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¿Qué es la anorexia nerviosa?

Es una enfermedad de origen mental. Las personas, por lo general chicas, que lo
padecen tienen una preocupación excesiva por el peso, lo que les lleva a disminuir la
cantidad de alimentos que ingieren y a seleccionar los de menor contenido en
calorías. Este comportamiento implica una importante pérdida de peso, que puede
llegar a una situación de desnutrición grave.

A veces, para adelgazar, realizan excesivo ejercicio físico, toman laxantes o diuréticos
o se provocan el vómito. Habitualmente aparece en personas con tendencia a la
insatisfacción personal. Buscan un cambio en su aspecto físico, y la pérdida de peso
constituye un “éxito” que aumenta su autoestima.

Además de los síntomas principales, la anorexia suele traer asociadas complicaciones


tanto físicas como psiquiátricas: trastornos o desaparición de la menstruación (regla),
alteraciones en los huesos (llamadas osteopenia y osteoporosis) que a largo plazo
conllevan fracturas y deformidades óseas, piel seca y caída del cabello por falta de
vitaminas, problemas digestivos y cardiovasculares (hipotensión, mareos), síntomas
de depresión y de ansiedad, y alteraciones en la atención y la concentración.

¿A quiénes afecta?
La anorexia nerviosa no es una enfermedad que afecte exclusivamente a mujeres,
pero es diez veces más frecuente en el sexo femenino. El número de hombres con
anorexia está aumentando en las últimas décadas y suele tratarse de casos muy
graves. El pico máximo de incidencia se da en la adolescencia, se calcula que afecta
aproximadamente al 1% de las mujeres menores de 25 años.

¿Cuáles son las causas de la anorexia nerviosa?


Las causas que producen la anorexia son múltiples y de diferentes orígenes. Existen
factores biológicos, como los péptidos reguladores del apetito. Algunas situaciones
predisponen a desarrollarla: antecedentes personales de sobrepeso en la infancia, o
antecedentes familiares de trastornos del humor o de la conducta alimentaria.

Afecta más a personas con baja autoestima, tendencia al perfeccionismo,


inestabilidad afectiva, inseguridad, etc. Es frecuente el éxito académico o profesional,
pero con inseguridad en el ámbito emocional.

Existen otras causas que son precipitantes, es decir, desencadenan el trastorno en


personas predispuestas. Se trata de acontecimientos de distinta naturaleza, sucedidos
en el ambiente de la paciente. El inicio de una dieta baja en calorías, dado el
estereotipo de belleza actual caracterizado por una extrema delgadez, es un factor
determinante en la aparición de esta enfermedad. Este modelo se transmite a través
de los medios de comunicación (televisión, internet, revistas, redes sociales) e influye
especialmente a los adolescentes. El hábito de comer en soledad, la ruptura
matrimonial de los padres, un conflicto de pareja o entre amigas, también puede
desencadenar el trastorno. El ambiente que se origina en torno a algunas aficiones y
profesiones, como bailarinas, modelos o gimnastas, puede suponer una situación de
riesgo.

Por último, existen algunos factores que perpetúan la enfermedad, es decir, que
impiden la recuperación una vez instaurada. Entre ellos destacan el aislamiento
social, la negación de la enfermedad y la distorsión de la imagen corporal. Además, se
producen una serie de cambios en el sistema digestivo, que dificultan el proceso de
realimentación, y en los péptidos reguladores del apetito. Estas alteraciones suelen
volver a la normalidad con la recuperación de peso.

Defectos en el hueso
“Las personas con anorexia tienen un problema con su masa mineral
ósea, siendo este uno de los problemas más importantes asociados a esta
condición”, afirma el experto. En general, en los casos menos graves,
pueden padecer osteopenia (fragilidad del hueso que no es osteoporosis)
y, en los más graves, osteoporosis.
Caja continúa explicando que el tratamiento de estos problemas óseos es
bastante complejo, ya que no suelen responder bien a los tratamientos
habituales. “La mejor estrategia esfavorecer la menstruación en el caso
de las mujeres, puesto que los defectos hormonales se asocian al deterioro
del hueso. También la reincorporación de una dieta normal lo antes posible”.
Incluso cuando las personas con anorexia se han recuperado y se ajustan a
una dieta saludable, se ha observado que pueden padecer osteopenia y, por
eso, Caja apuesta por el consumo de alimentos adecuados para la salud
del hueso, no solo durante la recuperación sino posteriormente.
“Hay que incorporar alimentos que aporten buenas dosis de los minerales,
como calcio, fósforo y magnesio. Uno de ellos es el sésamo, que tiene
unos 783 miligramos de calcio por cada 100 gramos y, por tanto, aporta el 43
por ciento de la dosis diaria recomendada”, aconseja Caja.
Otros alimentos con buen aporte de calcio son las almendras, las coles, el
brécol o las judías negras.

Aumento del colesterol


Un segundo problema es el aumento del nivel de colesterol en pacientes
con anorexia. Los elevados niveles de LDL provocan la disminución de la
vitamina D, lo que favorece la osteopenia.
Caja indica que durante el proceso de recuperación se ha de hacer mucho
hincapié en la ingestión de alimentos que favorezcan la regulación de los
niveles de colesterol, a la vez que se aportan grasas de calidad que faciliten
el incremento del peso corporal. Algunos de estos alimentos son los frutos
secos o el aguacate.
“Como la mayoría de alimentos con alto contenido en vitamina D favorecen
también aumentos del colesterol, las opciones son algo limitadas, siendo
las setas maitake, sitake, portobello y rebozuelo secados al sol unos
estupendo aliados. El consumo de unos 17 gramos de estas setas puede
aportar la dosis diaria recomendada de vitamina D”, sugiere Caja.
También hay otros alimentos que reducen los niveles de colesterol, como
los cereales integrales (especialmente la avena), las legumbres, toda
clase de verdura, alimentos ricos en ácidos grasos omega 3 y alimentos
ricos en licopenos (tomate seco), o en antocianinas (frambuesas, moras o
arándanos).   

Reducción de los antioxidantes


Por último, Caja señala que “se ha visto que las personas con anorexia
tienen la actividad de los antioxidantes del cuerpo mermada y presentan
más riesgo de padecer enfermedades del corazón y patologías crónicas”.
El experto explica que “este fenómeno se revierte según la dieta se va
normalizando y el peso corporal va incrementando. Sin embargo, al
comienzo de la dieta de recuperación los niveles de antioxidantes son muy
deficitarios y un aporte externo es necesario”.
Los antioxidantes que deben incorporarse se encuentran en la sandía, el
melón, las zanahorias, la calabaza, las frambuesas y otros frutos
silvestres, la soja en grano y las verduras de hoja verde, entre otros.
Por otro lado, “el consumo de ácidos grasos saturados de cadena larga
genera una gran cantidad de radicales libres. Por ello, es necesario introducir
ácidos grasos de cadena corta, 
Cuando una persona sufre de este trastorno las consecuencias físicas
son varias: " el organismo de los pacientes con anorexia hace un
retroceso en todas sus funciones" explicó Bello.

"El pelo y la piel se secan. El pelo se cae, sobre todo en la parte frontal, y
como consecuencia de esto la frente se vuelve más ancha. También, la
falta de electrolitos hace que se produzcan calambres", asegura la
especialista. 

"Los órganos se reducen de tamaño y en consecuencia se vuelven más


deficientes en su función. Baja la temperatura corporal, por lo cual
muchas veces aparece el típico lanugo en todo el cuerpo (vellosidad),
este es un mecanismo que el organismo genera para mantener la
temperatura. El cuerpo se pone en alerta, en situación de emergencia
como respuesta a las carencias en la alimentación".

"Otro importante efecto es la descalcificación que trae como


consecuencia la fractura de huesos y osteoporosis precoz en estos
pacientes. También aparece la amenorrea (alteración en el ciclo
menstrual) y hay predisposición a infecciones debido a las bajas
defensas en el cuerpo". 

Sobre el reciente caso de la muerte de la modelo uruguaya, la Dra. Bello


señaló que "tanto el padre como el novio tenían razón: el novio decía que
la modelo comía mientras que el padre decía que no lo hacía en su casa.
Esto se debe a que seguramente si se alimentaba en situaciones
sociales, en donde todos la veían".

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