hay días en los que pareciera ser el hombre más feliz y enamorado del
mundo. También hay días en los que su tristeza desborda en cada gesto que
hace.
Hace tiempo que tengo ganas de presumirle sobre la chica que me deja
flores. Quiero contarle que pronto te conoceré…, pero no me atrevo. Temo
que mi felicidad lo lastime en sus peores días.
Me alegra saber que entre tú y yo no hay problemas por ahora. Me siento
afortunado.
Debo serlo.
De lo contrario, ¿cómo es que tengo a una personita con un corazón tan
bello como el tuyo en mi vida?
Espero que los dioses también le den algo de suerte a mi pobre amigo.
Porque yo no quisiera compartir la mía, estoy muy feliz así.

Con cariño
un Adam suertudo
¡Me has dejado una nota en mi casillero diciéndome lo lindo que soy! ¡Ay!
Estoy que muero de ternura por dentro. No es la primera vez que me pones
algo así, pero hoy incluso dibujaste un corazón.
Necesito conocerte, ¡ya!
No me hagas esperarte mucho más, te lo pido. Mi corazón palpita con
ansias por cada gesto tuyo.

Con cariño
un Adam con el ego subidito
No puedo parar de llorar.
Las personas a veces no nos damos cuenta de qué tan crueles podemos ser,
de cómo nuestras palabras y acciones pueden llegar a dañar a otros.
Uno de mis amigos ha fallecido. Dicen que se suicidó, pero yo sé que lo
han matado. Lo asesinaron la discriminación y el odio, el bullying que le
hacían a diario en el salón de clases.
Su nombre era Alexander, no te lo he mencionado antes porque nos veíamos
poco. Nos conocimos hace más de cinco años en un videojuego online.
Chateábamos seguido desde esa época, pero como él vivía cerca de mi
casa, comenzamos a juntarnos de vez en cuando para charlar sobre nuestro
día a día, sobre nuestros sueños y aspiraciones.
Él era un joven con un gran futuro. Cuando una persona muere, también lo
hacen sus sueños.
En una de nuestras últimas conversaciones, Alex me había contado que en
su escuela se burlaban de su apariencia, que le hacían bromas pesadas y
que cada día le repetían que él no valía nada, que ni siquiera sus padres lo
querían.
Se ve que no sabían nada sobre él.
Alexander era una de las personas más talentosas y generosas que he
conocido, alguien de corazón noble que no merecía los golpes que había
recibido de la vida. Muchas personas idealizan a un monstruo como
alguien físicamente horroroso cuando, en realidad,
los monstruos se esconden en las personas que tienen como única finalidad
dañar a otros.

Con cariño
un Adam totalmente desanimado
Hoy no he ido al instituto porque estuve en el funeral de Alexander, le llevé
una de las flores que me obsequiaste porque significan mucho para mí.
Creo que él la merecía.
Si me has dejado una flor en el casillero, lamento que pueda marchitarse.
No es desprecio, es tristeza más que nada. Espero que no te moleste, pero
no cabe nada más en mi cabeza en estos momentos.

Con cariño
un Adam decaído
Hoy hay dos rosas en mi casillero, supongo que una es la de ayer.
Te lo agradezco.
Tus detalles siempre pueden mejorar mi humor.
No sé si ya te lo había escrito, pero realmente valoro mucho lo que haces.
Me gusta. Espero algún día poder devolverte la felicidad que me causas.

Con cariño
un Adam bastante agradecido
¡No encuentro las primeras notas que te escribí!
Buscaba una en particular y no la hallé. Se habían desprendido de la
libreta hace tiempo, pero nunca pensé que fueran a perderse o a caerse.
¿En algún momento dije que tenía mucha suerte? Pues tampoco sé a dónde
se ha ido eso.
Yo, Adam, soy el chico con la peor suerte del mundo.
¿Qué pasaría si alguien las encontrara y las difundiera por toda la
escuela? ¡Qué vergüenza!
Yo solo te quiero conocer, temo que me humillen y que eso te aleje.
Soy un idiota, no debería haber firmado con mi nombre.

Con cariño
un Adam sin suerte

PD. Ya no importa si firmo o no, ¿verdad?


Le conté a Selene lo que ocurrió con las notas porque pensé que quizás ella
había visto las páginas que perdí.
Su respuesta fue solo una carcajada.
¡Selene se está riendo de mi desgracia! Algún día le voy a quitar los pelos a
tijerazos (no, no lo haré, es broma).
Espero que las notas estén en la basura y que nadie las pueda leer. Eso
sería fatal.
¡ESTOY TAN NERVIOSO QUE CASI ME OLVIDO DE IR POR TU ROSA
AL CASILLERO!
Listo, me calmé un poco luego de las mayúsculas.

Con cariño
un Adam alterado
Sebastian me contó que estaba comenzando a hablar con “alguien”.
A primera instancia, no entendí a lo que se refería…, hasta que vi cómo sus
mejillas se ponían rojas.
¡Está coqueteando con una chica!
Intenté que me dijera quién es la causa de sus suspiros, pero lo único que
logré fue que se pusiera más rojo y que me cambiara el tema de
conversación.
¿¡Para qué me cuenta la noticia si no me va a dar los detalles!?

Con cariño
un Adam muy chismoso
GOLPE DE SUERTE

En diciembre, era muy común observar a las parejas de la escuela compartiendo suéteres a juego o
tomados de las manos en los corredores. El frío convertía esas semanas en una época incluso más
melosa que febrero.
Y, además del aura romántica en la que estaba sumida la escuela, los alumnos no podían dejar de
pensar y de hablar sobre la fiesta de invierno.
—¿Con quién irás? Dicen que este año habrá un evento sorpresa que se anunciará a medianoche.
Los alumnos del último semestre sí que se están tomando en serio el baile.
Adam escuchó el comentario por casualidad, lo había dicho un chico de un curso inferior.
Sin pensarlo, sonrió y se volteó hacia Selene y Sebastian. Mientras avanzaban por los corredores,
él caminaba hacia atrás para quedar frente a sus amigos.
—¿Escucharon eso? Seguramente va a asistir toda la escuela, va a ser divertido. Tenemos que ir.
—Adam estaba a punto de ponerse de rodillas frente a sus dos mejores amigos mientras rogaba.
Las únicas dos personas —que él conocía— que nunca habían estado interesadas en asistir a la
fiesta de invierno eran, justamente, Selene y Sebastian.
—Vas a ver a la misma gente que ves a diario en la escuela, solo que con ropa de gala, ¿llamas a
eso divertido? —Selene jaló la mano de Adam cuando este estaba a punto de hincarse.
—Exacto, si fuera una fiesta abierta, las cosas cambiarían. Saber que estarán solo los mismos
idiotas de la escuela hace que mis ganas de ir continúen en cero —agregó Sebastian.
Antes de que Adam pudiera insistir, dio el siguiente paso hacia atrás y sintió que sus pies se
enredaban. Perdió el equilibrio y cayó de espaldas.
El golpe fue amortiguado por algo o, más bien, por alguien.
—¡Aprende a caminar, imbécil! —Mark estaba debajo de Adam; la dona que el contrario
planeaba comer quedó aplastada entre los cuerpos de ambos—. ¿¡Qué esperas, idiota!?
Adam, intentó incorporarse con lentitud, pero se encontraba en una posición incómoda y su dedo
todavía no estaba completamente sano.
Amelí y Miranda habían observado lo sucedido desde una de las esquinas del corredor. Se
aproximaron con prisa para ayudar. La primera de ellas extendió una mano hacia Adam.
—Te ayudo —ofreció Amelí con una tímida sonrisa mientras mantenía su brazo estirado hacia él.
Adam parecía encontrarse en estado de shock. Entre la caída y la humillación, tardó en
reaccionar. Su mente se había quedado completamente en blanco.
Miranda tan solo se quedó viendo a su hermano mientras que Sebastian y Selene observaban con
curiosidad la manera en la que Amelí esperaba que Adam tomara su mano y finalmente se levantara.
Mark se cansó de esperar. Empujó con fuerza el cuerpo de Adam hacia el frente para quitarlo de
su camino. Amelí reaccionó de inmediato y logró atrapar al chico entre sus brazos.
—¿Estás bien? —preguntó ella.
Adam abrió la boca, tratando de articular alguna palabra, pero nada salía de allí. Ante esto, Amelí
soltó una leve risa y se separó de él antes de regresar al lado de Miranda.
Bajo la mirada de otros alumnos curiosos, Selene se acercó a Adam y lo tomó del brazo para
ayudarlo. Mark se sacudía el pantalón sin dejar de fruncir el ceño.
—Eres un idiota —dijo Miranda a Mark.
Esto sorprendió a los demás; después de todo, ella era la única que se atrevía a hablarle así a su
malhumorado hermano. Y él no le respondía, solo refunfuñaba en voz baja como un niño.
—¿Irán a la fiesta de invierno? —cuestionó Miranda para acabar con el incómodo silencio que se
había creado.
La chica se alejó de su hermano y le clavó la vista a Sebastian, que comenzaba a ponerse igual o
más rojo que Adam ante el abrazo de Amelí.
Miranda intentó ocultar su propio nerviosismo frente a la situación. Simplemente esperó por la
respuesta.
Avergonzado, Sebastian bajó la mirada antes de tomar una decisión.
—Claro que sí —respondió por fin. Esta afirmación dejaba entrever su interés por la chica; ya no
podría ocultarlo de sus amigos.
Miranda asintió, sonriente, y le hizo señas a su hermano y a Amelí para que la siguieran, como si
estuvieran apresurados.
Adam observó como el trío se alejaba hasta desaparecer por los pasillos de la escuela. Fue recién
cuando los perdió de vista que su corazón logró calmarse. Tomó una gran bocanada de aire, se volteó
hacia Selene y Sebastian y, por fin, habló.
—¿Vieron eso? Amelí y yo casi nos abrazamos. Eso contó como un abrazo, ¿no? —expresó con
una sonrisa en el rostro.
Selene suspiró y se pasó la mano por el cabello, en un intento por relajarse. Ella sentía que la
situación era cada vez más obvia. Le sorprendía que su mejor amigo fuera tan despistado.
—No lo sé, pero parece que vamos a ir al baile —repitió Sebastian mientras se encogía de
hombros.
Adam y Selene le prestaron atención con curiosidad. Hacía tan solo unos momentos él había sido
renuente respecto a asistir a la celebración.
—¿Porque ella irá? —consultó Selene.
Sebastian se limitó a asentir con una ligera sonrisa.
—¿Quién? —Adam se sentía desorientado. Su mente había estado ocupada pensando lo ocurrido.
Sebastian y Selene intercambiaron una mirada cómplice y negaron con la cabeza al mismo
tiempo.
Pusieron fin a la conversación y marcharon rumbo a la siguiente clase para no seguir perdiendo el
tiempo.
Faltan tres días para el baile.
Sería especial que me dijeras quién eres ahí.
He estado viendo trajes junto a Sebastian y, aunque hay mucha variedad de
ellos en la tienda en donde siempre compramos, siento que ninguno me
hará ver tan bien a como espero.
Si realmente te conozco esa noche, debo asegurarme de estar más que
presentable.
Por cierto, la rosa de hoy casi se me cayó cuando venía de regreso a casa.
Por suerte, no le sucedió nada. Lamento ser tan descuidado, es complicado
acostumbrarse a ir por la vida con un dedo que no sirve.

Con cariño
un Adam ansioso
Faltan dos días para el baile y finalmente sé qué traje usaré en la fiesta.
Espero que te agrade.
Noté que hoy me dejaste dos rosas, las tomaré como una especie de cuenta
regresiva hacia el día en cuestión, aunque quizá no sea el caso y eso sea
solo una coincidencia.
Espero que tomes valor y me digas quién eres durante el baile.

Con cariño
un Adam nervioso por conocerte
Mañana será la fiesta de invierno. ¿Bailarías conmigo?
No soy muy bueno en la pista, pero lo intentaré por ti. Juntaré valor para
que bailemos juntos, aunque eso signifique humillarme a mí mismo y hacer
el ridículo.
Ojalá que ello te brinde a ti la fuerza suficiente como para aproximarte a
mí.
Te cuento un secreto, tengo un presentimiento sobre tu identidad. Pero es
solo eso, y es posible que esté equivocado. Mejor aguardaré a que te
presentes por tu cuenta.

Se despide
un Adam a punto de explotar por los nervios
¡Esta noche es el baile! Estarás ahí, ¿cierto? Te esperaré con ansias.
La rosa de hoy tenía un moñito rojo hecho de listón. Espero que sea un
mensaje indirecto sobre el baile.

Con agradecimiento
un Adam en traje

PD. ¡La ropa de gala es incómoda!


FIESTA DE INVIERNO

La noche había llegado y los tres mejores amigos se encontraban en el auto de la única chica entre
ellos. Aunque todos tenían ya edad suficiente para conducir, Selene era la única que había aprobado
el examen y obtenido su licencia.
—Te ves realmente increíble. —Sebastian halagó a la chica, mirándola desde el asiento trasero
del coche.
—Creí que no querías asistir al baile —añadió Adam, desde el sitio de copiloto—. En verdad
pensé que vendríamos solo Sebastian y yo.
—Y a ti, ¿te gusta cómo me veo? —preguntó Selene, ignorando las últimas palabras.
Aunque no lo presumiera, ella se sentía bien con su apariencia, se sentía segura y confiada. Y eso
la hacía ver incluso más hermosa.
—¡Claro que sí! Te ves muy bien, vas a tener a muchos chicos observándote cuando entres a la
fiesta —aseguró Adam.
Selene amplió su sonrisa y comenzó a conducir en dirección al salón en donde se realizaría el
evento. Como el gimnasio de la escuela era pequeño, tenían que conseguir siempre otro espacio.
En el camino, los tres se entretuvieron escuchando música sin decir nada más, cada quién tenía
una idea diferente sobre lo que significaría esa noche para sus vidas.
Asistían por motivos distintos. Para uno de ellos, sería la oportunidad perfecta para bailar con la
persona que le gustaba. Para otro, era la gran posibilidad de tener algo más que una amistad con la
chica de las rosas. Y, para ella, existía la posibilidad de que sus sentimientos dejaran de ser tan
contradictorios al terminar la noche.
Al llegar a su destino, aparcaron y se dirigieron a la entrada. La música escapaba por las ventanas
y llenaba sus oídos mientras veían al resto de los alumnos de su instituto que ingresaban poco a poco.
—Creo que debí traer otra corbata —murmuró Sebastian, apenado.
Adam volteó para ver a su mejor amigo. Se aguantó las ganas de soltar una carcajada al
percatarse de su atuendo.
—¿Es en serio? —dijo Selene, con la voz temblorosa; ella también intentaba contener la risa.
—¡No se burlen! No creí que sería una fiesta tan formal. —Sebastian miró nuevamente su
corbata y sonrió de lado, avergonzado.
Dibujos de carros de colores resaltaban sobre el fondo blanco. Esto hacía que la corbata fuera lo
que más resaltaba de su atuendo. Si lo observaran a lo lejos, sería casi imposible darse cuenta del
estampado, sin embargo, Sebastian sabía que cualquier chica con la que bailara iba a notarlo y a
reírse al ver un diseño tan infantil.
—¿La tía no te dijo nada? —cuestionó Adam. Así llamaba a la madre de su mejor amigo, a quien
conocía desde que era pequeño.
—Dijo que representaba mi carácter. Que me veía bonito.
Sebastian se sonrojó al decir lo último y Selene ya no pudo controlar su risa; se cubrió el rostro
con ambas manos hasta que pudo recuperar la compostura.
Antes de que la conversación continuara, notaron a otro trío que pasaba por su lado para ingresar
al salón: Amelí, Miranda y Mark.
Sebastian pareció perder la vergüenza de repente. Se enfocó en Miranda y en lo hermosa que se
veía.
—Entremos de una vez, muero de frio aquí —dijo Selene poco después.
Los chicos asintieron con un gesto antes de zambullirse en su primer baile escolar.
—¡Llegaste! —Paris, el nuevo amigo de Adam, se acercó a ellos con una sonrisa. Llevaba el saco
bien alisado y su cabello peinado con cuidado, se veía como un príncipe.
—No creí que te vería aquí —reconoció Adam.
—Ni yo esperaba verte a ti, supongo que ambos venimos por la misma razón.
Aunque ninguno de los dos lo expresó, era obvio que habían asistido por una chica. Paris le dio
un leve codazo a Adam y se acomodó a su lado para susurrarle al oído.
—Parece que Amelí vino sin una pareja de baile. Miranda y Mark también. Al parecer, esos tres
están en la misma situación que ustedes: dos tríos de solteros. ¿O es que vinieron los seis juntos? Los
números van perfectos aquí. —Sonrió y volvió a alejarse un poco.
—¿Ustedes? ¿Es decir que tú has venido acompañando? —preguntó Adam.
A Paris se le quitó la sonrisa. Rodó los ojos y, sin responder, empujó a Adam hacia un lado de
forma amistosa. Fue allí cuando notaron que Selene y Sebastian se habían marchado.
—Te han dejado solo, es tu oportunidad. Ve por ella, muchachón. He notado cómo la miras. —
Paris señaló a Amelí con disimulo.
Adam se disponía a responder, pero su amigo se distrajo de repente al ver a la chica que le
gustaba. Paris se acomodó la corbata y tragó saliva antes de dirigirse a donde ella se encontraba. No
le importó dejar al otro joven solo en medio de un espacio colmado de parejas.
Adam los observó con curiosidad. Era la primera vez que veía al interés romántico de Paris; hasta
esa fecha, solo había oído su nombre un par de veces.
—¡Estás aquí!
Adam se sobresaltó al escuchar esa voz. Estaba pendiente de su nuevo amigo en la distancia y no
vio a la chica que se acercaba a él. Volteó, nervioso, y se encontró con Amelí. Ella estaba envuelta en
un vestido largo, llevaba su hermoso cabello recogido desde la mitad en una pequeña coleta mientras
que la otra mitad caía con ondulaciones. Se veía simplemente perfecta.
Y le estaba hablando a él.
—Ah, sí. Sí, aquí estoy —murmuró Adam, nervioso.
Amelí sonrió. Había reunido todo su valor para poder decidirse a hablar con él. Y, al notar que él
estaba igual o más nervioso que ella, se relajó.
—Te ves muy bonita —añadió el chico para romper el silencio.
Ella volvió a sonreír, tímida.
—Gracias, tú igual te ves muy bien. No creí que te vería aquí —dijo ella con naturalidad.
Si bien Amelí en realidad no esperaba que Adam fuera al baile, tampoco estaba completamente
sorprendida. Su mejor amiga le había asegurado que él estaría allí porque sus dos amigos irían.
—Yo tampoco, pero aquí estoy —bromeó él—. ¿Quieres tomar algo? Puedo pedirte una soda, si
gustas —ofreció y señaló hacia uno de los lados.
—Claro, vamos a sentarnos —respondió Amelí antes de que ambos comenzaran a caminar en
dirección a la barra de bebidas.
Adam no podía negar que Amelí le resultaba atractiva. Cruzó los dedos en el bolsillo mientras se
perdían en la multitud.

A lo lejos, otra pareja tenía ciertas dificultadas para conectar. Sus personalidades chocaban.
—Y entonces, ¿bailamos? —sugirió él.
—No creo que sea adecuado.
—¿Y por qué deberíamos hacer lo adecuado? —Mark sonrió con arrogancia y colocó una de sus
manos sobre la cintura de Selene, para acercarla a él.
—¡Ey! ¡Te dije que no es adecuado, idiota! —Apartó la mano de él mientras agradecía que sus
mejores amigos estuvieran dispersos por el gran salón y que no la vieran.
—Oh, vamos, ¿desde cuándo te importa lo que digan los demás?
—Desde que en "los demás" entran Adam y Sebastian. Todavía te comportas como un idiota con
ambos, en especial con Adam, ¿qué se supone que les diga cuando me vean bailando contigo?
Mark soltó un bufido y tomó un trago de la soda que había apoyado en una mesa pequeña.
—Solo... es que me pone celoso. Sabes que soy irritable. Adam y Sebastian siempre pueden
compartir tiempo contigo frente al resto, pero yo me debo ocultar.
—Te dije que sería así al inicio. Y espero que estés trabajando en el problema de tus celos
tóxicos, me prometiste que ibas a mejorar ello. Sabes que te estoy dando una segunda y última
oportunidad. Demuéstrame que no he cometido un error —dijo lo último en referencia a lo sucedido
entre Mark y Adam.
—Lo estoy intentado. En la semana hice muchas cosas que creía que nunca iba a hacer, y lo
sabes. No es fácil para mí —explicó él.
Selene asintió. Ella también se sentía así muchas veces, pero, antes de que toda la escuela supiera
sobre la relación, ella debía decirles a sus amigos. Y temía por la reacción de Adam.
—De acuerdo, vamos a bailar —sonrió ella por fin, dejando que Mark tomara su mano y la
guiara hacia una esquina del salón en donde no habían muchas personas.
Ambos se acercaron entre ellos sin decir nada con la boca, pero gritando sentimientos con los
ojos.

Durante las siguientes horas, cada uno de los alumnos se concentró en sí mismo, en sus parejas
de baile y en disfrutar de la noche. La pista siempre estuvo colmada de gente y la música resonó a
todo volumen.
Cuando la medianoche se aproximaba, y con ella el final del evento, una voz masculina carraspeó
contra un micrófono. La última canción se apagó poco a poco y los presentes se giraron hacia el lugar
de donde provenía la voz.
—¡Buenas noches! Espero que se estén divirtiendo —inició Kaden, un alumno a punto de
graduarse—. Como ya saben, les tenemos una sorpresa. Todavía falta bastante para el baile de San
Valentín, pero con mis compañeros no pudimos dejar pasar la oportunidad de disfrutar de una noche
colmada de romance. —Hizo una pausa—. Recordarán que en los anuncios sobre este evento se
recomendaba asistir en pareja para poder participar de una dinámica secreta. ¡Es hora de explicarles
de qué se trata!
Los invitados estaban en completo silencio a causa de la curiosidad. Prestaban atención a cada
una de las palabras que soltaba el organizador principal del baile de invierno.
Adam y Selene vieron a Sebastian en medio de la multitud y se aproximaron a él. Llevaban horas
sin cruzarse y no habían notado si sus amigos habían bailado o qué habían hecho durante el festejo.
—El comité organizador se ha tomado la tarea de analizar a cada uno de ustedes y a sus
acompañantes con el fin de… —Hizo otra pausa dramática—. ¡Con el fin de tener a un rey y a una
reina del baile de invierno!
Los murmullos colmaron el salón.
—¿Quién crees que haya ganado? —preguntaban varios.
—Si él hubiera venido conmigo, habríamos ganado —estipulaban algunas jóvenes celosas.
—Seguro ganaron Sofía y su novio, no paraban de besuquearse en las esquinas del salón —
bromeaban otros.
Los comentarios iban y venían, se superponían con curiosidad.
—¿Saben? Cuando llegamos, estaba emocionado por la sorpresa. Pero ahora que sé que solo es
para las parejas, ¿qué caso tiene seguir aquí? ¡Incluso en las fiestas los solteros son discriminados! —
Se quejó Sebastian.
Selene y Adam se aguantaron una carcajada al escuchar lo que decía su amigo.
—¿Qué esperabas? ¿Qué regalaran dinero al mejor vestido o que te dieran una novia solo por
entrar solo?
Sebastian se volteó de inmediato hacia Adam al escucharlo.
—Lo segundo hasta a ti te habría gustado, así que cállate.
Adam mordió su labio inferior para no reír ni hacer enfadar a su mejor amigo. Era chistoso
cuando se enojaba.
—¿Y quién dijo que no encontré una en medio de la pista? —bromeó Adam con una sonrisa
genuina. No pudo contenerse.
Mientras los tres chicos seguían conversando, el alumno al micrófono intentaba hacer hasta lo
imposible para que la multitud guardara silencio otra vez.
—¡Escuchen, o la dinámica será cancelada! —amenazó Kaden por fin.
Y funcionó.
—Como decía, esta dinámica tuvo como jueces a personas con cero preferencias, garantizando
así que la pareja seleccionada ha sido la que mejor conexión tuvo en la pista de baile —Tomo aire y
observó a la multitud antes de continuar—. Los ganadores cumplen con las características necesarias
para transmitir amor a simple vista.
Una chica enfundada en un vestido de color celeste se acercó a él con un sobre negro. Se situó
frente a los invitados y sonrió.
—Antes de revelar el nombre de las personas que conforman a la mejor pareja de baile, debo
decir que creo que nadie se esperaba este resultado. Pero, sin duda alguna, se ven muy bien juntos. —
El joven sonrió y extrajo la tarjeta del sobre—. Démosles un fuerte aplauso a Mark Gómez y a Selene
Denegri.
Adam abrió su boca en forma de letra “O”. Segundos después, Sebastian hizo lo mismo.
—No puede ser cierto… —murmuró Selene para sí misma, sin poder creer lo que acababa de
escuchar.
Luego de algunos segundos de silencio, la conmoción comenzó. El salón se llenó de susurros.
—¡Lo sabía! ¡Yo los vi bailando! —exclamaban algunos.
—No puedo creer que Selene finalmente decidiera salir con él —mencionaban otros.
—¡Cómo es que mi precioso Mark anda con esa! —Se quejaban algunas chicas.
Comentarios tanto negativos como positivos empezaron a llegar a los oídos de los ganadores.
—¿No dijo Selene que quería mantenerlo en secreto hasta que ella les contara a sus amigos? —
susurró Miranda a su hermano mientras él intentaba hallar a su novia con la vista.
—Sí, eso dijo.
—¡Pasen al frente los ganadores! —Kaden aún no se había percatado del revuelo que había
causado. Esperaba que ambos chicos subieran al escenario para que les pusieran coronas y les
tomaran una fotografía conmemorativa.
Selene apretó sus puños, molesta con lo que había sucedido. ¿Qué les diría a sus amigos? ¿Se
enfadarían ellos por el secreto? Ese tipo de preguntas continuaban rondando por su cabeza mientras
permanecía inmóvil en medio de Adam y Sebastian.
—Selene… —Mark ya había llegado junto a ellos y, en esos momentos, tomó la mano de la
chica.
Si bien ninguno de los dos sabía muy bien qué hacer o qué decir, lo único que pasaba por la
mente de Mark era que ella ya no querría nada con él. Y eso lo asustaba demasiado.
Cuando los organizadores notaron el problema entre la pareja que habían escogido, decidieron
volver a subir el volumen de la música para que la multitud se dispersara.
A pesar de eso, la incomodidad era palpable entre los amigos de la pareja, que después de unas
cuantas palabras, ahora tan solo se limitaban a observar.
—Tenías razón, no pensé que realmente nos verían, lo lamento —dijo Mark mientras mordía su
labio inferior.
—No es tu culpa. —Fue lo primero que respondió Selene, antes de soltar un suspiro—. Yo fui la
que nos puso en esta situación. Si lo hubiera dicho desde el principio, quizás ambos podríamos estar
sobre la tarima, disfrutando de la fiesta.
Ella no acostumbraba a pedir perdón, sin embargo, en esos momentos sentía la necesidad de
hacerlo porque la culpa la carcomía, a pesar de que Adam y Sebastian aseguraban que todo estaba
bien.
Decidieron no discutir el asunto allí. Disfrutarían de lo que restaba del baile, ya quedaría tiempo
para conversar en la escuela.
Y así fue como todos, al fin y al cabo, lograron completar los motivos que tuvieron para asistir a
la fiesta. Aunque algunos no fueron como esperaban.
La noche fue inolvidable
El baile de invierno fue un verdadero golpe de emociones. Todo sucedió tan
rápido que aún no puedo creerlo.
Bailé contigo dos veces. Primero, lo hice sin saber si eras la persona
correcta. Luego, cuando depositaste un pétalo de rosa entre mis manos y
me dejaste sin aliento, volvimos a bailar.
Es lunes y mis labios todavía recuerdan ser tuyos. Una nueva semana ha
comenzado y acabo de encontrar otra rosa en mi casillero. No imaginas
cuánto me alegra que sigas dejándolas, aunque el misterio haya sido
revelado.
Tus detalles me siguen alegrando.

Con amor
un Adam enamorado
Selene ha intentado hablar conmigo y con Sebastian sobre lo que sucedió
con Mark.
Ninguno de nosotros la dejó continuar.
Creo que ella no nos debe explicaciones. Acepto que me decepcionó un
poco que no me lo hubiera dicho ella antes del baile, pero entiendo por qué
fue así.
No estoy enfadado. Sebastian tampoco.
Por cierto, gracias por la rosa de hoy.

Con amor
un Adam que te quiere
Selene me ha dicho que Mark quiere hablar conmigo.
¿Qué se supone que haga? ¿Acepto la propuesta y dejo de lado los malos
ratos que pasamos?
Tú lo conoces mejor que yo, es tu amigo desde hace años. Espero poder
pedir tu opinión al respecto antes de decidir.

Con cariño
un Adam temeroso de que lo golpeen
Mark se acercó a mí mientras yo desayunaba con Sebastian, no tuve otro
remedio que aceptar hablar con él.
Me sorprendieron sus sinceras disculpas. Quedé con la boca abierta
cuando me regaló un libro que yo quería. Sospecho que Selene le dio la
idea.
Tal vez este chico sea una persona completamente diferente cuando no está
enojado.
Gracias por haberme dicho que debía confiar en él. Y también por la rosa,
claro.

Con amor
un Adam asombrado
Todos están hablando sobre la nueva pareja de la escuela en los pasillos.
Mi mejor amiga no puede evitar sonreír cuando está al lado de Mark al ya
no tener que ocultar cómo se siente.
Es lindo verlos juntos. Me pregunto si otros pensarán así sobre nosotros.
No he prestado atención.

Con amor
un Adam orgulloso de estar junto a ti
Esta vez me has dejado dos rosas en el casillero, no conozco la razón, pero
estoy realmente agradecido.
Espero que tú también hayas encontrado el poema que dejé para ti.

Con amor
un Adam inspirado
Hoy te sentaste junto a mí por primera vez. No nos importó que nos
miraran con extrañeza, nuestros compañeros todavía no están
acostumbrados a vernos juntos de repente, desconocen la historia de las
rosas.
A tu lado, siento que el resto no tiene importancia. Solo quiero que sigas
sosteniendo mi mano.

Con mucho amor


un Adam cada vez más enamorado
Así como tú me dejas rosas en mi casillero, he comenzado a dejar poemas
en el tuyo. Me dijiste que te agradan, por lo que seguiré haciéndolo. Me
inspiras a escribir a diario.
Eres mi musa Amelí, la chica que inspira a escribir miles de textos sobre el
amor.

Con devoción
un Adam hipnotizado
Comencé a escribir una novela y, en busca de una opinión, le he entregado
los primeros capítulos del manuscrito a mi profesor de Lengua y literatura.
Dijo que le ha encantado la idea y que me ayudará en lo que sea necesario.
Espero poder terminar pronto el libro, antes de que nos graduemos. Sueño
con publicarlo y con obsequiarte la primera copia.
A decir verdad, pensé que nadie me apoyaría, pero tú lo haces y el profesor
también. Se siente muy bonito.
¡Por cierto! Dijeron que la antología de microrrelatos será publicada en un
par de meses, estoy ansioso.

Con cariño
un Adam que ahora es escritor
Hoy me atreví a contarle a mamá que ya sé quién eres, que estoy
enamorado y que comenzamos a salir.
Ella quiere conocerte. Papá también.
Estoy nervioso y emocionado. Tendré que invitarte a cenar pronto. Prometo
que no te llenarán de preguntas incómodas, no son esa clase de padres.

Con amor
un Adam nervioso
Paris está triste porque no ha vuelto a hablar con la chica que le gusta,
dejaron de conversar luego del baile. No quiere contarme los detalles, así
que no puedo aconsejarlo.
Espero que todo mejore para él. Es un buen chico.
En un receso me ha preguntado cómo me va contigo. No supe expresar mi
felicidad con pocas palabras, tardé mucho en hablarle sobre lo que ocurrió
en el baile, y también luego de este.
Pensar en ti me llena de felicidad. No imaginas la alegría que me invade a
diario desde que estamos juntos.
Me siento mucho mejor a tu lado.

Con amor
un Adam agradecido
Selene y Mark se ayudan entre ellos. Es sorprendente qué tan bien se
conectan. Son una pareja que nadie esperaba. O, al menos, yo no la
esperaba.
¿Y tú? ¿Ya sabías al respecto?
Por cierto. Hoy volviste a dejar una nota junto a la rosa, gracias. Decía:
“Tengo un poco de miedo, pero confío en ti”.
¿Miedo de qué? No entiendo. Ya te preguntaré luego, espero no olvidarme.
Sabes que tengo mala memoria.

Con amor
un Adam pensativo
Hoy te escribí otro poema. No te lo dejaré en un papel dentro de tu
casillero porque quiero leértelo en persona.
Antes de conocerte era solo un chico inspirado.
Ahora soy un chico enamorado.

Con amor
un Adam sentimental
Falta poco para que sea mi cumpleaños.
Selene quiere celebrarlo en mi casa, se ha aliado con mi mamá. Al
comienzo, no me gustó la idea. Pero ¡es la oportunidad perfecta para que
conozcas a mi familia!

Con amor
un Adam casi cumpleañero
Acabo de notar que faltan más notas que antes en la libreta. No son todas,
solo algunas al azar. En especial las últimas.
¿Se estarán cayendo solas? Porque recuerdo que algunas de las primeras
se habían soltado hace un par de semanas.
Ya sé que esta no es la libreta de mejor calidad en el mundo, pero no soy
tonto. Creo que mis amigos me roban las notas para reírse a mis espaldas.
Selene y Sebastian, si leen esto: ¡dejen de asustarme y devuélvanme los
papeles!
No entienden que son escritos que guardo con el objetivo de que me
brinden inspiración en la novela que escribo.

Con amor
un Adam asustado
Hoy escribí un poema. Me inspiré en algo que vi en el parque, es una
historia muy larga para redactarla aquí, así que solo dejaré los versos para
que no se me olviden:

Cuando aprendes a amar,


te das cuenta de que el físico solo es la carcasa
que oculta el verdadero tesoro;
el alma.
¿Por qué muchos pintan,
moldean y construyen
una diferente a la que tienen?
Quizá por aceptación.
Quizá por amor.
Quizá por revelación.
¿Crees que algo cambiará
cuando nos volvamos a ver?
He pensado en eso...
Y, si no te sé amar,
¿tú me enseñarás?

Con cariño
un Adam reflexivo
¨El amor siempre llega de la forma y en el momento más inesperado. Las
cosas cambian drásticamente y, cuando menos lo esperas, tu corazón late
con prisa por una persona especial.
Pero hay un problema u obstáculo (siempre lo hay) para que dos almas
gemelas se unan.
¿Cómo se logra amar? Si yo no me sé amar a mí misma, ¿cómo te amaré a
ti?
Al principio me gustabas. Luego te quise. Ahora te amo.
Gracias por sentirte igual.”

Disculpa que transcriba tus palabras. Eso fue lo que escribiste en la nota
que me dejaste a un lado de la rosa roja de hoy que, por cierto, era tan
hermosa como las anteriores.
No tienes que agradecerme, el amor no se agradece.

Con todo el corazón


un Adam enamorado
Tu mensaje de hoy decía: “No puedo evitar agradecerte”.
Esto me hizo notar que has leído lo que escribí en el cuaderno. ¿Eres tú
quien toma las notas? Si es así, me siento aliviado.
Gracias a Selene fue que me di cuenta, ella lo notó cuando la acusé de
mofarse a mis espaldas. No debí haber sacado conclusiones apresuradas,
ya me disculpé con ella.
¿Sabes? Es muy lindo que te guste leerme. Puedes seguir haciéndolo si te
apetece. Y, si no es mucho problema, me encantaría que me devolvieras las
notas cuando las terminas de revisar.
Creo que la rosa que me has dejado el día de hoy es mucho más hermosa
que las otras.
O tal vez mi corazón se ha acostumbrado a amar cada vez más tus bellos
detalles.

Con amor
un Adam relajado
Ahora que he descubierto que me lees, me preguntaste quién era la chica
que me había comenzado a gustar y que anteriormente mencioné en una de
mis primeras notas.
No puedo creer que no lo hubieras notado: ¡eras tú, Amelí!
Y tampoco puedo creer que yo no noté lo obvio. Asumo que Selene ya sabía
y que ella te daba mis primeras notas, ¿verdad?
Le preguntaré cuando la vea.

Con amor
un Adam un poco avergonzado
Mientras sostengo la rosa que me dejaste hoy con una mano y escribo esto
con la otra, no puedo evitar pensar en qué tan avergonzado me siento al
saber que has leído las notas que escribía.
Antes se las dedicaba a alguien anónimo que nunca sabría sobre ellas,
espero no haber redactado nada que te incomode.
Ahora son para ti, te las dedico.

Con amor
un Adam que sigue avergonzado
Acabo de darme cuenta de que, en las últimas notas, cambié el ¨Con
cariño¨ a un ¨Con amor¨.
Es curioso, ¿no?
No sé cómo lo hiciste, pero te metiste en mí hasta que te amarraste a mi
corazón.

Con amor
un Adam que no deja de pensar en ti
ESTOYGRITANDOCOMOMUJERENMEDIODELPARTO
Me vas a matar, chica.
¿Cómo puedes ser así de linda? Déjame decir que me encantó el ramo de
rosas que me entregaron en la mañana. No había remitente, pero sé que
fuiste tú.
Me tomó por sorpresa. Estaba sentado en las bancas fuera de la escuela
cuando, de la nada, un repartidor se acercó y me lo entregó.
Gracias por recordar mi cumpleaños, espero que vengas a celebrarlo a mi
casa mañana por la tarde.

Con cariño
un Adam muy emocionado y quizá (solo quizá) sonrojado
¡Por fin ha llegado el día de mi fiesta de cumpleaños!
Lo mejor de que la fecha haya sido un viernes es que puedo festejar hoy, en
sábado.
Conocerás a mis padres, ¿es eso lo que te daba miedo en la nota que me
dejaste hace algunos días? ¡No hay nada que temer!
Te espero en casa. No faltes.
Selene está sorprendida de que nuestra relación avance con seriedad. Creo
que tiene celos.
Espero que ella y Mark puedan pronto presentarse a sus familias también.

Con amor
un Adam ilusionado
Mi niña de las rosas, espero que leas esta nota en particular.
Nunca esperé que tú sintieras algo por mí. Me enamoraste como ninguna
chica lo ha hecho jamás. Mi amor te seguiré dando, mi corazón ya te
pertenece.
Mi dulce niña, fue toda una travesía llegar hasta nuestro encuentro, estoy
satisfecho y lleno de alegría.
¿Rosas?
Nunca fueron solo flores, me diste pedacitos de tu alma que guardaré junto
a los míos.
Sé que iniciamos lo nuestro desde el baile, pero necesitaba expresar mis
sentimientos en una sola nota, lamento si es un poco tarde.
Amelí, esto apenas comienza.

Con amor
un Adam que solo piensa en ti
Ya que reconociste ser quien lee mis notas, cuidaré más mi ortografía. A
veces no presto demasiada atención a lo que pongo en la libreta.
Te he escrito una carta, desnudé mi alma en letras y las plasmé en un trozo
de papel, espero que la leas. Está en tu casillero.

Con amor
tu novio
Te ha encantado la carta que escribí. La copio aquí para que no la pierdas
nunca:

“El amor es mentiroso y engañoso.


El amor es hermoso y, regularmente, efímero.
¿Conocen las personas lo que es realmente el amor?
Para mí, el amor es inefable e inconmensurable, algo magnífico que no
tiene medida. Quien lo experimenta tiene una dicha que pocos poseen, algo
sempiterno que, desde que comienza, llena de esperanza.
Las palabras que salen de tu boca son elocuencias que acarician mi alma.
¡Qué dichoso el ser que pueda formar parte de tu camino!
En mi corta vida de estudiante, de amigo y de hijo, encontrarte se volvió mi
serendipia. No supe en qué momento sucedió; mi corazón, de un día para el
otro, comenzó a latir por ti.
Quiero ser tu lienzo, artista mía.
Te quiero como musa, diosa mía.
La palabra “arte” recorre tu sangre. En tus ojos observo el universo y en
tus lunares conecto las constelaciones.
¿Podrías darme la oportunidad de deleitarme con tu cuerpo?
Tus pestañas, tu rostro, tus dedos, y tus labios; todo eso conforma la obra
de arte más hermosa creada por Dios.
Decidí escribir lo que siento por ti en una sola carta. Traté de resumir las
emociones en un puñado de frases, pero, mientras releo y escribo más, me
doy cuenta de que no existen palabras suficientes para encerrar qué tan
enamorado estoy.
Nunca había sido un chico enamorado, ni de atracciones pasajeras ni de
intereses extensos.
¿Cuánto más experimentaré contigo?
Amada mía, concédeme el privilegio de ser tu acompañante, tu protector y
tu pareja.
Tengo una respuesta finalmente a aquella nota que me dejaste hace tiempo,
¿la recuerdas?
He encontrado la manera de contestarte:
Yo te amaré, por los dos. Te amaré hasta que no me necesites para amarte a
ti misma. Te amaré hasta que nos amemos mutuamente con todo el
corazón.”
Con amor
un Adam que desnudó su alma en letras
Año 2019

Dejé de escribirte notas desde hace unos meses, los exámenes me han
tenido distraído. Perdón.
Hoy, sin embargo, he decidido regresar a los viejos tiempos. Acabo de leer
la última página escrita en la libreta y me llené de emoción porque, aunque
parezca imposible, mi amor por ti ha crecido desde ese momento.
Quiero decirte que te amo cada día más que el anterior.
Sé que te amo mucho hoy, pero también sé que mañana te amaré aún más.
Y así cada día, así toda la vida.
Ahora nos graduamos, comenzará una nueva etapa.

Con amor
tu novio, Adam
Año 2023

Solecito mío, ¿has contado las estrellas?


Cuando hayas terminado, sabrás cuánto te amo.

Con amor, Amelí


la chica que ha encontrado tu libreta
Mi adorada niña, ¿has visto el universo?
Cuando le encuentres un fin, sabrás cuánto te amo.

Con amor
un Adam infinitamente enamorado
Año 2025

Cariño, ¿tu cuerpo es un lienzo? Si es así, déjame pintarte con mis labios el
éxtasis del amor.

Con cariño
Amelí
Amor, por ti me dejaría hacer cualquier cosa.
¿Un lienzo? Déjame a mí ser el artista responsable de detallar tu cuerpo
con su pincel.

Con amor
alguien perdidamente enamorado de ti
Año 2026

¿Puedes creer que estamos casados?


Recién regresamos de la luna de miel y todavía temo despertar para
descubrir que todo ha sido apenas un sueño.

Con amor
tu esposa
Eres mi pareja de vida. Todavía recuerdo cómo comenzó todo: con cartas
inocentes y rosas anónimas que dieron como fruto esta bella unión.
El tiempo vuela.

Con amor
tu adorado esposo
Año 2061

Cada vez que tomo mis pastillas, lo hago con una sonrisa. Me permiten
estar más tiempo a tu lado.

Con amor
tu viejito
A veces, nos dicen que debemos ser autónomos por completo, pero ¿qué
sería yo sin ti, cariño? No me dejes averiguarlo y nunca dejes de tomar tus
pastillas, no de nuevo.

Con mucho amor


tu viejita
Año 2084

¡Cuántas palabras me quedaron por escribirte! ¡Cuánto cariño me quedó


por darte! ¡Y cuántas notas me faltaron dejarte!
¿Qué haré con esta alma vacía? La medicina acabará conmigo.
Temo olvidarte, amada mía. Espero verte en la próxima vida, que nuestros
universos se unan una vez más para repetir esta explosión pasional.
Te amé, te amo y te amaré por siempre.
Amelí, a mis ochenta y tres años puedo decirte que me hiciste feliz. Aunque
sé que ya no leerás esta carta, quiero dejar en claro que nuestro amor es
eterno.
Te seguiré pronto, cariño, tampoco me queda mucho tiempo aquí.
Esta es la última hoja de la libreta, la guardé especialmente para este
momento. Hoy dejaré descansar nuestras notas dentro del cajón de mi
ropero, junto a los últimos pétalos de rosa que pude mantener, allí donde
también tengo nuestros poemas y cartas de amor.

Con amor infinito


tu viejo esposo, Adam
AGRADECIMIENTOS

Este libro lo considero como una clara muestra de lo que puedo hacer si no me rindo. Nació de un
bloqueo de escritor. No tenía ideas para escribir y tampoco tenía ganas de hacerlo, fue un periodo
difícil y frustrante para mí, debido a que tenía historias que actualizar en internet que ya llevaban el
mismo número de capítulos por meses.
Decidí tomar un consejo que leí en internet que decía: ¨Si quieres ser escritor, nunca dejes de
escribir, aunque no tengas ganas, aunque no tengas ideas o no tengas inspiración. Escribe.¨.
Así fue que decidí escribir y subir esta nueva historia en la plataforma llamada Wattpad.
Actualizaba cada día de la semana, y era bastante relajante para mí.
Escribía sin revolverme la cabeza pensándole una gran trama. Al menos, hasta que llegué a la
mitad del libro y me di cuenta del potencial que tenía la historia si la escribía de forma adecuada.
Pasado un tiempo, comencé a contarles a mis amigos y a mi mamá sobre las ideas que tenía para
continuarla.
Les encantaron.
Este libro logró sacarme del bloqueo.
Agradezco a mi mamá por haber permitido que me quedara levantada hasta tarde cuando
necesitaba escribir o editar el texto; por escuchar mis ideas, aunque se las presentara a medianoche.
Le agradezco por nunca poner en segundo plano mi amor por la escritura y porque, ante todo, creyó
en mí. Finalmente, le agradezco por ayudarme a hacer este sueño realidad. En verdad estoy
agradecida con la gran madre que me tocó.
También debo agradecerle a Jimena Olmos porque, debido a que siempre me escuchó y me
aconsejó, en una de nuestras tantas conversaciones surgió la idea principal de este libro. Si ella no
hubiera estado a mi lado, no sé si este libro existiría.
De igual forma, debo agradecerles a Reyna Gabriela y a Jorge Antonio por el apoyo que me
dieron. No sé si lo sepan, pero cada una de sus acciones me inspiraron a escribir y a tener una gran
variedad de personajes únicos.
Finalmente, muchas gracias a las personas que me brindaron el apoyo leyendo este libro en la
plataforma en línea, a todas mis estrellas, gracias por hacer esto posible.
SOBRE LA AUTORA

Dulce Amor Luna Villares (México, 2003), más conocida solo como Dulce Luna, comenzó a
escribir historias desde los ocho años, y publicó su primera novela Rosas Anónimas a los dieciséis.
Su amor por la literatura la encaminó en la escritura de novelas de géneros que varían y que van
desde el suspenso hasta el romance. Tiene tres gatos con los que convive todos los días y son ellos
quienes se encargan de acompañarla en sus lecturas diarias.
TABLA DE CONTENIDOS

INTRODUCCIÓN

ANÓNIMA

GOLPE DE SUERTE

FIESTA DE INVIERNO

AGRADECIMIENTOS

SOBRE LA AUTORA

TABLA DE CONTENIDOS

También podría gustarte