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ADMINISTRACIÓN

DE BIENES
PARROQUIALES
BIENES ECLESIASTICOS
Son todos los bienes materiales, muebles o
inmuebles, que se adquieren a nombre de la
Iglesia, a nombre de, a nombre de un IVC Y SVA.
BIENES PERSONALES
Son todos lo bienes materiales,
muebles o inmuebles, que se
recibe a nombre personal
BIENES TEMPORALES DE LA IGLESA

Can. 1254 - § 1. Por derecho


nativo, e independientemente de
la potestad civil, la Iglesia católica
puede adquirir, retener,
administrar y enajenar bienes
temporales para alcanzar sus
propios fines.
FINES PROPIOS

§ 2. Fines propios son principalmente los


siguientes:
 sostener el culto divino,
 sustentar honestamente al clero y demás
ministros,
 y hacer las obras de apostolado sagrado y
de caridad, sobre todo con los necesitados.
RESPONSABLE DE LOS BIENES ECONÓMICOS

Can. 1256 - El dominio de los bienes


corresponde bajo la autoridad suprema
del Romano Pontífice, a la persona
jurídica que los haya adquirido
legítimamente.
 El párroco, según el Derecho canónico, es
representante jurídico de la parroquia y administrador
de sus bienes (cann. 519 y 523).

 Además, debe responsabilizarse de la atención a los


más necesitados, promoviendo en la parroquia la
cooperación caritativa, las obras asistenciales,
actividades solidarias y

 programas de desarrollo social que sean necesarios y


posibles.
CONSEJO DE ASUNTOS ECONÓMICOS

Can. 537 - En toda parroquia ha de haber un


consejo de asuntos económicos que se rige,
además de por el derecho universal, por las
normas que haya establecido el Obispo
diocesano, y en el cual los fieles, elegidos según
esas normas, prestan su ayuda al párroco en la
administración de los bienes de la parroquia, sin
perjuicio de lo que prescribe el can. 532.
La competencia del Consejo de asuntos
económicos se extiende a todos los bienes
de la parroquia, su función no se debe
limitar a controlar los ingresos, sino que tiene
que extenderse a buscar fuentes de
financiación, y a estudiar una distribución de
los bienes conforme con las necesidades
pastorales y con la prioridad ineludible de la
atención a los más necesitados.
Para su adecuado funcionamiento es preciso que
cuente con unos estatutos propios para precisar
su competencia.
Tanto el consejo pastoral como el consejo de
asuntos económicos pertenecen al ámbito de las
relaciones de mutuo servicio entre el párroco y sus
fieles, y por tanto no pueden sustituir al párroco en
la dirección de la parroquia, en la presentación
legal o en la administración de los bienes.
Aspectos jurídicos – canónicos
 Inventario y tasación de los bienes

En cuanto administrador de bienes eclesiásticos, el párroco


debe hacer inventario exacto y detallado de éstos e ir
incluyendo todos los cambios que éste registre.
Debe conservarse un ejemplar del inventario en la parroquia,
incorporando éste debidamente en la contabilidad
parroquial y entregar otro para el archivo de la Cancillería
del Arzobispado. Cualquier alteración que experimente el
patrimonio debe constar en ambos.
El levantamiento del inventario parroquial
deberá estar a cargo de un miembro del
Consejo de Asuntos Económicos y dos
parroquianos. Además, deberá participar el
párroco o el vicario parroquial. En el caso
que no se pueda realizar del modo antes
descrito, se deberá solicitar este servicio a la
Curia.
De manera obligatoria, este inventario debe ser
presentado al nuevo párroco cuando asume la
parroquia.
El inventario debe ser validado una vez al año,
donde toda modificación por incorporación o
castigo deberá ser registrada o modificada en
la contabilidad y en el propio inventario,
informando de dichas actualizaciones a la
Cancillería del Arzobispado.
Inventario y clases de bienes
El inventario debe ser exhaustivo. Hay
que incluir y describir todos los bienes
temporales que pertenecen a la
parroquia, que pueden ser de distinta
naturaleza: muebles o inmuebles, de
carácter precioso, y todos aquellos que
integren el patrimonio artístico- cultural.
Actos de administración ordinaria y
extraordinaria

El Código de Derecho Canónico distingue


entre actos de administración ordinaria y
extraordinaria.
Sin embargo, no establece claramente
qué debe entenderse por unos y otros.
 La importancia de determinar cuáles
quedan comprendidos en cada caso,
radica en que mientras los primeros forman
parte de la gestión diaria del párroco
actuando por sí solo,
 los segundos, requieren licencias o
autorizaciones especiales para que pueda
realizarlos válidamente, a propósito de los
distintos tipos de bienes. Cann. 1277 y 1281.
Rendición de cuentas
La parroquia, como persona jurídica
pública en la Iglesia, debe rendir
cuentas anualmente, al Ordinario del
lugar, el que encargará su revisión al
Consejo de Asuntos Económicos y éste
al Tribunal de Cuentas.
Ingresos

La Iglesia recibe diferentes tipos de aportes. No hay que


olvidar que la mayoría de ellos son la suma del esfuerzo
de mucha gente que entrega parte del fruto de su
trabajo.
De esta manera, cooperan en el cumplimiento de todos
los fines propios de la Iglesia como son sostener el culto
divino, sustentar honestamente al clero y demás
ministros, y hacer las obras de apostolado sagrado y
caridad, sobre todo con los necesitados.
Contribución a la Iglesia:

Los fieles tienen la responsabilidad de ayudar


en la Iglesia a sus necesidades, lo que es
expresión de pertenencia y participación. Es
uno de los preceptos de la Iglesia.
Colectas
Las colectas constituyen otra clase de ingresos. Hay tres clases:
→ Colectas de las Misas dominicales.
→ Colectas especiales: Óvulo de San Pedro, Buen Pastor
→ Colectas extraordinarias: tienen por objeto contribuir en situaciones
imprevistas que se presentan, tales como casos de urgente necesidad.
Alcancías
Muchas veces, los fieles realizan aportes voluntarios en la alcancía de la
parroquia. Éstos también forman parte de la masa parroquial, a menos que
conste lo contrario.
Las llaves de la alcancía deben permanecer en poder del párroco, quien
dispondrá su apertura en cada oportunidad, ante dos personas que, en
conjunto y de inmediato, deben efectuar el recuento de su contenido. Se
sugiere emplear este mismo procedimiento para las colectas.
 d) Aportes por sacramentos (Bautismo, Primera Comunión, Confirmación,
Matrimonios, velatorios)
Un ingreso común en las parroquias son las donaciones que dan los fieles por la
celebración de sacramentos, exequias u otros.
Todos ellos se entregan directamente en la Secretaría parroquial y se acreditan en
un recibo.
Hay que tener presente algunos principios importantes en relación a estos aportes.
En primer lugar, que el ministro no debe pedir nada por la administración de los
sacramentos fuera de las ofrendas determinadas por la autoridad competente. Ha
de procurar que los necesitados no queden privados de la ayuda de los
sacramentos por razón de pobreza.
Prestaciones de Secretaría parroquial
Se le llama prestaciones de Secretaría al ingreso que se genera por la gestión propia
de la parroquia.
Todos los ingresos deberán registrarse en los recibos parroquiales y deberán tener las
siguientes características:
- Talonarios foliados, en original y copia.
- con la identificación de la parroquia impreso (nombre, dirección, teléfono, numero
Rut);
- y con el timbre parroquial al momento de extenderse.
- Cuando el otorgamiento de este documento resulte engorroso, al interesado no le
interese obtenerlo o se trate de ingresos menores, es útil disponer de una alcancía
con llave donde las personas depositen directamente sus aportes.
La Secretaría parroquial debe rendir cuenta periódicamente –idealmente todos los
días- de todos los ingresos recibidos, especificando si han sido en efectivo o en
documentos. Es conveniente que todos estos se depositen, al día siguiente en la
cuenta bancaria de la parroquia.
La Secretaría parroquial nunca debe recurrir a los ingresos del día para solventar
necesidades emergentes, por urgentes que éstas sean. Los ingresos se depositan en
su totalidad. Los gastos se prevén, se pagan con cheque y, cuando son gastos
menores, se cancelan con dinero de la caja chica, pero se rinden aparte.

Ingresos por actividades parroquiales


Cada vez que la Parroquia realice actividades tales como retiros, peregrinaciones,
jornadas, charlas y/o talleres, que tengan un costo asociado, se determinará el
monto que deberán aportar los participantes. Por una razón eminentemente
pedagógica, la Parroquia nunca absorberá la totalidad del costo, aunque cuente
con los medios.
Ingresos por proyectos y/o donaciones

Hay ingresos que corresponden a proyectos ganados por la Parroquia. Estos


dineros deben ser aplicados de acuerdo al contrato y/o convenio respectivo.
Si se reciben donaciones, hay que distinguir si éstas se han entregado para un fin
determinado o no. En el primer caso, se debe dar cumplimiento a lo dispuesto
por el donante; en el segundo, se entenderá destinada al sostenimiento del culto
o de libre disposición.
COMUNIDAD DE BIENES Y EL PATRIMONIO DE LA
FRATERNIDAD (124-130)
Los miembros de la Fraternidad conservan su capacidad de
adquirir, de poseer, de administrar y de disponer de bienes
materiales a tenor del derecho (can. 741). Pero la
comunidad de bienes, para nosotros, consiste en que todos
los bienes que reciban en razón de la Fraternidad, o en
cuanto miembros de la misma, o que estén destinados a
obras de ésta (can 741), pasan a integrar el patrimonio de
la Fraternidad y van a un fondo común, autónomo para
cada una de las Fraternidades Misioneras a las que esté
adscríto el interesado por aquellos actos (Const. n. 124)

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