CÁMARA TERCERA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA SECCIÓN DEL CENTRO: San
Salvador, a las catorce horas veinticinco minutos de trece de julio de dos mil quince. Habiéndose concluido el trámite del recurso de apelación de la sentencia pronunciada por la señora Jueza de lo Civil de San Marcos, a las ocho horas de trece de abril del presente año, en el PROCESO COMÚN DECLARATIVO DE ACTOS DE COMPETENCIA DESLEAL, promovido por GRUPO BIMBO, SOCIEDAD ANÓNIMA BURSÁTIL DE CAPITAL VARIABLE que puede abreviarse GRUPO BIMBO, S.A.B. DE C.V., sociedad organizada y existente bajo las leyes de México, de nacionalidad Mexicana; y BIMBO DE EL SALVADOR, SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE, que se abrevia BIMBO DE EL SALVADOR, S.A. DE C.V., del domicilio de Merliot, departamento de La Libertad, por medio de sus apoderados abogados Carlos Enrique C. G, Juan José H. S. y Yalile Patricia F. C, contra ALIMENTOS VARIOS, SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE, del domicilio de San Marcos. La sentencia venida en apelación en lo pertinente de su fallo EXPRESA: “1) Desestimase la defensa alegada por la parte demandada Sociedad ALIMENTOS VARIOS SOCIEDAD ANONIMA DE CAPITAL VARIABLE, que se abrevia Sociedad ALIMENTOS VARIOS S.A. DE C.V., y ALIMVASA S.A. DE C.V., por falta de legitimación por hacer un uso legítimo como licenciatario; 2) Estímase la defensa alegada por la Sociedad ALIMENTOS VARIOS SOCIEDAD ANONIMA DE CAPITAL VARIABLE, que se abrevia Sociedad ALIMENTOS VARIOS S.A. DE C.V., y ALIMVASA S.A. DE C.V., en el sentido de que no existe confusión en los consumidores. 3) Desestimase en forma total las pretensiones de la parte actora, en el sentido de no ha lugar a declarar que la Sociedad ALIMENTOS VARIOS SOCIEDAD ANONIMA DE CAPITAL VARIABLE, que se abrevia Sociedad ALIMENTOS VARIOS S.A. DE C.V. y ALIMVASA S.A. DE C.V., este ejecutando con carácter ilícito, actos de competencia desleal en perjuicio de las Sociedades GRUPO BIMBO, SOCIEDAD ANONIMA BURSATIL DE CAPITAL VARIABLE, que puede abreviarse GRUPO BIMBO S.A.B. DE C.V., y BIMBO DE EL SALVADOR, SOCIEDAD ANONIMA DE CAPITAL VARIABLE, que se abrevia BIMBO DE EL SALVADOR S.A. DE C.V.; 4) Declárase no ha lugar a las certificaciones pertinentes, regulados en los Artículos 349 y 497 del Código de Comercio; 5) Desestimase condenar a la Sociedad ALIMENTOS VARIOS SOCIEDAD ANONIMA DE CAPITAL VARIABLE, que se abrevia Sociedad ALIMENTOS VARIOS S.A. DE C.V., y ALIMVASA S.A. DE C.V., al pago de daños y perjuicios, a pagar a las Sociedades GRUPO BIMBO, SOCIEDAD ANONIMA BURSATIL DE CAPITAL VARIABLE, que puede abreviarse GRUPO BIMBO S.A.B. DE C.V., y BIMBO DE EL SALVADOR, SOCIEDAD ANONIMA DE CAPITAL VARIABLE, que se abrevia BIMBO DE EL SALVADOR S.A. DE C.V., en daños y perjuicios; 6) Desestimase condenar en abstracto a las Sociedades GRUPO BIMBO, SOCIEDAD ANONIMA BURSATIL DE CAPITAL VARIABLE, que puede abreviarse GRUPO BIMBO S.A.B. DE C.V., y BIMBO DE EL SALVADOR, SOCIEDAD ANONIMA DE CAPITAL VARIABLE, que se abrevia BIMBO DE EL SALVADOR S.A. DE C.V., a pagar a la Sociedad ALIMENTOS VARIOS SOCIEDAD ANONIMA DE CAPITAL VARIABLE, que se abrevia Sociedad ALIMENTOS VARIOS S.A. DE C.V., y ALIMVASA S.A. DE C.V., al pago de daños y perjuicios, quedándole expedido el derecho de tramitar el proceso conforme a la ley, y por la vía procesal pertinente. 7) Certifíquese la presente acta, a las diligencias marcadas con la referencia 71 DV-2014, a fin de que se resuelva lo pertinente.” (fs. 289 y 290 p.p.) Han intervenido en ambas instancias, como actor-apelante GRUPO BIMBO, S.A.B. DE C.V. y BIMBO DE EL SALVADOR, S.A. DE C.V., por medio de sus apoderados abogados Carlos Enrique C. G, Juan José H. S. y Yalile Patricia F. C, todos mayores de edad, abogados, de este domicilio; y como demandada-apelada ALIMENTOS VARIOS, SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE, por medio de sus apoderados licenciados Enrique Alberto P. P. y Daniel Alejandro M. R, quienes son mayores de edad, abogados, de este domicilio y del de La Libertad, respectivamente. LEÍDOS LOS AUTOS; Y, CONSIDERANDO: I. SUSTANCIACIÓN DEL PROCESO. 1. PRIMERA INSTANCIA. Los licenciados Carlos Enrique C. G, Juan José H. S. y Yalile Patricia F. C, en la demanda MANIFESTARON: “Somos Apoderados Generales Judiciales de la Sociedad GRUPO BIMBO, SOCIEDAD ANÓNIMA BURSÁTIL DE CAPITAL VARIABLE, que puede abreviarse GRUPO BIMBO, S.A.B. DE C.V., en adelante GRUPO BIMBO, una sociedad organizada y existente bajo las leyes de México, de nacionalidad Mexicana… Asimismo, somos apoderados de la Sociedad BIMBO DE EL SALVADOR, SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE, que se abrevia BIMBO DE EL SALVADOR, S.A. DE C.V., en adelante BIMBO DE EL SALVADOR, empresa constituida y en actividad bajo las leyes de la República de El Salvador, con domicilio… Ciudad Merliot, Departamento de La Libertad, El Salvador, en su carácter de licenciataria de las marcas y productos propiedad de GRUPO BIMBO… Venimos a demandar en proceso común declarativo de actos de competencia desleal, a la Sociedad ALIMENTOS VARIOS, SOCIEDAD ANONIMA DE CAPITAL VARIABLE,… en adelante ALIMENTOS VARIOS, del domicilio de San Marcos, departamento de San Salvador, organizada y existente bajo las leyes de la República de El Salvador, representada legalmente por MANUEL ROBERTO M. M… HECHOS EN QUE SE FUNDAMENTA LA PRETENSIÓN: 1- GRUPO BIMBO, es la legítima propietaria de las siguiente marcas:
N° MARCAS NÚMERO DE FECHA DE
REGISTRO REGISTRO 1 Pan Blanco Bimbo Actileche (en 139 del Libro 234 16/06/2014 adelante “Empaque Bimbo Actileche”)
2 Monarca 222 del Libro 232 29/05/2014
3 Monarca (en adelante junto con el 228 del Libro 230 10/04/2014 empaque No 2, con número de registro 222 del libro 232, “Empaque Monarca”
2- GRUPO BIMBO es la legítima titular en El Salvador de los siguientes derechos de
autor, entre otros: DERECHO DE AUTOR NÚMERO DE FECHA DE DEPÓSITO N° REGISTRO DISEÑO MONARCA 29-2014 22 de enero de 2014. 1 Fecha de divulgación: 27/10/10 DISEÑO PAN BLANCO 20-2014 13 de mayo de 2014. 2 CONOCIDO COMO Fecha de divulgación: 1/08/11 DOT/FRANJA AZUL, FONDO BLANCO
3- ALIMENTOS VARIOS, utiliza en El Salvador la siguiente marca:
N° MARCA NÚMERO DE FECHA DE
REGISTRO REGISTRO 1 MARINELA 15190 Libro 38 10/01/2011 Clase: 30
4- GRUPO BIMBO, a través de su licenciatario BIMBO DE EL SALVADOR, realizó el
primer uso en el comercio salvadoreño de su marca Empaque Monarca, desde el mes de julio de dos mil nueve, y su nuevo empaque ha sido comercializado desde el veintisiete de octubre de dos mil diez. 5- GRUPO BIMBO a través de su licenciatario BIMBO DE EL SALVADOR, realizó el primer uso en el comercio salvadoreño de su marca empaque Bimbo Actileche, en fecha uno de Agosto de dos mil once. 6- ALIMENTOS VARIOS comercializa en El Salvador, el producto denominado MARINELA consistente en pan blanco tipo sándwich. El pan Marinela posee dos presentaciones: Pan Blanco, en empaque amarillo comercializado desde agosto de 2013 aproximadamente, y el Pan Blanco Fortificado, en empaque blanco con azul comercializado desde noviembre de 2013 aproximadamente (a ambas presentaciones, en adelante, les llamaremos Producto Infractor)… 10- GRUPO BIMBO Y BIMBO DE EL SALVADOR, entraron en conocimiento de la comercialización, por parte de ALIMENTOS VARIOS, del pan blanco Marinela con empaque amarillo en el mes de septiembre del año dos mil trece, y del pan blanco Marinela “Fortificado” con empaque colores blanco y azul en el mes de Noviembre del año dos mil trece. 11- ALIMENTOS VARIOS, ha continuado desde esas fechas con la comercialización de su Productor Infractor, bajo empaques similares a los registrados por GRUPO BIMBO. Antes de lanzar al mercado los empaques del Producto Infractor, ALIMENTOS VARIOS no utilizaba las combinaciones de color blanco con azul, ni amarillo en su pan blanco Marinela … ALIMENTOS VARIOS, ha comercializado en el mercado su Producto Infractor, valiéndose de la imitación de los empaques, debidamente protegidos por GRUPO BIMBO, bajo las marcas Empaque Bimbo Actileche y Empaque Monarca, y el registro de los derechos de autor sobre los empaques con que se comercializan los referidos productos, propiedad de nuestra mandante, los cuales son: pan blanco Monarca y el pan blanco Bimbo Actileche; y considerando que, a través de dicha conducta la sociedad demandada, está realizando actos de competencia desleal… Los empaques o TRADEDRES, que utiliza ALIMENTOS VARIOS, en el producto infractor, son similares a los empaques usados, protegidos como obra y registrados como marca por GRUPO BIMBO y licenciados a favor de BIMBO DE EL SALVADOR… La similitud existente entre las marcas propiedad de nuestra mandante, y las presentaciones de la sociedad demandada, como podrá evidenciar del examen visual de las mismas, constituye un hecho notorio, es decir, un hecho que no requiere de prueba alguna para su comprobación, por tratarse de hechos que por su naturaleza son evidentes e innegables. No obstante la notoriedad que este hecho constituye, se ha realizado un peritaje de comparación entre los empaques, cuyo resultado fue la existencia de la posibilidad de confusión en el mercado, por la similitud en los empaques. Mismo dictamen que agregamos al presente escrito para que sirva como prueba en el presente juicio… La comercialización por parte de ALIMENTOS VARIOS, de productos comercializados con el empaque de su Pan Blanco Marinela, es considerada por el Código de Comercio, como un acto de competencia desleal, así como lo establece el Art. 491 de dicho cuerpo legal, la conducta descrita, está encaminada a atraer clientela indebidamente, perjudicando directamente a otro comerciante, a través del uso indebido o imitación del empaque original y propiedad de nuestra mandante, presentando un producto similar, con lo que se genera confusión en los consumidores medianamente informados… Los actos realizados por ALIMENTOS VARIOS, generan un agravio a GRUPO BIMBO y BIMBO DE EL SALVADOR, puesto que a través de los mismos, se desvía su clientela, y por lo tanto, se afecta económicamente a nuestras mandantes… PETITORIO:… Se declare el carácter ilícito de los actos de competencia desleal realizados por ALIMENTOS VARIOS, S.A. DE C.V., en perjuicio de las sociedades GRUPO BIMBO, S.A.B. DE C.V. y BIMBO DE EL SALVADOR, S.A. DE C.V.” (fs. 1 a 8 p.p.) Los documentos presentados obran de fs. 9 a 99 y de 101 a 102 de la p.p. Por auto de fs. 103 p.p., el tribunal A quo advirtiendo la existencia de defectos procesales subsanables, que no podían suplirse de oficio y considerando que eran de necesaria rectificación para posibilitar y determinar la pretensión deducida en el presente proceso, previno a los abogados de la parte actora, quienes evacuaron dicha prevención por medio de escrito de fs. 105 a 107 p.p. Según providencia de folio 116 p.p., se tuvo por parte a GRUPO BIMBO S.A.B. DE C.V. y BIMBO DE EL SALVADOR, S.A. DE C.V., por medio de sus apoderados licenciados Carlos Enrique C. G, Juan José H. S. y Yalile Patricia F. C, se admitió la demanda y se ordenó emplazar a la demandada ALIMENTOS VARIOS, SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE, para que compareciera a contestar la demanda dentro del término de ley. Mediante escrito de fs. 120 a 133 p.p., la parte demandada ALIMENTOS VARIOS, SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE, por medio de sus apoderados licenciados Enrique Alberto P. P. y Daniel Alejandro M. R, contestó la demanda en sentido negativo. Por resolución de folio 163 p.p., el tribunal A quo tuvo por parte a la demandada y por contestada la demanda en sentido negativo; asimismo, se ordenó citar a las partes intervinientes a fin de realizar la Audiencia Preparatoria, cuyo resultado consta en acta de fs. 257 a 275 p.p. Finalmente de fs. 276 a 290 p.p., aparece el texto de la sentencia recurrida. 2. SEGUNDA INSTANCIA. Por auto de folio 9, se admitió el recurso ordinario de apelación interpuesto, se tuvo por parte a “GRUPO BIMBO, SOCIEDAD ANÓNIMA BURSÁTIL DE CAPITAL VARIABLE” que puede abreviarse “GRUPO BIMBO, S.A.B. DE C.V.” y “BIMBO DE EL SALVADOR, SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE”, que se abrevia “BIMBO DE EL SALVADOR, S.A. DE C.V.”, por medio de sus apoderados abogados Juan José H. S y Yalile Patricia F. C, como apelantes, señalándose lugar, hora y fecha para la práctica de la audiencia especial a que se refiere el Art. 513 CPCM. El resultado de la audiencia obra en acta de fs. 25 a 31. II. ANTECEDENTES DE HECHO. 1. PRETENSIONES DE LA ACTORA: La parte demandante “GRUPO BIMBO, SOCIEDAD ANÓNIMA BURSÁTIL DE CAPITAL VARIABLE” que puede abreviarse “GRUPO BIMBO, S.A.B. DE C.V.” y “BIMBO DE EL SALVADOR, SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE”, que se abrevia “BIMBO DE EL SALVADOR, S.A. DE C.V.”, por medio de sus apoderados abogados Carlos Enrique C. G, Juan José H. S. y Yalile Patricia F. C, pretenden que en sentencia se declare la existencia de actos de competencia desleal por parte de “ALIMENTOS VARIOS, SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE”, en relación a la comercialización de los empaques marca “Marinela”, en sus dos presentaciones Pan Blanco fortificado (empaque azul y blanco) 550 gramos y Pan Blanco (empaque amarillo) de 480 gramos. 2. PRETENSIÓN DE LA PARTE DEMANDADA. La demandada “ALIMENTOS VARIOS, SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE”, por medio de sus apoderados licenciados Enrique Alberto P. P. y Daniel Alejandro M. R, pretende que se le absuelva de cualquier responsabilidad que pudiera devenir del presente proceso, y se condene a “BIMBO” por los daños y perjuicios causados y a las costas procesales. III. DE LOS AGRAVIOS EN QUE FUNDAMENTA LA APELACIÓN. Los agravios alegados por la apelante se contraen a la actividad razonadora de la resolución impugnada, específicamente en lo siguiente: 1. “RAZONES DE INTERPOSICIÓN DEL RECURSO REFERENTE A LA REVISIÓN E INTERPRETACIÓN DEL DERECHO APLICADO, ART. 511 INCISO 2 CPCM: En principio, señalamos con todo respeto como infracción cometida por el Juez A quo, la errónea interpretación del derecho aplicado, específicamente del artículo 101 literal a) de la Ley de Marcas y otros Signos Distintivos… Ya que, en la sentencia que hoy impugnamos, específicamente, en el apartado tres referente a los actos de confusión página veintiuno frente, establece la Juez A quo: “es preciso analizar si las presentaciones del producto demandado tiene la potencialidad o no de inducir al consumir promedio (amas de casas, por la naturaleza del producto), en error al adquirir un producto de la marca Marinela, pensando que era el Pan Monarca, o un producto pan empaque blanco y azul Lido, pensando que es Actileche de la marca Bimbo.”… Continúa manifestando en la página 24: “por lo dicho a juicio de la suscrita no se ha probado ni la confusión gráfica ni ideológica, tampoco el grado de confusión que genera en el consumidor promedio, tal se dijo la similitud debe apreciarse suponiendo que la confusión puede sufrirla una persona medianamente inteligente, o sea el comprador promedio.” Dicho lo anterior, la Juez A quo, al interpretar el artículo 101, literal a), de la Ley de Marcas y otros Signos Distintivos, establece una posibilidad de crear confusión, no que exista la certeza, y no necesariamente la ocurrencia efectiva, así se ha pronunciado la jurisprudencia en diversas ocasiones… Con los elementos probatorios, aportados en el Proceso Común Declarativo de Competencia desleal, hemos comprobado el riesgo de asociación con respecto de los empaques infractores por la sociedad ALIMVASA, existiendo la confusión directa entre los empaques de nuestras mandantes, debidamente inscritos como marca y derechos de autor, ya que los consumidores existe la posibilidad que se confundan al momento de adquirir los empaques de nuestra mandante, Bimbo Actileche y Monarca, pruebas desglosadas en el Romano IV., página cinco de la sentencia impugnada… Dicho lo anterior, y analizando los elementos en su conjunto, no aisladamente, existe la posibilidad de confusión al momento que, el consumidor promedio, ve los empaques en las góndolas de supermercados, al ver los puntos, los colores, los trazos, y demás elementos que nuestra mandante tiene inscrito como marca y como derecho de autor, se establecen los hechos notorios, el hecho evidente, no amerita prueba alguna, más que la aportada, ya que para que exista actos de competencia desleal, la ley plantea la posibilidad de crear confusión o un riesgo de asociación, ya que en los empaques infractores se han incorporado elementos propiedad de nuestra mandante, todo con el objeto de cometer actos de competencia desleal, ya que antes no comercializan así sus productos, sino después que salió a la luz nuestros empaques, dado que como ya lo mencionamos anteriormente, la Sociedad FAMOLCAS, solo es propietario del diseño de la espiga, y sobre eso cedió el uso a la sociedad ALIMVASA, más no de los elementos propiedad de nuestras mandantes… Lo anterior confirma nuestros argumentos a lo largo de nuestra demanda, que la Jueza A quo, no está valorando al declarar que la Sociedad ALIMVASA no está ejecutando actos de competencia desleal en perjuicio de nuestras mandantes, siendo todo lo contrario, ya que con la prueba agregado al proceso, específicamente estudio realizado por el analista de mercado Nelsen, sobre el pan molde en canal de autoservicios en El Salvador, se probó que desde la entrada en el mercado Agosto-Septiembre 2013, del Pan Blanco Marinela de ALIMENTOS VARIOS, redujo la participación de mercado en los productos de nuestras mandantes, debido a la gran similitud existente entre ambos empaques… 2. RAZONES DE INTERPOSICIÓN DEL RECURSO REFERENTE A LA VALORACIÓN DE LA PRUEBA APORTADA, ART. 511 INCISO 2 CPCM. Como lo hemos mencionado anteriormente, con los elementos probatorios aportados en el Proceso Común Declarativo de Competencia desleal, hemos comprobado el riesgo de asociación con respecto de los empaques infractores por la sociedad ALIMVASA, existiendo la confusión directa entre los empaques de nuestras mandantes, debidamente inscritos como marca y derechos de autor, ya que los consumidores existe la posibilidad que se confundan al momento de adquirir los empaques de nuestra mandante, Bimbo Actileche y Monarca, pruebas desglosadas en el Romano IV, página cinco de la sentencia impugnada… Por lo cual consideramos, que los elementos probatorios agregados en el proceso, desglosados en el apartado IV Página cinco frente de la sentencia que hoy impugnamos, no han sido valorados de forma conjunta por la Jueza A quo, por lo cual se le ha restado valor a prueba, que nuestra jurisprudencia ha considerado lo suficiente para establecer que existen confusión entre los empaques infractores y los debidamente inscritos, originándose así la competencia desleal…” IV. FUNDAMENTO DE LA OPOSICIÓN AL RECURSO. La recurrida en síntesis manifestó en la audiencia especial celebrada en esta Cámara que: “La intervención que vamos a desarrollar es oponiéndonos a los puntos apelados por las sociedades recurrentes, las sociedades Bimbo El Salvador y Bimbo Sociedad Bursátil, han estipulado básicamente dos puntos de apelación el primero referido a la errónea interpretación del Art. 101 letra a) de la Ley de Marcas y Otros Signos Distintivos y el segundo referido a la valoración probatoria realizada por la jueza a quo en primera instancia, en ese mismo orden nos pronunciamos, respecto al primer punto apelado de la errada valoración del art. 101 letra a) de la ley de marcas y otros signos distintivos, resulta necesario distinguir entre algunos conceptos jurídicos importantes, primero la aplicación de una norma y esta está definida como el acto formal mediante el cual un juez o tribunal da vida al supuesto contenido de una determinada ley o parte de ella aplicando su sentido y alcance a un caso concreto, el segundo concepto es la interpretación de una norma y ésta es definida como el ejercicio intelectual mediante el cual un juez o tribunal recoge el sentido o alcance de una norma aplicada a un caso concreto, se dice entonces que la aplicación y la interpretación van unidas aunque jurídicamente es posible separarlas ya que alguien pudo haber aplicado correctamente e interpretado incorrectamente o alguien pudo haber dejado de aplicar y en consecuencia haber dejado de interpretar, no obstante lo anterior aquí resalta esta representación que nadie puede interpretar una norma sin aplicarla y eso es lo que justamente está frente a nosotros en la sentencia apelada, la suscrita juez a quo nunca aplicó y mucho menos interpretó el artículo 101 letra a) de la ley de marcas y otros signos distintivos, basta con leer el encabezado del fallo y estos magistrados verán que no estamos en presencia de la aplicación del referido artículo, si hemos dicho al principio que no se puede interpretar sin aplicar ¿qué sentido tienen hablar de una interpretación incorrecta o indebida de algo que no se aplicó? y además la parte apelante ha establecido que la suscrita juez a quo lo ha hecho en su sentencia pero al leerla inclusive no solo en su fallo sino en su contenido la referida juez hace alguna mención pero refiriéndose a alegatos que la misma parte hoy apelante sostuvo en el proceso de primera instancia, mas no es posible determinar del contenido y menos del fallo que la suscrita juez haya tenido a la base de su pronunciamiento o de su conclusión el contenido del referido artículo, en concreto lo menciona en la página veinticinco de la sentencia… está refiriéndose a un alegato, en el vuelto o sea en la página veintiséis continúa hablando de una legitimación pasiva y de ahí en adelante reitero en el encabezado del fallo no se desprende la aplicación del Art. 101 literal a) de la ley de marcas y otros signos distintivos, por tanto es inatendible el punto apelado por cuanto no existe una aplicación por cuanto tampoco una interpretación, menos aún como se ha presentado en la apelación y traigo a colación el Art. 510 CPCM y vean como el ordinal tercero dice que la apelación tendrá por finalidad el derecho aplicado para resolver las cuestiones objeto del debate, evidentemente sería un absurdo no atender a la interpretación, pero reiteramos lo que no se ha aplicado no se puede interpretar y así se denota de la sentencia. Respecto al segundo punto, es decir sobre la valoración probatoria queremos llamarle la atención a esta Cámara en algunos aspectos, lo primero es que el escrito de apelación no dice ni hace referencia a qué tipo de violación es la que supuestamente se comete, es decir, si hay falta de valoración, errónea valoración, falta de admisión, etc., tampoco hace referencia a pruebas en específico, y más grave aún no hace referencia a hechos probados, a hechos que se estimen probados, no hay una conexión fáctica entre prueba y hechos para considerarlos probados, tampoco enuncia cuál es la valoración esperada en primera instancia o en segunda instancia, es decir, sobre qué se pueden pronunciar estos magistrados si en ese escrito no se especifica absolutamente nada, el Art. 510 establece en su ordinal segundo como finalidad del recurso de apelación, la revisión de los hechos probados que se fijen en la resolución así como la valoración probatoria, es usual en los abogados litigantes que cuando se invoca este ordinal se invoque además puntualizando las violaciones, la prueba, los hechos probados y en fin en lo que estriba el ejercicio de la valoración de la prueba algo que no se desprende del escrito de apelación y vean como dicho escrito en ese punto se resume en la trascripción parcial de una sentencia y en su página siete vuelto párrafo cuarto leo lo único que dice es referente al alegato ¿qué es lo que se esperaba? cuál es la prueba que decía un documento que dijo un informe, no se ha hecho ninguna valoración de los hechos que estiman probados por cuanto la competencia de esta Cámara también está restringida, lo que sí es una realidad y consta en el proceso es que no ha existido ni un solo documento probatorio que tenga la capacidad de probar los extremos de la demanda, al contrario lo que ha existido son elementos probatorios que desmienten los extremos de la demanda, específicamente los de la conducta de nuestra representada de ser legítimamente licenciataria de una marca debidamente inscrita y reconocida por el derecho, así las cosas, solicitamos también se declare sin lugar este segundo punto de apelación por no existir ni un solo elemento que se desprenda del mismo para concluir o deducir algún tipo de valoración probatoria que perjudique a las apelantes y reiterar la petición del primer punto que se declare también el primer punto sin lugar por no existir aplicación del literal a) del Art. 101 de la ley de marcas y otros signos distintivos”. V. FUNDAMENTOS DE DERECHO. 1. DEL DERECHO DE MARCA. Una marca, es cualquier signo que permite distinguir, en el mercado, los bienes o servicios producidos o prestados por una persona, de otros bienes o servicios similares. Por lo tanto, la persona que quiera distinguir sus productos, atendiendo a su calidad o su procedencia, o ambas, tiene que diferenciar sus productos de los demás, similares, que existen en el mercado, mediante un signo distintivo, y que sea creación propia, con los requisitos esenciales que establecen las leyes y convenios que regulan la materia. 2. DE LOS ACTOS DE COMPETENCIA DESLEAL. A. La competencia es el modo natural de manifestarse la libertad económica y la iniciativa del empresario. El comerciante actual tiene arraigada en su voluntad la idea de la competencia y la considera como un bien adquirido, que es preciso defender, por un lado, contra los procedimientos de competencia desleal, y, por otro, contra los monopolios y los pactos restrictivos de la competencia libre. Los juristas se han preocupado, especialmente de este aspecto defensivo de la competencia. B. La competencia mercantil, puede definirse como la actuación independiente de varias empresas para conseguir cada una de ellas, en el mercado, el mayor número de contratos con una misma clientela, ofreciendo precios, calidades o condiciones contractuales más favorables. La base de la competencia es la libertad de actuación económica, de manera que los empresarios han de decidir libremente respecto al precio, calidad y condiciones del producto o servicios que ofrecen, del mismo modo los adquirentes han de tener libertad de elección respecto de cada uno de esos elementos. En esa línea no cabe concebir una competencia libre en el sentido de competencia ilimitada, sin más norma que la voluntad de los competidores, porque la competencia es un fenómeno jurídico aunque los móviles sean económicos, y es que toda forma de convivencia humana está sometida al Derecho y éste supone siempre una limitación dentro de la libertad, en una frase, libre competencia significa, igualdad de los competidores ante el Derecho. C. En ese orden, los actos que constituyen competencia desleal, se identifican cuando la actividad económica que se lleva a cabo es, en sí misma, lícita y permisible, y lo que la hace incurrir en ilicitud es ejercitarla con determinados medios reñidos con los usos y prácticas honrados o bien con las leyes aplicables. Así por ejemplo, desviar hacia sí la clientela de un competidor, aún cuando causa daño a ese competidor no es sancionable porque esa es la finalidad de la competencia en el mercado; pero hacerlo con medios deshonestos como la utilización de signos que pueden crear confusión en el público respecto al origen de los productos, sí constituye una práctica desleal. D. Virtualmente es imposible compilar en un catálogo todas las actividades que pueden llegar a constituirla. Desde el acuerdo de varios productores para vender sus productos a un precio inferior al de costo para eliminar a un tercero, hasta el acto unilateral de usurpar o imitar una marca con el fin de atraerse la clientela de su dueño; desde la presentación de los productos maliciosamente parecida a los del competidor para aprovecharse de su prestigio, hasta la publicidad encaminada a destruir la reputación de un comerciante o de sus productos, todo cae en el ámbito de la competencia desleal. Vale decir que la deslealtad en la competencia, su efectiva calificación dependerá exclusivamente de la legislación positiva. E. Nuestro ordenamiento jurídico al respecto es amplio, pues no trata de proteger solamente al competidor directo, sino también a los consumidores y al funcionamiento correcto del sistema competitivo, no es ya preciso que una actuación se produzca dentro de una relación de competencia entre varios empresarios para que pueda considerarse incorrecta y por tanto, constitutiva de competencia desleal. Para que esa deslealtad exista basta que la actuación en cuestión sea incorrecta y pueda perjudicar a cualquiera de los participantes en el mercado, por ejemplo a los consumidores, o pueda distorsionar el funcionamiento del propio sistema competitivo. F. Como se observa, la prohibición de competencia desleal ha pasado a ser la prohibición de actuar incorrectamente en el mercado a la vigencia del principio de corrección en el tráfico económico. G. Lo que la normativa sobre competencia desleal reprime, es la conducta incorrecta porque distorsiona el mercado. Por tanto, para la prohibición de la conducta incorrecta, no es requisito necesario ni la mala fe de su autor, ni el hecho de que se pruebe que esa conducta ha causado un perjuicio cierto. Estos datos serán normalmente relevantes para la eventual cesación. 3. LÍMITES DEL RECURSO. A. Los límites de esta sentencia se rigen por el Principio de Congruencia, que en materia impugnativa contiene dos sub principios: “TANTUM DEVOLUTUM, QUANTUM APELLATUM”, es decir, tanto se devuelve como cuanto se apela. Y la “NEC REFORMATIO IN PEJUS”, la prohibición para el tribunal de alzada de reformar la sentencia recurrida en perjuicio del apelante. B. La sentencia se pronuncia exclusivamente sobre los puntos y cuestiones planteadas en el recurso, todo en estricto cumplimiento a lo ordenado en el inciso segundo del artículo 515 CPCM y, en su caso, en los escritos de adhesión. VI. ANÁLISIS DE LOS AGRAVIOS. 1. Errónea Interpretación del Art. 101 letra “a” de la Ley de Marcas y Otros Signos Distintivos. A. Exponen los recurrentes, en primer lugar, que la jueza de la causa, exige la certeza de la confusión, cuando el Art. 101 letra “a” de la Ley de Marcas y Otros Signos Distintivos, únicamente requiere el riesgo o posibilidad de confusión. B. Al respecto, el Art. 101 letra a) antes referido a su letra expresa: “Los actos o comportamientos tipificados en la presente Ley se estipulan con carácter enunciativo y no exhaustivo, quedando prohibido cualquier acto o comportamiento que, no estando incluido en esta Ley, se considere desleal conforme al artículo precedente. Constituyen, entre otros, actos de competencia desleal los siguientes: a) Actos capaces de crear confusión o un riesgo de asociación con respecto a los productos, los servicios, la empresa o los establecimientos ajenos…” C. La norma transcrita, señala a manera de ejemplo los actos que constituyen competencia desleal, encontrándose dentro de ellas la posibilidad o riesgo de confusión, tal como exponen los recurrentes; sin embargo, al desarrollar esta razón del recurso (sin mencionar su finalidad), los apelantes se han limitado a señalar algunos párrafos de la sentencia impugnada, en los que ellos consideran que la jueza de la causa les exige una certeza de la confusión, es decir, una prueba terminada de la confusión que puede tener el consumidor acerca de la procedencia empresarial de determinados productos. D. En relación a esta razón del recurso, es importante tener presente que cuando se invoca la revisión del derecho aplicado, en cualquiera de sus vertientes –inaplicación, errónea interpretación, aplicación indebida- al retomar lo que dice CALAMANDREI, quien considera la sentencia como un silogismo judicial, esta infracción se encuentra referida a la premisa mayor del silogismo, esto es la norma jurídica, siendo por otro lado, la premisa menor los hechos que fundamenta la sentencia y la conclusión que se deriva de aquellas dos premisas. E. Sobre la base de lo anterior, es importante acentuar que no basta simplemente enunciar la infracción de ley, como ha sucedido en el caso de mérito, sino que debe expresarse la incidencia que tal infracción genera en el caso concreto, es decir, que al amparar la existencia de la violación alegada, ésta debe ser capaz de cambiar la conclusión del juzgador de primera instancia. F. Los apelantes no han expuesto en ninguna parte de su escrito de apelación, la razón por la que esa interpretación correcta que aluden del Art. 101 letra a) de la Ley de Marcas y Otros Signos Distintivos puede llegar a cambiar la conclusión o fallo impugnado, verbigracia, no se ha demostrado en esta instancia que al interpretar de esa forma la disposición objeto del debate pueda llevarnos a una conclusión distinta a la que llegó la jueza de la causa sino que simplemente transcriben la disposición legal, una sentencia de la honorable Sala de Civil, una del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que se refiere a la función registral de la marca. Asimismo, a una sentencia de la Sala de lo Contencioso Administrativo que revisa la potestad que tiene un registrador para inscribir o no una marca. G. De lo anterior se advierte, que el primer agravio está encaminado a controvertir la interpretación que realizó la jueza de la causa del derecho aplicado, pero no se ha hecho ningún razonamiento encaminado a demostrar el porqué de interpretarse en la forma que exponen los recurrentes el Art. 101 letra “a” de la Ley de Marcas y Otros Signos Distintivos, cambiaría el fallo de la sentencia impugnada, dificultando el análisis de este agravio, pues bajo el supuesto de acogerse el mismo éste debe ser capaz de revertir la resolución impugnada, lo que es razón suficiente para desestimar el agravio. H. No obstante lo anterior, para sumar una razón más, al analizar el contenido de la norma impugnada, se evidencia, que efectivamente como exponen los recurrentes, uno de los actos que pueden constituir competencia desleal es la posibilidad o riesgo de confusión; sin embargo, no basta con enunciar que existe un riesgo sino que es indispensable que tal riesgo sea acreditado, es decir, que los hechos descritos en la demanda y sobre los cuales deberá fundarse la decisión judicial estén demostrados mediante pruebas aportadas al proceso en base a lo dispuesto en el Art. 7 CPCM, ya que no bastan las afirmaciones o apreciaciones subjetivas de las partes. I. Bajo el contexto de lo antes expuesto y advirtiendo que el segundo de los agravios se encuentra encaminada a controvertir la valoración de la prueba aportada al proceso, corresponderá analizar conjuntamente los agravios por encontrarse vinculados, para finalmente analizar si las pretensiones expuestas en la demanda sobre la base de la letra “a” del Art. 101 de repetida cita ha sido acreditada. 2. Revisión de la Valoración de la Prueba Aportada. A. Como segundo agravio, se alega la incorrecta valoración de la prueba, pues a juicio de los recurrentes no fue valorada en forma conjunta. B. Respecto de ello, es importante tener presente que cuando se invoca esta razón de revisión, no basta con expresar genéricamente que no se han valorado todos los medios probatorios en su conjunto, sino que hay que expresarle al Tribunal concretamente cuál fue la equivocación o el yerro que cometió el tribunal de primera instancia y cuál debió haber sido la conclusión a la que debió haber arribado éste si hubiera valorado en forma conjunta la prueba, o en su defecto, al menos singularizarse el resultado de cada uno de los medios probatorios y expresar la desintonía con los demás; advirtiéndose del escrito de apelación que el único medio de prueba que fue individualizado, es el estudio mercadológico de los productos en pugna, por lo que sobre éste nos pronunciaremos oportunamente. C. Asimismo es sustancial comentar sobre la valoración conjunta de la prueba, lo expuesto en la doctrina y específicamente retomar a MONTERO ARROCA, que define tal valoración como “el conjunto orgánico articulado lógicamente de todos los medios probatorios”, y más importante aún, recordar las apreciaciones concretas que la jueza de la causa hizo en su sentencia, de la que se evidencia que sí valoró el único medio de prueba que fue singularizado en el escrito de apelación en la conclusión del primer agravio, es decir, el “estudio realizado por el analista de mercado Nielsen, sobre el pan molde en canal de autoservicios en El Salvador” y los resultados que arroja respecto de la venta de los productos denunciados en comparación con los de propiedad de la actora y otros, y el impacto económico que tiene el aparecimiento de un determinado envoltorio que comercializa la demandada, que se dice puede generar confusión en el consumidor en relación a los productos propiedad de “Bimbo, S.A.B., de C.V.” y “Bimbo El Salvador, S.A. de C.V.” D. Sobre tal documento, la jueza de la causa estimó que no tenía carácter de prueba pericial, argumento que no ha sido objeto de apelación, es decir, tal afirmación o fijación de hechos en la sentencia no fue atacada por los recurrentes en su escrito, sino que la apelación se limita a expresar cuál es la fuerza de convencimiento o el resultado que tiene la referida prueba, valorada en la comunidad de otras pruebas, de manera tal que si no es parte de la apelación la consideración que hizo la jueza de que no era un informe pericial, existió conformidad de parte de los recurrentes con lo resuelto en ese punto, por no haberse atacado este argumento en la apelación. E. En base a lo anterior, deberemos someter esa prueba –“estudio realizado por el analista de mercado Nielsen, sobre el pan molde en canal de autoservicios en El Salvador”- al régimen de la prueba documental, tal cual ha sido presentada y adjuntada a la demanda y se deberá estar a las reglas de la prueba tasada que es el sistema de valoración de prueba propio de la instrumental conforme lo dispuesto en el inciso segundo del Art. 416 CPCM. F. Bajo esa tónica cuando se invoca que el juez no valoró la prueba en conjunto, es importante tener presente que para que se valore la prueba conjuntamente tenemos que estar frente a pruebas que sean homogéneas y no pruebas heterogéneas que se rigen por distintos sistemas de valoración probatoria, de tal manera que la juzgadora no podía valorar en forma conjunta pruebas que están regidas por diferentes sistemas de valoración, unas de forma tasada y otras por la sana crítica, tal regla es acogida por nuestro legislador en el inciso primero de la disposición en comento –Art. 416-, pues expresamente se dispuso que se valorarán en conjunto conforme a las reglas de la sana crítica, entendiéndose los medios que se valoran por tal sistema, y en su segundo inciso se aparta de tal regla al exponer que los documentos se estarán al valor de la prueba tasada. G. En consecuencia el “estudio realizado por el analista de mercado Nielsen, sobre el pan molde en canal de autoservicios en El Salvador”, deberá ser analizado conforme a las reglas de la prueba tasada, y bajo esa tónica los recurrentes consideran que ha sido suficiente para establecer la confusión alegada, correspondiendo a esta Cámara evaluar si en el caso de autos la sociedad demandada ha cometido en el uso y comercialización de su marca “Marinela” actos de competencia desleal, capaces de crear confusión o riesgo de asociación en los consumidores en contra de las marcas “Bimbo” y “Monarca”; siendo necesario referirnos a dicho concepto, del que ya la Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia, en el recurso de casación referencia 279-C- 2005, ha expuesto que “son aquéllos que dificultan la identificación o la diferenciación del empresario, de sus productos o prestaciones, por conllevar el riesgo de que el consumidor los asocie con la actividad, prestación o establecimiento de otro empresario.” H. Bajo tal concepto, los actores han expuesto en demanda que los actos de competencia desleal los constituye la imitación de los empaques comercializados por la demandada, escogiendo características similares a las de “Bimbo” y “Monarca”, propiedad de sus mandantes, como el patrón de color y tipografía de las letras utilizadas en los mismos. I. A fin de acreditar la imitación irrogada acompañaron a su demanda prueba documental, que detenidamente ha sido desglosada en el apartado IV de la sentencia impugnada, y de las que expresan los recurrentes han sido suficientes para establecer la confusión entre los empaques infractores y los de su representada. J. No obstante ello, en este momento interesa referirnos a la única prueba que ha sido enunciada y singularizada en el escrito de apelación, esto es, el “estudio realizado por el analista de mercado Nielsen, sobre el pan molde en canal de autoservicios en El Salvador” del que expresan los apelantes que demuestra que “ALIMVASA, S.A. DE C.V.” está ejecutando actos de competencia desleal en perjuicio de las demandantes y prueba además –según dicen- que desde la entrada en el mercado (Agosto-septiembre de 2013) del Pan Blanco Marinela, redujo la participación de mercado de los productos propiedad de “Bimbo S.A.B. de C.V.”, y “Bimbo El Salvador, S.A. de C.V.”, debido a la gran similitud existente entre los empaques. K. Al respecto, esta Cámara advierte que de fs. 75 a 80 p.p., aparece el documento aludido, no obstante al revisarlo se evidencia que se trata de la impresión de una presentación de una presentación de Power Point en la que aparece el logo que dice “Nielsen”, conteniendo al final la expresión “muchas gracias” y el nombre de Sergio S. como Director de Cuentas, una dirección de correo electrónico y un número de teléfono. L. Tal folleto deberá apreciarse desde el punto de vista extrínseco, como prueba documental, que ha sido presentada en el proceso, en el que no aparece la firma que identifique la persona responsable de dicha presentación y del cuadro estadístico, por lo que no podemos concluir que se trata de un informe, de un punto de vista o de una investigación. M. No obstante lo anterior, los apelantes expresan que se trata de un estudio de mercado, pero no aparece en su contenido cuál fue la metodología utilizada que arrojó tales conclusiones, tampoco de donde se toman estos datos o que respaldo contable tienen, es decir, cuál es su fuente o dónde aparecen reflejadas las ventas durante esos períodos tanto del actor como del demandado. N. Y por otra parte, desde el punto de vista intrínseco, no obstante los defectos antes señalados, observamos que se trata de un cuadro estadístico de las ventas comerciales de dos empresas, es decir, de datos contables de venta, información que pertenece a un conocimiento especializado en contabilidad, estadísticas, investigación, mercadotecnia, disciplinas o estudios que son ajenos a las ciencias jurídicas de las que un Juez es conocedor, por lo que en casos como el que nos ocupa la parte actora, debió proponer al juez de la causa el auxilio de conocedores de esas ciencias, de esas disciplinas o de esos conocimientos especializados, que en los procesos judiciales se llaman “peritos” por medio de la prueba pericial, ello quiere decir que para que ingresen estos cuadros estadísticos a un proceso, debe hacerse por medio de la prueba pertinente y útil, del que la parte contraria tiene el derecho de controvertirlo solicitando el interrogatorio al perito correspondiente o bien solicitando el nombramiento de otro perito y la emisión de un nuevo dictamen, esa es la forma de preservar el derecho de defensa de la parte contraria. Ñ. Todo lo anterior lleva a concluir que dicha información no puede ser introducida por medio de la prueba documental, es más, ni siquiera puede ser catalogado como documento privado, pues no se sabe quién es el autor de tal estudio de mercado; y siendo que por definición, se entiende que es aquél redactado por las personas que intervienen en el acto o contrato denominándose “autógrafos” a diferencia de los “heterógrafos” que son los instrumentos públicos, pues son autorizados por los funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones (CARNELUTTI). O. De lo que se colige que tal presentación impresa, aparte de no constituir siquiera documento privado tampoco arroja nuevos elementos de prueba de las afirmaciones vertidas en la demanda por el actor; por lo que no se puede tener por acreditado que la participación en el mercado del producto “Marinela” haya reducido la venta de los productos Bimbo y Monarca, debido a la supuesta similitud existente entre los empaques y al no haber singularizado otro medio de prueba, no podemos referirnos a ellos, por lo que no es posible acoger los agravios expuestos, debiendo rechazarse. CONCLUSIONES. De todo lo antes expuesto, se desprende que los recurrentes no han expresado una razón suficiente para revocar la sentencia pronunciada por la señora Jueza de lo Civil de San Marcos, por lo que deberá confirmarse la misma por encontrarse pronunciada conforme a derecho. POR TANTO: de conformidad a lo antes expuesto, disposiciones citadas y artículos 1, 2, 11, 15, 18, 172 Inc. 3º, 181 Cn.; 1, 2, 3, 14, 15, 216, 217, 514 y 515 CPCM, EN NOMBRE DE LA REPÚBLICA DE EL SALVADOR ESTA CÁMARA FALLA: 1°) CONFÍRMANSE LOS APARTADOS 2), 3) Y 5) del fallo de la sentencia pronunciada por la señora Jueza de lo Civil de San Marcos a las ocho horas de trece de abril del presente año, en el PROCESO COMÚN DECLARATIVO DE ACTOS DE COMPETENCIA DESLEAL, promovido por “GRUPO BIMBO, SOCIEDAD ANÓNIMA BURSÁTIL DE CAPITAL VARIABLE” que puede abreviarse “GRUPO BIMBO, S.A.B. DE C.V.” y “BIMBO DE EL SALVADOR, SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE”, que se abrevia “BIMBO DE EL SALVADOR, S.A. DE C.V.”, por medio de sus apoderados abogados Carlos Enrique C. G, Juan José H. S. y Yalile Patricia F. C; contra “ALIMENTOS VARIOS, SOCIEDAD ANÓNIMA DE CAPITAL VARIABLE”, en base a las consideraciones expuestas; quedando firmes los apartados 1), 4), 6) y 7) del fallo de la referida sentencia, por no haber sido objeto de recurso; 2°) Condénase a la parte apelante al pago de las costas procesales de esta instancia, por haber sucumbido en su recurso. Arts. 272 y 275 CPCM; 3°) Declárase sin lugar la solicitud de devolución de la caución rendida en las Diligencias Preliminares bajo referencia 71-DV-2014, en vista que es una petición que deberá ser dirigida al Tribunal de Primera Instancia y en el expediente respectivo. Y, 4°) Oportunamente, devuélvase el proceso con la certificación respectiva al lugar de origen para los fines de rigor. HÁGASE SABER.
PRONUNCIADA POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LA SUSCRIBEN.
Introducción al derecho internacional privado: Tomo III: Conflictos de jurisdicciones, arbitraje internacional y sujetos de las relaciones privadas internacionales
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