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Taller Seminario Derecho Patrimonial

Gustavo Adolfo Morales Solarte

Seminario Conciliar de la Inmaculada Concepción de María Santísima

Presentado a

P. Tulio Andrés Pineda

Nota de autor

Gustavo Adolfo Morales Solarte, Teología, Seminario Conciliar de la Inmaculada

Concepción de María Santísima; Dosquebradas, Colombia.

Este trabajo se ha realizado como parte del proceso académico correspondiente al

ciclo de Teología para la asignatura de Derecho Patrimonial.


1. Leer el capítulo VII de la Constitución Apostólica “Predicate Evangelium”,
sobre los organismo económicos de la Curia Romana

2. Hacer una síntesis de las funciones de cada organismo

 Consejo de Economía: Supervisa y estructura bajo los parámetros DSI u las


prácticas administrativas y gestionales, las actividades administrativas y
financieras de la Instituciones y oficinas curiales, o las que se encuentran
vinculadas con la Santa Sede.
Compuesto de ocho cardenales u obispo, siete laicos peritos. Deben representar
la universalidad; es presidido por el Cardenal coordinador y el secretario, el
prefecto de Economía participa sin derecho a voto. Todo es sometido a criterio
de Romano Pontífice.
La junta estable los criterios, valores, actos, enajenaciones, compras o
administración realizados por los organismos que este supervisa, requiere
aprobación del Prefecto de Economía.
Aprueban el presupuesto anual de la Santa Sede.
Es una junta autónoma ante el IOR en auditoria, informaciones y supervisión.

 Secretaria de Economía: Secretaria pontificia en materia económica y


financiera. Ejerce control y vigilancia en materia administrativa, económica y
financiera de las Instituciones, Curiales, Oficinas e Institutos vinculados a la
Santa Sede. Ejerce el control sobre los peniques de San Pedro y demás fondos
papales.
Es presidida por un Prefecto, asistido por un secretario; tiene dos Áreas
funcionales (regulación, control en materia económica y financiera; la otra de
regulación, control y supervisión en materia administrativa).
La Secretaria consulta al Consejo en proyectos y lineamientos de normas sobre
materias de mayor trascendencia.
Compete a esta: emitir directrices sobre asuntos económicos y financieros para
la Santa Sede; supervisar las actividades administrativas, económicas y
financieras de las instituciones bajo su control; preparar el presupuesto anual;
evaluar los riesgos de la situación patrimonial y financiera de la Santa Sede.
Además esta, aprueba cualquier acto de enajenación, compra o administración
extraordinaria realizada por los entes de la Santa Sede, que requieran aprobación
bajo lo establecido por el Consejo.

 Administración del Patrimonio de la Santa Sede Apostólica: Es el encargado


de administrar y gestionar los bienes e inmuebles de la Santa Sede, destinados a
proporcionar los recursos necesarios para el cumplimiento de la función propia
de la Curia Romana para el bien y el servicio de la Iglesias Particulares. Provee
lo necesario para el funcionamiento ordinario de la Curia Romana. Es presidido
por un presidente, está asistido por un Secretario y por un Consejo, integrado por
cardenales, obispos, sacerdotes y laicos, que elaboran las líneas estratégicas de la
entidad y evalúan los logros. La división de funciones de da en: administración
de bienes, asuntos financieros y servicios.
 Oficina del Auditor General: Tiene la tarea de auditar los estados financieros
anuales de todas las dependencias de la Santa Sede, este proceso debe ser
notificado previamente al Consejo Económico para su aprobación; ante alguna
anomalía administrativa u financiera, puede hacerse la auditoría autónomamente,
exponiendo las razones previamente al Cardenal coordinador del Consejo. Los
informes deben ser presentado a al Prefecto de Economía y al Cardenal
Coordinador.

 Comisión de Asuntos Reservados: Autoriza cualquier acto jurídico, económico


o financiero que por el bien mayor de la Iglesia o personas, debe ser amparado
en el secreto y sustraído al control y vigilancia de los órganos competentes.

 Comité de inversiones: Garantiza la ética de las inversiones en valores de la


Santa Sede en coherencia con la DSI, analizando además tiempo, rentabilidad,
riesgo y adecuación.

3. Hacer una confrontación con los temas vistos en el seminario de Derecho


Patrimonial
 Dentro de la Santa Sede; se da como equiparables en las iglesias particulares el
Consejo de Asuntos Económicos y el Colegio de Consultores. (Secretaría de
Economía, Consejo de Economía)
 Ante los actos de administración extraordinaria, compras o enajenaciones; se
requieren las aprobaciones ad viliditatem del Consejo de Economía; como
equivaldría en una diócesis cuando el monto supera lo establecido.
 Ante Sede Vacantem la Secretaría de economía proporcional al Cardenal
Camarlengo todas la informaciones del estado económico. Equipararía al
Administrador diocesano la figura administrativa.
 La administración ordinaria se realiza por la Administración de la Sede
Apostólica.
 Por lo general los períodos asignados para pertenecer a cada órgano económico
son un quinquenio.
 La finalidad de todas las dependencias es ayudar al Papa en la administración de
los asuntos administrativos y económicos de la Santa Sede; al igual que la figura
de Ecónomo, Consejo de Consultores, Consejo de Asuntos Económicos.
 Se pretende que todos los que se nombren sean expertos en la materia
económica y de reconocida reputación.
 Deben hacerse rendiciones de cuentas periódicas, por parte de cada organismo,
siendo el auditor el mayor responsable. Diría que en las diócesis sucede lo
mismo con el Ecónomo, que debe presentar la rendición de cuentas anual al
Consejo de Asuntos Económicos.
 La adquisición de bienes debe estar en concordancia con los fines (culto divino,
sostener al clero, caridad y evangelización).

4. ¿Cuáles principios cree usted que inspiran la organización de la economía en la


Santa Sede y la Iglesia Universal?

Diría que propiamente los fines son hacía donde se dirige la administración económica
de la Iglesia Universal, pero los medios para ello serían los siguientes, profundizados en
la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Medellín (1968), que
considero que siguen aún siendo las directrices o principios para llegar a estos fines de
la manera más equilibrada en coherencia con nuestros principios evangélicos, siendo así
que ha sido la única conferencia del episcopado que ha asignado un punto específico
para tratar este asunto que en su momento histórico era un punto demasiado importante,
puesto que era el intento de asumir la propuesta doctrinal y pastoral del Concilio
Vaticano II y hacerlo praxis en la Iglesia que peregrina en Latinoamérica.

Los siguientes principios, exceptuando el de evangelización los encontramos en


Medellín No. 13 y 14, formación del clero y pobreza de la Iglesia, respectivamente.

Pobreza: La actitud de apertura hacía Dios, la disponibilidad de quien todo lo espera en


el Señor. Aunque valoriza los bienes de este mundo no se apega a ellos y reconoce el
valor superior de los bienes del Reino.

Evangelización: Consecuencialmente a la misión que el Señor Jesús encomendó a sus


discípulos; la Iglesia responde a esta llamada distribuyendo todos sus esfuerzos
materiales y espirituales para llevar a cabo la tarea imperativa del Señor.

Solidaridad: Sensibilidad ante la realidad de sus hijos, propiamente los más


necesitados; el principio de solidaridad significa hacer nuestros sus problemas y sus
luchas, sabiendo hablar con ellos. Incentivando la promoción humana integral.

Testimonio: Un testimonio desde la modestia y la austeridad; una vida coherente de los


pastores en la sencillez y la pobreza (no carencia que es fruto de la injusticia y el pecado
de los hombres). Teniendo lo básico: una justa y modesta sustentación y la necesaria
provisión social.

Las comunidades religiosas deben vivir en virtud a su vocación, dado testimonio de la


pobreza de Cristo, que siendo rico se hizo pobre. La distinción entre lo que toca a la
comunidad y lo que pertenece a las obras permite un apostolado más integral poniendo
al servicio de la comunidad humana los edificios e instrumentos de sus obras 1. Eso sería
una conversión pastoral que generaría un efecto análogo en el pueblo de Dios.

Servicio: “No impulsa a la Iglesia ambición terrena alguna, sino que quiere ser humilde
servidora de todos los hombres”2. “Queremos que nuestra Iglesia latinoamericana esté
libre de ataduras temporales; de convivencias y de prestigio ambiguo, que libre de
espíritu respecto a los vínculos de la riqueza” 3, sea más transparente y fuerte su misión
de servicio.

1
Cf. GS 69
2
Pablo Vi, Discurso de clausura del CVII
3
Pablo VI. Discurso de apertura de la Segunda Conferencia General del Episcopado Latinoamericano.
5. Exprese en un breve ensayo (1 página) su opinión sobre la transparencia en el
manejo de los bienes en la Iglesia

Considero que es al ominoso, los múltiples actos faltos de ética por parte de algunos
miembros de la Iglesia, que se han olvidado de los fine comunes y han privilegiado su
bienestar a costa de los fieles. Y bien sabemos los escándalos suscitados en la Curia
Romana; el mal manejo por parte de algunos cardenales y todo lo que se ha manifestado
en relación al Instituto para las Obras de la Religión.

Todos los actos subrepticios que se han realizado ante la vida disoluta de algunos; por
ello es de antalogía lo hecho por el Papa Francisco; desde el inicio de su Pontificado se
ha manifestado este querer y necesidad. Por consiguiente considero, que este esfuerzo
de intentar mostrar una Iglesia más acuciante ante el mundo; y creería que esto va en
consonancia a su plan de pastoral “una Iglesia pobre para los pobres”, quien en su
primera exhortación apostólica, manifestaba el no a la nueva idolatría del dinero y el no
a un dinero que gobierna en vez de servir.

Por ello es muy significativo el título con el cual ha denominado la constitución


apostólica, “Predicate Evangelio” a un documento que es propiamente de
estructuración administrativa y económica, pero que implícitamente trae consigo la
misión.

Sin embargo a mi juicio, por más esfuerzos que se hagan, mientras hayan personas con
la conciencia corrompida y viciada por el dinero; nada se puede hace, todos los males
radican en el corazón. Y lastimosamente los clérigos no son la excepción. Pero, no
desconozco que se ponen más trabas para el mal obrar, parafrasearía el evangelio,
diciendo que están actuando como los hijos de las tinieblas, están siendo astutos. Por
ello toda estructuración debe ir acompañado de una conversión.

Es muy importante lo que se ha hecho y propiamente no sé cómo sería antes; pero estos
seis órganos de administración económica propuestos en esta constitución apostólica,
son un símbolo de colegialidad, y un táctica interesante de interdependencia de las unas
con las otras, diría que entre más personas es más fácil el control, además no se
centraliza el poder en alguno o algunos, sino que se comparte en un todo.
En conclusión, espero que mejore tanto en la Curia Romana, como en las demás Curias
Diocesanas; que la una es un reflejo de la misma en menor escala. Que se pueda volver
a generar confianza en nuestra feligresía y se dé la conversión de corazón.

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