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SERIE ENSILLANDO Y MONTANDO

Montando a pelo*
Carol Lynne

* SIn montura
Prologo

Ethan Griggs es bastante feliz viviendo en el


rancho Justice River. El pasa sus días como
vaquero atendiendo los caballos que ama y a
los huéspedes que aprende a tolerar. Cuando
Bridger Collins llega al rancho el mundo de
Griggs se vuelve patas arriba. A pesar de su
usual política manos fuera de los huéspedes, él
inmediatamente es cautivado por el jovencito.
Bridger floreció con la vida del campo. Era hijo
de uno de los hombres más ricos del país,
Bridger prefería arreglar una cerca que estar
detrás del escritorio contando su dinero. La
química sexual que compartía con Griggs era
solamente la cereza en el pastel. Con una larga
semana de estancia, llegando a su fin, Bridger
estaba forzado a elegir entre la vida que quería
con Griggs y la vida que había sido planeada
para él desde su nacimiento.
Capítulo Uno

Ethan Griggs gruño bajo su respiración


mientras esperaba que el avión llegara. Los
otros ocho huéspedes ya habían cargado su
equipaje, pero uno de los aviones tenia un
retraso y los hombres ya estaban inquietos.

El reviso su reloj, se dirigió a un lado de la van


se inclino asomo la cabeza por la ventanilla
abierta y se dirigió hacia uno de los pasajeros.
“Ahora regreso.”

Debido a que el vuelo se había demorado,


Griggs se vio forzado a estacionar la van en
lugar de solo esperar al frente del aeropuerto
como normalmente hacia para recoger a los
huéspedes, sacó la cajetilla de cigarros del
bolsillo delantero de su camisa y tomó uno. Se
suponía que no fumaba delante de los
huéspedes pero sentía necesidad extrema.

Entro y se dirigió a la sección de fumar


mientras inhalaba, la nicotina y el mentol
entraba a su torrente sanguíneo y pareció
calmarlo inmediatamente.

El lugar estaba ocupado de gente entrando y


saliendo del aeropuerto, pero Griggs centro su
mirada en un joven de dulce aspecto con unos
jeans de cintura baja y sombrero vaquero. El
tipo se palmeaba un bolsillo tras otro.
Evidentemente buscaba el encendedor.

Griggs se dirigió hacia él, y encendió el


encendedor frente al vaquero. “¿Necesitas
lumbre?”
El joven levanto la mirada hacia Griggs,
mostrando un juego de profundos hoyuelos.

“Gracias.”

Griggs estaba sorprendido ante los intensos


ojos grises rodeados de tupidas y largas
pestañas negras. El niño estaba para morir. Lo
único malo es que era demasiado joven.

El vaquero le ofreció la mano. “Soy Bridger.”

Griggs iba a estrecharla pero se detuvo.


“¿Bridger Collins?

“¿Si?” Bridger finalmente retiro la mano.

Soy Griggs, del rancho Justice River. Te he


estado esperando.”
“¿En serio? Bien. Llegue en un vuelo diferente.
Cuando salí y no encontré a nadie, llame al
rancho para asegurarme que no me hubieran
dejado.”

Griggs hizo un gesto de dolor. El odiaba los


teléfonos celulares, pero Deacon siempre
dejaba uno en la van. “Lo siento, Tenia mi
teléfono apagado.”

Bridger se encogió de hombros y dio otra


fumada.

Griggs noto la bolsa de equipaje a los pies de


Bridger. “¿Es todo tu equipaje?”

Bridger exhalo y levanto la bolsa. “Es todo.


Botas, un par de jeans, camisas calcetines,
ropa interior y mis medicinas.”
¿Medicinas? “¿Estas enfermo?”

“No. Soy diabético, pero he vivido con eso casi


toda mi vida.”

Griggs tiro el cigarro en el receptáculo más


cercano y señalo hacia el estacionamiento. “La
van esta allá.”

Bridger tiro su cigarro y siguió a Griggs. “¿Que


tan lejos queda el rancho?”

“Cerca de una hora. Nos detendremos en un


pequeño lugar a comer.”

“¿Cuantos huéspedes hay esta semana?”

Griggs vio al joven y caliente vaquero.


“Incluyéndote a ti, nueve. Y otro trabajador del
rancho va a recoger a otros de un hotel de aquí
de Billings.”

Ellos llegaron a la van entre vítores de


excitación de los pasajeros. Si, los huéspedes
eran obviamente algo revoltosos. Griggs tomo
la bolsa de Bridger y la dejo en la parte de atrás
junto al resto del equipaje. El todavía no podía
creer como el pequeño Bridger había
empacado. La mayoría de los huéspedes casi
tuvieron que pagar sobrepeso a la aerolínea
con su equipaje.

El cerró la puerta y subió al asiento del


conductor. “Abróchense los cinturones” les dijo
a los pasajeros mientras salía del
estacionamiento.
A lado de él, Bridger se giro hacia el resto de
los pasajeros de la van. “Soy Bridger Collins.
Gracias por esperarme.”

Uno a uno los hombres se presentaron a si


mismo. Griggs sabía qua al final de la semana
nuevos lazos se formarían entre los
virtualmente extraños. El había oído de
amistades que seguían por años. La gente
puede bromear acerca de gente de la ciudad
jugando a los vaqueros en un rancho de
Montana, pero para el segundo día sus
traseros sabían que no había nada de juego en
eso.

A pesar de que las comodidades del Justice


River eran de primera de categoría, seguía
siendo un rancho ganadero. Los vaqueros
pagan muy buen dinero para experimentar la
vida de un ranchero y eso era exactamente lo
que ellos recibían.

Griggs se concentro en el camino mientras


salían de Billings y se dirigieron a Red Lodge.

“¿Que tipo de ganado crían en el rancho?”


Bridger preguntó.

“Angus.” Griggs vio hacia el guapo jovencito.


“¿Sabes de ganado?”

“Si.” Bridger dijo subiendo los pies en el tablero.


“Mi papa tiene algunos.”

Griggs tensó las manos en el volante, cuando


Bridger también se quito el sombrero, liberando
sus sedosos rizos negros. El niño la sacudió
antes de girarse hacia Griggs y mostrar esos
sexy hoyuelos de nuevo.
“Maldición, se siente mejor. Mamá me hizo
prometerle mantenerlos fuera de la vista hasta
que estuviera aquí. Supongo que ella pensó
que podría tener algunos problemas en el
camino.” Bridger dejo su bien usado sombrero
en el suelo entre los asientos.

Griggs regreso su atención al camino. El sabía


exactamente que tipo de problemas parecía
atraer el chico y definitivamente no era el
momento para buscar problemas.

*****

“¿Es este el Roscoe?” Bridger preguntó.

“¿Que dice el letrero?” Griggs gruño.

Bridger giro los ojos ante el irritable vaquero.


Desde que dejaron Billings él había hecho su
mejor esfuerzo para entablar conversación con
el semental, pero el solo había logrado una o
dos palabras en respuesta.

“Lindo,” Bridger comento cuando la van se


estaciono frente al restaurant de piedra y
madera.

“Ellos tienen buena comida.” Griggs abrió la


puerta y salio.

Antes de salir del asiento del pasajero, Bridger


se ajusto su medio erecto pene. Gruñón o no el
alto nativo americano tenía efecto en su libido.
El siguió a los otros hombres. A el no le
sorprendió ver que era el mas joven del grupo.
No le molestaba. Excepto cuando iba a clases,
el rara vez pasaba tiempo con gente de su
edad.
El pequeño grupo de huéspedes se reunieron
frente a la mesera que platicaba con Griggs al
parecer conocía bien a la mujer. Una fuerte risa
hizo erupción del hermoso vaquero,
sorprendiendo a Bridger. El se pregunta qué
tan a menudo Griggs realmente se permitía
perder el control lo suficiente para divertirse.

Los guiaron a una larga mesa al fondo del


restaurant. Bridger tomo una silla, notando que
Griggs seguía de pie hasta que todo el mundo
se sentó. Solo quedaban dos sillas vacías uno
a lado de él y otra en el lado opuesto de la
mesa. El vio los ojos negros del vaquero y
espero.

Después de ligeramente levantar las cejas,


Griggs se sentó lo más lejos de Bridger que
pudo. El sutil desaire le molesto, pero Bridger
no iba a dejar que Griggs lo notara. Se giro
hacia el hombre a su izquierda. “Pete,
¿Verdad?”

El delgado hombre mayor, asintió. “Pete


Allenbrand.”

“¿De donde eres?” Bridger pregunto, mientras


veía de reojo a Griggs.

“D.C.,” Griggs contesto.

“Wow. Eso es sensacional. ¿Trabajas para el


gobierno?”

“No. Soy maestro en una escuela. He estado


ahorrando por años para este viaje. Siempre he
soñado con ser vaquero, pero estaba atrapado
en la ciudad…” Pete se encogió de hombros.
“De cualquier modo, decidí hacer mi sueño
realidad antes de ser demasiado viejo para
disfrutarlo.”

Bridger le paso el menú a Pete. “Puedo


entender tu sueño de ser vaquero. Es lo que
siempre he querido, pero mi papá tiene otros
planes para mi.”

“¿Vas a la escuela?”

Bridger casi se ríe cuando Pete lo vio por arriba


de sus lentes. Si. El tipo definitivamente era un
maestro. “Si. Ahora estoy en la universidad
pero odio cada minuto de eso.”

“¿No es la escuela correcta?”

“No es el medio ambiente correcto.” Su


servilleta se le cayó del regazo. Cuando se
inclino a levantarla, el vio puntos rojos y
blancos danzando en su vista. Bridger se
decidió por un sándwich caliente de carne y le
dio la orden a la mesera.

“Me disculpas,” Bridger dijo. Con toda la


emoción el había olvidado su bolsa de insulina
en la van. Se paro a lado de Griggs. “¿Esta la
van sin llave?”

Griggs asintió. “¿Sucede algo malo?”

“No. Solo olvide algo.” Nunca se había


avergonzado de su enfermedad pero
anunciarla ante una mesa llena de extraños no
era cómodo. Salio del restaurant y abrió la
cajuela de la van. Afortunadamente su bolsa
estaba arriba del montón de maletas, no tuvo
problemas para encontrar la pequeña bolsa de
piel. Con el kit de insulina en la mano, regreso
al restaurant. “Discúlpeme, señora ¿podría
decirme donde esta el cuarto de baño?”

“Claro, cariño. Por el pasillo segunda puerta a


la derecha.”

“Gracias.” Entro al cuarto de baño y dejo el kit


en el lavabo mientras se lavaba las manos. El
debía saber que había pasado mucho tiempo
sin comer. Sus niveles deberían estar mal,
sabía eso, estuvo fuera de horario por casi dos
horas, eso no era saludable.

Bridger abrió el kit y tomo la lanceta para medir


su nivel de azúcar. Después de un rápido
pinchazo en el dedo, el exprimió una gota
sobre la tira de examen.

Cuando Bridger estaba buscando en su bolsa


su pluma de insulina, la puerta se abrió. Le dio
la espalda al intruso y preparo la dosis
necesaria.

“¿Estas bien?” una profunda voz dijo.

“Si.” Bridger estaba de pie con la pluma en la


mano. La inyección de la tarde siempre se la
daba en el muslo derecho, dudaba que Griggs
pudiera apreciar el espectáculo. Levanto la
pluma. “Me atrase con mi dosis.”

“Oh. Yo, uh, te dejare hacerlo.”

Griggs desapareció y Bridger entro a uno de los


cubículos. Se bajo los jeans y se sentó en el
sanitario mientras se administraba el rápido
piquete.

Para cuando llego a la mesa, su comida ya


había sido servida. El dejo la bolsa de piel en
su silla y comenzó a comer, consciente de la
mirada de Griggs. Bridger no estaba seguro de
si su sentimiento de incomodidad se debía al
nivel de azúcar o a la penetrante mirada que
parecía estudiarlo.

El estaría mejor si se concentraba en la


comida, se termino la mayoría de su sándwich
y algunas papas fritas. La gente común solía
quedarse mirando cuando tenían alrededor a
un diabético tipo uno. Bridger se había
acostumbrado a eso, el se giro, determinado a
no dejar que la aparente preocupación de
Griggs le molestara.

La mesera trajo las notas y uno a uno del


grupo se puso de pie frente a la caja
registradora. Con la emoción de llegar al
rancho, el olvido su kit.
No fue hasta que llego a la van y Griggs se la
dio que se acordó. “Oh mierda. Gracias.
Hubiera estado en problemas para la cena.”

Griggs vio a Bridger por un momento más


antes de limpiarse la garganta y dirigirse al
grupo. “El rancho de Justice River esta a solo
tres kilómetros”

La excitación en la van aumento cuando los


hombres empezaron a reírse y hablar acerca
de todo lo que harían.

“¿Tendremos oportunidad de montar hoy?”


Bridger preguntó.

Griggs ya estaba bajo el letrero del rancho.


“Probablemente. Usualmente la primera tarde
la pasan acomodándose en sus cuartos, luego
tienen una reunión en el salón comedor
después todos salen a los establos donde les
ayudamos a encontrar su caballo dependiendo
de su nivel de habilidad.”

“Yo he montado desde que era niño, no


debería de tener problemas.”

Griggs resoplo. “Estos no son caballos de feria,


niño. Nosotros cabalgamos sobre terreno
difícil.”

El comentario de ‘niño’ lastimo a Bridger pero


trato de que no le quitara su entusiasmo. Podía
decir que Griggs era el tipo de hombre que no
aceptaba la palabra de nadie. Eso estaba bien
para Bridger—él conocía su habilidad y no
necesitaba probarle nada a nadie. Bueno
excepto a su padre, pero ese problema era
mejor dejarlo en Texas.
Bridger apoyo las manos en el techo de la van
mientras circulaban por el terreno rugoso. La
tierra y la grava saltaban por todos lados
Griggs conducía mas rápido de lo que
conveniente. “Maldición, ¿Tienes prisa por
dejarnos o que?”

“Es un rancho no un suburbio.”

Caliente o no, Griggs tenía un gran problema


de actitud. Quizás el semental vaquero merecía
bajarle una raya o dos.

*****

Griggs dejo la van frente al establo y salto


fuera. Se dirigió a su jefe, Deacon. “Necesitas
mantener a ese niño lejos de mi o su primer día
en el rancho también será le ultimo.”
Deacon, el gerente del rancho y su amante,
Ray, el propietario del rancho, vieron alrededor.
Ray sonrió, evidentemente viendo a Bridger. “El
es lindo.”

“El es un dolor en mi culo. Todo el camino


hasta aquí me ha estado haciendo una
pregunta tras otra. Que ha sido su fantasía ser
jinete. Que si tengo experiencia con los que
hablan de eso y no saben una mierda. Ese
chico no se calla.”

Ray sonrió y golpeo el hombro de Griggs.


“Tienes a tu primer huésped enamorado. Es
lindo.”

Griggs hizo un sonido de disgusto y regreso a


la van. Cuanto mas lejos se mantuviera de los
brazos de Bridger seria mejor. Había algo en el
jovencito que le decía que solo un roce estaría
mal.

“Esperen, esperen, esperen,” Griggs grito.


“Dejen su equipaje en la camioneta yo los
acercare al frente de sus cabañas.”

Los huéspedes asintieron y empezaron a subir


su equipaje a la van. Griggs giro los ojos. El se
había salido del juego, sabía que debió decirles
a los huéspedes las cosas antes de
apresurarse a salir de la van.

“Solo déjenlas yo me encargo de regresarlas a


la van,” le dijo al grupo. “¿Porque no van y se
presentan con el personal?”

Después de que se fueron, Griggs comenzó a


lanzar las maletas al interior. El oyó otra van
por el camino cuando el estaba cerrando la
puerta. A pesar de que el resto del staff había
sido testigo de su error, al menos Cody no lo
fue.

Como el hombre a cargo de los huéspedes,


Cody podía decirle toda clase de mierda a
Griggs por su error. Ese no era el gran
problema, era que Cody amaba molestar a la
gente. Igual que un perro con un hueso, el no
lo soltaba al implicado gritándole por haber
metido la pata.

Cody y el resto de los huéspedes salieron de la


van y Griggs salio del camino. Si Griggs fue
afortunado de que todo el incidente del
equipaje no saliera.

“¿Algún problema?” Cody preguntó.

Griggs negó. “Un vuelo se retardo nada serio.”


Cody asintió y guió a los huéspedes con Ray y
Deacon.

Griggs se apoyo contra la van y espero,


aprovecho el tiempo para quitarse el lazo de
piel de su cabellos. En un movimiento muy bien
practicado el acomodo su cabello con los
dedos antes de acomodar el lazo de nuevo.
Una vez que estuvo seguro detrás de su nuca,
cruzo los brazos en su pecho.

El continuamente veía de reojo al jovencito su


hermoso cabello negro azabache, y sus
ajustados jeans. Griggs sonrió ante los
costosos tenis en los pies del niño. Si Bridger
acostumbra usarlos, estarán listos para la
basura antes del fin de semana.
Griggs gimió al pensar en pasar toda una
semana tratando de evitar la tentación del
pequeño bocado. El vio como un guapo
hombre se acercaba a Bridger e iniciaba
conversación. Estaba demasiado lejos para oír
lo que decir pero Bridger le sonreía al tipo y
Griggs sentía que el estomago se le revolvía.

¡Maldición! El se alejo de la van y cruzo el


camino hacia la casa-comedor. “Hey, Libby,
¿Tienes algo de café?”

Libby, la cocinera del rancho asomo la cabeza


de la cocina. “Ese debe estar bueno, lo hice
hace una hora.”

Griggs tomo el termo y una taza y se sirvió.


Cerró el termo antes de dirigirse hacia la
puerta, Después de un tentativo trago, El volvió
a pensar en Bridger.
Griggs quería pensar que la atención hacia
Bridger era por la enfermedad del niño—al
menos era lo que se repetía a si mismo. Griggs
había crecido alrededor de la diabetes, su
hermana menor tenía esa enfermedad.

Muchas veces Rachel olvidaba checarse el


nivel de azúcar, hasta que fue casi demasiado
tarde. Griggs sacudió la cabeza. Por la manera
en que Bridger había descuidadamente dejado
su bolsa de piel en el restaurant, Griggs
imaginaba que el niño no era muy diferente.

Los huéspedes empezaron a rodear la van.


Con otro trago de café, Griggs abrió la puerta
de malla y regreso a sus obligaciones. Se
sentía extraño que todos fueran hombres gay.
El estaba acostumbrado a tratar con familias. A
pesar de que era agradable no tener que
esconder su sexualidad enfrente de los
huéspedes, Griggs sabía que eso también era
peligroso.

Desde que oyó de las nuevas reglas del rancho


de tener estrictamente huéspedes de la
comunidad GLBT, Griggs había sido advertido
de que no se involucrara con los huéspedes. El
sabía que eso no era problema para él. El
nunca había sido tipo de una sola noche.
Prefería un potencial amante. Con solo una
semana para conocerse, el sabía que la política
“no tocar” seria su lema.

Cuando el se coloco detrás del volante, Bridger


le tomo la taza de café.
“Deja que te la lleve.” Bridger sonrió, con sus
dedos rozando los de Griggs quien
involuntariamente gimió. Sin tocar. El se
recordó.
Capítulo Dos

A pesar de compartir cuarto, Bridger estaba


feliz de estar en el lugar al que Griggs llamo la
cabaña de verano. El sabía que algunos
huéspedes habían pagado extra por cabañas
individuales, pero el pensar en pasar una
semana solo en una cabaña no se le apetecía.

Había ido al rancho de Justice River para una


oportunidad de ser el mismo para variar. Sin
tener que preocuparse por la desaprobación de
su padre, solo poder lazar, montar y maldecir a
voluntad.

“¿Esta bien esta para ti?” Bridger le pregunto a,


Steve, mientras lanzaba su bolsa de equipaje
en una de las dos camas gemelas.

“A la medida,” Steve contesto.


Bridger abrió el cierre de su maleta y comenzó
a sacar la pequeña cantidad de ropa que había
llevado. Al fondo estaban sus botas en una
bolsa de plástico. El había pensado llevarlas en
su contenedor pero cambio de opinión al notar
que llenaba toda la bolsa. Las dejo a un lado y
llevo su ropa a la cómoda. “Esta bien si tomo el
cajón inferior”

“Gracias.” Steve, Era un consejero financiero


probablemente a la mitad de sus cuarenta.
Bridger no había considerado su peso pero el
hombre tenía un gran abdomen.

“¿Sabes si tenemos que cambiarnos ahora o


después de cenar?”

Steve estaba desempacando su gran maleta, y


tenia una gran cantidad de camisas en sus
manos. “No estoy seguro. Se que dijeron que
montaríamos algo después de cenar.”

“Supongo, que me cambio entonces.” Bridger


sacó unos jeans desgastados y los dejo en la
cama. “¿Te molesta si me cambio aquí?”

“No para nada,” Steve contesto.

“Bien.” Bridger bajo el cierre de sus jeans muy


bajos de cintura y los dejo caer al piso. Se quito
los tenis con las puntas de los pies y se sacó
los jeans. Cuando tomo sus jeans de montar
vio a su compañero de cuarto con la boca
abierta.

Bridger se encogió de hombros y se puso sus


jeans lo más pronto posible. “Lo siento.”
Steve se limpio la garganta. “No. yo lo siento.
Supongo que nunca había visto ropa interior
como esa en la vida real.”

Bridger se reía mientras acomodaba su pene


en sus jeans y subía el cierre. A pesar de que
técnicamente era una tanga, la ropa interior de
Bridger era un poco más que una bolsa para su
pene con un par de delgados cordones
sosteniéndolo. “No hay mucho de donde
escoger cuando los jeans son de cintura baja y
son esos o muestras la ropa interior por todos
lados.”

Steve regreso con su maleta.

Bridger se encogió de hombros y levanto sus


jeans del suelo. Le quito las arrugas como pudo
y los metió en la cómoda. Después de patear
sus jeans debajo de la cama, el tomo las
botas. “Estaré en el porche.”

Tomo los cigarros y el encendedor de la


cómoda antes de salir. Mientras atravesaba la
rustica sala, el vio la enorme chimenea. A
pesar de hacer demasiado calor para prender
la chimenea, quizás trataría de convencer a su
compañero de encenderla en la noche cuando
la temperatura bajara.

Una vez en el porche, el sacó las botas de su


bolsa. En calcetines fue al final del porche y
golpeo las viejas botas juntas, saliendo mas
polvo. Tomo asiento en una de las recién
pintadas de verde sillas Adirondack* y se
recargo. Mientras veía hacia las montañas en
la distancia disfrutaba su cigarrillo.

*Sillas típicas para exteriores


¿Quien sabe desde cuando había podido
disfrutar un simple cigarrillo sin esconderse?
eso era increíblemente satisfactorio.

La puerta de malla se abrió y Rodney, creía


que así se llamaba, se le unió, “Me alegra ver
que no soy el único con ese sucio hábito.”

Bridger se rio y descanso su cabeza contra el


respaldo de la silla. “Disfruto cualquier
momento para fumar.”

“Si, yo también.”

Rodney se sentó en la silla frente a Bridger y


sacó sus cigarros. “¿Crees que podemos fumar
mientras montemos?”

Bridger negó. “Demasiado riesgoso. Además,


estoy seguro que las colillas en la tierra no se
verían bien en el rancho. Creo que Deacon dijo
que el fumar estaba restringido a nuestros
porches y detrás de la casa-comedor.”

“Oh bueno. Supongo que tendré que llenarme


en la mañana.”

“Traje chicles de nicotina. Si quieres algunos.


No es tan bueno como el real, pero deberían
evitarnos querer arrancarle la cabeza a alguien
a mordidas a medida que pase el día”

“Gracias.” Rodney siguió fumando. “¿Quien es


el guapo chico del otro grupo con el que
hablabas?”

Bridger trato de recordar. Si la descripción de


Rodney, era de alguien con larga cola de
caballo. “¿Griggs?”
Rodney se rio. “No. El otro. El tipo con la
camiseta roja.”

“Oh. James. Si, el quería saber si yo jugaba.”

“¿Y?” Rodney preguntó.

“Le dije que yo realmente no vine por sexo


ocasional. Pero si estas interesado en eso.
Parece que el estaba desesperado por un poco
de acción esta semana”

Rodney bufo. “Probablemente es casado.”

“Probablemente.”

Después de un momento, Rodney continúo.


“Aun así puedo necesitar sentarme a lado de él
durante la cena.”
Bridger tiro su cigarrillo en el bote con arena y
se rio. “Imagino que vas a conectar algo
durante la semana.”

“¿Eso creo? Yo creo que el folleto lo


desalentaba.”

Bridger tomo una de las botas y se la puso,


entro fácil en su pie. “Ellos no pueden enojarse
de que se hagan orgías ahora que se pueden.
Somos hombres adultos. Ellos probablemente
dirán que no cuidan eso, que no es su asunto.”

“Te gusta Griggs, ¿huh?”

Bridger se encogió de hombros y se puso la


otra bota. “El es caliente pero es un tipo de
tonto.”
“Si, bueno, el estaba viéndote muy bien. Yo
diría que puedes obtener algo si juegas muy
bien tus cartas.”

Jesús. ¿El había ido a un rancho o a un spa


gay? “Solo quiero pasar tiempo haciendo lo que
amo.”

Rodney empezó a reírse. “Eso es justo de lo


que estoy hablando.”

Bridger saco sus pantalones fuera de las botas


y se puso de pie. “Creo que voy a ir al establo a
ver a los caballos. ¿Estas interesado?”

“Oh, si. Estoy interesado, pero no en los


caballos por el momento.”

Bridger se rio y salio del porche. El conocía a


los tipos como Rodney, siempre estaban
ingresados en lo que pudieran obtener, pero
Bridger no jugaba esos juegos.

Los surcos de la tierra y la hierba del camino lo


guiaron al establo, al menos no había llovido
recientemente. El evito varias veces, profundos
hoyos.

El rancho le recordaba el que dejo en la


mañana. A pesar de que las construcciones
eran mas viejas y mas pequeñas que en
Collinsford Downs, tenían el mismo propósito.

Antes de llegar al establo, Vio un pequeño


corral en donde estaba un caballo solo. El se
desvió cruzo la hierva y se acerco a la cerca.
“Hey, chico.” Bridger comenzó a mimar al
hermoso mustang*. El caballo bufo un
momento antes de sacudir su cabeza.
*caballo salvaje, grañon, usare el termino en ingles, para evitar repeticiones cuando dicen mustang salvaje
“No voy a lastimarte, chico,” Bridger le hablo
con un tono suave de voz. El podía decir por la
conducta del caballo que el no estaba
acostumbrado a la rienda, pero el siempre
había tenido facilidad con los animales.

En un momento el semental acepto el toque de


Bridger incluso acerco su nariz contra la mano
varias veces. “¿Quieres una zanahoria? No, me
parece que te gustan las manzanas.”

“¡Aléjate de él!”

Bridger vio sobre su hombro la roja cara de


Griggs caminado de prisa hacia él. Retiro la
mano. “Lo siento. No quería extralimitarme.
Solo quería ser amistoso.”

Griggs tomo a Bridger del brazo y lo aparto de


la cerca. “Bien, ese viejo niño no es amistoso.
El te puede arrancar un dedo de una mordida,
si le das la oportunidad.”

“Nosotros estábamos bien, a pesar de lo que


crees, conozco un poco de caballos.”

Griggs bufo. “¿Que tu mamy y papy le pagaron


lecciones de equitación antes de venir?”

¿Como diablos este idiota me parece


remotamente atractivo? Bridger jalo su brazo
del agarre de Griggs y se alejo. El tomó el
camino de la izquierda en la bifurcación, no
estaba listo para ir al establo.

Pateando la grava mientras caminaba, Bridger


incluso no se había dado cuenta donde estaba
hasta que oyó una voz. El levanto la cara y vio
cara a cara a los dos hombres que manejaban
el lugar. “Hey.”
“¿Sucede algo?” El más pequeño de los dos
preguntó.

Bridger se encogió de hombros. “Solo


necesitaba alejarme unos minutos.” fue
entonces que noto la gran casa entre los
árboles. “Lo siento. No quise, cruzar los
limites.”

El pequeño hombre se cubrió los ojos del sol y


vio al vaquero mucho más alto. “Olvide mis
lentes de sol. ¿Puedes esperarme?”

“Toma el tiempo que necesites.”

Riéndose el pequeño hombre corrió de regreso


a la casa dejándolo solo con el alto tipo, Bridger
le ofreció su mano. “Lo siento no recuerdo tu
nombre. Yo soy Bridger.”
“Deacon.” El tipo estrecho su mano señalando
al hombre que salio corriendo. “El distraído es
mi pareja, Ray.”

Bridger sonrió. “Prometo recordarlo la siguiente


vez.”

“¿Porque necesitas tiempo para ti mismo?”

A pesar de odiar la manera en que el hombre le


hablo, Bridger no era el tipo que acusaba a
nadie. “Solo así. Disfrutando el panorama.”

Deacon se metió las manos en los bolsillos y


dijo. “No dejes que Griggs te moleste. El puede
ser un arisco hijo de perra, pero el es
malditamente bueno en su trabajo.”

“Arisco es subestimarlo,” murmuro.


Deacon seguía riéndose cuando Ray se les
unió. “¿Que me perdí?”

Deacon vio hacia Bridger. “Griggs esta


mostrándole sus encantos a Bridger.”

Ray sonrió y junto las manos. “¡Lo sabia!”

Los dos hombres empezaron a reírse,


confundiendo completamente a Bridger.
Asumió que era un tipo de broma interna y
mantuvo la boca cerrada.

Ellos caminaron hacia la bifurcación del


camino, esta vez dirigiéndose a la casa-
comedor.

“¿Tienes sed?” Ray preguntó.

“Podría beber algo.”


“Voy a revisar a Black Jack,” Deacon dijo,
inclinándose a darle un rápido beso a Ray.

“Si la herida no mejora, muy probablemente


deberás llamar al Doc Morgan,” Ray le grito a
Deacon cuando se iba.

Deacon levanto la mano en señal de que oyó y


siguió el camino.

Ray sacudió la cabeza. “Hombres.”

Bridger no agrego más. El siguió a Ray por los


escalones de la casa-comedor.

“¿Café? ¿Te?”

“¿Me gustarían un refresco de dieta para


variar?” Bridger agregó.
“En el refrigerador, sírvete tu mismo.” Ray se
sirvió una taza de café y tomo asiento en una
de las largas mesas.

Bridger entro en la cocina. “Disculpe, señora.


Ray me dijo que estaría bien si tomo un
refresco de dieta”

“Claro. Estante inferior. Hay también galletas


con chispas de chocolate sobre el mostrador.”

“Gracias.” Bridger tomo un refresco y un par de


galletas antes de regresar al comedor. Le dio
una a Ray, “ella dijo que eran recién hechas.”

Ray tomo la galleta y se la acabo en tres


mordidas. “Libby hace las mejores galletas,
pero no se lo digas a Madre.”
“¿Tu madre trabaja aquí?” Bridger mordisqueo
la galleta, tratando de hacer que durara. Era
algo que hacia desde niño. Su madre siempre
lo estaba molestando. Diciendo que comía
como conejo.

Ray se puso de pie y fue al mostrador de las


galletas. “Martha es el nombre real de Madre,
como la mayoría de los trabajadores que
trabajan aquí, viven lejos de sus familias o
simplemente no tienen relación con ellas, ella
es como la madre para todos.”

“Eso es lindo.” El vio a Ray terminar dos


galletas más.

“Entonces ¿cual es el problema con Griggs?”

Bridger termino su galleta y vio hacia su


refresco. “No se. Supongo que como soy mas
joven que él, piensa que esta bien que me trate
como a un estupido.” Se encogió de hombros.
“He tenido que aguantar sus despectivos
comentarios respecto a mis habilidades
ecuestres.”

“¿Tu montas?”

Bridger asintió. “Desde que fui lo suficiente


mayor para sostenerme en una silla. Mi padre
tiene su propio lugar en el sur, justo al este de
Austin.”

“Bueno, no dejes que te moleste. El es muy


protector con los caballos. Hasta que no le
pruebes que realmente sabes hacerlo, no te
dejara.”

“¿Dejarme? Aun así no se porque me odia


tanto.”
Con una sonrisa en su cara, Ray regreso por
otra galleta. “El se siente atraído por ti. Puedo
decirlo desde la primera vez que vi la manera
en que te veía. Griggs se enorgullece de estar
en control. Imagino que tu viniste a alterar algo
de ese control y no le agrada eso.”

“¿En serio? ¿Esa es la razón por la que casi


me arranca el brazo cuando me atrapo
mimando al mustang en el camino?”

Ray pareció impactado. “¿Engendro de Satán


dejo que lo mimaras?”

“¿El caballo se llama engendro de Satán?”

“No. Su nombre es Harry. Le dicen así por su


temperamento. El nunca ha sido domado.
Griggs se lo compro al gobierno por ciento
veinticinco dólares después de que ellos lo
atraparon al oeste de aquí.”

“Huh. Bueno a mi me parece muy lindo.”

Ray relleno su taza de café. “Puede ser


interesante apostar a quien domas primero a
Griggs o a Harry.”

*****
Griggs estaba sentado ante el escritorio en la
esquina del cuarto de tack cuando oyó unos
pasos sobre el viejo piso de madera.

“¿Griggs?” Deacon grito.

“Aquí atrás.”

Deacon apareció en el marco apoyándose


contra la puerta. “¿En que trabajas?”
Griggs levanto unas hojas. “Tratando de darme
una idea de que caballos prepararle a Neil en el
corral para mas tarde.” Como Deacon
continuaba parado ahí, Griggs sabía que su
jefe tenía algo más en la cabeza. “¿Que?”

“¿Que sucedió entre tu y Bridger?”

“¿Bridger? ¡Nada! ¿Porque? ¿Te dijo algo?”

“No exactamente. Lo encontramos vagando por


el camino. Se veía como si hubiera perdido a
su mejor amigo.”

A pesar de como le molesto encontrar al niño, l


odiaba oír que se había enojado. Exactamente
el se rehusaba a reconocer porque se había
molestado. “Lo atrape mimando a Harry y le
grite.”
Deacon levanto las cejas. “¿En serio? ¿Satán
dejo que se le acercara?”

Griggs se rehusó a recordar su inicial reacción


cuando vio por primera vez a Bridger tan cerca
del feroz Mustang. Regreso a su trabajo
asustado de que inadvertidamente le hubiera
mostrado sus emociones a Deacon. “Tratare de
ser mas amable con él.” lo ultimo que quería
era que se molestara a causa de la no
aceptada atracción hacia Bridger.

“Bueno. El parece un chico agradable. Quizás


solo deberías de tratar de conocerlo.”

“Si. Correcto. Y justo en el momento en el que


me agrade regresara a su cómoda vida,”
Griggs murmuro.
“Tienes que dejar que finalmente alguien
atraviese esa gruesa piel tuya, Griggs. Tómalo
de alguien que lo sabe. La vida es un infierno
mas fácil con alguien a tu lado.”

Griggs apretó el lápiz en su mano y oyó a


Deacon salir. Estaba de acuerdo con el gerente
del rancho. Había pensado en tener una pareja
con el desde hacia tiempo, quizás demasiado
tiempo. Un corto tiempo de placer no era lo que
el quería tener.
Capítulo Tres

Bridger tomo la silla mas alejada posible de


Griggs durante la cena. El había ido a la
cabaña de verano antes para aplicarse su
dosis, se sorprendido al ver a la mayoría de los
huéspedes alrededor de la sala con sus laptop,
murmurando que las oficinas se caerían sin
ellos. Todavía no entendía como alguna gente
podía pagar un par de cientos de dólares por
unas vacaciones y ponerse a trabajar, pero
cada quien lo suyo, el reconsidero.

El tipo de antes tomo la silla a lado de él y


Bridger casi gruñe. Hombres casados
coqueteando, definitivamente no eran su estilo.

“¿Cambiaste de parecer?” James preguntó.


“No. Lo siento.” Bridger se sintió aliviado
cuando Rodney tomó asiento a lado del señor
coqueto.

Paso el resto de la cena tratando de bloquear


las insinuaciones sexuales entre ambos
hombres. El se concentro en su cena. El filete
de pollo frito era de lo mejor que había comido
y agradeció que el puré de papa no fuera de
caja.

Después de terminar con lo que pudo, tomó el


plato, tiro las sobras en el bote de basura y
dejo el plato y los cubiertos en los recipientes
destinados para ellos.

Bridger se asomo a la cocina. “Fantástica cena,


Libby. Muchas gracias.”
“Eres bienvenido. Haré pay para después de la
cabalgata si estas interesado.”

Bridger se froto su plano abdomen, pero lleno


estomago. “Depende cuanto de esto logre bajar
de aquí hasta entonces.” Se dirigió al porche y
encendió un cigarrillo. De nuevo viendo la
impresionante vista. Collinsford Downs estaba
rodeada de verdes colinas, pero nada
comparable con la majestuosidad de las
montañas que parecían rodear al Justice River,
entre más veía el escenario mas quería mandar
al diablo a su familia y seguir su sueño. El oyó
el ruido de la puerta detrás de él.

Bridger vio sobre su hombro antes de


rápidamente regresar a su posición original.
Oyó el encendedor de Griggs. El distintivo
aroma de su cigarro mentolado pareció
envolverlo en una nube de humo gris.
Después de un momento, Griggs hablo. “Si
quieres mostrarme lo bien que montas, vamos
a que elijas tu caballo.”

Bridger estaba atrapado entre darle una patada


y retirarse a la cabaña de verano. Porque el
debería probar sus habilidades a…

Su boca se seco cuando Griggs se inclino a


dejar su cigarrillo a medio fumar en el cubo de
arena. Oh, mierda. ¿A quien trataba de
engañar? Quería ese culo. Quería envolver sus
piernas alrededor de ese duro cuerpo y montar
al hombre igual que un jockey.

“¿Bueno?” Griggs preguntó mientras se dirigía


a la esquina de la casa-comedor hacia el
establo.
Quizás si le muestro al vaquero en jefe de lo
que era capaz de hacer, el hombre dejaría de
tratarlo como un citadino. Bridger tiro la colilla
de su cigarrillo en el cubo y siguió a Griggs.

Llego al establo unos diez pasos detrás de


Griggs. Vio el tablero con el nombre de los
huéspedes y de sus caballos. Según el tablero
a Bridger le correspondía montar a Jigsaw.

“Si el punto es que me conozcas, puedo entrar


y preparar mi caballo.”

“Puedes hacerlo. Solo que no vayas a arruinar


tus elegantes tenis.”

Bridger se limpio la garganta. Griggs finalmente


se giro del tablero y lo vio. Bridger señalo hacia
sus viejas botas.
Por alguna razón eso lastimo a Griggs que no
le había prestado suficiente atención en toda la
tarde para notar sus viejas botas. “Esas se ven
que han pasado por el estiércol de los corrales.
Están bien.” Griggs continúo viendo las botas
de Bridger un momento antes de lentamente
levantar la mirada.

Bridger sintió la mirada como un toque


emocional. Cuando los ojos de Griggs se
centraron en la ingle de Bridger, él sintió que
empezaba a endurecer. La sonrisa en la
sensual boca de Griggs le dijo a Bridger que el
vaquero había notado su predicamento.

“Caballo blanco y negro.” Griggs le lanzo una


soga a Bridger. “El es un poco empecinado.”

Bridger atrapo la soga de nylon roja y amarilla y


asintió. Se dio media vuelta y entro en los
corrales. En un mar de caballos pardos el pinto
fue fácil de encontrar.

“Hey, Jigsaw,” Bridger saludo. Llego a un lado


del caballo e inmediatamente empezó a mimar
al hermoso animal.

Un gran caballo gris acero capto su atención y


camino hacia él. “Bueno tu eres una belleza.” El
acaricio la gris crin del cuello y la frente.

“Ese es el mío,” Griggs dijo a lado de Bridger.

“Es hermoso. ¿Como se llama?” Bridger retiro


la mano asustado de que volviera a gritarle.

“Mick,” Griggs contestó. En lugar de ir por él,


Griggs silbo y el caballo se dirigió al establo,
Mick seguía al gran hombre como un
cachorrito.
Bridger sonrió. El no podía imaginarse a nadie
hombre o caballo ser capaz de resistirse a la
profunda voz y actitud de mando de Griggs.
Diablos, él seguiría ese culo si Griggs lo dejara.

El sacó a Jigsaw del corral y lo ato al poste.


Después de un rápido nudo, Bridger se dirigió
al cuarto de tack. “¿Hay una silla especifica que
prefiera Jigsaw?”

Griggs salio del pequeño cuarto llevando una


silla negra y una manta. “No le gusta el peso en
la silla de montar, usualmente usa la numero
seis con la manta negra y roja.”

Bridger asintió. El recorrió el lugar de las sillas


hasta que encontró el gran numero seis
marcado en el piso y frente a él. Como Griggs
había dicho, la silla era extremadamente
liviana. Bridger se preguntaba como se sentiría
Jigsaw llevando a alguien de sesenta y cinco
kilos en su lomo.

El llevo la silla, busco entre las mantas en el


centro del cuarto la negra con roja, la puso
arriba de la montura y llevo ambas como una
unidad.

Griggs estaba poniendo el cincho de su


montura cuando un excitado Bridger entro al
establo.

“¿Lo tienes?” Griggs preguntó.

“Si.” Bridger no perdió tiempo para ensillar a


Jigsaw. “¿Freno?”

Con su espalda contra Mick, Griggs se cruzo


de brazos. “Numero once.”
Las voces hacían erupción desde la casa-
comedor cuando los huéspedes salían al
porche y bajaban los escalones.

“¿Quieres que te ayude con sus caballos?”


Bridger preguntó.

Griggs no movió ni un músculo. El continuaba


estudiando a Bridger, pero finalmente asintió.
“Si apreciaría eso.”

Antes de ayudar al otro hombre, Bridger


encontró el freno correcto y termino con
Jigsaw. Pasó la siguiente hora trabajando a
lado de Griggs y los otros vaqueros, mostrando
a los huéspedes como montar sus caballos.

Una vez que ayudo al ultimo de los huéspedes


a montar, Bridger desamarro a Jigsaw del
poste y tomando las riendas montó. El sintió
una mirada, se giro y vio a Griggs, una vez
más, viéndolo fijamente.

Bridger esta vez no le dio la espalda. A pesar


de saber que Griggs nunca lo diría en palabras,
podía decir que el hombre se estaba
arrepintiendo de los devaluadores comentarios.

Griggs rompió el contacto visual y se dirigió al


grupo. “Nada demasiado extremo esta noche.
Cabalgaremos unos dos kilómetros antes de
regresar. Usen el tiempo para conocer a su
caballo asignado. Si tienes problemas con su
caballo, avísenme y les daremos un diferente la
siguiente vez.”

Bridger se quedo detrás, contento de ver a


Griggs interactuar con los otros huéspedes. A
pesar de que el vaquero seguía con la arisca
actitud hacia él. El hombre era sorpresivamente
paciente con los inexpertos jinetes.

“Montas bien. Ya lo habías hecho antes.” Cody


le dijo montando a lado de Bridger.

Bridger se rio. “Si. Monto tan seguido como me


lo permiten, Usualmente cuando mi padre esta
fuera de la ciudad.”

Bridger cerró la boca con fuerza. El casi le


decía demasiado a un extraño. Todo lo que el
esperaba era una semana siendo Bridger
Collins en lugar del hijo de su padre. En lugar
de cuestionar más allá, Cody se distrajo
gritándole a uno de los hombres a quien su
caballo no quería cooperar.

“Lo siento.” Cody se dirigió hacia el hombre.


La atención de Bridger regreso al panorama en
particular la puesta del sol. Los brillantes tonos
rojos y naranjas pintaban no solo las montañas
sino también todo el paisaje. Así era como
quería pasar su día. No atrapado en un alto
edificio en Austin.

Para cuando regresaron al establo, Bridger


estaba molesto. No con Griggs. La ira que
corría por su sangre iba dirigida hacia dos
personas su padre y el mismo. El desensillo a
Jigsaw y lo cepillo.

Una vez que termino, Bridger sabía que debía


de ayudar a los otros pero el no tenia deseos
de hacerlo. En su lugar tomo una cuerda la
paso a través del bozal de Jigsaw y lo llevo al
campo, Bridger acaricio una vez mas al caballo
pinto antes de dejarlo ir. “Lo hiciste bien, niño.”
El se sorprendido cuando Jigsaw no salio
corriendo por el campo, en lugar de eso el
caballo se quedo junto a él frotando su frente
contra el hombro de Bridger. Bridger camino
hacia la cerca, con el pinto detrás de el.

En el claro, lejos de los otros caballos, Bridger


subió las tablas de la cerca y continuo
mimando a Jigsaw rascándole detrás de las
orejas.

“¿Porque no puedo ser lo suficiente hombre


para desafiarlo?” Bridger preguntó al animal.

El no estaba seguro cuanto tiempo se quedo


ahí sentado antes de ver a Mick el caballo de
Griggs trotar.

“Todo el mundo se fue a la casa-comedor a


comer pay. Si quieres alcanzar algo será mejor
que vayas allá,” Griggs dijo, cerrando la puerta
del corral.

Jigsaw se fue detrás del gran caballo gris y


Bridger bajo de la cerca. El vio a su caballo
encontrarse con Mick antes de girarse hacia
Griggs. “Realmente no estoy de humor para
pay.”

“Gracias por la ayuda,” Griggs murmuro.

Bridger se pregunto cuanto le había costado al


vaquero darle las gracias. Espero hasta que los
caballos desaparecieron dentro de la oscuridad
antes de girarse hacia Griggs. “No fue
problema.”

Camino detrás de Griggs y se dirigió al establo


con el bozal en la mano. Después de colgar el
bozal con los otros, se quito la liga de su
cabello y sacudió la cabeza.

“Escucha. Siento haber sido duro antes. Aquí


llega mucha gente diciendo que saben montar
solo para terminar cayéndose de culo la
primera vez que montan. Puedo decir por como
montabas que sabes lo que haces.” Griggs
reconoció.

Bridger se apoyo contra uno de los postes de


soporte y cruzo sus brazos. “Crecí en el rancho
de mi padre en Texas.”

Griggs inclino su sombrero con la punta del


dedo. “¿Si? Eso tiene sentido. Te ves como en
tu casa en el establo.”

Bridger bufo. “No deja de ser tonto para ti. La


razón por la que un hombre adulto que creció
en un rancho voluntariamente pague por unas
vacaciones como estas.”

Griggs camino hacia Bridger. “¿Porque estas


aquí?”

Colocando sus manos en sus caderas, Bridger


vio alrededor del tenuemente iluminado
establo. “Porque en la casa yo tengo que
esconder quien soy. Quería una oportunidad de
sentirme libre.”

Griggs se acerco aun más. “¿Tu familia no


sabe que eres gay?”

Bridger se rio. “Eso es lo obvio. ¿No es así?” el


negó. “No. se los dije desde que tenia quince
años.”
Griggs se acerco y paso su mano por el cabello
de Bridger, deslizándola a la parte de atrás del
cuello. “¿Entonces que escondes?”

“Mi deseo de trabajar con ganado, montando


caballos…” Bridger se encogió de hombros.
“Como dice la canción, yo quiero ser vaquero.”

Griggs presiono su cuerpo contra el cuerpo de


Bridger. “Tu padre tiene su propio rancho. Eso
debería ser perfectamente obvio.”

Bridger no pudo evitarlo, a pesar de lo que


había sucedido antes entre ellos, él todavía
quería al vaquero de un metro ochenta y siete
centímetros. Se paro en la punta de sus pies y
levanto el mentón.

“No mas hablar de mi padre. Bésame,” él


murmuro contra los labios de Griggs.
La presión de la boca del vaquero fue suave al
principio. Bridger sintió la punta de la lengua de
Griggs y se abrió inmediatamente, chupando la
tierna carne en el interior.

Griggs gimió e inclino la cabeza, profundizando


el beso. Los suaves golpecitos y giros de la
lengua de Griggs estaban alocando a Bridger.
El presiono su duro pene contra el fuerte muslo
acunado entre sus piernas mientras caía más y
más en el profundo beso. Bridger quería todo.
El quería ser consumido por el hombre que lo
besaba.

La mano en su cuello desapareció y Griggs


pronto estaba levantando a Bridger del suelo.
Atrapado entre el poste en su espalda y el
musculoso pecho enfrente de él, Bridger
envolvió sus piernas alrededor de Griggs. El
presionar su duro pene contra él, podría ser
suficiente para que se corriera, pero el quería
mucho mas. Bridger se contoneo todo lo que la
nueva posición le permitió, esperando como el
infierno que eso encendiera a Griggs tanto
como el estaba.

Griggs fue el primero en quebrar el beso. El vio


fijamente a los ojos a Bridger. “Dios ayúdame,
pero te quiero.”

Bridger asintió, demasiado encendido por


Griggs que aparentemente no necesito
verbalizar sus deseos. Sintió las grandes
manos masajear su trasero, cuando Griggs
comenzó a presionarse contra él. Logro pasar
una mano entre ellos y acuno el largo pene que
continuaba torturándolo. Grueso y largo, el
pene de Griggs se sentía perfecto en sus
manos. Bridger se preguntaba si podría abrir la
boca lo suficiente para acomodar ese increíble
tamaño. “Déjame probarte.”

Chispas de fuego en los ojos de Griggs


mientras bajaba a Bridger al suelo.

Con manos temblorosas Bridger desabrocho el


botón superior de los jeans de Griggs antes de
fácilmente bajar el cierre. Quería complacer a
Griggs lo suficiente para que rogara por más.
Después de separar la mezclilla, el deslizo sus
dedos bajo el elástico de la ropa interior de
Griggs. Con la carne de gallina en su piel
debido al aumento de la emoción. Escaso vello
púbico raspo su palma momentos antes de que
envolviera su mano alrededor de su premio.

Griggs gimió. “Chupame.”


Bridger retiro su mano y cayo de rodillas,
bajando la ropa de Griggs. El fuertemente
venoso pene salio libre, quitándole el aliento. El
de ninguna manera era un virgen, pero por su
limitada experiencia se cuestionaba su
habilidad para complacer a un hombre del
tamaño de Griggs.

Griggs tomo su eje por la base y lo froto contra


la mejilla de Bridger, golpeando la fuerte
erección contra la carne de Bridger, pintando
con pre-semen los labios de Bridger, El gesto
casi se sentía como si estuviera marcando a
Bridger, marcándolo en algún erótico
espectáculo de dominación. A pesar de que el
nunca había deseado ser dominado en un
juego sexual, el rápidamente descubrió lo
mucho que lo encendía.
Bridger vio directamente a los negros ojos de
Griggs mientras abría la boca y chupaba. El
sintió la bulbosa cabeza en su lengua más
caliente que el infierno.

Mientras cerraba sus labios sobre la corona el


abría sus propios jeans. Bridger metió su mano
bajo sus pantalones y agarro la base de su
pene asustado de mostrar su inexperiencia
corriéndose prematuramente. En el primer
momento que probó el pre-semen de Griggs,
sabía que siempre seria un adicto a él. El
liquido sabor cubrió su lengua mientras el
tomaba el pene tan profundo en su garganta
como pudo.

Incluso el pensar que evidentemente Griggs


estaba disfrutando para variar, él no forzó a
Bridger a tomar más de lo que el estaba
tomando. Bridger deseo aprender a tomar a su
amante profundamente en su garganta, pero a
Griggs parecía no molestarle, en su lugar,
Bridger se concentro en masturbar el pene de
Griggs con ambas manos mientras chupaba y
lamía alrededor de la gran cabeza y los
primeros centímetros del eje.

Con un profundo gemido, Griggs enterró sus


dedos profundamente entre el cabello de
Bridger y comenzó a impulsarse dentro y fuera
de la boca de Bridger.

Bridger libero la base de su propio pene y bajo


hacia atrás de sus bolas la bolsa de su ropa
interior. Por primera vez fue indulgente con su
propia erección, deslizando su mano arriba y
abajo de su eje mientras continuaba dando
placer a Griggs con su boca. Los sonidos de la
mutua lujuria hacían eco en el establo. Griggs
golpeo la mano de Bridger alejándola de su
pene en otro acto de dominación. Bridger
empezó a jugar con las pesadas bolas detrás
del eje de Griggs.

“Voy a correrme, sal y prepárate,” Griggs


advirtió.

Bridger retiro la cabeza lo suficiente para poder


saborear y tragar. Con el grito de Griggs, el
primer chorro de semilla llego a sus papilas
gustativas. Antes de que pudiera apreciar el
rico sabor, su boca estaba inundada con
chorros de semen. El sintió que algo se
desbordaba hacia su mentón, pero estaba
demasiado ocupado tragando para hacer algo.
Después de limpiar el pene, Bridger se puso de
pie y presiono su expuesto pene contra Griggs.
El alto hombre gimió y lamió el errante semen
en el mentón de Bridger mientras manipulaba
la erección de Bridger.
“¿Puedes correrte para mi?”

En ese momento, Bridger sabía que el haría


todo lo que ese hombre quisiera. Cuando el
calloso pulgar de Griggs se presiono contra el
área sensible bajo la cabeza del pene de
Bridger, el perdió cada gramo de su control, y
lleno la mano de Griggs con su semilla
mientras estaba sacudiéndose de deseo.

Si Griggs no estuviera sosteniéndolo, Bridger


sabía que se hubiera caído. Ese había sido uno
de los mas difíciles días de su vida, emocional
y sexualmente y el no estaba listo para que
terminara.

El continuo pegado al pecho de Griggs, Las


palabras que necesitaba estaban en la punta
de su lengua. El se preguntaba que tan a
menudo el vaquero seducía a huéspedes en el
rancho. ¿Seria él, solo uno de muchos?

Bridger froto su mejilla contra la clavícula de


Griggs contento de estar con ese hombre por el
resto de sus vacaciones.

El oyó a Griggs lamer el semen en su mano.


“Te acompaño de regreso a tu cabaña.”

Bridger se separo y comenzó el proceso de


acomodarse la ropa. Por alguna razón el no
podía ver al hombre que le había dado la
experiencia mas erótica.

El estaba tratando de acomodar la bolsa de su


ropa interior cuando Griggs le levanto el
mentón. “Gracias.”
Bridger asintió, pero su boca siguió cerrara, le
asustaba decir algo de lo que pudiera
arrepentirse después.

“Es demasiado pronto,” fue la única explicación


que Griggs le dio.

Bridger continúo vistiéndose mientras trataba


de imaginar lo que quería decir con esa
declaración. ¿Seria que Griggs decía que abría
posibilidades después. ¿Que tan después?

Griggs coloco su mano en la espalda de


Bridger. “Vamos.”

Salían del establo cuando Griggs apago las


luces, salieron a la noche, Bridger se
sorprendido de lo frío que estaba, La piel se le
volvió de gallina y aprovecho la oportunidad de
acercarse a Griggs.
“Esta incluso mas frío por las mañanas,
asegúrate de traer tu chaqueta o una sudadera.
Algo que te de calor y que después puedas
anudar en tu cintura cuando el día caliente”

Después de algunos metros, Griggs se detuvo


y giro la cara de Bridger al este. “¿Ves la
pequeña casa con la luz del porche
encendida?”

“Si.”

“Es la mía.”

Bridger vio la perfectamente cincelada cara de


Griggs. “¿Es una invitación?”

“No todavía, pero pronto.” Griggs se inclino y


beso a Bridger en los labios. “Realmente
pronto.”
Capítulo Cuatro

Con una taza de café en una mano y un cigarro


en la otra, Griggs se sentó en su porche y veía
a Neil y su pastor australiano, Georgia, correr
tras los caballos dirigiéndolos a los corrales.

Esa era su parte favorita del día. La razón de


que el hubiera decidido hacer del rancho su
hogar. Era algo majestuoso ver a los caballos y
jinetes trabajar con el amanecer de fondo, eso
nunca dejaba de quitarle el aliento.

El oyó un ruido de botas en la tierra cuando vio


por primera vez en el día la otra vista que
quitaba al aliento. Con sus negros rizos
domados en una cola de caballo, Bridger subía
al porche.

“Buenos días.”
Griggs aparto su cigarrillo y palmeo hacia él.
“¿Como dormiste?”

Bridger bostezo llegando junto a Griggs.


“Mierda, ese tipo debe roncar en algún cuarto a
prueba de ruidos.”

“¿Tu compañero de cuarto?”

Bridger asintió. “Finalmente me arrastre hasta


el sofá a las tres de la mañana.”

Griggs le dio a Bridger de su café. “Quizás esto


te ayude a despertar.”

Bridger le dio un trago. “Mmm.”

Bridger gimió con la fresca bebida, le recordó a


Griggs la noche anterior. El tampoco había
dormido mucho, pero no a causa de los
ronquidos de su compañero.

Con la mano de su amante rodeando la


caliente taza de cerámica, Griggs se inclino y lo
beso, su lengua reconoció el sabor del café, los
cigarros y de Bridger.

El sabía que necesitaba ir al establo a preparar


los caballos, pero el no podía apartar sus labios
de los labios de Bridger. Una perfecta mañana
era incluso más perfecta al agregarle el sexy
hombre a su lado. ¿Que podría ser mejor que
compartir su acostumbrado ritual del amanecer
con Bridger cada mañana?

Griggs se aparto antes de seguir construyendo


sueños que no podrían llegar a ser. “Si nos
apuramos tendremos tiempo para una corta
cabalgata antes del desayuno,” le informo a
Bridger.

Bridger tomo otro trago de café antes de


devolverle la taza a Griggs. “Eso suena
agradable.”

Dejo la taza en la mesa de café antes de que


Griggs jalara a Bridger a sus brazos. “Sabes
que no terminaste tu historia anoche.”

“Lo sé. Quizás cabalgar ayude a soltarme la


lengua.”

Griggs rozo los labios de Bridger con los suyos.


“O quizás pueda hacerlo de otra manera.”

Como cada vez que besaba al jovencito, su


pasión amenazaba con sobrepasarlo. El se
aparto y sacudió la cabeza. “Eres un
problema.”

Bridger sonrió, sus gemelos hoyuelos hacían


que se viera incluso aun más sexy. “¿Yo? No,
solo soy un simple niño de campo.”

*****

Bridger no podía apartar sus ojos de Griggs


mientras cabalgaban por los riscos. Una vez
mas el montaba a Jigsaw. Después de la
primera monta, Bridger no podía imaginarse en
otro caballo.

“¿Ya tienes la lengua lo suficientemente


suelta?” Griggs preguntó, llevando a Mick cerca
de Jigsaw.
“Dije que mi padre es propietario de un rancho,
pero el no es exactamente lo que podría
decirse un ranchero. El estrictamente es un
hombre de negocios, un rico, egoísta, pomposo
imbecil, que supervisa la etapa final del rancho,
en su opinión es demasiado bueno para
involucrarse en real trabajo manual. Se me
permitió montar mientras crecía, pero ahora
solo que mi papa este en viaje de negocios
puedo realmente involucrarme con los
trabajadores en los otros trabajos.”

“Bueno, ya no eres un niño, dile a tu padre lo


que deseas.”

Bridger bufo. “Tu no le puedes decir a


Theodore Collinsford nada.”

“¿Collinsford? ¿Quieres decir…?”


“Si. Ese Collinsford. No puse mi real nombre en
la forma de registro. Solo quería ser Bridger
Collins, por lo menos una semana.”

Theodore Collinsford era uno de los hombres


más ricos del país. El rancho en el que Bridger
había crecido era el símbolo de las empresas
Collinsford, pero el corazón de la compañía era
los cientos de graneros y tiendas de
suplementos agrícolas esparcidas por el país.
Parecía que cualquier ciudad de tamaño
decente tenia una tienda ‘Collinsford
Suplementos para Granjas’, en donde los
clientes podían encontrar todo tipo de artículos,
herramientas madera, alimento y semilla.

Griggs se acerco más, y paso su mano por la


espalda de Bridger. “Tu papa te quiere a su
lado en la compañía.”
“Si. Estoy obligado a estar ahí de nueve a cinco
durante las vacaciones escolares. Dios, odio
eso.”

Ellos llegaron a la cima del risco y Bridger guió


a Jigsaw tan cerca del borde como era
prudente. Vio hacia abajo a las construcciones.
Esas le recordaban los juguetes con los que
jugaba cuando era niño.

“Siento que cada día que paso ahí en ese


maldito edificio de vidrio una parte de mi alma
se marchita.” El giro la cabeza y vio a Griggs.
“Amo a mi mamá y si realmente me presionas,
admitiría que amo a mi papá también, pero no
puedo hacer lo que quiero sin alejarme de
ellos. Mi padre lo ha dejado perfectamente
claro.” Bridger se abrazaba a si mismo. “Solo
deseo ser una persona mas fuerte.”
En segundos, Griggs había desmontado y
bajaba a Bridger de Jigsaw y lo abrazaba.
“Nadie debería tener que elegir entre su familia
y la vida que desea seguir.”

Bridger se abrazo a Griggs con toda su fuerza.


El deseaba poder ser tan seguro de si mismo
como Griggs lo era. “No es por el dinero. Eso
no me preocupa. Es…”

“Shhh,” Griggs lo tranquilizaba, enterrando su


cara en el cabello de Bridger. “Se que te
inscribiste por toda la experiencia de un
ranchero. ¿Porque no nos aseguramos de que
la obtengas? Al menos te dará una mejor idea
de si es lo que quieres hacer por el resto de tu
vida.”

Bridger asintió, obligándose a si mismo a no


llorar. No había manera de que un hombre
fuerte como Griggs fuera a impresionarse con
un jodido bebé llorón. “¿Quieres decir que
puedo salir con Neil en lugar de estar alrededor
de los demás huéspedes?”

Griggs lo apretó más fuerte. “Siempre y cuando


te encuentres conmigo al final del día.”

Bridger lo vio y sonrió. “Te veré en cada


oportunidad que tenga.”

Griggs pasó sus manos al trasero de Bridger y


apretó sus nalgas. “Esta noche es la gran cena
en el Justice a lado de la cabaña de verano. Yo
tendré que ayudar a asar, pero me encantaría
que fueras mi cita.”

“¿A que hora es?”

“Siete.”
“Puedes estar seguro que estaré a tiempo.”
Bridger jalo la cabeza de Griggs y lo beso. El
deseaba que ellos pudieran subir a la cama y
olvidarse de todo excepto hacer el amor todo el
día. Sintió el duro pene de Griggs contra él y
gimió, quebrando el beso. “Tu mantén eso
arriba y te seguiré como una mascota el resto
de la semana.”

Griggs pasó sus nudillos arriba y abajo del


cuello de Bridger. “Algo me dice que no me
molestaría.”

*****

Después de un día entero con el ganado y


arreglando cercas, Bridger estaba
completamente agotado, pero se sentía
malditamente bien.
Para cuando atendió a Jigsaw y lo libero en los
campos de pastoreo, eran cerca de las siete.
Con lo último de sus energías, Bridger corrió
hacia la cabaña de verano. El resto de los
huéspedes ya se habían bañado y cambiado y
estaban sentados en el porche tomando
cerveza.

“¿Donde has estado?” Steve pregunto.

“Trabajando con Neil. Voy a darme una


realmente rápida ducha. Si Griggs pregunta por
mi dile que salgo enseguida.”

“¿Griggs?” Rodney sonrió. “Eres un afortunado


hijo de perra.”

Bridger sonrió y corrió dentro de la casa. El


tomo ropa interior limpia, jeans y una camisa
roja y entro al cuarto de baño. El dejo la ropa
limpia en el tocador y abrió el agua del lavabo
para empezar a rasurarse.

Mientras se lavaba los dientes, el pasaba su


rasuradora eléctrica por sus mejillas y cuello,
matando dos pájaros con un solo tiro. El se
baño rápidamente tomando atención especial
en enjabonarse todos sus rincones.

Para cuando salio de la ducha y se seco, el


estaba duro, Como podría ponerse la ropa
interior y sus jeans de cintura baja en esa
condición.

En lugar de llevar la camisa dentro del


pantalón, decidió dejarla fuera para esconder
su obvia erección. Esperando tener la
oportunidad de alejarse con Griggs y que el se
encargara. El se puso un poco de su loción
favorita para después de afeitarse y tomo su
ropa sucia, decir muy sucia era subestimarlo.

Bridger lanzo su ropa a la cama, tomo los


cigarros y encendedor del bolsillo y una
cerveza del refrigerador. El llego al porche tres
minutos después.

“Maldición eso fue rápido,” Rodney comento.

Bridger se apoyo contra uno de los postes del


porche y encendió un cigarrillo. Era el primero
desde la comida y había olvidado sus chicles
de nicotina. Sintió su cabeza comenzar a
cubrirse con el primer golpe de nicotina en sus
sistema.

La puerta de malla se abrió Deacon y Ray


aparecieron. “¿Alguien esta hambriento?”
Sin terminar su cigarrillo, Bridger se quedo
detrás de los otros quince huéspedes que
entraron a la casa.

Cuando el último de ellos entro, Bridger se


dirigió al cubo de arena y se inclino a tirar el
cigarrillo.

“Ahí estas,” una profunda voz dijo detrás de él.

Cuando Bridger se puso de pie, puntos


invadieron su visión. El se enderezo muy
despacio tratando de orientarse.

“Hey.” los fuertes brazos rodearon su cintura.


“¿Estas bien?”

Bridger parpadeo varias veces antes de asentir.


“Creo que es la combinación de la falta del
cigarro, el agacharme y la falta de mi dosis.”
Los negros ojos de Griggs lo vieron fijamente.
“¿Siempre tratas tu diabetes de esa manera?”

Bridger se sentía peor de lo que mostraba. “No,


solo que usualmente vivo una rutina aburrida,
es difícil olvidarla.” El paso sus manos por la
camisa vaquera de Griggs. “Tu llenas mi
cabeza en este momento, no puedo pensar en
nada más.”

Griggs dejo a Bridger en una de las sillas


Adirondack. “Siéntate.”

Bridger se sentía demasiado tembloroso para


discutir. “Mi kit esta arriba de la cómoda.”

Griggs entro en la casa, regresando momentos


después con la bolsa negra de Bridger y una
botella de plástico de jugo de naranja del
refrigerador.
Bridger estaba empezando a sudar, a pesar del
frío de la noche. El iba a tomar el kit, pero
Griggs sacudió la cabeza.

“Esto primero.” Griggs abrió el jugo y se lo puso


en los labios a Bridger.

El se tomo la mitad de la botella antes de


asentir que era suficiente. “Espera un
segundo.”

“Ahora regreso.” Griggs cruzo el porche de lado


de la cabaña de verano.

Mientras Bridger esperaba que el jugo elevara


su nivel de azúcar, empezó a buscar en la
bolsa, tratando de tomar los suplementos que
necesitaba.
“Yo lo hago,” Griggs dijo, dándole a Bridger una
rebanada de queso americano.

Bridger estaba sorprendido pero su condición


no le permitía discutir. Sabia que la causa era
la combinación de los cambios en su actividad
diaria y la falta de comida a tiempo. Como un
profesional, Griggs tomo la lanceta y picó el
dedo medio de Bridger. Después de un apretón
el dejo una gota en la tira de examen.

Bridger reviso el nivel de azúcar y ajusto la


pluma de acuerdo a sus requerimientos. El
tanteo con su cierre cuando Griggs realizo el
trabajo y bajo los pantalones de Bridger. “¿Es
esta la dosis correcta?”

Bridger asintió. El estaba tan acostumbrado a


las inyecciones que incluso no la sintió.
Griggs comenzó a guardar las cosas en la
bolsa. “¿Algo mejor?”

Bridger asintió de nuevo, secándose el sudor


de su frente. El no estaba seguro cuanto
tiempo estuvo sentado antes de finalmente
sentirse lo suficientemente coherente para
hablar. A pesar de sentirse increíblemente
estupido, el estaba curioso. “¿Como sabes?”

“Mi hermana Rachel.” Griggs sacudió la


cabeza. “Tienes que ser mas cuidadoso con
esto.”

“Lo se. Creo que mi cuerpo no estaba


acostumbrado al trabajo que hice con Neil.
Como te dije, mi vida es increíblemente
rutinaria en casa. Solo olvide ajustar la dosis al
cambio de nivel de mi vida normal.”
“¿Necesitas ir al doctor?”

“No. Solo necesito quedarme aquí sentado


unos minutos y después necesito comer algo.”
El jalo la cola de caballo de Griggs. “Gracias.”

Griggs se inclino y descanso su frente en el


regazo de Bridger. “Me asustaste.”

“Lo se. Lo siento.”

“No lo vuelvas a hacer. ¿De acuerdo?”

Bridger soltó el cabello de Griggs del lazo de


piel y pasó sus dedos a través de él. “Seré un
niño bueno. Lo prometo.”

Griggs giro la cabeza y beso el muslo interno


de Bridger donde evidentemente había
aplicado la inyección. “No demasiado bueno,
solo lo necesario para que estés vivo para
poder hacer todas las cosas malas que quiero
hacer contigo.”

“Trato.”

*****

Después de ayudarle a Bridger a subirse sus


jeans y subir el cierre, Griggs lo guió al interior
de la fiesta. La mayoría de los invitados ya
estaban sentados en las largas mesas
disfrutando vino y aperitivos. El jalo una silla y
se aseguro que su amante estuviera cómodo.
El puso una mano en el hombro de Bridger y
murmuro al oído. “¿Hay agua en la mesa o
prefieres algo más?”

“El agua esta bien,” Bridger dijo, tomando la


mano de Griggs.
Griggs le acero un vaso con agua antes de ir a
la cocina. Se estaba amarrando su cabello
cuando vio al resto del personal. “Siento
haberme ido de esa manera.”

“¿Bridger esta bien?” Ray preguntó.

“Si.” Griggs vio hacia Neil. “Alguien lo hizo


trabajar demasiado duro hoy y lo mantuvo
demasiado lejos.”

Neil se rio. “¿Yo? Estas equivocado. Bridger


fue el que insistió en revisar el ultimo campo,
no yo.”

Griggs iba a discutir, pero se detuvo. “Si, eso


se oye a él. De ahora en adelante, si él sale a
trabajar contigo, asegúrate de que se detenga
un par de veces y coma algo. Y no seria mala
idea que use una de esas bolsas para montura
que están en el cuarto de tack y lleve su kit de
insulina con él, con un par de botellas de agua
extra.”

Neil asintió. “No es problema. El fue bueno


ayudando y maldición, sabe como montar.”

Griggs se sintió hinchado de orgullo con el


cumplido.

Deacon entro por la puerta trasera. “La carne


esta casi lista. Pueden empezar a servir la
ensalada.”

Griggs tomo una bandeja y empezó a llenarla


con los platos de ensalada. “Lleva la jarra de
agua, Cody.” Con la bandeja en la mano el
empujo la puerta y casi tira la bandeja de
comida. Con la cara pálida, Bridger estaba
negando con la cabeza, mientras James le
murmuraba al oído. “¿Que estas haciendo?”

James libero el brazo de Bridger y sonrió. “Solo


hablamos.”

Griggs tuvo que controlar su temperamento


antes de explotar. “Toma asiento. Servimos la
cena.”

Con una sonrisa de autosuficiencia en la cara,


James tomo asiento en la silla a lado de
Bridger.

“Ese lugar es de Griggs,” Bridger le informo al


hombre mayor.

“Parece que el va a trabajar de mesero,” James


contestó.
Con toda la calma que pudo mostrar, Griggs
dejo la bandeja en la mesa y se iba a acercar a
James.

“Griggs. No.” Bridger se puso de pie y coloco


su mano en el pecho de Griggs. “El no vale la
pena.”

Griggs vio sobre el hombro de Bridger al


hombre en cuestión. “No, pero tu si.”

“Yo estoy bien. Solo realmente. Realmente


necesito comer algo.”

Griggs vio a Bridger. “Sígueme.” Tomo de la


mano a Bridger y lo guió a la cocina. “Cody,
¿Puedes servir las ensaladas? Si yo lo hago
uno de los huéspedes probablemente tendrá
que ser llevado a emergencias a Red Lodge.”
El sacó una de las altas sillas de la barra de
granito negro. “Toma asiento.” Decidiendo que
eso seria mejor que regresar al comedor,
Griggs le preparo un vaso de agua con hielos y
lo puso frente a Bridger. “Traeré tu carne.”

“No tenias que hacer eso. Puedo manejar tipos


como James.”

Griggs se inclino y lo beso. “Sigue sentado.”

Tomando un plato del mostrador, salio a donde


Deacon estaba terminando de asar la carne.
“Uno por favor.”

Deacon levanto la ceja. “¿Hambriento?”

“Es para Bridger. El estaba teniendo


demasiada atención no requerida de uno de los
huéspedes. Lo lleve a la cocina.”
Deacon uso un par de largas pinzas, tomo un
filete perfectamente cosido y lo coloco en el
plato. “Entiendo que te guste Bridger, pero no
olvides que estamos tratando de hacer
negocios.”

“Lo se. Porque crees que el tipo sigue


respirando.” El tomo el plato y entro en la
cocina y lo dejo frente a Bridger. El sirvió en el
plato papa asada y ejotes. “¿Algo más?”

Bridger negó y empezó a cortar la carne. “No


quiero que tengas problemas por mi.”

Griggs enterró sus dedos en los rizos de


Bridger y beso la cima de su cabeza. “Tu
concéntrate en comer y yo terminare de hacer
mi trabajo igual que un buen vaquero.”
Mientras ayudaba a Deacon, Cody y Ray a
preparar los platos, el no podía evitar ver a
Bridger a cada momento. El color del hombre
estaba regresando a la normalidad cuando
comió algo de su carne y su papa.

“¿Necesito comer en el comedor?” Dijo a Ray.

“No. Solo lleva los platos y puedes regresar.”


Ray se acerco. “He oído por casualidad a
James una o dos veces, y no te culpo. Si se
hubiera fijado en Deacon, estaría de regreso en
Billings ahora.”

Griggs sonrió. El solo conocía a Ray desde


hace siete meses, pero ya lo consideraba un
buen amigo. “Gracias.”
Ray palmeo su espalda. “De hecho si quieres
ofrecerte de voluntario a lavar todos los platos y
ollas, puedes persuadirme de dejarte aquí.”
“Puedo hacer eso.” Griggs vio el agua caliente
y el jabón en el fregadero lleno de platos.

“Siento arruinar nuestra cita,” Bridger murmuro,


dándole una mordida a su comida.

“Tu no arruinaste nada. Si te sientes bien


podemos recoger tus cosas y llevarlas a mi
cabaña cuando termines.”

Bridger abrió más los ojos sorprendido. “¿Mis


cosas?”

Griggs cerró el agua y se secó las manos.


“Necesitas dormir y creo que es obvio después
de anoche que no puedes compartir cuarto con
Steve.”

Bridger tomo otro bocado de su papa. Griggs


no podía decir que pasaba por la cabeza de su
amante, pero el sabía que Bridger estaba
pensando algo importante.

“James no esta en la cabaña de verano, lo


sabes.”

Oh. Entonces Bridger pensaba que Griggs se lo


había pedido porque estaba celoso no porque
quería. “Se eso. Planee pedírtelo antes de que
esto sucediera.”

“¿En serio?”

“Si. Quiero decir, es lo lógico y es la manera en


la que puedo mantener un ojo en ti.”
Bridger giro los ojos. “En serio, no soy un
invalido como pudo parecer. Realmente puedo
cuidar de mi cuerpo.”
“¿En serio? que dices acerca de fumar? ¿Te
das cuenta del daño que te hace?”

Bridger bajo su tenedor y tomo su mano. “Hola,


el burro hablando de orejas.”

Griggs bufo de frustración. “Numero uno, yo no


soy diabético. Numero dos, antes de que tu
llegaras, realmente me tenia sin cuidado si
moría un par de años antes y numero tres…”

Bridger cayó a Griggs con un beso. “Yo lo dejo


si tu lo dejas.”

“¿Toda la semana?”

Bridger sacudió la cabeza y alejo el plato.


“Evitas que lo olvide.”

Lo hacia. Griggs trago el nudo en su garganta.


Capítulo Cinco

Griggs se froto con el calido cuerpo en


cucharita frente a él. El abrió los ojos y vio el
reloj sobre la mesa antes de regresar su
atención al desnudo hombre en sus brazos.

Los eventos del día anterior todavía estaban


frescos en su memoria. El había tratado con el
episodio diabético de Bridger y se había
sentido celoso con uno de los huéspedes, pero
eso no era lo que mas le preocupaba.

Para cuando regresaron a la casa, Bridger casi


había recuperado su fuerza se habían
desnudado y subido a la cama. Griggs le había
dado a Bridger algunos besos antes de
envolverlo en sus brazos y ordenarle que
durmiera.
El había pasado la noche entera con un
hombre y no había hecho una maldita cosa. Lo
que le preocupaba mas es que el estaba bien
con eso. No es que no quisiera hacerle el amor
al hermoso jovencito, pero el se sentía
satisfecho simplemente con sostenerlo. Esa
parte lo aterrorizaba más al saber lo que
significaba.

Estaba enamorado de él. Incluso la idea le


asustaba. El había estado tratando de
convencerse de que era solamente atracción
física hacia Bridger. La primera vez que el vio
al hombre, el lo quería. Ahora el sabía que era
mas que eso. El había tratado de alejar a
Bridger porque algo le decía que el jovencito
tenía la capacidad de meterse bajo su piel.

El pulgar de Griggs rozo el pezón de Bridger


mientras trataba de imaginar que hacer. El
conocía a Bridger desde hacia dos días. El
estaba en una encrucijada. ¿Que decisión
tomar. Debería retirarse y salvar lo que
quedaba de corazón o debería vivir cada
momento como si fuera el último?

Bridger contoneo su culo contra la erección


mañanera de Griggs. El sentir a su pene
anidarse contra la calidez de Bridger, no
ayudaba a decidir. Emociones aparte, Bridger
todavía era uno de los hombres mas sexy que
había conocido.

El paso su mano por el pecho de Bridger hacia


el nido de rizos. El pene de Bridger salto con el
sutil toque.

“¿Despierto?” Una somnolienta voz murmuro.


“Si. Me despierto a esta hora todos los días. No
quise despertarte, solo que no pude evitarlo.”

Bridger separo sus nalgas, envolviendo el pene


de Griggs. “Tu cama es agradable.”

“Me parece que es un infierno mejor contigo


aquí.” El retiro su mano del cuerpo de Bridger y
busco a ciegas detrás de él. Antes de meterse
en la cama la noche anterior había dejado
condones y lubricante en la mesa. El tomo
ambos y casi tumba la lámpara.

Bridger se rio de Griggs. “¿Apurado?”

“Algo como eso.” Griggs se giro sobre su


espalda y con su brazo libre vertió una
pequeña cantidad de lubricante en sus dedos y
regreso a la posición original. “¿Me estoy
moviendo muy rápido?”
Bridger empujo su culo hacia Griggs. “Tócame.”

A sus treinta y seis años, Griggs había jodido a


un buen número de hombres, pero el primer
toque de su lubricado dedo contra el apretado
agujero del culo de Bridger amenazaba con
hacerlo perder el control. Eso nunca lo había
sentido con otro amante, pero usualmente el
lado físico de la relación la desarrollaba antes
del emocional.

El presiono la yema de un dedo contra el suave


borde, esperando que los músculos se
relajaran. Griggs beso el desnudo hombro
enfrente de él y deslizo la punta de su dedo
dentro del agujero de Bridger.

“Mmm.” Bridger giro la cabeza de lado,


haciendo sus labios accesibles.
Griggs no perdió tiempo. El sello su boca con la
de Bridger mientras empujaba su dedo dentro
del calido cuerpo de su amante. Mientras
Bridger chupaba su lengua, Griggs continuaba
estirando el agujero del jovencito.

“Te necesito,” Bridger murmuro.

Griggs retiro sus dedos y se giro hasta quedar


arriba. Apoyo sus brazos en la cama y vio a su
amante. Mientras veía los ojos gris oscuro de
Bridger el sonreía. “Sabes que cambian de
color.”

“¿Huh?”

“Tus ojos. Se ven como el cielo tempestuoso


de Montana”

“Que poético eres,” Bridger dijo riéndose.


“Supongo que me siento poético en este
momento.” El se inclino y beso los suaves
besos que lo tenían hechizado.

“Yo no quiero —” Bridger se detuvo.

“¿Tu no quieres que?”

Paso un momento antes de que Bridger


contestara. “No quiero dejar esta cama.”

Griggs vio a los ojos a Bridger, tratando de


imaginar si lo que su amante decía era verdad.
El esperaba oír algo diferente, pero el iba a
tomar lo que le diera. “No quiero que lo hagas,
eso es malditamente seguro.”

El alcanzo el paquete del condón y lo rasgo


abriéndolo. A pesar de que su lujuria se había
enfriado ligeramente, el sabía que no iba a
tardar en calentarse de nuevo y esta vez el
quería estar listo. Después de envolver su
pene, Griggs regreso su atención hacia la boca
de Bridger. Bridger realmente era el mejor
besando que el hubiera conocido. Como lo
predijo, la pasión entre ellos comenzó a
construirse mientras Bridger chupaba su
lengua.

Sin romper el beso, Griggs exprimió más


lubricante en sus dedos. El introdujo un tercer
dedo en el agujero de Bridger y aplico más
lubricante. Lo último que quería era lastimar a
su nuevo amante.

“Jodeme,” Bridger pidió.

Griggs retiro sus dedos, aplico el exceso de


lubricante en el condón y dirigió la cabeza del
pene contra la estirada abertura de Bridger.
Con un profundo gruñido, Griggs lentamente
empujo su pene al interior. El sintió las cortas
uñas de Bridger raspando su espalda, solo eso
aumento la intensidad de la experiencia.

“Oh, mierda. Oh, mierda,” Bridger continuo


diciendo mientras Griggs comenzaba a joderlo.
Bridger colgó sus piernas en los hombros de
Griggs y comenzó a mover su cuerpo adelante
y atrás del eje de Griggs.

El entusiasmo de su amante era contagioso y


pronto Griggs estaba golpeando el apretado
culo de Bridger con todo lo que tenía. Tenia la
piel de gallina en todo su cuerpo mientras
luchaba por detener su clímax.

Sin incluso tocarse el pene, Bridger se corrió,


chorreando calida semilla entre ellos.
“¡Joder!” Griggs grito mientras sus bolas se
apretaban y llenaban el condón con su semilla.
El se bajo del cuerpo de Bridger mientras el
temblor que continuaba llegaba a sus hombros.

El se metió entre el cabello de su amante y


encontró el cuello de Bridger. Beso la dulce piel
antes de lamer y chupar causándole un negro
moretón. El esperaba que cada vez que James
lo viera, recordara que Bridger ya estaba
tomado, en la mente de Griggs, Bridger era
definitivamente suyo.

*****

Con su plato en la mano, Bridger llego a la silla


que obviamente Griggs había reservado para
él. “Hey.”
Griggs bajo su vaso de te helado. “¿Que tal tu
día?”

“Bueno. Revisamos la cerca, en el valle Abigail.


Neil decidió que deberíamos reemplazar uno
de los postes de la puerta, haremos eso
después de la comida.”

Bridger no podía creer que ya era jueves. Se


suponía que lo regresarían a Billings el sábado
en la tarde, tenia cosas difíciles en que pensar.
Neil había mencionado que le podía pedir
trabajo a Ray y Deacon. El quería aprovechar
la oportunidad, pero había dos importantes
cosas que tenia que tomar en cuenta. Primero
y más importante era su incipiente relación con
Griggs. Bridger sabía que se devastaría si
descubriera que Griggs solo estaba interesado
en un romance de corto tiempo. El otro
problema, claro, era hablar con sus padres,
sabía que eso tenía que tratarlo en persona.

“¿En que piensas tanto?” Griggs le dio un


pequeño golpe en el hombro a Bridger.

Bridger se encogió de hombros y tomo un pan.


“Solo pensaba en que día es.”

Griggs se detuvo de llevar el tenedor a su boca.


“¿Quieres hablar de eso?”

Bridger negó. “Lo que quiero es un cigarro.


Necesito comprar mas chicles de nicotina
cuando vaya a la ciudad o voy a abrir una
cajetilla.”

“Sabia eso y le dije a Jimmy que si no tenia


nada que hacer me trajera seis paquetes para
compensar.”
“¿Crees que continuaras después de que me
vaya?”

Griggs bajo el tenedor y alejo el plato.


“¿Honestamente? Probablemente no.”

“¿Entonces porque lo haces?” Bridger puso su


mano en el muslo de Griggs.

Griggs entrelazo sus dedos con los de Bridger.


“Porque se lo importante que es para ti dejarlo.”

Bridger no sabia que decir. Fumar era otra cosa


que se rehusaba a esconder de sus padres
desde que tenía edad suficiente para comprar
los cigarrillos. A pesar de que ellos le
regañaban y trataban de enseñarle lo que
exactamente le estaba haciendo a su cuerpo,
Bridger continuaba ignorándolos. Le había
tomado una pequeña conversación a Griggs
hacer que tratara de dejarlo.

Griggs libero la mano de Bridger. “Necesitas


comer. No quiero que se repita lo de la otra
noche.”

“Diablos, tu enloqueciste a Neil, el hace que


revise mi sangre cada dos horas.”

“El es un hombre inteligente.”

Bridger llevo con su tenedor otro bocado de


carne. El sabía que se supondrá que cenarían
esa noche en Red Lodge mas tarde de lo que
acostumbraban cenar. El ya había decidido
llevar un pequeño paquete de la cocina antes
de salir con Neil.
“¿Hay algún lugar en el rancho donde haya
buena recepción?” le pregunto a Griggs.

“No fiable. No me preguntes porque, pero un


buen día estaba caminando por la esquina
noroeste del establo. Trate y pude tener
recepción. ¿Porque? ¿Con quien necesitas
hablar?”

“Mi mamá. Supongo que le llamare desde mi


teléfono cuando estemos en Red Lodge.”

“Ella probablemente te extraña.”

Bridger asintió. “Probablemente. ¿Que de tu


familia? ¿Hablas con ellos?”

“Claro. Ellos todavía viven en Seattle. Voy con


ellos debes en cuando, pero he estado solo por
un tiempo.”
“¿Y tu hermana, Rachel?”

“Tengo dos hermanas. Rachel y Deanna.


Rachel trabaja en la publicidad de una empresa
farmacéutica y Deanna esta casada y tiene
cuatro niños.”

Bridger sonrió. “Tío Griggs.”

Griggs negó. “Tío Ethan. Nadie en casa me


dice por mi apellido, eso seria raro.”

Ethan. Bridger repitió el nombre en su cabeza.


“Ethan te queda. ¿Porque empezaron a decirte
Griggs?”

“Esa realmente no fue mi elección. Cuando yo


llegue aquí había otro empleado llamado
Ethan, decidieron que para evitar confusiones
llamarme Griggs. Supongo que se quedo.”
Bridger termino su carne y algunos ejotes.
“¿Puedo decirte Ethan?”

Griggs sonrió y se inclino a darle a Ethan un


rápido beso. “Nadie sabrá a quien le hablas.”

“Tu y yo lo sabremos.” Bridger beso a Griggs,


deslizando su lengua dentro reconociendo el
sabor de la comida. “Sabes, sabes mejor desde
que dejaste de fumar.”

Griggs se rio. “En serio. Supongo que es un


bono extra.”

El pensar en fumar hacia que se le hiciera agua


la boca a Bridger. Maldición, amaba fumar.
Tratar de dejarlo por el hombre que tenía a lado
era una prueba de lo mucho que le gustaba.
Los otros huéspedes empezaron a salir por la
puerta. Griggs mordisqueo el lóbulo de la oreja
de Bridger. “Mejor nos vamos.”

“Tengo una puerta que debo arreglar, debo de


estar de regreso temprano. ¿Vas ha estar por
aquí?”

“Si. Ya hicimos la cabalgata del día. Nosotros


nos reuniremos para hablar sobre la ruta de
mañana, pero aparte de eso dejare que
descansen sus lastimados traseros.” Griggs se
puso de pie y se inclino para un último beso.
“Probablemente estaré en el establo cuando
llegues. Si eres un buen niño. Dejare que te
bañes conmigo antes de ir a la ciudad.”

Bridger siguió a Griggs a la estación de


limpieza a dejar los platos. Una vez que ellos
salieron, él jalo a Griggs a un lado de la casa-
comedor y beso a su amante apropiadamente.

“¡Bridger!” Neil grito.

“Continuaremos esto después.”

Griggs apretó el trasero de Bridger. “Cuento


con eso.”

*****

Bridger salio de la van y espero por los otros en


la banqueta. El no podía creer a la pintoresca
ciudad de Red Lodge. La calle principal
atravesaba por el centro de la ciudad igual a los
pueblos de las películas con tiendas y
restaurantes.
Griggs llego a lado de él y lo giro en dirección
opuesta. “Esa vista es mejor.”

“Maldición.” las montañas cubiertas de nieve se


veían majestuosas como guardianes de la
ciudad.

“Esta bien. Todo el mundo, en noventa minutos


aquí regresaremos a las siete,” Griggs anuncio
al grupo.

Bridger saco el teléfono de su chaqueta.


¿Podemos ir a un lugar tranquilo para revisar
mis correos y llamar a casa?”

Griggs vio sobre su hombro a Cody. “¿Puedes


ir por las provisiones?”

Cody asintió. “Voy para allá. Ahora.”


“Gracias.” Griggs tomo la mano de Bridger y lo
guió por la banqueta. “Por aquí hay una
cafetería.”

“¿Starbucks?”

Griggs se rio. “Ve alrededor. No hay cadenas


de tiendas ni de restaurantes en Red Lodge. La
cafetería es propiedad de un agradable
matrimonio.”

Bridger estaba impresionado por calida


atmósfera de la cafetería. El se detuvo ante el
mostrador y ordeno un simple café negro y un
pastelito con miel y nueces. “¿Tienes un lugar
favorito?”

Griggs tomo el café y guió a Bridger a un sofá


chocolate frente a la ventana. “Me gusta ver el
ir y venir de la gente.”
Bridger dejo su café y su pan en la mesa y
saco su teléfono celular. Estaba sorprendido
por la cantidad de correos de voz. Estuvo
tentado a borrarlos, pero conocía a algunos de
ellos y probablemente fueran importantes.
Levanto el teléfono hacia Griggs. “¿Te molesta
si los atiendo?”

“No para nada.”

Lo primero que decidió hacer fue llamar a su


mamá. El no podía exactamente describirse
como un niño de mamy, pero era cercano a
Beth Collinsford más que a cualquiera de su
familia.

“¿Hola?”

“Hey, Mama.”
“¡Bridger! Te he estado llamando, ya pensaba
que te habías perdido en alguna vereda.”

Bridger sonrió. Su mamá era la única que sabía


donde realmente había decidido vacacionar. Su
padre creía que estaba en St. Thomas con
algunos compañeros de la universidad.

“Ellos no me hubieran abandonado, mamá.


Esta es la primera oportunidad que tengo de
venir a la ciudad. El teléfono celular no tiene
buena recepción en el rancho.”

“¿Te estas divirtiendo?”

Bridger toco el muslo de Griggs. “Es el mejor


momento de mi vida.”
“Oh bueno. ¿Sácate eso de los vaqueros de tu
sistema? porque sabes lo que piensa tu padre
al respecto.”

“Se perfectamente lo que mi papá piensa de los


vaqueros. Y no, no los voy a sacar de mi
sistema.” El realmente no quería entrar en esa
discusión con su mamá por teléfono, y
especialmente no frente a Griggs, pero el
necesitaba plantar la semilla. “Deseo poder
quedarme aquí para siempre, mamá.”

“Bueno, nosotros, ambos sabemos que eso no


es posible. ¿Quizás puedas regresar de
nuevo?”

El sintió que Griggs le apretó la mano y levanto


la mirada. Los oscuros ojos del hombre del que
estaba enamorado estaban fijos en él. Bridger
estaba tratando de imaginarse si era una
mirada buena o una mirada mala cuando algo
que dijo su mamá capto su atención. “¿Que?”

“Te dije que tu papá me hablo para decirme


que tiene en la línea al decorar para que
redecore la oficina de vicepresidente para ti.”

Bridger cerro sus ojos y descanso la cabeza


contra el sofá. “No quiero trabajar en la oficina.
Pueden decorar la oficina de la manera que
quieran, aun así no seré feliz ahí.”

“Oh, cariño, ya hemos hablado de eso antes.


Tu padre realmente quiere lo mejor para ti. Se
que disfrutas trabajando en exteriores, pero eso
te pasara, ya lo veras.”

“Necesito irme, estaré en casa para la cena del


domingo, como siempre.”
“Te amo.”

“Te amo también, mamá.” Bridger presiono el


botón de apagar la llamada y se recargo en el
sillón a revisar sus mensajes.

“¿Estas bien?”

Bridger negó. “Ella no escucha. Nunca lo ha


hecho.”

“¿Era en serio que quieres quedarte aquí?”

Bridger se enderezo y abrió más los ojos.


“Claro que lo es.” El se encogió de hombros.
“Pero no se como alejarme de ellos.”

Griggs levanto la mano de Bridger y la llevo a


su boca. “Buscaremos la manera.”
Capítulo Seis

Griggs estaba haciendo los planes para el mini-


arreo de ganado con Neil cuando alguien le
toco el hombro. El se giro y vio cara a cara a
James. “¿Si?”

James vio de Griggs a Neil y de nuevo a


Griggs. “¿Puedo halarte un minuto?”

Griggs le dio un pequeño golpe en el hombro a


Neil. “Nosotros debemos estar listos alrededor
de las cinco.”

Neil asintió y se alejo con su pastor australiano,


Georgia, siguiéndolo.

“¿Que puedo hacer por ti?”


“Solo vine a disculparme por entrometerme
entre tu y Bridger. Solo tomo una semana al
año para echar una cana al aire. Supongo que
insistí demasiado rudo.”

Griggs puso sus manos en sus caderas. El no


entendía que tipo de arreglo tenia James con
su esposa, pero el se dio cuenta que no estaba
en posición de juzgar. “Creo que Bridger es al
que le debes de pedir disculpas.”

“Si, lo se. No quería acercarme a él, hasta


hablar contigo.”

Griggs no pudo evitar la sonrisa de satisfacción


en su rostro. “Bueno ya hablamos.”

“Correcto.” James le ofreció la mano y Griggs a


regañadientes la tomo.
EL vio al hombre alejarse sacudiendo la
cabeza. Si había incluso una pequeña
posibilidad de que Bridger se quedara en el
rancho, Griggs tendría que asegurarse de
dejarle una marca que todos los huéspedes
reconocieran que Bridger era suyo.

Griggs se levanto en la montura y vio a James


hablar con su hombre. El noto la distancia que
Bridger mantenía con el hombre casado.
Esperaba que Bridger no tuviera mas
problemas con huéspedes del rancho, pero si
los tenia, Griggs quería que el jovencito supiera
que siempre el estaba a sus espaldas.

“¡Monten!” él grito sobre el ruido de la


conversación.

Bridger estrecho la mano de James y subió en


Jigsaw. Griggs amaba absolutamente la
manera en que Bridger se veía montado.
Incluso la dura jodida que Griggs le había dado
al hombre en la mañana no parecía cambiar la
manera en que Bridger se sentaba sobre su
caballo.

Bridger sonrió mostrando esos tentadores


hoyuelos. “Creo que James pueda estar
enamorado.”

El buen humor de Griggs se fue en un instante.


“¿De ti?”

“Diablos, no,” Bridger dijo riéndose. “De


Rodney.”

Sorprendido, Griggs reviso al grupo hasta que


centro su mirada en los dos hombres. Si. Ellos
ciertamente tenían miradas de amor hacia el
otro. “Mientras se mantenga lejos de ti, no me
importa con quien joda.”

Bridger giro los ojos se acerco y le dio un


rápido beso. “Que romántico.”

Griggs se encogió de hombros. “Así soy,


tómame o déjame.”

Bridger se mordió el labio inferior. “Me gustaría


tomarte, si te ofreces.”

Al principio Griggs pensó en el significado


como una insinuación sexual de Bridger, pero
la expresión en la cara de Bridger le decía que
era mucho más que eso. Ahí había mucho
mas, el hombre le estaba diciendo que estaba
enamorado, pero Neil y Cody ya dirigían a los
huéspedes junto a los otros trabajadores a los
pastizales.
El quería decir algo antes de perder el
momento. “Yo definitivamente me ofrezco.”

Con la más animada sonrisa que jamás le


había visto, Bridger se unió al grupo dejando a
Griggs con su propia estupida sonrisa pegada
en la cara.

*****

A pesar de algunos contratiempos en el


camino, los huéspedes lograron con la ayuda
de los trabajadores del rancho arrear el ganado
al siguiente pastizal. Griggs se había
asegurado de que Bridger estuviera asignado
al grupo de huéspedes que trabajarían con él.

Cuando la ultima de las cabezas entro en el


pastizal, Griggs sabia que el real espectáculo
pronto comenzaría. Mientras rodeaban al
ganado, apareció una que otra cabeza
cojeando. Después del deshielo de primavera,
Griggs no dudaba que el ganado presentaría
señales de infecciones en las patas.

Las lesiones o enfermedad del ganado podrían


necesitar ser tratadas en el campo, era común
en un rancho del tamaño de Justice River.
Griggs vio a Bridger y señalo a Neil. “Porque no
le ayudas a Neil y les muestras a esta gente
como lo hace un real vaquero.”

Asintiendo con entusiasmo, Bridger se dirigió


hacia el capataz. Griggs llevo a Mick con
Deacon. “Todo esta bien.”

“En su mayor parte, hemos tenido problemas


con unos jinetes en el grupo, pero Ray los
mimo,” Deacon dijo.
Neil y Bridger hablaron por un momento antes
de atender al primer novillo lastimado. A pesar
de que la herida era reciente, eso podría
costarles dinero, si no se atendía. Galopando
con sus caballos a toda velocidad, Bridger logro
lazar al novillo, mientras Neil hacia la parte mas
difícil de atar las patas. En momentos ambos
ya estaban de nuevo montados detrás de otro
novillo, Neil llevaba el paquete de medicamento
en su hombro.

Detrás de él, Deacon silbo. “Neil no estaba


bromeando cuando dijo que Bridger sabía
como el diablo lo que hacia.”

“No. El me lo demostró el primer día,” Griggs


dijo con gran orgullo en su voz.

“De mala gana,” Deacon agrego.


Griggs se encogió de hombros. “Resistí cuanto
pude.” El tenia los ojos puestos en Bridger, por
lo que no se había dado cuenta que Deacon lo
estaba viendo a él. “¿Que?”

“¿A ti realmente te gusta el chico, no es así?”

Griggs sabía que no había razón para mentir.


“Creo que estoy enamorado de él.”

“Ouch. ¿Que vas a hacer?”

“Rogarte a ti y a Ray que le den trabajo y


rogarle a él que lo tome.”

“Nosotros le damos trabajo si el lo quiere. El es


bastante bueno, debes saber eso. La otra mitad
de la situación esta en tus manos.”
Después de aplicar la medicina y darle a los
novillos una antibiótico inyectado, Neil y Bridger
soltaban las sogas. Ellos montaban sus
caballos e iban hacia el siguiente novillo
lastimado.

Griggs vio que varios huéspedes tenían


pequeñas video cámaras y estaban grabando a
los vaqueros en acción. El se recordó pedirles
una copia. Como fuera si Bridger se quedaba o
se iba con su familia, ver al hombre trabajando
quitaba el aliento.

“¿El se siente como tu?” Deacon preguntó, con


sus ojo en el par de vaqueros.

“No estoy seguro pero creo que si. Quiero


decir, se que quiere quedarse, pero no estoy
seguro de si vaya a quedarse.”
“¿Cual es el problema? ¿La universidad?”
Deacon preguntó.

“Su familia.” Griggs sabia que Bridger no quería


que la gente supiera quien realmente era, pero
Deacon estaba planeando darle la bienvenida
en la familia Justice River, Griggs pensaba que
su jefe merecía saber la verdad. “Su papá es
Theodore Collinsford.”

“Maldición.” Deacon ajusto el sombrero en su


cabeza. “El es de uno de los ranchos familiares
mas grandes, además de eso. ¿Cual es el
problema?”

“Según Bridger, Theodore cree que el no tiene


que hacer trabajo manual y debe de estar en
una cómoda oficina en un alto edificio que
construyo para él,” Griggs explicó.
“¿Ese idiota se burla en sus narices de toda la
gente que ha hecho rico al hijo de perra?”
Deacon sacudió la cabeza. “Odio a ese tipo de
gente.”

“Si, bueno, creo que Bridger se siente de la


misma manera, pero el también ama a su
familia. El esta atorado entre lo que quiere
hacer y lo que se supone debe hacer.”

Con el ultimo de los novillos atendidos, el oyó a


los huéspedes empezar a aplaudir. Deacon se
iba a alejar, pero se detuvo a ver a Griggs.
“Toma esto de alguien que sabe lo que dice.
Dile como te sientes antes de que se vaya
mañana.”

Griggs ya había pensado eso. El asintió y


espero a que Bridger se le uniera. Sus
pensamientos regresaron a lo que había
sucedido esa mañana. Después de que
despertó fue al porche con el cobertor y un
medio dormido Bridger. Se sentó en la
mecedora con Bridger en su regazo, y se
cubrieron con el cobertor. Mientras veían los
caballos subir la colina, el enterraba
profundamente su pene en el culo de su
amante. Esa fue la mejor mañana de su vida y
el quería mas de esas muchas mas.

*****

“Gracias, Madre.” Griggs tomo una gran


canasta y le dio un beso a la cocinera en la
mejilla.

El llevo su aromática recompensa a través del


salón comedor y hacia el pequeño corral. Como
esperaba, el encontró a Bridger sentado arriba
de la cerca con la cabeza de Harry en su
regazo. “Pensé que te encontraría aquí.”

Bridger vio sobre su hombro y sonrió. “Vine a


decirle adiós.”

“Lo se, unos meses mas y Harry podrá


realmente aceptar una montura sobre él.”

Bridger gimió. “Sacrilegio. Harry debería ser


montado a pelo o no ser montado.”

Griggs dejo la canasta en el suelo y se inclino


en la cerca a lado de Bridger. “¿Crees que
realmente te dejaría hacerlo?”

Bridger continúo mimando al salvaje mustang.


“Si.” Bridger vio la canasta a los pies de Griggs.
“Huele a pollo.”
“Es porque eso es. Le pedí a Madre que hiciera
una canasta para mi, Pensé que te gustaría ir
de picnic.”

“¿Pensé que se suponía que comeríamos la


ultima comida todos juntos?”

Griggs pasó su mano por entre las piernas de


Bridger y acuno su pene. El le dio un firme
apretón a la tentadora carne. “Quizás yo no
quiero compartir nuestra ultima noche con un
montón de huéspedes.”

Inmediatamente, la expresión de Bridger


mostró dolor. El se inclino hacia Harry y le dio
un rápido beso en la frente antes de saltar a
sus brazos.

Griggs levanto a su amante de la cerca y lo


bajo. “¿Estas bien?”
“Si. Pero necesito ir a la casa por mi kit.”

“No necesitas. Ya lo tengo.” Griggs levanto la


canasta.

“¿Vamos a cabalgar?”

“Algo así. Vienes.” El guió a Bridger de la mano


hacia los pastizales del norte.

“¡No hay manera!” Bridger grito cuando vio a


Mick en el arnés de una pequeña carreta.

“Era del abuelo de Ray. Dijo que podíamos


usarla.”

Bridger pasó sus manos por los rojos asientos


de piel antes de subir. “La gente debió de ser
muy pequeña en los viejos días.”
Griggs se rio. A pesar de que Bridger era muy
pequeños, juntos apenas y cabían en el
asiento. El tomo las riendas de Mick y salieron
Griggs lo guió a través el césped y la tierra
hacia la colina. “¿Que te parece un picnic a
lado del rio?”

“Me parecería el cielo.” Bridger soltó su cabello


antes de retirar el cordón de piel del cabello de
Griggs. “De esta manera me gusta más. Afuera
en medio de ninguna parte con tu cabello
moviéndose con la brisa de la tarde.”

“Ahora ¿quien es el poético?”

“¡Yo!” Bridger declaro con entusiasmo.


*****

Griggs detuvo la carretita y salio de ella. No se


molesto en atar a Mick, se permitió confiar en
su caballo. El bajo a Bridger y lo abrazo. Con el
sol poniéndose a sus espaldas, Griggs veía los
reflejos naranjas en la cara de su amante. “No
te vayas.”

La manzana de Adán de Bridger empezó a


moverse varias veces antes de que hablara.
“¿Que sucedería si yo dejo todo, y tu te cansas
de mi?”

“No lo haré, solo me preocupa que te


arrepientas de dejar todo el dinero.”

“No lo haré. Además, tengo un poco propio. Yo


hablaba de separarme de mis padres.”

“¿Realmente piensas que llegaran a eso?”


Griggs todavía no entendía como los padres
pueden condicionar su amor.
“Espero que no, pero creo que es un riesgo que
estoy dispuesto a tomar. Esta ha sido la mas
feliz y mas gratificante semana de mi vida.”

“Sabes que los inviernos en Montana apestan.


Solo te recordare cuando tengas el culo
congelado y la nieve te golpee en la cara lo
mucho que querías ser vaquero.”

Bridger se rio y se froto contra Griggs. “Ese,


probablemente será el momento en que
recuerde lo mucho que amo al hombre que me
espera en casa.”

Griggs acuno la cara de Bridger en sus manos.


“¿Que quieres decir con eso?”

Bridger asintió. “Lo haré.”


Griggs lo beso, poniendo todos sus reprimidos
sentimientos en cada barrida de su lengua. Se
separo vio a los ojos a su futuro. “Te amo,
demasiado. No se como sucedió. Ciertamente
no estaba preparado incluso para que me
gustaras, solo llegaste y mi mundo quedo de
cabeza.”

Bridger se subió por el pecho de Griggs y


envolvió sus piernas alrededor de su cadera.
“Yo te quiero desde el momento en que me
ofreciste lumbre.”

“Lo se. Fuiste demasiado obvio.” Griggs se rio y


apretó el trasero de Bridger.

“Engreído”

Griggs se encogió de hombros. “Nunca tuve


problemas para encontrar hombres con quien
joder. Solo que sabia desde la primera noche
que era mas que tener mi pene en tu culo.”

Bridger gimió. “Eso es de nuevo el


romanticismo esta de tu lado.”

Después de otro profundo beso, Griggs dejo a


Bridger sobre sus pies. “Vamos a comer antes
de que el pollo se enfrié.”

*****

Bridger se rio cuando Griggs barrio el semen


en su abdomen con una pierna de pollo. “Uhhh,
¿me usas como salsa ahora?”

“Mmm. solo para hacer recuerdos. Desde


ahora cada vez que coma pollo frito pensare en
tu sabor.”
Riéndose tan duro que su abdomen le dolió,
Bridger se giro. El vio sobre la esquina de su
ojo. “Ni siquiera pienses acercar esa grasosa
cosa a mi culo.”

Griggs se acostó a lado de él y se termino la


pierna de pollo. “¿Quieres quedarte toda la
noche?”

Bridger retiro un errante rizo de su cara y


estudio a su amante. Griggs realmente era un
hombre divertido disfrazado de un serio e
increíblemente sexy semental nativo
americano. Bridger tenía la fuerte sospecha de
que era por eso que disfrutaba la compañía de
Griggs tanto dentro como fuera de la cama.
“¿Que edad tienes?” finalmente preguntó.
“Treinta y seis. Porque, ¿que edad tienes tu?”
Griggs dejo el hueso de pollo en la canasta y
se limpio la grasa de los dedos.

“Veintidós.” El abrió la boca y dejo que Griggs


metiera uno por uno sus dedos. Una vez que
limpio a su amante, Bridger se acerco a Griggs.
“Piensas que nosotros siempre tendremos
mucha diversión juntos?”

Griggs pareció pensarlo un momento. “¿Para


ser honesto? No. Creo que habrá veces
especialmente durante el invierno, que
sentiremos deseo de matar al otro.
Afortunadamente el rancho tiene mucho lugar
donde deambular mientras resolvemos
nuestros problemas. Solo necesito que sepas
que no siempre será fácil. A veces soy gruñón.
No me gusta cambiar las sabanas si puedo
evitarlo. Usualmente abro una caja de cereal
antes de que se acabe la otra y realmente bebo
y ronco.”

Bridger beso el pezón de Griggs. “Sabanas


limpias esta sobrevalorado. ¿Quien necesita
cajas de cereal, cuando hay desayuno caliente
en la casa-comedor? Y yo me desmayo cuando
realmente tomo, y no te oí roncar.”

Ellos se quedaron en silencio un momento


disfrutando el sonido de los grillos y ranas.
Bridger sabia que estaban ignorando el
elefante en el cuarto, pero la tarde había sido
perfecta y el pensar en arruinarla le rompía el
corazón. “Hablare con mis padres en la cena
del domingo.”

“¿Quieres que te acompañe?”

Bridger se apoyo en su codo. “¿Harías eso?”


“Claro que lo haría.”

El ofrecimiento lo animo. “Gracias pero pienso


que será mejor si los enfrento solo.”

“Sabes, quizás eso sea parte del problema.


Vas con el enfrentamiento en la mente. Son tus
padres. Solo diles que vas ha hacer lo que te
hace feliz.”

Dulce e ingenuo, Ethan. No conoces a mi


padre. A el no le preocupa que sea feliz. El
quiere que haga dinero.”

“Entonces no deberías preocuparte lo que


piensen tu no eres su inversión eres su hijo.”

Bridger no estaba seguro de como lo veía su


padre.
Capítulo Siete

Después de atender a los demás huéspedes,


Griggs jalo a Bridger a su lado, lejos de la
seguridad. El trato de ignorar el ruido del ir y
venir de los pasajeros por el aeropuerto. Jalo a
su amante hacia su pecho y lo beso. “Dejarte ir
es probablemente lo mas difícil que he hecho
en mi vida.”

Los ojos de Bridger se llenaron de lágrimas.


“No he llorado enfrente de ti y no quiero
empezar ahora.”

“Crees que las cosas serian mas fáciles para


tus padres si hubieras terminado la
universidad.”

Bridger negó. “Tengo la licenciatura. Si decido


hacer la maestría en negocios, puedo hacerla
en la universidad de Montana, aquí en Billings.”
Bridger inclino la cabeza. “¿Estas tratando de
decirme que cambiaste de opinión?”

Griggs abrazo incluso más fuerte a Bridger


contra su pecho a pesar de las sucias miradas
de alguna gente de la concurrencia. “No, no he
cambiado de opinión. Solo me asusta ser
egoísta, quiero lo mejor para ti.”

“Entonces recíbeme con los brazos abiertos


dentro de una semana mas o menos.”

Griggs asintió. “Cuenta con eso.”

Bridger se separo y tomo su bolsa. “Tengo un


favor mas que pedirte.”

“Lo que sea.”


“Bueno, porque quiero traerme mi pantalla
plana de cincuenta pulgadas conmigo cuando
regrese, Te amo, dulzura, pero necesito decirte
que le digas adiós a esa cosa de diecinueve
pulgadas que ves.”

Griggs se rio. “Puedes traer lo que quieras de


regreso. La mayoría de las cosas estaban en la
casa cuando yo tome el trabajo.”

“Bien.” Bridger se paro de puntas y beso a


Griggs una vez más. “Te amo. Llamaré cuando
llegue a casa.”

“Te amo, también.” Griggs vio al hombre que


amaba alejarse. El sentía en su corazón que
Bridger regresaría, pero el no estaba seguro de
cuanto le iba a tomar hacerlo.
Griggs espero hasta que Bridger pasó la
seguridad y se perdió de vista para salir del
aeropuerto. Para cuando salio de la puerta, el
busco sus cigarrillos en la bolsa.

“¡Joder!” No solamente no tenía a Bridger,


ahora tampoco tenía su vicio.

*****

El timbre del teléfono, despertó a Bridger la


siguiente mañana. “¿Hola?”

“¿A que horas vas a llegar al rancho?” Su


madre preguntó.

Bridger se estiro y vio el reloj. Se sorprendió al


ver que eran casi las diez y media. No se
molesto en decirle a su mamá que había
estado hablando durante horas en la
madrugada con Griggs. “Dame al menos una
hora. Sigo en la cama.”

“Esta bien. Rosa te esta preparando carne a la


cazuela ella sabe que es tu favorito.”

“Dale las gracias por mi. ¿De que humor esta


papá?”

“El de siempre. ¿Por que?”

“Solo preguntaba. Mejor entro a la ducha si


quiero llegar a tiempo.”

“Te extrañe.”

Bridger trago el nudo que se le formo en la


garganta. “Te extrañe, también, mamá”

*****
Después de una rápida ducha, Bridger estaba
de camino al rancho. El siempre había amado
Collinsford Downs, pero lamentablemente la
casa donde el creció no tenia la misma
apariencia.

El se detuvo ante las puertas de seguridad y


espero a que los guardias lo dejaran entrar.
Definitivamente no extrañaría eso. Collinsford
Downs era una combinación de un rancho
ganadero y una atracción para los medios. A
cada momento aparecían historias sobre
Theodore Collinsford en alguna revistas
nacional, o fotografías del distinguido millonario
de cabello gris vestido de vaquero montando
un caballo pura sangre.

Bridger estaciono su carro deportivo azul


oscuro en una de las cocheras. Sus nervios
estaban al límite y esperaba cenar, antes de
que hablaran sobre lo que esperaban en su
futuro.

Entrando a la casa, se reunió con su madre y la


abrazo. “Lo hiciste.”

Bridger beso a su madre en su juvenil cara.


“Claro que lo hice, te dije que lo haría.” vio
alrededor hacia la oficina de su padre “¿Donde
esta papá?”

Liberándose, la madre de Bridger lo guió al


comedor. “¿Quieres tomar algo antes de la
cena?”

“¿Mama? ¿Donde esta papá?”

“El esta en su oficina en una conferencia


telefónica importante. Dijo que tratara de estar
a tiempo para la cena.”
Bridger se mordió el interior de su mejilla para
evitar decir algo de lo que se arrepentiría. La
cena del domingo siempre había sido la
actividad favorita de su madre.
Afortunadamente su pequeño departamento en
Austin estaba cerca de Collinsford Downs solo
le tomaba cuarenta minutos llegar, Así que el
siempre llegaba a tiempo, no importaba lo que
sucediera. Desafortunadamente a su padre
nunca pareció importarle la comida de fin de
semana con la familia.

Bridger acepto una copa de vino blanco.


Cuando vio la expresión de tristeza resignación
en la cara de su madre, se dio cuenta que no
podía vivir la vida como ella. Beth Collinsford
había sido una mujer llena de ánimo, pero años
de desilusiones y comidas sola la habían
drenado.
Sin proponérselo, Bridger dejo la copa y abrazo
a su madre. “Espero que sepas cuanto te amo.”

Cuando se aparto los ojos de su mamá estaban


llenos de lágrimas. “¿Vas a dejarme, no es
así?”

“Por favor no lo veas de esa manera. No voy a


dejarte, solo voy a mudarme a Montana.”

“No puedes. Eres todo para mi.”

Bridger sabía que esa declaración era real y


nunca la habían hablado. “Lo siento, mamá,
pero no soy tu esposo. Se supone que los
niños crecen y encuentran su propio camino
en el mundo. Eso es todo lo que te pido.”
Beth cubrió su boca y negó. “Lo siento bebé.
Pero no puedo tratar con eso ahora.” Ella dejo
el cuarto sin decir otra palabra.

Bridger se quedo sin saber cual seria el


siguiente movimiento. Levanto la copa de vino
y se dirigió a la oficina de su padre. Se apoyo
contra la pared y vio hacia la fuertemente
pulida puerta de madera. A el no se le permitía
entrar en ese cuarto, nunca lo había hecho.
Mientras el terminaba su vino se dio cuenta que
la puerta era una metáfora de las cosas que
estaban mal con su familia. Con una profunda
respiración, tomo la perilla de la puerta para
encontrar que tenía llave. ¿Cerrada? ¿Que tipo
de esposo y padre deja a su familia fuera de su
vida?
Bridger dejo la copa en la mesa a lado de la
puerta y salio de la casa de su infancia.
*****
Griggs estaba dirigiendo al grupo de
huéspedes por el camino hacia el rancho en su
primer cabalgata cuando una gran nube de
polvo capto su atención. El vio al gran camión y
rápidamente le informo a los huéspedes que se
movieran hacia un lado del camino.

El fue a trote en Mick hacia el camión. Al


acercarse vio a Bridger, estaba nervioso con el
regreso, solo había pasado una semana desde
que vio a su amante, pero Griggs sabía lo difícil
que esos ocho días habían sido para el
jovencito.

Bridger detuvo el camión y salio, Haciéndole


señas como un loco mientras el se acercaba
con Mick. Griggs freno a Mick y salto del lomo.
Corrió los últimos tres metros y levanto a
Bridger en sus brazos.
“Dios, te extrañe.” Beso a Bridger antes de que
el hombre tuviera oportunidad de decir nada.
No había absolutamente ninguna delicadeza
involucrada en el asalto a la boca de su
amante. Griggs alternaba entre meter su
lengua y probar al hombre que había extrañado
tanto y morder y raspar el labio inferior de
Bridger con sus dientes.

Quebró el beso y vio fijamente a los


atormentados ojos que el había estado
anhelando. “Llegaste, antes. Creí que dijiste
que llegarías mañana.”

Bridger bostezo. “Planee detenerme en algún


lado en el camino, pero te necesitaba.”

“Estas seguro de estar bien? ¿Checaste tu


nivel de azúcar en sangre?”
Bridger sonrió. “Estoy bien. Solo cansado.”

“Supongo que es mejor que te vayas a la


cama.” Griggs sonrió de oreja a oreja. Todavía
no podía creer que Bridger hubiera roto con su
vieja vida en tan poco tiempo.

Bridger vio hacia el camino. “¿Nuevo grupo?”

Griggs siguió la vista de Bridger. Los


huéspedes se veían perdidos tratando de
mantener a sus caballos en línea. “Si. Cody no
se sentía bien y le dije que yo me encargaría
de ellos esta tarde.”

“¿Porque no terminan y nos vemos en la


casa?”
Algo en la voz de Bridger le preocupo a Griggs.
“¿Estas seguro de que estas bien? Hablaste
con tu mamá antes de venir?”

“Algo. Ella todavía siente que la abandono.”


Bridger sacudió la cabeza. “No siento deseos
de hablar de eso ahora. Solo quiero un baño
caliente y una cama.”

Griggs le dio a Bridger un rápido beso. “Esta


bien, bebé. Estaré ahí dentro de una hora.”

Bridger asintió y se alejo.

“Déjame regresar con los huéspedes antes de


que te muevas.”

“Claro.” Bridger sonrió y regreso a la


camioneta. El vio por el espejo retrovisor a
Griggs montar. “Por cierto te extrañe, también.”
Esa fue la primera sonrisa que Griggs había
visto en Bridger en una semana y fue suficiente
para calentar su corazón. “Te amo,” él dijo.

“Yo, también,” Bridger contestó.

*****

Bridger estaba profundamente dormido cuando


sintió un frío y desnudo cuerpo presionándose
contra él. “Maldición, ¿Esta realmente frío haya
afuera?”

Griggs beso el cuello de Bridger. “No. esta


increíblemente caliente. No quería despertarte.”

“Si lo querías.”

Griggs se rio. “Si lo quería.”


Bridger se giro de cara a su amante. El
entrelazo sus piernas en las caderas de Griggs
y se acerco tanto como pudo. “Note que no has
cambiado las sabanas desde que me fui.”

Griggs lamió los labios de Bridger. “No podía


hacerlo. Olían a nosotros, me gustaba eso.”

“Eso es un poco…raro.”

Griggs pasó su mano por la espalda de Bridger


hasta su culo. “Te prometo que si estas
conmigo, todas las noches cambiare las
sabanas.”

Bridger subió su pierna por el torso de Griggs y


se contoneo hasta que sintió los dedos de
Griggs en su ya estirado y lubricado agujero.
Griggs abrió más los ojos. “¿Estas tratando de
decirme algo?”
“No, pero mi culo si. Ha estado terriblemente
solo. Creo que le gustaría algo de compañía.”
Bridger raspo con sus dientes el labio inferior
de Griggs. “Cuando fui con los doctores la
semana pasada a revisión y a que transfirieran
mi expediente, pedí que me hicieran el examen
al mismo tiempo.”

Griggs sonrió mientras sus dos dedos entraban


y salían del culo de Bridger. “¿Estas diciendo
que quieres hacerlo sin condón?”

Bridger asintió. “Tu ya me mostraste el


resultado de tu ultimo examen y como yo
planeo no tener otro amante por los próximos
cincuenta años mas o menos, creo que me
gustaría sentirte sin nada.”

“¿Cincuenta años? ¿Planeas escaparte cuando


tengas setenta años?”
Bridger gimió cuando Griggs reemplazo sus
dedos por la cabeza de su desnudo pene. “No
planeo ir a ningún lado pero tu puedes
encontrarte a un sexy viejo de sesenta años y
decidir que te gusta.”

Griggs introdujo su pene varios centímetros.


“No es posible.”

A pesar de haberse estirado a si mismo y que


Griggs había jugado con sus dedos, Bridger
sentía que el grueso pene le quemaba cuando
se deslizaba en su interior. Felizmente
aceptaba el pequeño dolor si eso significaba
hacerse uno con el hombre que amaba.

Bridger trato de bloquear la angustia de los


últimos días. Mientras disfrutaba el placer de
ser jodido por el fuerte vaquero. “Mas
profundo.”
Griggs enterró su pene hasta la raíz y jalo a
Bridger arriba de él. “¿Mejor?”

“Parece.” Bridger coloco sus pies a los lados de


la cadera de Griggs. El vio a Griggs, más feliz
que nunca. La nueva posición empujo el pene
de Griggs incluso mas profundo. “Oh, mierda.”

Bridger movió sus caderas varias veces antes


de inclinarse a besarlo. Introdujo su lengua
dentro del interior de la boca de Griggs
mientras su cuerpo se acomodaba a la
profundidad extra del eje de su amante. Nunca
se había sentido tan completamente lleno. “Se
siente bien.”

“No puede sentirse mejor.” Griggs gruño con


sus manos en el culo de Bridger empezó a
impulsarse dentro y fuera.
Con su cuerpo inclinado, Bridger sentía su duro
pene rozar contra el abdomen de Griggs. Oh,
si, ahí correcto. Con cada empuje, Griggs
golpeaba la próstata de Bridger. Bridger
agarraba las sabanas en un puño mientras el
luchaba por respirar a pesar de las embestidas
de placer. Eso era demasiado y no era
suficiente al mismo tiempo. El deslizo su pene
contra el ligeramente velludo abdomen de
Griggs solo para agregar una dulce tortura.

Mientras Griggs incrementaba el placer,


aumentaba también los decibeles en el cuarto.
El sonido de piel contra piel, siempre había sido
su melodía favorita, incluso mas cuando se le
agregaba gruñidos y gemidos provenientes de
Griggs. Bridger sabía que seria feliz por oír esa
melodía el resto de su vida.

“Voy a disparar,” Bridger advirtió.


Griggs gruño mientras se empujaba en el
agujero de Bridger con su grueso eje. El asalto
a la próstata fue demasiado para resistir y él
disparo, gritando el nombre de su amante.

“¡Ethan!” Bridger grito.

Griggs perdió el ritmo cuando su pecho y


mentón se pintaron con los chorros del grueso
y blanco semen de Bridger. Bridger comenzó a
preguntarse si incluso dejaría de correrse.
Nunca lo había jodido una amante hasta el
punto de sentir que se desmayaría, pero Griggs
era bueno en llevarlo a eso. Bridger tragaba
aire en un esfuerzo por mantenerse coherente
mientras los últimos chorros dejaban su cuerpo.

“¡Bridger!” Griggs gritaba al techo mientras se


corría.
Nunca en su vida Bridger había tenido sexo sin
condón, pero eso se sentía increíblemente
correcto, cuando su culo comenzó a llenarse
con la caliente semilla de Griggs.

Bridger colapso en el pecho de Griggs, con el


pegajoso fluido pegado a su pecho. Los
aromas en el pequeño cuarto era casi
abrumador. Sonrió al darse cuenta que no fue
el único en correrse mas que lo habitual.

Griggs abrazo a Bridger. “Te amo.”

“Te amo.” Bridger empezó a sentir el semen


escurrir de su agujero alrededor del flácido
pene de Griggs. “Cosquillas.”

Griggs tomo la pegajosa crema entre sus


dedos y pinto a ambos. Bridger gimió ser
pintado con el semen de Griggs era la cosa
mas erótica que algún amante le hubiera
hecho.

“Nunca seré capaz de describir como me gusto


esa sensación,” Griggs jadeo.

“¿Que? ¿Joder sin condón?” Bridger preguntó.

“Si,” Griggs contestó.

Bridger se mordió el labio inferior, al darse


cuenta de que una importante parte de su vida
sexual no se había discutido. “¿Te gusta ser
jodido?”

“¿A mi?” Griggs se asombro. “No realmente,


pero no quiero ser egoísta y estar en la cima
siempre.”
Bridger sonrió y sacudió la cabeza. “Sabia que
había una razón para que fuéramos perfectos
el uno para el otro. Yo solo he jodido a una
persona y no entiendo el gusto. ¿Quizás a mi
me gusta que me cuiden? No se.”

“Bueno eso es malditamente bueno porque a


mi me gusta cuidarte.”

Bridger descanso su mejilla contra el pecho de


Griggs y bostezo. “Creo que nosotros
necesitamos otro baño, pero estoy demasiado
cansado para levantarme.”

“¿Como te fue en el camino?”

“No estuvo mal, demasiado solitario. Eso me


dio mucho tiempo para pensar.”
“Bien, si no te diste media vuelta y regresaste a
Austin, supongo que es buena señal,
¿verdad?”

Bridger beso el pecho de su amante. “Esa no


era opción. Solo deseo que mis padres no me
odien por la decisión que tome.”

“Ellos no te odian. Ellos no pueden entenderte


y probablemente estén un poco enojados, pero
te garantizo que no te odian.”

“Es fácil decirlo, no vistes la manera en que mi


padre me vio y solo una vez hablo conmigo.”
sacudió la cabeza. “Honestamente no entiendo
porque nadie puede entender mi elección de
vida.”

Griggs pasó sus manos por la espalda de


Bridger. “Dales tiempo, bebé.”
Era el mismo consejo que se había estado
repitiendo casi cada hora desde que salio de
Austin. Sabia que podría ser cierto, pero una
gran parte de el se sentía a la deriva y sin
ancla.

Con sus brazos alrededor de Bridger, Griggs se


giro hasta que Bridger quedo sobre su espalda.
“Quédate aquí, voy a traer una toalla caliente
para limpiarte.”

Mientras Bridger veía el lindo culo de Griggs


dirigirse al cuarto de baño, se dio cuenta de
que no estaba a la deriva del todo. El tenía a un
hombre que lo amaba y el trabajo para el que
había nacido. “¿Hey, Griggs?”
Se oyó que se cerraba el agua y Griggs
regreso al cuarto. “¿Si? bebé”
“¿Has pensado en tatuarte un ancla en tu
culo?”
Epilogo

Griggs estaba a la mitad del trabajo de ayudar


al encargado de mantenimiento a reemplazar
una ventana rota en la cabaña de la colina de
Jackson cuando diviso una limousine negra
llegar al frente de la casa-comedor. “De
acuerdo a Jeff y Caleb eso exactamente
sucedió. Caleb es afortunado de no haber
salido mas lastimado.”

“¿Estamos esperando al presidente?” Tyson se


rio al ver la limousine.

Griggs sabía exactamente quien estaba


sentado detrás de los vidrios oscuros. “Peor. Es
el papá de Bridger, Theodore.”
“¿En serio? ¿Si Bridger tiene dinero para eso,
porque esta trabajando como trabajador
contratado aquí?”

“¿Has visto a Bridger últimamente? El hombre


no ha dejado de sonreír desde que se mudo
aquí hace tres meses. El vive para estar en la
tierra.”

Tyson se rio de nuevo. “Puedo entender eso.


Este lugar es la mejor cosa que me ha
sucedido.”

“Supongo que mejor voy a hablar con el, no


parece tener intención de salir del carro.”

Cuando se acerco al carro, el vidrio de la


ventanilla bajo y Griggs vio cara a cara al
hombre que le había causado tanto dolor a
Bridger. “Señor Collinsford.”
EL hombre mayor levanto las plateadas cejas.
“¿Sabe quien soy?”

“Claro. Soy Ethan Griggs, la pareja de Bridger.”

“Fue usted quien me envió el paquete.”

“Si, señor.” Griggs dio varios pasos hacia atrás.


“¿Le gustaría salir?”

Theodore pareció estudiar a Griggs un


momento antes de salir del carro. Griggs no lo
sabía de hecho, pero el sentía que era la
primera vez en años que abría la puerta por si
mismo.

Una vez que Theodore estuvo de pie frente a


él, Griggs le ofreció la mano, se sorprendió
cuando Theodore la estrecho. “Pensé en venir
a agradecerle por enviar el video.”
“Pensé que le gustaría ver el trabajo de su
hijo.” El video era uno de los tomados por los
huéspedes, había salido incluso mejor de lo
que esperaba Griggs. Realmente mostraba a
Bridger mostrando sus habilidades montando y
lazando. Más que lo que se veía físicamente,
era la expresión en la cara de Bridger lo que
había hechizado a Griggs.

El supo tan pronto como la vio que el


necesitaba enviárselas a los padres de Bridger.
Ellos merecían ver a su hijo realmente feliz.

“Bridger siempre ha sido tan pequeño. Yo no


tenia idea…” Theodore sacudió la cabeza. El
se limpio la garganta y vio alrededor del
rancho. “¿Esta por aquí?”
“Si. Creo que antes de que lo lleve con él,
necesito saber que lo va a dejar. El es feliz aquí
y no quiero que lo perturbe de nuevo.”

Theodore entrecerró los ojos un momento


viendo el tamaño de Griggs. Finalmente asintió.
“Bastante justo. Quiero decirle que es
bienvenido cuando quiera. Hay algunas otras
cosas que necesito hablar con él. Pero solo las
hablare con él si el quiere.”

“El esta trabajando con un Mustang salvaje


llamado Harry.” Griggs señalo hacia el pequeño
corral de Harry.

“¿Que tan lejos esta?” Theodore preguntó.

“No lejos.” Griggs no pudo evitar sonreír al


pensar en el millonario hombre de negocios
arruinando sus zapatos de cientos de dólares
en la tierra de los caminos del rancho.

El rodeo un grupo de árboles y se detuvo.


Cuando Theodore empezó a caminar, detuvo al
hombre del brazo. “Espera.”

“¿Que?”

Griggs señalo a los campos. “Ese caballo


nunca ha sido montado antes. La mayoría de
los trabajadores ni si siquiera se acercan a la
cerca sin que Harry se ponga como loco.”

Theodore realmente empezó a sonreír. “El


chico siempre a sido especial con los animales.
Supongo que deberías saberlo por la manera
en como lo hace.”
Griggs lo vio de nuevo, su amante cabalgaba a
pelo a Harry, por el campo, sus negros rizos se
levantaban con la brisa. El sabía que si podía
montar en el engendro de Satán podía hacer
cualquier cosa.

*****
Griggs colapso a lado de Bridger, frotando su
pecho y tratando de normalizar su respiración.
No importaba cuantas veces le hiciera el amor
a Bridger, eso solo parecía intensificarse.

“Mmm. Eso fue agradable,” Bridger murmuro.

“Mas que agradable. Creo que no puedo sacar


mi pene de ese apretado culo tuyo,” Griggs
jadeo.

Bridger se rio y tocó el ahora-flácido pene de


Griggs. “No, todavía esta ahí.”
A pesar que Griggs deseaba que su pene se
endureciera para un segundo round, sabía que
eso no iba a suceder, al menos por otra hora.
El se giro y se acurruco con Bridger. “Me alegra
que se hayan arreglado las cosas con tu
padre.”

Bridger bufo. “No puedo decir que se


arreglaron. Pero al menos el tolera mi elección
de carrera. Creo que el todavía espera que
cambie de parecer y me una al mundo
corporativo, pero ambos sabemos que eso no
sucederá.”

Griggs le dio un suave beso en el cuello a


Bridger. “Ellos te aman. A pesar de tu elección
de dejarlos. Estoy sorprendido de que tu papá
enmendara su anterior posición.”
“Si,” Bridger murmuro. “No puedo creer lo duro
que trate que me escuchara durante años, y no
fue hasta que me aleje que finalmente me
escucho.” Griggs sabía que Bridger y su papá
tenían un largo camino por delante, pero
esperaba que la felicidad de Bridger ayudara a
probarle a su familia que el había hecho una
buena elección de carrera. Griggs también
sabía que el tenia un gran papel en hacer feliz
a Bridger. Ese trabajo hacia a Griggs mas que
feliz al realizarlo.

“Creo que el que tu papa te viera sobre Harry


ayudo a convencerlo,” Griggs dijo.

Bridger giro la cara hacia Griggs. “¿En serio?


Porque sucede que creo que tu
sobreprotección ayudo más. Papá dijo que si el
tenia que dejar a su hijo en el mundo, el era
feliz de que tuviera a alguien como tu a mi
lado.”

Griggs sonrió. Eso fue agradable de oír. El froto


la espalda de Bridger con su mano. Y se sentía
incluso mejor. “Te amo.”

“Siempre,” Bridger murmuro mientras sus ojos


se cerraban.

Griggs sabía que el debería levantarse y limpiar


a su amante antes de permitirse caer dormido,
pero por el momento, el no podía imaginar
soltar a Bridger el suficiente tiempo para
hacerlo. El sostuvo en sus brazos a Bridger,
prometiéndose hacer lo que fuera necesario
para ayudar al hombre a tener éxito en lo que
fuera que eligiera hacer.

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