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Thomas Jefferson
La declaración expresaba las penalidades sufridas por las colonias bajo el gobierno de la
Corona británica y las declaraba estados libres e independientes. La proclamación de la
independencia supuso la culminación de un proceso político que había comenzado como
protesta contra las restricciones impuestas por la metrópoli al comercio colonial, las
manufacturas y la autonomía política, y que evolucionó hasta convertirse en una lucha
revolucionaria que acabó en la creación de una nueva nación. El 7 de junio de 1776
Richard Henry Lee, en nombre de los delegados de Virginia en el Congreso Continental,
propuso la disolución de los vínculos que unían a las colonias con Gran Bretaña. Esta
propuesta fue secundada por John Adams de Massachusetts, pero la acción se retrasó
hasta el 1 de julio y la resolución se aprobó al día siguiente. Mientras tanto, un comité
(designado el 11 de junio) formado por los delegados Thomas Jefferson, Benjamin
Franklin, John Adams, Roger Sherman y Robert R. Livingston, estaba preparando una
declaración acorde a la resolución de Lee. El 4 de julio fue presentado al Congreso, que
añadió algunas correcciones, suprimió apartados (como el que condenaba la esclavitud),
incorporó la resolución de Lee y emitió todo ello como Declaración de Independencia.
Fue aprobada por el voto unánime de los delegados de doce colonias; los representantes
de Nueva York no votaron porque no estaban autorizados. No obstante, el 9 de julio el
Congreso Provincial de Nueva York concedió su apoyo. El 2 de agosto fue firmado por los
53 miembros presentes en el acto; los tres ausentes firmaron después. El documento
defiende el derecho a la insurrección de los pueblos sometidos a gobiernos tiránicos en
defensa de sus inherentes derechos a la vida, la libertad, la búsqueda de la felicidad y la
igualdad política.
Jorge III
En ella, aparte de las acusaciones vertidas contra el rey Jorge III y su Gobierno, que
significan la mayor parte del documento, se consigna uno de los principios más
revolucionarios jamás escrito anteriormente: "todos los hombres han sido creados iguales".
Y estos hombres "recibieron de su Creador ciertos derechos inalienables, entre los cuales
están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; así, para asegurar esos derechos, se
han instituido los gobiernos entre los hombres, derivándose sus justos poderes del
consentimiento de los gobernados; de tal manera que si cualquier forma de gobierno se
hace destructiva para esos, fines es un derecho del pueblo alterarlo o abolirlo, e instituir un
nuevo gobierno, basando su formación en tales principios, y organizando sus poderes de
la mejor forma que a su juicio pueda lograr su seguridad y felicidad".
La Declaración concluía así: "Nosotros, representantes de los Estados Unidos de América,
reunidos en Congreso general, apelando al Juez Supremo del mundo por la rectitud de
nuestras intenciones, en el nombre y por la autoridad del buen pueblo de estas colonias,
declaramos y publicamos solemnemente que estas colonias unidas son y han de ser
Estados libres e independientes; que han sido rotos todos los lazos con la Corona británica
y que cualquier conexión política entre ellas y el Estado de Gran Bretaña es, y debe ser
considerado, totalmente disuelto; y que, como Estados libres e independientes; tienen todo
el poder para declarar la guerra, concluir la paz, concertar alianzas, establecer lazos
comerciales, y llevar a cabo cualquier otro acto que los Estados independientes pueden
realizar. Y para apoyar esta declaración, con la firme confianza en la protección de la
Divina Providencia, nosotros empeñamos nuestras vidas, nuestras fortunas y nuestro
sagrado honor”.
Actualmente el pergamino se conserva, junto con otros documentos históricos, en la Sala
de Exposiciones del Archivo Nacional de Washington, sellado en una urna de cristal y
bronce para su protección.
NOMBRES Y FUNDACIÓN DE LAS DISTINTAS COLONIAS
SÍMBOLOS DE INDEPENDENCIA
La Estatua De La Libertad
Francia regaló a Estados Unidos, como símbolo de la libertad para los oprimidos, la
Estatua de la Libertad, que se encuentra en la ciudad de Nueva York. Este monumento es
un regalo hecho el 4 de julio de 1884, por el pueblo francés al estadounidense, en
conmemoración a la alianza hecha por las dos naciones durante la Revolución
Norteamericana.
Fue el historiador francés, Edouard de Laboulaye, quien propuso desde 1865 que su país
hiciera un regalo conmemorativo a los Estados Unidos de América, en ocasión del primer
centenario de la firma de la Declaración de Independencia. Aunque los aliados franceses
de ese tiempo protestaron por la iniciativa, el escultor Frederic-Auguste Bartholdi viajó a
tierras norteamericanas para entrevistarse con las autoridades. Un monumento como el
que se proyectaba tenía un costo demasiado elevado, por lo que se integró una Unión
Franco-Americana para reunir fondos. El costo total de la estatua, que fue de un millón de
francos, fue cubierto en su totalidad por el pueblo francés. Los norteamericanos aportaron
los 250 mil dólares necesarios para el pedestal.
En su mano derecha, en posición elevada, la divinidad representada en la estatua porta
una antorcha iluminada; en su mano izquierda, la tablilla de la ley que lleva inscrita con
números romanos la fecha del 4 de julio de 1776. Además, una cadena rota se encuentra
a sus pies. La Estatua de la Libertad fue constituida en monumento nacional en 1924 y su
mantenimiento está bajo la responsabilidad del National Park Service. La figura está hecha
de un armazón de cobre de 2.4 milímetros de espesor, y su soporte es una plancha de
hierro diseñada por Alexandre-Gustave Eiffel, creador de la Torre Eiffel de París. El
proceso de su elaboración requirió a Bartholdi construir un modelo de tres metros, el cual
fue aumentado hasta hacer una figura de 11 metros de alto dividida en secciones. Cada
sección fue posteriormente aumentada también y al final todas ellas fueron colocadas en
su sitio en la estructura central. La Estatua de la Libertad mide alrededor de 46 metros de
altura y pesa 225 toneladas.
El Monte Rushmore
George Washington, Thomas Jefferson, Abraham Lincoln y Theodore Roosvelt pierden su
mirada en el horizonte del lejano Oeste, a 1.900 metros sobre el nivel del mar, desde la
cúspide del monte Rushmore en Dakota del Sur. Sus efigies colosales, escarbadas en la
montaña en la primera mitad del siglo XX según proyecto del escultor Gutzon Borglum, son
uno de los más populares atractivos turísticos de la cordillera de las Rocosas. La impresión
que el observador se lleva del monte Rushmore no es la que nos dejarían otros escenarios
naturales como las cataratas del Niágara o el Parque Nacional de Yellowstone. No: esas
esculturas gigantescas impresionan por lo que hay en ellas de trabajo humano, de triunfo
sobre la naturaleza. Imaginar a Borglum y a su equipo quitando cientos de toneladas de
piedra a la montaña para imprimirle una forma humana nos indica hasta dónde el artista se
esforzó, valiéndose de la tecnología.
Sin embargo, el monte Rushmore no sólo intenta exaltar el dominio humano sobre la
naturaleza. Es, esencialmente, un símbolo de la nación estadounidense. Las efigies de los
presidentes norteamericanos son un monumento al mito del Destino Manifiesto. Basta
preguntarnos qué tienen en común los mandatarios allí representados. Todos
contribuyeron al crecimiento y desarrollo de su país desde la perspectiva territorial,
económica y política. Washington fomentó intensamente la exploración del entonces
desconocido y promisorio Oeste. Jefferson duplicó el territorio norteamericano con la
compra de Luisiana y envió exploradores para encontrar una ruta al Pacífico, con lo que
promovió la colonización del Oeste y, en última instancia, la obtención de Texas y el
enorme territorio que perteneció a México hasta 1848. Lincoln mantuvo la cohesión de la
Unión y Roosevelt construyó el canal de Panamá, con lo que se cumplió el sueño de
contar con una vía comercial interoceánica.
Características de la independencia de los Estados
Unidos
Hacia mediados del siglo XVII existían en Norteamérica trece colonias que pertenecían a la Gran
Bretaña pero que, habían crecido con cierto grado de independencia, el cual fue drásticamente
arrebatado a mediados del siglo cuando, en 1763 Inglaterra intentó solucionar su crisis económica
a través del cobro de impuestos a los colonos norteamericanos. Estos impuestos provocaron
protestas en los colonos que desencadenaron en la Declaración de la Independencia de los Estados
Unidos de Norteamérica el 4 de julio de 1776. La independencia de los Estados Unidos fue
reconocida por Inglaterra en 1783 con la firma del Tratado de Versalles el 3 de septiembre .
A raíz de la derrota francesa luego de la guerra de los 7 años con Inglaterra en 1763, Inglaterra
se apodera de Canadá y del Valle Superior del Mississippi; para administrar estos territorios
Inglaterra necesitaba de gran cantidad de recursos con los que no contaba la corona.
A mediados del siglo XVII Inglaterra intentó buscar parte de estos recursos en las 12 colonias
norteamericanas aplicando la doctrina mercantilista en las mismas, de esta manera buscaba
convertirlas en pagadoras de impuestos, proveedores de materias primas y en clientes de la
producción inglesa. Esta política cercenaba las aspiraciones norteamericanas de crecimiento
económico y autonomía política.
Los colonos estaban empapados en las ideas de la Ilustración de Soberanía popular o potestad del
pueblo para gobernarse a sí mismo, el derecho a la libertad, la igualdad, a la propiedad, de la
división de los poderes en legislativo, ejecutivo y judicial.
Conocían también la teoría del liberalismo económico que se empeñaban los ingleses en aplicar.
Aunado a los deseos de aplicar las nuevas doctrinas, los norteamericanos no estaban dispuestos a
pagar impuestos pues alegaban que ellos no tenían representación en el Parlamento inglés que
hablara y defendiera sus derechos.
George Washington
Thomas Jefferson
En la Declaración de la Independencia se
manifestaron los principios de la Ilustración. De
hecho, tiene al principio la declaración de los
Derechos del Hombre. Este Congreso nombra a
George Washington Comandante del ejército.
El ejército de Washington en los inicios de la guerra
tuvo serios reveses, se vio obligado a retirarse de
Brooklyn hasta Manhattan.
Benjamín Franklin
Dicha constitución reza en su preámbulo: "Nosotros, el pueblo de los Estados Unidos, a fin de
formar una unión más perfecta, establecer la justicia, asegurar la tranquilidad interna,
proporcionar los medios para la defensa común, promover el bienestar general y asegurar para
nosotros mismos y para nuestros descendientes, los beneficios de la libertad, estatuimos y
sancionamos esta Constitución para los Estados Unidos de América".
Estados Unidos se convirtió así en el primer país libre de América, influenciando no sólo a América,
sino también a Europa, para que otros países iniciaran su proceso independentista.