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HJ GADO Y VlAS BILIAR ES 946 Porfi ria vaiiegata. Nueva porfiria aguda. Porfiria cutánea tarda.
Porfi ría eritropoyética. Porfüis congénita
.SE~IIOLUGIA 948 e1itropoyética. Porfiria hepatoeritropoyética. Saturnismo.
Laboratorio 954
l\ledicina nuclt•ar 958 LIP!DOS 1043
Ecograifo hepó.tic:.:i )' vesicu lar 959 Hiperli poprote1nemias 1046
Biopsia hc pnt.ica 964
La p~1ro ~c1)pi.1. 964 HIDRATOS DE CARBONO 1053
fü,dioloc:i.1 964 SEMIOLOGIA 1055
Tom•Jg r; na _computada y resonancia magnética 970 MEDICINA INTERNA 1056
Diabetes sacarina, hipoglucemias
SJ NDRO!IIES 980
Ictericia 980 EQUILIBRIO HIDROELECTROL!TICO 1071
Hipertensión portal 982 ALTERACIONES HIDROELECTROL!TfCAS 1073
Insufici encia hepritiea 985
EQU1L!BRIO ACIDO - BAS ICO 1077
MEDICINA INTERNA 987
Hepatitis vii',1!. Hepatitis crónica. Hepatitis tóxica. METABOLISMO FOSFOCALCICO 1081
Hi~aclo ca rdiaco. Síndrome de Budd-Chiari . Enfermedad
\Tnoor.:l nsi va. Higa<lo graso. Hígado y a1cohol. Cirrosis METABOLISMO DEL MAGNESIO 1084
hepcitica. Enfe rmeda d ele Gilbert. Ictericia fisiológica del
rerien 1wcido. ictericia neonata l prolongada en niüos OLIGOELEMENTOS 108-1
a!iment,1dos cl pecho. Enfermedad de Crigler-Naijar.
Si uclro tn.t' de Reve . Enfermed 3d de Dubin Johnson. VITAMINAS 1087
Enfern)t"dad de Rotor. k tericia colvstritica recurrente Vitamina A, D, E, K, Bl, B2, acido nicotínico,
del embarazo. Colostasls intrnhepática familiar recurrente Vitamina DG, ácido pantotenico, áci<lo fólico, vitamina
ben igna. In!iltrariones hepfi.ticas. Hidatidosis. Absceso Bl2, C
amehiano. Tumnres. Trnnsp lanle hepático. Colelitiasis.
Coleci.stitis ag uda. Colesterosis vesicular. Adenomiomatosis CAPITULO 10
vesicu lar. Oditi s. Di squin esia bili ar. Tumores vesiculares
benigno::,. C~l ncer de los hepélticos y del colédoco. ENFERMEDADES INMUNOALERGICAS 1094 - 1134
Colecloc:o!iti asis . Litiasis residual de colCdoco . Sintlrome
postc;rJ!eci s.tectomia. Estrecheces caledocianas. Colangitis IN MU NODEFICIENCIAS 1094
e.5rleros;.mte primaria. lleo bilia r.
ENFERMEDADES DEL TEJIDO CONECTIVO 1098
PA NCR EAS 1009 Art1i tis reumotaidca 1098
En fermedad de Still del adulto 1102
SE ,llU LOC;IA 1010 Espo11diloa1tropa tias seronegativas (Espondilitis
Labo1·a to rio 1011 an qui losante, síndrome de Reiter, artritis psoriásica,
Ra dir,loe ia 1012 artri tis reactivas, art ritis enteropática, enfermedad de
Ec.:.,~rat" 1013 Behcetl 1104
T(IIHOJrat'ia com putada · 1015 Lupus eritematoso sistemico 1108
Enfermedad mixta del tejido conectivo 1111
/llE DfClNA INTERNA 1018 Esclerosis sistcmica 1113
Pa nrreati tis aguda. Pancreatitis crónica. Quiste de Polimiositis y dermatomiositis 1116
pancreas. Cáncer <le pancreas. Páncreas an ular. Pa ncreas Síndrome de Sj0grcn 1118
<livisu m. Enfermedad figroqu istica. Sind rome de Vasculitis (Poliarte ritis nodosa , granulomatosis alé rgica,
SLhwaclunan. Tumores de los islotes de Langerhans. vasculitis de hipersensibilidad, granulo matosis de Wegener,
ar terit.is de células gigantes) 1120
A.MILOIDOS!S 11 25
PROTEINAS*
cadena alifática de carbonos con diversos radicales; alcoholes, de 3 hasta 100 (polipéptidos) o complejos de más de 100, que son
amina, fenoles, imidazol, etc. de alto peso molecular y que pueden estar confórmados por
Los aminoácidos que forman las proteínas humanas, son 20. miles de aminoácidos, con distintas conformaciones espaciales.
Algunos de ellos, no pueden ser sintetizados por el organismo, Para que sean ·utilizados por el organismo, estas moléculas
por lo que indefectiblemente deben ser provistos por los alimen- deben ser desdobladas por los procesos digestivos. Ya que si
tos y han sido considerados como In dispensables o Esenciales: pen etran a nuestro sistema, actuarían como antígenos y
ellos son, la Fenil alanina, histidina, isoleucina, leucina. lisin a, producirían reacciones inmunitarias potogénicas.
metionina, treonina, triptofano y val ina. Otros 2, la cisteina y la Las proteínas comienzan a ser digéridas en el e.stómago, por
t.irosina, pueden formarse a partir de la metionina y de la fenil- la Pepsina, enzima proteolítica que actúa sobre las uniones
lanina y las 9 restantes, pu eden sintetizarse en el organismo de peptídicas del interior de la molécula protéica (endopeptidasa),
precursores 110 in dispe nsables o no esenciales en la dieta, y son: form ándose peptonas y poléptidos. Estas pas an al intestino
la alanina , el ácido glut.ámico y el ácido aspártico, la asparagi- donde son atacadas por la tripsina pancreática, que es regulada
na, la glu tamina, la arginina, la glicina o glicocola, la prolina y en su secreción por la presencia de estas sustancias . La produc-
la serina. ción de esta enzima, esá aumentada mient.ras tenga proteínas a
Los p1imeros 11 mencionados se encuentran en casi todas la la cual unirse. Luego, el exceso de enzima libre, inhibe la forma-
proteín as celulares. ción de su proenzima, el tripsinógeno,
Ciertas proteínas contienen también algunos deri vados de Otras enzimas proteolíticas, segregadas por el páncreas y el
aminoácidos, que se forman después de sintetizar las proteínas intestino delgado, actúan sobre las uniones peptíd icas de los
como hidroxilisi11a del colágeno y la 3 metí/ histidi11a en la acti- extremos de las partículas protéicas menores, seprando sucesi-
na, y miosín8. musculares. Ninguno de ellos pueden ser reuti- varne nte los aminoácidos de los extremos (exopeptidasa).
lizados en el organismo para sintetizar proteínas 1 ye que al ser 'Todo este proceso, lleva a las grandes moléculas protéicas a
cataboli zadas las moléculas protéicas, la hidroxilisi na es fragmentos pequeños (di y tri péptidos), que en el b-Orde lum.inal
destruida y la metí] his tidina, es eliminad a como tal en la de los enterocitos, terminan en aminoácidos, por acción de di o
01ina. . tri peptidasas.
A1 e1unos aminoácidos son neutros , es decir, en su molécula Un esquema de la digestión de las proteínas, puede verse en
tienen° un radical ácido y un radical básico. Otros, tienen 2 radi- la figura 9-1, tomada del trabajo fundamental de Gitler. (1964).
cales ácidos y uno básico (ácido glutámico y ácido aspártico). Un Las proteínas de la secreción gástrica, pancreática y antral
tercer grupo tiene un radical ácido y 2 ó más radicales básicos más las de las células descamadas del tracto digestivo sufren el
es imporlant.e ya que cad a clase 1 tiene receptores especiales mismo proceso que las de origen alimentario.
para su transporte de la luz intestinal a través del enterocito y Las células de la mucosa int.stinaJ absorben los productos
los aminoácidos ácidos son muy abundantes en las proteínas fin ales del proceso digestivo. lús aminoácidos in gresan como
constituyentes de las membranas plasmáticas. tales a través de transportadores con gasto de energía. Existen
En el organismo humano, solo son utilizados los aminoáci- 3 tipos básicos. Pero gran parte de la absorción se realiza como
dos de conformación L. Sus isómeros de confonnac ión D. no lo dipéptidos, los que son atacados por péptidohidrol asas, presente
son, slavo que por la acción de una isomerasa , se transformen en el borde en cepillo de los enlerocitos, que separan los dos
en L. aminoácido. aminoácidos constituyentes del dipéptido. Este mecanismo es de
Toda proteína termina en un extremo en un radical amínico gran envergadura y parece ser la vía más importante de absor-
y en el otro un radical ácido. ción.
Los , ,ácidos libres cru zan el enterocito y la mayoría
term !n, -,n lo::. i:- api1ares iniciales de )a vena porta. Sin embar-
DlGESTION Y ABSORCION DE Lti.S PROTEINAS go, el e, '.erocilo pu 0,de metabolizar algunos de los aminoácidos
Los aminoácidos, unid~s por uniones peptídicas, forma n Fig. 9-1: Esquema de la digestión de las protcinas
moléculas constituidas por 2 (dipéptidos) o 3 (tripéptidos) o más (según Gitle,. 1964)
PROTEINAS ALIMENTARIAS
PEPSINOGENO f
PEPSINA
t
ATACAN PREFERENTEMENTE UNIONES
SECRECION GASTRICA 1 PARAPEPSINOGENO I----¡;,,.. PARAPEPSIN A I PEPTIDICAS ADYACEIITES A AMINOACIDOS
PARl>J'EPSINOGENO 11 -l>- PARAPEPSINA 11 AROMATICOS Y LEUCINA
PROCABOXIPEPTIDAS
'f' ....---TRIPSINA
CARBOXJPEPTIDASAS A ATACAN AA TER~!!NALES 1
(EXOPEPTIDASAS) RAMIFICADOS O AJ!OMATICOS
SECRECION B ATACAN AA. ARGil'UNA O LJSINA
INTESTINAL
PROTOELASTASA -------<.,.. EU\STASA
CHIMOTRASPSINOGENO ---,----!• QUJMIOTRIPS!NA - - - - - . 1 f1
TRIPSINOGENO -
L1S1NA AA.
t -_! _ COOH
• ANHZ - - - - ~ ' - - - - - - ~+- - - - - ~ ~
Tf PSf
AA
ENTEROKJNASA O ARGININA AROMATlO)S NEUTROS
Alll!NOPEPTIDASA
DIPEPTIDASAS------------'-------
t f -·-------· t __ _
AA. LIBRES
1028 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
abs orbido s. Un ej emplo es la dea minaci ón de los ácidos Después de un período variable de tiempo, pueden volver a ser
glutámicos y aspárticos, con la fo rmación de alanina. utilizados para 1a síntesis protéica a ser catabolizádos.
La absorción normal, es muy eficiente. Del total de proteí- 2) Pueden ser usados para la síntesis de otros compuestos
nas de una dieta de 100 g. de proteínas diarias, a la que se nitrogenados, como las bases púrica.s y pirimidicas de los ácidos
agregan , 17 g de las se creciones gástricas, pancreáticas e nucléicos creatina, hormonas como las tiroideas, la adrenalina
1
AMINOACIDOS
LIBRES
DEGRAOACION DE
ALlt.lEUTOS AMIUOACIDOS
IIITE STINO
t •
¡
NH -----+- NH3 r= ACIDO G LUTAMICO
~
3
40g
PROTEltJAS AUl/lO AC!OOS SISTEMICOS
1700mm oles (23 '/4) C02+ATP+NHf
J a-KETO •
f" GLUTAAATO
CAABAMYL FOSFATO t
1
DlGESTIOfl BACTERIAS
INTESTINALES
/
~ITAULLINA
y ASPARTAT~ ACIDO
~ GLUTA/,11CO
OANITHINA
ARGlffülO·
SUCCINATO +
OZALOACETATE
\ Á
MALATO
1
UREA<t--- ARG INIHA
FU/,l¿TO
TRAllSAl,111l AC IOtl
DE GLUTAl,Uf,IA Y
ASPA RA GUIA
A/1,
@SECREClOfl
EIIDOG EIJA
PROTEINAS PLASMATICAS
Cuadro 1
F ibrinógcno y Gam aglobulina, distribuidos cuantitativamente. LAS PROTEINAS EN L.\ ALIMENTAC!ON HUMANA
(Cuadro 1)
El estado nulricional determi na la cuantía de los diversos La necesidad de un aport e proléico adecuado es esencial
componentes protéicos del plasma sanguíneo. Dismin uyen ya para el crecimiento y desarrollo en el niño y para mantener la
sea que se ingieren pocas proteínas en la alimentación o esta salud en cualqui er momento biológico. Siendo los a limentos
última es energéticamente insuficiente, las proteínas diet.arias proi éicos veclores de am inoácidos, serán t a nto más vali osos ,
se emplean para proveer energía y no para síntesis protéica o cuanto más dig e ribl es sean y cu anto más contenga n los
que haya un exce so de pérdidas, cualquiera se a su causa, o amino ácidos esencial es . Como es tos últi mos son utilizados
cuando el catabolismo protéico está aumentado, las proteínas para la síntesis proléica dent ro del organismo, proporcional•
plasmáticas dismi nuyen, siendo las que más pronto lo hacen, mente al aminoác ido ese ncüil que menos está presente, es te es
las <le más rápido turnover: En lodos estos casos, se prese nta el el aminoácido limita:ite. Blok y Mikhel (1946) han propuesto
cuadro clínico de desnutrición. La que más precozmente dis mi - me dir el valor biológico de los alimentos , en relación a la
nuye , cuando hay desnutrición, es la proteína transpo rtadora menor cuantía del aminoácido esencial que contiene, (Score-
de retino! cuya masa total se renueva en menos de 22 horas. Quirnico).
La provi sión de suficie ntes proteín as con un adecua do La propo rción de los aminoácidos de leche humana y de las
aporte an ergético, normalizan las fracciones protéicas del plas- proteínas del huevo de gallina son las más adecuadas para el
ma sanguíneo, en menos o má s tiempo, seg ún haya sido el
déficit de proteínas del organ ismo.
En un número considerable de enfermedades, distintas frac-
ciones protéicas se alteran en más o me nos. PROTElflAS
Una síntesis del met abolismo protéico, están represe ntadas AUMEfHAR!AS
en las figuras 9-4a · 4b.
HORl.10!l AS PROTEHIAS
ENZtr.1AS
CORTICOIDES DIG ESTI VAS
GLUCA GON GLUTATION
1
' P ROTEINAS SlflTESIS OCITOCIHA
ySECRETAD AS PEPTID!CA VASOPRESltlA
PAOTEH~AS _)lf HORMDf~AS PAO T,
Etl DOG EII AS / BAADIOUINfH A
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' PEAD'°AS
\ CATABOLISMO
SINTESlS A. A.
NO ESEl lCIALES
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IMSULINA ABSOA -
i --¡ ~ -¡---HID::J:.:Ot<AOO-
C!ON PIEL AfÍ,IQ N ESQ UELETO
ÍGF e ÍGF 11
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(SO MAT RO FI NA·PROLACTINA)
SUDOR A. A. NH4 UR EA
PsLOS
UREA lHlAS
OESCht.lACIOf l
11. FECAL
Fig. 9-4 a: Esqu ema de la regulación hcirmonal del Fig. 9.4 b: Esquema de la reg ulación hormonal d el·
metabolism o protéico metabolismo protéico
TRAS TORNOS DEL METABOLISMO 103 1
3a meses 1.85
6a 9 1.65
9 a 12 1.50
1 a 2 aii.os 1.20
2a 3 1.50
3a 5 1.10
5 a 10 1.00
10 a 12 1.00 1.00
12 a 14 1.00 0.95
14 a 16 0.95 0.90
20 a 70 0.75 0.75
Embarazo + 6 gr/día
Lactancia de O a 6 meses +17 .5 gr/día
Más de 6 meses + 13 gr/día
Cuadro2
ser humano y tiene un valor biológico de 100. El valor biológico da protéica cuantiosa en las enfermedades febril es fracturas
1
de las proteinas alimentarias se miden con este patrón protéico. que maduras extensas , postoperatorio inmedi ato en cirugí~
Las proteínas de los alimentos de origen animal, tienen un mayor.
95'k de las digestibilidad, mientras los de 01igen vegetal que Tam bién un a "St ress" psíq ui co de gran envergadur a 1
En el pescado, el nitrógen o no proteico puede representar Estudio semiológico del metabolismo proteico
hasta un 209L
De los alimentos vegetales, en las semillas de cereales o le• Para determin ar el estado del met abolismo de las proteínas
guminosas, el 95% del nitrógeno total está en moléculas protei- de un individuo, contamos con métodos clínicos y de laboratorio.
cas. En la papa y la zanahoria, el nitrógeno está en un 50% en Los pzimeros son pocos precisos siéndolo más, los segundos.
1
prote ín as, pero gra n parte del mismo está en form a de péptidos
I- ~IBTODOS CLINICOS: son cualitativos y permiten una
o de aminoácidos libres, pero muchos de éstos no son constitu-
apreciación global del metabolismo proteico.
yentes de proteín as, por lo que no pueden ser uti lizados en la f. ANAMNESIS Y DIARIO ALIMENTARIO, El inten oga-
sintesis proteica y muchos son absosrbidos y eliminado sin mo- torio sobre la alimentación habitual y el registro real de los
difica rse. en la orina. Por lo tanto, la alimentación normal, debe alimentos ingeridos en 3 días, dan una orientación sobre la
contener una considerable cantidad de proteínas de origen an i- calidad y cantidad de las proteínas consumidas.
mal, para mantene r una masa proteica corporal, adecuada. II EXAMEN FISICO
Algu nos peptidos veget.ales puede n ser tóxicos para el hom- II.l- La determinación de la ta lla y el peso, en infantes, ni•
bre. ños y ado lecentes, permite apreciar el consumo de pro·
Por ejemplo la cianoalanina en los granos LathJTUS de la In- teínas y su uti lización. Un aporte insuficiente de proteí-
dia o la hipoglycina A de las frut as de la Blighia que se encuen- nas o su no ap rovechamiento o un exceso de pérdi as
tra en las isl as del Caribe. disminuyen el crecimiento. Las tablas au·gentinas de ta-
En gener al, In composición aminoacídi ca de las proteínas llas y pesos del nacimiento has ta los 20 años, son el pa•
trón de comparación que debe emplearse en nuestro
alimentati as puede ser tomada como índice de su utilización.
país.
Si n embargo en cier tas circunstancias, estos valores no sün to-
II.2· El exame n de las masas musculares y su tono, son.un
talmente valederos. Distin tas formas de preparación o un pro•
índice del estado de !a masa proteica del organismo.
longado alrnace nanlle nlo de hortalizas y fr utas hacen disminuir III- METODO S DE LABORATORIO: son cuantita tivos y
su utilización. Por eje mplo, si se e.alienta leche con azúcar, par- puntu ales.
te de la lisina se glucosila y se hace indigerible. III.1-Balance Nitrogenado: mide la relación entre el ana-
Si un alimento ri co en proteínas se somete a un calor inten• bolismo y el catabolismo proteico. (Fig.9-5). Se realiza mi-
so, en presencia de glúcidos o lípidos oxid ados, las proteínas ali- diendo el nitróge no del ingreso alimentario y el egreso del
me ntari as dis,ninuye n en su di gesti bilida d. nilrógeno excretado. El aporte de nitróge no se calcula divi-
La uti lización adecuada de los aminoácidos que integran los diendo la cantidad de proteínas ingeridas en 24 Hs. por el
ali me ntos proteicos, no depende solo de la cantidad absoluta de factor 6.25 (éste resulta de considerar que en promedio, los
cada uno, sino de l eq uílibrio pro porcional cuantitativo entre , aminoácidos contienen 16% de nitrógeno). El egreso se cal·
ellos, para que estas sean utilizados en la síntesis proteica den- cula sumando lgr. de nitrógeno fecal (la pérdida por intes -
tino diaria normalmente no pasa de 10 gr de proteínas) al
. tro del organismo. La combinación de dos alimentos de menor
nitrógeno urinario, siendo la excreción de urea la fracción
'·Score quími co", pero que se complementan en sus aminoáaci-
mayor del mismo. Se descarta la pérdida por la piel, por•
dos , d_a cotrl.O resul tado una proteína de mayor valor biológico.
que es exigua.
Un ejemplo es el empleo simultáneo de cereales, relativamente Un método clínico sencillo consiste en dar una dieta con
pobres en lisina con leche que la tiene en exceso, o la mezcla de una can tidad conocida de proteínas durante 24 o 48 Hs, y
arroz con leguminosas, que eleva el "Score" de 80 del arroz a 90. medir la cantid ad de urea determinanda en la orina emiti-
Por otra parte, la ingestión de ami noácidos individuales, en da en este periodo de tiempo, calculando que 3 gramos de
dosis relativamente grande, puede traer efectos tóxicos, siendo proteína cat abolizada produce 1 gramo de urea urinaria
1
los mas nocivos, la metionina y la tirosina. Un balance positivo (más ingresos que egresos) indica un
INGESTA DE
PROTEIN AS PROTEINAS CORPORALES
100g 10.000g
-
T SEGREGADO TURN OVER PROTEICO
E AL CO RPORAL
s INTESTINO 250g LEUCOCITOS 20g
T
1 70g a
N 300g
o SINTETIZADOS
Hb Bg
A.A.
ABSORB IDOS A. A. LIBRES
{NO ESENCIALES)
160g 1009 PIEL
2g
PORFIRINAS"
Las porfirinas son compuestos de color rojo púrpura, su
nombre proviene del griego "porphuros" que signifca púrpura.
Las porfirinas son los pigmentos más importantes de la natu-
raleza, están presentes en todas las células vivientes y son las
responsables del color rojo de la sanrre, porque forman parte de
la Hemoglobina. como un complejo de hierro protoporfirina.
Hemo (fig. 9-G'J. El herno es también un constituyente de otros
pigmentos, como los citocromos, que juegan un papel clave eL el
metabolismo energético, durante el proceso fundamental de la
respiración. Por otro lado, el complejo de la protoporfüina con el
Mg, da lugar a las clorofilas (fig. 9-6), que son los pigmentos
que participan activamente las fotosíntesis, el otro proceso Prolop<itíirirH IX
fundamental de la naturaleza.
MYCNV
V H M
Porfírias ié ·I•
. . f' '- .··
Constituyen una familia de enfermedades, que pueden ser
hereditarias o adquiridas y que se presentan con síntomas muy
variables. Como veremos, en algunas de ellas, el único problema
HC>= 'V:/•\.-< H
es una gran sensibilidad de la piel a la luz solar, con la produc• tA '\y\v/V '"
ción de lesiones cutáneas que pueden ir desde leves hasta p H p
ne.eróticas; en otras, el paciente puede sufiir ataques de severos
dolores abdominales, cefalea, vómitos, acompañados de profun-
dos síntomas neurológicos y psiquiátricos. En otras porfirias,
estos signos pueden aparecer simultáneamente. A menudo, una
clínica muy definida y llamativa de estas enfer-
es b excreción dt: orina de tonalidad rojiza. Una vez
que se sospecha una porfíría 1 su diagnóstico no es dificil. Las
porfrrias son la consecuencia de fallas en el camino metabólico de
las porfirinas.
Clorofih,
L OJ\CTEIUOCLOllOFILI\S
.
CLOROFILAS
1
Suc +Col\+ I\TP (Mg++¡
Suc.Cof...•~
l Ft· ++
Suc.Col\ llf:MO PllüTOIX
+
Glidn:1 1 -~~~º!~-
PROTOGENIX
J\LJ\
~-c_o_1t_rr_1_N_A_s_ -'J (,;t.u ,z >
UllOGEN 1 - 7 - G - 5 - COP!lOGEN I
Ue <'ot hoxil 1lS a
condiciones patológicas, se eliminan en mayor cantidad que lo cl ase de porfiria se debe a un aumento de actividad de la
normal por orina o heces o a veces, se acumulan en los góbulos primer enzima limitante del Remo, el ALA-S , debido a una
rojos y son los responsables de la coloración rojiza característica falla en el sistema genéti co de control. Sin embargo, es
de la orin a en ciertas porfirias. Es interesante notar, que única- t a mbién un hecho qu e cada por firia pos ee su s propias
nwnte el Coproporfirinógeno lll, es capaz de llevar al Remo. características bioquímicas que no se pueden explicar basán•
Para ello, pene tra nuevamente en la mitocondria y allí, por dones únicamente en el incremento del ALA-S y es indudable
acción de la enzima específica Coproporfirinogenasa (CPGasa), que sólo el estudio de la actividad de las demás enzimas de la
da lugar al Protoporfitinógeno IX. Por medio de la Protopor- cadena del Remo permitirá dilucidar los defectos primarios
firinogenasa (PTGasa) el Protoporfirinógeno se oxida a Proto- responsables de las distintas porfirias.
porfirina IX. Hasta esta etapa, el cami no de síntesis de porfiri- Cada porfiria es entonces el resultado de una deficiencia
na que es común a Hemo y Clorofila, se ramifica hacia otra vía. enzimática parcial de algunas de las enzimas del camino de las
En el primer caso, la enzima Ferroquelat.asa o Hemosint.€t.asa, porfirinas, excepto la porfirina cutánea tarda adquirida son de
inserta en la Protoporfirina IX un Mol de hi erro, produciendo orig en hereditario autosómico dominante, ocasinadas por
finalmente el Remo. Por acción de la Magnesioquelatasa, en las mutación del "gene" específico de cada enzima. Esta variación
plantas y bacteri as foto sintéticas, la protoporfirina IX, se queda se localiza en el brazo corto del cromosoma XI conociéndose en
con el Magnesio y se deriva hacia la rama de las Clorofil as y la actualidad numerosas mutaciones (61 para la porfiria aguda
Bacterioclorofüas. intermitente, 10 para la eritropoyetina, etc. ) La identificación
Recordemos que todas estas reacciones tienen lugar en las genética es fundamental en pacientes y familiares ya que
células con un a notable eficiencia; de allí que en condiciones permite prevenir las manifestaciones clínicas y comprender los
normal es, ~penas se pueden detectar trazas de los precursores subtipos de cada porfitia. En las Figs. 1-8 y 1-9 se ilustran las
ALA-PllG o porfirinas en la orina u otros fluidos biológicos; caracteiisticas bioquímicas de cada porfiria.
so1amente como consecu encia de fallas en este camino metabóli-
co, por ejemplo por bloqueo o deficiencia de algunas de las enzi- Clasificació11: La evolución del conocimiento de las
mas o bien por tin · 8.uinento de la actividad catalítica, es que poi:firias se refleja en la secuencia de las clasificaciones prop-
pu eden acumularse o form arse cantidades de intermediarios uestas desde principio de siglo hasta el presente. Con la indi-
superiores a los normales; esto es lo que sucede en las porfirias. vidualización de los diferentes tipos de porfiria.s en base a una
correlación clínico-patológica-bioquímica y la identificación del
Las porfirias como enzimopatías: La sobreproducción o defecto enzimático específico para cada tipo, se ha propuesto la
acumulación de porfirinas y/o precursores observada en cada siguiente clasificación:
TRASTORNOS DEL METABOLISMO 1037
¡¡r~) 1
Ag uda Intermitente
Variegata o Mi,i.a mente manifiestos sino en portadores asintomáticos deI ge n 1
Porfiria aguda inlermitenle (PAi): La PAI es un a porfiria a) Manifestaciones abdomindes: dolor cólico agudo, intenso,
hepática que se car acteri za por un aumento en la excre ción general izado o bien localizado en hipogash·io o en epigas trio
uri naria de ALA y PBG tan to en la fase aguda, c•Jrno lu ego de :1!- aiompañado de co11stip.:1 ción , náu seas, vómitos y en ocasiones
ca.nzada la remisión en los casos clín jcamente man1fiestos, por hipertensión arterial.
condensación química del PBG urinario; también se t·:1cuentran b) Síndrome Neurológico: Se presenta con 1) Poli11europatia
aumentadas las porfirin as; es !lamati va la excreción de una sim étr! ~a a predominio motor que precede: o a compañ a al
orina inicia lmen te incolora, que rápidamente se ob.scurece por abdon1cn ngudo. Se inicia en miembros inferiores con paresia
ex posición a la luz. El defecto enzimáti co primario se encuentra progresiva, dolor intenso lancinante o bien grabativo en muslos
a nivel de la Deamin asa, o Uro-Sintetasa. Por bloqueo de esta y panton-illas; si el cuadro progresa, se comprometen miembros
enzima se li mita la velocidad de síntes is del Hemo y como conse- superiores, llegan a la C11adriplejía flá cida, parálisis respirato-
cuencia se activa la síntesis de .41.4-S, no actúa el mecanismo de ria y compromi so bulbar. Po r particip a ción de nervios
retroinhibición, aumentando así la cantidad y en consecuencia craneanos puede observ2rse oftalmoplejía, disfonía y disfagia.
la actividad del ALA-S. Se acumulan entonces los precursores 2) Ma nifestaciones del Sistema Nervioso Cenlra l, Excitación,
ALAy PBG !fig. 9-81. delirio, confu sión mental, t'1ir¡vulsio11et: y coma; se deben a
Esta deficiencia enzi.rnática está deterrui uada g1,néticamentP., SIADfl qu e, n veces , sólo ,:e evidencia cu ando comienza la
se transmi te con carácter domin ante y su pcnetrancia es del or- ad minist ración de soluciones parenterales; a cii sis hipertensi-
den del 50% o mayor en algunas familias. Se ha demostrado que vas ,:, a P-licrohemorragias cerebrales .
( -- ! .
1- ) .. ·---- -- - ---- - - -- ----- ----- --- --- ---- HEtlO
f!EHO ¡,,
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¡He,.o-S : ¡Hemo- 5
Pro to
Prol.o
h S•,cc, CGA : t CPGasa
Su:c.CaA:
ALA--S tALA-0 1PB 5m URO -O
1CPG, sa
-
ALA-5 A~A-D PBGaca
ALA --,,. PBG -
1
URO - O 1
, Urogen _ _,,. Copro g,n
+ -----•ALA! - -> FBGI · ·----'>-Uro9en - - ~ Coproqen
Gl i c, i Gl ic,
1 J
Fig. ~-8. Cuadro bioquímico de la Porfiria aguda intermiten te. Fig. 9-9 . Cuadro bioqu ímico de la Porfiria cutánea tardía.
1038 SEMI OLOGIA, SEMI OTECNI A Y MEDICINA INTERl'-I A
e) Sindrome psiquiátrico: Las c1isis coexisten con agitación , tía de carácter axónico en la qu e d es mielin izaci ón ap arece
desasosiego, ans iedad, hísteria, desori en tación, a lucinaciones, ha bitualmen te como fenóme no secundaiio al da ño axonal. Esta
depresión, manía e insomnio. neuropa tía invo lucra los axon es motores, sensitivos y a utonómi•
cos que constituyen el nervio mh.io.
d l Taq ui cardia e hipertensió n arte r ia l: Se com pru eba
Electroencefalograma: Las manifes taciones electroencefalo-
taquicardia sinusal con frec uencias que oscilan entre 100 a 150
gráfi cas no son patognomónicas de la entidad. Habitualmente
por minuto; puede acom paña rse de hipertensión art eri al co n
consisten e n l a pr esencia de actividad l e n ta, di fusa, en
cifras de 160 a ZOO de m:ixi ma y 100 a 140 de mín ima. Son
ocasio nes con cierto predomin io fronto-temp oral.
sumame nte lábi les, describiéndose encefalopatía h iperte nsiva y
Potenciales Evocados. Sólo algu nos enfermos desarroll aron
paro card iaco.
len tificación del tiempo de conducción central en l a exploració n
el SIADH: Se inicia con debi lid ad, náuseas, cefalea, em bo- de potenciales evocados som atosensitivos.
t.a miento seguido de confusión, conv ulsiones y coma. Se acom-
pa ña de hiponatremia menor de 130 mil iequiv¡,le nles por li tro, Tratamiento: Ya que el mejo r tratainiento es la prevención
es molaridad plasmática disminuida, menor de 270 mosrJJ(g., de las crisis se procederá al estudio exhaustivo familiar deter-
concentración mina ria de sodio superior a 20 meq. por litro con rrúnan do las form as man ifiestas y laten tes de la enfe rme dad y
función renal normal. Frecuentemente el SIADH poco m a ni- mu taciones genéticas.
fies to. El tratamiento comprend e: a) Las cti sis, b) Los pedodos de
remisión, c) Las formas latentes.
O Deshidratación e hiponatremia: secundaria a vómitos e
insu fi ciente reposición de agu a y electrólitos. 1l·a /am ie11 lo de los ataques: Siendo el riesgo de mortal idad
de l 10%, urge esta blecer diagnóstico y trata mi e n to precoz.
g) En ocasiones suele habe r dic.1rrea.
Es tán indicados: a ) Infus ión endovenosa de glucosa 300 a 500
La duración de l cu:idro cl ínico varía desde unos días hast.a grs. diarios, en solu ciones al 25 • 50%; permiten detener las
meses , depe ndiendo de la ca usa des encadenante del di agnóstico crisis con sensible mejoda clínica y disminución de P.1..A y PBG
y tratamien to precoz y adecuado. en s angre y orina. La ali rne.nta ció n por vía oral se d eb e
Polineuropatía de miembros superiores e inferiores con rt?st.ablecer precozme nte co n régi men hi perhidrocarbonado, un
dism i nució n de fu erzas y al tera ciones psicológicas son l as gramo de pro teín as por kil o peso e hipograsa. b) Hemali na ,
sec ue las. Los periodos de rem isió n puede n ser prolongados 1 no actúa como los hidratos de cai·bono, repri miendo la activi dad de
presen tan síntomas o bien éstos son míni mos y m ás frec ue ntes la en zima reguladora y limitante, ALA-S. Dosis: He mat.ina
e n e l premeustruo. liofili zada 100 a 400 mg/día (3 a 5 mg/I(g. ). Arginato de hem ati-
na, 2 a 3 mg/kg. Se administra por vía endovenosa profu nda en
Lab oratori o: Se enc uen tra n el evados en la orin a ALA1 un lapso que oscila enlTe 15 min utos y tres h ora.s, durant e cu atro
PBG y también uroporfiri nas, como res ultado de la co nde n- días o más. La respuesta clínica y bioq uímica puede comenzar a
sación qu única del PBG en porfi rín as. Las orinas son claras las 48 horas. Efectos secund arios: 'l\·omboflebitis, tendencia a la
cuando se emiten pero rápidame nte se obscurecen en presencia hemon-agia, fal lo ren al agu do h·ansi torio. c) Acido Fálico: 30 a 60
de luz. Los valores de PBG son siempre más altos que los de mg/diarios, divididos en tres tomas, actúa estimul ando la actil'i-
ALA. El au mento de precursores y porfirinas puede preceder a dad disminuida de la Uro Sintetasa y por lo tan to n ormaliz ando
la cri sis y pe rmanecer elevado a un des pués de alca n zad a la la co nce ntración de precu rsores ALA y P BG e n la ori na. d)
re misi ón . El índice de porfirin as plasmá ticas (IPP ) es normal y Propa no/o/: 1) Re du ce la activid ad increm entada de l ALA-S,
el ma.ximo de emisión está en 618 nm. En eri trocitos, la act.ivi• dismin uyendo los niveles de hemo libre, que, a su vez, rep!Íme la
dad de la enz ima de am inasa se encuentra reducida hasta el actividad de la enzima por retroinhi bición, 2) Acc ión Beta
50ck ; es conveni en te contar con cifr as normales de la m isma bloqueruite, útil en el trat amiento de la hip erte nsión arterial y
fami li a. taquicardia: Dosis: 40 a 240 mg. diarios. e) Diazepan: debe indi-
También se obsen 1a anemia moderada, aumento de reten- carse con cautela sólo si existen con\-11 lsiones, siempre uni do a
1
ció n BSP, h iponatre mia menor de 130 meq por litro, osmolali - go teo de soluciones concentr adas de glucosa o h emati na. Se
dad pl asmá tic a dis min uid a meno r de 270 mos nr:l(g. y natruri a admini stra n 10 mg de diazepa n in tr ave noso, contin uan do el
super ior a 20 meq/litro. trat a miento metabólico, la corrección de SL<\DH, cdsis h iperten-
sivas etc, O Clorpromacina: Eficaz en el tratamiento de vómitos,
Otros estu dios : Elect romiogra m a (EMG ): La ex ploración des equil ibrio psiquiátri co , dol ores abdo minales y d e miembros
electromiográfica suele mostrar presencia de activi dad espon- inferiores. Se admín islra por vía intramuscular media ampolla
táne a, en reposo musc ula r, consti tuid a por potenciales de fib ri - (12,5 mg) dos o tres veces diarias. Efecto secundario: Hipote nsión
lación y posit.i vos. Ambas manifestaciones son expresión del daño arterial marcada. g) Aspirin a o paracetan1ol: Se u tilizan en el
del axón y de su pérdida de contacto con el músculo. Durante la tratamiento de dolor es abdominales y miembros inferio res . h)
contracción vol untaria, el recl utami ento de unidades mo toras es Agu a y electrolitos; dada la frecuencia del SIADH se efectuará un
pobre y en el conticnzo de la alteración los pote nciales de unid ad estricto balance de ingresos y egresos. F undament almen te ag ua
motora IPUMI son bi o trifásicos. A medida qu e la neuropatía se y sodio. lnicial mente se admin istran 1500 ce de agua en 24 hs.,
extiende en el tiemr,-0 e ingresa en el pedodo de cronicidad, los en forma de soluciones glucosadas, agregando a cada frasco sol u-
PUM se vuelven fragme ntados o polifásicos, hecho que es exp re- ción de cloruro de s odio hip ertón ico al 20% p a r a cubrir los
sión de la reinen1ación que sigue a la denervación inicial. req ueri mien tos diarios o los défi cits de sodio existentes. Si se
El estudio de la velocidad de conducción muestra valores comprueba SIAD H, se limitará el ingreso de líqui dos a 700 ce
levem ente disminuidos. Ello es manifestación de una neurop a- diarios. i) Espirometría: En pres encia de neuropatía periférica,
TRASTORNOS DEL METABOLISMO 1039
realizar espirometria cada dos a tres hs, éontTOlando CVF y VEF; los periodos de remisión, d) estudio familiar y prevención de las
in iciándose traslado a UTI con respirador al comprobar disminu- crisis agudas.
ción progresiva de CVF y VEF, y/o alteración de gases en sanb'Te. a) Trata miento de los ataquos: es simila r a la PAi , es decir
j) Kinesioterapia: Será de iniciación precoz. represión de la enzima limita11te ALA-S con sobre carga de
hidratos de carbono, hematina, propa no]; aspirina o parac-
Ttatamiento de los perradas de remisión. Comprende: a) etanol, para el dolor, control de_S!ADH, etc.
Controles programados clínicos y bioquímicos cada tres meses.
b) Informe detallado de los factores desencadenantes con b) Tratamiento de las manifestaciones cutáneas: como la
prohibición de alcohol, tóxicos, etc., reposo adecuado y régimen intensidad de las lesiones depende del grado de sobreproduc-
hiperhidrocarbon ado con 240 gramos de hidratos de carbono, l ción de porfirinas y de la exposición solar, el tratamiento estará
gr. de proteínas por Kg. de peso, con agregado de 60 grs. de orientado hacia la reducción de las porfirinas en piel, elimjnan-
glucosa diaria y ácido fólico de 30 mgs. diarios, aumentándolo do factores inductores, drogas, alcohol, tóxicos, facilitando la
en el premen struo. movilización Yexcreción de las rnismas y evitando la exposición
Tratamiento de la porfiria latente: requiere dos controles directa a la luz solar. En genera], desaparecidos los signos del
por año e informe de tal la do de los factores de riesgo con ataque agudo, disminuyen las porfirinas y remiten las lesiones
dennatológicas.
prohibición de ingesta de alcohol, contacto con tóxicos, etc.
c) Tratamiento de los períodos de remisión: se indicará, 1)
evitar la exposición solar en lo r,osible, usando ropa adecuada,
ya que las pantallas solares no protegen en ]a zona de 390 a 420
Coproporiiria Hereditaria (CPH)
nm, necesaria en el caso de las porfirias, 2) régimen dietético,
hiperhidrocarbonado con 1 gm de proteínas por I<g. de peso, e
Es poco frecuente. Se caracteriza por excreción aumentada
hipograso, 3) eliminación de factores desencadenantes, 4)
de coproporfirina de orin as y h eces. Durante los ataques va control clínico y de laboratorio cada 3 ó 4 meses.
acompañada ele aumento de ALA y PBG urinarios, que general-
mente vuelven a cifras normales en periodos de remisión. Este d) Estudio familiar genético: clínico y de laboratorio con
cuadro bioquímico es la consecuencia de una falla genética indicación de evitar factores de riesgo en los miembros afecta-
transmitida con carácter autosémico dominante de la CPGasa, dos y cfeduar controles una o dos veces por año.
que se encuentra disminuida alrededor de un 50% en todos los
tejidos. Se manifiesta después de la pube rtad, afecta a ambos
sexos. Existen factores desencadenantes y manifest.acíones típi•
Nueva Poriiria Aguda (NPA)
cas de las porfirias agudas; el 30% de los casos cursa con
marcada fotosensibilidad.
Clínica y Tratamiento: Similar para lo descri pto para la PAl. Es rara, se transmite con carácter rccesivo se caracteriza
por acumulación de ALA en hígado y tejidos, qu~ sé excreta por
orir.a. La falla enzimática se eneuent~a a nivel del ALA-D. Los
signos clínicos y tratamiento son similares a la PAJ .
Porfiria Variega(a (PV)
querati tis ampollosa o erosiva. Tambi én es fre cuen te la hiper- Pro!oporfiria Eritropoyé!ica (PPE)
t.ricosis, sobre todo en las region es externas de }a frente. b) He-
pf,ticas: el compromi so hepático está unido a algunos de los fac-
t.ore s de senca den a nte s , de preferen cia alcoho)isrno , Es una porfüia heredi ta ria que se transmite con carácter
hidrocarburos halogenad os, sobrecarga de hierro, estrógenos, autosómico dominante, con una penetrancia variable. La típica
metales pesados, hepato mas. La asociación con hepati tis cróni- fotosensibilidad cutánea está asociada a una concentración au-
ca acti\'a y hepatitis crónica persistente secundaria a infección mentada de protoporfirina IX en eritrocitos, plasma y heces.
con virus de hep Rtitis Ces frecu ente, también se asocia a hepa- Precu rsores y porfirin as en orina son normales. 'rambién
ti tis B. cirrosi$. fib rosis siderosi s. Las manifes taciones clínicas puede acumularse protoporfirina en hígado; este cuadro se debe
son inespecífícas: astenia, ano rexia, diarrea, distención abdomi- a un a deficiencia en la activiad de la enzima Hemo-Sintetasa.
nal, hepato megcd ia, espenomegalia, signos de hipertensión par- No hay signos neurológicos. Cuando existe complicación hepáti-
le.] y de insuficiencia hepática. ca, la enfermedad puede tener un rápido desenlace fatal .
'J) ·atamie11fo: Consis te en a) eliminación de factores desen• También conocida como enfermed ad de Gunther, es una de
cadenantes, bl protección solar ya que las pantallas sol ares no las formas más raras. Aunque fu e la primera descripta, es here-
cubren el espectro re4uendo para las porfüi as 390 a 420 nm, e) ditari a, se transmite con carácter reces!vo y se caracteri za por
Cloroqui na a dosis bajas de 100 mg. dos veces por semana, con una severa fotosensibi]ización, lesiones cutáneas muti1antes, fo-
cu11tro le::; semanales dura nte dos meses espaciándolos según la
1 ·t.ofobia y anemia hemolítica.
evolución ; dentro ele los 30 a 60 días se aprecia incremento de la Los individuos afectados son homocigotas para el gen auto-
elimin .:1 ción de porfirinas urinarias, para seguir luego un descen- sómico recesivo. Se manifi esta desde el nacimiento. El defecto
so, hast.a llegar a niveles normales. La duración del tratamiento enzimático se localiza a nivel del complejo de la PBGasa y es de
se determina en función de la remisión clínica y bioquímica; en
expresión variable; puede haber disminución de la Isomerasa, o
ge neral ocurre entre los 17-18 meses de iniciado, d) Fiebotomías:
aumento de la Deaminasa o ambas fallas simultáneas. Como
se recomiendan extracciones 300 a 500 ce semanales, seguidas de
consecuencia, ocmTe una masiva acumulación de uroporfirinó-
extracciones quince n:tles o mensuales controlando que la Hb no
geno 1 en tanto que la formación de uroporfirinógeno JII es nor-
descienda de ll gms/dl y el Hto de 40%; la forremia debe perma-
necer en 50 ug/dl. La cantidad de sangre e>.iraída varía conside- ma1. El uroporfi rinógeno l se convierte en coproporfirinógeno 11
rablemente, hasta tener el efecto benéfico deseado. Se efectúan pero como este último no puede llegar a Hemo, uroporfirinóge-
controles bioquímicos seme.ian tes a los analizados con d oroquina, no I y coproporfirinógeno 1 se acumulan en los tejidos y se excre-
siendo los perfiles ele excresión de porfüinas similares. La mejo- tan por orina y heces . En la orina también hay porfirinas de
rb clinica así como el funcionamiento hepático se logran entre 7,6,5, y 3 carboxilos. La excreción de ALA y PB G es normal.
los 9 y los 18 me::es de tratamiento manteniéndose 30 meses y
1
También hay aumento de coproporfirina I en heces. Normoblas-
aún prolongándose duran te años. El efecto beneficioso de la fle- tos y eri trocitos contienen grandes cantidades de uroporfirína l
botomia se basa en al vaciamie nto de los depósitos corporales de y menores de coproporftrina I en heces. Normoblastos y reticu-
hiena, e 1 'n·alamiento combinado de bajas dosis de cloroquina y locitos muestran intensa fluorescencia roja a la luz ultravioleta.
repetidas fl ebotomfas. Simultáneame nte se administra cloquina
a ra zón de 100 mg. dos veces por semana y se efectúan extraccier lifa11ifestacio11es clínicas: las porfirinas acumuladas, en
nes semanales de 300 a 500 ce de sangre hasta que los niveles individuos afectados duran te el desarrollo fetal, hacen que ya,
ori~innles de porfüina descienden a la mitad de los iniciales, lue- desde el nacimiento o pocos días después, se note la excreción
go se hacen dos o tres extracciones más a cada dos sem:tn as, se de orinas rosadas o rojas (es el niño de pañal rosa ); la fo tosen si-
contimia con la doroquina hasta que normalicen completamente
bilidad cutánea, hemólisis intermitente y es plenornegalia pue-
los signos clínicos y bioquímicos. Con este tratamiento, la remi-
de n manifestarse más tarde. Es común también la hipertrico-
sión puede nlcan za rse entre los 30 y los 150 días de iniciado y
sis, eritrodoncia y coloración de los huesos. El paciente puede
prolongarse por años. f1 S-Adenosil-L-Metionima (SAM): produce
un aumento del glu tation hepático, el cual facilita la movilización
morir en su niñez. Con el correr de los aiaos, se observa mu tila-
de.l hien-o libre, ~u transporte por la bilis y elimininación por ma~ ción y profundas cicatrices, que afectan principalmente las zo-
!erial fe cal,· es decir que la SM1 reemplazaría a la sangría. Dosis nas más ex puestas a la luz, como manos nariz, labios y orejas.
1
de 12 a 15 mg./Kg de peso por día durante 20 días. Se administra No hay signos neurológicos.
en combinación con baj as dosis de cloroquina como se ha indica-
1
'11·a tamiento: Debe evitarse completamente la exposición a
do antes hasta remisión clínica y bioquimica que se logra entre la luz solar; en algunos casos la esplenectonúa ha mejorado la
los G0 y 1S0 dias y es asmimismo muy prolongada. anemia hemolítica, excreción de porfirinas y fotosensibilización.
TRASTORN OS DEL METABOLISMO 1041
Reeientemente se ha f.-'nsayado un tratamiento con hipertrans- sencia de agua corriente o servicios sanitarios y, en los nli10s,
fusión Em1guínea: también se han usado hematina y beta carote- contacto con j uguetes a pila que, en ge neral. llevan a la boca
no. pero estos esLudio.:i aún se hall an a nivel experimenLal y no pinturas al aceite (témpera), plast.ilina, pica: etc. Por su forro~
hay todnvia un trstamiento específico adecuado para la PCE. de iniciación, ia intoxicación por plomo puede ser: aguda O cró-
nica. Forma aguda: se observan las siguientes manifestacíones:
Porfirhi Hepa toerilropoyél ica (HEP ): En 1969, Piñel a) Neurológicas: afecta el sistema ner.rios·o periférico con com -
Aguadé dPscribió un nuevo caso porfiria no clasificada con S8ve- promiso variable del sistema nervioso central. Exis te evidencia
rn~ síntomas dt-rmatol ógicos , similares a los de la PCT y la de polineuropatía a predominio motor¡ simétrica más acentua-
1
PC E, y con caracteristicns bioquímicas también combinadas, da en miembros inferiores, acompañada de dolores en panton-i-
que idvnrificó clarament e como hepatoeritroporfiria. Se trans- llas y muslos, que no ceden con el reposo, paresia o parálisis
mite con ·carácter nutosémico dominante. fláccida con hiperreflexia o arreílexia y aún pará lisis respirato~
St' ms.nitiesl.J. en la infancia y es poco frecuente. Se observa ria. El e/ectromiograma muestra polineuropatía axónica grave o
un exce::-0 ele purfirin a e.n orina y eiitrocitos, y es fácihne-nte dife- moderada con velocidad de conducción disminuida, La evolu-
rencia hle de tod.1!-i- las demás porfirias cut.aneas, mediante un es- ción favorable permite una lenla recuperación con aume nto
tudio bioquimico del lipo de por!itinas presentes. La 01i na contie- progresivo de la velocidad de conducción objetivable después de
ne excesivas cantidades de uroporfitinas, heptaporfiri na, hexa, los 4 meses. La lesión del sistema nervioso central se ve en el 2
pcuta y reporfirina. principalmente de las porfirinas de 8 y 7 car- al 12% de los adultos, siendo más frecuente en nifios. Se inicia
h0xilos ;.-· 1,casionalmente de pent<1. En heces predomina isocopro- con cambios de carácter, apatía, insomnio, agitación creciente,
porfüi1rn, ndemas de copro, hexs, hept::i y octa pmiirinas. cefalea, disartria, ata>.-i.a, rigidez, te::.mblor, alucinaciones, con-
vu]siones y coma. En niños suele dar retraso madurativo y/o
En glóbulos rojos se hall a exceso de Zn-protoporfirina. El·
psicomotor. b) Abdominales : dolor tipo cólico, intenso, difuso,
lJ>P es t.ü numentado co n un máximo de emisión a 618 mm. La
que no cede con el reposo, se acompaña de constipación, la pal-
::ict.Í\'Í<lnd el~ b Uro-D erit.rocitnria se encuentra signifi Cativa-
pación profunda suele calmar el dolor. c) Mucosas: Localizadas
me ntt' reclucids, hasta menos del 10% cle lo normal, es decir a
en el borde gingival de las encías formando un ribete de colora-
niveles inc0rnpat.ibks con la vida. Se dice que la HEP es la for-
ción obscura, violácea, llamado ribete de Burlan. d) Hematoló-
nrn homncigot n de 1a PCT. Los patrones de porfirinas urinarias
gicas: Se detecta anemia hipocrómica severa o moderada con
:,011 t>lllDnces simil ares a los de la PCT. Sin E-.mbargo, en la HEP
anisecitosis y punteado basófilo de los hematíes. La anemia es
h.1~• ,,umento de protoporfirina en glübulos rojos, que no se en-
side.-oblásticrr secundaria a defecto en la síntesis del herno. La
rnt:ntr~ en la PCT, pero si en la PPE, donde las porfi rinas uri-
sideremia, la saturación de transferrina y porfirinas están au-
narim:. ::,;ün normales.
mentadas. En médula ósea existe hiperplasia de la serie roja
Los :.· i;fm,~ ch11 irn., son mris serios en la HEP que en la PCT
con presencia de sideroblastos anulares. En ocasiones ha sido
y más parecidos a los de la PCE. Las características de la HE P
descripta anemia hemolítica. e) Impotencia Sexual reversible. O
pueden n ·sumirse entonces así: se manifiesta en la infancia,
Nefro patía: por lesión de túbulos contorneados proximales y
C1J 11 signos similares a los de la PCE, que también empeoran con
distales y en la forma crónica1 fibrosis intersticial y cornpronllso
b edad: hay hirsutimos. Los patrones U.e excreción mi narios y
glomerular. g) Gota e hipertensión arterial secundaria a nefro-
fec3 1son análogos a los de la PCT. Hay aumento <le protoporfiri-
patía: h) Esterilidad, aborto, parto prematuro y muerte fetal.
na en glóbulos rojos. La actividad de la Uro-D está reducida
mris del DO'!'c. Hay ligera hemólisis. La \·ida media del eritrocito
Laboratorio: Se observa significativa disminuc ión del
está lif!errunent e disminuida o es normal.
ALA-D eritrocitazia que es el parámetro más sensible. Aumento
del piorno en sangre mayor de 35 ug/ 100 mi GR, y en orina,
Saturnismo eventualmen te elevación de ALA y coproporfirina lII en orin a y
de protoporfirina en glóbulos rojos. El IPP es normal con un
La intoxicación por plomo es In más frecuente de las porfirias máximo de emisión en 618 mn.
secundarias. A ni vel del metabolismo celular, el efecto más cono-
cido del plomo t'S su acción inhibidora sobre las enzimas sul01i- Forma crónica: Se caracteriza por polineuropatía simétri-
drílicas y un:1 ele las manifestaciones más evidentes de ese efecto ca con disminución de fuerzas, hiporreflexia tendinosa a predo-
<'Sel <lisludiio que produce en la biosintesis del Hemo. Aun a con- mi nio de miembros infe1iores. El daño del sislema nervioso cen•
ctmtrnciones muy bojas, un a de las enzimas más sensibles al plo- tral re,•e la: cambios de carácter, cefa leas, insomnio,
me, e., el ALA-D, tambié n se afecta n la GPGasa y la Hemo-Sinte- irritabilidad, apatía. En ge neral no presentan sintomatología
tasa: ello explica el aumen to en la excreció n de ALA y abdominal o bien ésta es leve. El resto de las manifestaciones
copropmiirina u1ina1ios y la acumulación de protoporfirinas uri- son si milares a las de la forma aguda. Se han descripto tambié n
11~\l'Íns. y la rir.umu1ación de protoporfirina en glóbulos rojos. La efectos cancerígenos.
medida de la activid ad de l ALA-D es un indicador muy sensible
dP un0 intoxicación por plomo aú n más que la plumbemia. Trata miento: ya que el tratamiento más eficaz de la intoxi-
cación por plomo es la prevención, se efectuarán los controles
Manifestacion es clínicas: Son semejantes a las descriptas sanitarios estrictos del ambiente laboral, con especial deteni-
para b PAi a excepción del interrogatorio, que revela antece- miento en emanaciones y deshechos del metal; se mejorará n las
dent{'S de exposición al plomo: laborales, hábitos inconvenientes prácticas higiénicas, hábitos alimenticios, etc.
tales como fum ar o ('(lmer en sitios conta minados , déficit en la Detectada la intoxicación, el paciente será alejado de las
hi~t'ne del rnerpo y ropa, exceso de trabajo (máximo 6 horas), fu entes de conta minación y se iniciará el tratamiento utilizán-
r~sidencia en zonas. con emanaciones o desechos phimbicos, au~ dose: a) EDTA, verse nato disódico de calcio; aumenta por via re-
ALGUNAS CARACTERI ST ICAS CUNICAS Y BIOOUIM ICAS DE LAS PORFIRIAS Y POR FIR INAS o
Á
~-
;!s~ P. P.E. Do minan te infancia SI NO Fequel ALA
PBG N HfülP;,~- c;:>fJ-?011\' co~rrfg Nl l'J a ? ROTO¡¡ i 630
~~ SI NO ALA COPROT i 6 17
e,¡ C.P.E. Domina nte infancia leve CPGasa PBG N COPRO llI i PROTON a T CO PRO llI T (G.R. l
~§
,,_,;z;
TIROS!-
Hereditaria infancia NO SI ALA-D ALAli URO COPRON
PROTON N 617
NEMIA PBG N COPRON PROTO N
Normal: N; Au mentado: Í; (P.C.E.) Poñu-ina Congénita Eritro poyética; (P. P.E.) Protoporfirina Eritropoyética; (C .P.E.) Coproporfirina Eritropoyética; (P.A. L) Po rfirina Aguda Inte rmitente; (C .P.H,) Cer
proporfirina Heredita ria; (H.C.P.) I-Iardero Coproporfi.rina; (P.V. ) Porfirina Va riegata; (N.P.A.) Nu eva Porfiria Agud a; (P.C.T.) Porfrria Cutánea Tardía; (H.E. P.} Hepato Eritro Porfrria; (Pb) Intoxicación
por plomo; (U) URO; (C) COPRO: (G.R.) Glóbulo Rojo; (IPP) Indice Porfirinas Plasmá ticas; (Fequel) Ferroq uelatasa; Va lores Normales de Aclividades Enzimáticas: F: femenino; M: masculino; N: Niños;
U: uni dades= nmoles producto formado/hora; Actividades expresadas en U/m i GR.
(F): 0,794 :t 0,247 (F): 38,74 ± 6,05 (F): 34,2 ± 5,1 (F): 81,5 1 ± 11 UR O 4,00 ±0,25 (Urogen I) · Pb norm al (F. M): < 35
A L A (M): 0,688 ± 0,232 PBGa s (M): 34,63 ± 8, 22 Is o me - (M): 30,6 ± 4,9 De a mi • (M): 73 ,13 ± J 3 D: 21,83 ± 0,50 (Urogen Ill) (µg/ 100 ml GR) (N): < 20
(N): 0,840 ± 0,200 a (N): 32,00 ± 5,00 trasa (N): 30 ,6 • 4,9 nasa (N): 66,74 ± 10 9,0 ± 0,5
TRA STO RNO S DEL METABOLI SMO 1043
ual la excreción de plomo, procedente del compartimiento extra- mas cada 8 hs. por vía oral. Efectos secundarios: fiebre , leuco-
celular y de los depósitos óseos. Indirectamente se elimina el penia, tromboflebiti s, nefrotoxicid ad. d) Terapi a por recambio
plomo de otros tejidos por mecanismo de equilibrio con el de los enzimático: se trata de la transfusión de 500 ce. de glóbulos ro-
huesos. Dosis: 30 mg/Kg diluido en 500 ce de solución glucosa- jos "cargados", por métodos bioquímicos con ALA-D, provenien-
da, a pasar introvenoso por goteo en 4 hs, durante 5 días; repi·
te de dadores sanos. La enzima administrada en esta forma res-
tié ndase el ciclo a 2 ó 5 días. No debe usarse en la insuficiencia
tituye la acti,,jdad del ALA-D a nivel es normales, metaboliza el
renal. El verenato de calcio se presenta al 20% en ampollas de 5
exceso de ALA acumulado y también tendría efecto quelante so-
ce. bl 13AL, dimercaptop ropa nol; análogamente al EDTA, el
BPl, forma un complejo con el plomo y- aumenta su excreción bre el plomo circulante. e) S-Adenolil-L-Metionona- SAM: actúa
pri ncipalmente por via bil iar1 y en menor cantidad por riñan. Se aumentando el glutiatión hepático y cel ular disminuido en la
aplica por vía intramuscular cada 4 hs. iniciándose con dosis de intoxicación por plomo. La mayor disponibilidad de glu atiation
18 mg/kg/día, durante 2 días y luego 12 mg/I(g/día por espacio revie1ie la inactivación del ALA-D, eli minando el metal de los
de 7 días. Está con traindicado en enfermedades hepáticas, las grupos SH activos de la enzima y form ando un complejo aducto
inyecciones son sumamente dolorosas y puede producir fiebre, con el mismo 1 que se elimina por vía biliar. Dosis de 12 a 15
n~Useas, CE;falea. leucopenia. e) D-Penicilamina: aumenta la ex• mg,1{g/día de. preferencia por via oral o bien in travenosa duran-
creción uri naria de plomo. Dosis de 20 a 30 mg/Kg/día1 en t.o- te 20 días.
LIPIDOS*
Q origen < 0.95 750-6000 Triglicéridos e>:ógenos A-1 , A-Il , A-IV, B-4 3,
C-l , C-11, C-III, E
VLDL Pre beta 0.95-1. 00G 280-750 Ttiglicé1idos endógenos B-100, C-1, C-11,
C-lll, E
IDL Pre beta lenta 1.006-1019 250-350 Esteres de colesterol B-100, C-III, E
Tt·iglicéridos endógenos
Q= quilomicrón; VLDL= lipoproteina <le muy baja densidad; IDL= lipoproleina de densidad intermedia; LDL= lipoproteína de baja
densidad; HDL= lipoproteína de alta de nsid ad .
Apoprot~ínas Función metabólica sa in geri da qu e aporta además de cnergia los ácidos grasos
esenciales (linoleico y li nolénico, y la vía endógen a que redistri•
apoA-l Componente estructural del HDL buye la grasa melabolizad a y sintetizad a en el hígado hacia los
Activadora de LCAT diferentes tej idos y de éstos nuevamente hacia el hígado.
En la fi gura 8· 11 se puede apreciar en forma esquemática
apoA-11 ?
este l ranspmte.
apo A-lV '? Facilitaría la transferencia de apoproteí-
Vía exógena: El quilomicrón es la li poproteina de mayor
nas en tre HDL y Q
tamaño, la más liviana, se origi na en el intestino y su función
HJ)O B-48 Componente estructurn l del Q p1ima ria es transport ar la grasa ingerida hacia los teji dos peri-
Necesaria para la secreción del Q fé1icos y llevar el colesterol y las vitaminas liposolubles de la
dieta hacia d hígado, a través de sus remanentes metabólicos :
apo B-100 Componente estructural del VLDL, En condiciones normales se halla n presentes sólo después de la
IDL, LDL ingf:::stión de una comida con grasa y son los responsables del
Necesa1ia para la secreción del VLDL estado turbio que adquiere el suero en ese período.
Ligado para receptor de LDL Los tri glicéridos y el colesterol de la dieta, son incorporados
en el enterocito al qailomicrón que luego es ve rtido a los quilífe-
apo C-1 ? ros intesti nales. Contiene primarianrnnte apo A y B. Luego de
ap,, e¡¡ Acti vadora de LPL entrar en contacto con las HDL, en la li nfa y el plasma, adq uie-
re las apo C y E, convirtiéndose en quilomicrón maduro que es
aµo C-lll Inhihidora de LPL hidrolizado al pasar poi: los capilares adiposos y musculares,
por la lipoproteinlipasa (LPL), ,nodulada en su acción por las
apo E Ligado para receptor de LDL apo C.
Probable ligado para receptor hepático apo E La LPL es sintetizada en el adipocito y en las células mus-
LCAT=l ecitino colesterol acillransferasa; LPL=li¡,oproteinlipa- culares, luego de ser secretada es trn nsportada a través de la
s~ célula endotelial en cuya superficie hidroliza los triglicé,idos de
las partícul a$ ricas en los mismos (Q y VLDL) . Luego de la hi-
T~bla 2. Fu11cio11es de los opoproteinas. drólisis la LPL queda unida a los remanentes de Q pudíendo
desempeñar un papel en su re moción por el hígado.
Los ácidos grasos provenientes de los triglicéridos son oxida-
son nrn.rcadores de especificidad en la unión con receptores e in - dos con fin es energéticos en el músculo o resintetizados a trigli-
tercnmbindores de componentes de las lipoproteínas como se céridos y almacenados en el teji do adiposo. La mayoria de los
puede ap reciar en la tabla 2. triglicéridos en el adipocito entra n por este mecanismo (LPL),
ya que es poca la lipogénesis de novo a partir de la glucosa en el
tejido adiposo humáno.
Luego de la hidrólisis y la remoción de componentes de la
T,·ansporte de lí pidos y metabolismo de las lipop roteínas superficie queda una partícula de menor tamaño llamada rema-
nente de qu ilomicrón que es reconocida por receptores específi-
cos a ni vel del hígado donde es metabolizada, pasando el coles-
El trnns porte de lipidos sigue en el organismo fund amental• terol de la dieta al pool de colesterol hepático.
mente dos. vins; ln vía exógeno encargada de vehiculizar le gra-
TRA STORl,10S DEL METABOLI SMO 104 5
VIAEXOGENI\
YIA ENOOGENO.
GRASA.]~
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R~cep-t.oru lDL
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l R"'~" ~
l'BffiflnHI\ I
o
Q
R~ nta
~E-e,\ o
;&o~
~ Fig. 9-11: Metabolism o de
=s•,~'D ~:, ,
la s lipoprot eínas.Modifica-
do de M. S. llrown y J. L.
Goldstein: Bases farmaco-
lógicas de la Terapéutica.
Good man y Gilma n, 7a.
ed.
Vía endógena : Les hepa tocitos acumul an continuamente posterioridad por el hígado y por tejidos extrahepáticos (fi gura
trigli céridos a partir de la ca ptación de ácidos grasos li bres 9-12). Hay dos mecanismos que permi ten esta ca ptación. El µri-
plasmáticos y de los remanentes de quilomicrón, como también mero es un proceso saturable responsable de alrededor del 80%,
de la síntesis in situ de ácidos grasos a partir de acetil CoA. Los de la captación, mediado por receptores de LDL situados en la
c1cidos grasos en el hepalocito pueden entrar a la mitocondria superficie de diferentes células. El segundo es un mecanismo no
donde son oxidados o pueden permanecer en el citosol y ser es• satu rable, inde pendiente de receptores. Casi el 90% de éstos se
terificad os para formar triglicé1idos. localiza en el hígado y en el intestino. El proceso independiente
Estos procesos son regul ados por ca mbios en los niveles de de receptores está distribuido en muchos tejidos (alrededor del
insulina y glucagon. Así, mientras el último aumenta la capta- 30% del mismo se halla en el hígado). Cuando la actividad de-
ción mitocondrial, la insulina la disminuye mediante la regula- pendiente de receptores es muy baja, el transporte indepen-
ción de la acil carniti na transferasa. La insulina ind uce tam• diente constituye el mecan.:iimo predomi nant~.
bi én la ac tividad de las enzimas li pogénicas en el hepatocito Los recepto res para LDL se hallan a nivel de las membra-
que regul an la síntesis de ácidos grasos . nas celulares, en los pozos de receptores. Estos son internali za-
Los triglicéridos sintetizados en el hígado junto con los éste- dos en forma de vesículas y en el citoplas ma se funden con los
res de colesterol son incorporados al res to de la monocapa lipo- lisosomas.
proteica (fosfolípid os, colesterol libre y apoptro teína B 100) y se- Por activid ad hidrolítica de las enzimas lisosomales los éste-
gregados como VLDL. Esta se encuentra normalmente presente res de colestrol son hidrolizados a colestorol libre que atraviesa
en el plasma en el periodo postprandial mediato, hallándose a la membrana lisosomal para entra r al co mpartimiento citoplas-
veces, en ayunas, en pequeñas cantidades. Un a vez segregada a máti co, siendo usado para la síntesis de membranas, hormonas
la circulación s ufre una degradación similar al quilomicrón. AJ u otras sustancias derivadas del colesterol y necesarias para ca-
descargar parte de sus tri glicéridos se origina una partícula da célula en particular.
más pequ eñ a, la IDL. Esta puede ser incorporada al hígado por El colesterol intracelular ejerce ademas funci ones regul ato-
endocitosis mediada por receptores para LDL (receptor ll-E) o rias:
seguir hidrolizando sus triglicéridos por acción de la triglicéri• !-Inhibe la síntesis de hidroximetilglutaril Co A reductasa
dohidrol asa hepática hasta convertirse en LDL. (HMG Co A r), enzima llave en la síntesis de colesterol end óge-
Aün cuando la LDL se forma en condiciones normales en la no. .
cascada metabólica a partir de la VLDL y contiene la misma
cantidad de apo B 100 por partícula, se ha comprobado la secre- 2-Activa a la acil Co A colesterol acil transferasa (ACAT)
ción directa de IDL y LDL por el hígado en pacientes con hiper- que esterifica al colesterol con el ácido oleico para necesid ad es
colesterolemia familiar homocigota. futuras.
Su fun ción principal es transportar al col esterol sintetizado 3-Suprime la síntesis de receptores para LDL, con lo cual se
en el hígado hacia los tejidos periféricos. La LDL es captada con inhibe la posterior captación de esta lipoproteina.
1046 SElv\lOLOGI A, SEMI OTECN IA Y MEDICINA INTERNA
(-)slrtesis ~ -os
LOL
ºº
Fig. 9-13: Metabolismo de
LDL.
!,. li posoma. ACAT. ácido
El colcsh~rol en exceso en la célula puede liberarse como co- Grnn variedad de afecciones producen elevación en las con-
lesterol libre con intervención de las HDL y la lecitinocolest.ero- centraciones de una o más 1i poproteínas plasmát.icas y son de-
laciltra11Sferasa (LCAT). tectadas habitu almente por el incremento del colesterol y/o tri-
La HDL participa en el intercambio de apoproldnas y de Jí. glicétidos. Un aumento ais1aclo de triglicéridos indica presenci a
pidos con los Q, VLDL e IDL y actúa como aceptadora de coles- de Q o VLDL, la elevación aislada de colesterol, en general, se
terol libre de los tejidos. debe al au mento de LDL. Cua ndo se prod uce la elevación de
La HDL se origi na fund amentalmente en el hígado y en el ambos, pod emos sospechar una elev ac ión rr:arcada de Q o
intestino. Participa en el intercambio de apoproleínas y de lípi· VLDL en cuyo caso la relación Tr/Col será > 5,1 ; una combina -
dos con los quilomicrones, VLDL e IDL y actúa corno receptor ción de VLDL y LDL en cuyo caso esta relación habitualmente
del colesterol libre de los tejidos. Ac túa como receptor de fosfolí- es < 5,1 o, en ocasiones de IDL que podrá ser reconocida por
pidos (en especial lecítina) y de colesterol libre. electroforesis.
La LCAT, asociad a con la HDL, remueve un ácido graso de Bas ados en datos proveniantes de estudios epidemiológicos
la !ecitina .transfiriéndolo al colesterol produciendo lisolecitina y experimentales se ha llegado al consen so de aceptar como va-
y ésteres de colesterol. Estos son transferidos luego de la HDL lores deseables para la pobl ación ad ulta:
al hígado o a otras lipoproteínas mediante la proteína de trans-
ferencia de ésteres de colesterol (CETP).
En síntesis la función esencia! de la HDL es transportar al Coles terol Total < 200 mg/d l
colesterol desde la perife ria hacia el hígado siguiendo un cami- Colesterol LDL < 130 mgldl
no inverso al de la LDL.
Colesterol HDL > 40 mg/dl
La HDL naciente, de forma discoide, por acción de LCAT y
apo D modifica su contenido y adquiere conformación esférica T,iglicéridos < 170 mg/dl
(HDL 3), con alto contenido en apo A y C. La HDL 3, a su vez, Colesterol total / Colesterol HDL < 4,ó
por acción enzimática se carga de lípidos y apoproteínas de la
interfase (apo El convirtiéndose en HDL 2, la lipoproteína más Niveles de colesterol > 240 mg/di son con siderados como
importante en el transporte reverso del colesterol. francamente elevados , mientras que aquellos comprendidos en-
tre 200 y 239 mg/dl se consideran ' borderline" o límite.
Los lípidos mencionados previamente corresponden al estu-
Hiperlipoproteinemias dio núnirno que debe pedirse a lodo individuo en quien quere-
rnos descartar una alteración lipídica. En general con este eslu·
di o, la observación del suero Yla historia clínica del paciente es
Las hiper!ipoproteinemias son alteraciones en el transpo,te
posible orientarnos en el tipo de anormalidad lipoproteica pre·
de los lípidos caracterizadas por el aumento de una o más fami•
sen te. A veces es necesario efectuar un lípidograma electroforé-
lias de lipoproteínas circulan tes. Pueden ser debidas a errores
tico cuando se s,,specha la elevación de partículas de densidad
congénitos del metabolismo o ser secundarias a una variedad de
inte rmedia (banda ancha, beta-prebeta) o presencia de quilomi-
patologías.
crones (ban<la en el origen).
Su impo rtancia reside fu ndamentalmente porque pueden
ser las responsables de cardiopatía isquémica prematura y, en El estudio mínimo debe ser efectuado a todo individuo ma-
olros casos, de pancreatitis recurrentes. yor de 20 ar.os y en niños y adolescentes ante la presencia de:
TRASTORNOS DEL METABOLISMO 1047
l•Signos indicadores de alteración lipídica como xantomas. Tipo V: Aumento de quilomicrones y de prebetalipoproteínas
2-Antecedentes familiares de dislipemias. (colesterol moderadamente elevado y triglicéridos muy ele-
vados). Suero lechoso que separa capa cremosa en la su-
3-Antecedentes familiares de alteraciones cardiovasculares
perficie quedando el infranadante turbio cuando es dejado
{infarto, muerte sUbita, etc.) de instalación precoz(< 55 años en 24 hs, a 4ºC.
hombres o < 65 aüos en mujeres).
Puede ser aplicada tanto a hiperlipemias primarias como a
4-Patologías que cursan con alteración del metabolismo lipí- secundarias.
dico (diabetes, hipotiroidismo, obesidad, etc.)
5-0tros factores de riesgo coronario (hipertensión arterial,
hábito de fumar, consumo de anticonceptivos bucales, etc.) Correspondencia entre los fenotipos y las principales hiper•
lipemías. (Tabla 3)
Para realizar este estudio es necesario contar con un ayuno
previo de 12 hs., que no es imprescindible en el caso de medir
únicamente la colesterolemia, cuyo dosaje puede hacerse sin Esta clasificación tiene carácter fenotípico, ya que nos seüa-
ayuno previo. la solamente que lipoproteínas ~stán alteradas. Algunos de los
No hay que efectuar el mismo mientras se está cursando patrones, como veremos, pueden ser la manifestación de distin-
una enfermedad aguda (enterocolitis, síndrome febril, infarto tas enfermedades.
agudo de miocardio, etc.i. No hay que modificar los hábitos ali- En la actualidad se conocen una serie de enfermedades ge-
mentarios antes del primer examen y, cuando queremos contro- néticas bien definidas 1 cada una de las cuales tiene un pronóti-
lar un paciente con medicación hipolipemiante, ésta no debe ser
co y tratamiento particular.
suspendída antes del estudio. Desde un punto de vista práctico podremos dividir a las hi-
perlipemias según el lípido cuyo aumento es predominante.
Fenotipos Hiperlipemia
P1imarias Secundarias
Tabla 3
En est a afección encontramos sue ro límpido con elevación La hipercolesterolemia fa miliar heterocigota se encuentra
importante de la coleslerolemia (por aumento de las LDL), que en un 5% de los pacientes con IAM. El diagnóstico clínico se ba-
en los heterocigotas oscila alrededor de los 350 mg/dl (270-540 sa en el nivel de colesterol de LDL elevado en dos o más miem-
mgldl1 y en los homocigotas en los 650 mg/dl, pudiendo llegar bros de la familia y la presencia de los xantomas tendinosos. En
en ocasiones a superar los 1200 mg/dl. Las ci fras de lríglicéri- laboratorios muy especializados se puede realizar la medición
rl0s habitualmen te son normales, aunque ocasionalmenee se ob- de receptores. ·
servan leves elevaciones. Por lo tanto el fenotipo de expresión Responden poco a la dieloterapi a. Con terapéutica medica-
~s lla y Ilb. mentosa se pueden obtener descensos de LDL del 30 al 50% en
Las numifestaciones clínicas son más importantes y preco- los heterocigotas. Algunos homocigotas responden modestamen-
ces en los homocigotas. Lo mas caracte1ístico es la presencia de te a la medicación pero generalemente requieren LDL aféresis
xa ntomas, sobre lodo tendinosos (tendón de Aq uiles, rodill as, para remover las LDL y evi tar la aparición de cardiopatía is-
codos, dorso de la mano! pero también tuberosos y planos (xan - quémica prnmat.ura.
telas mas, int erdigitales, etc.) El gerontoxon o arco cornea] es El shunt poito-cava, el trasplante hepático y la terapia géni-
otra manifesta ción de deposito de ésteres de colesterol prove- ca están aún en el tene no experimental.
nientes de LDL. Uls xantomas comienzan en la primera infan-
cia en los hom.ocigotas y m;is tardiament.e (pudiendo no presen-
t.arse I en los hetero,igotas. Hiper alfalipoproteinem ia
Pueden tener mayor prevale ncia de estenosis aórtica por in-
fi ltración grasa con ateromatosis y calcificación posterior (sobre Se presenta con colesterolemia levemente elevada, pero este
t< r.lo en los homocigotas}. Estos Ultimas pu eden presentar t.am~
1
aumento es debido al incremento de las HDL, cuyo colesterol
bién poliéutrit is migratiz (artropatía por crista les). está por encima de 70 a 80 mg/dl. Es au tosómica dominan te y
No ha~, mayor frecuencia de di abetes ni de gota y en general
se asocia con longevidad.
no son obesos si no de contextura delgada. El riesgo aterogénico Por lo tanto lo único que debemos hacer es diagnosticarla
es muy elevado.
pero no trata rlas.
Frecuentemente la primera manifestación clínica es la arte-
rosderosis coronaria prematura. Es habitual la presencia de in-
farto agudo de miocardio OAM) en los hombres en la cuarta o
quinta décad a y en las mujeres una década más tarde. En los Hipercoleslernlemia poligénica
homocigotas se instala, alrededor de los diez años en los que no
ti enen receptores y a los veinte años en aquellos con receptores No es debid a a un solo gen mutan te sino a una compleja in•
defectuosos. teracción entre múlti ples factores genéticos y ambientales. Se
TRASTO RMOS DEL METABOLISMO 1049
la encuentra en al rededor del 10% de lós familiares directos. Es Hipertrigliceridemia endógena fam il iar
ln mtls frecuente de las hipercolesterolemias primarias 1 siendo
responsable del 30 al 85% de las mismas. La patogénesis no es
bi en conocida. El suero es límpido con elevación moderada de la Es una afección frecuente debida a un trastorno autosómico
colesterolemia. Suele comenzar en la edad ad ulta expresándose dominante caracterizada por la elevación de la concentración
con los fenotipos Il a y lib. plas mática de VLDL. Aún cuando no se conoce con precisión la
No presenta xantomas y en general responde bien a la res- patogénesis habría un aumento en la sí ntesis hepática de
tric.:ción de grasa aunque a veces requiere med icación para nor- VLDL rica en triglicéridos. El aspecto del suero puede ser opa•
malizar los niveles ele LDL. lecente au nque puede llegar a ser francamente lechoso en los
casos de gran elevación <le triglicéridos. En general la hi pertri-
gliceridemia es moderada, siendo el feno tipo de expresión IV.
El nivel de LDL es normal mientras que la HDL. esta enri-
Défi cit de LPL
quecida en triglicérido y deplecionada en colesterol y la fracción
apo A-1 presenta un catabolismo acelerado.
Es debid a a un trastorno monogénico autosómico recesivo Se manifiesta habitualmente después de la pubertad o en el
caracte rizado por la ausencia de actiYidad de la LPL. Las mani - adulto jove n. No suele cusar con xantomas y es frecuen te la
fest.aciones clín icas aparecen únicamente en los homocigolas ya obesidad, la alteración del meta bolismo hidrocarbonado (cu rva
que los heterocigotas presentan una deficiencia del 50% de la alterada o hiperglucemla franca), hiperinsulinemia1 hiperurice-
actividad li pohtica pero son clínicamente normales. Es rara mia e hipertensión.
presentándose en l: 1.000. 000. El riesgo aterogénico está incrementado. En general presen-
Como resultado del déficit del LPL los Q no pu eden ser me- ta buena respuesta al descenso de peso aunque puede llegar a
tabolizados normalmete pudiendo persistir durante va1ios días
necesitar terapéutica medicamentosa. Hay que evitar los facto-
e.n ausencia de ingestión de grasas.
res descompensantes como diabe tes mal control ada excesi.vo
Los niveles de colesterolemia son normales o levemen te ele-
consumo de alcohol, medicación anticonceptiva bucal ~on estró-
vados ron triglicéridos que pueden llegar a superar los 10.000
mg/dl. El fe no ti po de expresión es l. genos, diuréticos (sobre todo tiazídicos), beta bloqueantes, glu -
Se manifiesta en la primera infancia con dolores abdomina- cocorticoides, etc .
les acompaii ados por pancrestitis recu rrentes. En los capil ares
pancreáticos los Q son expuestos a pequeños cantidades de lipa-
sa pancreáliut que hidroliza parcia lmente los triglicéridos y fos- Hípertriglicerid em ia poligénica
folípidos generando prod uctos nocivos (ácidos grasos 1 lisoleciti-
na , etc.·) que, al romper las membranas tisulares liberan más
li¡,asa, pudiendo eventualmen te generar una pancreatitis ful- Al igual qu e la hipercolesterolemia poligénica no presenta
mi nante. elevación importrulte de triglicéridos y responde a factores am-
En el 50'7,c de lv~ casos se presenta xantomatosis eruptiva b1entales.
cuando el ni vel de t.rigliceridem ia es elevado (> 2000rngldl). Es-
tos xantomas pred ominan en las zonas de roce (g lú teos, codos}
etc.). Aparecen rápidametite y tardan en involucionar solo algu- Hiperlipemia V fam il iar
nas semanas con una dieta sin grasas.
La presencia de hiperquilomi croncmia y las manifestaciones
clínicas hacen sospechar e] disgnóst.ico que se confirma al ha- Presenta hipertrigliceridernia importa nte, por encim a de
llar un déficit en la actil'idad li politica luego de la infusión de 1000 mgVdl, por aumento de Q y VLDL. El déficit subyacente
heparina. Los niveles de Q y la sintomatología responden bien a no está perfectamente definido pero hay sobreprod ucción de
la supresión de la grasa alimentaria VLDL, como asimismo disminución del cataboli smo de las lipo-
Debe tratar de mantenerse los niveles de triglicéridos por proteínas ricas en triglicéridos, con al teración en la síntesis de
debaj o de J000 mg/dl; por lo tanto las dietas deben ser pobres apo E.
en grasas (alrededor de los 20 grs.) Algunos autores la consideran como una forma descompen -
sada de la hi pertrigliceridemia endógena, aunque otros opina n
que se trata de una entidad independiente.
Déficit de apo C II Su frecuencia es de 0,2 a 0,3% de la población. El suero es
francamente lechoso siendo el fe notipo de expresión V pero con
el tratamiento puede virar a IV.
Es una rara alteración autosóm ica recesiva debida a la au~
Las primeras manifes taciones aparecen en el adulto joven
sencia de la apoproteina C II , cofactor esencial para la LPL.
aunque pueden ocurrir más tempranamente.
Su frecuencia es de 1: 1.000.000. Se produce un síndrome si-
Entre el 30 y el 50 % de los casos presenta n xantomatosis
milar, aunque no idéntico, al déficit de LPL. Al no activarse la
LPL, los Q y las VLDL se elevan produciendo un suero lechoso. eruptiva ante trigliceridemia mayor a los 2000 mg/dl. Con alta
Su fenotipo de expresión es I o V. Comienza más ta rd íamente frecuencia presentan pancreatit.is recunentes,
que el déficit de LPL (se han descripto comienzos entre los 13 y Es común la al teración del metabolismo hidrocarbonado.
60 aiiosl siendo la manifestación clínica más importante la pan- Pueden presentar polineuropat.ía, infiltrados grasos en parótida
creatitis recurrente. Raramente presentan xantomas. La trans- y médula ósea . Entre un 30 y 50% de los pacientes presentan
fusión de plasma normal (que contiene ab undante apoproteína hiperuricemia, pudiendo dar síntomas de gota en JO a 20% de
C 11) produce un descenso importante en los niveles de triglicé- los afectados .
ridos circulantes. El diagnóstico de certeza se hace dosando la El riesgo aterogénico está incrementado, encontrándose esta
apoproteín a de las VLDL. afección en un 1 a 2% de los sobrevivientes de 1AM.
1050 SE MI OLOGI A, SEMIOT ECNIA Y MEDICINA INTERNA
Es debida a la alteración en la estructura de las apoproteí- La fin alidad del tratami ento de las hiµ erlipernias es corregi r
nas E que se transmi te en fonna autosómica recesiva. Para que las fracciones lipídicas al teradas para e,,ita r la aparicion, impe-
se exprese clínicamen te requiere la presen cia de factores am- dir la progresión, y aún conseguir la r.egresión de ateromatosis
bien tales y/o genéticos que alteren el metabolismo lipídico. El Y, en el caso de las hipertriglicerídemias importantes, impedir
gen para la apoproteír.a E es polimorfo on la població n. Hay la instalación de pancreatitís ag udas que pueden llevar al óbito
tres al elos principales E2, E3 y E4 que dan lugar a diferentes al paciente.
isoformas de apoproteína E. Las seis combinaci.:ines ge.not.ípif.'.ls Para lograrlo disponemos de varios recursos terapeúticos:
son: E2/E2, E3/E3, E4/E4, E2/E3, E2/E4 y E3 1E•l La apo E2 1- Dietoterapia
presenta una unión defectuosa con los receptores 8-E si se com-
2- Ot ras modificaciones del estilo de vid a (supresión del ci-
para con apo E3. Solamente los individuos que son ho:nocigot.as
garrill o, a ume nto de la actividad físi ca , etc.)
para el alelo E2 (genotipo E2/E2) presentan esta alteración li pí-
dica. La frecuen cia de este genotipo es de l:I0ó en !a población 3- Medicación farmacológica
pero el de las dis betaliµo protein emi as es sólo de 1:10.000. Se 4- Medid as de excepción (LDL aféresis, corto circuito íl eoce-
cree que ello se debe a que el défici t puede ser parcialmente ~aI, anastomosis portGcava, t.ransplante hepático): en al-
compensado por otras apoprotcínas, como la 848 y Bl00 que gunos casos do hipucoleste1,:1lemia familiar que no res-
tambi E:n pueden unirse a los receptores de los rema nentes de ponden a los otros recursos.
qui lomicrones y de las IDL respectivamente. Por !o tanto darán
ex presión clíni ca únicamente cuando esta compensadón no es La dietoterapia es la medida terapéutica inicial y debe con-
adecuada (otra alteración lipíd ica presente}. · tinuarse en forma permanente, sin interrupción aún c.uando se
decida agregar medicación h.ipolipe rniant.e. S u objetivo general
Como la apoE es una proteína que nocma\emcnte sr.: encuen- es normalizm los valores lipídicos alt.erados, fuiid arne ntal me n-
tra en la estructura de las partícu la s de densidad in~ ermedi a te, reducir el nivel de colesterol de LDL, rn3nteniendv un buen
(rernan e. ntes de Q e IDL) e inlr:rviene en la ca ptaciór1 de est:is estado nutri-.:ion al.
por sus respectivos receptores, al no ser reconot:ida la isoforma L:i regla básica ini cial es alcanzar la normalización del peso
E2 por los mismos, se produce su acumulación. con lo cual se logra reducir d icazm6-nl.e la hipertriglirniidemia
El suero se presenta claro o levemente tmbio c0n aumer.to y, en menor grado, la hipercolosterolemia.
por igu al del coleste ro l (300 500 mg/dl) y de lrig!icéridos (300 L 1s principales características de la dieta son:
900 mg/dll. El fenotipo de expresión es !ll. -Disminucion de la grnsa satu ra.da
Generalmente las manifestaciones clín icas comienzan des- -Disminución del colestei-ul
pués de los veinte aúos y son característicos los "st.risla palma- -Aumento de la fibra soluble ·
ris" (estrías amarillas en los pliegues de la palma) y xantomas Se comien za, por lo tant.o, cvn una dieta prudente cuyas ca-
tu berosos y tuberoeruptivos (manos, codos, rodillas). Con me nor racteristicas son:
fre cuencia pueden halla rse xantelasma s y gcrontoxon. Es co-
1- Calorías: necesarias para alcaza r y m.antener un peso sa-
mú n la asociación con otras alteraciones me tabólicas como dia-
ludable
betes, hipotiroidismo y obesidad. El riesgo para las afecciones
cardiovasculares isquénticas es elevado. 2- Grasas: menos de 30% del valor calórico total (YCT).
Acidos grasos satu rados. Menos del 10% del VCT
Se sospecha el diagnóstico ante la presencia de los striata Acidos grasos monoinsaturados 10% del VCT.
pal maris y niveles elevados por igu al de colesterol y triglicéri- -Aeidos gr1>os poli-insuturados: 10% del VCT
dos y es confirmado por la banda ancha en el lipidognma y el Colesterol: Menos de 300 mg/día.
hallazgo .de la isoforma E2/E2 por isoelectroforesis. Relación ácidos grasos poli-insaturadoslácido5 grasos sa-
turados: 1-1,3
3- Carbohidratos: 55 al GO% del YCT con predominio de po-
Hipedipemia com bin ad a familiar lisacáridos
4- Proteínas: 10 a 20% del YCT
Se hereda como un trastorno autosómico dominante. Alrede- 5- Fibra soluble: 20-25 gramos/di:!
dor del 50% de los famili ares directos presentan hiperlipidemia. 6- Alcohol: No exceder los 30/6(' mi/día
Sin embargo los niveles y tipo de !ipidos son vatiables en los di- 7- C!Na: ,J.5 g/día
ferentes miembros afectados así como en dist.intos momentos de
un mismo individuo. Alrededor de 1/3 tienen hipercolesterole- En caso de tratarse de hipercolesterolemia severa se puede
rnia (fenotipo Ha ) 1/3, hipert11 gliceridemia (fenotipo IV) y 1/3 la disminuir aun más la grasa total, llegando al 20% de las calo-
elevaci ón de am bos (fenotipo Ilb). rias, bajar la grasa saturada a mrnos del 7% y el colesterol de
la dieta a me nos de 200 mg por día.
Es frecuente la disminución de HDL. Se observa en el 0,5 a
Ante una hip<rtrigliceridemia endógena, a la dieta prudente
J% de la población general. hay que agregarle la supresión de azúcares de rápida absorción
Aunque no se conoce con precisión el defecto metabólico h ay (mono y disacaritlos) y de alcohol. .
sobreproducción de apo B100. Aparece luego de la pu bettad. No En caso de tratarse_de una hipertriglicetidemia e,:ógena hay
oresenta manifestaciones clínicas características. Por su gran que disminuir eu form a sustancial la grasa de la dieta, pudien-
~terogenicidad está presente en un 10 a 20% de los pacientes do sustit.uirse parte de la misma por triglicéridos de cadena cor-
con coronariopatía prematura. La prese ncia de obesidad, hipe- ta y mediana, que al absorberse no van a formar parte de los
ruricemia e intolerancia a 1a glucosa es frecuente. quilomicrones .
TRASTORNOS DEL METABOLI SMO 1051
Aún cuando la cantidad y tipo de grasa son los componentes haber un descenso del colesterol total y del colesterol del LDL
de la dieta que han recibido más atención, virtualmente todos del 10 al 20%.
los dem3s (calorías, carbohidratos, proteínas , alcohol, viatami- En el caso de las hipercolesterolemias la indicación de la te-
nas,etc.) afectan en mayor o menor grado a los lípidos plasmáti- rapeútica dependerá del riesgo aterogé nico del paciente y éste
cos. se encuentra condidionado por tres factores:
La grasa saturada es el facto r dietético más importante que 1- Nivel del colesterol del LDL
contribnve de manera relevante a elevar el colesterol plasmáti-
co. Su a~ción se debería a la reducción en el número y/o afini- 2- Presencia de otros factores de riesgo
dad de los receptores celulares para las LDL. No todos los áci- 3- E>~stencia de manifestaciones cardiova.scu lares.
dos grasos saturados tienen la misma capacidad para elevar el
Se conside ran como factores positivos de d esgo:
colesterol. Así el ácido esteárico n:duc~ en forma significativa
1
el colesterol en comparación con un a dieta rica en ácido palmí- 1- Edad: hombre mayo r de 45 años. Mujer mayor de 55 años
tíco trápida conversión de l esteá rico en oleico). La srasa sa- o con menopausia precoz
t urada en su mayor parte es de origen animal (prod uctos lác- 2- Historia famili ar de cardiopatía isquémica prematura
teos, carne, embutidos, etc.) aunque se la encuentra también (hombres en parentesoo de primer grado co n 1AM o
en el reino vegetal (fundamentalmente en el coco, cacao y acei - muerte súbita antes de los 55 años y mujeres menores de
te de palma). 65 años).
La carne bovina argentina, produ cida en sistemas extensi-
3· Hábito de fumar.
vos de pastoreo, tie ne menos grasa tot al, menos grasa saturada
y colesterol y más ácido linolénico que la producida en sistemas 4- Hipertensión art~rial
intensivos "feed lot" (EEUU y Europa). 5- Niveles bajos de C-HDL (menor a 35 mg/dl)
Los ácidos grasos poli-insaturados mnega-6 (ácido linoléni- 6- Diabetes mellibs
co) producen disminución del colesterol plasmático total, redu-
ciendo también el de las HDL. Aumentan las excreción de este- Niveles de C-HDL mayo res de 60 mg/dl se consideran como
roles fecales pero , adminis trados en cantidades importantes , factor de Tiesgo negativo, en cuyo caso se anu la un factor de
pueden generar, por oxidación de sus. dobles ligaduras, peróxi- desga.
dos e hipcróxidos con produción de radicales libres, nocivos pa- Así se pueden establecer tres niveli:s de riesgo
ra el organ ismo. Los aceites vegetales (girasol, r:::1aíz, uva, soja, 1- Riesgo menor: Sin cardiopatía isquémica ni otros factores
cá1tamo) son alimentos ricos en estos ácidos grasos . d0 ri~s.io
Los ácidos grasos poli-insaturados omega-3 (eicosapentae- 2- Riesgo intermedio: Si!l cardiopatía pero con dos o más
noico y docosahc~:ae noicol, provi stos fondamenta lmente por los factores de tiesgo
pescados y sus aceites, reducen los tri glicéridos de las VLDL 3- Riesgo intenso: con manifestación de cardiopa tía u otra
por inhibición de su síntesis hepñtica y, en menor medida, tam- afo 1:ción vascular aterosclerótica
bién el colesterol tota l. Presentan asimismo un efocto ant it.rom- De acuerdo a ello la indicación terapeútica y la meta a al-
bótico (i nhibi ción de la producción de tromboxano J>.:2 en las pla- canzar se resumen en la tabla 4 (recomendación de NCEP
quetas) y a n tinílamatorio (inh ib ición de la síntesis de Adult Treatment Panel II JAMA 269: 3015, 1993).
leucotrieno 4). Con respecto al tratamiento de la hipertrigliceridemia nu
Los ácidos grasos monolnsaturados (oleíco) reducen el coles• hay un consenso unánimet pero en general se admite que está
tero! total y el colesterol de LDL sin disminuir la fracción de in dicado, comenzar con dieta cuando los niveles exceden los
HDL. Su fuente principal es el aceite de oliva. 200 mg/dl. Con niveles supe1iores a 500 mg/dl persistent,is hay
El colesterol de la dieta presenta un efecto hipercolesterole- acuerdo general en agregar fármacos pero , aún con niveles de
miante que es menor al de la grasa saturada. 200-250 mgVdl con valores bajos de HDL e histoda personal o
Existe una apreciable variabilidad individual en la respues- familiar positiva para cardiopatía isquémica es recomendable
ta al colesterol ingerido, in fluenciada, entre otros factores por el agregar medicación si no hubo con-ección con la dietotcrapia.
tipo de ácidos grasos presentes en la alimentación , el nivel ba- Se recun.irá a lvs fármacos cuando no se logren los objetivos
sal de colesterol, etc. El colesterol se epcuentra únicurnente en con la dietoterapia mantenida en forma estricta durante un pe-
el reino animal, siendo ricos en el mismo la yema de huevo, las ríodo de tiempo lo suficientemente prolongado. La elección de la
vísceras y !a grasa animal en general. droga apropiada depe n<lerá de su mecanismo de acción sus 1
La fibra dietética soluble (pectin as, gomas, etc) OJigina, al efectos colaterales, el t.ipo de alteració n li pídica presente, la
Eer atacada por )as bacterias intestinales 1 ciertos ácidos orgáni- edad del paciente, como asimismo la impor tancia del tiesgo ate-
cos que, al absorberse, inhiben parcialmente la síntesis de co- rogénicv.
lesterol. Las fuentes más importa ntes de fibras solubles son las En la tabla 5 se pueden ver los principales fármacos con sus
legumbres, las frutas cítricas y el salvado de avena. dosis habituales y en la tabla 6 su efecto sobre las lipoproteínas
El tratamiento dietético debe plantearse como un problema
de educación para cambiar hábitos y los cambios introducidos
tendrán no solamente función curativa, sino también preventi-
va. Lo que se pretende es que el individuo, corno parte de su es· LDL mg/dl
tilo de ,~da, irrcorpore cambios en su corrducta alimenticia que nivel de riesgo indicación meta
debe n ser permarrentes. Para que ello sea posible es imprescin- dieta Fármaco
dible la participación activa de todo el grnpo familiar. La res-
puesta hipolipemiante a la intervención dietética es variable y menor d60 ~ 190 <160
depende de un conju nto de factores: composición de la dieta ha- intermed io d30 ~ 160 <130
bitual, valores lipídicos iniciales, variabilidad inlerindividual,
intense ~ 100 ?130 <100
grado de cumplimiento, cambios en el peso corporal. .'\I reducir
la grasa saturada y el colesterol de la dieta, globalmeme puede Tabla 4
1052 SEl~IOLO GIA, SEMIOTECl·ilA Y MED IC INA ll✓TER NA
Dosis lwbituales <le los principales fánnacos Efecto sobre las li poproteínas
Son drogas h ipocolesterolemia nles pote ntes. Inhibe n la Selección de fá rmacos para los principales hiperli pemias
HMG CoA r, en zima limit ante en la síntesis de colesterol. La
dismin ución de In concentración intrahepática d0 colesterol in· afección fármaco droga de segundo
crementa In producción de receptores para LDL aumentando la de elección nivel
remoción de las mismas. También red ucen la producción <le
hipercolesterole mi a estatinas ácido nicotínico
VLDL. Puede n induc ir descenso del colesterol de LDL en un 35
familiar resi nas pro buco!
ó • ;YJf los lri glicéridos en 10 a 20'k y e.levat el colesterol de
HDL en 5 a lO'li. hi percolesterolemia fibra tos
Son bien toleradas. En algunos casos pueden observarse ele• poli génica estatinas
n ición d(' ~nz.imas hepiiticas como así mismo leves incrementos
transi torios de CPK La rni ositis con elevacion de CPK 10 veces hi pertrigliceridemia fibra los ácido nicotínico
por encima del lírnite superior es rara lÜ,l ck), siendo algo mayor endógena familiar
cuan do se asocian las estatinas con ci closporin a, genfibro zil , fibratos ácido nicotínico
hiperli pemia V famili ar
ácido nicotínico o eritro1nicina.
ácidos grasos W-3
trando la medicación con las comidas. Al comenzar la terapéut.i- 20%}, acompa ñada con una disminución del colesterol HDL
ca es común la vasodiatación cutánea, que tiende a desaparecer (hasta un 25%).
con la prolongación del tratamiento. Al ser un efecto mediado Los efectos colaterales más importantes son debidos a la in-
por las prostaglandinas pued e reducirse admist.rando previa- tolerancia gastroin tes tinal. Al prolongarse el período QT no de-
mente bajas dosis de ácido acetilsalicílico. Otros efectos colate- be ser usado en pacientes con arri tmias ventriculares, Reduce
rales que pueden presentarse son alteraciones gastrointestina- drásticamente el tamaño de los xantomas. Su acción más im-
les importantes, hiperuricemi a, erupción macular o urticaria, portante se debe a su poder antioxidante, ya que impide la des-
incremento de enzimas hepáticas e intolerancia glucídica.
naturalización de las LDL al inhibir la perúxidación de las mis-
Los deri vados qu e liberan lentamente el ácido nicotíni co
mas , pe rmitiendo su nor mal captación por los receptores
presentan mejor tolerancia, pero su efecto hipoliperniante es al-
específicos,
go menor.
En la tabla 7 se indican los fármacos de elección y las alter-
nativas para las p,incipales hiperl ipemias p1imarias.
Probucol Cuando no se alcanzan niveles satisfactorios con una sola
droga se pueden usar dos o más fármacos con diferentes meca-
nismos de acción, llegándose a reducir el coleslero] LDL hasta
Produce una reducción moderada del colesterol LDL (5 a en un 60%.
HIDRATOS DE CARBONO*
cho más efic aces (13 veces más) que los de fermentación. Existe tre la producción y el aprovechamiento de los sustratos energé-
un ciclo de reconversión del ácido láctico en glucosa (ciclo de ticos de origen glucídico y lipídico, manteniendo un equilibro
Cori.i que posibilita la interrelación de ambas formas de glucóli- entre los mismos a través de la tasa de los cuerpos cetónicos
sis. Asimismo, el ciclo del fosfato de pe11/osa posibilita la refor- formados por la catabolización de estos úl timos: el ciclo de
mación del NADP, imprescindible para los procesos de aprove- Newsho/me, como desarrollo más general y abarcativo del pri-
chamien to energético descritos, por formaci ón de ATP. Es m..itivo ciclo de Randle. Veremos más adelante, a] referirnos a la
interesante destacar la existencia de varios pu ntos de entrecru- diabetes mellitus, la gnm importancia que adquieren estas in-
zamiento ("carrefour" metabólicos) que son imprescindible-s pa- te rrelaciones en e l entre lazamiento de los tres metabolis mos
ra los procesos de interrelación entre los metabolismos glucídi- (hidratos, proteínas y gra sas) para la determinación del grado
co, proteico y lipídico: tales son el ya mencionado ciclo de de compensación metabólica y nutriciona l y par a la puesta en
Kreb s, en el que se entrecruzan los últimos términos de la glu- marcha de mecanismos cetogénicos.
cólisis, de la beta-oxidación de los ácidos grasos y de la degrada-
ción de aminoácidos, así como la formación de colesterol y de
cuerpos cetónicos; el ciclo de fosfato de triosa en trela za la vía de Regulación de la glucemia
Embd en-Meyerhof con el ciclo del fosfato de pentosa. La mayor
o inenor importancia relativa que pueda adquirir la vía alter-
11atiua de los polio/es ya mencion ada, depende de la cantidad de A1 considerar el proceso de la regulación de la gl ucemia 1 se
gl ucosa disponible (n ivel de la glucemia) 1 no siendo necesari a la debe tener en cuenta una mult.ip!icidad dt factores, tendientes
fosforilación para su ingreso al mismo. Finalmente, es Heces a- unos a su elevación (incorporación <le nu trientes, neoglucogéne-
rio mencionar en esta apretada revi sión sintética de los rasgos sis , glucogenólisis) y otros a su descenso (utili zación periférica,
generales más salien tes den tro del metabolismo de los hid ratos glucogenogénesis, lipogénesis. Parn clloi un esquema simple y
de carbono, que e1.i ste otro ciclo que regula la interrelación en- demostrativo sería el siguiente:
COLECISTOOUINII-JA
LI BERACION DE HORMON AS
t HIPERGLUCEMIA • -- CONTRAINSULARES
LIBER ACION DE
INSULINA
/ HIPOGLUCEMIA
GLUCAGON
CORTISOL
t ~ I ---------~' / ~C-A..,.T_E_c_o_L_A_l~-IN_A_S_'- - - - -
t
ESTIMULA: INHIBE: ESTll"1ULA:
Captación periférica de glucosa l,eoglucogénesis Neoglucogénesis
Gl ucogenogénesis Glucogenólisis Glucogenólisis
Lipogénesis Lipólisis Lipólisis
11-JHIBE:
Glucogenogénesis
Rol fisiológico de la in sulina activación <le segundos mcnsaJaos c1ue median las acciones intra-
celulares de la insulina, tales como la adivadón o la inhibición
La insulina es una hormona peptidica producida en el ,·etí- de diversos sistemas enzimáticos y t::I aumento de la pezmeabili-
culo endoplásmico de la célula beta del páncreas a partir de la dad <le la membrana al pasaje de la glucosa y de aminoácidos. El
preproi11 suli11a que esas células originan, la que por clivaje en- mímcro de los sitios receptores es regulado por un mecanismo
zimático da lugar a la formación de pmi11su/ina que, dentro del ("downregulario n") que desempeña un papel importantísimo en
aparato de Gol gi , es atacada por un sistema enzimático que li- diversas fases de la acti vidad metabólica y ta mbién en situacio-
bera insulina y péptido C: Como respuesta al aumento de la nes patológicas como la obesidad o la diabetes no insulinodepen-
gl ucemia, son liberadas a la circulación cantidades equímo!ares di ente: este fenómeno se d1=scribe sencillamente como la disminu-
de insulina y del péptido C; intervienen en este proceso el AMP ción del número de rece ptores en respuesta a la elev ación
cíclico y cationes como el calcio, que actúan como medi adores en impo1tante y persistente de los niveles de insulina circulante. La
la estimulación de la liberació11 de in sulilla (también las sulfo- regulación de la afi11idad de los receptores (cooperativi.dad nega-
drogas hipoglucemiantes estimulan esta liberación). tiva) se d('scribe como un fenómeno por el cual, al aumentar el
La insulina actúa a nivel periférico mediante su !l! !ió 11 ("bin- r.i.ímero de sitios receptures ocupados por insulina, va decrecien-
dill g") al receptor de i11su/i1Ja, constituido por glucoproteínas do simultáneame nte la afinid ad de los sitios de unión para la
complej as incluidas en la bicapa lipídica de la membrana plas- hormona; este ;necanismc pro~~ge a las células de una eventual
mática; la interacción de la insulina con su receptor da lugar a la elevación 0>:cesíva en b in:.;uliuernia.
TRASTORNOS DEL METABOLISMO 1055
cifras superiores (el método es semicuantitativo}. Interferen- do si se realiza ante la ausencia o una importante disminución
cias posibles: la presencia en orina de diversas hexosas o pento- de la metabolización de glúcidos) produce intensa cetogénesis
sas, ácido úrico, creatinina, ácido ascórbico, derivados glucuró- que se traduce por cetonuria. Tai hallazgo, en esas condiciones,
nicos de conjugación, piramidón, penicilina, cefalotinas, ácido carece de significación patológica y se descarta fácilmente otra
nalidíxico, salicilatos y muchas otras 3ustancias reductoras. connotación (como por ejemplo una descompensación diabética,
Por este motivo, más modernamente se emplean pruebas es- que sE: desc1ibe en detalle más adelante) por la ausencia de glu-
pecíficas basadas en el empleo de la glucosa-oxidasa; las diver- cosuri::;, simultánea.
sas hrillas reactivas del mercado utilizan ese método (Gluco-
cin ta, Diastix, Diabur-test). Investigación en sangre: interpretación de la gluce•
La recolecciól! de orina para estas reacciones pueden ser mia. Existen diversos métodos para la determinar.ión del nivel
ocasional, en horarios determinados, fracciona.da~ de las 24 ho~ de glucusa en la sangre: el tradicional de Folin y Wu ha sido
ras. En las recolecciones de muestras extempor8neas por hora- paulatinamente abandonado por <losar, además de glucosa,
rios se debe siempre cuidar que se trate de orina fresca de se- otras ~ustancias reductoras, lo le quita especificidad. El
gunda micción, para evitar realizar una determinación en orina método de y Ne!s011 como el de la orto-toluidina,
retenida en vejiga durante varias horas, -que no responde al es- arrojan más confinbles, ya que <losan la presencia de
tado metabólico de1 momento. De todas maneras, está demos- glucosa; los valores normales oscilan entre 60 y 110 mg/dl. La
trado que toda correlación entre glucosuria y glucemia simultá- máxima especificidad la ostenta el método de la glucosa-oxida-
nea chsta de ser exacta, por una cantidad de factores variables, sa, que <losa solamente glucemia; en los últimos tiempos se ha
entre ellos (el principall la val'iGbilidad entre individuos y aun generalizado una metodología diferente, aunque basada en el
intra,ujeto del Tm de la glucosa. mismo p!·incipio, tal la glucemia obtenida por automwlizador,
Se pueden comprobar glucosurias no diabéticas en el síndro~ procedimiento totalmente automatizado que también dosa ex-
me de Toni-Fanconi, tumores cerebrales, to1'1infecciones, en clusivamente glucosa.
gastrectomiza<los y en diversas endocrinopatías. Por lo dem8.s, Las ti,i/los reoctims !Dextrostix, Haemoglukotest, Glucos-
durante el embarazo es frecuente la detección de g1ucorurias (o tix) también emplean el método de la glucosa-oxidasa; la lectu-
galactosurias) sin significación patológica, al igual que durante ra de los resultados puede realizarse por comparación visual
la lactancia. En estos casos se trata de una glucosuria de origen (subjetiva) con una escala cromática impresa en el frasco o bien
renal, por reabsorción disminuida de la glucosa a nivel tubular; por n~ediu de ref?ectómetros (Dextrometer, Glucometer, Reílo•
también se puede observar la ocurrencia de glucosuria renal en tron) de exactitud cercana a la de los métodos cuantitativos de
individuos lo familias) sanos, sin diabetes ni patología renal: en laboratorio. Para interpretar con·ectamente los resultados de la
estos individuos no es posible demostrar intolerancia a la gluco- glucemia se debe tener en cuenta qué t,ipo de muestra se proce-
sa mediante pruebas funcionales, no presentando tampoco ma- sa, ya que la sangre. capilar eleva sus glucemias en un 7~ 10%
yor riesgo de padecer diabetes. por encima de los valores obtenidos en sangre venosa durante el
período posprandíal, mientras que si la muestra analizada es
Investigación de la cctonuria. Reacción de Gerlwrdt, basa- plasmc1 venoso, sus valores son 15% mayores que los de sangre
da en la transformación del acetato (en presencia de cloruro férri- entera, por efecto dilucional de los hematíes, cuyo contenido en
co) en acetato de hierro de color rojo: a 5 mi de orina fresca se glucosa es menor que el del plasma.
ai1aden unas gotas de solución; un viraje al rojo delata la presen- En la clinica no se rer.urre al dosaje de la cetonemia, ya que
cia ele ácido aceto-acético, siendo la intensidad del color proporcio- una correcta interpretacíón clínica de la cetonuria, dentro del
nal a la cantidad del mismo. Interfieren: antipirina, salicilatos, conjunto de síntonrns y signos que presente el paciente, además
aunque se los diferencia porque una ebullición por 2 minutos hctce de los dosajes de laboratorio que aquí se describen, son suficien-
desaparecer la coloración si. se trata en realidad del cetoácido. tes para el diagnóstico y el seguímiento de los pacientes.
Rcocció11 de Legal: se basa en la transformación de sales fe.
rricas en ferrosas en presencia de nitroprusiato de sodio, por ac- Determina.ción de la insulinemia y del péptido C: se rea-
ción de la acetona; la reacción positiva es indicada por un coJor lizan por radioinmunoanálisis y sus valores normales varían se-
1056 SEMIOLOGIA, SEMIOTE CN IA Y MED ICINA INTERNA
gün se obten¡;a la muestra de sangre en ayunas, en estado pos- elevada osmularidad de la solución de glucosa, se produjo un es-
prnndial o durante una prueba funcional. Los valores basales nor- pasmo pilórico, o vómitos o un pasaje digestivo excesivruuente
males de insulinemia, en sujetos sanos, ele peso normal, oscilan rápido con una <lescarga diarreica . Dada 1a baj a especificidad
entre 5 y 25 pU/ml: el péptido C basal oscila ele 0.17 a 1.17 nMol/1. de la prueba, conviene , ante resultados anormales , repetirla
luego dE: un tiempo prudencial.
Pruebas funcionales: Glucemia pospranclial, se realiza
:2 hs. después de la in gest.n de una coml cla cuyo contenido sec1 de D~tennhwciones basadas en la glicación de proteínas:
50 a 75 g de hidratos tpor lo gen(:ral café o t.e con leche, azuca- se denomina reacción de Amadori a la glucosilación no enzimáti-
rado, acompañado de pan o facturas y dulce 1: el valor de la glu- ta de las proteinas; e~ta reacción es irreversible y su cuantía de-
cemia lplctsma venosoi no debe superar los 140 mg/dl. Si se rea- pende del nivel de glucosa presente. Es obvio que si durante un
liza closaje simultáneo de péptido C., su valor posprandia l período dado la gl ucemia se eleva considerabl eme nte, quedará
as ciende por lo genera ! un 15-20~'{" por t:iObre el valor basal. Las marcada como impronta indeleble del fenómeno una elevación
det.crminaciones de insuiinemia y del pépticlo C tienen por fina- mensurable del nivel de glucosilación de la proteína en cue.stión,
liclad la L:O mp robnción del estado funcional del páncreas endo- dependiendo su valor de detección retrospectiva de la vida medi a
c1ino thiperfunción, por ejemplo en insulinomas, o hipofonción, de esa proleina. En la dinica se utiliza prefere ntemente la deter·
por ejemplo ]a diabetes insulinodependiente; su interpreta ción minación de: la he11wglubi11a glu cosil<.tda, en especial la fracción
más ddallada se describe en el capitulo correspondiente). Ale, como medida del grado de control glucémico del paciente dia-
bétic:o dnrnnt.e los GO días previos al examen. Dosada por micro-
Prueba de estimulació11 co11 gluc(lgó11: sedos a glucemia cromatografia , su valor normal es inferior al 8% de la hemoglobi-
y pépticlo C basal _v a los 6 minutos de la administr:-i.ción IM de na tota l. Existen otros métodos más específicos (p. ej. anticuerpos
l rng de gl ucagó n; si existe buena respuesta pancreática endo- monoclonales .) con un valor tope: máximo norm.al de 5,8 a 6,2%.
crina, el valor del péptido C ,:1 los 6 minu tos será mayor que un Interfieren en su correcta interpretación, anemia, hemoglobino-
16% e n exceso dél valor basal, mientras que si existe déficit patías, y el alcCibolismo, que la eleva sin que medie hipergluce-
\diabetes insulinodependienteJ el péptido C postglucagón no su- mia. También se utiliza para valorar pe?iodos más corlas (14-2 1
pera 0.7 nMol/1. dias) la determinación de la fru ctosamina, como índice indirecto
del grado de gluwsila ción de las proteínas plasmáticas (método
Pn1eba d e tolera 11cia a la g lucosa oral: estél indicada colmimetr! <.:o de J ohnsun ); valores normales de hasta 285 nMol./I.
an t.E:: una duda diagnóstica en pre.se::nriH ele glucemias bas ak! s Ultimament.e sé est.'.ln introd uciendo detf::rminaciones de toda
elevad.1s por e:: ncimn del vaior máximo nonn.al pero que no al- una gama de prntellu;s glucosil adas (p.ej. albúmina, fibrinógeno)
cr1112a 11 a ser diag nósticas <110-140 mg/d ll; t.:unbién cuando hay él\ pos de una detección retrospectiva escalon ada del grado de
sospecha de cli nbe tes pnr an tececlent(!S p!:!rsonales o heredita- control glucémico, habiéndose llegado incluso a m.edir la glucosi-
rios, obesidad, infetciones a rEpet.ició n, infarto ag udo de rniocnr- lación de las protdnas del pelo con vistas a un a retrospectiva a
dio en sujttos jóv enes, clislipoproteinemias ítspeci almen te 1Tb y largo plazo (_mesesi. Todas estas determi nacíones no excluyen si-
IV ), balanoposti tis o vnlvova gi ni tis a repttición, y toda otra no que complementan el seg uim iento o 11"1.onitoreo glucémi co (ver
afección que se relacione con la diabetes (necrnbiosis lipoíditA., más adelante) indispensable en el tratamiento moderno de la
enfermed ad de Dupuytren, sin drome del túnel carpiano, sindrn- di a betes.
me obstCtrico de Landabure, etc. l.
Durante los tres días ¡)revios a la prueba se ingerirán no Detenui11adó11 de la microolbumi11uria: aun cuando no
menos de 200g de hidratos de carbono diarios; el paClente no corresponda a la dete rminación de un metabolito hidrocarbo na-
debe padecer fi ebre ni est,w en situ ación de tensión , es decir, es- clo, su relación con la diabetes hace necesaria su inclusión en
tará en con diciones basales, lo que ha de excluir también la ad- est.e capitulo. Nunnalme nte se elimínan por orina cantidades de
ministración de fármacos que alteren la tolerancia a la glucosH albúmina no dosables con los métodos corrientes de laborato•
lpor ej. glucocorticoidesl. El ay nno previo será de 8 horns, de- rios. Re<..:ientemente se han desarrollado técnicas de radioinmu-
biendo realizar la prueba en horas de la mañana (ritmo circa- noanálisis que <losan estas mínimas cantidades, cuyo valor nor-
diano), en reposo fisico y psíq uico, sin fumar ni ingerior alimen- mal de eliminación no supera los 15 µg/minuto. Se ha podido
tos duran te su transcurso. Se tomará un a muestra de sangre en comprobar que, en las etapas preclinicas de la uefropatia diabé-
ayunas y luego se acl ministrarri n 75 g de glucosa en 375 ml de tica, la eli1ninación de estas mínimas cantidades de albúmina
?igua, que se beberá fresca tno heladal, en un lapso no menor de por la orina 1 denominada microallwmin uría o paucialbuminu-
5 ni mayor de 15 minu tos; se evitarri la ut.ílizaciün de infusión 1ia, se multiplica, superando los 30 µg/min uto. Existen actual-
de té por su contenido en tanino que pued e interferir la absor- mente otros méto dos por me dio de análisis turbi dimétrico
ción de la glucosa. Se extraerán muestras de sangre luego de 30 IMAUi, o bien por tirillas reactivas <Micra! 11) con va_lor limite
- 60 - 90 y 120 min utos de ingerida la glucosa. En pacientes sa- m¿ximo normal de 20 mg/1. Es en esta fase precoz (Mogensen)
nos, no di abéticos, los valores normales de glucosa (plasma ve- que se put!den instituir medidas tera péuticas eficaces para de-
noso¡ en ayunas son inferiores a 140 mg/dl: a los 30 - 60 y 90 morar o qui zás detener la progresión hacia etapas clínicas más
minutos serán inferiores 3 200 mg/dl , y el valor ·a los 120 m.inu- graves, de curso irrever:;iblc.
t.os serñ nuevamente inferior a 140 mg/d l. Ocasionalmente, se
determ ina simultán ~a men te insul in emia a !o lnrgo de In pru e-
ba, siendo los valores normales, luego de la sobrecarga, entre 30 MEDICINA INTERNA
.v 250 ¡1ll/ml, como result.ado de la resµuest.a insulínica a la
misma. Con trariamente rt lo que se ha sostenido por áñ os , una
curva de tolerancia ornl con resultados parejos similares a los DIABETES SACARINA
basales a lo largo de la prueba t"curva chata'') no con stituye
rie::g-o de diabetes, sino el producto de algún error de técnica Íl•l La di,1betes ~acarina es un estado de h..ipergluccmia crónica,
paciente no completó la sobrecarga) o bien como respuesta a la prnduciclo por numerosos factores, genéticos y ambien tales, los
TRASTORl~OS DEL METABOLISMO 1057
rnales con frecuen ci8 a¡.Jt.ian en conj unto . 8(• trata de una c1 ltE>• Las anormalid ades en la tol ernnc.ia a la glucosa , englobadas
rac ión que afeda globalmenlt" el metaboli s mo ciE= los hidra lüs d e bnjo la denominación "Tuleranciu Disminuida a fo Glucosa"
carhono , ele las protein as y de los lipiclos, caus~da po r unc1 fa lla <T.D.G.1 y que pueden o no a la larga desemboca .- en una diabetes
ele acciún insulinicR !debida a un déficit en !a secreción de esta clinitamente manifiesta, se diagnostican teniendo en cuenta que
hormon a o hic.-n a un exceso de factor!:'s que se oponen o limitan sus valores glucémicos en ayunas son normales, no superando
su w::tividad ): cmnn i:.:onsec uenci a de estns ¡¡Iteraci ones, t:l pa• 1,4 gn (plasma l y debie ndo reali za rse una PTGO en co nsecuen-
cien te dí ab€1.ico puede ve rse expuesto a di\'ersa5 cont ingéntii.lS ti a; se diagnosticará TDG cuando a los 120 mi11. de la prueba la
de pres.t-nt:i ción aguda icet.oar idosisl ü cninl t:<1 1,1t er<it'~clerosis gluc:emia sl'a igual o mayor de 1,4 gil pero menor de 2 g/i au n
acekracb. les iune5 micro¡•nsc nlares esptcinlmt:nte en retina y runn do alguno de !os valor~s int~rmedios ent.re Oy 120 ha_ya pú-
rülón. lesiones neuropétticas pfrifériccts. c:tc:.J. clido igualar o superar los 2 gil (plasma \'enoso). Un resumen de
:\Ienclona cla en el Pt1piro ele Ebers 11 550 8 .J.C . l. e::; a partir los valores diagnósticos de diabetes y de. TDG, incluyendo las di-
de \ns tra b~1jos de Frt'derit.:k Ba nti ng y ChJr!es Best. t !I !91~. lt' rencias entre sangn_• venosa entera, sangre capil ar entera y
que ~u estudio .st' org¡rn iza mejor, tant o a ni vrl indiv id ua l como pbsma venoso, c;-;t.::i esquematizado en lá fig . 9. 13. Es necesarío
l'll colt·dii·icL1des. prof!res~ ndosl' en est0~ ultimos al1os sobre lo- se úahlr aqui q1!t los valores glucémicos considerados sólo son va-
do en lo ref€'re11Le ::i. un mejor co nocirn ic·nro clt> :::u;; fact ores etio - lidris si se lrnn ubte:niclo mediapte el empleo de los métodos de la-
}1j~irns >' pnl' ende de su d r1s ifiwción .v rn c1 m'.]o clín ico. boratorio que dosrm glucosa verdadera (glucosa º"idasa, o-tolui-
dina, Somog}'!-Nr::lscn, fenicianurn o neocuproinal.
La clasificncíón actualmente en uso en todo el mundo es la
propuesta por un Comité de txpertos ele 1n OMS y cuyo resu-
Diagnóstico y cl asificación men s~ hélllarR. en la fig. 9-14. Existen en ella dos gra nd es cla-
ses: !as clínic.:1s y las de ríesgo estadístico. Dentro de las clases
El d~wrrollo reciente de li1was de im·est ig,1ción básit:H _v c!ini- clínicas se distingue n varios t.ípos de diabetes que r esponden a
ra ha dado ('omo res ult~1do un replan teo de lt1s connci rni enlos que una divt'!rsidad etiopnt.ogénica, clínica y terapéutica, además de
sobre b diabet.ts se han ncu mub do a lo la rgú de };11::voludón bis· !ns An ormalidades en l.i Tolernncia a la Glucosa, yn menciona-
tóric,1. del s.;1 ber méclicu: es as l que la heterogc-neicbd etiopntogé- das.
nic.1, ::!enética, clinica v ten1pé utic1 hct e,•idi:ncii'(dl1 de 11W11hél Dentro dt. la denominación diabetes sacarina, existen vari os
ronch;:ventt1 que lci diahdc8 no es u 1rn L'11lem1cdud _.;;/1w w1 ;-;1·¡¡. Li pos, a saber:
drnme. producido P•H· nwtan ismos de-- muy clive r.::a ín<lQ!l:_ijt~tJiri.-
gin an aHen.1cimws cuvo dE:--n1:imin:1da rnnnin t-.c.: l:1 t le\'nt'1ón de la Di(/betes Tipo I o illsuli11 o•depe11die11 te: pacientes d iabé-
glucemi ;:i en r1v un:-1s o bit~n co.1.no ronsE>rnemin de un.:-1 sobre carga ticos co n tend encia a la des nu trición, la cetoac.i closis y el coma,_
hiclrurnrbnnnd~, Irnpmtnntes f.'3 tudios mu!licé ntricn~ prnspecti~ clinbl?. tico, en s u gran Por lo general, este tipo de dia -
ros de grupi..s pohl.icion;,les. lrnn arrnj ndo lu z. .~0bre el U:lll:-1. dilu- ht•tt-s ap<11·~ce dt tran te infanc ia o la adolí::sce ncia, atrnqu e
cidando un r, nda línea cli\'isoria E-nl rt: lo!;: distintos tipos dt- di.1- pu(J.dt'! n verse en la cl inica no it,frecuentemente pacientes cuya
1.H't t->3, por un lodo 1qu e producen t,ud iamen t e lt:-: innes edad de comienzo se?. posterior, y~ en la madurez e incluso en
micro,·ase ubre3) y bs a!Íer.:1ciones en et m<1.nejo met..1 bólico de la la ancianidad . Por este motivo se tíende a abandonar la deno-
gllico~a iqut no originan tales lesion es mit-co::tngiopjticns l y qué minació n anterionnen te en boga de ·'diabetes infanto-juvenil".
n,1 cons!itllven en r~aliclad cliab1::tes, por el otro. La distribuciün por sexos es rnás o menos par~ja y la forma de
Lüs .~111io111 <1 s i niciafr.s di! dial1dcii sue len st:r poliu ria ( c\U- prestntación de la sintomatología suele ser gradual, con pc,liu-
me nto de l \'Olumen de orina emilicl:i. en :2~ hs.l, p(;lidi p.s.ia i~ed ri,l, polidipsia . al principio polifag i& que Juego cede para deve•
Íll ten3~1l. prilifagiat aum ente., de! apetito I v eventu~dme ntl;' pfrdi+ nir .'.lnm·txíct a medida que se dE:teriora el eouilibrio metabólico
da de peso ac.elerndn y en algunos casos ~m deterinro clí nico y conducr:nte a la tetoaciclosis; en ocasiones, en nii\os, a pesar de
metabóli co de: tr~mite rápid o que puC:'cl e c01}ducir al co111;,1 cli:'lbe- la prese:üación gn,dnaI de los sintomas, sólos~ cHagnost.ica dia-
tico. Et diogn6stico se h:1ce c-.u,rndo la glnc:emia halléld;~ en nues- betles cuando se desencadena llll episodio de t€loncidosis diag-
tras l orn·ad:i s al cu a r su pera los :2 gil ; plasma \'enosol o bien nosticii ndose enlontes equivocr.damente una forma dt:- cornie-nzo
curtnclo t:s mayor de 1,4 g/! (plasma vt11osu) en Wll"i.is 1~1ue.::.tras ·bru3rn'' que si bi en existe, no cunstituye un porcentaje dema-
E' Xtr.úcl.:1s E.-11 nv un.:1s; si la s gl ucernla!:_: tum :1clas 811 ~1yuna s 11~1 siado al to; en esto::i casos no es la form a de pnsentación sino la
~m1 conclnye nt~s, se debed. efect.uar Is pru t:bél de tclerancin a cüncienc.i .i ele quf' se está nnle una cliabét.es lo que se eviden cia
la r:lucosa or:d I PTGO I admi nist r ando lue go ele t:xt. raid,1 la bt'l1scamC'n te.
mu~str;l en avu n~s í5 g de glucos11 en 350 mi de agu a y repi + En estos pacientes, la fallo metabólica \' n,tri cional está da-
ti(:n<lo la t.onw de mues tras de s[ln_g:re a intervalos <le ~10 minu.- da nor una <lisminutiún en el número de las Qlula.:;; beta de los
los hasta por lo menos 105 120 a partir de la ingesta de: la s0lu- üdules de Lan g1:rhans del páncreas~ lo que ttae apa rpjado un
rión ~luc.:o s:i. da. En prese ncin de síntomas ele di abetes, el d€ti cit total o JJarcia] de la producción v li beración de insulina,
clingnósli('.c, s~ confirma cu:rndo se hallan glu<:emias que igualen co n \ns lógicas repercusiones metabólicas: hipF.rglucemi a, gluco-
o .supen•n los 2 gil 1plasm,, Vt:'11oso1 a los l~0 minut,'J:5 e.l e la PT- suria ty diurtsis osmótica i, por disminución de la elucogenogé-
CO: en :n1;:;l•n1:ia clt= sintomns r!ínll:n::, ad1:mjs clel vnloL" igual o nesis, aumento de la glurogenólisis1 neogluco4énesis aumenta-
nrnyor de 2 g/1 a los 120 mi n. Be exi ge por lo nwnos ot.ro valor do n partir sobre tod o de las proteínas, disminución de la
igual o n1perio r a 2 gil en rt!gún punt o de 1(1 PTGO t' ntn: O y c~plación de la _glucosa DDr los teiidos perifétkos depen di entes
120 iri.in . Estén o no presentt's los sintom ris de diabttes, 11•_• has + c.l e la insulina (e n especial múscu lo y tejido adiposo); además, el
la con un;? sola PTGO pnra cuníirnrnr 1?.I rl iagnós tico. sino que t•s e;:;tar fre1rnda la lip0génesis y aumentada la fipól isis, hay un a
n(•,·es.irio qut:1 las anormalic!;.1des cit1.d:!S ~e evidencien en otra disminución espontánea del peso co rporal Üd elgazarniento) Y
PTGO renliz,1da clénlru de un lnp.so no muy brgo. utrn ten dencia a b ex;:,g_c•racla. producción de r.ue.rpos cetómcos\
L.1 medición clt L, glu ce mia po.c:;prnndi1\ care ce. c\r 1,•rtl or nrnv por t"ncim a del consut110 que <le ellos hacte\ organismo tc1-
diagnóstico, s ic_,ndo sólo indicati,·:1 de la realización d1• mu PT- do ·de Nt::wsholme), lo que provoca inidalme¡te una disminu-
(iO sl se h~1lla n valores excesivamente altos tde!J:-i.:ció111. ción <ld ap~tito t:rnorexia o hi porexia·, más o n~enos marcada,
1058 SEMIO LOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Concentraciones d e glucosa
Fig. 9.13 Cifras válidas parad diagnóstico en ia prueba de tolerancia a lo glut:osa cdministrada por la vía bucal en condiciones
un iformes, con ensayo enzimático espec-f(ico de este carbohidrato. Dosis en el adulto: 75 g de glucosa e,1 250 ó 350 ml de agua; dosis en
el niií.o: l ,·75 gl hg de peso (si n exceder los 75 g) . Se iden ti{ican dos clases de res¡w e:i·ta: dia betes sa ca rín a y altera ción. de la tolerancia
a la glu cosa.
A. Clases clínicas
(a ) Sin obesidad
(b) Con obesidad
(e) Asociada c_on cierlas alteraciones o síndromes
B. Clases de riesgo estadístico (personas con tolerancia normal a la glucosa aunq ue con un riesgo sustancialmente aumentado de
desarrollar diabetes)
Fig. 9-1 4. C!asi[,cación de la diabetes mellitus y categorías relacionadas de in tolero,,cia a lu glucosa (OMS • 1985)
TRASTORNOS DEL METABOLISMO 1059
NOTA: La prueba es positiva cuando cualesquiera dos o más de los valores señalados son igualados o Sllperados.
Fig. 9·15. Niveles de glucemia durante el embarazo por encima de los cuales el riesgo
de desarrollo eventual de diabetes está significativamente aumentado. (O'Sullivan, 1963)
para luego desequilibrar totalmente el medio interno al acumu- Diabetes 1\po ll o 110 insu/ino-dependienfe: La mayoría
larse los cetoácidos, lo que conduce a la cetoacidosis diabética. de estos pacientes, que como categoría general constituven alre-
Estos pacientes morían a corto plazo en la era anterior al des- dedor de un 80% del Mal de diabéticos, son obesos o evidencian
cubrimiento de la insulina y en la actualidad han alargado su un sobrepeso importante; como su denominación actual lo indica,
supervivencia gracias a e11a: son dependientes de la insulina estDS pacientes no necesitan de la insulina para regular su enfer-
para vivir. medad, sino que su tratamient-0 depende en gran medida de una
También existen pacientes diabéticos sin una tendencia es~ correcta indicación dietética, cuya finalidad debe sei; en princi-
pont.ánea a la cetoacidosis, pero que no pueden contrnlar su dese- pio, corregir el exceso de peso. Pueden también necesitar de la te-
quilibrio metabólico y nutriclonal sin la aplicación constant(} y rapéutica con los hipoglucemiantes orales. La diabetes Tipo II
crónica de insulina. Aun cuando desde otros puntos de vista (ge- suele presentarse en la madurez o en la tercera edad (de al1í su
nético, etiológico) no pertenezcan realmente al Tipo I, desde el anterior denominación: "diabetes estable del adult-0") por lo gene-
punto de vista clínico son insulinod1:pendientes y como tales se~ ral con predominio del sexo femenino a medida que pasan los
rán considerados a los efectos de una terapéutica correcta. Mu- años, exhibiendo en su mayoría una historia previa de obesidnd o
chos de estos pacientes pertenencen al grupo de los llamados, al menos sobrepeso¡ en algunos casos puede existir el antecedente
"fracasos secundarios" con medicación por vía oral (ver más ade- inmediato de una pérdida de peso gradual_y .no demasiado impor-
lante). tante (nunca comparable a la que muestran los diabéticos tipo D
1060 SEMIOLO GI A, SEMI OTECNIA Y lvl ED ICII-J A IIHERblA
_v no es cbble hallar En l'Sto:s diah€tiros. un a tendencia espontá- síndromes gE: néticos, <:le. En todos estos casos , el síndrome diabé-
nec1 a la re loaciclüa i::;. E~to no implir,, que, en deter minadas cun- tico E:S tun sólu ull r asg-u más dentro df.' la nosologia, asociado a la
chciones. un diabft icc, ti po II , sc.,metido n un intenso ""stre5s··. de- enfermedad principal generalmen te, {1ue suele ser la que: se pre-
bido a una c·xage rada n~:lrción -de alarma·· i_Selye l no puechl senta c:omo p1i nci pal de ntro del cu;idro.
t.t,ner una enJl ución h.-,dél In cetosis; en estos casos siempre se
hall ara l:i coexistenti" dt-- un traunrnl ismo grave, sepsi~ o .ilgu1rn Dicil>cfcs relacionada con la desn11tril.'ión: En pnises tropica lE:s
otra entidad nosológica qut> provoque ··stress ro mo trasfondo qne en viasclt' desnrrollo _se ~ esent<1 la dütbele_s ei!_jóvenesconante_
~ubvace 8 l:i de:::comp1::n.:..ación metabólica. En otr:is ocr.si011es, co- ceclentes de deficiencias nutrícionales y una constelación ele sín-
mo medida pn \·enti va ant.e trn.:i evcntrn.:.liclad como bs mencio-
1 tomas y signos y can-1de1i.st1c<:is metabólicas que no corresponde n
nadn.s, en especial frente El un atto qu irúrgico, se debe indicar in- amñglli1a ele b s ~los s1.lbcGsescTTnTca"ú Jl·lñCipale~[)Nl115y1Th1f
.-:ulinoter,i pi,:l en ¡rnc ient es t.ip(I IL st dice entonces que estos NID ). EstP, nuE: va categoría ele diabetes, ct nte riormente desc rip ta
pacit'11t12s of /'(/ Uil'S{/11 um, jc1,".i!. de 1m11li1w-d1;¡;endcntic1 que de to- como cli ,1beles p,mcre atogénica, diabetes tro pical o dia betes juve-
d,1s m:rner;:1s srni. tern p1m:1ri3. ni l resistente a la cetos is, reco noce E!n la actualidad por lo menos
El precloirl.inio de casos de :1pa rición de diabL'tr:s 1i¡m ll en b dos suhcln.ses: la diRbetes con fi hro calculosis pnnc¡-eRtica y ln die1·
ecbd adulta no E-xclnye dE> man~ra alguna la posibilidád de que betes pnncreáticapur (leficiencia_prn~eic~.
e.:;t.E' tipo de diab,:'tes npnn•z.ca precozmente, en la i11f(mcia o
Allf,rmalidades ett la lulcrnncia a la glu co~a.- ya se ha deta-
ndolc_,sc:P1H.:ia. cnn bs. caracleristicas clínicas de una diabetes del
llado el crite ri o actual para el diagnóstico de !a TDG; este grupo
ad ul Lo. A estos c:1sos. no clenrnsiado fre~uenl1::s, se los denomina
ele.be ser objeto de un seguimie.nt.o siBmpre que seaPosible, tra-
i\·iODY. sigb inte,rn,1c ionalml'ntE- aceptnda que significa '· cJi¡ihe-
~1ndo de indica r un régimen dietP.tico que normalice principal-
tes de.! adulto en el joven·· (mHlurity-o nset. diabetes in t.he
mente todo exceso de peso, cuando éste t'Xiste; estos pacie ntes
_young), .\' constituyen un caso especial de transmisión genética
11n dchc11 co11siclcrorse dic1héticos ni predi[/bciticus, ya que sólo
(ver mñs :idelttnte '·Etiopatoge nia··i,
un pec¡ ue!lo porcentaje de el los tentre trn 15 v un 1!0% segú n
T;1.n1bié n se puede obsr.nri'.l r en Is clínica un número mucho
distintas estadísticas) pueden evolucionar hacia alguna fornrn
me nor de p:1cientes que presentan un C'll~-Hlro de cl ü,hetes tipo II
de dis hetes manifiesta (en muchos casos persiste la intolerancia
simil ,tr ül cl esc ri ptc,, pero en los r uales el no es excesivo. La
a la glucosri durante ur.. tiempo prolongado, indefinidamente, y
cbsificación de L"t OMS los ll .:1 rn o. tivo II nn uhc.\rJ.<; " y
en otros se: revierté h situación haci a la nor mali dad espontá-
pr_¡sibltmente esta fo rm,1 clínico\ ele tli <1 bctes teng& característ.i-
neamente ·¡_ Sólo el seguimiento médi ante exámenes periódi cos
u1 s etiopJ to;;éni cc1s dlslinlas.
dilucidaró y:ué camino t oma la evolución el e esta anor malidad ,
L: t in mensa nrn.ynri.i de 1(1:S dinbet1ros tipo II en los
debiendo c·n ocasiones reclasificm· él paciente bajo alguno de los
obeso:::;, no sólo 1111 ¡1 r(sr•11 fr111 dL'/ícil t'/1 !o <"l'luforidad srno
t.ipos clinicos de diabetes .
qnt. por el contrar io. sus 111suli11em i;,~ suE--!en ser elevadas. in -
duso biJ:-;t,1nte m~\5 ele\·ndas que bs de lo~ i11dividuo.s no diab~-
Dicdil'tcs f.tt'slacio11al o di a betes del embarazo: se trata de la
t.icos. Estos diahetitv:" hipe rinsuline rn iros no contrnlan, sin (-'!H·
aparición del deseq uiliJ:?_rio meta bólico co n posterioridad v pre-
b~irgo. sntisfactori?imc·nt~ el metnbo lismo de hidriitns, proteinr1s
su mihlementt:-: a consec_uencia __4el ~mlJ~r~~ po_r tanto, no en:
ni gr:-is~s: en muchos aspe:ct.os. en especial In reguladón clf' la
trn n en este rnbro las dia beticas qu e se emba raza n. La di abetes
glucemi :-i . se c01n portan tc, mo si p¡-1ctecit:1ran un déficit. de insnli-
geslílcíona l debe ser segl1ida de cerca durante el embarnzo, pu-
na : en rl'.1li,bcl J pt}sr1 r de lil hinerinsnlinemía, estos pacientr:s
diendo co ntrolñrse--en o~ñ-siones con la indicación dietética sola-
ci'idc11cio11 1111 dr!icit de fo or·cirin insufinim, debido principRl-
mente o bien agregando a la misma pequeúRS dosis de insulina .
me nte a llll ~1 r1;clucción en el núrnr:- ro _v t:rnibién en hi. afin ich1d
TéngRse en cuent8 que, de todos modos, un embn razo complica-
de los n:-Cept ores pi:- rifth·ico~ a h, in sulina. Gu.:i. rclan do las di fe -
do con di abetes ges tacional present. R mayores ri ésgos para la
rencias . .s u rnmpor t..i. miento met abólico es más ¡rnrecido al el e
ma dre ts. nto como parn el hijo , amén de qu e, aun cua ndo en
los obesos nu di abé tic:(IS que ¡iJ ele los cfü1bét.icos insulinodepen-
muchos casos todo vuelve a la normalidad luego del nac imiento,
clientes. 'fornbi én .S.t' h:1 :1 tribuiclo un papel en este- sentido a la
en otros]¡, cli.:1.bC:tes iniciada duran te un embarazo puede insta-
;:i.ccicín de /áí' t1,rcs hrirn1r111r111'." .t1 lntrn insu(n1:c::;_ _\g] ucagón, sorna-
larse defini ti vn.me nte más a!lil de L:1 terminación del mismo . El
tol rn hna. entre 0trosl o bien n detectas en ln-secne~1cia tern oral_
efecto di;,betogé1_1ico del embara zo se atrihnve, entre otros fo.et.o•
de s(•cn·c\ón de insulin:1 1demorA por retardo en a in formación
res, a una au mentada deg-radación de la insuiin a en la placent~
de lüs recepto res 1m11<.Te:il ic;of. ele glucosa l.
y a lo~ efoct0s conlrainsulares de las hormonas elaboradas poi~
Es debido a estas c.1ractt:rísticc.1s fi$ffip#0gicas g_ue_estos In misma, en especial Iª hormona lact.ó2"e no-placentaria. Au n
diabeticos no rn uestnm rnrn lendencia natu ral a la ce.tosis, ya
cuando el embarazo no elevó la gl ucemia basal, en_ grandes se-
CJllf- Íosmeéa~lismos <le l\posenesis \" de lipólisis. clepencÜ!l'nies de
ries de pacientes estudiadas. los nive les. postabsortivos tomados
la acción de la insu linn ¡1 ni \'el del tejido adiposo, no present-nn durante una PTGO mostrn ron una te ndencia generali zada a
alt erarionf's n1mp.1rabh·s .1 bs lrnl!mlns en dinbé_l-l~~s ~jp_o._),.. l_o elevarse a medida que progr esaba el embarazo. Sobre la base
que excluyl' el paso inici~ra.tmn c:eto3i?, 9~!~ sella}-IDnliJ??li- de estudios prospectivos y retrospectivos, O'Sullivan y Mahan
sis exag_erada. El tiprt 11 de diabe tes es de f(mna de comien zo so- ha n setinlado los límites en los valores de la PTGO, por encima
/ap(lcla, por lo ge neral )ent a. de los cuales se desarrolla con gran probabilidad una diabetes
Diúhctc:;:; :-;ornri1w a::; uc1ocla cun ciata::; co11diciones y 5/ndro- (fi g. 9-15).
mes: en est a categoría se inclu ye n principalmente las diabetes
llamadas anteriormente "secu ndarias" en contraposición a las ya Las clases de riesgo estadistico constituyen un apartado de
descriptas, ll amad.as uprimarios" . Este capítulo comprende aso- la clasifi cación que incl uye a individuos sin anormalidades ac-
ciaciones con afecciones médicas o quirúrgicas del páncreas, in- tuales en la tolerancia a le glucosa, vale decir, con PTGO dentro
cluyendo naturalme nte a las exéresis, endociinopatías (principal- de límites normales,. pero 9~e_estadísticamente se con side ra n
me nt e de causa hipofi sarin, tiroid ea o co rti co a dr ena l), con r iesco may aumen tado <lt p~de~~: di abettlt c9_mp,2rado con
mecanis mos desencadenados por e1ge ntes qu ímicos o por medíca- el riesgo colculado para personas de_similar r~,ydad yyexo
men los, anormalidades de los rece ptores de ins ulina, di versos coi,sicícriidas de riesgo n-ormal.
TRASTO RNOS DEL METABOLISMO 1061
Estas clases de ri esgo comprenden las a1wrnwlidades pre- bienta les en la elíulogia de la diabetes. Esto se <lebió principal-
en la tolcranci(I o la glucosa, es clecii' que presentan ante-
t•ic1 :,. mente: al criteri o effóneo que prevaleció en épocas no demasia-
cedentes de. hipe rglucem ia en ayun as o bie n de tolerencia dis- do lejanas, de considerar a la dia betes saca1ina como una ún ica
m inuida a la glucosa, ya sea en fo r ma espo n tá n ea o como enfern1ec!ad.
re spuesta a situaciones di versas, cuyo común den omin ador es Contra ri amente a lo que se sup uso por décadas, es tud ios
el 'stress·· fhiperglucemia '·de injuria"' o TDG debidas a sepsis, prospectivos de gemelos univiteli nos demos tr aron qu e, luego de
tr~smos, quemaduras, IAM, etc.); una seg~t~g-~ cat.!:g.9ria aparecer en uno de los gemelos diabetes t!J!2..L el otro término del
est.G <lada por la pmbobilidad de alteraciones en fo tolerancia a par se hacia diabético I en no más de alrededoi- del50% de los ca-
lc1 gluca.w1, con un riesgo mayor de lleg~T_[l 9_i_ª_l?_é_tico~e.Il _e.~tQs sos (par concordante): si uno de los gemelos de un par desarrolla-
pacientes no se evidencia ac tu al mente ni exísten ante cedentes ba una diabetes II, por el contrario, el seguimiento mostraba que
d€1.TIG,pe"i1)' estadisticamente se puede asig nar a ellos un ries- el par se hacia concordante (ambos gemelos diabéticos][) en alre-
go mayor ele alteració n del metabo lismo hidrocarbonado (geme- dedor del 80% de los casos en un plazo no deg,_a_2~9jlrolongado.
¡~~·j!_~linos de un diabético_: consang~~-~..i~E!_mer~~ Estos resultados evidenciaron que en la <!.0-~l~-el factor gené-
de un diabétiro; obesos; a11tecede11 tes de onomwlidadrs obsté- tico podía ser responsable sólo parcialmente de la apa1ición de la
tricaS; abortos espontáneos, partos prematuros, morbimortal í- enfer medad, siendo equiparable su influencia a la de factores
dad perinatal aumer. tada, ges to sis, mac roso mía feta l, lo que arn bient.ales; en _l a diabet!!s T!, en cambio. el actor enetico ad u i-
co nstituye el síndrome obsté trico <l e Landa bur~1!__!!ierosas ría una prepon e rn.ncia mucho mavor que lo ambienta l. Otros es-
der mopatias y a rtropatías, etc.). tu dios de mostraron la variación estacional en la prese ntación de
Un rasgo caracteristico de esía cl asificación a la que hemos 1~ ~ ~ ~-~~.diabeles I en niños y adolescen~, variación que
pasado sucinta rev ista es que 1111 paciente dado no puede ocu• concord aba para lelam ente, aunque con cierto retraso, a la de pre-
por mci~ di: una p()sicici11 en ella, e n un período deter minado de se nt ación de enfermedades vi rales. Un terce r facto r, de índole ge-
tiempo; esto, además de constitui r una clave de claridad en el nética, relacionado con el Sistema Mayor de Histocompatibilidad
diagnóstico, evita ambigüedades y confusiones terminológicas, HLA se ha asociado en años recien tes al rompecabezas etiológico
como venía sucediend o hasta hace pocos aüos en este complica- de la diabetes. De mane ra tal que ha quedado bien establecido
do te ma. que la diabetes debe su origen a una conjunción de factores etio-
l0g1COS:- unos deiñCfole .genética, representados por un antígeno
HD. cteJ tipo lfil 3 y DR 4 (accuahnente SJ concede mayor im por-
tnncia a anormalidades en los "loci" DQ), cuya presencia en el
brazo corto del cromosoma 6 confiere una reactividad in munoló-
Síntesis epidemiológica gica particular que vueTveñ)Uciio más su sc~J;ible a ljpdiyiduo
po1tador a desa n ollar una cadena de re accíones ele "autoinmuni-
cJF.cTITTifcfos contra las cil~la~ beta .c!~Lo--~.i.~!~~~--~J?~!!.~~~~.9.?
Se consi_dera que en nu estro país la preuale11cin de diabetes tn~e~adas P?~ modi ficaciones inducidas en las µoblaciones de
/in¡oc,Tos'f''lciller", "helper'·, supresores y de otros ti pos y por
dentro de In población es del 2% de diabéticos conocidos y 2%
producción de anticuerpos cmti-cf!lulas beta y autoa nticuerpos an-
desconocidos, cifrn que :-t umenta cua ndo las condi cionés socio-
económicas ·~/ hábitos ali men ta1ios así lo hacen posible, como yn
t.iinsulina como respuesta a la agresión por ciertos ti pos de virus
(Coxsackie Brv, citomegalovill.ls 1 virus de la cncefalomiocarditis
lo demostrara entre nosotros Luis J. Cardonne t y colaboradores
rubéola, urliana, entre otros) o bien por sustancias tóxicas (se ha
en un catastro de 37.000 personas entre 20 y 70 mios. Hasta
expeiimentado con dosis subdiabetogénicas repetidas de estrep-
1922, el promedio de vida de un diabético no superab a los 5
tozotocina, en tre otrasJ; esta reacción "autoinnwn e" se evidencia
aüos a partir de la manifestació n de la enfermedad; actualm en-
en la infiltración celular (í11sulítís) auesufreniosi~ lotes que lle-
te en el tipo I se ha ido acercando al ele la población general. Si
va a la destrucción de las células beta en un tiempo más o menos
la diabetes es del tipo II y de comie.nzo ta rdío, la expectativa ele
prolongado. Reciente~1ente_se h0 demo strado que el análisis de
vida se acerca más a la normi,l (70 a 80%). En países desarro-
las secuencias DNA de diabéticos tipo I in dica que los alelos
llados, la principal wu.r:a rle muerte entre diab éticos I de co-
HLA-DQ determinan tanto la suceptibilidad como la resistencia
mienzo en la infancia la co nstituyen las com plicaciones renales
a la aparición ele la enfermedad, y ue la estructura de la molécu-
tardías, que pueden apa rece r entre 17 y 25 años luego de l co-
a DQ (en partícula de su cadena beta) especifica la respuesta au-
mienzo de la enfermedad; en diabeticos II, la pii nc.ipal cau...c,
toinmune contra las células productoras de insulin_~
de muerte la representa n las coronariopatías. La ceguera es
Parece ría qu e el proceso sufre va ive nes dete rminados, a l
unas 10 veces más frecuente ent re diabéticos que en no diabéti-
menos parcial mente, por la precocidad y la inte nsidad de la in-
cos, siendo la diabetes la causa principal de ceguera en el he-
sulinoterapia, de modo que la capacidad <le replicación de las
misferio occidental; la gongrena en miembros inferiores es de 20
células beta puede llegar a un eq uili b,io transi to rio con su des-
a 30 veces más frecu e nte e.n diabéticos que en no diabéticos.
trucción (durante algunos meses hasta un par de años) lo que
Son trastornas comunes en diabéticos: coronariopatías, glome-
expllcaría un fenómeno típico (aunque de ningún modo frecuen-
ruloesc1erosi s, retinopatí as, cataratas, gangr ena, neuro patías.
te) de la diabetes I, co,,10 lo es la 1lamaclaremisió11, periodo du-
ACV. rante el cual e_i__P.aciente puede llegar a prescindir del uso de in-
sulina , y al .cabodeíruaff~¡;:;s"~Tinoterapia__y;¡_.c_~a.ru-i?
necesaria, esta vez de por vida.
Mucho menos conocidos en sus mecanismos íntimos son los
Etiopa togenia factores etiológicos oue desencad~na;, una diabetes JI, ¡corno he-
mos visto, se sabe que lo genético tiene aún una releiancia rna·
yor que en la diabet@demostrada no sólo ¡-0r los estudios de
Durante muchos años existieron criterios divergentes res- pares <le gemelos ya referidos, sino por una multiplicidad de
pecto de la importancia rela tiva de los factores genéticos y am- otros estudios de muy diversa índole clín ica y estadística. Lo
1062 SE MIOLOG IA, SEMIOTEC NI A Y MED ICINA INTERl,A
cierto es que en a~10s casos se h an podido detectar anomalías En pacientes tip o II con exceso de peso (el caso más frecuente
en el cr~1~~~~ que detenninari an _alteraciones genéticas en la práctica diaria) se prescribirán dietas hipocalóricas cuya fi-
défciímgo para la secuencia a minoacídica de las cadenas que n alid ad será la reducción paulatina del peso, mante niendo un
forman la insulina; pero se trata de raras ano malías detectadas adecuado estado de nu tricióD' en la mavotia de los casos una re-
en pocos pacientes, has ta la focha. pe sabe ta mbién que no se ducción importante del peso (a,m cuando no se llegue a alcan zar
ha ha llado correlación alguna entre ningún ha plotipo HLA y la el peso teórico) es suficiente para mejorar notablemente la tole-
diabetes lL Por otra part~J los _noJr~c..~~~..~ _.~:~-~ª~ ~~,!_(fü rancia a los glúcidos, debiéndose a partir de ese momento modifi-
de dwbetes II en 11i1ios v odolescenles (MODY! esfuaiailos eri a i~ car la indicación dietética, adecuándola al peso actual logrado.
versos aíses ha n evid~nciádo una-tia nsniisi0n genética de t.i o El caso contrario lo constituye n muchos pacientes tipo 1 que
omi nante, no demostrada jamás eri adu tos_ i~ é_ticos tipo fr se presentan a la consulta fr ancamente adelgazados, cuando no
Ün factor ambien tal de gran importancia 1 y que una cuidados a_ desnutridos (recuérdese que la in sulina, deficitaria en estos pa-
historia clínica puede rastrear, en diabéticos Il, lo es l'1_2besj,: cientes, es la hormona anabólica por excelencia); en tales situap
dad. El exceso de eso cor oral, jun to con la inacti,~dad física, ciones, se presctibirá una dieta gen erosa, hipercalórica, que su-
pro mueven una al te ración en e número de los receptores peri- mini stra r á todas las calo rí as y nutri ente s n ecesar ios pa ra
íe1icos de insuli na, en indivicfu-os - enétic8rnentE! marcados, de- recuperar un empobrecido estado nu tricional, debiéndose ade-
senca enañdo la aparícíón de una diabetes H. ctwr la indicación de insulinot.erapia a la modalidad y dos is que
posibiliten logra r el perd ido equili brio metabólico. La regla en
estos casos es dar todas las calorías y toda la insulina que sea n
necesarias/ ya que de nada vale man te ner niveles glucémicos
Tratamiento cercanos a la nom,alidad si al mismo tiempo no se r establece
un buen estado nutricionaL
El tra ta miento de la diabe tes sacarina se basa en cuatro El ualor calórico total de un a dieta para un diabé tico de peso
principios sólidamente establecidos, dietoterapia1 fannaco ter a- normal oscila ent re 35 y 50 Ca.l/Kg de peso, de acuerdo a la acti,
pia {i nsulina o hipogJ ucemiantes orales), ejercicio y educación. vidad ffsica que desa n olie.
Es indudable que la dieta ha de vaiiar según el tipo de diabe- En la infancia se indican 1000 Cal/día en el primer año de
tes, su eta pa evolutiva, la edad del paciente y los sínd romes vicia y se agregan 100 Cal por cada año da edad subsiguiente
concomit.2ntes que se pres6nte n; la medicación oral no siempre hasta la pubertad (P. While).
está indicada, la insuli na tiene sus indicaciones precisas, así co- En el anciano se r~d uce d VC'l' en u n 10%, sobre todo te-
mo el ejercicio , pero sin lugar a dud as la educación del paciente niendo en cuen ta la disminución de la actividad y de los proce-
y de su entorno fam¡liar es un pilar imprescindible para el logro sos meta bólicos. ·
de los objelivos de cualquier tratamien to, ya que sólo la educa- En la actualidad se ti~ nde a presc,ibir los hidratos de carba-
ción del paciente asegura la adhesión al tratamiento y el cum- no en valores que se superponen con los porce ntajes de una dieta
plimiento de las indicaciones, ún ico medio para evitar las emer- normal (entre del 40 y el 55% del VC1'), efectuando una selec-
gencias agudas y posponer lo más posible la presentación de las ción de alimentas que excluyan de la dieta a los mono y disacári-
lesiones tardías. Los objetivos a conseguir son: 1) la corr€cción dos libres, es decir, aquellos que se ofrecen en est ado puro (gluco-
de las alteraciones melabólicas y del medio interno; 2) la nor- sa1 azúcares) o blen incl uidos en productos alimenticios refinados
mali zación del peso y del estado de nutrición; 3) la preve nción o (bebidas gaseosas, confituras, etc.) en los que estos glúcidos sim-
retardo en la instalación de las complicaciones; 4) crear confian- ples no se hallan incluidos dentro de elementos celulares. Por el
za en la eficacia del tratamiento, la que se acrece ntará a medi- con trario, la indicación de alimeotos rii::os eil carbohidrntos com -
da que la mejoría se inst ale. El punto de partida para que un plejos (polisacáridos) o bien con cantidades apreciables de glúci-
plan terapéutico sea t xitoso lo constituye el con vencimiento del dos simples pero endocelulares, consti tuye una fuente muy útil
médico, en primer lugar, de que dicho plan sea beneficioso para de calorías no grasas y cuyo ma nejo con ecto en la rueta no nece-
su paciente; sólo un médico pers uad ido de la utilidad de sus in- sariamen te tende rá a 6levar los valores gh1cérn.icos, ya que se ha
dicaciones puede transmitir confianza a su pacie nte e infu ndir- demostrado qu e la f¡ brn dietética presente en estos ali men tos
le án imo suficiente para cumplir con el tra tamiento programa- (porción in<ligcrihle representada por celulosa, hP,micelulosa 1 pec-
do, es decir, motivar al pacie11te y no solam ente instruirlo. tinas) algunos ácidos urónicos, ete;J posee propiedades protecto-
ras, de retardo (no de reducción) er, la absorción de los glúcidos.
Dietoterapia: No e>:iste un tratamien to integral cotTecto de Por lo demás, la tendencia actual a elevar los porcentajes calóri-
ningú n paciente diabético en el que la dieta no sea elemento cos representados por los polisatG;idos pri ncipalmente, coincide
fundamental_, debiendo adecuarse la mis ma a las más variadas con la necesidad de disminuir en lo posible la ingesta de grasa,s.
situaciones. Teniendo en cuenta que hasta el momento actual la Las proteínas se ind icarán de acuerdo pri ncipalmente con el
diabetes es un trastorno irreversible de por vida , no sería lógico momento biológico del paciente, oscilando en 1 a 1. 5 g/Kg de pe-
indica r un ré gi men dietoterápico que no cumpla con las leyes de so teórico (entre el 10 y el 20% del VCT) en ad ultos sin compli-
la alimentación de Escudero, puesto que la indicación dietética caciones; en periodos de crecim.ien to1 embarazo y lacta ncia será
se debe mantener por largos pe,íodos. La fi nalidad de la dieta necesario indicar cantidades mayores (1.5 a 2.5 g/l(gPT), así co-
es lograr el mejor estado nut ricion al que sea· posible, al tiempo mo en pacientes desnutridos; por el contrn rio si e:..:iste reduc-
1
que se res peten las pautas que permita n la normalización del cíón de la suficiencia renal o hepá tica , se reducirán las proteí-
desequilibrio metabólico. Se tendrán en cuenta: edad, sexo, pe.so nas de la diet.a en consecuencia. En general se tratará de que
actual, momento bio1ógico (c recimiento, des aiTollo, embarazo 1
por lo me nos el 50% de las proteínas ingeridas sean de al to va-
l~ctancia, ancia nidad), etapa evol uti va de la diabetes, presencia lor biológico (o ri gen animal o bien complementación entre au-
o ausencia de complicaciones o de síndromes concomitan tes, es- rnenlos de origen veget al que a porten proteínas completas, co-
tado del aparato diges tivo, posibilidades económicas del pacien- mo la soja).
te sus horarios de trn bajo, su actividad física , y en lo posible, Como h emos dicho a ntes, la conducta actual es no da r can ti-
s;s gustos y hábi tos al imentarios. dades ex_cesivas de grrzsas en previsión de la tendencia demos-
TRASTORNOS DEL METABOLISMO 1063
trada por los diabéticos a sufrir lesiones ateroescleróticas anti- proinsulina, polipéptido pancn:át:ico e impurezas de diverso ori-
cipadas, más extendidas y más severas. El porcentaje del VCT gen. Este tipo de insulina convencional llamada actualmente
rcpresentadn por grasas no deberia superar el 30%, debiendo "sucia" ha dejado de emplearse, habiendo sido reemplazado por
poner especial énfasis en no suministrar más de 300 mg/día de otros más purificados. Así se obtuvo la insulina monopico, es
colesterol (si ya existe una dislipoproteinemia tipo Ha o IIb la decir que en la corrida electroforética sólo queda presente el pi-
cantidad diaria de colesterol no deberá superar los 250 mg) y so C; esta insulina tiene un coeficiente de pureza del 90%.
rnantener un elevado cociente de cícidos grasos poli in saturados En pos de un grado mayor de pmificación, se ha liberado a
sobre saturados (P/S alrededor de 21. esta insulina monopico de impurezas contenidas en e11a, obte~
Se considera conveniente en este sentido que la dieta sea ri- niéndose la insulina altamente purificada, también llamada
ca en pescado y otros frutos de mar, dado su irnportante aporte monocomponente, con una pureza del 99%. En nuestro país
de cicidos grasos po!iinwturados "omega-3", de gran ·rnlor en la exister. insulinas de origen porcino altamente purificadas o
prevención de la ateroesclerosis. monocomponentes, lo que es lógico, ya que en la práctica vale la
Los requerimientos de vitaminas minerales y oligoelementos pena purificar al mayor grndo posible (monocomponente) una
son similares a los ele personas no diabéticas comparables por insulina como la porcina, cuya antígenicidad se ha· demostrado
raza, sexo, edad, momento biológico y actividad; será neces21io prácticamente similar 3 la hi.:mana. Actualmente las insulinas
cuidar este punto cuando se deban indicar regímenes hipocaló- porcinas y humanas contienen menos de 10 p.p.m. de proinsuli-
ricos o la administración prolongada de alimentación por vías na.
de excepción (entera! y parenteral), casos en los que sería ade- Según la duración de su acción una vez inyectadas, las insu-
cuado suministrar suplementación vitamínica y mineral. El so- linas se clasifican en tres categorías; las de acción rápida (deno-
dio se deberá reducir ante toda insuficiencia cardíaca, hiperten- minación comercial; corriente 1 regular), las de acción interme-
sión arte1ial o nefropatía (todas ellas frecuentes en diabéticos) o dia (insulina NPH e insulina lenta) y las de acción prolongada
bien si existe cualquier patología concomitante que provoque (insulina zinc-protamina) (ver fig. 9-16).
retención hidrosalina (edemas, ascitis, etc.). La escala de res- La insulina corriente, regular o cristalina sólo contiene en
tricción sódica es variable 1 entre 200 y 1.500 mg/día, dependien- su formulación elementos consei-vadores y estabilizadores, sin
do de la severidad de la alteración. agregados que alteren su acción; conesponde en la práctíca a la
La distribución del régimen se en 4 ó 5 comidas diarias, insuliná tal como se la libera del páncreas.
debiéndose cuidar en especial los horarios de las comidas en pa- La insulina lenta tiene agregado de zinc, formando cristales
cientes sometidos a insulinoterapia; cuando se emplean dos dosis que una vez inyectados, van disolviéndose lentamente, lo que
diarias de insulina es conveniente una colación de unos alarga considerablemente su tiempo de acción. Una acción simi-
30 g de carbohidratos rd acostarse por supuesto de la lar posee la insulina NPH, formulada en base a la incorporación
cantidad total diatia indicada). Cuando la "ctividad laboral eyjja de protamina a su mol.§cula; la protamina es una sustancia de
horarios no convencionales o cambiantes, se deberá adecuar tan- naturaleza prot~ica que posee antigenicidad propia, agregada a
to la distribución del régimen dietético r~B.nto la administración la que pueda poseer la insulina de la preparación. El poder an•
de insulina a las condiciones imperantes. tigénico de la insulina lenta deviene primordialmente de la es-
pecie de origen y de su grado de purificación.
Insulinoterapia: la administración de insulina está indica- La insulin✓a zinc-protamina incorpora molécu1as de zinc que
da p1incipalmente en diabiticos insulinodependientes, en diabe- forman un complejo con la insulina y la protamina, prolongando
tes secundaria a destrucción o resección pancreática, en todas aún más su acción.
ias emergencias (cetoacidosis 1 comas de origen diabético), du- Las vías de administración posibles dependen de la formula~
rante el embarazo, en diabéticos sometidos a cirugía cuando se ción de cada insulina; así por ejemplo 1 la insulina corriente pue-
presenten intercurrencias o complicacione,s que provoquen de inyectarse por vía subcutánea 1 intramuscular, intravenosa o
"stress" (sepsis, traumatismos, etc.), en diabéticos adelgazados, intrape1itoneal; las insulinas de acción intermedia se inyectan
por su acción anabólica y en los llamados "fracasos secunda- generalmente por vía subcutánea, aunque pueden aplicarse por
rios", cuando la medicación oral deja de ser realmente efectiva. vía 1.M., y la insulina zinc-pretamina sólo se emplea por vía
Existen diversos tipos de insulinas que pueden clasificarse: S.C.
1) según la especie de origen; 2) según el grado de purificación; Por último, las insulinas descriptas se presentan en dos con-
3) según el tiempo de acción. A su vez, todas ellas se deben es- centraciones principales: 40 y 80 U/mi, aun cuando existen tam-
tudiar de acuerdo a la via de administración elegida. bién concentraciones de 100 U/ml, debiendo ser este dato tenido
La insulina es una molécula de naturaleza polipeptídica que en cuenta al calcular la dosis administrada, seleccionando conec-
posee antigenicidad, mayor en la medid2 en que difiera de la se- tamente lajelinga conveniente para cada concentración.
cuencia aminoacídica de la insulina endógena que produce el En la práctit.a diaria intervienen numerosos factures en la
páncreas humano. Por ese motivo, al considerar los tipos de in- toma de decisión acerca del tipo de insulina a emplear; por lo
sulina seglln la especie de origen se observa que Ja insulina de general el tratamiento crónico de un diabético más o menos es-
origen porcino difiere de la humana en sólo un aminoácido y table1 sin complicaciones, se realiza con insulinas de acción in-
por tanto es menos antigénica que la bovina, que difiere de la termedia o con mezclas de éstas con insulina corriente, en una o
humana en tres aminoácidos. Estudios recientes con insulinas varias aplicaciones diarias; la insulina corriente como única
humanas (sintéticas o semisintéticas y aun biosintéticas) no medicación se emplea en el tratamiento de las emergencias, eta-
han demostrado grandes diferencias en la acción ni en el corn* pas de descompensación cetósica o de otros orígen'es, en la resis-
p01t?.miento antigénico en comparación con la porcina. tencia a la insulina, en los aparatos de infusión mecánica y en
El grado de purificación con la que se obtiene el producto fi. algunos casos que sólo pueden coantrolarse con dosis múltiples
nal también tiene importancia. La corrida electroforélica de la (diabetes lábil). La insulina zinc-protamina, muy en boga hace
insulina muestra una distribución en tres picos llamados A, By años, ha sido dejada paulatinamente de lado.
C respectivamente, de los cuales el que posee la insulina pre- Con respE:cto a la elección de la insulina según su origen Y
sente en la preparación es el C; los otros representan glusagón, purificación, se debe <listiuguir Entre lo ideal y lo posible: dada
1064 SEilAI OLO Gl.4, SEIIAIOT EC NIA Y MED ICll,A NfERNA
In menor an tigenicidc1d de L:1s insulinas porcinas altamente pu- cemias por día, o bien efectuando un "monitoreo a1terno )I en el
rificadas, ni ten~r éstas una mt:nor ca pacidad <le prom o\•er la que se regi strnn glucemias de distintos momentOs del día (bas~,
formaci ón de anticuc17H1s, se ria de desea r q ue tod os los diabél.i• interprnn<liales y postprau<lialesl a lo largo de la sema na, efec-
co:i que se tratan co n in sulina em p!~aran las porcinas mono• tuando una lectura de un momento dado en cada día, para reali-
componentes. Peru la situación real. es qm:, por un bdo, existen zar luego un monitoreo completo cada cinco o siet.é días. La medi-
tod:win pacientes que se htrn venido aplirando insul ina bovina ción de las glucosu rias como índice de seguimiento ha perdido
sin nrnyor es inconveni entes; por otra parte, el costo de las insu• valor frente al monitoreo glucémico, reservándose para algunas
li nas porci nas es su perior al <le !Js bovinas, nojustifir?.nrl.ose en situaciones especiales o bien aPelando a ello en ause~1cia de toda
eslos ca$OS l'I cam,bio. Aderná$, la producción nctual <le insu li- posibilidad del monitoreo. Estudios realizados en vátios centros
nas porcinas no alcan zaría <.1 cu brir las necesidades tle l mercitdo hospitalarios de nuestro país han demostrado la extr~ ma variabi-
si todos los diabetic..:is en in sulinolf;ntpia utili znran las 111ism:.1s. lidad de la glucosmia frente a gluce mias (hipe rglucenii'as) simíla-
Por toda-:; e!:itas rawnes, se reserva l~ indicación de i1i::atli11as res, aun en un mismo paciente, debido a modificacioneS en el um-
Jmffina s cd ta rn ente purifi rndas a ios sig uie ntes casos: 1i todo bral renal.
diabético insulinod~pendí ente recienteme:nte diagnostirn clo en 1 Un mod ern o método co mpl ementari ao del segui miento) de
quien ~e eomien za el Lml.amíento insu !íniro; 2) diabéticos que es• gran uti lidad , es el dosaje de la l,emoglobina glucos i/ada (Hb
ten emp leando in ~ulinas bovinas y en los q_u e aparezcnn allera- Alcl. El grado de glucosi lación de la hemoglobina depende del
cionr:s atribuibles CT elbs !lipodistrofias, alergia, resistencia): 3) ten or glucérnico del plasma , siendo en individuos no diabéticos
di,,bét.icos no insulinodepenclientes en quienes haya que i!1dicar inferior al S,6%. de la hemoglobina total. En los diabéticos, la
insuli11oternpia transitoria !cirugía , sepsi s, etc. 1; se sabe que e! Hb Ale suministra información sobre los niveles gl ucémicos de
meje.ir método de crea r anticuerpos a tm antígeno d::ido es B.d1ni- los G0 días an te riores a la tom a de la muestra, considerándose
nistrarlo po r períodos separados por interrn los, y este- seria el ca- bien conLrolado al di abético cuya HbAlc no supere 9,5%. Este
so de un diabéLico II que a lo largo de su vida afraviesa por suce• método se basa en que la hemoglobina, una vez glucosilada, no
sivas si tunciom~s de insulinode penclencia transitoria; el mismo se desprend e de la fr acción gl ucidica por el resto de la vida del
n.11.nn::imiento es vá lido para 41 cuando se deba indicar insulina eritrocito, dando as í testimon io de las va ri aciones glucémicas
i:ri un a diabética gestacional. en forma retrospectiva. ·
Una \' GZ establ ecitla la necesidad <le tr atar a un diabético También se emplea el dosaj e de fruct osamin.a como índice de
con insulina en forma estab le, crónica, en ausencia de complica- la glucosilación de las proteínas plas má ticas en el rastreo retros-
ciones in tercu rrentes, se inicía la ternpéutica con una insulina pecti vo del grado de control dur ante las 2 a 3 semanas previas al
de ncción intermedia, en closis que oscilan entre 20 y 30 un ida- examen (Valores normales: de 0.84 a 1.58 ml\.fol/1 , o bien 1 expre-
des. administradas al rededor de 30 mi nu tos antes del desayu - sada con relación a la proteinemia: 12 a 22 mMol/g de proteínas).
ne,, por ví;i SC; las dosis se corregirirn cada 48•í2 hs según 1os La imwlinotempia puede llevar a la presentación de diversas
res ultados qu e arroje el monitoreo glucé mico (o en su defecto, la complicacionc..:;, tfrnto de orden local como general. Las complica-
investigat:ici n de glut0suriasJ. No es posible dar un rígido esque- ciones locales incl uyen las lipodistrofias que pueden ser lipohi-
ma del empleo de otras modalidades de insulinot.erapia, ya que pe1trofia y lipoatrofia, o sea masas hipertróficas o atrofias del te-
en este terreno el entrenamiemto práctico junto a un colega que jido celub.r en los sitios de inyección. Ap arecen entre los 3 y 6
dom ine la mate ria es insustit.uible, pero se puede afi rmar que meses ele comenzado el tratamiento, produ ciendo zonas antiesté-
en la actualidad, más del 75% de los diabéticos que son tratados ticas en las cuales la absorción de la insulina inyectada se vuelve
con insulin a E-'11 Servicios Hospital a1ios especializados, reciben errática. Pueden dismin uir y en ocasíones ·desaparecer si se sus-
por lo menos dos dosis <lia1ias de ins uli na inte rmedia , una an- pende la inyección de insulina, "in situ", aunq ue en la actualidad,
tes del desayu no y otra previa a la cenn (con colación al acostar- con }a incorporación de las insulinas monocomponentes, su inci-
se- ) o bien dos dosis diarías de rnezclns de insulina intermedi a y <lenciAestá disminuyendo, aconsejándose incluso la inyección re-
rápida, solas o combinad1.1s con una tercera dosis de insulina co- petida de estas insulinas en las zonas afect.adas como tratamien-
rrien te .intes de.! .ilmuerzo. Por fi n, en algunos medios se em- to de las mismas. Su origen se atribuye a factores antigénicos
plean las dos is múl tiples de insulina corriente (cada 4 a GhsJ o presentes en IM insulinas "sucias''.
induso las lla madas ;'bombas·· o sistemas ahiatus de perf11sió11 La nle1gia a la insulina puede darse como fenómeno locali-
('(JJ1finun (fo insu/i11(1, sien\pre por vía se. zado al sitio de inyección, con reacción pruriginosa o urticaria-
Es conveniente que el paciente aprenda lo ante.s posible a c111- na, y también, aunque raram.ente, como reacción sistémica. Se
toi11y1.:clcll"Sl!. desde nillo inclusive; además de las ve ntajas ele or- atribuye la alergi a a ln rrntigenicidad de la insulina y también a
den económico. esto le da nnn total independencia y Jo hace parti- la antigenicidad de otros componentes de la formul ación (prota-
cipar acti vam ente en su propio tratamiento. Se le debe ensellar minal, cuando no a impurezas {insulinas "sucias"). En estos ca-
una técnica correcta, incluyendo las med idas de asepsia indispen- sos se debe pasar al uso de insul inas porcinas altame nte purifi-
sables, ins truyéndolo para que vaya rotando los lug<ffes de inyec- cadas. También se puede recurrir a los a ntihistalTlínicos o
ción a lo largo de brR.zos, muslos, caderas, nalgas y abdomen. De cort.icosleroides , llegándose en ocnsíones al tratamiento de de-
fStB manern no : - e repetirá una inyección en el mismo sitio en mu- sen sibilización (rápid a) comenzando con di luciones de 0.001
cho tiempo, previn iendo complicacione5 lipodistrcificas. unidad intradérmica, du plicando la cantidad cada 20 minutos
El pu ntal del correcto trata.miento actual lo constituye el cw- (se pasa a vía SC al llegar a 0.004 U.), siguie ndo la progresión a
ton_wn itoreo, efectuíldo por medio de tirillas reactivas que miden intervalos similares, tratando de ll egar a la dosis necesari a pa-
la gl ucemi a en sangre ca pilar extraída por punción cutánea, es• ra corregir la alteración. El lapso es aproximadamente de 8 hs.
pecialmente del pulpejo de los ded os (también se pueden utilizar No se debe suspender la insulinoterapia en días sucesivos, ya
los lóbulos de las orejas); estas tirill as miden glucosa verda dera que se podría provocar una resensibilización. La desensibiliza.-
por medio de la glucosa -oxidasa y pueden leerse en for ma visual ción lenta se hace en forma similar, sólo que las aplicaciones
directa o bim a través de un reflectómetro. Según la etapa evolu- son cad a 6 horas. En algunas ocasiones, la alergia a la insulina
tiva y la contingencia coyuntural que se atraviese, e1 monitoreo es premonitori a de otra eventualidad, que aunque infrecuente 1
puede consistir en la realización (y registro) de cuatro a ocho glu- no deja de ser grave: la resistencia a la in sulina: ésta puede de-
TR1\STORIIO S DEL METABOLI SlvlO 1065
berse R causas no inm mnnológicas, aun que es m8s común que vado de la misma hipoglucemia. La hipoglucemia por actividad
su origen S8a inm unol6giro_. relaci,mado con lf! formación de an• risica se evit.a con la ingestión de 20 a 40 g de gl ucosa previa al
ticuerpos estinrn lacla por fai::tores antigénícos d~bidos a la apli- ejerci ciü.
cación de insulina. Se defín e como resistencia a la in sulina al
requerimiento superior a 200 U. dia1ias durante un tiempo pro- Eíectv Sumogyi: La hipoglucemia indu Cida por insulinotera-
longado, en ausenci a de complicaciones in fecciosas o metabóli- pia puede provocar una hipe rglucemia por rebote, debi da a la
cas . El 0.1 '« de los dia béticos I puede presen ta rla. El trata- resp uesta contrarregulado ra tglucagón 1 catecolaminas, corti-
miento consiste e n cnmb ia r a insul in a corri e nte po rcina so!l. Se sospecha su existencia cuando la investigación de gluco-
monocontponente, administrada en dosis crecient.es, cada 4 a 6 sa es negativa en orina y a las pocas horas se producen impor~
hs, co n l:'l paciente hospitaliz.1c\o. Se supon e que la resi stencia ta nte s hip er gluce mi as; clínic ame nte se da el fenómeno
se \'ence cuand rJ se bloq uean tocios los anticutrµos ci rculantes paradoja! dest.:ri pto por Somogyi en forma de un a "espiral iníla-
con las grand es rnntic\ades de insulina ad ministradas, pudien- cionana·· en la qu e a mayores dosis crecientes de insuli na¡ se
1
do sobre,1enir unn hi poglucemia con variaciL1nes poco im portan- obsernrn hipergluce mi a.s más elevadas especialmente en ayu-
1
tes por encima de la gran cantidad requerida. nas. El trata miento consiste en ir red uciendo las dosis de insu-
Una vez vencida la resisten('i.1, e! p0.cie nle vuelve a er.hihir lina, evitando las hipoglucemias que muchas veces son noctur-
requeri1nit'n tos usu ales de i11su li1w, por lo genera l menores de nas e in ap aren tes y que. origi nan el fe nómeno de rebote.
100 u/d i~. Con frecu encia el lrntam ien to se acom pal!a df' pred-
nisona en dosis de G0 mg/dia. co n el fin de disminuir !a tasa de Hipogluc emia ntes orales: Las drogas de acción hipogluce-
an ticuerpos anti-insul ina. miante sólo están indicadas en di abéticos tipo II puesto que son
Hipugluccmia: es un a complicac:ión frecue nte de la insuli not.e- ineficnces en ausencia de ins ulina endógena. Por este motivo no
rnpia y puede deberse a: ll sobredosis de insulin a; 2) omisión o se las emplea en diabéticos ti po l.
retraso en L1 ingesta; 3 ! actividad física intensa no planificada . Exi:'.-ten dos grandes fami lias de hi poglucemi an tes orales: 1)
Leves hi pogl ucem ias son muy frecuen tes en pacie ntes some- los derivados de las arilureas y 2) derivados de biguanidas.
tidos a insuli niza ci ón intensa (por ej. embaraza das <liabétic.'."lsl, Las arilurew,; o sulfodrogas actúan a nivel central, estimulan-
pero pueden present Rrse gr &dos 1rn\s severos, con nlteracioni:s o do la producción y liberación de insulina endógena, y a nlvel peri-
pérdida de sensorio. férico, estimu lando la captac ión de gl ucosa por un au mento en s u
Los sintuma.-; clinicns ele !a hipngluc1:mir1 de rivan de la reac· unión l"binding"l con los receptores periféricos de insulina. La
ci éin ad ren frgic a al descenso de la glucemia itenib1o r, sudora- mayoría de ellos se eliminan por riúón, salvo la gliquidona que se
ción , parestesias, y l..1s alterncionrs del sensorio se deb'? n a la elimina en un 90% por bilis. La clorpropamida puede potenciar la
neurogl ucopenia agudn rel C(' rt>b ro cons ume exc lusivamente hormona antidiurétic íl, provocando retención hidrosal ina no de-
glu cosn y no se ad apta en e.orto tiempo a la deprivatí ón). Se.gún seada. En un peq ueño porcentaje de casos (1 a 6%) pueden pre-
la :1lteración humoral y la profundidad de la pérdid a de con- senta rse reacciones cutúneas e intolerancia gastroíntestinaJ con
ciencia, se suministra solución glvcosüd-1 hipertónirn intraveno- la mayoría de las sulfodrogas, habiéndose co municado casos de
sa al 25-50'k 125-50 mil mds un goleo postt> rior de glncosa íll 5 ó ictericias colostáticas íntr8hepáticas producidas por clorpropami-
1or¡¡. o bien glucagón 0.5 ~ 1 mg IV o IM , que se puede repeti r a da. Ülrn efecto común a estos fármacos es el efecto "antabuse" de-
los 15-30 minutos (siempre 2.compJúado del su minist.ro de glu- sencaden ado po r la ingesta de alcohol. Estan contraindicados,
cosa). Los casos leves se resuelven cun líl ingest.ión ele solucio- po r lo tanto, en tod as las afecciones del aparato digestivo, insufi -
nes gluc1Jsadas (j ugos ele fr utt\s, be bid«s glucoc;;1 rh onat:u1«sl o ciencia hepáti ca o renal y en el embarazo.
de azúca r o caramelos por boca. Si a los 30 m.inutos de in sta Indo Como las insulinas, se los cl asifica según su tiempo de ac-
un Cllétcl ro de pérdid a <lf:' co nciencia, éste persisle, se deb e sospe- ción, en dro gns de acciún corta, intennedia o prolongada (fig. 9-
drn r la prese ncia de un cuadro cerebrovascular :\gregado, deri- l 7J. Como en otros fármacos, eu general la tendencia ha sido
·------·
Acción Prt:ldu cto Presentació n Dosis Comienzo Pico Duració n
de acción máximo
CO RTA GLlPIZIDA
1Minodiab1 5 mg 5-15 mg 60 min 2-6 hs 8-10 hs
GLlCLA ZIDA
(Dia nucronJ (llnava) 80 mg 80-160 mg 1-2 hs 2-6 hs 12 hs
INTERMEDIA GLIBENCLAMIDA
1Daonill IE ugluconl (Pira ) 5 mg 2,5-15 mg 1-2 hs 2-5 hs 12-24 hs
desarrollar drogas que sean igualmente efectivas a menores do- Acidosis y coma diabético
sis, para evitar los efectos colaterales,
Las bigucrnidas (fenformina, buformina, metformina) deben Los tratamientos de las etapas evolutivas, desde la descom-
su acción antidiahética, en presencia de insulina, a mecanismos pensación hasta la cetoacidosis o coma, persiguen los mismos
que retardan a nivel digestivo la absorción de la glucosa, a inter- objetivos: corregir 1) la hiperglucemia, 2) la hiperosmolaridad
ferencia con la fosforilacicin oxidativa y con las vías rnetabólícas intrn y extracelular, 3) la acidosis y el desequilibrio ácido-base,
de la neoglucogiénesis y al aumento de la captación periférica de 4) el déficit de agua y eledrolitos, 5) la causa desencadenante.
la glucosa (efecto sobre receptor de insulinat La dosis terapéuti- La cetoaddosi~ puede deberse a causas metahólicas puras
ca es nn1v cercana a la tóxica, siendo comunes los efectos colate- (i!üerrupción o disminución de la insulina administrada) o bien
rales de tntolerancia gastrointestinal. La dosis de fenfomlina os- a causas iniercurrentcs (slrcss debido a sepsis, quemaduras,
cila entre 50 y 100 mg/día, y tiene las mismas indicaciones etc.). La acidL•sis se controla mediante una conjunción de tres
generales que las sulfodrogas: diabetes tipo II, aunque con mu- eleme~1tos tern pl!uticos: djeta-in.suJin'!•tieITlPº (PITJ; cons_iste,.~n
chas más limitaciones, dado su efecto sobre la neoglucogénesis una diet9- fija suminü,ti·ada a intervalos_ de 6 hs. a fin de r~p,~-
que facilita la acumulación de ácido láctico, aumentando la rela- ner agua, electrolitos y carbohidratos, que se utilizarán como
ción láct.ico/pirúvico a más de 10; esto puede favorecn la instala- elemento energético, anticetogénico y restituyente del glucóge 4
ción de una acidosis láctica, de sombrio pronóstico. no, L.~__!nsulina corriente se da cada 6 hs: por ví~.S(:;.t ~~st~_Sg.!!-
Las hir;uanidas están contrnínclicocfos en el embarazo, y en seguir redldfir l~ hil?.filgl~s~u)i~1-.Jl!-J1i]~1~C!srno_la1_·~da4;j~s c~~r-
general e1~ todo diabético que presente una patología proclive a la pos cetónic~a _arjdpsjs rnn~ig1ü1;;nt~ . La dosis se determina
deficiente oxigenación de los tejidos (en especial alteraciones de según la glucemia (monitoreo): de 2 a 2,5 g, 20U; de 2,5 a 3g.
los vasos sanguineos, macro y microangiopatía) o en la insufi- 30U; de 3 a 4g 40U. Composición de la dieta: leche 1000 mi, ju-
ciencia renal (peligro de acumulación, dada la excreción por ori- go de frutas 1000 ml, caldo de verduras 1000 rnl, harinas 60 g.
na l. El alcohol puede favorecer los efectos tóxicos sobre neogluco- Esta dieta se fracciona en 4 porciones iguales, &<lrninistradas
génesis, precipitando la acidosis lictica. cada 6 hs. Si e:-..isten vómitos, se realizara hidratación parente-
Actualmente sólo existe en el mercado la metfonninci, ral Ide 3 a 4 1/24 hs. qtw por rada 1000 mi: 154 mEq
ha demostrado una tolerancia y efectividad mucho rnayDri.:s. de Na, 15 mEq de K y 50 g. glucosa).
presenta eu cápsulas de 500 rng. (DBI, blotin) o en cápsub.s de!
800 mg de liberación lenta mBI-AP, Islotin Retard, Glucophagc Cetoccidosis grave: también denominada con1a diabético pür
Retard l, siendo la dosis diaria de 800 a 1600 mg. Se indica prin- la p.érdida de conciencia que la ,icompJfia con ciert,1 frecuencia,
cipalmente en diabéticos obesos, e11 quienes no se desea incre- se confirma por lR deshidratación intenso, el aliento ~~0Eiso) la
mentar al.in mris la hiperinsulina existente_) o bien en combina- hipotensión en~tlil.@~sasos respiracicin de Kussmaul que
ción con las sulfoinilureas, ante un /!·acaso secundario (ver más aparece cuando el pH sangL!Íneo es inferior a 712, la hipergluce-
adelante l. mia, la retonemia elevada, acompañadas de glucosuria y ceto-
Otra reciente incorporación al vademecum de antidíabéticos nuria, el pH inferior a 7 .3 y la pC02 menor de 40 mmHg.
orales la constituye la ncnrbosa (_Glucobay), que inhibe las alfa- El tratamiento se inicia t:an infusión intravenosa en bolo, de
glucosídasas presentes en intestino delgado, promoviendo una 10 U de insulina corriente más 10 por vía Ud, continuando con 6 a
1entíficación de la velocidad de absorción de los hidratos de car- 12 U de insulina corriente !M cada hora. Otra modalidad consiste
bono, lo que disminuye las hiperglucemias postprandíales, con en la infusión continua de insulina corriente por via IV (SO U en
menor estímulo de la secreción de insdina. Está indicada en 500 ml de solución salina norrnal en paralelo a la hidratación si-
diabéticos tipo 11, en dosis de 50 a 100 mg inmediatamente an- multánea) a razón de 100 ml/h, de modo de administrar 1OU/h.
tes del desayuno, almuerzo y cena, aisladamente o en combina- En niños se administran 0.1 U por Kg/h).
ción con los otros antidiabéticos orales. La administración ck dosis bajas de insulina es más fisioló-
gica, evitando la excesiva hip2rinsulinización y la eventual res 4
El coma hiperglucémico 110 cetósico o coma hiperosmolar se Alicroangiopatia: reconoce múltiples mecanismos, entre
observa en diabéticos t.ipo ll, sobre todo de edsd avanzada, fre-. los que se destacan las alteraciones reológicas (au mento de la
cuentemente con severas complicaciones y enfem1edades conco- viscosidad sang¡¿ínea, modificaciones del flujo laminar, de la de-
mitantes; por lo ge neral se asocia con grandes pérdidas_)údricas formabilí dad eiitrocitaria, de la adhesividad plaguetaria, alte-
(vómitos, deshidratación, diuréticos) gue el..,raciente no compensa raciones en la fibrinólisis, entre otros) y fund amentalmente las
por dísminución de la sensación de sed. típica del anciano, 9._..E9.r alteraciones en la permeabilidad y en el grosor de la membrana
alteraciones del sensorio o de la conci~il:!~ Este estado hiperos- basal. Responsable de estas alteraciones es en gran med ida la
molar se caracteriza por hiperglucenl.ia ll amada "mayor" (supc- ¡{iiicosilació11 de protcí11as, proceso por el que la hiperglucemia
r_ior a 5 g/1 y que puede alcanzar y superar los 10 g/1) en muchas puede ser asimilada a un veneno que ataca las proteínas, pues
ocasiones hipernatrem.ia (hasta 200 mEqn), que producen hiper- la excesiva glucosilac1ón de las mismas (que depende del rnvel
tomía del espacio extracelular, aumen to de la osmolaridad y co- glucénuco de por sl) trae como consecuencia d~pósitos de gluco-
rno consecuencia deshidratación intracelulaI. No existen cuerpos proternas que van alteran~!ifiy_J::._~~!!.....élB.?~
cetónicos e:n orina ni están elevados en plasma. arteriolas, vénulas y capilares. La glucosilación de la hemoglo:
· El tratamiento consiste fundamentalmente en exJIB,ndir el bina tañ'ililéñ intervíen8, pues una hemoglobina con un elevado
e~pacio extracelular med{Ünte la infusión de solucion es salina~ rorcentaj e de Hb Al no cede fücilmente el oxígeno, lo oue suma-
hipotónicas (de osmolaridad 5_0% menor que isotonicidad) o bien do a las alteraciones reológicas y a las modificaciones de la pa-
isotónicas por vía IV junto con la administración de agua sin red capilar, provoca hipoxia tisula,~ con consecuencias realmen-
electrofüos por sonda nasogástrica o entcral, e insulina terapi_a te graves, como ve remos luego. ·
en pegueúas dosis con esquemas similares a los señalado~~ Los lerntonos ataeados principalmente por rnicroangiopatía
la cetoacidosis. son la retinu y el ririón. La retín opatía diabética puede presentar-
se como retmopat.ía o.dematosa-e.rudatiua, también 1lamada "ret.i~
nopática· o "background", siendo sus lesiones distintivas, microa-
Acidosis láctica n~~~s, m1crohernorragias, exudados duros o cereos,
exudados blandos o algodonosos. Sus lesiones pueden ser modifi-
Ya se han señalado los mecanismos que pueden producirla; cadas hasta cierio punto por un tratamiento muy estricto de la
fundamentalmente se ha responsabilizado a las biguanidas, diabetes, no existiendo en realidad terapéutica específica para la
por freno de la neoglucogénesis y acumulación de lactato. Se misma. Puede comprometer la visión si se asienta en la mácula.
trata de una acidosis met.abólica gravisima, de pronóstico letal Esta forma retinoapática (observable por ollalmoscopia di-
en prácticamente todos los casos, en la que no se encuentran recta o por angiorctinografia fluoresceínica) puede pasar al otro
cetoácidos que puedan responsabilizarse de la acidosis. Se ha estadía, la reti11opatia proliferalir,a en la que la hipoxia tisular
preconizado .el tratamiento dialítico como el que mejores pers- promueve la neoformaciól) de vtisos· estos neovasos son intrín•
pectivas tendría, aunque la ex periencia ha sido bastante nega- secamente débiles, ya gue_)!.~,.llilredes están constituidas prác-
tiva. ticamfll\e p-0r ¼e~two, y sufren efracciones que dan lugar a
1068 SEl•AIOLOGI A, SEf,!I OTECI-I IA Y MEDIClf,fA 1/JTERl•J A
lwmot-rr1gi as severns, retinales o \'itreas con su secu_1;:la de .\'E:- La polineuropatia simétrica es la ifüÍ.f; fre cuente de las lesio,
tracc10n cicatrii; ¡ del vitrto y desprendimi1.: nlo de retina; la fo1:-
1
nes ; st mc:i.nifiesta por part:-stesias v dolor: las parestesias con la
ma prohferat.i va es la respúnsable ele la inmensu mayo1ia de Jc,s dbtribm:ión cono(:i da com11 en nwdia ü en guante; el dolor es
casos de. cegu era por ret.in opatia diahét ica. Las lesiones propin~ sordo , urente o espasmódico y de predominio nocturno.
pued~n observarse tam bi~n por oftalmoscopia directa, 8un que Ac:tualrnGnte ti e:nde a prevalecer una interpre tación metabó~
el seguimien to por la relinrJgrafia fluorf' sceinit~ ty más recie n- líca b<.!sada en la d2-ficiencia dé acción insulínica, la h i p ~
temente por la fluo rofoto1netrí.:1 i pg_ unite visualirnr precozmen- mia, las alteraci1Jnes E-n la síntesis y degrad ación de los lrpidos
te la neoformación de \" asos. El tratamíento consiste en nnílti ·• de In mieli na, fa.vorecienclu la acun mlación de sorbitol y fruclo-
pl~~aros láser !/7¿foroagu_lat.iónJ q ue elimi1lñ~e"T.1 sa y t.! l df:ficit en mioinositul, lo que altera la est.rudu ra de los
cirul aci6n vasl.3s . áreas ~ iforica~ reti nales> no éSenciales para nei"vios poriftriCüs. -
una Yi:::ión correrc.: t.a, ehminando as í E=l estimulo que la hi poxi3 Se act'pta qLu: las n1011on eu rupúhus tíe nen su origen en las
l~Ü~;;fica p:\ ra _la ne~~~..~ferac_!:)_~~~u!ar. Se trat.a de altt'.r,1cic,nes micrúan ~iopátitas de los vasa nervoru11!,;
un:J a<l C:C' LWtión a b!i t:irc.u11st3nci~!:i impernntés en r12l.inn, 1::1.•i-
ta ndo l,1 ¡:irogresi<i11 de las lesiones. P<?I.__~ _st? debe prncfzcn r Pie dio bético: Faennan ha descripto cinco f(lct ores conc u~
/¡¡ ni.is ))rt.TOIIJ/Cllfi!JltJS Íh!t•. rrcnée:-: pan1 el establecimiento dE: h;;siones en los pies de los dia-
A ni\·t;J r e1!;1!, la mi croangiopatía produce lesio;1es t·s pníficas1 béticos: un factor 111:wvlúgie<J (al teraciones tróficas por neuropa·
dl ~;m inuye ndo o :,nu lan do la función glomernlar; glomeruloescle- lía y tambi én ct1lerae:io nes en la sensibilidad terrnoalgésica ), un
ro~is difusa vg{(}lllt.'ruloe~dervsis nNIÜlm: También !}C ha n dr2s- fado r uc1scular (macroangiopatia, déficit de irrigaciónl.,_un fac-
c:r)pt.o,¡!:/¡_11neru/~ie.~·cfi:1-osi.s 1..·.::a(o tivn_y fesion 1.:s tu bu/ores sin la es- tor c,rtopédicu unal apoyo planta r o erosiones en dorso por de-
¡JE-ciliciclad ele lcts anteriores, pE-rO en aparen te rel ación c:on la formid ades como hallux valgus o dedos en mártillo), un factor
diabete:>. Por último, las in/i?c-cíancs urinarias repetidaS puEden ii!J"ec:cjoso (bacterias y hongosi y por últ imo el factor negligen-
rigT:war el c:u~dro (pi~lonr.::friti_s_),_y_a sea t'.1 forma ~guda Ocrón~ cia tfol ta de cuid~~us hi¡;i_énicos,_ d emora €fi la consu.lt-a ~· le-
pudiendo presentar~e también nef~·oesd~rosis _a!'~f_riolnr, .papiliti3 s.iones mínimas ~ni cia_l~s, uso 9e .c~lzado ~!1adecua~~1 uso de ca~
J
necrntíza11te, -necrosis tubl1 13r aguda gi?me¡;uÍonefi~tis crónica_, henta-pies). · · · - ·
todas el!as mas trecuentes en diabéticos. Las lesiont!s qu e se pueden hallar pueden tener su 01igE·n en
_,.,-La 114 i·upoti"c1 dia bJtica at~a-;i·~-~,--;_1·ias etapas, co1n~nzando la interacción de varios o todos estos factores; as í, el mal perfo-
por un,1 etapa precoz. con aumento ele lt1 filt.ración glomeru lar y r~;nlepiaiítiii; necesiLa de l factor Heuropático {défi cit trófico) y
de l3 niicrnalhwn in u.rio fisi,Jlógica que s¡a_7o;1~-¡Bña dt elevacio- del ortopfd ico fies ión tuirinea de adentro hacia afue ra por ma l
nes tc1l~ionales minimas pero ~-e~eCta~)l~S- Esú, etalli} li§jl(lo re- ,1.poyo o hi pi::rapoyo); pueden existir necrosis secas (m omifica-
rn11ucida sólo recientemente, r no se la det(~cta por los medios ha-. c:iónJ por oclusión de ;, rtr:riolas pedías terminales, úlceras lnfec-
bi ru Jl11s de la borato r io. Si se e-xtrenHl.Jl líls ,l1 eJ1<las del tt1das, abscesos, tle.monc-s n g¿:1ngrena_p}1fC?lliunción de _todos
tra t amiento (le In. diabetes y se con trola 13 TA, no pE:rmiliendo los fac:tores, etc. Lo fun damentzd en es te tema es un a buena
que la mi nima supere los 90 mm Hg, se puede retardar la progre- educación del pac:iente, lo que evitc1 rá la mayoría de las le:siones
sión hacia e~a_pas ulteriore_s. Estas incluyen la Preseiltación de íniciales qu -s- en el <liabE.tico suelen terminar con la amputación
una prot.~ inur:i a fcletectable por métodos comunes de laboratorio ) del miembro o la muerte del paciente.
q~3LJ~ i o fS int.ennit.ente y lucp;o se hace persistente, prn-
g1;-sándose a un s{11dmme 11c/i·Jtico, conJ!.!J!i:rtc11siri11 franca y de- Catara /a diab ética: Existen dos fon:,rns: la precoz, de pre-
leríoru creci,~11te de la w(1ticncia renal. En este estadio ya nada sentación aguda, al comienzo del desarroilo ·de la enferme dad
se puedE:- hace r para retardar el proceso, que llevará en me nor o (no demasiado frecuentet_Jr la ta rdía, crónica, g_ue reconoce co-
mayor tiL~mpo medido en ailos, n una insuficiencia renal crónica, mo mecani smo causal Ja acumulación 9e _s_q_rbitol _por alteraciq-
ante la i.: ual ~Olo se podrá instituir una restricción progresiva de nes metabólicas de origen similar a las descriptas en la ne uro-
las protf.lnas y del sod io <fo la dieta, en un vano lntento por ren-1e-- patia. Antes de in dicar un a intervención por catarata en 1:,1n
d i,u- utw situ,1<.:ión irre vtrsible. diabético¡ e:s necesario evaluar la fun ción retina! del ojo afect~-
L;1 iu.-;11fh·icn cic1 ren al crrí11icC1 lamina! st:: Lrata média nte la ~u med iante €:10ctroreti nografia o ecografia.
~~iálisis themodirilisis o diálisis pcriloneal crónica ambulatoria),
com~ paso previo rt l transplant~~~--!~-~' siendo de mejor pro- Diabetes y e1nbarazo
nó::,t1en en t·sta últi ma eventu íllido.d un riü ón de dador vivo his-
torn111p:-tlible, clti preferencia de un famíliar de primer grado. La diü betes puede afect ar el resul tado de un emba razo por
Li micronngio pat.i~ puede tambi(~n ;: ,h.1crir el miocardio, dan· un dob le mE::rn nismo: agravando las alteraciones metabólicas o
clo un a mincordinpot fri diabl:tirn , c:on hin!iniza ción de las rni ofi- las co mplicaciones (retinopatfal en In madre, y haciendo peli-
hrillns y c\eterioro progresivo funci onri.l. grar al foto (abortos, parto prematuro, malformaciones congéni-
L i 1,,:·;1m¡mtio dioh<!tirc, SE- exte1i 01iza por sinto111c1toloeía po- tas, falta de madur8.ción neurológica o respiratoria, síndrome
lineuríLic-.a y rnd1cubr. Pued,?n existir lesiones de neu ropa tfa ele la me rnbrn nn hialina, hipüglucemia e hipüca\cemin neona -
:-·1.•11.0tiuo, rn<.rnifes!¡)ndosr par~stesias, dolor a la compresión de tall. Ademii. s, l~.s crJmplicaciones obstétricas tales corno polihi-
bs masa.s musculares, calambres, apalestesia; la lesión radicular drar,rn io.s, gc~tosis, son más frecuentes y graves en las diabéti-
l'ml'amiotrofi.'.1s pro;>,.i males y d1sti.lfes, hiponeflexia osteotendino- cas e.mkn-azadn s.
sa \' con !recuencrn arreí!e:-..1a ·aqu1hnna. ~ neuropatias nrnto- Toda E:mb,1razada diabética clt:bE ser asistida por un equipo
ras lraen aparej,,das paresins o pan\lisi~ cie diversa intensidad, fo¡·rnado por el din ico especialiiado: con experiencia en el tema, el
en l~s ~rupos muscubres ro1Tes por:díe nt.es...~~!2~).~~~s_!.?~2· obstetra y e! neonalólogo. Sólo así se garantiz ará el feliz término
metidos. Por el compronnso del s1stenw ncrutuso vcgi::tat1uo se clel embarazo, habiéndose practicado un estricto seguimiento y
iustnlan: im_poteneiri sexual. vejiga neuro:!énica, atonía gástrica cont.rol de la embarazada)' del producto de la concepción, media n-
hipotensión .ortostritica y eyaculación retr6grada. A nivel cardiaco te e}:ámenes clínicos periódicos, automoni toreo, seguilniento de la-
se esí.nblt:>ce el sínd rome del corazón denervado, con posibili dad born torio que incluya, adem ás de la rutina, determinaciones pe-
de muerLe por psro cardisco sub,Lo, o de lAlif indoloro. riódicas de la hemoglobina Ale, ecografía, determi nación <le la
TRASTORl'10S DEL METABOLISMO 1069
estrioluria de 2-J. hs., segu imien to del fondo de oj<;>, amén dd moni- tJ h.::s o, t'H ot.ras localizaciones, palpitaciones, sensación de ham-
toreo obstét ri co mediante cardiolocogrnfia. inc:l uyendo In amnio- ~!_)~c!.!:. d~biliclad general, o bien de desm?..yo mminente .. óbjet1-
cent esis E:n busca de sig1rn de madHración pulmonar del feto. \1n1"11~nt<:: puede obser\'arse rnidriasis, taquicardia, piel pálida,
Ln dieta clE:berá conte mplar k,s rE:q uerimientos amnent.m.los fría y s udorúsa elevación cle. 1a T.-(. EsloS síntomas y signos son
t·n prot.ei nas, ta lorü1s, minerales y vit aminas de la em barazada; m3.s ~ 1 icle:ntes cuando el descenso ·glucémico es brusco y pueden
la insulinoterapi3 sed optimizada. mediante las dosis múltiples no present<1.rse cuando la hipoglucemia progresa lentame nte. En
ele insulina !corriente o en mezdast o bitn por el empleo de sis- estns circunstanci.:,s aparecen reacciones de adaptación que pro-
temas abi(~1tos de infusió n cont.imrn de insulina. La atención es- tt,g-Pn de !a aparición de síntomas adrenérgicos, lo que permite
pécialirnda ha logrado, en pais~s de:sanollados , que la morbi- nlcanrn r gl ucemias excesivamente bajas sin manifestaciones clí-
mortalidacl fetal sea, en diabéticas embarazadas, menor aún nicas, h,·1::ita que sobrevienE- una neurogl ucopenia brusca. La dis-
que en la poblaci ón ge nera l. minución o falt.n de aporte <lE-- glucosa al SNC producirá m<mi/és-
tocinn cs psfquir.:as niriad3s: inquietud, inestabilidñd emociomd,
rtifi c:u ltficl en b c:oncr.:nlraclón. cambios en la personalidad C11erra-
li\Ts'ffi~;~·;ésTSl~cia aLtrata1niento concluda man iaca e in~
HIPOGLUCEMIAS ~eli riol siendo nb~t~ n•able en Jli~_.l~resentación de dificultades
en el apre ndizaje v aun retraso mental.
HIPOGLUCEMIAS POR CAUSAS ORGANICAS 1)-alamien/o: lo ideal sería la extirpación quirúrgica del tumor
ESTRUCTURALES (no siempre posible). En la microadenornatosis múltiple difusa se
ha propuesto la pancreatectomía total , aunque recientemente se
ha sugerido la administración de inhibidores de la secreción insu-
Hipoglucemias debidas a n eoplasias pan creática s linica, como el diazóxido en dosis de 300 a 600 mg/dia.
(Lumores insulinosecrelores) En caso de insu1inoma maligno con metást.asis, se emplea la
combinación de esheptozotocina y 5-fluoruracilo.
Los tumores productores de insulina se denominan insuli- Hirata ha descrito casos de hipoglucemias debidas a hípcrin-
nomas y se originan en el tEjido pancreát.ico endocrino, l!>cali- suli11em ia autoi11mu11e; se trat.a de una hi perplasia en forma de
zándose de ntro de] páncreas o en sus adyacencias. Su inciden-
neoislotes pequeños, aparentemente originados en células de los
cia anual no es superior a 1: 105. La mayoría de los insulinomas
ácinos. El tratam iento ha sido la pancreatecl.omia subto(al, a con-
es de naturaleza benigna, presentando sólo un 10% de ellos ca-
secuencia de la que algunos pacientes se han vuelto diabéticos.
racterísticas de malignidad. Las células B que constituyen estos
tumores contienen una menor proporción de gránulos, o sea
una concentración.de insulina y proinsulina menor que las célu-
las B normales. En los insu li nomas se pierden los meca nismos Hipogl ucemia s debidas a neoplasias extrapancreáticas
normales que regulan la secreción de insulina: las células B del
tumor descargan una CE.ntidad de insuli na excesivamente gran-
Existe un a gran variedad de tumores de localización extra-
de y no relacionada con los niveles glucémicos (se ha perdido el
pancreática en cuya sin tomdtología aparece );1 hi poglucí:mia.
feed- back): hay pérdida de la capacidad de almacenamiento y
Son poco frecuentes y de presentación aislada. El pronóstico de-
del control sobre la liberación de insulina.
pende del tipo de tumor.
Se ha podido demostrar qne las células del insulinoma pre-
sentan una secreción y liberación de insulina más rápida e in- Los tumores mesenquimatosos (ftbrosarr.oma 1 linfosarcoma,
tensa que las células B normales. liposarcoma, leiomiosu rcorna, et.e.) generalmente muy vol umi-
El cuadro clínico más frecuente está constituido por alteracio- nosos pueden ser de localización int rat.orácica, abdominal, rc-
nes de la con ducta, trastornos psíqu icos y neurológicos. Hay acce- troperitoneal o pelviana. Dan origen a hipoglucemias de ayuno¡
sos de hipoglucemia que pueden aparecer en situaciones de ayu- intermitentes.
no !primeras horas de la ma1ian a) o al saltear comidas. Se Los tumores epiteliales (carcinoma de r:stómago, ciego, riñón,
observa sensación de debilidad general , excesivo cansancio, vi- pulmón, mama, hepatoma) inclu yen t.ambién a tu mores supra-
sión bmTosa, somnolencia, convulsiones, confusión mental, sudo- nenales, carcinoma del páncreas exócr:i no (que liberruía insuli-
ración profusa. Diagnóstico: una vez sospechado a través de una na), tumores carcinoides (de células APUD) que tambi én produ-
anamnesis completa y cuidadosa, se confi rmará. mediante la cirían insulina en forma ectópica. Salvo estos dos últimos, el
prueba del ayuno prolongado, a veces <le más de 48 horas y hasta resto de los tumores producen hipoglucemia por la presencia de
de 4 ó 5 días, ocasionalmente; la prueba consiste en someter al sustancias con actividod in suli110-sfmil 110 supresible (NSILA).
paciente a un ayuno que se prolongue mas allá de los limites ha- Hay supresión de gluconeogénesis hepática y aumento de la
bituales (horas de sueño). Se internará al paciente colocando un captación pe1iférica de glucosa.
goteo IV lento de solución salina normal (7 gotasimin.) durante la
realización del ayu no, para mante ner la vía preparada para ad-
ministrar solución glucosada en el moment-0 que se presente la
hipoglucemia. Se considera positivo el resultado cuando, al apa- Hipoglucemias debid as a endocrinopatias
rece.r síntomas de hipoglucemia, la determinación simultánea de
glucemía e insulineJllla anoja cifras que, relacionadas median te La i11suficie11cia s11prarre11al (Enfermedad de Addison) pre-
el cociente IRI/g co1Tegido es mayor de 0.50: senta astenia, pérdida de peso, debilidad muscular, hipotensión,
trastornos gastrointestinales, pigmentación de piel y mucosas y
en ocasiones se acompaña de neurogl uco penia, pudiendo llegar
IR! (insulinemia en micro U/ml) al coma hipoglucémico. La hiperplasia congénita ad n~nal o viri-
cociente IRI/g corregido=
lismo a<lrenogenital ocasionalmente put:de present.ar hipogluce-
glucemia (mg/dl)- 30 mias espontáneas. Lo mismo puede ocurrir en el cuadro de in-
su ficiencia anterohi¡wfisaria.
En normales el cociente no sobrepasa el valor de 0.50
También se ha propuesto el empleo de la prueba de la /o/bu-
/amida IV, así como la del glucagón IV y la de la /e11ci11a por vía Hipogl ucemias debid as a hepatopatías
oral: éstas han dado respuestas negativas falsas en casos com-
probados. Otra posibilidad diagnóstica está dada por la prueba Su frecuencia es baja Y su aparición es indicativa de enfer-
de supresión del péptido C: inyectando insulina (y glucosa simul- medad difusa y severa del hígado. La hipoglucemia espontánea
tánea , en una suerle de "clampeo hiperinsulinémico / euglucémi- puede aparecer en hepatitis viral o tóxica, colangiolitis, degene-
co"), se logra en sujetos normales una neta supresión de la secre• ración grasa, cirrosis, neoplasias hepáticas, síndrome de Reye.
ción del péptido C, mientras que en el insulinoma, no se obtiene Se trata generalmente de hipoglucemi as del tipo de ayu no; para
una respuesta homeostática. Una vez diagnosticado el insulino- que una lesión hepá tica llegue por si a modificar la neoglucogé-
ma, se lo habrá de localizar con alguno o varios de los siguientes nesis y la glucogenólisis, debe ser de tal magnitud que altere
procedimientos: la ecografía, la tomografía axial computada, la profundamente la viabilidad de los hepatocitos. Por ello, se con-
arteriografía pancreática o la senografia portal transhepática sidera que la hipoglucemia sólo aparecerá si la destrucción fun-
percutánea, con determi naciones simu1táneas de la insulinemia. cional hepática es rápida y masiva.
TRASTORNOS DEL METABOLISMO 1071
como el clini co debe pe.nsHr en toclns las va,iables simultáne&• do extracelular, qu e se reparte a su vez en 3/4 para el espacio
mente y predecir las modificaciont-s que producirá el tratamie n• intersticial y el 1/4 restante (5% del peso corporal) en el intra-
to en c.-:tcb. pacü•nte. vascular.
Antes el e considerar catla trastorno en particular, es ütil re- Los gradien tes osmóticos determ in a n el movimiento neto de
marcar conceptos e:leméntale s. água ya que las membran as celulares son permeables a la mis·
Aproxinrndamentl::: el 60 % del peso corporal está constituido ma. La presión osmótica normal es de 285 a 295 mosm/kg y es
por agua. Dieho porcentaje varía de ac uenlo al tejido adiposo de s imilar tanto en el compa1timen to intersticial como en el in tra-
ra da ind ividuo, ya que la grasa contiene esCJso contenido líqui - cel ul ar Se puede medir directa mente con un osmómetro o cal-
do. Dí:'. ese porcen taje 2/3 pmt.es. (40 '/., tl el peso corpunl I curre:;- cubrse 111.ediante la fórmula:
pond e a lí4uido intracelular y 1/:J 120 'Ir del peso corpora!J a llui-
Si };1 O$ll1ulnrida cl plasmática meclidHen fornrn directa exce- Con respecto a l potasio, existe un a excreción obligada por
de la osmoln ridad calculada en más de 10 rn.Osm/kg, significr1 par te del rin ón y s u ingr eso diario se estima entre 20 y 60 mEq•
que cantidndes no mensuradas ele otro soluto osmóticamente /día en forma basal aunque el promedio contenido en un a dieta
activo, se encuentran presentes 1Ej. manitol, etano!, metano!) o va1iada es de 50 a 150 mEq/día. Es un catió n fundamentalmen-
bien la presencüi ele pseudo hiponatremia. te intracelular y s u excreción ren al depe nde del nivel plasmáti-
No luy qLJe considerar al agu c1 del orgsnisnrn corno una sus- co, la cantidad de Na y agua que llega al Túbulo Contorneado
tancia est::itirn, si no que por el co ntrario es ta en penné\! 1ente Distal ITCD), de la aldosteronemia, de la hormona antídiuréti -
movimiento. en un intercambio con los distintos compartime n- ca y el pH plasmá ti co.
t.os y con el exterior. Diariamente ingres.'.\n al c,rganis1~10 al rede- El ingreso del agua a l organismo produce alteraciones sobre
dor de 2600 cm'I de agua. de los cuales 1300 cm 3 be~o la form a }a osmoJaridad. Su aumento dh,mü1uye la osmolaridad ext.race-
ele agua ele bebida, 1000 cm::i en la constitución de los nlimentos lular y siendo las membranas celulares permeables a la misma,
y 300 c1n:l como agua endógena, formada en el propio organismo logra un pasaje al interior celul ar con expansión de este com-
a traves de la oxidación de sustancias nutritivas. Este agti~ ele partimento. Por contrapartida, el deficit de agua aumenta la os-
oxidación se produce- siempre aunqu e se su.spcndn wtlu apo rte molaridad extracelu lar y favorece el pasaje del interi or celular
exterio r, ori gini.lndose por destru cción catabólica de los pro pius hacia <lii:ho compart.imento. Por lo tanto la ganancia o la pérdi-
tej idos. En estados hipercntabólicos tfiebre, se psis, postoperalo- da pura de ag ua se distri buye en todo e l organismo.
rios, €'l.c. i puedE- llegar a l 000 crn1 di ari os. Además del in tercambio con el exterior de agua y electroli-
Las perdidas de agua ,1 trave:s de la ríe! (perspirn ción insen- tos, se vierten diariamente a la luz del tubo digestivo, más de 8
siblel son de alrededor de 700 cm;i por día, pudiendo llegar has- litros de líquidos, en una composición electrolítica variable.
ta 2000 cnfl cuando se sudoración profusa. Las pérdid as (Fig. 9-191
púlrnonares c1 traves aire exhalado son de alrededor de 400 En condiciones normales, son reabsorbidos en su totalidad,
c1n:l_, umr:nt an<l<1 proporc.:io na lmentí::: nl v0lumtn minuto respírn - pe ro en casos patológicos (Ej. diarrea, vóm itos, fístul a, etc.)
torio del paciente 1Ej. «snrn , neu mon ía, insuficiencia cardíaca , pueden llevar a alteraciones hidroelectrolíticas muy importa n-
etc.t Por las heces se pierden mE-nos de 200 cnf1 po!· día, de - tes .
biendose re ul izar el c:ilcnlo a tr;w<~s del ,•alumen de las heces en Ante un paciente con trastornos del agua y los electrolitos,
los casos de dinrred . Fin;dmente el rii'ton excreta 1111<1 cantidad es fundamental realizar una Historia Clínica minuciosa. El in-
variable, no menor a 500 i..:m:1/dia. Dicho volumen es el minimo te1rogatorio se focaliza ra sobre los ingresos orales y parentera-
para pock'.r elimin ,1r una carga de solutos de G00 mOsm (fundn- les, enfermed ades S'lb_vacentcs 1 med icación que recibe el pa-
rnentalmenté sodio, potasio y LJrect l. cie nte, a1teraciones eE la diuresis, Fresen cia de vómi tos,
Recordemos que el peso del pacie nle es el mejor medio pi ra <lian ea, fist-ulas y cualquier otra situación que pueda desajus-
establecer b gana nci a o pérdida neta dt' ;:gua. tar el preciso ba la nce hidroelectrolítico. Se determ inarán la
Con res.pedo a los elertroh tos, en e! líquido extracelul ar pre- presencia de signos y sín tomas rebcion ados con el estado de hi-
dominan el sodio, como rallón y el cloro y el bicarbonato como dratación y el balance e]ectroHiico. (Ej. sed en la deshidrata-
aniones ifig. 8-lSl. En el intr3.celulc1r el p1inci pal cntión <:sel
potasio ·y los principúles aniones son ~as proteínas y ]os ácidos
orgánicos. La diferencia de concentración del sodio y del potasio
en el interior y ext~rior de la céluln es mantenida por la ATPa- ELEMENTO CONCENTRACION (mEq/1)
sa de la membrana celular que bombea activamente sodio al ex-
terior y potasio al interior de l:l célula. * Na ... .............. 135. 145 mEq/1
EJ in greso ele sodio promedio al organismo es de 100 a 200 ·=' ]( . ............ 3,5- 5,5 mEq/1
mEq diarios, dependiendo del regimen alimenticio y sobre todo ·=· C03 H ... ... ............ 24. 21 mEqn
de 1a cantidad de sal agreg3da a las comidas. LJs riñones son ·, c1. ........ 95 · 105 mEq/1
capaces de regular g-rnncles vari aciones en la incorporacio n y '' P04 H ... 2 -3 mEqn
excrecion del sodio pudiendo llegar a excretar, ante la ausencia ,·,Ca. .8,1 . 10,4 mEqn
de su ingest n. menos de 5 mEc¡/clía. Por p8rspiración insensible s• p .. ....................... ....... 2,5 · 5 mEqn
~• por el pulmón no hay pfrdída dE- ~odi o nunque si la hay en el '•Mg .. ................ 1,4 . 2,4 .mEqn
s udor, que tiene una concentración de 30 a 50 mEq/lilro. El so- " Ac. Organi cos . .. 5 mEq/1
dio es fund amentnl en la regulación del vol umen de liquide ex- " Prot . ........ 16 mEq/1
tracelular, l!e\'ando la depleción salina a In contracción del Hlis-
mo y el exceso a su :nnnento. fund amentalmente como edemas. Fig, 9-18 - Composición electrolítica del suero
TRASTORNO S DEL METABOLI SMO 1073
ción, parestesias y disminución de la fuerza muscular en la h.i- 1.-) ¿Estamos ante una hiponatremia verdad era o an te una
poka lemia,· etc.). Se realizará un examen fís ico completo en el seudohiponatremia?
que se jerarquizara la facies del pac iente, la tu rgencia y elasti• Este último estado surge como consecuencia de una estima -
ciclad de la piel, el grado de humedad en mucosas, temperatu ra ción falsamente baja del Na pi. y est-0 sucede cuando al volúmen
cutánea, relleno capilar, Presión Arterial acostado y de pie, bus- plasmático se incorpora una cantidad importante de un compo-
cando hipotensión orlostática; examen de las yugulares. Se de- nente no acuoso como los t1igliceridos en los estados de hiperli-
ben obtener datos precisos de la diuresis horaria del paciente y poproteinemia o proteínas en el caso del rnieloma. En estos ca-
peso corporal diaiio. Se medira n los volúmenes en caso de pér- sos el Na pi. de la fase acuosa es normal pero el Na pi.
didas (diarrea, vómitos) y se estimaran con precisión las pérdi- expresado como meq del volumen total del plas ma, que contiene
das no cuantificables (sudor, perspiración insensible). ahora una gran fase no acuosa, es bajo. La verificación de una
El Laboratorio puede brindar datos imprescindibles como seudohiponatremia se logra documentando en el laborato,io la
osmolaridad, electrolitos en sangre y en orina, gases en sangre fase no acuosa (lipidograma 1 proteinograma, aspecto del suero)
arterial, hemograma, glucemia, uremia, ácido láctico y otros pa- o bien midiendo la osmolaridad real con un osmómetro.
rámetros de la rutina habitual. 2.-) ¿La hiponatremia refleja hipotonicidad o se relaciona
En determinadas circunstancias puede ser de gran valor la con una tonicidad elevada del plasma como en el caso de hiper-
colocación de una vía central (introducr.ión de un catéter por un glucemia?
acceso venoso que llega hasta la auricu1a derecha) para medir 3. -) ¿Si determinamos hiponatremia verdadera con hipoos-
la presión ve nosa. molarid ad, cuál es el estado del volumen del líquido extracelu-
Como dijimos al comienzo del capitulo, los desequilibrios hi- lar del paciente?
droelectrolíticos hay que prevenirlos, diagnosticarlos y tratarlos Como el volúmen del LEC depende del contenido de Na, al
de acuerdo al origen intimo de cada uno de ellos. intercambiar estos datos surgirá una clasificación con sentido
Es fundamental el concepto de Balance con el que se debe etiológico de la hiponatrernia. Es importante observar que el
manejar el médico. En el mismo se consignarán los Ingresos y LEC no guarda relación con la volemia efectiva (volúmen plas-
Egresos de agua y electrolitos, con el fin de planear la reposi- mático que permite la pe1fusión de órganos vitales). Por ejem-
ción correcta. De acuerdo a la gravedad del caso se realizarán plo, en la Insuficiencia Cardíaca Congestiva grave, el LEC esta
balances diarios o balances parciales cada 4, 6 ó 12 horas. notablemente aumentado, sin embargo el riñón recibe un men-
Si manejamos adecuadamente el balance, examinamos ex- saje de hipovolemia y reacciona reteniendo sal y agua, que a su
haustivamente a nuestro paciente y contamos con un laborato- vez empeoran el cuadro.
A los fines practicos, podemos clasificar las hiponatremias
rio básico, podemos diagnosticar y tratar con éxito t-Odos los
de la siguiente manera:
trastornos que veremos a ·continu ación.
a) Hiponatremia Hipotónica con Sodio corporal total Bajo
(hiponatremia verdadera).
b) Hiponatremia Hipotónica con Sodio corporal normal y vo-
ALTERACIONES HIDROELECTROLITICAS lúmen del LEC normal o ligeramente aume ntado.
e) Hiponatrernia Hipotónica con Sodio corporal tota l Elevado
y aumen to del volúmen del.LEC (estados edematosos).
El término hiponatremia (concentración de Na plasmático Son los estados acompañados de deficit verdadero de Na y
menor 135 mEq/1) refleja siempre la proporción que existe entre contracción absoluta del volúmen del LEC causados por pérdi-
el sodio y el vol umen plasmático. No nos dice nada sobre el con- das externas: renales (exceso de diuréticos, nefritis perdedora
tenido corporal de sodio. Si no existen otros solutos acumulados de sal, acidosis tubular renal proximal); extrarrenales (diaiTea,
en cantidades excesivas (como por ejemplo glucosa, lípidos, urea vómitos, quemaduras extensas) o por acumulación de líquidos
o manito!) la hipon atremia implica osmolaridad baja del líquido intracorporales (tercer espacio: peritonitis, pancreatitis aguda,
extracelular. megacolon tóxico).
Para valorar la hiponatremia y determinar su importancia Las manifestaciones clínicas incluyen disminución de la tur-
clínica nos debemos hace r tres preguntas básicas: gencia cutánea 1 piel y mucosas secas, taquicardia, hipotensión
ortostática, oliguria y uremia elevada.
1074 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
En las pérdidas extrarrenales el dato relevante del laborato- ponatremia con osmolaridad urinaiia superior a lo esperado. El
rio es el Na U1inario bajo(< 20 mEq/l) por activación del siste- organismo jerarquiza más la preservación del volúmen que el
ma renina - angiotensina aldosterona y hormona antidiurética. mantenimiento de la osmolaridad. De este modo aumenta ex-
(HAD). Si la hiponatremia se asocia a hiperkalem.ia en ausencia creción de Na urinario. Normalmente en el hombre una dismi-
de Insuficiencia Renal Aguda, se debe sospechar insuficiencia nución del 3 % del Na pi se acompaña de una inhibición comple-
supraITenal primaria. ta de la HAD y una osmolaridad urinaria menor de 100
La terapéutica en este grupo de hiponatremia consiste en mOsm/kg. ·
reponer soluciones que contienen Na en forma isotónica (solu- Por definición debe existir función renal normal 1 función su-
ción fisiológica) hasta que se restituye el volúmen. prerren_aJ e hipofisaria normal y aumento de excreción de Na u
En tal reposicion se deben controlar los signos vitales para en presencia de volumen normal (los sistemas preservan el vo-
evitar sobrecargas, con especial atención en pacientes ancianos lúmen a expensas de la osmolaridad). El Na u es en general >
con antecedentes de cardiopatías, en los cuales se puede produ- de 40 mEq/l. No debe haber edemas asociados que confundan el
cir insuficiencia cardíaca. En estos casos, es útil el control a tra- cuadro clínico. Entre las causas que ocasionan este síndrome te~
ves de la medición de la presión venosa central. A traves del la- nemas: tumores malígnos que producen sustancias sirnil HAD
boratorio se deben monitorear los parámetros de función renal (Ca de pulmón, próstata, páncreas, tirno 1 etc.); traumatismos de
y el Na minmio. Esta descripto en la reposición brusca y excesi- crá.rieo, ACV1 meningitis 1 infecciones graves (neumonía, TBC,
va de Na la aparición de mielinolisis central pontina. micosis, eU::.), porfiria intermitente aguda) abstinencia alcohóli-
ca y otros. El tratamiento consist.e en la restiicción hídiica, a
500 ml/día o menos.
Una variante de SIADH es el síndrome del "osmostato re-
B) Hiponatremia hipotónica con Na corporal y LEC normales: programado" en el cual se regula la presión osmótica a un nivel
inferior al normal (Na p entre 125 y 130 inhibiendo la secreción
En esta categoría de hiponatremias se suelen ver valores de de HAD al descender dicho nivel y estimulando la secreción al
Na p muy baJoS. La gravedad de los síntomas dependen en rea- supe.rarlo . Este cuadro se observa en pacientes con enfermeda-
lidad de la velocidad con que se instala la hiponatremia. (Ej. des debilitantes como TBC~ malnutrición carcinomatosis etc.
1 1
una disminución del Na pl de 140mEq/l a 130 mEq/1 en minutos No se realiza tratamiento, salvo el de la enfem1edad de base.
puede ser más sintomática que una natremia de 125 m.Eq/1 que
se instaló lentamente).
Los síntomas son: cefalea, calambres, anorexia 1 náuseas y
C) Hiponatremia hipotónica con Na corporal total eleyado
vómitos. Si la disminución del Na pes más grave pueden apare-
y aumento del Volúmen del Líquido Extracelular:
cer letargo, dtsorientación, convulsiones y coma. El aumento de
la presión endocraneana dado por la hiposmolaridad puede ori-
ginar papiledema. Se incluyen en este grupo a pacientes con un incremento no-
Entre las causas agudas tenemos la intoxicación por agua . table del Na corporal total que suelen presentar edemas clíni-
Entre las causas crónicas se ncuentran el síndrome de secreción cos. Los cuadros más frecuentes incluyen la insuficiencia car-
inadecuada de hormona antidiurética, "osmostato reprograma- díaca congestiva, cirrosis hepática, síndrome nefrótico e
do", hipopituitaiismo, síndrome de supresión brusca de corticoi- hipoproteinemia grave. Son en general hiponatremias crónicas
des, hipotiroidismo grave, enfermedad renal crónica. Es impor- y no sintomáticas, salvo que experimenten sobrecarga de agua
tante destacar que practicamente todos los casos de por causa iatrogénica. A1 haber una inadecuada distiibución del
int-Oxicación aguda por agua ocurren en forma iatrogénica en LEC, existe apovolemia efectiva a la cual el riñón reacciona
pacientes internados (post hipovolemia aguda, postoperatoríos, reabson'iendo Na y agua. Por lo tanto el volúmen urinario sue~
etc.), Recordemos que en algunas de estas situaciones se esti- le estar por debajo de 800111!/día y el Na u es menor de 10
mula la secreción de HAD (EJ. por dolor, uso de opiaceos). El mEq/1.
tratamiento de las hiponatrernias agudas requiere de la aami- Una segunda catego1ía de estos trnstornos esta representa-
nistración de solución salina al 3 ó 5 %. Para ello aplicamos la da por el paciente con !.Renal Aguda en la que hay retención de
Na y agua. Es el ejemplo clásico de la necrosis tubular aguda, el
fórmula:
Na u es> 20 mEq/1.
El tratamiento de estas hiponatremias que cursan con ede-
Na p deseado - Na p calculado x Kg de peso x 0.6
mas es el reposo, el tratamient-0 de la causa subyacente (Ej. IC),
la restiicción sódica estricta y la restricción hídrica a menos de
Nunca es necesario que lleguemos a una natremia normal
1000 ml/día. Si estas medidas generales no dan resultado se
en las primeras 12 a 24 hs., por tal motivo la reposición debe
puede usar diuréticos antialdosterónicos (espironolactona ) o
ser cautelosa, sobre todo en ancianos. Si en el curso del trata-
diuréticos de Asa (furosemida).
miento aparece hipervolemia (Ej. Insuficiencia Cardíaca ), se
puede asociar furosemida y reponer las pérdidas urinarias de
Nay K.
Hipernatremia
La pérdida pura de agua se produce por la piel y los pulmo• El K corporal total es de 50 mEq/kg, es decir que una perso•
nes ( Ej. fiebre, ambi entes calidos, hiperventilación, etc .). En na de 70 kg de peso tiene 3500 meq. Es el catión intracelular
estas situaciones existe una falta de aporte para compensar las más importa nte y el 98 % del¡.¡ corporal total esta adentro de la
pérdidas normales o aumentadas.También se pierde agua pura célula. La relación del K intral/extracelular es de 30/1. En el
por rinón en la Diabetes Insípida, sea esta central o nefrógeni· equilibrio de este catión cobran importancia la cantidad ingeri-
ca. En esta condición y dado que las membranas celulares son da, las pérdidas renales y gastrointestinales, la actividad mine-
libremente permeables al agua, habrá un pasaje de esta desde ralocorticoídea, el equilihrio ácido-base, la actividad insulínica
el compartimientos intra al extracelular. Esta pérdida de volu- y la ingesta de Na.
men es proporcion al a la magnitud del compartimiento ( Ej. 2/3 En condiciones nonnales las pérdidas predecibles son de ori-
intrace_lares y 1/3 extraceluar ). La pérdida de líquido hipotóni · gen renal y siempre mayores a 15 mEq por día. El aporte diario
co se produce a través del tubo digetivo en los cuadros de gas• de K varia entre 50 y 100 mEq. El K es antagónicJ con el Na, de
troenterit:s y a través del rinón en los casos de diuresis osmóti- tal manc·ra que lh hiperpotasemia disminuye la natremia y vi-
ca . En el caso de pérdida de agua pura o líquido hipotónico el ceversa.
pnciente se comportará como un deshidratado y en ese caso en- La ingesta aumentada de Na incrementa la excreción de K
contraremos taquicardia, hipotensión arterial con ortostatiswo- La Kaluresis en un sujeto nomial es aproximadamente la mitad
mo, oliguria e hipoperfusión perifér:ca. de la Natriuria, y con dieta normosódica es de 30 a 100 mEq en
Cuando la causa de la hipernatremia es la ganancia de sal 24 horas.
existe una ampliación subita del volumen de LEC. ( Ej. inges-
tión de agua de mar, admini stración iatrogén ica de ClNa hiper-
tonico ), que pued e llevar al edema agudo de pulmón.
Hipopotasemia
concentraciones mayores pued en producir flebiti s; ni superar La acidosis se acompañ a invariablemente de aumento de la
los 40-60 mEq/hora. Una dosis dia,ia total prudente rond arla kalemia por pasaje de ]{ intracelular al extracelular intercam-
los 150 mEq/día y excepcionalmente se puede llegar a 300 mEq biándose por H +.
con realización de monitoreo cardiaco. Los estados que cursan con déficit de insulina producen hi-
perkalemia. Las destrucciones celulares importantes liberan ]{
al extracelul ar como ocurre en la h emólisis, rabdomiolisís, quer-
Hiperpo tosemia naduras, quimioterapia, necrosis de tumores y en la infrecuente
parálisis periódica familiar hiperkalémica.
La hiperpotasemia se define como una concentración de po- Otra causa importante es la ingesta excesiva a traves de las
tasio plasmático mayor de 5 mEq/1 . sales que se usan como sustitutos de la sal común. En forma ia-
Entre las causas p1incipales se encuentra n la dismin ución trogénica puede haber hiperkalemia en la restitución parente-
de la excreción ren al de potasio . Dicha situación se observa en ral excesiva) transfusiones de sangre hemolizada y sales de K
t res grupos de patologías: de los antibióticos.
j J Insuficiencia renal Pueden existir falsa elevación del K cuando se hemoliza la
2.1 Hipoaldostero nismo muestra de sangre.
3) Falta de reacción tubula r a la aldost,rona. Por ello, an te un a hiperkalernia se deben tomar dos reca u-
En la insuficiencia renal ag uda es un aspecto grave de la en-
dos básicos:
fonn edad que suele instalarse rápidamente sobre todo en pre•
1) repetir la muestra, 2) realizar ECG.
senda de ne,crosis tubu lar aguda y en las formas oliguricas. Por
otro lado suele ser un componente tardío de la insuficiencia re- Este último es un método sensible y representativo del gra-
nal crónica. diente transcelular del K. Las alteraciones del ECG se presen-
El hipoaldosteronismo puede ser resultado de la Enferme- tan con ]{ > 6.5 mEq/1 y consisten en ondas T alt.as y picudas,
dad de Add ison o bien la insuficiencia aislada de la zona glome- aplanamiento de la onda P, alargamiento del PR, ensancha-
rular. En am bos casos aumenta la Natri uresis y se produce hi- miento del QRS y paro cardíaco. (Fig. 9-21)
pe-rpot as emi a. Esta su ele precipitarse si hay deficiencia de El tratamiento más rápido en la urgencia consiste en sus-
sodio o au mento de la ingesta de potasio. pender todo aporte de K y admi nistrar 10-20 ce de gluconato de
En el grupo de falta de respuesta t ubular a la aldosterona Ca 10% endovenoso en 15 a 30 minutos. El efecto es transitorio.
se incluyen patologías como : LES , uso de diuréticos ahorrad o- Se puede promo ve r el pasaje al interior de las células con
res de K, am iloidosis, enfermedad de células falciformes, defec- COHNa (50 • 100 meq en infusión endovenosa por via central) o
tos congénitos en la secreción de K, fármacos inhibidores de la
mediante la administración de solución polarizante (500 ce de
enzima convertidora de angiotensina, nefritis intersticial cróni -
glucosa 10 % + 12 unidades de insulina corriente). Otra medida
ca y acidosis tubular tipo IV. Se describe la hiperkalemia por
trimetoprima que es producida por la acción similar a la anúlo- rápida es la nebulización con B2 agonistas (salbutamol), que fa-
rida que tiene esta droga. La pentamidina utilizada en el tra- vorece la penetración del K al interior celular. En casos leves
tamiento y profilaxis del Pneumocystis carinii, tam bién au- bastará con forza r la eliminación renal, hidratando al paciente
menta el K en suero au nque aún no se conoce su mecanis mo de cuando corresponda y/o administrando diuréticos. En casos se-
acción. veros como la I. Renal se deberá recunir a la hemodialisis.
LLL-A.__r-
Fig. 9-20. Hipopo/asemia. Progresión esquemática de sus manifestaciones electrocardiográficas
EQUILIBRIO ACIDO - BASICO* CO3Hz no quedando en el organis mo como los otros buffe rs r e-
ducidos sino que se eli mina por el pulmón en form a de COz y
HzO, produciendose a nte la dismin ucion de H+ un fe nomeno
inverso au mentando su concentración. Además, ta hiperventila-
ción producida por el descenso del pH hace bajar el pCOz facili-
tando aú n más la secuencia anteriormente citada y por lo tanto
INTRODUCCION la mayor fij ación de H+.
En segundo tkrmino, el descenso del pH (acidernia) estim ula
El organismo necesita para su correcto funciona mien to el al centro respiratorio prod ucie ndo hiperventilación que hace
ma ntenimiento de un pH (concentración de hidro ge niones) descender al pCOz y el ascenso del mismo (alca lemia) produce
constante de ntro de límites muy estre chos (el pH normal del un fenómeno inverso con au me nto del pCO2 (compensación pul-
plasma es 7.35 - 7.45). monar ) La hi povent.ilación de la alcale mia no se produce si h ay
El valor del mismo depende de la concentración de bicarbo- déficit <le K intracelular, pues t!n ese caso hay acidosis in tra ce-
na to y de ácido carbónico dependiendo a su vez este Ultimo de lular. La compensación pulmona r es relativamente rápida, tar-
la presión parcial de COZ según la fó rmula: dando minutos en aparecer.
El tercer mecanismo compensador es el re na l. En caso de
acid emia se reabsorbe totalmente el CO3H" fil trado y aumenta
pH =pK + log C03H· la f:xcreción de H+ en form a de fosfatos monobásicos y de amo-
S.pC0Z nio, aumen tando la acidez ti tulable de la orina, produciéndose
lo contrario en la alcalemia, sie mpre que no haya déficit de I<
in trace lular. Esta compensación renal es más lenta, tard ando 2
Continuamente se estan produciendo ácidos en el organis- a 3 días en llegar a su máximo.
mo, que de ben ser neutral izados y luego eliminados para man- Para estudiar ad ecuadameu te el estado ácido • base de un
tener la constancia del pH. pa cienle es necesario conocer ade más de los <latos cl ínicos tres
Por un lado se forman alrededor de 2400 mEq/día de COz determinaciones de laboratorio, a saber: pH, pCO z y CO3 H",
por o,idación de los hidratos de carbono, proteínas y grasas en siendo a menudo muy útil ave1ig uar tam bién pOz y electrolitos.
los distintos tejidos, teniendo que ser transportados por la san- Estas de terminaci on es deben reali zarse en sangTe arterial. Co-
gre venosa hasta el pulmón sin cambio apreciable del pH. Esto mo pH, pCOz y CO3H" estan matemática mente re lacionados,
sucede así gracias a que el CO2 re acciona con el agua a nivel conociendo cualquiera de ellas se puede deducir el valor de la
hísLico formando CO3I!z (reacción acelerada por la anhidrasa tercera aplicando formu la:
ca rbóni ca), disociándose el CO3Hz inmediata mente en H+ que
es captado por la Hb red ucida y en CO3 W que aumenta su con -
centración en la sangre venosa (1 mEq/1 más que en la sangre pH = pK log-ºQ¡¡B:._
arterial), ocur riendo a nivel del pul món un fenómeno inverso. S. pCO2
Normalmen te existe un equilibrio dinámico, dado que por el
pul món se elimina una cantid ad de COz igual a la producida en
los tejidos y el pCOz se man tiene constante (pCOz en sangre donde pK=6. l yS=0.03 o mediante los nomogramas adecua-
arte rial 40 ± 2 mmHg), regulándose por la res piración, es de cir dos. Los valo res normales son pH=7.35 · 7.45; C03H" = 2•l - 27
pCOz es dependiente de la ve ntilación. mEqn y p COz = 35 - 45 mmHg.
Se producen además entre 50 y 100 mEq/día de otros ácidos
que deben ser eliminados por el riñón (por metabolismo de ami- Además del CO3H· se determina la base buffer o base total
noácidos su lfurados 1 oxi dación inco mplet a de ácidos grasos, (VN=l 45-155 mEqn) que es una suma de todas las bases capa·
etc.) Este cumple su función gracias a la re absorción casi total ces de captar H+ en 1 litro de sangre (incl uye además del
del bicarbonato filtrado y a la secreción de H+ ya sea como aci- CO3H" a otras bases: fosfatos, proteínas, Hemoglobina, etc.),
dez titulable o bajo form a de NH4·. En la regulación renal in- expres ándose el resultado generalmente como exceso de buffer
terviene, ade más de los cambios de pH, el pCOz que favorece la que es la <lesviación de la base buffer de lo nor mal, siendo los
reabsorción de CO3H· y el potasio cuya dep]eción tiene el mis- valores positivos si hay aumento o negativos si h ay disminución
mo efecto. de la misma (VN=± 2 mEq/1). Las variaciones del exceso de buf-
Ante una alteración del pH plasmático, se produce una serie fer son en la gra n mayoría de los casos paralelas a las del bicar-
de mecanismos compensadores que tratan de corregir dicha mo· bonato.
dificació n. En primer lugar y en for ma instantánea actúan sis• Las desviaciones del equilibrio ácido-básico pueden ser de
temas buffers que impiden una gran modificación del pH san- dos tipos: acidosis y alcalosi s. La acidosis es una condición
ouíneo cu a nd o aume n t a o dism inuye la can t ida d de anormal que tiende a descender el pH y la alcalosis en cambio
hi drogeniones. Estos sistemas buffers estan constitu idos por la es la que tiende a elevarlo. A pesar de existir una acidosis o una
Hb, 1os fosfatos, las proteínas plasmáticas e intracelul ares, pero alcalosis, el pH sanguíneo puede ser normal por la existencia de
el más impo1tante de todos es el bicarbon ato. El gran papel de mecanismos compensadores o cambios secundarios que tratan
este ultimo es que se trata de un sistema abierto. Con los de- de corregi r la desviación inicial del pH, denominándose a la vez
más buffers (sistema cerrado) la cantidad de los mismos se a la compensación: total, cuando di cho mecanismo ha vuelto al
ma nt iene consta nte ante una variació n del pH; en cambio la pH a cifr as normales, y parcial cuando el pH es anormal pero se
cantid ad de CO3H" disminuye al bajar el pH y viceve rsa. Esto nota un efecto compensador y se habla de acidosis o alcalosis no
se debe a que si se segrega ácido el CO3H· toma H+ formando compensada cuando no se nota dicho efecto.
Además, tanto lns acidos is como Jus alcalosis se las puede
subdividi r en respiratorias o metabólicns . Los trasto rnos de tipo
'Dres . ALBE RTO GUIDA Y CARLOS ALBERTO respiratorio son debidos a que el factor etiológico produce un
aumenlo o di sminución de In vent.ilación pulmonar relativo o! .
SANGUINETTI
1078 SEMIOLOGIA, SEM IOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
nivel de producción de COz y en los de ti po metabólico el facto r un segundo trastorno 1 ya sea acidosis o alcalosis respirato1i a
etiológico prod uce pérdida o ganancia de bicarbonato o de cual- respect.ivamente.
quier ácido excepto ácido carbónico. La acidosis metabólica se puede clasificar en dos grandes
Por lo ta nto, los trastornos del equilibrio ácido · base se ¡me- grupos:
den clasificar en 4 cuadros puros : a) con ANION GAP elevado
Acidosis metabólica/ Acidosis respiratoria b) con ANION GAP normal
Alcalosis me tabólica/ Alcalosis respiratoria
a) Acidosis metabólica con anión gap elevado: se pueden de-
ber h
Administración de ácidos: alcohol metílico, paraldehido,
1)
ACIDOSIS METABOLICA: etilenglicol, salicilatos.
2) Producción endógena de ácidos orgánicos: cetosis (cetoaci-
Se trata de un a depleción primaria del CO3H· por un exceso dosis diabética, cetosis de ay uno, alcohólica), acidosis láctica
de hidrogeniones en sangre arterial no debido a t, n aume nto del (parn cardíaco, insuficiencia cardíB.ca severa, shock, hipoxernia
ácido carbónico. Al haber exceso de H+ estos son fijad ospor los severa, intox.ic.acion por CO, metahemoglobinemia, fen formin a,
buffe rs y entre ellos por el CO3H·. La unión con este último for- sobrtdos is de ison iacidai diabetes, etanol, grandes tumores).
ma CO3 H2 que da HzO y COz que se elimina por el pu lmón , 3) Retención de ácidos: insuficiencia renal aguda y crónica.
descendiendo por lo tanto el CO3H" plasmático.
Además se produce el ingreso de H+ al in terior de las célu- b) Acidosis metabólica con anión gap normal: la disminución
las intercambiándose por K+ que pasa al plasma con la consi - del CO3H" es compensada por el aumen to de cr (acidosis hi-
guiente hiperka lemia. En casos crónicos, el hues o cede carbo- perclorémica). A su vez puede ser hipopotasémica como en la
natos. Esta desmi ner alización ósea e hipercalciuria puede acidosis tubular renal, ya sea pro,imal (tipo 11) o distal (ti po !),
prod ucir secunda ri amente una nefrocalcinosis o lit.iasis de fos- en las pérdidas de bicarbonato exérarrenales como en la dia-
fato de calcio. Al dismin uir el C03H" el pH desciende, lo que rrea, fistula pancreática o bili ar, pérdida por ureterosigmoi•
estim ula el centro respiratorio dando una hiperventilación deostoniia, vejiga ileal; pérdidas renales ante la toma de inhibi-
que hace descender el pCOz (compensación pulmonar). El ri- dores de la a:i:1hidrasa carbónica como la acetazolamida. Otra
ñon sano reabsorbe totalmente el CO3H", fab1ica ndo una ori- situación es la acidosis posthipocápnica.
na ácida rica en NH4 (compensac ión renal). Estos cambios re- Las variantes normo o hiperpotasémicas se ven en la adm i·
nales tardan horas en producirse llegando 11 máximo en dos o nistració n de CIH , CINH4, la toxicidad por compuestos de azu-
tres días. fre, en él hipoaldosteronismo, y en la acidosis tubular distal ti-
Los sín lomaS y signos más llam.:1tivos son debidos a la hi- po IV.
perventi lación (respiración de Kussmaul) pudiendo además en Trat8miento: debe dirigirse a corregir la causa que 01i ginó
casos agudos con gran desce nso del pH presentar arritmias car- la acidosis (Ej. hid ratación e insu lina en la cet.oacidosis diabéti-
diacas o s ignos de disfu nción del SNC. Los casos crónicos con ca) . Se considera la administración parenteral de C03 HNa
pH poco descendido (enfermedades renalesi pueden ser asinto- cuando el pH desciende de 7.20. Se debe tener en cuenta que
máticos salvo los debidos a descalcificación ósea. para elevar la concentración sérica de CO3H· en 10 mEq/1 o sea
En pl asma se va a encontrar el CO3H" siempre descendido, de 5 a 15 mEq/1, un sujeto de 70 kg requiere 10 mEq de CO3H"
pCOz descendido y el ]{ normal o alto, siendo además la orina por cada uno de los 28 1que corresponden a su espacio de distri-
ácida rica en amoniaco. El anión restante plasmático (anión bución del CO3H" (aproximadamente el 40 % del peso corporal).
gap) puede estar elevado o normal. Por anión restante se en- Del valor calcu lado se debe administrar el 50 % siempre a
tie nde a los aniones plasmáticos no medidos (proteínas, fosfa- traves de una vía centt:al.
tos, sulfatos y otros aniones orgánicos). Se calcula restándole al Luego de la admir.istrnción se controla con gases en sangre
Na plasmático la suma del c1· y el CO3H" arterial, pH y CO2 H" y se determinan si se administra el resto.
La infusión t\e CO3H· debe ser lenta ya que representa una so-
An ión Restante= Na· - (CI + C03W) = 12 ±· 4 mEqíl brecarga de Na y por lo tanto de volúmen . La sobrecarga de al-
cali tambié n puede causar hipopotasemia.
Existen tres causas básicas que llevan a la acidosis metabó-
lica:
1) Hiperproducción de ácidos: el aumento de la biosintesis
de ácidos supera la capacidad de los sistemas buffers y de la ALCALOSIS METABOLICA
propia acción renal, lo que da por resultado consumo neto de
CO3W Se tra ta de un aumento p1ima1io del CO3H" causado por un
2) Pobre excreción de ácidos: esta situación se da en la I. Re• déficit no respiratorio de concentración de H+. El aume nto del
nal Aguda o Crónica donde no se puede excretar la carga ácida CO3H" se produce por adición simple (administración de bicar-
diaria. bonato) o por generación (cuando se pierden ácidos fijos al dis-
3) Pérdida de las reservas buffers: ya sea por caus as renales minuir los H+ se forma más CO3H").
o gas trointestinales .
Los buffers ceden H+ lo mismo que las células pero en este
úitimo caso lo hacen por intercambio por J<+ dando una hipoka-
Con los distintos trastornos ácido-base simples existen for-
lemia.
mas de calcular indirectamente la pCO2, el CO3H" o bien el pH
esperado. Se denominan bandas de confianza. La compensación pulmonar que núnca es muy marca.da esta
Para la acidosis metabólica sabemos que: el aumento pCOz dada por la hipoventilació n que aumenta el pCOz (hipercapnia
= 1.5 (CO3ff) + 8 ± 2 secundaria) • cndiendo a descender el pH hacia lo normal. La
Si esta es la esperada estaremos an te un trastorno simple, deplesión de ]{ impide la aparición de la hipoventilación, pues
pero si esta es más alta o más baja estaremos en presencia de desciende el pH intracelular.
TRASTORNOS DEL METABOLI SMO 1079
El riñón fabrica una orina alcalina rica en CO3HNa y en J{ En los casos agudos no hay compensación, el pH desciende
y pobre en NH 4. Esta pérdida de K por la 0tina lleva a una de- mucho, subiendo el CO3H· muy poeo (2-3 mEq/]).
plesion de K y acidosis intracelular dando entonces una orina En cambio en los crónicos (horas o días) h ay mayo r reabsor-
ácida (aciduria paradójica) rica en NH4 y pobre en C03H" que ción renal de C03W y mayor eliminación de H+ (compensación
per petúa la alcalosis. renal). Ckneralmente, la compensación no es completa au nque
En plasma el CO3H" esta siempre elevado, el Cl bajo, el pH puede llegar a serlo si la hipercapnia no es muy grande. En las
elevado y el pCO2 ti ende a elevarse, el J{ esta normal o bajo, la enfermedades obstructivas pulmonares crónicas a menudo se
orina es alcalina pudien do lu ego ser ácida (aciduria paradójica). ll ega a un nuevo equilibrio con un nivel elevado de pCOz.
En plasma se encuentra pCOz siempre elevado, pH general-
Caus.as (a menudo varias conjuntas, muchas iatrogénicas ): mente descendido y CO3H· elevado, J{ elevado siendo la orina
!)Administración exagerada de bases: bicarbonato de sodio: ácida rica en amonio.
1
oral (por trastornos gástricos, síndrome leche - alcali), endove- Los signos y síntomas se encuentran en la esfera neurológi-
noso (tratamiento de arritmias o paro cardíaco); lactato de so- ca. La gravedad del cuadro está dada por la edad del paciente,
dio; citrato de sodio (transfusiones masivas). patologías pre,~as y velocidad de instal ación de la acidosis.
2) Pérdida de áctdos: digestiva (vómitos ácidos: síndrome pi- Cuanto más súbita, más dramático será el cuadro. Puede haber
lórico, aspiración gástrica ácida); renal mayor act.ividad minera• cefalea, obnubilación mental, estupor, co1ú usión, llegando al co-
locorticoidea: hiper ald osteronismo primario, síndrome de Cus- ma, c9mo también signos de aumento de la presión intracranea-
hin g, s ín d rom e de Bartte r ; diur éticos, a lca losis posth i- na, como el edema de papila (en casos severos). Recordamos que
percapnia, exc reción de grandes cantid ades de aniones no reab- la hipercapnia produce vasodilatación a nivel cerebral. Muchos
sorbibles (penicilina, fosfatos). de los síntomas se deben a la hipoxemia que acom paña a estos
3) Disminución del espacio extracelular (alcalosis por con- trastornos.
tracción); se concentra el CO3H" plasmático: diuréticos, adeno- Las causas pueden ser:
ma velloso, enfermedad fibroquística. AGUDAS
4 ) Deplesión del K celular (entra H+ a la célula) CRONICAS
Dado que el riñón es capaz de eliminar rápidamente el exce- COMBINACION DE AGUDAS Y CRONICAS
so de bicarbonato sanguíneo, para que se mantenga una alcalo-
sis metabólica en la que hay siempre un aumento primario del Entre las causas Agudas tenemos la depresón del SCN por
CO3H", el riñón debe, por un factor u otro, perder la capacidad fármacos (narcóticos, barbitúricos, etc.) Este cuadro es más fre-
de excretar e] exceso de bicarbon ato. La causa más común es el cuente en pacientes con insuficiencia respiratoria cróo.ica, trau-
déficit de volúmen, acompariándose en ese caso de una disminu- matisrr¡os de cráneo accide ntes cerebrovascul ares, polirndiculo-
1
ción del Cl urinaiio (10 mEqm. patías ascendentes como el síndrome de Guillain Barre, drogas
relajantes musculares como los curari zantes y miastenia grn-
Sí11tomas: la alcalosis aumenta la fij ación del Ca a las pro- · vis. También se incluyen los traumatismos toracopulmonares,
teínas con reducción de su fracción ioni zada. Ello incrementa la neumotórax 1 hemotorax, derrames pleurales masivos, cuerpos
actividad neuromuscular. Pueden aparecer signos positivos de extraños en la vía aerea, asma, distress respírat.orio, infeccio-
Chvost.ek y Trousscau, fosciculaciones y tetani a. Pueden apare- nes del SNC como meningitis y encefalitis, infecciones pulmo-
cer an-ítmias inducidas por QT largo, onda U y aumento de la nares, etc.
posibilidad de intoxicación digitálica. Estos síntomas son poco Entre las causas Crónicas más importantes se incluyen la
evidentes por lo cual ante la sospecha de alcalosis debemos soli- enfermedad pulmonar obstructiva crónica¡ la ínsufieciencia car-
citar el laboratorio pertinente. diorespiratoria asociada a la obesidad, la hipoven tilación cen-
tral primaria, las apneas del sueño, las deformidades de la caja
'Ilatamiento: en primer lugar se debe corregir la deshidrata- to rácica y trastornos degenerativos crónicos del SNC.
ción y la hipopotasemia, si e¡:is tiese. Se ad ministra solución sa-
lina y cm:. El déficit de K pu ede oscilar entre 100 y 1000 mEq. Tratamie11to: se debe tratar la hipove ntilación alveolar de
Cuando hay pérdidas gástricas como vómitos o sonda nasogás-
1
acuerdo a la causa que la origina. Así en el EPOC utilizaremos
t.,ica conviene admi nistrar un bloqueante H2 o un inhibidor de broncodilatadores, 02, corticoides, medidas k.incs icas. Se debe
la bomba de p1 otones (ran itidi na u omeprazol). utilizar con cuidado la oxigenoterapia en los pacientes crónicos
Excepci~nalmente se Tequieren acidificantes. En ese caso se ya que al mejorar la pO2 disminuye el estímulo sobre el centrn
indica CIH en solución al 0. 1 a 0.2 M por vía central, a un ritmo respiratorio con lo cual puede aume.ntar la pCOz. Por ello se de-
de 15 a 20 mEq/hora. Si la causa de la alcalosis fuera un exceso ben utilizar incialemente máscara, de oxíge no al 24%. Algunos
de minera!oco,ticoides se tratará con 300 a 600 mg diarios de trastorn os crónicos se tratan con estimulantes del centro res pi-
espironolactona. ratorio. Es de mucha utilidad la asistencia respir atoria bnési-
ca.
Se trata de un aumento ·primario del CO2 disuelto en sange Se caracteriza por hipocapnia c,bida a hiperventilacion ina-
(hipercapnia primaria) debida a una hipovent.ilación alveolar. decuada. La pCO2 disminuye; a menos de 35 nunHg.,secunda-
Coexiste generalmente con h ipo>:em ia (si respira aire: Fi. riamente dasciende el CO3H" pues forma C03H2 al unirse con
02=21%). El aumento de pCOz lleva a una mayor formación de H+ proveniente de los otros buffer¡ y del interior de las célu las
C03H2 que se asocia dando CO3H· y H+ que es capturado por que lo intercambiaron por !{ dan<b hipokalemia, pudiendo a u-
los buffers y pasa además al interior de las células en intercam- mentar secundariamente el ácido lictíco (lactacidemia secunda-
bio por K dando hi perkalemia. ria) y el pirú,-íco en la sangre. Como el descenso del C03H" es
1080 SElv11 0LOGI A, SEMIOTECNIA Y lv1 ED ICIMA INTERNA
men or que el de la pCOz, el pH asciende. Si la hiperventilación 5) Hipervectilación iatrogénica: anestesia, respiración asis-
se mantiene algunas horas, el pH ti ende a bajar pues el riñ ón tida (en enfermos con insuficiencia respiratoria de tipo obstruc·
fabrica una orina alcalina rica en C03H-. Esta compensación tivo crónico e h.ipercapnia no debe bajarse nunca en forma rápi·
renal llega a su máximo en 2-4 días pudiendo producir una da el pCOz).
compensacioón completa. La hipocapnia produce vasoconstric-
6) Otros: embarazo, dolor.
ción cerebral que pu ede llevar a la hi poxemia cerebral.
l ,0s sintomas suelen aparecer ante eJ cuadro agudo. Consis-
ten en pares tesias peribucales y digitales. A veces el espasmo 7J-atamiento: Se debe di sminuir la hipervenlilacioón. En ca-
carpopeda l recuerda a la tetania. Pueden aparecer mareos, sos psicógenos se debe .hablar con el paciente ccn el fin de tran-
náuseas y vómitos debidos a la vasoconstricción cerebral. quilizarlo, se recune al uso de ansiolíticos y excepcionalmente
En el laboratorio aparec en hipobi carbonate mia, hiperclore- en cuadros histéricos se los hace respirar en una bol sa para re-
mia, hi popotasemia e hipofosfat.emia. ciclar COz y revertir la hi poca pnia. Cuando se debe a hipoxe-
mia se debe administrar OJ,.'Ígeno. Si la alcalemia es muy impor-
Causas: tante y aguda la acetazolamida podría disminuir el CO3H- en
1) Hiperventilación psicógcna (más frecu ente en muj'?res jo- pocas horas.
venes): se acompaña de angustia, sensación de muerte inminen -
te, opresión tonicica, sensación de no poder respirar hondo, res- Si bien los trastornos del eq uilib,io ácido- básico se pueden
piración suspirosa y jadeo . presentar en forma pura) a menudo ocurren en forma mixta,
2) En íermedad del sistema nervioso central: delirium tre- debido a la existencia de más de un t.rastorno primario, pudién-
mens, hemorragia cerebral, encefalitis, etc. dose exagerar o disminuir el efecto de cada uno de ellos sobre el
3i Estim u!ación del centro respiratorio: por drogas (AAS, pH. P ara poder diagnosticar adecu adamen te no solamente es
que da además aci dosis metabólica); por hipo xemia (edema de necesario conocer los datos clínicos y de laboratorio (pH, pCOz,
pulrnón, atelectasia, embolia de pulmón, lesiones.intersticiales CO3H-), sino que hay que conocer los límites esperados de los
pulmonares), fiebre, ejercicio, sepsis. Cuando e>..iste una menor mecanismos compensadores mediante las bandas de significan•
distensibilidad pulmonar se acompaña de una estimulación re- cía o con íórmulas que predicen las variaciones esperadas (Fig.
fleja vaga] del centi·o respiratorio. 9-22 y 9-23), de manera de poder deterrrúnar si las alteraciones
41 Cirrosis hepática (puede existir alcalosis hipokalémica o encontradas estan dentro de esos límites o no, indicando en es te
acidosis láctica). último caso la existencia de otro trastorno primario.
RESPIRATORIOS
''AC IDOSIS
''AGUDA ::: aument.o * aumento • el CO3H" aumenta 1 rneq/l
pCOz C03H" por cada 10 nunHg de aumento de la pCOz.
,:, CRONICA -·, aumento ,r aumento * el CO3H- aumenta 3.5 meqn por cada 10 mmHg
de aurnen t-0 de la pCOz.
ALCALOSIS
* AGUDA ,¡ disminución ,¡ disminución *el CO3H" disminuye 2 meqn
pCOz CO3H" por cada 10 mmHg que disminuye la pCOz.
'' CRONJCA (1 dismi nucion 11
disminucion • el CO3H" disminuye 5 meq/l
pCOz CO3H" por cada 10 mmHg que disminuye la pCOz.
Fig. 9-23. Bandas de confíonza en los tras lomos ácido básicos simples.
TRASTORNOS DEL METABO LI SMO 1081
VALORES NORht>\LES si ahora sumamos al valor med io 7,3 mg/dl, el valor calcula-
do, obtendremos 8,5-8,9 mg/dl.
Calcio ión ico Calcio total
mg/dl mlvLIL mEq/L rn g/dl mM/L mEq/L Otras formas de hacer ,:orrecciones:
Recién nacido
3-24 hs. 4,3-5,1 1,0S-1,28 2, 15-2,55 9,0-10,6 2,25-2,65 4,5-5,3 a) al valor del calcio total madido (7,3 mg/dl), sumar 0,8 mg
por cada gramo de albúmina por debajo de 4,0-4,5 gr/di.
24-48 hs. 4,0-4,7 l,0ú-1,18 2,00-2,35 7,0-12,0 1,75-3,00 3,5-6,0
Ej.: 4 gr/dl-2,5gridl : 1,G gr/di
adultos 4,5-4,9 1,12-1,23 2,24 -2,46 8,4 -1 0,2 2)0-2,55 4,2-5, l
corregir por 1,2 mg/dl
>60 años 4,5-5,2 1,13-1,30 2,25-2,60 8,4-10,0 2,10-2,55 4,2-5,0
Calcio total corregido: 8,5 mgidl
En la última década se han desarrollado electrodos específi- contorneado distal, cuya capacidad es de alrededor de 4 mg por
cos para medir calcio iónico; algunos de estos aparatos pueden minuto. Cuando aumenta la filtración se produce un aumento
detectar cambios tan pequeños como 0,1 mg/dl en la concentra- de la eliminación.
ción del calcio iónico.
El mecanismo de la reabsorción se produce mediante la
transformación del ATP en AMP cíclico y compite con el de la
glucosa. La fosfaturia depende de la ingestión de los fosfatos
tan abundantes en los alimentos carneas. La fosfaturia tiene
variaciones diarias que dependen de los niveles de la PTH.
Metabolismo de los fosfatos
La somatotrofina induce el aumento de la fosfatemia ac- clastos, etc. La concentración nonnal es de 0,5 U Bodansky.
tuando sobre el riñón.
La disminución de testosterona y de los estrógenos, awnenta
la fosfatemia al cesar la incorporación de los fosfatos al hueso por
haber cesado su acción anabólica. En la acidosis diabética y en la Hipercalcemia
inanición aparece un pequeño aumento de la fosfatemia debido a
un aumento de la movilización de los minerales del hueso, Dejando de lado la hipercalcemia del HPr lº y 3° (ver hiper-
paratiroidísmo), debemos mencionar la de la intoxicación que se
La T3 y la T4 ejercen la misma acción.
obsen'a en niños sometidos a tratamientos prolongados y con
Las nefropatías crónicas producen marcado aumento de la
elevadas dosis de vitamina Di como así también en pacientes
fosfatemia por incapacidad renal para escretar fosfatos.
hipoparatiroideos tratados o automedicados con dicha vitamina
El embarazo y la lactancia disminuyen la fosfaternia por pa- pero sin los correspondientes controles.
saje de fosfatos al feto y a la leche. En la enfermedad de Addi• El cuadro clínico consiste en gran depresión psíquica, cefa-
son está disminuida por ausencia de acción catabólica de los leas, astenia, anorexia, constipación) dolores abdominales, vó-
glucocorticoides. En el raquitismo y osteomalacia está dismi- mitos, poliuria y polidipsia.
nuida al igual que la fosfatmia por disminución de la absorción Si el cuadro no es diagnosticado correctamente, puede lle-
por falta de vitamina D. garse al letargo y al coma. En los casos con hipercalcemia mo-
Los riñones constituyen la mayor vía de excreción del exceso derada, son frecuentes las calcificaciones ectópicas, la nefroli•
de fosfatos con lo que se elimina entre el 60 y el 75% de lo in- tiasis y nefrocalcinosis.
gresado con los alimentos. Por intestino se elimina una fracción El cuadro humoral, además de la hipercalcemia, cursa con
muy baja. hiperfosfatemia, hipercalcimia e hiperfosfaturia con fosfatosa
Por vía glomerular se filtran diariamente alrededor de 7.000 alcalina elevada.
rng y se reabsorben entre el 85 y 95% por lo que se elimina por El tratamiento consiste, obviamente, en suspender 1a admi-
orina menos del 10%. Esa reabsorción se produce en el tubo nistración ele vitamina D y administrar corticoides y vaselina lí-
TRASTORNOS DEL METABOLISMO 1083
guida con lo que no sólo se disminuirá la absorción de la vitami- HPT l' es su evolución generalmente breve. Alguns MTS, como
na, sino que se impedirá la nueva formación de 1,25 (OH)2 D3 a las de próstata, tiene1i'la particularidad de ser osteogénicas. ·
partir de los depósitos acumulados en el tejido adiposo. Las do- En el mieloma múltiple, sólo el 50% de los casos puede cursar
sis de corticoides serán elevadas los primeros días y, como la con hipercalcemia acompañada de osteoporosis y/o geodas debi-
respuesta es espectacular) deberán disminuirse progresivamen- das a las lesiones osteolíticas no seguidas de reacción osteoblásii-
te hasta que se agoten los depósitos al cabo de algunas sema- ca. Las manifestaciones óseas consisten en dolores erráticos y, en
nas. No deberá olvidarse la protección gástrica con bloqueantes oportunidades , fracturas patológicas, tumoraciones y signos de
del ácito clorhídrico. compresión. La hipercalcemia se considera corno la resultante del
OAF o de interleuquinas y puede ·acompañarse de hiperfosfate-
Sinárome alcalino-lácteo o de Burnett: Se observa en pacien- rnia mientras que la FA permanece en niveles normales. Puede
tes ulcerosos que ingieren crónicamente altas dosis de alcalinos haber nefrosis abso1tiva. Hay alteraciones plasmáticas de las
(compuestos de hidróxido de aluminio) y leche (generalmente en- proteínas con c1ioglobulinas y proteína de Bence.Jones. La pun-
riq uecida con vitamina D) con lo que se produce una marcada hi- ción medular muestra las células mielornatosas.
percalciu,ia e h.ipercalcernia con fra11ca deshidratación. Esta hi- La hipercalcemia responde a los co1iicoides.
percalccmi a cursa con alcalosis que se observa en la etapa inicial, En el hiperliroidismo severo, especialmente el conocido co-
ya que es frecuente que lu ego aparezca insuficiencia renal 1 desa- mo hipertiroidismo apático de los viejos, puede establecerse un
pareciendo la hipercalcimia por ese motivo. cuadro de hipercalcemia severa que es atribuible a los niveles
En realidad, se supone que en algunos casos exista una ne- elevados de T3 y T4 que por sí mismas o a través de la PTH au-
fropatía previa. mentan la actividad osteoclástica. No se acompaña de hiperfos·
Una seria complicación es la nefrocalcinosis y calcificaciones fatemia.
metastáticas. En pacientes con HPT y úlcera duodenal, que como En la enfermedad de Addison severa, también puede pre-
vimos anteriormente se asocian con cierta frecuencia y que son sentarse hipercalcemia moderada. Es atribuible a la ausenci a
tratados con leche y alcalinos, este sí ndrome puede asociarse al de glucocorticoides con la consiguiente actividad aumentada, en
del HPT. El diagnóstico se aclara con el dosaje de PTH. forma relativa, de la vi tamina D y sus metabolitos. Tanto la hi-
La hiperca lcemia infantil idiopática - no el HPT del recién percalcemia de la tiroto:ócosís como la del Addison mejoran al
nacido-- es una afección poco frecuente y se observa en niños mejorar el problema de fondo.
alimentados con leche de vaca y dosis tera péuticas de vitamina
D. Parecería tratarse de una hipersensibilidad a esa vitamina. 1}atamiento
Existe una forma benigna con hipercalcemia moderada acompa-
ñada de signos funcionales y otra más grave que cursa con ano- Varía según la causa det.ermín ante. Sin embargo, cuando las
malías cardíacas, insuficien cia mental .y alteraciones del macizo cifras excedan los 13-14 mg/dl de calcemia total, se deberá pro-
facial. Se han visto casos en los que la calcernia llegó a niveles ceder con energía y rapidez, pues se corre el riesgo de complica-
de 18 mg/dl. Son de mal pronóstico. ciones irreversibles.
La sarcoidosis puede cursar entre el 10 y 20% de los casos Una manera práctica y accesible de ayudar a descender la
con hipercalcemia. No siempre se asocia a las alleraciones calcemia es el plan de hidratación desarrollado en el capítulo
óseas pues algunos casos presentan hipercalcernia sin el compo- HPT.
nente esquelético. La hipercalcemia parece deberse a un exceso Cuando las circunstancias lo requieran podrá recurrirse a la
de sensibilidad a las cantidades fisiológicas de vi tamina D en la mitramicina en dosis de 25ug/kg de peso. Deberá tenerse en
diet.a y se han visto casos que llegaron a valores de has ta 15 cuenta su hepato, nefro y miel~toxicidad. Los corticoides pue-
mg/dl de la calcemi a, ingiri endo dosis que no llegaban a las den ser de gran utilidad en el tratamiento de la hipercalcemia
10.000 Ul/día. no paratiroidea. Su uso deberá ier prudente pues la hipercake•
Lo que aquí ocurre es un aumento de la fotól isis provocada mia puede acompañarse de ulcus grastroduodenal. La indome•
por la radiación ultravioleta. Se acompaña de hipercalciuria, tacina y la aspirina son de gran utilidad en las hipercalcemi as
normofosfatemia y fosfatasa alcalina normal o poco elevada. consecutivas a las prostaglandinas elaborad as por el tumor. En
El diagnóstico diferencial con el HPT es importante pues las malignas y en muy pocos casos en las hiperparatiroideas,
puede confundirse con él y llevar al paciente a la exploración estarnos usando con buena respuesta el arninopropilendifosfo-
quirúrgica. Es fre cuente la existencia de lesion_es osteolít.icas nato (APD) en dosis que varían tnlre los 10 y 20 mg/día. Cuan-
que pueden induci r a error. Se agregan la adenopatías del hilio do las circunstancias así lo requ~ran, se lo utilizará por vía e.v.
pulmonar, infil tradc,s nodulares , aum ento de la gammaglobuli- En 24-48 hs se logra descender la calcemia hasta niveles ca-
nemia y re acción de Kveirn positiva. Será necesario llegar a la si normales. Deberá tenerse en ruenta la acción ]eucopenizante
biopsia ganglionar. Responden rápidamente a la prueba tera- de esta droga. Actualme nte dis)'.l)nernos del aledronato que es 5
péutica con cortisona. a 10 veces más potente que el Al'D. Se utiliza por vía endoveno-
sa (una sola ampolla diaria) en ¡oteo con solución fisi ológica en
En clínica es frecuente el diagnóstico de hi percalcernia en
dosis que van de los 2,5 rng hasla 15 mg en los casos muy seve-
pacienles po1tadores de tumores malignos con o si n metástasis .
ros. No provoca leucopenia.
En estos casos sin MTS puede tratarse de tumores que segre-
guen sustancias PTH símiles que determinan un HPT paraneo-
plásico que sólo desaparece con la desaparición del tumor por
medios quirúrgicos, radiantes o por citostáticos. Hipocalcemia (ver hipoparatir,idismo)
Entre estos tumores se destacan los de pulmón, próstata, tes-
tículo, piel y aparato digestivo. En los casos que evolucionan con
MTS, se acepta que éstas producen un factor activador del osteo- Hipercalciuria
clasto (OAF) que produce lo que ya conocernos corno osteólisis os-
teoclástica. La fosfatemia es elevada en estos últimos y baja en · Con una dieta de alrededor de los 500 rng/d de calcio, un
los que cursa n con HPT paraneoplásico. La gran diferencia con el hombre adulto normal elimina por vía uri naria alrededor de
108 4 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
200 mg/dia y una mujer 150 mg/día. Cuando las cifras excedan METABOLISMO DEL MAGNESIO
holgadamente ese valor, se correrá el riesgo de desa1Tollar ne-
frolitiasis pues el calcio es uno de los elementos más frecuentes El organismo contiene 20-30 gr (alrededor de 2.000 mEq) y
en la composición de los cálculos renales. Numerosos factores entre el 50 y el 70% se halla en el esqueleto. Ingresa con la in-
intervienen para el aumento de la calciuria. Uno de ellos es la gestión de vegetales verdes, leche y carne. Se requieren diaria-
hipercalcemia, donde se produce una filtración exagerada que mente entre 200 y 400 mg. Las necesidades son mayores duran-
sobrepasa a la reabsorción tubular del calcio. Por otra parte, co- te el crecimiento, el eml¡arazo y la lactancia.
mo esta hipercalcemia inhibe la secreción de PTH disminuirá Las dos terceras partes de lo ingerido se excretan por mate-
aún más la reabsorción de aquel calcio filtrado por el glomérulo. 1ias fecales y el resto por la orina. La concentración plasmática
Además, con la supresión parcial de la secreción de PTH por los es de 2-3 mg/dL La mitad va unida a proteína y la otra se man-
niveles de la calcemia, el clearance renal del calcio es elevado. tiene en forma iónica y filtrable. Filtra por el glomérulo y se
Esto se observa en casos de absorción aumentada del calcio a reabsorbe en los túbulos.
nivel del intestino por hipervitaminosis Do bien reabsorbido en El ión magnesio es principalmente intracelular y en el hue•
el hueso como ocurre en la enfermedad de Paget, tirotoxicosis, so se encuentra en proporción 1: 40 con el calcio pero sin formar
inmobíli zación prolongada y metástasis óseas. Lz.s primeras parte del mineral óseo propiamente dicho, sino que se mantiene
son conocidas como hi percalciu1ias hiperabsortivas; las segun· en el fluido que rodea a los cristales, aparte del contenido en las
das hipercalciuri as reabsortivas. células óseas. Cua ndo se produce depl esión de calcio, su caneen·
Es conocida la mayor incidencia de hipercalciuria en la tem• tración aumenta y viceversa. Cuando sust.ituye al calcio en el
parada estival debida a la mayor abund ancia de radiació n solar hueso, impide su calcificación, pudiendo provocar un proceso ra-
y el consecutivo aumen to de la fotólisis determinante de mayo- quítico.
res precursores de la vitamina D. Ciertos diuréticos (fursemida) El magnesio cumple múltiples funciones. Es indispensable pa-
aumentan la calciuria al igual que la calcitonina. Las dietas hi- ra 1as mitocondrias e interviene en el mantenimiento de su es-
perproteiéas (acidificantes) aumentan la calciuria entre cuab·o tructura y funciones. lnten,jene como cofactor en múltiples reac-
y cinco veces lo normal. Lo mismo puede ocurrir con la inges• ciones enzimáticas del ciclo glucolítico y en la gluconeogénesis,
t.ión de a minoácidos. incluyendo aquellas en que part.icipan la hexoquinasa, fosfogluco-
Sólo en el 50% de los casos se puede determinar el factor cau• mutasa y transfosforil asa e influencia la actividad de la ribonu-
sante de la litiasis. Ellos son el HPT, la hiperoxalaturi a, la hipe- cleasa, desox:iribonucleasa carboxilasa fos fatasa alcalina y otras.
1 1
ruricosuria, infecciones, cistinuria y la acidosis tubuJar renal. Interviene en los procesos activos de la permeabilidad celular.
La liti asis renal idiopática es mucho más frecuente en el va- En la fibra muscular constituye, después del potasio, el prin-
rón que en la mujer, 5 : L cipal catión intracelular y ejerce un papel importante en la exci-
En muchos casos cursa con hipofosfatemia, hipercalciuria y tabilidad y en la trasmisión de los impulsos nen,josos al bloquear
aumento de la absorción intestinal del calcio. Se asemejan so- la liberación de acetilcolina, tanto en la placa ternúnal como en
bremanera al HPT. En estos casos serán de gran uti lidad las las sinapsis ganglionares, bloqueo que es inhibido por el calcio. El
pruebas de eliminación del calcio con dietas con contenído me- metabolismo del magnesio es regulado por la l'Tfl al actuar so-
nor de 200 mg de calcio seguidas de la administración de !gr bre el riñón, en el mismo sentido que sobre el calcio, provocando
de calcio y nueva determinación de la calciuria. Las hipercal- aumento de la reabsorción tubular. El aumento de la calcemia
ciurias hiperabsortivas aumentarán en form a manifiesta la compite con la reabsorción tubular del magnesio surpimiéndose
calciu ri a con el agregado de calcio. Las de causa renal no se la hipermagnesemia, situación que se observa en el h.iperparati-
modificarán. Es de gran importancia el examen químico del roidismo. El aumento del magnesio plasmático inhibe la secre-
cálculo para conocer su composición y acercarse al diagnóstico ción de PTH en tanto que su disminución la estimula. Sin embar-
cOtTecto. También es necesario practicar urocultivo pues la in• go se han descripto lú poparatiroidismos hipomagnesémicos (por
fección urinaria alcaliniza la orina y predispone.a la urolitia- ejemplo el deternúnado por la administración prolongada de an-
sis. tibióticos aminoglucósidos) que mejoran espectacularmente con
El tratamiento no es gratificante pues el 50% de los pacien- la administración de magnesio por vía tndovenosa.
tes que fab ricaron un cálculo, volverán a hacerlo du ran te los La deplesión de magnesio produce lesiones vasculares y re-
10 próximos años. En la litiasis sintomática habrá que elimi- nales y, más raramente nerviosas y musculares, incluyendo una
nar el factor determinante. En las idiopáticas se insistirá eil t~lania similar a la producida por la hipocalcemia.
forzar la diuresis administ.rando 3-4 litros de agua por día (no Otras causas de hipomagnesemia son las diaITeas crónicas 1
agua mineral por el alto contenido de calcio) que al cabo de po- esteato1Tea, il eítis regional, colitis ulcerosa, fistulas digestivas,
cos meses será bien aceptado por el paciente. No se aconsejan alcoholismo y cirTosis hepática. También puede observarse des-
las infusiones de té ni los jugos de fru ta pues constituyen una pués de e>.i;irpado un adenoma hiperparatiroideo que se debería
fuente importante de oxalatos si se ad ministran en forma exa- a la fijación del magnesio durante el proceso de neoformación
ge rada. Se tenderá a excluir de la dieta el exceso de alimentos ósea. El tratamiento de la hipomagnesemia consiste en la admi-
ricos en calcio: leche, quesos, anchoas, sardinas, brócoli, etc. En nistración i.m ó e.v. de sulfato de magnesio.
los casos de hipercalciu ri a re abso rtiva, serán útiles las hidro-
cloro tiazidas a razón de 50-100 mgidía. El allopurinol es de uti-
lidad para el tratamiento de la asociación de litiasis cálcica y OLIGOELEMENTOS*
úrica. Los difosfonato s, al solubilizar las sales de calcio, serán
un buen coadyuva nte terapéutico. El magnesio se ut.iliza para Son iones inorgánicos que pa,t icipan en múltiples funciones
favorecer la solubilidad de las sales de oxalato. La piridoxina metabólicas.
se utiliza con el mísrno fin. AJgunos autores usan con relativo Hasta 1957 se habían reconocido 7 de ellos, y en la actuali-
éxito fósforo en la die ta en dosis equivalentes a los 30 mg/día. dad al menos 15 se consideran esenciales para el organismo hu-
A] parecer se produciría un aumento de los pirofosfatos mina- mano.
rios con ]a consiguiente mejor solubilización de las sales del
calcio. *Dr. GUILLERMO F MAROUEZ
TRASTORNOS DEL METABOLISMO 1085
Los sintomas por su carencia se han puesto de manifiesto mentado en médula ósea, lúgado Y otros tejidos), neutropenia
especialmente con el desarrollo de los métodos de alimentación que corrige rápidamente con su admínistracióna, hipoproteinc -
Entera! y Parenteral. En estos programas se los puede adicio- mia, osteoporosis y calcificación de partes blandas.
nar a las soluciones de aminoácidos, a las glucosadas y a las El cobre se absorbe en el estómago y en el intestino delgado
dietas enterales de "tipo elemental", o eventualmente suplirlos proximal. Su vía de excreción principal es la biliar.
mediante la admi nistración semanal de plasma fresco. Los requerimientos diarios son de 30 ruicrogramos/kg para
Se pueden manifestar efectos tóxicos por sobredosis, lo que la vía oral y 22 microgramos/kg para la parenteral.
ocuáe menos frecuentemente· cuando se emplea la vía entera!, Su toxicidad se aprecia con dosis de ruás de 15 mg/día y se
ya que el intestino regula su absorción. manifiesta por náuseas, vómitos, diarrea, cólicos abdominales y
hemólisis por inhibición de la glucosa-6-fosfato-dehidrogenasa.
Cadmio. Tiene una vida media de 16 a 33 años, por lo que También se ha descripto necrosis hepát.ica e insuficiencia renal.
más que, su deficiencia irnpmta conocer su toxicidad, la que se
manifiesta sobre todo a nivel renal. Cromo. Actúa estabilizando las estructuras tercia1ias de las
Puede competi r con el metabol ismo del Zinc. proteínas y ácidos nucleicos. Estimula la síntesis hepática de
Sus requerimientos diarios no están establecidos y no es ne- ácidos grasos y colesterol a pa,tir de acetato.
cesario su suplemento parenteral. Su contenido total en el organismo es de menos de 6 mg.
Los síntomas de su carencia se manifiestan por retardo del
Calcio. Su requerimiento diario en el adulto es de 200 a crecimiento, disminución de las reservas de glucógeno y de la
400 mg por vía parenteral, siendo de 600 a 1000 mg como mí- síntesis proteica, neuropatía periférica y alteración de la curva
nimo la necesidad de su ingestia diaria, ya que su absorción es de tole rancia a la glucosa (eventualmente cuadro similar a la
del 10 al 40%. diabetes).
Está indicado el su plemento de calcio y vitamina D después Su défici t se puede determinar por su concentración plasmá-
de la gastrectornía parcia l. tica o en el cabello y se corrige con 250 microgramos/día por 2
semanas.
Fós{ol'o. Su regulación en el organismo está ligada a la del Se excreta por orina y su requerimien to diario es de 20 nll•
calcio. crogramos.
Interviene en muchos sistemas metabólicos: 2'3' difosfoglice-
rato de la hemoglobina, moléculas de ATP, poder de quimiota- Fluor. fnterviene en la fertilidad, el crecimiento y rnanten i•
xia, bacteriolisis y fagocitosis de los leucocitos, fosfatasas. miento de los glóbulos rojos, dientes y esqueleto.
Su carenci a produce neuropatía, rniopatfa, anorexia y vómi• La dieta provee 0,25-0,35 mg y el agua 1,5 mg. No está n cla-
tos, alteraciones hepáticas y rena1es. ramente establecidos los requeriroieot.os diatios.
Su requerimiento en la alimentación parenteral es de 5 a 10 La absorción en el hombre oscila entre el 50 y el 80% de lo
milimoles/1000 kcal. (Ver metabolismo fosfocálcico). ingerido y se correlaciona con su solubilidad.
Forma en los tejidos óseos fluor•ap ati ta 1 confitiendo mayor
Cobalto. Participa en la estructura de la Vil. Bl2. resistencia y disminuyendo la resorción ósea, por dicho motivo
se utiliza en el tratamiento de osteoporosis.
Sus requerimientos son de 0-1 microgramo/dia.
La dosis útil en el agua, para reducir las caries en la salud
pública es de 1 ppm, au nque a un 10% de los nitios les puede
Cobre: Su contenido en el organismo es de aproximada- producir un leve moteado dentario.
mente 100 mg, almace nado principalrnente en cerebro, hígado , Aplicaciones tópicas sobre los dientes pueden reducir la apa-
corazón, bazo, riñones y en la sangre. Jición de caties en un 30 a 40% sobre todo antes de los 14 años,
El 95% está unido a la Ce,-ulopla smina, que es un alfa 2 glo- época en que los dientes permanentes ya están completamente
bulina necesario para el proceso de oxidación del hierro (de fe . formados.
rroso a fénico). Cuando la concentración de íluoruro en agua es mayor a 4
Interviene en la formació n de la hemoglobina y especial - mg/1 se obser.rasn dientes moteados en los niños y fluorosis en
mente en el desarrollo del reticulocito. los adul tos (huesos frágiles y quebradizos, alteraciones renales,
Tiene actividad de citocromo-oxidada, la que cataliza la fa se musculares y nen ~osas).
final irreversible de la cadena de transporte de electrones y ac- Se ha demostrado que pasa a traves de la placenta en el 5' y
túa en la síntesis de proteínas y en el trabajo muscular. el 6º mes de la pregnancia, que es el tiempo en que se comien-
Mantiene la integridad del tejido conectivo y es necesario zan a desarrollar los dientes de leche.
para la conversión de tirosina a melanina. Es dificil estimar la utilidad de administrar suplementos de
Concentraciones elevadas en el plasma se detectan en múl- fluor durante el embarazo para beneficiar al feto.
tiples enfermedades agudas y crónicas, posiblemente como res- La int,ixicación aguda se ha visto debido a ingestión acci-
puesta al estrés. dental de insecticidas y raticidas. La dosis letal es de 5 g.
La acumulación hística de cobre se observa en la enferme-
dad de \Vilson, cin-osis biliar primaria y en obstrucciones cróni- Hierro. El organismo adulto contiene de 3 a 5 gr. encon-
cas de la vía biliar. trándose el 50% en la hemoglobina.
Su carencia se ha descripto en infantes severamente desnu- Interviene en la formación de la hemoglobina, mioglobína y
tridos o en aquellos que presentan un trastorno genético que en la de múltiples enzimas.
impide su absorción . En 1962 Menkes describió este síndrome, Su carencia está asociada a la desnutrición, mala•absorción,
que consiste en pelo tortuoso "pili torti", deterioro mental pro- gastritis atrófica y gastrectomías, pérdidas gastro-intestinales Y
gresivo y muerte. ginecológicas crónicas. El requerimiento está aumentado en el
Los pacientes sometidos a alimentación parenteral prolon- embarazo.
gada (sin aporte de cobre), mostraron múltiples alteraciones: Se manifiesta por anemia 1 disminución de actividad de los
anemia (hay falta de utilización del hierro, el que aparece au• leucocitos y de la inmunidad celular, (ver Hematologia).
1086 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
El requain,ienlo diario en el hombre adulto y en la mujer Es rara su carencia por falta de aporte nutricional aunque1
post-menopáusica es de 0,5 a 1 mg. en las mujeres menstruando se puede presentar en pacientes con alimentación parenteral,
de 1 a 2 mg y en el embarazo de 1,5 a 2,5 mg. Las pérdidas dia- habiéndose descri pto un cuadro con intensa mialgia que mejora
rias por orina, materia fecal y sudor son de alrededor de 1 mg. con su suplemento.
Las di etas contienen promedio de 16 a 18 mg. y se absorbe En 1979 en Chin a se ha encontrado una mi ocardiopatía en-
un IO'k-. démica por su défi cit, conocida como enfe rmedad de Keshan.
El exceso de h ierro ll eva a la Hemocrvmalosis pr ima ria o se• El défi cit de selenio en la sar,gre se correlaciona con los ni -
cund aiia. (Ve r Hígado). veles de albú mina y el rC'C uento tot.al de li nfocitos.
Una dieta pobre en selenio y la malabsoción , pueden tener
!lfagnesio. Su defic iencia se suele mRnifosta r pc,r tetania 1 impo1tantes implicancias en las fun ciones cardíacas e inmunes
con vulsiones , tras tornos de con ducta, arritmias cardíacas (en de los pacientes HIV positivos.
forma sinul ar a las hipocalcemias se aprecia Q-T largo), debili - En China y tambi én e!l Venezuela, se ha descripto la seleno-
dad y retardo del crecimienlo. Los sín to mas aparecen con ni ve- sis (toxicidad endCmica), caractetl zada por fa tiga, poline uriti s,
les séricos menores a 1,6 mE/l. caida de cabello, alteraciones ungueales, caries y hal itosis con
Se aprecia en pacien tes con malabsorción, .:lcohólicos, en los olor a ajo.
que tiene n un drenaje biliar externo prolongado, secund ario & Est.á presente en mariscos y carnes frescas.
la administraci ón de diuréticos o en los que no sr, les aport a re- Su requerimiento dia rio es d1.• 0J micrograrno, aumentado
ci biendo aiimentación endovenosa como única fuente nutricio- en el emb~razo a 10 a 20 micnJgramos. Su concentración pl as ~
naL Tam bién en grandes quemados, acid osis diabética y disfun - mática de 0,1 a 0,3 microgramos/ml.
ción parat.iroidca.
Los rcqucrimíentos diarios son de 200 rng y edá presente en Vanadio: En huma nos no se ha establecido su requerimien-
carnes, pescado y vegetales. to ni los síntomas que se pueden prese ntar por su carencia.
El tra ta mi ento de las hipom agnese mi as sin lomát.icas re-
quiere de la via parenteral, en dosis iniciales de 2 gr. (17 rnEq) 1~do: Es esencial para la form ación de la hormona tiroidea.
en 2 horas, con monitoreo cardiológico y se co mpleta con 2 a 4 Los req_ueiimientos para evitar el bocio son de l rnicrogramo/
gr, en el resto de las 24 hs. Se sigue con este esquema de reposi - kg/dia. (ver Endocrinología)
ci ón hasta la remisión.
Los pacientes con ins uficienci a renal pueden desarroll ar hi- Zinc: Inte rviene en ei me tabol ismo de los carbohi dratos,
perr.l3gnesemia. proleínas, lípidos y ácidos nudeicos (ADN y ARN polimerasa),
en la maduración sexual, e l crecimie nto y desa1To!lo. Es esen-
llfa11ga11 cso. Estimula a la RNAy DNA polimerasa. cial p3.ra movilizar a la vit;rnUna A del hígndo.
Su carencia prese nta con los siguientes síntc,mas clínicos: El 90% del Zinc enzimático está presente en la anhidrasa
pérdida de peso, dermatitis naúseas y vómitos, retardo en el
1
carbónica del glóbulo rojo.
crecimiento,cambios en el cabello e hipocolesterolernia. Sus depósitos corporales son de aproximadamente 2 gr. en-
Parece ser el menos tóxico de los oligoelemeotos, sin emba·t·~ contrándose pri nci palmente en músculo, piel, páncreas, híga do,
go en mineros y pulidores expuestos por va rios ai\os se ha visto próstata y coroides de la retina. ·
daflo penncrncnte extrapiramidal, con un cuadro clínico similar Su carencia (en ge neral secu ndaria a cirrori s, malabsorción ,
al de la enfe rmedad de Parkinson. La Provincia de Catamarca desnu trición, p::! ncreat.it.is crónica, di abd.es, corticoideoterapia,
(Argentina i , es uno de los pncos lugares del mundo que posee cirugía mayor, politraum;.!!ismos y en pacientes con alimenta-
minas de Rodocrosita (pie dra de as pecto de mármol rosado), ción entera} o parenteral) se puede manifestar en forma aguda
compuesta por Carbonato de Manganeso. o cró11ica.
La in gest.a di aria es de 0,7 a 22 mg y la dosis recomendada
El ,lóficit c.g 11do fue descripto en 1976 y se manifies ta de
en alimentación parenteral es de 2-3 mg/d ía.
múltiples maneras, en general al me~ de no aportarlo. Primero
aparece diarrea que puede ser copiosa, y cuya patogen~a no está
.Holibde110: Es un componente e3encial de la xantino-o;,;: ída-
totalmente aclarada (se ha implicado a la adenil-cicl asa). A las
sa. 2· seman as se detecta alopecia (q ue es reversible) y luego un
Los requ erimientos diarios son de 45 a 500 microgramos , y
trastorno denl!~1tu lágico eccem.atoide, r.: c.n erupcíones vesículo•
no se han desctipto síntomas por su deficiencia en el hombre. pustulosas en zo ua pr.ri-ornl, nasal y orliital, que puede disemi -
narse a otras zo:1as (rscroto), y cede a la semana de la reposi-
lViqu el: Su ca ren ci a se ha asociado con disminución de la ción del zinc. En las man'JS se (l. prccia eritema en zon as de
fertilidad , dific ultad en la captación de 02 hepé.tico y alteracio- fl exión d,o los dcuos y en l& lengu~ el fesloneado den tal (por ede-
nes del cabello. ma.) Hr,.y un retardv en !a cicatrizació11 de heridas y de las úke•
Ha si do obs'Jn•ada en pacientes cirróticos, urérn icos, con ma- ras venosas e isquérnicas, anorexia, trastornos del carácter,
l absorción o en aq uellos con sudoración profus a contin uada. pérdida de peso y tras tomos del gusto y olfato.
No se han establecido aún sus requeri mientos diarios.
Se h a seúalado la dete nción aguda del crecimiento (se puede
observar en laE uli as la líne:, de Beau).
Selenio: Es necesa rio para la oxidació n de los grupos sulfí-
drilos. Participa en la síntesis de la ubiquinona. Vinculada a ht El cuadro es similar al seii.abdo en la acrodermatitis ente-
enzima glutation peroxidasa, posee efectos curcinostáti cos . ropática dE! los niños , que es un trastorno hereditario de ca ren-
También tien~ inter-relación metabólica con la ~·itamina E. cia de Zinc, t r:rn::mit-ido en forma autosómica recesiva.
Debido a sus efectos an tivirales (inhibe la tra nsu iptasa n, , En la <lt:fi cieHcia crónica se ha descripto un síndrome carac-
versa en animales in fec tados con RNA-virus), se hu sugerid0 ~u terizado por anemia, hepalo-esplenomega!ia y enanismo hipo-
admi nistración en los enformos con SIDA, y t ambién a las em- gonodal, disminución de la inmunidad celular, alteraciones del
barazadas HIV positivas , para reducir las probabilidades de gusto y olfato y en cirróticos ceguera nocturna que no mejora
c0E vits.mina A.
transmisión pl ace ntaria.
TRASTORNOS DEL METABOLISMO 1087
La administra ción de únc mejora al eritema crón ico necroti- La obtención de un perfil" vitnmínico puede se r de uti lidad
zante que acompaúa al glucogonoma. en pacientes mal nutridos, alcoholismo, hepatopat.ía, trastornos
La dieta oral contiene alrededor de 10 a 15 mg de Zinc, ab- gastrointestinales, enfermedades hematológicas asociadas o no
sorbiéndose J a 2 mg a nivel del intestino delgado proximal. al embarazo y en los programas de alimen tación entera! o pa-
Sus fuentes principales son carne, mariscos, gelatina* pan, renteral.
cereales, legumbre y arroz. Se pueden dosar en sangre u Orina de 24 hs a excepción de
La via de excreción en condiciones fisiológicas es por mate- la A, que tiene excreción biliar Y en algunos casos seleccionados
ri a fecal v en situ aciones de estrés (en fermedad aguda, poli- df:lennin<.1r su concentració n hística, por ej emplo medi a nte
tr¡:¡umati;mol aumenta mucho la pérdida urinari a (de 300 a biopsia hepática.
700 mic.rogramos/día que es lo normal, a 8 mg/día).
La dosis parenteral para revertir el déficit agudo es de 16 a
32 mg/día y la de ma ntenimiento en la alimentación parentcral Vitamina A
de 2 a 1Omg/dia.
En dianeas im.p,xia. ntes hay que reponer t l bas al rnás 17 El térniino vitamina A se utiliza actualmente para de.signar
mg/kg de heces. En pérdidas importantes de otros líquidos (gás- a varios compuestos. El retino/ (vil. Al) y el 3-deshidroxirreli-
trico, duodenal o ileali, el basal más 12 mg/kg. de secreción. nol (vit. A2), so11 alcoholes que se almacenan como ésteres prin-
Dosis excesivas de Zinc pueden ocasionar fiebre, náuseas, cipalmente en el hígado. El reti na/ es el aldehído del retino! y es
vómitos y di arrea. la for ma activa de la vit. A en la visión. Para los otros sitios de
acción en los tejidos parece actuar (!l ácido reti noico.
Actualmente se aconseja que las ingestas de vil. A se expre-
VITAl\HNAS'' sen como equivalentes de Retino] (BQR), que es la suma del re-
tiiiol que proviene de los animales más el ingresado como caro •
Las vi tamin as son substanci as orgánicas que actúan en pe· tenos - l UI = 0,3 microgramos de retino!.
quE:ñas cantidades y carecen <le valor c-nergético. Su nombre tie- Entre los carotenoides o pro-vitaminas A, el Beta caroteno
ne ori!!en en la creencia de que las mismas estaban constituidas es él más importante. Casi todo el ingerido se convierte en vit.
por "a~nin ,ts'' neces arias para la vida, pese a que la mayoría de A en !a pared del intestino delgad,;, salvo en los niños de lra y
ell<1s no posee grupos aminados. 2da infancia que tienen una capacidad limitada. En el hiperti•
El organismo humano es incapaz de sinte tiza rlas o lo hace roidistno la com·ersión es bloqueada casi por completo.
en forma insuficiente, ingresando la gran mayoría preformadas. El pigmento ro<lopsina que se E:ncuentra en los bastones de
El gru po de las lip osolu bles est.á co "stituido por la A, D, E y la retina es una combinación de l retinal con una proteína ll a-
K, y el de las /11drosolubles por la Bl (ticmina), B2 (1iboílavina), mada opsina. Los cuantos lumínicos producen cambios quími -
Acido Nicotínico, B6 lpiridoxina), Acido Pa ntoténico, Biotina, cos en est:1 ::-1c1écula 1 cuyas diferencias de potenciales generan
Acido Fálico y B12 y la vitamina C. la excitación ierviosa que llega al C&rebro.
Las liposolubles se pueden administrar en forma hidrosolu- Otras de la s fu nciones de la vít. A son Ia de mantener la
bl e (miscibles en agua o fij adas a proteínas) siendo en estos ca- normali<lad de los epitelios y favor('ccr el crecimiento, el desa-
sos incierto su grado de absorción. De ser necesario se pueden n-ollo óseo y la formación dentaria. El 70 a 80% es almacenado
incorpora r por vía parentera1. La esteatonea afecta su incorpo• en el hígado.
ración al organismo. El descubrimiento de la úlcima década de la acción ant.ioY.i-
Las hidrosolubles suelen absorberse con dificultad en casos dante de los caroleniodes y su función antic.ancerígen a ha lleva-
de aquilia gástrica o alcoholismo. do a aconsejar una ingesta vegetal que aporte 4 - 6 mg/día de
Las hipouitaminosis tardan semanas o meses en instalarse, carotcnos.
debido a las reservas que disponemos. Se debe te ner ?resente Causas de carwcia: se asocia ton pa tología que produzca
que la m.ayoría <le los pacien tes severamente desnutrido:; o con mala :1.bsordón, en especial las obstr ucciones biliares. En los
alteraciones absort.ivas presentan déficit de múltiples ,itami- enfermos severamente desnutrido.~, la administración de proteí-
nas . En circunstancias especiales se presentan manifestaciones nas· sin vit. A moviliza las escasas reservas hepáticas y puede
clínicas típicas de detennin ada carencia (Beriberi, PelaE:,'Ta1Es- precipit::ir su deficie ncia.
corbuto, Raquitismo, Anemia Megaloblástica),
El déficit vitamínico puede reflej ar un a ingesta inadeCl.!3.da, Hip ovitamin osis. L:1. ceguera iíocturna, uno de los p1ime-
defectos de absorción, captación heptltica disElinuida, t,tiliza - ros síntomas de su deficien cia , YJ. fra tratad a por Hipócrates
ción excesiva o aumento de su excreción o destrucción. con hígado de Buey. Recibe el "omb:e de hemeralopía y es com-
E>:i sten condiciones fisiológicas que au menbm su requeri- pl etamente reve rsible, pud iendo CCe,ist.ir co n sequedad de la
miento (crecimiento y embarazo), y patológicas (hepatopat.ías, conj untiva (xerosis). Si persiste la deficiencia, la sequedad se
hipertiroidismo, diabetes, neopl asías o administración de algu- extie nd e a la ccirn e:-i produciendo flceras, perforación y even-
nas drogas que adúan como anti metabolítos). tual prolapso del iris . Este cuadro s,e]e acompañarse de en<lof-
Las hipi!rvitaminosis son raras y se deben tener en cuenta talmilis (queratomalacia) llevando, la ceguera irreversible. En
eo especial para la A y la D. lactantes y niños puede ocur ri r en íermn aguda.
En general, la acción de 1_as vitami nas se eje:rce mediante la "En el Sudeste Asiático ocurran 500.000 nuevos casos
unión a diferentes enzimas. En el caso que ésta re gule el trans- anuales de xeroftalmía y se cree qte la mitnd va a la ceguera.
porte de electrones interv_iene el ácido nicotinico o la 1iboílavi - En occidente no parece ser un proHema selio en la Salud Pú-
na, si carboxila o decarboxila la tiamina, si transporta carbono blica.
el ácido fálico y la BJ2 y si transporta nitrógeno la B6. Otras manifestaciones: propemión a las infecci ones cu tá-
neas y fallas en el crecimiento óseo y denta rio, En el feto están
descript.as anormalidades anatómic1s por déficit de viL A ma-
terna.
' Dr. GUILLERMO F. MAROUEZ
1088 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Hip ervitaminosis. Se han referido casos de toxicidad agu- y funciona como hormona en el intestino y en el hueso. Su bio-
da en lactan tes a los que se les han adm.inístrado dosis únicas síntesis está re gulada por el Ca, el P y fundamentalmente por
altas de vit. A presenta ndo hidrocefalia, hipertensión endocra-
1 la paratoho rmona.
neana y vó mitos. También se ha observado en niüos hi perosto- A partir del ergosterol se produ ce el ergocalciferol (vit. D2),
sis simétrica fpredominando en costillas y huesoS largos). Tam- que tiene me ta bolismo similar a la vil. D3.
bién se han des cripto sintoma s de intoxicación ag uda en Cau sas de su ca ren cia. Desnutrición, mal a-absorción, fárma-
e:-:ploradon:s árticos que ingirieron grandes cantidades de híga- cos que altera n el metabolismo de la vit. D (corticosteroides, di-
do de oso po1 ar, presentando cefaleas, vó mitos y un días más fenilhidantoina), falta de exposición a la luz sol ar y diet,is po-
t arde descanrn.t ión de la piel. bres eo vi tamina.
En el adulto se hn refe rido toxicidad crónica con la admini s-
t.rac ión de dosis 20 a 30 veces la aco nsejada, en general por in- Hipouitaminosis e hipocalcemia. El raquitismo en el ni -
di cacion es der matol ógicas que los pacientes siguieron co mo a u • ño y la osteomalacia en el adulto, muestran e1 laboratorio típico
top rescripción, o por ingesta crónica de polívi ta mínicos. Son de hipocalcemia y fosfatasa alcalina aume nt ada, con Rx ósea
m{1s prope ns os a presentarla los alcohólicos , des nutridos seve • característica.
ros ten especial carentes de zi nc), urémicos y los que presentan Hay una form a de r aq uitismo ligada al cromosoma X que no
hipcrlipoproteinemia del tipo V. responde a la vit. D y que se inicia con hipofosfate1.n.ia Olipofos-
Las mm1ifestaciones han sido leta rgia, labilidad emociona l, fatemia familiar)
insomnio ,J ánsied ad, mtralgias y molestias abdomi nal!:!s. Pérd i- E l hipoparatiroidismo, en general secun dario a la extracció n
da de cabello·, piel seca y exoftaln1os. Recientemente se ha esta- qui rü rgica accidental eu operaciones de la glánd ula ti roides o a
blecido la toxicidad hepáticú, con o si n hi pertensión portal , con resección por adenoma de pa..ratiroides 1 se beneficia con dosis
,losis ele 50.000 U! durante 2 anos, y aun de 4.000 U] si hay fa - exó genas de. D3 y de Ca adecuado en la dieta.
llo rcrt.-li. La histología muestra acumulación de lipocitos en zo - La insuficiencia renal crónica a men udo se acompaña de hi-
na paisi nusoic!al, congestión sinusoidal y esclerosis de 1a vena pocalcemia, hiperparatiroidismo secundario, osteodís trofia, os-
cent ra!. Raramente lrny progresión a la cirrosis. teítis fibrosa y osteomalacia. Responden bien a dosis de 50-100
Los ancianos pueden presentar toxicidad más precozmente. microg. dia de 25 hidrox.i D3 (Calcitriol NR).
La caroLenosis o hipercarotinemia se rnanífiesta por hi per-
plg111en t:1ci ón de palmas y plantas, respetando mucosas y escle- llipervita minosis. En general es iatrogénica , debiéndose
róüca. Se suele asociar al hipotiroidismo. Ta mbién se la ha ob- controlar la calcemia y calciuria cuando se ad ministran dos is de
servado en anorexi a nerviosa. No se ha comprob ado que la más de 1.000 U! día. Los efectos tóxicos se observan en general
acumul.1c.ión de carotenos en la piel sea tóxica. con dosis de 50.000 a 100.000 U! de D2 o D3 admi nistradas cró-
Fue11les. Los carotenoi<les se hall an ampliamente distribui- nicamenle.
dos en los vegetales de colür (zanahoria, remol acha espinaca). No se han reportado casos de hi pervitaminosís secundaria a
1
Vitamina E
Vit.amina D
Todavía no es completo ü conocimiento de la química de los
Actual 1nente se la considera como vitamina y como hormona. tocoferoles. Entre ellos, el alfa tocoferol (designado como vita-
Regul a la abso rción del Ca y P, con el consig uiente efecto so- mina E) es el que tiene más actividad biológica relativa, en re·
bre el crecimiento y desan ollo óseo. Previene la tetania. lación con los 8 restantes que integran el grupo. ·
No hay necesidad de su plemento en las personas que reci- Se ha estudiado su acción sobre el sistema reproductor, la
ben el efecto solar y convierten el 7-deshidrocolesterol de la piel musculatura, el sistema nervioso y el vascul ar.
(provitamina D) en su met.abolito activo, el 1,25 dihidroxivita-
mina D3 (colecalciferol). El mismo se produce exclusivamente Hipovitaminosis. En hu manos no se ha demostrado la re-
E:n el riñón, cumpliendo pasos intermedios previos en el hígado 1
lación entre trastornos de la fertilidad y déficit de vi t. E.
TRASTORNO S DEL METABOLISMO 1089
Se ha obsen'ado una miopatía con debilidad muscular que es aconsejable el empleo de la vitamina K en altas dosis, porque
cursa con creatinuria elevada, en niños y adultos desnutridos 1 si el paCiente tiene indicación clínica de anticoagulación es muy
que mejora con la ad ministración de vit. E. d1ficult.oso llevarlo luego al rango de coagulación apropiado.
Se mencionan casos de encefalomalacia humana por déficit Fuentes. Kl, leche, huevos, carnes gra nos, cereales, vegeta-
de esta vitamina, y hemorragia a nivel del sistema nervioso les (brócoli, rábanos, lechuga}, té y café. K2 se forma p,incipal-
central. mente por acción de las bacterias en el intestino.
En recién nacidos y sobre todo prematuros, se aprecia ten- K3 es sintética.
dencia a la hemólisis que res ponde al tocoferol. Absorción. p1imeras porciones del intestino delgado.
Fuentes. Aceites vegetales con alto porcentaje de ácido lino- Requerimientos. 70 a 140 microgramos día.
lénico en el triglicérido (trigo, girasol, algodón). También en la Se ha señalado toxicidad de la vitamina K en recién nacidos
soja, maíz y el huevo. La leche humana contiene 0,54 mg/100 g y prematuros, consistente en ictericia, kernicterus y anemia he-
(1 litro cubre los requeii mient.os del recién nacido), en cambio molítica grave.
la leche de vaca contie ne 0,10 mg/100 g.
Hay una importante pérdida de su concentración durante- la
cocción. Vita mina Bl o Tiam.ina
Absorcián. Intestino delgado proximal.
Requerimien to. 10 a 15 mg/día (15 UT). Recibió el nombre de aneurina, el que fue substituido en
Lactantes. 5 U!. EEUU por el de Ti amina.
Debido a que se han postulado muchos beneficios con esta Interviene en la res piración celul ar y como coenzima (piro-
vitamina, aún no probados, se han ingerido dos is alta s por fosfato de ti amina o cocarboxilasa) en decarboxilación de cetoá-
tiempo prolongado, sin haberse señalado con claridad efectos cidos yen reacciones de transcetolación.
tó xicos, au nque algunos au tores describen síntomas gastroin-
testinales, dermatitis generalizada y astenia. ., Hipo vila mirwsis. Su deficiencia ha sído clásicamente des-
Todavía se requieren más estudios a fin de de.mostrar que a cripta en las aves (caída del cuello por tráslo rnos neurológicos)
al ta dosis eje.rce protección como antioridante . y en el hombre por un conjunto dE:: alteracio nes neurológi cas,
cardíacas y di gestivas que reciben el nombre de Beriberi.
El Beriberi ha sido endémico en oriente, con la alimentacióll
Vitamina K de anoz descascarado como ünica fuente nutricíonal.
En occidente se suele asociar al alcoholismo crónico, acompa·
Esta vitamina ingresa al organismo a través de los ali men- ii.ado de malnutrición y de déficit de otras vitaminas. La carencia
tos y también do la sin tesis bact.eri:rna en el intestino. de ácido fólico parece disminuir la absorción de t.iarnina.
Comprende a la vit. Kl (filoquinona), K2 (menaquinona} y Pueden predominar las alteraciones neutológicas, lo que se
K3 (menadiona). ha llamado Beriberi seco: polineu,it.is progresiva que lleva a la
Los llamados factores de la coagu lación K dependientes, se impotencia motriz definitiva, especialmente en los miembros in•
sintetizan en el hígado y dependen para su activación de la vi- feriares. Suele haber alteración de la sensibilidad, predominan-
tamina K, mediante un proceso de carbo,álación. Ellos son el do la disminución de la percepción de las vibraciones con el día•
factor II {protrombina}, el VII (proconvertina}, el IX (Christ- pasón (apalestesia).
mas}, el X (Stuart-Prower} y las prot~ínas S y C, que también
Los alcohólicos pueden poner de mar,ifiesto el déficit. crónico
actúan en la cascada de la coagulación.
de tiamina 1 aJ administrar soluciones glucosadas por vía parente-
Se evalúan mediante el tiempo de protrombina o de Quick, o
ral, desencadenando una encefalopatia de tipo Wernike-Korsaoff,
su dosaje individual en plasma.
con cuadros que oscilan desde la leve confusión al coma. Se debe
administrar tiamina a todos los pacientes que ingresen al hospi-
Hipo vito rnin osis. En el recién nacido, cuyo intestino es es-
tal por las diversas enfermedades asociadas al alcoholismo.
téril en los primeros días de vida, puede maaifeslarse uo tras-
Los trastornos cardiológicos se manifiestan por dilatación e
torno de la coagulació n con tendencia a la hemorragia, más evi-
insuficiencia cardíaca a predominio derecho con edemas, que ha
dente en los prematuros.
recibido el nombre de Beriberi húmedo. Responde n poco a la di-
La deficiencia por falta de ingesta es rara en el adulto, salvo
gital y suelen cursar con volumen minuto alto (dato clínico que
en los pacientes que estén alimentados por vía parenteraJ ex-
puede ser de utilidad para diforenciar a la falla cardíaca por
clusiva, en los que no se reponga la vitamina.
miocardiopatía alcohólica). También se puede confirmar el di ag-
Las situaciones clínicas más comunes en las que se presenta
nóstico dosando la tiamina en orina o la transcetolasa eritrocíti-
un déficit de su absorción conesponden a los síndromes de ma-
ca, (frecuentemente inaccesible en el medio hospit ala,i o), o rea-
la absorción, obstrucciones de la vía biliar y en el empleo cróni-
lizando una prueba terapéutica con dosis de 25 a 50 mg/día de
co de antibióticos.
tiarnina repartidos en 3 veces.
En la práctica diaria, frente a un paciente con hepatopatía
que presenta prolongación del tiempo de protrombina, el em- Aun cuando haya escasa sintmnatologia por déficit de tiami-
pleo de la vi tamina K para su correción, nos orienta sobre el na, en situaciones de estrés se pueden desencadenar cuadros de
grado de suficiencia hepática (1 mg por via IM o IV lenta, du- insuficiencia cardíaca fulminante.
rante 3 días). Si el trastorno de la coagulación es muy severo se . Las lesiones neurológicas son de resolución más lenta qu e
debe evitar la administración IM, ya que puede provocar gran- las cardiológicas.
des hematomas. Las alteraciones digestivas consisten en anorexia y constipa-
Un antagonista de la vit. K que se emplea como anticoagu- ción que puede ser important.a.
lante es el Dicumarol (Sintrom NRl y en EEUU un derivado de El Beriberi i11fa11til puede ser repentino y manifestarse por
éste , la Warfarina. En caso de toxicidad se debe administrar alteraciones neurológicas que simulan meningitis o afonía (llan-
plasma fre sen o concentrado de factores (Prot.romplex NR}. No to silencioso}.
1090 SEtvllOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Fuentes. Granos enteros) ge1men de trigo, legumbres, leche 1 mala absorción diabetes o neoplasia. Conviene recordar que el
1
frutas, verduras, huevos, levadura de cerveza 1 carnes magras tumor c'arcinoide puede manifestarse como un cuadro de Pela-
de cerdo, ave y pescado. gra, debido a que produce grandes cantidades de serotonina la
También se sintetiza a nivel del intestino por la flora bacte- que se origina a partir del tript-Ofano disponible.
riana. El cuadro clínico de la Pelagra se caracteriza por los sínto-
Absorción. Primeras porciones del intestino delgado. mas clásicos de las, 3 D (dermatitis, demencia y diarrea) los que
Requerimirntos. Hombre 1,3 mg/día. Mujer 1 mg/día. son precedidos por debilidad y anorexia con importante pérdida
Se han descripto casos de anafilaxia con su empleo endove• de peso.
noso o intramuscular. La derm-0titis adopta las características típicas de la enfer-
medad en las zonas expuestas al sol (fotosensibilidad), calor o
traumatismos. Es simétrica y presenta engrosamiento, hiper•
Vitamina B2. Rihoflavina pigmentación e hiperqueratosis de la piel. En vulva y escroto
puede mostrar aspecto eritematoso.
Participa en las funciones de oxidación en el metabolismo Afecta principalmente dorso de manos, antebrazos y codos,
energético. tercio inferior de piernas, parte anterior del tórax, cara y cuello.
Favorece el crecimiento e interviene en la producción de cor- La vestimenta delimita el borde inferior del cuello, aspecto que
ticoesteroides, hematíes y en la neoglucogénesis. ha recibido el nombre de "collar de Casal".
El cuadro neurológico puede predominar, manifestándose
Hipovifanzinosis. Su déficit suele acompaüar a otras vita- como neuropatfa periférica sensitivo-motora, mielopatía y ence-
minas del grupo B. Se manifiesta por lesiones oculares, espe- falopatía (trastornos de conducta y manías que pueden evolu-
cialmente la vascularización corneal, lagrimeo por irritación, cionar a la depresión del sensorio y al coma).
estomatitis angular, glositis, dermatitis seborreica alrededor de El aparato digestivo se puede afectar desde la boca al ano:
la nariz y el escroto, aunque también toma extremidades. glositis, queilitis, hipertrofia y luego atrofia de papilas lingua-
Fuentes. Vísceras, leche, quesos 1 carnes magras, vegetales les, hipo o aclohidria gástrica. Inflamación o atrofia de las vello-
verdes, granos de cereales, levadura de cerveza, germen de tri~ sidades intestinaJes y colitis inespecffica a veces con sangre.
1
go y frutas secas. Una dieta mixta que contenga 1/2 litro de le- El diagnóstico de pelagra es sencillo si el paciente presenta
che y porciones usuales de carne no debe ser deficitaria en ribo- los trastornos dermatológicos (en nuestro medio en general son
ílavina. etilistas crónicos), siendo muy dificultoso si no ha sido ex-puesto
En pequen.as cantidades puede ser sintetizada a partir de la al sol (instituciones ge1iátrícas o para enfermos mentales).
flora intestinal. Se puede realizar el dosaje de N-metilnicotinamida en orina
Absorc,ón. Intestino delgado proximal. de 24 hs cuya excreción normal es de más de 3 rng.
1
Requerimientos. De 1 a 2 mg/día. Fuentes. Leche y huevo aportan hiptófano carnes magras,
1
Para el tratamiento de la hipovitaminosis se recomiendan hígado, pollo, pescado, levadura de cerveza.
de Ga 20 mg por vía oral en dosis única o fraccionadas, o iniciar Absorción. Yeyuno e íleon.
con dosis única JM de 25 mg. Se han descripto casos de bradi- Requerimiento. De 15 a 20 mg/día.
cardia por su empleo endovenoso. El tratamiento de la Pelagra requiere dosis de 300 a 500 mg
de nicotinamida en dosis di,ódidas por boca y si el cuadro gas-
trointestinal es muy severo se deben emplear dietas programa-
Acido Nicotínico o Niacina das o eventualmente recurrir a la alimentación parenteral.
El ácido nicotínico se puede emplear también en el trata-
Es el ácido Beta-piridin carboxi1ico, el que fácilmente se con- miento de las hiperlipemias, en dosis de 3 a 6 gr/día con alta in-
vierte en su amida que es 1a fisiológicamente activa (niacinamida cidencia de eritema, rubefacción facial y prurito generalizado 1
o nicotinamida), El triptófano se convierte en niacina en una pro- que suele ceder al cabo de unos días de su empleo, o utilizando
porción de 60/1, reacción en la que intenriene la vit B6. dosis progresivas. Administrado en forma crónica en esas can ti•
Interviene en la formación de la enzima NAD y NADP (nico- Jades puede producir alteraciones gastrointestinales, hepatoto-
tinamida-adenin-dinucleótido, y fosfato de NAD), esenciales pa- xicidad, pigmentación de la piel e hipermicemia.
ra los procesos respirato1ios intracelulares (óxido-reducción). La nicotinamida que no produce las reacciones descriptas es
Participa también en la desaminación oxidat.iva, glucólisis, inefectiva para tratar las hiperlipemias.
síntesis de ácidos grasos, colesterol y hormonas esteroides.
fuente de alimento. El maíz contiene cantidades aceptables de el piridoxal. Todos tienen su activjdad enzimática en la conver-
niacina y biptófano, aunque no son viables para su absorción. sión tisular a 5 fosfato de piridoxal.
También se presentó en el sur de EEUU hasta 1938 en que Intenriene en reacciones de t:ransaminación, sulfhidratación
se aisló la nicotinamida. y decarboxilación. En la conversión del triptófano en niacina y 5
En latino-amé,ica es rara su manifestación, debido a que la OH triptamina (serotonina), también en la síntesis del precur-
disponibilidad de niacina del maíz mejora con el tratamiento que sor del Hem (ácido delta amino-levulínico) y en el metabolismo
se le aplica con álcalis así como con la ingestión de café torrado. de las porfirinas.
Actualmente se del.Beta en alcoholistas crónicos, en ancianos
con poca atención familiar, y también en pacientes de, institucio- Hipovitaminosis. Su déficit se asocia a alcoholismo cróni-
nes psiquiátricas. Puede aparecer en pacientes con srndrome de co, desnutrición severa, urémicos, pacientes que reciben drogas
TRASTORNOS DEL METABOLISMO 1091
dinrrea crónica _v es t.ea ton ea interm itente, sin diagnóstico etio- En escasa cantidad se puede sintetizar por bacteri as de la
lógico {con bír;psia int-:stinal no rmal), que se ha n curado con la flora intestinal. Es tá ausente en los vegetales.
administración <le ácido fci !ico. Se recomienda en ellos su <losaje La vit. Bl2 ingetida se une al factor int1ínseco de Castle a
previo en sangre. nivel del duodeno, llegando al íleon donde es liberad a por recep-
Fu entes. Visc:~ras {hígado), vegetales de hoja, cereales, le- tores específicos del enteroci to (en presencia de calcio iónico), Jo
gu mbres, c:arnes, levadur R. de cerv eza, huevo. que permite su absorción.
Esta presente en tasi t1J<l0s los alimentos (om ni presente en El factor intrínseco es producido por las células parietales
I?.. nJturnleza J, crimo pol iglut.amatos, tnmsfo rm.3.ndose ~n mono- (que tamllién ge neran el ácido clorhíd rico), las que se encuen-
gl 11tarnatos para su a bsorción , por medio d~ peptidasa~ específi- tran en el iundus y cuerpo gástrico.
cas que se e.ncuentrnn el el "ribete ert cepillo". Del 50 al 90%
Ca usa,, de défi cit. Las de mandas están aumentadas en el
puede dest rui rse por c0cciones prolong3.d.:is.
embarazo, neoplasias e ingesta excesiva de vitamina C (parece
Se postul,1 su síntesis inlesti na\.
A hso11:i r_í11 . Principalm.ente en el tercio proximal del delgado,
reducir la absorció n de Ill2).
c1 unque puede absurberse en el resto del mismo. Es Tar.-i 13 carencia pQr falta de ingesta, salvo en vegetatia-
RtN/lfi!ri mient(ls (en microgramos/d ía). Lactantes 50, nillos nos estriclu3 (algunos vegetales la contienen si están contami-
100, adultos 200, embnra zo 400. a 800 y Jactancia de 300 a 600. nados con rnicroorgan isr. ,os).
En los p,1ciente s en los que se ma nifiesta o prevé su defi- l''al ta dt' factor intrínseco (gast.rectomías, gastritis atró fica).
ciencia se adm.inistra n 5 a 10 mg por vía oral1 utilizándose la Trastornos del í1eon, como la enteritis de Crohn o las resec-
paren reral en aquellos con alimentació n endovenosa (_en nues- cíone.s quirúrgicas. En la enfer medad celíaca su deficiencia es
tro pnis no se dis pone aislada para admi nistrar por esta vía, si- menos frecue nte que la de l ácido fólico, ya que la zona más afec-
no asoci.-1.da h B12). tada es el tercio proximal del delgado.
Se dete recordar que altas dosis de folatü pueden corregir
S índromes de asa ciega (por consumo di recto debido a la
una a,,emia megalobl ástica por defi cit de B12, sin mejonr las
proliferacil1n bacteriana o por esteatorrea secundaria y desnu~
~1lle ri,<.:iones ne urol ógicas que acompañan a su carcncia o aun
1
trición).
enmtorari as.
,El folnto !'5-metilte trahidrofolalo ) se puede dosa r en sangre Malabsorción específica de Bl2, en ingestión prolongada de
¡n r medio radioiso tópico .
agen'es quelantes del calcio, en el síndrome de Zollinger-Ellison
,\nte una anemia megalobl ást.ica se debe establecer su etio- y en las pancref!titi s crónicas . También por drogas corno el Aci-
logía antes de in iciar trata miento i" fólico o B12), ~alvo en pa~ do Paraaminosalicílico, la Colchicina, la Neomicina, el Etanol.
cientes ton tro mbocitopeni a grave asociad::i. a hemorragia o leu~ Se han postulado además a los anticonceptivos orales.
copenia seve-ra asoci ada a in fe cción. En estas si tuaciones es
correcto iniciar terap€'uti ca sim ult.rinea con füli,:-o y B12. Los pJ- HipouiZ.aminosis. Anemia megaloblásti ca leucopenia y
1
ENFERMEDADES INMUNOALERGICAS
INMUNODEFICIENCIAS
Dra. MARIA ELENA ESTEVEZ (t)
Una inmunodeficiencia (ID) implica una alteración del siste- Generalmente hay una disminución marcada de IgG con
ma inmunológico cuya función es reconocer lo propio de lo no presencia de lgA e lgM normales que diferencia esta inmunode-
propio. La consecuencia de estas deficiencias hace posible ]a ficie.ncia de la anterior. Se desconoce la causa de es ta deficieu-
aparición de infecciones, tumores y enfermedades autoinrnunes. cia transitoria, que puede durar hasta los 2 años. Luego el niño
Se clasifican en pri'marias, generalmente de origen genét ico comienza a producir anticuerpos normalmente. En estos casos,
y secu11darias que son aquellas asociad as a enfermedades infec- la ad ministración de gamaglobulina está conlraindicada, salvo
ciosas virales 1 bacterianas, rnicóticas, etc. en caso de extrema necesidad, debido a que la administración
Un capitulo aparte lo constituyen las (ID) iatrogénicas pro- de gamaglobulina-podría contribuir al retraso en la aparición
vocadas, por ejemplo, en aquellos pacientes donde se va a trans- de las lgs normales.
plantar un órgano y por lo tanto hay que evitar el rechazo. Pue- La ID común vari~ble o hipogamaglobulinemia adquirida se
den ser producidas por citostáticos o po r radioterapia. diferencia de la congénita porque tiene su apalición recién en-
Ultimam enle se han clasificado las ID en: que predominan tre los 15-35 años de edad.
los defectos del sistema humoral relacionado a los linfocitos B; Algunos pacientes con esta infección poseen tambi én allera•
defectos del sistema celulal' relacionado a los linfocitos T, altera- ciones de los li nfocitos T; otros únicamente de los B, pero, a di-
ciones de las poblaciones regulato,ias, alteración del sistema de ferencia de la enfermedad congéni ta, estos enfermos poseen lin-
células presentadoras de antígenos (fagocitos, etc.) y alteracio- focitos B maduros normales. Parecería que el defecto de estos
enfermos estada en la transformación de linfocitos B a células
nes del sistema amplificador del complemen to.
plasmáticas y secreción de lg.
Los síntomas de aparición son infecciones pu lmonares, reu•
máticas y en algunos pacientes aparición de enfermedades au-
Deficiencias predominantemente B
toinmunes. El nivel de Jg totales es i1!ferior a 300mg/100ml con
un valo r medio de lgG inferior a 250 mg/ml.
Los linfocitos B para efectuar su acción se diferencian a cé-
Hay individuos que normalmente poseen valores de lg en el
lulas plasm áticas y secretan diferentes clases de Ig (anticuer- límite inferior normal; para poder difere nciar a estos últimos de
pos). En las deficiencias de este sistema pueden faltar todas una ID común variable se debe realizar una inmunización acti•
las Jg (agamaglobulinemias o hipogamaglobulinemias) o defi - va con un antígeno específico. Los inmunodeficientes no respon•
ciencias selectivas de una clase de Ig. den a este desafío, en cambio los otros sí.
En la agamaglobulincmia infantil ligada al sexo, la cifra de La alteración del sistema timo-dependiente en esta ID es
lg totales es menor a 250 mg/l00ml y estos niños padecen defi- variable pero en muchos casos se puede manifestnr in vivo por
ciencias diversas generalmente por gérmenes como el neumoco- una falla en las pruebas cutáneas para las reacciones de hiper•
co o el Ha.emophilus iníluenzae. Estas infecciones a veces res- sensibilidad retardada. Por ejemplo, a la PPD, candidina, trico-
ponden bien al tratamiento con antibióticos lo cual retarda el fiti na, et.e. e in vitro por un defecto en la expansión cl onal cuan -
diagnóstico ya que una de las partes más imJ)ortantes para do los linfoci tos son estimulados por un mitógeno como la
identificar esta enfermedad es la mala respuesta a la terapia fitohemaglutinina (PHAl y puede deberse a un aume nto de lin-
con antibióticos. Existiría un defecto en el Pasaje de lin focitos focitos T supresores o a usencia de linfocitos T inductores.
pre-B a linfocitos B maduro y células plasmáticas. Los defectos en la producción de lg pueden involucrar a toda
Estos pacientes responden bien al tratamiento con gamaglo- la molécula de anticuerpo o a alguna de sus cadenas, por ejem•
bulina administrada en dosis iniciales de 0.2 ml/kg IM, una vez plo, puede h aber un defecto selectivo de la cadena liviana kappa
por mes. Se puede llegar a inyectar 2 a 3 veces la dosis inicial. debido a que la alteración se encuentra en el gen que codifica
El uso continuo de antibíóticos en dosis de mantenimiento para la cadena kappa, en la transcripción o en el procesamiento
puede prevenir las infecciones recunentes. del ARN mensajero.
Una ID muy común es la hipogamaglobulinemia transito- La agamaglobulinemia adquirida en muchos casos aparece
ria de la infancia. después de un proceso infeccioso generalmente viral; al respecto
ENFERlvlEDAD ES INMUNOALERGICAS 1095
es in teresante record ar que en la mononucleosis infecciosa exis- Además de las causas primarias de deficiencias de JaA exis-
1
te una activación selectiva de las cé lulas supresoras lo que po- ten otras que pueden explicar algunos signos que apru~ec en. en
dría explica r en este caso el origen de la alteración en la sínte- esta 1D como es la presencia en estos enfermos de ·un aumento
sis de anticuerpos. de a11ticue1pos anli-lgA. La presencia de estos anticuer pos es
Recienteme nte se ha reportado además una alteración en una contraindicación para la administración de Igs, sa ngre o
las células presentadoras de an tígenos, macrófagos, célu las plasma ya que podria desencadenar una reacción anafiláctica.
dendríticas, etc. Otra causa del déficit de lgA seria la admini stración de drogas
De lo ante,ior se deduce que el defecto en esta ID puede es- antiepil épticas como difenilhidantoina, sulfasalaziae; ,,a]proato
tar dado por las alteracion es en distintos niveles de la respues-
de sodio. Los tratamientos prolongados con estas drogas pueden
ta inmune.
ocasionar inmunodeficiencias i3everas por causar linfopcnias y
El tratamiento al igual que en otras hipogannglobulinemias
disminución de lgA y de lgG. 1bdos los signos y síntomas se re-
es la administración de gamaglobulinas en dosis de 30 a 40 ml
vierten con la interrupción del tratamiento. Otras drogas usa-
por semana, plasma fre sco y adminislr8.ciáon de antibióticos en
das para el tratamiento de la enfennedad de Wilson y de Still
form a continua en diversas combinaciones de acue rdo a cual
~ea la o las infecciones en cada uno de los pacientes. como son la penicilarnina y el oro respectivamente, di~minuyer~
los niveles de lgA. Algunas leucemias, ata,'Ía telangiectasia y la
Deficitncia sclectiua a i11m u11oglob11linu-A (fgA } Es la más rubeola con gé nita pueden C.3.lJsar disminución o ausencia de
comú n de las inmunodefi ciencias del si.5Cema humoral; en los lgA. Existen otras pat-0logías ~ue se ven a¡,,.,-avadas por esta ID
adu ltos se observa una frecuenc ia de 1:600 en la pobladón occi- como por ejemplo en .pacientes vagotomizad os. La vagot.offiía
dental. La incidencia en Africa es mucho menor. El diagnóstico produce la alcalinización de la primera porción del intestino
de esta ID se realiza en el laboratorio cuando los valores de lgA delgado esto a su vez da lugar a un sobrecrccimiento bacteri a-
1
son inferiores a 5 mg/100 mi en el suero; por definición los valo- no que irrita la mucosa intestinal y es la causa principal de las
res de IgM e lgG son normales. La causa de esta ID es aún des- dian-eas que presentan estos pacientes por déficit de lgA.
conocida; habitu almente se encuentran linfocitos B con lg de En la enfermedad celíaca, el déf:cit de lgA aumenta la ah-
superficie clase lgA en cantidad normal, se postula que existiría sorción de gluten y por lo tanto agrava los síntomas. Con res~
un bloqueo en la diferenciación del linfocito B l~A positivo a cé- pedo a las enfermedades autoinmunes y déficit de fgA se ha
lula plasmática secretora de lgA. Se han descripto también de- hall1do recien temente que e,iste un aumento significativo de
ficiencias selectivas de la pieza secretoria de IgA. HLA-A, y 1-HA-Bs y HLA-DW3.
La lgA está ausente !; n el recién 11acido y e.3 la última en El déficit rl e lgA apa rece con mayor frecuencia en familias
aparecer; va aumentando progresivamente alcanzando su máxi- que padecen alguna otra inm unodeficiencia. Se ha postulado
ma concentración alrede:dor de los 6 años de vida, manteniendo que el déficit de lgA podría ser un trastorno genético heredado
niveles estables en los adultos. En los lact.antes, la lgA es trans- en forma autosómica recesiva o dominante.
ferida pasivamente por la !eché materna tanto libre como den- Se ha descripto una deleción parcial del brazo corto del cro-
t ro de los polimorfonucleares. La función de esta Ig seria princi- moso ma 18 o t.ambién un crornosoma 18 an ular sin embargo
palmen te la de limi ta r el ingreso de antígenos :-llimenticios, enfermos con anomalías en el cromosoma 18 t.ie~en cifras n~·-
bacterianos y \·irales a tra vés de las mucosas !intestinal, respi- males de lgA ,:,~ el suero.
rato ria, etc.), impidiendo así que un exceso de estos antígenos Con respecto al tratamiento no existe aún un • terapia espe- ·
pase al medio interno. cífica. El uso de gamaglobulina sólo se indica en el caso de que
Cuando hay un déficit de lgA aparecen en sangre proteínas haya déficit de otras inmunoglobulinas ya que si las otras imirn-
de la leche y otras provenientes de la alimentación. noglobulinas están presentes pueden llegar a aparecer anticue r·
La mayor parte de la IgA sérica es monomérica (7s) con es• pos contra la gamaglobulina inyectada pudi endo ll egar a produ-
casa proporción de dímeros y formas superiores (11s; 13s ). La cir un shock anafiláctico. La terapia con JgA además de su alto
lgA constituye el 90% del total de la lgA en sangre, el resto le costo no soluciona definitivan1ente el problema ya que no puede
corresponde a la IgA,,. En cambio en las secreciones predomina prove.er la IgA secretori.:: tan ne~esaiia en las mucosas.
la IgA2, la IgA dimé1:¡ca es producida principalmente a nivel de
las células plasmáticas ele las mucosas (intestinal, respiratoria,
Deficiencia .selectiva de IgM: Esta ID es rara y cursa con
mamaria, etc.). Una vez sintetizada esta lg es captada por las
concentracionl's normales de las otras lgs. Los linfocitos timo-
células epiteliales vecinas que son las qu~ fabrican la pieza se-
dependientes están normales Y por lo tanto la inmunidad celu-
cretoria. Una vez reunidos estos dos componentes son transpor•
lar permanece intacta.
tados a la luz de las mucosas donde constituyen la lgA secreto-
ria; allí actüan impidiendo el ataque de microorganismos. Los pacientes con esta enf<trnedad son muy susceptibles a
Esta ID muchas veces p_asa <lesa percibida debido a que la adquirir enfermedades autoin munes e infecciones por gérmenes
deficiencia de l gA es compensada por el aumento de la síntesis cuyas cubiertas externas posean polisacáridos como por ejemplo
de IgM que aument? su concentración en las secreciones. Sin el neumococo, el H. Influenzae, -ttc.
embargo y a pesar de que la mayoría de las ID en lgA son asin- Como tratamiento se puede administrar gamaglobulina y en
tomáticas, cuando la enfermedad se manifiesta lo hace frecuen- los niños asintomáticos con déficit de lgM se puede vacunar
temente con infecciones respiratorias virales o bacterianas re- contra el meningococo y administrar penicilin a en forma profi-
currentes y diarreas, pudiendo pres€ntar además neumonías láctica.
crónicas y hemosiderosis pulmonar.
Otra manifestación clínica del déficit de lgA sería la asocia- Alteración por hipc1producci/m de IgM. Este síndrome está
ción con dis tintos tipos de alergia; aunque no se conocen bien caracterizado por un increme.to en la concentración de l gM
las causas de esta relación, se <.:rec que sería por la reducción de (150-1000 mg/100 mi) y se asoc,a generalmente a deficiencia de
anticuerpos lgA que compiten con el alérgeno capaz de combi- lgG e JgA.
narse también con la l gE. Cualquier enfermedad alérgica en es- Esta alteració!l no es f-recueitc y parecería que se hereda li•
tos pacientes es muy difícil de controlar. Esta ID se asocia tam- gada al cromosoma X. Sin emb&rgo en algunos casos se han re·
bién a enfermedades autoinmu11 es cOmo la artritis reuni.utoid\·a, poriado enferrr,os de ambos sex<s.
el lupus efi tematoso sistéinico, tiroiditi ~, ane r.lia l1emolíticr:, Se cree :¡uela causa es una Jetención en el desarrollo de las
síndrome de Sj0gren y hepatitis crónica activa. cflulas B después de la formaciin de linfocitos B lgM positivos.
1096 SEMIOLOGIA, SEMIOTECN IA Y MEDICINA ll✓ T ERNA
Los sintornas y signos en estos enfermos son de infecc iones ción en la producción de inmunoglobulinas; pero en ot.ros casos
piógenas r ecur rentes, neumon íns, sP. ptise mias, otitis med ia, se ha descripto un incremento en los linfocitos B.
pueden presentar anemia ya sea hemolítica o aplásíca con neu- Con respecto al tratamiento una vez realizado el diagnósti-
1
tropenias recurrentes. Algunos enfermos pueden desarrolla r co debe hacerse trasplante tímico fotal lo antes posible. El timo
una neoplasia a linfocitos B con Jg de superficie lgM. a trasplantar dehe ser de> de 14 semanas de gestación para no
La inmunid ad celular perma nece intacla. producir la enfermedad de injerto contra hués ped. También se
Con respecto al tratamiento, los en ferm os responden bien a debe real iza r el tra tamiento qu irú rgico de la cardiopatía congé-
la gamaglobulina administrada de igual manera que en la hipo- nita lo más pron to posible para que no se instale la insuficien-
gamaglobu lin emia ligada al cromoso ma X. cia cardíaca y tratar la hipocak ern ia con la medicación adecua-
Deficien cia selectiua de las su befo.ses de lgG: Se han descrip- da para el hipoparatiroidisrno 1 siempre tratando de mantener el
to diversas inmunodeficiencias con déficit selectivos de las 4 nivel de Ca en suero en los límites inferiores para evitar defi-
suhclases de IgG en diversas combinaciones. La gravedad del · ciencias mentales y calcificación renal.
síndrome depen de de la concentración de las IgG totales que En el síndrome parcial, pued e controlarse el problema con la
puede oscilar entre normal y bajo. administración de inmunoglobulinas y <le componentes que in-
En é~tns pacientes las otr2s IgM e IgA son nonnales. ducen la maduración de los linfocitos T. El diag nóst.ico rápido es
La deficiencia se manifiesta por infecciones pulmonares pió· !o primordial basado en el defecto puro de li nfocitos T con bajo
genas re currentes; generalmente los age ntes etiológicos suelen número de células fo rmadoras de rosetas con glóbulos rojos de
ser el H. iníl uenzae, neumococo y St.aphylococcus aureus. carnero inmunoglobulinas norm ales e hipoparat.iroidismo con
1
Respon den muy bien al tratamiepto con Ig. niveles bajos de Ca y ausencia de paratohormona.
Trastornos p or defici encia predom inan te Enfermedades por inmunode fi cien cias combinadas
de la inmun id ad celular
J11m u11odeficie11cia.s combinadas severas. Es una ID heredi-
Las deficiencias relacionadas con los linfocitos T (timode- taria con ausencia total de la inmunidad y los pacientes rara
pendlenles) generalmente van ligadas a defectos en el sistema vez sobreviven a las infecciones oportunistas . Se puede heredar
humoral, el de los linfocitos B, lo cual está indicando la estrecha de 2 form as, recesiva ligada al sexo (agamaglobulinemia linfo-
c11l8boración que ex iste entre ambos sistemas para la prodnc- pénica ligada al sexo) o autosómica recesiva (agamaglobulioe-
cíón de los anticuerpos. mia linfopéníca tipo su izo ). En estos enfermos, el diagnóstico
Los pacientes con trastor nos en la inmu nidad celul ar son debe realizarse. en forma precoz ya que se puede resti tuir el sis-
susceptib !es a infecciones prin cipal mente virales incluyendo tema in mune con un trasplante de méd ula ósea.
tambi én a hongos y protozourios. La causa de esta enfer medad sed a un defecto en la célula
madre. Las marüfestaciones iniciales son alteraciones en el cre-
Aplasia. T(mica congénita (Si11drom e de Di George). Di Geor- cimiento y maduración, diarrea crónica, mucocandidiasis bucal
ge definió esta enfermedad en los niños que presentaban en el persistente, otitis media, neumonía y septisemia. Las infeccio-
momento del nacimiento una ausencia de linfocitos T que se nes pueden ser producidas por cualquier tipo de gérmenes in-
acompañaba de aplas ia tímíca, enfermedad congénita de cora- cluyendo las oportunistas, siendo las que se aislan más frecuen-
zó n, anomalías en cara y nuca. También pueden presentas hi po- temente el p. carinii, la candida albicans y el citomegalovirus.
calcemia por ausencia congénita de parati roides. Este síndrome Hay ausencia de todas las pruebas de inmunidad celular con
es raro y son pocos los casos report.ados con anteceden tes fa mi- hipogamaglobulinemia. Las pruebas cutáneas no ayudan dado
liares, en general surgen esporádicamente y se piens a que debe que no ha habido tiempo para la sensibilización.
existir un agente terat.ogénico con alteraciones fetales a partir En la biopsia de los ganglios linfáticos se encuentran pocos
de la 4ta semana del embarazo. linfocitos y ausencia de folículos .
El dia gnóstico debe ser realizado lo más pronto posible ya Se han descripto 3 tipos de ID combinada severa, el 1' cuyos
que se puede reconstitui r la inmnnidad celular. Los pacientes li nfocitos expresan sólo en antígeno Tlü en su superficie; el 2'
que sobreviven el período neonatal pueden presentar infeccio - aquellos que son linfocitos que expresan los antígenos T9 y Tl0
nes crónicas recurren tes a agentes virales, hongos o protozoa- y en 3er grupo que lleva!Ía antígenos T3 , T4, T8 y Tl0 qne se-
rios. Suelen cursar con neumonias recidivantes crónicas, dia- rian linfocito s tardíos con fallas para la di ferenciación.
1i:eas y alteraciones del crecimiento. El tratamiento definitivo para esta lD es el trasplante de
Desde el punto de vista patogénico, el timo y las glándulas médula ósea hi stocompatible, de no ser posible se ha usado
paratiroides se desanollau entre la 4a. a la 8a. semana en el también trasp lante de timo fetal menor de 14 semanas de ges-
epitelio de la 3a. y 4a. bolsa faiín gea, al mismo tiempo que se tación o hígado fetal (me nor <le 8 semanas de gestación). A pe-
desarrollan el arco aórtico, el labio superior y el tubérculo de la sar de los trasplantes, la restitución de la inmunidad no suele
oreja. ser completa y la expectativa de vida es corta. Deben evitarse
El sínd rome de Di George parcial con hipoplasia tímica es las vacunas a gérmenes atenuados y si se requiere transfusión
posible que se produzca por injuria fetal a las 12 semanas de de sangre, ésta debe inadiarse entre 3000 a 6000 rads antes de
gestación, con timo pequeño pero histología normal. transfundirla. Es además necesa1io hace r el diagnóstico rápido
En el síndrome de Di George completo el timo no existe. No de cualquier infección para reali zar el tratamiento adecuado.
hay linfocitos T y Is inmunidad celular está ausente. En el sín-
drome parcial puede haber distintas graduaciones de deficien- Inmu nodeficiencia celular con síntesis anorm al de inmun o•
cia de la inmun idad celular y en general hay lin fo pe ni a g/obuli 11as (si11drome de Nezc/o(). Los pacientes definidos en es-
(<1200/ml). ta patología suelen ser casos esporádicos sin un patrón heredi-
No ayudan al diagnóstico las pruebas cutáneas de hipersen- tario definido. Se desconoce la causa de esta ID que afecta t anto
sibilidad retardada, ni tampoco el dosaje de anticuerpos dado a mujeres como a hombres. Es posible que el defecto esté locali-
que en ese momento el niño tiene anticuerpos que ha recibido zado en el interior del timo y habría como consecuencia fallas
de la madre. La mayoría de los pacientes tienen alguna altera- en la regulación y cooperación de los linfocitos T y B.
ENFERMEDADES INMUMOALERGICAS 1097
Los pacientes se presentan generalmente con una linfoade- tes con infecciones graves no presentaban ~ndocrinopatías. Pá-
nopatia marcada y hepatoesplenomegalia; en contraposición es- recería que el tim.o como glánd ul a endocrina participaría con
tos signos no se encuentran ni en la hípoganrn globulinemia con- las otras glándul as endocrinas en la enfermedad au toinmune.
génita ni en la ID combinada severa. Una ve:z presentada la infección pueden pusar años hasta
Los li nfocitos T están disminuidos y las alteraciones funcio- que se manifiesten alteraciones endocrinas. La infección cutá-
nales son variables. El número de linfocitos Bes normal pero la nea grave en forma de "guante" o "medias'' generalmente se
síntesis de las diferentes clases de inmunoglobulinas está alte- asocia a lesiones granulomatosas y algunas veces apa recen
rada. No hay respuesta a las vacunas ni a las reacciones de hi- k1mbién otros hongos asociados.
persensibilidad retardada. Es probable que exista más de una Desde el punt-0 de vista inmunológico, el número de lin foci-
causa productora de este síndrome por lo que se impone desc:1.r- tos es normal, responden a los rnitógeños y a otros antígenos
tar otros trasto rnos relacionados. pero no a la candida. Se han descripto pacien tes donde existe
El tratamiento es la antibioticoterapia de las infecciones que un incremento de linfocitos T supresores. Así también se han
se presentan en el paciente. No hay datos suficientes ¡11.J.n sobre hallado defectos en los macrófagos en cuanto a la función qui-
la efectividad o no del trasplante de médula ósea. miotáctica. Sin embargo, el t.rastorno global de esta enfermedad
aú n no se conoce.
!nmu11oclcjicie11cia co11 ataxia telangiectosia.'Es un a enfe r- En cuanto al tratamiento se utilizan antimicóticos. La com-
medad hereditaria con carácier autosómico recesivo. La inmu- binación con el factor de transferencia ha dado resultados posi-
nidad humoral y celular se encuentra alterada con trastornos tivos en el 50% de estos pacientes; en algunos casos ha t.eni do
en el sistema nervioso central y endocrino. Otras an ormalida- éxito el trasplante de timo fetal.
des son deficiencias de hidrolasa con colágeno anormal. Aumen- El término medio de vida de estos pacientes puede ser entre
to de !él aJfa.fetoproleína cuya presencia estaría indicando un 20 a 30 años; la causa final de mortalidad a menudo se asocia a
defecto en la maduración de los órganos, También hay deficien- una enfermed ad de Addison que puede present.arse abru pta-
Ci3s de endonucleasas con el consiguiente t.rastorno en la repa- me nte, sin sintomatología previa.
ración del ADN.
La aparición de la enfermedad puede ser te mprana a los po-
cos meses de vida o tardía entre los 4 a 6 años de edad. A partir In mu11odeficie11cias por defectos en la adhesividad leucoci-
de los 2 años comienzan a aparecer las t~lagiectasias; luego se taria. Es una inmunodeficiencia recie ntemente descripta que se
presentan las alteraciones del sistema nervios:c central. Cursa h1..~ rtd.a ~u forma aucosómíca recesiva y se catacteriza por la
generalmente con infecciones pulmonares recurr~'.!tes bacte ria- presencia de infecciones bacterianas recurrentes, fallas en la
nas o virales. Hay un retraso en el desarrollo sexual y mental. producción de pus y en la cicatrización de las heridas.
En el 40% de los pacientes no existe lgA-sérica y puede existir Esta deficie ncia dependería de la alteración funcional de po-
un defecto en la producción de lgE. Puede habe r linfopenia con limorfonu_cleares, monocitos y linfocitos; esta aiteración depen -
un número de células T y B normal o bajo. Se postula que esta de de la deficiencia o ause ncia de una familia ée moléculas gli-
inmunodeficiencia setia debida a alteración de las subpoblacio- co proteicas en la superficie de las célul as que incluye n el
nes regulatorias. receptor para el complemento ti po 3 (Mac-1), ru,tígeno asociado
El trntamiento es el de las infecciones que surjan a lo largo a la función linfocitaria (LFA-1 ) y ausencia de pl50,95. Estas 3
de la vida del enfermo, es decir antibioticoterapia. moléculas de glicoproteínas están formadas por 2 subunidades,
la cadena beta es idéntica y compartida por las 3 proteínas y di-
Defectos metabólicos de las purinas en las inmunodeficien- fieren en las subunidad,;s de la cadena alfa. D,fectos en la bio-
cias. Los primeros defectos bioquímicos e• el metabolismo de síntesis de la cadena beta serían los responsable~ de esta inmu-
las purin as fueron detectados en un niño con una inmunodefi- nodeficiencia.
ciencia combin ada severa en el cual se midieron las isoenzimas La terapéutica recomendada en estos casos es el trasplante
de adenosina deaminasa (ADA); a este paciente se Je había rea- de médula ósea compatible. Sin embargo, a pesar de la terapia
lizado un traspla nte d& médula ósea y se quería averiguar si és- antibiótica, la sobrevida de estos pacientes no ~lcanza más allá
te habla sido exitoso. Luego aparecieron otros casos de alte!a- de los 38 años.
cio nes 1;::;11 el met abo lism o de la s puri_na s e n las
inmunodeficiencias. A;;í se descubrió la deficiencb de la enzima Inmu11odeficie11cia combinada por expresión anormal de los
purina nucleótido fosfori lasa (PNP) en niños con infecciones re- genes de los anltgt'IIOS mciyores de histocompatihilidad clase 11.
currentes y defectos en la inmunidad celular. Recientemente se Esta ID se caracteriza por una falta completa de la respuesta
ha hallado una deficiencia en 5' nucleotidasa en los li nfocitos de inmune celu lar y humoral frente a los antíge nos foráneos.
pacientes con hipogamaglobu linemia tardía. Constituye un ejemplo de inmunodeficiencia do tde el defecto en
la expresión de glicoproteinas de membrana (co¡¡plejo mayor de
Candidiasis nwcocutánea cró11ica. Es una ID que afecta a histocompatibilidad II) conduce a una interacci(n célula a célu-
ambos sexos. Algunos repo rtes sobre casos familiares hace n la anormal y por lo tanto a una respuesta inrnule anormal. Las
pensar en una herencia autosómica recesiva. células presentan una expresión incompleta e inconstante de
El comienzo de la patología puede ser una infec.ción por can- los ant.ígenos HLA clase I y un defecto constan!e y profundo en
didas de la piel y mucosa o una endocrinopatía. El trastorno in- la expresión en todas las moléculas HLA clase IL Es una enfer-
munológico más importante es un defecto selectivo en la inmu- medad autosómica recesiva.
nidad celular ya que existen anticuerpos contra la candida en Clínicamente es una inmunodeficiencia sev.~ra con infeccio-
niveles normales y a veces existen autoant.icuerpos 1 éstos gene- nes a repelición causada por una variedad de oicroorganismos
ralmente son responsables de algunas endocrinopat.ias. patógenos y oportunistas. También puede tenEt mani festa cio-
Cuál es la causa de la asociación de candidiasis mucocutá- nes au toinmunes. LRS infecciones crónicas son hs que lo condu-
nea crónica y la endocri nopatia aún se desconoce. Se pensó que cen a su desenlace fatál.
el hipoparatiroidismo presente en algunos pacientes predispon- El tratamiento constituye el trasplante de midula ósea com-
dría a la infección por candida, pero también se vio que pacien- patible.
1098 SElvllOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
ARTRITIS REUMOTAIDEA*
La Artritis Reumatoidea (AR) es una enfermedad inflamato- es la radiocarpiana Es frecuente la afectación de codos y hom-
ria crónica que afecta preferentemente la si_I).O\'ial articular y bros.
las estructuras muscnloesqueléticas adyacentes, comprometien- En miembros inferiores las articulaciones más frecuente·
do a veces órganos o sistemas. mente comprometidas son las metatarsofalángicas, de ellas
Si bien su etiología es desconocida hasta el momento, es pro- p3:1iicularmente la cuarta y la quinta, es de destacar que esta
bable que numerosos y diversos agentes induzcan el desa1Tollo área ana:tómiéa conjuntamente con 18. ·MCF segunda v tercera y
de enfermedad en un huesped geneticamente predispuest-0. las IFP de dedos medíos constituyen las articulaciones más
Se la observa en el 3% de la población general. afectadas en la etapa inicial de la AR.
Su frecuencia es mayor en el sexo femenino (3:1) entre los En orden de frecuencia en miembros infe1iores la secuencia
20 y 60 años, con un pico entre los 35 y 45 años. de compromiso anatómico es rodillas, tobillos y cadera.
A nivel a.xial se compromete por excelencia el nivel cervical
Cl, C2, particularmente la articulación atlant-0axoidea.
MANIFESTACIONES CLINICAS Se establece la subluxación odontoidea como consecuencia
de la sino,~tis local que conlleva a lesión del ligament-0 trans•
Manifestaciones Articulares verso e inestabilidad del área.
Comprometen tanto el esqueleto periférico como el a1.ial. Se producen lesiones erosivas y osteólisis en el vértice de la
Se observa generalmente en mujeres jóvenes que comienzan odontoidea e impronta de la misma en la región bulbomedular.
con poliartritis simétrica de pequeüas articulaciones de manos
y muñecas acompañada de intenso dolor, tumefacción y rigidez Manifestaciones extraarticulares y/o sistémicas
matinal. Puede observarse también tenosinovitis de los exten-
Se observan habitualmente en pacientes con largo tiempo de
sores de mano y muñeca y alteraciones del estado general.
evolución, forma erosiva se.vera, títulos altos de factores reuma~
Las articulaciones interfalángicas proximales (!FP) apare-
toideos y nódulos subcutáneos.
cen tumefactas 1 tomando un aspecto fusiforme: si se asocia a te-
nosinovitis de los ílexores puede evolucionar a la contractura en
Nódulos Subcutáneos: son formaciones de dimensiones va-
flexión de las mismas. La sinovitis de las IFP también puede riables que se observan con mayor frecuencia en las zonas de
ocasionar ruptura de la bandeleta central del tendón extensor extensión: codos, articulaciones de dedos) prominencia isquial o
originando la deformidad en "ojal de botón" que produce hipe• sacra, occipital y tendón de Aquiles. Se presentan en 10 a 20%
rextensión de dicha articulación: puede ocurrir en forma aguda, de los pacientes con AR,. y con factores reumatoideos positivos
siendo altamente inavaJida.nte. Si a esto se suma flexión de las en títulos significativos.
articulaciones interfalángicas distales (IFD), la deformidad se
denomina en 1'Cuello de cisne". Manifestaciones generales
Las articulaciones metacarpofalángicas (MCF) presentan Fiebre, astenia, anoreXla, perdida de peso.
tumefacción dorsal que permite la distensión de los ligamentos
laterales, predominando entonces la fuerza de los· flexores que
traccionan la base de la falange proximal y da origen a la des-
Anormalidades hematológicas:
viación cubital de las mismas (en "coup de vent" o mano en rá-
faga).
• Anemia: normocítica, normocrómica, con las característi-
En muAecas, la articulación comprometida habitualmente
cas de las anemias de los procesos crónicos.
• Trombocitosis: se puede correlacionar con el número de ar·
'Dra. SILVIA MARTINS ticu1aciones comprometidas, con sinovitis activa en 12 a 33%.
ENFERMEDADES INMUNOALERGICAS 1099
• Trom.bocitopenia: es rara, excepto cuando esta relacionada reagudizaci.ón de la enfermeda_d articular; puede evolucionar al
a drogas o síndrome de Felty. taponamiento cardíaco o pe1icarditis constrictivá.
• Linfadenopatia: se encuentran ganglios axilares, inguina- • Miocarditis: la anatomía patológica puede mostrar infil-
les y epitrocleares en 30 a 70%. trado,s mononucleares intersticin..Ies cuya etiología es difícil de
• Esplenomegalía: 6%. En Síndrome de Felty: 0.5%. determinar y más aun de atribuir a la enfermedad reurnatoi-
dea.
• Endocarditis: pueden obsorvarse en endocardio granulo-
Oculares: mas reumatoideos capaces de originar trastornos de la conduc.
ción miocárdica y enfermedad valvular en 5 a 10% de los casos.
• Kerntoconjuntivitis sicca: afecta entre 10 y 35% de pacien-
tes. Se caracteriza por ojo seco, quemazón, sensat..:ión de cuerpo
extraño, descarga mucoide. Sistema nervioso:
• Epiescleritis: son lesiones que aparecen sobre la escleróti-
ca siendo muy frecuentes a pocos milímetros del limbo cornea- • Neuropatla dista[: mononeuritis mononeuritis múltiple,
1
no. Se presenta una pequell.a lesión elevada de color variable polineuritis. Se afectan frecuentemente miembros inferiores.
oscilando entre el amarillo y el violaceo con gran hiperemia de \Tinculado a vasculitis. El diagnóstico se establece a traves de
los vasos circundantes. Puede ser localizada o difusa, uni o bila- electromiografia, neuroconducción y potenciales evocados soma•
teral, aguda y transitoria. tosensitivos de cuatro miembros,
• Escleritis: se trata de un proceso necrótico difuso, a veces • Afielopatia cervical: como consecuencia de la subluxación
asintomático, que evoluciona lenta y progresivamente a la es- atlantoaxoidea con impronta de la apófisis odontoides en la re-
clerornalacia perforante, llevando a la ceguera. Comienza como gión bulbomedular. La subluxación de sectores bajos puede ser
una lesión nodular amarillenta que adelgaza progresivamente asimismo causal de mielopatia El diagnóstico se realiza a tra•
la esclerótica dejando ver la coroides subyacente. ves de radiografía planimétrica de columna cervical en posición
• Efectos adversos por drogas: Glucocorticoides: catarata y perfil y máxima flexión/ complementándose con Resonancia
glaut~ma magnética nuclear contrastada eón gadolineo.
Sales de oro: depósitos corneales y conjuntivales • Neuropatía por atrapamir:nto: como consecuencia de la
Antimalaricos de síntesis: queratopat.ía y retinopatía compresión del nervio mediano por sinovitis palmar de muiieca.
Pleuropulmonares: tfoscular:
• Derrame pleural: suele ser asintomático y de pequeñas • 1"ifiopatía: por desuso, en caso de sinovitis crónica severa.
proporciones, o sintomático y coincide con períodos de actividad Medicamentosa: glucocorticoídes, antimaláricos de síntesis.
de la enfermedad. Se observa con mayor frecuencia en sexo El diagnóstico cierto de compronllso muscular se efectúa a tra•
masculino. Puede acompaii.arse de pericarditis. Se observa en 2 ves de elcctromiografia en raíz de cuatro miembros y eventual-
a 5 7r (postmortem 40S'i- ). mente por biopsia muscular.
• Nódulos pulmonares: son asintomáticos, se encuentran en
AR seroposltiva, subpleurales, de forma redondeada y cuyo t.a•
mal1o oscila entre 0.5 y 3 cm. Más frecuente en varones pudien• Renal:
do evo! ucionar a la cavitación, causar derrame pleural y fistu-
las broncop]eurales. Pocv nte nefropatía membranosa, glo·
• Neumoconiosis reumatoidea {Síndrome de Caplan); este merulitis, vascuht.is o nm:loidt.ds secundaria inducida por dro-
síndrome se observa en el 35% de los mineros de carbón que gas: sales de oro, D-penicíllamina, ciclosporina y DAINE.
presentan enfermedad reumatoidea articular. Se caracteriza
por presentar formaciones pulmonares nodulares redondeadas
Hepático:
1núltiples, con diámetro superior a 1 cm, generalmente periféri-
cas y ca vitadas
Asociado a Síndrome de Felty en 65% de los casos. En [a cró-
• Fibrnsis pulmonar intersticial difusa: cursa con disnea de
nica evolutiva puede coexistir compromiso hepatico que suele
esfuerzo y tos con escasa expectoración. La radiografía de tórax
ser evidenciado a trnves de aumento de TGO y FAL. Inducido
tiende a subestimar la enfermedad intersticial, se puede obser•
por drogas: DAINE y metotrexato.
var un patrón fino reticular o panal de abeja. Los tests funcio-
nales respiratorios pueden mostrar patrón restrictivo, con dis•
minución de la capacidad de difusión. Es de utilidad el empleo Vasculitis:
de tomografia computada de alta resolución.
Se comprometen por 1o general vasos de pequen.o y ocasio-
nalmente de mediano calibre. Las manifestaciones clínicas son
Cardíacos: neuropatía periférica, úlceras cutáneas, infartos a nivel intesti•
na!.
• Pericarditis: frecuentemente subclínica. Se observa en
10%, postmortem 40%. Sólo el 10% se ffanifiesta por dolor torá-
cico o alteraciones radiológicas o elect.rocardiográficas con evo• Amiloidosis:
lución a la curación espontánea En algunas oportunidades pre-
senta formas graves generalmente coincidentes con periodos de En 5% (postmortem 14 a 26%),
1100 SEMIOL OGIA, SEIAIOTECNIA Y MEDICINA INTERI-JA
• Rehabilitación, para prevenir atrofia y deformidades. • Azatioprina Oral: 50-lOOmg/día, dosis má,ima 2 5
• Medidas generales de educación del paciente y su nucleo rng/kg/día. '
fa miliar. • Ciclofosfamida Oral: 50-100 mg/día, dosis máxima 2 5
El tratamiento debe ser Precoz, Continuo y Prolongado para mg/kg/día ' '
obtener la máxima efic.3cia sobre signos y síntomas, conservar • Ciclosporina Oral: 2,5-5 mg/kgldía.
la funcionalidad y e,~tar la deformidad articular. Actualmente
se considera a la AR como una enfermedad sistemática poten- Progresión terapé utica para el manejo de AR Wries y col)
• Nivel l: • Enfermedad temprana
cialrnente agresiva , y las estrategias tera péuticas ha n .:-.ambiado
• Hidroxicloroquina
des de el tradicional esquema a un nuevo enfoque agresivo que
• Sales de oro
im plica tratami en to de inicio con agentes de segunda línea, ya • Enfermedad progresiva temprana
• Nivel 2:
sea una sol a droga o su combinación. Las drogas usadas se divi- • Metotrexato
den: • Sales de oro
• Primera lín ea: DAINE: drogas antiinílamatorias no este- • Penicillamina
roideas, tienen un efecto analgésico y antii nílarnatorio con efec- • Sulfazalaeina
to rápido de acción pero no modi fican el curso de la enfermedad: • Nivel 3: • Enfermedad progresiva conti nuada fraca•
Acido acelilsalicilico hasta 3 gr/dia, Didofenac 150 mg/día, so de terapias anteriores. Combinaciones
Indometacina 150 mg/día, ketoprofeno 300 rng/día, Naproxeno ernpíricas: meto trexa to-hid roxicloroq uina
75 0-1250 mg/dí a , Pi roxican 20 rng/día, Nabu metone otras azatioprina.
1.000-20.000 mg/3 días. • Nivel 4: • Ciclosporina
Efectos adversos de los DAINE: La ausencia de mejoría tras cuatro a seis meses en general
• Síntomas gastrointestinales: dolor abdominal, dispepsia y obliga a mod ificar el régimen terapéutico.
nauseas, erosiones gástricas, ulceraciones, lesiones en intesti no Toxicidad de las drogas de segunda línea:
delgado y grueso. Comparten. varios efectos tóxicos: náuseas, vómitos, dolor
• Lesiones cutáneas prurito y r?.sh no específico: otot oxici- abdominal y diarrea.
dad . Estos síntomas se alivian re duciendo la dosis o admin istran-
• Raras: reaccion~s de hipersensibilidad, elevación de enzi- do un antiácido: el folato oral o la leucov01ina pueden ser útiles
mas hepáticas, alteraciones del sistema nerviuso central sobre para los trastornos gastrointestinales ir.ducidos por el metotr e-
todo con indometacina. La dísfunción cognitiva puede ser co- x.ato.
mún en el anciano. Este último y los compuestos de oro pueden provocar úlceras
• Renales hi perkalenia e insuficiencia renal. orales particularmente molestas, mientras que la penicilamina
, Segundn Linea: inductoras de re misión conocidas con el y el oro con mayor frecuencia causan erupciones cutáneas, habi-
acro nimo DMA.ROS, difieren una de otra con respecto a eficacia tualme nte pruriginosas y maculopapulares. Se requiere un con-
y toxicidad , se caracterizan por acción lenta (4 a 6 semanas), e trol regular de recuentos hema(ológicos.
Se produce trombocitopenia en alrededor del 5% de los pa-
infiuencian en la evolución de la enfermedad.
cíente tratados con oro y penicilamina.
En pacientes tratados con rnetotrexato, la función renal dis-
TIPO DE DROGA DOSIS RECmmNDADA
minuida, y las concentraciones séricas reducidas de seroalbumi -
na, edad avanzada y la administración simultánea de trimet.ro-
Compuestos ele oro pin -su lfametoxazo l son factor es predis ponentes para la
• Auroqueratinato de calcio Intramuscular: dósis única
toxicidad hemato lógica. La supresión de la médula ósea es el
de 10 mg, seguida de 25 mg
efecto tóxico limitan te de l?. dosis más frecuente de azatiop1ina1
una semana después p1ra
ciclofosfamida.
evaluar sensibilidad; La toxicidad hepáfaa es une. complicación del tra tamiento
tratami(:nto d~ man - con merntrexai..o y en menor medida con azatioprina, se puede
teni mien to 50 mg se- manifestar con fiebre, dolor abdomin al y un erupción cutánea •
manalmente. maculopapular. Un tercio de los pacientes tratados semanal•
• Aurotiosulfato de sodio Intramusculru·: dós is única de mente con met.otrexato tienen concentraciones séricas elevadas
10 mg seguida de 25 mg una se- de aminotransferasa dura nte el tratamiento prolongado.
mana después para evaluar sen- La enfermedad hepática severa es común ~ntre sujetos con
sibilidad; hepatopatías preexistentes, diabetes mellitus, consumo de alco-
trata1niento de mante nimiento, hol excesivo, obesidad, edad ava nzada e insufi ciencia renal y,
50 mg sernanslmen te. estos factores constituyen contraindicaciones relativas o absolu•
tas para el uso de esta droga.
Dragas. nntipalúdicas La biopsia antes del tratamiento se deberá ronsidera r en su-
• Cloroquina 100 a 200 mg/día vía oral. jetos con antecedentes de consumo excesivo dt alcohol, valores
• Hidroxicloroquina 200 a 400 mg/día anormales persisten tes de aminotrans ferasa o hepatitis crónica
lnmunosu presores por infección con virus B o C; durante la administración de me-
• Penicilamina Oral: 125-250 mg/día, luego totrexato las biopsias hepáticas estan indicadas en pacientes
dosis crecientes hasta un máxi- con concentraciones séricas elevadas y pershtentes de amino
mo de 750-1000 mg/dia trnnsfernsa o disminución <le albumina.
• Sulfazalaci na Oral: 500 mg/dia luago dosis La pr.nicilami!!a se l!soció con Síndrome de Goodpasture Y
crecientes hasta un máximo hemorragia pulmonar aguda así como con otr'is síndromes m: -
de 3.000 mg/día/ diados inmunológicamente 1 como miastenia grave y polimios1-
• Metotrexato Oral: 7,5 a 15 mg/semanales, con tis.
menor frecue:ncia se: lo utiliza por La toxicidad pulmonar es tal vez la mayor preocupación. e.n
\'Ía intramuscular. pacientes tratudos con metotrexato. Se projuce neum onitis
1102 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
aguda con fiebre, disnea progresiva y tos no productiva hasta Todas tienen potencial teratogénico, no pueden ser adminis-
en el 5% de los reciben esta droga. Esta complicación fue tradas a pacientes embarazadas o que tengan posibilidad de es
informada en tempranas y tardías del tratamiento y no tarlo.
se identificaron de riesgo. La radiografía de tórax pue-
de revelar imagenes infiltrativas intersticiales y alveolares. El Corticosteroides:
lavado broncoalveolar puede ser necesario para distinguir la Se emplean en aquellos pacientes que no remiten sus mani-
neumonitis inducida por meLot.rexato de procesos infecciosos co- festaciones articulares con los DAJNE, si luego de sesenta días
mo neumonia por Pneumocistis carínii y criptococosis pulmo- de administrarlos persiste la sinovitis, se ernp1ea metilpredni•
nar. sona en dosis de hasta 10 mgldía vía oral o sus equivalentes,
El orO intramuscular y la penicilamina tienen perfiles simi- hasta obtener reducción del cuadro.
lares de toxicidad renal y un antecedente de proteinuria con lntrarticular: su uso esta reservado a monoartritis persis~
una de estas drogas es predictivo de la misnrn complicación con tente.
la otra. En los pacientes nJractarios debe emplearse metilpredniso-
La proteinura creciente es una razón para suspender la ad- na 1 mg/Kg/día/vía Oral; si aún con este esquema no se obtiene
ministración de cualquiera de las drogas. La glornerulonefritis respuesta es dable emplear pulsos de 1 mg,1{g/dia via oral de
membranosa es el hallazgo histológico más común con ambas metilprednisona diluido en lUO m] de dextrosa al 5% en 3 horas
drogas. durante tres días consecutivos. Esta táctica terapéutica está re-
Se reconocen dos formas de toxicidad renal por ciclosporina. servada casos severos.
La más común es una reacción tó:xica aguda dependiente de la adversos: ohesidad, retardo del crecimiento en chi-
dosis, probablemente secundaria a vasoconstricción; los DA.INE cos, hipertensión intracnmeal, insorn.io, irritabilidad, psicosis
pueden contribuir a este tipo de nefrotoxicidad por ciclosporina. por esteroide, hígado hemorragia disgestiva, pancreati-
La nefropatía crónica por ciclosporina se manifiesta histoló- tis, leucocitosis aumento de susceptibilidad a infec~
gicamente como fibrosis intersticial, atrofia tubular renal y una ciones, hirsutismo, hipertensión, miopatía, osteoporosis, es•
arteriopatía caracteristica. Los factores de riesgo para la nefro- trías, t:icne, etc.
patía crónica por ciclosporina incluyen dosis más elevadas, ma~
yor edad y aumentos agudos de los niveles séricos de creatini- Tratamiento quirúrgico:
na. ~ Reparaciones por ruptura tendinosa.
Los antimaláricüs de síntesis (cloroquina e hidrocloroquina) • Reemplazo articular: artroplastia a nivel de coxofemo-
pueden provocar depósit.os corneanos reversibles, retinianos po- rales, rodillas, muñecas y metacarpofalángicas.
tencialmente irreversibles. Debe efectuarse control cada tres a • Correcciones de antepie y retropie para mejorar la ambu-
seis meses. lación;
Las complicaciones infecciosas reflejan los diversos grados
• Sinovectomfa y liberación de nervios periféricos comprimi-
ae supresión de las funciones inmunológicas por las diferentes
dos por la prolifen:i.ciün sinovial, como ocurre) en alta frecuen-
drogas de segunda línea.
El mayor riesgo es con cic1ofosfamida. El metot.rexato en ba- cia, a nivel del túnel carpiano.
jas dosis puede asociarse con varias complicaciones infocci0sas
incluyendo herpes zóster, neumonía por Pneumocistis carinii, Rehabilitación:
criptococosis pulmonar y trastornos infecciosos sistémicos. • EjerClcios isométricos.
Hay una predisposición prua asociación. entre cáncer y agen- e Ejercicios de relajación.
tes de segunda línea. Cáncer vesical y linfoma no Hodgkin en • Preservación del rango de mo.,irniento.
pacientes tratados con ciclofosfamida. La ciclosporina y azatio-
prina se relacionaron con ]infama no Hodgkin en receptores de • Ejercicios de condición física.
trasplantes renales. • Mantenimiento de la buena postura.
Prevalece en adultos jóvenes, entre 16 y 35 años, con predomi- y leucocitosis; otros rasgos incluyen odinofagia, serositis, linfa-
nio en el sexo femenino, usualmente cursa con factor reumatoi- denopatía y disfunción hepática.
deo y anticuerpos antinucleares negativos.
Se ha reportado asociación can HLA DR2, DR4, DR7 y B35. Rash:
Macular o m2..culopapular no pruriginosos, rosado-salmón
que aparece con la fiebre cuya distribución abarca tronco; extre•
*Ores. LARROUDE MARIA S., ROtv1ANAWICZ midades proximales, cara en un 15% y áreas de irritación mecá-
ALBERTO nica.
ENFERMEDADES INMUNOALERGICAS 11 03
En un 24% de los pacientes hay pérdida de cabello. La farin• • Fiebre mayor o igual a 39º
gitis no exudativa es común al inicio de la enfermedad. • Artralgias o aitritis
• FR menor de 1:80
Artralgias: • ANA menor 1:100
Son frec uentes, se incrementan con el acceso de fiebre , gene-
ralmente su fo r ma de presentación es poliarticular. Artritis es b) En adición dos de los siguientes:
observable en 5% de los pacientes. • Leucocitos mayor o igual a 15000 ceVmm3
• Rash tí pico
Mialgias: • Plemitis o pericarditis
Suelen ser severas y debilitantes. • Hepat-0rnegalia o esplenornegalia o linfadenopatía genera
!izada
Li nfadenopatías:
Móviles y sensibles, se afecta frecuentemente la región cer• Es mandatorio reali zar el diagnóstico diferencial con:
vical, esplenomegalia y he patomegalia que se confirm an por
a)Enfermedades granulomatosas: sarcoidosis, enfermedad
palpación y ecografía.
de Crohn.
Dolor abdomin al se ha descripto en casos severos pudiendo
simular abdomen quirúrgico. b)Vasculi tis: enfermedad del suero, gran ulomatosis de We-
gener, poliarleritis nodosa, púrpura trombocitopénica trornbóti-
Compromiso pl eurnpulmonar y cardíaco: ca, arteritis de Takayas u.
Se manifiesta por dolor pleurítico, derrame pericárdico y
pulmonar. S_e ha reportado neumonitis aséptica, distress respi- c) Infecciones: por HfV, hepat itis B, Epswin Brur, parvovi-
ratorio1 enfermedad pulmonar restrictiva crónica, taponamien- rus, Coxsackie, citomegalovirus, rubeola, endocarditis bacteria•
to pericárdico y miocarditis. na, meningococcemia, tuberculosis, enfermedad de Lyme, fiebre
reumatica.
Alteraciones no comunes: d) Malignidades: leucemia, !infama.
Síndrome Sicca, meningitis aséptica, neuropatía periférica ,
exudado retina!, iritis, panoftalmitis, pseudotumor orbitario. Se , · . e) Enfermedades del tejido conectivo: lupus eritematoso sis-
ha descripto asociación con nefritis interslicial 1 glomerulonefri- ,·}(~ico, enfermedad mixta del tejido conectivo.
tis subaguda y púrpura tro mbocitopén ica trombótica. '.-~'~,
TRATAMIENTO
CURSO DE ENFERMEDAD
a) Enfe1medad aguda:
Se han descripto formas autolimita<las, intermitentes y cró· Drogas antiioílamatorias no esteroi deas: 20-25% de pacien•
nicas (30-50%). tes son respondedores a estos fármacos. Aspiri na 15-25 mg/día,
indometaci na 100 a 200 mg/día. Debe controlarse periódica -
mente func ión hepática, hemograma y coagulograma.
LABORATORIO Corticosteroides: en dosis de 0,5 a 1 mg/kg/día de metilpred•
nisolona, per miten controlar la enfe rmedad. Los pulsos de me·
ERS aumentada. Leucocitosis frecuente mayor o igu al a tilprednisolona son una alternafüu razonable para aquellos pa·
15000 en el 75 % de los casos. Aumento de transaminasas. cientes no respondedorcs al esquema por vía oral, con efectos
Plaquetas elevadas , hipoalbuminemia, anemia de las enfer• adversos severos a los mismos y enfennedad agresiva.
medades crónicas. b) Recaída:
Factor rematoidco, anticuerpos antinucleares son general- Ocune en el 50% de pacien tes, responde al r égimen ter a ·
mente negativos. péutico anterior.
El líquido si novial es de características inflamatorias.
c) Crónica:
Se considera cuando persiste más de 12 meses con poli ar•
RADIOLOGIA tralgia/ poliartritis, mialgias severr,.s intermiwntes, organome·
galias, leucocitosis y reactantes de fase aguda elevada.
L-Os hallazgos no son específicos. Pueden ser normales o pre• Drogas de segunda línea tales como hidroxicloroquina (200 a
sen tar tumefacción de partes bla11das u oste openia peria,iicu• 400 mg/día), pu lsos orales semanales de me totrexato (7,5 a 15
lar. Eventualmente disminución del espacio articular, raramen • mg/sem), azatioprina (50 mg/día) parecen cont:rolar la enferme·
te erosiones. dad.
Los criterios para diagnosticar ESA fueron propuest-0s por Asimismo la terapéutica combinada, tales como hidroxiclo-
Cush y colaboadores: a) Se requiere la presencia de los siguien· roquina más metot.rexato, hidroxicloroquina más azatioprina,
tes items en su totalidad: han demostrado ser efectivas.
11 04 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICIN A INTE RNA
ESPONDILOARTROPATIAS SERONEGATIVAS*
Las Espondiioartropatías Seronegativas (EASNJ constituyen pie~ y uñas; conjun tivitis y/o uveitis anterior; ulceraciones ora-
nn grupo de enferme dades reumáticas que comparten ele. men• les, intestinales y uro genitales; uretritis y/o prostatitis; eritema
tos clínicos, radio lógicos y ge néticos. Ellas incluyen Espondilitis nodoso; piodenua gangrenoso; tromboílebitis, a01titis y valvuli-
Anqui losa nte iEA), Artritis Reactiva (ARe) Artritis Psoriasica tis aórtica, fibrosis pulmonar y amiloidosis.
(APs 1, Artritis de las Enferme dades Inflamatorias Intesti nales A los fin es de una mejor comprensión diagnóstica y defini-
Crónicas (AE!I) (colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, enfer- ción de las EASN fueron propuestos secuencialmente los si-
medad de Vn1ipple, bypass intestinal, enfermedad celíaca), A;:- guientes criterios:
tri tis Crónica Juvenil de comienzo tardío. Debe agregarse a es-
tas entidades las formas indiferenci adas (EASND, y el síndrome
SAPHO /sinovitis, acne, pust.ulosis, hiperostosis y osteítis). CALJN 1987:
Se agrupan en función de las siguic~tes características:
• presencia de procesos inflamatorios a nivel de a reas anató- • lumbagia en un paciente menor de 45 años de edad de co-
micas de inserción de ligamentos y tendones (entesis) mienzo ínsidiow y más de hes meses de evolución. asociada a
• compromiso del esqueleto a:-._ial , evidenciado a ni vel de sa- rigidez matnt.ina que mejora con el ejercicio
croilíacas y columna • rigidez e historia recurrente de dol or torácico
• ausencia de nódulos reu matoideos • limitación ~11 la moví lid ad lumbar en todos sus planos
• negatividad de factores reu matoi<leos serolügicos • expansión rurácica disminuida
• presencia del antígeno de hislocompatibilid ad B 27 en di s- " uveitis anterior aguda uni!stcral
t.int.as frecuencias
• sacroileitis bilate:ral radiológica
• tendenci a a la agregación famil iar
• presencia de manifestaciones clínicas de superposición
Se considera enfermedad espondiloartropática posible: con
• S[lcroileitis radiológica
la presencia de uno de ellos.
• prevalece entre 30 y 50 años en sexo masculino
Enfermedad espondiloartropática definida: la concmnncia
de tres a cinco crite1ios clínicos , o con la presencia de alguno de
los criterios clínicos asociado al radiológico.
CLINICA
en los reactantes de fase aguda: eritrosedimentación. proteína ternodavicular. Dorsalgia, limitación de la movilidad, rotación
C reactiva, alfa 2 globulínas, mucoproteínas, que tienen correla- del raquis, y dismlaución de exparn:;Gn torácica.
to con la actividad de la enfermedad. A nivel periférico lo más característico es la artritis de cade-
El HLA B27 se observa con alta frecuencia en las EASN. Ac- ra y hombro; otras articulacioaes periféricas son infrecuente-
tualmente se consideran de importancia la detección de los dífe~ mente comprometidas.
rentes subtipos, HLA B 2701 al B 2708. Para.evaluar el compromiso articular se utilízan las siguien-
tes pruebas:
2- dolor y rigidez en región torácica IIl anormalid ad moderada: lesiones carac terísticas de sa-
3- movilidad limitada en columna lumbar croilcítis moderada a severa con una o varias erosiones,
4- limitación en la expansión torácica esclerosis, en sa nchamiento y pin za mie n to o anquilosis
5- historia o evidencia de iritis o secuela parcial.
6- sacroileitis bilateral radiológica. IV anormalidad severa: a nq uilosis total.
Se efectúa diagnóstico de espondilit.is anquilosa nte con la
presencia de: Las lesiones radiológicas presentan las caracteríslicas co•
• 4 ó 5 criterios clínicos muues ya descriptas para el grnpo, es típica la presencia le sa-
• el criterio clínico y el crite rio radiológico croileitis bil ateral, al igual que los sindesmofitos cuya expresión
radiológica es la caña de bambú. ·
Las alteraciones del esqueleto periférico no difieren de las
NUEVA YORK 1966: descri ptas en las generalidades.
Se h a adicio nado Chlamydia pneumo niae, Vibrio parahae- • endémica: siguiendo a infección de tr ansmisión sexuaJ de
moliticus , Vacuna de hepatitis B recombina nte y administra- tracto urogenit al (Chlan1ydias, Mycoplas mas).
ción de preparación de bacilus de Calmette-Guerin intravesical. Radiología: Sacroilei tis unilateral, sindesmofitos atípicos en
La fiebre reumática es una forma clásica de arlritis reacti- columna lumbar.
va, secuela de una infección faríngea por el estreptococo B he- A nivel periférico es sumamente frecuente el hallazgo de pe-
molítico grupo A. riostitis.
Entre el evento precipitante y la artritis transcurren habi-
tualmente de dos a se.is semanas, afectá ndose con preferencia
grandes articulaciones de mie mbros inferiores. ARTRITIS PSORIASICA
Entre los rasgos clínicos figuran ade más de la artritis, ente-
sitis, tendinitis, osteítis, dolor muscular, lesiones a nivel de pi el Afecta 5 a 7% de pacientes con pso,i asis, pero esta prevale n-
y mucosas, uveitis o conju ntivitis, nefritis o carditis. ci a puede alcanzar un 40 a 45% en pacientes pso riási cos con
Si bien las remisiones esponláneas son dables de esperar, comp romiso extenso de piel.
existen recurrenci as. El compromiso ruede ser aiticular y/o extr articul ar. El pri•
El síndrom e de Reiter está constituido por artritis, uretritis mero posee di versas formás de presentación; ella son:
o cervicit.is estériles y conjuntivit.is o uveitis aséptica. Es una • Clásica : afecta articulaciones interfalángicas dist ales ,
forma típica de artritis reactiva. acompañándose de lesiones ungueal es. Sólo se ve en el 10% de
Desde el punto de vist8. epidemiológico se distinguen dos fo r- los pacientes.
mas: • Poli artri tis simétrica: o sedorreumatoidea, abarca peque-
• epidé mica: a posteriori de una disenteria bacilar (Shigella, fi as art-iculacíones y se presenta en el 5% de )os casos.
Salmonella, Ye rsinia). • Oligoartritis asimétrica: compromete menos de cu atro ar-
ENFERMEDADES ll✓ MUNOALERGICAS 1107
ticulaciones, generalmente en manos y pies, se observa en el poliartritis o dactilitis.de miembros inferiores 1 talalgia causada
70% de los casos. por periostitis calcánea.
• Artlitis mutilan te: es severa y se asocia a sacroileitis y os- Son pacientes con rasgos clínicos y radiológicos incompletos.
teólisis de falanges y metacarpianos. Se ve en el 5% de los ca- La EASNI se caracteriza por:
sos. I- Artiitis con compromiso articular asimétrico predominan-
• Espon<lilítica: presenta sacroileitis asintomática en el 20% temente mono-oligoarticular Y <le miembros inferiores.
de los casos, generalmente asimét1ica. 2- Entésistis
Las manifestaciones extraarticula.res abarcan: piel: lesionés 3- Sacroíleitis (espóndilitis, artritis de articulaciones inter-
cutáneas psoriásicas en diferentes áreas anatómicas. superfi- vertebrales, costovertebrales).
cies de extensión de miembros, pliegue interglúteo, ombligo, re- 4- Manifestaciones sist€micas 1 uveitis, conjuntivitis, lesio-
gión retroauricular, cuero cabelludo; lesio11es ungueales: dibujo nes mucocutáneas.
acanalado puntiforrne; conjuntivitis, iritis, epiesderitis G y q_ue- 5- Factor reumatoideo negativo
raconjuntivitis, insuficiencia aórtica fibrosis pulr..1onar en lóbu-
1 6- Asociación con HLA B 27
los superiores y amiloidosis.
Radiológicamente presenta sacroíleitis generalmente unila- TRATAIYITENTO:
teral y slndesmofitos atípicos gruesos y no marginale~ a nivel
1
periférico aiecta las interfalangicas distales siendo frecuente la 1• Medidas higiénico dietéticas
presencia de periostitis en falanges. 2- Drogas antiinflamatorias no esteroideas (DAINE), para
Su curso es crónico con remisiones prolongadas y exacerba- controlar el dolor y la inflamación. Indomelacina 150 mg/d, di-
cioneS en relación a las de la dermopatía. clofenac 150 mg/d, naproxeno 1250 mg., piroxican 20 rngld, na-
bumetone.
3~ D!·ogas de segunda línea; las utilizadas con más frecuen-
ARTROPATIAS ENTEROPATICAS (EIIC) cia son:
• Sulfazalacina 1 a 1.5 gr./día: Efectos adversos: trastornos
Incluyen: enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa. enteritis gastrointestinales, nauseas vómitos, estomatitis, dolor,
1
infecciosa, enfermedad de Whipple, bypass intestinal, enferme- SNC, cefalea, vértigo. Reacciones de hipersensibilidad:
dad celiaca. rash, fotosensibilidad, neumonitis con eosinofilia, fiebre,
Clínicamente se presenta con compromiso pa 1.1ciarticular pe- artralgias, discracias sangllíneas: trombocitopenia, leuco-
riférico asimétrico, eventualmente compromiso axial, asociado penia~ an~mia aplásica. Debe hacerse control hematológi-
al HLA B 27, excepto bypass intestinal y enfermedad celíaca. co y unnano.
• Metotrexato: 7,5 a 15 mg/sernanales por vía oral o intra-
~,íanifestaciones extraarticulan.:s: eritema nodoso 1 pioderma muscular.
gangrenoso, uveitis y ulceraciones orales. Efectos adversos: nauseas, vómitos, discomfort abdominal,
diarrea 1 test hepáticos anormales, macrocitosis 1 estomati-
En la enfermedad de Vlhipp1e a las características mencio- tis, trombocitopenia, leuc0penia y pancitopenia, cirrosis
nadas se agregan: fiebre, pérdida de peso, diarrea con esteato- hepática 1 fallo hepático agudo, neumonitis intersticial, fi-
rrea, dolor abdominal 1 hiperpigmentac-ión cutánea, linfadenopa- brosis pulmonar.
tías y serositis, y síntomas del SNC. Monitoreo: examen hernatológico, control y función hepáti-
No poseen rasgos radiológicos distintos a los descriptos para ca1 radiografía tórax 1 tests funcionales pulmónares, tomo-
las EASN en general. grafía computada de alta resolución.
El compromiso artropático se observa en 60 a 74% de los pa- •Ciclosporina A: 1,5 a 5 mg/kg/día.
cientes y se relaciona a exacerbacion(:S de la enfermedad deba- Efectos adversos: esfera gastrointestinal 1 hipertricosis, hi-
se. pertensión arterial. Debe controlarse función rena1: urea y
creatinina en s:;rn5'Te, clearence de creatinina.
4- Torapia Física:
ESPONDILOARTROPATIA JUVENIL Precoz: para mejorar la rigidez y prevenir la deformidad.
Actin: plan de ejercicios terapéuticos efectuados por el pa-
Se incluye como un subgrupo de poliart11tis crónica juvenil. ciente.
La presencia de los siguientes rasgos durante dos años se Asistida: ejercicios terapéuticos realizados bajo el control del
correlaciona con el diagnóstico: compromiso de cadera, ERS ma- kinesiologo y/o fisiatra.
yor de 30 mm/Hg, pobre respuesta a los antiinflamatorios, limi- Es fundamental la educación del paciente y su nucleo fami-
tación del movimiento de columna lumbar. dactilitis, oligoartri- liar para preservar las actividades de la vida cotidiana y evitar
tis, comienzo de la enfermedad antes de los 16 años. los vicios posturales.
1- (EA) ESPONDILITIS ANQUILOSANTE
1-DAINE
SI.NDROtffi SAPHO
2- Drogas de segunda línea: sulfazalacina, metotrexato.
Se han usado ciclofosfamida intravenosa, que produce dis-
Sus rasgos clínicos son: sinovitis, acne 1 pustulosis 1 hiperos-
minución de sinovitis articular y dolor espinal. Oro, penicilami-
tosis y ostei tis.
na y antimaláricos han resultado inefectivos.
Los pacientes tienen generalmente pustulosis palmoplantar
o acne severo, _compr~miso de pared anterior de tórax o esterno- 2-ARTRITIS PSORIASICA:
clavicular, esclerosis ósea y/o periostitís, osificación costocon- 1-DAHJE
clral, saeroiieitis, artralgias y artritis. 2- Drogas de segunda línea: metotrexato
Las sales de oro han sido empleadas con resultados efectivos
si bien los efectos adversos como fot<isensibilidad y exacerbación
EASN INDIFERENCIADA de enfermedad de piel .limitan el uso de las mismas en esta pa-
tología.
Son considerados aquellos síndromes clínicos asociados al B Los antimaláricos de síntesis son controvertidos, exacerban
27, no bien definidos, que incluyen oligoartritis seronegativa, las lesiones cutáneas.
11 08 SE l~IOLOGIA, SEMIOTECN IA Y MEDICINA INTERNA
El Lupus Eritematoso Si stémico (LES) constituye una enfer- presenta una muy baja frecu encia de deformid ades articulares
medad crónica, multisistémica, de etiología aún desconocida. ("des·d ació11 cubi t.al'' "dedos en cuello de cisne''). Esta peculi ar
Evol uciona por brotes y remisiones y se caracteri za por la combinación de deformidad a1i icular sin erosión ósea asociada
presen cia de múl tiples autoanticuerpos que aJ parecer serían ha recibido la denon1inación de Sínd rome de Jaccoud.
responsables en gran parte de las manifestaciones clínicas. El examen del líquido sinovial arroja características infla~
Aún cu ando la enfermedad puede presentarse en niños y an- matorias.
cianos, en la mayoría de los casos la edad med ia al tiempo del Algunos enfermos con LES desarrollan cuadros de necrosis
diagnóstico es de 30 años. Es más frecu ente en mujeres que en ósea avascular, en particu lar aquellos tratados con altas dosis
homb res; esta pred ominancia de l sexo fem enino disminu ye de esteroidcs. La lesión se localiza más frecuentemente en ca-
cuando la enfermedad comienza después de los 50 años. beza femoral, condilos femorales y platillos tibi a les.
Varios facto res entre ellos inmunológicos, genéticos hormo-
1 1 El compromiso muscular no es infrecuente en el paciente 1ú-
nales e infecciosos han sido implicados en la etiopatogenia de la pico. Usualmente el enfermo refiere mia lgias en relación con el
enfermedad. cuadro articular.
blando; son asintomáticas y por lo gen eral aparecen cuando la En base a los hallazgos histopatológicos, la Organización
en ferm edad está activa. Mundial de.la Salud (OMS), clasticó a la nefropatía lúpica en 6
Las úlceras del tabique nasal pueden ser asin tomáticas, o clases:
bien dar lugar a epistaxis o inc1uso perforación. Clase!: normal
Petequias y equimosis: pueden obser.,.iarse en pacientes con Clase JI: GlomeruloneEritis mesangial.
vasculitis activa, trom bocitopenia severa o en quienes reciben Clase III: Glomerulonefrit.is proliforativa focal
corticoterapia prolongada. Clase IV: Glomerulonefritis proliferativa difusa.
Alopecia: presente en el 70% de los casos. Habitualmente es Clase V: Glomerulonefriti s membranosa
difusa; su aparición suele coincidir con la exacerbación de la en- Clase VI: Glomerulonefritis esclerosante crónica.
fennedad y cesa cuando esta se torn a inuctiva. De ellas, la glomerulonefri t is proliferativa difusa es la de
peor pronóstico funcional. Más del 70% de los glomérulos se h a-
~-Ianifestaciones cardiovasculares: La pericarditis es la llan comprometidos. Desde el punto de vista clínico existe en la
más frecuenLe, puede ser seca o con derrame. En muchos casos mayor parte de los cásos hen!:lturia, proteinuria, síndrome nc-
es asi ntomática, siendo sólo detectable mectiante el estudio eco• frótic:u e hipertensión arte1ial. La evolución hacía la insunclen•
cardiográfico . Su aparición suele coin cidir con los períodos e cia renal es frecuente.
brote de la enfermedad. Respo nden bien al tratamiento con es- La glonrnrulonefritis rnesangial suele ser asintomática o dar
teroid es au nque en ocasiones se torn an recurre ntes. lugar a una proteinuria leve. Tiene buen pronóstico au nque
El taponamíento cardíaco y la peri carditis constrictiva cons- puede evolucionar hacia fonn as más se.veras.
tituyen una com pl icación inus ual que de presen tarse requieren En la glomerulonefritis proli ferativa focal n1enos de la mitad
una pericar<liectomia. de ]os glomerulos esLan afectados y en ellos la lesión es segmen-
La mioca rditis es·rara, y puede acompañar a la pericarditis. taria. Puede obserrnrse desde una proteinuri a leve hasta un
La endocarditis verrugosa de Libman Sac hs es poco frecuen- síndrome nefrótico y micro o macrohematuri a. La hiperte nsión
te; por lo genera1 no se correlaciona con la presencia de soplos a1te1ial es inusual. Este tipo histológico puede evolucionar ha-
card íacos. cia una forma difusa.
En la glomerulonefiitis membranosa la proteinu ria es el ele-
Menüestaciones pleuropulmonarcs: La pleuritis ocurre men to predominante y suele ser intensa. La evolución hacia la
en el 50% de los pacientes. Puede ser seca o con derrame por lo insuficiencia renal es rara, al menos en los primeros aJlos.
general bilateral y de pequeña magnitud. Una de las caract€ris- Por último la nefritis esclerosan te crónica no difie re de la in-
ticas clínicas (como ocurre con la pericardi tis) es su rápida sunciencla renal crónica de cualquier otra causa .
reabsorción con el tratamiento cort.icoesteroideo, aunq ue tie-nde
a recid ivar.
La prese ncia de pleuritis no necesariamente impliccJ; ae;tivi- Labo ratorio
da d lúpica; con frecuencia es el result ado de una infección inter-
curren te, in suficiencia cardíaca congestiva o de un síndrome !n especíjlco: En la mayor parte de los ca sos existe anemi a
nefrótico, de ahí la necesidad de estudiar la etiología de la mis- qu~ es de tipo crónica simple normocítica, normocrómica y que
ma para establecer un a correcta terapectica. tiende a evolucionar paralelamente con la actividad de la enfer-
La neumonitis lúpica. se caracteriza por la presencia de dis- medad. En ocasiones puede ser ruicrocítica e hipocrómica y res-
nea, t.aquipnea , fie bre, r ales e infiltrados basales bil aterales. ponder a una hemorragia digestiva crónica secund aria al uso de
El diagn óstico se reali za por exclusión luego de haber des-
drogas antiinílamat.orias no esteroideas y/o corticoesteroid es.
cartado las infecciones. Estas últimas son sumamente frecuen-
La anemia hemolitica alltoinrnune es una manifest.ación im-
tes por ser pacientes ínmunosuprimidos, ya sea por su enferme-
portante del LES y has ta puede constituir el ún ico signo de la
dad de base como por el tra tamiento que reciben.
enfermedad. Puede preceder en años a la ap,rición del cuadro
Otras lesiones parenquimatosas incluyen: hemorragia p·.11-
clínico.
monar, atelectasias laminares basales.
Otras manifestaciones hematológicas sot1: leucopenia con
li nfopenia y trom bocilopenia.
i\fanífes t.a ciones n e u ropsiq ui átricas: Son variadas e in-
La presencia de leucocitosis pue 1!e ser debida al tratamiento
cluyen: cefaleas, convulsiones, psicosis, ACV, corea, menineitis
aséptica, alteraciones de pares craneanos 1 midopalía transver- corticoideo o bien a Uh proceso infeccioso agregado.
sa neuropatía periférica. La aitros edimen tación suele estar acelerada en los períodos
'Junto con la nefropatía son responsables de la alta morbi- de actvidad v ocrn;:,ionalr!lente persiste elevad&. aú n en ausencia
mortalidad en el paciente lúpico. de evidcndr~ clínicas o serológit:as de brote lúpico.
El sistema nervioso central se halla comprornet.ido cGi~ más En la mayolia de los pacientes se halla una hipeigamaglo-
frecuencia que el periférico. Las convulsiones pueden ser del ti- bu/i1<emia de tipo polic!onal.
po gran mal, petit mal y aún crisisjackonianas. El fact•Jr recmatoideo esta presente en el 15% de los casos.
La corea es rara y suele vincularse a las formas jdveniles Por lo genem\, los niveles de complemento se hallan deseen·
del LES . didos durante la pouseé especialme.nte en el paciente con nefro-
Los transtornos de conducta no son infrecuentes e incluso patia activa.
puede anunciar actividad de la enfermedad. En el paciente tra- Test serológicos falsus positivos para sífilis pueden observa r•
tado con esteroides, dichas alteraciones psíquicas plantean un se en el 25% de los casos.
problema diagnóstico entre la enfermedad de base y la terapéu- En los pacientes portadores de nefropatía &Jelen hallarse al-
tica, dado que 1os corti coides son capaces de producir cuadros teracíones del sedimento urinario·y de 1as cifns de urea, creati-
psicóticos. nina, dearence de creatinina y proteinuria de 24 horas, depen-
diendo del grado de compromiso de la función renal.
Manifestaciones renaies: Entre el 50% y el 80% de los pa•
cientes con LES desarrollan algún grado de lesión renal duran-
te el curso de la enfermedad. Laboratorio in1nunoreumatológico
El pacie nte puede estar asintomático o bien presr,ntar ede-
más, hipertensión art;,rial 'y alteraciones del sedimento uril! urio Anticuerpos w1tinuclcarcs: El LES se cara-:teriza por la pre•
(leucocituri a, ci lindruria, hematuria , proteinuriu\, 8endu ele nu merosos lmtitt!("'rpos contra con~ituyentes celula-
111 0 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDIC INA INTE RNA
res. Los de mayor significado clínico soo los que se dirigeu con- Ctiierios revisados en 1982 para la clasificación d el
tra antígenos nucleares (ANA) que se evalúan con técnicas de LES (American College o{ Rheumatology)
inm unofl.uorescencia. 1- Rash malar
Entre el 90-95% de los pacientes con LES tienen pruebas po- 2- Lupus discoide
sitivas. Más de In mitad con tftulos mayores de 1/500. Las ima- 3- Fotosensibilidad
genes más fre1,;uentes son la homogénea, periférica y moteada. 4· Ulceras orales
Los Ai"iA por sí solos tienen poco valor diagnóstico, pero ad- 5. Artritis no erosi\·a
qu ieren relevancia frenW al cuadro cHnico. 6- Un a o más de las siguientes: a) pleuritis, b) pericardi tis
Anticuerpos anti.Dl'-lA.: Los anticuerpos que reaccionan con 7- Una o más de las siguientes: a) proteinuría persistente
DNA nativo son de muy alta especificidad para el diagnóstico mayor de 0,5 gr. por día, b) cilindros celulares
de LES. Se encuentran en el 50% de los pacientes activos no 8- Una o más de las siguientes: a) convulsiones b) psicosis
tratados . Su presencia y título flu ctúan eu relación con los pe- 9- Una o más de las siguientes: a) anemia hemolítica b) leu-
ríodos de actividad y remisión de la enfermedad. copenia e) linfopenia d) trombocitopenia
Los anticuerpos que reaccionan con el DNA desnaturalizado 10- Una o más de las siguientes a) célula LE b) Anti DNA
en forma e>:clusiva, se encuentra n en el 90-95% de los pacientes nativo c) Ant.i Srn d ) Test falso positivo para sífilis
si se los investiga con téc nicas sensibles (ELISA, RIA). No tie- 11- Anticuerpo antinudear.
ne n la especificidad clínica de los anti-DNA nativo, ya que tam- Un paciente es identificado como portador de LES si 4 o más
bié n se encuentran e.n otras patQ}ogías (síndrome de SJ ü&rren 1 de estos 11. criterios están presentes en forma seriada o simul-
ar tritis reum atoidea, polimiositis, síndromes inducidos por dro- tánea durante cualquier intervalo de observación.
gas, hepatitis crónica).
Anticuerpos a11tiribonucleoprote(nas: Los pacientes lúpicos
desarrollan anticuerpos contra antígenos nucleares extraíbles Tratamiento
en medio isotón ico (ENA: extractable nucl ear ant.igrn). Ellos
son: Sm, nR NP, SSA/Ro y SSAILa p1incipalmentc. Medidas generales. Es importante el reposo duran te los pe•
Anti S111: Son característicos del LES y excepcionalmente se ríodos agudos de la enfermedad. A medida que el cuadro clínico
encú entran en otras enfermedades del tejido conectivo, por lo mejora, el paciente podrá reanudar paulatinamente su acti,á-
que tienen un alto valor diagnóstico. Su frecue ncia en esta afec- dad normal.
ción es de alrededor del 20-30%. Debe evitarse la exposición al sol, particularmente en quie•
Anti nRNP: '!1enen una prevalencia del 40% .Si bien se creía nes padecen fotose nsibilidad ya que puede desencadenar un
que su presencia en el LES como único anlicuerpo identificaba
1 1
brote multi sistérnico. Por la misma razón debe proscribi rse el
a un subgrupo de pacie ntes con muy baja incide:ncia de nefropa- uso de drogas capaces de acti var un LES, BU especial hidralaci•
tia, actualmente esto no es tan real, ya que se ha obse1vado pa- na, isoniacida, procainamida, sulfas , anticonceptivos orales 1 etc.
cien tes con nefropatía lúpica nllNP positivos.
Anti SSA/Ro y Anti SSB/La: Fueron descriptos orie~naria- 1)·atamienlo farmacológico. Hasta el presente no existe un
mente en paciente con síndrome de Sjügren. La frecuen cia en el tratamiento curativo del LES.
LES es del 40% para el an ti SSA/Ro y 15% para el SSB/La. Se
Las drogas más comunmente utilizadas son: drogas antiin-
asocian a cuadros clínicos particulares: LES ANA negativo, lu•
flamatorías no esteroideas (DAINE), antimaláricos, corticoeste-
pus cutáneo. subagudo, LES neonatal, bloqueo congénito AV
ro ides y cit.ostáticos.
compl eto y síndrome de Sjogren.
DAINE. Son geueralmente eficaces en controlar las manifes-
taciones clínicas leves a moderadas de la enfermedad t ales co-
A11ticuerpos Anti{os{olípidos: Son dos autoanticuer pos : el
mo fiebre, artral gias y artritis. .
Anticoagulante lúpico y Anticardiolipina. Este último puede ser
La droga de elección es el AAS en dosis de 3 a 5 gr. diarios.
del tipo lgG o IgM.
También pueden utilizarse otras drogas antü nflamatorías
Se encuentran con más frecuencia en el LES (15-20% el an-
no esteroideas.
ticoag ulante lúpico y 25-30% el anticardiolipin_a). Es posible de-
tectarlos en otras patologías: Artritis reumat01dea, artnt1s reu•
matoidea juven il, Iupuslike, lúes, sín drome de Antimaláricos: Son utilizados en el tratamiento de las mani-
inmu nodeficiencia adquirida y en gerontes snnos. festaciones articulares y cut-áneas dd LES, eSpecia1mente en el
Estos ·anticuerpos actúa n sobre el componente fosfolipídico Lupus d!scoideo crónico con resullados saat:isfactorios.
del complejo protrombinasa (el cual esta constituido por los fac- Se emplea la Cloroquiua (100 a 200 mg/día) e Hidroxiclo•
tores V, Xa, Ca y fosfolípido) impidiendo la activación de pro- roquiua (200 a 400 mg I día) por vía oral. De existir, la mejoría
trombina en trombina; de este modo resulta afectada tanto la clínica se manifiesta no antes de los 3 a 6 meses de iniciado el
vía intrínseca como la vía extrínseca de la coagulación. tratamiento. La re tinopatía, aunque infrecuente¡ pued e ser
La presencia de estos anticuerpos se asocia a manifestacio• irreversible. Estas drogas son cap aces de producir depósitos
nes clínicas definidas que constituyen el S indrome .4.11/ifosfo- come an os.
/ípido (SAF) que se ve más frecuentemente asociado al LES pe- Por lo tanto todo paciente sometido a un tra tamiento con
ro también puede ser pri mario. ant.irualáricos debe efectuar un examen oftalmológico cada 3
meses, que incluye un examen con lámpara de hendidura, fondo
Criterios diagnósticos. (Nigel E. Harris, 1987) de ojo, campo ,ásual y visión de los colores.
Criterios cUrzicos
1) Trombosis venosa v/o arterial Corticoes/eroidcs: Estas drogas han hecho posible prolongar
2) Abortos espoutáne.os recurrentes la sobrevida y red ucir la morbimortalidad del paciente lúpico.
3) 'fromb ocitopenia Aún así, debe t.ern: rse presente que tratar a un paci ente con
Cri terios serológicos ACL LES no es sinónimo de iniciar con corticoterapia. De hecho,
1) ACL lgG > 20 GPL existen form as leves que pueden ser manejadas con DAJNE y/o
2) ACL lgM > 20 MPL antimaláricos.
3) Test anti coagulan te lúpico positivo En pacientes refractarios los c01i.icoides pueden ser adicio-
1
vero: nefropatía activ a , anemia hemolítica, lrornbocilopenia, Agentes citotóxicos. Los más utilizados en el trala ,.:.-;,y ciclos-
compromiso del SNC, vasculi tis, etc. requieren altas dosis (> LES son la Ciclo/os/amida y la Azatioprina. :.,cien-
lmg/kg/dia de Prednisona) para suprimir la actividad lúpica. La Ciclofostamida puede ser admi nistrada tanto por vía ""-
Un a vez obtenida Ja mejoría clínica, debe dis minuirse le nta- en dosis de 2,5 mg/Kg/<lía como parenteral "en pulso" a razón <le
mente la dosis.
0,5 al grlm2 superficie corporal una vez por mes, 3 meses.
De no remitir el cuadro, o bien si se presentan efectos cola-
La Azatiopri na se emplea por vía oral en dosis de 1,5 - 2
terales indeseables debe considerarse la posibilidad de agregar
mg./kg/día.
un Bgente citotó:-:ico.
Habitualmente, el corLicoide es administrado en una dosis Ambas drogas presentan efectos colaterales serios por lo que
única mati nal di aria respetándose así el ritmo círcadiano; tam- debe evaluarse la relación riesgo/benefici o antes de introducir
bién se lo utiliza en forma fraccionada. un agente citotóxico al plan terapéutico.
La terapia "en pulsos" con Metilpred,lisolona e.v. se resen-a En líneas generales, podenios decir que el paciente lúpico
para aquellas manifestaciones severas de la enfermedad tales debe estar bajo control médico permanente. El tipo de medica-
como glomeruloneÍlitis proliferativa difusa rápidament~ evolu- ción y las dosis util_izadas deberán adaptarse a la intensidad de
tiva, cuadros vasculiticos, t.rombocitopenias, neum.onitis y cere- la actividad lúpica y a los órganos y sistemas afectados .
britis lúpic.as refracta ri as al tratam iento convencional. Las moditicaciones terapéuticas deben realizarse fundamen-
Consiste en la admi nistración de l gr. de Metilprednísolona talmente sobre la base de los hall azgos clínicos más que los se-
por día por vía e.v. en solución dextrosada a pasar lentamente ro lógicos. Las alteraciones del laboratorio adquieren relevancia
en 60' a 90'. en tanto y en cua nto se acompañe n de signos de adividad clíni-
Este esq uema se repite durante 3 días consecuti vos. ca.
En 1972, Sharp llamó la atención sobre un grupo de pacien- pulmonar, etc., haciendo difícil en un comienzo establecer el
tes en los que observaba rasgos clínicos, serológicos y aun ana- diagnóstico dife rencial con otras ETC.
lomopalológicos de LES , AR, ES y PM. El común denominador
de estos pacientes no fue solamente la superposición de caracte- Compromiso dérmico: la hinchazón de manos es un signo de
rísticas diferentes enfermedades del tejido conectivo (ETC), si- frecuente observación (manos suculen tas). Existe edema del
no la presencia de un anticuerpo que reaccio naba contra unan• dorso de manos que se e>.iiende a dedos, los que suelen ser dolo•
tígeno nuclear extraí ble por so lución sali11a lEN_i. Con rosos a la presión.
posterioridad fu e demostrado que el anticuerpo actuaba rontra En el 40 % de los pacientes ocurren cambios dénnicos que
un componente del ENA: la ribonucleoproteina (RNP) o más es- recuerdan al LES: eritema malar, lesiones díscoides crónicas,
pecíficamente la UlsnRNP. alopecia, etc. Otras veces es posible obsen-ar telangiectas ias ,
A diferencia de los síndromes de superposición y de 1a En- áreas de hipo e hiperpigmentación y, menos fre cuentemente,
fermedad Mixta del Tejido Conectivo (EMTC), ha surgido en la cambios dérmicos ulcerativos o necróticos. En est.adios más
literatura actual el concepto de Enferme<lad Indiferenciada del avanrr.düs <le la enfermedad se pueden desarrollar lesiones dér-
Tejido Conectivo, cuando los desordenes difusos no reunen cri- mica~ similares a las observadas en la ES, tales como esclero-
terio para una enfermedad definida, que podrán apa recer con el dactilia, te}angicctnsias, cakin'?sís, cte.
tiempo, incluyendo a la EMTC. El fenómeno de Reynaud es uno de los signos más frecuen•
tes y constantes, pudiende ser muy precoz, precediendo en me-
ses o años la apa rición de otras manifestaciones de la enferme-
Clínica dad. Se t.ra ta de un espasmo va~cul ar de aparición espontánea
o a la exposición al frío . Afecta particularmente a los dígitos de
las manos, pudiendo hacerlo también en pies y orejas. La colo-
No existen datos epidemiológicos que permitan establecer la
ración de la piel se torna extrernadamente pálida, dando luego
real incidencia de esta enfermedad en la población . No obstante
paso a una etapa de cianosis pronunciada . Las úlceras y necro•
se cree que es tan frecu ente como la ES, menos que el LES y
· sis severas de los dígitos, tan frecuentes en la ES, son de rara
más que la PM. observación en la EflITC.
El 80 % de los pacientes afectados son mujeres jóvenes.
Se han observado casos de acentuada hiperplasia linfoidea
acompañando a un síndrome febril.
Presentación in icial: Sueie comenzar en forma 1eve, ·con;fo.
toma,;; mínimos t ales como artralgias, mialgias, fenómeno de A,-ticulacioncs: Las artralgias y artritis fueron observadas
Raynaud y manos hinchadas. Otras veces pu ede presentarse aproximadamente en el 75 % de los pacientes y si bien no es ha-
como poliartritis, míositis, serositis, leucopenia, enfermedad bitual men té <leformante, su presencia puede simular en todo a
una AR. La presencia de un mayor compromiso sistémico y ~e-
nor tendencia a las erosiones óseas marcan las principa1es dife-
' Dr. RUBEN GIACOM ETTI rencias.
111 O SEMIOLOGIA, SEM IOTECNIA Y MEDICINA INTERl~A
11-acto gastrointestinal: recuerda a la ES. Estudios radiográ- AJ considerarlo se debe tener en cuenta tres caract.edsticas
ficos y en especial manométricos demuestran la presencia de al- de la enfermedad a) compromiso muJtisístémico, b) evidencia de
teraciones esofagicas en el tercio inferior en el 80 % de los pa- poca efectividad terapéutica para algunos de sus problemas es•
cientes, In mayoria de los cuales se hallan asinto máticos. pecíficos, c) incom pleto conocimiento de su evolución clínica y
También es posible constatar dilataciones e hipomotil idad pronóstico.
en la segunda y tercera porción del duodeno. Se debe hacer énfasis, no obstante, en que no debe emplear•
se necesariamente esteroides. Muchos de estos pacientes serán
Al igu al que en la ES pueden hallarse divertículos en el bor•
adecuadamente manejadas con tratamiento sintomático. Utili-
de antimesentérico de colon.
zando DAINE en caso de compromiso articular, metoclopramida
o ranitidina para la disfunción esofágica, nifedipina ante la pre·
Compromiso renal: es relativamente infrecuente (20%), ha- sencia del fenomeno de Raynau <l.
bitualmente leve pero de curso variable pudiendo exteriorizar-
1 La terapéutica esteroidea se limitará a aquellos casos en
se exclusiva mente por proteinutia mínima o bien desencadenar que la medicación empleada en piimera instancia no hubiera
un síndrome nefrótico. La microsco pía óptica de.muestra la pre- sido exitosa, teniendo en cuenta la buena respuesta de los corti-
sencia de hipercelulaiidad mesangial, glomerulonefritis foca l, coides en los casos complicados por meningitis aséptica, peri•
glome rulonefritis membranosa difusa, El pronóstico es menos carditis 1 miosit.is, artritis) pleuritis y anemia hemolít.ica.
favorable en niños. Asimismo debe tenerse presente la escasa respuesta que a
ENFERMEDADES INlvlUNOALERGICAS 1113
los esteroides tienen los síntomas gastrointestinales, ]a hiper- Las terapias inmunosupresoras con ciclofosfamida y ciclos-
tensión pulmonar y renovascular, el fenomeno de Raynaud, la po1ina han sido reportadas en un reducido número de pacien-
miocarditis, la neuralgia del trigémino y la nefritis membranosa. tes, con remisión clínica temporaria de la enfermedad.
ESCLEROSIS SISTEMICA*
(ESCLERODERMA DIFUSA)
Es una afección generalizada del tejido conectivo cuya prin- prometida en el 95c7ª de los pacientes. Se destacan durante su
cipal caracte1istica es la fibrosis de piel de ciertos órganos in- evolución tres formas:
ternos tales como: corazón, pulmones, gastrointestinal)
ril1ones. La fibrosis se presenta corno consecuencia de un dis- • Temprana:
turbio en la microcirculación originado por lesiones vasculares Manos edematosas, turgentes, indoloras. Se halla presente
pro1iferativas y obliterativas que llevan a una atrofia residual el fenómeno de Raynaud y es posible en algunos casos observar
del órgano comprometido. úlceras subunguea]es y dolorosas, en los pulpejos de los dedos.
La causa que precipita dicho disturbio permanece desconoci- Puede observarse el mismo proceso en los pies.
da, pero es evidente que los mecanismos. inrnunes jut:gan un rol
importante. Es frecuente hallar el término esclerodermia como • Intermedia:
"
sinónimo de Esclerosis Sistémica (ES). Cabe destacar, sin em- La turgencia inicial es reemplazada, a vi!ces rápidamente
bargo, que esclerodermia involucra a todas aquellas alteracio- por adherencias de la píe! a planos profundos (huesos, articula-
nes que afectan a la pie1 originando ~nduración de la misma; ciones, tendones, etc.). No es infrecuente observar las limitacio-
existiendo formas localizadas únicamente a piel y formas difu- nes funcionales que esto ocasiona en las pequeñas articulacio-
sas que comprometen órganos internos tal el caso de la ES. De- nes de las manos . Estos cambios pueden además hacerse
be evitarse el término "progresiva" (Esclerosis Sistémica Pro- presentes en antebrazos, brazos, cara, tronco y miembros infe-
gresiva) habida cuenta de que en algunos pacientes se observa riores.
estabilización/o regresión de la enfem1edad. Se emplea el término "esclerodactilia" para hacer referencia
a la induración de la piel de los dedos exclusivamente; el de
"acroesclerosis" si además afecta el dorso de las manos y ante-
CLINICA brazos, y el de "difusa" para las formas en que también se ven
compromet.idos el tronco y los brazos.
1\-fanifestaciones Iniciales
Afecta cuatro veces más a las mujeres que a los hombres, es- • Tardía:
tando aumentada su incidencia entre los 30 y 50 anos. Los sín- En algunos casos se observa una mejoría tal que puede pre-
tomas de comienzo más frecuentes son el edema indoloro de senciarse la involución hasta los estadíos más tempranos de la
manos y el fenómeno de Raynaud definido como un episodio de enfermedad. La piel adquiere lentamente su elasticidad habi-
cambios de color {palidez, cianosis, eritema), ocurriendo en res- tual/ confiriéndole un aspecto casi normal.
puesta al frío y/o estress emocional. Se observa en dígitos, de- Las lesiones de las distintas formas antes descriptas van
dos de pies, orejas, naiiz y lengua. acompañadas de grandes zonas de. hiperpigmentación alterna-
La seve1idad del mismo esta dada por el grado de injmia di- das con otras hipopigmentadas. Es posible, asimismo, observar
gital isquémica. . . dilataciones venulares y capilares (telangiectasias) localizadas
En el 30% de los casos puede haber compronnso articular especialmente en dedos, palmas, labios, cara kngua y tronco.
que oscila desde artralgias leves hasta cuadros poliarticulares La presencia de calcificaciones subcutáneas es otra caracte-
inflamatorios bien definidos. En un pequeño grupo de pacientes rística del compromiso dérmico de esta enfermedad; pueden es-
es posible hallar alteraciones viscerales de inicio (disnea, disfa- tar localizadas en la región palmar de los dedos, a lo largo de
gia) sin compromiso de la piel (Esclerosis Sistémica sin esclero-
los musculas e1iensores del antebrazo, el olécr-anon y la región
dermia); no obstante, las manifestaciones dérmicas son las for-
prerrotuliana. Su tamaño oscila entre la cab.za de un alfiler
mas de comienzo más típicas y frecuentes, observándose el hasta grandes conglomerados cálcicos.
mayor o menor compromiso sistémico durante el transcurso de
su ~volución.
Esófago
Piel
Su alteración esta caracterizada por hipomotolidad de los
2/3 inferiores. Se halla presente en el 90% de los pacientes
Su afectación le pone el sello distintivo a ia enfermedad tan·
cuando es buscada a traves de técnicas sensibles. No obstante,
to por ser característico como por su frecuencia. Se halla com•
sólo presentan síntomas el 50% de los pacientes. Las manifesta-
ciones clínicas más frecuentes son disfagia, regurgitación Y do-
• Dr. JORGE VELASCO lor retroesternaL
1114 SE MIOLOGIA, SEMIOTEC NIA Y M EDIC INA INTERNA
Duodeno Hueso
Es posible observar h ipomolili da d duodenoyeyu nal que se No se hallan afectados en los estadios precoces. En etapas
puede expresa r cl ínicamente a través de un síndrome de malab· mús avanzadas se pone de mani fi esto la reabsorción de las fa .
sorción. Los estudios rad iográficos muestra n dilatación de la se• lnnges distales {acroosteólisis} característica de est.a afe.ctación.
gunda y tercera porci ón del duodeno y transito de pasaje de
sustanci a de contraste enlent.ecido.
Articu lnciones
forzado/capacidad vital típico de la enfermedad intersticial. El compromiso miocárdico ha sido detectado en 81% de ne-
La disminución de la ce. pacidad de difusión aislada o despro- cropsias en pacientes con ES, habiéndose obsen ado a tr avés de
1
porcion ada puede sugeiir compromiso vascular pulmonar. la ecocardiografia anormalidades en el 50%. Desde el punto de
La enfermedad obstrucciva es atribuida al cigarrillo o aspi- dsta electrocardiográfico se hallaron arritmias a ttiales y ven-
ración crónica. tricu lares. El derrame pericárdico es comú n aunque carece ha-
Lavado broncoalveo lar: sus h allazcros incluven aumento de bitu almente de manifestaciones clínicas. El fallo cardíaco puede
neutrófilos linfocitos y menos frecuent'emente ;osinófilos como ser secundario a otras causas tales como hipertensión pulmo nar
también aume nto de complejos inmunes y fibronectina. ' y/o lesión renal.
Se constata .1unque_en form a poco frecuente, la presencia de
derrame pleural. La h1pt:rtensión pulmo nar es otra de las fo r-
mas en qu~ pueden afectarse los pulmones. Puede ser prirr..aria Siatemu n ervioso
o secundana a enfermedad int.erslicial. Sa hiperte nsión pu! mo·
nar debed considerarse primera insta ncia como evidencia de La ne.uro patía pe1iférica, es pecialmente la neuralgia del tri-
compromiso vascular pulmonar. gerrdno, puede hacerse presente en e~ pecial en estad íos ava nza-
ENFERMED ADES INMUNOALERGICAS 1115
dos de la enfermedad. Se ma nifiesta habitualmente como la Si se constata compro miso esofágico, indicar comidas fra c-
neuropatía por atrapamiento. El sistema nervioso central no se cionadas blandas y ricas en proteínas y complementos .vitamíni-
halla habitualmente comprometido en la ES. cos. Se suge1irá evitar el decúbito inmediatamente después de
Existe una variante clín ica en la que el compromiso de piel las principales ingestas. Suprimir el tabaco e indicar Kinesiote-
suele li mitarse a los dedos (esclerodacli lia) y ocasionalmente a rapia respiratoria en los casos en que se compruebe alteración
brazos (acroesclerosis ), co n presencia de acumulos cálcicos (cal- pulmonar.
cinosis), telangiectasias, fenónleno de Ray_naud y alteraciones
esofágicas (síndrome CREST, acrónimo formado por las prime-
ras 1etras de los térm..inos que en inglés indican calcinosís, Ray- Tratam iento
na ud, disfunción esofágica, esclerodactilia y telangiectasia). Se
caracteriza por seguir un curso crónico con menor compromiso l-Fe11óme110 de Ray11aud
de órganos intern os y en apariencia evolución más benign a. Se- Drogas vasodilatadoras bloqueantes de canales de calcio: ni-
fedipina 10-30 mg/diarios.
rológicam ente se asocia a una alta frecuencia de anticu er pos
Otra? dro~as: .ketanserina (antagonlsta de serotonina), pra~
a n ticentrómetro .
zosin, mtroghcenna, prostacicl ina (Iloprost IV), nitratos tópi-
Se denominan estado esclerode rmiformes a cuad ro s de indu- cos.
ración cut.anea de diversas etiologías, que tienen una distiibu-
ción cutánea distinta, ausencia de fenómeno de Raynaud y de 2·Piel y co lci11osis
manifestaciones sistémicas de esclerodermia. Ejemplo: porfiria La D•penicilamina ha dem(lsLrado disminuir el compromiso
cutánea tarda , síndrome c:ircinodide, síndromes co ngénitos cutáneo. Su empleo· quedaría reservado a ES de reciente inicio
(\1/e rner) 1 cuadros inducidos químicamente: bleomicina, por in- con mínimo compromiso de órganos. En las formas clínicas loca-
halación (resina epoxi, si líca, solventes orgán icos, pesticidas), lizadas o ES .avanzadas su efecto t~rapéutico es dudoso.
por inges tión (aceite tóxico}, por inyección (parafi na, si]iconas). El clorambucil, azatioprina y íl uorouracilo no han demostra-
do beneficio algu no en la evolución de la enfermedad. Se obser-
vó cierta mejoría de las lesi_ones cutáneas con cíclosporina A, si
LABORATORIO bien es dable de tener en cuenta . ·
Calcinosis: generalmente es asin tomática, pero si es doloro-
Es posible observar una elevación de los reactantes de fase sa puede responder a colchicina o DAlNE, si causa ulceración
aguda, así como las gnmma-globul inas en aproximadamente la requiere me didas locales, ATE para lnfección y ocasionalmente
debridamiento quirúrgico.
mitad de los pacientes.
Del 25 al 30% de los enfermos presentan facto res reumatoi- 3-Sistema m.usculoesquelético
deos positivos pero excepcionalmente se hallan en títulos ele'.'a- Artritis, compromiso tendinoso y muscular: DAINE. Cuando
dos. Los FAN suelen estar presentes ent.re el 40 y 90% de los ca - el comp romiso antedicho es severo pueden utilizarse dosis ora-
sos variando de acuerdo al sustrato empleado. El anticuerpo les bajas de corticosteroides (menor de 10 mg/dia prednisona).
anticentrómero se hall a entre el 50 y 90% de los pacientes con La terapia fisica agresiva es muy importante.
CREST. Este an ticuerpo se encuentra presen te en estadios tem- La miopatia iníla matoria req uiere altas dosis de estcroides.
pranos de la enfermedad, lo cual le confiere una particu lar im-
po rtancia en el diagnóstico precoz.
El antitopoisomerasa 1 (Scl-70) se halla aproximadamente 4-1hrcto gastrointestinal
en el 20% de los pacientes , pero a pesar de su bJ.ja sensibi lidad Reflujo esofágico y dismotilidad: fraccionar las comidas, an-
es altamente específico para ES. tiácidos, agentes bloqueantes H2.
Agentes citoprotectores (sucralfato). Evitar DAlNE, y blo-
queantes de canales de calcio. En casos severos utilizar ornepra-
DIAGNO STICO zole.
Disfagia y vómitos: drogas procinéticas: met.oclopramida, ci-
Se establece a través de la presencia de los siguientes crite- sapiide.
rios: De ser necesario dilatación esofágica.
• Criterio mayor: • acroesclcrosis
• Criterio menor: • esclerodactilia 5- Pulmón
• úceras digi tales Pleuiitis: DAlNE, si no responde corticosteroides. Enferme-
• fibrosis pulmonar dad pulmonar intersticial: corticoesteroides 10·40 mg/dia. Cirlo-
fosfa mida oral o IV intennitiente. La D-penicilamina ha resul-
t ado poco efectiva. Hiperte nsión pu lmonar: ox igeno,
Diagn6stico de ES: 1 criterio mayor o dos menores. anticoagu)ación pa ra prevenir tromboembolismo, control pul-
(AR.A., 1980) monar de fallo cardiaco.
6- Corazó11
TERAPEUTl CA Pericarditis poco frecuen te, responde a DAlNE. Los esteroi-
des estan reservados para casos severos. La fibrosis miocardica
La heterogeneidad de la enfermedad, severidad y patrón es no causa típica angina o infarto pero puede dar insuficiencia
un importante factor en el plan terapéutico. cardíaca congestiva con cardiomíopatía. La perfusión mejora
El resultado con drogas modificadoras de enfermedad es mo- luego del uso de bloqueantes de can ales de calcio y dipi ridamol.
desto, pernel tratamiento organoespecífico puede ser muy bene- Arritmias y alte raciones ECG son comunes. en genera l son
ficioso. asintomáticos y no requieren tratamiento.
7•Ríi1ó11
Cuidados gen erales Los pacientes con esclerodermia difusa temprana y engrosa-
miento progresivo de piet anemia o problemas ct:rdíacos tienen
Evitar la exposición al frío o hacerlo con protección en los mayor iiesgo de desarrollar crisis renal. Los bloqueantes de. en-
pacientes con fenómeno de Raynaud. Aconsejar al paciente a zima convertidora son los más efectivos; cuando a dosis m~ma
mantenerse activo, adecuando un plan de ejercicios en cada ca- no controlan la TA se usan blo1Jueantes de canales de calc10 o
so a fin de aumentar la elasticidad de 1n piel evitando la anqui- minoxidiL Si hay ins uficiencia renal progresiva: diálisis, trans-
losis articula r. plan te rena l.
El ✓ FERMEDADES INMUl"OALERGICAS 1116
POLIMIOSITIS Y DERMATOMIOSITIS*
La polimiositis (P!vl), dermatomiositis (DM) y miositis con tan rasgos clínicos de laboratorio, histológicos, inmunológicos,
cuerpos de inclusión (MCIJ, denominadas miopatías inflamato- pronósticos y terapéuticos característicos,
rias i<llopáticas, c1barcan un grupo heterogéneo de enfer- La etiología es desconocida. Puede asociarse con enfor•
medades manifestadas por debilidad muscular, proximal e medades :iutoinmunes y virosis, que jugarían un rol en su
inílamación en la biopsia muscular. Estos tres grupos presen- patogénesis.
ASOCVI_C!ONES DM PM MCI
~1AN1FESTACI0!\1ES:
CLASIFICACION (Bohan y Pe ter)
J. MUSCULARES.
Tipo l: Polim.iositis idiopática primaria.
Debilidad muscular proximal y simétrica, comienzo subagu-
Tino II:Dermalomiositis i<liopatica primaria.
Tipo Ill: Derrnatomiositis o Polimiositis asociada a neoplasia. do en semanas o meses. Compromete la cintura escapular y
Tipo IV: Polimiositis o Derrnatomiositis de la infancia. pelviana, teniendo el paciente dificultad para levantarse de una
Tipo V: Polimiositis o Derrnatomiositis asociada a otras silla baja, subir escaleras, peinarse, levantar los brazos) etc.
enfermedades del colágeno. Puede acompanarse de dolor muscular. La debilidad de los
A] grupo de afecciones antes descriptas debe agregarse la
musculas ílexores del cuello ocurre en la mitad de los pacientes.
La disfagia puede ser secundaria a disfunción cricofaríngea o a
MCI. disfunción esofágíca. El compromiso de los rnúsculos faríngeos
produce disfonía y trastornos de la deglución. con la posibilidad
• Dra. GLADYS BOVEA de aspiración. -
1117 SE lvllOLOGIA, SEMIOTECNIA Y lvlEDIC II-JA INTERNA
7- DIGESTIVAS. ELECTROMIOG.RAMA
La disfagi a alta es secund a1i a a la debilidad de los músculos
faríngeos, a menudo se asocia a aspiración pulmonar. La disfa- Este examen complementario permite dest acar pat.ología
gia distal es secundaria a trastornos de la motilidad esofágica y neuromuscular. Debe efectuarse a nivel de la raíz de los cuat.ro
al desarrollo de esofagitis por refl ujo. En ni ños la vasculitis de miembros. Los pacientes portadores de enfermedad infl amato-
la mucosa gastroin tes tinal cor,duce a hemorragia di gestiva, ria muscular muestran patrón miopático caracte1izado por:
1- Signos de in-itabi lidad muscular en reposo indicado por
comprometiendo la vida.
potenciales espontáneos de fibrilación.
2- Aparición de potenciales polifásicos de pequeña amplitud .
8- RENALES. 3- Desca rga repetitiva de potenciales.
Poco frecuen tes, se ha descri pto insuficiencia renal por
mioglobinuria, proteinuria y síndrome nefrótico, glomerulone-
fritis focal moderada y pro liferativ a focal sin insuficienci a BIOPSIA MUSCULAR
renal.
Es de gran valor diagnóstico. En la polimiositis se caract.eii~
9- TEJIDOS BLANDOS. CALCINOSIS. za por in tensa necrosis celular con infiltrados infl amatorios
La calcinosis o calcificación subcutánea es poco frecuente en localizados en el endomisio, perimisio o peri\'asculares. En la
adultos, ocurriendo con mayor frecuencia en niños y adultos dennatomiosilis, la atrofia perifascicular es caraeteristica y los
jóvenes con derrn atomiositis. Los depósitos calcicos pueden infiltrados son predominantemente peri vasculares o interfascic•
abrirse al exterior y causar ulcéaciones o infectarse. La calcifi- ulares. En la miositis por cuerpos de inclusión el cambio carac-
cación puede ubicarse en la fa scia que r odea a los grupos terístico es la presencia de vacuolas intracelulares alineadas.
musculares de las extremidades, conduciendo·a una induráción La microscopia electrónica revela inclusiones intracito plasmáti -
tipo "madera1\ que limita los movimientos severamente. cas o int.ranucleares tubulares o filamentosas.
1118 ENFERMEDADES INMUNOALERGICAS
Es una inflamación cróniclde las glándulas exócrinas, par~ nectivo, especialm ente a la AR, y con menor frecuencia al LES,
tic ulanüen.Le 1as lagrimales y salivales, con híposecreción que ESP, PM, vasculilis, EMTC, así como a otras afecciones autoin-
munes como tiroiditis de Hashimoto y cirrosis biliar prim aria .
lleva a sequedad de los ojos (xeroftalmía) y de la boca (xerosto-
También puede p:esentarse 8.lsladamente, en cuyo caso es cono•
mía). Se asocia con frecuencia a las enfermedades del tejido co- ciclo rnmo •!comµi ejo sicca" o SS primario.
Afect.a mayorita riame nte al sexo femenino, ·después de °ios .
' Dr. EDUARDO DI GIORGIO 50 años.
SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA 11.JTERNA 1119
(SS-Bl, no son específicos para SS y pueden encontrarse en al tratamiento sintomatico de los trastornos ocasionados por la
otras enfermedades autoinmunes, especialmente en LES. La in• hiposecresi ón glandular.
cidencia de anti Ro es de 40-45% en SS y 25-30% en LES, y anti
La presentes en la mitad de los pacien tes con SS y en 10% de 1- Lágrimas artificiales, de meticelulosa varias veces por
pacientes lúpicos. días.
• Anticuerpos contra antígenos órgano-específicos: dirigidos
contra células dnctales salivales , células de glfodulas tiroideas, 2- lngesta frecuente de líquidos o buches con metilcelulosa.
mitocon<lria y mucosa gástrica . Extremar limpieza buca l.
Se ha sugerido el empleo de bromexina para el estímulo de
todas las glándulas exócri nas .
3- Histoco mpatibilidad.
Los pacientes con SS tienen muchas veces antígenos de hi s• Es oportuno recordar que ciertos fárm acos t ales como diuré-
ticos, antihipertensivos, antidepresivos con efectos anticoliner-
tocompatibilidad HLA B8 y DR3. Su presencia no sólo determi-
gicos t ules como feno tiazinas, antiespasmódios, an t iparkinonia-
na snceptibilidad, sino msyor severidad del proceso (SS P). El nos, pueden aur.1entar la hipofunción glandu lar, por Jo que
secundario tiene HLA ll8, DR4 y BW4. deben ser evitados .
Corticoides sistémicos, prcdnisona 0.5-1 mg/kg/día y drogas
inmunosupresóras t ales como ciclofosfamida, son usadas para
TRATA.l\1IENT0 enferme dad extraglandular severa incluyendo neu moniti s in-
tersticial difusa, glomeru1onefritis, vasculitis y neuropatía peri-
L as mú lti ples conductas propuestas t.ienden generalmente féríca.
VASCULITIS*
Las vasculi tis constituyen un grupo importante de síndro- de parámetros clínicos. test de laboratorio específicos, eviden-
mes que van desde procesos transitorios benignos hasra formas cias histológicas y angiográficas.
pro1::,Tesivas fatal es. Se caracterizan por inflamación y necrosis
de vasos sanguíneos de cualquier tipo y tam año (grandes vasos,
arle1ias, arteriolas , capilares, venulas y venas), afectando por ¿Cuándo penf ar en vasculitis?
isquemia diferentes órganos y sistemas . Puede ser un proceso
primario o asociarse a una en ferm edad sistémica subyacente. 1- Cuando varios órganos estan comprometidos si multánea o
La primera clasificación fue de Zeek en 1952, desde entonces consecutiva mente, ejemplo: rash cutáneo con dolor abdomi~
han surgido numerosas. En 1993 se propone en Chapel Hill la nal o glomerulonefritis, artritis con hipertensión, rash y
siguíente: neuropatfa pe riféri ca; epistaxis o descarga sanguinol enta
nasofaríngea con in filtrados pulmonares o glomeruloneifri-
Vasculi tis de grandes vasos: tis.
• arteritis temporal 2- Cuando hay un a desproporción entre en fermedad u órgano
• arteritis de Takayas u afectado y edad. ejemplo : persona jóven con enfermedad co-
ronaria, fiebre, descamación de la piel; déficit del pulso en
Vosc ulitis de medianos vasos: ali:;ún mi embro o accidente vascular cerebral.
• poliarleritis nodosa 3- Cu ando hay una desproporción entre síritomas general es y
• síndrome de Churg- Strauss hallazgos clínicos, ejemplo: dolor y ri gidez moderada a seve-
• enfermedad de Kawas aki ra r.n cintura escapular y pelvi ana, eritrosedimentación muy
acelerada y alteración del estado general en un geronte.
\!osru!itis de medianos y peq11e1ios uasos: Si bien las vasc ulitis tienen distintas formas de presenta-
• granu1om3.tosis de Wegener ción, la presencia de rash cutáneo, síntomas generales marca-
• vasculitis aislada del sislema nervioso central dos como fieb re, pérdida de peso y mal estad o general; mialgi as,
artra lgias, artritis y distintos órganos co mprometidos h ace n
Vasculitis de pequclios vasos: evocar el di agnóstico de alg una de sus formas .
• púrpura de Schonlein-Henoch
• crioglobul inemia mixta esencial
, angeitis !eucocitoplástica cutánea ¿Qué manifestaciones clúticas hacen sospechar vasculi-
• poli angeitis microscópica tis'?
El diagnóstico de las vasculitis se basa en una combinación • Cutánea: rash, púrpura, eritema nodoso, úlcera, necrosis.
• Nervio::a: mononeuritis múltip le, cefalea, accidente ·cerebro-
vnsc u1ar.
• Dr. EDUARDO DI GIORGlO • Respiratorio: epist.axis, d~scarga nasofatíngea hemorrágica o
SElvl lOLOGIA, SElvl lOTECl"'A Y MEDICINA INTE RN A 1 121
purulenta, infiltrado pulmonar nodular o cavitario. flu oresceinografia. tomografía axial computada de tabique na-
• Card io\'ascul ar: insu ficiencia cardíaca congestiva, ins ufi cien- sal, senos pa.ra nasales, pulmón, cerebro y resonancia nuclear
cia aó rtica, in fa rto de miocardio (en persona jóven), claudica- magnéti ca de tracto res piratorio superior y sistema ner vioso
ción en algún miembro superior. cent ral.
Gastroi ntes tinal: do lor abdo minal, hemonagia gastrointesti-
nal , abdomen agudo.
• Re nal: glo merulonefritis, hipertensión. VASC ULITIS DE GRA."IDES VASOS
• Ocu1ar: visicin borros a, di plopía, cambios súbitos en la visión,
amaurosis fugaz. Dos afecciones deber•. incluirse en este grupo: la ar teritis
• Muscu loesquelético: artralgia, arbitis, mialgia, miositis. temporal y la ar t~ritis de Takayasu.
estrechamiento arterial con dilataciones aneurisrnáticas postes• periférica e histológicamente granulomas vasculares y e1.-tra-
tenosis. vasculares con infiltrados de eosinófilos.
Tiene semejanza con la poliarteritis nodosa. Los elementos Es una angeitís de pequeños o medianos vasos de la lepto-
que la diferencian de ella son: antedentes de diátesis alérgica, rneninge y/o parenquima cerebral, focal, segmentarla, necroti-
especialmente asma severo, compromiso pulrnonar1 eosinofilia zante o granulomatosa.
SEMIOLOGIA, SEMIOTECl~IA Y MEDICINA INTERNA 1123
exacerbación de cuadro al reducir el corticoide, es esencial ex- severas se comienza con 4 mg/kg/día vía oral o endovenosa (tres
cluir diversas causas de dolor regional, antes de modificar la a cinco días), luego disminuir a 1-2 mg/kg/día, continuando con
dos is del fármaco. una dosis de mantenimiento de 75 mg/día. La misma debe con-
ti nuar un año después de desaparecidos los índices de activi-
dad.
Poliarteritis nodosa y síndrome de Chw-g-Strauss En años recientes se ha evalu ado la utilidad de los "pulsos
intermitentes" de ciclofosfamida, trimetroprima/sulfametoxa-
La terapéutica de elección son los corticostcroides y age ntes sol; corticosteroides asociados a pulsos semanales <le metolrexa-
citotóxicos, solos o combinados. to 15 a 25 mg, con resultados variables.
La uti li zación de estas drogas aumentó nolablemen te ]a so-
brevida de estos pacientes .
Estudi os recientes demuestran a siete años de t.rat11miento, NUEVAS MODALIDADES
una sobrevida del 72% al 83%.
De inicio: prednisona 80 mg a 120 mg/dia. Si pasados trein- La plasmaféresis, gama-globulina endovenosa en graneles
ta días no hay evidencias de remisióu 1 se agrega cidofosfam.id a dosis, el an ticuerpo mo noclon al Campath-1, se han apli cado
tanto en la Granu]omatosis de V·legener, como en la Poli arteritis
J a 2 mg/kg/dia.
Nodosa y en el Síndrome de Churg-St.rauss con resultados con-
En casos severos: ciclofosfamida endovenosa 3-5 mglkg/día,
trove rtidos.
3 a 5 días , 9sociado a pulsos rnetilprednisona 15 mg/kg/día tres
días consecutivos; puede n llevar a un control más rápido la en-
fermedad.
Angeítis por hipersensibilidad cutánea
Obtenid a la remisión se dis minuye la prednisona gradual-
mente para llegar a 8-10 mg/día y la ciclofosfanuda a 50-75 mg- Tratamiento sintomá tico o dosis bajas de corticost-eroides.
/c.1ía , dlirante dieciocho a veinticuatro meses.
Durante la administración de corticosteroides se indica cito-
protr-rtión gáshica y si recibe ciclofosfamida, control leucocita- Púrpura de Schonl ein-Heno ch
ria cada trE-inta días , debiendo suspender la dosis momentúnea-
rnenle si la cifra de leucocitos está por debajo de 3000. En los casos leves no es necesario ni ngú n tratamiento. Anal-
La ciclofosfa mida ind uce a injuria de vejiga, cistitis hasta gesia o antiinflamatorios no esteroideos para las arlralgias.
.:::mcer. Controles: detección de hematuria microscópica, citolo- Para el compromiso gash'ointestinal, cort.icoste:-oides en do-
gía uri naria y eventualmente cistoscopía exploratoria. sis bajas. Las manifestaciones renales, rn emplean desde corti-
Dado que la tera pia inmunosupresora esta asociada con costeroides hasta az athiopri na o gl obul ina en doveno sa, de
riesgo aumentado de infecciones oport.u nistas> tales como neu- acuerdo a la severidad del cuadro.
monía por pneumocistis carinii, algunos centros proponen tera-
péutica profiláctica.
Crioglobulinemia mL, ta esencial
Gran uloma tosis de ,vegencr Corticosleroides por vía ora.1 o en pulsos, <le acuerdo a la im-
portancia del proceso, asociados de ser necesario a agentes cito -
La asociación de corticosteroides y ciclofosfamida permite tóxicos, ciclofosfamida.
obtener remisiones en el 90% de los pacientes.
La plasm aféresis debe con si derarse en el manejo inicial,
cuando hay peligro de vida.
Previo a este traiamiento, la sobrevída media era de alrede·
En casos severos se ha utilizado con significativa mejoría el
dor de cinco meses.
Corticosteroides: dosis inicial 1 a 2 mg/kg/día, luego se efec- interferon alfa-2a, en dosis de tres millones de Unidades tres
túa la reducción progresiva a continuar con la dosis de ma nte· veces por semana por vía subcutánea durante seis meses.
nimiento dos años. Efectos secundarios más comunes del ínterferon son: síndro-
Cidofosfamida: 1 a 2 mg/lcg/día de inicio, en las formas muy me seudo-g¡i pal cefaleas, citopenias y síntomas neuropáticos.
1
SEMIOLOG IA, SEMIOTECNIA Y MEDI CINA INTERNA 11 25
AlVIILOIDOSIS
Dr. EDUARDO BENZECRY (+)
La amiloidosis es una afección degenerativa debida al dE:pó- sa; la amiloidosis tipo ASb en el curso de la enfermedad de A] z.
sitoi de una proteína anormal en el intersticio celular de ciertos heimer y de la t.risomía 21, etc.
órga nos y tejidos. En el pasado, como se le encon trase afinid a•
des tinloriales a ná logas a las del almidón se le dio la dcn,múna- Clas ificación de las amiloidosis: (1) am iloidosis prima -
ción de substancia amiloidca 1 pero ello fu e un e1Tor, pues el al- ria: es aquella en la que no hay evidencias de una afecci ón pre•
midón es una substancia te rn ari a, mi entras la amiloidea es existente o ca-existente; (2) amiloidosis asociada al mieloma
cuatern ari a. Tam bién se creía que era amorfa, pero e} microsco- múlt iple; (3) amiloidosis secunda ria ya ·sea 1 (a ) a infecciones
pio electrónico demostró su estructura fi brilar. Por otra parte, crónicas, como la le pra, la tub erculosis, osteomielitis 1 ya (b) en-
no existe una subst.anc ia ami loidea sino \1ari as, en base a un fermedades iníla mat.0tias crón icas como la artritis reumatoi-
ori ge n de diferente producción. dea, la espondiloart ritis anquilosante, ya (c} secundaria a la he-
modi ális is ; (4) omiloidosis heredofamiliar es, como las
Fisíopatología: la síntesis de la substancia amiloide ha si- observadas en la fi ebre familiar mediterránea, y las arniloidosis
do posible inicialmente a parti r -in vit.To- de las cadenas ]l\ria• renales, cardíacas o neu rológicas famili ares; (5) nmiloidosis lo-
nas lambda de las inmunoglohuli nas. El segmento terminal N cal ya sea bajo un as pecto tu moral o en forma salpicada en di-
tie ne la misma secuencia de aminoá cidos que los identificados versos órganos, sin evidencias de sistematización; (6) la am i-
en la subslancia amiloídea de los mie1omas. Esta substancia loidosis de los ancianos.
amiloidea derivada de las cadenas livianas ha sido de:nominada
amiloid ea AL. Todas las proteí nas no tiene n la misma capaci•
dad ·am.iloidógena. Así, los rnielomas a cade nas livianas lambda Aspectos Clínicos de la A.miloidosis
son más proclives a presentar la complicación amíJoidea , que los
de caden as kap pa. Como estos últimos son los más frec uentes,
por ello sólo el 6 al 15% de los mielomas presentan am.iloidosis. En su aspecto clásico, el médico piensa en amiloidosis cuan-
La a ubst a ncia a miloid ea AL se encuentra en las amiloidosis do en el transcurso de una afección caquecti:rnnte, ya sea por
primitivas, en las disglobulinemias y en las cardiopatías amiloi~ una neoplasia o por un proceso supurativo crónico, el enfermo
<leas familiares. se complica con diarreas, edemas, albuminuria que puede llegar
Una fi siopatología vecina debe ser reconocida para compren- a ser masiva hasta de 20 a 30 gramos con poliuria y comprueba
der la art ropatía crón ica de los p ac ientes hemodialisados: se adem ás una important e hepato-esplenomega lia. Pero este as-
tra ta de una arniloidosis constituida de beta-2- rnicroglobulinas. pecto es rarame nte observado en la actualidad, en su forma
Esta es una proteína que consti tuye la cadena liviana de los an- completa. debido a los modernos recursos terapéuticos. Así, más
tígenos HLA A, B y C y se la reconoce actualmente idéntica al conforme a la realidad, resulta el estudio clínico del impacto de
Bone deriued growt h fa ctor (factor de crecimiento óseo, BDGF}. la am.iloidosis sobre los dive rsos órganos.
Lo que ocu rre es que a l estado norma], el catabolismo de la be-
ta-2 . microglobu!ina es asegu rado por el riñón. Esta molécula
es demasiado grande para atravesar las me mbranas de la he- Riiíón: la amiloidosis se expresa bajo el aspecto de un sÍT1 •
modiálisis y se produce una verdadera tesaurismosis de la mis- drome nefrótico: la albuminuria es im portante y se extiende
ma en el hemodi alisado. Hay evidencias que esas mismas mem- desde los 4 a los 20 gramos (a veces más) en las 24 horas. Los
branas estimulan la producción de beta-2- microglobulinas. edema $ son difusos, blandos y pálidos, se inician por las partes
declives y pueden culminar con un anasarca y derrames visee~
Al lado de la amil oidosis AL tiene su lugar la amí/oidosis
A'l (amyloid A related protein). Su precursora sérica es la pro- rales. No existe hipertensión arterial o asciende levemente. El
teína SAA (proteína sérica A am iloidea). La proteína sérica es sedimento urinario muestra uria fórmula citológica muerta, no
segregada por el hepatocito y normalmente degradada por una hay ni cilindros gra nulosos ni hematíes. La sangre muestra
enzima en el suero (amyloid-A degradin g proteasa}. Se supone urea normal salvo en las etapas terminales; la a lbúmina está
que la amiloidosis AA se debe o a un exceso de producción a ni- descendida, hay inversión del cociente albúminaiglobulina; so-
vel del hepatocito de la SAA o a un déficit de su destrucción por bre todo hay au mento de los alfa-2 -globulinas y de las betag/o-
la enzi ma correspondiente. En ambos casos se depos italÍa anor- bulillas; el fibrinógeno está aumentado y hay un moderado in-
malmente en los tejidos. creme nto de los lípidos. Puede observarse acidosis tubular renal
La amiloidosis AA se observa en las amiloidosis secundari as, y la ecografía puede mostrar trombosis de la vena ren al. El
en las nefropa tías amiloideas familiares (especialmente en la diagnóstico se hace por biopsia renal. Cuando ésta es positiva,
enfermedad periódica). Las ne uropatías amiloideas familiares muy difícilmente quedan tres años de vida.
se deben a una prealbúrn.ina anormal.
Numerosas variedades de amiloidosis han sido descriptas: la Hígado: una hepatomegalia importante, dura, sin ictericia
amiloidosis de tipo AFp en la polineuropa tía familiar portugue- en un tuberculoso o un infectado crónico despie1ta la sospecha
1126 ENFERMEDADES 1Nlv1UNOALERGICAS
de amiloidosis hepática. Raramente se preseüta a islada: la es- al pirofosfato de lewecio 99m. Si bien la hiperfijación del isóto-
plenomegalia amiloidea es prácticamente constante. Es una es- po, en el ventiículo izquierdo solamente, se puede observar en
plenomegalia sin anemia ni leucopenia (a menos de interferir la los tumores cardíacos, traumatismos, infartos o aneu ri smas, por
enfermedad de base). Asimismo, el compromiso renal es muy el contrario la /c,caliza.ción del tec11ecio a ambos ventrículos es al -
frec uente. Entonces. la intensa albuminuria con ese contexto tamente especifica de la arniloidosis cardíaca.
hepato- esplenomegálico orienta hacia la amiloídosis. Proble-
mas arduos da diagnóstico pueden surgir cuando el hígado ami- S i s fena 1Vervioso y A.miloidosis: puede observarse poli-
loideo se complica con hipertensión po1tal y ascitis: la biposia ncuropatia periférica, síndrome de Adie 1 hipoteosión post.ural,
hepática da la clave de la afección. Son las llamadas formas clí- incapacidad para sudar, ronquera e incontinencia de esfinteres .
nicas pseudo-<::irróticas de la am.iloidosis. También existen las Puede aumentar la proteinorraquia. Compromiso del sistema
formas clínicas hepato-miodrdicas 1 que pueden simular una ci- nervioso se s uele observar i:!Il las am.iloidosis heredofamiliares.
rrosis cardíaca, un a hemocromatosis o una pericarditis constric-
tiva. Una hepatomegalia dura e indolora 1 asociada a una insufi- 1\rlicu/aciones: la artritis reu matoidea puede complicarse
ciencia cardíaca primitiva con un electrocardiograma de bajo de amiloidosis. Ello se observa también en la espondiloartritis
volte~e, es evocador. Recuérdese que la elevación de les fosfata- anquilopoyética. Un paciente puede ser examinado por artropa-
sas alcali11as es habitual en la amiloidosis del hígado. tía amiloidea y descubrírsele el mieloma que le dio origen. La
artropatía de los hemodialisados por uremia crónica, hoy se sa-
Ba zo: es una esplenomegalia sin anemia ni leucopenia, muy be, se debe a una amiloidosis a rticular.
dura. Su local ización exclmúva al bazo es rarísima. La an1iloido-
sis esplénica confiere gran fragilidad al órgano: inten·enciones Otras loca lizacion es: su estud io clínico son del resorte de
quirúrgicas por su ru ptura han tenido lugar. los textos especializados. La amÚoidosis cutánea: ta} el síndro-
me de Lubarsch en donde una macroglosia firme y de palidez de
Intestino: la disposición circular de los depósitos, su volu- marfil, abollonada, se acompaüa de pápulas redondas y an1bari-
men, las ulceraciones de la mucosa determinan un cuadro nas1 pseudoesclerodennia y vegetacion es oríficinJes perivulva-
pseudo neoplásico, constipación melenas, dolores¡ signos radio-
1 res, lesiones musculares, lesiones viscerales. Las amiloidosis
lógicos de estenosis o imágenes 1acunares. Hasta se han obser- del sistema hematopoyético: se acompafi an de fibrinogenopenia
vado cuadros de oclusión o íleo paralítico. Otras veces la amiloi- y niveles bajos de los factores de la coagulación. Las localiza-
dosis da un cuadro de diarrea crónica o malabsorción. La ciones respiratorias: se sospechan por el contexto y el diagnósti-
biopsia rectal puede ser muy útil para el diagnóstico. co se hace por biopsia.
Estómago: la amilosis gástrica simula un cá ncer: anorexia, .1miloiáosis h credo familiare s: [) Neuropáticas: a) de los
aclorhidria , gran disminución del peso, a veces imágenes lacu- miembros inferiores; b) de los miembros superiores. 11) Ne/ro-
nares, otras: obstr ucción pilórica. La gastroscopia puede mos- pálicas: a) Fiebre familiar mediterránea; b) Fiebre con dolor ab-
iTar los nódulos céreos de la enfermedad. El diagnóstico se hace dominal en suecos y sicilianos; e) Urt.icaria + sordera + afección
por biopsia gástrica. renal; d) Enfermedad renal con hipertensión arte1ial. lll) Car-
diopálicas: a) Insuficienci a cardíaca progresiva de los daneses;
Corazón: la infiltración amiloidea alcanza al miocardfo, las b) Paro auricular pem1anente. IV) Otras: a) c.arcinoma medu lar
coronarias, endocardio parietal y valvular y hasta el pericardio de la tiroides; b) hemorragia cerebral de fami lias de Islandia; c)
(este último en el 10% de las localizaciones cardíacas). En la au- Distrofia reticulada de la córnea con lesiones de los pares cra-
topsia, el órgano no se aplasta, queda rígido. Los signos clíni• neanos en núcleos familiares de Finlandia.
cos: son inconstantes, hay ensordecimiento de los ruidos, soplos
sistólicos; ruido de galope, se observan sólo en el tercio de los
casos. Radiológicam c11te lo que llama la atención es la irunovi- Exámenes paraclínicos de interés en las amiloidosis
lidad del corazón. Electrocardiográficamente: siempre hay alte-
raciones: alteraciones del ritmo, fibri lación auricular. Nunca La eritrosedimentación suele ser muy elevada. Habi tualm ente
hay signos de hipertrofia vent.1icular derecha, izquierda o glo- hay alteraciones en las electroforesis de las proteínas sanguíneas
bal. Es frecuentís imo el microvoltaje de las de1ivaciones st.an- con elevación de las alfa 2 globulinas. Cuando hay w1 sínd rome
dard. Es habitual la imagen de pseudonecrosis en las derivacio- nefrótico, hay la correspondiente alteración de los lipidos.
nes precordiales derechas. Hay aplas tamie nto o inversión de las Clásicamente se recurría a la prueba del Rojo Congo: se ba-
ondas 1'. La presión arterial mu estra una presió n difere ncial sa en el principío qu e esia substancia, inyectada por via endo-
aplastada. Hay signos co11stantes de insuficie,icia cardíaca: tur- venosa1 es re tenida por los depósitos ami1oideos del organismo.
gescencia yugular, hcpatomegalia, edemas, ascitis. Hay a lgunos Por vía endo,;enosa se inyecta lcm3 de solución de Rojo Congo
elementos orientadores para el diagnóstico: si sólo se ha pensa~ al l % por kilo de peso. Al cabo de una h.ora se vuelve a ei.-traer
do en insuficiencia cardíaca 1 ll amará la atención la presencia sangre para comprobar la cantidad circulante en ese momento.
insólita de una esplenomegalia, o el grado elevado de albumina- Normalmente suele ser de un 60 a 70%. En caso de ami loidosis,
ría, o que el hígado permanezca grande y duro a pesar del tra- el tejido fija esa su bstancía por lo que las cifras son inferiores
1
tamiento. Otras veces llamará la ate nción una macroglosia (por al 30%. Esta prueba tiene una fidelidad de sólo el 75%, de modo
infiltración amiloidea de la lengua) o adenopatías, en fin, signos que un 25% podrían escapar al diagnóstico. Actualmente se uti-
cutáneos de am.iloidosis. liza el Rojo Congo marcado al fodo 121, para detectar por cen-
El estudio hemodi11ámico tnuestra una curva característica telleograma la localización de los depósitos amiloideos. El cen -
llamada en el extranjero "dip-plateau" (curva depresión meseta) telleograma por el pirofosfa to de /ec11ecio es utilísimo en las
pero que se la conoce en los tei.ios hispanos como "el signo de la localizaciones cardíacas. La ecografia cardíaca bidimensional
raiz cuadrada u. Tal hemOdinamia autoriza una biopsia cardfa• muestra una gran sensibilida_d para las localizaciones septales
ca que certificará el diagnóstico. Modernamente se llega al diag- y de los músculos papilares. Las biopsias sistemáiicas del recto
nóstico, menos agresivamente, con el centelleograma cardlaco o de las encías sólo se revelan fieles en el 75% de los casos de
SEMIOLOGIA, SEMIOT ECNIA Y MEDICINA INTERNA 1127
amiloidosís. Las biopsias del ri,lOn , hígado, corazón, ganglios, plasma. Por otra parte, el rol preventivo en las crisis de la en-
revelan habitualm.ente la localización en estos órganos. fem1edad periódica (que evoluci()naba hacia la an1iloidosis) ha
La caracterización AL o AA de una substancia amiloide re- sido consagrado. La toma regular de 1 miligramo de colchicina
velada por la biopsia se hace sobre la base del siguiente princi- por dia prevlene en form a casi ti,tal la aparición de una amiloi-
pio: al ser tratado el material biopsiado con el permanganato, dosis secundaria. El tratamiento curativo de la amiloidosis
éste hace perder s11s caracteres tintoriales a la substancia AA y constituida es muy discutido. Lo1¡ ensayos hechos en otras ami-
110 a la ,AL.
loidosis secundarias, de tipo AA, han fracasado.
Tratami ento: Han sido utilizadas dos substa ncias: la col-
chicin a I' el dimet.il-sulfóxido (DMSO). La colchicina inhibe en El DMSO es un solvente org~nico que hace desaparecer los
la lauch·a la aparición de la amiloidosis inducida por las inyec- de pósitos de amiloidosis inducidos en la laucha. Sus resultados
cio nes de caseina. La medicación actúa incapacitando al hcpa- en el hombre son inconstantes, Q)mo lo han sido !os tratamien-
tocito para excre tar la substancia SAA ac umulada en su cito- tos a base de melphalan y la D-ponicilamina.
1128 EMFERMED ADES INMUMOALERG ICAS
ENFERMEDADES ALERGICAS*
Ores. JORGE E. BAC IGALU PPI, EDUARDO ALURRALDE
Y JORGE F. BACIGALUPPI
mastoci tos y en 1'1 submucosa existen b&sófilos que se Jocali zan 2) Sintomático con:
alrede.dor J e los vasos sanguíneos y de las glánd ulas. En los pa- -a) PJ1tihistanúnicos orales. Actualmente hay grupos moder-
cien tes a lé rg icos éstas cél u las s e encuen tran a um en tadas en nos que no producen sedación por ser aminas que no atraviesan
número y también aparecen en el epitelio y en la secrec ión. la batTera hematoencefá]ica. Por ejemplo: Terfenadin a, Astem i-
Al p(l nfrse en contado la mucosa nasal con cantidades im- zol, Loratad ina, Ceterizina, etc.; estas drogas actúan sobre el
por tailt~ s de a ntí genos (alergen 9s ) tipo (I nhal antes) se produce prurito, los estornudos y la secreción
un aumento de los basófilos en la secreción. Esta unión del antí- -b) Antihis tamínicos tópi cos: Levocabastina, Azelastina
ne no con dichas células en la superficie provoca la liberació n de
-c) Descongestivos: Actúan sobre el SNA, los o.l producen va-
Íos mediadores químicos (histamina y otros). La histamina y
soconst.Iicción disminución del edema con el consiguiente alivio
olros nH:diadores quimicos aum~nt.an la per meabilidad del epi-
de la secrecion y obstru cción Pueden ser orales (pseudoefed1ina,
tE:lio lo que facili ta la pene tración de más alergenos y mayor fenil-prop anolarn ina) y tópicos {oximet azolina, xilometaz~li~~)
contacto con los masloci los de la submucosa, Jo que au menta la cuyo uso continuo puede provocar congest.ion de rebote y nmtls
liberació n de medi ado res químicos , histarn ina, y este aume nto medicamentosa.
va a prod ucir mayor permeabilidad vascular, vasodila t.3ción
-d) Corticoides tópicos: Beclomet.aso na, Budcsonida, F'luniso-
!.que va a dar la obst.ruc ción nasal en báscula o doble) y por vía
lida, Fluticasona y otros. Cuanto menor el uso de corticoides ge-
reflej a estorn udQS, prurit.o y también por acción sobre el para- nerales mejor para el paciente. Esto también es valido para los
simpático hipersecreción. Por mecanismos tod avía no conocidos, tópicos
existen otros tipós de ri nitis que pueden tener todos o algunos
-e) Modern as drogas anlialérgicas que actúan impidiendo la
de los síntomas y ser producidos por bacteri as, hongos o virusi
degranul ación de los mastocitos y }a consiguiente liberación de
sa prófitos o infectantes alojados en distintos sit.ios del organis- mediado res . Como ejemplo citamos el Cromoglicato Disódico,
mo. En este caso, el tipo de sensibilidad es lipo IV ante dichos Eetotife no, Nedocromil o Oxa tom ida. Su uti lidad es discutida
gérm enes o se a existe n formas mixtas. desde nuestra experiencia para la rini tis esp asmódica, aunque a
Desde el punto de vis ta clín ico generalmente comienza en la veces puede ayudar en polínicos severos.
infa ncia habiendo muchas veces antecedentes persona les o fa·
.-fJ Anlicolinérgi cos tó picos: Bromuro de lpatropio, que alivia
miliares de a lopía. Los sín tom3s clásicos de la ri ni tis son: pru• la gran rinorrea.
rit o na sa! o palatin o, estorn udos, secreción acuosa y obstruc·
3) 'Ir atamiento desensibili za nte (ver más adelante)
ción nasal bilateral o alterna; también pued e haber irri tació n
oc ular, secreción posterior retron asal; en casos crónicos anos- 4) An tibióticos en caso de infección bacteriana o rin itis com-
mia. En los niüos menores de 3 años es común la asociación con plicada con rin itis u otitis media .
adenoides, con trastornos auditivos y patología alérgica en oído 5) Cirugía: en alteraciones muy especiales pólipos, adenoi-
1
medio, por esta razón re comendamos siempre radiografía de se- des, desviación im portante del tabique, oclusión del ostium,etc.
nos para nasales y cavúm. en niños. Ultimamente por rinoscopía
se vio también la presencia de adenoi des en adu ltos. El exámen
Conjunti vitis a lérgi ca
de la mucosa nasal es pálido, edematoso y co n secreción acuosa
o blanca amari llenta. En casos es peciales y de mal pronós tico En general se encuentra aso ciada a una ri nitis alérgica (ri-
pueden lener tambié n pólipos en senos y meatos. noconjunt.ivitis).
Es muy importante decir que la anamnesis es fundam ental Su ele haber prurito, lagrimeo, quemazó n, enrojecimiento e
para conocer el perfil y el tipo dt: examenes que se solicitará al incluso fotofobi a y visión borrosa.
paciente. Hay que recordar que debe hacerse un mi nucioso inte•
nog:1torio, rnuchas veces es incomple to por falta de conocimíe n· Tratamiento:
to del paciente, pora llegar a la edad de comienzo y los antece- - a) Evita r los alergenos
dentes personaies y fa miliares. Es mu y importa nte conocer los - b) Gotas oftálmicas de anti H 1 (Levocabastina)
hábitos del p~ciente, alimentación, factores ambienta les, regio· - e} Gotas oftálmicas que combinan anti H¡ con des-
nales) cliiDá ticos , laborales , psicoló gicos, época de sí ntoma congestivos (vasoconstricto res)
anuales o estacion ales y probables infeccio nes asociadas. (fig. - d,i Gotas oftálmicas de Cromoglicato de sodio.
10-5) P ara la metodología diagn óstica nos refe rimos en el capí- - e) Anti H1 orales
tu lo de diagnóstico de enfer medades alérgi cas. - O Corti coides tópicos sólo en casos severos
• g) ln mu noterapia
SEMIOLOGIA, SEMIOTECNI_A Y MEDICINA INTE RNA 1129
ASMA BRONQUIAL vidad puede ser medido con provocación bronquial por metaco-
lina o histamina, aire frío , etc. Las fluctuaciones del Pico de
Definición: Es una enfermedad crónica de las vías aéreas ca~ Flujo Espiratorio (PEF) refl ejan la hiper-reaclividad y la ampli-
racterizad a por : ~ al Inflamación persistente de la vía aérea. b) tud de su variación se correlaciona con el severidad y requeri-
Obs trucción o es trechami ento de las vías aéreas parcial o total~ miento de med icación , Diversos mecanismos han sido propues~
mente reversible en fo rm a espontánea o con el tratamiento. e) tos como determinantes de la hi per-reactividad: la inflamación
Hiper-reactividad de la vía aérea frente a una gran variedad de de la vía aérea, anorm alid ades en la integridad del epitelio
estímulos. d) En las décadas de 1950-70 Jimenez Díaz demostró bronquial, alteraciones del control neural a utonómico de las
lo que ll amaba paresia o calambre del diafragma y en la crisis vías, cambios en la función intrínseca del músculo liso bron-
una hi pertensión del circuito corazó n pulmón. qu ial y obstrucción del flujo aéreo.
Clínicamen te se caracterii,a por episodios recurrentes de si~ Prevalencia: Es una enfermedad común. Afecta aproximada-
bilancias (y roncos), disnea (a gran predominio espiratorio), tos men te del 5 al 6 % de In población. Puede aparecer a cualquier
seca o con expectoración mucosa y/o discrinia y opresión toráci- edad, siendo más frecuente en la infancia.
ca. Clasificación: Es una enfermedad heterogénea y multifacto-
- fo/lamación: el dese ncadenante inicial (alergenos varia- rial. Por razones didácticas clasificaremos al asma de acuerdo a
dos, infección viral, etc.) puede causar la liberación de med iado- los norteamericanos (RacKemann) en dos grupos: -a) Asma ex-
res int1amato1i os desde los mastocitos, macrófagos, linfocitos y tiínseco, atópico o inmunológico. -b) As ma intrínseco, no atópi-
células epiteliales. Esto determi na la migración de células (neu- co o no inmunológico. (Si bien uno de nosotros, el Dr. Jorge E.
trófilos y eosinófilos predominantemente) a las vías aéreas y su Bacigaluppi en su tesis doctoral en 1963, en la Escuela de Ji-
actívación, libera nuevas sustancias inflamatorias y quimiotác- menez Díaz, clasificó al asma en: A) Alérgico OgE dependiente),
ticos celulares (proteínas básicas, mieloperoxidasa,etc.) Se pro- B) Bacteriano, C) Mixto, D) Complejo.
duce edema de la mucosa y dafio epitelial, trasudación de flui- El asma aJérgico, el más frecu ente se asocia con: una histo-
1
dos y di sm inu ción de l cleare n ce para las secreciones ria personal y/o personal de otras enfermed ades alérgicas (rini-
respiratorias con alteración de los mecanismos muco-ciliares. El tis, urticaria eczema, pruebas cutáneas positivas para distin-
1
proceso iüfl amatorio altera los mecanismos neurales e incre- tos alergenos, IgE sé1ica elevada, comienzo en la niñez o antes
menta la reactividad del musculo liso de la vía aérea . de los veinte años, pruebas de provocación bronquial positiva
- Obtrucción: la di sminución del diámetro de las vías aé- para an tígenos espeéificos.
reas se debe al edema de la pared bronquial, el aumento de la Por el contrario, e} asma intrínseco suele comenzar en la
producción de mucus y la contracción del músculo liso de la vía edad adulta y no posee las características mencionadas en el
a~rea. Otras veces hay discrinia. asma alérgico o extrinseco. Algunos pacientes tienen caracterís·
- Hiper-reactiuidad bronquial: es una respuesta exagerada ticas de ambos grupos denominá ndose asma mixto.
frente a _muchos agentes fisicos, químicos y farmaco lógicos (aler~ En el asma inmunológico, los antígenos (alergenos inhalato~
genos, virus, ejercicio, aire frío, etc.) El nivel de la hiper-reacti- rios) actúan fundamentalmente por un meca nismos de hiper-
1130 ENFERMEDADES INMUNOALERGICAS
sensibilidad tipo !, lgE dependiente, aunque también alg1.mos ma, 1os factores desencadenantes, la edad del paciente y el esta-
reconocen como mediador a la La unión antígeno anticuer- do clínico de la enfermedad.
po sobre el mastocít_o pro\:oca la. ~e diversos.media_do-
res preformados (h1stan11na, diversas enzimas proteicas, cito- A) No farmacológico:
quinas pre-inflamatorias, factores quimiotácticos de eosinófilos a) Control ambiental: en lo posible implementar diversas me-
y neutrófilos, heparina) y otros sintetizados de novo (prosta- didas para evitar y eliminar alergenos en el domicilio
glandinas, leucotrienos 1 PAF) adenosina, bradiquinirna?·. b) Kinesioterapia respiratoria: fundamental, de imprescindi-
Estos tienen fuertes antecédentes familiares de ble utilidad en manos expertas 1 no sólo en la crisis, sino
""'"""n'"" alérgica sugiriendo que el asma es una afección he- también para mejorar la postura corporal, y conseguir ca·
reditaria dependiente de un alérgjco (Cromosoma llql3) necta restitución de b respiración en base a la acción rela-
La predisposición a ser pareceria depender de una he- jante sobre músculos accesorios (escalenos, intercostales¡
rencia dominante. etc.) y acción estimulante sobre el diafragma.
La posibilidad entre padre y madre alérgicos es de tener hi- e) Evitar el tabaquismo, tanto activo como el pasivo (niños)
jos alergicos en un 75%. Si sólo uno de los pa1:lres es alérgico, d) Psicoterapia: indicada en algunos pacientes
hay un 30-40% de posibilidades de tener un lujo atópico. Ade- e) 1vfantener una correcta y abundante hidratación
más, hay un 157c- de la población que puede tener alergia sin D Inmunoterapia: indicada en el asma exirínseco.
antecedentes herc~ditarios.
El asma intiinseca, no atópica o no inmuno-alérgica consti- B) Farmácológico:
tuye un grupo de menores proporciones. En s.u etiopatogenia 1) Broncodilatadores:
tiene un papel preponderante los receptores irntógenos (hipe1i- a) Agonistas n2 adrenérgjcos.
rritabilidad bronquial) que interactuan con diversos factores Producen broncodilatación estimulando los receptores J3 adre-
desencadenantes: medicamentos (AAS), ejercicio 1 infecciones nérgicos a nivel pulmonar, que conduce a un aumento de las
(fundamentalmente virales: Rhinouvirus, adenovirus 1 sincitial concentraciones intracélulares de AMP. Es conveniente. uti-
respiratorio, influenza, para influenza) factores ocupacionales lizarlos por vía inhalatoria y preferentemente a demanda y
\laborales), polución ambiental, stress emocional (psicógeno) 1 no en forma regular. De accifm corta (4~6 hs.): salbutamol,
irritantes:· humo, olores. Algunos autores en los cuales nos en-
terbutalina, fenoterol, pirbuterol, procaterol, etc. De acción
contramos hablamos de Alergia Bacteriana (Hiperrnnsibilidad larga (12 hs.): salmeterol, formoterol.
IV).
b) 1fotilxantinas. Su mecanismo de acción no se conoce can
El sistema nervioso autónomo (SNA) regula no sólo el tono certeza. TradicionaJmente se postulaba su inhibición de la
del músculo liso sino además la secreción mucosa, la
fosfodiesterasa. Actuaría relajando el músculo liso bron-
b El SNA se divide en: a) el Sistema
quial, estimulando el centro respiratorio, disminuyendo I.a
1m>uuc,u,,uu contracción
presión arterial pulmonar, estimulando el clearance mucoc1-
r,e,m,r.rnns,orn:or. la b) eJ Sistema
lia.r y aumentando la contractilidad del diafragma. AJgunos
Adrenérgico (dilatación) con la adrenali-
postulan también propiedades anti-inflamatorias. Por vía
na y nor8.drena!ina y e) Sistema no Adrenérgico no Colínér~-
oral: Teofilina anhidra. Por vía endovenosa: aminofilina.
co (NANC) que se diYide en el sistema inh.ibidor no adrenérgico
e) Antico1inergico2: Bromuro de: ipatropio (inhalado). De mo-
(SINA) oue viaja con las fibras del vago y libera sustancias rela-
derada utilidad. Es más útil si se lo mezcla corno viene en la
jantes d~l músculo liso: el V.l.P. (polipéphdo i~testin~l ;aso~cti-
actualidad con salbutamol.
vo el Péptido histidinametionina (PHM/ y el oxido mtnco (NO);
y finalmente un sistema excitador no colinérgico que_ ~ través
2) Anti-inflamatorios:
de las fibras C sensoriales libera sustancia P, neurokmma A y
a) Cort.icosteroides (Inhiben diversas citoquinas previenen la
CGRP (calcitonin gene-related peptide).
migración directa y ac:tivación de télulas inflamatorias, dis-
Se ha propuesto que la hiperactividad bronquial podría ser
minuyen la permeabilidad vascular, aumentan la síntesis,
el resultBdo de un disbalance entre los sistemas inhibidores y
exteriorización y respuesta de los B2 receptores. Son de elec-
exitadores del SNA.
ción de los de uso inhalatorios (tópico) por sus menores efec-
Clínica: Es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías
tos sistémicos: dipropionato de beclometasona, budesonida,
aéreas caracterizadas por exacerbaciones de tos 1 disnea, sibi-
lancias y opresión torácica particularmente a la noche o a la flusisolida, fluticasona, etc.
Por vía oral (prednisona, ele.) utílizadas por períodos prolon-
madrugada. Se reconocen dos fonnas clínica~ principa_les: una
forma intermitente (episódica), con exacerbaciones de smtomas, gados pueden provocar severos efectos secunda~i~s-
b) Cromoglicato de sodio /CGS) (se cree que estabiliza la mem-
separada por semanas o meses de funció~ pulmona~ n.ormal y
ausencia de síntomas; y una forma persistente (cromca) que brana del mastocite evitando la liberación de sus mediado-
puede ser leve, moderada o severa. res. Inhibe las respuestns inmunitaras jnmediata y tardía.
Según su estado clínico, podemos clasificar al asma en: Se utiliza en forma tópica. Su efecto puede demorar de 4 a 6
-Leue: Síntomas intermitentes, breves <1-2 por semana. Sín- semanas. De elección en niños y adolescentes:
tomas nocturnos <2 vtces al mes. Asintomático entre las exa- e) Nedocromil sódico: (inhibe diversos mediadores de varías
cerbaciones. Buena tolerancia al ejercicio. Buena asistencia es- células inflamatorias). AJ igual que el CGS se utiliza en for-
colar o laboral. ma tópica y tampoco actúa en 1a crisis aguda.
- 1i1oderado: Exacerbaciones > 1-2 veces por semana. Sínto-
mas de asma nocturna~ 2 veces por semana. Con frecuencia tos 3) Otros fármacos:
y sibilancias de bajo grado entre las crisis. Tol_eranc~a al ejerci~ Expectorantes, antibióticos¡ etc., se utilizarán según el cua~
cio disminuida pudiendo veerse afectada la as1stenc1a escolar o dro clínico.
laboral. . "' . ~,
Grave: Exacerbaciones frecuentes. :::5mtornas contmuos. um-
tomas frecuentes de asma nocturna. Actividades físicas muy li- Crisis de asma aguda
mitadas. Mala asistencia escolar o laboral.
Diagnóstico: Es eminentemente clínico, siendo fund~mental Es fundamental evaluar la severidad de la crisis utilizando
la evaluación funcional pulmonar, así como otros examenes criteiios de gravedad clínicos, funcionales y eventualmente _ga-
complementa.Iios ya mencio_nados anteriormente ¡,_•
sométricos. Criterios clínicos de gravedad: Frecuencia resp~ra-
'Da/amiento: Dependera fundamentalmente del cipo de as- toria > 35'; frecuencia cardíaca >120', pulso paradoja!, respira-
SElvllOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA 1131
ción paradoja} utili zación de músculos accesorios, obnubi lación, fa rmacológico. En algunas ocasi011tis podrán utiliz:1rse anti H2,
cianosis, ausencia de sibilancias y dismin ución del mu rm ullo doxepina, ketotifeno, terbutalin a y t·arament,e corticoides.
vesicu lar en prese ncia de disnea importan te. Existe tam bién el angioedema heredofamiliar que se presen-
Crit erios {1111cío11alcs: PEF < 120 1/mi n. ó <30% del máximo ta en casi todos los co-sanguíneos de ambos sexos con predomi-
persona 1, VEP 1 < 1 L ó < 30% del predicho nio masculino y es en ocasiones mortal por edema de laringe y
Criterio.,:, gasomt!tricos: comienza con alcalosis respiratoria, asfixia. Este proceso no es alérgico sino producido por una falla
hipoxemia prog1:esiva y finalmente acidosis respiratoria con in• genética en la cascada del complen1en to: la falta o el comporta-
suficiencia respirato1ia (PO 2 < 55 mm.Hg y PC0 2 > 40 mmHg) mi ento anorma l del Cl iuhibidor. Debido a el lo se produce gran
cantidnd de anafilotoxinas aparte de C3 y C5 causante de. los
Tratamie,it o: 0 :-:igenoterapin co n máscara (FI02 vari able) edemas. Se diagnostica fácilmente por su carácter fanll liar he-
o cánula nasal (2-G 1/min.). Mantener la saturación de 02 > reditario pero puede corroborarse por la disminución de las ci•
9Wk fras nc,males del Cl inhibidor y <lel C4. -A veces se presenta
• íl,) agonis tas inhalado: nebulizaciones con 10 a 20 gotas de como un cuadro abdo minal agudo que puede terminar errónea·
SalbutÜrnol 0,5% en 3_ce. de solución Fisiológica que podrictn re- mente en el quirófano. El tratamiento es clínico: t.ransfu sión de
petirse cada G0 minutos, según la severidad del cuadro. Luego plasma, a veces derivados del ácídn u aminocaproico, anti -i nfl a-
se repetirá.n"ca<la seis horas. matorios no esteroides. Las corticoi<les en general no suelen me·
• Aminofilina EV: en general se utiliza una dosis de carga jorar este grave cuadro. La profil atis de los ataques se hará con
de 6 mg/lg. (dismi nuirla en ancianos, pacie ntes con insuficien- estcroides anabólicos ;Danazol)
cia hepática o cardiaca y aumentar la en fum adores; disminuirln
a la mitad si se hubiese utilizado xantina::; en las últimas 24 ho-
ras) y mantenimiento de 0,6 mg/kg/hora. ECZm1A
; Corticoides EV: Hi drocortisona, do:ús de carga de 3 mg./kg
y mantenimiento de 1,,5 mg/ kg. cada seis horas o rnelilpredni- Es una epidcrmoderrnitis vesicular, de evolución crónica,
solona 60-125 mg EV dG hs. con pru:ito. Se caracteriza por una erupción sobre diferentes
• Adrenalina 1 %o (1/1000) SC: con prec aución, de 0,3 a 0,5 partes de la piel de vesículas pequeñas, casi siempre muy ce rca-
mg. (que podrá repetir~e a los veinte minu tosi En los niñas usa r nas o agrupadas, con poca o ninguna, inflamación en su base.
la 1/2 de la dosis. Es generalmente el efecto de ur1a irTitación de origen exter -
• Hidrataci ón parenteral: en ge neral se indican 40 m1/kg no o interno y en los sujetos cuyo tegumento es constitucio nal-
(DA 5'l-) a 35 golas por minuto. mente in itablc encuentra cau sas ocasion ales en los agentes
• Nunca usar psicofárme.cos. más vari::idos. ·
• Intubación endotraqueal y asistencia respiratoria mec..-í.ni- El eczema es la más frecuente de las afecciones cutáneas.
ca: en base a la evc,lución clínica. En el plano clínico se ·manifiesta f;or un eritema sembrado de
vesículas muy pequefias, que se ac~mpai'la o a veces es precedi-
do por prurito de vaiiada intensidad. Si el proceso continúa y
U RTI CARIA Y EDE~1A ANG IOALERGICO
las vesículas se abren al extE:rior a!)arece exudación, erosiones,
escamocostras y par ú!timo líquenificación.
Se suele distinguir entre urticaria aguda y crúriica, fijá ndose
Puede ser causadc, por agen tes fisicos, químicos o biológicos
el límite en seis sernanas. Se denomi na recidivante cuando los
que actúa n desde el exterior favorecidos por una constitución
brotes se repiten a lo largo del tiempo, pero su duración es limi -
predispuesta. Esta predisposición es siempre difüil de determi-
tada. Las lesiones típicas de la urticaria son los habones o ron•
nar pero incluye ciertus caracterhtica s especiales de la piel
chas, siendo el prurito un síntoma acompañante casi obligado .
(piel anesteatósica o seboneica, disminución de ]a capacidad de
La vasodilatación capilar producida · por mecanismos químicos
neutralizar los álcalis) así como tarr¡bién la existencia de altera-
se refleja objetivamente en pápulas ·que se presenL1.n en cu;::,l-
ciones inmunológicas frecuentemen~ familiares (atopía).
quier región del cuerpo con las caraclerísticas siguientes: pápu-
La mayorí~ de los eczernas so~ de patoge ni a alérgica. El
la central blanca con pseudopodios ro deada de un eritema su-
agente exterior actúa sensibilizandi: el organismo que responde
mamente pruriginoso. Esta pápula central es producida por el
produciendo anticuerpos. Otras veqs, el mecanismo no es alér~
pasaje del suero sanguíneo a través de los capilares dilatados
gico como sucede cuando actúan su.;tancias ll amadas irritantes
(edemai. Al no poder el líquido encontrar una vía de escape de-
primarios ias cuales por simple acción caústica o tóxica provo-
bido a la capa dérmica, queda retenido en el lugar (dermis su-
can en la nnyoría de los individuos ía aparición de un eczema.
perficial l comprimiendo a los capilares, origi nando así el aspec-
to pálido edematoso característico. De acuerdo con dichas causaS, eieczema puede dividi rse en:
a) Eczema de contacte
Es caracte1i stico de este proceso la rárida alternancia de las
b) Eczema microbiano
pápulas de on luga r a otro del cuerpo y la desaparición sin de-
c) Eczema atópico
jar rastro en la mayor parte de los casos.
d) Eczema o dematit'is seborreict
La urticaria agu da es comunmente alérgica , causada por
el Eczema solar
medicamentos (ATB, AINES, etc.), alimentos, aditivos, picadu-
ra de insectos, etc. En ocasiones puede ser provocada por infec-
fJ Eczema endógeno
ciones (parasitarias, etc.) o agentes fisicos (luz, calor, frío, pre· En cualquiera de estas formas ~ínicas la enfermedad puede
sión, etc.). segui r un curso agudo en donde S( exagera la vesiculació n, la
La causa de la form a crónica es generalmente desconocida exudación y la congestión activa o p1ede manifestarse en fo rma
por lo que se denomina idiopática. crónica con sintomatología más at<nuada enla que predomina
En ocasiones, el edema es sumamente extendido y toma un la descamación y la liquenificación.
amplio sector de la dermis profunda y del tejido celular subcu' Con frccuenci2. , el eczema comiinza en forma aguda pasan•
táneo en cuyo caso se lo desig na edema angioalérgíco, llamado do luego a una etapa de cronicidad.En otros casos se instala di-
angioneurótico por Quinke o actualme nte angioederna. rectamente la for ma crónica pudie1do intercalarse períodos de
La p1imera línea de tratamie nto es eli minar y evitar las sus- ag udeza. La liquenificación es comecuencia del intenso rasca•
tancias conocidas capaces de provocar urticaria o angioedema. do. En est.e estado, la piel aumenta,;u espesor, su pigmentación
Los anti histaminicos (anti H) orales son el pilar del tratamiento y se marca el cuadrillage cutáneo.
1132 El,FERMED ADE S INMU NOAL ERGICAS
Eczema d e conta cto (Dermatitis de contacto) eri tema (positivo +), eri tema con edema (positivo ++), eritema,
edema y vesíc ulas (positivo+++), has ta la formación de ampollas
Se lo dil'ide en alérgico y no alérgico (irritativo). El primero y necrosis (positivo ++++), por eso hay que alert ar de lo que pue-
implica un mecanismos inmunológico> el segundo no. de suceder al paciente pues a veces hay que retirar la sustancia
Aparece como consecuencia de la acción sensibilizante pro- probada mucho antes Deben leerse ta mbién a las 72 hs.
vocada por numerosas sustancias que actúan sobre la piel. Pue-
de ser de origen cosmético medicamentoso profesional o acci-
dental Eczema micr ob ia n o
Los cosméticos poseen diversas sustancias alergénicas en su
constitución. Son especialmen te sensibí1izantes los esmaltes de Se localiza preferen temente en las piernas con estasis venoso
uúas que provocan eczemas de párpados y cuello; los antisudo- También se lo observa al rededor de traumatismos o de heridas
rales cuya acción se desaJTolla sobre las axilas y las tinturas de infectadas con gér menes pióge.nos.
cabello en el cuero cabelludo.
Cuando se piense en la posibilidad de un eczema de contacto Clínicamente además de las caracte rísticas propias de los ec-
se debe extremar el inteJToga torio a fin de eliminar primero y zcmas en general, es decir eritema, edema dermoepídérm..lco y
testifica r luego todos los cosméticos que utili za el enferrno de vesiculación, se observan esca mocost.ras se rohemátícas abun-
cualqu ier t ipo que haya utili zado previamente Para e:llo se de- dantes . Las lesiones su elen pasar por un período agudo de exu-
berá interrogar expresamente al pacien te si utiliza cremas de dación segu ido por otro en el cual la epidermis se pone lustrosa
iimpieza, creruas base, cremas nut1itivas, polvos, lociones, per- y bri llante terminando por u na fase crónica con ab und an te des-
fumes, delin eadores , somhras, matizadores, sprays , cremas camación.
dentales , etc. Se piensa que su mecanismo de produ cción es muy semejan-
Los eczcmas de contac to pur susta ncias med icamentosas te al del eczema de contacto. Los gérmenes (estreptococos, esta-
apa recen sobre la piel normal o previamente afe ctada por otra filococos) se unen a proteínas epidérmicas act.uando a la mane ra
dermalosis. Las sustancias que actualmente con más frecu encia de un contactante químico y plovocan una hipersensibilidad de
producen este tipo de eczema son las sulfamidas, los ant.ibiót i- tipo retardado.
cos, los anti histamínicos, los antipruri gi nosos o anestésicos lo- Es frecuente que este eczema tie.nda a generalizarse da ndo
cale.:;. Las zonas a fectarl as por eczemas microbianos son par ti- lugar a la aparición brusca de las llamadas reacciones segundas
cu lar mente s en s ibles a so br eeczem at iza rs e po r es ta s que son brotes de lesiones erilematasas o eritematovesiculares a
med icaciones. veces papulovesiculosas o urticarian as , prul1ginosas localizadas
L-Os méd icos deben reconocer precozmente la acción perjudi- en cara, cuello, par t,, alta del tórax y miembros superiores. En
cial de una medicación ya que la insistenci a en la misma puede algunos enfermos que presentaban estas reacciones segundas se
hacer gtmeral izar o e:-.--tender la afección primitiva Los cczemas encontraron anti cuerpos circulantes cuya iocubación con piel
medicame ntosos son particularme nte inflam atorios, edemato- normal provocó una clara vesiculación. Esto de muestra la exis-
sos, resumanles, inte nsamen te pru riginosos y exceden los lími- tencia en algunos pocos casos de un mecanismo de hipersensibi -
tes de la dermatosis previa. Además es fre cuente que aparezcan lidad humoral o inmediata.
placas eczemá ticas diseminadas por otras partes del tegumento
en especial mi embros superiores, cara y cuello. Estas reacciones
agudas a dist ancia del foco pri mitivo son a veces molivo de con- Eczema seborreico o derm ut.itis seborreica
su lta ya que el foco inicial por su cronicidad suele no preocupar
al pacien te. Es un eczema microbiano que aparece en las zo nas seborrei-
Los eczemas de contacto de origen profesional son cada día cas es decir en el cuell o cabelludo, región interciliar surcos naso-
más frecuen tes con motivo del aume nto constante de las sus- geni anos, cuello, región prcesterna l e interescapular, axilas, in·
tancias químicas utilizadas en la industria . Localiza preferente- gles, ombligo.
mente en las manos y antebrazos, cara y cuello es d(lcir los si• Apa rece en los niños en los primeros meses de vida en forma
tios expuestos a la acció n del alérgeno. de costras o escamocostras ama1illentas en cuero cabelludo, in-
Cada profesión tiene algunas sustancias reconocidamente n tertrigo retroaruricular, axilar y la ll amada dermatitis del pañal
ofensi vas como por ejemplo el cemento en los obreros de la cons- que no es más que la localización glútea del eczema seborreico,
lrucción , los tiog1icocolatos en los peluqueros, los cromatos en al que se suma lo. maceración provocada por la orina, materias
los cu rtidores, la penicilina y las fenotiazinas en las enferme- fecales y el mantenimiento del calor y la humedad por las bom-
ras. En las mujeres hay que tener en cuenta el uso de fa ntasías bachas imµermeabl es.
,, al haj as cuyo material es el níquel o el cromo. Este último se
En los adultos se manifiesta con eritema y descamación sin
uti liza en la confección del cuero de zapatos y puede ser causa
vesiculación (eczematides). Las escamas pueden ser finas piti-
de lesión en pi es.
riásicas , fácilmente despre.ndibles como en la caspa del cuero ca-
El eczema de contacto es producido a través de un mecanismo belludo o grues as, ad he ren tes, fr ancamente psoriasifo rmes.
de hi persensibilidad retardada o celular. El agente causal actúa También aparecen en fo rma de medallones circulares en la re-
genE:ralrne nte como un hapteno. Se une a proteínas epidérmicas gió n an terior y posterior del tórax.
que son vehiculizadas por macrófagos has ta los ganglios linfáti-
cos . Allí se producen los linfocitos efectores que son vehiculizados
hasta las cél ulas epidé rmicas sobre las cuales se produce el cho- Eczema at ópico
que antígeno-anticuerpo con el consiguiente daño celul ar.
La identificació n de l alérgeno se efectúa mediante las prue- Afecta princi palmente a lactantes y niños pequeños. Se ma-
bas epicutáneas (de parche): una pequeüa cantidad de la sus- nifiesta en la ptimera infancia, desde el 2° mes por un eczema
1
tanc ia ta l cu al llega comúnmente a la piel se coloca durante 48 de la cara , (mejillas), cuero cabelludo y a veces tronco, precedi-
horas sobre una parte sana de la misma. También se puede te- do y acompañado de in tenso prurito que obliga a Un rascado vio-
ner previamente preparad'as una bate ría de sustancias qu ími- lento y descontrolado.
cas que co n más frecuencia sensibilizan la piel y aplicarlas a El eczema infan til suele desaparecer espontáneamente des-
una determinada concentración. Si la piel eslá sensibilizada a pués del 2' año de edad.
dicha sustancia, se observa a las 48 ho ras en el sitio do nde se ha En la segunda infancia o a veces más tardíame nte puede
efectuado la prueba una reacción que puede ir desde un simple reaparecer el prurito, localizado especialmente en pliegu es de
SEM IOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA 1133
codos y rodillas , en el cuello, y tobillos y en los muslos. El inten- se debe usar tratamiento sintomático por diversas vías (anti-Hl
so rascado lleva a la liquenificación y a la exudación de líquido oráles, corticoides tópicos, etc.)
seroso.
En esta €poca, los síntomas cutáneos se alternan o coexisten
con otras manifestac iones de otros órganos como ser asma, rini • ALERGIA A INSECTOS
tis, jaquecas, diarreas. Es frecuente que los familiares de los
enfermos posean estas mismas afecciones por lo que diversos Casi cualquier insecto del medio ambiente puede provocar
autores consideran al eczema como una genoder matosis. una reacción alérgica. Los más importantes clínicamente son
En adolescentes y adultos suele ser una extensión o recicliva los hymenópteros (avispa, abeja, hormi ga colorada) y en menor
dt la forma infantil. Raramente comie nza recién en esta etapa medida el mosquito y la hormiga negra. El veneno de hy menóp-
de la vida. teros contiene diversas sustancias biológicamente activas (Fos-
No está aclarado el mecanismo de la aparición de 1as mani- folipasa A, hialuronidasa, ácido fórmico, etc).
festaciones ubjetivas y subjetivr3S del eczema atópico. Parecería Pueden provocar reacciones locales, que se tratarán con hie-
sE:r consecuencia de un fenómeno inmunológico de hipersensibi- lo, compresas frias y anti H por vía oral; y sistémicas: prurito
lidad inmediata en el cual los antígenos estarían representados generalizado, urticaria, angioedema o shcok alérgico muchas
por inhalantes o ingestantes y los anticuerpos por lgE. Partici- veces mortal (para el tratam iento véase shock anafiláctico).
paría también un mecanismo de hipersensibi lidad retardada. La Es sumamente útil y efectivo el tratamiento desens ibilizan-
suseptibi lidad aumen tada a diversas infecciones cu táneas sugie- le a traves de: la inmunoterapia qu e a veces es rápida y otras
re una alteración en la respuesta inmune celular. Otras veces .se veces pueden pasar aiios hasta la desensibilización.
~ebe a un mecanismo de hipersensibi lidad bacteriana o micóti- En pacientes con antecedentés de alergia a insectos se indi-
ca. El antígeno estaría localizado frecuentemente en el intestino carán medidas para disminuir el riesgo de picadura s (ut ilizar
t:,'TU('So, siendo en general una bacteria saprófita o de infección o repelentes, no realizar trabajos de jardinería, etc.) Además 24
la ruptura de la flora inteslinal, muchas veces asociada a }a pre- hs. antes, en caso de próxima exposición se indicarán en forma
sencia de Gandida Albicans que infesta y/o sensibiliza. preventiva anti Hl por vía oral (Oxatomida, etc.) e instruir en
Las medidas terapéuticas generales estan diri!:,ridas a: man- caso de reacción, para ser suficientemente medicado como diji-
tener una adecuada hidratación cutánea {usar emolientes, cre- mos anteriormente.
mas hidratan tes , jabones neutroS, etc.); reducir el prurito y el
rascado (antihistamínicos orales, usar ropa de algodón y evitar
la lana y fibras sintiiticas, etc.; combatir la inflamación {corti- ALERGIA A DROGAS
coides tópicos) y tratar las sobreinfecciones (Stafilococcus Au-
reus) con antibitiócos tópicos u orales. Deberá diferenciarse de otras reacciones adversas por fár•
En casos severos se ha inte ntad o tratamiento con Ciclospo- ma cos (efectos colaterales, idiosincracia, intolc:rancia, etc.) Sólo
rina A, plasmaféresis, ele. con discretos res ultados. aquellas mediadas inmunológicamenle deberá n ser clasificadas
como alérgicas.
Las drogas pueden producir cualquier tipo de reacción in-
Dishidrosis mu nológica descri ptas por Gel! y Coombs. Las reacciones alér-
gicas suceden en una minoría de pacientes que reciben el fár·
Caracteri zado por vesículas pruriginosas pequeilas a ni vel m aco. E n ge n e r al no h a habido reacción a ex pos iciones
de los espacios interdi gitalcs y dorso de los dedos palmas y anteriores al medicamento (sensibilización)
plantas La re.acción suele remiti r (espontáneamente) tres a cinco
dias después de la suspensión del fármaco. Clínicamente, las
Eczema por irritante primario manifestaciones cutáneas son las más comunes (erupciones y
Este tipo de eczema lo porvocan diversas sustancias que ac- rashes maculopapulosos o morbilifonnes). Además pueden pro-
túan directamente por un a acción de tipo tóxico. El aceite de vocar reaccio nes alérgicas conocidas (urticaria, angioede ma,
croton, el dinitroclorobenceno, la mostaza nitrogenada, ácidos y anafíla;.1a, asma), fiebre, etc
álcalis fuerte s aplicados directamente so bre la piel de indivi- Los f3 lactámicos (penicilinas natur ales, aminopenicilinas,
duos normales provocan frecuentemente una reacción eritema- cefalosporin as) y las sulfonamidas (trimetrop,irna sulfametoxa-
tovesiculosa. zol, su lfadiazina, sulfonilureas, diuréticos tiazídicos) son las
Diagnóstico. Se basa en una correcta ananmesis 1 el examen drogas más comunmente asociadas a rcaccíones alérgicas.
clínico y en las pruebas accesorias que se pueden realizar (Vtr Igual mente dipirona-pirazolona. Para el diagnóstico es impres-
capítulo 2) cindible un minucioso íoten-ogatoiio. Distintas téc nicas "in vi-
vo" (test cutáneos) e "in vitro" (RAST, degranulación de basófi-
los, etc.) no so n concluyentes. El único método diríamos casi
TRATAMIENTO GENERA L DE LAS ENFERMEDADES seguro es la prueba de provocación controlada de Mathov.
ALERGICAS DE LA PIEL El mejor tratamiento es evitar la reacción. En caso de pro-
ducirse hay que actua r severame nte con toda la medicación que
El desideratum es desalergizar, evitar el alergeno si se pue- nos referimos en el shock tipo anafiláctico.
de y suprimir los agentes que ace ntúan la liberación de hista- Dado el avance de la farmacologí a es raro necesitar la inmu-
mina (medicamentos, alimentos, etc.) nodesensibilización, otrora se la reali zó especialmente con peni-
Es importantísima la necesidad del diagnóstico del o de los cilina.
alimentos corre sponsables (generalmente en niños pequeños)
hecho casi siempre posible con una severísima, controlada, pro-
longada dieta ya que las pruebas cutáneas y los RAST o ELISA ANAFILAXIA (SHOCK ANAFJLACTICO O ALERGICO)
alimentarios son muchas veces dudosos. En los últimos años
han surgido evidencias del papel de los ácaros en dermatopa• Es una verdadera emergencia alérgica que p0ne en peligro
tías alérgicas {eczema atópico) por lo que diversas medidas de la vida del pacien te. Su fisiopatología implica una respuesta de
control ambiental e incluso la inmunoterapia pod.Jían ser út-iles. sensibi lidad inmed iata (tipo 1) con liberación masiva de media·
Cuando existen, es indispensable tratar las parasitosis, mo- dores (histamina, etc.) Se produce por dilatación masiva y au-
niliasis o disbacteríosis. Como siempre, cuando sea necesario, mento de la permeabilidad exagerados. Los agentes comunmen-
1134 El~FERMEDADES INMUNOALERGICAS
te implicados son: la picadura de insectos (hymenópteros), di- La duración del tratamiento vaiía con cada paciente, suele
versos medicamentos, en general inyectables (ATE, AINES, ser de 3 a 5 años y a veces más.
compuestos iodados, etc.) y más raramente alimentos o aditi- La inmunoterapia induce diversas alteraciones inmunológí~
vos. cas:
Clínicamente puede manifestarse con urticaria, ané,ri.oede- • Producción de anticuerpos IgG específicas del alergeno
ma, rinitis 1 asma bronquial, insuficiencia respiratoria y colapso (lgGl e lgG4).
cardiovascular. · Eliminación de la elevación de IgE estacional
Además de las medidas ante cualquier shock (reanimación · Disminución de anticuerpos IgE específicos
cardiopulmonar, 02, fluidos, expansores, se indicarán: - Aumento en secreciones nasales de IgG e IgA específica
a) Adrenalina 1%o (1:1000) 0,3-0,5 mi. que podrá repetir- · Disminución de la sensibilidad de los mastocitos y basófi-
se a los 20 minutos (nin.os: 0,01 mg)kg, máximo 0,2 mg.) los frente al alérgeno. '
b) Difenhidramina (anti Hl) 50 mg. (IM o EV) · Disminución de !a reactividad dérmica conjuntival nasal
e) Hidrocortisona 200-500 mg. - EV y bronquial inhibiendo las fases inmediata 'y tardía de '1a res-
d) Aminofilina EV si hubiera broncoespasmo puesta alérgica.
e) Torniquete en caso de picaduras o inyecciones en extremi- -Disminuye también la acumulación y actividad de los linfo-
dades citos TH2 (provocando un cambio a un patrón dominante por
THl) que produce IL3, IL4 e IL5, activando así los mastocitos,
los linfocitoss B productores de lgE (plasmocitos) y los eosinófi-
!Nl\HJNOTERAI'IA EN LAS ENFERMEDADES 1os respectivamente, todos ellos fundamentales en la génesis de
ALERGICAS la respuesta alérgica. Además los eosinófilos al ser inhibidos
disminuyen la producción de la proteína cationica que provoca
Inmunoterapia, también llamada tratamiento hipo o desen- inflamación y daño celular. En cuant-0 a la lgE sérica total, dos
sibilizante, se utiliza desde 1911 (Noon), y consiste en la admi- de nosotros, Dres. Jorge Emilio Bacigaluppi y Jorge Federico
nistración de dosis progresivas de antígenos (alérgenos) al que Bacigaluppi, en un grupo de 100 enfermos tratados durante cin-
un sujeto es sensible con el propósito de alterar la respuesta in- co años fundamentalmente alérgicos respiratorios pudimos de-
munológica. Se aplica en distintas patologías que se expresan mostrar que la IgE sube durante los dos primeros años y luego
en distintos órganos y sistemas. Se realiza con distintos antíge- baja en forma significativa (c-:stadísticante) hasta algunas veces
nos (nosotros utilizamos ácaros, hongos atmosféricos, pólene- llegan a la desensibilización.
s,etc.) que se los aplica corno antígenos nativos o modificados en De lo dicho se desprende que la inmunoterapia actúa tanto
forma de partículas de composición protéica, glicoprotéica o hi- sobre la inmunidad humoral como la celular al provocar cam-
drocarbonada,etc. bios en inmunoglobulinas específicas del alergeno (JgE e lgG) y
Las vías de administración pueden ser múltiples: subcutá- al disminuir la sensibilidad celular y la reactividad de los órga-
nea (la tradicional, más utilizada y que dio mejores resultados nos_ blanco ya mencionados.
por la estimulación del sistema inmune que produce), oral, su- En cuanto a la desensibilización bacteriana, olvidada o deja-
blingual (la prefe1ida por nosotros), inhalatoria, etc. da de lado por la mayoría de los autores anglosajones (funda-
La inmunoterapia esta indicada en la rinitis, rinoconjuntivi- mentalmente americanos) por no haberse comprobado modifica-
tis y asma de etiología alérgica cuando fracasan las medidas de ción humoral o celular más por vergüenza que por
control ambiental. investigación. Nosotros en los casos necesarios la realizamos en
Algunos colegas la utilizan conjuntamente con el tratamien- forma de auto o stock vacunas.
to sintomático incluyendo corticoides tópicos, y otros sólo cuan- No sólo nos basarnos en hechos clínicos sino que partimos
do fracasa el tratarniento farmacológico. del fundamento de la desensibilización a la tuberculina.
Otra indicación es la alergia a insectos cuando provoca reac- La inmunoterapia debe ser manejada sólo por especialistas
ciones sistémicas. (alergólogos) pues su mal manejo puede provocar reacciones sis-
Generalmente no se indica en la urticaria 1 el angioedema y témicas o empeoramiento de la enfermedad (por dosis bajas o
el eczema atópico. altas).
Capítulo 11
NEFROLOGIA
Dr. OSCAR H. MORELLI
y
Dr. OSCAR H. MORELLI {h.)
ANATOMIA DEL APARATO URINARIO dalias, pelvis re nal y uréteres que se originan en la extremidad
del conducto mesonéfrico o de Wolff.
Genera li dad es
a elaborar la orin a como producto final de su actividad secreto- la columna vertebral - €! derecho algo más bajo que el izqu ier·
rn mmque par ticipa también por medio de diversos mecanismos do- por det.rás del peritoneo y a la altura de las tres últimas
intE:grados al resto del organismo, qu e ]uego serán analizados, vértebras dorsales y las dos piimetas lumbares. Tiene forma de
en el mantenimiento de la composición y el volumen del com - habichuela y presenta dos caras, ?Jna anterior y otra posterior;
partimi E:11to extracelul ar y en la regulación de la tensión arte- dos bordes) uno externo o convexo y otro interno o cóncavo, en
rial. cuya parle media se encuentra el hilio renal, h endidura vertical
El segundo sector com prende a las uias excretoras urinarias por donde pasa n los vasos y nervios que entran o salen del ri -
y está formado por un sistema anatómico cuya función p1inéipal ñón, y la pelvis renal. Posee aderr1ás dos polos uno superior y
1
es la de servír como conductor y reservoiio de la orina. Este sec- otro inferior. Mide apro ximadamente 12 cm de longitud 1 6 cm
tor se inicia realmente a nivel de la criba o papila renal y se de ancho y 3 cm de espesor; sien10 el peso total de ambos de
continua con los cálices menores y mayores, la pelvis renal 1 los unos 320 g. Está rodeado por un~ atmósfera grasosa, denomi-
u réteres y la vejiga urinaria que se comunica fina lmente con el nada gr.gsa peii rrenal, que constit.11ye su principal m~dio de fi -
Pxterior por medio de la uretra. Debe también mencionarse que jación ju nto con la presión intraabdorni nal.
la parte inferior de las vías urinarias está en es trecha relació n Macroscópicamente, en un corte longitudin al, el riñón pre•
embriológica y anatómica con el aparato gen ital en ambos se- senta dos zonas perfectamente ca1acterísticas: la médula y la
xos. Esta relación permite explicar la repercusió n que tienen di- corteza. La primera, de color rojo obscuro, está formada por una
ve rsos procesos patológicos iniciados en uno cualquiera d1: los serie de masas piramidales h·un.cafas, pirámides de Malpighi,
dos sectores sobre e} otro. con las bases dirigidas hacia la cotteza y sus vértices proyecta-
dos dentro de la luz de sus respec\¡vos cálices menores. Dichas
pirámides presentan una conform(Ción estriada radialmente y
su nú mero varia entre 6 y 10) segúi; los casos.
La corteza, de color rojo pálid.J, rode a a las pirámides de
Riñón Malpighi y se proyecta entre las mismas, enviand o prolongacio-
nes que llega n casi hasta la pelvis renal, para constituir las co-
lumnas de Bertin. El espacio ubicrdo entre la base de las pirá-
Em briología
mid es de Mal pighi y la sup erfitie del riü ón, contiene las
pirámides de Ferrein, que tiene • lfmbién un aspecto estriado.
El riüón humano se migina a partir del blastema metanéfri~
co que es un desprendimiento de la extremidad caudal del plie-
gue mesonéfrico lateral que deriva inicialmente de la zon a del Aspecto microscópico del porénquina renal (fig. 11-1)
mesodermo que une las somitas con la cavidad celórnica. Estas
estructu ras en su desa rrollo dan lugar a la constitución de los Se denomina nefrón a la unidad estrnctural y funcio nal del
lóbulos y lobulillos renales que constituyen la parte re"lmente ri,lón. Se estima que existen de 2 a 3 millones dB nefro nes en
secretora del riñón . Esta porción se adosa fi ualmentc a los con- ambos riñones y en ellos tiene luga, la fo1mación de la orina, a
ductos excretores: tübulos colectores, cálíces primarios -:,· secun• parti r de la sangre que les llega por las arteriolas aferentes. Es·
1136 SEMIOLOGIA. SEM IOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
1
1
RIÑON G) 1
LIGAMEIHO
I,.,,.,,,,_
✓ 1
1 9
"'-=------.J ,-\
-~!------BORDE EXTERHO CTl -~/
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MASA SACROLUMBAR
~ - - - ' - - - ' - - - - ~ BORDE EXTERNO DEL @ 1 !, \
11 1
' ""',---· " " ' " LIGA\1ENTO CUADRADO DE LOS LOl,10S
LUl,iBOCOSTAl
por las columnas de Bertin, entre las pirámides mal-pig_hianas. intersticio del riñón. Por otra parte, los linfáticos ureterales
A] llegar a las bases de estas últimas se dirigen eh forma para- pueden ser una vía de propagación de las infecciones, desde las
lela a la corteza, constituyendo las arterias arciformes o arcua- vías urinarias infe1iores hasta el riüón, y de penetración en el
las. las que, al llegar a la mitad de la base de la pirámide, dan parénquima del órgano.
ori(Ten en ángulo redo por un lado a las arterias i11 terloh11{(1- Los linfáticos renales están distribuidos en tres grupos prin-
re./que se orientan ha~ia la convexidad del órgano y, por el otro, cipales: capsular cortical v medular, anastomosados entre sí y
a los vasos rectos. uudoderos que se dirigen en sentido contrario que desaguan en los vasos linfáticos m3.yores que acompaüan a
hacia la médula del rifión. A partir de las arterias interlobula- las arterias arciformes y luego a las interlobares, para volcarse,
res se desprenden las arteriolas afPrerte.s, en ángulo cada vez finalmente 1 en su mayoría, en los ganglios lumboaórticos y de
m3s agudo a medida que se aprm.'lman a la superficie renal. alli a la cisterna de Pecaui;t y a~ co..12ducto torácico...
La distribución y las características de las arterias aferentes
varían de acuerdo con su ubicación dentro del órgano. Así, en la
parte más externa de la corteza, la arteriola aferente se divide
en numerosas ramas capilares que originan el ovillejo glomeru- Vejiga
lar: de él surge la arteriola eferente que irrig2.rá, posteriormen-
te, a los túbu1os por medio dt la red de capilares peritubulares 1
a partir de los cu ales comienzan a forrnarse les vénulas corres- Anatomía
pondientes que siguen una trayectoria a la inversa hasta la
ahora descripta, para llegar a las venas interlobulares, arcifor- La vejiga en el adulto es un órgcu10 pelviano, elevá~dose ha-
mes, interlobares, venas tributarias principales de la vena re- cia el abdomen únicamente cuando está distendida; en cambio,
nal y, por intermedio de éstas, a la vena cava inferior. en el feto y durante la infancia es abdominal en su mayor parte,
estando el orificio uretral interno a nivel del borde supe1ior del
En la zona yuxtamedular, las arteriolas aferentes y eferen-
tes forman un eje común del que se desprende en forma lateral
pubis. Progresivamente con la edad va descendlendo hasta ha-
cerse retropubiana, completando dicho descenso alrededor de
el glomérulo correspondiente. La arte1iola eferente se resuelve
los veinte años_. En la mujer se sitúa más ante1ior por la pre-
luego en una red de capilares peritubulares y da origen, a su
sencia del útero.
vez, a los vasos rectos que se dirigen a la medula renal
Como puede advertirse, zona medular recibe su irrigación de Su forma depende del grado de distensión. En el varón
cuando está vacía, tiene forma de cono con el vértice dirigido
los dos sistemas de vasos rectos. Los verdaderos, originados a
partir de las arterias arciformes, y los espurios, provenientes en
hacia arriba. En la mujer es más extendida transversalmente y
por lo común aplanada arriba. Llena es de forma oval, con su
su mayoría de las arteriolas eferentes de los glomérulos yuxta~
diámetro mayor dirigido arriba y adelante.
medulares y otros de los plexos capilares subcorticales. Se ha
descripto también una ser-ie de derivaciones o cortocircuitos en-
Relaciones. La cara posterosuperíor es libre y recubiert.a por
tre los vasos preglomerulares y postglomerulares, que irían des-
el peritoneo. La cara ante_roinferior es extraperitoneal y forma
el espacio de Retzius, que facilita la liberación quirúrgica del
de la arteriola aferente a la eferente, desde la aferente a los va-
órg2.no y también la difusión de los procesos infecciosos. Al lle-
sos peritubulare.s y desde la arteria interlobar hasta los
narse, la vejiga se elt:va hacia el abdomen, por lo que su cara
capilares peritubulares. Estos cortocircuitos serían más abun-
anterior que está desprovista de peritoneo se pone en contacto
dantes en la zona yuxtamedular y funcionarian especialmente
con la pared abdominal anterior, siendo así de fácil abordaje por
en situaciones patológicas y en la edad avanzada.
punción por encima de Is sínfisis pubiana sin pelig_ro de lesionar
La irrigación de los·uréteres depende de varios peines vas-
el peritoneo. En la mujer se sitúa entre la sínfisis del pubis )'-el·
culares independientes que se originan en las arteiias renales,
útero) descansando sobre la pared ante1ior de la vagina y unida
espermáticas o uterováricas, hipogástricas, uterinas y vesicales,
a la misma y al cuello uterino por un tejido areolar rico en ve~
respectivamente.
nas. Está separada de la superficie anterior del cuerpo del útero
por el fondo de saco uterovesical del peritoneo.
La vejiga en el hombre está sost€nida en su posición por la
Inervación del riñón y de los uréteres prósbta y la uretra a nivel del cuello, el fondo de sa·co rectovesi-
cal (en la mujer uterovesica]) por detrás y por los ligamentos
El riñón está inervado por el sistema nervioso simpát~ verdaderos y falsos. Los ligamentos verdaderos son: el anterior
por intermedio de ramas provenientes del e;suJácniyo· Ti1avür, o pnboprostático, que se extiende de la cara posterior del pubis
menor e inferior, originadas en los segmentos dorsales fuLXI.4 a la pmte anteiior de la vejiga y próstata y los ligamentos late-
yTumbar I, especialmente de los XI, XII dorsaleul lumbar. rales, repliegues de la aponeurosis pelviana que la unen al
Exi~nbién fibras nerviosas -~ffc~~ dependientes músculo elevador del ano. El ligamento representa el resto del
del plexo solar. Los filetes nerviosos siguen los trayectos de los uraco embrionario obliterado. Los ligamentos falsos son simples
vasos y penet.ran en el parénquima renal, llegando hasta los repliegues del peritoneo qlle la unen a la pared abdomínal.
mismos capilares glomerulares, en cuyas paredes S8 han obser- La vejiga, moderadamente distendida, contiene en el adulto,
vado las características terminaciones en forma de botón. alrededor de 500 cm3, pudiendo distenderse más aún sin rom-
Los uréteres están inervados por ramas provenientes de los perse (alrededor de 1000 cm3). El deseo miccional se manifiesta
radiculares XJI dorsal y I lumbar, donde también se cuando la vejiga contiene alrededor de 200 cm3 (algo más en la
los nervios abdominogenitales mayor y menor1 que ex- mujer), oscilando la presión endovesica] entre 20 y 80 cm de
la irradiación de los reflejos viscerogénicos. agua.
Estrnctura. La capa externa serosa está formada por tejido
Circulación linfática renal y ureteral conectivo; la capa media o muscular, con tres capas firmemente
unidas entre sf, una exterr.a longitudinal, una media o circular
El conocimiento de la circulación linfática renal y ureteral y, finalmente, otra rnlerna longitudinal, imperfectamente defi•
adquiere cada día mayor ip1p01tancia en fisiología y fisiopatolo- nidas.
gía renal, en relación con diversos procesos patológicos donde La capa submucosa con tejido areolar rico en fibras elásticas
este mecanismo de drenaje intersticial permite explicar algnnos le da movilidad a la capa mucosa, excepto en el trígono donde es
hechos aún oscuros en el movimiento de los fluidos a nivel del fija; es muy pobre en tejido linfático. La capa mucosa delgada,
NEFROLOGIA 1139
de color rosado pálido, se continúa con la de los uréteres y ure- riales y venosos, verdaderos y falsos, que recibe junto con 1a
tra. Es de variedad transicional, dispuesta en várias capas, no grasa del hilio al restante 5% d,, la sangre.
existiendo verdaderas glándulas, aunque se consideran como Se han comprobado tambié,n otras peculiaridades fisiológi-
tales ciertos folículos mucosos existentes particularmente en la cas de la circulación sanguínti_a intrarrenal que la distinguen
región del cuello vesical. La irrigación arterial de la vejiga es netamente de lo que sucede en los otros órganos de la economía.
proporcionada por la arteria vesical superior que nace de la um- Así, el hematócrito intrarrenal es más bajo en la zona medular
bilical y por la arteria vesical inferior que es una bifurcación de que en la cortical y, en conju11to, menor al sistémico general.
la génitovesical, siend la otra ramal& arteria prostática que si- Existe, ademfts una difertncia; arteriovenosa constante de oxí-
1
gue al uréter en su porción inferior y lo acompaña al entrar en geno1 1 a 2 volúrnents por ciento, muy inferior a la del resto del
la vejiga. Existen anastomosis con ramas de las arterias vesicu- organismo que oscila entre 4 y 5 volúmenes 1 pese a lo cual es
lares Y hemorroidales, Las venas terminan por delante en el capaz de incrementar el consurno de oxigeno en forma propor-
plexo de Santorini y, a los lados, en el plexo venoso vesical late- cional a su flujo sanguíneo. Debe destacarse también una condi-
ral; se describe tambiéu un grupo venoso posteroinferior. ción intrínseca del riñón, COITii.1 es su capacidad de mantener
Los li::fáticos se originan en la mucosa vesical, los de_ lapa- m.ás o menos invariable, dentro de ciertos límites, su c:i.ndal cir-
red anterim: se dirigen en su curso a los ganglios vesical ante• culante sanguíneo y la filtración glomerular ante las variacio-
rior, por delante de la vejiga, y vesical lateral en relación con el nes de la presión arterial sistB1r1ica. Esta propiedad se denomi-
ligamento lateral. Los de la cara posterior y del trígono van a na autoregulación de la hcmodinamia intrarre11al, ya que se
los ganglios hipogástricos, sacros e ilíacos. mantiene aún en el órgano aislado, denervado y perfundido, e
La inervación vesical está dada por los nervios: hipogástrico, implica la existencia de un mecrmismo independiente de las in-
pélvico y pudendo (uCase Vejiga 11eurog€nica). fluencias neurohormonales extranenales. Se ha determinado
que este mecanismo funcio!la fundamentalmente a nivel de la
corteza dentro de valores de k~ presión arterial media de 60 a
120 mm Hg. Cuando la presión media en la arteria renal es in-
FISIOLOGIA RENAL ferior a los 60 mm de Hg cesa lr1 filtracióll. Por lo contrario, va~
lores muy superiores a los máximos señalados sólo producen un
El riúón cumple un papel principal en el complejo mecanis- leve aumento en runbos parámHros. La autonegulación herno-
mo homeostático que mantiene, dentro de límites estrechos, la dinámica intrarrenal impide que aumentos o descensos bruscos
composición y el volumen del medio interna. IntervieHe no sólo de la tensión arterial causen UI1 incremento o una dismürnción
por medio de 1a formación de la orina sino tomando parte, ade- importante del flujo sr1.nguíneo tena] y, por consiguiente, del fil-
más,. en los procesos que regulan la tensión arterial, la e1itro- trado glomerular y de la carga filtrada de sodio. De esta fom1a.
poyesis y, probablemente, el metabolismo proteico y graso. Esta el balance salino queda protegido de las variaciones de la pre-
complejidad de funciones la cumple integrando diversos meca- sión sistémica y subordinado, fimdamentalmcnte 1 a las modifi-
nismos cibernéticos de retroalimentación negativa, de tal mane- caciones de la volemia efectiva clrculante.
ra que en algunos momentos actúa como órgano efector1 respon- Se considera que el mecanismo íntimo de. la autorregula-
diendo a estímulos o informaciones provenientes de otros ción hemodinárnica renal está relacionado con variaciones en
órganos y sistemas, y en otros se transforma en un generador el tono de las arteriolas preglo1nerulares y postglomerulares de
de información que influye 1 a su VE:Z, en sitios alejados del mis- tal manera que, a través de una respuesta rniogénica al au-
mo. mento de la presión por un mei:anisrno hormonal local, depen-
_ Teniendo ·en cuenta) sin embargo, que la función renal de- diente del sistema renina-angiritensina 1 sensible a variaciones
pénde primariamente del volumen de sangre que llega al órga- del sodio del fluido tubular, se produce una mayor o menor va-
no, se analizará en primer lugar la fisiología de su circulación soconstrii:ción, según las circur.stancias; esto condicionaría un
sanguínea y luego los distintos mecanismos que participan en aumento o una disminución de 1a resistencia intrarrenal, man·
la formación de la orina definitiva, así como en la regulación del teniéndose invariable el flujo fanguíneo, pues siempre existe
equilibrio ácido-base. una relación inversa entre am!ios parámetros ya que el flujo
sanguíneo e:..: igual al cociente C,'üre la presión media arte1iaJ y
la resistencia vascular.: Fs = A art. l R. vasc. Al mantenerse
Fisiología de la circulación renal rnnstante el flujo sanguíneo, ne se altera por lo tanto el filtra-
do glomerular.
El riñón es el órgano que recibe la mayor cantidad de sangre Resulta interes:rnte enfatíza; que, en contraposición a estos
del organismo. Ella representa del 20 al 25 % del volumen-mi- hechos, el riñón responde de una manera muy diferente en to-
nuto cardíaco y equivale a unos 1200 mi por minuto para am- das aquellas circunstancias que se acompallan de una disminu~
bos. Sin embargo, la distribución de la misma no se realiza de ción de la volemia efectiva circ\lante sin tener en considera-
una manera homogénea dentro del órgano, y diversas investiga- ción la presencia o ausencia de va¡·iaciones en la presión
cíones hemodinámicas recientes han modificado de una manera arterial. Así, en caso de hemorr~a o deshidratación más o me•
sustancial los conceptos clásicos, enfatizando la importancia nos importante, se p~oduce sit.npre un descenso significativo
que pueden tener sus variaciones en diferentes circunstancias del flujo sanguíneo renal y del fúrado glomerular por acción de
fisiológicas y fisiopatológicas. mecanismos neuro-hormonales &sencadenados por la hipovole-
Desde el punto de vista circulatorio deben considerarse ene! mia. Esta diferente nnal funciona coordinadamente
rii'ión, anatómica y funcionalmente, tres territorios perfecta- con todos los sistemas uo:,ue,,sc,.,cos del organismo que tienden
mente diferenciables. La región cortical que recibe el 80% del a preservar y regular el voiumer:eAiracelular a través de un co-
flujo sanguíneo y comprende la mayoria de los glomérulos con rrecto balance hidrosalino.
asas de Henle cortas y los túbulos contorneados pro,imales y Se ha comprobado también ¡ue el sistema nervioso autóno·
distales. La región cortical intema (zona yuxtumed11Ta1) y me- mo puede promover, cuando es fuertemente estimulado, una
dular externa, donde los glomérulos son más escasos, poseen vasoconstricción intensa de todsel órgano por medio de sus fi.
asas largas que penetran profundamente hasta las papilas, y a letes peri vasculares simpáticos, Si el estímulo es menor, sólo
la que llega el 15% de la irrigación total. Por fin, la región me- se produce vasoconstricción en ta zona cortical externa Y una
dular interna, constituida fundamentalmente por ambas ramas ligera vasc,dilatación en la corti:al interna y en 1a medular ex-
del asa de Henle, los túbulos colectores y los vasos rectos arte- terna-zona yuxtamedular. Esto.Je ha vinculado a la existencia
11 40 SEMI OLOGI A, SEMIOTECN IA Y MEDICll,A INTERNA
de receptores alfa y bef(ladrenérgicos en esos tenitorios rena• ción proteica es muy inferior (20 a 30 mg por ciento ) así como
les, que serían estim ulados de difarente manera según la con- en la distribución de los electrólitos impuesta por el principio de
centr ación de adre nali na y noradrenalina circu lantes. Además Gibbs-Donn an , qu e regula el equilibrio a ambos lados de la
parece esta blecido que los glomérulos corticales son más ricos membrana, de ta l manera que existe un ligero predominio de)
en renina y receptores de angíotensina II que los yuxta medu- ion cloro en el filtrado. Este contiene por lo tanto agua, glucosa,
lares. creatinina, fosfatos, sulfatos, ácido úrico, un pH, u/la condw..:ti-
Como resultado de la disminución de la circulación cortical, uidad electrica y una osmolalidad idénticas n las del plasma.
que pose.e también glomérulos con asas de Henle más cortas y El mecanismo que regul a la ultrafiltración (U¡J glomerular
por lo tanto con me nor capacidad para reabsorbe r el sodio, 11e• fue clásicamente considerado como un fenómeno pasivo sin gas-
¡i·,J11c.< perdednre, de sodio, desciende notablemente el filtrado to de energía, depend iente, en lo fu ndamental, de la presión po-
glomerular a ese nivel y se pierde menos saL La sangre fluye sitiva ge nerada h acia el espacio de Bowman por la diferencia
por los glomérulos yuxtamedulares y probablemente por las de- entre la presión hid rostática neta transcapilar (óPi y la presión
ri vaciones o cortocircui tos preglo meru la res cort.icales aumen- neta coloidosmótica (óO) por un coeficiente (kJ vincu lado a la
tando la ci rculación yu xtamedul ar y medular. Como consecuen - permeabilidad intrínseca de la pared capilar. Por lo ta nto dicho
cia de todo lo anterior pueden no apreciarse modificaciones en va lor Uf puede ser ex presado en un pun to deter minado de la
el ílujc, sa ngu ineo total ni en el fi ltrado glomerul ar total, pero pared capilar o unidad de superficie capilar de la siguiente ma-
se asiste a un a redistribució n de la sangre íntrarrenal que im- nera (Fig. ll-4):
pide , en última in s tancia, el aumen to de la natriuresis y la de-
pleción sa iina consig uiente, pues los glornérulos yuxtarnedula- Uf = k (6 P - ,\O) /Ji
res son capaces de reabsorber más sodio por poseer tú bulos más
J;i.rgos. Un a resp uesta similar a la estimulación simpática se Ahora bien, dado que ilP es el resultado de la presión hi-
produce en aquellas circunstanClas que se acompañan de un a droslática in tracapi lar (P,,¡) menos la presión hidrostática del
ma\'or secreción de catecola minas con o sin va1iaciones de lavo- espacio de Bowman (Ps,,,) que se opone a aquella y i\Ü es la di-
len~ia tife ctiva. Se la observa así en el shock hi povolémico, car- ferencia entre la presión coloidosmótica de las proteínas plas-
diogénico, neurogénico, y también por acció n de una simpl e máticas intr acapil ar (O,g1 ) y la presió n coloidosmótica del ultra-
ag resión psíquica de terror o miedo. filtrado en el espacio de l:lowman, la fórmu la{)) será:
Como puede obst:rvarse st trata de un a res puesta estereoti-
pada del riüón , que promueve en todos los casos un a red istribu-
ción di:' la. circulación sanguinea·derivando parte del flujo desde
la corteza hacia la regi ón yuxtamedular y medular, como parte Sin embargo, teniendo en cuenta que la concentración de
<le uno ele 1os sistemas que configu ran el mecanismo homeostá- proteínas del ultrafiltrado es muy pequeña, el valor de OBw
tico para la preservación de l volumen exlracelu lar (véase regu- puede desechárselo anu lá ndoselo de la ecuación (_2). Por otra
lación hi<lrosalina en el capitulo sobre Edemas). parte, di versas experiencias han demostrado que el valor de
La círculación medular, a dife ren cia de la cortical , no !)OSee PBvw' se man tiene prácticamente con stante en - 10 mmHg en
un 1necanismo de autorreguiación por lo que las variaciones en condiciones fisiológicas al igual que la presión hitlrostática en
su fl ujo dependen proporcionalmente de la presión en la arteria tod a la longitud de capilar glomerular la que oscila alrededor de
re nal. Si n embargo , teniendo en cuenta que está vinculado en 45 mmHg equivalent~ al 45% de la presión media aórtica y no
fo rma c:special a los mecanismos de concentración y dilu ción al 75~80% como se la estimaba antedormente po r med iciones
urinaria, es probable que sea regulada de algu na manera por la indirectas, originrindose, por lo tanto 1 un balance neto transca-
acción de la hormona anlidiurética 1 que sería capaz de aumen- pilar 6P de 35 mm.Hg. Frente a la relativa constancia de LIP se
tarla o dis min uirla según que el paciente se encuentre en situa- ha podido establecer, por lo contrari o, que el valor de Ocgl se
ción de sobrecarga hídrica o antidiuresis. modifica desde el extremo aferencial de l capilar glomerular de
20 mmHg a 35 mmHg en el extremo eferencial. Como r esultado
de todo ello, el valor neto de Uf irá dismi nuyendo progresiva-
Mecani smo de formación de la orina mente desde 10 mrnHg hasta O mmHg cuando óO iguale a óP
de tal manera 4ue:
La orina fi nal form ada por el riñ ón es el res ultado de un tri-
ple proceso de ultrafiltradón glomernlar, reabsorción tub rdar y Uf = k (45 m~ilig-10 mmHgi- 20 mmHgxclO mrnHg
.st:cnxi(}n tubular, y se carac!eriza por la va ri abilidad de s u vo-
lu men, de su composición y de sus propiedades físicas y qu ími-
en el extremo afe rencial del ca pilar y
cas, Dichas variaciones expresan la rapacidad del riñón para
adaptarse a las distintas situaciones fi siológicas o patológic&s
del organismo y constituye n una mue:;;tra de su elasticidad fun-
cior1 al que le permite man tener1 en ellas, la homeostasis corpo- Uf= k (45mmHg-10mmHg)- 35 rnmHg = O mm Hg
ral. Una de las características que más ditingue al riflón insufi.
ciente es precisainente la pérdida 1 en diversos grados, de esa en el extremo cferencial con valores intermedios pr~gresiva-
elasticida d fu ncion al) alcanzándose la situación más extrema menle decrecientes a lo largo del capilar según una curva para-
en la uremia donde el ri ñón carece de toda posibilid ad de adap- bólica calcul ada en la qu e Ur corresponde a la parte grisada. El
tación. punto donde el valor de Uf es igual a O se considera que corres-
ponde a la presión de equili brio de la ultrafiltración en el que
ésta se anu la .
Fil tración glome rul ar .AJ10ra bien, para poder establecer con exactitud el valor to-
tal de la ultrafiltración del gloméru lo deberá utilizarse el valor
La ori na se origina por un fenómeno cte ultrnfil tración del E!2medio de la sumatoria de todos los valores intermedios de
plasma a a través de los capilares del glomérulo re nal que per- 60 a~í ~10 el valor promedio de la presión hidros tálica trnns-
mite el paso hacia el espacio de Bowman de un fl uido, preori• capilar 6P que ya se senaló es igual a óP y relacionárselos con
na, cuy a composición es bastante similar a la del plas ma de l la superficiG del área .del glomérulo disponible para la ultrafil-
cual proviene. Difiere de éste sin embargo en que su concentra- tración S. Por lo tanto
NEF ROLO GI A 1141
mente reabsorbidos, a nivel del lúbulo contorneado proxim al, También para ·las proteínas parece existir un Tm superado
1
por un mecanismo activo de capacidad limitada. Cuando el mis• el cual aparecen en la orina, y que puede ser bloqueado por la
mo es superado como sucede en la diabetes, donde la presencia glucosa y ciertos vene nos celulares.
de hlperglucemia condiciona una sobrecarga de glucosa al t.Ubu-
lo, y se sobrepasa el Tm de glucosa correspondiente, se produce Reabsorción de los aminoácidos. A nivel del túbu lo contor-
glucosuria. El miximo tran sporte de glucosa oscila 1 en el hom- neado pro,imal se reabsorbe el 99 por ciento de los ami noácidos
bre, alrededor de los 375 mg por minuto, para una superficie fil trados , pud iendo aparecer en la orin a una mfnima cantidad
corporal de 1,73 m2, mientras que en la mujer es de 303 mg por que expresada como nitrógeno amínico oscila entre 75 y 170 mg
minuto. en 24 horas.
En circunstancias patológicas puede estar alterado el meca-
nismo de reabsorción de la glucosa, de tal manera que el Tm es-
tá disminuido por una falla en los sistem as enzimáticos involu- Secreción tubular
crados en ese proceso y ello condiciona ]a presencia de
glucosuria si n necesidad de un a hiperg]ucemia. Es la denomi• Comprende aquellos rnecanismi:,s mediante los cuales las cé-
nada _dia betes nefrogénica o glu cosuria renal, que acompaña lulas tubulares segregan hacia la lu z tubular sustancias conte-
ciertas tub ulopatías congénit as, como el síndrome de Toni-Fan• nidas en el fluido pe1i t:ubular. Es, por lo tanto , un proceso que
coni, Rlgunas intoxicaciones exógenas ~sal es de plorno ura nio o
1
se realiza en sentido inverso al de la reabsorción tubular y, CD ·
mercurio- o pielonefritis asct ndent.e cróni ca. mo él, se cumple por medio de fenómenos activos o pasivos. Los
primeros, con consumo directo de energía y los segundos sin él,
aunque indirectamen te se produce parn crear el gradiente de
Reahsorció11 de los fosfat os. El anión fo sfato filtra en forma
concentración o potencial eléctrico que facíiite el paso de la sus•
total por el glomérulo y se rea bsorbe a nivel del túbulo contor-
tancia a través de la membrana celular tubular.
neado proximal, siP.n do su Tmp normal entre 2 y 5 mg por mi-
Los mecanismos de secreción activa limitados por un Tm es-
nu to, constituyendo entre el 88 y el 95 por cien to del fosfa to fil -
tán dfstinados, fund amentalmente, <i la eliminación de ciertas
trado.Cua ndo se produce un leve aumen to en la carga tubular
su stancias endógen as, corno la guanidina, metilguanidina coli-1
de dicho anión, se incrementa en forma importante su elimina- na, histamina o ele algunos compuestos extrañ os al organisrno,
ción urina1ia, mien tras que prácticamente des aparece de la ori- como el rojo fenúl , el ácido paramin0hip ú1ico, el hipurato, la pe-
na cuando la fosfatemia es tá por debajo de 2 2 mg por ciento.
1
nicilina , sulfamid as acetil adas y diversos compuestos iodados
El mecanismo íntimo que interviene en la reabsorción tubu- orgánicos. Debe señalarse que la mayoría de esas sutancias so n
lar del fosfato no es bien conocido, pero está normalrne nle so- también el iminad as por filtra ción g]omerula r, pero como un
metido a la acción de di versos facto res tales como la hormuna porcer.taje importante de las mismas circulan por la sangre li-
paratiroideai 1:, glucocortic.oides, las variaciones del pH sanguí• gadas a las proteínas plasmáticas, el organismo necesita de un
neo y la cantidad de dicho anión contenido en la dieta. proceso activo que las libere de las mismas y las vuelque hacia
En ciertas tubulopatias ge néticas, es posible comprobar una la luz tubu lar para su completa eliminación.
fosfaturia elevada, condicionada por una falla dé los mecanis- Dentro de los mecanismo.s secre torios ;,asivos, debe citarse
mos enzim:iticos vinculados a su reabsoprción tubuh1_r -sfndro- también a los denominados de difusión no iónica, que tienen lu-
me de Toni-Fanconi y en el raquitismo resistente hipofosfatémi- gar dura nte la secreción del amoníaco. Junto con el anterior, se
co- acompaS1ando a otras alteracion es humorales. considerarán al estudiar la regulación del equilibro ácido-base
Por lo contrario, la fosfaturia está disminu id a en la insufi - por el riñón.
ciencia renal crónica avan zada, en relación con el descenso de l
filtrado glomerular.
Reabsorción y excreción de ciertos constituyentes especiales de
la orina
Reabsorción del ácido úrico. La depuración del ácido úrico
oscila en tre 6 y 12 mi por minu to y en condiciones normales se
Si bien cadlt. uno de los cun5lituye ntes de la orina se excre-
reabsorbe pasiva y activamente alrededor de l 90 por cieato a ni-
tan de una manera independiente <lel resto, es necesario anali-
vel del túbulo proximal aunr¡ue existen pruebas evidentes de
zar en forma simultánea la del sodio, cloro, agua y urea, por
que una fracción del mismo es secretado active.mente también
existir entre eilos una interdependencia fisiológica que configu-
en dicho túbulo pero a un nivel más distal. Los mecanismos en-
ra un r:1.ecanismo unitario muy particular,
zimáticos que intervienen en los procesos de reabsorción y se•
Estas sustancias :rnfren, a lo largo de su recorrido por los tú -
creción activa pueden ser bloqueados por diversas sustnr:.cias.
bulos, nr.a serie de modificaciones de tal magnitud que de 180
Asi el probcnecid impide su rea bsorción y constituye un exce•
litros ;le agua, 24.000 mE1 de svdio y 18.000 mEq de cloro fil-
lente uricosúrico. Los diuréticos inicialmente tienen un efecto
trados, en 24 horas, sólo se elirninan en la orina final 1,5 litros
uricosúrico pero cuando producen una contracción del espacio
de agua, 120 mEq de sodio y 160 mEq de cloro, en condiciones
extracelu1ar incrementan su reabsorción tubular generando hi•
de normalidad. Si, por lo contrario , el organismo está sometido
peruricemia y, a veces, desencadena ndo crisis gotosas.
a una restricción o a un exceso en el aporte salino o acuosoi el
rif1ón es capaz de reducir o aumentar al máximo la excreción de
Reabsorción de las proteínas. La leve cantidad de proteínas esas sustancias de tal manera que no se altera la composición y
filtradas, que oscila entre 1 y 10 mg por ciento y que represen- el volumen de los fluidos orgánicos al mismo tiempo que se ex-
tan sin embargo unos 2 a 18 gramos en 24 horas, es práctica- cretan los residu os catabólicos. Esto supondría, en todas esas
mente reabsorbida en forma total, no selectiva, a nivel de l ter- condiciones, un enorme ccnsumo de energía muy superior al
cio medio y superior del túbulo proximal, de t al ma nera que en que realmente exist.e para cumplir con esas funciones reabsorti-
la orina final sólo aparecen de 30 a 100 mg por día. Esta protei- vas, s1 no hubi~ra un mecanismo especial que le permitiera al
nuria fisiol ógica está constituida por albúmina en un 30 al 40 riñón ejHcerlas con toda su amplitud con un mínimo consumo
por ciento y el resto por microglobulina provenientes del plas- energético. En efecto, cuando se correlacionaron la distribu-
ma, proteína de Tam-Horsfall originiida en la rama gruesa del ción fapográjica de los distintos segm_entos del nefrón: gloméru-
asa de Henle y otras derivadas de las vías urinarias. lo, tú bulo contorneado proximal, asa de Henle, el distal y colee-
NEFROLOGIA 11 43
tor v vasos ar teriales v venosos peritub ulares, dentro del parén• de la medula aume nta, en form u progresiva, des d~ la unión cor-
qui ;n.a renal , con la.$ ·t!oriacio11es de la nsmolalidad del fluido ticomedular hasta la papila, donde alcanza 11 0 valor similar al
de esos sectores ,, del intersticio peritubula r correspond iente a de 1a máxima concentración a que puede llegar la orina en la
cada uno de ellos, se pudo establecer la existencia de un siste- especie que se estudia. El análisis del fl uido endotubular y de la
ma físico destinado a promover un grad iente de concentración, sangre de los capilares peritu b11Jares de mostró qu e su osmolali-
capaz de facilitar la rea bsorción del agua, el sodio y el doro, con dad coincide con la del tejido rúnal que los rodea , demostrando
un bajo consumo energético. entonces una estratificación de la mis ma, desde la corteza h acia
Para pode r comprender la estruclura de t al sistema denomi~ la papi la. Estos hallazgos permitieron pl antea r y corroborar la
nado mecanismo multiplicador de con tra~orriente, es necesari o existencia del mecanismo mulUplicador de concentración por
efectuar algun as consideraciones con res pecto a la ubicación de con {racorrirn te en las asas de l [enle y de intercambio por con-
cada uno de los sectores del nefrón ya seüalados. tracorrie 11 te en b s asas vasculares.
El glomérulo y los túbulos proxim al y distal se hallan di stri- El principio elemental de un siste ma mul tiplicador por con-
buidos en la corteza en forma irregular, mientras que ambas ra- tracorriente está basado en la existencia de dos corrientes líqui-
mas del asa de He nle, los cúbulos colectores y también los vasos das que, moviéndose en direcciimes opuestas , estén lo sufic icn-
arte ri ales, vww rt:cta, están dispuestos de una ma nera regular, t.emente yuxtapuestas COD1o para facilitar un mutuo
paralelos unos a otros, formando estr iaciones radiales desde la inte rcambio de energía o contúilido entre ellas, en sentido per-
criba de la papi la hasta el límite de la unión corticomedular. pendicul ar al de su Oujo. Las i'amas del asa de Hen le, con su
Ade mris, una pa rte del túbulo contorneado distal contacta con disposición en horqu illa o en U, configuran en la médula renal
la arteriola aferente glomerular, configurando el aparato yux- el sistema uector; el fl uido endotubular representa la corriente
taglnmerular que partici pa, con seguridad, en el mecanismo re- líquida, y el paso del sod io, des<le la rama ascende.nLe del asa de
gulador del volu men e>:tracelular y de la tensión arleri al, que HE:nle hacia la descende nte, atravesando el intersticio, constitu -
están íntimame nle in terconectados con la reabsorción y excre- ye el flujo de contracorrie11 te. i\squemálicamen te (fig. 11 -5) el
ción del sodio. sistema func iona de la siguient,i manera: el fluido isotónico que
Además de esa dife rencia estructural entre la corteza y la proviene del túbulo proximal, h] transcurrir por la rama des -
médula, debe sefl.alarse que la primera tiene una inigación vas- cendente del asa de Henle aun¡enta progresivamente su osmo-
1
cular muy 1ica dependiente de las ar te rias y venas arciformes lalidact y concentración del sodio a medida qne se acerca al codo
que comprend e a1rededor del 95 por ciento del aporte sanguíneo del asa por difusión pasiva de agua haci a el in tersticio med ul ar.
al rillón, míentras que la región medular est á sólo vasculariza- De esrn manera se establece el t2quilibrio osmótico entre el flui-
da por los vasa recta que nacen en las arterias arciformes y las do tub ular del asa de Henle y el inters ticio medular y papilar
a rteriol as eferentes de los gloméru los yu xta med ulare::; que des- hipe rtónicos en el que la urea se,ia la responsable del 50 por
cienden hasta la papila, para continuarse con la:::i venas que ciento aprm..imada.1nerite de su osrnolalidad por un mecanismo
vuelven hacia la zona corticomedular y se vuelcan en las venas que luego s€: analizará. Com_o puede apreciarse, la igualdad os-
arcifo rm es. Ambos síste rn as snngui neos muestran "trna se nsibi- mótica entre el flu ido tubular de la rama descendente delgada y
li dad disti nt a a la acción de las catecolami nas y ello permi te el intersticio que la rodea no implican necesariamente una dis-
comp rende r las modificac iones que ex perimentan en diversas Lribución similar de solutos e!: bmbos sectores. En el primero, el
situaciones fisiológicas y patológicas que varian la dist1i bución factor esencial sería el CINa Yon el segu ndo la urea. Cuando el
de la sa ngre intra rrenal. Por otra parte, se ha establecido una íluido tubular llega a la rama ascendente delgada del asa de
diferencia fundamenta l entre la corteza y la médula desde el Henle comien2a a dismin uir su osrnolalidad en forma progresi-
punto de vista de la osmolalidad del fl uido intersticial, intrace- va hasta hacerse hipotónico en la rama gr uesa de dicha asa.
lular, intratubular e intravascular en ambos sectores. Ello es la consecuencia de que d sector ascendente delgado es
El análisis de la corteza renal ha demostrado que tiene un a impermeable al agua perrnitien,Jo el paso del C!Na y, en menor
osmolalidad igual a la del plasma, mientras que la osmolalidad medida el de la urea, aunque er1 sentido inverso siguiendo sus
Fig. 11-5. Diagrama qite represen ta t!l .,wsihfr meca:,i.o;nw m ultip.'itr1dor de conce11 trnció11 por conltacorriente e intercambio por
contracorrieute.
114.J SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
grad ientes ele cunce1nr,1ción. En efecto. e! ptimcro lo hace hacia su perior a la existente en el intersticio y en la rama descenden•
t::! in tl'l"st ic-io p<,r ser rn::\yor la tont:entracicin en el fluido tubular te tubu lnr, de ma nera tal qu e la sa ngre de los vasos rectos des-
rni 1~-nt r.1., hi ll1'E'D. lo \i :;t.:1; lrncia este. Los grad us dbtint os de per• cendentes sería significativamente hipotónica con respecto a la
rlH_•~~bilicbd para el ClNn .v la urca hc-11í,rn que e;:l rno\' imiento del que circula por los vasos r ectos ascendentes. En estos, el ag ua
pri11h.:r11 k icia el inlersticio en la un id:Jd de tiempo excedería al difu nde hacia la lu z vascula r y los solutos hacia el intersticio y
rnovimit:n lo i!l':erso dt: la urea. Esto im plicmfa re::J!mente un de aqu í hacia los vasos recto$ descendentes como se se11alara
rr1rJYirn H.:ntu nd u de seilutos hncia el in tersticio que, Figre gado a antHionne nte. Este mov imientD inverso de solutos y agu a cons-
1.1 impennea bili cbd del s2gmento as cendt:nt.e al agua, explica- titui ría el elemento fundamental para considerar a los vasos
ri:111 b hipotc,11 icidad t reciente del fl uido tubu br qut llega a l:.1 rectos cc,mo intercambiadores pasivos por contracorriente. El
r~11n:t grnesa ascendente. EstE:: sector, al igual que In prünera movimie nto neto de flu ido h.:11:ia los vasos rectos ascen dentes
porci1'1n cld tllbul n disL1l ubi cados en la médu ln externa, conti- sr:-ria esencial dentro del mecanismo y en su generación tendría
nú:1:1 ~it-:idu irnp('n1l(·<l bles al ag-u<l, por:o per mt_,:tL!es a la urea y particulc.lr impo..- tancia la presión oncótica ejercida por las pro•
,11 c 1- y ~ig-n ific-ati va mente pérmeabks ;il Na+. Sin e1nbarr;o po- tei nas plasmábcas en los vasos rectos.
:stt:n u 11,1 ht)mb;i ele.c:trogé.nit~ de CI- que promueve su re;ibsor- Sin embargo, 0s nc-cesn rio qu e a todo ello se agregue un me-
ción aC'tiv¡1 cn,;;1nclo un grndicnte ele ctroquímico qu e gc-11r;:·a el canismo rL·5 ul ador capa~~ de variar las co ndiciones de l intersti-
pa.-;o dd ]'~a+ en fo n nc-t pasivri nco mpaúándolo. De esto result a cio renal, de acuerdo con las necesidades ca mbiantes del orga•
una n-.;1bson.:ión hiperos mótica ron mayor agregado de CINa nismo en las distintas condiciones fisio lógicas o patológicas 1 con
qut· dt! :i~ua y de ure,1 en el inter:,;ticio medular f xterno. Como el Jbjeto de ma ntener la homeostasis general. E n efecto, tanto
cu11:-; t>cuencL:1 el e ello, b con centración relativ a de urea en el e.l mecanismo mul tiplicador de con tracorriente vinculado al so-
lluidu que ~ürnndon~ h ra ma gruesa ascende nte es mayo r qu e dio y el de intercambio contracorriente relacio nado con el agua,
la f•xistt>nte ~1 la t::nlrada a di chú se~men to. En la porció n fi na] se mod ifica n en su intensicl.,Hl de acción, segú n qu e el· individuo
de l túhulo distal y en el l tib ulo colector ubicados en la cl1 rt.eza y esté rnme:t irlo a una mayor v menor ofe rta de agua , la q ue por
t:' 11 In nw.dn hr penneablés ;t\ 1Jg1.1a, ésta es reabsorbidB en fun~ varinciones en la osmolalidad plasmática promoverá una menor
ciOn d~ ~u grJcliente usmótico aumentado .:1ú n rn:_>s la cont:~nt.rn- o :11 ayor secreción clé honnon::i. antidiu!'8tica por los núcleos su-
t ión ch- la urea. En la medular imen~a f.a nto el agua como la praópticos y paraveutii culares hipotalámicos, Esta hormona ac-
un:•fl cid 11uido t.uhu!J r colecf.t,r se reabsorben y esta última es túa a nivel de los túh ulc,s cvlcctores pen neabil izándolos al agua
L1 r¡u t• tle esL1 m ;,1u: rJ. gener;.1 la hiperlo1:icidad del in tersticio de tal mane r:1 qu -:., cua nd o el organismo est.á en situación de
1w.. du hr int.c-rno ~· p~ 1p ilnr. Parle de esta urea difun de leego 11a· hidrape;zia, el flu ido rehti,· amente escaso que llega a los rnis-
ci:1 b ~ nm1as dt lgadas descendente y asc~~nde nte y ;.~arte ingre• 1~1os se concent r.1 por difus ión de l agua lrnc ia el intersticio, al•
~:1 ~1 lo,:; \·asr,~ rl'clús. De esta rnanC'-r a se genera una ,·crdadern canz:-1n<lo t1 na os n1olalidad similar a Ja de éste. A su vez, la
recircul aríó n dt b un~ ;l y s.u elevada concentración en el in ters- hon1w1w antfrliunJtica qu e regul a tambié n la velocidad de la
ti cio 11ic,dul m y papil ar ejercería el efecto osmótico ne1::~::;a rio pa- sangre en los va ~.:i. recta 1 la disminuye en esas cond iciones y
ra aguJ ~\ In desc(•nclenle delgada y posibilitar el au mcuto de su mantie:ne el gradiente osmótico necesari o en el intust.icio para
cn nc~nl rnl' iún intrnl11 mi md de CINa ton los consig uiente mov i- facilit;-ir la reabsorción contimrnda del agua. Cuand o sucede lo
mirnlos ;i ni\'c! de b ra ma ascenden te Jelgada ya re feridos mg. inverso 1 por estar el indivi<luo sometid o a una sobrecarga de
ll-5J . Pnra que t'Ste mecani smo funcion e :Jdecu adamen te es ne- agua, ria existe actividad de la horm ona antidiurética. Como
cesari tt la existencié'l de los \'asos rectos que actü;m como in ter- consecuencia, la orina defini tiva puede !legar a ser más hipot-0•
r.am hiadc,res µor tontraconifmtc de ma nera ta l que si1va n como nics que el fluido qu e llega al lúbulo dista l, pues la reabsorción
ves híc ulos pa ra b rc-,mación del :igua y de los ~olutos niab;:;orbi- d~ los solutíJs continúa en los segmentos tubula res final es.
clos :~ niv?l del asa cll! Henle y del túbul u coledor prese rván dose La permeabilid&d de los colectores al ag ua es escasa y no se
aú d :,11·:-id iente o:;m(llic.:o medu lar longit ud inal. St:: ha delt.irmi- alcanza el eq1.!ilibrio osmütico entre las orina tubular y el flui do
nado qu e t'I flujo plas m~t.i co a la sr1licb de. los vasüs rectos as- in tersticia l m~d ul nr, elimi nílndose u n gra n volumen de orina
ce nde11 1ts debe excede r el fluj o plasmático a la entrada de los diluid a. E11 esta sirnaci6n, la dismi nución o 1usencia de horm o-
\'11sos re:ct.os de ~cencle ntes t:n un \'olumen igu al a la suma del na anti,Jiu rética aument:1. en for ma sim ultá nea la velocid ad
fluido r~ab::;ürhido a ni vel de !;1 rama descen dente d1:l asa de sanguínea en los vasos rectos y el paso de so! utos hacia la circu•
Henlc m,\.5 el re;:ibsorbido a nivel del colector. La operctción del lación ge neral, dismi nu yendo en consecuencia la osmolalidad
retiro dl:'. ! ng na y de los solutos debe tener lug ar de ta l ma nera iuterst:cial. Esto fa cilita, por lanto , la reab.sorci óu de l sodio y
que irnpidH b disipac ión de! g,.·adien te osmótico medul:ir y papi- del cloro desde el fluido tubul ar hacia el inters ticio sin el cones-
lar, hecho qui: pod ria s uce der si los vasos arrnsi"rásen fuera de pon,:T.iente volumen de agua. De no existir este mecanismo que
la mi-du la un fluido co n cantidades excesivas de solutus os1~1óti- disminuye el grmiirP.te dt"- concentración t.u buloin tersticial, tan-
cament e 1Jctin1s. Esto no sucC'de por cusnto el fluj o sanguíne o to el sodio como el cloro se eli mi narían juntamente con e1 agu a
medul .ir es lento .v ad emás los vasos re ctos se compo1ian como duran te la poliuri a provocuda por una so brecarga acuosa.
interc:i.mbiado res por contracorriente. El meta nismo íntimo q_ue En resu men , se puede decir qm~d mecmzismo multiplica-
gobierna el inte rca mbio por cont.rncorriente no está completa- dor por confrncorriente y el intercambio por contracorriente
ment.;;i <lilucídt1<lo . Sin embargo se ha estnblecido qu e la sangre cumplen la finalidad de crear y manfrner un intersticio medu-
que penet:ra t'n los vasos rectos es isotónica y a medida que des- lar hipcrosmótico, dest inado a proteger al org(l nfsmo, en corre-
ciende por eHos el ng ua difunde hac ia el in tersticio medul ar lación con la hormmw a11tidiuritica de la sobrehidmración o
mientr,1s que los sol ut.os, en especial el CINa y la urea lo hacen de le, deshidratac ión, regula11do la excreción del agua y en al-
en senriclo iir:erso h:-1cia b corriente sanguínea. De esta mane· gu no medida de los solu tos. Para estos últimos existen otros
rn, la snngrl' en In rmna descendente var.cu lar :; umen ta su os• mecanismos más importantes que serán posteriormente anali-
molal icbd a medida que se acerc3 al co<lo del asa donde alcanza zados. En dl ras palabras. todu ese complejo mecanismo es el
su miximo. Es necesmio s~únlM ql?e la osmolalidnd cm los va- que perm ite coucentrnr o diluir lo orina. Cuando eA;sten altera•
sos rectos descendentes sería 3µro ximad Brnent.e un 10 po:· rien• cioner:, p1imarias a nivel <lC!l sistem&. nervioso central que dismi-
lo menor al mismo nivel del intersticio y Je la rama desce nden- nuyen lo secreción de hormona antidiuretica, diabe tes insípida
te tubular, di ferenci a que desaparece s i se en len te ce postcrohipofisarin, o lesiones renales congénitas o adqu iridas
del iberadamente el ílujo en los vasos rectos. En la rama aseen· que impiden a la hormona ejercer su acción, diabetes insípida
dente vascular, !a sangre ten dría una osmolalidad escasamente ncfrog€Hica Si! producirá el cuadrO clínico de la diabetes insipi-
NEFROLOGIA 1145
d8 rn1i gran poliurin perdiéndose la rnpacidnd de cuncentrnr la ción salina excretando orina sin sal o, por lo 1:ontrario dei.1 de
orinn nun en Psti-ido de penuria acuosa. Por lo contrario, hny hacerlo permitiendo que se alcance una concentración del ;odio
cundicionc·s ffatológicas que aumentan la secre:cicin de la honno- urinario que excede al del plasma. El movimiento del sodio a lo
na J.nlidiurttica 1ciertos tumores bruncogenicos o disrninución largo de todo el nefrón está sometido a la inflnencia de un sis-
irnport:rnü: de• IH rolemi::1 éfectira) donde el riiión piercle la ca- tema hemoclindmico-hunnonal que involucra a la volemia circu-
p:1cíd,1d c!t diluir. aun bajo sobrecarga 8cuosa, que constituyen lante efectiva, al sistema renina-angiotensina y, fundamental-
t?] denrnriinaclo síndrome de secreción inadecuada ISIHAD). mente, a la aldosterona, que es la hormona que en forma
directa promueve activamente la reabsorción de sodio a nivel
HL"ol,surcifin del srnliu y cftil cloro. La reabsorción t.ubular del del tú bulo colector toda vez que exista carenci:1. de ese catión.
srJCli(1 se fuera seüalado, por mecanismos acti- Además el nefrón distal puede también e~tablecer un gra-
\'ü~ c:on particulares p.1rn cada uno de los diente vsmático elevado entre la orina tubular y el plasma. Esto
s~ct0n:.s que lo componene. Los iones !'fo.+ del fluido tubular di- hace que durantE: la sobrecarga de agua, diuresis ücuosa, la os-
funden h:.1ei3 el interior de la célula a favor de un gradiente molalidad urinaria alcance de 30 a 50 mOsm/kg ele H20, es de-
elc·ctnlquirnico y so11 expulsndos hacia t:l intersticio peritubular cir hasta 1/10 de la del plasma. En caso invenio, restricción hi-
por mecho de un met:,rnismo complejo que estaría inte~•rado por drica, la osmolalidacl puede superar los 1.200 mOsm/kg de
dos hornbc1s metJbólic:as. En la primera, la energía provendría H20, valor cuatro veces superior al del plasma. Esto. variabili-
ele la hidrólisis cid ATP catalirnd:. por la ATPasaNa+¡,;+ depen- dad de la reabsorción acuosa depende de la a<:.lividad de la hor-
dü.•rlle cuy.1 Jctividad en el parénquima renal es elevada y es mona antidiurética que penne3.biliza el epitelio tubular y per-
inhibidn por la ou,1halna. Dicha expulsión activa del Na+ se mite que actúe la actividad osmótica del intersticio medular,
:-icüpla a b cEtptrtci1.)11 del r,.::+ peritubular por las celulas tubula- creada por el rnec3nismo multiplicador de c1mtracorriente ya
un mec;rnismo di:! intercambio iónico de traslocación explicado.
por lo que no generaría un gradiente eléctrico
(homb:.:1 no electrogénica"L La segunda bomba que expuls::1ría el Hormona atrial natriurética. lvforece un comentario especial
Na+ seriJ indtpendif!nte de la A'I'Pasa y tnmpoco se vincularía la confirmación de la e)..7stencia de un principio hormonal na·
con la c.'."1pt3ción perituhular de K+, por lo que generaría una di- t.riurético siútetizado, Jcumulado y secretado fundamentalmen-
forenci..--1 dt> potencial tmet:anisrno electrogénico'.1y sería bloquea- te a ni•:el de las fibras musculares auricularr.s en respuesta a
da por t°'.l acido etíKrinico. variaciones de la presión i11t.r:mricul;:ir cardiaca que modifican
El dom se re11bsorbe proximalmente por un movimiento pa- su distensibilidad. Si bien muchos aspectos aún no han sido re-
sini ::;L•cundario JI transporte del sodio, mientras que el agua lo sueltos se sabe que la infusión endovenosa en bolo de extracto
h:ice por un simple fenómeno osmótico consecutivo a auricular crudo así como de una serie de polípéptidos purifica-
la ele- In .sal. De todas manEras, la reabsorción global dos extraidos de las aurículas de diversos marníferos, incluido e1
ele tslús tn,.·s elementos se hace ele tal modo que se mantiene la hombre, promueven una importante natriuresis, diuresis y ka-
isuo.:::nwblicbd del fluido tubuktr proximal con el plasma, 300 liuresis de rápido comienzo (1 a 2 minutos) y de corta duración
mOsrn/kg de H.10, lrnsta que llega a la ram.a descendente del (10 a 20 minutos). El pico de excreción sódica alcanza un valor
J.Sél de HenJc.. - 30 a 40 veces superior al basal lo que ubica al factor atrial
Exi::.-ten <.1demás razones experimentales suficientes que natriurético como la más poderosa sustancia endógena nalriuré·
un papel de jerarq1..:ía a las variaciones de la tica descripta hasta la fecha de naturaleza polipeptídica, a lo
prcsir,n 01ctosrn0t1ca y del flujo de la sangre peritubnlar, del que se agr.;ga la propiedad de disminuir simultáneamente la
fi1Ln1dü glr;merubr, de la presión de perfusión a nivel capilar y presión artaial, aparentemente en relación a la excreción de so-
a focti.Jrl':: hormon3.lf's que promueven o restringen dicha absor- dio y a un efecto relajante directo sobre la fibra muscular lisa.
ción Lde::; cnmo l.1 hunnona paratiroidea, la calcítonina, el glu- Por medio de técnicas de radioinmunoensayo específicas tam-
rngdn y las prostag-landinas. Como y2, se explicó, una vez que el bién se la ha detectado a nivel de los núcleos paraventiiculares
íluido t.ubub.r ü,otónico penetra y transcurre por la ram3 des- del hipotálamo. La infusión continua del factor atrial natriuréti-
cendente de Henle se hace progresivamente nd.s hipcrosmótico co sintético en el perro ani:?stesiado disminuye la presión arterial
por tlifusi(·m del S{Jdio desde el intersticio y del agua hacia éste, y aurner..ta el FG, c:l Dujo urinario, la excreción del sodio y del
hasL.1 que a pJrtir de la horquilla va disminuyendo su caneen· potasio dic::iinuyendo además la osmolalidad llrinalia sin cam-
tr¡1cl•11 de sodio por reabsorción de este catión hacia el tejido bios signifü:&tivos ~1Jbre la depuración del agua libre (CHzO).
peritulrnlar .sin difusión simultánea del ngt:a. De esta manera, Durante el periodo de equilibrio de la infusión <le la hormona no
ti fluido que llega a la primera porción del túbulo distal es prác- se altera el flujo pla:.:mático renal ni la resisb;:ncia vascular re-
ticnnH•nü:' isotónico y. en este sector, denominado scgme11w di- Ji.al total. Ei mernnismo púr el cual incremerita tan marcada-
!11_\'l.'.!1/(', se produce una reabsorción preferencial de la sal se· tnt'ntt el FG no ha siclo aún elucidado Yse aCOI°4paña también de
cundnria :1 un c.ransporte activo del cloro, demostrable por un ll!l aumento de la fracción de filtración. Existen también eviden-
rnlt..1je po::;itivo en la luz tubular. El sodio es reabsorlJ:do pasi* ci¡-js indiredns de que la hormona atrial natrimética incrementa
Y<.U)1élltt.' en rnzt·111. ele la alta permenbilidad del ~egmento <lilu~ el flujo medular Y disminuye marc,ídamente la con-
\'ente ¡1 este catión. lnversmnente 1 en el túbu]o contorneado centracíón la urea a nivel papilar induciend1 un lavado de la
~11ás distal y en el coledor, la reabsorción del sodio es activa médula interna. Si bien inicialmente se postulé un efecto inhibi-
mientras _qt;e la del cloro es pasiva. Estos segmentos distales dor directo sobre la reabsorción tubular del svlio ello no se ha
sou poco penneZibles al agun en ausencia de hormona antidiuré- confirmado a nivel de los túbulos proximales s:1perficíales ni en
ticn las asas de Henle aunque tampoco puede hasti el momento ser
Corno resultado de los procesos anteriores, el volumen que descartado en lugares más distales por las dift:ultades técnicas
llega al nefrón distal se reducen al 15 por ciento del filtrado, pe- que entrall.an estos trabajos experimentales.
ro es a este nivel donde se producen los <.i.justes finales en la Con respecto a su acción sobre la muscuh.tura lisa se ha
canr.idad y calidad de la orina eliminacln de acuerdo con las ne- compr("hado qu:.• contrarresta los efectos de la norepinefrina so-
cesidades· del organism.o en cada momento. Para ello, el epitelio bre b av,ta, gr::i:~ides mterias, lechos vasculans de diversos ór-
tubulnr es capílz de establecer un gradiente de concentración ió- ganos o del-músculo liso del intestino, precontn.ído por el corba-
nica rnuv elevado entre la 0angre y ]a orina tubular, de tal modo chol. Estas propiedad-2s vasoactivas difieren trnrcadamente de
que re:1b.sorht> casi totalmente el sodio en condiciones de n•stric- las po:3tuladas a otra hormona natriurética pUlativa, la sustan-
114 6 SEMIOLOGIA, SE!v\lOTE CN IA Y MEDICINA INTERMA
tia símil ouabaina apare ntemente presente en el plasma de los Se ha establecido que existe una n .-: Iación inversa entre la
animales con e:-:pan3ión del volumen extracelular que induciria reabsorción de la urea y el flujo urinario , de tal manera que,
vasoconstricción por inhibición de la A TPasa Na+K+ depen- cuando éste supera los 2 mi por minuto, aquélla es muy estable
diente, propiedad de la cual carece la hormona atrial natri uré ti- y representa al rededor del 40 por ciento de la carga filtrada , En
ca, estas condicio nes, la depuración osci la alrededor del 75 por
En lo que se refiere a su iníl uencía sobre el eje renina-angio- ciento del valor del fil trado glomerular normaL Por lo contrar io,
te nsin a aldosteron<1 se ha demostrado que n :duce los niveles si la di uresis minuto es inferio r a la señalada, la fracci ón reab-
p!asmflticos de todos sus componentes, probablemente por el sorbida aumenta dB manera apreciable y la depuración ureica,
aumento de la carga filtrada de sodio ofertada a la mácul a dem- aun en condiciones de normalidad, disminuye a cerca del 25 por
sa. A ello se agrega un probable efecto directo sobre la secreción ciento de valor real del filtrado glomerul ar, Sin embargo, es po-
de aldosterona por las suprarrenales bloqueándose también su sible lo grar una depu ración ureica que represente una ex pre-
biosínlesis Reste nivel. sión verdadera de la tasa del filtrado glomerular mediante la
En síntesis, la h0rmona atrial nat riurética sería un cornpo- inducción de una diu resis osmótica qu e impida su reabsorción
nen te fundamenta l de los complejos mecanismos cibernéticos tubu lar. Aü n más, se ha comprobado que si se provoca una diu-
que regul a n el vol ume n extracelular en relación a! sodío así co - resis act.:osa a contin uación de un período prolongado de oligu-
1no la homeostasis de la presión arterial. ria, la depuración urcica llega a s upera r a la de la insulin a. Es -
to se ha in terpretado aceptando que la urea se acumul a en el
E1imínaciún reno! del agua. En condiciones normales s_e fil- intersticio renal durante el periodo oli gúrico y se elimina brus-
tran unos 180 litros de agua por los glomérulos en 24 horas, la camente con la sobrecarga acuosa.
mayor pa1te de la cual es reabsorbida por los túbulos, con ca-
raderísticas difere nles según el sedor consi derado, As í, a nivel Elim inación del potasio, El manejo tubular del potasio por
del tllbulo contorneado proximal , la reaUsorción acuosa alcanza el rill.ón es bastante complejo. Se trata de un cat.ión que filtra
al 85 por ciento de la filtrada y es promovida por la reabsorción complelamente por el gloméru lo y cuya depuración oscila entre
de un porcentaje similar de solu tos que ocurre a ese nivel, cloro los 10 y 15 m1, por minuto, por lo que debe ser, necesariamen te,
y sodio. de t.nl manera que el íluidl) endotubular continúa sien - reabsorbido por los túbulos. Por otra parte existen eviden cias
do isosmótico con el plasma , cu alesquiera que sea n las condicio- de que una fra cción del potasio eliminado en la orina es el r e-
nes de hidratación del organismo. Por esta razón se la ha deno- sultado de un proceso de secreción t.ubu lar, Esto implica enton-
minado reGbsorciún obligo da del agua. ces que El epitE:liu t.ub t1lu es capaz de movilizar al potasio en
En la rama descendent.e del asa cle Henle, el agua difunde ambas direccirines.
hacia el intersticio ;itralda por la híperosmnlalidad del mismo, Cu ando predomi na la secreción sobre la reabsorción se pro-
mien tras que este movimiento cesa en la rama asct: ndenle o duce una secreción ne-ta y, si s ucede a la invers3, existe un a
gruesa del ass de Hcnle debido a su impermeabilidad, donde rea bsorción neta. Tanto en el t.úb u!c, contorne~do proxin-:~-d como
sin embargo se prod uce una reabsorción d,.:!1 sodio. Esto mo tiva en el asa de Henle la reabsorción e::; muy importante; s,; produ -
la llegada de un fluido hipotónico al túbulo contomeadc, distal, ce por un mecanismo activo y alcnn7.3 en conjunto nl 95 por
sea cual fu ere la osmolalidad de la orina excretada. Es prC'c isa- ciento de la carga filtrada, siendo independiente de la elimin a-
rnente en el nefrón distal donde se ajusta definitivamente la os- ción urinaria, p·or lo que se la puede co nsiderar como una n.!ab-
mola li_dad urin aria por acción de la hormona antidiurét ica. En sorción obligada de potasio. Resul ta entonces necesario aceptar
efod.o, la excreción de orina hipotónica es posible porque el t ti- que la s va ri aciones ampl ias qu e se prod ucen en la secreción de
bulo contorneado distal se hace relativamente impernieable al ese catión en condiciones diversas dependen fund amentalmente
?.gu a cuando disminuye o desaparece la acció n de dicha hormo- de la actividad del nefrón distaL Se lo ha comprobado tanto en
na, solnecar-gn ricu osa, mientras que continúan reabsorbi éndose condiciones meta bólicas normales corno cuando el paciente es tá
los solutos, Lo mi smo sucede en el túbnlo colector con lo que la sometido a un a sobrecarga de potasio o salina, o a una dieta ca -
orina pued e alca nzar así una osmol alid ad inferior a los 50 rente de ese catión o de sodio.
mOsm.lkg de H,,O. Por lo contrmio, cuando la orina excretada En las tres primeras circunstancias, la secreción neta se pro-
es hipertónica, tanto el túbulo contornead o distal corno el colec- duce exclusiva mente en el túhulo contorneado distal, mientras
tor son permB ables al agua. Sin embargo existe una diferencia, qlie, en las dos ültimas, la reabsorción neta tiene lugar princi-
en el sent ido de que aun en condiciones de máxima hiti ropenia, palmen te en ~l coledo r. Se ace pta que los mecanismos de reab -
care11cia acuosrr, co11ce11lrn.ción ma xíma, la osmolalidad a ni vel sorción del pota$iO son activos, mientras que los de secreción se-
del contorneaclo distal nunca supera, en el ser humano, a la del rían pasivos a favor de un gradiente ele ctroquími co sin 1
plasma, La osmolalidad máxima de L200 mOsm/kg de agua se descartarse del todo la posibilidad de un mecanismo de inter-
alcanza en la parte final del colecto,, a nivel de la papila, por la cambio catíónico activo entre., el sodio y el potasio) donde cada
difosión del agua hacia un intersticio hiperos mótico creado por ion de potasio segregado reempl azaría a uno de sodio reabsorbi-
el mernní smo mu\liplicador de contracorriente; dado que el ma- do.
nejo del agua por el nefrón distr11 -túbulo contorneado y colec- Numerosos ~on los íactores que inciden en el manejo del po·
to r- de pende de la ofert.a y necesidades orgánicas, se ha deno- tasio por el riñón. Dehen cita rse, en tre e11os, la co11c:entración
minado a C!ste proceso reabsorción facult atiua del agua. inlrace/uic,r del coli'ón en las células tubulares distales , modifi-
cable por acción de la aldosterona o la hidratación celular y las
Reahsnrción y excreción de la urea . La urea constituye uno variaciones de su íngreso al organismo; la diferencia de poten-
de los productos finales del catabolismo proteico y representa cial elictrico a través de la membran a tubular luminal; las va-
un importante componenle de la orin a. Como todos los cristaloi- riaciones ell el metabolismo salino y, por fin , los cambios en la
des, se filtra completamente por el gloménilo pero se reabsorbe pcrmeúbílidad de la membrana luminal y en la reabsorción ac-
en fo rma pasi·?a en e} tUbulo renal sin gasto de energía y a fa. tiva.
vo r <lel gradiente de ccncentración que se crea por la difusión
del ag ua. Sin embargo, e! conte nido de urea en la orina puede Regulación ,,e11al del equilibrio ácido-base, Al riñón le co-
llegar a ser casi cien veces superior al del plasma, pese a que se ITesponde un importante papel dentro del mecanismo homeos-
trata de una sust ancia que atraviesa fáci lmente las membranas tático que regula el equilibrio ácido-base, manteniendo constan-
biológicas, te la concentración extracelular del bicarbonato, Junto con los
NEFROLOG IA 1147
sistemas buffers eA"tracelulares, intracelulares y óseos y el me~ nes y, por consiguiente, el gradiente de este anión entre los sec-
canismo respiratorio que 1ige el contenido del CO 2, tiende a im- tores intracelular y exlracelular, fac ilitando su intercambio.
pedir que el pH del plasma se desvíe más allá de7 ,36 a 7,42. En el túbulo contorneado distal, la anhi<lrasa carbónica es
Para cumplir con esa función , el riñón tiene la capacidad de solamente intracelular y a ese nivel puede reabsorberse el 10
reabsorber el bicarbonato filtrado, así como de proveer al orga- por ciento del bicarbonato filtra do, en forma total o parcial, se-
nismo de nuevos aniones bicarbonato y excretar simultánea• gUn las necesidades en cada cnso. La reabsorción del bicarbo·
mente una caot.idad equivale nte de hidrogen iones fijos median- nato está influida por diversos factores, entre los cuales deben
te la tra11s{ormació11 áel /0s{ato monohidronege.nado en fosfa to citarse las uari<!ciones de la pCO 2 de la sangre arterial, los
dihiclmgcnndo (acidez litulnble) y la producción de amonio, an - cambios en d balance del pota sio, las modificaciones 1? 11 la con-
te la carga metabólica ácida que se produce normalmente. centración del cloro plasmático y las variaciones en la secreción
Siff embargo, la intervención del rilión frente a ]a agresión de las hormonas adrenocorticalr:::s.
ácida o alca lina no es inmediata, siendo los mecanismos buffers
y el respiratorio los que actúa n en p1ímer término. Pese a ello, Excreción de la acidez tituluble. Se denomina acidez titula-
sólo la fun ción r enal es capaz de eliminar ácidos fijos y de re- ble a la cantidad de ákali 1 expresada en rnEq, qu., se necesita
constr uir la masa de buffers utilizados en primera instancia, en para llevar el pH inicial de la orin a hasta un pH similar al del
un caso, o excretar bicarbonato, en el otro. plasma . :Representa la diferencia de concentración de ácidos
clébiles que exis ten al pH urin Rrio en cada caso y la que existi•
Reabsorción del bicarbonato. En cond iciones norm a les se ría al µH de 7,4, siendo expresiún de la excreción de hidrogeaio-
reabsorbe prácticamente todo el bicarbonato filtrado en 2·1 ho- nes por el 1iñón.
ras, pues en la orina diada existe una cantidad que varía entre La acidez titu lab le urinari a depende en su mayo r parte de
1 y 2 mEq. El parámetro que regula dicha absorción es la con- los fosfatos presentes, cuyo sistema buffer está constituido 1 tao-
centración de ese anión en el fluido intracapsular de tal manera to en el plasma como en la orina, por el fosfato básico o mo nohi-
que, cuando la misma es infe1ior a los 27 mEq por litro, se pro- drogenado, PO• H" ·, que actúa como base, y el fosfato dihidro-
duce en forma total, mientras que si supera a ese valor se ex- genado o ácido, PO 4H2-, que lo h ace como ácido. La relación
creta el excedente. i::nlre las concentraciones de ambos fosfatos en el plasma y en la
El mecanismo de reabsorción tubular del bicarbunaLo est.á orina de pende del pH del medio y, en condici ones nor males, es
bajo la dependen cia de una enzima, la anhidrasa carbónica,
de 4 a l para el primero y de l a 10 para la segun da. Est a
que cataliza la reacción:
transformación en la relación de las concentraciones <le los fos-
fatos tiene lugar en el túbulo mntorneado prorjmal y en el dis-
AC tal por un mecanismo idéntico al que promueve la reabsorción
del bicarbonato, con participación de la r:.nhidrasa carbónica.
CO2+H2O ""C03H2 Por medio del mismo, el riñón cimvierte al fosfato mo noh..idroge-
nado en dihidrogenado permiti,ndo la excreción ne un hidróge-
acelerando la formación del ácido carbónico a partir del agua y no fijo y la restauración de un anión bicarbonato.
el anhidrido carbón ico. Por otra parte 1 el ácido carbón ico se io- En síntesis, el proceso es d ~iguien te: en el fluido tubular, el
niza espontáneame nte en anión bicarbonato e hidrogenión: anión fosfato monohidrogenado, PO1H- · está en equilibro con
dos cationes Na+, uno de los cuales es reabsorbi do en forma ac-
tiva en intercambio con un hidrogenión proveniente (le la célul.:::
tubular, donde se ha formado con interve nción de )a anhidrasa
carbónica según el meca nismo ya descripto, dej ando libre un
de tal manera que en última instancia debe aceptarse que todo anión bicarbonato. Como consecuencia de esto, al captar él fos-
sucede según la siguiente ecuación reversible: fato monohidrogen ado, un hidrogenión se transforma en dihi-
drogenado, PO,1H2·, mientras que, simultáneamen Le, el anión
AC carbonato libre formado en la célula tubular pasa a la sangre
perit.ubular junto con el catión S>ldio reabsorbido.
CO 2 + H2O <e> C03H: + H+
Este proceso está sometido a la influencia de la carga tubu-
lar de bases bu ffors (en especi al fosfato), al grado de acidosis
sistémica y al pH urinario.
Cuando el bicarbonato de sodio con tenido en el filtrarlo glo-
merula r ll ega al túbulo contorneado pro,imal, se prod uce la Formación y excreción del amoníaco. Ta nto en condiciones fi ~
reabsorción activa primaria del sodio en intercambio con un hi- siológicas como experimentales, el riñón es incapaz de excreta r
drogenión intracelular que difunde hacia la luz tubular. en forma libre titulable cantidades apreciables de ácidos fuer-
.'Jlí es captado por la base bicarbonato que equilibraba al tes. Por otra parte, si los mismos se eliminaran equilibrados
sodio, formándose ácido carbónico que rápidame nte se desdobla con sodio o p0tasio se produciría u na importante depleción de
en agua y anhídrido carbónico. Este último retrodifunde hacia estos cationes. Esto significa entonces la necesid ad de que el ri-
la célula donde es hidratado en presencia de la anhidrasa car- ñón cuente con un mecanismo que Je permita la excreción de di-
bónica v convertido P..uevamenle en ácido carbónico. Tanto el so- chos ácidos completamente neutralizados por cationes distintos
dio re absorbido como el anión carbonato que resulta de la ac- do) hidrógeno, del sodio Y del p~asio. Para ello, las células tu•
ción intrace lular de la an hidrasa carbónica pasan al fluido bularcs son capaces d~ formar y secretar amoníaco a partir de
peritubular rein tegrándose a la sangre. El 90 por ciento del bi- distintos anúnoácidos (glutrunina, alanina, glicina y ácido glu-
carbonato filtrado se reabsorbe a nivel del túbulo contorneado támico) bajo la acción de la glut.minasa y diversas alfa-amino-
proximal, do nde la an hidrn!=:a carbónica está ubicada tanto en el xidadas. El amoníaco así fonna1o difunde fácilmente a través
interior de la célula como en la sup'erficie de las vellosidades de la membrana tubular hacia el fluido endotubular, donde cap-
que conforma n el ribete en cepillo. Esto úl timo permite que el ta los hidrogeniones formados también con inten·ención del sis~
ácido carbónico formado en la luz tubular se desdoble rápida- tema de anhidrasa carbónica y St transfo rma en catión amonio,
mente en CO 2 y H 2O impide que descienda mucho el pH del NH/ , no difusible, que se equi!ibra con los aniones· de los áci-
íluido endotubular, pues se reduce la producción de hid rogen io- dos fuer tes del fil trado glomerular que han quedado libres por
11 48 SEMIOLOGIA, S El,110TE CNIA Y MEDIC INA INTERbJA
la rt!ahsorrión de los cationes sodi0 y potasio que los amortigu a- congestiva, obligan al médico a un interrogatorio cui dadoso so·
h~tn. bre estos aspectos .
En resume n, puede decirse que la excrecióñ tubular del Los anteci!dcntcs de hiperscnsihilidad, enfermedad séric a,
amoni:--tro amortigua a los Bcidos fu t rtes, aseg ura hi reabsorción poliartralgias erráticas, pleuritis inespecíficas, serán también
de un,1 cantidad equivalente de bicarbonato y sodio y evita el tenidas en cuenta por constituir muchas veces manifestaciones
de:3cen20 dt l pH uri nari o mñs allá de un ni vel crít.ico li mitante de algunas colage nopatías como el lupus er itematoso disemina-
()J1 el cu;;J :-.e: detendria la actividad de la an hidrasa carbónica y do, el síndrome de Schün lei n~Henoch o la púr pu ra trombótica
pc,r C<Jnsig uiente 1~1 e:<tTe.ción de hid1ogeniones. trombocitop¿nica que se acompañan con frec uencia de un sín-
LJ prc,<l ucd(1n de amonia co es len la y, en condiciones meta- drome nefrítico típico o de un síndrome nefrótico.
bólica::, nurma\ci:i, p} riúón elimina alrededor de 50 mEq de amo- Las oncmias sec undarias inexplicados y los trastorn os de la
nio por clia. lo que significa cJsi el doble del de la acidez titula- cuagulnción que se exteriorizan por hemorragias cutáneas mu-
!ile. L(I sl/lll (1 rle omhn .-; /i·occim1cs, acidez tit uluble y amunio, cosas -hematomas, púrpura, epistaxis, hematurias, flictenas,
,:lin sfil tiyl' IIJ/(1 t.·.rp rc:siñn de la Ntj)(lCidad reno! total parn '3X· hematemesis, melenas, hemoptisis- se presentan en la uremia
ere/ar /úc/rnp,..:.11i11nes 1¡111! alcanz(I (1 SO V 90 111Eq diarios. de la insuficiencia renal aguda o crónica, y orientan hacia estos
di agnósticos.
Es imporlan te lam bién tener en cuenta la medicación que
está recibiendo el paciente asi como e! co ntacto con diversas
SEMIOLOGIA sustancias de uso industri al por la capacidad nefrotóxi ca de
muchas de e°tlas tales como la meticilina, los aminoglucósidos,
las céfalosporinas asociadas a la fursemida que pueden ge nerar
cuadros de insuficiencia renal aguda, o nefropatías tubuloin-
Interro gatorio tersticia les como el plomo, el cadmio, el síl ice y otras más.
Las e11fermed(ldes metabólicas como la diabetes, la gota y la
El i11ir.!rrO(~atorio min ucioso consti luye una parte muy im- porfiria se acompa1ia n de compl icaciones renales. En la prime-
porlanlt dt l E:"stuclio semiológ-ico del enfermo renal por las es - ra es frecuente el sínd rome de Kimm elstiel-Wilson ~ hipe1ten-
tn,Th,i..s \:incubciones patogénicas que existen entre los proce- sión arterial, edema , proteinuri a y retinopat.ía diabétic a- por
s,,s yuu ;:ifr:ct.::u1 étl rii1ón y el rt1sto del organ ismo. Por ot.ra parte, una glomeruloesc1erosis intercapilar. En la gota, e.l riñ ón es el
11un1ern:::;:¡z:; :1feccionf s generales produce n al ternciones impor- órgano que mRs se afecta desde el punto de vista funcional y
Lui te5 dt' dicho órgano lo qu e obligc-\ al medico a 1111 reconoci- ana tómico, dond e se observan lesiones t.ub uloin t.ersticiales y
mien to integral del enfor mo a los efo.::tos de desl inda r si las glomerubres que en los períodos fin ales de la enferm edad pue-
mi~m~~ rnrrespondtn a una n~fropatía primaria o secundrlria. den acompaüarse de tofos; ad emás , con frec uencia los golosos
Por t.ud~,tj esas razones dehen inVE·stiguse lodos los an teceden- tienen complic,;1ciones litiásicas. En la porfiri a, la elimi nación
te.;:; extrarr<;:nales que de al¡;una manera puedan repercuti,r su- <le cantidrides ano rmales de porfirin as y sus derivados produce
\Jrf él rii1 ón ns í como aquellos directamente vinculados al apa- lesiones tubulares.
rJ.to urin ario. En fa s e11docri11opC1ttas -in suficiencia suprarrenal (enfe r-
Entre lo~ n11teceden tcs t·xt mrrena{t.:s relacionados con la s ne- medad de Ad<li son), síndrome de Cushio g, mixedema, hi peral-
tl·opatías ::e seún larún en primer luga r la import.ancia que ad - dostero nismo primario, hiperparatiroidi smo y acromegalia-
qu irren los antecúdentt's heredofam iliarcs de nefropat ias oré- exist.en alteraciones renales funcion ales u orgán icas que relro-
miras - ptu.ln::s , hermanos, ahuc-l os, tíos- que suelen orie nta r ceden o mejoran al desaparecer In edocrinopatía. Por otr a parte ,
lwcia lo poliquistosi.s renal, el 1iñó11 en herrad ura, el síndrome se producen tras tornos de l desarrollo pondoestalural en el cur-
dt- Alport -glomerulonefritis crónirn con sor<lera y trastornos so de nefropAtias crónicas prolongadas apa recidas en la ni ñez
ocubres- o hada tubulopatias enzimáticas corno la acidosi s re• siendo uno de sus ejemplos el enanismo por raquítismo renal.
nal tubul ar o el síndrome de Toní-Fancon i (glucosuria tubular Los trnunwti.smos contusos sobre la región renal o alejados
con fosfaturi8 .v aminoaeidurin). de ella deben ser inves tigados en detalle pues pueden acompa-
Lé'\ s c11J~rn1C'dmlcs i11(f!cciosa.'i gene.rafes y J'oca!cs, agudas o fiarse de una ruptura del ri ñón que h.:\ pasado inadvertida o no
cróni c~,s <lt eti ología bacteriana, viral, micótica o parasitari a, y ser la causa pa logénicfl de una hipertensión arterial de curso
<1.nginas, eri~i pelas. escarlati na, abscesos, granulomas élpicales e:volu tivo y grave.
dentarios, sinusi ti s. bronqu iectasias, cola ngioli tis, colecislitis, Los antecedentes gi11'!cológicos, en especial los abortos provo-
di\'c rticulitis colón ica, hepatitis epid ém ica, enfennédad de los cados, las c.:ervicitis y las endometritis suelen ser el origen de
r,lstrojos, tub ercu losis, sífilis, hidatidosis, actinomicosis, cocci• infeccion.es se pticémicas a gérmenes gramnegativos an aerobios
dioidomicúsis, blas tomicosis, e.te., afoctan al riüón en form a di• (Clostridium pe1fri11ge ns) o grampositivos (estafilococo, estrep-
recta por la anidnció n y pululación de dichos agentes en su pa- tococo) que provocan un shock séptico gra ve acompañado de
rt'nquina 1pielonefriLrls específicas o inespecí ficas, ab:,cesos una insuficitncia renal aguda de pronóstico casi siempre fatal.
in t.rnrrena h~~ o peri rrenales) o a través de mecanis mos de p&t.o- Debe recordmse ,1demiis al embarazo como ca usa condicionante
~eni:, inmuni taria como en la g!orn erulonefritis postest.reptocóc- de la infección urinari a y el papel que juega el riñón en la toxe-
c_ica o en In glomerul ilis alérgica. mia gravídica.
La asoci,1ción de hematuria y hemoptisis hace presu mir el Las alterac:iones neurológico s (degenerativas , infecciosas o
diagnóstico del ~i'ndmme de Goodpost:1 re en el que se desarrolla traumáticas) que E.e 9-compaüan de trastornos esfinterianos fa .
un::t g!ornerulunefrit.is endo y extracapilar con sem.ilunas rápi- vorecen tainbién la aparición de la pielo nefritis y de la liti asis
cbmentf' evu\ut.h·a lrnti~ la insuficiencia renal terminal y ure• renal 0 vesical al afectar le. dinámica urinaria.
mia en la que se detectan anticuerpos antimernbrana basal glo- En la am i!nidosis prim aria o secund(l ria, en la enfermedad
rnerul nr y nlreolar pulmonar. de Kahler - mielon12 múltipl e- y en la mac roglobulinemi a de
13 frecuencia con que la hipertc11sió11 (Ir/erial cse11ci(I/ be- \Vri ldens t.rón !a afectación ren al se manifiesta por una protei nu-
ni~na o malitna repercule sobre el ri üón por la nefrosclerosis ria importa nte acompañ 3da o no de un síndro me nefrótíco.
(¡ue ·ilrodn('e, y la circunstancia de que la mayoiía de .las nefro- Los cmtecédentes r¡uinúgicos úbdominales, en especial de la
pat.ia~ primitivas se acompa~en de hipert.f.msión arterial condi- pelvis menor - operaciones sobre el recto o los órganos gineco-
cionando una cardío patía hiper tensiva e insuficif:nria cardia.::a lógiccis-· o la propagación de una neoplasia de dichos órga nos 1
NEFROLOGIA 1149
tienen importancia en presencia de una anuria o de distensión aguda de las vías urinarias -pelvi~ renal y uréter-
u1w r,l),;tn1,:c1nn completa o incompleta de uno o ambos un~te- como consecuencia de su obstrucción brusca, -cálculo renal
rts. En efecto. en el primer c,1so como consecuencia de la liga- coágulo sanguíneo, parénquima necrosado en la papilitis necró~
dura Jccident:1\ de dichos conductos y en el segundo por la inva- Lica, grumos de pus o caseum~. Por lo contrario, la compresión,
siün de l11s 111i3rnns por h neoplasia. incisión o destrucción del parénquima renal es totalmente indo-
DiY1:rsos s.intnmc1s del (lparnln digcstiuo tales como dolores lora.
<ldüs/ls. ni:iuseas, vómitos, distensión abdominal, pueden ser El dolor lumbar con hacia los flancos y la región
¡,rovoc~idos por una litiasis el riúón poliquístico o en he- una afección 1·enal, en especial
rr<.1dur~i tl por unet trombosis de 0rtt:ria ren8l prinelpJ.l u de Suele pniseritarse en el curso
:::us romas. Adém3.s. 13.s hemorragias digestivas aguda~ é inten- de 1E1 migración de un y es la consecuencia de las dilata-
sns ü Ju.::: gr;:1\'es cu[ldros de depleción hidroelectrolítica que se ción brusca d(•. las i::avidades pielocaliciales provocada por la obs-
pn:scnt0.n en el sindrorne pilórico, la obstrucción intestinal o en trucción de las vía:: urinarias. Constituye el típico cólico renal
lo~ smdromes clisenteriforrnes pue<len acompallarse de un esta- rnc,s1Jl"auu. de intensidad va1iable pero inter-
do d~ shock producír una insuficiencia renal agudo venL:ulera mitrrüt:, con <le retortijón que se lliantiene durante
minutos y a veces horas. Provoca un estado de inquietud y obli-
o crónicas ~hepatitis viral, colan- ga a la búsqueda de posiciones anliálgicas par,t calmar el dolor,
giutitis.. cirrosis a veces se r:omplican con un síndro- mucha.s vece::: sin lograrlo. Con frecuencia se agregc-tn reflejos
me lwpaturreiwl en el curso de su evolución. visccrnmotores como la contractura de los múi:culos lumbares y
Lo~ r,ntrcedcntc.\ ncupnciono!cs del enfermo son también de abdominali..:s y del cremáster anterior así como otros reflejos vis-
por la frecuenci3 con que ciertas intoxicaciones cendes manifestados por naúseas, vómitos o ilEo paralítico intes-
lesion.'.ln al riúón, tetracloruro de carbono, plomo, t.in,:d, y deseos reiterados y penosos de orinar1 con la expulsión
111<:!rcurio. bt,rilio, arsénico, cadmio, fósforo, anilinas. Otras ve- de unas pocas gotas de orina hematúrica.
u::·:':. la intoxic.nción exógena es de causa accidental ter,;1péutic<1; Debe recordarse también que el cólico renal puede ser conse-
enln,, l'S1.Bs últimas hay que recordar las provocadas por las sul- cutivo a la migración por las vías urinarias dr, coágulos sanguí-
f:in1ld.1,3_ el tridione \' los diuréticos mercuriales. neos, grumos de pus o fibrina, o parénquima necrosado (papi1i-
Las (1//crncionr.!s· dcl fondo de íljo (retinopatia escler0biper- tis necrotizante de los diabéticos), o vinculado a estrecheces
iE-1EÍ\'J o diabftical constituyen muchas veces el eleúic1.ito que piélicas o ureterales con hidronefrosis aguda.se intennítentes
orientci h~:icia un procéSO renal. .s m;ca,,,h·iernr.,le, o a tumores o procesos infiamntorios del ri-
An,tliz.1clns. ya aquellos aspectos del vincula- y, aun, debido s. acodaduras ureterales en ias ptosis renales
dos a ]rJs procesos que pueden afectar Como se señaló, el episodio Y! caracteriza por
prmde indudable de dolor y alivio espontáneos o conse.r:utivos a la tera•
tudio el('] y stgnos péuliLa .'.l.Bties¡rnsm0dica. Sin embargo, la calma no suele ser to-
propios del npara.to urinarío y de la orina. tal y, casi siempre, persiste un dolor sordo y p:ofundo de varia-
ble: intensidad que desaparece cuando se elimína la causa que
lo fffovocú, experimcntándos:; una sensación Je alivio total y
aun de euforia.
Síntomas del ,,parata urinario El cumicn.zo del dolor suele brindar datos de interés para el
examinador. La iniciación brusca, en relación o no a un esfuerzo
físico o a un sacudimiento corporal (vü,jes en v~hículo por cami-
Dolor lumbar nos accidentados) caracteriza al cólico renal [}()r migración de
un cálculo. Un comienzo similar pero en repo:;.~ en un paciente
Con criterio serniológico deben estudiarse todas las cJ.racte- con insuficil:'.ncia cardíaca, una estenosis mitr;,.l un aneurisma
rí.stic.1s del dolor: lucúlizúti/in, wrcicter, intensidad, dumción, <le aorta o una endocarditis bacteriana lenta IJ;ientarán hacia
propngacirin. s.u tcrminuci1Jn hechos c1mcwTe11tl!s, su periodi- un infarto renal de causa embólica. Cuando el mismo es prece-
cidorl II lwmrio, los J(1cforcs que ln nwcli/icrw o 110, dido por una hematuria inexplicable (hematuria fantasma) de-
asi crim" los. fcn()mcnns del dolor y fin(jfmcnte su be ha(:er pensar en un tumor renal o la ruptura de un quiste re-
di(lg111i.-:.tico di/Cre11ciol. nal. En la pielonefritis aguda 1 el dolor i;.uede iniciarse
La localización del dolor renal está en relación con la distri- igualmente en forma brusca,
bución met.nmérica de las raíces sensitivas que lo inervan y que Cu:u1do el dolor comienza en forma lenta y es de curso pro-
cotTespunden a las últimas dorsales: VI a XII y a la I lumbar. gTesivo debe sospecharse un tumor, la litiasis o una infección
Corresponde en la p::1rte posterior a las regiones lumbar, sacr:-t y crónica específica (tuberculosis) o inespecífica a gérmenes co-
parte superior de las nalgas: lateralmente a los flancos y por munes (pielonefritis crónica).
delante desde una línea horizontal que pasa por el ombligo y El dolor lumbar de causa renal puede ser también de tipo
clcsciende hasta el tercio medio de los muslos comprendiendo a gruuatiun y carso crónico. En estos casos resulta difícil diferen-
las perinm.bilicnl 1 hipog"ástrio, fosas ilíacas, pudendas ciaría de las lumbalgias ocasionadas por afecc~)nes de la colu-
y man o de los músculos lumbares. Se presenta ciando eA'iste una
Esta ,rn1plia zona de1 abdomen coincide también con la <lis- inflamación perirrenal o en el curso de una pie~onefritis aguda,
t.ribuciñn metamérica de la n1ayoría de las vísceras intraabdo- de un tumor renal o un cálculo coraliforme y pt:.ede acompaI1ar+
minales: lo que ob1ign al 1nédico a una valornción cuidadosa de se de una contractura refleja de los músculos lu.nbares que con·
b otras c::1raclerísticas clel dolor para asegurar su origen re- diciona una posición antiálgica con escoliosis p!r flexión lateral
nal. del tronco hacia el lado afectado. Si coexiste co¡ una contractu-
Desde el punto de vista de su pcttogenia, se sabe que se orí• ra del psons se produce la semiflexión, abducifn y rotación ex·
gina en L, cápsula renal y en el peritoneo pren-eual por proce- terna del muslo sobre la pelvis, como puede obstrvarse en la pe·
sos infl3matorios locales o propagados que irritan su abundante rinefritis.
in~n•J.ción sensitiva -pielonefritis y perinefritis agudas, tuber~ Importa también conocer en qué condicioneEaparece o se in·
cu.losis- o por su distensión brusca por un gran edema infla- tensifica el dolor para orientar hacia el diagnói;ico. El cólico re-
1fü1.torio. Por otrn parte, el dolor renal puede ser causado por la nal por litiasis renoureternl suele presentarse in forma inespe•
1150 SEMIOLOGIA, SEMIOTECN IA Y MEDIC INA INT ERN A
rada y muchas veces sin antecede ntes previos. Cuando el dolor can tidad de orina clara con desapaiición de un tumor prem.1s -
lu mbar se produce en dec úbito dorsaJ y a umenta al in corpo rar- tente, se pensará en una uronefrosís intermitente.
se para desa parecer en la posición de pie y con la marcha, es La disminu ción o desaparición del dolor coincide a veces con
muy probable que se deba a una fibrositis reumática de los el decúbito dorsal y se acentúa en la posición de pie, por tratar-
músculos lumbares. Si por lo contrario se exacerba con la acti- se de una ptosis renal o de un gran t umor renal mal igno o no,
tud erecta puede ser producido por una ptosis renal o un gran que tracciona de los nervios por acción de la gravedad.
tumor como el riñón poliquistico o la hid ronefrosis que traccio- El dolor de origen renaJ no s uele tener ninguna pe.riodici•
na n al plexo nervioso por acción de la gravedad. dad u horario característico y en caso de que ello ocurra dehe
El riempo que dura el dolor constitu ye una info rmación de pensarse en una causa digestiva o ginecológica.
gran importancia. Ya se señaló que el cólico renal si bien puede De los actos fi siológicos comunes 1 el que se relaciona ind uda-
durar más de 24 horas, lo común es que persista unos pocos mi- blemente con el dolor de causa renal es el de la micción y sus al-
nutos o a.lgunas horas. En cambio en las afecciones inflamato-
1 teraciones. Por lo contrario, la ingestión de alimentos ú la defe •
ri as suele ser continuo y se ma ntie ne varios d ía mientras que cación no lo modifican . Dura nte la situación fisiológica del
en los tumores malign os es sordo, constante y progres ivo con embarazo se produce una dilalación de los uréleres y de la pel-
empujes periódicos agudos. vis renal por factores hormonales y la compresi ón del útero ges•
El carácter del dolor se precisa con bas tante exactitud me- tante que favorece la aparición de una pielonefritis y se acom•
dia nte el interrogatorio y está en relación en general, con el
1 paña de dolor lumbar y puJ\opercusión positiva.
mecanismo qu e lo produce. Eristen dos tipos: uno sordo, pro- En ciertas circunstancias, el cólico renoureteraJ se acompa-
fun do, difuso, a veces corrosivo y poco irradiado, producido por ña de oliguria intensa, que puede t~ansfor ma rse en a nu r ia tolal
la irritaci ón o distensión de la cápsula renal o el peritoneo pre- que se interpret a como de cau sa refleja y provocada por una va-
rre nal. El ot.rn tipo está vinculado a la distensión de las vias uri- soconstricción del riñón opuesto con redistri bución de la sangre
1
narias altas: pelvis y uréter, y es de carácter cólico, espasmódico, intrarrenal e isquemia cortical, au nque común me nte es ocasio-
intermitente, con períodos de cal ma y consti tuye el típico cólico re- nado por litiasis bilateral. Esta a nuria puede durar hasta 24
nal que ya fue descripto, como así las causa.'. que lo producen. horas y desaparecer espontáneament.e con la remisión del cóli-
Es frecuente una sensación de doloririllento, de carácter gra- co1 reemplazada por una crisis poliúr ica con elíminación de un
\'ativo1 que los pacientes describe n como de peso y ubican en gran volumen de orina diluida.
una o amb as rer:,"1o nes lumbares en la pto:=is rena l.
La i11te11sidad del dolor renal es variab le. El del cólico renal El diagn óstico di/écncia l del dolür renal debe realizarse con
puede llegar a tal pu nto como para desencadenar un verdadero t.odo a que l que se origine e n cualq uiera de las estr ucturas de la
colapso neurogéaico, no res ponder aun a los opiáceos y acompa• pared abdo minal anle,ior (piel, tejido celular subcutáneo, fas-
ña rse de reflejos viscerales digestivos : náuseas, vómitos , íleo clas tendinosas, músculos), de los órganos intraabdominales y
paralítico. Otras veces es de intensidad menor pero permane nte retroperitoneales así corno de los com ponentes de la pared lum•
y se acentúa con el tiempo .(cáncer renal ) o se mantiene inmodi- bar incluyendo l.a columna vertebral y el sistema nervioso peri-
ficable como las po1iquistosis, tuberculo!:is y litiasis coraliforme férico. Debe reéordarse también que ciertos dolores de 01igen
renal. Dt> todas formas deben tenerse en cuenta siempre las ca- torácico pueden simular ser renales.
racterísticas psíquicas del paciente para poder interpretar en Es indudable que un aná lisis exhaustivo de las característi-
su real medida lá intensidad del dolor, en especial en individuos cas del dolor de acuerdo a lo ya señalado permite en la mayoría
hipersensibles o en los estoicos. La experiencia del obsen1ador de las circunstancias clíni cas filiar su origen renal o en el apa-
cobra mucha impo1tancia en este sentido. rato urinario. Sin embargo, existen algunos procesos que mere•
ceo ser considerados con más delal1e.
La propagación o irradiación del dolor renal puede hace rse Así el examen de la pared anterior del abdomen (tlancos, hi-
en general siguie ndo el trayecto de los nervios abdominogenita- pocondrio, hipogastrio) descartará la existen cia de un herpes
les, pero dado que las raíces D6 a D12 inervan la pelvis y el ri- zoste r (ne uralgia radicular) de una celulitis, un esguince mus-
1
1\ón, a veces lo hace hacia la región lumbar y la parte supe1ior y cular, una hernia inguinocrural, o del cuadrilátero de Grinfelt.
anterior de abdomen. E s precisamente esta iJTadiación lo que Otras veces, ese dolor ante1ior corresponde a alguna afección de
puede confundir el diagnóstico y hacer presumir que el mismo los órganos int.raabdominales, en especial de l aparato digestivo.
se origina e11 otras vísceras abdominales (vesícula biliar, pán- En ciertos casos resulta dificil diferenciar un cólico renal de un a
creas, estóm ago) o intratorácicas como el corazón y el pericar- apendicitis aguda, en especial cuando se trata de un apéndice
dio. La propagación lumbar alta, a veces h asta la región esca~ ubicado en posición retrocecal ascendente. La presencia de he-
pu la r, en el lado derecho, contri buye a dia gnostic a r rnatmia o de leucocitu ria en ei sedimento de orina rerién emiti -
enóneamente una colecistitis o una pleuroneumopatia y en el da, la a usencia de diferencia er.tre la temperatura axi lar y la
lado izquierdo también a esta última o a una pancre at.i tis agu• rectal y <le leucocit.osis sanguínea ulientan hacia el origen ren al
da. Cuando el dolor es la consecuencia de un hematoma perirre- del dolor. Sin embargo, estos elementos diferenciales no siem -
nal izquierdo (s índrome de Wu nderlich) , se irradi a hacia el pre son tan concluyentes y no queda otro recurso que operar al
hombro homónimo y se aco mpaña de una reacción peritoneal. enfermo para evitar que por un diagnóstico erróneo se produzca
En la mujer debe diferenciarse de la rup tura de un embarazo una peritonitis aguda. ·
ectópico, ya que ambos cursan también con anemia aguda. Debe recordarse que un cuadro abdo mi11al agudo febril con
Tratándose de una persona de edad, un dolor lumbar persis- le\lcoci t-Osis puede presentarse en un pacient.€ portador de un sín-
tente acompaflado dt síntomas de ane mia recien t.e, h a de hacer drome nefrótico como consecuenci a de una crisis nefrótica aguda
sospechar un a nemisma de la aoria abdominal fisurada en la que obliga al diagnóstico diferencial con un abdomen quirúrgico
celda renal. por las implicancias terapéuticas de uno u oiro cuadro.
Con respecto a la manera como disminuye o desaparece el La col ecistitis aguda co n dolor irradiado h acia la región
dolor y las circunstancias que acompaiian ese he1~ho sir:en para lumbar puede confundirse con un a afección renal ag uda. Sin
orientar al observador. En efecto, su desaparición brus ca con embargo, los an tecedentes del paciente, con más frecuencia una
elimin ación de un cálculo o de un coágulo orienta h acia una li- mujer, la defensa muscular, el signo de Murphy positivo, la pre-
tiasis y, e.n la Ultima, no ~ólo hacia un liti asis, sino también ha- sencia de náuseas y vómitos y de fi ebre, caracterizan a la cole-
cia un cáncer de riñón; mientras que, si se trata de una gran cistitis aguda. Cuando el dolor inicialmente epigás trico se irra-
NEFROLOGIA 1151
día siguiendo el reborde costal izquierdo hacia la región lumbar la d_iabetes insípida posterohipofisaria·por disminución a ausencia
v a veces al hombro el diagnóstico diferencial debe realizarse de secreción de la hormona antidiurética, en la diabetes mellitus
~on una pancreatitis aguda. El íleo regional que acompaña a és- descompensada como consecuencia ·de la acción osmótica de la
ta también se presenta en el cólico renal. Pero el aumento de glucosa que se elimina por la orina (diuresis osmótica) y en los es-
las amilasa sanguínea y urinaria así como de las transarnina- tados de hipercalcemia con hipercalciuria. En pacientes psicóticos
sas certifican la pancreatitis. Las inflamaciones del colon des• puede desarrollarse una poliuria importante como consecuencia
cendente, en especial la diverticulitis presentan dolor por el de una polidipsia compulsiva que lo lleva a ingelir grandes volú-
flanco izquierdo que llega hasta la fosa ilíaca correspondiente y menes de agua y que puede ser difícil de diferenciar de la diabetes
puede sinrnlar un cólico ureteral. En estos casos, un análisis insípida pósterohipofisaria. El suministro de vasopresina o HAD
normal de orina puede ser de utilidad así como el estudio radio- aument.a la osmolalidad urinaria. pero dado el carácter psicógeno
lógico del colon o del árbol urinario. de la afección puede originar el cuadro de la intoYicación híd1ica
En la mujer, diversos procesos ginecológicos (anexitis, tor- pues el paciente continúa ingiriendo agua.
sión de ovario, endometriosis peritoneal), deben ser considera- La poliuria de la insuficiencia renal cróníca tá.mbién se
dos. Un cuidadoso examen ginecológico y la evaluación juiciosa acompaña de polidipsia pero raramente supera los 2.500 a
de las características del dolor siven para hacer el diagnóstico. 3.000 mi diarios. Se debe a tres mecanismos: a la sobrecarga de
La ruptura de un embarazo ectópico con su cuadro de anemia solutos por unidad funcionante nefronal que 01igina una diure-
aguda y dolor irradiado hacia el hombro por irritación del dia- sis de tipo osmótica, a un trastorno de la osmolalidad del inters-
fragma pueden confundirse con un hematoma perirrenal por ro- ticio renal y, en cielios casos, a una aneactividad a la vasopre-
tura de un aneurisma intrarrenal en el curso de una períarteri- sin a u HAD. En la poliuria de la diabetes insípida
tis nodosa o de un aneurisma de la aorta abdominal. posterohipofisaria supera los 3 litros y con frecuencia alcanza
Diversas afeccíones de la pared posterior del abdomen se los 10 litros. En la diabetes ne(rogénica suele ser de 3 a 4 litros
acompañan de dolores cuyo diagnóstico etiológico suele serbas- y en la diabetes mellitus varía con la intensidad de la glucosu-
tante dificil. En este sentido y en orden de frecuencia merecen ria, pero a la inversa de los otros procesos, la densidad minaría
considerarse las fibrositis reumaticas, las lumbalgias postrau- siempre es elevada por efectos de la glucosa.
máticas por rupturas de las fibras musculares, los procesos ar-
tríticos de las distintas articulaciones de la columna vertebral y
Se denomina oliguria a la disminución de la diuresis por de-
bajo de los 1.000 ml diarios y puede ser de causa fisiológica o
de los huesos de la cadera y por fin las neuralgias causadas por
patológica. En el prímer caso e.~ la respuesta de un riñón nor-
la 1nitación o compresión de las raíces nerviosas dorso-lumba-
mal a una menor ingest.a de agt1a o a una pérdida de la misma
res por procesos intra o extrarraquídeos (hernia de disco, tumor
por vías extrarrenaies -sudor, vómitos, diarreas- pudiendo
medular, mal de Pott, aracnoiditis, cáncer vertebral primario o
alcanzar, en los casos extrem9s, un valor de 500 a 600 ml, volu~
metastático).
men suficiente para permitir la depuración catabólica. En estos
casos, la densidad urinaria -------{;U ausencia de glucosa o proteí-
nas- es elevada, 1030-1040 y la osmolalidad oscila en alrede-
Volumen y ritmo de eliminación de orina y síntomas pa-
dor de los 1300 müsm/kg de agua.
tológicos asociados al acto miccional
La oliguria patológica puede ser la causa extrarrenal o renal.
Otros aspectos sobre los cuales debe interrogarse al pacien- La primera se produce por alteraciones hemodinámicas sistfmi-
te, en forma minuciosa, son aquellos vinculados a ciertas ca- cas que modifican 1a circulación sanguínea inh"anena] como -su*
rncteri"sticas en la eliminación de la orina y los síntomas pato- cede en la insuficiencia cardíaca congestiva y en la cirrosis hepá-
lógicos asociados al acto miccional. tica descompensada con complejo ascítico-edematoso y se
La diuresis de 24 horas oscila, en condiciones de normali- acompaña 1 en ambas circunstancias de una buena densidad.
dad, entre 1.200 y 1.500 ml, según la dieta y el volumen de Cuando la oliguria es de causa renal su volumen varía entre
agua ingeridos, y su eliminación no despierta ningún dolor ex- unos 50 ml y 600 a 800 ml según la intensidad de la nefropatía y
cepto la sensación rniccional provocada por un mecanismo refle- el momento de su evolución. Est..a situación es carnct.eristica de
jo relacionado con la distensión vesical por la orina. Dicho volu- la insuficiencia renal crónica en su etapa terminal dvnde la oli-
men se excreta en su ·casi totalidad durante las horas del día, guria se instala en forma progresiva y se acompaña del síndro-
rl2 tal manera qlle el ser humano no se despierta para orinar me urémico. Sin embargo, algunas nefropatías agudas también
durante la noche. La primera micción matutina está constitui- se presentan con oliguria-glomerulonefritis y pielonefritis agu-
d,:1 por orinas más escasas y de mayor densidad que las que co- das, síndrome de insuficiencia renal aguda. En el síndrome ne-
rresponderían a un período igual durante el día. frótíco consecutivo a una nefrosis lipoidea (glomerulonefritis eró~
En condiciones patológicas se altera no sólo el volumen uri- nica con cambios mínimos glomerulares), también existe
nario sino también su ritmo de eliminación así como pueden oligmia pero la azoemia suele ser normal.
presentarse modificaciones del acto mjccional. La anuria es la abolición absoluta de la excreción de orina.
Se denomina poli u.ria a la excreción de más de 1.600 ml de ori* Debe diferenciarse de la retención minaria vesical causada por
11:=i. dü,rios. Puede ser fisiológica y circunstancial, o patológica y la obstrucción del cuello vesical, o de la uretra por un adenoma,
En el primer caso sucede a una ingestión abundante un carcinoma de próstata o de uretra o por el enclavamiento de
líquidos y desaparece cuando éstos se restringen. En el segun- un cálculo o un coágulo. La anuria absoluta. de causa renal es
do la poliuria puede ser de origen renal o extranenal. La re- rara ya que casi siempre se eliminan algunos mililitros de orina
nal se en la mayolia de los casos, a una disminución o pérdi- sanguinolenta. Sin embargo, ciertas nefropatías agudas como la
da de la capacidad de concentrar del rifión por una insuficiencia ~1ecrosi_s ror_tjcaLbihüe_r.al, la trJJtnbosi.s.de.ambas.arted©...cena-
renal crónica global (g1omerulonefritis, pielonefrítis crónica, riüón les y_ excepcionalmente la glom,1]!lonefritis ªg].lda la_pr_Qducen.
nefrosclerosis primitiva o secundaria a una hiperten- Otras veces, la anuria absoluta t-e debe a una obstrucción urete·-
bencial, r1rniloidosis renal, riñón de Kimmelstiel~ ral bilateral por la ligadura accidental de ambos conductos du-
etc.i o excepcionalmente a una falta de acción tubular de rante una operación de la región pelviana o por Ia invasión de
la hurmona antidiurética por un defecto enzhnátic6.aislado de ese los mismos por un cáncer gineccfogico o rectal. Para estos casos
S8clor del nefrón (diabetes insípida nefrogénica o renal). La poliu- obstructivos de las vías urinarias altas se reserva T.a denomina-
riG. patológica y permanente de causa extrarrenal se presenta en ción de seudoinsufi.ciencia renal aguda.
1152 SElvllOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Se denomina llicturia a la alteración del ritmo normal de la olor y la persistencia de la espumo pero por razones de orden di-
diuresis por la cual el paciente debe orinar du rante la noche. dáctico serán analizadas posteriormente, en la parte correspon-
Puede ser la consecutncia de uua perturbación de 01igen renal diente al examen de la 01ina.
o extrarrenal que cuando se acompaúa de una mayor excreción
de orina nocturna que diurna recib~ el nombre de nocturia. La
nicturia constituye un e lemento de importancia en el diagnósti-
co retrospectivo de ln insuficienci a renal cr?nica cualquiera que Examen físico
sea su etiología. Iviedi ante el intenogatorio es necesa ri o preci-
sar su tiempo de ftparición y de terminar si no se trata de un há- Inspección
bito del enfermo ya que algunas personas normales suelen ori-
nar una vez durante la noche. Lo común es que el nefrópata lo La in spección del paciente renal comprende dos aspectos.
lwga vnrias vi:ces y que presente realmente una nocturia, en Uno, el examen general del enfermo y otro, el de la regió n re-
cuvo taso suple ser un elemento indirecto para establecer la nal. El primero, que debe realizarse por cierto con el indi\'íduo
e:-:istencia de poliuria. desprovisto de ropas , permite recoger una serie de datos que
Las causas extrarrenales de nict.uria más comunes suelen ser orientarán al médico hacia la existencia de una nefropatía. Así
la insuficiencia cardíaca congestiva, la cirrosis hepática, la cisti• ha de evalu arse e.l grado de nutrit:ión que eslá alterado ti n la
t.is, los tumores de próstata y la litiasis o los tumo res de ve.jiga. insuficiencia renal crónica donde existe una atrofia de las ma-
La en,m~si:- es la micción nocturna involuntaria y completa sas musculares y una disminución <le la grasa corporal que sue•
que se presenta dura nte e.l suel1o en los niüos mayores de 3 le llevar en su etapa final a un estado de caquexia.
ciñas . Con~tit.uye un antecedente de importancia que se presen• El colol' de la piel y de las mucosos también se modifica en
ta en di•:er¡;:as afecciones urológicas (válvulas de la :uretra pos· dicho síndrome. La primera se presenta pálida por la anemia,
terior en el va rcin o enfermedad del cuello vesical en ambos se· con una tonalidad ama,illenta con tendencia a pardusca que le
xos , qu e desarrollan posleriormente pielone frit.is crónica o confieré un aspecto terroso por la acu mulación de cromógenos;
insuficiencia renal}. Sin embargo, muchas veces puede ser un más seca y con su elasticidad disminuida y suelen existir lesio·
trasf.t11T10 neurológico , por lo qu e su evaluación debe hacerse nes de rascado -esco riaciones- como consecuencia del intenso
ron cuidado. Sólo cuando se ha descartado la organicid ad de la prmito que acompaña a la uremia. La concentración de urea en
('nuresis medi::i1üe un corrE:cto examen de orina, ~m urocultivo y el sudor suele ser elevada y se e:<terioiiza por 1a presencia de
µo r lo men os un es tudio ecográfico renal complemen tado en una capa ele pequeños cristales blancos aJrededor de la boca o
t·iertos ca sos por un e~tudio urodin ámico o uretrocistográfi co de los ojos o en la cara anterior del tóra>:, que se denomina es·
pa ra desca rtar una urnpatfa obstructiva o un reflujo vésicoure- carcha urémico. Otras veces pueden verse: lesiones eritemato-
teral, aq uella puede ser considerada de origen psicógeno. sas, penfigoides, hernorrágicas, cczcmatoides y aun liquenoides
Las modi fica ciones que se puede n pres~ntar dur?J1te el acto agrupadas bajo el término común de urémides. Por otra parte
micciona1 comprenden la disuria, la micció11 dolorosa, el tenes- es frecuente la presencia de manifestaciones hemorrágica s en la
1110 vesical, lo polw¡uiuria y la rcte11ció11 vesical. piel, en las mucosas y por los orificios naturales -petequias,
La disuria .es ia clificulta<l para expulsar la orina y suele s1:ir, füctenasl equimosis, hematomas, gingivorragias epistaxis, he•
1
en la mayoría de los casos, un síntoma vinculado a afecciones moptisi~, hematemesis, melenas, metrorragias.
de las vías UJinarias bajas (vejiga, próstata o uretra) de cnrác· Con respecto de las mucosas también se las ve pálidas, se-
ter obstructivo o inílamato rio. Sin embargo, se observa también gún el grado de la a nemia, y secas, en especial la de la boca que
en el curso de la pi elonefrit.is aguda, de una hematuria de ori- presenta fuliginosidades y coexiste con aliento amoniacal.
gen renal o no, cuando se eliminan coágulos o cálculos urina- La inspección puede mostrar la existencia de edemus -de
rios. La disuria se manifiesta como un relCJrdo en el comienzo poca o discreta intensidad y de preferencia perioculares (glome·
de la micción acompaú ada de pujos para orinar; como una emi• rulonefritis aguda) o importantes con signo de la fovca positivo
:::.ión intc.rm itentc o i11terr11mpido del choJTo urinario acompaña• (síndrome nefrótico de cualquier etiología).
da o no de disminución en su fuerza y cambios en la forma es-
pirnlacla común haciéndose más fino y débi l. El grado de desarrollo po11doesla lural debe también anali-
za rse, en especial en los nifios donde ciertas nefropatías produ -
La m ic:ción dolorosa con sensacíón de ardor o de quema2.ón o
cen un retardo en.el crecimiento y alteraciones óseas -nefropa•
de verdadero dolor en el conducto uretral junto con el tenesmo
tía tub ular con fosfaturia, acidosis renal tubular.
11csícal, suele acompaliar a la disuria y responde, en general, a
En el síndrome urémico pueden observarse contracciones
ras ú)ísmas causas que ésta última. fibrilares musculares por las alteraciones hidroelectrolíticas,
La poloquiuria es el aumento en el número de micciones y del equilibiio ácielo-base y del metabolismo del calcio y del fósfo-
puede coincidir con poliuria, diuresis normal u oliguri a. Es un ro, además de la polineuritis siempre presente.
síntoma común en la mayoría de las afecciones genitourinarias Con menos frecuencia puede existir circulación colateral co-
inflamatorias u obstruct.ivas (cistitis, uretrit.is, prostat~t-is, ade- mo consecuencia de la trombosis de la vena cava y de las rena-
noma de próstata) o a una alteración de la inervación vesical les en el curso de un síndrome nefrótico.
(vejiga neu rogé nira ). La existencia de un varicocele (dilatación varicosa de las ve-
La refcn ció11 urinaria se caracteriza por la imposibilidad de nas espermáticas) de instalación rápida, en especial del lado de·
evacuar rle manera espontánea, parcial o totalmente la vejiga y recho, debe hacer pensar en un tumor renal o de los ganglios del
es conse cuencia de una obstrucción completa o incompleta a hilio o paraaórticos que comprimen a esos vasos. Por lo contra·
partir del cuello vesical hasta el meato uretral o imputable a ria¡ el varicocele izquierdo suele ser piimitívo, no sintomático,
una vejiga neurogé nica. La causa obstrnctiva más co.rnún es el idiopático, de mayor tamaño, que se atenúa o desaparece con el
adenoma o el ca rcinoma de próstata. Puede presentarse por im- decúbito dorsal (lo que no sucede con el secundario) y se debe a
pactación de un coágulo, un cálculo o un pólipo valvular endove- una insuficiencia valv ular ind ividual de las venas espermáticas
sical en cuyo caso suele ser de carácter intermitente en relación consecutiva al abocamiento en ángulo recto de estos vasos en la
con los cambios de decúbito. vena renal, que producen un aumento de la presión de la colum-
Por fin, el' interrogatorio también brinda datos sobre algu- na sanguínea y la consiguiente distensión venosa.
nos caracteres 1~1acroscópicos de la orina tales como el color, el
NEFROLOGI A 11 53
mana orina hematürica o pi ürica o directamente pus (perinefri • de en el síndrome nefrólico, o el aumento difusr, de la tensión
tis, pionefrosis, tuberculosis tumores renales absced ados) pie-
1 consecutivo a una ascitis del mismo origen! o lo(alizado a hipo-
los tomías). Con menos frecuencia, las fistulas son de origen gasttio por una ret.ención urinaria vesical o a fl ancos e hipocon-
pleural o intestína1 u óseo y el diagnóstico diferencial se efec- drios por una tumoración renal: cáncer de riñón, riñones poli .
tuará por los anteceden tes, las características del líqu ido reco- quísticos, urohid ron efrosis. Con respecto a las v;u-iaciones de la
gido y los estudios radiográfi cos co1Tespondientes. L-0s procesos sensibilidad, es frecuente hallar hiperestesia cut.anea durante
inílamat.orios citados del riñón y de la celda y el cólico renal
un cólico renal que se e>:plica por el mecanismo del reflejo vísce•
suelen acompañarse de un a contractura de los mtísculos lumba-
ro-sensitivo de Mad:eniie.
res que condiciona una escoliosis antiálgica de la col umna ver-
tebral lu mbar.
La palpación profu11da mo11om anual de t.cdo el abdomen
precederá a los otros procedimientos que utilizali ambas manos.
P alpaci ón Mediante ella se pueden establecer las caracteristicas físicas de
cualq uier tumor intraca\'itario: ta ma ño) cons~tcncia movili-
1
Medi ante esle proceclimiento se recogen datos de mucho va- dad, activa y pasiva, sensibilidad, así como su ubicació n. En
lor que orientarán especialmente al médico hacia dive rsas ne- condiciones normales, la palpación profunda m0n.omanual rara•
fropat.ías quirúrgicas que son las que con mayor frecuencia se mente permite reconocer al riñon. Sin embargo, cuando el mis-
acompaúru1 de modificaciones del ri!lón. La mayo ría de las de- mo aumenta de tamaño o pierde sus medios de fijación, se hace
nominadas nefropatías médicas rara men te lo hace n. fácilmente palpable. Así sucede con los riñones poliquísticos, de
Est e método comprende la palpación ge neral de todo el ab- bordes·irregulares, superficie abollonada, consfrtencia renilente
domen y de la región dorsolurnbar y, en part.icul nr, de la fosa re• y ligeramente dolorosos y casi siempre bilatersles. Por lo con- .
na!. Debe re.alizarse en dos etapas: la palpación superficial y la trario, la urone frosis suele se r unilateral y c1ando tie ne un
palpación profunda. gran tama ño deforma la pared abdominal; cuando es int~nni-
Como en todo examen de la región abdomi.naJ, sea cual fuere tente, su tamaño vaii a entre uno y otro exa1m:n. Lo_s tumores
el órgano a palpar, el enfermo debe estar en una posición co- malignos, cuando se palpan, suelen tener ya un gran tamaño y
rrecta. El decúbito dorsal, en una camill a cómoda de plano re- raramente soa quirúrgicos 1 su superficie casi siernpre eS lísa pe·
sistente con la cabeza y la parte superior del tronco li geramente · ro su consistencia mayo r que lo normal. Los ritiones ptósicos
sobreelevados por medio de una almohada, con los miembros in- son fácilmente apreciables por esta palpación y es posible. rein-
feriores extendidos y los superiores a lo largo del cuerpo , respi- tegrarlos, en la mayoría de los casos, a su celda.
rando tranq uila men te y con los músculos bien relajados, con sti- Sin embargo, la mejor información en la pal,ación del riñón
tuye la posición de elección. La semiílexión o la Oexión completa
la brinda el método bimanual ya sea en <lecúb~-0 dorsal: técni-
de las piernas suele dificultar la CKploració n y sólo se la utiliza
cas de Guyón y de Glenard, o en decúbit-0 lateraJ: procedimiento
cuando no se Jogra suficien te fl accidez abdominal. .bebe evitar-
de Israel, o de pie: método de Goelet o Ilelin;ton, que serán
se que el enfermo hable durante el examen, pues se altera el
analizadas en forma sucesiva.
ritmo respiratorio y la pared abdominal aumenta su resist.en-
ciél. Esto también sucede cuando la respiración es muy profun-
da y la espiración se hace activa. Por lo contrario, una respira-
Procedimiento de Guyón (lig. 11-6)
ción débil o de ti po costal superior no favorece el descenso del
diafragma y por consigui ente del riñón e impide su rcconoci•
miento. Const.ituye el método de elección y se utiliz21 ambas ma nos.
En cuanto al médico, debe sentarse del lado del riñón a pal- Una posterior, opuesta al riñón que se palpa, laderecha para el
piir: a la derecha para el riñón derecho y a la izquierda para el izquierdo y viceversa, colocada exactamente en;!'} áng ulo forma•
órgano izquierdo; 1a posición de pie es incómoda e impide, en do por la 12' costilla con la masa sacrolurnbar, ¡unto fá cilmente
general , reali zar un buen examen, debiéndose reservar para depres ible o punt-0 útil, y no con la columna v,rtebral (ángulo
ciertas maniob ra s especiales. costovertebral) y con la extremidad de sus ded<;; ubicados a 5 ó
6 cm de la línea media. Esta mano posterior <tea un plano de
La palpació11 superficial del abdomen permite conocer el es- apoyo y deprime la región lumbar con los dedossemiflexionados
tado, la te11sió11 y la srnsibilidad de la pared. Así, es posible facilitando la acción de la otra mano.
11 54 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDIC INA INTERNA
diferenciarse de la ectopia renal en la que el órga no ocupa con- Ya se señ aló que la palpación de este órgano no suele ser fá.
génitamente un sitio distinto al habitual, siendo lo frecuente cil y aun puede no palpárselo Con la técnica más conecta. Cuan-
hallarlo en la pelvis, fosa ilíaca o lumbar baja. do los riñones tienen una ubicación y un tamaño normales se
Para determinar si existe una ptosis y cu ál es su grado, se logra palpar el tercio i11{erior del derecho y el polo del izq11ier-
coloca al paciente en decúbito dorsal con las piernas extendidas. do, siempre que se trate de un individuo norruotipo o longilineo
El médico se sienta del lado del rinón a palpar y procede a efec- no obeso, y con una pared abdominal no muy tensa. En esas cir-
tuar tres maniobras sucesivas: acecho, captura y escapP.. Para la cunstancias, y en especial cuando está d_cscendido, puede com-
primera coloca la mano izquierda para el riñón derecho 1 y vice- probarse su forma de habichuela, de superficie lisa 1 consisten-
versa, por debajo del paciente de tal ma nera que abarque la re- cia elástica, prácticamente indoloro o, cuam~o más, con una
gión lumbar y el flanco correspondiente, en una pinza.formada sen sibilidad obtusa, de un tam año que oscila alrededor de los
por el dedo pulgar por delante y el medio justo por debajo de la 12 X 6 x 3 cm, que se moviliza. con la inspiración hacia abajo y
12' costilla. Por otra parte, los dedos posteriores completan su aden tro.
acción empujando la pared lumbar hacia adelante para acercar Sin embar¡;o, la forma habitual se modifica en un solo lado
el riñón a la otra mano del examin ador que se encuentra ubica- por la presencia de un tu mor Bólido o líquido (adenocarcinoma,
da sobre el abdomen, al mismo tiempo que crea un plano <le re- sarcoma, quiste hidatídico, uronefrosis, tuberculosis} o bilate -
sistencia posterior para faci litar el reconocimie nto del órgano ralm en te como en la poliq uis tosis renal. Otras veces se lo p:::i.I pa
por el ded o pulgar. como un tu mor achatado, de conca\•idad superior que se prnlon•
La otra mano del médico debe impedir que el riñ ón e,:plora- ga sobre la columna ve1i.ebral yse continúa con el del otro lado:
do, en su desce nso inspiratorio, se desplace hacia la línea media rúiones en herradura,
o realice un movimiento de báscula tomando como eje el pedícu- Lá modificación de la forma suele acompañarse con un au-
lo vascular al mismo tiempo que debe empujarlo hacia afuera mento del lama,io, por las misrnas causas ya cit adas, que suele
para permitir que sea aprehendido por la pinza de los dedos oscilar desde unos pocos centírnetros hasta uno suficiente como
pulgar y medio, ya citada . Con ese fin , el explorador colocará di- para ocupar prácticamente todo el abdomen llegando su polo in-
cha mano de plano sobre el fla nco correspondiente con sus de- fe,ior a la cresta ilíaca del lado opuesto. Cuando existe una age-
dos dirigidos hacia arriba y hacia afuera, realizando presiones nesia o una hipoplasia renal unilateral es posible palpar de ma-
sucesiva s de abajo hacia arriba, sobre el trayecto que une el yor tamallo al otro riñór1, por una hipe1trofia compensadora.
apéndice xifoides con el punto medio del pliegue inguinal.J,;1_ La situación del riñón sólo se altera cuando eA.iste una pto•
des plazami ento de l_a _mano _a ~1terior debe realizarse ~im ultá• sis o una ectopia, con las caract ~risticas ya señaladas al descri•
neamen te con el dei° ,i°edo pulgar defa mano posterior, la que, al bir el procedimiento de Gleriard o en el caso de ser desplazado
fin al de cada inspiración, ejerce también ·presiones en puntos por un tumor retr~pcritoneal d!.: causa suprarre nal.
sucesi,;os desde abajo hacia arriba para lograr ubicar.el polo in- La posición del riñón puede modificarse por una anom alia
ferior del riüó n. Durante el segundo tiempo de la maniobra de de rotación o como consecuencia del desplazam iento del órga -
Glenard, denominada de captura, el explorador intentará pal- 110. Normalmente, el hilio está dirigido hacia la línea media pe-
par el polo renal. En esta circunstancia pueden suceder varias ro puede suceder que la rotación norm~l del órgano no se cum-
posibilidades. Pijme.ro_, _q_ue. no. lo palpe, en cuy9 caso general· pla - rotación ausente-, lo haga en forma excesiva - rotación
mente _nQ lwy_ Pt~;Ys o:.ef riñón se encuentra en la fosa iliaca excesiva- o se invierta -rotación invertida- durante el desa-
donde será percibido por la mano anterior -ptosis de cu arto rro llo fetal, originando esas díversas anomalías de ro tació n.
grado o ectopia renal-. Segundo, que el pulgar lo palp_e y no lo- Cuando existe ausencia de rotación, el lúlio está dirigido hacia
gre fijarlo en la pin za medio-pu lgar: es la µtosis de primer gra - adelante, el riüón es aplanado -<liscoide- y está cruzado en su
ilo. Si logra capturarlo, es de segundo. Y por fin, la última posi- cara anterior por los vasos y el uréter. En la rotación excesiva el
bilidad es que el rilión se deslice hacia abajo de la pinza citada: hilio mi ra hacia atrás y en la rotación externa se lo encuentra
1itosis de tercer grado. Para diferenci a r la ptosis de cuarto grado en el borde externo. Sin embargo las maniobras semiológica, no
d·e la ectopia renal el explorador debe restituir el órgano a su permiten apreciar dichos cambíos, los que sólo se comprueban
celda, obligándolo a me terse entre los dedos de la pi nza, lo que con toda seguridad, por los métodos radiológicos. Por lo contra-
no se logra en la eclopia. rio, las modificaciones de la pr,sición imputables al desplaza-
Finalmente , mediante la palpación puede comprobarse el mien to del órgano pu eden palparse en el caso de una ptosis,
sigil o de Menge y Schreiber que consiste en comprobar la apari- pues cerno está colgado del pedículo vascular, el hilio queda ha-
ción de ur.a proteinuria, que puede llegar a ser hasta 3 g por li- cia ani ba y la dirección del órgano se hace muy oblícua o a ve-
tro, dentro de las 2 horas de la palpaciáon de un tu mor retrop e- ces ho,izontal y ha llegado a ocupar la lín ea media, sobre la co-
ri to n eal cua nd o es ren a l. El signo de lVilliamso1bes la lumna sacrolumbar pennitiend1 conocer todo su borde externo
1
tencia, sen sibilidad y movilidad, e investigar los denominados compresión contra las formaciones vecinas le im piden excursio•
puntos dolorosos renales y ureterales. nar.
115 6 SEl~IOLOGIA, SEMIOTECN iA Y MEDI CIMA IMTERNA
La consistencia elástica o remitente normal aumenta en las prae_spinoso se encuentra en el sitio en que emerge el ramo per•
neoplasias malignas llegando a ser leaosa, casi pétrea, y dismi- forante anterior del nervio femorocutáneo, algo por dentro de 1~
nuye cuando existe un quiste con contenido líquido de no mu- espina ilíaca anterosuperior.
cha tensión, pudiendo apreciarse una fluc tuación. Los puntos u,:etera/es dolorosos son tres y se los puede ha-
La palpación permite comprobar uu au mento fran co en la llar sólo cuando existe una ·ínt1a,;;'adói1.cfel conducto, pues en
sensibilidad renal que llega a ser dolorosa cuando existe una condiciones normales el mismo es indoloro. Se los ha denomina.
perinefritis, o una pielonefritis, por propagación del· proceso in- do puritos.~reten¡ltt,WNéiQJ;mediQ e inferiQr (fig. 11-9). El pri-
fl amatorio a la cápsula ren al. La distensión brusca de esta últi- mero, pefoiu reteral o para umbilical, coincide COI) la pfoyecci_ón
ma o su invasión por ui:i. tumor también provoca dolor. Cu ando superficial de la ¡ielvis o la unión pelviurcteral, ubicada a unos
se produce 1a migración de un cákulo o de un coágu lo, desde la 6 cm por fuera y a n.ivel delomblígo. '
pelvis renal, el dolor espontáneo se agrava con la palpación. El pw,to ureteral medio, ubicado profund amen te, c_orrespon-
de al sitio donde el uretcr cruza los vasos ilíacos y se dete rmin a
en la intersección de la línea biilíaca y la per_pendicular trazada
Investigación de los puntos dolorosos renales y uretrales sobre 1a unión de los dos tercios extern os con el interno de la ar-
cada cr ural.
La compresión de determinados puntos de las regiones ante- Por fin, el pu nto_~LfJnoLinferior corresponde al sitio de en-
rior, lateral y posterior del abdomen despierta dolor cu an do t_rada del uré ter en la vejiga y se Jo investiga por medí~ del faé.
existe un a afección renal o ureteral. Dichos ·sitios corresponden to rectal é,1 el hombre y del tacto ~agliíal en Já.muje1c -
en su mayoría a los denominados puntos de \lalleix y coinciden
con la emergencia de un nervio principal o de al gun a de sus ra*
mas hacia la pared del abdomen. Percusión del abdomen y de la región lumbar
Los PliIJ.tQs . cf.Qj_gUJ§.Q~. rcngfeS pueden ser posteriores, latera-
les o-:1ñt~1iores (fig. 11-8). \;"§Jl_qsteriores son dos: el c~sto-ver- La percusión del abdomen permite establecer los cambios de
tebral y el costomuscula r, ubicados respecti vamente en lo.s án- nivel típicos de la ascitis libre en algunos pacientes nefróticos o
Q~l os que form an el b·orde inferior de la 12• costilla con la el líru.ite de la matidez correspondiente a una retención vesical;
columna vertebral, el primtro, )' con la masa muscular espins.l, en esta úl ti ma presenta su convexidad hacia la extremidad ce•
el segu ndo. El punto costovertebral coincide con la emergencia fál ica. Tamb;én es posible comprobar cómo la sonoridad del co ·
del 12º ner~•iO intercoslal1 _mientras que el co_stumuscu_lar co- Ion por delan te de un tumor sirve para identificarlo como de
~ qspunde con el sitio de salida_de ia ram a pcrfo¡·ant~- poste1i0T origen renal, pues el hígado, la vesícula biliar y el bazo despla-
de dicho nervio. · · za n al colon hacia abajo. Puede facilitarse tal reconocimiento
El Jl':1_!1_l_o_l_aJ:!.'.'.l_st1e:.a_ilía~? ubica_<l_o.s¡i l_a línea !Iledj o_a~:il!'r por medio de la insuflación previa del colon, con una pera de Rí-
a nivel de la cresta ilíaca :;_e_r_el aciona con la en,ergencia _ qe la chardson.
rama perfórante lateral del 12,-iñtercostal. La percusión de la zona lumbar, mediante el procedimien to
Con respecto a los ,R!!!'to_S_E9-lprosos renales .anterio,·~s (fig. habitual dígi to-digital, es de poca utilidad y no da información,
11-9) se deben considerar el Ú!!.ftLC~§/a/ y el suprae~pil!Q~O. El sa lvo cuando exi ste una sonoridad anormal originad a por la
pri mero bajo el reborde del 10• ca rtílago costal un poco ·por fue- acumulación de gas en el curso de una infección por gérmenes
ra del borde del músculo recto anterior y corresponde a la rama gaseosos. _Cuando s~ realj_za ,on la parte cubital del puño cen-a-
perforante anterior del 10º nervio intercostal. ,El_pu nlo _sy- ~º- cons_ti tuye la sucusión renal de (J_o!dfl.am o pwfo-percusión
: /•¡:>\, '
o 1 ' •
,.,.,e ,,1ore.~ ro1!
Pu,co coioro ,o ro 11
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i'ur ln l'1 o _ _,__ -'-'--"
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punlo
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infer io r
Fig. 11-8. Puntos dolorosos renales posteriores. Fig. 11-9. Puntos dolorosos renales y 111·eterales anteriores.
NEFROLOG IA 1157
de Mwp_hy y se lleva a cabo,cqn el paciente sentado o d,e pie. Se mercurio, cristales de limol o un a solu ción dé antibióticos de
la considera p_ositiva si _d~spi~r ta dolor ),:sifV~ P~~-a-~;~o~·;¡e~.'~1 ampl io espectro y de preferencia a~tiva contt·a los gérmenes
lado áfedado y di ié;·éncia;.fo dé otros dolo;eiy}sciiªlés: Es\o gramnegativos (cloranfenicol con estrep tomicina). De esta ma-
sucede en los procesos p~ri n~fr!~cos , en la pielonefri ti~ y_a ~e- nera se impedirá la modificación del pH urinario y una degra-
-éeseñfa glon1<ii-üfoñe"trítis aguda ytóda vez que exista una obs- dación de la urea por efecto de los gé rmenes desdobladores de
t.r·ucción-·de la5 v·ías ürjíl.aria$· 8itas que produzca una diStensió_z:¡ esa sustancia, la desaparición de los elementos form es de la ori•
como" ocurre en )a migración de un cálculo o UQ. .coágJJ,.lo sangg.i- na tales como los hematíes leucoci tos, cilind ros y cristales de
1
neo. En los tmnores de la fos a renal y en la tuberculosi,s_del ri- diversas sales. Cuando se necesite realizar un éstudio bacterio-
rión, la pu ño~pcrcusión también suele ser posítiva. lógico urina rio se utilizará una técnica diferentci que será anali-
La percusión de la zon a lu mbar se complementará con el zada al tratar el urocultivo.
examen de la movilid ad de las bases pulmonares y del diafrag-
ma. Mediante la percusión de las primeras y las variaciones de
su despl azamientp puede deter minarse si están sobreelevadas o Examen físi co
si la movilidad diafragmática está comprometida. Esto sucede
en los tumores inflama torios (pe rinefrit.is) o de neoformación
En condici ones nor males) se excreta en 24 horas un volu-
que afectfm la región renal: los primeros pueden acompañarse
¡~n_dx_orina que oscila entre tiRO y 1500 mi, de colorá rriliár
de un discreto derra me pleural.
Qá_lido, con una _g_g_n:;idad .espontán-ea,ie"J:Q_l§ a 1o23a15'"C" y
con un .E..!:L_que varía en tre J5.J. y _1.(1_ Estas critacterístícas de-
penden de la <!!_e~a, de la cantidad ~e agua in~i_cla y de las pér-
Auscult ación
didas hídricas extra~rep ~l_es (re: pi_r~~ión y Stl:__d_a_ción) que se
produzcan . Cuando el paciente está sonl'e11d·o a un régimen rico
Debe efectuarse tanto en la región abdo minal (zona perium-
bilical derecha o izquierda) como en la lumbar, en búsqueda de en prot~!~~s y ~~~~:~-~~~~ . la diuresis di ~ _~:5m inu},e, .J a
de nsidad aumenta pudie ndo llegar iT030 o á 1035, el_JJ_H se
los soplos típicos de la estenosis de la arteria re nal que puede
hace-ñlás á~idO.YTa _~1..-i1~3 toma un ~~!o.i: .caob_?. Por lo co~tr;¡·io,
acompañar a la hipertensión art€rial de, origen renovascular.
co n dj~_tJs predo.ffiinantemenle hülroca_rb~n:¡_d~s y grasas_o
En los pacientes nefrectomizados pued e auscultarse a veces un
abundantes en _?gll_a el volumen _s'e__ ~Jeya, el crJlor se I1áce más
so plo continuo en la región lumbar correspondiente como conse·
claro, la de",;sidad disminuye .f1a'st3. 100~º!-° ~i~~ -;~{a,Yo res va-
cuencia de la aparición de un aneu risma artetiovenoso renal
1iaciones del pH. Estas son precisamente las características del
vinculado a la li gadu ra en bloque del pe dí culo renal o como
riüón normal, es decir, variar los parámetros sellalados como
compl icación rara de la punción biopsia renal. Otras veces el so-
expresión de su elasticidad fun ciona l. Toda Véz que el órgano
plo au scultado corresponde a un ane.u risrna de la aorta abdomi-
sea incapaz de adaptarse a las necesid ades ITI\:tabólicas del or•
na l o a un a estrechez ateromatosa.
ga nis mo responder& con la excreción de oritrns de densidad y
El estudio fonoan giográfico permitirá determina r co n mayor
volumen poco variables.
precisión las características del soplo auscultado, su etiología,
así como las características morfológicas de la estrechez. La incapacidad r~n al para concentrar la orina manteniendo
su poder de diluc_ió.n se ha denominácfo.i1íP0$((,Ú.uria, y se pre•
senta siempre con poliuria. Cu ando el riñón ea más deficitado
pierde tar,1bién la éapácidad de dilución y la d•:nsidad urinaria
perm;;-m;ce constante, alrededor de 1010--valor,feÍ -plasma
despro-1:eínizadó=-ílldependientemente del volumen de agua in•
ORINA
gerido: i,ostenuria, Por fin, en los períodos fina les de las nefro-
patías cró;ic·~ia isostenurJ!Ui~..~compañiCfe··Gna-diu resis que
oscila entre los 1000 y 1200 mi di a_rios, condi,ión denominada
ELEMENTOS NORMALES _seud[!normaluria, y (l~e e-;p~~·~ ~ aagravación del proces o.
Y ANORMALES URINARIOS Cuando se <lelermina la densidad de la urína es necesari o
descartar la presencia de ciertas sustancias como la glucosa, las
El examen de la orin a constituye uno de los procedimientos proteín as, los compuestos iodados orgánicos que se utili zan pa-
de rutina más útiles en ·el estudio de todos los en fermos y ad- ra los estudios urog:ráficos o en la tomografía u:ial computada
quiere especial relevancia en el caso de los portadores de una contrastada o arte riograffas así como el manifol y el de xtran.
nefro patia , Mediante el mismo, es posible detecta r no sólo la Todas estas sust.ancias aumentan falsamente su valor: 1 g de
ex istencia de la mayoría de las enfermedad es rena les, sino glucosa hace variar la densidad en 0.0004 y 1 g de proteínas en
orientar el dia gnóstico en numerosas afecciones no vinculadas 0.0003; las sustancias de contraste pueden elevarla ha sta
al ri ñón, sin olvida r que muchas de éstas pueden 1 secundaria• 1.060.
mente, provocar lesiones de importancia en este órgan o. La orina normal recién emitida se present:: de aspecto lím·
Un correcto examen de mi na se inicia con una adecuada re· pido, enturbiándose con el frío por la precipitatión d eTasdiv,;::
culecci6n <lel material, por lo que es necesario ed ucar al enfor• sas sales que contiene. Estas sedimentan con el reposo de pen-
mo en el sentido de gu ardar ciertos rer:au dos especiales. La ori• diendo el color de su composición: roj izo cuar;do son uratos y
na se rt!cogerá en un recipiente li mpio y se conservará en un blanquecinos si sonJoEf~tos. Este aspecto limpído se altera
lugar fresco, siendo conveniente que c01Tesponda a un intervalo cuando exíste sangre, pus) li nfa o una gran canlldad de mucus.
de vei nticuatro horas. De esta manera puede eval uarse el volu- La coloración normal de la orina se deb§_¡ la pn,sencia de
men diario, así como la cantidad de los elementos normales o , urocromo y",•aí'ía segiír, la densidad ent.re el a~arillo claro y el
anormales que Sé excretan en ella. Con el objeto de evitar una amarillo ámbar más o menos intenso quellega"afcaoba--;;;;_ndo
alteración de esos elemen tos, por acción bacteriana, deben agre• ~!;tá mu y concentradá. Se modifica tambié n pt\' la presencia de
garse ciertas sustancias conservadoras como to luol, cianuro de sustancias anormales de origen exógeno o end1ge no. A.s í, la in-
11 58 SEMIOLOGIA, SEMIOTECloJIA Y MEDICll,JA IIH ERNA
gestión de ciert.os alimentos como la rem olacha o medicamentos hace muchos aüos ha perdido vigencia en la actualidad. Ha sido
como el ¡~ri-ªi~~' las sulfa ~das, la_rtfQQ!!"a:,efruib.arbo, las vi - reemplazada por un procedimiento más exacto como es la deter-
taminas de l complejo B el azul de metileno, dan a la 01ina di- min ación de la eliminación diaria de los electrólitos urinarios
versos colores que en el caso de las cuatro primeras pueden lle- en forma separada: doro, sodio y potasio, que llenan más adn-
var a una confusión con una hematu ria rojiza o parda. Entre los cuadamentc las necesidades en el estudio del paciente. En con·
pigm_c1_1t_q_s_ t?!Ui_qg~nos deb en citarse a la b!:_~1..9..tina y s~s deii- diciones normales, la excreción de esos ei~c~rólito~ depende de
vados la hemat.ina ácida y la metahemoglobina, que colorean a la dicta in gerida y en lérminos generales los valores varían en-
la orina de un ton_o rojo,vh~o. pa1~qº- o rojo oscuro respectivamen- tre .8.Q.y J:SQ mEq/24 h s. para el Na; 50 a 100 mEq/24 hs para el
te. Los pigmentos biliares (bili~TUbioa )' bíTiverdina) da n una 10y 150 a 200 mEq/24 hs para el Cl. Cuando el pacirnt<> está so -
coloración par,do-amaril1CI1ta con refl ejos a"IT<~aríllo-verdosos en metido a un régimen hiposódico o presenta edema por hiperal-
la es puma. Las uroporfi ri r,as que aparece n en el curso de la dostcronismo sl!cunda rio en t: l curso de un sindrom.e nefró tico,
porftria eritropoyética o h-éj;átic_& de carácter congénito, O du: una cirroris hepática o una insuficiencia cardíaca o tiene un a
rante la ingestión de drogas como·e·l Sulfonal, barbitúricos, qui- oliguria de ca usa pren enal por una depleción hid rosalina agu-
nina o por un a intoxicación plúmbica, le confieren un color vino da, la excreción de sodio es inferior a los 20 mEq/24 horas y se
de Oporto . invierte la relación nor mal Na11C urinario que se hace inferior a
En la alcaptonuria de origen congénito, en la into xicación la un idad. Por lo contrario, está aumentado, junto con el doro,
con ácido féni co o salol, en la melanosarcomatosis y en la inges- cuando existe un défi cit de minera}ocorticoides, como sucede ~n
ti ón de L-Dopa la orina tQma un color negro al ponerse en con- la enfermedad de Addison, en la ncfropatia perd edora de sal o
tacto co n el aire por la presencia de ácid o homogentísico, mela- en los pacien tes sometidos a terapéutica diurética con saJ uréti-
nina y dopamina , respectivamente. cos o antagonistas de la aldosterona.
La orina normal tiene un olor particular qu e se hace amo- La.11.i:ea.1 principal catabolito prote ico que se elimina por la
niacal cuando se desdobla_ra·· urea por acción de los ·géfrñCñeS:- orina, oscila en condiciones normales entre .20. y... 35 g por_día.
en· el caso _de_la_s_iníeccÍ~~-e-s-lif[riJ1laS·:·1aTn·g;;tTóíi--de algunos Aumenta su excreción cuando se ín giere un régi men rico en
alimentos (espárra gos··5, cebollfs), -medi camentos (ccmpuestos proteínas o existe un proceso hi percatabólico donde se produce
vi ta minl cos , balsámi cos) le dan en cada caso un olor particul ar. un incremento de la desintegración tisular del organismo, tal
En la acidosis diabética o cetosis, <' fl la aceloncmia idiopática como ocu rre en las infecciones agudas. Está dis minuida en
del nifio o en la cetosis de ayuno, tiene olor a ílCetona y cuando aquell as en fo nnedades que se acompañan de una defici en te for-
existe una piocituri<1 in tensa con bacteroides o est.ri:p tococos mación hepátiCP. -cirrosis, insu fici encia hepática ag uda- o de
faecalis es feca loide. En este caso si ese olor a materia fecal se
1
una disminución del filtrado glomerolar como en la insuficien-
acompafia de la elimi nación si multánea de gases (ncumafuria) cia renal aguda o crónica. En el primero de esos c~sos se com-
debe pensarse en la posibilidad de una fist ul a vcsicorreclal o prueba una azoemia normal o baja, mientras que los dos últi-
vesicosigmoidea. La gangrena de la mucosa vesical y los tumo- mos se acom pafian siempre de hiperazoemia y síndrome
res necrosados de vejiga confieren a la orina un olor nausea- urémico.
bundo a pu trefacción y también pueden acompañarse de neu- Una información más exacta para el médico es la que se ob-
maturia. tiene mediante la depuración de la urea que establece la real
El pH se modifica con el tipo de dieta ingerida o el momento capacidad renal para excretar urea (véase Exploració11 de la
dal día en que se lo determina. Así, las orinas post-prandiales fu nción renal) pE:ro de relativo \'alor práctico.
pueden tene r una réacción neutra o a_lcalina (marea-alcalina post- En la orina normnl .Jll)_sxj5_te glucosa, aunque a veces pue-
prand.ial) por au mento en la ·excre~i~.n_d:e. bicarbo.n ato_.para CQ.pl· den dete rm inarse cuerpos reductores de las sales de cobre como
pensa r la mayor secreción de ácido clor-l1ídfrco""eñ fr} Ügo gástrico la levulosa y la lactosa; esta última en el curso del embarazo y
durante la digestión y que tiende a i)evar el estado ácido-base la lactancia. La presencia de glucosa se denomina glucosuria y
sang1.1íneo hacia la alcalosis metabólica. Un régimen acidificante 1
es la consecuencia de una hiperglucemia por una diabetes me-
con residuos catabólicos rico en hidroge niones, disminuye el pH llitus, un traumatismo craneano o un infarto de miocardio. Más
urinario y w 10 alcalinizante, con predoniinio básico, puede elevnr raramente está vinculada a una disminución del umbral renal a
el mismo a valores de 7,2 unidades de pH. Estas posibilidad es die• ese hidrató de carbono (diabetes nefrogénica) por un trastorno
téticas se utilizan a los efectos de modificar la solubilidad de cier- tubular con gé nito o adquirido, en cuyo caso la gl uce mia es nor-
tas sales urina1ias (uratos, fosfatos , carbonatos) y evitar su preci- mal.
pitación ..:on la consiguiente formación de cálculos. Es dudable que desde el punto de vis ta nefrológico, los ele-
La acidez norma! urinaria se modifica también en condicio- mentos urinarios anormales rnás importantes y que se hallan
nes patológicas, cuando por efecto de los gérmenes desdoblado- presentes en la mayoría de las nefropatíns, son lu proteirwria,
res de la urea au menta la concen tración del amonio y se hace la hema turia, la bacteriuria y la piuria por lo que serán consi-
francamente alcalina llegando a valores de 7,3-7 ,4. deradas en detalle.
bular. Con stituye el principal com ponente de los cilindros hiali- enzimas (riboni..tcleasa, lisozima), inmu noproteinas (cadenas li•
nos de acuerdo a estudios inm unoquím.icos e inmunoíluorescen- vianas de inm unoglobulinas, B2 m·icroglobulin a) y hormon as
tes. Se le atribuye un im portante papel en la patogenia de la in- (insu lina, hormona de crecimiento, hormona para.tiroidea). Sue-
suficiencia renal aguda de l mieloma no habiéndose establecido le observarse en el síndrome de Toni-Fanconi, en el síndrome de
íehacientemente una relación causal con la etiopatogenia de la Wilson, en la necrosis tubular aguda, en el rechazo agudo ren a l
litiasis ren al. Estudios recientes han demostrado depósitos ex- y en la intoxicación por cadmio. Electroforétican'1ente se com-
tratubulares en la enfermedad quíst.ica mE:dular, en ]a uropatia prueban fracciones prealbúrnina, fracciones beta distinta de la
obstructiva con reflujo vCsico-ureteral y en dive rsas formas de transferrina y fracciones de gamma lenta sin a lfa 2 macroglo-
nefritis túbtdo-intersticiales. En estas &fecciones se han detec- bulinas.
tado en el plasma antic uerpos IgG contra la proteína de Tam y En la proteinuria por rebalswnicnto, los mecanismos reab-
Horsfoll. sortivos tubulares son normales pero la presencia en el plasma
lvfed iante el estudi o eler.Lroforético se aprecia que la albúmi- de una proteína anómala en elevada concentración hace que la
na se prtsenta como una banda homogénea, mient.ras que las carga filtrada e>:ceda la capacidad del tú bulo para rea bsorberl a.
otras fr3cciones no pueden identificarse a causa de la banda de El ejemplo clásico es la proteinu1ia de Bence .Jones que se pre-
material mucoproteico y peptídico que las recubre. senta en el nd eloma múlti ple secrétante o en la macroglobuline•
Cu rtndo existe una nefropatía suele comprobarse una protei- mi a de \Va1denstr0m, en la am.iloidosis primaria y en las gmn-
. nuria-va ri able que oscila entre 0,50 y 10 g o más en las 24 ho- mapalías .monoclona les. -La proteína. de .Ben ce Janes se
ras, acompa1lada de una gra n cantidad de ci lindros hiali nos, car acteriza por precipitar entre los 50ª y 60ª de temperatura y
granulosos y a veces céreos. Sin ernbargo puede estar ause nte o red isolverse por ebullición. Dichas proteínas monoclonales co-
alcanzar valores muy bajos (0 ,20 a 0,30 g /24 horas) aun en pre- n esponden a fra cciones polipeptídicas de cadena liviana lam b-
sencia de un a lesión renal importante. Esto se observa en la da o kappa de las inmunoglobulinas con un peso molecular
pielonefritis, durante la evolución de la glome rulonefrlti s aguda apro,imado a los 22.000 daltons.
o en periodos él.\'anzados de diversas nefropatías crónicas que se La proteinuria secretoria es aquella en la que se elim ina n
acompaii.a n de esclerosis glomerular. Por estas razones, la falta importantes cantidades de macroprotcínas tal como la de Tam-
de proteinuria no excluye en abs oluto la exis tencia de una ne- Horsfall o IgA como sucede en algunos procesos inflamatorios
fropatia ni tampoco brind rt dato algun o con respecto al estado re!lales.
funcional <le! órgano. Debe señalarse , además, que es impres~ Desde el punto de vista estrictamente semiológico, las protei-
cindible referir el valor de la prot.einuria a su excreción diaria nurias pueden clasificarse en transi torias y crónicas. Las pri-
p3ra poder uti lizar este panímetro como elemento comparativo meras han sido denominadas tarnbié:n benig,ws o funcionales,
de la evolución y el pronóstico de las nefropatías, con las reser~ términos éstos que implican casi siempre la ausencia de un a
vas ya seúalc.das. nefropatía primi tiva, y se presentan en diversas condiciones fi.
siológicas o patológicas extrarrenales. Tenemos as í, }a protei-
Los proteúwrias patológicas han sido clasificadas en: glo- nuria ortostáticit, la lordótica, la consecutiull a la exposición al
mcrnfores. tubzilarcs, por rebalsamienfo (overfl.ow proteinuria}, frío y la palpaloria de Menge que se caracterizan por su apari-
y secretoras. ción intermiten te. Las proteinurias lordótica y ortostática o pos•
Las glomerulares a su vez se las ha cl asificado de acuerdo tura} aparecen en vinculación con las marchas exageradas o la
co n la selectividad del glomérulo a su filtración en: protei11u- posición prolon gada de pie, en los adolescentes y adultos jóve-
rir,s de /iltrnció11 selectiva y proteinurias de filtración no selec- nes, delgados y de hábito longilíneo. Se las atribuye a conges-
tiva segUn que predominen proteínas de mayor o men or peso ti ón pasiva del 1iñón por aumento de la presión hldrostática ve-
molecular. nosa consecutiva a la ptosis renal izquierda o de la vena cava
inferior por un a iníl exión lor<lót.ica exagerada de la columna
la protcinuria de filtración selectiva est.á constituida por lumbar. También se la atribuye a una dificultad en el retorno
fracciones de peso molecular iníeiior a 85.000, es decir preaJbú- lin fálico renal y al paso de la linfa a los cálices o a los conductos
mina, albúmina, posta lbúmina, ceruloplasmina, hasta la trans- colectores a través de la anastomosis entre e] sistema linfático
ferrina. del parénquima renal y las vías urinarias. Por fin, otros post.u~
En cambio en la proteinuria de filt ración 1w selectiva la per- lan que es el resul tado del aumento en la secreción de renin a
meabilidad glomerular está fuertemente aumentada y el traza- que se produ ce en la posición vertical, en respuesta a variacio-
do electroforético se aproxima, dentro de ciertas li mitaciones, a nes en la distrib'Jción de la volemia efectiva, y que promovería
un trazado de suero, de tal manera que es posible. determinar, a través de la angiotensi na un aumento en la filtración de las
además de las fracciones antes senaladas, las alfamacroglobuli- proteínas como consecuencia de una modificación de la pennea-
nas. bilidad de la barrera glomerular imputable a un a separación de
Entre los dos tipos extremos de proteinuriat existen todas los elementos epiteliales así como a una contracción de las célu-
las gradaciones intermedias. El valor pÍáctico que tiene esta las endoteliales con apertura de las uniones interendoteliales
clasificación es el de que, en un porcentaje estadísticamente promovida por una acción primaria sobre los elementos miocon-
significativo de casos , existe una correlación entre el grado de tráctiles de las células mesangiales , ubicadas en el tallo glome-
selectividad de la filtraci ón glomerular y la intensidad de l daño rular.
renal. La proteinuria de filtración selectiva suele coincidir c~~ La técn ica para poner de manifiesto la existencia de la pro•
lesiones glomeru lares mínimas y potencialmente reversibles teinuria Qrtostática o lordótica, es hacer evacuar al paciente la
con el tratamien to, mientras que las protei11urias de filtración vej iga al acostarse y recoger }a orina emitida sin haberse levan-
no selectiva corresponden n graves lesiones glomerulares. tado a la msnana siguiente. Luego se lo hace poner de pie en
Lo proteinuria tubular , constituida por proteínas de bajo pe- posición de firme durante 10 minutos o de rodillas, con lo que se
so molecular, es la consecuencia de una falla congénita o adqui- acentúa la lordosis y se vuelve· a recoger una muestra de orina.
rida que afect.a a los túbulos proxi males. Este grupo comprende En caso de proteilt!l.ria ortostática sólo aparecerá en la segunda
NEFROLOGI A 11 61
recolección . Debe recorda rse que la posición erecta acentúa do a veces a 15 g dia,i os y aún más. Una característica <le la
tombic11 las proteinurias patológica s, de ta l manera que antes proteinuria de la nefrosis 1ipoídica pura es su carácter cíclico y
cle asegurar qu e la misma es de carácter ortoslático o lordótico, recurrente de tal manera que, a veces en relación con la tera-
debe descartarse toda causa de nefropatía orgánica ya que en péutica y otras espontáneamente, puede disminuir y aun desa-
sólo el 47% de dichos pacientes se ha comprobado la ausencia parecer. En la gloruerulonefri tis y en la pielonethtis crón ica esa
de lesiones histológicas. cantidad oscila entre 1,5 y 3 g cada 24 horas, mientras que en
La proteinuria polpatoria de fafenge se produce o au menta la nefrosclerosis no suele superar los 0 5 g por día. De todas for•
1
lue~o de palpar al ri ñó n con las maniobrrts bimanuah.:s y no du- mas es necesario insistir en que , a med ida que progresa la en -
ra más <le dos horas. Se la ha prec,rnizado pa ra reconocer el ca- fermed~d renal y se anulan más nefrones , disn1inuye sensible-
rácter renal de una tumoración abdominal. mente !a proteinuria y es frecue nte encontrnr pacientes en
En el grupo de las protei nuri as transitorias patológicas, se uremia con pérdid as inferiores a 0,5 gen 24 hora s.
encuentran las vinculadas a procesos extrnrre11ales y las que co- En la nefropntía gravídíca o toxe rnia del einbarazo, la pro·
rres ponden a nefropatías casi siempre. agud as. teinuria alcanza valores variables y se distingue por aparecer
Aquellas comprenden principalmen te a la proteim:ria fe - después del cuarto mes <le gestación, ser de carácter gloruerular
bril, la ele la insuficiencia cardía ca y de las an emias graves. selectivo o no selectivo y desaparecer casi siemp re después del
La primer a aparece en el curso de numernsos procesos infec- parto.
ciosos bacteri anos o-vi rósi cos, no. suele superar los 0,5 g en 24 Queda por fi n referi rnos a _la _pr:ot.,~~Il_i¿r:i.a. . 9el ri ñó n trasplan -
horas, desconociéndose exacta mente su patogenia. Por su breve tado, que se caracteriza por presenlar en el examen electroforé-
dura ción y desaparecer con la afección causal se las consid era t.ico tres componentes anó m:tlos, lo que determinó su denomina-
nbsoluta men te benignas, caracterizandose por su bajo peso mo- ción como de triple globulinuria y que evol uciona hacia una
lecular y ser ricas en gl úcidos (glucoproteinurias). forma glomerular selectiva, con el transcurso del tiempo. Esas
En la insuficiencia cardíaca congestiva también s~ comprue- globulinas parecen con-esponder a estructuras tu bulares.
ba una proteinuri a cuantit ativa modestE. que puede 1legar, a ve- Un breve comentario merece la de nom inada proteinuria
ces, a superar )os 2 g en 24 horas, y que se vincula a la hi pt:r- posrenal , queriendo si gn ifi,,ru· con ello que corresponde a proce-
tens ión ve nosa con íncremento de la presión hid ros t.. á t.ica sos inflam atorios d~ las vías excretoras uri na rias, desde la pel-
capilar y disminución de la irri gación de bs pJretles vascuiaJ"es vis ri.:mal hnsta la urelru. Se debe a la presencia de una piocitu•
glomernlares que condicionarían altcrnciones metabólicas celu-
1 ri2 importante aunq ue su can t.ld ad no supera a los 0,5 g di.l.Jios.
lares y aumento de la permeabilidad del glomé ru!o. Suele ser Cu ando esa cifra es superior proviene con seguridad del riiión ,
de carácter selectivo, pero si la insuficiencia cardíaca es muy in- es dE canider predominantemente tubular o mixto y se debe a
tensa, se tran sfo rm a en no selectiva. que el proceso infla~n atorio ha afectado t ambién al parénquima
En los cuadros anC micos de va riada etiología, es rumú n la renal.
presencia de una proteinuria por probable hipoii a celular.
Los proleinurias patológicas transitorias, relacionadas con
las nefropatias, son las que se presenta n en la glornerulo ne fritis Hema turi a
y en la pielonef1i tis aguda, alcanzando un valor que raramen te
supera al 1,5 gen 24 horas. Su duración es vari able, aunque en Se denomina hematuria a la presencia de glóbulos roj os en
general suele ser bastant e prolongada. En algunas glomeru lo- la orina en caut.id&<l su perior a la que se esti ma· norm al, de
nefritis agudas des aparece ya , en la primera semana, mucho acuerdo con la metodología del conteo de Addis o Hambu rger
antes que l a hematuria, que a veces persiste por má~ de un añ o. (1.000. 000 a 1. 400. 000 en la orina de 24 horas). Cu ando se
En las glorne ru litis agudas procesos vinculados a mecanismos
1 aprecia a s;mple vista se denomina hgll!_qf!!!_:ia macroscQJJ[ca y
disérgicos, puede observársela cada vez que el pacien te se expo- microhematuria si es necc:sario el examen microscópico del se-
ne al contacto con el alérgeno correspondiente: vacunas, toxinas dimente, uri11~1rio.
bacterianas, alimentos, drogas desapareciendo en los interva -
1
Según la importancia de la hematu ria, variará el color de la
los. Histopatológicamente se comprueban alteraciones de la orina. Si la misma ;.!s intensa )' recién emitida, es de color rolo
membrana basal glomerular. san gre y suele acompañarse de c"Q_4g1J.!gs~.Q.~.Jfl.:n.1 íiñoya r.iable;
La proteinu,ia de la pielonefritis aguda es casi siempre del c~a'~ ~-la ca ntidad es menor ~.dquiere el clásico ~qlQ_t_4f _;gua
tipo mi xto por filtraci ón glomerular au mentada y con caracte- de !asado de carnes. Cuando la orina ha permanecido más tiem-
risticas asociadas de la proleinuria tubular. Disminuye o desa- po en la v~f¡'ga" toma un color pardo y la sa ngre le confiere un
parece rápidame nte eó n el tratamiento antibiótico correspon- aspecto de turbiedad muy particu lar. Se ha establecido que bas-
dient.e, aunque a veces persiste más tiempo. ta 1,5 ml/1 de sangre en la orina para que se aprecie como he-
Las protei1111rias crónicas o prolongadas patológicas pueden ma t.uria macroscópica. Desde el punto de vista nefrológico es
ser continUéi.s y acompall.ar a la enfermedad hasta el final, o in • también importante considerar a las mi crohematurias, pues
tcrmitente en las que alterna n períodos de excreción de protei- numerosas afecciones renales adquiridas o congénitas se mani•
1rns con otros asintomábcos. Se presentan en la glomerulonefr i- fiestan, en algún momento de su evolución, sólo por este signo.
tis crón ica, en el síndrome nefrótico por nefrosis lipoídica pura, Por otra parte, el control seriado de la hematJJria permi te eva -
glomerulonefritis membranosa o lobulillar, glomeruloesclerosis luar y asegurar la curación de algunas nefropatías.
capilar (riñón diabé tico de Kimmels tiel-Wilson), amiloidosis, La posibilidad de que el color rojizo o pardo de la orina se
trombosis de la ven a renal; en el riñón poliquístico; en la pielo- deba a otra caus a distinta de una hematuria , hemoglobinuria
neí1itis crónica y en ]a nefroesdero~:is. En cada una de esas cir- ya se señaló en páb>inas anteriores, y puede d,berse a la inges-
cunstancias la cantidad excretada es absolutame nte variable y tión de cierlos ali 1;ientos o drogas medicameutosas cuyos pig•
éste es un ~fato que brinda poco valor para di~tingu ir, con .segu- mentos se eliminan en la orina; son las denominadas falsas o
ridad, un proceso de otro. Sin embargo, lo común es que las ma- pseudvhematurias. Un conecto interrogatorio y el uso de las
yores prote in urias se presenten en el síndrome nefrótiw llegan- técnicas h abitu ales -prueba de la bencidillll o de l piro mi-
1162 SEMIOLOGIA, SEMIOTECMIA Y MEDICIMA IMTERMA
dón- y la obsen•ación microscópica de los hematíes en el sedi- rio-- las malformaciones congénitas, asociadas o no a la litiasis
mento aseguran rápida mente el diagnóstico. renal, y las pielonefritis.
En la adolesce11cio v en los adultas jóue11es, deben conside-
rarse a las infecciones ~es pecíficas como· la tuberculosis renal o
Diagncistico de localizació11 de las lz e~1aturia s y etiología inespecíficas a gérmenes comu nes del gr upo intestinal, a la li -
tiasis minaria, a la glomerulo nefrit is, a los traumatismos lum-
Semiología de las hematurias (fig. 11-12) El análisis semio- bares con ruptu ra de l parénquima rena l y también a la~ malfor-
lógico de toda hematuria implica la obligación de realiza r un in- maciones co ngéni ta s del tipo riñ ón po liquísti co qu e, casi
terrogatorio minucioso y ull examen clínico general completo siempre, comienzan a mani festarse clínicamente recién des pués
que, unidos a la clásica prueba de los tres va sos, permiten 01ie n- de los 20 aiios , cu ando ios quis tes adquieren suficien te des arro-
tar al médico con respecto al sitio y causa de la misma, ya que llo.
ella puede produ cirse en cualquier lugar del árbol urinario, por A parti r de los 4.0JlJiQ.s y hasta los 6P, las hematu,ias se ori-
enci ma del esfinter membra noso de la uretra en el homb re y del gina n en tumores benignos e, malignos de la vejiga, próstata,
cuello vescial en la muj er. En caso de que la sangre prove nga de uréteres o riñón: en infoccione.S de las vías urina ri as, g1ándu las
la uretra anterior en.el hombre, o de cualquiér pun to ele la ure• ane xas (próstata, y vesícula seminal) y del riñón a gé m 1enes co-
tra en la muje r, recibe el no lTlb re de hem atouretrorrogia y tie ne mun es o bacilo de Koch y por cierto, en relación a la liti as is o a
lugar no sólo durante la micción, sino también en los intervalos una papilitis n€crotizante en ia diabetes.
ínt.en niccio nales, mancha ndo la ropa del paciente. Por fin , más allá de los 60 año~, las causas más conientes
Las hematurias pueden ser la consecuencia de proctsos pro• suelen ser los tumores del árbol minariv, próstata y ri ñón. De-
pios del árbol uri na rio o deberse a afecciones extrarrena les que ben tambi€n te nerse en cuenta los infartos renales aiterioscle-
se acompañan de traslo rnos primarios de la coagulación, o se- rót icos, que suelen manifestarse corno un cólico ren al hematú ri-
cundatios a un tratamiento anticoagulante. Se presentan tam - co sin elimin ación de cá lcu!os o a veci~s~como un a s imple
bién en la evolu ción de las enfermedades emboligen as como hematuria aislada.
consecue ncia de una emboli a que provoca un infarto renal. En Habiendo considerado el méciico todos los aspectos anterio-
todas las circunstancias, los antecedentes correctame nte eva- res, es ne•:esario ubicar el sitio donde se produ ce la hema turi a.
luados y el examen clín ico,_unidos a los estudios hernatológicos Con ur. criler;o topográfico se las puede ubicar en alias y ba-
habituales, descarta n las di átesis hemorragiparas tales como jas.
las trombopatias, la hemofilia, la hipoprotrombinernia, la púr- Las primeras comprenden a aquellas que provienen del ri-
pura anafil actoide o las leucemias. La presencia de una esteno- 1ión, de l sistenta pielocalicial y de la mitad superior del uréter.
sis mitral o de una en<locanli tis lenta hace presumir como fac- Son {gJ_qJgs, pues la oiina apurece teñida , a lo larga de toda la
tor de la hematuria a una embolia común o séptica. min:ión; pueden ser la consecuencia de una nefropa tía difusa
En lo que se refiere a las hematurias vim.:uladas al riñón y parenqu imatosa - glomerul onefrilis aguda o cróníca- o de un
las vías uri narias, la cdCld del pacir.nte consti tuye un elemento proceso renal focal, cJ.si siempre unilateral, infeccioso , tumoral,
de orientación útil para sospechar su etiologia. En efecto, cier- quístico o litiásico, que afecta las vías altas excre toras. Los an-
tas afecciones se presentan con mayor fre cu encia que ot.rns a tecedentes y la sintornatología asor-iadas , así como los caracte•
deter minadas edades. Asi en la primera infancia las causas res morfológicos de los he matíes en el exame n micros cópico y la
más habi tuales son la glomerulonefritis ag uda, el cáncer de ri- presencia o ausencia d~ cilindros hemáticos , sirven para presu•
11ón , -tumor de Wilms o nefrobla stoma de origen embriona- mir el diagnós tico etiológico. En efecto, cuan do la hematmia se
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Fig. 11-12. Causa s de /ze,n ,,/uria. Fig. 11-13. l'ru ebn de los /res va sus.
NEFROLOGIA 11 63
produce por una .glomeruloncfritis, los hematíes extravasados recorda rse además la imp01tancia de efectuar un examen en•
se modifica n e n su trayecto a lo largo del ne író n, por las varia- doscópico vesical para trata r de ubicar su origen renal unila te-
ciones de osmolalirlad y acidez de la orina endotubular, de tal ral o descartar una patología primariamente vesical pasible de
manera que algunos se ·destruyen o se deforman liberándose la tratamiento quirúrgico.
he moglobi na que se tran sforma en hematina ácida, de color
pardo. Se produce asi, la hematuria parda y turbia, en poso de
ca/'e, sin coágulos y que se acompaña de escaso sedimento, en el Hemoglobinuria y mioglobinu.ria
que se pu ede comprobar a los ci lindros hemáticos , como elemen-
tos casi patogno mónicas, para seúalar la procedencia par enqui- La primera es la elimic.nci ón de hemoglobina p ura, n o
matos a de la sangre. acompa,ia da d e hematíes y la segunda de mioglobina prove •
En el caso de tratarse de una hematuria consecutiva a algu- niente del tejido muscular trauma ti zado, que le confieren a la
no de los procesos ren ales focales o de las vias al tas urin a rias orina, un color pardusco, como de _vino de Oporto. Ambas deben
ya citadas, es de color rojo sangre, de intensidad variable según diferenciarse de la hemat uria verdadera mediante el estudio
la importanci a ele aquélla y se acompai\a de pequeños coágulos , microscópico del sedimento urinario el examen espGctroscópico
1
de las vías digestivas (cáncer ulcerado de recto, absceso apendi- Numerosas experiencias han demostrado que los gérmenes
cular, divertículo colónico) o de los órganos genitales femeninos no filtran a través de los riñones y que, en condiciones norma-
(flemones del ligamento ancho, piosalpinx). En estas circuns- les, la orina vesical obtenida por punción transparietal es esté•
tancias, los antecedentes y los síntomas propios de cada afec- ril. Por lo tanto, toda orina en la que se pueda evitar una conta-
ción son importantes para su diagnóstico etiológico. minación externa y que presente un cultivo positivo, orientará
Puede presentarse sola o acompañada de hematuria o de hacia una infección urinaria, sin abrir juicio con respecto a su
restos de teiídos esfacelados o de abundante mucus. Para reco- ubicación. Esto ha significado, en primer lugar, la necesidad de
nocer su lu~gar de origen, se utiliza también la prueba de los extremar los cuidados en la recolección de las muestras de ori~
tres vasos, de tal manera que cuando la turbidez es más inten- na, cuando se desee efectuar un estudio bacteriológico correcto
sa en el p~-ünero, debe presumirse que se origina en la uretra y, en segundo lugar¡ establecer una serie de criterios estrictos
(uretritis) en especial en el hombre. Si aparece de igual intensi- para interpretar el valor de una bacteriuria, como expresión de
dad en los tres vasos (piuria. tot.al) procede del riñón o de las una infección urina1ia.
vías excretoras supetiores, mientras que si predomina en el ter- Debe seiialarse que todas las consideraciones anteiiores se
cero, es de origen vesical por haber tenido tiempo de sedimen- refieren a los procesos ínfecciosos urinarios, ubicados por enci-
tar en el trasfondo de la vejiga. En este último caso) es frecuen- ma del cuello vesical por lo que se excluyen de ellos a las ure-
1
te que exista una cantidad importante de mucus que le confiere tritis y a las prostatitis, donde la presencia de piocituria y sín-
un aspecto filan te, similar al de la clara de huevo. tomas típicos es la regla y no resulta difícil establecer su
Los procesos renales que más comúnmente se acompañan diagnóstico.
de piuria sun la tub.erculosis, la pielonefritís y la litiasis. Sin En estos casos, la recolección del material para estudio es
embargo, puede proveiú.r también de ia; vías Uririahas, Corno diferente. En las uretritis, especialmente de etiología gonocócci-
en el caso de la uropionefritis; de la vejiga (cistitis); de la prós- ca, existe siempre una secreción que aparece por el meato ure-
tata de la vesícula seminal (vesiclllitis) o de la ure- tral y que se recogerá, previo lavado con soluciones antisépticas
tra del glande y el prepucio, por medio de un ansa de platino esté-
El diagnóstico definitivo, etiológico y topográfico de la piu- ril, procediéndose al cultivo y al examen bacteriológico con las
ria, surgirá de la sintomatología asociada del paciente y del es- técnicas habituales. La de Gram, permite individualizar el go-
tudio radiológico completo del árbgol urinario y los riñones, nococo, como un germen gramnegativo intTa y extracelular, dis~
complementados por el examen semiológico integral (tacto rec- tinto de las restantes bacterias grampositivas o gram.negativas
tal, uretTocist.oscopia). que, a veces, producen también uretritis. Cuando se trata de
Una vez establecida la existencia de unn piuria se realizará una uretritis posterior o de una prostatitis, es necesario recoger
siempre su esíudio bacteriológico, incluyendo la identi/Icación y la primera parte del chorro urinario o proceder a efectuar un
el número de gérmenes eliminados por mililitro, así como la masaje prostático, antes de la micción, para evacuar el conteni-
sensibilidad de éstos frente a los distintos antibíóticos o qui- do de la glándula en la uretra, y poder así obtener una muestra
mioterápicos. adecuada de] matelial infeccioso.
Es imprescindible el estudio detallado de la piuria por la im-
portancia y frecuencia con que se presentan las infecciones del
riñón y de las vías urinarias y por el elevado índice de morbili- Recolección de material
dad y mortalidad que las acompaña. Por otra parte, un trata-
miento correcto, sólo puede realizarse cuando se conoce el ger- No existe ningún procedimiento, exceptuando la pw1ción ve•
men causante de la infección y sus características biológicas sical transparietal o el cultivo de un trozo de riñón obtenido por
frente a los agentes terapéuticos. medio de la punción biopsia (nefrocu/tivo), que permita evitar
en forma casi segura la contaminación de la orina por gérmenes
en ausencia de infección urlnaria o pielonefritis. Sin embargo,
Bacteriuria estos métodos no son de uso habitual, debiéndose reservar, en
especial el primero, para casos muy seleccionados y después de
Desde el punto de vista de la semiología clásica, se denomi- haber agotado los procedimientos comunes. En cuanto al nefro-
na así el hallazgo <le una cantidad apreciable de gérmenes en la cultivo, la experiencia ha demostrado que es de utilidad muy
orina, sin pimia concomitante, como expresión de una infección relativa, pues suele dar muchos resultados falsamente negati-
mina.ria. Sin embargo 1 estudios más recientes han demostrado vos, en pielonefritis fehacientemente comprobadas por otros
el valor relativo del hallazgo, corno evidencia de dicha infección métodos.
Par otra parte, la ausencia aparente de bacterias en la orina, Sin embargo, desde el punto de vista práctico, se obtiene
tampoco permite asegurar la indemnidad del aparato urinario una información adecuada cuando se tornan ciertos recaudos en
en el aspecto considerado. la recolección de la orina y se refieren sus resultados al resto de
En efecto, la existencia de una bacteriuria puede ser el re~ la clínica. En un principio se preconizó el cateterismo uretral
sulta<lo de una contaminación e>.ierna por secreciones prove- para recoger orinas no contaminadas con los máximos cuidados
nientes del aparato genital de la mujer, o de la uretra masculi- de asepsia. Pero es indudable que aun en la mujer, donde resul-
na o femenina, donde normalmente existen gérmenes ta más sencillo realizarlo y es menos traumatizante, no se pue•
saprófitos, o de gérmenes patógenos ubicados en las zonas pu- de impedir el arrastre hacia la orina vesical de gérmenes ubica•
dendas o perineales/ provenientes de la flora intestinal. Por dos en la uretra y provocar una cistitis luego del cateterismo.
otra parte puede no demostrarse una bacteriuria en presencia Por estas razones, en la actualidad, se prefiere el método del
de una infección urinaria importante con piocitmia, porque los "chorro medio¡, o "midstream" en ambos sexos 1 previa higiene ri-
gérmenes han adquiiido formas de resistencia (protoplastos 0 gurosa y desinfección de las zonas próximas al meato, siendo
formas L) 0 por tratarse de una tuberculosis que exige técnicas conveniente colocar en la mujer un tapón vaginal de algodón,
especiales de coloración y cultivo. en especial si existe flujo abundante.
NEFROLOGIA 1165
El procedimiento en sí mismo consiste en desechar la parte Los microorganismos más frecuentemente hallados en las
inicial de la micción que facilita, en alguna med id a, el lavado infeccion es urinarias, pertenecen al grupo ·intestinal granrn ega-
por arr as tre de los gérmenes saprófitos de la uretra, y recoger liuo predominando la Escherichio coli o colibacilo, a la que si-
en un reci piente, perfectamente esterilizado, la parte media del guen el Aerobacter aerogenes, la Pseudomonas acrugi riosa o pio·
chorro urinario. Desde luego que este método no asegura un ciánico y el Prote1is mirabilis o uufgaris. Más raramente es
cu ltivo incontaminado en todos los casos, pero ha resuit.ado ser posible aislar gérmenes grampositivos como el Enterococ~us
estadísticamente exacto co mo par a u ti lizarse. La primera orin a faecalis, el Staphylococcus aureus o piógeno, y el Siaphylococ-
de la mall.ana es la más conveniente, aunque puede rec.:ogerse cus a/bus, en su valiedad patógena.
en cualquier momento, siempre que se tenga la precaució n de
que ella permanezca e n la vej iga entre 4 a 6 horas para que las
bacteri as puedan concentrarse por incubación. La muestra ob- Evaluación de la bacteriuria
tenida debe ser examin ada y cultivada en forma inmedi ata, o
consen1 a<la a 4cc, habiéndose comprobado que el número de co- Se ha es tablecido que una bactelimi a ti ene valor signifi ca ti-
lonias obtenidas por cultivo no va1ía durante 5 días a esa tem- vo, co mo índice de infección urinaria, cua ndo el urocultivo an-o~
peratura. jamás de 100.000 colonias por mili litro de orina, m ientras que
ello no sucede si es infe1ior a los 10.000 gérmenes. Cu a ndo los
resultados oscilan entre 10.000 y 100.000 colonias por mi su
Técnicas 1llilizadas para la. identificación de los microo,ganis• sign!ficadc es dudoso y puede corresponder a una contamina·
mos cién . En este caso, es importante consid erar el tipo de microor-
gan ismos aisl ados, pues si el mismo perten ece al grupo intesti•
Los procedimientos habitualmente util izados son: el exa• nal gramnegativo y se reitera en varios cultivos, deb e dársele
valor. ·
mcn directo coloreado observado por inmersión, y el u rocultivo
con conteo del número de colonias desarroJladas en nu estras sin Con cierta frecu encia, es posible comprobar el desarrollo de
ce ntrifugar y, posteriormente 1 su id en tifi cación con técn icas dos o má s gérmenes en el ur ocultivo, siendo la asociación más
común la del Proleus con elA erobacter y el colibacilo con el En-
adecuadas de tipificaci ón bacteri ana. Mediante el pri mero se ha
dete rmin ado que, cuando los gérme nes son visibles. hay mu-
terococcus faeca!is. Otr as vec e.s se produce una variación espo n~
tánea , o por acción c!e los antibióticos, de )os microorganismos
chas prob abilidad es de que haya más de 100.000 bacteria s por
hallados en cultivos sucesivos.
mililitro de orina. La segunda técnic a, por cierto cuant.ilativa-
men te más exacta, consiste en cultivar un volumen conocido de
orina dilu ida, en un a co nc0.ntración conveniente, en medi os nu-
Sensibilidad de las bacterias n los antibióticos: antibiogra ma
tri tivos sólidos o liquidas (aga r con extrndo de carne}, incubarla
a 37''C durante 24 horas, y tran scurrido dicho plazo, examinar
Una vez ail:Jado el mi croorganismo causante de la infección,
las colonias distribu id as por el medio. Si se considera, en forma
es necesario establecer su sensibilidad a fa accit1n de los di stin•
teóiica, que cada bacteria cultivada dará lugar a una colonia y
tos agentes antibacterianos 1 an tibióticos y quimi oterápicos, pa~
si bi en ello no es completam ente exacto, porque en rea lidad
ra combatirlo con las m ayores probabilidades de éxito. Para ell o
siempre queda más de un germen en el .P.i.ismo punto del agar,
se uti lizan diversos procedimientos tales como el mét-0do de los
éste es uno de los mejores métodos para conta rlos.
discos de papel o el de dilución en tubos. En a mbos, se pone al
Si se comprueba el des arrollo de gérmenes, se estudia el as-
cultivo del germen en contacto con una dilución de t ítulo conoci•
pecto de las coloni as, se aisla el microorganis mo para clasificar-
do de diferentes antibióticos o quimioterá picos y se deter min a
lo po r medio del método de Gram, en gra mpositivo o gramnega- (antibioticograma) cuáles impiden s u reproducción o producen
ti vo, de acue rd o con s i toma o no la coloración y Juego se una zona de m;:iyor i!lhibicióu. Los que así actúan 1 será n consi•
procede a su ch1sificación en medios especiales. derados como los más útiles para trat ar a la infección, debiend o
Cuando el cul tivo es negativo en forma rei tera da, y exis ten ser ntili?ados en cantid ades co nvenientes, pa ra alcanzar en la
otros elementos, co mo la pi ocitu!'ia que orienten ha cia una in- orina l?. concentración más ad ecuada.
fección urinaria, ello puede deberse a dos circunstancías. Una,
que se trate de una infección especifica debida al bacilo de
Koch; en ese caso se realizará el cultivo en me dios espccinles y Lipuria, quiluria y/o li poidu ria
la inoculación a l cobayo.
La segunda posibilidad, más frecuen te , es que los gém1enes Lipuria es la presencia en la orina de peq ue ñas go tas de
hayan mutado hacia las denomi nadas formas Lo proloplastos grasa emulsiona da s o lípidos birrefiingentes, qu e pueden pro-
rnmo consecu e nci a de varios factores, entre los q!le deben con si• venir de una lipemia exagerada o de las célul as tubulares rena-
derarse la hi pero smolalidad del intersticio renal y la acción de les, sobr ecargadas en grasa, como sucede en el síndrome nefró-
cie rto~ a ntibióticos. tico.
Los protoplastos son las formas bacteri anas que han perdido Otras veces, se observa la quiluria cuan do exis te una obs·
su pared celular o parte de ella, por lo que nos~ rec onocen con trucdón de la circulación linfática a partir de la cisterna de
los procedimie ntos h abituales y se destruyen en medios hipos· Pecquet, como se ve en la fi131iosis 1 en las compresiones extrin·
móticos. Esto obliga a re ali zar cultivos en medios hip erosmóti- sec:3.s y en las obstrucciones ganglionares por metástasis tumo-
cos especiales. La importa ncia de tal es formas reside en qu\: se rales, q ue prod ucen u n aumento de la tensión linfática r enal
les atribuye la capacidad de perpetua,· la in fección en la m~dula por ·1•:a retrógrada. Se aprecian en el sedimento urinario como
del rinón donde en cuentran, por cierto, condiciones especiales gotas libres o intracelula res que se tiñen con los colorantes de
para desa 1Tollarse y produci r anticuerpos y procesos inmunoló- las grasas -Sudan block o rojo escarlata-. Los lipoides biqe-
gicos a ese nivel que condicionaiian la progresión de una pielo• fringentes se distinguen por medio de la luz poblizada y apare-
nefritis, aparen temente inactiva. cen co11 la típica imagen de la cruz de Malta.
1166 SEMlOLOG! A, SEMIOTECNIA Y MEDICINA 11.JTERNA
Exa men del sedim ento urinario. Recuento dcAddi s teínas. Se toman luego 10 ml de la segunda muest ra 1 se colocan
en un tubo cón ico grnduado al décimo y se centrifu ga a la velo-
1bdo análisis de ori na debe completarse con un minucioso cidad y duran te el t iempo ya indicados. Según sea la cantidad
exam en microscópico del sed imento urinario1 efectu ado en del sedimento obtenido, se lo dil uye con un volumen adecuado
mues tras recién emitidas, convenientemente conservadas y des- de colorante de Sternhei mer-Malbin y se realiza el recuento en
pues de ser centrifugadas dura nte 5 a 10 minu t.os a 1.800 revo- una cá mara de Neubauer-Thorn as, co n especial referencia al
lucio nes por mi nu to. En el mismo pueden hallarse eleme ntos número de hematíes, leucocitos y cilindros que se elimin an en
celulares (c€ \ulas epiteliales, leucocitos hematíes, espermato-
1 24 horas, así como a sus características estru cturales.
zoides, parásitos y bacterias); acelulares (cilindros y cilindroi- Si bien el valo r normal establecido pa ra cada uno de esos
des de mucus) : eleme ntos inorgánicos cristali nos y amorfas elemen tos vaiia con los distintos a utores, puede ace ptarse que
\cristales de oxalato de calcio, ácido úrico, uratos, fosfatos, cist.i- oscil an entre Oa 1.000.000 para los hematíes , O a 2.000.000 pa-
na) y elementos variados, que se agr egan a la orina después de ra los leucocitos y cél ulas renales, y de O a 100.000 para los ci-
emiti da, tales co mo gr ánulos de almi dó n o de t3lco, células ve- lindros hialinos, pu,. dfo..
getales, pelos, gotas oleosas de los lu bricantes pa ra c2.t éretes y Para su determin ación se cuentan los hematíes y leucocitos
ácaros. que aparece n en un área de la cámara qu e corresponde a u n vo-
Es un procedi miento im prescindible para el estudio de las lumen de 0,00006 mi, mientras gue para los cilind ros la lectura
nefropalías y que rin<le informacion es valiosas respecto de las se efect úa sobre los 2/3 de la superficie de la cámara: 0,0006 mi,
alte raciones estru cturales del rii1ón . Cürrectamente rea lizado e te niendo en cuenta que se encuen tran en me no r concent.ración .
interpretado permi te orien ta r al médico sobre la existe ncia o no Una vez realizado el conteo, se calcul a el número total de
de una lesión ren al, aun en ausenci a de proti:inuria o hematu- elem entos eli minados en 24 horas de acuerdo con la siguiente
ria demostrables por los métodos quí micos habi tuales. Sin em- fórmula:
bargo, es ne.cesario adoptar ciertos recaudos para evitar que se
destruyan los elementos fo rn1es uri narios por acción de la hi- Ve!. emuls. x vol. 12 h. x 2
poosmolalidad, de las variaciones del pH, de los gérmenes fer- N' elcrn. 24 hs. = x Nº f:lem. cont.
menta dores de la orina y por el tiempo transcu rrid o. Vol. tle la cámara x 10
El estudio microscópico cualitativo puede efect uarse sobre el
se:dimento sin colorea r entre porta y cu breobjeto, pero es prefe-
rible h acerlo siempre en un a cámara cuentag16b ulos ti po Neu- Por ejemplo: se trata de un paciente cuyo volumen de 12 ho-
baue r y previa tin ción con colorantes apropiados, lo que permite ras es de 400 mi, el sedimento obtenido en 10 mi de la ori na se
distingu ir e individualizar a los elementos más fácilmente. Esto ha dilu ido en un Yolumen <le 0,5 y se h a n contado 7 hematíes, 3
ültimo tiene fundamental impor tancia cuando es necesa ri o pro- leucocitos y 2 cilindros. Aplican do la fórmula a nterior:
ceder a cuanti ficar el número· de elementos formes elimin.ados 0,5 X 400 mJ X 2
por día, con la técnica de Addis. La observación puede también N' hem. 24 hs. = x 7 =4.666.662 hern.
realizarse mediante el uso del microscopio con contraste de fa- 0,00006 X 10
se, lo que faciiita la búsqued a de los cili ndros hialinos y hialinos
granulosos, que por su refringencia suelen pasar inadvertidos.
0,5 X 400 mi X 2
Cuando se sospeche la presencia de lipoides birrefringentes se W leuc. 24 hs. = x 3 =1.999.098 leuc.
utilizará la luz po!arizo d,,, la que se obtiene agcegando al ocu- 0,00006 X 10
lar y al obJelivo un a lente de c,istal de cuarzo (polarizadores).
Considera ndo que la presencia de una gran cristaluri a difi- 0,5 X 400 mi X 2
culta la observación microscópica, es necesario ac idifica: la ori- N' cil. 24 hs. = X 2 =133.333 cil.
na cua ndo sea alca lina por la excreción de fosfatos amorfos y, si 0,00006 X 10
son muy ácidas, con gran cantidad de cristales de urato, basta-
ré, con calentulas un poco o si no llevarl as a un pH de 7 a 7,10. Hamburge r realiza el recuento minu tado, para lo que recoge
En aquellos casos donde la pi uria o hematuria sean muy inten- la orina de 3 horas, y aplicando la fórm ula ante rior, refiere la
sas, conviene diluirl as con solución salina isotónica para fa cili~ elimin ación de elementos por minuto dando como valores má>.i-
t ar su exa me n. mos normales l.000 leucoci:os y 1.000 hematíes, que son apro-
Existen diversas técnicas. basadas en el método original de xi madamente iguales a los ya señalados.
Addis, para de terminar el número de elemen tos figura dos que Es de suma importa11cia completar el conteo con la búsque•
se elimin an por la orina. Cua ndo no hay contraindicaciones da de otros d emento::- que aparecell en condiciones pa tológicas,
- h iper azuemia, isost:enuria, poliuria ma nifi esta- que hagan tales corno los cuerpos ovales grasos, los lipoides birrefr ingen-
sospechar la presencia de una insuficiencia renal cróni ca avan- tes, y las célul as con monstruosid ades nucleares, cuyo hallazgo
zada, su::il(! re alizarse el recu.cnto de Addis simultáneamente orienta hacia una determinada patología del 1iñón o de las vías
con un a prueba de concentración. Para ello se somete al pacien- uri narias.
te, <lesde el dia antcri0r a la prueba, a un régimen seco y acidi-
fi cante, basado en la ingestión de proteínas e hit! ra tos de carbo-
Elementos celulares (fig. 11-14)
no con u na res tricción absoluta de líquido.
Se recoge la orin a e!imi nada dura nte 12 horas en dos frac- Células epiteliales. Cuando se realiza la recolección sin t a-
ciones . La p1imera corresponde a un período de 10 horas y la póu", •agi nai, iés posibl e encontrar células descamadas, aisladas
segunda, de las 2 horas subsiguientes, se obtiene en el laborato- o en placas, provenientes de la vagina que no tienen ningún sig-
rio con las precauciones ya señalad as, realizándose sobre esta nificado desde el punto de vista nefrológico, sino indicador de
última muestra el recuento. En ambos ejempl ares de ori na se que la orina está contami nada con secreciones genitales. Esto
determina el vol umen, la de.nsidad, el pH y la e,:istencia de pro- invalida en cierta medida la observación.
NEFROLOG IA
1167
hg. l 1-1-4.. Si d1111l·11l11 c.JL, 1ir111CJ: lJ y -1 1ctdu las epiteliales; 'l., !etH.:uL"itos; 3; hemat.ies; 4¡ Células <lt::;camaliv as gra 1tdes.
En los casos en que la orina h a sido obtenida con los cu ida- Leucocitos. En condiciones normales son escasos, pudiendo
dos indicados, es posible enco ntra r c€lulas epiteliales prove- obse·fvafSe·l áñlo li nfocitos como polímorfori·u·CfeD.~eScon las ca ·
nientes de las diferentes partes de las vías uri nari as y los túbu - racterísticas de los sanguíneos, bien conservados en las mi nas
los rena les. áci<l::!s. Los primeros se pres(!1ltan con su núcleo grande, de CO·
lor violeta obscuro y con muy escaso citoplasma. Los polimorfo-
Las célu las c!P.scamatiuas Brcrndes del epitelio de las vías mi- nu clearns o granu losos toman bien la coloración y su nticleo
narias (fig. 11-14) son muy abunda ntes en la mujer ya que es- segrnentado permite distinguirlos con facilidsd. Si las c,rinas
tá n s ometidas a la iníluencia del cicl o ho r n10nal menstru al , son de reacciún alcalina, la estructura ·de los leucocitos se altera
mientras que en el hombre se las observa en rnenor cantidad, y aparecen como elementos redondeados , cargados de gránulos
excepto cuando existe un proceso infi amato1io vesical. El i'! Xa- y vacuo]as prácticamente sin núdeo diferenc iable, lo que <lifi-
men de estos elementos no ti ene mayor importancia aur1que cult!t su identificaci6n.
puede res ultar útil cuando se sospeche una neopl asia de l,1s Cuando exii.;ten procesos inflamatorios, del riñón o de las
vias excretoras, en cuyo caso la coloración del sedirnentn con la vias urinarias, los leucocitos sufren importantes alteraciones
t.écnica de Papani colaou o de Stern hei mer-Malbin facilita la cario~itoph1sm:Hicas que los transforman en los denominados
búsqueda de las anormalidades celulares. Lss células tubulares leucc,. itos i.!egenerudos u piocitos (fig. 11 -14) que toman mal la
5e distinguen perfectamente con la segunda colortción de los 1 colornción suprndal de Stern heimer-Malbin. Se presentan de
linfocitos , leucocitos granu losos y de las ·cé lu las plasmáticas, un colvr blanco verdoso, refringentes, a veces con gránulos en
pu1:-s su micleo to ma bíen el violeta di'.' gencia!..a y el citplasma
1 1 su inbrior y, con frecuencia, agrup¿dos en acúmu los 1 formando
relativamente abundante, se tiñe de color rosado pálido por la los f!lóbulo~ ck pus. Es cvmú n qu4; se acompañen de una bacte-
s~franina. riuria not.abl!,.
Los rnerpos ovales grasos son células epiteliales tubulares, La coloraciói, citada permite individualizar un tipo particu-
cargad as de grasa con un alto índice de refringencia que se pre· lar de células denominadas centellan /es o ''glitter ce/Is" que son
se ntJn de un tamaüo bastante grande, de forma ovoide con un 1 polimorfonucleares muy modificados por la hipoosmolalidad del
as pecto de mórula y qu e se tiñen de color rojizo.anaranjado con medio, pues se las ve siempre en 01i nas con una densidad infe-
el rojo escarlata . Con luz polari zada, a veces, es posible obser- rior a los 1015-1016. ,\parecen c0mo células grandes, mayores
''ªr las t,)Jicas cruces de Malta, de las grasas birrefringentes. que. un leucoci to común, con su núcleo de color celeste claro ,
Esrns elementos son característicos del sínd rome nefrólico y su arriñonado y lateralizado. En el •iloplasma se ven granulacio-
r,rese nc.ia tiene un vBlor patognomónko para el mismo aunque nes de color marrón, con movimiEntos brownianos y a veces va-
no permiten, de ninguna mane ra, establecer s11 etio1ogfa_. pues cuolas que llege,i a deformar d c:cntorno celular. Sternheimer y
se observan tan to en el de la nefrosis li p0idea pura del niño co- M~lhin las describieroL queriénddes asignar un valor pat.ogno-
11.10 en t:l <le 1a glomerulonef1ilis subag uda maligna o en d del mónk•j p~u-a el düig nóstii:o de· la V:ielonefritis.
n üón diabético de Ki mmelstiel-Wilson. Si11 embargo, se l&s encuentra en cu.alquler proceso inflama•
torio específico o inespecífico de ~:do el árbol urina1io, tales co-
1168 SElvl!OLOGIA, SElvl!OTECl✓ IA Y lvlEDICINA INTERNA
mo pitlonefritis crónica, tuberculosis renal, cistitis, prostatitis La presencia en el sedimento de eritrocitos bien conservados
crónica y a veces E:D el flujo vaginal. y que se tillen normalmente con los colorantes, hace presumir
que provienen de la parte baja del uréter o de la vejiga, aunque
- Hema(ics, En el sedimento de una _orina normal puede ob- no siempre resulta así, pues a veces depende de la intensidad
se1~,Rl·Se u-ifefitrocito c3da 10 ó 15 campos microscópic.os a 400 de la hemorragia y del tiempo que ba mediado hasta la observa-
aumenos, cifra que aUinentn en conCliciCifl"eSpa:t.ológicas hasta ción microscópica.
aparecer como una hematuria 1nasiva que impide d examen de Los elementos que con más frecuencia pueden confundirse
otros elementós, corno sucede en la glomerulonefritis aguda, en con hematíes son las levaduras de hongos y los cristales de ura-
el crincer de riiión o de las vías urinarias, en la litiasis y en la to. Sin ombargo, ni unos ni otros toman los colorantes y, por
lt1berculosis y_ a veces en la diátesis hernorrágica. otra parte, los primeros suelen presentar brotes o formar cade-
Los hematíes lfig. 11-14) pueden presentarse bien co~sena- nas y los segundos son más refringentes y de tamaño muy di-
dos o alterados en su estructura (forma, tamar1o y color) por verso, dcsap8reciendo si previamente se alcaliniza la orina o se
efectos de las modificaciones del pH y de la osmolalidad del me- 1a entibia un poco.
dio que recorren. Cuando no han sufrido alteración, se los reco-
noce por su forma redondeada o bicóncava, su color amarillento
rosado y su tamaflo de 7 ¡_:¡. 7,5 micras. Por lo contrario, al sufrir Elementos acelulares (fig. 11-15)
la Jtción del rnedio, algunos se hinchan, aparecen pálidos, au-
rnent.::mdo de tamaño hasta llegar a estallar cuando la orina es Cilindros. Están constituidos por la precipitación de las pro-
hipoosmótica, o se contraen y aparecen como rnicrohematíes, teíri,,i-jlróvenientes del plasma y de las células tubu1ifres a-rii-
cuando existe hiperosmolaliáad por una gran exc·reción de solu- vcl-de¡- rÍefrjn distal, donde el fluido tubular se acidifica y con-
tos. Otras veces, se los ve agrupados, con aspecto de rueda den- centra (fig. 11-15).
tad.1, fragmentados o sólo puede apreC:arse muy tenuemente la De acuerdo con su origen y sus características estructurales
capsula del hematíe. se los clasifica en hialinos, granulosos y celulares, aunque con
Los hematíes pueden provenir del riñón o de otra parte de frecuencia suelen s:Jr mixtos.
l8s vías urinarias. En el primer caso, sufren con frecuencia las
alteraciones sen.aladas, y dicho origen es cierto cuando se acom- Cilindros !iialinos. Estos aparecen en las orinas normales
paiian de cilindros hialinos o granulosos con hematíes en su in- en ~q~~;·a-~·~1tidad y en general, cuando están solos! no tra-
tt>rior, los denominados cífindros hcmáticos. No existen dudas ducen la existencia de una afección renal. Están constituidos
de qt1e los hematíes pasan a través de los glomérulos 1 pues se por materi::i.1 proteico, la mucoproteína de Tam y Hoesfall. Se
los ha hallado en el espacio de Bowman y a distintos niveles tú• pre~E:ntan de varios tamaüos, incoloros, translúcidos, homogé-
bulares, en el curso de las glomerulonefritis aguda y crónica, neos, sin estriaciones longitudinales, con sus lados paralelos y
aunque se desconoce el mecanismo íntimo del proceso. Es pro· sus extremos redondeados. Su observación, a veces, es dificil y
bable, que por acción de la nm:a nefritogénica Ee produzca un se ve facilitada mediante el empleo del microscopio con contras-
aumento de la permeabilidad del capilar o una ruptura del mis- te de fase, o con un adecuado uso del condensador. Se los consi-
mo, probablemente similar a lo que sucede en el curso de un dera como patológicos cuando su número supera los 100.000 en
proceso inflamatorio en cualquier otro tejido del organismo, z'4 horas y son anchos. Ciertas condiciones fisiológicas conio los
donde por un fenómeno de diapédesis se puede observar el paso ejercicios violentos, o la anestesia prolongada, suelen acompa-
de los hematíes a través de las paredes de los capilares, hacia el ñarse de una mayor cantidad de cilií1dros hialinos.
intershcio hístico. También es probable que los hematíes pro· A veces presentau diversas inclusiones cristalinas, celulares
vengan exclusivamente del sector tubular: cuando la lesión -hema~.íes, células epiteliales o leucocitos- restos granulosos
asienta a dicho nivel como ocurre en ]a pielonefritis crúníca o en provenientes de células tubulares desintegradas o gotas de gra-
la insuficiencia renal aguda con tubulorrexis. sa. Se generan así los cilindros hialino-cristalinos, hialino-ce1u-
La presencia en orin a de cristales derivados de los aminoá- grupo donde se somete al paciente a una sobrecarga o restric-
cidos, puede se r la consecuencia de un a um ento de su ofert.a re- ción en el aporte de determinadas sustancias, y se evalúa la ca -
nal, como s ucede en las hiperaminoacidemia s, o de una di smi- pacidad renal para su manejo.
nución en la reabsorción tubular co mo ocurre en la tubu lopa tfas Cada uno de estos proced im ientos tiene un va lor)' una ind i•
congéni t as. Lo primero se prod uce en aquellos procesos genera- cación muy precisa, d e tal manera que a lgu nos de e ll os no pue-
les que se acompaña n de un a gr a n des tr ucción hística como la de n util izar se en forma indiscrimina da en todos los enfermos,
atrofi a am arilla hepática aguda o en la in toxicación por fósforo. ya que se corre el grave riesgo de provocarl e un da i10 sin ob te-
En ambo s casos es posibl e encon t rar cristales de leucin a que nerse, a veces, conclu siones val ederas. Es to im pli ca q ue el mé-
aparecen gen er almente como esfe ras de aspe cto aceitoso, es tra- dico debe eva luar en todos los casos las pruebas a utilizar, eli-
tificadas concéntricamente o en forma r ad iada, o de tirosina co- giendo aqu ellas que por su inocuid a d y segurid ad le brinde n, al
rno agujas finas agrupadas en manojos o en forma radiada. mis mo t iempo q ue una información ú ti C l a segu r idad de n o
El hall azgo de c,-istales de xa11ti11a es excepcional, aunque es agra va r la situación del paciente. Las del primero y ses'llndo
factible que aparezca n en el cu rs o del tratamiento de la gota grupo puede n rea lizar se en todos los enfermos sin in conve ni en·
con drogas inhlbidoras de la xnntinooxid asa (all opurinol) que tes 1 mientras que las del te rcero sólo se emplearán en casos es-
au menta su t.asa en sangre: cristaliza n en forma de piedra de peciales y, en ge neral, cuando se tie ne u n cierto conocimie nto
afilar se meja ntes a los de ácido úrico. de l grado de suficienc ia renal , pues al ser algunas de ellas alta-
En las t ubulopatías co ngé nitas o adqui ri das por acción de mente selectivas exploran funciones muy específicas por Jo qu e
los calabolitos de algunas teh·aciclinas o por sus t.a nciJ s tóxicas, esca pa n a la práctica médica habitu a l.
como el fenal y el plomo, e xis le un a hi pera minoacid u ria impu-
table a una alteración en zi mática de los mecanis mos qu e pro•
mueven su reabsorción tubular, pudiéndose encontrar cristales
de cis tina caracterizados por su fo rma hexagonal, gruesos, bien P ru ebas basadas en la de ternlinación de la con-
netos, precipitan en min as ácidas. centración sanguínea de d iversas sust ancias
Los cristal es de ácido hip1írico pueden ap arecer despu és de
la ingestión de fru tas o vegetales o por la ingestión de benzoato
de sodio o ácido ben zoico, co mo aguj as inco loras o rombos pris- Dete rminación de la azoemia
máticos incoloros.
Los cri stales de colcs {erol no so n frec uentes, pero a veces se La concentración normal de la u rea en la sangre oscila entre
obser rnn en las orin as qu il úric~s y en el curso de pielonef1itis , 15 y 35 mg por cie nto en ayuna s si se utili za el método enzi má -
hidronefrosis, cisti t ís o neoplasias, a pa reciendo como de!gadas t ico de la u reasa , pudiendo ser algo mayo r, h asta 50 mg por
tabletas cuadradas, rómbicas y de forma irregu lar1 incolora s, cie nt o, con la técnica del h ipobrom it o de Ivon. La de t erminación
aisla das o superpuestas, similares a tTozo8 de vid1;0. de este met abo lito se ha ut.ilizado d ura n te mu cho t.i empo corn o
Los cristales de bilirrnbina se ven .en las orinas á cidas , in- paradi gm a del grado de retenci ón de los demás res id uos nitro-
tensa mente col úricas del síndro me coledociano o dt la ictericia ge nados no proteicos, destinados a ser eliminados por el n iló n .
del r ecién nacido. Se disti ngue n por s u a s pecto de lamin ill as Su au me nto en la sangre s uele producirse recién cu a nd o la ma-
rombo icas o de pequeñas agujas de color rojo amarillento, solu- sa re nal funcionante t otal es inferior al 50 por cie n to de lo nor·
bles en álcalis. malJ pero en ciertas circunstancias clínicas se observ a su eleva-
Los cri stales de sulfa nila midas va rían según los di stin tos ción s in qu e ello traduzca una ins ufi ciencia rena l verdadera.
compuestos, de tal manera que los de sulfatiazol aparecen co mo Esto ocuITe cua ndo el paciente está sometido a un a dieta con
los del ácido úri co, de color ámb averdoso; los de sulfapiri11a en excesivo apor t e proteico y restricción líquida , hiperazoemia por
forma de piedr a de afilar, pu nt as de lanza o de hojas con los cxci:.:-:o de inge:ita proteica, o si se produjo una gra n pérdida hi-
bordes dentellados y los de sulfadiazina co mo esforulas aisla- drosali na extra~rnnal o una hem orragi a importa nte e n par ticu-
das o acopladas de a do s o manoj os de paja atad os, no por el me• lar del a par at o digestivo con hi povolemi a seve ra, que condicio-
dio sino por uno de los extremos, mientras que los de sulfagua- ne una di s minució n funcional del fil t rado glomeru la r y oli guria,
11idi11a. son placas recta ngulares incolor as. La circunst.ancia de hiperazoemia prerrenal, y por fi n, ese aumento p uede se r la
que estos compuestos hayan sido desplazados por otros de ac- consecuencia de una obstrucción de las vías urin a1; as e-xcreto-
ció n prolongada y q ue se utili za n e n dos is muy infer iores, ha ras -<lesde los tú bulos has ta el meato u retral- que dificulte la
hecho que prácticamen te ya no se obsen•en dichos crist ales en excreción, hiperazoem ia postrenal. En estas tres circW1 stancias ,
1a orina . bas ta con modifica r las co ndici ones existentes -no r malizar e l
aporte proteico e hídrico; reponer las pérdidas líquid as produci-
das; desobstruir las vías uri narias- para qu e la azoem ia vu el-
EXPLORACION DE LA FUNCION RENAL va a sus valores normales . En cambio, cuand o la hi perazoe mia
es ex presión de un a insuficienci a orgánica suele ser est able o
Diversos son los procedimientos que pueden utilizarse par a progres iv a , si bien puede lograrse su descenso r estrin giendo en
establecer el grado de sufi ciencia re na l. Unos se basan en la fo r ma estricta la ingestión de proteínas por debajo de los valo-
simple determinación de la concc11tració11 plasmática de distin- res co nsiderados como normales p ar a el individuo sa no. Desde
tas sustancias, que son eliminadas por el ri ñón, cuyo cúmulo se luego qu e, en este caso, la disminución de la azoe mi a no signifi~
produce cuando el misP10 está alte rado: urea, ácido úrico, crea- ca en ma ner a nlgun:-l una u'.ejoría de la fuu ció n renal
t.inina ,-derivad os fen ólicosi ácidos arom áti cos, concentración de Cua ndo la hipernzoemia es impu t ab le a un a insufi ciencia
hidroge ni ones, potasio Otros procedimientos se funda n en la ren a.1 ava nza da y se acompaña de síntomas clínicos generales
rela ción que existe entre fo crmcentración sangu (l! ea de la sus- vi nculados a la misma se denomina uremia, la que será poste •
tancia. cOnsidcrada y su t'xcrcción por el riiión en la un idad de ri orm i: nte considerada. E n estos casos, la urea sa nguínea puede
tiem po (métodos de depurac ión o clear, nce). Por fi n, un tercer alca nzar valores e levad os y supera r los 300 mg por ciento. ·
NEFROLOGIA 1171
De acuerdo con lo expresado, la determinación de la azoemia les, entre 20 y ~O mg por-l·iento, En estas circunstancias el nitró-
como medid a de la capacidad funcional renal tiene un valor re• geno ureico representa el 50 poi· ciento del nitrógeno no proteico
lativo. En efecto, en p1imer lugar debe existir un déficit renal total, mjentras que al progresar la insuficiencia renal se produce
avanzado para que ella se eleve en forma significativa,. por lo un aumento mayor del nitrógeno no proteico restante, que puede
que una cifra normal no excluye, en manera algu na, la existen- alcanzar a ser hasta el 80 ó'90 r,or ciento del total.
cia de una insuficie ncia renal crónica. En segundo lugar, valo- La coincidencia de que la urea y el nitrógeno res tante ten-
res elevados de la misma pueden h all arse en casos de buena gan valores non11ales 1 casi iguales, se debe a que el peso mole-
función renal y su aumento está su·peditado, en gran medida, a cular <le la urea es casi el doble del qu e tiene el ni trógeno.
la ingestión proteica y líquida. Puede concluirse, por lo tan to, b determinació n del nitrógeno total o del restante tienen
que el ,valor de la urea sanguínea constituye un parámetro alea- U!l valor muy relativo para considerar la importancia de la in•
t.01io y poco seguro para establecer el grado de insuficiencia ·1e• suficiencia renal ('.n los primeros períodos de la enfermedad.
na!.
na otros cromógenos que distorsionaban los resultados. En la encima de los valores normale, de 4,5 mEq por litro, alcanzan-
act ualidad, se considera que la creClt i11ina endógena verdadera, do a veces los 8 ó 9 mEq/l. En estas circunstancias existen tra s•
creatininemia libre de cromógeno referida a una superficie cor• tornos importantes en la conductividad cardlaca que se mani-
poral tipo, tiene un valor normal que oscila en tre 0,64 a 1,10mg fiestan por alteraciones características. Aparecen onda s T
pcr ciento por 1,73 m2 de superficie corporal. Teniendo en cuen- puntiagudas y de base estrecha, alargam iento del espacio QS,
ta ~ue esta sustancia se el imina en un 80 a 90% por fi ltración inte111alo PQ alargado y ondas P con tendencia el aplanamien -
gfo m~rula r, se considera que sus modificaciones guardan un es· to. Pu eden desarrollarse bloqueos i11 traauriculares o auriculo-
trecho paralelismo, aunque en sentido opuesto a las variaciones uen triculares J', por Ultimo, preie11tarse wi ritmo ventricular ti.
del iiltrado glomerular. Un descenso de éste se acompaña de un po aleteo y fi11al me11 te para en diástole.
•~umento de la creatininemia, ya en los primeros períodos de la
insuficiencia renal, por lo que constituye un parámetro de un
gran valor pronóstico-funcional. Pruebas basa das en la relación que existe entre
la concentraclión plasmática y urinaria de di-
versas sustancias
Determinación del nitrógeno no proteico
Mediante el empleo de esta.5 pruebas es posible determi nar,
Este incluye a la urea, el ácido úrico, la creatinina, el amo- con gran precisión, la mayoría de los parámetros que conforman
níaco Ylos aminoácidos , y su valor oscila en condiciones norma-
1
la función renal. Están basado1, fund amentalmente, en el COI! ·
1172 SEMIOLOGIA, SElvllOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
cepto de depuración o clearance que mide la copacidad que Este cociente se expresa en mi/minuto y, en el caso de la sus-
tiene el riiión para excreta,~ en un tiempo determinado, las sus- tancia filtrable y no reabsorbible ni excretable por los túbulos,
tcmcias normalmente contenidos en la sangre o inco1poradas a su va1or oscila alrededor de los 130 mi/minuto, que con-esponde
la misma. a la tasa del filli-ado glomerular normal.
El comportamiento de las distintas sustancias que se elimi-
nan por la orina es variable eyJstiendo tres posibilidades.
1
la ure3 fil tro tol<1hm:11lc a nivel del g!omérulo, está sometid a siderarse que, a concen traciones plas máti cas bajas, se eliminan
durante s11 trayecto tubular a un proceso de retrodifusi ón pasi- casi por completo en la orina, en parte por filtració n glo me rular
va que de pende esenci almente del estado de hidratación del pa- y en especial por la actividad del túbulo contorneado proximal.
ciente, de tal manera que cuando la di uresis e3 infe1ior a los 2 Es ta circunstancia pe r mi te prescindir del cateterismo venoso
mi/minuto, el porc:tn ta:je de difusión es superior al 40 por cien - renal sin cometer un gran error y fac ilita el procedimiento, pues
to, y por lo con trario , si la diuresi s supera los 2 mi, está por de- la fórmula anterior qu eda reducid a a la siguiente expresió n:
baj o de ese valo r. Por otra parte, los nivel es sang uíneos de la
ure a so n poco constantes y \·a rian co n la ingesta prote ica y OxV
acuosa del pac.:i ente, lo que obliga a elegir períodos cortos de de- (Il ) FPR=
puración, pas ibles de error, en la recolección de las muestras de PA
orina. Adt: tm\s, e n condiciones patológicas es posible dismin uir
la difus ión transtubul ar de la urea como consecuencia del au - en la que PA puede ser ree mplazada por el va lor de la conce n-
mento de la ve locidad de la orina endotubular. Esto se obse rva tración en la sangre venosa periférica, ya que es igual a la de la
r::n la poliurfa que si gue a una insufici encia r~na l aguda o lu ego sa ngre de la arteria rena l1 y el cociente anterior se puede expre-
de una desobstrucción de las vías urinarias. sa r:
Para obvia r las vaiiaciones qu e produce el mayor o menor
volume n 1ninuto urin ar io, se consideran dos formas para la ex-
presión de ]::i. depuración ureica. La primera, denomin ada de- OxV
(lll ) FPR {ml/núnuto) =
¡wrnc:ión 11 reica mcixíma, utilíza la fórm ul a comú n de las depu- p
raciones O x V/P cuando el volumen minuto es s uperioir a los 2
mi y alcanza, en condiciones norm ales, un val or de 75 mi/minu- De lo anterior surge que determ inar el flujo plasm á tico re-
to. La s egunda, desi gnada como dep uración ureica estándar, na l medi ante el Dioclrast o el PAH , es lo mi smo qu e m ed ir !_a
apl ica la fór mul:l O x YV/P y se emplea si el volu men urin ario depu ra ción de cualqui era de esas sus tanc ias p ues {III) es la
minuto es inferior a los 2 ml, siendo su valor normal <le 54 ml- clásica fórmula de las dep uraci ones. En condicio ne s n ormales
/minuto. el ílujo plasmá tico rena l medido por el CD o el CPAH a lcanza
Teniendo en cue nta la serl e de inconvenientes que represen- a GG0 ± 210 mi/minuto por 1,73 m2 de super ficie corporal en
ta b de puración df la urea y que los datos que brindél su deter- el hombre y es algo me nor en la muj er. Cuando se desee cono-
minación no expresan una función renal ai slada, su empleo ha cer el ílujo sa nguín eo total se refieren los valores de l íluio
caido práctica mente en dÉsuso. pl asmático ren al al h ematócrito, utilizand o la fór mula ;i-
gu iente:
D e termina c ión del flujo sanguíneo circulante renal total (IV) FSR (mi/minuto) = FPR x H l O
1-( to'/. 1 O)
LR de term ina ción de este pará metro se basa t ambién en el
concepto de las depuraciones y permite conoce r con bas t an te Por lo tanto el flujo sanguíneo total será de 1209 ± 256 ml -
exactitud la cantidad de sa ngre que circula normalmente por el /nún/1.73 m2 sup. corp. en el hombre y de 982 ± 184 ml/min.
rí1i ón. Sin emba rgo , no informa con respecto a 1a distribución /1.73 m2 sup. corp. en la mujer.
sangu ínea intra rrenal q ue, como ya se ha sellalado, consti tuye Teniendo e n cuenta que el índi ce de depuración del Diodrast
un dato de su mo valor q ue fac ilita la comprensión de la res- y del PAH es de 0,91, lo que implica que apro:<i madam ente un
puesta hem odinámica ele\ órgano en ciertas circuns tan cias pa- 10 por cien to aparece en la vena renal, la depuración de esas
tológicas. No obstante, <lesde el punto de vista práctico, es un sustancias mide realm en te el fluj o plasmático total cuando se
procedimiento útil y qu e ofrece pocas dific ul tad es técnicas. Me- determina su concentració n venosa renal, mientras que si no se
di a nte el mismo se mide el flujo plasmático circulante, que al procede .así y se utili za el valor de la concentraCló n en la sangre
corre1acion arlo con el hematócrito de l paciente lleva a estable- periférica, se mide sola mente el /foja plasmático efectivo rena l
ce r el volumen sanguín eo renal tota l. (FPRE), qu e alcanza al 90 por ciento del total.
Teóricamen te se puede calcu la r e l ílujo pl asmático renal, Se considera actualmente que el CPMl o el de c 0 , medirían
FPR utiliz ando cualquier sustancia que se excrete por la orina) cxclusivnme11 le el flujo plasmático cortical pues la mayorí a de
siem pre que sea posibl e co nocer, ade más del débíto urinario o los glomérulos y túbulos pro,imales se encuentran en la corte-
ca ni idad eliminada en la unidad de tiempo, O x V, la diferencia za . El flujo nsedular sólo podría determin a rse est ableci endo la
arl erio-v(--.nosa renal (principio de Fic.1i) entre las concentracio- di ferencia ent re el flujü plasmático total medido por el principio
ue:s de la misma sustancia en el plas ma de la arteria, PA, y de de Fick y el flujo plasmá tico efectivo o cortical.
b ven.=i re na l, PV, emplea ndo la siguiente fórmul a: La utili zación de l a depuración del PAH o del Di odrast
- CpAH, Co- para medir el FPRE sólo tiene validez e n condi-
OxV ciones nonn ales o cuan do no eyjste una lesión renal muy avafl -
1]1 FPR ~ zada1 pues en este último caso se altera en una forma imprevi-
PA-PV si ble el coeficiente de extracción por la di sminución de los
nefrones funciona ntes, que son reem plazados por tejido cicatri-
La sustanc ia elegida es tanto más útil cuanto mayor sea la za! inerte. En estas circunstancias es imprescindible apli ca r el
diferencia FA - PV, de tal manera que la ideal seria aquella que principio de Fick, efectuando el cateterismo de la ven a renal,
a su paso por el riüón fuera totalmente excretada. Algunos com- para obtener un dato valedero.
puestos iodados -Diodrast , Perabrodil- y el ácido paraminohi- Dado que, como ya se refirió , la distribución de la sangre en
púrico (PAH ) so n las que más se aproximan a ese ideal, pues el riñón no es uniforme es posible medir el porcen taje de irriga-
sus indices de depuración so n muy elevados (0,91) y puede con- ción que le corresponde a los dive rsos sectores que lo integran.
1174 SEMIOLOGIA, SEMIOT EC NI A Y M EDICINA INTERNA
Para ello se utilizan: la técnica de lauado de gases inertes ra- damentalmente: la excreción del Diodrast y del ácido parami-
dioactivos (Kr 85 , H129 y Xe 133 ) o de las micmesferas radioacti- nohipúrico y la excreción de la sulfofenolfialei11a.
vas que pernúten discrimínar el flujo sanguíneo cortical, el me-
dular in terno y el medular externo así como el de la grasa Excreción del Diodrast y del ácido paraminohipúrico. Estas
perirrenal. dos sustancias circulan en la sangre en parte li bres y en parle
unidas a las proteínas plasmá ticas. Su eli minación se reali za
por el glomérulo y en especial por un mecanismo activo a nivel
P r ueb as de sobrecarga o de r estricción de de termina das del túbulo contorneado proximal.
sustancias Cuando se las infunde a baja concentración su depu ración es
tan elevada que s11 índice de extracción, cercano a la unidad,
Estas pruebas se basan en la capacidad renal para el mane- permite utilizarlas para medir el flujo plasmático circulante.
jo de diversas sustancias cuando el paciente está sometido a Por lo contrario, si se eleva la concentración de cualquiera de
una sobrecarga o a una restricción en el aporte de ]as mismas. ellas en la sangre hasta un valor suficiente y se lo man tiene a
Comprende la determinación de la capacidad máxima tu - ese nivel, llega un momento en que se satura la capacidad ex-
bular de reabsorción de la glucosa, d e excreción d el Diodrasf, cretora tubular y no se la puede sobrepasar. Se alcanza así la
del PAR, de la sulfofe11ol/la leina y de los hidrogeniones, asi co- capacidad excretora máxima tubular. Tmo o Tm PAR o masa tu-
mo el estudio de la función tubu lointersticial para la reabsor- bular de excreción de cada una de esas sustancias.
ción y excreción del agua. Para proceder n su determinación es necesario conocer la
cantidad de Diodrast o PAH que se filtra por minuto, para lo
que se mide el filtrado glomerular, FG, y se lo multiplica por la
De t e rmi nació n de la masa tubu la r de excreción y d e concentración plasmática máxima alcanzada con la sustancia
r eabsorción elegida (PD ó PPAfl), obteniéndose el prod ucto: FG x Po ó FG x
PrAI! al mismo tiempo se determina la cantidad de sustancia
Mediante estas pruebas es posible explorar la capacidad tu- eliminada en la orina por rnlnuto multiplicando su concentra -
bular renal para la excreción o reabsorción de diversas sustan- ción por ml de orina por el volumen minuto urínaiio: Un x V o
cias endógenas o extrañas al organismo que, si bien filtran a ni- Upm x v.
vel glomerular, son también manejadas en uno u otro sentido El cálculo de la cantidad de Diodras t o de paraminohipúrico
por los túbulos renales hasta un valor máximo que no puede ser excretado por el túbulo en coH<liciones de saturación se obtiene
sobrepasado. Este valor máximo ha sido denominado Tm de de la diferencia entre la carga eliminada en la orina por minuto
reabsorción o secreción según las características de la sustancia y la filtrada en ese mismo lapso.
ulilizada. Tanto en una como en otra situación se explora fun -
dame ntalmente la función tubular proximal, por ser a este ni -
(1) Tm 0 = (U 0 x V) - (FG x P0 J
vel. donde tiene lugar la mayoría de los procesos reabsorti vos o
excretorios del riñón. Esto no excl uye la posibilidad de estudiar y TmpAH = (UpAH x V) - (FG x PpAH)
a los otros sectores tubulares mediante el empleo de otras técni-
cas. Sin embargo, es necesario efectuar _u na corrección a la for-
mula anterior, pues para determinar la carga filtrada con exac-
Masa tubular de la reabsorción de la glucosa. La masa tubu-
titud debe tene rse en cuenta q•ie la fracción de droga li bre en el
lar proximal se determina midiendo la capacidad máxima para
plasma, no unida a las proteínas y que se filtra a nivel del glo-
reabsorber la glucosa TrnG. Para esto se realiza una sobrecarga
mérulo, es aproximadamente del 76% para el Diodrast y del
de este hidrato de carbono por vía bucal seguida de una infu-
80% para el paraminohl púrico. Ello implica, por lo tanto, que la
sión intravenosa continua suficiente para elevar la glucemia de
cantidad realmente filtrada por el glomérulo será la que resulte
manera estable, hasta una concentración de alrededor de 500
del producto del valor de dicho filtrad o por la concentración de
mg por ciento. En estas condiciones, la carga filtrada que llega
la fracción difusible de la sustancia considerada, qne se obtiene
a los túbulos contorneados proximales supera a su capacidad
multiplicando la concentración plasmát-ica total por la constan -
máxima de reabsorción y provoca la aparición de glucosuria. Se
te 0,76 para Diodrast y 0,80 para el paraminohipurato.
procede entones a recoger la orina eliminada en un peiíodo es-
tablecido y a determinar la cantidad de glucosa excretada por Por lo tanto las fórmulas definitivas serán:
minuto, que resul ta del producto de su concentración por ml de
orina, Ug. por el valor del volumen minuto, V: (UG x V). Al mis-
mo tiempo es necesario conocer la tasa de glucosa filtrada en la (Il)Tmo = (Uo x V)- Po x 0,76 x FG
unidad de tiempo para lo que se determina el fi ltrado glomeru- y TmpAfJ = {UpAf! x V) · P(PpAH x 0,80 x FG)
lar, FG y a su valor se lo multi plica por la concentración de glu-
cosa PG, en la sangre arterial: (FG x PG). El TmG en la unidad
En condiciones normales el TmD, expresado en mg de iodo
de tiempo se calcula por la diferencia entre ambos valores:
por minuto referido a 1,73 m2 de superficie corporal, es término
medio en los hombres de 51 mg y en las mujeres de 43 mg.
Por su parte del TmrAH, en mg por minuto referi do a la mis-
que en condiciones normales es en el adulto de 350 mg. por ma superficie corporal, es término medio en el hombre de 80 mg
minuto para un a superficie corporal tipo de l,'13 m2 y en la mujer de 75 mg.
centración sanguínea es baja, el 94 por ciento se excreta por e l Esta función se explora_ con los sig1.1:ien tes procedimientos:
tt.ibulo contorneado proxi ma l mientras que el restante 6 por prueba de concentración y de dilución de \lolhard, y pruebas os·
ciento lo hace por el gloméru lo, de aquí su utilidad como prueba rnótica s.
para determinar la fun ción tubular proximal. En estos casos de- Antes de analizar cada una de ell as es necesario sei\a lar
be considerarse no solamente la cantidad total eliminada, qne que si bien habitualmente se mide la concentración de los solu-
de penderá de la función tubular, sino del ritmo al que la misma tos excretados por medio de la determinación de la densidad o
tie ne lugar y que está rel acionado con la in tensidad de la circu- peso específico minario, éstos constituyen procedimientos ine-
lación renal. xactos. En efecto, la capacidad de concentración renal está en
Los individuos nonnales eliminan un mínimo del 30% del relación con la cantidad de partículas en solución e,:cretas por
colorante inyectado a los 20 minutos y un 20% más a los 65 mi- unidades de volumen, osmolalidad, y no con el peso de los solu-
nutos lo que significa un total del 50% en una hora. tos excretados, que se puede medir por el peso específico ele la
No es una prueba abso lutame nte especifica para una fun- solución.
ción determinada, pero resulta útil por su sencillez y practici- No hay duda de que existe en general una correlación bas-
dad, brindando una idea global de la capacidad funcional renal. ta nte estrecha entre la densidad y la concentración urin ari a
(osmolalidad) en condiciones normales, pero también es posible
Determinación de la capacidad máxima renal para la excre• hallar diferencias apreciables. Cuando en la orina predomi nan
ción de hidroge11iones. Esta p1ueba pe rm ite explorar uno de los los electrólitos, la osmolalidad es relativa mente mayor que la
meca nismos vinculados a la fun ción renal que regula el equil i- densidad. Por lo contrario, si existen can tidades importantes de
brio ácido-base: la capacidad móxima tubular pam lo excre- glucosa! protein as u otros cornpues tos macromoleculares, la
ción de hidrogenio11 es. Consiste en someter al paciente a la so- densid ad es desproporcionadamente elevada 'para una osmolali-
l>reca1ga de ww sal acidificcmte, el cloruro de amonio, que se dad dada.
disocia en iones cloro y amonio. Este es met.abolizado a nivel del Por estas razones , cuando se determina la de~sid ad uri naria
hígado donde se tr_ansforma en urea , li berando hidrogeniones debe tene.rse en cuenta la preséncia de glu cosa o de proteínas
que disminuyen el pH plas mático, llevando a una acidosis me- que pu eden aume ntarla falsamente. Para obtener un valor
tab61ica. En respuesta a esta acidificación, el 1iñón normal debe exacto es necesario descontar 0 001 a la densidad urinaria que
1
producir una orina ácida y ric a en amo nio. marca el densímetro por cada 3 g de glucosa o 4 g de proteína.
Esta prueba debe rea li za rse con suma prudencia y siempre Además, la lectura debe efectuarse a 15' de temperatura o co-
que no exístan evidencias neta s de una acidosis renal, por los rregir el valor leído, agregando,, descon ta ndo 0,001 por cada 3'
riesgos atribuibles a una sobrecarga ácida y además por innece- C según que la orina esté po r encima o por debajo de ese valor,
saria. Tampoco conesponde efectuarl a en prcsentia de una he- respectivamente.
pa to patía importante, por la posibilidad de desencadenar un co-
ma hepritico hiperamoniémico. Técnica de la pruebo de co11centración. Esta prueba puede
En condiciones de función re nal normal se produce un au- realizarse sometiendo al paciente durante 24 horas a una dieta
mento en la eliminación urina1i a del cloro que alcanza su máxi- seca exenta de agua o mediante la inyección de una dosis de pi-
mo al 4" día; disminuye el pH urinallo en forma más o menos tresina u hormona aniidiurética.
rápida llegando a su valor mínimo, 4,5 a 5, al 3º o 4º día de la Es un procedimiento útil, de sencilla ejecución y por lo tanto
prueba. La acidez titulabl e aumenta y alcan za el máximo tam- prácti co , para explorar la eficiencia de túb ulos contorneados
bién en el mismo lapso mi entras que la mayor excreción de
1
distales y colectores para concentrar la preorina.
amonio tiene lugar un poco más tardíamen te, hacia el 4º ó 5º Cuando se utiliza la técnica de privación acuosf! se prescribe
día. La suma ele la eliminación de hidrogeniones libres -acidez un régimen seco que obliga a la liberación de la hormona anti-
ti tulable- y de la amoniuria deberá elevarse en los sujetos nor- diurética endógena. Se logra alc.a.nzar así una densidad máxima
males por encima de los valores de control en 120 mEq apr0xi- de alrededor r.e 1030 2 1035 que corresponde a uua osmolalidad
madam ente. La excreción de sod io aumenta <:l primero o segun- cercana 2 !os 1200-1400 mOsmi'cg de agua.
do día de la prueba, pero luego se establece un ba}ance sódico Desde 24 horas antes del comienzo de la prueba, el paciente
no;ma l. no ingiere ningún tipo de líquido alimentá ndose a base de pro-
La prueba de la sobrecarga de amonio o de acidifícC!ción teínas , (carne, q1Jeso, huevos, a rro z) e hídratos de carbono
pn11111cada se utiliza fu ndamentalmente para explorar esa fun- (pan). Se recogen cada dos horas todas las micciones del día si-
ción en la acidosis renal tub ular latente. guiente a partir de las 7 horas de la maf,ana y se determina su
densidad así como la presencia de glucosa o de proteínas. Si se
comprueba una densidad de 1024 o más en la primera muestra,
Exploración de la fun ción tubulointersticial para el ma- se puede dar por terminada la prueba. Si ello no sucediera se
nejo del agua, prolonga la misma hasta cumplir 36 horas de privación acuosa.
En condiciones normales, los. valores densimétricos elevados
Mediante esta funci ón el 1iñón regula la homeostasis hídri- se acompañan de la excreción <íe un volumen adecuado de ori-
ca Y mantiene constan te la osmolalidad <le! compartimiento ex- na, lo que permite inferir una l:uena eliminación renal de solu-
trEtcelular y, por consiguiente, tambié n del intracelular, ya que tos y un a función tub ulointersE,ia] normal para la reabsorción
,,mbus dependen de la cantidad de agua del organismo. Para acuosa.
resguardar esa constante, el riP.ón posee una gran elasticidad En cambio, las deusidades bajas deben ser in te rp retadas
funci onal que 1e permite variar la excreción minatia de solutos con sumo cuidado 1 pues nu mer<sos factores extrarrenales pue-
entre 50 mOsmlkg de H20 (capacidad máxima de dilució11) y den inflcir sobre el resultado de la prueba. Entre ellos .merecen
l.400 mOsm/kg de ag ua (capacidad mru:ima de concrntración) citarse la reabsorció,1 de edema1, aparentes u ocultos," o la exis-
con. lo _que la osmolalidad plasmática se mantiene en forma in- tencia de una hiperlt'nsión arterial im porta nte que, por causas
vanab1e alrededor de 300 mOs/kg de H 20. liemodinámicas intrarrenales, disminuye la osmolalidad inters-
1176 SElv1 10 LOGIA, SEMIOTE CNIA Y lv1EDI Cll~A INTERNA
ticíJ] del ri1i. ón, o la presencia de una diabetes insípida pustero- dad de Addisonl existe también un retardo en la eliminación
hipofisarin con secreción ausente o disminuida de hormona an- acuosa por hipoglucocorticismo.
titliun.:,tica, o uun <liabeles descom pensada con ínlensa glucosu- Está cuntraindicada esta exploración en la insuficiencia car-
ria que cvnd icionE:: un[! polimia osmótico. diaca grave, en la encefalopatía hi pertensiva y en el síndrome
En las nefro pntfa~ crónicas evolutivas se produce una dismi- urémico con ol igoa nuri a, por riesgosa e innecesaria.
nución prng resivn ele la capacida.d de concentración, como con -
secucnei:'I de l.i reducción gradual clE:l número de nefroncs que Pruebas osmóticas. Si bien estas pruebas debieran ser an a li-
J)I"O\'OL.:ll una sobre:c:arga de solu tos por unidad fu ncional y la zadas en el o.partaUo correspondiente a las depuraciones , se
[lparición de una diuresis osmótica que impide la reabsorción considerarán aqu í por la intima relación que guardan con las de
acuv.:; ü. A e::llü se agre::ga , además, la propia lesión tubuloi nters- concentración y dilución.
ticial, que agravi.l la ;:; ituación, o una dio.beles nefrogénica por Comprenden la prueba. de la depuración osmolal. Cosm, la
hiporreac-tividad t ubular a la hormona antidi uretica. dete rm i11ació11 del TcH2o y del Tm cH2o y la depuración del
La prueba de concentración no debe ren li:z.arse t'! U prese ncia agua libre CH'ZIJ·
de hi pera:rne: mi a o cuando exjstan elementos clínicos o humora -
Dep 11 rw:ió11 osmola l. El clrarance o depuración osmolal,
les <lr. insuficiencia rE: nal avanzada, pues entraúa el riesgo da
Cosm exprew el uo!w11cn virtual de pfo snw que es depurado de
rigravar la situación metabólica de la nefropatía.
sus solutos pur el riiión en la unidí!d de tiempo. Es un procedi-
Ln prueha ele co11cc11trnción por medio de la pitresina consis- miento más exacto para conocer la fun ción reguladora del equi-
te f:11 inyl·ct:1r 5 unidades de t.anato de pitres ina oleoso antes librio acuoso ya que establece una relación entre la osmolalid ad
de l desayuno y med ir la densidad y el volumen de todas las urinaria y la plasmática_ Se calcula como loda depuración, co-
rnuestn1s elj minadas en las 24 horas siguientes. La ingestión nociendo la cantidad total de solutos en miliosmoles excretados
chi a_~ua y alime ntos es la habitua l. Los valores densi mftricos por minuto, resultante del producto de la concentración osmóti-
norma les obtenidos con este procedimien to suelen ser inforiores ca urinaria por ml(Oosm) por el vol umen urinario minuto (V).
a los h .:illados por la técnica clásica de privación acuosa y osci- El valor obtenid o se divide por la osmolalidad plasmática por
la11 alrededor de 1.020.
ml (Posnil-
Ticnica de l(I prueba de dilu ción. Este procedimiento permi• Así resulta entonces :
te conocer la capatidad del ri ilón para eliminar una sobrecarga
acuosa produciendo una orina dilu ida.
El pacien te debe estar en cond iciones basalés y beber, en Oosm x\/
Cosm ::::
ayunas y después de haber orinado, 1 litro de agua en 10 ó 20 Posm
minutos. Se recoge la orina cada media hora en las 4 horas si•
guientes, midiendo en cada una de las micciones la densi dad y
el volumen. En cond iciones normales se eliminan más de 800 El valor obtenido debe ser siempre referido al volumen del
mi durante ese periodo, y el peso específico de alguna de las filtrado glomerular determinado simu ltánea mente y se expre-
mues tras debe es tar por debajo de 1.004, lo que con-esponde a sará en valores de porcentaje de ese filtrado. En condiciones
una osmolalidsd aproxi mada a los 50 mOsm/kg de agu a; ade- normales basales, el Cosm representa del 1 a l 3 por ciento de la
más, el mayor volumen de.be corresponder a la l ;l ó 2ª hora , dis- tasa de fil tración y expresa la proporción en la cual los solu tos
minu yendo posteriormente con un leve aumento de la densidad. filtrados a niuel del glomérulo son elimin ados en la orina.
En 1a insuficienda renal crónica con disminució n importante
En la insuficiencia renal crónica, la capacidad de diluir se
del número de nefrones funcionantes, se produce un aumento
altera aún más tardíamente que la de concentrar. Puede así ob-
del Cosrn en rel:3dón con la sobrecarga de solutos que correspon-
serva rse que se excreta una cantidad igual, mayor o menor que
de a cada nefrón. Este ~u mento del Cosm es tanto mayor, hasta
la ingerida. Si es igual o mayor, la dilución no est.ará r._my alte•
cierto límite, cuanto más afectado esté el fil trado glomerular, y
rada como sucede en el denominado período poliúrico compen-
certifica que la poliuria de este período es de patogenia osmóti-
sador. Si está disminuida ello puede ser debido a una causa pre-
ca: diuresis osmótica. Cuando la poliuria de un pacien te se debe
1-renal (paciente deshidratado o con vómitos o diarrea) o porque
a una deficiencia de hormona antidiurética, el Cosm es normal.
está alterada la funció n en estudio.
Resulta fácil comprender que cu ando el valor absolu to del
Con respecto a la dens idad, suele comprobarse que no des-
ciende por debajo de 1.005-1.006. En lo que se refiere al ri tmo Cosm es igual al volumen minuto urinario, el valor de Üosm será
igual al de Posm. Esto significa que los solutos urinarios se ex-
cl t" elimin ación existe un retardo 1 ya que no se establece mayor
~ret.an a una concentración similar a la del pl asma y ,por tanto
di ferenc.ia entre la cantidad eliminada en las 2 primeras y en
se dice que toda el agua urinaria. está ligada a los solutds.
b.s 2 últimas horas. Cuando la insuficiencia rena l es mu y avan-
z;;1da, !Js mue ~lras sucesivas tienen un volumen y una densidad Si al paciente se lo somete a una dieta privada en agua o a
similar, cercana a los 1.010, 1.012, con una cantidad total infe• una inyección de pilresina , aumenta en fo rma ace ntuada la os-
rior a la in g-erida (isosten uri(l con isononnaluría). molalidad minaría que excede a la del plasma y se redu ce si-
La pru eba de dilución está expuesta a varias causas de multáneamente el volume n minu to urinario manteniéndose
error. Algunas son aparentes y han sido citadas (vómitos dia- constante el Cosm.
1
rreas, sudación profusa) debiéndose recordar además la exis- En estas condicione:s, el flujo urinario será menor que el
tencia de edenw , aparente u oculto, de insuficiencia cardfaca o ·cosm _y, la diferencia entre uno y otro valor, representará el vo-
cinosis. En este último caso es la consecuencia de una reabsor- lumen de ngun libre de solutos sustraidos del fluido tubular
ción defectuosa a ni vel intestinal por la hipertensión portal, así isotónico a nivel de los túbulos colectores o TCHzo' que se referi-
corno de una mayor secreción de hormona antidiu rética por la rá siempre como porcentaje del filtrado glomerular obtenido al
hlpo\·olemia prese nte. En la insuficjencia suprarrenal (enferme- mismo tiempo.
NEFROLOGI A 1177
Por lo tan to: TCHzo ~ Cosm·- V y cuyo valor en condiciones fil tra a través del glomérulo, Su conocimiento tiene valor para
normales es de 1,32 ± 0,40 mi por ciento de ag,, a filtrada . el estudio de la di námica glomeruJ ar, al señalar el comporta-
El TCH2o se encue ntra dismi nuido en la insufi ciencia renal miento de las a,teriolas aferente y eferente. Cuando existe un
crón ica, especialmen te cuando predomin an las lesiones tubulo- aumento de la resistencia de la arte,iola eferente, la FF está
inte rs ticiales sobre las glome:rulares, como ocurre en la pielone- au mentada y disminuida sí hay da ño orgánico glomerular.
frit is crónica. Otro índice de funci ón es el balance glomérulo-tubula r-BG1c
La /imcifm tub ulointersticial máximo se explora sometiendo donde la relación se establece entre el FG y el Tm.
al paciente, en forma sim ultánca, a una restricción hidrica y a
una sobrecarga de sustancias osmót.icamente activas tal como
el mani tol o el cloruro de so dio. Mediante ese procedimi ento FG
BGT= que normalmente oscila entre 1,5 ± 0,6
puede establecerse la capacidad máxima de reabsorción de Tm y
agua li bl'e de solutos a ni.ve! del colector o TmcH20· Su valor os-
cila alrededor del 5 por ciento del agua filtra da.
Es un método de exp loración que se utiliza sólo en la exp<:ri- cuyo anál isis permite interpretar Ja génesis de la disfunción tu-
men tació n cl ínica y que por las dificu1 tades que entraña no es bular. Cu ando ella es debida a una disminución global de los
de práctica corrif:1lte. nefrones funcionantes , el BGT perma nece más o me nos inmodi-
fica<lo mientras que si aq uel es la consecuencia de una altera-
Drpurnción del agua libre. Cua ndo se somete a un paciente ción prima,-;a tu bular, se lo encontrará aumen tado, pues el FG
a una sobrecarga acuosa¡ se produce la eliminación de orinas no variará en la pro porción que lo hace la Tm.
hipotónic3s cuyo volumen está formado por la suma del agua Por fi n, el tercer índice que habitu almente se utili za es el
osmóticamente ligada, equivalente al Cosrn, más una fracción indice de irrigación (I.I. ) que surge de la relación entre e} fl ujo
no ligada a los solutos o libre. Esto im plica que el volumen mi- plasmático renal efectivo y la masa tubular de excreción : I.I. =
nu to urin ario es mayor qu e el valor absoluto del Cosm y la dife- Fpncfrm que expresa la cantidad virtual de plasma completa-
rencia entre ambos valores dará la depuración o cltara nce de mente de purado de la sustancia en estudio por unidad de masa
agua li bre: Cmo· de tejido excretorio renal que está efectui111do esa de.pu ración.
Cuando se utiliza Diodras t, su valor es de 13,4 ± 1,4 y si el PAH
8,4 ± 2, 4.
Por lo tanto: Cm o = V - C,sm·
Fig. Jl-17. Rodiogra/i'a directo ae n1lo11esy ufos urinarias, Fig. 11-18. Cálculo cornlif(Jrme (ca!lsa orgánica)
ción inferior de la pelvis (fig. 11-17). La incidencia más común tes y no se visualizan: los de uratos son poco densos aunque a
es la f:rontal aunque son útiles las tomas radiográficas de perfil
1 veces se los puede ver. La ubicación de los cálculos es variable
u oblicuas buscando el ángulo de proyección adecuado para ubí- pero se los encuentra con mayor frecuencia en la región pelvica-
car la situación exacta de una sombra sospechosa. licial o en los uréteres a cualquier altura de su trayecto. Cuan-
Se considera que la radiografía es buena cuando se ven las do reproducen en todo o en parte la ímagen pielocalicial se los
sombras de los músculos psoas y de los polos inferi01es renales. denomina coraliformes (fig. Jl-18). Otras veces, las imágenes
Normalmente las imágenes de ambos 1iñones se proyectan calcificadas son mis pequeiias, nodulares, lineales, curvas 1 ra-
sobre las regiones lumbares, la del izquierdo algo más aba.jo diadas simples o múltiples süuadas en los límites medulocali-
que la del derecho; el hilio del primero suele corresponder con ciaJes o en pleno parénquima y son la expresión de antigua pa-
la altura de la apófisis transversa de la II vértebra lumbar. pilitis necrotizante, de una tuberculosís, de un tumor, de un
En sentido vertical miden entre 10 y 14 cm. y el riñón iz- quiste renal o hid,:itidico calcificado o de una nefrocalcinosís
quierdo hasta 0,5 cm más que el derecho. En sentido transver- consecutiva a un hiperparatiroidismo. Es importante ubicar los
sal mide entre 6 y 8 cm. La excursión respiratoria es de unos 2 cálculos ureterales y determinar su migración hacia la vejiga
cm y en posición de pie desciende 5 cm. Habitualmente se vi- por medio de la repetición del estudio radiográfico simple una
sualiza el contorno externo e inferior rodeado de una fina zona vez que se ha establecido, por los otros procedimientos de estu-
ciara, producida por la grasa perirrenal; no sucede lo mismo.con dio, si produce o no una obstrucc.:ión completa del árbol urinario
el contorno superior, pues generalmente se superponen gases por encima dr:d mismo.
del colon y del estómago. Los cálculos ursicales son más raros. Con frecuencia se pre·
El análisis de la radiograf(a simple comprende la observa- sentan en los pacientes con vejigas neurogénicas parapléjicas
ción del esqueleto (últimas costillas, vértebras, pelvis ósea y ar- de variadas causas, o han migrado desde el riñón. Su fonna y
ticulaciones femoropelvianas) para destacar cualquier altera- tamaiio son variables pero casi siempre son redondeados y de
ción vinculada a una afección del aparato urinario: imágenes bordes lisos y se proyectan por encima del pubis.
osteolít.icas o condensantes de metástasis tumorales de carcino- Las litiasis o calcificaciones prostáticas aparecen como imá-
mas renales o prostáticos; lesiones tuberculosas del mal de Pott genes múltiples! agrupadas, <le pequeño tamaño cada una de
coincidentes con una tuberculosis renal; malformaciones congé- ellas y casi siempre retrnpubianas.
nitas como espina bífida que se halla en niüos con enuresis y ec- Corresponde luego analizar la existencia, situación, tammio
tasias urinarias. Otras veces, la presencia de alteraciones os- y forma de las imágenes renales. Estas deben b~scarse en pri-
teoarticu lares·escoliosis, osteoartrosis, fracturas -permite mer lugar en la región lumbar a nivel de la I y III vértebras
definir la etiología de lumba1gias erróneamente atribuidas a lumbares y, de no encontrárselas allí, en el resto del área abdo-
afecciones urinarias. Se buscará además la existencia de imáge- minal o pelviana, por la posibilidad de una ptosis o ectopia. La
nes densas extraurinari.'.l.s que suelen cOITesponder a calcifica- ausencia bilateral puede ser simulada por razones técnicas (ex-
ciones de los cartílagos costales, ganglios mesentéricos 1 litiasis cesiva corpulencia o delgadez del sujeto, mala calidad de la pelí-
biliar, arterias, aorta, vasos ilíacos o renales, venas (flebolitos cula) exceso de gases o mat~ria fecal) o por ser muy pequeños
de la región pelviana) y más raramente a quistes dermoideos (hipoplasía congénita o adquirida) o por las razones antes seña-
con restos dentarios y óseos. ladas. La ausencia unilateral no es rara siendo sus causas más
Todas esas imágenes opacas extraurinarias deberán diferen- _frecuentes la agenecia Y la hipoplasia o atrofia renales, aunque
ciarse de las que corresponden a ]as litiasis renoureterovesica- puede deberse también a una ectopia o ptosis o a una nefrecto·
les que a veces suelen ser pequeüas o poco densas y que se con• mía. En las tres primeras circunstancias, el rillón Opuesto sue-
funden con las sombras óseas vecinas. Se considera que le presentar wia hipertrofia compensadora que se traduce por
alrededor del 90% de los cálculos son visibles, siendo los más un tamaño mayor que lo habitual.
opacos los más ricos en calcio (carbonatos, oxalato y fosfato) Con respecto al tamaño de la imagen renal, su aumento bila-
mientras que los de ácido úrico y los de cistina son transparen- teral se observa en la poliquistosis, uronefrosis, nefrosis lipoídi-
NEFROLOGIA 1179
ca y en la trornbocis venosa. Cuando es unil ateral, y descart ada Urogrnfía excreto ra descende nte
la causa de la h ipe rtrofia compensadora, puede ser la consecuen-
cia de un tumor re nal, de una qu istosis hidatídica renal, de una Es el método habitualmente más utilizado. Debe preceder a
tuberculosis (ri1ión nw stic tubarnloso) o de una uronefrosis. las restantes exploraciones instrumentales y permite conocer el
Por lo contrario, las imáge nes pequ eüas bilaterales corres- estado anatómico de las vfas uri11ari as, al mismo t.iem po que da
ponden n pt ocasos parenquimatosos difusos que evolucionan ha- una orientación de la capacidad funci onal renal.
cia la insuficiencia renal y conducen al riñón ret!·aído escleroso , El en fermo estará preparad{) de la misma mane ra que para
glomeruJonefritis y pielonefritis crónica, o a un21 forma más rnra la radiogra lia sim ple. Después de obtenerse una placa directa
de nofrop atia hereditaria, la denominada nefroptisis famili ar. se inyectará, por vía intravenosa, una do~is adecuada de un
Si }a reducción de t.:::i.mañc, es unilateral debe S•!specha.rse compuesto ic,dado orgánico. InyC!ctado el contraste se toman ra•
u na hipoplasia congénita, un riíión retraído postpíeloaefrítico o diografias a los 5, 15, 30 y 45 o más minutos, según las circuns-
una obstrucción de la arteria renal. ta uci::is y los datos obt.eu i<los. A veces, cuando existe insuficien-
La situación de uno o de ambos Q,-ganos puede fstar modifi- cia renaJ qm~ retarda la excreción d(•l compuesto, es necesa 1io
cada , como ya se dijo, por una ptosis (descenso del riñón que va- prolongar el estudio hasta los 60 ó 120 minu tos. Una de las pla-
ria casi siempre con los cambios de decúbito·!, por una ectopia cas se hará de;;pués de comprill'iir el abdomen, para facilitar el
{ubicación congénita fu era de la celda renal: fos a iliacn, región relleno del urf.ter, y olra en posición de pie, a los efectos de ver
presacra o pequelia pel vis) y fina lmente, por el desplazamiento si existe un descenso del ri rión, ú retenciones uri narias que sólo
ocasionado por un órgano vecino (hígado, bazo o un tumor re- se ma nifies tan en el decúbito vettical.
troperitoneal). Resu lta úti l además completar el estudio con una placa de
La forma se altera tambié n unilateral o bilateralmente. En vejiga de perfil y una placa postmiccional que permiten, mu-
el primer caso por un quiste, un tumor, un infarto ren al o una ch as veces, establecer la presencia de divertículos o compresio-
cufia piel onefritica . La deformació n bil aterai puede no tener nes extrinsecas vesicales y la existencia o no de un residuo vesi-
ning ún sign ificado patológico como es el caso de la persist.encia cal frec uente en los ade nomas de próstata o en los prolapsos
de la lobulación fetal normal, o tenerlo como expresión de una vesicales.
poliquistosis renal o de UL~ rillón en herradu ra en el que los ejes Es un procediiniento perfectrunente tolerado µor los pacien•
mayores de ambos órganos se dirigén hacia la línea mf'dia. don- tes pero debe descartarse previ a.mente, median te pruebas ade-
de suele observa rse la im agen del parénquima renal cunespon- cuadas, la posibi lidad de una intolerancia al iodo capaz de pro-
diente al istmo de esa malformación. vocar nn cu~tdro de shock alérgico de tipo angioneurótico con
el tema de glotis. Por ot.ra parte r-10 es adec uado realizs.rlo en los
paciP.ntes con proteinuria efovada como se obse rva en el mielo-
ma, ni tampoco en los diabéticoz con nefropatía avanzada ni en
Radiografía contrastada !a insuficiencia cardínca grave. En estos enfermos puede provo-
Com.prend e un conjunto de procedi mientos basados ,m la car un cuadro de insuficiencia r<:nal aguda óligo-anúrica por un
propiedad que tienen ciertas sustancias iodadas de ser opacas a mecanismo de toxicidad renal o de obstrucción tubular masiva
las radiaciones y, por n~edio de las Cl.!ales, es posible delimita r por precipitación de las proteínas, en particular la de Tarn y
perfectamente las vías uri n::irias desde los cálkes menores has- Horsfall.
ta el meato uretral, así como el sistema arteria l y \'c.-110s0 con-es- Bn condiciones normales , el med io de contraste aparece a
pondiente. Se incluye, dentro de lo_s procedi mientos contrasta- los 5 mi nutos de inyectado, en forma bilateral, y se vis uali za n
dos, al retrnn eumoperitoneo y a la 11eumopit!lografia, donJ2 el perfectamente los cálices y la pelvis, que se presentan sin modi -
medio utilizado es el aire. ficaciones anat.ómica!J , expresando que la funci ón renal es efí·
La visualización de las vias urinarias puede lograrse apro- cien le en sus múltiples aspectos. (fig. 11-18)
vechando la capacidad del riilón para excretar ciertos compues- En las placas sucesivas aum (:nta la intensidad de las imáge•
tos iodados orgánicos luego de su inyección in travenosa, (uro- nes )' !)ued2n verse también ambos uréteres, en forma parcial o
graffo excretora descendent e) o mediante la introducción de la total, con su aspecto afinado y los ·estrechamientos fisiológicos,
sustancia de co ntraste a través de un catéter colocado en el uré- al mismo tiempo que oparece re'!ena la vejiga (fi g. 11-19)
ter (p ielografi"c, ascende nte, retr-Ogrado o i11 strumr.12tal). Este úl- Una vez real izadu e::1 estudio, se µroce derá a analizar las ca•
timo procedimiento brinda sólo información del sistema pieloca- racterísticas morfológic:as del riñón y las vías urin ar ias con el
li cial _y ure teral con exclusión de In vej iga. Cuando se tiene mismo criterio que el utilizado para la radiografía directa pero
necesidad de estudiar las vías minarías bajas (vejiga y uretra) con las ventajas que implica la presencia del medio opaco para
st procederá a inyectar el medio de contraste por cateterismo precisar b ubicación)' la inten,klad de las alteraciones que pu-
'.'esical o a través del meato uretral: cistografz'a y uretrografía, dieran existir. Al mismo tiempo se tendrá en cu enta la d.inámi•
respectivamente. ca de la excreción del compuest1 utilizado para obtener conclu-
Otro procedimiento lo constituye la denominada pielografia siones de_t.ipo funcional.
anterógrada o translumbar, donde la sustancia yodada se inyec- La urografia descendente pó:nÍitirá, casi con seguridad, de-
ta directamente en la pelvis renal. Se efectúa cuando se sospe- terminar las modificaciones en el 11úmero situación, forma y
1
cha un3 dilatación pieloureteral importante con riñón afuncio- tamwio de las im ágenes renalei, así como las alteraciones de
nante Y no es posible realizar la pielografía asce ndente. los cálices, pelvis, uréteres y uej~a. Las primeras se deben a las
El sistema arteiial y ve noso renal st puede visualizar inyec- mismas causas ya señaladas al ¡,abiar de la radiografía directo;
ta ndo el iodado orgánico en la aorta u nivel o algo por encima con r&s pecto a las alteraciones de las vías urinarias, se referi•
<le h: desembocad ura de las arterias renales por punción directa rán muy sucintamente.
iaortogra¡Ya directa) o, después de la introducción de un catéter Normalmente, en la imagenpielográfica, la pelvis y los cáli-
a<l,•.cuado a través de una arte ria femo ral o de la radial que se ces se proyectHn con canicterislicas proJ)ias que los diferencian
hace progresar hasta el sitio señalado. de los casos patológicos. Sin eubargo, su forma y tamaño sue-
1180 SEMIOLOGIA, SEMIOTECl~IA Y MEDICINA INTERHA
genes $011 muy débiles o inR paren tcs por la existencia de una
insuficiencia re nal qué dific ulta la excretión del medio de con-
tras te. Consiste en aumen t ar la dosis <le sustancia inyectada.
En el primer caso, se repite la misma cantidad inicial y cuando
se sigue la técni ca por goteo , rescrunda para circun stan cia s.
má_,; especinles, se utilizan alrededor de 2 mi por kg de peso de
In 1..lroga, que se dilu y"e en 100 ml Je solución dextrosa el a y se in-
funde en 10 mi nutos. Este procedimiento permite visualizar las
vías urinarias con bJ.stante ni tidez en los pacientes con hi pera-
zoemias de 150 mg por ciento y aün mbs, y también en los casos
de obst.rucción baja prolongada que afecta a la función del lado
corres pondi ente. Puede conside rárselo un buen sustitu to de la
pielografia astendE-nte sin entrallar los riesgos de provocar una
infección por efectos de una ma niobra instrumental. En gene•
ral. es bien tolerada pero no conviene realizarl a en los pacientes
urémicos con oliguria, por la posibilidad de produ cir una hipe r·
\'olemía aguda)' un edema de pulmón, por el intenso efecto OS ·
mótico <le la droga qu e sustrae líquido del espacio intersticial e
intracel ula r. Fig. 11-21. Pielografíu osce11de11/e (técnica de Chevassu).
Igu almente en los enfer mos con medi ano grado de insufi·
tiencia re,w.l es con\'enient.e inyectar por vía inlravenosa, una
ve1. furnlizad o el estu dio, 500 mi de solución dextros ada con 1 o
2 ampoll as de fursemida para provocar la rrip ída eli min ación La pielograji'a ascendente se utiliza cuando no se puede rea·
del compuesto iodado. Esta metodología reduce la toxicidad de !i zar la urografia descendente, por intolerancia al comp uesto io-
la drogn y disminuye el riesgo de agravar la insuficie11cia renal dado; en la insuficiencia renal agud a con anutia absoluta, para
y:, pres.ente. descartar una patoge nia obstructiva del síndrome y, por fin, si
existe una hematuria unilateral persistente cuyo diagnóstico
Uro~rn/iá minutada y con dilución. Se utiliza para eviden· etiológico no· se ha logrado realizar con los otros procedimientos
ciar las .:isimetrias que se producen e·n el tiempo de aparición e de estudio.
inte nsid,HI de las im áge nes pieiográficas cuando se sospeche La in dicación más precisa de la neumopielografia es en
una hi pert ensión v8.sculo•renal en un paciente en el que se aus· aquellos casos donde se sospecha la existencia de una liti asis
cuila un .soplo epigástriro o subcostal o en el que la ecografía o transparente a los rayos o de ta mallo muy pequeño que se ocul·
la ra di ografí a directa de abdomen muestren diferencias en el ta con los líquidos opacos.
t.:imaJio y longit ud de los riii.ones.
Las imágenes que se obtienen con la pielogrnfia ascendente
Después de la inyección rápida en pocos segundos del medio
son bastant~ simil ares a las que brinda la urograña excretora
<le c.oluraste se obtienen 5 radiografías con intervalos de 1 mi·
común o por goteo aunque) por cierto, más nítidas y rem itimos
nuto entre cada una de ellas continuá ndose des pu és con los
al lector a lo ya expresado.
tiempos h~bitu ales.
En condiciones normales, la excreción del contraste: es simé· Cuando se desea estud iar la pared y la luz uret.era\ puede
tricci en tie mpo y concentración y se ve ya a los 2 ó 3 minutos de utilizarse la técnico ele Cheuassu, en la que se emplea un ca téw
la inyección. Cu ando e}..iste un riüón isquémico por obstrucción ter especial con una oliva en su extremo, que se coloca en el
V8$Cu lar unilater.=il, la imagen calicial correspondiente aparece meat.o ureteral y se impide el reíl ujo del medio de contraste in-
m..:\.s t arclía1nente, es mris concentrada y persi ste más tiempo. yectado.
Ello se debe a que et ril'lón isquémico tiene su flujo sanguíneo
disminuido al mismo tiempo que está aumentada la reabsorción
tubulointersticial del agua, por las modificaciones hemodinámi· Cistografía y m·etrografia
cas íntraiTenales que la estenosis produce.
Cuando se obsenan las asimetrías se,1aladas, se rea liza la
prul'ba de la di lución para la cual se le h ace ingerir al paciente Están indicadas para el estudio de los proce.sos congénitos
1 litro de agua junto con un diur€tico, al mismo tiempo que se inflamatorios, obstructivos y tumorales de las vías urinarias ba-
le inyecta una n ueva dosis de contraste. En esas condiciones, el· jas , así como para precisar la dinámica de la evacuación vesical
riü6n ü,quémico muestra, en forma más evidente , su retardo y de la micción, y la existencia de reflujos vesicoureterales. Est.o
parn excretar la droga y corrobora lo an terior. últi mo consiste en el -~currimiento de la sustancia opaca desde
la vejiga hacia los uréteres Y pelvis durante el esfuerzo miccio-
nal. Su diagnós ti co tiene _suma importancia, en especial en los
Pielografía ascendente niüos donde son causa de graves alteraciones infecciosas rena·
les que conducen a la insuficiencia renal crónica.
Consiste en inyect.ar directamente (fig. 11-21) en uno o en
ambos ure teres la sustancia de contraste por medio de un caté·
lcr ndecundo que se introd uce suavemente, pre\~ a cistoscopia) R e t.ron eum operiton eo o enfisema pe rírren al
hasta llegar a la pelvis renal correspondiente. La preparación
del enferm o es la misma que para la urografia descendente y la Es un método ideado por un médico argentíno, el profesor
sustancia a utiliza r puede ser opaca o transparente a los rayos; Carelli , en donde se inyecta, por punción t.ranslumbar o por vía
en este Ul timo caso se denomina 11e11 mopiclogra fú1. presacr~ una cierta cantidad de gas • aire, oxígeno o an hídrido
1
1182 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
carbónico- para hacer resaltar el riñón de los órganos vecinos menudo éstos se propagan invadiendo la vena cava inferior,
(fig. 11-22). Por medio del mismo se puede deternúnar la forma, otras veces es desplazada por éste.
posíción, contorno y tamaño de los riñones o de cualquier otro
órgano o tumoración ret.roperitonea1. Se lo emplea con más fre-
cuencia para el diagnóstico de los tumores supranmales tal co- Exploración radiosotópica renal'
mo el feocromocitoma.
La aplicación de los isótopos radiactivos para el estudio de
las nefropatías constituye una adquisición relativamente re-
Arterionefrografia ciente que une a la simplicidad del método las ventajas de un
procedimiento bastante objetivo y de rápida realización. Su úni-
Por medio de este procedimiento se logran visualizar las ar- co inconveniente, al margen del personal especializado, es la
terias, capilares y venas del riñón. Consiste en inyectar el me- necesidad de contar con equipos instrumentales de alta sensibi-
dio de contraste en la aorta a la altura o algo por encima de las lidad y costo. Sin embargo, se ha transformado en una técnica
arterias renales por punción directa, método de Dos Santos, de uso común y cuyo empleo resulta prácticamente imprescindi-
aortografia o a través de un catéter introducido por la arteria ble por la información diagnóstica que puede brindar.
femoral o radial, método de Seldinger arteriograj{a selectiva Se basa en la inyección por vía intravenosa de sustancias
{fig. 11-23). Está indicado para confirmar o descrutar una este- medicamentosas marcadas con isótopos radiactivos que se con-
nosis u obstrucción de la arteria renal, un tumor o quiste de ri- centran y excretan por el riñón, de tal manera que es posible
ñón o una agenesia de este órgano. Generalmente los tumores captar la actividad de las mismas mediante detectores de ra-
quísticos renales desplazan los vasos que rodean o engloban a la diactividad que se enfocan sobre ambas regiones renales. Dicha
tumoración. En los tumores malignos, la sustancia iodada apa- radiactividad es captada por un equipo especial que la registra
recerá corno manchas irregulares (atigramiento) por los vasos gráficamente en forma lineal o planigráfica según sea el método
neoformados. Esla imagen puede hacerse más evidente inyec- y la exploración realizada.
tando previamente noradrenalina que contrae las arteriolas Los procedimientos habitualmente utilizados son: el nefro-
respetando los vasos de neofonnación. Este método permite grarna isotópico, renograma radioísotópico o radiorrenogmma;
además conocer con precisión la distribución del árbol arterial el centellograma; la gammograffo o cintifotografía renal y por
del riüón y facilita al cirujano las resecciones parciales del órga- fin la determinación del filtrado glomerular J' el fl.ujo sangui•
no. neo renal.
Fig. 11-24. Radiorrenograma normal. Fig. 11-25. Ausencia de riñón derecho. Fig. 11-26. Afección renovascular.
rno segmento o /Ose excretora relacionándoselo con la progresión cioncs del trazado dependen por cierto de la intensidad del de-
de} isótopo por las vías ur ina ri as. Estu dios poste1iores demos- íecto pero en general e3!an disminuidos tanto el primero como
t ra ron que los hechos no son ta n senci ll os y qu e cada uno de el segundo segmento au r.que más la espiga vascu lar (fig. 11-26)
esos segmentos está real mente in tegrado por la s u ma de lodos Por ser un método inocuo, se lo debe utilizar también en los
los sed.ores fun cionantes de l riüón -e n especial los dos p1ime- casos de insuficiencia renal agud,1 a núrica para diferencia r las
ros- au nque con cierto predomin io dé: algu no de ellos parar.a - de causa paronquimalosa - glo!T1erulonefrít.i s ag uda necrosis
1
da uno . Hoy se considera que el I y II segmentos expresan en co1tical o trombosis a1ierial bilaléral de las obstruclivas extra-
forma conjunta el flujo sanguíneo rena l y la masa de secreción rren ales- li gadura u obstrucción llreteral bi lateral.
tubular mien tra.s que las modificaciones del III segmento son
co11dicio11adas por la s obstrucciones intraparenquirnatosas o de
los uias secretoras. Centellograma renal
Del análisis de la fo rma y alt ura de la curva y de cada uno
de sus segmentos se puede recoger una información funci onal y Inicialmente se utilizaron el lieohydrin Hg 203 y el Neohy-
morfológica útil de cada 1iñón por separado. En los casos de ne- clrin Hg 197 pero por su excesiva radiación han sido reemolaza-
fropatias bilaterales avanzadas (glomerulonefiitis y pielonefri- dos por diversos com puestos de. b.,cnecio radioactivo Te 99m ta-
t.is crónicas, riüones poliquísticos con insuficiencia ren al) donde les como el glucuheptoncto Tc 99 m, el ácid o diet il amino-
el aporte sanguíneo est á muy dis minuido, el primero y segun do pentacético Tc99 m o DTPA 'fc99 m o el ascorba to de hien-o DTPA
stgmentos son bajos, pudiendo llegar a desaparecer este último Te99 m.
cuando la fu nción está muy alterada .. E I tercer segmento mues- Las radi aciunes de estos compuestos se recogen por medio
tr a una cun1a prolongada y de muy poca pendiente, casi ho1i- de una sonda detectora que se de~plaza mecán ica mente sobre la
zontal. silueta del órgano de tal manera, que se registra un trazado
La indicación más precisa del radiorrenograma isotópico es planigráfico cuya intensi dad varía con la capacidad de fijación y
en el estudio de las nefropa tías unilaterales y de preferencia grosor del parénquima (fig. 11-27). Con este procedimiento se
para ratificar una agen esia renal o una alteración hiliovascular puede apreciar la situación, fonn.1 y tamaño del ri ñón así como
en la hípertensión por es te no sis d e la arteria renal. Tam bién es la existencia de zo nas !acunares por irrigación in suficiente , de-
útil para conocer la capacidad excretora de un riüón con obs- nominadas zonas tibias o frías) que pueden conesponder a
trucción del uréter y que radiográficarnente no es funcionan te. qu istes , tumores o infartos desde ,m diámetro de 1,5 cm en ade-
Cuando existe una agenecia renal o hipoplasia intens&, la lante (fig. 11-28) En h pielonefritis crónica la image n tiene un
curva consta de tan sólo el primer seg1nento pero de e:'3casa al- 3sperlo m0tead0 que tradu~e la tzistencia de zonas indemnes
tura (fig. 11-25). En la estenosis de la art.eria renal las modifiéa - con otras sfecta<las. En el caso di una hipoplasia unilateral la
¡·
Ji'ig. ll -28. Cr11tellugrama: Zona ha en polo inferior de rúión
Fig. 11-27. Centellogrnm a renal normal. i?q11 1crdo (hipern c.froma).
11 84 SEMIOLOGIA, SEMIOTEClsJIA Y MEDICINA INTERNA
D D
Fig. 11-29. Centellogrnnw : hipoplasia renal derecha. Fig. ll-., 1 •. t ·,·nrdlograma: u ropa tía obstructiva por liti as is corahform e izyuil'r·
da; ausencia funci on al del riñó n de ese lado.
ÍJT1agen obtenida es más pequeña mientras quE: la contralateral fo rmas hiperagudas sucede igual que en la trombosis vascular
suele aumentar de tamaúo (fig. 11-29) no obse rvánd ose ni ngu na de las 4 fase s. E n los casos de rechazo
Cu ando e;..'lste una ausencia total de función, una agenesia o celular agudo y crónico se observan diversos grados de dismi nu-
trambosi s de la arlffia renal, falta el trazado del lado cones- ción de bs fast.: s: va~cular, pare11q11 i111 atosa y excretora pero al-
pondiente (fi g. 11-30). gunas veces se observa una ¡Ose renal tard ía y de tenue in tensi-
dad.
Gammagrafía o cintifo tografía renal Métodos isotóp icos para medir el flujo san guíneo r ena l y
el filtrado glomer ular
Se pueden utilizar los compuestos anteriores o el hipuran
!131. La radiactividad es captada por medio de cámaras espe- La determinación del flujo sanguíneo renal se efectúa con
ciales que la reproducen sobre placas radiográficas o en cáma- Diodrast Jl 31 o hipurán 125 analiza 11do la curva de decrecimien-
ra s de rayos ca tódicos. to o declinación del compuesto sobre los riñones, la vejiga y zo-
En condiciones normales, las imágenes obtenidas en fo r ma nas n eutras del organismo (muslo) que guarda una estrecha re-
secuenci a l permiten identificar en las primer as de ellas a la lación con la cirt.:u lació n <lel órga no. Es posible esta bl ecer
aort?. abdominal y a ambas ilíacas primitivas casi simul tánea- ad emás la di stribució n intran enal sanguínea utiliza ndo gas es
mente con las sombras renales levemente teñidas -fase 1 de ine1tcs radioactivos como el xenón 133 o k.ríplón 85, habiéndose
pe1fusiri11- que se intensifican cuando la droga es secretada por comprobado así la existencia de un a zona co1tical exiern a, una
el parénquima renal -fase 2 secretora.- seguida por la corres• cortical interna y una medular y perirrenal, que se modifican
pondiente a la pelvis y a los uréteres -fose 3 excretora o de en los estados de shock e insufici encia cardía ca.
trn11 .c.porle picloureleral y, finalmente >aparece la imagen vesical El filtrado glomeru lar se mide mediante inulina JJ31, ácido
-fn.,e 4 de relleno vesical-. die til entriamino-p en taac ético marc ado con Lanth a me 140 u
Constituye un procedimiento de escasa agresividad para el otros que también se eliminan a través del glomérulo. La depu-
paci ente y útil para detectar, ade más de lo señalado para el ración se calcula mediante la medición de la radiactividad en la
centellogTama renal, la existencia de una obstrucción uni o bila- sangre inmediatamente después de inyectada la sustancia y el
ternl ureteral o pieloureteral así como diferencias en el funcio- conteo externo sobre la vejiga de su actividad en la orina.
na lis mo entre ambos ril\ones. Sin embargo adquiere su mayor Los resultados que se obtienen de ambos paráme t ros son
relevancia como método diagnóstico diferencial de la aligo-anu- equiparables a los de los métodos clásicos sin ]os inconvenientes
ria que puede presentarse en el posoperalorío del injerto renal. técn icos que éstos presenta n.
P ermi te así es tablecer si l a mism a es consecuencia de una
trombosis arterial, de una necrosis cortical aguda, de una ne-
crosis tubular aguda. de un rechazo inmunológico, de una obs- ECOGRAFIA RENAL•
trucción ureteral por acodamiento o por edema de }a un ión uré-
tern•vesical o debido a la extravasación urinaria consecut.iva a Es un método careate de contraindicaciones, no necesitán -
una fistu la ureteral o vesical. Cuando se produce una trombosis dose inyectar sustancia de contraste, pudiéndoselo efectuar du-
de lA arieri_n n:ual del órgano injertado o una necrosis cortical rante el embarazo y en caso de insu fici encia renal aguda o cró-
ngnda hay ausencia de las cuatro fases. En la necrosis tubular nica.
aguda se ve la /'nse 1 de perfusión como un nefrograma tenue
qu e desapare ce a ]os pocos minutos. En la reacción de rechazo,
los hall azgos va riarán según la intensidad del mis mo. En las ·or. G UILLERMO F. MARQUEZ
NEFROLOGIA 1185
La exploración ecográfíca de los riñones se realiza por vía Ante la sospecha de un adenocarcinoma del adulto puede estar
anterior, lmeral, posterior y frecu8ntemente se completa el exa- indicada la punción diagnóstica con aguja fina, no siendo así en
men en la posición de pie. el tumor de Wilms, ya que podría cambiar su estadio.
La ecoestructura normal (fig. 11-31), muestra una zona pc- Otros tumores menos frecuentes que también se pueden de-
ri(iJrica oscura (hipoecoica), que corresponde a la corteza y a la tectar son los del urotelio.
médula_, dependiendo del grado de resolución de los equipos la Los angiomio!ipomas son tumores sólidos benignos que
detección y diferenciación de ambas, y una zona centrnl blanca muestran una imagen ecográfica característicn (redondeados e
(tcogénic;1 o hiperecogénica) de aspecto dendrítico correspon- hiperecogénicos). (fig. 11-43)
diente al sistema pielocalicial, vasos y tejido graso, que recibe el
nombn:· de -seno ré'nal".
El tarn.8iio normal del rifi.ón varía con la edad observándolo TOMOGRAFIA COMPUTADA DE RIÑON"
en el f'1:'tO (fig, 11-32) !en las ecúgrafias obstétricas) en alto por-
centaj(_- a partir de la 16º semana. En el adulto, sus medidas La lomografü1 axial computada de cue1po entero constituye
promedio son 9-12 cm. de longitud por 5-6 cm. de diámetro un método diagnóstico de utilidad para el estudio de determina-
transYersal y ,!-5 c1n. trnteroposte1ior. das patología renal. Desde el punto de vista topográfico, el ri-
Deben conocerse algunas imágenes que son variaciones de iión debe buscarse en el área comprendida entre una línea ante-
la nonnalidad y pueden confundir con patología, corno por ejem- ropost8rior tangente al cuerpo vertebral y otra a la pared
plo la hipertrofia ele las rnlumnas de Bertín (fig. 11-331 (produ- lateral dt la aorta a la izquierda o a la vena cava a la de;·echa,
cen disrnpción parcial de los ecos del sistema pieloca1icia1J) do- entre la X vértebra dorsal y la II lumbar. Permite distinguir las
ble sisttma excretor (produce disrupción total de los mismos 1 lesiones tumorales quísticas de las sólidas. Las primeras se ca-
tfig. 11-3-1 y ll-.35), lobulaciones fetales, deformación de la su- racterizan por su baja densidad (O a 15 U.H.), su tendencia a la
¡wrficie del riüón izquierdo en la zona que contacta con el bazo esfeiicidad con bordes lisos y fundamentalmente por no variar
!giba ele dromedario), dilc:'ltación del sistema pielocalicial en pa~ su coeficiente de atenuación luego del suministro de material
cientes que presentan gran lleno vesical. de contraste iodado por vía endovenosa (Fig. 11-44 y 11-49). Es-
Los ril1ones pequeños pueden corresponder a hipotrofias, te detalle los diferencia igua1mente de las dilataciones urone-
rürufias o hipoplnsias. Se pueden detectar ptosis o alteraciones fróticas que habitualmente son funcionantes, y cuyos bordes
de su forma (ej. riüón en henadura). Ya intraútero suelen ser policíclicos y conectadas con pelvis y uréter.
algunns poliquistosis y obstrucciones urinarias. Los tumores sólidos, de tamaúo variable (fig. 11-45 y 11-48)
La ecogrnfia es útil para diagnoslicar a las uronefrosis tfig. y a veces con zonas calcificadas presentan una densidad igual o
11-36! y en algunos casos tej. neoplasia de vejiga y cuello uteri- mayor que la del parénquima normal que aumenta también con
11oi renlizar nefroslomías perrutáneas dirigidas. e1 medio de contraste endovenoso. Es común hallar zonas de di-
Ante la de litiasis renal, (fig. 11-37 y 11-38), el cál- ferente atenuación, en su interior, en especial cuando existen
culo :-:;e pu~de si no es muy pequeño, buscando la som- zonas de necrosis quística.
bra acústica que produce, a nivel renal o vesical (es difícil apre- Mediante la tomografía computada puede establecerse tam~
cinr]1j éll el urétér debido a que d gas intestinal suele bién el diagnóstico de agenesia renal o la ubicación del órgano
~nrnascarnrloi. Un signo indirecto que aporta la ecografía es la fuera de su lugar habitual -ectopia renal-1 así como la pre-
r,bservación de dilatación pielocalicial. La ecografía puede ayu- sencia de un riñón más pequeiío por una hipoplasia o una atro-
dc1r en el diagnóstico de las nefrocalcinosis (fig. 11-39) fia secundmia a procesos parenquimatosos o a una estenosis de
En !as nefropatías crónicas con uremia elevada y en la insu- la arteria renal. En estos casos la exploración debe efectuarse
ficiencia renJl aguda, sirve para confirmar la presencia de arn- antes y después de suministrar el contraste endovenoso y oral.
bus ril1ones, determinar su tamaño y el del espesor cortimedu- En el primer caso se logra rel1enar la pelvis renal y en el segun-
lnr, asl como la ecogel1icidad de esa zona (que puede estar do distinguir un asa intestinal del parénquima atrófico.
aume1it.ada tn la insuficiencia renal crónica o disminuida en la Si bien la tomografia axial computada no con.stituye un méto-
necrosis tubular 8guc1a, debido al eclema en la zona de las pirá- do de elección para el estudio de la litiasis renal 1;3 posible visuali-
mides l y descartar causas obstructivas. zar cálculos intrapiélicos o uret.Brales o calcificaciones de los vasos
renales o calicilares cuando se la realiza sin medi-1 de contraste.
Lis formaciones quísticas se distinguen fácilmente de los
Las glándulas suprarrenales son bien visibles cuando pre-
tumores sólidos, pudiendo corresponder a quistes simples (fig.
sentan una hiperplasia adenomatosa o cuando están deforma-
11-40) !frecuentes en las personas de más de 50 aúos en las que
das por un tumor. Se las debe buscar pa..raverll:lbral y cefálica-
t!nte imágenes típicas no merecen otro tipo de estudio) o a riño-
mente con respecto a los riiiones a nivel de la novena o décima
nes poliquísticos de causa congénita o adquirida en los pacien-
vértebra dorsal.
tes dialízadus crónicamente. Algunas dilataciones caliciales
pueden confundir con quistes ifig. 11-38). La infiltración .Jinfo-
nutosu ren~:\ o la tuberculosis pueden simular imágenes seme- BIOPSIA RENAL
jantL~s <l la de las poliqnistosis.
La biopsia renal es un procedimiento ampliamente difundi~
LA. ecografía es de gran utilidad en el seguimiento de los pa~
do mediante el cual es posible obtener una muestra de tejido
C'léntés 2011'1.etidos a transplantes renales.
del riñón para su ulterior estudio histopatológic,.
Los tumores sólidus malignos más comunes son el de VVilrns
Puede realizarse por punción transcutánea G a cielo abierto,
en los nió.os y el de celulas claras o de Grawitz en el adulto (fig.
previa una pequeña lumbotonúa. En ambas téc.uicas es necesa~
11-41 l_. Los ubitados en el tercio supe1ior del riüón presentan
rio descartar algún trastorno en los mecanismo; de la coagula-
diagnostico diferencial con los tum.ores de la suprarrenal (fig. 11-
-1:Z!. E:'i importante determinar el compromiso de la vena renal y
de hi cava asi como investigar metástasis regionales y hepáticas. 'Dr. EDUARDO GONZALEZ TOLEDO
1186 SEMIOLOGIA, SEMIOTECN IA Y MEDICINA INTERNA
~
SR-~
Fig. 11-32. 'Jhmco fetal. R: rilliin. r: columna (ílech ml. Fi~. 11.37. Litiasis 1e11nl (L) con su sombra acústica (Si.
Fig. 11-33. Hip ertmjio de 1_·ulum 1w~ de Hati'11 1r.ruzJ. Disrru p- Fig. ll-38. Dilnlociú11 calicial !D), qu e puede simular una
ción parcial de los ecos del seno renal tS). Los tumores de urote- image n quíst:l'.a, producida por litiasis (L) . S: sombra acústica.
\ío pueden 1110::.trar irn&genes semejantes .
Fi(T 11-J..t y 11-35. D//bfr si::;tema excrdor. Disrcupción total de Fig. ll-39. Ne/rocak i1w.-;i:; en un paciente que recibió altas
lotecos del seno renal. Correlación.ese cor1 el un:r.ra11ut d 1.: la doú, de Furosemida µar tiempu prolongado (flechas). RD: ri ñón
misma paciente (flechas). derecho.
NEFROLOGIA 1187
Fig. 11-40. Quistes simples "t,-picos" (pared redondeada y sin Fig. 11-42. Neuroblastoma de ,Wpra-renal en un niño de 3 años
ecos agregados en su interior). Flechas. de edad (T.) R: riiión.
Fig. 11-41. Tumor sólido del adulto (T), que ocupa el polo supe- Fig. 11-43. Angiomiolipomo (flechas). Aspecto redondeado e
rior del rillón derecho. Aspecto hipoecogénico y heterogéneo. hiperecogénico.
1i -.l-l. "li in111gra/i·a. Riñones poliquisticos. Fig. 11 -45. Tomugra/1a. 'I\unor ren,1! derecho.
Fig. ll-..Jti. Tumogra/i"a. Absceso pcrint:frít.i~·o (sin co1; ~r:u_::t(_l) Fig,. 11 -4?. Tnmn._'.!rafia. Abscesc perine frítico tcon contras teJ
ifl echas. (flec:hai.
Fig·. 11-48. Hipcrn!!{romo de grnn ta maflo que desplaza al hígado (H} haci:1 la izquie rda. (Fig:. 11- 49. Quiste renal (q), se coloca una
ag-~1_j~1 p~n-a e\'acu arlo (a). Fig. 11 -50. Orliste ren al ecr:cwufo.- quedn una burb uja aérea en el lugar (b).
NEFROLOGIA 1189
del r¿in y L.1 búsq ue da de edemas, además de aq uellos síntomas y La patogenia de la encefalopatía hipertensiua no e:s bien co-
signos vinc:uludos di rectamente al ri ñón. not:ida. Sin embargo se acepta que es la consecucmcia de Ja rup -
tura del equilibrio que normal mente existe entre el valor de la
tensión art,; rial sistémica y la resistencia vascular cerebral que
Examen de la tensión arteri al: sus alteraciones protege al lecho capilar y que mantiene constan te el flujo san-
guíneo cerebral y el consumo de o>.igeno.
La bUsqueda de modifi caciones en la tensión arterial se efec-
t.uará de ru tin él en los pacientes nefrópatas por la ínt.ima rela- Cuando el tono arteriolar cerebral no aumenta en form a
ci ón qu e exis t e en t ré ias enfermedad es renale s y la hi perten- proporcional al incremento de la tensión arterial, se produce un
sió n arte ri al. En efecto, la mayor ía de las nefropatí as difusas mayor pasaje de sangr e al tenitorio capilar encefálico que pro-
bi la terales o uni laterales> congénitas o adquiridas, y las lesio- voca una plétora vascu lar con distensión de los capilares arte~
nes este11osa nl~s dC' las a rteri as renales se acompaña n de hi- riales y venosos lo que se traduce clínicamente por la cefa lal-
1
pe rtens ión arterh1l. Por otra parte, es frecuente t am bién qu e los gia. Posteriormente, al agravarse el desequil ibiiú, se produciría
de nomin ados hi perten sos arteriales esenciales presenten alte- un aumento de la presión hidrostática capilar que provocaría
raciones re nales arterioscleróticas o que se injerte en ellos una un mayor pasaje de fluido al intersti cio cerebral con fo rmación
pielonefri tis que la agrave y le confiera un carácter de malign i~ de edema y la consecuente hi pertensió n endo cran eana que oca-
dad llevá ndolos a la ínsuficie ncia ;eual cróni ca y a la uremia sior:a loe. otros síntomas del cuadro: convulsiones y coma cere-
te rmi nal. Ambas circuns tancias permi te n comprender entonces bral. Si bien ésle es el 1necanismo final del proceso, debe hace r-
la importanci a que adqu ie re la determi nación de la tensión ar- se not.ar qui'.! la puesta en marcha del mismo estft vinculada a la
tt ri al en todo paciente renal así como la necesidad de descartar capacidad renal para regular el balance hidrosalino. Toda ve z
la repercusión renal de la hipertensión arte,ial esencial. que se produzca una retención o sobrec arga brusca de sodio se
La hiperteu::;ión. ar/erial nefróge,w afecta ta nto a la tensión dan las condiciones para que se desarrollen las crisis de ence-
si:;tólicJ o mélxim a como a la di astó lica o mínima. En los adul- falopatia hipertensitia.
tos se con sid eran como va lores extr emos norma les los de
Este cuadro cI-inico se presenta en el curso <le las nefropatías
150mm ele Hg para la primera y de 90mm de Hg para la segun-
agudas (gl omerulouefri tis, insuficiencia renal y pielonefri tis
da au nque dr:be tenerse en com:ideración la edad y el sexo, pues
agudas} y crónicas cuJndo coexisten con oliguria , hi pertensi ón
en los jóvenes y en la mujer esas cifras ya son patológicas. En
arterial y sobrecarga hidrosalina. Mejora no tablemente con la
los ni üos ambos valores tensionales so n inferiorts y guarda n
re~ ~r~cción salina, d empleo de diuréticos y las dro gas hi poten·
cierta relació n con la edad , mientras que en los ancianos la ten-
soras modernas.
sión sistól ica puede superar la ci fra señalada pero con manteni-
miento de la d ias tólica.
Cu ando se analizan los valores de la tensión art ería! se re-
Síndrome angioespástico h.ipertensivo
c.:ordara que algu no:; pacien tes presentan una hiper tensión cir·
cunsUmcial o casual que se normaliza al cabo d~ algu nos minu -
En ei curso de la hipe,tensión arterial se ha descripto tam-
tos de reitera r la medición. En esos casos se consider ará 3 dicho
. bién el sín drome angioespástico hipertensiuo u encefalopatia
signo como un elemento clínico de im port ancia, pues con fre~
cu enci ;J. los qu e lo presentan suelen desarrollar en el futurv una
hiperten·siua 110 convulsiva o crónica que se presenta en pacien-
híp01tensicin permanente. No deben confundirse con aquellos tes hipertensos con o sin antecedentes renales. Sus sín tomas
que padecen de una hipertensió n ~se ncial inicial, Pues en esas prodrómicos son la cefalal gia, la irritabilidad, el insomnio, las
circunsta ncias ex iste siempre un aumen to fijo de la ten si ón náuseas y los vómi tc3, a los que se agregan crisis pasajeras de
diast6li rn. parálisis o paresias, afasia hipoacusia, hemiano psia o amauro-
1
Desde el punto de vista semiológico la hipertensión 11efróge- sis. Estos episodios neurulógicos suelen ser breves o durar algu-
11,1 pm:de o no acompañarse de otros sin tomas. Esto depende in-
nas horas y a veces varios días. En la mayoría de los casos la
dudablemente de los valores alcanzados y ele la dunción de la recuperación clínica e~ total pero pueden persistir secuelas neu-
misma. En a lgu nos pacientes es totalmente r,sintomát.ic:l micn• rológicas.
tras que en otros existen ct::[aleo s, zumbidos de oido, mCTl'.:us,
incstnhifidad, ncruiosidad o palpitaciones que mejoran cuando Li1 encrfa lopatía hipert:::nsiua crónica. no con vul siva es la
las cifra~ tf:n sionales disminuyen. consecuencia de las a'iteracivnes arterioescleró!icas de los vasos
cerebralts que provocan fenómenos isquémicos¡ trombosis o he-
morragias.
Enc e fal o patí a hip ertensiva
Exa men del fond o de ojo: sus alteraciones Grado III. Las ar teriolas se presentan como ala mbres de
cobre y plato mientras que las ve nas se ve n dil atadas distal-
En condiciones de normalidad, el examen del fondo de ojo mente a los cn1ces.
permite apreciar a la retina corno una membrana de color roji- Grado N. Tanto las ve nas como las arteriolas se prese11tan
zo, delgada y delicada, consti tu ida por la expansión del nervio obliteradas. La papila no suele presentarse modificada en nin-
óptico que penetra a unos 3 mm h acia el lado interno del polo gún periodo y tampoco existen hemorragias, exudados ni ede-
posterior del globo ocular, donde fo rma una zona pálida y re- ma.
donda: la pnpila., o disco, cuya circunforencia se presenta lige-
rame nte sobreelevoda. Por lo contrario, el centro de la·papila
está ligeramen te excavado y por él penetran los va.sos arteriales Cambios ang·iospásticos o hipertcnsivos
y venosos del ojo, entre las fi bras de dicho nen~o. Puede verse Retinopatía angiospástica
ade más, en el punto correspondiente al eje del globo ocular, la
mácu la lútea que mide de 1 a 2 mm de diámetro, cuyo centro En este grnpo de alteraciones se incluyen los angiospasmos
excavado constituye la fóvea centra l que corresponde a la zona que son disminucirmes transitori;:is del calibre di.". }os vasos arte-
de mayor agudeza visual de }a retina. riales, casi siempre asintomáticos au nque pueden manifestarse
Los vasos arte1iales más claros y delgados y los venosos más a veces por escotomas centellantes o fosfógen os y hemianopsias
anchos J' obscuros, con una relación en sus calibres de 2 a 3, se o amaurosis transitorias, cuando correspond en a vasos de im•
presentan con las paredes finas y transparentes, pudiéndoselos portancia. Suelen coincidir con espasmos vasculares cerebrales
ver nítidamente en tod a su longitud, au n en los sitios donde la Y presentarse simultáneamt:nte con cu adros de mono paresias 1
vena pasa por detrás de la arte ria: entrecruzamientos arterio- hemiparesias o hemiplejías fu gaces.
uenosos. Los angiospasmos no son palognomónicos de la hipertensión
Esta image n normal se al lera en el curso de la hipertensión arterial, habiéndose descripto en los individuos jóvenes en el
arte1ial modificándose no sólo el aspecto de los vasos sino ta m- curso de intoAicaciones exógenas, en el hip ertfroidismo, durante
bién el de la papila y del resto del fondo del ojo, de donde su el período menstrual o en relación a los cambios poslurales.
examen permite orientar al médico con respecto a1 estado clíni- Otras veces) los va sos se pfcsc11tan tortuosos y elongados
co del paciente. Dichas alteraciones se clasifican Jn cambios con s11 trayecto irregular o con dilataciones aneurismáticas, co-
arterioscleróticos y cambios angíospáticos o hiperte1Isivos y se mo consecuencia de la t:sderosis y de la hipertensión aiic1ial.
presentan de una intensidad variable. Sir, embargo, los elementos que st::fialan en la r eti na la pro·
gresividad y gravedad del proceso hipertensivo son la aparición
de hemorragias, de los exudados blanquecinos o amarillentos y
Cambios ar terioscleróticos del edem a de papila. Las primeras va1ían en su ta maño, forma
y posición. Corresponden a extravasaciones sanguíneas que si
La arteriosclerosis modifica el aspecto de los vasos y de los se producen entre las fibras nerviosas adoptan una forma es~
cruces.arteriovenosos, de tal ma nera que se pueden establecer triada o de llama, y si están ubicadas más profu ndamente se
di stintos grados de alteracióu, de acuerdo con la intensidad de presentan redondead as. Al comi en zo son de color roj izo y se
las mismas. reabsorben lentamente con la mejoría de la hi pertensión a1t e-
Las modificacio nes de los cruces arteriovenosos se han deno- rial1 pudiendo desa parecer sin secuela::i cuando son pequeiias o
minado el .signo Gu1111 y se expresan en grado !, ll, lll , según dejar algunas manchas blancas, a veces pigmentadas de color
que se produzca por pérdida de la tran sparencia normal del va- castaño, que indican su asiento primitivo. Su 01igen puede ser
so arterial y el engrosamiento de su pared o por la compresión, arterial, capilar o venoso.
el ocultamiento o la dilatación del segmen to distal de la ve na. Los exudados se ven co.mo manchas o máculas blan quecinas
Las alteraClones arteriosclerót.icas se hacen ostensibles por o amarillentas de tamaño va ri able, ubicados de preferencia en
las variaciones del reílejo de la luz del oftalmoscopio cuando se el polo posterior del ojo. Son la consecuencia de la organi zación
ilumina el fondo de ojo. En condiciones normales, el reílejo es fibri nosa del edema reliniano trasud ado o exudado de los vasos
de mediana intensidad, lineal, central y se lo ve todo a lo largo que puede, finalmente, reabsorberse o lleva r a una fibrosis.
del vaso, siendo más ancho en las arterias que en las venas. Por fin, el edema de la papila se aprecia por la desaparición
Cu ando exisle arte1iosderosis se exagera, es más ancho y lumi- de su concavidad normal , el bonamiento de sus bordes, ingurgi-
noso Y está limitado por dos líneas paralelas de color rojo. Por tación de las venas e incuniación de los vasos a la salida del
otra parte, el vaso se ve oscuro y de tonalidad cobriz a por hiali- borde papilar y desaparición del latido venoso.
ni zación de la capa media vascular, y se lo denomina en alam- J unto a los signos descriptos también se hallan las altera-
bre de cobre. A medida que progresa la arteriosclerosis, el refle- ciones inherentes a la arterioesclerosis y que ya fueron mencio-
jo se hace más ancho y llega a ocupar todo el diá metro de la nadas. De acuerdo con la progresividad de todas estas alteracio-
arteria que toma el aspecto de hilo de plata. nes, se han establecido los siguientes grados de intensidad.
Correlacionando las modificaciones de los vasos y de los cru- Grado l. Estrechamiento leve y generalizado de las arterio-
ces se han establecido los siguientes grados en el aspecto del las; relación uc11oarterial de 2 a 1 y constriccio nes segment.arias
fondo del ojo. arteriolares diseminadas en las que el calibre del vaso se ha re-
Grado l. Existe un discreto engrosamiento de las paredes ducido a dos tercios del segmento proximal.
arte.rielare:: con en sanch amien to del reflejo lumi noso y una lige- Grado /l. Calibre arteriolar más dis min uido relación ue-
ra compresíón de las venas en su pun to de entrecruzamiento noarteriolar d;: 3 a 1 Ylas constricciones arteriol¡res locales al-
con las arterias. canzan a la mitad del calibre del segmento proxima l.
Grado II. El engrosamiento parietal es más notable y las ar- Grado 1/{ El calibre arteriol ar se ha reducido casi al máxi-
teriol as se ven de color cobrizo no siendo visibles las venas en mo; la relación uenoarterial es de 4 a 1, mientras que ]a cons~
los cruces. tricción arteriolar alcanza a sólo el tercio del calibre del seg-
NEFROLOG IA
119 1
mento proximal; e:-.isten hem orragias y con frec uencia exuda - que la concentración de sodio, calcio y agua de las ar teriolas de
dos. los pacientes hipertensos esenciales está n a umentadas, pos t u-
Grado [\T El estrech amiento arteriola.,· es de tal magnitud lándose en consecuencia que dichos cationes sensibilizan a los
que a lgunos segm entos de los vasos o su totalidad son invisi - vasos a la acción de las catecolnminas vasoconstrictoras norm a-
bles. Las hemorragias son más intensas así como los exudados. les. Por otra parte este último nspe<to ha sido considerado en el
Lo caracleristi co es el edema de papila. capitu lo correspondiente de Ca,-diología por lo que sólo se anali-
Debe sefialarse que las alteraciones desc,iptas en los vasos zará la patogenia de la hi pertensión arteri a l nefrógena.
del fo ndo del ojo, coJTesponden a modificaciones estructurales La relaci ón e ntre hipertensión a rterial y riñón se conoce
que se producen prácticamente en todns las peq ueñas arterias y desde antiguo y fue Bright quion señaló la vinc ulación entre ri -
arte1iolas del orga nismo aunque s u intensidad puede variar de ñón escleroso y retraído y la hipert ro fi a car díaca, así com o el
un órgan o a otro. Este concepto adquiere importa ncia cuando se a umento de la resistencia a la inyección de las arterias de esos
pretende inferir el grado de esclerosis va scular del riñón por el riñones. Posteriormente se establecieron las bases experime •-
exame n del fondo de oj o. En efecto, si bien en la mayoría de los tales de la hiperte nsión arterial nefrógena con los clásicos tra-
casos existe un a correlación bastan te estrecha, no siempre su- bajos de Goldblat, Pagge y Braun-Me nénd ez, qu ienes demostra-
cede sí, pudiendo predomi nar la esclerosis en uno, independien- ron la exis ten cia de un mecrmismo horm ona l complejo. La
tement e del otro Por otra part e, deben disti nguirse las lesiones ligadura parcia l de una arte ri n renal con o sin nefrectomía con -
art erioescleróticas de las hipertensiv as o angiospásticas, en el tralateral en el perro, provoca al cabo de poco tiempo la apari-
se ntido de que las pri meras son prácti came nte irreversibles, ción de una hipertensión arte1·ial similar a la del hombr e. Lo
mien tr as que las seg undas revierten cuan do la hip erlensión mismo sucede si se env uelve el riñón co n papel celofán para
mejora, y se observa la desa parición de los espasmos, las hemo- producir una perinefritis inílaina toria , o sl se provoca una le -
rragias, los exudados y el edema de papil a. sión vascu lar dí fusa por med io de suero antirriñón o de radia-
La h iperte nsión arte rial además de produ cir lesiones en el ciones. También es posible consegu ir el mis mo efecto mediante
riñón, en el fond o _del ojo y en el cerebro, por el mecanismo del la reducción de la masa renal co n una nefre ctomía unil a tera l
aum ento tens ional y la arteriosesclerosis, afecta de m anera im- completa y parcial del otro lado, y en algunas especies, median-
portante al corazón y provoca en plazo va.dable una insuficien- te una nefrectornia total. La obstrucción uretera1, uni o bilate-
cia cardí aca. Como consec uencia de la hipertensión se produce ral prolongada, produce igualmente hipertensión arteri al.
una hipertrofia de las paredes ventriculares que logra mante- Cada una de esas posibilidades ex perimentales pre sen ta
ner, durante un ti empo prolongado, un volu men mi nuto adecua- model os similares en la clínica h um a n a y sus mecanismos pa-
do a las necesidades del organismo. Cuando éste está disminui - togénicos son prácticamente Ígu a les. En todas esas circun s-
do aparece la in s uficie nc ia cardia ca, disnea, pr i mero de ta ncias ha de admitirse que tl m eca nismo inicial debe estar
esfuerzo , para hace rse luego de reposo y paroxística noctura, vinc ul ado a una a lteración de alguno de los sistemas renal es
pos tprandi a l y edema ag udo de pu lmón (véase S emiología car- homeostáticos, que normalmehte participan en la regulación
diológica/. de la tensi ón arteria l normal. En efecto, esla regulación es e l
resultado de la integración de un compl ejo sistema ne urohor-
monaJ , con las ca racterísticas de los sistemas ciber néticos de
Patogenia de la hipertensión arterial nefrógena retroali mentación negativa qiJe coordinan, a un nivel extre-
madamente sensible, los vafores te nsionales necesarios pa ra
El papel que le con-esponde al ri11ón e11 la patoge11ia de la ajustar una correcta irrigación, fl ujo y presión en todos los ór•
hiperte11s ió11 arterial se limita fundam entalmen te a aquellos ganos del individuo. En el mismo toman parte el sis tema ner-
casos donde existe wrn nefropatía difusa parenquimatosa, uni vioso autónomo simpático y parasimpático, la glándula s u pra•
o bila teral o u11a lesión estenosante de la arteria principal o de rrenal a través de la secreciórt de adrenalina, noradren alina
cdgunas de sus ram as. Esto lo excluye por cierto, de aquellos ca- y mineralocorticoide s -aldoJterona-; el sistema nervioso
sos don de dicho proceso es la consecuencia de un feocromacito- cen t ral donde los núcleos ceÍiJla res de la región ventri cular
ma , un aldost eronoma, de una coart ación de aorta o de un tu- a nterior hi pQtalámica sinteti z,rn y s us axones trans port a n un
mo r cerebra l. S in e mbargo, me r ece se ñ a larse además qu e polipéptido probableme nte vinculado al m eca nismo de la sed
diversos procesos congénitos, en ausencia de déficit de la fun- vasopresina-angi otens ina dep~ndiente, que es inmun orreacti•
ción renal, o tumorales tales como la quistosis simple o múltiple vamente simi lar alpéptido atria/ 11atriurélico que regul a el vo -
y el adenoca rcinoma suelen cursar en un porcentaje elevado de lumen del fl uido extracelular J produce vasodilatacilón; ei" hí-
casos con hipertensión arterial cuya patogenia no está definiti- gado como productor de uua glicoproteí n a den om inad a
vamente acl a rad a . Un caso especial lo constit.uye el angioperici - a11giote11si11ógeno o Stt strato rtnina plasmá (ico; el pulmón co-
to ma, un t umor vinculado a l aparato yuxtaglomeru lar caracte- mo principal gene ra dor de ICI en zima convertidor a que pro-
rizad o por un a in c r emen t a d a s ec reción de ren i na co n m ueve la conversión de la ang;-otensina Il a parti r de la a ngio-
hiperreninemia y ald os teronemia plasmática elevadas acampa• tensina I e inactiva a la ·braciquinina de origen rena l y, por
nadas de alcalosis metabólica hip okalémica. fi n , el ri,1ón como órgano se nSor de las variaciones de l a pre-
En lo qu e se refiere a la importancia de l riñón en la hiper- sión arteri al y efector de algu.as de las hormonas citadas y a
te nsión art erial esencial no existen pruebas seguras de que el su vez como glánd ula de secrG:ión interna liberando r enina y
mismo participe de alguna manera en la iniciación de la enfer- lípidos vasodil a tadores e hip<tBnsivos como las prostaglandi-
medad. Pese a ello trabajos más recie ntes, señalan que ella sea nas y la bradiquinina.
la consecuencia de la fo lla genética de a lguno de los mecan is- La capacidad hormonal del riñón y su res puesbi como órga -
mo.~- rena1es hormon a les que normalme nte reg ul an la tensión no efector, están íntima ment e 'Í nculadas a la regu lación d el ba-
arterial o la homeos t.asis de l balance hidrosalino y del volumen lance sódico de l organismo, cuya alteración pafecéjugar u n pa-
extracelul ar sin haberse podido comprobar una base morfológi- pel de importa ncia en el de:ermini smo de la hipertensión
ca que la sustente. En efecto, diversos estudi os han demo st rado arterial nefrógena.
1192 SEMIOLOGIA, SEMIOTE CNIA Y MEDICINA INTERNA
Los trnbajos experimentales de Goldblat permitieron esta- te, la red ucción en el flujo sanguíneo consecutivo a la estrechez
blécrr que cuando se provoca la e3tcnosis de una arteria renal de l vaso provocaría un descen so en el fi ltrado glomerular y una
en el p~rro con nefrtclomia contralateral aumenta la secreción menor carga del sodio tubular que llega á la mácula densa, la
de: renina por el aparato yuxtíl glomerular, lo que se confirmó que respondería con una mayor secreción de renina.
porque las células de est1:: últi1no muestra n un incremento de Si bien éste es uno de los probables mecanismos patogénicos
sus granuhiciones. La rc ni11a ver tida al torren te circulatorio ac- de la hipe rte nsión arterial nefrógena y en las condiciones seña-
tl '1,1 sobre t i sustrato re11ina µ/asmático ya citado, un polipépti- ladas se lo ha confirmado , los hechos no resulta n tan cl a ros
do clf: 3Jto peso molecu lar denom inado también ~11giott~:1si11óge- cuando se tra ta dE:: un a ne!i·opatía parenquimatosa difusa y di-
1w nl que hiende liberándose un decapépti<lo relativame nte vt rsos mecani::mos patogénicos aislada o simul táneamente pue-
inactivo, la n11giotcnsi11a I que , por la acción de la enzima con- den participar en su génesis. Por otra parte, un factor que debe
veitidora o ungio te11 si11os(I que se h alla en la sangre, en diver- tenerse en cuenta es el grado de agudeza o cronicidad así como
sos tejidos y especialme!tte en el pulmón, se trasforma en un oc- la causa de la nefropatía. En efecto, la hiperte nsión arte1i al que
tap€pti do, la angioten sin.a 11 potente vasoconstrictora que, por acompaña a la glomeru)onefritis ag uda posestreptocóccica está
efocto ele otras enzi mas proteolítícas distintas de la en zima con- directamente vin culada al aumento del volumen plasmático ori -
Vértidora1 pierde uno de sus péptidos y se re duce a un hepta- gi11ado por la retención hidrosalina consecutiva a la dismi nu-
péptido denomi nado angiotl;nsin a III. ción del Kf, del filtrado glomerular y de la fracción excretada de
La ongi(Jtensina JI constitu ye el principio activJ del sistema sod io ge nerada por la lesión primaria glomerular. Se trata por
poséyen do, fund:u11enta lmen tc, una bipolaridad fu ncional en el lo ta nto de una hipertensión arteri al volumen depend iente.
sentido de que, por un lado, actúa como una glomérulotropina En los pacie!ltes con nefropatias crónicas parenquimatosas
sobré! el sC'ctor glorneruloso c01tical de la glándula suprarrenal la hi pertensión arterial se presenta en el 75 al 80 por ciénto de
promovi endo la bio.-;ínlesis y la secreción de la aldosterona yf los casos , se<_1 n ellas pri maria mente de origen glomerular, túbu-
por nt.ro. condiciona el aumento de las resistencias periféricas lo-interstícial o v::iscular incluyendo a las nefroa ng iosclerosis
por uasoco11M ricció11 con lo que eleva la presión arterial . P::>r es- grave secund ari a a la hi per tensión ar te r ia l esencial h abida
tos efectos vasop resores modifica también la hemodinamia re- cuenta de que la presencia de Ic$iones vasculares intranenales
n:1! al reducir el flujo sanguíneo intrarrenal de una manera uni- importantes, conr.licionantes del déficit funcional renal, estable-
ro nne pero con poca repercusión sobre el FG ya que, por ser su ce el predominio del factor nefrogénico y agrava esta forma de
efecto más actit•o a nivel de la ar teriola eferencial que la 2.feren- hipt:: rtensión arterial.
ria l, promueve un aumento de la fracción de filtración. EsLimu- Los mecanismos que intervendrían, como ya se refirió, aisla-
la asimismo !a liberación de catecolaminas, la secreción de la da o slmultáneamente en la iniciación y en el mantenimiento de
HAD )' el sentido de la sed. la hiperte nsión arterial asoci ada con ~ a nefropatia crónica se-
La an¡:iote11sina III es también un potente estimul ante de la rían:
secreción de in aldosterona pero es relativamente inefectiva co- 1- retención de agua y sod io con aumento del volume n plas-
mo vasocons trictor sistémico salvo la posi ble excepción a nivel mático; 2- aumento de la secreción de rcn ina; 3- deficiencia de
de la vascul atura renal. la actividad de los factores depresores de origen renal y 4- au-
La aldoste. rona, mi neralocorticoide natural siÚtetizado por mento de la actividad del sistema nervioso autónomo central y
la corteza suprnnenal , participa no sólo en el mantenimiento periférico.
de la Yolemia efectiva al regular la reabsorción del sodio a nivel Los valores obtenidos en los estudios hemodinámicos efec-
de l nefró n distal lo que lb hace un eslabón importante en todo tuados en pacientes renales crónicos hipertensos no termi na les
el mecanismo homeostático de la tensión arterial. varían de acuerdo el grado de la insuficiencia del órgano y de la
Como pu ede apreciarse, se integra así un mecanismo do nde hiperte nsión. Así, en los menos afectados funcionalme nte, sin
las catecolnminas la aldosteron a, la angiotensina y la renina, a
1
anemia y con grados 1-11 de hiperte nsión arterial, se comprobó
t raves de una acción directa sobre la:3 arteriolas e, indirecta- un incremento del índice cardíaco y una resistencii:l vascul ar
me nte, regulando el eq uilibrio catiónico Na/K de sus células pa- periférica total dentro de los límites normales. Cuando la hiper-
rletales1 influyen para adaptar la resistencia periférica a las ne- tensión arte,ial era de grado m , el índice cardiaco era normal y
ctsidndes del individuo . la resistencia periférica vascular total se encontraba elevada.
Cum1elo los estímulos que ponen en marcha a cada uno de En el caso de los nefrópata s crónicos avan zados con anemia
esos siEtemas hormo nales se alteran o dichas hormonas son se- imporLrnte -hematocrito < 24 %- se halló una resistencia perifé-
cretadas en cnntidades anormales por la existencia de un tumor rica vascular total mucho mas elevada en los hipert.e nsos que
(feocromocitoma, aldosteronoma) se produce la hipertensión ar- en los nefrópai:as normotensos.
te rial. Sin embargo, ambos grupos presentaban un gasto cardiaco
En el cuso de la hi pertensión arteri al humana de origen re- elevado, sin difere ncias significativas entre ellos, vinculado in-
novascular producida por la estenosis de la arteria renal, suce- dudablemente a la anemia existente.
de lo mismo que en el anima l de experimc!ltación. Existe un au- Con respecto a los niveles de reni na y angiotensin a II en los
mento en in concentración de la renin a en la vena del 1ado renales crónicos es posible hallar una gama de valores desde los
estenosado y la corrección quinirgica o angioplástica de la arte- más bajos o norn1:1.les a los más elevados. Diversos estudios su-
ria pued e conducir a la curación de la hipertensión arterial. Se gieren una relación entre el ti po histológico de la nefropatía y la
considera que, en esas circunstancias, el estrechamiento de la actividad del sistema ren in a-angiotensina. Este se encontró ha-
lu z mte rinl [ldumia a través de dos mecanismos. Por un lado bitirnlme!:le normal o baje, en los pacientes con insuficiencia re-
condicion :i.ría una disminución de la prf:'.sión del pulso de las ar- nal ~ecundmi a a pielonefrítis crónica, ri ñón políquístico ·u otras
teriolas aferentes glomerulares que actuand:.i ('Orno barorr~cep- afecciones túbulo-intersticiales. Por lo contrario, la mayoría de
lores sensibles a la mayor distensión ar teriolar estirnulazi:m la les enfermos con nefroangiosclerosis grave presentaban valores
secreción de reni na por el aparato yuxtaglomerular ubi cado en int~rmedios aunque con una gran dispersíón. Pero es necesario
In pared de esos vasos a la entrada del glomérulo. Por otra par- señalar que la interpretación de los valores de la actividad de la
t✓ EFR O L O GIA 1193
re nina pl asm ática requiere ele ciertas precauciones, particular- talme nte en la regulación fisiológica de la tensión arterial por
mente cu ando exis te un cierto grado de ins ufi cienci a renal y sus efectos en la secreción salina uzinaria. Sj bien experimen-
más aún si son enfernios con grave deterioro ya que no se puede talment e se estableció que im plantes peritoneal es o subcutá-
rel aciona r el valor ele la actividad de la renina plas mática con neos de células in tersticiales de la médula renal reducen la ten•
la in gesta y el egreso urinario del sodio como se hace en los in- sión en los anim ales con hipertensión tipo Goldblat O impiden
dividuos nor males. En todos esos casos es lmportante e fectu ar su aparición en los animal es anéfri cos ello se con t rapone al
la relación de la activid ad de la renina plasm.á t ica con el valor efe cto benefi cioso que la nefrectonúa bilateral tiene en los pa-
del volume n del espa cio del Na+ intercambiable o del volumen cientes con hi per tensión no volumea dependiente. En res ume n
sanguineo. Es así que un valor absolu to de la acti vid ad de la re- la posi bilidad de que el ri ñón produzca una hormona anlihi per'.
nina plasm3. tica no rmal resulte ser '•inapropiado" para un de- tensíva es proba hle pero hasta ahora no existen hechos ciertos
terminado estado de expansión del Na+E y confi gu rar un hipe- que co!lfirme n t,italm r nte esta hipótesis.
rreninismo relativo ·señalando que el "fee<l-back" A RP/l-Ja+ E se
En el 20 por ciento restan te de los nefró pata s cróni cos con
encuentra a lterado yi:l que normal mente la secreción de r enin a
insu fi ciencia re nal avan zada la ten sión arteri o.l es normal
1
es regu lada tam bién pero en sentido inverso por el volumen del
cuando la lesión afecta especialmente a los tú bulos y al intersti•
espacio extrace1ular que tiende a disminuirla cuando é! aume n-
ÓL' renal. ~ n es taB circunstancias están .:asi siempre alterados
ü1. Esto no sucede por lo tanto en !os p,1\:iemes rennles crónicos
los mecanismos que reguh,n la reabsorción del .so~ io ori gi nando
av nnzados donde pe. re ce generarse un nuevo estado de eq tiili-
una excreción rHuy im portanie de es te catión. Ello da lugar a la
brio a ni vel 1rnls elevado en el mecanismo fi siológico de retroa li-
aparición de _la denominada "11efropatia pcrd edo1'<t de sal". Los
men taCJón ··renin a/volume n de] espacio extra celular" mostrando
estudios hemodi námícos muestra n en ellos la existe nci a de un
<1si la intima interrelación entre ambos fa ctores .
gasto o índice cardíaco el evados (vincul ado a la an emia) y resis•
Por otra pa,te no cabe ninguna duda del papel que juega la tencia s vasculares totales periféricas baj as. No presentan au-
retención hídrosali na en la génesis ele 1a hipert.ensión arterial mento del volumen plasmático ni del Na+E y la r~Jación Na+E·
de los enfe rmos con nefropatías parenqu imatosas crónicas. En /renina es normal, así como el produ cto Na+E x renina es bajo.
efecto, independ ient emente del défi cit de su func ión re nal se En estos pacientes un aporte insuficiente de sal en la dieta lle-
comprob6 un incremento del volumen del fl uido extracelular y va a un a caída del volumen plasmático esti mulando al sistema
una correlación positiva entre la presión sistémica , el volu me n renina-angiotensi na-ald osterona pero sin logra r restaurar la
plas mático y el sodio exlracelular in tercambiable. En la mayo- tensión arterial a su:i: val ores normales si previamente no se au-
ría de los c~sos, la restricción clel sodio de la dietn mejora su hi- menta la ingest.a salina. Deben di fere nciarse de los en fe rmos
pertensión a1teri al. portadores de unu nefropatía diabética o de un a amiloidosis
Esta vinculación se hace más evideute cuando los enform os donde !a pn -3encia de una neuropatia au tonómic::i; origi na hipo-
ingresa n n un plan de diálisis. Es en es tas circunstancias donde te nsión postura! severa a veces con hi perte nsión artería) bas-
resu lb posible con trol ar ?.decuadamente s u tensión ar teri al tanlú importante en decúbito supino. Igualmente deberá tener-
provuc:::tndo un balance hidrosalino negali-vo median te ultrafil- se presen te, 1~ posibilidad de que se trate de urrn hipotensión
tración y reduciendo la ingesta de sodio en los lapsos entre las posLural id iopática primaria en un paciente renal, en cuyo caso
di álisis (hipertensión arterial volumen depend iente) la hipote nsión existe tanto en decúbito supino con,o vertical.
En una minoría de" casos , la hipertensión alie r-ial no respon- De todas maneras es indudable que los conocimientos sobre
de n esas medidas . En cnmbio, la nefrectomía bilat era l produce patogenia de la hipertensión arterial esencial o nefró gena, aún
un a espectacul ar mejoría . En ellos se comprobó un cl aro incre- 110 son completos siendo probable que en ellas f articipen más
mento de la :-icti\' id nd de la renina plasmática la que cvídente- de unú de los mecanismos citados, predorni nar1do alguno de
mente resu lta se r fu ndamental como factor causal de la híper• ellos según ce.da caso en particu lar.
tem;ión .
En lo que se re fi ere al rol que le compete a las catecol ami -
nas en }a g€n esi s de la hipertensión arterial en las nefropatías
crónicns que no requieren di álisis, trabajos reci entes parecen
descar tarlo. En efe cto, no se comprobó en ellos dí fe rencias sig-
Relación entre la hipertensión arterial
nificativas con los testi gos normales en los ni veles plasmáticos y la nefroangioesclerosis
de epinefrina y norepi nefrina fu ere cual fu ese el grado de dis-
fu nción renal y e l va lor de la lensión arteria l. Sin embargo, en Puede estab!ec:trsc en principio, que la hiP3r tensión ar le -
1
In etapa termina l de la insufi ciencia -renal, las catecolaminas ri:1! no s uele ser !a consecuencia de la ar terioesderosis. Consti-
tienden a elevarse. Est a hipercalecolaminemia que se observ a tuye una er.cepción a esta regla la estenosis de h arteria re nal
en dicha situaci ón se debe a una recaptación neuronal dismi- por una pl aca de ateroma que cond uce a una hite1t ensión arte-
nuida y a una di sminución en s u degradación enzimática. rial del ti po renovascular.
Por el cont.rario, no existen dudas que la hipertensión arte-
En los pacientes en diálisis también se comprobó niveles ele- rial fav ore ce y acelera la evolución de la artericesclerosis . Esta
vad os de catecol aminas y que el bloqueo fa rmacológi co completo última SP, manifiesta por cambios involutivos ~e las arterias,
del sistema nervioso au tónorno produce una caída importa nte 1nás evidentes en las de mediano cali bre, don<le se obsen,a la
de la tensión arte1i aJ en los que eran hipertensos. hipertrofia e hiperplasia del tejido conectivo de h media y de ]a
Fin almente corres ponde analizar si el dé fi cit de las sustan- ín ti ma. Igu3lme nte sucede con el ateroma, que fS más evidente
cias \iasodila tadoras de origen renal-prost.aglandi nas, sistema en las arteri as de mayor calibre, especi almente en la aorta ab-
c:alicrein·a -qui ninas cum ple un papel im portante en la hiperten- dominal , resto de la aorta , arterias coronaiias, esplénica, caróti-
sión ar te rinl de los nefrópatas crónicos. Debe señala rse que por das, vert.ebrales 1 tronco basilar, las que se vuelv~n sinuosas y se
tra ta rse de hormonas de acción local sólo participan fu ndamen• deforman.
1 194 SElvllOLOG IA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Ambos procesos pueden desarrollarse en personas normo- dando lugar a la forma oligoanúrica del síndrome nefrítico agu -
t.ensas, pero b presencia de hipertensión arterial, además de do, bastante frecu ente en la glomerulonef1itis metainfecciosa de
aceler3.r su evolución, favorece la aparición temprana de com- la infancia. Es común que al cabo de pocos días se normalice la
plicacion es /aneurisma arlerioesclerótico, ruptura y trombosis diuresis; la persistencia de la oliguria constituye un signo de
vascul ar). En la forma benigna de la hipertensión arterial la 1 pronóstico desfavorable.
si n tonrnto logfa es nula, aunque a veces se presenta una cefalea ·{,{La hematuria suele ser al comi enzo macrosrópica , con fre-
a predominio matu tino. Los síntomas si existen son explicados cuem:ia de color pardo y raramente roja. En este caso no se
por la arterioesclerosis o por complicaciones de la hipertensión acompaña de coágulos como sucede en la liti asis y en los tumo-
arterial. Desde el punto de vista renal puede presentarse nictu- res de las vías urinarias o del riñón. La presencia de sangre
ria, vestigios de proteína en la orina y microhematuri a. El fil- confiere a la min a un aspecto tu rbio; cuando se la deja resposar
trado ;!lomerular se mantiene dentro de los 1ímites normales se produce un sedimento de color pardo o en poso de café , cons-
durant~e mucho tiempo, observandose en cambio disminución <le tituido por los hematíes destruidos, con su hemoglobina trans-
la C8pacüfad de ccncentTación. form ada en heme.tina ácida. Con el lTanscurso de los días, y a
La hipertensión arterial esencial, raramen te conduce a la medida que el proceso inflamatorio disminuye, la hematuri a de-
insuficiencia renal. Cu ando ello sucede es la consecuencia de crece hasta que se convierte en microscópi~a. Por cierto que la
una hipcii.ensi ón de larga data con ar.entuada elevación de la evolución depende de la etiología del síndrome nefrítico, pero
presión diastólica o de una fonna evolutiva denominada hiper• siempre es posible comprobar su persistencia durante un tiem-
lensión maligna. po bastante prolongado, y más allá de los 45 días clásicamente
Se define como faz mali gna de la hipertensión arterial a una est.ab\ecidos en la glomernlonefritis aguda. , si a los pacientes se
forma clínica de la enfermedad que rara vez se presenta desde los controla por medio de conteos seriados con la técnica de Ad·
el principio y que con frecuencia continúa a una hipertensión dis o de Hamburger.
primaria o secunda ria y que se caracteriza por una acentuada ;, La proteinuria, de tipo glo~nerular poco selectiva, suele osci•
hipertensió n diastólica, daño renal te mprano y progresivo, lar entre los 0,30 y los 3,00 g por día. Se la atribuye a un au -
aca mpanado de edema de papila, hemorragias y exudados reti· mento de la permeabilidad de la pared del cnpila..r glomerular
nianos, aunque en ocasiones estos signos pueden estar ause n· por el proceso inmunológico, condicionada por las alteraciones
tes. Esta fo rm a conduce a la muerte por uremia o por complica• en la estructura de la ml'mbrana basal que modifica su porosi•
ciones cardíacas o vasculares cerebrales. A nivel del riñón, dad. En la mayoría de las circunst.ancias disminuye rápidamen·
como en c-1 resto de los pa rénquimas se comprueba una aiterio- te sl se trata de un n g1omerulonefritls aguda y es frecuente su
litis necrcitica au nque debe sc.f,a larse que no es una lesión pa- desap~:rición en la ~egunda o terc~ra semana de iniciada la en -
tognomcinírn de este proceso. fermedad . Otras vei.:es persiste más tiempo sin desaparecer, o
Cabe agregar que la lesión fibrinoide vascula r puede inducir 3umenta t:uando la glomerulunefrit.is evoluciona hacia la forma
una anemi a hemolítica tnicroangiopática que lleva a su vez a la subagucla o el proceso que provocó el síndrome nefrítico se agra~
coagulación intravascular perpetuando la lesión arteriolar.
va. La proteinuriR se acompañ a de cilindruria granulqsa y he-
mcítica. Los cilindros hemáticos constituyen un elemento de im•
portancia para fili a r a la hemat uria como de origen ren al
SINDROMES RENALES parenquimatoso, permitiendo diferenciarla de las de causa qui -
nirgica, como las que producen la li tiasis y los tumores. Cuando
Se analizarán los aspectos semiológicos (clinic(/ y h umora · el síndrome nefrítico agudo corresponde a un lu pus e!itematoso
les ) de los distintos síndromes renales: síndrome nefrítico agu- diseminado o a otra colagenopatía, pueden hallarse cilindros
do, sl!tdrome nefrótico, s{ndrome de insuficiencia renal aguda , leucocitarias, gra.sos, a.11chos y céreos.
si11dro111es i11fccciosos urinarios agudo y crónico, sinclrome de ._ La función renal muestra diversas alteraciones , según la in -
i11suficie.11cia renal cró11iw. tensidad del pro~eso y su etiología. Si bien muchas veces es
prác.t.icamente normal, resul ta frecuente comprobar un deseen-
,,, Jel flujo plasmático renal y, en especial, del filtrado glomeru-
Síndrome nefrítico agudo iar, con una dis minución de la fr acción de filtración por debajo
del 20% habitual.
El síndrome nefrítico agudo se car;tdtri za 'fundam~nta l· La cfrnsidad i!riJwrin suele ser normal al comienzo del sín-
mente por la presencia de oliguria, hemut uria , proteinuria leve . drÓme ne[ritiro de la glomerulonefrit.ís aguda y variable en los
o mcdimw, edenw de pnca intensidad i: hipel'te11sión arterial, de de otra etiologia. En el priJ].er cas0 traduce el mantenimiento
iniciación brusca. La azoemia su ele :jl!r normal o estar li gera~ de la fu ncióc tubuloin tersticial que regula la reabsorción hídri-
mente elevada, llegando en algunos casos a superar el gramo de ca hasta que, y en relación a un déscenso importante del filtra-
acuerdo con la gravedad del proceso. Es comtin la presencia de do glomerul ar, se altera la capacidad de concentración por caída
una anemia normocitica discreta, de leucocitosis -y de eritrosedi• de la hipertonía medular, disminuyendo la densidad.
mentación acelerada que gu ardan una estrecha relación con la La concentración sanguín ea. de la urea y de la creatinina
causa etiológica del síndrome. tambi én se modi fican. Se prvduce el au mento de la primera sólo
Las alteraciones urinarias citadas son la consecuenéin de las sí la oliguiia y el descenso del filtrarlo glomerular son importan-
lesiones de los capilares glomerulares, producidas por Jiversos tes, en cuyo raso alcanza valores de 80 a 100 mg por ciento o
mecanismos patogénicos, ge neralmente vinculados a procesos más. Por lo contrario, la cifra de la creatinina asciende más rá•
de tipo í11munológico y en algunas ocasiones a nefropatías tubu• pidamente que la de la urea por ser una expresión más fidedig-
lo intersticiales. na de la función glomerular. Los otros catabolitos proteicos se
La oliguria es variable y la diuresis oscila e11 el adulto entre el(!Vélr. pve:u, excepto en el síndrome nefrítico olig~anúrico, cuya
los 500 y los 800 mi diarios; en el nfoo es, por cierto, menor. En el'olución humoral se,·:i similar entonces a la del síndro'me de la
los casos extremos Heg& el ser de un 11/ poco3 r11ililit.rry~ diarios i1: 3uficic'.1da TC!lal r1g:udi1. En este caso existirán aJteraciones
NEFROLOG IA 11 95
en el estado ácido-base, en el equilibrio hidroe]ectrolitico y en la Se ha descartado que el edema del sínd rome nefrítico res-
ka lemia. ponda a una patogenia hiperaldoste rónica.
Las nwnifestociunes cl{nicas más frecuentes del sindrome La hipertt!nsión arterial constituye otro de los signos clini-
nefrítico son el edema y la liipcrtensió11 arterial. El primero se cos más conspicuos y de aparición más tempran a; rara vez está
hace ostensible en la cara, en la región periorbitaiia, donde in- ausen te. Es una hipertensión sistodiastólica que puede su pe-
fi ltra los tejidos bxos de los párpados, y en el dorso de las ma - rar los 200 mm de Hg de máxi1na y los 120 mm de Hg de míni-
nos:. Cuando es más intenso existe edema pretibia) y el signo ma; en 1:I nillo, deben v3lorarse aun los pequeños au mentos, no
del godct es positivo; rara vez se llega al estado de anasarca. siendo raro que, ('.r. al{,11mos t::1~os 1 se observen valores simil a-
En este caso coincide con las formas más graves dt:l síndrome, res a lus del adulto. La hipertc•nsión arterial puede desencade-
c.:on un ·aporte salino excesh·o o con la eomplicación de una in- 1:.ar una insuficiencia ct.irdíaca nguda por claudicación ve ntri-
fusi ficiencia cardíaca congestiva. En general, el edema suele cular lzguierda, produciéndos!! la decapitación de la máxima.
ser moderado, dura r una a dos semanas y desapa recer rápida- Esta cor.1 plicación f':S más frecue nte en el niño y, a veces, cons -
mente con el reposo y la dieta hi posódica especialmente en la
1 titu:1e lri forma de pre~entarse la enfermedad. Se ha atri buido
gl mnerul onefritis aguda. En el síndrome nef1ítico de otras etio- la hipert~ nsión arter.rd a la expansión del compartimiento in -
logías, su Bvolución es totalmente: imprevisible y varia ble. travascular (hiperuolcmi.a aguda) provocad a po r la retención
La patogenia del edema del síndrowe nefrítico ag::do no hidrosalina y al au11u!,1to de la resiste'ncia periférica , condi cio-
e~ muy clara. Existen razones valederas para acepta r que la nada por tma mayor reactividsd de los capilares a las catecola-
re te nción sód ica no es simplemente la consecuencia primaria minas como consecuencia del rnayor conte nido en sodio de sus
de un ·'disba lance glomérulo-tu bular en el cual existiria una paredes.
calda del FG v una reabso rción de sodio inalterada. Actua l- Lt1 hipertensión arterial suele mejorar al producirse la crisis
mente se esti~a que el coeficiente de filtración Kf está nota- poliúrica y con la restricción S<tlina en la dieta pero, en ciertos
blemente reducido por l<t lesión que afecta a los glomérulos pacientes, se prolonga du rante bastante tiempo y obliga al su-
generando, desde luego, una caída del FG y de. la reabsorción ministro de drogas hi ::,otensora.s.
proxim al tu lrnlar en los nefrones corticales originada esta úl-
U11u de los aspectos más dramáticos del sindrol11e nefrítico
ti ma por la reducción de IA fra cción de filtrac ión y de la pre-
agudo es b encefalnpa Ua agiula hipertensiua que se presenta
sión oncótica en los capilares peritubulares. Esto hace qul-3 el Cú!l cefalea;;, nílust:!as y vómitos , trasto rnos del sensorio qu e
volumen del fluido que abandona el túbulo proxi mal y llega a
puedfn lleger al co:na, hi1::,crknsión a1ter ial muy elevada, co11-
los m~s disln les est~ supeditado a l descenso del FG y a la
vulsio11cs clónlCo-tón icas y signo de Babínski. Este cuadro pue-
dís min ución de la reabsorción proximal, factore s ambos que
de ser precedido por trastorno~ visuales: escotoma centellant e,
actúan en sentidos opLtestos . Sin em bargo, en la fase tempra -
h8mianopsias o arnaurosias ternpora1;.cts que traduce n los va-
na del sindrome nefritico agudo1 la disminución de la reab- soespasmos arte,iolares y el edema cerebral.
so rcióu proxi mal no alcanza a compensa r el descenso del FG
de manera tal que se produce una reducción signifi cativa ele La ;·,1inopalía hiper/ensiuo depende de la gravedad del pro-
la carga del fluido que llega a los segmentos ubicados más ceso siendo, en general, poco frecuente y sus características ha.u
allá del proximal y la retención hidrosalina consiguiente por sido desc>iptas en el capítulo COITespondiente al examen del en-
u n incremento de la reabsorción absoluta y fracciona] del so - fermo í.'e nal.
dio a ese nivel. La hemodinam ía circula.torici está alterada como consecuen -
cia de la hi pervolemia y de citrtos trastornos que se producen
La dism inución marcada de la excreción de agua y sa l,
en la distri bución del Yol um(: n sanguíneo y cuyo mernnismo
ag regada al ingreso salino libre, de te rmina el desarrollo ini-
responsable se de:-conoce aunque se la ha imputado a un au -
cial de un a expansión signi ficativa del V.F.E. y la aparición
mento d1:! tono vcnu.So periféríco. Esto provocarí::l una estasis
re lativamente rápida del sindrome 2dematoso. La hipervole-
sanguínea en el pulmón y en los vasos centrale.:> denomi nado
mia, que desde luego se prod uce, condicio1!a rnmbíos profu n- 1
<lepe.ne.len de la eti ología del síndrome que condiciona a su vez na proteinuria de (iltrnción !:electiva. En aquellos otros casos,
disti ntas le:si 011es y en diferentes grados de intensidad. co mo en la glomérulo-nefritis mem bran oso*proliferativa, la
arniloi dosis renal, la glomérulo-esclerosis inte rcapilar diabética
Dt?.-:.de el punfu dt! ui~ta patoiJnico, se considera que el sín-
y la nefro patía del mielonrn donde existe una gran alteració n de
drn mc ne/hítico es la consecuencia de un(I alte ració11 de la
la pared del capilar glomerular, que afecta no sólo a la membra,
mcmhmn ú bnscd tlomerulnr que cwm enta s11 pcrmeobilidad a
na basal sino tambi én a los el ementos epiteliales y endoteliales,
líl s protcinus plnmuiticns y origi na la ¡noteinuria. Como resul-
asi como a l mesangio, la protein uria es mucho más com pleja. Se
tado dt' las pérdidas proteicas uti nari as, en forma especial de
comprueba, ademri.s de las fracciones ya citadas - 3.l bú mi na y
albúmina , se produce una hipoproteínemia con hipoalb umine-
globulinas hasta la t.ransferina- la presencia de glubulinas de
mia, que clisrn.inuye la presión oncót.ica plasmática y facilita la 1
tas alteracion es proteicas, por medio de la inmuno-electrofore- La colesterolemia supera, en la mayoría de los casos, los 350
sis, pone de manifiesto especialmente la desa pa1ición casi tot.al mg por ciento, pudiendo alcanzar valores hasta <le 1.500 a 1.900
de la.s inmunoglob ulinas portadoras de anticuerpos fuertes co- mg por ciento. Los t1iglicé1idos llegan a quintuplicar los valores
mo IgG, ]g-A e IgD mientras que, por lo contrario, está aume n- normales , mientras que los 8.cidos grasos li br~s suelen estar
tada la lgM. Esto explica la poca resistencia de estos enfermos disminuidos, pero con 3Jteracioncs en sus dístin tas fracciones,
fl las infecciones, ya que esta última fracción transpor ta sólo de tal manera que existe un au mento relativo del ácid o oleico.
antic uerpos débiles. Sin emba rgo, debe tenerse en cuenta que La calccmia total y su fracción iónica se hall an disminuidas
cuando el sindrome nefrótico coincide con una colagenopatía, en por una defi ciente reabsorción intestinal debido a la pérdida de
espetiHl el lupus eri tematoso diseminado, con una amiloidosis o la globu hna trasportadora del colecalciferol que origina nna hi-
un mieloma, la patente electroforética señalada puede ser dife- povita1ninosis D. Esto puede generar, ade más, un hiperparati-
rente. roid ismo secundario con osteomalacia y osteitis fibrosa.
En estos casos es común hall ar hipergammaglobulin em ia., lo Igualmente está dismi nuido el iodo proteico, habiéndoselo
que constiluye un elemento diferencial de im portancia. Con res- atribuido a diversos factores entre los que se pt1l!de n mencionar
pecto a b patogenia de la h ipoproteinemia1 no exist.€n dudas de la pérdida significativa del metaloide por las materias fecales y
que ella es la co nsecuencia en gran parte, de las pérdidas pro-
1 las ori nas , el transporte insuficiente por alteraciones cuanti ta-
teicas m·inarias. Pero este simple mecanismo no básta para ex- tivas y cualitativas de las globulin as alfa 1 y alfa 2 encargadas
plicar su intensidad ni la disglobulinemia presente, pues se ha de ello, o la incompetenci a del eje hipófi so-tiroideo para incre-
comprobado una síntesis prote ica normal o aumentada. Esto menta r la sf!creción de la hormon a tiroid ea en l:i cantidad sufi-
explicaria en tonces dos posibilidades: pérdid as extrarren ales a ciente para compensar su pérdida.
nivel digestivo o un incremento en el catabo lismo proteico que La elcctrolitemia total también l!Stá disminuida a expensas
establtcetian un desequilibrio entre la producción y los requeri- de la natre mia y la clorernia 1 por aumento del agua total corpo-
mie ntos rea les del organismo. Ta nto una como otra si tuación se ral que condiciona una hipo11atrcmia por dilución. Sin embargo,
han comprob3.do en condiciones clínicas o experirr:.entales pero es import.ante recordar que esta hiponalremia di lucionnl t rans-
no en todas las circunst.anCias. curre con aumento del sod io total corporal determinado por la
Las causas que condicionan la disglobulinernia tampoco son existencia de los edemas . La /wlemia puede ser normal o estar
conocidas, pero es probable que estén ligadas al proceso inmu- ligeramente disminuida.
nológico, en especial en los casos en que ésta sea ]&. patogenia Suelen comprobarse alteraciones hemáticas qu e difieren en
del sindrome. su inte nsidad, según sea la etiología del síndror!\C nefrót.ico. Es
Simul táneamen te cún estas alteraciones proteicas, existe frecuente el hallaz.go de una discreta anemia normocítica, con
ta mbi~n un a disminución del complem cntn y de la helcl-1-c glo- eritrosedimentación acelerada y a veces leucocit:Jsis con eosino-
bulina, precursora del mismo, cuando está en juego un proceso fili a. En lo que se refi ere a los mecanismos de la coagri lación es-
inmu nológico. tán aumentadas las plaquetas, el fibrinógeno y los factores V y
Vlll, mientras qne los factores 11 , Vll y X suelen ser normales.
El jihri11óge110 suele aumenta r llegando a valores de 700 mg
Estas alteraciones explican la presencia de las trombosis veno-
por ciento !normal 200 a 400 mg por ciento] y facilita la apari-
sas en este síndrome.
ción de trastornos en la coagulación, que se manifiesta por tro-
La func ión ren al g lobal y selectiva puede ser norm al o estar
mobosís venosns .
alterad a y ello depende de la cau sa que ha deiencadenado el
La am inoacidemia experi menta variaciones im porta ntes du- síndrome y del tiempo de evolución del proceso. Asi, en la nefro-
rante las denomin adas crisis nefróticas, donde se produce su di- sis li poídica pura con diuresis poco alte rada, ef común encon-
minució n, en co incidencia con el aumento de la amino-acidu ria. trar una azoemia y una creatininemia normaks o a un dismi-
Otra alteración frecu ente, pero no constante en el síndrome nuidas, con filtrad o glomerular y un flujo plasmático efectivo
nefrótico, es la presencia de 1,iperlipidcmia por aumento del co- tambi én disminuid o. Po!' lo contrario, si el cua.fro transcurre
lesterol total, los fosfolipid os y los triglicéridos. con grandes edemas y olieuria, esos valores son patológicos, de-
Las li poproteinas de baja (LDL) y de muy baja densid ad mostrnndo la existencia de una importante alteración fu ncional
(VLDLl estíl n frec uentemente incrementadas. Existe una rela- que puede normalizarse cuando mejora la enfenr:edad.
ción inversa bastante estrecha entre los valores de 1os TGC y En el síndrome nefrótico de la glomeruloneftfüs mem brano-
lr,s VLDL lipoproteinas y la hipoal bum.inemia ya que aquellas so-proliferativa, del lupus eritematoso o del sín,frome de Kim-
e5t:in francamente aumentadas cuando los valores de la al bu- melstiel-\Vilson, es com ún la presencia de divers-,s grados de in-
minemia son infe 1íores a los 2g/l. Las li poproteínas de densidad suficiencia rf::na l rnn las características hu m)fales de esta
elevada IHDL) pueden ser normales o estar disminuidas. Lapa- situación.
togf:' nia de estn hiperlipidemia no es bien conocida. Sin embar-
go. diversos estudios, parecen establecer que la reducción de la
presión osmótica consecutiva a la hipoalbu1ni nernia estimula la Etiología del síndrome ne frót.i co
producción hepática de aqualfas e interfiere con su ut.ilización
pe ri fé rica y/o su metabolismo . La convers ión periféric a de Puede ser la consecuencia de enfermedades P,omerulares de
VLDL a LDL parece vincul arse a la deficienci a de ciertos cofac- caracter idiopático o consecutivas a factores caU3ales conocidos
lores, tales como el orosomucoicle o a la acumulación de ácidos en las que el riüón constituye el órgano blanco da! proceso agre-
grasos libres por fa lta de receptores albúmino-depcndien tes. No sor o uno más, de afecciones sistémicas. Con rdación a lo pri-
se descarta ta mpoco la pérdida urina:-ia de dete rminadas lipa- mero, si bien es posible, en muchos casos estal:fecer un meca-
sas como factor causal de la hiperlipidemia del síndrome nefró- nismo inmuno!0gico no resulta factible determi1ar su etiología.
t.ico. Esta importante alteración metabólica se constituye en un Se incluyen en esle grupo de síndrome nefrótico idiopá tico a la
facto r de ri esgo para increm entar la mortalidad por e_nfermeda- glom crulopatia a cambios m{!Úmos o nefmsis li]f.díca idiopciti-
des cardiQvasculares en el paciente nefróti co. ca, a la glomeru lonefritís mesangial, a la esclero;.is glomerular
11 98 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
focal y segmentaria o global, a la esclerosis glomeru{ar difusa, tubular tóxica, la lesión glom erular primaría, la obstrucción
a lo glomérnlopotia extramembranosa, a la glomerulonefritis tu bu.la,~ el edema intersticial y la nefritis intÚsticial aguda .
mesangio o niC!mÓrano•proli(eratiua difu sa, a la. glomerulo11e - La isquemia renal fitncional o 11efropat{a uasomotora que
¡¡.¡·t,:,~ endocapilar, a la glomerulonefritis endo y extracapilar puede ser totalmente reversible pero cuya p~rsistencia conduce
con crecientes asi como a otras lesiones escleróticas crónicas. a lesiones necróticas tu hulares, es el resultado de la respuesta
En las formas secundarias puede ser la consecuencia de de- hemodin ámica del iiñón a la dismin ución brusca de la uó!Cúúa
terminadas toxinas o drogas tales como los mercuriales orgáni- circulante efecliua. S~ pr~senta en aquell as circu.n stanCl~'q~e
cos o inorgri.ni cos, las sales orgánicas de oro, algunos metale s se acompañan de un est&do de shock , tal como las hemorragias
pesados como el bismut-0 y el cadmio, el tridione, el captopril y profusas, las pérd idas impo,tantes de agua y electrolitos o plas-
la penici\amina. En otros casos se detecta el antecedente del ma) la sepsis por gérmenes gramnegativos o anat:robios, y el có-
co ntacto con ciertos alérgenos, picad uras de abejas o Vl.boras, la lapso circulatorio de causa cardíaca o periférica. En todos los
inyección de antitoxinas séricas, vacunas desensibilizantes o to- casos, se produce un i~~~~rriento im porta nte de la resist!!_1cia
xoide diflé1i co o ant.itetánico. Igualmente puede presentar se en int~~ri.al mediatizada pQ.r la acción de la angiotensina H so•
el curso de algunos tumores sólidos de mama, estómago) pul- bre las arteriolas aferente y eferente glomerular. Es to ieduce
món, colon o del sistema hem atopoyético como la leu cemia, el significativamente el ílujo s;_nguíneo .intrarrenal en un 25 ~1 50
linfoma y el mieloma. Se lo ha desc1ipto en la mayoría de la co- por ciento de sus vaJoreS- nor·,ña1es, medidos con la técnica de
iagenopatias y vasculitis, particularmenl~ en el lupus e1i tema- dil ución de colorantes o del 1~vado de gases inet-tes . Ello condi-
toso , en !a granu lomat.osis de V/egener y en la púrpura de ciQ.JJa una dism_inuciQn de la circu!aclón.cor.tícal_con un amn;~llo
Schüenlein Henoch. relativo d~ 1~ ~ ~4~íar lo qua, en c9_njunto, o~Ígina un d~:~c.~!!SO
Asimismo se lo ha observado ea. el curso de distintas infec- importante del filtrado glornerular. Al que con tribuye además la
ciones bacterianas por estreptococo, tuberculosis, sífilis, lepra, caí.c\a del coeficienté de filtración Kf pcr la red.ucción del área de
esta fil ococias como complicación de un a endocarditis 1cnta o la supe.rficie endotelial capílar conSecut.iva a la aéd_~ñ:,~"a"SoCOns-
una infección de una prótesis atiioventricular. Es también posi- trictoia de.. ia angiotensi na ll sobre los element2s .miJ)fibrilares
ble que se presente en alg unas virosis como la hepatitis B, la de· las células mesangialcs del tallo glomerular. Esta respuesta,
mononucleosis infecciosa o la citomegalovirosis o en ciertas pa· funcional en sus primeros momentos, genera a su vez una re-
rasitosis como la hidatidosis, el paludismo y la toxoplasmosis. ducción en la llegada de oxígeno a los sectores tubulares con
Finalmente en enfe rmedades metabólicas como la diabetes me- metabolismo oxidativo, cuyo aporte sanguíneo es dependiente
llitus, o heredofamiliares como el síndrome nt:-frótico congénito, de las arteriolas eferentes glomerubres. En la medida que ella
la amiloidosis familiar en sus diversas fo1mas, el síndrome de no persista el tiempo necesario como para dañar a los sistemas
AJport, la enfermedad periódica Mediterránea feb ril, la enfer- enzimáticos de transporte energético de las organelas intracelu-
medad de Fabry, etc. lares tubulares no se generarán daños necróticos a este nivel.
.tUgunos de los procesos mencionados anteri ormente serán Ah ora bien, el mantenimiento de la isquemia renal funcional
descrip tos en otros apartados de este capítulo. producirá las lesi1 mes citadas d3.ndo lugar a 1a denominada ne-
crosis tubµ!ar isquémica caract.elistica de la insuficiencia renal
aguda vasomotora orgúnica. Dichas lesiones se localizan en
Síndrome de insuficiencia renal aguda cualquier segmento del nefrón intercalándose con zonas sanas
del mismo ncfrón y con otros nefrones prácticamente indemnes.
Se deno min a así a un cuadro clínico caracterizado por la in- Predomin a n, en general, en el segmento recto de 1os túbulos
ca pacidad aguda del riñón -fun cional u orgánica- para cum- proximales y en la rama gruesa del asa de Henle cuyas célul as
plir con sus funciones homeostáticas. muestran desprendimiento rlel ribete en cepillo, picnosis y rup-
Se exterior iza en el G0 al 80 por ciento de los pacientes por tura de la membrana basal tubular (tubulorrcris) que con stitu-
la dism in¡¡ció11 brusca de la diuresis por debajo de los 20 mi/ho- ye el fenómeno más peculiar de la necrosis isquém ica. En la luz
ra o los 400 ml/24 horas la que en ciertos casos pued e ser pníc- tubular se comprueban restos celul ares que a veces la ocupan
ticarnente nul a acompaúada o no de los signos y síntomas clíni- en su totalidad y que en los túb ulos distales y colectores consti-
1
cos y humorales de la uremia que en forma relativamente tuyen verdaderos cilindras incluidos en la prote.ína de Tarn-
rápida se desarrolla según sea la magnitud del catabolismo cor- Horsfall. Una con!:iecuencia de las lesiones descriptas es la re-
poral desencadenado por el factor etiológico causal. En el 20 al trodifusión del ültrado glomerular hacia el intersticio renal que
40 por ciento restante de los enfermos puede no observarse la se ve favoreci do por el aumento de la presión intratubular origi-
oligo-anuria refo,ida y la diuresis alcanzar valores variables en- nada por los cilindros distales ya descriptos. gsta re trodifusión
tre los 500 a 1000 o 1500 mi diarios. Estas formas de inwfi- juega un papel importar,te en la patoge nia y mantenimiento de
cie11 cia renal agu da no oligú rica guard an cierta relación con 1a la oliguri a de la insuficiencia renal aguda y ha podido ser de-
extensión y magnitud del daño renal o el mecanismo patogéníco mostrada tanto en forma experimen tal como en el hombre. En
en juego. Son frecuentes en la insuficiencia renal aguda conse- algunos casos , las lesiones afectan a escasas células tubulares
cutiva 3 aminoglucósidos, metoxiíluorano, en los pacientes con con casi un a total indemnidad del resto . La microscopia electró-
graves que madu ras· o· posquirúrgicos -particularmente cuando nica permite detectar tempraname nte, en particular en las for-
han sido som('.tidos a cirugía cardiovascular a cielo abierto. En mas experimentales por oclusión no permanente de la arteria
general, estos enfermos tienen una mejor evolución, requieren renal, la hinchazó n y desi ntegración de las mitocondrias y de
de me nos diálisis y, a menudo, se los diagnostica más tardía- otras organelas endoplásrnicas. En peiiodos más avanzados de
mente o evolucionan espontáneamente sin tratamiento. Pese a la enfermedad pueden observarse focos de regeneración con mi -
ello alcanzan una mmtalidad cercana al 25 por ciento. tosis nucleares. Los glomérulos h abitualmente se presentan
La oliguria de la insuficiencia renal aguda puede producirse normales aunque, en la insuficiencia renal aguda experimental
por variados mecanismos que actúan aislada o aunadamente. por infusión de norepinefrina es factible comprobar, mediante el
Ellos son: la isquemia re11al fu11cio11al u orgán ica, la necrosis microscopio electrónico, de barrido estereoscópico un borra•
NEFROLOGIA
1199
miento de los procesos interdigitales de las células epiteliales mieloma o de ~igme~tos orgá.nicos tales como la hemoglobina
con protrusión de porciones de estas células haci.a el espacio en las transfus10ues mcompat1bles o.de.la mloglobina en el cur-
urinario. so de las rabdomiólisis consecutivas a traumatismos por contu-
El segundo mecanismo en importancia que puede originar sión o atricción muscular o shock eléctricos, por ejercicios inten-
una insuficiencia renal aguda está vinculado a la agresión del sos, convulsiones, alcoholismo o 1niositis viral.
órg;.1110 por sustancias tóxicas que se eliminan selectivamente El edema intersticial) aunque excepcionalmente, puede ser
pl!l' €1 y daúan preferentemente a la parte recta de los túbulos causa de insufü:;iencia renal aguda oligo-anúrica ai generar un
¡:,roximales aunque también se han descripto en su porción con- incremento de la presión intersticial que comprime el asa de
tornc<.tda, constituyendo así la denominada necrosis tubular tó- Henle en su sector más delgado y dificulta el paso del fluido tu-
.\'ico. Dese.le el punto de vista histológico, las leSiones tubulares bular..Más frecuentemente sucede que el edema acompañe a las
difieren de las que se observan en las formas isqu_émicas por lesiones anteriormente descliptas siendo la consecuencia de la
permanecer, habitualmente, indemne la porción más basal del retrodifusión del filtrado y se constituya en un factor patogéni-
citoplasma celular y su correspondiente me~1brana basal. Pue- co secundario.
de haber extensas calcificaciones de las células necrosadas en Por fin, la insuficiencia renal aguda también se observa en
t~speci.11 cuando el tóxico ha sido el bicloruro de mercurio. Los el curso de las nefropatfos tubulointersticiales agudas donde los
segmentos distales del nefrón están ocupados por cilindros gra- infiltrados celulares difusos, el edema intersticial y las lesíones
nulosos o constituidos por restos celulares. Puede observarse tubulares son causantes de la aligo-anuria.
t:dema intersticial e infiltrados leucocitarias vecinos a los vasos Semiológicamente, el síntoma inicial príncipal más frecuen-
reclos. Numerosas drogas y compuestos químicos pueden origi- te es la oligoanuria aguda. Se evidencia cuando el proceso que
nar esta forma de insuficiencia renal aguda tales como el biclo- la condiciona aún está presente o lo que es más común, cuando
ruro de mercurio, los medios de contraste iodados, la fenilbuta- el enfermo aparentemente lo ha superado. En la primera cir~
zona, el bismuto, la nafta, el tolueno, el etilenglicoL Cabe cunstancia es muy importante determinar si las causas que
n.-codnr, sin embargo, que las lesiones histopatológicas pueden producen la.oligoanuria act.úan primariamente a nivel prerre-
corresponder a las tif)icas de las nefropatías tubulointersticiales nal, rena! o postrenal.
que serán descriptas en un apartado posterior (ver Nefropatías Esta diferenciación, en cierto modo topográfica y no absolu-
tu bulo intersticial es). ta si se la considera en su sentido más estricto tiene la validez
Un~ forma especial de insuficiencia renal aguda nefrotóxica de ubicar rápidamente al médico frente al pací;nte y le permite
es b vinculada con los aminoglucósidos. En efecto, estos anti+ adoptar una decisión terapéutic:a. inmediata que puede resultar
biót.icos interaccionan con la membrana plasmática de la celu+ salvadora para el mismo. La existencia de ciertos parámetros
lar tubular y con las membranas de las organelas subcelulares, clínicos y humorales es orientadora y a veces aseguran si el ri-
en particular con las mitocondriales y las lisosomales ligándose 11ón lia sufiido ya las consecuencias de la causa que desencade+
a sus constituyentes fosfolipidicos y alterando su función meta- nó la oliguria o si ésta es la respuesta funcional homeostática
bólica enzimática. Producen hinchazón y alteración de la fun- del órgano que aún esta indemne,
ción oxidativa respiratoria de las mitocondrias e inhibición de El análisis semiológico de la oliguria incluye, en primer lu-
la actividad de las fosfolipasas lisosimales que aumentan en gar, la consideración de los ante~edE:ntes del paciente y la situa~
númern y tamaiio secuestn:!ldo lipidos tóxicos y originando los ción clínica que la condiciona. Es fundamental descartar la po-
denominados cuerpos mieloides. Este tipo de lesión, como ya se sibilidad de que se trate d,,1 episodio terminal de· una
seüaló, cursa con diuresis conservada y suele pasar inadvertida insuficiencia renal crónica, cuyo diagnóstico se establece por el
la insuficiencia renal consiguiente si el médico no evalúa la po+ interrogatorio y el aspecto característico del paciente urémico
sibilidad de su apa11ción controlando durante el suministro del crónico, sin olvidar que, a veces, ~l síndrome de insuficiencia re-
aminoglucósido la azoemia y la creatininemia. nal aguda t,unbién puede presentarse en ellos. Sin embargo 1 lo
Cuando el mecanismo de la insuficiencia renr1! aguda está común es liue se desarrolle en t;:nfermos previamente sanos y
vincuhdo a lesiones primarias o secundarias del glomérulo la entonces la existencia de una C3.Usa capaz de agredir y lesionar
etíologia más presumible corresponde a la glomerulonefritis a] :rin<. :1 debe ser tenida en cueHta, especialmente si la misma
aguda postestreptocócica o a las formas hiperagudas de la glo- cursa con un cuadro clínico de shock. Es en estas situaciones
merulonefritis proliferativa enda y extracapibr cm-: se.mi!ü:1as dondt:'. l:1 oliguria se pre~eüta más rápidamente como expresión
en creciente, o al síndrome urén:ico hemolítico col! microangio~ Je un mecanismo destir:,1do a normalizar la volemia alterada y
patía trombótica del nir1o o del adulto, o a la nefritis lúpica agu- cumplido por un rii+:ón funclonafmente normal. Esta oliguria·
da. En todas esas circunstancias, las lesiones hisUJ16gicrb con d-2 causa prerrenal, se camctcriza entonces por exteriorizarse en
las características correspondientes a bs lesiones ;;;eihdadas µleno perfod1., agudo clr. la enfermedad y, siendo la orina, al co-
afr,ctan fundament8lrnente a los glomérulos y son descriptas en mienzo, en la mayo,fr1 de los ca.sos1 de buena densidad con una
los apartados correspondientes. Con menos frecuencia, la lesión concentración elevada de urea J' baja en sodio. Puede contener
glomerular es secundaria a la obstrucción aguda de las arterias pequetlas cantidades de proteinu1ia, sin que ello tenga sigmfi-
renales principales o secundarias a fonómenos embólicos o de cado diagr..óstico o pronóstico.
los capilares glomerulares por fenómenos de coagulación intra~ Dado que en estos casos el tratamiento adecuado con resti-
vascular diseminada como se ve en la púrpura trombótica trom- tución a la no:-malídad de la vok:mia círcu1ante efectiva deter+
bocitopénica orig-'inada por una necrosis cortical bilateral par- mina la recuperación de la diur1::3is cuyo volumen se eleva rápi-
cial o completa con anuria irreversible en la mayoría de los damente es fundamental que el médico realice el diagnóstico
casos. diferencial entre esta nliguria el,; causa prerrenal o /Uncional
La obstn1ccirí11 tubular primaria puede ser también causa uasonrnfo.ra de fa imputable! a una lesión parenquimat.osa ya es+
de una insuficiencia renal aguda oligo.anúrica cuando se produ- (ablecida. Es importante remarcar qu·e no se incluye en esa de-
ce la precipitación en la luz de los túbulos de cristales d,· sulfa- nomiflaCión, aunque topográficamente quizás correspondiera, a
midas, de ácido úrico, de la paraproteína ele Bence-Joncs en el la oliguria resultante <le una trcrnbosis u oclusión de las arte+
1200 SElv1I0LOGIA, SElv1I0TECN IA Y lv1EDICINA INT ERNA
Fig. 11 -51.
rias re nales principales, la que no es patogénicamente funcio- con severa acidosis metabólica similar al de la insuficiencia re-
nal sino que cursa con la anulación orgánica y total renal. nal ag uda parenquimatosa verdadera pero con algunos matices
Diversos parámetros se han propues to a los efectos del cita- que la difere ncian tales como la aparición de hipertensión arte-
do diagnóstico diferencial. Nin guno de ellos tiene un valor abso- rial cuando antes no existía y un incremento más lento de la
luto y defin itotio por la existencia de situaciones intermedias o azoemia.
zonas grises donde los datos obtenidos pueden su perponerse al Debe mencionarse también que In anuria total puede ser de
margen de que aun habiendo recuperado el paciente la diuresis causa parenquimatosa y no por obstru cción de las ví as uri na-
la histopatología o la microscopia electrón ica muestran lesio- rias com o sucede, a veces, en la glomcru1onefritis posestreptocó•
nes. Si~ embargo pueden ser útiles y orientadores, siempre y cica, en ciertas intoxicaciones, en la necrosis cortical bilateral
cuando el paciente no haya recibido previame nte di uréticos de total 0 1 como ya se señaló, en la obstrucción erubólica de ambas
asa o manito!, los indices que figuran en el cuadro (fig. 11-51). renales.
Es necesario nwncionar que la oliguria pre.rrenal suele cur- La tercer posibilidad es la oligoanuria de causa. renal pa-
sar con aumento de la azoemia que, a veces, puede llegar al gra- renquimatosa que sorá analizada en e>..ienso
mo, pero sin manifestacio nes clínicas de la uremía. Por esf.as
razones - inte nsidad leve y, en general, rápida reversibilidad
con la tera péu tica reparadora de las pérdidas suf,idas- se la ha Insuficiencia renal aguda parenquimatosa
denominado azoem ia prerreual.
En los pacientes ancianos y en los di abéticos jóvenes con ne- Es la que con-esponde al verdadero cuadro clínico de la insu-
fropatía e hipertensión arterial o con otras nefropatías difusas ficiencia renal aguda como consecuencia de una lesión orgánica
pre\ ias la recuperación de la diuresi3 y la reversibilidad de la
1
1
habitualmente severa, del paré nquima renal con patentes his-
azoemia es más lenta y puede llegar a confundir el diagnóstico topatológicas va riadas.
con la insuficiencia renal aguda ve rdadera. Desde el punto de vista etiológico, este síndrome denomi na-
Otras veces, el cuadro clínico se manifiesta por una an uria do por algunos autores como nefrosis del nefrón distal, necrosis
total o por una oliguria tan extrema que t.iene, práct.icamente el tubular aguda o 11efropotía túbulo-inters/icial aguda ol,goanú-
mismo significado clínico. Descartada la eventualid ad de que el rica se prod uce por las más variadas causas. Sin embargo) te~
pacie nte sea portador de una retención vesical aguda , cuyo niendo en cuenta que la clínica, la evolución y el tra tamiento
di ag nóstico lo hace el interrogatorio y sobre todo la presencia de del síndrome son prácticamente similares excepto a lo que hace
un globo vesical y lo confirma el cateterismo vesical, debe pen- a algunos matices dependientes de su etiología, se la considera-
sarse en primer lugar en la existencia de una causa obstructi- rá en forma conjunta independientemen te del proceso jnicíal
ua postl'le110/ a nivel de los uréteres. Es la denominada ohgo- que desencadenó el síndrome.
a11 11ria post-re nal o seudoin su ficiencia re1wl aguda qu e se L:is causas etiológicas más comu nes se sistemat.izan en la
produce por la obstrucción de esos conductos de origen: neoplá- fig. 11-52
sico, inflamatorio o litiásico bilateral o sobre riñón único ígnora- El síndrome de I.R.A. parenquimatosa se desarrolla clínica-
do o por la ligadura quirúrgica de los conductos. El diagnóstico mente en tres petíodos: período oligo-a11úrico, período poli úrico
puede realizarse, au nque no siempre, por medio de la ecografía y periodo de convalescencia.
del riñón y las vías urinari as que suelen mostrarse dilatadas.
La tomografía axial computada pelviana y abdominal superior
es un procedimiento de utilidad para confirmar una "pelvis con- Período oligo-a núrico
gelada" por un carci no ma ginecológlco, recta!, vesical o prostáti-
co invasivo o procesos compresivos extraurina1ios tales como Si bien la ol iguria es el signo clínico de es te pe1íodo, la mis-
adenopatías ret.roperitoneales tumorales o una fibrosis retrepe· ma puede estar ausente como ya fuera señalado dando lugar a
1
ritoneal difusa. Eo todos estos casos es imprescindible el exa- la forma no oligoanúrica. El interrogatorio permi te habitual-
men endoscópíco vesical y eventualmente el cateterismo urete- me nte detectar la existencia de antecedentes de hipovolemia
ra l o la urografia ascendente para establecer un diagnóstico absoluta o relativa similares a los descriptos en la azoemia pre -
exacto . La desobstrucción inmediata por med io del cateterismo rrenal pero qu e act úa n con mayor intensidad o durante un
ureteral cuando es factible o una nefrostomía percuUínea o a tiempo más prolongado u ocutTe en un riñón previamente daña•
cielo abierto o una ureterostomía uní o.bilateral hacen desapa- do. Otras veces se presenta en el curso de una glomerulonefritis
recer la anuria. Cuando se de mo ra el diagnóstico y no se la tra- aguda postestreptocócíca, o de una infección bacteriana o viral
ta adecuadamente, puede desan ollarse un síndrome urémico aco mpañada de un shock séptico o es precedida por la ingestión,
NEFROLOGIA 1201
2. Causas quirúrgicas y traumáticas aca mpanadas de shock neurogénico, hipovolémico o séptico o atricción rnuscular.
Drogas medicamentosas
Solventes orgánicos
------------.;
3. Nefrolóxicos Metales pesados
Insecticidas y herbicidas
Glicoles
Venenos de serpiente, araña u ho ngos
Bicromato de potasio
Medios de contraste iodados
inli.1sión o inhalación ele sustancias potencialmente nefrotóxi- Los restantes electrólitos plasmáticos se modifican igual-
cas. Pu ede desarrolla rse durante el postoperatorio inmediato de mente. La calcemia es baja (menos de 9,4 mg por ciento), la fos-
cualq uier tipo ele cirugía pero en especi al en la biliar cu ando fatemia y la sulfatemia se el evan más de 5 y 3 mg por ciento,
existe ic-tericía. en la cardiovascular a cielo abierto, en la repa - respectivamen te, al igu al que la mag nesemia.
r.?. ción de un aneurisma aórtico, en el trasplante renal y en los Todas estas alteraciones que se producen, cuando no se rea-
grandes traumatismos. El rm álisis del cuadro permite comple- li1.a un diagnóstico temp ra no de la en fermedad .Y es ta sigue un
tar las restantes causas etiológicas del síndrome. y que el inte- curso espontáneo sin adecuado tratamiento, condicionan el cua-
rrogatorio asi como el ex r, men clínico exhaustivo del paciente dro típico de la urem ia aguda con sintomatología ~ás florida
permiten establecerlas. que la que presenta una form a de uremia crónica, donde el or•
Es cornün que el enfermo se presente al comíemo de su oli- ganismo se ha ido descompensando en forma progresi\•a dando
guria sin otros sínt omas que los dependiente s del prnceso desen- luga r al desarrollo de mecanismos adaptatívos de manera tal
cad enante o sin nin guno, si el mis mo ha sido surerado. Sin em- que a iguales condiciones de desequilibrio hum ora l las manifes•
bargo, b di urc5 is suele se r e.scasa -salvo en las circunstancias tac.io nes clínicas son menos ostensibles. Todas las alteraciones
ya descri ptas- , inferior a los 400 ml diarios. Las orinas son he- de la uremia aguda pe1t u rban el metabolismo y funcionamiento
matü ri c.is, pard a s, tu rbi,1s con ele\' t:1do contenido proteico (1 a 6 normal de los restantes aparatos y sistemas del organismo. Se
gr por litrol de tipo no selectivo, cuya densidad oscila alrededor agregan entonces otros síntomas clínicos y humorales que se
de los 1012, con bJjo con tenido en urea y elevado en sodio - cua- enumeran sucintamente, pen; 11ue son similares, en su patoge•
clro- y, en las que el exam en micrn.scópico del sedimento muestra nia y manifestaciones, a los de la urr.mia crónica.
abundantes cil indros gran ulo.sos , celulares, céreos anchos o gi- El sistema hema topoyético y lo:; meca11ismos de la coagula-
gantes, y hem'ati cos al mismo t.iempo que una leucccituria con o ción se afectan rápidamen te. Se in stala una anem ia ,wrmocíti-
sin píoci tu ria. Esta Ultima suelé pro\'en ir de la vejiga, pEse a ca uormocrómica, que desciende el hematócrito a valores infe-
que el paciente no haya sido sometido a ninguna manio bra de riores al 25 por ciento, junto a trastornos hemorragípa.ros
sondeo vesical que hubiera condicionado su infección. En ciertas difusos: petequias, epistaxis , gingivorragias, enterorragias, me-
circuns t.;rncias ella puede ser !<1 expresión de una pielonefritis lenas, hematemesis , hemopti sis, metrorragias. La anr:mia se
8f,;U lh1. o de una necros is papilar causantes de la LR.A. debe a una lum1ólisis aumentada y a una eritropoyesis insufi -
En la sangre se encuentra n nume ntaclos los catabolitos deri- ciente, mientras que las hemorragias se relacionan con altera•
va dos del ITl.d2. bolismo pro teico , especialmente fo urea, el ácido ciones de alguno de los fadores dt la coagulación, por el aumen-
iirfr11, la creatinina. el nitníge110 1w µrntl!ico y los derivados que to de la fragilidad ca pilar, por defectos cualitativos de la función
cfon ¡;o:,itiua lo rco cción xantop rnteicn . plaquetnria.
L.i ele\·ación de estos compuestos se produce en forma progre- Los t rastornos digestivos más frecuent es son la anorexia,
siva, con el mantenimiento de In oligoanuri a, a razón de 20 a 40 las náuseas, los vómitos y las diarreas. Su patogenia está vin-
mg por ciento por dia pJra la urea como consecuencia del meta- culada a la acción lóxica de los catabolitos proteicos retenidos y
boli.srno co rporal de 20 a 40 gr de proteínas diarios. En los pa- a una gastri tis erusiva consecutiva a la eliminación ureica por
cientes hiperca tabrilicos por sepsis o una destrucción tisural im- la mucosa del tracto di gesti vo, que condiciona tambi én el fetor
port ante , graneles hematomas o hemorragias digestivas, la urea am oniacal o fe tidez amoniac.al. Existen ulceraciones en la mu•
puede llegar a a umentar más de 200 rng por ciento por día y al- cosa bucal y fuliginosidades alrededor de la boca. A veces se
c.anz::ir rápidamente \'alares superiores a los 600 mgpor ciento en produce una parotiditis o pancreatitis de muy mal pronóstico.
sangre. Igmdrt1ente, la creatinin a suele incrementarse a razón de En 1a esfern neurológica se producen importantes alteracio-
0.5 a 1 mg por ciento por dia alcanzando valores superiores a los nes, por causa de la hiperhidratación celular que acompañ a a la
20 mg por ciento en snngre. Cuando existe rnbdomiolisis se com- hi ponatremia y por la repert.'.usión nerv iosa de la acidosis. Apa~
prueban elevados valores de las enzimas cel ulares tales como la r ecen así tra stornos psíquicos: confusión mental, delirios agu-
aldolasa, In fo sfocretinquinasa, la lactodehidrogenasa, la GOT y dos, est.upor y coma cerebral que cuando corresponden a una
lo GO P que facilit.1n el diagnóstico etiológico. encefal opatía hipertensiva se acompañan de convulsiones tóni-
A lo anterior se suma el desarrollo de una acidosis metabóli• co-cl,jnicas similares a la de la epilepsia jackson iana.
ca grave. El bicarbonato pl asmático desciende por debajo de los En el aparato cardi ouascllfar, los sín tomas m ás comunes
10 mEq/1; t:l pH lleg3 a valores de 7,05 o menos, con una pCOz son los vinculados a la hipercalcmia y que ya fueron refe1idos.
inforio r a los 30 mm de Hg, por hi perven tilación compensadora Otras veces existe hiper te nsión arterial por hipervolemi a, que
y el exceso ele base snele ser superior a los -10 mEqíl. conduce a la insuficiencia cardíaca aguda con edema de pul-
Los elec.:t.rólitos plasmáticos ta mbién se altera n. Se asiste así món. La pericarditis urémica es fre cuente pero suele desapare-
a la aparición de una h1p1m c,/1e111 ia variable, 125 a 130 mEqíl, cer si la enfermedad evoluciona favo rablemente o por el trata-
de ca usa dilu ri<mal, por sobreproducción del agua endógena, o mien to dialítico.
de adoptaclli11 por transferencia del catión al espr1cio intracelu- Por fin, pu eden presentarse complicaciones infecciosas faci•
lar por una alteración de los mecanismos que regulan la bomba litadas prJr el desbarranco metabólico de estos enfermos 1 o por
de sudio a nivel de las membranas celulares. La hipocloremia, maniobras instrumentales intempestivas -sondeos vesi cales,
qu r:: \'Jria entre 85 y 90 mEq/l, responde a las mismas causas catete rismos ureterales- . Las más comunes son las d~I apa ra to
que la hi ponatrr:mia. La !wlemiu suele aumentar en formab as- respiratbrio: neumopatías, bronconeumonías o abscesos pulmo-
ta nt.e rápiclc y su pera en pocos días los 6 mEq,t Se_tr_a~Qce_por nares y las del aparato urina rio: pielonefri tis y cistitis aguda.
alteraciones en la conducción intracJ.rdí3.ca: ondas T altas y de
basee·stredia, al argan{i~nto del s~gmen-t~ ST, ensanchami~nto
del compl ejo QRS, aplanamiento de las ondas P con espacio PR Pr!riodo políU rico
prolongado, bloq ueos intraa uricu !a~es o au riculoventriculares y,
fina lmen te, nparecen e>:trasistoles ventri c:ulares que conducen En un tiempo imprevi sible que suele oscilar entre 2 ó 3 días
a una fibrilación ventricular y al paro cardiaco en diástole. y varias semanas , se produ_ce el aumento de la di uresis que su-
NEFROLOGIA 1203
pera los 400 mi en 24 horas, iniciándose el período poliúrico. A hipertensión glomErular por exceso en la carga proteica , que fa .
partir d~ ese momento suele incrementarse progresivamente el cilitan la aparición de la esclerosis glomerul ar típica de esa si-
\'Ulumen urinario, a ra zó n de 100 a 300 mi diarios o en for ma tuación que conlleva al progresivo deterioro de la fun ción del ór-
brusca. dt:senci\<lenándose verdaderas crisis poliüricas de 1.500 gano a lo largo de los all.os Yla consiguiente in suficiencia renal
a 2.000 ml en :24 ho ra s. Al cabo de va rios día s, la diuresis se es· crónica. Esto implica entonces considerar a todos estos pacien -
tnbiliza en la vecindad de los 2.500 a 3.000 mi situación que tes como potenciales portadores del citado s ín drome y adecuar-
puede p<'rsistir durante varia s semanas. Sin embargo, algunos les una dieta con aportes proteicos no supe1iores a los 0.8 gr <le
enfermos no evolucionan tan fav orablemente, en lo que a su proteínas /k de peso teórico diario e inferior a esos valores cuan •
diu,·esis se refiere, y no llegan a sobrepasar los 700 o 900 mi en do el enfermo queda con una reserva fu ncional disminuida.
:2.:l horas, mantenié ndose el cuadro urémico, para pasar a una
insuficiencia renal crónica estacionari a.
Semiológicamente, la situación de l enierH10 es similar a la Ttatamiento de la insuficiencia renal aguda
cl el periodo an terio r pero se asiste a una normalinción de las
._:i lteraciones humorales a medida que la diuresis mejora y se in- El tratamíento de la insuficiencia renal ag uda comprende
crementa el filtrado glome.:rular. La ar':P.mia desciende, la 2,cido- dos aspectos fun damel)tales. El primero de ellos prevcntivO,
1
sis, la hi ponatremia y la hiperkalemia vuelven a sus valores ha- destinado a trata r h enfermedad p1imaria y el estado de shock
bituales. Todo esto condiciona un retroceso lento de la anemia, que casi siempre la acom páü a y cuyas alteraciones hemodin8.-
de las manifestaciones he rnorr B.gicas, di gestivas, card íacas, res- micas repe rcuten sobre Iá fun ción renal condicionando la apari-
piratorias, neurológicas e infecciosas, sin que ello impliqu e la 'ción del sínd rome ol igoanúrico. El segundo aspecto co mprende
seguridad de la curación del paciente pues el 25 por ciento de los procedimientos que deben utilizarse una véz que se ha <lesa·
los mismos fall ecen en este período. Se considera que éste fin n- rrollado la insuficiencia renal aguda con la fin alidad de man te-
liza cuando la azoemia se ha normali zado y prádicamente h an ner vivo al paciente hasta tanto se recupere la función re nal.
desaparecido las manifesta ciones clínicas del síndrome. Sin em-
bargo, la función renal se mantiene alterada en todos sus pará-
met ros; el filtrado glomerular, el ílujo sanguíneo ren al, la masa Tratamiento preventivo
tubular de excreción. la función tubulointersticia l de concentrn-
ri ón , e.stún disminu idas durante un periodo bastante prolonga· El tra tamiento oportuno y correcto de aquell as afe cci ones
do. que ll ega a ser de varios meses. capaces de provocar el shock: i11/'eccio11es, deplecioncs hidroele-
trnlíticas, hemoragi<!s, infa rto de miocardio, colage11opatia s,
procesos de hipersensibilidad o in111un ológicos, así como la ade·
Pcrúicfo de co11vall.!:-cc11cic1 cuada terapéutica de aquel cuando ya se ha pr~sentado, consti-
tuyen la mejor profilaxis de la insuficiencia renal aguda. Cabe
Se extiende desde la finalización del pe1íodo anterior hasta agregar que, dentro de este aspecto preventivo, deben incluirse
que se produce la recuperación total de la función renal o hasta también todas las medidas destinadas a impedi r que los pacien-
que la misma se estabiliza a un nivel inferior a lo normal. Esta tes se expongan a la acció n de sustancias reconocidas como po-
Ul tima situación da lugar a grados variables de insuficiencia re- tencialmente nefrotóxi cas: soluentes orgánicos, compuesto::; de
nril crónica no evolutiva o estacíonaria que sólo a veces la explo- bismuto, tallo, selenio, mercurio, fósforo, bacitracina, fe11 rll'o1w,
ración selectiva permi te evidenciar y, otras, se traduce por ori- fenilb utazona, o a los riesgos de una hcmólisís intravnsc .1lar en
1
n:i.s reiteradame nte hipodensas o por un leve aumento de la el curso de una transfusión sanguínea.
azoemia. Por razones obvias, no se considerará el tratamien to de la
El pronrísticn de la insuficiencia renal aguda depende de la enfermedad primaria , analizá!1dose solamen te, y en forma su-
etiología , del tipo de la lesión hi stológica, del tiempo que se pro• cinta, 18s disti ntas nh1didas tera péuticas destinci das a mejorar
longa el pe riodo de oligu ria, y por cierto de las medidas tera• las alteraciones hernodinámicas del shock. Se logr 2 así en mu-
r,éuticas adoptadas. En este sen t.ido, el empleo de la diálisis pe- chas circunstancias normaliza r 1a perfusión renal y la función
ri tone al o con rif'ión artificial, antes de que se desarrollen ]as del órgano con recuperación de la diu resis y des aparición de la
complicaciones ca rdíacas, acidóticas o infecciosas, co mbinadas aligo-anuria funcional característica de los primeros estad ios de
con un adec uado control del balance bidrosalino y con un i;o• esa situación clínica.
,ne to tratamiento del factor causal, ha mejorado las tasas de Teniendo en cuenta que en el slioch habitualmente existe un
mortalidad, que en conjunto, hecha abstracción de la etiología, desi:enso del gasto cardt'acu consccu tiuo a una disminución del
oscila alrededor del 25 al 30 por ciento. retomo venoso ni corazón: hi povolemia absoluta por hemorra·
Sin em bargo, cuando se analiza la mortalidad en función del gia, deshidratación , plasmaféresis o relati va por vasoplejía
hecho mó rbido desencadenante del síndrome de l.R. A. las tasas brusca o taponamiento cardíaco agudo; a un a deficiencia en la
varían y así mi entras sólo el 10 al 15 por ciento de los pacientes capacidad contráctil mitJcárdica; infarto card íaco, trastorno del
fallecen por causas obstétricas, ello ocu rre en el 60 por ciento de ritmo, miocarditis, hi poxia; o a una asociación de ambos ¡acto-
los ca.sos ,•incu! ados a la ciru gia y los tra umatismos elevándose res: shock por endotoxinas bacterianas de gérmenes gramnega-
al 30-90 por ciento de las sepsis severas con daño multipare n- tivos, el tratamiento dependerá fundamentalmente de la cau sa
quimatoso mientras que cuando son por una incompatibilid ad etiológi ca y del ti empo de evolución.
sanguínea trasfuncional aislada la recuperación es práctica- Un a premisa fun damental en el tra t amiento del shock,
mente total. cuando es la consecuencia de un traumatismo torácico o facial o
Un punto que debe enfatizarse es el que se refiere ·al futuro se acompaña de un estado de coma cerebral, es el de asegurar
funcion al de muchos de estos pacientes ya que si bien la recupe- la conservación de un~ vía aérea permeable y el aporte de oxí·
ración suele ser total, es posible que la masa renal quede red u• geno humedificado en concentraciones no superiores al 40% por
cida dand o lugnr ni clesnrrollo del síndro me de hiperfiltrnción e medio de m¡\scara (ver capitulo de Shock)
1204 SEM IOLOGIA, SEMIOTECl11A Y MED ICINA INTERNA
En el shoch de cau sa hipouolémica es im perativa la reposi- Por cierto que tod as estas medidas exigen u n control perma-
ción de} volumen circulante mediante el suministro de cnnt.ida- nente del 1itmo cardíaco en una unidad coronaria de cuidados
des adecua das de sangre, soluciones hi dro electrolíticas, plasma, intensivos.
albúmina o expansores plasmáticos según la calidad del líquido En el shock cndotoxínico, la tera péutica es más compleja.
perdido y las alteraciones fi siopatológicas presentes. Debe re- Ex:ige al mismo tiempo que una reposición adecuada de la vole-
cordarse que, en la mayoría de los casos, junto a la hipovolemia mia mediante soluciones electrolíticas y/o expansores plasmáti-
del sector vascular existe una acentuada retracción del espacio cos de l tipo del dextrano de peso molecular 40.000, 500 a 3000
intersticial que puede llegar a ser hasta cuatro veces superior a ml/24 horas, el suministro de altas dos is de glucocorti coides, hi-
la pérdida experimentada, lo que obliga a restituir un volume n droco,t isol o bien prednisona: Solucortril 50 mg por kg de peso
de liquido muy importante para normalizar la h emodinamia. o pred nisona 14 mg/k g de peso, y de drogas betaadrenér¡;icas
Por otra parte, cuando el shock tiene cierto tiempo de evolución, tal como el isoproterenol que. al mismo tiempo que aumenta n
la viscosidad sanguínea está aumentada, dificultándose la per- por su inotropismo positivo la potencia de la contractilidad car-
fusión capilar. En estos casos se impone el suministro de sus- díaca1 disminuyen las resistencias periféricas mejorando la per-
tancias capaces de normalizar esas al t.e:raciones, tales como el fusión hística. Con este mis mo objeto es t án indicadas las drogas
dextrano de bajo peso molecular (40.000, Ilheocromaclrex) o la alfalíticas tales co mo la dibencilina y la fentolarnina. La prime-
gt:latina de oseina {Haem.acel), que disminu yen la agregación ra a razón de l a 2 mg/kg de peso en un plazo de 1 a 2 horas y
eritrocitaria y la viscosidad :::anguínea. cuyo efecto persiste has ta 24 horas, y la segunda también ara-
La cantidad del líqui do a infundir y el ri tmo de la infusió n zón de 1 a 2 mg por kg/peso y a un a velocidad de 0,5 a 1 mg por
serán regu lados por los datos que brinde el control se,iado de la minuto, aunque su acción ·es más breve que la dibencilina. Te-
presión venosa obtenido por medio de un catéter introducido niendo en cuenta que el shock endotoxínico es la consecuencia
po r una vena perifé1ica, braq uial o subclavia, hasta la vena ca- de una grave sepsis bacteriana por gérmenes gramnegativos, es
va superior a nivel de la aurícula derecha y preferentemente fundamental el suministro de elevadas dosis de antibióticos de
conlrolando mediante un catéter de Swan-Ganz la presión de amplio espectro un a vez que se ha pancullivado al paciente h o-
enclavamiento pulmonar que corresponde a la presión de fin de mocultivo seriado, urocultivo, secreciones r~spiratorias directas
lleno ventrlcular izquierda. En el shock hípovolémico con buena o de prefe rencia por punción lranstraqueal, heridas infectadas 1
función rardíaca 1 la presión venosa central es siempre inferior a drenajes o catéteres y eventualmente líquido cefalorraquídeo.
la normal -8 a 15 cm de agua. Deben alcanz arse estos paráme- La elección de los antibióticos a uti lizar, hasta poder identificar
tros en un tiempo más o menos breve, de tal manera que a ve- al o a los gérmenes infectantes, se hará de una manera tentati-
ces se llega a infundir entre l 000 y 2000 ml de líquidos en un a va en fu nción del probable o cierto punto de partida del germen
hora. La reposición de la volemia se acompaiia de una mejoría y de si se trata de una infección extra o inlrahospitalaria (ver
de la perfusión de todos los tejidos del organismo con lo que se capítulo de Shock) Sólo cabe mencionar las precauciones que se
recupera la temperatura periférica, aumenta la diuresis y la deb en adoptar ante la eventual ncfroto xicidad de las drogas uti-
presión arterial y se normalizan las alteracionf!s sensori ales. lizadas o de si ellas son de excreción renal y su acumulación
En el shock cardiogénico, donde el descenso del gasto cardía- plasmática y tisural por déficit en su eli minación puedan lesio-
co es la consecuencia de una falla miocárdica por un trastorno nar otros órganos de la economía como _es el caso de los amino-
del ritmo o por u n infarto, el tratamiento estará destinado a glucósidos con la ototoyjcidad o la colis tin a a nivel de las sinap-
mejorar esa situación. sis neuromuscula.res.
Es tablecido el germe n y su sensibilidad a los antibióticos, se
En el primero de los casos la terapéurica dependerá del tipo
ut.ilizarán los más efectivos siempre en asociación múltiple.
de arritmia presente. En las de baja frecuencia con bloqueos de
Las medidas terapéuticas señaladas para cada una de las
distintos grados, estarán indicados la atropina o el isoprotere-
distintas formas de shock deben ser completadas con otras des-
nol por vía intravenosa a goteo continuo 1 a razón de 1 a 4 pg/rui-
tinadas a tratar las alteraciones del estado ácido-base siempre
nuto, y ante la ineficacia de estas medidas será necesaria la 'co-
presente. El predominio del metabolis mo anaerobio celular y el
locación de un marcapasos ia tTacavil-ario,
déficit en la excreción renal de hidrogen iones determinan la
En las arritmias de alta frecuencia supraventriculares se aparición de una acidosis metabólica severa con aumento de la
ad mi~istrarán digitálicos: digoxina 0,75 mg. o lanatósido C 0,8 lacticidemia (normal de 5 a 12 rng por ciento) y desvío del pH a
mg por vía intravenosa: propan olol 100 µg/kg en 50 mi de solu- valores inferiores a 7,30 con exceso bases de -10 a -20 mEq/li-.
ción dextrosada en un plazo de 10 minutos, o se efectuará una tro. Es to impone por lo tan to el sumi nistro de soluciones de bi-
cardi oversión mediante los equipos apropiados. carbon ato 1/6 molar, 500 a 1000 ml/24 horas, o, si la acidosis es
En las arritmias ventriculares (extrasistolia en salvas) y en la muy grave, de 100 a 200 mEq de bicarbonato molar por goteo
taqui cardia ven tri cular están indicadas la lidocaína, 50 a 100 mg rápido, como se hace en la forma más grave del shock cardiogé-
en inyección rápida; la procainamida, a razón de 50 mg/minuto nico como es el paro cardíaco.
hasta un Mal de 1 a 1,5 g. o la difenilhidantoína, en dosis de 100 Por fin 1 cuando existen trastornos en los mecanismos de la
mg en un plazo de 5 minutos por vía intravenosa hasta un total coagulación y se prod uce la coagulación intravascular disemina-
de 300 rn g. Ante la ineficacia de estos procedimientos o la apari- da con descenso del número de plaquetas, estará indicado el uso
ción de una fibrilación ventricular puede ser necesario el uso de de heparina, 100 a 200 mg en 24 horas a got~o continuo. Si pre-
la desfibrilación eléctrica mediante el shock precordial. domina la fibrinólisi s deberán suministrarse los antifibrinolíti-
Cuando el shock cardiogénico es la consecuencia de un infar- cos como el Trn sylol (R) a r aión de 100.000 unidades cada 4 a 6
to de miocardio con insuficiencia cardíaca sin importantes tras- horas o el ácido epsilón-amino-caproico: 2g cada seis u ocho ho-
tornos del ritmo , se podrán uti lizar los digitálicos en las dosis ras, al mismo tiempo que se infu ndirá s an gre fresca o fibri nóge-
ya señaladas o el isoproterenol a razón de 1 a 2 µg/minuto por no fresco.
via intravenosa. Esta última droga resulta ser más eficaz cuan- Con referencia al uso de los vasocoiistrictores en el estado
do existe un gran componente de vasoconstriccióa periférica. de shock para aume ntar la presión arterial, se recordar á que su
MEFROLOG IA 1205
utilidad es d iscutible. Sin embar go, algunas escuelas los preco· bihdad evolutiva del periodo oligoanú ,ico im plica, por Jo tanto,
niza n combinados con las drogas alfa líticas a los efectos de la necesidad de a gotar todos los procedimientos ter apéuticos
aprovechar su acción betaadrenérgica de estimulación cardíaca des tinados a lograr la finalidad señalada.
y a nular su acción vasocons tri ctora periférica. Para ello sumi- El tra tamien to más adecuado en el momen to actual es el
nistra n 4 mg de noradrenalina en 500 ml de solución dextros a- que preconiza la aplicación de la diálisis extrarrenal, preven ti-
da junto con 10 a 20 mg de fen tolamina a un goteo suficiente co- va de tod as las alteracio nes metabólicas y de las co mplicaciones
mo para que la tensi ón arterial llegue a un valor de 70 a 80 mm ge nerales que se desarrollan en el paciente anúrico. De es ta
de Hg. manera, se impide la aparición de las causas que con frecuencia
El correcto uso de todas las med idas a nteri ores suele mejo- provocan la muerte de estos pacientes, tal es como la hiperkale-
rar las alteraciones hemodinámicas del shock y la diuresis au- mia, hip erhidratación, la acidosis metabólica, los trastornos he-
menta en forma progresiva. Sin embargo, merece una conside- morrági cos, las infecciones o las al teraciones neurológicas . Pero
ración especial el análisis de los efectos preventivos qu e en esas tenien do en cuenta que en numerosas circun sta ncias la insufi-
circu nst ancias tienen el manitol y la fursemida sobre la función ciencia renal aguda cursa con un estado catabólíro poco im por-
re nal. H a sido fehaciente mente demostrado que el suministro tante y las alteraciones humorales se desarrollan lentamente , o
de manito] (diurético osmótico) a pacientes con oliguria e>-.trema que el p1::ríodo a..riúrico du ra un tiempo r elativa rnente breve, o
prerrenal por a lgu nas de las causas ca paces de provocar una in- que existen razones de índole as istencial que impiden el uso de
suficienci a renal aguda con lesiones estructurales: shock hipo- la diálisis extrarrenal, es impresci ndible que el médico conozca
volémico, cndotóxico o por hemólisis intravascular por incompa- perfectamen te todas aquellas medidas ter apóuticas que confor-
tibi lid ad trn nsfu si ona l, produce en un por centaje man el denominado trata mien to conseruad-0r de la in suficien-
estadísticamente sign ificativo de casos, la reaparición de la diu- cia renal aguda, a los efectos de no agrava r los desequ ilibrios
resis impidiendo el desarrollo del síndrome. Esta acción preven- humorales ya señalados o tratar las contingencias agudas que
tiva es t anto más segura cuanto más temprano se procede a su se pueden presentar. Además es importante señalar ciue todas
infusión en el curso del shock, y siempre qu e se acompañe de estas premisas conservan todo su va lor au nque el paciente sea
una adecuada reposición de la volemia, s i está a lterada. La do- sometido al tratamie~1to diali zan te para que el mismo sea más
sis a suministrar es de 12,5 g de manito! en solución al 20 o efectivo y el estado general del enfermo se conse rve en las mejo-
25% por via intra, enosa en un in tervalo de 3 mi nutos. Si la diu-
1
res condiciones clínicas generales.
resis no aumenta en las 2 horas siguientes, es probable que el
daño renal sea ya irreversible, au nque puede intentarse una se-
gu nda dosis de prueba. Si el fluj o urinario aumenta sin sobre- Ttatami en to conservador d el p eríodo oligoan úrico
pasa r los 40 ml de orina por minuto, se inyectará una nueva do-
sis, manten iendo su infus ión si la di uresis es s upe ri or a ese Está bass.do en las siguientes premisas: mantenimiento del
valor. Cuando e l resultado es negativo debe inten-umpirse el su- equilibrio hídrico )' electrolítico; control del bala11ce proteico y
ministro del manito! por los riesgos de provocar una hi pervole- adecuado aporte calórico total; preservación del equilibrio áci-
mia con hiponatremia y acidosis metabólica. do-base, y prevención y tratamícnto de las complicaciones que
La fu rsemida, poten te diu rético con acción preponderante se producen en los diversos órganos, aparatos y sistemas de la
en la rama ascendente de l asa de Henle donde disminuye la economia por acción del estado urém ico.
reabsorción del sodio, aumenta también el filtrado glomerular y
reduce la secreción de renina por el riñón. Corno consecuencia
de todo esto norma liza la distribución intrarrenal sa nguínea en Manten imiento del equilibrio Mdrico
los primeros momentos de l riñ ón del shock, aumenta ndo la cír-
culación cortical y por co nsiguiente la diuresis . Se u ti liza en Teniendo en cuen ta que el riñ ón es la via principal para la
una dosis progresiva de 200 a 2000 mg en las 24 horas, vigilan- excreción del agua corporal, debe reco rdarse que al estar aboli-
do las pérdidas elect.rolíticas que pudiera condicio nar para pro- da dicha vía en la insuficiencia renal agud a, d-! berá sumi nis-
ceder a su adecuada reposición. trarse en una cantidad suficiente corno para m~ntener normal
Sin embargo, los resultados son aJ eatorios cuando el síndro- el co nteni do acuoso corporal sin llegar a la deshidratación o a la
me de insufici~ncia renal aguda se ha desarrollado en toda su hiperhid ratación. Esto implica por lo tanto u n a porte acuoso
amplit ud . En l a mayoría de los casos es ineficaz ya que no logra di ario igual al que resul ta de la diferencia en tre las pérdidas
increment a r s ignificativamente el filtrado glomerular, por lo basales a través de la perspiracióo y de los pulmones -pérdida
que se mantienen todas las manifesta ciones clínico-hu morales acuosa insensible- que oscila ent re 0,5 y 0,6 ml/~g de peso cor-
del síndrome urémico. poral (1000 mi en 24 horas) Y el agua de producción endógena
resu ltante del metabolis mo proteico, graso e hídroca rbonado
corporal -agua de oxidación o endóge na: 500 a 000 ml diarios-
Tratamiento de In ins ufici e nci a renal aguda v e rd a d e ra más el volumen de las pérdidas renales si las h,biera o extra-
con lesiones estructurales rrenales (digesti vas, sudacióo abundante). Con un criter io prác-
tico puede establecerse que la cantidad básica dt agua a sumi-
Una vez es tablecid a la insuficiencia renal aguda, con persis- nistrar a un paciente an úrico será de uno s 300 rnl excl uidos el
tencia de la oligmia y el desanollo progresivo de todas las alte- vo lumen de la diure sis y de las pérdidas extranenal es qu e de-
raciones hum or ales que caracterizan a esa situación, el trata - berá n agregarse a aquella cantidad. El médi co tend rá la seguri-
mien to a realizar tendrá_ como objetivo fi.n al prolongar la uida dad de que suministra una cantidad correcta d.e ,gua cuando la
de l paciente el tiempo s11.ficie11te como para que se prodUzca la natremia n o desciende y se produce una pérdida de peso de
rccupera.ción funcional del rhló11. Ello puede suceder en plazos unos 300 a 400 g diarios porque el valor calórico de los alime n-
varia bles que van desde 48 a 72 horas a par tir de la aparición tos que se le da a estos pacien tes es insufi ciente y se prod uce
de la oliguria hasta los 2 a 3 meses siguientes. Esta im pondera- una dismi nución de las reservas grasas y prot.eic1s.
1206 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INT ERN A
1\fo11 tc11 irn ien to del eq11ilibrio electrolítico gónicas; dis mi1111ir temporaria me1zte la lwlemia. y finalm ente,
promouer la eliminación del potasio del organismo.
Ln reposición de electrólitos en este período de la enferme- Lo primero se logra por medio del g/ucona lo de calcio al l 0'k
dad esta regulad a fundamenta lmente por las pérdidas que se (100 mi en 24 horas); o con soluciones hipertónicas de cloruro
producen por vfa digestiva como consecuencia de los vóm itos, de sodio al 3 ó 5% (200 ml en forma más o menos rá pida) cuya
diarreas o drenajes . En estos casos es convenien te determinar la acció n no se prolonga más allá de l a 2 horas.
conct:ntración en sodio, cloro y potasio de esas" pérdidas y proce- La dismi nución te mporaria de la kalemia se consigue me-
der a la restitución por vía intravenosa de los dos primeros eiec- diante la iníusión in travenosa de glucosa o dextrosa al 25 ó 50%
trólitos . En cuan to al potasio no se lo repo ndrá y por lo co!'Jtrario junto con insulina (1 unid ad cada 3 g del hidrato de carbono).
constituye tal pérdida una circunstanci a favorable pues fac ilita Ello se basa eu que la transformación de la glucosa en glucóge·
su excreción al exterior, excepto que su depleción provoque alte- no y su depósito on el hígado y en el músculn requiere de los ÍO·
raciones en la conductividad intraca rdíaca o un a alcalosis meta- nes fos fa to y potasio para dar lugar a la 2-6glucosahexafosfato
bólica. Conviene insist ir en que la cifra de la natremia no es una de potasio. El descenso que produce este procedimiento no dura
exp resión del valor del sodio corporal y que su disminución en el más de 4 a 6 horas, período durante el cual se obsen 1 a una me-
periodo oligúrico es frecuen le como consecuencia de la hiperhi- joría importante en el electrocardiograma.
dratnción y de su transferen ci a al espacio intracelul ar. Por fin, el método más .útil es el de promover la eliminación
La h1)1ucalce111ia se tratará mediante la infu sión de 100 mi del potasio del organi smo. Esto se logra de <los maneras: una
de gluco nnto de calci o al 10 por ciento, sin que con ello se lo bri·e media nte la diálisis extraco rporal o peri toneal; otr a, su mi n_is-
rnuch.:ts veces corregirja. Es sin embargo una med ida ütil p~ es trando resin as slil fó nicas de intercambio catiónico (Kaye xal ate )
el ca!rio tiene un efecto antag ónii::o sobre la acción tóxica del po- a razón de 1 g por kg de peso corporal, en forma de enema a re-
t::i sio y puede llegar a mejorar las alteraciones en la conductivi- t<ener e! 15 lÍ 20% o por vía oral. En el primer raso al cabo de 2 ó
dad rn rd íac;i que provoca la híperkalemia . 3 horas se efectu a rá un a enema evacu ante; en el sé:gundo se su-
mi nistrará un purgante a base de sorbitl)l.
Con menos fr t_;r.:uencia, la hiperkalemia puede trata rse con
Mc111ti:11i111iento dd eq uilibrio ¡n-oteico y calórico un a exa:1guinútrnnsfosión. f:n especial cuando ella coincida con
una hemólisis intravascul ;u· impGitan te , para lo cual se extrae
Constituye probablemen te uno de los aspectos más comple- e infunde, a un mismo ritmo, un volu men de sangre equ ivalente
::i. 6 veces el valor di: IR volemia. Eslo requi ere contar con más
jos del tr:1tamiento conservador. En este período se restringirá
en forma absolll ta la ingestión de proteínas. Par3. disminuir el de 40 lit,·us de sanb'Te compatible, lo que dificul ta el proced í·
catabolismo proteico endógeno se suministn.irá n más de 100 g m.ie nlo.
di arios de hidratos de carbono bajo la forma de glucosa oral o
dextrosa intravenosa, en solución al 50%, a través de un caté- Hiperhidremia. La sobrehidrn t.ación se trata rá con una res-
1
tricción adecuada en el sumin istro de los líquidos. Cuando se
ter cuyo extremo disLal est ará ubicado en la vena cava superior
manifi este c.: líni<.:amente deberá extrae rse el ex.ceso acuoso por
o femoral, asi se evitará la aparición de una flebopat.ía irritali-
medio Ce la diálisis peritoneal hi perosmótica o por medio de ul •
\"a. El ritm o de i11 fnsi6n de la dextrosa no sobrepasará los 0,4
trafil tració n con el ril1ón art ificial.
g/kg de pe::::o corpond y por hora, para lograr su má:,:ima meta-
bolirnción.
Acidosis. La única terapé utica realmente efi caz es la di áli-
Sin embmgo, estos procedimientos no permi te n sumi!1istrar
sis. Se la pu ede ff!cj0rar Lemporariamente su ministra ndo bicar-
un aporte culórico suficiente y excepcion almente se alcanzan
bonato de sod io a l 1/6 n,olar o molar (100 a 200 mEq en 24 ho•
20QQ.25 00 Cal. mínimas imprescindibles. Las dietas hi pergrn•
ras).
SJS a proteicas por via oral son muy difíciles de- cumpEr puci. es-
tos enfermos presentan con frecuencía un estado nauseoso y vó-
Co mplic:acio,~es ca rdiova sc:tt!ares. La hi pertensión arterial
mitos. Cu::i ndo el paciente está sometido a un trat.amiento
se trae.ar~ con m0tildop:"l o IJ!oqu eantes cálcicos, p razos in o
dializante que lo depura de los caiabolitos proteicos y ácidos ,
donidi:-ia por via ora! e intravenos a. Si se produce un a insufi-
del p0tasio y permite extraer el exceso de agua no e::: necesa1i o
ciencia cardíaca se sun~inistrarán digitálicos ten iendo la pre-
ser tan estrictos en lo que se refiere al aporte acuoso, proteiw y
caución de reducir la dosis de soste ni mie nto al t ercio o a la mi-
calórico. En estos casos resul ta titil eJ su ministro de soluciones tad de lo habitual, pero recordando que la h iperkalemia suele
con nminoéicidos esenciales para resíntetizar proteínas a partir distninuir su acción. La pericard itis urémica no tie ne otro t rata-
de la urea endógen a. Una medida útil para mejorar el anabolis· miento qt1 €: el di a!izante, aunque si existe un derrame puede es-
mo proteico es el su ministro de andrógenos por vía intramuscu- tar indicad a la punción evacuadora.
lar 50 a 100 mg semanales.
Complicaciones hemCJfrJlógirns . La anemia sólo se tratará
cuando el hematócri to descienda por debajo del 25% o provoque
Ti-(ltamie11lú de las complicaciones síntomas. Para ello SE: realizarán transfusiones de glóbulos ro-
0
Complicaciones digestiva~. Las ná useas y vóm itos pueden tes y cuan~o clínicamente se co• sidera que la recuperación de
nli(.ig-arse mediante el suministro de a ntieméticos del tipo de Ja la di w·esis demorará un.tiempo 1nás o menos prolongado.
dorProm azi na o de la metodopraruida. Si los vóm itos son inten- Los parámetros habitua1men.te utilizados co1Tlo guias para
sos puede ser necesnrio llegar a la aspiración gásllica. indicar la oportunidad de realizar una di álisis son variados, pe-
La epigastr3lgi :i. y la pirosis así como la prevención de la gas- ro por sobre todo ello prevalecerá el estado clínico del paciente
tritis bemorrrigica mejoran con antiácidos a base de gel de hidró- que de ninguna manera debe lll!gar a un estado ele severo dete-
xido de aluminio y el su ministro por via oral o intravenosa de rioro. Constituyen indicaciones precisas, por sí mismas, la pre-
ranitidina o famot.idin a que actúan co rno bloqueadores de los re- sencia de una azoemia superior a los 300 rug por ciento, una
ceptores H2 gástricos. No deberá utilizarse la cimetidina por la acidosis grave con un pH inferior a los 7,18 o un bicarbonato
posibilidad de ag,·egar una nefritis tubulointersticial o inhibir la por debajo de los 10 mEq,1; una sobrehid ratación con una natre-
secreció'n de creatinina a nivel tubular. Las diarreas se tratan mia menor de 125 mEq/1; un síndrome hemonagi paro acentua-
con dieta blanda fraccionada, compuestos bismúticos na reabsor- do o la presencia de un grave cuadro clínico.
bí bles, carbón activ ado, de ri\ adas del caolín, sulfamidas no
1
Estos criterios permitirán impedir la aparición de las com-
reab.sorbibles, neomicina o compuestos opiáceos así como mela~ plicaciones cardíacas, digestivas , nerviosas, sanguíneas e infec-
clopramida, Si la misma fuera el resultado de una estafilococcía ciosas que constituyen las principaJes cau sas de muerte <le es-
intestinal con diarrea seudomembranosa consecutiva a una mo- tos pacientes ju nto co n la hiperka lemia , la acidosis y la
di ficadón de b ílorn microbiana por antibióticos del tipo de la hiperhidratacíó n.
dindam icina corresponderá institui r la tera péutica adecuada. Si no existe un componente rat.abólico impo1ta nte y la azoe-
mia, la acidosis y la kalemia se elevan muy lenta mente, puede
Comphcacinnc.o;; neurolágicas o µsi'quicas. Si se deben a una demora rse su aplica·ción duran t~ tres a cuatro días de prod uci-
encefalopatia hipertensi,;a por sobrehidratación intracelular se
da la oliguria. En caso contrario es preferible su iniciación en
trai;-ini irH.,dian te restricción acuosa y la diáli sis hipertónica.
forma inmed iata. Esto contrib uye a mantener a los enfermos en
Cuando es ln consecuencia de la acidosis se utilizará también la
buenas condiciones humorales y clínicas ya que no existen in-
diál isis. convenientes en suministrar un adecuado aporte calórico y aun
Complicaciones r!.! spirnt oriflS. Las neu mopa tias agudas pri- proteico sin riesgos de provocar hiperhidratación, -hiperazoemia
marias o secundarias a atelectasias se tratarán con antibióticos sin hipcrkalamia o acidosis. Se efectuará cada 24 ó 48 horas se-
selt'ctivos. nebulizaciones con mu colíticos, cinesia respiratoria, gún las circunstancias hasta que la diuresis se normalice y el
broncot1spiración y, en casos especiales , con traqueotomías y filtrado glomerular supere los 20 a 30 mi por minuto,
aun respiración asistida co n las técnicas habi tual es.
~Métodos de diálisis. Los procedimientos actualmente en uso
son dos: la diálisis peritoneal y la diálisis con rii1ón artificial o
Tr a ta mien to conservador d el pe ríodo p oli úrico extracorpórea. Ambos se basan en un principio similar: el ern-
pléo de una membrana sernipenneable que permite el intercam·
En este pe riodo se utili za rán las mismas medidas que en el
bio a través de ella del agua, electrólitos y cristaloides e impide
anterior, pues }as nl teraciones humorales y dínicas de:sarrolla-
el pasaje de las proteínas. En la diálisis pe,i toneal, la membra-
das du rante la oligon.nuria otln se ma ntienen en toda su inten-
na utilizada es el perit-0neo del enfermo y, en el riñón artificial,
sidad. Se extremari n las precauciones para el mantenimiento
una de celofán o cu profane o celulosa regenerada.
del balance hidroelectrolitico, teniendo en cuenta que en este
período pueden producirse intensas poliurias y, consecuente-
Diálisis perifonea/. Consiste en introducir en la q vidad pe-
mente1 im portantes pérdid as electrolíticas (sodio, cloro y pota-
1iloneal un volumen determinado del liquido de di álisis a tra-
sio) que serán restituidas en forma conveniente . El aporte caló-
vés de un catéter multiperforr1do en uno de sus extre mos. Este
rico es mri.s fá ci l de rea lizsr y resulta conveniente el 0umi nlstro
se cuiuca por medio de un tnv:rtr de calibre adecuado con el que
de ami11oáciclos esenciales por vía in tra venosa, los que serán
se perfora l., Los sitios de elección para colo•
reemplazados por proteínas de alto valor biológico cuando la
car el catéte, .,or, '" hca media a 4-6 cm por debajo del ombli go
azoemia retorne a sus valores normales.
o en la fosa il:aca izqu ierda en el tercio exte rno de la línea ilia-
Las diversas complicaciones requerirán la terapéu Lica co-
co-umbilical previa anestesia infil trada local con novocaína o :-..1-
rrespoudienle y que ya fuera señalada.
locaíaa al 1 por ciento.
Colocado el catéter, se introducen 2 litros de la solución para
'Il"ata miento del período de convaJcscen cia diálisis que se dejan en el in terior de la cavidad peritoneal en-
tre 45 y 90 min utos, transcurridos los cuales se extraen por
Se limitará a completar lo ya realizado y, fundamentalmen- simple desnivel. Durante este intervalo se produce n los inter-
te, a adoptar medid as preventivas para evitar cualquier proceso cambios del líquido con el fluido del compartimiento extracelu-
capaz de afectar al riüón. En este sentido deberá ser vigilada y lar del paciente hasta que se equilibran las concentraciones de
tra tada la infección urinaria que con frecuencia suele complicar sus componentes. Teniendo en cuenta que el Üquido de diálisis
la insuficiencia renal aguda, presentándose en cualquiera de los tiene una composición similar a la del liquido extracelu lar nor-
periodos, aun en ausencia de maniobras endovesicalesi catete- mal, excepto en lo que se refiere a su contenido en uren, pota-
rismos o endoscopias. sio, sulfatos, fosfatos , creatinina ácido úrico y cuerpos fenólicos
1
de los que está exento, se pro ducirá el paso de tod os es.tos com-
puestos hacia el mismo, con lo que se logra disminui r su con -
1\·atamien to diali zan te
centración plasmática, El procedimiento se repite durante 36 a
Es el tratamiento de elección de la insufi ciencia renal ag u- 48 horas, al cabo de las c_uales se produce un descenso impor-
da, Debe ser instituido tempra namente en la evolución de la en- tante de In urea y de todos lo, otros cat.abolit<is proteicos, nor-
fermedad an tes de que Be produzcan complicaciones importan- malizándose el medio interno cesde el punto de vista hidroelec-
1208 SEMIOLOGIA, SEM IOTEC NIA Y MEDICll,A 11, TERN A
tro!ítico y del equilibrio ácido base. Para evi tar una depleción tánea del enfermo brinda el fl ujo y presión requeridas. El ultra-
de potasio es importa nte agregar al líquido de diálisis, a parti r filtra do que se recoge es ree mplazado, volu men por volumen,
del segundo o tercer intercambio, acetato de potasio hasta al- con una solución de glucosa al 5% en Ri nger - lactafo de sodio
canzar una concentración en dicho catión de 4 mEq~ . A los efec- adicionado de K según el valor de la kalemia. Este mét-0do pu e-
tos dt: extraer agua del organismo, la conccnt.ración de dext rosa de complementa rse coo el uso de líquido de diálisis habitual a
del liquido de diálisis debe oscilar entre 200 Y700 mg por cien- bajo flujo en la cámara externa del dializado r. La duración del
to. De esta manera, es posible producir un balance acuoso nega~ procedi miento es va riable y puede mante nerse hasta diez días
tivo de 2 a Glit.ros cada 24 horas, de acuerdo a la s necesidades en forma permanente. Exige, desde luego , un control estricto en
del caso. 1a reposición de los vohíme nes de líquido extraíd o así como la
La di álisis peritoneal se puede realizar en la mayoría de los permanente eval uación de los parámetros humorales.
pacientes adulfos y en los niños. Su efectividad es si milar a la La composicióu del líquido de diálisis es similar a la utiliza-
obteni da con el riñón artifi cial, pero requiere, por cierto, mayor da para la diálisis perit-0neal, au nque puede reemplaza rse el bi-
tie mpo. No deberá utilizarse cuando exi sta el riesgo di; provoca r carbonato que con tiene aquélla por ace tato de sodi o, en cantida-
una perfo ración in testi nal por la presencia de adhere ncias de des cquivalcnles para que la concentración fi nal en bicarbonato
las \'lsceras huecas a la pared abdominal como consecuenci a de sea de 27 mEq/litro.
una peritoni tis plástica. Sin embargo, la presencia de una peri- La composición del líquido suele ser la siguien te; sodio; U 2
tonitis dif:Isa activa no constituye una contraindicación formal. mEq/l; cloro: 107 mEq/1; potasio; 2,2-2,6 mEq/1; calcio: 5 mEq/1 ;
Está ind icada no sólo para el tratamiento de la insu fici encia y magnesio: 1,5 mEq/1.
ren al aguda , si no cu ando se desee di sminuir la concentración Para impedir la coagulación de la sangre durante la diálisis
hu moral de ciertos tóxicos tales como el brom uro, salicilalos, se inyecta en forma perm ane n te o cada hora una cantidad sufi -
ti ocianato , barbitúricos amoníaco. Es útil para extraer ¡:i gua en
1 ciente de h~parin a como para que el tiempo de coagul ación se
el curso de las denominadas ins uficiencias cardiacas in-educti- mantenga alrededor de los 30 a 45 minutos.
ble-.s con anasarca e hiponatr~mia. La diálisis fi na liza cmmdo la composición del medio interno
Es importante señalar qu e al paciente en diálisis peritoneal del pacier;te es satisfactoria con respecto a la conce ntración de
de be ma ntenérselo en situación de equ ilibrio hidrosalino para la urea, creatinina, ácido úrico, fosfatos, bicarbonato, potasio,
no agregar un componen te deplecivo que agrave el cuadro h e- exceso de bases y pH sanguíneo.
modin <i mico. Ello im plica, por lo ta nto, efectuar un adecuado En el curso de la misma pueden producirse accidentes vin·
balance entre los ingresos y los egresos parti cul armente cuando culadas al pacien te o al sistema de diálisis. Entre los pri meros
se utiliza n dialisados con elevado contenido de glucosa. se citarán los trastornos he.mo<linámicos como la hipotensión o
la hipe rtensión artt: rial o las arritmias cardíacas y las hemo-
1
Diálisis extrac01pórca con rhión artificial. Numerosos son rragias o co<1gulación masiva de la sangre en el in terior del ri-
los modelos de riüón artificial actualmente en uso. Todos ell os ñón . Sin embargo, b complicación más grave suele producirse
está n basados en el uso de una membrana semiper meable de en los períodos fin ales del procedimiento o luego de realizado,
celof8.n o similares , a través de la cu al se produce el fe nómeno como consecue ncia de un deseq uilibrio hídrico y del estado áci-
fisico-químico de diálisis. Consiste en esencia en.un tubo o una do-base ent.re los distintos comparlimientos del organismo. Es
bolsa de dicho materia]) por cuyo interior circula en forma per- el denominado síndrome postdialítico que se manifiesta por ce-
mane nte la sanbrre del paciente hecha incoagu lable, mientras fa leas1 hípertensión arteri al, náuseas, vómitos, confu sión 1nen-
que por su cara externa lo hace el líquido de diálisis que tam- tal, te mblores o convulsiones.
bién se renueva constantemente. La superfi cie diali zante de las Estos síntomas traducen la existencia de un edema cerebral
membra nas varía en tre 9.000 y 19.000 cm2 lo que permi te reali- producido por variaciones· eu el gradiente osmótico y ácido-base
za r el procedimiento en 6 a 12 horas. entre el liquido cefalorraquídeo, células cerebrales y el plasma,
La conexión del paciente con el riñón se hace por medio de a consecuencia del descenso más rápido y acentuado de la con -
cánu1as de teílón y silastic, que se colocan qui rúrgicarnente en cenlración de urea y el aumen to más inmediato del bicarbonato
una ve na y una a1teria de med iano calibre (radial y cubital o ti- en este último que en el primero durante la diálisis. La dismi-
bia les posteriores) o por punción di recta en una ve na de gran nución brusca de la urea sanguínea origina un gradient e osmó·
calibre como la fe mora l o la subcl avia mediante un ca téter de tico positivo en el sentido del líquido cefalorraquídeo que pro-
diámetro adecu ado de doble luz ut; Jizando la técnica de Seldin- mueve el paso de agua hacia el mismo y de .allí a las células
ger, el que se man tiene permeable a lo largo de los días deján- nerviosas que se edema tizan. Al mismo t.iempo, el pH del com-
dolo rell eno con una solución de hepari na una vez que se fi nali- partimiento cerebral tarda más en normalizarse) persistiendo el
za la diálisis. El primer procedi miento establece una fístula estado de acidosis que estimul a la ventilación pulmonar, condi -
arterio-ve nosa protésica permanente, ya que los extremos ex- cionando una hi perventilación y con ello una sobrecompensa•
ternos de ambns cánulas se conectan entre sí por medio de un ción respira toria que conduce a un esta.do de alcalosis no meta-
intermed iario de tefl ón cuando acabe el proced imiento. 'J.1an to bólica.
un sist.ema como el otro permiten repetir la diálisis cada vez La osmolalidad celular del tejido cerebral está aumentada
que se desee) pues las caracteósticas del mateii al utiliiado im- aunque no se ha determinado con exactitud cuales solut.os con•
pi de n su trombosis. tribuyen a ello. Se ha postul ado que dicha hiperosmolalidad es
Un procedimiento más adecuado, pait icularrnente en los pa- la consecuencia de la formación de ácidos orgánicos deri vados
cientes con inest abilid ad cardiovascular y fallo multiparenqui - de la ruptura de pro teínas o polipéptidos o por un a interconver-
matoso orgá nico, es el denominado hcm ofi ltración arterioueno· sión de gluta mina a ácido glutá mico. Los solutos no identifica-
sa continua, en la que se uti lizan dializadores con membranas dos se los denomina habitualmente "osmoles idiogénicos".
de poliac rilonitrilo de alta permeabilidad. Esto permite una im- Un método adecuado para prevenir la aparición del síndro-
portan te ultrafiltración sin reque1ir el uso de bombas de sangre me ilialítico o postdialítico es la diálisis ul traliltrante o diálisis
ni ejercer presión negativa ya que la presión sanguínea espon- seca que permite extraer un volu men importante de liquido ex-
NEFROLOGIA 1209
tr ncelular sin modificar mayormente s u cornpos.ición. Desde. clásicos de la cistiti s ag uda , casi siempre hemorrágica y recidi-
luego ·que debe ser continuada por una diá lísis conve ncional pa• va nte. Igualmen te, algunos medicamentos, como la urotropina
ra lograr la disminución de los valores de la urea y demás cata- y la ciclofosfamida, son capaces de producir lesion es irrita tiv as
bolitos y mejorar asimismo la acidosis metabólica . Es preferible y aun hemorrágicas 1 en la vejiga.
realizar diáli sis cort f\ s y repetidas en vez de largas y es porádi- La sintomatología general de la infección urina ria depende
cas . de la intensidad de la in fección , de la ubicación del proceso y de
Los a ccid f:n les imput ables al sistem a dia li zante son la rup- las condici ones propias del enfermo.
tura de la s membra nas, las embol ias gaseosas por pasaje de ai- En los casos graves puede presentarse co n las caracte rísti-
re desde el sector venoso del ril1ón o embolias san guíneas por cas del sh ock septicémico o bacteriémico causado po r la acción
trombos en el sistema, la acodadura de las tu bu]aduras que in- de las endotoxin as de los gérmenes gramnegativos. Deberá sos-
terrumpe n el flujo sanguíneo o su desconexión con las cánulas pecharse esta posibilidad cuando existan antecedent<>s de obs-
del enfermo por maniobras bruscas o in tempestivas. trucción urinari a, de maniobras endoscópicas instrumentales o
La di ril isis extra corpórea con ri ñó n artificial est.á indicada de di abetes. Clín icamente suele iniciarse con episodios de inten-
en los mi smos casos que la peritoneal. sos escal ofríos y un asce ns o térmico brusco que son seguidos
muy rápidamenti por un cuadro de shock
La tensión c,rlerial máxima desciende por debajo de los 80
Síndrome infeccioso udnario agud o mm de Hg, al ti empo que a pa rece n trastornos de la conci encia
ta les como euforia, ideacitin deso rd enada e inquie tu d psicomo-
El síndrome infeccioso urinario ag udo se caracteriza esen· tora, que luego se transforma n Cn delirio, est upor y coma. Al co~
ci al mcnte por la asoci ación de mal es tar gener al, escalofríos y mien zo. m ientras exis te un gasto cardíaco más o menos nor mal,
fi ebre acompañados de disuria, piocitu r ia y bacteriuria con o la piel se mantiene rosada y caliente {shock ca liente) que al poco
sin dol or lumbar. ti empo se hace f¡·ío, a unque la t emp eratura central se mantiene
Es causado por la 11idació11 y pululctción de lus bacterias en el evada y llega a superar los 39º en el recto.
la s ufos e.n:retorns del árbol urinario: cálices y pelvis renal, uré- Es típica la polipnea con respiración superficial atribuida a
teres , vejiga y ur etra ; o en el sector pG re11 q11 imatoso: in t ersticio un efect.o de las endotoxin as sobre el ce ntro respiratorio, y la
renal o próstata. De acuerdo a ello, la sintomatología presenta- apa ri ción de sín tomas que traducen la exis tencia d e un pulmón
rd distintos mati ces que permiten, en general, orient3r é".l médi- cong-e:s t.ivo con broncos pas mos, disminución de la entrada de ai~
co. re 1 estertore s crepitantes y subcrepi tantes basales que as cien-
Cuand o el proceso infe ccioso nfo cta a la grasa perirrenal y/o den rápi damen te ocupando todos !os campos pulmonares, acom-
a la cortical dd ri11ón (perin cfri! i3 J, a los cá lices y pelvi!, renal pa ñados de roncus y sibilancias dise minadas. La hemodinamia
(picliti8J, al ri llón (nefritis intersticia/) o a ambos (pielonefJ"itis) circ ul atoria y cardíaca está alterada.
se agrega el dolor lumbar de tipo cólico o permanente y b'Tavati- Existe 1ma di sminuci ón de las resistencias peiiféricas cau-
vo con pullopercusión positiva o palpación renal dolorosa. Si se sad a por la apertura de las an astomos is a rteriovenosas sistémi-
trala de una infección de vejiga (cistitis/ se ex~e1i u1i za po r el te- cas y pulmonares. E!,lO prodnce la brusca caída de la tensión
nesmo vesical acomp a ñado de polaquiuria, micción imperiosa y arteria l que estimula el mecanismo va so presor simpaticoadre-
dol or difu so m1 el hipogastri o, que se exacerba c0n las manio - nal y lleva a una intensa vasoconstricción de los esfinteres pre y
bras palpatorias y que a veces coexis te con UH [l. retención in· postcapilares qu e. compromete gravemente la perfusión capilar.
compl eta de 01in a sin distensión del órgano. Todas estó.s a lteraciones condicionan, finalm ente, una disminu-
Si el proceso está ubicado a ni\;el pro s táti co (pl'Osfatitis ción del retorno ve noso con hipotensió n venosa central y menor
aguda) el enfermo experimen t a una sensaci ón c!e peso pnineal débito cardiaco que se agrava cuando la fibra rniocárdica su fre
y de tensión rectal con sensación de cuerpo extr año que luegu se los efectos de la endotoxina. Por otra part e, la hipo,:ia capilru·
tr ansforma en dolor q ue irradia hacia el pe1iné, ano, testículos facilita la trasudación del plasma hacia el inkrsticio lústico y
o regi ones lu mbares. La defecación es dol orosa y la constipación da lugar a le aparición de hipovolemia que .aún al tera más la
la regla. Existe t ambién poliaquiuría y los sinlom:is referidos hemodin ami a circulatoria sistémica.
de infección u rinaria. El tacto rectal pennite es tablecer el com- C ('l1:10 consecuencia de todo lo anteiior, tarribién se compro-
promiso pros tá tico de l proceso. mete la circulación del riñón . Se modifica la distribución intra-
E n la infección uretral (uretri t is) los sín to mas generales son rrenal sangubea de tal manera que disminuye el flujo cortical
mC' nos n otabl e s , pero existe una secreción puru1 ent a por el mientras permanece inalterado o experimenta un a umento e l
meato uretral acamp ana da de ardor mic.cional que facilitan el medular. El res ultado fi nal es la aparición de la oligoa nuria ca•
di agnóstico. r acte rístí ca del estad 1J de shock con orinas, al comienzo, de
Los gérmenes que con mayor habitualidad provoca n la infec- buena densidad y conc.:rntración ureica clt:vada y de sodio dis-
ción urin ari a son las ent.erobacterias gramnegativas, entre las mi,wido. Cuando el shock se prolonga, el riñón sufre las conse•
que se des taca sin ninguna duda la Esr:herichia coli co n fre- cuenci as y se establece una necrosis tubul ar isquémica o una
cuencia del 80 al 85 por ciento de los casos. Le siguen el Aero· necrosis cortical que dan lu ga r a la aparición ~ una ins ufi cien~
bncter aerogen es, el Protet1s vulgaris o mi ra bi/is, la Pseua'omo· cia renal aguda, en cuyo caso la orina tiene una densidad de
nas aeru g in osa o pi oc iá n ico y e l Alcalige11es faecalis o 1010-1012, la con centración urcica es baja y L, del sodio nor·
en terococo. En la uret1it is agu da , el germen que predomina es mal o elc uada .
la Neis.<.eria go11orrhcae o gonococo, aunque a veces se comprue- Finalmente, suelen aparece r trastornos hemorr ágicos cutá-
ban el Stophylococc11s a11re11 s y los gramnegativos ya citados. neos o di gestivos imputables a una coagulopatía por cons umo o
Más r ar amente puede ser causada por un pará sitl1 intesti;rnl, la por fibrinóli sis, que 3caban con el enfermo.
Trii.:hom(ma vagi.•wlis. Este: grm'1'. cuadn.i infeccioso se acompa1ia de hemoconce.n-
Debe recorc!arse además que el bacilo de Koch puede infec- irnción, lcucocito$i:i con neutrofilia, critrosedimentación muy
tar primaria o secundariamen te :i l a vejiga y dar los síntomas acelerada, hipcrazuemia, acidosis metabólica por lactici.demia
1210 SEMI OLOGl /1, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INT ERNA
011 mc11ioc/<1 y tasi siempre hiperkalcmia. A \'eces es posible ais- Si n embargo, existen cier tos elemen tos clínicos que obligan
br ld gerrrn: n c,wsal en la sangre mediante hemocultivos seria- al médico a buscar un proceso infeccioso crcinico minario. En tre
d<,3-. que coincidt~. en tonces, con el que provocó la infección uri- ell os deb en ten erse en cuenta: ciertas anemias inexplicables,
naria pri mitiva . trasto rn os digestivos o fcb rícu las de aparición irregul ar, las
La t'l.'11/uriri11 es !J ti pica del shock endotoxin ico y su pronó.s- lumbalgias no posicionn les, los episod ios reiterados de pola-
tiC'ü muy reservado pues la mortalidad oscila alrededor del 70 al qui utia, la poliuria con isos tenuria y nicturi a, las orinas repeti-
8ú'k. dame nte turbias o malolientes, el malestar general, la ina pe-
Si n embargo, la infección urinaria SI! ¡1r12sc11ta con mayor tencia, la::; cefaleas y 1a hipertensión arteri al.
Ji·l'cut: nci(l e11 11110 /órnw menus Jrnt•c c.¡uc la crnll!rior. En estos El ancilisis de las alleracion€s urinarias y la me todología a
ca.sus . si bi en los sint.omas generales esta.n presentes, predomi- seguir para establecer el diagnóstico de una infección urinaria
na n tus síntomas lucales y la infección transcurre de un a mane- crónica han sidc con siderados en el apartado de examen de la
n:1 más benigna . Rara vez existe oligoa nuria de causa rena l. orina y en el de<licado a Prupcde1ítica.
Curmdo se pn:se nla hay que descartar que no se trate de una
retención ves ita l con5erntiva a un a cistitis agud3, que desapa-
rece con el e;,üNerismo dt: la vejiga. Las o!·inas son franca mente Síndrome de insufi ciencia r enal crónica
piU ric~:s, turb¡,1!l. en ciertos ca.so; malolient.es con aburidan le
bi\Ctériuri:t , L:1 protein uri a no sueli:: ser elevada y oscila entre Se de nomina Insuficiencia Renal Crón ica a la pérdida pro-
v('st.ig-ios y 1,50 g en 24 horas acompaüados de ci lindros leucoci- gresiva de In ca pacid ad fun cional del iiflón para man ten er una
tario.s C1 celulares si la infección es de origen renal. La presencia adecuada homeostasis corporal, causada por diversas lesiones
dr abu nd,rn tes hematíes no es excepc.ional, e.specialmente en la que afect an sucesiva o simu ltáneamente a ]os glomérulos, a los
cistiti s tub erculosa, o en las infecciones uri narias agudas que túbulos, al intersticio y a los vasos re nales que por él transcu-
complican a una litiasis renal o vesical. rren .
En la uretritis aguda gonocócica, la :wcreción que mana es- Como consecuencia de esta paula tina disminución de la fu n-
pontáneamente por e! meato uret.ra l es de color amarillo, puru- ción renfal, se producen importantes alteraciones humorales que
lenta frcm ca, y mancha la ropa. re percuten subre la actividad metabólica de todos los órganos y
La prw.:bo de lo~ tres uasos permite establecer. aproximada- sistemas condicion ando, finalmente, la aparición del cu adro clí-
mente. el sitio de origen de la piocitu ri a. Cuando es alfo (uréte- nico cle la uremia crór.ica.
rt:s y rillónl es tola! y aparece en los tres recípie:ntes. Si es <le La Insuficiencia Renal Crónica , se presenta en la m.ayo ría
urel ra antetior o posterior, se aprecia en el primero. Si corres- de las nefropatías difusas crónicas primari as o secund arias, en
ponde a un problema vesical o prostático , es .más intensa en el los malformaciones renales congénitas y en las uropatías obs -
tercero. tructi,·as bila ttral es por al teracio nes urodi ná micas de curso
Con respt::c ta :1 todo lo relati vo a la semiología de l::i. piocitu- prolongado.
1ia y de la bacteriuri a, así c·o mo al estudio de esta última, remi-
tirnos a l l1;•ctor al capítulo corres pondie nte.
Mecanismos de progresión d e la ins uficiencia renal
Síndrome infeccioso tu-inario crónico Una vez establecido el cuadro es habitual que progrese ha-
cia la insuficiencia re113J te rminal por lo que es importante co-
L1~ manifestaciones dínicas de las infecciones crónicas del nocer los factores que condicionan esa evolutividad, para poder 1
aparato urin ario son b,,stante cri rncte1ísticas cuando el proceso si es posible, actuar preventivamente a los fines de demorar o
:\focta la vejiga, la próstata o la uretra. En estos casos los sin t.o- impedir ese deterioro.
m:1s sCln sim il:tres a lo~ de los procesos agudos per11 de una in- Si n emLnrgo, los mecanismos involucrados en dicha progre·
tensiclad menor, re iterados, sin repercusión general y con orinas sión permanecen a Un obscu ros, al menos por dos razones:
persistentes infoctBd as: piocituria y bacteriuria sig nificativa.
Por lú con trari o, cuando la infección an ida a nive! ren al (pie- l. F.I glomérulo, los t.úb,1los y el tejido intersticial tienen por
lonefrilis crón ica o nf!fri tis intersticial crónica) o complica a una una part e 1.111 rango limitado d..:- respuestas ante mtí ltiples inju-
nefrop;:\tía cr,ngénita (riñones poliquisticos o en he rradu ra) o a rias diferentes, al mismo tiempo que variados mecanismos pa-
t:1rn ~Iteración morfológica de uré teres, pelvis y cálices (uropio- togé1 ticos ti enden a converger en un denominador histológico
nefrosis). ln sintomatologia es lan proteiform~ que es confu1!d i• comú:1 como es la esclerosis difusa parenquimatosa con 1a con-
da rnn ait:!l'.dc•nes de ot.ros órganos o sistemas. Es comúri que se secuente alteración de todas las funciones de l 1iñón, en particu-
h; dü:i.g no~ tique en for ma cas ual, por haberse solicitado un aná- lar1 las de filtración, reabsorción y secreción involucradas en la
li sis de orina E: n un examen clínico de rutina, o por la presencia formación de la orina nom1al. Tanlo es así que cuando se exa-
de uHJ anemia de orige n osc uro que lleva a la búsqueda de un mina microscópicamente la histología de un "ri ñó n termin al"
foco sfptito y ·se lo encuentra en el riüón. Otras veces existen resulta muy dificil establecer la causa etiológica que ocasionó el
1110.nifestaciones digestivos imprecisas tales como nú useas, dolo- daño o asegurar que el insulto inicinl aú n continúa actuando.
res epigás.Lrico5 o en los hipocondrios irradiados a las regiones
lumbares, que finalmente se establece que son producidos por 2. El riii ón daiiado tiene propensión hacia el autodeterioro.
una litiasi s G una uron t:frosis in fectadas . Por fin, no es raro que Esto está bien demostrado en los animales de experimentación
se presente con las caracte rísticas clfüiras de una insuficiencia donde se obsena la progresión de la enfermedad luego que la
renal crónica, más o menos avanzada, y el di agnóstico resulte injuria ha cesado o la aparición de esclerosis en los nefrones re•
del estudio nefrológico completo, donde se demuesl.ra, junt.o a ma nentes previ?.ment ~ indemnes cuando se ablaciona una par-
Jns nl terncionús de In función ren al, la existencia de una infec- te import ante de la rr.:,sa renal,
ción urinaria.
NEFROLOGIA 1211
El ''riii1í11 termina!" con glom€rulo esclerosis, punto final de cer luego de muchos años en algunos pacientes que inicialmen-
la pro;;resión de la insuficiencia renal crónica, cualquiera sea te tenían "cambios mínimos lesionales". Igualmente se la obser-
su et.iuluh'1a, se acompaüa de una reduccitin importcmtc de su va en una amplia variedad de afecciones renales con proteinu-
tama1/u. excepto en la poliquistosis y en la urohidronefrosis pe- 1ia como la nefropat.ía a IgA, el síndrome de Allport, el abuso de
ro Siempre con disminución de su masa nefronaL Los gloméru• analgésicos, la nefropatía de la anemia a sickle-cell o en el ri-
los tienen una pérdida de. sus capilares, áreas localizaclas de üón trasplantado. Se la ha descripto también en la obesidad
pro!íforación ct:lubr y fibrosis progresiva que a veces provocan masiva y en la agenesia renal unilateral acompaüaclas de pro-
el cobpso del lecho capilar. Los túbulos, particularmente aque- teinuria.
llos c(1rresp1Jndíentes a los glomérulos afectados están atrofia- La formíl difusa, de evolución aguda o crónica, de la glome-
dos, di!Jlados y a menudo inYadidos por células inflamatorias. 1:uloesclerosis se presenta en numerosas afecciones sistémicas
Exi.:;t.e una fíbrosis difusa cJel mesangio caracterizada por un in• vasculures (hipertensión arterial esencial o maligna, escleroder-
cremento del cohlgeno y de la matriz mesungial, asi como d2 los mia o trombosis intravascular); metabólicas asociadas a de.pósi-
lípidbs y aumento de fibroblastos. Inicialmente, !as membranas tos específicos (diabetes 1 amiloidosis, mieloma múltiple y crio-
basnles glomerulares y tubulares están engrosadas mientras globuli:1tmias); hereditariaS (enfermedad de Fabry y en la
que en los éstadios finales se condensa un matr.rial amorfo PAS deficiencia familiar ele lecitina-colesterol-acetiltransferasa); e
po:::itivo. La evolución de la glomeruloesclerosis se caracteriza inmunológicas (lupus eritematoso sistémico y diversas vasculi-
por la progresión de las lesiones que afectan a los glomérulos y tis). Debe destacarse también gue en la octava década de la vi-
3 lus Lúbulos y se acompaúa de la disminución de sus respecti- da alrededor del 40% de los glomérulos presentan cierto grndo
·:as funciones. En el período inicial de dicho proceso se com- de esclerosis. Finalmenre cabe recordar que prácticamente to-
J)J'Uéb~1 la ap<.1rición de prnteinuria seguida, rápidamente, por
das las glomerulopatías idiopúticas prima1ias, independiente-
un:1 fr·ducción del filtr.1do glomerular y del flujo plasmático re- mente de sus lesiones histológicas distintas propias evolucionan
n0.l rnit'ntras que la atrofia tubular se manifiesta por la incapa- también hacia la glomeruloesclerosis.
c:idnd progresiva del ríñón para concentrar la orina o excretar la
c,u-g;:i ácida metabólica normal. b) Caractcrfr:ticas de los procesos deletéreos intrarrenales
La comprensión de los hechos y su secuencia evoluLiva, que 1¡11c origina la inir:"ia renal: Para una mejor comprensión de es-
c:onducen a la glomeruloesclerosis y a la insuficiencia renal tos [t!nómenos es conveniente recordar algunos aspectos morfo-
~wanz::1dn requiere l:Unsiderar dos aspectos: lógicos y funcionales de los elein'entos que integran el glomérulo
~l Ln naturaleza de la injuria espr,cífica metabólica, vascu- y sus respuestas a las injurias (ver Anatomía RenaU.
lnr o inmunológica que inicia la enfermedad renal y que persis- Un cc•mentario adicional merece el análisis del mesangio
te durJnt.e su progresión. que, situado en el tallo glomerular entre los capilares del glo-
mérulo que lo delimil-an 1 está fonnado por las células mesangia-
b) La:, car.J.derísticas morfológicas y funcionales de lo~ pro-
les y la mahiz mesangial, compuesta esta última por ·mucopoli-
ce.sos deletéreos intrarrenales que inicialmente se desarrollan
saciridos y glicoproteínas. Es importante señalar que el
como resultado de ln injuria renal per0 que perduran aún cuan-
mesangio está en relación directa cou la luz vascular capilar a
do ést3 haya desaparecido.
través del citoplasma fenestrado de las células endoteliales, sin
a. fo.7uriCt glomcru.lar y glumeruloesclerosis: La injuria glo- interposición de la membraüa basal, en el sitio en que ésta se
merubr es la causa más frecuente de la progresión de la insufi- refleja para pasar de uno a otro capilar -polo mesangial del c2.-
ciencia renal y se evldencia por la disminución de la tasa del fil- pilar-. Esta disposición anatórnica particular hace que el mis-
Lrado glomerular. Puede producirse por el depósito de mo tenga un contacto directo y permanente con los constituyen~
sustancias biológica!11ente activas (inmunoglobulinas fraccio- tes del plasma y que pueda interactuar con las células
1
nes del complemento, fibrinógeno, proteínas 2.miloideas, lipo- inflamatmias de estirpe sanguínea, con sus productos de secre-
proteinas, toxinas y algunos componentes de la pared celular ción o con 21nbos. Al mismo tiempo está expuesto a los efectos
bactc..1ianal o relacionarse con procesos de coagulación intra o directos de los factores mecánicos sanguíneos de presión y flujo.
txtracapiL:u· o con la acumulación de matriz mesangial {por so- Las células mesangiales, de probable origen vascular por su
breproducción, insuficiente degradacirin o ambos mecanismos a contenido en miosina, se~ contr<.ten y relajan en respuesta a la
la vtzJ o como consecuencia de fenómenos inflamatorios en el angiolensina ll, al tromboxano A y a la prostaglandina E2, mo-
que participan sustancias humorales estimulantes de la prolife- dificando el área de la superficie filtrante glomerular. Estas cé-
rnción ce,lular liberadas por las propias células del mesangioglo- lulas tienen además la capacidad secretora de prostaglandinas
merular o del intersticio renal o infiltradas en los mismos, ta1es y de diversa;:; sustancias mediadoras de la inflamación, pudien-
como J()s linfocitos T, los neutrófilos, los monocitos~macrófagos y do incorporar macromoléculas e inmunocomplejos por endocito-
ins plnquetas. Igualmente la injuria puede iniciarse o ser facili- sis y sintetizar la matiiz mesangial. Pueden también liberar un
bda por /actores mecánicos como la hiperpcrfusión glomerular factor estimulante de crecimiento celular a partir de las plaque-
iv hi¡u:rtmsión intracapilar o por las anormalidades metabó- tas, un factor de crecimiento epidérmico e interleuquína I y res-
vinculadas a enfermedades sistémicas como la diabetes y ponder a estas sustancias de un modo autócrino. De esta mane-
la hiperlipemia. ra, la célula mesangial no solamei1te tiene la capacidad de
Ln glomeruluesclerosis se presenta habitualmente en lo~ regular la filti·ac1ón glomerular sino que también contribuye a
crónicos pero también se la halla en afecciones agudas, mantener la estructura normal del glomérulo por su potenciali-
·~"""''""·'es como las vasculitis necrotizantes. Puede adoptar dad proliferativa, por su propiedad de remodelar la membrana
una forma lesionnl focal y scgmentaria en la que e,:,tán afecta- basal, por la síntesis de matriz mesangia1 y por su c<ip:::cidad
dos una minoría de los glomérulos y sólo un segmento de los macrofágica endocitica y toda \,ez que es agredida contribuirá a
mismus o ser difusa daüando a todos los glomérulos. modificar ese patrón normal morfológico y funcional.
La glrm1erufocsdernsis focal y segmentaria es a veces la cau- El mesangio contiene además macrófagos propios 1 en peque-
sa inicial y primaria de la enfermedad renal pero puede apare- f.o número, capaces de iniciar la respuesta inmune por su pro~
12 12 SE1v1 10 LOGIA, SEMIOT ECN IA Y MED IC II-.JA INTE RNA
piedad para fijar antígenos y presentarlos a los linfocitos sensi- bargo. numerosas evidencias demuestran que , en última ins-
bilizados. Existen suficientes evidencias para aceptar que una tancia, esta hiperfiltración es deletérea, provocando daüo renal
degradación excesiva o deficiente de la matriz mesangial o de la progresivo. Se observó así que la ablación de más del 80% de la
me mb ran a basal o una combinación de ambos procesos 01igina- masa re nal en la rata se acompaña no sólo del aumento de ta-
dos por una disfunción de las células epiteliales, y mesangiales maño de los gloméru los residu ~Jes sino también de ca mbios es-
que pa rticipan en su metabolismo normal, juegan un papel im- tructurales precisos. Estas al teraciones finalmente desembocan
portante en el desanollo de la esclerosis del glomérulo y en la en la hiali nización y esclerosis total de los glomérulos remanen-
dismi nución de su capacidad filt.rante. Parlicipan también en la tes. Se ha n descripto además depósitos inmu nofluorescentes de
producción de la glomeruloesclerosis, la infiltración del intersti- proteínas plas máticas circulantes, principalmente alb úmina.
cio po r células ínílaruatorias, en especial li nfocitos y macrófa- Experimen talmente, el grado de hiperfillac ión que se produce
gos. Estos últ.imos son capaces no sólo de modular }a actividad es inversamente proporcional a la masa renal residu al. Simul-
biológica de las células propias del riñón, particularmente las táneamente con estos cambios funcion ales aparece proteinuría
mesangiales, sino de activar la proliferación de los fi broblastos cuya cantidad llega a cuadriplicarse a la semana de la ablación.
y la sintesis del colágeno que contribuyen a la esclerosis inters- La hiperfillración de los glomér ulos remanentes en los modelos
ticial rena l propia del período final de la insuficiencia renal cró- de ablación se producitía por cambios específicos en la hernodi-
nica. namia intrarrenal que pueden vari ar de una especie a otra. La
F inahnt"' nle corres ponde citar el rol qu e les 'compete a las evaluación por micropuntura de los cualro determin anles bási-
plaqueta s en todo este proceso lesiona!. Se ha demostrado que cos (ver Fisiología Ren al) del valor de l filtrado glo merular por
sus productos de secreción: factor activante plaq uetario 1 factor nefrón aislado (VFGNA): QA (flujo plasmático glorne rular ), LIP
plaquetario de desanollo o crecimiento, tromboxaao A y hepari- (diferencia promedio de presión hidráulica transcapilar-glome-
nas a pueden también afectar la estructura y la función g}ome- rular), rrA (presión oncótica eferente - presión oncótica sistémi -
rular al reducir el flujo sanguíneo y el filtrado glomerular por ca) y Kf (coeficiente de ultrafillra ción del capilar glornerular)
disminucíó n del á rea filtrante giomerular y del coeficiente de demuestran que el incremento del VFGNA es alrededor de 2.6
filtración Kf; al aumentar la permeabilidad capilar por neutra- veces mayor en la ra ta ablacionada que en la control. Dicha hi-
liznción de la carga aniónica de la membrana basal y de los pe- perfiltración está generada por dos mecanismos asociados: 1)
dicelos facilitando la aparición de proleinuria; al estimular la Aumento del QA; 2) Aume nto del LIP sin observarse variaciones
proliferació n y desarro llo de los fibroblastos, de las células me- en nA ni en el Kf. Asírnismo las resistencias arteriolares aferen-
san giales y del músculo liso de las ateriolas glomerulaes ; al ac- te y eferente en la rata problema son marcadamen te inferiores
tiva r la agregación plaq uetaria y, también, al liberar prosta- a los de la rata control. Est.a vasodilatación es la que origina el
glandinas 1leucotrienos , y radicales oxidativos. hiperfl ujo o hiper perfusión en el glomérulo remane nte. Dicha
En síntesis, como consecue ncia de las más diversas injurias vasodilatación se ha impu tado a una fall a de los meca nis mos de
renales se produce la alteración de todos los mecanismos celula• autonegulación del flujo sanguíneo íntrarTenal an te la hipe r-
res y h umorales que mantienen la normalidad estructural y tensión arterial sistémica que habitualmente se produce en las
fun cion al de l riñón originando la aparición y progresión de la ratas con ablación extrema opuestamente a lo que sucede en las
glomeru loesclerosis que fi nalmente conduce a1 riñón escleroso ra tas genéticamente hipertensas no ablacionadas donde la au-
terminal. torregulación provoca vasoconstricción. Cuando se logra contro -
Sín embargo , es necesario admi tir que, además de los fenó - lar la hipertensión ar terial mediante drogas específicas y se eli-
me nos humorales celulares referidos, diversos factores mecáni- mina el factor hiperpresión glomerular también se producen
cos o metabólicos pueden iniciar o contribuir al desarrollo de la aquellas alteraciones morfológicas. Esto permite est ablecer que
glo meruloesclerosis ya sea di rectamente o promoviendo la libe- la hipertensión arterial sistémica sería sólo un factor concu-
ración de uno o varios de los factores anteriormente citados. Es· rrente en la progresión lesiona!.
to adquiere especial relevancia cuando ést? se. presenta en glo- Si bien las teorias analizadas están al'alad as por diversos
mérulos ana tómicamente indemnes depués de la reducción de trabajos expetimentaJes, otros no brindan suficiente apoyo para
la masa renal mediante la ablación de 5/6 partes o des pués de aceptar una re lación causal tan simple ent.re las anormalidades
la curación con defecto de una insuficiencia renal aguda por ne- de la hemodinamia y la esclerosis.
crosis cortical focal, de una tuberculosis renal o de una nefrecto- Por otra parte, los estudios a largo tiempo realizados en do-
núa unilateral por un carcinoma del órgano contralateral o por nante de riñón o nefrectomizados por patología unilateral o con
donación de un riñón para un trasplante o por una agenesia agenesia renal no son todos r.oncordantes en cuanto a la apari-
unilateral. Se ha propuesto que en estas circunstancias la pro- ción de glomeruloesclerosis y proteinmia en el Iiñón remante.
gresión hacia la insuficiencia renal es debida a una alteración Pero, la mayoría, tiende a descartar tal posi bilidad . Estos ha -
de las Cúnst an tes hemodinámicas que regulan la presión y la llazgos sugieren la probable existencia de otros factores al mar-
perfusi ón del capilar glomerular capaz de lesionar al glornérulo. gen de la hiperfiltraci ón para el desarrollo de esas lesiones. Di-
Dicha propuesta se basa en la comprobación experimental versos agentes que inhiben la hiperfiltración y la hiperpresión
de que tod a pérdid a de la masa renal. significativa genera la hi- glomeru lar o ambas pueden retardar la glomeruloesclerosis por
pertrofia e hiperpl asia del tejido remanente con aumento del fil- la inhibición de otros fenó me nos no hemodinámicos probable-
trado glomernlar por nefrón aislado que va del 40%-60% obser- mente relacionados con la progresión hacia la insuficie ncia re-
vable en su mayor parte a los 4-6 días post-nefrectomía y que se nal.
completa a las 2-4 semanas. Este incremento del filtrado glome- Es posible. que el sistema renin a-angiotensina II j uegue un
rular está asociado fundam entalmen te en los animales adultos rol destacado en la patogénesis de la injuria glomerular progre-
con el aumento paralelo del fl ujo sanguíneo renal que expresa siVa. La angiotensi na II produce una vasoconstricción mayor en
la nwyor perfusión de los glomérulos remanentes. Estas rno difi- la ar teriola eferente que en la aferente glomerul ar al mismo
cacio.nes hemodinámjcas fueron clásica·mente interpretadas co- tiempo que contrae al mesangio generando fu ndan1e ntalmente
mo la res puesta adaptativa a la pérdida de masa renal. Sin em- un aumento de la pres ión intraglomerular. Sin embargo, la an-
1'1EFROLOGIA 1213
giotensina II tiene otros efectos biológicos que pueden ser im- nicas se vieron limitadas sin embargo) por los efectos desfavora-
portantes en el desarrollo de la esclerosis glomerular. Aumenta bles nutricionales de las dietas muy restringidas, inicialmente
el pasaje de rnacromoléculas hacia el mesangio y disminuye su utilizadas¡ en particular en los niños 1 que repercutían sobre su
egreso pareciendo, además, que estimula la proliferación celu- desarrollo y crecimiento. Posteriormente se comprobó en forma
lar renal. Estas acciones pueden explicar el efecto beneficioso experimental que la ablación de una cantidad crítica de masa
de los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina renal y una sobrecarga ¡:iroteica alimentada provocaba una hi-
1 sobre la progresión de la enfermedad renal conlo se ha obser- pertrofia y una hiperperfusión por nefrón aislado en los glomé-
vado en los pacientes portadores de una ndropatía diabética rulos sanos remanentes los que pvsteriormente presentaban le-
moderada con hipertensión en los que reduce la prot.einuria y siones foc"Jles y segmentarias de hialinosis que progresaban
aparentemente mejora la función renal. haci& la ,~:::;derosis )' obsolescencia glomerular acompañadas de
Un aspecto que aún no ha sido definitivamente resuelto es lesíortéS t.ubulointersticiales, proteínuria e insuficiencia renal.
el de determinar cuales son las causo.s que pueden promover los Una reducción de la carga proteica disminuía la intensidad de
cambios hemodinámicos descriptos en los glomérulos remanen- la hipertrofia y de la hiperperfusíón glomerular, asi como de las
tes en los diversos modelos experimentales y.en la clínica hu- alteraciones estructurales postergando la apa1ición de la insufi-
mana. ciencia renal terminal. La restricción proteica parece tener ade-
Dadas las divergencias seüaladas en cuanto a la import.::rn- más otros efectos biológicos que contribuyen a enlentecer la
cia de las alteraciones hemodinárnicas en la patogenia de la es- progresión de la enfermedad renal reduciendo los nivel0s séri-
clerosis de los glomérulos remanentes se ha postulado la exis- cos de los lípidos 1 la activación inmunocelular además de supri-
tencia de otros factores que promoverían su aparición y mir la proliferación celular, los factores mitogénicos e inhibir la
progTesión pareciendo ser los más destacados la hipertensión coagular:ión intravascular. Estos hallazgos han sido extraIJt)la-
arterial sistémica, la sobrecarga prnteica en la dieta, la hipcrli- C.:::is J la clínica humana y numerosos trabajos han referido una
pidem.ia, la hipertrofia glomerular y en ciertos casos la obstruc- menor tasa de deterioro en el tiempo en lo.s pacientes tratados
ción minaría. en dietas bajas en proteínas. Los resultados están basados en el
análisis de las rectas de regresión de la recíproca de la creatini-
l. Hipertensión Arterial Sistémica: Si bien exi:::te cousenso na séric:i contra el tiempo que son bastante similares a las que
en aceptar que la hipertensiúE arterial dall.a al riñón y que a su se obtienen mediante la determinación del filtrado glomernlar
vez puede contribuir a la de la mayoría de las nefro~ con inulina, que Jemuestran un menor ángulo de descenso
patías parenquimatosas, cuando sr.~ transfiere a estGs pacientes renales crónicos a una
proceso no son claros. dicta cou no más de 0.5·0.6 gr/J{g/peso día de proteínas, en su
Inicialmente se pensó que el glomérulo se iesim!aba por un mayada C.e alt.o valor biológica, con un aporte calórico 1 de 40-50
fenómeno isquémico originado por la vasoconstricción arteriolar cal/l{g peso/día, unos 700 mg/día de fósforo, 2000-3000 mg/dia
como parte de un mecanismo de retroalimentación destinado a de potasio, 1-1.5 gr/día de calcio acompañadas de una ingesta
regular el flujo sanguíneo del órgano y protegerlo y cuya persis• abundante de líquidos. El sodio deberá adecuarse a la presencia
tencia generaba finalmente la glomeruloesc1erosis. Sin embar- o no de hipertensión arteria] o edema. Puede dismínuirse aún
go, numerosos estudios experimentales posteriores, con las más más el contenido proteico, si la dieta es suplementada con ami-
variadas técnicas, parecen demostrar que juega un papel de im- noácidos esenciales a los efectos de no reducir los reque1imien-
portancia la trasmisión directa de la hipertensión sistémica so- tos nutricionales mínimos de nitrógeno y evitar su balance ne-
bre la pared del capilar glornerular en el dessrro\10 Jel daño del gativo.
glomérulo) condicionando la aparición de hiµerperfusión que
también repercute en el sector mesangial de la capilar e:ü-i.nto 3. Niveles de Lípidos Séricos. Se ha especulado, en razón
de membrana basal estimulando al mesangio y provocauJo la de la simililud de las célubs mcsangiales con las células mus•
proliferación celular y la esclerosis matricial. Dicha hiperperfu- cubres lisas de los v2Sos sanguíneos y la importancia que és-
sión se acompaúa de un ináemento del filtrado glomerular por tas juegan en la patogenia de la ateroesclerosis, que Ia acumu-
nefrón aislado. 1ación de lípidos en aquellas podría ser un factor
Atin cuando los hechos experimentales citados demuestran contribuyente para el desarrollo de la glomeruloesclerosis fo-
los efectos deletéreos de la hipertensión sobre el riüón, en clíni• cal. La posibilidad de que las células mesangiales posean re·
ca humana no existen procedimientos seguros que permitan ob~ ceptcres superficiales para las lipoproteínas de baja y muy ba-
tener una información exacta al respecto. Sin embargo es im- ja densidad facilitarían su incorporación lo que €stimula.ría la
portante seüalar que alrededor de un 10% de los pacientes producción de colágeno y proteoglicanos y el atraparniento de
hipertensos esenciales·, en ausencia de una forma acel~rada ma- lípidos. Estos a su vez llevarían a la proliferación rnesan¡-,rial
ligna de hipertensión, llegan a la uremia. La pérdida de la fun- celular y a un aumento de la membrana basal glomerular. La
ción renal está directamente relacionada a los valores de la hi· unión de las lipoproteínas a los glicosaminoglicanos polianió-
pertensión arterial, en particular de la diastólica y, puede 11.Ícos de la matriz mesangial y de la membrana basal glome•
estabilizarse o mejorar mediante un adecuado tratamiento anti- rular neutralizarían sus cargas negat.ivas y facilitarían la apa;
hipertensivo como suele también observarse en algunos casos rición de proteinuria. Experimentalmente se ha cÜmprobado
de hipertensión maligna acelerada. que una dieta rica en colesterol induce glorneru!oesclerosis en
las ratas con síndrome nefrótico por aminoglucósido de puro·
2. Sobrecarga Proteica en la Dieta: Ya en el aüo 1927, Moise micina.
y Smith habían documentado los efectos adversos que sobre la Existe también nna participación de las lipoproteínas sobre
función renal tenían las dietas con al_to ~ontenido proteico y Ad- la respuesta inmunológica relacionada al sisterna linfocitario.
dis, en 1948, sugi1ió que su restricción podía disminuir la pro- Las diversas fracciones del complemento pueden ser inhibídas.
gresión de la enfermedad y brindarle una mayor sensación de Esta alta actividad inhibitoria de la,; lipoproteínas está presen·
bienestar al paciente. La aplicación de tstas observaciones dí- te en la fracción de HDL que contiene APO-AI.
1214 SEMIOLOG IA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
-L Hipatro/i{/ Gli1111erulor: Ya se ha refer:ido que In ablación tomriticas hasta el cuadro clínico final de la uremia pasa ndo por
de una parte im portante de la mJsa re1rn1 produce una hi per- todas las posibilidades intermedias. De acuerdo a ello se pue -
trofia de los glomerul os remanentes y que efla también se com- den establecer las siguientes fases progresiYas: Insuficiencia
probó en dir ersas ncfrop:üías hu ma nas aco mpaflanclo la esc1e - Renal liwpo.rente (Grado 1), Insuficie11c ia Renal Co mpensado
rosis glomerular. Rápidamente se observa un au mento en el (Grado![) e fosu(icie11cia Renal Crónica Auanrada (Grado lll )
contenido del RNA, de l DNA, de las proteínas y de la síntesis en donde el últi mo período de ésta es la lnsuficiencia R enal
fosfolip íclica. Sin emlrnrgo no sf' conoce con certeza la patogenia Crónica Urciniica (G ra do IVi.
de estos fenómenos v si son la consecuencia de las alteracion es Si bi en este concepto de evolutividad mantiene su valo r en
hemodin:lmirns ya a·nali zadas o si están med iadas por un factor la mayoría de las enfermedades renales, puede darse la even-
reno tnipi ro qu e: ·podrin activr. r.se en respues ta a la sobrecarga tualidad que ello no suceda por producirse la curación con de ·
proteica en p~rticular de ciertos aminoácidos tales como lá gli-
1
feclo de la afección inicial, estabilizándose el défi cit funcion al
cins , el rici<lo glutámico y la prolina que incremen tan asímismo sin progresar en el tiempo. A esta situación se la ha denomina -
la secrución de glucagón capaz de aumentar, per sé, el fil trado do ln ,c;uficiencia Renal Cr6n ica Estacionaria y puede ser obser-
glomerular. vada luego de una ins uficiencia renal aguda por necrosis corti-
cal o post-trasplante renal, un ¡:¡ tuberculosis curada, un in far to
5. Obstrucción Uri,wrio: El grado de obstrucción bil ateral rené\l o, má s raramente, lnego de una pielonefritis o glomerul o•
de la \'Í ~t ex.cretora urinaria tie ne un valor relati vo en }¡:¡ gén esis nefritis agudas curadas. Sin embargo, es posible que dicho con-
del dnn.o rena l consecutivo a Ja hipertensi.in canalicular sa lvo cepto deba ser reconsiderado a la luz de los conocimientos más
que ell a sea prolongada o de carácter crónico. En efecto se la 1 recientes ya anali zados vi ncul ados a la progresión de la enfer-
comprobó t.anto en bs formas poco severas como en formas más medad renal y al desarrollo de una glomeruloesclerosis focal y
grn\'es c01no las qu e acompmi.a n a la estrechez de uretra, a la segmentaria o difu sa por los mecanismos de hiperfiltración e hi-
hipertrofia prostática o a l cislocele de grado IV. Su capacidad perf1ujo en lus nefrones remanentes sanos en ausencia del fac-
lesiona\ se debe al increme nto sostenido de la presión hídrostá- tor ngresor inicial.
tica en el sector excretor q tt(' se t.ransmite rápidamente a las es-
tructur::i.s renales originando una alteración más temprana en Factores agudos que ngrnvan en forma brusca a la lnsufi•
la médula re nal que en la corteza. l'icncia Renal Crónica y _i10Le11cialmente acelernn su euolutiui-
Tn~.s son las causas mayores que contribuyen a la destruc- dad: Los factores más comunes que pueden agravar en form a
ción de nefron es Rll la obstrucción minaria: 2guda la evolución de la insuficiencia re na l son la insufi ciencia
1) nument.o de la presión canalicu lar condicionada. _por la cardiaca , los desequilibrios hidroeleclrolíticos (deshidrat.ación,
obsLru cción ; 2) isquemia ren::d y 3) la pielonefri tis asociada. dep leción salina, hiponatre mia, intoxicación hídrica ), las infec-
Inici:1lmente, todfls las estruclur;is renales son C3paccs de cion~s generales (seµsis) v locales rena les (piclonefritis), las he-
soportar sin dila tar:;-e el aumento de la presi ón en do luminal morragias agudas, las drog as nefrotóxicas (aminoglucósidos , ce-
que genera la acu mulllción del líquido en la pelvis re nal duran - faJos porinas asociarl as a fu rn:ie mida, susta ncias de contraste
te· el desa rrollo de la uronefrosis. Sin embargo, esa situ ación es- iodad3s, quim io terápicasl; cirugía mayor y eventualmente em-
tá limitada poi' la presencia de la cápsula fibrosa poco distensi- bar~o complicado por hiperten sión arterial o toxem..ia gravídica
ble que rocl ea a l órgano. Como consec uencia de ello se produce y la hipertensión arterial maligna .
la dilatación progresiva de los cálices y papilas rena les y la re- Cada uno de esos faclores de <lescompensación pueden ac-
percusión retrógrada de la hipertensión can alic ular sobre todos tuar fun damentalmente, a través de dos mecanismos: 1) dismi-
los elementos que forma n el nefrón y el intersticio que lo ro· 1wció11 del /lujo sa11g1d11eo renal y del filtrado glomerular con
dean. Esto da lugar a una disminución del es!)esor del parén- afe ctación funcional u orgánica del riñón por alteraciones sisté-
quima renal y a una red ucción de la rel ación córtico-medular. A micas cúnsecutivas r. l.a reducción de la voleruia arterial efectiva
est.e efecto mec8.nico del incremento de la presión !u mi nal se le circulante y 2; por ogre.<::i/Jn tóxic(/ directa del parénquima renal
suma la injuria pro ducid a por la disminución del aporte sanguí- a riivel tubu lar o intersticial. Una mención es pecial merece la
neo consecutiva a I& compresión de los vasos recto.:; que o:·ígina hipertensión urterial maligna sobreagregada en la que el daño
la caíd a de l fl ujo pla smático re nal y de la presión de perfusión., rennl se aCE-lltú a por las lesiones típi cas de la microangeítis
Hist.ológicam.e nte se observan alteraciones en los capila res pre-
trombótica que son potencialmen te reversibles con un adecuado
glomeru! ares aco rnp atiadas de una elor.gación y tortt.1osidad de
tratamiento etiopatogénico.
las arterias interlobares arc uat.as e interlobulan•s. Adcm:~s. la
1
Teniendo en tuent.a que fos factores citados de ag ravamiento
obstr ucción uritwria se aco mpaña con frecueni::ia de un· compo-
de la insuficie:.::ia re:nal cróni ca pueden ser revertidos cuando
nenle infeccioso que rápidame nt~ afecta al parénquima renal
se hallan pn.~:.l~ntes con una tera péutica correcta o impedir su
dando lugar a la aparición de pielonefritís. Se inicia así un cír-
aparición._ !nedi:rnh~ UI:a cond ucta preventiva adecuada , es fun-
culo \'icioso en el qu e la ectasia mantiene la infección y ésta
damental que el médico los tenga siempre presentes para evi•
contribuye a su vez a dallar aún más al órgano al lesionar el in-
lar, dentro de lo razonable, el pasaje del paciente a una etapa
terst.icin donde .::e prod t.icen lesion es inflamato rias acompaña-
mas avanzada de la enfermedad o volverlo si es posible a su si -
das de edema, infil trados 1infoplasmocitarios y focos necróticos
tuación fun cional renal ante rior.
que comprimen las estr ucturas funcional es del riñón y agravan
In insuficiencia renn l.
I11suficie11cia renal crónica i11apare11te (Grado 1). Co-
mo su nombre lo indicu> durante esta fase no existen ma nifesta•
E~olución de la in su fi ciencia rena l (Fig. ll-5li ciones clínicas ele di'sfunc-:ón renal. Su diagnóstico se realiza ca-
si siem pre de manera l'. asual co n motiv~ de un aná lisis
Desde el punto de vista evolutivo, la insu ficiencia renai cró- circunstancial de orina, o solicitado para el contro_l de un emba-
nicEI puede asumir desde formas inapa rentes, totalmente asin- razo, un seguro de vide, la evaluación clínica en un preoperalo-
NEFROLOGIA 1215
rio, o bien ante la aparición de un algún síntoma renal local po- servarse normales o estar sólo fovemente descendidos. La den-
co claro o, fin almente, durant.e el estudio de un paciente hiper- sidad niáxima Uiinaria puede llegar a estar descendida , lo que
tenso. Sin embargo, la nefropatia se evidencia siempre por la indica una capacidad de concentración disminuida, vinculada
presencia de orinas patológicas de den sidad reiterCTdam ente en gran parle con el aumento de la eliminación de solutos por
buju o al menos que no su¡iera los 1016-1018 con la restricción los nefrones sanos o poco dañados.
acuosa ei1 \J s que se cornprueba una proteinu1ia discreta o ele- En aquellas nefropatías en donde la lesión es predominante-
vada, una rnicrohematuria, una leucoC!turi a con o sin piocituria mente tubuloíntcrslicial }a primer manifestación puede ser la
Y' baderiuria, o cilindros gran ulosos, hemáLicos, celulares o de incapacidad de concentrar orina, debiéndose ella a la perturba-
otro tipo en ausencia de actividad física intensa previa. Esta po- ción del mecanismo de retrodifusión del agua en el nefrón distal
sibilidad debe ser consdiderada por el médico pues es normal la por alteración de la respuesta tubul ar a la hormon a antidiuréti-
aparición de elementos patológicos en la orina recogida lu ego de ca y/o a la disminución de la hiperosmolalidad medular. Esta
un eje1:cicio violento. En la sangre de los pacientes con ins ufi- disfunción está sucedida por la di sminución del má.,imo trans-
ciencia renal crónica inaparente no suele n existir alt.€raciones porte tubul~r de excreción que exterioriza la alteración de la
nota bles y la azoe mia está dentro de los valores máximos nor- funci ón tubular secretorn con filt rado glomerul aJ norm al o poco
males. En estas circunstancias sólo el estudio integral clinico descendida, lo que co~diciona un balance glomerulotubular ele-
ntfrológico, incluidos los procedimien tos de diagnóstico por vado.
im:igenes y la ex ploracíón funcional selectiva, complementados Cuando la enfem1edad renal es la consecuencia de una le-
por la punción biopsia ren al, si está indicada, permitirá diag- sión predominantemente vascular se exteriori za al comienzo
nosticar la nefropa tía y t rata rla adecuad ame nte. Debe recor- por una reducci ón del flujo pl asmático renal efectivo con un a
darse que durante esta fase suele existir una bunena corTela- fracción de filtración que al comienzo puede ser elevada por me-
ción nnatomofuncional. Es asi que , cuando las lesiones iniciales ca nismos de autorregu la_ción hemodinámica intraglomerular y
son predominantemente glomerulares se comprobará una di s- que después disminuye por la participación del glorné rulo en el
minución del fil trado glomerular con una fr acción de filtración y proceso vascular (glomeruloesclerosis).
balance glomerulolubular bajos , debido a que el flujo plasmáti- Histológicarnente se comprueban las alteráciones propias
co efectivo renal y la funci ón tubular de secreció n, pueden con- de1 proceso que inicialmente afectó al riüón pero que transcu-
PROGRESION DE LA INSUFICIENCIA
RENAL CRONICA
Flltr. Glomerular FACTORES
100 DE CLINICA
90 PROGRESION
• Hipertensión Arter!al ' Slnd. !nf. Urinaria
80 · Deshidratación ' Slnd. Hlpertnes lvo
• lnfecclones • Slnd. Nefrótl co
70 • Hemorragias • Slnd. Nefrlttco
• Mefrotóxlcos • Hematuria
60 • Embarazo • Leooocl turl e
• Insuf i ciencia Cardíaca ' Prote lnurla
50 • Dieta h!perpro to tca
40
30
20
10
o
o 5 10 15 20 25 30
TIEMPO
Función Renal
Fig. 11-51.
1216 SEMIOLOGIA, SEMIOTE CNIA Y MEDICINA INTERNA
rren de una ma nera inadvertida o que fue dado como curado sin una sobrecarga excesiva de sodio , ni disminuir aJ máximo la eli-
estarlo. Otras ·veces se trata de una uropatía crónica o ne fropa- minación salina si existe una restricción muy inte nsa en los in-
tía congénita de curso solapado sin manifestaciones clínicas de gresos. Esa propiedad de mantener un ingreso salino eficaz
comienzo o que no fu eron de bidamente valoradas por el méd ido fren te a variaciones moderadas del ingreso depend e de las mo-
tratan te . dificaciones de la reabsorción tubular. A medida que progresa la
Es nat.ural que estas alteraciones func ionales sólo se esbo- insu ficien cia ren al y diEminuye el filtrado desciende el pareen·
1
cen en los primeros tiempos de este pe1íodo para acentuarse al t aje de reabsorción de sodio filtrado -fracción reabsorbida- y
fi nal del mismo superponién dose insensibl emente con las del aum enta la fracción excretada.
periodo sigu iente. Si bien los pacientes con ins uficiencia renal, bien tratados,
P uede aceptarse, en tér min os ge nerales, qu e la insuficiencia no presentan h abitualmente edemas, muchos de ellos tienen un
renal crónica inaparente se extiende desde el momento en que aumento de agua y del sodio e>tracelular, sin edemas y con hi-
el filtrado glomerular es inferior al mínimo normal de 80-90 mJ. ponatremia por diluci6n, la cual debe ser bien interpretada pa-
/min uto/1.73 1112 de superficie corporal hasta los 40-50 ml/minu- ra evitar medidas tera péuticas que pueden ser e1Tóneas y dele-
to/ 1. 73 m2 de superfi cie corporal cuando la azoemia inicia su as- t,\reas al paciente. Este exceso del agua corporal generalmente
censo ante una in gcsta diaria proteica de 0.8-1 gr/Kg/peso/día. es la consecuencia de un ingreso acuoso superior a la capacidad
La existencia de zo nas grises en uno y olro extremo de este excretora ren al por disminución del clearance de ag ua libre su•
1
período pueden generar interpretaciones discutibles a l respecto mándosele a ello a veces el uso desmedido de diuréticos de asa.
pero ti ene el valor de obligar al médico tratante a indicar ade• La de pleción salina , de bido a la disminució n del margen pa-
mris de la eventual terapéutica específica, hasta tanto no se de- ra el manejo del sodio, obliga a con siderar a estos pacientes co•
mues t re su ineficacia, un aporte proteico inferior a l mínimo mo probables portadores de una ' ¡¡efropa lía perdedora de sal"
normal para reducir la progresiv idad de la lesión renal por los por que no pueden sup1imir la excreción de sodio y mantener el
mecanismos de hiperfiltración e hiperflujo ya descriptos .. balance en caso de privación saJina severa. Esto se evita, gene·
ralmente, con el aporte de CINa normal o moderadamente res-
In su fici en cia renal cróni ca compen sada (Grado [[}. tringido salvo que exista hi perlensión arterial en cuyo caso de-
Este peiiodo correspond e a una etapa intermedia en la evolu - be restringirse para evitar la a parició n de una hipervolemia y
ción de la insuficiencia renal crónica, y su comienzo resulta difí- de una hipertensión volu men dependiente. En cambio pueden
ci l de establecer con precisión, au nque se estima que cursa a observarse, ocasionalmente, pacientes con insuficiencia renal
partir, aprnrinrndamente, de un fil trado glomerular inforior a crónica producida por lesiones que afectan predominantemente
los 40/50 mlJmi nuto/1,73 m2 sup. corporal y se extiende hasta a los túbulos (piclonef1itis crónica, poliquistosis renal, nefrocal-
que el mismo se reduce a unos 20 mL'min uto. Sin embargo, en cinosis) en quienes la deficien cia de reabsorción salina suele ser
la práctica se designa así al periodo en el cual el paciente exte- muy acentuada, condicionand o la aparición de la nefropatía
rioriza su disfu nción renal por poliuria con hipostenuria sin perdedora de sa l, caracterizada por la hipotensión ortostática
presen tar aü n el síndrome urémico. Este hecho se debe a la in- pertinaz y colapso vascular importante que los descompensa y
capacidad del ri!lón para concentrar la orina, la poliu ri a es obli- lleva rápidamente a la uremia. Este cuadro se debe a un defecto
gada - raramente excede los 3000 ml- y el pacie nte tiene poli- funda mental en el mecanismo de t.ra nsporte de sodio a ni vel
dipsia. El paciente pierde el ritmo diario de la diuresis y distal, aunque puede coexistir un a insufi ciencia reabsortiva
aparece nicturia y la sed debe ser satisfecha también durante la proximal importante, que impide la res puesta adecuada a la re-
noche . gul ación del balance salino.
La poliuria, erróneamente denominada compensadora, es la La kalem ia suele ser norm al o eleva rse lentam ente al final
consecuencia de tres procesos diferentes 1 pero que muchas ve• de este período de acuerdo a la dieta o al estado ácido base. De-
ces actúan asociados entre sí. El primer mecanismo y más co- be recordarse el efecto de determinadas medicaciones, tales co-
mún es el de la diuresis osmótica, causada por la sobrecarga de mo los diuréticos ahorradores de potasio (amiloride-t riamtire-
solutos sobre los nefrones fu ncionantes residuales. Esta sobre- ne), inh ibidores de la aldosterona (espiro lac to na) y
carga de solu tos aumenta la osmolalidad intratubular e impide an tihi pertensivos inhibidores de la enzima convertidora (enala-
la reabsorción ac uosa por un proceso similar al de los diuréticos pril, lisinopril), que por distintas acciones elevan el potasio en
osmóticos. El segundo mecanismo se caracteriza por la presen· el paciente ccn insuficiencia renal. La nefropatía perdedora <le
cia de una médula re nal hipotónica, consecuencia de las altera· potasio es una entidad nosológica raramente observable, pero
ciones tubul ointersticiales que se producen, a las que se le su- que puede cursar acompañando a determinadas formas de la
ma el efecto de barrido dado por la diur es is osmótica. nefropatía perdedora de sal.
Finalmente, el tercer mecanismo involucrado es el de la resis- En lo que se refiere al estado ácido base, se comprueba una
ten cia a la acción de la hormona antidiurética (diabetes insípi- acidosis sistémica debido a que la capacidad tubular para ex-
d" nefrogén ica), debido a las les'iones en el nefrón distal, si tio cretar hidrogeniones se encuentra comprometida pero que tien·
de acción de ella. de a compensarse por los sistemas buffers del organismo y el
Una característica de este período es el manlením.iento de la mecanismo respira torio. Se caracteriza por el desce nso del pH y
capaci dad del riñón para diluir y que se conserva has ta muy del bicarbonato extracelular con pCO 2 ligeramente dis minuida
ava nzada l_a enfermedad, pero que se acompaña, desde el co· y un exceso de bases negativo. Si bien toda acidosis de origen
mie nzo, con un retardo --opsi.uria- para excretar rápidamente renal es siempre tubular, deben estudiarse dos tipos esencial-
una sobrec:ffga acuosa. mente distintos: la acidosis por destrucción de nefrones y la aci-
El equilibrio salino, en esta fase de la insuficiencia renal, no dosis renal tubular. La acidosis por destrucción d e nefrones ta l
present a alte.raciones muy osten sibles. El riñón puede, general- como su nombre lo indica está dada por la disminución de los
mente, mantener el balance salino frente a las variaciones mo- ncfrones funcionantes con conse rva ción de la capacidad de aci•
deradas habi tuales de la in gesta. Sin embargo, la elasticidad dificación tub ula r. El pH urinario alcanza valores bajos (5 o me-
funcional está dismin uida Y no puede eliminar en for ma rápida nos) lo que expresa la conservación de la capacidad t.ubula r pa-
NEFROLOGIA 1217
ra lograr un gradiente má.x.imo de hidrógeno entre la sangre y vía clúsica metabólica, lo hace hacia la producció n <le metilg ua·
la mi na. La acidez tituL:i ble ur inaria está relat.iva1nente conser- nidina, verdadera toxina urémica. A estas sustancias, Se le su•
vada, por lo lanlo la capacidad de modificar la h·ansferencia de man la retención de los derivados fe nólicos (indicán, fe nol, cre-
hid rogeniones no se halla significativamente alterad a. La con- so!, oxiácidos aromáticos}, la de l ácido gua ried ins uccínico y
serYación relativa de la acidez titulable se expresa cl aramente otras· a.riiitú;s que no pueden ser eliminadas por el ri ñón severa·
por _una depuracirion de hidrogeniones eli minados como acidez me nte dañado. El equilibrio ácido base tiende lent.amente h acia
ti tu lable. La excreción del amonio, en cambio, se presenta muy la acidosis metabólica, exteriorizada por la disminución franca
dismi nuida como consecuencia de una deficiencia en su prod uc- de l bicarbonato, pH bajo y dismin uc ión del exceso de bases,
ción. En resumen, en la acidosis por destru cción de nefr ones coincidiendo con la retención de fo sfatos sulfatos y otros arria•
1
existen !as sigui entes alteraciones urinarias : capacidad de {1 Ci - nes indeterminados . La causa de esta acidosis es la franca dis-
di/i t t1ci1in 11 ri1wri(I conservada, excreción de acidez titulable m.inución de nefro nes con la im posibilidad de reali zar una acle·
pnct1 di:m?inuida y l!xcreción de amon io muy perturbada. Es asi cuada amo niogénesis- para poder excreta r hidrogenion es. En
quf' a pesa r de una acid ez lítulable aceptable, la elimi nación de cuanto al equilibrio hidrosalino, ta mbién se ve alterado, acen•
hidro genion es !ácido titulable + amonio) es francamente defi• tu ándose las alteraciones descriptas en la fase anterior. La fal ta
ciente. Corno consecuencia lógica, y en forma paralela a ella, se de glomérulos sanos imposibilita la excreción de sodio y, debido
produce. la retención de aniones {sulfatos, fosfatos y ácidos orgá· a eJ!o, la ingestión salina es la principal causa de: re tención hi·
nic:os l. Los iones hidrógeno retenidos son captados por el bicar· drosa li na con la consigu iente for mación de edemas, hiperte n•
b:mat.o extracelular, q ue se transfor ma en ácido carbónico y se sión arterial y a veces insuficiencia cardíaca congesliva. Pueden
elimina por la res piración. La acidosis re1wl tubu lar es una al• existi r otras circunstancias que también favorezcan su apari·
tHaclón de la fun ción tubular que se caracteriza por acidosis ción, en particular la ins uficiencia card íaca congestiva, el sin•
hiperclorémica e incapacidad de elaborm: orina con un pH infe· dro me ncfrótico y la hipoproteinemia de origen carencial que
rior a G en presencia de acidosis es pontánea o provocada. Esta puede contribuir a dismi nuir la presión oncótica del plasma. E1~
imp0sibilidad de ma ntene r un gradien te de concentración de hi • cuanto al potasio, el estado de acidos is crón ico sumado a la <li s•
drógeno adecuado entre la sa ngre y la orina, condiciona una minución de su excreción, condicionan la hiperkalemia.
menor excreción de hidrogc niones y por ende una dis minución
lle b arnoniogónesi s. En primer lugar, es común que a la acido·
~is re nnl tubula r prirnitiva o secun dari a a variadas etiologías se Uremia (Grado TT 1) . Se denom in a uremia a l síndrome
agregué la complicación pielonefrítica y que posteriormente, por constituido pc,r las al teraciones humorales que. apa recen en el
l?. evolución de este último proces o, se llegue, al cu adro de ins u- períc·do descompensado de la insuficiencia renal crónica a la
fi ciencü1 renal cró nica. En segundo lugar, es lógico ad mitir que cual se le suman las per turbaciones de casi ·todos los aparatos y
~n la pielonefritis crónica primitiva pueda e~istir un deteiioro sistemas consecutivas a dichas alteraciones o que dependen di·
difuso ').' más acentuado de la capacidad tubu!Qr para excretar rectameete del deterioro de la fu nción renal. Es así que resulte
hidrngenione~ , que ori gi ne un cuadro de acidos is renal tubular necesa1io el estudio de la patología de l paciente ea este estado,
sintoru<itico. y;. que su organismo tiene un compoi·tamiento distinto al nor•
mal, debido a que determinadas condiciones de anormalída d
In s u f i cic11 c ia renal c rónica a vanzada (Grado III) . son la co nsecuencia lógica de su ada ptación para so brevivir
Constilu)'e el período fi nal de la mayoría de las nefropatías di- frente al estado de acidosis continua.
fusas, en el cual se produce el derrumbe metabólico del orga ri is•
mn, dando lugnr a la aparición del cu adro clínico de la uremia l. Alteraciones cardiovascu lares: La hiper tensión arte rial es
c:1n1cte1i zado por la repercusión que sobre todos los aparatos y casi universal en todos los pacientes qne llegan a este estado,
sistemas del individuo produce la pérdid a de la capaci dad ho- debido a las alteraciones del metabolismo hidrosali no ya des-
m,:os:tá ticn del ri i'l.ón. El au mento paulatino e irrever:;ible de la c1i ptl\5. Ella origi na ]a presencia de una ca rd iopatía hi pert.e ns i·
n:rnemia de bido a la dismi nución del filtrado glo merular en más va at.e rosclerótica, m:rnifes tada electrocardiográfi camente por
<le un SO% de lo no rmal caracte1iza a este periodo. El paciente la prése,1cia de hipertrofi a del vent1iculo izquierdo, y/o altera-
~e \'R torn an do isostcnúrico en cuanto ma ntiene una densids.d r ~ones de la repolari zadón. Esta cardiopatía, a su vez, condicio•
urinn ria constante que oscila entre 1.010-1.012 por hnher perdi- na la presc1~ci?. p:i.ulat.ina de insuficiencia cardíaca congestiva
d{) la capacidad de dil uir y concentrar la orina que se acompa · (cardioesclerosis • retenciói: hidrosalina} que puede llegar a la
1~a. cuando el filtrado glomerular se aproxima o es inferior a los falla rl,, bomba (edema agudo de pulmón}. Una va riable puede
10 ml/nün, de pseudo norm aluria pues el volumen urin ario se ser la pi·esencia de edema pulmon ar1 sin una hiperlensión im-
mantiene alrededo r de los 1500-1600 ml/24 horas, sin respon- portan te. l'sta observ ación llevó a postular un defocto de la per-
der adecu adamente a una mayor ingesta h íd ri ca. E! aumento me ~bilidad capilar inducido por el estado urémico, que oti gina
de la urea condiciona que la misma tenga un destino metabólico el denominado ''pulmón urémico" caracterizado radiológicamen·
distinto al que ~ucede en el normal, y comienza a acelera rse su te por la imagen de sobrecarga pulmonar con h.ilios congestivos
utilización para la síntesis proteica. El amonio, ge nerado por la centií fugos (en al as de mariposa}. El gran síntoma que indica la
hidrólisis de la urea en el tracto gastrointestinal (in testino severidad y es patognomó nica del derru mbe orgánico en la insu·
gr ues o·i debido a la acción de enzimas bacterianas (cad ave.rina> fi ciencia rena l crónica en periodo urérnico es la Pe ricardi tis uré-
5arcoidina l, es absorbido y transportado vía circulación portal mica manifestada clínicamente por dolor precordial y que se ali-
h;1cia el hígado, en donde los ceto·ácidos son transaminados pa· via a lgun a~ veces :l l sen t a rse , y se p rese nta co n fro te
ra fo rmar aminoáci tlos los que a su vez son utilizados pata la
1 pericárdico y a veces co:1 síndrome febril. La imagen radiológica
gínlesis proteica. Este proceso Úlinbién se incrementa en la ure• cardíaca e.stá au mentada de tamaño con la configur ación clási•
mia debido a la mayor µroducción de amoniQ y está más aunH:m~ ca en botellón superando lo:, 2/3 del diámetro torácico. Ecocar-
tado aún· en aquellos pacicnles con restric.: ción proteica severa. di\1gráfi camente se observa 13 presencia de líq uido con o sin en·
AJgn fl n,í.logo ocurre con la creatinina , pero en vez de ~t:g uir la gros::un ie nto pericárdico. Eventu a lmente pueden a parecer
1218 SEMIOLOGIA, SElv\lOTECN IA Y MEDICINA IIHERNA
signos de taponamiento cardíaco, tales como \a hipotensión ar- debe a la anemia. Los trastornos h emorragíparos son visibles
terial debida al bajo volumen minuto, la distens ión de las venas como equimosis y hematomas. El característico color pardo-
del cuell o, el signo de Kussmaul, el pulso paradójico y el reflujo amaiillento con hiperpigmentación difusa, que se exacerba con
hepato-yugular. E).jste, además, hep:-ttomegalia y en cie1tos ca- la exposición a la luz solar, es la consecuencia de la retención de
sos incrC'mento de las transamínasas y de la biliITubina. cromógenos que debei·ían ser eliininados normalmente por la
2. AlrerC1ciones neurológicas: Si bien aún no se ha estableci - orina. El pruxito puede ser la expresión del hiperpaTatiroidismo
do !a patogenia de las alteraciones neuro1ógir.as, distintas evi- secundario 1 debido a depósitos de calcio intradérmico. La· escar•
dencias demuestran que las denominadas mo!éculas medianas cha urém.ica es la consecuencia de la precipitación de la urea
(e ntre 1800 a 2400 daltons de peso molecular) son las causales tras la evaporación del sudor y actualmente rara vez se obser-
de las mismas . Estas, denominadas toxinas urémicas, fueron va.
encontradas en el suero del paciente urémico rnedianle la cro-
matografía de alta presión en gel de Sefadex, en donde se obser- 5. Al!eracionl:!s metabólica.s: El paciente con insuficiencia re-
vó que el denominado pico 7, especial men te en su fracción 7c di- nal se parece en B"iuchos aspec tos a un individuo malnutrido con
feria sutancialrnente del suero del individuo norma·(, quien por consu nción tisular. La concentración de albúmina, transfenina y
el conlrn1io lo presenta incrementado en su orina. Estas molé- aminoácidos se encuentran disminuidas. Estas anormalidades
culas serian entonces las que originan la mayorin de los cam- se deben en parte a la anorex:ia, que ocasiona un ingreso calóiico
bios que sobrevienen en este estado dado que no pueden ser eli- deficiente y a la restricción proteica dietética sumada, en algu-
mi nadas, no dependiendo directamente del grndo de la azoemia. nos casos, a la pérdida permanente de albúÍnina urinaria y a un
Así es que los sí ntomas urémicos más tempranos se e:deriori- déficit en la síntesis de la misma a nivel hepático. Muchos pa-
zan por trast.ornos sutiles del sistema nervioso central/A menu- cientes presentan además intolerancia a los carbohidratos, en
do se observan leves trastornos de la conducta y son comunes particular a la glucosa, aunque la presencia de hilperglucemia
trastornos del sue!io 1 t ales como insomnio o hipersomnia. Las en ayunas no es frecuente. Existe.n alteraciones en el metabolis-
alteraciones en la ideación se evid~ncian pür la falla en la n:ali- mo de la insulina, debido a que la misma es filtrada por el glo-
zación de cálculos matemáticos complejos , o en la pérdida de mérulo y reabsorbida por las células tubulares pro,imales, lle-
abstracción en la lectura en párrafos largos. A medida que la gando a alcanzar su depuración en el paciente renal crónico un
enfermedad progresa aparecen anormalidades más francas de valor de 4 mVmin cuando normalmente oscila alrededor de 0.4
irritabilidad neuromuscular: rniocionfas, fa sciculaciones, tem - ml/min (tíg. 11-52) Otra alteración .metabólica importante es la
blores y asterixis. La somnolencia, abul ia , apatía y Jet.argo apa - hiperlipidemia con at:ment.o de las lipcproteinas qe baja densi-
recen a medida que el paciente se aproxima a sus estadios fina- dad, lo que ocasiona hipertrigliceridemia con colesterol normal o
les y entra en estupor y con1a, pudi.e ndo incluso sobrt>venir levemente aumentado. Su "et.ioloé;ia está .vinculada a una menor
convulsioues. Elect.roencefalográfi cament.e, estos cambios se ob- actividad de la lipoproteÍnlipasa.
jetivizan por un trazado de retardo difuso, y un predominio de
ondas cerebrales en las frecuentas de 3 a 5 ciclos por sC'gundo. 6. Alteraciones hematológicas: La anemia es un hallaZgo
La sintomatología de la neuropatía periférica es una man!iest:a- constanle en la ins uficiencia renal crónica excepto en el riñón
ción tardía del sindrome urémico. Se debe mencionar el denomi- poliquistico. Su seve1idad es variable y no guarda relación con
nado síndrome de las "piernas inquietas'\ sensación indefinida el estado urémico.Es de tipo normocrómica y normodtica y res-
que se alivi a con el movimiento continuo de los miembros infe- ponde a tres mecanismos: e:ritropoyesis disminuida, aumento
riores y que posteriormente se acompa!la de parestesi as en los en la d,,strucción de eritrocitos y/o pérdidas sobreagregadas (tu-
pies pudiendo, inclusive , afectar a los dedos de las manos y por bo gastroir1testi nal 1 equimosis, hematomas). En el ·pri mer caso
último los nen,ios motores. Otro signo de progresión de la neu- se debe a la disminución de la eritropoyetina producida a nivel
ropatía es la denominada "marcha de pato" o steppage debido a del ttibulc contorneado proximal. En el segun do es la conse-
la pérdida de los reílejos distales, de la sensibilidad barestésica cuen¡fa do la to,:icidad de las denominadas moléculas medianas
y parestésica. ya que erit.rocitns de d~d ores normales también tienen una vida
media más breve a l ser trasfundidos a un paciente urémico. Los
eritrocitos muestran un aspecto carenado característico en el
3. Alternciaories gastroi11testi11ales: Figuran entre las conse-
extendi<lo de sangre peiiférlCa. Los pacientes urémicos también
cuenci2.s clinicas más comunes ·de la ins uficiencia renal avanza•
presentan disfirnción leucocitaria, y depresión en la respuesta
da. La aparición de násseas matutinas o después de las comi -
inmune por Jinfopenia, reducción en la producción de anticuer·
das, que desaparecen por completo después del vómito sin
pos y reacción atenuada frente a antígenos intradérmicos. La
guardar relación con la severidad de la uremia. El aliento uré-
n/lormalidad plaque/aria es la causal del estado hemorrngíparo
micn, producido por la degradación de la urea con la consiguien·
de estos pacientes. Se manifiesta por la di sminución de la dis-
te producción de amonio debido a las bacterias en la orofaringe
ponibilidad del facior 3 plaquetario, agregación plaquetaria
es patognomónica. La gastroenteritis urémica que puede estar
anormal y mala retracción del coágulo. ·
acompailada de náuseas, vómitos, diarrea y eventualmente, he-
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aunque los pacientes son, desde el punto de vista dínico, euti- tituye una parte importante dü los sistemas buffers orgánicos.
roideos. La asociación del hiperparatiroidismo y la acidosis originan la
La burmona de crecimiento está elevada en los pacientes aparición de las alteraciones ós.~as típicas de la insuficiencia re-
con insufidencia renal crónica y el suministro de glucosa, que nal avanzada que se agrava y exterioriza clínicamen te cuando
en l0s iudividucs normales produce una depresión en la caneen· el paciente se halla en tratamiento dialítico. Se produce así la
Lrnción plasmática de la hormona, no lo hace en dichos pacien- ostcodistrofia renal típica del hiperparatiroidismo secundario
tes. que puede asumir diversas forrnas histopatológicas y radiológi-
La más destacada y conocida de las alteraciones endocrinas cas: osteitis fibroquística, osteosclerosis, osteoporosis, osteoma-
es el hiperparatiroidismo secundario como consecuencia de ]a lacia o calcificaciones metastásicas de los tejidos blandos, en
pérdida de masa renal, que origina una serie de trastornos pri- forma aislada o simultf~'1ea p...::-ro, habitualmente, con predomi-
mitivámente humorales que repercuten sobre el metabolismo nio de alguna de ellas. La osteítis fibroquistica se manifiesta ra-
Ó5eo. En efecto, cuando el paciente renal crónico reduce su fil- diológicament,: por una reabso!ción subpe1ióstica de los huesos
trado glomerular por debajo de los 50 ml/minfm2 sup. corp. dis- tub ulares tales como las falanges de los dedos de las manos y
rr.i:mye not ablemente la excreción de fósforo y aumenta su ni- pies, en especial de la tercera así como del extremo distal de la
vel plasmtltico al mi smo tiempo que decrece la síntesis de la clavícula y del borde interno ¡;roximal de la tibia o del sitio de
1.25 <lihi droxicolecakiferol (1.25 (OH) 2 D3 ), que regula la absor- inserción de los músculos. Estas lesiones se acompañan de zo~
ción intestinal del calcio y la resorción ósea. A medida que la nas traslúcidas similares a los tumores quísticos pardos óseos y
enfermedad progr~sa se incrementa el fósforo plasmático y se suelen contener células gigantéS y hemosideriua y ser sólidas.
r<:duce la calcemia que provoca la hiperplasia de las glándulas La osleosc/erosis, que se ve como un aumento de la densidad del
paratiroides con aumento de la secreción de la PTH, generando hueso, afecta primordialmente a las vértebras donde adopta la
la movilización del calcio óseo , para compensar la hipocalcemia fonna de bandas horizontales i;ue alternan con zonas osteopor6-
presente, que lleva a la desmineralización del hueso. Por otra ticas dando lugar a la imagen en "camiseta de rugby" ..La os-
parte, esta última-se ve agravada por la presencia de la acidosis teoporosis difusa es poco evíde.te radiológicamente pero la den·
metabólica consecutiva al balance positivo de hidrogeniones eitometría muestra la d,smineralización ósea. Las
propio de la insuficie,:icia renal avanzada, que tiende a ser com- calcificacio11es metastásicas delos tejidos bla11dos pueden obser-
pensada mediante la movilización del carbonato óseo que cons- varse en la piel, en el tejido ceiular subcutáneo, en las regiones
1220 SEM IOLOG IA, SEIJIIOTECNIA Y MEDICll,A INTERNA
paraa rt iculares o en la córnea y la conjuntiva. La osteomalacia pe111iciosas, et:c.- se coJTegirán con hierro, ácido fálico y vitami-
se patentiza por severas deformac:ione:s de la pelvis ósea y de na Bl 2.
los huesos largos. Las manifestaciones clínicas del hi perparati- La presencia de hipalensió11 arterial esencial o de origen
roidismo rena l son variadas e incluye n dolores osteócopos, frac- renal constituye, si n lugar a dud as, un factor de agravación pa-
turas , debi lidad de los músculos proximales de los miembros ra todas las nefropatias. Esto implica por lo tanto su trat anüe n-
(miop,itía osteo<listrófica renalJ, prurito y acentuación de la to en forma intensa hasta lograr cifras tensiona!es convenien-
anemin. pur la fibrosis de la médula ó.sea. , tes . Debe tenerse la precaución de que el descenso se re alice de
manera progresiva impidiendo que se produzcan vari aciones
bruscas en tiempos breves. Las drogas a utilizar son las habi-
Tratamiento ele la insuficiencia renal crónica tuales: alfametildop a, betabloqueantes adrenérgicos, antagonis-
tas cálcicos clonídin a, prazosin y, en ciertos casos inhibidores
1
merular es 10 a 20 mi por minuto pueden suministrarse hasta pertcnsión arte rial ni edemas, no se le restringirá dicho catión
30 g de proteínas diarias y que si el mismo oscila entre 3 y 9 mi de la dieta. Si, por el -contrario, se comprueba una hipote nsión
por mi nulo, la dieta no contendrá más de 20 g de proteínas. Sin arterial de decúbito, ortostática, se aumentará su cuota salina.
embargo, es necesario tene r en cuenta, como lo han establecido En el caso de que padezca de hipertensión arterial y/o edemas
Giordano y Giovanetti, que es indispensable que el 60% de las (ocultos o visibles) se limitará la ingestión de sal.
proteínas suministradas sean de origen animal (carne, huevo, Cuando se produzcan pérdidas hidrosalinas extrarrenales o
leche) las que al aportar los aminoácidos esenciales permiten la a través del riñón (nefritis perdedora de sal, enfermedad de Ad-
síntesis proteica endógena a partir de la propia urea sanguínea dison) se las repondrán en forma adecuada para evitar los efec-
y del amoníaco intestinal. Para que este proceso tenga lugar, el tos deletéreos que la hipovolernia produce sobre la función renal.
ingreso calórico no puede ser inferior a las 35-50 calorias por ki- En cuanto al balance de potasio, se tendrá en cuenta que en
logramo de peso y por día, lo que se alcanza mediante los hidra- la insuficiencia renal crónica, mientras la díuresis sea elevada,
tos de carbono y las grasas. Sin embargo no r esulta fácil confec• raramente se produce una retención de di cho catión. Es común
cionar una dieta de estas caracte1isticas, especi almente cuando que la kalemia oscile entre 5,5, y 6,5 mEqn sin síntomas ni
debe contener sólo 20 gramos de proteínas, ya que la mayoría cambios eleclrocardiográfü.:os. Cuando los valores sean supe1io-
de los vegetales y granos - trigo, maíz, arroz, avena, centeno- res, y antes que se de.sanolle n complicaciones, es convenien te el
poseen un po rcen taje importante de proteínas de bajo valor bio- suministro diario de 15 a 20 g de resinas de intercambio catió-
lógico. Para obviar estos inconvenientes se h an producido hari- nico (Kayexalate) seguidas de un laxa nte, hasta la normaliza-
nas desprotcinizadas que permiten fabricar pastas y pa n con ción de ese parámetro. Debe vigilarse por cierto la posibilidad
menos del l por ciento de proteína, con lo cual es posi ble alcan- de que se produzca una hipopotasemia por t.al tratamiento.
zar el valor calórico señalado. Cuando se establece una oligmia importante., la hiperkalem.ia
Cuando el paciente se ha lla en uremia franca, con síntomas requerirá de la terapéutica dializante.
gastrointestinales im portantes tales como náuseas o vómitos El tratamiento de la acidosis variará según que sea consecu-
que impiden toda alimentación por boca, puede intentarse el tiva a la destrucción de nefrorzcs o a una alteración de la función
suministro de una dieta como la indicada des pués de haberlo tubular (acidosis renal tubular). Para la primera de ellas debe-
sometido a una o dos sesiones de diálisis peritoneal o extracor- rá indicarse una dieta correcta con pocos residuos ácidos, que
pórea que suelen mejorar el estado genéral e interrumpir los reduzca al mínimo el catabolismo proteico e impida la cetosis.
vómitos. En estos casos especiales, se ha preconizado el sumi- También resulta útil el suministro de carbonato de calcio (5 a
nistro por vía intravenosa de arn..inoácidos esenciales junto con 10 g diarios) o el bicarbonato de sodio si no e,isten edemas ni
dextrosa al 50% durante 5 ó 6 días, pasados los cuales se reanu• hipertenslón o insuficiencia cardíaca. Finalmente, en los casos
da la alimentación oraL más avanzados, la única solución es la diálisis.
En los urémicos con un filtrado glomerular por debajo de los Si se tra ta de una acidosis renal tubular tipo I est-á indicado
5 mi por minu to difícilmente cabe esperar que el tratamiento el suministro de bicarbonato de sodio con restricción del doro
d ietético aislado permita conseguir alguna mejoría. En estos ca- de la diet-a y a ,·eces hidralontiazida; si es de tipo 11 (ver Tubu-
sos deberán incorporárselos en un plan de diálisis reiteradas)' lopatías).
permanentes o trasplante rena L La anemia de la insuficienci a renal crónica sólo se la tratará
El resultado de la dieta en pacientes con función r enal resi~ cuando se manifieste clínicamen te o el hernatócrito sea inferior
dual suficiente, capaces de colaborar, ha sido muy alentador, lo- al 25 por ciento, aunque, a veces, valores inferiores son bien to-
grándose mantenerlos en condiciones aceptables durante más lerados. Suele mejorar con la institución. de un a dieta del tipo
de un año. Sin embargo, la dieta no impide la progresión de la Giovanetti que mantenga la azoemia entre 60 ó 70 mg por cien-
acidosis ni el desarrollo de una hiperpotasemia y al cabo del to; es resistente a cualquier otra medida terapéutica (hierro,
tiempo sefialado suelen fallecer con cuadros de hemorragias in- ácido fólico, vitamina B12) excepto, y en forma temporaria, a las
coercibles. trasfusiones de glóbulos rojos decantados que elevar, el hemató-
E1 resto del tratamiento de la insuficiencia renal crónica in- crito por periodos relativament,, breves. En la actualidad, cuan-
cluye el mantenimiento de un correcto balance hidrosalino, la do existan manifestaciones clínicas evidentes imputables a la
preuención y tratamiento de la acidosis; el tratamiento de la anemia, está indicado el suministro de eritropoye tin a recombi-
anemia .v de las hemorrngias, de los síntomas cardiovasculares, nante pero que, habitual mente, se reserva para el paciente en
neurológicos, cutáneos y de las complicaciones óseas y articula- hemodiálísis.
res. Las hemorragias se tratará n, como ya se dijo, por medio de
En lo que se refiere al balance hídiico es importante recor- trasfusiones de sangre total , en cantidades adecuadas a las pér-
dar la necesidad de que el pacien te ingiera una cantidad sufi- didas producidas.
ciente de agua como para evitar la deshidratación y man tener El síndrome hemorragíparo sólo mejora por medio de la diá-
una diuresis diaria elevada que facilite la eliminación de los so- lisis.
l u tos. Esto implica un ingreso diario casi siempre superior a los La terapéutica de las alteraciones cardiovasculares es la ha-
2.500 ml de agua, que se regulará de acuerdo con la respuesta a bitual. La hipertensión arterial con hipotensores y saluréticos;
la ingesta, estimándose que ésta debe síempre superar en unos la insuficiencia cardíaca con digitálicos y diuréticos y la pericar-
500-GOO ml al volumen de orina em itido. ditis urémica sólo con diálisis y eventualmente con la dieta de
Con respectó al balance salino, el procedimiento más correc- Giovanett.i.
to a seguir se!Ía el de determinar las necesidades diarias me- Las complicaciones neurológicas son bastante dificil es de
diante la técnica de balance. Sin embargo, con un óiterio prác- tratar. El control dietético estiicto puede ser útil y a veces se
tico, resulta más ~encillo guiarse por dos parámetros clínicos observa una mejoría de los trastornos intelectuales y psíquicos
fundamentales: el valor de la tensión arierial y la presencia o así como del sueño. Sus efectos pueden complementarse con los
ausencia de edemas. Cuando el enfermo nefrópata que consulta barbitúricos de breve acció n, la clorpromazida, los diazepóxidos
al médico e ingiere una dieta n·ormal en sodio, no presenta hi- o el hidrato de cloral. A veces se prod uce una respuesta parado-
1222 SE MIOLOGIA, SEMIOTECN IA Y MEDICINA INTERNA
jal y el enfermo se excita aún más. Las convulsiones, el estupor cuando la vena es de e·scaso calibre o los vas os están muy se pa-
mental y el coma urémico sólo mejoran con la diálisis. La apari- rad os, pue<le efectuarse un puente arteriovenoso medi ante un
ción de un cuadro polineurítico crea dificultades terapé uticas. trozo de vena autóloga o heteróloga o con un a prótesis de poli te -
La dieta muy estricta brinda, en a lgun a medida, resultad os t:rafluoretilene. Cualqu iera de estos procedimientos exj ge el uso
aceptables , mi entras que la diálisis suele se r mis eficaz. de u na bomba aspiro-infu sora de sangre que genere un flujo de
En tre las complicaciones cu táneas 1a más frecuente y difícil 150 a 300 mi/min uto a t rav és del hemodializador y permita
de tratar suele se r el prurito. En algu nos casos es expresión de ade más el retorno de la sangre a l enfermo.
un hipe rparatiroidismo y la paratiroide cto mía parcial es la úni- E l progreso en los siste mas individuales de diálisis co n auto-
ca solución . Cuando éste no es el caso, y se aco mpa ña de urerni- prepa ra ción del líquido de di á lis is y la a parició n de nuevas
des, sólo lo mejora la diálisi s au nque como med ida paliativa se
1 membranas para mo delos de dializ ador es planos -pl a nch as
puede n s uministrar a ntihist a núni cos y soluciones acídificanles mú lt iples- o de fibras hu ecas múl tiples con gran cap ac idad de
tópicas locales. diali zanci a, ha permitido acortar el procedimiento a 3 o 4 horas
Las complicacio11es ósea.s que provocan dolores y a veces de- por sr·sión -tres veces por semrurn- y mantener a l paciente den-
form aci ones, tales como la osteom alacia y el raquitismo qu e se tro de adecuados valores humorales. Con ello se logra prolongar
presentan con frecuencia, se aco mpafi an de hipocalcemia e h i- su ,•ida en condiciones bastante confortabl es como único tra ta -
perfosfa temia y suel en ser la consecuenc ia de una resistenci a a mie nto de la ins uficiencia ren al crónica te rminal o a la espera
la vitam ina D. Se las tratará con 10.000 a 20.000 uni dades di a- de un trasplante de ri ñón . Sin emb argo, la di ális is no r eempl a-
rias de vit amina D y prefere ntem ente con la 1,25 (OH h D 3 - za a todas las funciones del riñón na tur al , por lo que la evolu-
calci t riol-0 ,25 mcg. que se au menta rá de ma nera progresiva ción de al gunos pacientes es aza ros a y, en la medi da que se pro·
h as ta lograr el beneficio desead o, vi gila ndo la aparición de hi - longa su vida, sufren un deterioro progresivo que puede llegar a
percalcemia. Otra medida úti l es el suministro de carbonato de invadirlos compl e tamente si antes no fallecen por alguna de las
calcio (5 a 10 g diarios) que puede lograr un balance cá lcico po- múltiples contingencias que se presen tan en el curso del trata -
sitivo y corregi r, como ya se dijo, la acidosis reno.. !. Debe indi cc1 r- miento.
se también antiácido c.:o mo el hid rfo.i do de alu mino para dismi- Las di álisis re iteradns y pe rmanentes se recomiendan cuan-
nuir l a r eabsorción in te stin al del fo sfato y restrin girse los do el filtrado glo me rul ar es infe rior a los 5 mi por minu to y los
alimentos ricos en fósforo. pac ie ntes no pueden sobrevivir sin síntomas con un a dieta de
Cuando la calcemi a es normal o elevada y las lesiones óseas 18 a 20 g de pro teín as; cuand o la azoemia es superior a los 160
so n del ti po de la osteítis, la vitamina D y el calcio pueden oca- mg por ciento, la kale mia es mayor de 6,5 mEq/l y se aco mpafi a
sionar calcificaciones metastásicas peri arti culares y en la cór- de alteraciones ele:ct.rocardiogr áficas, la acidosis es importante,
nea , como expresión de un hiperparatiroidismo secu u<lario que con un pH inferior a los 7 ,30 y el bicarbonaLo sézico es t á por de-
h ag a necesari o la re sección quirúrgica de la glánd ula. bajo de los 15 m Eq/l o cuando existen sín tomas clínicos que
comprometen grave mente la vida del enfermo como la hiperten·
Los episodios de dolor Y.tum e/Gcció11 de las grandes articu-
sión arte ri a! elevada, insuficienc ia cardíaca , sínd rome hemorra-
lacio nes que se presentan en el curso de la insufici encia r enal
gíparo u oliguri a persistente que no responda al tra tamiento
crónica coincidiendo con hiperuricemia -go ta secunda1i a- mejo-
consen ·ador.
ran con colchicina, indomet.acina y corticoides. A ve ces se logra
Un a vez deci dida la indica ción del trat ami en to dia lítico
impedir su reapa ri ción media nte el allopuri nol en dosis no ma-
crónico es preferible iniciarlo a ntes que se produzca un serio
yor de los 300 mg di arios. En el período urémico, el mejor trata-
det e rioro del n efrópata . Para su in.dic ac ión se tendrán en
miento es la di álisis que desciende en forma efectiva el valor de
cuenta no sólo los aspectos médicos de la enfermedad ya se ña -
la uricemia .
lados sino tambi én los aspectos socioeconómicos del problema.
En efecto, por tra tarse de un procedimiento suma mente costo-
so y para e l que aún no se ha logrado un a solució n eco nómica
Ti·atam ienlo dialítico de la. insuficiencia renal cróni - que permit a su uso en los pacientes que lo necesiten , es preci-
cá.. El avance experimentado en las técnicas de acceso al siste- so e\'aluar criteriosam ente las posibilíd a des de s u a plicación
ma vascular del paciente, el no tabl e desanollo en los equipos y antes de sumir a un grr,po familiar en un des astre económico.
membr anas de diálisis, el empleo de nuevos métodos de diáli- La experiencia rn undis l y de nues t ro país ha demostrado que
sis extracorpórea - h emodi á lisis, h emodi afilt ración, ultrafilt ra- corres ponde al Estado y a las entida des mutuales asumir la
ción - o de diálisis peritoneal - diálisis perito neal con tinua in ter- responsabilid ad económica del proble ma, volca n do sus esfuer•
mite n te (CP DI) y la re ducción consiguient e en los cos tos del zos pa ra que todos los en fermos pued an a cceder a dich o trat a-
procedimiento, han permitido extender los beneficios de la diá- mi e nto. S i bien hssta h ace pocos a ños se había n es ta blecido
lisis ex tracorpóre a o pe ritoneal a la m&yorí~ de los pacien te s cie r tos límites etarios - 16 a 60 años- para incluir a los pacien-
urémicos crónicos. tes en un programa dia lítico cró nico, en la actualidad dichos
En lo que se refiere a las vías de acceso vascular es im po r- criteri os se han modificado t anto para los más jóvenes co mo
tante señalar la trasce nde ncia qu e si gnificó la aparición del para los de mayor edad, atendiendo en particular al esta do clí-
método de Cim i,io-Brescia para la confección de una fistula ar- nico del enfermo más que a su edad fisio lógica y a la posibili -
terio-ve11osa, cuyo sector venoso se dilata aumEnlando de cali- dad de brinda rl es una rehabilitación ade cuada que les pe r mi -
bre en el término de 2 a 8 semanas y permite la punción directa ta r ealizar las t areas que habitual mente reali zaba n, pa ra los
tanto de la aguja de ext.racción como de retorno de la sangre del may ores o, de ser som etidos a un trasplante renal, p ara los
sistema de di álisis. Dicha fís tula se efectúa an astomosando de menores. Por otra parte, no constituyen una con tr aind icación
ma nera látero-lateral o látero-te1minal a una a rt eria de media- absoluta para el procedimiento la p~esencia de una diabetes
no calibre del miembro superior, - radial, cubital o humeral- t.ipo I o JI u otras enfermedades sis témicas como las cola geno•
con algunas de las venaa superficiales veci nas- radial, cubi t al, patias, la amiloidosis primaria o secundaria, las secuelas de
mediana, eefálica o basílica. En otros casos, partieularmente un a afección neurológica en tanto no exista un deterioro psico-
NEFROLOGIA 1223
90
80 n
70 E% de Sobrevida
60
50
40
30
20
10
o
o 2 3 4 5 6 7 8 9
AÑOS
Fig. 11-53.
físico importante) una rnielomatosis pasible de ser controlada aumento de peso entre dos sesiones de diálisis no sea superior
metlicamente, una coronariopatía con o sin insuficiencia car• a los 1500 g.
díaca concomitante, o un cáncer sin metástasis demostrables. El procedimiento puede llevarse a cabo en seniicios hospita~
Sin embargo contíriuan siendo una contraindicación para el !arios especializados donde existen unidades de diálisis de 2 a
tratamiento dialítico un deterioro mental avanzado que exija 30 camas, que pueden tratar de 4 a 200 pacientes. Esto deman-
hospitalización, secuelas graves de accidentes cerebrovascula• da una infraestructura muy co.s.tosa y un personal de enferme-
res metástasis neoplásicas evidentes) diabetes mellitus tipo II
1 ría y técnicos muy numerosos. Para obviar estas dificultades 1
con avanzadas lesiones arteriales obstructivas de vasos de me• pueden efectuarse diálisis en '1 propio domicilio del enfermo
diana o gran calibre que demanden a breve plazo arnputacio• con equipos automatizados y d0tados de dispositivos de seguri-
nes múltiples y toda aquella situación que desde el punto de dad que disminuyen los riesgos del método.
vista médico, humano y filosófico carezca de sentido el prolon~ La mortalidad anual varía notablemente en los diferentes
garla vida. · centros. Depende en gran parte de los criterios de selección de
Los pacientes deben tratarse 3 veces por semana durante los pacientes, del grado de deterioro clínico con que comienzan
12 horas según sea el tipo de dializador utilizado. Deben inge- a ser dializados, de 1a existencii o no de una enfermedad extra~
rir una dieta calórica elevada que oscila entre 2000 y 3000 ca- rrenal sistémica y, en gran medida, de la correcta realización de
lorías con 50 a 70 g de proteínas por día y el resto como hidra- la diálisis. Datos recientes mu'-Stran que puede llegar a obte-
tos de carbono y grasas. Con ello se logra impedir la nerse una supen1ivencia de has.a 20 años, ya sea con diálisis o
desnutrición del enfermo y la aparición de las complicaciones con trasplante renal. Diversas Estadísticas dan una tasa de su-
neurológicas, en especial la polineuritis. El ingreso del líquido pervivencia del 65 y del 50% a ns 6 años para los pacientes se-
se limitará a unos 500 ml diarios y el aporte salino se restrin- gún que se dialicen en su domiiilio o en el hospital. Esta dife-
girá al máximo-si existe hipertensión arterial edemas o insufi~
1
rencia refleja seguramente un triterio distinto en la selección
ciencia cardiaca. El paciente estará bien controlado cuando el de los casos. (fig, 11-53)
1224 SE MIOLOG IA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
TI·asplan te de riJión . El trasplante renal' constituye leóri- minución de la fu nción renal con caída de la diuresis, caída de
c.:amenti.:\ y sin dud a algu na: la única solución definitiva paTa el la concentración de) sodio urinario e incremento superior de la
tra tamien to de la insuficienci:J renal crónica terminal. Sin em- creatini na, de la azoemia y de la proteinuri a de 24 horas supe-
bargo, las dificultades qu e RÍln presentan el contro l de los fenó - rior a 0,5 mg%.
menos inm unológicos que condicionan el fenómeno del rechazo Hi st.ológicamente se comprueba, al comienzo la aparición de
1
~- el conseguir un nú mero suficiente de órganos para ser tras- escasos linfocitos pequeños adosados a las células endoteliales
plantúdos, limil::m de alguna maner;.1 el procedimien to. Pese a de los capilares y vénubs peritubulares de la corteza y médula
ello existe suficiente experiencia como para aceptar que el mis- exter.'19.. AJ cabo de-~ a ;J días aparecen célu las redondas con ci-
mo In superado, en gran medida, la etapa experimental para Loplas rna basófilo derivadas de los linfocitos T o timolinfocitos
incorporarse como un mé todo terapé utico más. (ver Sección ln munologin) y células macrófagas. Esta infiltra -
A los efoctos de una mejor comprensión del problema es ne- ción ~:eh.dar en su comienzo es foca! y genera cambios reactivos
c:~ s:u-io establE.·cer algunos conce ptos terminológicos y de innrn- en el endotelio e injuria celular. Posterior mente afecta a todo el
nokigÍ.'.l. Con referencia a lo prime-ro debe selialarse que un lras- interst.icio y aparecen elemen tos de rivados de los li nfocitos B
pl ante de órgano o t ej id o puede r eali za rse tr ansfirie ndo que generan anticuerpos hu mo rales citotóxi cos. La acumul ación
simplemente a estos de un si tio a olro del mismu indivi duü, lo de granrleE cant.idades de fl uido y células en el intersticio provo-
qut.· ~e· drn omina C/Utuin_ierto, autotras¡;lan te o traspla nte au tó· ca una desorganización de los capilares y vé nulas peritubu larns
luto. Otra posibili dad es que el trn~plante se reaiit:e ent.re melli- y una importan te ca ída del fl ujo renal acompañando a la del fil -
zos idénticos u homoci gó ticos por provenir de un mi smo grtmeto, trado glomerular. El diagnóstico, ta nto de esta for ma como de la
c:mst.it. uyendo un trasplontt! isoginico, i$otrasplanle o isoinjer- an terior, se basa en la sintomatología clínica, en las caracterÍS•
to. Cuando t)l pi·ocedimiento tiene lugar entre individuos de la ticas del centellograma ren al y de la ecografia del órgano tras-
misnrn especie genéticamente diferentes emparentados o no , se
1 plantado. El primero de estos estudios suele demostrar ausen•
de!lom ma aloi11mjcrto, homoin_je.rto o injertoalogénico. ci a de l a fas e par enq ui matosa y el segun do un a fr an ca
E, t.as difere ntes posibilidades im plican desde luego un por- acentuación de las pirámides re nales. Pero es indudable que la
\'éni r distin to para el órgano trasplantado. En el primer rnso, certeza diagnóstica só!o puede obtenerse media nte la pu nción
ru tfn tm:.pl(lnt e. ¡:¡_\ ser sim pleme nte lma traslocación de un órga- biopsia del órgano con la técnica clásica. Con el objeto de redu-
no o un tejido proveniente del mismo paciente.: ;10 se produci rá cir el riesgo qu¡; puede en trañar una biopsia trascutánea di ver•
ninglir1 fenómeno de intolerancia. sos auto res utilizan la denom inada biopsia aspi rativa con aguja
En el caso de gemelos idént.icos 1 pese a la sihiilitud gtnética fina d~ Chiba ~ue, sin embargo, no tiene la misma seguridad
en el siste ma HLA, se ha descripto hasta un Hi por cien lo de re- que la ciásica y .sueJe dar con frecuencia tanto falsos positivos
chuzos del injerto por la prohable existencia d,, otros antígenos como falsos negativos aunq ue no dejan de ser un procedimiento
eodi ficados por ge nes situados fuera de la región del com plejo útil.
mayor de hislocompntibilidad-CMH- donde está uhicado el sis- Fina lmente, el rechazo puede producirse de una mane ra
tema HLA y no detectarlos_con las técnicas de estud io habi tua- grad ual si n mayo r sin lomatologia clínica al cabo de meses o
les. añ us de efectuado el trnspb nte. La función se deteriora progre·
En los alüinjertQs., debido a las di ferencias genét.ic::.s entre el sivamen te da ndo lugar al ·•recha zo crónico". Se caracter iza por
dador y el receptor, se desarl"úllará naturalmente un proceso de- el engroEamiento de las membranas basales glomerulares con
nomi nndo ''jCn/Jme110 de rechazo" cuyas caracter:sticas histológi- redu cción de la luz de las a rteri3s interlobulares y arc uatas que
co s son similares ta nto en el animal de experimentación corno presentan su íntima engrosada con ruptura de la capa elástica
t• n el hombre. Sin o nbargo, en este último su intensidad puede in terna. Estas lesiones son producidas por el depósito int.e m1i-
ser m0d ul nda por la acción de las dro gas inmunosupreso ras, tente o continuo de agregados plaqueta1ios y fibrina sobre las
habit.unlmtnte utilizadas, disminuyendo no séln su intensidad paredes de los vasos que son posLeti~rmente incorporados a las
sino rH ardan clo e! momento de aparición y muchas veces impi- mis mas. Por medio de la inmunoíluorescencia se comprueba la
diéndo la. presencia de I11G y complemento como una expresión de un
Desde el pun to de vista clínico e inm unológico dicho fenó me- componente humoral en el rechazo.
no pu(lde asumir diversas patentes clínicas e histopatológicas. El fenómeno del rechazo es la consecuencia de que las cél u-
Así, pu ede presentars e como una "form o lzipernguda" irreversi- las de-\ organísmo de cada individuo posee u na estructura gené-
ble desde el momento en que se vasc uhui za al órgano, O~entro lica parl.icular que le confiere la capacidad de desarrollar una
de: las pri mer as ho ras, por la existenda de anticuerpos prefor~ v.J rdadera barre ra inm unológica en respuesta a an tígenos tras•
mados en el recepto r específico para los antigenos de histocom- plantados de diferente constitución genética. Dicha respuesta
pmibi lid ad del órgano inj ertado. Se caracte1iz:.i histológicamen- inmunológica de pende de grupos de ge nes intimamente un idos
te por la presencia de una infiltración leucocitaria grosera de ubicados en el brazo corto del sexto par cromosómico que deter-
los capilares glonl.erul ares y pe1itnbulares así como en las arte- minan también los ar,tígelios de todas las células nucleadas y
1iolns donde se observan agregados plaquet.arios y microh·om• por lo tan to también de los leucocitos humanos por lo que se lo
bos qu e origi nan una verdadera necrosis cortical. Jvfediante téc- denomin a siste ma HLA. Cada uno de los genes ocupa un lugar
nicas de inmunoíluorescencia se detectan depósitos li neales dete rminado en el cromosoma; denominado "loci ". Los 5 loci ge•
par..1 C3 e IgG, $eñalando la presencia de un componente humo- néticos para el !-!LA son: HLA-A, HLA-B 1-!LA-C que detem1i-
ral en la resp uesta inmunológica. Este cuadro habitualme nte nan los antíge nos de clase I y el HLA-D y HLA-DR (afines con
no responde a! tra.tarn iento innrn nosupresor clásico. HLA-D) que lo hacen para los antígenos de la clase 11. Los antí-
l\fo:; frecuente que el anterior es tl ~rec hazo aau do celular" ge nos _de la ckse I están constituidos por uná B2 microglobuli-
que oetirre en general, a paitir de la p1imera se~·!ana entre. el na _y una cadens polipepl.ídi ca pesada que le confiere la especifi-
10º y 15º día postransplante o meses· después del mismo. Se cidad <mtigénica.
manifiesta por In aparición de fiebre, hipertensión arterial, sen· Se defi nen p~r rc:Jcciones serológicas con sueros provenien•
sibil idad dolorosa y smne nto de tama ño del riñó n injert ado, dis- tes de mujeres mukiparas o de pacie ntes politransfundidos de-
l✓ EFROLOGIA 1225
terminando el porcentaje de linfocitos lisados del receptor en \rolados. Cabe insistir que una actitud semejante sólo puede ser
presencia de complemento. Los antígenos de la clase II se en- sostenida cuando se da la infraestructura necesaria para asegu-
cuentran en especia] en la superficie de las c0lulas inmunocom- rar, de alguna manera 1 la provisión de riñones de donantes no
petentes: fnacrófagos, monocitos, linfocitos T activados y en vivos.
µarticular en los linfocitos B. En lo que se refiere a la evaluación del receptor potencial es
Su estructura no es bien conocida pero se sabe que carecen conveniente que la misma se inicie con un examen clínico com-
de la B2 microglobulina y están constituidos por 2 cadenas de pleto1 radiografía de tórax, electrocardiograma y estudios san-
glucoproteínas de diferente peso molecular en unión no covalen- guíneos que incluyan hemograma, con conteos de plaquetas,
te. electroforesis proteica, células LE, anticuerpos antinucleares,
Los HLA-DR se tipifican con procedimientos casi idénticos a títulos <le complemento y antiestreptolisina, anticuerpos anti-
los ya descriptos pero con la excepción de que se realizan sobre membrana basal glurnerular, urea, creatinina, ionograma, glu*
poblaciones casi puras de linfocitos B. Para el caso de loa HLA- cemia, miceIDla, calcemia, fosforemia, fosfataserrúa, transami-
D se lo hace mediante la reacción mixta linfocitaria -RMI..r o nasas glotamlcoxalacética y pirúvíca, serología completa para
cultivo mixto linfocitario. En esta prueba, los linfocitos de dos la hepatitis B y el SIDA, y el citomégalo virus y todo otro estu-
individuos con diferent.es especificidades HLA-Di rnnclados en dio que exija la condición particular del paciente.
un cultivo ~in vitro" normalmente generan una tras{0rmación Además, se le realizarán exámenes completos de orina, uro-
blástirn, una s1·11tesis de DNAy una proliferación en respuesta a cultivo y antibiotit:ograma. La evaluación coinprende también
los a.nhgenos HLA-D presentes en las células del otro individuo. un estudio integral del árbol urinmio mediante cistouretrogra-
Para tipificar el HLA-D se utiliza un grupo de células homoci- ma de esfuerzo y postmiccional para descartar la existencia de
gotas HLA-D para la tipificación -CHT- que representan a todos reflujos ureterovesicales u obstrucciones a nivel del cuello vesi-
los antígenos HLA-D conocidos. Estas células "estimuladoras" cal o por un adenoma de próstata, los que de existir, deberán
son irradiadas o tratadas con mitornicina para impedir la sínte- ser corregidos antes de intentar el trasplante.
sis de DNA y su proliferación en respuesta a las células desco- Deberá buscarse cuidadosamente cualquier foco infeccioso
nocidas de tal modo que genere un cultivo mixto linfocilario - ya sea de vías urinarias como extrarrenales, y en especial a ni~
ivILC- en un solo sentido o unidireccional. Las "linfocitos vel del aparato respiratorio -nariz, senos parnnasales y pulmo-
respondec!ores·' del individuo al que se pretende tipificar son in* nes- así como dentmios. Igualmente es imprescindible descar-
cubados en un rnicrocultivo con las células homocigotas para la tar una enfermedad ulcerosa gastroduodenal o divcrticular
tipificación ya tratada. Luego se a.üac!e timidina tritiada y se co1ónica teniendo en cuenta las posibilidades que las mismas se
mide la actividad irradiada durante varias horas. La incorpora- re.2ctiven y sangren o se perforen como consecuencia del stress
ción de timidina H3 en el DNA se utiliza como medida de la sín- quirúrgico o por acción de los corticoesteroides que deben usar-
tesis del DNA en las "células respondedoras" desconocidas. Si se en el post-operatorio.
esto ocurre significa que dichas células no poseen los mismos La elección del dador exige un criterio diferente, según se
antígenos HLA-D que las CHT. Por lo contrario, si las "células trate de un donante vivo o no. En el primer caso, es primordial
respondendorns desconocidas'' no producen la síntesis de DNA, que exista un grado de consanguinídad adecuada con el recep•
se interpreta como que poseen el mismo HLA-D que las del tor para asegurar una buena histocompatibilidad entre ambos
CHT. que facilite, dentro de ciertos márgenes, el éxito del h-asplante.
De no ser as( las probabilidades estadísticas de éste no difieren
Elección y evaluación del receptor y del donante. El de las de un riñón cadavérico. La ley argentina N' 21541 de
criterio que debe seguirse para elegir al paciente que debe ser Normas sobre ablación e implantación de órganos y material
trasplantado no está aún bien definido y se ha ido modificando anatómico determina en su artículo 13 '(que toda persona capaz,
en el curso de la experiencia acumulada en estos últimos años. mayor de 18 años podrá disponer la ablación en vida de algún
Es indudable que la premisa p1imordial la constituye el período órgano o de material anatómnico de su propio cuerpo para ser
terminal de la insuficiencia renal, cuando las medidas terapéu- implantado en otro ser humano, en tanto el receptor fuere con
ticas conservadoras son incapaces de mantener en condiciones respecto al dador: padre, madre, hijo o he1mano consanguíneo;
adecuadas de vida al paciente. así como también cuando circunstancias excepcionales lo justifi-
Sin embargo y teniendo en cuenta que la etiología de la in- quen, podrán realizarse los actos médicos referidos, ent~e cón-
suficíencia renal terminal es múltiple y puede ser la consecuen- yuges y padres con hijos adoptivos conforme la ley ,igente. Será
cia de afecciones congénitas, nefropatías primarías hereditarias indispensable, además, el dictamen médico favorable del equipo
o adquiridas o nefropatías secundarias a procesos sistémicos médico a que se refiere el artículo 3º, con obser✓ ancia de las dis*
-tolagenopatías, diabetes, hiperuricemias, amiloidosis-y pre- posiciones de dicha Ley".
sentarse en edades tempranas de la vida o en la senectud) en Al margen de la histocompatibilidad referida, cuya metodo-
un comienzo se establecieron ciertas pautas limitativas para in- logía de estudio será posteriormente analizada, es fundamen-
dicar el trasplante frente a la posibilidad de que el mismo no re- tal un estudio clínico integral del donante vivo que determine
sultara exitoso. su estado de salud y que la cesión del órgano no le implicará
Dicha actitud tiende a modificarse en la medida en que el un riesgo de vida importante. De igual manera ese estudio es-
uso de rüi.anes cadavéricos ha permitido la obtención de órga* tablecerá las condiciones anatómicas y funcionales renales in-
nos sin los reparos ético-morales que originan habitualmente cluyendo una arteriografía que permitirá conocer el número,
los provenientes de donantes vivos. Es- así que las indicaciones disposición y estado del árbol vascular del riñón a implantar.
del trasplante de riñón se han extendido considerablemente y Desde luego quedan excluidos como donantes los pacientes por-
para algunos centros sólo quedaiian fuera de ellas una edad in~ tadores de nefropatías de cualquier tipo, afecciones sistémicas,
fenor a los dos años, incompatibilidades en el sistema ABO, an- metabólicas, infecciosas 1 neoplásicas) cardiovasculares con re*
ticuerpos citotóxicos contra antígenos de histocompatíbilidad percusión hemodinám.ica o que padezcan de hipertensión arte-
del donante, infección activa y tumores que no pueden ser con- rial.
1226 SEMIOLOGI/\, SE MIOTECN IA Y MEDICINA INTE RN A
Cu ando se trata de un donante cadavérito, las restricciones quemia fría", Es fundamental que este período sea lo más corlo
son mris limitadas y ellas incluyen infección generali zada, par- posible e inferior a 24 horas. Las estadísticas demuestran que
ticu larmente en el caso de una sepsis abdominal o una septice- el porcentaje de recuperación funcional del ó;.gano injertado y
mia 1nefropatías congénitas o adquiridas, una enfermedad pree- su sobrevida guárd an un a relación in~ersa con el período de is•
xiste n le que pue<le afedar directamente al riílón -diabetes, quemia fría . Esto no justifica, sin embargo desechar un CJ:rgano
colage.nopatias, hipertensión arteria}, gota, ami loidosis:...., neo- por un tiempo mayor de isquemia f,ía pero dicha premisa debe
plasias malignas, exce pto las cerebrales, un a edad mayor de 55 cumplirse dentro de lo máximo posible, Por lo tanto es necesa-
allos o ri llones de recien nacidos y un tiempo prolongado de is• rio realizar la selección del receptor determinando su histocom•
c¡11cmia éolienl!!. patibili dad con respecto al dador en el menor t.iempo factible.
Con respecto a esta última condición conesponde se ñalar Carece de · sentido médico intentar un traspl ante con órganos
que se denomina isquemia caliente al t.iempo que transcurre en- con períodos de isquemia fría muy prolongados. El empl eo de
tre ei n~omento en que se interrumpe el ílujo arterial en el órga. nueva:: rnluc!ones de pe1fusión tal como Jade la Universidad de
no a tras pla ntar y el instante en que se completa su enfri a• V/i sconsin que contiene ácido hidroxietil-lactobiónico, potasío,
miento, periodo que deberá ser lo mas breve posible para lograr fosfato, mag nesio, sulfato, rae.finosa, adenosina, alupurinol ,
una mej ur recuperación fun cional postoperatoria del riüón utili• glutation, hidróxido de potasio e hidró,;do de sodio, parece re-
zado. En caso de rillón cadavérico adquiere funda mental impor- ducir esos riesgos y obtener éxito con ri ño nes conserv ado s du-
tancia por las circunstancias inheren tes a esa condición qu e rante más de 48 horas. Un método alternativo para la consenra-
obligan a actuar con premura a los efectos de poder usarlo. El1o ción <lel órga no a t.ras plantar es el de la perfusión conti nua
hace que en general se utilicen-salvo ·casos especiales- "donan• med iante un ílujo pulsátil utilizando equipos especiales. En es-
tes con muerte ence/'álica en los que se ha establecido de un a le caso, los sistemas empleados tienen en común el fl ujo pulsá-
manera fehaciente que e::dste una lesión neurológica total mente til, un método de hipotermia, un oxigenador a membrana y el lí·
irreversible que ha afectado al tronco cerebrnl por encima de guido de pcrfusión ·contiene proteínas y lípidos que aseguren
agujero occipital condicionando la ausencia total a estímulos exp una oncosis adecuada y un apol"t.e exógeno de energía.
ternos, trazado clcctroencefalográfico lineal, a usencia de respi• En estas condici'ones se han log1·ado preserv a r órganos has•
r3.ción espontánea con necesidad absoluta de res piración artifi- t a 72 horas, au nque di versos estudios prospectivos realizados
ci,,I, pupilas midri áticas o ~n posición intermedi a sin respuesta para evaluar los benelicíos del método de perfusión pulsátil con
a estímulos fóticos intensos, ausencia de reflejos ocu!ocefa!icos respecto al de hipotermia simple no parecen demostrar mayores
a ias ro tacio nes cefálicas pasi, as, pruebas ca lóricas v<:stibu1a-
1
beneficios excepto la ve ntaja de poder elegir un receptor más
res negativas, y fal ta <le respuesta cardio.1celcradora a la inyec• adecuada al disponer de más tiempo de espera , para inj etar al
ción endovenosa de atropina" -articulo 21 de la Ley 21541. órga no.
Un aspecto im portante es el vi nculado al mantenimiento de
la función renal en ese lipa de pacientes con "muerte cerebral ". Determi11 ación d e la compatibilidad enf,.e.. donante .)'
Ello e,igo evitar la hipotensión arterial capaz de reducir el ílujo receptor, El estudio do la compat.ibilidad entre donante y re-
re nal sangu íneo y provocar una necrosis tubular isquémica gr a- ceptor está basado en las siguientes pruebas: determinación de
ve por lo que deberán utilizarse todas las medidas necosaiias los sistemas critracitarios ABO y Rh, de los ant1'ge 110s de histo-
para evitar su aparición. Ello se logra mediante el suministro compatibilidad, sistema HL-A; cultivo mixto /infocitario y, fi nal-
de abundantes fluid os endovenosos -electrolíticos o plas ma- pa· mente , lap rneba cruzada de citotoxicidad o cross-ma tch.
ra lograr una diuresis horaria de más de 50 ml. En ciertos casos La importancia de los ant.ígenos eritrocitarios para la selec-
es imprescindible el uso de vasopresores del tipo de la Dopami - ción del dador vivo o ca davé rico es un hecho indiscutible, y
11 a y el isoproterenol. El em pleo de diuréticos de asa intraveno- constituye el primer paso en el estudio de compati bilidad para
so puede ser útil cuando el manito! no logra mantener la diure- realizar un trasplante. En efecto, s€ ha demost.rado que an ti•
sis se11alada. Precediendo la ablación aislada de los 1iñones o genos de aglutinación -agluti11óge110s- similares a los existen·
aco mpañada de otros órganos -páncreas, hígado, corazó n· se les en los eritrocitos del dador se encuentran tam bién en las
suministra 1 g de metilprednisolona, 10.000 a 20.000 u. de he- membranas de las cé lulas y de los endotelios vasculares de su
parina, y 100 mg de Dibencilina o 50 mg do Fenlol amina para ri!lón. Si el órgano trasplantado se injerta en un receptor que
impedir la coagul ació n intravascular y la uparición de vasoes- pertenece a un grupo sa nguíneo incompatible con el del dador,
pas mo renal. Todo esto debe complementarse con una adecuada las aglutininas pla'smáticas antieritrocitarias circulan tes de
asistencia respiratoria mecánica tratando de lograr un a buena aq uél, y que lo son también contra los elementos celul ares cita-
oxigen aciUn genera l con un a p02 y una PC02 normales y un es• dos del riñón trasplantad o, reaccionarán inmediatamente ori-
ta<lo ácido-base lo más normal posible. ginando un fenómeno de incompatibilidad de ti po inmunológi-
Una vez extraidos los rillones, preferentemente en bloque co. Este fen ómeno ca racterizado por a lte raciones de la
con un segmento de la aor ta y de la vena ca\'a infe1ior, deberán permeabilidad capil ar y celular, edema, espasmos vasculares,
ser perfundidos rápidamente con una solución salina enfriada trombosis íntracapi! ares y lesiones citotóxicas determlnan un
de composición similar a la de l íluido intracelular - Euro-Co- grave daño renal que conduce a la necrosis irrevers ible del ór-
llins- o Wi sconsin , tratando de eliminar todo vestigio do sangre gano.
intrarrenal. Por esas razones es fundamental un a adecuada compatibili-
El tiem po que media desde la extracció n has ta completar su dad entre dador y receptor en el sistema ABO y ello hace que
lavado se denomina "tiempo de isquemia caliente" que de be ser un trasplante realizado de un dador AB a un receptor no AB , de
lo más breve posible. Al órgano ya lavado se lo coloca en una un dador A a un receptor no A o de un dador B. a un receptor no
bolsa de P.lástico estéril y se lo rodea con hielo para manienerlo B originen habitualmente un rechaw inmediato, Jo que no suce-
enfriado a unos 0,5' C. El período que transcurre entre el fin de cuando el dador e, O pues su riñón puede ser aceptado por
del lavado y el comienzo de la recirculacíón en el recaptor al rr.ceptorcs de los otro, grupos por carecer el órgano de aglutinó·
desclampear la anastomosis arterial constituye el "tiempo de is· genos antieriti·ocitarios para el huésped,
NEFROLOGIA
1227
En lo que se refiere a la compatibilidad eritrocitaria en el ta r el rechazo del injerto. Peso a tratarse de un potent,a inhibi-
sistema Rh se sabe que en general tiene un valor relativo ex- dor de la respuesta inmunológica primaria no tien"e m·a3;~r -efec~
cepto cuando existe un a sensibilización previa en el receptor Rh to sobre las reacciones secunda1ias por lo que, si bien es útil pa-
negativo. Sin embargo ante la dificu ltad que puede presentarse ra prevenir el rechazo, resulta inoperante cu ando éste se h a
para asegura r que no existió prese us ibilización es preferible producido o si existe una hi p,•rscnsi bilidad retardada previa.
respe tar también la compatibilidad eritrocitaria en dicho siste- Por ello es conveniente iniciar su suministro con antelación a la
ma. realización del injerto.
Las pruebas destinadas a establ ecer la compatibilidad en el Es una droga mu}' efectiva pero potencia lmente mielot.óxica.
sistema HL -A o a11tigenos de hisfocompatibilidad se basan, co- Su uso debe ser estrictament~ controlado median te el recuento
rno ya se explicó , en el hecho de que los leucocitos, fáciles de ob- leucocitario y plaquetario periódico del paciente, en particular,
tener de una manera incruenta, poseen un mosaico antigénico dura nte las pri meras semanas postransplante cuando las dos is
similar al de las demás células nucl eadas del organismo en cu- utili zadas son mayores. En ti:rminos generales, no es preciso
ya composición participari los denominados antígenos de tra.s- adecuar su suministro a la función rena l ya que se metaboli za a
p!a11 /e. Por lo ta nto es posible establecer la presencia de éstos nivel hepático aunque sus me{abolitos se excreten por el riñó n.
mediante el uso de sueros an tileucocitarios específi cos que pro- Sin embargo, la toxicidad de la azatioprina es mayor en el pa-
ducen la aglutinación de los leucocitos en cualquier individ uo. ciente an úrico en cuyo caso e~ convenif:'nte reduci r su suminis-
De esta manera puede tipificarse al dador y al receptor a los tro si se obsena un descenso en el número de los leuCocitos o de
efectos de determin ar la probabilidad de éxito del trasplante y las plaquetas. Utilizada a do,;is elevadas puede provocar ta m-
elegir la combinación dador•receptor más adecuada. bién la aparició n de una hepatopatía tóxica. Por otra parte, su
Resulta obvio qu e cuanto menos antigf:n ico sea el injerto uso crónico se aco mpafla de un signifi cativo incremento en el
tanto menor será ]a reacción en el huésped y ello alcanza casi desarTollo de determinadas neoplasias, en partic ular linfomas y
su punto ideal en los gemelos ho mocigotas idénticos. cáncer de labio.
Otro método para detecta r el grado de histocompati bi lidad En la actualidad se la utiliza combinada con los corticoste-
entre dador y receptor es la prueba ya citada de) cultivo mixto roides sin o con ciclosporina A según se elija un esquema tera-
lin(ocitario o reacción mi>:ta linfocitaria (M~R). péutico de dos o tres drogas. En el primer caso, tratamiento clá-
Sin embargo, la existencia, tanto de Ulta buena prueba de sico, se la indica a razó n de 3 a 5 mg/Y-J día c,.omenzando su
histocompatibilidad como de un buen culti~o mixto linfocita rio, suministro 24/48 horas antes del injerto cuando el órgano pro-
no aseguran siempre la buena tolerancia dJJ injerto pues el da- viene de un do nante vivo rel;icionado y lo antes posible si se
dor pudo haber desarrollado anticuerpos citotóxicos contra los trata de un riüó n cadavérico. Esta dosis se ma..1.tiene durn nte
teji dos del receptor. Estos anticuerpos pueden identificarse me- las primeras 72/96 horas posk riores a la intervención quirúrgi-
diante la prueba denominada cross-match en la que se afronta n ca, a partir de cuando se la comienza a reducir en. forma relati-
linfocitos del dador con el suero del receptor, ya que su presen- vamente rápida hasta alcanzar a los 7/10 dí;s la d¿sis de ma n-
cia produce alteraciones específicas en los linfocitos del dador. tenimiento de 1.0/1.5 mg/k/dís mientras el injerto fun cione y el
conteo de células blancas sanguíneas no sea inferior a los 3000
Terapéutica inmrmosupresora. La posibilidad de realizar e lemen tos/mm 3 y/o las plaqu etas no dis mi nuy a n de
inj ertos exitosos con órganos o tejidos a1ogénicos fue la conse- 90.000/100.000/mm 3. De suceder esto se reduce la medicación a
cuenci a de la aparición de una serie de drogas con capacidad in- un 30/50% de la dosis que se está su ministrando manteniendo
rnunosupresora que permllen prevenir o tratar los fenómenos un control estricto diario de aquellos elementos y vigilando, cui -
inmunológicos en cascada que se ge neran como consecuencia de dadosamente, la aparición de 1m rechazo. Resulta también con-
sus dife rencias genéticas estructurales. Dichos agentes tera- vtniente <l8t!::rminar en forma periódica los valores plasmáticos
péuticos pueden actu ar a un mismo o distinto nivel del proceso de la bilirrubin a total y direct, así como de la TOO y TGP para
con características particulares para cada uno de ellos. Si n em- delectar cualquier complicaciéril hepática.
bargo, la intimidad de su mecanismo de acción molecular no es Cuando la azatiop1ina es parte del denominado t~iple esque-
perfectamente conocida pese al avance experimentado en estos ma terapéutico se la utiliza a dosis iniciales meno res pues sus
últimos años. efectos se potencian con la cidJsporina A. En e~te caso se la in-
dica a razón de 1.5 mg/k/día en forma casi consta nte salvo que
Azatiopri11a. La azatioprina (!muran®), descubierta en genere algún problema tóxico_ Si este estuviera ligado a la ci-
1961, fue la primera de las drogas con eficacia inmunosupreso- closporina A la reducción en ~ uso de esta droga obligará a au-
ra confirmada que marcó un hito fundamental en la historia de menta r la azatioprina.
los traspla ntes <le órganos entre seres humanos genéticamente Resu lta difícil dar normasest1ictas para el uso de estas dro,
relacionados o no. Es un derivado azufrado·del imidazolil que se gas pues cada paciente suelt tene,r una respuesta individual
metaboli za en el hígado "in Vivo" a una 6~mercaptopurina que que obliga a personalizar cuaiquiera de los esquemas propues-
posee propi eda des antimetabolíticas, cuando se incorpora al tos.
DNA celular inhibiendo consecuentemente la síntesis y el meta-
bolismo de los nucleóticos purínicos. Corticosteroides. Los cortiG';steroides, bajo la forma de metil-
Dado que la estimu!ación antigénica de!°organismo, por un pred nisolona, constituyen la tiedicación más ampliamenté uti-
tejido extraño, normalmente genera tanto la síntesis del RNA y lizada para prevenir o tratar d fenómeno de rechazo en el injer-
del DNA de los linfocitos como su proliferación , la azatiopri na to de riñón e integra la in nensa mayoría de los esquemas
al actuar en una etapa temprana del proceso inmunológico del tera péuticos actualmente en 1s0 asociados a la az'atioprina y a
rechazo impide la activación de los linfocitos B y T durante el la ciclosporina A y eventualrrente a la globulina antilinfocftica
ciclo proliferativo de los clones linfocíticos efectores. o antitimocít.ica o a los anticuirpos monoclonales.
Debe utilizárse la en· forma continua pues su interrupción Su mecanismo de acció n ro es bien con0cido. Sin embargo,
temporaria, en el periodo inmediato del trasplante, puede facili- se h a establecido que sumiifatrado a dosis elevadas, por vía
1228 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
oral o endovenosa, producen una rápida e importante disminu- una incidencia menor sobre los linfocitos B y afecta nd o poco a
ción de los linfocitos T y, en menor medida, de los linfocitos B los centros germinales correspondientes. Su acción, que se ma-
circulantes. Este efecto agudo se ha atribu ido a una redi stribu- nifiesta por una reducción del número de linfocitos de la sangre
ción selectiva de esas células que se ac umularían a nivel de los perifé1ica persis te hasta dos semanas después de suspendido el
tejídos lin foides, sin haberse demos trado, en el hombre, una li- tra tamiento. Se los obtiene inmunizando a caballos, conejos o
sis de los mismos como sucede en algunos ani males de experi - cabras con una preparación enriquecida de li nfocitos provenien-
mentación. A.demás de esta acción sobre el compo nente celular tes de cul ti vos de linfoblastos o de tejidos tí micos h umanos. Las
de la re!:puesta inmunológica del organismo poseerían un efecto Ig de los sueros de esos animales con tienen an ti cuerpos policlo-
meno s acentu ado sobre la inmunidad humoral dado que previe- nales relativamente específicos contra los linfocitos hum anos
n en la producción de [nterleuquina ll (]L ll), un factor trófico así como para las plaquetas, los eri trocitos y el estroma timico.
ese ncial rara las c€lulas T activad as. Dicho e.fecto no se cumple Ello obliga a su purificación medi ante diversas técnicas especia-
por una acción directa si no impidiendo la liberación de la Inter- les para extraer estos anticuerpos indeseables que-pueden pro-
leuquina l (!L 1) po r los monocitos cuya capacidad quimiotácti- vocar en el enfermo una reacción an afilática grave y, a veces, su
ca tflmbí€n se ve inhibida. muerte. Para preven ir o reduci r esta reacción debe suministrar-
La metilpreclnisolona const.ituye la droga 1nás efectiva, lue- se 0.5 a L O g de met.i lprednisolona por vía intravenosa previa-
go de los anticu e rpos monoclona les, para el tratamiento de las mente a la infusión 1 también intravenosa, de la dosis de GAT o
crisis agud as de rechazo y deb e sumini strársela, preferente- GAL. La dosis a utilizar de es tos comp uestos es de 10 mg/!Jdía
mente por vin intra venosa, bajo la forma de bolos a razón de dura nte 3 a 4 se rn anas come nzan do con el tratamiento antes de
10/1,5 mg/k de peso diluidos en 100 ml de solución dextrosada la intervencíón quirúrgica cuando se lo emplea con fin es pre ~
e n unos 30 miírntos durante tres días consecutivos . Algunos a u- · ventivos del rechazo. AJgunos autores lo indican solarne nte pa-
tore::: prefieren la via oral y a menor dosis. ra el t ra tamiento de la crisis instalada y cuan do no han resulta-
Cuando es eficaz, rá pidamente mejoran los síntomas clínicos do eficaces los p u lsos de metilpr ed niso lona. E n estas
del rechazo dism inuyen do hasta h ace r desaparecer el dolor del ci rcunstancias se los emplea durante 10 a 14 días con las pre·
órgano tran spla ntado y la fiebre. Aumenta la diuresis, se redu- cauciones seii.aladas. No se los utili za como única medicación en
ce n la protein uria, la creatinina y la urea plas mática mej orando el tratamiento global del trasplante sino asociados a los corti-
el fiitrndo glomerular. costeroides y/o a la azatioprima.
Cuando se la utiliza para prevenir el rechazo, se siguen dos Si bien se trata de una medi cación útil no se ha com probado
•_:,:;quemas diferentes según se trate de un injerto proveniente de estadísticamente que la sobrevida func ional del inje1to se pro-
tm dado r vivo relacionado o de un dona nte cadavérico. En el longue mediante su empleo. Por ot ra parte, su eficacia no es
primer caso se inicia su suministro desde 24/4 8 horas antes del siem pre la misma a un cuando se u tilice-n partidas de un mismo
trasplante a razón de 1.5 mg/!Jdía por vía oral que se refue rza origen de fabr icación lo que implica una diferencia en la activi-
con una dosis endovenosa de 4/5 mg/k inmediatamente antes de dad de los distintos lotes de GAL o GAT.
resta urar la circul ació n sanguínea del injerto, continuándose La efectividad de es ta medicación sólo se puede establece r
co n la dosis inicial du rante las 48 h oras µostrans plante para re• mediante el conteo de los linfocitos periféricos con la técnica de
duci r a 80 mg a l tercer día y a partir de ese momento con tinu ar la roseta, cuya dismi nución deb e oscilar entre el 5 y el 10% de
disminu yendo la medicación hasta alcanzar una dosis de soste- los niveles pretratami ento. Además de la reacción anafi láclica
nimi ento a los 7/8 dias que no supere los 7.5/15 mg diarios. citada el paciente puede gene ra r globulinas específicas anti-
Si se trata de un r iñón cadavé ri co, la metilpredniso}ona se GAL o antiGAT que bloquea n la actividad de aquellos anticue r-
inicia inmediatamente de revas cularizado el órgano traspl anta- pos y neu tra li zan sus efectos .
do a razón de 4/5 mg/k/día durante 48 horas para pasar a la vía
oral a una dosis de 1,5 mg/lJdia las sigui en tes 48 horas a parti r Anticue,pos monoclonales El not able avance de la ingenieria
de cuando se comienza a reducir su suministro en forma rápida genética qu e significó la técnica descripta por Kohler y Milstein
µara alcanzar la dosis de mantenimiento de 7.5115 mg diarios al para producir anticuerpos monoclonales, mediante la hibrida -
cabo de 7 a 8 días del traspla nte. ción celular, permitió la creación de hibridomas dirigidos contra
E sta conducta, basada en el cr iterio de uti li za r dosis totales las células T y la fab ricación por Kung y Goldstein, en la Ort-
mens uales de corticosteroides r elativamente bajas, redu ce las hoPharrnaceutical Com.J)any, de un a serie de anticuerpos mono·
probabilidad es de que se presenten efectos colaterales indesea- clonales denominados OICT. El proceso cons iste en la inmuniza-
bles tales como el re tardo en la cicatrización de las herid as, el ción de raton es con suspe nsion es de célu las T hum anas.
desarrollo de infecciones por gérmenes , virus, protozoarios, o Posteriormente, las células productoras de an ticuerpos se sepa-
micosis oportunistas así como la necrosis eséptica de los C3.rtíla- ran del bazo del ratón y se las fusiona "in vitro" con células pro-
güs de crecimien to o las fractura s patológicas por osteoporosis, venientes de un mieloma de rató n. Esas cél ul as híbrid as pue-
en pacientes. ya predispuestos por el hiperparatiroidismo secu n• den di vid irse in definidame nte e n medios d e cul t ivos o e n
dario t i pico de la insuficiencia renal crón ica en periodo dialítico. tumo res ascíticos en la cavidad peiitoneal, mien t ras cont in úan
Ur:,1 complicación más tardía es la aparición de cataratas retro- produciendo anticuerpos específicos. De esta manera surge una
len tiettlares. línea inmortal de células capaces de fabricar anticuerpos mono-
clon ales. El objetivo primordial entonces es el seleccion ar de
Globulino antilinfocz'tica (GAL) y globulina antitimocftica una müiad a de diferentes hibridom as aquellos capaces de pro-
IGAT!. El uso de estas sustancias se basa en la capacidad que ducir anticu erpos contra un grupo particular de component es
poseen para actun r como potenles su presores de la inmunidad de la superficie cel ul a r. El empleo de estos anticue rpos ha per-
med iatizada por células pre\' iniendo o contran estando la apari• mitido eStablecer en qué proporción se encuentran, Cn la sa ngre
ción del rechazo ag udo del injerto renal. Causan la lisis de los periférica del ser hum an o, las difere ntes subpoblaciones de lin-
linfocitos circulantes periféricos Y el ago tamiento de las células focitos T. Se comprobó así que las células T inductoras o colabo-
T en las re gio nes paracorticales de los ganglios linfáticos co n radoras (T h elper) constituyen el 46.1 ± 1.2 % del total, las célu-
NEFROLOGIA 1229
las T ciLotóxicas o supresoras IT killer) el 25.l ± I .2% mientras En un comienzo se intenté utilizar al O!CT-3 con crite!Ío pro-
que los tirnocitos son sólo el 0.7 ± 0.2% del total. Todas estas fi láctico del rechazo como única medicación inruunosupresora y
subpobl aciones son detectadas media nte el anticuerpo monoclo- sin corticosteroides desde el día anterior al del trasplante. Se
nal OKT-3 por tener un receptor común ; los linfocitos T inducto- comp robó qué si bien previene el rechazo mien tras esté presen -
res con el OKT-4; los linfocitos T supresores con el OKT-8 y los te en el suero del paciente rápidamente se generaban anticuer-
ti rnocitos con el OKT-6, siendo la relación OK1'4/OKT-8 de ± pos perdiendo su eficacia. Esto impide su utilización aislada a
0.1 4. Los dalos obtenidos mediante la técnica cl ásica de la for- largo plazo ya que es incapaz de producir un estado de toleran-
mación de rosetas eritrocitari as es igual a la que. brinda la mo ~ cia in munológica perm:rnente . Por estas razo nes deberá em-
nocional que es mucho mas ritpida y simple de efectuar y que pleárselo simultáneamente con bajas dosis de corticosteroides y
facilita , al mismo tiem po, la comprensión de los aspectos celul a- azatiop1in a y por un plazo variable de 14 a 30 dias, según la
r~s del fonómenc:. de la in1nunosu presión y la efectivid ad de las respuesta obten ida. A posteriori se puede iniciar el suministro
distintas terapéuticas utilizadas contrn el rechazo. Además de de ciclosporin a A sin suspender 13 otra medicación.,
los anticuerpos monoclonales citados se han aislado otros que La prime ra dosis de OKT-3 y, a veces , también la segunda es
kunbién idenlifica n a todas las células inmaduras postímicas habitualmente seguid a de escalofríos, temblores y fi ebre y, en
como el anti T-12 e inclu so a las células precursoras del tallo ti- alg unos casos, de broncoespasmo y edema ag udo de pulmón.,
mico primitivo, como el anti T- 11 o a subpoblacion es más res- Esta última complicación suele observarse cuando el paciente
tringidas de li nfocitos como CB L-1 qne destruye a los li nfocitos presenta previamente un estado de sobrehidrat.ación y mejora
aclivnd os o el anti C HAL-1 diriKido contra los leucocitos mono- con di álisis ultrafiltran te seca o con diuréticos de &sa cuando
nucleares. Independientemente del empleo de estos q1lt.icuerpos existe diure~is. A veces requiere del empleo de asistencia respi-
monoclonales para identificar a las distintas subpoblacio nes de ratori a mr.cá nica pues el cuadro es similar al de} "di s tress respi~
linfocitos T, ellos se han transformado en un arma terapéutica ra torio" agudo. Estas reaccione·s se han imputado a la liber a-
al tamente especifica destinada a tratar las crisis agudas d~ re• ció n de med iado r es humora les como consecue nci a de la
chazo por su capacidad destructora de los elementos celulares re moci~n y destrucción de los linfocitos T así como a la produc-
11wolucrados en el mismo o a prevenü· su apatición en la medi- ció n de cantid ades im pmiantes de lin foqu inas.
dn que reducen el número de estos elementos en la sangre pe1i- Para preven ir estos efectos indeseables es conven ien te su-
forica . ministrar previamente 500 mg de metilprednisolon a y un anti-
Desde el punto rle vista cl ínico, los anticuerpos monoclona- histamínico por vía intravenosa.
les útil es son aquellos que reaccionan contra todas las células Otros problemas que suelen presentarse dura nte o desp ués
periféricas T tales como el anti OKT-3, que conesponde a un a del uso de OKT-3 son las infeccio nes virales, en especial por
lgG y el an ti T-12 que pertence a una lgM los que al no afoctar herpes simple, mientras que son poco frecuentes las bacteria-
a las Células T del timo p8nni ten la repoblación con linfocitos T nas, a la inversa de lo que sucede con el empleo de altas dosis
de !u sangre periférica, cuando se suspende su suministro. Una de corticoes teroides.
sit uadón de inrnu nosup resión o inmunodeficiencia permanente
se genera ria si se utili zara el OKT-11 pues este también actúa Ciclosporina A La ciclosporina A (Cy-A) es una droga inmu-
sobre el tallo t.ínúco primitivo. La acción del anti OI,T-3 difie re nosu presora extraída <le un hongo - Tolypocladium inílatus G
en algunos aspectos del anti OKT-12 que pareceiia acompaüar• arns~ originalmente aislado de muestras de tie rra desérticas
se de un menor efecto rebote luego de su suspensión. proven ien tes de Noruega. Es un polipéptido cíclico neutro alt.a-
Uno de los problemas importantes que ori gina el uso de es- mente lipofilico que con tiene 11 aminoácidos. El hígado lo meta-
tos an ticuerpos monoclonales es la aparición de anticuerpos an- boliza rápida mente dando ori gen a 11 metabolitos cllyos efectos
t.imonodonales que neutralizan Ja actividad de aquellos luego aú n no han sido debidamente definidos. El modo exacto de su
<le 3 a 4 seman as de uso, por lo que pierden toda su capacidad acción a nivel molecular no es conocido pero su capacid ad inmu-
lerap€utica. nosupresora se relaciona, al menos, con dos propiedades: 1) su
El anti OKT-3 ha resultado ser, hasta ahora, la medicación habilidad para inhibir la producción de la inte rleuquina 2 (]L
méi.~ efü:az para el tratamiento de la crisis de rechazo estableci • I!) y otras linfoquinas y, 2) inhibición de la respuesta a la IL-Il
da en aloi njertos renales huma nos. de los precursores de los linfocitos efectores citotóx.icos, que son
En efecto 1 el suministro ni.pido, en un minuto, por vía intrñ· los res ponsables p1incipales del fenómeno del rechazo.·
ve~osa de 0.5 mg/dia de OKT-3, preced ido por una prueba de Es una droga altame nte efectiva desde el punto de vista in-
St-:nsibilidad cutá nea para ase gurar su tolerancia,produce la de- munosupresor que ha permitido incrementar la sobrevída del
saparición casi total de los lin focitos OKT-3, OKT_ 4, y OKT-8 injerto y de los pacientes sometidos a trasplan te de Iiñón, de co-
circulan tes den tro de los 60 minutos de inyectado. La medica- razón, de hígado y de páncreas. En el caso particul ar del tras•
ción debe continuarse cada 24 horas dura~te 14 a 30 dias con plnnte renal, y luego de una dilatada experiencia en su uso, se
con trnles seriados de los linfocitos periféricos y suele ser efecti- ha comprobado que posee una potente capacidad nefrotóxica
va en t an to no se desarrollen anticu erpos a ntimon oclonal es. cuando se la utiliza a dosis elevada -15 a 17 mg/k/día- y se al-
Cuando esto sucede se detecta por la reaparición de los linfoc i- canzan altos ni veles en su concentración plasmática o san guí-
tos T tn la sangre pe1iféríca pese a }a medicación o por la apari- nea total. Di cho efecto nefrotóxico se reduce notabl emente
ción de otro epi sodio de rechazo. La medicación asociad a, coti- cuando se sumin istra a dosis que no superen los 5 a 8 mg/k/día
costeroi des o a zatiorpína, que estuviere recibiendo el pacienle y los ni\'eles sanguíneos, determinados por anticuerpos mono•
no debe interrumpirse. El OKT-3 no deberá utilizarse simultá- clonales para la Cy-A se man te ngan entre los 150-300 ug/1 si es
nea men te con la GAL o la GAT y, para algunos autores, tam po- en sangre total y entre 75-150 ug/1 si se determinó en plasma.
co con L-t ciclospqrina A. Diversos trabajos cooperati vos han de- Teniendo en cuenta que la fár maco diponibilidad y l2 farmaco•
mostrado un 94% de é>:itos en la desapa1ición de la crisis de dinami a de la droga no es uniforme en todos los pacientes, y va-
rechazo con el OKT-3 contra solamente el 75% cuando se han rían de uno a otro, f:S necesario realizar el control trisemanal en
utilizado los pul sos de meti lprednisolona. las dos o tres piimeras seman as postras plante hasta lograr un
1230 SEMIOLOGIA, SEM IO TECNIA Y MEDICI NA IMTERNA
ajuste de la dosis a suministrar y aseg urarse de lograr una con- glomerular. Estas lesiones son similares a las descriptas en la
centración nub:ima efectiva potenci.::1imente no nefrotóxica. De- microangiopatía trombótica hemolítica ri el síndrome urémíco-
b~ record arse, ade más, que por trata·r se de un a drog a de alto hemolitico. Se ha desc ripto, con más frecuencia, el desanollo de
metabolismo hepát.ico su concentración puede modificarse por una fibrosis intersticial renal difusa en particular en los tras-
una inte racción farm ai.::odin ámica con otras dro.gas suministra- plantes cardiacos con riñón previamente indemne. En la mayo•
das al mismo tiempo. Asi, el uso simultáneo de kctocon azole, ría de los casos, la suspensión de la droga no fa cilita la recupe-
metiiprednisoloria, predn isona o eritromicina provo~an su au - ración de la funci ón.
mento mientras que la rifampicina, la fenitoina, la su\fadirnidi- La nefi·op<:!fo cróllica ciclospor{11ica como una entidad per-
na y la trimetropirna reducen sus niveles plasmáticos. fectamente diferenrísda ha originado algunas dudas. En efecto,
La nefrotoxicidad de la Cy-A puede ma nifestar::.(• como un es difícil diferenciarla, con su red ucción de la fun ció n renal, del
cuadro de insuficiencia renal agudi'I transitoria o prolong.1da o componente agregarle vinculado a la evolución del rechazo cró-
como un a nefropatía crónica . La IRA tra nsitoria se pri:se:nla en nico. Las razo nes que han llevado a postul ar su existencia están
las primeras semanas de in iciado el _t.rn t.amiento y otra.; veces dadas !Jor los valore~~ más elevados de la creatinina plnsmática
luego de va ri o.s aüos de su empleo . Se manifiesta por una decli- en !03 pacientes bajo trntarn ient.o con Cy-A que con la terapéuti-
nación <le la fun ción renal con incremento de los niveles de la ca co1we ncional pese ~ qut al año los resultados en la sobrevida
crea tinlna y una red ucció n del filtrado glomerular y de la diure- Jel inj~rlo re1~.:1l son .:.ig11iíicativ;unente superiores con dich a
sis, isostenuri a y una excreción fr accion a! de Na ± mayor del droga . .Está avalada, sin e1nbargo 1 por los datos obtenidos en los
11//. Dada la similitud con cuadro clínico del rechazo que, por trasplantes cardiacos y hepáticos con riñón indemne en los que
otra parLe, puede ~er enmascarada en su intensidad por efecto tambi€ n los valores sérlcos de creati nin a son más elevados
de la dro ga , resu lta a \'€:ces dinicamente imposible distinguirlo cuando se utiliza la Cy-A y la apa rición en ellos de hipertensión
del mismo. Puede coincidir, :muque no siempre , con una caneen~ arterial severa, proteinmia y disfunción tubular. Esto coincide
tración elevadn de la ciclosporinemia. Sólo la hiopsitl renal Y, en con una disminución de casi el 50% de la masa funciona l renal.
algunos casos , la pun ció n aspirativa con ;,guja fina, hacen el Las lesiones histopatológicas de este cuadro, descriptas funda-
diagnóstico. Los rnetodos no invasivos como la ecografía y el mentn!:nente en los trasplantes de corazón, se caracterizan por
centellograrna renal son procedimi entos de aproximación. Des- afectar sectori,J me nte a los túlmlos y a1 intersticio. Predomi•
de el pu nto de vista histológico ::.e comprueba, en pri111er lugar, ur.:n en lJ. corteza cuyos túbulos se muestra n atróficos con adel-
la au sencia de los elementos celul ares típicos del n•i:llazo. Los ~·azamiE:nto de ~; 1.1s me mbranas hasales con fibro sis interstici al
hechos mas si gnificativos están dados por las altuacionf!s de y glomerulocsclerosis foca l y s~gmenta ri a . Las pequellas arte-
las célub s tubulares pro xi males que incluyen mitowndrias gi- rias y lus an:e riol as presentan hialinosis focal y una fran ca dis-
gantes y la form ación de vacuolas citopl asmát.icas P'.ominentes minución de la irrigadiJ!l del tf.ijido renal afectado. AJ igual que
así como, algunas veces, trombosis intra~apilar glomerulat. Me- en el caso de In lílA pru;L1ngada se han atribuido estas lesiones
diante técnica s ele inmunoíluorescencia o de las inmunopi:·roxi- a un mecanismo c!e vasocor:stricción prolongado por efecto de la
dasas con anticuerpos monoclonales an ti Cy~A p'.lt.·de demos- Cy-A )' al hecho <le la mejoría de la íunción renal que se produce
tra rse que la Cy-A está ligada a dichas vacuolas. cuandú la droga se suspende dentro de los seis meses de la apa-
Fi siopatológicame nte se ha atribuido este efecto tóxico de la rición dE-l cuadro. En ruso coalrnrio, la insuficiencia renal pro-
droga a una acció n vasocontrictora renal imputable, para unos, gresa hacia la uremia.
a un in cremento en la acción de las catecola:nina5 circul:rntes , Desde un punto de vista práctico y clínico y con el objeto de
mientras que otros la vinculan a la activación del sistema reni- evit:->tr la aparición de la,;;¡ complicaciones agudas existi ría la ra-
na-angiotensina o a una inhibición de }a síntesis de las prosta- zona bilidad de iniciar su uso, en el caso del tras plante de rifión,
glémdinas lntrarrenales. mando ya oxiste una adecuad a función del órgano den tro de los
Cuando el diagnós tico se reali za tempra namente, la reduc- 8 dís, de realizada la operación ~,iscando la dosis mínima efec-
ción de la dosis de Cy-A se aco mpaüa de la mejoría de la fun- tiva comp!ementadlt con corti t:oterapía y bajas dosis de azatio 4
ción renal y la desaparición de las lesior,es citadas. prina. Igur1hnentt es necesa rio deteclar tempranamente el de-
La IRA prolonga da constituye una for ma se.vera de di cho sarTolio de la complicación crónica para proceder a suspenderla
síndrome. Se observa con más frecuencia en los trasplan tes con y continuar sólo con el tratamiento clásico.
aloinjertos cadavéricos que habitualmente tienen un ·üernpo de La Cy-A produce además otros efectos colaterales como el
isquemia fría más prolongada y una necrosis tubular isquémica temblor distal de miemh,·o superior, la hiperplasia gingival, la
inicial no ciclosporínica. En estos casos, la sum:i.toria de ambos hipertricosis, convulsione~\ la rtnemia, hepatitis tóxica, rubefac-
factores favorece la persistencia de la oligon urin y sólo la inte- ción localirnda y opresiór, abdomin al difu sa . La aparición de
rrupc ión de la droga y su reemplazo por la terapéutica conven- !infamas no parece superar a la que se ve con Jas otras drogas
ciolial con corticosteroides y az.at.ioprina o anticuerpo:s monodo- inmunosupresoras.
na les permite Ja· recu per ació n funciona l renal. Histoló-
gi ca mente se observan las lesiones tubulares descri ptas pero de Otras m edidas complcm e11 taria s para mejorar la evo-
mnyor intensid ad afectan<lo prevalentemente a la porción rect.a lu ción <lel trasj1lante. Numerosas han sido las tentativas rea-
del túbulo proximal acompañadas de rni crocalcifi.caciones. Sin lizadas para modular la respue:sta inmuriológica natural del or-
embargo, la lesión más importante es una arteriolopatía carac- ganismo destin adas a producir la aceptación de órganos y
teriza da por una hialinización de la pared arteriolar con estre- tejldos ext.raños traspl antados. Transfusiones de sa ngre pre•
checes de su lu z que le dan un aspecto irregular. Cuando se tra- vias e! trasplante. Hasta el aüo 1960, el uso de trasfusiones de
ta de formas de IRA prolonga da s irreversibles se afectan los sangre estaba estrictamen te limitado para los casos de emer-
vasos interlobulares y arqueados donde se ve la ad herencia de gencius en los pacientes en hemodiálísis por cuanto se estimaba
fi brin a y plaqu etas al endotelio vascular que provocan cm: hi- que en trañaban el riesgo de provo<.:ar la áparición de anticuer-
perplasia progresiva de la íntima y la estrechez o desaparición pos rilol-0xic.os, la aparición de hepatitis, la sobrecarga de hierro
de su luz. Se comprueba. además, necrosis tubular e isq uemia y la inhibición de la eritropoyesis. Sin embargo, la compraba-
NEFROLOGIA 123 1
ción por Opelz y Terasaki de sus beneficiosos efectos para mejo- con el donante antes de la. nefrec tonúa para lograr órganos ,~a-
rar la evolución del tras pla nte llevó a estos autores y a otros a bles. Cabe recordax que la compa tibilidad e ntre donante y re-
emprender un a ná lisís retrospectivo y prospectivo sobre su real ceptor debe rea li zarse siem pre incluyen do el sistema HLA,
\'ala r y su mecan ismo de acción y aconsejar su empleo. Sin em• HLDR y el crossmatch buscando la mayor histocom patibi lidad.
bargo trabajos recientes de l mis mo Oµelz han demos trado su Merece señalarse que para J)oder utili zar adecuadamente
relaliva o ausente eficacia. los órganos de donantes no vivos es necesaria la implementa-
Dentro de este objetivo de modular la respuesta inmunológi- ción de un sistema unificado de trasplante donde se registran ,
ca del receptor se postularon una seJie de medidas tales como la adecuadamente estudiados desde el punto de vista de su histo-
esplenectomía del receptor, la irradiación subtotal corporal, y el compatibilidad y grupos sanguíneos, los paci entes candidatos
avenamiento del conducto linfátíco con reposición de la linfa para se r trasplantados para poder cotej arlos rápidamente con
luego de la eliminación de los linfocitos mediante centrifugado y los presuntos dadores a los efectos de lograr un aprovechamien-
la Limectomia que cayeron prontamente en desuso por no ha• to integral de los riñones cadavéricos.
berse demostrado su real eficacia para mejorar la sobrévida del La preparación del paciente renal que ha de recibir un tiñón
injerto. cadavérico debe ser en lo posible similar a la de l que es tras-
Con respecto al eventual beneficio que podría brindar la ne- pl antado con donante vivo. Sin embargo, en muchas opo1tu ni-
freclomía bil ateral pre via a l inj erto ha quedado limitada a dades no es posible, por la premura del caso, iniciax la terapéu·
aquellos casos donde existan malformaciones renales acompa- ti ca inrnunosupresora con la ante lación s ufici ente. En estas
1ladas de infecci ón o cuand o esta Ulti ma est á presente aislada- circunstancias conviene suministrar la rntti lprednisooa en una
mente o acompañando a una litiasis renal o exista una hiper- dosis de 4/5 mg/kg peso/día y por vía intravenosa inmed ia ta-
tensión a rt.cría l importante n~ controlab le. mente antes de rnvasculruizar al injerto para luego seguir con
la dosis habitu al. La rest,i nte medicación inmunosupresora de-
A. specto.s quirúrgicos del h ·a.splante renal. Como ya se penderá del esquema elegido.
ha sefi.alado, el injerto de riñón puede realizarse con órganos
prove nientes de donantes vivos o cadavéricos . Si bien en ambos Tratamien to médico del paciente trasplantado. Una vez
casos la técnica del traspla nte es similar en los aspectos pura- realizado el injerto re nal, el paciente debe ser tras l:ldado a una
mente quirúrgicos , existen diferencias metodológicas en lo que unidad de cuidados especiales cot control permanente,·inédico y
hace a la preparación del donante y del receptor según sea la de enfermería, durante dos a siet~;. días, periodo durante el cual
procedencia del órgano. Pero tanto en un a corno en otra circtms- es fundamental realizar una vigilancia estricta del estado clínico
tancia es fundamenLal, para asegu rar el éxito Je la interven- y de las pérdidas hidrosalinas que se produzcan por ,,a renal o
ción, que el tiempo de jsquemia caliente y fría sean lo más bre- e.xtrarrenal a los efectos de su T(".,jt.itucíón. Al mismo tiempo se
ve posible. efectuará n los exá menes humorales nec esa rios: h e.mograma,
Cuando el trasplante se reali za con donan te vivo, el rece ptor conteo )eucocitario .Y plaquetas, cr.i!atininemia, azoemia, ionogra-
se interna 48 horas antes del acto quirúrgico efectuándose una rna plasmático y min ario, proteinuria, exa men del ~edimento
última prueba de cross-match, para asegurar la inexistencia de urinario, de una manera periódicJ para evaluar la evolución del
anlicuerpos citotóxicos . Simultáneamente se comienza con el trasplante y adecuar la terapé uti:a hid.rosalina e inmunosupre-
suministro de la t erapéutica inmunosu presora de acuerdo al es- sora. Debe evitarse la sobrehidratación en presencia de oli gu1ia
quema elegido. Doce horas antes de la operación, el paciente es por necrosis tubular o crisis de ncha zo o depleción hidrosalina
dializado evitando producir un a deµleción hidrosalina. como consecuencia de la polimia que habitualmen te se produce.
El donante, adecuadamente es ludiado, se interna el día pre- La necrosis tubu lar es una compticación inmediata en un por-
vio a la interve nción y comienza su hidratación cuatro horas centaje importante, que puede llegar a ser h asta el 80% en el ca-
antes de la misma con solución salina medio normal al mismo so de donante cadavérico y se aCOl.lpaña de oligoanuria que pue•
tiempo que se le coloca una sonda vesical con las má1imas pre- de prolongarse por más de seis semanas y obliga a establecer el
caucio nes de asepsia, tratando de lograr una diuresis importan- diagnóstico diferencial en otras ca,sas de oligutia.
te. Un aspecto de la mayor importancia es la prevención de la
Una vez efectu ada la anestesia se procede a la nefrectonúa infección en el paciente trasplanhdo. Debe recordarse que son
del dador mientras que en otro qu irófano, en forma simultánea, alta mente susceptibles a l a infecc;jn de las h eridas o de las vías
y por otro equipo quirúrgico, se prepara el campo donde se hará urinarias en razón del catéter vt-iical que es necesa rio man tE:-
el injerto correspondiente. H abitualmente, el órgano injertado ner durante la primer semana JY;stoperatoiia para evit.ar u·na
se ubica en el espacio retroperi toneal de la fosa ilíaca derech_a distensión de la vej iga lo que pusle provocar la dehiscencia de
anastomosando la arte da renal co n la hipogásttica y la vena re- su su t ura. El suministro de antibi5ticos no nefrotóxicos es acon•
nal co n la vena ilíaca. sejable, tales como la ox;cilina, ctfalotina, penicilina, anipicili-
Previamente al injerto, el 1iñón a trasplantar es irrigado in- na, o los bactercostáticos como el kido nalidíxico o la t rim etro-
mediatamente con una solució n fría de Ringer lactat o o prefe- pina combinada con una sulfamida de acción prolongada en
rentemente de Eurocollins con heparina hasta que el líquido dosis adecuadas al filtrado glome:ular con los recaudo s necesa-
perfundido por la arteria salga casi incoloro por la vena. Una rios según el inmunosupresor ele!)'.do.
vez efectua9as las anastomosis de los vasos se procede a im* Sin embargo, el problema más grave que puede presentarse
plantar el uréter en la vejiga con la técnica del túnel submucoso en el postoperatorio del trasplantirenal es la crisis de rechazo.
antirreflujo de Leadbetter -Politano o similares. En algunos ca- Es fundamental realizar su diagnlstico lo más tempranamente
sos, de uréter corto del Órgano a trasplantar se puede efectua posible para iniciar inmediatarnrute su tratamiento.
una anastomosis pieloureteral utilizando el conducto del recep• Las pautas para dicho diagn<Ístico son de caxácter clínico Y
tor, con buen resultado. humoral. Clínica.menté, la preser,fia de fiebre no explicable por
Cuando el trasplante se llev.a a cabo con riñón cadavérico com plicaciones irifecciosás urinariis, pleuropulmoriares o de las
son de s uma importancia los recaudos a adoptar ya señalados, heridas; la disminución injuStifeada del volum en urinario;
1232 SEMIOLOGIA. SEMIOTECNIA Y 1"1 EDI Cll"A INTERNA
Flemó n UJinoso
Bacteri ana a gérmenes oportunistas generales, loca les o de las vías urinarias. Específicas : Tuber-
culosis
Virales: Cyt.omegalovirus: herpes símple, herpes zoster, va ricela
Micóticas: candidas, lorulosis
Protozoos: Pneurnocistis Ca rinii.
CardiovascuJares
- - - -- - --; Aterosclerosis
Hipertensión arte1i al
molestar general; cwmen tn en la tensión orterial y dolorimiento osmolalidad, aume nto de la proteinuria --<ln especial si es al bú-
crm aumento del volumen del órgano tra spla nt~do son los sig- mina- y, para algunos autores, el de la lactodehidrogenas a u1i-
nos y sín t.omas más frecuentes pudi€ndose presenta r en fo r ma naria.
simultáneamente o aisladarnente. El empleo de métodos no invas ivos como la ecografia o el
Desde el punto de vis ta humo ral no existe por ahora ningií n centellogram, del órgano implantado son orientadores pero lo
cxomfll que asegure el comienzo de una crisis de rechazo, pero realmente eficaz, como Ya se sellalara , es la biopsia por punción
tiene n \ alor el aumento de la creatinina y urea plasrnát.icas la
1
1
del riñón o la aspi rat.i va con aguja fina .
dismi nución del fil trado glomerular, la reducción en la conce n- La c1isis de rechazo se trata mediante pulsos de metil pred-
tración del sodio urinario con man te nimiento de un.a elevada nisolona o con anticuerpos monoclonales (anti OIIT-3) o GAL o
NEFROLOG IA 1233
GAT a las dosi s refe rid as en el apartado cotTespondien te. otros órganos. Ello implica, por lo tanto, excluir a las nefropa-
tías del lu pus eritematoso sistémico, de la poi iarteri tis nodosa,
Prutocolos t~rnpéutico~ en el trasplante de riñón. Basados en de la púrpu ra de Shiienlein-Henoch; de los síndromes hemolíti-
las premisas nnalizadas anteriormente se han propuesto diver- co, de Good-Pasture, paraneoplásico y de Alport; de la púrpura
sos modelos de protocolos para prevenir el fenómeno del recha- trombótica trombocitopénica, de la fiebre cuartana o de la endo-
zo en el tras plante renal de pendiendo en gran medida del costo- carditis bacteriana y de las que acompañan a la diabetes melli-
be:nr:fi cio ya que, en térm.inos gene rales, si bien a lo largo del tus, a la amiloidosis y a diversas paraproteinemias como el mie•
tiem po el gasto generado por un paciente trasplantado es infe- loma y la macroglobulinemia, así como también a la tro mbosis
tior a lo que demanda el tratamiento dialítico, el mismo tam- de la vena renal.
bi€n suele ser mu y importante. Numerosas han sido las dific ultades para establ ecer una
En la actual idad , la mayoría de los esquemas se basan en el adecuada clasificación de las glomerulopatías primarias en ra-
uso de cQrticosteroldes y azatioprina a las dosis se ñal adas a los zón de las va riadas formas clínicas con que ellas se presentan,
que se agrega dura nte el primer me s postrasplante los an ~i- así como por la diversidad de sus patentes histológicas desde el
cuerpos monoclonales OKT-3 y posteri ormente Cy-A. También punto de vista de la microscopia óptica, electrón ica e inmuno•
se utiliza, desde el comienzo del trasplante, esta última droga flu orescente y, además, por cuanto en numerosns circunslanci3s
junto a bajas dosis de corticosteroides con o sin azatioprina. De iguales formas clínicas con-espónden a alteraciones estructura-
todas formas se puede dtcir que no existe un esquema rígido y les diferentes. Al margen de lo seii alado, otros factores de com-
único para todos los pacientes por lo que el mismo debe ser de plicación lo const.ituyen en la mayoría de los casos, el descono-
1
alguna ma nera ind ividual y basado en la experiencia de cada cimiento de la etiología de esas enfermedades y la respuesta
grupo de trabajo y la posibilidad de acceder a las drogas elegi - aleato ri a a la terapéutica.
das. Esto hace que las glomerulopatías puedan ser cl asificadas
El uso oportuno y conecto de las drogas citadas así como la de acuerdo con diferentes crite1ios. Por un lado, según sus ma-
detección temprana del rechazo o de los eÍectos nefrotóx.icos de nifestaciones clínicas, en glomerulopatías agudas, rápidamen-
la Cy-A o med ulares de la azatioprina o !a aparición de anti• te progresivas o subagudas y crónicas o len tam ente euolui.ivas.
cuerpos anti OKT-3 y su adecuado tratamiento han permitido Por otro, en función de las alteraciones morfológicas integrando
log-rar un a nota ble mejoria en los porcentajes de sobrevida ac- las lesiones histopat-0lógicas a nivel óptico, electrónico e inmu -
1.uarial del injerto y de los pacientes. Una premisa fund amental noíluorescente. En tercer lugar, de acuerdo c,Jfi los mecanismos
es recordar (lue si bien deben agota rse los procedimientos para patogénicos responsables de la enfermedad o, fin almente, tra·
man tener la fu ncio nalidad del órgano trasplantado es mucho tanda de congl utinar todos esos critelios de una manera más o
müs importante salvar la vida del paciente a quien se podrá, menos armónica para tener una visión adecuada de conjunto de
even tual me nte, reiter ar un nuevo tra splan te. todas ellas (véase cuad ro).
Así, las curvas actuariales tnás recientes de sobrevida de los
pacie nles demuestran que el 98% viven al año del injerto y el
954(, a los dos afias. En lo que se refiere a la sobrevida del injer- GLOMERULOPATIAS AGUDAS
to son del 85% y del 83% en los mis1nos plazos.
Complicaciones del trasp lan te renal. Las complicacio- G!omerulonefrit.is aguda postestreptocóeica
nes del trasplante re nal pueden sistematizarse en: quirúrgi-
CQ:j, inm unológicas, li nfática s, infecciosa s, cardiova scu lares, Se la denomina también glomerulonefritis aguda metai11·
.!Jastmintcstinales, ruptura del injerto, neoplásicas y oculares las fecc iosa y constituye, indudablemen te, Ja causa más frecuente
que no serán analizadas en particular pero que figuran, de un a del síndrome nefrítico agudo. Desde el punto de vista fis iopato-
man era más detallada en la figura siguiente. Deberán ser tra- génico se acepta en la actualidad que es la consecuencia de un
tadas con todos los recursos médicos y quirúrgicos posibles, evi - fenómeno inmunológico de sensibilid ad bacteriana cuyo órgano
tando la su matoria de otros factores iatrogénicos, adecuándolos de choque es el tiñón y con mayor precisión el glornérulo. Es a
a la fu ncionalidad del órgano trasplantado. (Fig. 11-53) este ni"el donde se ubican las lesiones origi nadas por la locali -
zación de complejos antígeno-anticuerpos sol ubles circulan tes
en exceso del antígeno causal. Este antígeno conesponde a las
toxinas bacletianas del estreptococo beta hemolítico tipo .A en
MEDICINA INTERNA sus variantes 1, 2, 3, 4, Gy 12 y Red Lake, habiéndose comp ro·
hado anticuerpos contra dive rsas fracciones an{igénicas de las
mismas.
Glomerulopatía s
.Así se demostró la presencia de antiprot.eína M., antiestrep-
tolisina O, antiestreptoquinasa y ant.ihialuronidasa circulan te
Ordenami ento de las gl omerul op atías primarias en proporciones va riables, al mismo tiempo que un descenso
o idiopáticas. (Fig. Tabla I). importante, y aun la desaparición del complemento total o de
la g/obu/ina beto- 1- C precursora del mismo. Estos hechos y el
h al lazgo de cúmulos con las características inmunohistoquími·
Glomeru lopatías primarias o idiopáticas cas de los complejos antígenos-anticuerpos en la vertiente epite-
lial de las me mbranas basales glomernlares, permiten aceptar
Las glomerul opatías prima rias o idiopáticas comprenden a la patoge nia inmunológica del proceso aunque no asegu ran el
todas aquellas eJ\fennedades ren ales glomerulares en las que porqué de su fij ación a ese nivel. En dichos complejos antígeno-
puede determinarse o presumirse. una patogenia inmunológica an ticuerpos se comprobó la presencia de los antígenos anties-
y que no están asociadas a afecciones sistémicas o a lesiones de treptocócicos y sus respectivos an ticue rpos así ccmo del compte-
1234 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
I) Glomerulopalías agudas
Glomerulonefritis aguda Proliferació n difusa end ocapi!ar y mesa ngial, con o sin compo- Depósitos granu lares irregularos
postestreptocócica nente exudatívo o congestivo. extramembranosos y mesan•
Depósitos electrondensos subepiteliales o extramembranoso giales de l g G y C3. A ve ce s
en "joroban. depósitos lineales finos dé lgG.
Nefrosis lipoídica pura Glom érulos ópticamente normales o con lesion es mínimas Ausen cia de depósitos inrnunofluo•
idiop ática o a cambios epiteliales. Con microscopia electrónica fu sión del pie de rescentes.
mínimos. los podocitos y leves cambios en la membr ana basal.
G lome,- ulo 11 elri t i s Prol ife ración endo y extracapilar (epitelial) difusa, con Depósitos difusos line ales o graou-
su.baguda o rápidamente semilunas fibro epiteliales. lares de lgG o l gM y segmenta r·
progre siva o maligna A veces depósitos electrondensos subendoleli.l les o extramen- ios de C3. Depósitos granulares
con semi/unas branosos. Aumento de la matriz mesanginJ y trombos de gros eros d e fibrina en las
fi brina. semilunas.
l. Formas focales
a) Glomerulonefritis he- Proliferación endo y extracapil ar focal y segmenta ría, con Depósi to rnes angíal global y difuso
matúrica rec urrente o necro si s fibrinoide afectando menos del 50% de los de lgA (enfermeda d de Berger ).
proteimí.rica persistente, glomérulos. A veces de pósito se gmentario de
con o sin microhema- A veces depósitos electrondensos subepiteliales, subendotelialcs lgG y/o lgG con C3.
turia o paramesangiafos. Fibrosis-semilunas Trombosis y oecrosis
capilar. Proliferación matriz y células mes angiales
b} Glom eruloesclerosis Hialinosis y escler osis focal y segmentaría o global - obleas • Depósito de lgG y C3 en las ár eas
focal con o sin síndrome con inici ación en los glomérulos corticomedulares. de esclerosis
nefrótico clínico o Alteraciones seg ment.ari as o difusas en ]os pies de los po1icitos
humoral y depósitos e1ectrondensos subendoteliales y mesangiales.
2. Formas difusas
a) O/omeru lon efr itis Engrosamien to difuso capilar por depósito hialino o fibtinoide Depósito difuso granular global de
extramrmbranosa con o ext.ramembrn noso sin proliferación endotelial, epitelial o lgG y C 3 extramembranoso o
sin síndrome nejrótico mesa ngial. su bepitelial, no mes an gi a l
Depósi tos electrond ensos débiles en espiga su bepiteliales, menos frecuentemente IgM, C19 ,
u nidos a la basal y dis torsionando los pedicilos. C4 y fib,ina.
bJ Glomerulon efri lis Proliferación endocapilar y mesangíal con infiltración cél ulo- Dep ós itos subend ole! i a les o
membrnnoprolife rat iua o 1ib1ilar mesangial subendote!ial - duplicación de la pared · endom embra noso s y mesan~
mesangiocapilar con sin• éapi! ar- (tipo !), o con depósitos cromólilos densos en el giales gran ul a res cons tantes de
drome nefrótico cUnico o seno de la membrana basal (tipo 111). Ambos t.ipos consti- lgG e IgM en el tipo J. En el tipo
humoral., ha bitualmente luyen la forma membranoproliferativa pura. 11, depósito de C3.
hi p oc:ompl eme ntémi ca, Iguales lesiones acompañadas de una proliferación nodul ar de
hematuria microscópica o la mat.1iz mesangíal: forma lobuli//ar.
macroscópi.ca. Con escasa frecuencia se asocia la proliforaciónm extracapilar
con semi lun as fibroepitelia!es.
Depósitos electro ndensos subepiteliales o int.ramembranosos.
NEFROLOGIA 1235
mento serico. Existen varias teorías que intentan explicar la Estas sustancias vasoactivn.s con capacidad para aumentar
presencia de esos complejos en el glomérulo. Para unos) sería la la permeabilidad vascular Y la subsecuente proteinmia,pueden
consecuencia de una capacidad nefrotóxica particular de los an- contribuir a la deposición de inmunocomplejos en las paredes
tigenos estreptocócicos y, para otros, l::1 coincidencia de una afi- de los vasos. La activación del complemento también origina
nidad antigénica de éstos con determinadas estructuras del ri- factores quimiotácticos para los leucocitos polimorfonucleares
Ji.ón, de tal manera que la introducción en el organismo de los que se acumulan en los sitios donde se localizan los complejos
estreptococos daiía lugar a la formación de anticuerpos que ten- antígeno-anticuerpos-complenwnto. A su vez, los leucocitos poli-
drian acción cruzada contra aquel órgano. Se trataría por lo morfonucleares poseen sustancias enzimáticas que contribuyen
tanto de una fonna de autosensibilidad órgano-específica me- 1 a las lesiones hísticas influyendo el curso de la reacción infla-
canisnw que también se ha invocado para explicar ]as lesiones matoria glomerular.
capilares sistémicas y renales de la púrpura anafílactoide de Desde el punto de vista histológico, las lesiones glomerula-
Schünlein-Henoch. La naturaleza de la fracción estreptocóccica res se caracterizan por una proliferación habitualmente impor-
antigénica es todavía motivo de. controversia. Tres son las frac- tante de las células endoteliales y mesangiales que reducen u
cionadas aisladas: una endostreptocina, una proteína de ,!9.000 obstruyen la luz capilar acompañada de una discreta infiltra-
Dalton de peso molecular que se encuentrn. en el sobrenadante ción de leucocitos po!irnorfonucleares que fambién invaden el
de cultivos de estreptococos y un antígeno catiónico nefritogéni- mesangio, originando la denominada glomerulonefritiS aguda
co obtenido también de un sobrenadanle de cultivo. De igual difusa pro!iferatiua endocapilar. (fig. 11-54)
manera se ha planteado la hipótesis de un fenómeno por inmu- Los glomérulos se presentan agrandados llenando el espacio
nocomplejos autólogos en el que la neurominidasa estreptocóc- de Bowman, exangües e hipercelulares. Pueden observarse gló•
cica remueve el ácido siálico de unri inmunoglobulina que se bulos rojos en el espacio de Bowman o en la luz tubular. Todos
transforma en autoantigénica. En algunos pacientes se ha de - los glomérulos están afectadoa de una manera más o menos
tectado una reactividad anti-inmunoglobulina activada por la uniforme y, en la etapa temprana de la enfermedad, existen pe-
neuraminidasa. queños depósitos fibrinoides aislados, en forma de "joroba", en
Trabajos recientes han establecido que, cuando los antígenos la vertiente epitelial-extramembranosa de la membrana basal,
reaccionan con sus anticuerpos espedficos 1 se activa el cornple~ inmunoíluorescentes positivos para la lgG y BIC o C3, que de-
mento sérico de una manera secuencial y se originan numero- saparecen rápidamente con la rriejoría del proceso.
sos compuestos biológi.cos derivados directan:iente de las molé~ Cuando la ir.filtración poliinorfonuclear es muy notable Sé
culas del complemento, incluyendo sustancias vasoactivas origina la forma exudatiua de la glomerulonefritis a·gu<la difusa,
diferenciables de la bradiquinina y fragmentos con actividad que en otros casos se caracteriza por la presencia de una impor-
anafiJotóxica denominados C3a y C5a. Aminas vasoactivas (his- tante cantidad de hematíes en los lugares ya señalados consti-
tamina, serotonina) también pueden liberarse de los mastocitos tuyendo 1a forma histológica dE:norninada congestiva.
y plaquetas mediante una acción dependiente del complemento El hallazgo más important~ comprobado mediante la 1ni-
y la bradiquinina puede igualmente ser generada por un meca- croscopia electrónica es la presencia de depósitos granulares
nismo vinculado con el factor Hagernan, quizás gatillado por la aislados electrondensos subepiteliales, separados de la mem-
fracción Clq, similar al colágeno. brana basal por un espacio claro acompañados 1 por cierto, de
Fig. lla54,.Glomerulonefritísproliferati"a-endocapila,difrmr.if-:E:z/00,.··
(Atención Dr. R. !barra)
1236 SEM IOLOG IA, SEMIOTECNIA Y MEDICll,A INTE RNA
una proliferación de las células endoteliales y mesangiales, pu· tumores y litiasis o con el riñón poliquístico, pero la cons tata-
diendo observarse a veces una fusión local del pie de los podoci- ción de cilindros hemáticos colabora al diagnóstico; la {arma
los que obliteran los polos interdigitales. albuminúrica inap arente, frecuente de observar en los familia-
Excepcionalmen te, las lesiones histológicas pueden corres• res que conviven con el que padece la forma clásica y que tradu-
ponder a la variedad proliferatiua extracapilar, con adherencias ce también una glomerulonefritis activa; la forma oligúrica ex-
capsulares y form ación de medialunas y que coincide con una trema de evolución similar al síndrome de insuficiencia renal
evolución rúpidamente progresiva, que lleva a la insu fi ciencia aguda)' de pronóstico incierto y que en los casos de anuria total
rena l termin;il en poco tiempo. debe di ferenciarse de la necrosis cortical bilateral, de la embolia
La glomerulon cfritis aguda metain feccios a se caracteriza renal bilateral, o de cualquiera de las causas de anuria obstruc-
clínicamente por presentarse una o dos semanas depués de una tiva; la form a cardiouascular, bastante común en los nifios y
infección estreptocóciC3 de las vías aéreas supe1iores que afecta que se presenta con hipertensión arterial, disnr,a, taquicardia e
con mayor frecuencia a las amígdalas fauciales. Otra causa está insuficiencia cardíaca ag uda.
dada por la escarlatina; luego sigue n en frecue ncia las lesiones Menos frecuentes son las formas ga strnintesti11al, neuroló-
estrep tocóccicas de la piel. Esta angina suele acompañarse de gica o hemorrági ca y, en especial, la fbrma malig1w, denomina-
te mperatura alta, cefalalgia, aunque a v1;ces es de curso ate- da así en relación o s u evolución basta nte acelerada en 2 ó 3
nuado y puede pasar inadve rtida si no se interroga al enfermo o meses hacia la muerte en uremia, y qu e coincide con lesiones
a los familiares, si se trata de un niño. Al cabo del tiempo seña- glomcrulares proliferativas extTacapilares con adherencias cap-
lado los pacientes se sienten asténicos, anoréxicos, con trastor- sulares.
nos t,'lJstrvi11 tesli11ales difusos, somnolencia y en_ ciertos casos La evolución de !a glomerulonefritis aguda es en general fa.
con do/ore.,;, lumbares. Sin embargo, las manifestaciones más os- vorable y la curación, con restitución anatómica y funcional, se
tensíbl es son las típicas del síndrome nefrítico ya analizado; produce en el 50 al 70% de los c.asos en plazos vari ables que, a
edem a de la cara can facies abotagrida por infiltración periorbi- veces, se prolonga n más allá de un allo. Sin embargo, aJg unos
faria, nliguria y hematuria e hipertensión arterial. Otras veces pacientes (5 al 10%) mueren en la fase aguda y otros pasa n a la
el cu adro es más agudo y se traduce por una crisis de asma forma late nte dond e desaparecen las manifestaciones clínicas
cardráca , un edem a ogudo de pulmón o por convulsiones conse- pero persisten las alte racion es urinarias en es pecial la protei-
cutivas a una ence{úlopatía. hiperte11 siua. nuria con cilindruri a y la microhematuria.
La glomerulonefritis rue tainfecciosa se observa de preferen- El pronóstico ele la enfermedad es difici l de establecer, pues
cia en los niños a partir de los 2 ó 3 aüos de vída y si bien su in- su evolución no guarda una relación muy estrecha, excepto en
cidencia disminuye con la edad, puede afectar también a los la forma maligna, con la sintomato1ogfa inicia1: algun as formas
ad ultos y a los an ciirnos. En su período de estado cursa con fre- oligosintomáticas cursan hacia la cronicidad, mi entr as que
cuencia sin fiebre y el paciente se present.a pálido, con el estado otras, más graves, llegan a la curación completa.
general co mprometido, hipertensión arterial y cefaleas. En al-
gunos casos aparece n lesiones urt.icarianas o una erupción pur-
púrica petequial que puede llegar hasta las pequefias ílictenas 'll·atamienlo de la g/omeruloncfritis aguda pos/estreptocócica
con líquido serohemorrágico, ubicadas de preferencia en las
piernas. El tratamiento de la glomerulonefritis aguda comprende di-
Las alteracion es urinarias de la glomcrnlonefritis aguda son versos aspectos y va1ía según el período de la enfermedad, aun-
las descriptas al tratar del síndrome neftítico agudo: hematu- que existe una serie de medidas higiénico-dietéticas que pueden
ria, protei nuria y ci lindruria hemática. En la sangre suele com- ser comunes a todos ellos.
probarse una discreta anemia con leve leucocitosis, eritrosedi- Período de estado: 1) Reposo. Se mantendrá el reposo en ca-
mentaci ón acelerada y sln mayores varíacíon es en el ma mientras persistan la hipertensión arteiial, los edemas, la
proteinogra ma, donde a veces puede existir un aumento de Ja a- oliguria, la hematuria y la proteinuria im portante. Con respec-
2-globulina. En lo que se refiere a la función renal depeude de to a estas últimas se considera que puede permitirse la dea m-
la gravedad de la enfermedad. En las formas oligoanúricas exis- bulación de manera progresiva una vez que la eritrocituria se
te hiperazoe mia, creatinemia elevada con disminución del fluj o estabilice alrededor de los 5 a 6 millones de hematíes en 24 ho-
sa nguineo renal y del filtrado glomerular. En los casos menos ras y la proteinuria no supere los 0,5 a 0,G g di arios.
graves, la función está menos alterada y -en numerosas ocasio- 2) Dieta. Por lo limitado de este periodo debe prescribirse
nes la urea es normal al igual que la función glomerufar. Dos una dieta sin prole/nas ni sal, limitando la ingesta líquida se-
elementos que sistemáticamente deben determinarse son el tí- gún la diuresis. Si existe oliguria externa o anuria se tomarán
tu!o de anties t.reptolisinas, que en la rnayotía de los casos supe- las precauciones inherentes a tal situación, que son Ias de la in-
ra las 330 unidades Todd llegando a valores de 1000 a 1500 uni- suficiencia renal aguda. Recuperada la diuresis y siempre que
dades, y el título del complemento sanguíneo que suele ser no haya hiperazoemia y el filtrado glomerul ar sea satisfactorio,
inferior a las 50 unidades de hemólisis o a los 80 mg de beta 1 C se reiniciará la ingestión de proteínas. Con respecto a la restric-
complemento. Los niveles de JgG, JgM y Cl 9 están aumentados ción salina se la mantendrá en tanto se compruebe hi pertensión
Y se det ectan críoglobulinas. Esos valores se normalizan con la arterial y/o edemas. Desaparecidos ambos se permitirá su in-
;nejoria del proceso; la persistencia de hipocomplementemia se- greso en forma progresi va controlando esos parámetros.
ñala un pronóstico rcsen1 ado. 3) TI-atamiento antiinfecáoso. Si bien discutido por algunos,
Junto a las fo rmas polisintomáticas de la enfermedad exis- debe sin embargo suministrarse penicilina a razón de 1.000.000
ten aquellas donde .sólo predomina n uno o dos elementos clíni- de unidades diarias durante 10 días para esterilizar de ser posi-
cos de-1 Síndrome, los que in~luso pueden cursa de mnnera casi ble el foco original, sin pretender con ello influir sobre el curso
ina parente. de la sintomatología de la enfermedad. Por la probabilidad de
Se han desetipto asi: la forma hematúTica, que plant~a pro- que se propague en el núcleo familiaTla infecc ión estreptocócica
blemas diagnósticos con las hematurias de causas quirúrgica: y dé lugar a una forma inaparente o frusta del proceso, es pru-
NEFROLOGIA 1237
dente suministrar penicilina por vía oral o de acción retardada Respecto de su etiología, se asigna mucha in1portancia a los
a los familiares en contacto con el enfermo. antecedentes de infocciones reiteradas del aparato respiratorio
4} Corticoides. Se reserva su uso para las formas más seve- causadas por neumococos, estreptococos, estafilococos y rara-
ras de la nefropatía donde el título de antiestreptolisinas es mente otros gérmenes o a la incorporación al organismo de pro•
más elevado y la complementernia se encuentra más disminui• teínas heterólogas -sueros, vacunas, picaduras de abejas~ o de
da v con tendencia a recuperarse muy lentamente, configuran- sustancias químicas como la trimetiadona o la DL-penicilamida
do Ía posibilidad de una evolución a la forma subaguda de la en- utilizadas para el tratamiento de la epilepsia Y la enfermedad
fem1edad. En este caso puede estar justificado su uso a razón de \Vilson, respectivamente.
de 0,5 a 1-2 mg de prednisona por kg de peso por día junto con Todas esas sustancias proteicas o no, actuarían como exoan-
heparina por vía intravenosa, 50 a 100 mg diarios. tigenos que al conjugarse con sus respectivos anticuerpos pro-
5) Drogas innnnwsupresoras. De resultados aleatorios, algu- ducirían modificaciones de la membrana basal glomerular rno~
nos las han utilizado para las formas agudas y subagudas gra- dificando su carga aniónica por un mecanismo no bien conocido 1
ves. La azatioprima en una dosis de 1-3 mg/kg dE: peso por día; probablemente inmunológico. Como consecuencia de ello au-
el c1orambucil a razón ele 0,2 mg/kg de peso por día y la 6-mer- menta la permeabilidad de la misma a las proteínas plasmáti-
captopurina 2 rng/k.g/día, que se mantienen hasta la remisión cas condicionando la aparición de la proteinmia y de las altera-
de los signos humorales y clínicos. Se controlará el número de ciones de las células epiteliales glomerulares y de los túbulos
hematíes, leucocitos y plaquetas sanguíneas para e\~tar una in- renales. Esta patogenia inmunológica de la glomerulonefritis
hibición medular. con lesiones mínimas o nefrosis lipoídica pura ha sido puesta en
6) Tratamit'.ntn de la oliguria, hipertensión arterial, plétora duda por algunos investigadores! pues los procedimientos in-
hidrémiccz e insuficiencia cardíaca. La primera si es muy nota- rnunhistoquímicos a nivel óptico y electróníco no lograron de-
ble o si persiste más allá de 24 a 48 horas se la tratará con diu- mostrar en las lesiones· glomerulares la presencia de gamma-
réticos tipo fursemida o ácido efocrínico, de escasa acción tóxica globulina o beta-1-C-globulina autóloga. Sin embargo, estos
y efectivos aun en presencia de lesiones glomerulares. argumentos no son suficientes pues esas alteraciones pueden
La hipertensión arterial si no cede o es elevada, en especial producirse a un nivel molecular donde 1os métodos utilizados no
la diastólica, se medicará con hipotensores del tipo de la metil- alcanzan a demostrarlos como sucedce en ciertos. modelos expe-
dopa, hidralazina, betabloqueantes o bloqueantes cálcicos. rimentales.
La insufícicncia cardz'aca obliga al uso de digitálicos en las Desde el punto de vista histológico (Fig. 11-55) las lesiones;
dosis habituales. Cuando existe plétora hidrémica y los edemas renales de la nefrosis lipoídica pura poseen ciertas característi-
son muy intensos y no responden al tratamiento diurético, pue- cas particulares. En primer lugar1 mediante la n1icroscopia ópti-
de estar Indicado el uso de la diálisis ult.rafiltrante con riñón
ca los glomérulos pueden presentarse norrnale:.'5 o con lesiones
artificial o peritoneal hipertónica. tan mínimas -leve espesamiento de la pared capilar- que du~
Paindo de conualesccncia. El reposo y la dieta serán mitiga- rante muchos años se negó su existencia. Por lo contrario 1 a ni~
dos de acuerdo con la evolución del proceso y la persistencia o ve! tubular las células se encuentran alteradas y su citoplasma
no de los edemas e hipertensión arterial 1 que condicionarán la se presenta sobrecargado de gránulos proteicos o grasos (atroci-
ingesta diaria de sal. tosis, degeneración grasa) lo que llevó aJ concepto de que dicha
enfermedad era un proceso degenerativo y de allí la denomina-
La penicilina se mantendrá durante un período no menor de
ción de nefrosis. En la actualidad dicho concepto no puede soste-
6 meses a 1 año, utilizando las formas de depósito a razón de
nerse más y el microscopio electrónico ha demostrado la existen-
1.200.000 mensuales. Con ello se intenta evitar, por un lado, la
cia de alteraciones glomerulares en todos los ca1;0s, que afectan
reinfección por otra cepa de estreptococos y una recaída de la
de preferencia a la membrana basal, la que se encuentra engro-
enfermedad, o su paso a la cronicidad.
sada y con modificaciones. A ello se agrega la fusión de los pedi-
Se vigilará en este período la posibilidad de la aparición de
cilos de las células epiteliales, que pierden su individualidad
la infección pielonef1itica mediante exámenes periódicos del se-
constituyendo masas amorfas adosadas a la membrana basal.
dimento urinario y mi.cultivos. De producirse esta complicación
Los estudios de inmunofl-uorescencia han deroosh·ado 1a au~
se la tratará de la manera habitual (véase Pielonefritis, trata-
sencia de depósitos de inmunoglobulinas )' complemento en los
miento).
glomérulos aunque algunos autores han descripto pequeñas
1
La crmdicación de los focos sépticos, amigdalinas o denta-
cantidades de lgM en el mesangio a nivel del polo vascular y,
rios, se resenrará hasta el momento en que la lesión renal dis-
con menos frecuencia, de lgG y C3.
minuya de intensidad para lo que es conveniente esperar de 6
La sint.omatología clínica inicial de la enferm~dad es poco tí-
meses a 1 año, excepto que se produzcan infecciones reiteradas
pica, A veces se presenta con decaimiento 1 anorexia 1 anemia o
que obliguen a una intervención quirúrgica de necesidad. En
cambio de carácter del niño, a lo que se agrega en forma progre-
este caso es conveniente suministrar antibióticos en grandes
dosis y vigilar muy de cerca la evolución de la nefropatía. siva, o más o menos brusca 1 un edema con las características ya
Las restantes medidas señaladas en el periodo anterior pue- señaladas que rápidamente pueden llegar a la ariasarca.
den continuar en vigencia según la evolución del proceso. La oliguria con orinas espumosas es frecuen½ mientras que
la tensión arteríal es normal. La proteinuria oscila entre 1 y 15
o más gramos por litro; por la escasa diuresis rara vez supera
los 10 g diarios acompañada de cilindruría y mu7 leve microhe-
Nefrosis lipídica pura o idiopática con cambios mínimos maturía. Es del tipo selectivo o poco selectivo lev,.
Puede comprobarse en el 25 por ciento de los casos una he-
patomegalia indolora con pruebas funcionales hepáticas norma-
Es una enfermedad que se presenta con más frecuencia en les, excepto en algunas de las reacciones de floo:1lación -tírnol,
la infancia, entre los 2 y 7 aüos de edad, para declinar poste- sulfato de cadmio y Weltmann- por causa de la dísglobulinemia
riormente, siendo rara su aparición en el adulto. presente.
1238 SEl~I OLOGIA. SE MIOTECNIA Y MEDI CII-JA INTERNA
Fig. ll-55. Glomlirn las co11 cam bios mininw:-.. ?AS 100.-.:..
(Atención Dr. R. !barra)
En la sangre es común hallar cierto grado de anemia normo- <ladera de etiología neurn ocócica o estreptocócica. Un hallazgo
crónica, una eritrosed imentación muy acelerad a -50 a 100 mm hu moral frecu ente es la caída de los aminoácidos sa nguíneos
en 1a prímera hora- sin infección apar ente y posiblemente vin- con aumento de la arninoaciduri a y agravación de la hipoalbu-
culada también a la hiperfibrinogenemia y a la disglobuline- minemia. La causa exacta de la crisis nefrótica no es bien cono•
mia. cicla y se la ha imputado tanto al proceso infeccioso intercurren-
Las altera cio11es p1·oteicas son típicas: hipoproteinemia con te como a una perturbación aguda de la proteinopoyesis.
hipoalbuminemia, hiperalfa 2 globulinemia e hipogammaglobu- La ncfrosis tipoídica evoluciona casi siempre por brotes suce-
linemia. La hiperlipemia con hipercolesterolem ia es la regla y sivos, de menor intensidad cada uno de ellos y puede ir a la cu-
mucho más rara la lipoiduria, excepto en los casos graves o más ración en forma espontánea en el 40 por ciento de los casos con
evolucionados. desaparición de los edemas, de la proteinuria y de la hiperlipe-
Los niveles séricos de properdina, C3 y C4 se. encuentran mia pero persistiendo un ligero au mento de la alfa 2 globulina.
habitualmente dentro de límites normales mientras que las lgG La terapéutica moderna eleva esa cifra de curación hasta el
o lgM pueden estar aume ntadas. De igual manera que en otras 75 por ciento. Otras veces y, pese al tratamiento de corticoides o
variedades del síndrome nefrótico existe una te ndencia a las drogas inmunosu presoras 1 el cuadro persiste con afectación pro-
trombosis vasc ulares, cuya patogenia no es clara, aunque sue- gresiva de la suficiencia renal que lle\'ª finalmente a la uremia
len comprobarse algunas alteraciones en los mecanismos nor- en un tiempo, en general, bastante prolongado.
males de coagulación, que condicionan un estado de hipercoagu- Es importante señalar que la nefrosis lipoídica pura debe di-
labilidad. ferenciarse en el niño de la glomerulo11efritis subaguda o tor-
La función renal está poco alterada, salvo que la oliguria se meliiosa de üihlein. que también se presenta desde el comienzo
prolongue y entonces suele existir hiperazoe mia con creatinine- con caracterís ticas clínicas y hu morales de un síndrome nefróti-
mia elevada y filtrado glornerular dis min uido. co pero co'n importantes alteraciones en el sedimento mi naría,
En el curso de la enfermedad puede desarrollarse un cuadro micro o macrohematuria, cilindruria grasa , cuerpos ovales gra-
clínico grave denominado crisis nefi·ótica que casi siempre coin- sos, lipoides binefrin gen tes, hipe1te nsión arterial e insuficien-
cide con un proceso infeccioso intercun ente. Se caracteriza por cia renal.
su comienzo brus co con fiebre de hasta 40°, ná useas, vómitos. Las lesiones glomernlares son del tipo proliferativo exudati-
dolores abdominales, oliguria con hiperazoernia y exacerbación vo con formación de semilunas fibroepitelial es que constriñen el
del estado edematoso, En otros casos, ~e manifiesta como una ovillo capilar y evol uciona n hacia la fibrosis. El procesó se desa-
infecci ón pleuropul monar con reacción peritoneal que simula
1
rrolla y culmina con la muerte del paciente en l:úperazoemia en
una apendicitis aguda, y que a veces resulta ser peritonitis ver- algun as semanas o meses .
NEFROLOGIA 1239
El tratamiento de la nefrosis lipoídica pura comprende dos rios de ésté buscando la dosis tnínima que la mantenga negati-
aspectos. Por un lado, los aspectos sintomáticos del síndrome va, para luego, lentamente proceder a su redücción. Si de esta
nefrótico, es decir la hipovolemía e hipoproteinemiai los edemas manera no se logra una remi~ión total de la enfermedad, por
y eventualmente los episodios infecciosos intércurrentes. Para tratarse de una forma corticoideodependiente o con recidivas
ello el paciente debe ser sometido al reposo en cama con un ré- frecuentes, quedan dos alternativas. Una, suspender la medi-
gimen hipos6dico estricto y con alto contenido proteico, en tanto cación y limitarse a una terapéutica sintomática mediante diu~
no exista insuficiencia renal. Simultáneamente y en relación réticos, dieta hiposódica e hiperproteica a la espera de una cu-
con la gravedad de la hipoproteinemia y con la cuantía de los ración espontánea en tanto no desmejore el estado general.
edemas podrán estar indicadas transfusiones de albúmina o Otra, más aconsejable, es utilizar junto con la prednisona la te-
plasma sin sodio y eventualmente soluciones hiperoncóticas pa• rapéutica alquilante. En esto& casos es fundamental efectuar
ra mejorar la hipovolemía e interrumpir el hiperaldosteronísmo la punción biopsia renal para t.1.segura:rse de que no existe otra
presente facilitando la aparición de poliuria y la desedematiza- patología renal como podría ser una glomeruloesclerosis focal y
ción. Este tratamiento se complementará con diuréticos intra- segmenta1ia y más raramente una glomerulonefritis membra-
venosos u orales del tipo del ácido etacrínico, fursemida o bu- nosa o mesangial proliferativa. Los resultados más favorables
inetanida acompaüado de drogas aho1Tadoras de potasio tales se obtienen con la cidofosfamida a razón de 2 a 2 15 mg/kg de
como la amiloride o el suministro de antialdosterónícos como peso por día o con dorambucil en una dosis de 0,2 mg/kg de pe•
las espironolactonas. Debe recordarse que en muchas circuns- so por día que deben suministi-arse sin suspender los corticoi-
tancias se suministrarán suplementos de potasio por vía oral des. Es fundamental efectuar controles periódicos hematológi-
para evitar la aparición de hipocaliemia, lo que implica un gra- cos en sus tres sectores: eritrocitario, Jeucocitario y
ve riesgo. plaquetario. Es necesario recordar que estas drogas poseen,
Los episodios infecciosos intercurrentes, casi siempre una además, una importante cap11cidad tóyjca, al mismo tiempo
sepsis neumocóccica o una peritonitis, serán tratados mediante que aumentan la susceptibilidnd a las infecciones bacterianas,
antibióticos adecuados y previo estudio de la sensibilidad de los virósicas y fúngicas, igualmente producen insuficiencia gona-
pacientes a los mismos. dal en las mujeres prepúberes y azoospermia en los varones.
Algunos autores aconsejan el uso de la azatioprina en lugar de
El segundo aspecto del tratamiento de la nefrosis lipoídica
las anteriores drogas y en mia dosis que oscila entre 2 y 4
pura comprende la terapéutica destinada a revertir las altera-
mg/kg de peso por día. Los reiultados obtenidos con esta últ:i-
ciones glomerulares que origfr1aron el proceso. Si bien no es in-
ser tan favorables por lo que se tiende a dejnr
frecuente la remisión espontánea y definitiva de la enfermedad,
existen fue1tes evidencias de que e1 uso de corticoides y agentes
alquilantes ha mejorado notablemente no sólo las tasas de mor•
talidad sino las de curación. Desde el punto de vista evolutivo y
en relación a la medicación corticoidea existen cinco posibilida-
des de la proteinuria y de la enfermedad: l) remisión total, lue- GLOMERULOPATIAS RAPIDAMENTE PROGRESIVAS
go de una sola serie de corticoterapia (nefrosis lipídica corticoi-
deosensible, no recidivante); 2) remisión inicial pero con
recidivas en tiempo variable luego de la suspensión de los corti•
caides (nefrosis lipoídicas con recidivas frecuentes); 3) remisión Glome111/onefritis subag1,da o rápidamente progresi-
inicial pero recidiva pese a la continuación de la corticoterapia va idiopática. Esta glomerulopatía puede iniciarse de una
(nefrosis Iipoídica corticoideodependiente); 4) con pobre o ningu- manera brusca o insidiosa. Af~cta habitualmente a individuos
na respuesta a una serie de 6 a 8 semanas de una dosis adecua- jóvenes, preferentemente hombres, y se presenta con las carac·
da de prednisona -1 mg/kg/peso por día o 60 mg por m 2 sup. cor- terísticas de un síndrome nefrítico oligoa.i:J.úrico o un síndrome
poral/día- (nefrosis lipoídica corticoideo-resistente); 5) remisión nefrótico con hipertensión arterial y hematmia que en un plazo
más o menos breve -6 a 18 meses- conducen a ]a uremia. En la
espontánea sin tratamiento alguno,
mitad de los casos es precedida por una infección de las vías
El suministro de cort.icoides en las dosis señaladas, puede
1
respirat-orias altas pero con fr~cuencia no se registran antece-
realizarse de acuerdo con dos esquemas. Uno díario) repartien-
dentes de ningún tipo. Los síntomas y signos son va,iables de-
do la dosis en dos tomas con interrupción de dos días -es decir
pendiendo de la forma clínica de presentación: decaimiento ge-
de lunes a viernes descansando sábado y domingo- o en forma
neral, febrícula, astenia, cefal1as, disnea paroxística, edemas
alternada, duplicando la dosis pero suministrándola cada día de mediana o gran intensidad, hipertensión arterial, anemia hi-
por medio en una sola toma por la maüana, para reducir los pocrómica, hematuria 1 oliguria con proteinuría y cilindruria
efectos indeseables de la medicación. granulosa, hemática y cérea con cuerpos ovales grasos y dismi-
Los pacientes sensibles o respondedores a los corticoides re· nución rápida del filtrado gloI'lerular con aumento progresivo
ducen rápidamente su proteinuria que suele negativizarse alre- de la creatinina y de la azoemia: Este cuadro debe diferenciarse
dedor de las 8 semanas. Los edemas desaparecen, la hipoalbu- del síndrome de Goodpasture y de la forma aguda del lupus eri-
minemia tiende a normalizarse 1 y el estado general del paciente tematoso sistémico así como de la forma maligna de la g1omeru-
mejora notablemente. A partir de es-e momento debe comenzar lonefritis aguda postestreptocóctica. Los niveles séricos del C3 o
a reducirse de una manera lenta y progresiva la prednisona BlC son habitualmente normB!es, así como el título de anties-
controlando la aparición de proteinuria. No existe un criterio treptolisina. Los anticuerpos antimembrana basal glomerular
uniforme en lo que hace a la oportun;Jad <le la suspcr.sión de ]a están presentes cuando éste estl mecanismo patogénico en jue-
droga, pero. en general se considera que debe realizarse no an~ go.
tes de tres meses de desaparecida la proteinuria. Desde el punto de vista hist;Jlógico (fig. 11-56 y 11-57) la al-
Aquellos casos en los que la proteinuria reaparece con la re- teración más importante es la ¡ran proliferación de las células
ducción del corticoide 1 deben tratarse con aumentos temporap epiteliales de la cápsula de Bo~man que provocan su adheren-
1240 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDIC INA IHTERNA
Fig. 11-56. Glon1e r11lonefritis proli/emtiua extracopilar con fomw ción de sem iluna fibro sa.. PAS 40Dx.
(Atención Dr. R. Iban-a)
fjg. 11-57. Glo111crulo11c/rifis proliferativa extracapilar con formación de sem iluna celular. ?AS 400 x.
(Atención Dr. R. !barra)
NEFROLOGIA 124 1
t:ia al (1villo glonw rub r originando las denominadas semi!un as iiales, subepiteliales y pararnesangiales. Los estudios de inmu -
c-pitE:'lialt.s y 4ul! nfec.:ta n a mris del SO por ciento de los glo1néru- noíluorescenr.ia demuestran variadas patentes en lo qu e se re-
\{Js_ En rilgu ntJS ca.sos los ovillos g-Jomerulares pueden estar ro- fiere a la extensión del depósito Y a su calidad inmunológica ya
dc;:i dos completnment.e y cornp1irnidos por es~ proliferación E-pi· que en algunos casos está n ausentes y en otl'os se encuentra
tekd. No es infrec uente la presencia de fi broblnstos así como de IgA de una manera di fu sa en todo el 1nesangio y en menor ex-
fibrinn en el se no ele las semilunas qu t evolucionan hacia la es- tensión lgG constituyendo la denominada enfermedad de Ber-
cltrosis y fi bra.sis. Las células en<loteliak·s y mesangiales se ger, o nefro patía lgA. Independientemente de es ta for ma parti-
pres!::nt.an poco proli feradas. f.·led ia nle la tecnica de in mun o- cular se han hallado depósitos segmentarios de fgfd yío IgG co n
fl u(}re.'icencia se comprnd1an depósitos de lgG, lgM y menos fre- Bl C.
c11c:1Lemente de lgA acom.paii.aclas de BlC. En las áreas necróti- La t:volución de la nefro pat.ír. no siempre es benigna ya que
c~1s pu0de demostrarse fibrina. Con la mi crosco pia electrónica se han descri pto cas us que llegan a la insuficiencia ren al cróni-
se obser\'an depósitos electron<len sos extramembranoso::i, au- ca con hipertensión arterial.
me nto de !a matriz mcsangial y trombos de fibrina. Con respecto al tratam iento no eyjste uno e.-,pecifi co Para la
Ln rnpidez de la evol ución de esta nefropatía depende del glomerulonefd tis proliferativa focal y segmentaria siendo razo-
uúmeru de g:lomérulos afectados y de la magnitud de las semi - nable mante ner al paciente en reposo mientras du re su hema-
lunM; y, en ~eneral, es poco modificad a por la terapéutica. tu ri a o exista el episodio infeccioso. Alg unos autores han indica-
El res ultado del trntamiento de esta forma de glo1nerulone- do el uso de c:orticoides durante la fase ag uda del proceso pero
friti::; t:s b~1.sbnte aleatorio Y, en ge ner11l dec:epcionante. Sin em· no existen pruebas feha cientes de que ellos te an re almente
1
nuria persiste nte e hipertensión arteria l acom pañado de un aún más dudoso Y_los datos esl,dís ticos no cla rifican respecto a
cuadro nefrótico completo o a veces sin él. su utilidad real. Sin embargo, trabajo s más recie ntes de -Po nti-
En lo que se refi ere al tratamiento cabe dest acar que tanto celli y col. parecen seirnlar que se puede obtener un a remisión
los corticoides como las drogas alqu ilantes pa rece n ser a bsolu- de la enfermedad, o enlentecer i:: u evolución, mediante el uso al-
t am ente inoperantes ya que no modifican la evolución espontá- ternado mensual dura nte 6 me,es de clorambucil -0.2mg/k/día-
nea de la enfe rmedad. Desde un punto de vista práctico sólo es- y rnetilpr edn isolona - tres dosi; de 1 g diario co ntinuadas por
ta indicado un tr atamien to sintomá tico de la hipertensión 0.4 mg/k/día los siguientes 27 días. La can tidad tota l acum ul a-
a r te,ial y dietético cuando el desce nso del filtrado glomeru!ar es da de clora mbucil es así inferior a la que se estima provoca es-
importante. Finalmente, queda como Ultimo recu rso la terapéu• terilidad o riesgos de la aparición de neoplasi as.
tica dialítica crónica o el trasplante re nal cuando el paciente se El uso de ciclosporina A ha demost rado que puede reducir la
encuentra en uremia. proteinuri a de la glomeruloneftitis extram ern branosa pero las
recaídas son frecuen tes y lo:3 riesgos parecen superar a los be-
neficios por lo que no es aconsejable su sumini stro.
GJomeru1 opatías crónicas difusas
b) Glom erulonefri_tis membranoprolifera tiva o mesan-
a) Glomerulon efritis exlramembrm1 osa- con o sin sin- giocapilar. Constituye una forma anatómica frecuente de las
d,-ome nef,-ótico. Su diagnóstico sólo puede establecerse me- glomerulopatías crónicas difusas que afectan tanto al adulto co-
dian te la biopsia renal. Se lo sospechará en aqu ellos pacientes mo al niño y si bien en un porcentaje de casos coincide con afec-
- niúos o adu ltos - donde el síndrome nefrótico tie ne te ndencia a ciones sistémicas, un número importante de: ellos es de causa
persis tir o a recidivar, sin desaparecer del todo la proteinuria y idiopálica.
cuyo sedimenta u"rinario muestra mayores alteraciones que las Histológica mente se comprueba la asoci aCló n de prolifera-
habi tual es de la nefrosis lipoídica. ción endoca pilar con hipertrofi:3, de las célul as y de la sustancia
Histológicame11te se distin gue por el espesamiento difuso mesangial y de un espesamiento difuso, pero a menudo ir-regu -
bastante man ifiesto del capilar glomerular ca usado por la pre- lar, de la pa red de los capilares glomerulares, da ndo lugar a dos
sencia de un <le pósito fibrinoide o hi nlino más o menos continuo variedades hisb}iógicas difere ntes . Una (tipo]) (fig. 11-61 y 11·
sobre la vertiente epitelial de la nrn mbrana basal, entre la lánü- 62) caracterizada por dep ósitos interendotclio-membranosos de
na densa y el revestimiento epitelia l sin ningun a proliferación elemt?ntos fibrila res y cel ulan:s del mesangio que originan la
cndotcli al, mesangial o epitelial. Con técnicas de impregnación duplicación de las paredes capjlares y que se aprecia muy bien
la argéntica se obsen·a en la mayor parte de los casos, un as-
1
con las técnicas argirófi!as . La n1icroscopia electrónica la alte ra•
pecto sombrea do mu_v característico de la pared capilar en for - ción más conspicua es la extehSión de las célu las y la matri z
ma de púas íspikesl o dientes de peine proyectándose hacia E:! mesan gia} en los ca pilares perifcricos de una ma uer; difusa. La
espacio urinario, con la condición de que las lesiones no sean inmuno[luorescencia perffiit.e r-0mprobar la pre:sencia de c3·de
muy tem pranas o muy av anzadas . En este úl timo caso, el en- una manera irregul ar a lo largc, de las paredes capilares e IgG e
grosamiento de la pared capilar es muy notable y el gloméru lo lgM. distribuidas granulosa y segmentariam ente.
adopta un a apa ri encia rigida con permeabilidad de la luz ca pi- La segu nda forma hi stológita (tipo lll) (fig. 11-60 y 11-61) se
lar. caracteriza ta mbién pvr el espesamiento de la pared capilar pe-
Desde el punto de vist a e/ec/,-ó11 ico se observa en los casos ro corno consecuencia de depósitos argéntico•positivos en el se-
iniciales un espesamiento 1nuy disc reto de la membra na basal, no de la membrana basal -intramembranosos- que son tambi én
con depósi to::; pequeños subepiteli ales levemente electrnndensos electrondensos en la microscopía electrónica. La inmunofluo re.s-
que producen una di storsión del pie de los podocitos. Estos de- cencia demuestra que los mismos están constituidos p or C 3, no
pósitos aumenta n en tamaño y cantidad en los casos avanzados habiéndose comprob ad o inmu,1oglobulina o de hallars e sólo en
haciendo cuerpo con la membrana basal, modificando notable- muy peque ña cantidad.
mente los pedicilos . Mediante técnicas de inmuno/luoresce11cia Ambos tipos de lesiOnes pa.f7etales suelen, frHuentem ente,
se comprueba la presencia de JgG y C3 distribui das de una ma- presentarse aisl adas, constituyendo las denominadas glomeru-
lonefritis mernbranoproliferath·as puras. Sin embargo 1 otras ve-
nera regul ar y difusa en todo el glomé rulo por fuera de la mem-
ces, y cualquiera sea la naturaleza o dispos ición de l de pósi to
bran a basal pero respetando el mesangio. Pueden hallarse antí-
pa rietal se asocia una importar.i.te hipertrofia nodular de la m&~
genos vinculados con la fibrin a a lo largo de la pa red capilar o
lriz mesangial que ocupa los ejes intercapilares y confiere a los
en el mesangio pero no suele ser un hallazgo llamativo.
glomérulos un aspecto lobulillar-g/ome ru lon e(l'ilis membra110·
prolife.rativa lobulillar. En algunos casos pueden agregarse a
Cli11 ica 111 e11te puede presentarse de una manera insidiosa
estas lesiones la prolife ración hiracapilar con semilunas epite-
como un síndrome nefrótico de discreta intensidad con todos
1
liales o fibro epiteliales.
los atribu tos semiológicos y humorales del mismo o, a veces, con
sólo estos últimos, e hipertensión ar terial , y su diagnóstico ser Clínicamente se ha comprn~ado que la aparición de la glo-
el result ado del hallazgo circunst an cial de la proteinuria que merulollc,fritis membranoproli{trativa o membranocapilar suele
ll eva a profundizar el est udio del paciente. El curso de la enfe r- ser precedida, en un 50 por ciento de los casos, de infecciones
medad es progresivo alte rnando, a veces, con remisión espontá- ag udas de l apa rato respirato1io su perior cuya natura le za es-
nea de la proteinuria. Estas circunstancias hacen que subsistan treptocóccica es comprobada en pocas oport unidad es. P uede
aú n dudas con respecto a los beneficios de la terapéutica corti- manifestarse como un sindrone nefrótico típico o como una he-
coi de, aunque algunos auto res han <le:;crip Lo que dosis elevadas maturia des tacada o una prot~nu,ia importan te aisl ada. La hi-
de la misma producen la remisi ón efectiva del proceso en el 23 pertensión arterial es de mediJna intensidad y habitual, siendo
por ciento de los casos . Sin embargo es habi tual e l desarrollo de común una deficiencia del filtiado glornerular que casi siempre
una insuficienciaTenal crónica tenninal en un plazo que oscila es inferior a los 50 ml/minul-0 por 1.732 m de s uperficie corpo-
entre los 5 y los 15 alias. El papel de las drogas citotóx.icas es ral.
1244 SEM!OLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDI Cll'iA INTERN.~
Hu moralmente se comprueba un descenso del componente parches de linfocitos, macrófagos, células plasmáticas y leucoci-
C3 del complemento, en especial en aquellos casos donde la le- tos polimorfon ucleares. Cuando responde a un fenómeno de hi-
sión histológ ica coincide con depósitos electrondensos de C3 en persensibilidad es frecuente hallar eosinófilos habiéndose sefla-
el seno de las membranas basales glomerulares provocando su lado la presencia de linfocitos T como probable prueba de un
espesamiento y originando las formas denominadas hipocom - mecanismo inmunológi co mediatizado por células; igualmente
pfrmcntémicas. En estos casos se ha descripto la presencia en el se han descripto granulomas a células gigantes. Dichos infiltra-
plasma de un factor termoestable denominado factor 11cfritico dos suelen predomina r en el sector más profundo de la corteza
C-3 capaz de desintegrar esta fracción en el plssma fresco nor- renal. Los túbulos muestran grndos va ri; bles de necrosis y re-
mal en presencia de un quelante magnésico. Una ane.mia inten- generació n celular con cilind ros celulares en su luz mientras
sa ncompalla a más de la m!tad de los casos y es independiente que los glomérulos, eu general, están indemnes o muy poco al•
de la severidad de la insufici encia renal o de la magnitu d de la terados. Con técnicas de inmunoíluoresccncia, los hall azgos son
azoemia. La proteinuria suele ser poco selectiva y oscilar entre muy va1iables dE:pendiendo, desde luego, del mecanismo pato-
Z y 4 g por dia. En el sedimento urinaiio se comprueba una mi- génico en juego. Así, se han descripto depósitos de IgG, TgM y
crohematuria importante con cilindruria granulosa abunda nte C3 a lo largo de la membrana basal tub ular y de lgE en bs cé-
y aco mpai\ada de cuerpos oval es grasos y lipoides birrefringen- lulas plas máticas y basófilas del infiltrado.
tcs . En los casos crónicos, el edema intersticial suele ser escaso
La evolución hacia la insuficiencia renal ti:nninal es habi- predominando la fihrosis intersticial siendo los infiltrados celu -
tual pudiendo sobreveni r la muerte entre los 12 y 48 meses de lares esencial mente linfocitarios o de células plasmát icas. El
iniciada la enfermedad aunque en otros casos recién ocurre a sector tubular está más afectado y existe un engrosamiento de
los 18 años. El síndrmne nefrótico clínico puede remi tir con su membrana basal con atrofia y aplanamien to de las célul as
mant.~nimi e.nto del síndrome humoral sin que ello implique ne- epitelial.::s y dilatación de su luz que puede llegar a simular ve•
cesariamente un mejor pronóstico, excepto en lo que se refiere sículas coloideas -i mágenes pseudocoloideas- con cilindros
al tiempo de duración de la enfermedad. amorfos que se tiñen con la eosina. A veces se encuentran cilin-
Desde el punto de vista terapéutico) el análisis de las di ver- dros granulosos celu lares o leucotarios en su interior. Es común
sas estadísticas rtferentes al tema parece demos t.rar que el cur- la presencia de fibro sis peritubul ar de intensidad variable. En
so de la glome ru lonefiit.is membra noproliferativa es poco modi- los casos más avan zados los gloméru los f~stán rodeados de una
1
ficado por la corticoterapia y las drogas inmuno presoras. La cápsula fibrosa en catáfila de c€bolla au nque no es infrecuente
maymia de los autores se limitan a tratarla sintomáticamente hallar obleas glomerulares. Cuando la nefropat.ía túbulo~inte rs•
mediante diuréticos ) anti aldoste.rónicos y t.ransfusiones de albú- ticial respo nde a una cansa hemalológica como sucede en el !in-
mi na para mejorar el síndrome nefrót.ico clinico; e hipotensores fama, la leucemi a o el mielnma pueden hallarse inñltrados de
para la hipertensió n arterial. Sin embargo, se ha preconizado sus células típicas o depósitos de amiloide o precipitaciones de
también el uso de ciclofosfamida, anticoagulantes orales y dipi- ácido úrico o cristales de oxalato de calcic, por una nefrocalcino-
ridamol para el trata miento de esta afección habién dose des- sis asociada.
cripto resultados exitosos desde el punto de vista estadístico 1 lo
que no fue confirmado por otros autores. Los antipalúdicos y la La Tab la siguiente incluye a la mayoría de las afecciones o
indometacina hau resultado ser totalmente inoperantes. causas que origin an a las nefropatías túb ulo-intersticiales y de
su análisis se desprende que responden a una b'Tan variedad de
factores infecciosos, f{sicos, químicos, inmunológicos, heredita-
Nefropatías túbulo-intersticiales rios, 11eoplásicos y otros no bien conocidos que lesionan) con 1as
caracteristicas ya señaladas1 al riñón .
Se de nomi nan nefi·opatías túbulo -i11tersticici[es -par a algu-
nos autores 11cfriti:-; intersticiales- a un heterogéneo grupo de
Tabla
afecciones rena les de las más variadas etiologías, de dist inta
evolución dinica y que responden a mecanismos patogénicos di- l. Infecciones
fe rentes pero que tienen en común una paten te histopatológica 1 2. Drogas y compuestos químicos
caracte1i zada por 1a afect.ación p,imaria y predominante del in•
tersticio re nal y e.le los elementos tubulares y vasculares que 3. Afecciones inmunológicas
¡,or él transcun-en sin mayor )esión inicial del sector glomerular 4. Alteraciones urodinámicas
el que, sin embargo, finalmente t8rmina siendo afectado en un 5. Afecciones metabólicas
porcentaje importante de casos.
Desde el punto de vista clínico pueden ma..r,ifes tarse y evolu- 6. Neoplasias del siste ma hematopoyético
cionar como enfermedades ag udas y resolverse. con curación t.o- 7. Nefropalías hereditaiias
tal y restilución completa histológica en tiempo relativamente
8. Nefropatía radiogéníca
br12ve o, por el contrario, seguir un curso solapado, con pocas o
escasas rnanifest3ciones clínicas y llevar n los pacientes a la in- 9. Nefropatía por polucionantes ambientales
sufi ciencia renal crónica terminal con un riñón esclerosoretrác-
til. Algunos de estos pro1.:esos son considerados en otras partes
Las les iones histológicas que caracterizan a estas nefropa- de este Capitulo debiéndose señalar que los debidos a infeccio-
tías dependerán del fa ctor etiológico desencadenante y de su nes bacte rianas a gérmenes comunes gram negativos o gram
mecanismo patogénico, así como de la agudeza o cronicidad del positivos que originan la pielonefritis aguda y la pielonefritis
proceso. crónica constituyen los más frecu entes en la práct.ic_a diaria, ha•
En las formas agudas predomina el edema in tersticial biendo sido ya analizados en detalle por lo que en este apartado
acompaflado en mayor o menor medida de una infiltración en se referirán de una manera suscinta los restantes.
NE FROLOG IA 1247
funcional y estruct-urnlrnent.e preparado y a U!,rl: se1i e de facto- tivación metaból ica de los meca ni smos dctoxican tes renales
res inherentes a las sust.rncias agresoras. Con res peclo al pri· ,~acul ados al citocromo p450 o al glutation, por precipitación
' mer pun to, se debe recordar el_gran volumen de sangre que cir- intratubular e intersticial de c1i stales de ácido úrico· de oxalato
0
cu la por el rilión por min uto y que alcanza al 20 por cient.o del de calcio o de bromato de potasir,, por bloqueo de las bomb~s ce-
gasto cardiaco facilitando la llegada de un a 'mportante canti- lu lares tubulares ATP-asa sodio- potasio dependientes, o del sis -
dad de dichos t.óxicos, que son fil trados a través de un a gran su- tema enzimático en cascada que genera la producción y libera-
perficie encloteli al glomerular y/o secret.ados o absorbidos por ción de las prostaglandinas.
1os sistemas enzim áticos tubulares, al mismo tiempo que son En estos casos, la lesión predomina habitualmente a ni vel
concentrad os en !a luz. tubular y en el intersticio del parénqui• tubular, con ciertas particularidades estructurales según ~ea el
ma renal por medio del mecanismo de concentración intersticial mecan ismo en j uego, pero aco mpañadas de edema e infilt rados
vinculado al sistema mul tiplicador por contracorrien te. Debe in tersticiales inespecífi cos no siempre importa ntes. Asi, los
."lgregarse a lo anterior la gran red capilar vascular lo que facili- aminoglucósidos se caracterizan por provocar la üparición de
tn qu e el órga no sea asiento de fenómenos inmu nológicos o de los denominados cuerpos mieioidcs en el interior de los lisoso·
hipersensibilidad no sólo a nivel glomarular sino también túbu- y
mas o segregosomas; el íl uothane los glicoles generan precipi-
lo-intersticial. tados de oxalato de calcio; las drogas oncológicas utilizadas pa-
Clínica mente, las nefropatías túbulo-intersticiales por dro- ra el tra tam ie,üo de la leucemia o del linfom a al liberar
gas o sustancias químicas pueden adoptar un curso agudo o eró· grandes cantidades de ácido úrico facili ta n su precipitación in-
nico. Entre las pri111eras las más frecue ntes son causadas por
1
trarrenal tubular con reacción int.ers ticial inflamato ria simultá~
anti bióticos, en partic ular, la meticilina aunque también se han nea; las cefalosporinas además de producir alteraciones por me•
descripto con la penicilina G, la 1ifampicina, las sulfon amidas, canismos de hi persensibilidad lo hacen por necrosis tubul ar en
la oxacilin:.1 1 la carbenicilina, la cefalotin a, la cefa1exin a y los particular cuando se asocian a la furose mida. Desd e el punto de
am inoglucósldos. Se agre gan a ellos una amplia gama del ar- vista clínico, el cuad ro que predomina es el de la insuficiencia
mamentario medico tales como la tiazida, la furosemida, el allu - renal aguda óligoanúrica o no oligúrica. Con frecue ncia suele
puri nol, la fe nindi ona, la difenilhidantoi na, el cotiimazole, la pasar inadvertida en _su comienzl)) especialmente si la oliguria
azotioprina , el fenobarbital, la cimetidina, el captopril. · no está prese nte o es poco ost.en~ible y es común que se la diag~
La patogenia de la nefropatia túbulo-intersticail producida nostique por el hallazgo circunstancial de hiperazoernia y de las
por esas sustancias no siempre resul ta clara. Sin embargo, mu• otras alteraciones hu morales de la uremia aguda en un pacien-
chas de ellas responden a un fe nómeno de hipersensibilidad in• te que al inicio de la enfermedad que requirió de esa medicació n
dividua ! a la droga empleada, que actúan como hapte nes o se- tenía sus análisis de laborato,io normales. Esto implica la nece-
mih a pten es , dado que si bie n son num eros os los casos sid ad de que el médico esté alc,ta cuando se vea obligado a uti-
re gistrados no representan un porcentaje importante en rela ~ lizar una med icación potencialmen te nefrotóxica evitando su
ción a la frecuencia con que son util izadas. Avala este mE:-canis• suministro prolongado sin los controles de laboratorio corres-
mo patogénico la existencia de un período de latencia, la falta pondientes.
de correlación con las dosis de la droga, la frecuente aparición En lo que se refiere a las nefropatías túbulo-i nte rsticiales
de eosinofilia y de una eru pción dérmica. Rarame nte se han crónicas originadas por drogas y OJmpuestos químicos es proba-
1248 SElvllOLOGIA, SElvllOTECIM Y MEDICINA INTERNA
ble que ellas sean la consecuencia de una agresión de escasa in• da de la capacid ad de concentración, piocituria estéril, prolei-
tensidad, a nivel molecul ar pero prolongada y acumulativa que
1
nuria. A medida que progresan las lesiones se reduce la fun ción
afecta a los túbulos o a la m.icrocircuiación renaJ que demanda renal con caída del filtrado glomerular, incremento de la creati-
años para hacerse e,1deute y que lleva al paciente a la insufi- nina y de la urea plasmática hasta llegar a la uremia terminal
cienci a renal crónica. que requerirá de trat.anúcnto he modialítico o del trasplan te re-
Se incluyen en este gru po a las consecutivas a los an algési- nal. La suspensión opo1tuna de la ingestión de esos analgésicos
cos fenncetinicos y sus derivad os, a la aspirina, y a los salicila- puede detener la progresión de las lesiones renales debiéndose
tos; al litio; a diversos metales pesados como el plomo y el cad- í.ratar simultáneamente la hipertensión arteiial, adecua ndo al
núo que serán considerados con algún detalle. mismo tiempo la ingesta de proteínas al grado de descenso del
La nefropatía analgésica cons tituye una de las más frecuen- filtrado glomeru]ar. Si la nefropatía analgésica, como suele ser
t es ca us as de insuficiencia renal crónica terminal en cie r tas habitual, present.a. complicaciones infecciosas minarías deberán
áreas geográficas como Australia, Suiza y los países escandina- también ser medicadas.
vos, aunqu e actu almente parece tener una más amplia distri- Con respecto a la 11efropa!ia por litio existen divergencias en
bución en la med ida que es mejor investigada. Su patoge nia no cuanto a su existencia pero al margen del efecto diurético agu-
esta lotalme nte aclarada pero la relación causal con la inges- do, y reversible con la suspensión de la droga, por inhibición de
tión de fon acetina, paracetamol, aspirina, o salicilato es un he- la acción de la HAD a ni vel tubular se ha descripto un aplana-
ch o ampliame nte aceptado, particularmente, cuando algunas de miento y necrosis del epitelio tubular distal y colector con fibro-
esas drogas soa utili zadas en combinación. Numerosos trabajos sis inte rsticial. En estos pacientes se comprobó que esa poliuria,
txperimentales han intentado establecer el mecanismo por el verdadera diabetes insípida nefrogénica, es resistente a la pi-
cual ell as lesionan al ,iñón. Es probable que actúen por una ac- tresi na y puede acompañarse de una nefropatia perdedora de
ción directa tóxjca sobre el epitelio tubular o el intersticio renal sal, también refractaria n la DOCA.
medular donde se acumulan, inhibiendo o disminuyendo deter- El plomo constituye uno de los metales pesados que además
mjnados mecanismos que normalmente protegen al riñón con- de dar lugar a la aparición de manifestaciones clínicas sistémi-
tra la injuria oxidativa y la necrosis consiguiente (citocromo cas tal es como cólicos gas trointestinales, encefalopatfa y neuri-
p450 y glutation ). Igualmente se le confiere importancia a la ca- tis periférica afecta al ti üón donde produce una nefropatía agu-
pacidad de esas sustancias para red ucir el flujo medular renal da o crónica. Su incorporación al organi smo se hace por vía
por inhibición de la síntesis de la prostaglandina PGE2 que lo digestiva, por los pulmones o a través de la piel bajo la forma de
regula en condiciones fisiológicas, en res puesta a una variedad tetraetilo plúmbico. Las fuen tes mis importantes de esta into-
de estímulos que lo reducen o au mentan. Es también posible un xicación incluyen su ingestión por contaminación de las manos,
efecto tóxico directo sobre las células intersticiales que normal- de los alimentos, del agua de bebida y medicamentos. La inha-
mente contienen ácidos grasos insaturados, incluyendo el ácido lación de polvo desprendido de las paredes pintadas con com-
araquidónico, precursor de la PGE2. puestos de albayalde y en los niños la mordedura o pica de los
Las lesiones histológicas valian según sea el período evoluti- juguetes de plomo, particularmente en verano cuando el orga-
vo del proceso. En sus etapas temprana 1 las áreas de necrosis nismo meta boliza más vitamina D que incrementa la absorción
están confinadas a la papila renal y afectan la sustancia matri- digestiva del plomo son causas frecuentes de esa int-0xicación.
ci al in te rsticial medular, las membranas basales del an sa de En la forma aguda, de aparición esporádica particularmente en
Henle y los capilares vecinos con otros sectores parenquimato- los niños, se producen cambios fundamentales y funcion ales de
sos rel ativamente indemnes. La corteza no está alterada. En las células del túbulo contorneado proximal. Estos cambios in-
periodos intermedios lesionales las áreas necróticas se extien- cluyen la form ación de cuerpos de inclusión, constituidos por
den más allá de la unión con la medular externa, pero la corte- complejos plumbo-proteicos ricos en ácidos aspáti.ico y g]utámi-
za continúa sin ser afectada. lviicroscópicame nte se observa una co y en cistina, ubicados en el núcleo y en el citoplascelular y al-
necrosi s total del extremo de la papila con cambios microbióti- teraciones mitocondriales que con microscopia electrónica se
cos en los túbulos colectores y un aumento de fibroblastos, mo- ven hi nchadas con dilución de sus gránulos matriciales. Funcio-
nocitos y lin focitos en la zo na medular externa, donde existe un nalmente criste una disminución del me ta bolismo energético
incremento de las fibras colágenas alrededor de los vasos rnedu- por un a al teración de la capacidad respiratoria y fosforilativa
l~u-es. Los cambios más avanzados se caracte.rizan por la necro- mitocondrial. Esto se traduce por la apaiición de un síndrome
sis total de la medular interna y retracciones corticales con des- simil Fanconi, con aumento en la excreción urinaria de aminoá-
prendimientos parcelares o total de la papila que dan lugar a la cidos, glucosa, fosfatos, fructosa, calcio y ácido delta-amino-le-
aparición de cavidades recubiert,i.s de tejido epitelial que a ve- vulínico. Esta nefropatía tubul ar es reversible y no existe n
ces llegan a calcificarse y se ven radiológicamenle. Estos frag- pruebas de sus evoluciones hacia la cronicidad cuando se inte-
mentos papilares su elen hall arse libres en los cálices o en la nurnpe la exposición al tóxico.
pelvis renal y co n frecuencia se eliminan originando cólicos re• En la nefropatía crónica plúmbica, consecutiva a W1 contacto
nales u obstrucciones ureterales. prolongado, eA-isten alteraciones morfológicas caracterizadas por
Desde el punto de vista clínico existe ,una serie de hechos una intensa fibrosis con infiltración intersticial celular con atro-
que pueden orientar hacia esta nefropatía. En general predomi- fia tu bular pero sin mayor afectación de los glomérulos que se
na en mujeres psiconeuróticas analgésico•dependientes por la presentan normales o casi normales, con algún engrosamiento
sensación de bienestar que ellos le confieren o en individuos con de las membranas basales e hinchazón de las células mesangia-
cefaleas recurrentes y dolores musculares, que llegan a ingerir lcs. En las form as más avanzadas pueden llegar a la esclerosis
de 1 a 3 gr dia1ios de aquell os compuestos durante más de 3 con la atrofia renal consiguiente e insuficiencia renal Wrrninal.
años, habiéndose citado casos donde la cantidad total ha alcan- Es int€resante señalar que en estos Casos no suelen encontrarse
zado! los 50 kg. Estos pacientes suelen presentar, además de los cuerpos de inclusión típicos de las formas agudas.
sus jaq uecas: anemia, trastornos gástricos ulcerosos o gastritis Los pacientes con nefropatía plúmbica crónica tienen una
crónica , hipertensión arterial, poliuria con disminución o pérdi• excreción disminuida del ácido ú1ico antes que se prod uzca una
NEFROLOGIA 1249
reducción importante de la depuración de la creatinína que se Estas lesiones, en el hombre, han sido dettictadas funda-
ha atribuido a un incremento en su reabsorción tubular. Esto mentalmente en asociación a glomerulonefritis qne responden a
da lugar a la apaiición de hipermicemia y de crisis de artritis un mecanismo patogénico similar pero antibasal glomerular co-
gotosa. Es también común la presencia de hipertensión arte1ia1. mo sucede en la glomerulonefritis rápidamente evolutiva e;..ira-
El tratamiento incluye la suspensión inmediata de la exposición c-apilar con semilunas fibroepiteliales, en algunos casos de glo-
al tóxico e intentar su remoción y excreción mediante el sumi- merulonefritis membranosa con anticuerpos antimembrana
nistro de citrato de sodio, dimercaprol y EDTA disódica-cálcica. basal y alveolar con hemoptisis, en un porcentaje importante de
La nefl·opatfa por cadmio se produce en los obreros que se trasplantados con rillones alógrafos y, ocasionalmente 1 en nefri-
dedican a la fabricación de baterías alcalinas, dada su gran afi- tis tú bulo-intersticiales por drogas tales como la llletícilina y la
nidad por una proteína de bajo peso molecular metalo-tioncina difenilhidantoína.
presente en el citoplasma de las células tubulares renales don- Sin embargo debe señalarse que en su conjunto estos meca-
de aparente1nente es sintetizada. Inicialmente origina una dis- nismos inmunológicos representan o contribuyen escasamente
función tubular caracterizada por proteinuria, aminoaciduria, en la patogenia de las nefropatías túbulo-intersticiales.
ducosuria, lisozimuria y, a veces, acidosis renal tubular con dis-
~1inución de la capacidad de concentración e incremento en la
excreción urinaria de calcio, fósforo y ácido ú1ico con las lesio- 4. Alteraciones urodinámicas
nes típicas de la nefropatía túbulo-intersticial crónica, con au-
mento de los lisosomas e hinchazón de las mitocondrias. Los pa- Se incluyen en este apartado exclusivamenti::i a las lesiones
cientes presentan) a rnenudo 1 una osteomalacia dolorosa túbulo-intersticiales no infecciosas que se producen en los pa~
atribuida a una excesiva acumulación de cadmio en el hueso co- cientes portadores de reflujos vésico-ureterales 1mi o bilatera-
mo consecuencia de la pérdida urinaria de calcio y fósforo ya ci- les. Se las ha atribuido a la elevada presión endoiuminal propa-
tada así como a una dieta deficiente en calcio. Raramente la ne- gada hacia el sector canalicular intrarrenal -reflujo
fropatía por cadmio evoluciona hacia la insuficiencia renal
intran-enal- y generada por el acto núccional. Histológicamen te
crónica. No existe un tratamiento específico para esta afección y
no pueden diferenciarse de las halladas en la pielonefritis cróni-
sólo cabe alejar a esos pacientes del contacto con el tóxico recor-
ca lo que ha generado opiniones divergentes entre diversos au-
dando que su eliminación se produce muy lentamente pues el
tores respecto a sí realmente constituyen dos afecciones dife-
cadmio tiene una sobrevida media biológica mayor de 30 años.
rentes o si las mismas pueden realmente desarrollarse en
ausencia del componente infeccioso. En su período avanzado, el
daño tubular y la infiltración intersticial se ac0i11pañan de re-
3. Afecciones inmunológicas
tracciones cicatrizales extensas compuestas casi enteramente
Una amplia gama de mecanismos inmunológicos pueden de lúbulos atróficos y dilatados separados de tejido fibroso con
agredir al intersticio, a los vasos y a los túbulos renales y dar arteriolas aisladas en su interior en riñones peq11eños hipoplá-
lugar a la apmición de nefropatías túbulo-intersticiales. sicos. En las lesiones más recientes predomina la infiltración
Aunque en muchos casos la causa etiológica es evidente, la mononuclear de línfocitos monocitos y a veces céblas plasmáti.
1
patogenia de la reacción inflamatoria y del daño renal consecu- cas. Es de interés señalar la presencia de depósiL:,s intersticia-
tivo no resulta clara. Sin embargo se han podido reproducir dos les de proteína de Tarn-Horsfall que pod1ian ser la consecuencia
tipos de nefropatías túbulo-intersticiales inmunológicas. En del paso del fluido íntratubular que la contiene hacia el inters-
nno de esos modelos, por depósito de inmunocomplejos circulan~ ticio a través de la rnplura de la pared tubular. tste hecho ha
tes, la inyección de tejido renal homólogo en coadyuvante de planteado la cuestión de si ella podria jugar alg,:n papel para
Freund 01igina daño tubular, fibrosis interstícial e infiltración inducir daño tisural y fibrosis ya sea por su efecto tóxico directo
telular mononuclear con cambios mínimos glomerulares. Las o por una reacción de carácter inmunológico. Menee un comen-
t~cnicas de inmunofluorescencia permiten demostrar la carac- tario especial el señalar que además de las lesion<:s fibrosas pe•
terística típica de ese mecanismo como es la presencia de depó- riglomerulares se han descripto lesiones focales y segmentaiias
sitos granulares de inmunoglobulinas y complemento en las de esclerosis e hialinosis glomernlares similares alas encontra-
membrmas basales tubulares. Una lesión similar a ésta por in- das en algunos pacientes con esclerosis focal y ssgment:aria y
munocomplejos circulantes con lesiones tubulares e intersticia- síndrome nefrótico, en ausencia de hipertensión trteria1, infec•
les se halla con frecuencia en pacientes con nefritis lúpica, en la ción o reflujo vésicoureteral persistente. Apareni-emente e·st.os
crioglobulinemía mixta, en algunas formas de glomerulonefritis pacientes serían los que evolucionarían Con más frecuencia ha-
rnerubranopro]iferativa y en la asociada a la endocarditis lenta 1 cia la insuficiencia renal crónica terminal con rifünes escleroa·
en el rechazo del riñón trasplantado y en algunos casos de Sjii- tróficos, La patogenia de este tipo de lesión glo~,erular no es
gron donde además de la fibrosis e infiltración intersticial y la bien conocida y si bien algunos la postulan de caricter inmuno-
atrofia tubular existen depósitos granulares inmunofluorescen- lógico por la presencia de inmunoglobulinas y ½mplemento,
tes de lgG, lgM y C3 y electrón densos peritubulares. otros la vinculan al síndrome de hiperpresión e hperfiltración
El segundo tipo de nefropatía túbulo-intersticial por anti- glomerular en los glomérulos remanentes sanos oor efecto de
cuerpos específicos antitubulares es la inducida en algunos ani- cambios hemodinámicos adaptativos. Serian a1te~ciones simi·
males de experimentación por la inyección de membranas basa- lares a las observadas experimentalmente cuandc se reduce la
le.3 en coadyuvante de F'reund. En ellos se observa daño celular masa renal a un sexto de su valor normal.
tubular e infiltración intersticial mononuclear con acúmulos in- El tratamiento de esta nefropatía por reflujo e¡ muy discuti-
munoíluorescentes de ínmunoglobulinas y complemento del ti- ble pero si ella es la consecuencia de un implante <efectuoso del
po continuo lineal liso adosadas a las membranas basales de los meat-0 ureteral y/o se acompaña de otras malforuaciones obs-
túbuios proximales como expresión patogénica de un fenómeno tructivas a nivel del cuello vesical o de la uretra o son de grado
mediatizado por anticuerpos específicos dirigidos contra las severo será pasible de corrección quirúrgica de p~ferencia an-
membranas basales tubulares. tes de los 5 años de edad. De no ser así, sólo debe~ controlarse
1250 SEMIOLOGIA. SEM IOTECNI A Y MEDICI NA INT ERNA
al paciente, para evitar o detectar la apa rición de una infección suficiencia re nal crónica progresiva por dali o inters ticial. Las
uri naria que constituye una complicación que agrava indud a- lesiones se inician a ni vel intracelul ar tubular proximal. afec-
blemente al proceso analizado, dado que en muchos rasos el re- tando a las mitocondrias que rápidamente se hinchan apa re-
ílujo desaparece espontáneamente. En presencia de infección y ciendo postmiormente grán ulos de calcio en su interior. Al mis-
reflujo de grado leve o intermedio, antes de decidi r la interven- mo tiempo s e observa n áreas o\•a les irregu lares e n la
ción quinirgica, se deberá tratar la infección du ra nte un plazo membrana ba_sal tubular que pierden sus pliegues basales y fi.
no menor y continuo de 6 a 8 meses controlándolo periódica• nalmente su estructura normal. Los depósitos de calcio se ob-
mente para establecer si aparecen o desarrollan nuevas esca- servan tambié n en el citoplasma y en las membranas basales
ras. Estos crí terios no son compartidos por todos los autores y tubul ares y origi nan una proliferación celular en el inte rsticio
al gu nos consideran que los refl ujos vesicoureterales con o si n adyacente. Es probable que los restos necróticos provenientes
reflujo int.rarrenal deben ser siempre corregidos por medio de la de las célul as epiteliales ocupen la luz tub ular y actúen como
cirugía. focos de obstrucción canalicular favoreciendo la formación de ci-
lind ros y la precipitación cálcica. Esta últi ma secuenci a de h e-
chos es más importante a nivel de los tú bulos distales y colecto-
5. Nefropatías túb ul o-intersticiales p or aHeraciones me- res que lleva a la dilatación de las partes más proximales del
ta bólicas nefrón y a la atrofia de la cortical. Se producen así áreas retrác-
tiles que mues tra n atrofia tubul ar, incremento del tejido fibroso
Este tipo de nefropat.ía túbulo-i ntersticial comprende a la intersticial e infiltración linfocít.ica, c(,n gloméru los p.arcial o in-
originada por el ílcido úrico, la hipercalceml a, la hipocalernia y completamente hia!inizados, con fibrosis periféric a simil ar a la
el oxalato de calcio. que ·se observa en la piE:lonefrilis crónica avanzada. Los vasos
La primera de ellas o nefrop atía gotosa o hipencicémica se arteri ales pres en tan también depósitos de calcio en sus paredes
produce en los pacientes hiperu ricémicos, guarda una estrecha como parte de la calcificación arterial generalizada que involu -
rel ación con la mag nH.ud de ésta y es agravada por la <leshidra• cra a casi todos los órganos.
t:ición. Constitu)'e una forma de nefropatia t úbulo-intersticíal Desde el punto de vista fu::i cional re nal se produce inicial-
len ta mente progresiv a que suele requerir años en manifestarse me nte una dis min ució n de la capacidad de concentración conse-
clínicamente, en particular cuando no se acompaña de lit.iasís cutiva a una inhibición de la actividad de la HAD a nivel de los
re noureteral con sus tipicos cólicos renales. Las primeras lesio- receptores tubulares distales y colectores de la vasopresina y de
nes asientan a nivel de los túbulos contr;rneados distales y co- la adenilcicl asa intracelulnr, originán dose así una diabetes insí-
lectores donde el fluido intratubular alcanza más bajo pH y su pida ncfrogénica y una poliuria pitresi no resistente. Se han
máxima concentración, condiciones fisicas que favorecen la pre- descri pto igualmeu te cuadros de acidosis renal tubular y de ne~
cipitación del ácido úrico: Sus cristales, ubicados tanto en la luz fropatia perdedora de· sal. Si la silllació n metabólica no es co-
tubular como en el intersticio de las pirámides renales, produ- rregida o si se agrega una liti asi s cálcica, lo que no es infre•
cen ror un lado la obstrucción canalicula r acompañada de dila- cuente, comp li cada de infección re nal es pos ible que l a
tación y necrosis secundaria seguida de fibrosis. Por otra parte, ne fr ocalcinosis evolucione hacía la ins uficiencia re nal crónica
Jos depósitos intersticiales de biurato sód ico gener an una rcac- terrrünaL
cióri inespecífica de carácter int1amatorio simil ar a una res- El trat amie nto de la nefropatia hi percalcémica consiste fun-
puesta a cuerpo extraño con infiltración li nfoci ta1i 2, células gi- damentalmente e n el de la causa que la origina-hiperparatiroi -
gantes y fibrosis. Los glomérulos habitualmente son no rmales o dismo1 sarcoidosis, mieloma, metástasis óseas, hipervitami nosis
muestran ligeros cambios isquémicos mientras que los vasos in- D- particul armente en su período inicial, cuando todavía las le-
te rsticial es renales está n basta nte afectados . Se ve n cambios siones renales son potencialmente reversi bles.
degenerativos con engrosamiento e hialinización de la íntima y La 11cfropa tía hipocaliémica es una contingencia clínica poco
la med ia vascular. Funcionalme nte se obsen'a una temprana frecuente ya que no en todos los casos de depleción potásica se
disminuciOn de la capacidad de concentración renal acompaña- comprueba la vacuolización de l"s células tubulares proximales
da, en un porcenLaje importante de casos, de una leve protei11u- y dist ales que la caracteriza experi mentalmente y que ta mbién
rla y leucocituria estéril. La asociación infecciosa eE frecuente y ha sido descripta en el hombre. En su estado inici al son reversi-
acelera la evolución h acia la insuficiencia renal terminal cróni- bles y pueden dar origen a una glucosuria renal con disminu-
ca , cuadro menos común en la actu alidad por un mej or trat.a- ción importan te del Tm de glucosa. En las fo rmas crónicas se
miento clínico de la hiperuricemia. Se desprende de esto que la señaló la presencia de fi brosís interstici:iI, retracciones cicat.ti.
te rapé utica del rifión gotoso es fun damentalmente el de la en- zales y atrofia renal cun alte raciones similares a las de 1a pi elo-
fermedad de base mediante el uso de una adecuada dieta hi po- nefritis crónica habié ndose sugt::rido que esta asociación es fre-
purinica, inhibidores de la xantinooxidasa 1 promover 1a excre- cuente y causa de las imágenes descriptas.
ción urinaria del ácido úrico mediante el aporte de líquido en La ne.fropatía por oxalato es la con~ecuencia de una excre-
abu nd ancia evitando cuadros de deshidratación aguda y man te• ción urinaria de dicha sustancia de carácter prima1io por una
niendo, de ser posible, un pH urinario lo más cercano a 7 con el alteració n heredi ta1ia recesiva autosómica o de carácter secun•
agregado df:! alcalinos tipo bicarbonato o citrato de sodio y pota- d?. rio a la ingestión o inhalación de determinados Cúmpuestos
sio. Se deberá controlar la aparición de una infección renal y de químicos tales como el etilenglícol o sus deri vados y el anestési-
hi pertensión arteri al que con frecuencia acompaña n al riñ ón co metoxiíluornno; se la ha descripto tam bién como una compli•
gotoso. cación de ]a derivació n colónica qui rúrgica utilizad a para el tra-
La hipercalcem ia crónica que se presenta en el curso del hi - tamiento de ciertas formas de obesldad o en la resección ileal
perparatiroidismo primario, la sarcoidosis, el mieloma múltiple, por una ileít.is regional.
las metástasis óseas carcinom atosas y la intoxicación por ,·ita- En la forma hereditaria se debe a un defecto enzimático en
mina D pueden producir diversas alteraciones a nivel renal, ta- la vía metabólica del ácido glicox11ico que provoca su acumula-
les co mo la forma ción de cálculos urinarios, ne/i·oco.lcinosis e in- ción y trasformación en ácido oxálico. Son cuadros poco frecuen-
NEFROLOGIA 1251
tes y se caracterizan por la aparición de litiasis de oxalato de Histológicamente se observan las lesiones ya descriptas que
calcio en la infancia frecuentemente aconmpaüada de infección algunos autores atiibuyen a Uh efecto nefrotóAico .de 'las inmu•
urinaria. Histológicamente se comprueba un extenso depósito noglobulinas a cadenas livianas. Debe recordarse además que el
intratubular de oxalato de calcio con dilatación y destrucción de riñón de los pacientes afectados de estas neoplasias hematopo-
las células tubu1ares, infiltración celular mononuclear y fibrosis yéticas puede ser afectado por la precipitación del ácido úrico li-
intersticial. berado durante su tratamiento con quimioterápicos o, para el
La neíi·opatfo oxálim secundaria por ingestión accidental caso del mieloma, por la hiporcalcemia que con frecuencia lo
de etilenglicol o consecutiva a la anestesia con metoxii1uorano acompaña o por la aparición de una amiloidosis secundaria.
son de carácter agudo y desarrollan el cuadro de una insuficien•
cia re~rnl aguda oligoanúrica o no oligúrica. En ambos casos se
debe a la aumentada producción de ácido oxálico por bloqueo de 7. Nefropatías túbulo-intersticiales hereditarias
la vía metabólica normal del ácido glioxilico que originan el de-
pósito intratubular e intersticial de cristales de oxalato con ede- Diversos procesos renales de carácter hereditmio afectan a
ma e infiltrados mononucleares vecinos. En algunos pacientes los túbulos ó al intersticio renal de una manera aislada o acom-
se ha descripto la evolución hacia la insuficiencia renal crónica pañando a alteracior.es glomerulares. Se incluyen en este tipo
con fibras-is intersticial e importante atrofia tubular. de afeeciones a la enfermedad Jnedular qu{stica, al rÍlión en es-
pOnja o espOngiosis medular o enfermedad de Ricci y la nefritis
6. Nefropatías túbulo•intersticiales en las neoplasias he•
hereditaria familiar con sordera y alteraciones oculares o si'n-
drome de Alport_ -
matológicas
La enfermedad medular quística, para algunos similar a la
Diversas neoplasias del sistema hematopoyético pueden nefimwptisis juvenil hereditaria es una afección hereditaria au-
afectar al parénquima renal originando lesiones túbulo-intersti- tosómica recesiva de carácter familiar. Predomina en la infan-
ciales por una invasión directa tumoral o por mecanismos indi- cia y en la adolescencia aunque se la ha descripto en el adulto.
rectos corno consecuencia de la liberación de sus produdos me- Se caracte1iza por evolucionar hacia la insuficiencia renal ter-
tabólicos, la excreción de proteínas anormales o el depósito de minal presentándose habitualmente con acidosis renal tubular,
amiloide. nefropatía perdedora de sali hipostenuria y un sedimento uri-
La in\'osión directa renal ha sido descripta en el curso de la nario sin alteraciones específicas. Desde el punto de vista ana·
leucemia, el lin[orna y el mieloma. En los dos primeros casos, tornopatológico, los riñones son pequeños, pálidos y de Superfi-
los más frecuentes, se la comprueba en más del 50% de los pa• cie lisa siendo lo más llamativo la presencia de una corte,za
cientes bajo la forma de múltiples nódulos pequeños y raramen- atrófica con pequeüos quistes que llegan a medir hasta 1 cm de
te como una infiltración difusa celular neoplásica. En el i-nielo- diámetro ubicados en la unión córtico-medular y en la médula
ma, la infiltración con células mielornatosas es rara aunque se renal. Esta afección suele acompañarse de otras anormalidades
ha descripto su presencia en el sedimento urinario sin haberse tales como la retinitis pigmentaiia, la ataxia cerebelosa y mal·
podído establecer su proveniencia. En esta afección la lesión formaciones esqueléticas.
mas frecuente conesponde a lo que se denomina ri1ló11 del mie- El rirlón medular en esponja, espongiosis medular renal o
!nnw. Se caracteriza por una atrofia difusa de los túbulos que enfermedad de Ricci es también una afección ·familiar caracteri-
se ven dilatados con sus células aplanadas y ocupados por cilin• zada por una ectasia de los tú.bulos colectores termina1es a ni-
dros amorfos, laminados con apa1iencia de cristales asociados a vel papilar medular_ Puede int,resar a todas las papilas renales
células gigantes en el intersticio. Es interesante señalar que en forma bilateral, a algunas aislad3.mente o a un solo riñón.
mediante técnicas de inmunoíluorescencia es posible detectar En el interior de los conductos dilatados se encuentran microli-
en esos cilindros y e.n las células tubulares las cadenas livianas t.iasis de fosfato ú oxalato de calcio o· de fosfato amónico•magné-
del tipo lambda o kapa así como IgG, albúmina, fibrinógeno y sico. Dichos túbulos permanecen abiertos y en conexión con el
proteína de Tam-Horsfall. Desde el punto de vista funcional sistema colector renal. Habitualmente es una· afección asinto-
puede desarrollarse ·una insufíciencia renal aguda o una insufi- mática y suele ponerse de manifiesto en la edad adulta por la
ciencia renal crónica progresiva. En el primer caso, se 1a ha aparición de cólicos renales y la eliminación de cálculos o ·de he-
atribuido a la precipitación masiva intratubular de la proteína maturia recurrente y más raramente por una complicación in-
de Bence-Jones por un cuadro de dfshidratación aguda o por la fecciosa urinaria. En algunos pacientes se acompaña de una
presencia de sustancias hiperosmóticas como los compuestos ÍO· acidosis renal tubular distal tipo L y una disminución en la ca-
dados que se vería favorecida por la presencia de la pacidad de concentración renal. El diagnóstico se establece me-
proteína Tam-Horsfall. Este cuadro es potencíalmente rever· diante la urografia excretora donde se ven las lesiones típicas
sihle por 1o cual es razonable someter a los pacientes a trata- de 1a afección acompañadas de rn.icrolitiasis.
miento dialítico peritoneal, o a una plasmaféresis para reducir El síndrome de A/por/ o nefritis familiGr hereditaria es una
los niveles sanguíneos de las proteínas anormales hasta que se afección hereditaria familiar di! carácter autosóm.ico· vinculada
recupere la función renal si una adecuada hidratación y el su- preferentemente al cromosoma X. Si bien las lesiones iniciales
ministro de diuréticos de ansa no son eficaces. Debe recordarse se hallan a nivel glomerular y se caracterizan por una prolifera•
que una insuficiencia renal aguda puede ser la manera de exte• ción focal y segrnentaria celular y matricial mesangial, en pe•
riorizarse el miéloma, particularmente en las personas de edad. ríodos más avanzados se obsena una atrofia tubular con infil•
La ins'lfíciencia renal progresiva es más frecuente que la tración fibrosa y celular int~rsticial acompaüa"ndo a una
anterior y oscila entre el 15 al 60% de los casos de acuerdo al ti• esclerosis completa glomerular con adherencias capsulares. La
po de la inmunoglobulina predominante en la afección. En la infiltración celular se caracteriza por la presencia de elementos
mayoría de las circunstancias. existe una proteinuria relativa- de gran tamaño, pá}idas y cargadas Con grasas neutras, muco-
mente impoÍ"tante en la que es factible demostrar la presencia polisacáridos, colesterol y fosfolípidos denominadas células es-
de la para proteína de Bence-Jones. pwnosas que, si bien no son patognomónicas de esta afección
1252 SEMIOLOG IA, SEMIOT ECNIA Y MEDICINA INTERl~A
pues se las observa en otras nefropatías, se las ha lla con cie1ta No existe un tratamiento específico para ninguna de las for-
frecuencia. Co rrespon de se ñalar que en algunos casos la mi- mas de la nefropatía radio génica pudiendo ser pasibles de tras-
croscopia óptica no muestra alteraciones glomerulares pero la plante renal si existen evidencias ciertas de que la enfermedad
electrónica siempre pone de manifes to lo que se interpreta ser que obligó a esta terapéutica radiante ha curado.
la lesión típica de esta nefropatía y la caracteriza. Afecta a las
membranas basales glomerulares que se encuentran irregular-
mente engrosadas y constituidas por diversas capas paralelas 9. Nefropa(ía túbulo-interstici al por polucionan!es am-
en sentido lor.gitudi nal de 300 a 1000 A' de espesor, estriadas, bien tales
reticu ladas o fragmen tadas en cuyas zonas t ranslúcidas inter-
medias se observan pequeñas partículas de 300 x 900 A' de diá- Constituye una afe cción que se presenta en un áre a limita-
metro de aspecto denso o vacuolado. La membrana basal vecina da de la península balcánica de donde su denominación habi-
a estas alteraciones está muy adelgazada no llegando al 25% t ual de nefropatía balcánica, pues apa rece endémica mente en
del grosor normal. las áreas rural es vecinas a las fu entes del tío Danubio. Se pre-
Clínicamente esta afección se manifiesta por hematuria re- senta en el 20% de los habi tantes de esas zonas y requiere más
curre nte macroscópica y persist ente microscópica acompañad a de 10 años de residencia para manifestarse. Si bien du ra nte
de proteimui a con cil indru ria hemática que se presen t a desde mucho tiempo los di versos estudios epidemiológicos no pudieron
la infanci a y se asoci a a otras alteraciones sistémicas. Entre es- establecer su etiología , actualmente existen evidencias ciertas
trts la más co mún es la presenci a de una sordera seI'.sorial para como para ace ptar que es producida por el contacto crónico con
los to nos de a lta frecuencia y anormalidades ocu lares tales co- determinadas micoto>dnas del tipo de la citrininas y ocratox in as
rno leniicono , esferofaq u ia, mi opía, re.tinitis pig me nta ria y A provenientes de ciertas va ri edades de hongos t ales como el
ama urosis. pennicilium Viridicat.u m y el Verrucps um.
Es ta nefropatía evoluciona lentamente h acia 1a insuficiencia El cuadro clínico os de comienzo insidioso y se exte1ioriza
renal termi nal pudiendo ser pasible de traspl ante renal ya que por la aparición de una proteinuria tubular de bajo peso mole-
no es un a afocción recurrente. cular que incl uye a la beta 2 microglobulina, a la muramidasa y
cadenas de peso liviano. Ella se acompaf1a de una disfunción tu -
bu lar múl tiple caracteiizada por una disminución de la capaci-
8. Nefropalía túbulo-interst.icial radiogénica dad de concentración y de la acidificación re nal y un a ume nto
en la e.xcreción urinaria de aminoácidos, glucosa y ribonucleasa.
La 11cji·opa t{a mdiogénica es la conset:uencia de la erposi- El 50% de los pacientes fallece de insuficiencia renal crónica
ción de los riñones a una dosis de 1000 a 3000 R en un plazo terminal dentro de los 2 años de di agnosticada la enfermedad.
aproximado a las 5 semanas pudiend o adopla r diversas formas ~-1erece señalarse que esta nefropatía se acompaña de una
clínicas en relación a la intensidad del daño estructural que elevada incidencia de carcinomas y papilomas de células transi -
ocasiona. Se ha descripto así una forma proteünírica aislada donales en la pelvis renal y uréteres.
asintomática, la ncfmpatía rndiogénica aguda y la ne(ropatía No existe un tratamiento efectivo para la enfermedad y só lo
ra diogtinica crón ica pudiendo estas dos últi mas acompa ñ ars e puede prevenirse su aparición alejando a los habitantes de las
de hipertensión arterial benigna o maligna que, naturalmente, áreas contami nadas con los hongos citados.
les imprime un sello evolutivo diferente. Es importante señalar
que la forma hipertensiva maligna puede presentarse en pa-
cientes expues tos a radiac ión unílatera} por Jo que la nefrect.o• Infecciones renales
mía puede se r una indicación terapéutica mandataria.
La nefropatía radiogénica aguda aparece con frecuenci a des· Los procesos inflamatorios que afectan al rinón pueden es-
pués de un período de late~cia no menor de 6 meses a la exposi- tar locali zados preferen temente en la zona cortica l con partici•
ción radi ante. Clínicamente se ex terioriza por edema -rara- poción de.l teJido perirrenal, en el in tersticio o en éste y en el sis•
mente an asarca-, hip ertensión arterial, anemia, pl'oteinuria e tema pielocalicial. De ac uerdo a ello se los ha denominado
insu ficienci a rena l con hiperazoeITll a y descenso importante del peri11efritis y pielonefritis. Desde el punto de vista fisio patológi-
filtrado glomeru lar. Histológica.mente se obsen ra, a1 comienzo, co, etiológico y evolutivo ex.lsten di fe rencias que a veces permi-
una hinc hazón de las células endoteliales glomerulares y de las te n establecer su dia gnóstico clínicamente aunque en much as
epiteliales tubulares con importante edema intersticial. Poste- circunstancias sólo el examen del órgano completo permitiría
riormente aparece ne crosis y atrofia t1.1bular y e! ái·bol vascular asegurarlo.
prese nta un engrosa miento de la ínt.ima, proliferación, depósito
de fibrina y trombosis.
Esta forma aguda evoluciona en un p1azo no mayor de un Pielonefritis
mes hacia la insuficiencia cardíaca congestiva, a la hipertensión
arterial mahgna o a la ur emia terminal. En algu nos casos, la Se denomina pieloncfritis a los cambios estructurales y fun-
funció n se es t abiliza pudiendo incl uso llegar a mejorar. cionales consecutivos a un proceso infeccioso inespecífico renal,
La ncfropa tía radiogénica crónica se presenta más allá de que también afecta a la zona pielocalicial, producido por la colo-
los 18 meses a varios años después de haber sido sometido el nización local de gérmenes piógenos.
paciente a la radioterapia. Puede habe r estado precedida por un Puede presentarse de una manera aguda o crónica y, su ma •
episodio agudo o manifestarse por una insufi ciencia ren al pro- da a las infec-2iones de las vías urinarias inferiores -uréter, vej i-
gresiva con proteinuria, anemia e hipostenuria aco mpañnda o ga y uretra -, siguen en órden es tadístico, por su frecuenci a, a
no de hipertensión arterial. Todas las estructuras renalt:s, in• las i11fecciones respiratorias que ocupan el primer lugar.
cluyendo a la cápsula, tales como los glomérulos, los túbulos, Si bien, durant,e muchos años, se consideró a la pielonefritis
los vasos arteriales y el intersticio están afectadas. crónica como la causa aislada más común de las enfermedades
HEFROLOGIA 1253
renales, en base a las alteraciones histológicas caracterizadas a la colonización renal. La infección urinaria por Stafilococcus
por la presencia de infiltrados celulares y íibrosis intersticial albus coagulasa positivo no son h abituales pero se los h a halla-
aco mpañadas de dilatación tubular y atrofia renal, estudios do en los niños y en la mujer. El Stafilococcus aureus suele al-
más recie ntes han demostrado que dichas alteraciones carecen canzar el riñón -por vía hematógena produciendo abscesos peri-
de especificidad. En efecto, en un porcentaje elevado de casos nefríticos )' co rticales )' afecta en especial ~ los diabéticos
no se detectan antecedentes infecciosos y los cul tivos, tanto de pud iendo llegar a producir una papilitis uecrótica.
orina corno de tejido renal , han sido reiteradamente negativos
pasando a integrar el complejo grupo de las nefropatías túbulo- Vias de acceso de los génn enes al rüióu. Los gérmenes
interstici ales de las más variadas etiologías y mecanismos palo- an tes mencionados pueden llegar al intersticio renal aport ados
génicos, que ya fu eron exhaustivamente analizadas. Se const.i• por la misma orina - vía ascendente-, por la sangre -vía hema -
tuye así, la pielo11 cfritis crónica en un a forma más de dicho tóge na- o por la linfa. Numerosos son los t.rabajos que confir-
cuadro y se reserva su denominación para aq uellos casos donde man que en la mayoría de los casos el 1iñón es infectado a par-
existe n cicrlas evidencias inílamatorias pielocaliciales y del pa- tir de la orina vesical cuando ésta contiene bacterias patógenas
rénquima renal acompa lladas de alte raci0nes radiológicas fran - en cantidad suficiente - bacteriuria sign i[icc tiua- por una falla
Gi.S que demuestran deformaciones de los cálices y papi las rena- de los mecanismos antisépticos nalurales de la uretra y la veji-
les y, en etapas avanzadas de la enfermedad, retracción de la ga o por el aporte anormal de gérmenes del exterior -regió n pu-
corteza del rilión. Por otra parte resulta indudable que la apa-
1 denda, 1.1retra externa . tejidos periuretrales o introito vagina l
rición y desarrollo de la pielonefritis crónica se ve fav orecida en la mujer- , por maniobras instrumentales o traumatismos
por la presencia de ano malías anatómicas del sistema urinario, uretrales compresivos durante las relaciones sexuales en el se-
en particular aquellas que originan alteraciones urodinámicas xo femenin o.
que dificultan el escurrimiento normal de la orina o provocan Los argumentos que apoyan esta afi rmati\·a son, en p1i mer
re0ujo vésico- ure teral. Igualmente, la existencia de estados fi- lugar, que el germen infectan te es la Eschcrichia coli del mismo
siülógicos como el embarazo y la senectud o de afecciones sisté- tipo que el hallado en las heces, en la región pudenda y en la
micas o humorales como la diabetes, la gota, la hipercalciuria y uretra. Los otros gérmenes productores de pielonefritis también
la hipocaliemia también facilitan su aparició n. pertenecen al grupo intestinal y cumplen igu tiles condiciones .
Por otra parte, existen factore_s condicionantes que facilitan la
colonización en el introito vaginal tales como un pH de su secre-
Etiología y pa togeni a ción m_ás elevado que el habitual , un a alteración hormonal que
modifica el trofismo de su mucosa y la ausencia de un anticuer-
En lo que se refi ere a la etiopatogénesis de la piel onefritis es po espec.ífico contra las e-nterobacteríaceas re1:.ponsables de la
importante considerar en forma sucesiva a los agentes etiológi- infección que incrementa n su capacidad de adherencia a la mu-
CrJs; las vi'as de acceso de los gérm enes al ri1ió11; el comporta - cosa. A ello se agregaria una mayor agresivid4d de los gérme-
miento inmzmológico general del huésped y local del l'i,-1ón fren- nes vinculada a su capacidad para desarrollar f,mbrias o pilos y
te a la agresión bacteriana; las alternci ones histológicas y la s a la presencia de ciertos antígenos O y I< de superficie que la in-
p1::rturbaciones de los mecanismos de defensa del riitón y, fi11al - crementarian. El paso de los gérmenes desde estas zonas de co-
111c11te, la evolución de la c11fermedad determinada por la. ac- loni zación, hacia la vejiga, se vería facilitado foera de aqu ellos
cl/511 reciproca de los gt?rmenes y el lrnésped. casos do nde ha existido instrumentación uretral, por la corte-
dad de la uretra feme nina y la a usencia de próstata cuya secre-
Agentes et iológicos. Entre los górmenes que producen pie- ción posee cierto poder bactericida que también puede falt ar en
lonéfritis y por lo tanto bacteriuria sig11 ificc tiva figllra en pri- el hombre permitiendo su ascenso por la uretra. Estos hechos
mer lugar la Escherichia coli o colibacilo que se presenta en el permiten explicar, de alguna manera, la distinta frecuencia de
80 ::•! 85 por ci ento de los casos. Sus serotipos más comunes con las infecciones urinarias bajas de acuerdo al Sf!XO del paciente
el 01, 04, 0G, 075 y 0117 comprobándose que el mismo serotipo ya que entre el año y los cuarenta de edad la rdación de las in-
colc,niza en el rii'tón la orina y las heces -que son su habitáculo
1 fecciones bajas entre mujeres)' ho mbres es de 8 a 1, habiéndose
com-:in de determin ado paciente. La viruiencia de este germen demostrado, en el hombre, la relación causal entre los reflujos
aunw nta con su pasaje a través de orga nismos vivos y es capaz urinarios y las obstrucciones o las paresias de las vías y la pie-
d~ transmi tir su resistencis. adquirida a los antibióticos a otros lonefritis.
11
gérmenes medi ante el "factor de resistencia •
Teniendo en cuenta que la orina vesical obtenida por pun-
Le siguen en orden de frecuencia otros bacterias enteropató• ción suprapúbica es siempre estéril en los individuos sanos y
gen as gram negativos como el Acrobacter serógenes, el Protcus que los gérmenes no filtran por el iiñón, deben e}dstir ci ertas
miria bilis o uulgaris, la k7.ebsiclla species, el En tero bacler spc• condiciones especiales de la vejiga que impidan la mult iplica-
cíes y el Streptococcus facculis o Enterococco. Este último, el ción de los gérmenes. Se ha comprobado que la insti lación vesi-
único gn1m positivo, se aisla con cierta frecuencia en los pacien - cal de bacterias en voluntarios humanos y en animales de labo-
t€s prostáticos . ratorio es seguida por su r ápída eliminació n sin tju e se
La Pseu domona s aeniginosa o bacilo piociánico y la Sena - produzca infección. Ello se ha atribuido a tres mecanismos : l.
ria marcescens se las halla casi exclusivamente en los enfermos eliminación de las bacterias por la micción; 2. presencia de sus-
que han sido sometidos a maniobras instrumentales o sondajes tancias bacte1iostáticas en la orina y 3. mecanümos intrínsecos
vesicales reiterados así como en los pacientes intraJ10spitalarios de defensa de la mucosa vesical. Toda vez que falle alguno de
y provocan infecciones rebeledes de muy difícil tratamiento. En ellos se faci litará la infección urinaria como se observa cuando
los ~nfermos trata4os con diversos antibióticos durante largo existé un residuo de orina postmiccional (cis'iOcele, ade noma
tiempo o inmunosupiirnidos es frecu ente la complicación micó · prostático, vejiga neurogénica), cuerpos extrañ~ (cálculos o tu-
tica por Ca11d ida a/b us que puede originar una candidiasis di- mores vesicales) o modificaciones estructuraltS de la mucosa
seminada y endocarditis de mal pronóstico que a ve~es precede vesical por <leficiencias hormonales {hipoes tro,renemia) o un a
1254 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
reducción de 1a circulación momentánea de la submucosa del de abs cesos t anto en la forma ascenden te como h ematóge na de
órgano por una vasoconslticción originada por frío. la pielonefriti s. También se h a estud iado el rol de la reacción in-
La propagación al tejido renal de la infección origin ada en la mune mediatizada por células en esta enfermedad habiéndose
bacteriuria persi stente se produciría, en la mayoría de los ca- observado que los linfoc itos circulantes e intersticiales ren ales
sos, por medio ele la columna urinaria debido a 1a existencia de son significativamente activados con el antígeno O y no con el
un reflujo vesicoureteral. Este seria, en los adultos, la con se- K Sin embargo, cuando se estudiaron los linfocitos T se com-
cuencia de la infección permanente de la mucosa Vúsical que probó que no resp<Jndian a la activación con fitoheruog lu ti nina
afectaría a la zona submucosa y muscular del meato ureternl in vitro y que la infección renal estimulaba la aparición de una
da ndo lu gar a la aparición de edema y paresia del músculo que, población celu lar supresora en el bazo y un facto r sérico capaces
favo re cidos por la difi cultad en la evacuación total de la orina, de depiirnír la respuesta inmune mediatizada por células. Un
alterarían el cierre normal del meato permitiendo el retroceso aspecto práctico de esta respues ta inmunológica de l huésp ed a
en grado vai-iable del contenido vesical infectado durante el es- la infocción urinaria por Eschcrichia coli o Proteus miriabilis es
fue rzo rnicciona l. Se origina as í un a ureteritis con la consi- la deter minación de los anticuerpos séricos contra la cepa cau-
guiente alteración urodinámica alta, rémora Uii n aria, compre - sal cuyo título debe ser superi or a 1/640 para aceptar la pastici-
sió n y tr au mat is mo de la mu cos a <le los fó rni ces pación rena l en el proceso infeccioso. Sin embaTgo dichos anti-
papilocaliciales, colonización de los gérmenes a ese nivel con rc- cue rp os no parecen tener un a acción protectora un a ve z
íll!jo in t rarren al y propagación de la infección en el inlersticio desarrollarla la en fermedad por la breveda d de s u duración que
ren al. En los infantes y niños de edad escolar y tr,mbién en al - podrían justificar la frec uencia de las reinfecciones o recu ITen-
gunosjóvenes adu ltos, el reflujo ves ico ureteral es primario, con- cias y de la evolución crónica. Fin alme nte se ha atribuido la
génito y precede la infecció n. En ellos es la consecuencia de un perpetuación de la enfermedad a la persistencia de gérmenes
trastorno' en el desarrollo embrionaiio que 01igi na un acort a - mo dificados con pérdida de sus me mbranas celul ares, de nomi•
miento de la porción intra parietal vesical de l uréter lerminal y nados esferoplastos, proloplastos o formas L que perman ecen
habi tu a lmente una implantación anóm ala qu e desplaza lateral- viables en medios hipeiiónic os como el int.ersticio renal.
mente a los orificios urclerales y altera el mecanismo normal de
cierre valvular. A.lieracio11es histológicas y p erturbaciones de los me•
La propagación por vía sanguínea de la infección desde la canismos de defCnsa del rili ón. Los cambi os hislológicos co n-
vejiga ha sta el r iñón, si bien fue demostrada en condiciones ex- secutivos a la infección bacteriana inespecífica ren a l difieren en
perimentales no parece jugar ni ngún papel en Ia pielonefiit.is las form as agu das y crónicas.
humana. Sin embargo 1 no existen duda s que el riñón puede se r La pieloncfritis aguda se ·manifiesta por una infiltración po·
lesionado por ví a hematógena descendente en el curso de hade• linuclear y edema del intersticio qu e afectan en forma predomi-
riemias a gérmenes gram positivos o negativos y aun por Candi- nante la zona medular y que comien zan en la mucosa piélica y
da s, pese a que el tejido renal posee apropiados mecanismos in- papilocalici a l o se propagan rápidamente a esas regiones. Como
trín secos bactericidas que impiden o dificultan la colonización co nsecuencia se producen t rombosis de los vasos sanguíneos o
de los gérmenes. Este mecanismo protector parece estar altera- linfáticos intraparenquimatosos y alteraciones en los túbulos:
do cuando existe un aumento en la presió n tisural rena l conse- necrosis y obstrucción. En ciertos casos, la infección piógena
cu tivo a una obstrucción urinaria que interferiría con la mic ro- origina microabscesos corticales o corlicomedulares pudie ndo
circulación o cuando ]a bac teriemia es produ cida por llegar a producir un a necrosis de las papilas. 'Todas estas lesio-
determin ados tipos de gé rmenes tales co mo el P roteu s, Pseudo- nes pueden cura r espontáneamente o como consecuencia de l
monas y Estreptococco faecal is y el Stafilococcus aureus o albus tratamiento. La curación se prod uce con una res titución anató·
o candidas como se observa en la sepsis a punto de las vías bi- mica in te gral o dejando playas de esclerosis intersticial y cica-
liares, divertículos colónicos, abscesos extranenales o endocar- trices retráctiles sobre la zon a papilocalicial o en la superficie
ditis subaguda bacteria na o micótica. En est.os casos, el cuadro del riñón.
corresponde a una pielonefritis a guda con mi croabscesos co rti - La pielon efritis crónica puede continuar a un proceso agudo
cales. no curado o deberse a la naturaleza tórpida de la infección pro·
La vía linfática directa no parece tener la importancia en la <lucida por la interacción entre la virul enci a del gennen y las
propag ación de los gérmenes in tes tin ales hacia el riñ ón como se defensas del hu ésped pero h abitualm ente favorecida por la pre·
postu ló en el denominado síndrome enterorrenal. se ncia de a lteraciones urod ínámicas. EJ riñón se presenta pe-
queüo y retraído con aspecto inílmnator.io de sus cavidades pie-
Co mpa r/amient.o inmun ológico general del hu ésped y localiciales cuando la infección persi ste. Desde el punto de \'ista
local del ii11ó1J frcllle a la agresióll bacteriana. El estudio histológico los infiltrados inters tici ales están constituidos por
de la respuesta inmunológica del huésped en la pielonefriti s ha cél ulas mononucleares 1infocitarias 1 células plasmáticas y oca~
demostrado que los gérmenes causales generan anticuerpos lo- siona lmente células gigantes. Los túbulos presentan un aplas -
cales y sistémicos con tra el antígeno O. Mediante técnicas de tamiento de su epitelio y se los ve atróficos o dil atados con la
ínmunoíluo resce ncia e histoquím.icas se ha comprobado no sola- acumulación en su lu z de una proteín a eosinófila semejante a la
mente la presencia de anticuerpos bacterianos en riñ ón sino sustancia coloidea de los folículos tiroideos que justi fica la deno-
t.ambién un a síntesis aumentad a de inmunoglobulinas IgG, minaci ón de tllbulos coloideos. Los capilares suelen estar trom-
IgM e l gA en las áreas de infiltra dos linfocilarios. Igualmente bosados y las arteriolas presenta n espesamiento y esclerosis de
se ha demostrado tanto en form a experiment al como en la clíni- s us paredes con tendencia a la obstrucción de su luz. En lo que
ca humana la presencia de antígenos bacte1ianos en las zonas se refiere a los glomérulos pu eden verse normales pero lo más
cicatri zales que persisten luego de la proliferación bacte1iana frecuen te es la presencia de un a esclerosis periférica en bandas
inicial como un mate1ial amorfo dentro de los macrófagos y que concént.ricas-ca táfila de cebolla-que rodea a la cápsul a de Bow-
t ienden a desaparecer con el tfomp<?- La inmuni zación de la ra- man acompañada a veces de infiltrados ubicados en los espacios
ta para el antígeno O disminuye la incide nci a de la infección y linfáticos periglomerulares. Ju nto a estos can1bios glomerul a.res
NEFROLOGIA 1255
pueden observárse lesiones foca les de hialinosis y esclerosis 110 dando lugar a la apmi.ción de pielitis continúa aún siendo
1 1
::egmentarias o globales similares a las que se presentan en al- motivo de discusión aunque experimenta1mel1te Se haya com-
gunas formas de síndrome nefrótico idiopat.ico. Son más comu- probado su existencia, pero que a los fines prácticos del tra ta-
nBs o predominan en la nefrop.:üía por reflujo donde a veces no miento en la clínica humana no tienen mayor valor.
se logra e.st.abl ecer la presencia de un germen infcc tan te y su Si el germen es virulento y llega de un~ manera brusca y en
pntogenia no está claramente establecida. Estas forma s de la suficiente cantidad -dosis infec:tante para el rllión- determina
enfermedad se acom pallan de una proteinuria más importante generalmente una pielonefritis aguda. También en estas cir-
que cua ndo ti reílujo no se logra hacer ostensible mecl!ante los cu nsta ncias t.iene n importancia los factores condicion antes ya
estud ios radiológicos. citados además del embarazo, la senectud o un a disrninución de
Corno ya fu ern señ alado, las alteraciones histológicas del ri- la capacidad inmu nosupresora orgánica. En otros casos, la pie-
úón pielonefrítico afectan en fo rma predominante al intersticio lonefritis crónica se prefü.m ta desde el inicio cu ando los gérme-
y a los tú bulos renn lcs de la zona medula r o corticomedular. Es- nes son mÓ.$ e~casos o menos virulentos en un oi"·ganismo con
te predominio topográfico no depende de que la infección llegue buena caJ.,acidad defensiva ininunolóbrica pero insuficiente µara
por \'ia hematógena desce ndente hematógena o urinari a asce n- impedir su colon!zaciún. Otras ve-:es es la continuación de una
de nte se gún se ha demostrado tanto en el ser hunrn no como en form a aguda por la persi.s lencia o resistencia de los gérmenes o
la experim entación. En es ta últimtl tambi én se demostró que la por sobreinfección, recu1i-encia o reinfección. La sobreinfección
inyección de 10 g8rmenes en la médula produce infección mien- es la cons~cuencia df) !a presencia de dos o más baclerias aso-
tras se necesitan 105 en la corteza. De todo esto surgen eviden- ciadas de los que una es más sensible al tra ta miento y rápida -
cias de que se requie ren ciertas condiciones especiales para que mente desaparece m.ientras qu,~ la otra es resistente a la medi-
los gérmenes colonice n más fácil 1nente en aquella zona. En pri- cación inicialmente instituida y aparece cuando la primera ya
mer lugar debe consi derarse la influe ncia de la ele.va da osmola- no está actuando. La recidi va rie pr'esenta cu ando es la misina
lidad y del menor flujo sangu íneo que existen en la med ular en cepa del germen que afecta nuevamente al órgano y la recu-
relación con la corlical como parte integrante del meca nis mo nencia cuando la cepa o el gerinen difieren del primero. La po-
norma! multiplicador por contracorrien te. Dichos factores dis- sibilid :td ciert-a de que la. pielon efritis crónica cure definitiva-
minnyt•. el aporte y la. movilización o exuda ción de los leucocitos lllente no puede negarse pero es indudable que el órgano aun E:n
en e~t.a zom\ reducien do la bac teri.ólis 1s. Por otra parte, la hipe- ausene:ia de infecció11 comprob,1.da, continúa deteriorándose en
rosmo bli dad int~rfi ere con los otros 1necanismos defensiv,Js or- el tiempo por los factores ya oportunamente anal izados y por
gñnicos tales como Ia reacció n antígeno-anticuerpo. el efecto los meranismos de hiperprésión e hiperfiltración glomerul2r co-
bactericida del suero y ta mbién la iagocilosis por los leucocitos nocidos. A esta forma de pielonefri tis crónica donde no se delec-
fa cilitando la sobrevida el e las forma s ba cterianas desprovistas ta la p~csenci a de gérmenes o en la que pueden encontrarse sig-
de 1nem bn:-ma ya citadas. nos de infección es la den o:nin a<la p1C. lcm c[ritis cró nica
Se ngre.ga n a ti lo~ la mayor concentración de 13. urea intersti - evolutiva que ccandei es bilatera111eva a la insuficiencia rene!
cial qne es wrn su5tancia que favorece el crecim iento de las bac- crónica avanzada y a la uremia.. Las estadísticas ·que analizan
tHias comünme-nte pre.sentes en la orina, siempre que no exceda las etiologías de los casos que ingresa n a un plan de diálisis o
ele los 1950 m0/1 cuando comienza a tener acció n bactericida. que requ ieren de traspla nte renal muestra n que entre el 20 y el
Confirman estos mec:-mismos analizados el efecto beneficioso 25 % de los pacientes llega a dichos tratamientos por pielonefri-
que produce la diuresis acuosa que, al aumenlar 1a movilización t.is crónica.
leucocitaria y reducir la concentración urcica intersticial protege
a los animales de la infección por estafilococos o candidas.
La hipótesis <le que la in activación del factor IV del comple- Elementos de diagnóstico de la pielonefritis
mento por el amonio de la médula renal también cmtrib uiría a
fac ilitar la infección en dicho sector se ha descartado por ha ber- E:I diagnós tico de b pielonefritis se hace por la sumatoiia de
se establecido que la capacidad del sistema del complemento los síntomas o signos clínicos que adquieren mayor relevancia
para iniciar la bac teriólisis mediatizada por complemento se en las formas agudas que en la:j crónicas, donde muchas veces
mantiene intacta aunque la concentración de este último esté pueden estar ausentes) y por las alteraciones hu m.orales urina•
muy reducid a independientemente de la presencia de amo nio. rias y sanguínec..:;, de la función renal 1 ecográficas y rad iológicas
y por las que eventualme nte bri nde la punción biopsia renal.
Evolució11 de la pielonefritis determinada por la ac-
ció11 reciproca de los gérm enes y el huésped. La interacción 11.lteracíone:, lnwzorales urin arias. La comprob nción de
entre la capacidad infectante del ge m1en o de varios gérn1t: nes una bacteriuria significativa, cuya técnica e interpretación ya
asoci ados vincu lada a su s caracteristic.:as biológicas, la presen~ fu eron analizadas, cor.stituye el hallazgo más constante.
cia o ausencia de alteraciones urodinámicas en el mismo y las En la pielonefritís aguda puede obsen rarse piocituria y he-
medidas tera péuticas determinan la evo1ución de la infeccíón. maturia macroscópicas con orinas malolientes. El estudio qui~
Debe selial arse en prime r lugar que, si la infección ocurre mico y microscópico revelan la presencia de pi·oteinuria leve o
por vía ascendente puede originar al principio sólo una bacte- moderada, leucopiocituria, hematuria y cilindros granulosos,
riuria significativa persistente localizada en la vejiga sin lesío• leucocitarias o celulares.
nes orgánicas. Pero es frecu ente que se produ zcan alteraciones En la pielonefritis crónica, la existencia de elementos anor-
estructurales e1r este órgano que dan lugar a la apa rición de cis- males en la orina tiene tal Ím(J1rt.ancia que permite, junto con
t.i lis y a continuación ureteritis con leucop iociw ria sin cilhr- la p1:esenci.1 de bactcriuria significativa, el diagnóslico cuando
drnria ni proteinu ría, genéricamente denominadas infecciones la clinita y aun los estudios ra.Jiológícos no brindan aun datos
urinarias baj as junto con la uret1itis. signi ficativos.
La posibilidad de que . la infección pueda ubicarse a nivel La proleinuria, de aparició, temprana, oscila desde vesli·
piélico sin afectar al sistema pielocalicial y al tejido renal veci- gios hasta dos gramos por día. La electroforesis demuestra que
1256 SEMIOLOG IA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
en la mitad de los casos es de ti po tub ular y en el resto es mixta rica donde existe uua severísima caída del flujo sMguíneo renal
selialando la pérdida de proteínas tubulares y un aumento de la y del filtrado glomerul ar, típicas del síndrome de insuficiencia
perm eabilidad glomeru lar. En raros casos se ha comprobado renal ag uda pres~ nte. En las formas leves a moderadas de la
una proteinmi a de rango nefrótico, superior a los 3.5 g/día que infección renal aguda, la capacidad de concentración, expresada
suele coin cidir con les iones glomerulares focales y segmentarias por la densidad urinaria máxima o la osmolalidad urinaria, el
con esclerosis e hiali nosis junta a las túbulointersticiales, típi- filtrado glomerul ar y el flujo sanguíneo efectivo son práctica-
cas de la pielonefritis crónica. mente normales.
Lapiuria y la hema turia ma cmscópica no son frecu entes en En la pielonefritis crónica se producen importantes alt era-
la pielonefritis crón ica y coinciden coo reactivaciones de la in- ciones de la fun ción ren al, pero que habi tualmente requieren de
fecció n, con uropatías obstructivas o litiasis de las vías urina- un largo tiempo para hacerse manifiestas. Al comienzo de la en-
ri as. ferm edad, la de m:idad urinaria máxim a es satisfactori a, la
En el er.amen mic roscópico del sedimen to uriua rio existe azoe mia st mantiene normal así como el filtrado glomerular y
leucocituria muy impotente; cuando se la cuan tifica mediante el ílajo sanguíneo renal. La función secretora tubular, medida
la técnica de Addis, supera largamente a los 2.000.000 de ele- por el TmPHA disminu ye más tempranamente. Con posteriori-
mentos en 24 horas que se es tima n nMmales pero que debe n co- dad disminuye la capacidad de concentración má:drua y se in s-
rresponder a células redondas no leucocitarias. Estos leucocitos tala ·una poli uria progresiva acompañada de hipostenuria que
pueden ser del b po po]imorfon uclear o asumi r un aspec tc gra- final mente l!ega a la isostenuri a cuando se ha perd ido la capa-
nuloso, mal tefüdos con los colorantes supravitales, con las ca- cidad de dilu ir. De igual manera se asiste a una calda de los
racterísticas de los piocitos que suelen esta r agrupa dos fo rman- otros parámetToS func ionales. Se reduce el filtrado glomerul ar y
do cúmulos leucopiocitarios. Otras veces se los observa como el fluj o sanguineo renal de una manera relativamente inespecí•
elementos grandes, con citoplasma abund ante, pálido a la colo- fica pero con cierta prc,valencia del segundo lo qu e o,igin a un
ración de Sternhcimer-Malbin que contiene corpúsculos pardos discreto au mento de la fracción de fil tración. Es a nivel tubular
con movimientos brownianos y un núcleo lateralizado constitu- donde se produce n las mayo res y más diversas alteraciones. No
ye ndo las de no minadas células cenlcllantes (glitter cells) que no sólo cae el TmPHA de secreción si no que también pu eden apa-
son patognomónicas de la pielonefritis crónica pues t.amhié n se recer perturbaciones en la capacidad tubula r para regu lar el
las encuentra en la prostati tis. equilibrio salino y ácido-base.
Los hematies su peran a los va lores norm ales pero su presen- La pérdidr, de sal qu e puede producirse se man tiene latente
. cia es mE:nos significativa que los elementos ya me ncionados. en tanto el enfermo ingiera una cantidad su ficiente de sal para
La bact.eriuria es mayor de 10 5/m! y como ya se señaló son compensarla y sólo exteriorizarse ~u ando sufre pérdidas e).i;ra-
gra m negativos enteropatógenos. Para evaluar su orig~n renal rren ale3 salinas por vómitos, di arreas, dren ajes o por la for ma•
puede inve-stiga rse la presencia de bacterias cubiertas por an ti• ción de un tercer espacio (sec uestración h.idrosalin a) o si es so-
cuerpos marcados con fluo resceina. Tiene un vUlor relativo ya metido a un régime n hiposódico o se les sumi nis tra n
que- suele dar resultados fa lsamente positivos en au sencia de jnterupestivamente diuréticos. En es tos casosn dicha pérdid a de
infección renal pero coincident.es con lesiones inflamatorias pro- sal se manifiesta clínicamente por una situación denominada
fund as uroepiteliales de otros sectores del aparato urina1io. Por "nefropatia perdedora de sal" nefropatía pseudoaddisonia.na que
lo tanto su positiv idad sólo est.aría indicando una infección pro- cursa con hipotensión arterial postura] y de decúbito, shock hi-
funda del tracto urillario con lesión del urocpite:lio independie n- povolémico y agrava miento de la insuficienf;ia rena l.
te de su localización. De la misma manera puede dar valores En la pielonefritis crónica t ambién puede existir una inca-
falsamente negativos por cuan to la enfermedad presenta poco pacidad para regular el equ ilibrio ácido-base y dar lugar a la
tiempo de evolución y el organismo no ha desarrollado los an t-i- aparición de una acidosis renal tubular hiperclorémica tipo I
cuerpos neces arios. con hipocaliernia y anión restante -GAP- normal. Otras veces,
En lo que se refiere a los cil indros, es común que se encuen- la acidosis de tipo metabólico es la consecuencia de un gran des-
tren formas granulosas pero son más mi entadores para el diag- trucción de la masa ncfrona t y que im pide la excreción total re-
nóstico de pielonefritis crónica los leucocitarias . Sin embargo, nal de los hidrogeniones aunque pued a conservarse y aun exal-
pueden no aparecer en las orinas alcalinas infectadas que los tarse la función tubul ar de acid ificación de los nefro nes
destruyen o cuando la densidad uri naria es muy baja y existe remanente indemnes o poco alterados.
poliuria que dificul ta su hallazgo. Cu ando la pielonefritis cróni-
ca ha ll egado a la insuficiencia renal , los únicos cilindros que A lteracion es ecográficas }' radiológicas, El ciiterio in-
suelen encontrarse son los hialinos gigantes. terpretativo de las imágenes radiológicas impu tables a la pielo-
nefri tis se ha ido modificando de acuerdo a un mejor conoci -
Altera ciones h e111al ológicas. En la pi elonefriti s ag uda miento anatómico y patogénico. Esto h ace que algunos de los
con severo cuadro in feccioso exjste con frecuenci a leucocítos is y signos clásicos mantengan toda su validez mientras se discute
eritrosedimentación elevada. En la pielonefri tis crónica, el ha- lá importancia de otros y se describen algunos nuevos . La eco-
llazgo más comtin es la presencia de una anemia normocítica grafía es tan solo un procedimiento auxili ar cuya importancia
hipocrómica cuya inte nsidad estará relacionada al grado de la no puede desmerecerse. Esto implica que el diagnóstico de cer-
pérd ida de la fun ción renal por alteración de la erit.ropoyesis o a teza no debe basarse de una manera exclusiva en el estudio ra-
una reacti vación infecciosa . Es excepcional la presencia de leu- diológico sino asociado a la clínica y al laboratorio. De allí que
cocitosis y la erít.rosedimentación suele ser normal o vincu lada la presencia de im:ígenes radiológicas normales no permite de-
más a la inte nsidad de la anemia que a la infección. sechar la existencia de una pielonefritis crónica.
En la pictonefritis aguda, la experiencia radiológica no es
Alteraciones fu11cio11a/es. En las formas agudas de la en- importante porque si se trata de un problema exclusiva mente
fermedad , las alteraciones funcionales renales pueden estar au- médico el diagnóstico se logra por otros medios, y es convenien-
sentes o alcanzar gran importancia como en la form a o}igoanú- te no ogregar al daño renal existente aquel que pudiera ocasio-
NEFROLOGIA 1257
nar la sustancia iodada de contraste. Sin embargo suele ser útil dimiento, una dos is de 500 mi de solució n dexirnsada o sali na
realizar una radiografía directa dél árbol urinario sin med io de junto con un cliurético corno la fursemida para reducir los ries-
contraste con o sin cortes tomográficos y una ecografia que per- gos señalados.
miten descartar alguna patología como ser una hipoplasia re- El análisis morfológico de las imágenes pielocaliciales de-
nal, litiasis o agénesia renal unilateral. penderá de si la pielonefritis crónica es de carácter predomi-
Cuando el proceso es de leve intensidad, la image n radioló- nantemente unilateral por una alteración urodinámica -esteno-
gica excretora s uele se r normal u obser varse un discreto au- sis pielourete ral, refluj o vésico-ureteral- o litiasi s rena l
mento de tamaño del órga no afectado. Si es una forma grave, la infectada de un solo árbol urinario o es bilateral. En el primero
imagen excretora puede estar ausente mientras que en los ca- de los casos, las alteraciones pielocaliciales son groseras ya que
sos intermedios se observa una excreción disminuida con imá- habitualmente la infección se agrega a la malformación congé-
genes pielocaliciales más tenues y de menor tamaño por ]a tu- nita o a la litiasis, aunque a veces ell a puede ser la causa de es-
mefacción infl amatoria y la pare sia muscula r del sistema ta última. La pelvis y los cálices se ven dilatados y deformados
papilocalicial. y se redu ce la relación cort.icomedular por la asociación de los
Fuera de los episodios agudos el estudio radiográfico, prece- dos procesos: hipertensión endolmrunal que alcanza a los túbu-
dido por una ecogra fía , debe rea li zarse para descartar la pre- los y atrofia los glomérulos y la infección sobrcag1·egada.
sencia de trastornos urodinámicos, litia~is asin tomáticas O en- En las formas bilaternles, la irregularidad en la distribución
ferme dades congénitas como la poliquistosis, el rillón en de las lesiones anatómicas origina una diferencia en las altera-
herradura o la agenesia renal. Esta informac ión habitualmente ciones funcionales de cada 1iüón y aun dentro d6l mism.o riüón
puede brindarla también el estudio ecográfico en la mayoría de y por tanto la asimetría en la intensidad y morfolo gía de la;
sus aspectos. Es importante obtener una imagen postrniccionaJ imágenes radiológicas. Esto puede 1legar al punt,> de observarse
para determinar la existencia de residuo postmiccional y placas una pielografía con escasas modificaciones de un lado y negati-
de vejiga de frente, de perfil y en posición de pie para asegurar vas del opuesto si se ha producido una pieloneftitis crónica re-
la ausencia de un descenso del piso vesical y de divertículos. tráctil unilateral.
En la pielonefritis crónica mantienen todo su valor el estu- El análisis secuencial de las alteraciones radiológicas ha de-
dio ecográfico y radiológico sin y con sustancia de contraste. mos trado que, por afectar inicialmente el proceso infeccioso al
Mediante la ecografía podrá de terminarse la asimetría en el ángulo papilocalicial o fomix y al tejido intersticial circundan le,
tamaño de ambos riñones y, a veces, la forma de la silm:ta del se origina un redondearniento de dicho ángulo por tumefacción
órgano, la presencia de litiasi:1 o de dilataciones del sistema pie- de su mucosa consecutiva a infiltrados inflamat{Jrios y edema y
locahcial y hasta del uréter superior así como un aumento sig- una paresia del músculo elevador del fornix. A ello se agrega el
nificativo de la próstata cuando existe un adenoma o un carci- afi namiento de los cuellos de los cálices que por !?I escurrimiento
noma de la glándula que originan una uropatía obstructiva. rápldo de la orina a ese nivel da lugar a la apark•ión de las imá-
Igualmente es útil para establecer la presencia de masas tumo- genes caliciales suspendidas sin aparente conexión con la pelvis.
ra les compresivas extran:enales -adenopatías metastásicas, lin - Con posterioridad también se paresian los músculos caliciaJes
fomas- de las vías urinarias como causas de obstrucción. ensanchándose no sólo la extremi dad papilar sino también el
El estudio radiológico se inicia con la radiografía directa y cuello calicial. La retracción del intersticio y el reflujo piolocali-
algunos cortes tomográficos planimétricos que también permi• cial , la atrofia y aplanamiento de las papilas que junto con la di-
te n observar con más claridad y seguridad la asimetría y la for- latación del extremo calicial dan lugar a la imagen en clava.
ma de ambas siluetas renales, o imáge nes calcificadas corres- Con la pro¡'.resión de la enfermedad, facilit ada por la presen-
pon dientes a una li tias is rena l, nefroc alcinosis o papilitis cia del reflujo vésicouretera1 que condiciona la presencia de una
necrótica calcifica.da. Con ambos procedimientos puede determi- hipertensión endocanalicular difusa, se comprcmete cada vez
narse la silueta renal pequeña de la hipotrofia o hipoplasia del mús el parénquima renal que se destruye o atrGfia y se red uce
órgano que casi siempre se acompaña de una hipertrofia com- la relación corticomeJular al punto que la corteza pued e llegar
pensadora del opuesto, o también su ausencia por agenesia o ec- a medir escasos milímetros y lleva en conjunto al riñón retraido
topia. o atrófico pielonefrítico, etapa tennioal de la enfermed ad.
Cuando el estudio radiológico se completa con la urografia Un punto importante a citar es la utilidad de la cist.ouretro·
excretora se considerarán dos aspectos: en primer lugar los da- grafía de esfuerzo y miccional que debe realizarst en todos aque-
tos que brinda como método de exploración funcion al y después llos niños que presenten infecciones urinarias rep2tidas acompa-
las imágenE:s radiológicas que revele. ñadas o no de cn uresis. También deberá efect.1rnrse antes de
Con respectó al primer punto, la casi constante perturbación atribuirsr..1a un a patogenia psicosomátic.a a todo niño que m8Jl·
de los factores hemodinámicos -flujo sanguíneo renal, fil trado tenga su enuresis más allá de los tres alias de edad, pues las es-
glomerular y en especial masa tu bular de secreción- que en su tadísticas señalan la presencia de reflujos vésicmneterales en el
conjunto disminuyen la capacidad de concen tración del riñón 35 al 50 por ciento de los casos, en especial si son ni ñas.
di fic ultan la obtención de imágenes contrastadas bien nítid as Este reflujo puede ser uni o bilateral, predomina el compo-
aun en pacientes normoazoémicos las que pueden estar ausen• nente familiar y as umir dist.int-0s grados de importancia.
tes en enfermos hiperazoémicos cuya urea esté todavía por de- En el refluj o leve, grado 1, el llenado del urét,r es incomple-
bajo de los 100 mg por ciento. En estos casos , la obtención de to, no sobrepasa el tercio medio o inferior del conducto y no
una placa cori compresión abdominal o retardada en el tiempo o existe dilatación. ·
el refue rzo con otra dosis de contraste o la infusión intravenosa El reflujo mod erado, grado 2, muestra el ascenso de la sus-
por goteo rápido de mayor ca ntidad de compuesto iodado permi- ta ncia de contnste hasta el tracto urinario sup<rior dura nte la
te obtener una mejor información. micrión con muy leve dilatación y sin redondearr.iento de )os cá•
Lá indicaClón df este Ultimo procedimiento deberá reservar• !ices menores.
se para casos muy seleccionados por los 1iesgos de toxicidad ci- El reflujo grave, grado 3, está caracterizado ;or una marca-
tados. Es útil infundir rápidamente, un o vez acabado el proce- da dilatación de todo el árbol minario aun sin el esfuerzo mic-
1258 SEMIOLOGIA, SEMIOTECN IA Y M EDIC INA I1,TERNA
cional que afecta de una mane ra im portnnte a los cálices me no- múl tiples mícroa bscesos o con un abscesú único qu e puede
res que están muy redondeados y que en los casos más graves, abrirse en las vías urinarias superiores o haci a el tej ido perirre-
ge nernlment.e infedados, se acompa ñan de una reducción de la nal siendo ind isti nguible desde el pu nto de vista clínico de la
rc.laclón corLicomedular e imágenes ret ractiles de la silueta re- pe1inefri tis. En el pri mCro de lo_s casos a veces se origi na una
nal. descarga de orina intensamente piúrica y brusca que coincide
En !ns formas moderad as y graves del reflujo ·vésicouretera l con la mejoría definitiva o tempora ria del estado sépt.ico. En la
puede n verse reflujos intrarreu ales cuyo papel patogé nico en la actualidad, y en razó n del amplio uso de los antibióticos, estas
pat.ogt?ne.;is de 1<1 pielonefritis ha sido ya enfatizado. fornH-tS clínicas r arame nte st: ve n.
Si bien existe acuerdo generalizado en la importancia del re- En a1gun1s pielonefritis agudas y en especial cuando es la
flujo ureterov1~sical cuando es de grado 2 y se acornpaüa de in- complicación de una litiasis renal µr eexisten t.e1 a veces ignora-
fección urinmia como factor de progres ión de la pielonefritis da, el síntoma predominante es la hematuria al igual que en la
crónica., no ocurre lo mismo en los c:1sos en que dicho trastorno papilitis necro tizante ya citada, donde puede agregarse la eli-
urinario es leve y cursa con orinas pernrnne nlemente estér1les o minación de restos or gár.icos pJpilares.
sólo r:xlste bade,iu r ia significativa, en lo que s1-.: r efie re a la con- La fu nción re nal no se altera salvo en las formas co~ insufi*
ducta te rapéutica a seguir. En todos E-slos paci(;ntes de b&des- ciencia renal aguda. La biopsia renal raramente puede estar in-
cartarse además la preser~.cia de v<l lvu!as uret.rales posterJ.ores dicada y por lo tanto existe poca referencia bibl_iográfica al res-
u otras anomalías congénitas. pecto.
A pesar ele estas dife rentes formas clín icas de la pieloncfri-
t.is aguda, el diagnóstico se logra por el cuidadoso examen clíni-
Ma nifestacion es clín icas co y los exámenes de laboratorio, incluido el urocultivo.
La pielonEfritis puede presentarse como una infocción agu- Piclonefrili s crónica. La pielonefritis crónica que puede
da , de gnweda d variable sin mayores dificult ades dir-, gnósticas continuar a una pielonefritis aguda o manifestar.se de una ma*
o como un proceso crón ico, mu:has veces asintomático que se nera tórpida desde el comienzo por la poca vi ru lencia del ge r-
descubre accidentalinente en el curso de un estudio clínico com- men, por la capacidad defensiva inmunológica del pacien te o
pleto circunsto.ncial del enfermo o por manifi:,starse in<lirecta. - con meno_s frecuencia por que el medio renal no resu lte un ám-
nw11te pcir cuadrns grnves debido 8 h1 repe rcusión dei proceso bito propicio par¡_.¡_ el desarrollo bacteriano, tiene una presen ta-
sobre otro:; ap:udos o sistenrns del organismo. Dichos cuadros ción clínica polimórfi ca.
incl uyen di·,·ersos grn.dos de insu ficiencia renal, a nemia inexpli-
wble, hipertensión ?.rterial y mris rarame nte una acidosis renal
Forma ofigosintoniática. Es probablemente la más fre cue nte
y se exterioriza por un 4olor '.'ago_ en el flanco o en el abdomen,
hipe rc!orf!mica o una hi polenslón arlerial si ntomática pnr una
feb1íClda intermitenLe, astenia y, en muchas ocasiones, si n sin-
nefropuLia perdedora de sal.
lomas rie enfermedad, e;:cepto una poliuria con nicturia y suele
conespúi1der, por esta~ razones, a aq uellos casos cuyo diagnós-
PieloH e.frifis aguda. Es un proc~so menos frecuente que la
tico se !mee tarde cuando ya están afoct.ados por insu fi ciencia
fonna crónica, cuya incidencia como causa de admisión en un
renal y/o hipertensió n arteria}. La investigación de esta enfer-
hospital general no sup1:: ra BI 1.5 por mil mientras que: para la
medad en todo paciente hipertenso o nictúrico permite desc u-
segunda oscila alrededor del 6 por mil de los p:Icientes.
b1irla po,· cualquiera de los medios diagnósticos ya n,feridos. La
Dt s<le el pu nto de visla clínico, b pielonefritis aguda tiene
biopsia renal por punción y el nefrocu1tivo pueden ser de gTan
un comien zo súbito con malestar general, escalofríos y fi ebre
valor, con todas las r eservas ya comentadas cuando se descri-
acomp:J.üados de dol or costolumbar de diverso grado, uni o bila~
bieron las lesiones anatómicas histológicas crónicas.
lera!, en ocasiones ubicado en el hipogastrio junto con disuria,
poliaquiuria y cambios en el aspecto ele la orina. Esta s:ntom.a- Forma hlpertensiua. La asociación entre la piHlonefri t.is cró-
tología e2 muy os tensible y definida en los adultos y en las pa- nica y lal hipe.tensión arterial es bien conocida y acept ada. La
cientes embarazadas. En los niúos pequelios, en los di abélicos, vincu lacirJn entre a mbos procesos surge del hecho de que la píe-
en los ancianos y en los enfermos in1:rn nodeprimid0s esos sínto- lonefritis crónica tan to en el adulto como en el nii10 constituye
mas pu eden estar ausentes y ma ni festarse la _enfermedad de una causa de hi pertensión arterial. El seguimiento de numero-
una manera dis tinta. En los primeros, en especial ant es de los 2 sos pacie,ntes pielonefritic% hasta el cuadro fina l u;émico de-
o 3 aüos suele presentarse como una afecció n gastrointestina l nwstnJ que el 90 por cien to d&e!los permanecían hípertensos.
con nóuseas, vómitos, diarrea y fi ebre. En los <liabétlcos es co- De igual ma nera se admite que la incidencia de hipertensión
mún que se inicie sólo con disuria o como u1rn pápi lit.is necrot.i- arteria l es t.res veces mayor en los pielonefríticos que en la po-
zante con un cuadro infeccioso gra\'e acompafiado de he maturia blación normal.
mientras que en los ancianos puede ser total mente inaparente El mecanismo de la hipe1tensión arteri al en la pi-elonefritis
u ocultarse tras una uropntía obsl-ructiva con retención t11i. na- crónica no está bien aclarado. Generalmente se presen ta cuan-
ria y globo vesical o una sepsis generalizada con severo deterio- do existen y& retracciones en el parénquima renal y la masa ne-
ro del estado genera l, desorientación te mporoespacial, delirio fronal está disminuida. La importancia del sistema renin a-an-
onüico y/o pérdida del sensorio. giotensina-aldos terona en su génesis es discutible pudiendo ser
Con ·menos frecue:1cia1 en los adu ltos, están ausentes los sín- más probable la incapacidad en la excreción de sodio ante la
tomas urinarios y sólo se observa también l.tn cuadro infeccioso carga ofrecida qne provocaría un sutil balance positivo origi-
general que cu8ndo afecla n ambos ri ri.ones y compromete en fo r- nando una hi pertensión volumen dependiente facilitada tam-
ma difusa al lntersticio del órgano se exterioriza como una insu- bién por fa ll a renal pai-a responder en forma adec uada al factor
ficiencia renal aguda oligoanúrica de severo pronóstico. natriurético. Estos aspect.os están aún en revisión.
En ciertas ocasiones, la infeccíón predomina en la c:ort.eza La relación inversa entre pielonefti tis crónica e hipertensión
pudiendo ser uni o bilateral la que culmina con la formación de arteiíal también se ha discutido, habiéndose comprobado que
MEFROLOGIA 1259
cuando se agrega el factor infeccioso a un a hipertensión previa Tratamiento de la infecció11 urinaria.. Se incluye en este
de crn,lquier origen habi tualmente se agrava o le impone un apartado tanto el tratamiento diJ las infecciones bajas ·del tracto
curso acelerado o maligno y en estos casos el siste ma renina-ai1- ul"lnario corno las altas, sean éstas agudas o crónicas pues los
giote nsina parece adqu irir relevancia. principios que la rigen tienen sólo diferencias de matices ·recor-
1
maciones osteoarticulares por osteonrnlacia, en especial en los ción urinaria es el empleo de aTitibi ótícos selectivamente activos
ni11os. para el germen causal dete rminndos mediante pruebas específi-
La presenci a de una forma acidóti ca por destrucción de ne- cas de sensibilidad de la bacteria hacia la droga. A ello se agre-
frones aparece cuando el filtrado glomeru \ar es infe rior a los 20 ga la ;_;:~cesidc.d de quc~ la droga tenga una exc~eci 6n urinari a
ml/minuto/1.73 m 2 su p. corp., pero durante mucho tiempo es prefer~nte y akance una concentración bacte ricida mínima en
parcialmente compensada por los sistemas buffers del organis· el sitio donde anidu y pulula el germen y que sea cápaz <le a tra-
mo. El ani ón restan te -GAP- está aument.ado y la pCO 2 dismi • vt:sar las barreras inflamatorias que rodean al_foc() séptico . En
nuida siendo común la hiperkalemia, aunque no constante, sal· este scnrido, el riñ ón posee la propiedad de concentrar la mayó-
vo en la etapa_fin al de la enfermedad. ría de los antibióticos aunq ue sus valores plasmáticos no sean
elevados ya que lüs excreta tanlo por vía glómerular como los
Forma cmcm izante. La pielonefritis crónica puede miginar secreta por lo.s túbu!os, donde e; capaz de desacoplarlos de fa s
anemia por dos causas: la infección y el deterioro de la función proteínas plasmáticas, si este fenómeno ocú rriera y Volcarlos
rena l por 1.:1 reducción de la masa nefronal. La primera suele hacia la lu e tubular donde, por la reabsorción del líq uido i'ntra-
ser reversible, microcítica e hipocrómica, la siderofilina y el l~ie• t.ubular, se concentra la orina final que llega a la pelvis y vejiga.
1-ro plasmáticos están bajos. Suele mejorar con el tratamiento Frente a estas vcn tnj as s_urge el hecho de que las cáracteristi-
de la infección y re!:iponde poco al suministro de hierro. La se- cas hiperosmolales del intersticio renal y su menor flujo sanguí-
gu nda es la consH uencia de una eritropoyesis alterada por una neo crean condiciones favorables para el germen que se· acen -
reducción en la producción de eritropoyetin a por el riüóu. Cuan• tüan cuando l?. enfermedad renal progresa hacia la· esclerosis,
do produce síntomas clín icos, puede estar indicada, con muchas la ;squemi a y la fibrosis intersticial. Esta suerte de balance que
precauciones, la erilropoyetina recombinada por via intra veno· se produce de la interacción entre el gennen, el huésped y el an -
sa. tibiólico hace (Jl!e con -bastan te fre:cuencia sea difici l erradicar
defi nitivamen te el germen de las vias uri narias. ·
Forme¡ pseudoaddiso 11ic111a. No es frecuente y plantea el Los factores que i1iíluyen en la cronicidad de las infecciones
diagnós tico diferencial con la insuficiencia su prarrenal. Es la urinarias y dificul tan el tratanlir;nto puede n sintetizarse de la
conse cuencia de una forma grave de la nefropatía perdedora de sigui(;nl.e manera: exi::itencia de mecanismos que interfieren con
sal y acompaii.a habitualmente a form as avanzadas de la en fer• los procesos inmunológicos naturales de defensa; de gérmenes
medad. Existe una natriuria irnportante au n ante una rest.ric• aten uados o secuestrados; t€ndencla hacia las reinfecciones por
ción en la ingesta salina que provoca un cuadro <lepl ecivu con focos sépticos urin ari os -prostatitis- o por maniobras instr n ~
hi povol emia, hipotensión arterial postura! y de decúbito y, de no mentales endoscópicas o sondeo ~,esical; frecuencia de las infec•
tratarse oportun amente, un cuadro de shock hipovolémico aso- ciones multimicrobianas simultáne as con dis tinta seÍlsibilid ad
ciado ·a un sindrome hiponatrémico ya qu e el enfermo puede se 4
a los antibióticos; mútación de las cepas .que intervienen en la
guir ingiriendo o recibiendo agua libre de cloruro de sodio. infección y dcsf\!Tollo de gérme!i'!s resistentes a los antibióticos
capaces de transferirla a otras bacterias; alteración del pH uri·
Forma polizírica. Corresponde taxativamente a aquellos ca• nario que reduce la actividad antimicrobiana del antibi ótico;
sos donde la lesión tu bulointersticial origin a una incapacidad presencia de diabetes 111ellitus 1 nefrocalcinosís, litiasis renal o
re.nd para responder a la hormona a11tidiu1 Jtica por una falla alteraciones urodin ámícas obstru.::tivas.
en sus receptores tubulares. Se la denomina diabetes instpida Entre estas wusiderai:iones de carácter ge neral corresponde
nefrogénica. pitresi110 -resistc11te porque el aporte de esta bormo• seüalar la potencial uefrotoxicidad de algunos an tibacte1ianos o
na no modifica ]a situación ni increment a la osmolalidad y la que su acumula.:ión tisural por una insuficicn~ia renal originen
densidad urinarias. lesiones en distintos aparatos y sistemas. En este sentido los
1260 SEMIOLOGIA, SEMIOTEC NIA Y MEDICINA lt✓TERl✓ A
ami no glucósidos constituyen un típico ejem plo de lo señ alado vo y se u tili zan tentativamente disti ntos a ntibióticos según se
porque ad emás de pod er provocar lesiones tubu lointcrs ticiales sospeche una infección extra o intrahospitalaria. En el prirn er
pueden afectar al 8º pa r origi nando hi poacusia y trastornos 1a - caso y considerando la r esistencia a los antibióticos comprobada
berinticos. Los nitrofuranos son una dro ga útil pero en algu nos en el país, están indicada s las qui no lon as de t erce ra ge nera-
pacientes con defecto en la glucosa-6fosfato dehidrogenasa pue- ción, los n itrofu ranos o el ácido r.alidü.ico por vía oral a las do-
de producir hemólisis y en otros fibrosis pulmonar, pol ineuritis sis máxim as de cada uno de ellos o la gentamicin a o la metilmi •
periférica y fiebre medicame ntosa. En prese ncia de embarazo cin a po r vía inlra m usc ul ar a ra zó n d e 80 m g/12 horas o
no están indicados, ade más de los aminoglucósidos, las sulfona - 150mg/12 horas, respectivamente. Si la respuesta es favorabl e
midas, las tet.raciclinas, el cloranfen icol y las qu inolo nas. Los se con tinu ará con la mi sma droga de 10 a 14 dí as de acuerd o
fármacos acon sejados son la penicilina, la cefalo porina de pri - con la evolución de l sedimento uri nario y la reducción o desapa-
mera, segu nda o tercera ge neración, la ampicil ina si se com- ri ción de la leucopioci turi a. Caso con trario, el primer an tibiótico
prueba se ns ibilidad y los nitrofuranos, excepto en el último se reemplazará por el que E: l antibioticograma haya demos trad o
mes. En cuan to a la excreció n rena l ella es escasa para el clo• ser el más eficaz y menos tóxico. Cuando la infe cción es intra •
r a nfenicol, la eritromi cina, la novobiocina y !a clorotetraciclina hospi t.a lária es más remota la presencia de la Esche richi a coli y
po rque se n1 etaboli zan en el organismo y se eli minan po r otras más frecuente la de un Prote us 1 IGebsiella o Pseu domon a s por
vías los que es aconsej able e l uso de cefal ospo rina de tercera genera-
Fina lmente merece un coment ario es pecia l la relac ión de l ción , en especial, la ceftazi di ma de 1000 a 2000 mg por vía in-
germen con el anti biótico. Así, la Escherichia coli , el agente más t.ravenosa cada 12 horas sola o asociada a la gentam icina o me-
común de· la infección urin aria present a actualmente en nues - tilm icina. La pros ecución de l tra ta mi ento y los control es
tro pais una res istencia supe rior al 55% a la ampici li na, de l consig ui entes s·e h a rán de acuerdo con las co nsideraciones a nte~
41 % a la a sociación sulfametoxa zol-trimetro pima , del 19% a las riores siendo impo rtante la dete rminación de la ure a , de l a
cefalosporin as de primera generación, del 2 al 5% a la amicaci- creati nina y de la diuresis diaria cuando se empl ee n ami nog lu-
na, a la mi crofur adan tina, a la gentamicina y ácido n ali díxi co y cósidos.
del 0% para las quin olonas de terce ra gene ración. La ]Gebsiella La condu cta pos t.e zi or dep en derá de la rec urre ncia o rec idiva
spes presenta un a res iste nCla del 91% a la ampicilina, de l 41% de la infección a ltls efectos de descart ar otta patología asociada
a la gentamicina, del 58% a la asociación TI\.fT+SJvJ:X, de1 34% a que hubiera facilit ado la pielon eftitis nguda.
los nit.rofuranos, del 24% a la amicacina, del 17% al ácido nali·
dix ico y del 3% a las q uin olonas de tercera gen eración y del 1% Pielonefritis crónica. Teniendo en cuenta que su dia gnóstíco
a las cefalosporinas de primera generación. En lo que se refiere se reali za por la aparición de una reagud i;-..ación de la in fecc ión
aj Proteus miri abilis, la resistenci a mayor correspon de a los ni• o en fo rma acciden tal por síntomas extraurina rio s ya citados a l
trofuranos con un 84%, seguida por la am picilina con un 409'0, estudiar las formas clínicas. de presentación de esta enfe rme·
la TMP+SM:X co n el 28%, la gent amicina con el 22%, la cefalos- dad 1 la terapéutica será en el primer caso similar a la de \i pie•
porina de primera con el 18% y con el 0% para las q uinolonas lonefritis aguda pe ro con pe1íodos de t ratamiento m.ás prolon•
de tercera y l a amicacina. La aparición de tan elevad os pareen~ gados con monod!:ogas, asociación de drogas o alte rn a n cia
tajes de resistencia es el res ultado del uso indiscrimi nado de los según la sensibilidad microbiana a los antibióticos, t rata ndo de
antibióti cos y la respu es ta ad apt ativ a natural de resistencia del esterilizar las min as y hacer desaparecer la le ucopiocituri a. E s·
ge rmen: Dichos resultados, obte nidos in vitro no son tot.almell te tos objetivos no son fá ciles de concreta r y la infección no desa·
similares con lo que sucede in vivo pero de todas maneras cons• parece totalmente a unque el paciente se encue ntre asintomáti·
tituyen un ll amado de atención respecto a la necesidad de uti li- co. En e stas cir cuns ta ncia s y h a biendo sid o posi b le e l
zar lós antibióticos con un criterio más racional. tratamiento de los factores que puedan perpetuar la enferme-
dad sólo e.s razon able adoptar una co ndu cta expectant e para
Cistitis aguda. Es la má s común de las infecciones del tr3cto med ica r las recu rrf:n cias o las r ei n fecciones su mi nistrando
uri nario y su si ntüm atologia -disu ria- con o sin dol or miccio- mientras tanto un aporte generoso de líquid os en la die ta y ade-
na l, con poliaquiuria y tene smo vesica l es de observación casi cuando el aporte proteico diario al filtrado glomer ular y a los
e;:clusi va de la muj er adulta. Se presen ta habitualme nte co n valor es de la azoemia. Se tratará la hipertensión arteri a l cuan•
bacteri uria significativa acompaiiada o no de sedimento uri na - do esté prese nte y se evita rá utilizar anti bióticos ne frotóxicos o
rio patológico pero sin proteinuria ni cilind ruri a. Cuando el cul- suministrarlos de acuerdo al gn.do de insuficiencia rena l si no
tivo es estéri l par a gérmenes comunes es necesario invPstíga r existe otra posibilidad tera péutica.
la presencia de Chlamydi a t rachomatis, Ureoplas ma u realy ti- Un párrafo es pecial merece la co ndu ct.a a seguir cua ndo
cum o Ga rdnerella vagynalis. En el primer caso, una vez ai sla• existe reflujo uri nario en el niñ o. Si es de grado 1 con orinas es·
do el germen y establecida su sensibilidad puede ser tratado tériles se mantiene una actitud expectante cont rolan do la apa-
con una monodosis elevada o con un ciclo terapéutico de siete rici ón de infección medi a nte urocultivos seiiados y exámenes
días. Si los sí ntomas des a pare cen la paciente debe rá ser contra· del sedi mento urinario asociados. Si se agrega bacteriuria sign i-
lacia a los sis te días de finali za da la terapia y si este re sulta ne· ficativa se lo medicará con antibióticos selectivos durante 10 a
gativo se re peti rá a los 15 y 30 días y luego semes tra lme nte y 15 días seguidos por un a dosis de TMP+SMX, ni tro fu ranos o
por fin cada año o cada ve z que la enferma presente síntomas . eventualmente cefalosp ori nas durante 6 a 9 meses con co ntro-
El hall azgo de Chla mydias o Ureoplama obliga a utili zar e,i tro- les periódicos de laboratorio y repetición de la cistou re lrografía
rni cilina, 200 mg por día también durante el mi smo ti empo. micciu nal ent re los 9 y 12 meses. La indicación qu irúrgica es
aún moti \.'O de di.scusión. Rec ientemente se h a propuesto el tra•
Pielo11eji-itis aguda. De acuerdo co n la gravedad del cuadro y tamiento del rdlujo por vía endoscópica con inyección submuco•
el compromiso ge neral del or ganismo se s uministrarán los a nt i• sa de co mpuest os plásticos para modi ficar el meato ureteral.
bióticos por vía oral o parenteral. En cierloS casos 1 por la int C:n· Cuan do el reflujo es de grado 2 o 3 es razonable asociar la ciru-
sidad del proceso, no se puede esperar el resu!L1do del uroculti- gía a l tratamient o antibiótico. En ciertos casos, si existe un da-
NEFROLOG IA 126 1
Jio renal severo por un reflujo un ilateral con atrofia del órgano, puración migra hacia el exteri or a la región lun,bar ombligo
puede ser aco ns ejable la nefrectomía correspondiente. pequelia pelvis o hacia el intestino, la pleura o el pulO:ón, etc. '
El di3gnósLico no es fácil de realizar al comienzo y se la con-
funde con un cólico renal 1itiásico1 un lumbago o una pielonefri-
Perinefritis tis aguda. En el lado derecho, debe establecerse la diferencia
con una apendicitis posteroascendente retrocecnl y, en ambos
Es el proceso inflamatorio que afecta a los tejidos que ro• lados, con la ruptura de un quiste renal del polo ·inferior un he-
deail al r illón y al sector más cortical de este órgano. Se presen- matoma perin enaJ espontáneo en el curso de una poli~eritis
ta bajo una forma aguda y otra crónica.. nodosa y uropionefrosis. La TAC y la ecografía son de mucha
La peri nefritis aguda. es causada en el 80 a1 85% de los casos ayuda diag nóst;ica.
por la propagación a la atmósfera pe1i.1Tenal de microabscesos
cortica les renales de origen hematógeno. En el 15 ó 20%, la in- La perinefritis crónica 11 0 supurada es un prnteso más O me•
fección está localizada casi exclusivamente en la grasa pe1irre- nos tórpido, causado por la propagación de divel's as afecciones
nal y es la consecuencia de la propagación de abscesos de pul• renales crónicas a los tej idos que rodean al iíñón. Se la observa
món o subfré nico, pleu resias pu rulentas, ·osteí tis cost al o una en el curso de la litiasis , tube rculosis, pielonefritis crónica tu•
inoculación directa consecut.i\•a a una herida accide ntal. ~fas mores, esclerosis renales y después de la cirugiu renal O d~ los
rar amente se ha ce a t ravés de la vía sanguínea por un a embolia traumatismos con ruptura del órgano y hematornas perirrena-
séptica. Los gérmenes h abitualmente ha llados son el estafiloco- les.
co dorado (90%), el colibacilo, el estreptococo, el enlerococo y el Desde el punto de vista histopatológico, las lesiones pueden
neumococo. predomina r en ciertos pun tos o ser difusas englúbando a todo el
La peri nefritis puede ser localizada o total, según que afecte riñón qu~ queda envuelto en una cápsula esclen:,fibrolipomato-
una parte o toda la grasa peri rrena l pero con mayor frecuencia
1
sa de gran espesor que se adhiere firme mente a los tejidos veci -
predomina en }a pa rte posterior y ex.i.erna del riñón. Se trata de nos.
un proceso supurativo abscedado que es precedido por una fase La sintornatología es proteiforrne y se confunde con la de la
de infiltración. El absceso puede ser único o múltiple compren- causa inicial, existiendo por lo tanto dolor lumhar1 a veces he-
diendo la cortical del ri fión y el tejido circund ante; otras veces maturia y otras tumefacción renal. El diagnóslico se haCe du •
es en bot.ó n de camisa. El contenido está constit.uido por pus rante una lnter\·ención quirúrgica para el proce~o causal o pue-
verdoso achocolatado que suele contener restos de tej idos esfa- de sospecharse por la inmovilidad radiológica d,,1 riñón con los
celados. movimientos respiratorios durante un estu dio pielográfico des-
Desde el pu nt o de vista clínico suele in iciarse de man era in- cenden te.
sidiosa, aunque a veces st: manifiesta en forma brusca con un Desde el punto de vista funcional debe seüalrirs e que cuando
dolor intenso, con las características del cólico renal con irradia- es debida a un hematoma pcrirrenal postraumático puede <le-
ción a regiones pudendas, abdomen y muslo. EA.1.sten síntomas sencadenar1 de manera rápida, una hipertensión arterial por un
generales infecciosos agudos: fi ebre con escalofrios y temperatu- mecanismo similar al que se produce experim!!ntalment.e me-
ra oscilante hasta de 40° , náuseas, postración y fac ies séptica. diante la constiicción peri1Tenal u.uilateral con una envoltura de
En la sangre existe leucocitosis con ncutrofi lia y eritrosedirnen- celofán (ritión de Page). La nefrectomía del ri ñón con pe,inefritis
tación acelerada. consecutiva a un he matoma cura la hi pertensión arté ria L
Loca lmente se comprueba, al comienzo, puño percusión posi-
tiva y la palpación ren al es mu y dolorosa, acentuándose con la 1)·atamiento de la perinefritis aguda. Dependerá del mo·
flexión y rotación externa del muslo cuya extensión es dificulto- mento evolutivo del proceso y de la posibilidad de aislar al ger-
sa por la inflamación del músculo psoas, en especial, si el proce- men causal y de determinar su sensibilidad a los antibióticos.
so asienta en el polo inferior. En el período de estado, la inspec• En los p1imeros momentos de la enfermedad y cuando aún no
ción ·puede ravelar una tumefacción lumbar con edema y hasta se ha producido la supuración debe intenta rse el tratamiento
rubor si el absceso se ha hecho muy superficial. La palpación médico utilizando antibióticos de amplio espectro pero de de -
permite apreciar una tumoración muy dolorosa con contTactura mostrada eficacia para el estafilococo por ser fs t.e el germen
de la pared lumbar o un empastamiento profundo, fij o, de con· causal más frecuente. En los casos en que exista supuración o
sistencia dura, que hace cuerpo con esta última. Como conse - cuando no respondan a la medicación instituida, deberá efec-
cuencia de la contractura muscu lar existe una escoliosis con la tuarse el avenamiento quir úrgico.
concavidad dirigida hacia el lado enfenno, que se aprecia mejor
en el estudio radiológico de la región. Este último permite ade- '[}·a tamien to de la peri nefritis crónica no sup1.1.ra..da. Está su-
más observar el borramiento del borde externo del psoas, la de- peditado a la causa que ha provocado la perinefrit.is crónica, y a
saparición de los límites que configuran la imagen renal, la que la re percusión que ésta haya podido provocar E<ibre el riñón y
se confunde con los tejidos vecinos y la elevación y limitación su funci onalismo. Cuando sea la consecuencia de una tubercu-
respiratoria del hemidiafragma cornspondienle. Si se efectúa losis renal, se ut.ilizarán los tuberculostáticos conespondientes
una pielografia descendente, es posible comprobar la inmovili- (estreptomicina, nicotibina, pirazi namida, etamhutol, rifa rn pici-
dad de la sombra renal cuando .se efectúan tomas en inspiración na) en las dosis habituales.
y espiración forzadas. Si está en relación con w1a pielonefritis crónica con hidro-
En lo que se refiere a su evolución, ella depende, en la ac• pionefrosis o sin ella o con una litiasis renal Ü1fectada estará
tualidad , de la precocidad con que se reali ce el diagnóstico y de indicada la terapéutica antibiótica durante períodos p;olonga•
la respuesta al tratamiento. Si bien el empico de los antibióti- dos así como el tra tamiento de la litiasis. Cuando la perinefritis
cos ha permitido la curación en muchas oportunidades, otras crónica haya condicionado una atrofia renal importante o la
veces, por las caracteristicas biológicas del germen, el proceso sinto matología dolorosa constituya un grave problema para el
continúa en forma aguda o subagu da y, de no ser operado, la su· enfermo, deberá efe ctuarse la nefreclomía.
1262 SEMIOLOGI A, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
La amiloidosis ren al se manifiesta ún sus comienzos por una frec uente en ella . Su diagnóstico se hace por la asociación de un
simple prote inuria no selectiva, con discreta afectación de la est.ndo sC'.ptico gra\'e 1 de iniciación brusca, con escalofríos inten-
func ión renal, con o sin hi pertensión arteiial. En este periodo sos, lumbalgia con puñopercusión ·posterior y palpación ren al
1
su diagnóstico en ge neral no se realiza y sólo puede sospecharse muy doloros a. Puede acompañarse de reacción pcritoneal con
en la forma secundaria cuando eKiste n antecede ntes francos de defensa y, a veces, contractura de la pared en el ílanco e hipo·
prcesos infecciosos crónicos con supuraciones prolongadas (os· cond rio. El signo más caracte1í st.ico. es la presenci a de un a he-
t.eomielitis, tuberc ulosis, bronquiectasias, fi stu las) o sin ellas ma t uria franca con pi ocituria acom pañada, en algunos casos, de
(sífilis, lepra u otras enfermedades tales como la de Rahler o restos de tejidos esfacelados. Suele existir oliguria que, en si-
mieloma múltiple, la artritis reumatoide, la peritonitis rec idi- tu aciones extremas y cuando están afectadas las papilas de am.•
vante id iopJ.tica o enfermedad periódica, el li nfogranulorna 'ma- bos riüones, se redu ce a algunos mililitros de ori nas turbias,
ligno, la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn o ileítis regio- dando lugar 2. la forma an úrica de la enfermedad con las carac-
nal. Cuando se trata de una forma primaria rar2mente se la terísticas clínicas <le una insuficiencia renal aguda.
presume y suele ser un hallazgo de autopsia, excepto que se ha- En algunos casos evolucion a en forma subaguda o crónica y
ga biopsia del riüón o de otr o órgano afectado. en otros es sólo un diagnóstico retrospectivo necrópsico pues se
1
Si las lesiones renales son intensas suelen producir nn sín- la halló en el 7% de las autopsias de los pacientes diabéticos. Es
drome nefrótico típico, con todas las alteraciones inherentes al una lesión donde se combina la infección piógeua con la isque•
mismo, excepto en lo que se refiere a la presrncia fr ecuen te de mia de los tejidos peripapilares que conduce a la necrosis de las
una hlpergammag]obulinemia que contrasta con lo que ocurre papilas nmales y que posteriormente suele calcificarse . Esto
en los de otras etiologías. Se sos pechará el 01i ge n amiloidótico permi te t ambién presumir su existencia medi ante un estudio
del síndrome, cuando se compruebe una ht"patoes plenomegalia ra diológico.
si multaneamc nt.e con macro glosia, insuficiencia cardíaca, dia• Si bien la papilitis necrotizanle se presenta con m ás frccu en•
rreas crónicas o alteraciones cutáneas y en la mucosa de. las en · cia en los pacientes diabéticos, puede ser una compli cación de fa
cías y aumento de la masa re nal en el estudio ecográfico. Su obstrucción de las vías urinari as con infecci ón, así como en
diagnóstico se corrobora por la demostración de la susta ncia aquellos enfermos que ingieren grandes dosis de analgésicos ta-
amiloide en la biopsia renal , de encías o de recto o en la grasa les como la fenacetina, el acetaminofen y la a spi rin a, en los al•
abdo mi nal obtenida por punzoaspiraci ón. La prueba del rojo cohólicos crónicos, en los port adores de un a drepanocitemia o
Congo (pos itiva si desaparece más del 80% del colorante inyec- macroglobulinemia,
tado por s-ía intravenosa y sospechosa, entre el 50 y el 70%) es- Además de las diversas form as de complicación infeccios a
tú basada en la afinidad que tiene la sustancia amiloide para fi. que pu eden presentarse en la s diabetes 1 deben me ncionars e
jar el colorante . Sin emb argo los resul tados pueden no ser olros dos tipos de alteraciones que a fectan al sector vascular re•
concluyentes , pues diversos factores conlribuyen a dar valores nal. Una, constituida por lesiones aterocsclerosa s de las arterias
fa lsamen te negativos o positivos. Entre los primeros puede ser y arteriolas aferentes y eferentes, que se inic ian con el depósito
la escasa can tidad de arniloide presente f,n los órganos y, entre grueso y homogéneo de una sustancia hialina en la subíntima,
los segundos, la pérdida de un a gran cantidad de colorante por que evolucionan y no se diferencian de las de la arterosclerosis
la orina, cuando existe un a in tensa proteinu ria de origen no no diabé tica pero que, indudablemente, se presentan más tem-
am iloideo, ya que circula fijado a las proteínas plasmáticas. pranamente. Conducen a la esclerosis del ovillo glomerular y a
La amiloidosis renal evoluciona hacla la insu fic.iencia renal alteraciones tu bulares por isquemia que en conjunto culminan
crónica, pues las lesiones descriptas conduce n al rhión retra[do fin almente en la nefroesderosis. Clínicamente no tiene manifes-
am itoidótico, en cuyo caso smde desaparecer el síndrome nefró- taciones típicas y 1a hipertensión arte rial qu e la acompaña, y
tico para instalarse el de la uremia. que constituye el síntoma dominante, no es diforenciable de la
imputable a otras causas. Desde el punlo de vista renal existe
wrn ]eve proteinuria y una disminución progresiva de la función
del riñó n, alterándose paulatinamente el filtrado glomerular, el
Nefropatfas en la diab etes flujo plas mático y l a masa tubular. Puede evolucionar hasta la
insuficiencia renal crónica y conducir a la uremia.
La otra forma de alteración vascular es la glomerulopatta
Las alteracirmes renales en la diabetes son frecuentes y pue- diabética. El rinón, al igual que la retina y otros territorios or-
den responder a diversas pato genias. En primer lugar, las con- gánicos, es afectado por ese proceso degenerativo que presentan
dicio nes humorales de la enfermedad facilita n indudablemente sus capilares y arteriolas alterados.
la compli cación pielonefritica agud a, que cursa con las caracte- Se caracteriza por la acumulación de una sustancia hialina
rísticas clinicas de este proceso: lu mbalgia unilaleral, escalo· in tensamente eosinófila en la asas capilares glomer ulares, que
NEFROLOG IA 1263
puede prese nt arse en forma difu sa en todo el ovillo o nodular aparece la proteinuria que se increme nta con el esfuerzo fisico y
acompaliada o no de proli feración celular. Esta última lesión ha se agrava a Jo largo de los años al mismo tie mpo que las lesio-
sido denominad a por J{jmmelstiel glomeruloesclerosis interca• nes renales se inte nsifican. Aparece hiperte nsión arterial sisto-
pilar por creerse que se iniciaba a n ive l del mesangio o tejido diastólica que en etapas avanzadns del proceso se complica con
in tercapila r. hipotensión postural debida a la asociación de una neuropatia
Sin em bargo, hoy se ha demoslrado ·que las lesiones inicia- autó nomica que interrumpe el refl ejo vasoconstrict.or periférico.
les comie nza n por un engrosamiento hi alino de la me!nbrana Con el transcu rso del tiempo i uele des anvllarse un síndro•
basal, acompa úado del depósito de cúmulos, también hialinos, me nefrótico clínico y/o humoral acompañado de insu fic iencia
en la vertiente epitelial de la misma y fu sión del pie de los po• renal. Existe edema intenso, hipoproteinemia, hiperlipidern ia
docitos cuyo conjunto al au mentar de inte nsidad invade el espa- con dislipidemi a, hiperazoemia, caída acentu ada del fil trado
cio mes angial y constituye los nód ulos que se obsenran con el glomeru1 ar y proteinu ria con lipoiduri a, cilindruri a, cuerpos
microscopio óplico. Puede n verse peq1!~ños a neu ris mas, si mil a- ovales grasos, microhematuria y rnu chas veces leucocituria sin
re s en su patogeni a a los de scri ptos por Ballantyne en la retino- infección u1ina1i a. Cuando este cuadro, que puede ser la con se-
patia diabf!tica y a los que se les asignó u n cierto carácter pa• cuencia de cualquiera de las form as histológicas analizadas
togno mónico . coincide con un a glom eruloesclero:;is nodular intercapila r se la
Se han desc1i pt.o, ad emás, otras lesiones tales como la e:w - denomina síndrome de /úm mes/ie/. Wi lso11 .
dativa y la gola capsulur. La primera se la encue ntra en la peri- La insuficiencia renal es progr~siva y lleva a la azoe.m.ia ha•
feria <le un lóbulo de ntro de la concavidad de un capilar. Fre• bitualrnente entre los 6 a 30 años del comie nzo de la diabetes.
cuentemente es cosinófil a, homogénea, en creciente y contiene Cabe señalar que en el período ava nzado de la enfermedad re-
rest.os no celulares. Acompa úa a la form a nodular o difusa de la nal suele produci rse un a aparent<: mejoría de la di abetes en el
gl omeru loesc1erosis diabética. La gota cap sular que suele pre- se ntido de que la glucosuria disminuye y aun df:saparece como
sentarse al comienzo de la enfermedad se ve como una masa re- consecuencia del gr a\·e daño glo rner ular y el severo descenso
dondeada, eosinófila , amorfa, loca lizada en la cara interna de la del filtrado, pero con niveles de gl~cemia elevados, lo que obliga
cápsula de Bowman entre la membrana basal y las células epi- a no util izar a aquel parámetro como guía para el control de éS-
teliales parietales. los enfermos.
La pa togenia de la nefropatia específica de la díabi:::ttis conti-
nua siendo motivo de discus ión pe:rn no caben dudas que es par- TI·ata mienlo de la neíropatía diabérica. El aspe.do más im·
te de una afección sistémica que afecta a tod as las membranas portan te del trat nmiento de las tompl icacion es ren ales de 1a
basnles capilares del organismo y, en la cual, la falta de i?1suli - diabetes es el preventivo. En efoct.o, el control adecuado de la
na o de ot ras secreciones pancreáticas es sólo una parte de la enfermedad diabé tica por medio de una dieta correcta y el uso
misma ya que se ha n comprobado lesiones similares en los capi- de hipogluc0mi antes ora les o insulin a, evitan do epi sodios ele
lares de los mUsculos de pacientes prediabéticos sin anormali - acidosis o coma diabético, suele dc: morar, en ]a mayoría de las
dades en el metabolismo híd roca rbonado . Sin embargo no se circunstancias, la aparición de esas complicaciones, en especial
han confi rmado &Ite raciones específicas en la composición bio- las at.eroscleróticas y la glornerul~esclerosis intercapilar, aun-
quí mica de las membra nas basa les glomeru lares de pacientes que ello no sucede siempre. De la misma manera deberán vigi-
clic:i.bCticos comparadas con las de los normales. Su contenido en larse la infecciones urin arias baja.; para evitar la complicación
DNA, fósforo, hidroxi lisina, glucosa, galactosa y lisina no dife- pielonefrítica o la necrosis papilar. E:stablecidas éstas se las t.ra•
rían de las de los paci en tes no diabéticos y si bi1:n la del ácido tará siguiendo las premisas habituales para esos casos, recor~
siálico era menor carecia de significancia estadística. dando qu ~ las necPsidades de insulina o hi poglucemiant.es sue-
Desde el punlo de vista funcional renal la di abetes insulino- len aumentar en esas circunstancias (véase ']}a ta m ien to de la
depe ndiente prese nta algun as características particulares se- Pie!onefri lis).
gún el momento evolutivo de la enfermedad que deben ser ana- Cuando ya existe la glomeru loesc!erosis intercapilar con o
lizad as. sin síndro me de Ki mrnelstiel-Wilsan, no hay ninguna medica•
En efecto, en los pacientes jóvenes con diagnóstico reciente ción efectiva, excepto el tra tamiento sintomático del síndro me
de l?i. enfermedad y poco tíempo de trata miento insulíni co se ha edematoso hiperten:;ivo mediante diuréticos régimen híposali-
1
com pro bado un fil trado glomerular y un flujo plas mático eleva- no, transfu siones de µ1 asma o albúrnin a e hipote nsor{:S. Sin em-
dos positiva rnente evn-elacionados con el aumento ele ta maño de bargo, algunos autores han precunízado, al igual que para la re-
los riú ones y con un a hipertrofia de los glomérulos que pueden tinopatía di abética avan zada, la hipofis ectomía. También se ha
coincidir o nó> con la presencia de microp:otei nu ria a predo- señalado algú n benefi cio medíar1te la heparina por vía intrave-
min io de la P2 microglobu lina. Estos hall azgos fueron confirma• nos a a razón de 50 s 100 mg diarbs o por vía subcutánea con
dos en diversos ti pos de dia betes expe1i mental. El tra ta miento heparina de depósito. Con respec~ al síndrome nefrótico que
con insul ina de dichos pacientes durante tres meses y e] control acompaña al de fümrnels tiel-Wilsot debe recordarse que no se-
adec ua do de la gluce1nia inducen una reducción en el tamaño r á tratado con corticoides ni drogasi nmunosupresoras. Los diu-
de los ri liones y la ·normalización del filtrado glomeru lar. Aque• réticos tiazídicos deben evitarse pu~s agravan en general la hi-
lla hiperfi ltración parece ser la consecuencia de un au me nto del pergl ucemia. En este sentido el más útil paree.e ser el áci do
área de la superfici e de filtración glomeru la:r y del fl ujo plasmá- etacrínico.
tico reilal que generan el incremento de la presión intraglome· El trasplante. de 1i ñón o la heir,odiálisis crónica están indi-
r ular. La patogeni a de esas alteradones no es bie.1 1conocida y se cados cuando se llega a la insu fi ci€nci a re nal cró nica terminal,
la Yincula a la hi pergluce mia o a una hipersecre~ión de la hor- habiéndose ohscrvado que el pri mfro detiene y a veces mejora
mona de crecimiento. la retinopatía di abética. Sin embar¡o, debe señalarse que la so·
Clínicamente, el paciente diabético con la capilarGpatía re- brevida es inferior a la de los pc.ciertes no diabéticos.
nal descrip ta puede presentar ta n solo los síntomas propios de La pos;bilidad actual de realiza, trasplantes simultáneos de
la hi pergluce mia pero a medida que progresa la enfe rmedad !"iñón y páncreas ha abierto un can.ino de esperan za a esos pa-
1264 SElv110LOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
cientes dado que es la terapéutica de reem plazado más racional presencia de una dep uración muy elevada del fósforo como con-
aunque aún está sembrada de dificultades. secuencia de la disminución del porcen taje de reabsorción del
fósforo. A ello se agrega un aumento en la excreción de la hi-
droxiprolina. urinaria, que traduce la gran reabsorción-ósea
1ubulopat.ías presente como consecuencia de la h iperfunción paratiroidea se•
cu ndrui a reacLiva.
Se denomin an tub ulopatías a aqu ellas afeccio nes renales ca- La función renal no está alterada excepto cuando se injerta
1
racte ri zadas por presenta r alguna disfu nción tubular de natu• una infecci ón pielon efrítica.
raleza enzimática. Pueden ser de migen ge.nético (tubulopatfos Un cuadro similar, en su patogenia y manifesaciones h umo•
idiopáticas o primitivas) o adquiridas y secundarias a variados rales , se desarrolla en el adulto. Las alteraciones óseas son más
agen tí::s tóxicos, medicamentosos ó infecciosos. tardías en aparecer y suelen estar precedidas de dolores osteó-
Con un criterio topográfico, no absolut amen te rígido en to- copos.
dos los casos, pero út.il desde el punto de vista didáctico, se las
dividirá en proximales J' distales, segú n sea el sitío del nefrón Ami11oacidurias renale_s. Estas tubulopatías se caracteri zan
donde se produzca E'. } defecto en el manejo re nal de determina- por presenta r una dismi nución muy importante en la reahsor·
das sustanci as. ción tubulru· de ciertos aminoácidos aislados pese a que la con-
Entre las pri meras se e ncuentran: la. glucosu ria, el raqui - centración pl as mática de los mismos es normal o está algo dis~
tismo resisten te hipofosíatémico y las aminoacidurias re11ales y min uida. En otros casos, la lesión enzimática tubular es más
la acidosis renal tubular tipo II. importante y existen otros defectos reabsortivos o una falta de
Entre las segund as se citará a la acidosis renal tubulq r, ti• especi ficid ad que condiciona la pérdida de todos los ami noáci-
po I y la diabetes insípida 11 efrogCniw.. dos simultáneamen te.
Deb~ señalarse que cada uno de estos cuadros puede presen• Entre las aminoacidmias aisladas se citarán: la cistinu ria,
ta rse en fo rma aislada o combi nada, originando así diversos _ la glicinurio, la enferm eda d de Hartnup y la hipofosfata .sia.
En la cistinuria existe prim ordi al mente una defectu osa
síndro mes tubulares.
reabsorción tubular del aminoácido cistina que se aco mpaña de
1
normal, mie ntras que en la orina existe hipe1fosfaturia con ren al y la hiperfosfaturia con raquitismo resisten te hipofosfaté-
calciuria baJa o a veces normal. Sin embargo, lo esencial es la mico.
MEFROLOG IA 1265
Cuando a la hiperami noaciduria ::;e asocia la cislinosis - pre- les como el síndrome de Fanconi, la cistinosis, el síndrome de
cipitación de este aminoác ido en el tej ido renal, y sistema reti- Lüwe, la intolerancia a la ingestión de fru ctora, la en fermedad
culoendotel ial del bazo, hígado, ga nglios li nfáticos y médula de Wilson, la deficiencia de vi tamina D, la am iloidosis, el sín-
ósea- se denomina st'ndrome de Lignac-Fancon í y constituye la dro me de Sjogrens, la intoxicación por tetraciclina, plomo y di-
fo rma más común de presentarse en el niíio. En ambos síndro- versas c3usas más. Algunos pacientes muestra n un a forma in-
mes, la microd isección re nal muest.ra la existencia de túbu los completa del síndrome como sucede eu la acidosis renal tubular
contorneados proximales más cortos que los normales, atróficos tipo l.
y ad elga-zados que les confiere el as pecto de cuellos de cisne.
La forma pu ra del síndrome de Fanconi cursa clínicamente
como un raquitis mo resistente hipofosfatémico y el diagnóstico 'l'ubulopa tías distales
se realiza por las caracte rísticas de !a aminoaciduria y de las al-
te racio nes del me tabolismo del calcio y del fósforo. Acidosis rena l tubular tipo l. Constituye una disfonción tu -
El sindrome de Fa11 co11 i del adulto es muy raro. Comienza bular caracte1izada por la imposibilidad de establecer un gra-
des pués de los :15 años de edad con dolores ost.eócopos , debili- diente de concentración adecuado de hidrogeniones entre la cé-
dad muscular y signos radioló gicos de osteomalacia. Las altera- lula tubular y la orina, aun en prese ncia de acidosis sistémica
ciones h um ora les sanguíneas y urinarias son sirrúlares a las de espontánea o provocada , lo que impide la aparición de orinas
la forma infantil, aunque nu nca se agrega la cistinosis. con un pH inferior '.l 6. Se e>..ietioriza clínicamente por un des-
El ún drome de Lowe, tambi én s um amente raro se lo deno-
1
censo del bicarbonato y del pH sanguíneos con hipercloremia y
mina di strofia óculo-cerebr o-ren al, y está constituido por la aso- an ión re sta nte normal (acido sis hiperclorémica) con va lores
ciación de retardo ,nental, glaucoma, catarata congéni ta, opaci - normales de la azoemia, en el período inicial de la enfermedad.
ticación corneana y defectos tubu lares ren ales parecidos a los La acidez titulable y la amoni uria son bajas y N:ist.e bicarbonn-
del síndrome de Lignac~Fanconi. turia. Co mo consecuencia de la acidosis sistémica hiperdo rérni-
En las am inoacidurias secu ndariasJncspccíficas los túbulos ca se produce una descakifica ción progresiva esquel ética que
son dañados por la excreción de de terminadas sustancias de determina una gran hi pe rcalci uria con calcemia no rm al, hipo -
origen exógeno o endógeno que provocan aminoacidu ria gluco- fosfo temia e hiperfosfat uri a y la ::ipaiición de nefrocalcinosis o
1
suria, fosfaturia uricosuria y protei nutia de ti po tubular. Entre litiasis uri naria, casi siempre complicada de pielonefri tis. Suele
1
_l f!s primeras deben reco rdarse el cadmio, el plomo y el ácido comprob arse adem ás hiperk2Jmia, hipokalemin, depleción del
oxfilico, asi com.o ciertos productos de degradación de las tetra- polasio total intercambiable con hiperaldosteronismo secunda-
ciclinas e1wEjecidas. Este tipo de tubulopatía suele ser reversi- rio.
ble cuando se suprime el tóxico. La acidosis renal tubular primitiva comprende la/orma in-
Las causas más comunes de síndromes tuLulares secunda - fan til o síndrome de Lightcuood y la del adulto o síndrome de
rios de Ürig:en endógeno S!l ll la galactosemia y la enfermed~d de Butler-Albright. La primera se prese nta entre los 6 v 9 meses
\Vilson. En !a primera existe nn defecto congónito de la galacto- de edad con hipotrofia anorexia, vó mitos deshid1~atación y
1 1
t.ransferasa, que provoca el aumento de la gEilactosa sanguínea constipación acompañados de acidosis hiperclorémica con una
su fi ciencia re~al prácticamente normal en sus comi enzos. Por
y su excrec ión urinaria. Esto condiciona las lesionts tubulares
enzimáticas ya sefw ladas. Los niúos se presentan hipotróficos,
la brevedad de su evolución no se aprecian los signos radiológi-
cos de la ostéomalacia, que se hacen evidentes cuando el proce-
con cataratas y una cirrosis hepática. En la enfermedad, de Wil-
so se prolonga y no es bien tratado.
son, el dali.o renal es provocado por la éxcreción de gran des can~
t.iciades de cob re endógeno como consecue ncia de h de ficiencia
La forma cró¡¡ ica del adulto o de Butler-Albrigh t puede ma -
nifestarse de variadas ma neras. En algunos casos como cri sis
de ceru !oplasmina.
de parálisis periódicas co n hipokalemia permanente aun fuera
de los ataq ues . Otras veces, como una litiasis renal, una pielo-
Acidosis re¡¡a/ tu bular tipo II. Los pacientes con acidosis re-
nefritis l:rónica ne.frocak ino.;;is esponjosa rena l, o con síntomas
nal tubular tipo II presentan una red ucción dé por lo men!js el 1
En ambas formas existe una intensa poliuria pitresino-re- teinuria, edema e hipertensión arterial, que pueden evolucionar
sistenlt! que en el niüo especialme_nte, cuando no se la diagnosti- de una manera relativamente asintomática -preclarnpsia- o de-
ca, suele desa1Tollar una ,deshidratación hiper!ónica que produ- sencadenar un episodio convulsivo que da lugar a la forma
ce 1:et.ardo mental y a veces la muerte. En ocasiones, se asocia a eclámptica donde -lahipertensión arterial y el edema cerebral .
otros SÍ!ldromes tubula1:es proximales. juegan un papel fundamental,
La forma adquirida o secundaria se debe diferenciar de la Los síntomas citados -proteinuria, edem~ e hipertensión-
poliuria osmótica de la insuficiencia renal crónica desCornpen- pueden presentarse aislada o simultáneamente y con una in-
sada. Se caracteriza por superar casi siempre los 4 litros, exis- tensidad variable, Muchas veces, el primer síntoma de la afec-
tiendo un menor déficit de la función renal, Suele aparecer en ción es un incremento brusco de peso, debiéndose recordar que
la pielonefiitis crónica, en el rii'ló!l en esponja y en los cuadros una embarazada no debe aumentar más de 500 g por semana
extrarrenales que se acompañan de hipercalcimia o deficiencia durante el último trimestre, Más tarde se manifiesta por edema
de potasio, con lns características del edema renaL
TI-atamiento de las tubulopatías. Variará según sea la alte- Para valorar la hipertensión arterial debe tenerse en cuenta
ración func_íona] predominante. que el embarazo evoluciona generalmente durante este último
La glucnsuria renal no requiere un trat:imiento especial trimestre con cifras tensionales bajas, de manera que revisten
aunque se puede prescribir una dieta rica en }1idratos de carba• mucha importancia cifras tensionales por encima de Tmx 130
no si el umbral renal para la glucosa es muy bajo y se producen Tmn 80, debiendo prestarse 2tención al ligero aumento de la
episodios de hipoglucemia, En el raquitismo renal hipo{os{alé· tens ión diastólica. A tales efectos es de utilidad realizar en el
mico deberá utilizarse la l'itamina D2 o calciferol a grandes do- curso del 6º o 7º mes del embarazo la prueba de la respuesta
sis 150.000 a 60,000 unidades diarias) y en los casos de gran re- supino rotatoria ("roller test") que suele ser positiva en el 90%
sistencia . se empleará el · dihidrotaqaisterol o ATl0 de los casos que desarrollarán una nefropatía gravídica. Consis:
simultáneamente con ácido cítiico. Tanto en un caso como en el te en tomar repetidamente la presión arterial, hasta su estabili,
otro deberá efectuarse un control riguroso de la calcemia y de la zación, en la paciente embarazada colocada en decúbito lateral
cakiuria para evitar las manifestaciones de la hipervitamino• izquierdo y luego hacerla rotar al decúbito dorsal tomando la
sis.• Si existen deformaciones óseas se harán las correcciones presión inmediatamente y después de 5 minutos, Se -considera
quirúrgicas correspondientes, Cuando se haya producido la una prueba positiva cuando la presión diastólica aumenta 30
complicación pielonef1itica se la tratará de la manera habitual. mm de Hg o más,
En las ci:;tínurias se debe rea]izar, por un lado, un trata- La aparición de la hipertensión arterial es el síutoma de
miento preventivo de la litias is modificando el pH urinario me- peor pronóstico especialmente si ésta es brusca o acentuada,
diante la alcalinización con bicarbonato o citrato de sodio y su- pues suele preceder a )a eclampsia (crisis convulsiva, general-
ministrando abundante · agua para l~grar una mayor mente precedida de cefalea, trastornos visuales, epigastralgia);
solubilización del aminoácido, Por otra parte, está indicado el estos casos suelen acompañarse de alteraciones en el fondo de
uso de la D•péuirilamiua o la J-acetil-D•pe11icila.m;,w, que ac- ojo (estrechez arteriolar, edema de retina, rara vez hemo1Tagias
túa produciendo, con la cist.ina, un compuesto disulfídico mucho o exudados retinianos),
más soluble, Se utilizan en dosis de l a 6 g/dia, El tercer elemento es la proteinuria que generalmente es
El si11drome de Timi-Fa11co11i se tratará de la misma manera inicial, los vestigios de proteínas en orina tienen poco valor,
que el raquitismo resistente hipofosfatémico mediante calciferol pues son frecuentes durante ei embarazo, pero debiendo dar va-
a grandes dosis y sí existe una acidosis renal con alcalinos, co- lor a cifras mayores de 0,15 g en 24 horas, Habitualmente no
mo la bebida de Shohl que contiene ácido cítrico 140 g,, citrato hay alteraciones del sedimento de orina, pero durante la pree,
clarnpsia puede detectarse una núcrohematuria con cilindruria
de sodio 98 g y agua destilada hasta 1000 mi,
granulosa,
El tratamiento de la acidosis re11al t11b11lar tipo 1 consiste en
Es de recordar que durante el embarazo existe un aumento
la i'e¡fosición de las pérdidas de sodio, bicarbonato y potasio me-
de la filtración glomerular y del flujo plasmático con aumento
diante el suministro de bicarbonato de sodio (4 a 6 g diarios), ci-
de la fracción de filtración con cifras bajas de creatinina y urea
trato de potasio o la bebida de Shohl ya selialada, Deberá supri-
en plasma; en cambio en la nefropatía gravídica disminuyen la
mirse el cloruro de sodio de la dieta, Si existiese una
filtración glomerular y el flujo plasmático mientras que se in-
osteomalacia o raquitismo se suministrará lactato de calcio y
. crementa rápidamente la uricemia.
calciferol en dos is inicialmente bajas (6000 a 10000 unidades
Esta afección puede observarse mucho antes de los tres últi-
diarias l.
mos meses en la mola hidatidiforme; por otra parte también
La diabetes insip1da nefrogenh:a con poiiuria abundanLe se
puede sobrevenir aunque raramente después del parto,
tratará mediante aporte considerable de agua y el suministro
La mortalidad materna es hoy relativamente rara; hacen
de snluréticos.
excepción los casos de eclampsia cuya mortalidad llega a un
En la acidosis tubular tipo I está indicado el empleo de hi-
10%, El sufrimiento fetal generalmente es nulo, pero aún tiene
droclorotiazida que reduce la pérdida de bicarbonato urinario y
una mortalidad de un 15% en caso de eclampsia convulsiva,
mejora la acidosis. La reducción de la bicarbonaturia parecería
La histología del riñón muestra una turgencia de las células
estar eii relación con la contracción del espacio extracelular que endoteliales e intercapilares del glomérulo: endoteliosis epite-
produce dicho diurético,
lial.
roo ocurriera debe someterse la paciente al reposo, restringir la rabie las que se desarrollan en el curso del lupus eritematoso
ingestión de spdfo a no más d.e 3,4 .gr por día y asegurarse de diseminado, de la poliarteritis nodosa o enfennedad de Ku.ss-
que Ja tensión arterial, en particular la diastólica no se ha incre- maul y Maie,; y de la púrpura anafilactoide o s(ndrome de
mentado. Deberá _mantenerse un control estricto semanal o bise- Schonlein-Henoch con características histológicas y repercusión
manal de la enferma para poder es tablecer si los.edemas respon- clínica bastante particulares para cada uno de esos procesos.
den realmente al inicio de una •toxeruia gravídica" o constituyen
simplemente un problema mecánico de carácter vascular por
compresión venosa por el útero gestante. El dosaje de la urice- Nefropatía del lupus el'itematoso diseminado: nefritis
mia y la búsqueda .de proteínas en la orina contribuyen a esta- lúpicn
blecer. el diagnóstico. En el cas.o de tratarse de una nefropatía
gravídica está contraindicado formalmente el uso de diuréticos Las alteraciones renales en el lupus eritematoso diseminado
pues se ha demostrado que ellos contribuyen a acentuar la is- son variadas y pueden ir desde lesiones mínimas hasta muy se-
quemia úte ro-place ntaria y agravan la condición hipóxica del fe- veras, con grave afectación del glomérulo, e indiferenciable de
to impidiendo su normal desarrollo. Cuando exista hipertensión las glomerulopatías idiopáticas. Por otra par te, existe un núme-
arterial deberá tratársela, si no mejora con el reposo, mediante ro relativamente pequeño de casos de lupus eritematoso sisté-
alfa metildo pa, hidralazina o sus derivados en dosis crecientes mico en los que el 1iñón es tá indemne. De acuerdo con lo ante-
hasta volverla a sus valores normales. Si no se obtuviera una rior se ha clasificado a las lesiones lúpicas en las siguientes
respuesta favorable y se acentuara la hipertensión arterial po- formas anatomopatológicas:
drán utili zarse los bloqueantes cálc icos, la clonidina y también 1) De cam bios mínimos o nefritis mesangial pro/iferativa
los beta-bloqueantes. Corresponde señalar que ciertas escuelas lúpica, en la que se observa una leve hiperplasia mesangial di-
obstétricas no aconsejan algunos de estos compuestos, en parti- fusa.
cular los betabloqueantes por la posibilidad de producir bradi-
2) Glomerulopatía proliferativa focal y segmentaría con ne-
cardia en el feto y a veces bloque9.s a urículoventriculares.
crosis fibrinoide, trombos hialinos y ad herencias ta ps ul ares lo-
No es infrecuel\te, en particular en los casos más severos de
calizadas.
hipertensión, que ella no responda a la medicación oral en cu-
yas circunstancias, y bajo estricto control médico, podrá utili- 3) Glomerulopatía membranosa, en la que existe un engro-
zarse la clonidina a goteo por vía endovenosa, tratando siem- samiento de la membrana basal glomerular, causada por el de-
pre, dentro de lo posible, que el descenso de la tensión arterial pósito subepitelial con las características de dientes de cepíllo
se haga en forma progresiva. con las técnicas argénticas.
Ante los síntomas de preeclanipsia se instituirá el reposo en 4) Glomerulopatía difusa, proliferativa endocapila1; similar
cama, una dieta hiposódica r elativa e hipotensores por vía pa- a la postestreptocócica, pero en la que las lesiones varían de in-
ren teral, si son ineficaces oralmente, y sedantes (feriobarbital, tensidad de glomé rulo a glomérulo y en las que pueden apre-
diacepóxido, sulfato de magnesio). Si la hipértensión arterial no ciarse también áreas focales de necrosis fibrinoide y trombos
mejora con estas medidas y las citadas anteriormente puede hialinos.
utilizarse la nifedipina por vía sublingual o el diazóxido en bolo 5) Glomerulopatía. membranoproliferativa difusa, donde el
de 300 mg, por vía intravenosa. engrosamiento basal suele ser consecuen cia de la proliferación
En caso de eclampsia convulsiva se utilizará la misma medi- celular y matricial del mesangio. y los depósitos son subendote-
cación por vía intravenosa Junto con derivados fenoti azínicos liales. En esta forma es donde se presentan las den ominadas
(clorpromazina, Fenergán y Diparcol) y se inducirá el pa~to si el ansas en alambre o "wire-loops" producidos por los depósitos ci-
feto es viable. tados y que confieren a los capilares una apa1iencia rígida y eo-
Una característica bas taote particular de la nefropatía gravi- sinófila1 muy característica.
dica es su regresión total en la mayoría de los pacientes después
6) Glomerulopatía difusa proliferativa endo y exlracapi/a,;
. de la in l.errúpción del embarazo en forma natural o provocada.
con semilunas focales o difusas y similar a la forma idiopática.
Sin embargo, en ciertos casos, en especial cuando se trata de una
Las lesiones más específicas de la nefropatía lúpica son los
eclampsia convulsiva, puede presentarse una insuficiencia renal
cuerpos hematoxilínicos que se presentan como masas amorfas,
aguda consecutiya a una necrosis cortical simétrica o a una necro- ubicados en las zonas periféricas del ovillo cap ilar. Parecen re-
sis tubul ar isquémica, cuya manifes tación priocipal es la oliguria
presentar al ácido desoxirribonucleico despolimerizado derivado
con orina he;iatúrica, ábundante en proteínas y cilindros granu-
del material nuclear de fibroblastos, macrófagos, linfocitos y
losos: hPm ~tir.ns y ré1w, ~, exprPsió~ flp h grave lesiñn rP.nal.
. leucoc1tos pohmorfonucteares t:ou características similares al
La patogenia de ambas formas de insuficiencia renal aguda
material de las células L.E.
no es clara pe"ro se la vincu la con la ·presencia de hemorragias Se han descripto también lesiones tubul ares, intersticiales y
retroplacentarias, con fenómenos de coagulación intravascular en los vasos renales. Desde el punto de vista electrónico se ha
o con el estado de shock que con frecue ncia acompaña a la señalado la presencia de estructuras microtubulares en las cé-
eclampsia ·conv ulsiva. Desde el punto de vista clínico esta com- lulas endoteliales similares a las encontradas en los leucocitos
plicación renal evoluciona con el cu adro de la urentia aguda sin polimorfonucleares periféricos y .que se asemejan a partículas
diferenciarse del de otra etiología, requiriendo por lo tanto un incompletas de ruixovirus. La importancia de las mismas aún
trataÍniento similar al ya descripto · en el apartado correspon- se desco noce. Mediante técnicas de inmunolluorescencia pue-
diente al síndrome de insuficiencia renal aguda.' den observarse depósitos mesangiales granulares irregulares de
JgG, JgM y C3. La presencia de Clq permite diferenciar la ne-
fropatía lúpica mesangio-capilar proliferativa de la forma idio-
Nefropatías de las enferrnedades·del colágeno
pátic~ y de la púrpura de Shóenlein-Henoch.
La mayoría de las co/agenopatlas suele presentar alteracio- Clínicamen te, la nefritis /úpica se manifiesta de divers as
nes renales siendo más trecuentes y de evolución mas desfavo- maneras según sea la gravedad de las lesiones renales. Cuando
1268 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
éstas.son mínimas sólo se hallan vestigios de proteínas y discre- (Endoxan), 2 a 15 mg/kg/peso/dla. ta asociación de los glucooor-
tas alteraciones en el sedimento urinario. En los ca.sos más tÍcoídes a las drogas ínmunosupresoras parece ser más efoctiva
avanzados puede presentarse como síndrome nefrítico ag¡w;,, para prolongar la vida de los enfermos con nefropatía avanza-
completo y dificil de diferenciar del de una glomerulonefritis da.
aguda metainfecciosa. La presencio de otras localizociones, ya Reéíenteinente se ha preconfzado el empleo de bolos intrave-
sea articulares. dermatológicas o uiscerales contribuye a su nosos de 1 gr de metilprednisolona durante tres días continuan-
diagnóstico, así como la existencia de fiebre, leucopenia, eosino- do con la dosis oral de 0.5 mg/k/día. Igualmente se están utili-
filia e hipergammaglobulinemia, células LE y anticuerpos anti• zando dosis bajas de prednísona con bolos trimestrales de
nucleares circulantes. En estas circunstancias la {unció~ renal ciclofosfamida de 0.5 a 1 gr/m2 su¡i. corporal por vía intraveno-
suele estar bastante alterada y se manifiesta por un descenso sa.
del filtrado glomerular el que, según su importancia, se acom- En ciertos casos de gran s·everidad, o donde la medicación
paña o no de hiperazoemia. señalada es poco eficaz, está indicado el uso de la plasmaféresís
Otras veces, y con una frecuencia del 30%, la ne{ropaUa lú• que permite remover los anticuerpos antí-DNA circulantes y ob-
pica evoluciona con las características del síndrome nefrótico: tener una remisión de la enfermedad, asociada al tratamiento
edemas y proteinuria intensos, hipoproteinemia con hipoalbu- anterior.
minemia. Un elemento diferencial con el que se presenta en la
glomerulonefrit.i~ crónfr..8. es la menor frecuencia de la hiperco-
Iesterolemia. · · Nefropatía de la poliarteritis nodosa
En raras ocasiones, la nefropatía lúpica se manfiesta como
una insuficiencia renal aguda oligoanúrica cuya evolución es Las lesiones renales de la po/iarleritis nodosa o enfermedad
casi siempre desfavorable por.su extrema gravedad. de Kussmaul y Maier se localizan de preferencia en las árterias
De.s de el punto de vista urinario suelen hallarse importan- de mediano calibre y en las arteriolas pero afectan también a
tes altetaciones en el sedimento que constituyen el denominado los capilares glomerulares. Consiste en una necrosis fibrinoide
. sedimento telescopado de Krupp. Este se caracteriza por la pre- de la pared asociada a trombosis oclusiva y a una reacción in-
sencia simultánea, en una misma muestra de orinal de todos flamatoria perivascular intensas que evolucionan hacía la proli-
.los elementos figurados que se encuentran en los períodos suce- feración fibroblástica y se transforman en nudosidades fibrosas.
sivos de la glomerulonefritis que evoluciona a la cronicidad. Así, En los glomérulos, la necrosis fibrinoíde puede ser focal, o afec-
es común hallar abundantes hematíes, cilindros hemátícos, ce- tar a todo el ovillo siendo posible comprobar lesiones en asa de
lulares: grasos y anchos, cuerpos ovales grasos y lipoídes birre- alambre (wireloop) similares a las del lupus eritematoso sisté-
fringenros. Cuando se agrega la infección píelonefrítíca se com- mico.
prueba leucocituria y ·píuría. A todo ello se agrega una Como consecuencia de las lesiones obstructivas arteriales y
proteínuria de tipo no selectivo que excepto en las formas míni- glomerulares se producen alteraciones atróficas de los túbulos o
mas de la enfermedad, oscila entre 1 y 10 g o más en las 24 ho- zonas de infarto de extensión variable, según la intensidad de
ras. aquéllos. Otras veces, se desarrollan dilataciones aneurismátí-
La densidad urinaria está casi siempre alterada y la prueba cas de las arterias arciformes capaces de sufrir efraccíones o
de concentración es deficitaria. u, mismo sucede con el filtrado ruptura y condicionar graves hematomas íntra y perirrenales.
glomet'ular y el flujo plasmático renal que también están dismi- Las lesiones descriptas producen alteraciones urinarias y
nuidos. manifestaciones clínicas variables. Entre las primeras deben ci-
· La evolución natural de la nefropatía lúpíca es hacia la in- tarse a la proteínuria con cilíndruria hemátíca o granulosa y la
suficiencia renal crónica y a la uremia en un tiempo relativa- hematuria, que puede llegar a ser importante. También es posi-
mente breve. Sin embargo, este pronóstico infausto se ha visto ble hallar el sedimento telescopado. La función renal se altera
modificado por la terapéutica con corticoides y drogas inmuno- bastante rápidamente y existe un descenso del filtrado glome-
supresoras en muchas circunstancias, de t.al manera que si bien rular y de la capacidad de concentración.
no se logra la curación del proceso puede obtenerse una remi- Clínicamente, la po/iarteritis puede ser causa de un síndro-
sión importante y prolongada durante un tiempo imprevisible. me nefrítico agudo típico. Otras veces cursa como una hiperten-
1l·atamienlo general de la ne{ropalfa ltípica. Se confunde sión maligna, una insuficiencia renal aguda Ócrónica y, con me·
con el de la enfermedad; la única diferencia se establece cuando nos frecuencia, como un. síndrome nefrótico. La forma de
aquélla evoluciona como un síndrome de insuficiencia renal exteriorización más dramática corresponde a la aparición de un
aguda, en c~yo caso se agregarán al tratamiento de base las hematoma perirrenal que adopta la forma de una hemorragia
medidas terapéuticas propias de esta situación, incluyendo fa interna grave con shock hlpovolénúco y tumúr reciente que prc-
diálisis extracorpórea o peritoneal. Sí se trata de una forma clí- gresa rápidamente en la zona renal y flanco correspondiente.
nica con síndrome nefrótico, se cumplirá con las premisas co- El desarrollo de la nefropatía está en relación a la forma clí·
rrespondientes; diuréticos 1 plasma o albúmina intravenosa, ré- nica con que se presenta y en los casos más favorables conduce
gimen híposalíno normoproteico o híperproteico, según el grado a la esclerosis renal al cabo de un tiempo más o menos prolon-
de daño renal y la proteínemía. gado. La cortkoterapía y las drogas inmunosupresoras, así co-
De acuerdo con lo-anterior, se indicarán los glucocorticoídes mo el tratamiento de la hipertensión arterial permiten obtener
a razón de 1 a 2 mg/kg/peso/día en el período de estado de la en- una remisión de la enfermedad.
fermedad, que se reducirá hasta lograr la dosis de manteni-
núento adecuada para que el paciente se mantenga libre de sín- 1J-atamienlo de la nefropatía de la poliar/erilis nodosa. La
tomas. Se pueden utilizar, conforme a la tolerancia, las drogas única medicación útil son los corticoides y eventualmente las
ínmunosupresoras, como el clorambucil (Leukeran), 0,2 mg/kg- drogas i_nmunosupresoras a las dosis señaladas al tratar de la
/peso/día; la azatíoprina (]muran), 4 mg/kg/peso/día, la 6-mer- nefropatía lúpica. Igualmente se utilizarán los hipóteasores pa-
captopurina (Purinetol), 2 mg/kg/peso/día y la ciclofosfamida ra controlar o normalizar la hipertensión arterial. Cuando se
Nc~HULUlilA 126 9
estable\:<! la insuficiencia renal crónica se adoptarán las medi- de alguna de sus ramas principales que condiciona una isque-
das pertinentes; Debe recordarse la posibilidad de que en el mia relativa del parénquima del riñón.
curso de la poliarteritis nodosa se produzca un hematoma peri- Su frecuencia no está bien determinada pero se estima que
rrenal en cuyo·caso deberá actuarse quirúrgicamente, llegando oscila entre el 5 y el 15% de todos los pacientes hipertensos .
hasta la nefrectomia de necesidad. En estas circunstancias se . La importancia de sú diagnóstico estriba en que constituye
tendrá en cuenta el grado de la función renal global para adop- una de las formas defintivamente curables de la hipertensión
tar tal actitud. · arterial e implica por lo tanto, la necesidad dé agotar todos los
procedinúentos de estudio destinados a establecer o descartar
su existencia.
Nefropatía de la púrpura anafilactoide· La causa más común de estenosis de la arteria renal es la
ateroesclerosis que alcanza una frecuencia del 85 por ciento
En la púrpura a11afilacloide o síndrome de Scho11/ei11-He- predominando en los individuos de más edad. Afecta la porción
noch el riñón está afectado en el 30 al 47% de los casos. Se trata más proximal de la arteria 1 en sus primeros 2 cm, aunque oca-·
de un proceso de patogenia inmunológica poi- anticuerpos circu- sionalmente se la comprueba en las ramas principales. Se pre-
lantes, no órgano-especificos;vinculados a la infección estrepto- senta como placas fibrosas excéntricas ricas en lípidos y, menos
cócica aunque también ciertos medicari1entos y alimentos sue- frecuentemente, corno un ateroma calcificado que abarca toda
len desencadenarlos. Se manifiesta clínicamente por púrpura, la circunferencia del vaso .acompañado de necrosis de la íntima
ai·ira/g;as, dolores 'abdominales acompai!ados de wz si11drum1:: y, a veces, de la media que facilitan la aparición de trombosis
nefrílico típico (oligmia, hematuria, edemas e hipertensión) vascular y hematomas disecantes.
cuando el riiión está lesionado. En los sujetos más jóvenes, ea especial del sexo femenino, la
Histológicamente, la lesión renal se caracteriza por la hiper- lesión más común es la displasia fibrosa de la arteria renal, de
celularidad difusa del ovillo glomerular o por alteraciones seg- la que se han descripto cuatro 'variedades. La primera es la fi·
mentarías del capilar con depósitos de sustancia fibririoide que broplasia de la íntima, donde existe un anillo fibroso sin lípidos
evoluciona hacia la fibrinosis hialina. La función renal se altera que abarca toda la circunferencia del vaso y que suele presentar
con la progresión de la enfermedad que suele cursar por brotes, una reduplicación de la membrana elástica interna y un adelga-
aunque en muchos casos ex;ste -una curación espontánea,y la zamiento de la pared. Distalmente a la lesión se comprueba ya
alteración renal desaparece. sea una_zona más estenótíca o una dilatación postestenótica. El
otro tipo de lesión vascular es la fibroplasia de la media, en la
7l·ata,i1ie11/o de la 11efropolía de la pú,pura anafilacloide. Si que alternan zonas delgadas y gruesas de tejido fibroso, ubica-
bien no existe un tratamiento específico para este proceso, su das en la pared arterial la que presenta un aspecto en cuentas
aparente relación con la infección estreptocócica justifica el em- de collar -arfP.sariado- con aneurismas saculares. Una tercera
pleo de antibióticos como preventivos de la misma. En los res-. forma es la hipe,p/asia fibromuscular, menos frecuente donde
tantes casos, cuando se logra establecer el antígeno determi- se produce una zona estenótica constituida por la asociación de
nante de la afección, puede obtenerse alguna mejoría y aun la tejido fibroso y muscular. Por fin, se ha descripto en las mujeres
curación de la enfermedad por medio de un tratamiento desen- jóvenes, la fibroplasia subaduenticial caracterizada por el _depó-
sibilizanie. En las demás circunstancias se puede intentar el sito de tejido colágeno en la parte más externa de la capa media
uso de cofticoides o drogas inmunosupresoras que algunos auto- que también confiere a la arteria el aspecto de las perlas de ro-
res estiman ser totalmente ineficaces. sario, pero sin componente aneurismático . .
Desde el punto de vista patogénico, la lúpertensión a,ierial
renovascular es la consecuencia de una secreción aumentada. de
Nefropatías de otras colagenopatías renina condicionada por la disminución de la presión de perfu-
sión renal y del caudal sanguíneo que irriga al órgano. En esas
Las restantes colagenopatias, tales como la esclerodermia, circunstancias se produce un descenso en la presión del pulso
la dermatomiositis, la púrpura trombótica trombocitopénica, la que es captado por las arteiias aferentes glomerulares que ac-
granulomatosis de Wegener y la artritis reumatoidea, pueden tuarían como receptores de distensibilidad y que transmitirian
presentar alteraciones en las arterias renales de mediano y pe- dichs información al aparato yuxtaglomerular, cuyas células in-
queño calibre, con las caracteiisticas de la necrosis fib1inoide, crementarían la secreción de renina. Es probable, además, que
que pueden conducir a la insuficiencia renal. En la artritis reu- la disminución del flujo sanguíneo renal provoque una reducción
matoidea se han desc1ipto lesiones de amiloidosis que pueden del filtrado glomerular y por lo tanto, una menor carga de sodio
confi1;Urar un síndrome nefrótico típico. Las manifestaciones a la mácula densa que estimularía también la producción de re-
clínicas renales de las otras ñefropatías no suelen sertan apa- uina· por las células yuxtaglomecu!arez. Se pone en march a así,
ratosas pero pueden presentarse como un síndrome nefrítico el mecanismo: renina-substrato renina plasmático o angiotensi-
agudo completo o fru stro. El tratamiento de algunos de estos nógeno-angiotensina l •angiotensinasa, que conduce a la forma~
procesos es similar al del lupus, con las mismas reservas desde ción de angiotensina II; sustancia fuertemente vasoactiva que
el punto de vista de su eficacia. Sin embargo debe señalarse el aumenta la tensión arterial. La renina, por otra parte, estimula
efecto notable de los inhibidores de la enzima convertidora en la secreción de aldosterona por las suprarrenales que a su vez
las crisis hipertensivas que se presentan, con gran frecuencia, promueve una mayor reabsorción del sodio a nivel del túbulo re-
en la esclerodernlla. nal ysu acumulación en las paredes de las arteriolas, facilitando
la acción de las catecolaminas y de la angiotensina. Esta patoge-
nia tendría su confirmación en el hecho de que se ha comproba-
Hipertensión vascµlo1Tenal do el aumento de la concentración de la renina en la sangre de la
vena del riñón con estenosis arterial y su normalización después
Se denomina hipertensión uascu/orre11al aquella hiperten- de la revascularización del órgano con desaparición concomitan-
sión secundaria vinculada a la estenosis de una arteria renal o te de la hipert~nsión arterial.
1270 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Clínicamente se sospechará la existencia de una Júperten- se realizan en forma simultánea ·con la determinación de la con-
sión arterial renovascular en aquellos pacientes cuya enferme- centración de la renina plasmática antes y después del suminis-
cl.,d se ha iniciado por debajo de los 30 años y por encima de ios tro ele una dosis de un iohibidor de la enzima convertidora de la
50 alios y en los que la hipertensión sigue un curso acelerado, angiotensina 1, con un intervalo de 24 horas. Se ha comprobado
incrementándose en forina rápida, hasta alcanzar valores sisto- que a la hora de la ingestión de 25 mg de captopril se produce
diastólicos elevados, casi siempre superiores a lós 180 mm de un incremento superior al 300 por ciento en los valores plasmá-
Hg de máxima y los 110 mm de Hg de núnima. Es importante ticos de la renina al tiempo que se reduce la depuración del DT-
además el antecedente de un traumatismo renal o de un dolor PATc99m en más del 30 por ciento y se prolonga el tiempo me-
lumbar intenso precediendo a la aparición de la hipertensión. dio de tránsito renal de la droga por encima del 150 por ciento,
El examen del enfermo permite a veces descubrir un soplo sis- en el lado afectado con respecto a los valores obtenidos sin el
tólico en la región epigástrica o lumbar en el 55 por ciento de captopril, que se toman como basales de referencia. Si la este-
los casos de hipertensión renovascular, especialmente cuarido la nosis es bilateral, los cambios radioisotópic~s son más acentua-
lesión corresponde a una displasia fibrosa. dos donde. ella es más severa. Si se tratase de una lúpertensión
El diagnóstico definitiuo de la estenosis de la arteria renal esencial, el aumento comparativo de la re.n ina plasmática es
sólo puede efectuaise mediante la arterianefrografía. Sin embar- menor que en la Júpertensión vasculorrenal pero los paráme-
go, por tratarse de un metodo que entralia ciertos riesgos (necro- tros funcionales renales prácticamente no se modifican ..
ti Ü:) corticai aguda, trombOsis Srteriai en ei sitio de entrada dei ca- Una vez establecida la presunción diagnóstica de .la esteno-
téter, hemorragia postpunciónfes conveniente establecer cuáles sis, y confirmada su existencia por medio de la arterionefrogra-
pacientes deben ser elegidos para efectuarles tal procedimiento. fia, es muy importante determinar si la hipertensión arterial es
Esto implica entonces la necesidad de realizar uri estudio com- realmente la consecuencia de dicha estenosis y si la revascula-
pleto de todo enfermo hipertenso a lós efectos de descartar la rización o. la nefrectomía producirá su curación. En efecto, di-
existencia de cualquier otra causa renal o extrairenal de hiper- versas estadísticas han demostrado que la cirugía co,:,.ectora hi-
tensión arterial (nefropatias difusas parenquimatosas, hipopla- zo desaparecer la hipertimsión en forma definitiva en el 52%.de
sia renal unilateral adquirida o congénita, riñón poliquístico o en los casos, produjo solamente su mejoría en el 24% y fue ineficaz
herradura, feocroniocitoma, aldosteronoma, tumor suprarrenal o en el.24% restante. Por estas razones se ha tratado de hallar un
de cerebro, etc.). bescartádas todas esas causas, los elementos de procedimiento que permitiera predecir el resultado. de la inter-
juicio que se te~drán eÚ cuenta ;erán además de los ya señalados vención quirúrgica sobre la estenosis arterial, en relación a la
(forma ·de comienzo y evolución de la Júpertensión, presencia de normalización de la hipertensión. Para ello se propuso el estu-
un soplo epigá.strico), los que brindan el estudio radiológico del dio de la función renal de ambos riñones por separado, basado
árbol urinario mediante las urografías descendentes simple y mi- en el hecho de que el riñón enfermo presenta su flujo sanguí-
nutada, el radiorrenograma y el centellograma. neo, el filtrado glomerular, la diuresis minuto y la excreción de
Así, el análisís de la radiografia simple del abdomen puede sodio disminuidos, mientras que la concentración de la creatini-
mostrar un riñón más pequeño con respecto al contralatcral, lo na o de la inulina y la osmolalidad están aumentadas. Diversos
que adquiere un valor significativo cuando la diferencia supera han sido los procedimientos utilizados. El método de Howard
el ·centímetro y medio en sentido verticat.' La pielografia descen- consiste en dewrminar la cantidad de sodio y de agua elimina-
dente común permitirá asegurar dicha diferencia y descartar la dos en la unidad de tiempo por cada riñón, para lo cual es nece-
existencia de otras alteraciones urodinámicás o de otro tipo, . sario cateterizar a cada uno de ellos recogiendo las muestras de
mientras que la minutada, realizada en condiciones de concen- 01ina por separado.
t1:ación, fevelará un retardo en la aparición de las imágenes Sin embargo, ninguna de esas técnicas brinda un porcentaje
pielocaÜciales, ·así como ·una posterior mayoi- cónCentraci6n de de seguridad suficientemente significativo como para concederles
la sustancia iodada en el lado de la estenosis. Cuando el estudio una importancia fundamental en el estudio de la Júpertensión re-
se completa con la técnica de la dilución -wash out- podrá obser- novascular. Por otra parte, fa necesidad de cateterizar ambos
.varse un retardo en la desaparición de las imágenes urográficas ·u réteres agrega un factor de morbilidad y de trastornos al enfer-
del rilión afectado. mo que no justifican su empleo como procedimientos de rutina.
El empleo de ambas técnicas ha dado un res ultado positivo Por la circunstancia de haberse comprobado que la concen-
para establecer la existencia de la estenosis en el 80 al 90 por tración de substratum renina plasmático -;,quivalente al de la
ciento de los casos fehacientemente comprobados, y siempre renina- está aumentada en más del doble del lado de la esteno-
que la estenosis sea mayor del 70 por ciento . . sis cuando la hipertensión renovascular cura mediante la revas-
El ,·ndiorrenogra,~~a i::'2'n<:titny~ u!1 proc'!?i!Ili~nto de utilidad cularización, es qu~ se ha propuc:Jtc c3 ta dctcrrnino.ción C0IB0
para el estudio de este tipo de hipertensión. Cuando existe una método pronóstico del resultado postoperatorio. Para ello es ne-
estenosis unilateral de la arteria renal se produce un retardo en cesario cateterizar por vía retrógrada a ambas venas renales y
el tiempo que transcurre para alcanzar el pico máximo de ra- determinar en cada una de las muestras de sangre la concen-
dioactividad y simultáneamente disminución en la altura del tración de dicha sustancia.
segmento vascular del trazado (ver capítulo de Exploración ra•
dioisotópica renal). La positividad del método oscila entre 54 y Tratamiento. Establecido el diagnóstico de la estenosis de la
80 por ciento según los diversos autores. Sin embargo, debe te- arteria renal o de una de sus ramas y de ser causante de la hi-
nerse en cuenta que existe hasta un 19 por ciento de resultados pertensión arterial, el tratamiento más eficaz, en el 60 a 80 por
falsos positivos. ciento de los casos, es el quirúrgico. Mediante el mismo se in-
· El ce11tellograma revela una disminución en el tamaño y en tentará normalizar el aporte sanguíneo al órgano lo que puede
la densidad de la silueta renal del lado afectado pero constituye lograrse efectuando una endarterectomía -estrechez ateroescle:
un procedimiento menos objetivo que el radiorrenograma. rótica- o una desviación o cortocircuito con injertos de vena sa-
La sensibilidad diagnóstica de estos métodos radfoisotópicos fena o "dacron", si existe una hiperplasia fibromuscular o una
e11 1a hiperi.ensión arterial '..-aoculurrnnul pu~de aumentarse tii eslenosiz complota de la renal. A veces está indicaJa la nefrec-
NEFROLOGIA 1271
tomía polar si la plástica y consiguiente revascularización es di - ros y díarrea, deshidratación acentuada; conduce al infarto he-
ficultosa. morrágico del riñón, el que es se¡¡uido por" shóck, hematuria,
· El avance en las tecnicas de angioplastia endoluminal me- con aumento del tamaño de uno o ambos riñon·es.
diante un balón inJlable y, más recien temente, la utilización del En el adulto, s_i bien puede presentarse un cuadro semejan-
rayo la;er, tambié~ por v(a éndolunúnal, permiten la revascula- te, sin embargo es más frecuente que se exteriorice· por un típi-
rización del órgario _en un porcentaje importante de pacientes co síndrome néfrót,co. La asociación de embolia pulmonar, ede-
con estenosis de la arteria ren al.' Es un procedimiento menos ma de miembro inferio·r y circúlacióri colater a l en un
agresivo qÜe el quirúrgico pero también menos efecti~o. Puede hemiabdomen ha de hacer sospechar esta. afección, en cuyo caso
acon1pañarse de algunas complicaciones tales como la efracción estará indicada la·cavografia'.
del va~o o el desprendimiento de una placa de ateroma qu~ em·
boliza en el riñón provocando un infarto isquémico cuya impor-
tancia depe~derá del vaso ocluido. Tiene la ventaja de que pue-
de repetirse cuando recidiva la estenosis y no impide el uso
Malformaciones renales congénitas
posterior de la cirugía.
La difusión qu e ha ten ido el uso indiscriminado de los inhi- Estas pueden exteriorizarse en distintas épocas de la vida.
bidores de la enzima convertidora en el tratamiento de la hiper- Así, la agenesia renal bilateral y el riñón poliquístico éongénito
te11:::.~ti1J a1~t:tial, ::.in un estudio a<lecua<lo ciei paciente para des- ;,~ manifi<:til-hu eu· )a viJa. inLraui.erina.
cartar la posibilidad ·de una forma vasculorrénal, ·bilateral o En la primera época de la vida, la hipoplasia renal bilateral
unilateral sobre riñón único, ha llevado a la aparición de cua- y en edad más avanzada la ectopia renal, el riñón en herradura
dros. de insuficiencia renal ag uda óligo-an úrica y a la muerte_ de y el poliquístico del adulto.
algunos enfermos. Esta oligoanuria es la consecuencia de la Se denomina agenesia a la ausencia completa de uno o am-
abolición.del filtrado glomerular por la vasodilatación de las ar- bos riñones. Si es bilateral es incompatible con la vida y gene-
teriolas eferentes que origina un descenso de Ía presión hidros- ralmente va asociad a a otras malformaciones. La fonna unila-
tática· intraglomerular. La s upresión oportuna de la droga resti- teral no es muy frecuente; en general no se acompaña de
tuye la diuresis por normalización del filtrado glom~rular a sus manifestación algunai pues el riñón opuesto desarroll a una hi-
valores previos. pertrofia compensadora. Se pone de manifiesto a raíz de una
Pese a lo señalado anteriormente, el uso de los inhibidores ecografia o pielografia ocasional; debiendo completarse su estu-
de la enzima convertidora no está forinalrnente contraindicado . dio con citoscopia que muestra ausencia de" 01ificio ureteral del
e11 la hiperte nsión vásculo-renal siempre que el enfermo sea lado de la agenesia o un uréter rcdimentario que no permite su
adecuadamente controlado, en especial cuando la angioplastia o cateterismo; pero el mejor medio diagnóstico es la arteriografia
la corrección quirúrgica no han curado 1~ hipertensión. En .estos y la tomografia-eomputacÍa.
casos taÍnbién pueden ser útiles ·oiros -antihipertensivos como Se denomina aplasia la falta de desarrollo uni o bilateral del
los beta-bloqueantes a dosis elevadas, el prazosin: la clonidina y esbozo renal primitivo. Clínicamente se presenta con iguales,
los antagonistas cálcicos. Finalmente, lá corrección quirúrgica caracte1ísticas que la agenesia ren al. ·
debe efectu arse de manera obligato1ia cua ndo existe el riesgo En la hipoplasia renal, el órgano se presenta de menor vol.u•
de que la obstrucción se coinplete y lleve a la anulación total del men que lo nonnal, pudiendo también afectar a uno o a ambos
órgano afectado. riñones. En este último caso, el más frecuente, sU.éle ser irícom~
patible con una vida prolongada, la que dependerá del grado de
suficiencia renal que exista. En la forma u11ilateral, el diagnós-
Infarto de riñón tico suele r ealiz&rse durante un estudio por imágenes y con fre-
cuencia se complica. de pielónefritis condicionando una hiper-
tensión arterial nefrógena.
Es la consecuencia de una trombosis o de un a embolia de
una de las ramas de la arteria renal o más raramente de ella.
Ectopia renal. Esta afección congénita se car~cteriza por es-
La causa de la embolia puede radicar en una estrechez mitral,
tar uno o ambos riñones fuera de su situación nórmal. Se dife-
endocarditis baéteriana, fibrilación auricular. La embolia se
rencia de la ptosis renal por acompañarse de- un uréter corto, no
traduce por dolor lumbar o abdominal, generalmen te intenso,
sinuoso y fijo, lo que impide restituirlo a la fosa renal. El riñón
semejando a un cólico nefrítico, hematuria macro o microscópi•
puede estei- ubicado a nivel de la cresta ilíaca; en la región pre-
ca, acompañado en ocasiones de un ligero aumento de la tempe-
. ratura. Puede aparecer una ligera hipertensión arterial, pero
sacra o en ta peque'r,a pelvis. En ocastofles exisle una ectopia
pasajera y acompañarse de aumento de la G.O.T.
cruzada· y, al loc,lizarne del lado ·opuesto, ambos órganos están
La pielografía efectuada durante el primer día suele mos- del mismo lado. Suele cursar en fo rma asintomática, aunque a
trar ausencia de la imagen pielográfica en el riñón infartado, ;eces provoca dolores difusos o.de tipo colico y es frecuente la
fun ción que se recupera rápidamente complicación pielo~efrítica o la litiasis. -
Las trombosis de las ramas in traparenquima tosas de las ar-
terias renales pueden dar origen a infartos o a zonas de atrofia Ri,ión en herracJura _o riiión tn gal,letG. Es_ la consecuencia
con esclerosis. Estas suelen ser clínicamente latentes. de la fusión de la párte inte~a é inferior de ambos esbozos me-
t~n éfricos en una sola masa renal. Ello determina que los dos
órganos se encuentren unidos por un istmo parenquimatoso
ubicado sobre la columna vertebral. Desde el punto de vista se-
Trombosis de la vena renal miológico es posibla a _veces palpar l¡na_'tumora¡:ión _media lige-
ramente dolorosa .a fravés de la pared ~l¡dominal. Sin embargo,
Más frecuente en el lactante que en el ndulto, s uele de~e nca- en la mayoria. de ·los casos resulta ser un hallazgo radiológico
denarse en el primero a raíz de trastornos digestivos, con vómi- cuo,1dú d 1iñón en he1Tadura se manifiesta por alguna de las
1272 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
complicaciones que casi siempre lo acompañan, tales como pie- presencia de fiebre suele indicar infección de un quiste o pielo-
lonefritis, litiasis o hipertensión arte1ial. nefritis.
La imagen radiológica es muy caracroristica (fig. 11-81) ya La radiografia directa suele mostrar ambos riñones aumen-
que el eje mayor de ambos riñones se dirige hacia la línea me- tados de tamaño y de contornos policíclicos y la ecografía pone
dia tendiendo a aproximarse por sus extremos inferiores. Ade- de manifiesto las imágenes quísticas. Mayor valor tiene la pie-
más, la inserción de los uréteres suele ser anormal originándo- lografia secretora si la función renal aún se conserva (aquí está
se en la parte lateral y baja de la pelvis. contraindicada la pielografía ascendente). La imagen de la pel-
Desde el punto de vista terapéutico deben tratarse las com- vis y cál:ces aparece mucho más larga que habitualmente, los
plicaciones ya señaladas o cuando el istmo produzca una sinto- cuellos de los cálices se nlargan y al mismo tiempo se incurvan
matología dolorosa como consecuencia de la compresión de los ensanchándose, en forma de medialunas, dilatación de los cáli-
nervios y vasos retroperitoneales. En estos casos, la sección ces menores, con tonalidad desigual. En los casos incipientes,
quirúrgica debe ser precedida por un estudio funcional, cente- estos hallazgos pueden ser escasos o nulos por lo que no se rea-
llográfico y arteriográfico del órgano para permitir una orien- liza el diag!lóstico, pues a veces tampoco hay aumento aprecia-
tación correcta al cirujano e impedir la extirpación de parén- ble del volumen del riñón en la palpación (poliquistosis renal).
quima funcionan te con deterioro de la reserva funcional renal. En la arteriografía, las arterias aparecen dislocadas abra-
zando a los quistes.
Quiste solitario. Se trata de un quiste único dé moderado o El centellograma muestra zonas frías o mudas que corres-
de gran tamaño; su localización suele ser el polo de uno de los ponden a los quistes,y la tomografia axial computada asegurá
riñones. Generalmente asintomático aunque puede provocar un su existencia.
vago dolor lumbar, rara ·vez se acompaña de hematuria.
Si adquiere un gran tamaño puede percibirse en la palpa- Ectasia canaliculal' precalicial difusa o ri,ión, en esponja . Se
ción el riñón aumentado de volumen. La pielografia suele ser t.cata de una dilatación quística de los tú bulos colectores a nivel
normal ·o mostrar señal de compresión de la pelvis, uréter o cá- de las papilas, y por lo tanto localizada solamente en la _zona
lices y un aumento de la silueta renal o deformación de su con• medubr del riñón con preservación de la cortical y de las co-
lumnas de Bertin. Se asocia con frecuencia a pielonefritis, a Ji-·
torno·y· se conforma por medio de la erografia renal.
· · Un método útil para distinguirlo de un tumor es la arterio- tiasis o a hematurias y los síntomas son dados por estas compli-
grafía, la que mostrará la falta de irrigación sanguínea a ese ni- caciones pues, de por sí 1 no suelen dar mayOres
\'el, la ecografia o la tornografia axial comput,,da, que permitirá manifestaciones; en un 50% presenta ligera proteinuria.
establecer su carácter quístico, sin olvidar que ciertos tumores La fí.rnción renal suele se.- normal, aunque a veces se com-
renales pueden simular un quiste renal por necrosis de su tejido. prueba una discreta disminución de la capacidad de concentra-
ciórr sin mayores alteraciones del filtrado glomerular.
RiI1ó11 poliquístico. Se trata de una afección congénita bila- El diagnóstico se efectúa mediante el estudio pielográfico
teral. Está formado por numerosos quistes de tamaño variable que muestra imágenes bastante típicas caracterizadas por som-
que ocupan las zonas cortical y medular. Existen dos formas; la bras lineales con dilataciones quísticas que le confieren un as-
forma neonatal, incompatible con la vida pues se presenta con pecto arrosariado y que irradian de los cálices hacia la medular
renal. Es frecuente la calcificación de estas dilataciones quísli-
muerte fetal o parto prematuro. Si nace con vida, la muerte se
cas que se presentan como micron6dulos densos intra¡jarenqui-
produce por insuficiencia renal.
matosos.
El riñón poliquístico del adulto es asintomático en los pri-
Cua!ldo el riñón en esponja se manifiesta por hematurias
meros años de la vid a; es después de los 15 años cuando co-
recidivantes o nefrocalcinosis con hipercalciuria debe realizarse
mienza a manifestarse, pero lo más frecuente es que se exterio-
el diagnóstico diferencial con la tuberculosis renal o el hiperpa-
rice en la edad adulta. Puede tratarse de un simple hallazgo
ratiroidismo ya que estos procesos exigen un tratamiento espe-
palpatorio, otras veces se manifiesta por dolores lumbares; és-
cífico que aquel no requiere.
tos pueden ser sordos o de tipo cólico, como consecuencia de un
coágulo .o por retención hemorrágica intraquística o litiasis aso-
Ri1ión supernumerariu. Puede existir un riñón supernume-
ciada.
rario aislúdo e fusionado a uno de ellos generalmente con siste-
A veces se presenta hematuria, hipertensión o proteinuria.
ma excretor propio. Es pequeño y se encuentra alojado en la cel-
Otras veces son los síntomas de insuficiencia renal, lenta y
da renal o en la pelvis.
progresiva. La insuficiencia renal es de aparición tardía, pue-
de iniciarse con poliuria 1 nod.11ria, hipostennria. Generalmen- Ptosis renal. El riñón. normal goza de cierta movilidad que
te suele evolucionar por mucho tiempo con función renal nor- se pone de manifiesto con la inspiración profunda y sobre todo
mal. con la posición de pie. Normalmente, el desplazamiento que
La palpación del abdomen suele descubrir un aumento de puede sufrir corresponde a la altura de una a una y media vér-
tamaño de ambos riñones de grado muy variado, desde riñones tebra. A la exageración de esta movilidad se la denomina ptosis
en los que apenas puede percibirse sú polo' inferior a una gran renal. Se observa con más frecuencia en el sexo femenino (alre-
masa que ocupa la mayor parte del abdomen. En estos casos es dedor del 20% de las mujeres ia padecen), sobre todo en las de
común palpar una superficie irregular, con nódulos en su su- hábito h.ipoesténico. La gran mayoría de los casos son asinto-
perficie y, qu~ por su gran tamano, pierde la movilidad respira• máticos, siendo hallazgos en el examen de rutina. En algunos
toria. pacientes provoca molestias lumlíares o en un flanco: raramen-
Con cierta frecuencia se acompañ9. de hipoCa!cemia. En un te se acompañ~ de crisis dolorosas semejantes a un cólico nefri-
porcentaje de casos se asocia con aneurisma cerebral que expli- tico (crisis de Dietle), pudiendo además favorecer la instalación
ca las hemorragias meníngeas que el paciente puede presentar. de -ona pielonefritis.
Es frecuente el agregado de infección, la complicación co& litia- El diagnóstico es clínico y radiológico. Clínicamente, me-
sis y también en ocasiones se asocia a hígi:ufo po1iquístico. La <liante la palpación en decúbito. Si se toca el riñón en cierta ex-
tensión durante la inspiración profunda y luego puede reponer• La cistoscopia, que lleva el peligro potencial de infección so-
se a su Jugar se trata de .una nefroptosis. En ciertas ocasiones breagregada, generalmente muestra signos de cistitis inespecí-
hay .que recurrir además a la palpación en posición de pie apo, fica pero la distribución _de la_s lesiones alrededor de los meatos
yado sobre la pierna opuesta. ·Pero el mejor diagnóstico es ra- ureterales o en la parte media de la vejiga orienta hacia la etio-
diológico, mediante la pielografia descendente con radiografias logía tuberculosa. Aun es más sospechosa la presencia de ulce-
en decúbito y en posición erecta. Debe distinguirse de la ecto- raciones asociadas a estas lesiones. 'Todos los síntomas y signos
pia, que consiste en una posición anómala fija ya sea congénita anotados anteriormente son orientadores, unos con mayor o oon
o adquirida y de la rotación renal sobre un eje longitudinal. menor valor, pero el diagnóstico certero se establece con la iden-
El tratamiento es sintomático, debiendo además aumentar tificación del bacilo de Koch.
de peso el paciente si estuviese por debajo de lo normal. En caso La investigación directa del bacilo de Koch si bien es una
de pielonefritis puede efectuarse la fijación quirúrgica simultá- presunción diagnóstica no tiene valor absoluto, pues puede tra-
neamente con el tratamiento de la infección. tarse de otros bacilos alcohol-ácido-resistentes saprófitos. Por
otra parte suele ser negativa con frecuencia por cuyo motivo ha
de completarse con urocultivo.
Tuberculosis renal La tuberculosis reoal por sí sola pocas veces lleva a la insu-
ficiencia renal. Cuando ésta aparece, generalmente está asocia-
La tuberculosis fenal es post•primaria, rara vez coincide con da a obstrucción ureteral de un riñón, más lesiones destructivas
una tuberculosis· pulmonar activ8:, o de nefritis intersticial o piefoneñitis del lado opuesto.
Son síntomas que orientan a esta afección los fenómenos ve• Es de utilidad recordar que toda albuminuria en un tuber-
sicales, frecuencia de las micciones diurna y nocturna y disuria. culoso no es traducción de una tuberculosis renal; quizás sea
La hematuria suele ser un síntoma frecuente. También una con mayor frecuencia exteriorización de una amiloidosis. En el
piuria asintomática puede ser el primer signo de enfermedad. período febril de una tuberculosis pulmonar aguda también
Tiene un valor relativo la presencia de piuria con orinas ácidas 1 puede haber una pequeña albuminuria transitoria llamada fe.
pero lo que tiene mucho valor es la coexistencia de una piuria bril.
abacteriana. Otros enfermos presentan lumbalgia uni o bilate-
ral. El examen clínico aporta pocos datos. En raras ocasiones, el 1l·atamiento. Debe ser hecho con tres drogas de primera lí-
riñón se palpa aumentado de tamaño. Es de utilidad en cambio nea y ser prolongado: isoniacida (Nicotibina) 0,300 g diarios du-
la ·comprobación de una epidimitis sin causa o si la lesión del rante 3 años, estreptomicina 1 g diario durante un mes, luego
epididimo es bipolar. También es de valor el antecedente tuber- dos veces por semana (tres meses) y ácido paraaminosalicílico
culoso o el de una pleuresía. (Paracipan) 12 g diarios, durante dos años o rifampicina (Rifa-
Ninguno de estos datos hacen el diagnóstico, sólo sientan las din) 0,600 g diarios.
bases para hacer una investigación a fondo. La nefrectomía estará indicada en caso de destrucción del
Las orinas son piúricas y con reacción ácida. pero existen parénq~ima renal cuando no exist.a J)arénq~ima funcionante.
muchas excepciones a esta regla.
Es de utilidad la pielografia descendente, especialmente el
método por goteo, endovenoso (fig. 11-71 a 73). La radiografia Tumores del riñón
simple puede mostrar además de la posible asociación con litia-
sis, calcificaciones.en el parénquima renal, a veces en forma re- De los tumores malignos del riñón el más frecuente y carac-
dondeada irregular debido a la calcificación en un tubérculo ca- terístico es el carcinoma de células claras, también llamado tu-
seoso, o una fina calcificación ex~nsa que invade a veces a casi mor de Grawitz o hipernefroma. Representa el 90% de los tu-
todo el parénquima renal en forma de manchas firiamente pun- mores malignos de este órgano. Otro tipo histológico pero
teadas correspondiendo al riñón mastic. muchísimo menos frecuente es el nefroblastoma o tumor de
La pielografia descendente puede mostrar signos de retrac- Wilms de origen embrionario. Los sarcomas son excepcionales.
ción. Estos pueden obseivarse en el cuello de un pequeño cáliz o El nefroblastoma o tumor de Wilms reviste especial impor'
en la unión de un cáliz con la pelvis o en ésta o en la unión pel- tancia, no por su frecuencia, sino p9r ser el tumor maligno, deS.:
viureteral o en el mismo uréter. La estrechez puede ser parcial pués del neuroblastoma, más frecuente en el niño. Generalmen:--
o aun total y si se trata del uréter puede conducir a una urone- te se trata de un descubrimiento accidental debido al gran
frosis. Además de las estrecheces mencionadas se observan di- aumento del tamaño del tumor, que se hace fácilmente reconoci-
lataciones generalmente por encima del cáliz estrechado, en for- ble aun por la madre del enfermo. Puede presenta.; fiebre y do-
ma de bola, muchas veces con sus contornos corroídos como lor, luego _síntomas de orden general como adelgazamiento, ane-
comidos por ratones o irregulares. Otras veces, el cáliz no se re- mia, etc. La orientación diagnóstica es fácil.
llena y su pedículo- termina en una punta en forma de espícula. El estudio ecográfico completado con una pielografia descen-
También puede observarse una imagen en forma de bola aleja- dente que mostrará los signos radiológicos que se detallarán
da del cáliz que suele corresponder a una caverna tuberculosa más adelante; también puede existir ausencia de excreción de
en el parénquima renal; éstas tienen contornos irregulares y un ese riñón en cuyo caso puede ser de utilidad un centellograma
fondo no homogéneo. para demostrar su existencia, así como la tomografia axial com·
El uréter suele estar dilatado con o sin obstrucción por de· putada.
bajo, pudiendo existir reflujo vésico-ureteral. La ausencia de En el adulto, el adenocarcinoma puede exteriorizarse de muy
imagen pielográfica en uno de los riñones puede ser debida a variada forma ya sea por hematuria, dolor, fiebre, tumor palpa·
obstrucción ureteral o a destrucción del parénquima; una·pielo- ble, o aun por sus metástasis y en ocasiones por albuminuria,
grafia retrógrada aclara las dudas. La radiografia de la vejiga exteriorización de una amiloidosis asociada (paraneoplasia).
puede no mostrar alteración o presentar los bordes dentados o La hematuria puede ser macroscópica, la que adquiere ma-
disminución de tamaño. yor significación, o microscópica; está ausente en un 45% de los
1274 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
casos. Se trata de una hematuria, total, eón o sin coágulos. Es La cavografia inferior está a veces indicada, antes de decidir
de mucho valor cuando se presenta con las siguientes caracte- una intervención para demostrar la posible extensión tumoral a
rísticas: de aparición caprichosa, -indolora, \lal íamlo en su· •;11- este vaso o constatar una trombosis de ia vena cava inferior.
tensidad de un dia a otro y especialmente desapareciendo un La tomografia. axial computada constituye un procedimiento
día para reaparecer al día siguiente. diagnóstico de elección y permite detectar tumores de pequeño·
La fiebre, aunque poco frecuente, puede ser el primero y tamaño, así como· la existencia de metástasis óseas, pulmonares
tinico síntoma, con caracteristicas muy variadas: suele desapa- o hepáticas.
recer con la nefrectonúa y reaparecer con la metástasis. La pre- El estudio por la gammagrafia aporta poca utilidad, pues
sencia de dolor no es frecuente, pudiendo manifestárse como de además de no distinguir una lesión benigna de una maligna,
tipo gravitativo o aun como cólico. También suele haber astenia, puede ser normal a pesar de la existencia del tumor. Sólo ad-
anorexia, adelgazamiento, a Veces policitemia, plasmocitosis, quiere mayor valor la existencia de una wna amplia sin capta-
alta eritrosedimentación. En ocasiones, el único síntoma es un ción en una zona mal delimitada con captación disminuida.
riiión palpable, aumentado de tamaM, adquiriendo mucho va- La poliglobulia ha sido observada en un cierto número de
lor si su consistencia está sumamente aumentada y conserva su casos desapareciendo con la extirpación del tumor. No es excep-
movilidad respiratoria. Igualmente tiene valor diagnóstico el cional la asociación con arniloidosis; ésta se puede manifestar
descub1imiento de un varicocele ásociado a la palpación del tu- por proteinuria o hepatoesplenomegalia o insuficiencia renal.
1úu1 qui;: úV st:: ú:!<lw..:e tü el Je1,;ÚÜilo.
Desafortunadamente a veces son asintomáticos por largo 7J·a/amie11/o. El de elección será el quirúrgico, precedido de
tieinpo y el primer síntoma es una metástasis, habitualmente radioterapia cuando se considere radiosensible al tumor y, en
en pulmón o en hueso. A nivel de pulmón , adopta el tipo de especial, cuando no existan metástasis, o de embolización de)a
grandes metástasis n1últiples, redondeadas, en forma de suelta arteria renal por cateterismo arterial con silastíc para provocar
de globos pudiéndose confundir con quistes hidáticos. una necrosis aséptica del órgano. Eu estos casos, algunos auto-
A nivel de los huesos a veces puede palparse un tumor ani- res no contraindican la intervención y la complementan con
mado de latidos y con frecuencia acompaiiado de soplo a causa quimioterapia utilizando el 5-fluorouracilo y la sarcomicina D
de su gran vascularización. por vía intravenosa. En el caso de los hipernefromas con metás-
Ante la míi1imi sospecha, ha de recurrirse a la ecografia y tasis parece ser también útil el empleo de altas dosis de proges-
la radiología Que puede mostrar aumento de tamaño de uno o terona. Sin embargo, los resultados obtenidos con las drogas ci-
de los dos riliones, a veces bajo la forma de un abultamiento tadas son hasta la fecha poco alentadores.
segmentario o bien generalizado. La pielografia descendente
<.fig. 11-76), además de confirmar lo anterior, puede mostrar
elongación de un cáliz, amputación o desplazamiento de uno o Litiasis urinaria
todo un sistema calícial. La compresión en sentido anteroposte-
rior puede mostrar a un cáliz con imagen borrosa pero ensan- A pesar que la litiasis urinaria se presenta en todas las re-
chada. Es excepcional una pielografía negativa sí ésta ha sido giones del mundo y de los intensos estudios realizados, aún no
efectuada por goteo y se han obtenido placas también a la me- se han podido aclarar en todos los casos de su patogenia. Pue-
dia hora o una hora ya que siempre se ve cierto sector del apa- den definirse los cálculos urinarios, como concreciones de las
rato excretor, salvo que esté invadido el uréter. vías excretorias urinarias compuestas de cristales que normal-
El centellograma renal demuestra también alteraciones y es mente se encuentran disueltos en la orina y que al precipitar se
de utilidad, en especial, en aquellos pacientes que presentan in- unen por medio de una armazón o estructura coloidal. Deben
tolerancia al iodo. La endoscopia tiene su indicación ante toda diferenciarse de la nefrocalcinosis en la que el depósito de calcio
hematuria, cuyo diagnóstico y sitio de origen no han podido pre- se encuentra en el mismo parénquima renal.
cisarse. Conviene efectuarla durante el episodio hematúrico, Los cálculos se depositan en los cálices, pelvis, uréteres o veji-
completando el estudio por medio de la pielografla ascendente ga. La gran mayoría de ellos presentan calcio en su composición
que en general nunca debe preceder a la descendente. química, generalmente bajo forma de oxalato o una mezcla de
La arteriografia es de mucha utilidad especialmente para el oxalato con fosfato de calcio; con menor frecuencia de fosfato de
diagnóstico diferencial entre tumor maligno y quiste. El prime- calcio puro y fosfato amónico magnesiano. Estos tipos de cálculos
ro mostrará una zona con gran aumento de capilare:;; en cam- los representan el contingente más importante llegando a consti-
bio, en el quiste, la falta de irrigación en ese sector. También tuir el 90% de las litiasis urinarias, por cuyo motivo ha de estu-
ti('n~ 1,t1.Jor ~i agnóc;:tkry b obs!:'r.'::i.ción de vasos anormales que diarse e! metabolismo d.:l c.1!dG ~r. todo::. estos ~r.forniJS. En ,m
rodean parcialmente al tumor o penetran en él; son vasos si- cierto número de eJlos se encuentra hipercalciuria, que puede ser
nuosos de calibre irregular: Aun en caso de duda puede efec- un factor favorecedor de la litiasis. En este giupo se incluye en
tuarse una punción biopsia, que sólo tendrá valor si es positiva. primer lugar el hiperparatiroídismo que aunque representa sólo
Puede haber aumento de la dehidrogenasa láctica en la orina, el 5% de las litiasis urinarias, en un 80% desarrolla litiasis uri-
pero este signo pierde valor en presencia de microhematuri"a o naria o nefrocalcinosis y por otra pru·te, es factible la curación de
piuria. La citología de la orina con el mét-Odo de Papanicolaou esta diátesis litógena con la extirpación del adenoma paratiroi-
tratada con filtros especiales da un alto porcentaje de positivi- deo. Esta afección s~ acompaiia de hipercalcemia permanente (ci-
dad. Los falsos positivos son poco frecuentes. fra normal de 9 a 10· mg%), hipercalciuria, hipofosfatemia o míni-
El ecograma es muy útil para diferenciar un tumor sólido de ma uormal (normal de 3 a 5 mg%), por cuya razón ha de
riñón de un quiste. En este último caso está indicada la punción investigarse esta posibilidad en toda litiasis cálcica.
diagr,óstica y examen del líquido de punción (citología, dosaje J,,iste ot.ro grupo de enfermos con hipercalcíuria importan-
de LDH y de .las grasas). En los quistes benignos no se observ,rn te, cual es la idiopát.ica (200 a 250 mg en 24 hs), que no se
células neoplásicas y no hay aumento de la LDH, ni de las gra- acompaña tle hipercalcemía. Lo mismo sucede con la hipercal-
ciuda pe,¡• inmodlitlAción 1a qulj s~ oOserva ~u iu<lividuo::1 cou re•
NEFROLOGIA 1275
1l·atamiento del cólico nefrítico: inyección intramuscular de la pared lumbar paradesintegrar y extraer cálculos ubicados en
antiespasmódicos, indometacina y excepcionalmente meperidi- las papilas, la pelvis rénal y ureter superior..Algt1nos han ex-
na acompañada de baños calientes de inmersióu suelen calmar tendido· sus indicaciones para ·el tratamiento de las estenosis
el dolor. Luego habrá que estudiar su patogenia y complicacio- ureteropiélicas, tumores intrapiélicos o caliciiiares.
nes. La razón principal del tratamiento médico consiste en evi- La tecnología utilizada ¡iara realizar el-procedimiento varia
tar las recidivas. según los centros dedicados a estos procedimientos, fundamen-
Ante un enfermo con hipercalcemia y o hipercalciuria, se talmente en el tipo de ·instrumental y eri la forma de abordar al
tratará de establecer·si es un biperparatiroidismo pñmário, en órgano; pero-en su esencia son similares.
cuyo caso est..;.á indicada la extirpación del adenoma En la hi- El método se lleva a cabo bajo cubierta antibiótica de am-
percalciuria de la hipervitaminosis D se suprimirá dic_ha vita- plio espectro, orientada preferentemente por un antibiótico-
mina y se agregarán corticoides. Esta última medicación se es- grama para el germen que .origina la infección que habitual-
tablecerá cuando la causa sea la sarcoidosis o la beriliosis. Eri mente acompaña a la litiasis renal, debiéndose efectuar
caso de hipercalcemia por inmovilización se tratará de movili- además un estudio de la coagulación ya que una alteración de
zar al enfermo y hacerle efectuar kinesioterapia. En el síndro- la misma así como la presencia de hipertensión arterial no
me_ )act-0-alcalino, supresión de los alcalinos, y en éste como en controlable lo contraindican. Antes de iniciar la nefrostomfa
los anteriores ·se complementará con la supresión del queso, le- se coloca un catéter con un balón inllable en su extremo me-
che, huevo y aumento de la ingestión de líqiiidos. Iguales indi- diante cateterismo retrógrado, en porción superior ·del uréter
caciones en caso de hipercalciuria idiopática. por encima del cual se hace pasar otro catéter que permite no
_Si se trata de litiasis úrica, conviene alcalinizar la orina con sólo inyectar líquidos con medio de contraste para distender la
citrato de sodio; es de utilidad agregar Allopurinol (0,100 a 0,3 cavidad ¡iiélica y facilitar su observación cuando se utiliza el
g diarios), debiéndose suprimir los alimentos muy ricos en puri- control radioscópico sino pani permitir el drenaje del mismo y
nas (vísceras, extractos de carnes, anchoas, etc.). · de la orina cuando se infla af balón que ocluye el conducto. Al-
Lii'iitiasis oxálica generalmente no va acompañada de oxa- gunos autores prefieren sólo un catéter sin balón. Luego me-
l~ria;· por Jo que en estos casos no existe una' indicación precisa diante radioscopia o ecografía se ubica al riñón y se localizan
de úlla dieta sin oxalatos~ pero tiene Su iódicación si va acompa- los cálices eligiéndose el más adecuado para el objetivo perse-
ñada de oxaluria, en cuyo caso se suprimen las esJ)inacas, acel· guido; el inferior para tratar los cálculos de la pelvis renal y el
gaS e higos secoS. medio o el superior para abordar los grandes cálculos y el uré-
En la litiasis cistínica, se tratará de mantener una abun- ter superior. Con anestesia local asistida, peridural o general
dante diuresis, alcalinizar la orina, pudiendo agregarse D-peni- se realiza una pequeña incisión en la piel en el lugar de abor-
cilamina 0,500 g cuatro veces al día o N-acetil-D-penicilamina daje elegido y mediante una aguja larga de un calibre de 1.3
junto con piridoxina (Benadon) 0,050 g. En toda litiasis debe mm con mandril se procede a punzar et riñón hasta llegar a l
prevenirse la infección, evitando todo procedimiento instrumen• cáliz deseado. Se retira este último lo que permite gotear al lí-
tal y debe ser tratada si ella estuviera presente. quido inyectado en la pelvis renal asegurando la correcta colo-
En un porcentaje importante de pacientes con litiasis cálcica cación del extremo de la aguja. A través de ella se pasa una
recidivante no se comprueba la existencia de hipercalciuria, pe-
guía de alambre de acero con punta corta maleable que sirve
ro sí de hiperuricosuria sin hiperuricemia. En estos casos, el su- como tutor para introducir, una vez retirada la aguja, unos di•
ministro de allopurinol reduce notablemente la frecuencia de la
!atadores metálicos de calibre creciente qµe labran un trayec,
litiasis.
to· a través de la pared lumbar hasta la cavidad renal. Algunos
autores antes de colocar los dilatadores utilizan un lumboto-
mo para lograr un buen acceso hasta la superficie del órgano
Tratamiento de la litiasis renoureleral
reservando los dilatadores para el parénquima renal. Sea cual
fuere la metodología elegida se pasa a continuación el nefros-
Ante una litiasis ureteral debe contemplarse el tratamienl:-0
copio, provisto de irrigación permanente, que permite la ob-
médico esperando prudencialmente su eliminación espontánea,
servación directa de la pelvis renal, de los cuellos calicilares y
teniendo en cuenta el tamaño del cálculo, el tiempo de perma-
del uréter superior y desde luego de los cálculos que se· inten-
nencia, el sufrimiento del riñón (uronefrosis, infección). El su-
tan extraer. Ubicada la litiasis, la conducta a seguir depende-
ministro de antiespasmódicos junto con manito! por vía intrave-
rá de su tamaño. Si es pequeño, inferior al centímetro, se in-
nosa, con el objeto de provocar una diuresis forzada, suele ser
tentará extraerlo con pinzas directamente. Si el tamaño es
útil para eliminar una litiasis ureteral.
mayor o es coraliforme se procederá a la introducción del lito-
El tratamiento de la iitiasis urinaria ha experimentado un
tritor ultrasónico, electrohidráulico o de rayos laser y se proce-
profundo cambio a partir de la década del 80 con la aparición de
derá a su desintegración extrayéndose los fragmentos·con pin-
la nefrolitotomía percutánea, la litotripsia extracorpórea por
zas es peciales y lavado permanente. Si los cálculos están
ondas· de _choque y la ureterorrenoscopia con ureterolitotomía
que han reducido las indicaciones quirúrgicas primarias a cielo ubicados en zonas inaccesibles para el nefroséopio rígido es
importante contar con uno flexible.
abierto en más de un 95 por ciento de los casos y que se las re-
serva para el tratamiento de algunas de las complicaciones de Este procedimiento se puede realizar en uno o dos tiempos y
los otros métodos o en circunstancias muy especiales. en este caso se deja una né"frostorrúa permanente durante unos
Cada uno de los procedimientos citados tiene indicaciones siete días que resulta útil cuando hay una infección importante
precisas, que a veces se superponen y en ocasiones se comple· y que reduce los riesgos de sangrado. Es posible reiterar varias
mentan, -dependiendo del tamaño y tipo de cálculo de su ubica- veces el método sin mayores riesgos para el paciente.
ción topográfica y a veces de las condiciones del paciente. Las complicaciones más frecuentes son la hemorragia, la
perforación piélica, la reactivació11 de la infección con fiebre ele-
Nefro/itotomía percutánea.. Es un método que permite vada, la aparición de neumotórax por perforación del fondo de
abordar las cavidades del riñón Y el uréter proximal a través de saco pleural. la persistencia de restos litiásicos o su paso al uré-
ter con obstrucción del mismo que puede requerir posteriormen- nal en la que por estar rodeados por una atmósfera líquida res-
te de la renoureteroscopia para su eliminación. ponden mejor a las ondas de choque.
Es un método útil para el tratamiento de los cálculos corali- Para. el caso de. los cálculos ureterales ubicados en su por-
formes cuando se lo asocia a la litotripsia exttacorpórea por on- ción pelviana o en la vejiga se tratan con el pacient~ colocado en
das de choque. posición ventral.
La litotricia extracorpórea por ondas de choque está prefe-
Litotrisia e.draco1pórea por 011da.s de choque. Es evi- rentemente indicada para todos los cálculos ubicados en la pel-
dente que la aparición .de este procedimiento marcó un nuevo vis renal o cálices, de oxalato de calcio lúdrafado o monolúdra-
rumbo al tratamiento de la litiasis, por su mayor inocuidad y la tado ~e no más de 2 cm de longitud. Los cálculos d~ cistina
posibilidad de utilizarla no sólo para los cálculos pélvicos o cali- ácido ·úrico y estruvita raramente responden al tr'atamiento~
ciliares sino también para los del uréter superior y pelviano, Asociado a la nefrolitotoaúa percutánea permite tratar con bas-
aisladamente o asociado a las técnicas eIÍdoscópicas. tante éxito a los cálculos coraliformes. Es posible la aparición
Se trata de un sistema binario combinado: uno que localiza de fiebre cuando se desintegran estos cálculos por la liberación
al cálculo y lo ubica en el foco de las ondas de choque y el otro de los gérmenes que pueden estar en su interior.
que genera estas ondas. El primero es un ecógrafo sectorial con
una so nda rotativa que puede dar imágenes en sentido longitu- Ureterorrenoscopia con ureterolitotomía. El abordaje
dinal ,v transversal con todos los planos oblicuos, que está situa- endoscópico de Ja vía urinaria superior pc;>r vía retrógrada es un
da en el centro de un casquete periférico y orientado en el eje recurso eficaz y seguro e:n el manejo moderno de.la litiasis uri-
del foco de presión, que facilita la ubicación espacial del cálculo naria.
sobre el que incidirán, posteriormente, las ondas de choque. En Dicho procedimiento está indicado en la mayoría de los cál-
los primeros modelos de litotrisia extracorpórea, la localización culos ubicados en el uréter medio e inferior de un tamaño infe-
del cálculo .se hacía mediante dos equipos de radioscopia uliica- rior a los 6 mm. El día anterior a su realización y con cobertu-
dos en dos ejes diferentes con respecto al riñón y que también ra antibiótica amplia se coloca por vía endoscópica un catéter
permitían, en forma manual, localizar al cálculo y colocarlo en ureteral con el fin de provocar la dilatación y la rectificación de
el foco de las ondas de choque. la luz ureteral y obtener de ser necesario una urografia retró-
· La segunda parte del equipo es el sistema de destrucción del grada, con placas de frente y perfil para ubicar bien al ·cálculo.
cálculo que resulta de la convergencia de una serie de impulsos Al día siguiente y con anestesia peridural y el paciente. en posi-
ultracortos generados por más de 300 cerámicas activadas por ción de cistoscopia y, previa asepsia del catéter ureteral, se ha-
efecto piezo-eléctrico. Las ondas acústicas así generadas se ce pasar una guía por su interior hasta llegar, de ser posible, a
transnúten a través de una bolsa o cámara de agua -bañera en la pelvis renal. Luego se introduce un cistoscopio y se procede
los piimeros mod elos- cuya altura es regulable gracias a un re- a pasar sobre la guía un catéter con balón que mediante su in-
servorio. La membrana elás tica de la bolsa, impregnada de gel, flado permitirá dilatar el trayecto ureteral. A continuación se
se coloca en contacto con la región lumbar del enfermo. pasa un catéter de fijación que evitará la migración del cálculo
Tant,i el sistema ecográfico de localización como el de des- hacia arriba, y se retira el citoscopio procediendo a la introduc- .
trucción· piezo-e,léctricos están ubicados en un mismo cabezal. ción del renoscopio rígido. El avance de éste por el uréter, en
forma retrógrada, exige de uná serie de maniobras para sor-
Este pue/le orientarse todas direcciones y facilita la elección del
tear las zonas estrechas y las curvas naturales del uréter has-
mejor eje _de disparo. La intensidad de la energía puede elegirse
ta llegar al cálculo. Para tener una buena visión del c;mpo,
por medio de un potenciómetro y el ritmo de los disparos puede
que habitualmente se enturbia por pequeñas erosiones san-
va,iar desde en uno o dos hasta Ii1ás de 150 por minuto. El foco
grantes de la mucosa ureteral, es conveniente mantener üna
sobre el cual incide la totalidad de la energía liberada tiene una
irrigación permanente. Con el cálculo bajo visión se elegirá el
longitud de unos 5 mm por 15 mm de altura. Durante cada se-
procedimiento de extracción. Si son pequeños, en forma directa
sión pueden realizarse de 500 hasta 3000 disparos como máxi-
mediante pinzas o canastillas una vez que se los logra despe-
mo según sean sus efectos desintegradores sobre la litiasis. No
gar de la mucosa ureteral o si son móviles. Un avance en esta
es conveniente superar esos valores por el riesgo de provocar le·
técnica es el uso de litotritores ultrasónicos, electrohidráulicos
siones estructurales en el riñón u órganos vecinos. El trata-
y últimamente de rayos laser de impulsos breves para evitar la
miento se puede repetir si no ha sido totalmente eficaz a los 7 o
producción de calor que pueda provocar lesiones e inclusive la
14 días. perforación del conducto.
Los efectos secundarios del procedimiento son estados nau-
seoso y sudoración y raramente dolor. Con posterioridad al tra- El paciente, una vez extraído, el cálculo será evaluado radio-
lógicamente para asegurarse la inexistencia de restos litiásicos
tamiento µueden aparecer hematuria, fiebre y cólicos renales.
y se deja un catéter ureteral durante 24 horas del posoperato-
Existe también la posibilidad de que un fragmento del cálculo
rio.
obstruya al uréter. Para evitar esta eventualidad cuando existen
cálculos relativamente grandes o fragmentos de un coaliforme Las complicaciones principales,. pero relativamente poco
tratado previamente por vía percutánea translumbar, se coloca frecuentes en grupos con gran experiencia, son la persistencia
un catéter de doble cola, por vía endoscopica retrógrada, que se de fragmentos residuales, hematurias prolongadas, perforación
dejá in situ, para facilitar la salida de los restos litiásicos. Cuan- de la vía escretora y tardíamente la aparición de estenosis ure-
do esto no se realiza es posible a veces ver la denominada ima- terales y reflujo vesicoureteral.
gen de todos los calculinos ubicados en el trayecto ureteral que
· ha recibido la denominadión de "calle cálcica". Es común que el
paciente continúe eliminando arenillas o pequeños litos durru,te Nefrocalcinosis
dos o tres meses después de efectuada la litotricia.
Los cálculos ureterales altos son mejor tratados cuando me- Esta puede :-.:ef microscópica o macroscópica; pero en clínica
diante maniobras endoscópicas se los empuja hacia la pelvis re- se comprende como nefrocalcinosis sólo a la forma macroscópi-
1278 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
ca, _cuando puede ser demostrada radiológicamente. Es debida renal aguda no hay anuria absoluta, ya que generalmente se
a lesiones del propio parénquima (calcinosis de causa local) o a elimina algo de orina.
una afección extrarrehal (cakinosis metastásic8. o de causa ge- La azoemia se eleva-rápidamente, pero es bien tolerada en
neral). Como consecuencia de lo dicho, el diagnóstico es pura- sus comienzos, no hay anemia, y más tarde se presentan algu-
mente radiológico. Las calcificaciones metastásicas son habi- nos trastornos digestivos. Se acompaña de aumento de peso por
tu almen_te bilaterales, predominan en la región medular retención de agua y sal,'edemas en relación con la ingesta o res-
próxima al hilio, como sombras difusas cuando son niuy peque- tricción de líquidos, pudiendo agregarse hipertensión arterial e
ñas o formando pequeñas zona's opacas redondeadas, confluen- insuficiencia cardíaca izquierda, y más tarde, acidosis, hiperfos-
tes. La extensión de las calcificaciones es muy variada, desde fatemia, hiperkalemia e hipocalcemia.
unos pequeños nódulos apenas visibles hasta densas sombras Cuando la obstrucción es unilateral con riñón opuesto fun-
opacas que dibujan ambos riñones. cionante, la cantidad de orina no se modifica o sólo lo hace en
Las calcinosis metastásicas, (fig. 11-80) es decir de causa forma poco manifiesta y no existen las alteraciones humorales
general, pueden observarse en las hipercalcemias de cualquier mencionadas a~teriormente. La sintomatología se refiere al la-
origen. Reviste especial valor para el diagnóstico de hiperpara- do del riñón obstruido y dependerá de su causa. La más común
tiroidismo, el que representa un 40% de los casos; sin embargo, es un cólico nefrítico; en éste se halla frecuentemente dolor a la
en dicha afección es más frecuente la litiasis que la nefrocalci- puño-percusión en ese lado. A veces puede palparse el riñón li-
nosis. También puede observarse en las neoplasias óseas ma- geramente aumentado de tamano y aparece temperatura s1 se
lignas, en algunas osteopatías de la infancia, en el mixedema ha agregado una infección.
congénito, en el síndrome lacto-alcalino de los ulcerosos, sín- Las causas capaces de provocar una retención urinaria agu-
drome de Cushing, sarcoídosis, hipervitaminosis D1 hipercalce- da pueden residir en la vejiga o en la uretra y ser la consecuen•
mia idiopática del lactante, tubulopatías crónicas, siendo éste cia de la migración e impactación de un cálculo en el orificio ve-
último grupo la causa más frecuente en la infancia. sical o en la luz uretral y menos frecuentemente de un coágulo
Las calcificaciones de origen local pueden observarse en las sanguíneo. También puede producirse cuando existe un tumor
siguientes afecciones: tuberculosis (fig. 11-73), papilitis necro- pediculado de vejiga, una enfermedad del cuello vesical, una
tizante, necrosis cortical doble, algunas malformaciones congé- prostatitis o un adenoma o carcinoma prostáticos, una uretritis
nitas (riñón en esponja). La necrosis papilar puede provocar aguda o crónica, un traumatismo de la uretra complicado con
imágenes redondeadas m~y características a nivel de las papiM un absceso periuretral o por una estenosis posinflamatoria de
las. En la necrosis cortical, la calcificación, como su nombre lo este conducto. En la mujer suele presentarse en relación con
indica, es cortical y suele presentarse después de los 2 meses procesos inflamatorios de los órganos genitales e>.ternos o a una
de iniciada la afección. ascitis aguda.
Cuando la retención urinaria responde a una causa dinámiM
ca se origina la uejiga neurogénica.
Alteraciones en las vías excretoras urinarias Obstmcciones crónicas. Estas pueden ser bilaterales o
producidas por obstrucción unilateral en un solo riñón funcio-
Se clasifican.en mecánicas o dinámicas. Las primeras, más nante. A veces son congénitas provocadas por estenosis pielou-
frecuentes, pueden ser agudas o crónicas, completas o incomM reteral o ureterovesical, del cuello de vejiga, por fimosis o estre-
pletas, unilaterales o bilaterales; las segundas a veces son bila- chez de uretra. De las formas adquiridas, la más frecuente es el
terales, ótras, unilaterales, completas o incompletas. También adenoma de próstata, y luego la litiasis bilateral, estenosis cica-
ha de tenerse en cuenta la posibilidad de que estas alteraciones triza}, fibrosis retroperitoneali estrechez de uretra, vejiga neu-
asienten sobre un riñón único. rogénica, carcinoma de próstata.
Clínicamen,te, en caso de obstrucción mecánica baja, aguda, La sintomatología suele ser muy escasa o nula. A veces lum-
el enfermo tiene deseos infructuosos de orinar; más tarde se balgia, rara vez otros síntomas urinarios, lo que dificulta o re-
agregan dolores a nivel del hipogastrio y a veces lumbares. Si la tarda el diagnóstico, el que debe ser establecido por la ecograffa
obstrucción es de origen dinámico, es mejor tolerada. La palpa- y la pielografia descendente por goteo endovenoso. Este mostra-
ción de abdomen mostrará una vejiga distendida, globo vesical o, rá la estasis y la dilatación; a veces uno de los riñones no excre-
a veces, sólo una resistencia en hipogastrio, que no deja profun- ta, por lo que será conveniente efectuar un renograma radioiso-
dizar la mano, y que se acompaña de matidez suprapúbica. tópico para demostrar la presencia del riñón,
I::,1. Utia.S u1_;asiout:.s, la l;;tiU.Sa de la obstrucción bilatBral radi- corr.plcmcntúndolc c.on a:n.;1 cü;tosccpia y pidcg¡·;:¡fi.1 o.cccndcntc
ca en ambos uréteres. El ejemplo más típico es la ligadura qui- del órgano funcionan te.
rúrgica de dichos conductos durante una intervención ginecoló- La obstrucción unilateral crónica suele ser debida a litiasis;
gica; menos frecuente resulta ser por acodadura postoperatoria con menos frecuencia a tumores de la pelvis o uréter1 compreM
o por procesos infecciosos sobreagregados. Es excepcional la im- siones, obstrucción de la desembocadura del uréter en la vejiga
pactación de cálculos en ambos uréteres. En el primer caso, la por tumor o inflamación de éste, o estenosis ureteral de origen
anuria se presenta enseguida de la intervención quirúrgica o inflamatorio.
pocas horas o días después. A veces, la obstrucción es unilateral La obstrucción unilateral crónica conduce al riñón hidrone-
pero el riñón opuesto no es funcionante o existe una agenesia, frótico y, si participa el uréter, a una hidronefrosis. La sintoma-
pues la anuria llamada refleja en la obstrucción ureteral-unila- tologia puede ser nula Y ser sólo un hallazgo clínico al palpar
teral es discutida; suelen agregarse otros factores de anuria co- una masa abdominal o presentar sensación de peso 1 tensión o
mo ser el shock, etc. En estos casos no se palpa globo vesical y dolor en la región lumbar correspondiente. En ocasiones se ini-
el cateterismo vesical no recoge orina. Puede orientar el antece- cia con dolores cólicos que pueden aparecer también durante la
dente de una operación abdominal reciente, la presencia de un evolución de la obstrucción. Es común que este proceso condi-
coiico rena( la ausencia totai de orina, _µues en la insuficiencia cioue el Jes&.r rollü de hiporteu..::ilÚ11 artedal.
NEFROLOGIA 1279
La palpación del abdomen muestra una masa en el llaneo SEMIOL0.GIA DEL APARATO URINARIO
con las características de un riñón aumentado de tamaño. Debe INFERIOR Y GENITAL MASCULINO*
asegurarse q~e la masa sea 'renal y, en segundo lugar, si se tra-
ta de una uronefrosis, tiuilor, riñón poliquístico, quiste de riñón,
niasa retroperitoneal. Para ello es de utilidad realizar en pri- Interrogatorio: Es de vital trascendencia
mer lugar una radiografia directa de riñón, la que puede identi' En el Aparato Urinario Inferior ( A U.I ) y Genital Masculi-
ficar generalmente la masa como perteneciente al riñón. A con- no (G.M.) existen síntomas. y signos específicos que por si solos
tinuación una ecografía y una pielografia descendente común y pueden acercar notablemente al diagnósfico en gran porcentaje
placas retardadas que, ·de ser positivas, mostrarán la uronefro- de casos.
sis y la; altura de la obstrucción. Muchas veces no se obtiene La edad del paciente es de importancia. Existen enfermeda-
imagen, debiéndose efectuar una urograña excretora por goteo des que se presentan durante la vida sexual activa. La oncolo-
con doble dosis o por goteo y con placas a la uria, dos y más ho- gía urológica .también tiene edades de presentación bastan te
ras,' o habrá que recurrir a otros procedimientos, especialmente definidas.
la pielografía retrógrada que al mismo tiempo servirá para lo-
calizar el lugar de la obstrucción. Si ésta se encuentra a la en- Antecedentes familiares: Al igual que en otros aparatos exis-
trada _de la vejiga, podrá tratarse de una estenosis_ureteral, te predisposición para enfermedades oncológicas por ei. cáncer
ureteroceie, 11uas1s ureteral, neoplasia, ya sea de uréter, vejiga prostático. ·
o de los tejidos vecinos. Si la obstrucción .se encuent;a en el tra-
yecio del uréter podrá sospecharse litiasis, tumor, estrechez, fi- Antecedentes personales: El interrog~torio ·se orientará basi-
brosis retroperitoneal, compresión extrinseca, ligadura quirúr- camente al antecedente de enfermedades o alteraéiones relacio-
gica. A nivel de su extremo superior, la causa más común es la nadas con la enfermédad actual . Se investigará: Fiebre Úrlta-
obstrucción congénita de la unión pelviureteral, compresión por na, Enfermedades de transmisión sexual. Infecciones urinarias.
arteria renal anómala o defectuosa implantación de uréter, li- Diabetes. T. B.C. Brucelosis.
ti as is, tumor. También puede tratarse de un tras torno neuro- Enfermedades arteriales. Enfermedades neurológicas. Tras-
muscular con megaurétér con hidronéfrosis. tornos psiquiátricos.
En ocasiones, la uronefrosis es bilateral, de observación algo Averiguar con detenimiento que medicamentos está reci-
más frecuente en el niño. Las causas son las ya mencionadas, radi- biendo el paciente ya que algunos modifican la dinámica vesical
y cervicoprostáticá. Los anticolinérgicos, antiparkinsoruanos y
cando en la uretra, cuello de vejiga, próstata, disfunción vesical.
miorrelajantes demoran la evacuación vesical al disminuir la
contractilidad del detrusor. Los antihistamínicos, ciertos anti-
Megauréter depresivos y otros con efect-0 aadrenérgico contraen el cuello ve-
sical y la musculatura endourelral; aumentando la resiste·n cia·
. Además de la .dilatación del uréter secundaria a una obs- periféricca y dificultando la micción. Otros medicamentos con
trucción congénita o adquirida, existe una dilatación primaria efecto bloqueante aadrenérgico producen un efecto contrarío.
del conducto que está al mismo tiempo alargado, con amplia co- La función sexual eréctil puede verse afectada por hipotensores ·
municación con la vejiga. A veces es uniJateraJ, otras bilate"ral. y Pbloqueantes.
Puede ponerse en evidencia desde la niñez o más adelante por Tabaquismo. Alcoholismo y otras adicciones.
molestias lumbares o por infección urinaria, o aun por insufi- Manipulación de anilinas, alquitranes (cancerígenos).
ciencia renal si es bilateral. Intervenciones quirúrgicas: Operaciones colorrectales , toco-
La dilatación de ambos uréteres y la vejiga se denomina me- ginecológicas.
gauréter y megavejiga, respectivamente; estos casos se acompa- Hernias inginales eó el varón. Instrumentaciones endoure-
ñan de reflujo vesicoureteral. trales. Traumatismos pelvianos .
Polaquiuria: micción más frecuente que lo habitual y de Palpación del aparato unuario inferior y genitales
menor volumen por vez. masculinos
Incontinencia: pérdida involuntaiia de orina par uretra.
Comenzará por el hipogastrio, que debe ser depresible, indo-
Micción imperiosa o Urgencia miccional: deseo incontenible loro y sin aumento de la tensión. Un globo vesical, . a veces por
de orinar. residuo postmiccional crónico, (puede ser no doloroso) ,se palpa-
Enuresís: emisión involuntaria durante el sueño. rá movil, de bordes netos redondeados. La percusión del hipo-
gastrio en este caso será mate contrastando con la habitual so-
El ardor míccional esta generalmente asociado, pero no en
noridad.
forma excluyente con una infección urinaria.
Se palparán los puisos arteriales femorales. En la arcada in-
La hematuria es un
signo de fundamental importancia. Es guinal se posquisarán adenomegalias. Se explorará el periné,
habitualmente de origen prostático cuando se presenta al ini- palpando la uretra por el rafe escrotal, hasta el ano.
ciar la micción y si aparece al finalizarla sugiere un padeci- Luego se efectuará una maniobra de suma importancia en el
miento vesical. Cuando es total se debe á una mayor intensidad examen semiológico del A. U.!.: el tacto rectal.
del sangrado en cualquiera de las patologias bajas o a que ia
Como se dijo anteriormente es útil que d paciente trate de
sangre procede del aparato urinario superior.. . · .
vaciar al máximo la vejiga para poder reconocer mejor las es-
Deben distinguirse las faisas hematurias producidas por
tructuras. Se colocará en decúbito dorsal, con los muslos y pier-
medicamentos, alimentos como la remolacha Yotros ágentes
nas flexionadas sobre la camilla. El dedo índice enguantado y
que colore3.n la orina. - con jalea o pomada anestésica hará el reconocimiento introdu-
Hénw1_tretrarragia es la pérdida de sá.Ógre por uretra no ciéndolo en·el ano con el pulpejo hacía arriba:
acompai\ada de orina y es debida a una afección uretral ante- Se comprobará la tonicidad del esfinter externo, se palparán
rior, ~§ decir, distal al esfinter externo. · las paredes de la ampolla rectal y sobre la cara anterior de ésta
Hemqspermia es )a presencia de sa.ngre en el examen eyacu- se reconocerá la pared posterior de la glándula prostática. Se
ev,luará el tamaño, consistencia, si hay irregularidades, de la
l_ado. La secreción ureteral serosa o puralenta es índice de un
superficie o de los bordes. También si es dolorosa, congestiva o
j}l·oceso inflamatorio o infeccioso de la uretra.
hipcrtérmica.
La presencia de· fiebre indica compromiso de órgano paren-
quimatoso (testículo, próstata) o infección rlscendente al riñón. Los nódulos prostáticos que l,acen relieve en la glándula y
Los procesos inflamatorios o infecciosos limitados a uretra o ve- que son de mayor consistencia que ésta, son sospechosos de atf-
jiga, raramente se acompañan de hipertermia. pias.
Con la ayuda de la otra mano sobre el hipogástrio, se efec-
La neumaturia, (presencia de aire al orinar), es debida a
tuará la palpación bimanual, lo que brindará mayores datos de
una comunicación fistalosa de la vejiga con el intestino, por pro- la próstata en lo que se refiere a su borde anterior y a su movi-
ceso tumoral o inflamatorio originado en alguno de estos órga- lidad. Además podrán palparse las vesículas seminales si están
nos. Cuando se intensifica el proceso se establece la fecaluria. aumentadas de tamaño por un proceso patológico. También con
En la diabetes, C.en raros casos), la presencia de gas en la esta maniobra bimanual podrá paJparne la vejiga si se encuen-
orina puede deberse a la fermentación de la glucosa con forma- tra ocupada con orina o si presenta un pro~eso neoformativo
ción de anhídrido carbónico. También a infecciones por E. Coli o
Seguidamente se explorará el contenido escrotal. La palpa-
anaerobios, excepcionalmente. ción del testículo y sus anexos debe ser minuciosa.
Entre el dedo medio y anular de ambas manos se suspende-
rá la gónada y con los pulgares e índices se efectuará una deta-
Inspección del aparato m·inario inferior. y genitales llada palpación. Pueden así detectarse incipientes tumores tes-
masculinos ticulares que permiten una pronto resolución terapéutica .
Es conveniente entrenar al varón para un autoexamen pe-
Se examinará al paciente en decúbito dorsal, luego de ha- riódico similar al propuesto para la mama en la mujer.
berle indicado que evacúe su vejiga ..Se tendrán en cuenta cica- Se investigará la cabeza, cuerpo y cola del epidídimo. Se pal-
trices operatorias del abdomen inferior1 asimetrías, afecciones pará el deferente y el resto de elementos del cordón espermáti-
cutáneas. La observación del hipogastrio sugerirá en alguna co. En éste pueden existir quistes, formaciones varicosas (vari-
oportunidad si ~xiste por ejemplo un globo vesical por retención cocele), debiéi,Jose buscar el reflujo venoso ccn el paciente de
urinaria. pie . Llegando al anillo inguinal se descartará la presencia de
El examen visual del periné informará sobre el estado de la hernias inguinales.
piel, si existen fístulas, etc. La inspección de la bolsa escrotal Se palpará luego el pene pudiendo reconocerse la porción
podrá evidenciar aumento de volumen por una masa ocupante aotetior de la uretra que transcurre por debajo de los cuerpos
patológica cavernosos. Las induraciones de 1os cuerpos cavernosos del pe•
Se le indicará al paciente que efectue el decalotamiento del ne (enfermedad de Peyronie) son facilmente detectables.
pene, para ver la implantación del riieato uretral en el glande, Las formaciones vegetantes de las cubiertas del pene son
si existe alguna lesión inflamatoria, \·~getante t1 ulcerada o se- frecuentes. Puulen ser procesos benignos o premalignos gene-
creción por el meato. ralmente producidos por el H.P.V: (Humano Papilama Virus), o
En ocasiones no puede deslizarse el prepucio por fimosis, pe- de epiteliomas de agresividad variable que pueden ser superfi-
ro es importante en el adulto efectuar el examen del glande y ciales o infiltrantes hacia los cuerpos cavernosos, esponjosos o
mucosa prepucial para descartar posibles lesiónes pút' enferme- uretra. Los primitivos de uretra y cuerpos cavernosos son muy
dades de trasmisión !:exual-o t.umornl~s. raros.
Estudios complementarios para el diagnóstico del aparato dez del mét-Odo y el bajo cost-0 son fact-Ores fundamentales que
urin3rfo inferior y genital masculino. lograron este posicionamient-0.
Es de elección para el reconocimient-0 de pat-Ología en es-
tructuras panmquünatosas como el riñón1 próstata, y testículo
y de utilidad para vejiga, resto de elementos del contenido es-
crotal y pene.
Análisis de Jabóratono: Debe complementarse con otros estudios que brinden infor-
mación de la función urinaria. Luego volveremos sobre el tema
al tratar las patologías más frecuentes.
Para cualquier padecimient-0 del A.U.!. y G.M. se comenzará
solicitando los análisis considerados de rutina. Estós son: He-
mograma Uremia, Creatininemia,· GJucem~a, Eritrosedimenta- Ecog,:afía prostática•
ción y Orina completa.
Partiendo de esta base se agregarán otros análisis de acuer• El procedimient-0 inicial e indispensable para la evaluación
do a la presunción dingnóstica que arrojó el exemen semialógi-
de la próstata es el tacto por vía rectal, pero debido a la alta fre-
co. Si se sospecha pat-Ología prostática o vesical se agregará
cuencia de patología en esta glándula (hipertrofia benigna y
Urocultivo con recuent-0 de colonias y antibiograma, Fosfatasas
cáncer en personas de más de 50-60 años, prostatitis aguda y
ácidas y alcalinas y PS.A (antígeno prostático específico).
crónica), son de gran utilidad como complemento de su estudio
En las uretritis se estudiará ·,;¡ Exudado uretrai directo y
los mét-Odos de diagnóstico por imágenes.
eventualmente cultivos en distint-Os medios de acuerdo_al ger-
Entre ellos, la ecografía se solicita en primer término para
mén que se sospeche.
establecer características prostáticas, siendo de utilidad ade-
En las lesiones ulceradas de genitales, se investigará el tre-
más para calcular el volumen urinario pre y post micdonal. La
ponema palidum en fondo oscuro y posteriormente se pedirá
VDRL en sangre. t-Omografia computada y la resonancia magnética ayudan a es-
En los tumores testiculares serán importantes las detenni• tablecer la extensión frente al cáncer (invasión · de la cápsula,
naciones de los marcadores fetoproteina y gonadotrofina corió- ganglios ilíacos o para-aórticos) y los radioisótopos (centellogra•
nica. ma óseo) a investigar metástasis a distancia. ·
Las dimensiones normales de la próstata en e] adulto son de
P.SA.t A11tige110 Prostático Específico): aproximadamente 3 cm de diámetro longitudinal x 4 cm trans-
Es un test de gran importancia por su utilidad práctica. versal x 2,5 cm anteroposterior (fig. 11-64 a). Se puede calcular
El antígeno específico es una substancia glicoprotéica produ- su peso multiplicando est-Os 3 valores x 0,55 (proviene de la fór-
cida por el tejido prostático. Pasa a la sangre en una pequeña mula del elipsoide considerando el peso específico de la glándu-
proporción, estando en la actualidad en constante revisión las la). Es de 15 gr. para las cifras mencionadas.
cifras consideradas normales. valores de 4 ng/ml son aceptables Su forma es de corazón de naipe francés o de castaña, con su
para una próstata con una leve hiperplasia benigna cuyo peso porción más fina hacia adelante y es recorrida por la uretra
no supere los 40 gs.(ver ecografía prostática con transductor (más cerca de su cara anterior que de la posterior). Su base está
rectan, en contact-0 con la vejiga. El tejido que la rodea le forma una
Estas cifras pueden llegar a 10 ó 15 ng/ml en procesos be- cápsula (llamada quirúrgica) y tiene además una fina cápsula
nignos. como ser, adenomas prostáticos voluminosos, prostatitis propia.
agudas, o por maniobras instramentales endoscópicas, biopsias La exploración ecográfica de la próstata comenzó en 1967
prostáticas, etc .. mediante el empleo de transductores transrectales. Posterior-
En eJ carcinoma prostático, para un volumen similar al de mente se jerarquizó la vía supra púbica con vejiga llena y más
un proceso benigno, cifras de PSA se elevan 10 veces más. recientemente el acceso por vía transuretral mediante el cist-Os-
Cifras de más de 20 ng/ml sugieren la presencia de carcino• copio.
ma prostático. Por encima d·e 50 ng/ml la posibilidad de metás- El examen por vía suprapúbica tiene las ventajas de ser
tasis es grande . Es útil también como indicador negativo de atraumático, bien tolerado, no requiere equipo ecográfico espe-
neoplasia. Se estima que con valores infe1iores a 4 ng/ml, solo cializado, es rápido y sencillo y se visualiza a la glándula en 2
entre el 6% al 8% podría presenter cáncer. Eo presencia de me- planos (longitudinal y transversal). Las desventajas: las
tástasis múltiples se obtienen resultados mayores a 100 ngl/ml imágenes obtenidas tienen menos resolución, es en ocasiones
pudiendo llegar (en raros casos) a cifras sumamente elevadas insuficiente para visualizar a la próstata de tamaño normal y
(de 8500 ng/ml en un caso de observación personal). los problemas de pared (heridas quirúrgicas, obesidad) dificul•
tan el procedimiento.
La ecografía transrectal define con presición características
Imagentología: del parénquima y permite realizar punciones biopsias dirigidas
por vía trans-rectal o perineal. (Fig. 11-64 b). A su vez, el cáncer
puede mostrar zonas de extensión a la cápsula.
Desde el punto de vista anatómico y endocrinológico se pue•
de considerar una próstata central o cefálica (que incluiría la
1) Ecografía: zona de traosicion y de las glándulas periuretrale) y una prós-
tata periférica o caudal, dependiente de los andrógenos.
Se ha constituido, en los últimos años, en el mét-Odo diagnós- La ecografía ha demostrado alta sensibilidad para detectar
tico auxiliar prioritario para la gran mayoría de los padecimien- alteraciones tanto de la fonna y tamaño como de la ecoestruc•
tos urológicos y genitales.
El avance tecnológico experimentado en los Ecógrafos, el
perfeccionamiento del médico ecografista, la inacuidad y rapi· 'Dr. GUILLERMO F. MARQUEZ
1282 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
tura, pero su especificidad para establécet la etiología es me- El testículo normal mide de 3 a 5 cm de.longitud y :¡ a 3 cm
nor. de diámetro anteroposterior. Presenta ecoestructura atigrada
La próstata normal (fig. 11-64 a) tiene aspecto triangular en hom6genea y se pueden distinguir en él estructuras vasculares
el corte transversal ecográfico, es hipoecoica con respecto al teji- y una linea ecogénica llamada "mediastinum testis" que es el si-
do que la rodea y muestra imágenes ecogénicas predominando tio de unión al epidídimo y al escroto, y a la entrada de arterias
en la parte posterior de la uretra correspondiente a glándulas y venas.
peri uretrales. Hacia atrás se detectan las vesículas seminales y El epidídimo presenta ecogenicidad similar a la del testículo
hacia los costados el músc ulo elevador del ano; · visualizándose en general a la cabeza de 8 a 12 mm de diáme-
En la hipertrofia prostática benigna el adenoma se origina- tro. Cuerpo y cola no siempre se logran identificar.
ria a expensas de las glándulas periuretrales o bien de la zona El doppler color permite evaluar testículos hipo e hipervas-
de transición. Si bien no degenera puede ser invadido por el cularizados, y es el método ideal para investigar la tensión tes-
cáncer ticular.
El cáncer de próstata se desarrolla fundamentalmente en _la . Dentr~ de la patalogía tumorol, debemos recorder que la
próstat~ caudel o periférica (70 a 80%), a menudo superficial mayo1ía son malignas y provienen de las células germinales.
por lo que _es facilmente palpable. El se.minoma es el más común y se muestra con baja ecoge-
En un 20% puede ubicarse en la zona central. nicidad.
Aproximadamenle ei 7ú% de io::; Oiucere:s <l~ prósl.ata soll l1i• E! carci!?-!'ma de ~él_ufo.-~ e,'11b!·fo .,1!!rÍ!!~ le ~igt•~ en fr':'c•1 en.ri~ ,
poecogénicos. y se muestra ·en general como gran tumor con distorsión ·d el
Con respecto a las vesículas seminales, se deben investigar contorno testicular, con ecoestructura heterogenea: ecogénico y
para _evaluar la extensión del cáncer de próstata. Actualmente con zonas quísticas.
se realiza la punción de las mismas dirigidas mediante trans- El teratoma· usualmente es pequeño, de menos de 2cm y
ductores transrectales para el diagnóstico y eventual trata- puede mostrar calcificaciones. ·
miento con antibióticos de las vesiculitis, en caso de hemosper~ El teratocarcinoma es una combinacion del tératoma y el
mia y para el estudio citológico ante la sospecha de cáncer. carcinoma de células embrionarias. ·
El tumor mixtó representa una combinación de varios tumo-
res.
El carcinoma del saco vitelino es may frecuente en irifantes
Ecografía escrotal• y ninos.
El corioc.arcinoma es poCo frecuente y muy agresivo, y mues~
tra ecoestructura helerogenea.
En la actualidad, el empleo de transductores con alta fre-
Los tumorés del estroma corresponden al 5% de los tumores
cuencia (7 a 10 Mhz) y el agregado de doppler y doppler color,
testiculares, siendo el más común el de células de Leydig.
permiten rea)iza~ uná evaluación completa y Precisa de ·1as pa-
Pueden mostrarse hipo o hiperecogénicos.
talogías más frecuentes del escroto y su contenido.
_Es de utilidad para evaluar: ma sas palpables (hidrocele Los tum ores s"ecandarios del testículo pueden cOrresponder a
(Fig. 11-65), quistes de epidídimo, tumores, hernia inguinal; va- leucemias o linfomas (en general bilaterales), o menos frecuen-
ricocele (Fig.11-66) -el doppler permite evaluar el grado de re- temente a me tástasis de pulmón, riñón, próstata estórnago 1 1
flujo-; dolor (infección aguda o crónica, torsión, trauma); infer- melanoma y colon.
tilidad (hipogonadismo, varicocele); criptorquídia.
También debemos evaluar los testículos en casos de investi-
gaciói1 de neoplasias ocultas, masas retroperitoneales y de gine-
Ecografía Peneana.
comastíaS.
d) Anglogrnfía:
Indicaciones: Es una indicación excluyente la hematuria, oligo
o asintomática, cua ndo se descartó la procedencia renal del san-
Solo se utiliza para el A.U.!. la angiografia espermática o
para buscar colaterales en los varicoceles residuales. grado por un estudio ecográfico previo. Un tumor vesical podría
ser en este caso el causante de la hematuria.
También puede informarnos cuando se la realiza durante la
hematuria, que el origen de la misma es el aparato· urinario su•
3) Centt:1logra.fia ·con cámara g~mu perior si observarnos que por un m.earo ureteral fluve orina ,roja.
En este caso pueden presentarse distintas situaciones: 1) Que
la ecografía que se efectuó corno primer estudio, la haya realiza-
Con Te 99 puede evaluarse sí una masa testicular es irriga- do un médico ecografista sin experiencia adecuada. 2) Los tu-
da (tumor) o isquemica (torsión). La Ecografía con efecto Dop· mores renales de urotelio no siempre son detectables por eco-
pler da mejores resultados. Puede investigarse un reflujo vésico - grafía, siendo el urograrna excretor o una pielografía
uretral instilando Te 99 en vejiga en·pacientes alérgicos al iodo. ascendente (que se obtiene inyectando substancia de contraste
por un catéter ureteral colocado mediante la cistoscopía), ·los
métodos diagnósticos a los que se deben recurrir. 3) Lo mismo
vale para un tumor de uréter o un cálculo radiolúcido. La pielo-
4) Resonancia nuclear magnética
grafía ascenrle!)te, para estos casos, sigue manteniendo su indi-
cación, quizá.s una de las pocas que le quedan actualmente.
Es escasamente utilizada para la confirmación de supuestas Años atrás, sin ecografia y sin romografia axial computada, era
adenomegalias abdomi nales o pelvianas. Es importante para un método utilizado casi de rutina para el apararo urinario su-
imágenes ó::.c:-:3 de pres,.!ntos ser.undarismos. perior. La hematuria puede provenir también del interior de un
divertículo vesical complicado con litiasis, o un tumor. Es im- La medición del flujo miccional puede utilizarse para diag-
portante por ello recorrer con el cislóscopío toda la vejiga e in- nosticar una obstrucción urinaria baja .
clúsó si es posible introducirlo en los divertículos. Por Jo tanto También para corroborar el resultado de un lrataruien.to, o
·1a valorización de una hematuria es fundamental realizarla con el progreso de un padecimiento. Consiste e.u obtener un registro
la cistoséopía. gráfico al llegar el flujo ruiccional a un receptáculo: Puede regis-
También una infección urina1ia baja, crónica y recurrente trarse la cantidad de ori!)a eliminada durante una micción y el
debe investigarse endoscópicamente. Pueden observarse lesio- tiempo necesario para la misma. Se podrá analizar también el
neá pór ejemplo de TBC, no detectada por otros estudios. La punto más alto que ·alcanza Já curva llamado flujo máximo, y el
pinza de biopsia que se introduce por el cistoscopio permitirá flujo media que resulta de dividir la cantidad ·de orina par el
efectuar el estudio histopatológico de certeza en éste o en otros tiempo de flujo.
de lesiones vesicales halladas . Debe interpretarse con precaución, complementando este es-
Litiasis vesicales; puntos de satura o hemostasia que pene- tudio con la medición de la presión endovesica] y la electromio-
traron accidentalmente durante operaciones ginecológicas o co- grafia para evitar errores diagnósticos.
lorectales, (causantes muchas veces de infecciones crónicas), se
reconocerán engoscopicamente y podrán tratarse por la misma
vía.
Las anomalías congénitas, muy comunes en el aparato uri- Obstrucción w·inaria infravesical
nario puefien dar alteraciones qu~ podrán i::Valuarséc con !n urc-
trocistoscopía: malformaciones vesicales, anomalías de situa-
Es un síndrome que puede presentarse en forma aguda o
ción, morfología y númer.o de los meatos ureterales, hipertrofias
crónica, como consecuencia de la acción mecánica de distintas
del cuello vesical, válvulas ureterales posteriores etc ..
patologías que impiden la emisión de la orina por uretra, en for-
En los adenomas de próstata, si no han presentado hematu-
ma total o parcial.
ria. no es 11.ecesariio efectuar en forma normativa la uretrocis-
tos~opia. Se ·1a reservará para los casos que la ecografía sugiera
patología asociada o para evaluar la táctica operativa (R. T. U o
,,fa hipogástrica). En estos casos es aconsejable efectuarla en el 1) Obstrucción infravesical aguda
preoperatorio inmediato.
Esta presentación obstructiva baja es habitualmente com-
Co11/rail!dicacio11es: fundamentalmente no debe efectuar-
pleta, existiendo en algunos casos, escapes mínimos pero fre-
se ante cualquier proceso infeccioso agudo uretral, vesical, pros-
cuentes de orina ,por rebosamiento.
tático o epididimario.
En los adenomas voluminosos puede ocasionar sangrados La vejiga puede albergar un litro ó más de orina, dependien-
importantes y obstrucción ururinaria baja completa. do de la capacidad previa que ·presentaba. Se acompaña de do-
En los traumatismos uretrales recientes no debe efectuarse lor intenso en hipogastrio, con gran malestar general. General-
pues agtavaria la lesión. mente se ve y se palpa en el abdomen inferior una formación
suprapúbica redondeada, móvil denominada • globo vesical"'y
que corresponde a la vejiga hiperdistendida por la orina.
El origen más común de la obstrucción aguda y completa de ·
Estudios urodinámicos orina es la hiperplasia prostática benigna preexistente (fibroa-
denoma prostático), complicada por un procesó ínflamatOrio o
infeccioso. Se presenta habitualmente en adultos mayores de 50
años.
Las retenciones completas agudas por hiperplasia prostática
Cistotonometría: deben ser solucionadas inmediatamente de diagnosticadas, pa-
ra aliviar al paciente.
Consiste en distender con líquidos (agua destilada o solución Debe efectuarse el cataterismo uretrovesical evacuatorio con
fisiológica ) el detrusor vesical para investisgar la presión intra- maniobras suaves pero precisas, con una sonda si fuera posible
vesical. N' 16 ó 18, tipo bequille (punta acodada para evitar lesionar el
Efectuada con m1 simple dispositivo, si no se dispone de un lóbulo media prostático) y con muy buena lubricación anestési-
act.uali1ado.e'111ip_o par¡i actividad uro~inámica 1 permite eva- ca de la uretra. Debe evacuarse la vejiga en forma intermitente
luar: residuo poslmiccional, presión de la vegiga (8 a 15 cm de para evitar la hemorrágia ex vacua.
agua) capacidad (350 a 500 mi) . Cuando se alcanza el lleno ve- Otro motivo de obstrucción aguda puede ser una prostatitis
sical y se desericadena el reflejo miccional la presión se eleva a bacteriana grave. Es un cuadro febril, séptico, con abscesos
100 cm de agua o más. Si antes del llenado total se producen prostáticos que producen la obstrucción.
aumentos de presión mayores a los 25 cm de agua se considera Se presenta por infecciones urinarias altos o uretrales que
que existen contracciones no inhibidas. por vía canalicular llegan a la próstata. Son de destacar las in-
En las vejigas fláccidas o hipotónicas la presión es baja, la fecciones iatrogénicas, por instrumentaciones inadecuadas, con-
capacidad vesical está aumentada 500-1000 mi, no desan-ollán- taminantes.
dose presión de evacuación involuntaria, ni contraccio_nes no in-
También la vía hemática (focos sépticos a distancia) y la vía
hibidas. linfática (procesos vecinos, habitualmente entéricos) pueden
originar una prostatitis aguda.
No siempre la prostatitis aguda lleva a una retención aguda
Uroflujometría: completa de orina.
1286 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Es frecuente la disuria intensa, polaquiuria y nricció¡¡ dolo- El diagnóstico se establece por la sintomatología·que puede
rosa que dificultan la micción pero que no llegan a producir re- referir el paciente ( disuria inicial, polaquiuria, nieturia, flujo
tención completa. nriccional débil, micción•imperiosa, etc.) y el examen urológico,
En las retenciones agudas por prostatitis abscedadas no de- con especial atención al tacto rectal. En esta patalogía la prós- -
be evacuarse la vegiga con sonda uretral. La indicación exclu- tata se palpará aumentada de tamaño. regular lisa de 'consis-
yente drenar la vejiga mediante cistostomia con catéter N' 12 ó tencia elástica y bordes conservados. El PSA descartará la pre-
14 colocado por punción suprapúbica, para evitar manipular la sencia de un carcinoma asociado y la ecografia con transductor
zona infectada y a la vez permitir el drenaje de la supuración rectal será de gran utilidad para evaluar tamaño de la hiper-
prostática a través de la uretra. plasia y descartar nódulos sospechosos de atipía. La ecografia
Puede también un cálculo enclavarse en la uretra y producir vesical evualurá si existe residuo postmicéional y la ecografía
una retención aguda, Si no se lo puede, movilizar, también se renal el estado de la vía urinaria alto. Otros estudios útiles pa-
efectuará una cistostomía por punción. ra evaluar el grado de obstrucción y la consecuente repercusión
Una hemorragia profusa por ejemplo por un tumor vesical anátomo funcional que genera la hiperplasia benigna son: La
produce un bloqueo vesical con obstrucción por coágulos en la uroflujometiia, el Urograma excretor y la uretrocistografía re-
uretra. En-este caso es más dificil evacuar la vejiga ya que de- trógrada.
ben extraerse los coágulos mediante jeringa de 'lbmmy y sondas La uretrocistoscopía se indicará para descartar patalogía
rígidas. asociada (tumor vesical, litiasis, divertíulos de vejiga, etc.), pa-
ra confirmar si existe una obstrucción aunque no sea significa-
tiva la hipertrofia de la próstata o para evaluar la vía de abor-
2) Obstrucción infra:vesical crónica: daje quirúrgico.
En la mayoria de los casos se intentará tratamiento médico
A medida que la obstrucción infravesical va avanzando, con con descongestivos prostáticos, inhibidores de la 5-alfa-reduct.a-
el tiempo produce alteraciones en la musculatura vesical que sa (finasteride) o bloqueantes alfa adrenérgicos. ('Thrazosina,
progresivamente pasan de la hipertrofia muscular, (con trabé- Doxazosina).
culas ,celdas y divertículos), a otra fase de descompensación, Cuando los síntomas que incomodan al pacient,i no mejorar,
con incapacidad del músculo detrusor para evacuar la vejiga. Se se propondrá el tratamiento quirúirgico, pero la indícación de
establece un residuo post miccional, que sigue en aumento si no cirugía será excluyente, si la hiperplasia se complica con infec-
es tratada la obstrucción, hasta la última fase de la distensión ción1 litiasis, hematuria 1retención urinaria aguda o crónica.
crónica. La vejiga pierde la contractilidad, atonía miogénica, La vía hipogástrica (transvesical o retropúbica) para los fi-
llegando a tener importante residuo postmiccional, indoloro, so- brondenomas grandes o la endoscópica transuret.ral para los
lo percibido por el paciente por un aument-0 del volumen de su que no superan término media los 40 a 50 gramos son los abor-
abdomen inferior. dajes quirúrgicos habitualmente elegidos.
Se' establece una diuresis por rebosamiento, crónico, reflujo Los procedimientos quirúrgicos alternativos má modernos,
vésicoúreteral, ureterohidronefrosis y consecuentemente insufi~ con LASER, Criocirugía o vaporización con alto densidad de co-
ciencia renal ("postrenal") por obstrucción prolongada baja. niente, si bien acortan el período de internación no mejoran los
Ese grave deterioro de la vía minaría puede llegar a produ- resultados postoperatorios obtenidos con la cirugía por RTU o
cirse por varias patalogías siendo las más frecuentes desde lo con la convencional a cielo abierto. Además agrega un gran in-
proximal a lo distal las siguientes: conveniente: la imposibilidad de efectuar el estudio histopatoló-
gico de la pieza operatoria, ya que estos métodos destruyen el
tejido operado.
a) Patología del cuello vesical:
Existe una hipertrofia muscular del cuello vesical que puede c) Prostatitis bacteriana crónica
ser de origen congénito y que se manifiesta por disuria total
(dura toda la micción) a partir de la tercera o cuarta década de Puede producir obstrucciones infravesicales crónicas cuando
la vida. Como la obstrucción es muy lenta y pasa desapercibida
no se logra combatir el germen que la origina.
durante años, puede producir groseras lesiones urológicas con El estudio bacteriológico del primer chorro miccional, del
ureteronefrosis e insuficiencia renal si no se la detecta. chorro medio, de las secreciones que se obtengan por masaje
La muje1 pue<lt fH esenter una esclerosis de cuello por proce- prostático y de la orina post masaje. serán los datos que permi-
sos crónicos endovesicales o ginecológicos. tirán detectar el microorganismo infectante y su sensibilidad
Ciertas disfunciones neurológicas producen también cua-
antibiótica. (Test de Stamey).
dros similares por obstrucción a nivel del cuello vesical.
La ecografía transrectal también otorga datos específicos.
Otros músculos: Los músculos del piso de la pelvis Por estimulación del sistema nervioso parasimpático se
contribuyen a reforzar la función esfinteriana. El diafragma y produce la contracción del detrusor y como consecuencia de ello
los músculos abdominales cuando se contraen, aumentan la la micción. Para que ésta sea posible, además de la inhibición
presión intravesical (maniobra de Valsalva).
Inet'vación
*Dr. JUAN C,'-\ílLOS lRAZU F1g. 11.,-:x M11,• ~·{/'(I h, i111•l'lifff•i,íH pe1·iP1·i,·u de Ir, t·1..fph \' In
uretra.
1288 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
del simpático, deberá acompañarse de una correcta relajación final del estudio se obtendrá una placa miccionaJ en posición
esfinteriana. oblicua y una post-miccionaJ para conocer si hay orina residual.
Se denominH micción sinérgica cuando existe coordína.ción La cislogra{ia, realizada con radioscopia y pantalla. de tele:
entre la contracción del detrusor y la relajación esfinteriana. ,~sión o video es muy importante para ampliar datos sobre el
estado de la pared vesical, presencia de divertículos o reflujo
l\ficció11 no1111al. Podemos definir la micción como el acto vésico-ureterorrenal. El reflujo puede ser pasivo cuando
de eliminar orina a través de la uretra, en forma consciente, aparece por el simple llenado vesical o activo cuando se produce
voluntaria, periódica y completa. • sólo en el momento de la micción.
La vejiga se distiende len tamente con la llegada de orina y La uretrografía retrógrada o miccional ilustrará sobre el
puede·alcanzar su capacidad normal sin experimentar cambios comportamiento del cuello, esfinter externo y uretra.
significativos de la presión endovesical. Cuando está llena, se
generail estímulos que se transmiten a la médula sacra y si no g) Ecografí.a: Es un examen útil para valorar el estado
hay control voluntario cerebral, la consecuencia será la contrac- renal,. controlar la evolutividad de una uronefrosis o reem-
ción del músculo vesical y la micción involuntaria. Esto es lo plazar a los estudios contrastados cuando haya una intolerencia
que ocmTe en los lactantes, por la falta de mielinización. al iodo. Por no ser un estudio invasivo es ideal para medir el
Así la micción requiere la integridad del reflejo medular y residuo post·miccional.
centrvs supcricr~::;-p:..rn asegurar una-completa· e1_rar.u aci ón rlP.
la orina y a su vez iniciar e in_terrumpir la micción a voluntad. h) Radioi.sótopos: Su aplicación está destinada ·ª valorar la
función renal con el radiorrenograma y la cantidad de parén-
Examen clínico instrumental quima funcionante con el centellograma . .Pueden utilizarse
también para investigar reflujo ins tilando una solución en veji-
Ante. la sospecha que un paciente sea portador de una ga que contenga el radioisótopo. Como en la cistografía se
disfunción vesical, se debe practicar un prolijo interrogatorio y investigará el reflujo pasivo o miccional.
un eX'amen clínico exhaustivo, ambos complementados con
exámenes de laboratorio, radiológicos e instrumentales. i) Uretro-cisto-fibroscopia: Bajo la observación directa se
podrá evaluar la uretra, esfinter externo, porción prostática y
a) Interrogatorio: Permitirá conocer los antecedentes de cuello vesical. Una vez que el cistoscopio se introdujo en la veji-
patologías congénitas o adquiridas, el momento de aparición de ga se verá si los meatos están normoimplant.ados, si persisten
los síntomas y si se trata de lesiones progresivas o definitívas. entreabiertos (en hoyo de golf), y se verificará además el estado
del epitelio vesical, la presencia de columnas, celdas, divertícu-
b) Iu specció11: Se examinará el hipogastrio buscando un los o litiasis. La capacidad de la vejiga es un dato importante.
globo vesical, como así también posiciones defectuosas de los
miembros, trastornos de la marcha, cicatrices en la columna o ji Estudios urodinámicos: Están destinados a tratar de
sacro y escaras. comprender, explicar y clasofocar las disfunciones vésico-
Es import.ante ver 01inar al paciente ya que para lograrlo uretralcs.
puede recun-ir a la comp~esión del hipogastrio u orinar sentado.
Urofl.ujometria: Se consideran norma)e~ valores superiores a
cJ Sínt omas: Polaquiuria, disuria, micción involuntaria, 22 ó 25 mi. por seg. en el hombre y 25 a 30 mi. en la mujer.
poliinterrupta, incontinencia o micción por rebosamiento son
síntomas frecuentes en estos pacientes. Cistotonomelría: La presión vesical durante el estudio se
mantiene entre 8 y 15 cm. de agua y las contracciones vesicales
d) Signos: La palpación renal y del abdomen y la percusión ·no inhibidas menores de 15 cm. no se las considera patológicas.
del hipogastrio, podrán detectar un aumento del tamafio renal o El primer deseo miccional aparece en el adulto entre los 150
una retención vesical. y 200 m!. (fig. 11-69). Cuando la vejiga alcanza la capacidad
El tacto rectal explora la tonicidad del esfinter anal, pudien- máxima que oscila entre 350 y 400 ml., el paciente tiene
do encontrarlo normotónico, hipotónico o hipertónico. Se sensación de repleción y malestar y entonces la presión aumen-
consignará además la vacuidad de la ampolla rectal ya que ta bruscamente entre 60 y 100 cm. de agua lo que provocará la
estos pacientes son proclives a la formación de fecalomas. eliminación de líquido alrededor del catéter o la expulsión del
J\ provc:hG.ndo cl.tz.cte, ~e debe expli:1rar el reflejQhnlhnr.aver-. ~sm~ con la consiguiente micción.
noso que consiste en la estímulación del glande en el hombre y
el clítoris en la mujer, provocándose así la contracción del esfín- Perfil de presión uretral: La prueba se puede hacenon agua
ter anal cuando el arco reflejo se halla conservado. o gas. Cuando se usa agua, ésta se inyecta por un catéter multi-
perforado que se hace progresar por la uretra manteniendo un
e) Laboratorio: Se harán pruebas destinadas a evaluar la flujo constante de 2 mi. por minuto. De esta forma, los cambios
función renal, examen del sedimento urinario acidimetría1 1
de presión pondrán de manifiesto las resistencias normales a
urocultivo, recuento de colonias y antibiogiama. nivel del esfínter externo o porción prostática de la uretra o
bien se registrarán presiones anormales que indiquen obstruc-
[) Radiología: La radiografía directa del aparato urinario ción o disinergia. Se puede hacer en reposo o durante la mic-
pondrá de man ifiesto alteraciones óseas tales como espina bífi- ción .
da, vértebras patológicas y especialmente litiasis renal, vesical
o prostática. El urograma excretor es el examen más adecuado E/ectromiografía perineal: Normalmente, la actividad eléc-
para valorar el estado de las cavidades renales, uréteres y trica del piso pelviano y esfínter externo de la uretra cesa cuan-
conformación ·Je la vejig?.. Cunndo el. paciente puede of!n~!", al do el detrusor inicia su cOntracción. Si )a actividad eléctrica
Presión
60 a 150 cm. de agua
afectados pueden generar vejigas neurogénicas a predominio
motor, sensitivo o mixtas.
40
Con el objeto de ordenar el estudio de la vejiga neurogénica
35 se seguirá la tradicional clasificación de Me Lellan que ]as
divide en dos grandes grupos: .
30
A) Supranucleares que ·comprenden a la no inhibida y a la
25 refleja.
Deseo
Miccior.al B) Nucleares e infranucleares que comprenden a la atónica
20 y a la autónoma.
15
A) Lesiones supranucleares (por encima del centro sacro)
10
1) Vejiga no inhibida: En ésta falta la inhibición central del
5
reflejo miccional. El mecanismo cerebral inhibitorio está alter-
ado por falta o· retaJ'do de mielinizaóón en el niño o por lesiones
vasculares cerebral€s, tumor de cerebro, traumatismo de cráneo
50 100 150 200 250 YXJ 350 400 ml.
o esclerosis en placas.
. caJ»\:id<;ld _ .
1::. 11-li!J. Tr, ::.:,;,: 11c 1111 u.,·tumctrograma normal. El arco. reflejo es normal, E!xiste el deseo miccional, pero
falta la inhibición central. En estos pacientes, la capacidad vesi-
cal está ligeramente disminuida, tienen escapes miccionales.
persiste o aumenta durante la contracción del detrusor, algún las micciones son bruscas e involuntarias 'y Ilo pueden ser
grndo de incoordinación está ocurriendo (desinergia). retenidas sino por la contracción del esfinter estriado (volun-
tario). La vejiga ·se evacua completamente, o sea que no h'ay
Celimnetria: Consiste en la medida de la presión intraab- residuo postmiccional. Durante el sueño, el control cerebral es
dominal. Esto se logra con un catéter con balón introducido en menor y se facilita la micción, como ocurre en la enuresis del
el recto. niño.
Estas determinaciones forman parte del estudio urodinámi-
co. 2) Vejiga refleja o espástica: El control cerebral no existe,
debido a la sección de bs vías medulares. La micción es refleja
y el paciente no percibe el deseo miccional, pero si una
Alteraciones de la función vesical
sensación de plenitud o auras atribuidas a la vía simpática. Es
Se puede homologar el comportamiento de la vejiga con el de decir que la vejiga se evacua únicamente a expensas del reflejo
los múscuJos somáticos cuando se produce una lesi ón del segmentario medular. Generalmente se acompaña de hiper-
sistema nervioso. Por lo tanto en las lesiones suprasegmen- reflexia de esfiuter externo, lo que favorece las complicaciones
tarias o supraimcleares habrá espasticidad y en las lesiones (disinergia).
segmentarías, nucleares o infranucleares habrá flaccidez. Esta vejiga se observa en las lesiones medulares por encima
Cuando se produce una lesión traumática de la médula, las de S 2-4, en traumatismos, mielitis transversas, en períodos
alteraciones definitivas en la función vesical aparecerán evolutivos de la esclerosis en placas, anemia_perniciosa,
después que el sistema nervioso se recupere del choque medu- tumores, abscesos intradurales, etc. La. hipertonía vesical y la
lar. hiperreflexia del esfinter externo favorecen el residuo postmic-
cional y con ello la aparición de infección, reflujo vesicoureteral
Chnquc medular: Se produce en forma inmediata a un trau- y litiasis vesical con el consiguienmte compromiso renal.
matismo de la médula espinal o cola de caballo. Hay anestesia Cuando las lesiones medulares se encuentran por encima de
completa y parálisis por debajo del nivel de la lesión, por lo D5, se debe ser cuidadoso en las exploraciones instrumentales
tanto el paciente no tiene sensación de repleción vesical ni ya que estos pacientes pueden desencadenar crisis de hiperten-
contracciones del detrusor. Como consecuencia de ello hay sión arterial. Los bloqueadores cálcicos disminuyen este riesgo.
i·efen"ció11 · v·e•sicéfl '•co·Íllpl"eta cvn escape micciona! por
rebosamiento. Es una vejiga de gran capacidad pero con baja
presión. Este periodo de choque medular puede durar semanas B) Nucleares o infra11uc/eares
o más de seis meses. La distensión vesical persistente lleva a la
anoxia y alteración definitiva de las fibras musculares y a la 1) Vejiga atónica: Se caracteriza por la lesión de las vías
insuficiencia renal obstructi va si no se trata adecuadamente. sensitivas del arco reflejo espinal. Se la observa en las lesiones
Por ello es de capital importancia drenar la vejiga una vez de los cordones o raíces posteriores de la médula, en la diabetes,
instalado el choque. Se podrá practicar el cateterismo intenni- tabes dorsal, siringomielia, discos intervertebrales herniados y
tente o se colocará una sonda a permanencia. traumatismos. La distensión vesical va seguida de micción por
Si se opta por la sonda a permanencia, ésta tendrá un cali- rebosamiento.
bre no mayor a 16 ó 18 Fr. y el pene se llevará hacia el abdomen
para evitar el decúbito en el ángulo peno-escrotal. 2) Vejiga a11t611omu: Es aquélla en que falta todo control
Por lo complejo de la inervación vesical es dificil encontrar encefá)ico y medular de la actividad vesical. Se encuentra en
vejigas puras ya que los distintos niveles de lesión o sectores las lesiones del cono medular, de la "cauda equina" o de los
1290 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
nen1ios parasimpáticos pelvianos, tal -;.:orno ocurre en las exére- recurrir al cateterismo vesical o practicar la resección
sis quirúrgicas ampliadas de la pelvis. Aparece por fo tanto en endoscópica y/o la sección del esfínter externo.
h::siuni;-6 (;uugénilfts como el mielomeningoceie y ia espina bífida Es de suma im portancia tratar la infección y valorar el
y en patologías de origen traumático, inflamatorio, tumoral y reflujo vésico-ureteral. La presencia de litiasis no es infrecuente
como complicación de la anestesia raquídea. En esta variedad y cuanto su tamaño lo permita podrán ser tratadas por litotri-
hay alteración sensitiva y motora; por lo tanto las contracciones cia endoscópica o en su defecto quirúrgicamente. Cuando el
dependen del plexo parietal vesical, lo que genera una acalasia control de estas vejigas no llegue a ser efectivo pese a los
entre la contracción del detrusor y del esfínter. Por ello son veji- tratamientos realizados, será preferible dejar incontinente al
gas distendidas, con gran residuo postmiccion al pudiendo llegar paciente en aras de preservar la función rena1. En ciertos casos
a la incontinencia por rebosanúento. La evacuación vesical se se podrá implantar un esfínter artificial para corregir la incon-
consigue parcialmente por acción de los músculos parietales o tinencia.
la maniobra de Crede. En los niños po rtadores de una vejiga autónoma como conse-
cuencia de un mielomeningocele, el cateterismo intermitente
precoz evitará la uronefrosis e insuficiencia renal.
Diagnóstico difere11cial. Se puede pl antear con varias En pacientes con vejigas hipotónicas con res iduo pos t-
afecciones que. ocasionan síntomas y signos similares, entre
miccional está indicado enseñarles a miccionar en dos tiempos
PllA!;'. dSt.it.i!; r.ró~irA ~, 111·P.~~0Pro~t.ntitis, v?lv11l~!; dP Uretra pns-
ayudando con compresión dei hipogastrio. Cuando estas manio -
tei·ior en los niños, ·obstrucciOnes cervicopr'ostáticas, eStrecheces bras no sean suficientes o se compruebe un reflujo, el éateteri s-
de la uretra, etc.
mo intermitente o permanente será de necesidad.
Cuando se utilice c~teterismo intermit ente, la vejiga se
Evolución y complicaciones. En ·las lesiones parciales, la evacuará dos a trCs vece~ por día. En el caso de usar· una sonda
recuperación suele ser casi total; cuando la lesión es completa, a permanencia, el calibre no debe ser mayor de 16 a 18 Fr. para
la recuperación es más dificil, aunque la vejiga en general recu- evitar las complicaciones uretrales. .
pera un cierto tonismo suficiente para evacuarse parcialÍneote. Además del cont;ol de la infección·; válido para todos los
Las complicaciones más frecuentes son: residuo postmic- pacientes portador es de esta patología, es aconsejable man tener
cional mayor de un 20% de la capacidad vesical, infección, litia- una buena hidratación, acidificar la orina y utilizar antibióticos
sis, reflujo vesicoureteraJ, uronefrosis e insuficiencia renal. o quimioterápicos en fo1ma preventiva o de acuerdo al cultivo y
Otras complicaciones: escaras sac~as, fístulas uretrales antibiograma.
provocadas por infección y decúbito de sondas gruesas , En resumen, el tratamiento está dirigido a obtener un
cpididimitis, etc. adecuado balance entre la contracción efectiva del detrusor y
'l}·atamienlo. El tratamiento de las disfunciones vesicales las resistencias cérvico-próstato-uretrales.
varía con el tipo·de lesión y el momen to evolutivo de la misma .
El objetivo principal está destinado a mejorar la evacuación
vesical, disminuir las resistencia·s periféricas y tratar el residuo
post-micciona1. ·
Escroto agudo*
a
Estos postulados básicos están dirigidos controlar. el reflu-
jo y la infección con miras a evitar las complicaciones renales, Un grupo de afecciones de presentación aguda, del testículo
que por su gravedad pueden comprometer seriamente la vida y de sus anexos, generan el síndrome de "Escroto agudo".
de los pacientes. Las infecciones del epididimo y/o del testículo y la torsión
En el periodo de choque medular, el correcto drenaje de la del testículo, ll amada también con más propiedad torsión del
orina será la mejor profilaxis de la insuficiencia renal obstructi- cordón espermático, exigen un diagnóstico diferencial, del cual
va. va a depender la futura viabilidad del testículo.
En la~ vejiga-s con contracciones no inhibidas están indi- También las torsiones de las hidátides testiculares o de las
cadas las drogas parasimpáticoliticas con el objeto de regular la epididimárias pueden producir cuadros semejantes aunque ge-
hiperactividad vesical. neralmente menos intensos.
Puede encontrarse inestabilidad del músculo detrusor sin Podrían incluirse t ambién en este síndrome a los raros casos
una causa demostrable (detrusor inestable idiopático) en cuyo de presentación sobreaguda de los tumores malignos del testí-
caso están indicadas las drogas anticolin érgicas y otras como culo.
Rn ln~ fr1:n1m~t.i!=;mos tPf;ti(';nl~rA~ ~i .t:P. 17:nnN"f: 43} ::mtece<len ~
ngoni3tas betn-sirnpfüicos, drogas r.i,a::;c.¡¡fot:¡.~picas qüc. act:üan
directamente sobre el músculo liso, agonistas de la dopamina y te, se facilita el diagnóstico diferencial.
agonistas alfa simpáticos.
En la enuresis son útiles los antidepresivos triciclicos ya que 1) Orquitis
las drogas psicotrópicas como la Imipra mina tienen actividad
antícolinérgica y liberan noradrenaliná manteniendo la conti- Es una infección producida por vía hemática y limitada ex-
nencia por estímulación alfa adrenérgica. clusivamente al t estículo. Este proceso no es común, siendo po-
En ciertos casos de obstrucción de cuello y uretra, en partic- cos los agentes que ocasionan esta afección.
ular cuando hay una disinergia entre la vejiga y el cuello, se La orquitis más común es la producida por el virus de la fie-
usan drogas bloqueadoras alfa simpáticas. bre urliana cuan<lo se localiza en uno o ambos testículos, (más
Va rias de las drogas m.e ncionadas pueden tener efectos raramente), luego de una parotiditis.
cola terales indeseables por. modificar el sistema autónomo de Deja en la gonada afectada una al to incidencia de esterili-
otras vísceras. dad.
En la vejiga refleja o espástica, con residuo post-miccional
por hiperreflexi a esiinteriana, se eválut:trá la necesidad de •or. JUAN C..ARLOS CíPiTRIA
NEFROLOGIA 1291
En el •~cund¡irismo sifilítico'. 'también exist,,n casos .aislados Tumores malignos de vejiga, próstota y testículo
de orq~itis, así como en !~ brucelosis.
Én diabeticos, en pacientes inmunodeprimidos, o con. gran Se tratarán sólo los aspectos principales de estos tumores ya
desmejór1miento· dei éstádo general, pueden producirse infec- que son temas de gran amplitud, que admiten además variados
éiones testicula;.es qué generalmente adquieren la forma de protocolos _de diagnóstico y estadificación ·para aplicar luego
abscesos. · conductas terapéuticas que no siempre son coincident,,s para
las mismas situaciones, debido a diferentes preferencias que
pueden llegar a sustentar las clistintas escuelas.
21 Epididimilis Aguda Estos hechos, en constante revisión erÍ oncología, dejan· para
el especialista la discusión, limitándonos a mén~ionar los proce-
dimientos diagnósticos y los estadios tumorales mayoritaria-
Es la' infección, generalmenté bacteriana, del epidídimo, que
mente aceptados.
puede afectar secundariamente por vecindad al testíu!Ó (Or-
quiepididimitisl.
Es la más frecuente de las· patalogías agudas del contenido
Tumores de vejiga
escrotal, por ello puede inducir a error diagnóstico si no se la
diztin&uc de la tur~iü11 Le.:iLicu!a.1, 11 ,vt..e~u ttu~ wwptv1111:::Le ia
vascularización de la gonada, y que requiere tratamiento· qui• Son más frecuentes en los mayores de 50 años y serían fac•-
nirgico inmediato para evitar la necrosis de ésta. tores predisponentes el cigarrillo, la eliminación por orina de
La epididimitis aguda cormienza en la mayoría: de los casos anilinas, betanaftilamina1 infecciones vesicales cróñicas, la biJ-
con fiebre, dolor progresivo e intenso, con tumefacción y aumen- harziasis, HPV y otros.
to del volumen, del contenido del hémiescroto enfermo. Se esta- Son en su mayoría carcinomas transicionales (90%), epider-
blece el cuadro en pocas horas. Al examen es difícil muchas ve- maideos (6-7%), adenocarcinomas (2%) y otros 1%:
ces, sobretodo con el paso de la s hora s , individualizar Se localizan preferentemente en trígono y cara posterior de
correctaó1ente los elementos intraescrotales.' vejiga, siendo en un alto porcentaje multifocales, pudiendo in-
Los gérmenes p'roduétores puedén ser de transmisión sexual cluso estar presenú,s en cualquier sector del urotelio (cálices,
(gonococos, clamidias etc.), de prostatitis bacterianas previas, o pelvis renal, urét,,r, uretra), en opo rtunidades simultáneamente.
provenientes de maniobras instrumentales endouretrales iatro- De esto se deduce la importancia de estudiar t~do el urotelio
génicas. La llegada de los gérmenes se establece por vía canali- cuando se detecta un carcinoma de células transicionales.
c~lai', deferencia!, a diferencia de las epididimitis crónicas (tu-
Clínica: La hematuria, generalmente más intensa al final
berculosis, brucelosisl que se producen por vía hemática.
de la micción, está presente en la gran mayoría de los casos, En
· El tratamiento de las epididimitis y de las orquiepididimitis los tumores papilares pequeños o de moderado tamaño, ·que
agudas se hará con antibióticos, reposo en cama y hielo local. afectan superficialmente a la mucosa vesical, puede ser asinto-
mática o acompañarse de leves trastornos miccionales.
La microhematuria puede orientar el diagnóstico:
3) Torsión de testiculo: En los tumores infiltrantes, sesiles, sólidos se agregan sínto-
mas que pueden llegar a ser muy intensos con el avancé de la
La denominación más apropiada es la de torsión del cordón enfermedad. Predominan el ardor miccional y la polaquiµria.
Existirá dolor vesical, que puede llegar a ser muy.importan-
espermático.
!,,, sobretodo si se agrega la infección del tumor, hecho bastan!,,
La adol.escencia es la época más frecuente de presentación,
frecuenk
pero no puede descartarse en nitios pequeños, ni en adultos ma-
Cuando el tumor infiltra el cuello vesical y/o la uretra poste-
yores.
rior, existirá disuria que puede llegar a producir obstrucción
Se produce por una a!t,,pción del escrotal que impide una
urinaria baja llegando incluso ni globo yesical, simulando_una
correcta fijación del testículo en la bolsa.
patalogía de origen prostático.
El comienzo es muy brusco con intenso dolor en el t,,stíulo y Lo.s tumores vesicales infiltr ant,,s que invaden el urét,,r ter-
en la región inguinal del lado afectado. minal producirán ectasia uret,,ropiélica o anulación de la fun-
En el examen clínico del testículo está aumentado de volu- ción renal. Si el tumqr asienta en el trígono y ocluye ambos uré-
men y elevado. El epidídimo se ubica hacia adelante pero es de t~r.~~ PI p:=iriPotfl rr~sentará ?.n11ti ~ ':'h5trur:fr1a, lcigk~mente sin
diñcii 1ctentitic:ac1on por el ·edema que apai-ece rápidameñti,. M mina en la vejiga.
levantar con la mano el ú,s(ículo se increm.e nta el dolor (Signo
de Prehn), que es negatifvo en la epididimitis. Estudios co111ple111enlarios: La Ecografía ·vesical permiti-
Las torsiones . de las hidátides pueden simular torsión del rá tener una primera orientación diflgn6Stica. Puede mostrar
cordón, con menor intensidad de 1os s_íntomas. una masa endovesical vegetante o form aciones que infiltran la
ComQ estudio complementario, solo el ecodoppler y si se lo pared de la vejiga. . .
dispone con prontitud, puede ser de u.t ilidad diagnóstica. El Urogramá exúetor es de gran_utilidad porque otorga tina
Como dijimos anteriormente la torsión del cordón espermá- información anatómica y funcional del aparato urinario. La fal-
tico debe int~rvenirse quirúrgicamente en for~a inmediata. ta de relleno en el cistograma, o la irregularidad del contorno
Si la torsión es completa se recuperará el testículo si se lo vesicáJ sugieren la presench de un tumor vesical.
desrota anú,s de las 6 horas de iniciado el cuadro . Pasado este Puede mostrar si existe ectasia ureteral o alteraciones fun-
lapso _la isquemia, llevará con.segurid'!d a la necrosis del testí- cionales renales producidas por invasión ureteral baja por tu-
culo ..Por ello ante la duda, es preferible explorar uria epididi- mores infiltrii'rÍtes vesicales.
h1itis poco típica, antes ·que esperar. con tratamiento médico y La· anulación de la función renal cuando se va produciendo
perder la posibilidad de conservar el testículo. en forma progresivamente lenta, no sieffipre se acompaña de
1292 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
significativos cambios anatómicos del rinón . (uronefrosis, atro- putativos vesicales (parciales o radicales), quimioterapia sisté-
fias marcadas del órgano afectadoi por lo que es importante mica, radioterapia etc., de acuerdo a las distintos matices ·que
efectuar estudios diagnósticos que muestren la función renal. presenten, por ejemplo: edad del paciente, tamaño y ubicación
Cuando el paciente es alérgico al iodo se evaluará con cenlel/o- endovesical del tumor, pi'eseticiá de adenopatías tumorales, me-
grama y radíorrenogramaa isotópico. tástasis a distancia (pulmón, hueso, lúgado etc.).
La Tomografía axial computada (TAC), con contraste endo-
venoso y oral de abdomen y pelvis, no siempre es necesaria. Se
deberá solicitar cuando se sospecha o existe h evidencia de un
tumor infiltrante. Servirá para detectar la invasión parietal del Tumores malignos de la Próstata:
tumor, adherencias a otros órganos, estado del hígado y adeno-
megalias retroperitoneales. Si se opta por este estudio puede Son tumores epiteliales, en su gran mayoríá. adenocarcino-
evitarse el Urograma excretor. mas. Un mínima porcentaje, no llega al 0,3%, pueden ser sarco-
La Citologia exfolialiua serinda de la otina /método de Papa- mas, carcínosarcomas, cistosarcomas filoides, o infiltraciones
nicolaoul. Es útil para el diagnóstico y para el seguimiento de prostátic;.as por linfomas malignos 1 leucemias, o melanornas.
casos tratados. Los carcinomas prostáticos pueden aparecer aún an tes de
Uretrocistofibroscopia: Es el estudio que jamás debe obviar- los 50 años, pero son mucho más frecuentes después de los 70
s~ C;onfirma..rá la presencia del tumor, tamaño y .característi- años, considerándose qu e pueden padecer esta patalogia la gran
cas; si es sesil, sólido o papilar, mostrará ia ubicación endoVesi- mayoria de los hombres que s uperan· los 85 años de edad.
cal y si hay compromiso de meatos ureterales.
Después del cáncer de pulmón es la neoplasia que más afec-
Mediante la biopsia se tendrá el diagnóstico histopatológico
ta al varón, pero si se contabilizan los carcinomas latentes,
de certeza, el grado celular de diferenciación y la penetración
(aquelios que no dieron síntomas ni signos y que fueron detec-
del tumor en la pared vesical.
tados posto-morten por el patólogo), es el tumor de mayor pre-
En a_JgunRS situaciones éste puede ser el primer examen que sencia en el hombre. Esto no quiere decir que sea el que produ-
se practique, por_ ejemplo en microhematurias o en hematuriás
ce más mortalidad ya que aquellos que lo padecen, muchos de
con coágulos que bloqueen la vejiga y que exigen una tvacua-
edad avanzada suelen fallecer por otras patologias, frecuente-
.cióp cOTl la Camisa del cistoscopío.
mente por padecimientos cardiovasculares.' ·
·· En estos casos, se tendrá un diagnóstico inicial y luego se
completará con los exámenes antes descriptos, optando por los En los enfem1os más jóvenes, el carcinoma prostático es mu-
más adecuados de acuerdo al tipo de lesión y estado del pacien- cho más agresivo, diseminándose rápidamente y con menor res-
te. puesta al tratamiento.
Una vez efectuado ésto, se realizará, bajo anestesia en qui- Además del carcinoma laten te (recién referido) existen den-
rófano, el estudio endoscópico. tro de las categorías del C3rcinoma prostático el incidental, que
Si el tumor es accesible, se efectuará la resección endoscópi- aparece en forma insospechada en el 10 al 20% de las piezas
ca transuretal lo que servirá para tratamiento, diagnóstico his- ope!'atorias de las adenomectomías prostáticas efectuadas por
talógico y estadificación local. Se completará con tomas biópsi- vía hipogástrica o transuretal; el oculto se diagnostica por la
cas de todas las caras ves icales (mapeo). biopsia de una metástasis, generalmente ósea, en quien no ha
Si el tumor es de tipo infiltrante, extendido, se tomarán tenido ningún síntoma de padecimiento prostática y finalmente
muestras biópsicas del tumor, de s u implantación en la pared el carcinoma clínico: es diagnosticado por tacto rectal, marcado·
vesical y mapeo del resto de la vejig&, para evaluar el estadio. res prostáticos y ecografía y confirmado por b1ospsia.
Se efectuará, al igual que en la postura anterior, palpación bi- Existe una evidente predisposición familiar para esta enfer-
manual del hipogatrio con facto rectal o vaginal , aprovechando medad. Algunos autores recientemente hacen referencia a fac-
la anestesia. tores hereditarios dominantes en familias, las que tambien pre-
El grado de malignidad histológica se determinará mediante sentan carcinomas prostáticos en edades más tempranas.
la diferenciación celular, clasificándose en Gr !, II o III, si es El cáncer de la próstata, en la gran mayoría de los casos, se
bien diferenciado, medianamente o indiferenciado, respectiva- inicia en la un a periférica, de allí su fácil acceso al dingnóstico
mente. mediante el tact-0 rect al. En un porcentaje menor,(20%) puede
Ultimamente, la Citometría de flujo, midiendo las aneuploi- estar en la zona transicional o central, o en el inte1ior de una
dias celulares en las biopsias, brinda una gran ayuda para me- hiperplasia benigna.
dir la agresividad del tumor.
La operación par adenoma de próstata ya sea par via hipo-
Simplificando y para facilitar la estadificación del cáncer de
gástrica o transuretral no previene la posibilidad de presenter
vejiga ai no especiaiisi,a t>e ios <li v·iJit'á en tumores superficiales
posteriormente un carcinoma prostático. La zona peiiférica. de
y en in filtrantes.
la próstata, (que origina el 80% de los carcinomas), persiste lue-
Se consideran tumores superficiales a aquellos carcinomas
go de la adenomectomía prostática. Por lo tanto todos los opera-
transícionales que afectan la mucosa vesical y que no sobrepa-
dos por hiperplasia benigna deben continuar controlándose
san la lá mina propia (Ta y Tl). Nomenclatura de la UICC,
anualmente con tacto rectal y PSA.
1987.
Salvo que el grado histalógico resulte alto por indiferencia- El carcinoma de próstata es de crecimiento habitualmente
ción celular reque1irán tratamientos quirúrgicos endoscópicos lento, salvo en los pacientes jóvenes, en quienes como dijimos,
que conserven la yejiga, y complementación con insulaciones el tumor es mucho más agresivo.
endovesicales de BCG ó quimioterápicos (Mitomicina, Thiotepa, Histopatologicamente los adenocarcinomas prostáticos pue-
Adriamicina etc.). den ser GR!, II ó III de acuerdo al indice de diferencisción celu-
La denominación <le tumores infiltrantes, se emplea para lar. Los indiferenciados (GR ll!) con importantes alteraciones
aquellos que invaden la capa muscular de la vejiga, ya sea la nucleares, múltiples mitosis de pequeñas células, s.on los que
superficial o la profunda, y/o la grasa perivesical (T2, T3, T4) . más rápidamente pueden generar metástasis. La observación
S0 11 muy ag-ce;:;ivo.5 y rnqucrinfo 1,rnt.ami~nfor quirúrgicos am- microscópic.a de infiltración en linfáticos peri_neurales, conti-
guos a la glándula, sugiere progresión de la enfermedad a los La Resonancia nuclear magnética parecería alga más útil
ganglios linfáticos regionales, iliopélvicos y luego a los lum- que la TAC para el diagnóstico de carcinoma prostático, pero de
boaórticos. menor sensibilidad que la ecográfia con transductor rectal. Ade;
Por vía hemática, las metálasis óseas (en el 90% osteobláti- más el costo es muy superior, al de esta última.
cas ) ·son las más frecuentes. En estadios terminales afectan al
hígado, pulmón yotros órganos. Estadificación. Resulta más práctica para el carcinoma de
próstata la estadificación por el sistema ABCD, que el TNM
Clínica: En el estadios iínciales no produce síntomas, en la propuesto por la UICC.
mayoría de los casos, por la ubicación del tumor en la glándula El estadio Á es el que no fue detectado clínicamente, por tac-
prostática. to, PSA o ecografia. Estos tumores son generalmente .de la tona
Cuando progresa hacia la luz uretral, o cuando comenzo en transicional. Es el carcinoma incidental, descubierto por el pa-
las zonas transicionales o central de la próstata, los síntomas tólogo en el estudio de un adenoma operado por vía hipogástri-
no difieren de los que se observan cuando eriste cualquier otra ca o transuretral. ·
patalogia obstructiva baja. Se subdivide en Al: cuando el carcinoma hallado en la pieza
Aparece dismia, que será total, si eriste rigidez de la uretra quirúrgica o en la totalidad de los fragmentos de una Resección
prostática, polaquiuria y a veces hematuria leve. En ocasiones transuretral, no supera el 5% del total estudiado.
puede presentarse retención aguda de orina. A2: cuando el carcinoma está entre el 5 y el 10% del total
En la heiunspermia 1 que en el paciente j<;>ven .no t~ene_ gene- examinado. Pese a que existen algunas divergencies, se acepta
ralmente significado patológico, en el adulto, después de los 50 que solo deben set controlados luego de la adenomectomía pros-
aüos, debe descartarse el carcinoma de próstata. · tática.
Cuando el cuadro avanza, existen dolores pelvianos, cistal- Si en el A2 el carcinoma descubierto es más del 10% del ma-
gia, edemas de genitales y miembros inferiores por compresio- terial extirpado se procederá como si se tratara de un estadio B.
nes linfáticas o venosas. Estadía B.: nódulo palpable que no sobrepasa los límites de
Los dolores óseos en los lugares afectados par las metástasis la glándula. Puede ser Bl o B2 si afecta a uno o ambos lobulos
pueden ser intensos, y no se debe dejar de pensar en un hombre pero no debe superar 1,5 cm. Este estadía es detectable clínica-
adulto, aún sin sítomas prostáticos en la posibilidad de un car- mente y confirmado por biopaia ecodirigida. No se detecta inva-
cinoma de esta glándula (carcinoma oculto). sión a vesículas seminales, órganos vecinos ni adenopatias re-
gionales.
Examen clínico y estudios complementarios, El tacto Se optará por efectuar de acuerdo a las preferencias: 1)
rectal sigue siendo el examen primordial e ineludible para diag- Prostatectomia radical ó 2) Radioterapia externa con Acelera-
nosticar esta enfermedad. Es por ello que se aconseja efectuarlo dor lineal. Otro tratarrúento puede ser la implantación local de
a todos los hombres después de los 50 años para detector pre- oro, iodo u otro elemento (Braquiterapia).
cozmente este carcinoma. En el estadio C existe extensión extracapsular a las vesícu-
Puede palparse: un peque,io nódulo, más duro que el resto las seminales, al cuello vesical o al tejido adiposo periprostático.
de la glándula; lobulos asimétricos con superficie irregular; fal - El estadío D1 presenta ganglios positivos iliopélvicos.
ta de definición en los bord es; vesículas seminales induradas y Puede infiltrar órganos vecinos, y presenter uronefrosis por
también en casos más avanzados la rigidez y fijeza de la prósta- obstrucción trigonal.
ta a sus adyacencias lo que se denomi na pelvis congelada En el estadio D2 se detectan metástasis a distancia, en hue-
La palpación siempre es indolora y la presencia o la falta de sos (principalniente columna, pelvÍs, costillas), hígado, pulmón,
movilidad debe evaluarse cou la palpación bimanual. cerebro.
En oportunidades el tacto no es significativo y puede confun- Para el estadío C, (enfermedad avanzada local) y para el D
dirse con una prostatitis crónica o una litiasis múltiple prostática. (enfermedad avanzada general o diseminada) se utilizarán tra-
tamientos paliativos que actúen en forma sistémica.
El PSA, será el primer estudio complementario solicitado,
Como los carcinomas prostáticos son tumores hormonode-
acompañando al tacto rectal (ver PSA). Si el tacto o el PSA, ani-
pendientes, que son estimulados por los andrógenos, se usan
bos o por separado son patológicos, se solicitará una Ecografia
antiandrógenos para inhibirlos. los más ultilizados son la Flu-
prostática con transductor rectal. Si ésta muestra una próstata
tamida y la Ciproterona. Años atrás se usaba el dietilestilbles-
patológica, se efectuará la biopsia ecodirigida mediante el
trol, pero se le atribuyeron efectos estrogénicos indeseados (da-
transductor endorrectal de la zona supuestaniente comprometi-
ño hepático, trastornos cardiovasculares); sin embargo varias
da. Se utilizará la aguja Tru-Cut para la biopsia del tejido y la
estadísticas actuales los reivindican.
aguja ultrafina para citología aspirativa.
Se efectúa la castración química mediante agonistas LH-RH
·s; 1a ecografía ·no evidencia la lesión que sugiere un PSA (ieuprolide), o la castrnción quinírgir.a efectuando una orquidec-
elevado o un tacto dudoso, se efectuará la biopsia prostática con tomía bilateral. La finalidad es llegar a la dehormonización to-
varias tomas en cada lobulo. tal.
Una vez corfirmado el diagnóstico histopatológico se estadi-
ficará la lesión solicitando una Rx. de tórax, un centellograma
óseo completo incluyendo huesos largos y calota, una tomogra-
fia axial computada de abdomen y pelvis con y sin contraste pa- Tumores de testículos
ra determinar si existen adenomegalias, estado del hígado y
ambos riñones. La_enorme mayoria (más del 95%) de los tumores testicula-
El carcinoma puede avanzar a Jas veséculas seminales, infil- res son de características malignas.
trar el trigono, comprometiendo la fun ción renal por obstruc- Se presentan casi siempre entre los 15 y los 35 años de
ción ureteral. edad, eristiendo un pequeño porcentaje de éasos antes de la pu-
La Ecografía con transductor rectal es más útil que la TAC bertad y un 10% a un 20% que pueden padecerlo luego de los 30
para evaluar la próstata. años.
1294 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
En ·e ste grupo de varones jovenes (15 a 35 años), en Estados tosos, pe.ro igualmente pueden dar metástasis, lo que lo
Unidos de Norte América, es la tercera causa de muerte luego diferencia del teratoma maduro del niño que es benigno
del S.I.D.A y los accidentes de tránsito. y cuú con la orquidecwuúa. ·
La etiología es desconocida, pero existen factores como la ec- d) Tumor del saco vitelino: Es el tumor testicular más fre-
topia o la criptorquídea (corregida Ó no quirúrgicamente), que cuente en los niños (menores de 4 añosf Es in~ agresi-
aumentan en 15 veces la posibilidad de presentar un cáncer vo que el teratoma maduro infantil, podiendo dar me-
testicular. Los gemelo tienen también, más frecuentemente es- tástasis.
tos tumores. e) Coriocarcinoma: Es una neoplasia extraembrionaria,
Si bien se menci~nan como predisponenWs a ·los traumatis- trofoblástica, poco frecuente (1%) y suele asociarse a
mo e infecciones 1 ésto ·no está comprobado. otros tumores germinales. Es excepcional que se pre-
sente puro. Es sumamente agresivo con r ápidas metás-
tasis por vía sanguínea por su conexión con los vasos si-
milar a la placenta. ·
Clasifilcación histológica: Todos los otros tumores descriptos se diseminan por vía
linfática.
Es frecuente la asociación de dos o más tumores genni -
ri;:il~,- di~tint.os P:O 110 mismo tRi:.tfc nlP . Son IM tmnon!~
germinales mixtos, deben efectuars e múltiples cortes
Tumores primitivos de testíc ulo en el tes tículo tumoral.
Se dividen en:
[} 'Tumores de célulan germinales y Il) Tumores no germinales:
JI) 'Tumores de células no germinales.
Estadio 111: Extesión a distancia fia axial computada de abdomen que informará sobre el estado
a) Adenomegalias suprarrenales, supradiafrag- ganglionar y de las vísceras abdominaJes.
maticos, supraclaviculares, ilíacas. ingulna)es. Los tumores seminomatoso lócalizados, no elevan los marca-
b) Metástasis viscerales. dores testiculares.
Si el diagnóstico histopatalógico fue de senúnoma y está alta
Clínica: la cifra de a fotoproteína antes de la orquidectomia, puede de-
Generalmente, el paciente o el médico en un examen de ru- berse:
tina descubren un bulto en el testículo. Se efectuará un cuida- a) coexiste un tumor no seminomatoso en la pieza quirúirgi-
doso examen clínico, tal como se describió en semiología del ca no diagnosticado. Por ello se insiste en la necesidad de hacer
aparato genital masculino. múltiples cortes ya que es frecuente la asociación de distintos
La mayoría de las veces el testículo es indoloro, d~ro, más tumores germinales.
pesado. b) Si persiste al!o a fetoproteina luego de la orquidectomía,.
Se descartará un hidrocele con transiluminación, sé indivi- debe existir una localización extra testicular (ganglionar o visce-
dualizará el cordón inguinal, el epidídimo y la participación del ral demostrablé o no) de estirpe no seminomatosa.
escroto. Los tumores no seminomatosos elevan la a fetoproteina, ·ya
El diagnóstico diferencial se hará con épididimitis, orquitis, que ésta se sintetiza en tejidos vitelinos qué existirían en. los tu-
tvi:31óü JeI 1.01Júü iugu.lüal y ttaumati:mio~ {8ohre-todo si ·pa·só mores·no semiñomatosos aunque a veces ésto no puede demos-
la etapa aguda). trarse.
La ecografia testicular y mejor aún la ecografia con efecto Si el seminoma es anaplásico o lo que algunos autores deno-
Doppler son de gran utilidad para el diagnóstico. minan seminoma ÚofabÍás tico podrá estar elevada la ~ gonado-
Se solicitará una radiografia de tórax, análisis de rutina y frina. También lo estará en tumores germinales mixtos.
marcadores testiculares a feproteína y sub unidad Pde gonado- Las cifras más elevadas se obtienen cuando existe un corio-
trofina Coriónica. carcinoma.
Una vez hecho el diagnóstico clínico de sospecha de tumor Cuando los marcadores persisten altos Ju.ego de la orquidec-
testicular, y sin neces.idad de esperar el resultado de los marca- tonúa se efectuará tratamiento quinúoterápico con combinación
dores, se efectuará la exploración quirúrgica por vía inguinal, de drogas (carboplatino, cisplatino, etop6sido, bleomicina, vin-
extraescrotal. blastina, según la prefeücia de las diferentes escuelas).
Se aislará la gonada y se la extirpará si se confirma que la
La linfadenectomía se utilizará para di agnóstico de invasión
tumoración es del testículo.
ganglionar o para rescate (posterior aJ tratamiento).
Luego de la orquidectomia el patólogo definirá la histopato-
logía del tumor y la invasión local. La radioterapia se utilizará para los tumores germinales se-
Se compietará el estudio para la estadificación con tomogra- minomatosos.
ATLAS RADIOLOGICO. VIASURINARIAS <Dr. Alberto Hernández)
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NEFROLOGIA 1297
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11 ii.1 .,,,Ji, · 1:1 1: ·• dt' r--! !f•nn rn (1 ~n re!!i/,n i_ . 11e11trnl c¡ue muestra ausencia de formn ci611 de 111.'ovasos.
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J· ::.:. ll · iti. ( ·,,rc1J111111cr dd ri1i1111 cien·, ho: desplazamiento de L., pelvis y cálices superion·.- aluera y aba,10 llh.!chn 1
1· 1-; . J 1-.. . 1 .- · ,., ! .· , !. _.; 1i 11 t1~·, ,, , n .-: 11·m 1; . Fig. 11-78. Utiosis urnl1rn . u,1agl!111!.<; negatiuO.'i (flecha)
ATLAS RADIOLOGICO · VIAS URINARIAS (Dr. Alberto Hernández)
GiNECOLOGiA
SEMIOLOGIA
dose el cuello, siendo necesario en ocasiones una pequeña movi- e) Estudio del moco cervical
lización del instrumento para conseguir Una completá ·exposi-
ción del c,uello, en especial, cuando el ·útero está en retroverso• 1::1 moco cervical debe valorarse al inspeccionar el cuello ute-
flexión o si bs paredes vaginales son amplias Ylaxas. rino. Su aspecto tiene clara influei,cia hormonal en 'relación con
El aspecto macroscópico del cuello dependerá del tipo de epi- el momento del ciclo en que se realiza su exploración.
telio que lo recubre, de su trofismo, infl amación o posibles lesio- La cantidad de moco aumenta en la fase folicular con un
nes. El orificio cerl'ical externo es pnntiforme en la nulíp:u·a y máximo en el momento ovulatorio; al niismo tiempo alcanza
se pre~enta como hendidura transversal en multíparas. En mu• su mayor fluide.z .y lilancia (capacidad de formar hilos). El pH
jeres en edad fértil, el epitelio periorificial es en general eiitro- es alcalino y su propiedad más imp·ortante es la cristalización
plrisico, debido a la presencia de epitelio cilíndrico endocervical en "hojas de helecho". Esta depende de la presencia de estró-
ledropiónl, puede observarse acusada vascula1ización y peque- genos y no se comprueba en la segunda etapa del ciclo Oa pro-
úas formaciones anrnril1entas o quistes de Naboth. En mujeres gesterona inhibe la cristalización), ni durante la gestación o
postmenopáusicas, el cervix es pálido, poco prominente, atrófico climaterio.
y exi:;te borrnmiento de fondos de saco vaginales que dificulta En la fase luteínica, el moco por el contrario es relativamen-
h co1ocación del esjléculo 1 en cambio es cianótico en el embara- te escaso, de aspecto sucio y no cristaliza en hojas de helecho.
zo. En los procesos inflamatorios, el cervix aparece congestivo, a
veces con característico punteado rojizó y se acompaüa de un
tlujv cuyO asp.::dv de-pende de! agente ctio!ógico_. .AJ retirar el es- O Tacto vagino abdominal combinado (Fig. 12-1).
pé.culo y ha.ciendolo lentamente deben observarse.las caracte1ís- ·
tiras_ de ra5pnn•.des \'agin::¡J~s; este es uil hech_o de mucho valor, Es el _siguíente paso en e) examen ginecológico. Con una ma•
ya Clue es-co~tu mbre. luego de estudiar el cuello siclcar el insttu- no se separan ampliamente los labios y se insinúa en la vagina
mén-to si11 i·C'parar eú l;.1 posible patología ,;aginal. uno o dos dedos de la otra ó1ano, enguantadas y lubricadas, ·
presionando y lubricadas sobre el periné y la pared vaginal pos-
... terior con objeto de evitar el contacto innecesario sobre estruc-
di Colpo~copia turas muy sensibles situadas eu la parte anterior. Con los dedos
presionando sobre el pe1iné se palpon el cuerpo perineal y los
LT1la valoración más precisa de ~uello uterino se realiza me• músculos pubococcígeos (elevadores del ano). Si en este momen-
<li8nté la colposcopia. Consiste esquemáticamente en una lupa to pedimos a nuestra paciente que tosa (ejercicio que se traduce
mono o binocular que permite aumentos de 10 a 20 diámetros o en un aumento de la presión intra-abdominal), podremos valo-
más, r.on una distancia focal de 20 cm que permite manipula- rar la tendencia a la relajación del perineo, el colpocistocele, el
ción con instrum.entos en la vagina. La colposcopía debe reali- colporectocele y el histerocele en sus distintos grados. Los dedos
zarse sistemñtic:<lmente ya que permite descubrir lesiones me· se introducen con un ángulo aproximado de 30 a 45º sobre la
nares de 200 micrones que pas.:1 11 inadvertidas al examen ocular horizontal, palpando las paredes vaginales en toda su longitud,
simple. el exocervix y el orificio externo. A continuación se practica la
exploración bimanual. Los dedos vaginales sirven para fijar el
Técnica: Colocado el espéculo. se tluidifican las secresiones cuello y llevar el útero hacia adelante aplicándolo contra la pa·
ce1,,icales con un hisopo empapado en ácido acético al 2-3%. La red abdominal permitiendo asi la palpación del mismo y las re-
imagen observada dependerá: giones anexiales, comprobando la posición 1 tamaño, contorno,
a) del tipo de epitelio (cilind1ico-escamoso-metaplásico) . consistencia, movilidad y sensibilidad del útero, de anexos
(trompa y ovarios), y cualquier masa pélvica, debiendo ser mi-
b) de s u en¡;rosamient-0, adelgazamiento o ausencia
nuciosamente descriptos. · ·
c) de la disposición de la linea de separación entre el epitelio
y el conjuntivo
di de la presencia de glándulas
e) de la distribución y morfología de los vasos.
Ei: impürl ~rnt,e t;'.5tablt-cl:r la ;:;itntlción de! litera. Cuando eshi Cítología exfolintivn
f:'1: ,ini.:~n,,2,)ilexi,in. el forH.fo ~t· rc-tonon~ rn l.1 linc.•~1 1nedi~, por
nwin,,i <IL• lt1 ::.infi::-is puhiana i.:mnc) un tumor lü:i1), abov~dndo y Existe paralelismo entre la histología de la mucosa genital y
1i11i•;il. Cu:mdc, · E-> ~b · l'n ,:ttrm'er~oJlc.xiún, la p~dpat.:itin abdomi- el tipo de cé[ulas desprendidas, que resultan de la renovación
11 ~1 1 t~i ,w~at.i-,a y :,e p:dpa ff,n lo...; drdos \'aginal t:::: insinuados permanente de las células más superfici ales de los epitelios del
rrofunclam(:nt-? c·n ~I fr,ndo ,•agir1a! postt'rior. Si eslá t:n posicidll aparnto genital.
,m.i:rmt·di:.1, t'l fond{i r.o" ~1;1 n•conütt: por nii1guna de b:: m:rnos El ,•stúdio de las células exfoliadas constituye un excelente
1;ut.• ,.~xph.w.t. A continut,c1ún ::;e culocan ambos dedos. v:~gina)es método para conocer Ja·a~tividad funcional de la~ gónadas, pues
•.•n un l(:ndo dt'. ~;1ro btt·r~-\l, al tiempil quC:! con la mano abdomi- refleja ti estado hormonal ová1ico (colpocitograma hormona])
¡¡;·1i. 1.:,.1 li1,:;·1d;1 r·11 t.·! mi::;mo bdo: se prt:sion;l sobre la re~ión nuc-- Desde el punto de vista hormonal las células vaginales se
xiil h:H:i t- ndo (·0111n un harrido de la misma e.l e arriba hnci..1 ade- dt1sitican en.
b11u-, ab:iju y dt• fük•ntro hrn.:ia ;1fu é' Li., dl~ form~1 4ut: rl :tnexo
ql1L·d•: .-:h:;r~·;Hlo <.•mr,_• nrnh~3. 3t· repitf igual m.1niobra en el ¡\J Células eosinófilas superficiales: Se colorean de rojo con
ntrn l;1d(1 y fin .:.1hm•nlt! ~e pnlpa c:l lú11do de saco de Dough1s y lo~ colnrant~ de Shorr y proceden del estrato más superficial de la
!ig:1;tt.::-11{1J.3 ult.:r<•tiiH.T(,~:. Los nnl:'xo~ rwrm ales con frecuencia no capa superficial del epitelio vagi nal. Son grandes, poligonales,
;--11,1 p;ilp:1hlt:!:>. aun 1?11 co1:.cliri••!H:"S ide¡·ilt>.:- como puede ser u1rn de bordes lisos y nucleo pequerio, pictnótico.
p:ori enu~ cit:.-i.~.1da )' hien n:l:\jmln.
bl Células cia.nófí.las superficiales: se colorean de azul y son
morfológicamentc similares a- h~s anteriores. Se origin an Pn )a
parle profunda de la capa superficial.
g·1 Exploraeión rectal
cJ Células intermedias: son cianófilas, m8s pequellas. de nu-
Comprendt' ,;t_J t;1do redal. la palp:ición ab<lóminorL'dal y el c!eo mayor y forma ovalada o poligonal. Proceden de la capa in-
t ~trli.1 n:dm·;1 ~:i1w.l.
tcrmtidin del tipitelio vaginaL
El f!1 cto rer1at ," l' t•lh·tuarñ inlruducir:ndo el d1:do índice en di Células profundas: Pequet\as, redondeadas, con núcleo de
t·I e.mal :111,1rt:t'tal. St• t·xp lora el tnnismo dE:l esfintf!r y fran- gran t.am;tüo y protoplasma intensamente cianófilo. Se llaman
qu0:111du ~~~ te. la ampollo rt-:rtal. A lr,wt::. de 1:1 pared :.mterior Se p:1rabasal~s por corresponder al epitelio vaginal más vecino a la
palpr1 d ruello .r tam pn.~lt:rinr cle-1 útero, Iat.i.:ralmente s.e npn~- capa de célulns basales, que no disgregan sino por excepción.
ti~1 L1 hase- de los lig..1mcntos latf' ral f's o ¡rn.nunelrios. La p.1lpa-
t·i6n abr.tuminor1:d,1l fe r~aliw rnn ti ímlic.e en t: I redo y la otra En los extendidos se debe estudiar la relación numérica pro-
m:-100 t>H l'i ,1bcfom¿-n de ig:11.11 forma Con la misma fiirnlíclad que porción de los di stintos tipos celulares y el índice eosinófilo
i:'11 ]:¡ p:,lp;u:ión a.hd omino\·aginnl. lporcentual de células con núcleo picnóticol. Ambos permiten
El t:-icto rE-L'.lov:1ginal es indispen~a ble l'll los tumnres de la valorar la ndividact ovririca y, según la proporción en que se en-
1mn:d "agin:1I pü~{t=- rilll". del tabique recl.o\·aginal y p:un apre- cuentren las células, los extendidos se dividen en tróficos, hipo-
ri:1r ia prop<lg;1ciún a los pnrnml'trios dd c1rc.:i noma de cuello tróficos y atrüficos .
utl'ri1111. Para tal li1, .:- t• introd uef:' l'l lk·do medio en el recto y el Lo~ extendidos tróficos se caracterizan por elevado porcen-
indiu t'il In vrigina , ap risionando entre ;_\mbus el tabique redu- tual ele célulns superficiales, pocos leucocitos y escaso moto. De-
,·a~innl o los pararndiios bt('n1!E:S. U11,1 m~jor apreciación se ben tener más del 15'1. de células eosinófilas, extendido caracte-
ühtii·n~ palJJandü ti paramdrlo izquierdo con mano izquierda y rü;tico de la adolescente y de la madurez sexual. El trofismo se
c.-1 den•cho con den~cha . D~ben haée:rse nmbas, mrixime en el relaciona directamente· con la presencia de estrógenos. Los_ex-
c:11Ti11mnri de nielto. tendidos hipotróficos presentan disminución de células superfi-
ci.1.l1:s y aumento de las intermedias; es característico de la pre-
menarca.
h I Exploración de las mamas Los extendidos atróficos presentan células profundas y algu-
nas intermedias, grnn cantidad de leucocitos y bacterias y mo-
No puede. dnrse por completo un examen ginecológico básico co. Son característicos de la niñez y el climaterio~
sin In exploración de las mamas. Describimos con detalle: la se- También en procesos malignos hay desprendimiento celular
miol11gfri mamaria básica en eJ capitulo de patologia mamaria. y estd bien demostrada la eficacia de la citología en la detección
precoz del cáncer del cuello uterino (colpocitograma oncológico).
El material puede recogerse con técnicas diversas, pero lo
i I Examen en fresco del flujo más utilizado en la práctica, es la toma vaginal con pipeta para
el.estudio hormonal y las tomas vaginal y cervical, con espátula
Se trat3 de una sencilla exploración qu e permite el cliagnós· de .Ayt'é'para investigación del carcinoma. El material así obte-
nido se extiende en un porta objeto y luego se fija no menos de 5
ti (:o etiológico inmediato en una gran proporción de pacientes
minutos en una mezcla a partes iguales de -alcohol 96º y éter:
c-on llujo.
Por último se procede a la coloración de los extendidos. La más
Requerimos de un microscopio óptico de 400 aumentos, y el
utilizada es la técnica de Papanicolau, tanto para el estudio
¡,reparado result" de me zclar, sobre un porta objetos, una gola
hormonal como para el oncológico.
de solución fisiológica con flujo recogido del fondo ele saco vagi-
n:11. cubriéndolo con un porta objetos. Pueden reconocers~ leu- Cuando se requiera estudiar citológicamente el endometrio,
C'llc·itos, aislados o en acltmulos. y elementos patógenos frecuen- se efectúa una toma mucosa superficial directa con cánulas es-
te /.. como trichomonns, que se reconocen· fácilmente por el peciales o bien "cepillado" intrauterino que consiste en introdu-
morimiento d~ su {kl.gelo; hongos c,,11. su aspecto caracteristico cir un rallo metálico que lleva en su extremo una escobilla que
"barre'' la superficie endometrial (sospecha de carcinoma de en-
~n c:uln de bamhü y prese ncia de ·esporas o haernophilus vagi-
clometrio): ·
nnli.3 (gardnerella.), carndc1izadn por el aspecto arrebozado de
las células epiteliales. Completar el est.udio con frjacion , colorn- En la tabla siguiente resumimos. las recomendaciones púa
ci011. cultl\·n y antibiograma. la detección cilológica del cáncer de útero:
1306 SEMI0LOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
-Todas las mujeres que han tenido relaciones ·s~xuales deberían ser sometidas a estudio citológico. Si la primera
citologia es adecuada sin presencia de céh¡las a.1ormales, se debe repétir .al año. Si la· segunda es igual, se repe-
tirá al aiío o más tiempo, dependiendo del nivel de riesgo. Las nujeres de mayor riesgo de·cáncer cervical son las
que tienen relaciones sexuales tempranas, las p1omiscuas y las dl nivel _socioeconómico bajo.
-En las mujeres postmeuopáusicas deben practicarse citologías endometriales mediante toma directa de la cavi-
dad uterina, para detección precoz de patología rndometiial.
- Todo lo dicho es aplicable a mujeres asintomáticas con examen g,necológico normal. En presencia de una lesión
cervical sospechosa debe practicarse biopsia sin demora. Asimismo en pacientes postmenopáusicas, con pérdidas
irregulares, debe realizarse un Raspado biópsico uterino, total y fraccionado.
Las tres localizaciones estudiadas con más frecuencia me- El 'registro de la temperatura (TB), es la prueba más senci-
diante biopsia son los genitsles externos, el cuello del útero y el lla para el diagnóstico de la ovulación. Para su correcto regis-
endometrio. tro: a) se determinará cada día al despertar en reposo luego de
un núnimo de 6 hs. de descanso; b) se coloca siempre el mismo
- Genitales externos: En la vulva, descartados los procesos termómetro en el recto por un mínimo de 5 minutos; e) se ano•
inflamatorios y algunas dermatosis, no puede establec_erse el tarán procesos que puedan alterar la curva (gripe-tratamientos
diagnóstico exacto por la macroscopia de la lesión. Es frecuente eón alguna medicación), dl se realizará durante un ·mínimo de 2
que pacientes con carcinoma de vulva hayan consultado previa- ó 3 ciclos.
m~nte J)or prurito o lesiones ~e asp_ecto trivial, como simPle La interpretación es sencilla, debiéndose valorar el perfil
cambio de color o )iger_as sobreelev9:cfones. Por: ello es importan- global de ia curva. Existe una fase postmenstrual hipoténnica;
te realizai:_blopsias para éonseguir diag1Íósticos ciertos y tem- si sucede ovulación se produce un ascenso de la TB que estable-
pranos. La biopsia puede realizarse con bisturí directa,nente· o ce una meseta hipertérmica los días premenstruales. La hiper-
con e.1 empleo de un "punch dermatológico" o una pinza-punzón termia relativa de la segunda fase del ciclo se debe a la acción
para biopsia de piel. termogénica de la progesterona. En la curva bifásica típica,
En lesiones extensas, para localizar el sitio a biopsiar, suele existe una diferencia de 0,4 • 0,5 grados entre la primera y la
ser útil pincelar la vulva con azul de toluidina y aclarar des- segunda fase del ciclo. La ovulación se produce 36 hs despu és
pués con acético al 1%, dirigiendo la t-0ma en las zonas que per- del punto más bajo de la TB, antes del ascenso. La caída térmi-
manenE:Cen ázules. ra preovulatoria coincide con el pico de LH (hormona luteotrófi-
ca)
- Cuello uterino: En exocervix lo más empleado es uná pinza En los ciclos anovulatorios, la TB es monofásica. Si se inicia
sacabocados, la toma se realiza dirigida por un colposcopio, pre- un embarazo, la TB se mantiene elevada. Una meseta hipertér-
via embrocación con Jugo! (solución iodo-iodurada). En endocer- mica de más de 18 días es un signo precoz de gestación; si la
vix se utiliza una cucharilla fenestrada. Ambas técnicss senci- misma es menor de 7 días puede corresponder a un cuerpo
llas se realizan sin anestesia y en la consulta. amarillo insuficiente.
·L3 conización co~sist~ en fa fl:}(f.i rnació;1 <lP. nn fnwmP.nt.o riP.
cuello, de forma cónica (con base en ;xocervix). Su principal in-
dicación es el Ca "insitu", permite el estudio .histológico de exoy
endocervix, requiriendo para su realización anestesia general. m) Ecografía
- E11do111clrío: La biopsia de endo_metrio se emplea con .dos La ecogralla ginecológica cuenta con dos grandes ventajas,
finalidades: el est_udio funcional del ciclo y el diagnóstico de le• el ser indolora y su inocuidad para una correcta visualización
sione~ Órgáaicas, neoplásicas o inflamatorias. Pt,1eden realizar- de los genitsles internos. Es imprescindible una completa reple-
se _con microlegras o cánulas para bi<?psia por aspiración, espe- ción de la vejiga urinaria. Podemos resumir sus piincipales in-
cialmente útil para su empleo· ambulatorio. Si se requiere una dicaciones en: a) exploración ginecológica no concluyente en
mayor dilataci\in cervical se practicará bajo anestesia general y mujeres obesas; b) diagnóstico diferencial entre un tumor sólido
se realizará un legrado biópsico. Para estudiar el ciclo la toma o quístico; e) diagnóstico de la dependencia topográfica del tu•
será pre men strual, aproximadamente el día 24 del ciclo.- Si mor; d) diagnóstico de la asociación del tumor y embarazo; e)
exíste hemorragia uterir.a con pérdida del ciclo, se realizará en diagnóstico diferencial _entre un quiste de ovario y ascitis; D
cualquier momento. Asimismo, en las hemorragias de la post- control del tamaño de un tumor y embarazo; g) diagnóstico de
menopausia la biopsia debe realizarse de inmediato. metastasis hepáiicas o en gangiios preaórticos.
GINECOLOGIA 1307
Vi:;. U -~- /JIU. Fig. ;_.; ,,.1-:,,,,.,,.,,._ . . ;_,, .,,.,; ., ·•an11 j, . .,¡,111.\i/J/fll.
Puede asimismo conesponder a endomet.rosis uterina (ade- Ouarios: Los ovarios normales se pueden apreciar ecográfi-
nomíosis·1o al sind1·01ne de Asherman (sinequias post raspado). camente en un alto porcentaje de pacientes (70 a 80% de la mu-
Otra imagen ecogénica a nivel endometriril es la que c<Jrres- jer adulta). En las niñas en general no se visualizan ífig. 12-12
pon<le al Dispositivo lntrn Uterino /DIU), el cual muestra imá- )' 12-13).
genes c.nracterísticas, dependiendo del tipo que se ha utilizado No siempre están ubicadas a los costados del tercio superior
!Figs. 12-9\. del útero. Pueden localizarse más bajos, más altos o por detrás
Se recomienda realizar una ecografía post colocación, otra del mismo. Raramente sobre la cara anterior.
después de }a primera menstruación y olra a los 6 meses. Su tamaño aproximado es de 3 x 2 x 1 cm (Fig. 12-12) y es
Con r~s pecto al embarazo, la ecografia detecta el saco gestn- de valor actualmente determinar su volumen (normal de 4 a 6
cional a los 35 días de la fecha de la Ultima Menstruación cm3). Se consideran patológicos por arriba de 9 cm3 y en el ran-
(FUM1 (aproximadamente a la semana de amenorrea) (fig. 12- go i~termedio de 6 a 9 cm3 no hay consenso en su interpret.a-
16) solamente precedido por la sub U. Beta (20-24 días). cióil. · , -
Es habitual y normal encontrár una imagen quís(ica en la
mitad del ciclo, <leorigen folicular y de 1,5 a 2,5 cni de diámetro
Trompas. Los procesos que pueden evidenciarse a este nivel ífig. 12-13). Se han observado quistes foliculares de hasta 20 cm
de diámetro ·que involucionan espontáneamente.-
son:
No obstante una imagen quistica ovárica pequei\a puede co-
a) Embarazo ectópico (fig. 12-10) que con mayor frecuencia rresp0nder a diferentes origenes histológicos benignos: atresia
se localiz.t en el tercio distal de la misma (83%), y ''ª a ser quistica de un folículo, quiste simple de ovario,. quiste luteínico,
acompañado de diferentes cuadros clínicos y ecográficos. esté o quiste del cuerpo albicans. embarazo ová-rico, invaginaciones de
no complicado írupturai. )a co1tica) ovárica.
Raram€'nte se produce el embarazo abdominal secundario. En el síndrome de Stein Leventhal puedei1 o no detectarse
La ecografía es definitiva en el diagnóslico cuando podemos ovarios poliquísticos. En opo,tunidades tienen aumento del vo-
ver al embrión c.on actividad cardíaca o movimientos fuera del lumen ovárico sin quistes y un 20% cursan con ovarios ecográfi-
cuerpo uterino !sólo el 101., de los casos). camente normales. El diagnóstico es clínico, hormonal y ecográ-
OLrns \·eces se aprecian masas pelviaúas hefúogthle'as, fico; ·,
rencc:ión endometrial que puede confundir con saco gestacional Muchos de los informes ecográficos de ovarios de tamaíio
ortot\lpico rpscndosacoJ y si está complicado, sangre a nivel del normal microµoliquísticos corresponden a ovarios, con distinto
Douglas. grado de reclutamiento folicular. .
Los tumores del ovario pueden ser sólidos, de ecoestructur~
bl La endo.metriosis cuando produce hematosalpinx puede mixta o más frecuentemente quísticos; benignos o malignos (fig.
confundir clínicamente con embarazo ectópico y ecográficamen- 12-14).
le plantear el mismo diagnóstico diferencial. El predominio de sólido sobre líquido, la presencia de tabi-
ques gruesos o mamelones, hablan a favor de estos últimos
c"I Lns infecciones incspecíficas, gonocóccicas, o tuberculosas (Fig. 12-15).
suelen mostrar ecogr:ifica1nente colecciones parauterinas fre- No es infrecuente que un quiste benigno complicado (infec-
cuentemen<e bilAternles, a veces de aspecto tubular, y otras de tado o con hemorragia) presente características ecográficas sos-
forma y ecoestructura poco definidas (fig. 12-11). pechosas de malignidad.
Es muy impo1tante en estos casos para orientar el diagnós- Uno d,, los pocos tumores que se puede presumir ecográfica-
tico. el cuadro clinico, la evol11ció11 y la respuesta terapéutica. mente su origen histológico es el teratoma, ya que se suelen de~
1310 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
nl Laparoscopía
Fig. 12-lJ. Qui:;ti! de ot·ariv daccho. Fig,· I'l- 14 . Q,risle henig111J 'dP 01mri1.1
GINECOLOGIA 1311
baria y el e·stado de las trompas. Puede revelar adherencias tu- p) Hislerosalpingografia (HSG)
barias. No tiene indicación en cuadros de abdomen agudo con
hemoperitoneo. Consiste en la inyección de contraste radioopaco a través del
La 1aparoscopia es una operación mayor que se realiza bajo cuello uterino para la visualización del útero y trompas. Se uti-
anestesia adecuada y que presenta complicaciones 1 aunque poco lizan contrastes triyodados lúdrosolubles.
frecuentes (5 por 1000), igualmente graves: paro cardíaco, he- De preferencia se realiza en la primera fase del ciclo, des-
morragia, embolia gaseosa y lesiones intestinales. pués de la menstruación y antes de la ovulación. La HSG infor-
ma de la existencia de miomas, malformaciones o sinequias ute~
rinas, pólipos endornetriales o cervicales, patología tubárica
obstructiva o adherencia}, insuficiencia cen·ical .Y,:en:g_casiop.es,
o) Histeroscopía permite sospechar la existencia de endometriosis. Pennite eva-
luar el resultado de las intervenciones para repenneabilización
Es una técnica que permite la evaluación directa del canal tubaria.
endocervical y la cavidad uterina mediante la introducción en el
canal cervical y_útero de un sistema óptico. q) Tomografía axial computada (TAC)
Este procedimiento evita la exploración a ciegas que se real-
iza con el raspado biopsia y permite visualizar e identificar la La T.A.C. puede utilizarse con éxito en el diagnóstico de tu-
localización de distintas patologías como: sinequias uterinas, mores ováricos, diferenciando caracteristicas benignas y malig-
útero tabicado, pólipos uterinos, núomas, hiperplasia endometri- nas. También es útil en el diagnóstico de extensión.
al, adenocarcinoma endometrial, metaplasia_ ósea, dispositivos Encuentra también utilidad en la búsqueda de adenopatías
intrauterinos migrados. También se pueden realizar proced- lumboaórticas y afección parametral.
inúentos quirúrgicos en las distintas patologías mencionadas. En el caso de carcinomas del cuerpo uterino, la T.A.C. de ab-
L? hi'3te-ro1:r(lpfa diagnóstica se puPde reafürnr en forma domen con contraste oral y endovenoso puede determinar el
grado de mfiltración de la pared utenna.
ambulatori_a ¡;in anestesia, pero la histeroscopía quirúrgica
requiere anestesia general
Las posibles complicaciones son: perforación uterina, infec- r) Resonancia magnética nuclear
ción, hemorragia, embolia de CO 2 (medio utilizado para disten-
Método recientemente incorporado al estudio de la patología
der el útero) sobrecarga líquida y edema pulmonar (si se utiliza genital. Sus indicaciones y ventajas son sinúlares a las de la
solución fisiológica o Dextran 70 como ri,edio de distensión). T.A.C.
1312 SEMIOLOGÍA, SEMIOTECNIAY MEDICINA INTERNA
MEDICINA INTERNA
Polimenorrea Hipermenorrea
Las reglas aparecen en intervalos menores de 21 días (nor- Menstruaciones abundantes, más de 120 gr. de sangre (nor-
mal 28 a 35). Se acepta como patogenia al "acortamiento de la mal 80 - 120 gr) que no exceda de los 7 días. Cuando excede los
fase lútea", teniendo la etapa folicular duración normal de 14 7 dias es una menometrorragia. Es el trastorno más frecuente.
días, por lo que el lapso mínimo entre una regla y otra sería de En la etiología podemos distinguir:
16 a 17 días cuando el cuerpo lúteo involuciona casi inmediata- a) Hipermenorrea de causa miometral: procesos que pertur-
mante (menos frecuentemente se debe a acortamiento de la fase ban el normal mecanismo de contracción del músculo uterino
folicular). (miomas intramurales y submucosos, endometrosis uterina in-
terna, hipoplasia uterina y otras malformaciones genitales,
Es el grado más leve de insuficiencia generativa del ovario,
ruiofibrosis uterina, hipotonía uterina, endometrit'ís 1 agranda-
por lo tanto de primer grado. Los factores etiológicos deben bus-
miento de cavidad por multiparidad).
carse entre las noxas capaces de perturbar Ir. función ovárica:
b) Hipermenorrea por aumento de la congestión pelviana: la
- enfermedades endocrinas (disfunción de la hipófisis, su- congestión trae un mayor aflujo sanguíneo a la basal del endo-
prarrenal, tiroides)
metrio, C?.11.:;Rnrl.o hipi:!rrnPnorrea: (procesos inflamatorios agu-
- infecciones crónicas dos-subagudos o crónicos de los anexos y peritoneo pelviano, re-
- intoxicaciones exógenas y endógenas troversoflexión uterina fija, grandes tumores pelvianos 1
- enfermedad pelviana inflamatoria (EPI) varfrocele pelviano, coito-masturbación-coitus interruptus, r.~r-
diopat(as descompensadas).
- asociado a hiperrnenorrca (EPI, mioma, endometrosis)
- desnutriciónJ allorexia nerviosa c) Hipermenorrea por causas hematopoyét.icas y vasculares
(trombocitopenia escencial, leucemia, anemia aplástica, hlper-
Se observa en mujeres bien .~onstituidas, .e~ normal en ado- tensión arterial, esclerosis uterinas post-parto).
lescentes y premenopáusicas; el diagnóstico es clínico mediante
la anamnesis y los dos diagnósticos diferenciales más importan- e) Hipermenorrea de causa hormonal (hiperestrogenismo,
tes son las metrorragias intermenstruales y los cidos monofási- hipotiro,disri.o).
cos recidivantes que requieren estudiar la ovulación. D Hipermenorrea de causa psíquica.
Clínicamente es primitiva cuando se presenta desde la me-
1l·atamie11to: polimenorrea con adecuada fertilidad no re- narca o secundru.ia si se instaló posteriorméilfu. Pura, o asócia•
quiere tratamiento. El tratamiento médico consiste en combina- da a polimenorrea cuando existe una alteración ovárica coinci-
ciones de 25tr6genos y progPsteronc1. dente. Puede asociarse también a Algomenon-ea. El diagnóstico
GINECOLOGIA 1313
es clínico: más de cinco paños por día, coágulos luego del tercer la candidiasis. secundaria en terapias prolongadas con antimi-
día. Descartar ciclos monofásicos comprol!ando ovulación. crobianos de amplio espectro.
Tratami_ento: si es moderad~ y o,o va asociada a lesión orgá-
nica, no requiere trataniiento, de otra manera el trat.aroiento
puede ser médico o quirúrgico. Flora vaginal
flora transitoria. Es raro encontrar candida antes de la puber- turba a la mujer para las tareas cotidianas, inclusive al sueño.
tad como en la menopáusica~ su máxima incidencia coincide con El prurito vulvar no es continuo, se presenta como paroxismos,
la época de mayor fertilidad, y es sintomática durante el perio- es decir en crisis. Sólo se manifiesta en las zonas cubiertas por
do premenstrual. piel o mucosas con epitelio de transición.
Entre los mecanismos defensivos para candida, es necesaria Etiológicamente distinguimos dos tipos de prurito vulvar: a}
la integridad anatómica de la mucosa vaginal; la existencia a idiopático o esencial (10%}, b} secundario o de etiología conoci-
ese nivel de inmunoglobulina A secretoria y sumado a estos fac- da, que conforman la mayoría. Podemos dividir esquemática-
tores locales otros, como la presencia en plasma de un anticuer- mente las causas de prurito en:
po anticandida, que es una alfaglobuliná, probablemente la
t.ransfe1Tina, así como la conservación en las células sanguíneas - Causas locales:
circulantes de la capacidad para fagocitar levaduras. a} Vulvares: distrofias hiperplásicas, distrofias atróficas,
Los desequilibrios en estos mecanismos conducen a enfer- carcinoma 1 psoriasis, herpes genital, intertrigos, eczema, ptiria-
medad micótica vaginal como ocurre en las pacientes diabéti- sis.
cas, inmunosuprimidas, anémicas y en las sometidas a cortico•
b) Vaginales: flujo, tricomoniasis, candidiasis 1 gonococcia,
terapia prolongada.
colpitis senil, uretritis, incontinencia urinaria.
El problema más serio lo constituye la candidiasis recidi-
vante. Las causas habituales de recidiva son: diabetes subclíni- e) Anorectales: fisuras, prilctitis, hemorroides, oxiurasis,
ca, candidiasis peneana 1 hábitos higiénicos incorrectos, dieta giardasis.
inadecuada (exceso de lácteos, edulcorantes sintéticos}, prácti-
cas sexuales orales, inmunodeficiencia especifica para candida - Enfermedades metabólicas
albicans. Diabetes, hipertiroidismo, climaterio, castración, amenorre:as,
La infección vaginal se caracteriza por intenso prurito geni- avitaminosis.Ay B; ictericias, nefropatfas (uremía 1 uricemia).
tal, prurito que desespera a la mujer y lleva a lesiones por ras-
cado. -Factores psicosexuales
El aspecto caracteristico del flujo es el de la leche cortada, Stress estados depresivos masturbación etc.
1 1 1
En general se puede establecer una relación entre la edad - En el ciclo monofásico breve, numeros.os folículos . comien-
de la enferma y las causas de metron-agia, por eso y didáctica- zan a desarrollarse y sin alcanzar·madu.tación.com¡Íleta involu-
mente las podemos separar en metrorragias en la adolescencia, cionan, sufrienmdo atresia, muerte del óvulo y desaparición de
en la.madurez sexual y en la _post-menopausia. la granulosa. Esta evolución se repite ininterrumpidamente y
existe estimulación estrogénica sostenida, pero débil, por lo que
el endometrio no alcanza el umbral de respuesta hemorrágica y
1) Adolescencia el cuadro clínico se caracteriza por amenorrea (amenorrea leve).
- En el ciclo monofásico mediano, un folículo ovárico persis-
Son en su mayoría expresión de un trastorno funcional del te 3 ó 4 semanas, en éste momento entra en regresión y hay
eje hipófiso-ová1ico y en general se trata de ciclos monofásicos. dintel hormonal. El endometrio que recibió estimulación inten-
El diagnóstico se funda en la anamnesis y en la negatividad sa1 sufre disgregación y caída, simulando una menstruación;
en el examen ginecológico. "seudomenstruación" o menstruación anovulatoria.
- El ciclo monofásico pro/011gado, constituye la patogenia de
la mayoría de las metrorragias disfuncionales. La persistencia
2i Madurez sexual durante 6 .a 8 semanas·de .un folículo, gigante, determina esti-
mulación estrogénica exagerada que hiperplasia al endometrio.
Podemqs dividirlas en rnetro1Tagias orgánicas y disfunciona• Cuando éste alcanza gran desarrollo. exi!!e nna rn;:iyQr 1rri~;:i-
les {dishormonal). ción, que le falta, y lleva a la isquemia y necrosis que no se pro-
duce simultáneamente en toda la mucosa, sino por sectores. La
a) Orgánicas: Las subdividimos, a su vez, en las vincula- eliminación de áreas necrosadas Se hace Je'ntamente,- mientl'as
das con una patología del embarazo y las que no tienen relación el estímulo persistente regenera la mucosa en las zonas ya eli,
con él. minadas. Como se ve, la hemorragia no se debe, como en el de
Entre las primefas, podemos mencionar el aborto en cual- mediana duración, a la supresión del estímulo hormonal.
quiera de Sus formas clínicas, la mola y el corion carcinoma ute- Una causa excepcional de metrorragia disfúncional con ciclo
rino, la placenta previa, el desprendimiento prematuro de pla- bifásico es la enfermedad de Halban o "persistencia patológica
cen ta norma inserta, la vasa previa, el s eno marginal y el del cuerpo amarillo quístico'', que clínicamente se caracteriza
embarazo ectópico 1 etc. por atraso menstrual de varias semanas, a veces con signos de
Las metrorragias no relacionadas con una gestación corres- embarazo, seguido de metrorragia por disgregación de un endo-
ponden en general a patología infecciosa o tumoral. metrio progestacional hipenrófico. La persistencia del cuerpo
Dentro de las infecciones, las endometritis son las que con amarillo se deberla a la acción de la prolactina.
mayor frecuencia provocan sangrado, pero debemos tener en
cuenta que cualquier afección pelviana que se acompañe de au-
mento de la vascularización y congestión puede desencadenar 3) Menopausia
una metrorragia. Por este ·mecanismo, aunque no es habitua) 1
pueden provocarla las ce,vicitis de diferente etiología. , La metrorragia adquiere particular importancia en esta épo· ·
Los tumores capaces de producir metrorragia pueden ser be- ca de la vida ya que puede ser la expresión de una lesión ma!ig."
nignos o malignos. El mioma submucoso es el tumor benigno na del aparato genital.
que con mayor frecuencia es causante de metroJTagia. También El carcinoma de endometrio es el tumor maligno caracterís-
pueden producirla el mioma intramural y la ade nomiosis. El fi- tico de la post-menopausia y su diagnóstico siempre exigeteali-
brotecoma del ovario es un tumor 99% benigno funcionante que zar un legrado biópsico total y fraccionado (ver semiologiá).
produce estrógenos y desencadena metrorragia por hiperesti- Otros tumores malignos, capaces de reproducir el ,signo, son
mulación endometrial. El adenoma de endometrio y el adenoma el carcinoma de cuello uterino, el carcinoma de trom·pa y, muy
poliposo cervical también la des encadenan con relativa frecuen- infrecuentem·ente, el.sarcoma dé cuello o cuerpo uterino.
cia. . Otra causa que merece e.special merición por su relativa ele-
Entre los tumores malignos, el más importante por su fre- vada frecuencia es la iatrogeniá. La metrorragia es el resultado
cuencia y gravedad es el carcinoma de cuello uterino. Menos de la administración de estrógenos en cualquiera dOsus formaºs,
frecuente en ésta época de la vida es el carcinoma de endome- parenterales, por via oral, o lo más común en forma de cremas,
trio. óvulos o tables vaginales.
Un tumor ovárico de naturaleza maligna, el tumor de célu-
las de la granulosa, produce metrorragias debido a su hiperpro-
ducción estrogénica. El ade nocarcinoma del ovario puede ser
causa de metrorragia por las metástasis endometriale.s (1 O% ~e Pn.tolog!a b(:!n:ignn m:is fr ~cu~ntc
los casos).
Endometrosis (Fig. 12-17)
b) Disfu11cio11a/es: Se caracterizan por dos hechos: a) Au-
sencia de lesión orgánica; y b) Perturbación funcional del eje se- Para definir esta afección, debemos saber que el único lugar
xual (85-90 % se deben a alteración grave del ciclo ovárico). de asiento normal de tejido endometrial es el hueco de la cavi-
La expresión clínica de dicha perturbación funcional es el ci- dad uterina desde el orifi cio cervical interno. Todo hallazgo de
clo monofásico, y es conveniente entoll.ces aclarar qUe no siem- endometrio fuera de-este lugar anatómico es una endometrosis.
pre este ciclo se exterioriz~_ clínic~~~I!t~,Pºr mett.:ºITªJia. Se Todavía fálta decir qUe~·además, dicho tejído heterotópico, para
trata, como su nombre lo lñdica, de la presencia de.)!na sola fa. ser defi.nido como endometrósico, debe responder al estimulo de
se ová1ica, la folicular, y en consecuencia de una únlca fase en- las hormoniis ováricas, de la misma forn1a que lo hace el endo-
dometral, la proliferativa o estrogénica. Lo fundamental de este metrio normal órtotópico.
ciclo es la ausencia de ovulación y de formación del cuerpo ama- Enfermedad gen,,rnlmente subdiagnosticada, es hallazgo
rillo, por lo que es un •ciclo estéril. De acuerdo al momento en frecuente de las piezas de anatomía patológica. Ha aumentado
que el folículo que inicia su maduración entra en regresión notablemente en los últimos decenios y se asocia Ilamativamen·
(::it.r0:~iB fnlfru~ar) 1 f"l .A'.'ir.lo. monorn8iro pnede ser breve, mediano te c~m fa esterilidnJ 1-- 4ue: es prima.ria en el 25% J;,,; lus ~li.f.OS Y
o prolongado. secundaria en el 75% restante.
1316 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Embarazo ectópico Lo común es que sea escasa, de sangre oscura y espesa. Está
motivada por alteraciones. hormonales, que provienen en gene-
Denomina,mos así a la implantación·y desarrollo del huevo ral de la muerte ovular que provoca eliminación fragmentaria o
fuera de la cavidad uterina. co·mpleta de la muciisa uterina con transformación decidual.
Es más común en multíparas y la mayor incidencia ocurre - Signos de colapso y de irritación peritoneaJ: aparición de
entre los 25 y 35 años. Las estadísticas muestran una relación
nfoseas, vómitos, hipotensión hasta un severo cuadro de abdo-
entre gestación ectópica y embarazo ortotópico de 1: 300. men agudo con colapso circulatorio y muerte.
De acuerdo al sitio de implante y al desarrollo del hüe~o, po-
demos dividir topográficamente el embarazo ectópico en Eramen físico: - Tumor anexial, apreciable por palpación
-Tu bario 95 - 98% (intersticial - ampular - ístmico) bimanual en un 50% de los casos.
Hipospadias y epispadias son alteraciones congénitas que si la ovulación sucede en forma ritmica y regular en cada ciclo.
constituyen grave anomalía para la inseminación. Es un método que requiere mutua aceptación conyugal.
El examen más importante para determinar la suficiencia
-Método de Bee//ing; consiste en la autoevaluación por parte
generativa del varón es el espermograma, donde aspermia es la
de la mujer, de las características del moco cervical durante el
falta completa de semen, oligospermia, eyaculado de menos de
ciclo menstrual, coincidiendo con los días 0V11latorios. El moco
1,5 cm3, awospermia, ausencia de espem1atozoides, oligozoos-
adquiere máyor transparencia o claridad, siendo en este mo-
permia, menos de 40 millones por cm3, teratowospermia, mas
mento su cáracterística más importante la elasticidad o capaci-
del· 30% de formas anormales, astenozoospermia, disminución
dad de formar hilos. Se debe al estímulo estrogénico y se dife-
en actividad y movilidad de los mismos.
rencia del moco premenstrual y postmenstrual inmediato, que
es más espeso, sucio y no posee lilancia.
CJ Factor endocrino ovárico: el ovario y sus folículos son fun-
damentales .en la reproducción; así la insuficiencia generativa -La te¡npera/11ra basal (TB): como prueba sencílla para el
del ovario, manifiesta por la existencia de ciclos monofásicos diagnóstico de ovulació, ya fue explicada en el apartado de ex-
(ver metrorragias), constituyen la base de la esterilidad por fac- ploración ginecológica básica.
tor endocrino ovárico. -Estos tres métodos, Ogino-Knaus, Beelling y de la tempe-
ratura basal son aceptados por la Iglesia Católica.
O! Factor i11mu110/ógico: Está presenta en el 3% de los casos.
La mcoi11patib11ldad Aflü es, según la mayoría de los autores,
la más importante. Se desconoce su mecanismo íntimo de ac- BJ Co11 examen previo: Comprende métodos mecánicos y hor-
ción, pero en general se la responsabili za de causar aglutina- monales. Entre los primeros el diafragma y los dispositivos in-
ción de espen11atozoides en el moco cervical. traÚterinos.
-Diafragma: Constituye una barrera mecánica que impide
E) Factor genético: incluye las cromosomopatías y genopa- el contacto del esperma con el cuello uterino.
tías capaces de impedir la concepción. Es un casquete o capuchón de látex o goma, rodeado por un
anillo metálico flexible. Al ser colocado en· la vagina se dispone ,
F) Factor psíquico y asociados: incluiría "stress emocional" y oblicuamente entre la cara posterior del pubis y el sacrocoxis,
otras afecciones de la esfera psico afectiva capaces de provocar distendiendo las paredes vaginales.
esterilidad. En la cara en contacto con el exterior debe colocarse una ja-
. Por último, queremos remarcar que en un 40% de los casos lea espermaticida. El tamaño del diafragma debe adecuarse al
de esterilidad existe un factor único o puro, pero que en el 60% de la vagina, por ello previamente se toma la medida con un
restante se debe a suma de factores, Dos son las asociaciones juego de anillos numerados. Debe colocarse antes del coito y
más frecuentes, factor tubarío y cervical (25%), marital y tuba- nunca se retira antes de las 6 hs. posteriores al mismo. Es de
do (18,6%). eficacia aceptabley requiere responsabilidad y cierto nivel inte-
lectual para asegurar su correcto uso.
Carcinoma invasor: Pueden ser circunscriptos (94%) o difu- Tumores del útero
sos, diferenciados (95%) o indiferenciados. Son \umores poco
frecuentes, .4% del carcinoma genital. La edad media de apari- ·Son los más frecuentes del aparato genital femenino. Pue-
ción son los 58 años. La clínica común incluye ·pnnito o ardor, den ser d_erivados rnesenquimatosos o epiteliales.
ílujo serohemático o pequeñas hemorragias y lesión vulvar, no-
dular o ulcerada, que puede ser el síntoma dominante. El dolor,
los síntomas urinarios y la dispareunia suelen ser tardíos. Tumores mesenquimalosos
Son en general de crecimiento lento, de mal pro~óstico y su
tratamiento consiste en cirugia y radioterapia. Pueden ser benignos o malignos y son el mioma uterino y el
sarc_oma uterino respectivamente.
2B Tumor que infiltra el tercio proximal de los Diagnóstico: Ya fue mencionado en semiología general, sólo
parametrios. No compromete pared pelviana. recordaremos la utilidad de la citología exfoliativa en la detec-
ción precoz de la enfermedad y la necesidad de realizar un ras-
ESTADIO 3: 3A Propagado al tercio inferior de vagina. pado hiópsico total y fraccionado de la cavidad uterina, cuando
3B'· La infiltración parametrial llega hasta la el síntoma sea una metrorragia de la post-menopausia.
pared pélvica.
Se incluye como estadio 3 la presencia de uronefrosis y riñón Clasificación aiiatomoclínica: establecida por la FIGO (fede-
excluido por compromiso ureterál. ración internacional de ginecología y obstetricia) y de gran utili-
dad pronóstica y terapéutica:
ESTADIO 4: 4A Tumor que compromete mucosa de vejiga o
recto;
ESTADIO 1: Carcinoma circunscripto a la cavid,ad uterina.
Más allá de pelvis menor.
la Histerometria de hasta 8 cm.
4B Metástasis a órganos a distancia.
lb Histerometria de más de 8 cm.
TI·atamienfo. Para el carcinoma "in-situn, la conización es De acuerdo a la diferenciación histológica, unos y otros se clasi-
di?..g!10.:tk-:- :• tratami1:nf0, Para ~I ~stqdi0 -l !~ <?ir .1gi~ es e! tr?.-
1 fir.rin en-
tamiento eledivo, y la operación aconsejada es la de y,'ertheim Gl Adenocarcinoma bien diferenciado.
Meigs (colpo-ariexo-histerectomía total ampliada (a parame- GZ Adenocarcinoma pobremente diferenciado.
trios) más linfadenectomía pelviana bilateral. Para la escuela G3 Carcinoma indiferenciado.
francesa de oncología, Instituto Curie de París, también es cu-
rativo en· estadios I el tratamiento radioterápico. combinado
mraquü:urieterapia más teleradioterapia).. · Por último, según la infiltración del miometrio, pueden ser.
Los estadios 2 pueden ser tratados primero con radioterapia Ml Infiltra el tercio interno.
y secundariamente si es posible con cirugía. E°n los demás esta- M2 Infiltración del tercio medió del miometrio.
dios el tratamiento es paliativo. En Is actualidad, y debido _al M3 Infiltra todo el espesor del miometrio.
incremento de los adenocarcinomas 1 se utiliza poliquimiotera-
pia con algún buen resultado. ESTADIO 2: Carcinoma que se extiende a endocervix.
CÍínica: Las 2/3 partes se desarrollan en mujeres mayores Ocupan por su frecuencia el segundo lugar entre los tumo-
de 50 años, siendo el carcinoma más frecuente de la menopau- res del aparato genital. Se calcula que 1 de cada 6 tumores ge-
sia. Los síntomas locales más importan tes son las pérdidas san- nitales asienta en la gónada.
guíneas por los genitales y el dolor. La metrorragia es en gene- El ovario, por su riqueza histológica, por su capacidad fun-
ral el primer síntoma, aunque no ~s necesariamente un síntoma cional endocrina, por la presencia de inclusiones embrionarias y
precoz. Puede ser escasa e indolora, o alarmante por gran canti- de células con capacidad de metaplasia y diferenciación totipo·
dad, p·ero én general se caracterizan por ser irregulares y tena- tencial, constituye terreno propicio para el asiento de neopla-
ces, de sangre roja y no influidas por tratamiento médico. En sias.
ocasiones sólo se presenta un flujo dé aspecto acuoso, hidrorrea, Por ser muy engorrosas las diferentes clasificaciones de tu-
que mezclado con trazas de sangre puede tomar aspecto de la- mores del ovario, en este tratado y exclusivamente con fines di-
vado de carne. Por último, la pérdida puede tener aspecto mu- dácticos los dividiremos en tumores de origen mesenquimatoso,
coso y sanioso, (mucorfea). epitelial y torátomas.
1324 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Cistoade110111as de/ ·ovario: Pueden diferenciarse dos b) Hiperne(roma: Carcinoma de células claras; sería una va-
grandes grupos, los mucoides y los serosos. r,iedad más diferenciada del anterior.
El cistoadenoma mucoide es el inás común. Se caracteriza c) Corticosuprarrenaloma: Tienen el aspecto de la cortical
por alcanzar gran tama.i\o y de regla ser unilateral. La transfor- suprarrenal.
mación maligna akanza el 10%. Puede ser unilocular o multilo-
cular (tabicado en su interior conformado por múltiples celdas
intraquísticas). El tratamiento quirúrgico es de rigor. Teratomas
El cistoadenoma seroso es menos frecuent~ 1 son en general
de menor tamaño y con alta tendencia a la bilateralidad (V3 de Tumores derirndos de células gernúnales embrionarias o ex-
los casos). Al corte presentan casi siempre excrecencias papilo- traembrionarias.
matosas, que pueden semejar verdaderas vegetaciones. Existen
variedades de cistomas serosos, pero el más importante es el a) TerC?!oma adulto: Conocido como quiste dermoide. For-
denominado papilífero, caracterizado por present,r papilas in- mado por una mezcla de elementos derivados de las tres hojas
tra y extra quísticas. Adhieren a órganos vecinos y tienen alto fetales, aunque predominan los de origen ectodénnico. Los ele-
potencial de maligµización. Es una realidad evidente que hay mentos son siempre maduros, contrariamente a lo que ocurre
una graduación histológica entre lo categóricamente benigno y con el teratoma embrionario.
maligno. Por ello existe un grupo de quistes, en los ·cuales no Puede comprobarse en su interior pelo, material sebáceo,
puede afirmarse con certeza su absoluta benignidad o maligni- dientes, elementos cartihginosos u óseos. Clínicamente desa-
dad y se los conoce como variedades límite (borderline), y se los rrollan en mujeres jóvenes, de modalidad benigna y bilaterales
trata como de comprobada malignidad. en el 15% de los casos.
Una variedad de teratoma adulto es el estruma ovárico, con
características histológicas y biológicas idénticas a la glándula
Carcinomas del ovario tiroides.
El tratamiento es siempre quirúrgico.
Constituyen un grupo heterogéneo de tumores que no pue-
den ser englobados bajo una sola entidad patológica. )Jgunas se b) 1'eratoma embrionario: Denominado teratoblastoma,
originan en ovarios aparentemente nonnales, otros ert un quis• formado por elementos derivados de las tres hojas embriona-
te benigno o son metastásicos de un primitivo de otro órgano. rias, ¡;ero muy poco diferenciados. Suelen ser unilaterales, ocu-
rrir e1~ niñas y mujeres jóvenes y comportan:e comr tumores de
Carcinomas primitivos: Son los originados en el epitelio extremada malignidad.
mulle,iano o cistoadenocarcinomas. Representan el 80: 90% de
los carcinomas del ovario y resultan de la transformación carci- e) Coriocarciuoma: El coriocarcinoma primitivo del ovario
nomatosa de cistoadenomas serosos y mucoides. es excepcional y sólo puede afirmarse en mujeres que no han
Los carcinomas originados en tejidos especiales son más ra- mantenido relaciones sexuales, ya que puede tratarse de un co-
ros y constituyen el 10 • 15%. Algunos de histología particular y rion carcinoma ectóplco o metastás ico de origen gestacional.
de acción hormonal. Son englobados junto al tecoma como tu- Clínicámente es muy maligno y se caracteriza por producción
mores funcionantes del ovario: elevada de gonadotrofinas. Tienen buena respuesta a la quimio-
terapia.
a) Tumor de células de la granulosa: Formado por células sé-
mejantes a las de la granulosa. Es el más frecuente de los carci-
nomas de los tejidos especiales. Aparece a cualquier edad pero Clínica de los tumores ováricos
con mayor frecuencia entre los 50 y 60 años. El cuadro clínico es
consecuencia de su función hormonal estrogénica. Produce reju- Todos pasan por una etapa preclínica, silenciosa. Más ade-
venecimientü en la ·menopausica y pubertad precoz en las ni• lante pot crecimiento tumoral,· coml)resión de órganos vecinos¡
GINECOLOGIA 1325
formación de adherencias, etc., aparecen las primeras manifes- un tiempo prudencial y se realiza un 'Second Look" (segunda
taciones clínicas, que pueden ser referidas cómo vaga sensación vista) del abdomen ya sea por laparatonúa a laparascopia.
de peso o plenitud pelviana; dolor hipogástrico o sacro; sínto-
mas por compresión rectal, ureteral o vesical. Salvo los tumores Prorwstico: Depende del tipo histológico, del estadio evoluti-
funcionantes (metrorragias) los trastornos del ciclo son· raros. vo y del tratamiento realizado. En general se clasifica al carci•
La ascitis es casi siempre signo de tumor maligno. Es caracte: noma de ovario con fines pronóstico en:
ristica la ascitis y el hidrotórax que p.uede acompañar a ciertos a) carcinomas con bajo potencial de malignidad.
fibromas del ovario, configu.rando el síndrome de Demons- b) carcinomas verdaderos.
Meigs.
La punción abdominal y estudio citológico del líquido esta- El número de curaciones es inversamente proporcional al
blecen si el tumor es benigno o maligno en el 75% de los casos. grado de malignidad. Así, en los primeros, la sobrevida a los 5
Los tumores malignos alteran rápidamente él estado gene- años es del 95% y en el segundo grupo del 20%.
ral.
Las complicaciones más comunes son:
ENFERMEDAD DEL TROFOBLASTO:
a) Torsión del pedículo: La más frecuente y en general. se
trata de tumores de pequeño a mediano volumen. El cuadro clá- Conforman un conjunto de procesos patológicos derivados de
sico es la presentación como abdomen agudo quirúrgico. la alteración, degeneración o proliferación autonómica de las
vellosidades coriónicas. Los estudios más actuales la .dasifican
b) Rotura del quiste: Más rara, puede ser espontánea, por
en dos grupos bien diferenciados:
traumatismos, por torción del pedículo, por infección del quiste.
En los casos de naturaleza maligna, la diseminación dará carci-
1) Enfermedad no metastásica:
nomatosis peritoneal. En el caso de rotura de un quiste mucoide
-mola
puede dar lugar a un cuadro de evolución tórpida conocido como
· persistencia biológica (más de tres meses)
enfermedad gelatinosa del peritoneo o seudomixoma peritoneal.
- coriocarcinoma no metastásíco.
e) fofección: Puede ser consecuencia de torsión previa o pro•
ducirse por vía hematógena. 2) Enfermedad metastásica:
· coriocarcinoma de alto y bajo riesgo
• Metátasis
Clasifi,cación clínica de los carcinomas primitiuos del ovario • pulmón única y vagina (bajo riesgo)
• cerebro e hígado (alto riesgo)
Se basa en la extensión del carcinoma y el criterio de opera· • Tiempo de evolución
bilidad. Los estadios se definen de acuerdo a los hallazgos del - menos de 4 meses (bajo riesgo)
examen clínico y de la exploración quirúrgica: (Figo: 1964). · más de 4 meses (alto riesgo)
• Valor de las gonadotrofinas coriónicas.
ESTADIO 1: Crecimiento limitado a los ovarios. • orina menos de 100.000·
la un ovario sin ascitis. plasma menos de 40.000 (bajo riesgo)
lb Ambos ovarios sin ascitis. · orina más de 100.000
le Uno o ambos ovarios con ascitis y células plasma más de 40.000 (alto riesgo)
malignas en líquido de punción.
MAMAS
La glándula mamaria es un órgano efector importante en una enfermedad no sólo con implicancias locoregionales, sino
las modificaciones que ocurren en el sistema endocrino durante también rápidamente sistémica.
la ,~da de la mujer. Para ellas, las mamas son la manifestación Poi- lá importancia que reviste la patología mamaria, es de
externa más importan te de la feminidad y cualq~ier amenaza incuestionable necesidad el empleo de todos los métodos y disci-
de las mismas motiva gran preocupación. Si se presentan ano- plinas que tiendan a su descubrimiento. La responsabilidad de
. malías reales o imaginarias, la mujer consultará para recibir la detección recae tanto sobre la propia mujer, que puede contri-
consejo y ásistencia. buir al hallazgo mediante su autoexploracióri, como sobre el mé-
El cáncer mamario es el tumor maHgno primario femenino dico consultado, cuyo papel es de fundamental importancia. El
más frecuente. Se caracteriza por una alta incidencia de rccu- examen de las mamas no sólo debe efectuarse ante el requeri-
rrencias, que a menudo ocurren mucho después que ha transen· miento de la paciente o ante la sospecha del médico: debe ser
rrido el período de cinco años que suele considerarse importan- un episodio rutinario en todo examen clínico de las mujeres que
te para estimar la cura en enfermedades malignas. Han concurren a la consulta, pues permite el descubrimiento a tiem-
ocurrido en un número suficiente recidivas luego de 20 o 25 po de lesiones inadvertidas por la paciente pero que pueden ser
aiios de un postoperatorio asintomático para hacer pensar que de extrema importancia, ya que su tratamiento oportuno hace,
}a mayoría de las mujeres que padecen cáncer mamario, tienen a veces, al pronóstico de vida de la enferma.
SEMI OLOGIA
cancerológicos familiares directos, pues está comprobada la pre- la fascia profunda. La fascia superficial se desdobla en dos _ho-
disposición hereditaria en el cáncer mamario, y por último los jas: la superficial y la profunda; entre ellas se encuentra la ina-
persona.les. sa glandular.
Por ser la glándula mamaria un órgano estrechamente vin- Entre la boja profunda de la fascia superficial y la fascia
culado a la esfera ginecológica; todos -los antecedentes relacio- profunda existe una bolsá retromama1ia constituida por un teji-
nados ·con esta actividad.son de real importancia. Por ello, ha- do areolar laxo, que es el que confiere a la mama la facultad de
brá de cons_igna~se la menarca, eLtipo menstrual, la última desplazarse libremente sobre el plano del tórax. Si algún proce-
menstruación y _la menop¡rnsia; cantidad de embarazos, partos, so de naturaleza tumoral, por su carácter infiltran te fija la ma-
abortos, lactanci~s y duración dé las mismas; fecha y datos del ma a los planos musculares, la propiedad anteriormente men-
parto, aborto y periodo de lactancia último. cionada desaparecerá.
_La dependencia lwrmonal del parénquima mamario vincula 2. La parte superficial del tejido glandular mamario no se
a este tejido _directamente con el funcionamiento ovárico y j,la- dispone paralelamente a la piel, sino que lo hace en forma de
ceritario ·y con el _resto de las gliindulas endocrin.as, en especial valles y colinas; a los primeros corresponden unos acúmulos de
con la hipófisis; de ahí la impo1tancia que tiene el ·comprobar tejido adiposo y las colinas están representadas por unas pro-
una disendocrinia para cierto tipo de patología. Ante el empléo longaciones dendriticas de tejido conjuntivo con tejido mamaiio,
tan difundido de los anticonceptivos orales, es necesario dejar que se han dado en llamar "ligamentos de Cooper" y que vincu-
constancia sobre su uso, para la interpretación de algunas mas- !2.!! 4!! pNécq~i~8. ~or: ~: pi:!. E~ ¿,:.¡-~ ~ipü ,:!.:; tu;uv1t~ 1 ~v!h~
luµa~ias.
todo en los carcinomas, donde no se desplaza sino que se reem-
En el rubro Otros Antecedentes anotaremos todo aquello
plaza tejido, los ligamentos al principio se rodean de tejido jo-
que esté relacionado con la historia clínico-quirúrgica de la pa-
ven que luego envejece. y traccionan como sl _fuerari riendas; dé
ciente. Finalmente, se aclarará si ha existido tratamiento pre-
esta manera se manifiestan ·1as deformaciones que habitual-
vio por la énfermédad actual y cuál ha sido.
mente se reconocen como retracciones en la superficie cutánea.
3. La piel que recubre la mama, en algunas ocasiones pre-
senta un aspecto edematoso que delata la existencia de un pr_o-.
ceso patológico subyacente. Las faneras cutáneas, pelos, glán-
EXAMEN FISICO dulas seh.iceas, sudoríparas, etc., se encuentran fijas a la
subdermis. Si un fenómeno inflamatorio o tumoral obstaculiza
Nociones generales
la circulació!I linfática, se produce el edema, que se va a mani-
Previamente a la evaluación del estado actual haremos al- festar provocando la protrusión de las capas superficiales de la
gunas consideraciones anatómicas que nos permitan interpre• pie! a nivel de los espacios interfanéricos, dejando fijas las fane-
tar ciertos fenómenos que se observan en la mama enferma, con ras y confiiiendo asi el aspecto de piel de naranja o piel de cer-
el objeto de obtener asi una explicación de la aparición de cier- do.
tos signos: Una vez que se ha tomado conocimiento de estos recaudos,
que nos facilitarán la interpretación de ciertos sigÍlos y manio-
bras a rea]izar1 pasamos al examen semiol.ógico_. En realidad,
l. Sobre el plano costal del tórax se asientan cos estructuras éste comenzó con el interrogatorio y habrá de continuar ahora;
musculares: el pectoral nienor y el pectoral mayor,. cubierto por se hará siempre de la misma manera, tanto con enfermas nue-
Fig. 12-18. Secci011 lwrizontal de la mama. Fig. 12-19. Vías excretorias de la mama.
1 - Pezón; 2 - aréola; 3 - conductos galactóforos; 4 - tejido glan- 1 - Conducto cxcretoiio; 2 - Seno lactífero; 3 -. Conducto galactó-
dul:u; fi : te-Jiño A<liposo; 6 · ;\ponenrMi~ tiP.} grRn .pe~t:nr1l; 7 ~ forc; .1 .~ Condudo- int1:-lobu!ar; ·5-.. Cor.ductv iritcrlobdiH=1.r; '5 -
músculo pectoral (según Gros, mod.). Conducto alveolar; 7 -Acino (según Encycl. méd. Chlr.).
1328 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
vas como conocidas, y no deberá apartarse del examen ordena- san: el axilar y el supraclavicular. En la axila, la palpación se
do, aunque lesiones evidentes o señaladas por la propia pacien- efectúa con la mano éontralateral y el antebrazo del examina-
te1 nos induzcan a centrar nuestra atención en las mismas, da• dor servirá para sustentar el antebrazo de la paciente, favore-
do que procediendo así pueden quedar inexploradas ciertas ciendo así la penetración de la mano en la fosa axilar; p·o , la re-
regiones o pasar inadvertidos ciertos signos de valor fundamen- lajación de la pared anterior determinada por el pectoral
tal para un diagnóstico correcto. mayor. La palpación supraclavicular puede hacerse de frente o
Por ello, una semiotecnia depurada podrá permitir, al finali- desde atrás. Los hallazgos de adenopatía deben dejarse perfec-
zar el examen y a modo de síntesis, la emisión de un diagnósti- tamente aclarados, así como su ubicación y tamaño, si és única
co clínico. o múltiple, móvil o fija, etc: La palpación de las mamas se ini-
Quien examine una enferma con el torso incompletamente cia con la paciente acostada y con sus 1llan0s én la nuca. Si se
desvestido, quien palpe de primera intención una lesión señala- pretende realizar la exploración semiológica del tejido mama-
da por )a paciente, quien examine la mama enferma omitiendo rio, debemos recorrer en nuestro examen todo el territorio don-
la observación de la opuesta, etc., está cometiendo un error que
de pueda presentarse este tejido. Por lo tanto, los límites esta-
lo puede inducir a establecer diagnósticos equívocos.
rán dados de este modo: arriba, por la clavícula; abajo, por el
reborde costal; adentro, por la línea medioesternal y, afuera,
Inspección por la línea axilar posterior determinada por el dorsal ancho.
Mediante dos planos imaginarios que pasan por el pezón, la
Iniciamos así ]a in spección con ]a paciente en posición sen- región queda dividida en cuatro zonas: dos superiores (interna y
tada, con los brazos en la nuca y los codos hacia atrás. La obser- externa) y dos inferiores (interna y externa).
vación se hará de frente y de perfil; de este modo podremos ve-
rí ficar si las mamas son .simétricas, pequeñas, medianas, Los métodos que se emplean en la palpación son todos bue-
grandes, atróficas, hipertróficas, turgentes o fláccidas. A su vez nos siempre que, una vez elegido uno de ellos, éste se siga siste-
trata(em6s de comprobar si la piel de la mama presenta enroje- máticam.ente sin excepción en todas las pacientes. Así, conclui-
cimi~nto o edema por obstrucción linfática, que podrían deberse do el examen general, el examinador podrá detenerse en aquel
a inflamación o carcinoma; circulación venosa subcutánea, por lugar que llame su atención y sólo entonces aplicará maniobras
la -eXistencia de un tumor subyacente con vascularización au- especiales.
mentada; eczema; convexidad ·o retracción. Con respecto a estos
dos últimos signos, debe recordarse que los perfiles de la mama, Una manera de palpar consiste en aplicar los dedos en posi-
tanto observados de frente como en forma lateral, deben tener ción paralela a la parrilla costal, comenzando por la mama su-
una línea arrnónica 1 vale decir, que cualquier concavidad o con- puestamente sana, r ecorriendo la zona que va desde la línea
vexidad brusca es siempre patológica, y que la presencia de re- mamilar vertical hasta la medioesternal y desde la clavícula al
tracción siempre será índice de un proceso patológico subyacen- plano subcostal. Luego se procederá de arriba hacia abajo y de
te. Habrá que registrar, además, qué mama es la afectada y qué afuera hacia adentro) es decir, que comenzando por la zona su-
ubicación tiene cada una de estas lesiones. perior e interna se procede en el sentido de las agujas del reloj
para la mama derecha y en forma contraria para la izquierda.
Palpación (Fig. 12-20 y 12-21) En el examen buscamos algo que nos llame la atención con
respecto al parénquima supuestamente normal: cambios de
Aprovechamos que la paciente se encuéntra en posición sen- consistencia, nodularidad o sensibilidad, y presencia de un tu-
tada para explorar los territorios ganglionares que nos intere- mor.
Fig. 12-20. Examen de la mama. Palpación de los cuadrantes Fig. 12-21. Palpación de la región del hueco axilar (arriba, a la
mediales y laterales (arriba); búsqueda del signo de la corteza izquierda) y de la región supraclavicular (arriba, a la derecha);
de naranja (en el centro); indagación de la movilidad _de la preparación del frotis de la secreci61t del pezó1t (abajo).
mama, en los planos profundosi con el músculo pectoral contraí-
do (abajo, a fa izquiérda) y aflojado (abajo, a la derecha).
UINt:VULVUIA
Diagnósticos clínicos más frecuentes Esta consiste en desplazar con la mano la piel suprayacente
al tumor; si éste no está adherido, el desplazamiento se obten-
Tumor: Si nos encontramos con un tumor, débemos efectuar drá fácilmente. En cambio, si ya hay vinculación del tumor con
su examen e1d1austivamente, determinando ubicación, tamaño, los planos superficiales, se formará un hoyuelo allí donde la piel
consistencia, superficie, sensibilidad y rnlaciones. no pueda deslizarse por estar fijada (fig. 12-22)
Para precisar su ubicación, se trazan los. dos planos señala- Hay muy pocos procesos benignos que presentan este signo
dos en el punto "palpación".. Como para la patología tiene gran positivo; algunos de ellos son la necrosis grasa y la galactofori-
importancia )a zona centraJ, ésta se delimita Con una circunfe- tis crónica retráctil, cuando se producen cerca del pezón. Se
rencia que pasa· a un centímetro por fuera de la aréola. puede agregar un detalle más de comprobación que es el si-
Dado qu~ oncológicamente reviste gran importancia el terri- guiente: si una vez provocado el hoyuelo se apoya sobre el mis-
torio suprayacente a la caden8 inamari_a interná, a las anterio- mo el pulpejo del dedo índice y con él se palpa una dureza en
res se agregan dos zonas más que Jimít.an, por dentro, con la lí- profundidad, el tumor es un carcinoma casi sin excepción (signo
nea medioesternal Y, por fuera, con otra que pasa a tres del autor - fig. 12-23).
centímetros de la articulación esternocostal. Con respecto al diagnóstico clínico, solamente se debe esta-
Estas zonas se llaman paraesternales y la línea mamilar ho- blecer luego de haber realizado una anamnesis y un examen co-
rizontal las divide en una supedor y otra inferior. Quedan así rrecto, aunando los síntomas y signos auxiJiares, a veces me-
delimitadas siete zonas en cada lado, que permitirán ubicar su diante exámenes complementarios. Dentro de todos los
patología. diagnósticos posibles se encuentra el de carcinoma. Cuando el
. El tamaño del tumor habrá de expresarse en centimet.ros, mismo se infiere, es una gran responsabilidad ubicarse perfec-
en uno, dos o tres diámetros, evitándose un lenguaje comparati- . tamente frente a la paciente en todó lo que hace a la conducción
vo de tamaí\0 que puede llevar a confusión, como "aceituna", futura: diagnóstico definitivo anatomopatológico, posibilidad de
"1iuez", "avellana", etc. Al detallar las dimensiones, se Precisará intervenir quirúrgicamente, estado físico general, eventual
su forma: esférica, oVal, plana; etc. reacción psíquica ante un hecho quirúrgico como la mastecto,
La consistencia suele ser mayor que la del parénquima nor- mía, etc.
mal. Sin einbargo 1 esto no es una regla, pues hay tumores que Luego de realizar un ba1ance, no siempre fácit se explorará
ti enen una menor consistencia que la del tejido circundante, la mama enferma con el objeto de obtener tejido para que el pá-
La superficie presenta variantes de acuerdo con la patología tól~go confinne o desvirtúe nuestro diagnóstico clínico, pues só-
que constituye el tumor: así, en líneas gerÍerales, será lisa la de · lo él puede determinar con certeza si una enferma tiene qíncer
un fibroadenoma e irregular la del carcinoma. o no. La obtención del material puede ser variada. La más lógi-
Habitualmente, la sensibilidad se encuentra aumentada en ca y difundida, sobre todo para los casos operables, la constitu-
aquellos casos de tumores benignos: abscesos, quiste de masto-
patía escleroquística, etc; debe recordarse que el tumor neoplá-
sico es indoloro.
Las relaciones habrá que buscarlas en tres planos: el pro;
fundo, el vecino y el superficial. Con respecto al profundo, los
hallazgos pueden obtenerse mediante una movilización manual
de la mama sobre los planos del tórax, estableciendo una com-
paración con la mama opuesta. También se puede hacer levan-
tar los brazos a la paciente, pues así el pectoral mayor aleja sus
insercimies elevando levemente las masas junto con todos los
tegumentos; en es te caso, si un tumor fija la glándula a los pla-
nos profundos, ésta pierde la propiedad de moverse.libremente
(propiedad dada por el tejido areolar laxo retromamario) y, por
lo tanto, la mama enferma se eleva más que la opuesta. El mis-
mo fenómeno ocurre si se pide a la paciente que coloque las ma-
nos en la cintura -en forma de a:sas de jarra- y que con los
hombros adelantados, haga fuerz a con los pectorales; así se ele-
va la mama enferma y, si existe retracción cutánea, ésta_se ma-
nifiesta más aún. La última maniobra consiste en colocar a la
paciente de frente con respecto a la mesa ~xaminadora, subida
en la gradilla y con los codos apoyados sobre la mesa; la mama
portadora de un tumor que la fije a los planos profundos se
mostrará deformada, puesto que el mismo no le permite pender
como lo hace la mama normal.
En el plano vecino, el carcinoma no tiene límites netos dado
su carácter infiltrante; debido a este hecho es fácil distinguirlo
de un fibroadenoma, no así de una manifestación de mastopatía
difusa.
Con respecto al plano superficial, debemos recordar aquí los
ligamentos de Cooper descriptos. Dificilmente un proceso benig-
no comprometa este plano; en cambio, el carcinoma se rodea de
elementos jóvenes que luego envejecen, que reemplaza y no des-
plaza tejido, traccionando de estas prolongaciones dendríticas
como si fueran riendas y dando lugar a las deformaciones y re-
tracciones cutáneas. Pero para el examinador no es necesario
Jlegar a esta circunstancia para determinar el compromiso, sino
que debe recurrir a In maniobra del moldeo para poner en evi-
dencia el proceso más precozmente.
1330 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Jino,.al que es. importante tener en cuenta para el diagnóstico. Este::; prccedimicntos diagnóstirns aun físicos y quirúrgiCus:
. En estos casos, la masa palpable es comúnmente de ubica,ción
ex.céntrica y se a_dniet'e al pezOn; si· existe Secreción.es impor•
tan te· destacarla. No debe confundirse ·1a ·ginecomastia . con la Mamografia
seudoginecomastia,' que se débe a un exce·so de grasa. En este
caso, la masa es bl_,i'nda y no se presen'ta. como disco. En el adul- Consiste en examinar la mama con rayos X de baja energía.
io_, fuera de la ginecomastia· de causa netamente endocrina, de- Todo examen requiere, por lo menos, dos incidencias de cada
be tenerse en cuenta la que suele observarse en el cáncer del mama que deben ser perpendiculares entre ·sí: cráne'o-caudal y
pulmón, coino fenómeno ·paraneoplásico, y la de la cirrosis he- perfil. Puede agregarse un corte axilar en posición superoinfe-
pática: Algunos medicamentos también puede contribuir a su rior. En caso de duda se toman radiografias localizadas en el lu-
producción, como la espirolactona, la testosterona y, especial- gar de la l~sión y en incidencias convenientes.
mente, los estrógenos; al respecto, debe señalarse que se obser-
van enormes ginecOmastias, con frecuencía dolorosas, en los
carcinomas de próstata tratados con grandes y sostenidas dosis Interprelació11. Para que la marnografia sea útil es necesa-
de estrógenos. rio emplear película de buena calidad y una técnica correcta.
Lii ll1ayvt la de la::t uf~cdoues eu<locti11as pueden acompanar• En todos los .casos hay que poseer una in.formación _clínica com-
se, en ocasiones, de ginecomastia, como el hipertiroídismo, al• pleta, ya que esta investigación sólo es un método compleme_n-
gunos tumores funcionantes adrenales, la enfermedad de Addi- tarío a Un examen' clínico. -Es necesa1io explorar con espíritu
son, el hipogonadismo masculino y la mala-nutrición. En el crítico todas las áreas y no solamente la de la presunta lesión .·
síndrome dé Klinefelter, a la ginecomastia se agregan azoosper-
La imagen normal presenta varia'ciones según la etapa del
mia1 aumento de gonadotrofinas urinarias y cromatina sexual
desanollo mamario, la edad de la paciente y la fase del ciclo
positiva.
menstrual ..
Las imágenes radiográficas que se observan en las lesiones
patológicas se superponen a las normales, por lo que es de fun-
METODOS AUXILIARES DE DIAGNOSTICO
damental importancia saber diferenciar los procesos benignos
de los malignos.
Hay métod·os para determinar la patología mamaria que
confinnan el diagnóstico clínico, descubren lesiones inaparentes En el C~adro siguiente se sintetizan los elementos de d.ife-
o influyen en la ejecución, rectificación o moda lidad de la con- renciación.
ducta quirúrgica. Tanto las lesiones benignas como las malignas presentan
JNTERPRETACION DE LA MAMOGRAFIA
INDIRECTOS
signos comunes; por lo tanto, para llegar al diagnóstico correcto námico y resolución espacial menores al contenido en un film
es indispensable establecer una correlación entre las imágenes, mamográfico, por ello el film es digitalizado en 5 millones de
sus signos y todos los elementos clínicos que brinda el caso PIXELS con 2.000 a 4.000 escalas de grises. El procesador lue-
(figs. 12-24 y fig. 12-25) go de aproximadan1ente 20 millones de cálculos en tiempo real
Si se cuenta con mamograJias previas que pennitan estable- reconstruye las imágenes que se muestran en un monitor, per-
cer comparaciones, los cambios se reconocen con mayor facilidad. mitiendo de este modo un análisis electrónico de la mamogra-
Las consideraciones sobre la utilidad del método pueden re- fia, destacándose la propiedad de localizar microcalcificaciones
sumirse así: menores de 200 micrones Oímite inferior del ojo humano) y
l. Confirma el diagnóstico dínico; es un ejercicio clínico-ra- magnificar la imagen en un 500% sin pérdida de resolución. La
sensibilidad, especificidad y eficacia del método es similar al de
diológico cuya interpretación a veces refuta, inclusive, al diag-
la mamogrnfia, 83% · 97,8% y 98%, respectivamente.
nóstico clínico e indica la modalidad de la biopsia.
2. Es un recurso diagnóstico en casos clínicamente difíciles o Citología por punción con a guja fina (PAF)
dÚdosos; resulta útil en las displasias mamarias, en las mamas
grandes o adiposas, en la enfermedad de Paget sin tumor pal- Permite el estudio de nódulos mamarios sólidos y quísticos y
pable, en el carcinoma oculto y también en la ginecomastia. el estudio de receptores estrogénicos en pacientes no quirúrgi-
3. :Sn cnsos dinic?.mente inc:;ospedrn.rios rle r.arcinoma ma.- cas en primera instancia, además de ser útil en el seguimiento,
mario, con síntomas vagos o secreción por el pezón, la m8mo- tanto en la evolución como en la respuesta al lratamient-0 ..
grafia permit~ determinar la Presencia de un ca,rcinoma en una
patología aparentemente benigna. La mamografía preoperato- Método: Jeringa de 20 ce, aguja calibre 0,7 mm, dispositivo
ria descarta el cáncer bilateral simultáneo y demuestra la pre• para ejercer presión negativa (Fransen etc.) (Fig. 12-26)
sencia de un foco primario, cuando hay metástasis. El material se extiende sobre portaobjeto, se fija en alcohol
96% y se utiliza tinción de Papanicolau. (Fig. 12-27, 12-28, 12-
4. Con respecto a la biopsia mamaria, la mamografia es el
29, 12-30)
único método capaz de determinar con exactitud el sitio de la
biopsia, .cuando los carcinomas no se palpan, y constituye la
Los extendidos se clasifican en: N negativo • S sospechoso •
comprobación de que se ha tomado el tejido sospechoso, al efec-
P positivo para carcinoma!, material insuficiente o inadecuado.
tuarla nuevamente en el tejido extirpado.
Presenta una sensibilidad del 68,6% y una especificidad del
5. Como procedimiento a largo plazo, la técnica mamográfi- 89,3% para tumores sólidos benignos y 100% para quistes. Fal-
ca periódica en la mama contralateral, es la más adecuada para sos negativos 31,4% (incluyendo _extendidos insatisfactorios) y
el co ntrol y el seguimiento de las pacientes mastectomizadas. Falsos positivos 10,7% (sospechosos). Si se combina la PAF con
Es útil también para observar la evolución de las lesiones que la clínica y mamografia, obtenemos para tumores sólidos una
por distintos motivos no fueron tratadas quirúrgicaruente, así
como para valorar los efectos de la radioterapia y de la quimio-
terapia en los carcinomas inoperables.
Es necesario insistir una vez más: la mamografia representa
un gran aporte como método de diagnóstico pero no se debe so-
brevalorar y1 en consecuencia, obviar procedimientos clínicos a
la espera de que este examen radiológico nos brinde el di agnós-
tico. Por el contrario, sólo un adecuado examen clínico y una se·
miotecnia depurada permitirán hacer de la mamografia un
buen complemento para el diagnóstico y control de mujeres sa-
nas: La sensibilidad y especificidad del método para di agnóstico
de patología in aparente es cercana al 90%.
Mamografía digital
UP-------
o:o:c------
Fig. 12-26. Jeringa de Franzen, Flg. 12-27. Materiai aspirado de nódulo neóplás ico. Hiper-
cromía nuclear, relación núcleo-<:itoplasma alterada.
Fig. 12-28. Material aspirado de nódulo neoplásico. Relevauw Fig. 12-29, Células duela/es (papiloma)
anisocariosis; intensa hipercromía nuc1ear y presencia de volu-
minosos nucléolos.
Ultrasonogrnfía - Ecografía
mediante la histología, nos dé el diagnóstico de certeza. Para ma y lograr así mayor sensibilidad y especificidad.
este estudio se puede proceder de dos maneras: c) como marcadores p,unóstico: permiten demostrar la pre•
sencia de receptores para estrógenos y progestcrona que se con-
sideran factor de pronóstico tanto en la evolución como en el
Exame11 Íllmedialó: Bp por congelación (tempestiva, intrao-
tratamiento del carcinoma mamario. Los AcMcs dirigidos a
peratoria). Se efectúa durante ef acto quirúrgico, mediante con·
ellos encuentran aquí gran utilidad.
gelación, corte y coloración y examen microscópico de la pieza
obtenida. El diagnóstico surge en pocos minutos. De la muestra d) inmunolocalización e inmunotratamíento: el uso de ele-
positiva se toma material para realizar determinación de recep- mentos radioactivos conjugados a AcMcs son ensayados a fin de
tores hormonales. detectar células malignas fn vivo.
Se realizan además estudios in vitro sobre líneas celulares
La desaconsejamos en lesiones de diagnóstico hlstológico di- de carcinoma mamario; inmunoterapia pasiva con AcMcs o cito-
ferencial dificultoso entre la benignidad y la niaÍignidad y que toxicidad con AcMcs conjugados a toxinas de laricina.
GINECOLOGIA 1335
MEDICINA INTERNA
Fibroadenoma
PATOLOGIA MAMARIA MALIGNA
Es un tumor benigno encapsulado que aparece poco después
de la pubertad, aumenta luego su frecuencia, alcanzando una
meseta en el tercer decenio de la vida, después disnúnuye poco
a poco hasta la menopausia. Algunos tumores persisten des- Cáncer de mama
pués de la menopausia y en ocasiones experimentan calcifica·
ción. El cáncer de las mamas es el primero en frecuencia dentro
Pueden ser asintomáticos, raramente se acompañan de do- de los carcinomas que puede padecer la mujer. Le siguen los
lor pudiendo aumentar su sensibilidad en el periodo premens• carcinomas del cérvix uterino y Juego los del cuerpo del útero.
trua!, espontáneamente o durante la palpación. El Garcinmoa de mama puede presentarse a cualquier edad)
En un 15% de pacientes hay lesiones múltiples en la misma pero es más frecuente entre los 40 y 60 años.
glándula o en la opuesta. La exploración revela tumor macizo y Los factores de riesgo son tema de ardua discusión entre di-
duro, bien limitado y con superficie lisa o lobulada. Es moviliza- ferentes investigadores. Hoy aceptamos como importante factor
ble y puede presentarse en cualquier sitio de la glándula. de riesgo los antecedentes familiares de cáncer mamario (ma-
La mamografía (fig. 12-24) demostrará imagen densa, re- dre . hermana - abuela, etc.) y la mayor edad.
dondeada, que presenta halo peritumoral de hiperclaridad, 11a- L-0s estrógenos tenchían relación con cáncer mamario, pero
mado "halo de seguridad". se discute su capacidad cierta de carcinogénesis. Seria perjudi-
El tratamiento es siempre la extirpación quirúrgica. No es cial un primer embarazo a edad avanzada. Los carcinomas de
excepcional la transformación y la asociación con patología ma- estirpe epitelial son los más frecuentes, 98% del cáncer mama-
ligna. rio. Pllede originarse en los coriductos, carcinoma ductal, que a
su vez será iutra<luda1 ílV infiltranU! 1 o infiltra.,,'lte cuz:.ndc :;e•
brepase el límite del conducto. El otro origen posible son los lo-
Cistosarcoma phyllodes: (Fibroadenomixoma gigante) bulillos, o carcinoma lobulillar, menos frecuente que el ductal y
con tendencia a la multicentricidad y bilateralidad. Los sarco-
Es la evolución más importante atípica y relativamente rara mas mamarios representan menos del 1% de los tumores malig-
del fibroadenoma. Ocurre cuando el estroma fibroso experimen- noe de la mama.
ta proliferación rápida, cambios malignos o ambas cosas. Estas El término carcinoma no invasor incluye al carcinoma intra-
lesiones pueden tener curso relativamente benigno o muy ma- ductal In Situ y al carcinoma lobulillar In Situ, que constituyen
ligno. un grupo de carcinomas que requieren un.criterio terapéutico
En general, la paciente relata la presencia de un bulto asin- distinto.
tomático, que crecía muy lentamente en curso de meses o años La propagación del carcinoma mamario es locoregional, por
y de pronto comenzó a crecer con rap;dez. Cuando la lesión es vía linfática y por vía hemática. Las metástasis más comunes
maligna, puede alcanzar gran volumen en unas semanas. La son: ganglionnres 1 óseas, hepáticas, pulmonares y cerebrales.
mama se torna pesada y dolorosa. La piel está tensa, roja y bri- Los conceptos más actuales consideran al cáncer mamario
llante. Puede ocurrir ulceración de la piel. Es no tumor muy como er:fermedad sistémica y dividen su historia en una fase
vascularizado y da metástasis por vía hemática, de preferencia preclínic& y otra clínica. La división está marcada por el tama-
en pulmón. Iio tumural de 1 cm.; tamaño pasible de ser objetivado clínica-
El tratamiento es quirúrgico y la mastectomía es de elección. mente.
GINECOLOGIA 1337
Tx: T. que no puede ser evaluado. Puede utilizarse como complementaria de la cirugía en for•
Tó : ·no hay evidencia de T. p1imario. ma preoperatoria o postoperato1ia. En algunos centros la utili-
Tis : Ca. in situ intraductal, lobulillar y Paget del pezón zan como tratamiento exclusivo, llamándola radioterapia radi-
sin tumor. cal, prescindiendo de ia cirugía.
'l'I : 1~urior hasta 2 cm. En la actualidad, el mejor tratamiento es la cirugía -si es
la: hasta 0,5 cm posible conservadora- acomp1ñada por la adyuvancia rnuuoqui-
lb: > 0,5 cm< l cm mioterápica y la radioterapia complementaria.
Capítulo 13
ENDOCRINOLOGIA
Drs. GRACIELA STALLDECKER de ALONSO, ANTONIO H. CODEVILLA,
SUSANA LUPI, ALICIA LOWENSTEIN, SILVIA CRISTINA FERNANDEZ DE NIEVA,
ESTER M. PARDES, ADRIANA REYES y MARIA DEL CARMEN SILVA CROOME
HIPOFISIS*
EMBRIOLOGIA
de la carótida Í.\lterna, penetran en la eminencia media y parte se originan las·venas lúpofisarias que van adren.ar en los senos
superior del tallo hipofisario, se capilarizan y constituyen el cavernosos. (Fig. 13-1).
plexo capilar o portal primario. La neurohipólisis está irrigada principalmente por la arte-
De este plexo capjlar primario nacen los vasos porta largos, ria lúpofisaria inferior, y secundariamente por la arteria lúpofi-
que descienden por el_tallo; llegan a _la par distalis; se vuelven a · saria superiot a través de la arteria de la trabécula, que se
capilarizar y forman el plexo capilar o portal secundario, que anastomosa con los capilares de la arteria hipofisaria inferior,
está en contacto con las céh1las adenohipolisarias. De este plexo por medio de los vasos porta cortos.
ADENOHIPOFISIS
P.M.
pLipotropina
5.810
9.500
pEndorfina
yEndorfina
GHRH: Este péptido de 40 aminoácidos, con actividad libe.• La_sero~onina se encuentra en n:iayor concen~radón en la
radora de GH, fue aislado originalmente por Guillemin de un eminencia media y en los ;núcleos.supraquiasmático y arctiato.
tumor pancreático humano. Luego se aislaron en hipotálamo La gran parte de las neun.>_nás ~mroéoninér.gicas serían Cxtra.hi~
humano otros dos péptidos de 40 y 44 aminoácidos con activi- potalámicas, aunque se ha demostrado la presencia de un grupo
dad GHRH y sé ha sintetizado un hexapéptido (GHRP-6) con intrahipotalámico, Se sintetiza a partir del triptófano; tomado
actividad liberadora de GH. líltimamente se han sintetizado di- de lá circulación portal.
ferentes péptidos (GHRPs) con fuerte actividad secretora de La· histamina se sintetiza a partir de Ja histidiua.Ejerce su
GH. acción a través de los receptores del tipo H 1 y H 2 e igual que.la
Se postula que la secreción de STH estáría regulada por un serotonina su mayor concentración se encuentra en la eminencia
factor liberador y otro inhibitorio. Dada la corta vida media de media y núcleós arcuato y supraventricular.
éste último predominaría el efecto estimulador. Gaba se sintetiza por decarboxilación del ácido glutámico.
Además) existen otros factores que influencian su secreción Su mayor concentración se encuentra en el árei! hipofisotropa o
como son el sueño en su etapa iniciat el stress 1 el ejercicio, la sea la· tuberoinfundibular, dando origen al sistema TI-GABA.
hipoglucemia yel incremento de aminoácidos en sangre. También se lo encuentra distribuido difusamente enel encéfalo.
En el siguiente cuadro se esquematizan las acciones de los
neurotrasmisores.
N,;,11rot.rnnsmjsi6n
sanguíneas para el dosaje de LH y FSH, en condicio·nes ba- megalia, la dosis empleada es de 0,2 µ/k g peso y de 0,05 µ/kg
sales y a tieinpos·determinados de la inyección. peso en el panhipopituitaris mo. Es necesario que la glúce'
El estimulo ge neralmente ocurre entre los 20' y 30' y debe mia descienda a valores de 40 mg % o menores, para que h a-
ser por lo menosde 300% para LH y 100% para FSH. ya estímulo de STH, que ocurre 15' a 20' después de la hipo-
Exis ten distintos esquemas de pruebas de estímulo con glucemia máxima.
LHRH tales como estim ul ación pulsátil, o infusión continua Porcentaje de es tímulo: niás del 300% del valor basal.
que están indicados en los casos de hipogonadismo hipogo-
nadotropo: En los hipogonad ismos de causa hipotalámica, la b) L Dopa: Dosis 500 mg
respue_sta será pOsitiva; e'n cambio no habrá respuesta o se- Porcentajé de estimulo: Debe superar el 100% del valor ba-
rá insuficiente si la causa es hipofisaria. sal.
~
de·hipeñunción. Se encuentran detalladas en el capítulo re• sarcoidosis
ferente a la glándula suprarrenal. Procesos Histiocitosis X (granuloma eosinófilo)
ganulo- Enf. de Hand-Schuller Christian
matosos Hemocromatosis
MEDICINA INTERNA
~ Hipofisitis
Proceso
Hipopituitarismo inmuno-
lógico
La insuficiencia hormonal no se exterioriza hasta que ésta
Si la etiología radica en el hipotálamo se ocasiona un hipopi-
es a_vanzada, obse1vándose síntomas bien definidos cuando hay
tuitarismo secundario. Generalmente éste es unitrópico y si se
un 80% aproximadamente de la glándula destruida. La insufi.
altera más de una trofina es común que se acompañe de hiper•
ciencia puede ser parcial o t-0tal de acuerdo a la extensión de la
proJactinemia. Sus causas pueden ser tumores de la región su-
lesión.
praselar (ej: glioma del óptico, disgerminoma, etc.), traumatis•
En el siguiente esquema se mencionan las causas etiológicas
mas de cráneo, hidrocefalia, malformaciones congénitas,
que pueden originar un hipopituitarismo primario, es decir que infecciones, procesos granulomatosos. Los slntomas de acueido
la lesión radique en la h1póhsis. a la causa etiológica pueden presentarse en forma aguda o ser
lentos e insidiosos.
Cirugía La insuficiencia endocrina puede ser plurihormonal o· respe•
radioterapia tar algura de las trofinas. Si el proceso etiológico es tumoral y
tumores no secretantes su crecimiento lento: además de los síntomas propios de la pato-
tumores metastáticos logía tumoral presentará síntomas de insuficiencia hormonal.
microvasculopatía diabética
estados anticoagulantes Panhipopituitarismo
Infarto o anemia de células falciformes
apoplejía trombosis del seno cavernoso Se denomina así a la insuficiencia hipofisaria plurihormo-
hipofisaria aneurisma de carótida nal.
asistencia respiratoria mecánica prolongada Síntomas y signos: Son similares, cualquiera seá la etiologia
post-parto (S. Sheehan) de la insuficiencia.
tmnurcs hipofisarios preexistentes Entre los sin tomas y signos generales pueden observarse as-
tenía, adinamia, facies inexpresiva, hay acentuación de las mencionadas en el ítem correspondiente a evaluación endocrina
arrugas y signos de vejez prematura (fig. 13-3). La piel está hipotáÍamo-hipofisaria.
fria, pálida y seca, a veces con descamación. Los signos francos Estas demuestran insuficiencia del sector gonadotropo y, en
de mixedema pueden lardar muchos años en aparecer o no apa- distinto grado, del resto de los sectores, pudiendo llegar a ser
recer nunca. un panhipopituit,irismo, o presentar déficit solamente en al gu-
La pigmentación está disminuida en areólas, pezones plie- no o varios de ellos.
gues y órganos genitales. Hay caída de vello axilar y pubiano y,
si ocasionalmente existe, es delgado y escaso. El cabello es seco,
opaco y quebradizo.
Presentan tensión arterial disminuida con hipotensión or- Apoplejía hipofisaria
tostática. Son bradicárdicos.
Puede manifestarse en forma aguda con sintomatología neu•
Existe anorexia, constipación y si hay descompensación
rológica y endocrinológica. Caracteristicamente aparece en for-
adrenocortical presentan náuseas, vómitos y diarreas.
ma aguda con cefalea severa, oltalmoplejía, disturbios visuales,
Tienen fuerza muscular dis minuida, hipotonía muscular e
depresión del sensorio en grado variable, meningismo y disfun-
hiporreflexia.
ción del S.N. Autónomo. Los síntomas y signos evolucionan en
_ Si la enfermedad tiene una evolución muy larga pueden lle- 24 a 48 hs. Otra forma clínica de presentación es la asintomáti-
gar a una depresión severa del sensorio y coma. ca, ocurre generalmente en un tumor hipofisario preexis~nte y
Las alteraciones gonadales son unas de las primeras en es- el diagnóstico se hace en forma retrospectiva en el acto quirúrgi-
tablecerse. Existe pérdida de la.libido. co del tumor, o post-morten o por neurorradiografías en el segui-
Las alteraciones nlenstrualeS, que comienzan con oligome- miento de los pacientes con tumor hipofisario.
norrea, evolµciooan hacia fa nmenonea.
Hay atrofia de los órganos genitales internos y externos. Las
mamas están atróficas. Sindrome de Sheehan
En el hombre, las primeras manifestacio11es son la disminu-
ción o pérdida de la libido y de la potencia sexual. Presentan hi- Este síndrome es una apoplejía hipofisaria cuya etiología es
potrofia o atrofia testicular y disminución del crecimiento de la el parto complicado con hemorragia, shock, o septisenúa puer-
barba y bigote. peral.
Los déficits de somatotrofina y hormona tiroidea pueden El síndrome se caracteriza por agalactia post-parto y ame-
contribuir a una eritropoyesis alterada 1 que origina una anemia norrea. Su instalación es lenta, progresiva y gradual.
hipocrómica o normocrómica resistente al tratamiento habitual. El diagnóstico clínico puede usualmente hacerse por la
Presentan glt:cemias basales bajas, con un aumento de sen• anamnesis.
sibilidad a la insulina, el test de tolerancia a la glucosa arroja Como la neurohipófisis es menos dependiente de la circula-
una curva plana. El balance nitrogenado es negativo con ureas ción portal, no es habitual que cursen con diabetes insípida.
normales . Radiológicamente, la silla turca no revela alteraciones.
El fondo de ojo y campo visual son normales.
Existe disminución de la diuresis, en parte por déficit de
glucocorticoides que aumentan el clearance de agua libre.
No hay mayores alteraciones del ionograma 1 salvo ocasio•
nalmente una disminución del Na y CI plasmático. El potasio Diagnósticos diferenciales del panl;ipo pituitarismo
puede variar de manera muy amplia.
Diagnóstico: Se basa en una cuidadosa ~namnesis: examen a) Anorexia nerviosa. ·Es uno de los diagnósticos diferenciales
clínico y estudios complementarios. más importantes de realizar.
Debe explorarse radiológicamente la silla turca con radio• Ocurre generalmente en mujeres jóvenes con trastornos psi-
grafía simple de frente y perfil, que arrojará daros sobre tama- quiátricos. Tienen una caída del peso corporal por debajo del
ño, forma 1 erosiones o deformaciones de la misma. 80% del peso teórico ideal.
La tomografía axial computada con contraste da informa- Tienen alteración de la secreción de gonadotrofinas, ACTH y
ción acerca de} tamaño y localización de la expansíón en los tu• TSH, pero STH está aumentada. ·
mores invasivos Q expansivo? y es ú.til para el diagnóstico de tu- Presentan amenorrea co~ atrofia de genitales externos y de
mores hipotalámicos. Las lesiones intraselares puedén la.rr.2ms. Hay persist;,ncia del vello axilar y pubiano.
visualizarse con cortes coronales y la región supraseco1ar con Este signo, la emaciación marcada y los niveles de STH ele-
cortes axiales. vados son los signos característicos para realizar el diagnós-
La Resonancia Magnética Nuclear es mas sensible que la tico diferencial.
TAC para detectar microadenomas de pocos milímetros de diá-
metro y tiene la ventaja que ofrece datos acerca de la topografía b) Cirrosis alcohól ica. Cursa con as tenia, atrofia testicular y
anatómica que r odea al tumor. Debe reali zarse con contraste. debilidad muscular que pueden hacer sospechar un hipopi•
Permite una mejor valoración del quiasma y es la técnica de tuitarismo. Las pruebas de laboratorio descartan la sospe•
elección para valorar laregoión supraselar. cha.
Deben realizarse fondo de ojo y campo visual, ya que se ve-
rán alterados en los tumores que se expandan hacia la región c) En el Síndrome de Sheehan debe hacerse diagnóstico dife-
supraselar. rencial con la amenorrea post-parto de causa uterina. No se
Deben explorarse funcionalmente los ejes hipot.álamo-hipofi• acompaña de agalactia y los niveles horrnonales son norma-
sario con· las pruebas iodic•<las ·p&rn cada uno de ellos. Están les.
1346 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Déficits aislados
1l-atamienlo
Déficit aislado de gonadotrofinas Los esteroides gonadales se utilizan para desarrollar y mante-
ner los caracteres sexuales secundarios. El mismo comenzará te-
Constituye el hipogonadismo hipogonadotrófico, que se ca- niendo en cuenta el desarrollo pondoestatural y psicológico.
racteriza por ausencia de caracteres sexuales seeundarios. Se puede utilizar dienoestrol en dosis de 2,5 mg/día tanto
Puede presentarse como una entidad familiar en cuyo caso tiempo como sea necesario hasta obtener un adecuado desarro-
está relacionado con una herencia autosónúca recesiva y puede llo. Luogo se pasa a reemplazo secuencial de estrógeno y pro•
afectar a ambos sexos. gesterona.
Si el hipogonadismo se acompaiia de hiposmia o anosmia El tratamiento con gonadotrofinas se realiza cuando se de-
constituye el síndrome de Kallman. Puede estar asociado a sea fertilidad . El estímulo folicular se logra co11 inyecciones dia-
otras anomalías congénitas: (ej.: agenesia renal unilateral, ce• rias de FSH y cuando los niveles diarios de estrógeno plasmáti-
guera a los colores, metacarpianos cortos). co son adecuados, se estimula la ovulación con gonadotrofina
Es iüd::. fit::(:ui:::ül t! tti d l1thuÚrt 4Ut: i:.:u la 1111.ijd. corióníca.
El déficit aislado de gonadotrofinas puede deberse a una fa. Si la causa es de origen hipotalámico se puede tratar con ci-
lla hipotalámica en la secreción o liberación de factor liberador trato de clomifeno 100-200 mg/día del 5 al 10º día del ciclo, des-
(LHRH), que es el tipo más común, o a una alteración en el go• pués de una mestruación inducida. También se está utilizando
nadotropo, o falla selectiva de LH o FSH. el tratamiento con administración pulsátil de LHRH. o análo-
Clínicamente son altos, con miembros largos, hecho que les gos de LHRH.
da el hábito eunocoide. En varones se administra enantato de testosterona 200 mg
En.la mujer es caracte1istica la amenorrea primaria con ca- cada 2 ó 3 semanas.
racteres sexuales secundarios infantiles y ganadas atróficas. La es¡ÍermatÓgénesis se logra con gonadotrofina coriónica
Los hombres no presentan crecimiento de barba ni bigote y 2.000 UI I.M. 3 veces por semana durante 18 a 24 meses, luego
genitales externos infantiles. No presentan libido. El estudio se. agrega gúnadotrofina menopáusica humana (FSH), entre 25
histológico de la gónada demuestra ausencia de espermatogéne• UI á 75 UJ I.M. 3 veces por semana durante 3 a 6 meses ..
sis y células de Sértoli, y sólo presencia· de espermafogonias. El desarrollo de los caracteres sexuales secundarios se pue-
En el intersticio no se encuentran ciélulas de Leidig. de lograr éen el tratamiento con gonadotrofinas pero éste re•
LH y FSH µlc1:m1átiCJ.s pueden c-ctar anormJ.lrnente bajas ci quiere lnyeccionce ·frccucntcs durante un lar~o püríodo y es
no ser dosables. muy costoso.
ENOOCRINOLOGIA 1347
Déficit aislado de ACTH Si STH no eleva sus niveles a por lo menos 10 mg/ml des-
pués del estímulo, se considera déficit de STH.
Ha sido descripto como una entidad clínica independiente de Para poder avalarlo es necesario que por lo menos 2 test de
otros déficits de hom10nas hipofisarias. estímulo lo demuestren. Pueden existir déficits parciales de
El paciente presenta pérdida de peso, debilidad, astenia, STH, con cuadros clínicos que ofrecen dificultad para el diag-
disminución del vello sexual e hipoglucemia. nóstico.
El diagnóstico se confim1a por los niveles basales bajos de Si se demuestra el déficit de STH, es necesario el estudio del
ACTH y cortisol plasmático, así como· de los ·11 hidroxico1ticoi- resto de las funciones hipofisarias, porque puede estar asociado
des urinarios.
Esta entidad aislada ha sido descripta asociada con hipoti- a otras deficiencias hormonales, ya que sin presen tar síntomas
roidismo primario autoinmwui'y _los auto~es r efieren una posi- ni signos de insuficiencia de TSH o ACTH, éstas pueden demos-
ble relación de estas dos entida_des, por la presencia de infiltra- trarse a través del estudio del eje.
ciones linfocíticas en la hipófisis anterior y en la tiroides.
También hay asociación con diabetes autoinmune tipo l.
Diagnóstico diferen cial: debe realizarse con:
DMidt aisl:úlo rlP 'l'SfT A) Síndrome de falta de acción de hormona de crecimiento por
1) ausencia de receptores hepáticos para STH (Síndrome de
Se ha demostrado déficit aislado de TSH, pudiendo ser éste Laron); 2) secreción anómala de STH; 3) Déficit de forma-
de causa hipofisaria hipotalámica. ción de somatomedina (Kwashiorkor).
S_e comprueban niveles de TSH que no responden al estímu-
lo del factor liberador (THR) en el hipotiroidismo de origen hi- B) Respuestas óseas alteradas a la somatomedina o STH: 1)
pofisado o secundario y hallándose respuesta en el hipoti roidis- Talla baja constitucional; 2) disgenesia gonadal; 3) falla re-
mo hipotalámico o terciario. nal crónica; 4) exceso de corticoesteroides; 5) enfermedades
inflamatorias crónicas.
bos de la denominación clásica, que son productores de Ac;;TH, Son hormonalmente inactivos y no están asociados co n ningún
STH, TSH, PRL, LH y FSH. El concepto de que los adenomas rasgo histológico, inmuhohistoquimico, o estructtiral atribui ble
cromófobos eran inactivos derivH- de que con las tinciones habi~ a alguno de los cinco tipos de células adenohipofissrias.
tuales y en microscopia de luz no se vis uafüaban los gránulos Los trastornos clínicos en su mayoría ·reflejan la disfunción
de secreción. Con microscopia elertrónica virtualmente pueden anatómica y fisiológica de las tres principales estructuras de la ·
encontrarse gránulos de secreción en todas las células normales región que son la hipófisis, el qniasma óptico y el hipotálamo
y tumorales.
Las tkcnicas inmunohistoquimicas y ultraestructurales han
provisto las bases para una nueva clasificación de los tumores
hipófisarios, cuyos gránulos de secreción pueden estar distribui-
dos en el citoplasma densa o aisladamente. · Hiperfunción hlpofisaria
A) Anterior normal.
B) Actual.
Fig. 13·6 b: Silla tur<:a muy agrandada por un tumor de hipU- Hay aumento de peso con hipetorexia, aunque no es frecuente
(isis (acromegalia). la obesidad. En la dernús exisJ. una proliferación del tejido co-
nectivo, edema intersticial por acumulación de hialuronidatos,
acromegálicos y el hallazgo de hiperplasia somatotropa co- aurnelltode las glándulas sebáceas y s udoríparas.
mo consecuencia de la producción ectópica. por un tumor · La piel está engrosada, poco elástica, con aspecto de piel de
pancreático, del factor liberador o somatocrinina (GHRF). naranja. Puede haber hiperpi~ón. Las manos y l o ~
b) El hecho que en algunos acromegálicois persisten los meca- toman un as pecto suculento por aumento de las partes blandas
nismos de control hipotalámico como se demuestra por la y por la proliferación ósea que lleva a un engrosanúento de las
respuesta normal a l bloqueo a adrenérgico , o estímulo b falanges con ensanchamiento distal de las mismas.
adrenérgico. · El tejido celular subcutáneo del talón esá engrosado.
Esto estaría en contra con lo hallado en otros acromegálicos El maxilar inferior aumenta en espesor y longiJ]lJ!,..Q!igjnan-
. en que existe la respuesta paradoja! a L Dopa y la respuesta do prognatismo. Hay hi perostosis front,il interna y aumento de
anómala a TRH. la neumatización de los senos. Tienen macroglosia y rinomega-
Los hechos que apoyan que la alteración sería primariamen- .fu!.._Hay hipertrofia de las glándulas salivales y separación de
te hipofisaria son: las piezas dentarias.
a) que el tejido que rodea al adenoma es normal, Existe agrandamiento de los cuerpos vertebrales con osteo-
b) la presencia de tumores mixtos secretantes de PRL y STH. porosis e hipertrofia de los discos intervertebrales. Estos cam-
Es poco probable que la transformación de las células pro- bios son los responsables de la ci[Q.js_y_dQJor..dorsal. Presentan
lactínicas se deba a una hipersecreción de somatocrinína artralgias, especialmente en rodilla§.
(GHRF), Suelen presentar ncroparestesias por compresión de los ner-
vios periféricos por el te jido óseo o- partes blandas. Pueden tener
el el hecho que la remoción del adenoma en muchos pacientes
retorna los niveles de STH y las respuestas al TRH y L Do- síndrome del túnel carpiano.
pa a la uormalidad. Como la enfermedad se desarrolla en Tienen debilidad muscular por miopa tía de los músculos
forma crónica e insidiosa, sería necesario el seguimiento de proximales. Exis_te una cardiomegalia por aumento de tamaño
los pacientes durante varias décadas para confirmar estas de la fibra miocárdica y por fibrosis intersticial. Hay viscerome-
observaciones. galia. Puede encontrarse una función renal aumentada~
Por lo tanto hay evidencias que algunos adenomas son autó- mento de la reabsorción de fosfato llevando a una hipeifosfate-
nomos y otros mantienen el control hipotalánúco. La formación !lliL
del ade noma podría ser consecuencia de un primitivo desorden Sólo un 10% presenta diabetes mellitus y es sospechoso que
hipotalámico que llevaría a una hiperplasia somatotropa ocu- se manifieste sólo en aquellos pacientes que tienen anteceden-
rrien~" rnrno tArr.er evento el adenoma. tes hereditarios. El 50% de los acromegálicos tiene alterada la
p1·ueba de :.wbrec.1,ga a la-glucosa. Si la respuesta es normal
tienen hiperrespuesta insulínica indicando resistencia a la in-
Síntomas y Signos sulina.
La mitad de las acromegálicas presenta trastornos del ciclo.
Se presenta con mayor frecuencia entre la 3' y 4' década de Es frecuente la amenorrea que muchas veces es el motivo de la
la vida. Puede ser fanúliar o esporádica y puede formar parte consulta, Estas alteraciones pueden coexistir con hiperprolacti-
del síndrome de adenomatosis endocrina múltiple (MEA Tipo 1). nemia que ocurre· casi en un 30% de las pacieñtes y puede
Su instalación es lenta y progresiva y uná de las primeras' acompañarse o no de galactorrea. La hiperprolactinemia puede
manifestaciones es el cambio de los rasgos faciales y el engrosa- deberse a un tumor mixto secretor de PRL y STH, a una com•
miento de los tejidos blandos (fig. 13-4). presión del tallo por expansión tumoral o a la acción lactogénica
Estos cambios son tan graduales que el paciente no los nota de laSTH.
hasta que han pasado varios años desde su iniciación. El aspec- Los hombres suelen presentar impotencia sexual.
to general de )os acromegálicos es de gran corpulencia, con ere• Pu.ede haber asociación con hipertiroidismo.
· cimiento acral, deformac!OnQs toráxicasy.ci fosis muy mar~'.!.c!a, . E~)a ,acromegalia, los parámetros de función tiroidea ta les
"1350 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Fig. 1:J.'f e: lAC: f{cfionanc:ia Ji,fogneticu: li-lu.croproluctinvma. Fig. 13· 7 J; Rew11.u1iciu ltfagnélicu." l,Jauoproludinunia.
ENDOCAINOLOGJA 1311
Diagnóstico TI·atamiento
Cuándo la hiperprolactinemia es confirmada luego de repe• Este puede ser médico o quinírgico. .
tidos dosajes que evidencien concentraciones por encima de 20 Algunos centros proponen el tratamiento médico no sólo pa·
nghúl es indispensable descartar todas las causas etiológicas no ra los microadenomas, sino también para los macroadenomas, ·
tumorales que pueden producirla. al haberse demostrado que la Bromoergocriptina disminuye el
Entre ellos deben mencionarse el stress, succión y estímulo tamaño del tumor por su acción antimitótica,
del pezó n, insuficiencia renal, embarazo, estrógenos {anticon· Los esquemas terapéuticos incluyen dosis habituales entre 5
ceptivos), hipotiroidismo, drogas bloqueantes dopaminérgicas, mg a 7,5 mg/día de bromoergocriptina, administrados en varias
agentes deplecionantes de Dopamina {psicofármacos). tomas diarias.
Si no existen evidencias !")T los métodos de diagnóstico por Los macroprolactinomas pueden requerir dosis más eleva·
iruagenes (fig. 13•6 y 13-7), hay una serie de criterios propues· das. Cuando hay gr.in ·intoierancia por vía orai o st quiere des-
tos para apoyar la sospecha de un tumor. Las pruebas funciona• comprimir rápidamente la vía óptica previo al tratamiento qui•
les, si bien permiten el estudio de la alteración del eje, no son rúrgico, se puede utilizar bromoergocriptina inyectable de
definitorias para realizar diagnóstico de tumor. acción prolongada, una inyección intramuscular de 50 ó 100 mg
cada 30 días. Hay publicaciones de series de macroprolactino·
Se realizan los siguientes estudios:
mas tratados con broncoergocriptina inyectable por tiempo pro·
A) El mejor índice de una secreción anormal de PRL es el nivel longado en las cuales se ha obtenido la desaparición del tumor.
basal. El tratamiento quirúrgico, por vía transeptoesfenoidal para
Los niveles plasmáticos de PRL tienen buena correlación la resección del adenoma 1 es utilizado con éxito en centros neu-
con el tamaño del adenoma. Niveles por encima de 250ng/ml roquirúrgicos especializados.
son casi siempre indicativos de adenoma, a pesar de que és• Actualmente el tratamiento quirúrgico por vía transeoptoes·
tos pueden coexistir con niveles mucho más bajos. fenoidal es utilizado en los macroadenomas intrahipofisarios y
Ritmo de secreción diaria. Los pacientes portadores de pro· para aquellos con éxpansión extraselar que puedan ser aborda•
lactinoma pierden en general el ritmo diario. dos por esta vía. En estos últimos es aconsejable radioterapia
B) Pruebas de estimula convencional ·post-cirugía para completar e.! tratamiento.
NEUROHIPOFISIS *
ESTIMULO INHIBICION
1) Osmolar 1) Osmolar
Aumento de la tonicidad de los líquidos corporales Disminución de la tonicidad de los líquidos corporales
Aumento de la concentración del Na en CSF Disminución de la concentración del Na en CSF
2) Hemodinámicos 2) Hemodinárnicos
Disminución del volumen del líquido intravascular Aumento del volumen de la presión central.
y extracelufar
Disminución de la presión sistémica Aumento de la presión sistémica
Disminución del output cardíaco(?) Aumento del output cardíaco(?)
4) Temperatura
Aumento de la temperatura hipotalámica Estimulación a adrenérgica
Inhibición del sistema renina angiotensina
ESTIMULO JNHIBICION
1) Osmolar 1) Osmolar
Aumento en la tonicidad de los líquidos corporales Disminución de la tonicidad de los líquidos ¿orporales
Aumento de la concentración de Na+ en CSF Disminución del Na+ en CSF
2) Hemodinámicos 2) Hemodinámicos
Contracción del volumen Expansión del volumen
Disminución de la presión sistémica Aumento de la presión sistémica
Disminución del output cardíaco(?) Aumento d~I output cardíaco(?)
4) Temperatura 4) Temperatura
Calor J:ríg_
6) Drogas Etanol
Nicotina Barbitúricos Difenilhidantoína
Clorpropamida Analgésicos
t;!ofihraJe Ant.inMJpl~sk0s
SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA 1355
membrana proteica donde el cAMP estimularía una proteinki- den a disminuir la diuresis pues el clearance de agua libre es
n:1sa que clP.SP.mpeña.uh.jmpnrtant.e. papel en este fenómeno. El rnl:'nor por ':'l hipotirnidfarno o por· la_ insuficie.ncifl sup_rarenal
mecanismo de contracoáiente es fundamental para la concre- secundaria, La DI puede ser la consecuencia de la hipofisect-0-
ción de todo el mecanismo de la antidiuresis. núa si se lesiona la enúnencia media. Si el daño afecta solamen-
Diversos factores influyen en la secreción de ADH. Además te a la neurohlpófisis puede ocurrir una DI transitoria o una de-
de l,¡ osmolaridad y de la,volenúa algunas condiciones patológi- ficiencia pa,cial que podrá se tratada con drogas que potencian
cas pueden ejercer una importante acción sobre la secreción y la acción de la ADH endógena.
descargá de, la hormona. Las emociones y los grandes esfuerzos
físicos, el dolor y el stress aumentan la descarga de ADH con la La etiología de la DI es variada y puede deberse a:
lógica oliguria. Estos factores actuarían creando impulsos en la
corteza que alcanzan a los núcleos SO por vías diferentes que
descienden hasta y desde el tálan10 estimulando las neuronas 1) Idiopática (50%)
secret-0rias. En los cuadros sincopales por ortostatismo prolon- 2) Tumores intra o supraselares (craneofaringiomas, quis-
gado, se produce descarga por disminución de 1a presión en Ja tes supraselares, metástasis)
aurícula derecha. Los vómitos provocan el mismo fenómeno. La
anoxia de cualquier causa provoca antidiuresis. La acetilcolina 3) Posthipofisectomía
y las <lrngas 1..:uii11éJ gii:a:::., ius U mlnmérgiws. la 1iiw~iuc1, 1u:s !:>ct· 4) Fractura de la base del cráneo
licilat-Os y el piranúdón estimulan la secreción de ADH. En cam-
bio, los alfa adrenérgicos, los anticolinérgicos, la difenilhidan- 5) Histiocitosis X
toina y la perfenaxina la inhiben. El etanol en pequeñas dosis 6) Granulomatosis (sarcoidosis, tuberculosis, lúes)
inhibe ADH pero por un período muy breve pues se considera
que actúa neutralizando los factores estimulantes. 7) Lesiones vasculares (aneurismas, trombosis)
Para que la ADH actúe correctan1ente es necesaria la inte• 8) Encefalitis o meningitis
gridad renal para que, haya una respuesta adecuada. Las cau-
9) Hereditaria (muy rara y que puede aparecer a cualquier
sas más frecuentes de DI nefrogénica son:
edad)
10) Encefalopatía hipoxémica
1) Insuficiencia renal crónica (pielonefdtis, glomerulonefri-
tis1 nefroesclerosis, gota, riñón políquístico, nefropatía
por analgésicos).
La DI debe ser sospechada cuando la diuresis de 24 hs exce-
2) Fase diurética de la necrosis tubular aguda. d ~ [ y con una densidad menor de 1005. Descartadas
3) Después de la desobstrucción del tracto urinario; en el las causas renales (DI nefrogénica), el problema diagnóstico se
trasplante renal. plantea con la DI potomaníaca que es la consecuencia de la in-
4l Nefropatía hipokalémica. gestión compulsiva de agua. Después de un pe1iodo de polidip-
sia muy corto (tres días) puede desarrollarse, una DI nefrogftni-
5) Nerropatía hipercalcémica, ca debido a que los túbulos renales son incapaces de responder
6) Hiperaldosteronismo primario. a¡;; ADH como consecuencia de la hipotonicidad y al lavadJ>_ d_e
los gradientes· osmolares en las pirámides de la médula'renal.
7) Mieloma múltiple, amiloidosis, síndrome de Sjogren.
La potomanía puede ser diagnosticada en algunas oportunida-
Sl Médicas: carbonato de litio, demetilclortetraciclina. des por mediciones seriadas de la osmolaridad plasmática. Un
91 Diabetes insípida nefrogénica hereditaria (por insensibi- valor por encima de los 295 müsml!' es sugestivo de DI mien-
lidad de la adenilciclasa a ADHl. tras que uno menor de 270 mOsm/l sugiere pot-Omanía. Si los
pacientes con neurosis pot-Omanía(a son deshjdratados pueden
10) Anemia a células falciformes.
llegar a concentrar la orina hasta la_i§_QjQJljgda<l, pero no debe,
olvidarse que algunos pacientes con insuficiencia parcial de
ADH pueden reaccionar de la misma manera.
Por ello es útil la prueba de la sed tal como propone Miller y
Diabetes insípida
col.
La DI es un síndrome en el que se produce pQliuria, polidip- ll Diuresis normal o moderadamente aumentada: suprimir
sia con baja densidad urin~ri.a debida a falta de ADH o por in- agua desde las 6 de la mañana.
sensibilidad renal a esa misma hormona. En el primer caso, lá
insuficiencia hormonal es debida a lesión congénita o adquirida Poliuria severa: suprimir agua desde las 7 de la mañana.
de las células que la producen y trasportan; la segunda es la 2) Recoger cada hora la orina desde las 6 hasta las 8 de la
consecuencia de una falla enzimática del túbulo renal por la mafiatia y medir volumen y osmoladdad.
que no hay respuesta a la cantidad normal de ADH. La primera
es la DI verdadera, la segunda es la nefrogénica. 3) Cuando el aumento es menor de los 30 mOsm/kg en dos
periodos consecutivos, extraer sangre para osmolaridad
plasmática (4-18 hs).
Diabetes insípida verdadera 4) Inyectar 5 U de vasopresina acuosa por vía s.c.
5) Medir osmolaridad urinalia una hora más tarde.
Muchos casos son "idíopaticos" o bien son ia consecuencia de
un tumor supraselar. Los pacientes con hipopituitarismo tien- Les resultados pueden ser los siguientes:
1356 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Osmolaridad urinaria
(x) Con poliuria controlada por varios días por restricción líquida.
Otros tests son la prueba de Carter y Robbins que implica la Ultimarnente se utilizó en forma experimental, en volunta-
inyección de ! litro de CINa al 2 5% (peligrosa por la sobrecarga rios, la somatostatina en dosis diarias de 100 mg por vía s.c.
~ u lar q-;,:;::¡;~ede g~vocar) y la de la nicoti_¡¡a. con muy buena respuesta.
El diagnóstico de DI puede ser simplificado en el futuro por
RIA de la AD.E( pJasnuitk'Lantes vdes~s de una prueba de la
sed (deshidratación) o después de fumar un cigarrillo. Los dosa-
jes de esta hormona son dificultosos y. en alguna oportunidad SJNDROME DE SECRECION INADECUADA DE ADH
pueden medir otros factore s antidiuréticos. En cambio, el dosaje
• de ADH en la orina, e,1 manos de algunos autores, ha arrojado _En 1957 Schwartz y Bartter relataron un síndrome no rela-
resultados satisfacto1ios 1 mientras que otros afirman una gran cionado con enfermedad renal.o suprarrenal en la que se encon-
disparidad de resultados. Parecen de mejor respuesta los dosa- tró una sobreexpansión de los líquidos corporales y que se c_a-
. jes de las neurofisinas plasmáticas cuyo RIA es más sensible y racte1iznba por hiporn!tremia e l!m,ernatriuria que se relaciona
refleja indirectamente los valores de ADH. con secrecjón.illadecua~AD.l!.y CUY-ª principal característi-
ca era !a_ru_\!llante de la retenciórvxagerada de azyit ~ -
da hipotonicidad de los líquidos corporales. Los datos ptincipa-
1J-alamie11lo de la DI. les de laboratorio eran:
Hiponatremia en la que los niveles pueden llegar a los 100-
Si el paciente tiene una moderada poliuria, no es molestado ll0mEg/l
por una nocturia y no se preocupa por mantener un alto nivel Hipernatriuria permanente
de ingestión de agua, es posible que no deba administrarse nin- Ausencia de signos de depleción de la Yolemia con tensión
gún tratamiento. También debe reco.rdarse que la poliuria que arterial normal y piel bien hidratada.
aparece después de la hipofisectomia puede ser transitoria con La osmolaridad urinaria es mayor que la que correspondería
probabilidad de ser seguida por una DI significativa y es posi-
a la hipotonicidad del plasma.
ble que en casos de DI postoperatoria, la medicación pueda ser
Función renal normal.
suspendida algunas semanas después.
Función suprarrenal normal.
El tratamiento clásico con polvo de lóbulo posterior de hipo-
Los niveles baios del sodio plasmático son la consecuencia
fisis por aspiración nasal, el tanato de pitresina en aceite por
de la dilución de los líquidos corporales que siguen a la reten-
vía i.m., es reemplazado progresivamente por ADH sintético: la
ci<Íll..llÍl!l:@ y de la pérdida exagerada de sodio por .orina. Para
1-desamino 8 dextro arginina vasopresina que no tiene efecto
que ello ocurra es necesario que se asocien los niveles elevados
vasoconstrictor debido a la posición dextro de la arginina. Es co-
nocida como nnAVP. 8P. ui;a por via nasal y actualmente se dis- de ADH e ingestión de agua. La resultante del exceso de ADH y
pone de varias concentraciones por vía oral. La clorproparnida, ª.fil!.ª es el aumento de la voiernia, aumento de la filtración glo-
el clofibrate y la carbamacepina son útiles en las DI parciales. merular y reabsorción disminuida del sodio en el tubo .distal.
La clorpropamida actúa inhibiendo la fosfodiesterasa del tubo Además, la hipervolemia inhibe el sistema renina angiotensina
renal con lo que se potencia la acción del cAMP a partir de la y como natural consecuencia, de la aldosteroniL)lMJ9_qµ..!L!J.Q.§?
adenilciclasa estimulada por ADH. También estimula la secre- reabsorberá sodio por el riñón. Además, se observa aumento del
ción de ADH endógena_en moderada cantidad. En cambio, el sodio intracelular como resultado de la dilución del líquido ex-
clofibrat,a y la carbamacepina actuarían principalmente a nivel tracelular. Si los niveles de la natremia no b!!ÍJI.Jl de los 120
central. De allí que se preconice el uso combinado de clorpropa- mEq/1 pueden no existir síntomas. Pero cuando bajan de ese ni-
mida con carbamacepína o clofibrate. Los diuréticos tiazídicos vel puede aparecer ª!!QW.A, náuseas, VQ.IJ!Ít!l§,J_g_1Afg9,irri1abi-
pueden dar buen resultado en la DI verdadera y también en la lidad1 hostilidad, confusión menJJ!.Ly_h.a..§\ª-C9.Qlll_OJJ¡m¡!Jw.iQ..esi-
DI nefrogénica. A expensas de una disminución del volumen, cótico. Si la natremia es menor de los l\0m.[q_/1 pueden ocurrir
promueven una orina mas isotónica por mecanismos no del todo síntomas neuromusculares y hasta convulsion~s.
conocidos. La indometacina es de utilidad en las DI nefrogéni- Las causas determinantes del síndrome de secreción .inade-
cas. cuada de ADffse ven en el siguiente listado:
ENDOCRINOLOGIA 1357
TIROIDES*
roide.s y sus polos superior e ínferior se relacionan con las glán- !H20 2) generado por la NADPH-citocromo C reductasa. eit la
dulas paratiroi~es fracción mitocondrial
sums1s SECRECIOtl
MICROVELLOSIDAD
LISOSOMA
GOUSOSOHA ~
i : , T 4 · ( - T 4 T3w
I . ¡•:._.. 12 s\.oGt~~•.<T-DFT"• •• 1
PEAOXIDASA ~ I , . , °t W " ~
Producción de hormonas lil'oideas y metabolismo periférico rT3: El 97% se origina del metabolismo periférico de T4 y
sólo el 3%--PrQY.iene de secreción tiroidea. Clarifica,da en· minu-
T4: es la hormona tiroidea que se halla_!e.!LillªYºr concentra- y
tos del plasma, se metaboliza a 3-3' y 3'-5' T2 ví~s alternas de-
ción. Se origina exclusivamente de la secreción tiroidea. La pro- saminativas.
ducción diaria es 80-100 mg v se renueva 10% por día. Se meta-
boliza como sigue: <fig. 1:i,9i Las T2 formadas a partir de T3 y rT3 9on luego deyodadas a
80% por deyodación en posiciJi.ll..§.'. originando T3 o deyoda- 3Tl y 3'TI, las que finalmente pierden el tíltimo yodo y son ex-
ción en¡,gsición_S_origjnand_Q'Diiodotironina Reversa (rT32 en cretadas como tironinas por orina.
cantidades equivalentes. Peque1ias cantidades de las yodotironinas, MIT y DIT esca-
2J)¼esconiugada formando glucurónidos y sulfatos o es de- pan a estas vías metabólicas y son excretadas· como tales por
sarninada para formar ácido tetrniodoacético (TETRAC), luego orina.
conjugado o es clivada en su unión éter. Estos productos meta-
.bólicos son eliminados por orina".
Deyoda sas: Se las menciona separadamen t.e por el papel
T3: Provie;,e un 20% de secreción tiroidea y el 80% L8_5§!!· fundamen tal que cumplen en la regulación periférica y del eje
te de la conversión periffrica a partir <le T'!,_jnte1viniendo en hipotálamo-hipófiso-tiroideo.
este paso la 5' deyodasa. Su producción diaria es 50 ug y un Existen 2 tipos bien identificados de 5' devodasa: Tipo I o
75%. es removida diariamente. Es metabolizada en más del periférica; abunda en_gl higa<lo y riñón, es inhibida por propil-
50% a 3-3' T2, algo menos a 3-5 T2 y el resto es desarninado a tiouracilo e inhibidores_com~itivos co;no amiodarona _QJ.Qoda•
ácido triiodoacético (TRIACl o conju~ndo como ~lucurónidos )' t_~. su actividad aumenta en el hipertiroidismo y disminuye en
sulfatos. el hipotiroidi siuo. La tiruidb po5ee también una 5' deyodása
:t_TIROXI!_
HO-
p· ~ /3 \
-o-l?"tJd·_ CH -CH-COOH ( R )
\s'--/ \ · 2 1
- NH
DI] J;....._ I1-,. I 2
Ho-1 '0-o-11 t-R
, ___j 'd
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¡,-~
-0 _1/ ~/-R
\
:C 3T.l
H6- -:-0- R
l TIRONINA_I
HOJ j-o- zj -R
~- i:l-9: .iíctaholismn i/cyudáliuo de ia T4 ·
1360 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
con propiedades semejantes, excepto que su actividad aumenta Acciones de hormonas tiroideas
en el hipotiroidismo y se estimula por TSH.
La tipo II se halla en SNC e hipófisis, sólo se inhibe por in- Las hormonas tiroideas modulan un gran número de proce-
hibidot'es competitivos y su actividad aumenta en el hipotiroi- sos metabólicos. Afectan el crecimiento y desarrollo de virtual-
dismo. mente todos los tejidos, intervienen en la concentración y activi-
dad de numerosas enzimas, vitaminas y en la secreción y
Poco se conoce sobre la 5 deyodasa y su regulación. Es muy
degradación de otras hormonas. La T3 constituye el mayor efec-
abundante en la placenta. tor fisiológico por su mayor unión al receptor.
Las hormonas se ligan como sigue: Efecto termogénico: Estimulan la termogénesis por un
mecanismo aún di sc utido; probablemente represente el gasto de
TBG TBPA ALE energía por aumento de la actividad de la bomba Na- K depen-
diente para el transporte de Na.
T4 80% 15% 5%
Regulación de la función tiroidea
T3 90% 5% 5%
La secreción de hormonas tiroideas está regulada por 2 me-
canismos principales:
Sólo el 0,05% de T4 y 0,5% de T3 circulari en forma libre en 1) Eje hipotálamo-hipófiso-tiroideo. 2) Autorregulación tiroi-
dea
el plasma. Las fracciones libres son consideradas las activas y
con aéceso a los tejidos 1 pero otros factores como la permeabili· 1) lije hipotá/amo-hipofiso-tiroideo (fig. 13-10). 1) La ti-
dad capilar, el ílujo vascular, mecanismos de captación tisular y roides participa con el hipotálamo y la hipófisis en un clásico
unión in:tracelular de las hormonas son también importantes en mecanismo de retroalimentación negativa. Los tirotropos hipo-
asegurar la llegada de éstas a la célula. fisa rios sintetizan y liberan TSH, una glicoproteína formada
por 2 subunidades: a, común a otras hormonas como FSH, LH y
hCG y b que le otorga su antigenicidad y especificidad.
La TSH, que se secreta con ritmo circadiano de pico noctur-
Mecanismo de acción de las hotmonas tiroideas
no, es regulada por complejos mecanismos, siendo el principal
las hormonas tiroideas. El tirotropo censa pequeños cambios en
La mayoria de los efectos biológicos de las hormonas tiroi- los niveles de T3-T4, aumentando o dis minuyendo su actividad
deas son mediados por la interacción de éstas con receptores en forma inversa a los mismos. Ambas hormonas inhiben TSH,
r.'.lc1c~en etpecíficos, rnmq11P. F-f~to.:: Pxt.r~nudP.ares han ~ido. pero el papel predominante lo·cumple la T4, que por conversión
recientemente demostrados. Hay una clara relación entre ocu• intrahipofisaria por la 5' deyodasa, genera T3 que se une a re-
pación nuclear y respuesta biológica, saturación y respuesta ceptores nucleares específicos de alta afinidad, que ligan tam-
máxima y unión de análagos de T3 y su acción tiromiméttea. bién T4, pero con una avidez 10 veces menor. La deyodasa que
Aunque originalmente se consideraba que la hormona tiroi- interviene es de tipo Il, como ya fue comentado.
dea entraba a la célula por difusión simple, se describe actual- El 2• regulador en importancia es el TRH. Se sintetiza en
mente un mecanismo de transporte activo con gasto de energía o neuronas de los núcleos hipotalámicos supraópticos y paraven-
triculares, siendo luego transportada a la eminencia media y
un mecanismo de endocitosis. Existen gradientes para T3 entre
sistema porta hipofisario. No hay evidencias que las hormonas
medio-citosol y citosol-núcleo que avalan el transporte activo.
tiroideas actúen a nivel hipotalámico. El tirotropo contiene re-
De las hormonas tiroideas, la que demu~stra mayor afinidad ceptores de membrana específicos para TRH. Su unión determi-
por el receptor es la T3, siendo laT4 10 veces menos alln que na aumento de AMPc y movilización de Calcio. Las hormonas
aquélla. tiroideas disminuyen el número de estos receptores y los estró-
La T3, luego de sú unión al receptor, induce cambios confor- gcnus lo aumentan. El TRI:l es requerido para mantener una
mar.iona!es, .provocando aumento del grado transcripcional y secreción normal Je. TSH, de.terminando un umbral sobre el
aumento de ARNm específicos. cual las hormonas tiroideas establecen su acción regulato1ia.
ENDOCRINOLOGIA 1361
En fom1a fisiológica, pero con menor relevancia, otros facto- Examen de la glándula tiroides
res regulan TSH; dopamina y análogos dopaminérgicos, soma-
tostatina, glucocorticoides, serotonina, acetilcolina inhiben su Es conveniente hacerlo con el paciente sentado y con buena
secreción, mientras que catecolanúna la estimulan. i!unúnación frontal. Deben palparse ambos lóbulos y el io1mQ.
En condiciones normales, ]a glándula tiroides es apenas palpa-
Acción de TSH sobre 1lroides: TSH, a través de su subuni- bk_y a esta caracteristica se le adjudica un_peso normal de 25
dad b se une a la membrana de los tirocitos, donde se encuen- ~
tran receptores específicos de alta y baja afinidad. Se conocen 2 Asimismo, se establecerán las caracte1ísticas del bocio (si es
componentes del receptor de TSH: gangliosídico y glicoproteico. nodular o difuso) su consistencia y la presencia de adenopatías
La unión determina activación de la adcnilciclasa 1 aumento del
AMPc y actiYación de proteínoquinasa y también movilización satélites que pueden hacer suponer el diagnóstico de carcinoma
de fosfolípiclos de membrana. TSH produce hiperp!asia e hiper- tiroideo. - -
trofia, aumento de la síntesis de ácidos nucleicos, del metabolis- Otro detalle a tener en cuenta es si la glándula asciende con
mo intern1edio y proteico, del metabólismo del yodo (transporte; el movimiento deglutprio cru·ácter éste que permite diferenciar
oxidación y acoplamiento), de la actividad de la 5' deyodasa y de a la tiroides de otros tumores de cúello que no ascienden con la ·
la proteólisis de la Tg. deglución ya que no se encuentran, como ella, involucrados en
la fascia pretraqueal.
2) A11torreg11lación: En ausencia de TSH es posible demos- Por encima de la tiroides pueden hallarse tumores de la lí-
trar mecanismos de autorregulación tiroidea. Así, el aporte ex- nea media (guistestiroglosos o aun bocios linguales). En el caso
cesivo de yodo, en agudo, deternúna disminución de la síntesis del bocio lingual se hará una cuidadosa inspección de la lengua
de hormonas tiroideas (efecto Wolff-ChaikotD y disminución de en la unión de Jos ZLa.l!nf&riores y eJ tercio.po.,J&.rior.
la proteólisis de la Tg, disnúnución del transporte de glucosa, Cuando se presume el diagnóstico de Enfermedad de Gra-
de la formación de gotitas de coloide, de la respuesta de, AMPc
ves-Basedow, la auscultación del bocio difuso presta un elemen-
al TSH. Si este aporte excesivo se mantiene, disminuye la cap-
tación de yodo y por lo tanto sus concentraciones intracelulares, to más a dicho diagnóstico. Efectivamente, en esta entidad, es
reanudándose la biosíntesis en forma normal (escapa al efecto posible detectar sobre la glándula un soplo, producto de la hi-
de Wolff-ChaikoffJ. pervascularización glandular que se manifiesta, a la palpación,
Estos mecanismos requieren. la organificación previa del yo• como un frémito.
do y •sc poetula :nn mPdi?.d0s pry: 1n-1 "nrnpuestn yodado cuya es- Otros signos o síntomas a tener en cuenta, oomo disfagia ~
tructura aún se discute. disfonía y disnea, pueden presentarse en el caso de los grandes
bocios con compresión de esófago y tráquea o con compromiso
Fallas en los mecanismos de autorregulación son la base ac-
tual para explicar hiper o hipotiroidismo inducido por yodo. de los nervios laringeos.
I' es pa-
Test ¡iara Uefermiii.iu· anticuerpos anti tiroideos Centellograma de tiroides (fig. 13-11)
Utilizados para el diagnóstico de enfermedades tiroideas au- Los isótovos habitualmente utilizados en nuestro medio son
toinmunes, tiroiditis y enfermedad de Graves. el I 131 y el Te 99, que utiliza la bomba do yodo pero no S1gue su
1364 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
vía metabólica y por lo tanto da una información parcial del Biopsia de tiroides
funcionalismo tiroideo; su ventaja es la vida media corta que
_permite utilizar dosis mayores con menor irradiación. La infor- Su uso se incrementó desde Ja'¡ntroducción d~ la punción as-
mación que brinda el centellograma es la siguiente: piración con aguja fina para estudio citológico, técnica simple y
1) Tama,io de la glándula: a) Agrandamiento difuso, como prácticamente sin morbilidad. Sus limitaciones son· el escaso
se ve en la enfermedad de Graves, (fig. 13-12) tiroiditis de Has- ~aterial y la relativa representatividad de la muestra. Indica-
himoto, disenzimias; b) Agrandam iento localizado: Se pueden ciones de la punción A) Diagnóstica: .!) diferenciar patología be-
discriminar nódulos mayores de 1 cm. Los nódulos pueden ser nigna y maligna sospechosa, excepto en las neoplasias folicula-
únicos o múltiples y según la'fijación del radiotrazador no cap- res donde es dificultoso el diagnóstico de adenoma y carcinoma.
tantes o frias (fig. 13-14) como se ve en tumores malignos y be-
2) Realizar el diagnóstico etiológico de la patología tiroidea. Se-
nignos y en quistes, hipercaptantes en relación al resto: nódulos
rán descriptas las características citológicas en cada caso.
autónomos (fig.13-13), algunas tiroiditis de Hashimoto o isocap-
tantes en relación al resto o integrados como se ve en estadíos B) Terapéutica, en la evacuación de quistes.
iniciales de nódulos autónomos o en algunos bocios coloides.
2) Disfl'inución de la captación del isótopo: Homogénea, enfer-
medad de Graves o irregular o heterogénea como se ve en tiroidi- El material obtenido de la punción es sometido a técnicas de
'·'' d~ T-fa_shimof-0 o algunos bocios polinodulares (fig. 13-15). tinción habituales y er, patologías específicas se utilizan técni-
3) Alteraciones anatómicas: ausencia parcial de la glándula cas como peroxidasa-antiperoxidasa para Tg, Calcitonina en ef
congénita o pos-quirúrgica. diagnóstico de cáncer de tiroides, o anticuerpos monoclonales
41 Loca/izhcio11es atípicas: Defectos en el descenso con presen- para cadenas de JgG en el diagnóstico diferencial de linfoma y
cia de tejido captante desde base de la lengua, tiroides lingual, en tiroiditis de Hashimoto.
el conducto tirogloso, hasta prolongaciones retroesternales.
51 LoCalización de tejido tiroideo metastásico en los corcino·
mas de tiroides bien diferenciados.
Se ha comenzado a utilizar el Talio en el diagnóstico de me-
_tástasis no captantes de I 131 en cáncer de tiroides, regionales SINDROME TIROTOXICO
o a distancia. Los resultados no son concluyentes por los falsos
positivos. Se refiere a los síntomas y signos determinados por el exce-
so de hormonas en los tejidos pgriféricos.
Ecografía de Tiroides
Manifestaciones Clínicas
Por su mayor poder de discriminación pennite detectar le-
siones menores de 1 cm. De utilidad en determinar: Sistema cardi,g_vlisf.Jll.g¡-: Estas modificaciones se produ-
ll Agrandamiento tiroideo difuso o localizado, nódulos l!Hi- cen por acción directa de hormonas tiroideas y por " ~ n
cos o múltiples. la resp)lftSta_adrenérgj_ca. Se ve aumento de la demaoda circula-
toria por aumento del metabolismo y la necesidad de disipar ca•
2) En patolog(a nodular características sólida s, quíticas o 1
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Fig. 13-15. Centellograma tiroideo: Bocio polinodular con Fig. 13-16. Ecografía de tiroides: Imágenes heterogéneas, a
prolongación endotoráccica. predonúnio del lóbulo derecho. Obsérvese la desviación traqueal.
Mi.<edema Pretibial (fig. 13-19) Se observa asociado a la que desaparece al tratar el. hipertiroidismo. Como asocación con
enfermedad de Graves en 5% de los casos. Comienza como Jllil.· la enfermedad de Graves , el 1% <le esfo~ ·pncicntcs presenta
ca:u:ojízas 1 más connin en la cara anteiior de ja pierna; taro· miastenia gravis.
bién pueden aparecer lesiones' en extremidades superiores. Las
lesiones luego se agrandan y se hacen bilaterales, ovales o irre- Sistema Hematopoyético. Hay aumento de la hematopo-
gulares. Los folículos pilosos son prominentes hay hiperguera• yesis por aumento de la erito~\jna y efecto directo de las
hormonas sobre la médula ósea. El volumen plasmático tam-
~s. _aumento de la sudoración; la piel adquiere aspecto de piel
bién aumenta, mar.teniéndose normal el hematocrito. El eritro-
de naranja, formas más raras son Ja edematosa y i:l verrugosa.
cito tiene i:norfología normal, pero con menor bontenido en Zinc,
En el examen microscópico se observa aumento de los mucopoli- anhidrasa carbónica y mayo,· de Na. Libera con mayor facilidad
sacáridos y se detecta depósito de lgM. el 0 2•
Pueden hallarse distintas formas de anemia; niegaloblástirJ!
Aparato Digestiuo: Hay aumento en el número de deposi-
por aumento de 11_til_ización de Vitamina B12-Y.Mido fólí"Q, \iipo-
ciones, del vaciado gástrico y de la motilidad intestinal; esto crómica, qtje res~g_d~ ~ irr.and~_s.dosis de lli..ridoxinu~de
puede determinar disminución de la absorción, apareciendo Me Jos enfen:nos de Graye_~-S!t_v_e mrno asociacLó~n aneJ?.fau~ernicio-
teatorrea.' Como asociación puede hallarse aclorhidria con Ac sa. Las plaquetas y la coairulación son norm~le.s P,,e'1e lu.!1,,·_ .
~::.t_::::tl:.:!;:;.:;"pm~~t.:.!.:~3 T y e11~1::,vpctt;d vv1 ~iuteu. s-;·; ~~ento d~l-fuc~; Vil¡. · - ·· ·
El apetito se encuentra aumentado, pero el aporte calórico Los gl.QP.Y!\!~.Jl!M!;QS se hallan habitualmente disminuido~
no supera el estado catabólico; resultado de esto es el descenso por disminución. de los neutrófilos. Se atribuye a déficit vitamí-
d ~ . La anorexia, en especial en los ancianos se ve en for- nico y se describieron anticuerpos anti ncutrófilos. Puede ha-
mas graves de la enfermedad. Náu~eas vómitos y diarreas se llarse aumento de eos inófilos y monocitos.
consideran signos de gravedad. El 10% de los pacientes pueden presentar esplenomegalia y
Distintas formas de afectación hepática pueden observarse. adenomegalias.
En formas graves hay aumento de las transaminasas y fosfata-
géneas, a
sa alcalina, hepátomegalia e ictericia. Se atribuye a hipox.ia que
Sisteina Neruioso. Se destaca elnerviosismo, labilidad
ón traqueal. emocional, hiJzerguinesla, in~m!li!h Pueden de--;encadenarse se-
determina infiltración grasa centrolobulillar. Si se asocia a in- veros disturbios osiguiátricos, como reacciones paranoides, es-
suficienda cardíaca, el daño hepático se acentúa. En formas le- quizoi<les o maniac'l!l_g11.¡1gu_onalida~m·edispjl€Stas, El \filn-
ves no Se observa daño hepático clínico ni anátomo-patológico; blor es fáL1lmente visible en m_anos y párpados¡ generalmente
en estas situaciones, el aumento de fosfatasa alcalina y gluta- fillQ._puede sin embargo simular enfermedad de Parkínson. El
mil-transpeptidasa se atribuye a inducción enzimática por las EEG revela aumento de ondas rápidas.
hormonas tíroideas. Otra forma clínica es la hepatitis crónica
activa, asociada como enfermedad autoinmune.
l.
ENOOCRINOLOGIA 1371
de los tratados. La recuperación es_ la regla. F'ormas grav~s de nes a tionamidas, en especial con coexistencia de depresión me-
depresión m~dular pueden existir, con pronóstico más sombrío. dul a~. · · .
atos, Litio Por}oant.erior de?e harers•_-,rn_cn~trol hematológico basal y
luego cada 15-30 d1as. _ -· · Complicaci011es: leves son la diabetes insípida nefrogénica,
Complicaciones m~nos frecuente~ son hepatitis tóxica, coles- temblor, alteraciones gastrointestinales, leucocitosis. Más gra-
icadéT4: tasis, disminución del gusto, edema, vasculitis, síndrome lúpico. ves son los vómitos, confusión, letargia, ataxia, disartria, con-
atos, vulsiones, coma, arritmias, ventriculares y bloqueo A-V.
queantes. _Beta Bloqueantes, No tienen "acción direéta sobre la glán-
renérgica: dula y a grandes dosis, mayores de 360 mg día de propranolol, Perclorato. Abandonado por producir leuco.penia y síndro-
disminuyen la conversión pe1iférica; su acción más iinporl.ante me nefrótico, ha sido nuevamente propuesto en el tratamiento
es disminuir la hiperactividad adrenérgica, actuando rápida- del hipertiroidismo con gran aporte de yodo. Actúa a nivel de la
dazol (MMD, mente. Dosis de inicio son 20-40 mg/día de propranolol (beta bomba de yodo, como inhibidor competitivo de éste.
en MMI y el bloqueante de elección) que se van duplicando según la respues- Dosis: lgr/día, puede darse en dosis única.
<ldasa, por lo ta clínica.
J también ac-
sa. Se ha de- Indicacion es: como coadyuvante de las tion am idas en las si-
sor, teniendo tuaciones referidas previament,e. Si existieran GOntrniTlrlir,~r.ín- _TI·a_tamientÓs ablatiuOs
~du<l. Lct vida nes para ellas, su uso como única terapéutica prequirúrgica o
acumulan en predosis ha dado excelentes resultados; se indican también en Actúan disminuyendo la masa de tejido tiroideo funcionan-
hipertiroidismos leves, en forma prolongada, con 30% de remi- te. Comprenden el I 131 y cinígía.
iberación de
s10nes.
eplecionarse lodo 131. Actúa por dos mecanismos: tiroiditis radiante
e 7-15 días y aguda y atrofia crónica gradual En la fase aguda de su adminis-
tratamiento, Complicaciones: Broncoespasmo, hipotensión 1 bradicardia1
disminución del gasto cardíaco, impotencia, fiebre, rash, agra- tración se observa distinto grado de daño celular, con respuesta
-aClón de yo-
nulocitosis, trombocitopenia. inflamatoria, infiltración de neutrófilos. La liberación de Tg por
el daño puede exacerbar el hipertiroidismo. Poste,iormente se
longado bus- Contrai11dicacio11es: Insuficiencia cardíaca, asma bronquial. establece fibrosis y puede haber irregularidades nucleares de
para evitar No se contraindican en embarazo ni cirugía. tamaño y forma.
el efecto del
;ticas, como Yodo- Compuestos yodados. El yodo a grandes dosi s y en Dosis: No existe una fórmula adecuada de cálculo que per-
agudo inhibe la proteólisis y disminuye la síntesis de hormonas mita controlar el hipertiroidismo sin alta incidencia de hipoti-
tiroideas. Este efect-0 es temporario y en pocos días, 7-14, hay roidismo. Puede adminitrarse la dosis de acuerdo a tamaño
I 40-60 mg- un escape de los efectos, encontrándose la glándula enriquecida glandular, vida media del I 131, grnvedad del hipertiroidismo.
hs. aunque con yodo y con riesgo de agravarse el hípertiroidismo. Por esto, Algunos autores prefieren dosis pequeñas y repetidas y por el
iroidea pro- el tratamiento debe ser breve y preferentemente asociado a tio - contrario otros indican dosis ablativas, considerando de menor
namidas. Se indi ca Solución de Lugol, 3-5 gotas 3 veces por día riesgo el hipotiroidismo que la persistenbcia de la toxididad. La
se de 2 for- y en forma EV ioduro de NA 0.5-1 gr día. · incidencia del hipotiroidismo es va,iable de acuer.do al esquem~ ·
ar dosis de utilizado; en general oscila en 30% eu el primer año y luego hay
ier dosis al- una cifra acumulativa del 2% anual. Esto probablemente esté
Indicacion es: como prequirúrgico, ya que disminuye la vas-
itiroidis mo. dado por la ·evolución espontánea de la enfermedad. El hipoti-
autores en- cul a rizació11 y facilita el manipuleo quirúrgico y en la crisis tiro-
tóxica por su efecto inhibidor de la proteólisis de Tg. roidismo puede ser transitorio inmediatamente post-dosis, pero
renúsíones pasados 6-12 meses puede considerárselo definitivo.
:ros se han El yodo ha sido reemplaz ado por los agentes contrastados
para colecistografías. Estos tienen un 70% de su PM de yodo, Por el iiesgo de agravamiento del hipertiroidismo es conve•
ínicamente
pero como estructuralmente s~n semejantes a Ja T4 muestran niente que la dosis sea precedida de MMI hasta lograr el euti-
:orta dura-
otras acciones, en especial la inhibición de la 5' deyodasa perifé- roidismo. En formas leves o contraindicaciones a tionanlidas se
tratarnien-
:ose que el rica y tiroidea, por lo tanto disminuyendo la generación de T3. indican betabloqueantes. Luego de la dosis de I 131, la p_ersis-
, bajo MMI Como monodrogas son los más potentes antitiroideos, también tencia del hipertiroidismo a los 6 meses indica que el trata-
si se man- son los más rápidos en actuar, teniendo actualmente un lugar miento fue insuficiente y se debe administrar una nueva dosis.
iza predice fundamental en el tratamiento agudo. No se indican más de 21
, ¿e trnb- diá.->, ya. qu1.:: h:1y ÍcuÓiittflO~ Ue e~cape. [ ;dfccdD;¿c;: !) P:111:1 a k:; tion::m1idai; 2) !,la! curnplinúentv
del tratamiento con tionamidas; 3) Hipertiroidismo persistBnte
_31 las tio- Dosis: ipodato de Na o ácido iopanoico 0.5·1 gr/día, dosis o recurrente postiroidectomía; 4) Contraindicaciones a tionami-
' hasta lo- oral, única. Complicaciones del yodo y compuestos yodados: en - das.
nto ablati- fermedad del suero, angioedema, aumento de las glándulas sa-
livales, sia1orrea, rinitis, conjuntivitis, gastritis, diarrea, cefa. Contraindicaciones: Absoluta en el embarazo. Relativa, se-
leas, anorexia, depresión. gún algunos autores, en niños y adolescentes; oftalmopatía gra-
como pru-
ve.
semanas,
1tarse con
Carbonato de Litio: Actúa inhibiendo la adenilato cic!asa
por lo tanto las accio,les que dependen de ella como proteólisi~ Complicaciones: 1) Hipotiroidismo; 2) Exacerbación del hi-
,sta situa-
de Tg y liberación de hormonas, pertiroidismo; 3) 'firoiditis radiante en la primera semana post-
mque hay
~arse otra Dosis: 300 mg 3 veces por día, con controles de litemia. dosis. Cuadro de dolor tiroideo, aumento del bocio, fiebre. Es
autolimitado y se trata con antiinflamatorios o corticoides; 4)
citopenia. llldicaciones: es una droga de 2' elección, ·debido a sus efec- Hipoparatiroidismo clínico es extremadamente raro y se atribu-
, halla re- tos tóxicos y escasa experiencia. 8e mdica ante contraindicacio- ye a radiación de las paratiroides por contigüidad. J<;n forma
0.2-0.3 %
SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
subclínica se describe entre10--40 %. 5) Malignidad y riesgo ge- ante la presencia de fiebre, síntomas gastrointestinales ·como pendie
nético: no hay evidencias de enfermedades malignas tiroideas o naúseas, vómitos, dian-eas, icteria y compromiso del SNC, con• tambié
extratiroideas. Tampoco se demostró disminución de la fertili- fusión, apatíai delirio1 agitación Yaun coma, taquiarritmias con ponde
dad ni aumento de malformaciones congénitas en la descenden- insuficiencia cardíaca. Precedida en general de un factor desen• lento y
cia. cadenante: Se postula un aumento brusco de las hormonas ti- página
roideas libres por 1) Infección; 2) Cirugía; 3) Stress emotivo; 4)
El
Tiroidectomía Cirugía de tiroides o I 131; 5) ACV; 6) Parto, etc.
discrin
Se realiia tiroidectomia subtotal bilateral con el objetivo de Cuadro Clí11ico: Fiebre, hiperhidrosis, taquiarritmias, sig- tanto l
resguardar paratiroides, nervios laríngeos y conservar parén• nos de shock, dolor abdominal, hepatomegalia, bocio con frémi- miento
quima suficiente para mantener el eutiroidismo. to, presenc,,1 o no de oftalmopatía y la semiología aportáda por hibe p
flldicaciones: 1) Tamaño del bocio, mayor de 80-100 grs.; 2) el factor desencadenante. parénq
Compresión local; 31 Concomitancia de otra patología tiroidea; 4) nan co
Sujetos jóvenes con falla a las tionamidas (indicación relativa). Laboratorio: Los niveles de hormonas tiroideas no difieren
inonal
· de hipertiroidismos no complicados; más aún se puede asociar
Preparación prequinírgica: Tionamidas hasta lograr eutiroi- hiperti
un síndrome de T3 baja que puede llevar la T3 aun a la norma-
dísmo, iodu u ip0Jt1Lo.'.> dí~s prévios. Det.J:bloqu~n..nte~. . hiperp
lidad. Puede ·haber leucoc1tosis, aumento ieve <le calcemia, de
Complicaciones: Relacionadas directamente con la capaci- fosfatasa alcalina, transaminasas y bilirrubina. El cortisol se
dad y experi~ncia del cirujano. Actualmente la mortalidad es encuentra elevado y un valor normal debe hacer sospechar in- Cua
práctícamentC nula, siendo el cuadro más grave el hematoma suficiencia suprarrenal asociada. niños e
asfü.'1ante
. .. Pueden
Complicaciones más frecuentes son: 1) Hipoparatiroidismo. morrag
que pu.ede ser transitorio (20% de los casos) por manipuleo, estu- 1l·atamiento: Debe estar dirigido a: ma de
por o mecanismo de hueso hambriento por control brusco del hi-
frío. La
·" pertiroidísmo. Pefinitivo cuando hay extirpación o lesión. 2) Hi- 1) 1l·atamientu del hipertiroidismo: Se debe actuar enérgica-
µVtiroid;smo transitorio o definitivo. Incidencia oscila en 4-29 % 3-4 a la
1
mente, utilizando drogas <le acción rápida: a) Bloqueando la li- tomas
· mayor en el primer al'loi pero también hay una acumuJación de
beración de hormonas lpodatos• lodo- Litio; b) Bloqueando la
, 1-2% anual 1 probablemente por mecanismos autoinmunes; 3) así el r
conversión peiiférica de T•i a T3 por inhibidores competitivos:
Hipertirmdismo: persistente por insuficiente resección de parén- mitant(
Amiodarona- lpodatos y no competitivos: Corticoides- Beta blo-
quima, en 10% de los casos o de aparición tardía o recurrente,
aun 30 años poscirugía, por hiperplasia del tejido remanente; 4) queantes• PTU; c) Bl oqueando la hiperactividad adrenérgica:
Dia
Lesión de neruios laríngeos: Según distintas estadísticas entre 0- Beta bloqueantes; d) Bloqueando la síntesis: MMI o PTU. Ya se
nomía
4%, produciendo la unilateral, disfonía, pero la form a bilateral comentó el período de latencia para obtener efectos terapéuti-
(fig. 13-
obstrucción laríngea, debiéndose realizar traqueostomia. cos, de ello el lugar que ocupan en el listado. De todas formas
deben administrarse previamente al yodo, para evitar la utili- ción co
1l·uta111irnto de la o(talmopatía: zación de éste en la síntesis. por la¡
La asociación de lpodatos, MM! y Cort[coides disminuye la dismo.
En formas leves elevación de la cabeza durante eJ descanso,
T3 a un 30% de los valores basales, correlacionándose con ma• límite!:
utilización de lentes y gotas lubricantes; si hay edema importan-
nifiesta mejoría clínica a las 24-48 hs. dio.
te restricción de sal y diuréticos. En formas más graves trata-
mientos nlás enérgicos: l) Corticoides dosis inmunosupresoras La,
(40-80 mg de prednisona/díal; 2) Ot'ros inmunosupresores no de- 2) 1l·a/amie11to del factor desencadenante en valo
mostraron beneficios y sí efectos colaterales; 3) Radiación ei<ler- Los
na del espacio retroorbitario, con rápidos efectos sobre infiltra- 3) 1l·ata111ie11to sintomático: de la deshidratación, Insuficien- La,
ción e inflamación y no sobre las plejías. Mejores resultados se cia cardíaca. experi11
logran en la asociación corticoides+ radiación; 4) Ante falla de lo la pres
anterior descompresión de órbita; 5) Plasmaféresis: no hay bue- rea]iza1
nos resultados; 6) Cirugía de los músculos oculares ante diplopía Nódulos autónomos funcionantes (NAF) de cuel
persistente, o de párpados por motivos estéticos o ulceraciones a (uninodular o enfermedad de Plummer)
repetición. La¡
· tonomi
Crisis til'otóxica Atribuidos a mutaciones somáticas del receptor de TSH que · fo]icul a
Formas extremas y raras de la tirotoxicosis, con riesgo de vi• determinan activación constitutiva de la adenil ATO ciclasa, para e~
da, caracterizan a la crisis tirotóxica. Este diag11óstico es clínico están constituidos por tejido tiroideo capaz de funcionar inde-
ro no p
pendiente de TSH y a diferencia de la enfemiedad de Graves ble la última conducta. Los estadíos 3-4 deben ser tratados. Si
también de estimulantes séricos. El resto del tejido tiroideo res- el nódulo es grande o presenta compresión local, la conducta es
ponde normalmente al TSH. Es una entidad de curso natural quirúrgica, realizándose la nodulectomía o lobectomía. Si no
lento y en la que se diferencian distintos estadios (ver cuadro de hay compresión o hay cont.raindicaciones para la cirugía se in-
página anterior): · dica I 131. La dosis varía entre distintos autores desde 150
El lº corresponde al nódulo que en el centellograma no se uCi/gr de glá ndula hasta aquellos que dan una dosis fija entre
discrimina (Integrado), con esc;asa producción hormonal, por lo 15-25 mCi. En ambos tratamientos se indican tionamidas pre-
ta nto las hormonas y el TSH permanecen normales. El creci- vias que pueden asociarse a perclorato y si hay contraindicacio-
nes, betabloqueantes.
miento del nódulo determina aumento de las hormonas que in-
hibe parcialmente el TSH y comienza a inhibirse el resto del
parénquima (estadío 2.t Los estadios poste1iores se correlacio-
nan con nódulos de mayor tamaño, con mayor producción hor-
Bocio polinodular autónomo
inonal que determinan en el estadío 3 una situación límite eu-
hipertiroidismo y el hipertiroidismo fran co en el último. Por la
. hiperprod.uc,i~Q..horn¡9!1 al se aplana el TRH-TSH. Esta c:,tidad resulta de la proliferación de clones celulares
tiroideóS-que'originari nuevos folículos 1,;ap~tes de funcionar in-- -··
Cuadro Clínico: Más frecuente entre 30-60 años. Tanto en dependiente de TSH y de otros estimulantes séricos. Serán vi-
niños como en ru1osos hay mayor incidencia de hipertiroidismo. sualizados como calientes en el centellograma si los procesos de
Pueden experimentar aumento brusco de tamaño si sufren he- captación de I 131 son normales y fríos en caso contrario.·Es
morragia central;. esta evolución a la quistificación, es una for- habitu al la coexistencia de ambos tipos de folículos con tejido ti-
ma de autolimitación y el nódulo aparecer centellogrcíficamente roideo normal. La tírOtoxicosis aparecerá si·1a producción hor-
monal de esws folículos autónomos es lo suficientemente gran-
fdo. Las manifestaciones clínicas corresponden f: n los estadios
de como para exce.der las necesidades. Este es un lento proceso,
3-4 a las del síndrome tóxico, predominando en genenl los sín-
por lo tanto la patología se desarrolla incidiosamente, en años,
tomas cardiovasculares. El nódulo se pal pa bien definidido, no
y predomina en los mayGres. Es muy frecuente su hallazgo y es-
así el resto de la glándula, excepto que exista patología conco-
tudio en momentos de hipertiroidismo subclínico (TSH s uprimi-
mitante, ej. endemia.
do, T4 normal, T3 límite superi or)
Diagnóstico: En los estadios l y 2, el diagnóstico de auto- Cuadro clínico: Se caracteriza por el síndrome· tóxico de
nomía se reali za frente a la presencia de un nódulo captante aparición incidiosa, se destacan las taquiarri~mias, descenso de
(fig. 13-13) cuya image n persiste luego de las pruebas de inhibi- peso, dr:-sórdenes psiquiátr!-:os en sujetos que muChas veces se
ción con hormona tiroidea. Los otros 2 estadios s implcn:cnte conocían portadores de boda di! larga evolución. Es más fre-
por la presencia de un nódulo caliente que curs a con hipertiroi- cuente en mujeres.
dismo. Las hormonas tiroideas son normales en los primeros 2,
Diagnóstico: en cuadros clínicos francos la T3 y T4 elevas
limite superior el 3° y elevadas, a veces sólo la T3, en el 4° esta-
das confirman el diagnóstico de hipertiroidismo. Los Ac son ne-
dio.
gativos y la citología evidencia hallazgo de bocio coloide, ausen-
La captación de I 131 puede ser nom1al o elevada, pero no
cia o escasos linfocitos, ocasionalmente signos de hipetfunción
en valores altos que alcanza la enfermedad de Grew,s.
ya que el hipertiroülismo depende más de la masa funcionante
Los Ac FM y a Tg son negativos que de la hiperactividad foli cular individual. El hallazgo cente-
La ecografía es útil para determü.ar si el nódulo es sólido o llográfico más común es la imagen polinodular (fig. 13-15) don-
experimentó evolución a la quistificación y también demuestra de nódulos hipc:¡-captantes se asocian a nódulos fríos, pero tam-
la presencia del otro lóbulo. Para esto último es de utilidad la bién pueden semejar un bocio difuso si los folículos se dispersan
realización de centellograma luego de estímulo con TSH. La RX en toda In glándula, sin configurar nódulos. En este caso debe
de cuello evidencia si existe desplazamiento o compresión local. diferenciarse de la enfermedad de Graves.
La punción no permite establecer una citología típica de au- La captación se halla au menbda, pero una normal no exclu-
. tonomia. Así puede hallarse bocio coloide, proceso prolifcrativo · . ye el hipertiroidismo.
folicula r o citología tiroidea benigna normal, por lo tanto es étil El diagnóstico funcional es dificultoso en las formas límite
para establecer la benignidad del proceso (99% de los casos) pe- eu-hipertiroidismo. El 1'RH-TSH normal excluye. el hipertiroi-
ro no para el diagnóst.ico. dismo1 uno pJano lo avala, más aún si se asocia a T3 en el límite
superior.
Diagnóstico diferencial: De otros hipertiroidismos ver el
cuadro. Debe además di,ferenciarse de una hemiagenesia tiroi- Tratamiento: Debe ser la remoción del tejido hiperfuncio-
dea, (ya se comentó de utilidad la ecografía y el estímulo con nante, por cirtigía si no existen ·contraindicaciones 1 o I 131 que
TSHl y de algunas formas asimétricas de Hashimoto. Estas 2 será concentrado preferentemente por los folículos activos. La
patologías inhiben su parénquima en las pruebas de inhibición. dosis de I 131 se calcula igual que para los nódulos únicos. La
incidencia de hipoti roidismo pos I 131 es menor que para la en-
1l·ata111ie11to: La conducta en los primeros 2 estad íos puede fermedad de Graves. Las terapéu ticas deben ser precedidas de
ser expectante, por su evolución hacia la quistificación o ablat i- normali zación de ltt función tiroidea con tionamidas a dosis ha-
;;;.,, En pacientes añosos o con patología de base es re comendl- bituales (40-60 mg/día).
1374 SEMIOLOGIA, SEMIOTÉCNIA Y MEbictNA INTERNA
RESISTENCIA TUMOR
il
!•
de bocio difuso, uni o multinodular de acuerdo a la patología
subyacente. Con la s uspensión del aporte de yodo, la tiroides
Tumores trofoblásticos
La gonadotrofina coiiónica (hCG), compar te con el TSH la
puede permanecer patológica o volver a tamaño normal. La T3
y T4 se encuentran elevadas, los Ac FM son negativos, Ía capta· subunidad a y una parte de la· b. Su acti vidad es ]}10000 del
/i ción de J 131. está hlnrp_1M\'1::t.. V~ n 11p P.1 T vn arlmlni<;t.r~rln SP TilH en bioensavos. Esta es la base fisiopato lógica que explica
diluye en el gran pool de yod; inoigánico. Por.esto no se puede la presencia de hipertiroidismao en: l) Mola; 2) Corioncarci110-
i obtener imagen centellográfica. La ecografía solamente dirá si ma. Se conzidera que estos tumores secret~n moléculas de hCG
1.
el compromiso de la glándula es focal o difuso. La yodemia y yo- con mayor afinidad por receptor de TSH; El cuadro es variado y
duria están francamente elevadas, certificando esto el diagnós- puede ir de eutiroidismo clínico, no explicable con hormonas ti-
L tico. roideas elevadas hasta verdaderas crisis tirotóxicas, siendo os·
i curecida la clínica por la patología de base.
1
Diagnóstico Diferencial: Ver cuadro al final de tirotoxico·
sis. Diagnóstico diferencial: ver cuadro al final de ti rotoxico-
sis.
1)·ala111 ienlo: Suspensión del aporte de yodo. Perclorato l
gr/día para competir a nivel tiroideo con la entrada del yodo a 1)·ata111iento: Es el de la patología de base; evacuación de
1
la glándula y tionamidas para bloquear la síntesis. la mola o corioncarcinoma, quimioterapia según los estadías,
El tiempo de tratamiento es variable, dependiendo de ia dro- remitiendo entonces el hipertiroidismo. Si éste es grave, se tra-
ga y cantidad de yodo; en general oscila entre 1-6 meses, dismi- ta"co·n tionamidas, ipodatos, betabloqueantes según el esquema
nuyé ndose lentamente las tionamidas, según la demanda. general. ·
ENDOCAINOLOGIA 1375
TIROT~XICOSIS SIN HIPERTIROIDISMO bocios, adheridos, con adenopatías neoplásicas regionales, la ci-
tología confirma el proceso. Para diagnóstico de tirotoxicosis_v¡ r
cuadro.
Se conoce así a una forma específica de inflamación tiroidea, Tratamiento: No existe tratamiento etiológico. En los pro-
de probable etiología viral; aunque no se han descripto cuerpos cesos inflamatorios leves, se indican antiinflamatorios no este-
de inclusión, su curso clínico, la aparición en oCB.siories epidém.Í• roideos. Si no hay respuesta o el compromiso es mayor, gluco-
ca y la presencia de anticuerpos antivirales (más frecuentemen- corticoides, prednisona dosis entre 8-40 mg/día que se va
te hallados a Coxackie, adenovirus, influenza parotiditis) ava- disminuyencio lentamente, entre l'-4' se~ana. Excepcional-
Jari esta etio]ogía. Se describe asociación en los caucásicoa con mente ha sido indicada tiroidectomía en las formas recurrentes
el HLABW35. sin respuesta a antiinflamatoriós.
La tirotoxicosis se maneja con drogas de acción perifética.
Cuadro clí11ico: es más frecuente en las mujeres (3-6/l) en- Habitualmente betabloque3Illes, si hay contraindics,.iones ·a és -
tre 20-.50 años. L~ entidad puede ser precedida por un episodio tos o el cuadro es más severo inhibidores de la conversión T4 a
de infección respiratoria alta. Aparece entonces el dolor caracte-
T3, corticoides, ipodatos, PTU.
rístico, Qll.e es ienera]izado v raramente ]ocalizado a un sector
Ei llipoüroidisrrio ie-ve "y transito·no ·no requiere sust1tuc10n.
de la glándula; puede irradiarse al maxilar inferior y oído. La
) Manifcs- Se indica T4 100-200 ug/día e_n las formas definitivas, excepcio-
tiroides se encuentra aumentada de tamaño y consistencia y es
nales. ·
nonas Ti- exquisitamente dolorosa. ·A esto se agrega fiebre, fatiga, mial-
¡ para los gias y síntomas aportados por la tirotoxicosis que son en gene-
supiimi- ral leves. Tiroiditis silente
roidismos
E11olución: Hay 3 periodos clásicos: 1) Jniciol, ·ya descripto Considerada actualmente como una forma clínica de la tiroi-
cursa _con tirotoxicosis por destrucción glandular y liberación de ditis crónica, do'nde una noxa no identificada produce lesión ·ti-
,tras hor-
coloide y hormonas tiroideas. 2) Hipotiro1disnw transitorio por roidea, liberación de coloide y hormonas tiroideas, y tirotoxico- · ·
depleción del coloide y la imposibilidad de uueva síntesis por le- sis transitorio.
selectiua Constituye el 20% de las tirotoxicosis de los centros donde '
no fami- sión parenquimatosa; se ve en el 25% de los pacientes. 3) Recu-
se evalúa de rutina la función tiroidea; predomina en la mujer
l sario de peració11 con normalización de la función y desaparición. del bo-
(1.5-2/1), entre la 3-6 décad a y en el period& P?st-parto.
k, ya sea cio . Formas raras de evolución son )a1:; recurrentes, o el
as, de su hipotiroid-ismo definitivo por destrucción gl andulai· ·y reemplazo Cuadro Clínico: A diferencia de la tiroiditis subaguda no
por tejido fibroso. El tiempo total de evolución es entre 2-5 me- hay antecedente dé infección de vías aéras, hay ausencia de
ses. compromiso general y se describen también 3 períodos: 1) foi-
'a TSH,
cial, cursa con t.iroh:ixicosis; 2) Hipotiroidismo, que en esta enti- ·
r adeno- Laboratorio: en el período inicial, la liber ación del coloide dad ti ene mayor incidencia de formas permanentes; 3) Recupe-: _
o a la ti- determina aumento de Tg., T3, T4. La célula tiroidea dañada es raci611. A pesar de que la misma sea completa, en el
te al pa- . incapaz de captar el yodo, por esto la captación de I 131 se h alla seguimiento aun de años aparece en la mitad de los pacientes
bocio o hipotiroidismo.
1ltosa de entre 0-3%. La ESD y los leucocitos están elevados. Los AC FM,
EG y re- TPO, Tg, TRAb pueden aumentar transitoriament~. en tít~los
z,;,boratorio: los hallazgos hormonales son semejantes a la
¡ue inhi- bajos, como respuesta a la liberación anti génica. En_ el período
tiroiditis subaguda. Del resto, los Ac FM son + en más del 50%
de hipotiroidismo hay descenso de T3 y T4 y aumento de TSH. de los sujetos y pueden mantenerse así, avalando· la patología
La recuperación de la bomba de yodo en esta etapa determ_ina autoinmune subyacente; la ESD y los glóbulos blancos están
que la captación de I 131 esté normal o aun elevada por el TSH. normales.
En el último periodo hay normalización de todos los paráme- La citologí~ demuestra infiltrado linfocítico focal o difuso,
tros. con folículos colapsados. No hay otras céÍulas inflamatorias.
TSH la
1000 del Diagnóstico: Se basa en el cuadro doloroso tiroideo, con sín- Diag116stico diferencial: ver cuadro.
explica
~rcino- queada, ESD y Tg elevadas y en la citología la presencia de célu- 1l·atamiento: El mismo va dirigido al síndrome tóxico y ál
de hCG las gigantes_ más proceso inflamatorio (sólo en el_l' período). _ hipotiroidismo, con igual esquema que se mencio~ó para tiroidi-
iriado y tis de Quervain.
onas ti- Diagnóstico Diferencial: Se debe reali zar de 2 items im-
ndo os-
portantes dolor y síndrome tirotóxico Dolor: Debe diferenciarse Tiroiditis por Yodo
de procesos dolorosos no tiroideos como inflamación de vías aé-
Jtoxico- reas superiores, condritis, infección de quiste tirogloso y de pro- Se describe una lesión tiroidea por ·acción directa del yodo,
cesos dolorosos tiroideos como hemorragia intraquística, que no que provoca tirotoxicosis transitoria.
cursa con síntomas generales; la ccografia y la punción certifi-
ción de can este diagnóstico. La tiroiditis supurada presenta también
,tadíos, dolor, pero mayor compromiso general signos locales de flogosis Tirotoxicosis facticia
se tra- y la punción con muestra para cultivo confirma el proceso in fec-
:quema 3,:; Jcnonilú.:.i u::;í u la .;,-;gill&<la pvk lil adn.ii.iistrac:ón ~~ógP--
cio::o ccpecífico o in12~pecífi~o. Los ~::rc!nom Z:: :.n:1plásico2 de ::5
pido crecimiento pueden cursar con dolor. Presentan grandes na de hormonas tiroideas. Puede observarse por indicación mé-
•."i
dica en tratamientos por obesidad, infortilidad, hipotirnidismos Su incidencia varía en las distintas series, siendo más fre-
o inhibitorios o la ingesta subrepticia en sujetos con alteracio- cuente en el se:co femenino (predominancia en la mujer 5 a 10 El
nes psiquiátricas, generalmente relacionados con el ambiente veces más que en el hombre). El deficit de hormona tiroidea tes, y
hospitalario. puede ser PRIMARIO (por insuficiencia de la glándula tiroi- mune
Las manifestaciones son iguales a otras tirot.oxicosis, pero la des); SECUNDARIO (insuficiente estímulo de THS hipofisario) dical d
ausencia de oftalmopatía, bocio, excepto la concomitancia de _pa• o TERCIARIO (hipotalámico). Puede existir también disminu- Ad
tologia tiroidea, ayudan en el diagnóstico. ción en la actividad de las hormonas tiroid.eas én los tejidos pe- mario
· Laboratorio: Se hallarán elevadas '1'3 y T4 según qué hor- riféricos por alteración en los receptores a hormonas tiroideas, funció
mona se ingiera. Si es TRIAC, ~mbas están inhibidas. Ln Tg y se trata de ung alteración periférica. Esta entidad es suma- potíroi
baja y la captación bloqueada confirman el diagnóstico. menie rara.. Dado que los hipotiroidismos secundarios y tercia- hipofr
rios se describeu con la patología neuroendocrina, nos referire- ponde
1l·atamie11to: suspensión de las hormonas tiroideas. Si el mos fundamentaJmenté gl hipotiroidismo primario. tració1
cuadro lo requiere se administran drogas de acción periféric?..
CLASIFIC.1CTON: Se puede clasificar según su etiología y
Tejido tiroideo ectópico MAN]
tiempo de aparición en:
Carcinomas tiroideos diferenciados pueden excepciom,lmen-
te producir tirotoxicosis, si la masa tumoral es suficientemente J. HIPOTJROIDISMO PRIMARIO (TIROIDEO) El
grande. Generalmente ya hay diagnóstico previo de patología y "orgar
A- CONGENITO elhip,
·ei _cemeiiogruma ütj I- .i3i permite localizar el tejido. El trat-3•
miento se realiza ton I 131 y cirugía :1i las metástasis son n~ce•
lJ Pe.rma.nente: de se
sibles. Disgenesia de otr
El estruma ovárico, originado en teratomas, es otra etiolo· tiroides ectópicg dad d,
gía. Aunque )a mayoría de éstos cursan con eutiroidismo, cuan• disenzimias lo tan
do el hipertiroidismo se presenta hay síndrome tóxico, ausencia ·autoininune especl
de bocio, captación en cuello bloqueada y el centellograma es + iatrogénico grand
en pelvis. La T4, T3 y la Tg se hallan elevadas. que l,
Tratamiento: resección del tumor. 2) Trnnsitorio · lo tan
iatrogenia nume
deficit de yodo en lo,
SINDROME HIPOTIROIDEO idiopático ma1io
PJ
Se denomina síndrome hipotiroideo al conjunto de signos y
B- ADQUIRIDO desea
síntomas ocasionados por una deficiente actividad de hurmona
cíón e
tiroidea. 1)-Permanente:
secre,
. ENDOCRINOLOGIA
Puede haber dismin~ció~ de li audición (habitu~mente tipo lamente hipotiroidism~ a partir de la elevació~ de TSH basal.
perceptiva). El lenguaje adquiere una característica típicamen- Existen situaciones donde la elevación de TSH o la disminución
. te cerebelosa, lento y la voz es gruesa, ronca y profunda por in- de T4 y/o '1'3 no refleja híppotiroidismo 1' debe plántears~ el
filtración mi xedematosa de las cuérdas vocales. diagnóstico diferencial. La presencia de TSH basal elevado; con
hormonas normales puede verse en el hipotiroidismo subclínico
SISTEMA HEMATOPOYETICO El hallazgo más frecuente pero también en presencia de Anticuerpos heterófilos a TSH,
es la anemia, por déficit de eritropoyetina.y/o anemia megalo- variaciones del RIA, secreción pulsátil de TSH, déficit de 5' de-
blástica por déficit de vitamina Bl2 (se asocia a gastritis atrófi- yodasa tipo II, y en In ingesta de drogas (ejemplo. metoclorpra-
ca y déficit de factor intrínseco). Presentan alteraciones de la mida y dompe1idona). El descenso de T3 o T3 y T4; con TSH
coagulación que se manifiestan como hematoma, efusiones, etc. normal o disminuido puede verse en el síndrome def euliroideo
enfermo. En la resistencia a honnonas tiroideas y el ·tumor pro-
SISTEMA ENDOCRINO El hipotiroidismo altera la función ductor de TSH se observa TSH basal elevado y hormonas_tiroi-
de otros órganos del sistema endocrino. La hormona tiroidea re- deas elevadas.
gula la síntesis de sornatotrofina y prolactina. En el hipotiroi- (De estas situaciones, el síndrome del eutiroideo_enfermo, o
dismo disminuye la síntesis de somatotrofina y aumenta la pro- síndrome de T3 baja es el más frecuente y por ello lo anali{are-
lactina, es frecuente obsen1 ar alter3cio"nes menstruales como mos por separado).
oligoamenorrea, polimenorrea y metrorragias. La anovulación I.a ~e{~uüiua1.,iJh Je JJ1<11\.dJocc;:) Je, at..tiv;OdJ Jci l11Jiluv1H1
determina est,,rilidad. Puede ocasionar abortos. En el hombre tiroidea puede n ser orientadores, pero son inespecíficos. Como
puede obsen·arse impotencia sexual y disminución de la libido. ejemplo citamos el colesterol elevado y la SHBG disminuida,
Los hipotiroidismos de larga data pueden presentar aumento que son controlados por múltiples factores.
de los tirotropos hipofisarios-y silla turca agrandada.- El diagnóstico de hipotiroidismo secundario se realiza con el
test de TRH-TSH, que muestra una respuesta plana. En el hi-
CAJJBIO METABOL!COS. Disminuye el metabolismo basal potiroidismo terciario puede verse una respuesta retardada de
y la calorigénesis. Disminuye la lipogénesis, pero como predo- TSH por lo cual en estas situaciones debe hacerse la prueba
mina la disminución de la lipolisis, hay acumulación de grasa . . prolongada.
El déficit de HT afecta la secreción, liberación y degradación del
coles"terol /Coll, LDLCol, triglicéridos y distintas lipoproteínas.
La hipercolesterolemia e hipertrigleceridermia se deben a la Síndrome de T3 baja:
disminución en la degración.
Dís~linuye la síntesis proteica y el aclararnietno de horma- Es una a lteración del metabolismo periférico de las hormo-
nos y drogas exógenas, por ~I? que presentan mayor ssensibili- nas tiroideas que se presenta en pacientes con enfermedades no
dad a la ad ministración de fárm acos. tiroideas, y por ello se lÓ denomina también "síndrome del euti-
Se acompaúa de retención de ag-Ja y sai, con disminucjón roideo enfermo".
del volumen plasmático y gasto cardíac~. Hay acumulación ex- Se presenta un 70% de los pacientes hospitalizados y sse
trncascular de albJmina. En i,"1 hipotiroidesmo severo puede desc1ibió en diversas enfermedades agudas y crónicas (insufi-
existir un síndrome de secreción inadecuada de ADH con hipo- ciencia hepática, renal, infaaarto agudo de miocardio, neopla-
natren}ia marcada, sias, infecciones, malnutrición, etc.}.
El denominador común es disminución en la conversión pe-
DIAGNOSTICO El diagnóstico clínico puede ser dificultoso
riférica de T4 a T3 por disminución en la actividad de la enzima
en las formas leves, donde puede haber u·n síntoma ·aislado y to-
5' deyodasa tipo I. Esta enzima regula el pasaje de T4 a T3 y la
talmente inespecífico. · ·
degradación de la T3 reversa (rT3)a T2. Por lo tanto, va a dis-
Resumimos los signos y síntomas. n:is frecuentes:
minuir la producción de T3 (baja) y aumenta la rT3 (por clea-
S[NTOMAS: Astenia, letargia, somnolencia, depresión, into- rence disminuido). Se acepta que estos cambios son una res-
lerancia al fiio, voz ronca, piel seca, sudoración dis1ninuida, au- puesta adaptativa del organismo ante una situación biológica
men~ de peSo, anorexia, constipación, alteracione·s menstrúa- desfavorable. Ante una agresión , como por ejemplo el ayuno, el
leS, artralgias 1 parestesi8s. organismo disnúnuye la producción de T3, y el cabolismo pro-
teico. A pesar de ello se encuentran eutiroidcos a juzgar por los
SIGNOS: Movimientos lentos, voz ronca, lentitud del babia, marcadores peri féricos de'actividad de hormonas tiroideas,
i1i_pvftfle.-. ia,
linHiit:an.iia, pici · Stca, ede1ua ·(GvJtlt uci:;ai..ivu;, manteni~ndo las tunc1ones que son necesarias. Eii mecaÓismo
rnacroglosia, rodete nliotóniéo. po·r el cualexiste diso~iación entre la conservación de los efectos
Es por ·ello fundamental confirmar el diagnós tico con deter-
perjudiciales, y la conservación de otras funciones de T3 no es
minaciones bioquímicas. Hemos detallado previamente cuál es
claro, pero se hipotetiza que existiria una modulación postrans-
el rol del laboratorio en el estudio de la función tiroidea. A su
cripcional de los eventos mediados por T3. De tal fonna, aún en
vez, el diagnóstico dependerá del grado de deterioro de la fun-
presencia de T3 disminuida, se encuentran eutiroideos. Suman-
ción tiroidea.
do a estos· efectos periféricos , en casos graves disminuye la
Cuando se deteriora la·función tiroidea, lo primero que se
observa es una hiperrespuesta de TSH al TRH, luego aumenta unión de T4 a TBG y disminuye la.T4. La concentración de T4
la TSH basal, seguido de un descenso de .T4 y T4 libre, y final- es un elemento· de pronóstico que correlaciona con la mortali-
mente se "derrumba" la T3. dad (a menor concentración de T4, peor pronóstico). A pesar de
Distinguimos entonces estadios progresivos desde el eutiroi- la disminución de la T3, o T3 y T4, el TSH no se eleva, en parte
dismo al hipotiroidismo severo. porque la acÚvidad de la 5'.deyodasa tipo· 11 (hipofisaria) pre-
La hiperrespuesta de TSH"al TRH, es el signo· más precoz de senta su actividad conservada y la T3 intrabipofisaria se produ-
1 la i1tsuficiencia tiroidea primaria. Sin embargó, hay ·au tores ce normalmente y -:-r. ~~rtc:- porr:t1~ ~ay ~tev:irión ,!~ dop~!°n!ntt y
1 que no atribuyen valor patológico a la misma, y consideran so- clucocorticoidcs que inhiben la respuesta de TRH-TSH. Todos
1
ENDOCRÍNOLOGIÁ
TSH basal. estos cambios revierten cuando mejora la enfermedad de base. . _En los c@dros clínicos más claros se observan los siguientes .
isminución La experiencia de diversos autores mostró que el trat~ento · signos: Ictencia prolongada, Problemas en la alimentación . Hi-
ntearse el con hormonas .tiroideas no mejoraba la evolución de lso pacien- polonía muscular y disminución de la actividad fisica, Fontane•
levado; con tes. Por lo tanto debe tenerse en presente para interpretar los las aumentadas te tamaño, Macroglosia, Caída tardía de cordón
subclínico resultados de los dosajes hormonales, pero debe respetaarse es- (más allá del 7º día), Hernia umbilical, Llanto ronco, Constipa-
los a TSH, ta situación adaptativa. Recordamos también que un hipertiroi- ción, Piel seca y pálida, Bocio (menos. frecuente), Edad ósea y
it de 5' de- deo con ·una enfermedad intercurrente severa: pu.ede presentar den taría atrasada.
oetoclorpra- entonces valores de T3 y T4 en rango normal. Con respecto al diagnóstico de laboratorio del hipotiroitismo
; con TSH En el cuadro resumiremos el diagnóstico diferencial del hi- congénito deben hacerse ciertas consideraciones acerca de los
1eutiroideo potiroidismo primario, secundario, terciario y síndrome de T3 cambios fisiológicos que se producen en el recién nacido normal.
tumor pro- La concentración.de TSH en sangre de cordón es signíficati-
baja:
1on8s_tiroi~ vrunente mayor que la concentración en sangre materna. Des-
pués del nacimiento sucede un "pico·".de TSH (en las dos p·rime-
enfermo 1 o ras horas de vida) que es varias veces mayor que el valor de
analiz.are- Hipotiroidismo congénito sangre de cordón; luego comienza un descenso gradual hasta al-
canzar valores normales del adulto alrededor del s·egu~do día
1 .. .
e JIU lHlVtlél de vida. · -
Es bien conocido el efecto de las hormonas tiroideas en el de-
cos. Como Los niYeles séricos de T4 en s.angre ~e cordón no varían sig·
sarollo del SNC.
sminuida,
Experimentalmente, en animales sé. ha demostrado que la nificativamente de los niveles de T4 en san.gre m·a terna. Por el
ausencia de hormonas tiroideas en el periodo perinatal causan contrario, la T3 sérica es tres veces menor que la T3 materna
,liza con el La concentración de ambas hormon.as tiroideas aumenta consi-
disminución en la población neuronal cerebral y en el número de
. En el hi-
sinapsis, como asimismo menores niveles de ARN y menor sínte- derablemente en las primeras 24 horas de vida (acompañando
;ardada de al "pico" de TSH) para permanecer ligeramente elevadas duran-
sis proteica. Muchos de estos· defectos condicion·an un druio cere-
la prueba te varios días.
bral_irreversible si el diagnótico y tratamiento de la hipofunción
tiroidea no son precoces. A este último propósito sirve, eri forma La incidencia de hipotiroidismo congénito es de 1 cada 4.000
invalorable, la detección del TSH neonatal, que, en países desa- nacimientos. Esto resultados fueron obten idos luego de .estable-
rrollados se realiz.a en forma rutinaria a .todo recián nacido. cido el relevamiento de datos de detección de TSH neonatal por
el método de la "gota seca" que permitió llegar a regiones en
Clú1ica: no es fácil el diagnótico clinico, pues muchos hípoti- donde no había laboratorio especializado.
as hormo- roideos congénitos parecen normales al nacer.
,edades no
e del eutí-
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
,dos y sse
,s (insufi- T3 T4 T4libre rT3 TSHbasal TRH-TSH.
o, neopla- Hipot~roidismo primario
estadio 1 (subclínico N N N N N t
ersíón pe· estadio Il N N N N f i
la enzíma estadio lil clínico N .J; .l .j. t t
a T3 y la estadio IV J, .j. t ! i T
va a dis- Hipotiroidismo secundario .J; .J; ! .J; .J; .J;
(por clea- Hipotiroidismo terciario .J; .J; j. r No! tetardado
una res· Síndrome del eutiroideo enfermo. .J; N.o! N.loi 1' N:o! N.o!
biológica
ayuno, el
ismo pro-
ar por los Tratamiento Los mismos lineamientos terapéuticos rigen para el hipoti-
;iroi~eas, roidismo 2°, debiendo lt,;,erse en cuenta oue. si el oa.ciente tiene
ecanismo Está aceptado universalmente que el hipotiroidismo 1º ma- insuficü:nciá del sector ACTH, debe instituiíse en 1° térÜüno te•
os efectos nifesto debe ser tratado con reemplazo hormonal, siendo la le- rapéutica de reemplazo con corticoides y luego medicación con
T3 no es votiroxina (T4l, la droga de elección . La T4 presenta las si- T4 ya que esta última puede desencadenar en estos pacientes
postrans-
guientes ventajas para su uso terapéutico: Su Jarga vida media
una "crisis adreiwl".
9.1 aún en En el hipotiroidismo congénito se comienza con dosis de 25
permite administrarla en una sola toma diaria, Tiene excelente
. Suman- y/día independientemente del peso del niño y luego se. mantiene
absorción. Mantiene niveles normales de T3 plasmática, ·gra-
1inuye la una dosis diaria oral de 50 g por la mañana.
ón de 1'4 cias a su eficaz conversión periférica. Inhibe efectivamente el
TSH Coma mixedematoso: es un raro evento que ocurre gene•
rhortali-
La mayoría de los pacientes tratados logran el eutiroidismo ralmente en invierno, precipitado por la baja temperatura. Etio·
pesar de
con dosis que oscilan entre 100 y 150 y/día (hasta 1 comprimido lógicamente se puede hablar de suspensión de medicación con
en parte
xia) pre· y medio). Sin embargo debe destacarse que, en pacientes añosos hormona tiroidea, desencadenamiento producido por infección,
;e_produ- o cardiópatas, la dosis inicial oscila entre 25 y 50 y/día para ir trauma, etc. Requiere rápido tratamiento _ya qu~t iene un alto
1:'IT.T!in f\ y aum0ntandü fJl:Dgrcziv.1füJ•¡·:.t-2· :J L.1ju t stcti..¿v ~v11.L1 ul t.:.trdivlúgi- fridic~ !i!"': mort:'llíd:1d.
H. Todos co. Los síntomas y signos son de un hipotiroidismo profundo,
,,
'•·
"1380 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
con trastornos de la conciencia .. Una hipo na tremía dilucional subclínico (entidad ya descripta en síndrome hipotiroideo).
por secreción inadecuad·a de hormona antidiurética puede de-
tectarse. Diagnóstico: A nivel humoral, el diagnóstico específico. se
hace a través del dosaje de anticuerpos antitiroideos_(especial-
El reemplazo hormonal debe hacerse por vía parenteral (T3 mente Ac anti FM que ostentan los títulos más altos).
o T4) en forma IV. Cuando se realiza la PBA, se observa abundante cantidad
Como otras medidas terapéuticas, debe restablecerse un de linfocitos con centros germinatívos, configurando citológica-
adecuado equilibrio hidroelectrolítico con aporte energético sufi- mente el cuadro típico de Tiroiditis Crónica Autoinmune.
ciente. La captación de I 131 pued~ ser normal y el centellograma
Asimismo, como terapéutica coadyuvante, a raíz de la insu- muestra una glándula que capta irregularmente el nucleido
ficiencia suprarrenal relativa de estos pacientes se adnúnistran (centellograma "moteado"). ·
corticoides IV: (150 a 300 mg. de hidrocortisona en infusión)
Es necesario mantener un cuidadoso control de la función Asociación de 1lroiditis de Has/timo/o con otros desórde11es
respiratoria, muy deteriorada en el coma mixedematoso y1 si se autoinmunes: Puede asociarse a otras patologías endocrinas au~
hace indispensable, indicar asistencia ventilatoria mecánica toinmunes ta les como Diabetes tipo I, adrenalitis autoinmune
precozmente. (síndrome de Addison), ovaritis autoinmune (que se manifiesta
por menopausia precoz) o a otras enfermedades no órgano-espe-
cíficas como el Lupus Diseminado, Artritis Reumatoidea, Sín-
drome de Sjéigren, etc.
TIROIDITIS
'lralamienlo: si el hipotiroidismo (fase final evolutiva de es-
Se trata de procesos inflamatorios y/o infecciosos que tienen
ta enfermedad) se instala, el tratamiento es con Levotiroxina a
su asiento en la glándula tiroides.
dosis habituales.
De. ac.uerdo a su etiología y evolución puede clasificárselas Puede también tratarse el hipotiroidismo subclínico con hor-
7
de la.siguiente manera: mona tiroidea, sobre todo si se trata de la forma bociosa, en
donde el objetivo terapéuticó es disminuir el tamaño del bocio.
Aguda o supurada El tratamiento quirúrgico no se instituye nuQ.ca, excepto si
bajo tratamiento con T4 se constata crecimiento del bocio, apa-
'firoidihs Subaguda
rición de adenopatías, etc., que haga pensar en otro proceso
Crónica o de Hashimoto asociado de origen maligno. s
De Riedel canz
Tiroiditis de Riedel o estruma leños.o sión
Tiroiditis supurada Es una causa rara de bocio con infiltración de la tiroides y
gico,
órganos vecinos. Puede coexistir con fibrosis a distancia como c
Rnra enfermedad debida a gérmenes piógenos. Cursa con fibrosis retroperitoneal y mediastinal. El diagnóstico es histoló- dism
bocio doloroso, con zonas que pueden llegar a la abscedación,
gico y su tratamiento es la tiroidectomía. ha si
mal estado general, disfagia y fiebre.
ficac,
Desde el punto de vista funcional, el individuo se halla en ti-
roideo, con dosajes hormonales ri.ormales y anticuérpos circu- s
lantes generalmente negativos. iódic
Su tratamiento es con antibióticos adecuados y eventual BOCIO cual,
dren_aje quirúrgico. cuad
Es el aumento palpable, localizado o generalizado de la
glándula tiroides.
Tiroiditis suba guda o Tiroiditis de Quervain
Bocios nodulares
Si, por el contrario, el proceso es antiguo, y el bocio ha al-
~anzado tamaño considerable, con desplazamiento y/o compr2- Los no<lulos tiroideos son estructuras anatómicas organiza-
sión de tráquea y esófago, la indicación de trab miento quirúr- dns, que se diferencian del parénquima tiroideo normal en el
gico es la única elección . cual están ubicados.El diagnóstico puede ser realizado por pal-
Con respecto .:i la función, generalmente cursan con entiroi- pación, hallazgo en estudios complementarios (ecografia, t-0mo-
grafía computada, resonancia nuclear magnética) efectuados
dismo excepto en aquéllos en los cuales el parénquima nonnal
por otras patologías en cuello o por autopsia.
ha sido reemplazado por fibrosis, procesos hemorrágicos y calci-
La mayoría de los nódulos tiroideos son benignos, pero crean
ficaciones como se ve en los de larga evolución. al médico clínico y al paciente una preocupación ante la posibi-
Sin embargo, debe recordarse el llamado "Hipertiroidismo lidad del cancer de tiroides.
iódíco" observado en aquellos pacientes de zona endémica a fos Nos vamos a referir al nódulo único hallado en el examen fí.
cuales se administra iodo en forma excesiva que di:sarrollan un sico 1 que no siempre se corresponde a una 1esión única en los
cuadro claro de hiperfunción tiroidea. estudios complementarios. En este caso si se acompaña de otros
nódulos, al de mayor tamaño y al que se palpa se lo denomina
nódulo predominante .
La prevalencia del bocio nodular depende de la población es-
tudiada, considerándose aproximadamente entre el 4 al 7%. Es-
Bocios disenzimáticos
ta aumenta en zonas con déficit de ingesta de iodo,con la edad,
en el s1..:xo femenino y con la exposición a radiaciones.
Son una causa rara, pero interesante, de bocio. En la mayo-
El objetivo ante un nódulo tiroideo es realizar el diágnóstico
ría de los casos aparecen prccczmentc _an !a infancia y 8-1.H?:len dt; ·heniguida<l u m;¡lignidad -dclm!:mo So considera que entre
afectar a varios miembros de una misma familia. Se transmiten un 5 al 15% de todos los nodulos detectados clínicamente, que
a través de un gen autosómico recesivo, siendo hornocigotas pa- son hipocaptantes por centellograma pueden presentar patolo-
ra dicho gen los que manifiestan la enfermedad en forma com- gía maligna cuando son evaluados correctamente.
pleta. Los heterocigotas pueden cursar solamente con bocio, sin Las causas por las cuales determinados clones celulares co-
que se afecte la función. mienzan a crecer y diferenciarse del resto de células foliculares
normales son variadas. Debemos tener en cuenta los factores de
El bocio puede estar presente en el nacimiento o aparecer crecimiento tiroideo: '!'SH como el más importante, IGFl, 1
durante la infancia. Cuanto más grave es el defecto más precoz EGF,TGF beta, somatuestatina, gama interfcron, !Ll, etc.
es la aparició'n de bocio y más rápidamente se instala el hipoti- C/í11ica: Ante un µacieme con un nódulo tiroideo debemos 1
roidismo. realizar un exaustivo interrogatorio que nos puede ayudar para
Defectos biosintéticos que pueden conducir al hipotiroidismo el diagnóstico del mismo. Este debe ser dirigido para obtener
datos sobre: a) edad, b) sexo, c) antecedente de endemia, d) an-
. - Defecto en la homba de yoduro . tccedenl:<!s fall)iH~res d~. bocio, e) antecedente de radioterapia
,¡
u
1382 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
en cuello, O crecimento, "g) dolor, h) síntomas de funcionalidad el radioisótopo el parénquima tiroideoel cuip~ede se,' normo-
tiroidea, i) síntomas compresivos, j) adenopatías. captante, hipercaptante o hipocaptante.
La palpación de la glándula tiroidea pemúte evaluar las ca- Los dosajes hormonales para establecer el estado funcional
racterísticas del nódulo: tamaño, dureza, movilidad y si se tiroideo y los títulos de anticúerpos.
acompaña de adenopatías satélites. Es de gran utilidad la ecografia para de~rminar si el nódulo
Se solicitarán estudios complementarios que en su conjunto es quístico, mixto o sólido.
f) permitirán realizar el diagnóstico y el tratamiento adecuado. La punción biopsia aspiratíva permite ob~ner material c_ito-
Fig 13-20_- lógico que podrá determinar si es benigno, maligno ·o dudoso, y
Los estudios complementarios que se solicitarán son la ra- muchas veces podrá realizar un diagnóstico etiológico.
diología de cuello y mediastino, en la que se puede evaluar des- La tomografia axial computada evaluará compromiso de es-
plazamientos y/o compresión traqueal y esofágica. tructuras del cuello, adenopatías y complementará el estudio
El centellograma para determinar como es capaz de captar ecográfico.
Evauación clínica
/
f ---------
--
Centellograma tiroideo
•• Hipotptante
Normocaptante Ecografia
Quístico
~
pt
Sólido
\
Eutiroideo Hiper.oideo ------, ~
~BA
t ..
Ob servac10n Dosis 1311
~udoso
Bemgno ~ Maligno
Benigno Dudoso Maligno
o o / ~eval. clín.
y / ~"-· Cirugía
clín~f
,~
Dosis 1311 Cirugía No Recur. Recur. \ ;eev~.
i
Tratamiento con Con!rol PBA (hasta 3) Trat. T4 Cirugía
T4 4 saman&s
Centellograma No Rec. Rec.
/ ~ t t
Nódulo autónomo no autonomía Control Cirugía
t
•t
PBA PBA
t
Obsaervación Tratanuento T4
o Dósis 131! oCirugía
Los diagnósticos que se deben tener en cuenta ante un bocio Patología maligna
nodular son los siguientes: Carcinomas diferenciados: folicular, papilar
Patología benigna Carcinoma medular
Bocio coloide endémico o esporádico.
Carcinoma anaplásico
Linfoma
Quiste coloide
Metastásico: Carcinoma renal, mama, digestivo, melanoma.
Bocio inducido por drogas: Iodo, antitiroideos. o por radiacio-
La conduct,i terapeútica ante un nódulo tiroideo dependerá
nes
de su etiología. Existen factores de riesgo que inducen al médico
Bocio disenzimático clínico a una conducta quirúrgica inmediata. Estos serían ante-
Adenoma autónomo cedente de radioterapia en cuello, síntomas compresivos, creci-
Adenomas foliculares: embrionariu 1 fetal, atípico, células cfo miento r:ipido, tamaño, fijeza, adenopatías y citología dudosa o
Hurthle maligne. Si no existen factores de riesgo, se indicará tratamien-
Tiroiditis aguda, subaguda y crónica to m6-di<.:ú con hormona tiroidea en dosis inhibitoria,;; por el tér-
Tiroiditis especificas: tuberculosis, sífilis mino de 6 meses. Si no hay reducción de tamaño mayor o ignal
ENDOCRINOLOGIA 1383
e ser normo- al 50%; se iñdi~ará cír~gíá.'Eú él caso de estar contraindi.;..do clusivamente encontrados mutados en algunas neoplasias. 'Las
el tratamiento médico se podrá adoptar conducta expectante y neoplasias tiroideas representan un atractivo modelo de estudio
.do funcional de observación, si no existiéran factores de riesgo. para la tumorogénesis, ya que comprenden un espectro de teno-
tipos, desde el adenoma coloide no progresivo hasta el carcino-
ma anaplásico En general las neoplasias tiroideas no son fami•
r si el nódulo
liares. Son excepciones el síndrome de Gardner (poliposis
familiar colónica y carcinoma papilar) y el carcinoma medular
aaterial c_ito• · Neoplasias tiroideas (familiar asociado o no a neoplasia endocrina múltiple). Las
, ·o dudoso, y neoplasias tirnideas únicas en general son monoclonales, indi-
· Las neoplasias tiroideas son el resultado de una acumula-
co. cando que provienen de una célula precursora. Las mutáciones
ción de mutaciones de genes heredados o somáticos involucra-
omiso de es- en el oncog_en ras se presentan en tumores tiroideos benignos y
dos en el control del crecimiento y diferenciación celular. Este malignos, sugiriendo ser una lesión temprana en el proceso de
·á el estudio
proceso evolutivo da lugar a un clon de células neoplásicas con transformación de la célula folicular. No todos los defectos gené-
un crecimiento aumentado. Algunos genes involucrados son co- ticos se encuentran en todos los tumores tiroideos, pero se pue-
munes a diferentes .células tumorales iras, pS3J, y otros son ex• de esbozar un esquema de tumorogénesis:
Adenoma Autónomo
3p
CELULA
ílido
FOLICULAR
~
'BA
Maligno p53
meti1ación
~+ Cirugía
DNA
Gsp mutaciones en protei11a G, 011cogen ras, ret y trk, llq13 deleciones brazo largo cromosoma 11,
3p pérdida de material brazo corto cromosoma 3, gen supresorp53.
La inactivación del gen supresor p 53 por mutaciones pun• dad de la cápsula y la no invasión glandular o extraglandular
tuales, estaría relacionado con la indiferenciación y mayor agre• se puede realizar el diagnóstico definitivo. El tratamiento indi-
sividad ·tumoral. cado es el quirúrgico, ya que no responden al tratamiento médi•
co. La cirugía que se realiza es la lobectomía unilateral. Las
neoplasias no epiteliales como los linfangiomas y los teratomas
Neoplasias tiroideas benignas son poco frecuentes.
gias malignas que tienen buena expectativa de vida Oinfomas). sérica de tiroglobulina nos permite diagnosticar recidivas y me- Al
La exposición a radiaciones atómicas (Hiroshima, Chernobyl) tástesis. Los controles de los pacientes con carcinomas díferen- noaM
tambiér~ aumenta la incidencia de estos tumores. Los tumores óados de tiroides deben ser a los 6 meses postquirúrgico, y lue- zar po
diferenciados: folicular y papilar representan el 80% de las neo- go anuales por el término de 5 años. Estcs deben ser realizados - dispon
plas ias malignas tiroideas. El tumor indiferenciado o anaplási- con dosajes de T4, TSH y tiroglobulina, centellogramas corpora- tación
co se presenta en el 5%. Menos del 10% ·corresp~nden al carci- les con 131!, centellogramas óseos y radiografias de tórax. Los trarse
noma medular y menos del 4% a linfomas. pacientes luego se continúan controlando clínicamente y con do- El
sajes para evaluar inhibición de TSH y niveles de tiroglobulina. dectom
Estos tumores tienen alta morbilidad por sus recidivas locales o Cuand
Carcinoma Papilar ganglionares que requieren reiteradas cirugías y dósis de 131! cromoc
y una baja morialidad. El
Es el más frecuente de los tumores tiroideos. Se presenta en en que
niños, y en adultos con mayor frecuencia entre los 30 y 40 años piano
y con mayor predisposición en el sexo femenino. En general se Carcinoma anaplásico carcin
presenta clínicamente como un nódulo de consistencia firm~ o 1311, y
dura, acompañado o no de adenopatía homolateral. El creci- Es un tumor agresivo, de evolución rápida y generalmente El
miento es lento y no responde al tratamiento con hom1ona tiroi- fatal. Se presenta en personas de edad avanzada. Clínicamente de cale
dea. Ecográfica~ente e¡ sólido, o Con necrosis central, con o sin se preSenta como un bocio de crecimiento rápicÍO con sintomas imágen
calcificaciones. Centellográficamente es hipocaptante. La pun• compresivos: disnea, disfagia, disfonia .Produce compromiso lo•
ción biopsia ~spirativá es· característica presentando estructu- ca l con fij ación a planos profundos y metástesis a ganglios linfá-
ras papilares, cuerpos de psarilom"a, j calcificaciones. Se carac- ticos regionales, sin llegar a met astizar a distancia por su corta
teriza por ser un tumor que metastiza localnlente ~n forma evolución. El diagnóstico se realiza por PBA, hallándose marca•
intrati(Óidea presentando focos de carcinoma en distintas par- das anomalías celulares. Es de utilidad la tomografia axial com-
tes de_ un lóbulo tiroideo o en el contralateral y también por vía putada para visualizar su localización y evaluar conductas qui-
linfática a ganglios regionales, con menor frecuencia a pulmón, rúrglt.:as que son µ91iativas. La radioterapia y quimioterapia
hu eso e hígado. Realizando el tratamiento adecuad" es de buen h an resultado ineficaces.
· pronóstico dependierido del tamaño, edad, presencia de metás·
· tesis a dis tancia y variedad histológica.
C11.rcinoma medular
Carcinoma folicula1· Este tumor se origina en las células parafoliculares, que tie•
nen su origen en la cresta ueural. La calcitonina es su principal
Su incidencia mayor es alrededor de los 50 aüos de edad y producto de secreción y su marcador bioquímico. También son
en areas con déficit de iodo. Se presenta clínicamente como un secretoras de otros péptidos: soma tostatina, ACTH, serotonina, ANAT<
nódulo tiroideo, en glándulas tiroideas con bocio previo. En ge· etc. correspondientes a células neuroectodérmicas.
neral es ecográficamente sólido y centellográficamente hipocap- Existe una forma no familiar o esporádica (80% de los casos)
tante. La punción biopsia aspirativa tiene la dificultad de reali- y olra familiar. Esta última se h ereda en forma autosómica do- La,
zar el diagnóstico diferencial con el adenoma folicular. Tiene un minante y se han identificado 4 variantes de la núsma: 1) rela• tiroide
a evolución más agresiva que el carcinoma papilar. Puede tener cionnda con el síndrome de neoplasia endocrina múltiple MEN el 5 po
invasión a estructuras vecinas traquea 1 músculo, esófago y su 2A (carcinoma medular, feocromocitcma e hiperparatiroidismo), las en<
diseminación es por vía hematógena a hueso, pulmón, cerebro, la más frecuente 2) MEN 2B (carcinoma medular, feocromocito- integr,
hígado y rara vez por vía linfática. El pronóstico depende de in- ma, ganglioneuromas y hábito marfanoide) 3) familiar no rela- nado, ,
vasión local y de la edad. Una variante del carcinoma folicular cionado con 11EN 4) MEN 2 asociado a amiloidosis cutánea, la transfc
es el carcinoma de células de Hürthle, que presenta met ástesis más rara. na CP1
linfáticas y hemáticas, La forma esporádica .se presenta en personas entre 50 y 60 cio ión
1l·ala111ie11/o de los carcinomas diferenciados. Este se basa años como un nódulo t'roideo único. En el momentc de la con• El!,
en el tratamientc quirúrgico, dosis ablativa de 131 Iodo y trata· su!t s el 50% prese.nta adenopatías metastásicas. Las metáste- sos efe
miento con hormona tiroidea en dosis sl!stitutiva e inhibitoria sis a distancia se presentan en hígado, pulmón y hueso. Los sín- ro es a
de TSH. El tratamiento quirúrgico que se realiza es la ·tiroidec- tomas obstructivos son poco frecuentes. Algunos presentan ta lar,
torrúa total o casi total. En caso de existir adenopatías metastá- ílush y diarreas, aunque estos se producen cuando la enferme- mayor
sicas estas se extirpan. En algunos centros en los casos del mi- dad es más extensa. Ceutellográíi..:a1üe1ite 8üi! hipoedpt.s.ntcs y pasivo
crocarcinorna o carcinoma oculto indican hemitiroidectomía. En ecog!'áficamente sólidos y con calcificaciones. El diagn_óstico se lacion:
nuestro país se prefiere la tiroidectomía total para evitar me- puede realizar por PBA y en caso de sospecha se puede realizar rala r
tástesis intratiroideas y poder seguir a los pacientes con un inmun'omarcación con calcitonina, enolasa, cromogranina y co• mecan
marcador tumoral: la tiroglobulina sérica. Las complicaciones !oración de rojo Congo, ya que puede presentar amiloide. Los una st
de la cirugía son el hipoparatiroidísmo transitorio o definitivo y pacientes con carcinoma medu]ar pueden tener calcitonina séri~ acción
la parálisis recurrencial. Se utiliza el 1311 para completar el ca elevada, o se debe realizar un test de estimulo con pentagas- nitud.
tratamiento quirúrgico ya que siempre persisten restos tiroi- trina. El antígeno carcinoembrionario es un marcador de indife- El
deos que se visualizan en un centellograma corporal postqui- renciación. tor es
rúrgico. La dosis que se suministra depende de la extensión tu- El carcinoma medular familiar se presenta en niños y adul- por la
moral. Sin metástesis se administran 100 mCi., al mes de la tos jóvenes entre 20 y 30 años como nódulos bilaterales. El gen elimin
cirugía estando el paciente hipotiroideo. El tratamiento con responsable es el protooncogen ret ubicado en la región centro·
hormona tiroidea se indica para sustituir la función tiroidea y mérica del cromosoma 10. Este induciría a la proliferación de
evitar el estímulo de crecimiento de I& TSH. Al est"r eliminado las células parafoliculares produciendo hiperplasia y luego célu-
el -tejido tiroideo por medio-de la cirugía y dei i3Jl la medición las tumorales: Dr. A
t:NUUL,NII\IVLUUJ/'\
.¡
Al diagnosticarse un carcinoma medular familiar asociado o Linfoma .· ·)
no a MEN debe realizarse el screening familiar. Se puede reali-
zar por dosaje de calcitonina basal .o prueba de estímulo. _Si se El primitivo de tiroides es del tipo no Hodgltin de células B.
· dispone de un laboratorio de biología molecular se busca la mu- Debe diferenciarse de los linfomas extratiroideos que disemi-
tación en linfocitos de sangre perifé¡:ica. En el cas,o de demos-
nan a tiroides,
trarse está indicada la tiroidectomía profiláctica. ·
El tratamiento que se indica para estos tumores es la tiroi- Se presenta en pacientes mayores de 60 años, como una ma-
dectorrúa total y con disección ganglionar lo más amplia posible. sa en cuello en general polinodular de consistencia dura con
Cuando se sospecha una forma familiar hay que descartar feo- una evolución de 3 meses a 1 año. El 20% tiene antecedente de
cromocotoma e lúperparatiroidismo. bocio, el 30% tiene síntomas compresivos, 10% presenta hipoti-
El pronóstico depende del tamaño, metástesis y el ~omento roidismo y el 50% adenopatías. El lúpotiroidismo se debe a que
en que se realiza·el diagnóstico. La radioterapia y quimiotera- muchos presentan tiroiditis crónica o por infiltración tumoral.
pia no han demostrado buenos resultados . A diferencia de los
Centellográficamente son hipocaptantes y ecográficamente
carcinomas difeTenciados no es sensible al tTatamiento con
sólidos.
13 !l, ya que no lo capta.
El seguimiento postquirúrgico debe realizarse con dosajes El di agnóstico puede realizarse por PBA, demostrando mo-
de calcitonina y antígeno carcinoembrionario y estudios por noclonalidad por inmunomarcación.
imágenes: Rx tórax·, TAC, RNM. El tratamiento es ;:adivt€rr..pin externa y quimiot.er~pia.
PARATIROIDES*
. . .
0~~
ci11a circula normalmente y, al igual que la CT, es segregada en
exceso en los pacientes con carcinoma medular de tiroides.
La CT pasa a la circulación cuando los niveles de calcio ióni-
co superan los 4,85 mg/dl. Aquí se pone en juego un mecanismo
Matriz ósea muy orib~nal en el que la hipercalcemia estimula la secreción
de gastrina (otra hormona integrante del sistema APUD) que
inmediatamen te ordena la salida de CT que en pocos minutos
o.e.: ost;,oclasto logra su cometido: normalizar la calcemia.
O.B.: osteoblasto En el lactante se producen periódicamente episodios transi-
?vi: monocito t01ios de hipercalcemia debidos a su alimentación láctea. De
allí que las células C sean muy sensibles a este estímulo y de
Fig. 13-26: Estimulacici11 osteocláslica. inmediato pongan en juego s us diferentes acciones hipocalce-
miantes.
La primera ocune en el hueso al estimular enérgicamente
la actividad osteoblástica, que al calcificar el hu eso, debe dispo-
ner de calcio que atrapa de la circulación general.
· En _·estÚdios Con microscopia elecfrónica, se observó que los El segundo efecto se lleva a cabo en el riñón donde se com-
osteoblástos form~n una capa continua que cubre lá matriz pro' probó cjue la CT aumenta el contenido total de calcio en las cé-
teica y la separa de los osteoclastos inactivos. Estos osteoclastos lulas del riñón. Esta calcio se acumula, al igual que en las célu-
tienen prolongaciones que cercan la superficie y pueden reab- las óseas, en el pool de calcio intercambiable mitocondrial y esto
sorberla si esa matriz cae dentro de su alcance. (Fig. 13-26). seria la consecuencia del aumento de este pool más que a una
L-Os osteodastos también podrian migi-ar hacia áreas de ma- mayor entrada de calcio a la célula. El efecto de la CT sobre el
triz descubierta. Los productos de reabsorción ósea y especial- riñón es completamente abolido por los inhibidores mitocon-
mente la osteocalcina son, como dijimos anteriormente, factores d1iales o bien en ausencia total de fosfato extracelular, lo que
de atracción de las células mononucleadas que se supone firme- sugiere que esta hormona actuaría únicamente en el transporte
mente que sean los precursores del osteoclasto. del calcio mitocondrial. Por otra parte, aumentando el fosfato
Cuando se administra PTH exógena y se efectúan estudios extracelular se estimula la acción de la CT no sólo en el riñón
;tirio favOre- .
borde en ce-
apa ei calcio
1ctúa en for•
1,25 (OH)2
_fisiopatolo-
:o.
la hip erca l- -
spone de la
aPTH.
a principal-
•an del arco
stas células
tros_tejitjos,
e la calcito-
áa origen a . a 6
, katáca/ci-
~miante por Fig. l:l-27a: Frnctura patológica del húmero derecho en hiper, Fig. 13-28: Radio~rafia de mano~ en 1,ipeipa;.atiruidisnio
,a katacal- pa,:atíroidísmo primario; b) calcificación ti nivel de la fractura, primario; véase el quiste en la extremidad distal ·¿el tercer
,gregada en doce meses después de la exti,pación del adenoma para.tiroideo. metacarpian~ derecho.· · ~ · ·
oides.
calcio ióni-
mecanismo manifiesta en los ma01ífer~s pero si en ciertos peces ~especial- bido pues, de lo coritrario, no podría sobrevi;ir en ese medio. En ,
a secreción mente el salmón- que viven en aguas dulces (medio hipotónico) el humano e-xiste una afección que es el paradigma de la secre-
Af'UD) que o en agua salada (medio hipertónico). El salmón, que fue la ción elevada d·e CT: el carcinoma medul ar de tiroides donde, pa-
os minutos fuente comercia l más importante para la _obtención de la CT, radójicamente, no úc°UITC hipocakemia y es frecuente, en cam•
bio, la aparición de diarreas hidrosalinas que sólo desaparecen
cuando pasa de un medio hipotónico a otro hipertónico, debe se -
:iios transi- con la extirpación del tumor.
gregar_gran cantidad de CT para poder cxcrehu el sodio absor• La vida media de la CT es de aproximadamente 10 minutos
láctea. De
;ímulo y de y la regulación de la síntesis y descarga por las células parafoli -
hipocalce- culaics probJblemcnte depende de' la concentración. cálci¡:a in-
tracelular o Uien, com.o ocurre con la mayoría de -las honnonas,
rgicamente activando el sistema adenilcidasa y esto sería la Consecuencia
:Jebe dispo• de la producción de enzimas que favorece n la sínt€sis y secre-
~ & CT ,
de se com• El mágnesio ta,nbién !ntervendría como estimulante de la
1 en las cé· CT como pi.ido comprobarse en experiencias in vitro con corles
,n las célu- de tiroides poacina· que aumentaban la producción de .. CT al ·
irial y esto agregarse magnesio al medio. Si, según sostienen algunos auto-
que a un a res, el magnesio se cOmporta de manera similar al calcio, se ex-
;T sobre el plicará fücilmcnte este fenómeno. Perü no siempre así -octirre,
s mitocon- por ·lo que se considera· al magnesio como cleffiento de compor-
lar, lo que tamiento paradoja!.
transporte Pero, a pesar del importante papel ej ercido por la PTH,. la
, el fosfato CI' y el 1,25 (OH)2 D3 no deberán olvidarse otros factores hor-
m el riñón monales y no hormonales que intervienen en todo el proceso
ir la reab- metabólico del calcio y del fósforo. Nos refetimos a la somato-
n Pl nefrón trofina1 insulírirc r.nrt.icnidP.:,, 'f3, T4, prost.R~l~nrliri::i!:::, OAF. ~ie-·
los efectos zo_electricidad (consecutiva a la actividad fisica), dieta, vilanü-
nn.s A y C; radiación ultravioleta con su acción fotolítíca a nivel
receptores de la piel favoreciendo la formación de los precursores_ del 1,25
,a sensible (OH)i colecalciferol y, fin almente, los elementos precursores de
, existente la sustancia osteoide o mahiz proteica que constituirá la base
e la CT en para la normal formación del hueso que es el gran reservorio: de
otros elec- calcio y fosfatos.
1e implica
.rá para el i Híperparatiroidi~m<is
nostrar la 1bda causa que provoque la ·secreción exagerada de'f'TH lle·
a forma y vará inevÚeblemente al desarrollo de al teraciones generales
1 deGT,.
(esqudéticaB, renale.s, digestivas, neuroiógicas ·y ha::,La p;:;i~01¿·.
io no muy gicas) que form an parte de la enferme~ad hiperparatiroidca.
1388 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Cuant~ más tardío sea el diagnóstico, tanto más manifiestas se- radial de las falanges de las manos, muestran una reabsorción
rán las consecuencias de la enfermedad. De alHque insistamos subperióstica que es la expresión radiológica de hiperactividad
en la necesidad del diagnóstico precoz de la enfermedad. Cuan- osteoclástica. También esfrecuente la desaparición de la lámi-
do las determinaciones de la calcemia sean prácticas de rutina, na dura de los alv"eólos dentarios aunque esto puede ser la con-
el diagnóstico podrá hacerse simplemente con la hipercalcemia secuencia de una paradentosis no vinculada al HIT.
y los valores elevados de la PTH sin tener que encontrarnos an- En cambio, la reabsorción subperióstica de las falanges es
te un paciente con serias complicaciones esqueléticas, renales o un signo patognomónica de HJ.:T 1°, 2' ó 3'.
digestivas. Las manifestaciones ECG varían según los niveles de la caJ.
Frecuencia: Se diagnostica un caso cada 1000 consultas clí- cemia. Entre los 12 y 16 mg/dl se puede observar un acorta-
nicas, lo que da la pauta de la poca frecuencia en que se piensa miento del QT, mientras que por encima de los 16 mg puede
existir un alargamiento del QT que desaparece rápidamente
en esta afección.
con la corrección de la hipercalcemia. El EEG revela elenteci•
Cuando se llevan a cabo muestreos de sangre para dosaje de
miento de todas las ondas y en el aspecto neuromuscular hipo o
calcio total, se podrá diagnosticar un caso de hiperparatiroidis-
arrellexia generalizada.
mo primario (HPT l ') cada 200 determinaciones.
Puede haber poliuria que simule una diabetes insípida y que
Afecta predominantemente al sexo femenino (3/1) entre el es la consecuencia de Ja hipercalciuria que provoca una dismi-
Le1..:~r y cuéú t& <lH·enio dC: l& vida.' Su .:orriier.zo e.; solapado y nución de ia sensibiiidad <lei tuOo couton1eaJo t.ii~lal y <lel i;uW-
muchas veces resulta dificil establecer la fecha de comienzo de- colector a la vasopresina que es segregada normalmente a nivel
bido a que el au mento .de la calcemia es lent-0, progresivo, ina- hipofisario. Esta hipercalciuria persistente es la que llevará a
parente, pues' las manifestaciones clínicas de la hipercalcemia la producción de cálculos urinarios y, con el tiempo, a una com-
re cién son evidentes por encima de los 11,5 mg/dl de calcio total plicación grave: la nefrocalcinosis por depósito de calcio en el
y los 5?5 n1g/dl de calcio iónico. tubo, determinante de una insuficiencia renal irreversible que
complica aún más el cuadro del paciente y que lleva frecuente-
mente a la aparición de un HPT 2' y 3' una vez extirpado el Fig. l
Sintomatología adenoina paratiroideo.
La hiperca!cemia es la determinante de la aparición -poco
Uno de los primeros síntomas puede ser la cefalea persisten- frecuente- de pancreatitis aguda que a veces precede al diag• reabsorc
.- te que no responde a los analgés!cos comunes, acompañada de nóstico de HPT. Pueden ser hemorrágicas. La patogenia no es llegar h,
, poliuria, polidipsia, constipación, anorexia, dolores abdominales del todo conocida y puede obedecer a la acción directa de la tivo - mu
y vómitos (que aumentan la hipercalcemia por la deshidrata• PTH o a la precipitación de fosfato de calcio dentro de los cana- intercan:
ción y hemoconcentración que detenrúnan) lículos con la subsiguiente necrosis e infección. mal: 50(
Cuando el proceso no es diagnosticado y tratado, se puede
mg/día).
lleg~r a la confusión mental y hasta trastornos psiquiátricos.
El ce:
Mochos casos (50%) consultan &! urólogo por litiasis renal reci- Métodos diagnósticos sistema
divante. Cuando el examen químico de los cálculos eliminados, datos de
espontáneament~ o por cirugía, revelan estar constituidos por Ante un paciente con esta sintornatología será necesario es de gr
fosfato y/u oxalato de calcio y tan1bién carbonato de calcio, se pensar en el diagnóstico de HPT y se deberán efectuar los estu• clear, sie
tendrá un elemento de juicio más para pensar en esta enferme• dios correspondientes a fin de llegar a un punto diagnóstico y cm. El e
dad. Entre el 30 y 40 por ciento de los pacientes tienen severa subsiguiente tratamiento. para la 1
osteoporosis generalizada (hiperactividad osteoclástica) que en La repetición sistemática del dosaje de la calcemia total - si rujano, ¡:
el 20-30% es seguida por la formación de quistes ósc·os (osteo- fuera posible, la calcemia iónica- de la fosfatemia, calciuria y ra luego
clastomas) que en muchos casos determinan fracturas patológi- fosfaturia, será· de suma utilidad para el diagnóstico correcto. las demá
cas que requieren la intervención del traumatólogo. (fig. 13-27, Cifras de calcemia total mayores de 11 mg/dl y de calcio iónico Entn
13-28 y 13-29) . superiores a los 5,25 mg/dl nos deberán hacer sospechar en el tivo de P
Será de mucho valor una biopsia de la lesión que permitirá HPT. Si la r'osfatemia es inferior a los 2,5 mg/dl, la calciuria ma- a cada gl
al anatomopatólogo llega r a un diagnóstico de certeza o de yor de 200-250 mg/día y la fosfaturia mayor de 900-1000 mg• por arte,
aproximación y que obligará al clínico a profundizar el estudio /día, este diagnóstico se reafirmará. Los valores de la fosfatasa técnica ~
endocrinológico a los efectos de llegar al diagnóstico de certeza alcalina (FA) suelen estar discretamente altos tal como ocurre adenonu::
y poder resolver el problema. con la hidroxiprolinuri? que puede llegar a los 60-100 mg/día. pondient
· En algunos casos, el diagnóstico es sospechado por el odo!1· El dosaje del cAMP urinario está invariablemente alto: es la fase capi
tólogo que encuentra por examen directo o radiológico, peque- expresión de la actividad de la PTH sobre el túbulo renal. Ac· Esta,
Iios o grandes quistes en maxilares, conocidos como épulis o tu almente disponemos de un elemen to de gran importancia Pero
quistes achocolatados que no son más que la consecuencia del diagnóstica: el dosaje por RIA de la PTH circulante cuyos valo· frecuent•
estímulo osteoclástico provocado por el exceso de PTH. res normales oscilan alrededor de los 0,6 ng/ml. Por lo tanto, ci- descript,
El 10 por ciento de los HPT puede cursar con úlcera gastro- fras que dupliquen y hasta tripliquen esos valores, justifica rán etapa de
duode nal recidivante (el 2% de los ulcerosos pueden ser porta- la exploración quirúrgica del paciente. En el 20-30% de los ca·
dores de HPT). Por lo tanto, el gastroenterólogo, el traumatólo- sos, los valores de PTH no aumentan de manera muy evidente,
go y el nefrólogo, deberán tener presente este diagnóstico pero ello no invalida el diagnóstico pues podríamos estar ante Tratami
cuando se presenten esas circunstancias. un caso en el que la PTH es inmunológicamente inactiva pero
Los estudios radiológicos del esquelet-0 pueden ser de gran activa biológicamente. Cuan
ayuda para orientar hacia el diagnóstico, no sólo cuando de- Una prueba de reabsorción tubular de fosfatos -siempre que rán ser i
mu es tran la formación de grandes o pequeños quistes en hu e- la suficiencia renal esté conservada- podrá ser útil. Si recorda- 12 mg/dl
sos largos (fig. 13-27 y 13-28) ven maxilares, sino _cuando sea mos la acción profosfot,úrica <!e _¡.,_ ITH será fácila comprende: de hidra
evidente una severa osteoporosis generalizada que en el borde que cuando los niveles de PTH estén elevados, disminuirá la trosa al l
ENDOCAINOLOGIA 1389
0
Muchos autores -siempre que no se demuestre la existencia Dijimos antes que una complicación del HPT lº es la nefro-
l¡
1,
de un adenoma- utilizan estrógenos conjugados (en mujeres
menopáusicas solamente) a razón de 0,625 mg por día, con con•
calcinosis. ·
Pues bien, esta afección implica IRC que desencadenará to•
troles frecuentes de patología uterina y mamaria.
l
da la secuencia aniba descripta hasta llegar a la formación de
Los resultados parecen ser satisfactorios. Nosotros preferi- un nuevo adenoma paratiroideo. El HPT 3° desarrollado en un
mos el APD a razón de 200-400 mg/día, que si la tolerancia gás- HIT que fu e alguna vez l º, es denominado 4'. .
i' llica .V la médula ósea lo permiten, puede mantenerse por perío- El tratamiento del HP'f 2º consiste en corregir rápidamente
li
í)
da ní tratada adecuadamente, el componente hipo.calcémico es
el mejor estimulante de la función paratiroídea. Lo mismo ocu-
otra parte fácilmente controlables al suspender la medicación
ya que la 1,25 (OH)2 D3 tiene una vida media de seis horas. En
la etapa de HPT 3' o 4°, donde se presupone la existencia de un
U·
¡l
n-e en la insuficiencia renal crónica (IRC) en la que por la dis-
adenoma, no queda otra alternativa que la intervención quirúr-
,¡ minución de la masa renal tubul ar, no se produce Is r.ormal hi-
¡¡ droxi lación del 25 (OH) a 1,25 (OH)2 colecalcifero! por ausencia
de la 1-hidroxílasa y cuya consecuencia inmediata es la dismi-
gica, con todos los riesgos que ello implica.
En lo referente ul cáncer paratiroideo, sólo se observa en el
1% de los casos de HPTH.
nución de la absorción intestinal de ca lció y la consiguiente hi-
pocalcemia, que también puede atribuirse a la acción tóxica de
la urea. Como se han descripto receptores para.tiroideos a la
1,25 (0Hl2 D3 , si estos pacientes no son 'tratados correctamente Hipoparath-oidismo
con 1,25 (OHl 2 D3 se producirá la hiperplasia de las glándulas
Toda causa que provoque dismi nución o falta de secreción de
para tiroides con gran liberación de PTH. Este cuadro es conoci-
P.T.H. se denomina Hipoparatiroidismo.
do como HPT 2° y cursa con un cuadro humoral muy particular
Cuando los signos de tetania ocun-en en un paciente opera-
Cfig. 13-26): hi pocalcemia, hiperfosfat~mia (por la deficiente fil.
do de tiroides v para tiroides ya sean pocas horas, días, meses o
t1·.~;.; .~;; &l.-:.1'i"icr,1l.:-.¡·} 1 h:pc~~sfaturi:! (;;8:- !2 r:!i'.:-~ :1 •.::.!esa) e h!po-
años después, el diagnóstico de h1poparattro1dismo (bPT'i es fa.
calciúria. Debido a que estos pacientes tiene u mejor expecr.ativa
cil de hacer por la anamnes'is y al observar la cicatriz operato•
de vida gracias a las técnicas de hemodiálisis, viven lo suficien-
ria. Si aparece después de una dosis terapé utica de radíoyodo,
te como para presentar otra afección : el HPT 3° en el que se de-
especialmente en los cánceres de tiroides en los que puede que·
sarrollan uno o más adenomas consecutivos al estímulo persis-
dar sólo una o dos glándulas paratiroides ródeádas de un man-
tente de la hipocalcemia no tratada. El adenoma se encarga rá
guito de tejido tiroideo captante, es posible que este episodio de
de normalizar primero y elevar después los niveles de la calce-
hPT sea transitorio y consecutivo a la radiación beta y gamma
mía a expensas del huesos que pagará las .consecuencias con la
emitidas desde el tejido tiroideo.
form aciáo n de quistes simil ares a los del HIT 1°.
Lo que no habrá de modificarse será la hiperfosfatemia Más dificultoso, sin embargo, es diaguosticarlo en pacientes
(pues el cuadro de IRC no· se n1odifica), la hipofosfaturia ni la portadores de hPT espontáneo que hoy se consideran de.etiolo-
hipocalciuria. Como podrá notarse, la únir., modificación humo- gía autoínmune y los casos de hPT debidos a secr eción inactiva
ral en cónÍún que presentan el HPT l° y el 3" es b hipercalc~- de PTH o hs consecutivos ·a hipomagnesemia por malabsorción
mia, mientras que el HIT ·2° cursa al comienzo con hipocalce- de Mg o a trnta mientos prolongados con an tibióticos aminoglu•
mia y luego normocaict!rnja, Cuan<lo el HrT 2" l1t!ga a 1a có:: idiiS. Eu e:t::is últimas .situ~.::fones, como e:l ru-R.dro no e.':I tan
hipercalcemia ya se ha tra nsformado en 3º. (Fig. 13-31i claro, muchas veces transcurren años antes de llegar al diag-
· ENDOCRINOLOGlk 1391
*Dr.
ENDOCRINOLOG_IA 1393
Es una glándula ubicada en la zona posteroinferior del ter- sueño, dieta, postura y actividad. Al parecer, la MT pasa a la cir-
cer ventriculo (de cuyas células del epéndimo deriva) y que, en culación general a través de las venas eferentes de la epífisis.
el humano pesa alrededor de .iOO mg. Cua_ndo se la inyectó experimentalmente en el lüpotálamo
Toma ese nombre, pues se asemeja al cono de un pino y su se observó una inhibición de la secreción de gonadotrofinas y,
función fue un enigma durante siglos basta que se publicó a fi- administrada por vía e.v. es capaz de inhibir la respuesta del
nes del siglo 19 un caso de pubertad precoz asociada a un tumor LH al LRH. Ello confirmaría s u acción antigonadotrófica. Ade-
más, se hallaron receptores ováricos a la MT lo que implicaría
pineal.
Esta glándula contiene diversas sustancias biológicamente una acción directa sobre la ganada.
activas como son la dopamina, noradrenalina, serotonina, his- Su administración a voluntarios normales provocó el des-
t ami na y melatonina. Esta última se forma por metilación y censo de los niveles plasmáticos de LH, la supresión. de hormo-
acetilación de la 5-hidroxitriptamina (5-HT). na de crecimiento somnolencia alteraciones en el EEG (au-
1 1
SISTEMA A P U D*
Cuando, en 1914, Gosset y Masan sugirieron que las células bro de mamíferos y en el intestino, hecho por otra parte sor-
argentafines gastrointestinales eran "la glándula endocrina del prendente, se siguieron encontrando muchos otros péptidos con
íntestino'' no imaginaron que estaban describiendo un sistema esta misma distribución dual. En el cerebro fueron localizados
endocrino difuso. dentro de las neuronas y en el intestino y en el páncrreas se en-
En 1968, Pearse, teniendo en cuenta las características cito- contraron tanto en los plexos nerviosos como en las cálulas ·en-
químicas y ultraestructurales de las célulás productoras de pép- docrinas.
tidos postuló que aquellas células contienen no sólo aminas bió- En el hombre, las neuronas peptidérgicas fueron desctiptas
genas, sino también péptidos y sugirió la sigla APUD para este por primera vez en el hipotálamo, dando origen a la ocitocina y
sistemá que significa en idioma inglés: amino pi-ecursor l!ptake a la vasopresina, almacenadas en la neurohipófisis. Como las
decarboxilation. células endoc1inas, las funciones de las neuronas peptidérgicas
Desde 1931, cuando se descubrió la sustancia P en el cere- pueden ser dasificdas de acuerdo a sus efectos.
Las neuronas peptidérgicas que vuelcan sus productos en la
sangre son llamadas neuroendocrinas. Las que forman sinapsis
*Dr. ANTONIO H. CODEVILLA neurosr,~retoras con otras neuronas se deno~na.J_l neurocrinas.
. .
1394 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
___,,_
función metabólica
___ Hormo!l~~~s~testinales
~ _____ _,.__
función gastrointestinal
Los efectos paracrinos pueden sen•ir por analogía, para señalar según algunos autores, sería un neuromodulador de los impul-
los efectos neuroparacrinos de las neuronas peptidérgicas ha- sos nociceptivos,junto con las endorfinas.
ciendo contactos con células endocrinas o no endocrinas (tanici- Aplicada por vía intraventricular, la sustancia P tiene un
los, células somáticas). Es posible que el mismo péptido pueda efocto analgésico. Sobre el intestino ejerce una acción peristálti-
tener algunas de las tres posibles funciones en diferentes neu• ca.
ronas, dependiendo del tipo y sitio de contacto con otras células. La neurotensina se halla en el hipotálamo; corteza cerebral,
tálamo. hioocamoo, amí~dala. tronco cerebral, médula esoinal v
¿Qué funciones cumplen estas "hormonas""/ en la adenohipófisis. En el aparato digestivo se la encuentra en
el esófago y en eÍ colon. · ·
Muchas de ellas son de origen digestivo pero ello no significa
Cumple una acción hipotermizante y en el hipotálamo parti-
que actúen sólo en el aparato· digestivo. Tienen una función no
ciparía en el mecanismo de secreción de hormonas hipofisarias.
sólo específica sobre éste, sino también sobre el metabolismo
La somatostatina es un tetradecapéptido con una secuencia
gener'.3-1. La insulina y el glucagón, como se sabe, son hormonás
que actúan sobre el metabolismo hidrocarbonado rnienfras que aminoácida común a la de la secretina y glucagón. Se la en-
las gastrina cumple una función especialmente gastrointesti- cuentra en el hipotálamo especialmente en la eminencia media
nal. En el esquema puede apreciarse mejor lo expresado. donde inhibe la secreción de somatotrofina y de tirotrofina y, en
menor grado, de ACTH, PTH y calcitonina. Como se la encontró
¿Cómo se detectan estas sustancias? en la neurohipófisis, se sugirió que podría modular la secreción
de hormonas neurohipofisarias.
1) Por radioinmunoanálisis En el aparato dige.stivo inhibiría la secreción de otras hor-
monas gastrointestinales.
2) Por técnicas inmunohistoquímicas.
3) Por cromatografia en gel. Gastrina y i.:olecistoquinina
No entraremos a detallar la composición y seceencia de los
aminoácidos de estas hormonas 1 pero corno dato ilustrativo Se halló gastiina en la corteza cerebral humana, hipófisis
mencionaremos que la neurotensina tiene una secuencia de tre- anterior y posterior. La colecistoquinina 1 en cambio, se encuen-
ce aminoácidos, el glucagón 29 y la calcitomina 32. tra en el rinencéfalo, hipotálamo, tronco cerebral y médula. Pa-
rece estar relacionada con la regulación central del apetito. La
gastrina modula la actividad de la acetilcolinesterasa cerebral
5-Hidroxitriptamina y, como se la halló en la hipófisis, podiia regular la secreción de
hormonas hipofisarias. En el aparato digestivo, la colecistoqui-
Se halla independientemente en la sangre (serotonina) y en nina estimula la contracción vesicular, mientras que la gastrina
las células enterocromafines (enteramina). En el cerebro se la aumenta la secreción de ácído clorhídrico e, indirectamente, la
localizó en el hipotálamo, eminencia media, en la formación re- secreción de calcitonina.
ticular y en el sistema límbico. También en los núeleos simpáti-
cos y parasimpáticos y en los nervios intrínsecos del intestino.
... -· • ..
HPP (polipéplido pancreático humano) cursor común del ACTH yde la b LPH:
Se lo halló en las .cé\n~R PP. qi,e son céJ.nJa.s pancreáticas di- El ACTH, arlemss del lóbulo anteriorhfpofisario, se encontró
ferentes de las células de los islotes q_ue contienen glucagón (cé- en ·el hipotálamo, tálamo, sistemalímbico, tallo cerebral y mé-
lulas A); insulina (célula.s B) y s~matostatjna (células D). Estas dula espinal. La.distribución del ACTH sigue de cerca a la de la
~
células PP se encuentrrul tanto ·en los islotes como en el tejido b LIP.
ilina pancreático exocrino. En el aparato digestivo se halló ACTH en las células endo-
Aumenta la secreción de ácido clorhídrico y pepsina, insuli- crinas del ·páncreas, estómago y duodeno. El ACTH y sus frag-
na, glucagón, secretina, gas trina y los metabolitos de los hidra- mentos demostraron efectos opio símiles en el cerebro y en el
los de carbono, lipidos y proteínas. Los niveles elevados de PP intestino. Su ·amplia distribución fuera de la hipófisis hace posi-
los impul- plasmático, se observan en pacientes con tumores pancreáticos ble las sugerencias de los neurofarmacólogos acerca del proba-
benignos o malignos. Los tumores carcinoides extrapancreáti- ble papel del ACTH en la modulación del comportamiento y del
P tiene un cos pueden segregar PP. . aprendizaje.
peristálti- Los síntomas de un insulinoma, gastrinoma, VIPoma y glu- Las e11cefali11as son dos pentapéptidos que sólo difieren por
cagonoma y el hallazgo de producción autónoma de insulina, un aminoácido en su carbono terminal y son: la metionina-ence-
a cerebral, gastrina, glucagón y VIP, van asociados generalmente a un au-
1
falina (met-encefalina) con la secuencia siguiente: 'fri-Gli-Gli-
a esoinal v mento de PP. Pt ü-Mi.:t} :<t lcut;ud •t:uu:faliun. \ieu-cu\:eÍaiiuai: 'fri-Gii-G-ii-
cuéntra en Sólo menciornfremos a la ·motilina para pasar _a la neuroten- Fen-Leu. Forman parle de un gran grupo de péptidos conocidos
sina.
como endorfinas (ENDógena mORFINA). Su función consiste
lamo parti- El ·so%de· ella se encuentra en el intestino y el resto del ce-
en modular los estí~ulos nociceptivos y parece estar ;elaciona-
pofisarias. rebro. En ~¡ hombre se la localiza e~ la mucosa del íleon. Sus
da con ciertos comportamientos psicóticos.
niveles amiientan después de las comidas· y dependen de la can-
1 secuencia En el aparato digestivo ejercen una acción inhbibitoria ·se-
tidi:ld de comida ingerida. Aumenta marcadamente en pacientes
. Se la en- mejante a la de la morfina (reducción de la motilidad intestinal,
operados de úlcera gástrica que sufren el síndrome de vacia-
ncia media relajación de la vesícula biliar y contracción del esfinter de Od-
miento gástrico rápido (dumping syndroméJ. Como se sabe que
rofina y, en la neurolensina produce una caída de la tensión arterial y au- di) y fueron descubiertas por haberse hall ado receptores a la
!a encontró menta el hematocrito, es probable que tenga mucho que ver con morfina.
3. secreción aquel síndrome. Además, aumenta la secreción de insulina que
provoca una hipoglucemia reactiva (dumping tardío).
ot'ras hor- Se la encontró elevada en pacientes tratados quirúrgica- P~tología referida a estas sustancias
mente con "bypass" yeyuno-ileal para corregir obesidades extre-
mas. Sustan cia P: se la encontró en altas coflcentraciones en J¡3.
sangre y tejido tumoral de pacientes portadores de síndrome
carcinoide.
,, hipófisis VIP (piplido i11/esti11al uasoactiuo) ·
se encuen- Somatostali11a: se halla en tumores pancreáticos y en APU-
édula. Pa- Tiene un a s.imilitud química con la bombesina no sólo es- Domas intestinales, en pacientes con cálculos biliares, di abetes
ipetito. La tntctural sino también biológica con el glucagón, secretina y con e hipoclorhidria.
a cerebral el GIP (péptido inhibidor gástrico).
creción de Se la encuentra en la corteza cerebral, hipotálamo, amígda- Bombesina: no se conoce patología.
lecistoqui- la, cuerpo estriado 1 plexos coroides, nervios autónomos, plexos
a gastrina nerviosos, esófago estómilgo intestino, vesícula biliar, páncreas
1 1
E11cefa/i11as: se las encontró en feocromocit~mas f en un
y tracto genitourinario. ganglioneuroblasloma abdominal.
!IDente, la
La presencia de VIP en el sistema de vasos porta hipofisa-
rios sugiere que pueda intervenir en la regubción de la secre-
VIP: es el agente responsable del síndrome de Verner-Morri-
ción de hormo nas hípofisarias, por ejemplo, prolactina. Podría
son o síndrome de diarreas acuosas, hipokalemia y aclorhidria
regular eftono de los vasos esplácnicos.
que cursa ¡,iempre con un APUDoma, a menudo localizado en el
En el aparato digestivo aumenta la motill<lad intestinal.
páncreas. El 25% de estos tumores es extrapancreático y pre-
La bo111besi11a, junto con la ranatensina, litorina y alitesina,
sentan la estructura rl P. uf.tnf1lionp11rhl~c:tnm~q, ·
~21·li:ücú:J a un gi upo de péptidos originarmente aislaJv:s Ut la
ago. También se halló gra-;, dntidad de VIP en el intestino de pa-
piel de los anfibios pero fue hallada én el cerebro de mamíferos,
en el hipotálamo y también en el aparato digestivo y en el pul- cie11tes portadores de la enfermedad de Crohn.
nente, es- món.
El TRF (factor liberador de tirolrofi11a) fue hallado también Gaslri11a: el síndrome de Zollinger-Ellison es producido por
fuera del hipotálamo como ser en los nervios terminales alrede- un tumor de células a de los islotes pancreáticos, productor de
dia de las gastrina con la consiguiente hiperclorhidria y ulcus gastroduo-
mo. dor de las motoneuronas, en ganglios nerviosos que rodean el
esófago de los gastrópodos y en la piel de los anfibios. denal. El tumor es generalmente un adenoma y en la tercera
cibles por parte de los casos puede formar parte del síndrome de poliade-
>0secn un Se encontraron sustancias insulinosímiles en el efluente de
extremidades de felinos perfundidas después de estímulos eléc- nomatosís ~ndocrina.
) rodeado La úlcera es sumamente rebelde y puede acompañarse de
tricos de nervios ciáticos y braquiales, sugiriendo la posibilidad
de que se trate de nervios insulinérgicos. diarrea y sólo responde n lá extirpación del tumor.
el funda- En la enfermedad celíaca se encontró una respuesta anor-
El ACTH con sus fragmentos CLIP (ACTH símil), a MSH y
1portante mal de la vesícula a la administración de colecistoquinina que
la lipotroftna b (LPH) con .sus fragmenws b endorfina, met-en.-
~ont,ribo- co11Slst1ó en talta· de contracción, contracc1ón tardla u .im:.'viüpic-
ce1aJina, tienen un precursor cohrnn.
Presentan la misma secuencia de heptapéptidos en el pre- ta.
1396 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Glucagón: conocida es su acción antiinsulínica. Recién en des es la patología en la que los niveles de calcitonina llegan a
197 4 se descubrió el primer glucagonoma como resultado de la cifras exorbitantes pero, paradójicamente, no hay hipocalcemia.
cooperación de un grupo de dermatólogos y endocrinólogos in- Sólo presenta diarreas acuosas incoercibles probableinente de-
gleses. se· caracteriza por "'~ash 1' cutáneo con una dermatitis bidas al aumento de la producción de otras sustancias (ante-
ampollosa polimorfa que se manifiesta por erosiones y costras riormente mencionadas).
de las extremidades, perineo, cara, nalgas e ingles. Histológica- Síndrome de adenomatosis endocrina múltiple. Incluye dos
mente se encuentra necrólisis de la epidernús y licuefacción en tipos: P
la capa granulosa y subcorneal.
Además, estas lesiones se acompañan de hipoaminoacide- Tipo I o de Wermer.
mia, glositis atrófica, alteración de la t-Olerancia a la glucosa, Tipo II o de Sipple. B'
pérdida de peso, alteraciones psiquiátricas y enfermedad trom-
El primero incluye tumores de páncreas, paratiroides e hi-
boembólica.
pófisis. El segundo comprende feocromocitoma, carcinoma me-
dular de tiroides e hiperparatiroidismo.
Calcitonina: segregada por las células C o parafoliculares de Existe una variedad que incluye también neurofibromatosis
Is t.i,oirles. Su función es llevar a la normalidad las cifras de localizada especialmente en lengua y labios.
calcemia superiores a los 11 'mg/dl. Éjerce, además, una acción Se han descripto..también carcinomas medulares de tiroides G
directa sobre el hueso, disminuyendo la actividad osteoclástica a
productores de calcitonina y ACTH que dan origen síndrome
y aumentan40 la osteoblástica. El carcinoma medular de tiroi- de Cushing por producción ectópica de ACTH.
H
GLANDULA SUPRARRENAL*
COLESTEROL
i
eREGNrLONA
A
B
PROGESTERONA ---..nOCA -Corticosterona
j c
- E,F
ALDOSTERONA
-
B' B' D
j
t
-
G
G
Dehidroepi- Androstenediona Androstanediona Androsterona
androsterona (A)
J K
T
B
H
l1
H
Androstcnediol
B
TESTOSTERONA
i
ESTRADIOL
J
H
Dihidrotestoste•
rona
- K
Aodrostanediol
·1
(Al
H
tt
Estrona
1
·¡
perhidrofenantremo, constituido por 4 anillos (A,B,C,D), así nu- B'-17-hidroxilasa
merados. C-21-hidroxilasa
La presencia de doble ligadura, llamada delta, puede hallar- D-11-hidroxilasa
se entre C5 y 6 ó entre C4 y 5, denominándose así las vías delta E-18-hidroxilas~ ·
5 y 4, respectivamente.
F-18-hidroxi esteroidedehidrogenasa
Existen sistemas enz.i máticos propios de la suprarren al
como la 11-hidroxilasa y la 18-hidroxilasa; además cada zona G-17,20-desmolasa
cortical presenta ciertas enzimas específicas, tal el caso de la H -17-cetoesteroideoxidorreductasa
glomerulosa que es la única que posee la 18-hidroxies teroidede- 1-aromatas a
hidrogenasa y por lo tan to es capaz de sintetizar aldosterona, J -5-a-reductasa
mientras que no posee la 17-hidroxilasa necesari a para la sínte• K-3-cetoesteroideoxidorreductasa
. sis de ~lucocorticoides V andrógenos (presente en cambio en la
fasciculada y reticulari Cabe destaca~ que el sistema enzimáti- La prcgnenolona que es un compuesto delta 5 da origen a la
co preponderante en la biosíntesis esteroidea es citocromo p. vía D 5, mientras que de la progesterona, que es delta 4, se ori-
450 dependiente. gina la vía D 4, para la síntesis androgénica, siendo la (DHEA)
A continuación se describirán los pasos biosintéticos para la y su sulfato el producto principal en la primera y la (A) y luego
formación de gluco -y .mineralocorticoides- de 21 átomos de (T), en la segunda. Para la biosíntesis esteroidea, el paso limi•
carbono; de andrógenos -de 19 átomos de carbono- y de estró- ta ntees la conversión de colesterol a pregnenoloma, que es esti-
genos- de 18 átomos de carbono, a partir del colesterol -de 27 mulado fundamentalmente por ACTH y calcio, actuando ade-
átomos de carbono (ver esquema): más el ACTH como es tímulo en las d iversas etapas
biosintéticas a nivel adrenaÍ.
Cabe señalar que en el hombre en condiciones normales la
Las enzimas correspondientes al esquema son: contribución androgénica de origen suprarrenal es ·escasa en
proporción a la producción gonadal, no ocurriendo lo mismo en
A-20,22 desmolasa la mujer. Referente a los estrógenos, predomina la secreción il¡J
· fi,3-b-ol-hidroxiesteroidedehidrogenasa ovárica y la interconversión periférica a través de !ns aromata- ¡1
.!
·¡!!
i¡
1398 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
sas. Respecto del metabolismo de los glucocorticoides, está invo- sultan en una eritrocitosis. Por otro lado, aumentan la fragili-
lucrada una serie de r~:\ccioo.P.~ :\ nivel hP.o:ítko oue ocurre fun- dad capilar.
damentalmente en el aniÍlo A, dando los tetrahidroderivados; y Referente a las acciones de los mineralocorticoides, andróge-
en el carbono 20, produciendo cortoles y cortolonas, a través de nos y estrógenos se deta llarán en las secciones correspondientes
sucesivas reducciones. También por intermedio del clivaje de la a sus patologías. ·
cadena lateral 20,21· se producen compuestos que pasan a do-
sarse posteriormente como 17-cetosteroides. La eliminación que
es fundamentalmente renal, se efectúa luego de la conjugación Regulación de la secreción de glucocorticoides
con ácido glucurónico predominantemente y con sulfato en me-
nor escala. La regulación de la secreción de los glucocorticoides se en-
La circulación del cortisol plasmático se realiza en tres for- cuentra primordialmente relacionada con ACTH, que es uo
mas: 1) unido íntimamente a la transco1tina (CBG) en un 80%; péptido de 39 aminoácidos secretado por las células basófilas de
2) laxamente ligado a la albúmina en un ÍO%; y 3) hasta un la adenohipófisis. A su vez, éste proviene de una molécula pre-
10% libre, siendo ésta la forma biológicamente activa. Referen- cursora llamada proopiomelanocortina que da lugar, a través de
r te a la transcortina, cabe mencionar que es una glucoproteína
c::i n{ P,f.inuh pnr P.I híg:1do_ Ml'l; ::i.11:J:1. ;:ifiniditrl p ArA rorti~nL pro•
sucesivos procesos de clivaje, a la fo1mación de b-endorfinas, b-
MSH, b-lipotropina y a-MSH. Cabe señalar que además de la
gesterona, deoxicorticosterona, y algunos análogos sintéticos, secuencia 1-39, se puede presentar en otras formas de mayor
excepto la dexametasona. peso molecular, que serian en realidad prohormonas y que po-
En cuanto a la producción diaria de gluco- y mineralocortin- drían hallarse en ciertas situaciones patológicas como el síndro-
coides, los valores son: me de Nelsón o el de ACTH ectópico, por ejemplo (correspon-
diendo a lo que anteriormente se denominaba "big ACTH").
p i.
1, Cortisol- 12-30 mg/24 hs.
ACTH estimula la mantención del tamaño y peso suprarrena-
les, así como lo_s diversos pasos biosintéticos; y como efectos ex-
ij Aldosterona- 0,05-0,15 mg/24 hs.
DOCA- 0,05-0,20 mg/24 hs.
traad renales se encuentra la estimulación de melanocitos y una
acción diabetogénica, siendo una de las hormonas que contra-
11 rregulan la acción insulínica.
l Estas cifras se deben tener en cuenta para la instalación de ACTH se secreta en forma episódica, aumentando su fre-
dosis sustitutivas en el caso de insufi ciencia adren al.
¡ cuencia en casos de stress. Y además presenta un ritmo circa-
diano con niveles máximos matinales que decrecen durante el
día y llegan al nadir ·por la noche, correspondiéndose con una
j Funciones biológicas de los glucocortieoides variación diaria similar de cortisol. Es un ritmo neurogénico in-
¡
f. hereutc al sisten1:1 nervioso central relacionado con el ciclo sue•
1 Tal como su nombre lo indica, una de l&s principales accio- ño- vigilia y posiblemente con el de luz-oscuridad, e indepen-
¡ nes se ejerce a nivel del metabolismo hidrocarbonado con una diente de le, presencia adrenal. Por ejemplo, el ritmo está
resulta nte te ndencia a la hipergluccmia. Ello se produce por
! aumento de la gluconeogénesis hepática, efecto permisivo sobre·
las acciones de glucagón y epinefrina, por una disminución de
conservado en la enfe m1edad de Addison.
La secreción de ACTH está regulada primordialmente por el
mecanismo de retroalimentación ("feedback") negativa ejercido
la utilización periférica de la glucosa, y ?Or una insulinonesis-
tencia. Sobre el metabolismo proteico su efecto es catabólico, por los glucocorticoides, y por el estímulo positivo proveniente
con balance nitrogenado aumentado. Respecto del metabolismo del CRH, por cuya vía el stress actúa a través de diversos siste-
gra so, producen una redistribución de las grasas a predominio mas neurotransmisores. Los glucocorticoides ejercen tres tipos
fasciotroncular (centrípeta). de retroalimentación: a) rápida, que aparece a los 30' del au-
Por su acción mineralocorticoide y además por un efecto per- mento del cortisol; b) intermedia, entre los 90 y 120'; y c) ret ar-
dada, luego de las 10 horas, y permánece varios días. Los dos
misivo sobre la acción de catecolan1inas en la regulación de la
primeros a) y b) se observan en situaciones fi siológicas y en el
tensión arterial,. pueden producir hipertensión. lnfluyen asimis-
stress, mientras que el último e) se encuentra en los pacientes
mo en el balance hidroelectrolítico, con una mayor retención de
sometidos a corticoterapia prolongada. El feedback negativo de
sodio y asimismo aumentando el clearance de ag ua libre, a tra-
los corticoides se efectúa sobre hipófisis (circuito corto) e hipotá-
vés de una accióu directa sobre el filtrado glomerular.
lamo (circuito largo) y existe además un circuito ultracorto en-
L.:.:; t:;htc.}:c;-ti.::c-~:kz 2jcrcen adem:iz efectos en Io~ prnccsc-s tre AG'l'H y L:t-<H, cuya Jerarquia ae:be detemiinarse. ::3e deoe
relacionados con la conducta, produciendo a lteraciones en el destacar. asimismo que la vasupresina es un importante estimu-
hu mor, cambios en el suello y alteraciones en la actividad cléc· lado r de la secreción de ACTH, la cual es también estimulada
trica cerebral. Además inhiben la liberación de ACTH, STH, por la histamina, serotonina y acetilcolina e inhibida por soma-
PRL. LH, CRF y TSH. tostatina, y con ácido gamaaminobutírico y dopamina- de efec-
Respecto de la respuesta inmunológica y antiinflamatoria to dudoso. Cabe mencionar que se ha aislado CRH y se cuenta
suprimen prácticamente todos los pasos. Así producen una lin- con CRH sintético que se utiliza en pruebas funcinales de estí-
focitopenia, interfieren en la acumulación leucocitaria, en la lo- mulo para la secreción de ACTH.
calización antiinflamatoria y ocasionan una lllayor salida de los
neutrófilos de médula ósea.
Sobre el metabolismo fosfocálcico actúan como antivitami- Mecanismo de acción
na-D, inhibiendo la absorción intestinal del calcio. Además pro-
mueven una redistribu ción del calcio corporal , provocando cam- Lvs corticosteroides actúan a través de su unión a proteínas
bios en el calcio intracelular. · específicas int racelulares (receptores), situ adas a nivel citosóli-
En el sistema hemdtoµoyt tkv 1.H oduce11 li11fopt: : 1iia, eosiilv• l-v, ayuí .se fo¡rna d toú:ipltjv hOi niui1<.i:i:1::Ceptv/ 4u1:,; !ue~o .;ufgr.;
penia y neutrofilia; asimismo al estimular la eritropoyetina, re- un cambio conformacional que le permite en el núcleo unirse a
ENDOCRINOLOGIA . 1399
correspon- Cortisolemia Cortisol urinario libre 1- La prueba rápida: se determina cortisÓlemia basal y ·a los 60
; ACTH"). 17-hidroxicorticoides minutos post-inyeoción EV de ACTH 25 U. l. liofilizado
1prarrena- 17-cetogenosteroides o, si se cuenta con ello, de ACTH sintético-0.25 mg Sy-
efectos ex- ACTH nacthen®
:it-Os y una 2- La prueba lenta: se determina cortisolernia basal y a las 6-8
Aldosterona
ue contra- hs post-inyección IM de ACTH 40 U gel o, si se cuenta
17-hidroxiprogesterona Pregnahetriol _
con ello, de ACTH sintético, Synacthen depot-0 .5 mg®.
DHEA-S 17-cetosteroides Se espera una respliesta normal con un incremento del
do su fre- Androstenediona 100 %, respecto del valor basal o un valor post-estimulo
tmo circa-
superior a 25 µg/dl.
iurante el Los valores norma les son:
e con una
>génico in- En ciertos casos_cuando estas pruebas no an ojan res ultados
Cortisolemia basa l: 6-25 µg/dl a las 8 horas, descendiendo a concluyentes puede recunirse a una administración prolon·garln
. ciclo sue-
cifras menores al 50'J. hacia la noche. de ACTH durante 4 días, determinan do la cortisolemia basal J
, indepen-
itmo está Cortisol urinario libre: 20-90 pg/24 hs. postestímuJo. ·
Aldosterona: 5-19 ng/dl. Inicialmente también se realizaba el estímulo con la deter.,
17-hidroxiprogesterona: hombre- 0,74-0,39 ng/ml. En la mu- minación de los 170CHS ó 17-KGS urinarios.
,nte por el jer en fase folicul ar: 0,59 ± 0, 17; pico ovulatorio: 1,72 ± 0,57 y
a ejercido En la insuficiencia adrenal primariá no se observan incre-
fase luteal 1,42 ± 0,72 ng/ml.
·oveniente mentos normalés. ·
ACTH plasmática basal 20 a 56 pg-ml
rsos siste- Además se puede emplear como estímulo complernentario
tres tipos cuando todavía persistan dudas, la infusión con ACTH, que ha
DHEA-S: 350 a 4500 ng/ml en la mujer y
D' del au- sido descripta originalmente con la utilización de 40 U de
800 a 5600 en el hombre.
Y c) retar- ACTH en infusión total de 8 horas, <losando cortisol basal y en
,. Los dos Androstenediona: 0.8 a 4.0 ug/ml en la mujer y
forma horaria; normalmente debe duplicarse el valor inicial en
asyenel 0.7 a 2.5 en el hombre.
la ler. hora y al cabo de la 8' hora debe existir un incremento
pacientes de 3-4 veces.
17-hidroxicorticoides (OCHS) utinarios -en la mujer: 4-8 mg/24
,gativo de
, e IÍipotá- hs.; en el hombre: 4-11
17-cetógenoesteroides (KGS) urinarios - e n la mujer: 5-14 b) Secundaria: se realizan las siguientes pruebas:
,corto en-
. ::Je debe ing/24 h!i.; tu d ho111Urc: 5-1.J i} P,iieU.u lle: nic:iií-aPuuu·--ivi"ei.~j;i,u~i~ 1,tn·. E~i.~ ~Oíilpueslo
;e estimu- 17-cetosteroides urin a1ios en la mujer: 5-14 mg/24 hs.; en el inhibe la biosíntesis de cortisol a nivel de la 11-hidroxila-
;tímulada hombre: 5-15. ción; á consecuencia de lo cual y' por el feed-back negati-
Jor soma- Pregnanetriol urinarios-0,5-2,5 mg/24 h s. vo, debería aumentar la secreción de ACTH. Esta, a su
- de efec- vez, estimula la síntesis esteroidea, evid.enc.iándose en
se cuenta Se debe destacar que los 17-hidroxicorticoides y los 17-ceto'. un incremento del 11-deoxicortisol y de los 17-cetógenos-
·s de estí- teroides (o hidroxicorticoides). Se administra en 1 día
genosteroides son metabolitos urinarios de los glucocorticoides,
Met-Opirona- NR 0,500 mg cada 4 horas (originalmente se
mientras que los 17-cetosteroides son metabolitos androgénicos.
utilizaba 750 mg d4 hs), determinando previamente los
Y además entre los dos primeros existe una diferencia metodo-
17-hidroxicoiticoides y 17-cetosteroides basales, y luego
lógica por la cual los 17-cetógenosteroides dosan mayor canti- los correspondientes al ler. y 2' día posteriores. Ello se
dad de compuestos (tetrahidrode1ivados, cortoles, cortolonas y realiza porque existe aproximadamente un 20% de nor·
proteínas pregnanetriolJ, y los 17-hidroxicorticoídes sólo determinan los males que res ponden en el ler. día -es decir, durante la
1 citosóli- tetrah idroderivados. Los contribuyentes fundamentales de los ingesta, y un 80% restante que se hace res pondiente ~
gu sv.fgr¿ 17-cetostéroides Són la DHEA y A. Gomo se sabe. el pregnane- :t· dia: Se conSidera ·una respuesta noJ'rnal ttl iucrern~rno
unirse a triol es el metabolito urina1io de la 17-hidroxiprogesterona. superior al 100% sobre el basal.
1400 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
2) Prueba de la hipoglucemia inducida por insulina ([TI')- circa'diano, Liddle), ya que estos últimos responden normalmen- Hipo
o test de tolerancia a la insulina: Se desea evaluar si el te a la hipoglucemia; esta respuesta está abolida en el Cuslúng. Meni
ACTH y consiguientemente el corlisol pueden responder Para la hiperplasia adrcna! congénita por déficit de la 21-hi-
al estímulo proveniente del stress. Así se determina cor- droxilasa, que es la más /común, se realiza la determinación de E
tisol y ACTH basales, concomitantemente con glucemi•; 17-lúdroxiprogésterona plasmática basal y post-estímulo con gran
luego se administra Insulina corriente (EV) 0,05-0,10 ACTH; esta prueba se debe realizar en el día 7º dd ciclo mens- luego
U./kg. de peso, determinando en forma seriada los nive- trual y siempre a las 8hs. y debido a las fluctuaciones conocidas gráfi
les de glucemia, ACTH y cortisol. Posterior a la hipoglu- durante el ciclo as! como también a las observadas durante el morh
cemia, estos últimos deben aumentar más del 100% so- día. Son valores compatibles con esta patología aquellos que su- sas a
bre los basales. peren los 10 ng/ml post-estímulo.
Adqu
3) Prueba de Lisin-uasopresina: se utili zaba por su efecto sí- El diagnóstico por imágenes para glándulas supran·enales
so-ad
mil-CRH estimulando la secreción hipofisaria de ACTH. se realiza a través de la tomografia computada esencialmente,
contándose asinúsmo con lu ecografia y la resonancia magnéti-
maric
Pero es altamente riesgosa por las alteraciones cardiovas- cuen
cu]ares, hipertensión 1 y vasoconstricción coroqaria, por lo ca nuclear. En determinadas situaciones sería conveniente con-
R
tar con la centellografia adrenal con 1131-colesterol, pues per-
cual nosotros no la empleamos. ta de
mite un diagnóstico por imágenes funcional de las
•l) Prueba de CRH: " el objetivo es avaluar la capacidad de dond
suprarrenales, pero s u costo es sumamente elevado, por lo cual
res·puetiÚi l1i.pofü,aria para liberar ACTII freil te ¡1 su enti · te sin
·· s u empleo se hace restrictivo.
mulo natural. Se realizan las determinaciones basales de y en
AC'fH y cortisol inyectando luego l µg/kg de peso de es la
CRH en bolo (EV). Posteriormente se realizan extraccio- R
nes seriadas hasta los 120 minutos para evidenciar el in- Insuficiencia suprarrenal
hibic
,remento correspondiente de ambas. supra
Se entiende por insuficiencia suprarrenal al conjunto de sín-
tomas y signos ocasionados por una disminución de corticoides AC'f
En la insuficiencia de tipo secundario el resultado de estas
circulantes. El cuadro puede originarse por una afección prima- pofisc
pruebas .e s negativo.
ri a de la gHndula suprarrenal, o bien por una alteración secun- su tot
, Para el diagnóstico de hiperfunción se describirá la metodo-
daria al déficit de ACTH. Así, se denomina enfermedad de Ad- s,
. Íogía utilizada en el Síndrome de Cushing y en la hiperplasia
di son a k insufici..:ncía su prarrenal crónica primitiva, cuanc
· · adrenal congénita, detallando la correspondiente al sector al-
co1Tespondiendo a la descripción inicial de 'I'homas Addison en roidit
dosterona en Ia sección respectiva.
185G : "un síndrome constiti;iido por anemia, astenia, epigastral- roidi1:
gia y un cambio peculiar en la coloración de ]a piel". insul
Según d nivel de la afección se puede clasificar a la insufi- gona•
Para el Síndrome de Cushing:
ciencia en primaria y setundaria: meno
facto,
a) Ritmo circadiano• se determina cortisolcmia basal (a }as
adqtr
8 hs) y a las 23 hs. Normalmente el valor absoluto noc- Primaria ment
turno debe ser inferior al 50% del basal. Está abolido en
el síndrome de Cushing, constituyendo prácticamente el porta
1\iberculosis cuenc
primer signo de alteración. Autoinrnune
b) Pruebas de inhibición co11 Deramelasona: ticue1
Blastomicosis
ca m<
Histoplasmosis
1) Test de Nugent se administra dexametasona-1 mg por D
Hemocromatosis
vía oral. a las 23 horas, y sedosa la cortisolemia a las segúr
Amiloidosis
8 hs. de la mañana siguiente. Normalmente debe des- mum
Metástasis carcinomatosa
cender la cortisolemia a cifras menores a 5-µg/d!. que s
Síndrome de Waterhouse-Friederischen
2) Prueba de dexamelaso11a 2 mg (Test de Lidd!ei- se do- genit
Hipoplasia congénita de fasciculada y reticular
san 17-cetosteroides y 17-hidroxicorticoides basales y Traumatismo abdominal en el recién nacido hay f
luego de la administración de dexametasona 2 mg/día Adrenalectomía bilateral respe
durante 2 días. Normalmente deben descender a uM Adrenalect-0rnia unilateral y atrofia de la contralateral en L
cifra infe.rior a 5 mg/24 .hs. Cushing por carcinoma dialn
3) Prueba de dexamelasona Bmg'.·;¡:detérrcinan los 17- '!)·atamiento cono,p''DDD
cetosteroides y 17-cetógenosteroides basales y luégo Asociación a leucodistrofia que,
<le la administraciónde dexainetasona 8 mg/dia du- Tratamiento con heparinoides miso
rante 2 días. En la enfermedad de Cushiog debe ob- r alm
servarse un descenso del 50% respecto de los basales. vespe
Secundaria caso
c) Pruebas de esHm11/o: tanto la prueba de Metopirona NR ferm•
como la de Synacthén NR se pueden utilizar para complemen- 1\imor hipofisario molé1
tar el diagnóstico etiológico del síndrome de Cushing, pues en Interrupción brusca de corticoterapia prolongada
ción
la hiperplasia adrenal bilateral (Enfermedad) ambos tests de- Tumor de 3er. ventrículo
ausei
muestran una hiperrespuesta, a diferencia de la patología autó- Encefalitis
noma adrenal que no evidencia respuesta. Además, el test de Procesos infiltrativos hipofisarios tensi1
tolerancia a la insulina es muy útil para hace r diagnóstico dife- Déficit aislado de AC'fH la fa
rencial entre síndrome de Cushing y los sujetos obesos y/o de- Hipofisitis autoinmune gulac
presivos que pueden presentar otras pruebas anormalés (ritmo Panhipopituitau·ismo por S. Sheehan teria
ENDOCRINOLOGIA 1401
glucocorticoides así cómo también al compromiso del sector de aporte de m1neralocorticoides para la te~ápé~ticá d~I adulto,
la glomerulosa, lo cual es más evidente en fa infancia; y se exa- siendo ellos de más frecuente empleo en la infancia. Luego ya
cerba por los severos trastornos gastrointestinales. Además es en etapa de mantenimiento se procede a utilizar glucocorticoide
factible haÚar hipoglucemia, sobre todo si se trata de una .insu- sustitutivo (hidrocorliso'na: 20-30 mg!diai c~n ·•porte. aµrne.ntac
ficiencia secundaria, por la falta de las otras hormonas antera- . do de .sodio y en caso de requerir mirieralocorticoides: se Ílti_liza
hipofisarias que contrarrestan ]a acción insulínica, agregada a fludrocortisona-0,l mg/día. ·· · · ·
la di sminución del corlisol. Dentro del laboratorio general se
mei1Clona también a )a cosinofilia . Pero en nuestra experiencia Síndrome de Cushing
estos datos si bien son útiles cuando están presentes no son de
tan frecuente observación.
El Síndrnme .de Cushing es el conjunto.de 'sintom~s 'y signos
Desde el punto de vista radiológico, la radiografia simple de
debidos a un exceso de glucocorticoides. Ha,vey Cushing 1o des•
abdomen puede revelar calcificaciones en la zona correspondien· c,ibió inicialmente en 1912 y Juego en 1932, adjudicándolo a la
te a las adrenales, lo cual podria orientar hacia un orige n TBC. presencia de un adenoma basófilo hipofisario que producía hi-
La radiografía de sill~ turca orientará hacia una patología perfunción suprarrenal (aunque no· descartaba la posibilidad,
hipofisaria, según su resultado y conducirá entonces a posterio- entre otras, de un trastorno del sistema nervioso central). Des-
res in~estigadoues a ·t::s~t:: ujvel. u~ clJÍ.úJH..c.:, be J1c1Ji c;:J¡(,¡J¡_Jtró.Jv ditC:(5~ u,u,;a.;, 'fi.1.C ;;.: pueden
En el lab¿rotorio espc~,Yico, se procede a determinar cortiso- clasificar en ACTH-dependientes y ACTH-no-dependientes. Se
lemia y ACTH basal. En la insuficiencia primitiva un valor de reserva así la denominación de Enferme<Jad de Gushing a la hi-.
0 cortisol menor de 10 µg/dl acompañado de un ACTH mayor de
200 pg/ml orientan al diagnóstico. Las cifras de ACTH plasmá-
perplasia adrenal bilateral con o si1f patología tumoral pituita-
ria demostrable, pero con evidencia de ACTH hipofisario-depen-
p tico en la enfermedad de Addison son las más elevadas en la dencia.
patología suprarrenal. Se completa la metodología de estudio
efectuando diversas pruebas según se sospeche una etiología
ACTH Hipofisario-dependiente
primaria o secunda.iia:
(Enfermedad de Cushing, con hiperplasia adrenal bilatera l)
Primaiia • con macro adenoma hipofisario
• Corlisol basal con microadenoma hipofisario
• ACTH plasmático basal • sin adenoma hipofisario: trastorno hipotalámico, hiperplasia
• Cortisolemia post-estímulo con ACTH sintético basal: prue- de corticotropas.
ba ultracorta, prueba corta, prueba prolongada, prueba rá-
pida y prueba lenta. No ACTH Hipofisario-dep endicnte
• tumor supranenal . , ade~oma
Se~undaria carcinoma
• Prueba de metirapona
I
• Cushing iatrogénico por corticoterapia prolongada
• Test de tolerancia a la insulina (ITT)-hipoglucemia • O'trasfüentes de ACTH Síndrome de ACTH ectópico ·
• Estímulo con CRH Torapéutica con ACTH exógeno
Al disponer actualmente con métodos que permiten determi- La frecuencia etiológica corresponde un 50-70% hiperplasia
naciones específicas no se efectúan otras pruebas tales como la adrenal, un 20-30% a tumor autónomo adrenal, y hasta un 10%
sobrecarga acuosa, que se utilizaba anteriormente. a ACTH-ectópico, en lo referente a hipersecreción endógena. La
incidencia es mayor en el sexo femenino, pudiéndose presentar
Los diagnósticas diferenciales dependerán del síntoma pre-
a cualquier edad, pero mayormente entre los 20 a 60 años.
dominante.
Así, por los trastornos gastrointestinales, debe djferenciarse
del síndrome de mala absorción , cirrosis hepática, colecistitis I. Enfermedad de Cushing:
aguda y poliposis intestinal. Por el cuadro renal, se debe dife-
renciar de una insuficiencia renal cromca y de una nefropatía uesde ei punto de vista etiopawgénico, ia cufcruH:!t.Íi:11..l Uc
perdedora de sal. Por la hiperpigmentación, de hemocromato- Cushing puede deberse a una patología autónoma hipofisaria o
sis, acantosis nigricans, enfermedad de !o~ vagabundos, intoxi• a un trastorno hipotalámico sin tumor. Hay au tores que postu-
cación por metales pesados (arsénico, plata) y por drogas tales lan una u otra etiología; y cabe también la posibilidad de que
como el busulfán, la clorpromazina, quinac.r ina y el dibromoma- una alteración inicialmente hipotalámica con exceso de CRH
produzca una hiperplasia <Je células secretantes de ACTH, y
nitol, del síndrome de Alblight, y de hiperpigmentación locali-
que Juego de un estímulo prolongado lleve a la formación.de un
zada debida a agentes ini tantes de la piel, rascado y radiación,
proceso autónomo pituitario. · ·
además debe diferenciarse de la hiperpigmentación más ·acen-
Un 10-15% de los pacientes pueden presentar alteraciones
tuada que se puede observar en los pacientes racialmente more- en la radiografía de silla turca. La histología revela un adeno-
nos que sufren acentuada pérdida de peso, donde generalmente ma basófilo o mixto en la máyoria de los casos (cromófobo y ba-
el signo se halla en zonas expuestas y de roce. sófilo), siendo los microadenomas, basófilos. Aproximadamente
En cuanto al tratamiento se debe realizar la reposición hi- . un 25% de las neoplasias tienen un curso maligno, evidenciado
droeleclrolítica adecuadjl, la sustitución glucorticoidea y la co- pur invasión local ·o raramente por metástasis extracraneale.s.
iTtct:j6H Jd fadoi° descn·cadenantc d~ h: desccmpe-nsación {'O b A nivEl ~uprnrr~na?, ~e piJ8deri' encón.trar ?, forma.e; r1 A hiper~
crisis addisoniana. En nuestra experiencia no es necesario el plasia, l) simple, o 2) adenomatosa. La 1) primera consiste en una
EN0OCAINOLOGIA 1403
dél adulto; hipei'plási,f difusa, con un peso glandular de 6-12g, y neto predo, cundante nonnal o hiperplásico. Se menciona además una forma
1. Luego ya minio de la fasciculada "y reticular; en la 2) segunda sé observan 2 rara de hiperplasia micronodular, con tamaño glandular norm al y
::ocorticoide n ~¿,: h5dufoZ di ~-2,5 cIÍl de diámetro bib;~frn!e.s; con t€jid~ cir- p:queños nódulos, estando el tejido _ci¡cundanU: &ti úfo.:v.
e-a~me'nia-
El',·uadro_c/ínicó se conÍpoi1e _d e los siguientes ele,uentos, agrupados según la fi siopatologia:
s: _s~ Uti,liz~ .
que pueden oscilar desde una euforia e irritabilidad hasta cua- ectópica es el carcinoma bronquial tipo célµlas en avena; ha- entonc
llándose en menor proporción el carcinoide bronquial y gástrico, de Dex
dros de depresión severa.
timoma, carcinom·a medular de tiroides, feocromocit-Oma y cier- tratad
En cuanto a las estrías, se encuentran a predominio abdo- ACTH
tos tumores ováricos (arrenoblastoma y adenocarcinoÍna). Cüni:
minal y en raíz de los miembros (fig. 13-33).
camente se observa hipertensión con bipokalemia que es más
orienta
La frecuencia aproximada de las manifestaciones clínicas es: marcada que en las otras etiologías, porque existe mayor secre-
valores
y cifra
ción de DOCA, e hiperpigmentación. rrenal
Obesidad 95% Estrías 67% Cabe señalar que algunos de estos tumores pueden presentar siguien
Facies l. llena 95% Debilidad 65% secreción intermitente, con manifestaciones clínic¡µ, cíclicas. Tud
Hipe,tensión 85% Osteoporosis 55% Es importante para el diagnóstico establecer el gradiente hor- orient
monal para haJlar la localización, cuando ésta no sea precisa; se
Diabetes 80% Hematomas 55% tu alme
realiza por cateterizacíón venosa con muestreos a diferentes ni-
Alt. menstrual 75% Trastorno psíq. 50% alterad
veles, comparando la concentración central y periférica.
nancia
Hirsutismo 72% Cefaleas 40% Luego de realizada la intervención quirúrgica, cuando sea facti-
denciar
Síntomas neurol. 34% ble, se utilizan métodos inmunohist-Oquímicos para demostrar
posible
presencia de ACTH, se busca la presencia de gránulos secreto-
cortes
rios y se estudia la secreción in vitro y la síntesis por el tejido.
ta la to
ll. Tumores suprnrrena.Jes Desde ya, después de efectuada la extirpación del tumor produc-
nado Jo
UJ¡-·d13 ACTH, es dable c.3pcrnr b remisión dínic2. y de labo!ato-
· deració1
Los adenomas son generalmente de 2-4 cm. de diámetro, de rio.
El diagnóstico se puede establecer desde el punto de vista gene- ambas
evolución más lenta que el carcinoma, pudiéndose hallar a cual- ral cua
quier edad, sin signos de virilización importante. ral, encontrándose hiperglucemia manifiesta, glucosuria o curva
de tolerancia oral a la glucosa anormal; en el ionograma, natre• caso de
En cambio, los carcinomas son de mayor tamaño, 4,5-17 cm. de Res¡
mia en límite superior normal o elevada, hipokalemia evidente o
más rápi4a evolución, produciendo más andrógenos proporcio• reducir
rel ativa; en el hemograma, poliglobulia, eosinopenia, linfopenia
nalmenté que cortisol, por lo cual predomina la virilización. El nifestac
y neutrofilia. Desde el punto de vista específico, se puede encon-
cuadró clínico es florido, presentando frecuentemente una masa trar un aumento franco del cortisol y los 17-cetosteroides y 17• hiperte1
abdominal palpable, con dolor local, debilidad y pérdida de pe- hidroxicorticoides basales, o cifras en el límite superior normal. sis). Pa
so. Constituye la etiología más frecuente en la infancia. Las me- pero siempre con ritmo circadiano abolido. El cortIBol urinario li- sis quía
tástasis son habitualmente locales, y a peritoneo y ganglios !in• bre supera el rango normal, dependiendo su valor de la produc- tualme1
· · · fálicos regionales; a distancia metastatizan a hígado y pulmón ción diaria. con imp
mayormente, y muy rara vez, a hueso y cerebro. En cuant-0 a la confirmación del síndrome de Cushing se realiza rápida J
la prueba de Dexametasona-2 mg/día-2 días y el test de Nugent. Se p
III. Se debe destacar que en el cuadro <le ACTH ectópico no se Los resultados respecto de la inhibición son negativos en este ca- tico ta•
observan habitualmente las características floridas, pues lapa- so, aunque también podrían serlo en la obesidad simple y en la buenos
tología maligna de base no brinda tiempo para el desarrollo del depresión severa recuúiendo en estas instancias a la_ prueba de do; si bi
cuadro de Cushing típico. La causa más frecuente de secreción ITI'. Una vez establecido el diagnós tico de sútdrome se procede tendido
asimisn
de la E
giéndos
convenc
Sospecha de Síndrome de Cushing rio etio:
ción de
Cortisolemia • Cortisolcmia tina y,
l 7-cetosteroides • 17-cetosteroides ACTH,
17-hidroxicorticoides • 17-hidroxicorticoides lámico,
Ritmo circadiano • Cortisol U libre ma adn
de la ce
Inhibición con Dexa-2mg ELEVADOS
carcin01
NORMALES • Ritmo circad. abolido quirúrg
• No inhibe con Dexa-2 mg ÓDexa-1 mg.
i
rapia y
NOSINDROME
t
SlNDROME de CUSHING
Ant,
rala en
rrir el t
ACTH 1
l
Dexametasona-8mg
· de Neis,
Dad
¡
1 además
1 serva la
Inhibe 50% No inhibe 50%
mientos
t
Enfermedad Dosaje de ACTH
de Cushing
H
ACTH Ectópico Tumor adrenal: l i Curu
sis este
produce
T adenoma mineral
. ces un .
+a, carcinoma prarren
. tren pe
ENDOCRINOLOGIA 1405
.,
entonces a investigar su etiología. Se realiza para ello la prueba ·l._'·1·I
describen deficiencias de 20-hidroxilasa (colesterol desmolasa), ;;
de Dexametasona-8mg/día-2 días. Si la inhibición es del 50%, se 3-b-ol-de hidrogenasa, l7-hidroxilasa, 21-bidroxilasa, 11-hidro- :,
trata de una hiperplasia adrenal; si ello no ocurriera, el nivel de xilasa y 18-hidroxiesteroidedebidrogenasa. '!
ACTH es de gran utilidad. Así, niveles excesivamente elevados ·1;
orientan hacia uná secreción· ectópica de ACTH; mientras que Deficiencia de la 20-hidro,·ilasa; no se forma pregneno-
valores bajos o normales liajos conducen a·un adenoma adrenal, lona a partir de colesterol siendo éste el paso limitante en la
y cifras muy disminuidas hacen pensar en un carcinoma supra- biosíntesis esteroidea. Es rara y con muy escasa sobrevida,
rrenal (que secreta cantidades importantes de cortisol y por con- · pues existe un déficit de los tres sectores, cortisol, andrógeno·
siguiente inhibe ACTH). (Ver esquema). . s/estrógenos y aldosterona.
Todo elio se acompaña del diagnóstico por imágenes que
orientará hacia un trastorno bipofisario o suprarrenal. Habi- Deficiencia de la 3[3-dehidrogenasa; esta enzima es res-
tualmente, la radiografía de silla turca no está groseramente ponsable de la dehidrogenación del grupo OH- en C3 que va a
alterada en esta enfermedad, se solicita actualmente la roso• permitir luego la acción de una isomerasa para que pregnenolo•
nancia magnética nuclear hipofisaria de preferencia para evi- na (delta 5) se convierta en progesterona (delta 4). Clínicamen·
denciar la posible presencia de un microadenoma; si no fuera te hay déficit atribuible a hipocortisolemia e hipoaldosteronia-
posiblé, se utiliza la tomcigrafia computada hipofisaria con los mo con un incremento de los andrógenos provenientes de la vía
cortes correspondientes. Para glándulas suprarrenales se solici• D5-DHEA.
ta la tomografia computada de preferenci a ; ya se han mencio-
Por consiguiente hay virilización con genitales ambiguos en
nado los otros métodos de diagnóstico por imágenes y sus consi-
deraéiónes corresp·ondí•entes; encontráncios~ la visualjzación <le .. mujeres e. hipotensión con. s_ín\omas de hipoglucocorticoidismo.
ambas adrenales en el caso de hiperplasia, una imagen unilate· El tr_atamiento es la reposición gluco y mineralocortico_idea.
ral cuando se trata de un adenoma, o la ausencia de imagen en
Deficiencia de la 17-liidroxilasa: esta enzima es necesa•
caso de carcinoma.
ria para la síntesis de glucocorticoides y andrógenos. Por lo tan•
Respecto del tratamiento, depende de la etiología. Conviene
reducir los niveles de cortisolemia rápidamente cuando las ma· to no se forma 17-hidroxipregnenolona ni 17-hidroprogesterona,
nifestaciones clínicas son muy severas (sobre todo referido a la y consecuentemente tampoco andrógenos 65, ni 64, ni cortisol.
hipertensión arterial, fusión de masas musculares y osteoporo· Clínicamente existe infantilismo sexual e hipertensión que s ue•
sis). Para ello se emplea o,p'·DDD, que actúa produciendo necro- le ser severa. Esta patología se halla comprendida dentro del
sis química de la suprarrenal y además bloqueo biosintético. Ac- Síndrome de Exceso de Mineralocorticoides, por lo que también
tualmente se emplea también Ketoconazol derivado imidazólico presenta hipokalemia. En el laboratorio hay disminúci6n del
con importante acción inhibidora de la biosíntesis esteroidea con cortisol, 17-cetosteroides y 17-hidroxicorticoides con aumento
rápida y eficaz disminución del hipercortisolismo. de ACTH. El tratamiento comprende reposición glucocorticoi-
Se puede utilizar arninoglutetimide como inhibidor biosinté- dea, y de esteroides sexuales y la terapia de la hipertensión.
tico también, más la experiencia con el primero brinda muy
buenos resultados e incluso permitiendo su uso más prolonga- Deficiencia de la 21-hidroxilasa: Es la forma más frecuen-
do; si bien fue inicialmente descripto en el c3Tcinoma, se ha ex- te de hiperplasia adrenal congénita. Dado que esta enzima es ne-
tendido su utilización también a la hiperplasia a nivel adrenal; cesaria para la formación de 11-deoxicortisol y de 11-deoxicorti-
asimismo se puede utilizar metirapona y trilostano. En el caso costerona, se halla disminución del cortisol y de
de la Enfermedad de Cushing se completa el tratamiento diri· rnineralocorticoides, pero por aumento de ACTH se incrementa
giéndose al nivel hipofisario; se procede así a la radioterapia concomitantemente la síntesis de andrógenos. El bloqueo puede
convencional o a la cirugía transeptoesfenoidal (según el crite- ser parcial o total. Si es completo se encuentra alterada la sú1te•
rio etiológico sostenido). Se ha reportado asimismo la utiliza• sis de aldosterona, encontrándose entonces hipotensión, hipona-
ción de C!proheptadina, metergo1ina, reserpina, bromoergocrip- tremia, hiperkalemia y deshidratación. El cuadro puede ser muy
tina y agentes Gaba-érgicos para disminuir la secreción de severo e incluso fatal si no es diagnosticado a tiempo. Existen
ACTH, especialmente cuando se piensa en un trastorno hipota- dos formas de presentación: la clásica y la no clásica, también
lámico, con resultados variables. Cuando se trata de un adeno· denominada tardía. Dentro de la primera, a su vez, se encuen-
ma adrenal la conducta es la extirpación quirúrgica con control
tra la forma perdedora de sal y la virilizante simple. En la se-
de la contralateral por la posibilidad de atrofia. En el caso de
gunda, el bloqueo es parcial y se pone de manifiesto habitual-
carcinoma suprarrenal, de ser posible, se realíza la extirpación
quirúrgica inmediata y, a la cual precede el o,p'DDD; la radiote- mente en la pubertad cuando la mujer consulta porhirsutismo
rapia y la quimioterapia han sido inefectivas. y/o acné con o sin alteraciones del ciclo menstrual. Se han ha•
Anteriormente se procedía a la adrenalectomía bilateral pa- llado diversas mutaciones del gen de la 21-hidroxilasa (CYP
ra la enfermedad de Cushing, pudiéndose encontrar al transen· 21B) localizado en el cromosoma 6; y se ha intentado correlacio-
rrir el tiempo un cuadro de hiperpigmentación con aumento de nar estas alteraciones con las ~iversas presentaciones clínicas y
ACTH por la producción de un adenoma hipofisario (síndrome su grupo de severidad. En la mujer, el diagnóstico es más fácil
· de Nelson). pues hay virilización, con genitales externos que mue.stran fusión
Dadas las complicaciones de la adrenalectomia bilateral y labioescrota] parcial, formación del seno urogenital y marcada hi-
además al poseer otros medios terapéuticos, actualmente, se re- . pertrofia del clítoris, lo cual constituye un cuadro de pseudoher•
serva la cirugía a este nivel solamente cuando los demás trata- mafroditismo femenino. En el varón, la biperproducción androgé·
mientos hubieran sido inefectivos. nica puede pasar desapercibida inicialmente y sólo efectuarse el
diagnóstico cuando presentan síntomas de insuficiencia del sector
Hiperplasia ad.renal congénita glucocorticoideo y rnineralocorticoideo, vómitos, deshidratación, y
shock hipovolémico por la pérdida de sodio. El diagnóstico se esta•
Cuando alguna de las enzimas involucradas en la biosínte· blece por aumento de 17-hldroxiprogesterona basal y post-estímu•
sis esteroidea presenta un déficit total o parcial disminuye la lo con tetracosactrin, o ACTH 40 U, a un valor post-estímulo
producción de cortisol y se altera la secreción androgéníca y/o mayor de 10 ni}'ml. En la biperlasia adrenal congénita clásica,
mineralocorticoide. Por el feedback negativo, se prod_uce enton- el nivel basal de la 17-OHP ya se halla manadamente elevado,
. ces un aumento de ACTH con la consiguiente hiperplasia su• por lo que no es necesario recurrrir al estímulo .
· prarrenal y con el incremento de los compuestos que se encuen· En stt evolución existe un aumento inicial de la talla con
.tren por, encima del bloqueo e_n_z imáticq.. PorJo tant_o, se aceleración de la edad ósea y desarrollo de masas musculares;
-'. ~ ..
1406 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
s i no s~ instaura un t~atanúénto adecuado se p.roduce el cierre unión a' rece¡jtores específicos e11 la n1~mbra11a de la; céÍulas ·
prematuro de los cartilagos cpifisarios, con la ·consiguiente dis- · glomerulares adrenales. Los eventos pos /receptor incluyen in-
minución de la talla final. . crementos. en e(_turnover del fosfoinosi/ol y mouilízacíó11 del
El t.rat anúento consiste en . la reposición gluco- y mineralo- calcio í11tracelula1·. El incr.emento en la biosíntesis de la aldos-
cort.icoide con aporte adicional de sal. en el caso de la forma c!á- . · terona r~ ulta tanto de la amplificación _del si;tem·a · desmol_a sa _
sica perdedora de sal. La hiperplas ia _adreaal defostalación tar- como de la conversión de la c_o rticosterona :a aldosterona,
día requiere reposición de glucocorticoidea solamente. La secreción d e renina es· estimulada por: lúpovolemia·, hipo-
tensión arteria], hiponatremia, ortostatismo, de shidratacióll,
Deficie11cia de la 11-b-hidroxila.sa: la 11-hidroxilación es hipoalbumfo¿mia; depléción dé potásio, 'estenosis de la arteria
el paso inmediato por el cual se forma cortisol; de este modo con
renal, cirrosis hepática con Hscitis, estímulación p ad~enérgica,
el bloqueo enzimático, se inhibe dicha síntesis. Además la enzi-
péptidos opioides, ¡,rostaglandinas vasodilatadores, y kalikreí-
ma es ne cesaria para la biosíntesis de aldosterona a partir de
DOCA, por lo tanto, su bloqueo detemiina la hipertensión mi- na.
neralocorticoidea que padecen estos pacientes. Dicha hiperten- La liberación de la renina es inhibida por: hipertensión arte-
sión suele ser moderada o severa, aunque la forma de comienzo rial (excepto la hipertensión maÍigna), adopción de postura su-
adulto pueda ser leve.La clínica comprende virilización, porque pina, sobrecarga salina, An II (feed-back corto), hormona anti-
r,n P.stá iTI1nP.dida )a oro<lucción androl?énica. asociada a hiper- diuré tica, inhibidores de la biosíntesis de prostaglandinas,
tensión, la· hipokal ernia en esta patología es menos constante sobrecarga de potasio, factor natriureuco a triai,- ji 0ioq ueau~ct:i,
que en otras formas de hipertensió n con r enina baja. Dentro de a metildopa y clonidin ~-
la hiperplas ia adrenal congénita es la segunda caúsa más fre- Los· electrolitos también actúan regulando la secreción de al-
cuente. Ha sido descripta la presencia de mutaciones en el gen dosteron a. La sobre~arga de potasio estimula, mientras que la
de la enzima 11.b-hidroxilasa (CYP 11B) localizado en el brazo depleción del nús mo previene el efecto estimulatorio que ejerce
largo del cromosoma 8. La ,~rili zación puede ser extrema resul- sobre la aldostero11a (a depléció11 de sodio.
tando e n un pseudohermafroditismo femeni no, o bien parcial e El potasio influencia pasos tempranos de la biosíntesis h or-
integrar (aunque en mu cho menor escala) la hiperplasia 3drenal . mon al. En. adición a los efectos directos sobre las células glume-
t.ardia con des.arrollo de hirsutismo y otros signos de sobrepro- rulosas, también con trola in direc tamente la biosíntesis de al-
ducción an<lrogénica postpuberales. En el laboratorio se encuen- dosteron a, afectando la liberación de renina. Posee ·u11 efecto
tra disminución de cortisol y corticosterona con aumento de DO-
si11érgico con la An ll estimula ndo a la aldosterona.
CA, 17-cetosteroides y 17-hidroxicorticoid cs deriv·ados del
11-Deoxícortisol, predominando los metabolitos 11 -deoxi sobre La baja concentracióu sérica de sodio· i,itremenla la secre•
los 11-0XO. El tratam iento consiste en la administració n de glu- ción de aldosteron a, mientras que altas concentraciones tienen
cocorticoides para cubtir el défici t de ese sector y fren ar la secre- un efecfo opuesto. El volumen de líquido extracelular, más que
ción exces iva de ACTH, que es la responsable del estímulo soste- la concentración de la natremia ejercen un control principal so·
-~ nido sobre la suprarrenal. · brc la secreción. · · · ·
La deficiencia de magnesio, así como la de otros cationes, no
ha sido.reportada en humanos, ser estímulo de la secreción de
aldosterona, como sí ocurre en algunas es pecies.
SISTEMA RENINA-ANGIOTENSINA- Si bien existe u11 efecto estimula torio del ACTH sobre las cé-
ALDOSTERONA" lulas glomerulosas; requiere mayor concentración hormonal y
el mismo es de menor importancia, que el ejercido sobre las cé•
lulas de la fa scieular o reticular. Además es conocido que frag-
Regulación mentos de Iáprw piomela11ocorti11a (a MSH o pendorfi11a) r ela-
cionados al ACTH pueden modular la secreción de aldostero11a.
El mayor regulador fisiológico de la secre"ción de aldosterona
Respecto de la influencia neural, desde que las glándulas
es el sistema reni11a-angiotcnsi11a. La renina es una enzima que adreriales transplantadas responden normalmente a los contro-
se sinteti za en el aparato y uxtaglomerul ar r enal y que actúa les cstimulatorios, la misma se considera de poca importancia
clivando el ,mgiote11$inóge110, sustrato de la enzima originado en la r egulación de la secreción de aldosterona. Los neurotrans-
¡: en el híg ado , para formar el decapéptido angi otensina l. Este misores adr€néri!]cos afect.ari indirectamente esta secreción, a
/:' paso es considerado limitante, dado qu e la potencialidad de to- través de su capacidad de modular el sistema renin a-angioten-
do el sistema depende del nivel de actividad de la renin a.
lil La angiotensina I, es hidroli zada por una convertas a (enzi-
nw co,wettidora de la angiote11 sina ECA), µ1e::it:uLt: ~ 11 le...:hc.
sina. La dopamina s uprime la aldosterona actuando a nivel de
la 18 OHasa. La serotonina normalmente no cumple un rol en
esta 11::gulé.i..:lúü ti~~v !v
1 ~úu.. é bl 1_.{.;. •.:,c,.3 1Jútv!óif.,:n::; (hipcro.ldoste-
vascuJ a r, fundamertalmente circulación pulmonar y tejidos, de- ronismo idiopático).
terminando la formac ión del octapéptido angiotensína JI (An
II l. Otros procesos enzimáticos remueven el ácido aspá rtico
amino terminal produciendo la a.11giote11sina III, la que es tan Efectos biológicos de los mineralocortieoides
activa como la An!/ en estimular la secreción de aldosterona,
pero tiene un efecto vasopresor marcadamente menor. La An 11, La capacidad de actuar sobre el riü ón para provocar reten-
a través del estímulo sobre la bio~hitesis de la aldosterona y el ción de sal (con hipertensión arterial) y la pérdida de potasio
aumento que produce en la resistencia arterial periféri~a deter- (con hipokalemía), define la caracteristica de un esteroide mine-
mina incrementos en la tensión ar terial_. r alocorticoide. Sus efectos biológicos consisten en mantener la
La An Ir es rápid amente inactivada por las peptidasas tisu- /wmeostas is hidroelectrolítica. Existen en el organismo meca-
lares y plasmáticas. La angíotensina desarrolla su {,111ci611, por nismos que controlan el transporte electrolítico, a través de las
membranas celulares, siendo aquí donde actú an los mineralo-
corticoides, acelerando el equilibrio catiónico, que permite ma-
yor reabsorción de Nn en fo 111". rfol h~b,do r.on fnn, t?n,dn distol
'Dra. SUSANA LUPI renal en forma predominante, así como también en glándulas
ENOOCRINOLOGIA 1407
a; céÍ~las: sudor/p~rn~-; ·s;¡iyaiety fract¿ giístrointi]siinal. El incremento La concentración de aldosteroTlfl plasmática y urinaria se
cluyen in- en la reabsorción deNa,:determina un aumento en la electrorie- determina por radioinmunoaná.lisis, as( como también la con-
zacióa del gatividad luininal de ~se segniento dei Mirón, y favorece la se- centración de 18 hidroxicorticosterona.
de ia aldos- creción pasiva de iÓ~es potasio e hid,i,geno al interior d~ la luz Las determinaciones se pueden efectuar:
1 desmol_a sa _ tubul~r. es !lecir que favorece la secreción de ámbo~ a nivel del -en condiciones basales, paciente bajo dieta con contenido
onei tubo colector. · · · · normal en Na y K, luego del ayuno y reposo nocturno, en posi-
emia·, h,ipo- Los mineralocorticoides modifican ./ambié11 el estado del vo- ción supina (por lo menos 30'). El rango de ARP normal es de
ldratacióñ1 lumen extra~elula,; lo ·cual tiene un importante impacto sobre 0.5 a 3 ng An 1/ml plasma/hs. La concentración plasmática ba-
e la arteria la acidificaciól1 Úrinaria : · · sal normal de Aldosterona es aproximadamente de 10 ng/dl
1d;enérgica, El excéso de aldosterona se asocia con: aumento de la reab- (rango de 5 a 19) mientras que la aldosterona libre urinaria es
y kalikreí- sorción dé Ná exiravascular, marcada secreción de K e H, qt.le menor de 1 ug/24 hs. pero si se determina el derivado 18-oxo-
det~rmina alcal~sis metabólica hipokalémica. ·En contraste la glucurónido de aldosterona, se pueden <losar concentraciones
ensión arte- deficiencia de aldosteroria ·resulta en· natriuresis, contracción mayores de 10 ug/24 hs. ·
postura su- del volumen, menor aporte de Na al nefrón distal y consecuen- -en condiciones de estimulaci611: luego de 4 hs. de posición
rmon8 anti- temente disnúnución de la secreción de K e H. de pie o de la administración de diuréticos (40 mg de fursemi-
Además, la aldosterona puede (a través del balance del K) da). Esto (depleción de Na) suele causar aumento de la ARP
1glandinas,
ioqueaul.~::;,
1-.- • . . • • . • ,. . • •
111ouu11..:cU 1a smt.~~1s ue awuu10: 1a mpopotasenua ia aumenta;
,
:r.a:,·or qu: 2 ng/mL'h~ .x~,!:,iil3.:!.J .:.:.o ü¡"¿!~., ..!e a!Ju.,~ei0Ue1 Je
mientras que la hiperkalemia inhibe la excreción del mismo. más de 34 ng/dl.
En est~s condiciones, una aldosternna que falla en respon-
eción de al- En ,:~sunien, los efectos renales de la aldosterona, so,¡ el re- ·
der frénte al estímulo, con renina aumentada, sugier.e fallo de
1tras que la su/todo de w1 efecto tubular dirécto y efectos indireclos,sÓbre el
la zona glomerulosa; mientras que una respuesta anormalmen-
que ejerce uolum~n pla;,;uitico y el balance del K. · ·
te baja de la renina con aldosterona que permanece aumentada:
sugiere un hiperaldosteronismo; si renina y aldosterona fallan
íntesis hor-
en responder, esto orienta hacia falla renal o anormal sensibili-
ulas glume- Evaluación dad del baro o electrolit_o receptor.
tesis de al-
-en condiciones de inhibición: se busca la expansión de volu-
~· un efecto La actividad de la reiiina plasmática (ARP) es medida por men a través de la sobrecarga salina o por la administración de
su capacidad de generar An I a partir del angiotensinógeno. La DOCA (10 mg/Im. d12 hs. por 3 dias). La falla de la aldosterona
a la secre- ARP es determinada por incubación del plasma a 37ºC, seguida en suprimirse s ugiere hiperaldosteronismo r; especialmente si
mes tienen de medición por Radioinmunoensayo de la An I generada. la APR permanece deprimida.
;ir, más que
,rincipal so·
Síndromes de exceso minernlocorticoideo
::ationes, no
ecreción de
Causa prima1ia (ARP disnúnuida) Causa secundaria (ARP aumentada)
,bre las cé- - Hiperldosteronismo primario Estados hipertensivos
~ormonal y • adenoma (excepcionalmente • estenosis de la arteria renal
,bre las cé- adenoma respondiente a Anll) • hipertellsión maligna
lo que frag- • hiperplasia idiopática (excep. • tumores o quistes productores de renina
•1fina) rela- hiperplasia suprarenal primaria) (reninismo prima1io)
dosterona. • remediable por glucocorticoides • hidronefrosis
: glándulas • carcinoma • preparaciones esteroideas
los contro- - Hipersecreción de DOCA u otro minerolocorticoide - Estados no hipertensivos
mportancia • Hiperplasia suprarenal congénita - Estados edematosos
1eurotrans- por déficit de 17a OHasa • insuficiencia hepática
;ecreción, a • Hiperplasia suprarenal congénita • insufici,.mcia cardíaca congestiva
a-angioten- por déficit de 11 íl OHasa · • sÍ!1drome nefrótico
, a nivel de - Hipersecreción de glucocorticoides - Estados no edematosos
e un rol en • Síndrome de Cushing • diuréticos
pcroldos te- - íilpermineralocort1c1Smo exogeno • síndrome de Ba,tter
• fludrocortisona • deficiencia de magnesio
• regaliz o carbéicolona (inhibición adquirida de 110 • vómitos
hidroxiesteroide de hidrogenasa) • contracción del volumen extracel.
- Hipennineralocorticismo aparente
• déficit congénito de llll hidroxiesteridedeshidrogenasa
ocar reten-
de potasio
roide mine-
1antener la Hipe1·aldosteronismo primario La incidencia estimada varía entre un 0.05 a 2% de la pobla-
smo meca- ción de hipertensos."*
avés de las Se define como una condición en la cual hay una aumenta- Aunque esta forma de hipertensión es rara, en muchas
da e inapropiada producción de aldoslerona por parte de las cé- situaciones tiene solución y/o respuesta terapéutica específica
: mineralo-
lulas glomerulosas adrenales, lo ·c¡ue determina un estado de 01ientada a revertir el estado de hipermineralocorticismo.
rmite ma·
'!do disto/ P.xc~i::o dP minPfAJl)Cnrtkoides initepP.nrliP.nte dPl sistemil Teni- · ,;,.) L~ edad pieo de apariCJón áel sindÍ"orrie es en iré ia J ' :I G' cl<:'.:.:.i<la, .ioicn·
glándulas na-angiotensiila . do más frecuent~· en mujeres que en hombres (reladónn 3:1).
1408 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Clasificación del síndrome: siedad, nocturi.a, poli1:1n·a, .hasta pa,:~stesias intermite_n(es, teta-
nia y parálisis. Los sign-0s de 1l·ousseau y de Chvastek pueden
·-adenoma solitario productor -de aldosterona (síndrome. de estar presentes. Cefalea,; frecuentes. Hipotensión ortostfca; hi- ·
Conn): se presenta en el 60 a 70% de los pacientes con hiperal• pertensión arterial que fundamentalmente suele ser benigna y_
dosteronismo. La biosíntesis de aldosterona es semiautónoma, moderada, aunque se han descripto casos de hipertensión ma•
exhibiendo ritmo circadeano paralelo a los niveles de cortisol y ligna rápidamente evolutiva. 'lbdas las complicaciones de la hi-
ACTH plasmático. Los niveles hormonales no sufren cambios pe,tensión de larga data han sido descriptas en pacientes con
con 1a postura cursa con clínica más pronunciada, respecto de aldosteronismo primario: retinopatía; cardiomega/ia, insufi•
las otras formas. ciencia cardíaca, arritmias e hipersensibilidad a la digital. Se
-hiperp/asia macro y micronodular bilateral: se presenta en ha descripto un ínfimo porcentaje de casos más moderados que
un 30 al 40% de los casos. Los niveles de aldosterona aumentan sólo cursan con discreta astenia, normoten sión y que como se
con la posición de pie, presumiblemente como resultado de leves mencionó anteriorme·nte "sólo evidencian los restantes sínto-
incrementos en la activ. del s istema reoina•angiotensina; en mas secundariamente al uso de diuréticos• depletores de pota•
cambio, la concentración de al dosterona es independiente de sio.
ACTH.presentan hipokalemia e hipertendión así como inhibi-
ción de 1a renina menos evidente. Los hallazgos del laboratorio de rutina son: hipematre-
mia, hipopotasemia, Sll;mento de )a concentración de bicarbo-
-!arci110ma adrénocói-ticCJ.l flroductor de aidosierona. nntc plasmática, aun,ento del pH plasmático, disminución de
-aldosterouismo supresible con corticoides, se presenta en 1 la concentración plasmática de magnesio 1 uremia normal 1 ori-
a 3% de los casos. Resulta de pequeñas, pero mensurables in- nas diluidas, pH urinario cercano a 7 con disminución de la
crementos en• los niveles de ACTH plasmático sin secreción ex· acidez titulable, excreción de amonio aumentada, moderada
cesiva de cortisol. proteinuria; bacteriuria y pielonefritis pueden estar presen-
tes.
Fisi~patología
Diagnóstico
Su síndrome clínico resulta de la exagerada acción de la al-
dosterona sobre el riñón, determinando incremento de la reab· Los estudios deben realizarse con dieta normosodica, ya que
sorción tubular distal de Na, y secreción de potasio e hidrógeno,
lo que se traduce en hipenwtremia, hipokalemia y alcalosis. La
la disminución de la ingesta de sal, al disminuir el aporte de so-
dio al nefrón distal favorece la secreción de potasio a ese nivel,
pudiendo encontrase en situación de dieta hiposodica valores
[
hipcrnatremia lleva a la expansión del volumen extracelular
con supresión de la.actividad renínica plasmática; hipertensión falsan,ente altos de K en plasma que disminuyen al aumentar
arterial que es inicialmente sólo volumen dependiente~ agre- el sodio de la dieta. Debe agregars e exógenament.e K hasta nor•
gándose posterionl1ente el componente de aumento de la resis- malizar la potasemia antes de la determinación de aldosterona,
tencia periférica. También la depleción de magnesio incrementa ya que valores de K disminuidos actúan disminuyendo la secre- '' 18 Ot
la reactividad vascular. La expansión del i.:olumen extracelular ción de aldosterona. Muchas medicaciones, sobre todo algunos
es limitada por el m_eCa11ismo de contra rregulación renal de in- antihipertensivos pueden modificar o interferir las determina-
hi bición de la reabsorción del Na tubular proximal. Este fenó· ciones hormonales, por lo tanto esta situación debe ser adecua-
meno, conocido como mecanismo de escape mineralocorticoi- damente interrogada a fin de suspender las mismas antes de
deo, es el responsable de que el edema, no sea una ejecutar los análisis, por Ej.: los bloqueantes adrenérgicos de·
característica de este cuadro, y por lo menos en parte depende ben ser suspendidos 1 semana antes, los diuréticos 10 días; los
del factor natriurético atrial. La hipokalemia estimula la amo- bloqueantes cálcicos e inhibidores de la enzima convertidora de
2 a 4 semanas y por último espironolactona y estrógenos deben
niogénesis renal y además es conocida causa de diabetes insípi-
. da 11efrogé11ica. Además, la deficiencia de K interfiere co1¡ la ac· ser suspendido de 6 a 8 semanas previas a efectuarse las deter•
minaciones hormonales. Dado la hipertensión arterial presente
ción periférica de la insulina, así como con la liberación
en estos pacientes y la necesidad de realizar los es tudios de la-
pa11creática de la misma. La hipematriuria es moderada y re-
boratorio en condiciones de dieta normosódica, de Ser necesario
sulta de la retención de Na secundaria al exceso de aldosterona
se puede utilizar como antihiperwnsivo: prazosin (bloqueante
y a las pérdidas de agua en la orina.
adre nérgico); se ha demostrado que este último no altera los do-
saj es hormonales. (Ver esquema).
En has,
Semiología Aldoteronismo remediable con glucocorticoides (GRA): l,. renina
Actualmente se considera esta denominación más acertada 1
Se t rata de pacientes que consultan por hiperte11sió11 detec· ya que la anterior de aldesteronismo inhibible por glucocor- l
tada ocasionalmente o por síntomas de hipokalemia, aunque 1
ticoides también incluía por ej. la hiperplasias suprarenales '
· pueden no revelar síntomas característicos. En el 80% de los ca- 1 El s
congénitas hipertensivas. Este cuadro fue descripto iniciamente
sos existe hipokalemia, el 20% restante puede no presentarla i da y sir
en 1966 y se caracteriza por su incidencia familiar (herencia
basalmente1 pero ponerse de manifiesto secundaria a terapia a utosómica-dominante). La forma má s frec uente de 1 da posi
diurética. presentación es el descubrimiento de una hipertensión arterial respuet
La hipertensión usualmente es moderada a severa y es severa especialmente en la infancia o en adultos jóvenes con La:
refractaria a la tera pia antihipertensiva convencional; algunos fuerte historia familiar y/o antecedentes familiares de muertes su proc
pacientes pueden adoptar la forma maligna rápidamente evolu- tempranas asociadas a accidentes cerebrovascuJares, con falta exógen,
tiva y existen unos pocos reportes científicos de pacientes con de respuesta a tratamientos antihipertensivos comunes asocia• Ta n
hiperal dosteronismo que se hallan norrnotensos. do a hipokalemia severa (aunque hay una familia descripta de patolog
Los síntoinas van desde cáiisanáo, debilid,,d, lasitud, an• padecer de este síndrome con niveles de K casi normal.es). trahidr
ENDOCAINOLOGIA 1409
Potasemia
[f]
Sme de exceso de
mineralocorticoides
¡-;:-;-, diagnóstico poco
~ probable repeUr determ.
[I] diagnóstico excluido
det.Jminación ARP
t
t t
[f] ~ Aldosteronismo 2• _
determinación de aldosterona - - - - - - - - ~
plasm. o urinaria
t IN7
Aldosteronismo 1•
J L Síndrome de exceso
[I]
T~------------T~N posible Aldosteronismo 1• [f] mineralocorticoideo
de aldosterona
t
cambios postura! de - - - - - - - - - - - - - - - ,
aldosterona, 18 OH
ADENOMA
/
HIPERPLASIA
Cjgía ~piaMédica
En base a lo anterior el diaguóstico presuntiuo debe plantearse frente a: hipertensión arterial, con hipokalemia, alcalosis metabólica,
i renina baja y aldosterona aumentada. · · ·
!'
¡
1
1 El sistema renina-angiotensiva está suprimido (ARP inhibi- Recientemente ha sido identificada la mutación genética
! da y sin resp. a postura) y la secreción de aldosterona es regula- responsable del síndrome de aldosteronismo remediable con
1 da positivamente y solo por ACTH .(Aldosterona aumentada sin glucocorticoides. Se ha demostrado la existencia de un gen
respuesta a la postura ni a infusión de AnII). quimérico que surge de un desigual crossing-ove entre los genes
La aldosterona tiene ritmo circadiano paralelo al cortisol y de la 113 hidroxilasa-y de la aldosterona sintetasa, ambos
ubicados en la parte proximal del cromosoma 8.
su producción es inhibida por la administración de corticoides
La aldosterona sintetasa normalmente se encuentra solo en
exógenos. la zona glomerular (y convierte corticosterona en aldosterona).
También se ha demostrado que los paci entes con esta El cortisol, producto final de la biosínteis glucocorticoidea se
patología secretan 2 esteroides anormales 18 hidroxi y 18 oxote- obtiene de la hidroxilación en posición 17, acción catalizada por
trahidro cortisol. . una enzima presente sólo e_n _zona fasciculat a.
1410 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEÓICINA INTERNA
Diagnóstico Difcreiicial
En la GRA, la enzima aldosterona sintetasa tiene acceso en arterial puede agregarse otra terapia artihipertensiva (amilori-
la zona fasciculata al cortisol transforrnándolo en los llamados de o triamtereno); también pueden utilizarse los bloqueantes de
compuestos hlbridos arriba mencionados y los mismos son regu- los canales de calcio.
lados por ACTH. . . El aldosteronismo remediable con glucocorticoides (GRA) se
El gen quimérico puede ser detectado por t&:nicas como el trata con dexametasona u otrO esferoide similar.
Southern blotting (uso diagnóstico) permitiendo así el screening El carcinoma a veces es pasible de cirugía; en general no
genético directo y el mismo se justifica en pacientes hipertensos responden al mitotane.
con aldosteronismo primario sin adenoma demostrable.
11 fi deh.idrogenesa
5 O r~duct~/ ~ a reductasa
REDUCCION DEL ANILLO
A
5 B dehidrocortisol 5 a deh.idrocortisol dihidrocortisona
es i 3 CETO REDUCCION
i
tetrahidrocortisol allo-tetrahydroc¿rtisol tetrahydrocortisona
(THF) (alloTHF) (THE)
ª· 17
,casional
,KJ.
NORMAL DEFECTUOSO
por
. (amilori-
eantes de
(GRA) se
neral no
irome
ides Fig. 13-35. Síndrome de exceso aparente de mineralocorticoides
1ulces de
5licirretí-
. fue una vés de la enzima llfi dehidrogenasa que cataliza la conversión que se evidencia por un franco aume nto de los derivados meta-
1 péptica de cortisol a cortisona (producto inactivo). (Fig. 13-35) bólicos del cortisol: tetrahidrocortisol, respecto de los de la corti-
ta deficiencia· congéni ta de la ~nzi ma está asociada a un sona: tetrahidrocortisona.
poderes
síndrome clínico de características similares al inducido por Ji.
mcho en
c01ice. Tanto en el cuadro congénito (AME: S índrome de exceso
aparen te de miJ1eralocorticoides) como en el adquirido (licorice)
,chas ca-
primario se produce una activación. excesiva del receptor mineralocorti- Hiperaldosteronismo secundario
~uiere la coideo por un esteroide dependiente de.ACTH.
L corteza Se ha demostrado que la carbenoxolona y el ácido glicirretí-
En el hiperaldosteronismo secundario se produce un au-
nico son "in vitro" potentes inhibidores competitivos de la enzi-
ma. mento de la secreción de renina que luego conduce a un incre-
se unen
. caneen- mento de la An II con el consiguiente estímulo de la secreciól!
El laboratorio de este cuadro es Actividad Reriínica Plasmá-
~ ~rimc-- liLa i11lilLiJit, AJJoslcrv1¿s:<li6:üllüui<la 1 DOCA plasmálic.u dismi- ·d;;. aldm,lt:rv1ia . La fisiopaLúlogfa · ::;t; piWi.h: diagramar del si ·
Jr, a tra- nuida; deficiencia de la actividad de la llll dehidrogenasa lo guiente modo: (Ej.: Estenosis de arteria renal).
1412 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
DO
ANGIOTENSINOGENO
t ~-
·
FLUJO SANGUINEO
EF'ECTNO
~
ESTENOSIS
.
tero
~
yla
,,...fl_R_E_N_IN_A-,1 cia
ANG!OTENSJNA I este
-------ACE bién
i11su
---------.... fl ANGIOTENSINA II nína
gla"
hepa
RETENCION RENAL DE Na tes c
1fl SECRECION DE ALDOSTERONA 1
EFECTOS M!OCARDICOS EFECTOS VASCULARES
Diag
•t
•HílJ •HIPERTROFIA
• CRECIMIENTO DE MIOCITOS . • REMCDELACION
fl VOLUMEN EXTRACELULAR • LIDERACION DE o
ENDOTELINAS drom
• PROSTAGLANDINAS tasél
fl VOLUMEN SANGUJNEO L
pued
Sist;,nia Renina-Angiotensína: Consecuencia de la hipoperfllsi6n renal
D
trogé
· Las distintas causas están enunciadas en el gráfico de exce• este trastorno es un defectuoso transporte del cloro a nivel del nistr
/ so de mineraJocorticoides. asa ascendente de Hénle .. tento
La clínica depende del factor causal, pero se puede destacar Una condición similar al s índrome de Bartter puede ser pro- de la
que en la mayoría de los casos hay edema y/o hiperte11si611 ar- ducida por vómitos habituales.
terial. Como entidad en sí misma, el hiperaldosteronismo se- T.
cundario no requiere tratamiento propio, sino de la causa sub- Tratamiento: antiprostaglandínicos. Para prevenir la alcalo-
Dado
yacente, ya que aquél constituye un fenómeno compensatorio. sis y conservar el K pueden ser útiles diuré ticos ahorradores de
trata
Puede usarse espironolactona, para potenciar la acción natríu- potasio.
sufic;
rética de otros diuréticos y disminuir la kaliurcsis. efect,
Una entidad a mencionar es el síndrome de Bartter que cur- sione
sa con hjpe1plnsia e hipertrofia de las células del aparato yux- Hipoaldosteronismo selectivo
taglomerlllar co11 tensión arterial no1mal, alcalosis hipokalé-
mica, con hiponalremia e hipoclaremia, e 11 ausencia de Este raro desorden puede ser causado por 2 tipos diferentes
edemas, de defectos en zimáticos congénitos, los cuales llevan a di.smi-
Muchos pacientes con este síndrome pueden presentar re- nuir la producci6n de aldosterona y a aumentar los precursores
tardo mental o enanismo. Se han de;cripto alteraciones del sis- de la misma en plasma y sus metabolitos w la orina.
tema kini11a-kalicreí11a, hipe,prostaglandinuria así como resis- Anat
tencia a la a11giote11si11a. 'Jlpo 1: falla de la hidroxi lasa encargada de la 18 hidroxila-
Hay fuerte evidencia a favor de que el defecto primitivo en ción de la corticosterona. Cursa con niveles de corticosterona y L,
coost
men t
Síndromes de deficíeneia de mineralocorticoides está 1
ganis
roles
Deficiencia de mineralo y gl~cocorticoides Deficiencia selectiva de aldosteron a y pro¡
L,
Enfermedad de Addison -renina baja de la
Deficiencia de la 21 OHasa hipoaldosteronismo hiporreninemico a la i
Adrenalectomía bilateral inhibidores de la síntesis de Prostaglandinas primi
-renioa normal o a1ta simp,
hipoaldosteronismo normorreninémico na al¡
hipoaldosteronismo hiperreninémico en enfermos críticos centr
nefropatía diabética futur.
tratamiento con heparina o inhibidores de la enzima convertidora. H
Actividad renínica plasm. l la ao
Cortisolcmia .J. Cortisolemia N
Cuadro 1
*Ora
ENOOCRINOLOGIA 1413
~
y la de aldosterona disminuida probablemente como consecuen-
cia de.una falla para convertir el esteroide al derivado aldehído.
En la forma adquirida: puede presentarse temporariamente Neuroblasro Feocromoblasto
este síndrome luego de la remoción de un aldosteronoma: tam- (neurobl as toma) (feocromoblastoma)
bién puede resulta r (asociado a hipotensión ortostática) de una
i11suficie11cia autonómica (por inadecuada estimulación de la re- t t
nina) o depender del tratamiento co11 inhibidores de las prosta- Gel. Ganglio Simpático Feocromocito
glandinas renales (indometacina} o de la enzima conuertidora o (ganglioneuroma) (feocromocitoma)
heparina. Asimismo puede encontrarse este cuadro en pacien•
tes co11 nefropatía diabética.
Fig. 13-36.
Diagnóstico
Ocurre "en- p"acieñteS de m0deradá a avanzada edad. El"sín- ·
fuente del mayor aporte de catecolaminas durante los primeros
drome consta de acidosis metabólicas hiperclorémica e hiperpo-
años de vida y luego se atrofia. .
tasémica, con excreción de amonio marcadamente reducida.
Las células cromafines también se encuentran en los plexos .
La cortisolemia es normal, la actividad renínica plasmática
simpáticos abdominales 1 así como en otras regiones del Sistema
puede ser T; No L (ver cuadro 1).
Nervioso Simpático. Desde el punto de vista evolutivo la médu-
la s uprarrenal puede ser considerada un ganglio simpático
Diagnóstico Diferencial: Deben descartarse causas ia-
carente de fibras postganglionares.
trogénicas que determinan acidosis hiperkalémica: por ej. admi-
La médula, envuelta dentro de la corteza ad ren al, abarca un
nistración de suplementos de cloruro de potasio, diuréticos re~
8 a 10% de la glándula y está compuesta casi enteramente por
tentDres de potasio, inhibidores de prostaglandinas, inhibidores
las células Cromafines. Estas contienen a.minas con núcleo cate~
de la enzima conve1tidora, agentes bloqueantes beta. col que precipitan con sales de sodio y se tiñen de marrón con
hematoxilina-casina.
Tr-atamie11to: terapia minem/ocorticoidea (fludrocortisona) La superficie de la médula es marrón a diferencia de la cor -
Dado que el cuadro se ve en paci~ntes añosos e hiper/en.sos, el teza, que es amarillenta.
tratamiento puede exagerar la hipertensión y precipitar la in- La sangre que irriga las glándu las su prarrenales deriva de
suficiencia cardíaca por retención salina: por lo tanto deben las arterias del mismo nombre (superior, medi a e inferior), La
efectuarse controles clínicos y de laboratorio periódicos y en oca- méd ula adrenal tiene 2 circulaciones: arterial y del plexo veno -
siones la terapia debe requerir ser discontinuada. so. Las arterias medulares atraviesan la corteza y suplen la
médula directamente, Las arterias corticales suplen la corteza
formando plexos subcapsulares, y en la zona reticulár los capi-
lares se unen constituyendo sinusales venosos que también van
MEDULA SUPRARRENAL• a irrigar la médula. Este sistema portal contiene alta concen-
tración de hormonas esteroideas de la corteza adrenal, necesa-
ria para la biosíntesis de adrenalina. Este evento es el que jus-
tific a qu e, en los hum anos, el 85% de las catecolaminas
Anatomía
acumuladas en las a drenales, sea adrenalina.
La médula suprarrenal es inervada por neuronas simpáticas
La Médula suprarrenal y el Sistema Nervioso Simpático
preganglionares (colinérgicas) del nervio esplácnico. Los cuer-
constituyen el antiguamente llamado Sistema APUD y actual-
pos ce1ularns de estas neuronas se originan en la columna in•
mente conocido como Sistema Neuroendocrino Difuso. El mismo
termediolateral de la médula espinal, entré T3 y 13.
está compuesto por células ampliamente distribuidas en el or-
ganismo que poseen. propiedades citoquímicas y ultraestructu-
rales en COl?tún, que son derivadas del ectodermo especializado .
Fisiología
y programadas para la función neuroendocrina.
Las células del sistema de alarma simpa toadrenal, deriva n
Biosíntesis de las Ca/eco/aminas
de la cresta neural (Simpatogonia) (ver Fig. 13-36); las mismas,
a la 5º semana de gestación, migran de los ganglios espinales
Cumple los siguientes pasos:
primitivos en la región torácica, para ir a formar · 1as cadenas
simpáticas an terior y posterior de la aorta dorsal. A la 6º sema- Tirosina • Dopa • Dopamina • Noradrenalina • Adrenalina
na algunos grupos de estas células migran .a lo largo de la vena
central y penetran en la corteza adrenal fetal , para constituir la 4
futura médula adrenal, la cual se detecta en la 8º semana.
Hay además acúmulos de estas células en la bifurcación de 1-Tirosina hidroxilasa, cataliza el paso limita nte en la bio-
la aorta constituyendo el organo de Zuckerkandl; éste, es la síntesis hormonal. Esta e nzima se estimula por la descarga
neural; por lo tanto es dependiente de un componente nervioso.
Es inhibida por la a-metilparatirosina, utilizada en el trata-
miento del feocromocitoma.
*Dra. SUSANA LUPI
1414 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Vasculatura a VasoconstriCción
Vasodílatación
1
T T
a Contracción
Utero Relajación
a + Secreción de amilasa
cel. e p 'T
., ., ' ., .
l)C\; ll;:t.:1VU t.:al\- JL IJU ll lQ
1 Fíg. 13-37
)!
ENDOCRINOLOGIA 1415
2-Dopa decarboxilasa, esta enzima tiene inhibidores competi- (cuello, mediastino posterior, órgano _de Zuckerkandl, pelvis, ve-
tivos: come por ej. a mcti!dopa, lc3 cualc~ son convertidos (a a me- jigz} dcnmnir.t.ndc3c ~ntcr:.i::t: pars.ganglionú. ·
tilnoradrenalina, en este caso.1, y son acumulados en los gránulos
de las células nen'Íosas y liberados frente a estúnulos específicos Epidemiowgía: Su incidencia varia entre el 0.5% y 1.5% de
en lugar de las catecolaminas (falsos neurotransmisores). la población de hipertensos, siendo su frecuencia igual en am-
bos sexos. Si bien puede ocunir a cualquier edad, suele ser a
3-Doparnina P-Hidroxilasa; esta enzima se encuentra en el predominio de la 3' y 4' década o en la infancia.
interior del gránulo de secreción intraneuronal, a diferencia de Los feocromocitomas pueden clasificarse en:
las demás enzimas biosintéticas que son intracitop)asmáticas.
4-Feniletanolamina N-metiltransferasa, cataliza el último ..,,, esporádico
paso bio~intético; su síntesis es inducida por los glucocotticoi- ,;r ~ A) familiar simple
des; por ló tanto, esta enzima tiene·dependencia endócrina. --.._fanúliar ~ B) neoplasia endócrina múltiple
. C) otros síndromes neuroendócrinos de
Desde el punto de ,,jsta funcional, las células cromafmes de neurofibromatosis
la médula son las únicas que tienen esta enzima (PNMT), nece-
sa ria para la metilación de la noradrenalina, permitiendo A) Síndrome familiar simple: cuadro familiar de feocrornoci-
ohtener arlrP..1falim1. t.finu:•::i_i,dnrln; ~11t1lt> nr~rPrtlr '::a edr,d~~ t~~;.'!'?.!~:"~·!:. E! g'?:~ !'~:-
Lue.go de ser sintetizadas, las catecolaminas son ac;mula- liar simple es dominante con una penetraiicia de casi el 100%.
das en los gránulos de secreción. Se encuentran en varios órga- B) Neoplasia Endocrina Múltiple (MEN):
nos coil mayor concentración en médula suprarrenal (0.5-1 - tipo JI o JI A o síndrome de Sipple: asociación de carcinoma
mg/gl, Juego en bazo, sistema nervioso central y médu]~ espirial medular de tiroides, feocromocitoma e hiperparatiroidismo. La
(1-5 ug/g) y menor aún en hígado, tracto digestivo y músculo es- frecu encia de aparición del C.A. medular es marcadamente ma-
quelético (0.1-0.5 ug/g). yor que la del feocromocitoma y suele precederlo.
Frente a los estímulos nerviosos adecuados, las catecolami- - tipo III o JI B: variante del lipo JI con asociación con neuro-
nas son liberadas delos granulas por exocitosis. Gran cantidad ma mucoso,_labios prominentes, hábito marfanoide, ganglioneu-
de las mismas sufren recaptación (a través de la unión a JoS re- romas intestina1es. ·
genesis Tanto MEN II A y B se heredan como rasgos autósónicós
ceptores presi11ápticos, fundamentalmente a2 y b). Las restan-
fes son en parte metabolizadas y las demás cumplen su acción dominantes y el gen del II A ha sido localizado en· el ·cromosoma
por unión a los receptores de membrana post.sinápticos, con ac- 10 (tiene penetrancia incompleta) en la región· percentromérica,
tivación de la adenilciclasa, estimulando la formación de AMP cercano a la ubicación del protooncogen RET. Recientémente se
cíclico, como 2' mensajero. El AMPc es el mediador de los efec- han publicado varios trabajos que muestran evidenci as que rnu-
tos P-adre11érgicos y el GMPc de·las o:-adrenérgícas. taciones·en distintos dominios del RET, se 1·elacionarian con la
Las enzimas catabólicas más impmiantes son: catecol-O-m€:- patogénesis del síndrome MEN II. . . .
tiltransf~rasa y monoamínooxidasa; sus metabolitos más im- Suelen ser bilaterales.
portantes: metanefrina, norn1etanefrina 1 ácido ve.inillíu 1nnndé- C) Otros sí~dronrn:; neuroectodérmicos que se asocian al
li co y ácido homovainillínico. feocromocitoma:
Las demás catecolami~as ejercen sus efectos fisiológicos por • Neurofibromatosis de Von Recklinhausen.
• Enfermedad de Von Hippel-Lindau
unión a moléculas receptoras en la superficie de, las células
• Gastrinoma de ZÓllingcr-Ellison
efectoras ffig. 13-37).
• Síndrome de Sturge-Weber, etc.
Al igual que los MEN suelen aparecer en edades algo
mayores que losfamiliitres simples.
sli
También sepuedJn clasificar por localización en:
MEDICINÁ INTERNA · ___,..... único .
<
adrcnal - . _ bilateral .'
proteína relacionada con Pl'H, CRH, etc. constricció_n (efecto ex): caracterizando e! _ataque por hiperten-.
Otra clasificación puede ser: sión sistodiastólica más permanente con menos taquicardia y
- - - benignos paroxismos de ansiedad y palpitaciones. O
- - malignos _.ocurre en aproximadamente un • la adrenalina causa mayor estimulación · cardiaca (fi2);
10% de los casos. siendo la clínica ·característica; hipertensión arterial sistólica
paroxística con marcada l:aqufcardia, enrojecimiento, sudo-
El diagnóstico de benignidad o malignidad no se define por r ación, etc. A veces predomina el efecto sobre la vasculatura:
la apariencia histologica: por ej.: hipercromasiay gigantismo vasodilataci6n, que asociada a la marcada contracción de volu-
nuclear son elementos comunes y no son parámetros de malig• men (venoconstricción) generan un cuadro de hipotensión y
nidad; por otra parte aún los tumores benignos pueden dar shock.
invasión vascular, por lo que se asume que el único criterio Semiológicamente se encuentra al paciente lúpertenso con
válido de malignidad lo constituye la aparición de metástasis a lúpotensión ortostática, taquicardia o arritmia e hiperhidrosis.
distancia, siendo las localizaciones más frecuentes: ganglios Sa
linfáticos paraaórticos, hígado, huesos y pulmones.
Manifestaciones especiales: hipermetabolismo y pérdida de
Se pueden considerar como factores pronósticos de malig-
peso (por la acción lipolitica con aumento de ácidos grasos Ji.
nidad: • el tamaño tumoral;
bres): hiperglucemia o curva patológica de tolerancia oral a la
• la extensión del tumor al tiempo de la cirugía;
glucosa, por estímulo de la glucogenólisis hepática y por el efec-
• pattern de ploidia de ADN (se estudia por
to inhibitorio sobre la descarga insulínica pancreática; algunos
~itometria de flujo). L
pacientes presentan lúpoglucemia secundaria a la producción
tumoral de NSJLA; las manifestaciones cardiológicas pueden obte
ser: infarto agudo de miocardio, por la fuerte crisis presora; hi- tras
Clínica
pertrofia ventricular izquierrla, por la lúpertensión arterial sos- 1-ar
tenida; cardiomiopatía catecolaminérgica. Las manifestaciones resu
L~s manifestaciones clínicas de estos tumores resultan de
la liberaciaón de catecolaminas hacia la circulación. Los tumo- gastrointestinales son dolores abdominales, colelitiasis, seu- mor
:res extraadreoales 1 con pocas excepciones, secretan noradrcna• doobstrucción intest.inal, etc. tete
lina. Los feocromocitomas pueden también sintetizar y liberar sos,
Muchos pacientes con tumores funcionantes tienen sínto- opioides, somatostatina, calcitonina, ACTH y péptido intestinal cate
mas permane11tes, con amplia variedad en la intensidad y son vasoactivo, asociándose a1 cuadro clínico característico del feo - resp
percibidos principalmente en forma parox{stica o episódica en cromocitoma, aquel dependiente del exceso de estas hormonas E
la mitad de la población, aproximadamente. En algunas situa• (síndrome de Cushing, diarreas acuosas, etc.). elev,
ciones con hipertensión persistente 1 también hay paroxismos Las causas de muerte de los pacientes con feocromocitoma ben
sobreimpuestos. Un pequeño número de pacientes está libre de sospechado son: accidente cerebrovascular, arritmias, infarto cate•
síntomas e hipertensión entre .itaques, sin ninguna evidencia agudo de miocardio, shock irreversible, fallo renal o aneurisma son '
de liberación exagerada de catecolaminas en esos intervalos. disecan te. feoc1
En muy raras instancias se han reportado tumores que no pre- 10 u
sentan manifestaciones clínicas (en forma incidental o hallaz- }
gos de autopsia). facil
Generalmente, los ataques surgen sin provocación, aunque Diagnóstico
prec
a veces los mismos pueden ser precipitados por tabaco, induc- la ul
ción a la anestesia, bloqueantes ganglionares, al doblarse o Anteriormente se recurría a pruebas farmacológicas de estí•
rene
cambiar de posición, durante el coito, palpación del tumor, por mulo para provocar hipertensión (tiramina, glucag6n, histarni-
la al
la micción (en la localización vesical) etc. na) y otras adrenolíticas para disminuirla (fentolamina). Ac-
La duración de los ataques es variable de minutos a horas. 1
tualmente son consideradas obsoletas y no se las utilizan dado
s u gran porcentaje de falsos posit.ivos y negativos, además del
Hipertensión, es el rasgo más común, presentándose en un riesgo que representa causar crisis hipertensivas; por otra par- (baj,
90% de los casos. Usualmente sostenida semejando una hiper- te, se cuenta además con metodología más directa, sensible y vad,
tensión esencial y, en muchos casos se sobreagregan paroxis- específica. 1
mos. ~n ~5 a 'IV% Je loS p<icieotes, la hipertensión es verd8.rle- El diagnóstico se establece por A-determinaciones bioquí- taln
ramente paroxística. Suele ser frecuentemente severa y micas; y B-imágenes .. tant
ocasionalmente maligna con retinopatía, proteinuria importan- se p
te y aldosteronismo secundario. Generalmente no se observa A- Las detenninaciones hormonales se pueden efectuar por: tern
adecuada respuesta con tratamiento antihipertensivo conven- mac
cional. Muy raramen te tumores secretantes de adrenalina se -métodos tradiciones fluorométrico aval
presentan con hipotensión y síncope. ~ espectrofotométricos
¡
!.
1418 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
: . . . .
den a la terapia; en pacientes hipertensos con diabetes; o en suele asociarse a esta p~tol~gía.
quienes, toda la sintómatología a1Tiba niencionada puede ser Las tasas de curación, por la ciru~ía,_ reportadas en feocro-
evocada por el ejercicio, cambios de posición, stress emocional o mocitomas benignos vruian entre 6í y 849,.
drogas antihipertensivas como la guanetidina, bloqueantes En caso de hallarse en el control postoperatorio hiperten-
ganglionares y en pacientes quienes presentan severá hiperten- sión, primero debe descartarse que la misma resulte de la so-
sión o shock durante la anestesia, cirugía o parto y en pacientes breexp~sión del volumen intravascular (desaparece a más tar-
con desórden es que pueden presentarse asociados al feocromo- dar a una semana de la cirugía). Las otras causas que la
citoma (neurofibromatosis, adenomas mucosos, Enfermedad de explicarian serían la ocasional ligadura inadvertida de la arte-
von Hippel, ca rcinoma med ular) o en antecedentes famili ares ria renal, hipertensión renal subyacente o la persistencia de tu-
de ellos o de feocromocitoma. mor residual, que se pone en evidencia al reducirse la tensión
Además, otros tumores provenientes de células similares: arteiial con fentolamina.
ganglioneuromas y neuroblastomas producen catecolaminas y La cirugía no puede ;er curativa del feocromocitoma malig-
f presen tan un Cuadro clínico similar; en estas situaciones la do- no, desde que este diagnóstico generalmente se basa en la pre-
pamina es la más activa catecolamina y esto lleva a aumentar sencia de metástasis. Es generalmente resistente a r adio tera-
la exc reción de ácido homovainíllinico. pia. Se han descripto experiencias exitosas y también fracasos
con estreptozotocina y todavía hay resultados muy preliminares
~vu !Z!I mdiltkw..:ii!iua1JJi110.. E! lü 1.:,.:. d:.·á.:.:; (!.; k,s p.1.:ient.::;
Tratamiento con metástas is es muy variable, desde varios meses a dos déca-
das con un a tasa de supervivencia de 5 años en un 45% de los
El tratamiento de elección es el quirúrgico, pero en aquellos casos.
pacientes con graves complicaciones en )as que el acto quirúrgi-
co es tá contraind icado o en caso de malignidad demostrada se
recurre al tratamiento médico e11 fn,·ma cró11ica. Además es Otros tumores crornafines
co ns iderada obligatoria una adecuada farmacaterapia preope·
rntoria, que permite preparar al pacitnte así corno reducir al
minimo, las graves complicaciones cardiovasculares intraopera- Neuroblastoma
torias que suelen aparecer en los casos en que no se han admi-
itistrado estos bloqueantes adrenérgicos. Son tumores malignos (provienen de la célula más primiti-
Los antagonistas a adrenérgicos efectivos oralmente son la va), que suelen verse: generalmente en la infancia. Son de creci-
fenoxibenzamina (dosis de inicio 10 mg c/12 hs) y el prazo,ín miento rápido y generalmente no cursan con hipertensión. La
!dosis de inicio 0.5 a l ·mg); que se administran hasta akri.¡1zar excreción aumentada de dopamina y. ácido homova.inillínico es
dosis que ControlÉ?n la t.ensíón arterial y prevengan los paroxis- particularme11tc característica de este tumor.
mos . El inhibidor de la biosíntesis de catecolaminas a-metilpa-
ratirosina ha sido utilizado hace algunos años en el tratamiento Ganglioneuroblasfoma
del feocromocitoma. Durante la cirugía resulta más útil le fen-
tolamina e.v. de efecto más agudu. Como efectos colaterales, se Son neuroblastomas parcialmente diferenciados. Tumores
mencionan hipotensión postura), ocasionalmente atTitmias car- malir,-nos, pero de mejor pronóstico que el neuroblastom8..
diacas.
Los antagonistas p adrenérgicos sólo deben utilizarse luego
de un adecuado o: bloqueo {caso contrario, pueden determinar Ganglionew·omas
elevación de la tensión arterial) y es'tán indicados en caso de
marcada arritmia o taquicardia. Son tumores benignos, que pueden ocurrir en niñez o adul-
Consideraciones quirúrgicas o anestésicas: la cirugía de un tez, con t'asgos clínicos, diagnóstico y manejo del ganglioneuro-
feocromocitoma req uiere obligatoriamente un control electróni- m, secrei.o r de noradrenalina semejantes a aquellos feocromoci-
co intraquirúrgico continuc <le ECG y presión artcri~l y venosa, tomas oxtraadrenales así como su tratamiento. Algunos se
el cual debe estar conectado y funcionando adecuadimcnle an- asocian a diarrea, acuosas, posiblemente dependientes d e la se-
tes de efectuarse cualquier maniobra que pudiera desencadenar creción de polipéptido intestinal vasoactivo.
una crisis cardiovascular en el enfermo (intubación, manipuleo
del tumor, ele.). Los anestésicos más indicados son los hidrocar-
buro:; ha1ogenaC:c::; po::- cj: !:.:!obn c; :!'!e t0x:ifl1..!1J!"?.n0, t?t'.', r:~, e si
bien sensibilizan al miocardio al efecto arritmógeno de las cate-
colaminas (q ue debe ser adecuadamente controlado con 6 blo- Hipotensión ortostática
queantes u otro arritmógeno), poseen las ventajas derivadas de
su capacidad para reducir significativamente )as acciones vaso-
presoras de las mismas, y además son de muy fácil aplicación En situaciones norm ales, el adoptar la posición erecta no se
intraquirúrgica. asocia con di sminución de la tensión arterial ; pero descensos de
20-25 mmHg en la tensión sistólica arte rial y de 10 a 15 mmHg
Como ya se mencionó, las crisis hipertensivas y de taquicar-
en la diastólica son anormales sobre todo cuando se asocia con
dia que se presentan durante el acto quirúrgico, se manejan con
síntomas como palidez, mareos, debilidad; esta situación se de-
fentolamina endovenosa.
nomina hipotensión ortostática.
También es frecuente observar fuertes y bruscas reduccio-
nes de la tensión arterial, luego de extirpar el tumor; en esta si- La msntención de la tensión arterial postura] depende de
tuación se requiere una adecuada expansiaón vascular (solu- un udecuado volumen sangu(neo circulante1 un volumen venoso
ción salina , albtímina, plas ma, etc.). Durante el acto quirúrgico. uo alterado y un intacto Sistema Nervioso Simpático.
d.::l;~ rxplorarsc : ! l estad'J de 1a ~upr~rr(!nrJl contrnlatcrri1 )' ~ki-> °{.J hip0t1?n:-;ióri o!'f:nst !i_ti1.;::i PS Mrn_tínmPntA i:i:i::ncia<la a deple~
cartarse la existencia de litiasis vesicular, que frecuentemente ción del vult;men extracelular, o a pérdida de los reflejos circu-
ENDOCRINOLOGIA 1419
latoriós si_n,¡Íáticos, que mantienen la tensión arterial por vaso- La hipotensión ortostática es, además, el r asgo más impor-
feocro- constricéión de las venas y arteriolas. . tante de la enfermedad degenerativa crónica del sistema·ner•
vioso ·namáda h1potensiim orlos/ática primaria o idiopática.
La alteración del reflejo simpático (hipotensión orlostática
perten- (síndrome de Shy-Drager)
la SO· secundaria) puede .ocmTjr en una variedad de enfermedades del
Finalmente, fármacos que bloquean la transmisión adrenér•
ás tar- sistema· nervioso por ej: tabes dorsal, diabetes mellitus, amiloi- gica (por ej: guanetidina), transmisión ganglionar (por ej: hexa-
que la dosis etc. También puede presentarse en pacientes con enferme- metonio) o la actividad del Sistema Nervioso Central (fenotiazi-
a arte- dad de Addison, hipopituitarismo, hipoaldosteronismo prima- nas o antidepresivos tricíclicos) pueden comúnmente causar
de tu- rio, hipokalenÍia o feocromocítoma. hipotensión ort-0stática.
ensión
malig-
Ja pre•
iotera-
acasos
1inares
s déca-
de los
rimiti-
~creci-
ón. La
1ico es
mores
, adul-
neuro-
omoci-
:ios se
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no se
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ia con
se de•
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deple-
circu-
1420 END0CRINOLOGIA
Pregne
AS!
DHEA
''A=Arc
OVARIO*
testosb
ma, un
taboliz
a) p
65 ~ . i
Progesterona
64 .
una 2-hidroxilacíón, a catecolestrógeno y e) por u na 16-hidroxi-
lación, a estriol.
Referente a la progesterona, los niveles permanecen bajos
hasta la ovulación contribuyendo las suprarrenales y ovarios en
un 50% cada una en la fase folic ular. LmÍgo en la fase lu~al. su
DHEA _ _ _ ___,,• 64-Androstanediona ~ E l
secnÍción aumenta notablemente. Circula unida a la CBG y se
t! metabolíza a dihidroprogesterona y a pregnanodiol, qu e se ex-
creta como 8U mefabolito urinario.
• A=Aromatización --.._ Testosterona ~ E 2
En cuanto a la estrona, su mayor fuen te de producción es
periférica, destacándose que los niveles son menores que el E2
en la muj er menstruante normal, y lo superan en ciertas situa-
testosterona, con mayor afinidad . Un 38% está ligado a la mis- ciones tales como la obesidad, por ejemplo.
ma, un 60% a la albúmina y un 2 a 3% libre. Respecto de la me- La D 4-A es el principal andrógeno en la mujer en edad .re-
tabolización1 se puede convertir a: productiv a (prove niente de la contribución ovárica y suprarre-
a) Por la 17-cetoesteroide oxidorreductosa a Est rona, b) por nal); y le T predomin a en la postmenopausia.
LH
FSH
ml.Í I/
- - • - -- E2
m1 - - LH
.•• •.•. . . FSH
52 p
• ••• • • p E2
rig/ml pg/ml
_48
44
20 250
40
18 225
16
16 200
32
14 175
28
.. ..
.. ..
12 15 0
24
•..
20
.-
,,,. ,,. ..•....
10 125
16 ,, ,,
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8 100
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12 • • • • ' • •• • • • • • • ¡ ' · . ,
,,. ' 6 75
8
,. ___ ____ _---
••• '
. · ,-( ✓
25
..... . ... ~
•
4 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28
I - Métodos directos:
A• Basales • Estradiol (E2) Plasmático (RIE)
Urinario (Estróg. totales)
• Progesterona (P) Plasmática (R I E )
Pregnanodiol urinario
• Testoterona (T) • !\. 4 Androstenediona (A) • DHEAS · plasma - (R I E)
17 CclA.i:::,Lt1uiJ.e:. ul~H¿u.~vs (totales y fraccionados)
OVARIO
------1
B . Pruebas funcionales:
• Respuesta estrogénica a H.C.G. (Gonadotrofina coriónica).
• 17 Cetosteroides post-HCG (Estímulo) y post-estrógenos-progesterona (inhibición)
II . Métodos indirectos:
• Colpocitología hormonal
• Moco cervical
• Temperatura basal
óducé entonces dmiento y pigmentación de la areóla y del pezón. Además pro- Para ovario se encuentran los siguiente~ valores:
los componen- ducen, a nivel del tejido celular subcutáneo, la disttibución de
almente p~r la b gr.1sa ca1act-erística de la mujer y acttian sobre el hueso esen.' I Métodos dü-ectos:
de la ciclicidad cialmente disminuyendo la resorción ósea a través de la estí-
mulacíón de factores de crecimiento locales (por ello, la dismi- A-Basales
o folicular y la
ío ·p reantral, la nución de los estrógenos en la menopausia es fundamental en
la patogénesis de la osteoporosis observada en esta etapa) . LH y FSH Estradiol y Progesterona en el Ciclo Menstrual
de FSH, siendo
celclar. A par- Sus acciones extragenitales se refieren al desarrollo pondoes- F. Folicular Pico Ovulatoiio F. Luteal
e; producida la tatural y a su efecto retentar de sodio. Sobre los hidratos de car-
iveles de estra- bonos, aumentan la respu es ta de insulina a la sobrecarga de LHmUJ/ml 1,6-8,3 ND-8,1
n el consiguien- glucosa; sobre las grasas, aumentan los triglicéridos, y a ni,·el Mediana 3,4 36 2,8
lación, LH esti- proteico, aumentan las proteínas plasmáticas que ligan cortisol,
progesterona y tiroxina, así como la SHBG. La progesterona in- FSHmUI/ml 3,4-10 1,9-10
producción de
duce el cambio secretorio en el endometrio y aumenta la vascu- Mediana 5,3 10,3 3,4
po lúteo, que es
Jai;zación, con disminución de la P.xcit~hili,b..l rni""~':~~al; di:
LH; de no me-
mi~uye el moco cervical · y aumf!nta s u viscosidad, y es Estradiol (E2) ND-266 118-355 26-166
mo, con la consi- pg/rol 80,4 221 89,2
hipotrófica a nivel vaginal. En mamas, estimula el crecimiento
ol, aproxirnada-
acinar, aumentando el voluinen mama1io, y manteniendo.su tro•
rrelacionan con Progest. (P)
fismo. ng/ml 0,2-3 3,5-25
icales y vagina,
1 normal.
Mecanismo de Acción: Al igual que el resto de las hormo-
Prolactina (PRL); 3-20 ng/rnl ó 64-424 mUJ/ml
nas esteroideas, 10s estrógenos y la progesterona ejercP.n su ac•
Los valores para los andrógenos son:
men una acción ción a través de la uni~n a r~ceptores ,intracelulares, co~ la_for•
Testosterona total (T): 0,2-1,0 ng/ml
ertrofia e hiper- mación de l complej o hormona - receptor y s u cambio
libre:.1,7-12 pmol/1
o y aumentan el ¡onfiguraciónai con la posterior capacidad de unirse a secuen- Dehidroepiandrosterona sulfato (DHEAS): 350-4500 ng/ml
e la mucosa va- cias especificas del ADN y acoplarse luego con otros factores de Androstenediona (A): O,8-4 ,O ng/rnl
la etapa del ci- transcripción. Ello induce a la ARN polimerasa para que inicie SHBG: -~0-97 nmol/1
y son esenciales la subsig1:i ente transcripción de esos genes.
,lasia epitelial y Para los 17 cetosteroidcs ya fueron consignadas las cifras en
cor:ijuntivo, ere- Métodos Diagnósticos "Suprarrenal". En el caso de fraccionados, se los divide en 11-
oxiderivados y 11-deoxiderivados; según predomine la propor-
Luego de realizada una exhaustiva historia clínica, con los ción de los primeros, el origen es fundamentalmente suprarre-
datos recogidos por el interrogatorio de la enfermedad actual, nal, mientras que en los segundos es ovárico. Las contribuciones
antecedentes personales y familiares, y los correspondientes al respectivas de cada uno varían con la etapa del ciclo menstrual
examen físico general y ginecológico, se procede a la evaluación y la edad de la mujer. ·
funcional de la gorrada femenina. Se utilizan las siguientes de- B · Pruebas Funcionales:
termi naciones bioquímicas y pruebas funcionales, según e) ni-
vel de probable localización de la patologia: l. Prueba de 6'011adotrofina coriónica (HCG): Se realiza
Según la patologia respectiva, se completa el estudio ton la el dosoje de E2 basal y post-administración de HCG (]M) 5.000
evaluación funcional suprarrenal, así como de otros sectores hí- U/día durante 3 días; normalmente debe aumentar el estradiol
a un valor superior al 100% respecto del basal, indicando que el
pofisarios, y también de tiroides, de acuerdo al caso correspon-
ovario responde a! estímulo gonadotrófico con un aumento en la
diente.
biosíntesis esteroidea.
Se determina además la cromatina sexual y el cariotipo, pa-
Rl E) ra diagnóstico de disgenesia ~onarlal . ·
2. En. los casos <le h!rsutü:ml't, e~ ·.·-~i!!~~!:-~ b ~-:tcr~.ir,~:;i;:;";
de 17-cetosteroides urinarios basales y post estímulo con HCG
Se realizan asimismo diagnóstico por imágenes para deter-
así como su ii:ihibición con estrógenos- progesterona para averi-
. minar edad ósea: radiografía de mano izquierda, frente.
guar si los rnetabolitos androgénicos provenían principalmente
Para Silla turca: Radiografía simple - Tomografia computa-
de gorrada, pero como se dispone actualmen te de métodos de de-
dá - (según indicado). Ovario: Ecografía pelviana - Tomografía
terminación más directa para indagar origen ovárico o supra-
,) computada abdominal. Y en los casos indicados por ejemplo
rrenal, ya no se emplea con frecuencia.
amenorrea secundaria, con falla gonadal prematura de origen
_in cierto, sobrn \odo si se desea fertilidad, se procederá a la biop-
sia ovárica por }aparoscopia,
Respecto de los sectores hipotálamo-hipofisarios, ya han si- II - Indirectos
do detalladas las determinaciones y las pruebas funcionales en
la sección correspondiente a "Hipófisis". Se completa entonces A • Colpocitología: Como se sabe, la vagina tiene un epite-
con las vari aciones de los valores de gonadotrofina ~egú n la eta, lio esca_moso semJor..c;t.ratifi<';i,dp qne r,ontiP.nfl r.apas c:elul?-re:: .
pa <lel cicio menstrual. superficiales, intermedias, parabasales y profundas. Los eSlro-
1424 ENDOCRINOLOGIA
genos y la progesterona influyen en el aspecto, crecimiento y con mayor precisión las anormalidades genéticas. Existe una
maduración del epitelio y en el tipo celular predominante. Así, disposición normal para el cariotipo femeruno 46, XX, pudiéndo- · cay
las células superficiales representan mayor nivel estrogénico 1 se encontrar anomalías tales como dos o •más líneas celulares dia
rnientras que las de capas más internas indican .acción proges• (mosrucismo), errores estructurales (deleciones), e intercambio Ma
tacional fundamentalmente. Las células superficiales tienen de segmentos cromosónúcos (traslocaciones), entre otras altera• misr
núcleo picnótico (cari opicnóticas), pudiéndolas subdividir, a su ciones, cuando se está estudiando una disgenesia gonadal.
mad
vez, en carnificadas y sin carnificar (según el grado de querati•
ni_zación); son eosinófilas en la tinción. Las segund8s son cianó- Nota. "Para descartar Factor Uterino en una amenorrea se-·
filas y tienen núcleos de mayor tamaño, aumentando la propor• cundaria, por ejemplo, se recmTe a la Prueba de Progesterona;
ción núcleo: citoplasma, a medida que se aproximan a las capas Def
en caso de ser ésta negativa, está descripta la Prueba de Estró·
más internas. Existe la determinaci9n del índice cariopicnótico genos:
(IC) y del índice eosi nófilo (IE), debiendo el p1imero ser mayor c
que el segundo en una eosinofilia verdadera. El valor de la col· Prueba ele Progesterona. Se administra Progesterona-100 men:
pocitología es deternúnar el tenor estrogénico y estudiar el ciclo mg/día (IM) durante 2 días, debiéndose producir sangrado por pres
menstrual para observar si se encuentran los cambios fi siológi- dad
deprivación habitualmente entre el 3er. a 7mo. día posteriores. i
.¡'
r.0::-rit'J rir.Jn hjfRsico normal (en caso de no poder recurrir a los La positividad de esta prueba indica bu en \enor estrogénico
métodos por radioinmunoensayo). previo, y probable alteración funcional del eje, con efector uteri•
Las células cariopicnóticas se encuentran en el siguiente no respondiente.
porcentaje, de acuerdo a la etapa dei ciclo: día 7: 14-20 %, día
14: 40-60%, día 21: 30-40% y día 28: 11-14%, con un aspecto Prueba de Estrógenos. En c~;o de resuítar ~egativa la an• 1
limpio, con células aisladas y desplegadas en el día 14, y con terior, se recurre a la prueba de estrógenos, administrando es•
plegamiento y ·agrupamiento celular, a partir' del 21', presen- trógenos conjugados-1,25 mg (vía oral) ó 50 ug/día de etiniles-
tando leucocitos y a lgunos hematíes, al aproximarse la fecha tr adiol, durante 20 días, aguardando sangrado por deprivación,
meristrual. · · 1
aproximadamente a los 10 días ·posteriores. Actualmente, al 1
Se puede emplear también el urocitograrna, pues la células disponer de dosajes más específicos, no se utiliza esta última 1
del trígono vesical (provenientes del seno urogenita l) son asi· frecuentemente 1 pues ya indica un déficit estrogénico endógeno, 1
1
mismo efe¡toras de los esteroides. que se puede evidenciar por otros métodos. De todos modos,
una prueba de estrógenos·progesterona negativa indica útero
¡ L,
1 de es
E-Moco Cervical: El moco cervical experimenta las si· no respondiente u oc upado. a sus
guientes variaciones: ! ta, o
orienl
- MEDICINA INTERNA es de1
Características Fase Foliculat· Pico ovulatorio F. Luteal
la me
Filancia 1 cm. 10 · 13 cm. o Pubertad precoz cretat
Cristalización escasa máxima escasa barca
Cantidad moderada abundante escasa Introducción ca OCl
E,
Pubertad nonnal: La pubertad comprende la etapa de mane.
C . Temperatura basal: Se utiliza como indicndor indirec• transición entre la infando y la adultez, desarrollándose en ella Albri¡
to de la fase luteal, en la cual se debe observar un aumento ma· los caracteres sexuales secundarios, con la adquisición de la ca• neuro
yor de 0,5' C por encima de los valores previos, que dcbtJ man• pacidad reproductiva; se acompaña del pique puberal y de cam• por t,
tenerse durante más de 4 días. Se registra la temperatura bios psicológicos importantes. La secuencia que conduce a su men l:
rectal a la mañana, durante 5 minutos; normalmente el regis• des?.rrollo es la siguiente: en la infancia existe un aumento de para .
tro debe ser bifásico, Jo cual hace presumir ovu!aci6n. Eu la sensibilidad ltipotálamo-hipofisaria a la pequeña secreción de ovári,
anovu1ación, la temperatura es monofásica. esteroides gonadales, por lo cual, por el feedback negativo de rarea
e.slu.s últimos, su inhibe Ir: zcc~e:i6n de U! j' FSH. Al arercftrse Si
Además se utiliza como método de imágenes la ecografía gi• el período puberal, dicha sensibilidad va disminuyendo, porque signo!
necológica, para mónitorear la ovulación de acuerdo al aumento gina (
se eleva el umbral a los esteroides gonadales; aumenta así la
de tamaño, imágenes y caraderísticas foliculares.
secreción de LH-RH-, se incrementa la respuesta hipofisaria al
Respecto de la determinación de cromatina sexual, consiste mismo, resultando en una mayor secreción de gonadotrofinas y
en obtener una muestra de mucosa bucal y ·examinar si el nÚ• en un aumento inicial del LH nocturno, con lo cual se estimula
cleo celular contiene una masa separada cerca de la membrana la bicsíntesis estc,roidea ovárica. Cabe mencionar la aparición
(corpúsculo de Barr), que normalmente debe estar presente en de vello pubiano (precedida por adrenarca, que és el numen.to
Se
un 20% aproximadamente en la mujer, informándose como ero• bioquíinico de los andrógenos adrenales) que precede ·a la me·
matina ± 20%. En el l\ombre debe ser negativa. narca e!l 1-2 años y que tendría un rol en la activación del eje
En cuanto al cariolipo, se obtiene material de sangre perifé• hipotálamo-hipofüogonadal. Juntamenté con la adrenarca es
rica utilizando leucocitos como tejido de cultivo. Se realizan con habitual observar el desarrollo mamario (telarca), 1-2 años pre·
•·- brmdcc crnmosflmic.o, que permite diagnosticar y compre!]der .yiüs_a !a menarca.
SEMIOLOGIA, SEMI.OT,ECNIA Y MEDICINA IN 11:KNA 14~0
· Tanner y coL_han descripto las etapas de desarrollo de telar- na el crecimiento y maduración del folículo ovárico, con la se-
ca y púbárca en grados de 1 (nulo) a V (completo). La edad me- cuen.cia ~teriormente descripta, se denomina pubertad precoz.
dia de aparición de la. m~Óarca (primer~ menst~ación) según verdadera; en cambio, cuando estos ))echos no son el resultado
y
M~rshall Tanner es de 12,6 ±1,7 años, requiriéndose para la de la estimulación hipotáiámo-hipofisaria se los refiere como
·mism_a, 1~ adquisición el~ un peso coTJ)oral "criticon, d_e aproxi- seudo--pubertad precoz. Es importante la distinción entre am-
madamente 48 kil_os, relacionado asimismo con la talla. bos, pues la primera, en el caso de ser idiopática, tiene un curso
benigno (hallándose sólo un 10% producido por un tumor del
sistema nervioso en la niña); en la segu nda, generalmente la
Definición de Pubertad Precoz patología es tumoral, ovárica o adrenal, y obliga al rápido di ag-
nóstico y tratamiento.
Cuando la aparición de caracteres sexuales secundarios y/o
menarca ocurre previamente a los 8 años de edad se está en
Clasüicación
presencia de un cuad ro de precocidad sexual. Si esta anormali-
dad es producida por la activación del eje, que a su vez determ i- Se clasifica del siguiente modo:
• ldiopát,ca
Astrocitoma
Ependimoma
Puberta d •Tumores del Sistema Nervioso Cent.@L_ Neurofibroma
Precoz Hamartoma
Verdadera Pinealom¡t
•Síndrome de McCune-Albright
• Hipotiroidismo primario
La historia clínica debe indagar (1) sobre la administración Como método diagnóstico se solicita la radiografía de silla
de esteroides sexuales no solamente a la paciente sino también turca para ovidcnciar patología hipofisa ria, completando el es-
a sus familiares directos; (2) sobre posibles cambios de conduc- tudio en este punto según los resultados. Se recune asimismo a
ta, o movimientos involuntarios, o convulsiones, que pudieren la radiografía de mano izquierda, frente, a 75 cm. para calcular
orien tar hac ia un tumor cerebral. (3) La evolución del cuadro, la edad ósea, lo cua l es sumamente útil para establecer por
es decir, si el tiempo de aparición en tre la telarca premat ura y ejemplo si se trata de una pubertad precoz-en caso de estar ade-
la mcnarca es muy rápido podría corresponder a un tumor se- lantada1 o si es una telarca prematura solamente-en caso de ser
cretante de estrógenos. En cambio, frente a una telarca o pu- normal. Referente a los dosajes hormonales se r ealiza la deter-
barca prematura solamente, la progresión es lenta y la menar- minación de gonadotrofinas, est.radiol, 17-cetosteroides urin a-
ca ocurrirá a la edad esperada. rios y dosajes de DHEAS, androstencdiona, testosterona, según
el caso. De acu erdo a los valores de LH y FSH se puede orienta r
En el examen físico extragenital se deben observar: (1) Las hacia (1) una patología tumoral, en caso de se r excesivamente
ma nchas café con leche, que orientarán hacia el Síndrome de elevado. En el·caso dé hallar dosaje de gonadotrofinas (LH) ex-
Albright, (2) Si hay clínica de hipotiroidismo, (3) Alteraciones cesivamente elevado, sé debe sospechar coriocarcinoma y bus-
neurológicas, (4) Si la tall a corresponde o no a la expectativa car posibles metástasis preoperatoriamente; (2) por el contra-
por tal la familiar y por la edad cronológica. Respecto del exa- 1io, si los resultados son bajos podrían corresponder a un tumor
men genital es sumamente importante la palpación abdo minal producror de esteroides, según los niveles de estos últimos; (3) ·
para evidenciar la presencia de una masa que sugiera tumor si las gonadotrofinas están aumentadas para la edad cronológi-
ovárico; se completa entonces con diagnóstico por imágenes pa- ca, pero corr~spondientes al estadio puberal, podría tr atarse de
ra realizar, según el resultado1 la intervención quirúrgica. una pubertad precoz verdadera. Los casos (!), (2) y (3) cursan
Si hay sangrado vaginal_en ausencia de otros síntom_as y con edad ósea adelantada. Si la edad ósea fuera normal, y sola-
signos puberales, deben buscarse lesiones locales a nivel de va- -mente presenta pubarca o·téfárca, las gonadotrofinas son nor-
gina (infección, cuerpos extraños, tumores). males y se rotula como pubarca o telarca prematura. Respecto
S c udopub er ta d precoz
o del tratamiento, depende de la etiología. En el caso de la p·u ber• · A-lnteriogat~rio: los datos in;portantes son: 1) a_nteceden"tes
~
l{'if tad precoz idiopática, se utiliza el acetato de medroxiprogeste• menstruales de la mad_re, hermanas; 2) antecedentes gestacio-
ron a, que 11.ctúa inhibiend6 ln3 gonodotr~finas. Gu·~odo la· ctiolo · nalcs de·ln. ma_dre; uLú1Ws á repeljdón, embarazos múltipleS 1 3)
gía es tumoral, el tratamienlo es qtÍirúrgico Sieillpre· que fuera antecedentes de linfedetna congénito de las éxtreinidades (dato
factible. . frecuente en el síndrome de Turner); 4) datos de aparición y
evolución de cambios puberales-hay iniciación tardía de carac•
teres sexuales secundarios con lenta evolución e infantilismo
Amenorrea primaria posterior, en algunas disgenesias gonadales; por otra parte,
Se entiende por amenorrea primaria a la ausencia de me~ puede haber comienzo de desanollo con detención en el creci-
narca a los 18 aúos de edad Para comprender mejor las diver· miento, en ciertos tumores hipofisarios; 5) molimen catamenial,
sas causas de esta entidad se recuerda el origen de los conduc- es decir dolc,r cólico hipog;ü:trico, de carácter cíclico 1 sugerente
tos sexuales y de genitales externos: de trastorno a nivel de los derivados del Müller, aplasia vagi-
nal, o himen imperforado.
Feto Femeninos Masculinos
r B) Examen físico e~tragenital: Los datos a tener en cuenta
se dct-31?:ir.. e:: 3fndromc de 'I\;rncr.
t;ond. de Müíler '!'rompa de J<'alopio
Utero
C) Examen genital: Características del monte de Venus-Sa·
1/3 sup. de vagina
liencia, distribución del vello pubiano, vulva-labios mayores
Cond. de Wo!IT Cond. deferente (turgencia, pigmentación), labios menores (tamaño), clítoris (ta-
Vesículas seminales
A Tubérculo genilal Clítoris Pene
maño), periné. Vagina: elasticidad, tamaño; s uperfici e, color de
la mucosa. Utero y anexos: tamaño, características y ubicación.
Pliegues uretrales Labios menores Cuerpo esponjoso
F. Labioescrotal Labios mayores Escroto Respecto de los métodos diagnósticos se solicitan:
Seno urogenital Porción inf. vagina Próstata
Radiografía de siHa turca
Cabe mencionar la posibilidad de hallarse frente a u~a me- Ecografía pelvíana
narca tardía, en la cual existe generalmente desarrollo de ca-
Determinación de edad ósea
racteres sexuales secundarios también tardia1nente (a los 14-15
v
alios), que habitualmente presenta ant,,.c,dentes familiares de Cromatina sexual
desarr~llo puberal r~tard ado, con menar.ca a los 16-17 uños, pe- Dosaje de LH y FSH plasmáticas
ro que no implica patología en sí misma. Dosaje de estradiol plasmático (o urocitograma)
Las amenon-eas primarias se clasifican del siguiente_ mod?: Según los resultados: se solicita cariotipo para confirmar disge-
nesia ganada!.
L Errores fetales en el !-Hermafroditismo verdadero Se completa rá asimismo el es tudio de la función hipofisaria
desai'i-ollo gonada] 2-Disgenesias gonadales cuando sea necesario, y los estudios pe1tinentes a cada patolo-
a) Síndrome de Turner gía.
b) Disgenesia gonadal mixta
c) Disgenesia gonadal pura
VI. Errores fetales en la diferenciación genital a) Síndrome de Thrn er. Este síndrome fue . inicialmente
descripto por Turner en 1938, referido a pacientes fenotípica-
Antes de detallar las respectivas patologías, se deben tener mente femeninas, con tal!& baja, infantilismo sexual, cúbito val-
en cuenta tres element~s esenciales en el enfoque de. una ame- go y pterigium.coli. Después se hallaron gonadotrofinas eleva-
noITea prim.aria: A:Interrogatorio, B-Examen fisicio extragéni- das y cromatina negativa, deterniinando finalmente que el
tal y C-Examen genital: cariotipo era 45, XO. Todo ello conforma el cuadro del síndrome
de Turner típico. Pero existe otro grupo de pacientes que, a pe·
SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA 1427
ecedentes sar ·de poseer álguno/estiginas, tie~en cromatina positiva y Diagnóstico: En el !áboraforib se encuentran:
gestacio- presentan distintos cariotipos, configurando las variantes en.el
ltíplcS; 3) espectro de las disgenesias gonadaJes. • Cromatina sexual negativa
des (dato Los datos clinicus típicos (estigmas) del Síndrome de Turner • LH y FSH elevadas
arición y son: • Estradiol plasmático muy disminuido
de carac~ • Cari~tipo 45, XO
antllismo • Talla-baja, a'rmónica. Habitualmente menor de 140 cm.
ra parte, Se puede n agregar: osteoporosis, malformaciones renales a
el creci- • Piel-nevus diseminados. nivel radiológico y título alto de anticuerpos antitiroglobulina y
.tamenial, antifracción microsomal tiroidea. La función sonintotrófica es
sugerente • Faneras- uñas pequeñas, delgadas. normal.
asia vagi- Pilosidad-escaso vello axilar y pubiano. Los datos comprenden al cuadro tÍpico, pero la cromatina
puede ser positiva en otros trastornos crOmosómicOs, y lps dosa-
• Cabeza y Cara-micrognatia, implantación baja de las orejas y jes hormonales pueden vaiiár COncOmitanteITI~nt-Q !=OD la r~s~
en cuenta del cabello Ojos-ptosis palpebral. · flPt?HVp, patOfog-fa..
Boca-paladar ojiual, implantación dentari a anormal:
El tratamiento es la hormonoterapia.sustitutiva.
Venus-Sa- • Cu ello-corto. Pterigiun coli: aspecto alado del borde externo
mayores
del cuello con presencia de pliegue desde las orejas hasta los b) Disgenesia gonadal mixta• présentan una gonada ru·
ítoris (ta- hombros.· · dimenlaria unilateral y un testículo o tumor de células gernÍi-
, color de
nales contralateral.
bicación. El cariotipo más frecuente es el 45, X0/46, XY.
Hay viriliz·a-
• Tórax_- "en escudo", por aumento de convex:dad en región an-
terosuperior. ción en la pubertad.
• M~mas- hipertelorisnw mamat'io (separación marcada de am- c) Disgenesia gonadal pura• es un trastorno genético, fa-
bos pezones). Hipoplasia. miliar, con cariotipo 46,XY o 46, XX. En el primer caso hay alta
prevalencia de tumor gonadal e hipertrofia del clítoris, no ob-
• Sistema osteomusculoarticular: servándose ello en el seg.undo.
4º metacarpiano corto.
Cúbito ualgo
JI. Errores fetal es en el desarrollo del goua<lucto:
• Infantilismo sexual: rio hay desarrollo de caracteres sexuales
2ºs . D isgenesia Mülleriann. Son pacientes fenotípicamente fe-
.ar disge-
Hipoplasia marcada de genitales externos, con útero, cuello y meninas, con desa rrollo puberal normal, y dolor abdominal cí-
trompas inmaduros. clico. Hay ausencia de vagina, y los caracteres sexu ales 2ºs son
pofisaria
normales. Se puede asociar a malformaciones renales.
a patolo-
Ln amenorrea primaria es el motivo más frecuente de con-
sulta conjuntamente con el déficit de talla. Se pueden encontrar
Ill. Insensibilidad ovárica a las gonadotrofinas
parámetrOs asociado.s1 tales como: hipertensión arterial, coarta-
ción de aorta y un alto · porcentaje de anomalías renales, por
ejemplo, el riñón en herradura; también es frecuente hallar os- · Resistencia ovárica: presentan un fenotipo femeninoi pu-'
bertad retardada, escasa progresión: inmadurez de ·caracteres
teoporosis, sobre todo a nivel de la articulación del carpo. Se de-
'Testícu- sexuales 2's. En esta afección, el ovario no responde al estímulo
be interrogar sobre la presencia de linfedema congénito en ma-
nos y pies. Asimismo se pueden asociar: diabetes mellitus y gonadotrófico. Cariotipo 46,X:X. LH y FSH normales o altas, E2
tireidit!~ rlc !I::: ~~~1.;to, !1~1:.;i1Jo..,c aitu 1,lrev.:1lcncia de unli- bojo.
ia gana-,
cuerpos anLitiroglobulina y antifracción microsomal en el sin•
cual las
drome de 1\1rner.
; por es-
Las gonadas consisten en cordones de tejido fibroso, liso, sin IV. Enfermedades hipotálamo-hipofisarias
túbulos
omalías células germinales.
Ya fueron descriptas en "hipófisis". (Síndrome de Kallman:
Cabe destacar que los signos mencionados corresponden al
hipogonadismo hipogonadotrófico hipotal ámico, que cursa con
cuadro clásico 1 pero existe _1.1:n_ amplio especti'o de variantes, en
anosmia; Pubertad retardada; Tumores hipofisarios).
ilmente el cual el motivo de consulta puede ser esterilidad, o amenorrea
.otípica- secunda1ia, y presentar sólo algunas de las alteraciones referi-
1ito val- das, encontrándose en ·estos casos otras anomalías cromosómi-
s eleva- cas (,;1osaicismos, isocrÓmosomas, deleciones). Además se h an V. Enfcrri1edades sistémicas
que el descripto "incluso casos de fertilidad con ·cariotipo 45,XO, aun•
ndrome que: ello ~.s de rara frflcnen~i::. La.s· e11ftrmedades .::;isté1nicas que oompro11H::tell ~1 estado ge ..
e, a pe- neraJ pueden presentar pubertad retarda\la, aparición de carac-
1428 ENDOCRINOLOGIA
teres sexuales secundarios con escasa progresión, inmadurez 3-Pseudahermafroditismo femenino por exceso de andróge-
sex ual. nos fetalés: Puede debe;.,;e il la administración exógena ·de ·an- ·
drógenos Úa ,;,adte o a un aumento endógen~. En eicaso de la
hiperplasia adrenal congénita, la paciente presenta signos de
VI. Errores fetales en la diferenciación genital virilización con insuficiénciá glucocortic~idea y pseudopuberlad
precoz heterosexual. Cuando el exceso androgénico es exógeno,
1-Pseudohermafroditismo masculiono por síntesis deficiente se puede encontrar clitoromegalia, pero la virilizaciÓJ?. no es .
de testosterona. evolutiva. · ·
• Déficit de la 20,22-desmolasa
• Déficit de la 3,b-hidroxiesteroidedehidrogenasa
Amenorrea secundaria
• Déficit de la 17-hidroxilasa
• Déficit de la i. 7,20-desmolasa
Se denomina amenorrea secundaria a la falta de sangrado
• Déficit de la 17-eetoesteroid~oxidorreductasa. gal
menstrual mayor de 3 meses de evolución, una vez instalada la
?.-pseudohermafroditismo maS~ulino por resistencia andro- pue
mennrca. El térrr>ino oligomenorr~~ se refiere a \ln ciclo de 36-
génica:
90 días de duración; polimenorrea es, por el contrario, un au-
mento en la frecuencia de deprivadón menstrual, con ciclos ha- a i,
!-Feminización testicular completa bitualmente menores de 21 dias. En cuanto a las alteracione·s tra
2-Feminización testícular incompleta referidas a la cantidad deprivada, hiperrnenorrea es un aumen- ciac
3-Pseudohermafroditismo masculino familiar to de la misma e hipomenorrea es una disminución. de
Ver "Testículo" La clasificación de amenorrea 2º se basa en la localización da
del trastorno. Por lo tanto, las causas pueden ser: po e
indi
am
• Fisiológica-embarazo tras
sed
Síndrome de Asherman con
Sinequias post-TBC de e
•Patológic~ Hipoplasia ul-0rina dad
Pseudociesis provocada poi- estrógenos-progest-0rona espc
part
tiroi
Síndrome de ovario poüquístico Est,
Disgenesia gonadal des¡
Ováric_a_s_ _ _ _ _-< Ovaritis autoinmune res J
Refractariedad ovárica a las gonadotrofinas
Infiltración neoplásica
dato
Cil<>státicos
Radiación • 1
Tumor ovárico
• F
4
Hiperprolactinemia funcional
Necro_s_:s hi p-0~s-aria post-¡,~rtn (Sínrtrome <le Sheehan)
Hipofi Ablac10n qmrurg,ca y/o radiante
• F
Síndrome de silla torva vacía
Infiltración granulomatosa • E
Hipofisitis autoinmune
Ameno1rea psicógena
Anorexia nerviosa
Depresión
F
Amenorrea post-anticonceptivos
Pseudociecis
Tumor hipolalámico
Tumor del 3er. ventrículo
• l
• E
SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA 1429
Desnutrición
Obesidad
Metabólicas: uremia, diabetes
Enfermedades consw1tivas: neoplasias, TBC (por ej.)
Cai:diopatías severas . · ·
Hipotiroidismo
Otras endocrinopatías Hipertiroidismo
Addison
Cushing
Hiperplasia adrenal congénita
Clásicamente se denominaban los síndromes de amenorrea- • Prolactina basal- a pesar de no hallar galactorrea, pues
galactorrea del siguiente modo: post-parto: Chíari-Frommel; no existe un 20% de amenorreas sin galactorrea con hiperpro-
puerperal: Argons Del Castillo y tumoral: Forbes-Albright. Iactinemia.
Para el estudio de una paciente con amenor~ea 2ó se J)Toc~de • Cromatina sexual
a interrogar: l) antecedentes gin ecológicos: menare?., ritmo,
trastornos previos, aparición de caracteres seX:uales 2ºs, aso- • Radiografía de silla turca.
ciación a hirsutismo y/u obesidad, embarazos, abortos, y fecha • Ecografia pelviana.
de última menstruación (FUM), indagando si ésta fue provoca-
da o espontánea; en el primer caso es importante detallar el ti- Y, según la historia clínica, otros estudios: completar función
po de inducción, pues una respuesta positiva a la progesterona hipofisaria, función tiroidea, te_stosteroua, DHEA y D 4A. Si no
indica un buen .tenor estrogénico. 2) Forma de instalación de la se puede arribar a un .diagnóstico preciso y se confirma un
am enorrea y tiempo de evolución: brusca- generalmeute por origen ovárico, y sobre todo si se desea fertilidad, se recurre a la
biopsia ovárica por laparoscopia. ·
trastorno emotivo; cuando se registre el antecedente de legrado,
Se puede realizar el siguiente esquema diagnóstico, comen-
se debe pensar en sinequias uterinas; paulatina· generalmente
zando con:
con oligomenorreas previas. 3) Síndrome climatérico- oleadas
de calor, irritabilidad. 4) Cefaleas y tras/cmos uiwales- posibili- • LH y FSH basales
dad de tumor hipofisario. 5) Galactorrea- forma de instalació11,
espontánea o provocada , medicación1 evol ución, relación con Normales o .J. i
.j. Patología Ovárica Primitiva
parto, aborto. 6) Sintomatología de otras e11docri11opati3s- hipo- Pato!. Hipófisis?
tiroidismo, hipertiroidismo, Addison, Cushing, acromegalia. 7) Hipotálamo?
Estado nutricional. 8) Ti-atamientos recibidos. 9) Enfermeda- . .J.
des generales. !_O) Antecedentes familiares de trastornos simila- LHRH
res y de la fertilidad. Noi\naJ No respJndiente
En el examen físico se deben tener en cuenta los siguientes ! .J,
datos: Hipófisis normal Patología
Hipotálamo? Hipofisaria
• Talla- s_i es normal o deficitaria. Relación de hemitalla supe- .j.
rior/inferior. Prueba de Clomifone
. ·: . :. .
antifracción microsomal tiroidea y antitiroperoridasa (AcTPO). menstrual posterior, con molimen catamenial: Siotomatología .
En caso de función tiroidea normal, se procede a realizar un similar producen las sinequias post-infección TBC, agregandose
test de LH-RH para descarta r el PCO, determinando además aquí el antecedente específico. Se trata de ciclos normales, bita-
prolactinemia basal. De no hallarse patología evidenciable (por sicos, revelando la lústerosalpiogografía la presencia de sine•
supuesto, previamente se solicitan los estudios por imágenes quias uterinas. El tratamiento es la estrogenoterapia, y de no
ser efectivo, el debridamiento quirúrgico.
6 correspondientes a hipófi sis y ovarios, a~í como también la cro-
matina sexual), se orienta hacia un proceso disfuncional del eje.
En cuanto a la pseudoci~cis provocada por estrógenos-pro·
e· Se estudia entonces la oligomenorrea con determinaciones pe-
gesterona, la amenorrea existe durante la administración de los
mismos, pero además existe alteración a nivel hipotálan10-hipo·
riódicas de E2 y P, concomitantemente con la temperatura ba-
fisario que puede determinar la persistencia de la amenorrea
sal, y, de ser posible, con el seguimiento ecográfico de la evolu- (post-píldora).
ción folicu lar.
t
Las causas a nivel hipotálamo-hipofisaria ya han sido men· Dentro de las causas ováricas se describen las siguientes:
cionadas en "Hipófisis"; por lo tanto se describirá solamente la
t- Anorexia Nerviosa. La anorexia nerviosa presenta un cuadro de l • Súidrome de Ovari~
'11llt:: 110lftd. :)€~Liail!atiú, <lé ;n.,tah.. ci~u Üt u.::.1.u. , ques &ll úb5C.r\-'G. .:;-.
F'>.
L' mujeres jóvenes, en las cuales existe habitualmerite el antece• El síndrome de ovario poliquístico (PCO), también denomi-
matologíá . Addison: precediéndola en su aparición. Juntamente con 2-7 ilale; q~~' ~rovo~a,, disteiísióñ. Tienen bajo grad·o d~ m~ligni-
egandose puede se!: u,ia de las causas de falla gonadal prematura. rlad, con metástasis locales y rara vez a distancia. El tralamien-
ales, bifá- toa es quirúrgico.
de sine- 4.- Ref,:act_ariedad n~á1:ica· a las g~n~dotrofinas: se trata de
, y de no un traston{o a 'nivel de los r~ceptores a gonadotrofinas en ova-
2 - Tecoma: so_n tumores androgenizantes, originando, e·n
rio, p~i· lo cu¡l ~e e,icueniran valor~s muy ·elcvádos de LH y edad prepuberal, una seudopubertad precoz heterosexual, y en
edad ·reproductiva, oligo/anieuorrea, virilización. Ocurre habi-
enos-pro- y
FSH len ningo me~opá~sicol E2 b~jo o normal bajo. La cro-
ión de los matina sexual es positiva y el cariotipo, 46, XX. La consulta se tualmente a edades más ava nzadas. Su tamalio es variable, y el
rno-hipo- efectúa habitualmente por amenorrea e infertilidad, siendo la tratanúento es quirúrgico
menorrea amenorrea la. en 50% de los casos, y 2a. en el 50% restante.
3 • Androblastomas {Tumores de las células de Leydig-Ser-
toli; arrenoblastomas): son frecuentes en mujeres jóveneS con
5- Infiltración neoplásica- ocasiona un trastorno ovárico pri-
manifestaciones de virili zación. Su ta~año es variable y su ma-
entes: mario, hall~ndo consecuentemente LH y FSH altas, E2 bajo.
lignidad depende del grado de diferencia~íón. Las metástasis
son frecuentemente iotraabdominales y pelvianas. Ei'trata•
G- Citostáticos- también éstos pueden afectar la función ová•
Juiento e.':i 4uinirgico (hay respuesta Vanable a ·ia ;adioteÍapia ·
. ¡.ica: taf ~Céaso de b~sulfán, por'ej., en la te;.apéutica antileucé-
y/o quimioterapia).
denomi- mica, que delermina una ~Iteración en la biosíntesis esteroidea
a clásica: y en la capacidad reproductiva . .· · ·
m cuadro 4 · Gina11droblastoma:muy raro:
Contiene ele;~erifos bien
brepeso y 7- Radiaciones: producen un daño ovárico primitivo, con LH diferenciados de células femeninas' y masculinas . .
de existir y FSH elevadas y E2 bajo ..
e una hi- 5 • Luteoma: se denomina también tumor de células lipídi-
con com- 8- 'fumar ovárico: los tumores ováricos responsables de una cas. Ocurre más frecuentemente en edad reproductiva. Es viri-
ael desa- nmenorrea 2a. pueden presentar manifestaciones endocrinas o lizan te, aunque rara vez puede ser estrogénico o no funcionan•
parte, se bien ser no funcionautes !_mioma, fibroma, sarcoma). Los prime-: te. La n~ayoría son benignos, unilaterales.
iférica de ros se clasifican del siguiente modo:
jrmación 6 • Go11adoblas/oma: está oompuesto por células germina-
secretan les, con tamaño variable y diversos grados de calcificación. La
A-Tumores Secretantes de hormonas esteroideas
a la. teca mayoría aparece en pacientes con ganadas anom1aJes; con ca-
Tumores de la granulosa
reándose riotipo variable, siendo el más frecuente, el 45, X0/46, XY, con
Tumores de la teca (tecomas)
cromatina negativa. Es bilateral en V3 de los casos, por lo cual
bre FSH, Tumores del hilio (androblastomas) la extirpación quirúrgica debe contemplar también el lado con•
tenida de Gí nandroblastoma tralateral.
1dos, an- Luteoma
fa {sobre Gonadoblastoma
una cur- B - Tumores secretan tes de gonadotrofinas
B-T. secretan tes de gonadotrolinas 1 _. Corioca rCinOma~ se presenta mayormente en las pri-
os; de ta- meras dos décadas de la vida, con precocidad ísosexual. En las
Coriocarcinoma
ones. pacientes adultás produce metrorragia, marcada tensión ma-
Carcino1na embrionario
nentados maria y gB.laCto;rea. Las metástas:is son a distancia, los dosajes
de ta al- Disgerminoma
de LH son marcadamente elevados, dosándose HCG urinaria
r una te- aumentada; la evolución es desfavorable. El tratamiento es qui-
C-Teratomas
rúrgico y quimioterápico.
a pacien- Estruma ovárico 2-Carcinoma embrionario y 3-Disgerminoma: raro. Presen•
ane, (an- Carcinoide tan como !-células de sinciciotrofoblasto.
y permi• J '
:OOITea y D-T. con producción ectópica
·os. Si se C - Teratomas:
roterona
E-Condiciones pseudotumorales 1 - Es/ruma ouárico: presenta tejido tiroideo. Aparece ma-
yormente eu la 5a. década de la vida. El tejido tiroideo puede
Teas 2ºs asemejarse al normal o a un adenoma folicular o fetal, 5% son
en habi- A-Tumores secretantes de esteroid es malignos con metástasis a distancia. El grado de función es va-
:egrar la riable y en algunos casos se ha reportado tirotoxicosis. La cen-
1opausia tellografia revele. captación de 1131 a nivel ovárico.
1 - Tumor de células ele la granulosa: es la forma más
FSH son comtin de tumor estrogénico del ovario; 5% son prepuberales y 2 - Carci11oide: generalmente se observa en adultos. Pue-
se encuentran dentro de las causas de seudopubertad precoz den ser primitivos de ovario o secundarios a carci noide (gene·
isosexual, distribuyéndose el resto entre pre- y post:menopau- ralmente del fleÓ).
ras enti- - ;;in, sien do en estos casos manifestados pui metiunagia. El ta- · En el primer caso son unílaterilis y en el segumlu, bilaleta-
1edad de maño es variable, desde peque1ios nódulos hasta masas abdomi- les.
1432 ENOOCRINOLOGIA
D • Tumores con producción ectópica: se ha reportado niveles androgénicos normales, a una predisposición familiar, o
producción ectópica de PTH, ACTH y HCG. idiopática. ·
Las causas de origen adrenal pueden ser: una hiperplasia
E - Condiciones tumorales asociadas a manifestacio• adrenal congénita de instalaciqn tardía (generalmente por défi-
nes endocrinas cit parcial de la 21-hidroxilasa), a una hiperplasia de la reticu•
lar (rara), o a un tumor autónomo; cabe mencionar la probabili•
I. Quiste folicular solitario: puede presentar ruptura coa dad de un Síndrome de Cushing, pero ·se acompaña entonces de
hemorragia intraabdominal. Si ocurre en etapa prepnberal, un cuadro clínico que ~rienta al respecto.
puede encontrarse en el síndrome de Albright con desarrollo de El origen ovárico se debe habitualmente al síndrome de ova-
precocidad isosexual. El tratamiento es quirúrgico. rio poliquístico, aunque debe indagarse, según el cuadro clínico,
2 - Jlipertecosis: se encuentra en mujeres jóvenes con un la posibilidad de tumor productor de andrógenos. La conversión
cuadro clínico similar al PCO pero con mayor virilización, aso- periférica a andrógenos má~ potentes, por ej., de androstenedio-
ciándose a intolerancia a la glucosa y acantosis nigricans. na a testosterona, se observa en la obesidad, entre otras causas,
3 -Luteoma del embarazo: se encuentran 1 o más nódulos dollde hay mayor fuente de D 4-A. También se debe tener en
conteniendo células luteínicas que desa rrollan en el último tri• cuenta la posibilidad de una mayor conversión de testosterona
mestre dei embarazo. Hay alto gradu de vifilizacíón ·nú1t6ruo. a a dihidrotcstc:Jtcrona, que es c:r. realidad e! rind!"6ge~f\ r\divo a
incluso fetal. Es bilateral en 1/3 de los casos, y puede esperarse nivel del folículo piloso. Respecto de la predisposición familiar,
la involución del proceso una vez culminado el embarazo; caso ello se observa en descendientes de ciertas zonas dé España 1 El
con trario 1 se extirpa quirúrgicamente. Italia, en familias árabes y armenias entre otros. los cor
Respécto del diagnóstico, se establece dosando los niveles (próst
situad
basales de testosterona, D 4-A, DHEAS, y 17-cetosteroides.Si el
co, que
Hirsutismo nivel de T es mayor de ~ ng/ml se sospechará una causa tumo· vios. E
ral y debe procederse entonces a la búsqueda de la imagen. A dídimo
Se denomina hirsutismo al crecimiento marcado del vello en nivel ovárico es de grán utilidad la ecograJla ginecológica; a rii• sistem
zonas particularmente sensibles a los andrógenos pero donde vel suprarrenal la tomografia computada abdominal. Con nive- Los
no se observa normalmente desarrollo piloso en la mujer. Estas les de T inferiores a ~ ng/ml, se podrá pensar en un origen dis- tura, 4
son: bozo, barbilla, cuello, región anterior de tórax en línea ín- funcional, ya sea PCO o una hiperplasia adrenal tardía. Para el peso d,
primero, se realizá la prueba de LH-RH donde se tratará de evi- renal.
termamaria, línea supra e infraumbilical, región anterointern:1
denciar la hiperrespuesta exagerada de LH sobre FSH para que na
de brazos y muslos, tórax dorsal, zona sacra y glútea. De ac uer• efectuar el diagnóstico. Para la segunda,se realiza la prueba de través
do a las características de grosor, ca ntidad y distribución, lie estímulo de la 17-hidroxiprogesterona plasmática con ACTH rente¡
clasifica en 4 grados, siendo 1-leve y IV-máximo. El hirsutismo (ya descripta). ducen
configura_una parte del cuadro de virilización_, entendiéndos~ derech
Si fuera posible, es útil el dosaje de SHBG para determinar
por esta última además al acné, calvicie frontot.emporal, clitoro- indirectamente la testosterona libre, o directamente efectu ar la nar un
megalia,' engrosamien to de la voz y desarrollo muscular tipo determinación de T libre. las cél
masculino. Se rescrYa entonces el término de hipertritosis para transp
El tratamiento depende de la etiología. En el caso tumoral
la presenda acentuada de vello, generalmente fino y claro, en
se procede a la resección quirúrgica. Para la hiperplasia adre-
zonas habituales de la superficie corporal (por ej., región dorsal nal congénita de instalación tardía, se sustituye con glucocorti- Embri
de antebrazo). coides. Para el PCO y el idiopático, se procede al empleo de an·
La etiología puede obedecer a hiperproducción androgénica Su
tiandrógenos (acetato de ciproterona) asociado a etinilestradiol. fros, a
ovárica, suprarrenal o periférica, a )a administración exógena Se han utilizado con variable eficacia anticonceptivos, bromoer· tos: Al
de compuestos androgénicos, a una mayor sensibilidad local con gocriptina y espironolacto na. r enci,
cromoi
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*Dra.
SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
TESTICULO
~ )-
-.. E2? Luego_se procede al eramen físico general, donde se consig-
nan, entre otros datos: tall a, hemitalla superior e inferior, bra-
za, diámetro biaéro'mial y bitrocantéreo considerando que entre
ambas hernit.allás y entre braza y talla total no debe existir más
de 5 cm. de diferencia normalmente; si la diferencia es mayor,
~
con predominio de la hemitalla superior, el hábito podría co-·
/r
-:- L FS:estículr
~ Sertoli Leydig -
rresponder al de un hipotiroidismo, por ejemplo. Si predomina
la inferior, por otra parte, se trata de un.hábito ei.mucoide, ava• .
lado aún más si la braza también supera a la talla en una cifra
superior a lo aceptado normalmente. Se constata asim¡'smo la
distribución pilosa corporal, la presencia o ausencia de recesos
1-
SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MÉDICINA INTERNA 1435
bios en la voz, que permanece aguda. El diámetro biacromial es normal y espermatogénesis con grado variable de evolución . . El
menor o similar al bitrocantéreo (debiendo ser mayor, normal- Habitualmente hay ginecomastia. La etiología es desoonocida. tículo
mente). Hay aumento del .tejido adiposo en la región torádca FSH es normal y LH muy disminuida, oon Testosterona tam- puber
anterio r y abdomen, con tendencia a la obesidad, especialmente bién muy baja. rresp
a partir de la 3a. década de la vida. trofin
En el examen geoital, se observa un pene pequeño 1 escroto
En
no continente, con esbozo de rugosidades, no pigmentado. Los 4- Síndrome de Prader-Willi
testículos son pequeños, de consistencia disminuidá: hay hipo- •L
plasia de los constituyentes del cordón espermático y de las Se caracteriza por hipotonía, hlpogonadismo, obesidad, re-
glándulas sexuales accesorias. Hay ausencia del desarrollo de •T
tardo mental. Se asocia frecuentemente a criptorquidia. Presen-
la libido, de erección y de eyaculación. tan los pacientes marcada hiperfagia. La etiología es desconoci- •c
Para el diagnóstico, se solicita dosaje de LH y FSH, hallán- da.
dose éstas en valores bajos. Con el test de LH-RH, responderán . •C
5- Síndrome de Lawre nce-Moon-Biedl
los casos de etiología hipotalámica, mientras que estos últimos La
no tendrán respuesta positiva al test de Clomifene, (Síndrome Se trata de un hipogonadismo familiar, frecuentemente aso- minífe
de Kallman). La testosterona es baja, y· los 17-cetosteroides ciado a retardo de crecimiento, retardo mental, obesidad y reti- Leydig
también lo son. · · nitis pigmentaria. estos d
!.-a edad ósea está retrasada, y la radiografía de silla turca
El
no revela anOmaJías cuando el trastorno es funcionali manifes-
ta¿;,, q
tando distintas alteraciones si se tra ta de patología tumoral: 6- Pubertad Retardada Los tr
El tratamiento depende del nivel de la lesión y de la capaci-
dad funcional restan te. Si respondiera al test de LH-RH, se tra- conjun
Cuando no ha habido desarrollo de caracteres sexuales 2's
taría de emplear LH-RH; de no contar con este último, se debe ni aumento de volumen testicular hasta los 15-16 años, se está
recurrir al tratamiento combinado con gonadotrofinas HMG en presencia de uo a pubertad retardada. Habitualmente hay
(acción FSH) y HCG (acción LH), para producir secreción an- 3-Sín
antecedentes familiares.
drogénica, establecer espermatogénesis, y luego poder mante- El diagnóstico diferencial más importante lo constituye el
nerla con HCG solamente.· Esta es una terap~u tica costosa y hipogonadismo-hipogonadotrófico, pues como se mencionó an- Tan
prolongada 1 por lo cual, en última instancia, se recurre a un tes, el estadio prepuberal normal tiene háliit-0 eunucoide. Como de Del
tratamientao tendiente a lograr la androgenización (aunque no elementos diagnósticos, el test de Clomifene no ayuda a dife- Se
es etiológico), con enantato de Testosterona. renciarlo, por la inmadurez del eje en ambas situaciones. En- conserv
b) Hipogonadismo hipogo11adotrófico selectivo post- tonces, el test de LH-RH es de gran utilidad, debiendo ser posi- su cons
puberal: Es una entidad rara, de etiología desconocida. Hay tivo en un retardo puberal y negativo en un hipogonadismo fertilid,
disminución de la libido, impotencia sexual y disminución en e l hlpogonadotrófico; si esta prueba no fuera ooncluyente, se recu- Se }
crecimiento del vello generalizado. no existe _evidencia de daño rre a la infu sión con LH-RH. Debe diferenciarse también de La cror
anatómico a nivel hipotálamo-hipofisario. otras causas de hipogonadismo 1 tales como una disgenesia go- malías
No hay hábito eu nucoide porque la falla es postpuberal, ins- nadal, y se debe tener en cuenta la influencia de enfermedades
talándose un a vez que se ha completado el desarrollo osteomus- sistémicas y de otras endocrinopatías como causantes.
cular y geni tal. El tratamiento es la conducta expectante. 4-Sín,
Turner:
Presenta ·los estigmas de Turner en la ·mujer: talla baja, im- Cuando la glándula mamaria en el hombre experimenta un
plantación baja de las orejas, pterigium coli, pectum excava- desarrollo mayor que el normal, se denomina ginecomastia.
tum, cúbito valgo, ptosis palpebral, linfedema persistente y Histológicamente se pueden hallar dos tipos: 1) hiperplasia
anomalías cardiovasculares. Se agregan en el varón: criptorqui- ductal, con formación lobular, y 2) alteraciones en el tejido peri-
dia, hipogonadismo, ginecon¡astia, y retardo mental. ductal, con hiperplasia de tejido adiposo.
El cariotipo es normal, aunque hay casos descriptos con dis- Clínicamente puede hallarse desde un botón mamario re-
tintas anomalías: XO/XY, entre otras. Las gonadotrofinas están troareolar hasta un grado de desarrollo similar al de la mujer.
altas. Y el desarrollo de la espermatogénesis es variable, con di- Puede presentarse como único elemento en la consulta y en el
versos grados de evolución, o bien con una fibrosis completa. examen físico 1 o bien puede formar parte de un cuadro más
complejo, como por ejemplo, hipogonadismo. En lá adolescencia,
generalmente se trata de una ginecomastia puberal; pero en el
5 - Falla del túbulo semitúfero del adulto adulto se debe indagar ingesta medicamentosa relacionada,
trastornos eo la libido y potencia sexuales, antecerlentes fami-
Puede cursar con niveles normales o elevados de FSH de liares y personales similares y de fertilidad; antecedentes de
criptorquidia en la infancia (se asocia en ciertas disgenesias go-
acuerdo a la etapa evolutiva de la afección y dependiendo del
nadales). Es importante examinar la presencia o ausencia de
grado de daño testicular. Si bien puede ser idiopática, se puede
galactorrea (espontánea o a la expresión, consignar característi-
establecer secundariamente a orquitis urliana, gonocóccica, por cas), y el examen urogenital (fundamentalmente tamaño y con-
radiación y quimioterapia, entre otras causas. sistencia testicular; por ejemplo, en caso de ser pequeños y fir-
mes, orientarán hacia un probable síndrome de Klinefelter); se
describe, asimismo 1 el grado de androgenizaciáon determinado
6- Distrofia míotónica de Steínert por el vello corporal y sexual, desarrollo de masas musculares,
tonalidad de la voz, presencia de recesos frontales.
Los rasgos fundamentales de esta enfermedad son miotonía, La patogenia está vinculada a un disbalance en la relación
atrofia muscular progresiva, calvicie frontal, cataratas y en un andrógenos: estrógenos, relacionado 1 por otra parte, también
80% de los casos, hi¡Íogonadismo. La herencia es .autosómica do- con el nivel de testosterona libre (lo cual se correlaciona a su
minante. vez con el valor de SHBG). Se sabe que la testosterona disminu-
1438 ENDOCRINOLOGIA
ye, mieiitras que los éstrogenos aumentan la SHBG. Po~ lo tan- - La causa más frecuente de consulta es la ginecomastia pu-
to, un predominio eslrogénico absoluto o relativo, favorece la beral, que aparece coocomitanternente con el desarrollo te~ticu- .
aparición de esta patología ya eea est~ pr~dC1minio evidPnr.fah!P. lar; es generalmente bilateral, y su evolución es variable; puede :
humoralmente o. como en muchos casos, con niveles circulantes aumentar de tamaño, detenerse o involuciona1; en un p~riodo
normales pero c~n un disbalance local ·a nivel del tejido mama- de 2-3 años. Puede persistir y pasar a integrar la gitiecomastia
rio. Se cree que la Proladina estaría relacionada, pero en un rol residual, postpuberal. En la etapa de mayor crecimiento' es ha-
indirecto !no como ocurre en la galactorrea donde su rol es bitual la referencia de dolor, debido a la distensión. En cuanto
preponderante). al carcinoma mamario en el hombre, es r8ró; eri general es uni•
lateral, de consistencia muy dura, crecimiento rápido y con ad-
Los faclores etiOlógicos son: herencia a la piel y planos profundos.
En el diagnóstico, se solicita: radiografia de silla turca, ma-
Ginecom as tia Puberal, Neon atal y de la Senectud mografia; dosaje de testosterona, estradiol, prolactina y gonado-
Disgenesias ganada les fIGínefelt~r) trofinas. No cbstrnte, generalmente el laboratorio no aporta da-
Turner mnsculino tos concluyentes en cuanto a los niveles hormonales hallados en
Síndrome de Reifenstein la ginecomastia idiopática. .
Hipogonadismo hipogonadotrófofico Respecto del tratamiento, en la idiopática se utilizan anlies-
Tumores hepáticos trógenos (Clomifene, Tamoxifen). En la puberal, la conducta es
(.:uTos is he.µ:.ü.ica · i-í~pai,ii:i~ vi, ai P.:<flP.d.;:intP., n'!curríendo a antiinílamatorios cuando hay dolor;
TBG pulmonar si no se evidencia involución, luego de un período de espera, se
Realiment.nción en la desnutrición severa pueden emplear entonces antiestrógenos. Por último, especial-
mente cuando el grado de evolución respecto del tamaño es muy
Insuficiencia cardíaca congestiva
grande, se realiza la mamoplastia. Referente a las otras causas,
Insuficiencia renal crónica
el tratamiento depende de las mismas. Se debe consignar que,
Hemodiál isis en un porcentaje de casos, existe un componente de lipomastia
Seudohermafroditismo masculino por el cual la ginecomastia puede aparentar mayor volumen.
Hermafroditismo verdadero
Tumon.•s testiculares (coriocarcinoma, tuinor de células· de Ley•
dig, teratoína) Pseudohermafroditismo masculino
Carcinoma mama rio
Carcinoma hroncogénico Se deuomina scudohennufrodicismo masculino a la e'xisten-
Enfermedad de Hodgkin cia de genit1les externos ambiguos o femeninos concomitante
Leucemia con presencia testicular. Clínicamente, el grado es variable,
Traumati;:;mo torácico desde ge nitales _externos femeninos aparentemente normales
Infección por HlV ha~ta genitales masrnlii10s con hipOspad ias; Se clasifica del si-
guiente modú:
Inducida por drogas
Otrns endoc1inopatfas 1- Falta de respu üs'. a testicular a las gonadotrofinas.
ldiopática
2- Trastornos congénitos en la biosíntesis de Testosterona:
a) Dé,ficit de la 20-hidroxilasa y de la 17-hidroxilasa Gunta-
Entre útras endocrinopatias
mente con la deficiencia a nivel suprarrenal en la hiper-
Hipotiroidismo plasia adren al congénita)
Hipertiroídismo b) Con compromiso predominantemente testicular:
Cushing 1) Déficit de la 17,20-desmolas a
Tumores hipofisarios 2i Déficit de la 17-hidroxiesteroide-oxidorreductasa.
(cromófobos, prolactinomas, a~romegalia)
Tumor feminizirnte de s uprarrenal · 3- (Síndrome de resistencia periférica) Alteraciones en los ór-
Diabetes . ganos blanco:
a) Feminización testicular
Dentro de la inducid a por drogas 1) Completa
Estrógenos 2) Incompleta-Síndrome de Reifenstein
Testosterona b) Déficit de 5-alfa-reductasa
HCG
4· Disgenétiro
Glucocorticoides
Reserpinma 5- Alteraciones en el Factor lnhibidor del Müller
Espironolactona 6- Ingestión materna de estrógenos
Digital
Fenotiazinas
Meprobamato I - Falta de respuesta a LH y a HCG
Anfetamina
. Clorpromazina En el desarrollo masculino fetal es esencial el rol de la HCG
Antiandrógenos (ciproterona, flutamida) para estimular a las células de Leydig en la producción de tes-
Nifedipina tosterona. Si las células de Leydig no responden, se produce
CúI1siguientemente un déficit en la secreción de testosterona,
Inhibidom de la ECA
que originará distintc,s grados de anomalías genitales.
Abuso de drogas (marihuana, heroína, anfetaminas) El cariotipo es 46, XY. Se describió vello de distribución gi-
lsoniazida noide, clít01is norma!, fusión de labios, ·vagina terminando en
Cimetidina fondo de saco, ausencia de los derivados del Müller y testículos
Ketoconazol" pequelios.
SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA 1439
comastia pu- 2 - Trast9r110s _c óngénitos en la biósíntesis de testostero- Hay testículos bilaterales, y el fenotipo es muy ·amplie)", ·va· .
Tollo te~ticu- na riando, desde una falla marcada en la masculinización, hasta
iable; puede . genitafos •·üi:iliculinvs hlpoplásicos.
n un periodo a) Con compromiso predominante suprarrenal (hiperplasia En el rango de aspecto masculino se halla el Síndroine dé
giriCcomastia adrenal cong.): Ver •suprarrenal". Reifenstein, que presenta hipospadias perineoescrotal, ginecci• .·
niento es ha- mastia e infertilidad. Puede producirse por resistencia androgé,
n. En cu_anto . b) Con compromiso predominante testicular: nica parcial, o también puede observarse por errores en la sín-
neral es uni- ll Déficit de la 17,20-desmolasa: No se forma ti 4-an- tesis de testosterona. En el primer caso, hay aumento de T y
do y con ad- · drosténedioná rii DHEA a partir de 17-hidnixiproges- LH con alteración en los receptores a DHT, pero _.eri el segundo
terona y de 11:hidróxi¡íregenolona, respectivamente. · hay T baja con LH elevada. · · · · ..
a turca, ma- Hay 2 hombres descriptos con uretra masculina y se- b) Déficit de 5-alfa-reductasa:
na y gonado- vero hipospadias. El cariotipo es 46, XY; las gonndo- El cariotipo es 46, XY, con testículos normalmente diferen-
10 aporta da- trofinas son altas. · ciados, ectópicos y genitales externos ambiguos. En la puber-
hallados en
tad, los testículos descienden, ocurriin los cambios puberales en
2) Déficit _
de la 17-hidroxiesteroide:.,~idorr~ducta.sa: es masas musculares, escroto, pen0 y voz, pe.ro nÓ hay ·veHo corpo-
)izan anties-
la enzima que convierte ti 4-androstenediona en tes- ral ni sexual, acné, ni aumento prostático. · ·
conducta es
tosterona y estrona en estradiol. El fenotipo es feme- La Tes normal, pero la DHT, que normalmente.se próduce
o hay dolor;
Hinv, no iiabiencio amDiguedad aparente en eJ nact- en 4-"/% a partlr de t, está disminuida, menos del 1%; también
e espera, se
mie n to, pero virilizándose en la pubertad. El están disminuidos los metabolitos urinarios 5-a-~educidos. _
no, especial-
cariotipo es 46, XY.
naño es muy
>tras causas,
nsignar que, 4 - Disgenético
e Jipomastia 3 · Trastornos en los órganos blanco respondientes a tes-
volumen. Corresponde a las disgenesias gonadales ya descriptas. Los
tosternna (resiste11cia_periférica): · pacientes pueden tener un trastorno relacionado con: una ano-
malía cromosómica, una falta de codificación genética para el .
o
Según lo expuesto para el mecanismo de acción androgélii-
. ca, es necesaria la transformación de T en DHT en la mayoria
antígeno H-Y, ungen mutante y factores descon_ocidos teratoló-
gicos. La clínica depende de la cantidad de testosterona produ-
de los órganos blanco para la unión y la prosecución de la se- cida por la gonada disgenética. Se puede asociar a enfermedad
a la existen- cuencia descripta. Así, pueden existir anomalías a distintos ni•
oncomitante renal degenerativa primaria, con grandes posibilidades de desa-
veles de la interacción, lo cual resulta en una falta de respuesta rrollar tumor de Wilms.
es variable, biológica, a saber: deficiencia de la 5-alfa-reducción, disminu-
te normales ción. en el W y/o afi nidad de los receptores, trastornos en la
sifica del si- traslocación al núcleo, alteraciones en la ligadura a la cromati-
5 -Alteración en el Factor inhibidor del Müller .
na nuclear, alteraciones en la transcripción y/o én la traducción
.s. del mensaje, se han hallado distintas mutaciones puntuales en
Los genitales externos son masculinos, pero tienen útero y .
los cuadros clínicos correspondientes a una falla en el receptor
terona: trompa de Falopio, que pueden prolapsar y detectarse como
androgé nico.
ilasa Gunta- hernias inguinales.
a) Insensibilidad de los órganos blanco a los andrógenos
en la hiper- (Defectos de receptor):
tar: I) Síndrome de Feminización Testicular Completa. Es- 6 - Ingestión materna de estrógenos y progestágenos
te cuadro fue desctipto inicialmente por Morris; consta de gine-
luctasa. comastia, genitales externos aparentemente femeninos, testícu- Existen alteraciones descriptas, tales como hipospadias, en
los ubicados intraabdominalmente, o en labios mayores, o en hijos de madres que habían recibido progestágenos en el _emba-
!S en los ór- canal inguinal. La cromatina es negativa y el cariotipo es 46, razo, así como.también anomalías del meato urinario y testícu-
XY. La vagina termina en fondo de saco, no encontrándose deri- los hipoplásicos en hijos de gestan tés que habían recibido dieU-
vados del Müller. lestilbesrol.
La insensibilidad a los andrógenos también es a nivel hipo-
talámico, por lo cual se encuentran niveles altos de LH, con va-
lores elevados·de Testosterona y cifras altas de estradiol.
Clínicamente, el fenotipo es femenino y el motivo de consul- Hermafroditismo verdadero
i.a t !';i vur amenorrea primaria, con el antecedente cie herma m•
guinal, y es frecu ente la referencia de antecedentes familiares. Es una entidad rara, en la cual coexisten tejido ovárico y
Al examen físico, la ginecomastia es importante semejando un testicular; ello puede ocurrir con las siguientes variantes:
desarrollo mamario habitual para la mujer, la vagina termina 1) lateral- 1 testículo de un lado y 1 ovario del otro.
en fondo de saco y no se palpa útero.
2) bilateral- •ovotestis" en_un 50% de los casos.
Para agregar a los datos de laboratorio mencionados, a nivel
de receptor se puede encontrar una alteración en el número y/o 3) ' unilateral- ovotestis de un lado, y un ovario o testículo
1de la HCG afi nidad. El tratamiento es la gonadectomía, pues existe ade- contralateral. ·
,ción de tes- más el riesgo de _malignización, y posteriormente la estrogeno- Clínicamente hay genitales externos ambiguos, aunque el
se produce terapia sustitutiva. aspecto puede llegar a ser masculino o femenino, dependiendo
istosterona, de la histología y función gonndales. Habitualmente hay desa-
·s. 2) Síndrome incompleto de Feminización Testicular. rrollo puberal, con menarca y desarrollo mamario, coexistiendo
ribución gi- Los pacientes tienen_genitales an1biguos en el nacimiento, tales con grado variable de virilización. _En ·general, la porción .ovári-
ninando en como aumento fálico y fusión labioescrotal; en la pubertad, pre- ca es normal, pero la testicular es disgenética. El cariotipo pue-
y testículos sentan ginecomastia y cierto grado de virilización. El cariotipo de ser 46, XX/46, XY, ó 46, XY, ó 46, XX (más habitualmente).
es 46, XY. La confirmación diagnóstica es histológica.
1440 ENDOCRINOLO_GIA"
i volumen testicular Lq
Genitales i tamaño del pene y escroto testicuL
i pigmentación y rugosidad escrotal mo-hipc
compre1
dicha a,
Vello desarrollo de vello corporal y en zonas andrógeno-sensibles: vello pubiano, axilar, barba, bigote, patillas.
En e
. . xuales l
l\:_'\¡;
1
''l l ..:¡· ;
· logía, pe
SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA 1441
Se menciona que en este último grupo, las dos primeras son completándose en distintas etapas evolutivas (ver cuadro pági-
las más frecuentes, siendo la terapéutica dependiente de la na anterior):
etiología. - Se acoropañaznietrrnferelicia de sadornción ton olor cai-ac-
teristico, desarrollo de masas muscular_es, de acné, y eyacula-
ción. El vello pubiano se clasifica en distintos grados, clesde su
aparición (1-Il} hasta adoptar la forma romboidal (V). Cabe des-
Pubei-tad precoz
tacar que el desarrollo puberal está clasificado en distintas eta-
pas que correlacionan los cambios mencionados, de Pl (en su
Pubertad normal comienzo)·hasta P5 (desarrollo adulto de genitales y vello, con
espermatogénesis completa): y que este proceso abarca un pe-
1 ríodo variable.
La secuencia que lleva a la activación del eje hipotálamo-hi-
! pófiso-gonadal en la pubertad ya fue descripta en "Ovario". Pe- Se define como pubertad precoz a la aparición de caracteres
¡ ro se debe destaca r que, para el varón, el comienzo del aumento sexuales secundarios previame nte a los 9-10 años de edad. La
de volumen testicular ocurre a partir de los 12-13 años, conjun- clasificación etiológica es la siguiente. Este cuadro se clasifica
1 tamente con ias características que se detalian ·a continuación, ·de} siguiente modo:
1 • Pinealoma
i Tumores del sistema nervioso central • Hamartoma
• Neurofibroma
• Astrocitoma
1
Pubertad Precoz Verdadera • Ependimonrn
Síndrome de McCune-Albright
Hipotiroidismo
ldiopática
Tumores testiculares
7
• productores de andrógenos
Seudopubertad Pr • productores de HCG
Tumores adrenales
· Hepatoblastoma (productor de HCG)
. Iatrogénica (administración exógena de esteroides, HCG)
Hiperplasia adrenal congénita (HAC) ·
La pubertad precoz verdadera comprende a la estimulac:ón Otra forma de pubertad precoz en los varones es la denomi-
testicular como consecuencia de la activación del eje hipotila- nada Testotoxicosis; se trata de la maduración prem~tura inde-
mo-hipopofiso-gonadal; la seudopubertad precoz, por otra parte, pendiente de gonsdotrofinas, que es de caracter familiar. Los
comprende la aparición de caracteres sexuales no resultante <le pacientes presentan agrandamiento testicular bilateral de tipo
dicha activación. puberal con caracteres sexuales secundarios. En el examen his-
En el varón que presenta désarrollo precoz dé caracteres se- tológico se demostró maduración de las células de Leydig. LH y
. . xuales es muy importante dese&rt.ar el._ntje;en neo?lásico, espe• FSH son prepuberales y la testoterona tiene valor.es semejantes
cia]mente de sistema nervioso central, pues 1 a diferencia de las a los del adulto. Se transmite con rasgo autosómico dominante
niñas, la causa tumoral es la más frecuente. Se debe interrogar limitado al sexo. Se han utilizado inhibidores de la biosíntesis
sobre el antecedente de convulsiones, cefaleas, automatismo, enteroidea como el ketoconazol, seguido luego de un agonista de
cambios repentinos de conducta, de apetito o polidipsia. Es ne- LH-RH como tratamiento.
cesa,io correlacionar el estadio puberal con el _tamaño testicu-
En cuanto al diagnóstico, se realizan dosajes basales de LH
lar, ya que en un tumor adrenal productor de andrógeno, por
ejemplo, el volurrien es pequeño; mas, en una patología neop1á• y FSH, testosterona, DHEA, y ti 4-androstenediona plasmática,
sica del sistema nervioso central, el tamaño gonadal está au- 17-cetosteroides urinarios, y dosajes de beta-HCG o HCG para
mentado. Se debe tener'en cuenta la velocidad de progresión de detectar corfocarcinoma o· hepatoblastoma. Desde él punto de
los cambios puberales, pues una rápida evolución acompañada vista radiológico, se solicita: radiografía de silla tu rca, edad
de signos neurológicos orientará hacia una patología tumoral ósea, y se completa el estudio a nivel hipofisario, según resulta-
de sistema nervioso. Por otra parte, se debe indagar sobre Is dos; se solicita además tomografia computada abdominal para
administración exógena de andrógenos para descartar esta etio- detectar posible tumor adrenal. El diagrama orientador diag-
. logia, péró en este· cas0 1 no se observa evolut.ividnd. nóstico es:
1442 ENDOÓRINOLOGIA
!
Dosaje
LH, y FSH plasmáticos
7 1
E~:;~~r:~-d-.-de-go_n_a_d_ot- . ----------'-.J.-_ ,,----,--Í-co_m_ p-a t-,b-l-e co! pubertad
Respecto del tratamiento, éste depende de la etiología. En el relacionada con pérdidas reales o imaginarias de personas u ob-
caso tumora), se procederá a la intervención quirúrgica cuando jetos que reviven situaciones previas de desamparo. Esos con-
sea factible, recurriendo a la radioterapia y quimioterapia, se- flictos en la vida de los pacientes, sentidos como una gran ame-
gún el tipo neoplásico. En la idiopática, se emplea el acetato de naza, los coloca en alerta síquica y metabólica evidenciada ésta
medroxi progesterona y el acetato de ciproterona (antiandrógeno- última por una disfunción glandular.
antigonadotrófico), con variable eficacia: con .el primero se tiene Una vez desencadenado el trastorno orgánico éste lleva a
mayor experiencia, pero no ha logrado establecer una detención una mayor inestabilidad síquica por la acción de las hormonas y
por el desequilibrio global que esto trae aparejado.
en la edad ósea, a pesar de mejorar otros parámetros de desarr<r
Los síntomas sicorreactivos, es _decir aquellos derivados de
llo puberal. También se están empleando análogos de LHRH Y
los cambios somáticos que pro'voca la éridócrinojiatía, serán inás
está descripta la utilización de Ketoconazol como inhibidor de la intensos en aquellos pacientes con estructura síquica más lábil
biosíntesis androgénica en algunos casos de testotoxícosis. y en aquellas afecciones que provocan cambios externos más
evidentes: oftalmopatía, enfermedad de Cushing, acromegalia.
r Existen también y con particular importancia en las enfer-
medades congénitas como el síndrome de Tu.roer y los hipogona-
INTERRELACION SICOENDOCRINA* dismos, por ejemplo, en los que la malformación se convierte en
1 fu ente de permanente t~nsión sicológica.
Para describir las relaciones entre Jas va1iables sicológicas, Estos pacientes presentan, en fo1ma casi general, durante la
sociales y biológicas en las enfermedades denominadas sicoso- afección y previa a ella trastornos en sus relaciones interperso-
máticas se han usado diferentes modelos teóricos. Nosotros nales y en sus roles sociales. Esto último puede verse como la
pensamos, de acuerdo con otros autores, que separar a1 hombre expresión de una alteración total que se expresa en el cuerpo
en la dualidad mente por un lado y cuerpo por otro, negando, mediante la enfermedad endoc,ina. Finalmente pueden asumir-
además, las relaciones y muluas influencias entre ambos, es un se roles patológicos en relación con la endocrinopatía y usarlos
marco referencial totalmente artificial correspondiente a un fal- para obtener beneficios secundarios. · ·
so modelo conceptual. · · De esa manera un paciente puede usar su enfermedad para
Se habla de factores emocionales como agentes cocausales manejar ca:racteropáticamente a todo su grupo familiar y/o so-
de los trastornos endocrinos. Ya es bastante conocido actual- cial y obtener ventajas o bien esgrimir la patología que lo afecta
mente que, si bien los procesos síquicos influyen e~ el comien_z,o,
como un pretexto para negar verdaderos conflictos, dificultades
evolución y pronóstico de las enfermedades endocrmas! tambien rlP. rPlflrión íntPr:pPl"<lOnRJ, }~hnr~l o fl.fPrf:i-v::i
ias hormonas tienen marcada influencia en la conctucta del En síntesis, es innegable la mutua influencia entre la mente
homb re. y el cuerpo. La sintomatología síquica que puede aparecer en
La función endocrina ha sido 1 entonces, estudiada en rela- una endocrinopatía es múltiple y abarca prácticamente toda la
ción con estados intensos emocionales y se ha descripto clara-
patología siquiátrica. De la misma fopna está multicondiciona-
men te la interrelación sicoendocrina a }a· que hacíam.os referen-
da la manera en que cada· paciente va a reaccionar frente a su
cia. ·
cuadro orgánico, por lo que pensamos que es inadecuado apl!car
En las enfermedades tiroideas se ha reconocido desde hace
un esquema rígido y atribuir a cad~ endocrinopatía deternuna-
ya bastante tiempo la importancia de los factores sicológicos y
da reacción síquica. Lo que sí debemos subrayar es la mutua e
la influencia que éstos tienen en el c_omienzo y desar_rollo de las
importante interrelación existente entre la enfermedad ·orgáni-
tiro ideopatías. Con frecuentia se observa que los pacien_tes re-
ca y el cuadro síquico en cada uno de los pacientes.
fieren una situacíón traumática importante vivida poco o mu-
cho tiempo antes del comienzo de la enfermedad. Puede estar
Anorexia nerviosa
h~r Appetite · b~gan to abate and · he~ Digeslíon 'to b¡ bad; her b-Pér~ida de ~ás del 25~ ,del peso corporal original.
fl esh alsq began to be ílaccid and loose and her looks pal e... with
ll~e g1eak~t degree oí a Conswnptio,n ... e fo¡agen corporal distorsionada.
d-Ni nguna enfermedad que provoque adelgazamiento. ·
Ri~hard Morton, 1689.
e-En las mujeres, amenorrea de por lo menos 6 meses de du-
Desc1ibir una entidad clínica como la anorexia nerviosa pre- ración.
supone una gra n dificultad posiblemente por el hecho de tener
f-Com portamiento anómalo frente a los alimentos: ayuno
que limitarse a la desc1ipción fenomenológica y evolutiva de la
autoimpuesto, excesiva actiVidad física 1 vómitos provocados o
enfermeda~ pero sin poder elucidar clarameiite los mecani~mos
ingesta de purgantes.
etiopatogénicos que la causan. La anorexia nerviosa es, sin lu-
gar a dudas, la entidad más precisa y encuadrable dent ro de la
De acuerdo a la predominancia de alguna de las caracteris-
definición de "enfermedad sicoendocrina". En su expresión sin-
tomática intervienen fenómenos síquicos y orgánicos en total ticas, por ejemplo ayuno prolongado o rechazo importante a los
interrelación de manera que a la Juz de los conocimientos ac- alimentos se puede hablar de anorexia nerviosa restrictiva. Si
tuales es casi imposible su abordaje unidisciplina rio. Podremos en cambio, la paciente se muestra ingi1iendo purgantes o gran-
entenderla y curarla mejor si no perdemos de vista al individuo des cantidades de comida para luego inducir el vómito podemos
rmal como un lodo y a la entem,edad como expresión fi nal de un de- suponer que estamos en presenci~ de una anore:ria neruiÓsa
sorden sicofisiológico global. bultmica.
nor Si nos vamos hacia atrás en el estudio de la anorexia, vernos La anorexia nerviosa se pr·esenta fundamentalmente en
ipof. SNC que ha habido diferentes etapas en la aproximación a la enfer- mujeres jóvenes entre 13 a 25 años aunque puede manifestar-
medad que reflejaban el pensamiento médico y sicológico domi-
se a cualquier edad y sexo. La indiscutible mayor incidencia
nante en ese momento. Se la intentó ver como un~ endocriuopa-
de la enfermedad en el sexo femenino se ha intentado justifi-
m as u ob• tía "pura", a punto de partida hípofisario, se la relegó al olvido
car de diversas maneras. Una de· ellas sería la exigencia im-
Esos con• catalogándola de enfermedad mental incurable y también se la
clasificó como patología social sin mayor participación del indi- puesta a las mujeres -~obre su fisico. Este debe ser, de acuerdo
p-an ame-
viduo. · · al modelo vigen te, esti lizado, esbelto, delgado . Esta imposi-
ciada ésta
Actualmente vemos a la anorexia nerviosa causada por una ción cultural es impostergable para la mayoría de las 'adoles-
;e lleva a mul tiplicidad de factores como son: la estructura síquica del pa- centes.
,rmonas y ciente, su medio familiar, la vulnerabilidad biológica, situacio- Sin embargo, se h an visto en los ho1nbres conductas con res-
nes traumáticas emergentes, entorno sociocultural, entre otros. pecto a la comida y al ejercicio muy semejantes a las observa-
ivados de En el siguiente cuadro podemos resumirlo: das en mujeres anoréxicas,. incluso se ha descripto todo el cor-
erán más tejó sin toma tológ ico de la ·en t id ad en pacie ntes de l sexo
más lábil Pre disposición psicológica Vulnerabilidad biológica masculino. · ·
rnos más
1egalia.
.as enfer-
úpogona·
Experiencias tempranas
Conflicto intrasíquico
j t·f J Carga genética
Predisposición fi siológica
La incidencia general de la enfermedad es de alrededor de
5-10% de la población general si se toman en cuenta la forma
clínica y subclínica con una mortalidad calculada de alrededor
vierte en del 3%.
En la ano rexia nerviosa existen cambios hormonales qne
urante la Entorno socioculliral Situaciones traumáticas se detectan corno una disminridón de· la sécréciOn hOnn~nal
f t t~
terperso- que se evidencia fund ~me ntalmente a nivel hipotalámico en
' como la el área gonadotrófica. El hipotálamo de la anoréxia riérviosa
,1 cuerpo Modelos sociales Pubertad
"retrocede" en el tiempo y se comporta como un hi potálamo
1 asumir- Mala conduct" alimenta1ia Problemas afectivos
pnberal o prcpuberal con franca disminución de los pulsos de
' usarlos Malnutrición ~ Problemas sexuales
las gonadotrofinas y de la se~reción de hormonas sexuales.
:!ad para Cursa, entonces, con amenorrea que puede ser simultánea,
.r y/o so- La descripción clínica, hecha ya en este capítulo de este li- previa o posterior a la instalación del cuadro clínico comple-
lo afecta bro nos permite catego,izar a la enfermedad si atendemos a la to.
cultades expresión tot.al del cuadro clínico o si pensamos, además, en Existen, además, importantes cambios biológicos sobre lodo
tJll& g1·an poblacióú de p&dtntes Jt:: "aitu 1 ie.::;gtt, prudivc~ a de- en pacientes caquécticas: hipotensión, bradicardia, hipotermia,
:a mente sarrollar la enfermedad en forma completa. Existen, entonces, cianosis, trastornos en la piel y faneras, disminución de los ca-
recer en
racteres sexuales secundarios, alteraciones del hemograma, he-
, toda la 1- anorexias nerviosas clinicas patograma y proteinograma e incluso cambios electrolíticos en
Ldiciona- .2- anorexias nerviosas subclínicas.
nte a su el organismo.
, aplicar En la tercern edición de la American Psychiatric Associa- La incidencia de la enfermedad va en constante aumento en
:ermina- tion's Diagnostic and Slatistical Manual (DSM III) se publica- los últimos tiempos. Esto ha provocado inquietud y ha alentado
nutua e ron los signos y síntomas que son exigibles para el diagnóstico difere ntes acciones destinadas a efectuar la detección precoz de
·orgáni• de anorexia nerviosa. la enfermedad sobretodo en las poblaciones de riesgo. En el úl-
timo año y en nuestro país se hicieron encuestas en colegios se-
cundarios con el fin de prevenir y/o tratar rápidamente a las
Criterios diagnósticos para anorexia nerviosa (DSM !II) adolescentes afectadas. Creemos que es útil que el médico co·
na zca las preguntas que hace ALUBA (Asociación de Lucha
: from a . n ,'I'cmor ir.t{ln~c do esta!" obl:"sa que no disminuye :.rnnq_uc ne contra Bulimfo y P. ."1orcxb)
. 1
pa:-a que p .1~d~ eetAr ~1~rt~ fnmt.P.
1
ENCUESTA-CONTESTARS!oNO Al
Cr
Deseo fervientemente ser delgada/o _ _ __
Si
Habitualmente me restrinjo en las comidas (o disminuyo drásticamente las calorías) _ _ __
Me restrinjo en las comidas {o disminuyo drásticamente las calorías para compeusar mis atracones) _ _ __
M
Pr
Como en fonna compulsiva y no me puedo controlar _ _ __
Algunas veces me siento deprimida/o por mi manera de comer (cuando como o dejo de hacerlo) _ _ __
Me ha ocurrido alternar grandes ingestas con períodos de alimentación casi normal o con regímenes muy estrictos _ _ __
ACLARACIONES (indique cualquier dato o ampliación de concepto que le parezca adecuado. Si consume o consumió drogas en
1cientes ·de Drs. JUAN H. MAGNASCO, JOSE TERUYA, MARIA DEL C. ARDAIZ, GRACIELA LUCERO,
MARIANA EPPINGER, NILDA SOMOZA, IRMA OTERO DE ROVNER y RICARDO NIBORSKI
sultas con
1 o grupal,
~aciúu c.:u11-
ersos sico-
momento
pacientes
Introducción centrifugando una muestra de sangre, expresándose el resulta-
do en porcentaje de hematíes (estos se depositan en el fondo del
otrevistas
tubo), con respecto a la cantidad total de sangre. Los valores
La patología hematológica incluye el estudio de la sangre normales de estos datos están consignados en la Tabla (fig. 14-
periférica , la médula ósea, el bazo, los ganglios linfáticos y el 1) (W!NTROBE).
sistema reticulohistiocitario o monocíto macrofágico. Los leucocitos o glóbulos blancos según la tinción que ad-
La sangre, en la que repercuten las alteraciones de los órga- quieren sus gránulos con los c_olorantes 1 pueden ser: granuloci•
nos nombrados, tiene dos componentes: uno 1íquido 1 el plasma, tos (neutrófilos, eosinófilos y basófilos) y agranulocitos (linfoci-
ncídencia y el sólido, constituido por los elementos figurados: hematíes, tos y monocitos).
1está cre- . leucocitos y plaquetas, generados todos ellos en los órganos he-
pei-mane- mopoyéticós. Las alteraciones patológicas de éstos se manifies- a) Granu/ocilos 11eutrófi/os, de 12 micrones de diámetro que
.les y cul- tan, pues, cuando lo hacen en forma gen¿rali por variaciones presentan en su citoplasma granulaciones de color pardo, dis-
ismas. Se cuali o cuantitativas de los elementos circulantes, que a su vez tribuidas uniformemente; su núcleo es polilobulado (2 a 5 lóbu-
repercuten en el resto del organismo como consecuencia de: la los) (fig. 14-2A).
,,.la difu-
disfunción del transporte de oiúgeno (hematíes), inmunitaria
.e del mé- (leucocitos) o bien del mecanismo de la hemostasia y coagula- b) Gra11ulocitos eosinófi/os: de diámetro similar o ligeramen-
ar este ti- ción (plaquetas, factores plasmáticos). te superior a los neutrófilos, suelen presentar núcleo bilobulado
Las manifestaciones clínicas de la patología hernatológica y su citoplasma está tapizado de granulaciones de tamaño uni-
~n su va- ocurren, pues, localmente e_n los órganos hemopoyéticos o bien forme, mayores que las de los neutrófilos de color rojo anaranja-
atante es por la repercusión general en el resto del organismo. do (fig. 14-2B).
Adulto
L
Mujer 4.5 ± 0.5 13 ± 1.5 41.0 ± 4.0 larm
Varón 5.1 ± 0.7 16.0 ± 2.0 47 .0 ± 6.0
4
wald
Fig. 14-1. Valores normales de hematíes, hemoglob ina y hemalocrilo según edad. leuco
corra
ces h
La cantidad de henwglobina corpuscular media (HCM) indi- hema
ca la cantidad promedio de hemoglobina por cada hematíe. Se la tral D
Fórmula leucocitaria normal del adulto los d
obtiene relacionando la cant;dad de hemoglobina y el número de
Porcentaje Fórmula absoluta eritrocitos por mm3. Valor normal: 28 micromicrogramos. 5)
(Xmm3) cresi
que s
Hemoglobina (en gramos%) al de
HCM= Xl0=28y¡
Neutrófilos 45 a 65 3000 a 5000 Número de eritrocitos (en millones) denci
Eosinófilos l a4 150 a 250 son n
curso
Basófilos Oal 30a 60 La concentración de hemoglobina co1puscu lar media indica 1,5 r,
Monocitos 4a8 250 a 800 en qué proporción se encuentra la hemoglobina en los hematíes. nom1
Se la halla relacionando la cantidad de hemoglobina y el valor un a1
Linfocitos 20 a 35 1500 a 3000 del hematócrito. El valcir normal es de 32%, no pudiendo supe- anem
rar el 36%, máxima concentración de hemoglobina que puede en la!
Las plaque/as (fig. 14-6) son elementos de 2 a 3 micrones de se CO
diámetro. Presentan una zona central más oscura (cromómero) contener un hematíe. n1ent,
y una periférica clara (hi~lómero). Su cifra en la sangre perifé- expre
rica oscila entre 200.000 y '300.000/mm3. ·
CHCM = _ _H_en_1-' r _m_o_s_'lé_ol_ _ X lOO= 32 %
og:..lo_b_in_a_(_e_n_g_a
Valor del hematócrito
Técnicas de estudio
1) Recuento de hematíes. Utilizando cámaras cuentaglóbulos. Si el volumen corpuscular medio es normal, los hematíes son Emb,
Este método tiene alto grado de error y hoy solamente se da va- 11ormocíticos, si es bajo, microcílicos y si es alto, macrocíticos.
lor a los recuentos de hematíes hechos en aparatos automáticos. L,
mano
2) Dosaje de hemoglobina. Para esto existen varios métodos, se ob
;-~
fiendo el más u,tiliz~d.o el de cia_nmet.ahemoglobina.
A e
3) Hematócrito. Su técnica está descrita más arriba.
Pre-B - - - - - - Linfocito B
Célula plasmática
Célula madre
totipotencial Pretimocito - - - - Linfocito T
(Stem-cell)
Célula madre mielo1de (Pre-H/Cl CFU GM Granulocito
Monocito
tiocitos del tejido conectivo, las células de KiJ¡ifer del hígado; los
osteoclastos, las células de la microglia, los macrófagos de los
a!vc!:'!os p~!mcnares y de )3.S serosas. ·
ado·; los poyélico dura de cinco a siete días y está regµlado po[_ u_n factor
de los humoral, la elitropoyeli11a (glucoproteina segregada por él ririón)
que estimula la diierenciación y maduración de las células más
primitivas de la progen ie eritroide, y acelera la maduración de
los eritroblastos. El estímulo para su secreción es la tensión de
oxígeno a nivel tisular. Las hormonas tiroideas, adrenales, gona-
dales e lúpofisari as tienen efecto regul ador de la edtropoyesis.
ulocíti- La vitamina Bl2 y el ácido fólico son fu ndamen tales para la
síntesis de nucleótidos. Ambas se absorben por vía diges tiva, la
primera unida al factor intduseco, segregado por las glándulas
~ca.
fúnd icas del estómago. Su actividad permite una adecuada ma-
ura del
duración del núcleo y del citoplasma durante el proceso eritro•
o en la
poyético.
rtebral
Los eritrocitos están constituidos por un estroma lipoprotei-
rior de
co, la membrana y por la hemoglobina, que es el pigmento res-
piratorio.
a.objeto
Fig. 14-8 Plaque/as lfl echasJ: se observa anisocitos1s,
peque-
hi pnr-rnmíq !' 11P. f!~l..!t!'Ó!;.!'J.
db~t:
b) Membrana y Grupos sanguíneos
aer los
bjetos. El estudio de la niédula ósea está indicado: En hematología En la membrana de los hematíes se localizan numerosos an-
Grün- cuando es necesario investigar alteraciones en la producción de tígenos. Una parte de los mismos son los de los grupos sanguí-
bserva- elementós sanguíneos que no es posible aclarar con el examen neos, de los cuales los más importantes son el A B O y el Rh. En
de la sangre periférica. · · el ABO están prese ntes indefect.iblement~ anticuerpos natura-
sticipar En patología infectológica se le utiliza para efectuar cultivos les: así en el grupo A está preseute el anti-B, en el B, el an ti-A y
e en el bacteriológicos (endocarditis, brucelosis) o investigar la presen- en el O, el anti-Ay el anti-B.
.,a pre- cia de parásitos (Leishmaniasis). En cambio, en los otros sistemas de grupos sanguíneos, su
ino hi- En alteraciones metabólicas, para observar alteraciones ce- importancia depende de la capacidad inmunizante del antígeno;
el ma- lulares (enfermedad de Gaucher). · no hay por lo tanto anticuerpos natura les sino que aparecen por
En patologia oncológica, para investigar la presencia de ele- sensibilización. Dentro de éstos, el primero en importancia es el
. 14-6) mentos neoplásicos metastáticos 1 o bien valorar la suficiencia Rh. En él hay varios antígenos: C, D, E, c,e; siendo el D el de
lula r y med ular de pacientes que serán sometidos, o lo han sido, a tra- mayor poder inmunizante.
1ropor- tamientos mielosupresores (Quimioterapia, terapia radian te). Normalmente1 el suero humano no tien~ anticuerpos para
1lmen- esos antígenos; pero si se transfunden hematíes D a un sujeto
que no lo tenga (D negativo, llamado Rh negativu), se prod ucen
8.mbas anticuerpos anti-O, y si posteriormente recibe otra transfusión
citos y de dichos hematíes, puede destruirlos con un cuadro de incom•
edula- ALTERACIONES DE LA SERIE ROJA patibilídad. Por ese mismo mecanismo, una madre Rh negativo
(D negati vo) se sensibiliza en un embarazo, o por transfusión y
iopsia sus anticuerpos anti-D al atravesar la placenta, enun embara-
1 agu- 1 - FISIOPATOLOGIA zo posterior, causan la destrucción de los hematíes del feto, si
lindro ést-0s son Rh positivos.
mato- a) Eritropoyesis Además, hay otros muchos sistemas capaces de producir a n-
ticuerpos por transfusión o embarazo: Kell, Duffy, M N, P p, etc.
A partir de las stem celJ pluripotentes se originan, cuando Por ese motivo, antes de cualquier transfusión de sangre es ab-
se diferencian hacia la línea erotroide, progenitores identifica- solutamente necesario hacer pruebas de compatibilid~d espe-
bles por su comportamiento en cultivos cel ulares (fig. 14-5); las ciales entre el suero del paciente y glóbulos rojos del donante
BFU-E (Burst Forming Unit), que forman in vitro microagrega- usando una te_cnología que incluye pruebas a temperatura baja
dos celulares, y las CFU-E (Colony Forming Unit). A partir de y a 37', y el método de Coombs o de enzimas para detectar cual-
éstas se produce el paso al proeritroblasto, la célula más primi- quie r anticuerpo. Ja más deben omitirse esas pruebas antes de
tiva morfológicamente identificable de la serie roja. Mide 15 a cada una de las transfusiones.
20 micrones, su citoplasma es basófilo y el uúcleo con cromatina La membrana del he matíe, como la de otras células, pernúte
laxa, presenta uno o dos nucléolos. _ ... .._ . P.1 n~~o lihrP rl11 Tnc::: f¡ni_oflA~, pero rir rfe 11:.' ~ r:1tiont'S, espedal-
Por d1v1sión y diíerencíación de éste, se generan los erítro• mente sodio y potasio; éste es más concentrado en los hematíes
bias/os basri{ilos, de tamaño algo menor, cromati na densa en que en el plasma y el Na viceversa. Este hecl10, que es contrario
forma de gránulos gruesos, sin nucléolos, de citoplasma inten- a las leyes fisicas de la difusión, se debe a la presencia de meca-
samente basófilo. El estadio posterior es el eritroblasto policro- nismos activos especiales, llamados bombas, que usan constan-
matófilo, de citoplasma grisáceo, con núcleo de cromatina den- temente energía para dicho proceso químico, contenida en el
sa; en estas células aparece la hemoglobina. Una vez terminada ATP; ese mecanismo activo puede alterarse en algu nas ane-
la carga hemoglohínica, los elementos de la serie roja dejan de núas, con destrucción de hematíes . .
reproducirse: es el estadio de eritroblasto ortocromático o nor- La membrana es la parte principal del estroma lipoproteico
moblasto. Todos estos elementos son nucleados, y este último de los hematíes; s u destrucción o la apertura de s us poros natu-
tiene un tamaño similar al del e,-itrocito. rales entraña el paso de agua, sodio, y la hemólisis.
Se inicia entonces el proceso de pérdida del núcleo, que tiene
lugar por expu lsión o destrucción. La célula que ha expulsado su
núcleo, puede couservar restos de basofilia citoplasmática (reti- e) Hemoglobina
culucilo), el cual, luego de aproximadamente de uno a tres días de
vida intramedular, sale a sangre periférica, donde circulará por LA hP;11i'o¡: r lobin a P.,;; un~ nrl) h?ín ~ ronju gML'I r. uv~ núcle_o
,;. un período de alrededor de cien/o veinte días. El proceso eritro- prostético es "el hem, formado.por cuatro núcleos pirróhcos um-
1452 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
L
dos al hierro (ferroprotoporfirinar· Estas moléculas unen a la de las fallas en la reguÍación producen las talasemias, con cadenas •
oxíge1
globina, que a su vez está formada por cadenas de aminoácidos, de globina normales alteradas cuantitativame_nt'). ceven
siendo éstas de' dos tipos: alfa, de 141 aminoácidos, y beta de La síntesis de la hemoglobina se realiza en los eritroblastos .. ment
146. Dos cadenas alfa y dos beta se _unen al hem para constituir nucleados, con DNA. Pero en los reticulocitos persiste aún RNA paz d
el 97% de la hemoglobfna adulta normal (hemo'g/obina A), de y por ello son cap\ices d.e sintetizar hemoglobina; el retículo de enfen
peso molecular 68.000. · · · '° · · esas células es précisamente unauucleoproteína RNA ciente
E,isten otros dos tipos en el'ser humano normal: la fetal
mal,}
/F.I, que se halla preponderantemente durante la vida intraute- y aun
rina; al nacer representa el 80% del total y este porcentaje se
d) Fisiología del hematíe La
reduce rápidamente en los primeros meses de vida, pudiendo
mos:
persistir en pequeña proporción en el adulto; en la hemoglobina
circul;
fetal, en lugar de dos cadenas beta, hay dos gamma, también de Para mantenerse vivos y no ser destruidos rapidamente los otros
146 aminoácidos. . hematíes requieren energía 1 la que está provista por 1a combus• As
El tercer tipo es la hemoglobina /A2), en donde las dos cade- tión de los glúcidos. En· las células nucleadas esa combustión lamo
nas beta están reemplazadas por dos delta. Representa del 1,5 puede efectuarse por el ciclo aerobio de Krebs, que es el más efi- tensió
al 3,5% de la he1i1oglobina total. La cantidad normal de hemo- cie nte. En los hematíes , persiste el ciclo anaerobio de Embden- mal d
globina es de 15 g por cada 100 cm3 de sangre, en el adulto va- Meyerhof, que transforma la glucosa en ácido láctico, mediante paces
rón. el efecto de once e nzimas que degradan la glucosa; cualquier
tante
defecto genético en estas enzimas puede interrumpir la degra•
moléc
Síntesis de la 111oléc11la hemoglobínica. Como ya se ha dación de glucosa del hematíe y provocar alteraciones de la
mia a
dicho, el hem es una porfirina, es decir, está constituido por un membrana; estos casos no son comune1?, y el más conocido es el
torna
núcleo tetrapirrólico unido a un átomo de hi erro. El pino] pro· déficit de piruvato quinasa, que transforma un antecesor en ..
una t(
viene del ciclo de Krebs, a partir de la molécula de acetato, para ácido pirúvico, precursor a su vez del ácido láctico.
sea co
llegar, mediante varias reacciones al ácido deltaaminolevulíni- También la glucosa se degrada a través de un ciclo aerobio . 3 difo,
co. Por reunión de dos moléculas de éste, en presencia de gluta• adicional, qµe termina en anhídrido carbónico y agua: es el lla- de ést
tion y deltaaminolevulínico-dehidrogenasa, se constituye el por-. mado ciclo de pentosa, porque en el mismo la glucosa, de seis ciencü
fibilinógeno, que es un monopirrol que en sus cadenas laterales carbonos 1 se transforma en parle en pentosa, de cinco carbonos, serie é
tiene ácido acético o propiónico. A partir del porfibilinógeno, se dejando anhídrido carbónico en libertad. Este ciclo parte de la lécula
condensan cuatro moléculas y fon-nan un tetrapirrol, el uropor- fosfo-6-glucosa que se oxida a 6-fosfogluconato por enzimas, de preser
firinógeno. Por decarboxilación en los radical es acéticos se for- las cuales la más importante es la glucosa-6-fosfato dehidroge- hemat
ma el coproporfirinógeno, llegando finalmente a la protoporfirí- nasa. Al oxidarse, la glucosa deja en libertad hidrógeno (H) que
na. pasa al trifosfopiridín -nucleótico (TPN) llamado también llavín
Esta última, junto con el hierro, constituye el hem. . adenín . dinucleótido (NADF), que se transforma en TPNH.
e)_Var
De estas sustancias pueden existir diversos isómeros, según Este nucleótido puede ceder el ion H+ a l glutatión (GS-SG) que
la posicíón ocupada por los radicales, siendo los que se encuen• se transforma en glulatión reducido (GH-HG). El hidrógeno del
No
tran en lo. vía sintética del hem los del tipo III. glutatión es capaz <le reducir una serie de metabolitos. Un efec•
cuentr
Normalmente se excretan en orina coproporfirina I y III, de- to importante es la transformación de H2O2 (agua oxigenada),
trobla,
rivados del coproporfirinógeno, y escasas cantidades de urapor• que es un producto natural del metabolismo, en H 2O (agua);
La
firina I y III. Asimizmo en las heces se elimina coproporfirina. cuando falla este ciclo pentosa por insuficiencia de la glucosa-6-
o de e,
La presencia de protopo1firina en las heces se asocia a la de la fosfato deh.idrogenasa, el TPN no se reduce, no se puede reducir
sangre y es proporcional a la cantidad de la misma. el glutatión y los oxida ntes orgánicos pueden destruir la m em-
genen=
El hierro ingresa al organismo por vía digestiva, siendo de La
brana y producir la oxidación de la hemoglobina.
es irre
importancia para este proceso la acidez gástrica y la normal ca- La duración media de los hematíes en circulación, tanto los
pacidad absortiva de la mucosa. Luego se transporta por la san- que provienen de la médula ósea como los transfundidos, es
gre unido a la siderofilina o tra11sferri11a. Una vez en la médula aproximadamente de cuatro meses.
ósea se incorpora a los elementos de la progenie roja, ya sea di-
Al llegar al término de su vida, los hematíes senescentes son
rectamente o bien pasando por las células del sistema monocito-
captados por el sistema macrofágico monocítico (llamado tam-
macrofágico. El hierro se almacena como hemosiderina o ferriti-
bién reticuloendotelial), en varios órganos, y destruido casi ín-
na; una parte de ésta circula en el plasma, estando su
tegramente. La globína no se reutiliza y tampoco la membrana;
concentración en el mismo en relación con la cantidad presente
·el hierro pasa a los depósitos ·y se reutiliza. El hem se transfor-
en los depósitos. Valor normal de ferritina: 100 microgramos
ma en biliverdina y luego en bilirrubina, la que se transporta
por litro (30-300µg/!).
en la sangre por la albúmina hasta el hígado, donde existe un
Se pierde diariamente 1 mg de hierro, principalmente por
mecanismo complejo de captación y conjugación con ácido glu-
b8 h.:cc:;. En In ~.-.uj ~r1 por lo. pérdídn n!en!3trui!, la cantidad cllrónico. La biiirrubi1_1a que va de ia sangre a1 hígado es bilhru•·
promedio se eleva a 2 mg. Ests cifras expresan las necesidades
bina no conjugada de tipo "indirecto" en la reacción de Van de
diA..rias de hieno, que aumentan con el embarazo, e} crecimien·
to y la lactancia.
Bergh y la conjugada da la reacción de tipo "directo" en esa
prueba. D-
Parte de la bilirrubina conjugada por el hígado se elimina
Las globinas por la bilis y en el intestino, por efecto de oxidación microbiana,
se transforma en urobilinógeno que se elimina por las heces y
Siendo proteínas, su síntesis se realiza a partir del DNA nu- en parte se reabsorbe y pasa a la orina.
clear que se transcribe en el RNA mensajero, el cual se traslada Cuando aumenta la destrucción de hematíes ello se refleja
a los Jibosomas, formados por el RNA ribosómico, donde preside en aumento de la bilirrubina indirecta y del urobilinógeno mi-
la formación de cadenas lineales de polipéplidos, que luego se nario y fecal. ,
unen, se doblan y se transforman en proteínas globulares. Esta Si se destruyen hematíes en la sangre circulante, la hemo-
síntesis se halla alterada por fallas en las estructuras del DNA globina que queda libre es captada por la haptoglobina. Cuando ·
nuclear o por fallas en la regulación: las primeras dan lugar a ésta se satura y la hemoglobina circula libre, se filtra por el ri- Fig.
las hemoglobinop2tias con cadenas polipeptídicas. alteradas y ñón pudiendo causar severo daño tubular. Esq,
HEMATOLOGIA 1453
La función. principal de la hemoglobina es el transporte de es redonda, poiquilocitos (fig. 14-9); ambos aparecen en ane-
oxigeno y anhídrido carbónico desde el pulmón a los tejidos y vi- mias intensas.
ceversa, el cuá] depende de muchos factores focluida natural- Los macrocitos tienen un diámetro mayor de 8 micrones; se
mente la cant.idad de hematíes. Sin embargo, el hombre es ca- los suele observar, junto con el aumento de reticulocitos, cuando
paz de compensar grados de anemia exCesiva; no es raro que hay mayor regeneración de hematíesj y en las aqemias macrocí-
enfermos intensamente pálidos, con 6 g de hemoglobina por ticas. Los megalocitos, son eritrocitos de tamaño mayor (hasta
ciento, por anemias crónicas, pued8n cumplir una vida casi nor- 12 a 16 micrones) y de forma oval, que aparecen en las anemias
mal, y hay niños que pueden tolerar mucho tiempo 4 g de Hb % por déficit de vitamina B12 y ácido fólico; en estos casos se ob-
y aun menos. . __ . serva en la médula la presencia de mega/oblastos que son eri-
La compensación de la anemia se. debe a distintos mecanis- troblastos de mayor tamño y de cromatina más fina que los de
mos: disminución de la viscosidad sanguínea, que favorece la la serie normal. Generalmente, en la sangre de personas nor-
circulación capilar, aumento del volumen minuto circulatorio y males existe un pequeño porcentaje (1191,) de hematíes de tama-
otros factores hemodinámicos. ño normal pero de forma oval, oua/ocitos, porcentaje que au-
Asimismo, se pone en juego un fenómeno muy importante: menta en las anemias en general; existe por otra parte una
la molécula de hemoglobina cede el oxígeno a los tejidos a una afección congénita, en la que la mayoría de los hematíes son de
tensión parcial media de 27 mm Hg.; ello se denomina P50 nor- este tipo (eliptocitosis hereditaria), la cual no suele causar tras-
mal de la hemoglobina; depende de una serie de metabolitos ca- tornos, si bien puede haber cierto grado de hemólisis y aun de
paces de fijarse en la molécula de hemoglobina, el más impor- anemia.
tante es un fosfato, el 2-3 difosfoglicerato, que al ingresar en la Se denomina microesferocitos (fig. 14-9) a los hematíes que
molécula de hemoglobina facilita la expulsión de 0 2• En la ane- tienen un diámetro menor y·no présentrui la zona clara central,
mia aumenta la producción de 2-3 difosfoglicerato y la Pso se como consecuencia de ser de forma esférica en lugar de bicónca-
torna más elevada es decir que los hematíes descargan el 0 2 a va. Se los observa en la esferocitosis hereditaria y en otras ane-
una tensión parcial de dicho gas en los tejidos más elevada, o mias hemolíticas.
sea con más facilidad. La variación de la P50 con aumento de 2- Las target-cells o dianocilos (fig. 14-9) o henÍatfes en escara-
3 difosfoglicerato y de la descarga de 0 2 hace que las tensiones pela se caracterizan por presentar un halo periférico y en la zo-
de éste en lós tejidos sean más altas, todo ello aumenta la efi- na central más teñidos, y una zona intermedia más clara. Se los
ciencia del transporte de oxigeno por lá hemoglobina. Hay una observa en hemoglobinopatías, fundamentalmente en la talase-
serie de alteraciones patológicas en que, por el contrario, lamo- mia y en la enfermedad por hemoglobina C; pudiéndoselos cons-
lécula de hemoglobina tiene una P 50 menor de 27 mm y ello re- tatar en otras anemias hemolíticas y en algunas afecciones he'
presenta un factor de anoxia porque la difusión de 0 2 desde los páticas.
hematíes es más dificil. Los drepanocitos o hematíes en hoz, son eritrocitos de forma
alargada, curvilínea y puntiaguda que se observan al someter
muestra de sangre de pacientes que tienen hemoglobina S a
e)_Yariaciones morfológicas de los hematíes medios con bajo tenor de oxigeno; esta hemoglobinopatía es cau-
sante de anemia hemolítica con notorio predominio en negros.
Normalmente en la sangre circulante del adulto no se en- Los esquistocitos (fig. 14-9) son hematíes fragmentados que
cuentran elementos 1zucleados de la serie roja (denominados eri- se observan en la sangre de enfermos que padecen de anemias
troblastos). hemolíticas (microangiopáticas, por ejemplo) y los de borde cre-
La aparición de eritroblastos ortocromáticos o normoblastos, mado o burr cells se hallan en pacientes con uremia, y también
o de eritroblastos policromatófilos es asimismo expresión de re- con carcinoma gástrico o úlcera gástrica sangrante.
generación aumentada. · · La ruperregeneraci6n de elementos rojos se traduce a veces
La presencia de eritrocitos de tamaño desigual o de contorno por la persistencia de elementos basófilos en los elementos cir-
es irregular se denomina anisocitosis (fig. 14-8); si la forma no culantes; que se pueden detectar con las técnicas comunes, a di-
(
.· .1
1454 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y Ml;DIGINA INTERNA
-1, ~
fieren la síntesis hemoglobinica, como la debida al plomo.
A veces, en cambio, pueden observarse restos nucleares, los (j)Care11ciales r----..._ 1 e:,1 2. , A_ f'ohc,o
cuales adoptan diversas formas: esférica , de un micrón de diá- /a) Carencia d~erro) . . .
metro (cuerpos de Howell-Jol/y); o bien la de un fino anillo azu- y'b) Carencia de VJlanÍina B12 y ácido fó!ico -l,. f) n GP f--"c n Ci-- 1
f,...p-
lado /a11illo de Cabo/J que son restos de membrana (fig. 14-9). y'c) Otras deficiencias: piridoxina, proteínas.
Se los observa en la sangre de personas ~splenectomizadas, en
la ausencia o atrofia esplénica, en au em.ias hetholíticas, en la @Por inca ocidad o i11su ciencia de la médula
esp rúe, en la anemia perniciosa y en las leucemias. 7 a)once u anda ·smmui a ( p aSias
Los siderncitos son hematíes que contienen hieno demostra- ¡ Por reemplazo de la médula ~ a s , metástasis
b)
ble citoquímicamente por la técnica de Perls 1 es decir, no incor- neoplásicas múlti~.
porado al hem. Se los puede observar en médula ósea y más ra- / e) Con celularidad variable (asociadas a otras patologías:
infeccionesJ,ó.'!i..ca.,¡, neoplasia¿,tc.) \ 1
ramente eu sangre circulante. Cuando s u proporción es
elevada, es traducción de un defecto en la síntesis de hemoglo- "-1 C, H ~ ·o 'r:!. S J.,V-
Existe otra clasificación basada en el aspect-0 morfológico de .
'ir---.\ :: ?~: ~
bina como se observa en las anemias sideroacrésticas, y hemo•
glol,inopatias como la talasemia, asociados a la presencia de he- los hematíes: H_ip!'_C!_.Ó'!i_icas ".'ic'.·ocíticas (VCM de 60 _a 82 µ' -l, [_ f-e_]
CHCM 20 a 30): asoc1aifas a defic,t de·h,erro o de r~ utíhzac1ón.
matíes hipocrórnicos. r''-'"'\ ( f ,_f~'J,.\l ( (r
Los cuerpus de Hei11z (fig. 14-11) son gránulos de contorno
irregular que se observan dentro de los hematíes teliidos con
Macrocíticas (VCM 100 a 150 µ'): que cuando se asocian a \ ~ 2 - lk . f
médülamegaloblás tica sugieren déficit de vitamina B12 ó de , ¡ -
técnicas supravitales: están constituidos por globina desnatura-
ácido fólico y con médula n9nn9ql~~!!~ son signo de regenera- '\~>--?.O,\,<.fJ1
lizada; se observan en anemias por déficit enzimático en los he- ción rápida, como ocutTe luego de hemoIT'agias. . ~
matíes, que se manifiestan luego de la exposición a determina-
das drogas (antipalúdicos de síntesis, por ejeniplo). Normocíticas ,wrmocrómicas: en general asociadas a dismi•
nución de la capacidad de prod~ccióp medular asociada a otras
patologías. ~ I ' \ \t\iCI
ANEMIA
P::,f.1deb
Se considera que ~rny anemia cuando exi$ te un8: reducción
de./.a .canlidad.de.Aemoglobina úr,;_u/a11le por debajo de 13 gra-
Síndrome anémico. ~(1) f~I O
mos por 100 ce de sangre en el hombre y de 12 gramos por 100, (}~n_s_síntomas y signos dependen__fundame_i,tal'!'ente de la
ce en la mujer. ~1)cud··y_de'la·rap1dez de producc1on de la anemia, así como
- Se llega a esta circunstancia ppu:lcseg¡¡i!ihci.g entre la pro- del estado.previo·del organismo, en especial del aparato ~ardio-
ducd<in _yJa destrucció11 o pérdida de eritrocitos, En este con- vascular
.::¡;ptc se basa la dasificacióu cth.1p¿.t(,g[11 k ,t de la.::; nnemfo.s cm: ----r;-ú~:Hniuudóu Je! aw1 te Uc vXÍ¡{c110 1;1 ios tejidos pur im~-
siderando que pueden deberse básicamente a que la producción '1)Íi' da lugar a una sintomatología subje~fil)Lj]dina-
es superada por la demanda de hem atíes, pudiendo esto ocurrir . mia, irritabilidad, a~úfenos, mareos, cefal~j lisniln"íiq,'Í'J_de la ..
por un aumento de ésta (pérdidas o hemólisis), o bien a una dis- capácicfa'a' v,iual, palpitacio~ disn_e a de-esfuerzo Y.~l!iu~
minución de aquélla (por incapacid ad de la médula o bien por ción de fos _miemb_ros ipferiJITTS- .
carencia de sustancias necesarias para producir hematíes).
• La anemia muy intensa da Jugar a extrema palidez; pero
1) Anemias por mayor destrucción o pérdida de hema• grados un poco menores pueden ofrecer dificultades para apre-
tíes ciar esa palidez. Además, hay enfermedades que la producen
aún sin anemia o sin relación con el grado de la misma como,
(Í) Post-hemorrágicai;,gudas o crónicas por ejemplo, la nefropatía crónica y el hipotiroidismo. El clínico
debe, en ese caso, buscar la palidez en las mucosas conjuntiva!
@Hemo/itiws y bucal, en los pliegues de la palma de la mano y en el lecho un-
gueal. Más de _uo~ __vez un~· ane mia importante se asocia con _
a) Por anomalías intrínsecas de los hematíes iel mucosas rosadas de dificil dia óstico como or e·emplo - .
íintracorµu sculan:::;) 1,;Ü ú guncs CGZ:.lJ de ill1c.om¿¡ :uúlf.pJe y de ancrni.:i ,t~rnicic3n ...
s, En las anAmja/siderQpérijcas la piel muestrnlos signos pro- heo:iati~s;~examen del frotis(~} reticulocitos! se ori.e nta el es-:
rna pios de la deficiencia de dicho metal;~fil1!ll-'ÜWi..9..~ - tud10 para establecer 1~ c_a usa de los diversos. tipos de anemias_.
ivas · e1L:cucharita:.JtOQre t<ido en el_dedo índice (¡¡oilo~uia); ~
t
mxtitis de los án~ulos dé los labios cabello~os. En las 1) El hallazgo de hipocromía en el frotis, con hemoglo-
siJmpenias ocal neadas v·uavesa niftl ni sticidad y bina corpuscular media y concentración hemoglobínica baja,
..§.U_~ber prurito. ' • ' · orientan hacia una dificultad en la carga hemoglohínica del he:
matíe. El estudio se dirigirá entonces al metabolismo del hierro,
• Respecto del _aparato circulatorio es habitual lá'tác)uicar- · con las siguientes valoraciones.
dia y los·so¡íliks'isWi~s, con ·mp.yor.líl.tébsidad!i!)l.' punta¡Y foco
pulmolufr; puede háte·r,"a.simismo, soph,·,t.t¡¡iílifü!IBos. La auscul- a) Dosajé de hierro en plasma (ferremia) (valor normal, aire-.
Eac1on de los vasos del cuello o d8 la ingie ¡;;;;;;s¡;:a a veces un dedor de 100 pg/100 cm3 de plasma, 75 a 140 µg/100 ml).
soplo continuó: el "iritirtnull['dél'di'~lílo". • b) Capacidad de transporte de hierro (por la siderofi/ina o
También es frecuente encontrar algunos sig,nos del síndro• transferrina) (valor normal alrededor de 300 µg/100 cm3 de
me de insufi_c_le.nciac cardíaca congestiva, atribuibles a la ane- plasma, 250 a 355 pg/100 ml).
mia: e.d~iPa (en el que influye también la hipoproteinemia,
cuando acompaña a la anemia) y hej,átómegalli!.. El examen c) Porcentaje de saturación de la siderofilina; relacionando
, guinasa) del sis tema nervioso, aparte de los síntómas generales ya men- los dos datos anteriores (valor normal alred_edor del 30 por cien-
~sfato cionados puede mostrar, en el caso de las anemias por déficit to).
)\t de vitamma llli, el síndrome de ctegeneracwn combmacta-de la ·
. h'
d) D ·,- d , . , é • (VN gil
médula
SK illAA""
.. .
. WJ- '\J l\.,,lOw, <ÍLoV\ +-
> . t~ .~ ,
s ,,.s,"""1"'
"'-t AfJ.<x""'
,•
"""'°'Si se encuentra una saturación baja se deben investigar las
1 osa¡e e ,emtma s nea. . . 30 . 300 µ .
• El examen del aparato digestivo revela diversas alteracio- causas de carencia de hierro ya mencionadas, siendo las más
nes: glositis.y atrofia de las pápilas en anemia- perniciosa; en frecuentes las debidas a hemorragia crónica (digestiva o gineco-
las ferropénicas, glositis asociada con disfagia generalmente do- lógica) debiendo solicitarse: en materia fecal, examen de s11Dgi:e
lorosa cuadro que a .veces se acompaña de estreche'Z por una oculta y parasitológico y efectuar examen radiológico y endoscó-
membrana en la orcióll su eriot del esófa l> aclorhidria .. ,· pico del tubo digestivo siempre teniendo en cuenta para esta-
constituyen o e síndrome de Plunrm~r-Vi9sofr (véase Digesti- blecer el orden para efectuarlos, los datos del interrogatorio y el
vo). También puede presentarse qMi\itis étr el ángulo ·labiaL examen fisico.
En la anemia perniciosa, la anaclorhidria. ·histamino-resis-
ístasis d) Si la saturación de hierro no está baja, está indicado el
tente es la regla. En las anemias aplásticas aparecen ulceracio-
estudio de la médula ósea para investigar la progenie eritropo-
nes necróticas en la mucosa bucal y resto·del tract-0 digestivo.
atologías: yélica y, mediante el método citoquímico de Peris, la presencia y
distribución del hierro medular. (El método se basa en que el
\/ r-,..\ =: ?~ :- ¡; • El bazo suele ser palpable en las anemias hemolíticas, así
como en la anemia perniciosa¡.y en la~ne!llia fetrOpénica iñ.fan.
hierro no hemínico tratado Cün ferrocianuro de potasio, forma
,lógico de . ferrocianur~ férrico, d~ color azul de Prusia)
1 a a2 µ' ,t, [ Fe. J ...tiL Se encuentra normalmente en los depósitos (células reticu-
ilización. · lares, como hemósiderina) y los elementos <je la serie roja cuan -
''\.!~~-.\""'\ < (r • Los huesos pueden mostrar malforrhac1on~~ 1 como expre- do aún no se incorporó al hem (sideroblastos) .
tsocian a -;,_, -l'f: . r l ' sión de la hiperpla~ia medular, fundamentalmente en las ane- En las anemias por déficit de hierro se demuestra negativi-
812 ó de ~/ \'\✓- - f".'•lc m1as hemohticas cromcas. / dad o muy leve positividad de esta reacción. Existen procesos
egenera- 1
'¡jp
"--\º'
\ \J '}
,<) r C) S IC.C, • Existen dentro del i,índrome anémico determinados cua-
en que está alterado el paso del hierro desde las células reticu-
lares hacia los eritroblastos (anemias crónicas simples, como en
dros especiales, siendo los más destacables el síndrome a11émi- Jas asociadas a infecciones crónicas), en este caso, Ta re.acción a
a dismi- co.M,(ldo posthemorrágico y el síndrome hemolítico. positiva para hemosiderina, con si<leroblastos nega tivos. En
3. a otras estos casos se obseerv.a ferremia baja y ferritina elevada. En
• En el primero, el cuadro dominante es el dependiente de otros casos, el hierro llega a la serie roja pero allí no se utiliza,
la hipovolenúa, más que el del déficit de hemoglobina. acumulándose (hemoglobinopatias como la talasemia, anemias
El enfermo suele notar debilidad, ansiedad, palpitaciones, refractarias con sideroblastos positivos), en este caso se observa
v~o o mareos) disnea. AJ examen se lo encuentra in uieto, positividad de hcmosiderina (depósitos) y el porcentaje de side-
con aleteo nasal, obnubilado en mayor o en menor gra o según roblastos es superior al 30%, con disposición a normal de los
te de la la intensidad de la an~1:ua, con facies ansiosa¡ ;flido, con sudo- grumos positivos ("en anillo").
9.sí como ración fría, ta uicárdico hi otenso. Respecto examen de la
~cardio- tensión artena , ca e estacar que debe efectuarse con el enfer-
mo primeramente en decúbito dorsa l y luego S'7.ntado o de~ Estudios mediante isotopos radiactivos.
Jo :::;.ic.!, ·:::n ::::.sa d~ !!t' ~P..rontrn.rf~ un:-. fop~t1:1r-s11)n , qrr,o:t.!:!do, ~P.
la puede hallar en ortostatismo, constituyendo esto un signo El hierro 59 (Fe 59) y el cromo bl (Cr 61i son auxiliares im-
temprano de hipovolemia. La presión venosa central puede lle- portantes en el estudio de la eritrocinética . Utilizando el prime-
gar a cero. ro se puede investigar:
OS ; yY\O\r -Q,O J ¡
,., ¡
1456 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
En algunos c"".~s ~a la sangre periférica sugiere ~) diagnóstico: da del suero antiglobulina, de existir anticuerpos absorbidos en
su membrana, se produce aglutinación. En el indirecto se incu-
a) En la micj'oesferociiosís congénita se observa la presencia ban eritrociros del grupo O Rh positivo del grupo ABO del pa-
de gran porcentaje de eritrociros de tamaño menor -y con te~- ciente, con el suero del mismo. En ese caso, de existir en el sue•
dencia a la esfericidad, no presentando la zona central más da- ro anticuerpos, éstos se absorbei"án a los hematíes, pudiendo ,
ra. luego ser demostrados por la prueba anterior.
También es caracteristico el cuadro periférico de la eliptoci- La prueba de Coombs directa positiva define una anemia co-
tosis hereditaria; en que, como su nombre lo indica. los hema- mo autohemolítica extracorpuscu)ar por anticuerpos calientes o
tíes'son elípticos. frios. H ay casos en que da prueba positiva falsa; por ejemplo en
las anemias con muchos reticulocitos, por ingestión de cefaloti-
b) En· algm\os c.asos de drepanocitosis, hornocigotás, pueden na, alfa-metildopa o por penicilina. Por el contrario, puede ha-
observarse ya en el frotis los hematíes •en hoz" pero esro es ex- ber anemias hemolíticas Coombs directa negativa.
cepcional1 debiendo provocarse este fenómeno in vítro.
Pruebas para establecer el diagnóstico de anemias de causa
e) Los hematíes con hemoglobina C tienen aspecto "en esca- intracorpuscular. Son las que se utilizan para confirmar el
rapela" (/a,get-cells!, hecho ta mbién frecuente en las talasenúas diagnóstico de esferocitosis o demostrar la presencia de una he-
(fig. 14-9/. moglobina anormal:
d) En las anemias hemolíticas por núcroangiopatía, los he- a) Resistencia globular osmótica: los hematíes normalmente
matíes pueden aparecer con el borde ere/lado (burr-cells, que resisten en medios hipotónicos, hasta que la concentración de
también se pueden observar en las a-betalipoproteinenuas} o éstos equivalt: a 41Gpvr rttll de·clurnrn d6 svdi\J; w11i.:i&nzan an-
con aspecto de casco (helmet cells); asimismo el frotis muestra tonces alisarse, y cuando la ~oncentración es de 3,2 por mil la
trozos de eritrocitos (esquistocitosJ. lisis es total. En la mi~roesferocitosi~. la resistencia está dismi-
nuida, lo cual confirma el diagnóstico sospechado por el frotis.
e) En las hemoparasitosis se pueden encontrar los parási- Los hematíes de los talasémicos tienen un aumento de su resis-
tos en el frotis, por eje mplo en el paludismo. tencia osmótica.
Fig. 14-13: Corrida superior: hemoglobina normal. Corrida inferior: tal asemia minar (Hb, A2). Fig. 14-14. Corrida superior: hemoglo-
bina normaL Corrida inferior: talasemia major (Hb fetal). Fig. 14-15: Corrida superior: hemoglobina normal. Co11"ida inferior: h emo-
globiniS. ,
¡¡
1458 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
técnicas especiales paras~ separación, puest~ qu e se e-ocuent~a lu z del inte; tino, el amne~to del catabolGmo, la disminución
en pe_que!iisima proporción. · ·. del filtrado giomerular consecutivo a la hipovolerru,C anemia e
Como r.onsf!cuencia de la dificult~d de sint.et.inú· ,:i:irl1:1n::is al- hipotellsi0n arterial. E e ln. t.parici6n, en k·: dici; ::mw-
&'
fa o beta, en la talasemia sé producen en cantidad aumentada s1vos, dellrili ero ado febril,
las hemoglobinas que no tienen esas cadenas (en especial la be-
ta), as i en la talasemia major (fig. 14-14) aumenta la hemoglo- @ 7l'at~miento. Reposo en cama con la cabezaibaja; mantener .
nución bradizo~, uñasfr~gilcs, .;;,iloitlqui~ y la:es~matitis de los ángu- toxicaciones (j)Jomo)1 alcoholismo, c-on la ~dmiilistració.n 4e iso-
emía e lo~·de los labios). .... _ . n_iacida, o aCQmpañ~do de iníer.ciones; incluso pueden preúd8r
~;}il~- . .Se obs_e¡;va él ~i~c1rome an_éDlico ~r,ó_nico ya descrieto fati¡¡a• a afecciones malign~s (leucoSis, carcinoma, etc.) (ver Síndromes
b1hdad di ea de esfüerzo · áJ 1tac1ones ta wcardia · ahdez dismielopoyéticos).
e a pie y Iñpcosas. En ocasiones, a pali ez está ertmascarada
antener . ¡,ur un tinte rosado de las mejillas. La lengua se torna roja y 1J-atamie11to. Grandes dosis de piridoxina; limitar las trans-
ila he• despapilada¡ con frecuencia se asocia a sensación .de ardor; en fusiones de sangre pues pueden dar origen a h emosiderosis, en
sangre, ocas10nes puedé. hab'e r. disfagia o sensación de ardor al pasaje cuyo cas_o se utiliza1:á la desferroxiamjna.
ansores de·los alimentos en el tétcio superior del esófago; el estudio ra-
ay otro dio!og¡co suele mostrar a ese. mvel una estrechez angular en la
cara anterior, de pocos milímetros .de anciiiiTverésófago), lo que
00-agia junto a la anemia hiEocrómica y la 'i;lositis conforman el sin•
a rapi• drome de Plummei·-Vrnson. Cuando la anemia es acentuada La megaloblastosis se caracteriza por anemia macrocítica .
(10 por suele acomprular~e de soplos sistólicos cardíacos, edemas. con hematíes. c1rcufo11tes n¡uy_m·andes y l(g_=nente Malrulos
que el En su período inicial, el laboratono sólo muestra disminu• Hamados megalocitos y mednloe:rama con eii_trob)a~tos attern.:-
o, debe ción de la h~moglobína siñ _es_tar descendida la cifra de glóbulos· .. _dos, con distintas alteraciones llamadas megafoblastos e11 los
rojos; máS-tarde ·se poiie-·eñ-evidenCla· fa anemia· hi.pocrómica y que, entre otras cosas, exis~e 1~~~_uraci_ó1~. 1:ito_pl~'i!:~tica ml~ _
o,hif• !u-?go hipacré::nica D~i:rcdtic.u. L:,., i 6t; ... uiu1.ilvs t:::itán <lescencii- temprana gue la maduración del núcleo. Las PTÍnc! es causas
utl s,~-
un 20
dos en· relación al grado de anemia, o con cifras normales; hace ~al.oblastosis son la deficiencia de vffami · 12 de áci-
lo me-
ransfu-
excepción si se_acompaña de hemorragia reciente.
La ferremia se encuentra baja, como ~.mbién la saturación ~- ·. . "; t.ror-! J{Y¡QYYV\C\ Q<v,~\J'-0_;:,•
de la siderofilina, por disminución de fen-emia y aumento de si· • •t!IDEsdf vitamina es absorbida _en el ileon, no (
ación o derofilina, el valor de ferritina sérica suel er inferior 20 · la en el e uno cuando se une al factor mtñnseco · r ~ r el P,Y'
HCM se encuentra di sminuida: menos d 7 aromas; la CHCM, e ~ HarJ i;e.~ __c_a11_~~.§..~-~.e.[~encia de vitamina l2')la_0" íV
itrns º menor e or ciento y e faltaM inge§tión.<le ..alimentos..que_cqnt!Jcn, !l_n dicha vit ·n,;\--.:.,
istra.r- lo que es rans1mo en nuestro me 10; a a ta e_a sorc1ón eri •s -
gre pen enea muestra entroc1tos ~ - - - ~ - - - - ~ -
gregar crocitosis. . _. ---._ , . : síndromes de malabsornón por enfermedad del _1 le!!!l,~
En la médula ósea se constata disminución de los sidero· es más frecuente, por la secreción deficiente del factor intrínse·
?he ser blastos y 'aidá. hemosiderina, pudiendo esta última estar prácti- coiiof'elestómago, ló q_ue da lugar a la anemia permcwsa o <re
nninis- camente ausente. B1ermer.
Jresión ~r-;;s causas menos frecuentes son las alteraciones del intes-
han de ')I 7J-atamie11/o. El hierro se administra por boca en forma de tínmo con microbiimo intestinal altera~ por ejemplo en efaS-a
alimentos o de hierro medicinal. El hierro de la dieta es más ciega y otras enfermedadeséierüeOñ, en. parasitosis intestinal
abundante y absorbíble en las carnes y vísceras y menos en los por la tenia de peces, lo que es frecue¡:ite en los países baltieos.
vegetales, lo que es contrario a la opinión popularizada respecto La afección puede iniciarse con los síntomas propios de la Q .
de la espinaca. Pero el hierro medicinal es más efectivo que el anemia, ·aunque en general es bíen tolerada, observándose una l_1.:,f-E.
alimenticio e incluso más económico. Es fácil dar 50 mg de hie· des ro orción entre la a.c entuada alidez de la iel y .m.ucosas l'k1,u
~~ rro medicinal, con absorción de 5 o más mg, lo que nunca se po- con marca o descenso de los eritrocitos y -la escasa sinto~ .
érdida dría lograr con )a alimentación. Se usa con frecuencia el sulfato ..~Otras veces·, su primer síntoma son las parestesias · en los p\ .(¿~
~ Nor- ferroso en la dosis de 0,50 a 1 g diario; en las heces, la fracción 'ffiiembfos inferiores.,. en los dedos de las manos .que suele exa- l'2I ,
1
Jxima-
pérdi-
,or las
no absorbida se transforma en sulfuro de hierro, de color oscu•
ro, que no debe confundirse con hemorragias.
El hierro por vía oral es en general tan efectivo como el que
cer arse en as oras de la tarde. Esta sintomatología forma "-.J P.
·parte 'integrante del cuadro de dijgeneración c o ~de _la
médula llamada míelm.i': f!,p.ifu.l_a,i:,.l.a que puede presentar s1g-
+a · ·¡
tienen se puede administrar por inyecciones; pero en ciertos casos de nos de afección de las vías pirámidales y de los cordones posteo
lo que hemorragias crónicas masivas es preciso recurrir al hierro pa- riores (llabinski, ataxia, piramidalismo, alteracion_eli.deJa. sen·
Gane- renteral; por ejemplo en la telangiectasia hemon-ágica heredita- sibilidad rofunda), la apalestesia (pérdida de la sensibilidad
ápido, ria, en grandes hernias de diafragma y también en enfermos alteración más recoz. . . y} C{,.t,¡
con intolerancia gástrica al hierro oral, lo que no es muy fre- e adquirir un color blanco amanllento, siendo
3COffi·
stinal J
cuente. En general, una vez corregida la an emia por siderope· fre ar una 1igera icténcia ponmntival Av€ces pue- ;/!v'l.\C-l,
,to de·- /c\Q,U 1 /\u OC nia, es preciso seguir administrando hierro durante algunos d_e presentarse diarrea. ·· · {
tbsor- - IH>, ,,v:n ,1,(uf.
meses para poder reponer las reservas orgánicas. El empleo ru·
tinario de hierro parenteral constituye un error, debido a que
Con frecuencia los pacientes manifiestan ardor en la lfff gua ,o
en la que suele p_b_sery~rse un a.g!ositis superficial o atr6tca: es
·di~RS - ,.)\ \__,_\ ( \_'.: (\~, siempre existe 1a posibilidad de reaC.r.ion.P.s. !ó;~ver~s o~ !ó;Pnsibili- 1.1 Uamada ":03iti::.· di Jlüliit:". Di:: :nud10 valor es ja 3:us~n~1.a _uc
zación por el fármaco y, además, porque si el paciente en lugar .. ácido clorhídrico libre en el jugo gástrico: se trata de una aclor-
fenó· ,
. Lue• - P.dsA. F~, de sideropenia tiene hipersiderosis no diagnosticada, el hien-o
parenteral se une al exceso de metal en los parénquimas orgá-
hidria histamino-resistente, estando· habitu almente asociada a
ausencia de pepsina. Esta aclorhidria es traducción de la atro-
nayor -· C 0\ ~\e nicos, producícndo daños severos. fia de la mucosa gástrica, la que puede evidenciarse por la gas-
1ales, G ):; '(, s troscopia y la biopsia. En el fondo de ojo son fre cuentes las he· .
colon - :\CU. 0-.,\
Anemia hipocrómica sin carencia de hierro, anemia morragÍas retinianas. . . C.(.,~
!! i¡ue Es ·casi c6nstante el aumento .del índi.ce ictérico y de la b1!:·
sideroacréstica, anemias refraétarias.
1te la n-ubina indirecta. · · '\' RJ ,1
1 tra,
Suelen presentarse,/é~. pe_rso_n as de edad;. son resistentes al Tanto la ái>émíaae Biermer, como todas las provocadas por
es de deficiencias de vitaminas BTICo de ácido Cólico, ,uyas ca usas
tratamiento. Son anenúas normocróinicas, aunque a__veces pue-
esla den ·ser·macrocíticas; se acompaflan de disminución de los reti- etiológicas h an sido mencionadas, se acomp&ñai{ de(sig~íeii!e
ricas cuadro hematológicq: en el frotis de la sangre se notan ~los
culocitos, aumento de la ferremia, éon siderofilina normal o Ji.
geramente descendida: la médula ósea evidencia celularidad rojos de mayor tamaño algunos oyalad,Q.S, con buena carga he-
normal o hiperplásica, con sideroblastos aumentados en canti- moglobinica, anisocitosis· leucocitos po)io11cJea~es de. m~vo: ta~
dad, obserc.1ándos!} sidcrthl:'.!3tr~ ~n ani!kdhienü peduuclea1 ). maüc{ y con 111ás J.e eiuco ióbuios (fig. 14-12); el:>tO_ti, JUfH.v ª _lo~
Pueden manifestar~• en forma idiopática o secundaria a in- eritrocitos de mayor tamaño y ovalado~ /megaloc1tos), son 1m·
de aplasia,Ja ¡nédula ósea cesa bruscamente su actividad, por En ocasiones se acompaña de úlceras de pierna, a veces de
-10 ue no uede ser com ensada la desfruccwn celular y como.~ anomalías óseas, especialmente en el cráneo (cráneo en torre),
consecuencia rovoca· una acentua a ·anem1a con esa arición dolor abdominal. La anemia suele ser discreta, excepto durante
e los reticulocitos ~,na sarigre penférica . . ste enómeno seria . ·· las crisis hemolíticas, o si se complica de aplasia medular:·El
por un consumo excesivo de ácido fólico llegando a una anemia diámetro de los eritrocitos está reducido, pero aumentando el
megaloblástica, tamb{él(puede asociarse, como la crisis, a una espesor, por lo que en los frotis aparece bien teñida su parte
virosis. central; comúnmente existe aumento de la cifra de reticulocitos;
. . En general, la~ forra~ corp~sculares son de origen congéni• está aumentada la fragilidad de los glóbulos rojos a las solucio-
to, siendo adquiridas las extracorpusc_ulares. H_ace_excepción la nes salinas hipotónicas; la hemólisis normalmente comienza a
hemoglobinuria paroxística nocturna, en ]~ cual no se ha de- la solución al 0,43% y es total a la solución al 0,32%; en esta
rnoSfrádo .'~i.l ·origen genético y ·representa una anomalía intrín- afección suele comenzar con la solución de 0,50% y aun 0,72%.
seca"del eritrocito; igualmente, la ictericia hemolítica del recién El indice ictérico está aumentado 1 la bilirrubina se eleva con
·es
nacido, aunque éóñgéllita, no es hereditaria. predominio de la inclirecta y la haptoglobina se encuentra des•
cendida o ausente. La autohemó1isis está aumentada, no así
· La ~intomau;iogia.dep~nde del grad~ de anemia y de la rapi•
con el agregado de glucosa. Puede complicarse con litiasis biliar
dez de su instalación. Así, las c1isis ~gud~s se acompañan de
pigmentaria (bilirrubinato),
acentuada astenia, malestar general, inquietud, dolor lumbar,
cefalea, escalofríos, fiebre, a veces vómitos y dolores abdomina·
7l·atamiento. La hemólisis por esferocitosis responde regu•
le$--¡'"'püaí€ñ(fo ..cóilducir a) .~ho_~k_{ ~ la a~uria. Por el contrario; 'íarmente alá esplenectomía. . .
·-··los-casbs frónicos pueden ser asintoJll"áticos o, como más común·
mente.slü:ede, prese·ñtar una ligera pali.dez o tinte subictérico o
ambos, o ser la astenia el SÍiilorria preaoniinante. El examen cli·
Ovalocitosis
nico muestra palidez de piel y mucosas, subictericia .y ~
es lenome alia al able o sólo revelable or la ercusión o el
A pesar de que en la mayoria de los casos es una malforma·
estu io ra iológico. _En la drepanocitosis y en a esferocitosis
ción inofensiva de los hematíes, hay casos con anemia hemolíti•
pueden observarse ulceraciones tórpidas a nivel de los tobillos;
ca qu e curan por la esplenectomía. ·
en la talasemia alteraciones dél esqueleto, las- que igualmente
pueden observarse en las esferocitosis (cráneo en torre). Otra
CQJDpljcación frecuente es la litiasis biliar pigmentaria. ··
Hemoglobina paroxística nocturna
Puede sos echarse uria anemia hemolítica, ante una anemia o enfel'medad de Marchiafavn-Micheli
sin evidencia de hemorragia pero con gran aumento de os retí•
cu locitos o una rápida acentuación de su anemia. Ta~P~én Se trata de una anemia hemolítica corpuscular muy poco
cuando está asociada a subictericia a expensas de la bilirrubina frecu ente, sin carácter familiar. Se presenta como una anemia
. no conjugada o asociada a esplenomegalia. En esos casos deben hemolítica crónica con episodios de hemólisis, que tienen la ca-
efectuarse los estudios para descartar la anemia hemolítica. racterística de presentarse durante las horas de sueño.
La reticulocitosis es expresión de actividad eritropoyética, En general, los enfermos se presentan pálidos con un leve
por lo tan to puede estar aumentada en la hemólisis, y la hemo• tinte subictérico. La anemia es macrocítica con ligera disminu•
l _ rragia aguda, pero su ausencia -no descarta la hemólisis pues la ción de la concentración de la hemoglobina, leucopenia con au•
''° -,~S. J"-"\<(1,.- :i,ilijdad ·eritro¡)Oyética puede estar disminuida. co!llo sucede mentos de los reticulocitos. La orina presenta hemoglobina au-
, - 1,••r . , dura.rite la:s·crisis aplásicas dé la anemia hemolitiCa.'-: : --;· ·· · . mentada; generalmente dejada en reposo, queda un sedimento
;(_¡..}->-JJ, ( ' .v:>\,1 "
marrón amarillento que da positiva la reacción de hierro (he•
:}._,~,(,~_;;;..tú\#- o'i mosideruria).
1 a) Anemias hemolíticas de causa intracorpuscular ,, El hecho más importante es la aparición de crisis nocturnas
-.¿i"<-,'XJ\ de hemólisís. Sti intensidad y duración varían: a veces se trata
de crisis ligera que pasa inadvertida, siendo la aparición en la
ALTERACIONES DE LA MEMBRANA mañana de una orina más coloreada su única exteriorización.
El enfermo se pone más anémico y se acentúa el tinte subictéri•
co. En la sangre se constata hemoglobinemia y metahemoglobi-
M.ict·oesferocitosis na, desapareciendo a los pocos días de la crisis. Con _frecuencia
está precedida de pródromos: astenia, malestar, aumento de la
La micrnesferocitosis o enfermedad de Minkowski-Chauffard subictericia. Un hecho de importancia es la eliminócw11 cons·
es una anemia hemolítica de origen genético; aunque poco CO· l1111t.e.de hl!mos_idp,rinn po,· ltJ. orina.
mún; ·es· la ·más frecuenté en nuestro medio. Múéhas·Vécfs pu"e• V ·
de obtenerse una historia familiar; se pone de manifiesto a Una prueba diagnóstica de muchísimo valor es la investiga·
cualquier edad, pero con predilección en la niñez o juventud. Es ción de la hemólisis en medio ácido o test de Ham. -1'.Jn test prác·
debida a un trastorno del mecanismo de bomba de sodio eritro· tico que puede efectuarse sin mayor ayuda del laboratorio es el
cita1io, por alteración de su membrana, la que regula el ingreso del agua azucarada; se mezcla en un tubo de ensayo 1 cm3 de
de sodio en su interior. Los hematíes adoptan una forma esféri• sangre del paciente oxalatada con 9 cri13 de una solución de s u•
ca, lo cual determina una mayor vulnerabilidad, por lo que son crosa al 10 por ciento; se deja reposar 30 minutos y se centrifu•
secuestrados en el bazo. · ga. En caso de ser la reacción positiva se obsenra hemólisis en
el líquido que sobrenada.
La sintomatología varía de enfenuo a enfermo, siendo mejor
tolerada cuando se pone de manifiesto a mayor edad. En ocasio- 7)·atamiento. No existe tratamiento curativo. Si se presenta
nes es asintomática, aunque comúnmente se exterioriza ·por pa• una acentuada anemia, especialmente después de las crisis he-
lidez o por un tinte subicté,ico o la combinación de ambos. molíticas, puede conseguirse alivio con transfusiones de glóbu·
La presen¡ia de esplenomegalia, ya sea manifestada por la los rojos lavados .
.P,"_IP".~i_ón o por la percusión, es frecuente._.
1462 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Son afecciones de origen genético por un defecto intracor- Síndrome de hemoglobino Lepore. Se trata de una hemoglo-
puscular consecutivo a un retardo de la síntesis de la hemoglo- bina anormal constituida por una cadena alfa normal y una se-
bina. Existen dos grupos principales: las provocadas por el re• gunda cadena formada, una sección, por cadena delta y otra,
tardo en la fom1ación de las cadenas alfa (alfa talasemia) y el por cadena beta. Su cuadro clínico es similar al de la talasemia
de las cadenas beta /beta talasemia); rara vez se observa defi- minor o major. La electroforesis en el de almidón demuestra he-
ciencia de las cadenas delta y gamma; estas últimas no suelen moglobina Ay nn 10 por ciento de hemoglobina Lepore.
tener manifestaciones. Persistencia hereditaria de la hemoglobina fetal. ·Puede ob-
Pueden, a la vez, ser homocigota o heterocigota. servarse en negros; aunque con poca frecuencia, alcanza la cifra
de un 10 a 30 por ciento; suele ser asintómática.
Talasemia beta homocigota o talasemia major. También
denominada anemia de Coole1i anemia mediterránea o anemia 'I)-atamiento. La talasemia heterocigota o menor no requiere
con hematíes en diana (fig. 14-6), es producida por defecto genéti- tratamiento ni transfusiones, por ser·una anemia de proporción
co en la síntesis de la cadena beta y algo menor de la delta. moderada. Solamente en algunos casos durante el embarazo
Se t.-:ita de c.:1a form:::. gr-1·1::: de 0...."1.~mfa_ hcr:101ític:::., que ~~ aparece anemia importante 4ue ulJijga a hm.:t!1 i.:1a.u:;fusióu Je
manifiesta después del nacimiento, adquiriendo una forma de sangre. Es importante el consejo genético para evitar la descen-
anemia severa, con subictericia, gran esplenomegalia y hepato- dencia con talasemia mayor.
megalia._ La anemia es hipocrómica con numerosos hematíes en En el tratamiento de la talasemia mayor se debe recurrir a
diana, eritroblastos, policromatofilia, aumento de reticulocitos, transfusiones frecuentes. Ello lleva a una gran sobrecarga orgá-
disminución de la fragilidad osmótica de los hematíes, aumento nica de hierro que altera las células hepáticas y cardíacas, sien-
de la ferremia y de la saturación de la transferrina. En la mé- do el factor decisivo del deterioro final. Actualmente ha entrado
dula ósea se halla aumentado el depósito de hierro. en la práctica la supresión de la sobrecarga de)üerro con una
La electroforesis muestra hemoglobina normal en calidad, droga que liga el metal y permite su eliminación por los.emun-
sólo está alterada su proporción. La hemoglobina fetal está au- torios, el desferal, administrado en forma continua, con ayuda
mentada, superior a un 20 por ciento pudiendo llegar hasta un de un equipo mecánico de infusión continua; a ello se asocia la
90 por ciento (fig. 14-14). administración de ácido ascórbico. Con este método se logra con
La facies del enfermo suele ser de aspecto mongoloide; son frecuencia compensar a los pequeños pacientes y prolongar su
frecuentes las anomalías óseas especialmente a nivel del crá- vida.
neo, cuya imagen radiológica muestra una estriación vertical en
Otros recursos son la administración de ácido fólico para im-
los huesos de la bóveda del cráneo; también se acompaña de
pedir la anemia megaloblástica, que se debe al mayor gasto en
disminución de fa cortical de los otros huesos, expresión de la
las talasemias y la esplenectomía cuando aparece hiperesple-
hiperplasia medular.
nismo en una fase avanzada de la evolución de la talasemia. En
La mayoría fallece antes de la pubertad, generalmente por
la talasemia mayor, la transfusión de sangre debe mantener
insuficiencia cardíaca o infeciones. Actualmente el pronóstico
una tasa de hemoglobina que permita el normal desarrollo de
mejora con tratamiento de la hemocromatosis. Por supuesto
los pequeños, que es de alrededor de 11 g de Hb: por cien.
que en ambos padres han de constatarse las características de
El transplante de médula osea es una opción en edades
la talasemia minor.
tempranas.
Talasemia beta heterocigota o talasemia minor. Se
presenta con aspecto muy variado, e incluso asintomática, sin Drepanocitosis o anemia de células falciformes
anemia; estos pacientes son solamente transportadores de la ta-
ra a su descendencia (talasemia mínima); en otros, en cambio, Afección genética que sufre una alta proporción de negros y
se manifiesta por discreta anemia, microcítica, hipocrónica; ge- muchos individuos de raza blanca del sur de Italia y, en gene-
neralmente se acompaña de hipersideremia y en ocasiones de ral, del Mediterráneo. El eritrocito es portador de hemoglobina
subictericia y esplenomegalia. S (fig. 14-15), lo que causa una deformación del hematíe cuando
La electroforesis muestra hemoglobina A en un 20 a 80 por se le coloca en un medio pobre en 02; deformación que adquiere
ciento, hemoglobina A2, alimentada mayor de3,5 por ciento, ge- la forma de una hoz (drepanocitos).
neralmente con un porcentsje de 3,5 a 6 por ciento, hallándose En los casos heterocigotas se trata de negros portadores de
en la mayoría de los casos hemoglobina F en cantidad normal. esta tara, asintomáticos, que representan un 8 por ciento de los
En el diagnóstico debe tenerse en cuenta el antecedente geo- 11_p Pt.fl r~z.~ nnP vivP.n en los F,stados Unidos. Ali:runos pocos
gráfico, pues la mayoría tiene procedencia de la zona del mal' presentan he~aturia, y más frecuente es la prese;cia d~ hi-
Mediterráneo, sur de Italia y Grecia, donde el 9 al 10% de los postenuria.
habitantes tiene talasemia minar. La forma homocigota se caracteriza por anemia generalmen-
Alfa talasemia. Los enfermos suelen ser oriundos de te intensa, pero bien tolerada; suele presentar crisis dolorosas
abdominales con fiebre elevada de horas o días de duración, cri-
O1iente; es debida a la ausencia de las cadenas alfa de la hemo-
globina A y, por lo tanto, afecta también a las hemoglobinas F y sis de dolores óseos; en los niños son frecuentes en el dorso de·
A2 pues ambas también las contienen. las manos y de los pies. Son individuos de tipo asténico, pálidos,
La talasemia alfa homocigota generalmente se manifiesta generalmente subictéricos; son frecuentes las úlceras a nivel de
los maléolos y alteraciones esqueléticas, con adelgazamiento de
por nacimiento con foto muerto o hidrops fetalis, anemia seve-
ra, eritroblastosis y hematíes en diana. Es característica la pre- la cortical, y a veces infartos óseos.
sencia de hemoglobina de Bart la cual es un tetrámero de he- El examen de sangre muestra una anemia de alrededor de
moglobina de cadenas beta. 2.000.000 de hematíes, normocrómica, normocítica, con aumen-
to de los reticulocitas, anisocitosis, policromatofilla, y presencia
Talasemia alfa heterocigota. La hemoglobina dé Bar! persis- de eritroblastos. La investigación del fenómeno de formación de
te eü pequeñas proporcionrs. La anemia está p_usente o porc drepA.nocitos•tin mf'dio rP<hlctilr f':9 pos::Wv~. (metabii:;ulfit.o dP.·~n-
manifiesta. Se observa en Africa, Asia y zona mediterránea. dio).
HEMATOLOGIA 1463
síndroille ··La médula ós~a es hiperactiva con predominio de la serie ción es rápída, quedando el enfermo sin manifestaciones hasta
,ctrofore- eritroide. Ja próxima crisis.· · - ·· ···· ·
JbÍna H.· La electroforesis (fig. 14-15) suele mostrar un alto porcenta- Las crisis pueden ser reproducidas sumergiendo las manos ·
je de hemoglobina S, además de la hemoglobina A y en los hete- en agua con hielo durante 10 a 20 minutos (test de Rosem-
hemoglo- rocigotas y Hb S y fetal en los homocigotas. Sin embargo, este bach). Otro test es hacer una ligadura rodeando la punta de un
r una se- método no es el ideitl para el diagnóstico pues puede confundir- dedo que se swnerge en agua fría, ·1uego en agua a 37º; en caso
a y otra, se con otras hemogiobinopatías, con hemoglobinas de movilidad de ser positivo, aparece hemoglobina libre en el suero (test de
alasemia similar. Por lo tanto, el diagnóstico se basa en el antecedente Ehrlich). Un test de mucho valor es el de Donath-Land,teiner,
estra he- hereditario y la producción in vitre de células falciformes. consistente en exponer sangre a bajas temperat~ras y constatar
La esplenomegalia es frecuente en el niño no así en el adul- si se ha producido hemólisis luego de elevar su temperatura a
'uede ob- 37' durante una hora; gran porcentaje de estos enfermos son
to. Con ·fre~uéncia se producen infartos, especialmente en pul-
a la cifra heredosifilíticos, otros con sífilis adquirida, pero también pue-
món y bazo a consecuencia de la oclusión de los vasos por con-
glomerados de eritrocitos. En los casos avanzados suelen den presentar una reacción de Wassermann positiva y no pade-
aparecer fenómenos de insuficiencia cardíaca. cer de sífilis.
requiere
Entre nosotros se ve con frecuencia de S-talasemia que es
·o porción 1J-atamiento. Profila.:is de las crisis, evitar el enfriamienl;,:,
una combinación de ambas hemoglobinopatías con bazo grande.
mbarazo tanto general como local. De existir sífilis, deben tratarse con
'usióu Je penicilina. · -
l deseen-
ENZIMOPATIAS
~currir a b) Anemias hemolíticas de causa extracorpuscular
Anemia por deficiencia de glucosa-6-fosfato dehidrogenasa
·ga orgá-
as, sien- Estas anemias pueden deberse a factores inmunológicos y
entrado En el 11% de los varones negros y en una proporción menor
de individuos varones y mujeres de raza blanca, especialmente
no inmunológicos.
con una
,s emun- en o,iundos del Mediterráneo oriental, la administración de p1i-
n ayuda maquina desencadena un episodio hemolítico agudo con anemia
lNMUNOLOGICAS
1socia la severa, urobi1inuria marcada, ictericia que dura pocos días y
ogra con desaparece dejando únicamente como signo característico una
Transfusión incompatible
mgar su ret.iculocitosis muy elevada. '
Con menor frecuencia ocurre lo mismo con la ingestión de
Entre las de causa inmunológica se halla ante todo la debida
para im- otras drogas: vitamina K sintética, aspirilla, fenacetina, aceta-
a transfusión incompatible. Aquí los eritrocitos del dador son
sasto en nilida, su_lfamidas 1 sulfonas, Probenecíd; y también ocurre des-
hemolizados al ser suministrados a pacientes con incompatibili-
eresple- pués de la ingestión de habas, lo que se denomina/avismo. Asi-
dad del sistema ABO, cuando se ponen en contactó con las aglu-
mia. En mismo, en ocasiones los episodios hemolíticos se desencádeílán
t.ininas circulantes del receptor. En el caso de existir inéompali~
antener por infecciones graves, hepatitis o acidosis diabética. Fuera de
biliJad del sistema Rh (transfusión de hematíes Rh positivos a
Tollo de los episodios, los pacientes son perfectamente normales. una persona Rh negativa sensibilizada previamente) la hemóli-
n. En estos casos, la patogenia es clara: se trata de deficiencia
sis se produce más lentamente, y no ocun-e ~n el torrente san-
edades de la glucosa-6-fosfato dehidrogenasa que se requiere para for-
guíneo, como la primera, sino en el sistema macrofágico._
mar NADPH que a su vez debe reducir el glutatión oxidado. La
Se manifiesta clínicamente por dolor en .el lugar de inyec-
falta de glutatión reducido en los hematíes produce la destruc- ción, escalofríos, hipertermia, lumbalgia, dolor abdominal, cefa-
ción de los mismos con formación de cuerpos interiores (o de leas y ansiedad; o sea es el cuadro de una crisis hemolítica agu-
Heinz). da. En la sangre se constata precozmente la presencia de
El diagnóstico de la enfermedad, y también el preventivo en hemoglobina libre circulante y más tarde metal_¡emalbúmina; la
1egros y
poblaciones susceptibles, se hace por diversas pruebas, siendo haptoglobina desciende; intensamente; en los frotis se constata
n gene-
la más accesible la prueba de Brewer. La profilaxis en los defi- la presencia de esferocitos. En la orina aparece hemoglobina.
rlobina
cientes consiste en evitar el uso de las drogas descritas y la in- Horas después se eleva la bilirrubinemia con predominio de la
cuando
gestión de habas. . indirecta en sangre; y, dependiendo del grado de lesión tubular
dquiere
Además, hay casos infrecuentes de anemia hemolítica cróni- por la hemoglobinuria, se puede llegar a la anuria.
lores de ca familiar, debida a deficiencia de glucosa-6-fosfato dehidroge- El hematócrito, en lugar de ascender por la transfusión, se
o de los nasa, pero sin relación con la.forma frecuente de deficiencia. mantiene o aun desciende, en el caso de reacciones hemolíticas
s pocos leves puede ser éste el único signo en ausencia de hemorragia
de hi- persistente.
Hemoglobinuria paroxística a Frigore Es de importancia destacar que en el paciente anestesiado,
·almen- el cuadro es mucho menos evidente, manifestándose tan sólo
ilorosas Es una afección muy poco frecuente, caracterizada por c1isis por hemorragias difusas en napa e hipotensión.
lón, cri- de aparición brusca a raíz de un enfriamiento, sea éste por un
orso de· baño o ambiente frío, o aun por sólo sumergir las manos en TI-atamiento. Ante toda transfusión en que aparezcan los
,álidos, agua a baja temperatura; aparece bruscamente la crisis de he- síntomas mencionados, debe detenerse la misma y tomar una
,ivel de mólisis, traducida por chucho de frío, fiebre, cefalea, lumbalgia, muestra de suero para constatar la presencia de hemoglobina
ento de a veces vómitos; la temperatura se eleva a 39° o más; este cua- libre circulante (otras causas, como la presencia de pirógenos,
dro remite a las pocas horas. La orina cambia de color; de as- pueden provocar un cuadro similar, pero en ninguna se consta-
,dor de pecto rojo o marrón, segón predomine la hemoglobina o la me- ta hemoglobinemia con carobio de la coloración del suero). En el
mmen- tahemalbúmina. El enfermo queda pálido, subictérico. El caso de ~ertificar la hemólisis, el tratamiento se dirigirá _a corp-
esencia . plasma contiene hemoglobina y metahemalbúmina, con ausen- batir el shock (expansores, plasma) y a prevenir la insufici;~c,a
ción de cia de haptoglobina; existe leucopenia y trombocitopenia; la renal aguda, mediante el suministro de diuréti~o~ .osmoticos
) dP-·~n- :reP::-dén de Co0rrihc:: 0fr¡;,,..h~ es poc::.itivA, f'0mo ~2mhiér, 1_1n 1111.80 (m1;1nit"1)- 8e rf~hf' p,;;tudüir nuPv~mPnt.P la compatib1hdad entre
por ciento de los casos la reacción de Wassermann. La recupera- la sangre del dador y la del receptor.
1464 SEMIOLOGÍA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Eritroblastosis fetal o enfermedad hemolítica del recién se lisan; no se constata aumento sino enlenrocimiento de la ve- aut<
nacido locidad de eritrosedimentación cuando se la efectúa a bajas do d
temperaturas.
·Este tipo de anemia ·es producido por la destrucción. de he- La anemia por anticueipos calientes es la más frecuente de gun
. matíes fetales Rh positivos por contacto c01í" anticuerpos anti las anemias hemolíticas autoinmunes. Se puede presentar a
Rh provenibntes de la madre sensibilizada previamente, que cualquier edad, incluso en el recién nacido. Los pacientes pue-
atraviesa la placenta durante el curso del embaraZ-O. Las maní- den ser portadores de otras enfermedades, _como linfomas o lu-
. festaciones son de grado variable, desde la muerte fetal en el pus erirematoso, o bien tratarse de casos idfopáticos. Existe una NO
·,..útero hasta una anemia de 'gtado leve. 'lbdo depende del grado amplia gama de presentaciones clínicas, desde la forma asinto-
;de destrucción ei'itrocitaria y de la respuesta medular. En efec- mática, descubierta al practicar la prueba de Coombs directa Hen
to, la a nemfa puede ser tal que llegue a causar la muerte o una rutinaria, hasta hiperhemólisis fulminantes.
grave insuficiencia cardíaca (hydrops fetalis} con marcado ede- La esplenomegalia y la hiperreticulocitosis se observan por
ma generalizado. La ictericia, como· expresión de la hemólisis regla general. En parte de los casos, además, es positiva la
aparece precozmente luego del parto (primeras 24 horas}, sien- des¡
prueba de Coombs indirecta con suero del paciente y hematíes Mar
do la hiperbilirrubinemia mayor de 20 mg % la causante de las de otro individuo, en calienre. Los anticuerpos elaborados por el
complicaciones neurológicas: hipotonía, alteración en los refle- lioi,
pacienre son de tipo lgG.
jos y trastornos en la maduración del recién nacido (kernicterus). El tratamiento de estos casos consiste en administrar pred-
voc'a
Se constata además hepatomegalia y esplenomegalia.' ras,
nisona en alt,is dosis al principio y luego un tratamiento crónico
I?c::;pcctc -!d c:~gr.6:;tko-_dc !aboratoria 1 -resl!~!f,¿iP.1oe 1qe! Con dosis ·bajas. La tritnsfusióJl solan1ente·se j1J!:itiJica cua11C1o a ~·. · · ., IRUJ
los hallazgos: anemia de grado y progresividad variables, reticu- pesar de la terapéutica con corticoides se mantiene una anemia
locitos aumentados con presencia de elementos nucleados de la severa. En muchos casos, la esplenectomía permite controlar misr
serie roja en sangre periférica (de ahí el nombre de eritroblasto- mejor la enfermedad. Y en otros el tratamiento con citostáticos, la p
s is}, bilirrubinemia indirecta elevada y en aumento progresivo; por ejemplo ciclofosfamida ayuda a mantener un buen nivel de kara
hematíes fetales Rh positivos y matemos Rh negativos, test de hematíes.
Coombs directo positivo en los hematíes fetales y test indirecto Las transfusiones de sangre únicamente se deben aplicar
positivo en suero materno, expresión de la sensibilización}. Se para corregir una anemia muy severa; un grave obstáculo es el
han mencionado anteriormente las medidas preventivas ten- hecho de que justamenre en esos casos la prueba de Coombs in-
dienros a evitar la sensibilización materna ante todo y, si ésta ya directa necesaria para la compatibilidad sanguínea es inaplica- Ane
se ha producido, el tratamiento de la enfermedad fetal. ble por la presencia de autoanticuerpos que aglutinan no sola-
mente los hematíes del paciente sino también los de los
1l·atamiento. Es esencialmenre preventivo, instalado el cua-
dadores; desde ya aquí no es posible diferenciar los autoanti- pres
dro, la exsanguinotransfusión es el tratamiento de elección.
cuerpos de los isoanticuerpos, que son los únicos dañosos para sect{
· Más raramente un proceso similar es causado por incompa-
los hematíes transfundidos. pom
tibilidad del sis tema A B O en cuyo caso n,, es necesaria la sen-
sibilización previa, por existir las agJutininas en la sangre des- pili~
de el ptimer embaral o. Anemia hemolítica de causa mecánica xis,
tant
En ocasiones, la caust:. <le anemia hemoJítica extracorpuscll• vece
..i\ne mia hemolitica nutoi.nm·une lar es mecánica. Se la observa esencialmente en las prótesis comi
va.lvu)ares cardíai.:as, pero también en algunos casos de endo· E
En las a11emll1s hemolíticas au.tcímnunes se producen en el ·
carditis crónica reumáticd, en grandes angiomas y en la mi- cilop
paciente anticuerpos contra sus propios hematíes. Las causas
pueden ser múltiples. Pueden distinguirse procesos en que los
croangiopatía trombótica. Va acompañada dé aumento de los re- oose
ticuloci tos, hiperplasia e n la médula ósea de la serie come
anticuerpos actúan a temperaturas bajas y otros que lo hacen a
eritrocítica, siendo en la sangre periférica el signo de mayor va- xede
temperaturas de 37' (calientes).
lor, la presencia de fragment{)s de eritrocitos (esquistocitos) y glóbt
Las debidas a anticuerpos fríos tienen como causa más co-
eritrocitos de bordes crenados. matí
mún Ja neumonía a micoplasrnas, en la que el proceso es transi-
to1ío; es importanre la determinación del título de anticuerpos do a
circulantes; normalmente no supera la dilución 1/8, considerán- Anemias hemolíticas por drogas hien
dose francamente patológico cuando supera_la d~. 1/32; otras penii
causas son: mononucleosis infecciosa, hepatitiS"Víral, afecciones Hay agentes químicos que producen hiperhemólisis por efec- com;1
crónicas como la artritis reumatoidea, ñeopla"sias, Iéucosis, mie· to directo sobre los hematíes y su importancia está en relación sár1,
loma. con la dosis. La lista es larga e incluye, entre otros al benzol, to- E
En las anemias hemolíticas por anticuerpos fríos solamenro luol, fenacetina, plomo, anilinas y fenilhidrazina. Pero otras el ca
.f.~ ~fP.rt.ivo et tratamieflto por transfusiones . La .t~rapéutica co~ . drogas actúan produciendo agresiól! de Upo inmunológico._ . ..
cort.icoides, inmuoodepresores y esplenectomías es ineficaz. Hay tres tipos de anemia inmunohemolítica producidas por '· miel<
dism
Una forma de evolución crónica se observa en ancianos, los drogas. Uno es el tipo penicilina que se observa especialmente de la
que al permanecer en ambientes fríos padecen un síndrome de por la administración de dosis elevadas de la droga, y que dan
L
Raynaud, constatándose en ellos elevada urobilinuria y hemosi- lugar a la formación de anticuerpos anti penicilina; la droga uni-
su et
derinuria Y, en sangre, aglutinación de los hematíes en el frotis, da a la membrana del hematíe es atacada por el anticuerpo (de
·tipo lgG} y ello dar lugar a la destrucción de los hematíes. metá
pudiendo ocurrir fenómenos trombóticos; generalmente esta
Otro es el tipo quinina, en que se forman en el plasma com- des).
forma es de tipo idiopático y se asocia a moderada hepato y es-
plejos inmunes anticuerpos quinina proteína; estos complejos fi. L
plenomegalia. La eritrosedimentación está muy acelerada cuan-
do se la efectúa en ambiente frio. La reacción de Coombs direc- jan complemento y se adhieren a los hematíes, dañándolos; la mero
ta es positiva. !nmunoelectroforéticamente se constata qu e reacción de Coombs es de tipo complemento únicamenre. (son
estas aglutininas son de tipo [gM. El tercer tipo es la anemia hemolítica producida por el me- de F
No es extraño quP ,1 cabo de un tiempo, estos pacientes de- tildopa, que tras una ingestión prolongada detennina la forma- óseat
sarrollen un linfoma. Cabe destacar que no deben considerarse ción de anticuerpos contra la membrana de los hematíes, seme• E
similares las aglutininas en frío y las crioglobulinas. Estas últi- jante a los de la membrana autohemolítica por anticuerpos guna
mas geli/ican en frío y los hematíes pueden aglutinarse pero no . calientes. La prueba de Coombs tipo lgG es positi_y~,.La ~nemia tres
HEMATOLOGIA 1465
autohemolítica por metildopa es reversible después de un perío- se administren en dosis suficientes; entre ellas figuran el ben-
do de semanas o meses. zol, mostaza nitrogenada, TEM, My!eran, antimetabolitos (6·
· Otras drogas pueden producir anemias hemolíticas por al- meréaptiipiinh-a; etc.); igual sucédeciin· las radiaciones -ionizan·
guno de los tres mecanismos. tes. · ·
Otras sustancias actúan provocando este cuadro clínico, so~
lamente en algunas personas susceptibles y sin relación con las
dosis administradas, alterando solamente un sect-Or celular o
NO INMUNOLOGICAS dos o aun todos.
Ello puede ocunir con una larga serie de drogas. Pero las
Hemoglobi_nui-in dela marcha y del karate más peligrosas en este sentido son el cloramfenicol, las fenilbu-
tazonas, la mesant-Oína y las fenotiazinas.-Dado ·qÜe la' aneinia
Afección extremadamente rara, Q.1!.e. ap_arece en soldados aplástica por la hipersensibilidad a las drogas solamente afecta
d~spués. de una larga marcha o en los que corren la c,u-rera de a pocos individuos, existe en parte de la profesión médica una
MaratQn; se traduce .pór óiina hémoglobinúricay hemoglobina desaprensión respecto del uso de dichas drogas. Respect-0 al clo-
lior,ten el plasma; fuera de ligeros dolores musc~lares, no pro• rarnfenícol, no debe usarse sino para combatir fiebres tifoideas
voéifotrá sintomatología y e( cuadro desaparece a l;¡-s pocas ho- y algunos casos de infecciones urinarias muy definidas; la apli-
ras, quedando transitoriamente a_um_e!'ltada la bilin-ubinemia y cación para combatir las enfennedades respiratorias COmunes
. , IP. urobifü1a e~ .orina. -N~fó~Oca anP-m.i3) _ _ · _ ._ .. de la infancia es _la principaj ~usa de aneJ,llias qpJásticas por .
Se debe a la destrucc1óñ de hematíes en la planta del pie. La cloramfenicol. El uso prolongado de oxifenilbutazona o simila-
misma hemoglobinuria producida por lesión de fos h~matíes en res debe ser proscripto.
la palma de la mano puede producirse en los que practican el C_11jllld_o la aplasia medular se asocia.con.g_spleno~K!!Ji!!..Q.§i
karate. en Ja sangre periférica se ven numerosos mielocit.os o eritro-
-blastós;deBé sóspeéharsé que la causa es metaplasia riiielóidé o
--·-- =-· . · -. leucemia o carcinom~t~~is:
~mia_~-~~s~~<:i~11~!a~_e_qµJ~) ". ·" U~ cuadro de anemia a plástica acompaña a la crisis aplásti-
ca de las an~mias hemolíticas, corno también en ocasiones al
An_e mia aplástica mixede~;, éirrosis hepática y al hipopituitarismo.
Una aplasia selectiva de la serie eritrocítica puede acompa-
Constituye una anemia de etiología muy variada y que suele ña~~a_v9ces a los tumores del tt1!1o asociado_o-~º .~ _J;_Dias_~ nia, en
presentarse a cualquier ~dad. ·cuando la aplasia abarca los tres los cuales la extirpación del tumor provoca una remisión de la
sectores ·(érrtroc·füco~ -g1~iñU1ocítico y mega-Cai-ioc(tiiOf -~~ J~~de- an_emia. Un cuadro semejante se presenta en persQnas suscepti-
P.Q_raj_~'?-":Vimcítopenia. En este·Caso, el cuadro se caracteriza por ble_s a la fenilhidantoína y en la deficiencia de riboílavina, como
palidez cutáneo-mucosa, manifestaciones he_morrágicas (~pista- también, ser de origen congénito (síndrome de Blackfan-Dia-
xis~gÍngivorragia, púrpura, metrorragia), gingivitis ulcerov~ge- mond).
tante, estomatitis, .angina n_ecrótic_a, ulceraciones ao.ales. Otras
veCes·e1 cuadro Cúllico 110-es t:3.n manifiesto, exteriorizándose al
comienzo por palidez o manifestaciones hemorrágicas. 1l·atamienlo. La aplasia medular es refractatia a la medica-
ción con vitamina B12, ácido fólico y demás nutrientes. El hie-
El examen de sangre m11cs tra ane~~?-JJª11co.p~n.ia y ~r:~m!,>o-
cilopenia. La anemia es_.qormocróñilca a.ormocítica, pudiendo rro debesér proscripto porque aumenta la sobrecarga del metal
ObsefVafSe hem atíes en lágrima; sin embargo hay excepciones y prodµce daños. Dado que numerosos casos de anemia aplásti-
como, por éjemplo cuando acompaña a la cirrosis hepática~ mi- ca pueden llegar a curar aun después de un peóodo largo y aza-
xedema en que la anemia puede ser macro~ítica. igÜaiment<ilos . roso, es necesario aplicaren todo momento medidas de apoyo
glóbulos rojos pueden estar alterados, pudiendo observarse he- para combatir las infecciones: higiene bucal, antibióticos bien
matíes crenados o esquistocitos (fig. 14-9 1, especialmente cuan- elegidos para las infecciones, evitar causas de contagío.
do acompaña a la uremia. La_ .cifra de reticulocitos es baja, el La transfusión de sangre aplicada con juicio y las de plaque-
hierro plasmático generalmente aumentado; existe granulo~ito.-.., tas son útiles. Los esteroides au~bólicos (por ejemplo: oximeto-
·penia y las plaquetas están muy descendidas. La anemia es la lona), suministrados por boca en 1~ dosis de 1 mg/kg/día, pue-
con~~cu.e11cja de la incapacidad de la médula ósea parn compen- den producir en muchos casos recuperación parci¡¡l o total. La
s'ár de
la pérdidá normal cotidiana los eritrocitos. .. .. prednisona es muy activa en las formas de eritroaplasia pura y
en los casos de aplasia congénita; ea cambio, su aplicación en
El examen de la· méd ula ósea da resultados diversos según
el caso y en ocasiones según el lugar de punción. Las prog~nies las anemias aplásicas del adu lto es discutible.
mieloide y m·~gacariocítica pue'denencon_trarsl:.':.·A.simism.o m11y Las opiniones so_b_re el yalor de la esplenect-Omía son diver-
disminuidas o ausentes, salvo en los casos de aplasia selectiva gentes y en general se piensa que por excepción pueden dar
de la serie roja. buen resultado. El transplan te de médula osea está indicado en
La biopsia de médula ósea en ocasiones pone en evidencia casos severos.
su etiología: leucosis, !infamas, mielofibrosis, mieloma múltiple, En la anemia eritroplásica se conoce un mecanismo inmuno-
metástasis de tumores (pulmón, mama, próstata, riñón, tiroi - lógico de agresión a los eritroblastos, que explica el resultado
des). excelente de la aplicación de la ciclofosfarnida en muchos enfer-
Las causas que conducen a la anemia aplástica son muy nu- mos. Ultimamente se halló que también en la anemia aplástica
merosas; en un 50 por ciento no pueden ponerse en evidencia puede producirse un efecto terapéutico beneficioso, aparente-
(son las JI.amad as idiopáticas). Existe el denominado s(llil,ome mente paradójico, mediante la mielosupresión con ciclofosfarni-
de Fanconi forma congénita rara (pancitopenia, alteracio~es . da o radiaciones: desde ya se trata de enfoques reservados a
óseas y erupciones cutáneas·pigmentadas). centros de asistencia especializada muy evolucionados.
En las formas secundarias, hay que tener presente que al- Con un criterio parecido se utiliza la globulina antilinfocita,
gunas sustancias siempre provocan hipoplasia o aplasia de !as ria (GAL) en especial cuando sé descarta la posibilidad del
tres series, ~unque predominando .en al&unas de ellas, cuando transpl_ante.
1466 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
mdeado u -C!Órace~es tearasas (ASD). Dan positi~dad también espe- b) Basto11es de Auer. Se encuentran en las leucemias mieloi,
2 a 5 nu- cíficamente en las células de la progenie granulocitica, en fonna des agudas, en los mieloblastos, mielocitos · y monocitos: esu\n
e esta se- de gránulos rojizos en el cítoplásrua. · · ·- co,Ístítuidos por granulaciones azurófilas, peroxidasa-positivos.
ulaciones
nr que el --Fds{aÍa,;ó ~{calina leucocitaria: Esta coloración permit,, es- c) \muo/as. Su presencia es frecuente en infecciones graves
toplasma tablecer un ·;ndice_de acuerdo con el grado de positividad, valo, (hepatitis, etc.) .
sinófilas, rado con la intensidad y disttibución de la coloración, que puede
Hipersegmen/ación adquirida de los neutrófi/os. Se ve en
o núcleo tomar el aspecto de m,·precipitado difuso o granular, de color
d)
la anemia perniciosa.
naño aún g,isáceo·o negro profúndo, lo cual permite, estableciendo punta-
, y en la je a los neutrófilos según intensidad de reacción establecer el e) Variación de Grignaschi. Se caracwtiza por ausencia de
La etapa
1
' score'\,que es u~ valioso auxiliar en e·l diagnóstico de ciertas peroxidasa en los neutrófilos y presencia de las mismas en los
afecciones. eosinófilos.
natína fi. OVariaciones de número de lóbulos de los neutrófilos. El nú-
- Reacción de ácido periódico de Sc/Íiff (PAS): Esta reacción
en banda mero normal de lóbulos en los neutrófilos de sangre pe,iférica
tiñ_e el glucógeno intracelular de color 'rojo fucsia. La progenie
nte es el es el siguiente: un lóbulo, 5%; dos, 35%; tres, 41%; cuatro, 17%
granulocitica da resultado positivo en : forma difusa, mientras
que los elementos linfoides son positivos en sus formas madu- y cinco, 2%. Esto fue estudiado por von Arneth, quien estableció
ble de la
J y feno- ras1 con aspecto de grumos. Los monocít.os son positivos en cier- el índice que lleva su nombre. En la fase de lucha de las infec-
La uw ~íJ<iJ tic demeutos y tm i'orma Jifusa. La itiums1ciaci de -..;v1,c.-, c:i..Í::iW UiHl d6viti.t:iú11 Ue ciicño inri.ice Ilacia ia izquienia;
o del lin-
loblasto, reacción también pennite establecer puntaje o score. es decir, aumento de 1os neutrófilos, con· menor número de lobu-
infocito, Jaciones e incluso presencia de mielocitos y metamielocitos en
- Reacción de es/earasas inespecíficas: Dan positiva la mis-
-lemento la sangre periférica (índice de Arneth).
ma los elementos de la serie monoblástica.
J entre 5 g) Síndromes de hipo{unción o insuficiencia y de hiper{un-
s azuró- - Otras reacciones se utilizan cuando existe una orientación ción neutro{ílica (Grignaschi). En presencia de neutrófilos cuan-
nte teñí- definida en la búsqueda de determinadas patologías. Se las
títativament,, y morfológícament,, normales se pueden observar
iurativa menciona dentro del estudio de las células neoplásicas (fosfata- alteraciones funcionales que, en los primeros, son causa de cua-
tS,de ci- sa ácida, Sudán Black, beta-glucuronidasa.) · dros infecciosos y en los segundos pueden causar agravamiento
val, con de procesos como el infart-0 de miocardio, en pacient,,s medica-
un halo · 4 Exame11 de la méduÍa ósea. Por punción o biopsia, efec- dos con beta bloqueantes (que aumentan las funciones de los
:imocito, tuando técnicas de coloración similares a las an teriormente re- neutrófilos).
, de nu-
feridas, pcm1ite el estudio de las distintas progenies.
Js a tres
ías. Son
- 5 Estudios "de la {u11ción leucocitaria. Permiten detectar Alteraciones cuantitativas
nfocit-0s
de vida alteraciones en ausencia de patología morfológica.
El aumento de In cantidad de leucocitos por encima de lo
normal se denomina leucocitosis, en tanto que la disminución,
VARIACIONÉS DE LOS LEUCOCITOS leucopenia. A su vez se debe especificar a expensas de qué tipo
se produce este aumento o disminución (neutrofilia, linfocitosis,
Las variaciones de los leucocitos pueden ser cuantitativas o neutropenia, etc.).
fonsa y cualitativas, hereditarias o adquiridas. Reacciones /eucemoides: Son cuadros caract:erizados -_por leu-
msmo. cocitosis importan!,,, en general supeiior a 20.000 por mm3, con
Jart.ícu- presencia de formas inmaduras, general.mente sintomáticas de
lCÍ Ón de Anomalías m orfológicas hereditarias procesos infecciosos, neoplásicos o tóxicos.
lidad y En la fig. 14-14 se resumen las causas de alteraciones cuan-
•s lesio- a) A110111alia de Pelger . Hüet: neutrófilos con núcleo excén- titativas de los leucocitos.
)S capi- trico1 "en anteojos'\ redondeados o en bastón 1 con cromatina
gruesa, frag,uentada. Puede ser hetero u honiocigota.
b) Anomalía de Alder-Reilly: es recesiva. Los leucocitos de
Agranulocito_sis'
todas las series presentan granulaciones azurófilas. Se puede
Es un síndrome c.ru·acterizado por una severa disminución
asociar a patologías congénitas (idiocia am aurótica, enfermedad
de Morquio).
de los granulocitos en sangre periférica. Más frecuente en la
mujer, en general es secundaria a la exposición a agent,,s (fisi-
e) Hipersegmentación nuclear cánstitucional de los neutrófi· cos, químicos, infer.cioso~). en t:mto oue en cierto~ casos no pue~
las: La mayoría de los mismos presenta seis lóbulos. Se hereda de demostrarse el o,igen. · ·
con carácter dominante.
1cia de d) A11omalía de May-Heggli11g: En ella los neutrófi!os contie- Agentes que causan agranulocitosis:
ceal en nen cuerpos de inclusión citoplasmáticos de Diihle, de color ce-
inves- leste grisáceo (esto se observa en forma adqu irida en el embara- 1 Radiacio11es (rayos X, isótopos radioactivos).
!n con- zo y en algun as infecciones).
2 Citos/áticos (alquilantes: ciclofosfamida, clorambucil, mel-
e) Anomalía de Chediak-Higashi: de carácter recesivo, se ob- falán, etc.; antibióticos antineoplásicos; antimetabolitos: ami-
positi- servan en ella gránulos de gran tamaño en todos los leue-0citos. nopterinai ametopterina, fluorouracilo, etc. ; procarbazina; deri~
ros de vados del platino; etc.) _
ogenie 3 Deriuados industriales (benzol, DDT, etc.)
de los Anomalías adquiridas
,onoci- 4 Analgésicos: Pirazolonas -causa ni.as frecu énf1>-; deriva-
;ránu- dos de feni!butazona.
a) Granulaciones tóxicas. Se observan en infecciones e into-
al que xicacknii (p~l1!cnitis 3upur:tcb:;, ntumoní.1.: frr~•.:c: 1 -intm:ic:1 E !'i i::c/6.:;i;acc:.: Hidantoín~ 1 ba¡-bitéri:::;, cll)rprom~.dn!l ,
ción por plomo, etc.). etc.
\:,.
1468 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Leucocitosis INF
PAR
Infecciones agudas generalizadas Sepsis a cocos, bacilos, hongos, espiroquetas, virus (difteria, INTC
1fiebre reumática, viruela, escarlatina).
CAQ
Infecciones localizadas Supuraciones (absce_so,_angiocolitis, pielonefritis, anexitis,
1osteonnelttis, apend1c1t1s}. · HEN
Intoxicaciones exógenas Plomo, digital, mercurio, adrenalina, gota, postoperatorio, ENF
NEUTRO FILIA 1eclampsia, quemadura. NEU
p
Tumores
Coquel uche, tuberculosis, sífilis, hepatitis, brucelosis, escarlatina, parotiditis, toxoplasmosis, convalescéncias
LINFOC!TOSIS
de enfermedades, tirotoxicosis, raquitismo, leucemia linfática.
e
1Linfocitosis aguda benigna. a:
b
Mononuc!eosis infecciosa, endocarditis bacteriana, tuberculosis, brucelosis, parasitosis (paludismo, tripanoso- dalas
MONOCITOSIS
niasis, kala-azar, toxoplasmosis), enfermedad de Hodgkin, enfem1edad de Gaucher, fase de restablecimiento e)
de infecciones y agranulocitosis, enfermedad de Niemann-Pick y Hand-Schuller-Christian, tóxicos (tetra- rior t
1cloruro de carbono), leucemia monocítica. los. 1
miel<
PLASMOCITOSIS I Es muy rara, puede observarse en escarlatina, rubéola, sarampión, enfermedades cutáneas, reacciones por
· suero, mieloma m1ílt jple.y !euce~!e pl<IBmocítica, .por drogas.antjrQr,yulsiva.nt.e. , .. . .. .· .. _
E
conti
co~si
HEMATOLOGIA l"f0::1
Neutropenias
INFECCIONES Fiebre tifoidea, sarampión, rubéola, paratifoideas, brucelosis, psitacosis, influenza, tuberculosis miliar.
INTOXICACIONES Medicamentos (tiouracilo, sulfamidas, piramidón, benzol, cloranfenicol, citostátic:os, radiaciones ionizantes).
HEMOPATIAS 1 Anemia aplásica (por tóxicos, radiaciones, medicamentos), agranulocitosis, leucemia, anemia perniciosa.
Linfopenias
Fig. 14-14.
Fig. 14-16.
Microscopia óptica. Los estudios de microscopia óptica in• esterasas no específicas, suplementan los criterios de la clasifi-
cluyen los aspectos morfológicos que constituyen la base de la cación FAB.
clasificación FAB. Las leucemias crónicas también presentan ti- Las reacciones citoquimicas que se aplican al estudio de leu-
pos morfológicos diferenciables. cemias agudas y los patrones o "pattern" citoquímicos que se
topoyéti-
La citoquírnica es de utilidad en la clasificación de las leu- obtienen en cada tipo, se hallan enumerad os en las Fig. 14-17 y
e se alte-
ervan su
cemias agudas. Dos reacciones, la de mieloperoxidasas y la de 14-18.
. Esto se
;ultantes
Clasificación citoquímíca de las leucemias agudas linfoides
,poyética
Jides. La Reacción Ll L2 L3
10 conse-
1s qu e la Mieloperoxidasa
le puede Sudan Black
infáticas P.A.S. ++I- ++i• .
,resiones
Alfanaftilacetoesterasa -/+(g)' -/+(g)* -/+(g)*
iferentes
Cloroacetoesterasa
,matopo-
'' Fluoruro resistente
1ando se
· despl a-
Fig. 14-17.
es o lin-
on pato-
clíni ca
Clasificación citoquúnica de lµs leucemias ~e''''Q~- •~_n.foi<l~s
, p2r2. el
laciones
Reacción MO Ml M2 . M3 M4 M5 M6 M7
Mieloperoxidasa + ++ +++ ++ +/- +
Sud an Black + ++ +++ ++ +/· +
sen
P.A.S. -/+d' -/+d' -/+d* -/+die)* +d(e)' +d(el' ++ +
La reacción de fosfatasa ácida que da una positividad inten- El estudio de reacciones citoquímicas a nivel de la microsco-
sa focal localizada en la zona de Golgi en un alto porcentaje- ·de pia electrónica da información de interés como en el caso de la lula
los b!astos de las leucemias linfoblásticas T, es sólo relevante en leucemia megacarioblástica, la cual exhibe como marcador espe, cli~r
el contexto de las leucemias linfoides ya que se halla presente cifico la peroxidasa plaquet.aria, sólo visualizable a este nivel y com
· también en las células mieloides. en el caso de la leucemia mieloide con diferenciación mínima ym
Para el estudio de las leucemias crónicas resulta de utilidad (MO) para la detección temprana de la mieloperoxidasa en los reac
la reacción de fosfatasa .alcalina leucocitaria para el estudio di- mieloblastos. info
ferencial de leucemia mieloide crónica de reacciones leucemoi- citop
des mieloides, encontrándose en el primer caso característica- el C
men(e disminuida o aus_e nte a diferencia del segundo caso en el Marcadores ce/u/are. Utilizando métodos inmunológicos geno
que se halla normal o aumentada. La reacción de fosfatasa áci- es posible determinar el fenotipo de las células leucémicas, las renc
da tartrato resistente encuentra su principal aplicación en el cuales expresan antígenos que las caracterizan. E
Los antígenos se detectan por diversos métodos, algunos tra- miel
diagnóstico de la tricoleucemia y si bien ha sido reportada en
sa e
algunas otras patologías constituye un dato de valor evaluable dicionales como las técnicas de rosetas con globulos de carnero o
por
en el contexto de otros estudios. de ratón y más recientemente con el uso de anticuerpos mono-
lidad
clonales analizados por citometria de flujo.
· · Los procesos linfoproliferativos By T también presentan pa-
. te:ntes cítoquimicas diferenciales a las reacciones de fosfatasa Los anticuerpos monoclonales agrupados en grupos o "clus- i B
ácida, de betaglucuronidasa y de altanattilacetoesterasa ácida. ters" de diferenciación (CD) han llcga<lo 1;1 130 dtspu é3 del 5tv. ADN
Workshop Internacional de Antígenos de Diferenciación Leucoci- f líllea
fr{icroscopia. eiec tróni_ca. La microscopia eleclrónica per- taria. L
mite el reconocimiento de determinadas estructuras celulares Las células hematopoyéticas se originan a pa1tir de un pre- las li
específicas no observables a nivel óptico, como el llamado com- cursor común medular. Durante la diferenciación de las diferen- crom
L
plejo ribosómico !amelar de las células de tricoleucemia y en al- tes líneas se produce la expresión de distintos antígenos que van
gunos casos como en el de las células de Sezary, permite una ment
a ir caracterizando diferentes estadios madurativos. La figura
identificación más fácil. una
14-19 muestra el desarrollo secuencial de las células de línea B.
rregl
de di
const
DR DR DR DR CD21 l,
1 1 J /CDlO J /CDlO J CD19 a los
detec
E)----§-cnrn -----8-co19 -(:y-cn19------ DR &cozo das ,
I I CD22c l C_?Zl uniór
ICD22c CD22c CDZO IgM/D sup. E
Precu rsor B mani
Células pre-preB Células preB Células B tempranas
en la
presa
Fig. 14-19.
nales
sibili
La deoxinucleotidilt.ransferasa tei1ninal (TdT) es una enzi- El estadio final de diferenciación B parece comenzar con una leucé
ma asociada a células inmaduras del sistema inmune, que in- célula B transformada Oinfoblasto B) que evoluciona al paso final ción •
cluirían a precursores tanto de línea B como de línea T. de maduración representado por la célula plasmática. (fig. 14-20) hasta
ser a1
cipal
DR DR CD38
J CD20 J CD38 ~ -PCA-1 e,
CD19-a
lgS
CD19*CD20
q PC-1
nes e
mielo
cas ce
PCA-1 PC-1 de LI
das.
Células B transformada Pre-plasmática Célula plasmática L,
(Inmu11oblasto) eflC'.!E
L,
Fig. 14-20 CD2 pre B
La figura 14-21 muestra el esquema de diferenci ación T a L,
CD*CD5
partir de una célula medular precursora. delfia
CD7 /U'--CD4 trans
DR CD38 CD3 (débil) El
célula helper · más e
/ / co~l,.,.--co5 E,
8 & CD7
cnz-
/
TdT - CD4
CD!a
CD7
.
CD2
CD3,ol/CD5
cemié
t(8;2l
crom1
También es posible identificar antígenos expresados por cé- La relación de estas alteraciones con los oncogenes es un
lulas mieloides rnediante aniicuer¡ios ínonoclonales.' Tres anti- campo mi evo .de la biología molecular de estas enfermedades,
cuerpos son el CD13, el CD33 ·y el CD14 permite detectar el en plena expansión. · · ·
con,ponénte··monocítiéó ·de las··1euceruias mielomonocítica (M41
y monoc-itica (M5): En casos de leucemias agudas eú donde las
reacciones citoquímicas de mieloperoxidasa y esterasas no son · Leucemias agudas
infomrntivas, se recomienda la investigación de los antígenos
citoplasmáticos específicos de línea como el CD22c para línea B, Podemos definir las leucemias agudas de manera simple, de
el CD3c para línea T y el CD13c para linea mielóide. Estos antí- la siguiente forma: Proliferación neoplásica de células hemato-
genos aparecen en el citoplasma en la etapa temprana de dife- poyéticas, ·
renciación para luego expresarse en la m·embrana Con pancitopcnia secundaria, debido al desplazamiento de
Es aconsejable también, la detección inmunológica de la los elementos normales por células inmaduras.
mieloperoxidasa con anticuerpo monoclonal antimieloperoxida- Que !lavan a la muerte por las consecuencias de la pancito-
sa en aquellos casos de leucemia aguda negativos ·a peroxidasa penia si no se hace tratamiento
por 1a técnica citoquími ca convencion at dada su mayor sensibi• La proliferación es clonal, es decir un precursor alterado en
lidad. ' su bagaje genético, manteniendo su capacidad de proliferación
i Biología molecular. Las técnicas de recombinación del
pero no de maduración, se multiplica exponencialmente.J.4t_s__cJ..:....
lulas resultantes llamadas bias/os tendrán todas las mismas
ADN permitén t! enfoq1.,,e molccuJar pan:. lu dctorminnción de
f línea de origen y clonalidad de células leucémicas.
cnt;i..cJ.~-1..~as y ad.q11..i gen. v2ntaja sobre los precursores ñor-
males, reemplazándolos. La consecuencia de esto es la i(!ua-
Las inmunoglobulinas compuestas de cadenas pesadas y de sión de la médula ósea por estos blastos, desaparición de!Os
las livianas kappa y lambda, están codificadas por genes en los precursores hematopoyéticos normales en la misma, y la desa-
cromosomas 14, 2 y 22, respectivamente. parición en la sangre periférica de los elementos maduros úti-
Los genes de inmunoglobu!inas están codificados por seg- les. En el hemograrna, por lo tanto, existe una anemia no rege-
1
mentos discontinuos de ADN. En el momento del desarrollo, nerat~ Ja cifra leucocitaria puede ser ,..qlta, normal o ba1a,
una célula pr~ductora potencial de anticuerpos sobrelleva rea- pero en la fórmula se observará la disminución o des~pjlfÍción
rreglos de los genes que codifican para las regiones variables, de lodpolinucleares, y las ¡,!aquetas estarán bajas o ausentes.
de diversidad y de unión, las que se unen al locus de la región Esta 1smlnuciOñ OdesapanCión de los crHTOcitos, polin~éfea-
constante. rcs y plaquetas conñgura lo que llamamos pa11citopen ia.
Los genes de la cadena pesada preceden en estos reaneglos Según si la alteración de la hcmatopoyesis ocurre en la de-
a los de las cadenas livianas. Estos reordenamientos pueden ser tención de maduración mieloide y/o monocítica, tendremos una
detectados por anális is de "Southern blot'' de ADN , usando son- leucemia aguda mieloide, o cuanqo ocurre en el linaje linfoide,
das o "probes" específi cos para las regiones const,ntes y de una leucemia aguda linfoide. Las leucemias agudas mieloides
unión'de ]as cadenas pesadas y livian2s. (LMA) se clasi fican en: MO o indiferenciada, Ml: con escasa
Es posible también mediante el mismo análisis, poner de maduración, M2: con maduración; M 3: promie!ocítica; M4: mie-
manifiesto reordenarnientos de genes en células involucrados lo-monocítica (más de 20% de células monocíticas-monoblásti-
en la diferenciación T en un estadio precoz en el cual no se ex- cas; M5: monocítica-monoblástica (+80 células monoblásticas);
presan todavía antígenos detectables por anticuerpos monoclo- M6: eritroleucemias y M7: leucemias megacarioblásticas (Clasi-
nales. Se trata de una metodología de gran sensibilidad. La po- ficación FAB.)
si bilid ad de detección de cantidades mínimas de células Las Leucemias Agudas.linfoides (LAL) se clasifican morfoló-
leucémicas se ha visto inCf~mentada por la técnica de la reac- gicamente en Ll, L2 y L3, según si los linfoblastos son peque-
ción en cadena de la polimerasa (PCR), que permite amplificar ños, grandes con nucléolo o con citoplasma azulado y vacuolado,
hasta un millón de veces el ADN a detectar. Esta técnica puede pero esta clasi.ficación no es muy útil y se usa sobre todo la in'
ser aplicada no sólo a ADN sino también a ARN y tiene su prin- munológica, basada en la expresión de marcadores de membra-
na indicativos de su estadio de maduraciáon inmunológica ha-
cipal aplicación en la detección de enfermedad residual mínima.
cia su expresión de caracteristicas To B. Según eso pueden ser:
Pre B; B temprano; Común To B.
Citogenétíca. El estudi~ dtogenético permite ver alteracio-·
La ideutificación de los blastos se hace por 1) Morfología, 2)
nes c!onales típicas de ciertos tipos de leucemias linfoides y
Citoquímica, 3) por marcadores celulares que identifican antí-
mieloides. La correlación de algunas anormalidades crnmosómi- genos de maduración mieloide o linfoide, 4) estudios de biología
cas con subtipos morfológicos de LMA y sus tipos inmunológicos molecular, y de citogenéticos, cvmo se mencionó anteriormente.
de LLA ha establecido la clasificación MIC de leucemias agu-
~L .
Sintomatologia: la anemia, severa, o moderada, es de ori-
La translocación característica del linfoma de Burkitt, se gen medular. Las infecciones son consecuencia de la neutrope-
en.c'..!ent.r2-r>:n lJ,A-8 y no en LLa-Ti y S,] asor.ia al suhtipn _
L3. nii:.. y son de severidad creciente según el número de neutrófilos
La translocación t(l;l9) está fuertemente asociada a la LLA- en cifras absolutas. Menos de 1500 neutrófilos por µl en cifras
pre B. absolutas es neutropenia y cuando hay menos de 500 neutrófi-
La translocación t(9;22), con formación del cromosoma Fila- los por µl el riesgo de infección y sepsis fatales presenta un
delfia es indicativo de mal pronóstico en la LLA, así como las marcado incremento. En todo paciente neutropénico con pico fe.
translocaciones t(l;l9Í y t(4;11). · bril de 38º o dos picos de más de 375 debe ser tratado dentro de
El mejor pronóstico está asociado con _la hiperdiploidia de las 2 horas que siguen, como si fuera una sepsis, con ·antibióti-
· más de 50 cromosomas. · cos por vía endovenosa cubriendo el espectro de gérmenes
En LMA, la translocación t(l5;17) es característica de la leu- Gram negativos, Grarn positivos y también hongos.
cemia promielocítica (M3) y su variante (M3v), mientras que la
t(8;21) está fuertemente asociada a LMA-M2. La inversión del El cuadro hemorragíparo se produce inicialmente por pla-
cromosoma 16 se asocia a un subtipo de LMA-M4 con prolifera- quetopenia, siendo sus síntomas más frecuentes, púrpura cutá-
ción de eosinófi!os anormales (LMA M4Eo).
0
neo-mucosa y hematomas espontáneos. Se observan hemorTa-
La leucemia míeloide crónica esta asociada con una :rnorma- gias gingivales, nasales, meno-metrorragias, hemon-agias en
lidad cromosómica característica, la t(9;22), conocida como cro- sistema nervioso central, y en fondo de ojo. Estas se agrav~n
mosoma Filadelfia , la cual tiene_valor __d_iagnóstico. ~u ando se agregim -~lteraóones de los factores de coagulac1on
..r
1474_ SEMIOLOGIA, SEMIOlECNIA Y MEDICINA INTERNA
por hepatopatías infiltrativas o por -lruimüntravascular mientas es la obtención de ~misión ::Omplet¡¡; es decir el retomo
diseminada, (CID) más frecuente en las leucemias promielocíti- a la normalidad del hemograma, del medulograma, 'y desapari-
cas y monoc1bcas. F,I estudio de coa~Llación muestra prolonga- rión de los signos y síntomas causados por la enfermedad. Este
ción del l'iempo d."..!'rotrombina y de Tiempo Parcial de Trom- se obtiene con poliquimioterapia, que destruye las células malig-
bopl as tina con Kaolin . Eñlas CID además se encuentra nas, dejando _al paciente por un período de tiempo que va de 3-7
ctlsmiñ-Ücwñaef'ñl,n¡iogeno y aumento ..de.lOS-jlroductos..de..de- semanas con una médula ósea aplástica y con pancitopenia peri-
gradación del fibriI1óg~no. . . . férica. Después de ese período, la médula puede repoblarse con
--r:osañliii-is"iíSiios i• articula1:es tan frecuen!.<...Lll!U9.'l.J!iiios, los precursores hematopoyéticos norm.a l_es, se normaliza el .he-
están en relación a la proliferación intensa y muerte de los bias- mograma y se recupera el estado general, .en la mayoría de los
( tos en la méd ula ósea cuya consecuencia es el aumento de la de- pacientes. El éxi to de esta fase depende, por, una parte, de la
gradación de nucleproteínas, hiperuricemia, y si no se medica sensibilidad de las células malignas al tratamiento instituido,
adecuadamente con hidratación, alcalinización y con inh.il¡ido- pero en gran parte a los métodos de soport,í disponibles, para
res de la xantinoxidasá, (allopurinol) puede producir insuficien- combatir la anemia intensa con transfusiones, las infeccione$
cia renal aguda. graves con antibióticos adecuados y los riesgos de hemorragias
'lbd.~JQ§_Q[g~en presentar infil~ración por células fatales con concentrados plaquetarios. Luego de esta fase de in-
leucémicas pulmones, ri ñones, hfgad2, huesos larg_os, encías, ducción de la remisión, siguen otros tratan1ientos de consolida-
testícul'!,_ t½c..___ · ción, intensificación de mantenimiento y preuención de la leuce-
La infiltración del tejido linfoide o hiperplasia linfoide se mia del SNC con quimioterapia intratecal y/o radioterapia sobre
. . . .
l retorno contieile blastos, el orcentaje es inferior' n la médula Si bien pacientes con ri1ielodisplasias pueden conviyir. a. ve-
desapari• ces qm su enfermed_ad por mese~ñm; solamente con medid:is
se. e1:cu_e_ntr~1 os prccursor~s e ~-~~-l.:~~-- -- - - ~s_1• no hay au-
a.d. Este sencia m reemplazo de la: medula, pero es_tos precursores están de soporte, aproximadamen~ e O se transforma en leucemia
as malig- alterados cualitativamente, es decir son dish ematopoyéticos. aguda1 otro tercio se muere de complicaciones infecciosas o
va de 3-7 Trataremos de describir las alteraciones más frecuentes. hemorrágicas debidas a la citopenia, y un tercio puede fallecer
nia peri-
de otras enfermedades relacionadas a la edad avanzada de es-
arse con @niseritrupoyesis: o alteración de la serie roja, los eritro-
za el .he- tos pacientes.
blastos forman sideroblastos en anillo, existe multinuclearidad, No eiáste tratamiento efrdivo; generalmente se usan sola-
ía de los presencia de cuerpos de Howell Jolly, y asincronia en la madu-
te, de la mente medidas de soporte, aunque en pacientes más jóvenes, y
ración nucleodtopl.1smritica, que en la médula y sangre perife- especialmente cuando existe plaquetopenia intensa, se puede
stituido, 1ica se manifiesta por megaloJlastosis y macro;itosis.
les 1 para intentar algún tipo de quimioterapia antileucémica, con res ul-
ecciones tados irregulares y pobres.
rJJ!lwL1;¡;rcm11fopoycsis: Lo~ n~utrófilos se presentan desgra-
norragias nt;'flf«os .e hipose gmen tados como en la anomalía de Pelger / ' wRS>'\,-., 0~.J•.Ao'-lfÍ- e/ /'4f'E'P-012..{cE~
e de in- Huet. Existe desgranulación de la serie ruieloide en la médula
nso/ida- '1" Sincl.t·omes mieloproliferativos crónicos (SMPC)
a leuce-
0$ea, o granulaciones excesivas en los promielocit~s. En las tin- _¡;,v
tionc5 cit.oquimicas se observa <leleción de peroxidasas en algu-
pia sobre 1io~ t1t:l1lH.iíifoB, .V ht fosúh.asa aicahná. ieucoc1taria t.ari1bién sue- E1: cr;to. tfor. omin¡dóu. st t:Jtglv·~.mu 1..:uct~1_o ·e.~.i1::~·1.11~JaJ~::,Lt- 111 (
evidas y 1t ~st.ar disminuida. principales, de origen clona] y con ui:ia fisiopatologia semejante:1-E
ad ·de los la policitemia uera, la leucemia mieloide crónica, la trombocite- _
a los fac- @Di.mzegac(lriopoycsis: En la médula ósea se observan mi- mia hemorrágica o esencial, J la mielofibrosis con metaplasia ,"-/1.,,.:C
s favora- cromegacariocito3, y con núcleos Unicos. En sangre periférica mieloide. . . .
ación de las plaquetas ~stán generalmente disminuidas, y se observan En todas estas enfermedades se observa prolifeiación predo-
Iogenei- n~acroplac¡uetas. Su función está alterada. núnante de una o dos series hemo éticas como se indica en
aulólogo e esquema, pero as emás series también proliferan más de lo
amiento '!JJ) nlrrsfosis medular y .~anguínea. Es rara la presencia de común. Tambi~n hay una proliferación retiéulíriica ·e_xcesiva,
blastos en sangre periférica, pero en médula ósea puede haber que domina el cuadro en la mielofibrosis i\!ifl.PJÍtis.ª,
las mie- blastos y promielocitos en proporción aumentada 1 pero menor
enor de que :30%. Después de esa cifra ya estamos frente a una leuce-
ad avan- Serie Serie Serie Fibroblastos
mia aguda. En ciertos casos existe una eritroblastosis con alte-
1s tienen eritroide granulocítica megacariocítica
rnciones cualitativas. Según el predominio de las alter~ciones 1
stán ac-
recientemente desc1iptas se clasifican en:
xión in-
clinas y
~ A11e111ia refmctaria: En esta variante predominan las al- Policitemía Leucemia 'Ii'ombocitemia
lletotre- mieloide esencial
teracincs de la serie roja: anemia, diseritropoyesis e hiperplasia vera
lidación crónica
de la seiie roja en médula. Frecuentemente se agregan citope-
en altas
nias moderadas.
cho me-
ntes co-
* A11e111ia sidel'Oblástica: Esta forma es parecida a la ante-
ri or pero en médu la hay más de 15% de sideroblastos. La médu-
el 50%
la es hiperµ lásica.
nósticos
,5% (ni-
~ Alle111ia refractaria co11 exceso de bias/os (AREB/ e~·
-
r en re-
~ancitopenia, y en médula hay exceso de blastos, entr 5-. El origen clona! de' estas alteraciones se ha demostrado con
curado
\é13· los esttidios citogeoéticos, ue sn la leucemia mi eloide eró ·
os bue- han nwBlado la presencia de un marcador cromosómico,
y(- A11e111ia refractaria con exceso de blastos (AREB) en
¡, se cu- (cromosoma Filadelfia), en las télulas de las series granul
transformación: cuando la blastosis llega a 20-30% y/o se en-
ca, en los e1itroblaslos y en los meg!'_cari ~itos, También se efec-
cuentran bastones de Auer en los blastos. Esta variante se com-
1binósi- tuaron estudios con isoenzimas de la glucosa-6-fosfato deshidro-
porta como una leucemia aguda.
:tosina genasa (G6PD), demostrándose, en individuos heterocigotos,
,¡¡, Leuce111iq 111ielo111011ocítica crónica (LMMC) La serie que los hematíes, granulocitos r plaquetas de los pacientes con
!'~:1, !J!~,r:.ct. y m:::gacJriocítica prc:;cnta alteraciones cualitati-
vas igunl que en las otras variantes, pero predomina una mono- ~~~~?i;~~i~•;~~~fe::~i!~;: ;;;~ ·i·;~~?zi:~~~ rtie
citosis franca, que en algunos casos puede aumentar el número mientras que los fibrobl astos y los linfocitos contiene~os ti-
de leucocitos a cifras po·r arriba de 10.000/ml. pos, lo cual hace súponer que ks fibroblastos no participan en
alitati-
\ la proliferación clona! y que la fibrosi s medular seria secunda-
en leu-
m a la _¡T' Los síndromes mielodispl ás ticos se encuentran principal- r.i.l!..'!!.P.roceso mieloproliferativo ~ri~J;
' 0' mente en personas de edad, aunque en algunos pacientes jóve-
h._~
1ó ane- -.--}~ r
' .J '
nes .y aun en niiios rePresentan una hemopatía de mucha gra-
vedad y poca posibilidad de tratamiento.
: 9§.sjn5jrQ!lles mieloproliferaj,jvos crónicos cursan por lo ge-
n\ÍrÍl. !e!n·.11perur1cemw .e 1 oá a to récaín io celillar. ·,$e ha
:scuas, descrito también que en bueJ\ 'número de casos existe hiperhis-
asifica
1J' p :\ Además de las mielodisplasias primarias, se observan las
taminemia, la cual favoreceiía El desarrollo de gastritis y úlce-
as leu- S.,.. form as secundarias, inducidas por tratamientos radio o quimio-
ras duodenales.
lromes terápicos y especialmente los tratamientos combinados.
En la mayoría de estos pacientes se detectan defectos cro- El concept~-de síndrome mieloproliferativo crónico, expuesto
mosómicos importantes ~studio citogenético, especialmen- hace más de 40 años por Damesaek, es de gran valor en las fa-
refrac- ses iniciales y en ]as formas intermedias de estas afecciones,
•1s. La
te a nivel del cromosomll...§,,W · •
Óuandú•prc~0J¡:m a J,1;; leuternias b.gudas üliekibláslica~ leli 1,;uaudo t!:í Jificil eslablec~r con precisióa el cliagnó::;tk0. Permite
·a. y SI
confieren un pronóstico particularmente sombrio. · una evaluación pronóstica y tera¡,éutica. ·
/
.
10
Laboratorio. El hematocriio y la hemoglobina pueden es-
1
pulmonar y atrofia gonadal) y por no poder impedir la apruición tar normales al principio, pero por lo general se encuentran mo- /+ro ._.,f+b _J,
de la fase blástica, También se puede utilizar el dibromomani- deradamente disminuidos. La mo,fología eritrocitaria está alte- 1
tol, fármaco que no se coffiercializa en nuestreo país. La hidroxi- rada: amsopo1quilocitosis, macrocitos , hematíes en lágrima o --i,4\~ >"CI.O\'.~
urea se ha difundido an1pliamente en los últimos años por su dacriocitos, policromasia, P.Un.teado basófilo, anillos de Cabot, ", _ 1 •
menor toxicidad y eficacia comparable con el busulfán. Menor leptoc1tos o células en so,~.brero ~~~o tiro al blanco. Es ca: l"""><~Cf" t
indicación tienen la 6-marcaptopurina y la 6-tioguanina. El si constante I" rcticulocitosis, d 2 5-6 . Se. observan eritro• \ .
interferón alfa se utiliza regularmente en los pacien tes a b!sstos circulantés, entre 1 y 15 o e a cifra leucocitaria. Los ~Q. 1 (...L\.,ll.oG
quienes se ha controlado la leucocitos is con los citostáticos leucocitos pueden estar aumentados, en cifras normales o dis- ¿,,.. f P(
ounmdos; la leucoc1t~31s rara vez sobrepasa los 70-80.000 /µl, y ,.
empleados al comenzar el trata miento y hasta la realización del
tran s plante medular. Su uso es habitual en la actualidad, generalmente está, enLn, 10.000 y 30.000, observándose peque- l,.Q_,1..,1..(,,o Ll,\--.
ño porcentaje de. mieloblastos (1 h&sla 5-10 %). Las__E]aq uetas.
aunque requiei•é mayor tiempo de observación clínica. La radio-
. suelen estar nunie ntadas al rinc1p10, disminuyendo progresi~ ~.O_ '¾o
terapia c:;¡,lénica se utiliza en los casos con gran esplenomegalia
· vaniente 1 y con caracteres 1smo 1cos. · · ' .- . • · · 00
tumoral ínicial. La esplenectomía está indicada en caso de rotu-
ra espontánea, infartos reiterados del bazo, anemia o tromboci-
La aspiración medu.lnr no permite or lo eneral obtener .._¡::.es,_ ~ l<J_1
matena puocion ser.a o sangre peri :\rica -d,y o blood tap-), - ·
to penia por secuestro esplénico, y en aquellos casos con impor-
por lo cual se inipone el estudio histopatológico, que revela tres
tan te esp leno meg a lia. residual desp ués de controlada la patrones o estadios diferentes: 1) hiperplasia hemopoyética de
leucocitosis. También se practica regu1a'inlente en algunos cen• los tres sectores, c'On moderado aumento de la trama reticulíni•
tros de tras plante meduÍar corno parte de la preparnción previa ca· 2) fibrosis reticulínica im ortante al nas colá enas
al trasplante. La leucoféresis puede requerirse. en mujeres emba- }' hematopoyesis focal, Con ausencia de asa reem lazo
razadas, en casos de gota agud8 o en otras sit.u8ciones de emer• e sector me u ar r intensa 1 rosis reticu 1m colá ena
gencia. En la fase aguda se han intentado diversas asociaciones con osteosclerosis. No es constante el progreso de los estadios
de citostóticos, con resultados poco efectivos. Las crisis blásticas más tempranos hacia los más avanzados ·en el mismo paciente, ,A PI\
con características linfoides suelen responder a la combinación permaneciendo la médula en un mismo estadio durante muchos ·a·
vincristina-prednisona. Las recaídas meníngeas mejoran con
metotrexato intratecal. Las lesiones osteoliticas pueden retroce-
años en buen número de casos.
La FAL está generalmente aumentada, llegando en esta en-
f PJ ,,_
der co¡1 irradiació n local. Los tumores extramedulares pueden
extirparse quinirgicamente y tratarse con quimiorrad_ioterapia
fermedad hasta los seores má ximos (fig. 14 -2 1). La vitamina .J, tn lo-.¾"o
B12 puede estar aumentada y el folato séiico ,orlo eneral dis- .
intensiva, pero todas estas expresiones svn de mal pronóstico, y 11
mmm o. !is recuente a iperuricemia. l.V---~\JY\ cj.]'f
en los casos en que se consigue remisión, ésta es muy corta. La Algunos autores realizan la punción esplénica , práctica ries-
fase de 111eta11101fosis con evolución hacia el cuadro de mielofi- osa, ue :nuestra cclulnridad hemato o ética con me acario•
brosis debe tratarse en forma conservadora, controlando sólo la citos y eritro astos a nnclantes desp awnrlo a er:10 r~rt,~ ~
smtomatologrn. pob)ac¡Ón llnwcitana normal.
En distintos centros se practica actualmente el trasplante La citogenética, cuando es posible obtener material medul ar,
de médula risea, previa quimiorradioterapia intensiva. Este mé- es negativa para el cromosoma Filadelfia.
todo ha permitido la erradicación del clono Phl positivo y una -¡,;¡ estudto ferrocrnét1co con Fe59 muéstra aumen to de utili-
supervivencia prolongada, siendo sus resultados mejores en pa· zación en el bazo y en el hígado, con disminución en el sacro y
cientes jóvenes. En algunos países se rea1izan,junto con las t.éc~ fémures. La vida media de los hematíes, estudiada con Cr51, se
nicas de alotrasplante, técnicas de autotrasplante con "purga- encuentra por )o general acortada por secuestro es plénico. Es-
ción" de las células a trasplantar in uitro, para aquellos tos estudios son útiles antes de indicar una esplenectomía, ·Pu•
pacientes sin dador histocompatible. Para el autotranspl ante diendo desaconsejarla.
suelen criopreservaarse células progenitoras provenien tes de la Por estudios radiológicos es posible encontrar osteoesdero-
sangre circulante más que de la propia médula del paciente. sis en columna, pelvis y miembros inferiores. En algunos casos
Los resu ltados a largo plazo con estas técnicas son varia bles. se observa osteoporosis, rarefacción focal, neoformación de tra-
Aún faltan mios de observación <le estos métodos, de introduc- béculas de la espon¡osa o aumento de es esor de la cortical. .
ción reciente en nuestro país y con alto índice de morbimortali- El d1agl)oshco d, erencia. e e acerse con otros SMPC y con
darl, nara establecer si es posible la curación definitiva de esta la MMM secundaria a r"1rcinomatosis, t.ricolenr,em ia . linfnmas
enfer;nedad. malignos, infecciones crOnicas como tuberculosis o brucelosis,
l
HEMATOLOGIA
1-ie rnO\ki poye. hs 1479
é:4-<0I rr-. Q . ~ a<
J fi 0vic,<¡,'.5 M<2 ctM.,lcv' hepatopatías crónicas, y mie/ofibrosis aguda. Esta última es en El diagnóstico diferencial debe hacers~ co_n lo_s otros_si~dro-
realidad una leucemia aguda con reacción fibrosclerótica illlJXlr• mes mielop,oliferativos crónicos (fig. 14-21) y con las tromboci-
ri,zado por tante lasdescri •ciones ·de leucemia me acarioblástica coinci- tosis secundarias a: esplenectomía o atrofia espleptca, carcino·~
SlS extra- en con ella; su evolución es de algunos ·meses, a diferencia de Ja mas .--<>specialmente el broncogemco y los del tubo digestivo-;
s frecueÚ• mielofibrosis idiopática, que suele superar los diez años. La algunas infecciones y enfermedades 10flamatonas crónicas;_
nielofibro- transformación de la MMM en Jeucemia aguda varia entre 5 y anemias por pérdida aguda o crónica¡ algunas anemias hein_<lli,
25 % de los casos, siendo las caúsas de muerte más frecuentes ticas.
las complicaciones debid~s a la insuficiencia medular. Es una enfermedad por Jo común benigna, registrándose ca-
sos de 25 años o más de seguimiento clínico. Es excepcional )a
TratamienÍo: es sintomático: tra~sfu:iones de glóbulos con transformación léucémica.
~loderación para no incrementar el ·volumen esplénico; suple-
mentación con hierro y/o ácido fólico oral cuando sea necesario. '1l·atamimto: está dirigido a reducir el núme(Ó.de plaque-
En leucocitosis importantes puede emplearse busulfan, pero tas. Se ha utilizado el P32, rápidamente efe,ti,fo y que prod_uce
preferimos la hidroxiurea, de menor mielotoxicidad. En algunas remisiones prolongadas. No lo consideram6s un tratamiento de
a, en mu• publicaciones se plan tea el uso de vitamina D3, que podría ser elección. También es efectivo el bus3lfíi11. Preferimos la hidro,
Un tercio Util en ciertos casos. LoS andrógenos anObólicos plleden mejorar xíurea, sobre todo en pacientes j§v'enes, por su menor potencial
es. Puede en ocasiones la celµláridad medular, aunque su u~o es discuti- mutagénico. Se han publicadeftratamieotos comhirn~dos_. con
si!bictcd '"biE!:/por sus eteC~os'"Secufidanos. La irá1diación espÍIÍnica puede thiotepa y c/orambucíl, coryle"sultados aceptables. Recientemen•
· .,¡- ·
10 d,,
1
\s)j,Q.\&::\cl½:ü agrava: el cuadro de cito~enias, y su _efecto es siemp_re de corta te, autores italianos hjjn demostrado un efecto inhibitorio del
'I . durac10n. L¡;/esp/enectom,a puede me¡orar la evoluc10n en casos i11/erferon alfa sobra' los progenitores megacariocíticos; dado
ueden_es• cuidadosaníente seleccionados. que se trata de r~tros preliminares, es necesaria una mayor
ltran mo- /+ro . . ,
f+b ,J, ' experienci7ie'~l tema.
está alte- '
~m!!'.":
le Cabot,
O...i,4\~l'Ol.o-'.~1'1- Trombocitemia esencial o hemorrágica
1 •
J,
f'¾c _SJ-'.f(
co. Es ca'. ko-,~q,, ¼.I '. Es un síndrome mielo roliferativo caracterizado r e iso- Neoplasias del sistema linfático
~~:ni:; ~Q\,' u._.1..,Q..oU(--OVf di0s repetí os de hemorragia espontánea o excesiva en asocia-
ción con altos recuentos de plaquetas. Se discute su existencia La proliferación neoplásica del sistema linfático puede ma•
les o dis- 2, f P( como entidad clínica primaria, aunque se h_a demostrado en al-
JOO lµl, y ~ _. nifeslarse predominantemente con carácter tumoral o bien te- ·
gunos casos su origen clon al. Es el menos· frecuente de los sín- ner mayor expresión en la sangre y médula ósea. (Leucemia lin-
,e peque- l_Q,...,'-úo U,l'-O"J e/_dromes mieloproliferativos crónicos. fática crónica).
'1.e.~§.
progresi~ . to - :>'00.JO C...7. Cuadro clínico. Se.observa en adultos de ambos sexos, ge-
Los tumores de órganos linfoides pueden ser primitivos o se-
cundarios (metástasis)
neralmente por encima de los 20 años; en la mayoría de las ca-
obtener ~(s,__~ suísticas su máxima incidenéiaseregistra entre los_iQ_y__§Q_ Las neoplasias primitivas se clasifican en dos grupos basa-
d tap-J, . dos en su histopatologia, la cual tiene amplia correlación con la
años. El motivo de consulta está relacionado con hemorragias o
vela tres clínica y la evol ución: la enfermednd de Hodgkin y los /infamas
trombosis, o con ambas. Se describen casos asintomáticos. Las
,ética de NoHodgk in.
hemorragias suelen ser repetidas y separadas por períodos de
~ticu líni~
Jlágenas
ñoriñiilíclaa de semanas hasta años. Se han observado9.ista: La primera se caracteriza por evolucionar desde un foco ini·
xis, melenas, proctorragias, hematemesis, hematu~ hemop.;,, cía], diseminándose por contigüidad y por vía linfática al princi-
emplazo
tisis y menometrorra ias, san rado de encías hemorra iaS pio y en último término por vía hcmatógena. Histopatológica-
oláge na,
pro usas post-extracciones dentarias. No es frecuente la púrpu- mente se caracteriza por su polimorfismo celular, con presencia
estadios
,aciente,
muchos
t PI\ ra cutanea pero se han observado grandes equimosis o hemato-
mas por traumatismos. En algunos casos, el diagnóstico se efec-
de célu las de Sternberg, originadas en el sistema monocitoma-
crofágico, de gran tamaño y núcleo polilobulado.
tú a despu és de hemorragias postopera torí as. Las trombosis Bajo la denominación de /infamas 110 Hodgkin se agrupan
esta en- f f?•2 afec tan a la vena esplénica y las de los miembros mferiores. He-
mos observado abortos por insuficiencia placenta1ia, con estu-
diversos procesos caracterizados por ser multicéntricos de inicio
itamina .J, 'fc
la,-l¡-0
dio histopatológico que mostró trombosis placentarias múlti-
o rápidamente diseminados por vía hematógena, de aspecto his-
aral dis- tológico homogéneo cada uno de ellos, producidos a partir de las
- - lk ü,,; cJ..N""' "" pacie
ples. La esplenomegalia es mo'derada en la mayor parte de los células en distintos grados de maduración.
ica ries~ ~ ntes, en al unos se describen bazos atróficos, no palpa• La clasificación de Rappaport (1966) de los linfomas No
~cano- b es. Es rara la bepatomegalia. Hodgkin, basada en el aspecto morfológico OinfocíticQ pobre-
·tpo~,~ Laboratorio. De acuerdo con el Polycythemia Vera Study
rr.~!'!te O bien dffcr.:;¡;,-,:j~d."";, hi~tfo.::iti.-;.·,, ,:, ,1·.:;..:tJ; J' d ,::n i Y"i:'i, \. O.<ln
uno de ellos nodular o difuso), tiene buena correlación con la clí-
Group, se consideran exigibles los siguientes crite1ios diagnósti- nica, siendo las variedades difusas de peor pronóstico, a excep-
. cos: 1) recuentos plaq uetarios de L000.000/µl, o más¡ 2) médula ción de la linfocítica bien diferenciada,
le utili- ósea hipercelular, con predominio de megacariocitos y agrega- Los estudios de inmunología, citoquímica y ultraestructura
sacro y ·aos plaquetanos; 3) ausencia de cromosoma Phl¡ 4) score de posibilitaron evidenciar los distintos estadios madurativos de la
ir51, se FAL normal o poco aumentado, y 5) volemia normal o hemoglo- progenie linfoide, desde la stem-cell hasta el linfocito maduro, Y
ico. Es- bina por d~jE.._c!_~,l ~- Es conveniente agregar a los prece- ubicar en la misma a qué nivel se originó el don celular que
~.-pu- dentes: 6) leucocitosis neutrófila no mayor de 50 000 Lµl y.7) au- prolifera como neoplasia. En base a ello se demostró, por ejem·
sencia de infil tración leu cémica y de mielofibros is , plo, que los "histiocitos" son en realidad células linfoides de
esclero- documentadas por biopsia med ular. gran tamaño. Los linfomas verdaderamente histiocítos repre·
s casos Los estudios funcionales de las plaquetas pueden mostrar sentan menos del 5% del total.
de tra- alteraciones de la agregación y la adhesividad. Las pruebas bá- Surgieron así nuevas clasificaciones (Lukes y Collins, !Gel,
,- 1-. - sicas de coagulaci<mrn.1mJo ~eneralnormales. etc.). En 1980 se r ,unieron las distintas clasificaciones tratando
8ycon Los estudios de hígado y bazo, por biopsia y esplenectomía, de dar al médico ,lemento_s pronósticos.
1fom.as en lo.: caso::: ~n que se r~alizan, mucstrnn estructura histológica 3~ agruparon d.si ·los liofon1as no Iludgkin icgún su "grado
:elosis, normal. de malignidad":
1480 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
una· sola región, generaimente la región ce1Vicosupraclavicular1 El herpes Zoster suele aparecer como una complicación por
a la que en orden de frecuencia le siguen el mediastino, la a,ila, infección viral agregada.
re_tr~pefltoneo, región ingúinocrural y vísceras (hígado) intesti• La anemia es un acompañante obligado especialmente en
'no; estó-Ínago; etc.): Estas últimas Son poco frecuentes y, .ademiis, •. los periodos táí-díos; existe descenso de la ferremia con siderofi-
tardías. lina normal; o sea, se trata de una alteración del metabolismo
La ausencia de adenopatías es excepcional. del hierro el que sé fija en el sistema reticuloendotelial, o bien
Los ganglios son elásticos, no adherentes a los planos conti- es por invasión medular o por hemólisis.
guos. nb supuran, a veces son sensibles espontáneamente, en La eritrosedimentación suele estar acelerada y generalmen-
especial durante los perío~os evolutivos, durante los cuales sue- te co1Te pareja con la evolución de la afección. La fórmula blan-
len aumentar de ta1i:1año; en 1a_s remisiones, en cambio, con fre• ca varia de Un caso a otro; suele existir leucocitosis, pero tam-
cuencia se tornan máS pequeños y no son sensibles. Cuando bién número normal de glóbulos blancos y rara vez leucopenia.
predomina el tejido ~scleroso, adquieren cierta dureza, pero Se observa habitualmente neutrofilia, linfopenia, ligera monoci-
nunca alcanza la dureza leñosa del carcinoma. tosis y a veces eosinofilia.
Un signo característico, aunque rara vez se presenta, es la La presencia de neutropenia y/o trombocitopenia debe hacer
aparición de dolor, a nivel de los ganglios afectados, inmediato a sospechar invasión de la médula o del bazo.
la ingestión de bebidas alcohólicas y con una duración de unos Con respecto a la inmunidad, los pacientes tienen una de-
presión que depende del sector tímico, es decir, presentan aner-
15 a 20 minutos.
gia a la tuberculina como expresión de la alteración de la inmu-
Con In evolución de !n c::.fer;11ed?.d, las adenopatí~t no sólo nidad celular.
se extienden localmente, sino que también afectan a otras re-
Según el grado de extensión de la enfermedad, se establecen
giones y órganos alejados. Como ya ha sido dicho, por lo común cuatro estadios clínicos, siguiendo la clasificación de Ann Arbor
1:0 provocan síntomas, siendo sólo un hallazgo palpatcrio; otras ·
(1971), modificación de la de Rye:
ve1:~s son ligeramente sensibles.
La esplenomegalia es frecuente, especialmente durante lu I: Un solo ganglio o región ganglionar o una sola localización
evolución de la afección, generalmente asintomática. extraganglionar.
Las adenopatías ubicadas en el mediastino si bien en suco- más
JI: Dos o regiones ganglionares de un solo lado del dia-
mienzo no provocan sintomatología ·local, más tarde pueden . fragma, solas o asociadas a localización extraganglionar locali-
comprimir los órganos vecinos y exteriorizarse por un sindroma zada (yuxtaganglionar, por contigüidad). ·
mediastinal (tos seca, edema de cara y cuello, disfagia, carnaje, IJI: Compromiso ganglionar en ambos lados del diafragma,
etc.i. Rara vez participa el pulmón en forma de nódulos o infil- solo o asociado a compromiso extraganglionar localizado, yuxta-
tración difusa generalmente por extensión de la enfermedad ganglionar, por contigüidad.
por contigüidad a partir de adenopatías hiliares o bien aparece
en el curso de una generalización linfática o hemática. ]V: Compromiso generalizado de uno o varios órganos (híga-
do, méduln ósea, pulmón) etc.
La localización en los ganglios lumboaórticos también sude
Todos los estadios incluyen dos subgrupos: AJ sin síntomas
ser silenciosa, aunque con el tiempo pueden provoCRJ' dolores;
generales, B) con síntomas generales (fiebre, adelgazamiento,
ellos no suelen ser palpables, pero pueden ponerse rn evidencia sudores nod urnos).
por medio de la linfografia 1 siendo es los casos una de sus priuci- En 1989 se actualizó esta clasificación aprovechando los
pales indicaciones, la tomografía computada y o la ecografia. adelantos aportados por la tomografía computada para evaluar
Rara vez·se obsen.ra ascitis, que en ocasiones puede ser quilosa. enfermedad abdominal y su extensión, e incorporando el
El hígado suele afectarse con la evolución, apareciendo ictericia conr,epto de enfermedad 'bulky" (mayor de 10 cm de diámetro).
en caso de compromiso hepático masivo~ !:ompresión de vías bi-
liares. Diag11óslicv: sólo se puede efectuar mediante_la biopsia, ge-
Otra localización extraganglionar es tá dada por los hersos, neralmente ganglionm·, la que debe ser extensa, seguida de "im-
especialmente vértebras 1 soliendo provoCar dolor ya sea por la pronta", y especialmente por el estudio histopatológico de todos
lesión ósea, ya por compr~sión radicular, y aun puede compri- los ganglios obtenidos. Se elegirá no el ganglio más superficial,
mir la médula; también figuran las costillas, los huesos de la sino el más gra11de. Para el estudio histológico se sigue la clasi-
pelvis, etc. Estas lesiones son de tipo osteolítico y osteoblástico, ficación de Lukes.
y suelen acompañarse de aumento de la fosfatasa alcalina séri- En general se presenta con una alteración de la esctructura
ca. ganglionar y polimorlismo celular: en los cortes se ven, además
Cuando, en los períodos avanzados, se encuentra comprome- de los linfocitos, numerosos plasmocitos 1 eosinófilos, células re-
tido el hígado, también suele aumentar la fosfotasa alcalina, en ticulares. célu!,,s reticularés monstruosas denominadas de
cuyo caso es de utilidad completar el estudio con el dosaje de lo Sternberg, aumento del tejido conectivo, fibrosis franca y focos
5-riucléotidas·a -·y ·ofra -·eniima 1 ia ieuciüa amíuopt!plit.iasa, que con necrosi~.
aumenta en las afecciones hepáticas. Es poco frecuente la parti- fa clasificación de Lukes ha sido adoptada universalmente
cipación del intestino delgado, lo qu e puede traducirse por sín- y comprende cuatro formas principales:
tomas subobstructivos o diarrea. 1) Predominio linfocitario: Entre las napas de linfocitcs se
De los síntomas generales, el más llamativo es la fiebre; sue- ven células de Stemberg, pero poca fibrosis, plasmocitos y eosi-
len existir sudores nocturnos, prurito, adelgazamiento. Se han nófilos.
observado distintos tipos febriles, ya sea un estado subfebril o 2) Esclerosis nodular. El corte ganglionar está dividido por
de fiebre continua, que puede ser el primero y único síntoma. grandes bandas de fibrosis entre nódulos de tejido linfogranulo-
Es muy característico cuando se presenta por periodos seguidos matoso.
de otros de apirexia ; es decir, se trata de fiebre 011dula11te, lla-
mada de Pel-Ebstei11. 3) Celularidad mixta. A la imagen del predominio linfocita-
Las _manifestaciof!eS cutáneas son frecuentes; además del rio se agrega gran cantidad de células reticulares, plasmocitos Y
prmito ya mencionado, se ha comprobado aumento de la pig- eosinófilos.
mentación cutánea 1 eritemas! vesículas y aun eritema exudati- 4) Depleción linfocitaiia. Es una imagen de Hodgkín en que
vo e ictiosis. hay. pocos l_infocitcs, predonún~ndo las células retkulares no_r- .
fj
1482 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA YMEDICINA INTERNA
11
il males o francamente patológicas; Ía fibrosis puéde ser reHcular Linfomas :no Ho,dgkín
H o difusa. Est.a forma es la de peor pronóstico. .
ti11 Una vez hecho el dia~nóstico debe establecerse la ex/eusiói, La numifestación dinica ínicinI; s.I°-ígual que en _la ~nfen~e-
j!
de la enfem1edad, investigando la presencia de ganglios super• . dad de Hódgkin s u.ele ser la aparición .de una o más adenopa,
!l ficiales y profundos (ii,tratorácicos e intraabdominales) i el tías, ~on más frecuencia en la región cervicál, si bien las formas
l compromiso de órganos extralinfáticos así como de la médula.
ó5~a.
extraganglionares de comienzo se presei,tan en ua 10 a 20%, o
sea más h abitualmente qu e en aquélla, iniciándose en cual·
· quier ubicación donde exista tejido linfoide: anillo de Waldeyer
1 ~fetodología utili zada (amígdalas, nasofaringe, base de lengua), otras zonas de cabeza ·
y cuello (senos, glándulas salivales), estómago, intestino delga·
( 1 1- Historia cliniCa (con minucioso examen físico e investiga- do 1 huesOs, siStema ,1ervioso: · ·
ción de la presencia de síntom as "B"). La exteriorización cl_ínica varía según la ubicación de la pro·
liferación neoplásica. · .: · · · ·
2- Compromiso torácico Las adenomegalia, ' · !,'ricas son en general indoloras y s u
a) Radiografía de tórax frente y perfil; número, ta ma ño, consi~:. :;•:ia y localización dependen de la r a•
pidez e,·olotiva, la .1gresiri!.lad y el grado de diseminación del
h) Si hay dudas: tornografia axial computada de tórax. linfoma.
3- Cumprwniso i 11/rndiafi·agmi:iticv El crecimiento de ganglios mediastinales puede nem1anecer
al Lint'ogralia ped1a bilateral; silenC\OSO O dar síntomas compresivos (tos se~a . eden1a de cabe·
bi Tomografía computada de abdom en y pelvis. za y cucHo). Esta ubicación se encuentra con menor frecuenci a
c'I Ecografia de abdomen y pekis. que en el Hodgkin a la inversa- de lo que ocurre con la presencia
de masas mesentéricas, retroperitoneales o celi ácas.
<li Laparatomía ex plorndora con biopsias hepáticas,
Estas pueden dar manifestaciones compresivas venosas o
ganglionares y esplenectom ía. (Cuando su ejecución
linfáticas ocasionando ascitis o edema en miembros inferiores,
sea esencial para decidir la terapéutica) en el caso de
compresión de las raíces raquídeas o la médula espiual , ésta
pacientE:s que seráu sometidos a terapia r3diante ex- por invasión del espacio e>:trad ural; o bien dar trastornos diges•
clusiva). tivos por alteración en la ah3orción: pero también pue den mani•
4-Bi11psi<1 bilateral de médula ósea festarse sólo por alteración del estado general y más tarde .cons•
!atars e una masa palpable. ·
5-Ante cualquier dud a qu e surja de estud ios anteriores se Las localizaciones de cabeza y cuello son evidenciadas por
debe bivpsinr todo órgano sospechoso (Hígado, por ejemplo). manifeEitacioncs Jocales, én tanto que las digestivas por cuadros
obstrudivos 1 hemon-ágicos o dianeas; en los adultos piedomina
la locali zación gástrica mientras que en los niños es más habi·
7h1lomic11/o. Los .result.ados del tratamiento de la enferme· tu al b intestinal.
dad de Hodgkin han transformado el pronóstico de b misma, El derrame pleural es causado por invasión de la misma o
que hasla no hace mucho se consideraba altamente nutligna. por compresión linfát_ica.
Ante la apaiición de la primera manifestación s~ debe obtener La osplenomega lia se constata al inicio en el 30% de las ca•
con cierta premura la clasiiicación histológica y de estad io rlírii• sos.
co. Inmediatamente se estudian las posibilidades terapéuticas: La piel suele estar afectada tanto como forma extraganglio•
en gene ral ·se plantean dos conductas distintas: una es la radio• uar como por compromiso por vecindad de _una adenopatía,
terapia intensiva y otra la quimioterapia combinada intensiva; siendo las lesiones muy variadas, desde nódulos has ta mi tro•
hay experiencias favorables con ambos enfoques, pero en gene- dermía ge neralizada, como manifestaciones específicas o ines-
pecíficas de la enfermedad.
ral se considera que en los estad ios localizados I y JI es de elec•
El signo del compromiso óseo es el dolor o la fractura paloló•
ción la radioterapia en dosis de 4.000 rads en las zonas 3fecta- gí~ .
( das y las adyacentes. Asimismo, en el estadio lII se puede h acer
;~ Les exámenes complementarios pueden revelar anemia de
con eficacia la irradiación de todo el sistema linfatico . Existen grado variable, por invásión de la médula ósea, que suele estar
ventajas en completar la irradiación con una cura quimioterápi- comprometida (40%) al comienzo de la afección. Otra causa de
ca intensiva, fundamentalmente si hay sín tomas "B... anemia es !a hemólisis autoinmune y la fetTopenica por pérdi-
En el estadio IV, y asimismo en el estadio III, la quimiotera• da.
pía encuentra indicaciones precisas. El primer esquema exitoso El resto de las manifestaciones de laboratorio dependen del
' MOPP" fue propuesto en 1966 por De Vita Carbone y consiste compro1!'tiso de los distintos órganos o aparatos.
en sei:;-cidos mensuales. Cada mes se hacen durante do3 sema- El diagnóstii:o por imágenes es fundamenta) para evidenciar
nas dos inyecciones ele most.aza nitrogenada y vincristiµa; y St} compromiso torár.ico (nuffología siniplP. 'J ti:om0;rafí:i. ~cmput.'.!•
da por boca durante di cho lapso, procarbazina y prednisona. da), óseo, o infradi afragmático (tomografia computada, ecogra•
Luego se descansa 15 días sin ningún tratamie nto. Al cabo de fia, linfografia pedia bilateral).
3eis meses se suspende el tratamiento. Poste1iormente se han El di agnóstico se efectúa únicamente por biopsia de la lesión ·
estudiado otros esquemas excelentes, reemplazando la mostaza y, una vez obtenido el mismo, se deben efectuar, al igu al que en
la enfermedad de Hodgki n, los estudios cómplementarios. para
nitrogenada por ciclofosfamid a CCOPP) y el vincris tina por
ubicar el estadio clínico de la enfern1edad, si bien, como ya se
vinhlnstin a tCVPPl. Cuando estos esquemas fracasan ·pueden
dijo, estos procesos se presentan en forma multicéntrica o rápi-
obtenerse recuperaciones utilizando otro prop uesto inicialmen• damente diseminada.
te por Bonnadona y que consiste en ciclos periódicos con adrimi-
cina-bleomicina v DTIC. Los excelentes resultados del MOPP 1l·atw11ie11to: Las formas localizadas (estadio 1) ganglionares
pueden mejorars~ aú n más con la adición en forma alterna, del son pasibles de tera pia rad iante así como las extragangliona•
esquema ABVD, con drogas de resistencia no cruzada. rías, debiendo destacar en las formas digestivas (gástrica o in•
Otros remedios son eficaces como las nitrosoureas (CCNU, testinal), el papel de la cirugía con intento de resección total de
marca Lomustine). Cuando fracasa la terapéu tica u ocurren la masa tumoral detectable. La quimioterapia estaría indicada
recidivas precoces, se plan tean esquemas de quimioterapia de todos modos siem pre teniendo en cuenta la evolu tividail ri_e
agresi~·a con lransplante auW}ogo de médula ósea. estos procesos.
HEMATOLóGIA 1483
· En los de bajo grado de malignidad ~e pu~de ·utilizar mono- Cuadro hematolégico: En sangre periférica se observa lin-
quimioterapia (ciclofosfamida o clorambucil) En el resto se apli- focitosis absoluta, más de 10.000 Iinfocitos·por'riim:l. p~dieudn
enferme- ran di•.'~r~t\s ccmbitn.cioncs de medicamentos {poliquim.iolera~ · llegar nasta 500.000. Son en general pequeños, de aspecto mor-
adénopa_- piai, basados en la seiisibilidad de estos !infamas a las drogas. fológico maduro. Es frecuente observan las llamadas sombras
as formas Se utilizan esquemas parecidos a los mencionados en la enfer- nucleares (Gumprecht), restos de núcleo sin citoplasma produci-
a 20%, o medad de Hodgkin cCOPPl, agregando en las combinaciones dos por ruptura de los linfocitos al ser extendidos, por alteracio-
en cual- adriamicina, bleomicina, metotrexate, etoposido, tenoposido. nés en la membrana. Se observan además habitualmente un
Waldeyer En pacientes resistentes o en primera remisión completa 10% o menos de elementos linfoides más inmaduros.
de cabeza· cuando hubiera factores pronóstico desfavorable, se plantea el _ El resto_del hemograma puede mostrar anemia por despla-
no delga- tra,isplante autólogo de médula ósea con aplicación previa de ·zámiento de la progenie eritropoyética por la proliferación lin-
altas dosis de quimioterapia. foide, o por hemólisis autoimnune; asimismo puede encontrarse
de la pro- plaquetopenia, por compromiso medular, signo éste de mal pro-
Micosis fungoide. Es una proliferación neoplásica de linfo- nóstico.
oras y s u citos T maduras (Helper). Se presenta por formaciones tumora- El proteinograma muestra habitualmente hipogamaglobuli-
de la ra- les cutáneas de unos 10 cm de diámetro, de color rojo vinoso y nemia, pudiéndose comprobar en un bajo porcentaje de casos
ación del consistencia blanda; a veces la base de 'implantación en la piel un pico monoclonal de inmunoglobulina. ·
es de menor diámetro, semejando un ho1igo. Su desarrollo es rá- La médula ósea presenta un porcentaje superior al 40% d-,
m:mPr.P.r piJo; ~~ ulcera o necrosa tacllmente; a ·veces se reabsorbé rápi- iintocitos en el examen c1tológico, en tanto que el estudio h1sto-
de cabe- damente, o, puede también extenderse a capas profundas. Se patológico por biopsia permite evidenciar el patrón de compro-
ec uencia acompaña de alteraciones del es tado general y aparición de le- miso medular; -intersticial (con ma ntenimiento de la estructu-
resencia siones semejantes en los órganos internos. La duración es de 1- ra histológica general y del res to de las progenies),- nodular y
3 años. Generalmente va precedida de lesiones cutáneas inespe- -difuso (con desplazamiento de las demás líneas celulares). _
enosas o cíficas; raramente les siguen, o aparecen al mismo tiempo, El cuadro histológico ganglionar es similar al linfoma de pe-
1ferioresi máculas eiitematosas, eritemato-escamosas, •vesículas o ampo•• queñas células, de bajo grado de malignidad.
Jal, ésta 1.-0s estudios de fenotipo celular permiten tipificar la estirpe
Has, erifrodermia o nódulos o parapsoriasis en placa.
os diges- a la que pertenecen los linfocitos neoplásicos. En su mayoría,
, La histología es el método de diagnóstico. La lesión es poli-
m mani- como ya se dijo, son B, dando positivo el test de rosetas con he-
morfa: linfocitos, grauulocitos, monouucleares, eosinofi!ia, célu-
de cons- matíes de ratón. ,
las l'.lasmáticas y pseudoquistes con células micóticas, de proto-
1das por plasma abundante y pálido; entre estos elementos se observa
una rica red de reticulina. Estadíficacíó11 y pronóstico. Existen diversos criterios
cuadros para establecer el estadio clínico:
,domina
ás habi-
Leucemia linfáUca crónica _1- La clasificación de.Rai (1975) establece 5 grupos:
nisma o O: Linfocitosis de ruás de 15.000 por mm3 con compromiso
La leucemia linfática crónica es una afección caracterizada medular más del 40%.
, los ca- por la proliferación y acumulación gradual de linfocitos de as- I: Linfocitosis con linfadeno¡,atías.
pecto morfológico maduro, en general pequeños, con alteración
en s·u competencia inmunológica. ll: Linfocitosis con hepato y/o esplenomegalia, con compro-
;anglio- miso ganglionar o sin él.
opatía, Se caracteriza fundamentalmente por linfocitosis en sangre
e1itro- periférica y en médula ósea. En el 95% de los casos, la célula in- II!:Linfocitosis con anemia (menos de 11 gr. de hemoglobina
o ines- volucrada presenta marcadores que sugieren diferenciación B. por di).
IV: Linfocilosis con plaquetopenia (menos de 100.000 por
patoló- Cuculro clínico: Se presenta preferentemente en el sexo mm3).
masculino (2.5 a 1) y por encima de los cincuenta años de edad.
mia de El cuadro depende de las consecuencias del acúmulo de lin- - 2-Basada en un criterio similar es la de Binet (1981), que di-
e estar focitos en los distintos órganos, funda mentalmente los hemopo- vide en tres grupos: A, B y C. Este último comprende los esta-
usa de yéticos, y de las alteraciones inmunológicas que ocasiona .. dios lil y IV de la clasificación anterior (pacientes con anemia
pérdi- Es frecuente que se la descubra accidentalmente en un he- . y/o plaquetopenia) y representa el de peor pronóstico, con un
mograma efectuado por otra causa; en otros casos se diagnosti- promedio de sobrevida inferior a los dos años. El estadio A com-
:en del ca a raiz del estudio .de un paciente con linfadenomegalia gene- prende los tres primeros de la anterior1 pero con menos de tres
ralizada, a ve ces con hepato y/o esplenomegalia; menos áreras linfáticas comprometidas (considera área cervicat axilar,
enciar frecuentement..e, en la investigación de un síndrome i;inémíco o ing,.lln .11, hlg¡:i,in y ~ci?/•~ L'."I 111,,rli::i d~ ~c-½r~•.rid:. en e:tc rnso es
: puto, de un paciente con procesos infeccio~os a repetición. de 7 años. Cuando hay tres o más áreas (estadio BJ, la sobrevi-
cogra- Las adenopatías, presentes en un 80% de los casos, suelen da es de 5 añ os.
ser generalizadas, indoloras.y raramente adquieren gran tama- Existe una serie de procésos relacionados con la leucemia
Iesión · ño, como ocurre en los linfomas 1 por lo cual es raro observar linfoide crónica que deben ser considerados:
¡ue en cuadros compresivos mediastinales o retroperitoneales. El
,_para a) 1.-0s procesos linfoproliferativos T ya referidos (asociados
agrandamiento del bazo puede, excepcionalmente, ser la única a compromiso cutáneo, en general con esplenomegalia impor-
ya se manifestación clínica y en general no alcanza gran tamaño co-
rápi- tante y neutropenia)
mo en la leucemia mieloide crónica y la metaplasia mieloide. b) Leucemia de células linfosarcomatosas, o expresión leucé'
Infiltrados linfocitarios en cualquier parte del organismo pue-
mica de un linfoma en estadio avanzado, en qué el estudio de
den dar manifestaciones locales (digestivas, pulmonares, etc.);
nares inmunoglobulinas de membrana y su distribución (migración
las lesiones cutáneas pueden variar desde nódulos pruriginosos·
:iona- po!a_r ó 'capping"J, junto con la biopsia ganglionar y la clínica
hasta eritrodermia generalizada y son más frecuentes en las· -- ·
o in- con grandes adenomegalias sugieren ·e ste cuadro.
leucemias linfáticas crónicas a expensas de linfocitos T.
:al de e) Leucemia prolinfocítica, 'eón gran esplenomegalia Y más
En general este proceso puede durar varios años (10 o más),
icada de 30% de prolinfocitos en s~ngre periférir• .
,ti o.e considerándose que lit mitad de los padentes fallecen por "ª"' ·
sas ajenas a la misma. d) Leucemia a linfocitos vellosos o tricoleucemi a ("Hairy-
1484 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
rias, baja producdón de componente M: -IgG menor de 5 gr% ó plasma. Cuando estos últimos síntomas son severos, con com-
lgA menor de 3 gr% ó Bence Jones menor de 4gr en orina de 24 promiso de la función del sistema nervioso central y la visión,
horas-) (Todos estos parámetros). está indicada la plasmaféresis; debe extraerse la suficiente can.
III (hemoglobina menos de 10 gr%); ·calcemia mayor de 12 tidad de plasma para disminuir la viscosidad, y los glóbulos ro-
mg%; lesiones líticas avanzadas, alta producción de componente jos son reinyectados.
M: -lgG mayor de 7 gr% ó lgA mayor de 5 gr% ó Bence Jorres Actualmente, el clorambucíl (Leukeran) es el agente químio-
mayor de 12gr en orina de 24 horas) (Uno o más de estos pará• terápíco de elección para el tratamiento de lamacroglobuline-
metros). mia.
II, intermedio entre los precedentes.
En todos los estadios se tiene en cuenta aparte la función re-
nal (A: función normal por urea y creatinina, B: función com- Erúermedad de Franklin
prometida). La insuficiencia renal tiene gran influencia en el
pronóstico del mieloma y puede deberse además de a la precipi- En este proceso se produce un exceso de las cadenas pesadas
tación de proteína de Bence Jones mencionada, a pielonefritis,. de lgG. Cursa con fiebre, adenomegalias generalizadas y plas-
amiloidosis o a la hipercalcemia. mocítosis medular. El estudio inmunoelectroforético y otras
pruebas demuestran que la paraproteína está constituida como
Tratamiento: Se basa en la utilización de quimioterápicos se dijo de cadenas pesadas de lgG. Las infecciones bacterianas
del grupo de los alquilantes, fundamentalmente la mostaza de a repetición son causas del mal pronóstico de esta afección.
· ie'iiilalan:ina·(Melfaláff•o Alk~nm/ ·u ld a.:idufosfail1i<la. Se utili-
zan por vía oral, 8.sociados a glucocorticoides (Prednisona)1 en
ciclos mensuales en que la medícación se suministra en cuatro BAZO
días. En caso de mielomas refractarios a este esquema, se utili-
zan combinaciones que induyen Vincristina y Adriamicina. Es Las enfermedades propias del bazo son muy poco frecuentes
fundamental, además, el tratamiento de soporte del paciente: (quiste hidatídico, absceso), y aún más raros son los tuniores
de las infecciones asociadas; de la hipercalcemia (hidratación, primitivos, En cambio, el mismo participa en variadas afeccio-
diuréticos, corticoides, calcitonína); de la hiperviscosidad, que nes, lo cual se traduce habitualmente por el aumento de su ta-
puede condicionar trastornos neuro1ógicos y hemorrágicos, con maño, es decir, esplenomegalia. Esta de por sí no suele dar ma-
plasmaféresis; las lesiones óseas (terapia radiante, fluoruro de nifestaciones locales, pero cuando el órgano adquiere grandes
sodio); de la hiperuricemia (allopurinol). dimensiones puede ocasionar dolor gravativo o sensación de pe-
so en el hipocondrio izquierdo (por ejemplo: en la leucemia mie-
loide crónica). Sin embargo, las grandes esplenomegalias pue-
Macroglobulinemia o enfermedad de Waldenstriim den no motivar síntomas y ser advertidas por el paciente al
higienizarse; otras, como en los infartos esplénicos, abscesos del
bazo o en la periesplenitis, hay dolor pungitivo de rápida apari-
Se trata de una afección que se presenta en personas mayo- ción, localizado en el hipocondrio izquierdo o propagado al hom-
res de 50 años, consecuencia de una discrasia de las células bro del mismo lado o bien localizado sólo en éste, que suele au-
plasmáticas correspondientes a aquellos grupos responsables de mentar con los movimientos respiratorios y en el decúbito
la síntesis de macroglobulina (lgM). lateral izquierdo.
Puede manife,tarse por algunos de los siguientes síntomas:
ashmia, adclgaza,o.iento, dolores articulares, fenómeno de Ray- Inspección. En· el caso de existir gran esplenomegalía, la
naud, urticaria al 'río, fiebre, exantemas. En el examen pueden inspección suele mostrar abultamiento en hipocondrio izquier•
encontrarse linfoadenopatías, hepatoesplenomegalia, diátesis do, visualizándose su excursión respiratoria en dirección obli-
hemorrágiéas,\ anemia, manifestaciones oculares que se tradu- cua hacía la región inguinal derecha.
cen por disminución de la visión; en el fondo de ojo hay dilata-
ción de las venas que toman el aspecto de ' cadenas de salchi- · Palpación. E;ll,_condiciones normale$__e!l.los adultos el bazo
chas", y hemorragias retinianas. n.o se palpa; sin embargo, en ausencia de_iut,ar_a~iones puede pal-
El aumento de viscosidad de la sangre es capaz de provocar parse cuando está ptosado o desplazado hacía abajo: en el pri-
alteraciones neurológicas y también gangrena en las extremida- mer caso, de rara observación, puede ser desplazado con facili-
des. dad hacia su celda natural. Los derr;unes pjeurj!.]es izquierdos lo
Los exámenes de laboratorio muestran eritrosedimenfa.ción pueden rechazar hacía bajo. Fuera de estas excepciones, cuando
muy acelerada, anemia normocítíca, prueba de Sia positiva, a1- se palpa es porque se halla aumentado de tamaño hasta por lo
teraciones de la coagulación que afectan a los factores I, II, V y menos el doble de su volumen normal. En los niños, en cambio,
VII, y plaquetas; existe proteinuria de grado muy variado y en su palpación es posible en alta proporción de casos normales. (
ocasiones pro~i_nuria de Benc~-J<?nes. Es importante tener en cuenta que este órgano crece mante-
. La biopsia de niédula ósea 'puede evidenciar infiltrado de niéndose en contacto con la pared anterior del abdomen, por io
linfocitos pequeños y un número va,iable de células plasmáti- que, cualquiera que sea la maniobra empleada para palparlo,
cas y mastocitos. ésta deberá efectuarse en forma superlicial. Existen varios mé- (
El diagnóstico se realiza por la inmunoelectroforesis, por la todos palpatorios.
que se demuestra g:ran aumento de la lgM, y por ultracenhifu-
gacíón que revela aumento de la fracción 19 S. Suele compro- P~lpaci6n en decúbito do;.sal. El enfermo estará en decúbito (
barse también crioprecipit.ación y criogelificación; el suero es hi- dorsal, con los miembros inferiores extendidos, los superiores a
perviscoso. ambos lados del cuerpo y la cabeza 'ligeramente levantada con
Entre }as complicaciones se incluyen insuficiencia cardíaca, una pequeña almohada, El médico, ubicado a la derecha del pa•
oclusiones vasculares periféricas o cerebrales, polineuritis 1 mo- ciente, coloca su mano izquierda sobre las últimas costillas, que
noneuritis, etc. empuja hacia dentro; apoya la mano derecha de plano sobre la
pared abdominal, en dirección oblicua, con el Wón en la fosa
'Ira/amiento. Las principales indicaciones para la terapéu- ilíaca derecha y los pulpejos de los dedos dirigidos hacia el re·
tica de Ja macroglobulinemia son: anemia, manifestaciones he- borde costal izquierdo (lig. 14-24). Se solicita al enfermo. que
!l)QITágicas_y_sín1~.l)la~.r~feridos al aume~to de .v)s_~osid_aA, del re_spir_e amplia pero tranquilaniente con respiraáón abdommal,
(
1486 SEMI0LOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINAINTERNA
con el objeto de que la contracción diafragmática permita el Ante un abdomen muy distendido por gases es de utilidad
descenso del bazo; si es necesario se debe enseñar con paciencia hacer la palpación ·estando el enfermo de pie y algo inclinado
la respiración abdominal a los enfermos antes de la palpación, hacia adelante; el médico colocado detrás del enfermo.trata ·de
la qua l,a de corn~nzar en Ja fosa 1liaca derecha y ascendiendo enganchar el bazo con lá mano izquierda. · .
gradualmente después de cada movimiento respiratorio hasta En un enfermo con una esplenomegalia dura que apenas i;e-
llegar a palpar el polo inferior o el reborde costal. basa el reborde costal, puede palparse con facilidad colocando _
al
La palpación debe ser suave, superficial, acompañando el paciente en posición de Shuster, colocando-él borde del dedo ín-
movimiento de la pared abdominal y recién palpar durante la dice paralelo al reborde y haciendo respirar al paciente. Esta
inspiración, pero profundizando los pulpejos de los dedos en la palpación puede completarse aplicando la mano opuesta sobre
espiración. En caso de ser palpado el órgano se apreciará el des- las últimas costillas izquierdas, haciendo ligera presión .
( censo de su polo inferior en cada inspiración. A continuación se Una vez palpado el baw, se-proyectará su superficie sobre el
tratará de palpar sus bordes, escotadura, superficie, anotando abdomen, siendo de utilidad marcarlo con lápiz dennográfico. A
sus características y sensibilidad. Es de utilidad hacer notar continuación se apreciarán sus bordes, se tratará de investigar
que en las esplenomegalias no puede introducirse la mano en- si presenta escotaduras, el aspecto de su superficie, consisten-
tre la masa palpable y la parrilla costal (hecho que puede efec- cia, movilidad respiratoria y manual, rurección de éstas, sensi-
tuarse en ocasiones en los tumores renales). bilidad, presencia de frotes palpables y, finalmente, siempre se
completará con la percusión.
Palpación en posición de Schuster. En esta posición, el pa-
t.:lcuLe <leüe e::;tar en decubito interal derecho, pero con el tórax Percusión del bazo. Para efectuarla se colocani al e~fermil
en posición intermedia entre el decú bito ventral y el lateral de- en po,;íciií_ll.!.ater.aj, con una.almohadilla bajo el flanco derecho y
recho, la cabeza apoyada sobre una pequeña a lmohada, el con el braw izquierdo elevado por encima_d~ la cabeza,¡\. causa
miembro izquierdo flexionado (pierna sobre el muslo y éste apo- de la s uperficialidad dél órgano, la percusión_clebe ser muy sua-
yado) y el derecho extendido; el miembro superior izquierdo so- ve.
bre el t<;irax y apoyado. -·-· Prj_meramente, se delimitará el borde superior, pe_Q,utiendo
El examinador de pie, colocado a la izquierda del pacie nte, la r egión axilar-yendo de arriba abruo, sig11i~ttdo ls'sJre.$_líneas
es
';-··-- --
apoya sobre las últimas coslillas su mano derecha y con la iz,
quierda, con los dedos flexionados en forma de gancho, abarca
axilares posterior, media y finalmente la anterior. El dedo plexí-
metro se colocará en.el espacio intercostal paralelo a la costilla;
el reborde costal infe1ior y trata de palpar el bazo especialmen- de esta manera, se pasa de la sonoridad pu!IUQD"f. -" la matidez
te en el momento de la inspiración profunda. (fig. 14·25). Esta es¡AfJili:a; es de utilidad marcar en la piel este borde; luego _se
maniobra deberá efectuarse en distintos lugares debajo del re- percute el _borde inferior yendo del timpanismo al¡domi.i;i_a_l_por
borde costal, comenzando por el tercio interno, medio y final• abajo a la matidez_esplénica hacia arriba (se marca); finalmente
mente externo. EstaJécnica es de. utilidad para las pequeñas se delirrúta el polo anterior percutiendo muy suavemente a_ nivel
e~pl~_J1.0n;i~g4lias, pero, como con las demás, debe come_nz.ar su de espacio de 1raube: se co!)l.ienza.en el 10'. _espacio yendo_<les_de
búsqueda en la región inferior y derecha del abdomen. · el reborde hacia !Úuei·a hasta encon trar la_ ma_lidez esplénica, se
En esta mismA posición 1 el médico puede utilizar otros méto- repite1á;;;rsm,.-m·á;;;~¡;;:;-;;;:,¡ 9' y 11'. espado:_ . . . .. . .
dos; para ello se coloca a la derecha del enfermo y aplica la mis- Por de trás , la matidez del bazo se confunde con la de los
ma técnica que la descripta en la palpación en decúbito dorsal. músculos lumba res, motivo por el cual debe omitirse la percu-
Otro método de palpación consis te en colocar al pacienl<e en sión.
decúbito dors al con el puño de la mano izquierda del paciente Normalmente, el bazo está ubicado entre la 9" y n • costilla,
en .la región lumbar debajo de fas últimas costillas. El médico no
lín_~•-axilar media ·y posterior. Su extremo añterior sobrepa-
se coloca a la izquierda del paciente del lado de la cabecera y co• sa la_línea axilar ant~.rior o la_líne!l,_~_['iQITY, que es la que va
loca ambas manos debajo del reborde costal izquierdo solicitan- de la a1ticulación esternoclavicular izquierda a la extremidad
do al enfermo que haga respiraciones lentas y profundas; si no anterior del 11' cartílago costal. Se c9qsjd~rn .Mrr1U1cla<)q _c_uan-
llegara a percibirse durante Jij inspiraciórf el descenso del polo . do sobrepasa .esta_línea y sobre todo cuando. el Jími.t~- ü)ferior de
inferior del baw, se repetirá la maniobra más arriba o más aba- lam at.idez llega hasta el mismo reborde_costal, que normalmen-
jo del contorno del reborde. · es
te solloro. . .
.,'{ \ ...
.>1_)¡;.;¡
Fig. 14-24. Palpación dei bazo efectuada'" decúbito dorsal. Fig, 14-25: Polpaciól! del haza ,n d,r.úbito lat,ml derecho.
HEMATOLOGIA 1487
Asplenia Esplenomegalia ga
Ga
Exis ten casos de ausencia. congénita del bazo, Muchos se . Antes de establecer las pqsibles causas de la esplenomega- tia
asocian con otras graves aoornalías congénitas y se trata de lac- Iia, es de primordial importancia asegurárse de qué Ia'masa
tantes que sobreviven poco. Otros casos, en cambio, son absolu- que se palpa en el hipocondrio izquierdo, debajo del reborde cos• est
taornnte benignos. Hay, asimismo, asplenias por atrofia adqui- tal, corresponda al bazo y descartar las causas capaces de dar cin
lugar a confusión. Se tendrá principalmente en cuenta la posi- gio
rida del bazo, lo que se observa más frecuentem·e nte en la
bilidad de que la masa palpable sea de origen renal, se descar- te
anemia drepanocítica severa de los adultos. Hay casos de aso-
ciación de la asplenia con un síndrome de malabsorción. En los tará su origen suprarrenal, lóbulo izquierdo del hígado, colon,
páncreas, seudoquiste de origen pancreático, estómago, tumo- que
casos de asplenia, los signos ffsicos y la centelleografia demues- pen
res o quistes del mesenterio (véase apartado sobre Tumores áb-
tran la falta de bazo; en la sangre se ven alteraciones de los he- En
dominales).
matíes: acantocitosis, cuerpos de Jolly, leptocitosis, constituyen- bre
Los signos que pueden ayudar a establecer el origen espléni- má
do un cuadro característico. co de la tumo ración son: su superficialidad, imposibilidad de in-
troducir la mano entre la masa y la pared torácica, la presencia me
de escotaduras, su movilidad respiratoria hacia abajo y a la de- <lea
Hiperesplenismo recha, la ausencia de fijeza espiratoria y especialmente la exis- y le
tencia de matidez que se prolonga al tórax sobre la zona esplé-
Se trata de un téniúno usado por ciertos autores para signi- 01ca. µe ·cuaiquier·maoera, ante la menor duda diaguóstica
ficar el aumento de una o varias funciones del bazo. Sin embar- deberá completarse la investigación con estudios complementa- gen
go, no es aceptado por todos. Como fundamento de esta tesis se rios ya referidos. cem
menciona el beneficio que experimentan eStos enfermos con la coid
es plenectomía. Cau sas de esple1wmegalia. Son múltiples las causas de
Para establecer el diagnóstico ha de tenerse en cuenta la esplenornegalia, por cuya razón es de utilidad agruparlas . Se sis
' coexjstencia de anemia con le ucopenia y trombocitopenia acom- estudiarán: 1) las de origen infeccioso y parasitario, 2) aleccio-
11a 'f
paliada de médula ósea activa, generalmente hiperplásica, con nes hematopoyéticas, 3) hipertensión portal, 4) colagenosis, 5)
au mento de la proporción de células inmaduras. A veces sólo es- tesaurismosis, 6) tumores y 7) quistes.
tem
tán disminuidas una o dos de estas series de elementos (eritro- Ante una \!)Íg,.cióI\.aguda febril acompañada de esplenome-
galia ha de sospecharse una infección generalizada: septicemia,
.
citos, leucocitos polinucleares o plaquetas), pero siempre acom- roci1
fiebre tifoidea y otras salmonelosis; endocarditis infecciosa, bru- (
pañado del correlativo aumento en la médula ósea de la serie
celosis, tuberculosis miliar, paludismo, mononucleosis infeccio- mici
globular afectada.
sa. (
Se lo observa en la esplenomegalia congesliua, llamado ante- Debe tenerse presente que algunas afecciones del sistema Gau
riormente síndrome de Banti cuando no se presenta con una hematopoyético suelen también acompañarse de fiebre y esple· (
etiología conocida; se acompaña de gran esplenomegalia, esple- nomega/ia (leucemia aguda, enfermedad de Hodgkin), más ra- dror
nocontracción positiva, anemia, Jeucopenia 1 trombocit.openi a ramente una supuración intraesplénica (absceso del bazo, quis- (
con médula ósea activa, asociado a un cuadro de hi pertensión te hidatídico supurado). (
portal primitivo (para su estudio puede completarse con la me- Entre las i11fcccio11cs__c~(j11_i_c_qf. Y parasitarias se encuentran sufo
dición Je la presión portal por punción esplénica, esplenoporto- el paludismo, ..lifüC"el(iSis; leishm.aniosis, tripanosomiasis 1 es- (
grnffa y biopsia hepática). quistosomiasis, sífilis congénita o adquirida, micosis (histoplas- cíosi
• Un cuadro semejante puede observarse en la cirrosis del hí- mosis). La tuberculosis p1imitiva del bazo es excepcional y pue- grar
de acompañarse tanto de leucopenia corno de poliglobulia o aun hida
gado, esquistosomiasis hepática, trombosis de la esplénica y de (
la porta. policitemia.
mel
El hiperesplenismo es un acompañante del síndrome de Ante la presencia de esplenomegalia de aparición reciente, (
Felty, enfermedad de Gaucher; a veces se observa en el lupus lo primero que se deb erá descartar es que no se trate de una fern
sistémico, sarcoidosis, linfoma maligno, leucemia Iinfática cró- afecciólldel sistema hematopoyético, y ello mediante un examen pani
nica, metaplasia mieloidea, urticaria pigmentaria. Notemos que ñéíñafo16gíoo:u: esplén'óuiegalia es el acompañante de las leu- 7.0,
no toda esplenomegalia se acompaña de hiperesplenismo. cemias agudas y de las crónicas, especialmente de la míeloidea, (
en la que el bazo adqui ere gran tamaño. prin
Suele presentarse esplenomegalia en el linfogranuloma ma- (
ligno, ]infama linfocítico y reticulocítico, y es un acompañante fecci
forzoso de la metaplasia rnieloidea. También se la observa en al- (
gunas anemias hemolíticas, con predilección en la talasemia, line1
sobre todo en la forma hornocigota; ot.raR hPrnopRtías, anemia cia.
..l
perniciosa; en la enfermedad de Vaquez, panhemopatía espléni-
ca primitiva y en la neutropenia esplénica primaria. ·La sarcoi- med
(
dosis puede también acompaliarse de esplenomegalia.
leisl
El tercer grupo de esplenomegalias son las provocadas por
mon
alteraciones de la circulación portal, denominadas esJ>lenome- (
galias congestiv~s, .figurando en primer lugar, por su l'recüéri-
éia·, la cirrosis hepática. Otras causas menos frecuentes son la
trombosis de la vena porta, cavernosis portal, trombosis de la
esplénica, insuficiencia cardíaca derecha, el síndrome de Chia•
ri, compresiones de la vena porta o esplénica, por adenopatías o
tumores de páncreas, hígado, etc.
Algunas coi"CY,QJ!!!f(Q!i._P,Ueden acompañarse de esplenome- pren
galia, como el lupus sistémico, el síndrome de Felty, enferme- por 1
Fig. 14-27 Centellograma esplénico normal efectuado con dad de Still (estas dos últimas, con leucopenia). san ,
eritrocitos marcados con Cr51. En alE1mas .a~~r..io11r,~.n.1etak<1./i~!IS, se encuentra esplenome- . enlc
~ t'--'. e.:I(? f. l.-,,. 1 .) ', ,.· ·
HEMATOLOGIA 1489
t.\.-
galia, en la tesaurismosis, especialmente la enfermedad de Funciones del sistema monocitomacrofágico
Gaucher y también en el Niemann-Pick, Hand-Schüller-Chris-
tian, amiloidosis, heniocroniatosis. · La mayoría .de las mismas dependen de su capacidad de fa-
La ·esplenomegalia de origen.!.'Y.L•_orCJ./ ~s muy poco frecuente; gocitosis, es decir capacidad de ingerir partículas, lo cual permi-
estos casos pueden ser excepcionalmente secundarios a un car- te eliminar del organismo elementos ajenos (bacterias por
cinoma y, con menor frecuencia aún se la observa en los linfan- ejemplo) y los elementos del propio organismo, cuando están al-
giomas y hemangiomas; -en cambio, como ya se dijo 1 es frecuen- terados (hematíes "envejecidos").
te en los !infamas malignos. En el proceso inmunitario cumplen además un papel funda-
También puede ser asiento de quistes; en nuestro país, el mental en el reconocimiento de los antígenos.
que se observa ·con relativa frecuencia es el quiste hidatídico;
pero también suelen observarse quistes serosos o hemorrágicos. Intervienen, a través de algunos de las numerosas sustan-
En ocasiones se halla un absceso como complicación de una fie- cias que producen, en la regulación de la hemopoyésis (factor
bre tifoidea, infarto supurado por embolia séptica o post-trau- estimulante de colonias o CSF, por ejemplo).
mático.
Las afecciones en las cuales se constatan mayores espleno-
megalias son: leucemia mie1oidea crónica, metaplasia mieloi- Alteraciones patológicas
dea, enfermedad de Gaucher, talasemia en su forma homocigota
y leishmaniosis. La mayoría de los procesos patológicos que involucran a este
sistema han sido ya considerados (leucemia nionocítica, por
-Eltmentus orien.tado-r2s para 2l diag116stico del ori- ejemplu). 8iu embargo exist6cr1 trastornos meLaOOlicus ({Ut:l LTaeü
gen de u11a esplenomegalia. Asociación con adenopatfas: leu- como consecuencia la acumulación de deternúnadas sustancias
cemia, linfogranuloma maligno, mononucleosis infecciosa, sar- en este sistema, llamadas tesaurismosis. ·
roidosis, linfoma histiocítico y linfocítico.
Con signos de liiperte11sión portal:. cirrosis hepática, trombo-
sis o cavernosis portal, síndrome de Chiari.
Con anemia en personas de origen o descendientes de lazo-
Tesa~rismosis
na lnediterránea: talasemia. ·
En la raza negra, anemia de células falciformes o drepanoci- Existe un grupo de afecciones caracterizadas por la acumu-
temia. lación de determinadas sustancias en diversas células del orga-
, Con ulceracio11es en las piernas: drepanocítemia, microesfe- nismo, lo que puede ocurrir con mayor frecuencia en las del sis-
rocitosis, talasemia. tema reticulohistiocitario.
Con facies mo11ogloide o cráneo en torre, oxifalia: talasemia, Esto se debe a alteraciones en las cadenas metabólicas, que
microesferocitosis, drepanocitosis. determinan que al no degradarse, las sustancias se acumulen; o
Con subictericia: cino~is hepática, hepatitis, enfermedad de bien, que por algún proceso patológico, ingresa a las células un
Gaucher, anemias hemolítica~ ~m.icroesferocitosis) exceso de ciertos compuestos más allá de su capacidad de meta-
Con ascitis: cirrosis hepática, tromboflebitís de la porta, sín- bolizados.
drome de Chiari. La proliferación de dichas células adquiere eu determinados
Con artritis: síndrome de Felty, enfermedad de Still. _ casos verdadero carácter neoplásico, con invasión de varios ór-
Con afección valvular cardíaca: endocarditis infecciosa;· in- ganos.
suficiencia cardíaca derecha.
Con fiebre: fiebre tifoidea, brucelosis, mononucleosis infec-
Mencionaremos entre estos procesos:
ciosia, sepsis, leucemia aguda, endocarditis bacteriana, 1info-
granuloma maligno, supuración intraesplénica (absceso, quiste
hidatídico). a) La e11fermedad de Gaucher, de origen familiar, transmiti-
Con mielvcitos en la sangre periférica: leucemia mieloidea, da en forma autosómica recesiva. Se encuentra en la misma un
metaplasia mieloidea, sepsis. acúmulo en las células del sistema retículohistiocitario de un
Con gramtlocitope11ia: lupus sistémico, cirrosis hepática, en- cerebrósido (glucosil ceramide), debido a un défuit de la enzima
fermedad de Gancher, granulocitopenia esplénica primaria, beta gluccócerebridasa. Las células con el material atesorado
pancitopenia esplénica primaria, tuberculosis primitiva del ba- forman focos blancoamarillentos en todos los órganos del S.R.E.
1,0, y microcópicamente, en dichos focos se hallan células de gran
Con plaq11etope11ia: lupus sistémico, pancitopenia esplénica tamaño (20 a 80 micrones), de citoplasma espumoso con las tin-
primaria. ciones comunes} y núcleo excéntrico.
Con línfomonocitosis: leucemia linfática 1 rnononucleosis in- Clínicamente comprende dos formas: la infar,til, caracteriza-
fecciosa, toxoplasmosis. da por trastornos neurológicos debidos a lesión cerebral (estra-
Con púrpura: lupus sistémico, leucemia aguda, macroglobu- bismo, contracturas) y gran hepato y esplenomegalia. Es mortal
linemia, endocarditis infecciosa, sepsis meningocócica, gonoco- en breve lapso. La forma del adulto, de larga evolución, tiene
cia. · comienzo en la juventud y transcurre asintomática hasta ser
· ··· con·-¡:úg"1he1itad01i' cutá.tiéa: hemocrornat0Sis 1 cirrosis, enfer-· descubierta por la grau· esplet101Uegalia o bieu ·por-feuómeuos
medad de Gaucher, talasemia. atribuibles al hiperesplenismo, tales como púr¡:ura trombocito-
Con gran aumento de la gammag/obulina: cirrosis hepática, pénica. Los enfermos presentan dolores óseos Ílltensos, hepato-
leishmaniosis, lupus sistémico 1 endocarditis bacteriana; y si es megalia e infecciones del árbol respiratorio, pipnentación ocre
monoclonal, maáoglobulinemia, inieloma múltiple. de la piel y pinguécula. En sangre suele hallars• pancitopenia y
Con policitemia: enfermedad de Vaquez, la actividad de fosfatasa ácida del suero está ekvada (no así la
fracción prostática de la misma). El examen de la médula ósea
y la punción esplénica muestran las típicas células de Ga ucher;
SISTEMA MONOCITOMACROFAGICO y el examen radiológico óseo muestra a nivel de las epífisis en-
sanchamiento y descalcificación (fémur en fraseo de Erlenme-
yer). ·
Como se mencionó al iniciar este capítulo, este sistema com•
Las medidas terapéuticas se limitan al tralamiento sinto-
prende numerosas células con actividades comunes, diseminadas mático y a la esplenectomía en los casos de grM esplenomega-
por el organismo, originadas a part.ir de los monocitos. Estos pa- lia o trombopenia. .
san de la circulación a los tejidos a través del endotelio y una vez En la forma infantil esta indicado la glu:ocerebndasa
. en los tejido$ ven incrementada su capacidad fagocitica . ,. placentaria purificada administrad.a por vía en<kvenosa .
1490 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
b) La enfermedad de Niema,111-Pick, también de origen fami- Si graficamos este quilibrio en una balanza (fig. 14-28) ob-
liar, presenta atesoramiento de esfingonúelina. Generalmente servaríamos cuales son los protagonistas, que se ven sometidos
se: n1aHifiesla en ios. prime.ros mes.es de edad y s~ evolución sue- const.anlemente a cambios que pueden hacer prevalecer alguna
le ser más rápida y maligna que la de la afección precedente. de las dos tendencias
Los enfennos son niños con retardo fisico y mental, abdomen
abombado por la hepato y esplenomegalia, con poliadenopatías,
trastornos neurológicos severos_(espasticidad, hiperreflexia, oJi- :i;'isiología de la coagulación y la fibrinólisis
gofrenia.l y trastornos respiratórios. El cuadro hemático es de
anemia con leucopenia, obseniándose linfocitos y monocitos con La detención de una hemorragia, cuándo se produce una le-
vacuolas en el citoplasma. El examen de la médula ósea mues- sión de ln pared vascular, es controlada en general por tres fac-
tra células de citoplasma espumoso, que citoquímicarnente dan tores interrelacionados: a) la reacción vascular; b) la formación
posi tivas a las reacciones para esfingomielina. La actividad de del trombo, o tapón plaque/ario en el lugar de la lesión; c) la
la fosfatasa ácida es normal. coagulación de la sangre.
HEMOSTASIA Y TROMBOSIS
Injuria endotelial
. 14·28)ob-
" sometidos
ecer alguna
A: SOLIDIFICAR !Trombosis)
FLUJO NORMAL
diferentes
., capilar).
lucido por G.AG. Responsables de la carga negativa hacia el polo vascular con
:elial, pro- de superficie capacidad de fijar sustancias con carga positiva (F.P.4,
terial con histnmina, bradiquinina, angiotensina, frenar la activación
siva en el
de la coagulación y rechazar las lipoproteínas de baja densi-
,irse en el dad (LDL).
)).
CELULA ENDOTELIAL De acuerdo con su disposición existen tres tipos de endotelio:
Tipo I o continuo (Sistema nervioso central).
l fagocito-
Tipo II o fenestrado (Glomérulo renal).
al coláge-
Tipo I[J ó discontinuo (Médula ósea).
tas al su-
MEMBRANA BASAL Constituye un filtro de macromoléculas. Está formado por:
colágeno, laminína, fibronectina, vitronectina, G.A.G.
acompalla a los procesos inflamatorios y las reacciones inmuno- Activación plaqueta ria
lógicas. · . . .
· En conclusión, es posible reconocer en la celula endotehal Luego de proC:ucirse un estímulo sobre la membrana ·p l ~ q ue- Cam
acciones tromborresistentes, procoagulantes, profibrinolíticas, taria se produce una serie de fenómenos: la forma carnl:> ---:ii....a .de Agr
antifibrinolíticas, dependiendo de los mediadores químicos in- discoide a esférica; cambia la secuencia lipídica de la met::::11C:Lbra-
volucrados en la reacción. Además, la normal función de lapa- na (de deslizante se hace "pegajosa"); se adhieren a la sup= ~:ñcie
ea la que se exponen colágeno, ADP; se contraen los micc:-<:>fila- Rea
red vascular es influida por diversas hormonas: glucocorticoi-
des, t.iroxina, andrógenos 1 estrógenos, etc. , y por cambios mentos y microtúbulos de la zona interrnedia, por un me~...a.nis- del c
vasomotores. mo similar al muscular; se liberan los contenidos gra nular:- ~ s de
De las múltiples funciones que cumple la célula endotelial la zona centrai y fin,lmente se agregan formando un "tapcS.c:r::i. he- Fig.
se deduce su importancia en la patogénesis de un gran número mostático".
de enfermedades. En el siguiente esquema se muestra el papel de las pL ~que-
tas en la coagulación: 3
solec
Factor plaquetado LESION VASCULAR cxte
ADHESIVIDAD prop
Las plaquetas. son los elementos formes de la sangre más pe- el PA
queúos; H ú so,~ VGrdz.dcras céh!.~as ::ior r8rP.r.P.r de núcleo y se AGREGAC!ON PRIMARIA: TAPON REVERS!BLE (O PRIMAR[<::>) la ac
fícad
mantienen vitales por actividad de las mitocondrias 1 con pro-
de A
ducción de energía.
REACCION DE LIBERACION
Vistas al microscopio tienen un diámetro de 2 a 4 micrones M
(un medio o un tercio del de un eritrocito), siendo su volumen 8 ria:F
AGREGAC!ON SECUNDARIA: TAPON IRREVERSIBLE!
micrones cúbicos. lfig. 14-8) queta
Su vida media es de 9 a 10 días, dependiendo ésta del consu- taria
mo {a inayor consumo menor sobrevida) y la cantidad en sangre Lu agregación plaquetaria: Es un fenómeno que consi ~ t e en inter
periférica oscila entre 150.000 y 3!í0.000 por mm3. la fornrnción de un conjunto de plaquetas en estrecho ce>:w:-i tacto merce
Son producidas en la m.édula ósea a partir de los megacatio- unas con otras. In vitro, el fenómeno puede ser inducido ~-<:>r n u- miosi
citos de cuya periferia se desprenden . Estos recol!ocen su ante- merosos estímulos (age!!.tes agregantes) 1 muchos de ellos c::::le na-
cesor más primitivo en la célula madre mieloide cuando tiene turaleza fisiológica: (colágenc. 1 tiombina, ácido araqui~ ó:nico,
diferenciación hacia CFU meg (unidad formadora de colonias ADP, ad re na lina); los dos primeros propiciarían la agre~ ación
megaca1iociticas), constituyendo el megacarioblasto el antece- in vivo. Normalmente, las pbquetas ci rculantes no están en
sor marfológicamente identificable más juvenil. Esta es una cé- contacto con ellos. Lo hacen, con el colágeno, frente a un :21.. sol u-
lula de gran volumen, núcleo redondeado, con numerosos nu• ción de continuidad del endotelio; y, por otra parte, la trC> ::rn. bina
cléolos y citoplasma basófilo, sin granulaciones. En los circula bajo la forma de precursor inactivo, la protromb~=. y se
promegacariocilos se observan granulaciones y el núcleo se lo- activa sólo en condiciones de coagulación intravascular. :E>or lo
bula. En los megm:ariocitos el mielen aparece francamente lobu- tanto, la lesión endote!ial y la activación de la coagulación. son
lado y el citoplasma, que permanece levemen te basófilo junto al los dos mayores estímulos para el inicio de la agregació x i pi a-
núcleo, y presenta un punteado azurófilo en la periferia, que quetaria in vivo. Esta sigue, por lo menos 1 tres vías priflci pales:
constituirá el cronómetro de las plaquetas, las cuales suelen ob- 1) La del ADP, disponible para las plaquetas a partir <le dos
servarse habitualmente en la periferia de los mismos. fu en tes: e~tracelulares <hematíes, p. ej.) y de las propiEl.ff pla·
Las plaquetas desempefian un papel esencial en la hemosta- quetas (gránulos densos).
sia deteniendo el flujo de sangre ante una solución de continui- PRC
dad vascular: cuando ocurre una lesión se agrupan y forman. un 2) La del ácido araquidónico, que las plaquetas obti ea, n.e n a
E
tapón que temporalmente la cierra, constituyendo el tapón he- paitir de los fosfolípidos de su membrana citoplasmática._ E s un
mostático o hemostasia primaria. Sustancias íntraplaquetarias ácido gras'J esencial que actúa mediante productos metabólicos,
como los endoperóxidus de las prostaglandinas (en e,s pecíal
o de su superficie, junto con otras del plasma y de la pared vas-
prostnciclina P 12) y el tromboxano A2 (TI( A2); éstas pu.eden
cular forman luego un tapón permanente.
inducir directamen te la agregación o favorecer la reacciór:i. de li-
En otras circunstancias el mecanismo se activa, no para <le~
beración, dejando disponible ADP (primera vía).
tener una hemo1Tágia sino coma product-0 de una célula· endote- ATP-
lial perturbada, ocasionando la formaeion· de un trombo que
puede obstruir la circulación causando la isquemia de la zona
que irnga ese vaso. (por ej.:infarto i:lgu<lo J~ mll,ciü·dia}.
Para comprender la intervención de las plaquetas en el pro-
ceso hemostático es necesario conocer su estructura anatómlca
v su contenido.
. La estructura plaqueta1ia puede dividirse en tres zonas: pe- ACJDO
/~
j __.,-/' PAF.
impla,
ácido ,
Me
ri ferícn, intermedia y central. La primera contiene adgorbidos ARAQUIDONICO - - - - ~ ~/ halla,
factores de la coagulación (fib1inógeno, V, Vlll, XI y XII) y pla-
quetnrios (3, 4}; estructuras que funcionan como ieceptores, que ~ . ADP
folipid
fosfoli1
participan en la activación y desactivación plaqueta.ria y siste-
<lel Ca
mas de conexión o c01nunic.dción 1 1·elacionados con In liberación
AGREGACION En su
del contenido plaquetario y el flujo de calciu. plejas
La zona intermedia cumple funciones contráctiles y de esti- !'LAQUETARIA
los pre
mulo de la secreción. gnr a i
Fig. 14-:JO. ?.fecanismo de la agregación plaque/aria..
La zona central cumple funciones de depósitc. y producción antiag
de energía, contiene gránulos claros: der..sos y nútoconchi:1.s. El
Ht:MAIULUlJIA .
FOSFOLIPIDOS DE MEMBRANA
i Fosfo!i pasa
ACIDO ARAQUIDONICO
Ciclooxigenasa
ENDOPEROXIDOS CICLJCOS
~~ Lipooxigcnasa
HIDROPEROXJDASAS
(PGlz)
PROSTACICLINA
TROMBOXANOS
PLAQUETA (TXAz) LEUCITR!ENO
t
(En procesos inflamatorios)
ENDOTELIO
FIDRINOGENO .. .. ....... !
ATP. Adenilciclasa AMP O (ciclico) Fosfodiesterasa AMP LÍl1eal PROTROMBINA ......... 11
FACTOR TISULAR ....... IJI
CALCIO IONICO .... . ........................... IV
Fig. 14·33. Sistema del AMP cíclico.
PROACELERINA ...... . ...V
PROCONVERTINA ... . .. ...........Vil
traplaquetmios es tán a su vez regulados por el metabolismo del FACTOR ANTIHEMOFILICO A .........VIII
ácido araquidónico y por el sistema del AMP cíclico (fig. 14-31). FACTOR ANTIHEMOFILICO B ................................. IX
11frtabulismo del ácido arnquidónico (AA): Normalmente se
F. STUART • POWER.. .. ....... X
halla en el plasma ligado a la albúmina o esterificado en los fos-
folípidos de la membrana, siendo liberado de los mismos por la ANTECEDENTE TROMBOPLASTICO
DEL PLASMA... ...............................XI
fosfolipasa A2 y la fosfolipasa C, que requieren la movilización
del Ca++ intracelular estimulada por el colúgeno y la trombina. FACTOR HAGEMAN........................... .. ......XII
En su forma libre, el AA es utilizado como sustrato por dos com- FACTOR ESTAB.[LIZANTE DEL PLASMA ................ JUII
plejas vias metabólicas: la de la lipooxigenasa, relacionada con QUININOGENOS DE ALTO PESO
los procesos inflamatorios, y la de la ciclooicigenasa, que da lu- MOLECULAR (F. FITZGEltALDI ... .. ... 1-!MWK
gar a la formacfón de endoperóxidos con actividad agregante y PRECAJ :Cl!E)NA (F. FLETCHERl ... . ..PK
antiagregante plaquetaria (fig. 14-32)
El h ·omboxaí10 A2 transporta Ca++ de las vesículas del .sis- Fig. 14-34. Factores de la coagulación.
1496 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y Mj=DICINA INTERNA
1rombina -i
Fibrinopéptido A
El t-PA liberado por la célul9 endotelial, es én su mayor par-
te de 2 cadenas (tct-PA), siendo mucho más activo que el de una
sola cadena (sct-PA), por tener mayor afinidad sobre la fibrina .
El sct-PA puede ser transformado en tct-PA por &cción de la
Pli (tibrinólisis activa), por la calicreína (fase de contacto de la
+ coagul ación) y por el F Xa (complejo protrombin'asa), siendo es-
Fibrinopéptido B tos mecanismos 1 regulatorios del proceso henlostáticó. En condi•
+ dones clínicas como oclusión venosa, ejercicio fisico, hiperten~
sión arterial y fi ebre, se produce un aumento significativo de la
Monómeros de fibrina li beración de t-PA, qu e no cumple un rol fibrinolítico sistémico,
ya que es necesario que exista fibrina forma para que el t-PA
t t cumpJa su funció11.
Sea cual fuere el estímulo para que se libere t-PA y aumente
su concentración plasmática, su vida media no es· mayor de 5
Polímeros de fibrina
minutos, ya que es rápidamente neutralizado por s u inhibido r
específico circulante (inhibidor del actiuador del Plg- PAi).
También e,fr ápidamente aclarado del plasma por depuración
(fibrina sorble) Ca++
hepática. Su falla constituye uno de los factores hemorragípa-
ros de la insuficiencia hepál-ica. ·
F.X.lll F.Xllla El t-PA es posible obtenerlo del corazón de cerdo, de ovarios
de cerda, útero humano, células de melanoma de Bowes y por
FIBRINA ESTABLE cultivo ~elul ru- con DNA reéombinante para ser utilizado co n fi.
nes terapéuticos como trombolítico.
El otro activudor natural del Plg es la UK (o activador d e
Plg urinario - u-PA), es posibl_e obtenerlo como proenzima en
Fig. 14-38. orina en su forma de caden a simple (scu-PA), también llamado
prouroqllínns:i. El scu-PA es inRctiVo y requiere la presencia de
A//i:,. 2 A11tiplasm i110: ver más adelante en inhibidorcs del fibdna para poder cum~lir su rol fibrinolítico transformando el
sistema fibrinolítico. Plg en Pli. El scu-PA es producido en células endoteliales, fibro-
bbstos, células epiteliales y ncumon~citos , interviniendo acti-
Sis tema {ibrinol.ítico humano. Constituye un sistema vamente en los procesos de cicatrización, invasión tumoral, fer-
tili zación y procesos inflamatorios. Su vida media al igua l que
proteolític.:o, form ado por varios componentes en diversos si~ios
el t-PA es de 5 min~tos y también es depüpdo por el hígado,
del organismo (endotelio, sangre, tejidos extra.vasculares), cuyo
scu -PA es o!Juonido de la orina y utilizado con fi nes terapéuticos
objetivo inicial es de grada r a la fib rina formada, quizás regu-
como trombol ítico.
lando el tamaño de la red de fibrina del tapón hemostático.
Finalmente cabe mencionar a la Esfreptokínasa (SK), que es
Las proteínas que lo forman son enzimas, serinoprotcasas,
una prote ína no enzimática producida por cepas del gru po C de
siendo su protagonista la p/asminá (Pli) encargada de de.gradar
Lancefield de estreptococos beta hemolíticos, con capacidad pa-
a la fi Orina. Circula en plasma como p!asminógeno (Plg), proen- ra activs r ind irectamente al sistema líbrinolítico. SK és, hasta
. zima, siendo convertida en PJi por el actiuador del p/a;;minóge- el presente, el más difundido age nte trombolítico, debido a se r
11,.-1.t-PA.) y por la uroqui11asa (UK). (fig. 14-39). 1111\s fácil de obtener y de menor costo que el resto de los 'agen-
tes trombolílicos naturales (t-PA;UK). ··
. Plg Resumiendo, Ja injuria endotelial con 3C;tivación del meca-
lactivador urinariol_U_K_+ • 1 ___I_nh_ibi<lores específicos nismo extrínseco e intrinseco produce liberación de t-PA y sc u-
PA de la célula endotelial, transformando al Plg en Pli, regulan-
(aclivador tisul arJ 1.f!L.+ • t · Inhibidores ines~ecíficos do el crecimiento del trombo.
Pli
lllhibidores de la PlusmÍlla
· i¡
,,
/I
.:,t:MIULU\ilA, ::itMIU 11:CNIA Y MEDICINA INTERNA
,-
1 ·QqrAS
PRECALICREINAS
f CALICREINAS
,Xlla
§ g~1~~~~~~s
¡!,
¡§
ü
MOLECULAR
(HMWI<) ~t .XII
t. XI
{
Xll•----i Xla ,
✓-~
MECANISMO EXTRINSECO
. IX ~r T··
V=i}II ·
· .
Vll F: TISULAR
.. Ca*
Fosfo lip.
· X _,_..x. x.- Vlla
Fosfolip.. 1 V· FIBRIN~ENO
,l, ,t,
Cal+ .
.11--.11.,. J
1 FIBRINA SOLUBLE
Xlll__t__.Xllla ----...i Ca;H
FIBRINA INSOLUBLE
Al igual que la cadena de activación del complemento, este El mecanismo intrínseco (fig. 14-35) comienza cuando la
sistema en cascada "a mplifica" la reacción enzimática. En el sangre o el plasma se pone en contacto con superficies de carga
complejo mecanismo de la coagulación intervienen varios facto- negativa, (colágeno, plaquetas activadas, ciertos ácidos grasos,
res que interaccionan entre sí (fig. 14-~4\ etc.), d:::::1omi"i1;.dú.:; ~úll l ,i\..dlHt:u~e ''.L'a1.:i.u.r Iutrínscco". Estas
Por otra parte, algunos de los factores, como el VIII y V, son sustancias fijan a su superficie al F. XII (Hageman), producien- ·
en realidad cofactores enzimáticos, aumentando y acelerando do una modificación en su conformación molecular y un a proba-
marcadamente la reacción enzimática. Sin embargo, su déficit ble autoactivación, facilitando su posterior proteólisis y activa-
se manifiesta gravemente en la patología hemorrágica (por ción por otras ·enzimas que se Jiberan en sus cercanías-.como
ejemplo: hemofilia AJ. Otros factores ya reconocidos, represen- calicreínas plasmáticas (K). Participan en esta primera fase los
tan en realidad estructuras que participan en el sistema por di- HMWK y PK interrelacionando al sistema enzimático de la coa-
ferentes mecanismos: Factor III corresponde a la actividad fos- gulación con otros (Fibrinolisis, complemento, PK-quininas,
folipidica tisular; Factor IV al calcio iónico; Factor VI al F.V etc.).
activado; precalicreína (PK) o F. Fletcher y quininógenos de alto El factor Xl(activo tiene act. enzimática y uno de sus sus-
peso molecular (HMWK), también llamados F. Fitzgerald o Wi- tratos es el Factor XI, que al ser proteolizado se transforma en
lliams o FLaujeauc, que son proteínas que participan de la fase F.Xl activo. Este, a su vez, activa al F.IX produciendo F.IX acti-
inicial de la coagulación /fase contacto). La proteína C, y su co• vo. Este se une a fosfolipidos (plasmáticos, plaquetarios o de
factor la proteína S, actúan inhibiendo al F.VIII activado y al otras membranas celulares) formando parte del complejo acti-
F.V activado. vador del F.X.
HEMATOLOGIA 1495
. Va y V I i l a - , V y VTTT
PROTROtIBINASA V PROTROMBINASJ\
. ÍNTRINSECA .,, i},ji
EXTRINSECA Prot. C y Sa f FIBRINOOENO
.· t~
u i Ila
· Prot.CyS ¡ L
l~_T_RO_M_B_IN_A_ __, - - -••
FIBRINA.
SOLUBLE
Act. Plaquet. XIII Xllla
t
FIBRINk
INSOLUBLE
Fig. 14-36.
Fig. 14-37. Acción de la trombina
Este complejo ve amplificada su acción activad.orá en pre- Acció1t de la vilumina K. Los factores de la coagula:ión
sencia del cofactor enzimático activo específico (F. V!Tfal. (!H P riA!)PrtrlPn 11° 1? '.!It. !{ p.:~.:;, aJ...._ui1i1 .:su at.:i.iviciaa procmgu-
una vez degradado el F.X y convertido en F.X activo es ca- lante son: Factor II, VII, IX, X; otras proteínas involucrada, en
paz de degradar la molécula de protombipa (F.Il), generando la coagulación, que también son dependientes de ella sorr la
trombina (F.!! activo). proteína M, Z, C, S.
La uía extrínseca (fig. 14-35) de activación de esta . etapa se Estas proteínas son sintetizadas en el hígado y a nivel ¡os-
_jnicia con el COJ]!~':~E-~~ore o plasma con sustancias tisula- tribosomal, los residuos de ácido glutámico por acción de la vi-
res (fosfolípidos y fracción proteica); relacionadas con membra- tamina ]{ son carboxilados a gama-carboxiglutámico (Gla) p:si•
nas ·celulares y componentes microsomales. Este factor tisular bilitando su unión con el Ca iónico e interactuar con los
fosfolípidos de membrana, o sea dándole su acción procoagula1!e.
(F.III) se une al F.VII y en presencia de Calcio iónico forma una
enzima o complejo activad9 c¡ue activa el F.X en form a similar En ausencia de vitamina K o en presencia de warfanina 1 di-
al activado de la vía intrínseca. cumaroles, etc. (llamados antagonistas de la vit. K y utiliza/os
Si bien la interaccióri recíproca que existe entre las vías dé para tratamiento anticoagulante vía oral), los factores estin
activación intrínseca. Yextrínseca, hace dificultoso separar am- acarboxilados, y si bien. cuantitativamente están presentes en
bos sistemas, las alteraciones de hemostasia provocadas por dé- plasma (medidos por métodos inmunológicos), funcionalmer!,e
ficit de factores dé éoagulación que intervienen en una de las no son activos. Estos factores se denominan PIVKA.(proteíms
vías, no son co~regidas_por la integridad de la otra. i_nducidas en au_sencia de vitamina K o por_':°'tagonistas de vil Fl.
(ll'fiistoria clfoica a.decuada. postraumática suele ser tardía, algunas veces aparece unas ho-
ras después del traU:matisino y puede recurrir a lo4IDías .
.(Fj_¡_Exploració11 cuidadosa. Si bien la HC y el tipo de manifestación hemorrágica permi-
~}ruebas de examen hemostático. · ten sospechar las causas del trastorno hemorrágic<i, son las
(!!Jii algu11os casos pruebas especiales de hemostasia. pruebas de laboratorio las ue nos dan el dia óstico definltivo.
Estas pruebas puede'}:.~tr par 1) etectar trastornos
Se deben realizar las siguientes preguntas: uascu~ o plaquetario&eteclar raslomos de coagula-
/ -¿Prese11ta el enfermo 1111 trastorno generalizado? ción ~ibrinolisis.
..,_. -¿Es co11gé11ito o adquirido?
J -¿El trastorno es: uascular, plaque/ario, coagulopatía o una Pruebas para detectai· defecto vascular y/o plaquetario
co11~~inación?
- ¿C•tál es la 11at11raleza y la grauedad de la a11ormalidad? *Prueba del lazo (Rumpel-Leede): investiga el aumento de la
fragilidad vascular, útil tanto en problemas vasculares como
plaquetarios, aunque no los discrimina . .Consiste en provocar
Ln.s tres primeras preguntas pue,den re-::.pondPl'):;P. ron 1a P.Wl~ é2tnm~ vena.su colocando el m~guito de! csfirnomanómctro en
luación clínica, pero la cuarta sólo con la realización de pruebas el brazo, insuflándolo hasta llegar a la presión arterial media
de laboratorit entre.la sistólica y la d)ae;tohca y mantenerla en estas condicio-
.e\ La historia clínica es probablemente uno de los factores más nes durante 5 minutos. Previamente, en una zona del antebra-
V importantes en el diagnóstico de los trastornos hemorrá~ zo sin máculáB petequiaies, se traza una circ1Jnferencia d<(5c\n
generahzados. Los síntomas hemorrágicos se deben evaluar con de diámetro. Transcurridos los cinco minutos se cuentan lasi,'e-
cuidado. tequia_s formadas dentro de la circunferencia, que no deben su-
Es probable que el trastorno sea generalizado si la hemorra- perar la cantidad de cinco. ·
gia se presenta en varios lugares, es espantanea, si apareten
petequias y hematomas y/o equimosis y sangrados como hemar• m o de san ü1: tiempo atrás se utilizaba el método de
trosis, hematmias, etc. Por otra parte, otra')' manifestaciones D.uke que consistía en efectuar una incisión en el lóbulo de la
aisladas, tales como e_Eistaxis gingivorragias, ·metrorragia y he-
1
or Jª y medir el tiempo' gue tardaba en dejar de fluir sangre.
P:lº~ragia gastrointestinal suelen ser causadas por factores loca- Esta técnica, en la actualidad, ha perdido vigencia, ya que está
les.
sometida a múltiples factores de error.
--Los defectos congénitos suelen presentarse en general desde
Uno de los métodos hoy utilizados es, según técnica de Ivy,
l a ~ y a menudo presentan historia hemorrágica fami-
el do medir el ti~mpo que_tarda en cesada hemorragia de üiüi
liar. Además pueden existir hemorragias excesivas en las inter-
incisión .r ealizada en el antebrazo,__.!lCeviamente insuflado el
veñciones quirúrgicas o traumatismos. Sin embargo, cuando el
manguito de presión en el brazo ~)milig. durante todo el
trastorno es leve puede sólo aparecer en la adolescencia e inclu-
tiempo que dure la prueba. _.
so en la adultez después de intervenciones·y traumas. En estos
Deben tomarse algunas precauciones que pe.imitan darle
casos es dificil establecer clínicamente si el defecto es congénito
o se ha adquirido recientemente y sólo suele ayudar el interro- credibilidad al procedimiento. El sitio de incisión debe ser a
gatorio y estudio de familiares para ver si se repitieron los mis- simple vista avascular. Deben realizarse un to1al de tres inci-
mos hallazgos hemorriígjcos. Asimismo, la presencia del defecto siones a una distanc!a, de ,t µl <:m. aproximadaniente una de otra,
en otros familiares puede ayudarnos a determinar si la trasmi- utilizando para la incisión una lanceta cuya 'p unta sea de largo
sión es autosómica, recesiva o dominante, o si está ligada al se- y grueso estandarizado. Debe tomarse el tiempo que tarda en
xo. dejar de sangrar ca!,la incisión con un cronómetro diferente pa-
Entonces uede deducirse ue una historia familiar ositiva ra cada sitio de sangrado. La gota de sangre que fluye debe ser
tiene gran valor, pero si es negativa, no escarta un e eclo con- absorbida con papel de filtro cada treinta segundos cuidando de
gémto. no comprimir la piel para no aumentar la liberación de sustan-
--riene especial importancia saber si hubo hemorragia umbi- cias tromboplásticas. Una vez que los' tres sitios de punción de-
lical en el recién nacido o después de la circ cisión, amigdalec- jen de sangrar, debe sumarse el tiempo de cada una y dividir el
tonua, extracc10nes entanas, más a a ,R, \-_ oras post-inter- total por tres. En general y depen<i:endo de la persona que lo
vención odontoló~a o intervenciones abdormnale.§. Si no hubo rellliza, el tiempo de sangria nqrmal suele ser entre 2 y 6 minu-
hemorragias post+amigdalcctomía o intervenciones quirúrgicas 1 .l,Qs,.
es muy poco probable que e! cr.fc!"ma !Jade~~ ! : ' JnD he- También se utiliza la técnica de Mielke, cuya diferencia con
morrágico grave o moderado. la anterior radica en que e.\ materiaídelncisión es una hoja fi.
La mayoría de los trastornos adquiridos se manifiestan en losa que produce corte de ~ de largo por 1 mm. de profundi-
la edad ad ulta. En muchos casos existe una enfermedad eviden- dad.
te que las produce, como hepatopatías o nefropatias, pero algu- Esta técnica puede dar tiempos alargados en enfermos con
nas veces el enfermo no presenta ninguna otra alteración. La vasculopatías, con trombocitopenia, con alteraciones de la aclhe-
ausencia de ant,acedentes refuerza la posibilidad de gue el de- hivi~ad pla uetaria a sea or disturbios en las roténas ad-
fecto sea adquirido. es1vas enfermedad de Von Willebrand), o por alteraciones e!)
La tercera cuestión a resolver es si se trata de una altera- susglicoproteínas de membrana; 9lllillQ_filQSten de[ectos_e.!\Ja.
ción uascular, plaquetaria o de la coagulación. liberación del contenido plaguetario o cuando uno o varios de
La manifestación hemorrágica más frecu ente en pacientes los componentes plaquetarios que se liberan en la reacción, es-
con vasculopatías, trombocitopenia o trombopatía es la hemo- Un disminuidos o ausentes.
rragia espontánea de piel y mucosas, tales como petequias y El tiempo de sangria suele ser normal en pacientes con tras-
equimosis Superficiales. La hemorragia se inicia a los pocos se• tornos de la coagulación. Es probable que la hemostasia prima-
gundos de la lesión y puede persistir durante horas, pero cuan- ria, c.on la conformación del trombo plaquetano, sea suficiente
do cesa no suele recidivar. Por el contrario 1 los enfermos con vara obtener una bu~na hemvstusiu ~uaudo ne lesionan vaso.::
HEMATOLOGIA 1499
- -- _,I ¿-- --- -- /-
, hematro- pequeiios. que es lo que ocurre cuando se realiza esta técnica, o dos erróneos. La sangre s_erá ve,tida .en un tub9 de .ensayo con
1emorragia que se forme suficiente cantidad de trombina por la vía extrín- el anticoagulante que sera citrato de sodio, a una concentración
ce unas ho- \
setJ. pdíd lc1 t St.abili¿ación J-=:l bombo inicial de plaquetas, <le i ~u íO con resvedo ai volumen de sangre vertido. ·
):Días. . cualldo son pequcilos Iá_s vasos se lesionan. Sin embargo, si se El citrato de sodio es un quelante del calcio iónico. El calcio
g¡ca penm- secciona un gran ·vaso, en los pacientes con alteraciones de la protagonista de la formación del complejo protrombinasa, al es:
co', son las coagulación, el tiempo de sangría se alarga. tar ausente en la nuestra, será el mecanismo de.inactivación in
definitivo. vitro del sistema de la coagulación .
rastornos 4- Frotis de sangre periférica: la muestra de sangre para reali- Si recordamos las tres etapas de la coagulación, en la prime•
? coagula-
zar la extensión en el portaobjet(!.,<lebe ser preferiblemente to- ra se forma el complejo protrombinasa. Este complejo podría
mada de pulpejo de dedo (sangre ·capilar) . .. conformarse por dos vias: el mecanismo intrínsefo y el extrínse-
La extensión será teüida con la técnica habitual del May ~ En el intrínseco se requería la activación de un a fase de con-
Grunwald-Giemsa. Una cuidadosa inspección en el microscopio tacto. Esto podemos log¡-arlo agregando al plasma una sustan-
óptico puede indicar si el número de plaquetas es normal o está cia cargad~ivmente como el kaolín o el celite (activadón
descendido (plaquetopenias); si éstas están disgregadas o tien- del factor Xll Xl) Luego agregamos fosfolípidos necesarios
ento de la den a formar conglomerados; si su tamai1o es normal o algunas para la for cio e complejos de activación cumpliendo el rol
~ están aumentadas de tamalio (macroplaquetas), como en las plaquetmio.
n provoc_ar trombocitoJ)~nias por destrucción inmune o no, por un recambio Estos fosfolípidos se obtienen habitualment<,,d~ _cerebro hu-
ómetro en en médula óseá '8ceieracto; o todas son muy grandes {tromboci- ~ mano o de cone o se !laman cefalina aceleran las reacciones
ria! media topatia de Bernard-Soulier). También es posible detectar si el en ue estan 1m ,ca os os factores V VIII. Incubamos enton-: ·
s conclic10- contenido plaqueta1io es homogéneo o su coloración es ·{Tiás dé- ces e pasma co~ ce a ma y ao ín urante 3 a 5 minutos para
,t antebra- bil que lo habitual <Síndrome de las plaquetas grises). · conseguir la activación del mecanismo intrínseco y finalmente
ia d,(Scjn agregamos en igual proporción Cloruro de Calcio. Si tomamos el
tan la"s-¡í'e- +Recuento plaque /ario: los límites normales oscilan entre tiempo transcurrido entre el agregado del calcio y la formación
deben su- 150.000 y 400.000 por mm3. No hay una co;:,.·elación absoluta del coágulodefibrina, éste será de,30'ííl'.45'segundos. Este COOS·
entre el número de plaquetas y la gravedad de la hemorragia. tituye eltiempo' p(iri:iahleJrom6ijiEsiiti~fii5ti~afo (KPTT, TI'-
Sin embargo, en general, se puede ·conS.ide"rar que si el re- PA o TTPC)qiíe ñ·osi'infórma in .vifró.aceré'Íi deffÜncionamiento
método de cüento plaquetario es superior a 40,000 por mm3, no es fre- del ¡necanismointrínsécef.-. ·:-,
bulo de la cuente la hemorragia espontánea, aunque sí puede presentarse Si"al plásma citratado le agregamos en partes iguales factor
.ir sangre. luego de un traum..atismo o una mtervenc10n qmrúrgica. Cuan-- tisular, con alta concentración de fosfolípidos como la trombo-
a que é_stá do el recuento es rnfenor a 40.000 por mm3, la hemorragia es- plastina obtenida de cerebro humano o de conejo, esta en pre-
pontáne·a puede ser frecuente .,aunque en· algunos casos puede sencia de factor VII, es capaz de actícar al factor X, hecho que
ica de lvy, no presentarse. Si la cifra es .menor de 10.000 por mm3 la he- logra cuando ag¡·egamos Cloruro de Calcio en igual proporción
~deüna moITagia espontánea puede s·er grave y aun mortal, sobre todo sin mediar incubación.
suflado el cuando se mvolucra sistema nerv10so central. Si la cifra de pla- El facto_r Xac en _pnsencia_dejfactor V,_convierte l~ protrom-
te todo el quetas es superior a 40.000 por mm3 y se presenta una hemo- bi!!!!.l'~.\r~m_bj_na y és_ta transforma.el fibrinógeno en fibrina. Si
rragia espontánea es obligatorio considerar un trastorno de coa- tomamos el tiempo entre el agregado del calcio y la formaciór,
tan darle gu lación asociado o una alteración de la función plaquetaria. del coágulo de fibrina, este será de 12-a ·Usegundos. Este valor
ebe ser a en segundos es extrapolado a unircurva-de dilücioñes conocidas
tres inci- que relacionan tiemp9..Y. PQIT.f~./C1je__cf..e_pmtromb)110.
a de otra, Pruebas pªfª de tectar trasto rnos de la coagulación -,if.J, En general se consideran normales rtivele.ª ' de ,7_Q·_al 100%
, de largo Gel-porcentaje de protrombina.'. Tiempos mayores, es decir, por-
tarda en t,:1Tem¡,o· de coogulación: según técnica de Lee y White y el céntajes inenóres;· iñánifiesláii: en, ¡¡eneral.alteraciones deJ a
,rente pa- . del plasíila récalcificado según técnica de Howel, son en general uícr-extrínsecac (defectos--:¡¡¡j" los factoresNil"X-;,V. ' prj,trombina· o
, debe ser hoy desusados, por tratarse de tests sumamente groseros que fibrbnógeno). ·
idando de podrían no detectar múltiples alteraciones de la coagulación. · omparativamente si el TTPA está alterado 1¡f dria manifes-
:e sustan- tar una alteración del factor XII. Xl, IX, VIII, V,, protrombrna
"nción de- o fibrinógeno. ----fH--
-'4,Re/rocció11 del coágulo: consiste en colocaWm3 de sangre
dividir el venosa sin anticoagulante en un tubo de ensayo, colocándolo en Como es posible observar, estas dos técnicas presentan un 1 1 1 ·
1a que lo un balio o estufa a 37ºC. Se lo observa a la©orás, momen to
trayecto común.a partir de la form ación del complejo protrombi- \/1TJ.
y 6 minu- nasa (Factor Xa) reconociendo una vía final común para ambos ..--·
en el cual el coágulo debe estar retraído, separandose de las pa-
redes del tu bo, dejando una fase líquida de suero exudado. mecanismos. Tf /
encia con - Si el Tl'PA está alargado con un tiem~:erntroml¡ina nor-
L2. rctrncción ~n ccnd:ci::1.e: r.ormalz;:; es cc:nplr.tn, Ci.1Jr,t!c mar,.raeTecfo "ocfría-úliTéarse en ·el mecanismo· iñtrínséco ro- fil.
a hoja fi. no se manifiestan estos cambios, pueden deberse en general a
profundi- ]ilamente icho siendo los factores implicados, en orden de fre-
un recuento plaquetario disminuido o a plaquetas de función al- cuenci a, el factor VIII (Hemofili a A, Enfermedad de Von
terada (tromboastenial, a déficit de fibiinógeno (hipofibrinoge- Willebrand), el IX (Hemofilia B), el Xl (Hemofilia C) y el XII
rmos con nemia) o fibrinogénico anormal {disfibrinogenemia) o a hemato-
, la adhe- (cuya disminución es difícil de detectar su frecuencia es muy
critos sumamente elevados que no permiten una buena ba1a. -,··, {
eínas ad-
estructuración del coágulo in vitro. Si el tiempo de protrombina está alargado y el TTPA es nor· 1 '
~ioneun
!!?H.1\Ja.
Las pruebas globales para explorar la coagulación, actual-
mente utilizadas, son: 1Yempo de Protrombina por el método de
mal, lo más probable es que el déficit corresponde al factor VQ_ TP
,arios de (sobre todo en las defidencias de factores K dependientes),
Quick; Tiempo pa,dal de 1)·omboplastina actiuado con Kaolín Si tanto el TTP/$. ~mo el TP están alterados, lo má; proba· 1\
x ión, es -
y celite (TTPA, 1TPC, KPTI'), tiempo de /rombina. ble es que esté afectado alguno d~a..cwes de la uia final -0
con tras-
En estas pruebas, la obtención de sangre es quizás uno de comú11 (V, II, fibrinó eno) siendo el más frecuente el fibrinógeno 'f.~
los pasos n1ás importantes, ya que la misma debe ser por pun• (rupo nnogenemia o isfrinogenemia). . . --
ª prima- ción venosa, y la extracción debe ser sencilla y sin complicacio- En este último caso se utiliza para su detección el tiempo
uficiente
nes, ya que, en caso contrario, el sistema de coagulación podria r/,e trnmbinn Se _re~ li1.a pñadiendo trombína al plasm~; Por _lo.
an vasos: tanto, el coágulo es iniciado directameu,te en la converswn de fi-
verse activado antes de ser anticoagulado y dar lugar a resulta-
1500 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
bri~ógeno en fibrina evitando así todas las anteriores etapas de El defectc está en los vasos y puede ser porque la pared estruc• -'1- Púrpura se
la.s2J!¡mJ;1,ci(i.J:l4tf \,fst pued.e estar alargado, además de por turalmente es débil, por que están alterados por fenómenos in-
la disminución o defecto del fibrinógeno, por la presencia de in- Hamatonos o mrnunes o bien, porque existe anorrn.álidad del te- _ __ _ --·
0
En ancia
. ...
hibidores, tales como la heparinao productos de degradación de jido conjuntivo perivascular. · . manos y en
la fibrina m · librinógeno (pdllPDF). En definitiva, una altera- La manifestación hemorrágica no suele ser grave, habitual- donde apoya
ción en la 3 ruebas (TP, 'ITPC, y TT), puede manifestar un mente en piel y a veces en mucosas. La hemorragia suele ser co elástica, d
déficit de I rinógeno en cantidad o calidad o UD déficit multi- post traumática tener menos de 48 horas de evolución rara fia i11arcada
factorial. vez se re~íte en el mismo ugar. deslice más
-p¡¡;:¡¡-diferenciar la disminución de factores de la presencia El la oratorio es normal, salvo en algunas oportunidades en nando peque
de inhibidores de la coagulación (en general de origen inmuno- que la prueba del lazo es positiva. Puede requerirse"~! estudio purptirico. E
lógico), es posible intentar la corrección de las pruebas ~ histológico para hacer diagnóstico de certeza. ·.
fando µ!asma 1_1o!·mal_.conocido. Si los tiempos se corrig~n 1 con~ Los trastornos vasculares pueden ser congénitos o adquiri-
irman la deftc1encia, llevando los resultados a ti empos dos. Púrpura po
normales. En cambio, si esta corrección no se produce, significa
que en el plasma del paciente hay un inhibidor que es capaz de La presen
neutralizar Ja acción de sus propios factores corno igualmente / CONGENITOS cesos infeccio
las _de otr~ea_(po~. ej: inhibidor del factor VIII, inhibidor bos y a laª
hiptco, ai,tlcuerpós ant1toslohp1dos/. · El más frecuente es la enfermedad de -estos ~asos, s
Para acceder a un diagnóstico puntual de los defectos hasta travascular
aquí mencionados, en muchas oportunidade.~ e? necesario utili~ - c:,0,\-x)~,,..,_,,0 to obedece a
zar otras técnicas es peciales como dosificació11 de (actores y Telangiectasía hemorrágica de Rendu-Osler / (< _ ___,.,·{) • ! Un gran
pruebas de fu11cio11alidad plague/aria (adhes_ividad y agrega-
ción plaquetaria con diferentes inductores). ,
,lo«..· 00"" ~ 'I en la gran m
Es de baja frecuencia y se transmite por herencia au tosómi- neral, las pe
En otros . casos, cuan.d.oJ ªs. 1m1eb_as ha~ta.'.~quírealizadas Do ca dominante. Lo pueden eadecer ambos sexos. menzado el
permiten establecer diagnóstico del fenómenci" hen1orriigico, se caracteriza por la presencia de pequeños angiomas; rW:_ reinstaura . /
pueden ser becesarias pruebas para estudiar fibri116lisis. El larmente pequeños, corno petequias, en piel (en especial en el tromhocitope
más aplicado es el test de la lisis de euglobulilws. Las euglobuli- pulpejo de los dedos de la mano y de los pies) y en mucosas (so· neral (bronco
nas plasmáticas son proteínas precipitables con agua acidifica- bre todo en boca y nariz). .. _ _. J,.Jgunos
da, dentro de las que· se incluyen el fibrinógeno, los factores de Suelen ser motivo de consulta por eeistaxis frecuentes y/o de tóxicos cir
la coagulación, el plasminógeno y los anticoagulantes, con ex- anemias ferropénicas. Estas telangieétasias, en general,_co-
cepcton de la anblrombma Ill. Una vez a1slaCTiiiiseTas hace mienzan a manifestarse luego de la adolescencia y ,son produci-
coagular por el agregado de calcio. Se controla, desde que se das por múltiples dilataciones de capilares y arteriolas que san- Púrpura an
produce el coágulo, el tiempo que tarda en Lisarse el mismo. gran por ser más frágile s. Son vitropreslón positiva .
Normalmente ello ocurre luego de 120 minutos. Si el sistema fi- (desaparecen al presionarlas con un portaobjeto, a diferencia de Parece tr
b,inolitico está activado con presencia de piasmina en el mo- las hemorragias de piel que no desaparecen). Las pruebas de la- el resultado
mento de comenzar la prueba, el tiempo de lisis de euglobulinas boratorio son normales. Cuando sangran, el tratamiento suele hulina A ion
es menor de 120 núnutos. ser local, sencillamente haciendo compresión sobre el punto de
-i::os-aosoJes de PDF/pdfy fibrí116geno en plasma suelen ser de. los vasos
sangrado, requiriendo a veces electrocoagulación y cirugía plás- grande que 1
titiles para valorar indirectamente el fenómeno fibrinolítico. tica (septumplastia nasal). morrágica y
. .Estudio básico de coagulación: Aunque en la exploración Estas s01
de las enfermedades hemorragíparas se aplican las pruebas demne. Sue'
ADQUIRIDAS segunda inf
mencionadas los dosaes de cada ünó de los inte rantes del
s istema hemostático, las pruebas básicas para etectar una ces con el a:
Los más frecuentes son: la equimosis simple, púrpura· Senil, reas superic
anonnalidad he mostática,- hemorrágica o trombótica frente a púrpura por infecciones o medicamentos, anafilactcide (síndro·
una evidencia clínica o en un estudio rutinario re uirúr ·co lítico) o ing,
me de Schonlem - Henoch), escorbuto y púrpura por corticoeste- posible esta
son muy pocas. El tiempo y concentración e protrombüw (TP),
roides. La púrp
el TTPC, el 'IT, el tiempo de sangría xsl estudio de las plaque-
tas en un extendido de sangre capilar suelen ser suficientes pa• ces dolor o
ra orientar un diagnóstico. Los datos obtenidos de estas prue•
has sumados a un interrogatorio exhaustivo permiten en la * Equimosis simple:
pies. Tambi
res en cara
gran mayo,µa de los pacientes una conducta eficaz. Las lesic
Frecuente y benigna, en general en mujeres sanas, en edad
fértil. A menudo collllenzan en la Juventud. Se trata Je equimo- ..,,.....
~ ,:;•-•'-
por brotes.
- <4'ños·~·rom1ra
sis circunscri tas, secundarias a traumas mínimos o sin causa
/ D e fectos en el mecanismo de _la hemo_s tasia periarticul,
aparente, e~ piernas y en e tronco. A veces los precede dolor o
abdominal,
ardor local por la ruptura de pe~~_'@.s~. Su causa _s e des-
complicacic
Pueden ser causa ·de hemostasia anormal: vasculopatías, conoce, aunque podría reconocerse una relaciOñ 'con variación
porque pue
trombocitopenia. defectos funcionales de plaquetas, defectos de de niveles hormonales.
la coagulación y de la librinólisis. Su importancia es habitualmente estética y porque su pre- sucepción e
ces es nece
sencia hace pensar en trastornos graves. Es una causa alta-
mente frecuente de consulta clínica. sis entera
✓ Trastcrnos vasculares Se diagnostica por descarte de otras patologías con las prue• episodios d
vasculíticú
has de laboratorio antes rnencinados, que son normales. Al inte-
Son muy frecuentes en la clínica práctica. En general se rrogatorio, surgen antecedentes familiares, a veces relacionados general, el
arnba al d1agnóst1co de los trastornos vasculares o vasculopa- con la presencia de flebectasias su erficiales (várices) en miern- mediando :
tías, una vez descartadas las alteraciones plaquetarias. oros m enores. Debe descartarse la ingestión habitual m o Los est
La:,'!gl1iffites,-, iilíliti1'2gJas espnnt..fuea!. de los pP.queños aceti\ salicfüco u otros antiinflamatorios no esteroides. (Ver más de plasma,
vasos suelen ser s us mamfesfac1ones chmcas más frecuentes. adelante). . ·- - -- e Estreptocq
HtMAIVLUl:UK
Parece tratarse de una reacción de hipersensibilidad, donde La eficacia hemostática de las plaquetas puede vers,il.tera-
el resultado es la formación de inmuno complejos de inmunoglo- da por un descenso en el número de plaquetas circia:ntes
hulina A icn dímeros) e infiltración inflamatoria de las paredes (trombocitopenia) o por un mal funcionamiento pla~tario
de los vasos. Desde el punto de vista clínico, la lesión es más (trombocitopatía).
grande que utia petequia, con una zona CCntral más oscura, he- La trombocitopenia puede obedecer fundamentalro,t.e a 3
morrágica y una periférica, fundamentalmente inflamatoria. causas: 1) disminución de producción en la médula ósei2) au.
Estas son confluyentes, dejando en general áreas de piel in- mento de la destrucción con sobrevida acortada y 3) itnento
demne. $uelen presentarse en general en pacientes jóvenes de del pool esplénico en las esplenomegalias.
segunda infancia y adolescencia, con presentación aguda, a ve-
ces con el antecedente de vacunaciones, infecciones de vías aé-
reas superiores (sobre todo debidas a streptococcus Beta hemo- FALLO EN LA PRODUCCION
lítico) o ingestión de medicamentos. En muchas ocasiones no es
posible establecer el antecedente. Esta puede estar afectada cuando disminuye el n.iAero de
megacariocitos. Puede observ_arse en Ias aplasias e hipPlasias
La púrpura aparece como rash cutáneo, con prurito y a ve-
medulares, totales o selectivas, causadas por radiaci6n,sustan-
ces dolor o ardor, en región. glútea, muslos, piernas, tobillos y
cias químicas (insecticidas), medicamentos (por ejernpl cloran.
píes. También en caras posteriores de brazos y antebrazos, a ve-
fenico], citostáticos, etc.), en las enfermedades que ali:i::-a.n in-
res en cara y cueHq.
trínsecamente la médula ósea, como las leucemias; J cuando
Las lesiones suelen ser bilaterales y simétricas, apareciendo hay sustitución de los elementos medulares por célulru"arcino-
por brotes. En gene,·al se acompañan con artralgias (codos, ina- mat,isas (mielotisis) o plasmáticas (mieloma). Tarnbiill. puede
• -ños,··romllñs' ·y "toliiltos) -y, en ocasiones, edemas de localización presentarse este-defecto cuando habiendo un.número _r,)l:";Illa] de.
periarticular y en cuero cabelludo. Pueden presentar dolores megacariocitos, estos son ineficaces en la producción d1 t=>hque-
abdominales tipo cólicos y hematuria que manifiestan las dos tas (trombocitopoyesis ineficaz) ya sea por trastornos uadu,ati-
complicaciones más severas de esta enfermedad. En la primera, vos como en la anemia megaloblástica o en los síndronl'S prdu-
porque pueden presentar, por e_dema del tracto intestinal, intu- cémicos1 como en fenómenos autoinmunes con ao~cuerpos
sucepción que requiere tratamiento con corticoesteroideS y a ve- dirigidos contra el megacariocito o contra la tromboPoyetina
ces es necesaria Ja intervención quirúrgica para evitar la necro- (hormona estimulante de la trombopoyesis).
sis enteral. La hematuria es la manifestación clínica de
episodios de glomerulonefritis focales secundarias al fenómeno
vasculiticc,. La insuficiencia renal es tina complicación rara. En AUMENTO DE LA DESTRUCCION
general, eJcuadro remi~ en pocas semanas, espontáneamente,
mediando reposo y régimen alimenticio higiénico. Se puede producir por dos mecanismos: 1) inm uo.e o media-
L-Os estudios de laboratorio son normales. Se discute el uso dos por anticuerpos e inmuno complejos que lesionan ,a plaque-
de plasmaféresis y, por su relación aparente con la infecció_n por ta, o 2) por consumo aumentado como en la coagulo•P a tía por
Estreptoc(!!;o Beta. H~_molítico, el _uso de antibióticos. consumo y en el hiperesplenismo.
1502 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA.Y MEDICINA INTERNA
Trombocitopenias inmunes ser necesario, salvó en los pacientes que presentan hemorragias
en fondo de ojo y púrpura húmeda (en niúcosas)°que implica por
Pueden ser crónica.s, agudas o media~-~s p~~ m~dicáment.os. si mismo un alto riesgú d_t hemortagla en sisl~ma nervioso Cen-
tral. · · · · · · ·
Sólo en este últim_o caso poclría estar indicada la esplenectc-
Púrpura trombocitopénica autoinmlllle (PTA) crónica núa. ·
Deficiencia de otros factores · una vitamina lipo~ol_uble y por lo tanto, depende ~e las.lipasas En
pancreáticos, de los ácidos biliares y"de un nohnal funciona- intrava
El déficit cpngénito de factor XI es ronsiderado una variedad miento del intestino para su absorción. ' comple
de hemofilia y se la denomina, habitualmente, hemofilia C. Se Vale decir que desde una dieta inadecuada, a una alteración sucede
transmite como rasgo autosómie<> recesivo y no ligado al sexo. dígestiva, pueden ocasionar su deficiente absorción como en la dicay
_Suele ser su manifestación clínica la hemorragia por mucosas, díarrea crónica, obstrucción biliar, yeyuno ileitia, ek La
en especial postextracción dentaria. La llora bacteriana intestinal normal produc,r vitamina K grande
Es más frecuente entre los judíos europeos. El tratamiento por lo que su supresión por el uso de antibióticos p~ede ocasio- ción y
se realiza con PFC. El déficit de factor XII en general no pre- nar su deficiencia. nómen
senta síntomas hemorrágicos, siendo su diagnóstico un hallazgo El tratamiento de la deficiencia debe incluir las siguientes miento
en el laboratorio de rutina. medidas: rorrección de la causa del trastorno; administración muerto
La deficiencia de factor V es muy rara, de herencia autosó- de vitamina K y por último si hay manifestaciones hemorrági, Cua
mica recesiva y las manifestaciones hemorrágicas suelen estar cas, trasfundir, plasma fresco congelado. ción in
de acuerdo con el nivel de la deficiencia. En algunas oportuni- La deficiencia de vitamina K puede ser secundaria al uso de quetari
dades su deficiencia se asocia con la del factor VIII, en forma anticoagulantes orales. amplía
congé?ita_ º. •~ida, relacionándose esta diátesis_ con la hipe- gulació1
ract1v1daa ae í~~!Ifía C. Su fratam1ento So} reahzn con PFC. que el
La deficiencia de los factores VII, X y II es de características si- Disfunciones hepáticos mismu-
milares a las del factor V. Los
La deficiencia de fa~tor XIII suele manifestarse desde el pe- En las hepatopatías suelen presentarse múltiples alteracio- ción. Se
ríodo neonatal y puede dar una sintomatología similar a la he- nes en el mecanismo de la coagulación y la fibrinólisi.a qúe fun- e imped
mofilia. Se tratan con PFC. damentalmente se demuestran en las pruebas de laboratorio, mina e-
En la deficiencia de factor I (fibrinógeno), el defecto puede no teniendo en general sangrados mayores, salvo cuando eetos sís de f
localizarse en la falta do síntesis de una proteína nonnal (hipo pacientes son sometidos a cirugía o frente a una complicación mentas
y afibri11oge1wnia) o en la síntesis de una proteína cualitativa- hemorrágica (por ej. várices esofágicas, gastritis hemorrágicas, produce
mente anormal y funcionalmente defectuosa (disfibrinogene· etc.) ' · taria.
mio). El dosaje de Factor V se utiliza como predictivo de la insufi-:· En
Las manifestaciones hemorrágicas dependen del ruvel de fi. ciencia hepática. Suelen ser sus causas: hepatitis urales, tóÍci- tombin2
cas, cirrosis; congestión hepática por insuficiencia cardíaca o CO· cnglobu
brinógeno detectado, siendo visibles cuando su roncentración es
lestasis intrahepática en el síndrome coledociano .. El concent
menor de 30 mg%, En las formas graves son muy frecuentes las diferenc
hemorragias desde el nacimiento. · tratamiento de la romplicación hemorrágica es el de sustituci\in
con transfusión de PFC, .crioprecipitados y concentrados pla- tores he
La qisfibtínogenemia es una entidad mucho más frecuente El t
sieiido en la actualidad más de 50 los fibrinógenos anormales quetarios además de la.s medidas locales (por ej. sonda balón dn
las váríc~ esofágicas sangr~ntes). . manten
detectados; Su tratanúento también se realiza con crioprecipita- Entr
dos. Jetiión v
Coagulación ln.travilscular_Disem.inada se cpmp
narlo. f
Enfermedad de Yo~ Willebrand (EVW) ciente e
Cuando un proceso' hemostático localizado sobrepasa los me-
canismos .de control que lo circunscriben, este puede diseminar- que la¡
Es producida por la disminución o ausencia de la síntesis hcmost~
se al-resto del organismo y transformar una coagulación locali-
del factor Von Willebrand o por un defecto en la estructura de zada en sistémica. En este último caso, entran en juego la Fina
esta proteína adhesiva. En base a estas alteraciones se descri- activ_ación de todos los mecanismos de la coagulación, no requi- da de la
bieron más de veinte formas. riendo de una lesión endotelial pru:a desencadenarla, dando lu- La'
Las manifestaciones hemorrágicas producidas por la adhe- gar a la formación.de trombos intravasculares circulantes. Este aunque
sividad plaque/aria alterada suelen asociru:se con sangrados cuadro se denomina coagulación intrauascular diseminada
tanto de mucosas como postraumátiros y postquirúrgicos. Dado (C.I.D.). .
que se asocia con deficiencia de factor VIII procoiigulánte, fue Inicialmente;-el proceso se caracteriza sólo por alteraciones
conocida como pseudo hemofilia. El hallazgo de laboratorío sue- de laboratorio, aun sin manifestaciones clínicas del defecto he-
le ser lCP'.IT y tiempo de sangría prolongados. La concentración mostático. Esto constituye el cuadro conocido romo 'coagulopa- El t,
del factor VIII varía en general entre el 20 y 50%. Su trata- tía por co1isumo)I. La presencia de hemorragias en diversas par• ra.- con
~ie_nto se basa en el uso de crioprecipitados . . tes. <le! organismo, en especial piel y _!fiucosas, transforman _la fundam
coagulopatía en un verdadero síndrome clínico, C.I.D., dónde se vascula
confunden los fenómenos hemorrágicos y ae asocian disfuncio- E:Xtrnv f
TRASTORNOS ADQUIRIDOS DE LA COAGULACÍON nes generales (S.NC, metabolismo hepático, renales, etc.) siempre
La activación fibrinolítica es un mecanismo defensivo del or- trombo
So~ mucho más frecuentes que los hereditarios y, a diferen- ganismo para evitar las microtrombosis intravasculares. Su es• tacta, p
cia de .estos últimos, en general involucran a múltiples factores. timulo constante .puede ternúnar en la lisis de factores, que to- t/lria Q l
Su diagnóstico en general se asocia cor1 otros cuadros clíni- davía no están activados (proenzimas), transformando el El t,
defecto hemostático en una fibrinólisis secundari-0. la. sang
cos, Y a veces· suele ser el resultado de pruebas de laboratotío
rutinarias. ·' La coagulopatía por consumo, la C.I.D. y la fibrinóHsis se- diente,
cundarias corresponden probablemente a las diferentes etapas v~r que
de un mismo proceso, úépendiendo el diagnóstico del momento flujo ef
en que es estudiado el paciente. . agrega,
Deficiencia de vitamina!{ Múltiples causas pueden iniciar este proceso involucrando a yendo l,
uno o varios de )os mecanismos relacionados con 1a coagulación. Cua
La vitámina K es necesaria para la síntesis de varios facto· La pérdida de fa integridad vascular es la causa común en se com.
res que intervienen en la coagulación, siendo los más importan- trastornos tales como vascu)ítis 1 é¡uema4uras y aneurisma dise- que se,
tes el II, VlI1 IX y X. El apo,te d;; V:tam.ina I{ pro"Jienc .?:a gene- can te de aorta donde grandes S\\perficies_de endotelio quedan Los
ral de los alimentos, especialmente de los vegetales verdes. Es denudadas. , nas,-ari
HEMATOLOGIA
1505
.- .·
En ause~cia de lesión vascular, la agregación plaquetaria Los trombos uenosos se forman en zonas de estasis O de cir-
intravascular puede ser secundaria a la presenda de inmuno culación lenta. En general comienzan en la cara anterior de las
complejos o de bacterias y ésta ser la causa del trastorno, ·como válvulas de las venas profundas de·las piernas. El trombo crece
sucede en la enfermedad por inmunocomplejos, toxemia graví- a partir de la válvula en el sentido del flujo sanguíneo y final ·
dica y en septicemia bacteriana o viral. mente ocluye la luz del vaso, dando lugar a estasis que favorece
La liberación de sustancias lromboplástiros y fosfolfpídos en tanto la propagación proximal como distal del trombo (trombo-
grandes eantidades pueden activar las proteasas de la coagula- . sis venosa profunda TVP) . '
ción y desencadenar la coagulopatía. Algunas causas de este fe. Este puede fraccionarse y emigrar a distancia, hastn dete-
nómeno son: la necrosis tumoral, politraumatismos con aplasta- nerse por llegar a vasos más pequeños que su tamaño (por ej.
miento masivo, desprendimiento prematuro de placenta, feto tromboembolismo pulmonar-TEP) La gravedad del cuadro de-
muerto y retenido y transfusión de sangre incompatible. pende del área afectada.
Cualquiera fuera su origen, el producto final de la coagula- La trombosis arterial se produce en zonas de flujo turbulen-
ción intravascular es la formación de fibrina y agregados pla- to, como bifurcaciones arteriales, zonas de estenosis (por ej. pla-
quetarios constituyendo _micro/rombos circulan/es. Este proceso cas de ateromatosis) o irregularidades en la pared vascular cau-
ampliamente diseminado consume todos los factores de la coa• sada por arterioesclerosis (por ej. infarto agudo de miocardio).
gulación, en especial los lábiles (Cofactor V y VIII), que al igual La trombosis ck ú,. microcirculación es la ya descripta en la
que el Jibrinógeno estarán en concentraciones muy bajas. Del CID.
mismo·rútlda s-e v~ reducido el ·número de plaquetas circulantes. .La.trombo.<is intracauitaría, es la que se produce en e! cora-
Los microtrombos terminan destruyendo la microcircula- zón, secundaria a una alteración del endocardio, déi'miócardio o
ción. Se inicia entonces el proceso fibrinolftico para destruirlos bien de origen valvular. En la endocarditis bacteriana o abacte-
e impedir que queden tejidos anóxicos. La' producción de plas- riana, la inflamación de la válvula se acompaña frecuentemente
mina excede el territorio afectado, con la consecuente proteóli- del depósito de material trombótico en su superficie. La lesión
sis de factores circulantes y aumento de PDF/pdf. Estos frag-· miocárdica, causada por infarto de miocardio o por miocarditis,
mentos proteicos poseen una actividad inhibitoria sobre la es capaz de producir lesión endocárdica y secundariamente
pro_ducción de fibrina estable y alteran la funcionalidad plaque- trombo mural. También en presencia de alteraciones del ritmo
tana. como en la fibrilación auricular, frecuentemente secundaria a
En el laboratorio se observa prolongación del KPTI',T. Pro- valvulopatía nútral y a dilatación auricular, suele ·observarse
tombina y el T. Trombina, acortamiento del tiempo de lisis de trombosis intracavitaria. Finalmente; las prótesis valvulares
cnglobulinas, reducción del rec uento plaquetario, aumento de la mecánicas constituyen un foco de producción de trombos .
concentración de PDF/pdf. Es útil el dosaje del factor VIII para El común denominador de las trombosis intracavitarias es
<liferenciar el consumo con la disminución de producción de fac- la comp/icací6n embólica por fraccionamiento del trombo dando
tores hepatodepeodientes. lugar a complicaciones graves, como el accidente cerebro vascu-
El tmtamiento de la CID se basa en resolver la causa y lar y obstrucciones arteriales periféricas.
mantener el estado hemodinároico. ·
Entre las causas se debe detener la hemorragia o reparar la
lesión vascular, tratar la sepsis o el desorden inmunológico y, si '!\-atam iento de la trombosis
se coniprueha la presencia de tejido necrótico o lesionado, elimi-
narlo. Para mantener la volemia es necesario perfundir al pa- Al seguir la patogenia de la tromobosis, es posible realizar
ciente con soluciones cristoloides, colides y hemoderivados, ya su preve.nción y tratamiento con medicamentos que impidan la
que la presencia de tejidos anóxicos puede agravar el trastorno formación de fibrina (anticoagulantes), que inhiben o disminu-
hemostático. yen la adhesión y agregación plaquetaria (drogas aiitiplaque-
Finalmente queda el uso de fármacos que modulen la casca- /arias) o que lisen la fibrina formada (fibrino/lticos).
da da la coagulación, la Jibrinólisis o ambos.
La consideración del uso de heparina es hoy controvertida, Anticoagula11fes: Los más empleados son la heparina y los
aunque parece promisorio su uso en bajas do~~s. antagonistas de la vitamian K.
Antagonistas de la uiiamina K: Son conocidos colllo anticoa- nas, sobre todo la ciclox:igenasa. Alteran en el laboratorio las
gulantes orales y son los cumarínicos y los derivados de la ida- pruebas de agregación plaquetalia y alargan el tiempo de san-
me.rHonB ~i'?-Nfo Jo~ más utilizados los primeros (hishidroxicu- gría.
marina).
Actúan interfiriendo con la síntesis hep·atica de factores vi- Dipiridamol: actúa inhibiendo la fosfodiesterasa plaquetaría,
t.amina K dependientes, en especial, II, VII, X yIX. Su efecto te-
disminuyendo así la degradación de AMP cíclico. En el laboratorio
rapéutico es tardío requiriendo en general de 36 a 48 hs. para
ejercer su acción anticoagulante. Se absorbe por yía digestiva y se observa disminución de la adhesividad plaquetaría.
por lo tanto su vía de administración es oral. El control se reali-
za con el T.P. manteniéndÓlo entre el 20 y el 30%. Actualmente Sulfi11pirazo11a: Es un agente uricosúlico que inhibe reversi-
para evitar el factor de error presentado por la utilización de blemente a la ciclox:igenasa. Su efecto puede controlarse por pro-
tromboplastinas de diversos orígenes se utiliza la Razón Inter- longación de la sobrevida plaquetaría.
nacional Normatizada (RJ,N) Esta razón varia en términos tera-
péuticos entre 2 y 4. :' Ticlopidinü: reconoce un mecanismo propio, no relacionado a
La respueta al tratamiento ¡Íuede verse afectada por múlti- las drogas antes mencionadas, probablemente interfiriendo so-
ples factores dando lugaréa Jiesgos trombóticos y hemorrágicos. bre la membrana plaquetaria con otros inductores. De allí que
La deficiencia de Vitaminá K y las disfunciones hepáticas acele-
su efecto puede medirse en las pruebas de agregometría plaque-
ran la respuesta, mientras que el embarazo, síndrome nefrótico
y el hipotiroidismo lo disminuyen, requiliendo dosis mayores. taria y en el tíempo de sangría.
Muchos medicamentos presentan interacciones farmacológicas
con los dicumarínicos entre ellos: colestiramina, anticonceptivos Droga.s Fibrinolíticas: se describen actualmente varias
orales, clortalidona, espironolactona, clofibrato, levotirosina, drogas con capacidad de disolver trombos arteriales y venosos.
triyodotirosina, ptopi]tiotíracilo, fenilbutazona, ácido nalidíxico, Entre ellas son las más conocidas la es/replokinasa (SK), la
etc. modificando la res pu ,sta. uroquinasa (UK) y el actiuador tisular del plasminógeno (t-PA).
Son muchos los estudios prospectivos realizados, sobre todo
Drogas antiplaquetarias. Las más empleadas son aquellas en infarto agudo de miocardio, tromboembolismo pulmonar,
que actúan inhibiendo o modificando la agregación plaquetaria, trombosis venosa profunda y oclusión arterial pelifélica. Su uso.
siendo las más conocidas el ácido acetilsalicílico, el dipiridamol,
parece promisorio siendo la complicación más frecuente la he-
la sulfinpirazona y la ticlopidina. Se utilizan en la prevención del
morragia por hipofibrinogenemia secundaria.
trombo.
En la actualidad se desarrollan otros protocolos con nuevos
Atido acetilsalicílico: actúa por acetílación irreversible de agentes trombolíticos con mejor fibrina especificidad y menores
enzimas que intervienen en el metabolismo de las prostaglandi- 1iegos de sangrados.
orat-Orio las
mpo de san- Capítulo 15
plaquetaria,
l laborat-Orio
NEUROLOGIA
Dres. JULIO C. ORTIZ DE ZÁRATE, MANUEL SOMOZA y LEOPOLDO TAMAROFF
h.ibe reversi~
use por pro- 1
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tría plaque- SEMIOLOGIA
ente varias
3y venosos.
sa (SI{), la
eno (t-PA).
, sobre todo
pulmonar, ANAMNESIS quima .(tumores, traumatismos, etc.) y por otras para las cuales el
cica. Su uso estado actual de los conocimientos no permite descubrir alteracio-
.ente la he- nes morfol6gicas o químicas (alucinaciones, enuresis, neurosis,
El ordenamiente del interrogatorio a los pacientes que sufren etc.). En el caso de las neurosis. el léxico detpJ!cimte..p.lledeJ,eru,r
con nuevos de enfermedades del sistema nervioso no difiere del que debe efec- una elevada carga emocion~ expresada por adjetivos que desta-
- Y menores tuarse frente a cualquier otro tipo de patelogía. Sin embargo ad- can la impo11ancia que le concede al trastorno y que frecuente-
quiere un valor más destacado en la pesquisa etiopatelógica, pues mente es desproporcionada con la signiíkación médica.
los escasos modelos de respuesta del sistema nervioso determinan La falta de claridad conceptual hace Aue algiuios pacientes
que noxas diferentes provoquen síntomas y signos similares. Mon- empleen la misma palabra para referirse a síntomas que tienen
rad Krohn señaló que esos modelos pueden constituir solamente 4 más de un significado fi siopatológico. Quizá el mejor e jemplo en
síndromes fi siopatelógicos: 1) de6citario, con parálisis para el sis- este sentido sean las situaciones descriptas C(JIDq~, que
le.m.a.Illil.W y anestesia l!í!!J!..d.§g!lfil.tJvo; 2) if"1itativo, ejemplifica- pueden incluir crisis vertiginosas, epjSodios dé· isquemia cere-
do por las convulsiones y las parestesias y el dolor; 3) de libera- bral, crisis epilépticas, etc.
ción, que si es motora provoca e! síndrome l!ÍilllJlÍllil] y ~ -
Otras veces será necesario aclarar si la debilidad que mani-
liva determina la hiperpatía t.alámica y 4) el síndrome de compen-
fiesta el paciente se vincula con decaimiento psíquico, lli.esia
,,g,;i611 observable en la elevación de la rodilla durante la marcha.
por compromiso del aparato locomotor o se refiere a ~~tfmRo
cuando Hay caída del antepié por parálisis del ciático poplíteo ex-
y.s.e.n.sJ,Ü@_M_filllil..l!leJ:imJ_@to_pgr.;iJt..<:u!.ci_cín.sensiti.l 'a.
•!erno. Por esta causa queremos subrayar la conveniencia de un
m_jnucioso y prolongado interrogatorio en el convencimiento de La edad del paciente cuando comienza la afección orienta ha-
que solo así se obtendrán los dates útiles al objete de la consulta. cia determinados tipos de enfermedades. En la i.JJ.furu;i,i se hacen
Esto es más valioso para los médicos en formación a quienes les evidentes las tilalformaciones congénitas, las lésiones perinatales,
pennitirá compensar en parte la falta de experiencia en la asisten· y son más frecuentes las infecciones (meningitis, parálisis infan-
cia de casos similares y el menor caudal de recursos de exploración til, etc.). Los aneurismas cerebrales congénitos estallan· con más
semiológica. frecuencia en la edad media, mientras que los acciden tes vascula-
. Metodológicamente, el médico puede realizar la anamnesis, res e!LC!l.fá\i!;_os que ocurren después de los 60 años dependen habi-
: e::.:. permiti1;;¡·,d1; ñ! padeate ,.:ft:iir :su;; vadedm.ieJitos, eu forma tualmente del complr.jo hirw-rt~nsíóo a,teriosd~ros1s.
espontánea, o guiándolo mediante preguntas que le permitan Los tumores primitivos del cerebro pueden presentarse en to-
profundizar y ampliar el contenido de los datos suministrados. das las edades, pero las metástasis cerebrales son más frecuen•
El tipo de personalidad del paciente, ya sea expansiva con tes en adultos y ancianos y pueden ser fi rmemente sospechadas
tendencia a referir enorme cantidad de datos confusos o y_~¡¡ en pacientes portadores de tumores (p¡.lmón mallli), etc.) trata-
una personalidad retraída ofre~\~~d.9_ escasa información guia· dos o no, que desarrollan gmdualmente signos de alteración neu-
nin la conducta del médico. r ~ --
En el comienzo se d~b~ obtener la explicitación más clara po· · Se debe prestar especial atención al modo de presentación de
sible del motivo de consulta valorando la carga emocional y el la enfermedad y al cyr,so evolutivo de los síntomas y de los s,ig¡¡ps
sentido gue el paciente confiere a las P.alabras que e'.!!Plfil!. El iniciales, así como al momento en el cual aparecen otros. Aunque
médico no deberá ava nzar en el examen hast.a que haya podido hay excepciones, los procesos de evolución gradual, en los cuales
responderse a sí mismo y con claridad acerca de que es lo que cada signo se acentúa con el transcurso del tiem¡,11...mientras...aa
.preocupa al paciente. aruKfil!_ otrQLnUe)'.2_~, permiten suponer que se trata de enfer-
Trastornos referidos al sistema nervioso pueden ser provoca• medades tumorales o degenerativas. Muy diferente resulta el es•
dos por enfermedades que compromoten la estructura del pnrén• quema en I ~ u o lo§ ªccidqn~.illularys cerebrales que
1508 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
tienen un comienzo súbito seguido por muerte1 secuela perma• INSPECCION leva
nen te o recuperación completa o incompleta. · del
En la esd erosis.Jmíljjnk, que constituye un ejemplo típico de La ac!j\ucj__g§ruffiual del paciente (desco_nfianza, ansiedad, lo..fil
enfermedad neurológica, el curso mórbido puede ser tan caracte- depresión) debe ser observada desde que entra al consul_torio y cQi
rístico que todo interrogatorio en el cual surge que los síntomas se durante toda.la consulta, pués ella puede influir seriamente en igg¡
presentan en brotes reiterados, en el curso de días, y que mejoran los síntomas •Y aún los signos• de la enfermedad. Puede haber
incompletamente en semanas, graficaodo una curva Ondu1ada y más t,mior que enfermedad y viceversa. U~_nsioso exage• gí~
ascendente, permit.e sospechar con firmeza su diagnóstico. rará sus percepciones y hasta aparentará "una hiperreflexia ten• mar
Estos ejempl<lSson útiles para destacar la importancia del in- dinoSa; uno deprimido, lo contrario. el la
te rrogatorio orientado con delicadeza, inteligencia y sin apresu• La cara es muy rica en información. En en ellas se·observan
1:.a.nlliill.!Q 1 previo a todo examen instrumental. claramente las asi metrías: tamaño de las pupilas y de las hendi•
li@
duras palpebrales 1 posición de los ojos, tironeamiento de comisu•
Para la investigación de los antecedentes }¡ereditariqs y fami• ser_;
ras bucales, etc. Cada una de ellas, o combinaciones de ellas,
l,lil.n..,:;_será_@! confeccionar un árbol genealógi~o 1 teniendo pre•
suelen ser indicio claro de lesión de un nervio craneano.
sen te que las enfermedades hereditarias pueden expresarse con
Las lesiones bilaterales, que no alteran la simetría, suelen r~
formas mono u oligosintornát.icas. Así, a un joven que concurre
por trastornos progresivos en la marcha y en cuyo examen se oJ:>-
ser menos llamativas y deben ser buscadas expresamente. o~er- bid.a
vando su dinámica al hablar al mirar al deglutir, en la mímica
tirncn signos de alt.cración_<l.'l..1ª.G..xia~pjraroid'll,,.rnrcllel<l!la J'
de la expresión. etc. No rara vez la impresión de defecto en la be·
cúrdonal posterior, se le puede diagnosticar enfermedad de Frje-
dreich, si otros miembrOs de' su familia tien·en alteraciones es-
lleza o la armonía encaminan hacia tal defecto orgánico incipien• 1
te: La P.arecia de los músculos faciales, que da impresión de tris~
queléticas como pie exéavad·o y cifoescoliosis. A la inversa, estos
signos aislados en un paciente con antecedentes fa\Ililiares de te~m.J.WJente, puede -guiar hacia el diagnóstico de miastenía en conc
casos recientes y a distrofia miotónica de Steinert en casos anti- e~
heredo-degeneración espino·•cerebclosa supone la eXpresión mo-
nosintomática y la posibilidad de ulterior desarrollo completo de
guos; la impavidez con que un paciente relata severas incapaci-
~fil
dades puede ser la "hipomimia" del síndrome parkinsoniano; el
la enfe rmedad. el.fil
"compadrito" que habla de costado podría tener una p1!rá.liai.s..fa·
Entre los antecedentes personales es necesario registrar las apoJ
cia) inferior; la expresión mímica desmedida puede ser una co-
complicaciones del parto y el curso evolutivo de las enfermeda- ye!
rea; el reiterado guiñar de un ojo puede ser una distonía; los ojos
des padecidas en la infancia. Así ~ificultoso puede dejar abiertos azorados son propios de hipertiroidismo; elJagrnru,n..de Piru
secueias que se expresen tardíamente en la vida ( c ~ , la st
un sólo ojo suele ser secue]a de parálisis facial periférica'; los "co-
retraso mental, ele.), y el parkinsonismo de un joven vincularse medones" (en verdad seudocomedones) de los surcos lllasogenia- b-ª,J
con una cncefa!itjs oadecida años antes. Los traumatismos cra- nos son propios de la Esclerosis Tuberosa; una eritema facial' "en d.l!.J
neanos y raquídeos pue<le n provocar lesiones neurológicas inme- supi
alas de mari¡¡osa" es propio del lupus eótematoso.~. con
diatas o alejadas. frecuente repercusión neurológica; las frecuentes distracciones el le
Se interrogará acerca de la cantidad y. calidad de la alimen- durante la conversación suelen ser indicio de "pe_tit maLecil.rui· o~
tación habitual, pues si se detecta que la nutrición es deficiente tico; la voz gangos~ y la mala pronunciación de letras linguales El~
podrá asignarse etiología uu;.mru a una polineuritis de causa es propia del síndrome bulbar. fuer
desconocida hasta entonces. También deben ser investigados los En el momento en que el paciente entra al consultorio se de- pun
hábitos tóxicos, recordando situaciones como el alcohoHsmo que be empezar a obseivar su estación de pie y sn marcha. Una_g_n- cuar
provoca lesiones centrales y P.Qriféricas en el sistema nervioso. Si grnpuede indicar parálisis, dolor o atrofia Debe tenerse aquí bast
además del hábito alcohólico, el paciente es un intenso fumador, muy en cuenta lo descripto en el capítulo correspondiente. ejerr
puede aclararse la etiología de una cgg¡¡_er.a progresiva (amauro- Se observará si camina tambaleante i;Qlll.Q...l!.!Lfillllil, lo que
,;is akohol-tabág ui,a). ocurre con los pacientes cerebelosos (fig. 3-20); en forma apara·
Deben tenerse presentes las intoxicaciones accidentales. Los tosa de clown de circo y taconeando) como en los t.abéticos· "ras-
raticidas, si contaminan alimentos humanos provocan lesiones pando" el]i§..Q. como en la paraB,Iejía,_espástica; moviendo las ca-
neurológicas. Los tcahajadores de minas (manganeso. etc.) y de fá• deras como un pato en los pacientes miopáticos (fig. 3-23); con los
b1icas de acu muladores (plomo) son ejemplos de enfermedades pi§,_colgando y levan tando exageradamente las rodillas en cada
profesionales del sistema nervioso que solaméhte pueden ser sos• paso como en las polineuritis; arrast.rando uno de los miembros
pechadas luego de haber obtenido una minuciosa biografia. inferiores detrás suyo en cada W§O, como hace un segador con
El lugar de residencia previo o actual puede orientar acerca guadañª-, en los pacientes hemipléjicos (fig. 3-22); c ~ n -
de la etiología de en fern1Arlade.s con repPr~11sión sohre P.l sistema d!@,.fo_n_¡,J.g\!fil:QlLl.!lW!Hl.<l.<!..hacia un costado en l,ª·actitud "an-
nervioso (Chagas, paludismo, etc.). tálgica" de )os ~ e n de dolor ciático radicu)a~ El bal;;-n.
ceo de los brazos debe ser simétrico; su menor amplitud ·de un la•
Otras veces la medicación que recibe el enfermo por enfem1e•
do es signo sospechoso de hemiparesia de ese la(jQ, así como su
dades sistémicas está en la causa del trastorno neurológico. Ejem•
plos de esta situación la constituyen las reacciones disquinéticas exageración podría ser signo cerebeloso.
agyrla s y el síndr n m e ~ o provocados por los tranquili- En la posición de pie se observarán signos semejantes a los de
zantes mayores del grupo de las fenotiazinas y la wlir!.~uritis que, la marcha. También se observará si ambos miembros inferiores
au n en dosis terapéuticas, provocan algunos tripanomicidas y los se mantienen igualmente rectos o si uno de ellos se flexiona. Es·
citostáticos_ derivf:!_dos de la vinca rósea. · --- to puede significar que este último es más largo q~e el otro, lo
No siempre es posible obtener toda la información del mismo que habitualmente indicá que el contralateral es anormalmente
paciente. Por razones de edad o por alteraciones del lenguaje, del co~ctura ósea, luxación o hipoplasia. Esta flexión de un
juí~io o de la conciencia, puede ser necesa1io recunir a parientes miembro es uno <le los modos de igualar la longitud de dos núem•
o vecinos, tratando de reuni_r así el mayor número de datos cier- bros desigu.iles; otra manera e~ hacer que ~l miembro más co_rto
tos. no apoye con la planta, sino con la punta, conservando el talón
NEUAOLOGIA 1509
levantado. Este· "eguinismo" del pie puede fijarse con el correr Cuanto mas yjeio sea el zap_a.m. tanto más evidentes serán es-
· del tiempo por fibrosis de )os músculos de Ja Pantorrilla o anoui- t ~ . En los niños, debe asegurarse que los zapatos no ha-
lósis de ]a 8rticu]ación iibiatarsiana. El eqµinísnio del miembro yan sido "heredados", o sea q'ue no hayan sido antes usados por
corto y Ja flerión del largo pnCden usarse coO,Junfaroeot:e para otro.
igualar a ambos miembros o sea mantener horizont al la pelvis. Las callosidade5 rn las plantas tienen igual interpretación.
En el examen d, . :Qs pies, así como de las manos, deben inves-
El mjémbro flexionado puede ser también una actitud antiál-
tigarse las malformar,iones de las que en neurología son especial-
gjca -por dolor articulai- o nervioso. En este caso, su objeto no es
mantener horizontal la pelvis y, en consecuencia, ésta cae hncia mente típicas el pie equino y el de Friedrcirh.
E} pie equino (fig. 15-1) puede ser consecuencia de parálisis,
el lado afectado.
sea de todos los músculos de la pierna como en la pqlineuritis
La oblicuidad de la pelvis trae como consecuencia u ~ sea solamente de los músculos dorsiflexores, como en la llfil.ilisis
liosis compensadora para enderezar el tronco La escoliosis debe del ciático propliteo externo. En ambos casos el antepié cae flác-
ser_filfilJJJlre examinada de pie y sentado. ·cidarnente, pero, mientras no exista retracción de los músculos
Una P.elvis oblícua y e,coliosis en posición de pie. que des apa- de la pantorrilla o fijación articular, el pie comienza apoyando en·
recen al sentarse, deben razonab)emenk.in.ti,_r¡¡_a,tarse comc,.!l_e- su punta, pero finalmente apoya toda la planta.
hi.das a afocción de l2S..miewhros.iilforiows. El pie equino espástico es consecuencia de la contractura de
los músculos dil.kRfilllQI:ri)la. Dado que estos músculos extenso-
res (o tlexores plantares del pie) incluyen al tibia! posterior, la·
Pie.s contractura de este último desvía el pie hacia adentro con· lo que
Pequeñas diferencias en la posición de los pies pueden no re- la deformación habitualmente resulta e ~ o .
conocerse en la ·inspección del paciente pero se hacen evidentes E!_pie de Friedreich es característico de esta enfermedad y de
en sus zapatos; el desgaste de )a suela y la forma de la capella~a otras relacionadas con ella, y es a veces el signo que decide el diag-
muestran la actitud habitual. N.orm.almente, el pie no apoya en nóstico (fig. 15-2). El pie es "excavado" es decir con exageración de
el sue)o con toda su planta . ElJmo_an.te.[Ojlllstfnor hace que el su arco anteroposterior, y el dedo gordo adopta la forma de bayo•
apoyo se realice hacia el borde externo (además del arco ante:--ior neta: primera falange extendida dorsalmente hasta acercarse.a la
y el talón). En consecuencia, ocurre una cierta tendencia a la su•
vmk_al y segunda falange flexionada 90 grados sobre la primera.
pinación de) pie, que hace que, normalmente, el borde externo de
fa suela se desgasta más que el int.erno y que, mirado desde arri· .MíJ=..
En las iñanos, es característica la m.ano de Schneider, propia
ba, la capellada tiende a cubriL™-P.Ordón de )a sue)a en el la- de las lesiones cerebrales ocurridas en época perinatal o infantil
d ~ o y a descubrirl 0_¡,.n..tlJ.'!9..Q..Ílll,:mo. Esa tendencia a la ~ ; la muñeca fuertemente f)exiol\filla, los de!l'l.U...-"kru!.iJl.9s
supinación del pie hace también que ,¡_Ltilm..:;~ste más en sobre los metacarpianos y además hiperextendidos en sí mismos,
el lado externo. Cuando ocurre lo contraiio y si el desgaste es hasta el punto de que la 1' y 2' falanges sobrepasan la rectitud
mayor en el borde interno, el diagnóstico de pie plano se impone. normal, configurando un ángulo abierto hacia el dorso, lo que es
El equinismo o espasticidad hace desgastar la punta, la que, a más evidente por la habitual s~mifl exjón agregada de la tercera
fuerza de tropezones, suele desprenderse, y hasta desgastar la falange sobre la segunda.
punta de la capellada. Estos signos son especialmente notables ~st.g marw en baxoneta o mejor dedos en bayoneta puede ser
cuando son asimétricos, por comparacióri entre los dos zapatos; una variedad anatómica constitucional sin significado patológi-
basta colocarlos sobre una superficie horizontal, un a mesa por
ejemplo, para reconocer la posición habitual de los pies.
Cosa semejante ocurre en la marcha. Andando por la calle, e.l ocurre con frecuencia que el cuerpo es lanzado hacia adelante co- bJ:Q.
acercarse al cordón de la vereda, automáticamente modificamos mo r;c:r¿¡ un tranco_nonñ_al, y entonces fos "pequeños paSós" de-- _ pon
el largo del o. los pasos previos de modo de terminar apoyando en ben ser apresuradQ§_Jlara no caer ,("hl!l~fil-ª.PNJ!gQ.iJ!!'.'.}. Por el!~,~ ~
el cordón. Lo mismo con algún defecto en la vereda, etc. P.filQ.fil el paciente temeroso .l! .to.r~\l.fil!.tes de empezar. La d,fe. bf!L
queremos hacerlo expresa y concientemente, solemos errar. De rencia con la apraxia de la marcha no siempre eª é]¡¡¡:a; _lfilU!.e- o.fil_
la misma mai:iera, bajar por una escalera, a fuerza de repetición más componentes de la enfermedad (rigidez, ''rueda dentada", !llO,,_
se hace automiítico y acabamos haciéndolQ...s.i.!l..l!IWl.tJ=-:all>· a
hipomimia, etc.) contribuyen diferenciarlas. En el em:kinsJ¡¡, y dea
n~ ......tál:lli!!tmentJLX..filJl_g_cmr. Pero ante un oscurecimiento, o el en )a ·a·praxia de la 'marcha, esta_es "con pies juntos" en.cambio, denc
temor de un accidente, queremos hacerlQ con exacta y controla- en la marcha cerebelosa y cordonal posterior ("tabética") es "ª Slijjl
da adecuación, lo que acaba haciéndol~f1enos preciso porque la piernas abiertas". (
amplitud de cada movimiento debe ser calculada cada vez, con lo Ciertos defectos motores locales, tienen importante reper- .. sínt
qlle, en resumen, resulta más riesgosa la bajada controlada que
la automática.
cusión sobre la marcha. El sujeto que tiene linútada la movili-
d~d de sus miembros inferiores, por ejemplo por artrosis de la
<!u
za, e
Todos podemos caminar.i;.<mrn..!!!!.a..línea ma rcada en el piso, rodilla y/o articulación coxofemoral, no puede flexionar ade- suel1
pero no sobre la cuerda del equilibrista. cuadamente el miembro para adelantarlo en cada pas~. Debe ader
Así suele ocurrir con los ancianos que, por alguna dolencia o entonces levantar la pelvis cada vez de cada lado, lo que da un lar d
alguna limitación en su agilidad, y quizás alguna experiencia de- balanceo muy caracteristico a la marcha. Si la afección es uni- terio
sagradabie, desean controlar su marcha; de aili torpezas en ba- lateral, la "renguera" puede simular un acortamiento del lado van
jar escaleras, sortear obstáculos o, simplemente, una marcha contrario, o la marcha del hemipléjico (ver más adelante) (Fig. sigQ
lenta y cautelosa. No siempre es fácil diferenciar a esta torpeza 15-3), asigr
de la marcha cautelosa precavida, de la debida enfermedad; que La debilidad del mús¡;¡tlJ¡ cliadriceps (debida a lesión nervio- mien
en su comienzo puede no mostrar los sigilos que 1a caracterizan. sa, dolor, artritis de la rodilla, etc.) hace que éste deje de exten- mene
Así como las fallas en las afereocias impide controlar la pre- der a la pierna al apoyar cada paso. Así, al "aflojar hacia adelan- Ot!Q_
cisión de los movimientos, la falla de Jos mecanismos nerviosos te" el pilar que constituye el miembro, el sujeto corre riesgo de noml
reguladores de la motrocidad también la causan. La falta de la caerse en cada paso.
L
coordinación de los di~tintos movimientos que prducen actos y La parálisis de la dorsiflexión (extensión dorsal) del pie ha- verm
procedimientos hace f1e ellos sean torpes y desmañados, cortos ce que el sujeto no pueda caminar sobre SJIS talones; además, conjt
o.exagerados. La marcha del paciente afecto de su cerebelo sella- ocurre una caída del ante pie: la punta no se levanta al adelan- asim
ma "marcha de ebrio". La semeianza es muv acertad.a, aunq_ye t~da..¡,Jlfil>, aU!!SY'JLJ)J!Llll.pi¡¡¡¡__y tropieza ante cual- de lo
i)ay_g~1ª_lJ..di@ Hl!€.J l ! L ~ Q ~ erebel9y_g~e. quier obstáculo, aún pequeño. Para evitarlo, el paciente se ·
por lo tanto, los ebrios tienen "marcha cerebelosa". P ~ - acostumbra a devar la pierna exageradamente, en actitud IJa•
te, la inseguridad lleva a contínuas correcciones, de a1lí el "tem- mada eo francés "steppa«e", deformación de la palabra inglesa
blor intencional cerebe!oso" y en la posición de pie el "baile de los "steeplechase", denominación de la carrera de caballos con
tendones"' En el tobillo se observa !a reiterada contracción de osbstáculos, ante los cuales el animal levanta sus patas ante-
Ulli).s..y,JllJ]JJi, riores fuertemente para saltar por encima del mismo. La deno-
Las praxias, como es sabido, no son movimientos sino coníun· minación no es muy feU~, pero es usual en la terminología neu-
tos y secuencias de movimientos, coordinados para un objetivo. rológica en todos los iruomas. Este tipo de parálisis se observa
Son actos Oprocedimlentos. Son, por )o tanto, aprendidos ·-recor- en. la lesión del nervio ciático ~ f i l ' n o , o en las pará.!i•
demos a un niño pateando una pelota- Yz sin salir de Jo normal, sis global~ de los músculos distales del pie, lo que se ve en le-
pueden ser airosos o torpes.Asimismo, pueden ser •olvidados", es siones del p i ~ o, bilateralmente, en las polineuropatías.'
decir que puede perderse esa capacídad adquirida de actuax o Para evitar que el pie caiga de punta al suelo, el paciente lo lan-
proceder. Eifu...ftl.a..:pra,rig". El caminar es una praxia. El suje- za hacia adelante mediante un esfuerzo del cuadriceps, para
to demente puede "olvidarla", así como olvida -pierde- una canti- que caiga de plano: en vez del "toe", "toe" del taco en la marcha
dad. de otras capacidades que expresan su nivel intelectual. Sea normal, se oye un "plaf', ".Jl1ªf' de 11!.Jllanta, en la marcha poli-
po~ ese u.·otro mecanismo, al intentar caminar, el sujeto se mues- neuropática.
trá desconcert.ado 1 esforzándose por afrontar una tarea que an- Ese exagerado levantar el miembro que se observa en el slep-
tes desempeñaba conciente o automáticamente. No sabe cómo . page se asemeja en eso.-pero solamente en eso• a la "marcha ta-
empezar o cómo seguir. Da un paso. Se detiene. Mira al piso o a bética-. Esta es consecuencia de la pérdida de la sensibilidad pro-
su alrededor buscando ayuda. T e ~ e. A veces se logra me- funda (abatiestesia). La ignoranciª-Jlrodu¡;¡,,sgmo de cosl)lmbre,
jorarlo buscando un resto de su componente automático: "¡mar- ei~~~iQ!W§, Al no saber el pa9iente la posición de sus miem-
que el paso como un soldado! ¡Uno, dos! ¡Uno, dos!" No es fácil a bros y de los segmentos de ellos, en tren de pecar por defecto o
veces reconocer la organicidad de esta apraxja que pnüle ser por exceso, se opta siempre por el exceso. Así, la pierna es grose-
muy bien simulado por un histérico, un ansioso, un "cauteloso~• ramente levantada, el apoyo del talón resulta furibundo, como en
etc. La existencia de otros indicios de daño cerebral -nivel men- ciertas formas de desfile militar. La mirada atenta corrige par-
tal piramidalismo- ayuda n a ello. Dado que la "apraxia de la cialmen te el defecto, pero sólo parcialmente. Con los ojos cerra-.
marcha" frecuentem ente se debe a lesión fron tal , la ocurrencia dos la marcha resulta imposi,hltlsigno de Romberg). El nombre
de prehensión forzada, incontinencia de orina,gegenhaltung (ver de "marcha de clown." expresa lo grotesco de ella. Esta descrip-
síndrome frontal) ayudan al examinador. La 'apraxia de la mar- ción es, claro está, la del trastorno severo. En casos leves, la in-
cha no es debida a defecto cerebeloso, ni cordonal, ni piramidal, terpretación puede ser difícil, pero se aclara rápidamente al ob-
~ c o 1 es dedr no es ataxia, ni parálisis, ni.vértigo, lo~ se1var -o preguntarle e.l pacie nte- como el característico empeo-
d~be ser bien aclarado. .. , . · ramiento al cerrar ~os ojos o andar en )a oscuridad.
En la enfermedad de Parkinson, ! ~ (no espast.icidad) Como es sabido, la lesión piramidal produce espasticidad; y la
lrnce que todos los movimientos sean cortos. La marcha es ua pe- . espasticidad provoca exte1J.sión de la pierna y del pie. Cuando la
q_ueños pasos". Como los demás componentes no están alterados, afección es urtil.!!~r!l.l, por ejemplo en una hemin.ld!!b. el míem-
NEUROLOGIA 1513
bro espástico extendido resulta mas largo que el sano mas _a\Ín los pies al caminar. La habitual topografia del síndrome (medio
porque la espastiéidad dificulta la necesaria flexión en cada· pa- cuerpo -hemiplejia- en caso de unilateral), lleva a que el solo he·
'i2J:'.or lo tanto, cuando el paciente apoya el lado sano, el miem- cho de, que al caminar el balanceo de !os brazos sea asimétri-
bro enfermo debe abrirse en semicírculo para poder adelqntarse· co.ello obligue a explorar los signos de piramidalismo asimétri-
o si no adelantar solamente el sano y atTastrar tras él al enfer- co.
!!ll!.,_Esto de adelant,ir un miembro y an-astrar el otro es el modo En cada paso, alternadamente un miembro apoya en ei" piso
de avanzar de.! segador que corta la mies con guadaña, de ahí la y el otro adelante. Al apoyar un miembro y levantar el otro, la·
denominación de ormarcha dé segador" que se da aJa marcha ckL pelvis tendería a caer hacia el lado de este último. Ello es im-
s ujeto hemipléjico. (Fig. 15-3). pedido por una enérgica y sostenida contracción de los múscu-
Cuando la espastícidad es bilateral ("pai·aplej(a esvástica", los que van desde la cresta y cara externa ilíaca hasta el fémur,
"síndrome de Little") el sujeto se..w..funado a caminar en pu11tas en especial el gran trocanter del lado que apoya. Los músculos
de pie. arrastrando cada punta en cada paso, el que es, por fuer- involucrados son primordialmente el glúteo mediano y el me-
za, corto. Además de en puntas de_¡:tii;!i. o sea ~en equino" los pies nor, pero siempre participan todos los adyacentes. Su esfuerzo
suelen estar en posición de varo es deriJ:....ª1~q;¡__ru¡ga es aliviado por una inclinación del tronco hacia el lado que apo-
adentro. Ello se debe a que, siendo global la contractura muscu- ya en el suelo. Esta inclinación es habitualmente leve e imper-
lar de la espasticidad, los musculos que llevan al varo (tibia! an- ceptible, pero en algunas personas su exageración Heva a un
terior,. f!~xore~ de lo~ dedQs, s1Jn má~ poderOS(\S que los que lle- balanceo de Ja marcha que es propio de e1las y no es patológico
van al valgo (peroneosl. En síntesis, el pie espástico está en po- que se asemeja al que hemos comentado mas arriba de la artro-
sición de "varo-equino". El predo~ninio de los más poderosos se sis de la rodilla o coxofemoral. En caso de parálisis de los mús-
asigna también a los adductorés del muslo. Ello hace que el culos mencionados, ocurre una renguera muy característica,
miembro tienda á cruzar hacia el lado contrario. Siendo el fenó- con caída de la pelvis hacia un lado. Esa parálisis puede deber-
meno bilatérai, ocuúe en la marcha una alternancia hacia" uno y se a una lesión localizada (traumatismo, herida penetrante 1 in-
otro lado que ha valido a !ª-lltªrclt'l..ct~~P.araplejía espástica el yección intramuscular ~al colocada, etc.). Un fenómeno seme-
nombre de "marcha de tiiera". jante ocurre en caso de fractura no consolidada del cuello del fé-
La marcha espástica uni o bilateral es evidente en casos se• mur, o luxación congénita de l_a cadera, debido al acercamiento
veros. En casos incipientesi para reconocerla debe evaluarse el delos puntos de inserción muscular, que le impide ejercer su
conjunto del síndrome (hiperreflexia, hipertonía 1 simétricas o efecto_ d~ tracción en la medida necesária. Debe pensarse en es-
asimétricas, clonus, signo de Babinski). Resulta útil tlm@men tas dos afecciones cuando son antiguas e indoloras. En lesiones
de los zapatos que, en su desgaste: indica la posición habitual de recientes el dol_or hace imposible a la marcha. Si la afección es
bilateral su cáusa habitual es un a enfermedad muscular que
afecta al conjunto de músculos pelvianos (ver Miopatías). En
este caso no hay un lado sano que compense al enfermo: al caer
la pelvis de un lado, ese miembro res ulta como si fuera excesi-
vamente largo y, para poder adelantarlo, el' tronco debe volcar-
se hácia el )ado contrario, procurando así levantar la pelvis, en
una exageración de lo_que mas arriba mencionamos como ha•
lanceo normal, con el cual suele confundirse en sus comienzos.
Sí, además, la enf~"rmedad musGular afecta también al múscu-
lo cuad1íceps, no "será posible levantar el miembro para adelan-
tarlo. Pará lograrlo, se gira la pelvis, adelantándola alternati-
vamente de uno y otro lado. Todo esté conjunto de esfuerzos pa-
ra compensar la debilidad muscular.bilateral de est,i región (de
los "músculos proximales" de los niíembros. propio de las mio-
patías o distrofias musculares) produce nn contoneo en la mar-
cha que es muy característico y que ha merecido el nombre de
"marcha de pato". A ella se agrega, tanto en la marcha como en
la estación de pie, un lordosis que es producto de la tentativa
de reenderezar el tronco, que cae hacia adelante por la debili-
dad de los músculos que' lo enderezan (músculos de los canales
. vertebrales, ~lúteos, etc.). ., ..
Unilateral
Con elevación de Ía rodilla: parálisis de la dorsiflexión del
pie (nervio ciático poplíteo externo)
con caíada de la cadera: luxación congénita de la cadera,
fractura antigua no consolidada del fémur
ca, pero adquieren este carácter cuando ocurren en una de las .músculos de la mnno, aunque no sea expresamente debida a una
manos, coino signo de hemiplejía infantifQ.parálisis cerebrnl en afección del plexo. Significado s·emejante tiene la "mano simiana",
hl 411 P. ~m~le ocun-ir también unJl bipo.1ilirnia de todn~ Joc t~j~doe,
1 P,':' de,-.fr· l f!, mano ~in eminencia tennr ni hj¡JOtf'nxr.
duros y blandos de los miembros afectados. Las míopatías (véase fig. 3-23) afoctan preferentemente a los
Las asimetrías de desarrollo en los miembros cuando no hay músculos p{oximales de los miembros (cintura escapular, cintu-
una caus~vidente, hacen sospechar siempre una ásime- ra pelviana). Las atrofias reflejas afectan territorios relaciona-
tria cerebral concomitante, es decir un defecto en el desarrollo dos indirectamente.ton otros, por mecanismos posiblemente ner-
del hemisferio cerebral del lado contrario al del miembro hipo- viosos quizás semejantes a los del dolor referido. Son ejemplos la
plásico. El hecho de que la mano sea un órgano más sofisticado atrofia de los músculos del hombro en el infarto de miocardio, y
que el pie, hace que en ella la signología sea más evidente; por del cuádriceps en la artritis de la rodilla.
razón semejante, la comparación entre los dos dedos pulgares Las atrofias de las miopatías también llamadas ~ -
pueden proveer datos que no provee el conjunto de la mano. • topátkaS o·prirnitjva,9 tienen a veces, dentro de su carácter pro-
ximal, topografias propias de ciertas formas clínicas.
En la forma escapulohumeral de Erb se afectan, preferente-
Atrofias: .mente los músculos escapulares, delt-Oides, bíceps, tríceps; en la
Aparte de ~ s y aplasias (de plasis = formación) es foillll!Jacio-escápulo-humeral de Landouzy-Dejerine 'L~J!~g_an
d::!r, ~C".'.:.!TO!!a e~rJ~!' g !lc:cdc b insp:!cció~ d€b.:: bu:J:ar a:rn A Jo smtPrior IM n_,1J~r11lr,s fari~I~<; lo '1'1•\ nl i:1.ü~ri'!.iflnir ~~ t!'!.p?.Ci-
figsj,s)e trophe = n.llll:i.ili.o), esto es, la p,érdida de un desarrollo dad de expresión mi mica, da a la cara un aspecto especial de im-
previamente logrado. De éstas, las más iniportantes son ]as mus- pavidez. .
culares. Los relieves óseos o tendinosos son una buena guía 'pa· En las fomrns de Leyden-Moebius y en la de Duchenn0 se
!JI comparar el aspecto normal de las masas musculares. Debe afectan primariamente los músculos de la cilltura pelYiana Oum-
tenerse en cuenta el hábito depo1tivo o de t ~ del paciente bares, glúteos, cuadriceps).
así como la abundancia de panículo adiposo. En la forma de Duchenne existe, además, una caracteristica
Asimismo, deben admitirse amplias variaciones individuales "seudohipertrofia" de las pantorrilla§. El volWÍlen de las mismas
en el desan·ollo muscular normal, así como que en los ancianos contrasta con el 'de los cuadriceps. Que esa hipertrofia no es au- ·
su volumen tiende a disminuir con el curso de los años. téntica lo demuestra su debilidad motora, así como su histología,
Cuando una atrofia muscular es reconocible; es porque tiene que hace evidente que la mayor parte del volumen de la masa
una magnitud aproximada de 30 a 40% como mínimo. Cuando muscular está constituido por tejidos fibroso y adiposo.
No debe llevar a elTOr la igualdad de epónimos (Erb, Duchén-
afecta a un miembro, la comparación con el homólogo sano faci-
ne) en neuropatías y miopatías, ni ta mpoco el hecho ocasional de
lita ese reconocimiento. En los casos incipientes, la ~ a
que una afección neuropática (parálisis de Duchenne-Erb) produz-
circunferencia del miembro puede.p~oveer evidencia, pero se de-
ca una atrofia proximal. La fisiopatologia neurógena se reconoce
b~ Ser muy cuidad.riso en me._<l,ir Jµgares estrictamente simétric_!>s
por la estricta localización, la habitual unilateralidad y la coeias-
(por ejemplo: "ax centímetros de la rótula, o del maleolo o el ole-
tencia común de alteraciones en la sensibilidad.
cranon", etc.). Aún así, existe importante margen de error: las
Hipertrofia muscular auténtica puede ocurrir como anomalía
diferencias que no pasen de 2 cm. no son significativas.
congénita o como conSecuencia de ejercitación, habitualme_ntc
Atrofias musculares pueden ocun-ir:QJ,l por afecciones genera- profesional o deportiva, pero que puede ser también indicio p~to-
les graves o duraderas que afectan a los músculos corno a cual- lógico. En efecto, la enfermedad de Thomsen se caracteriza por
quier otro órgano de la economía: cáncer, tuberculosis, inanición, una marcada dificultad para la decontracción muscular luego de
infecciones graves, ek.; ® por lesión de la ne.1.1~on_a IllO!(>r~ peri- un esfuerzo. Ello equivale a una multiplicación del tiempo de es-
fi,m:.;i_::pa liomieiiti~, polineuritis .("neurópatiás'Í;© par iii'ecció- fuerzo o sea una ejercitación muscular mucho más abundante
nes propias del músculo ("miopatías"), las que a su vez se pueden que la normal, con el consiguiente desarrollo, que da a los pa-
subdividir en:;ef tóxicas (antipalúdicos),),1' metabólicas (diabe- cientes un aspecto hercúleo llamativo.
t§.); y, inflamatorias (miositis);fabjotróficas (distrofias muscu- Eo ciertas dismetabolias puede ocurrir un aumento de yolu~
la res hereditarias) y Jl •~•. por afección de un órgano con men de los músculos por el depósito de sustancias extrañas (glu-
inervación común con el músculo en cuestión (por ejemplo: rodi- cógeno) en su interior.
lla y cuádriceps). Dentro de los trastornos tróficos por mecanismos nerviosos,
-! Las enfermedades consuntivas producen una atrofia genera- deben considerarse las artropatlas, el mal perforante y las úlce-
lizada; las P.Olineuropatiai¡ tienen preferencia por afectar, en for- ras de decúbito.
ma bihJend_v simfh:-..i"~. lo~ tr->rrit0rin~ 0i._bifoe d~ lns rni<!tnhros
(mano, antebrazo, pie, pierna) cuando son generalizadas, o los Piel:
músculos correspondientes cuando se trata de un nervio aislado: En las enfermedades en las que se afecta preferentemente la
por ejemplo, aductor e interóseos y eminencia hipotenar en la le- sensibilidad dolorosa, el trastorno puede pasar inadvertido para el
sión cubital; flexor y oponente del pulgar en.la lesión del media- paciente o por lo menos resultarle menos llamativo que cuando se
no; grupo anteroexterno de la pierna en la lesión del ciático po- afectan todas las formas de la sensibilidad. En consecuencia, de-
plíteo externo, etc. saparecen para él muchas limitaciones fisicas de las que el dolor
En la lesión de las ~aíces quinta y sexta cervicales (parálisis es una advertencia. Así, una herida, un esguince, una com~n
superior del plexo braquial o de Duchenne-Erb)se atrofian los prolonga\lli.,_§on ignoradas o toleradas y, por lo tanto, no protegi-
músculos deltoides, bíceps, braquial anterior, coracobraquial y su- das. Su reiteración o mantenimiento pueden llegar a producir ne-
pinador largo. En la de las raíces octava y primera (parálisis infe- crosis hísticas o destruccionesq~ YJUifüia;ma@ili!_d. Así, en la
v'- rior del plexo o de Aran-Duchenne) se atrofian los músculos flexo- plantaJje !9s pigs, en el lugar de apoyo anterior de los metatarsia-
· 0 res de los dedos, cubita l anterior, interóseos y los de las eminen- nQ_s,_g¡uspe.cial.elp,¡:iwto, al caminar sé produce una úlcera -
cias tenar e hipotenu. Por extensión, el s/11dram~ de Aran,Du- herida con escasa tendencia a la cicatriiación'-'- localizada en· el
i::hen;1t:.Jlit¡?l!Sªdo a ner la dcnomíngción <lo la atúifia ¡,lubal tli; Jo¡; lugai de Rt!!~.iún, yue puede penetrar hasta ei hueso, el que puede
!f NEUROLOGIA
1511
!
f
ida a una también necrosarse. La heiida suele.. infectarse, lo que agrega des- ~~il!ll!fil..La coordinación de Ins ~ 4E=:e,tá acai:--
simiana", f trucción histica, osteomielitis, etc. Tal es .~l,ma/ per{orantc plantar go del sistema cerebelosg Y de las eferenc,as retl(il. <;ll_= d
11
b
de la tr,bes, sirin!"omic!i::: j ~3]t"rJr,~3 ::::;:-'.~is. ~::n !: :rGr.iddad !'.'.! rinto. Todo~ e~tos rom~n_p~tpc. ~~1-t!':'ir,~.1-~ ~~ d rAt ~ q ~ a e-
I
ente a los _herida se hace limpia y con un reborde canoso que le ha valido el en cierta medida, se.compensan mutuamente enlf'i. <::: -:i_ ~ ,na Y,
ar, cintu- califimtiyg_de "en sacabocado". . . . _ _- ños; pero cuando el defecto es completo -o por lo Jfi~:,s. s pequ~-
·elaciona- La; úlceras de decúbito se llaman as(por ocurrir en los lu- compensación se hace crítica. Así, en los cosmoo.a.0.s ~;;ero- a
1ente ner- gares. de apoyo, habitualmente srn trocanteres, escápulas y la falta de gravedad hace que el laberinto y la siilb:i.1i.d ~sque
'lli!P]osla !Jl!=s, e!UQL¡IB_CÍ.<:Jll!;S inmovilizados largo tiempo en decúbi- fund a dejen de servir, la visión y el tacto comP'j a_~ = ª _prto -
.d ¡ d , • b . . ,, = n aer a
Jcardio, y tJ1 dorsal. me d, a e_ _e,ecto y perm_Jten so re':VJr, pero un uie> -::n. ellas re-
El estado comatoso, o la P.arálisis con anestesia local, hacen sulta ya incompatible con la supervivencia. Exac\-'l.e:c._ te lo mis-
:m.as..pr¡,- que la ·isquemia por compresión, normalmente breve para cual- mo ocurre con el "signo de Romberg" de la Tabes d ~ e ; n la gue
icter pro- quier lugar del cuerpo, S.!LJlrolongue en estos casos por un tiem- fa ltando la sensibilidad profunda (la batieste s i a ) , ~: . '
po suficiente par-ª..']l!_UiC.filOdu~;¡ la mo[tifill!ción de los tejidos la visión la estación de pie y la,~ ~
eferente- hbndos, es decir compresíbles 1 o sea la gangrena seca que fre• el da_~ º cerereloso en cambio, el cerrarJ~ -
,ps; en la cuen~em.ente se infecta más adelante, profuciéndose grandes úl· tlliillQ_n, pues se conservan las otras aferencias . ~ c:l-e:f'ecto está
.J!~g_an cms que llegan hasta el hueso subyacente. Palidez, luego=· en la co_ordi..nación.
?. r~p?.d- jtt:i iii;eoto (¡.,ú1 va~v~ai. ¿:¡.,;~J, !uc:~v ..,e:,lt.,i!d.~¡,,;.t, lue5v t : : ~ ~ · F,~ 1 ~"1 ,n rf .. ._~r\n r(l f'. (11_,_ 1~(¡ .~ fprp 1\ri,;ic r1~ b M.~ . ;_.nci
alde im- ci miento · por necrosis) y fin almen te eliminación y supuració n, afere ncias labedntic;,.s adq uieren entonces un va!r C::r-:ítico
son las etapas habituales de este proceso, que puede evitarse En Ju posjcjón de pje, el centro de gravedad di cuerpo ·c., e a
1enne se simplemente mediante cambios reiterados de posición del pa- unos 5 centímetros delante de los tobillos, y conien e e¡ u e no se
J}a0um- ciente. aleje de ese límite. Por ello, en los viejos, en los ~e, la. c olumna
La_articulaciñn de la rodilla en la tabes con menor frecuen-_ vertebral y las articulaciones coxofemorales su<l n P a decer de
:teristica cia la del tobillo y las vertebrales lumbares- pueden, por meca- artrosis, con lo que el tronco tiende a inclinarse \tci a adelante
mismas nisnlos semejantes, ser asiento de una destrucción progresiva de el sujeto se ve obligado a inclinarse hacia atrás (f<ecu.entement~
to es au- sus elementos cartilaginosos y ~ con ITT..Qfilll'.ª defor~J.ilSiÓn por flexión de las rodillas), lo que modifica la estiica ·d e l eje cor-
stología, í"arth:ulación de Charcol11 ) . Resul ta impresionante observar en poral que hace más inseguro el equilibrio. Cosa iiu:i.ej ante ocu-
la masa las radiografías la magnitud de la destrucción ósea S.Í.!L.fil!ill· rre en la enfermedad de Parkinson.
miento del paciente y con una capacidad funcional que normal· En condiciones normales, un empujón haciaidei a:n te ·estíra
Duchen- mente el dolor haría imposible. En la patogenia de estos trastor· los m~j)Stcriores del rt!qlliti.de los.11lleu.h~.Íerio~-
,ional de nos tróficos se. asigna valor, además de a Ja anal!@fil.a menciona- lo que es corregido por los respectivos músculos C iOn.en~i e¡
produz- da antes, a una acción trófica pura de los nervios sobre los taji_: en pequelio grado, ello ocurre por medio del refle( rniotáctico· si
~econoce <]Qs, comparabl'.! a la que ejercen sobre loS músculos, que se atro- es en mayor grndo, la respues ta es automática.irJ'i~di-a:ti:{ y/o ;,0 •
1 comcis -
fia n luegv Jt; la dcsnervación. !untaría, al enterarse del hecho por medio de la s<llsibilidad pro-
fund a y del laberinto. _ .
Este últi mo mecanismo podría tener valor especial en los luga-
nomalía Imagínese el lector que, por ejemplo, la ílexió,volunta,ia del
res en los que los esfu erzos~ traumatismos reiterados tienen me-
alme_nte antebrazo implica una contracción gradual d el ~ceps al mismo
nos probabilidad de ocurrir que en los relacionados con la estación
:iopdo- tiempo que una gradual, e.ractam.ente igual y caiti_~aria, relaja-
de pie y marcha. Así sería en la 111mw siringomiélica: tumefact9
riza por 1
ción del tríceps. A ello debe agregarse una partici¡aéión, también
deformada y con grados variables de destrucción ósea.
uego de controlada, de los músculos que fijan el hombro,la muñeca etc.
Panadizo analgé.'iiC.Q de_Afm:uan ..Se le observa en la siríngo-
10 de es- Todos estos in i os ermanentés cont _oles riCÍ rocas r~sul-
mielia. Se trata de un panadizo de origen infeccioso, iMQ]oro,
mdante tan normalmente en la precisión de los movi ~ os : la taiía
los pa- asentado sobre mia zona con terrnoanalgCsia.
(ver coordinación o taxia). Puede suponerese quécantidad de ac-
La mtl de un miembro paralítico J)uede estar seca, escamosa,
cíoncs y controles ocurren en la marcha:· r e l l f i l ~
le yolu- y en otras ocasiones presentar hiperhidrosis 1 a veces puede estar
voluntario~ ~---
lisa, luciente, con brillo.
_<!S (glu- Se entiende por 8JlW!ll.iÜkQ....LIIIUJll!Yirnmntg__q_\!JL..hg sido
(jj]g;¡. Es frecuente la hiperqueratosjs de las uñas de los Jl.igi;_ aprendido y. repe tidamente ejecuJ,ado, acaba reali~dose 5 ¡;¡;-_
rviosos,
en la hemiple"jía. En otras ocasiones se observan uñas atróficas,
tervención de la voluntad, n ~ ieocia
as úlce- friables:
ante est.fmulos adecuª~os, q~e Jo son los que llev aron a l ;;¡;-ren'.
Se deilomina surco de Bea u, a un su.rca..lr.ansvcrsal de las dizaje, y los que se les ru:emeJan . ~stos que se le ase m ejan, pue-
11ñ ~<; v r1Jy::1. rlist::1nrirl rnn l:t. mat.rii su""le indirar la fecha de un
den 111::va.1 a , d 1J\..1.~.itM ¡i.Jri-::~s.1r.n.; j-/v ..,;.,:.,:.-3:;;¡ ';:::;_ A.si, una en-
padecimiento que haya_repercutido en ella. fermedad laberintica que produzca initación en un sector nor-
ente la malmente· estimulado por una caída hacia la izqnierda, provoca-
para el rá _la respuesta automática/refleja para evitar esa presunta caí-
rndo se da, poniendo en funcionamiento a los músculos que se oponen a
:ia, de-
Estación de Pie y Marcha ella. Como la caída era sólo aparente, la respuesta inmediata ha-
1 dolor rá caer al sujeto hacia el lado contrario. ~a sensatlml de llilbw·
xesión Existen animales bípedos , pero ninguno erecto como el hom- to falsa sensación de caída en este caso, e ~ m
,rotegi- bre. El n}antener esa posición erecta ·sobre una base de sustenta- pfil:l . - . ...
tcirne- ción tan pequeña como la circunscripta alfil.pacio entre arnb.os Cuando se pretende concienthar y racionali zllr lo automático
, en la p~Jln reposo YJll_movimientQ, es un alarde fisiológico ~ - se corre el riesgo de errar en la el'aluación de la. rn.agnítud de sus
tarsia- quiere ajustes permanen tes de alta precisión. Para ello existe un componentes. Así, el sujeto ansioso, al cerrar l o~ ojos en el exa-
:era- sistema de información y otro de coordinación de respuestas. La men del ,ig110 de Romberg (ver Vlll 2'!!,) ~ e -
1en el información -sobre posiciones y movimiento- es provista por el mente a !_l!§.§Onsaciones, teme desmerecerlas, ~ exagerán-
puede sistema somatosens1t1vo (muscuiar, art1cuiar y ·cutaneo), el Y!· UQ!.ru1 cvu1:>ecoe11Lt.:irrH:.:nte.1. empiua a ~amL,ik:it:!'-
1514 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
;pensión de y
Es. de in1portanda C?nsignar los. síntomas signos qué pre- a la movilización cefálica (óculo-cefálicos) y a los estímulos
· de estruc- cedíéron al coma. Sí la pérdida de conocimiento fue precedida por calóricos sobre el tímpano (óculo-vestibulares), y 3) las funcwneE::
; de los del r.f:!fi:tlP.~ hn1:c.('~ y el paci€'nte t.iP.~e- ~i_gnos i!P. irrihlrió11 ml;)nínrreR, _ fl€!J¡PJrtftJas (tensión ~rterial y respirar.ión)
es licito. evocar el diagnóstico de hemorragia,;¡¡),~. En Desde ya debemos decir que el paciente en coma permanece co11.
síón pasiya cambi!), º!1 diabético _en trata_miento pue,de caer en coma los ojos cerrados. Si los abre espontáneamente, a la orden o co11
que·se con· hipoglucémicó; ttl)tes del cual te'ndrá sensación de hambre, estímulos nociceptivos, está en otro estado ajeno al coma. romo
o. Estudios mareos,. transpiración, palidez, taquicardia, etC. alguno de los trastornos parciales de la conciencia, en estado vege-
m: sistema . Se régistrarán luego los antecedentes personales en cuanto a tativo persistente 1 en mutismo akinético, o es un pseudocoma C{IIDO
ial y que el enfermedades metabólicas (diabetes, uremia, etc.), hipertensión el síndrome. del cautiverio. La palabra es .ll.lll:!!lill, cuando. el
ivación del arterial, epilepsia, enfermedades embolizantes (valvulopatías, padente da respuestas adecuadas: confusa. cuando revela desni-
endocai-ditis)~ traumatismos de cráneo, toxicomanías {alcoholis- entación !fil:n.P-oro-espacial o comprensión incompleta de las cirrun-
or. En sen-
mo, etc.), hábitos de vida (intoxicación oxicarbonada), ocupación stancias y de la enfermedad; puede emitir palabras aisladas no
función de
laboral, medicación que recibía y estado psíquico previo con relacionadas con la situación o solamente sonidos y finalmente no
as lesiones
atención a propósitos suicidas. hay respuesta verbal frente a ningún estímulo.
mnio y su
Como vemos la gama es amplia y puede ser ampliada, pero Para investigar las respuestas mot-0ras se dan órdenes de eje-
ia pérdida
un d;to concreto puede ponernos rápidamente en el camino cor- cución de movimientos (levante la mano, abra la boca, etc.) o se
nr.t.o, P.vibmrlo P.~t.nclios qHP. rlernor~rÍ:\n. rl t.rat;;imient.o. F.~ aplir.an rsti'in11los nnf'Ír.pptivos frnm!'rPsión (lp 1A foli:in~p <fütal
ridenciada
bueno recordar que el pronóstico de un paciente en coma se rela- de los dedos, del manubrio estema!, de la articulación temporo•
mcia como ciona1 entre otros factores, con la precocidad cQn la que se insti- maxilar, etc.). Las respuestas pueden ser adecuadas o no. Es nor•
nservar el tuye l.a terapéutica correcta. De la observación del paciente tam- mal cua·ndo actúa y ejecuta las órdenes sin error: Si no responde
ia pueden bién surgirán datos orientadores. La presencia o ausencia de a la orden, pero lleva su mano hacia el Jugar estimulado, se dice
r1en cen-a- movimientos espontáneos nos orientará para la valoración de la que " ~ " . En un trastorno más profundo de la conciencia,
sponden a profundidad del coma, o nos señalará la existencia de paresias si solamente aleja o retira la parte del cuerpo estimulada, sin
niento del un miembro o un _hemicuerpo permanece inerte mientras los localizarla. Las respuestas motoras son inapropiadas cuando no
opuestos se mueven. son adecuadas para evitar la noxa. En este caso pueden presen·
La postura también está en relación con determinadas eti- tarse dos modelos estereotipados que dependen del nivel
ologías: en la meningitis, el paciente se coloca en decúbito later- topográfico de lesión del sistema nervioso central. Lesiones
,¡l, con hiperextensión de la cabeza y flexión de muslos y piernas, supratentoriales. pueden determinar crisis de flexión de los
posición a la que gráficamente se denomina "en gati1lo de fusil". miembros superiores junto con la extensión de los inferiores
encía pue-
Cuando el paciente está en decúbito dorsal, la posición pasiva de (rigidez de decorticació.n). Si la lesión es supratentorial más pro-
tumores1 un miembro inferior en rotación externa sugiere la posibilidad de funda o del tronco encefálico, la respuesta puede ser simultánea-
iones bio- una hemiplejía. mente extensora en los cuatro· miembros (rigidez de descere·
bólicas. De la observación surgirá también la edad aproximada del bración), con peor significación pronóstica (fig. 15-4).
1miento o enfermo, su estado de nutríción,. el color de la piel {cianosis, El examen de las funciones neuro-oflalmológicas comienza
os dos he- ictericia, anemia), evidencias de traumatismos, etc. con la observación de las eu@as, consignando su tamaño en
embargo, Luego del examen clínico general se pasa al examen neu- milímetros tanto si son iguales· como si'hay inisocorja. Luego se
no la pro- rológico, el cual, de acuerdo con el ordenamiento sugerido por éxplora el reflejo a la luz, para Jo cual se debe emplear una
uimatoso, Plum y Posner, debe evaluar 1) el estado de la conciencia, con- fuente intensa y una lupa cuando haya que certificar su arreflex-
transten- siderando si los ojos están abie,tos o cerrados, y las respuestas ia en el contexto del diagnóstico de muerte cerebral. Se atiende
el tronco verbales y motoras; 2) las funciones neuro oftalmológicas, para lo Juego a la posición de los ojos en reposo, los cuales pueden estar
d. cual hay que registrar el estado y las respuestas de las pupilas, centrados o desviados uni o bilateralmente. El desvio unilateral
ón de los los movimientos oculares espontáneos y la respuesta de los ojos es sugestivo de parálisis oculomotora y la de ambos ojos hacia un
Juede ser
1s trucción
,lular por
a uremia
l central,
etiología
,co podrá·
1loración
rogatorio
entación
;rata del
plomen-
>lia cere•
rente en
Fig. lli-4. Ri1;idez de descerebració11.
1516 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
lado se denomina desviación conjugada, que será hacia el pueden ser paresias o plejías hemicorporales, rigidez de decorti- esta,
opuesto a la lesión si es cerebral y hacia la lesión si se encuentra cación si se aplican estímulos nociceptivos y sigilos frontales o de divici
en el .t.ou.u;.Q_ encefálico. liberación cortical. Entre estos hay que investigar al reflejo de sino
. Se debe consignar si existen moviinie'ritos oculares espontá- prensión palmar, el de st1éción ó búsquela y el palmo-mento1Íi- · bJÍac
neos. En comas por lesión hemisférica e indemnidad del tronco ano. menl
encefálico, los ojos tienen desplazamientos erráticos lentos, cam- El reflejo de prensión palmar, y más raramente plantar, con- decm
biando de dirección sin ordenamiento secuencial. Es posible siste en la flexión de la mano o del pie cuando se desliza por la react
observar nistagmo en resorte en los hematomas cerebelosos; sin palma o la planta un dedo o un objeto al cual el paciente se afer- 8ffef
embargo como el desplazamiento rápido depende de estímulos ra involuntariamente. El reflejo de succión se investiga rozando rator
corticales compensadores, tiende a desaparecer en el estado de suavemente la zona más anteiior de los labios obteniéndose su dos s
coma.· El nistagmo monocular en cualquier eje se ha descripto en flexión y protrusión en posición de chupar. Cuando el estímulo se la a,
lesiones del puente. El bobbingocular, que se observa en lesiones desliza hacia las comisuras, la boca lo persigue en movimiento Glas¡
protuberanciales bajas, consiste en sacudidas oculares rápidas que recuerda a la búsqueda del pezón por los lactantes. Es un plici,
hacia abajo seguidas por lento regreso a la posición de partida. verdadero reflejo de regresión. Los ojos pueden estar desviados respt
Se denomina opsoclonus a crisis de desplazamiento conjugado de en forma conjugada. En el petiodo agudo hacia el lado opuesto a Eva!
los ojos, de dirección variable e impredecible y con fases de igual la lesión, es decir hacia el lado hemipléjico, y al cabo de un petio- ojos,
velocidad, que aparecen en lesiones encefálicas diseminadas y en do variable de horas o días, hacia la lesión, es decir alejándose p
tu,nores del cerebe-lo. dei lado pléjico. ·En coin-as mei.abóiicos · puedé Ohservarse· Una táne,
Se investigan luego las respuestas oculares a la rotación cefáli- excursión lenta de ida y retomo variable, que se denominan hace
ca. Para ello se toma la cabeza del enfermo con ambas manos movimientos erráticos. Otras veces permanecen fijos, centrados abrir
mientras los pulgares levantan pasivamente los párpados. Se en las órbitas. pacie
realizan entonces rápidas rotaciones alternantes en sentido later- Las lesiones estructurales o funcionales del hipotálamo pos- mulo
al y antera posterior. El paciente en coma mantendrá los ojos fijos; terior provocan coma profundo con pérdida de la reactividad y del c,
en estupor se observará una lenta desviación hacia el lado opuesto del contenido de la conciencia. No hay parálisis, pero los estímu- sis d
a la rotación (ojos d e ~ ) y si está ~fumaparecerán sacud- los nociceptivos provocan respuestas motoras inapropiadas de exter
idas nistágmicas de poca amplitud. Para investigar la respuesta descerebración, es decir con extensión de los 4 miembros. Habrá
ocular a la estimulación calórica (respuestas ócu1o~vestibulares) es d,
miosis bilateral con respuesta fotomotora o síndrome de ment
se debe mantener la cabeza del paciente a 30º sobre el plano hor- Bernard-Horner homolateral a la lesión de acuerdo con que la
izontal para veiticalizar el canal semicircular externo; luego se E
lesión sea bi o unilateral. punb
iniga lentamente cada conducto auditivo externo con 50 ce. de Las lesiones rnesencefálicas y de lá porción rostral de la pro-
agua fria. La respuesta normal es un nistagmo en resorte con fa.se aisla1
tuberancia provocan coma y crisis de rigidez descerebrada. Los
rápida hacia el lado opuesto; deja de ser rítmico en la obnubi- bal. l
ojos perm_anecen fijos con arreflexia óculo~cefálica y óculo•
lación; aparece desviación conjugada tónica de los ojos hacia el cienc
vestibular, si la lesión es mesencefálica y hay desviación conju-
lado ihigado en el coma y llil hay respuesta en estado de muerte respt
gada de la mirada hacia el lado opuesto a la lesión, si es protu-
cerebral. tífica
berancia!. Las pupilas son midriáticas o de tamaño normal en
El reflejo córneo-palpebral consiste en la oclusión de los párpa- las mesencefálicas y puntiformes en las de la protuberancia. La
dos cuando se estimula la córnea de un ojo con fibras de algodón E
respiración es de tipo neurógena central. Lesiones por debajo del
aplicadas desde el lado externo. Esta respuesta normal desapare¡e pued,
tercio inferior de la protub"erancia no provocan coma.
en el coma y cuando están lesionados los nervios craneales~'!,!- luego
no y facial. L-
Clasificación sinfomatológica del coma: El examen neu-
Para evaluar las funciones vegetativas se consignan el estado algur
rológico de los pacientes con trastornos de conciencia ha permiti-
de la tensión arterial y el ritmo respiratorio. norm
do demostrar que cada nivel de profundidad del deterioro se rela-
La respiraci_ón tiene ritmo regular en condiciones normales. un e::
ciona con determinada agrupación de síntomas. Corno ya hemos
Cuando hay alteración hemisférica bilateral, estructural o mfabó- de lo,
señalado, el coma es un trastorno global de la conciencia, estado
lis.ª, puede observarse la respiración de Cheyne-Stokes. Consiste en el cual desaparece la reactividad y no hay evidencias de per- porqt
en la alternancia periódica de fases de apnea con otras de .hi.· ocasi
perpnea, cuya profundidad varia gradualmente, primero ·en forma cepción de los estímulos. Pero la conciencia puede estar parcial-
mente estrechada, desde niveles superficiales hasta los que prece- Sin e
creciente y luego decreciente. En la hiperventilación neurógena tativ,
central hay hiperpnea y taquipnea con ritmo y profundidad regu- den al coma, afectando particularmente a su contenido.
El primer grado de deterioro es la obnubilación, estado en el preju
lares. Su observación indica disfunción estructural o metabólica marci
del mesencéfalo y de la paite superior de la protuberancia. cual el paciente está somnoliento, responde a los estímulos en
forma adecuada pero éon lentitud ideatoria y en el flujo verbal, y · Si
En la respiración apneústica, que se observa cuando hay dis-
con disminución en la atención espontánea y voluntaria. dura1
función protuberancia!, aparecen inspiraciones profundas y
En la confusión es distintiva la desorientación temporo-,,spa- respi.:
espiraciones, entre las cuales se interpone una fase de apnea.
cial. Se profundiza la somnolencia, de la cual puede ser sacado movii
La ataxia .respiratoria, que aparece cuando hay lesiones es-
con estímulos enérgicos, hay incapacidad para mantener la aten- tura
tructurales del tegrnento bulbar, indica una situación en la cual
tanto la profundidad como el ritmo son irregulares e imprevisibles, ción, y fallas en w memoria, en el juicio y en el cálculo. El esta- emit,
do en el cual la confusión se asocia con agitación y alucinaciones L,
Diagnóstico topográfico: Tal cual señalamos anterior- visuales se denomina delirio, manifestación habitual de las ence- cranE
mente, el coma puede ser provocado por alteración de ambos falopatías tóxicas y metabólicas. El estupor es el estado que pre- L<
hemisferios cerebrales o de las estructuras infratentoriales. Un cede al coma, en el cual la reactividad está disminuida y no hay el ant
cuidadoso examen semiológico nos permitirá localizar el nivel evidencias de contenido de la conciencia. Con estímulos sensori- cróni(
lesiona! o de disfunción neurológica. ales enérgicos sólo se obtiene apertura de los ojos y con los noci- la cm
Cuando hay compromiso hemisférico bilateral se altera fun- ceptivos movinúentos de retirada. corte:
damentalmente el contenido de la conciencia. Los signos motores Hubo numerosos intentos para clasificar la profundidad del brale:
NEUROLOGIA 1517
estado de coma, algunas simp_les pero poco útiles. La dásica los El mutismo akinético es otra posible salida evolutiva . del
·divide en 4 grados de los cuales el primero o Grado 1 no·es coma coma prolongado, pero también puede instalarse . en forma
sino que agrupa a los trastornos parciales de la conciencia (ob-iu• aguda. El paciente perman_ece inerte y mudo, pero.como conser-
biiación, ·confusión y estupor); en el Grado II, o de coma propia- - vá los ciclos vigiiia•si.u.:!üo, los ojos ·alternan lapsos de cierre·con·
mente dicho, las respuestas motoras son inapropiadas (rigiclez de otrosde apertura durante los cuales parecen seguir los estímu-
decorticación o de descerebración) pero el EEG continúa·; iendo los e'xteroos, Sil\ evidéncias de preservación de las funciones cog-
reactivo; en el Grado III no hay respuestas motoras y el F,;m es. nocitivas. No hay signos objetivos que indiquen lesión de la vía
an-eadivo, y finalmente én el Grado IV la asistencia cardi< -respi- niotora pero no se mueven, no hablan, ni responden a estímulos
ratoria es obligatoria, hay arreflexia a todos los estímulos ~;,iica- nociceptivos. Cµando, excepcionalmente, salen de este est.ado no
. dos sobre los nervios craneales y el EEG es plano, isoeléctr,c,. En recuerdan los hechos que ocurrieron mientras estaban con los
la actualidad se ha generalizado la utilización de la es,a.a de ojos abiertos. Los hallazgos patológicos son variables: extensos
Glasgow, propuesta por Teasdale y Jan.hett en 1974, por i,t, sim- infart-0s frontales o de los ganglios basales, necrosis difusa de la
plicidad y porque .se ha demostrado que la evolución rle las corteza cerebral, desmielinización aguda de los hemisferios cere-
respuestas en las primeras 24 horas es de gran valor pronóstico. brales o lesiones diencefálicas circunscriptas,
Evalúa separadamente y cuantifica de 1 a 4 la. apertura de los
ojos, de l á 6 las respuestas motoras y de 1 a 5 las verbales. Pseudocomas: enfermedades psiquiátricas con catatonía y
Para lA apertura de los ojos asigna 4 puntos cuando es espon- lesiones del !.9bulo frontal o del tronco encefálico p4eden dar
(...
tánea; 3 cuando el paciénte los abre a 1,;· orden; 2' cuando sófo lo .. . l~ga!' ~ UI:'. est~.rlo en el CU1:!1 el. paciente está riespir.rto pr.ro JVl
hace con estímulos dolorosos y 1 cuando ningún estímulo logra responde, lo que plantea el diagnóstico diferencial con las
ab,irlos. Para las respuestas motoras asigna 6 punws cuando el alteraciones crónicas de la concienca. A la inversa de lo· que
ocurre en ellas, el EEG es normal.
paciente ejecuta órdenes normalmente; 5 cuando localiza aun estí-
Una atenta observación permite revelar que el paciente no
mulo doloroso llevando su mano hacia él; .4 si sólo aleja la parte
responde pero está alerta. Si la falta de respuesta depende de
del cuerpo estimulada; 3 cuando los estímulos desencadenan cri-
una enfermedad psiquiátrica o de lesiones en el lóbulo frontal,
sis de decorticación, con flexión de los miembros superioÍes y
ocasionalmente puedeh obtenerse respuestas ·sorprendente-
extensión de ]os inferiores; 2 si la respuesta motora inapropiada
1riente .inteligentes, y si está provocada por lesiones en el tronco
es de descerebración, con extensión de los 4 miembros y final-
encefálico, diferentes formas de comunicación pueden evidenciar
mente 1 cuando no hay ninguna respuesta motora.
la presetvación de las funciones cognocitivas, El síndrome del
. En la cuantificación de las respuestas verbales se asignan 5
cautiverio o enclaustramiento es un pseudocoma estructural
puntos a las adecuadas; 4 al lenguaje confuso; 3 a las palabras
causado por un infarto en el pie de la protuberancia, que inter-
aisladas; 2 a los gemidos y 1 a la ausencia de toda respuesta ver•
rumpe bilateralmente la vía motora y provoca tetraplejía y
bal. Está claro entonces que desde el estado normal de la con-
parálisis de los nervios craneales inferiores,
ciencía1 con 15 punt-0s 1pueden cuantificarse periódicamente las
El paciente está lúcido, pero es incapaz de hablar, de deglutir
respuestas y seguir su deterioro paso a paso; o a la inversa cuan-
y de moverse, aunque conserva el parpadeo y los movimientos
tificar la recuperación desde el coma.
verticales de los ojos, a través de los cuales puede establecerse
una comunicación inte1igente.
Evolución del coma: Desde el estado de coma, un paciente
puede evolucionar hacia la muerte, recuperarse sin secuelas (p. ej. Muer/e cerebral La muerte cerebral es un estado irre-
luego de un coma diabético) o con ellas (hemiplejía por ACV). versible provocado por la destrucción del contenido de la caja
Luego de permanecer en coma por lapsos de hasta 4 semanas, cra'nea_na, ~n el cual la fünción cardio-vascular debe ser man·
algunos pocos abren los ojos, recuperan los ciclos vigilia-sueño, tenida ron drogas, y la respiratoria requiere obligatoriamente de
normalizan la respiración y la tensión arterial pero continúan en a.sistencia mecánica. _- _ .
un estado en el cual no hay evidencias de percepción inteligente Se trata de una situación inédita en la condición humana que
de los estímulos. Esta situación ha sido denominada roma vigil, se obsetva desde la aparición de las áreas de cuidados inten-
porque los ojos se mantienen abiertos, o síndrome apático, porque sivos, en las cuales es posible mantfner artificialmente la circu-
ocasionalmente resulta de una lesión difusa de la corteza cerebral lación y la respiración.
Sin embarg~ actualmente hay consenso en llamarla estado vege- Esta situación obligó a replantear el concepto _de muerte, para
tativo persistente, lo cual describe objetivamente los hechos sin el que tradicionalmente se requería el paro c¡,rdíaco previo, Hoy
prejuzgar sobre la neuropatología y porque la apertura de los ojos sabemos que el orden puede ser inverso. Si hay muerte cerebral el
marcó el fin del est.ado comatoso. paro cardiaco ocurrirá ineludiblemente pocos días después,
· Si reciben Lu·i<la<lus · pueden ü"t<iflt,:ncrsc en esto · CJtado- aunque se persista con· el empleo de medios artificiales d~ :,.sis-
durante largos períodos, sin recuperar la conciencia. NO tienen tencia cardio-respiratoria, En estos casos, la muerte bioló¡,ica mas
respuestas motorao ni verbales adecuadas; pueden tener algún que ocurrir en u1_1 momento, debe entenderse c~mo un proceso que
movimiento sin propósito, pero en general mantienen una pos• comienza en el momento de la muerte cerebral.
tura en flexión o en extensión de miembros y tronco, Algunos El diagnóstico precoz y de certeza de muerte cerebral se ha
emiten sonidos, pero no palabras.' tornado importante desde el advenimiento de la era de los trans-
La respuesta pupilar a la luz y la de los restantes ne1vios plantes, para posibilitar el empleo de órganos sanos,
craneales son normales. Aunque la legislación argentina requiere la confirmatión con
Los comas inducidos por paro cardíaco y por hipoglucemia son procedimienws coinplementarios, el diagnóstico de certeza se
el antecedente inmediato más frecuente de los estados vegetativos hace cuando el examen neurológico demuestra la ausencia de
crónicos. El examen patológico revela necrosis parcial o difusa de funciones de los hemisferios cerebrales y arreflexia del tronco
la corteza cereb1·al, lisis de la capa de células de Purkinje de la encefálico como consecuencia de lesiones estructurales 0
corteza cerebelosa, e infartos diseminados en los hemisferios cere- metabólic~s conocidas y no por hipotermia o drogas depresoras
-brales y, con 11:e~os _f~~c~encia, en el tron~o enc~fálico. del sistema nervioso central. ·•.•
!.
1518 SEMI0LOGIA, SEMIOTECNIA Y MEOICINA INTERNA
l~s Jritlsculos
produciendo
ités, vocales,
nstituyen los
ficativo) que
S' sintagmas
ta los rasgos
a plataforma
ue se efectúa
vista para la
a es la ciSura
) vecina a los
mera circun•
cumple el
e denomina
ye la agnosia
rdera u,rbal
A
a cisura cal-
(área 39 de
ta función es
orales · men-
su actividad
requiere la
,inéticos. Su
letermina la
ie genera el
mediante la
,ión segura-
·o, pero fun-
!aje interior
os motoras,
niologia del
1porque so-
er que, den-
mo, la en to-
analízarán
:a, artística
Braille, sis-
Fig. 15-5. Areas citoorquitectónicas de Brodman. A. Cara dordolateral del cerebro. B. Cara interna del cerebro.
. 1520 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Semiotecnia sea visual o táctil, Para ello pedimos al paciente que use el objeto E
que no pudo denominar. Salvada esa cónfusión, pcdemos afirmar algun
1) Exploración de la expresión oral: el habla que el paciente sufre irná a11omia; si no ¡iudo descifrarlas .. · · letra
. . .
"'
parag
Se estudia mediante: a) el lenguaje espontáneo; b) prueba de Exploración de la palabra repet_i,Ja: Consiste en hacer .S
la designación de objetos; c) exploración de la palabra repetida; repetir al paciente una serie de palabras de complejida_d progresi- _n_o pe
d) exploración del lenguaje automático. · va. Palabras mono, bi, tri o polisilábicas. Con sílabas simples for-
madas por una consonante y una vocal o compuestas por varias E
Explomcióri del lenguaje espontáneo Este lenguaje elab- consonantes y una vocal, como por ejemplo, transporte, ·etc. entre
orado por el paciente, se llama también voluntario o proposi- Si la falla es severa, no puede repetir nada. Es la a11artria dopo
cional. Se explora dejando que el paciente relate sus padec- que hemos comentado más arriba.
imientos espontáneamente, o se lo interroga. Esta anart1ia o afemia, como la designó Pierre Marie actual- E
Puede suceder que el paciente sea incapaz de emitir sonido mente es considerada como una apraxia del lenguaje y no una pued
alguno, no mediando parálisis de los músculos fonatorios. Si la afasia verdadera, ya que no hay fallas en el lenguaje interior sever
com prensión del habla, la escritura y la lectura están conserva- (codifica escritura, decodifica lectura y palabra escuchada). dibuje
dos, estanlos frente a una anartrú.J. Pacientes que no poseen lenguaje espontáneo, pero repiten los ca
En oca'siones sólo ·emite algún ·rasgo articulatorio s1n sentido
(fonemaJ o aiguná palabra co:n sentido"(monemai¡íero no adecuas·
~!
:extualmente lo, que se les or_de~~ e,'."plo: se les de111anda__ L
diga sombrero' y repiten "diga somllrero se dice que padecen habla
do a la ciréunstancia. Así, un paciente puede i-esponder a toda pre- écola/ia. ta qu
gunta cOil un· mOdelo, como "se ... se.·.. se ... " o "ma ... nia ..., etc". Cuando un paciente presenta pérdida del lenguaje espontá- habe1
Algunas veceS responden con la afirmación "sí'' o la negativa "no", neo, sin fallas en la comprensión de la palabra escuchada y buena lengu
a toda demanda con varias inflexiones prosódicas. repetición de las órdenes, padece una afasia transcortical motora.
Pacientes menos afectados pueden responder con frases en En la afasia de co11ducció11, el paciente presenta parafasia, 3)Ex
las que reemplazan alguna palabra por otra, ya sea semejante en
paralexia con trastornos de la escritura. Pero el síntoma capital
su estructura (casa por taza; taco por pato) o su sentido (mancha
por sombra). Se dice que el paciente presenta una parafasia uer-
es la dificultad que tiene par¡ repetir las palabras ordenadas. s,
En la afasia de Broca existe desde la anartria hasta la un cu
bal.
parafasia literal, llamada desintegración fonemática, perse• y en
Otras veces modifica algunás palabras, suprimiendo algunas
ver ación, intoxicación por el vocablo, imposibilidad de repetir ]as \ de ha
letras (omisiones) o alterando su orden (metátesis) determinan-
palabras ordenadas. En general , los que padecen una afasia de ba de
do la parafasia literal.
Broca, hablan poco o nada. Comprenden las órdenes simples, Mari,
Los casos graves¡ en que casi todas las palabras sufren cam-
pero no las complejas. Además, se agotan r ápidamente y termi- ti_nto
bios tan importantes como para no ser reconocidas (neologis-
mos), determinan Jaje,gafasia. nan por no comprender aun las órdenes simples. · "pong
Una marcada fluidez del habla se denomina verborrea o uer- el gn
borragia. Esta taquifasia suele acompañar muy frecuentemente a Explora ción del lenguaje automático: Se explora medi- ejem¡
la jergafasia. Sorprende en ocasiones observar que estos pacientes ante la prueba de las palabras seriadas, Se solicita al paciente . los oj<
logon-eicos y jergafásicos acompañan su producción verbal con·una que mencione los días de la semana, los meses del año, las esta- E,
gesticulación, mímica y entonación o prosodia correctas. ciones del añÓ o una serie numirica, por ejemplo del 1 al 10. c,
Cuando un paciente repite permanentemente parte o toda Esta prueba puede complicarse solicitando al paciente que brirse
una palabra, padece una reverberación o estereotipia, síntoma de invierta la serie o la recite salteando un térnúno por medio. los !a
muy mal pronóstico respecto a la recuperación del lenguaje. En la práctica se puede evidenciar que pacientes con fallas en E1
Si la afasia (pérdida o falla del lenguaje) es moderada o se el lenguaje espontáneo importantes, este lenguaje_automático, pued,
trata de una afasia sensorial de Wernicke en vías de curación, llamado por Ombredanne facilitado, es bastante correcto. las fa
pueden evidenciarse olvidos de determinadas palabras, espec;al- Amén de todas las fallas que puede presentar, y que son mos f
mente sustantivos. Esta alteración se evidencia mucho más en la semejantes a las encontradas en el lenguaje espontáneo, el Si
prueba de designación de objetos. Esos olvidos, u oquedades, sue- paciente puede, al recitar la serie, quedar repitiendo un término en su
len reemplazarse con circunloquios o perífrasis. Por ejemplo, o parte de él, impidiéndole proseguir. Esta perseveración puede de un
suelen decir: 'eso que sirve para escribir". Este déficit del habla ser verbal o silábica. un síi
se denomína anomia y es un síntoma fundamental en la afasia . Pr
amnésica. menti
2) Exploración del lenguaje es.cµLo .
Cuando el paciente ternúna por hallar la palabra olvidada, es un
sin utilizar pe1ífrasis, se altera la fluidez del habla por la exis-
Se investiga:
tencia de bloqueos, titubeos, que se denominan latencias.
Esos olvidos pueden ser específicos para las partículas gra-
Escritura espontánea: Se demanda al paciente que escriba 4) Ex
maticales tales como conjunciones,· artículos 1 adverbios y
espontáneamente, ya sea sobre su enfermedad o sobre cualquier
preposiciones, resultando un habla denominado telegráfico.
tema. In
Prueba de la desigllación de objetos: Consiste en expon- En los compronúsos severos, el paciente ha olvidado comple- agud,
er frente al paciente una serie de objetos familiares o lám1nas tamente escribir. Es decir, sufre de agrafia. Aclaremos, aunque visua
q ue los representen. El paciente debe denominarlos. Lo mismo sea una redundancia, ·que la causa no es una parálisis de su en sil
puede realizarse mediante la palpación de los objetos, con los miembro superior o mano que le impida Ia.escritura 1 pues tam- E1
ojos vendados. poco puede con su otra mano, ni armar palabras con letras plás- acter,
En esta prueba debe descartarse que el paciente no reconozca ticas o cubos que tienen letras en sus cal_'as. Es decir, el paciente E,
el objeto, es decir, que tiene, como v_eremos luego, una agnosia, ya ha perdido la habilidad de elaborar la escritura. dopa
NEUROLOGIA
_ En las _follas moderadas, puede escribir reemplazando sílabas o letras (paralexia literal). Dado que el paciente, con una
algunos vocablos (paragrafía verbal) o altera ·el orden de las lectura pletórica de_defectos no comprénde et· sentido, piesénta
letras o sílabas (metátesís) o realiza omisiones determinando una alexia semántica. ·
paragrafia Útér¡tl. · · _' .· '· _ . -
_Si la desintegración de _la palabra es total, aparecen palabras
-Lff:ledura en voz alta es útil para analizar las fpJlas que .real'
iza el paciente. Da~o que la comprensión _puede realizarlá en esa
.!i;¡
noper_teneciéntes al idioma (neologismos). forma a través del oído, se imparten órdenes escritas que debe leer :1
;I
en silencio y ejecutarlas. También aquí las órdenes se impárten en ·!
Es~;;itia'a al 0
dictado : En este· tiempo el result~do varía complejidad creciente. Desde una sola orden a_varias. !j
entre q·ue _el pacienté no escribe nada has_ta escribir bien pasan-
do por escritos llenos de paragrafiás y neologismos·.
La alexia, si se trata de _una forma agnóstica, no se acoinpaña :
de agrafia. Esta última acompaña a la alexia semántica. !!
!
Si un paciente presenta una alexia, pero conserva el habla, la .1
Escritura a la copia: En los defectos ligeros o moderados comprensión de la palabra ha blada y puede escribir, padece una 'I
puede realizar una copia defectuosa mientras que en las fallas ceguera verbal pura.
severas 1~ealiza una copia servil, es decir que el paciente copia el
Actualmente no se la considera una afasia disociada como
dibujo de las letras que, por ejemplo, es incapaz de transformar
pensaba Déjerine, sino una agnosia para los signos gráficos del
los caracteres de imprenta a manuscrito.
lenguaje.
La exploración de las funciones receptivas, sensoriales del
habla, requieren del exaniin-adon¡ue lcuga la seguridad absolu-
ta que no hay fall as en los sentidos de la audición y visión. De
haberlos, deberá evaluarlos, para no atribuir a tras tornos del Afasia
lenguaje, aquellos que se deban a déficits periféricos.
Se imparten órdenes al paciente o se le pide que responda a Aunque 1 corno hemos dicho anteriormente, la experiénda clíni-
un cuestionado. Las órdenes, en un comienzo, de~en ser sin.ples, ca demuestra que no es posible adjudicar funciones del lenguaje a
y en forma progresiva se las dificulta o entorpece. U na manera áreas cerebrales circunscriptas, el método anatomoclínico ha dado
de hacerlo es emitiendo varios mensajes en una frase. Una prue• reiteradas comprobaciones de relación entre Wstintos tipos de
ba de estas características es la prueba de los tres papeles de P. alteraciones del lenguaje con focos lesionales. En este sentido
Marie, que consiste en entregar al paciente tres papeles de dis- podemos decir que aunque parece evidente que no hablamos o
tinto tamaño pidiéndole que ejecute tres actos. Por ejemplo, comprendemos con determinada área del cerebro, lesiones circun-
"ponga el papel chico en su bolsillo, el mediano sobre la mesa y
scriptas pueden determinar alteraciones del Jenguaifl que Golds-
el grande me lo entrega". Otra orden múltiple puede ser, por
tein denominó compleios sirulJMtáW:J!S.
ejemplo; "con la mano derecha tóquese la oreja izquierda, cierre
La afasia es la pérdida o ~l:\;J:iQ.~j_,:i_qQ_(\tl.Jg_M.1/_aj~.
los ojos y abra la boca".
causado por da.no cerebral, se produce P.Or ac.cidentes cerebrovas-
En las órdenes simples se emite un solo mensaje por frase.
~ s ya sea isguénicos o hemorrágjcos, tumores, t!]!YD).a.tis-
Cuando se ordena al paciente, deben evitarse los gestos y cu-
m,_§, infecciones agudas o crónicas, enfermedades degenerativas,
brirse la boca para evitar la posibilidad de que él lea la orden en
los labios. Es decir, debemos evitar que exista lenguaje no-verbal.
etc.
Existen numerosas clasificaciones, según el punto de vista de
En el compronúso ligero o moderado del lenguaje, el paciente
puede comprender las órdenes simples pero no las complejas. En los autores pero en clínica prevale.ce por ser más útil, la que en·
las fallas severas, no comprende nada de lo que se le dice: esta- cara el compromiso motor o sensorial por el _q ue el lenguaje se
mos frente a una sordera ·verbal. mediatiza con el medio. ·
Si junto a esta sordera verbal el paciente también presenta Así tenemos la afasia sensorial, motriz. global amnésica y de
en su alocución parafasia y jergafasia, agrafia y alexia, se trata conducción.
de una afasia sensorial de Wernicke, en que la sordera verbal es
un síntoma más.
Afasi a receptiva o sensorial
. Pero si el paciente puede hablar, escribir y leer correcta-
mente, se trata de una sordera verbal pura, que más que afasia
Su paradigma lo constituye la afasia que Wemicke describió en
es una agnosia auditiva para· los ·:;igoos fon&ticos <lel lenguaje.
·18ffiiñia cual el ·paciente pierde la éopacidnd de comprender el
significado de las palabras que oye normalmente, de la misma
manera que podemos oír hablar en un idioma extraño sin que nos · ,A_
4) Exploración d el lenguaje leído sea dable entender su significado. Este tipo de trastorno se obser- 1/:;
QO- ~.
va cuando se lesiona el tercio posterior de la circunvolución tem- _ :,"V.'-..
Insistimos en que el examinador debe conocer el estado de poral·superior del hemisferio dominante (habitualmente~- (., \ ·
agudeza v_isua_l_. corregido o no por lentes, lo mismo que el campo d.ul..La pérdida del significado del simbolismo de la palabra puede
visual del paciente. Se pide que lea en voz alta primero y luego ser fotal para la hablada únicamente (áreas 41 y 42 de Brodmaru.l.l:
en silencio. , · · es la ~ordera verbal. Pero si la lesión sé extiende hacia atrás hacia
En fallas severas el paciente no lee nada. Desconocer los car- el )mu; ;;;;gu1,;;.(área 39), incluye también a la escrita (ceguera
acteres de la escritura. Es una alexia agnóstica. ~ o alexia). En este caso el paciente pÚede hablar, ¡,gro pie rd e
En fallas moderadas, el paciente lee, pero mal, reemplazan- la cap;;dadde comprender aún lo-que él mismo pronuncia. Por
do palabras enteras (paralexia verbal) o alterando el orden de las ello frecuentemente deforma las palabras o las oraciones (parafa-
1522 SEMI0LOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
. . ' . . .
CUADRQ
' ,
JQ Pliegue de· ;iaso Cisura calcad- Lóbulo iparie- Probablemente Sensación. Sordera, ce-
témporo.- parietal .na. Area 17. tal. An,as 3-1- en uncus, cir- guera y a nes·
bilateral. Z--5-7. cun volución tesia cortica-
límbica. les.
2' Global: áreas ve- Area periest. 18 Area 40 ó reg. No hay diferen- Gnosia. Sordera, ce-
cinas a plieg. de Unilateral o bí. supramarginal, cíacíón clínica Percepción. guera y anes-
paso· temp-pariet. Verbal: área bilaternlmente. con la etapa tesia psíquica.
Verbal: . 41-42. OO. Números: anterior.
M: _38. 'interpar.
..
30 Actividad global cerebral. Fas ia, Afas ia.
1
NEUROLOGIA 1523
voluntaria- ta~Llil.Jkru:ri¡¡¡:í.ó.!Lliuus caracteristicas. Así. cuando se media y posterior. áreas 41 Y 42 de Brodman. constituyendo el
les intensas, le muestra un lápiz. para que lo nombre. dirá que "es lo mm.se centro de Wernicke.
o. emplea para escribir". Cuando se le ofrece el nqmbnLadru:uado Las áreas donde se realiza el segundo nivel de integración de
aiva pl~rdan entre otros, frecu~ntemente escoge el correcto. En estos casos la sensibilidad táctil, se hallan bilateralmente en la p~rte ánte-
¡ue algunos ptieden emplear sustalltivos que aparezcan en series como los rior de la circunvolución parietal inferio.r. área 40 de Brodml\j\,
erda o bien días de la semana. o contar ordenadamente de 1 a 10. pero esto llamada también plieeue supramargjnal.
frases: es la corresponde a un lenguaje automático. Los engramas visualesJie..hallan.en..eLárea.1Rde..13rodman.D
lda con con- La lesión que la determina está 11};,icada generalmente en la
área periestriada bilateralmente.
t, que puede región témpor.Q.:parietal izquierda. entre el área de We~nicke y el
rus angular gyrus angular. Los engramas de los sign_Q§_gffi[u;os del l¡u¡gu_¡¡j.a~se.lru:alizan.
!.ª•
elJ..tl..pJigg\!l!.J;.UJ:YO,_área.39.delhemisferio..dominante.
1 la verbal y Afasia de Conducción Ambas áreas 18. de Brodma.n~se.xelacionaru:nn..eL.pliegue
ilo responde curvo dominante. la izquierda directamente, la del lado derech<>
ue no coro- En la afasia de conducción observarnos dificultad en el ha- a través de la parte posterior del cuerpo calloso o esplenium.
za afirma o llazgo de palabras con parafasias fonél!]icas abundantes. &...la La lesión cortical de la" plataforma de llegada. determinará,
&al. palabra repetida la más afectada. pudiendo en ocasiones repetir
1temente se
según cual fuere la afectada: ce~era sorderá allestesia ageu-
1 1 1
.pal.a~ras coi:t.,i.s. sia G anvsm.ia .:ortical.
, o de Broca En la denominación se despistan las parafasias literales.
Las lesiones corticales o subcorticak~g¡¡ru;lo
La comprensión del lenguaje puede ir desde lo normal hasta
1rderfu{g; nivel de int€graéión determinan las ggnoslás. término creado por
e1 compromiso moderado.
Jteraciones Freud, que interpretaba la disfunción como la rotura de la
La comprensión de lectura es normal. En la escritura apare-
relación objeto/concepto-objeto. Siguiendo a Humbolt existiría
cen los mismos trastornos del lengirnje habla.ll_o.
una efracción en la relación referente-referencia. Finkefüurg,
· La localización lesiona! está en el gyrus suµramargyruilis
designó a esta falla. "asimbolia" y Jackson "impercepción", p1i-
(área 40),.estando subyascente el fascículo arcuato.
mando en la práctica la designación de Freud, agnosia.
Debe tenerse presente que el usar una denominación· para
las dos for- una cantidad de trastornos no quiere decir que todos tengan un
~i:.lo cual es Agnosias
mismo mecanismo causal. Lo único que lós iguala es nuestra !im-
~.Q....Q.e itada .capacidad para reconocerlos.
; y profun- En el capítulo anterior, nos referimos a los tres niveles de inte-
En síntesis, una agnosia es la falta de reconocimiento.
ambas for- gración de la actividad cerebral. En éste, se hará especial referen-
guna. . cia al segundo nivel o función gnósica y su trastorno. las agnosias. La a~p.uede ser global. es decir p.ara cualquier clasa.rle
,I pie de la El primer nivel, denominad{) sensación o percepción pri~ objeto, o reducida sólo'a ciertos objetos o cualidades de ellos. Así,
d_~kr., maria 1 consiste en tener conciencia del estímulo a través de cada puede haber agnosia exclusiva para colores, pJlDL.IlSQllilllÍllS. ·
sentido: ver, oír. gustar. ·oler. (p_rosop_ggg_11osia: el sujeto no reconoce a quién pertenece la cara
Sensación es toda modificación del YO producida por un..cstí- q~e tiene delante) o también para símbolos, P_QL!fill!lP1º.J.QJ!.g~I
mulo, interno o externo a través del organismo. lenguaje. Estos casos son, claro está, afasias sensoriales. ·
Existen zonas cerebrales doride se elaboran las sensaciones: Debe insistirse que la falla es a traYés...de un solo sentido) ya
evocar los son las estaciones terminales de las vías sensitivas, denominadas que si fueran varios los afecta~a_tIDaJalla_d_e integr.¡¡ci.Q.!L5U·
!!_as u.J:.ali- plataformas de llegada. Para la vía auditiva son los pliegues de perior, constituyendo la agnosia disolutiva, diswtiva o ideato,ria.
,!I y de la paso temporoparietales o pliegues de paso de Heschl; para la.YÍa Respecto de las funciones gustativa y olfaroria, es muy
-tes de la sensitiva. la circunvolución parietal ascendente, áreas 3. 1, 2. 5 y diffcultoso diferenciar si el déficit es de primero o segundo nivel.
.e..'!..."Lsus- 7 de Brodman; para la vía óptica. la CÍ!!_ura calcarina o área estri- Por lo tanto, en dínica se investigan las agnosias auditivas,
ada o ár~ª-11..Jie.Jlmdman; la plataforma de llegada de las vías visual y táctil.
g11stativa y olfat-Oria está en la circmlvah1ción límbica.
El segundo nivel consiste en la identificación primaria o per-
c ~ . En este nivel se reconoce o identifica la índole delysli-
mulo que ha determinado la sensaci<ín. Agnosias auditivas
Este reconocimiento es la gnosia. Sería psicológicamente,
una perceoción, es decir una sensación exteriorizada, localizada
y objetivada. gl..JIB.ciente no reconoce las impresiones aud1t1vas. 1s 10 que
,fogía
El mecanismo sería por identificación con una sensación se llama sordera psíquica. No reconoce el tic-tac de un reloj, el
pasada '1almacenada y memorizada, en el momento de la sen- tañir de una campana, el ladrido de un pQITQ,.J!tC.
sación actual". Es decir que en este nivel los estímulos sensori- La agnosia auditiva puede dividirse en agnosia auditiva glob-
1, ce- 1 1
ales se almacenan en formas gnósicas o engramasi en condi; al.y agnosia auditiva parcial. Esta última a su vez puede subdi-
Y anes·
cortica· ciones de ser actualizadas por un nuevo estímulo. Estos engra- vidirse en ágnosia auditiva para ruidos, p ~ i c a (o amu-
mas, verdaderos modelos, serian urástros residuales de una sia sensorial) y para los signos fonéticos del lenguaje. Esta es la
adaptación del organismo· respecto a un estímulo". Constituiría sordera verbql pura o agnosi.'Lªuditiva verbal.
t, ce• el concepto de un objeto. a través de un sentido.
y anes- La a.,m.osia al!ditiva global es rara. porque para que erista
,síquica. La memoria auditiva o área audiopsíquica, se localiza bilat-
debe haber una doble lesión, simétrica, bilateral. Por la misma
eralmente, para los sonidos en g,,ngral,..alrededor de)osc€Jltros
razón, la sordera psíquica para los ruidos tambíén es rara.
audiosensoriales o nliegues de paso de Heschl.
Para los si_gnos fonético_s' del le;ITTJ~atÚal~ente, en el La agnosia musical aparece cuando hay lesión en la punta del
hemicforio dominante, J2n b primera tcmporal 1 · en nu pnrts tcrr.r>ornl uni o bilateral seg11:n diBtint.oa autores.
1524 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
· CUADRO 2 /u'
· Agnosias audilivas
€L
el enu
la vis
Síntomas Lr,ca/ización Semiología llega
·- escap.
Global Sordera psíquica total Zonas vt!dnas bilatera-l e~ Ruidos de llaves, campana. ag]JQ
(rara). del pliegue de paso de reloj, ladrido. Se le da En
Heschl. órdenes. oamü
la por
Ruidos So rdera psíquica. Nunca Idem. fdem. La
aislada. ,.
.. en la
,,, Musical Agnosia musical, o amusi a Area 38. Uni o bilateral. Se le· ,pide reconocer tona- gu1!,
'"
:-§ sensorial. das, canciones. Reprodu- . lo occ
;:: cir ritmos golpeados. lesión
ti
o..
Signos _fonéticos Sordera verbal cortical ,) Areas 41 y - 42 del lado do- Realizar órdenes. Conversar.
. del lenguil¡e su bcortical. Agnosia auúi- miaanfe. S~ña!ar objetos que Jo:!· ~
(vérbal) tiva verbal. - nombran. Ajuria
un gn
CUADRO 3
n~
d~
Agnosias visuales cuadr:
La
Síntomas Localización Semiología anteri
---- 1
Objetos, situaciones No reconoce objetos, per- Zona periestriada bilate- Elegir objetos o s us dibujos á
personas sanas ni dibujos. ral 1 predominio izquier- -la orden. Describir objetos, !),
do. Nielsen da en cam animales, cuadros. Reconocer jante
bio · en circunvol ución personas por físico. La les
,O, y o,.
..__;__ t.i!L
,,,
t! Imágenes y figuras No reconoce escudos, ldem. Debe reconocer: triángulos,
El
está fe
(J
"'
e, simbólicas' banderas ni figuras geo- cuadrados, cubos, banderas,
m~tricas. láminas.
, / 2)
Colores No'·;econoce los colores. · Area 19 izqui erda. Kleist Elegir colores a la orden. Nom- tid2..d
localiza en O, y O,, gy- brar el color de las prendas
.. rus a ngularis y T ,-_ y objetos .. Nombrar colores
Ct
se lo i
de objetos, cielo, mar, cesped,
etcétera. Así, SI
La
Trastornos de /ocali- No hay localizaciones ab- Area 18. Precúneo. Parle Debe dar la distancia absoluta gench:
.., zqción y 6,pticos-1110 - solutas ni relativas. No superior del O. Ajuria- y relativa entre objetos. P'osi- CO..ill.Q_
,':: lores (Parálisis de enumera cosas del mis- gµÚra en la ¡parte pos- ción relativa de los mismos. mentt
·§ mir. ) . mo plano. Ceguera es- t1rior del parietal.
t! pacial. vug
1
~ - cial.n
tti Pérdida de la memo- 1
Incapaz de orientarse en Carrefour occipitoparie- Descri bir su casa. Viaje de s11 hernie
ría IO{Jográfíca el espacio externo. tal. casa al trabajo. La sala de ción s
internación. Paseo público ca un;
·c.-; --- muv coJiocido. L,
e,
-~Signos gráficos del . Alexia.· Dislexia. Lóbulo · occipital y plie- Leer óct.lenc:s ·e11 voz baja y pariel
~ lenguaje ( verbal) gue curvo. realizarlas. Ta
dida,
"" Cifras Acalculia. Pliegue interparietal. Leer números, cifras. Opera- orienl
.s,o Números
Cálca/os
ciones simples. ' habit·
cació1
- del lenguaje, ,
La agnosia auditiva para los signos fonéticos &gnosia visual sinto1
denominada sordera verbal, puede ser el único síntoma, por!~- eral.
que Dejérine la denominó sordera verbal pura. Pérdida del recpnil.c;imiento fle los objetos a través d~ la
Cuando dicha sordera verbal ce acompaña de ceguera verbal vi!:ión. Es 13 ceguera psíquica. ✓ ID
Las agnosias ,~suales pueden ser clasificadas en tres grupos: pérdi-
o alexia, agrafia Yverbo1ngia, integra el síndrome co;1ocido por C,
1) Agnosia vist!al para las cosas; 2) agnosia visual .para el
afasia sensorial de Wernicke. <lose ·
espacio o agnosia espacial; 3) agnosia visual para los signos grá-
ficos del lenguaje o alexia. visua
Nt:UHULUlllA
/ 1) Agnosia visual para las cosas: se estudian tres situaciones: más floridoi agrafia, sordera verbal, verborrea, es decir gran flu-
idez en el habla, pero sin sentido, que señala la falta absoluta de
(i) Agnosia visual para obielos, situaciones y persona~: Ya por
simbolización o falta de lenguaje interior, constituyendo ]a afasia
el enunciado se comprende que el paciente no reconoce mediante
sensodal de Wemicke: ·
la visión los objetos que le rodéan o mostrándole una lámina no · La lesión que determina alexia sin agrai1a se localiza en las
llega a interpretar los detalles de la misma o no sabe agruparlos, fibras que subtienden desde el área 17 de pliegue curvo mien-
escapándosele la interpretación de la composición. ~ - tras que la alexia con agrafia se debe a lesión del pliegue cmyo,
c,gnosia de Wolneri. · .
En la agnosia para personas, el paciente frente a un familiar
o amistad no la identifica por la fisononú.a, pudiendo reconocer- Agnosia táctil
la por la voz. Se llama prosopoagnosia.
La localización lesiona] que determina este tipo de agnosia es Falta de reconocimiento de los objetos mediante el tacto.
en la zona periestriada, p ~ v o , lóbulo fusiforme y/o Ji¡i- Situación que se denomina aeslei-eoagnosia. Ella puede presen-
gu~ en la sustancia blall,;/Ul.SJJh.CJlJ:lliill, bilateral o en el lóbu- tarse independientemente en cada hemicuerpo, por lesión del
lo occipital dominante, según los autores. Otros sostienen que la área 40 de Brodma n o parte anterior de la circunvolución pari-
lesión asienta en la segunda y tercera circunvolución. ?-':.- 1 ~./-': etal infe1ior contra!ateral.
Constituyen las apraxias en las que el paciente ha perdido el Gerstman y Schiller la describieron. Es una dificultad, sin
plan de lo que debe hacer o realizar. Así, en los actos complejos, paresia ni otro trastorno funcional. Se la relacionó con lesiones
intentará realizar una primera etapa y luego quedará inmóvil frontales. Mayer y Gross la relacionan con una p.érdida..de..la.'.'ini•
sin saber cómo seguir. ciativa" de la marcha. En cambio Denny Brown la considera '.'.!l..n
Otras veces, realizará actos equivocados, alterando las eta• síndrome magnético". El paciente es incapaz de des¡,~~ar los pies
pas del mismo, como seria llevar una cerilla a la boca para ~o.
fumarla al pedirle que encienda un cigarrillo y lo fume.
Vemos que, en realidad, hay una falla ideacional, 1 ~ " Apraxia Buco-Linguo,Facial
debe hacer. Por ello, Morlaas la consideraba una agnosia de uti-
lización. Esta a¡Íraxia se observa, en lesiones .c!ifl!§.~de cerebro, Se asocia cvmunmente con la anartria y con la afasia de Bro-
degenerativas, qqe afectan. Iar~!L!illfÜJ.l,l dom.iJ1@le. ca. Siempre se acomraña de un grado de parálisis.
Se hallan afectados los l)lovjmientos de ambos !ad.os del.cuer· Se investiga solicitando al paciente que realice un chasquido
pQ,_ Los pacientes pueden imitar actos simples. También pueden con la len~. Movilizar la punta de la lengua hacia los cuatro
realizar actos bajo la dirección del examil)ador. sentidos.
S8 cy:d2ndn c.1 rca.Iizar: G~_tc::: '.D-2nsiti•;o::: cr~:.ii~.r.JllliLYe•
la, encender un cigarrillo, usar una tijg~JI.§.e.LlilL.Q.filEe. Semiotecnia
specialmente c) Vestirse y desvestirse. que de él emergen son homolaterales (con excepción del patético,
d) Imitar movimientos que realiza el examinador. que por otra pmte es el único que lo hace por la cara dorsal), s u
tapas. evidenria sPrniológir:~ SP. con.viP.tfP. Pn 11n vaJio~.c dgno para ubi-
uS secuencias 3) Pra:i:ia consti·ucti.va carla topográficamente. · ·
a) Hacer dibujos espontáneamente. La ubicación y la naturaleza de una lesión puede ser dedu c i-
b) Hace'r dibujos copiados. da a partir de las evidencias del compromiso de varios nervios
c) Imita r las figuras geométricas realizadas por el exami- craneales 1 porque, ·e·n diferentes asociacioneS 1 confluyen en
ar un beso. nador, eón palillos. determinados lugares como el seno cavernoso, el agujero rasga-
o; martillo. do postetior y el ángulo ponto-cerebeloso afectados por fistulas,
puño. · Tiempos en los mouimienfQs prqµqr;ício11ales traumatismos o tumores .
dos.
l º) Reconocer el. objeto_y_,¡_y_,igni.fi.ca_ción Gnosia
2º1 Decidir su l!!i!izJ!.ción Voluntad Primer par: nervio olfatorio
3º) Evocar cada uno de los actos.
sis. Está muy Referencias anatómicas: sus receptores periféricos están
n~-ªr.i.o~.tplanificación) Praxia ideatoria
de coordinar situados en.la mucosa pituitaria, cubriendo la bóved·a nasal y e l
n~rnl y Hrni ;tº' FZ'l!.~·· . rA_,.,..,,, .1,.. -~.,:·.. ~ti"" - ', .f; ,.,ul·· tet~iu ::; uf}~i.iur U.tú ~Oiq uc y Ue ia parcü éxterna. Esmn consr.1•
en el grupo cióiu:l.e.Jos en gramas motores Praxia motora tu idos podas cél~la~ d~ Schultze, que envíans;_,s prolongaciones
en forma de cilias a la pared libre de las fosas nasales; de s u
3rown, la no- extremo basal parten los cilíndroejes, formando 20 a 30 filetes
ín de reflejos nerviosos que se dirigen hacia artiba y atraviesan el cráneo por
NERVIOS CRANEALES
ión de origen la lámina cribosa del etmoides. Alcanzan así el bulbo olfatorio
El conocimiento del trayecto de los nervios craneales y el de donde entran en conexión con la segunda neurona, constituid a
JS síndromes la ubicación de sus· núcleos de origen en el tronco encefálico, per• por las células mitrales, que son multipolares, y cuyos ro:ones
mite asignar un gran valor localizador a los signos que indiquen constituyen la cintilla olfatoria (fig. 15-7). Un ·pequeño grupo ele
la lesión de cualquiera de ellos (Fig. 15-6). estos axones abandona la cintilla para relacionarse eón el bulbo
Como la lesión del núcleo de un ner;io motor confiere carác• opuesto, pasando por la comisura blanca anterior. El resto alcan-
ter perí féri~o a la pará lisis que provoca 1 y como además las fibras zará los centros secundarios de la olfación (trígono y tubérculo
?rra consjde• olfatorios, espacio perforado anterior, septum lucidum y circun -
!e. voluciones olfatorias) desde los cuales parte la tercera neurona ,
que por distintos e.aminas alcanzará la porción más anterior del
hipocampo. Finalmente hay fibras comisurales que relacion an
ambos hipocampos y fibras que transcurtiendo a lo largo de l
ficultad, sin_
ron lesiones
:la..de..la.'.'.ini-
msidera '.JLn
':{¡ar los pies
asia de Bro-
~ chasquido
a los cuatro
puño.
1erpo.
3. 1 usar una
Fig 15-6: Repaso an tómico de la base del cráneo; 1) surco olfat-0-
rio. 2) agujero óptico. 3) agujero rasgado anterior. 4) agujero
oval. 5) agujero redondo men,or. 6) conducto auditivo interno. 7)
agujero rasgado posterior. 8) agujero condillo. 9) hendidura esfe-
._
,1r1ridal. Fig. 15-7. Cintilla olfatoria y u/as ópticas .
1528 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
fornLx, alcanzan el cuerpo mamilar y la formación reticular del Segundo par: nervio óptico ocurre
tronco encefálico. dadero
Referencias anatómicas: las alteraciones provocadas por las he11
Es conveniente recordar que tanto el bulbo como la cintilla
lesión del nervio óptico dependen de la ubicación de la lesión. El derech,
olfatoria están situados en la cara basal del lóbulo frontal, por lo
sistematizado ordenamiento de las fibras en su largo trayecto hemire
cual pueden ser comprimidos por tumores que tengan esta local•
posibilita la presentación de diferentes cuadros que resultan de . izquiér1
ización, y que las lesiones profundas del lóbulo temporal que
gran valor para el diagnóstico topográfico. ojo mü
comprometen a la circunvolución del hipocampo pueden mani•
Sus células sensoriales son los conos y bastoncitos de la reti· izquier1
festarse con alucinaciones olfativas.
na, los cuales son estimulados por la luz luego de atravesar los derech,
La función de este·nervio es la olfación, sensación estimula• tambié
medios transparentes (córnea, cristaliano, humor vítreo). El
da por el aire cargado de pa1tículas odoríficas que puede ser retina i
nervio óptico tiene alrededor de I.000.000 de fibras mielínicas,
incrementada mediante la inhalación nasal, con la cual se logra el can1¡
cada una de las cuales representa el axón de una célula gan•
una mayor corriente de aire y de estímulos. de la ci
glionar, también intrantiniana, que constituye el tercero de la
vía, luego de las visuales y las bipolares. Es a través de ellos que quiasm
los estímulos luminosos alcanzan los cuerpos geniculados exter- cho a i:z
Síntomas: se denomina anosmia a la pérdida de la olfación 1
nos (centros visuales primarios). rior de1
hipo'smia a su disminución, hiperosmia a la mayor capacidad
. Los nervios ópticos (fig. 15-7) y después de su salida por el La
perceptiva por disminución del umbral, y paro_smia, ·a la perver•
polo posterior del ojo se düigen hacia atrás y algo hacia adentro, EdÍnge
sióii del olfato en la que los olores son percibidos en forma alter•
uniéndose en el quiasma, al cual penetran por sus vértices ante.: fibras e
ada. Una for-ma particular de la parosmia es la cacosmia, en lá.
riores y donde se produce una decusación parcial (fig. 15-8). Los culo ct
cual los olores tienen un cafácter repugnante 1 nauseabundo.
axones que provienen de la mitad temporal de la retina son núcleo
En las alucinaciones olfatorias el paciente percibe olores sin
directos, es decir que no se cruzan; en cambio los que se originan
los estímulos fisiológicos y su paradigma lo constituyen las crisis en la mitad nasal se cruzan con los del lado opuesto. De tal man, Sfo
uncinadas, que s.on una forma de .crisis epiléptica parcial desen~ era que las cintillas ópticas, que emergen de los vértices posteri• y ambl
cadenadas por lesiones ilTitativas del uncus del hipocampo (de ores del quiasma, llevan fibras de la mitad externa o temporal torias e
allí lo de "uncinadas"). Consisten en la percepción de olores del ojo del mismo lado y de la mitad interna o nasal del ojo fugax y
desagradables·, acom-pañados por onirisffio y automatismos opuesto. Estas Cintillas alcanzan los centros visuales primarios Las
faciales (husmeo, pantomima de masticación o deglución). luego de contornear los pedúnculos cerebrales. ciones t
La última neurona de la vía óptica está constituida por el haz cado d,
genículo•cakarino, que abriéndose en abanico (radiaciones ópticas diminu
Semiotecnia: la anosmia y la hiposmia bilaterales deben ser
de Gratiolet), va a finalizar en el área estriada de la corteza occip• flotancl,
interpretadas con cautela, porque frecuentemente dependen de
rinitis; ~n camb~o cuantj.o son unilaterales, adquiere"n mayor ita!, luego de cruzar el centro oval de los lóbulos parietal, tempo• movimi
ra] y occipital. La sensación visual despertada en la corteza de itivos, 1
sospecha de valor neurológico.
cada hemisferio, resulta de estímulos que provienen de los campos campo
Cada fosa nasal debe ser explorada separadamente. Para visuales contralaterales. La mencionada "decusación parcial" que visual,
ello, el observador comprime una narina con su dedo 1 mientras percibe
el paciente permanece con los ojos cerrados y realiza 4 o 5 inhala.;. encuen
ciones con la narina opuesta, frente a la cual se colocan difer- Se
entes substancias. El paciente debe responder si percibe el olor, percibí,
luego si lo reconoce y finalmente debe nombrarlo. Se utilizan lesión i·
substancias no irritantes, como naranja, tabaco o perfume, pues mental1
o
las irritantes (vinagre, amoníaco) estimulan también a las ter· lesión d
minaciones nerviosas del -trigérnino, eninascarando_ posibles o escen
alteraciones del nervio olfatorio. ciones
Causas de alteración del sentido del olfato: es condición previa lesión o
a toda interpretación neurológica de la anosmia cerciorarse que el uraJeza
paciente no tenga alteraciones de la mucosa pitúilaria provocadas psiquia
por resfriados, alergia 1 ocena etc. También debe recordarse que la mente e
anosmia por lesión cortical bilateral es excepcional.
. n.) el pacie
El bulbo y la cintilla olfatoria pueden ser lesionados por trau:
·-:__,X En
'' semios(
matismos de cráneo o por tumores de la cara orbitaria del lóbu- ''
1 '.
o intox
lo frontal! Y provocar anosmia unilateral. Más raramente se debe
turna,
a la existencia de tumores selares o supraselares, a la tabes o es
secuela de meningitis. · noche:
retinop
La causa más común de parosmia y cacosmia es la rinitis disting
atrófica, pero adquieren valor neurológico cuando se presentan todos (r
en crisis alucinatoiias: son las crisis uncinadas 1 forma de epilep-
sia focal desencadenada por cicatrices 1 tumores o malforma· Sen
ciones vasculares que asientan en cualquiera de los lóbulos tem- al, el fo
porales. central
La hiperosmia puede observarse en la histeria, en la intoxÍ• Fig. 15-8. Lesiones de vías ópticas y sus respeclivos campos Par
cacíón por cocaína y en la insuficiencia adrenal. visuales. cados a
NEUROLOGIA 1529
ocurre en el quiasnla.es .l:lfiª apariencia, no .constituye Un. ,·er.~ de tamaño cori variacjón progresiva. Para el examen de la visión
<ladero cruce de la vía óptica. En efecto las imágenes formadas en a distancia se emplean los optotipos de ·snellen colocados a 6
las hemiretinas derechas .de aml;x¡s ojos corren por la bandeleta metros del pacie nte. Sus alteraciones sólo a<lquie;en valor
derecha hasta la cisura calcarina derecha y las formadas en las patológico si se co_rfigen Jos•vicios de refratción y si los medios
hemiretinas izquierdas siguen todo. su. trayecto por. las vías. transpru·entes son normales. .
izquierdas. En realidad, el cruce de la vía óptica se realiza en el El pinhole test es un método práctico para investigar si la pér-
ojo mismo pues los campos visuales derechos van. a la mitad dida de la agudeza visual se debe a trastornos en la refracción.
izquierda de las retinas y los campos izquierdos a las hemiretinas Consiste en mirar a través de un pequeño orificio efectuado en una
derechas,· sin volverse a cruzar. El cruce de la vía óptica se hace tarjeta, con lo cual se logra eliminar la periferia de la córnea y del
también en sentido vertical, pues el campo visual superior va a la cristafüio. La visión mejora sí el déficit es por anormalidades en la
retina inferior y desde allí al labio inferior de la cisura calcarina y refracción y no cuando depende de lesiones maculares.
el campo visual infe1ior va a la retina superior y al labio superior Se habla de visión cuenta dedos cuanto el paciente, que no
ele la cisura calcruina, lo cual no es explicable por la decusación puede ver los tipos de letra más grandes, conserva la capacidad
quiasmática. En realidad, tcdo el campo visual se cruza: lo dere- de identificar la cantidad de <ledos de una mano que se le pre-
cho a izquierda, lo superior a inferior. Jo inferior izquierdo a supe~ sentan a 30 cm de sus ojos. Si no puede contar los dedos, pero
rior derecho, etc. percibe el bult\) de la mano, se ~ice que tiene visión bultos y fin al-
La vía del refléjo pupilar a luz se completa en el núcleo de mente tiene visión luz si solamente percibe la luminosidad.
EdÍnger-Westphal, él cual es ·alcanzado por un contingente· de · · Parn investigar la. 1'.:apaddad de distinguir colores· se mues-
fibras que parte del cuerpo geniculado, hace sinapsis en el tubér- tran papeles de colores y tonos distintos, frente a los cuales el
c~lo _cuadrigé1níno anterior y luego se dirige al ·mencionado paciente debe identificarlos y clasificar los diferentes tonos del
núcleo parasimpático del tercer nervio craneal. mismo color.
El cnmpo uisual es el territorio abarcado por la visión. Cada
Síntoma s: se denomina amaurosis a la pérdida de la visión ojo tiene su campo visual propio, que normalmente se superpone
y ambliopía a la disminución. La pérdida o disminución transi- con el del otro lado, por lo cual deben explorarse separadamente.
torias de la agudeza visual se denomina amaurosis o ambliopía La exploración cuidadosa del mismo permite determinar la local-
fuga\'. y constituye un síntoma de isquemia cerebral transitoria. ización de una lesión que afecte la vía óptica.
Las llamadas moscas volantes son provocadas por condensa- El médico puede detectar defectos groseros confrontando su
ciones transitorias del humor vítreo, por lo que carecen de signifi- campo con el del paciente, para lo cual debe colocarse frente a él
cado de lesión neurológica. Consisten en la percepción de una a unos 80 cms. y ocluir un ojo mientras el enfermo ocluye el qu~
diminuta mancha oscura, como si fuera una mosca, que se mueve se le enfrenta. Un dedo colocado a igual distancia de ambos ojos
flotando e"n el campo visual, sin acompañar estrictamente a Jos abiertos, se desplaza desde la periferia hacia el centro, debiendo
movimientos oculares y deben diferencimse de los escotomas pos- compararse el momento en el cual se hace visible. Se repite la
itivos, que también se manifiestan como manchas oscuras en el maniobra en los distintos diámetros en uno y otro ojo.
campo visual , pero fijos, siempre en el mismo sector del campo Normalmente el paciente y el médico deben percibir la imagen
visual, por lo que cambian de lugar junto con la mirada. Se simultáneamente.
perciben 4lnto mas precozmente cuanto más cerca de mácula se En pacientes que cooperan poco puede ser útil colocar
encllentte la lesión retinlana o preret.Íniana que lo" provocrt. simultáneamente las manos del observador en el sector tempo-
Se denominan alucinaciones visuales a las imágenes ral de cada campo visual, y mover los dedos mientras se aproxi-
percibidas sin estímulo objetivo. Pueden ser simples, indicando man gradualmente hasta que se hagan visibles. .
lesión irritativa del lóbulo occipital, cuando adquieren formas ele- Pero es con el perímetro (fig. 15-9) con lo que se pueden hacer
mentales como luces, colores o estrellas, o complejas, sugiriendo las investigaciones más precisas. Para ello, el paciente fija la
vista en el punto central de la concavidad de una semiesfera que
lesión del lóbulo temporal, cuando se perciben animales, persouas
o escenas, aun con reacción· emocional adeucada. Estas alucina~ puede 01ientarse en cualquier meridiano. Un pequeño . índice
blanco que se desplaza de la periferia hacia el centro permitirá
ciones no expresan alteración Ínental sino que son síntoma de
determinar, en grados, los limites del campo Yisual.
lesión orgánica focal, y como el paciente tiene conciencia de su nat-
uraleza patológica, pueden ser denominadas alucinosis. En
psiquiatría se llaman alucinaciones a las imágenes creadas por la
mente de los psicópatas, como signo de la psicosis, frente a la cual
el paciente reacciona como si existiera estímulo objetivo.
En Ja nidalu11ia, o cegueta <liurna, el enfei·rnv ve mejor en
semioscuridad que a plena luz y puede ser provocada por fatiga
o intox icaciones. En cambio, en la hemeralopía, o ceguera noc-
turna, la dificultad para ver aparece al oscurecer o durante la
noche y puede ser síntoma de deficiencia de vitamina A o de
retinopatía pigmentatia. Discrom.atcpsia es la dificultad para
distinguir los colores, pudiendo afectar sólo a uno, a varios o a
todos (mono, bi, poli o acromatopsia).
Cuando es necesario determinar la topografia de un- esco- bitemporal deben lesionarse las fibras· que se decusan en el
toma, se utiliza el campímetro de Bjen-um que consiste en una quiasma y que provienen de las retinas nasales. Por ello es posi-
nantallanegra con un punt-0 central blanco. Mientras el paciente ble verla en los tumores hioofisarios.,. menin~omas y cráneo
está ubicado a mts. de la pantalla y mira el punto central con un faringiomas .. La herrúanopsi~ heterónima binasal es. de r~ra
solo ojo, un índice blanco se desplaza desde la periferia hacia el observación pues requiere la inte1rupción de. las fibras externas
centro y señala los límites y accidentes internos del campo visu• del quiasma con indemnidad de las mediales, lo cual puede ser
al. El procedimiento puede ser sensibilizado con índices de col- provocado por malformaciones vasculares o tumores hipofisarios
ores y de tamaños decrecientes. de desan·ollo lateral. .. , , .
El campo visual normal (fig: 15-10) adopta la forma de 2 cír- Las lesio_nes de las cintillas ópticas, que provocan hemianóp-
culos que se superponen en su parte interna. La nariz, en los sec- sia homónima, son poco frecuentes, pero pueden afectarse por
tores nasales y las cejas y las arcadas superciliares por arriba, compresión. Para determinar si ésta se encuentra por delante o
son obstáculos anatómicós que limitan el campo visual. por detrás de la emergencia de las fibras destinadas al núcleo de
Eddinger-Westphal, y ulteriormente a las pupilas, se investiga la
Las zonas ciegas dentro de los límites del campo visual
existencia del fenómeno de Wernicke .. Para ello se ilurrúna la
reciben el nombre de escotomas. Pueden ser positivos o nega-
mitad ciega de la retfria con instrumental adecuado. Si la lesión
tivos según sean percibidos o. no por el paciente. La mancha de
está por delante de la emergencia no habrá respuesta pupilar, es
1fariotte cons~ituye un escotoma fisiológico negativo, que está
decir que el fenómeno es negativo; si la interrupción se encuen-
ubicadc a1gn por focra d.cl centro del .:-umpo ·;i3ü.al dudo p::ir el
e punto de fijación de la mirada y que está provocado por la emer-
gencia del nervio óptíco a través de la retina (fig: 15-10). Para
tra por detrás, habrá contracción pupilar aunque no se perciba
la luz, por estar interrumpida su llegada a la corteza cerebral.
Además, si en el fondo de ojo hay signos de atrofia de papila, se
determinar los límites de un escotoma es conveniente investi-
puede asegurar que la lesión se encuentra por delante del gan-
garlo a una distancia que amplifique su tamaño:. en vez de uti- glio geniculado.
lizar el perímetro, en el cual la pantalla está a 33 cm., se emplea Se denomina cuadrantopsia (o, mejor, cuadrantanopsia) al
él campímetro, colocado a 2 mts. de distancia. defecto del campo visual que cubre solamente un cuadrante. En
o La presencia de escotomas positivos, percibidos por el
paciente como manchas negras, se debe a alteraciones de los
la mayoría de los casos está provocada por lesiones del lóbulo
occipital, pero es posible observarla por lesiones temporales.
medios transparentes o de la retina, tales como hemorragias Debe recordarse que al labio inferior de ]a cisura calcarina cor-
retinian.~.,:; o pre-retinianas. En la migraña con aura, el acceso responden los cuadrantes superiores y al labio superior los infe-
doloroso está precedido por la percepción de destellos luminosos, riores. Cuando el defecto en un sector del campo visual es sola-
denominados escotomas centellantes 1 y que están provocados por mente para los colores, pero respeta la visión de la luz, se habla
alteraciones en la circulación cerebral o retiniana. de hamiacromatopsia.
Los escotcmas negativos se deben a lesiones de la vía óptica
y no son percibidos por el p:¡ciente, por lo cual su demostración Fondo de oio: puede ser observado mediante el empleo del
requiere de un detenido examen del campo visual. oftalmoscopio. Para ello cada ojo del paciente debe ser exarrúna-
El campo visual puede demostrar la existencia de reduc~ do con el ojo correspondiente del observador, m.ientra_s lo empuña
ciones sectoriales, parciales o concéntricas de sus bordes, las con la mano del mismo lado, es decir que al ojo derecho del
cuales pueden ser proyocadas por fatiga, intoxicaciones o paciente se lo examina con el ojo derecho, mientras. la mano
retinopatía pigmentaria. Se denomina herrúanopsia a la pérdida derecha sostiene el oftalmoscopio. La mano libre debe fijar la
de la mitad del campo visual. Puede ser homónima derecha si cabeza del paciente, y su pulgar a lo largo de la frente, debe
afecta a los hemicampos derechos de cada ojo u homónima servir de apoyo a la frente del médico. El disco refractométrico
izquierda si afecta a los izquierdos (fig. 15-11). Son provocadas ~ . . D cuando el observador no tiene vic.i.Q.u!i,
por lesions retroquiasmáticas, sea en 1a cint.illa, en los centros refracción o en el númeio correspondiente de filoptriás si ]as
visuales primarios o en el tracto genículo-cakarino. tuviere, y dirígiengq-~l haz luminoso aJa aberturnpupilarpJ)drá
Una hemianopsia es heterónima cuando compromete campos f(l)reciar la to.nªlidrui rosadJ(del fondo de ojo sobre el que se
visuales de diferente nombre en cada ojo: derecho en uno e destacan los vas2s en disposición radiada. Si el paciente.Jjme
izquierdo en otro. Puede ser heterónima bitemporal o binasal vicio de refracción los vasos @.arecerán con bordes borrosos, en
(fig. 15-12). Para que se produzca una hemianopsia heteronima .cuyo caso es necesario desplazarJR!LLeJ),tes_de_l_clis~,LhasJa,i¡ue~SJl
Fig. 15-10. Campo visual normal: escotoma fisiológico (Mancha de Mariotte). Fig. 15-11. Hemíanopsia homónima <Jerecha.
Fig. 15-12. Hemianopsia bitemporal: tumor de hipótisis.
NEUROLOGIA 1531
lecusan en el hat1an nítidos. Las venas se ven más oscuras y gruesas que las O{talmodi11amometdg: la medición de la tensión de la arteria
Jr ello es posi- brterias con una relación en cuanto al diáro,eac!~... a._,,.2, S~ central de la retina es un estudio a indicar cuando se sospecra
mas y crá~eo sigue el cur:;o de un v2_e,4) efl s.ent.i~l'I ~ent.rini:>to Sf?' Hecra_~!rn.i· och1si~o p f'St.P.no;<;.is d~ la aiteria carótida inte_rna P.n su segmen!o
tl es . de rara ,IB óptica · oue aparece como un disco de no rosado más pálida que ce1vícal. La arteria oftálmica constituye una de sús ramas termi-
bras externas el de la retina, ceyos bordes defi nidos se atenúan en el sector nales, de tal manera que la trombosis en la carótida ántes de s,
ual puede ser nasal. En su centro se encuentra la excavación fisiológica en la eme_rgencia, provoca disminución de la presión distal. Para deter- ·
,s hipofisarios ~casionalmente puede observarse la lámina cribosa de la minarla se emplea el oftalmodinamómetro de Bailliait.
esclerótica .. ·. Cuando el descenso de la tensión es marcado, suele haber an-
an hemianóp-
,,.. Eii el centro de la papila y en algunos pacientes es posible tecedentes de disminución fugaz de la agudeza vis ual en es~ ojo
afedarse por
por delante o \ ahs¡,r,a¡- el latido venoso, de gran valor semiológico porque desa- y el examen revelar paresia hernicorpó_ral contralateral. Enton-
{N rece cuando hay aumento incipiente · de. la presión ces la sospecha de oclusión carotídea es firme, Jo cual se certifi-
s al núcleo de
:e investiga la í Ullillf.\lllfill\1ª· Si la hi pertensión continúa se ingurgitan las
Lv('nas, aumenta su diámetro y el de la relación vena-arteriy se
cará mediante la arte,iografía. ··
,e ilumina la
Ó. Si la lesión
esfuman los bordes de la papila, núentras que su elevación
ta pupilar, es
obliaa· a incurvarse a los vasos que la cruzan constituyendO el Tercer par: motor ocUlar común
edema de papila (fig. 15-13). Este edema de papila se mide en
5n se encuen-
.Ji.;:r;trL.1.s, !1:3.f('~d?.~ !"!~· l!l r!if~rP.n ria r~T~ \'Pr í'(tn_ I~ rni srirn .RcftJ !'!!!lCfa~ ann f~1rifr-0~: n~,:".": l)~:~1r:erlfr~ll'TJ 1(\ ,.ef Phl"'nl -r r•!'
oo se perciba
:eza cerebral. nitidez Ún vaso papilar y otro retiniano distante. Tres dioptrias delante y por fuera del acueducto de Sj)vio emerge...p.oLellinnle
de papila, se de diferencia corresponden al mm de protrusión de la papila ...fü. ~edtinculo y penetra en la p¡JT.ed..externa.deLseno.ca-
mte del gan- labi12e1tensióo continúa aparecen hemorragias retinianas gen- vernoso, junto con el nervio patético y ja rarna,_qft.álnlica.rlel.tri'-
eralmente en forma de llam a.•.La.i;¡n,sa má~ frecuente de edema gémino. Penetra en la órbita a través de la hendidu ra·esferioí&l
itanopsia) al de papila es la hipertensión endocra11~?.!1ª provocada llllf donde se divide en dos ramas: una supedor que inerv~ a los IIlús·
rndrante. En ~ s . pero su presentación o magnitud dependen de la local- culos recto superior y elevador dél párpado, y ot;a inferior para
es del lóbu lo ización de la masa: es precoz y severa en los de la fos.!!_~~~~ ~~or el recto interno, el oblícuo menor, el recto inferior y. para la pupi-
temporales. y ~cional en los tumores hipofisario$_. , la. Estas últimas son fibras amielínicas gue provien en del gan-
alcarina cor- También puede desan-ollarse cuando está dificultada la c_i!:• glio oftálmico, cuyo centro está en el nJÁcleo Qf9.!Lt\.~!MLde...Ril-
ffi or los infe- "'ulacilin..fillllZfil!l!La venoe!l..P-9L.!:rnmJ?_o,is...\l~.Q§..!!~ .s.Q...§~... lilo- dinger-Westphal, y que intervierien_en la CQ!l.lli!CCión pul'i!J!LY
'l.\@!ill los o r ~pa<>aje del kCR_M[_meningitis. en la acomodación.
sual es sola-
La hipertensión arterial maligna es la causa más frecuente de La acción de los músculos inervados por el motor ocular común
luz, se habla
_edema de papila por patología extracraneal, entr_f_l_~~-Cl!,il_es deb~. (MOC) es elevar el párpado supeiior y efectuar todos los movi-
!Señalarse a la policitemia, a la leucemia y a la hipercapnia.. mientos oculares, con excepción de la mirada hacia afue_ rU, que_ e;;
1 empleo del
.· U. \¡'a\iilitís o sea la inflam§ció11de la !lllJl.ila m:_ovocada HQ!jn- .efedú~da por el músculo recto externo inervado por VI par. El rec· .
fcccio·neS o intoxicaciones (fig. 15-14), puede provocar edema de to superior es fundamentalmente elevador del ojo cuando está en
;er examina-
,s lo empuña ruiJlila el cual puede ser diferenc)ado del provocado por hi¡ruw¡- abducción, síendo rotador interno cuando está en aducéión. El re(:.
derecho del iiióu endocraneana porque comienza bruscamente es dolorosa ge~ to interno lleva el globo ocular hacia adentro, siendo su oponente
:as ,la mano ueraln,ient~ '/0,i!Mqal y porque djsminuye la agudeza visual. el recto externo, que lo dirige hacia afuera, núentras que el recto
:lebe fijar la La 'ah'ofia. de 'papila (fig. 15-15), que la presenta con aspecto infeiior es oponente del recto superior en los movimientos en el
ná!ido y.bordes bien definidos,.P.uede ser hereditaria como en la plano ve,tical. El músculo oblícuo menor dirige el ojo hacia arriba
frente, debe
·actométrico . enfermedad de Leber1 o adquirida, como en la neurosífilis. ~ mientras el globo ocnlar está en aducción y lo rota hacia afuera
tumores de la cara orbitaria del lóbulo frontal, al comprimir un cuando está én abducción (fig. 15-16). ·
1
nevi c ~
nervio óptico y provocar hipertensión endocraneana pueden cau- Las fibras amielínicas que acompañan al MOC y que intervie-
1Jri.~§~_@$
1pilar pJJdrá sar atrofia de papila homolateral y edema de papila en el ojo nen en la acomodación, se desprenden de la rama destinada al
e el que se
; 9Wlfilito: es Jo que se denomina síndrome de Foster-Kennedy. oblicuo menor, y a través del ganglio oftálmico y de los nervios ci:
·.¡
1 Cuando la atrofia de papila es secuela de· papililis o de ede- li3res cortos a19Jnzw el esfinf&r del iris y el I_Diísculo ciliar: -
ciente_Ji.tQ.g '!
) .mo de larga evolución los bordes no son tan definidos y el color
~rrosos , en
1astaJJ.U!l..SJl
i ·);,.'l>.Jsrisáceo. Además de estoS aspectos que resultan de particular .~ : la parálisis de los músculos oculomotores provoca
interés para el neurólogo, la oftalmoscopia permite observar al- diplopía es decir visión doble de un ún ico QQj_~\Q. En el caso del
teraciones provocada.s por enfermedades cario-retinianas e im- mot.or ocular común, si se afectan todos los músculos que·inerva,
portantes aspectos de la patologÍR vascular. la ptosis palpebral unilaferal, al an ular una de las imágenes, ha-
echa.
Fig. l~-i3. Ed~mu ele µupifu. Fig. 15•14. Papilii'i~ fi'ig. 15 -15. A::-:.Jia de pa¡;ifo.
1532 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
ce desaparecer el síntoma, que reaparecerá cada vez que se ele- En la parálisis total hay ptosis palpebral; si se levanta pasi-
ve pasivamente al párpado paralizado. vamente el párpado puede observarse que el ojo está desviado
hacia afuera; si se· intenta hacerlo excursionru:- siguiendo el cur-
Semiotecllig.:. para ex8.minar un-paciente t.:úJI ·presunta pará.:. so de un dedo se podrá observar la imposibilidad de dirígirio ha-
lisis ocular se comienza con una prolija inspección, durante la cia abajo, hacia adentro o hacia an·iba. Podrá desplazarse hacia
cual se observará si los bo~des pupilares se encuentran a la mis- afuera, porque este movimiento depende del motor ocular exter-
ma altura, si existe desviación ocular o si se aprecia una ligera no, y ligeramente hacia abajo y afuera, por la indemnidad del pa-
desviación compensatoria de la cabeza, corno ocurre cuand_o hay tético. La pupila está dilatada, con abolición del reflejo a la luz y
parálisis del oblicuo mayor que está inervado por el patético. En a la acomodación. El reflejo consensual, es decir 1~ contracción de
condiciones normales, el párpado superior cubre el tercio supe- una pupila por iluminación de la otra, se obtendrá únicamente si
rior de la córnea, dejando completamente descubierta a la pupi- se estimula la del ojo paralizado y no habrá respuesta del ojo en-
la. fermo por iluminación del sano.
A continuación se exploran los movimientos oculares para lo El fenómeno de Marcus Gunn consiste en la elevación del
cual se fija la cabeza del paciente con la mano izquierda del ob- .2._árpado paralizado al abrir la boca, lo que puede acentuarse si
servador colocada en su mentón. Se le pide que cubra uno de sus el enfermo dirige la mandíbula hacia el lado san.o. Es una sinci-
ojos y mire al dedo índice del médico, ubicado a unos 20 cm de necia, es decir un movimien_to ínvoluntqrio desencadenado por
distancia, siguiendo los movimientos que éste le imprime hacia otro voluntario y es_debido_la rEJ_generación anóngla de fibras
arriba y hacia abajo, hacia la derecha y hacia iá izquierda, en los luego· de una lesión dei nervio. Mientras· iaS lesiones 'troncuJares ·
diferentes diámetros oblícuos, siguiendo el esquema de la letra son las que provocan parálisis tófales, las parálisis parciales son
H, y por último desctibiendo un círculo. Se repite la maniobra de origen nuclear y raramente intraorbitarias.
con el otro ojo y luego se examina la convergencia 1 aproxímando Para el diagnóstico diferencial entre una pequeña ptosis del
lentamente el dedo hacia el entrecejo del paciente. párpado superior y la disminución de la hendidura palpebrul por
Existe estrabismo cuando los ejes ho1izontales o verticales de parálisis del simpático cervical, debe considerarse que la con-
los globos oculares dejan de ser paralelos, lo cual puede ser expre- tracción espontánea del músculo frontal y la midriasis son signos
sión de una parálisis motora o de un trastorno funcional. Si hay de la primera eventualidad, y que, en la parálisis del simpático
parálisis, el paciente manifiesta diplopía, pero ésta es poco fre- cervical, el párpado inferior está ligeramente elevado, que·con un
cuente cuando se trata de un trastorno funcional. En aquel caso, esfuerzo se ccnsigue ele,;ar completamente el párpado superior y
la proyección de los objetos se efectúa sobre la fóvea en un ojo y so- que hay miosis.
bre la retina en el otro, lo cual da lugar a la percepción de dos imá-
genes: una fovea1) nítida, y otra retiniana, borrosa. Si el paciente Pupila
mira a un punto luminoso con un vidrio rojo delantú de uno de los
ojos, percibirá una imagen de color normal y otra colorada. Me- El examen de la pupila resulta insoslayable durante el examen
diante el test de Lancaster es posible determinar en forma objeti- neurológico de un paciente. Su forma, tamaño y reflejos1 pueden
va la intensidad y evolución de un estrabismo. Para ello se coloca alterarse por enfermedades oculares 1 en situaciones de extrema
al paciente frente a una pantalla de un metro de lado y se le cu- tensión emocional, por la acción de drogas y en numerosas enfer•
bre un ojo con un filtro rojo y otro con un filtro verde. El observa- medades del sistema nervioso central y periférico.
dor dispone de una linterna con uno de los colores con la cual pro- Es circular en condiciones normales1 pero su borde puede tor·
yecta en la pantalla una línea de alrededor de un cm. y le solicita narse irregular, dentado o festoneado, lo que recibe el nombre de
a
al pacie1Íte que trace otra superpuesta la primera. Las líneas se discoria, luego de íritis, iridectomía, traumatismos oculares o ser
distancian cuando hay diplopía y es posible transportar a un grá- signo de neurosífilis o colobdma. Áunque normalmente está ubi-
fico graduado la distancia que las separa. Un signo útil para dife- cada en el centro del iris, su excentricidad carece de significado
renciar el estrabismo paralítico del funcional consiste en observar de lesión neurológica. El tamaño debe valorarse juntamente con
la separación de los ejes oculares mientras el paciente dirige la mi- la luminosidad del ambiente, ya que normalmente se dilatan en
rada hacia el lado paralizado: aumenta en el parulítico y se man- la oscuridad y se contraen cuando hay luz intensa. Son más pe-
tiene constante en el funcional, que por otra parte no manifiesta queüas en niüos y ancianos que en adultos y jóvenes y se dilatan
diplopía. Los niños tienen capacidad para suprimir la imagen fal- en rubios y en miopes.
sa, de tal manera que en ellos puede no haber diplopía en estra- .En..lliJ¡¡¡ción de nonnalidad y con luminosidad modera<i~
bismo paralítico. tamaño es irual en ambos o¡os X oscila e n t ~ . Se habla
Luego del .estudio de la motilidad ocular extrínseca se pasa a de miosis y midriasis cuando el diámetro está por debajo y enci-
examjn8J· la pupi!~ cr.. :::~ t3..,rn,1ño,-forma y reflejar: a b luz, o.co- n::.a, rc.spccfr:::uncnto, de esto.e; :)Xtremos.
modación y convergencia. Puede observarse miosis por iostilación de eserina para el tra-
La parálisis del motor ocular común puede ser total o parcial tamiento del glaucoma, por intoxicaciones endógenas (uremia) o
y esta última ser externa o interna 1 en cuyo caso se afecta sola• exógenas (opio, morfina) y en las hemorragias pontinas.
mente la motilidad de la pupila. Además puede ser aislada o Cuando la miosis con o sin discoria se asocia con arreflexia
combinada, permanente o intermitente y de acuerdo con el sitio pupilar a la lnz mientras se preserva el reflejo a la acomodación,
· de Ja lesión1 supranuclear, nuclear o periférica. se constituye el signo de Argyll Robertson, que es de gran valor
En la parálisis total (fig. 15-17) se paralizan todos los múscu- para el diagnóstico de neurosífilis.
los inervados por el nervio y hay midriasis paralítica, sin reac- La miosis unilateral, con disminución de la hendidura palpe-
ción a la luz ni a la acomodación. bral y enoftalmia, constituyen el síndrome de Bernard-Horner
En la parálisis parcial del MOC se pueden afectar algunos o to- que indica p~rálisís simpática, por lesión de la cadena o de los
dos los músculos que inerva, a lo que se denomina oftalmoplejía ex- ganglios cervicales. En general depende de compcesiones por
terna, o paralizar solamente los músculos de la pupila y acomoda- adenopatías y tumores del vértice pulmonar. El síndrome de
ció~ de cristalino, lo que constituye la oftalmoplejía interna. Pourfour du Petit es de rara observación y está provocado por
NEUROLOGIA
O.O.
REClO SUPERIOR OBLICUO MENOR '
. " . ,.___
~
\~~
OBL! CUO MAYOR RECTO INFERIOR
camente el ojo.
Entre las formas crónicas se incluyen a la oftalmoplejía nu- reposo nocturno y por la acción de drogas que bloquean a la coli- Rama
clear progresiya, poi' degeneraci6~ nuclear, la cual deberá ser di- nesterasa. (Fig. 15-19). .. . •. .. . ·_ . .
ferenci ada de la miopatía ocular o síndrome de !Gloh y Nevin, La oftalmoplegía intemuclear es im síndrome provocado por Sín
que constituye Ufla· fori1i..1 clínica de distrofia muscular. En am. lesiones que afectan !l !a dntil!a 1ongib.1,jinaJ posterior, cuya fun• ·vos'•ér
bos casos hay ptosis palpebral progresiva, simultáneamente o ci6n es vincular a los n~cleos oculomotores. Es un trastorno de la tra'cció
p1'ecediendo a la parálisis de los otros músculos 0<;ulares, todo lo mirada conjugada lateral, con preservación dé la convergencia,' lo cual
cual culmina en la imposibilidad de cualquier movimiento ocul ar en el cual claudica el recto interno de un lado mientras el exter- la fona
extrínseco. Se denomina facies de Hutchinson a la que adquiere no opuesto prese nta sacudidas nistágmicas. Puede ser uní o bi- migda
el paciente en est<> momento en el cual se acentúan los pliegues lateral, y cuando se observa en personas jóvenes, puede presu- · · Las
frontales por esfuerzo muscular para elevar los párpados, la ca- mirse el diagnóstico de esclerosis múltiple. contrae
beza está echada hacia atrás para posibilitar la visión y los ojos multán
están inmóviles en sus órbitas. ción de
La oftalmoplejía int,erna con parálisis de la motilidad pupilar, su mor
puede se r provocada por una lesión incompleta del núcleo del Quinto par: nervio trigémino convul
motor ocular común. El desplazamiento del tronco encefálico que da de c
provocan los hematomas intracraneanos, fundamen talme_nte los Referencias anatómicas: el trigérnino es un nervio mixto La
extradurales, puede manifestarse con midriasis arreíléxica del cuyo núcleo motor está ubicado en la protuberancia, en la vecin- es bila
ladG de lo. ~lesión y a1terf!d ón de la condenóa dnd <l.d-scnnitlvo. Come ocurre ccn. lo::: -otros ncr:ios crancalc0 1 bierta,
recibe inervación de ambos hemisferios cerebrales. El nervio ca.
Lesiones infranucleares: las parálisis periféricas de los oculo- masticatorio, o rama motora, emerge por la cará anteriorde la
motores pueden observarse aisladas o juntamente con la de protuberancia, por debajo de las gruesas ramas sensitivas y lue-
otros, en lugares de confluencia, lo que da lugar a diferentes sín- Sen
go de transcunir junto con su tercera raíz, va a inervar a los
dromes. Los aneurismas de la arteria comunicante posterior seteros
músculos mastero, temporal, pt_~'}goideo, miloh.ioideo, vientre
pueden comprometer al nervio motor ocular común, antes o des- mey pi
anterior del di gástrico, tensor del tímpano y velo del PW.ll.Q.\\f. El
pués de su estallido, dando lugar a la presentación de diplopía sión de
núcleo sensitivo constituye la parle superior de una larga colum-
por estrabismo externo y hemiplejía conlralateral, lo que consti- mandil:
na de substancia gris que se extiende desde el compacto núcleo
tuye un síndrome pseudo-Weber. En el síndrome de Gradenigo, principal de la protuberancia y se prolonga hacia abajo en la obsern
generalmente provocado por una otitis media supurada, se aso- reposo,
substancia gelatinosa de Rolando y en el núcleo espinal, en el ex-
cian parálisis del motor ocular externo y neuralgia facial del mis- su inm
tremo inferior del bulbo. Desdé los núcleos p1incipal y espinal
mo lado, por un proceso inflamatorio en la punta del peñasco. En parlen fibras para el tálamo opuesto, alca nzando la corteza lue- Si e
las meningitis subagudas (tuberculosa, sifilítica, micótica) y en go de una nueva sinapsis. La parte protuberancia! del núcleo muerda
la sarcoídosis, el proceso in!lamatorio predomina en Ja base del probablemente recibe la sensibilidad táctil, mientras que la raíz con los
cráneo y puede comprometer tanto los oculomotores como otros espinal descendente recibe la lermoalgésica. La raíz sensitiva se arrastn
nervios craneales. 'rambién puede aparecer diplopía en las neu- constituye en el gran ganglio de Gasser poco después de su emer- rre entr
ropatías metabólicas (diabetes, porfitia) y, más rar amente, en la gencia ·a partir del cual se trifurca en las ramas oftálmica ma- torio y,
poliradiculoneuritis o síndrome de Guillain-Barre. xilar superior y maxilar inferio~1ªJ:aíz.¡¡¡¡¡.t9~- desvía
Por la pared d,el seno cavernoso transcurren los nervios de los ra o nenrio masticatori'k. Cuando
pares III, IV y la rama of\álmica del V, los cuales pueden ser falta de
La rama oftálmica se distribuye superficialmente sobre el hue- ·
compri midos simultáneamente por tumores o aneurismas de la so frontal, ojo y dorso de la na1iz; la 2• rama en las mejillas y el Las
vecindad. Un cuadro semejante puede observarse sí los mismos área del hueso maxilar superior y la 3' sobre la mandíbula (fig. 15- estar ul
nervios son lesionados en la hendidura ·esfenoidal por procesos 20). La sistemati zación de estas fibras es diferente en el núcleo, en pondier
t~rnorales , inflamatoiios o vaScula.res. La miastenia gravis es el cual se ubican de tal manera que sobre la cara se proyectan co- habrá ~
una enfermedad de la transmisión neuromuscular en la cual hay mo anillos concéntricos desde la boca (fig. 15-21). Entonces, una siones.
debilidad que se acentúa con la fatiga, fundamentalmente en los cuidadosa investigación de los déficits sensitivos de la cara puede tembloi
músculos inervados por los pares craneales, y que entre otros ubicar seguramente si la lesión es nuclear o radicular. ambos l
síntomas presenta ptosis bilateral y diplopía, que mejoran con el nifiesta
núcleo,
xia y at
ciones ~
La 1
misióil
la lesió1
treabie1
de los n
Rama
Sín
tesia). 1
o esenc
Fig. 15-20. Nervio trigémi110: distribución de la.sensibilidad trable.
tipo periférico. Fig. 15-16. Nervio trigémi110: distribución de la ocasion
Fig. 15-19. Miaste11ia. sensibilidad tipo central. aneste~
lores fa
NEU_ROLOGIA
Rama sensitiva
Síntomas: pueden ser irritativos (dolor) o deficitarios (anes-
tesia). El dolor, o· neuralgia del trigémino, puede ser sintomático
o esencial, de acuerdO cori la presencia o nO de etiología demos-
trable. En la neuralgia sintomática, el dolor tiene exacerbaciones
ocasionales, pero las rµolestias son casi perman·entes, con hipo o
anestesia en el área dolorosa. Por ello, toda vez que aparecen do-
Fig. -15-22. Técnica para el reflejo maseterino.
lores faciales referidos a una de las ramas del trigémino, sé de-
1538 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA ll'¡_
TERNA
- - -
_. . . . '
obtenerse-percutiendo sobre un bajalenguas col~cado ~obre los bajri d~l á\run~ iot<lra,' pe;o se,une a ella par~ pene~ru;juntos
incisivos inferi01:es. · · · · . .. · · en el conducto auditivo interno. Continúa su trayecto en el acue-
Como ocurre con los otros reflejos mu~culares, el maseterino ducto de Falopio, el quele<\etennina dos' acodaduras: en la pri-
estará exaltado cuando se lesiona -·ta primera neurona motora, mera se _encuentra el ganglio ge!lÍCUlado, origen de la rama sen-
como en el síndrome pseudobulbar, y disminuido o abolido en las sorial, cuyas fibras conducen las sensaciones gustativas _de _los
lesiones periféricas (síndrome bulbar). - · - dos tercios an¡,;rió;es de laiengu,a. Mediante la rarna,inotor~. el ·
Los dolores faciales requieren una cuidadosa anamnesis y se- facial inerva á todos los músculos de la cara, con excepción de los
miología, que atienda al área dolorosa, a las características del do- elevador.es de los párpadps superiores. También inerva all)lUS·
lor, a su 1itmo y a la eventual ocuhencia de signos autonómicos. La culocufáneo del cuéllo, al músculo del estribo, al vientre poste-
neuralgia del tiigémino secundaria puede ser provocada por caries rior del digástrico y al estilolúoideo. Sale del cráneo a través del
dentarias, sinusitis, esclerosis múltiple o tumores del cavum y del agujero estilomastoideo. El facial superior, que inerva la frente,
ángulo pontocerebeloso. En cambio se desconoce la etiología de la recibe fibras de ambos hemi;ferios cerebrales; en cambio los
neuralgia esencial del trigémino en la cual son normales tanto el músculos. de la mitad inferior de la cara, sólo las reciben del he-
examen neurológico como los estudios paraclinicos. misferio contralateral.
El síndrome de Costen o de la articulación temporo maxilar,
1 1
NEUROLOGIA 1539
netrru:juntos
Io ·enel acue-
·as: en la pri-
la ramaseo-
ativas .de)os
oa)notora, el ·
:e¡Íción de los
erva al rµus-
ientre poste-
, a través del
-va la frente,
t cambio los Fig. 15:2a. Parafois /acial pai/erita izquierda. El paciente
ciben del he- muestra los dientes. Fig. 15-24. Parálisis facial periférica
izquierda. El paciente cierra los ojos.
Jte concurre
irpa.dos (mo- 0Ll í<.:ut1. y ovai yut: lt!t.:Ueid;:i. a uua raquei.a de le11i:s, cuyo·mango ~·
1acia el lado señala el lado paralizado (fig. 15-23). La debilidad muscular
-0no normal, también le hará imposible silbar.
ccidez de los Todos los déficits señalados qu~ fueron obtenidos indicando
an aumento movimientos voluntarios, también pueden ser observados en los
;oftalmo. La involuntarios, provocados por estados emocionales como la risa,
ninución de el llanto o la cólera.
el escurri• Si se invita al p•aciente a flexionar la cabeza mientras el ob-
servador se opone efectuando presión hacia arriba con una ma-
,tre la meji- no colocada debajo de la mandíbula, podrá observarse la falta de
;e junto con relieve de los distintos fascículos del músculo cutáneo del cuello,
que son bien visibles del lado sano.
io, antes de Se pasa luego a explora r el sentido del gusto en los dos tercios Fig. 15-25. Parálisis facial periférica: signo de Negro.
lelmúsculo anteriores de la lengua. Para ello se emplean soluciones con los
:el gusto en cuatro gustos fundamentales, de los cuales se deposita una gota y
una sensa- se le solicita qu·e, sin paladear, señale el sabor percibido en un pa- sarcoidosis están entre las causas menos frecuentes de parálisis
intensos o pel en el cual se escribió dulce-amargo-salado-ácido. Luego de ca- facial perifética.
ermediario da exploración debe enjuagarse la boca con agua. Si se carece de La lepra puede ocasionar parálisis bilateral del nervio facial
tilomastoi- las soluciones señaladas puede depositarse azúcar, s¡,.I y café°, evi- superior.
tando que sean identificados por la vfata o el olfato. Una secuela de la parálisis facial periférica puede ser la con- .
Del lado paresiado también puede haber disminución de la tractura, lo cual resulta paradoja! en una parálisis inicialmente
;imetria de transpiración y una pequeña área de hipoestesia circundando al fl áccida, dado por el compromiso de la segunda neurona. En es-
cales están orificio del conducto auditivo externo. ta situación , el ojo, que inicialmente estaba más abierto que el
yor, el sur-
opuesto, ahora aparece más cerrado; la boca, antes desviada ha-
endida y el
Etiología de las lesiones del nervio facial: la parálisis fa. cia el lado sano, ahora lo está hacia el enfermo. En otras pala-
cial más frecuente es la de Bel! o "a frigoré". Se desconoce su etio- bras, el nervio parece hiperfuncionante, porque también es posi-
tes las pa- ble observar·que al cerrar los ojos, la boca tira involuntariamen-
ena al pa- logía·, pero se sabe que el nervio está edematizado en el acueduc-
to de Falopio, lo cual comprime las fibras e interrumpe la con- te hacia el lado enfermo y que al mostrar los dientes, el ojo del
tio frontal lado enfermo se entrecierra.
onces más ducción nerviosa. Días u horas antes de instalarse la parálisis, el
paciente percibe dolor mastoideo o retroauricular. El resto de los Todo ello es la consecuencia de una reinervación anómala,
los del la- durante la cual, en la regeneración del nervio, los axones erran
síntomas y de los signos son los desc1itos más arriba para las le-
siones iilfranudeares. el lugar de destino fin al. Algunos de los destinados al orbicular
ilos total-. . de los ojos ·;a.,-, J !J. b:}C3., ~:.! ri::a~+::, ::! b.1:.:::::1::C;:;:-, .'.!te. y \·iccversa .
en el lado La gran mayoría se recupera totalmente antes de un mes, un La orden de cerrar el ojo es derivada en parte a la boca y a la in-
escubierto porcentaje menor queda con secuelas paréticas y otro evoluciona
versa. Esa respuesta puede observarse como consecuencia de las
,stamente hacia la contractura o espasmo hemifacial postparalítico, en los maniobras voluntarias señaladas o involuntariamente en la per-
!a escleró- cuales la .recuperación es incompleta y hay reinervación aberrante. manente actividad mímica.
varse que El síndrome de Ramsay-Hunt está provocado por el virus del Las lesiones nucleares confieren carácter periférico a la pará-
g. 15-24), herpes zoster alojado en el ganglio geniculado y consiste en pa- , lisis facial y se manifiestan del mismo lado. Procesos isquémicos
,bservada rálisis facial pe1ifética con erupción vesiculosa en el conducto o hemorrágicos del puente pueden comprometerlos junto .c?n, el
auditivo externo. El nervio facial también puede ser lesionado núcleo del motor ocular externo y la vía piramidal que se ira ª
la arriba, por traumatismos, tumores y operaciones sobre la .glándula pa- decusar en el bulbo. Se constituye entonces el síndrome alterno
rpado in- rótida, la mastoides o el oído medio. pontino de Millard-Gubler, en el cual hay estrabism? int_erno Y
a por de- La polineuritis infecciosa. aguda o síndrome de Guillain-Ba- parálisis facial periférica del lado de la lesión y hem1ple1 1a bra-
JO ocular
rre es una poliradiculoneritis en la cual frecuentemente se afec- quio-crural .coritralateral.
>ca o que tan ambos nervios faciales. Las meningitis basales o subagudas . Sólo ·e~cepcionalmente el núcleo del facial pu~d~ afectarse en
rn forma - \tuberculosis, ~ífiiia, ulÍC08Íd), hts infiltracioneé jeuéémícás y ía ·· ia e11ciero8is 1utel'ui- iuniotrófictt y eH l.i ,ú·lngomiehn .
1540 SEMIOLO_GIA, SEMIQTECNIA Y, MEDICINA INTERNA .
Las hipoacusias pueden dividirse dueto auditivo externo. Una persona normal sigue percibiendo so-
en términos generales en dos grandes nido, generalmente hasta el doble del tiempo percibido por mastoi-
grupos: a) hipoacusias de tra11smi- des. En las lesiones del oído externo y medio, es decir cuando se
.sión; b} hipoacuslas de percepción. · tr-o.tá-de hipoacusias de conducción 1 el Rinne va.a ser m•:gatiuo(ma-
Toda ve• que se halle alterado el yófliempo de percepción de la vía ósea que dela vía aérea) y el
·aparato de conducción de la energía Rinne será positivo en el segundo caso, es decir, cuando estando la
sonora desde el exterior hasta el líqui- leSión en Oído interno, la·hipoacusia será de percepción.·
do endolaberintico, existirá ·una dis-
. ininución de la percepción del estímu- Prueba.de Schwabach. Consiste en la comparación del tiem-
lo sonoro por causa purame'llte "mecá- po de ·percepción del diapasón por vía ósea, con respecto al exa-
nica. Es necesario, para que la acui- minador.
dad auditiva sea normal, que el pabe- Se coloca el diapasón vibran'do en mastoides y se pide al pa-
llón de la oreja, el conducto auditivo ciente que nos indique cuando deja de'percibirlo; en este momen-
externo, el tímpano, la caja timpáni- . to el examinador realiza la m.isma maniobra en su oído y compnle-
-'./;;•· · ·'.; ca, el grupo martilloyunque estribo y ba si continúa percibiéndolo. En este caso, el paciente que tiene
-'i.~~-}r?·· :!~~: 0
a~á7!:~á'.t~1~~-::.u~:;:
· de exfotcn cauens en- 9} 0ído extern.0
menos tiempo de audición al diapasón que el obs_ervador, tendrá
un Schwabach acortado, por lo tanto es reflejo de una disminución
· pcrccptivn de fa•audición·. Cuando el pacierite pP.rcibP. flOr vfa _ós~a
como la disgenesia, el cerumen del un tiempo más prolongado que el observador, el Sch,vabach será
conducto, los osteomas 1 las otitis ex- alargado y nos indicará una hipoacusia de conducción.
ternas, las eczemas del mismo, las al- Existen otras pruebas que permiten realizar no sólo el diag-
Fig. 15-27. Diapru6n: teraciones timpánicas, infiltrados, nóstico topográfico de la lesión en forma primaria como las ante-
placas de esclerosis, perforacíones 1 riores, sino que son útiles para realizar el diagnóstico diferencial
etc.; o cuando el oído medio se encuen- entre las hipoacusias de conducción.
tra afectado por supuraciones agudas
Se mencionará muy sucintamente la prueba de Bewis-Bing-
o crónicas, simples o colesteatomatosas, fibrosis, cicatrices, altera-
Federici que compara la vía aérea, vía ósea y la •vía cartilagin.Q.-
ciones de la trompa de Eustaquio, detTame de líquido seroso (oto-
sa" (ocluyen el trago de un mismnoído); Es positiva cuando la au-
patía serosa) o fijación o intetTupción de la cadena osicular, la pér-
dición al diapasón, obstruyendo el trago, es superior en tiempo a
dida auditiva es de transmisión.
la vía aérea y ésta, a su vez 1 a }a vía ósea; se simboliza con las le-
La única hipoacusia de transmisión, cuya alteración funcional
tras T-A-0.
se halla en el oído interno, es la que da la enfermedad de Méniere.
Cuando es T-A-0 significa estar en presencia de una hipoacu-
Al comienzo es temporaria y luego se hace definitiva. La misma se
sia de percepción o un normoacúsic.Q; cuaq4º __e:S.'X~Q:Ase_ ~r.at~Ldª--
debe al aumento de la presión del líquido endolaberíntico.
una hlpoacusia de conducción, pero casi seguramente osteos<;(~~
Pero cuando la noxa tiene su asiento en el epitelio neurosen-
--1.:.Q§!!:_
sorial del caracol o en el nervio auditivo o en sus centros bulba-
res o vías auditivas centrales, la hipoacusia será de percepción.
La prueba de Gel/e selectiva de la osleosclerosisc.qulzá.la.m:íl;... -, '
Para diferenciar las hipoacusias de transmisión de las de per-
representativa de todas en este aspecto, consis~en la comp"!_a: ~
cepción puede valerse de las pruebas clásicas con diapasones de
ción de la percepción de un sonido por vía ósea al mismo tiempo
las cuales se definirán tres: las pruebas de Weber, la prueba de
que se aume11/a la presión del _aire del_con_d!lcto auditivo exte
.~r_n,..
o_ _
Rinne y la de Schwabach.
mediante una pera con una oliva en su extremo (pera d.e..Eoluúil
El oído normal o el perceptivo modificará la percepción de la
Prueba de Weber. Consiste en colocar el diapasón en vibración, vía ósea aumentando la intensidad de la misma; es decir el Ge-
sobre la frent_e o en el vértex, preguntando al paciente en qué oí- lle será modificado. En la otoesclerosis, por aumento de la rigi-
do percibe más intensamente ei sonido. Tres son las respuestas dez de la cadena osicular, el aumento de la presión en el conduc-
posibles: l º) Que la intensidad sonora percibida sea igual de los to auditivo externo no hará variar la percepción simultánea de la
dos lados o que refiera oír en el centro de la cabeza; 2º) que oiga el
vía ósea; el Gel/e será entonces no modificado. Otras pruebas co-
sonido más fuerte en el lado menos sordo o mejor; 3º) que perciba
mo la de Runge y Bonnier de parecidos resultados completan es-
el sonido en el lado más hipoacúsico o peor.
te somero grupo de pruebas con diapasones para el topodiagnós-
En el primer caso se hallan los norma-oye ntes o los hipoacúsi- tico lesiona! de las hipoacusias .
. cos biJ~t,,raJe.s y simét,ioos (Weber indiferente). En el segundo ca-
so se está en presencia de hipoacusias de percepción, en las que el La exploración de la audición cuenta además con medios de usó
Weber se halla lateralizado hacia el lado donde el daño coclear es clínico corriente y otros altamente especializados a los fines de la
menor (mejor oído). En el último caso se trata de una hipoacusia investigación para el estudio y localización de lesiones de la audi-
de conducción (\Veber latei-alizado al oído sordo). ción. El especializado cuenta con el audiómetro que es un aparato
electrónico de válvulas termo-iónicas o transitorizado, generador
Prueba de Rinne. Tiene por objeto establecer la diferencia de de tonos puros y ruidos de composición preestablecida, que son va-
tiempo de audición en un mismo oído entre )a vía aérea y vía riables en frecuencia e intensidad y medibles, todo de acuerdo a pa•
ósea entendiéndose por vía aérea la estimulación sonora por vi- trones uniformados y normalizados por acuerdos nacionales e in-
bración a través del aire y via ósea por estimulación vibratoria a ternacionales. Permite también inyectar en el circuito la palabra
través de la mastoides . . hablada que puede ser atenuada o amplificada eo forma medible.
La prueba es simple: se coloca el diapasón en la mastoides del Las ventajas con respecto a los diapasones son: a) la constancia to-
paciente, quien debe indicar en qué momento deja de percibir la nal una vez calibrado; b) la medida de la intensidad en _decibe!es Y
vibración; de inmediato se coloca el instrumento delante del con- c) la extensión tonal. Con este aparato se realiza la audwmetna to-
1542 SEMI0LOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
. ·,'
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. . . . .,_.
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Fig. 15-28. Audiometría normal. Fig. 15-29. Audiometrla: hipoacusia de percepción. Fig. 15-30. Audiometrfa: hipoacusia de trensmisión.
nal que es la medida exacta de la acuidad auditiva, tanto en su um- kanamicina, quinina, etc., las neuritis del VIII par, sobre todo los
bral como en el ámbito del campo acústico; el resultado obtenido se tumores del nervio acústico, las lesiones de los núcleos como de
graficü en ü..i."1 :.;i.st~m.::. Ge ri.bscÍ..SGB 'y vrdinaJa.s qua ::;i;:: J~üomilld úu· la8 vía.s l:eHLrales de causa U:eurológica o va~cuiar difusa son al-
diagrama rng: 15-28-29 y30). gunas de las afecciones que co.mponen el grupo de las h.ipoacu-
Cuando, a través del aparato, se hacen llegar al paciente pa- sias de percepción que darán aJ examen con diapasones un We-
labras en vez de sonidos, el examen practicado se denomina lo- ber lateralizado al oído sano, un Schwabach acortado y el Rinne
goaudiometría, la que dará por resultado el porcentaje de discri- será positivo. El audiograma mostrru·á una caída de los tonos
minación o sea de comprensión para la palabra en cada intensi- agudos "(fig. 15-29) y la logoaudiometría nos mostrará un impor-
dad testada. Los demás exámenes posibles superan la posibili- tante trastorno de la discriminación de la palabra
dad de su uso corriente por lo que no serán descriptos.
Rama vestibular {fig. 15-31)
Causas de hip~acusia: En la práctica, sise presenta el pa-
ciente con una sordera s úbita sin antecedentes otológicos impor-
Referencias a11at6rnicas: El aparat-0 vestibular constituye
tantes, que es variable durante el día, que aumenta cuando en-
un sistema hueco incluido dentro del peñasco, formado por el ves-
tra agua en el oído o con el calor de la cama, debe pensarse de
tíbulo y los canales semicirculares. El vestíbulo es una cavidad
que se trata de un cerame11 del conducto fácilmen!>l visible a tra-
vés de un pequeño otoscopio. Si refiere hipoacusia, dolor en el elíptica que se hall.a en comunicación por un lado con la codea {ór-
conducto y supuración en algunos casos, de corta data, se pensa- gano de la audición) y por otro con los canales semicirculares. Es-
rá en una otitis externa¡ pero si la hipoacusia acompañada de su• tos son tres, ocupando planos perpendiculares entre sí.
puración es de tiempo atrás, pudiendo ser de muy larga evolu- Dentro del laberinto óseo se encuentra el laberint-0 membrano-
ción, indolora y fétida se tratará muy probablemente de una oto- so formado por el utriculo, el sáculo, los canales ~emicirculares y el
rrea crónica. La fetidez de la otitis media colesteatomatosa es ca- conduelo coclear conteniendo un líquido llamado endolinfa.
racterística y por la facilidad con que la misma suele dar compli- El laberinto óseo está separado del membranoso por un espa-
caciones especialmente endocraneanas, debe ser tratada por el cio, también con contenido líquido que es la perilinfa.
especializado. Es dogmático el aforismo de colesteatoma-diag- En Jos canales semicirculares existen unas crestas fn las que
11osticado, co/esteatoma operado. No es frecuente que el paciente se encuentran las terminaciones dentríticas ·del comienzo ·de la
refiera espontáneamente el cuadro de hipoacusia unilateral con primera neurona del nervio vestibular, como también en la mácu-
supuración fétida pues el hecho de tener la misma larguísima la del utriculo y del sáculo. El nervio vestibular sigue el conducto
evolución sin molestias importantes, lo aceptan como un proble- · auditivo interno, presentando en su recorrido el ganglio de Scas-
ma sin valor, pudiendo ser la causa de importantes síndromes pa; luego entra en el surco lateral del bulbo y termina en los nú-
clínicos encefálicos agudos. cleos vestibulares, en el piso del cuarto ventriculo, que en número
La otoesclerosis o hipoacusia de la juventud es una afección de cuatro son: el lateral o de Deiters, el medial o de Schwalbe, el
hereditaria, que aparece entre los 30 y 40 rulos en su mayoría de superior o de Betdierew y el inferior o espinal.
los casos. Es más frecuente en la mujer en proporción de dos a Las células de la segunda ~eurona tiei{en su asiento en estos
uno con el hombre. El paciente se queja de zu mbidos o acúfenos. núcleos, dirigiendo sus haces especialmente a conectarlos con los
hipoacusia y no hay ningún antecedente otológico personal. Sue- núcleos oculomotores 111, IV, V1 par, y una rama directa a la mé-
le empeorar con los embarazos o lactancia. dula {haz vestíbulo espinal). Otros haces se hacen centro latera-
Esta sintomatología se debe a un aumento de la rigidez de la les y otros van hacia el cerebelo.
cadena osicular por fijación del estribo. Es de causa genética y
obedece a la degeneración del hueso de la cápsula laberíntica que Fisiolog/a del aparato vestibular: La conservación de la
lo lleva a una condensación. posición adecuada a las diferentes necesidades por parte de un
Todos estos cuadros dan una hipoacusia de conducción por lo animal,' en el ambiente en qu_e vive, constituye el equilibrio.
tanto el Weber estará lateralizado al oído enfermo, el Schwabach Este se mantiene en virtud de reflejos de órganos que nos dan
será alargado y el Rinne negativo: La exploración con el audió- una información del estado del .cuerpo en ese medio, sea este es•
metro dará una franca caída de tonos graves {fig. 15-30) con una tático o dinámico, y del sistema propioceptivo músculo-osteo-ar-
mejoría hacia los agudos, siendo la inteligibilidad de la palabra ticular. Esta información se denomina propioceptiva, porque re-
al examen logoaudiométrico muy"buena. cibe los estfmulos inrernos de los tejidos, debidos a ·acciones del
La hipoacusia de los viejos, la enfermedad de Méniere, el ic• mismo. organismo. Intervienen también ·en el fenómeno equili•
t,,~ lahoríntico, lo~ tfixicoA lahe.rinticos como la e,t.roptornidn?,, brs.torfo el órgano de !e. vieión, !?. olfació~; el \B oto y e! ddo. Do
NEUROLOGIA 1543
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trensmisión.
4,
i.-c1.
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se presenta en_ enfermos con amaurosis, en ocasiones con acen~ Exploración del aparnto vestibular cia ap
tuada ambliopía; y en albinos. moní
Ni.">tagm11s a resorte. Es a .sacud~das rítmicas; se observa que Las pruebas funcionales vestibulares son de tres órdenes: 1) -viació
el ojo se desvía lentamente hacia un lado, para volver rápida- pr~ebas ele;,,entales para el médico práctico, 2) pruebas especia- E
mente a su punto inicial. Tiene dos fases: una lenta que denota les patrimonio del especializado, 3) examen de precisión, entre tado
la actividad vestibular, y otra rápida, que es puramente refleja. los que se mencionará el registro_gr~fico del nistagmus o nistag- -exam
Se acostumbra, para indicar 'el sentido del nistagmus tomar la mografia. ·
dirección de la sacudida rápida, es decir, se anota nistagmus ha- B
cia la derecha cuando los globos oculáres se dirigen _lentamente A)Pruebas vestibulares elementales: a) Prueba de Ba,.,.é. de us
hacia la izquierda y bruscamente se vuelven hacia la derecha. Es extremadamente sensible y revela una ligera deficiencia de siend
Hay que recordar que al nistagmus el nombre se lo da la fase re- uno de los laberintos. El sujeto parado en actitud natural frente a
fleja del mismo y que la fase lenta es la verdadera expresión del a una plomada o un canto de una puerta, se le solicita que cierre
za 30
estímulo vestibular. los ojos. Se verá que el cuerpo se inclina hacia el lado del labe-
y 44º
El nistagmus puede ser horizontal, horizontal rotatorio, obli- rinto hipovalente.
40 se
cuo y vertical. El nistagmus horizontal rotatoiio es el que se ob-
b) Prueba de Romberg, Es una prueba clásica. El sujeto para- modo
serva con más frecuencia y debe ser interpretado como lesión del
do con los talones y puntas de pies juntos o con un pie delante de · mism
aparato vestibular periférico, La presencia de nistagmus vertical
otro tiene un movimienicrde baianceo hacia el iado del labednto diant
indica lesión central indudable; efoblícuo es de dudosa íñterpre: ·
parético. Un balanceo hacia atrás indica un signo de des~qgili: berin
tación.
El nislagmus vestibular puede ser espontáneo o provocado. biio latente de origen cerural. · b)
Al espontáneo se lo clasifica en tres grados: grado 1, sólo se lo ob- c) Prueba dg Unterberg. Se le pide al sujeto que marcha sobre siste
serva en la mirada extrema hacia el lado de la fase rápida; gra- un mismo punto en el piso, haciéndole cerrar los ojos, se descu- med i
do 2, también se observa en la mirada al frente; el grado 3, tam- bre un movimiento de rotación del cuerpo hacia el lado del lab~- brusc
bién al mirar al lado opuesto. tinto hipovalente . .. _Iio q
Conviene recordar que tanto la imtación de un laberinto como dable
la destrucción del lado opuesto causan los mismos síntomas. Si d) Prueba de Babinski-\Veil o de la ' marcha en éstrel/a". Se le - que p
uno de ellos está destruido, el nistagmus tendrá su fase rápida ha- pide al paciente que camine 5 pasos hacia adelante y cinco pis.os
cia el lado opuesto y las desviaciones del cuerpo se harán hacia el hacia atrás con los ojos cerrados,, El normal deberá caminar en e
lado afectado. Sucederá lo contrario en el caso de su excitación. línea recta· cuando hay una deficiencia laberíntica el mismo_il_<ls- la act
El nistagmus puede ser de origen periférico o central. El pe- viará hacia el lado parético. dad,!
riférico es el que aparece por lesión del oído o del nervio vestibu- e) Prueba de los brazos extendido¡;. El paciente tiende los bra- neon-
lar y central cuando es consecutivo a una lesión del neuroeje (nú- zos hacia adelante enfrente de los índices del observador. Si los mien1
cleos, vías de asociación). brazos se inclinan hacia la derecha es índice de deficiencia del la- camp
En el cuadro adjunto se anotarán las diferencias entre el nis- berinto derecho. En el sentido contrario, déficit laberíntico iz- dos e·
tagmus de origen central y el periférico. quierdo. otra~
resul
Nistagmus periférico Nistagmus central
ONistagmus de posició11. Se manifiesta con ciertas posiciones
plific
de Is cabeza en el espacio. Por ejemplo, cuando inclinan la cabeza
gram
de derecha a izquierda o de adelante hacia atrás. Pueden recono-
obtec
Período de latencia corto Período de latencia largo cerse, teniendo nociones suficientes 1 aquellos nistagmus de posi-
o sea
Duración: corta Duración: persistente ción que obedecen a una lesión periféiica o central.
ciern
No cambia con ]a posición Cambia con la posición g) Prueba calórica. Después de una rápida inspección del oí- rator
Vértigo intenso Vértigo poco intenso o ausente do a los fines de que no haya una obstrucción por cerumen o una e
perforación timpánica, se procede de la siguiente manera: debe
Síntomas asociados Ausencia de síntomas asociados El paciente cómodamente sentado con la cabeza Go• hacia tica,
Vértigo típico Vértigo atípico atrás y el observador provisto de una jeringa de 20 cm3 con agua cirse
Vértigo pasajero Vértigo duradero a 20" procede a irrigar el oído derecho durante 20 segundos. cia l,
En estado normal, el observador ve aparecer después de algu- tes e
Nunca es vertical Puede ser vertical
nos segundos de latencia, las sacudidas nistágmicas en resorte nist•
Dcsviacién Gd fadic~ y Hay disurmonfa que baten hacia izquierda. Este nistagmus dur?. al~-:•.fodo!' d~ 60 .,s
del cuerpo hacia el lado segundos, disminuyendo de amplitud progresivamente .. rició1
opuesto al nistagrnus Si se le pide al paciente que extienda los brazos se verá que evidt
mientras dura el nistagmus, los brazos desviarán hacia el lado
Nistagmus provocado. Mientras el nistagmus espontáneo es opuesto del nistagmus o sea hacia la derecha, o lo que es lo mis-
un síntoma patológico, el provocado es un reflejo comparable a mo, hacia el oído irrigado. El sujeto referirá una ligera sensación
cualquier otro. Aparece cuando se lo provoca y puede estar au- de rotación o vértigo que desaparece rápidamente. Después de 5
mentado, disminuido o abolido. minutos se vuelve a hacer lo mismo con el otro lado, debiendo ob-
El nistagmus provocado puede ser investigado mediante la tenerse un nistagmus de igual tiempo y desvia~ión de los brazos
estimulación vestibular. Esta puede ser fisiológica (haciendo ro- hacia el lado irrigado.
tar al paciente) y no fisiológica (estimulación' en el conducto au- Esta prueba, muy simple de efectuai, informará inmediata-
ditivo externo, con aire frío o caliente, agua fría o caliente, com- mente sobre el funcionamiento de los labeiintos mostrando: 1) si
presión neumática o co~ una corriente galvá!li_ca}. la excitabilidad laberíntica está o no conservada; 2) si existe una
asinergi_a_entre los dos laberintos, que se traduce por una diferen-
l~t::UMVLVUll""\
cia apreciable en la duración del nistagmus; 3) si existe una disar- pensación debida a aparatos que intervienen también en el fenó-
monía o un desacuerdo entre las reacciones (por-ejemplo una des- meno equibratorio: ojos1 oídos, tacto y otras sensaciones pi-opio-
·viación de los brazos hacia el mismo lado _de nistagmus). ceptivas, como así también el laberinto opuesto.
Esta prueba de valor cualitativo da una idea grosera ~el e~-
tado laberíntico. Pa;a un ·diagnóstico preciso será necesario un Causa dé vértigo: Afecciones del laberinto, las que pueden
·examén más profundo. ser de origen inHamatorio (laberintitis) o hemorragias, edema o
alteraciones de la presión del liquido endolaberintico. ·
B) Pruebas u~stibu/ares especiales: Se mencionarán las En las afecciones del oído medio el vértigo suele ser por par-
de uso corriente, debiéndose contar con elementos especializados ticipación del laberinto (otitis media, colesteatoma); rara vez es
siendo patrimonio del especializado su ·realizacióri: · · · un tapón de cera el causante.
La en(ennedad de Méniére es una afección del laberinto produ-
a) Ca/origranw de Hallpike. Al paciente acostado oon la cabe-
cida por un aumento de la presión del líquido endolaberintico,
za 30' hacia arriba, se lo somete a un estímulo calórico (agua a 30
dando por lo tanto sintomatologfa vestibular (vértigo) y coclear
y 44' de ambos oídos) comenzando por la izquierda a 30"; durante
(sordera). Aparece alrededor de los 30 a 40 años, no tiene predilec-
40 segundos se toma el tiempo del nistagmus y se lo grafica de un
ción por el sexo. Por lo común, aparece con cierta periodicidad, 2 o
modo especial, lu ego se toma a 30' el derecho y se procede en la
más veces por año, teniendo periodos de calma en que desaparece
mlsma forma. A continuación se hace lo mismo con agua a 44º. Me-
toda sintomatología menos los acúfenos y la sordera. Generalmen-
dian.te un gráfico especial se puede obtener el estado de ambos la-
te es unilateral, rªra vez bilateral:• El paciente concurre por pre-
berintos, en lo que a excitabilidad se refiere.
con
sentar una crisis de vértigo, zumbidos de oído, sordera, acom•
b) Prueba rotatoria de Barany. En su forma original, ella con• pañados de nállseas y vómitos. Este cuadro involuciona en horas
siste en estimular los canales semicirculares horizontales por o días, pero persisten los zúmbidos y la sordera, que se acentuará
medio de una rotación de 10 vueltas en 20 segundos y parada ·con cada nuevo episodio. . · · ,
brusca. Se valora midiendo el tiempo del nistagmus post-rotato- Otra causa de vértigo son las afecciones del cerebelo (tumor,
_rio que da una información grosera, y además resulta desagra- absceso), hipertensión endocraneana, especialmente el tumor
dable por las manifestaciones vegetativas muy pronunciadas pontocerebeloso (neurinoma del acústicÓ, meningioma, etc.), la
que provoca. esclerosis en placa, los traumatismos craneanos, síndroffie de
Wallenberg.
C) Examen de precisión: electro11islagmografí.a Gracias a Ciertos medicamentos pueden provocar vértigo, ya sea por
la actividad eléctrica pennanente de la retina, aun en la oscuri- actuar sobre el epitelio sensorial o sobre el ganglio o afectando el
dad, los globos oculares presentan un eje eléctrico (potenciales cor- nervio. Entre ellos puede figurar la dihidroestreptornicina, la es-
neon-etínicos) que coinciden con el eje visual. El mínimo desplaza· treptomicina, la kanamit:ina, salicilato, aspirina, quinina 1 etc.
miento del globo ocular en la órbita produce- una variación en el Cualquier afección febril, digestiva, anemia, puede provocar
campo eléctrico periorbitario. Por medio de tres electrodos coloca· en ocasiones un vértigo quizá por alteración en la presión del Jí.
dos en la zona periorbitaria, en dos derivaciones, una horizontal y quido endolaberintico. Las infiltraciones de la leucemia también
otra vertical, pueden captarse las modificaciones de potencial que lo pueden producir. ·
resulte de los movimientos del ojo. Estas modificaciones son am- Las lesiones oculares producen vértigos no solamente por
plificadas y registradas sobre papel, tal como un electroencefalo- . una parálisis oculomotora, sino también en alteraciones de la re~
grama. Calibrando previamente el aparato, la insc1ipción que se fracción o por desequilibrios funcionales. Dentro de este grupo
obtendrá será ef registro gráfico de los movimientos nistágmicos, puede incluirse el vértigo de las alturas (vértigo ocular).
o sea, un electronistagmograma. Sus principales aplicaciones con- En el vértigo por mareo de mar o avión, generalmente no se
ciernen ·al estudio del nistagmus del tipo espontáneo, térmico, gi- observa nistagmus. ·
ratorio (figs. 15-32 y 33). Existen algunos síndromes en los cuales se incluye el vértigo:
Cualquiera que sea el excitante eri1pleado, el nistagmus se el síndrome de Bo1111ier1 es causado por una lesión del núcleo de
debe siempre a los cambios producidos en la corriente endolinfá- Deitiers, al vértigo y nistagmus se agrega hemiplejía contralale·
tica, contenida en los conductos semicirculares. Pueden produ- ral, somnolencia, parálisis del motor ocular común y alteraciones
cirse con-ientes ampulípetas o ampulífugas, o sea corrientes ha- en los pares V, X y XI. ·
cia la ampolla del canal o huyendo de la ampolla, cuyas diferen- El síndrome de Wallenberg, provocado generalmente por una
tes estimulaciones sobre las crestas ampulares darán lugar a trombosis de la arteria cerebeJosa posteroinferiQr, se inicia gene-
nistagmus de distinto sentido. ralmente por vértigo al que se asocia .del lado de la lesión hemi•
•, Si ~e ~X-?.1!1fo~ n.l padAnte 1.:m cierto tie~pq después de la apa- parálisis velopalatina, de la cuerda vocal, anestesia siringomié•
rición de los síntomas laberínticos, puede resultar dificil poneren · lica de la hemiCaia~· síntohla:s cereUelosos y,· (!ll. el lado 0pucGtc,
evidencia trastornos del equilibrio, porque se desarrolla una oom- anestesia en hemicuerpo, brazo y pierria.
'
),., ~..,.~~\j'J\J'1\J\i4~J ,
J
Es un sín~ma fr~cuenJ ~~ ¡¡¡~¡u/icienci; ué~tebro-basilar, Tumores de la base del cráneo; riÍeningiti~ o trombosis de la
a veces aparece cuando se extiende;,'xageradame11te e) cuello pa• yugular pueden provocar el síndrome del agujero rasgado poste,
r a mirar hacia arriba .. También puede ser el aco_mpañante de rior en el cu·al se paralizan simultáneaménte e.l glosofaríngeo, el
una cervicoartrosis. neumogástrico y el e_s.pinal, todos los _c uales tran~curren por este
En el síndrome ,k Bu 1111, .causado generalmente por cisticer- se
agujero, Cuando también coinprométe el agujero condi1eo an-
a
cosis del 4• ventriculo o tumor del cerebelo, la cefalea, vértigo terior se agrega la parálisis del nervio hipogloso. ' , .
y vómitos se agregan trastornos visuales que aparecen con los El herpes zoster_ excepcionalmente puede comprometer el
canÍbios de posición de la cabeza, El vértigo paralizante de Gelier ganglio petroso, en cuyo caso aparecen vesículas en la faringe y
es una crisis brusca de véttigo asociado a ptosis _d e párpado y pa- dolor en el oído de ese lado. . · .
rálisis de ambos miembros inferiores y raquialgia. La parálisis nucÍear· del ·IX pa~ puede ocurrí~ en r..·parálisis
infantil, en la parálisis labioglosolaringea, en la esclerosis late-
ral runiotrófica y en el síndrome de Landry.
Lns parálisis supra nucleares unila te rales no tienen expre-
Noveno par: nervio glosofar.í:ngeo sión clínica. Cuando es bilateral forma parte del síndrome pseu-
dobulbar, que se estudiará más adelante.
ombosis de la La parálisis periférica del velo del paladar puede ser provo- Si se examina por la parte posterior se aprecia ·que el borde
asgado poste- cada por la toxina diftérica. La compresión del nervio recurren- superior de la escápula está dirigido hacia afuera y el extremo
sofaríni¡eo, el . te' en ·e] mediástino da lugar a parálisis de la cuerda vocal homo- inferior hacia adentró. Si el paciente extiende ks br~zuS ft<.Kia
urren por este lateral, lo· que generalmente ocurre por acción de adenopatías adelante, la escápula se separa del tórax, conformación a la que ·
o condHeo an- por cáncer de pulmón, de esófago, tiroideo o de faringe, por enfer- se denomina escápula alata. Observado por delante mientras
·' medad de Hódgkin, línfosarcoma o mediastinitis. · mantiene esta posición se aprecia que las puntas de los dedos del
mprometer el La sífilis puede paralizar los dilatadores de las cuerdas voca- lado paralizado están mas adelante que las del lado sano. Íiay
n la faringe y les y provocar cornaje e intensa disnea 1 o bien parálisis recurren- imposibilidad de elevar el hombro y el brazo por arriba de la ho-
cial izquierda por aneurisma del ,ayado de la aorta. rizontal ~i está en abducción, pero ·puede hacerlo si lo hace hacia
n fa parálisis Los traumatismos en el cuello o en la base del cráneo pueden adelante.
clerosis late- provocar parálisis del ne~mogástrico. En el síndrome del aguje-
En las lesiones nucleares, el músculo se atrofia rápidamente,
ro rasgado posterior se paralízán el glosofaríngeo, el neumogás-
¡;_parecen fasciculaciones y el registro electromiográfico revela la
~ienen expre- triéó y el espinal por trau'matismos o tumores. En el síndrome de
existencia de fibrilaciones y potenciales gigantes.
idrome pseu- los agujeros rasgado posterior y condileo anterior se agrega la
parálisis del lúpogloso.
La causa más frecuen te de parálisis del neumogástrico por le- Etiofog{a de las lesiones del 11e;vio espinal: las lesiones
sión bulbar es la trombosis de la arteria cerebelosa poste,ior e perifériéas pueden ser causarlas po{ t._r,qnm¡:¡ti~rirnoe:;_ t,11mnrP~,
inferior que determina el síndrome de Wallenberg. Su cuadro clí- adeño¡Íatías supraclaviculares o su biopsia; mal de Pott subocci-
nico está constituido por parálisis del velo del paladar y de la !'ital, paquimeningitís cervical, neuritis (diftérica, autoinmune,
neryi~s era- cuerda vocal, anestesia de la hemicara con disociaéión siringo- tóxica, viral), y las causas mencionadas para los agujeros rasga-
miélica, síndrome de Bernard-Horner y hemis índrome cerebelo- do posterior y condíleo anterior. Las lesiones nucleares, al igual
dorsal, que so del lado de la lesión. En miembros y tronco del lado opuest-0 que para el neumogástrico pueden ser agudas (poliomielÍtis) o
reo ·c olateral hay anestesia y atermoestesia. crónicas (parálisis bulbar progresiva, siringobulbia). '
idas del crá- Las parálisis nucleares del neumogástrico pueden ser agu- Las supranucleares tienen moderada expresión clínica como
1 Jós nervios das, como en la parálisis infantil, o crónicas como en la siri ngo- consecuencia de la ine\";CÍón bilateral, a pesa; de lo _cual una
ando el cue- bulbia o en la parálisis bulbar progresiva, que es una forma clí- detenida observación permite apreciar un leve descenso del
a través del nica de la ésclerosis la.l era! amiotrófica. howbro del lado parético. Las crisis adversiyas de la epilepsia
Las parálisis supranúcleares sólo pueden observarse cuando en la cual !a cabeza y los ojos se desvían tónicamente h acia un
paladar, fa. hay lesiones cerebrales bilaterale; constituyer.do el sindrome de lado constituyen un ejemplo de lesión irritativa supranuclear.
o e lúgado. parálisis pseudobu!bar, en el cual, a los antecedentes de episodios
ce rebrales deficitarios se agregan trastornos fonatmios, degluto-
ástrico pue- iios, en la m_archa e incontinencia emocional y esfinteriana.
iempo de la
z, alteracio- Duodécimo par: nervio hipogloso
ornaje.
1 cuando se Undécimo pa1·: nervio espinal Referencias anatómicas: el hipogloso es el nervio motor
ue se para-
para los músculos de la lengua. Nace en los núcleos principal y
nal. El exa- Referencias anatómicas: el nervio espinal es un nervio mo- accesorio del bulbo, emerge por el surco lateral a través de varias
u-álisis. tor que se origina en el bulbo y en los 5 primeros segmentos cer- raíces pequei'as que se unen para salir del cráneo por el agujero
,y que exa- vicales. Luego de su salida del neuroeje se dirige hacia arriba, cond,1eo anterior y dirigirse a la lengua.
ción. Como entra en el cráneo por el agujero occipital y junto con las fibras
lebe obser- a
bulbares vuelve salir por el ag~jero rasgado posterior, junt.a-
pilares, los menée· con los nervios glosofaríngiO y neúniogásiricO. lne1~a a Semiotec11ia_: la exploración del nervio. hipogloso se realiza
r pará lisis los músculos esternocleidomastoideo y trapecio. mediaute el exam¿n de la lengua. Su inspección dentro de la bo-
te pronun- ca permite apreciar si su superficie es lisa o rugosa, si es simé-
observará Semiotecnia: el esternocleidomastoideo debe ser evaluado trica o no y si hay fasciculaciones, que impresionan como movi~
inicial mente en su trofismo y fuer za. 8u relieve y volumen se ha- mientos de gusanos debajo de la mucosa. La palpación valora la
~I velo con- cen más evidentes cuando el paciente dirige la cabeza hacia el la- consistencia y el volumen muscular en cada lado. Para explorar
1 mientras do opuesto a evaluar y el médico se opone al de splazamiento con la motricidad se indica al paciente que la saque fuera de la boca,
J 3,: ob3tt- i¡ue la <liriJa hacia arriba, haéía abajo, hacia los costados, que la
una mano en e l mentón. En caso de parálisis se aprecia la falta
de relieve, la poca consistencia del músculo durante la contrac- enrolle y que con la punta empuje la mejilla mientras el médico
,diológica- se opone.
ción y la di sminución de la fuerza. Para el examen simultáneo de
de la pan- En la parálisis unilateral se puede observar que mientras la
ambos esternocleidomastoideos, el paciente debe flexionar la ca-
en las va- lengua está dent ro de la boca se desvía J,acia el lado sano, pero
beza _con energía, mientras el n~édico se opone eón una mano en
' una ima- al sacarla afuera, la acción del músc ulo geniogloso la desvía ha-
la frente.
invertida cia el paralizado. La oposición externa al empuje de la mejilla
El reflejo del esternocleidomastoideo, cuya respuesta normal
, del pilar por parte de la lengua permite compru'ar la fuerza de cada lado.
es la contracciónmuscular, se .investiga per~utiéndolo cerca de su
inserción muscular. Se encuentra abolido en las lesiones del ner- En las parálisis nucleares se puede observar la atrofia muscu-
rse bradi-
vio. lar en cuyo caso la superficie aparece plegada (fig. 15-34) Y anima-
La inspección del trapecio permite apreciar su volumen y lapo- da por peque~os movimientos reptantes que son expresión de las
;pués que sición del hombro, que es tá descendido en caso de parálisis unila- fascicu!aciones. La palpación revela que el músculo líen.e meno_s
:erminar- teral mie~tras se profundiza ia fos a sepraclavicular ·y_se _acentúa consistencia y volumec. En el alcoholismo, parálisis general, h,-
el rulieve de Ia dav-íwln {pscudvhipertroifa ·<le ht\.:lavicula). perti1oi<li8.u1v e iutox:icadurH:~6 pue<lti o.pa.rcr.er temblor- lingual qiJP_
1548 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Trofismo muscular
Así como la seudohipertrofia es acompañante característica de ción percibida, pero a poco de hacerlo unas cuantas veces, se re-
ciertas miopatías, las fasciculaciones son acompañantes caracteiís- conocerán las caracteiisticas normales de esa resist~ncia elásti-
ticas de las neuropatías debidas a degeneración de las neuronas ca.
del asta ruiterior medular: la contracción involuntaria e inegular La disminución de esa resistencia, la flaccidez, constituy<l.la
de fascículos musculares aislados es visible a simple vista. hipotonía; y el aumento, la hipertonía.
La motilidad pasiva se explora con movimientos que el exa-
minador impiime a los distintos segmentos de__l_os !lÚ_em!>.r.Q~JLn
inte,vención del pa,j~. ·
Motilidad pasiva y tono muscular Le so)icitamQ;¡_.<U!JU!L.fJ;\;ljg,_n1ientras flexionamos, ext<mde-
mos, supinamos, o pronamos las distintas articulaciones, eva-
Si bien el tono muscular, explorable moviendo pasivamente luando la e>.i.ensión del movimiento y la resistencia al g~plaza-
los miembros, no es una forma auté ntica de motilidad del pacien- JJllfillÍQ.,_
te, sí lo es en el sentido de que su base fisiológica es una contrae• La excursión lograda eStá disminuida en la hiperton1ª.JD,ien-
ción muscular refleja. tras que en la hip~tonía, dada la escasa resistencia ofrecida al
El huso neuromuscular, sensible al estiramiento, produce una movim.ient-0, está aumenia.da.
respuest,i refleja estable que semiológicamente se manfiesta como La resistencia aumentada que s~_percibe_en )a hipertoníatiene
una "semicontracción" o sea una consistencia especial, una cierta carar.tetisti.ca.'i.PrllPiM-~aya espasticidad o rigidez. En la es-
resistencia a la movilidad pasiva, que es la contraparte "tónira" de µasticidad piramidal, la resist.enci~- aumenta a medida que a.i:@,_ -
la contracción "fásica" brusca y transitoiia de los reflejos clínicos zrunos en la movilización, hasts que bruscamente ced¡,. Este fenó-
"profundos". Se comprende así que sus manifestaciones patológi- meno constituye el signo de la nauq;a, por la semeianza que tiene
cas tengan un marcado paralelismo. con la sensación que recogemos al abrir Ocerrar una navaja. --
Este /0110 11111scular tiene por función mantener la adil.!l.d.deL En la rigidez extrapiramidal, durante todo el trayecto del mo-
sujeto en conjunto o de los distintos segmentos en una p_osición vimiento, la resistencia es uniforme, por lo que .da la sensación de
dada por un movimiento voiüñ~~ ;í{O~ -- · doblar un caño de plomo y se hablad~ rigickz cérea: pl~t1q:- .
Se altera en su intensidad, cuando están comprometidas o
dañadas algunas de las estruct.uras que sotienen esa actividad.
Así, cuando se dalia al arco reflejo, sobre el qug__!l<,.Jl\!filfilllil, Motilidad activa y fuerza muscular
resultará una hipotonía o atonía. Igualmente existirá hipotonja
cuando se lesionen, en..algún.E.egm.entu•.las..ci~o.~ías.furili- Entendemos por motilidad activa, a_la volunt'![!l!¡ es decir la
tadoras. Por el contrario, existirá hipertonía, cuando el daño re- que realiza el sujeto de acuerdo a sus deseos o a la orden del exa-
caiga sobre las vías inhibidoras. ·--· minador. Esta motilidad deter.mina el desplazamiento_d ~Lcuei:po
Existe una rara enfermedad, en que se altera el balance Q o de cada uno de sus segmentos con relación a otro. El estímulo
equilibrio general del tono, presentando el paciente cambios qu;p~~oc~ ~t.," actividad i,_<!it~_JeJ;~_-_ii"~µronas motoras dela
temporales y regionales del mismo, configurando una "distonía" ~01i<iz_a_c.!;~b_ral. El hecho de que dichos Ín,E_u)_s_os recorran la viª
que es la inquietud del tono y trae como consecuencia movimien- pir~~ hace que se la llame moti!i_4-ª9 piramidal.
tos con aspecto espasmódico. Se trata de la afección denominada Esa motilidad volunt.a,ia no es resultado de la actividad ais-
disto11ía de torsión. lada de ese sistema anat:omofuncional. Para lograr un movi-
En clínica, solemos observar hipotonía en las afecciones del miento adecuado debe integrarse con circuitos correspondientes
arco reflejo, como sucede en las neuropatías periféricas (polineu- a la activictad motora extrapiramidal consciente e inconsciente
ritis, radiculitis anteiior o posteiior, poliomielitis o poliomielosis (vía extrapirrunidal y cerebelosaty aun con c~rcuitos corres_pon- _
ante1ior). dientes a la sensibilidad (sensibilidad profunda).
La tabes explica su hipotonía en la afección radicular post,arior. Aquí sólo se analizará: 1) unidad.anatomi~ncional que in-
Igualmente observamos hivolonia en dos afecciones ext.rapi• terviene en el movimiento voluntario, 2) características del mo-
ramidales: las coreas (agudas y crónicas) y el hemibalismo; así vimiento, y 3) déficit que resulta del daño de la unidad anat-0mo-
como en enfermedades del cerebelo. En cuanto a las hipertonías, fun cional.
aparecen en las lesiones de Ja primera neurona de la vía motora
voluntaria, configurando la liiperton(a piramidal o espasticidad
y por lesión de la ufo extrapiramidaJ, en cuyo caso se la denomi·
na rigidez. Esta doble designación se debe a que ambas tienen 1) Unidad anatomofuncionaJ
características propias que 1?-s individualizan y que reconocere-
mos semiológicamentc. ' Las neuronas motoras corticales son aquellas de las cuales par-
te el impulso p;,a determinar los movimientos volt1ntarios. Se ha-
Semiotecnia. El tono muscular se explora mediante la i_T!§.: Han agrupad<l$ en la corteza en áreas denominadt!S motornB, (~r!tª-... .
pección, la palpación de las masas musculares y las maniobras 4 de Brcdman) (fig. 15-5).
de motilidad pasiva. Fundamentalmente, el_ár~a_1nqtou1 cortical es la 4 de Brod-
Cuando exista hipotoní_a, observaremos que los músculos rrum , que está ubicada en la circunvolución frontal ascendente,
penden fláccidamente en los distigtos segmentos de los miem- cuya actividad g-Obierna al hemicuerpo opuesl~.
bros. Imprimiendo al miembro inferior un sacujl.Q!h.QJD.9.Y.in_li.Q!l_· Las neuronas motoras conservan una so_~~o_!.<?p~~-ªILCl:~-
to de vaivén, notaremos en las pantotTillas un movimiento am- !Dªnera que las distintas partes del cuerpo tLenen¿!!_!!J'!~§~_nta-
plio de ida y vuelta, constituyendo el signo de la ba,i"derii, La pal- ción motora cortical, constituyendo la imagen del honiú11'Cu/o (fig
pación de las masas musculares se realiza tomando los músculos 15-37), que es la figura de un hombre colgado por la corva del bor-
a mano llena, comprimiendo reiteradamente con mediana fuerza de supeiior del hemisfe1io, _de manera que el miembro infeiior
tratando de evaluar la consistencia, mezcla de elasticidad y re- ocupa el lóbulo paracentral y partey_ypeiior de la frontal ascen-
sistencia, que presenta el músculo. Dificil es describir la sensa- dente, ambos en l,a qra interna del hen1isferio. l.&.pil!."k.Jnedia.de
NEU ROLO GIA 1551
ces, se re- la médula, las llamadas moloneuronas alfa, reciben las fibras
1cia elásti- motoras no sólo píraruidÚleS o voluntarias, sino tambien )as ex-
trapiramidales y las cerebelosas. Por io tanto, se justifica que a
ellas y sus axones -que constituyen sucesivamente la raíz y lue-
go el nervio que inerva al músculo- se los denomine via final co-
~- mún.
~p_rE.~t-fil.-n Cada motoneurona a travCs de un axón inerva un número va•
riablc de fi bras musculares, constituyendo este conjunto una
ext<mde- unidad motora.
nes, eva- La motilidad del miembro superior depende de un gru po
cl,a,:¡plaza- ab undan(;, de neuronas que determinan en la médula el ·engro-
samiento cervica1. Las neuronas correspondientes a los miem-
11ª._rp.ien- bros inferiores determinan el engrosamiento lumbar.
recida al Del repaso superficial que hemos hecho de la vía motora vo-
luntaria, podemos señalar: a) que dicha vía está constituida por
•nía tiene dos neuronas, la primera o central de localización cortical y su
En laes-__ axón, la vía piramidal, y la segunda neurona o periférica con su
J!'L~!!!l: _ axón , el nervio periférico; b) que el daüo o disfunción puede dar-
~- se en la primera o segunda neurona; c) que el daño, en la p1ime-
JUetiene __ ra neurona determina déficit de la motilid ad voluntaiia, pero, se
Jja. conservan otras, como la extrapiramidal y la refleja, que estu-
, del mo- diaremos más adelante; d) que el daño en la segunda neurona
ación de Fig. 15-37. Homúnculo. determina un défi cit de todas las formas de motilidad, tanto la
ti,,.;.·· -. voluntaria, como la extrapiramidal y la refleja.
Por lo tanto el déficit motor voluntari o o parálisis,Jjene_ca-
racterísticas particulares se~n esas dostinLcas posibilidades:
la frontal ascendente, pren-olándica tiene la representación del par~lisis por lesión <k],~g.P.~\1.LQ!!,~..lsQ!l~,ti\UY~ndo..ü.it'ndi:o, ..
tronco y miembro superior, con la imagen del pulgar despropomo- me piramidal o lesión de la seli!1_njaneurona o síndrome_pyrif~:
deci r la nadamente grandJJ, que señala la superficie codicaLinYJll.ucrada rico. Los elementos gue individualizan a cada _t_m<?_~e _los_síndro~
del exa- en la motilidad de dicho sector. Otro tanto sucede con la represen- mes, lo_s comentar~~?~.1:1ás a~elante.
_cue,:po 1ación de la lengua en la región inferior en la que se halla la zona
stímulo correspondiente a la cabeza.
tS d;Ta Está demostrado que existen otras áreas motoras comple-
n la.Ji.~ mentarias de significación oscura en el estado actual de nuestros 2) Características del movimiento volunta rio
conocimientos.
lad ais- De las neuronas de la fronta~ te parten los axone~ Cuando voluntariamente movilizamos un miembro o seg-
rnovi- c.l!lllililJ,¡yJJlllill.1Jl..qµe denominamos .!Jl..wu,jramidal, a través de mento de miembro, observamos que el desplazamiento tiene la
:liente_s la substancia blanca subco1i-ical en forma de un haz de más en a mpli tud necesaria y que somos capaces de mántener por un pe·
~ien~ más estrechado que pasa por la cápsula interna, entré nlicleo ·e¡ riodo suficiente la posición requerida. También sabemos quepa•
ra realizar cierta actividad, necesitamos no sólo movilizar y
:<'§Pi''!:... . estri ado y el tálamo,J'ambién aquí existe un11 somatotopía que
4ªS útil t~ner en cuenta. .L~~ fibras· que IIl~~arán 'ío·~-- ~~~{OS era-. mantener esa actitud por un tiempo determinado, sino efectuar
¡ue in- una fu erza suficiente. Con ello queremos significar que el síndro,
neanos corren por delante del brazo posterior de la cáp~~ni-
el mo- me deficitario motor del paciente púede ser evalu ado en la exten-
vel de la rodilla, porJ~__gue se le designa_el~IJ.,iz ge niculado. Por
1tomo- sión, duración o fuerza del movimiento que efectúa.
detrA>..lk~_hau;_o1_re_l\J.~.fiº-!:~~-'1!1J corresponden a lo~miell]_· El déficit parcial de esas cualidades lo denominarnos paresia;
bros superj_Qres y tro,:i,2_ )'. por detrás de _ellas, las de los miem-
cuando, son nulas, parálisis. As í hablarnos de paresia cuando el
bros inferiores.
paciente movi liza los miembros adecuadamente en extensión su-
Aquí separaremos, para mejor análisis, la conducta de.! haz ficie nte pC'ro falla en el ma nlenimiento dP. la posir.ión o cuando
geniculado y el haz espinal. Tanto uno como otro corren por el pie no estando comprometidos la extensión ni el mantenimiento, fa.
de las estructuras del tronco cerebral (pedúnculos, protuberan- lla la fuerza.
cia y bulbo), pero del fascículo geniculado, a nivel de cada núcleo No existe una nomenclatura universal aceptada para desig-
-s par-
3e ha- de los pares craneanos, se separan fibras que previo entrecruza- nar las gradaciones del déficit mo tor, aunque los términos plejía
mien to, descargan en los mismos. Sin embargo, no todas las fi. y paresia tienen ese consenso para designar una paráJisis com-
(á!:l'L
hras se entrecruzan por lo que la inervación de los mismos es do- pleta o una disminución de la fuerza, respectivamente.
Brod- ble, es decir, ipsi y heterolateral. Por lo tan to, cada núcleo de los Si está comprometido un bemicuerpo se dice que el paciente
lente, nervios craneanos tiene una doble representación cortical. Esto tiene una hemiplejia ((ig. 15-38) o hemiparesia. La parálisis de
explica que en las hemiplejías facio braquio-crurales la mayoria ambos miembros inferiores se denomina parap/ej(a si es comple-
al , de de los pares .craneanos están poco afectados. ta y paroparesia si no lo es. Diplcjía o diparesia para el trastor-
<l_nta- Los fascículos corticoespinales, en ei bulbo, se entrecruzan no de los miembrOs sllperiores. Si se <;ompromcte un solo miem-
¡¿(fig parcialmente (aunque el contingente mayor lo h ace) constituyen- bro se design~ mo~wplejia, que_puede s_er superior o inferior, de-
1bor- do las pirámides y van a ocupar los cordones latera les de la mé_- recha o izquierda; cuando los 4 miembros, letraplejía.
'erior se
dula. A medida que descienden a todo lo largo de ella despren- Una clasificación aconsejable designa con O 1a .ausencia de
3cen- den fibras que se diílgen a las motoneuronas de JaS astas ante- movimientos, con 1 a·la levísima contracción muscular, con 2 ª
iade riores. Las neuronas motoras que se hallan en el asta anterior de la débil contracción muscul ar que no alcanza a vencer la grave-
1552 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Mov
Hay una,
a la ejecución
do hay-~n-~],
Biil!_incéf
Fig. 15-39. Maniobra de Mingazzini observamos ,
Fig. 15-40. ~foniobra de Barré JI.
que los mien
NEUROLOGIA 1553
En ocasiones, el reflejo propioceptivo--50_'! un solo estímu\p, lesiones piramidales el mism_o se atenúa o des aparece ddJa.dp
_ t~ene va!las respu~st.as, es decir se presenta policillético ..Y....§USa comprometido, - ·
~~tiCióñ Se-iñantiE!Tle por un tiem o se dice u_e es cloni ormi! A la inversa, otn~?:.Jl_P.ª!~~en cuando esta vía se compromete.
l arse iuñ--ue~o tan fre- Se les denomina síncinesias, de las cuales hay_!_l!§__ÍÍJJQs:
cuentemte;·er, í,;;;u;,-consiste en un fenómeno gue se provoca /
mediante el estiramiento brusco de un músculo, manteniendo v a) SincineJiiM.de imitación, Cuando a un hemipléjico le invi-
luego la tensión del mismo .. El músculo comienza con contrac- ta1'.10S-ªS.<).ITJ!!:.l8c.!!1~~Q-~•I~fu-~,_ne_~te, la ~_el lado hemipléj í-
CQ..lfP!t.~. ~l__ffi_()~j~~i_ento .
ciones rítmicas determinan.do un movnruento regular del seg-
mento del miembro. / bl_$_i_ru;i11esiill!_glo_p_alc_s. Cuando exigimos un esfuerzo, con el
_El c1onus no es, en e~en.cia,__J!láS_ ql}e una hiperreílexia lado sano, a un hemipléjico, se provoca una flexión del miembro
~ - Si normalmente es necesario un estiramiento bn.1sc~ superior y extensión del infeiior del lado enfermo.
del músculo, mediante la percusión con un martillo, en el clonus
../ e) S!,ncin~$.!9§ __qe_ coordin~ción. Si a una persona normal, que
se obtiene la misma respueta - y reiterada- mediante un estí-
está en decúbito dorsal y con sus brazos cruzados sobre el pecho,
mulo que normalmente es insuficiente, revelándose así la mar-
se le pide que se siente, Jos miembros inferiores se aplicarán
cada sensibilidad del receptor.
firmemente sobre el lecho. El observador podrá colocar ambas
..E.fil!. sensibilidad exª1:erada del rec'D)Jor . se . comprueb a manos con las palmas hacia arriba sobre ]as cuales se apoyan los
asi1uismo al obtener reflejos mediante estímulos en lugares no
talones del paciente y percibirá así presiones similru-es. Si el
adecuados, por ejemplo la percusión de la tibia puede llegár. a
paciente tiene una hemiparesia, el muslo tiende a flexionarse,
producir un franco reflejo patelar. La norma es que cuanto-más
elevando el pie del lado comprometido cada vez que intenta flex -
fácilmente se obtienen los reflejos,J.a,nt:<!..!P'!S s_e.vera es la•li!,,
ionar el tronco. La investigación de esta sincinesia es de valor en
eración piramidal. También suele ocurrir que la r_espuesta oc~.r: el caso de_simulación.
raen otros músc_ulos aparte del estimulado. Se lo llama "difu.siórt
delteflejíí" o "dé la respuesta'.',. Por ejemplo en el reflejo patelar
responden m·úSéú]Qs:p~lviéOS y de la pierna.
Ya se ha dicho que los signos de la lesión pirami~_
arálisís hi ertonía e hi erreflexia clonus signo de Babínski Lesión de la 1ª neurona
y abolición de los reflejos cutáneos abdominales.
Debe tenerse ea cueat.a que la hipetTeílexia (y el clonus) y )a Semiotecnia
hipertonía sólo aparecen luego de un tiempo, Uarnado de "shock",
cuando la lesión es agud-ª,.. com.Q.JlQt...illernplo la_c.®S.filla.!).OLIJn Signos cefálicos: La observación del paciente con hemiple-
traumatismo, hemorragia, etc_, En. ellas Ja espasticidad (hiper- jia piramidal nos mostrará asimetría de los rasgos faciales de tal
tonía e hiperrreflexia) aparece gradualmente, engeneral luego de manera qu e en la hemicara opuesta a la lesión cerebral habrá
unas tres o cuatro semanasJ..aly_Q_f_Il_fil.lj_etos._emaciados_CL.Con atenuación de los surcos frontales y nasogeniano. El surco sub-
severos desaneglos humorales, en los que los· mecanismos fisi- , nasal está desviado hacia el lado indemne y la comisura bucal
olQgjcos ;:e_n este caso los plazos- pueden alterarse . .Puede com- del lado paresiado descendida respecto a lá opuesta. Estos signos
prenderse la importancia de este hecho si se recuerda la clásica pueden magnificarse si se le ordena al paciente la ejecución de
diferenciación eatre~entrales y periférig,s como_!'.Sp_ásti- maniobras activas. Acentuará la asimetría facial si pretende
cas y fláccidas respectivamente. Ahora vemos que una paraplejj-ª arrugar la frente o dirigir la mirada hacia arriba sin llevar la
aguda es al principio fláccida tanto si es central (por eje~ cabeza hacia atrás.
medular) como si es periférica (por ejemplo poHneuritis). La difer- Si se le ordena cerrar fuertemente los párpados, sus pliegues
enciación debe hacerse en este caso por medio de los otros compo- ocultarán menos las pestañas en el lado paresiado. AJ mostrar
nentes del síndrome, o sea el signo de Babinskicoue no sufre el los dientes separando los labios con energía se observará que el
retraso del "shock" y ocurre, por lo tanto desde el momento de la surco nasogeniano del lado paresiado es más superficial que el
lesión. Por otra parte otros elementos del síndrome medular del otro lado. AJ ab,ir la boca al máximo, los labios formarán un
(nivel metamérico de la sensibilidad reten<;i§n ...sk. .m::in.ª2_wn · ángu lo mayor en la comisura sana que en el ángulo parético. En
~ a r i o del ¡x,Jineurili.co, líneas generales, la boca en estas condiciones tiende a adoptar la
Si en vez de paraplejía, se trata de una hemiplejía, la con· forma de una raqueta cuyo mango corresponde al lado paraliza-
fusión ent.re central y periférica rara vez se plantea, pues es do (desviación oblicua oval). •
inconcebible una polineuropat.ía con topografía hernilateral.
La duda puede plantearse entre la realidad de una hemi- Sigr,os cervicales: Si se le ordena al paciente que flexione la
paresia leve e incipiente, en que los signos de "piramidalisrno" cabeza con energía mientras nos oponemos con una mano, que
sean dudosos y ]a sospecha de simulación o histeria. En ese caso, apoyada en el mentón trata de_ extenderla, observamos normal~
11
es útil recurrir al examen de los movimientos asociados". mente el relieve de los distintos fascículos del músculo cutáneo
del cuello. Si un lado está paresiado su superfic.ie aparecerá lisa,
en contraste con la del lado opuesto que dibuja en relieve la con-
Movimientos asociados y sincinesias tracción muscular (signo del cutáneo del cuello).
Hay un'a serie de movimientos _inv_oluntarios qu~ 8coll).p~n Signo de los pronadores: Se ordepa al paciente que eleve
a la ejecución.de los_\'Q_]u_l)_ta¡jos y que pueden desaparecer cuan- ambos miembros superiores, con las palmas hacia arriba v los
do hay una lesión del haz piramidal. dedos juntos. Rápidamente se observará la caída de uno de"ellos
Bafoñcéo de los miembrof_superiQres durante la marchq; sí cuando hay una evidente hemiplejía. En cambio si ésta es mini·
observamos a una persona normal durante la marcha, veremos ma, la mano tenderá a pronarse gradualmente, es decir a desviar
que ·1os ·miembros superiores tienen un.regular balanceo ..En las la palma hacia adentro. La maniobra puede sensibilizarse sí se le
1554 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
pide al paciente que baje y suba si~ultáneamente ambos miem- distales cuando son generalizadas (polineuritis) o tienen la
bros superiores. Entonces puede observarse que el del lado pare- topografia del nervios correspondiente. La fuerza muscular es en
siado lo hace con un ligero retardo y no llega a los exiremos que estos casos un correlato del tfofismo. Es necesa1ia conocer las
llega el indemne. Si ya con fatig a se hace que el paciente los deje maniobras dé exploración de la fuerza que se describen en el
elevados se hará más evidente la pronación y el descenso. capítulo de síndrome de plexos y nervios. Por ahora digamos que
Las lesiones incipientes de la vía piramidal se objetivan la paresia de un hemicuerpo se conoce entre otras cosas por
mejor en la debilidad de los músculos dorsiflexores de las manos medio de las maniobras de Barré, Mingclzzini, juramento, etc.,
y de los pies. qu e en verdad sólo comparan entre sí a las dos mitades y procla-
man como enferma a la más débil 1 porque no se conoce patología
Signos de los miembros inferiores. (Véanse Maniobra s de que aumente la fuerza . ·
A1i11gazzi11i y de Barr1J. En las lesiones periféricas, también pueden compararse los
dos lados cuando la lesión es única en un plexo o nervio, pero
cuando es generalizada, su reconocimiento -y más aún su pre-
Exa men del enfermo con paraplejía dominio proximal o distal (esencial para diferenciar miopatías de
por lesión de las vías piramidales neuropatías- tiene pocos elementos comparativos, salvo con la
fuerza del propio examinador (con todas las precauciones que
Si se produce una lesión transversa de médula, que compro- pueden imaginarse) y requiere un conocimi ento que sólo la expe-
meta ambos haces piramidáles cruzados, habrá parálisis de los riencia suele dar, sobre la relación de fuerzas entre las porciones
músculos inervados por nervios provenienteS de metámeras proximales y distales de los miembros.
infralesionales (paraplejías, tetraplejías). Si la lesión se instala Debe tenerse presente que todo sujeto normal, por obeso que
lentamente1 el tono muscular estará aumentado desde · el sea, puede levantar su cuerpo entero mediante los cuadríceps:
'comienzo. En ca1nbío, cuando hay lesión de instalación súbi ta, la sentado al borde de la cama, el examinador, sentado frente a él,
paraplejía con hiperto nia en fl exión es precedida por un a etapa impide cbn sus manas, apoyadas en la porción inferior de las
de fl accidez. pi ernas, que éstas sean extendidas hacia adelante. En decúbito
_En relación con la velocidad de instalación de la lesión dorsal se pide al enfermo que, con los bra zos cruzados, separ e
piramidal, los reflejos profundos siguen una evolución similar al sus nalgas de la camilla median te un esfuerzo de enderezar sus
tono muscular. Si lo hace bruscamente, provoca una disminución miembros inferiores. Debe lograrlo.
o abolición de los reflejos profundos que dependen de metámeras Los músculos glúteos mayores, otro componente de los "proxi-
ubicadas por debajo de la lesión, la cual es reemplaza da por males" tienen también gran potencia. ! nsertados en el fémur y en
exaltación cuan do cede el périodo de shock. A esta inhibición de la pelvis, incorporan al tronco desde la posición inclinada . Debe
estru ct uras nerviosas a di stancia del foco lesiona] se la denomi- ser il)lposible al examinador impedirlo a pesar de que haya impor-
na diasquisis. tante diferencia de fue rzas entre él y el paciente. La paresia de
estos músculos es la que hace que el sujeto deba incorporarse
"trepando por sus piernas". El glúteo mediano y menor son los que
abducen el miembro o, la que es lo mismo, mantienen la pelviS
Lesión de la 2ª neurona horizontal cuando, en la marcha, el sujeto apoya el pie de ese lado
y levanta el otro. Su defecto produce la "marcha de pato" de los
Rasgos que caracterizan las parálisis periféricas
miopáticos y su exploración se hace examinando la posición de
Cuando la vía fin al es la afectada, no existe ningu na motili- marcha antedicha o, en decúbito lateral pidiendo al paciente la
dad en el músculo 1 ni voluntaria, ni reflej a, ni automática. abducción del miembro extendido. En esta maniobra, la fu er za es
Cortado el arco reflejo aparece atonía o hipotonía. Los reflejos en general fácilmente vencida por el examinador y no debe ser ello
propioceptivos están abolidos. tomado como paresia.
Dado que las motoneuronas son el centro trófico de los mús- Todo sujeto puede pararse en puntas de pie y en esa posición
culos, las lesiones de las mismas determinan la atrofia muscul ar levantar uno de ·los dos y quedar así un largo rato. Todo sujetó
degenerativa. · puede pararse sobre los talones encorvando el cuerpo hacia
Resumi endo, las parálisis periféricas, o de la segunda neu- delante para mantener el equilibrio. No puede, en cambio, y sólo
rona , son parálisis fl áccidas, atróficas, arrefiéxicas. por r azones de equilibrio, levantar uno de los pies.
La electromiografia es un excelente método complementario Con el sujeto acostado, es imposible oponerse a la extensión
de di ag nóstico diferencial entre las parálisis centrales y periféri- del pie, aunque haya importante diferencia de fortaleza entre el
cas, porque en éstas apar ece una serie de signos, que se llaman paciente y el examinador. En general sí se puede impedirle la
de denervación, que no aparecen en aquéllas. do rs iflexión.
Una vez establecido si la lesión es central o periférica, queda En los miembros superiores es útil la maniobra de la "pulsea-
por considerar la topografia de las mismas en relación a la local- da", que permite explorar los distintosa segmentos del miembro.
ización del daño en las estructuras ner1iosas . La abducción de los brazos puede ser mantenida por un suje to
Suele ser difici l evaluar una atrofia muscular leve e incipi- normal a pesar de la tentativa del examinador de bajarlos, salvo
en te, más atin si su instal ación es gradual. Cuando la 1esión es que haya una importante diferencia de fortaleza entre ambos.
brusca y grande, por ejempla sección traumática de nervio o Lo mismo ocurre al apretar con la mano los dedos del exami-
plexo, ella es evidente en pocas semanas. Cuando es gradual, nador: una persona de mediana fortaleza en general puede resi-
suele ser r,ecesario esperar una pérdida del 30 al 40% de la masa stir los esfuerzos·de aquel por retirarlos.
muscular pa ra que ello sea evidente a simple vis t a. Es necesario siempre tener en cuenta las diferentes contex-
El reconocimiento de la topografía suele ser de gran ayuda. turas fisicas normales, los hábitos deportivos o laborales, así
Debe recordarse que las lesiones cerebrales suelen ser hemicar- como también el estado de ánimo del paciente, que influye
porales en su expresión clínica. Las periféricas, en cambio 1 son poderosamente en la energía puesta en el esfuerzo.
NEUROLOGIA 1555
o tienen la La eristencia de dolor condiciona seriamente la evaluación de mente el circuito neocerebeloso : córtico-ponto-dento~rubro-
uscular es en los hallazgos. Estos deben siempre interpretarse dentro del con- tálamo-cortical cuya disfunción provocaria el temblor inten-
o conocer las texto clínico: las parálisis (y atrofias) miopáticas son proximales cional.
criben en el
y al principio normorreflhicas; las neuropáticas generalizadas Un enfoque químico-metabólico ocupa en la actualidad la aten -
digamos que
son distales y arrefléxicas; cuando son locali zadas se reconoce en ción de quienes estudian la patologia de l sistema extrapiramidal,
as cosas por
ellas la topografía motora, trófica y sensiti va correspondiente al Efectivamente, el estudio de los ca/eco/aminas en el cerebro
amento, etc.,
nervio en cuestión. señala una di stribución diferente de la noradrenalina y la dopani-
des y proda-
La electromiografía constituye un importante procedimiento ina. Las estructuras ricas en una son pobres en la otra. La dopam-
oce patología
para reconocer n1iopatías y neuropatías y, asimismo, la ina predomina en ,tos núcleos caudado, putamen y substancia
topog,-afia del dano, nigra. La noradrrnalina en el hipotálamo, en la parte media del
npararse los
tálamo y en la substancia reticulada descendente.
nervio, per9 Actualmente, toda la biopatoquímica del síndrome parkinso-
aún su pre- niano se basa en la disminución d e la dopamina en sus sitios
miopatías de Sistema extrapiramidal habituales. Esta amina biógena no seria sólo un precursor de la
salvo con la noradrenalina, sino un media dor químico de la actividad
:uciones que Referencias anatomopatológicas
neiviosa, constituyendo un verdadero Sistema dopaminérgico,
sólo la expe- que fallaria, determinando el síndrome parkinsoniano.
as porciones El sistema extra piramidal es un conjunto de estructuras cor-
ticales y basales filogénicamente más Bntiguos que la vía pirami-
,r obeso que dal, que se interaccionan mediante numerosas conexiones y cuya Síndromes extrapiramidales
cuadríceps: función es regular e integrar la actividad motora voluntaria. Es
, frente a él, oscura la interpretación de la función a nalítica de cada núcleo, Las lesiones del sistema extrapiramidal determinan una
erior de las pero se está de acuerdo, en base a estudios clínicos y h echos serie de manifestaciones que en clínica podemos agruparlas en
En decúbito experimentales que este sistema interviene en la regulación del dos tipos de síndromes: un síndrome hipertónico-hipocinético y
ldos, separe tono muscular y de los movimientos automáticos y asociados y un síndrome hípotó11i~o-hiperci11ético.
derezar sus que su disfunción puede determinar la aparición de movimientos
involuntarios. Síndrome hiperfÓn iCo-hipocinético. La parálisis agitante
e los "proxi- Las estructuras que lo constituyen son las áreas corticales 2, o enfermedad de Parkinson es la afección que presenta típica-
fémur y en 6, 8, 9, 12, 13, 19, 24 y las llamadas áreas supresoras, 2s 4s, 18s mente este s índrome. Se caracteriza por rigidez, acinesia, con
nada, Debe y 24s, de Brodman, pérdida de los movimientos autoll\áticos y asociados y temblor.
1aya impor- Tanto el núcl eo lenticular, que comprende el putamen y el
l) Ttastomos del tono muscular. Eriste una rigidez muscular
paresia de globo pálido, como el núcleo caudado, reciben fibras de esas
generalizada, predominando en el tronco, cuello y regiónes prox-
Jcorporarse áreas corticales y, a su vez 1 descargan sobre dicha corteza y
imales de los miembros. Dicha rigidez la observamos en reposo,
son los que demás núcleos del sistema.
en la postura, en la actitud y en el esfuerzo,
m la pelvis Como el putamen y el caudado son lilogénicamente más
de ese lado nuevos que el globo pálido, se los une bajo la misma denomi- a) Reposo: cuando exa minarnos la motilidad pasiva, en los
,ato" de los nación de cuerpo estriado o neoestriado, en oposición al pálido distintos segmentos del cuerpo, estando el paciente en reposo,
posición de que se designa como paleoestriado. percibirnos una resistencia marcada, que perdura todo el trayec-
paciente la El tálamo, hipot álamo, cuerpo de Luys, núcleo rojo, la sub- t o del movimiento 1 de ahí su design ación de resistencia cérea,
a fuerza es plástica. En ocasiones, el músculo estirado cede por momentos,
stancia nigra y la formación reticular del mesencéfalo completan
ebe ser ello en forma discontiuua, entrecortada. La sensación que percibe el
la serie de núcleos que constituyen el sistema. Dado que casi
todos los núcl eos se conexionan entre sí en forma recíproca, se examinador constituye el sig110 de la cremallera o de la rneda
sa posición de11 tada de Negro.
hace muy coinpleja la desc1ip~ión de sus vías de asociación . ,
"odo sujeto La maniobra de Noica o sig110 de bloqueo exagera la rigidez y
Podemos afirmar, en fo rma de resumen, que co nstituye un
,rpo h acia la rueda dentada, haciéndose evidentes en casos dudosos. Ella
verdadero circuito ceJTado 1 ya que, a las zonas corticales, de
1bio, y sólo consiste en hacer que el paciente 1 sentado, extienda activamente
donde salen las fibras para el neoestriado y tálamo vuelven
fibras de estos mismos núcleos, que a su vez han descargado y el miembro inferior, mientras se le está explorando la activi dad
extensión pasiva del miembro supe1ior.
recibido fibras del resto de los núcleos.
rn entre el
Por otra parte, de los distintos núcleos mencionados parten b) Postura: el acortamiento de un múscu lo en los parkinsoni-
,pedirle la
fibras que actuarán sobre la motoneurona alfa en el asta antmior anos se sigue de una hipertonía en la nueva posición. Así, al flex-
de la médula para cumplir esa función in tegradora y reguladora ionar el dorso del pie en forma pasiva, se determina la hiperton ía
a "pulsea-
de la actiYidad moto ra voluntaria mencionada anteriormente. de los tibiales, que persiste por un t iempo, e,~denciando sus ten-
niembro,
Primitivaniente, la interpretación fisiológica de la actividad dones bien visibles y tensos, lo que constituye el sig110 de
· un sujeto
del sistema e,-trapiramidal se basó en mecanismos de inhibición y \Vestpha/,
rlos, salvo
facilitación. Es decir, se interpretó que los distinos núcleos,
,mbos. e) Actitud: el predonúnio de la hipertonía en' determinados
inhibían o facilitaban la actividad de los otros. Posteriormente,
le! exami- músculos, hace que el paciente de pie tenga una actitud carac-
Buey interpretó que dentro del sistema e~trapiramidal podía
uede resi- terística de semiflexión de cabeza, tronco y de, rodillas; brazos
establecerse la eristencia de tres circuit-0s, cuya lesión determi- flexionados, manos y fal anges en extensión y falanginas Y
~s contex• narla los síntomas que aquejan a los pacientes extrapiramidales. fa langetas en fl exión, con el pulgar oponi éndose 21 indice. ·
El ci rcuito neoestriado: córtico-pálido-tálamo-cortical, cuya
rales, así
lesión determinaría un síndrome hipotónico-hiperquinético. El d) Esfuerzo: eriste un aument-0 de la hipertonía en la acti_".i-
e influye
circuito paleoesÍriado: córtico-nigro-tála mo-cortícal, que lesiona- dad voluntaria, lo que impresiona al paciente como dismmucion
do produciria un síndrome hipertónico-hipoquinético, y fin al- de su fuerza.
1556 SEMIOLOGIA, SEMIO, c. Ci <IA Y MEDICINA INTERNA
2) El segundo signo mayor del síndrome lo constituye la oci- Así como los movimientos coreicos remedan a los voluntarios, piramidal,
nesia. Es una lentitud más o menos marcada en la actividad del los atetóticas remedan a la contracción espasmódica de un mús~ "liberándo
paciente. En ocasiones en el primer signo que descubre el culo liso. El miembro o sus porciones parecen querer retorcerse. Existen
paciente o sus familiares. Si bien la hipertonía trat.a los La cara hace muecas grotescas. práctica cl
movimientos, la acinesia no depende de ella exclusivarnent1:. Es A veces, estos movillllentos se conjugan en todo el cuerpo, comunes d
un trastorno psicomotor que puede estar presente sin hipertonía. provocando una torsión general que le ha valido el nombre de tado. Se lo
Junto a esta acines ia ex iste pérdida de los movimientos "espasmo de torsión" o "distonía de _torsión''. de estiran
automáticos y asociados. posturales
El concepto de diston ía varia según diversos autores.
Realizan la marcha a pequeños pasos, sin el balanceo normal Esencialmente consiste en una alteración del tono que hace que
de los miembros superiores. La marcha es insegura, pues el cen~ lo haya cuando no debe y no lo haya cuando debe: los movimien-
tro de gravedad se halla hacia adelan te, lo que hace que el tos voluntarios r es ultan así frenados o exaltádos sin previsión
paciente al tener la sensación de perder el equilibrio apure de Reflejo
posi ble. Además, la instalación brusca de un desequilibrio del
más en más su marcha por lo que se dice que el enfermo corre tono entre músculos agonistas y antagonistas produce un
tras su centro de gravedad. Result
movimiento involuntario que, agregado a lo antes dicho, lleva a
La falta de los movimientos automáticos hace que en cada cui,!fes, Y
un desorden motor tremendo cuando el síndrome está bien
11 ueva posición, el paciente pueda con dificultad mantenerse en músculo
desarrollado. Sus form as leves pueden pasar desapercibidas.
equilibrio, determin ando en ocasiones su caida al girar, sentarse, os.te.otend
Ciertas torpezas motoras defectos caligráficos, etc. tienen como
1 1
incorporarse, etc. Au n Ia
causa a una distonía larvada, etc.
Existen dos maniobras para poner en evidencia esa falta de La cos
Par a ello, como para todas las form as incipien tes de la
movimientos automáticos. con el lug
hiperlcinesia que hemos mencionado, el examinador debe tener-
La man iobra del empellón, en la que empuj ando bruscamente provendr
las presente ante sujetos - fre cuentemente niños- "torpes'\
al paciente, sea por el pecho o por la espalda, éste trastabilla.; por el nombre
"inquietos", "desmañados".
no extender rá pidamente el miembro inferior para mantener el Ni laé
equilibrio como ocurre nor~almente. Estando el paciente senta- Una form a parcial de este síndrome son los espasmos profe•
sionales, que consisten en espasmos musculares que aparecen sólo absoluto
do, al inclinar su silla para atrás, el paciente no re aliza, o los debe r e!a
hace muy lentamente, los movimientos asociados para manten- en determinadas posiciones de los núembros en actitud de realizar
una tarea específica. Así observarnos el espasmo de los escribi- nitud de
er el nuevo equilibrio. También se tradu ce la hipertonía y la aci- sionalme1
nesia en el rostro 1 determinando amim ia, que consiste en un ros• entes, que es un espasmo de flexión de la mano, que apar ece en
cuanto el paciente intenta escribir, pudiendo re alizar cualquier respuesta
tro inexpresivo, fijado, con rareza del parpadeo, boca semiabier•
otra tarea con esa mano sin ningún trastorno; lo mismo el espas• práctica
ta. Los ojos, que no han perdido su movilidad, contrastan viva-
mo del telegrafista, del violinista, pianista, modista, etc. si es norr
mente sobre el rostro del paciente.
Se asimila a estas afecciones el tortícolis espasmódico. Cr:l!.Z¡-;¡
También la palabra se perturba por la acinesia y la hiper-
otros sig
tonía, siendo monótona, de baj a intensidad, farfullante, y puede
numera<
llegar a ser incomprensible.
últimos~
La escritura se trastorna, ya que se hace temblorosa y con
caracteres pequeños, constituyendo la micrografia.
REFLEJOS
Por último mencionaremos un fenómeno sorprendente que se El hecho de que Ja-e>.'jlloración de los reflejos hace innecesaria
observa en estos pacientes , que cons is te en la extemporánea Semioh
la colaboración del paciente, confiere a su inves tigación una.
act.ividad que aparece de pronto, realizando actividades como el
importancia notable en el examen neurológico.
correr, saltar con facilitad o poder ir en bicicleta. Este fe nómeno Cada
Consiste en respuestas motoras involuntarias inmedi atas
se denomina cinesia paradoja!. manera
frente a estímulos adecuados. Cuando se provoca el estiramien-
3 ) El tercer elemento del síndrome es el temblor. to s.úbito d_e las fibras musculares, obteniéndose s~ contr_a~iión, provocai
Es un movimiento oscilatorio rítmico de pequeña amplitud, se habl_~ _de reflejos profundos. Si se t,ica o raspa mucosa o. piel complet.
de 3 a 8 ciclos por segundo, distal. Desaparece con el movimien- para obtener igual respuesta, hablamos de reflej os superfj, i-ª1es. vador te
to y reaparece en el reposo y en la actitud. Durante el sueño tam- · Si "ia resp uesta sólo se obtiene cuando hay daí\Ó- d·e éit;,,icturas mento e
bién desaparece, como todos los movimientos involuntarios nerviosas estamos frente a los reflejos patológicos; finalmente, lo. Para
extrapi ramidales. Se lo observa principalmente en manos, pies, los posturales son los reflejo s que tienden a la orientación corpo- fortable
Y dedos, determinando a veces un movimiento que recuerda al ral e~espaci~.
que se realiza para liar un cigarrillo; puede observarse en la Las modifi caciones de los reflejos profundos, a partir de una
cabeza y en la mandíbula.
magnitud de desplazamiento de un sector corporal qu e la expe•
Podemos agregar al síndrome, los trastornos vegetativos que
riencia indica como normal, pueden ser de exaltación, ~isnúnu•
se observan con marcada asid uidad, la hipercrinia lagrimal y
ción o ausencia. Aunque en ciertas condiciones psicológicas
sebonera y la sialorrea.
puede haber algún grado de modificación, ace ptamos s us
~
Síndrome hipotónico•hipercin ético. Se caracteri za como respuestas como las más fidedignas del examen neurológico.
su nombre lo señ ala, por una hipotonía generalizada a la que se A partir del estímulo adecuado para cada receptor periférico,
agregan movimientos· involuntarios amplios bruscos no
estereot.ipados, irregulares, de predominio proxi~al, que a;are•
el impulso transita por una primera neurona sensitiva, centrípe·
ta, que puede o no hacer sinapsis con otra u otras intercalares que
1
cen en reposo o durante un movimiento voluntario, trastornán• relacionadas a su vez con el cuerpo de la neurona motora cen•
dolo. Pareciera que el paciente dan zara, de ahí su designación trífuga, alcan za al efector, trátese de un músculo o de una glán- 1
de movimientos coreicos. Cuando estos movimientos afectan dula. La lesión de cualquiera de estas estructuras al interrumpir
solamente a un hemicuerpo y tienen viol€1lcia particular,· se los' el arco reflejo provoca ausencia o disminución de la respuesta.
llama "balismo" por remedar a los que hace el deportista lan- Dado que las estructuras superiores influyen -:--umodulanu-
zador de bala. sobre los reflejos segrnentarios, en general por vía del haz
NEUROLOGIA 1557
piramidal, la destrucción de éste influye sobre aquello, sea El golpe con el martillo de reflejos debe caer en la zona de
11
liberán<lolos", sea deformándolos 1 como veremos más adelante. elección para provocar el estiramiento del mayor número posible
Existen tantos reflejos como órganos estimulables, pero en la de fibras musculares, sea directamente o bien sobre un dedo del
práctica clínica se utilizan sólo los explorables con los elementos observador que a s u vez se apoya en aquél. El golpe debe ser
comunes de un consultorio y, además, interpretables en su resul- breve y brusco.
tado. Se los puede clasificar en 1) profundos u osteotendinosos o Cuando no se logra la relajación del paciente debe desviarse
de estiramiento o "m.iotáticos", 2) superficiales o cutáneos y 3) su atención mediante maniobras activas en otros sectores corpo-
posturales. rales corno la tracción en sentidos opuestos con las manos engan-
chadas1 cuando se investigan los reflejos en los miembros inferi-
ores (maniobra de Jendrassik).
Pero además de la relajación del paciente es necesario que el
Reflejos profundos o de estiramiento muscular músculo que debe responder esté en moderada tensión, la cual se
logra con una posición óptima en cada caso, en la cual debe ha-
~-
Re_sultan de la brusca y \lre_ve elongaciónAda&.Í!Qr..au1:rns- llarse en el momento de la percusión. Por ello al comparar res-
cul,rres, Ya que tanto el estímulo como la respuesta ocurren en el puestas en lados opuestos debe partirse de la misma posición de
músculo deberían abandonarse las denominaciones de reflejos .
oste_otendinosos, pec_i_()$ti.cos o_tend_i_{!9~os. Otra maniobra habitualmente útil es solicitar al paciente
Aun la calificación de "profundos" sería cuestionable. una leve contracción voluntaria del músculo a excitar.
La costumbre ha denominado a algunos reflejos de acuerdo En las invest.igaciones comparativas heniicorporales un buen
con el lugar estimulado, sin embargo una notable simplificación método es buscar el menor estímulo que provoca respuesta en
provendría de uniformar la nomenclatura utilizando como base cada lado.
el nombre del múscul o que actúa en cada caso. Como se trata de reflejos segmentarios, sólo adquieren valor
Ni la disminución ni la exaltación de la respuesta son índice semiológico si tenemos presente el nivel medular de su inte-
absoluto de alteración orgánica. Para una correcta evaluación gración.
debe r elacionarse con el resto del examen neurológico y la mag-
nitud de la respuesta en otros sectores del organismo. Así oca-
Reflejos profundos de las extremidades inferiores:
sionalmente algunos pacientes sin lesión detectable tienen
Reflejo Patelar (fig. 15-41). Para explorarlo, si el paciente está
respuestas reflejas débiles y otros francamente exaltadas. En la
acostado en decúbito dorsal, se flexiona la pierna sobre el muslo
práctica se numera con cruces la magnitud de la respuesta, Dos
haciendo descansar el hueco poplíteo sobre la muñeca del obser-
si es normal y cer_o (O) si est_á _ausente. La respuesta débil es una vador, cuya palma se apoya en la rodilla del lado opuesto cuan-
cr_\l_z ( + ). Cuando la hiperreflexia es franca, acompañándose de
do se explora el miembro del mismo lado. Si se investiga el del
otros signos que hablan de organicidad (clonus, Babinski) se
lado opuesto al observador, el hueco poplíteo descansa sobre la
numera con 4 cruces í + + + + ) y si son vivos 1 aunque sin estos palma y la muiieca sobre la rodilla del mismo lado. La brusca y
últimos signos, tr~§__~rM~~s ( + + + ). breve percusión sobre el ligamento rotuliano inferior, ii¡mediata•
mente ~or debajo de la rótula, determina ta contracción del
cuadríceps y con ello la extensión de la pierna sobre el muslo.
Semiotecnia . Si el paciente está sentado con las piernas péndulas, se per-
cute directamente en la zona señalada 1 o bien se refuerza la
Cada reflejo tiene una (,ícnica propia para obtenerlo de una maniobra haciendo que la extienda suavemente, ejetciendo pre-
manera más ostensible; sin embargo hay normas generales que sión sobre la mano libre del observador que se apoya en la cara
provocan un reforzamiento de la respuesta. Es necesario una anterior de la tibia.
completa relajación por part,¡ del paciente, de lo cual el obser- El centro reflejo está ubicado en los segmentos lumbares 2º,
vador tendrá la medida mediante la movilización pasiva del seg- 3' y 4º y se integra a través del nervio femoral.
mento corporal que deberá desplazarse en respuesta al estímu- Una respuesta viva o exaltada indica lesión de la vía pirami-
lo. Para ello, el examen deberá efectuarse en un ambiente con- dal a un nivel más alto que el de su integración. Ocasionalmente
fortable y con el paciente en posición cómoda. puede observarse que ta etapa de desplazamiento de extensión
1¡·
~-
í:
4
'j
l
Fig. 15-45. Técnica del reflejo
ra dia l (5' y 6" CJ.
cargo del nervio facial (VII par). El estímulo sensitivo migra a lo Reflejo crem asleiia110: Se desliza un alfiler de punta roma inducir
largo del trigémino (1' rama u oftálmica). cuidando no lesionar la piel, a lo largo de la cara interna del frente a
Desde la conjuntiva se provoca la misma respuesta, aunque muslo, de arriba hacia abajo. Normal mente se observará la con- agotar
ocasionalmente falta sin que pueda conferirsele valor patológico. tracción del músculo cremáster del mismo lado, que elevará el Oca
En cambio cuando falta la respuesta habiendo tocado la córnea testículo correspondiente. dales el
se le acepta signi ficado lesional. Es signo temprano en las Es necesario diferenciar esta respuesta de la otra más lenta llam a R
lesiones del nervio trigémino y se conserva en la neuralgia esen- y reptante del darlos que es independiente de este estímulo y Un
cial del trigénimo. responde al frío. piramid
Al igual que para los abdominales, la ausencia bilateral de los menore
R eflejo faríngeo: Se obtiene una contracción de los múscu- reflejos cremasterianos puede carecer de valor. Adquieren signifi- durante
los faríngeos, frecuentemente con náuseas, cuando se toca con un cado lesiona! las asimetrías en el lado de menor respuesta. hipoglu
bajalenguas la parte posterior de la faringe. De su ausencia no Procesos lo·cales (orquitis, varicocele) pueden provocar su período
puede concluirse lesión pues puede faltar en personas sin lesión desaparición, pero en estos casos se invalida su valor neurológico. Sign
orgánica detectable . Las respuestas vivas merecen las mismas consideraciones del bon
Su arco se integra con los nervios craneanos glosofaríngeo que las de los abdominales. observa
(IX) y neu mogástrico OC). · Metamericamente se integra en los segmentos lumbares l' y
2'. Está disminuido o abolido en el lado de una hemiplejía, por Sign
R eflejo ve/opa/aUno: Con el bajalenguas se toca el borde lesión de su arco cerebral polisináptico. los mús
libre del paladar blando y se observa entonces su elevación, que S,g,
en condiciones normales debe ser uniforme con conservación de Refl~jo púmtar (fig. 15-49): El deslizamiento de un alfiler Aquiles
la posición mediana de la úvula. romo por el borde interno de la planta del pie, desde el talón
Se integra con los mismos pares craneanos que el faríngeo, hacia los dedos, provoca normalmente la flexión del dedo gordo Sig,
pero la falta unilateral tiene gran valor semiológico. acompañado o no por los restantes dedos y aun por el pie. A estimul
través del nervio tibia] está relacionado con los segmentos lum- cara ex
R eflejos culá11eo-abdo111inales (fig. 15-48): En abdómenes bares 4' y 5' y sacros l' y 2'. Otn
de obesos, con flaccidez (como en las mul típaras) o en aq uellos Carece de valor semiológico si está ausente bilateralmente. En teriza,
pacientes que no logran relajar la pared abdominal, la ausencia cambio, la ause ncia unilntecal, con flexión del lado opuesto, puede Mie
generali zada de estos reflejos puede carecer de significado neu- ser la primera etapa hacia la inversión (signo de Babinski). tan con
rológico. que de
Con un alfiler se raspa suavemente desde fuera hacia la línea Reflejo anal: Con el paciente en decúbito ventral se pincha exaltac
media a la altura del ombligo, luego por encima y después por suavemente la piel perianal o la mucosa, observándose la con-
debajo. La respuesta consiste en una desviación del ombligo tracción del esfínter externo inervado por el nervio hemorroidal Sig
hacia el lado del estímulo. inferior (3º, 4' y 5º segmentos sacros). percut,
Su valor se refuerza si considerarnos que puede indicar tanto dose se
una lesión metamérica por ausencia de uno de ellos como supra- Sig
segmentarias, en caso de ausencia hemicorporal. Reflejos patológicos percus·
La asimetría es útil para valorar hemíparesi8.s mínimas en pie.
las cuales una leve disminución de la fuerza muscular es fáci l- Son aquellos que aparecen únicamente cuando hay lesión
mente compensada. En estos casos, la modificación de la orgánica del sistema nervioso.
respuesta normal tiene un sentido opuesto a la de los refl ejos Por lesión del haz piramidal
profundos. Mientras la lesión piramidal exalta a éstos, atenúa a
los superficiales. El supraumbilical se integra en los segmentos Signo de Babinski (fig. 15-50). Consiste en la respuesta inver-
torácicos 6°, 7º y 8'; el medio umbilical 8 y 9 y el infraumbilical o tida del reflejo plantar, es decir la dorsíf!exión del dedo gordo y
inferior 10", 11º y 12'. de los restantes dedos, éstos con ligera abducción (abanico). Su
La ausencia de los reflejos cutáneo abdominales ocurre pre- obtención se facilita estimulando el borde externo de la planta
cozmente en la esclerosis múltiple. Su exaltación carece de valor del pie, desde el talón hacia los dedos. El desplazamiento del
semiológico y puede observarse en pacientes neuróticos. dedo gordo es lento y majestuoso en caso positivo. No debe
Fíg. 15-48. Técnica de los reflejos cutáneos abdom inales (6' a 12º D). Fig. 15-49. Técnica del reflejo plantar. Fig. 15-50. Signo de
Babinski. F
NEUROLOGIA 1561
inducir a errónea interpretación la respuesta rápida, de huida Signo de Hoffman (fig. 15-51). Su presencia indica hiper•
frente al estímulo nociceptivo. La iteración del estímulo puede reflex~a profunda por lesión ubicada por encima del 5° segmento
agotar tran;;itoriamente la respuesta. cervical, aunque puede observarse sin ella.
Ocasionalmente puede observarse que en le siones pirami- La mano libre del explorador sostiene el antebrazo del
dales el dedo gordo está extendido permanentemente: a esto se paciente permitiendo una moderada flexión de la ma no. Con los
llama Babinski espontáneo. dedos índice y mayor dé la mano activa, el examinador aprisiona
Un signo de Babinski positivo indica una lesión de la vía el extremo distal del dedo medio del paciente, el cual está leve-
piramidal. Sin embargo se encuentra presente en los niños mente extendido. El pulgar del examinador, con un golpe breve
menores de 2 años. También puede observarse, en el adulto, y brusco determina la flesión forzada de la falange distal, per•
durante el sueño 1 durante una .anestesia general, durante una mitiendo la rápida vuelta a la situación de reposo. El signo es
hipoglucemia, luego de una convulsión epiléptica y durante el positivo si hay aducción y flexión del pulgar, a veces acompaña•
período de la apnea de la respiración de Cheyne-Stokes. da por la flexión del índice y de los restantes dedos.
Signo de Oppenheim. La misma respuesta frente a-la fracción Signo de 7J-iimner. igual respuesta que en el Hoffman por el
del borde anterior· de la tibia, entre el pulgar y el indice del golpe brusco y breve en el pulpejo del dedo medio, provocando
observador, desde la rótula bacia el pie. una extensión pasiva. Su positividad, no necesariamente indica
Signo de Gordon. Dorsiflexión de los dedos por compresión de proceso patológico: puede ser positivo en individuos neuróticos,
los músculos de la pantonilla. pero adquiere valor cuando es unilateral.
S,g,w de Schiif/er. Igual respuesta al comprimir el tendón de Reflejo de prensión palmar. Nollllalmente presente en los pri•
Aquiles. meros meses ae la vida, su reaparición en la vida adult.a indica
lesión de la corteza motora y premotora (lóbulo frontal) contralat•
Signo de Chaddock. Respuesta extensora de los dedos del pie
eral. Se estimula la palma de la mano del paciente introduciendo
estimulando con un alfiler desde el talón hacia los dedos por la
2 dedos del observador entre pulgar e indice del paciente, o bien
cara externa del pie.
desplazando los dedos del observador por la palma del paciente
Otro grupo de signos de lesión de la vía piramidal se carac• liacia los dedos. En caso positivo se obtendrá la flexión de los
!eriza por la flexión de los dedos del pie. dedos tendiendo a aprisionar la mano o el objeto estimulador.
Mientras los signos que provocan flexión dorsal se interpre~ El mismo significado tiene la flexión plantar lenta del pie y
tan como fo rmando parte del primitivo reflejo de huida, aq uellos de sus dedos cuando se estimula suavemente la piel de la plan•
que determinan flexión plantar son considerados como una ta.
exaltación del reflejo muscular plantar.
Signo de Rossolímo. Con el paciente en decúbito dorsal se
percute la superficie plantar en la base de los dedos, obtenién- Reflejo palmo-mentoniano
dose su flexión plantar.
La estimulación con un alfiler en las palmas de la mano pro•
Signo de Mendel-Bechterew. Flexión plantar de los dedos por
duce la contracción del músculo mentoniano del mismo lado.
percusión sobre 4° y 5° metatarsianos en la superficie externa del
Se observa a veces en sujetos sanos 1 pero suele ser especial•
pie.
mente claro en lesiones cerebrales difusas.
(¡J
1562 SEMIOL0GIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
Toda vez que haya una lesión protuberancia! por debajo del
núcleo rojo es pcisib}e·obseniar la aparición de crisis, de contrac-
ciófl tónica de los músculos antigrav:itarios: contracción de los
müsculos espinales y de los e>..iensores de los miembros con flex-
ión plantar de los pies. Los miembros superiores pronan
simultáneamente y los dedos de las manos muestran e>.iensión
de las articulaciones metacarpofalángicas con flexió n de las
interfalángicas. Las crisis comprenden también a los mase teros
por lo cual la boca _está fuertem ente cerrada . ,'.¡
Esta actitud de descerebración, por lesiones del tronco cere-
bral, con los cuatro miembros en extensión contrasta con la
decorticació11 debida a lesión cerebral múltiple bilateral, en la
que los miembros superiores están flexion ados .
SENSIBILIDAD
, intensidad , scn~ibilidad en los s~ctores proximales y' distales, pues las Les re ceptores están ubicados en la piel, tejido subcutáneo,
polineuritis provocan déficits con predomjnjo distaUdistrib.ución músculos, tendones y víséera.~J;ón específicos para cada forma
teraciones en en bota y en guan te). de sensibilidad y respon den solamente a estímulo~ adecuados.
enco1ttremos Las alteraciones psicógenas de la sensibilidad se desarrollan El estímulo migra a lo largo de fibras específicas y alcanza
deberá ccin- habitualmente en áreas atípicas y se acompaúan de un com po- primero el ganglio de la raíz posterior y luego los cordones medu-
J haya lesión nente afectivo desproporcionado. lares.
nentarios. El Para obtener datos fi dedignos debe solicitarse del paciente el Desde Sherrington se clasifica n las seosaciones en somato-
1 de distribu - máximo de atención sin inducir respu estas. Si ell as son dudosas ceptivas y visceroceptivas de acuerdo con la ubicación de los
hay que repetir el examen en otro momento pues la fati ga las receptores y el tipo de estímulo, Mientras las uisceroceptiua.s se
n en el tron-
distorsiona. Es buena práctica trasladar a un mapa corporal los refieren a las que provienen de órganos, las somatoceptivas
cuerpo y, en
hallazgos de cada examen a fin de permitir comparaciones. pueden ser extcroceptiuas cuando el .estímulo proviene de recep-
o es as( dada
A la obtención de respuestas fieles colaboran la confortabilidad tores ubicados en piel o mucosas, o propioceptiuas cuando se hal-
JS en sentido
del ambiente de examen y la prescindencia de otros estímulos.
lan en músculos, tendones, periostio y órganos.
1dicular.
Head._iliy;dió la sensibilidad e>.-teroceptiva o superficiai en
~rvio o de un Debe tenerse presente que es posible el compromiso de una
-JJ.rntn¡,Jit.ka.ii)J¡¡);ímiui)..)'..epici:í.tica (ocwfü¡¡l) de acuerdo.con !a
(fig. 15-53). forma determ inada de sensibilidad con indemnidad de las
capacidad de apreciar las modificaciones en la intensidad de los
as qu e posi- restantes y. que las variaciones pueden ser exaltación (dolor), dis-
estímulos adecuados, cualidad que está relacionada con vias y
comparar la minución) pérdida o perversión (parestesias, miembro fantasma). destinos diferentes: mientras la protopática es bineuronal y
finaliza en el tálamo, la epicrítica tiene tres neuronas y alcanza
la corteza cerebral.
En la corteza cerebral se int<lgran también estas formas ele-
menta les de sensibilidad, dando lu gar a formas combinadas que
no resultan de la simple suma de aquellas sino que permiten un a
elaboración ulterior y el reconocimiento de otras cualidades. Son
las gnosias cutáneas.
exteroceptiva 7 táctil
1
o superficial térmica
Somática dolorosa
Vías de la sensibilidad
bilidades dolorosa y térmica, con escaso compromiso clínico de la sacros por la cara posterior del muslo, terminando los coxígeos fin de gu
táctil. en el ano. tacto, pre
Tanto la sensibilidad t.áctil como la dolorosa pueden explorar- derada d
Térmica y do lorosa. Luego de haber alcanzado las célul as de se estimulando simultánean1ente zonas simétricas. Es posible ob- pero se a
las astas p-0steriores mediante fibras radiculares cortas, la se- servar en estas condicion es el fenómeno de la extinción, es decir Los h
gunda neurona también se decusa a través de la comisura para que el paciente sólo percibe un lado. Si entonces se estimula úni- transmih
constituir el tracto espinotalámico lateral que finali za en el tála- camente el lado no percibido, vuelve a sentirlo. Este hallazgo sig- ceptores
mo, a partir del cual una tercera neurona alcanzará la corteza. nifica tanto leve hipoestesia, no de tectada unilateralmente, como El es
En la circunvolución parietal ascendente, la sensibilidad tendrá existencia de una lesión parietal contralateral. alcanza
una representación similar a la del homúnculo motor eu ]a fron- de estos
tal ascendente. Dolor supe,ficiaL Utilizando un alfiler se estimula la piel más tem
En el nervio periférico, las fibras gue conducen el dolor super- hasta despertar dolor. Normalmente es posible diferenciar la de la pri
ficial son de menor calibre y cond ucen a menor velocidad que las sensación provocada por la punta de la que provoca la cabeza de tectar tn
del tacto. alfil er. Utilizando uno u otro extremo se instruirá al paciente pa- Si se
ra que responda "tuca" o "pincha" cada vez que perciba un estí- los nen'Í
Pro fun da. Los receptores para la se~sibilidad profunda están mulo con los ojos cenados, lo cual debe corresponder a la cabeza
ubicados en los músculos, tendones y huesos para las formas que el es
o la punta, respectivamente. entonces
conscientes y en f:l laberinto para la Ülconsci.ente. Pueden así detectarse zonas de hiper, hipo o analgesia. Aun-
Desdo los receptores periféricos el estín.Jl!W_p_mf~ Ocas
que la hiperestesia se ve frecuentemente en pacientes neuróti- sensitiva
ciente mi gra a lo largo de la prolongación pniférica de la célula_ cos, es hallazgo habitual en las áreas de dolor referi do por alte-
ganglionar y luego alcan za la médula mediante fibras largas gu_e raciones viscerales.
se ubican en el cordót\ posterior oponiéndose exteriormente. y Bati
Es necesario distingu ir hiperalgesia de hiperpalia, en la cual para rec
constituyendo los haces de Gol! y Burdach, de tal manera que las hay una elevación del umbral algésico, pero, cuando se lo supe-
fi bras son tanto más exteJ.Q.§2 en ellos cuanto más alto es su ingI'.e- percibir
ra, la sensación va acompañada de una fuerte tonalidad desagra-
so en la médula. Alcanzan así los núcleos homónimos homolatera- vador m
dable que persiste luego de retirado el objeto estimulador. Este
les, desde los cuales la segunda neurona se decusa con la del lado con los o~
fenómeno se observa en lesiones talámícas.
opuesto para constituir la cinta de Reil que fi naliza en el tálamo. e índice
Las hi poalgesias se refi eren tanto a la necesidad de un a ma-
Desde allí, la tercera neurona se dirige a la corteza parietal. yor intensidad del estÍlnulo para ser percibido como a la dismi- des exte
En cuanto a la sensibilidad profunda incosciente, rdacionada nución de la senE.ación comparado con igual estímulo en otras flexión p
con la orien t.acíón del cuerpo en el espacio, el estímulo que ha re- .:\reras. hacia "al
corrido ambas · prolongaciones de la célula ganglionar, hace si- La superposición del área inen1 ada por raíces con tí guas hace bra puec
napsis en la columna de Clarke a la que alcanzará con fibras ra- necesario el compromiso de tres sucesivas para que sea posible Tam
diculares medianas. Desde allí, un grupo de fibras sigue por el detectar el déficit. cualqui,
cordón lateral del mismo lado y alcanza el cerebelo a tra vés de Un retardo en la apreciación del estímulo doloroso se valora que señ:
los pedúnculos cerebelosos inferiores: es el haz espi noccrebeloso e.orno correspondiendo a un déficit de esta form a de sensibilidad. miento.
directo, dorsal o de Flechsig. Los 1
El otro grupo luego de la sinapsis en la columna de Clarke se Temperatura. Se la explora ut.ilizando tubos metálicos o de tos corp
decusa y va a constituir el haz espinÚcerebeloso ventral o de Go- vidrio conteniendo agua helada ( + 5° C) y caliente ( + 45° C). Si médula,
wers, que vuelve a decusarse antes de alcanzar el vermis cerebe- las temperaturas exceden estos límites pueden ser percibid as co- do en la
loso mediante los pedúnculos cerebelosos superiores. mo sensación dolorosa. Aunque puede comprometerse una de Pue(
ellas de manera más notable que la otra, lo habitual es que am- do en la
bas se afecten simultáneamente. el simét
Debe valorarse· no solamente si el paciente es capaz de dife- La"
Semiotecnia
renciar frio de calor, sino también el retardo para hacerlo y la va- explora
riacíón núnima perceptible, que normalmente es de 2º a 5° C. ataxia e
Tacto. Puede emplearse una torunda de algodón, uu pincel
Cuando se halla una pérdida debe desplazarse el tubo a lo Romber
de cerdas suaves o un trozo de papel. Cualquiera de ellos se des-
largo de la superficie cutánea para determinar el área en la cual piesjur
liza suavemente sobre la superficie cutánea, debiendo indicar el
esto ocurre. los ojos
paciente cada ve z que sienta el estímulo mientras está con los El tubo debe ser aplicado en las distintas zonas con fuerza y
ojos cerrados. Además de la percepción, el paciente debe indicar balea y
en lapsos similares, pues la variación de ellas provoca sensacio- Ello
la zona corporal estimulada o, mejor aún, señal ar con un dedo la nes distintas.
zona simétrica. Como señalamos anteriormente es conveniente jeto ign
Al igual que para la sensibilidad dolorsa es necesario-compa-
efectuar la exploración mientados por el resto del examen a fin torios r
rar áreas simétricas, pues hay variaciones normales entre super-
de no fatigar al paciente. ello tan
ficies ventrales y dorsales de tronco y extremidades y en regio-
Las grandes variaciones en la magnitud de la sensación en- es reen
nes distintas de la cara.
tre uno y otro paciente y aun de un área corporal a otra obligan posició1
a cuidadosas comparaciones en zonas simétricas. de su c
Pal<!slesia o sensib ilidad vibratoria. Después de percutir
Respecto de la inervación metarnérica debemos recordar que, no mar
las ramas de un diapasón se aplica su base sobre una prominen-
con los brazos extendidos lateralmente y las palmas hacia ade- cia ósea (maléolo, rótulas, ilíaco, apófisis de radio y cúbito, ester-
lante, el cuello corresponde a la 4' raíz cervical, el pulgar a la 6•, nón, clavícul as) percibiéndose normálmente su ,~bración. Se los
Ba,
el borde cubital del miembro superior a la 8';_el pezón a la 5' to- sujeta por su tallo y se emplean los que dan 128 y 256 vibracio- za sobr
rácica, el ombligo a la 9' , la raíz del miembro infe rior a la l' lum- nes por segundo. · nenciai
bar, la rodilla a la 3', el maléolo interno y el dedo gordo a la 5', La falta de percepción se observa cuándo hay lesión de los cor- · sobre 1
el dedo pequeño a la l ' sacra, ascendiendo los demás segmentos dones medulares posteriores. Es necesario instruir al paciente a
MEUROLOGIA 1565
fin de que sólo responda afirmativamente a la vibración y no al Dolor profun do: Se investiga comprimiendo fuertemente el
tacto, presión ni audición del ruido. Los pacientes con lesión mo- te ndón de Aquiles, los músculos, los testículos, tráquea o globos
derada de los cordones posteriores pueden percibir la vibración, ocul ares. Normalmente esto despie rta vivo dolor. Pero a partir
pero se agota tempranamente mientras continúa el estímulo. de él pueden observarse vaiiaciones de exaltación o de déficit.
Los huesos sobre los cuales se aplica el pie del diapasón Así se advierte aumento del dolor profundo al comprimir múscu-
transmiten y amplía n la vibración, la que es percibida por los re- los y nervios en.neuropatías periféricas; en cambio, )as enferme-
ceptores tendinosos y articulares _ dades que comprometen raíces y cordones posteriores provocan
El estímulo migra a lo largo de fibras de conducci<\n rápida y ausencia del dolor al comprimir estas estructuras. En la tabes, la
alcanza los cordones poste1iores. Generalmente, el compromiso compresión de los testículos es indolora o bien tolerada (signo de
de estos úl ti mos hace aparente el déficit con más intensidad y
Pi/res) y la de los nervios también (ciático poplíteo externo, cubi-
más tempranamente en los miembros inferiores, siendo el dorso tal, etc.)
de la primera fala nge del de do gordo la zona a explorar para de-
tectar trastornos incipientes.
Si se lesionan las estructuras ante1iores a los cordones, como Discriminación táctil de dos puntos. Para investigarla
los nenrios, ganglios radiculares y raíces posteriores) es obvio se emplea el compás llamado "Weber", cuya abertura es gradua-
que el estímu lo también puede dejar de ser percibido, pero no ya ble, aplicando sus extremos aguzados simul táne amen te sob re la
entonces en forma pura sino junto con las demás sensaciones. superficie cutánea. El paciente con los ojos cerrados debe decir
Ocasionalmente, pacientes ancianos, atenúan esta capacidad si percibe una o dos puntas. Si los extremos se acercan lo sufi-
sensitiva. Ciente, los dos estímulos son percibidos como si fuera uno solo.
Las distintas áreas tienen diferente capacidad para discrimi-
Batiestesia o se11tid-O articular. Consiste en la capacidad i\ar los dos puntos, por lo cual hay que comparar las simétricas y
para reconocer la posición del cuerpo o un?. de sus partes y la de a su vez relacionarlas co n la similar del observador normal.
percibir el desplazamiento de cualquier aiticulación que el obser- Si el paciente tiene afectada esta c_a pacidad en regio nes en
vador mueve pasivamente. Para ello, mientras el paciente está las cuales el estudio de las formas elementales de la sensibilidad
con los ojos cerrados, se forna el dedo gordo de un pie entre pul gar es norm al, debe pensarse en una afección de la corteza parietal
e índice del observador, ejerciendo presión similar sobre sus bor- contralateral.
des externo e in terno. Se lo desplaza enfonces en el sentido de la Normalmente, labios y lengua son las zonas con mayor capa-
flexión plantar o dors al y el paciente deberá decir si se encuentra cidad disc riminativa y el dorso· torácico la menos sensible.
hacia "abajo" o hacia "arriba", respectivamente. La misma manio-
bra puede reali zarse w n los otros dedods del pie o de la mano.
Grafestesia o ide11tifícació11 de gráficos cutáneos. Con
También debe efectuarse un lento y suave desplazamien to en
un obj eto ro mo se dibujan sobre la piel números, letras may ús-
cualquiera de los sentidos seüalndos e instruir al paciente para
culas o formas elementales, que el paciente debe reconocer mien-
que señale exactan1ente el momento en el cual percibe el m~vi-
tras permanece con los ojos cerrados. Como la pérdida de esta ca-
miento.
Los pacientes cometen enores en la ubicación de los segmen- pacidad tiene significado similar que la de los dos puntos, es ne-
fos corporales cuan do hay lesión de los cordones posteriores de la cesario comparar áreas simétricas.
médula, y si ést.a es menos importante sólo se observa un retar-
do en la apreciación del movimiento pasivo. Es tereognosia. Consiste en la capacidad ~e retonocer obje-
Puede solicitarse al paciente que ubique activa mente un de- tos por su forma y textura. Para investigarla, se le entrega al pa·
do en la misma posición que el observador pone en for ma pasi va ciente un objeto en una mano, mientras perrnanece con los ojos
el simétrico. cerrados. Al apreciar s u dureza y temperatura se concluye nor-
La maniobra de Romb,rg constituye un modo inmediato de malmente, por ejem plo, que se trata de un metal y al recorrer
explora r la sensi bilidad profunda, al igual que las prnebas de sus bordes se puede identificar una llave y así para otros objetos.
ataxia o asinergia que se explican más adelante. En la prueba de Existe aestereoagnosia cuando, conservando las sensibilida-
Romberg, el paciente de pie en "posición de firmes" pero con los des sup erfici al y profunda, el paciente es incapaz de identificar
pies juntos, mantiene normalmente la posición erecta al cerrar un objeto.
los ojos. Si la sensibilidad profunda está alterada, el sujeto tam- Estas t,es últimas formas de sensibilidad en realidad inves-
balea y cae. tigan simultáneamente varias de las elementales, por lo cual se
Ello se debe a que, faltándole la sensibilidad profu nd a, el su- las denomina combinadas, ubicándose la lesión, cuando están al-
j eto ignora el estado de contracción de los músculos anti gravi ta- teradas, en la corteza parietal.
torios por lo que no puede regular la posición de su cuerpo y por
ello tambalearía y caería al s uelo. Aquella información sensitiva
es re emplazada por el enfer mo por la vista, la que, mediante la S0111atolopog11 osia. Consiste en la capacidad de reco nocer y
posición de los objetos a su alrededor, le infor ma sobre la posición ubi car partes del cuerpo del mismo paciente. Para ello se le pide
de su cuerpo. Al cerrar los ojos pierd e toda información y el sig- que señale disti ntas paites del cuerpo que se le nombran, o bien
no man iobra de Romberg se h ace positiva. que nombre zonas que se le señalan.
Normalmente es to se reali za sin dificultad y su alteración
Barestes ia, consiste en la sensación de presión que se reali- va desde la ignorancia de un hemicuerpo h asta la incapacidad
za sobre cualquier porción del cuerpo (en general se prefiere emi- de dar el nombre a<lecuado a los dedos de una mano, mientras
nencias muscul ares) o el reconocimiento de pesos que se colocan se la observa. Esto junto con acalculia, agrafia y desorientación
sobre las manos (barognosia). para ubicar el lado derecho y el izquierdo, se denomina síndro-
me de Gt-rstmann, provocado por la lesión del lóbulo parietal.
1566 SEMIOLOGIA, SEMIOTECN IA Y MEDICINA INTERNA .¡
COORDINACION O TAXIA con precisión y justez~. En caso patológico puede observarse des-
composición del mouim iento, temblor inle7Jcional y dism.etría (fi g.
Fig. 15-54). _ _ . .
La.:.co.rre.cta.ejec.uci.án,de un mOvimiento r~uiereLadtmás _de
La descompo~ición _del movimiento consiste en e} reeµ1plazo
la indemnidad de las vías piramidal, extrapiramidal, de la_l)eu -
del movimient-0 armonioso hacia el objelivo por bruscas proyec-
rlllli!..nlfilQa pe1iférica y del músc<!_I~, la del aparato regul:'_d_'::.
ciones hacia adelante, adentro y atrás, cayendo el dedo enérgica-
que permite que se produzca con una secuencia tal que resulta
mente sobre la nari z.
preciso v con economía de desplaza.mientas.
El temblor i11ten~io1ial se caracteriza por oscilaCíone·s ·de ia ma~
Todo movimiento emplea fundamentalmente un g111po mus- no durante el desplazamiento, que se hacen tanto más amplias
cular, al que se denomina agonista o protagonista, reforzado por cuanto más cercano es_tá el objetivo, pudiendo continuar mientras
otros sinergistas. Pero son justamente los antagonistas, aquellos el indice intenta mantenerse sobre la punta de la naiiz.
cuya contracción determina movimientos opuestos, los que rela- Finalmente, la dismelría designa al hecho de que la puuta
jándose y contrayéndose en momento oportuno darán precisión y del dedo, en lugar de caer sobre el lugar elegido, se excede o se
delicadeza al desplazamiento. Cada vez que la contracción de un detiene antes . Si se le indica que corrija la posic.ión hasta lograr
grupo piotagónico no se acompañe de la actividad de los antago- el objetivo, pod rá hacerlo correctamente con o sin el a uxilio de la
nistas, los movimientos serán torpes, desmedidos, pudiendo lle- vista) salvo en los casos en los cuales interfiere un grosero tem-
gar a convertir en inútil la actividad de las vías motoras norma- blor intencional (fig. 15-54).
les.
Est~ labor regu ladora está a cargo fund amentalmente del ce- Prueba índice-oreja (fig. 15-55). Con la mano y el miembro
rclJekY2!JS vía!!,__del aparato vestibu0.L.Y..d el sistema de re_cep- superior en igual posición que para la prueba anterior se le indi-
tores y vías de la sensibilidad propioceptiva. ca al paciente que rápidamente se toque el lóbulo de la oreja
Podemos dife renciar la coordinación está tica, de la coordina- opuesta. Al igual que para la prueba índice-nariz, normalmente
ción dinámica. La primera aparece mientras el cuerpo quieto in- se logra el objetivo de una manera armoniosa y Precisa y en ca-
tenta mantener una actitud; la dinámica sólo lo hace durante el sos patológicos aparecerá el mismo tipo d·e alteraciones. Si h ay
movimiento. di smetría, la corrección de la posición que rápidamente efectúa
La ataxia o incoorclinación estática puede corresponder a un el paci2nte, da lugar al llamado "signo del gancho" por el dibujo
grado más avanzado de las alteraciones que determinan la din á- qu e efectúa el dedo en el aire.
mica pQtQ~filaftltima_nuede presen tarse sin alteraciones de la
coordin acíón estática. Prueba índice-Indice. Se le indica al paciente qu e extienda
La ta>.ia estática es la que permite el mantenimiento del equi- lateralmente ambos miembros superiores, mientras cierra todos
librio y su estado se verifica mediante ~I examen de la estación se- los dedos de las manos menos los índices. Se le ordena entonces
dente y de pie. La dinámica no interviene en la regulación del equi- que en rápido movimie nto hacia la línea media se toquen las
librio y se explora con movimientos activos de los miembros. puntas de ellos. Normalmente se alcanzan luego de recorrer dis-
Aunque en la regulación del equilibrio intervienen el sistema tancias iguales. Cuando hay un lado con lesión de su hemisferio
vestibular y tlfil.la sensibilidad filQll.iQSJ'Jl.\lY~a..§.fa.iJJ!ru!ras cerebeloso, la dismetría lo detendrá antes o des pués del punto
envían información al cerebelo, en el cual tienen representación medio y el indemne irá en su búsqueda.
topocráfica. La lesión de la porción determina alteraciones del
equilibrio; si se lesiona la porción anterior aparecerán alteracio- Prueba de pronación y supinación de la marw sobre la
nes de la inarcha y para el mantenimiento de actitudes postura- rodilla, Mientras el paciente está sentado se le indica que rápi-
les. Los hemisferios cerebelosos intervienen en los movimientos da y alternativamente pegue sobre la rodilla del mismo lado, una
activos de los miembros. vez con la palma y otra con dorso de la mano. Se explora prime-
Aunque existE: una serie de maniobras para explorar la coor- ro un lado¡ iuego el otro y finalmente ambos al mismo tiempo.
dinación, la atenta observación del paciente nos orientará hacia Normalmente, el movimiento e.s ritmico, aunque más perfecto
la presencia de alteraciones: los movimientos cuando toma un con el miembro dominan te. En caso de lesión cerebelosa o de sus
objeto, cuando se abotona o mientras camina hacia nosotros. Así vías, los movimientos son len tos e irregulares y cada ve z modifi-
podremos observar despl azamientos desmedidos o desviados del ca el punto de la rodilla sobre el cual golpea.
punto propósito, o bien la aparición de amplias oscilaciones en
un miembro cada vez que se lo desplaza activamente.
Esta torpeza de los movimientos se parece a la prod ucida por
la anestesia profunda de que hablamos an tes pero, a diferencia
de ésta, no se acentúa al cerrar los ojos. Existe, por lo tanto, una
ataxia cardona! posterior y una ataxia cerebelosa; ésta última es
41
llamada también asinergia porque el a-sinergísmo" muscular
agonista-antagonista, es su causa.
lulas del asta anterior de la médula, es posible observar la apa- dades en las cuales se presentan con mayor intensidad, prece- va desd
rici ón de hipercinesias, ajenas a la voluntad del paciente. La le- diendo a la atrofia de esos músculos y sólo desaparecen cuando rante la
sión de estructuras periféricas también puede dar lugar a su ésta alcanza grados extremos. Sin embargo, el compromiso de las El t
aparición (espasmos, miokimia). Diferentes estructuras psíqui- raíces anteriores e~ la vecindad de la médula, puede también el espa
cas y estados espirituales pueden provocar movimientos, o exal- provocarlas. músculc
tar o inhibir a los preexistentes. Hay fasciculaciones benignas, sin significado patológico, pro- percusié
En la valoración de los movimientos involuntarios se debe de- vocadas por fatiga 1 frío, stress emocional, pero en estos casos son · Otro
jar constancia de la región en la cual aparecen , si provocan des- transitorias. periféri
plazamiento de sectores corporales o no, su ampli tud y energía, ra la cu
frecuencia, regularidad, ritmo, y modificación con situaciones cen con
ambientales u orgánicas. El interrogat-0rio debe pesquisar la Mioclonias párpadc
edad de aparición, antecedentes familiares y hereditarios, enfer- Las
medades previas, actividad laboral e ingestión de drogas, pues Son contracciones espontñneas, breves y bruscas de porcion es sión de
todos ellos pueden ser causantes de hiperkinesio. relativa mc-;1te grandes de mús..9!!.,Q, de un m.1!.sculo entero_v. alln pasmos
Describiremos los movimientos involuntarios más frecuentes de un grnpo aeellos que )leganª· PJOVOCar.Jk,¡pJazamiento del
en un ordenamiento anatómico, de acuerdo con las estructuras segmento <le) .miewbr_o__correspJmd~;'.fectan a un mismo
comprometidas. músculo o a vatios sin secuencia fija: en miembros, tronco, velo
del paladar, faringe, diafragma, ele. Puede tratarse de una sacu-
dida aislada o de una sálva rítmica o anitmica y de acuerdo con
estas va riaciones planiear problemas de diagnóstico diferencial Se,
Mioquimia
con temblor, epilepsia o fasciculaciones. muscul
Pueden s_er desencadenadas por estímulos visuales, táctiles, con flw
Se trata de la contracción lenta y prolongada de algu nos ha- den ab
auditivos , emocionales y, nonnalmente, en la etapa de inducción
ces de un músculo ~!!.~.no _llega _a_pr,Q\'.9fªf_g_espl~ _a_rpiento arti- cabeza
del sueño.
~ --~-
cular, causada por descargas irregular~s de potenciales de ac-
Cuando representan un proceso patológico, la lesión puede es-
tar ubicada en la neurona motvra pe1iférica 1 desde la sustancia
Ent
pleta,
Se observan luego de ejercicios agotadores, en el curso de en- despla:
gris de la médula hasta los nervios periféricos, en las conexiones
fermedades con~untivas y de situaciones de tensión emocional.
Cuando las fascicul aciones se coordinan eP.. andanadas sucesivas
cerebc!ovestibulares y del tronco encefálico,o en el cerebro. Así ~!.!
han sido señ~ladas en pacientes con mielopatía por radioterapia. la posi
que dan un aspecto ondulante a ]a contracción se hablHde mio- por ex
La epilepsia r,iioclón ica de Unuerricht- Lundberg es una enferme·
kimia. ~ e · estar en las proximidades del dad familiar q:.ie asocia mioclonías y convulsiones, encontrándose se exti
núcleo motor correspondiente. mientr
lesiones degenerativas en los _núcleos dentado y talámico. Otras
veces !as m.ioclonías se observan asociadas con enfermedades ce- tambii
rebrales en las cuales hay depósito de lipoides o amiloide con cuer- diciom
pos de inclusión citoµlasmático s, descriptos por Lafora, que condu- P.OSO Cl
Fasciculaciones y fillrilaciones
ce a un progresivo deterioro psíquico y motor. si apa1
Los movimientos miodónicos aparecen en los miembros mo· tencim
.- --· Son contracciones espontáneas; arrítmicas 1 de pequeños ha- Se
mentos antes de desencadenarse crisis convulsivas, en pacientes
ces de fibras musculare.0n_e¡yadas.p.o cunasilula...del.nsta.ante'--. frío y ¡
con epilepsia esencial, y pueden obsen;arSe en personas sanas,
rior de la médula.J ',n otras palabras, son la contracción aislada !orado
en el orbicular de los párpados, sin que pueda atribuírsele signi-
de una unidad motora . Se las puede observar cuando los fascícu- da y e
ficado patológico.
los en cuestión se hallan cerca de la superficie del músculo y la De
capa subcutánea es delgada. No llegJlil u,rovocar desplazamien- lizacié
tos de la articulación inmediata,...aunque _en__los dedos .P!!ed~n Ur
Crisis oculógjrt1s
.ptoY..o:c.auJ1.ü_limª~ .Qscjlaciones. que el
La escasa magnitud de la contracción y la pequeñez de los fas- Consisten en espasmos de desviación conjugada de Ja mira· cuenb
cículos obliga a una cuidadosa observación que puede facilitarse da habit.ya)m®te hac;a arriba que se obsen,an en pacientes esta e
con luz tangencial, por la sombra que proyecta. L<,s movimientos con parkinsonlsmo postencefalítico. Persisten en esta posición El
perceptibles debajo de la piel han sido comparados con lus que pro- desde minutos hasta horas, sin que la voluntad pueda corregir la trtftD~
voca una "bolsa de gusanos" por lo desorde nado e irregular de las posición de los globos oculares y ceden durante el sueño. pi~
contracciones. El paciente suele ignorarlas, pero a veces las refie- No se ha localizado con precisión el foco lesiona! que las deter- extier
re como "tironcitos,, en Ia· píe! o en los músculos. núna, pero probablemente está incluido entre las !J!!h.!'-11.kuuí· el bor
Se observan en reposo y aun durante el sueño, pero pueden cleos grises de la base, son _el sµbstratoftelppkinymmo. cer pí
ser despertadas o exacerbadas medi ante estímulos mecánicos. nas1 e
Se acompañan con reacción de degeneración. rales
Las fi.brilacio,ies son contracciones de una sola fibra muscu- Espasmos exace
lar o de un grnpo más pequeño que las fasciculaciones. No son s,
reconocibles a simpl e vista, pero son detectadas mediante el elec- Se denomina así a la contracción aislada de un músculo o de T,
tromi ograma. un grupo de ellos inervadas por un mismo nervio, la cual puede nas a
Las fascicu laciones representan el compromiso lento de las ser tónica o clónica. En el primer caso se trata de una contrae· íalcol
células de las astas anteriores de la médula e indican su degene- ción sostenida y en el segundo de varias, breves e iterativas. El E:
ración progresiva. Si la afección de las mismas es aguda y masi- espasmo tónico se denomina calambre cuando es doloroso. cereb
va, como en la poliomielitis anterior aguda, no se presentan. La Pueden asentar en cualquier región del organismo y son de- despl
esclerosis lateral amiotrófica y la siringomielia son las enferme- sencadenados por procesos irritativos ubicados en el trayecto que ámpl
NEUROLOGIA 1569
va desde la corteza hasta el músculo contralateral. Ap arecen du- ce-nariz es habitualmente investigada para reconocer esta ma-
rante la vigilia y el sueño. nifestación de asine rgí a cerebelosa. Es amplia y parece un ba-
El trismo, habitualmente provocado por el tétano, constituye lanceo. Las degeneraciones espino-cerebelosas y la esclerosis
el espasmo de los maseteros. En la tetania, el espasmo de los múltiple son las enfermedades en las cuales puede observarse
músculos faciales puede ser desencadenado mediante una suave más típicamente.
percu sión: es lo qu e constituye el signo de Chvostek
· Otros espasmos faciales constituyen secuela de parál isis facial El temblor senil o temblor familiar es semiológicamente si-
perifé rica a fri gore, pero puede n constituir un a entidad clínica pa- milar al parkinsoniano, pero el paciente carece de las alteracio-
ra la cual no h ay patología orgánica demostrada, en la cu al ap are- nes del tono muscular que caracterizan a esta enfermedad y
cen contracciones entrecortadas e iterativas que im;olucren los asienta con preferencia en labios y cabeza; en cambio el parkin-
párpados, de donde toma el nombre de blefarospasmo. soniano suele iniciarse en la mano o pi e.
Las crisis oculógiras desctiptas más arriba en relación con le- En los estados avanzados de insuficiencia hepática se obser-
sión de los ganglios basales, pueden ser consideradas co mo es- va un temblor irregular, de frecuencia relativamente escasa,
pasmos de los músculos ocul ares. mientras el paciente mantiene sus miembros superiores exten-
didos hacia adelante. Súbitos descensos de ellos son rápida men-
te corregidos, confirié nd ole el aspecto de un aleteo, al que una
Temblor es tácita convención designa internacion almente con el nombre de
"flapping". También se observa en la insuficiencia r espiratoria
con h.ipercapnia y en la uremia.
Se denom in a temblor a la contraccón alternante de gru pos
musculares antagónicos. Tienden a ser permanentts, aun·que
con fl uctuaciones en la amplitud de los desplazamient os y ~e-
den abarcar todo el cuerp.2, _losmiembros o solamente los de do s, lii'l ovimientos coreicos
cabeza o labios. · ··
Entre una contracción y otra no se logra la relajación com- . Son desplaz_amientos involuntari os , amplios, brusco~,
pleta, lo cual lo di fe rencia de la co nvulsión y le permite a ésta ob¡eto, de los lfilembros o d~E_cara, ~ ~ e s en t.an en dist.i n-
des plazamientos más amplios y violentos. tos sectores del..l;@r.¡¡.Q..filll.Illg¡¡Jari.d.ad. niyrdenJllllienkApare-
El te mblor debe ser observado con el.J)ajente en.!f!Poso en cen tanto durante el reposo corno interrumpiendo un desplaza~
la posición que adopta espontáneamente y en aq uell as que sabe miento volunta..rlo normal v se magnifi can con las emociones o
por experiencia que lo provocan. Tiende a magnificarse cuando ___lu.tención..snbrwJns_,
se extienden los brazos hacia adelante con los dedos separados, Su estud io re qui ere una tranquila, prolongada y pacie nte ob-
mientras está sentado con las piernas péndulas. Puede aparecer servación, en lo posible, evaluando el significado de cada movi-
también durante la activ idad; por ello y de acuerdo con las con- miento. Aparecerá entonces la elevación de u n brazo, el despla-
diciones en las que se h ace evidente se hab la de temblor de re- zamiento de la mano hacia la cabeza, encogimiento de hombros,
p_oso cuando se observa durante la relajación, temblor de actitud un guiño, la súbita posición de los dedos de una mano h aciendo
si aparece mientras se sostie ne una posición activa y temblor in• los cuernos, la extensión de un pie, ete. 1 arrítmicamente y sin or-
tencional si lo hace durante un movimiento. denamiento fijo. La hipotonía muscular que h abitualmente se
Se observa en pacien tes debilitad os y durante la fa tiga, el asocia con los movimientos coreicos, facilita la amplitud de los
desplaz amientos.
frío y las emociones en personas normales, lo cual ex ige ser va•
!orado durante el r eposo, en ambiente tem plado, posición cómo- En las etapas iniciales y en niños con trastornos de conduc-
da y equili brio psíquico. ·,'- ta, frecuentemente se les asi gna significado neur6tico, pero la
atenta observación comprobará la existencia de los movirnientoS
Debe atenderse a su regularidad, amplitud, frecuencia, loca-
se ñalados o de contracciones irregulares de los tendones del dor-
lización y relación con los movimientos.
so del pie o pre maleolares denomi nado gráficamente "b aile de
Un método práctico para contar las contra:cciones consiste en los tendones".
que el observador imite los desplazamientos sincrónicamente y Los movimientos pueden inter ferir la palabra y la deglución
cuente cada tercera o cuarta contracción, multiplicando luego cuand o afectan a los músculos correspond ientes.
esta cifra por la cantidad obtenida. Aunque se sabe que los movimientos coreicos se asociafl con
El temblor parhi11s011 ia1101 observable durante el_repflSOOel lesión de los núcleos grises de la base, todos los intentos para
maDJ&Dimien,tQ_.~t~_µ_na acti tud, es re@J.~n:,_!~La_tiyam~~-t~ ?,_n~~- provocarlos a partir de lesiones en ellos h an fracasado.
plio y de frecuencia e ntre 4 y 6 por seg. Los dedos se flexionan y El ejemplo más común ruLenfermedad coreica es la corea
extiend en alternati va men te, frotando el pulpejo del pulgar con aguda in fantil, reumática o de Sydenhm~e __s_eyres~~-~ .. ____
el borde r adial del índice, lo cual recuerda al movimiento de h a- niñ.0u:onJas_caracteristicns .señaladas.y"cede.en. un lapso de_al-
cer píldoras. Pero también puede propagarse al antebra zo, pier- rededor de tres meses. La corea gravídica se ve én embarazadas
nas, cabeza y labios, atenuándose cuando estos sectores corpo- durante el 3° y 4° mes de gestación , h abitual mente en pacientes
rales actúan voluntariamente. Desaparece durante el sueño y se que habían padecido la forma infantil. También se ha observa-
exacerba con tensión emocional. do en el lupus s istémico, en el hipertiroidismo por admi nistra·
Se relaciona con la lesión de los núcleos grises de la base. ción de anticonceptivos, etc.
Temblo res de mayor frec ue ncia pu eden obse¡yarse en pe rs o- La corea crónica , heredjtaria o de H~Qazecf0ilre:
nas ansiosas , en el hipertiroidismo y durante las intoxícacjgJl~~ dedor de la cuarta década de la vidaL~i_gn\es con antece-
íaJcohol ¡ barbitú ric95 anfe tamin as}. dentes fa m, liares de la misma enfermedad. Es cr§.!!!<:~.Ef.{)_g~
En lesione'- del..c.ei:eb.elo ..sus vias o las conexio.n.e.s..Y..e_s_tilill.ki~ siva, irreversible y se acompaña de trastornos psíq uicos que lle-
cerebelosa_s se observa temblor intencional. Cuando el paciente ga n a la demencia. .
desplaza un miembro aparecen oscilaciones que aumentan de La corea senil se observa en ancianos, como manifestación de
ámpli tud a med ida que se acerca a su objetivo. La prueba índi- _arteriosclerosis tiende a ,manteµerse_est.a~iorguia1__p_y_sH~.!Ld_o_QJlO
1570 SEMIOLOGIA, SEMIOTE CNIA Y MEDICINA INTERNA
aletosis doble, con el que ocas ionalmente se la designa, resulta ge, con el cual comparte la edad de presentación y el predomin io
superfluo. en r.iujeres_ Consiste en la contracción involuntaria, sostenida,
Habitu almente se presentan desde el nacimiento, asociados a recurrente y simétrica de Jos párpados 1 que progresivani.enle au-
·otros signos de daño encefálico. menta de frecuencia y duración hasta impedirles muchas activi-
dades sociales. Las drogas y su eficacia son las que se menciona-
La repetición durante años de contracciones musculares an- ron para el síndrome de Meige, pero la toxina botulínica se ha
tinaturales y enérgicas, en pacientes que agregan lasitud articu- convertido en el tratamiento de elección por su efica cia e inocui-
lar e hipotonía muscular. puede provocar deformaciones en ma• dad, aunque tiene el inconveniente que requiere repetirse cada
nos y pies. 2-3 meses.
El calambre del escribiente es otra distonía focal de la edad
media de la vida que se manifiesta durante la escritura manual.
Hemibalismo en la cual los dedos que sujetan la lapicera . pero también ia mu-
ñeca, el antebrazo. la boca y la cabeza adoptan posturas forzadas
El deportista lanzador de bala o disco realiza un movimiento e inadecuadas al propósito. La firme presión sobre el papel y el
que recuerd a a los del hernibalismo; estos pacientes, con un trazo en trecortado provocan cansancio y dolor en los músculos
miembro superior, o con los dos de un hemicuerpo reali zan mo-
1
comprometidos. En su evolución progresiva 1a escritura puede
vimientos amplios e irregul ares 1 pero con inusitada violencia. volverse incomprensible. Se ha tratado sin éxito con.anticolinér-
Semiológicamente la diferencia con los movimientos coreicos es gicos, y obsen>ado remisiones espontáneas luego de largos perío-
dos de reposo.
escasa, ta.nlo que algunos autores prefieren llamarla hemicorea.
La dislonía espasmódica es la distonía de los músculos larin-
Sin embargo, mientras el balismo es uÍ,ilatei'al, en la corea esto
geos. que provoca alteración del ritmo, la _melodía y el volumen
es excepcional y la lesión patológica asienta siempre en el núcleo
de la palabra. Comienza insidiosamente a partir de la cuarta dé-
si1btalámico de Luys. cada de la vida con sensación de opresión en la garganta mien-
Con?,..._ · ,!,_, una manera aguda en relación con lesiones vas- tras la palabra se vuelve ronca. forzada. entrecortada y de bajo
culare~-: ~>\'"'.de ccu,,. · rr1R nas o llevar al paciente a la muer- volumen genero!, aunqu e con explosiones inesp·eradas. Al cantar
te por agotamien i.1.• mejora el rendimiento 1 o el trastorno no s"e evidencia. Tiene ten-
NEUROLOGIA 1571
dellc;ia a agravarse aunque se han comunicado algunas remisio- No existe un tratamiento de eficacia segura. Se han ensaya-
nes espontáneas. No responde a drogas por lo que se ha intenta- do drogas anticolinérgicas por vía endovenosa (0.6 mg de atropi -
voluntario do la sección de uno de los nervios laríngeos recurrentes, con al- na; 2 mg de benzotropina), h aloperidol y amantadi ne e n altas do-
de múscu- gún beneficio. sis por boca; sulpirida, t iapzide, lisuride y benzodiazepinas.
y posturas Cuando loto ha fracasado y si el trastorno es doloroso o incapa-
zarse como citan le, puede considerarse el tratamiento quirúrgico.
nentan con
ceden du- Movimientos Anormales Inducidos por Drogas
Tics
dos o foca- Un numeroso grupo de dro gas cuyo común denominador es
(e nfenne- modificar el metabolismo de la dopamina tienen la capacidad de Consisten en movimientos involu ntarios, breves, bruscwr.eite-
ecuela1 co- provocar alteraciones del tono muscular y movimientos involun- ratzvos de musculas faci ales sinérgic.9_¡;~ Ocasionalment,a pueden
t arios anormales. Los neurolépticos, las anfeta minas y la L. Do- aparecer en los miembros o combinar los faciales con otros vocales
ados en la pa pueden inducirlos precoz o ta rdí amente, y en forma transito- o respiratorios simultáneos. Todo esto les confiere un aspecto vo-
, en la cual ria o definiti va . luntario, aunque más r ápido y ené rgico. Pueden ap arecer aislada-
a m us cula- La manifestación más frecu ente es el parkin sonismo, ocasio- mente o en salvas, que se repiten irregularmente.
orzada lor- nalme nte indiferenciable de un a gen ui na enfem1edad de Park.in- El mismo tics se repite invariablemente a lo largo del ti empo.
puede cau- son por la presenci a de los síntomas cardinales (temblor, ri gidez, Cesan durante el sueño, se exacerban por factores emocionales y
brad iciencia) y de otros asociados (trastornos de la postura, de la pueden ser relativamente cont rolados por la voluntad.
áneo, en el m archa, de la escritura , de la deglución, a uton ómicos, etc.). Un En la enfermedad de los tics o de Gilles de Tourette, las con-
ston ía oro- adecuado interrogatorio, acerca de los fármacos que recibe el pa- tracciones musculares súbitas aparecen en la adol escencia, tienen
y el cuello ciente, se convierte entonces en obligatorio, porque el mejor tra- curso crónico y frec~entemente se aco"mpañan con la emisión de
ca, protru- tamiento consiste en la supensión de los inductores del síndro- sonidos gu turales, sílabas y aun con palabras obscenas.· ·
os del cue- m e. Si por la naturaleza de la enfermedad de base éso no es po- a
Se los interpret.aba como debidos factores psicológicós por
1 expresión sible, se debe considerar la conveniencia del re emplazo por otros neurosis com pulsiva o reflejos condicionados. En la actualid ad se
:la de la vi- sin o con menor 1iesgo. tiende a considerarlos como síntomas de lesiones estructurales o
:cado casos La dislú nesia aguda aparece a los pocos días de comenzar un alteraciones bioquímicas en los ganglios basales.
e está pro- tratamiento o luego de aumentos significativos en la dosis de Los tics simples o benignos de la infancia remiten esponta-
ero no hay neurolépticos, y mas raramente con fenitoína o metoclopramida, neamente en la adolescencia por lo que raramente deben ser tra-
enten. Ca- Cede a las 24-72 horas de interrumpirlo, y en forma rápida con tados. En adultos los ansiolíticos (diazepan, clonazepan) contri-
comu_nica- la adminis tra ción parenteral de drogas ant.icolinérgicas (bi peri- buyen a disminuir la ansiedad sin-influir sobre los movimi entos
cia 1 de clo- den 1-5 mg). involuntarios. Tanto és·tos como los pacientes con.sinch-ome de
;io y baclo- Consiste en la brusca aparición de bostezos, tris mo, protru- Gi!les de la 'Iburette pueden beneficiarse con 0.25-0.9 mg/día de
en contro- sión for zada. de la lengua, blefarospasmo, crisis oculógiras, tortí- clonidi na o mejor aún con haloperidol, pimo zide o sulpiride en
colis o retracción del. cuello, junto a es pasmos dolorosos de tor- dosis crecien tes h asta niveles de tolerancia. No se ha demostra-
t ación dis- sión del tronco y de los miembros, en variables combinaciones, do la utilidad de la psicoterapia,
"11.:l \1.,.• · ·- secuencias y duración. La contracción iilvoluntaria y sostenida
redomioio de los múscu los craneales difi culta la fonación, la deglución y la
sostenida, "." "":iirac~ún Convulsiones
mente au - La 1!i: l:i 11~~ía aguda !"•'·_: - ,., ..,. , l11d0nar hacia el sindrome
1as activi- neuroléptico maligno que ocasiona.l meiüe r cn11t, . . . . ,-t-q }. A 1a ri- Se trata de movimientos_ involuntarios, caracterizados por
menciona- gidez generalizada se le agregan alteraciones de la concif:ni:1n. -' r:-ontracciones musculares ritinicas violentas que sobrevienen en
1ica se ha autonómicas (fiebre alt.a, fluctuaciones de la tensión arterial, •:mi, 5 ,,- • ·: ··d0 n afectar todo el cuerpo o un segmen to. Se h a -
3. e inocui- transpiración profusa) con aumento de la creat.in-fosfokin asa bla entonces de crin~ .... _: •· ,a.e, ~(.'l\'nr.Blizadas o focales.
tirse cada (CPK) y leucocitosis. Es imperi osa la s uspensión de los neurolép- Las crisis generalizadas cr,1n i'.":;: -;-:-- n (_,,,. ~ ,., - r(ln~raccio-
ticos, la hi dra tación y el mantenimiento del equilibzio electrolíti- nes aisladas, sin simetria ni ritmo, st:gu;d ¡_¡:,; v;, .. ,.. ,, ...
le la edad co. Se h a señalado la utilidad de la bromocript.ina y del dantro- de la conciencia, que no le permite al paciente ni a qui erit.·.'-. ;,_; (:,.
a manual, lene. Aunque la prudencia indica la conve nienci a de no volver a dean preservarlo de crudas y tra umatismos. Un grito prolongado
.én la mu- adm inistrar las drogas que desencadenaron la complicación, hay y característico señala la contracción del diafragma simultánea-
5 forzadas comunicaciones que señalan haberlo hecho sin consecuencias. mente con los músculos de la glotis. Sobreviene luego una etapa
papel y el de contracción tónica generalizada durante la cu al predomina la
múscu los Tortícolis espasmódic o: consiste en movimiento de laterali- acción de los músculos e,.iensores de tal manera que el paciente
,ra puede dad fo rzada de la cabeza y del cuello, por contracción involuntaria, adquiere un violento opistótonos por la contracción de músculos
1ticolinér- intermitente y frecuentemente dolorosa de uno u otro es ternoclei- espinales.
gos perío- domastoideo y de otros músc ulos del cuello y aun de los de la cin- Los cuatro miembros permanecen zígidamente extendidos
tura escapular. Se presenta en series paroxísticas y los movimien- con aducción y rotación interna. Los pies permanecen en flexión
ilos larín- t os de lateralidad pueden modificarse por la simultánea tracción plantar, a veces ap arece espontáneamente el signo de Babinski.
volumen hacia atrás o adelante. Está provocado por lesiones en los gan glios Durante esta etapa surgen manifestaciones vegetativas: taqu i-
:uarta dé- basales y puede constituir uno de los elementos de la distonía de . cardia, aumen!-0 de la tensión arterí a! y de la presión intravesi-
1ta mien- torsión o bien ser toda la enfermedad. cal. La duración total de la fase Unica oscila entr e 10 y 20 segun ·
y de bajo El comi enzo es gradu al, tiende a e mpeorar en los primeros dos, al cabo de los cuales apareC'l una trernulación de a mplitud
Al cantar años pero luego se estabiliza o mejora. Hay remisión espontá nea creciente que termina convirtiéndose en la contracción ·a lternan- .
'iene ten- en el 10% de los casos. t e de grupos musculares antagónicos.
1572 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
La relajación entre la acción de uno y otro grupo posibilita la nóstico neurológico. Sin ellos es obvio que el tratamiento será Pue
violencia de los desplazamientos; es lo que se denomi aa fase clóni- errático y el pronós tico incierto; sin embargo frecuentemente se De
ca de la convulsión. Entretanto la cabeza tiene bruscos desplaza- requieren estudios paraclinicos en casos en los cuales el cuadro La
mientos hacia uno y otro lado y los ojos se desvían conjugadamen - clínico aún no se ha completado o bien son requeridos para con- sis esp
te hacía arriba. La lengua será mordida toda vez que esté protrui- vertir un diagnósLico presuntivo en otro de certeza. zada e
da cuando se contraen los maseteros. Las manifestaciones vegeta• Se describen a conLinuación los de empleo corriente, sus indi- lumna
tivas incluyen t.ambién el aumento de las secreciones salival y caciones y utilidad. 3" y 4°
bronquial, lo cual torna estertorosa a la respiración, mientras por evitar
las comisuras fluye saliva sanguinolenta. Aunque la mordedura Se
de la lengua no es constante, su observación, cuando el paciente se Líquido cefalorraquídeo* libre d
ha recuperado, permite un casi seguro diagnóstico de la causa de Se
la pérdida del conocim.ieato. la piel
Durante la etapa clónica de la c1isis convulsiva, la piel se cu- Obtención del líquido cefalorraquídeo lumba
bre de transpiración, fluyen lágrimas de los ojos, puede haber a los 5
El líquido cefalorraquídeo puede obtenerse por punción lum-
emisión involuntaria de orina si la contracción de los músculos luego,
bar, cisterna] (suboccipital) o ventricular. La vía más corriente-
abdominales y del detrusor superan el tono de los esfínteres. Ex- to de l
mente empleada es la lumbar.
cepcionalmen te hay eyaculación o emisión de heces. consta
La fu erza y du ración de las contracciónes musculares van Indicaciones: 1) para diagnóstico y tratamiento de enfermeda- mente
pro gresivamente disminuyendo hasta que el paciente cae en des del sistema nervioso central. 2) para aplicación de anestesia y del liq
completa relajación en 30-60 seg. El coma en el cual permanece 3) para la realización de exámenes especiales, mediante la intro- adapta
duran te un lapso variable se transforma gradualmente en sue- ducción de sustancias ulteriormente detectables, como isótopos ra- agua(
Iio, mientras se normalizan }as alteraciones vegetativas, para dioactivos para cisternografia y venbiculografia; sustancias ioda- una. S
desper tarse más tarde confuso y dolorido. das opacas a los rayos X para mielografia y rad.iculografia, etc. gún la
Las convulsiones fo cales o crisisjacksonianas motoras consis- cluida
Contraindicaciones: 1) piel y tejido celular subcutáneos infec-
ten en episodios de movi mientos clónicos que afectan a un seg- en el S
tados en si sitio de la punción; 2) edema de papila (por hi perten -
mento corporal. Pueden observarse únicamente en el dedo pul- total p
sión endocraneana); 3) evidencia neurológica de lesión expansi-
gar de una mano, en la mano, en ambos miembros de un lado del torio n
va en la fosa posterior del cráneo, con o sin edema de papila, por
cuerpo, en una comisura b'ucal o en los párpados de un solo lado. Si 1
el peligro del desplazamiento del t allo cerebral y compresión
Cuando constituyen toda la c,isis no se acompañan de trastornos o se so
modal a través del agujero occipital. Si no hay edema de papila,
de conciencia ni de alteraciones vegetativas. so cont
pero al realizar la punción se eleva el manómetro al máxi mo (hi-
a gota'.
Otras veces comienza en un solo grupo muscul ar, luego va in- pertensión máxima del L.C.R.) se deberá quitar rápidamente la
mitad.
corporando a otros en una secuencia similar a la que aca b"amos aguja.
yen d,
de descri bir, sobreviene la pérdida de conciencia y desarrolla en-
tonces conv ulsiones generalizadas con todas las características
Un
Técnica de punción y recolección de liquido: La primera
q ue ya sell.alamos; es a esto a lo que se denomina marchajack - sujeto
medida que se deberá tomar será la de tranquilizar al paci ente
sonian a. horas:
explicándole claramente que la maniobra no le ha de pro,;ocar
falea e
Tanto las crisis generalizadas corno las focales son provoca- mayores molestias y obtener así de su parte la mayor colabora- hr- ., ,_:
das por la descarga sincrónica de un grupo de neuronas cerebra- ción posible.
do bet
les. Se admi te que en el caso de las generalizadas, el foco inicial La posición del paci(!nte puede ser en decúbito lateral : i~L[e -
rentemente izquierdo, con fl exión (!,,; cur--11,::. y músculos _ rJ11e r1,~, una a1
asienta en estrücturas mesodiencefálicas, mientras que en las
vía en•
fo cales es cortical. ti Eir,r que ser extr,:.;-.-. ~ ~- -~ el ,J;: i r•:-~c.:¡· 11 n~ ~::.yur mcurvación de
La epilepsia constituye la causa más frecuente de conv ulsio- c;,!,•:--.. ~ ..i i ;::,.Ju es.to una buena separación entre las apófisis espi-
M,
nes, pero también pueden presentarse luego de int,J:;,.:: ...~ ..~- '. . i ~, nosas (fig. 15-56).
presió
traumatismos, por tu mores cereb•.1i,.,• ~., .-.-.-..:u11a, etc. Forman
ber es·
parte del cuadro "1::.:,~-, ,.i,..i ~:_,j rome de Stokes-Adams, de la in-
té bie,
5.'.!fj, : ... ... • · c;;iJira taria aguda, hipoglucemia, uremia, intoxica-
' Dr. TOMAS CASARES siemp
ción por C02 y encefalopatia plúmbica. También las provocan las
ría la
trombosis de los senos venosos, la hipe,tensión arterial maligna
y los tu mores cerebrales, cualquiera sea su tipo histológico. Esta Pr,
enu meració n es solamente indicativa ya que la descarga sincró- quiere
nica de neuronas cerebrales constituye un modelo de rca.:ción tre 6
pasible de ser desencadenado en muchas otras situaciones 1 lo coinci
cual exige una detenida investigación clínica del paciente en el bién o
cual se presenten las convulsiones. niobr,
Es
abdon
canal
METO DOS COMPLEMENTARIOS PARA EL ES- E,
TUDIO DEL SISTEMA NERVIOSO bra o,
teme1
El
Un detenido examen semiológico y su integraci9r. en síndro- quido
me constituyen los más importantes pasos para un coITecto diag- Fig. 15-5G. Técnica de punción /umba,:
ciona
NEUROLOGIA 1573
Puede también hacerse con el paciente sentado. o sea, en otras palabras, un control del sistema de medición que
Deberán respetarse al máximo todas las reglas de la ase:,Eia. se está empleando.
La punción se debe realizar en el espacio entre 4º y 5º .1p5fi-
sis espinosas lumbares que se determina mediante una línf:.l tra- Maniobra de Quechenstedt-Stookey. Se realiza med iante la
zada entre ambas crestas ilíacas en el sitio en que cruza t:"!. co- compresión de ambas yugulares simultánea mente y en forma
lumna vertebral (también se puede realizar en el espacio entre manual.
3° y 4° apófisis espinosas lumbares si hubiera algún motivo u..ra
Ello trae como consecuencia una rápida rémora circulatoria
·evitar e1 anterior). ·
cefálica. En lo que a la cavidad craneana se refi ere, la tumefac-
Se utilizan agujas esterilizadas a seco de 9 a 10 cm con un ca-
ción cerebra l produce u11 rápido aumento de ia presión, que trans-
libre de 0,9 mm provistas de su correspondiente mandril.
mitida lihremente a lo largo del espacio subaracnoideo, es regis-
Se introduce la aguja en el sitio señalado, en ángulc1 redo con
trada en la región lumbar, lugar en que está colocada la aguja.
la piel o un poco hacia arriba si hay una pronunciada lordosis
lumbar. Se la impulsa hasta percibir un chasquido más o menos En esas circunstancias, la presión normalmente sube en for-
a los 5 a 7 cm que es cuando atraviesa el ligamento amarillo y ma !'ápida hasta 45 cm o más al cabo de 10" de compresión y, al
luego, 5 mm más adelante, una sei":saci,~n franca de aflojamien- cesar ésta, la presión Vt:elve cl nivel ori gin al en un tiempo no
to de la resistencia. En este momento se retira el mandril para mayor de JO". Esto nos indica que la circulación: del L.C.R. se en-
constalar, por la salida del líquido, que nos encon tra mos real- cu entra libre. Debe tenerse en cuenta que una prueba normal no
me nte en el espacio subaracnoideo. Luego, y evitando la salida excluye la existencia de compresión medular, ya que basta poca
del liquido, que modificaría los valores reales de la presión, se luz para que no exista bloqueo del L.C .R. (fig. 15-57).
adapta a la aguja un manómetro de tipo aneroide (C/aude) o de
agua (Ayer) que consiste en 2 secciones de vidrio de 30 cm-cada 1) Presiones anormalmente bajas: son las que no alcanzan a
una. Se procede entonces a la lectura de las cifras de presión se• los 3 cm. Se las encuentra en casos de deshidratación extrema,
gún la técnica que se explica en el punto siguiente y una vez con- shock, pérdida de liquido a través de agujeros en la duramadre
cluida se recolecta líquido en 3 tubos (2 cm3 en el ptimero, 5.cm3 luego de una punción lumbar y en caso de bloqueo espinal de la
en el segundo y 5 cm3 en el tercero), nunca menos de 10 cm3 en circulación.
total para permitir la realización de todas las pruebas de labora-
torio necesarias. Bloquer, espi11al subaracnoúú:o de la circulació11 del L.C.R. (in-
Si la presión inicial es muy elevada (350 mm de ag1rn o más) terrupción de la corn.unicatión entre los espacios subaracnoideos
o se sospecha un tumor subtentorial, conviene: abstenerse; en ca- lumbar y cerebral), debido a tumores, mal de Pott, adherencias
so contrario, se deberá obtener el líquido muy lentamente (got a meníngeas postmenir.¿'itic.a.s en e] canal espinal. En, el caso del
a gota) y la presión no deberá quedar reducida por debajo de la bloqüeo sub3rncnoideo _incompleto, al realizar la compresión yugu-
mitad. Luego se coloca al paciente en posición ,~e 'J'r(-n dele;)burg lar, la presión puede a veces elevarse rápidamente, ca:-i ,Y11:~0 i:::--.
y en decúbito ventral. el normal, pero la caída es lenta y el r!l1e\'O ni·-·-:! dt: ¡a ¡.;res1ón que-
Un a vez concluida la prueba se debed hacH permanecer al da por encima d~I nir(-1 !.-.,:;.,;ui 1 según hemos dicho antes. Cuando
sujeto acostado boca abajo, sin almohada, du rante más de do< ::: !.,:v'1 i.1t:11 subaracnoideo es completo la compresión yugu lar no
horas y en cama dura nte 24 ho ras. Aleuns 0
,e11La ce-
· : : • .. . . . .. ~ : .. produce elevación de la presión en manómetro; en cambio, lo hace
falea qlle, si empeor2 .-~ J_ (;;::.";_:-;; ..,,.) :,-.;; dl1via al acostarse 1 se de- si se comp1ime el abdomen.
l-,, .. , .. ,: ... ;, a tupoteusión del L.C.R. y se puede combatir hacien-
Tener en cuenta que si el paciente contiene la respiración o
do beber agua eil abu ndancia durante el reposo, o se aplicará
hace esfuerzos , la respuesta a la compresión yugular en casos de
una ampolla de cafeín a diluida en 20 cm3 de agua destilada por
bloqu~o subaracnoideo espinal puede dar falsamente una res-
vía endovenosa. puesta con características de normalidad.
Medición de la presión y examen de la dinámica: La Si la punción y medición se hacen con el paciente sentado, de-
presión inicial sólo deberá ser registrada como tal luego de ha- be recordarse que a la presión propia del liquido, se agrega la
ber esperado el tiempo necesa!Ío para obtener que el paciente es- presión hidrostiitica de la columna líquida desde el cráneo hasta
té bien relajado y respire en forma tranquila. Debe ser lomada el lugar de la punción.
siempre en decúbito lateral, ya que en posición sentada se suma- En i-mjeto8 corpulentos e:e componente puede ser importante.
ria la presión del peso de la ~olumna liquida.
Presión normal con paciente acostado (en decúbilt' lateral iz- 2) Presiones en tre 18 y 25 cm: son dificiles de ex"])licar y se
quierdo con la cabeza al mismo nivel de la columna lumbar): en- pueden obtener en pacientes que se encuentran inquietos y en
tre 6 a 18 cm de agua. Se obsen•an oscilaciones de la presión obesos con las rodillas excesivamente flexi onadas. Pueden mar-
coincidiendo con los latidos del pulso y con la respiración; tam- car el comienzo de una hipertensión endocraneana, una menin-
bién ocune una elevación y caíd a rápidas al ha'cer esfuerzo (ma- gitis o una hidrocefalia hipertensiva.
niobra de Valsa va).
Este hecho es debido a que el au mento de la presión t-0rácica y 3) Presión elevada: así se la considera cuando se encuentra
abdominal, con la rémora venosa consiguiente, es transmitida al por encima de 25 cm. En general se la debe considerar patológi-
canal raquídeo a través de los ricos plexos venosos peridurales. ca y se observa: a) cuando aumenta el contenido intracraneal: hi-
Es de buena práctica hacer efectuar al pacient,i esta manio- pertensión endocraneana (tumor de cerebro, hemorragia cere-
bra o, si no se logra buena colaboración de él, comprimirle fuer- bral, encefolopalia hipertensiva); b) cuando hay formación exce·
temente el abdomen, con lo que se logra el mismo resultado. siva de L.C.R., (meningitis); c) cuando hay reabsorción disminui-
El hecho de que nunca falte el aumento de la presión del lí· da por oclusión de las velJosidades aracnoideas a causa de exu•
quido ante aquellas maniobras -resulta una prueba del buen fun- dado inflamato rio (hidrocefalia comunicante). ·
cionamie nto del manómetro, la buena colocación de la aguja, etc.
1574 SEMIOLOG IA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
~
:400 rnrn sistema de válvulas unidireccionales 1 principalmente bajo la
~
;
fuerza de la presión hidrostática del LCR mismo y además por la
360
~
diferenci a de la presión oncótica entre éste, casi sin proteínas, y
310 el plasma. La reabsorción comienza ~on presiones intraventricu•
·w 3 lares de 68 mm de H20 y aumen ta linealmente hasta presiones
§
¡ 1 de 250 mm de H20. Las vellosidades aracnoideas de las granu-
laciones de Pacchioni serían la principal vía de salida del ·LCR.
Alguiias vellosidades similares se encllentran en las venas me-
1 dulares segmentarias.
240
'il
¡¡
1 ~
situaciones que cursen con un aumento de la celularidad: más de
200 a 400 leucocitos/ rnm3 o más de 500 a 1000 eritrocitos por
~ ,,z mm3. Excepcionalmente, la opalescencia está determinada por
200
1&l
120
11
*
8 ~
8
la presencia de sustancias lipídicas, como puede verse luego de
la realización de una mielografia con inyección de iophendilato
(Pantopaque) intratecal.
00 Un LCR turbio de color blanquecino o con un tinte ligeramen-
40 te verdoso ocurre en los procesos inflamatorios c-0n p]eocitosis
BLOOUEO SUBAMCNOiOEO COMPLETO
mayor de 2000 células/ mm3, especialmente si las mismas son
predominantemente polinucleares, o en el caso de la criptococo-
Fig. 15-57. Gá(,cos de manomelrio de LCR normal y con blo- sis. En esta última, los polisacáridos capsulares de los criptoco-
queos. cos pueden confetir al LCR una consistencia viscosa. Similar
anormalid ad se ha visto ·en LCR con elevada concentración de
mucina 1 producida por la secreción de metástasis meníngeas de
un adenocarcinoma colónico mucinoso.
Examen del líquido cefalonaquídeo* La aparición de coágulos o de membranas o películas fibrinoi-
des en el LCR recién extraído o luego de un período de refrigera-
Bases anatomofisiológicas ción, implica la existencia de una marcada hiperproteinoITaquia
(mayor de 10 g / l), por pasaje de proteínas séricas, incluido el fi.
El LCR es un sistema de flujo constante originado en los ven- brinógeno, viéndose habitualmente en los casos de bloqueo espi-
tiículos cerebrales y drenado principalmente en el espacio suba- nal completo. Los coágulos y las membranas fibrinoides pueden
rácnoideo cortical. En el recién nacido, el volumen de LCR es de disolverse y sedimentar espontáneamente al cabo de cierto tiem-
alred edor de 8 mi, alcanzando en el adulto de 90 a 150 mi, corres- po, especialmente si existe concomitantemenle un aument-0 de
pondiendo aproximadamente un 25% al LCR ventricu lar. células qu e al comenzar _procesos de cit-0lisis eliminan diferentes
Se producen unos 500 ml de LCR por día, independientemen- enzimas proteolíticas.
te de posibles elevaciones de la presión intraventricular de hasta El LCR xantocrómico es aquél que después de centrifugado
200 mm de H20. La mayor parte se forma en los plexos coroideos muestra un color amarillo.canario, amarillo rojizo o amarillo cas·
taño. Una xantocromía ligera puede ve~se en las hiperproteino-
rraquias mayores de 1,5 g / !, donde el color está dado por la bi-
*Dr. NESTOR A. CHAMOLES lirrubina presente unida a la albú mina. Un color amarillo ana-
ranjado se ve en el LCR de los pacientes con hipercarotinemia.
NEUROLOGIA 1575
forma en el
una menor HEMORRAGIA P.L. TRAUMATICA
cio subarac-
SUBARACNOIDEA
imero la for-
eso de secre-
PRESlON normal o elevada nonnal
a al III ven-
COLOR Tl = T2 = T3 T3 más claro que Tl
1 ventrículo.
hka al espa- SOBRENADANTE pigmento igual cristali no
Lcio subarac-
a las cister- en los 3 tubos
rticales. Los COAGULO ausente raramente en TI
áneo duran-
fuerzas pro- ERITROCITOS/mm3 Tl = T2 = T3 Tl < T2 < T3
nedio de un ERITROCITOS
nte bajo la
ernás por la EN LISIS presentes no
proteín as, y
traventricu- ER!TROFAGOS presentes no
ta presiones PL EN ESPACIO SUPERIOR iguales características normal
e las granu-
da del LCR.
s venas me-
Fig. 15-58
El color amarillo canario intenso se relaciona con el aumento de ta xantocronúa, en estas circunstancias 1 puede persistir en el LCR
y de consis- la· bilirrubina que se ve en los casos de ictericia 'Severa, donde la de l a 3 días.
misma se encuentra en el LCR tanto libre como en forma conju- El estudio de los pigmentos de origen e1itrocitario contribuye a
ian. El LCR gada. El color amarillento aparece en el LCR con niveles de bili- informar sobre la antigüedad de una hemorragia subaracnoidea
1erilado, en rrubinemia de 10 a 15 mg%. (fig.a 15-59). La oxihemoglobina colorea al LCR d_e amarillo rojizo.
dad: más de También se encuentran niveles elevados de bilirrubina y de Aparece en el mismo a las 2 a 4 hs de producida la hemorragia, al-
:trocitos por otros pigmentos de origen eritrocitario en las hemorragias suba- canza su máxima concentración a las 36 hs y desaparece del LCR
minada por racnoideas en evolución. en los 7 a I Odías siguientes. La bilirrubina tiñe al LCR de color
·se luego de Un color amarronado claro ha sido descripto en el LCR de pa- amarillo canario, formándose a partir de la hemoglobina de los eri-
ophendilato cientes con melanomatosis maligna de las meninges. trocitos por la actividad de los macrófagos leptomeníngeos. Se de-
El LCR sangui110/enlo o hemorrágico se obtiene cuando el pa- tecta a las 10 hs de producida la hemorragia, alcanza su mayor
, ligeramen-
ciente ha sufrido una hemorragia subaracnoidea o cuando en el concentración a los 2 días y persiste en el LCR durante 2 a 4 sema-
' pleocitosis
mismas son curso de la punción lumbar se lesiona un vaso sanguíneo. nas. Finalmente, otro pigmento que se encuentra más raramente
. criptococo- El diagnóstico diferencial entre punción lumbar trawnática y en el LCR es la metahemoglobina, producto de reducción de la he-
os criptoco- hemorragia subaracnoidea requerirá la recolección de la mues-
sa. Similar tra en tres tubos sucesivos, los que se anal izarán cuidadosamen-
ntración de te buscando los parámetros indicados en la fig. 15-58. Las dife-
eníngeas de rencias presentes podrán no ser definitorias si se trata de una
hemorragia subaracnoidea reciente y leve (de menos de 4 hs de
las fibrinoi- evolución) o si el paciente fue sometido a una punción lumbar in-
e refrigera- ten samente traumática en las 48 hs ante1iores al examen del
?ino1Taqui a LCR que se realiza en el momento de la evaluación. ·
el uido el fi. Debe tenerse en cuenta que 1a presencia o ausencia de hema-
oqueo espi- tíes crenados no es un elemento definitorio de este diagnóstico
des pueden diferencial.
cierto t.iem- Sabemos .que los eritrocitos que penetran en la cavidad suba-
rnmento de racnoidea consen1an su integrldad unas 4 hs, iniciando luego de
1 diferentes este tiempo un proceso citolitico, probablemente por la falta del
efecto estabilizante que producen las proteínas plasmáticas sobre Eritrocitos
,ntrifugado sus membranas. Menos frecuentemente, la integridad erítrocita-
narillo cas- ria se mantiene durante 10 a 12 hs. También debe tenerse en
erproteino- cuentá que si la punción lumbar es suficientemente traumática
12 14 .Oías
o por la bi- como para elevar la proteinerraquia del LCR a l gn (equivalente
10
1arillo ana- a u~a celularida<l de 100.000 eritrocitos/mm3), el sobrenadante
1rotinemia. del LCR centrifugado tendrá un tinte débilmente amarilleuto. Es- Fig. 15-59
1576 ' SEMIOLOGIA, SEMIOTECMIA Y MEDICINA INTERNA
rnoglobina, que lo tiñe de color amarillo castaño. Habitualmente se límites menos precisos y una cromatina nuclear con estructura El gr
encuentra en las hemotTagias intracerebrales y en los hematomas más laxa. La mayor cantidad de estas células provendría de los mativo d
subdurales encapsulados. linfocitos circula ntes en la sangre, y en menor proporción de los 20 % O l
actimulos linfocilarios cercanos a los vasos de la piaaracnoides. en meno
Los linfocitos presentes en el LCR normal representan tanto a xoplasm
los linfocitos B como a los linfocitos T timodependientes e invo- dros e,i
Citología del LCR
lucrados en la inmunidad celular. tener en
·1 En condiciones normales, el LCR espinal del ad ulto no mues- Finalmente se encuentran también linfocitos implicados en LCR lo
tra más de 5 células/ mrn3, de tipo mononucleares. la inmu nidad celular no complemento dependiente (células ki- Oehmid
En el caso de una punción lumbar traumática se pueden apli- ller). La identificació n de unos y otros deberá hacerse no por sus
caracteristicas morfológicas sino por métodos inmunológicos 3) Si
car algunas fórmulas que pretenden determinar la celularidad
adecuados, que no son rutinariamente empleados en los labora- inactiva
del LCR previa a la contaminaciáon con la sangre. Los resulta-
torios de bioquímica clínica, El aumento del número de estas cé- sangre,
dos oblenidos con esta aproximación metodológica expresan gro·
lulas presente en diversas situaciones patológicas (ver luego), in- reticular
sera.mente la realidad, en especial si la celularidad del LCR pre-
dica una reacción antígeno-anticuerpo, una respuesta inmun.ita• mente e
via a la con taminación es baja.
ria celular o una reacción inespedfica a una injuria tisular (in• tejido ne
Si el pacíente tiene un hemograma normal se acepta que por
farto, tumor etc.). su expre
cada 700 eritrocitos presentes en el LCR / mm3 deberá descon- 1
Los
ta rse del recuento de células mononucleaJ·es l leucocito. Si el he-
2) Células monocitarias o monocifoides: Se incluye en es· monocit
mograma del paciente muestra anemia o Jeucocitosis se podrá
te gru po a las formas celulares inactivas del sistema fagocítico monocit
aplicar la fórmul a siguiente:
mononuclear, que tienen orige n en el monocito sanguíneo 1 en las se a la¡
células mesolel iales que t apizan la cavidad aracnoidea y en las guna va
Mononuclearei Mononucleares Leucocitos/ Eritrocilosl células reticulares perivasculares de los vasos que penetrall en El p
mm3del LCR mru3del LCR mm3 X mm3 del LCR el tejido nervioso. célula s
El aumento de estas células es el primer signo inespecífico de product,
Eritrocitos mm3 de la sangre initación meníngea o de daño del tejido neural. La aparición de citos en
los estímulos adecuados iniciará la activación de estas célul as lipófago
precursoras y su tra nsformación en distintos tipos de fagocitos u otros
monon ucleares. Est,
La presencia de sangre en el LCR modifica también la protei- mente f
norraqula, debiendo restarse a la misma 1 mg % por cada 1000 células
eritrocitos / mm3 del LCR, as u miento que la proteinemia del pa- tias ser
ciente sea normal. Las células del LCR patológico tuyen a
Los estudios de los componentes celulares del LCR deben del pro,
realiza rse rápidamente después de extraído el mismo, dada la células
celeridad con que comienzan los procesos citolíticos. Estos no Además de las células presentes en el LCR normal, en cantida-
des anormalmente elevadas pueden verse otras estirpes celulares. puede ,
muestran igual intens idad en las diferentes estirpes celulares,
ocurrid
siendo más intensos y precoces en los neutrófilo s, células ricas en
enzimas lisosomales, donde estas alteraciones ya se obsen•an a 1) Leucocitos polimo1fo11ucleares: Muy raramente puede
4)(
I ó 2 horas de extraído el material. A las 3 ó 4 hs. de la extrac- encontrarse un polimorfonuclear en el estudio del sedimento de
un LCR normal. Una pleocitosis polimorfonuclear traduce una tológicc
ción comienzan las alteraciones de los eosinófilos y entre las 4 y
irritación aguda, difusa o focal de la leptomeninges , tanto de ca- reticul,
6 hs. se inician las modificaciones de la serie linfomonocítica, Los caracte
procesos citolíticos se retardan refrigerando el LCR a 4 grados rácter séptíco como aséptico. Si bien su au mento masivo es carac·
terístico de las meningitis bacterianas agudas, también se en- infiltra
centígrados, lo que permite preservar la estructura celular du-
cuentran aumentadas en los procesos virales, en una faz que por centes
rante unas 6 a 8 hs.
lo precoz y breve suele pasar inadvertida. Un au mento moderado bulina,
de granulocitos puede verse luego de una anestesia espinal, de neral C
Las células del LCR 110,-mal una mielografia, de un infarto cerebral o de un tumor con necro··· des de,
sis tisular, aun sin una infección sobreagregada.
En condiciones normales en los primeros mililitros de LCR 5) (
espinal un 60 a 80 % de las células presentes son linfocitos y el morale
2)Leucocitos eosin ófilos: Una eosinofilia discreta en el
resto está constituido por células monocitarias, Si se continúa enfem
LCR, menor en general del 1 ó 2 % se encuentra luego de la in-
extrayendo LCR, el número de células au menta a alrededor de lulas t·
yección intratecal de agentes terapéuticos o diagnósticos, en pa-
10 -15_por mm3, incrementándose la proporción de elementos
cientes con una derivación quirúrgica o en pleocitosis secunda- a)E
monoc1tarios y si la extracción de LCR prosigue, pueden verse en
rias a hemorragias subaracnoideas, e indican un est.ado inmuno- sible d
algunas ocasiones células ependimarias, a veces dispuestas en
lógico reaccional alérgico de la leptomeninges, Una elevación de temen-
grupos, Y células coroideas evidentemente más frecuentes en el
LCR vent1icular. los eosinófilos que puede llegar al 4% de las células totales del
b) l
LCR puede ve rse en diferentes enfermedades inflamatorias: me-
Las características morfológicas de las células que se descri- célula,
ben a continuación corresponden a preparaciones teñidas usan- ningitis tuberculosa, panencefalitis esclerosante subaguda, neu-
rosifilis, meningitis por virus Coxsackie. En los casos antes men• (Milli¡
do la coloración de May · Grumwald. Giemsa,
cionados no se encuentra eosinofili a sanguínea. Otro grupo don· C) !
de se presenta cantidad variable de eosinófilos lo constituyen las
1) Células linfoci/arias: En su mayoría son iguales al pe- complicaciones neurológicas de las enfermedades hemáticas: dl
queño linfocito de la sangre periférica. Algunas veces muestran leucemias, linfomas, Hodgkin. deas o
NEUROLO GI A 1577
El grupo de procesos donde la eosinofilia es el elemc,,·,to lla- e) que tenga tendencia a crecer e infiltrar.
mativo de la citología del LCR, viéndose en proporciones de 5 a
f) que.su estructura sea laxa y fácilmente disociable.
20 % o mayores, lo constituyen las enfermedades paras:tarias y
en menor proporción las micótícas: cisticercosis, triquinosos, i.o- g) que los s.ignos de malignidad sean claros y netos.
xoplasmosi s1 estrongiloidosis, étc. En la mayoría de estos cua-
dros e,iste eosinofilia sanguínea. Finalmente, un a patología a Las células tumorales se detectan excepcionalmente en el
tener en cuenta frente a una eosinofüia masiva en la citología del LCR de pacientes con tumores benignos: rneningiomas, neurino-
LCR lo constituye la meningitis eosinofilica idiopática (Bosch y mas, epider moides. Se ven en cambio en el 24% de las metásta-
Oehmichen, 1978i. sis y en el 16% de los tumores prima1ios malignos del parénqui-
ma nervioso. En los tumores desa rrollad os en las meninges (car-
3) Sistema fago cílico 111011011uc/ear: A partir de las células cinomatosis), la positividad de las células atípicas en el LCR as-
inactivas monocitoides que incluyen monocitos derivados de la ciende al 80%. En el 50% de las punciones lumbares realizadas
sangre, células mesoteliales descamadas de la aracn oides, cél ulas en pacientes que padecen de leucemias linfoblástícas se encuen-
reticulares derivadas del (ejido conectivo pe1ivascul ar y probable- tran células anormales en el LCR, aunque los mismos no tengan
mente células redondas provenientes de la microglía activada del sintomatología neurológica. En estas dos últimas situaciones
tej ido nervioso, se desarrollan los fagocitos mononucleares, que en mencionadas (leuce mi as y carcinomatosis), las cél ulas tumorales
suelen presentarse en acúrnulo o colgajos.
su expresión fin al cons tituyen los macrófagos de l LCR.
Los macrófagos jóvenes ll amados por algunos histiocitos o
monocitos activados muestran caracteres similares a las células
monocitocas pero su núcleo único o múltiple tiende a desplaza r- Las proteínas del LCR
se a la periferia. Frecuentemente se observa la presencia de al-
guna vacuola citopl asmática sin contenido anormal.
El LCR del saco dura! contiene entre 0,08 y 0,28 gil de proteí-
El paso siguiente lo constituye la form ación de los macrófagos,
nas en niños de 6 meses a 2 años. Para los ad ultos (13 a 50
célula similar a la anterior que muestra en su citoplasma dis tin tos
años), la concentración proteica norm al oscila entre o',20 y 0,45
productos fagocitados, lo que le dará el nombre a la célula: eritro-
g/l . El LCR ven tricul ar muestra una concentració n menor de
citos en los eritrófagos, leucocitos en los leucófagos, lípidos en los
proteínas (0,06 a 0,15 g/1 ), mien tras que en el LCR cistern a! se
lipófagos, hemosiderina en los siderófagos, bili rrubina, biliverclina
obtienen valores intermedios (0,15 a 0,25 gil).
u otros pigmentos hemáticos en los pigmentófagos.
Estas células frecuentemente se observan agrupadas laxa- La casi totalidad de las proteínas del LCR reconocen un ori-
mente formando colgajos o, confluyendo varias de ellas, originan gen plasmático.
células gigantes multinucleadas. Las mismas pu eden tardar va- El diferente aporte que el plas ma hace al LCR de cada frac-
1ias seman as en desaparecer de la cavidad aracnoidea y consti- ción proteica es directamente proporcional a la concentración de
tuyen a veces el único elemento diagnóstico alejado en el tiempo di cha proteína en el plasmr. e inversa mente proporcional al ta-
del proceso patológico que las originó. Asi, la presencia de estas maño de su molécula. Solamente las proteínas de un peso mole-
células en el LCR de un neonato de 3 semanas con convulsiones cula r de hasta 160.000 podrán atravesar esta membrana epite-
puede ser el único testimonio de une:, hemorragia ;)Ubaracnoid ea lial indemne (Bock, 1973).
ocurrida duran te el pa rto. Las proteínas del LCR abandonan el mismo pasando a través
de las vellosidades aracnoideas a la sangrn venosa, probablemen•
41 Células plasmáticas: Solamente presentes en el LCR pa- te por un mecanismo de transporte rnacrovesicula.r. La reabsor-
tológico, se oiiginarían en células mononucleares hematógenas o ción de las proteínas ocurre pasivamente, al mismo tiempo que la
reticulares aracnoideas pluripotenci ales. Su morfología es menos reabsordón del LCR, sin electo de tamiz mol ecular. Es fisiol ógica-
ca racterístic a que la eviden te en las células plasmáticas de los mente análogo al drenaje linfático de otros órganos.
inft1trados inflamatorios tisulares. Con técnicas inmunofluores- El au mento de las proteínas del LCR se verá en aquellos pro-
ce ntes se ha demostrado su contenido de diferentes inmunoglo- cesos que aumenten la permeabilidad de la barrera sangre / LCR
bulinas. Su presencia se obsen1a en procesos inflamatorios en ge- (como ocurre en el sínd rome de Gilhin • BruTé), o que bloq ueen la
neral de evolución subaguda o crónica, así como en enfermeda- circulació n del LCR a través del espacio subaracnoideo (como se
des desmielinizantes de tipo esclerosis múltiple. observa en los casos de tumores espinales), o que dismi nuyan la
absorción de las proteínas a nivel de las vellosidades aracnoideas
5) Células tumorale s: Se pueden enco ntrar en procesos tu- (situación que se Vt: ell los pacientes meningíticos).
morales del parénquima nervioso y de las meninges, asi como en En <liíaentes circunstancias puede observarse una concentra-
enfermedades hematológicas cancerosas. La detección de las cé- ción proteica descendida en el LCR: a) en el curso de un a punción
lulas tu morales en el LCR depende rá de: lumbar, !a extracción de volúmenes importantes de LCR diluye al
a) estudiar un volumen suficiente de muestra, no siempre po- LCR del saco dw·al con el ventricular de menor concentración pro·
sible dado el cuadro de hipertensión endocran eana que frecuen- teica, b) cuando hay una pérdida de LCR: fistula, post punción
temente presentan estos pacientes. lumbar, c) cuando hay aumento de la presión intracraneana sin
aumento de permeabilidad de las células endoteliales coroideas, lo
b) uti lizar las técnicas adecuadas para la recuperación de las que. favorecería la absurción de las proteinas a nivel de Jas vellosi-
células Iicuorales: fil tración por membrana de éster de celulosa dades aracnoideas, como ocurre en el 30% de los casos del síndro-
(Millipore l. me de hipertensión t'ndocraneana benigna.
c) exanlinar un número elevado de células. L :i.2 v;¡rindones cualitativas de la proteinorraquia se estu-
La electroforesis de las proteínas del LCR en gel de agar El aumento de la concentración de las gamaglobulinas en el
muestra notable similitud con la electroforesis de las proteínas LCR reconoce habitualmente dos situaciones diferentes . Por un
séricas (fig. 15-60). Las diferencias que pueden advertirse son : lado esto se observa en casos con aumento de la concentración to-
t al de las proteínas del LLR por daño de la barrera sangre . LCR
a) En el LCR se observa una importante fracción prealbúmi-
con pasaje de proteínas séricas a la cavidad subaracnoídea. En
na. La misma seria selectivamente concentrada en las células co-
estas situaciones, si bien la concentración absoluta de lgG está
roideas durante el proceso de fonnación del LCR y por ello alcan-
zaría en éste·un mayor nivel que en el plasma.
aumentada, la proporción de las mismas en relación a las proteí-
nas totales será la misma que se encuentra en el LCR normal,
b) La e,istencia en el LCR de una fracción t au o beta2globu- esto es, la fracción lgG no representará más del 10 a 12 % de la
lina, no vista en el suero, que muestra una movilidad en la corri- proteinorraquia. Una aproximación maternát.ica más exacta se
da electroforética intermedia entre la beta globulina y la zona de obtiene con el cálculo del indice lgG · Albúmina, que relaciona la
las gamaglobulinas. Se trataria de una transferrina modificada concentración de la lgG y de la albúmina del LCR con la concen-
por la acción de la neuraminidasa lícuoral, qu e le produciria la tración de las mismas fracciones en el suero:
pérdida de un residuo de ácido siálíco.
c) La zona de las gamaglobulinas del LCR muestra una me- lgG en LCR x albúmina en suero
índice JgG. albúmina =
nor concentración que la de las gamaglobulinas séricas , distribu-
yéndose de manera ho·mogénea (ver luego). JgG en suero x al bú mina en LCR
d) En el LCR se obser:a un a escasa concentración de glico- En condiciones norinales, este índice no supera un nivel de
proteinas (1 a 2 mg %), asociadas a las alfa 1, alfa 2, y beta glo- 0,85. Esta fórmu la permite diferenciar los aumentos de la lgG li-
bulinas. cuoral por pasaje de la ]gG sérica, que cursan con un índice lgG
e) En el LCR se encuentran muy pequeñas cantidades de li- · albúmina normal, de las elevaciones de la JgG del LCR no cau-
sadas por pasaje de lgG sérica, que cursan con un índice lgG. al-
poprotein as, asociadas con las alfa 2 globulinas .
búmina elevado (ver luego).
Otra situación posible está dada en aq uellas patologías infla-
Utili zando la microinmunoelectroforesis o la electroinmuno-
matorias del sistema nervioso central en las cuales dentro de la
difusión se han identificado en el LCR a las siguientes fracciones
cavidad aracnoidea se produce un aumento de la concentración de
proteicas originadas en el suero: prealbúmina, albúmina, alía 1
la lgG, no por pasaje desde el suero, sino por la activid ad secreto-
globulina, alfa 2 globulina, glicoproteinas, alfa I antítripsin a,
ria de células inmunocompetentes presentes en la misma. Esta si-
haptoglobinas, ceruloplasmina, hemopexina, transferrin a, beta 1
tuación ocurre en los casos de neurosífilis, esclerosis múltiple, pa-
globulina, lgA, lgG, lgM y trazas de IgD e lgE. Como se puede
nencefalitis esclerosante subaguda, diversas meningoencefaliti-
obser:ar se hallan ausentes las fracciones proteicas de un peso
des virales, sarcoidosis, etc: En estos ca.sos, laÍgG del LCR, cuan-
molecular mayor de 160.000: fibrinógeno, alfamacroglobulina y
do se relaciona con la.s proteínas totales superará la proporción del
beta 2 Iipoproteínas.
10 a 12 % y cuando se calcula el índice lgG • albúmina el mismo
Las concentraciones de las diferentes proteínas en el suero y
muestra valores superiores a 0,85.
en el LCR se detallan en la fig. 15-61.
En conclusión, frente a una concentración elevada de la JgG
en el LCR, será importante poder definir si la misma se debe a
Las gamaglobulinas de LCR: Aspectos cuantila/iuos:
un pasaje anormal de la lgG sérica a la cavidad aracnoidea o, en
Con técnicas el ectroforética.s se definen como tales a un grupo
cambio, si estamos frente a una síntesis pat-Ológica de esta inmu-
heterogéneo de proteínas que migran en la zona catódica de un
noglobulina por la anormal actividad de célul as inmunocompe-
campo eléctrico. Con métodos inmunológicos se detectan en el tentes presentes en la cavidad craneoespinal.
LCR la presencia de diferentes inmunoglobulinas, cuyas concen-
traciones están indicadas en la siguiente tabla: Las gamag/obdi11as del LCR: aspectos cualitativos: En
la electroforesis de las proteínas del LCR normal, la zona de las
gamaglobulinas se observa teñida de manera débil y homogénea.
Inmunoglobulinas de LCR mg. % En las enfermedades inflamatorias del sistema nen1ioso antes
men~ionadas se enc.uent.ra 1 además de un aumento en la concen-
tración de las gamaglobulinas, la aparición en la electroforesis
lgG 1,5 • 4,9 de bandas o zonas homogéneas de tinción más intensa, que des-
taca r. netamente de la t oloración de fondo del proteinograma.
lgA 0,08. 1,20
Estas subfraccíones homogéneas llamadas inicialmente compo-
IgM 0,002 . 0,022 nentes M (tipo mielorna), se de no minan actualmente bandas oli-
goclonales. Esta terminología pretende identificar así a una po-
lgD Trazas blación de inmunoglobulinas que tienen idénticas características
lgE Trazas electroforéticas, presumiblemente derivadas de una misma línea
de célul as inmunocompetentes, estimuladas en su actividada por
Como se ve, la lgG es la fracción más importante de este gru- antígenos específicos. El número de bandas presentes en estos
po de proteínas, alcanzando valores que en condiciones normales casos \'aría entre 2 y 5, siendo excepcionalmente más numero-
representan has ta el 10 ó 12 % de las proteínas totales del LCR, sas; en ocasiones estas bandas muestran posiciones 8.normal-
proporción relativa menor que la presente en el suero, donde esta mente catódicas. Con técnicas inmunoelectroforéticas se ha podi-
fracción representa hasta el 18% de la proteinemia. do identificar a la lgG como la ínmunoglobulina responsable de
La disminución o &usencia de las gamaglobulinas del LCR se las mismas ' ·
observa en los casos en que esa alteración ocurre en el plasma, Las bandas oligoclonales son más llamativas en los ca~os en
como se ve en los paciente.s con agamaglobulinemia. que existe un aumento de la concentración de gamaglobulinas
MEUROLOGIA 1579
bulinas en el
ntes. Por un Fracción Valores % de las pro te ínas to t.nlea
entración to-
angre - LCR
acnoidea. En
de lgG está P r ealb ú mfoa 2,0 a 5,9
a las proleí-
LCR normal, Alb úmi n a 55,0 a 66,9
a 12 % de la
ás exacta se Globulina alfa 1 5,0 a 9,0
relaciona la Globulinn alfa 2 6,0 a 9,9
on la concen-
Globulina beta 1 7,0 a 11,0
un nivel de
de la lgG !i- Fig. 15. 60: Electroforesis en las proteínas del L.C.R.
n índice lgG Valores normales en gel de agar. L.C.R. Normal - Controles 2 a 68 años
LCR no cau-
lice lgG - al-
,logias infla -
dentro de la
entración de
dad secreto- L. C.R . SUER O
:ma. Esta si- Concen tración e n g/1 Concentración en g/1
nú ltiple, pa- Proteínas
goencefaliti-
LCR, cuan- Media M ínima Máxima Media Míni m a Máxi m a
oporción del
1a el mismo Pre.albúmi n a 0,0173 0,0150 . 0,0252 0,28 0,12 0,42
Orosomucoide 0,0041 < 0,001 0 0,011 1,04 0,49 1,44
la de la lgG
.a se debe a Al búm ina 0,175 0,092 0,392 36,60 32,50 47,80
noidea o, en 0,0037 0,0178 1,85 3,12
a 1 -an titripsin a 0,0081 0,70
i esta inmu-
rnnocompe- Proteínas a 2-HS-glicopr ote(na 0,0017 0,0008 0,0037 0,43' 0,29 0,57
constantes Zn-a 2 -glicoproteína 0,55 0,27 1 ,19 10,30 55,00 12,80
H aemopexina 0,0030 0,0015 0,0050 0,80 0,44 0,98
~a.tivos: En
zona de las p lC/p 1 A globulina 0,001 5 0,0008 0,0024 0,74 0,52 1,21
1omogénea. 0,0145 0,0083 0,0267 2,30 3,28
transfe~rína 1,43
•.;ioso antes
1 la concen- lnmu noglobulina G 0,0245 0,0050 0,0650 10,40 6,10 15,20
:1ctroforesis
a 1 que des-
~i nograma.
nte compo- a 1 -an tiq uimotripsina 0,49 o 0,92 10,60 63,00 210,00
bandas oli-
í a una po- P roteínas Haptoglobina 0,0021 o 0,0106 2,39 0,49 6,10
1cterís ticas inconstantes Ce rulo pl asmi n a 0,0006 o 0,0024 0,31 0,16 0,84
Li sma línea 0,0008 o 0,0018 2,41 5,05
a 2-macr ogl obulina 1,48
vidada por
:s en estos I nmunoglobulina A . 0,0016 o 0,0090 1,50 0,07 3,18
.s numero-
1 anormal-
se ha podi-
onsable de
Fig. 15. 61: Concentración pi-oleico del LCR y el suero.
,s casos en
globulinas
1580 SEMIOLOGIA, SEMIOTE CNIA Y MEDICINA 111TERNA
totales, pero pueden verse en LCR con concentraciones norm ales queo de la circul ación aracnoidea y/o defectuosa reabsorción del !gG y la grav
de gamagl obulin as inclusive con niveles normales de IgG. La LCR a niv el de las vell osidades aracnoideas: hemorragia suba- munosupreso
apa1i ción de este fraccionamiento en el proteinograma de las racnoidea, tumores, intoxicaciones, enfe.rmedades inflam atorias ca mbio las b
proteínas del LCR, con ausencia de las mismas en el estud io de de la aranoides, diabetes, etc .. En estas situaciones, se encuen- esclerosis mú
las proteínas del suero es una indicaci ón adicional de la presen- tra: marcado aumento de las proteínas totales, que muestran un foréticas en
cia de una reacción inmunológica en actividad, restringida a la perfil e!ectroforético que se asemeja al del suero, y la aparición
cavidad craneorraq nídea. La escasa frecue ncia de aparición de de macomoléculas de ori gen pl as mático (Fibrinógeno, beta y alfa Ejemplo:
este tipo de anorma lidad en pacientes con enfermed ades vascu- 2 lipoproteínas, lgM). En es tos pacientes la JgG, que se ve au-
lares, tumores, abiotrofias o enfermedades de la neurona motora mentada cuando su concentración se e>:presa en forma absol uta,
es otro argumento que relaciona a este fenómeno con una anor- cuando la misma se expresa relacionándola con las proteínas to-
malidad del sistema inmunológico. tales del LCR, se ubi ca en el rango normal.
Proteín as to
Las cadenas livianas de la lnmunoglobulina G en el Ejemplo: LCR de un paciente con síndrome de Guillain-Ba-
LCR: En el LCR normal, la relación entre las concentraci ones de rré. lgG
las cade,ias kappa/ lambda es de alrededor de 1,0, sirrular a la re- Albúmina
lación encontrada en el suero. Este cociente kappa/ lambda se ha. LCR SUERO INDICE
!la elevado en el LCR de pacientes con esclerosis múltiple o de ca- lgG-Albúmina: La IgG
sos con enfermedades inflamatorias del sistema nervioso central. concentració
Proteínas totales 2, 1 gil 7,0 gil 120 X 3660 = 0.29
t.eínas totale
La proteína básica de la mielina (PBM): El 30% de la indice IgG-a
mielina está constituido por mate1ial proteico. Del mismo, la
. 987 X 1500
noglobulin a.
lgG 12.0 mg % 987,0 mg/l
PBM es una de las mejor caracterizadas. El est.udio de los nive-
Albúmina 1500 mg/1 3660 mg/1
les de la misma en el LCR se ha conelacionado con la inte gridad
La glucosa
de la mielina del tejido nervioso central: normalmente los nive-
les son bajos (menos de 4,0 ng/ml de LCR) aumentand o en situa- Los nivel
Como se ve la IgG en concentración absolu ta muestra un ni-
ciones en que se produce destrucción aguda de la sustancia blan- se n tan el 60
vel :¿,6 veces el nivel normnl superior, pero su relación con las
ca: episodio desmielinizante, enfermedad cerebrovascular agu - tes de la exti
protéinas totales del LCR mantiene la proporción normal: no su -
da, traumatismo de cráneo, etc. mg %-. En e
pera al 10% de las mismas. P or otra par te, la normalidad del ín-
El estudio de la PBM es útil en el diagnóstico de la esclerosis los niveles d,
dice [gG-albúmina descarta la producción intratecal de IgG.
múltiple dado que esta proteína se eleva en las exacerbaciones ciones en la
agudas de esta enfermedad, tendiendo a normalizarse al cabo de Cuando la permeabilidad de la banera está muy severamente cosa licuora1
2 semanas. Por el contrario, en los períodos de remisión de la ac- dañ:,da se puede observar la aparición del Síndrome de Froin, ca- lamente has
tividad desmielinizante, así como en las formas muy lentamente racterizado por la ex:ist..encia de xantocromía, marcada hiperpro- 500mg %). 1
progresivas, las concentraciones de la misma en el LCR son nor- teinorraquia, coagulación y ausencia de pleocitosis. una meníng
males, propia de es
En la interpretación de los resultados obtenidos con su dosa- ma al LCR ;
je debe t enerse en cuenta la transitoriedad de su aparición y la 3) Perfil ga111aglobu /í11ico o de producción intratecal de coroideos se
no especi ficidad de la misma. inmmwglobulina G: Es consecuencia de la actividad de células te facilitado
inmunocomµetentes que proliferan intratecalmente como res+ cierta can tic
Otras proteÍllas exclusivas del LCR.: Se han descripto va- puesta a la presencia de antígenos exógenos o endógenos, compo- del tejido DE
rias, siendo las más importantes la beta-trazas, la gama-trazas nentes estructurales del tejido nervioso. Se caracteriza por: a) un ponentes de
y la proteína gli a! fibrilar acídica. marcado aumenw de los niveles de Jg G que se expresa tanto de concenlraci<
Las microprotei nas llamadas beta-trazas o beta LCR o bet.a 2 manera absoluta como en rel ación con las proteínas totales del ventricular
a T y la gama-frazas o gama LCR o gama C son proteínas cuya LCR; 2) presencia de bandas oligoclonales en la conida e!ectrofo- Además de
síntesis ha sido dem.ostrad a en cultivos de células coroideas, pe- rétic&; e) co0:-dstir con proteínas totales y celul a1idad normales o corraquia d:
ro no en culti vos de tejido neural. La proteína g!ial fibril ar acícli- poco a lteradas iEsclerosis múltiple y panencefalitis esclerosante
a)Meni,
ca es marcadora de las células gliales astrocíticas. Las variado• subaguda) o coexistir con anormalidades citoproteicas caracte rís-
de 5 mg %,
nes de la concentración de las mismas no se han podido corrala- ticas de procesos inflan1atorios subagudos o crónicos (Neurosífi!is,
lratamientc.
cionar con situaciones patológicas definidas. meningitis tuberc ulosa y menos frec uentemente en meningoence-
rante 2 a 3
fali tis viral es o postinfecciosas, tripanosorruasis).
b) Meni
S índromes patológicos de las proteínas del LCR En la panencefalitis esclerosante subaguda, la cantidad total
cosis), con l
de la IgG del LCR se ve marcadamente elevada representando
l )Alt eracio1J es de la s proteínas del LCR secundarias a h asta el 50 % de las proteínas totales, h abitualmente norm ales o c) Otros
modificacion es de las proteÍllas pla sn~áticas, sin a11011na• poco elevadas. La presencia de ba ndas oligoclonales se encuentra matosis, sa
lidades en la permeabilidad de la barrera sangre . LCR: en el 100 % de los LCR, durante toda la evolución de la enferme· triquinosis
Esta situación se observa en la agamaglobulinorraquia secunda- dad. Bandas oligodoDales similares están presentes en la electro· La caus
ria a una agamaglobulinemia, o cuando aparece una para proteí- foresis del suero de! 75 % de los pacientes con esta patología. aumento d,
na en el LCR de un paciente que padece un mieloma. En la asclerosis múltiple, el LCR puede mostrar proteínas Y glucólisis a
célulns E1oderadamcnte aumentadas. Desde el punto de vista de en estos pr,
2) Perfil transudatioo por entrada de las prolefoas las g:omaglobulinas, en el 85 % de los casos se encuentran ban- dades arac
plasmáticas en la cavidad aracrwidea: En casos con au- dos oligoclonales con niveles de lgG habitualmente elevados. No mitante au
mento de la permeabilidad de la membrana sangre-LCR y/o blo- ;:;e han podido demostrar cone-laciones entre "Jl incremento de la ciones. En
NEUROLOGIA 158 1
]gG y la gravedad clínica de la enfermedad. Los tratamientos in- la inhibición del transportador específico fa cilitador de la difusión
munosupresores normalizan los niveles de lgG, . persist iendo en pasiva de la glucosa a través de las membranas.
cambio las bandas oligoclonales. En el suero de los pacientes con
esclerosis múltiple no se han demostrado anormalidades electro-
foréticas en la zona de las gamaglobulinas.
El ácido láctico del LCR
Ejemplo: LCR de un paciente con esclerosis múltiple. La concentración normal de ácido láctico en el LCR Va.ría de
0,7 a 2,0 mmol/1 y en el plasma oscila entre 1,0 y 2,4 mmol/1, es-
LCR SUERO lNDICE tando el sujeto en ayu nas. Las concentraciones de lactato en el
lgG-Alb,imina: LCR no siguen las variaciones del lactato sanguíneo, reflejando
en cambio la producción del mismo en el tejido neu ral durante la
Proteínas totales 0.56 g/1 7.0 g/1 120 X 3660 1.46 glucólisís an aerobia. Un lactato normal en sangre no supone un
987 X 304 lactato normal en LCR y viceversa.
lgG 12.0mg % 987.0 mg/1 El lactato del LCR se verá aumentado en todas aquellas situa-
Albúmina 304 mg/1 3660 mg/1 ciones que estimulen 1a g!ucólisis anaerobia del tejido nervioso:
a) Hipoglucemia sistémica, con la consiguiente hipogluco1Ta-
La IgG muestra valores anormalmente elevados tanto en
quia.
concentración absoluta como en concentración relativa a las pro-
t.eínas totales del LCR. Por otra parte, el aumento a.normal del b)Acidosis tisular del parénqui ma nervioso: infartos, hi poxia,
fodice IgG-albúmina indica la sínU!sis intratecal de esta inmu- isquemia, convulsiones.
noglobulin a. e) En meningitis purulentas o micóticas no tratadas, con ni•
veles de 4.0 a 8.0 mrnol/1, mientras que los mismos son norma-
La glucosa del LCR les o están sólo muy ligeramente elevados en los casos de menin-
git.is virales. El descenso de los niveles de lactato es una modifi -
Los niveles de glucosa del LCR normal - 45 a 80 mg % - repre- cación precoz en las meningitis purulentas que reciben el acle•
sentan el 60 a 80 % de la glucemia que el sujeto presenta 4 Hs. an- cuado trataroü:nt.ó an t.ibiótico, y el mismo indica un buen pronó;-> -
tes de la extracción de la muestra de LCR - normalment~ 70 a 120 tico para el paciente.
mg % -. En efecto, ese es el tiempo que transcurre en equilibrarse Anteriormente se utilizaban las vatiaciones de los ni veles de
los niveles de la glucosa en el LCR luego de que ocurren modifica- la enzima lacticodehidrogenasa en el LCR con los mismos fines,
ciones en la glucosa plasm ática, único 01igen que reconoce 13. glu- pero para ello se requetia un LCR absolutamente libre de eritro-
cosa licuoral. La misma aumenta lir.ealmG:ite con la glucemia so- citos, cuya prestncia modifica se~siblernente la cuantificación de
lamente hasta un cie,to nivel (aproximadamente hasta los 350 a esta en zima. La independencia de los niveles de lactato de una
500 mg %l. La existencia de una hiperglucemia en un paciente con moderada contaminación eritrocitaria lo hacen un parámetro de
una meningitis purulenta podrá enmascarar la hipoglucorraquia manejo más adecuado para el di agnóstico diferencial entre pro-
propia de esta enfermedad. La transferencia de glucosa del plas- cesos inflamatorios bactetianos y virales .
ma al LCR a través del endotelio de los capilares y de los plexos d) Finalmente existen casos de aumento de los niveles de lac-
coroideos se produce por un fenómeno de difusión pasiva, en par- tato en el LCR aislados (Acidosis láctica cerebral) o acompañan-
te facilitado por un transportador de membrana específice. Una do aumentos de los niveles de lactato sanguíneo que traducen la
cierta cantidad de la glucosa del LCR es utilizada por las cél ulas existencia de en-ores congénitos del metabolismo de la vía del pi-
del tejido nervioso. El resto es reabsorbida con los restantes com- ruvato: deficiencia de biotinidasa, deficiencia de piruvato dehi-
ponentes del LCR en las vellosidades arscnoideas. El gradiente de drogenasa, etc.
concentración de la gl ucosa es inverso al de las proteínas: el LCR
ventricular tiene de 6 a 18 mg más de glucosa que el LCR espinal.
Además de los descensos secundarios a una hipoglucemia, la glu-
Los cloru r os del LCR
con:aquia dism.inuye en:
a) Meningitis purulenta aguda 1 con niveles iniciales menores Constituyen el principal anión del LCR, donde su nivel osci-
de 5 mg %, que se recuperan lentamente una vez instaurado el la entre 120 a 129 mEq/1. Si consideramos normal una cloremia
tratamiento adecuado, pero que pueden persistir anormales du- de 97 a 113 111Eq/l ve mos que en el LCR exist~n entre 15 a 20
rante 2 a 3 semanas. mEq más de cloro que en el suero. Esta diferente concentración
está provocad a por la existencia de una diferencia de potencial
b) Meningitis tuberculosa y m.icóticas (torulosis, coccidiomi-
eléctrico entre la sangre y el LCR y el efecto Donan: presencia de
cosis), con gluconaquia de 20 a 35 mg %.
un anión proteico importante en el plasma, que favorece la ma-
c} Otros procesos meníngeos: sarcoidosis, neoplasias (carcino- yor concentración de los cloruros en el LCR. Por ello, cuando la
matosis, sarcomatosis leucemias y Enfomas etc.), cisticercosis
1 1 1 protci norraquia se eleva marcadamente, los cloruros del LCR
triquinosis. tienden a disminuir.
La causa de esta hipoglucon-aquia seda fundamentalmente el El nivel de los cloruros del LCR t igue pasivamente las modi-
aumento de la utilización de la gl ucosa por un incremen to de la ficaciones de los cloruros sanguíneos por un proceso de difusión
~lucólisis anaerobia de las células anormales del LCR presentes pasiva de los mismos, facilitado por un sistema de transporte es-
en estos procesos y del parénquima nervioso adyacente a las cavi- pecilíco para este ión.
dades aracnoideas. Este fenómeno setia el responsable del conco- El supuesto valor diagnóstico de la hipocloruron-aquia en la
mitante aumento del ácido láctico que se constata en estas situa - meningitis tuberculosa carecería. de especificidad y solamente
ciones. En menor proporción in tervendría en la hipoglucorraquia reílejati:i. la frecu ente hipocloremia presente en estos pacientes.
1582 SEMIO LOG IA , SEMIOTECNIA Y MEDIC INA INTERNA
El amonio y la gl u tamina del LCR posteriores del cerebro y acti vidad beta en áreas anteriores (fig.
15-62).
El amo nio que se prod uce en el tejido nervioso se combina con Es general mente aceptado en la actualidad que el EEG se
el alfa-cetoglutarato para formar glutamina, comp uest-0 no tóxi- 01igina en las células corticales, más específicamente en las ·neu-
co para el parénquima neural. ronas piramidales y sus si napsis. La excitación sináptica de una
En la sangre a pH fisiológico, el 90% del amonio se encuentra célula cortical piramidal en respuesta a una afere ncia (por ej. tá-
en forma ionizada y solamente el 10% en forma no ionizada, ca- lamo-cortical) genera potenciales excitatorios postsiuápticos
paz por lo tanto de difundir libremente a través de las membra-
(Peps). La consecuencia de esta excitación es la despolarización
nas biológicas.
de la membrana dendrítica apical, la cual se hace electronegati-
La concentración de amonio normal en el LCR es de 11 a 37 va con respecto al soma celular y las dend1itas basales. Esta di-
ug %, y r epresenta entre el 50 y el 66% de los niveles presentes
fere ncia de potencial ocasiona un fl ujo de corriente entre la
en el plasma venoso.
membrana del soma celular y las dendri tas apicales. El EEG as í
En la encefalopatía hepática, el aumento del amonio plas má-
tico condiciona un au mento del amonio y de la glutarnina del obtenido se denomina conuencional o analógico.
LCR, que rn'uestra en general un a buena correlación con el gra• Además de éste, también se puede obtener el EEG directa-
do de com promiso clínico que presenta el paciente. mente sobre la corteza cerebral o en las profundidades del cer e-
bro, cuando la patología así lo requiere. Se utilizan, entonces, los
electrodos neuroq ui rúrgicos, utilizados por el nerocirujano con la
Elect.roencefalografía * colabor ación del electroencefalografista. Pueden ser dura/es, cor-
ticales o intracerebrales. Los electrodos du rales y corticales re-
ElectroencefalografTa es el registro y evaluación de los poten-
gistran la actividad eléctrica del cerebro al ponerse en contacto
ciales eléctricos· generados por el cerebro y obtenidos en la super-
directo con éstei en la craniotornía. El estudio se denomina elec-
fi cie del cuero cabell udo. Este registro, electroencefalograma
trocorticogra{ía .
(EEG), fo rma parte del examen neurológico pero también es útil
en la evaluación del efecto de enfermedades internas en el cere- Existen dos tipos de electrodos para registrar la acthidad
bro. No es posible describir con detal les la técnica de obtención eléctrica subcortical del cer ebro. Unos son de implantación agu-
del EEG, como así tampoco describir las bases de la interpreta- da, es decir que se insertan y luego se retiran al ter minar el re-
ción del registro. Esto se puede consultar en varios textos sobre gistro, en uri sólo acto quirúrgico. Los otros son de implantación
el tema. En este capítulo ffiencionarcmos los aspeclos básicos de crónica 1 o sea que se colocan y se dejan en el lugar durante va-
la electroencefalografía. rios días, incluso un par de meses. Este tipo de registro se deno-
El registro que se obtiene es un gráfico complejo obtenido por mina estereoelectroencefal ografío.
electrodos aplicados sobre el cuero cabelludo, que mues tra la di-
ferencia de pote ncial entre dichos electrodos sobre un pa pel en
movi m'ento, por medio de un oscilógrafo de inscripción a tinta.
Esta actividad eléctrica es amplificada y registrada por el elec- El EEG anormal
tro encefalógrafo. Dado que los potenciales cerebrales correspon-
den a la millonésima parte de un voltio {microvollios) es necesa-
ri o amplificarlos considerablemente para poder registrarl os. El Si bieu ya es sabido conviene recalcar, una vez más, que el
electroencefalógrafo consiste en un número vaiiable de canales EEG estudia lafu11ción y no la estructura. A la vez, como todo es-
amplificadores con sus correspondien tes inscriptores. Ei número tudio neurofisiológico, es un método fi dedigno de una disfunción
de canales de un aparato varia de 8 a 16 ó 21 y aún más. Las cerebral pero no provee, sin embargo y a excepción de a lgunos
áreas cerebrales que se registran bilateralmente son: prefrontal, casos, datos que permitan distinguir la etiología o la patología
frontal, central (o rolándica), parietal, occipital , temporal ante- su byacente.
rior, temporal medio y temporal posterior. También se registra
El EEG se altera de muy diversas maneras. Como principio,
con electrodos ubicados en la línea media del cerebro.
podríamos resumirlas en tres grandes grupos: (1) asimetría, (2)
Las ondas del electroencefalograma (EEG] se miden de
ondas lentas (foca les o generalizadas) y (3) actividad paroxística
acuerdo al número de ciclos en la unidad de tiempo, el cual es de
(focal o generalizada).
1 seg. Con fines prácticos se han clasificado estas ondas de la si-
guiente ma nera: frecuencias de 0,5 a 3 dseg se denominan Del- La asimetrla puede ser de frec uencia o de voltaje. El ejemplo
ta; de 4 a 7 dseg se denomi nan TI1eta; de 8 a 13 dseg Alfa y de más típico de asi metría de voltaje es el hematoma subdural (de-
14 e/seg en adelante, Beta. presión del voltaje en el lado del hematoma).
El EEG normal varía considerablemente de acuerdo a la edad Las ondas lentas (delta o theta) pueden ser focales o genera-
y al estado de conciencia. Así, en uigilia, en el ni ño y hasta los 3
li zadas. En ambos casos son expresión de un sufrimiento neuro•
años, predominan las ondas Delta. A esta edad estas desa pare-
na/. Ejemplos de actividad lenta! focal, entre otros , son los tumo-
cen y predominan entonces las ondas Theta h asta los 11 años en
que éstas ahora desaparecen. Entre los 11 y los 12 años se ad-
res y los abcesos. Las enfermedades metabólicas se manifestarán
quieren los caracteres definitivos del adulto. Otros factores que por actividad len ta generalizada . Cuando actividad lenta deba-
modifican el EEG, pero en forma leve, son el estado emocional, ja am plitud se entremezcla con frec uencias rápidas el registro se
medicamentos y hemisferio dominante. El EEG presenta, ade- desorga nizo. Trazados desorganizados son inespecíficos. Suelen
más, variación topográfica, registrándose actividad alfa en áreas predominar en niños con el sindrome de inatención, con o sin hi-
perlcinesia.
La actiuidad paroxística, focal Ógeneralizada, corresponde al
*DR . ENRIQUE A. DELAMONICA
capítul o de las epilepsias.
NEUROLOGIA
1583
1teriores (fig.
1e el EEG se
te en las ·neu-
íptica de una
:ia (por ej. tá-
ostsinápticos
spolarización
·lectronegati-
1les. Esta <li-
nte entre la
,. ElEEG así
füG directa-
des del cere-
entonces, los
rujan.o con la
durales, cor-
:orticaJes re-
, en contacto
nomina elec-
la acti;;dad
ntación agu-
·minar el re-
mplantación
durante va-
;tro se <lena-
ISOJJV I seg
W\,,..--...,;,l,.,v,...1\,--N''Y'Wf-'"''~~~
más, que el Fig. 15. 62: E/ec/roe11cefalograma normal (adult-0 de 22 años). Se observa actividad alfa en áreas posteriores del cerebro y actividad rá-
orno t-Odo es- pida, beta en áreas ante1iores.
a disfunción
de algunos
la patología
El EEG en la Práctica Clínica Tim,matismo encefalocra11ea110 (TEC)
10 principio, L~s alteraciones del EEG están directamente relacionadas
;imetría, (2) Lesiones ocupantes con la severidad del traumatismo, Así 1 cuando es suficiente~en-
paroxística En el caso de lesiones ocupantes como tumores) abscesos o te severo como para producir pérdida del conocimiento de más de
hematomas, el mét-Odo de elección es la Tomografia Computada 30 min. el EEG mostrará ondas lentas, delta y theta, en todas las
o la Resonancia. El EEG es útil y puede poner en la pista del áreas cerebrales. En iasos de contusión o hemorragia focal, el
, El ejemplo
diagnóstico correcto, cuando estas patologías no son sospecha- EEG mostrará las ondas lentas mencionadas acentuadas en el
:bdural (de- lado de la lesión. En estos casos las alteraciones del E_EG tardan
das. El EEG muestra ondas lentas focales, que muestran el su-
frimiento cerebral localizado en las cercanías del tumor o absce- en desaparecer varias semanas.
;s o genera- so. En el caso de hematomas, éstos se pueden presentar con on- Los registros seriados son útiles para evaluar la recuperación
·ento neuro- das lentas focales o bien con depresión del voltaje en el lado del clínica y el eventual cambio en la actividad eléct1ica. De esta ma-
m los tumo- hemat01na. nera, el desarrollo de ondas agudas o puntas focales puede pre-
anifestarán ceder a una epilepsia postraumática.
enta deba- Enfermedad cerebrovascular
1 registro se En el infarto cerebral isquémico se observan ondas lentas, en Enfermedades metabólicas
cos, Suelen la banda delta, focales en el hemisferio correspondiente a la ar- En las encefalopatías metabólicas el EEG presenta actividad
:on o sin hi- teria trombosada. Esta actividad lenta paulatinamente comien- lenta, delta, en todas las áreas cerebrales. Algunas encefalopa-
za a disminuir a la semana de iniciado el cuadro. tías, sin embargo, presentan un EEG característico. Por ejemplo,
En el caso de una hemoITagia intracerebral suele observarse en el pre-coma o coma de la encefalopalía hepática pueden obser-
responde al
ondas agudas focales en el lado de la lesión, con la característica varse ondas trifásicas, casi específicas de la misma (fig. 15-63)
de repetirse en forma períodica a lo largo del registro, Estas ondas trifásicas no se observan en e] niño. En las encefa-
1584 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICll,A INTERMA
!apatías hipóxicas (paro cardio respiratorio) el EEG presenta el nóstico, en el tipo de crisis, en el lugar de la lesión y en el trata-
complejo paroxismo-supresión (fig. 15-64), que algunos autores miento. Además del EEG standard se puede recurrir, en los ca-
denominan '·estado post-anóxico". Este complejo del EEG indica sos de EEG negativos, a los métodos de activación de acuerdo a
un pronóstico sombrío. En el sindrome de Reye 1 que presenta on- cada caso.
das lentas generalizadas, también puede observarse el complejo Las crisis parciales (de comienzo local) pueden ser simples o
paroxismo-supresión. complejas, según haya o no pérdida de la conciencia. En estos ca-
sos el EEG presenta focos de puntas o de ondas agudas. Es ca-
Meningitis y Encefalitis racterístico el foco de puntas en la parte anteiior de un lóbulo
En las meningitis y encefalitis se observan ondas lentas, del- temporal en el caso de las crisis parciales complejas (epilepsia
ta, generalizadas. Pero algunas encefalitis presentan un EEG del lóbulo temporal o crisis psicomotoras).
característico, como ocurre en la encefalitis herpética que presen- Las epilepsias generalizadas pueden ser convulsivas o no
ta foco de puntGs en un hemisferio con la particularidad de repe- convulsivas. En estos casos el EEG presenta los paroxismos pun-
tirse en forma pedodica. La panencefalitis esclerosante sub-agu- ta-onda (PP-0), generalizados y simétricos en ambos hemisfe-
da también da un EEG caract€ríst-ico: paroxismos de ondas len- rios. Estos paroxismos, según su configuración, se asocian con
tas generalizados, de breve duración, que se repiten en forma pe- distintos tipos de crisis. Así, PP-O de 31 seg se observan en las
r(odica. ausencias (petit mal); de 2/seg en el sindrome de Lennox (tam-
bién llamado de Lennox-Gastaut.), PP-0 de breve duración y ge-
Demencia neralizados se observan en el gran mal (fig. 15-65); finalmente,
En la demencia tipo Alzheim.er el EEG muestra actividad len- los complejos generalizados polipunta-onda pueden observarse
ta que se correlaciona con la gravedad de la enfermedad y puede en las crisis mioclónicas.
ser úbl en la evaluación del tratamiento. Esta actividad lenta
La Hipsarritmia es un EEG peculiar que se observa en el sín-
también se observa en la demencia vascular. En la enfermedad
drome de iVest y la hemi-hipsarritmia en el sindrome de Aicardi.
de Picfl la actividad lenta se observa en áreas fronto-temporales.
En pacientes con demencia asociada con infección por HN el El estado de desca,gas permanentes es un EEG peculiar que
EEG puede ser normal o bien mostrar actividad lenta difusa. se caracteriza por presentar puntas o descargas punta-onda ge-
En la demencia ele la enfermedad de Jalwb-Creutzfeldt el neralizadas y simétricas y se asocian a crisis generalizadas no-
EEG es característico: puntas bisincrónicas repetitivas cada 1 a convulsivas. Clínicamente el paciente puede presentarse confuso
o estuporoso y el cuadro se interpreta como psiquiátrico. En es-
2 seg.
tos casos el EEG permite hacer el diagnóstico.
Epilepsia Otros métodos utilizados en epilepsia, además de las activa-
El EEG es el mejor estudio de laboratorio de un paciente con ciones, son el monitoreo EEG de 24 horas (ambulatorio) y la tele- Fig. 11
epilepsia o sospecha de padecerla. El EEG colabora en el diag- uideo-grabación.
Fig. 15. 63: Ondas trifdsicas. Paciente de 56 años en coma superficial. Las ondas trifüsicas se observan en las derivaciones anteriores Fig. 15
(canales l y 5). El paciente tenía hiperamonemia de 195 microgramos por ciento.
NEUROLOGIA 1585
0-----_f\-.___ F.70
-.j \j SOµV.~!
1 .. g . V
1
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Fig. 15. 64: Paroxismo-supres ión. Paro cardíaco durante una intervención quirúrgica. Paciente en coma con crisis tónico-clónicas
generali zadas.
v--.,.,.,_~.___,y,.-~.._,,.._,.,,_,.,.,,.¡.,,,")v,~J\(\,¡f\,r·,/.)\¡~v\~
1
~ 1seg
Fig. 15. 65: Pal'i.ÜSlll Opunta •onda generalizado. Paciente epiléptico desde la niiiez, con c1isis convulsivas generliazadas. Este paro-
xismo, intercrítico del gran mal, es bilateral, breve (3 segundos) y de irregular configuración.
1584 SEMIOLOGI A, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
lopatías hipóxicas (paro cardio respiratorio) el EEG presenta el nóstico, en el tipo de crisis, en el lugar de la lesión y en el trata-
complejo paroxismo-supresión (fig. 15-64), que algu nos autores miento. Además del EEG standard se puede recurrir, en los ca-
denominan "estado post-anóxico". Este complejo del EEG indica sos de EEG negativos, a los mét,,dos de activación de acuerdo a
un pronóstico sombrío. En el si11drome de Reye 1 que presenta on• cada caso.
das lentas generalizadas, también puede observarse el complejo Las crisis parciales (de comienzo local) pueden ser simples o
paroxismo-supresión. complejas, según haya o no pérdida de la conciencia. En estos ca~
sos el EEG presen ta focos de puntas o de ondas agudas. Es ca-_
Mc11i11gilis y E11 cefa/i/is racteristico el foco de punt as en la parte anterior de un lóbulo
En las meningitis y encefalitis se observan ondas lentas, del- temporal en el caso de las crisis parciales complejas (epilepsia
ta, generalizadas. Pero algunas encefalitis presentan un EEG del lóbulo temporal o crisis psicomotoras).
caracte1ístico, como ocurre en la encefalitis herpética. que presen-
Las epilepsias ge11eralizadas pueden ser convulsivas o no
ta foco de puntas en un hemisferio con la particularidad de repe-
conuulsiuas. En estos casos e} EEG presenta los paroxismos pun-
tirse en forma períodica. La panencefalilis esclerosanle sub-agu-
ta-onda (PP-0), generalizados y simétricos en ambos hemisfe-
da también da un EEG característico: paroxismos de ondas len-
rios . Estos paroxismos: según su configuración , se asocian con
tas generalizados, de breve duración, que se repiten en forma pe-
distin tos tipos de crisis, Así, PP-0 de 3 / seg se observan en las
n'odica.
ausencias (petit mal); de 2/seg en el síndrome de Lem,ox (tam-
bién llamado de Lennox-Gastaut), PP-0 de breve duración y ge-
Demencia
neralizados se observan en el gran mal (fig. 15-65); finalmente,
En la demencia tipo Alzheime,· el EEG muestra actividad len-
los complejos generalizados polipunta-onda pueden observarse
ta que se correlaciona con la gravedad de la eufermedad y puede
en las crisis mioclónicas.
ser útil en la evaluación del tratamiento. Esta actividad lenta
también se observa en la demencia vascular . En la enfermedad La Hipsarritmia es un EEG peculiar que se observa en el sín-
de Piel, la actividad ienta se observa en áreas fronto-temporales. drome de West y la hemi-hipsarritmia en el sindrome de Aicardi.
En pacientes con demencia asoci ada con infección por HN el El estado de descargas permanentes es un EEG peculiar que
EEG puede ser normal o bien mostrar actividad lenta difusa. se caracteriza por presentar puntas o descargas punta-onda ge-
En la demencia de la enferm edad de Jakob,Creutzfeldt el neralizadas y simétricas y se asocian a crisis generalizadas no-
EEG es característico: puntas bisincrónicas repetitivas cada 1 a conv ulsivas. Clínicamente el paciente puede presentarse confuso
2 seg. o estuporoso y el cuadro se in terpreta como psiquiátrico. En es-
tos casos el EEG permite hacer el diagnóstico.
Epileps ia Otros métodos utilizados en epilepsia, además de las activa-
El EEG es el mejor estudio de laboratorio de un paciente con ciones, son el monitoreo EEG de 24 horas (ambulatorio) y la tele-
epilepsia o sospecha de padecerla. El EEG colabora en el diag- uideo-grabación.
Fig. 15. 63: Ondas tri¡ii sicas. Paciente de 56 años en coma superficial. Las ondas trifásicas se obsen•an en las derivaciones anteriores
(canales l y 5). El paciente tenia hiperamonemia de 195 microgramos por ciento.
NEUROLOGIA 1585
en el trata-
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io) y la tele- Fig. 15. 64: Pa roxismo-supresión. Paro cardíaco durante una intervención quirúrgica. Paciente en coma con crisis tónico-clónicas
generalizadas.
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Fig. 15. 65: Parixismo punta-onda generalizado. Paciente epiléptico desde la niiiez, con crisis convulsivas generliazadas. Este paro-
xismo, intercrítico del gran mal, es bilateral, breve (3 segundos) y de irregular configuración.
1586 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
principales
Mue,te cerebral en las laten
Para el registro de la muerte cúebral se utili"za una técnica observar di
distinta al del EEG hasta ahora mencionado. El electro-encefa- (1) oido derecho varse la on
lógrafo no registra actividad eléctrica alguna, informándose CORTA observa sol
inactividad electrocerebral. LATENCIA
también es
ducci6n cen
(
•
- - -· -
lamente las
BS'dB Enlam
Potenciales evocados*
tran prolon
Introducción : Los potenciales evocados (P.E.) son variaciones 11 a IV.
old o 1%qulerdo Los P.E
de voltaje, generalmente de muy baja ampli tud, producidas en el _ IU IV-V
cientes con
~
sistema nervioso por un estímulo fisico. Toda fom1a de energía del
alteracione~
Cl~,omug
medio externo es convertida en un impulso eléctrico en los órga-
nos sensoriales peiiféricos. Estos impulsos eléctricos son transmi- .
¡, o . .·- • evidentes. 1
estas forma
tidos a lo largo de las vías sensitivas a los centros cerebrales. Con í: 1 o
En las h
aparatos de registro apropiados (computadoras pro mediadoras) la ·, • • 1 1. • •
actividad eléctrica evocada (o provocad a) en los centros nerviosos dependiend
por la estimulación periférica puede ser registrada y analizada. normales o
Los potenciale"s evocadOs reflejan, entonces, la actividad neuronal longado.
a través de la vía estudiada, tales como auditiva, visual y sorna to• Fig. 15·66. Potenciales evocados auditivos de corla laten cia, Los P.E
sensitiva. De esta manera posibilitan localizar la región del siste- del tronco encefálico, normales bilateralmente. La estimulación cefalia.
ma nervioso afectado por una enfermedad neurológica. del oído derecho produce ondas I a VIII, con tiempo de conduc- En paci
ción central de (TCC) de 3,9 mseg. (normal hasta 4,2 mseg.). La de corta la
Clasificación de los PE.: Una primera clasificación de los estimulación del oído izquierdo también produce ondas J a VII, cefálico. Ya
potenciales se puede hacer en base al tiempo que tardan estos en observándose que las ondas IV y V se fusionan, variación nor· permiten d
producirse después de la estimulación. Así se los puede clasificar mal , formando el complejo rv.v. Se superponen dos gráficos para gánica . En
como de corta latencia (de 10 a 15 mseg.), mediana (50-100 mseg.) demostrar que las ondas son reproducibles. La audiometría por dos, aunqu
o larga (150·250 mseg.). En general, los potenciales que se produ-
cen en los primeros 250 msega. dependen de las cualidades del es-
respuestas eléctricas para sonidos agudos es normal. ws P.E
de la fosa ¡
tímulo y del estado de la vía estudiada. Est-0s potenciales estímu-
lo-dependientes, entonces, son considerados neurológicos, pues se
alterarán si la vía se halla afectada. Los que ocurren después de La onda I corresponde al potencial de acción del nervio audi-
los 250 a 300 mseg., en cambio, pueden va1iar de acuerdo al esta- tivo, en su porción intracanalicular. La onda II se origina en· el Potencial
do psicológico del paciente. Estos potenciales son considerados psi- nervio auditivo en su porción extraósea. Las ondas IV y V se su•
cológicos o perceptuales (cognoscitivos). ponen provienen del lemnisco lateral y del colículo inferior. Para la
Finalmente, si el electrodo que capta al potencial se halla cer- Las ondas VI y Vll son inconstantes, a menudo ausentes, y se nea media
ca del origen de éste, se habla de potenciales de campo cercano originarían en el télamo y en la radiación auditiva. La onda ![! han utiliz,
(near field). Por el contra.iio, si el elect.rodo se halla lejos del ori- se origina en el complejo olivar superior. Las o·ndas IV y V a me-
gen del potenci al, se habla de potenciales de cnmpo alejado o dis• nudo se fusionan , constituyendo entonces el complejo IV-V.
!ante (far field). Ejemplo del primero es el visual. Ejemplo del se- Considerando que estos potenciales no se modifican durante
gundo es el potencial evocado del tronco encefálico. el sueño o las alteraciones de la conciencia 1 se comprende la ím- Edad:
Hechas estas breves consideraciones previas, estudiaremos portancia de los mismos para evaluar el estado del tronco ence- S' 6 añc
los potenciales neurológicos de las vías auditiva, visual y soma• fálico en pacientes en coma o en traumatismos cráneo-encefáfi.
tosensitiva. CORTA
cos.
LATEKI
8 5 dB
Tiempo de conducción central (T.C.C.): El tiempo de con- ,,ooo
Potenciales evocados auditivos (P.E.A.) ducción del estimulo en el tronco encefálico se determina me-
diante la diferencia de latencia entre las ondas I y V. Esta dife,
Consideraremos solamente los potenciales que se producen rencia normalmente no supera los 4,2 mseg. Si el T.C.C. se halla oído
en los primeros 10 mseg. que siguen al estímulo, llamados de prolongado puede inferirse que existe una alteración en el tron- hqul,
corta latencia, tempranos o bien del tronco enc.e(álico, por prove• co encefálico.
nir de esta estructura central.
Se pueden obtener estimulando ambos oídos a la vez, o bien Aplicaciones clínicas de los potencia les evocados audi-
cada uno separadamente. Como electrodo de registro se utiliza tivos de corla latencia.: Los P.E.A. del tronco encefálico son de
uno colocado en el vértex, referido al electrodo auricular ipsilate- utilidad en la evaluación de la audición cuando los métodos con-
ral al oído estimul ado. Como estímulo se utilizan sonidos de bre- vencionales no pueden ser utilizados, como en el caso de débiles
ve duración ("clicl,s") con una intensidad de 75 u 85 dB. mentales o niños pequeños. Asimismo son de utilidad en casos mé-
Los P.E.A. de corta latencia están constituidos por una serie dico•legales, en que se necesita objetivar el déficit auditivo.
de 7 ondas, de polaridad positiva en el vértex, designándoselas Los tumores de la región pontina y del mesencéfalo alteran
con números romanos (fig.15-66). Estas ondas se originan en el Fig. 15-6'
los potenciales evocados auditivos de corta latencia. En estos ca•
nervio acústico y en los núcleos del tronco encefálico. ciales evo
sos se suele econtrar sólo la onda l.
maneras.
En ia investigación de pacientes en quienes se sospecha un
ondas I y
* Dr. Enrique A. DE LA MONICA tumor del acústico, los P.E.A. de corta latencia tienen una de sus
NEUROLOGIA 1587
~ n,:.-~----
varse la onda I alterad a, en unos casos. En otros, en cambio, se CORTA
observa solamente la onda l, con ausencia de las demás. Pueden
también estar todas las on das presentes, pero con tiempo de con -
LATENCIA ~ 11 , IVV r:.i
85 cm
ducción central prolongado. En otros casos puede observarse so- ~ 2000
10 mst¡ 1
lamente las onda s I y V (fig. 15-67).
En la mielonolisis pontina, lo~ PE.A. de corta latencia mues-
tran prolongación de las latencias, o bien ausencia de las ondas oíd o T CC: 3.4
11 a IV. hqulerdo
Los P.E.A. del tronco pueden estar alterados en muchos pa-
cientes con esclerosis múltiple, pudiéndose así poner en evidencia ,. . . .. .
', •
1
..· .
• 1•
~
• .
normales o eventualmente con tiempo de cond ucción central pro• Fig. 15-68. E11 la esclerosis múltiple los potenciales evocadas .
longado. audítiuos del tronco encefálico se alternan de diversas maneras.
Los P.E.A. son útiles para evaluar la evolución de una hidro- En este caso se observ a que la diferencia de latencia del tiempo
cefalia. de conducción central, entre uno y otro oído, es de 1 mseg, cuan-
En pacientes en coma, el estudio de los potenciales evocados do esta dife rencia no debe superar los 0,2 mseg. La clifer encia de
de corla latencia permite determinar la integridad del tronco en• latencia entre un o y otro lado es a expensas del lado derecho de
cefálico. Ya que no se modifican por causas metabólicas o tóxicas, la vía.
permiten di ferenciar estas causas de una lesión estructural or-
gán ica . En casos de mu erte cerebral, los P.E.A. se hallan aboli -
dos, au nque a veces puede aún detectarse la onda l.
luminoso puede ser difu so (estroboscopio) o estructurado (cuadri•
Los P.E.A. se utilizan en el monitoreo quirúrgico de un tumor
látero blanco blanco l' negro reversible). Este consiste en un da-
de la fosa posterior, para evitar dañ ar el tronco encefálico.
mero en el cual los cuad rados negros se torn an blancos y los
blancos negros, alternativamen te. Para ello se coloca al paciente
a un metro de un televisor que produce este estímulo. E s el mé·
Potenciales evocados visuales (P.E.V) todo que se utiliza en la actualidad, pero el estroboscopio se si•
gue utilizando en casos en que el paciente no coopera (éste debe
Para la obte nción de los PE.V. se colocan electrodos en la Jí. fijar la vista en el centro de la pantalla) o como complementa del
nea media occipital y a cada lado de la misma. Como estímulo se damero en algu nos casos dudosos.
han u tilizado diversas fuentes de luz. Básicamente, el estímulo Se pueden estimular ambos ojos a la vez o bien cada ojo por
separado. Se promedian 100 estimulaciones.
La amplitud y latencia del P.E.V. se halla relacionada co n· la
frecuencia e in tensidad del estímulo. A una frecuencia de l ó 2
Edad: o(do estímulos por segundo se obtiene el potencial denominado "tran•
s 6 años derec_
ho si torio" (transient). A una frecuencia de 10/seg. se obLiene el po-
~
n
CORTA tencial denomi nado "continuo" (steady). En nuestro medio se uti·
1
LHEKCIA 1 li za una frecuencia de la 2 por seg. y es el qu e consideraremos
85 d8
aquí. (Lransitorio).
:12 000
10 mu9 , Complejo N-P-N. La estimulación de un ojo por medio del da•
mero reversible produce, en la línea media occipital y a cada la do
o ído de la misma, un potencial relativamente simple, caracterizado por
h:qulerdo una onda de pola1idad positiva denominada Pl00 ó Pl, cuya la -
neurlnoma tencia oscila en los 100 mseg. De alú su denominación de onda
7 Pl00. Previa a esta onda se detecta una negativa, denominada
, ~ del acústico
Nl, y luego otra también negativa denominada N2 (fig. 15-69).
Como ya dijim os se estimula cada ojo por separado, primero
~ ~ IOmwo,
, con campo completo (14') y luego con campo reducido (5°). Esta
última estimulación es principalmente macular (fig. 15-70). En
la esclerosis mú ltiple se hallan a fect.adas principalmente las fi.
bras macul ares, de allí que a veces se detect.a mejor la anomalía,
Fig. 15-67. New-inoma del acústico. En estos· casos los poten- estimulando con 5'.
cia les evocados auditivos de corta latencia se alteran de diversas
maneras. En el que aquí se presenta se obtienen solamente las Estimulació11 de medio campo 1,ísua.l. Como ya vimos, al
ondas I y V, con t iempo de conducción central prolongado. estimulaf con campo completo u n ojo 1 se produce una onda positi-
1588 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICIN A 11,TERNA
~];~~ º~~~
contralaterál al medio campo estimulado registrarian mejor la
respuesta que los ubicados en el henúsferiao ipsilateral . El cono-
cimiento de esta rt!spuesla paradojal es, ciertamente, esencial pa-
r? la in terpretación de los potenciales evocados visuales en pa-
cientes con patología de la vía óptica.
"º
Var-iaciones de vol/ aje. A diferencia de las latencias de los Fig. 15-69. Pult:::;ci:1Jcs ے.'aC'rdns 11isun!es normales. La estimu~
potenciales evocados visuales, en es pecial de la onda PI que tie- !ación del ojo izquierdo (A) por medio del darnero reversihk pro-
ne sus valores fijos (para cada laboratori o), los valores de los vol- duce ondas N1, Pl y N2, en la línea media occipital y a cada lado
t.ajes son muy variables y de allí las dificultades para establecer de b misma (A'). Lo mismo ocurre estimulando el ojo derecho (B
a normalidad en base a ellos. Se acepta, sin embargo, que el vol- y B'). El eleclrorretinograma (ERG, parte superior de la figura)
taje es anormal si es menor de 2 uV Como la amplitud en los su- se obtiene estimulando po r medio del estroboscopio y colocando
el electrodo activo sobre el párpado del estimulado. Se produ ce
jetos sanos es muy similar para la estiruu lación de cada ojo, en
así una onda-E de al to voltaje, en uno y otro ojo.
un caso particular y en el que se investigue una lesión unilate-
ral, la diferencia de voltaje a la estim u1ación de uoo y otro ojo
pu ede adquirir significación. Debe tenerse en cuenta que el vo l-
5'
.,
-'! - ~ 'n :! :
P\(104)
✓·r NI \ N2
250 m ~eg 250 mi eg
Pl(10 5)
(\ .,,,/~
~ \j\ T ig. 15-71. Respuesta "p am doja/". Parte supe rior de la fig ura: la
NI N2 esti mulación de le retina nasal del oj o <lerecho tendría qu e pro-
250 mse g 250mst g ducir res puesta evocada en la línea media occipital y en el lado
izqu ierdo, dada la decusación de la vía. Sin embargo la respues•
Fig. 15-70. Ademas de la eslimu lación de uno y otro ojo con ta se produce en el occipital derecho. La misma respuesta
campo completo (1 -1º) también se estimula con campo redu cido paradoja! se observa al estimularse la retina temporal de l
(5º). En este caso se estimula principalmente la mácula, siendo mismo ojo (parte inferior de la figura). Este fenómeno se produce
la respuesta similar en las latencias pero de menor voltaje. Los por la orientación del dipolo que se genera cuando el estímulo
números entre paréntesis indican las latencias en m.seg. arriba a la corteza correspondiente.
NEUROLOGI A 1589
taje se r educe cuando se h al la dismi nuida la agudez a visual o siories del nervio óptico generalmente producen ausencia de res-
cuando exjsten vicios de refracción. puesta a la estimu\ación (fig. 15-72) o bien, en caso que se obten-
ga respuesta, gran distorción de las ond as. Asi mismo, los tumo-
1'ariació11 con la edad. La latencia de la onda PI se mantie- res del nervio óptico, o la atrofia del mismo, se caracterizan por
ne estable en el adulto hasta la edad de 60 años (55 para algu- ause ncia de respuestas.
nos investigadores), en que comienza a prolongarse. Esto se de- Los P.E.V. se utilizan en los traumatismos craneoencefálicos,
bería a desmielinizaciones segmentarías de la vía óptica o bien a con o sin fracturas , cuando se sospecha que se ha lesionado el
una disminución de la mielinización con el progreso de la edad. nervio óptico. Especialmente en casos donde la clínica n'o es de-
La ampli tud, en cambio, no se afect.a con la edad. finit.iva, las respuestas pupilares ambiguas, y en casos médico-
legales.
Electrorretinograma (ERG). La obtención del ERG es un Puede deci rse que desde la introducción de los P.E.V. en la
requisito previo para evaluar los P.E.V. cua ndo ésto_s son anor- práctica clínica se despertó el interés para poder utili zarlos para
males. detectar defectos del ca mpo visual. Las alteraciones halladas en
El ERG computarizado se obtiene colocando un electrodo en el 1 las rcspu~~tas evocadas son caract.€:rísticas del tipo de defecto
párpado inferior o cerca del ojo. De esta manera, utilizando la luz del campo ,,isual y no específicas de la condición patológica sub-
del estroboscopio como estímulo, se obtiene una amplia onda-b yacente.
\fig. 15-69, parte superior) en una base de ti'empo de 100 mseg. En las lesiones del qt:iasma óptico produciendo hemianopsia
biternporal se produce una asimetria de respuesta denominada
Aplica.ciones cli11.icas de los potenciales evocados visua~ "cruza~a". Cuando la le~ión 1 en cii.rnbio, es retroquiasrnática, el
La estimu- les. Los P.E.V. se hallan indicados cuando existe una alteración vi- registro muestra una asimetria no crnzada (fig. 15-73). Estas
ersibk pro- sual sospechosa de miginarse en el S.N.C. respuestas se obtienen estimulando el ojo con campo completo.
a cada lado Ta.mhii>n se hall an indicados en l~s enfermedades desmielini- Si bien los P.E.V. detectan fáci lmente defectos del campo vi-
, derecho (B zantes, con o srn manifestnciones rlínicas visuales. sual, el método no supera a la campimetría del oftalmólogo. No
le la figura) Las enfermedades desmielini za nt.es st ca raa-2 r1z.an pnr pre- obstante, el método adquiere valor cuando se sospecha un déficit
y colocando sentar bloqueo de 18 conducción de la s fibr as del siste ma nervio- ú1u,·i,,;.2'. ~-' n,:, 0rránico. Además, en algu nos casos, las alteracio-
Se produce so central. Cuando la <lesmielinización no es completa no se pro- nes del campo v1s ua.l .i-11...c-c: ·:11 ~:: '. -~:.- ' ,.i,,, en foima temprana
duce bloqueo de la conducción pero las fibras condocen a veloci- al com.iénzo de la enfermedad cuando aú n r! •·
1
0 -.~ -.--.hr, :- •
_ _ _
1
dad disminuida. De esta manera, los PE .V. pueden estar aboli- existencia. Si la lesión es cortical y afecta ambos lóbulos occ1p1-
dos o bien presentes pero con late ncia prolongada. tales, no se obtienen potenciales.
Dadas las dificultades que ofrece el diagnóstico temprano de Se ha observado que e:ciste desmielización segmental acompa-
la esclerosis múltipl e, los aportes de los mé todos auxiliares de üando la degeneración progresi va de los axones, en la ataxia de
diagnóstico adquieren cierta relevancia. Friedreich. Los PE.V en estos casos demostraron ausencia de res-
En la neuritis óptica unilateral es característico que se pro-
longue la late ncia de la onda PI más allá de sus límites no rma-
les. La prolongación de la latencia de la onda Pl puede persistir
después de que el paciente recu pera la agudeza visual. La con-
clusión de este último hecho es que el método del damero rever-
sible es muy útil para objetivar lesiones residuales del nervio óp- Rep , 1, 8/seg.
tico, además del importante aporte a la clínica en el periodo agu- :E, 10 0
do. La prolongación de la latencia puede persistir hasta 5 años 50- 100 Hz
des pués de la recuperación. edad:
18 años
Dado que la esclerosis múltiple produce frecuentemente alte-
raciones visuales, es de anticipar que producirán alteraciones en
PEV. Pero más importante es señalar que las alteraciones de
,:'.' " ocmTi r aun en pacientes sin signos clínicos de O JO DERECHO
~
importan te para su estudio. 1,fo podemos dejar de menciona r
·a que pro- aq ui que las demoras en las late ncias de los PEV no son especí- PI-N2 , 3,9 J'V-
en el lado ficas o exclusivas de la esclerosis múltiple ya que las mismas de- N1 N2
a respues- moras pueden encontrarse en alteraciones del nervio óptico por
respuesta t!i-..1.;nt15 etiOlogias. 2S0 m s cg
1poral del Las compresiones del nervio óptico producidas por tumores
se produce hipofisiarios se asocian generalmente con alteraciones ·bilatera- Fig. 15-72. Compresión del neruio óptico por un quiste suprace-
1 estímulo les. Los meningioma, del ala del esfenoides o tumores basales, lar y fronifil derecho. La estimulación del ojo izquierdo produce
en cambio, se asocian a alteraciones unilaterales. Est as compre- · potenciales e,·ocados visuales normales.
1590 SEMIOLOG IA, SEMIOTECN IA Y MEDIC INA INTERMA
MIEMBRO
j (N9} , 10,7
OJO DER / \
37 o
/¡ J \',,,,
.,,,1,,¡ .. ,.
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s .100 Hz Edadl
SUPERIOR
DERECHO
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•: -:;j' J8 ~ z l años
CVll·FpZ ~
.~.'.,º'z~ j (N14l,13.9
~\': ERG PEV
C3·Fp2
A'
JO ms og
Es ·
vio mediano), o de los miembros inferiores (nervio tibia\ poste- En las lesiones del tronco encefálico se prolongan las late n- Fig. 15-
rior). cias de los P.E.S.S. bilateral mente. En estos casos, si se desea sa- ano pro
ber que lado se halla más a lterado, los potenciales evocados au- de Erb
Aliembr·os superiores. La vía se estudia colocando electro- ditivos de corta latencia so n los indicados. estimul
dos en el plexo (punto de Erb), en la VII cervical y en la corteza Los P.E.S.S. son de utilidad en el estudio de los pacientes con N20 COI
post-rolánd ica contralateral al miembro estudiado. Se estudian esclerosis múltiple, hallándose afectados (profongación de las la- de la ví
ambos mie mbros independientemente, Normalmente se obtie- tencias) en un elevado porcentaje, aun cuando no esté afectada co clíni-
NEURO LOGIA 1591
j\·
DERECHO cal Activity Mapping"). El término mapeo es un neologismo sien-
Cz.FpZ ,/lv-~,"'V_ do más correcta 1a denomi nación simple de mapas o cartografía
de la actividad bioeléctrica cerebral.
P18 1C0r:m t El mopeo consiste en exhibir, como en la cartografla de los
t
(B ) geólogos, en forma topográfica la actividad cortical captada por
l1LS · ~ ~
..... ,, " ' P3 5 MIEM BR O los electrodos. Para ello se utilizan 21 electrodos aclivos y una
1 INFERIOR referencia. Se utilizan, ,:,omo mínimo, 21 canales electroencefalo-
IZQUIERDO gráficos (Fig. 15-77). Se representan 5 b:,ndas del EEG: delta,
CZ•FpZ1,,/ " · \ / V \ : ;
theta, alfa, beta 1 y heta 2 (Fig. 15-73). Algu nos auto res subdi\~-
100 ll!Stf
den la acfrcidad alfa en alfa 1 y <:/fa 2. De esta manera debemos
A tener en cuenta una primera preca ución: la nomenclatura en
computación del EEG (en este caso ma peo) no es la misma de la
electroencefalografia convencional o analógica.
ESTIMULACIOH DEL TIBIAL POSTERIOR La señal bioeléctrica espontánea (EEG analógico) captada por
Fi;;:. 1:-,.-:- ,-). L, , ...;//11,:d.·,,--:,;11 ,!,.' !i!-.ia / J)u,..;f,Tiul' ,!, ,-, '/¡,, · -\ ; ,,,.,,. los 21 electrodos en un montaje de reforeucia común (generalmen -
duce 011da PJ8 en la médula (Ll-L5J y onda P35 "' lo . ,,,-/cza te se usa corno referencia la unión de ambos auriculares) pasa por
iCZ-FpZJ. Lo mismo ocurre al estimul ar el nervio tibial pusteri- la cornput.adora por una serie de procesos tales como conversión
or izquie rdo fB). analógica/digital (A/D) por la cual la señal (EEG analógico) es con-
vertida en valores numéricos, a partir de la cual la computadora
puede operar. Para ello la computadora utiliza "bits". Bits es el nú-
mero de dígitos binarios (ceros y unos). Cuanto mayor es el núme-
la sensibilidad . También puede observarse , en estos casos, aboli- ro de bits, mayor será la exactitud de la conversión A/D. Final-
ción del potencial (fig. 15-76). mente) por el método de la interpolación se obtiene el mapeo cere-
En la epilepsia mioc!ónica es conocido el hecho que los P.E.S.S. bral, o mapa te mporal-espacial.
son de elevado voltaje, conservando latencia normal. fu>imisrno Los ma pas cerebrales pueden observarse en tiempo real, lo
son de elevado vol taje en la epilepsia parcial contin ua. cual es útil en .el monitoi-eo quirúrgico, o bien almacenarse el re-
Se ha observado que los P.E.S.S. son anormales (latencias pro- gistro y luego, off line (tiempo diferido), hacerse el mapeo. Este
longadas) en el Charcot-Marie Tooth, en la ataxia de Friedriech y es el método que utilizarnos nosotros. 1
en las degeneraciones e·spinocerebelosas de comienzo tardiu.· El mapeo es una extensión del EEG analógico (o c01wen•·' ··
En los pacientes en coma, los P.E.S.S. se utilizan para determi- na!), que provee mayor información que la quP e,. - _ __ .,,J(!'! i1€ r
nar el estado de la vía hasb la cortezJ. Asimismo se utilizan en ca~ por el examen vis ual del tr:na,; 0 ~ . .... 1~0. Pero como el ma-
1
sos <le muerte cerebral, donde se constata que se hallan abofü1os pco es una exten.,.,;. •. · • co1lvencional se debe ser prim ero
_ .___.
1
A
B
T1 F3 FZ F4 T2
9 10 11 12 13 T3 C3 CZ C4 T4
Ai 14 15 16 17 18 A2 A1 TS P3 CZ C4 T6 A2.
19 20 21 01 oz 02
Fig. 15-77. Pa ra el mapeo de la actividad bioeléctrica cerebral se utilizan 21 ca11ales (A), co11 la ubicación de los electrodos scgú11 se
observa e11 (B). El sistema de registro es de referencia común ("monopolar"), siendo ésta, generalmente, la unión de am bos electrodos
auriculares.
100 . 0
83 .o
DELTA THETA ALFA
66 . 4
49. 8
33. 2
16 . 6
m1n1-r.10 O. o
BETA 1 BETA 2
Fig. 15-78 . El ma peo se hace en forma individual de cada banda del EEG: delta, theta, alfa y beta (ésta última se la ha subdividido en
beta 1 (14 a 21.5 Hz) y beta 2 (22 a 30 HZ). Estas 5 bandas aparecen simultáneamente en la pantalla del monitor de la computado-
ra , en colores. Los colores indican el procenb,je de amplitud en cada región del cerebro, de acuerdo a la escala cromática adjunta.
NEUROLOGIA 1593
Fig. 15-79. Distintos tipos de artificios: artificio por movimiento ocular (A); por actividad muscular (BJ; y por electrodo (C).
A2
Tanto el mapeo del EEG como de los potenciales evocados, (TIA) el EEG de rutina es normal al examen visual. En el ma-
pueden ser fotografiados del monitor o bien ser impresos a tinta, peo se ha observado un 70 a 80% de anorm alidades (por ej. asi-
con los mísmos colores, en una impresora. El informe del mapeo me tría alfa con los ojos cerrados que luego varia cuando éstos
se acompaña de uno u otro método. se abren).
No se han comunicado falsos resultados positivos en los rna-
peos.
Aplicaciones clínicas
Electro miografía
(C)
.,,
HAPEO ELECTROENCEFALOGRAFICO DE AMPLITUDES j í il
l.U
il'V~ ~ "v-~ ~ ,
fr2
~v'-./\,~rA._,
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!lhd1ld,11l1111 .. l1.11.ic1111,1IIJl,~.,1.fm ... 11, ....,. -+ Oclt,: \29.'i] 17 .u /. ,¡
zn-
"' l Thota: 23 .9 ¡¡
Alfa: 16 .5 29 ,0 X
X
·,.,
Beta 1: 10 .7 23.4 X f
llet• 2: 13 , f, 5. 9 X
Fig. 15-81 Pacie11te co11 depresión unipolar. Las dos líne,s verticales muestran el período mapeado. El mapeo muestra exceso
· de la actividad delta en la parte anterior del lóbulo izquierdo.
1596 SEMIOLOGIA , SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
imo, pues la tendencia era llegar inmediatamente al trazado mo consecuencia un carácter polífásico de los potenciales de ac-
mix to. La segunda línea muestra el esfuerzo máximo del ción.
paciente, que producía una muy escasa fuerza. L~ sintomatología electromiográfica de las neuropatías y
miopatías, puede sintetizarse en los tres ejemplos de informes,
correspondientes a casos típicos.
La miotonía, característica de las enfermedades de Thomsen
res. No es pues, patología de unidades motoras sino patología de y de Steinert, tiene una manifestación típica en el electromiogra•
fib ras musculares aisladas. La cantidad de axones -es decir, de ma. Ella consiste en una descarga repetida de potenciales gran-
unida des motoras- es norm al, pero cada una de ellas ha perdido des y frecuentes, con variaciones que hacen que su son ido - me-
una cantidad de fibras, por lo que res ulta más pequeña y más dé- diante el altoparlante del equipo electromiográfi co--- recuerde al
bil que lo normal. El trazado electromiográfico debe mostrar po- de un "avión en picada".
tenciales de acción más pequeños que los normales para ese En !u miasteniu, eufermedad caracterizada por un bloqueo de
músculo, que aumentan su frecuencia de batido y reclutan a tipo competitivo de las placas motrices, con la consiguiente debili-
otras antes de lo normal. El reclutamiento suele llegar por lo dad muscular, rl califirati;·o <le as.tenia-a diferencia de parésia-
tanto, a la inteiferencia co n esfuerzos peq ueños, indica una fatigabilidad excesiva. En otras palabras, los primeros
NEUROLOGIA 1597
Los filetes nerviosos intramusculares se muestran, en las partes del cuerpo; en otras palabras: angiomas en varias vísce- les" y ma
neuropatias, con deformación de los axones, desaparición de los ras y piel. Si bien estos angiomas suelen calcificarse, su opaci- sistema d
mismos, degeneración de la mielina, proliferación de las células dad radiológica no siempre alcanza para ser visible en una ra- nador pa1
de Schwann o del conectivo, etc. A pesar del nombre tradicion al diografía simple. En algunos, en cambio, el mecanismo patológi- imagen d1
de "polineuritis'\ los signos inflamatorios auténticos son excep- co, que desconocemos, lleva a un depósito importante de calcio. La ex¡
cionales en ellas. El ejemplo más conocido es la enfermedad de Sturge-Weber-Di- bode ray<
Las "miositis" se muestran histológicamente corno afección mil!i. En ella se observa un ramillete de vasos con doble contor-
plano per
del intersticio (en especial como infiltrados inflamatorios) y de- no, siempre en la región occipital. Como expresión de disgenesia
tajadas d,
generación y necrosís del parénquima. concomitante, estos pacientes tienen, además, un angioma fa-
El estudio químico e histoquimico y con microscopio electróni- cial en territorio limitado al de una de las ramas del nervio tri- Cada
co de material de biopsias ha progresado en los últimos tiempos gémino. Hounsfiel
no tablemente y no sólo ha profundizado nuestros conocimientos Las fracturas del cráneo sin desplazamiento de sus porciones, guado coi
sobre las enfermedades y síndromes conocidos, sino que ha reve- requieren buena calidad radiológica y especialmente una adecua- so; Opan
lado la existencia de afecciones hasta hoy desconocidas. da incidencia del rayo central; de allí que rara vez sean reconoci- sustancia
das las fracturas de la base, en las que sólo el azar puede hacer densidad
coincidir al rayo central con el plano de la fractura (que, además tinguen 1
Neuroradiología suele no ser rectilínea) y, además, permitir reconocerlo en medio La ve·
de la infinidad de líneas y perfiles de esa región. superion
Radiografía simple En la calota se plantea a veces la diferenciación entre un lra-
Por ej
zo de fractura y un surco vascular. Para ello, deben tenerse en
La radiografía simple del cráneo (fig. 5-1 y 5-2) provee infor- cuenta los tres hechos siguientes: a) los vasos suelen tener tra- el wind°'
mación sobre las estructuras óseas, pe1:o no sobre el cerebro, que yecto sinuoso, nunca rectos ni con desviaciones angulosas, como detalles 1
es transparente a los rayos. La incorporación de sustancias de son siempre las fracturas , b) los vasos (ramas de la arteria me- Hay,
contraste radiológico al espacio subaracnoideo, ventrículos y va- níngea media) se dirigen siempre hacia arriba y atrás. Si el tra-
sos los hace visibles y de ello pueden inferirse ciertas formas pa- zo tiene claramente otra dirección, seguramente no es vascular,
tológicas del encéfalo, que se exponen más adelante. e) las fracturas tienen a veces una patognomónica "isla~ en su * Ores.
NEUROLOGIA 1599
trayecto. Ella es consecuencia del hecho de que la tabla interna Anatonúa No1mal con TAC (Foto 15-84)
y externa de los huesos de la calota se fracturan en general, un a
enfrente de la otra, superponiéndose así sus respectivos trazos. Los ventrículos cerebrales son estructuras que presentan
Pero a veces en algún lugar del trayecto, un a desviación lateral densidad OU.H. o sea de tono oscuro: El cuarto ventriculo ocupa
de una de ellas, que vuelve enseguida a su lugar, hace que se la línea media de la fosa posterior y es de aspecto redondeado con
vean en ese lugar dos líneas que envuelven a una "isla". dos recesos laterales. ·
El estudio radiológico simple de un traumatizado del cráneo El tercer ventriculo es alargado y central con un diámetro de
requiere a ·veces varias radiografias ~azarosas o dirigidas~ en 2-3 mms. A los lad os, los ventiiculos laterales tienen una prolon-
busca de la inciencia útil. Se recordará, por supuesto, que la par- gació·n para cada lóbulo temporal, frontal y occipital Su confluen-
te del cráneo que está apoyada contra la placa radiográfica, será cia se llama trígono y hacia arriba se continúan con el cuerpo.
la que dé imagen más nítida, qui zás la única nítida y aprovecha-
ble.
En la columna vertebral, una buena calidad e incidencia pue-
den mostrar, aparte de los cuerpos vertebrales, la mayo r parte de
los elementos del arco poste,ior
En el interior de cada ventricu lo se proyectan los plexos co- ubicados en la fosa posterior.
roideos, que se ven como imágenes serpininginosas <le mayor El seno recto (que trae la sangre desde la zona profunda ce-
de nsidad que el liquido cefaloraqu ideo que los rode . rebral al conectarse con la vena de Galeno) está ubicado en la li-
Los espacios subaracnoideos también visibles, de la misma nea media del ten tori o y se reúne con el seno longitudinal supe-
dens id ad que los ventrículos, delimitan los espacios entre cada rior y los senos laterales en la llamada prensa de Herófilo ó Tor-
circunvolución o gírus, formando adem{1s espacios estrechos de- cuk .
no minados cisuras (de Rolando, de Silvioi , surcos (su pra¡rnrie tal, Los leptomeni nges (aracnoides y piamadre), normalmente no
supracalioso, etc.) y cisternas (supraselar1 ponlocerebelosa , cun- se ven. Cuando están enfermas por procesos infl amatorios, vas-
drigemina, etc.). Estas presentan numerosos finos tabiques con culares ó tumorales, se opacifican Juego de la inyeción de medio
aspecto de tela de anla (aracnoides/ que las divide n en cmuparti- de contraste al desarrollar un a neovascularización que no posee
mientos separados por !os que transcu rren los vasos cerebralt's. banera hematoencefalicas (B.H.E.) Los infartos y hematomas al
Estos es pacios aracnoi<leos acompañan a las arte1ias cuando pe- igual que los lechos quinirgicos se opaci fica n por la misma ra-
netran la masa encefálica, clenominados espacios perivcl.sc ulare5 zón, entre la 2da. y la 4ta. seman a. Los tu mores, granulomas y
de Virchow-Robin. La sustancia gri s se ubica en la corteza opa- abscesos se opacifican, al desarrollar una neovasculaiización sin
lliurn cerebral y cerebelosa y además en los núcleos o ganglios ba- B.H.E
sales (caudado, putamen, globus pallidus y tálamos/ y en los nú-
cleos cerebelosos (festisius, globoso, emboliforme y dentado ). Tie- Imágenes Patológicas. La patología encefálica puede verse
ne una densidad de 43-45 U.H. mientras que la sustancia blanca espontáneamente {sin inyect3r contraste iodado endovenoso)
:)3-3 5 U.H., por lo que se la ve más obscura. cuando son a) hipervasc ularizadas, bl con densidad celular alto
La Hoz cerebral o falx y la cerebelosa o tentorio son prolon - c_l con sustancias densas como la n1elanina o mucina 1 d) cu ando
gaciones de la duramadre y pueden calcificarse en forma mode- son he.rnonágicas, e) cuando la rodeo edema , que al ser hipoden•
rada en personas adul tas. so le.s resalta, fl cu ando se calcifican.
La hoz divide los hemisferios cerebrales y presenta en su sec- Normalmente se opac1fican post-contraste además de las ar-
tor posterior en contacto con la tabla interna pa rietal y occipital, terias y las ve nas, los plexos coroideos, la glándula hipófisis y la
una zo na de aspecto triangular en los cortes axiaies y corona les pineal por no tener B. H. E. Ls TAC helicoide] permite un estu-
que corresponde al se no longitudin al su perior que normalmente dio en pocos segundos de todo el cráneo con posibilidad de efec-
se opacifica en su lotaliclad luego <le la inyección de contrasle , tuar reconstrucciones t.ricErnensio nales del cráneo de gra n utili -
haciéndolo parci.:,,lmente en casos de trombosis . dad en 1as cirug ía plá sticél de las malformaciones óseas y ta m-
El ten tono separa a los lóbulos occipi tales de l cerebelo, bulbo bién de las ru-terias y venas encefálicas compitiendo con la angio-
raquídeo,protuberancia anular y el seno venoso lateral que están grafia convencionaL IFig. 15-84 b).
A B
Fig. 15-85. a)Hematoma extradural agudo As pecto cónvexo localizado hiperdenso (flechas) b) Hematoma subdural crónico
' bifrontoparietal a predominio izquierdo (flechas).
ÍI
NEUROLOGIA 1601
Jnico Fig. 15-86. Hematoma intracerebral lenticulocapsular Fig. 15-88 Hemorragia subaramoidea a ni vel de las cistern as
hipertensivo (flecha) basales (flechas)
1602 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA I1-ffERNA
¡ i'1! J, .
j ¡t
l i
¡1
¡I 1
tal con aumento de la sobrevida .El tipo 2 con edema e infiltra- Los neurinomas del acústico son turnare sólidos con compo-
ción periférica y el tipo 3 que corresponde a una forma difusa nente quístico centrados en el cond ucto auditivo interno. (F.15-
donde en todo el volumen patalógico se encuentran células glio- 98). Los neurinomas del resto de los pares craneanos se situan
matosas intercaladas con tejido normaL en el recorrido de los mi smos .
Este último tipo muchas veces no se opacifica con el contras- En el micronadenoma de hipoftsis (<de lcm.)_ se ve imágen
te y si n embargo es de mal pronóstico. hipodens a post contraste (Fig. 15-99). Rara vez son hiperdensas.
¡;
r
F,g. 15-9G Malformación a1teriovenosa postcontraste. Imágenes Fig. 15-98 Neu ri noma del acústico derecho postcontraste con
serpiginosas debido a dilataciones venosas. porción quística.
Los rnacrondenomas pueden s~r intra y suprasela res (Fig. 15- duloblasloma como lesión ce ntral, ya que se origina en el te-
1001. cho de l cua rto ventrículo y con opacificación moderada ó leve
Las lesiones tu morales de fosa posterior en los niños tie- post-contraste. Los ependimomas con ubicación centra l, zonas
nen caracte rísticas que pueden predecir su histología . El me- quísticas, calcificaciones y pequeñas hamorragias. Los glio-
Hidrocefalia s y A,-/rofias. La hidrocefalia es una dilata- Fig. 15-100 Macrodenoma hipofisiario con extensión su praselar
(flechas)
ción del sistema ventr icular. Puede deberse a en us a obstructiva
intraventicular y se llama hidroce falia interna. Si la causa está
fuera del sistema ventricular se ll ama hidrocefalia externa co-
mo la originada por bloqueo de las cisternas basales por exuda-
dos tuberculosos ó la obliteración de las vellosidades aracnoi-
deas de Pacchíoni en caso de hemorragia subaracnoidea. (Fig. neración vacuolar, mientras que en la enfermedad de Pick se
15-104) Las hidrocefalias se delimitan co n claridad como así prodfucen atrófic as localizadas habitualmente fronto-tempora-
también los llamados signos de evolutividad que son hi podensi- les.
dades alrededor de los ventrículos por pasaje de líquido cefalo- También se ve atrofia difusa en la enfermedad de Creutzfeld-
raquídeo a través del epéndimo, lo que indica h iper tensión agu- Jacob o la producida en gente joven por la encefalitis por HIV, ca-
da y necesidad urgente de una derivación vent1iculai-. (Fig.15- da vez más frecuente.(Fig.15-106).
105). En el Síndrome de Halcim-Atlams o hidrocefalia normoten-
La atrofia cerebral se manifiesta como la dilatación del siste- siva se observa dil atación del sistema ventricular sin dil atación
de los espacios subaracnoideos c,rticales. Esto deb e tener su co·
ma ventricular y de los espacios sub-aracnoideos. En los niños
menores de un aúo hay que ser cautos en este diagnóstico y en rrelación clínica {transtornos eri la marcha 1 incontinencia de
especial si e>:iste tratamiento con ACTH ya que produce di lata-
esfínteres y transtornos en la esfera intelectual) y además mo-
nitoreo de la presión intracerebral que detecta aumentos tran-
ción transito1ia de los espacios sub- aracnoideos qu e cede al sus-
sitorios en picos,· siendo de valor relativo 1a -cisternografia iso-
pender el tra tamiento (hidrocefalia externa).
tópica.
La forma tardía de la enfermedad de Alzheimer muestra
atrofia global co_n compromiso de ambos hipocampos por dege-
1606 SEMIOLOGI A, SEMI OTECMIA Y MEDICIMA IMTERl✓ A
Fig. 15-10
ña de l di
Infecciones. Procesos lnfl.amatorios. Las meningitis tu~ les, ependimitis, ventriculitis que pueden dar zonas adhesivas y
berculosas presentan opacificación de las cisternas basales post- abcesos cerebrales con su centro hipodenso y anillo periférico
contraste -pudiendo obliterar el agujero de Magendie y producir (Fig.15-107). La encefalitis por herpes virus produce lesiones
hidrocefalias y el llamado 4to. ventriculo aislado. edematosas y hemomígicas en lóbulos temporales y en tronco Los linfon
También produce n granulomas redondeados y vasculitis con siguiendo a las ramas del nervio trigémino y sus núcleos de ori- U.H. y su,
isquemias en tenitmio silviano superficial ó en el de las arterias gen. La leu
lentriculoest1iadas. En los pacientes inmunodep1i midos se observan infecciones pava viru:
El resto de las meningitis bacterianas predominan en la por toxoplasma que producen abscesos múltiples con predominio gión tem¡
convexidad cerebral con zonas <le cerebritis, empiemas subdura- en los ganglios basales con un refuerzo post-contraste de 40 UH. ción del a
Las ot
mento act
Fig 15-102) Metástasis cerebelosas (poskontraste) nódulos sóli- Fig.15-103 Metástasis única en fosa poste rior que produjo hidro-
dos y ca vitados rodeados por edema. cefalia supratentorial. Fig. 15-1
NEUROLOGIA 1607
La leucomalacia mu1tifocal progresiva producida por un pa- Chiari, los lipomas, dermoides, teratoma, }as holoprosencefalias,
pova vi rus se ve por hipodensidad de la sustancia bl anca en re- la melf. de Dandy-Walker, la megalencefalia, los síndromes neu-
gión temporo-pa1ietal debido a desmielinización con conserva- rocutáneos, agenesia de cuerpo calloso 1 estenosis de acueducto ,
ción del a,con. lisencefalias sustancia gris hoterotópica son bien delim.i tadas-
1
Las otras ]eu comalacias se observan con TAC, pero en el mo- 1
Fig. 15-106 Atrofia difusa. Dilataciól_l ventricular y de espacios subaracnoideos. Secuela de infarto en núcleo lenticular derecho.
1608 SEMIOLOGIA, SEMIOTE CNIA Y MED ICINA INTERNA
TAC DE COLUMNAVERTEBRAL'
Fi g. 15-108. Mal-
formació n de
Dandy-Walker a)
· Quiste del 4to ven-
trículo (flech a) b)
Quiste del 4to ven-
triculo ( fl echas ho-
rizontales) tentorio
en posición mu y al-
a b ta ( fl echas vertica-
les ).
1,EUROLO GIA
1609
oupado por el Al hern iarse comprimen la grasa epidural (negra) por lo que
su ausencia unilateral presupone lesión ocupante.
;.108. Mal-
ión de
Walker a)
del 4to ven -
(flecha) b)
del 4to ve n-
: fl echas ho·
.es) tentorio
:ión muy al-
has vertica-
. por osteofitosis marginal posterolateral que reduce e1d"1ametro de1 neuro,orame
Fig. 15-110. a y b: Canal estrechado -r n derecho (ílechas).
1610 SEMIOLOG IA, SEMIOTECNIA Y MEDICIN A INTERNA
TI·awnatismo: La TAC es fu ndruucnt.~l. -_ . c1 ar:Sp!aza• Fig. 15-112) TAC con contraste mielográiico (flecha horizontal).
mien tos de las láminas fr;:i ,,1--• · -- _. r· ~ ,.:.: Íción de los frag-me- Compresión del espacio subaracnoideo en un sector anterior.
tos ó2 e0:, (1 ¡:,r• ' -~ -~ v ~IJ 3.L T1.mbién pueden verse las hernias dis- Fig. 15-11
........ ~ t:·J. um.aticas 1 pudiendo detector la he mo rragia como imá-
gen lúperde nsa ya sea a nivel med ular, subdural ó extradural.
(Fig. 15-111 y 15-112). Infec ciones: La espondilodiscitis se manifiesta por eros ión
15-llGl. I
de las plataformas articulares y presencia de abscesos ertradu-
rales que son más extensos .v anterior8s en la tuberculosis que en el mejor€
el resto de las infecciones. lfi g. 15-113). eburnificé
117).
Les iones El.pansivas: En las metástasis osteoplásti cas, ca~
mo las de prostata ó las líticas de mama, pulmón, tiroides se ve
eros ión cortical y/o la invasión del canal. (Fig. 15-114, 15-115 y
Fig. 15-114. Metástasis hiperdensas de próstata (ílechas l. Fig. 15-116. Metástasis con invasión de l canal raquídeo.
15-116\. Dentro de las lesiones beni gnas el osteomas osteuide es Cuando la lesión es infil trativa sin erosionar la cortical, CO·
el mejor es tu diad o ya qu e puede de tecta r el nido dentro de una mo en las enfermedades línfopro liferatívas es tá indicada la R
eburnificación y afirmar el diagnóstico con certeza. (Fjg. 15- M.
11 ?l.
Malformaciones Co11gé11ilas: En las diastomatomielias
permite.identifi car el tabique óseo ó cartilaginoso que divide el
canal raquíd eo. La ausencia de un, pédiculo, la bifidez ·del arco
Las fístulas arteriovenosas y los angiomas se delimitan cla- dos que procuran evidencíar tanto aspectos anatómicos como di-
ramente. námicos o fisiológicos de la impresión clínica, Estas técnicas (An-
En las embolias ó trombosis permite ver la interrupción arte- giografía Cerebral Radioisotópica, S.P.E.C.T. y F.E.T.) (.) se ba-
rial y la falta de relleno distal a la misma. san en la íntima relación existente entre el parénquima nervio-
Los tumores presentan opacificación capilar o las fistulas ar* so y su sistema circulatorio. En estos procedimientos se utilizan
sustancias marcadas, imprescindibles para la vida celular y fár-
teriovenosas que producen.
macos, que tienen una acción selectíva a nivel de las neuronas.
Las masas avasculares solo son evidenciadas por el desplaza-
Permitiendo así rastrear;
miento de los vasos adyacentes.
Hay ciertas malformaciones no visibles por estar por debajo 1) Medidas del flujo sanguíneo cerebral, carotideo y vertebral.
del poder de resolución corno es el caso de las llamadas malfor- 2) Lesiones focales que provoquen alteraciones en la circula-
maciones crípticas dentro de las que se incluyen los hemangio- ción sanguínea o en la B.H.E. (barrera hematoencefálica).
mas cavernosos ó cavernomas, fácilmente evidenciados a través 3) Alteraciones de la perfusión y del metabolismo neuronal.
de la RM por presentar metahemolobina y hemosiderina.
4) Repercusión funcional de un infarto cerebral, sobre el pa-
También debe valorarse el sistema venoso como el seno ca-
rénquima1 con estructura intacta. Pudiendo comprender así:
vernoso, el seno longitudinal superior, el seno lateral, las venas
a - como se producen los mecanismos de sufrimiento celular1
cerebrales internas, vena basal de Rosenthali seno recto, venas
en un área infartada y fuera de ella.
petrosas, para poder descartar trombosis, obstrucciones o inva-
b - qué posibilidades de recuperación tiene un cuadro clínico
sión Lumoral.
por ello provocado.
El sistema carotideo extenw permite estudiar a través de sus
e - cual es la pretendida eficacia terapéutica de anticoagulan~
rarnas meníngeas a los meningiomas, las metástasis meníngeas tes, vasodilatadores, agentes metabólícos y/o antiedematosos.
y las fistulas dorales con comunicaciones directas con senos ve-
nosos. Estas originan estasis venosa y por la hipertensión, ede-
ma cerebral, hidrocefalia e infartos hemorrágicos Las contrain-
dicaciones son los transtonos en la coagulación que puedan im-
{.) S.P.E.C.T. = Tomografía por Emisión de Fotón Unico.
pedir la formación de un trombo en el sitio de la punción femoral F.E.T. - Tomografía por Emisión de Positrones o ~Biofotónica"
o los inherentes al contraste iodado como la insuficiencia renal Fotón= Quantum el€ luz /Cantidad de energía radiante necesaria para an·an-
grave, mieloma múltiple ó antecedentes de reacción anafiláctica car de un ;itQmO, un dc:ctr•nl
al iodo.
tro cefálico, permiten obte ner imágenes digitales de multi nivel y El radionucleido inyectado, generalmenlt por punción lumbar,
análogas de la distribución de esos positrones. en normales pasará a las cisternas basales entre las 2 y 6 horas
Es una verdadera exploración funcional de los organismos vi- posteriores y se verá concentrado dentro de la región parasagit.al
vos. Permite una nueva modalidad de estudiar más íntimamente dentro de las 24 a 48 hs. En la hidrocefalia no comunicante (obs-
la fisiología y muy particularmente la del cerebro en vida. tructi va) puede observarse un pat.rón similar al normal, debido a
que no hay entrad a ventricular del radionucleido normalmente,
l'eu/ajas . - Visualizar una excelente resolución espacial. Sin embargo con aumento de la presión intracraneal puede haber
• Cuantificar el consumo de oxigeno y glucosa de las diferen - obliteración de las cisternas basales y fallas en el movimiento del
tes regiones encefálicas. líquido cefalorraquídeo hacia las convexidades cerebrales, de allí
. Ver la distribución y el metabolismo de neurotransmisores. que en las imágenes de 24 • 48 hs., el radionucleido permanece
. En la enfermedad cerebro-vascul ar, permite delimitar neta- dentro del espacio subaracnoideo del canal cervical .
mente un infarto. Además nos informa sobre la repercusión funcio- Por el con trario, en las hidrocefalias comunicantes se produ-
nal que él determina sobre otras estructuras encefálicas, morfoló- ce la entrada del radionucleido dentro del sistema ventricular.
gicamente intactas. Lo mismo cabe decir para tumores, etc. Ello se puede ver mejor en el úrea de los ve ntrículos laterales, ya
que ellos parecen más grandes y con hiperactividad. En las imá-
Con ello podria explicarse mejor el mecanismo íntimo de una
genes de 24 • 48 hs. persiste el material radioactiyo dando la im- En ca
manifestación dínica inícial, su evolución y posible recuperación presión de "éstasis'i_
ulterior con o a pesar de la terapéutica instituida. protón s
Es decir que el método es útil para determinar la presencia como um
de hidrocefalia comunicante o no comunicante, a presión norm al rección.
Li111itacio11es (Materiales y Financieras). • Alto costo (alre- o aumentada. AJ co
dedor de 2 millones de dólares ) del equipo. Otra utilidad diagnóstica es detectar la presencia de fistul as, vector co
- Costo que se multiplica con los gastos que genera su funcio - generalmenlt tra umáticas, con pérdida de líquido cefalon'aquí- ja energ
namiento. deo por fosas nasales u oídos. A más de la inyección lumbar o cis- 121).
terna! del radionucleido y la obtención de imáge nes precoces y Este
· Implementación de complejos sistemas de seg uridad.
tardías, donde puede visualizarse el trayecto fi stuloso, la coloca- siendo el
• Necesidad de personal altamente calificado . ción de tapones de algodón en las fosas nasales o en el conducto po magn1
- Necesidad de disponBr simu ltáneamente tres equipos: audítivo externo y el hallazgo de una radioactividad aumentada médico,:
a) Un Ciclotrón para la producción de los ra<lioisótopos cuya en alguno de ellos, hace el diagnóstico de fis tula con pérdida de geno es
vida media es ultracorta (minu tos). liqui do cefalon aquídeo. del peso
b) Un Laborato rio de Radioquímica para el marcado adecua- Sorne
do de las moléculas. dró geno
Resonanci a magné t.ica** miento e
c) Un Tomógrafo Transaxial con cami lla flotante.
po libraé
Fue desarrollada por Felix Bloch de la Universidad de Stan- Perpr
ford-USA y Edwad Purcell de la Universirdad de Harvard-USA emite ps
en 1946, para el análisis de la mate1ia por un método denomina• do (frecu
Tomografía por emisión de fotón único do espectroscopia, para lo cual rec_ibieron el Premio Nobel de Fí- menta Ir:
sica en 1952. del Polo
Imágenes de reconstrucción t.omográfica tridimensional por Paul Lau terburg de la Universidad de Nueva 'York, obtuvo en Esto
un registro planar obtenido cada 6', en los 360' del cráneo. Se ha- 1973 imágenes sobre animales. Enh-e 1976-77 Mansfield y Hi n- te la voz
ce con una cámara gamma rotatori a (uno a tres cabezales forma- chaw obtuvieron las primeras imágenes de la muñeca de un AJ ce
dos por 55 fo tomultiplicadores) que permilt ver la distribución hombre. tio orig11
encefáli ca de un radifármaco emisor del fotón (mono-energético La RM utiliza grandes campos magnéticos y ondas de radio- day) que
puro y carente de masa), frecuencia que interaccíonan con ciertos núcleos atórnícos que se Es n•
Presenta las mismas ven tajas que el P.E.T. )' la de usar radio- comportan como imanes giratorios. Normalmente los protones y recilbir 1
fárm acos·de vida media más larga (99mTc) pero con menos limi- neutrones presentan un giro propio que dan un pequeño campo
taciones económicas y fi nancieras. magnético (s pin=giro). Si el número de ello es par estos campos
Desventajas: no permite el uso de radioisótopos con actividad se anulan entre sí y no sirvan para la RM. (Fig. 15-118).
idéntica a la de las moléculas naturales.
Císternografía radíoisotópica'''
Fig. 15-119.
Pequeño campo
magnético (mo-
mento magnético)
resultante del n'
impar de protones
y neutrones.
Contraindicaciones de la RM
Hasta el 7° dia
Hipo
(Meta Hb intraa,lular)
+ Hipo
Hipo
+ Hipo
4"-6(1 semana en adelante
Hiper por
(Hemosiderína)
LCR
t Hipo
NEUROLOGIA 1617
ión de arte·
3. izquierda Fig. 15-1'.24. Angioreson ancia de cuello arterias carótida interna
y exlern a normal es. Fig.15-125 . Glio-
ma que sangró.
Arriba: :a.xi al T2 •
hem atoma re-
calidad tal li ar, o enfermedades predispon entes y patologia de vasos de cue- cien te • Deoxihe-
en caso de llo , fundamentalmente en mag m·.los de a lto campo, trabaja ndo moglobina 24 a
malforma- 72hs ) ílecha.
en conju nto con el eco-doppler.
iesgo fami- Abajo: axial T2-
idem.
Especti-osc~pía:
'
Cua ndo un tejido someti do a un campo magnético alto es es - Dentro de los tres p1i meros dias se transforma en DeoxiHb
timulado con energia electromagnéti ca de radio frecuen cia los lhipoinlesa -gris· en Tl y más hi pointensa ecn T2 -negra· (fig.
m.icleos similares de los difere ntes elementos resonarán con fre- 15-125). Luego hasta después de la primera se man a aparece en
cuencias particulares , permi tiendo su análisis qu i mico. la periferia del hematoma la MetaHb intracelular íl1iper en T l ,
Un an a li zador dr: fre cuencia y un a técnica ll amada de tra ns• hipo en T2). IFig. 15-126).
formación Fomier produce el espectro c.on la exacta locali zación. Luego de apro:ámadamente 10 días o sea entre la primera
Fourier de cada componente en la molécula. Así permite ase gu- y la segu nda sema na la MetaHB es ext.racelular, li bre, dilu ida
rar un a disminución de masa ne uronal en un recién nacido de
Y es hip erintensa en Tl y T2.(Fig. 15-127). Desde la tercera se·
m adre sidót ica que presenta imágenes de RM de alta calidad ab·
mana puede aparecer la h emosiderina que es atrapada .por los
sol uta men te norm ales.
Se está en vías de obtener patrones diagnósticos de las di ver· macrofa gos , pudiendo persistir en forma variable desde m eses
sas patologías intracraneanas. a aiios. IF,g. 15- 122-). Perdiendo además volumen. Estos ca m-
bios son más extendidos en el tiempo y visibles con mayor de•
talle cuando se ubliz an aparatos de alto campo (de] en adelan-
te), lo que contrasta con el acortam ien to de los tiempos en apa·
Resonancia magnética en patología encefálica
rición y durnción cuando hay b•jo campo (0,5T y e n especial
0,02Ti.
Fínalmente: la necrosís debido al hematoma qued a como una
cavidad lle na de líquido cefaloraquidio con astro citosis reparati·
Hem.atomas va y con un anillo de h emosiderina.
Si esta progresión es a lterada es debido a que exist e subya·
En las primeras 12 hs. la hemoglobina se tra ns forma en cente al he malorria una malformación vascular o m asa hipenras·
oxiHb , siendo su se úal ines pecífica lhi pe rintensa en T2 mal deli- culariiada que aporta mu cho oxigeno. (Fig. 15-128). La Metal-lb
mitada l. neces ita un grado intermedio de hipoxi a para generarse.
1618 SEMIOLOGIA, SEMIOTECN IA Y MEDICINA INTERNA
Fig 15-126 . Hematom a por hipertensión en regi ón lentículo-cap- Fig 15-127 He matoma subdural bilateral de 2da a 3 era semana
sular-Melahemoglobina (3er día a 2da sema na ) se la observa hi- de evol uci ón: metahemoglobir.a (blancai. Fig. 15- 1
perintensa !color blanco). nosas (nE
Fig. 15-131. Isquemia silviana , axial '1'2: zona hipeiintensa cor- Són hipointensos en Tl e hiper en T2. Refuerzan post con-
ticosubcortical frontotemporal izquierda, mínimo desplazamien- traste salvo que sean infiltrantes que son de tipo difuso edema-
to del eje ventricular. toso sin un núcleo celul ar con arigiogenesis.
1620 SEMIOLOGIA, SElvllOTECI-JIA Y MEDICINA INTER NA
Fig. 15-132. Isq uemia lenticuloestriada. a) Axial '.1'2 - imágenes hiperintensas en núcleo lenticular derecho y tálamo (ílechas), b) Axial
Tl imágenes hipoinlensas (negras) en núcleo lenticular derecho y tálamo (flechas). Fig. 15-133 Isquemia en la 2da semana de evolu-
ción Axial TI post. contraste Imágenes hiperint.ensas en girns del opérculo silviano izquierdo (flechas).
'. Fig.15-134 Meningioma petroesfenoi<lal izquierdo c~ronal TI Postgadolinio: rneningiorná (fl echas). h) Angióresonancia Desplazamien-
!: to de art. cerebral posterior izquierda (f]echai y de arteria carótida interna la cual está estenosada (flecha). ·
NEUROLOG IA 1621
s ), b) Axi al
a de evolu-
Fig. 15-135 Mcni ngionw. alAxial Tl sin contraste :tumor !flechas ); ventriculo lateral desplazado !fl echas), b)Axial T.l p,1 st contraste
3.dyacente. lbl anco l, c)Coronal T 1 post conl n1ste .
tablas era-
tenida) al
norrágicas
azamien- Fig. 15 -136. Enf. de Von Recklinghausen Neurinomas acús ticos bilaterales a) Tl post gadolinio vista &rial (flechas) b) Idem viSt a co·
ronal.
1622 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
potenciona
melanoma
mixoma de
ante una J
tuarse una
Las me
como del t
pointensru:
tro de los t
ferenciabl,
tres días, I
son estudi
todo el es
luego del e
Infeccion,
Los ab
llamado d
en genera
es más ble
Otro e
presenta 1
yor.
Fig 15-137. Neminoma del acústico Tl- coronal post contraste. Fig. 15-138. Meduloblastom~. Tl post contraste sagital. Si bier
de la segu
cera serna
ción puru
Fig. 15-1
Fig. 15-139. Metástasis a)Axial TI (post contraste) nódulos hiperintensos (blancos) b)Axial T2 edema (color blanco) Nódulo (flecha ho- Axial cor
rizontal). (blanco)·
NEUROLOG IA 1623
potencionalmente, como las del cariocarcinor;na, pulmón, riñón, Una prueba es dar corticoides y si la pared disminuye, toda-
me1anoma. También sin ser malignas lil.s embolizaciones de un vía es inmadura y es debido al efecto protector sobre el endotelio
mixoma de aurícula izquierda dan la misma patología. Por eso vascular de los corticoides indicando que la pared era todavía in-
ante una persona joven que tie ne ACV a repetición debe efec- flamatoria con poco colágeno.
tuarse una ecocardiografia . Otro dato sobre el espesor es que los abscesos corticales tie-
Las metástasis de melanoma o de tumores mucosecretantes nen mayor espesor de su pared por mayor oxigenación necesaria
corno del tubo digestivo u ovario, son hiperintensas en .TJ e hi- para la triple cadena de aminoácidos necesaria. La pared del
pointensas en T2. Son semejantes a hemorragia temprana (den- absceso peri ventricular es más fina por esa razón y de ahí su ma-
tro de los tres primeros días) con prese ncia de DeoxHb, siendo di- yor peligrosidad por la posibilidad de diseminación intraventri-
ferenciables con faci lidad cuando el estudio se hace luego de los cular.
tres días, lo que es habitual ya que inicialmente estos pacientes En las formas edematosas hemorrágicas del herpes la RM
son estudiados con TAC. Si la s metástasis son leptomeningeas muestra el edema como hiperintensidad en T2 y las hemorragias
todo el espacio subaracnoideo adyacente se hace hiperíntenso como zonas h.ipertensas en Tl.
luego del contraste paramagnético inyectado (gadolinio ). Las leucomalacías son bien evidenciadas como zonas h.iperin-
tensas en T2. Las producidas por papova virus habitualmente
son tempero occipitales mientras que las producidas por encefa-
litis son localizadas, pequeñas y múltiples, tant-0 supratentorial
como infratentorial.
Infecciones:
Fig. 15-140. Absceso frontal por sinusitis. a) Axial TI sin contraste- absceso (flechas horizontales) edema ( flecha vertical) (negro), b)
Axial con contraste: refuerzo periférico del absceso (flecha), c) Axial T2-Absceso con doble anillo característico (flecha vertical), edema
(blanco)-flechas verticales. ·
1624 SEM IOLOGIA, SEMIOTECl~ IA Y MEDICINA INTERNA
acompaüan de menor mielina subyacente, ya que hay menor co- dermoides. contienen grasa (hiper en Tl e hipo en T2)
nexión axónica (la mieli na se ve blanca en Tl, por su contenido También contienen calcio (lúpointenso en TI y T2).
li pídico, y es hipoin tensa en T2). Debe recordarse que el calcio, el aire y el vacío de flujo son
Los angiomas cavernosos o cavernomas antes consieradas hipointensos (negros) en todas las secuenci as por no emitir se-
como angiomas venosos y actualmente como hamartomas, son ña l.
espácios vasculares mayor de l mm cuyas paredes son coláge-
nas si n tejido nervioso interpuesto diferenciándose así de las •neuroentéricos o e11dodé111dcos
telangiectasias. Es una lesión redondeada u ovoidea de uno a Como el quiste coloideo del tercer ventrículo y del cuarto ven-
dos cms. ele diámetro. Los finos vasos arterial es y venosos que tricúlo y el quiste de la bol sa de Rathke (que origina la adenohi-
los conectan a la circulación son normales. Los cavernomas pre- pófisis)_
sentan trombosis de sus estructuras vasculares , y no son visi- Contienen rnucina por su 01igen endodérmico. (Hiper en TI
bles en una arteriografía, salvo casos publicados en la litera tu- siendo en T2 vmiables (hipo cuando tienen sólo mucina e hiper
ra oriental con cateterismo superselectivo y doble dosis de con- con triglicéridos).
traste. Aracnoideos (mesenquimatos) o neuroepiteliales: (del epend i-
En RM se observan como zonas hipoiotensas por presencia de ·,mo y coroideos)
hemosiderina y en su interior zonas hiperintensas de metaHb 1 Contienen líquido cefaloráquideo (hipo en Tl e hi per en T2) -
que varían en los controles. (Fig.15-14 1)
En TAC sólo es posible verlos cuando se calcifican ya que no •Quistes de craneofaringeoma
refuerzan post contraste. · Habitualmente contienen triglicéridos (Hiper en Tl y 'f2)
-Quistes de adenomas hipo/isiarios: (fig. 15-142 y 15-143).
a) con mucina (hi per en Tl y en T2)_
Quistes b) con proteína o hemorrágica (MetaHb ) (hiper en Tl y T2)
/ -quiste de Thonualdt (resto de la notocorda que 01igina la co-
-epidermoides• de contenido
lumna) Hiper en Tl y T2 por contenido proteíco. En general vi-
a) ácidos grasos o colesterol sólido (hi pointenso en Tl -hiper
en T2)_
sible en la 1inofaringe.
b) Triglicéridos o colesterol liquido (hiper en TI y 1'21
e) Formas mixtas
Cuandu son de tipo b son similares al comportamiento de la Enfermedades Dcsmíe]inizantes
MetaHb libre.
Las técnicas de RM con supressión grasa hacen hipointensos
Las producidas por factores externos se denominan desmieli-
a los epidermoides tipo b. nizantes (post sarampión llamada panencefalitis esclerosante
subaguda, idem post rubeola, LMP o leucomalacia multifocal
progresiva por papuva, virus, HIV, postinfecciosa 1 por radiotera•
pia, por metotrexate.
Las producidas por defectos intrínsecos se denomina n dis-
rnielinizante. Pueden tomar sólo la mielina y las subst. gris y
blanca simultanearnente y son debidas a enfermedades de los
lisosomas, de los per oxisomas o por desórdenes rrutecondria-
les_
Esclerosis Múltiple
n T2)
).
e flujo son
emitir se-
cuarto ven-
a adenohi-
iper en Tl
ina e h iper
ael ependi-
per en T 2) -
r1y '1'2)
15-143).
Tl y T2)
igina la co-
general vi- Fig. 15-1 42 . Microadenoma derecho hipofisiario. a) Corte coronal post gadolinio - Microadeno ma (flecha horizontal)-Art. carótidas in-
tern as ( fl echa vertical) bJ Corte sagital post gadolinio Microadenoma ( fl echa horizontal).
También son característi cas las placas en el nervio óptico Las placas en médula espinal son en general laterales y
(enf. de Devicl. Todo comienzo de "neuritis óptica" que mejoran cuando están presentes hay compromiso cerebral en el 75% aun-
n des mieli- que estén ai ntomáticas.
sclerosante con corticoides puede desembocar en la forma cerebroespinal de
mult.ifocal esclerosis en placas o múltiple.
- radiotera•
Reso nancia Raquim edular
mina n dis-
1bst. gri s y Los cuerpos vertebrales presentan contorno hipo-intenso por
,des de los tratarse hut:so -:1:impacto (tanto en Tl como en T2).
iteco nd ria- La médula osea en un adul to es hiper en Tl e hipo en T2 por
predominio de médula adiposa o amari lla.
Por eso las lesiones tumorales se ven como zonas obscuras so-
bre un fondo blanco en Tl de la rnédula amarilla. En TZ suelen
ser mixtas, o sea hiper con hipo, debido al contenido hídrico en
general al estar hipen 1ascularizados.
Los discos son hipo en TI e Hiper en TZ por la mucoproteina
en secuen•
del núcleo pulposo mie ntras que su peri fe ria es negra debido al
sea gris y
colágeno del anillo fibroso discal.
Cuando el disco envejece se torna obscuro en T2 debi do a fe.
1, en el pe: nómeno de desecación del núcleo.
Un disco exgeradamente brillante en T2 jun to con las plata-
aunque no formas articulares hacen el diagnóstico de espondilodiscitis. En
· vasculitis el adu lto la infección provie ne del plexo perivertebral de Batson
que compromete la ca,illa ósea articular y secundariamente el
1 las subs- disco .
ares al eje Los niños en cambio tienen discitis al infectarse directame n-
la cara in- te.
' por pare- Junto a los cambios en las señales óseas y discal se aprecian
abscesos epidurales que predominan en el sector anterior .Y com-
as que re• prometiendo varios cuerpos vertebrales si es debido a tuberculo-
sis.
ior pronós- FiglS-143. M~croadenonici (s uprn e intrasela,J Corte sagital , Tl El resto de las infecciones suele tomar sólo dos veztebras Yel
post contraste. absceso no tiene predominio anterior.
1626 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDIC INA INTERNA
Fig. 15-144. EscleÍ-osis múltiple. a) y b)A>.ial T2 Imágenes hiperintensa (blancas) en substancia blanca (flechas) periventriculares y
cuerpo calloso. Sagital T 2 idem (flechas) e11 cara inferior del cuerpo calloso. Fi g. 15-1
b)T2- Mé
Fig, 15-146, a)TI-Médula espinal (blancal (flecha), LCR (obscuro) (cabeza de flech a), sección medular (obscuro)(2 flechas)
b)T2- Médula espinal (obscura) (1 fl echa ), LCR- (blanco) (cabeza de flecha), sección medular (blanco) (2 fl echas),
i' 1
1
ligamentos amarillos que son aquellos que tapizan las láminas Los procesos infecciosos o iníl amatorios al.lo los de la esclero·
de los arcos posteriores y la cara anterior de las apófisis articu- sis múl tiple puede n aumentar el diá metro medular en forma
lares superiores. transitoria.
Cuando todos estos factores no discales se conjugan aún par- En secuencias T2 toda placa de des mielización fuera del pro-
cialmente se denomina canal estrechado. Si es congénito el estre- ceso agudo se aprecia como zona hiperintensa en uno o varios ni•
chamiento óseo del canal se llama estrecho tomando forma de co- veles medulares,
razón de Pique.
En secuencias ponderadas Tl el LCR se ve obscu ro y la mé-
dula blanca ya que la mielina medular es hiperintensa porque ECOGRAFÍA DOPPLER CAROTIDEA Y VERTEBRAL •
predominan los fosfo/ipidos, En T2 el LCR es blanco y la méd u-
la obscura. (Fig. 15-146).
El 75%de la irrigación cerebral proviene del flujo que aportan
Un proceso inflamatorio, isquémico o tumoral expande la mé-
ambas carótidas internas,
dula siendo habi tualmente hipo en Tl e hiper en T2,
La mayorí a de las lesiones arterioescleróticas, en la población
El proceso isquémi co habitualmente com promete también los
de occidente, se producen a nivel de la bifurcación carotídea,
cuerpos vertebrales si es por isquemia arterial (por ejemplo ca·
siendo menos frecuentes las obstrucciones de las arterias intra•
sos de aneurismas abdominales). Si es por isquemia artmi a} o
craneales.
venosa por malformaciones vasculares medulares pueden seme• El térmi no "stroke" corresponde en medicina al desarrollo rá-
jar tumores, La presencia del trayectó es pi ri lado o tortuoso veno- pido de un déficit neurológico, que implica muerte de células ce-
so permite acercar el diagnóstico y solicitar una angiografia pa-
rebrales,
ra confirmar. Cuando dicha muerte cerebral no ocurre, hablamos de episo-
Los tumores pueden tener quistes cuyas paredes refuerzan
dios isquémicos transitorios.
post contraste, a diferencia con los quistes si ringomiélicos (fig. Dentro de las causas mas comunes de estos cuadros podemos
15-147), producidos por alteración del fluj o del LCR que 110 re- mencionar: la arteriosclerosi s (con posibilidad de estenos is o em-
fuerzan. bolización), la producción de émbolos desde el corazón, la escle-
También presentan zonas de sangrado reciente o antiguo con rosis arteriolar hipertensíva, la disección carotídea o vertebral,
zonas hi perintens as por metaHb o negras por deo.úHb o hemosi- estados protombóticos, y al vasoes pasmo (en general secundario
derina (hipoiniensas), Generalmente se extienden por varios a hemorragia subaracnoidea, o ideopático).
cuerpos vertebrales. Hablamos de obstrucción hemodinámicamente sig11ifico tiua,
Los ependimomas son los que más sangran y pueden ser res- cuando supera el 60-70% de la luz del vaso, produciendo ad emás
ponsables de casos de hemorragia su ba racnoideo intracarebral alteración del patrón de fl ujo sanguíneo.
con angiografias carotideas y bas ilar negativas. Por eso es nece-
sario completar con Resonancia total de la col umn a en estos ca-
'Dr. GUILLERMO F, MAROUEZ
sos.
1628 SEMIOLOGIA, SEMIOT ECNIA Y MEDICINA INTERMA
Fig. 15-147. a)Cervical sagital Tl (siiingomie\ia), LCR (l flecha) negro, Siringomielia (2 ílechasi negro. b) Displasia fibrosa con impre-
sión basilar /ílechaJ y an gulación bulbo medular (flechas horizontales) Sección Medular corte sagital.
Lesiones de menor calibre pueden producir fen ómenos embó- El registro espectral en la caró tida comú n es una combina-
licos al desprenderse parte de las placas de ateroma. ción de ambas, predominando el patrón de la carótida intern a.
Dentro de las indicaciones para realizar un estudio Doppler El doppler color facili ta la visuali zación del trayecto de los
de vasos de cuell o, podemos mencionar: vasos y permite identifi car con más precisión zonas de estenosis,
- Accidente isquémico transito rio o stro ke. en las que au me nta la velocidad del fluj o sanguíneo.
- Sospecha de disección carot.írlea' Existen distintos criterios para clasificar el grado de obstruc-
- Ceguera tran sitoria ción a nivel de la carótida interna.
- Soplo carolideo asintomático Uno de ellos se obtiene como resultado del cociente de la ve-
locidad si sitólica pico en la caró tida interna sobre la carótida co-
- Segui miento después de endarterectomia
mún. La relación norma} es menor de 1; 1,5 corresponde a obs-
- Previo a cirugía card iaca o aórtica trucción del 25%; 1,6 al 30%; 2 al 50%; más de 1,8 a más del 60%
(fig. E ). Mayor a 3,7 a más del 80% de obstrucción.
El examen comie nza con la visualización ecográfica de la ca-
También se establecen índices en r elación a las velocidades
rótida común desde su nacimiento (si es posible, del lado derecho
diastólicas o evaluando solo la velocidad sistólica pico (fig. 15-E).
la evaluación del tronco braqu io-cefálico), el seguimiento para
detectar engrosamientos inti males (Fig. 15-A), calcifi caciones o Es difícil determinar con certeza la oclusión completa de la
placas de ateroma. (Fig. 15-B) y luego visualizar la bifu rcación carótida intern a. Un diagnóstico falso positivo es un error signi-
carotidea (zona de asiento preferencial de las lesiones arterios- fi cativo, ya que ella se asume como incotTegible quirúrgicamen•
cleróticas) (Fig. 15-Ci. te, y un a lesión con alto grado de estenosis pero no con obstruc•
Posteriormente se realiz a un muestreo del flujo en los distin - ción completa es potencialmrnte corregible.
tos sectores y se analiza el comportamiento audio-spectral de la El eY.amen <le las arterias vertebrales complementa la evalua-
onda. ción de las carótidas.
La onda presenta un registro sistólico y otro distólico. (Fig. No se ha establecido criterios de obstrucción como los señala-
15-D). dos para la carótida interna.
La. carótida interna muestra un a ond a de fl ujo con mayor Son mas difíciles de visualizar y evaluar en todo su trayecto
componente diastólico, debido a que el poligono de Willis le ofre- debido a que en su curso atraviesan estructuras óseas (apófisis
ce baja resistenci a periférica. tra nsversas de las vértebras cervicale.s).
La carótida. externa normalmente no aporta sangre al cere-
Nacen en las arterias subclavias y es allí donde con más fre-
bro, por lo que la ond a ele flujo presr:ritR mayor resistencia peri-
cuencia se producen las estenosis (fíg. 15-F).
férica (menor componente diastólico).
En casos de obstru cci ón de carótida interna o vertebral1 la ca- Pueden ser confundidas con el tronco tirocervical.
rótida externa puede irrigar el cerebro a través de colaterales, La dirección del ílujo normalmente es hacia la zona cefálica.
modificando las características de su onda de flujo. El síndrome de robo de la subclavia (mas frecuente del lado iz-
:.!
NEUROLOGIA 1629
:on impre-
combina-
interna.
cto de los
estenosis,
e obstruc-
, de la ve-
róti<la co-
1de a obs- Fig. 15-C. Bifurcación carótida 11or111al. Fig. 15-D. Flujo ,wrmal en carótida común.
s del 60%
,locidades
'ig. 15-E).
eta de la
ror signi-
gicamen-
. obstruc-
a evalua-
s seflala-
trayecto
(apófisis
más fre-
tablecer con el Monitoreo el origen cardíaco de algunas embo- de la columna vertebral, especialmente en la región cen'Ícal. Rá-
lias. pid amente se agregan vómitos que, por ser fáciles, sin náuseas y
El Monitoreo inlraoperatorio en cirugía cardiovascular o en violentes. en chorro. se los designa vómitos cerebrales.
cirugía ortopédica permite detectar el pasaje de émbolos y en la Si bien se suele insistir en que no se acompañan de n2.useas
endarterectornía carot.ídea conocer las condiciones hemodinámi- y no tienen relación con la ingesta, no siempre es cierto.
cas, la suficiencia del Polígono de Willis durante el clam peo pa- El vómite puede ser_proYocado por la menor ingesta de ~
ra evaluar el uso de shunt tra nsitado así como el control post- ciente aj ~ual que p-0rlos_movimieutos de la cabeza o losy aroxis-
operatoiio para detectar las complicaciones post-operatoiias mos de cefaleas. · · ·-· -• ---
(oclusión de la carótida por coágulos, embolias e hiperemia cere- La ~ de los vómites se debe a la hipertensión endocranea-
bral,. IlJl.Odirectamente a la inflamación del piso del cuarto ventriculo,
En la actualidad puede también realizarse este exame n con irritando ya sea al núcleo ambiguo o a los núcleos vestibul ares.
equipos que permiten una visión bidimensional (Duplex Color) y
que en algunos casos 1 como el examen del sector vértebra-basilar @¡ Síntomas físico s. El más característico y llamativo es la
o las malformaciones arleriovenosas permite agregar elementos contractura muscular que, afectando a los músculos paraverte-
importantes al diagnóstico. _brales determina la Iigidez ra@ígea.
Es como un2. reacción antiálgica, para poner, como lo sostenía
'Dr. ROBERTO O. LAG OS. Sicard, en reposo ]a cavidad meníngea y las raíces, favoreciendo
NEUROLOGIA 1631
Síndro1he de hipertensión endocraneana Observando atentamente los vasos en la zona que cruzan el
borde papilar, es posible que su trazo recto tome en ese sector una
La masa encefálica v el líq uido céfa lo•ragu ídeo se encuentra n forma curva , contorneando la papila, en donde hace procidencia.
alojados en estruct.urns óseas_inextensibles y cada vez que haya Por esta razón, mientras los vasos papilares se ven claramente,
au mento en el tejido ne1·vioso o del líquido , aparecerá un conjun- los retinianos exigen corrección del disco refractométrico en rela-
to de síntomas y sigg_Q_§...9..ue cons tituyen el síndrome de hiperten- ción con el grado de edema, el cual se mide en dioptrías. Ejempli-
sión endocraneana , independientemente del proceso patológico ficando, se dice que h ay un edema_ck_napila de 3 diophías cuan-
que lo dete rmi na. Durante la primera infancia, cuando aún no se do esa es la corrección que hay que efectuar_11ara v_er claramenle
han soldado las sut uras del cráneo, se produce un cierto grado de los vasos en los planos oapilar y retiniano. La excavación fisioló-
compensación por diastasis de las mismas que retarda el mo- gica se rellena y deja de observarse la lámin a cribosa.
mento de su aparición. El nervio óptico está rodeado p_or .las misma.§_J'I]J:<Jl_turas me-
Como la cavidad craneana está dividida en compartimentos nir¡g.~,;___qµ~ _e_l_~erebrQ y cuando hay aumféot.o de la_presión_en-
por prolongaciones de la duramadre (hoz del cerebro, tienda del docraneana, la recibe traq§l))_it\da por l_o~. espacios subd_~ral y su-
cerebelo), en las etapas inicia les del desarrollo de un tumor su baracnoi~o, con lo cual sg_gj_fic_t!lta_eLd_i:.em.1.i~rle li~}~ i _ e-
acción directa sólo se ejerce en aq uel en el cual se aloja, pero en D<l§_Q!Jg__p.I.Q.~..fill§Jl..g~.t~Jin_a_y_n~IY.io_ó.pt.ico.
su crecimiento provoca alteraciones a distancia. Las ~ Inicialmente se observa hiperemia papil ar, cuyos bordes se
~ cuyas paredes tienen menos consistenciFI que la de las ar- e,fuman de una manera más notable en el sector nasal. Más ade -
te,ias, se cola psan de ternünanQo au mento de la presión ve nosa lante, las venas adquieren lortuosidad y aparecen hemorragias
y edema.m~:U:ª1- Además , el aumento de la P.fJlliQ!l..;'_g_\lQ!ill_llil art&ri.akli en la vecindad de la papil a, habitualmente siguiendo
lu gar a una mavor producción de ligllicio cefalorraquídeo_.Y_A.Q1Je un trayecto radiado con el aspecto de una pincelada, que se de-
disminuya la resorción. nomina hemorrama en ll ama.
Otras veces, el tumor determi na hipe rtensión endocraneana En forma excepcional puede observarse edema de pa pila uni-
porque provoca dific ultades en la circulación del liqu ido, al este- lateral con atrofi a del nervio óptico del lado opuesto. Esto ocurre
nosar u ocluir los qrificios ventriculare:s o subararnoideos (Mon- cuando hay tumores de la cara orbita1ia del lóbulo fron tal, que
ro, tvlagendie, Lushkal, mientras que por encima de ellos conti- actúan directamente sobre el nervio óptico de un lado provocan•
nú a la producción licuóri ca . Cu ando lrn v au mento en la produc- do su atrofia. Luego aparecerá edema de papila del lado opue_s.to
c~n de líouido o está dificu ltada su resorción, CQ.[l)Q.!1n las me- por aumen to de la pres_ión wdpcra neana. Esto constituye el sí11-
ni.!.L.citis....g pu eden ob~e1va r también los síntomas y si~ d mm,ule FQsLeJ: ·&JlllP,dy,.
de terminan el aumento de la presión endocraneana. Mientras el edema de pppila se encuentra en su etapa vascu-
ELsin.d.ui1iuuk..hiperlemi.óJLr&Q.QcrJtneana está constituido 1~1paciente no tendrá dismi nució n de la ag)Ldeza visu al, la cual
por cefalea, vómitos, ede ma de papila, aJterac.iQ.i;ig§.J2fil.flill~a s y p11ede aparPcer si el edema se prolonga y se pasa .ª-..lii_gtªp_a,..aJró--.,
menos frecuente1üente convulsiones, bradic~dia, Pjlrálisis del fim._En cambio lo que sí puede observarse desde el comienzo es el
mQ..tn.r...Qrulfil: extlli)p, vértigos, y alt~n~ciones ~eLa t:tresión arte- CllJ}flof!.~{Q._<J.g )a mancha ciega, si se investiga el campo visual.
rial y del ritmo y frecuencia_re~Lratoyios. Cefalea, vómitos y ede ma de_ papila.constituyen la tríada so-
¡·La ce[n lea E§....<:__Q!l~~].nte , con exacerbaciones nocturnas o ma- bre la cual asienta el diagnóstico de híper1:fillsión__endn,::,;:;;;;;,a,
ti.nál.es. Aume nta t ambién con los cambios posturales y ~on las pero éstos no siempre están presentes y en algunos pacien tes
si tuaciones !Valsa1va) de aumento de la_9resión venosa determi- hay otros signos, menos constantes.
nadas por esfuerzo espirato rio con glotis cerrada (tos, estorn udo,
defecación). Puede ser ~ . aunque ell1~ a s iniciales sue-
Bradicardia: la frecuencia card iaca desciende a me nos de 60.
le proyectarse sobre la región craneal que lo cubre. Por esta ra- Se trata de un a bradicardia sinusal atri buida a iJTitación de los
núcleos del vago y se observa cuando la hipertensión se instala
zón, un.a _filJ~I2füJ.lfil.Ó Uso bre el crA.1J.eO, iili~c8.Ii za una ZQfüL.de
de una man era rápida como en los tumores de la fos a postelior y
sensi.hi.li.<lfill~,.'l\@i.ta, será ori.entad.ou.d_e Je\opo_g,:?fia_d_el J),:s>-
rarame nte en los tumores de lent.o crecimiento.
ceeQ_ !IB.loJ.ógi~o_suby.acen.le .que lo..determi n a.
En relación con la rápida instalación del síndrome también
Se pi·oduce por la diste nsión~e,¡tructurns i1¡\rncrauea\es
puede observarse hipertensión arterial y modificaciones del rit-
sensibles . como las meni,nge~l v_as_os_y ne~·.":iQs. mo respira torio.
Vrimitos: habitualme nte se los menciona com9J~f.iles,_fil!Uls- Vértigos: aunque no son frecuentes, toman el carácter de gira-
tar__!!!]_~lj_~q~_P.9I ..l). ~-\J ~J!§.J!i_gu_a~~ ~L.1:~!~~~ó1_1.~f:l~.J~_ü2gg_ ~~~!i.n, torios, dándole al paciente la sensación de inestabilidad. Pueden
pero la observación cotidiana seüala que estos caracte res no son ser atribuidos a estasis laberíntica o a compresión directa sobre
excl uyentes. A1 igu al que la cefal ea, es más_ precoz e. inte nso,~~1 los centros vestibulares o la vía vestibulo-cerebelosa.
los tumol]S(le ]afosa !loste,ior y probable mente ~9!\ PJ:9VOc_ados
Parla distensión~ ventricul!,lr. Su mome_nto de aparición guarda Sonrnolencia: precedida por tor peza intelectual, la somnolen-
relariQl\SQI.Ld<J_e _l <! ,iceptuaciói¡9_dª_~efal~a. por lo cual es fre- cia se profu ndiza en relación directa con la magnitud de la hiper-
cuente \~rl os dura nte l~~-~~ ry_1_bjo_s__4~__ P.9~.i-~_i_Q_n. tensión endocraneana y conduce gradualmente al coma.
(Ji{Gdema de 1wpl/o lfig. 15-13): cl_g_,;_a men del fon do de ojo es del
1l·ü{vor valor para e.L_g~_~gn9~Ucq_9_e_j1jper~en~ión. rni}_q~r~?--~~ª-11-a. Co11vulsio11cs: pueden ser ge neralizadas o jacksonianas .
En estos casos podrá observarse inicialme nte ingurgitación ve- Mientras aquellas carecen de sign ificado locali zador, las focales
nosa, de ta! manera que la relación entre el calibre arteri al y el indican claramen te el área motora irritada.
\·:Ql_Q§.Q_que normalmen te es de 2. Q.J.: pnsa a ser2 a·5. Aunque_ri__g
si~rqp rg:__ ~LQ9.~~X:'.-ª--l. ªtiQQ. _y_gJJQ§-9__ ~11..~.9.n.diQ.g11~~ -ill!J.:m.<ll_e~s.,,.si Parálisis del motor oculo1· externo: constituye un falso ~igno
prt:;existe, de~a pa_rec~_cuaqdo au_n1fnta 1~ presión ende.craneana. localizador, que se ob:Serva con relativa_frecuencia cu_ando _hay
-~-Mientras su ausencia n') asegura que haya hi pertensión, su pre- hipertensión enclocraneana. El largo trayecto del V] par permite
_.,sencia la descarta. su compresión en el borde libre del peñasco y funcionalmente re-
/
NEUROLOGIA 1633
~iory cuórica corresponderá a ésta. culos cervicales, frontales, oculomotores, en las articulaciones
cervicales o ma>..-ilares y en los senos de la cara.
,e también
1es del rit• Co 11ducta frente al pacie11te con cefalea. La cefal ea es un
síntoma común a numerosas situaciones y enfermedades que la
mayoría de las veces no se acompañan con signos objetivos y que
er de gira• es percibido, valorado y expresado de acuerdo con la personalidad,
,d. Pueden la cultura y las pautas del grupo social al que pertenece el paci en·
·ecta sobre te.
Las cefaleas sintomát.icai'sen- poco frecuentes, pero entre
ellas se incluyen las de más grave etiología. Estudios bioqu ímí ·
somnolen- cos, radiológicos y electrofisiológicos normales acompaüan a cua•
e la hiper- dros clínicos dispares, los cuales solamente son útiles en aquella
ª· minoría de casos.
La historia clínica aparece entonces como el más confiable de
:sonianas. los procedimientos diagnósticos y ningún dato que la enriquezca
las focales es superfluo en el estudio de un paciente con cefalea.
El interrogatorio debe dar respuesta a la fecha de conúenw
del dolor, al lugar, carácter, periodicidad, intensidad y su capa~l·
a.Isa signo
dad de interferir las tareas cotidian as· a la duración, mecarn::;-
rnndo._hay
mos desencadenantes momento del di¡ en que apárece, trastor·
u permite Fig. 15-150. Radiograf,'o simple de crán eo. lmpresíones digiti• nos que lo acompaiia~, tóxicos o medicamentos que ingiere Y a
.mente re- formes (hipertensión endocraneana) .
los antecedentes personales y familiar es.
/
1634 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MED ICINA INTERNA
Luego se deben efectuar los exámenes clínico y neu rológico, y 13) Cefalea psicógena (por conversión o paranoide); nos del
solicitar los estudios bioquímicos y ·radiológicos. El hallazgo de después
14) Cefalea no cla.sificab]e. Esto
alteraciones obliga al planteo si deben ser consideradas como la
causa de la cefalea. el lado p
Se tr
la raqui
Clasificación de la cefalea La migraña o jaqueca es una enfermedad de etiología descono- yan resu
cida cuya expresión clínica más ostensible son las crisis periódicas El ta
Un Comité ad hoc de la Jnternalional Headache Society pro- de dolor hemicraneal pulsátil, acompañadas por náuseas, vóID.ltos clirúca d
puso en 1987 la siguiente "Clasificación y critmios dia~nósticos e intolerancia a la luz y a los ruidos. Afecta al 4-12% de la pobla- ción del~
para la cefalea, las ne uralgias cran eales y los dolores faciales,' ción general, con preponderancia en e] sexo femenino.
Se presenta en personas ordenadas u obsesivas que en el 60- Mign
que aspira a convertirse en una herramienta co~ún para la asis- ca depe
tencia y la investigación, porque los criterios estrictos disminu- 90% de los casos tienen antecedentes fa.miliares de migraña.
En la mi graña clásica o con aura SUJll.ll..dfilnostrado_cambíos..
rias car
yen los márgenes de error diagnós ti co: rales de
en el flu jo sanguíneo rcginnal_deLcerebro provocados~ nícia.lmen-
1) Migrañ a (incluye las vaiiedades sin aura CQ!l.fülli!,..Qftal-
0 te por vasoconstricción de_las ar!erias ~-orticales, lo que genera co, supli<
mopléjica, retiniana, de los posibl~JecursoresJ la asociada con los pródromos, y luego vasodilatación en ramas de la arteria ca• Afec
trastornos intracraneanos, sus complicaciones y los trastornos rótida externa, durante la etapa dolorosa. cotomas
migranoides no clasificables); Recientes observaciones sugieren que las crisis tienen un ori· complet
gen neuronal y que.es vascular secundaria.men te, pues la onda cerebelo
2) Cefal ea tensional (incluye las variedades episódica, cróni-
de alteración funcional se desplaza de atrás hacía adelan te sin En mene
ca, la crónica no asociada a trastornos de los músculos pericra-
respetar territori os arte,iales y con una velocidad de 2-3 mm/mi- cri sis de
neales y formas no clasíficables);
nuto, que resulta similar a la de la depresión cortical provocada. tos, de v
3) "Cluster" o cefalea acum.í nada (incluye variedades episódi- expe1imentalmente en animales. Después de la vasodilatación de otras
ca, crónica, crónica con paroxismos hemicraneales y trastornos se ha demostrado que en las paredes a rteri a.les hay inflamación nar con
tipo cluster no clasíficables); aséptica y aumento de la permeabilidad. En el suero ascienden Migr
4)Cefalea asociada con tra umatismo de cráne,o (aguda o ce- primero y ca.en después los niveles de serotonina, probablemen- de migr
falea post-trau mática); . überada. por las phqueta.s. rren tes
Aspectos clínicos: el ataque de migraña comien za con sínto- por cefa
5) Cefalea por trastornos vasculares (isquémicos, hemo1Tági - mas que pueden ser atri buidos a disfunción de la corteza cere- miliares
cos, malform aciones, enfermedades vasculares que pueden provo- bral , que en conjunto se de nominan aura y que du ran 10,20 mi-
lor orbit
car isquemia o hemorragia, como art.eritis, oclusiones venosas, nutos, En el hemicampo visual opuesto al -de la migraña apai·e-
ptosis. C
etc., hipertensión aiterial y otras enfermedades de las arterias cen estrellas o líneas angula.das, coloreadas y centelleantes que
do ptosi
cen--ico-cefáli cas como la carotidínea y la cefaJea post;endart.eriec~ se desplazan hacia la periferia, con o sin escotmna o hemianop-
den ~om
tomía); sía. Los,
6) Cefalea asociada con alteraciones intracraneaJes no vascu- Luego aparecen parestesias en una u otra mano, que se ex-
alternar
tienden gradualmente hasta aba rcar el brazo y los labios (síndro-
lares (incl uye la hipertensión endocraneana por aume nto o fil. El d
me queiro-ora.l). Al cabo de 30-60 mín ., los síntomas neurológicos
trado de LCR, las infecciones y los tumores íntracranea.nos y la otras en
ceden .Y, con o sin inte.rvalo libre, aparece una intensa cefalea
cefalea como secuela de un a alteración intracraneana); Com
pulsátil, generalmente unilateral. Las náuseas, los vómitos y la
dencias
7) Cefal ea asociada con la ad ministración o la suspensión de intolerancia a la luz y a los ruidos llevan al paciente a aislarse a
eficaces.
substancias (alcohol, nitritos, gluta.mato, monó,ido de carbono, oscuras y en silencio.
ergotamina 1 analgésicos, tfo.icos,
. cafeína); Las aiierias temporales están tensas y el dolor parece ate-
nuarse si se las comprime, pru:a reaparecer con su intensidad pre·
8) Cefal ea asociada con infecciones sistémicas o focal es (vira-
via al liberarlas. Del la.do afectado ha.y congestión nasal y conjun-
. les o bacterianas);
tiva.!. Si logran dormir unas horas pueden despertarse sin dolor,
9) Cefalea asociada con anormalidades metabólicas (hí poxi a. pero otras veces la crisis se prolonga durante 2~3 días 1 con menor Set,
por altitud o enfermedades pulmonares, diálisis); intensidad, lo que les permite reanudar sus actividades. o tensio
Las crisis se presentan periódicamente con ritmo vaiiable y recurrei
10) Cefalea o dolor facial desde cráneo, cuello, ojos, oídos, na- fobi a n
lapsos intercrítícos normal es. Pueden a.parecer separa.das pcr
riz, senos, dientes, boca y otras estructuras faciales o craneales habítua.
años o días y alternar el la.do del dolor con secuencia al azar.
(incluye glaucoma., enfermedad de la articul ación tempero-man- culos pi
dibular, etc.); Se evidencia. clínica.mente en la pubertad, pero puede ·hacer-
lo an tes o después. Luego de la etapa fértil de la ,~da. disminu- cuente ,
11) Neuralgias craneales y dolores por afección de los troncos yen la frecuencia y la intensidad de las crisis, hasta desaparecer la acció
nerv_iosos o desaferentación (incluye compresión, desmieliniza· o transform arse en una cefalea tensionaJ. ' temen t1
ción, infarto o inflamación de los nervios craneales; las neuralgias rior, qu
de los nervios trígém.íno, glosofarín geo, intermediario, laringeo su- zados .
Variedades clínicas. Afigraña sin aura o migraña. común: es En¡
perior, occipital, la anestesia dolorosa y el dolor talámico);
la forma clínica que presenta. alrededor del 80% de los pacientes mí- tisfecho
12) Otros tipos de cefale a o dolor facial (incluye las descargas gra.ñosos. No está precedida. por síntomas neurológicos de disfun- secuenc
neura.les espontáneas, las cefaleas por compresión externa y por ción focal. La wúlateralidad del dolor no es constante, puede ser
Se p
estímulos fríos, las cefaleas benignas por tos y pcr ejercicios, las global, el dolor es de menor intensidad que en la variedad con aura,
ambos ,
cefaleas asociadas con la actividad sexual y los dolores fa.cía.les atí - pero también es pulsátil, con fotofobia., sonofobía y náuseas.
present
picos);
Migraña hemipléjica: es una variedad rara que entre los sig- ]izan gr
NEU~OLOGIA 1635
nos del aura incluye déficit motor unilateral que cede 2-15 días edad media de la vida. Puede abarcar toda la cabeza, localizarse en
después. Puede ser familiar o no. diferentes regiones de un solo lado, o ser occipit.al, frontal O bitem -
Estos episodios alternan con otros sin hemiplejía, o modifican poral. Otras veces se proyecta sobre el vértex, como un casquete, o
el lado parético, su severidad y su duración . rodeando circularmente el cráneo, como una vincha.
Se trata de un diagnóstico qu e sólo debe aceptarse luego que Es un dolor sosterúdo, profundo, de moderada intensidad, que
la r aquicentesis, la an giografia y la tomo grafia computa da ha- no se agrava por las actividades físicas, y que frecuentemente se
ya n resultado norm ales. exacerba por la tarde, durante la menstruación y por conflictos.
El tartrato de ergotamina está contraindicado en esta forma Los músculos cervicales y cefálicos están tensos y sensibles,
clirúca de migraña. El tratamiento debe orientarse hacia la preven- y la palpación puede revelar la existencia de nódulos dol orosos a
ción del acceso, duran te el cual se ha empleado dexametasona. la presión. Las benzodiacepinas, eficaces ansiolíticos y miorrela-
Migraña basila r: mientras los síntomas de la migraña clási- jantes, la fisioterapia sobre los músculos cervicales y la psicote-
rapia constítuyen adecuados recursos terapéuticos.
ca depen den de disfunción en terri torios irrigados por las arte-
rias carótidas, en la migraña basilar provienen de áreas bilate-
rales de los lóbulos occi pitales, del cerebelo y del tronco encefáli- Cefalea en salvas o agrupada ("Cluster headache")
co , suplidos por la arteria basilar.
Afecta a mujeres adolescentes cuyas crisis ,::omienzan con es- Es una enfermedad caracterizada clíñ.icaruente por parm~§rnos
cotomas centell e3ntes, cuadrantopsias o ceguera cOJtical, y se de severo dolor orbita~io un!lal.~ral,_asociados_a_l(as.tomos_xas.omo,
completa con disartria y ataxia 1 como expresión del compromiso tore~ v secretorios en qmjuntiva J' mucosa nasal, Ql1€Se presen.hm
cerebeloso, y acúfenos, vértigo, diplopía y parestesias periorales. _en_ciclos 9e _días o semanas, seJ?_arados P!" meses o años.
En menos de una hora, estos síntomas son reemplazados por una Es más frec uente en hombres perfeccionistas v ambiciosos,
crisis de cefalea occipital bilateral, intensa, con náuseas y vómi- en la 3_' dé cada de la vida. Hay antece dg¡1_~JJ!!!liliarelLfilL.cl. 2-
tos, de varias horas de duración . Tienen antecedentes familiares 4% de los casos, lo que es significativamente menor que lo que
de otras variedades de migraña y sus propias crisis pueden alter- ocurre en la migraña. Se desconoce la patogenia, pero durante
nar con otras de migraña oftalmopléjica. las crisis se dilatan las arte1ias nasales, conjuntiva]es y tempo-
ral superficial. El síndrome de Horn er y los islo tes frias que se
Migra,10 ofta lm oplejía: es una rara y cuestionada variedad
detectan en la termografia se han relacionado con a lteracio nes
de migraña, caracterizada por la aparición de episodios recu-
de la vasomotricidad en el territorio de la carótida interna.
rrentes y autoli mitados de parálisis oculomotoras, precedidos
Se ha supuesto la inten•ención de factores humorales por el
por cefalea orbitari a. Se presenta en ninos con an teceden tes fa-
ocasional h allazgo de niveles elevados de histamina, la libera-
miliares de otra variedad de migraña. La crisis comienza con do- ción pat.ológica de substancia P y la e>:ist.encia de factores neuro-
lor orbitario, náuseas, vómitos y fotofobia, segu ida por diplopía y génicos, po rque el dolor puede ceder con el bloqueo anestésico del
ptosis. Compromete habitualmente al motor ocular común dan - nervio petroso superficial mayor.
do ptosis, estrabismo divergente y midriasis paralítica, que ce- El dolor se prese nta en forma brusca, sin pródromos, locali-
den ~ompletame nte en 2-4 semanas. zado en un a órbita y desde allí se extiende a áreas contiguas. Al-
Los episodios recurren en lapsos y con intensidad variables, canza su mayor intensidad en pocos minutos y se sostiene en ella
alternando el lado azarosamente. desd e media a 2 horas o más . Tiene carácter des garran te, des-
El diagnóstico sólo puede ser sostenido luego de descartar cripto "como si me arrancaran el ojo 11 • Durante la crisis, el pa•
otras enferrnedadE!s con cuadro clínico similar. ciente no puede permanecer quieto, se levruita, camina, se vuel-
Como se trata de una enfermedad autolimitada, no hay evi- ve a sentar, mientras se oprime o golpea el área dolorosa. Hay in-
de.ncias que los derivados de la ergotamína o los esteroides sean yección conjuntival y nasal, con epífora y obstrucción nasal, mio-
eficaces. sis y ptosis, y transpiración en fren te y cara homolaterales. Más
de la mitad de los accesos sobrevienen durante la noche, en la
primer etapa de sueño REM.
Cefalea tens ional Cada dí a ocurren 1-3 accesos, en ciclos de 15 días a 2 meses.
Luego de un periodo libre de meses a 2-3 anos, aparecerá una nue-
Se trata de un dolor de cabeza globai o localizado, opresivo va salva, generalmente del mismo lado, sin causa detectable. Lo
o tensional, de in tensidad moderada, cuya duración y lapsos de habitual es que las crisis dejen de presentarse en la 6" o 7' déca-
recurrencia son variables. En general no se acompaña con foto- das de la vida. No existe tratamiento eficaz para el dolor un a vez
fobia náuseas ni vóm itos y pe.rmite-.eontinuaT-.c• n las tareas que la crisis se ha desencadenado; a la inversa, reiterados estudios
habituales. Se atribuye a la contracción sosterúda de los mús- demostraron la eficacia del tratamiento preventivo. Con este pro-
culos pericraneales y a factores psicogénicos. Es la más fre- pósito pueden emplearse tartrato de ergotamina, pizotife no, cipro-
cuente de las formas clínicas de cefalea. Como consecuencia de heptadina o metisergida, que parece ser la más efectiva aunque no
la acción mecánica del músculo o por mecanismos no suficien• . disponible en la Argentina. También han demostrado alguna efi-
temen te acl ara dos , hay isquemia inicial y vasodilatación ulte- cacia los agentes bloqueadores del calcio (nimodipina, nifedipina,
rior, que contribuyen a la sensación de malestar o dolor locali- veraparnil, flunaricina), la prednisona, el carbonato de litio, la al-
zados. coholización del ganglio de Gasser o la sección quirúrgica del ner-
En general ocmTe en pacientes ansiosos, deprimidos o insa- vio petroso superfici al mayor.
tisfechos con sus logros) pero otras veces se presenta como con•
secuencia de la falta de descanso o sueño.
Se presenta en episodios breves o puede ser constante 1 pero en Cefnlea asociada a traum atismo de cráneo
ambos casos es un dolor habitual. Es la única cefalea que puede
presentarse todo el d.ía, todos_los días. Las crisis comienzan y fina - Puede ser aguda, autolimitada, o prolongarse pcr largos perío-
lizan gradualmente y son más frecuentes ent.re las mujeres en la dos. Se acepta esta etiología para la primera forma cuando aparece
t¡
'
SEMIOLOG IA, SEMIOTECNIA Y MEDIC IMA INTE RNA
dentrn de las 2 semanas y desaparece antes del mes que sigi;e al cefalea por trombosis en el tenitorio vertebro-basilar es modera ·
traumatismo, el cual debió ser lo suficientemente severo como para da y de localización occipital. En el síndrome de Wallenberg pue•
provocar pérdida de conocimiento, amnesia transitoria o cambios en de agregarse dolor en la hemicara ipsilateral.
la senüo1ogia neurológica o.en los exámenes paraclúlicos. En las hemorragias cerebrales intrapa renquimatosas el ta-
La existencia de heridas o hematomas explican la patogeni a maño determina la posibilidad de provocar cefal ea. No la pravo•
del dolor, pero esto no ha sido aclarado cuando aquellos faltan. can las microscópicas que solamente divulsionan las fi bras ner-
En la cefalea post-lraum álica el dolor continúa después del mes, viosas, pero aparece cuando logran desplazar vasos y menin ges
durante el cu al hubo más de un a eviden cia de alteración clínica o distorsionar cisternas y ventrículos.
o paraciínica. Los pacientes tienen rasgos psíquicos comunes con Las hemorragias putaminales o hemisféricas dan dolor fron •
los neu róticos y frecuentemente reclaman indemnizacio nes o tal o tem poral, mientras que las ganglio-basales con invasi ón
pens iones. En la cefalea traumática aguda, el dolor está difusa- ventricular proyectan el dolor sobre la región occipital. Es de in-
mente localizado al rededor del área golpeada, pero en la post- tensidad y duración vari ables no vinculadas a la cantidad o per-
tra umática puede ser generalizado o unilateral y presentarse sistencia de sangre en LCR. Las hemorragias pon ti n as provocan
luego de un período libre. El paciente tiene di ficultades para en- cefalea precediendo al coma; en cambio su intensidad en las ce-
contrar el adjetivo adecu ado al carácter del dolor; "pesadez", rebelosas depende del tamaño y de la eventual invásión de las
''opresión", etc. el cual se presenta diariame nte en episodios de cisternas. Arnbas se acompañan con vómitos y dan dolor occipi-
duración e intensidad variables. Se acompaña con inestabilidad 1 tal.
irritabilidad, dificulta d para concentrarse y ocasionalmente con La cefalea provocada por ruptura de un aneuris ma intracra-
náuseas y vón1ltos. neano es la más característica de las provocadas por un a enfer-
La semi ología neurológica o los estudi os paraclinicos son nor- medad cerebro-vasc ular. Es súbita, intensa y de localización va-
males o evidencian secuelas, pero en todos los casos la cefalea es riable: generalizada, hemicraneal, frontal u occipital.
desproporcion ada a estos hallazgos.
El dolor se atribuye al desga rro de la arteria y al des plaza.
La cefalea tra umá tica aguda es autolimitada y desaparece
miento de otras estructuras sensibles y a la irritación meningca.
an tes del mes, pero la post-traumática tiene una evolución vari a-
Es resi sten le a la mayoría de los analgésicos y puede mejorar
ble. El pron óstico es bueno cuando hay evidencias de lesión ósea
con la extracción de LCR .
o de los t ej idos blandos, pero si no los hay, puede prolongarse y
resistir a mllltiples ensayos terapéuticos. La arteritis temporal a células gigantes provoca cefalea tem·
El tratamiento incl uye el uso de analgésicos, ansiolít.icos, an- poro-parietal de uno o ambos lados. Duran te la masticación apa-
tidepresivos, sedantes laberínticos y fisioterapia sobre columna rece otro <lo1or sobre los maseteros que se atribuye a la isque mia
cervical) ju nto con una actitud médica an~e la cual el paciente se relativa del músculo. Las arterias temporales se destacan bajo la
sienta comprendido. piel, estan endurecidas y son dolorosas a la palpación. La pred-
nisona consti luye un tratamiento eficaz.
La hipertensión arteri al crónica o su rápido incremento pue•
den provocar cefalea, pero su frecuencia e intensidad no están en
Cefalea por alteraciones vasc ulares
rel ación con las cifras tensionales.
En la hipertensión crónica es moderada, generalizada, y grava-
Para atribuir la cefa1ea a alteraciones vasc ula res se requiere
tiva o pulsátil, con localización frontal o nuca!. Se ha señalado que
la aparición simultánea de ambos trastornos, que el síntoma de-
se acentúa en las primeras horas de la mañana o pocas horas an •
saparezca an tes de los 3 meses de la norm alización vascular, que
tes de Ievantarse 1 pero puede ser vespertina o casi constante.
haya otros síntomas o signos, y que la enfermedad pueda ser ob-
jetivada mediante imágenes u otros procedi mientos. Es más frecuente entre quíenes se sienten amenazados por
La localización, el carácter y la int€nsidad de·I dolor dependen las complicaciones de la enfermedad, que entre quienes descono-
de cual sea el vaso afectado y del tipo de alteración que lo afec- cen el diagnós tico.
11
te. Los nervi vasorunt de los vasos supratentori ales son ramas Los rápidos incre mentos de la presión provocados por el feo-
del trigé mino y su est.imulación proyecta el dolor sobre la región cromocitoma se aco mpañan de cefalea, trans piración, palpitacio·
anterior del cráneo, mientras que los infrate ntoriales, vincula- nes y ansiedad. Es un dolor severo y pulsátil que se presenta en
dos al glosofaríngeo, el vago y las 3 primeras raíces cervicales, lo crisis.
hacen sobre el hueso occipit.al y la nuca.
Las placas de ateroma y los infartos !acu nares son indoloros,
en cambio la inflamación arterial o la ruptuTa de un aneurisma
Cefalea post pun ción lumbar
provocan dolor. Los ataq ues isquémicos transitorios pueden pro-
vocar cefalea moderada, que al igual que ellos, cede antes de 24
horas. Se trata de un dolor difuso o fronto-occipital, gravativo o pul-
Los émbolos, sea n de 01igen cardíaco o arterial, tienden a im- sátil, que apa rece horas des pués de la punción y que puede per-
planta rse en la arte ria cerebral media. El episodio puede ser in- sist.ir varios días sin relación con la cantidad de liq uido ex-traído.
doloro o proyectar dolor sobre la región temporal o alrededor del Es de intensidad variable, aumenta con los esfuerzos Valsalva y
ojo del lado embolizado. en posición sentada. Puede acompañarse con rigidez de nuca,
La trombosis de la arteria carótida o de sus ramas puede pro- náu seas, palidez y transpiración.
vocar cefalea mod erada desde 3 semanas antes de su instalación: La fisiopatología se vincula con la hi potensión del LCR que
es fro ntal , fronto-occipital o se proyecta sobre el ojo del lado dren a al espacio peridural a través del orificio dejado por la agu·
ocluido. ja. Puede ser prevenida empleando agujas de pequeño calibre e
El dolor se atribuye a la alteración parietal del vaso ocluido y indicando reposo en cama por algunas horas después de la pun•
a la dilatación de sus ramas tributarias, pero hay casos sin cefa- ción. Si aparece, el mejor h·atamiento es el reposo en cama, un a
leas con iguales alteraciones. El área infartada es indolora. La ad ec uada hidratación y analgésicos comun·es.
1'1EUROLOGIA 1637
es modera- Cefalea por tumores intracraneanos ción de la espasticidad, lo que suele requerir varias semanas. El
enberg pue• signo de Babinski, en cambio, es- precoz, y debe coincidir con el
Se trata de un dolor sin características patognomónicas que lado de la flaccidez. Si hay concomitantemente alteración de la
tosas el ta· debe evocar el diagnóstico de hipertensión endocraneana cuando sensibilidad )' si, además, existe una cierta capacidad de res-
fo la provo- existe un gradual incremento de la intensidad o de la duración, puesta,estímulos dolorosos del lado afectado no producen res-
fibras ner- cuando se presenta durante la noche o en las primeras horas de puesta, Siempre coincide el lado hemipléjico cou el lado anesté-
f meninges sico en las lesiones cerebrales. Es contrario, en cambio 1 en algu-
la mañana y cuando se trata de un síntoma nuevo en la historia
del enfermo, nos síndromes alternos y en el síndrome de Browll-Sequard de la
dolor fron• En la patogenia interviene la dilatación vascular por entorpe- hemisección medular, pero en estos casos no hay alteración de ia
1n invasión cimier~to de la circulación sanguínea y el desplazamiento de va- conciencia.
L Es de in- sos y meninges. La diferenciación clínica entre hemorragia e infarto es muy
,idad o per- Es un dolor con fluctuaciones, de intensidad variable, opresi- difícil, y la tomografía computada suele ser la que decide el diag-
s provocan vo o pulsátil, que durante las crisis puede acompañarse de dis- nóstico. La enfermedad vascular oclusiva es más frecuente en el
l en las ce- minución del nivel de vigilancía y de vómitos 1 precedidos o no por infarto y la hipertensión en la hemorragia pero la diferencia no
1
relación con el coma. A las lesiones cutáneas puede sumarse el mitos y fotofobia previa, rigidez de nuca, signos de Kemig y Brud- Con m
drenaje de líquido cefalorraquídeo por la nariz o bien epistaxis u zinski positivos, en un paciente eon un cuadro febril y en actitud de graves no
otorragi.a. La radiografía de cráneo revelará en estos casos tra~ gatillo de fusil. El líquido cefalorraquídeo está hipeitenso y sus mo-
zos de fractura. Si se trata de una conmoción, luego de una fugaz dificaciones macroscópicas y químicas dependen del germen cau- TI·atan
pérdida de conocimiento 1 el paciente se récupera sin secuelas o sal. (Para el tratamiento véase Meningitis).
bien con amnesia para las circunstancias que rodearon al trau• Puede presentarse igualmente en algunas encefalitis (vira- Coma
matismo. Se atribuye el coma a compromiso de la actividad de la les1 letárgica 1 etc.), como meningoencefalitis. otro tipo e
formación reticulada del tronco cerebral. diabéticos
Se habla de contusión cerebral si el traumatismo determina al- Comas metabólicos. Son de instalación lenta y paúlatina. dosis sin e
teraciones patológicas del encéfalo con hemorragias petequiales y Generalmente va precedida por cambios mentales: de la concien- el suero. '.
edema, en cuyo caso el coma será más prolongado y clínicamente cia, orientación, captación, reconocimiento, atención, afecto y
pueden detectarse signos deficitarios mínimos. En ambos casos el percepción. Coma
LCR puede estar moderadamente hipertenso, pero en la contusión No hay signos neurológicos de localización, ni alteraciones ve, cirrosi
hay hiperalbuminorraquia y eritrocitos en el sedimento. motoras oculares. En cambio puede prescnt?f mioclonías, astcri- en pacien
En los hematomas intraparenquimatosos, el coma es profun- xis1 temblor, reílejo de prensión, succión y desorientación. CO O rCCUl
do, con sever;o compromiso de las funci ones vegetativas y el exa- En el coma met.abólico no hay desviación de los ojos. con asciti
men neurológico puede detectar hemiplejía u otra función defici- mente o é
taria. Son de grave pronóstico y dejan secuela. punción d
Coma urémico: Es de instalación lenta, precedido por un es-
El hematoma extradural se produce por rotura de la arteria cohol o in
tado de astenia y obnubilación. Ayudan al diagnóstico los anl:ece-
meníngea media en su curso por la tabla interna de los huesos pático (al
dentes de padecimiento renal o de anuria, oliguriai nicturia o po-
temporal o parietal. Luego del traumatismo, el paciente se recu- pres en tac
liuria previa, miosis, asteri.xis 1 palidez, respiración de Chey11e-
pera de la conmoción, pero al cabo de minutos u horas aparece ce- lencia y e,
S"tokes o de acidosis, lengua seca, náuseas o vómitos, ruido de ga-
falea, náuseas, vómitos y sopor progresivo que lleva al coma c-00 ces miocl<
lope cardíaco, frote pericárdieo, hipertensión arterial, aliento
signos deficitarios en el hemicuerpo opuesto a la arteria lesiona- Neuro
amoniacal, proteinuria, y se confirma al revelar el aumento de ]a
da. Es lo que se denomina intervalo lúcido. Suele acompañarse muscular
creatininemia y urea en el suero, la orina de densidad baja. TI·a-
con midriasis del ojo del lado afectado. Como la arteria cursa en profundo,
tamiento: véase capítulo de Nefropatia.
un canal rígido y en esa zona la duramadre está la.xamente fijada hensión f
al cráneo, el hematoma crece constantemente y sólo puede ser de- El tra
tenido mediante la ligadura quinírgica de la arteria. Conu, diabético. Se instala insidiosamente, precedido por
exageración de la sed, poliuria y en ocasiones con náuseas y vó- co, es bas
También tiene intervalo libre, pero mucho más prolongado, el fusos y p,
liematonw subdurai. AJ cabo de días o semanas de un traumatis- mitos. Se trata de diabéticos conocidos, pero a veces es la prime-
ra manifestación de la enfermedad; cuando entra en coma suele a un rit.m
mo craneano poco importante y generalmente en personas debi- La in,
litadas, aparecen signos neurológicos de hipertensión endocra- acompañru·se de respiración profunda por su cetoacidosis, del ti-
po de la respiración de Kussmaul. to-cava, e
neana y de paresia hemicorporal contralateral. la hipera
El cuadro puede confundir con un tumor cerebral. El LCR es El aliento suele tener el típico olor a manzanas 1 que orienta
al clínico experimentado. La desecación se exterioriza por la se- casos del
xantocrómico e hipertenso. Igual al caso anterior puede obsenrarse
quedad de la piel y mucosas, hipotermia e hipotonía de los glo- El SU!
dilatación papilar _del lado lesionado. La arteriografia carotídea
bos oculares. El diagnóstico se confirm a con la constatación de del indi«
muestra una típica imagen de falta de contraste con disposición en
acentuada glucosuria y cetonuria, acetonemia, pH en suero infe- especial <
empanada en la posición de frente. Tanto el hematoma extradural
como el subdural son claramente reconocidos mediante la tomogra- rior a 7,3 y pCO2 igual o menor de 40 mm Hg. TI·atamiento: véa-
se capítulo de Diabetes. Por otra parte se investigará la causa Como
fía computada. Es característica su imagen de lente biconvexa. El
que desencadenó el coma: infección, supresión de antidiabéticos acentuad
tratanúento es quinírgico. ·
o de insulina, etc. ha admi:
En todo traumatizado con alteraciones de la conciencia o
aguda.
alteraciones neurológicas encefálicas debe efectuarse una tomo-
Cama hipaglucémico. Los diabéticos en tratamiento pueden Genet
grafía computada, la cual podrá revelar la presencia de un hema-
recibir por error dosis mayores de insulina que las necesarias o tuada cia
toma, hemorragia o edema cerebral, su localización y evolución.
de hipoglucemiantes orales o bien, habiendo recibido la dosis in- terix:is, rr
dicada, el enfermo ha omitido una comida, con largas horas de sodilatac
Coma postconvuls ivo. A continuación de la descarga con-
vulsiva, el paciente- cae en un coma más o menos prolongado, con ayuno. Con mucha menor frecuencia, se trata de enfermos no acompañ
diabéticos, portadores de un insulinoma. Suele acompañarse de tam[... ::to
respiración agitada al comienzo que progresivamente se norma-
liza. El examen del paciente puede revelar saliva sanguinolenta transpiración abundante, temblor arrítmico, con sobresaltos
con lesiones recientes o antiguas en la lengua. Pasa luego a una musculares, midriasis, en ocasiones se acompañan de convulsio- Comí
etapa de inquietud con movimientos desordenados para recupe- nes. El diagnóstico se establece con el resultado del dosaje de son cadf
rarse sin secuelas. gl ucosa en sangre que revela valores inferiores a 0,40 mg%. El cionales
En el estado de mal, la conciencia no se recupera, pues el in- tratamiento consiste en la inyección inmediata endovenosa. de péuticas
ten·alo entre una crisis y otra es breve. Solamente lo hace al ce- suero glucosado hipertónico al 50% en la cantidad necesaria has- cial. Lo,
sru· éstas, que pueden ser de tipo gran o pequeño mal. En ambos ta lograr la recuperación del paciente, lo cual ocurre ¡.· · :al- sos. Por
casos hay amnesia para el acceso y las circunstancias que lo pre- mente mientras se le está administrando. antidep
cedieron inmediatamante. El LCR es normal, pero el electroen- temina)
cefalograma muestra trazados patológicos. Coma hiperosmolar. En algunos pacientes diabéticos adultos, tos, hid
por lo común con diabetes leve, puede desarrollarse hipergluce- cacione~
Meningitis. Durante las meningitis agudas o sobreagudas el mia severa (hasta 10 g por mil) generalmente sin cetosis, hiper- Oftalmc
coma puede instalarse rápidamente. Los signos clínicos de la enfer- natrenúa (hasta 200 mEq/1), gran hiperosmolaridad del suero, nas 1 na
medad primitiva orientan hacia el correcto ctiagnóstico: cefalea, vó- pero sin cetonemia y sin cetonuria o escasa. pín; nis
NEUROLOGIA 1639
Con mucha menor frecuencia puede observarse en quemados pina (Tegretol), Hidan toín a (Epamin), Litio (nistagmus h a-
graves no diabéticos. cia abajo), tabaco (nistagmus hacia arriba), barbitúricos al-
cohol, tolueno, organofos forados. Ciertos tóxicos prod~cen
1l·atamiento: véase capítulo de Diabetes. accidentes cerebrovasc ulares, proba blemente por embolia 0
espasmo arterial. Ellos son la cocaína, h eroína, fenilpropa-
Coma lactacidémico. Aún menos frecuente que el anterior1 es nolimina, efedrina, L.S. D., fenilciclidina, metilfenidato, pen-
otro tipo de coma metabólico que se presenta con predilección en tazocina. En ellos debe pensarse siempre ante un accidente
diabéticos graves tratados con Fenforminas. Se trata de una aci- cerehrovascular en un joven.
dosis sin cuerpos cetónicos, pero con aumento del ácido láctico en
el suero. También puede observarse en quemados graves. Ccma por psicotropos. Generalmente es provocado por tenta-
tiva de suicidio; orienta a la investigación diagnóstica el antece-
Coma hepática. Se observa durante el curso de hepati tis gra- dente de la ingestión habitual de estas drogas (en especial feno-
ve, cirrosis hepática descompensada, infección de vías biliares y barbitol o derivados), la presencia del frasco que las contenía, el
en pacientes con anastomosis porto-cava. Puede se agudo, cróni- antecedente de un estado depresivo o shock emocional, la edad y
co o recurrente. Generalmente se trata de enfermos ictéricos o el sexo.
con ascitis, o hepatomegalia, que alcanzan al coma progTesiva- La intoxicación se manifiesta en su inicación con cefalea, ata-
mente o éste se precipita por causa de una hemorragia digestiva, xia, confusión mental y somnolencia progresiva que lo lleva al co-
punción de asci tis , anestesia quirúrgica, drogas, ingestión de al- ma. El aspecto suele ser el de un sueño tranq uilo 1 con respiración
cohol o infecciones. Adquiere gran valor la presencia de hedor he- normal que más tarde, con la acentuación del cuadro, se hace pe•
pático (aliento dulzón), flapping (temblor hepático). Antes de la riód ica; disminuci ón y luego abolición de los reflejos tendinosos,
presentación del coma, el paciente pasa por una etapa de somno- hipotonía muscular. En los períodos iniciales puede observarse
lencia y confusión mental, con o sin delirio y alucinaciones. A ve- ligera hipe rtonía. Las pupilas suelen conservar sus reflejos con
ces rnioclonías o movimientos involuntarios ("astcrixis"). excepción de la intoxicación por glutctirnide (Doriden). Depre-
Neuro]ógicamente pueden observarse alteraciones del tono sión o pérdida del reflejo oculovestibular.
muscular con alteraciones en el mismo sentido de los reflejos Una miosis bilateral intensa debe hacer pensar en morfina o
profundos y aparición de otros signos patológicos: Babinski, pre- equivalente.
hensión palmar y convulsiones. Puede aparecer hipertermia, sudoración abundante, e1ite-
El trazado electroencefalográfico, si bien no es patognomómi- mas, delirio o aun convulsiones.
co, es bastante caracteristico, por la aparición de ritmos delta di-
fusos y permanentes con complejos punta-onda lenta bifrontales, 1}-a/amie11to. Debe asegurarse una vía respiratoria bien libre;
a un Iit.mo de 2 por segundo. buena hidratación parenteral, mantener el equilibiio electrolítico.
La ins uficiencia hepática y la presencia de anastomosis por- A veces hemodiál isis. Antibióticos. El lavaje gástrico está indicado
to-cava, dificultando la desintegración del amoníaco, conducen a sólo si ha pasado poco tiempo de la ingestión de la droga. Estando
la hiperamoniemia, pudiendo obsen arse su ausencia en algunos
1
el enfermo en coma es preferible sea precedido de intubación tra-
casos de hepatitis grave. queal para evitar la aspiración de secreciones o _v ó~tos.
El suero suele mostrar, además, en grndo variable, aumento
del índice ictéiico y alteración de los factores de coagulación, en Coma alcohólico. Sobreviene luego de la ingestión de grandes
especial del tiempo de protrombina. cantidades de bebidas alcohólicas, cuando la alcoholemia supera
2,5%.,. Se trata de pacientes con facies vultuosa, tclangiectasias
Coma hipercápnico. Se le observa con predilección en la nasales y perinasales, alien to etflico.
acentuada insuficiencia respiratori a crónica (en especial si se le Las pupilas están dilatadas y los reflejos disminuidos o abo-
ha administrado morfina o sedantes), au nque también en la lidos. La ataxia o las convulsiones que preceden a la pérdida de
aguda. la conciencia, al determinar caída y traumatismo del cráneo, se
Generalmente se trata de un broncoenfisematoso, con acen- pueden convertir1 en la verd adera causa del coma1 en un alcohó·
tuada cianosis; se instala gradualmente marcada somnolencia, as- lico. 1l·atamie11to: lavado gástiico, analépticos y corrección del
te,ixis, mioclonas, a veces edema de papila porque la marcada va- shock, cuando existe.
sodilatación produce hipertensión endrocraneana. El cuadro se
acompaña de hipoxemia, hipercapnia y acidosis respiratoria. TI ·a- Coma por óxido de carbono. Puede orientar al diagnóstico el
tam{.,.: to: véase capítulo de insuficiencia respiratoria. olor del ambiente a gas o la presencia en la habitación de chime-
nea, braseros o leña en combustión o durante un viaje en auto-
Comas tóxicos. Por variadas ·razo!les, las intoxicaciones móvil con los vidrios cerrados o con el coche parado pero con el
son cada vez más frecuentes , sea en drogadictos, sea inten- motor en marcha, en especial durante los días de invierno.
cionales (en suicidas), sea accidentales, profesionales o tera- El coma es precedido de cefalea , vértigo, náuseas, dolor abdo-
péuticas. Su inves tigación suele te ner ribetes de novela poli- minal; la rapidez de la apaiición del coma depende de la canti-
cial. Los signos oculares a veces constituyen indicios valio- dad inhalada en el menor tiempo.
sos. Por ejemplo: Opsoclonus se ve en intoxicación por li tio, La facies es enrojecida más tarde, pueden aparecer convulsio-
antidepres ivos tricíclicos , insecticidas (clordecone), PCP (Ka- nes e hipertermia.
temina), ve neno de escorpión, to lueno, cocaína, organofosfa- Si el coma dura más de dos días el pronóstico suele ser fatal,
tos, hidantoína (epanún). Crisis oculógiras se ven en intoxi- si es prolongado suele dejar secuelas (síndrome extrapiramidal,
caciones por fenotiazinas, carbamazepina (Tegretol), Litio. vértigo, cefalea, temblores).
Oftalmoplejía internuclear se ve en coma hepá tico, fenoti azi-
nas, narcóticos, antidepresivos tricíclicos, propraaolol, doxe- . Causas endocrinas. El panpituitarismo, mixedema, hiperpara-
pín; nÍstágmus vertical se ve en intoxicación por Carbamaze- tiroidismo, hipocalcemia e hipercaliemia pueden llevar al coma.
1640 SEMIOLOGIA. SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERMA
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Sudoración p r otu ca • •
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Esquema de orienta ción primaria en intoxicaciones. (Adaptado de Monteverde•Figini. Neurología en Medicina Interna.
mediante excitación química o eléctrica de la corteza, demues- tocar el piano, etc. Corresponde a la apraxia melokinética (ver
tran funciones motoras Sensitivas y sensoriales en determinadas apraxia).
zonas corticales, pudiéndose determinar auq hasta distiibucio-
b) Ataxia prefro11tal, así designada por Bruns, consiste en un
nes somatotópicas.
trastorno del equilibrio con retropulsión acompañada o no con la-
o Si bien el problema es arduo y hasta la fech a no resuelto, con
e teropulsión. Cuando el trastorno es muy impoliante, no puede
o un fi n práctico podemos aceptar que, para la clínica, es suficien·
mantenerse en pie y cae hacia atrás . Cuando es menor, estando
~u temen le útil saber que la lesión de determinad a región cerebral
de pie, tiene el cuerpo echado hacia atrá s, de manera que una
provoca una disfun ción, y que mediante el examen semiológico,
~ podemos detectar un déficit funcional en el paciente y ubicar la vertical que para por la mastoides, cae por detrás del maléolo ex-
o terno.
] región dallada cau sante de esa disfunción.
•O Así podemos agrupar una serie de síntomas (algunos de défi- Cuando es muy intensa, el paciente, que acostado puede rea-
e lizar todos los movimientos, no puede ponerse de pie ni caminar,
o cit, otros de excitaci ón o liberación) que nos indican qué lóbulo
::¡ es decir, padece de astasiabasia.
cerebral es el afectado.
c) Apraxia de la marcha: el paciente no logra iniciar la mar•
cha, como si no supiera disponer de sus miembros inferiores. Lle-
Síndrome front al va el tronco hacia adelante pero no avanza sus pies, que parecen
fijados al piso.
La sintomalología que presentan los pacientes con afectación 2) Los pacientes, además, sufren caídas frecuentes por afloja-
del lóbulo frontal, puede dividirse en 3 síndromes. miento súbito_de su_s piernas.
3) 7l-aslornos del lenguaje. La lesión del píe de la tercera fro n-
S r'ndrome de la región orbita.ria tal del hemisferio dominante determina la afa sia motora o de ex-
presión. Recordemos que P. Marie sostuvo que era una apra,.1a
Un proceso tumoral en la base del lóbulo frontal (meningioma del lenguaje.
del ala menor del esfenoides, tumor frontal, etc.) determina, por
compresión dt:l nervio olfatorio, anosmia unilateral. La compre- 4) Apnuias motarás y apraxias ldeomotoras. Las lesiones
sión del nervio óptico del mismo lado, ceguera, con atrofia degene- prefrontales determinan pérdida de los movimientos para un fin.
rativa, que se traduce al examen ofiahuoscópico por atrofia de pa- El trastorno puede ser motor, es decir, que el paciente sabe qué
pila. El crecimiento ultcii or del tumor al dete rminar hipeliensión debe hacer, pero no puede, fallando aun en los movimientos imi-
endocraneana provoca edema de papila del ojo contralateral. Que- tativos; o puede ser ideomotora, en que si bien no puede realizar
da así constituido el sínd rome de Foster-Ke11 nedy. (Atrofia de pa- actos voluntarios o a la orden, pueden hace rlos automáticamen-
pila del lado del tumor y edema de papila contralateral). te. Por ejemplo, se le pide o quiere peinarse y no puede hacerlo,
pero frente a un peine, pensando o hablando de otra cosa llega a
realizar el acto.
Sindrome prerrolándico, frontal ascendente,
motor o yu:rtarrolándico 5) 1l-astornos del tono muscular. a) Se describe rigidez del
tronco y de los miembros contralaterales. Los pacientes adquie-
Podemos describir síntomas de excitación o irritación y sínto• ren la postura parkinsoniana unilateral. Constituye un verdade-
mas deficitarios. ro síndrome hipertóni co-hipoquinético de origen frontal.
b) TI-astornos gustativos.: son excepcionales las ageusias o Smdro me del cuerpo calloso
pérdidas del gusto de origen cortical. Alucinaciones gustativas
pueden ser también aisladas o ser el aura de una crisis comicial El síndrome determinado por la lesión de esta comisura in•
psicomotora. terhemisférica está constituido por: 1) alteraciones psíquicas y 2)
c) TI-as/on,os olfa torios: se han descripto hiposmias , anos- apraxia ideomotora de la mano izquierda.
mias y parosmias, en lesiones del uncus. La cacosmia es un sig• 1)Alteracion es psíquicas: apatía, indiferencia. Per íodos de
no localizador de la lesión cuando consti tuye el aura de un a cri• exaltación alternando con depresión. Falta de concentración.
sis comicial psicomotora, 11amada crisis uncin ada. Torpor, que evoluciona al coma. Es probable que esta sintorn ato-
d) Tl-aslornos visuales: lesiones profundas del lóbulo te mpo• logía sea debida a la lesión frontal que pudiera acompañarla.
ral dan cuadrantopsias contralaterales homónimas del cuadran• 2) Apraiia ideomotora de la mano izquierda: la descone•
te superior. xión de las áreas premotoras derechas del centro ideacional pa-
Como síndrome de irritación se han descripto alucinaciones rietal izquierdo (en pacientes diestros) just.ifican la aparición de
visuales complejas que se proyectan sobre el campo hemianópsi• la apraxi a ideomotora de la mano izquierda. En las personas
co: personas, animales, etc. zurdas sucede lo inverso.
Cuando la lesión no está en la porción an teiior del cuerpb ca-
e) Tl-aston,os vestibulares: se ha comprobado nistagmus, des•
lloso sino en la posterior, ex.ist.e una hemiagnosia visual izquier-
viación espontánea de índ ices, trastornos del equilibrio, constitu•
da, por un mecanismo igual al mencionado para la hemiapraxia
yendo el síndrome que se denomina pseudoataxia temporal de
izquierda.
Knapp.
2) Tl·astom os del lenguaje. La lesión del te rcio posterior de Sín dro me pseudobulbar
la primera temporal del hemisfe rio dominante evoluciona con una
afasia sensorial de Wernicke, en que predomina la sordera verbal. Al igual que el síndrome bulbar al cual, según dice su nom•
3} Trastonws com ic iales. Uls pacientes pueden presentar bre, se parece, los síntomas están constituidos por disfagia 1 di-
crisis que comienzan con cacosmia (olores repugnantes) seguidas sartria y disfonía, expresión del defecto fu ncional de los nervios
de un estado onírico especial, ll amado estado de ensueño, al mis- bul bares. En el caso presente, la lesión es supranuclcar y, por lo
mo tiempo que chasquean la lengua y tragan en forma compul- tanto, no eyjsten signos de desnervación que son tan típicos de la
siva. Son las crisis uncinadas. parálisis bulbar auténtica.
Otras veces tienen estados psíquicos de sentirse alej ados de La lesión múltiple bilateral del encéfalo hace que habitual·
lo qu e los rodea 1 o estados de extrañeza, c1isis de angustia, sen- mente existan signos piramidales y, por mecanismos no bien co -
sación de haher experimentado ya vivencias actuales (déjá vu). nocidos, la 1'r!sa y llan to espasmódicos": el sujeto rompe a llorar
En ocasiones 1 crisis en que la con.ciencia se altera y realizan ac- o a reír sin razón.
tos automáticos, que incl usive, llegan a realizar viajes. Son las En un principio, las fun ciones intelectuales no est.án altera-
crisis psicomotoras. das , pero el progreso de la enfe1medad causal (habitualmente ar•
terioesclerosis cerebral) lleva fi nalmente a la demencia.
Síndrome occipital
Las lesiones occipitales se acompañan de trastornos visuales.
Podemos considerar síndromes deficitarios y de excitación. ,/ Síndrome cerebeloso
1) Síndromes deficitarios. La lesión de un lóbulo determina
una hemianopsia lateral h omónima contralateral. Tiene de ca· El cerebelo interviene regulando la actividad de gru pos muscu•
racteristico que respeta la visión macular a diferencia-d e la le• lares antagórucos, con lo cual los movimientos resultan suaV"eS)'
sión de la cintilla óptica. Además es una hemianopsia con grue n• pre~isos_y actúa como centro de sensaciones no consciente~
te, es decir1 simétrica. ~ermiten localizar correctamente p~~~f!!![l',2; En consecuen-
Se desprende de lo anterior que la lesión bilateral occipital cia, sus lesiones se manifiestan por signos que pueden ser clasi·fi -
puede determinar una hemianopsia doble con conservación de la cados en asinérgicos y atáxicos. La asinergia parece resultar de la
visión macular. Pequeñas lesiones occipitales determi nan escoto· lesión del sector eferen te y las ataxias del aferente.
mas, que por ser bilaterales y simétricos se los denomina escoto• Macroscópicamente pueden diferenciarse el vermis de los he•
mas hemianópsicos. misferios, lo que no se con-esponde con la actividad fisiológica. Se
Lesiones de las áreas asociativas , cursan con agnosias visua• relaciona con el resto del sistema nervioso mediante los pedún•
les para las cosas, espaciales y por último, para los signos gráfi- culos eerebelosos inferior, medio y superior.
cos del lenguaje o alexia. -Tán,bién puede dividirse en lóbulos an terior, medio y poste -
Si la lesión recae sobre las fibras de asociación entre el área 17 rior. El anterior está por delante de la fi sura primaria y com·
de Brodmann y el pliegue curvo, provocará una alexia agnóstica. Si prende la porción anterior del vermis, língula, lobulus centralis
la lesión, ya parietal, recae en el pliegue curvo, la alexia será se- y culmen. El lóbulo med io está ubicado entre la fisura primari a
mántica (lee pero no comprende la significación) y se acompaña de y el sulcus prepyramida lis y comprende el lóbulo simple, el ansi·
agrafia. forme y el paramediano, los cuales junto con el declive y el tuber
const.ituyen la mayor pa1te del órgano. El lóbulo posterior com·
2) Síndrome de exc itación. Constituy'en las alucinaciones prende, en la línea media a la pirámide, (ivula y nódulo, y late·
vis uales, que son elementales: centelleos, anillos de fuego, r ayas ralmen te el flóculo y el parafl óculo.
coloreadas. Una división filogenétiea del órgano se acomoda más a las
Menos frecuentemente pueden ser objetos definidos, perso• funciones de cada una du sus partes. Puede así ser dividido en a r•
nas , etc. Pueden ser auras de una épilepsia focal occipital. quicerebelo, paleocerebelo y neocerebelo. El arquiccrebelo com·
1644 SEMIOLOGIA, SEMIOT ECNIA Y MEDICINA INTERNA
A¡:f')yJ. -~~
prende a los flócul os, nódulos, úvula y Jíngula. Habitualmente se , Manifestaciones clínicas por lesión del cerebelo o de sus
lo denomina lóbulo flóculo-nodular, porque son esias dos estrnc- vías
turas las que reciben las conexiones vestibulares: es el cerebelo
vestibul ar. En cambio úvula y língula reciben otras conexiones. f1'tvi.taxia: consiste en la pérdida de la capacidad para coordi-
Interviene en el man tenimiento del equilibrio y es la parte más n a ~ d a d de los distintos músculos que concuITen a un
antigua en el desan-ollo filogenético, siendo preponderante en los n;~_vimie~!~~! cual Eierde su suavidad y preciSión _p~~~.i2.!!~~-
peces en los cuales la coordinación de los movimientos es poco im-
portante.
tirseentorp~:t .~!'sero~
Las conexiones.vestibJJJares, especialmente desde los núcleos (!~isn~!~· es la incapacidad para lograr un propósi_t? mo-
lateral o de Deiters y supe~for, ·alcanzan la corteza cerebelosa y tor mediante el justo empleo de la fuerza, velocidad y sentido__c!.e..
luego el núcleo fastigio, desde el cual y a través del tracto fasti- distancia, de tal manera que el miembro·jrnede detener su ·excur-
giobulbar se cierra el circuito, pues vuelve a los núcleos vestibu- sionantescteYObjetivo o ex-;,ederlo (figs . 15-54 y 55).
lares y formación reticular.
Los procesos expansivos a partir del techo del 4' ventrículo (ª) Adiadococinesia: incapacidad par.::_efectuar rápidamente
pueden comprimir nódulo, úvula y pedúnculos de los ílóculos. Err mo'vimientos que emplean m~sculos anta~_~!}_~~~-
estas condiciones, el paciente tiene dificultades en el manteni-
~_..de_la_Rosición erecta, Eero las manio~m!ent:ras está ( ~}Te mblor cinético o intencional y temblor estático: es otro de
en la cama, pueden ser normales. los signos que pueden observarse cuando hay leswn cerebelosa.
El JJ.~leocerebelo comprende la lingula y el lobul us centralis 'El más frecuente e~ ~l_~~~ico, que se hace evideñte~c-~-~~~
miembro .se desplaza hacia un oojeto 1 ypareciendo ~ntonces osci•
(lóbulo anterior), ,Tculmen y el declive y la porción posterior del
laciones del mismo que se hace n más ampUas en las vecindades
lóbulo posterior (úvula y pirámide).
del objetivo, pudiendo no posarse por la magnitud de los despla-
Por sus conexiones puede ser considerado como el cerebelo de íamieñtos1ñvohinta1ios: es el temblor fi nal. . .. .
músculos, articulaciones y tendones_. Se relaciona con 1a aparición También es posible observar ·un temblor de reposo que habi-
filogenética de movimientos que-req~iieren C(?Ordina.~_ión_.de los si- . tualmente es cefálico.
métricos y s.imples, como la postura y la _r.n_ar~l.i. Lesiones experi-
mentales hr1.n demostrado su in tervención en los mecanismos pos- /(s\'1h¡,oto11ía m uscular: se p~de objeti var median te la palpa-
turales, provocando aumento del tono extensor. Medicnte los ha- ción de los mú sculos o mediante 1.1:-aniobr".:s d'ª_.moJjJ.i~ad l?asiva_
ces espino-cerebelosos ventral y dorsal y del cordón posterior, re- y es debida en este c~o a c9mwón1is~de1cr~b°5 - .
cibe aferencias de la médula, que Jo alcanzan por los pedúnculos
cerebelosos infe1i or y superior. Las eferencias alcanzan los núcleos fi) Astenia )' lentitud de los movimientos.
dentado, globoso y emboliforme y luego de pasar por el pedúnculo
cerebe!oso superior fi naliza en el nú~!eo.rojo y la médula, a través / 1fT~La teropu lsió11: cuando hay lesiórr de un hemisferio cerebe-
del haz rubroespinal, Es decir que ~e trata de un circÜito que re- ·10Jo-~ de sus vias puede observarse que tanto la cabeza como el
cibe infon11acíón de los múscu}os, articulaciones y tendones, al- cuerpo se inclinan hacia ese lado. La marcha deja de hacerse en
canza corte7:a_y.núcleos cerebelos9s y núcleo rojo y finaliza en la Tiñeafecta y el des plazamiento se hace <liagonalizado hacia el la-
vía mot~ra CCL.~_llfin~l do compro met.ido.
La vecindad con las formaciorres que constituye n el neocere- . .,---,
belo hace que en clínica humana no pu edan separarse claramen- · ( S)' Alteraciones motoras de la pala bra: la fras e deja de fluir
te los signos provocados por lesíón del paleocen:belo. su'avemente por adecuada regulación del aire que se emplea en
su emisión y sufre br~s_c::i,s y breves interrupciones que le confie-
El 11eocerebclo constituye el "cerebro del cerebelo". Es el de
ren caracteres de ~,·p""o-r cont.i nuas explosiones. Es una
mayor desá.rrollo y filogenéticamente crece con los hemisferios
auténtica ataxia de los múscüfóS. fonadoreS.
cerebrales. Comprende la mayor parte de los hemisferios y al-
go del vermis. Las aferencias provienen de la corteza cerebral a
través de los haces fronto, porrto, parietotémporo y occípito-ce-
/ {¿) Alteraciones de lo~ reflejos profundos: hay moderada hiRC>_-
rreílexia porgue la disminución de la corrsistencia de los múscu-
rebelosos, que alcanzan la corteza del órgano luego de hacer si-
los hace que el estiramiento provocado por la percusión sea me-
na psis en núcleos pontinos, desplazándose en el pedúnculo ce-
~o r. Además, en el caso delreiíejo pJ!Té!UroCfeTcuadiTceps_:-fa-¡;:¡_
rebeloso medio. Desde la corteza, las afe rencias fina li zan en los
nú~leoicerebe-losos, especia lmente el de ntado. Las eferencias a potonía hace que la pierna oscile un I~l.Íme:o mayor. ~~-~~~-~..9.::.e
el normal. Se deno mina a esta res puesta reflejo pendulor. ·
través de pedúrrculo cerebeloso superior van al tálamo, núcleo
roj9, rnédul_a y zo~~~t:'.r~_de la corteza cerebral. . Y ""----=-
\, 101,Nistagmo: se obser,,a frecuent€merrte cuando hay lesión
La lesión de e_s te _circuito ~!5 la que determina los signos que_ de fas
vías vestibulocerebelosas, lo cual implica la del pedúnculo
habitualmente relacionamos con el cerebelo: ata1ia, temblor in- cerebeloso lnferior o la región del vermis.
tencional e hi potoriía muscular, los cuales se hacen más eviden-
tes si se lesiona el núcieo dentado. QP'Alteraciones de la marcha: cuando hay lesión de un he,
lviientras arqu.i_y p ~lo 1:.egulan los movimientos . misferio cerebeloso, el paciente rectifica rápjdamente la desvia-
bi/i1fül~s (marcfi:, líalanceo, rragy:LelneocerebeJo lo Jrn._ce ción que le provoca la lateropulsión,_ )'or lo cual la marcha ad-
ais1aclamente s;>Gre ~ midades.J'osibilitand o_los mgyt- quiere caracteres de las de un ebrio: es la rn_a.i:c_h_a,_cbriosa.
mien tos complejos q~e re<cuiemrnn;uteJic~daso;,rsiinaci§.n V Cnando en cambio se afectan las estructui·as medianas rela-
perm itiendo'éf fu rrc10nam1ento 111dependiente de los miem- cionadas con el arq m y paleocerebelo, apareCer1alterac1ones de
b;:,os de recho e izq0_~rdo. la postura y deT equil1Erio.1,;l paciente separalos pres, amplian-
do la base ctesustentación 1 éTir~~Jiliienyn pJano pJJS\e-
NEUROLOG IA 1645
o de sus r(or al de los mi'aJ1..1\l.r1csJnf<crioze3 _y.m;'csenta o~cilaci9nes_,J<;I, con- es más benigna y hasta puede pasar desapercibida,
j_un to de estas alteraciones posturales y cinéticas recibe el nom- El infarto isquémico es también agudo, Si es grande y tiene,
bre.de ·asi11e,1Jia de ~};OJ_l(;~.. edema al rededor, puede causar hipertensión endocraneana. Si e~
Jara coordi- pequeño puede producir solámente signos de foco o también pa-
Investigación de la función cer ebelosa sar desapercibido, ,,
uITe J ~
Los síndromes alte,rr10s con participación de las vías cerebe-
~~~~.!!!~.!> losas tienen sintomatología característica. (vei:: Síndromes alter-
Tal cual se ha descripto en el capítu lo Coordi11f!ció11 o Taxia,
nos;. ·
la exploración de la función cerebelosa se efectúa mediante las
pruebas índice-nariz; índice-oreja; indice-índi ce; de la pronación
y s upin'a,ción de la mano sobre la rodilla; índice paciente-indice Infecciones, Las sépticas (abscesos) dan signos focal e,s, .Si son
obsen•ador; talón-rodilla; dedo gordo paciente-índice observador; grandes, hipertensión endocraneana. Son complíC_ación frecuen-
del golpeleo del talón sobre la tibia; de las marionetas; de la pre- te de ot.itis o sinusitis supurada, con o sin meningitis intermedia.
nsión del vaso; de Stewart-Holmes; de la desviación espontánea A veces su origen es embólico a partir de un foco séptico a dis tan-
de los miembros superiores y mediante la observación de la mar- cia (pulmón), que no rara ,vez pasa desapercibido. La pequeñez
cha hacia delante y atrás; investigación de la hipotonía y de la de una u otra lesión puede hacer faltar los signos de sepsis (fie-
pasividad , bre , leucocitosis),
La virales evolucionan en pocos días.' Suelen ser difusas, So~
: es otro de
frecuentes las postinfecciosas, en general en la convalescencia de
cerebelosa. Localización d e l as enfermedades cerebelosas
~c-uando u~ enfermedades eruptivas infantiles, en especial varicela.
Las p8,raneoplásicas pueden sér virales e inmunitarias.
:onces osci- Aunque se pueden recoger potenciales localizados en la corte-
En las tó,icas, el cuadro clínico puede ser incompleto, Los l<í-
vecin<lades za cerebelosa estimulando músculos, tendones o Dreas de la cor-
xicos más frec uentes s~·n: solventes, metales (alumi nio, mercu-
Ios°~- teza cerebral, no han sido claras las respuestas provocadas por
rio1 Talio, ·Zinc, estaño, litio), pesticidas, monfo..ido de carbono,
estímulos desde los núcleos cerebelosos. Hoy se acepta, sin em-
cloruro de metilo, citóstáticos (5 fluoruracilo), alcohol,
} que habi- bargo, que las estructuras medianas se relacionan con la cabeza,
En Iiis degenerativas, al síndrome cel·ebelo·so se suelen arrre.
cuello, ojos y tronco y los movimientos asimétricos 1 lábiles, dt:: los
gar signos de variadas otras lesiones, nerviosas o no, ~onstitu-
miembros lo h acen con los hemisferios.
yéndose una gran cantidad de síndromes, muchos de ellos con
:e la palpa- Por ello podemos prácticamente separar dos síndromes cere-
nombre propio, Aquellos signos a veces predominan sobre los ce-
f ..
dad pasiva belosos: el de la linea media o paleocerebeloso (incluye arqui y
paleocerebelo) y el de los he misfe1ios o neocerebeloso,
rebelosos, Entre los neurológicos, pueden ser piramidales, oculo-
motores, epilepsia, parkinsonismo, debilidad mental, polineuro-
El síndrome paleocerebeloso incluye elementos vestibulares
patia, mioclonias, Entre los no neurológicos, acantocitosis, hipo-
por compromiso de las vías vestibulo-cerebelosas con trastornos
gonadismo, re tinopatia pigmentaria, sordera, dermopat ía, esco-
postulares y de la march a. Hay ataxia de !,ronco sin lateropul-
liosis, pie excavado, diabetes, hipotiroidismo,
rio cerebe- sión, pero con tendencia ~ caer hacia adelante o atrás. Nistagmo
y disartria con performances aceptables en los miembros. Entre las que tienen causa metabólica conocida, figuran ami-
za como el
noácidos, amonio, piruvato, lactato, betalipoproteina, glutamato•
hacerse en El síndrome de los hemisferios o neocerebeloso, se objetiva
po r alteración de todas las maniobras señaladas de coordinación dehidrogenasa, hexosaminidasa, cerulopasmi na (ver enf. de Wil-
haci a el la-
son),
activa, del lado del hemisferio comprometido, cuya magni tud es-
tá en relación con la agudeza del proceso. Un a forma especial que debe tenerse en cuenta porque es
da de fluir El cerebelo y sus vías pueden dañarse por diversas causas, probablemente mas frecuente de lo que se cree, es el síndrome
empl ea en que pueden investigarse comenzando por los modos de enfermar peduncular de Wernicke, debido a carencia de vitamina Bl, por
e le confíe- según el esquema de "Etiopatogenias", Pero en verdad el estudio alcoholismo, enfermedades consuntivas, ele,
,s, Es una debe comenzar por aseg ura r que la ataxia y el desequilibrio cons- Las formas dege nerativas mas frecuentes no tienen meca1lis-
tituyen un símbolo cerebeloso y no cordonal, laberíntico, ele, Asi- mo fi siopatológico conocido, suelen aparecer luego de la adoles-
mismo1 debe en lo posible reconocerse si se trata de una afección cencia y tienen muy lenta evolución. Su carácter h eredjtario es,
rada hip,E_· difusa de todo o gran parte del órgano o sólo de una porción de en general,evidente si se logra una buena amnesis, Las hay do-
'.os múscu- él: hemisferios (asinergia), vermis (desequilibrio), lóbulo fl óculo- minantes, recesivas y ligadas al sexo, El diagnóstico diferencial
m sea rue- nodular (nistagmus, vértigo) o vías medulares, protuberanciales de los di versos síndromes que constituyen este grupo es dificil,
:eps_:18:-fíf. o mesencefálicas (casi siempre unilaterales), La etiología suele aún mediante la anatomía patológica, aunque su inexorable pro-
_veces 9~? ser diferente en unos y otros: el comienzo foc al y gradual es pro- gresión y falta de terapéutica hacen poco necesario ese diagnós~
'lar. pio (no exclusivo) de tumores; el general, de degeneraciones; el tico.
de las vias, de trastornos vasculares (síndromes alternos). Los Final mente, signos cerebelosos que aparecen en la edad me-
hay lesión tres tiene n además, un t.iempo evolu tivo diferente: meses, años y dia de la vida sin causa evidente, deben hacer pensar en esclero-
pedúnculo min utos, respectivamente. sis múltiple,
El con1
Pero además de ser estructuras de pasaje, alojan en su inte- la médula. De cada uno de estos núcleos parte un haz, que antes
sentación
rior los núcleos de los pare·s cianeanos. de alcanzar el tálamo se entrecruza con él del lado opuesto y da
la caida d,
La complejidad de esta zona 1 cuya iirigación proviene del sis- origen a la cinta de Reil media.
cia el lado
tema vé1tebro-basilar1 está aumentada por el entrecruzamiento Además en el bulbo encontramos los núcleos de los pares cra- ataxia y a
de las vías motora y sensitiva. neanos XH (hipogloso), XI (espinal) y X (vago), las olivas bulba- torios y de
Todos los pares craneanos emergen del tronco por el mismo res y los pedúnculos cerebelosos inferiores, medialmente a los Laoch
lado en el cual está ubicado su núcleo. El IV o patético es el úni- cuales encontramos la raíz espinal descendente del trígémino. en la calo!
co que elude leyes generales para los restantes: emerge por atrás En el piso del IV ventriculo, siempre a nivel bulbar, se encuentra be!osas (c,
y se entrecruza luego de su nacimiento aparente. el núcleo medial del VIII par (acústico). mino, fibr,
Estas características y la del entrecruzamiento de las vías En la protuberancia, las fibras piramidales están separadas ambiguo (
permiten observar cuadros neurológicos en los cuales se afectan por las que siguen un curso transversal y constituyen el pedún- nos frecue
nervios craneanos de un lado de la cara y la sensibilidad o motri- culo cerebeloso medio. En la región dorsal o tegmento encontra- y VII y el
cidad del tronco y de los miembros del lado opuesto, por lo cual mos los pedúnculos cerebelosos superiores, los núcleos ventral y Como
se los ha denominado síndromes alternos. dorsal del VIII par (coclear), del motor ocular exiemo (VI par), del lado d,
Las divisiones que hemos señalado de las estructuras que del facial (VII par) y el motor del trigémino (V par). músculos
constituyen el tronco encefálico pueden limitarse fácilmente al En el pie del mesencéfalo, el haz piramidal se encuentra en- cionalmer:
observarlo por su cara anterolateral, pero es menos clara si lo tre fibras témporo y fronto-pontinas. En el tegmento está la sus- cara prest
hacemos por la posterior o considerarnos su confonnación inter- tancia reticulada, el núcleo rojo y la sustancia nigra. En la re- cit para la
nac.Ell..esta última podemos ver que las vías y algunos núcleos gión periacueductal, los núcleos del motor ocular común (JI! par) de la raí,
y patético (IV par). miasinerg
no respetan esos límites y pasan insensiblemente de uno a otro.
nocerebel1
Dada la pequeñez topográfica de la región en la cual asientan El techo está constituido por la lámina cuadrigeminal.
El compre
formaciones vitales, se comprende que sus lesiones sean de ob- Este breve repaso anatómico, al mismo tiempo que nos seña- sible un r
servación clínica poco frecuente. A medida que se asciende en la la complejidad de la zona, nos permitirá ubicar las lesiones talmía) ce
ella, la separación de vías y núcleos aumenta las posibilidades de que pueden dar lugar a una gran cantidad de síndromes de rarn el territor
supen'lvencia como consecuencia de lesiones circunscriptas. observación. alcanza l;
Ayudará a la exacta localización topográfica el recordar las for- Ejemplificaremos con un síndrome para cada uno de los nive- pares era
maciones que se alojan exclusivamente en el territorio de cada una les bulbar, protuberancia! y peduncu]ar, que constituyen los de estrabisrr
de las partes del tronco encefálico~ Así en el mesencéfalo se en- presentación menos rara. Del la,
cuentran los núcleos de los pares craneanos III y IV; en la protu- térmica y
berancia el núcleo sensitivo. del V par y en el bulbo raquídeo los Síndrome de Wallenbe,g (fig. 15-151): es provocado por el re- lárnico) y
núcleos de los pares VIII, IX, X y XII. Todos ellos se disponen en blandecimiento en el territorio de la arteria cerebelosa posterior e gaz, por e
la región dorsal o t~gmento y las fibras que ascienden al cerebro o inferior, rama de la artería basilar. Este reblandecimiento puede La rá¡
descienden a la médula lo hacen por el plano ventral o pie. deberse a la oclusión de esta arteria o bien a insuficiencia en su nestesia
El haz piramidal se entrecruza con el del lado opuesto en la territorio de irrigación, si la oclusión es más baja. Por esta razón deglutori,
zona baja del bulbo, encontrándose al mismo nivel de los núcleos y por la variabilidad en la distribución de la arteria hay notables ner.
de Goll y de Burdach donde finalizan los cordones posteriores de diferencias en el cuadro clínico de un paciente a otro. El cur
siva recu¡
Síndr,
parálisis
braquio-<:
Fig. 15=15 l. Síndrome de Wallenberg. Lado facial con
derecho: la zona rayada señala la anestesia comprom
tipo siringomiélico, hemiparálisis del velo
Como
del paladar y de cuerda vocal. La zona pun-
caracterE
teada señala hemisíndrome cerebeloso. Lado
al superi
izquierdo: disociación siringomiélica. Fig. 15-
trico revE
152. Síndrome de Mi/lard-Gubler. Lado
lisis de E
derecho: parálisis facial tipo periférico;
La he
parálisis del recto e,iemo (punteado). Lado
piramida
izquierdo: parálisis motora piramidal. Fig.
15-153. Síndrome de Webe,; Rayado: paráli-
en la zon
sis del motor ocular común. Punteado: La le:
parálisis motora piramidal. mente pe
paramed
neoplasi:
Síndi
síndrom1
motor oc
La le
cleo rojo
NEUROLOGIA 1647
El comienzo del cu ad ro en general es brusco por la súbita pre· premiso del núdeo del III par, o de las fibras que de él emergen,
sentación de vértigos con vómitos, que habitualmente provocan y de la vía piramidal.
la caida del pacie nte. Durante la marcha tiene lateropulsión ha- Lo provocan reblandecimientos por insuficiencia de los vasos
cia el Indo comprometido y los miembros de ese lado presentan cortos de la región paramedi ana, hemorragias por ruptu ra de
ataxia y asinergia. Simultáneamente aparecen trastornos fona· aneurismas o tumores.
torios y deglutorios. Clínicamente se observa, del lado de la lesión, una parálisis
La oclusión d~ la arteria provoca un reblandecimiento bulbar completa del IlI par con ptosis palpebral y estrabismo divergen-
en la calÜta dorso-lateral, con lo cual involucra víaS espi no-cere- te. La pupila está dil atada y no reacciona a la luz ni a la acomo-
belosas (cuerpo_restiforme), la raíz espinal descendente. del tiigé- dación. La parálisis del hemicuerpo opuesto, que incl uye la len-
mino, fibras simpáticas descendentes, núcleos de Deite rs (VIII) y gua, reúne los caracteres de lesión de la primera neurona moto~
ambiguo (motor de los pares IX y X) y tracto espinotalámico. Me- ra, con hipertonia, hiperrefleria y Babinski.
nos frecuentemente se comprometen los núcleos de los pares VI
y VII y el haz piramidal. Sl11drome bulbar (Parálisis bulbar progresiva). Entre
Como consecuencia de estas le siones, el paciente presen ta 1 las afecciones de la segunda neurona motora voluntaria 1 como es
del lado de la lesión, parál isis fláccida del velo del paladar, de los la atrofia espinal pro,'Tesiva, se desccibe la parálisis bulbar pro-
músculos faiin geos y de las cuerdas vcc:ales, que se revelan fun- gresiva, también ll amada parálisis labio-gloso-laríngea. Suele
cionalmente por disfonía y disfagia. La mitad homolateral de la ser una forma c1ínica de la esclerosis lateral amiotrófica.
cara presenta disociación siringomiélica de la sensibilidad (défi- Suele comenzar alrededor de los 50 rufos de edad. S u carácter
cit para las sensibilidades térmica y dolorosa) por el compromiso progresivo determina la muerte del paciente dentro de los 3 a 5
de la raíz espinal descendente del trigémi no. Hemiataxia, he- años de la evolución de la afección.
miasinergia y lateropulsión por el compromiso de las vías espi- Comienza con dificultad en el habla (disartria) que va en au-
nocerebelosas aferentes y nistagmo por el del núcleo vestib ular. mento, llegando en los períodos fin ales, a ser inint,eligible. Al
El compromiso de fibra s simpáticas descendentes hace compren- mismo tiempo, o poco después, se agrega dificultad para tragar
sible un moderado síndrome de Bernard-Horner (miosis y enof- (disfagia).
talmía) con trastornos secretorios del mismo lado de la cara. Si En el examen, el paciente presenta una mucosa lingual ple-
el terTitorio irrigado por la arteria cerebelosa posterior e inferior gada, arrugada, debido a la disminución del volumen muscular
alcanza la protuberancia, por comprornisoae los núcleos de los de la lengua, por 1n atrofia neurógena que padece. Suelen obser·
pares craneanos VI y Vil aparecerá parálisis facia l periférica y varse en ella abundantes fascic ulaciones y la motilid ad y fuerza
estrabismo interno. disminuyen progresivamente.
Del lado opuesto a la lesión hay déficit para l~s sensibilidades Los músculos peribucales también afectos de esa ·atrofia neuró-
térmica y dolorosa en tronco y miembros (lesión del haz espu10ta- gena, presentan fascicuJaciones y detenninan una boca entreabier·
lánlico) y moderada hemiparesia con Babinski, generalmente fu- ta, que permite escunir la saliva por las comisuras bucales.
gaz, por el edema perilesional que afecta al haz piramidal. La motilidad del velo del paladar también se compromete en
La rápida orientación clínica proviene del hallazgo ele hemia- la evolución del proceso, pudiéndose presentar reflujo nasal con
nestesia alterna disociada, con vértigo, trastornos fonatorios y la ingesta de líquidos.
deglutorios, hemiataxia cerebelosa y síndrome de Bernard-Hor- El compronúso de los núcleos motare~, trigemina les, provoca
ner. paresia o parálisis masticatoria; fa ciales: la amimia; neumogás-
El curso de la afección es generalmente favo rable, con progre- trica, disforúa y afonía, obscrvá ndoSe en la laringoscopia, las
siva recuperación y compensación de las funciones alteradas. cuerdas vocales en abducción paralítica.
Son complicaciones frecu entes, que llevan a la muerte de es-
Síndrome de Mil/ard-Gubler (fig. 15-152): se caracteri za por tos enfermos, la asfixia por un bolo alimenticio que no puede de-
parálisis facial periférica del mis mo lado de la lesión y hemiplejía glutir o una neumonía por aspiración. No se COIJ?prucban trastor-
braquio-crural contralateral. La intima relación de la rodilla del nos sensitivos.
facial con el núcleo del motor ocular externo, hace que también se La parálisis bulbar también puede aparecer en una poliomie-
comprometa el VI par y determine un estrabismo interno. litis, arterioesclerosis, tumores bulbares o peribulbares y en la
Como es norma general que el compromiso nuclear confiere esclerosis mú}tiple1 teniendo entonces forma evolutiva y con-
caracteres periféricos a la parálisis, la del facial involucra tan to comitMcias clínicas propias de cada una.
al superior como al inferior y luego de un lapso, el estudio eléc-
trico revelará reacción de degeneración, al igual que en !a pará-
lisis de Bell .
La hemiplejía es contralateral porque el compromiso del haz Síndromes medulares
piramidal ocurre antes que su entrecruzami ento 1 que se efectú a
en la zona baja del bulbo. Una destwcción total de la médula en un lugar determinado
La lesión asienta en la parte media del pie pontino, general- producirá la abolición de las funciones sensitivas y motrices de
mente por insuficiencia u oclusión de los vasos cortos de la región su porción distal o sea de las partes correspondientes del cuerpo.
paramediana, au nq ue puede ser determinado por granulomas o En otras palabras,' anestesia y parálisis. El lugar de la lesión po·
neoplasias, drá reconocerse por el límite del trastorno sensitivo 'l motor. El
conocimiento de la topografia cutánea de las raíces, o sea metá·
Sín drome de Weber (fig. 15-153): es el más frecuente de los meras medulares (fig. 15-52) permite establecer aquel lugar con
síndro~es mesencefálicos y consiste en parálisis ipsilateral del precisión. El conocimiento de la inervación radicular de los mús·
motor ocular común y hemiplejia facio braquio-crural opuesta. culos tierie igual litilidad, pero ello signifi ca un esfuerzo, de me·
La lesión asie nta en el pedúnculo cerebra l, por debajo del nú- mori a y un largo estudio fun cional de una cantidad de rousculos.
cleo rojo y hacia la región medial del pie, detenninando el com- Por ello, ei examen sensitivo es el habitualmente usado en la
1648 SEMIOLOGIA, SE MIOTECNIA Y MEDI CINA INTERNA
práctica. De todos modos, en caso de que la información ·que pro- médula (hematornielia} o por mielomalacia (reblandecimiento is-
vea la sensibilidad no sea suficiente, el "balance muscular" es ne• quémico en el tenitorio de un a arteria perforante anterior).
cesari o. En .la enfermedad siringomielia (fig. 15-155) la lesión es una
Además de los signos sensitivos y motores, las afecciones me· gliosis peiiependimaria progresiva, lo que hace que, en su comien·
dulares presentan signos esfinte1ianos: retención de orina y de zo, el síndrome consista puramente en la ''lermoanalgesia suspen·
materia fecal. dida", pero la e}.iensión lateral de la lesión hace que se destruyan
Dado qu e la evacuación intestinal tiene variaciones muy ulte1iormente los demás haces medul ares, con la consiguiente pa-
grandes entre distintos individuos, sus alteraciones suelen no rálisis espástica, termoana1gesia "en cuarto postezior", etc.
ser eviden tes. Si, en cambio, lo son las vesicales. La anestesia Si, como ocurre habitualmente , la enfermedad asienta en
hace qu e el sujeto no perciba los inconvenientes de la retención el engrosam iento cervical de la médula 1 aparecerán también
de orin a, por lo qu e la anamnesis dirigida a lo que más preocupa los signos periféricos metaméricos correspondientes a la le-
al paciente, - 1a parálisis- suele no mencionarla espontáneamen• sión de las astas anteriores y posteriores en los miembros su-
te. Más aú n, cua ndo la presión inlravesical llega a cierta magni• periores.
tud , el esfinter, es forzado, producié ndose entonces un a inconti· Exi sten otros síndromes medulares parciales sistematiza dos,
nencia periódica "por rebalsamiento'', Por otra parte, con el co• en los que la enfermedad afecta estrictame nte a ciertas porcio-
rrer del tiempo se instala un au tomatismo vesical refl ejo que ha• nes anatomofuncionales de la misma. Son, en general , enfe rme·
ce evacuar la vejiga periódicamente. dades "degénerativas" y tienen, por lo tanto, las características
En ambos casos 1 no hablará el paciente de retención de orina. clínicas generales.
La polpnciOn de lci uejiga diste ndida, por encima del pubis ("glo -
En la esclerosis /u/eral amiolróf,ca , también llamada enfer-
bo ucsical"J es mc111íobra imprescindible ante la sospecha de una
medad de Charco( o enfermedad de la neurona motora, degene-
a/"ección medulcir.
ran exclusivamente los haces piramidales y las astas anterio-
Parálisis, anestesia y retención de orina son, como se ha visto, res. Comenzando habitualmente en la región del engrosamien-
los signos cardinaleS dé las lesiones medulares. La parálisis será,
to braquia1 1 sus sín tomas son una para paresia cruTal espástica
naturalmente, hipertónica e hipeJTeflexica, pero debe recordarse progTesiva y una disparesia braqu ial con a miotrofia dis tal en
que estos signos de espasticidad son evidentes cuando la afección
los miembros superiores (s[n drome de Aran ·Duchenne). Las
es duradera, pero que, cuando es aguda y recien t€, el "shock me•
fasciculaciones son un signo importante y temprano de esta
dular" hace que la parál isis sea fláccida y arreíléxica durante una
afección.
o dos semanas. Este ,:síndrome medular agudo" puede, por lo tan-
to, confundirse con un síndrome polinemitico, pero la existencia de
En la miclosis funirnlar, o esclerosis combinada o síndrom e
signo de Bobinshi, globo vesical y nivel metarnérico de l~i anestesia,
de Lichlheim, h abitualmente de origen carencial, degeneran los
permiten hacer el di?.gnóstico. ··
cordones de Gol! y Burdach y los piramidales. El cuadro clí nico
La lesión 1ued ular afecta tambié n a su porción de sustancia
será, por lo tanto, una parapI!f~sia o tetTa paresia de tipo central
g1is y al 01igen de las raíces anteriores y posteriores, con los co• y una ataxia tabetiforme.
rrespondi entes sin tomas y signos de tipo "periforico", es decir, pa·
rálisis fl3ccidas como atrofia y anestesia, de topografia radicular.
Ello resulta más evidente cuando }a lesión asie nta en el engrosa•
miento braquial o el crural, por el amplio tenito1io cutáneo y mus•
cu lar que les co1Tesponde. Para las raíces torácicas, los signos mo-
tores no son evalu ables en la práct.ica; sí en cambio los sensitivos,
que adoptan la forma de banda in tercostal.
Cuando la les ión medular es incompleta, el examen clínico
muestra cuáles porciones se han mantenido indemnes y cuáles no.
Así, el sindrome de Brown ·Séquard es producto de una hemisec·
ción meduh.U'. En el existe una parálisis del miembro o los miem-
bros (según la altu ra de la lesión) del mismo lado de la lesión (por-
que el haz piramidal se ha decusado en el bulbo) con pérdida de la
sensibilidad profunda y una anestesia térmica y dolorosa del lado
co11/rario, porque la via espinotalámica se cruza debajo de la le-
sión, inmediatamente después de su entrada desdt: las raíces pos-
teriores. La sensibilidad táctil no tiene una esh·icta lateralidad
porque su vía se decusa parcialmente tfig. 15-154).
:imiento is• La tabes, foru1a cua ternaria de la sífilis, es esencialmente un por encima de los centros del cono, que producen piirnero abolí·
terior). síndrome racliculocordonal posterior. La degeneración de las raí- ción de toda actividad voluntaria y refleja _deben prod.ucir tam-
5ión es una ces posteriores -primitiva men te sus fibras más gruesas- se tra- bién la abolición de la micción o sea retención de orina. Al esta•
su comien- duce en arreílexia, y ]a de los cordones posteriores en ataxia. Los blecerse el automatismo medular, reaparecen los reílejos, que fi -
sia suspen- signos pupilares (Argyll Robert.son) y humorales (reacciones de na lmente resultan patológicamente exagerados. El reflejo de
destruyan siñl is) completan la enfermedad. micción también reaparece, ocun-iendo micciones automáticas
guiente pa- involuntarias, tanto más frecuent<;s cuanto más vivo esté _el re-
etc. La en fameclctd de Friedreich, denominada por este autor "ata- flejo. El estímulo del reflejo es, como normalmente, la distensión
asien ta en xia hereditiria", se presenta clínicamente por un síndrome tabét.ico vesical, o gotas de orina que pasan a la uretra posterior o estí-
n también con signo de Babinski y algunos signos cerebelosos. Su substratum mulos cutáneos en el abdomen, muslos, pene , etc. El enfermo pa-
es a la le- anatómico puede deducirse: raíces y cordones posteriores, haces pi- rapléjico bien adiestrado aprende a aprovechar estos mecanis-
: mbros su- ramidales (la hipertorúa e hiperreílex:ia son suprimidas por la le- mos de estimulación y obtiene así micciones si no voltlntarias
1 1
sión radicular posterior), haces cerebelosos de Flechsig y de Gowers por lo menos a su voluntad.
matizados, Oa ata,.ia dificulta el reconocimiento de la asinergia). Otros signos Lamentablemente, el sondeo vesical, necesario en la etapa de
-tas porcio- clínicos como la escoliosis, pie deformado y carácter hereditaiio re--
l, enferme- retención, se acompaña inevitablernente de infección de la vejiga
cesivo, completan el cuadro de la enfermedad. y uretra, lo que perturba el desarrollo ulterior de la "vejiga auto-
1cteristicas
Las lesiones de las porciones inferiores d e la m édula tienen mática reíleja".
ciertas particularidades que pueden llevar a error. En primer lu-
1ada enfor- En las lesiones del cano, así como las de los nervios que iuer-
gar, las lesiones situadas desde el engrosamiento lumbar hacia
n, degene- van la vejíga, debe producirse, como ei1 las parálisis periféricas, Já
abajo, no pueden rnostrru· los signos de liberación piramidal por-
3.s anterio- situación contraria, es decir la incontinencia permanente. Tal co-
que los miembros inferiores, si son afectados, lo son en el asta
~ osarnien-
anterio r, y por lo tanto su sintomatología es de tipo periférico. En sa no ocurre siempre, sin embargo, porque la parálisis completa
l espástica segundo lugar el hecho de que la médula termine a la altura de
1 distal en
la 2' vértebra lumbar (fig. 15-156), hace que las raíces tengan un
mne). Las
trayecto descendente que las hace acompañar a la médula du-
10 de es ta
rante un trecho, con lo que una compresión exterior suele afec-
tar en el mismo lugar a la médula y a raíces de origen más alto, e---------
por lo que se puede llegar al error de suponer una lesión más ex-
lsíndrome
tensa, o situada a un nivel superior al real.
eneran los
En tercer lugar, la acumulación de centros somáticos y visct~-
dro clínico
ra)es en esa pequeña porción del sistema nervioso, da a las lesío•
ipo central
nes alli localizadas una sintomat.ologia muy rica que puede per-
mitir diagnósticos de localización precisos.
En efecto, la mot1icidad y sensibilidad de la gran masa de los
niiembros inferiores, los esfinteres anal y vesical, la erección y la
eyaculación tienen sus centros en esa última porción de la médu-
la, que además está envuelt.a y prolongada por la cola de caballo.
Viruhru 1oridn ,
El engrosamiento lumbar empieza a adelgazar se a nivel de
L4. Desde esa metámera hasta S2 se de nomi na epicono y desde
S3 hasta el "filum terminale" se denomina cono medular. Recor-
1
dando los esquemas de inervación de los miembros inferiores
(fig. 15-52) se comprenderá que las lesio11es del co110 no alteran
la función de los miembros inferiores. Teniendo en cuenta, ade-
más , que el extremo inferior del cuerpo embrio1ógicamente se
halla en el ano y pe1iné, se comprenderá la topografía del tras-
torno sensitivo alrededor de esa región, que es la llamada "en si-
lla de montar" o "en pantalón de monta r", es decir, la región glú-
tea y anope rineal.
Los órganos genitales, en cambio, inervados por las raíces L1
l
y L2 (nervios abdominogenital y ge11 itocrura!J conservan normal-
~
ment~ su sensibilidad, por lo menos en su cara superior.
Los esfínteres están groseramente afectados, así como la fun-
ción sexual (erección y eyaculación). La contracción uterina, por el ... ..
contraiio, se mantiene, aunque, naturalmente, será indolora.
El reflejo anal está abolido, pero está conservado el aquiliano
(cuyo centro está en S1 y S2).
le Brown-
:; la sensi- La lesión del epicono, en cambio, afectará a la sensibilidad y
nsibilidad
de la se11-
mot.ricidad de los miembros inferiores y la afección esfinteriana si
1 ··--···········) ...
(,;,: ;,
bien ocurrirá como en toda lesión medular, no tend rá la gravedad
5 a C-7. de la lesión de sus centros, como ocune en la lesión del cono.
rosa, con Fig: 15-156. Corle longitudinal d,J raquis: relación de ta salida
Dado que la micción es un acto iniciado voluntariamente, pe-
ro reílejo en su desarroilo, las lesiones medulares altas situadas de la raíz raquídea con el cuerpo vertebral.
1650 SEMIOLOGIA, SEMIOTECNI A Y MED ICI NA INTERNA
implica, además de la atonía del esfinter, la del detrusor. Basta, conocimiento precoz. El s{ndrome de compresión medular tiene
perficial
por otra parte, una ínfima conservación del t-0no esfinteriano pa- síntomas clínicos y del líquido cefalorraquídeo. La lesión medu,
transmit
ra que la orina no pueda verterse por "vis a tergo». La infección lar produce signos en un determinado nivel, que puede ser total
La de
urinaria agrega complicaciones a la situación. o parcial. Será casi infaltable, además, la compresión de la raíz
ro la tab
Por razones semejantes a las mencionadas para la vejiga, las situada a ese nivel y el dolor, con irradiación claramente radicu•
afecta pr
lesiones del epicono o de la méd ula por encima de él pueden pro- lar, hará sospechar el mecanismo compresivo y, por otra parte 1
más cara
ducir erecciones involuntarias, reflejas , es decir priapismo. será otro indicio, junto con el nivel del defecto sensitivo, de la al-
identifica
Dado que las raíces que constituyen la cola de caballo son en tura de la lesión medular.
Comp
gran parte las que corres ponden a las metámeras del cono y epico- Desde este punto de vista debe tenerse siempre presente la
carencial
no, la sintornatologia de su síndrome será semejante a la del con - diferenci a de nivel qu e existe entre las metámeras medulares y
cualquier
junto de aquellos dos. Puede asimismo dife renciarse un síndrome las v-frtebras, diferencia que se acrece progresivamente hacia la
tan dicho
de la porción baja de la cola de caballo -que afecta a las funciones región lumbar. Si, como es rutinario, se investiga radiográfi ca·
Las m
esfinterianas y sexuales y cuya anesteia es en "silla de rnontar"- y mente el estado de la columna vert ebral en un sujeto en el que
un síndrome de la porción alta, que afecta primordialmente lamo- se sospecha una compn$ión medular, si por ejemplo el nivel sen•
Manif
tricidad y sensibilidad de los miembros infe1iores. sitivo hallado y el dolo r radicular están debajo del ombligo, es de-
de déficit
Dad~ que la patología habitual de esa porción del sistema cir aproximadamente Dll, la radiografia debe sacarse enfocada
Entre
nervioso es la compresiva, los tumores y fracturas óseas que en D9 (fig. 15-156).
so dolor c
comprimen a la porción alta de la cola de caballo suelen afectar En el reconocimiento del nivel met.arnérico de la lesión , exis-
descarga
también al cono simulando, por lo tanto, una compresión agrega~ te un factor de error que debe tenerse siempre en cuenta: un ni-
jo, recorr
da de su porción baja. vel que asciende no siempre con-esponde a una lesión que se ex-
Entre
La extensión de la cola de caballo y la amplit ud de espacio de tie nde hacia arriba en la méd ula. En efecto, los haces espinota-
se:
que dispone en el canal raquídeo , hacen que una compresión lámicos tienen una distribución somatotópica de sus fib ras , que
pueda afectarla parcial o unilateralmente, cosa poco probable en hace que las más próximas a la superficie medular tra nsmitan la
La ap
las lesiones del cono. sensibilidad de las porciones más inferiores del cuerpo y las más
dad vi bra
Por otra parte, el dolor, síntoma obligado en todas las com- profundas la de las porciones más superiores.
presiones radiculares, debe fa ltar en las lesiones puras del cono Como consecuencia de ello, una compresión exterior progresi•·
Laab
y epicono. va afectará primerament~ la sensibilidad de tenitorios equ ivalen -
ejercen se
Para las afecciones medulares situadas en los engrosamientos tes a metámeras bajas, y su progreúón horizontal hará -ascender
po de sen
cervical y lumbar hay dos niveles que conviene recordar: C7 y Sl el nivel prognsivamrmte. Este h~cho es r1provechado por el neuro·
el observ,
respectivamente. Ambos constituyen el límite aproximado de dos cirujano que en la "cirugía del dolor" practica una cordotomía del
Dado
territorios cutáneos y dos conjuntos musculares de fu nción opues· haz espinotalámico: graduando la profundidad del corte, gradúa
ca transe
ta. Las raíces cervicales has ta C6 inervan el territorio cutáneo ex· la ex1ensión superior de la zona analgesiada. El nivel más alto po·
pierde es
te rno del miembro supetior y los músculos abduc tores del brazo y sible es, naturalme nte, el de la lesión misma.
La al
flexores del an tebrazo. Desde CG hacia abajo ine1van el territorio En resumen, reittrz.dos estudios del nivel sensitivo pueden
segment:
cutáneo de la cara interna y la ex1ensión del antebrazo. ser necesarios para asegurarse de su estabilidad.
flexio nad
Para los miembros inferiores, hasta L5 inervan un territorio Lo que se acaba de decir se refiere a la sensibilidad dolorosa
con más
cutá neo preferentemente an terior y la extensión de la pierna y y no a la táctil; pero, dado que aq uélla es especialmente útil -y
Ot.ro,
del pie ("flexión dorsal"). Sl y S2 inervan la cara posterior y los habitualmente usada con preferencia- para determi nar niveles,
fu ndo o ,
músculos flexores de la pierna y pie ("flexión plantar"). El refle- los hechos mencionados mantienen todo su valor.
culos, de
jo aq uiliano y la piel del pie comparten ambos territorios (S I y La sospecha de una compresión medular implica perentoria-
de Aq uil,
S2 para el reflejo; dedo gordo: L5 y dedo pequeño: Sl , para la mente un examen manoméhico y químico del líquido cefalorra-
Esta
sensibilidad cutánea). quídeo, que puede mostra r on bloqueo a la maniobra de Quec-
tróficas 1
Esta diferenciación en dos grandes territorios opuestos tiene ke ustcdt y una "'disociación albúrnino•cítológica" con o sin sín-
de Charc
frecuente aplicación en clínica. Para la regién braq uial, es clásico drome de Froin.
ra, y el rr
el sí11drome descripto po.- ll'arle11berg, que ocurre habitualment,a Las compr~..:;iones medulares suelen ser causadas por tumo·
localizad
cuan do el sujeto, en un automóvil, es atropellado por atrás o cuan- res y su habitual crecimiento lento hace que la espasticidad sea
quinto rr
do se ha zambul1ido en una piscina CQ n escasa cantidad Ce agua o la norma . Debe tenerse presente sin embargo que, así corno exis-
de masiado verticalmente, por lo que golpea con le frente c,¡ntra el te un síndrome de "tumor cereb ral agudo" existe también un sín-
drome de "compresión med ular aguda" en la que, como se ha di-
Man i
fondo. En ambos casos se prod uce una fractu ra o luxación por hi-
más can
perextensión de la columna cervical. La lesión ocurre habitual - cho anteriormente existe hi potonía y arreflexia. El tipo de nivel
médico , ,
mente en la 5' vértebra -la más movible-y ello produce el síndro- sensitivo, la retención de orina, globo vesical y el signo de Ba-
no puede
me desctipto: paraplejía con su cortejo sensi tivo y esfinteriano y binski lo diferencian de una neuropatía petifética. Este síndro-
no los ce
fl exión permanente de los miembros superiores. me agudo puede ser producido por un traumatismo (fractura, he-
que el p,
Como se ve, la actitud del paciente es semejante a la de la de- morragia), o por absceso extradural o, lo más importante, por un
ca.mente
corticación sherringtoniana, pero con la diferencia de que en es- t.wnor, habitualmente metastático, de la vértebra; que pasa
pie con ,
ta última la actitud de los miembros superiores (y también de los inadvertido hasta que espontáneamente, o a raíz de un núnimo
De ahí a
inferiores) es una "espasticidad en actitud"1 mientras que en el esfuerzo, la vértebra se den-wn ba (fractura vert,abral patológi-
estación
síndrome <le Warlenberg la flexión es activa y volunta,ia. Basta ca).
tras sus
qu e una sola vez el paciente flexio ne sus antebrazos para que
quier la,
queden en esa actitud. La parálisis de los extensores le impide Sín d rom e cordonal p osterior o síndrome tabéti co. Se
niabra d
cambiarl a. de nomina síndrome tabético al conjunto de síntomas y signos re-
se obtie1
Varios de los ejemplos mencionados en este capítulo. con-es- sult,rntes de una lesión de los cardones posteriores de la médula.
estar de
' panden a compromisos medulares. Dado que este tipo de patolo- Conceptualmente es un a anestesia disociada, ya que es una
tentació
gía suele requerir un a terapéutica quirúrgica, es esencial su re- anestesia de la sensibilidad profunda con persistencia de la su-
el cereb,
NEUROLOGIA 165 1
perficial (táctil prolopática y termoalgésica),. cuyos estímulos se Síndrome poliomielítico , Es sinónimo de lesión del cuerno
transmiten ·a través de los cordones espinot.alámicos. anterior de la sustancia gris de la médula. En esa zona se alojan
La denomin ación correcta es síndrome cardona! posterior, pe· las motoneuronas alfa o neurona motora inferior o segunda neu-
ro la tabes dorsal, afección luética y clásica de la neurología, rona de la vía motora voluntaria.
afecta predominantemente ·dichos cordones, siendo sus signos Por ello, el síndrome es exclusivamente motor y trófico. Ca-
más característicos los determinados por esa lesión, de ahí la racterístico, por lo tant-0 de la lesión del asta anterior, es la pa·
identificación en ]a práctica de ambas denominaciones. rálisis hipotónica y arreíléxica, por haberse roto o interru mpido
Completando conceptos, debe agregarse, que degeneraciones el arco reflejo en su parte efectora. La tercera característica es la
carenciales (esclerosis combinada), compresiones medulares de amiotrofia neurógena.
cualquier etiología, tumores intramedulares, etc. que comprome- En general se afirma que las lesiones de las as tas anteriores a
tan dichos cordones, determinan el síndrome. nivel del engrosa¡piento lumbar y cervical, suelen determinar pará-
Las manifestaciones son sensitivas y motoras. lisis de localización proximal. Sin embargo, remarcamos que este
concepto no es real, pues su localización depende de las metámeras
Manifesta ciones sensitivas: pueden clasificarse de irrit.ación y afectadas, pudiendo por lo tanto ser distales el proceso del asta an-
de défi cit. terior y las manifestaciones paralítico-atrófi cas que determina.
Entre las manifestaciones de irritación se describe un inten~ Se debe insistir que jamás existen trastornos sensitivos. Por
so dolor característito, de muy breve duración, semejante a una último, debe señalarse que si el daño del asta anterior es suba-
descarga eléct.rica, que irradia desde la región cervical hacia aba- gudo o crónico, aparece un signo semiológico sumamente impor·
jo, recorriendo el raquis; es el llamado dolor cordonal. tante que permite localizar el daño en las as tas anteriores: nos
Entre las manifestaciones sensiti vas deficitari as mencíónan• referimos a las fasciculaciones musculares. Son contracciones es·
se: pontáneas (en reposo o provocadas por suaves percusiones en el
músculo) de grupos de fibras musculares (fascículos) que se pro·
La apalestesia: caracterizada por la pérdida de la sensibili- <lucen en fomia irregular, diseminada y desordenadamente.
dad vibratmia. No son rítmicas y desaparecen cuando la lesión del as ta es total.
Electromiográficamcnte suelen obse1varse las fasciculaciones
La abarestesia: pérdida de la sensación de las presiones que se y fibti laciones. Además, en la contracción muscular máxima, el
ejercen sobre la piel contra los planos óseos y muscula.res. Este ti- trazado es simple, pero caracteristicamente, presenta potenciales
po de sensibilidad sólo se pone de manifiesto cuando la investiga de gran voltaje. La manifestación clásica y ca.raclerística de la le-
el observador, pues el paciente no tiene conocimiento de ella. sión de asta anterior es la "mano de Aran-Duchenne" que se obser-
Dado que los estímulos de la sensibilidad superlicial epicríti- va en la esclerosis lateral amiotrófica y la siringomielia.
ca transcurren por los cordones posteriores, también el paciente
pierde este tipo de sensibilidad.
La abatiestesia o pérdida de la sensación de las "actitudes
segmentarias": el sujeto no reconoce si su dedo o su brazo están
flexionados o extendidos. El dedo gordo del pie suele mostrarlo
Síndromes sensitivos
con más evidencia.
Otro componente muy importante es la pérdida del dolor pro- Los trastornos de la sensibilidad pueden tener modalidades
fundo o visceral, resultando indolora la compresión de los tes tí- que les confieren una imagen clínica particular, sea por su cali·
culos, de los pezones, de la tráquea, el pellizcamiento del tendón dad, sea por su topografía, sea por su coincidencia con ot.ros sín·
de Aquiles, la insuflación o distensión vesical. · tomas o signos. Los síndromes así constituidos suelen tener una
Esta falla del dolor profundo provoca una serie de lesiones localización anatómica más o menos definid a.
tróficas muy características del síndrome: la artropatía tabética Cuando las vías o centros de las diversas formas de sensibili-
de Charco! que es en realidad una artrosis hipertrofiante indolo- dad superfici al y profunda se hallan reunidos en un lugar, la le-
ra, y el mal perforan te plantar, úlcera indolora hiperquerotósica, sión habitualmente los afectará a todos, y el trastorno sensitivo
locali zada generalmente a la altura de la cabeza del primer o será global. Cuando, en cambio, las vías respectivas o centros es-
quinto metatarsiano. tán distantes unos de otros, el trastorno sensitivo será frecuen-
temente parcial ("disociado").
Afanifestaciones motoras . En cuanto al síndrome motor, el Así, en la médula espinal puede afectarse independientemen -
más característico, por el que en general el paciente concurre al te la sensibilidad profunda consciente (haces de Goll y Burdach) o
médico, es la incoordinación propioceptiva o ataxia. El paciente la térmica y dolorosa (haz espinotalámico). En cambio, una vez
no puede coordinar los movimientos voluntarios, especíalmente si que ambas vías se han reunido, es decir de la protuberancia para
no los controla con la vista. Muy manifie sta es la marcha, en la arriba, el trasto rno sensitivo será habitualmente global.
que el paciente eleva exageradaq1ente las rodillas, impulsa brus~ La pérdida de la sensibilidad profunda produce ataxia, lo que
camente la pierna hacia adelante y posteriormente deja caer el es un componente del sú1drome tabético y se ve además en la es-
pie con violencia sobre el piso, apoyando primeramente el talón. clerosis combinada subaguda y en la enfermedad de Friedreich.
De ahí que su marcha sea caracterizada como taloneante. En la La sensibilidad profunda puede alterarse también por la lesión
estación de pie, con sus pies juntos, se mantiene erguido, mien• selectiva o preferente de las fibras sensitivas gruesas de los nervios
tras sus ojos controlen el equilibrio. Al cerrarlos cae hacia cual- periféricos, en ciertas polineuritis (ver capítulo correspondiente)
quier lado . Requerida esa actitud por el médico, se denomina ma· como 1a diabética o diftérica. La semejanza con el síndrome tabéti·
ni obra de Romberg. Si cae o pierde el equilibrio al cerrar sus ojos, co le há valido a estos casos el nombre de "seudotabes".
se obtiene el signo, de Romberg. No olvidar que el cerebeloso, al Disociación tennoalgésica de la sensibilidad (es decir pérdida
estar de pie, puede perder el equilibrio al reducir su base de sus- selectiva de la percepción de la temperatura y dolor con conserva•
tentación,. pero no se debe a la pérdida de control visual. Por ello ción de la rácti]) puede ocurrir en tres tipos de lesiones: ll en los
el cerebeloso no tiene signo dé Romberg. nervios: lesión exclusiva o predominante de las fibras delgadas,
1652 SEM IOLOGIA, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
D
A
1frimiento 1 protopática que para la epicrítica, lo que es natural, dado el ni- Síndromes de plexos nerviosos
minen au- vel de integración de la corteza. Por ello mismo, las alteraciones
s variacío- gnósticas de la sensibilidad serán lo más característico: astereog-
Plexo braquial
as, pero el nosia, dermoalexia.
msibilidad Hiperestesias, casi siempre hiperalgesias, se observan en al-
que van Por razones clínicas, es conveniente dividir al plexo braquial
gunas polineuritis, en especial las tóxicas (mercurio 1 arsénico) y (fig. 15-160) en tres porciones: superior (V y VI raíces cervicales),
pe- carenciales (avitaminosis). Deben razonablemente atribuirse a
oducir va- medio (Vll raíz) e inferior (VIII y primera raíz dorsal). Recuérde-
un carácter irritativo de la lesión de los filetes nerviosos. El ha-
se que 1 habiendo una raíz por encima de la primera vértebra y
bitual dolor a la compresión de las masas musculares en los po-
rn notable otra por debajo de la séptima resultan ocho raíces cervicales.
1
lineuriticos tiene esa misma explicación.
frontal en La lesión de la porción superior produce el síndrome de Du-
La causalgia es una neuropatía neurovegetativa, frecuente- chenlle-Erb, con parálisis del deltoides (abductor del brazo), bí-
1cia al do-
liante una mente debida a traumatismos de los miembros, que afectan a ceps, braquial anterior, coracobrsquial y supinador largo (!]exo-
ancerosos, los nenrios, aunque no resultan tener la topografía de los mis- res del antebrazo). El miembro cae péndulo al costado del tórax.
mos. El dolor toma a todo el miembro, habitualmente predomi- Además hay anestesía en ]a cara (!Xterna del hombro, brazo y an~
r a sensa- na en su extremo, es de carácter urente y llega a tener gran in- tebrazo.
síndrome tensidad. Se exagera con el contacto, los movimientos y el calor Si la lesión está situada en la porción más proximal del ple-
ten el nú- local, por lo que los pacientes suelen mojarse repetidamente con xo, se paralizarán también los rníísculos inervados por las ramas
hemipare- agua fría. La piel es asiento de alteraciones vasomotoras impor- colaterales del mismo, es decir sen-ato> romboides y angular del
· predomi- tantes, palidez o, más frecuentemente, cianosis, edema, hiperse- omóplato, _con la.consiguiente separación de la escápula de su ad-
~miataxia. creción sudoral. Se trata> evidentemente, de una irritación vege- hesión al tórax, configurando la 'escápula alata".
pontáneos tativá. Sus causas mas frecuentes son traumatismos y heridas, acci-
:I contacto Se acompaJ\a habitualmente de un estado de gran ansiedad dentales o quirúrgicas.
isiva, una por el temor continuo de una crisis dolorosa espontánea o provo- Una fonna especial es su parálisis obstétrica. Cuando en un
, ek,pro- cada. parto de nalgas con cabeza últirna, el partero procu,ra evitar la
iones) con asfixia del feto acelerando el parto lo mas posible y. para ello ex-
iatía talá- trae una mano y de ella tira) ese tironeo hacia abajo puede des-
garrar las ramas superiores del plexo y hasta sus raíces. Sí, ade-
mos men- Radiculopatías más, se dmia la raíz 7 -su territorio en el plexo- ocurre una pará-
ción de la lisis de la extensión de los dedos. La mano está con los dedos S(~-
La afección de las raíces nerviosas medulares se reconoce por miflex.ionados en reposo, y en pronación (por parálisis del supi-
alteración la clara topografía metamérica del tTastorno sensitivo (fig. 15- nador largo) con el miembro péndulo a lo largo del cuerpo, en ac-
1contrala- 52). Las metámeras motoras requieren un minucioso estudio de titud que se ha llamado "de propina del portero", o sea la del que
1 producír coloca su mano como para recibir disimuladamente desde atrás
músculos individuales lo que solo puede hacer un experto, o me-
sensibili- diante electromiografia. Las causas son casi siempre compresi~ algo en su mano.
1 la forma La lesión de la porción media del plexo produce una parálisis
vas (o sea que el dolor suele ser el síntoma predominante): pro-
trusión de disco intervertebral) neurinoma, fractura vertebral 1
y anestesia muy semejante a la del nervio radial (del cual esa
traumática o patológica (metástasis).
La protrusión discal ocurre habitualmente en las porciones
más móviles de la columna, es decir 5° y Gº cervical y 4º y 5° lum-
bar; de ahí braquialgias "altas" (que afectan al hombro y cara ex-
terna del brazo y antebrazo) y lumbociatalgias. Estas últimas (C4)
son expresión del hecho de que las raíces 5° lumbar y lº sacra /,
(que salen de la columna por el agujero de conjugación entre IV
y V vértebras y entre V vértebra y sacro, respectivamente) cons- Tronco secundario es
tituyen gran parte del nervio ciático. anteroexterno
Mononeuropatías o mononeuritis
al húmero) contra el cual puede ser corup1ímido, o herido en su frac- la recuperación funcional: la fl accidez prolongada más el estira•
tura. Las muletas pueden comprimirlo en su origen en la axila. miento de los músculos y tendones extensores de los dedos y mu-
Otra causa frec uente es la com presión del nervio en el canal ñeca por la acción tónica de los flexores sanos, lleva a un alarga-
. de torsión del húmero durante sueño muy profundo con el brazo miento de aquellos que hace que la amplitud de su contracción
Fig. 15-163 a. Parálisis radial saturnina que respeta al supinador largo. El paciente se esfuerza por flexionar el antebrazo, que pre-
viamente se.colocó en semisupinación. Obsérvese además, que los dedos 3º y 4° no extienden y el 2º y 5º en parte sí. Véase la figura
siguiente. b. Parálisis radial saturnina que predomina en los dedos 3º y 4º (hace los cuernos).
1656 SEMIOLOGIA, SEMIOT ECNIA Y MEDICINA INTERNA
- cí_ent_e no pu_e_de parars_e sobre la punta del pie, así como en ]a pa-
rahs1s del oat1co pophteo externo no puede pararse sobre el ta-
lón.
El te1Titorio anestésico en las lesiones del ciático poplíteo in-
terno es el que queda libre desd,, el ciático poplíteo externo y el
safena interno (rama del· crural) es decir toda la planta, exten-
diéndose algo por la región aquíliana, la porción eJcierna del dor-
so hasta los dedos 4° y 5', y el extremo del dorso de los dedos l'
2º y 3º al igual que para el miembro superior acune con su ne/
vio homólogo: el mediano.
La lesión del tronco del nerviiJ ciático significa naturalmente
la reunión de la parálisis de su* dos ramas terminales, con el
agr·egado de la parálisis de la flexión de la pierna sobre el muslo
(músculos posteriores del muslo, o isquio-tibiales). El músculo
sión agrega- semitendinoso, cuya rama de irn~rvación sale de la porción más
ario o lesión proximal del ciático o es, por lo tflnto, el que con más frecuencia
está preservado, permitiendo un cierto grado de flexión de la
acción de la pierna sobre el muslo. El nervio ciátiéo menor en cambio está
rosis retrác- frecuentemente lesionado y su atiestesia cubre,la cara pos~erior
píel. La íle- Fíg. 15-165. Area de anestesia del nervio mediano (cara dorsal). del muslo y hueco poplíteo.
ca, como en Fíg. 15-166. Area de anestesia del nervio mediano (cara palmar).
encida pasi- Neuralgia ciática. El dolor in-adiado a lo largo del territorio
del ne.rvio ciático suele ser el signo de comienzo de las compre-
)1ecraneano rística disminución-de la velocidad de conducción nerviosa en la siones de ese nervio o de alguna de sus raíces. El estiramiento
1ml consoli- porción correspondiente del nervio. En casos severos, la sección del nervio exagera el dolor, lo qut~ ocurre en diversas pósiciones,
codo soste- quirúrgica del ligamento suele ser curativa. sobre todo de flexión del tronco h,,cía adelante o mediante lama-
nplo duran- niobra de La-Segue: estando el sujeto en decúbito dorsal, el exa-
en al sueño minador levanta pasivamente el miembro inferior extendido, to-
Nervio músculo-cutáneo. Su lesión produce una parálisis de
gesica de la mándolo del talón. Al llegar a cierto ángulo, en relación con la in-
la fle,.ión del antebrazo (músculos bíceps y braquial anterior);
más proba- tensidad de la afección del nervio, aparece un dolor irradiado por
pero esta parálisis no es completa, porque el músculo supinador
largo) inervado· por el nervio radial, puede realizarla. la cara posterior de la pierna, que puede aun exagerarse si, man-
Los trastornos sensitivos ocupan el borde externo del ante- teniendo el miembro en esa posición, se dorsiflexiona el pie.
dory exten- El dolor se extenderá hacia ariiba en relación a la altura de
,1 antebrazo brazo.
la lesión nerviosa, pudiendo llegar hasta la columna cuando la
palmar ma- compresión es en las raíces del ni;rvio.
is propios y
Nervio circunflejo. La lesión del circunflejo produce parálisis
del músculo deltoides, es decir de la abducción del brazo, y anes- Cuando el dolor es el único síntoma, la diferenciación es impor-
n, la paráli- tante. Las compresiones radiculares suelen ser por afecciones de
tesia en la cara externa del hombro.
>ara los tres la columna, de las que la más frec11ente es la protrusión de un dis-
El nervio circunflejo es lesionado frecuentemente por luxacio-
mges,. pues co intenrertebral. Las compresiories tronculares suelen ser por
nes del hombro o fracturas del húmero. El dolor o la deformación
común pro- traumatismos, o por fracturas o bJmores de la pelvis.
impiden, en los primeros momentos, explorar la fuerza del del-
toides. El examen de la sensibilidad adquiere entonces valor es- La irradiación del dolor ~ uua cliferencia compar~tiva en la
parálisis de sensibilidad- en el primero o último dedo del píe, corresponden
pecial.
los que per- a topografía radicular (quinta raíz lumbar o t). sacra respectiva-
l "pinza del
Nervio ciático. Conviene estudiar en primer lugar separada- mente, las más frecuentemente ~fect:adas en·las protusiones de
1c1ipta más disco). El mismo significado tier,; el aumento de dolor con las
mente sus dos ramas terminales. La lesión del ciático poplíteo
,to en lapa-
externo produce fundamentalmente parálisis de la flexión dorsal maniobras que aumentan la pre;ión del líquido cefalorraquídeo
de los dedos y del píe (músculos tíbíal anterior y e:densores de como son la tos o los esfuerzos dtfecatorios.
l abarca la
los dedos) con la consiguiente marcha en "steppagen y, además,
;s primeros
anestesia en las caras ántero externa y pastero externa de la Nervio crural. Su lesión produce esencialmente parálisis de
cara dorsal
pierna y parte interna del dorso del píe hasta la raiz de los dedos la extensión de la pierna (múso1]0 cuadríceps) (fig. 15-167) y
l', 2º y 3º. anestesía en la cara anterior del !'4uslo, que se extiende por la ca~
la constitu- Causas frecuentes son traumas variados en la región del ra interna de la pierna y del pie !nervio safena interno).
,a muy fre- cuello del peroné) con o sin fractura del mismo, el sostén de los La parálisis del cuadríceps OJnstituye una importante difi-
una hiper- miembros inferiores en posición ginec.ológica duradera por me- cultad para la marcha: la rodíllase flexiona y el sujeto tiende a
se a hipoti- dio de ataduras. También la posición de piernas cruzadas que, caer en cada paso al adelantar eie miembro. Para evitarlo, ade-
rvio en ese en sujetos flacos hace que la cabeza del peroné sea comprimida lanta solamente el sano; el lado mfermo lo lleva hasta el mismo
l el terri to-
por la tuberosidad tibia! externa del lado contrario. Un progra- nivel que el sano, procurando tdemás "un genu recurvatum"
;er casi ex- ma de televión con grande y prolongado suspenso puede ser su- que 1 mediante los ligamentos de k rodilla, permitan _mantener el
que hay al- ficiente, con más razón si hay predisposición por alcoholismo o miembro como un pilón de apoyo.
an el díag- diabetes.
asos: la hi- La lesión del nervio ciático poplíteo interno produce funda- Neruio obturador. Su lesión ¡-roduce anestesia en la cara in-
er también mentalmente una parálisis de la flexión plantar -o extensión- terna del muslo y parálisis de lo; músculos adductores. La difi-
rra caracte- del pie (gemelos y sóleo) y de los dedos (ílexor y propios). El pa- cultad para la marcha es escasa.
1658 SEMIOLOGIA_, SEMIOTECNIA Y MEDICINA INTERNA
miastenia, 1
nervios craneanos 1 que no suelen afect.?-rse junto con aquellos.
rados.
La afección es difüsa 1 generalizada al conjunto de los nervios 1 sin
La norrr
que pueda reconocerse daño diferente de uno u otro. Si esto ocu-
nos, se debe
rre, se entiende que existe un conjunto de nervios enfermos (no
los nervios
todos), lo que es denominado multineuritis o mononemitis múl-
das. Sabido
tiple.
vios) y que
La diferencia entre una y otra es importante 1 porque la cau-
vegetativo 1
sa de la enfermedad suele ser distinta. Lo mismo cuando se tra-
ro intenier1
ta de un solo nervio 1 o mononeuritis.
rrespondie1
La denominación de polineuritis fue creada en la época en
quido y en
que se creía que todas eran inflamatorias. Hoy> polinf!uritis y po·
dículo (poli
lineuropatía son sinónimos.
nosológicar
Las funciones aferentes y eferentes -de dendritas y a.xones
Ilain Barré
respectivamente- son afectadas en general con disminución, a
veces con "initación". En consecuencia, en las polineuropatías El elect1
nacer el tri
habrá hipo o anestesia y paresia o parálisis. Ocasionalmente -o
al comienzo- puede haber hipersensibilidad, parestesias (sensa- vos a lo lar
ción espontánea), disestesias (sensación d_istinta de la real) o do- ra el diagn,
La pres
lores por el lado sensitivo y miclonías, fibrilaciones y fascicula-
ciones por el lado motor. contra gan¡
Es esencial su condición de generalizado sin diferenciación rnune.
La evoh
de nervios y1 asimismo, su predominio distal: siempre comien-
za •Y es siempre más intensa- en los dedos, luego pies y manos baguda oc
1
luego pierna y antebrazo, etc.''en bota'1 y "en guante". Ello va- aguda asee
le para la sensibilidad y para la motricidad. Para esta última, obliga a la
esa importante característica permite diferenciar a lasa poli- ca. Una de
neuropatías de las miopatias (enfem1edades musculares gene• Las cat:
Fig. 15-167. Atmfía del músculo cuadriceps derecho. ralizadas ver pag. ), en las que la debilidad muscular es, al tías son nn
contratio, proximal. Ello se hace evidente mediante el examen tabólicas, i
comparado de los músculos proximales (deltoides, pectorales, das por los
glúteos, cuadiceps con y los distales (ílexores y extensores de alguna par
los dedos y de la mano y del pie), y también observando la mar- AcontiI
Nervio fernorocutáneo. "Aferalgia parestésica". Su interés resi- cha, que es en "steppage en las polineuropatías y en "de pato" ayudar al
de en su frecuencia y en su intrascendencia. Dolores o parestesias en las miopatfas. La anamnesis produce también indicios: en polineuríti
en el territorio de este nervio, es decir la cara anteroextema del mujeres, colgar ropa o colocarla en estantes se afecta en lapa- varias enti
muslo de carácter urente, rebeldes a las terapéuticas habituales, resia proximal; pelar papas, en la distal. En el hombre, cargar Con mi
son debidos a una "nemitis" de causa desconocida, de ese nervio. pesos en los hombros, en la proYJmal; ajustar tornillos en la dorados.
Dado que los dolores de troncos o raíces nerviosas son habitual- distal. Con m
mente debidos a compresiones y que la persistencia y progreso.ha- Entre las eferencias, junto con la motricidad figura el trofis. cia 1 hipote
ce pensar en un tumor, es conveníente saber que en este caso la mo. En las polineuropatías los músculos se atrofian, lo que re- medades n
afección suele ser benigna; quiere en general unos meses desde el cornienzo siempre a pre- Con ale
1