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Edición al cuidado de
Georgia Aralú González Pérez
Israel David Piña García
Corrección al cuidado de
Selene Carrillo Carlos
Georgia Aralú González Pérez
Diseño de portada
Israel David Piña García
Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa o indirecta del contenido de la presente
obra, sin contar previamente con la autorización por escrito de los editores, en términos de la
Ley Federal del Derecho de Autor y, en su caso, de los tratados internacionales aplicables.
Presentación, 13
Síntomas generales
Dolor
Introducción
Definición
19
conceptos
víaS nervioSaS
mecaniSmoS fiSiopatológicoS
claSificación
evaluación
tratamiento
dolor referido
Historia
27
flujo sanguíneo aumenta y el espesor de la cubierta externa disminuye,
lo que permite una mayor disipación del calor. Por el contrario, en un
ambiente frío, el flujo de la sangre a los tejidos cutáneos y subyacentes,
incluidos los de los miembros y músculos más superficiales del cuello y
del tronco, se reduce. Esto incrementa el espesor de la cubierta y ayu-
da a mantener en un nivel mínimo la pérdida de calor central por parte
del cuerpo. Otro factor que contribuye con el valor de aislamiento de
la cubierta externa es la grasa subcutánea debido a su espesor y su ca-
pacidad de conducir el calor con una eficacia de alrededor de sólo un
tercio de las de otros tejidos.
El control de la temperatura corporal es una función del hipotálamo,
el centro termorregulador se localiza específicamente en el núcleo su-
praóptico del hipotálamo anterior. Sus neuronas reciben dos tipos de
señales, una que procede de los receptores de calor y frío que llegan
por los nervios periféricos, y otra de la temperatura sanguínea que
baña la región. Dichas señales se integran en el centro termorregulador
con el fin de mantener la temperatura corporal normal.
En un ambiente neutro el metabolismo humano es la fuente principal
de producción de calor, de hecho se produce siempre más calor del
necesario. Los neurotransmisores simpáticos, la adrenalina y la nora-
drenalina que se liberan cuando es necesario aumentar la temperatura
corporal, actúan a nivel celular para cambiar el metabolismo del cuerpo
hacia la producción de calor en lugar de la generación de energía. Las
hormonas tiroideas también incrementan el metabolismo celular; sin
embargo, esta respuesta necesita de semanas para alcanzar su efecti-
vidad máxima. Las formas de producir calor lo constituyen los movi-
mientos involuntarios, por ejemplo el estremecimiento y el castañeo
de los dientes. El primero se desencadena por impulsos provenientes
del hipotálamo, se produce un aumento del tono muscular seguido de
un temblor rítmico oscilante que compromete el reflejo espinal que lo
controla.
A pesar de las variaciones ambientales en condiciones normales, el
organismo mantiene la temperatura normal porque el centro termo-
rregulador equilibra el exceso de producción de calor derivado de la
actividad metabólica en los músculos y el hígado, con la disipación de
calor a través de la piel y en menor grado por los pulmones. Estudios
en adultos sanos (de dieciocho a cuarenta años) demuestran que la
Tabla 1
Respuestas en la regulación de la temperatura
Aumento del calor Pérdida de calor
Vasoconstricción de los vasos Dilatación de los vasos
sanguíneos superficiales. sanguíneos superficiales.
Contracción de los músculos Sudoración.
pilomotores.
Adopción de posición encogida, con
las extremidades cerca del cuerpo.
Estremecimiento.
Incremento en la producción de
adrenalina y hormonas tiroideas.
definición
conceptos
mecaniSmo fiSiopatológico
Figura 1
Mecanismos de producción de la fiebre
Pirógenos Aumento
Exógenos del punto
Inmunológicos de ajuste Producción
Inflamación hipotalámico de calor
AMPc Vasoconstricción
Neoplasias
Piloerección
PGE 2 Metabolismo
aumentado
Monocitos / Endotelio
Macrófagos Citocinas del
pirógenas hipotálamo Fiebre
IL–1, IL– 6,
FNT, INF
claSificación
Pirógenos Inflamación Aumento del punto
Las curvas febriles
Exógenos queNeoplasias
se presentan en AMPcvarios padecimientos
de ajuste hipotalámico responden
a diferentes patrones, son importantes ya que pueden proporcionar in-
Inmunológicos
Producción de calor
formación sobre la naturaleza del agente
Monocitos/Macrófagos
PGE causal;
2 para ello es necesario
Vasoconstricción
Piloerección
medir la temperatura a intervalos regulares, lo que es de gran
Metabolismo importancia
aumentado
para el diagnóstico y muy
Citocinas pirógenasútil paraEndotelio
seguirdelel curso de un padecimiento.
IL–1, IL–6, FNT, INF Hipotálamo
Existen varios patrones febriles posibles que a continuación FIEBRE se detallan:
Fiebre continua o sostenida. Está determinada por oscilaciones muy pe-
queñas de la temperatura, misma que nunca desciende a cifras norma-
les. Es propia de la tifoidea.
Fiebre intermitente. Se caracteriza por elevaciones de temperatura alter-
nadas con descensos, puede normalizarse por lo menos una vez al día,
lo que ocurre a menudo si prosigue la tendencia del ritmo circadiano
normal. Se observa en la tuberculosis, linfomas y en la presencia de
focos infecciosos.
cuadro clínico
diagnóStico
tratamiento
r eferencias
generalidadeS
definición
conceptos
37
mecaniSmo fiSiopatológico
r eSpiracioneS periódicaS
Definición
Mecanismo fisiopatológico
43
debido a la menor capacidad de transporte de oxígeno que quienes
tienen concentraciones elevadas de hemoglobina. En cambio, cuando
la cantidad total de hemoglobina es muy alta dicha tendencia aumenta,
de ahí que los pacientes con poliglobulia tienden a estar cianóticos a
pesar de tener niveles más altos de saturación de oxígeno arterial que
los pacientes con valores normales de hematócrito.
claSificación
Cianosis central
Alteraciones de la hemoglobina:
Metahemoglobinemia (hereditaria o adquirida).
Sulfahemoglobinemia.
Carboxihemoglobinemia (falsa cianosis).
Cianosis periférica
r eferencias
Generalidades
Las fuerzas que regulan la distribución de los líquidos en los dos espa-
cios del compartimiento extracelular se conocen como fuerzas de Starling,
en términos generales consisten en lo siguiente: dos fuerzas, la presión
47
hidrostática en el interior del espacio vascular y la presión coloidosmótica en
el espacio intersticial que tienden a mover los fluidos del espacio vascu-
lar al intersticial; a ello se oponen dos fuerzas que actúan en dirección
contraria, la presión coloidosmótica de las proteínas del plasma y la presión
hidrostática del fluido intersticial. La presión hidrostática media es de 32
mm Hg en el capilar arteriolar, y de 15 mm Hg en el capilar venular. La
presión coloidosmótica media (oncótica) es de 25 mm Hg a lo largo del
capilar, y es probable que aumente un poco cuando el líquido se mueve
hacia el intersticio; esa diferencia entre las presiones obliga al líquido del
intersticio regresar al interior de los capilares en el lado venular.
En condiciones normales el agua y los solutos difusibles pasan del
espacio vascular al intersticial en el extremo arteriolar del vaso capilar,
y se mueven en dirección contraria en su extremo venoso. El líquido
que queda atrapado en el intersticio regresa al espacio intravascular
mediante la circulación linfática. El resultado de este conjunto de fuer-
zas es un equilibrio que permite el intercambio activo de agua y solu-
tos entre los dos espacios del compartimiento extracelular. Si alguna
de las fuerzas hidrostáticas u oncóticas se altera en forma significativa,
se produce un movimiento neto de líquidos desde un componente del
compartimento extracelular hacia el otro. Así, la aparición del edema es
resultado de un desequilibrio de las fuerzas de Starling, de tal suerte
que se genera un desplazamiento neto de líquido desde el sistema vas-
cular hacia el intersticio o hacia una cavidad corporal.
definición
conceptos
claSificación
mecaniSmo fiSiopatológico
causas
Síndrome Hipoalbuminemia
nefrótico
Disminuye
presión oncótica
Disminuye
volumen Disminuye
sanguíneo GC
Disminuye
volumen
Aumenta arterial eficaz
retención de SRAA, ADH
Na y H2O
Aumenta
volumen Edema
trasudado
r eferencias
Respiratorio
Insuficiencia respiratoria aguda
Generalidades
El sistema respiratorio está compuesto por las vías aéreas y los pul-
mones, que son órganos adaptados para el intercambio específico del
oxígeno (o2) y el bióxido de carbono (co2) entre el medio interno y el
externo (aire ambiental). Desde el punto de vista funcional se divide
en dos partes: vías aéreas conductoras, a través de ellas el aire se desplaza
desde la atmósfera hacia los pulmones; tejido respiratorio pulmonar, donde
tiene lugar el intercambio gaseoso (alvéolos).
Las vías aéreas conductoras son fosas nasales, boca, faringe, laringe,
tráquea, bronquios y bronquiolos terminales. El aire que respiramos
es calentado, filtrado y humedecido mientras se desplaza por estas es-
tructuras; el calor se transfiere al aire desde la sangre que fluye por las
paredes de las vías respiratorias; el revestimiento muco–ciliar elimina
las partículas extrañas y el agua de las mucosas es utilizada para hu-
medecer el aire. Cada bronquiolo terminal se subdivide en una unidad
respiratoria terminal o acino. Éste consiste de bronquiolos respirato-
rios que contienen alvéolos que surgen de sus paredes y conductos
alveolares alineados con ellos. Dichas estructuras constituyen la zona
respiratoria.
La circulación pulmonar recibe sangre venosa mixta del ventrículo
derecho, después se ramifica y se distribuye para irrigar el lecho capilar
en las paredes alveolares. Los capilares forman en la pared alveolar una
densa red para el intercambio gaseoso, posteriormente las vénulas pul-
monares recogen del lecho capilar la sangre oxigenada y la desplazan
hacia los lobulillos, al unirse forma cuatro grandes venas que desembo-
can en la aurícula izquierda.
Fisiología de la respiración
57
permite la correcta eliminación del co2 producido por el metabolis-
mo tisular. Otras funciones complementarias son metabolizar algunos
compuestos, servir como reservorio de la sangre y ser vía de elimina-
ción de tóxicos volátiles.
El o2 y co2 se intercambian entre el aire que llena los alvéolos y la
sangre de los capilares pulmonares a través de la membrana alvéolo–ca-
pilar, mediante el mecanismo de difusión. La superficie de intercambio
de la membrana alvéolo–capilar en un adulto alcanza una superficie de
50 a 100 m2, y su espesor es de 0.3 a 0.5 micras. El intercambio de ga-
ses pulmonares se divide en tres procesos: ventilación o flujo de gases
dentro y fuera de los alveolos pulmonares; perfusión o flujo de sangre
en los capilares pulmonares adyacentes; y difusión o transferencia de
gases entre los alveolos y los capilares pulmonares. La eficiencia de
gases requiere que la ventilación alveolar se produzca en contigüidad
con los capilares pulmonares perfundidos.
Ventilación. Intercambio de gases en el sistema respiratorio. Existen
dos tipos: pulmonar y alveolar. La primera se refiere al intercambio
total de gases entre la atmósfera y los pulmones, la segunda es el in-
tercambio de gases en el sector pulmonar que ejerce esa función. Hay
dos tipos de resistencias a la ventilación, las elásticas son las que oponen
la caja torácica y el pulmón para ser distendidos, las inelásticas son las
que oponen las paredes internas de las vías aéreas al paso del aire. La
mecánica ventilatoria implica movimientos rítmicos de inspiración y espi-
ración. En la fase inspiratoria se crea un gradiente de presión por efecto
aspirante que fuerza el tránsito del aire ambiental hacia los alvéolos y
viceversa en la fase espiratoria. La inspiración es la fase dinámica de
la ventilación que mayor cantidad de energía consume por actividad
muscular, la espiración en condiciones de reposo es un proceso pasivo
de recuperación de la dimensión por elasticidad.
Perfusión. Los pulmones están provistos de una doble irrigación san-
guínea: la circulación pulmonar y la circulación bronquial. Una de las fun-
ciones de la circulación pulmonar es la perfusión o provisión de flujo
sanguíneo a los sectores del pulmón donde se efectúa el intercambio
gaseoso. Otras de sus funciones son filtrar la sangre que se desplaza
del lado derecho de la circulación hacia el izquierdo; eliminar la mayo-
ría de émbolos que pueden formarse y servir como reservorio de san-
gre para el lado izquierdo del corazón. Una característica de los vasos
equilibrio
Ventilación/perfusión (V/Q)
deSequilibrioS v/q
definición
causas
claSificación
Tipo 1
Tipo 2
Tipo 4
manifeStacioneS clínicaS
diagnóStico
tratamiento
r eferencias
Generalidades
Definición
69
causas
mecaniSmoS fiSiopatológicoS
cuadro clínico
diagnóStico
tratamiento
r eferencias
Cardiovascular
Insuficiencia cardiaca
Generalidades
77
Adaptación neurohormonal. Tiende a conservar la presión arterial por la
activación de diversos mecanismos.
Estos mecanismos mantienen una adecuada función de bomba del co-
razón en condiciones normales; sin embargo, es posible que se pierdan
en presencia de enfermedades cardiacas que generen un incremento en
el tamaño de las cavidades cardiacas, lo que a su vez puede modificar
la precarga, el mecanismo de Frank–Starling o la poscarga, o incluso
provocar una inadecuada respuesta del sistema nervioso autónomo.
definición
conceptos
etiología
Congestión pulmonar
Disnea, ortopnea, DPN
Falla
ventricular
izquierda
Descenso del
Falla gasto cardiaco
ventricular
derecha
SRAA
Retención Aumento
de la precarga ADH
de Na+ Endotelinas
y agua SNS
cuadro clínico
Tabla 2
Diagnóstico de insuficiencia cardiaca.
Criterios de Framingham
Mayores Menores
Disnea paroxística nocturna Edema bilateral de Ms Is
Plétora yugular Tos nocturna
Estertores Disnea con el ejercicio habitual
Cardiomegalia (rxt) Hepatomegalia
Edema agudo pulmonar Derrame pleural
s3 (galope) Taquicardia mayor de 120 lpm
Reflujo hepato–yugular
Pérdida de peso de 4.5 kg en
cinco días de tx para icc
Tabla 3
Características clínicas de la insuficiencia cardiaca
Disfunción del ventrículo izquierdo Disfunción del ventrículo derecho
Disnea paroxística nocturna Edema bilateral de extremidades
Disnea de esfuerzo inferiores
Disnea de reposo Disnea de esfuerzo
Ortopnea (menor intensidad)
Tos al esfuerzo o al decúbito Dolor en hipocondrio derecho
Estertores alveolares bilaterales Plétora yugular
Sibilancias Reflejo hepatoyugular
Esputo asalmonado Hepatomegalia
Galope (s3) izquierdo Edema de extremidades inferiores
2p acentuado Ascitis
Disminución de la presión de pulso
Disminución de la presión sistólica
Pulso alternante
Oliguria
Tabla 4
Clasificación funcional de acuerdo con la
New York Heart Association (nyha)
Clase Manifestaciones clínicas
i Paciente con cardiopatía, sin síntomas con actividades ordinarias
y sin limitación para la actividad física (puede realizar actividades
mayores de 7 min).
ii Paciente con cardiopatía, sin síntomas en reposo pero con
limitación leve para la actividad física (puede efectuar
actividades entre 5 y 7 min).
iii Paciente con cardiopatía, sin síntomas en reposo pero con
limitación importante para la actividad física (puede llevar
a cabo actividades entre 2 y 5 min).
iv Paciente con cardiopatía, con síntomas en reposo e incapacidad
para ejercer cualquier actividad física (puede hacer actividades
menores a 3 min).
auXiliareS diagnóSticoS
tratamiento
r eferencias
Hunt SA, Abraham WT, Chin MH, Feldman AM, et al. acc/aHa 2005
Guideline update for the diagnosis and management of chronic heart
failure in the adult summary article. J Am Coll Cardiol 2005; 46: 1116 – 43.
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Harrison principios de medicina interna. 17 ª ed. México: Mc Graw–Hill;
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Massie BM. Insuficiencia cardiaca: fisiopatología y diagnóstico. En:
Goldman, L et al. Cecil tratado de medicina interna. 23 ª ed. España: Else-
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Porth CM. Fisiopatología. Salud–enfermedad: un enfoque conceptual. 7 ª ed.
México: Panamericana; 2007. pp. 603 – 612.
Rodríguez–Gilabert C, Rodríguez–Díez G. Valoración de la función
del sistema cardiovascular como predictor de riesgo en pacientes
con insuficiencia cardiaca. En: Orea–Tejeda A, Castillo–Martínez
L, Rodríguez–Gilabert C. Factores de riesgo cardiovascular e insuficiencia
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Romero Cabrera AJ, et al. Progresos en insuficiencia cardiaca. Med Int
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Romero–Ibarra JL. Insuficiencia cardiaca aguda. En: Gulias Herrero
A, compilador. Manual de terapéutica médica y procedimientos de urgencia. 6ª
ed. México: Mc Graw–Hill; 2011. p. 85 – 96.
Introducción
91
brales, insuficiencia renal crónica, cardiopatía isquémica, insuficiencia
cardiaca y retinopatía, van en aumento y no en reducción como en
otros países.
Tabla 7
Clasificación acorde con la European Society of Hipertensión,
European Society of Cardiology (esH /esc: 2003)
Categoría Sistólica (mm Hg) Diastólica (mm Hg)
Óptima < 120 < 80
Normal 120 a 129 80 a 84
Normal alta 130 a 139 85 a 90
Hipertensión arterial 140 90
Grado 1 (leve) 140 a 159 90 a 99
Grado 2 (moderada) 160 a 179 100 a 109
Grado 3 (grave) > 180 > 110
Sistólica aislada > 140 < 90
Figura 4
Historia natural de la hipertensión arterial
Factores predisponentes
Prehipertensión
Arteriosclerosis acelerada
efectoS de la hipertenSión
Causas
Tabla 8
Estudios a solicitar en un paciente
con hipertensión arterial sistémica
Indispensables Opcionales Especiales
Hb y Hct. Monitoreo ambulatorio Catecolaminas.
Glucosa sanguínea. de la p/a. Renina.
Creatinina. Radiografía pa Aldosterona.
Perfil de lípidos: de tórax. Células le.
Colesterol total, hdl, Ecocardiograma. Factor reumatoide.
ldl, triglicéridos. Ultrasonido abdominal y Arteriografías.
Ácido úrico. vascular. Tomografías.
Potasio sérico. Microalbuminuria Resonancia
Examen general (en diabéticos). magnética.
de orina. Proteína c reactiva.
Electrocardiograma.
tratamiento
grupoS farmacológicoS
crisis Hipertensivas
claSificación
Emergencias
causas
tratamiento
Emergencia hipertensiva
Hospitalizarse en uci.
Reposo absoluto en fowler o semifowler.
Tener vena permeable, línea periférica o catéter central.
Tomar ekg, Rx de tórax, química sanguínea, electrólitos séricos y
examen general de orina.
Manejo de la vía aérea: catéter nasal con oxígeno (3 litros por minu-
to), catéter retrofaringeo, mascarilla, intubación orotraqueal y venti-
lación mecánica asistida (según las condiciones del paciente).
Monitoreo electrocardiográfico.
Tratamiento por vía intravenosa.
Tratamiento específico de acuerdo con las condiciones de cada paciente.
La presión arterial deberá reducirse en un periodo menor a una hora.
r eferencias
107
músculo liso, depósito de matriz extracelular, vasoconstricción y un
estado protrombótico en el interior de la luz del vaso.
conceptos
factores de riesgo
r eferencias
generalidadeS
conceptos
111
derecha. Penetra poco después de su nacimiento en el surco auricu-
loventricular derecho, lo sigue hasta llegar al borde cardiaco derecho
que descansa sobre el diafragma, luego pasa hacia atrás en la cara pos-
terior del corazón, siguiendo el surco hasta la cruz del corazón, ahí se
acoda y desciende al penetrar en el surco interventricular posterior,
donde toma el nombre de coronaria descendente posterior, que puede o
no bajar hasta la punta del corazón. La coronaria izquierda se origina
en el seno de Valsalva de la zona coronaria izquierda, se dirige de 5 a
30 mm a la izquierda, se bifurca y da lugar a la circunfleja y descendente
anterior, esta última llega a la punta del corazón, pasa a la cara poste-
rior donde se anastomosa con las ramas terminales de la descendente
posterior. La circunfleja camina por el surco auriculoventricular de
izquierda a derecha y termina en 80 por ciento de los individuos en
el borde izquierdo del corazón; rara vez llega a la cruz del corazón.
Es posible considerar que el circuito coronario humano se compone
de dos compartimentos, uno de conductancia representado por las
arterias coronarias epicárdicas y otro de resistencia representado por
las arteriolas y vasos de hasta 400 µm de diámetro, los cuales son res-
ponsables de la capacidad del corazón para regular su propio aporte
sanguíneo de acuerdo con sus necesidades metabólicas.
La relación entre flujo coronario y demanda metabólica es casi li-
neal. El flujo coronario basal en el hombre adulto en reposo es cer-
cano a 60 – 65 ml/minuto por cada 100 g de tejido cardiaco, lo que
constituye aproximadamente 5 a 8 por ciento del gasto cardiaco. En
condiciones basales de alta demanda miocárdica, el flujo coronario
basal puede incrementarse hasta cinco y seis veces. El flujo coronario
está modulado por el tono arteriolar, pero también de forma básica
por las variaciones en la compresión extravascular registradas a lo lar-
go del ciclo cardiaco. La mayor obliteración sistólica del lecho del
ventrículo izquierdo respecto del ventrículo derecho hace que el flujo
coronario en la arteria descendente anterior sea de predominio diastó-
lico, mientras que en la coronaria derecha es relativamente constante
en diástole y sístole.
claSificación
Los pacientes que presentan un sica se dividen en dos: a) los que tie-
nen elevación del segmento st infarto al miocardio con elevación del segmento
ST (imeSt), b) los que manifiestan sica sin elevación del segmento st
que comprenden la angina inestable y el infarto al miocardio sin elevación del
segmento ST (imSeSt).
Clasificación de Braunwald
Gravedad
Circunstancias clínicas
Intensidad de tratamiento
Fisiopatología de la ai e imSeSt
Diagnóstico
Síntomas anginosos.
ekg de doce derivaciones inmediato: identificar cambios en el seg-
mento st que sugieran lesión subepicárdica o subendocárdica, alte-
raciones en la onda t. Debe tenerse en cuenta que un ekg normal no
elimina la posibilidad de una angina inestable.
Marcadores bioquímicos de necrosis: troponinas t o i, ck, ck–mb.
Estudios de gabinete: Rx de tórax, ecocardiograma, coronariografía.
Laboratorios adicionales individualizados a cada paciente.
Tratamiento
Reposo absoluto.
Monitorización electrocardiográfica continua.
Oxígeno. Para mantener una saturación al menos de 90 por ciento.
Analgésicos. Morfina, nalbufina.
Nitratos vía sublingual, transdérmica o intravenosa.
Bloqueadores beta. Cuando no exista contraindicación para su uso.
Bloqueadores de los canales de calcio.
Antiagregantes plaquetarios. Aspirina, clopidogrel.
Antitrombínicos. Heparina no fraccionada o de bajo peso molecular.
Inhibidores de la glicoproteína iib/iiia. Tirofibán, abciximab y eptifibatide.
Fisiopatología
Cuadro clínico
En casi todos los casos el dolor es el principal síntoma, para tener una
mayor certeza diagnóstica es necesario realizar una adecuada y com-
pleta semiología:
Tipo. Opresivo, urente o quemante. Sensación de compresión con
el puño cerrado sobre la región esternal (signo de Levine). Es posible
confundirlo con el de padecimientos digestivos.
Localización. En el área retroesternal o en la cara anterior del hemitó-
rax izquierdo, lo que hace que en ocasiones el paciente no precise en
forma adecuada el sitio.
Irradiación. Al hombro izquierdo, cuello, maxilar inferior, cara interna
del brazo y antebrazo izquierdo, muñeca y dedos de la mano izquierda.
Intensidad. Variable aunque siempre es muy intenso, de instalación
gradual y creciente, en ocasiones acompañado de sensación inminente
de muerte.
Duración. Por lo regular dura más de veinte minutos y hasta varias
horas, no cede con el reposo, ni con la administración de nitroglicerina
o isosorbide sublingual.
Síntomas acompañantes. Náuseas, vómitos (en infarto de localización
posteroinferior), disnea, palpitaciones, debilidad, sensación de desva-
necimiento, mareo, angustia; otros pacientes refieren sensación o de-
seo de evacuar.
Presentación atípica del IM. Es indispensable valorar en cualquier suje-
to que acuda con insuficiencia cardiaca o edema agudo pulmonar de
origen desconocido. En 20 a 25 por ciento de los casos el im puede
ser «indoloro» y ocurre con más frecuencia en ancianos, diabéticos y
pacientes sometidos a operación bajo anestesia general e individuos
psiquiátricos.
Los hallazgos a la exploración física son muy variables. Durante
los episodios de dolor el paciente se encuentra pálido, sudoroso e in-
tranquilo, puede existir bradicardia e hipotensión que al prolongarse
induce la sospecha sobre la posibilidad de un choque cardiogénico.
La presión puede ser normal e incluso se acompaña de hipertensión
Diagnóstico
Tabla 10
Localización del infarto según el ekg y área afectada
Localización Derivaciones EKg
Pared inferior ii, iii y avf
Septum v1 y v2
Anteroseptal v1 a v4
Anterior extenso v1 a v6
Pared lateral v5, v6, i, avl
Lateral baja v5 y v6
Lateral alta i y avl
Ventrículo derecho v4r
Complicaciones
r eferencias
Generalidades
123
esta última. Ello favorece una «deuda» progresiva de oxígeno a los
tejidos, que cuando es grande, la normalización de la presión arte-
rial no significa que el déficit se encuentre corregido y por lo tanto
el paciente permanecerá durante su recuperación con hiperdinamia
transitoria.
definición
claSificación
mecaniSmoS fiSiopatológicoS
La célula emplea atp para cumplir sus diversas funciones, se vale de dos
vías, la aeróbica que se realiza en las mitocondrias y la anaeróbica llevada
a cabo en el citoplasma. La vía glucolítica anaeróbica convierte glucosa
en atp y piruvato; este último en condiciones normales se dirige a las
mitocondrias donde ingresa al ciclo del ácido cítrico y se transforma en
atp y los subproductos metabólicos co2 y agua. Al existir hipoxia duran-
te el estado de choque el metabolismo celular aerobio productor de 38
moles de atp por mol de glucosa usada se convierte en anaerobio, con
lo que pre produce sólo 2 moles de atp, pero favorece la acumulación de
una cantidad excesiva de ácido láctico en los compartimientos celular y
extracelular (el piruvato que se origina por la vía anaeróbica no ingresa al
ciclo del ácido cítrico y en cambio se convierte en ácido láctico).
Figura 5
Fisiopatología del estado de choque
Hipovolemia Cardiogénico Distributivo
obstructivo
RVP
GC
P/A ACTH
Cortisol
Hipoperfusión
tisular Hiperglucemia
Microcirculación
Respuestas celulares
Respuesta neuroendocrina
Respuesta renal
Causas
Tabla 12
Pérdidas estimadas de líquidos y sangre, basadas
en la presentación inicial del paciente (para un adulto de 70 kg)
Grado I Grado II Grado III Grado IV
Pérdida sanguínea
Hasta 750 750–1500 1500–2000 + 2000
(ml)
Pérdida sanguínea
Hasta 15% 15–30% 30–40% + 40%
(%)
P/A mm Hg Normal Normal Baja Baja
Presión del pulso Normal Baja Baja Baja
Diuresis (ml/hr) + 30 20–30 5–20 Mínima
Ansiedad Ansiedad Ansiedad, Confusión,
Estado mental
leve moderada confusión letargo
Restitución de Cristaloides, Cristaloides,
Cristaloides Cristaloides
volumen sangre sangre
choque cardiogÉnico
Causas
cHoque obstructivo
cHoque distributivo
Se caracteriza por una pérdida del tono vascular, a menudo ese tipo
de pacientes tienen componentes de hipovolémico y cardiogénico. La
forma más común es el séptico seguido del anafiláctico y neurogénico.
En lo siguiente se hará referencia específicamente al choque séptico.
Éste se asocia con infección grave y una respuesta sistémica contra la
infección. Dicha reacción se produce con mayor frecuencia por bacte-
remia por gram negativos, aunque de igual modo puede ser provocada
por gram positivos y otros microorganismos como hongos, los cuales
producen un riesgo de muerte aún más elevado.
La sepsis es una respuesta sistémica del huésped a la infección y
tiene una finalidad eminentemente defensiva. Se particulariza por una
serie de manifestaciones inflamatorias y procoagulantes que a la larga
evolucionan a una anergia o a una coagulopatía. Si bien el órgano diana
de la sepsis se considera al capilar, su expresión clínica es la afectación
orgánica por hipoperfusión que conduce a la disfunción y posterior-
mente al fracaso.
Para comprender mejor lo expuesto es necesario tener claro los con-
ceptos derivados de la Conferencia del Consenso de Expertos en 1992,
ahí se establecieron diversos términos que se usan ampliamente en este
tema y fueron confirmados en el año 2001:
Bacteriemia. Presencia de bacterias viables en la sangre; son válidos los
términos viremia, fungemia y parasitemia.
Tabla 13
Tipos de infección y su vínculo con
microorganismos en el choque séptico
Tipo de infección Microorganismo relacionado
Dispositivos intravasculares
Sthapylococcus aureus
y bacteriemias
De la vía biliar Eschericha coli, klebsiella pneumoniae
Del colon o pélvicas Bacteroides fragilis, Pseudomona aeruginosa,
Enterococcus faecalis
Bacilos gramnegativos aerobios,
Urinarias
Enterococcus faecalis
Klebsiella pneumoniae, Sthapylococcus
Neumonías
aureus, Pseudomona aeruginosa
Manifestaciones clínicas
Medidas terapéuticas
r eferencias
Renal
Lesión renal aguda
Generalidades
145
Excreción. Sustancias de productos de desecho nitrogenado (urea,
bun, creatinina, ácido úrico), sustancias químicas propias y extrañas
(metabolitos de hormonas y fármacos).
Regulación. Del equilibrio hídrico, electrolítico (na, k, hidrogeniones)
y ácido–base. El balance casi perfecto se logra al mantener velocidades
iguales de ingestión y excreción.
Producción de hormonas. Renina (regula presión arterial), eritropoyetina
(producción de eritrocitos), calcitrol (metabolismo del calcio, fósforo).
Los riñones contienen una serie de unidades funcionales llamadas ne-
fronas (cada riñón humano posee aproximadamente entre 800 mil y un
millón 200 mil de ellas). Cada nefrona la conforman el glomérulo y los
túbulos renales. El primero constituye un filtrador externo denomina-
do también corpúsculo renal, ahí se hallan los capilares glomerulares ro-
deados de la cápsula de Bowman. Los túbulos renales son: túbulo proxi-
mal, asa de Henle (rama descendente delgada, ramas ascendentes delgada
y gruesa), túbulo contorneado distal, túbulo conector, colector cortical y colector
medular. Donde termina la rama gruesa ascendente del asa de Henle y
comienza el túbulo distal se encuentra la mácula densa, estructura que
percibe o prueba el contenido de sodio y cloruro en el líquido de la
luz, en ese lugar se crean señales que influyen en otros aspectos de la
función renal.
La cantidad de de plasma sanguíneo que filtran los riñones humanos
oscila entre 100 y 120 ml/min, es decir, en veinticuatro horas el ultrafil-
trado que recorre los túbulos es de 144 a 173 litros/día. Los mecanismos
de reabsorción tubular reducen ese inmenso volumen a menos del 1
por ciento, ello significa que en veinticuatro horas se eliminan sólo mil
a mil 500 ml de orina. El riñón no puede regenerar nefronas nuevas, por
lo que las lesiones o enfermedades renales junto con el envejecimien-
to normal producen una pérdida progresiva del número de nefronas.
Pasados los cuarenta años de edad el número de nefronas funcionan-
tes suele descender 10 por ciento cada década de vida. Esta pérdida
no encierra peligro para la vida porque los cambios adaptativos de las
nefronas restantes les permiten excretar las cantidades adecuadas de
agua, electrólitos y productos de desecho.
etiología
Tabla 14
Escala aki (Acute Kidney Injury)
Grado LRa Creatinina Gasto urinario
Incremento igual o mayor a 0.3 mg/dl Menor de 0.5 ml/kg/h por
lra i
o aumento de 150–200% de la basal más de 6 horas
Incremento de más de 200–300% de Menor de 0.5 ml/kg/h por
lra ii
la basal más de 12 horas
Incremento de la creatinina de más de Menor de 0.5 ml/kg/h por
lra iii 300% de la basal, con creatinina de 4 más de 24 horas o anuria
mg/dl o tratamiento de reemplazo renal por 12 horas
cuadro clínico
tratamiento
definición
etiología
Glomeruloesclerosis diabética.
Nefroesclerosis hipertensiva.
Enfermedades glomerulares: glomerulonefritis, lupus eritematoso.
Enfermedad túbulo–intersticial: nefropatía por reflujo (pielonefritis
crónica), nefropatía por analgésicos, nefropatía obstructiva (litiasis,
Hpb), mieloma múltiple.
Enfermedad vascular: esclerodermia, vasculitis, insuficiencia vascu-
lorrenal, enfermedad renal ateroembólica.
Enfermedades quísticas: poliquistosis renal autosómica dominante,
enfermedad renal quística medular.
155
mecaniSmo fiSiopatológico
Figura 6
Fisiopatología de la insuficiencia renal crónica
Daño renal
Disminución del número de nefronas
Fibrogénesis
Cicatrización renal
manifeStacioneS clínicaS
Hiperpotasemia Piel
Acidosis Hipocalcemia Anemia
Aumento Uremia G –I
HAS de Amotiguación
volumen esquelética Hiperparatiroidismo
Coagulopatías Neurológico
Edema
Osteodistrofias Disfunción
sexual
Insuficiencia Pericarditis
Cardiaca
eStratificación de la erc
Tabla 15
Estadios de la irc de la nkf–k /doqi
Estadio Descripción Fg (ml/min/1.73 m2)
1 Daño renal con fg normal > 90
2 Daño renal leve 60 a 89
3 Daño renal moderado 30 a 59
4 Daño renal grave 15 a 29
5 irc Terminal o diálisis < 15
tratamiento
r eferencias
Diálisis peritoneal
163
Ultrafiltración. La relativa hiperosmolaridad de la solución de diálisis
peritoneal promueve la ultrafiltración de agua y solutos asociados por
la membrana.
Absorción. De agua y solutos desde la cavidad peritoneal, directa e
indirectamente hacia el sistema linfático.
Para poder efectuar una diálisis peritoneal es necesario contar con
un sistema de acceso peritoneal, mismo que se logra mediante la co-
locación de un catéter de diálisis, el cual puede ser agudo o crónico.
El primero tiene forma de tubo recto o ligeramente curvo, es un poco
rígido, con numerosos agujeros laterales en el extremo distal; con la
finalidad de guiar su inserción se emplea un estilete de metal. Su uso
es temporal, ya que a partir de los tres días incrementa el riesgo de mi-
gración bacteriana y con ello la posibilidad de desarrollar peritonitis.
El catéter crónico está fabricado de goma de silicona o poliuretano
y tiene de uno a dos cojinetes de dacrón. La superficie de silicona
promueve el desarrollo de epitelio escamoso en el túnel cutáneo, que
aumenta la resistencia a la penetración bacteriana. Los cojinetes pro-
vocan una respuesta inflamatoria local, que lleva a la formación de fi-
brosis y tejido de granulación que sirve para fijar el cojinete y evitar la
migración bacteriana. Los catéteres crónicos funcionan correctamente
durante dos o más años.
Una vez que se instala un catéter de diálisis se administra la solu-
ción dializante con técnica estéril, luego se deja la solución el periodo
indicado para que los productos finales del metabolismo y del líquido
extracelular se difundan hacia la solución de diálisis. Al final del pe-
riodo se drena el líquido de diálisis fuera de la cavidad peritoneal por
gravedad y se recoge en una bolsa estéril. La presencia de glucosa en
la solución de diálisis permite extraer el agua. Las presentaciones co-
merciales contienen concentraciones de dextrosa al 1.5, 2.5 y 4.25 por
ciento, a mayor concentración de glucosa mayor será la ósmosis y se
determinará la eliminación de una mayor cantidad de líquido.
Indicaciones
hemodiáliSiS
Indicaciones
r eferencias
HCO3–+Na+
H2CO3
H2CO3 CA
CA H2O
+
H2O+CO2 CO2 CO2
Desequilibrio hidro–electrolítico
generalidadeS
conceptos
171
Tonicidad. Se refiere a la concentración de solutos eficaces para pro-
vocar un cambio del agua entre los compartimientos del organismo.
Osmol. Soluto que contribuye a la osmolaridad, por ejemplo: el so-
dio, el bun, la glucosa.
Osmolaridad efectiva. Contribuye al desplazamiento del agua.
Osmolaridad ineficaz. No contribuye al desplazamiento del agua.
Aunque los solutos de los espacios intracelular y extracelular son si-
milares, sus concentraciones difieren de manera notable. De ese modo
el espacio intracelular contiene grandes cantidades de potasio, fosfato,
magnesio y proteínas. Los electrólitos más importantes del espacio ex-
tracelular son cuatro: sodio, cloro, calcio y bicarbonato. Los principa-
les cationes de los espacios extracelular e intracelular son el sodio y
el potasio respectivamente; la diferencia en la composición de solutos
catiónicos entre ellos se mantiene mediante un mecanismo de bomba de
escape que implica la actividad de la atpasa na–k, que opera de forma
conjunta con los canales iónicos de la membrana celular para el sodio y
el potasio (tabla 16).
Tabla 16
Concentraciones de los electrólitos intra y extracelulares
Extracelular Electrólito Intracelular
135–145 Sodio (meq/l) 10 –14
3.5–5 Potasio (meq/l) 140 –150
98–106 Cloruro (meq/l) 3 –4
24 –31 Bicarbonato (meq/l) 7–10
8.5–10.5 Calcio (mg/dl) <1
2.4 –4.5 Fosfato/fósforo (mg/dl) 4
1.8 –3 Magnesio (mg/dl) 40
balance hídrico
Tabla 17
Balance diario de agua
Ingresos (ml) Egresos (ml)
Ingestión de líquidos 1400 Orina 1500
Alimentos 850 Insensibles:
Agua endógena 350 Piel 500
Pulmón 400
Heces 200
Total 2600 2600
Figura 8
Regulación de la osmolaridad plasmática
Hipertonicidad Hipotonicidad
Estimulación Inhibición
Osmorreceptores
hipotalámicos
Ingestión Ingestión
de agua de agua
Retención Excreción
renal de renal de
agua agua
Isotonicidad
Los trastornos del metabolismo del agua y del sodio se presentan con
relativa frecuencia en pacientes hospitalizados y se vinculan con una
mayor morbi–mortalidad. En circunstancias normales las concentra-
ciones séricas de sodio se conservan dentro de un margen estrecho,
no obstante las variaciones amplias en la ingesta de agua y sodio. Lo
anterior se logra por la integración de diversos mecanismos: sed, se-
creción de vasopresina y respuesta renal. El sodio es el principal catión
extracelular y determinante de la osmolaridad plasmática.
Hiponatremia
Hipernatremia
Hiperpotasemia
Causas
Ingesta excesiva.
Lesión renal aguda.
Enfermedad renal crónica.
Redistribución extracelular. Acidosis metabólica, deficiencia de insu-
lina, uso de bloqueadores β no selectivos o digitálicos.
Diuréticos ahorradores de potasio.
Hipoaldosteronismo y resistencia a la aldosterona.
Lisis celular. Hemólisis, rabdomiólisis, síndrome de lisis tumoral.
Frente a cualquier hiperpotasemia lo primero es descartar la existen-
cia de una seudohiperpotasemia, que consiste en elevaciones ficticias del po-
tasio sérico por liberación del potasio de las células sanguíneas (hemóli-
sis in vitro, trombocitosis y leucocitosis importante). La hiperpotasemia
se clasifica en leve con concentraciones de 5 a 6 meq/l, moderada de 6
a 7 meq/l y grave con cifras mayores a 7 meq/l, aunque debe tenerse
Tratamiento
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ed. España: Panamericana; 2003. pp. 46 –55.
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ed. España: Panamericana; 2003. pp. 39 – 45.
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Manual de terapéutica médica y procedimientos de urgencia. 6ª ed. México:
Mc Graw–Hill; 2011. pp. 351–355.
Guzmán–Uribe P. Hipercalemia. En: Gulias–Herrero A, compilador.
Manual de terapéutica médica y procedimientos de urgencia. 6ª ed. México:
Mc Graw–Hill; 2011. pp. 344 –351.
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Manual de terapéutica médica y procedimientos de urgencia. 6ª ed. México:
Mc Graw–Hill; 2011. pp. 333 –343.
Martínez–Vea A, Torras–Rabasa A. Alteraciones del metabolismo hi-
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Peña Rodríguez JC. Manual de nefrología. 1ª ed. México: Mc Graw–Hill;
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Ramírez–Sandoval JC. Hipernatremia. En: Gulias–Herrero A, com-
pilador. Manual de terapéutica médica y procedimientos de urgencia. 6ª ed.
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paña: Elsevier; 2009. pp. 820 – 846.
Generalidades
185
tiguadores del cuerpo participan en la regulación del pH corporal, se
acostumbra emplear el sistema H2co3– / Hco3– como guía de los sistemas
restantes, que por efecto del ion común se hallan en equilibrio entre
sí. La ecuación de Henderson–Hasselbalch expresa la relación ácido–
base al evaluar el H2co3– con el ion Hco3–:
Hco3–
pH = pk + log
H2co3–
compenSación reSpiratoria
Acidosis metabólica
ag = na – (cl– + Hco3 –)
El anion gap representa los aniones que se hallan en el suero pero que
no se analizan sistemáticamente (sulfatos, fosfatos, ácidos orgánicos y
albúmina). Su valor es de tres a diez, pero como la cifra de albúmina
varía en diversos estados patológicos, su valor debe ajustarse sumando
2.5 por cada gramo menor al valor de referencia normal (4 g/dl).
Los efectos de la acidosis metabólica dependen de la rapidez de su
inicio y de su gravedad. Los pacientes suelen estar cansados y disnei-
cos en especial con el esfuerzo. Se aprecian respiraciones profundas
(respiración de kussmaul), incluso utilizando músculos accesorios de
la respiración. Las alteraciones hemodinámicas incluyen vasodilatación
arteriolar, venoconstricción, descenso del gasto cardiaco, taquicardia e
hipotensión arterial. La acidemia también ejerce un efecto inotrópico
negativo en el corazón: mayor sensibilización a arritmias, disminución
del umbral para fibrilación ventricular y menor respuesta cardiaca a
uso de catecolaminas.
El tratamiento se enfoca a controlar la enfermedad que desencadena
este desequilibrio (cetoacidosis alcohólica o diabética, estado de cho-
que con acidosis láctica). El uso de bicarbonato de sodio (naHco3 –) es
el apropiado para pacientes con acidosis metabólica con ag normal y
en situaciones de acidosis grave (pH menor de 7.2). El objetivo inicial es
llevar el pH por arriba de 7.2, valor en el que se reducen las posibilida-
des de arritmias, se mejora la contractilidad miocárdica y su respuesta
a catecolaminas. La fórmula para calcular el déficit de Hco3 – es:
Acidosis respiratoria
Causas
Alcalosis metabólica
Causas
Sensibles a cloruro (cl– urinario < 20 meq/ l). Diarrea, succión naso–
gástrica, uso previo de diuréticos tiazídicos, adenoma velloso, dia-
rrea perdedora de cloro, alcalosis de contracción.
Insensibles a cloruro (cl– urinario > 20 meq/ l). Síndrome de Barter, de
Gitelman, hipercalcemia, hipocalemia grave, uso actual de diuréticos,
hipomagnesemia, hipertensión renovascular, hiperaldosteronismo.
En el desarrollo de una alcalosis metabólica con cloro urinario bajo
(sensible a cl–) pasa por una fase de generación y otra de mantenimiento.
La primera se genera por una pérdida excesiva de H+, resultado de pér-
dida de secreciones gastrointestinales; otro mecanismo es por «con-
tracción», en ella se pierde volumen extracelular por uso de diuréticos
(asa, tiazídicos), y en la diarrea perdedora de cloro. Al haber pérdida
Alcalosis respiratoria
pH
< 7.35 > 7.45
Acidosis Alcalosis
HCO 3 pCO2 HCO 3 pCO2
< 22 > 45 > 26 < 35
r eferencias
Digestivo y hepático
Síndrome diarreico
Generalidades
199
fiSiología de la abSorción
El intestino humano absorbe más del 95 por ciento de los líquidos verti-
dos en su luz y los incorpora al espacio extracelular. La luz del yeyuno
es rica en nutrientes, éstos junto con el agua y electrolitos son absorbi-
dos y transportados por medio de transporte activo mediante bombas
de sodio localizadas en las membranas de las células del epitelio. En el
íleon, el agua y los electrólitos son absorbidos en mayor proporción. El
proceso activo se logra a través de un intercambio doble que consiste
en que el na+ es intercambiado por H+ y el cl– por Hco3 –. Así llegan
al mismo tiempo a la luz del íleon iones de H+ y Hco3 –, al combinarse
forman H2co3. Por acción de la anhidrasa carbónica el H2co3 – se des-
compone en co2 y agua, compuestos que no tienen dificultad en ser
absorbidos.
El colon es el segmento digestivo más eficaz en cuanto a absorción
de agua y sodio se refiere, incluso esa es su función principal. Cada día
llegan al colon entre mil y 2 mil ml de líquidos intestinales, las heces
sólo contienen 100 a 200 ml de agua, lo que significa que en este sitio
anatómico existe una absorción del 90 por ciento, a la vez se absorbe el
na+ y el cl– por transporte activo, mismo que se encuentra sometido al
control de los mineralocorticoides suprarrenales. El k+ se absorbe en el
intestino delgado en forma pasiva, mientras que en el colon su absor-
ción es moderada, dicho órgano suele secretar potasio como parte y
componente del moco intestinal.
definición
claSificación
mecaniSmo fiSiopatológico
cuadro clínico
diagnóStico
r eferencias
Quirúrgicas
205
Invaginación intestinal.
Isquemia. Trombosis mesentérica, torsión ovárica, hernias estranguladas.
No quirúrgicas
mecaniSmo fiSiopatológico
manifeStacioneS clínicaS
1
csd: cuadrante superior derecho; cid: cuadrante inferior derecho; csi: cuadrante superior izquierdo;
cii: cuadrante inferior izquierdo; g –e: gastroesofágico; rao: retención aguda de orina.
eXploración abdominal
Tabla 20
Signos clínicos
Signo clínico Descripción Posible patología
Matidez en ambos flancos, constante
Ballance sobre el izquierdo, cambia con la Rotura esplénica
posición en el lado derecho.
Dolor transitorio al rebote Irritación peritoneal
Blumberg
de la pared abdominal.
Dolor abdominal y pélvico a la
Chandelier epi
manipulación del cuello uterino.
Dolor intermitente en csd,
Charcot Coledocolitiasis
ictericia y fiebre.
Ictericia con vesícula
Courvoisier Tumor periampular
biliar palpable, no dolorosa.
Cullen Equimosis periumbilical. Hemoperitoneo
Venas varicosas periumbilicales
Cruveilhier Hipertensión portal
(cabeza de medusa).
Áreas descoloridas alrededor Pancreatitis
Grey Turner
del ombligo y flancos. hemorrágica
Jobert Pérdida de la matidez hepática. Neumoperitoneo
auXiliareS diagnóSticoS
tratamiento
r eferencias
Generalidades
215
Todos los hepatocitos están expuestos a la sangre que pasa por los
sinusoides, lo que hace que eliminen sustancias a la sangre o liberarlas a
la circulación. En las paredes de los sinusoides se encuentran dos tipos
de células, las de Kupffer y las endoteliales. Las primeras tienen actividad
fagocítica contra bacilos entéricos y sustancias nocivas que se filtran a la
circulación provenientes del intestino, las segundas tienen fenestracio-
nes de tamaño variable lo que permite el flujo libre de plasma pero no de
elementos celulares, además el plasma se pone en contacto directo con
los hepatocitos en el espacio subendotelial de Disse. La bilis que producen
los hepatocitos se drena a los canalículos biliares, fluye hacia la periferia
del lobulillo hacia conductos que aumentan de tamaño en forma progre-
siva hasta constituir los conductos hepático derecho e izquierdo.
claSificación
causas
Virus. Hepatitis a y B.
Hepatotoxicidad por paracetamol.
Otros virus. Epstein–Barr, herpes simple, citomegalovirus.
Embarazo. Hígado graso agudo del embarazo, eclampsia, síndrome
hellp.
Hígado de choque.
Infiltración maligna.
Tóxicos. Disolventes industriales.
Drogas ilegales. Cocaína, éxtasis.
Las causas de insuficiencia hepática aguda son diversas, pero el daño
hepático inducido por fármacos y por hepatitis virales comprende el
80 – 85 por ciento de los casos. En México y otros países en vías de de-
sarrollo las hepatitis agudas virales son la principal causa.
mecaniSmoS fiSiopatológicoS
cuadro clínico
r eferencias
221
la encefalopatía, porque se deposita en el globo pálido donde causa
deterioro de la función motora.
causas
Tabla 22
Criterios de West Heaven para la encefalopatía hepática
Grado Manifestaciones
0 Sin anormalidades clínicas.
Inversión del ciclo vigilia–sueño, dificultad para actividades manuales
1 finas, disminución leve en la atención, irritabilidad, euforia, ansiedad,
asterixis leve.
Somnolencia, letargo, apatía, desorientación en tiempo y espacio,
2 cambios en la personalidad, comportamiento inapropiado, disartria,
asterixis franca.
Confusión, estupor, lenguaje incomprensible, desconexión con el
3
medio externo.
4 Coma profundo.
r eferencias
Cirrosis hepática
225
principal sitio de localización de reserva de vitamina a. Cuando existe
una lesión, esas células pierden los depósitos de dicha vitamina, prolife-
ran, desarrollan un retículo–endoplásmico rugoso prominente y secre-
tan matriz extracelular (colágeno tipo i y ii, proteoglucanos sulfatados
y glucoproteínas). Esta complicación da lugar a la defenestración de las
células endoteliales de los sinusoides con lo que se altera el intercambio
entre el plasma y los hepatocitos, lo que se traduce en disminución del
diámetro sinusoidal.
La cirrosis alcohólica es una de las complicaciones atribuibles al con-
sumo crónico de alcohol (históricamente se conoce como cirrosis de
Laennec). El hígado graso es la respuesta histológica inicial, el consumo
continuo de alcohol da lugar a la acumulación de grasa en todo el
lobulillo hepático. La transición entre hígado graso y el desarrollo de
hepatitis alcohólica no es muy clara. El rasgo fundamental de la hepa-
titis alcohólica es la lesión de los hepatocitos, que se manifiesta por de-
generación en balón, necrosis en placas, infiltración polimorfonuclear
y fibrosis en los espacios perivenular y perisinusoidal. Si se mantiene
la ingestión de alcohol y la destrucción de hepatocitos, aparecen fi-
broblastos (incluidas las células estrelladas que se han transformado en
miofibroblastos con propiedades contráctiles) en el lugar de la lesión y
depositan colágeno. En las zonas periportales y pericentrales aparecen
tabiques reticulares de tejido conjuntivo que terminan por conectar las
triadas portales y las venas centrolobulillares.
Figura 10
Cirrosis y sus complicaciones
CIRROSIS
Peritonitis
Síndrome
bacteriana hepatorrenal
espontánea
Complicaciones
Hipertensión portal.
Insuficiencia hepática.
Várices esofágicas y hemorragia digestiva.
Ascitis.
Síndrome hepatorrenal.
Peritonitis bacteriana espontánea.
Encefalopatía hepática.
Ictericia.
Síndrome hepatopulmonar.
r eferencias
229
dena hemorragia masiva y en ocasiones fatal. El 65 por ciento de las
personas con cirrosis avanzada desarrolla esta complicación y en la
mitad de los casos produce hemorragia masiva y muerte por choque
hipovolémico.
Figura 11
Hipertensión portal y sus complicaciones
HIPERTENSIÓN PORTAL
Derivaciones
Presión de capilares porto–sistémica
Hiperesplenismo
peritoneales
Angiogénesis
colaterales
Anemia
Ascitis Leucopenia
Plaquetopenia
Hemorroides
Cabeza de medusa Várices esofágicas
r eferencias
grados de ascitis
fiSiopatología
Figura 12
Fisiopatología de la ascitis
Cirrosis
Resistencias
vasculares
Albúmina intrahepáticas
Presión venosa
Portal
Presión Linfa
oncótica hepática
Acumulación
esplácnica
Retención Ascitis
de Na+ y H2O
Volumen intravascular
Aldosterona Eficaz
r eferencias
a minotranSferaSaS
235
virales; también se pueden elevar en lesiones hepatocelulares crónicas,
enfermedades infiltrantes y por obstrucción de la vía biliar pero en una
proporción menor. La ast se encuentra en el hígado, en menor concen-
tración en músculo cardiaco, esquelético, riñones, cerebro, páncreas,
pulmones, leucocitos y eritrocitos. La alt se localiza principalmente
en el hígado. El patrón de elevación puede ser útil desde el punto de
vista diagnóstico. En la mayoría de los trastornos hepáticos agudos, la
alt es más alta o igual que la ast; una relación aSt/alt mayor de 2:1 es
sugerente, mientras que una relación mayor 3:1 hace muy probable una
hepatopatía alcohólica.
foSfataSa alcalina
5 –nucleotidaSa
gama– glutamil–tranSpeptidaSa
globulinaS
factoreS de coagulación
bilirrubinaS
r eferencias
Generalidades
Definición
Metabolismo de la bilirrubina
239
media que es aproximadamente ciento veinte días. La hemoglobina se
descompone, su grupo prostético el hemo, es excretado por el orga-
nismo para lo cual primero es degradado a bilirrubina. Este proceso
ocurre en el sistema reticuloendotelial donde el hemo se convierte a
biliverdina y después a bilirrubina. Luego que esto sucede se le conoce
como bilirrubina libre, no conjugada, indirecta o bilirrubina ligada a proteína;
entre sus características destaca el hecho de estar unida a una proteína,
lo que hace que no sea hidrosoluble, por lo tanto no puede pasar la
barrera renal, es decir, no se excreta por la orina.
A diferencia de los demás integrantes de la molécula de hem, la bili-
rrubina es un compuesto tóxico, por lo que el organismo limita su acceso
a los tejidos y utiliza mecanismos que facilitan su eliminación. El primer
objetivo se logra mediante la unión de la bilirrubina a la albúmina séri-
ca, mientras que el segundo se consigue conjugándola con compuestos
orgánicos (ácido glucorónico), lo que la convierte en un compuesto hi-
drosoluble, al mismo tiempo restringe la capacidad de difundirse por las
membranas celulares y se pone en condiciones de ser excretada como
componente de la bilis, de ahí a las vías biliares y el intestino. Después de
conjugada se concentra en forma activa cerca de la superficie canalicular
de las células hepáticas para ser trasportada a través de la membrana al
canalículo biliar; los canalículos biliares desembocan en los conductos
biliares intrahepáticos, los cuales a su vez en los extrahepáticos y así
llega la bilirrubina como componente de la bilis al intestino.
La molécula de bilirrubina conjugada no puede ser absorbida por la mu-
cosa del intestino, transita sin modificaciones por la luz intestinal hasta
que llega al íleon terminal e intestino grueso, en ese lugar experimenta
una serie de reacciones de reducción por acción de la flora bacteriana
local, que la convierte en un grupo de compuestos incoloros que reci-
be el nombre genérico de urobilinógenos, luego de que es expuesto al aire
se oxida y es responsable del color pardo de las heces.
Una proporción pequeña se absorbe y regresa al hígado, quien los
vuelve a excretar por la bilis, de esa forma se establece la circulación ente-
rohepática de la bilirrubina. Una mínima fracción de bilirrubina escapa a la
circulación general, llega al riñón y se elimina por la orina. La bilirrubi-
na directa o conjugada al ser hidrosoluble, si se elimina por el riñón, su
aumento produce una coloración oscura de la orina que se denomina
coluria. La falta de pigmentos biliares hacia el intestino provoca la des-
Figura 13
Biosíntesis de los pigmentos biliares
Formacion de
Plasma Hepatocito Bilis
bilirrubina
HEMO Biliverdina BI
+ Bilirrubina
Albúmina BD
Directa (BD)
Bilirrubina
Indirecta (BI) BD
Eritrocito
Otras hemoproteínas
Intestinos
Riñón delgado y grueso
evaluación clínica
claSificación
Enfermedad hepatobiliar
abordaJe diagnóStico
Figura 14
Historia clínica + USG
Hiperbilirrubinemia +
Hiperbilirrubinemia aislada
datos de hepatopatía
Enfermedad Enfermedad
Aumento BI Aumento de BD Hepatocelular Colestásica
Hemólisis
Eritropoyesis ¿Dilatación vía biliar?
Ineficaz
Laboratorio/Biopsia No Sí
Enfermedad Gilbert
Sx Crigler–Nájar
Diagnóstico TAC, CPRE
Sx Dubin – Johnson
Figura 15
Algoritmo de ictericia
Historia
clínica
Laboratorio,
PFH
Fosfatasa
alcalina No Evaluar Hemólisis o
Transaminasas Hiperbilirrubinemia
anormales hereditaria
Si
Obstrucción
biliar
Intervención Probabilidad
terapéutica Si clínica de No
obstrucción
biliar
Estudios bioquímicos
CPRE Para enfermedades
USG
Hepáticas especificas
Si abdominal No
TAC
¿Dilatación Observación
Sin de vía Biopsia hepática
obstrucción
biliar biliar?
Hematológico
Síndrome anémico
Generalidades
249
definición de anemia
claSificación
manifeStacioneS clínicaS
orientación diagnóStica
tratamiento
r eferencias
Tabla 23
Citometría hemática
Serie Parámetros
Eritrocitos, hemoglobina, hematocrito, índices
Roja eritrocitarios (vcm, hcm, chcm), reticulocitos, ade
Blanca Leucocitos y su cuenta diferencial
Plaquetas Cuenta de plaquetas
vcm: volumen corpuscular medio; hcm: hemoglobina corpuscular media;
cmhc: concentración media de hemoglobina corpuscular;
ade: amplitud de distribución eritrocitaria.
255
Referente a la hcm expresa el contenido hemoglobínico promedio
de cada eritrocito. Los hematíes con una hcm disminuida se deno-
minan hipocrómicos y los que tienen hcm normal normocrómicos.
La cmhc es un índice que expresa la concentración de hemoglobina
de cada hematíe, casi siempre que aumenta la hcm es a consecuen-
cia del vcm (a mayor continente mayor contenido), en estos casos la
cmhc permanece normal. Por este motivo resulta inapropiado hablar
de hematíes hipercrómicos, excepto cuando existen ciertas patologías
como esferocitosis hereditaria, hemoglobinopatía c y drepanocitosis.
La cmhc rara vez supera los 36 g/dL, valor próximo al del límite supe-
rior de la solubilidad de la hemoglobina. Los reticulocitos se expresan en
porcentaje, son células rojas inmaduras que han sido enviadas a la cir-
culación de manera prematura, se distinguen de los eritrocitos madu-
ros al teñirlos con azul de metileno donde se identifican por contener
restos de ácidos nucleicos dentro del citoplasma.
El frotis de sangre periférica es un complemento fundamental para el
estudio del paciente con anemia, pues proporciona información que
ningún equipo automatizado puede realizar. En él se confirma lo ob-
servado en los índices eritrocitarios: microcitosis, macrocitosis e hipo-
cromía, además permite identificar la existencia de poiquilocitosis, ani-
socitosis, esferocitos, drepanocitos, ovalocitos, esquistocitos, células
en blanco de tiro, cuerpos de Howell–Jolly, esto en ocasiones brindará
información valiosa respecto a la etiología de la anemia.
Tabla 24
Alteraciones del frotis de sangre periférica
y su relación diagnóstica.
Hallazgo Posibilidad diagnóstica
Ferropenia
Hipocromía, microcitosis Talasemia
Anemia de la enfermedad crónica
Anemia megaloblástica
Macrocitosis Alcoholismo
Hepatopatías
Ferropenia intensa
Anisocitosis y poiquilocitosis
Anemia megaloblástica grave
Tabla 25
Valores de la serie roja. Ciudad de México a 2240 m/Snm
Cantidad Mujer Hombre
gr x 1012 4.1 a 5.7 5.0 a 6.3
Hb g/dl 12.5 a 16.0 15.5 a 19.5
Hct % 0.39 a 0.50 0.46 a 0.56
vcm fl 80 a 100
hcm pg 27 a 32
cmhc g/dl 30 a 36
Reticulocitos % 0.5 a 2.0
ade (rdw) 12 a 15
generalidadeS
Con excepción del sangrado menstrual que presentan las mujeres du-
rante la vida sexual activa toda hemorragia se considera como anor-
mal. Existen situaciones en las que el sangrado es desproporcionado
respecto del estímulo que lo originó o bien aquellas que se presentan
de manera espontánea también deben considerarse anormales. En la
sangre existe un conjunto de células, proteínas que interactúan con
la pared vascular, si ocurre alguna lesión en cualquier vaso sanguíneo
dichos elementos se activan y provocan la transformación de la san-
gre de su estado líquido a una sustancia sólida denominada coágulo,
mismo que se deposita dentro y alrededor de la pared vascular que
actúa como tapón hemostático (hemostasia). Los mecanismos celula-
res, plasmáticos se traslapan y potencian mutuamente. A su vez los
productos que van formándose activan a los elementos que circulan
de forma inerte, con ello dichos procesos se amplifican de manera
exponencial.
Cuando se pone en marcha la hemostasia en alguna parte del orga-
nismo, de no existir un mecanismo que regule lo anterior, podría pro-
ducirse la total oclusión del sistema circulatorio, por ello existen pro-
cesos antagónicos, celulares y plasmáticos, que son activados por los
productos de hemostasia y que limitan la coagulación al lugar donde
se inicia. Así, la hemostasia es el resultado final de un fino balance entre
mecanismos que intentan taponar las heridas vasculares y mecanismos
limitantes de los anteriores.
conceptos
259
Coágulo. Tapón vascular fisiológico formado en el sitio de daño
vascular; impide la pérdida hemática.
Trombo. Coágulo patológico formado en un momento y sitio inade-
cuados que produce isquemia tisular distal al sitio de formación.
Fibrinólisis. Parte del sistema de coagulación encargada de la lisis del
coágulo.
Trombosis. Obstrucción patológica de la luz vascular.
fiSiología de la hemoStaSia
IVFT X IX
Xa Va IXa VIIIa
XIa
II IIa VIIIa
Xa Va X
Va
XIII
Fibrinógeno Fibrina
II IIa
Fibrinógeno Fibrina
Iniciación
Propagación XIIIa
a nticoagulanteS
trombocitopenia
Causas
Ejemplos clínicos
Clasificación
SíndromeS clínicoS
Cuenta de plaquetas
Tiempo de sangrado
271
que produce una incisión de 5 mm de longitud por 1 mm de profundi-
dad, hasta el momento en que la hemorragia se controla. Mediante esta
prueba se evalúan las etapas hemostáticas iniciales, como la interacción
entre plaquetas y el vaso, con la formación del coágulo. Otro es el mé-
todo de Duke, en el que se hace una punción en el lóbulo de la oreja y
se aplica la misma metodología que para el del Ivy.
Figura 17
Tiempos de coagulación en el laboratorio
Vía extrínseca Vía intrínseca
CAPM PK
XIIa
XIa
TP Xa Va
IIa
Fibrina
r eferencias:
Neurológico
Estado de coma
Generalidades
Definición
277
causas
mecaniSmoS fiSiopatológicoS
diagnóStico
Tabla 27
Escala de Coma de Glasgow
Apertura ocular
Espontánea 4
Al estímulo verbal 3
Al dolor 2
Ninguna 1
Respuesta motora
Obedece órdenes 6
Localiza el dolor 5
Flexión normal 4
Flexión anormal 3
Extensión anormal 2
Ninguna 1
Respuesta verbal
Orientado 5
Confuso 4
Palabras incoherentes 3
Sonidos incomprensibles 2
Ninguna 1
movimientoS oculareS
tratamiento
muerte cerebral
r eferencias
287
correlación recibe el nombre de doctrina de Monro–Kellie e indica que
el aumento de uno de los componentes intracerebrales se compensa
con la disminución proporcional de los restantes. En condiciones nor-
males la pic varía con los movimientos respiratorios y ciertas activida-
des cotidianas como el esfuerzo, la tos o los estornudos.
definición
causas
mecaniSmoS compenSadoreS
mecaniSmoS fiSiopatológicoS
cuadro clínico
tratamiento
r eferencias
de pa
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