Está en la página 1de 6

Existe una gran prevalencia de patologías reumáticas que afectan a las personas durante

su ciclo vital, siendo la vejez el momento en

el cual estas patologías aumentan y

persisten, causando dolor y afectando en la

calidad de vida de las personas. Entre

estas patologías se encuentra la artritis

reumatoidea la cual se describe como una

enfermedad inflamatoria, crónica y

sistémica, que afecta principalmente a las articulaciones y que, en caso de no ser tratada,

puede producir una destrucción progresiva, causando distintas problemáticas en la vida de

las

Informe Artritis
Reumatoide
personas (Coordinadora Nacional de Artritis [CONARTRITIS], 2012, p.12). Por otro lado, la

artritis reumatoidea se caracteriza por el dolor y la inflamación articular, lo cual se ve

reflejado en una pérdida del tejido muscular que rodea la articulación, afectando en la

función articular. Ahora bien, en caso de que la inflamación de la membrana sinovial no se

logre suprimir, ocurrirá un daño articular erosivo (Ministerio de Salud [MINSAL], 2012, p.12).

En otras palabras, la artritis reumatoidea afecta de manera progresiva en la calidad de vida

de las personas que la padecen, causando dolor e inflamación, afectando en el desempeño

ocupacional de la persona dentro de su rutina. Esto es respaldado por el MINSAL, quien

explica que: (Anaya, s.f.) (Roche, s.f.) Nombre autor: Tamara Care
Marín.
Nombre tutor: Viviana Zorrilla
Fecha: 19.08.2022
Desde las fases iniciales de la enfermedad, la artritis reumatoide afecta de manera

significativa a las actividades diarias de las personas que la padecen, no solo en sus

aspectos físicos, como son las actividades ocupacionales o de recreo, sino también

en los aspectos sociales, psicológicos y económicos (MINSAL, 2012, p.12)

Tomando en cuenta lo anterior, entendemos el impacto que tiene esta enfermedad en la

vida de una persona, la cual se ve afectada en las distintas esferas que la componen,

causando variadas problemáticas y repercutiendo en el bienestar holístico de la persona.

Esto debido a que la artritis reumatoide llega a ser una enfermedad discapacitante, la cual

genera dificultades nuevas y progresivas.

Por otra parte, en relación con las características de la enfermedad, se puede decir que esta

afecta mayoritariamente a mujeres, siendo tres veces más común en mujeres que en

hombres (Anaya, J, s.f. párr.11). En cuanto a su prevalencia de la enfermedad, según un

estudio hecho en Chile, esta tiene una prevalencia de 0,46%, análogamente, la artritis

reumatoide se encuentra entre los primeros 25 problemas de salud en mujeres de entre 45

y 74 años (MINSAL, 2012, p.13).

En consideración a lo expuesto previamente, queda en evidencia la importancia de

reconocer la artritis reumatoide, siendo sumamente relevante conocer cuáles son los

principales síntomas y signos para detectar esta enfermedad de manera inmediata y

oportuna, además de saber qué tipo de exámenes sirven para descubrir una sospecha de

esta enfermedad. Para esto, es crucial tener atención en aquellas personas que tengan

dolor articular en al menos tres articulaciones, el dolor debe ser persistente y debe existir

una inflamación articular, además de presentar rigidez matutina de más de 30 minutos. En

cuanto a los exámenes de laboratorio, en caso de que exista una sospecha de artritis

reumatoide tras el examen físico, se debe realizar la medición de Factor Reumatoide. Por

otro lado, en el caso de la persona sospecha alta de artritis reumatoide con resultados

negativos de Factor reumatoide, se debe realizar una medición de anticuerpos anti-CCP

(MISAL, 2012, p.17).


Tras esta indagación para reconocer la enfermedad, se debe confirmar la sospecha de esta,

para esto, existen distintos métodos, entre los cuales se encuentran, la historia clínica de la

persona, la cual permite determinar de manera precoz la enfermedad, también se encuentra

la anamnesis y examen físico la cual se divide en 7 variables: duración de los síntomas en

la primera visita, rigidez matutina de más de una hora, artritis de 3 o más articulaciones,

dolor a la comprensión bilateral de las articulaciones metatarsofalángicas, presencia de FR,

presencia de anticuerpos anti-CCP y erosiones en las radiografías de manos o pies (MISAL,

2012, p.22). Una vez que ya se ha realizado el diagnóstico de artritis reumatoide, se debe

realizar una evaluación inicial, la cual está compuesta por: la evaluación del daño articular,

imágenes o radiografías, la evaluación del dolor y distintos exámenes (VHS y/o PCR, factor

reumatoide (FR), anticuerpo anti péptido citrulinado cíclico (anti CCP), anticuerpos

antinucleares (ANA), Hemograma, glicemia, entre otros).(MINSAL, 2012, p.25).

Respecto al progreso de la enfermedad una vez diagnosticada, se puede decir que esta

cuenta con cuatro etapas en las cuales la articulación de la persona con artritis reumatoide

comienza a sufrir una degeneración progresiva, lo cual se divide en las siguientes fases:

Etapa 1: Sinovitis, aumento de volumen del líquido sinovial, articulaciones

inflamadas.

Etapa 2: Hipertrofia sinovial, proliferación celular, erosión del cartílago,

neovascularización, inflamación adicional.

Etapa 3: Formación del pannus, erosión del hueso, deformidad articular observada,

inflamación crónica.

Etapa 4: Daño del cartílago y del hueso avanzado, anquilosis fibrosa o huesuda

desarrollada, puede ocurrir nodulosis, disminuye la inflamación como progreso de la

enfermedad (Roche, s.f, párr.4)


Tras abordar las temáticas previamente mencionadas, se llega a entender qué manera la

artritis reumatoide se desarrolla y de qué forma y bajo qué parámetros se constituye,

además de comprender cómo esta enfermedad llega a afectar enormemente en la calidad

de vida de una persona, razón por la cual se vuelve de suma importancia abordar esta

enfermedad lo antes posible, es por esto que los principales objetivos del tratamiento para

la artritis reumatoide se enfocan en disminuir el dolor, controlar la inflamación articular,

mejorar la movilidad articular, evitar la pérdida de capacidad funcional, evitar la progresión

radiológica, incurrir en un mínimo efectos adversos, prevenir y controlar la comorbilidad,

reducir la mortalidad y por sobre todo mejorar la calidad de vida. Estos objetivos por su

parte se intentan cumplir a través del tratamiento farmacológico como analgésicos,

antiinflamatorios no esteroideos, corticoides y/o fármacos modificadores de la enfermedad

como el metotrexato o la leflunomida. En casos mucho más agresivos, se utilizan agentes

biológicos como el infliximab o el etanercept. En cuanto al tratamiento no farmacológico,

este se encuentra centrado en la educación de la enfermedad, el reposo y ejercicio, el

ejercicio físico y la terapia ocupacional, la cual se ocupa del entrenamiento de la función

motora y articulatoria de las extremidades superiores, entrenamiento de las habilidades para

el desempeño ocupacional, la educaciones sobre las pautas de protección articular y

técnicas de conservación de la energía aplicadas en actividades cotidianas, la prescripción

de ayudas técnicas y adaptaciones, entre muchas otras intervenciones (MISAL, 2012, p.30-

53).

Para finalizar, en necesario comprender la importancia de llevar a cabo una intervención

temprana en la vida de las personas con artritis reumatoide, esto con la intención de

mantener la calidad de vida de la persona lo máximo posible, para esto, es importante

considerar las características particulares de cada persona, teniendo en cuenta cuales son

las áreas y actividades de la vida tanto básicas como instrumentales que se han visto

afectadas debido a esta enfermedad, además de considerar como prioridad la salud mental

de la persona. Todo esto englobado en una intervención que contemple los determinantes
sociales de la salud y el impacto que tiene el contexto en la vida de una persona, esto con la

finalidad de realizar una intervención situada y completa.

Referencias
(MINSAL), M. d. (2012). Guia clinica AUGE, artritis reumatoide. Santiago, Chile.
Anaya, J. (s.f.). ecolombia. Obtenido de ecolombia:
https://encolombia.com/medicina/revistas-medicas/reumatologia/vol-6399/
reumatologia6399genes/
Artritis, C. N. (Octubre de 2012). Artritis reumatoide, la relación de los pacientes con sus
tratamientos. Madrid .
Roche. (s.f.). Roche. Obtenido de Roche: https://www.roche.com.co/es/informacion-sobre-
salud/biotecnologia-/Artritis-Reumatoide.html

También podría gustarte