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Aumento de peso

Los corticoides, principalmente cuando son tomados por vía oral, pueden hacer que el cuerpo
retenga más sal, la cual, en grandes cantidades en el organismo, aumenta la retención de
líquidos, lo que promueve el aumento del peso. 

Alteraciones en la piel

Los corticoides pueden causar alteraciones en la piel incluso cuando son utilizados en bajas
dosis; no obstante, es más común que ocurra con dosis elevadas y con el tratamiento por un
tiempo prolongado.

Diabetes 

El uso de corticoides aumenta el riesgo de desarrollar diabetes, principalmente en personas


que tienen antecedentes familiares de esta enfermedad o que poseen un alto riesgo
de desarrollarla.

Presión alta

Los corticoides interfieren en el equilibrio de la cantidad de agua, sales y minerales en el


cuerpo, como sodio, potasio y calcio, provocando retención de líquidos dentro de los vasos
sanguíneos, lo que puede causar o empeorar la hipertensión.

Osteoporosis

El uso prologado de corticoides puede causar osteoporosis por provocar una disminución del
número y de la actividad de las células responsables por la formación de los huesos y por
aumentar la absorción de los mismos, generando una pérdida de masa ósea, lo que torna los
huesos más frágiles e incrementa el riesgo de fracturas.

Trastornos estomacales e intestinales

Los corticosteroides pueden causar trastornos estomacales e intestinales, aumentando el


riesgo de efectos como acidez, gastritis, reflujo gastroesofágico o sangrado gastrointestinal,
principalmente cuando son tomados junto con antiinflamatorios no esteroideos como
ibuprofeno, ácido acetilsalicílico o naproxeno, por ejemplo.

Infecciones más frecuentes 

Las personas que toman al menos 20 mg al día de prednisona tienen mayor riesgo de
desarrollar infecciones, pues el tratamiento con estos medicamentos debilita el sistema
inmunitario, tornando el organismo más susceptible a infecciones por hongos, bacterias, virus
o parásitos, pudiendo generar afecciones graves.

Alteraciones en los ojos

El uso de corticosteroides puede causar alteraciones en los ojos, aumentando el riesgo de


desarrollo de cataratas en los dos ojos o incrementando la presión intraocular, lo que potencia,
en ciertos casos, el riesgo de glaucoma, especialmente en personas que tienen antecedentes
familiares de esta enfermedad.

Alteraciones del humor y del sueño


Los corticoides pueden causar alteraciones del humor y del sueño como irritabilidad, ansiedad,
euforia, dificultad para dormir o insomnio y, en ciertas ocasiones, también puede ocurrir
depresión, pérdida de memoria o disminución de la concentración. 

Dislipidemia

El uso prolongado de corticosteroides puede afectar el metabolismo de los lípidos en el


organismo, lo que puede ocasionar un aumento de los niveles de triglicéridos, colesterol total
y colesterol 

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