1 Lujuria y Fae

Anything goes 01 Lust and Fae Joyee Flynn
1
2
Lust & Fae Anything Goes 01
Joyee Flynn
Este libro ha sido traducido, editado y revisado por Criss

para el blog El dedo de Iphi.
Por favor, si lo ponen para descargar en su blog, conserven el

format y agradezcan al blog de origen.
Si hay algun error me disculpo por adelantado.

3
RESUMEN
Cal ha estado solo toda su vida. Después de todo, los demonios de la lujuria
no son conocidos por su capacidad para enamorarse. Durante siglos, usó sus
dones para ayudar a otras parejas con el fin de encontrar el final feliz que sentía
que nunca tendría.
Cuando un fae virgen, Gabe, entra en su club, Cal es inmediatamente

golpeado por pequeña buena apariencia. Sabiendo que el magnetismo natural
fae podría empezar una revuelta, Cal le ordena inmediatamente a Gabe que
salga del club sólo para averiguar que fue enviado para ser su compañero.
Pero Gabe está en problemas. Algunos halfers buscan la esencia fae para
convertirse en humano. Sabiendo que Gabe está en peligro pone en marcha
todos los instintos de protección dentro de Cal. ¿Puede un demonio lujuria
desafiar las convenciones y encontrar su final feliz con un fae inocente?
4
Capítulo 1
Escaneando la multitud, veo exactamente lo que necesito, alguien en

busca de lujuria. Garantizado, mi club estaba lleno de ellos, pero cuando
estoy hambriento, no quiero a cualquiera. Fue parte de la razón por la
que abrimos el club, para tener cientos de opciones cada noche. Como
en un club normal, hay variedad de personas de todas las clases
sociales. Algunos locales que vienen con regularidad para encontrar un
cuerpo caliente para sus camas; otros están aquí de vacaciones y
quieren vivir a tope.
El caliente twink en el que tenia los ojos había sufrido recientemente

una perdida y no quería nada mas que olvidar y sentir algo placentero.
Amo la forma en la que mueve sus delgadas caderas y su apretado culo.
No puede tener más de veinticinco años y parece que conoce la escena.
Sus vaqueros de corte bajo y apretados, y su torso desnudo. Justo
entonces mira hacia arriba, como si me hubiera sentido, y cuando vio
que le llamaba con el dedo, hizo su camino entre la multitud.
—Hola - ronroneo mientras ponía sus brazos alrededor de mi cuello.
Sabia que era mi belleza eterna lo que el vio y mi aroma lo hizo venir
sin ninguna reserva o vacilación. Con 1,95 metros y 100 kilos de peso de
puro musculo sabia que me veia como alguien a quien buscaban para
que les diera la noche de sus vidas.
—Quieres chuparme la polla, ¿no es así? Le pregunte mientras nos

movía hacia la barra del club.
—El twink asintió rápidamente mientras pasaba sus manos sobre mi 5
pecho. Me senté en uno de los taburetes del bar y otro hombre llamó mi
atención. El quería dejar de vivir una mentira y finalmente tocar a otro
hombre. Le hice un gesto con mi dedo al hombre corpulento mientras
leia su mente y averiguaba que su nombre era Mike.
—Y Mike quiere follar tu culo mientras lo haces.
—Infiernos, si - el pequeño hombre dijo mientras miraba a Mike.
El hombre corpulento camino los diez pies que lo separaba de nosotros

y tomó al twink entre sus brazos.
Mike tenia mas o menos mi altura, con pelo rubio mientras el mío es
negro y ojos verdes y los mios azule. Encontré su físico musculoso
bastante atractivo. Viendo su beso sin inhibiciones fue genial, y casi me
voy. Pero para alimentarme tenia que ser parte de ello. Me acerqué y
toqué al twink quien inmediatamente rompió el beso y rápidamente
empezó a quitarse los pantalones.
—Lubricate los dedos y aflojale así no le vas a lastimar - le instruí a

Mike, pasándole el pequeño tubo de lubricante que siempre llevaba en
mi bolsillo. No podía ser un demonio de la lujuria y no estar preparado.
Yeah, yo y todos los demás buenos scouts.
Miré a mi alrededor mientras ellos se preparaban para la diversión. Uno

podía pensar que un ménage en la barra de un club lleno no estaría
permitido. Esban equivocados. No solo estaba permitido, fomentando. Y
no eramos los únicos. Pero cuando cuando estaba involucrado atraía un
montón de atención. Venia con el territorio de ser un demonio,
especialmente un demonio de la lujuria.
—¿Puedo, por favor, chuparte ahora? - el caliente pequeño twink me

preguntó mirando mi ingle.
Sus vaqueros estaban alrededor de sus tobillos, dejándolo desnudo y 6
tenía demasiada lujuria en sus ojos, haciéndome temblar. Sin romper la
mirada abrí mi cremallera y deje mi polla libre. El me miró como si
preguntara otra vez y cuando asentí se inclinó y lamió mi polla.
—Sabes a tarta de manzana hecha en casa.
—Entonces comeme, pero no mastiques - dije empujando gentilmente

su cabeza hacia abajo.
Apoyo sus manos en mis muslos mientras tomaba la cabeza de mi

polla en su boca. Sabía que el joven no tenía mucha experiencia, pero
lo compensaba con entusiasmo. Mike había estado ocupado
preparándolo. Mire como el tío corpulento empujaba el tercer dedo en
el culo del twink. Me agache y toque a Mike.
—Es tiempo que vivas como el verdadero tu. ¿No lo creés?
—Si, si lo creo - Mike respondió sacado sus dedos del culo del
jovencito. Desabrochó su cremallera, sacando una monstruosa polla y
lubricandola. Habíamos atraído una creciente multitud, y algunos de
los gorilas habían venido para ayudar a contener a la gente. Si alguno
de ellos nos tocara mientras jugábamos no podría contenerse de
unirse a nuestro juego. Nuestros chicos sabían interceder y así
nosotros no tendríamos una puta fila de tíos follando alrededor del
club.
—¿Es esto lo siempre habías querido? - le pregunté a Mike, felicidad

escrita en toda su cara. El asintió, sus ojos aun cerrado a mientras
saboreaba el sentimiento de empujar en el twink.
Miré al gentil gigante tomando mucho cuidado con el pequeño hombre

debajo de el. Mike nunca empujó demasiado duro, tomándose su tiempo
mientras el culo que quería se abría para el.
—Mejor de lo que nunca imaginé - Mike jadeo tratando de controlar su 7
necesidad de empujar el resto del camino.
Miré al hombre controlándose a si mismo, trabajando lentamente hasta

que su monstruosa polla estuvo totalmente dentro. Mike se inclinó y
susuro en la oreja del hombre:
—Has sido hecho para mi. Nunca voy a lastimarte, bebe.
El twink se quejo en voz alta alrededor mi polla, tirando de mi mientras

se empalaba a si mismo en la polla de Mike. El hombre alto pillo la idea y
empezó a follar el firme culo que tenia delante. La lujuria que conseguí
de ambos era como una ola continua. No me había alimentado de esta
manera en semanas. Y no, no tome sus almas o alguna mierda parecida.
Los vampiros necesitan sangre para sobrevivir, y yo necesito lujuria.
—Golpea su dulce culo - le dije a Mike, viendo los ocultos deseos del
twink. Los ojos de Mike se volvieron salvajes y una depredadora sonrisa
cruzaba su cara. Levantó su gran mano y nalgueo al pequeño hombre
mientras golpeaba en su culo. El twink se volvió salvaje, chupandome
tan abajo en su garganta como podía, acariciando mi saco.
—Fuerte, Mike. El lo quiere fuerte.
—Joder, ¡si! Mike siseo mientras veía como se le escapaba el control.

El empujo tan fuerte y rápido dentro del hombre que el twink era
empujado arriba y abajo en mi polla con el movimiento. Corriendo mis
dedos a través de su pelo, lo matuve chocandose en mi eje.
—Toca su polla. Gemí, amando la caliente boca envuelta alrededor de

la parte favorita de mi cuerpo.
Mike alcanzo debajo, y yo pude sentir lo mucho que amaba acariciar la

polla del pequeño hombre. El twink gritó, disparando su carga en el
suelo. Mike gruño, sus fosas nasales dilatadas con deseo, y lo siguió en
el placer orgasmico. Ahora que los dos se habían corrido, yo también era
libre de hacerlo. Sujetando la cabeza del pequeño hombre hacia mi, 8
sentí mi polla explotar y disparar chorro tras chorro de semilla abajo en
su garganta.
Cuando termine, el hombre quitó su boca de mi y apoyo su cabeza en

mis muslos. Me sonrió y le di un guiño.
Mike se dejo caer de rodillas llevándose al jovencito con el.
—¿Es siempre así? - Mike preguntó jadeando mientras acunaba al

pequeño hombre.
—No, no lo es. Este hombre es perfecto, yo no lo dejaría escapar -

respondí cuán desesperadamente querían amar y ser amados.
Me agache, dándoles a ambos un rápido beso.
—Y tu polla es fantástica, el seria un idiota si renunciara alguna vez a

eso.
—¿De verdad vas a quererme otra vez? - el jovencito preguntó mirando

hacia Mike con ojos salvajes.
—Oh, si, creo que deberías estar siempre pegado a mi pene - replicó
Mike antes de darle un beso.
Mire por un momento a los dos hombres aferrándose el uno al otro

mientras jugaban al hockey de amígdalas.
—Siempre has sido un bobo, Cal - Eaton río mientras aparecía detrás de
mi. El lucia casi igual que yo, excepto que media un par de centímetros
más que yo y una de esas orgullosas narices romanas.
—Nunca supe de algún otro demonio de la lujuria que haya emparejado

a tanta gente.
—Solo porque me alimento de lujuria no significa que sea malo o que 9
no crea en el amor - gruñi.
Él había golpeado un tema sensible para mí, pero no haría mucho

bien perder la calma con él. Eaton había sido un buen amigo a través
de los siglos e incluso un mejor socio en el club.
Eramos cinco demonios de la lujuria los que habíamos abierto

Anything Goes algunos años atrás. Lo habíamos creado en las afueras
de La Ciudad del Pecado. Quiero decir ¿que mejor lugar, para que
todos y cada uno pueda cumplir sus mas salvajes fantasías, que Las
Vegas?
El club se ha diseñado desde cero. En el primer piso estaba la pista

de de baile principal y el bar, y con plataformas que elevaban cada
cierto tiempo para que los artistas bailaran o que se quitaran la ropa.
Ocasionalmente teníamos algún cliente celoso que se subía y
probaba sus habilidades en la barra de stritease. Pero normalmente
teníamos profesionales para que la gente pueda disfrutar. Tres partes
de la primera planta tenia cabinas en los laterales. Cualquiera podía
entrar en las cabinas y hacer todo lo que desearan. Varias parejas y
tríos tenían su diversión en un momento dado, siendo el
entretenimiento de los que les gustaban mirar.
No estar en The Strip mantenia a los que solo querian venir para
mirar fuera. Pero la gente que queria en serio tener diversion, venian
desde sus hoteles para disfrutar de una noche que nunca olvidarian.
Mis socios y yo no eramos malos chicos, nosotros no obligariamos a

la gente hacer cosas que no querian. Nosotros simplemente les
quitabamos todas las inhinibiciones y los dejabamos sintiendose libres
para hacer lo que quisieran sin presiones.
Hemos sido capaces de conseguir algunos demonios Wrath como

seguridad y porteros, quienes trabajaban mientras podian alimentarse de
la ira. Nos ayudaba porque cuando un demonio de la ira se alimentaba, 10
drenaba la ira de los humanos. Asi que estaban motivados involucrarse
en cualquier disputa mientras se alimentaban. Tambien los pagabamos
pero era la constante agresividad que encontrabas en un club de sexo
era lo que mantenian a los demonios de la ira como leales empleados.
—¿No crees que arruina nuestra reputacion un poco el que uses tus
habilidades para ayudar a tontos desesperados? – Eaton pregunto
mientras nos dirigiamos hacia los acensores que llevaban a nuestras
oficinas.
—Esto viene del hombre que tiene una muy grande collection de
peliculas para chicas. Sonrei tirandole su secreto en la cara.
—Cal, no puedes decirle eso a nadie – imploro volviendose palido. —

Lo siento, no volvere a mencionarlo, ¿ok?
—Trato – replique mientras entrabamos en el ascensor y escaneaba la

tarjeta que lo hacia funcionar. La puerta se cerró deslizandose y subio a la
tercera planta. La segunda planta consistia principalmente en balcones
privados que necesitaban ser reservados. Tambien habia secciones
donde cualquiera podia solo quedarse y mirar lo que pasa alrededor.
—¡Más fuerte! ¡Jodeme más fuerte! – Mick, uno de mis otros socios
gritaba a traves de las puertas abiertas. Su último chico juguete,
sumiso, estaba empujando en Mick tan fuerte que estaba sorprendido
de que la mesa no habia colapsado todavia. Mientras la mayoria de los
demonios eran altos y corpulentos, Mick media 1,68 cm y pesaba unos
59 kilos.
—Tengo que echar un polvo – Eaton se quejo mientras frotaba su

creciente errection. No podia condenarle, la escena frente a nosotros
era caliente. Mick estaba tumbado de espalda sobre la mesa de
conferencias que teniamos en la oficina. Sus piernas en el aire, abiertas
ampliamente por el chico juguete, mientras le follaba sin piedad.
—Empezaron antes de lo que lo hicieras tú abajo. Fui a recordarte la 11
reunion.
—¿Han estado hacienda esto todo el rato? – pregunte levantando una

ceja mientras nos acercabamos mas. Sabia que no podiamos llegar al
orgasmo antes que nuestros compañeros de cama, eso aseguraba que
obteniamos la maximas cantidad de lujuria mientras nos alimentabamos.
—Puedes correrte, bebe – Mick gruño. El hombre alto que lo jodia

grito su liberacion como si Mick hubiera pulsado algun interruptor
invisible. El nuevo jueguete de Mike era definitivamente una pieza
caliente, con pelo marron oscuro y ni un gramo de grasa en el. Supongo
que mediria unos 1,88 m y pesaria mas o menos 84 kilos. Miraba como
los musculos de su culo, espalda y hombros del hombre temblaron y se
flexionaron mientras su cuerpo se tensaba con el orgasm. Sacudiendo la
cabeza me diriji a mi oficina.
La planta contenia una area de descanso, la sala de conferencias y

una cocina. Elegimos tonos lijeros, calidos colores que contrastaban con
azules vivoos y abajo verde. Tambien habia seis oficinas en semicirculo
a lo largo de las paredes. De esa manera podiamos ver todo abajo si lo
necesitariamos. La mejor parte era el pequeño balcon que habia en
cada oficina. Eaton era bastante exibicionista y penso en ponerlo. Estare
agradecido para siempre, ya que podia usar el mio para mi diversion.
Cuando entré en mi oficina, escuche a Mick gritar y sabia que se habia

corrido. Me sente en mi silla afelpada detras de mi escritorio, puse los pies
arriba y espere a que los demas se unieran a mi. Cada oficina tenía el
tamaño aproximado de un apartamento tipo studio, con su propia zona
para sentarse. Eaton se sento en uno de los sofas, aun viendo el
espectaculo en el area principal a traves de la puerta que seguia abierta.
—Creo que necesito al nuevo juguete de Mick – dijo Temp entrando

rapidamente. Temp estaba en el lado opuesto del espectro de Mick,
llegaba al 2,03 m y 136 kilos. Ese no era su verdadero nombre, quiero
decir, ¿que tipo de nombre es Temp para un demonio? Habiamos 12
acortado la mayoria de nuestros nombre de dios terrible a algo que se
adaptara mejor a la sociedad.
—Puede pasarse horas entrenandole como un sumiso real que no se

puede correr sin una orden suya.
—¿Te gustaria jugar con Temp, bebe? – Mick pregunto a su nuevo

chico mientras le llevaba en la oficina.
—Si me lo pide, Mi Unico – el hombre respondio, mientras bajaba a

Mick en sus pies.
—Todo el mundo, este es Alex. Alex ellos son mis socios –Mick dijo
mientras presentaba a todos. —Y veremos, si eres Bueno, entonces
puede que te deje jugar con Temp.
—Gracias, Mi Unico – respondio Alex arrodillandose a los pies de

Mick.
—¿Has olvidado algo, Alex? – Mick preguntó, su tono de

desaprobacion. Cuando Alex lo miro con confusion, Mike levanto una
ceja y señalo su culo. —No me gusta sentirme sucio, Alex.
—Lo siento, estaba esperando que me ordenara que lo hiciera –

suplico Alex alcanzando a Mick.
—¿Tengo que limpiar siempre inmediatamente después de hacer el

amor?
—Sí, a menos que yo te diga lo contrario, bebé, - respondió Mick, su

características ablandandose. —Yo no te dije sin embargo, me disculpo
por enojarme. Limpiame bien bien y te prometo que recompensare esta
noche.
—Gracias, mi amor. Alex suspiró, visiblemente aliviado. Él se movió 13
detrás de Mick, y tenía una fantástica vista de la larga lengua de Alex
lamiendo su propio semen de culo de Mick.
—Su lengua es increiblemente larga, - le dije, - increíblemente difícil de

conseguir.
—Mi nuevo bebé es cambiaformas de tigre, - Mick respondió, luego

gimió cuando Alex extendió las mejillas de su culo.
—Él es muy oral y le encanta el sabor del semen, incluso el suyo si lo

lame de mi cuerpo.
—Oh mierda, - Temp gimió y se frotó la ingle. ¿Crees que nos podría
tomar a todos nosotros?
—Si él es muy, muy bueno, puede ser que le permita jugar. Pero no
estoy inclinado a compartirlo como lo hice mis juguetes anteriores, -
Mick respondió, y por un segundo, vi a Mick sonreir antes de controlar
sus rasgos. Planeo mantenerlo muy ocupado la mayor parte del tiempo.
—Tú eres el único Dom que conozco al que le gusta estar abajo. Sark
rió entre dientes mientras se unió a nosotros. Siento llegar tarde, pero
tuvimos una revuelta después de que tu pequeño show abajo, Cal.
—Mi objetivo es complacer,- le contesté, sonriendo ampliamente. Hice

un gesto a Alex que estaba gimiendo con entusiasmo mientras comió
culo de Mick. No me parece que sea el único.
—Siempre encuentras a los mejores chicos, Mick. ¿Cómo lo haces? -

Preguntó Sark mientras se sentaba.
—El hecho de que sean grandes y bien construidos no quiere decir que
no quieran una mano firme, - respondió Mick. Y a algunos no les gusta
los hombres más fuertes que ellos mismos, les gusta que sus hombres
tengan pinta de twink. Pero les doy algo tan bueno como lo que tomo, y 14
es por eso que son leales a mí. ¿No es así, cariño?
—Sí, mi amor. Me ha tratado mejor que cualquier maestro que he

tenido, - respondío Alex, terminando su tarea. Se movió alrededor Mick,
todavía de rodillas y lamió la corrida de Mick de su estómago.
—¿Qué te he dicho sobre esa palabra, Alex? Ya sabes lo que me

ofende que pienses en mí como tu maestro.
—No, yo no pienso en ti de esa manera. Te lo juro, Mi Unico, - Alex

tartamudeó. Vi loss músculos de la espalda sacudiendose mientras
agarraba las caderas de Mick. —Yo simplemente estaba diciendo que
usted es un dios en comparación con la forma en que otros Doms me
han tratado en el pasado. No quería decir que eras mi amo, sé que
odias el término. Mick estudió al hombre durante varios momentos,
causando que Alex le agarara mas fuerte.
—Está bien, cariño. Te creo.
—Gracias, mi amor,- dijo Alex, enterando su rostro en la ingle de Mick.

—Nunca me perdonaría si alguna vez te hiriera u ofendiera.
—No lo has hecho,- Mick respondió, acariciando el rostro de Alex,

dandonos una mirada de su lado más suave. —Me gustaria sentarme
ahora, Alex.
—Sí, mi amor. — Alex ronroneó, inmediatamente se puso de pie antes

de sentarse en uno de los sofás, tirando a Mick en su regazo.
Definitivamente tenía una de las más extrañas relaciones D / s que he
visto, pero ambos parecían felices. Ahora que Mick estaba limpio y
sentado, los vistió con un movimiento de su muñeca. Uno de los
truquitos de los que disfrutabamos como demonios. No parecía que
parara la atención de Alex a Mick, pasando sus manos por todo el
cuerpo del hombre más pequeño.
—Bueno, eso fue divertido de ver, pero les llame a esta reunión por 15
una razón, - les dije, aclarando mi garganta para llamar la atención de
todos. Era difícil a veces cuando tenías a cinco demonios de la lujuria en
una habitación conseguir que se enfocaran. Bueno, y una pieza muy
caliente de hombre con una enorme lengua.
—Sí, ¿y cual es la gran emergencia por la que nos reunimos? - Eaton

preguntó cuando volvió su atención de nuevo a mí.
—Beck dijo que había algunos halfers tratando de colarse esta noche, -
le contesté, todo el mundo se quedo quieto y tenso. Beck es nuestro jefe
de seguridad y probablemente el más hardcore y rudo demonio de la ira
que jamás había conocido. Los halfers, demonios sanguíneos
completos los llamaban, eran demonios que alguna vez fueron
humanos. Habían muerto, ido al infierno, y perdido la humanidad que
alguna vez poseyeron. Los halfers eran los demonios desalmados en los
que la mayoría de las películas de terror y libros se basan.
Los demonios de la lujuria, por el contrario, han nacido de esta manera,

igual que los ángeles. Y como hay siete castas de demonios, lo que los
humanos conocen como los siete pecados capitales, las mismas existe
para los ángeles.
—¿Consiguieron a alguien del club? Preguntó Sark, inclinándose hacia

adelante y apoyando los antebrazos en las rodillas. Los halfers eran
incapaces de sentir cualquier emoción, a menos que encontraran a
alguien que habia estado en contacto con un demonio de sangre
completa. Si un halfer jodia al jovencito o Mike después de lo que
hicimos antes, él se sentiría toda nuestra lujuria. Y para alguien que una
vez fue humano y ya no sentía nada, eso significa mucho. Las
longitudes que estaban dispuestos a llegar a sentir fueron
impresionantes.
—No, Beck los vio de inmediato,- le contesté, sacudiendo la cabeza. —

El problema fue que había cuatro de ellos juntos. Normalmente son
solitarios, por lo que éstos son diferentes por cualquier razón. Pensé que 16
era algo que cada uno necesitaba saber.
—Estoy de acuerdo, - respondió Temp, pasando los dedos por el pelo.

Beck ha estado tratando de conseguir algunos demonios de la ira aquí
para el nuevo club. Creo que hasta que no sepamos lo que está
pasando, hay que tener un poco más de cuidado fuera viendo los
estacionamientos y las personas que salen. Sería muy malo si la gente
comenzara a desaparecer despues de estar aquí.
—Además, hemos cerrado el acuerdo sobre la nueva ubicación, Mick

añadió, moviendo las manos de Alex a los costados para que no se
distraiga. Alex lo tomó con calma, cerrando los ojos y descansando
ahora que había sido despedido. —Quiero decir, yo no quiero que nadie
salga herido, me preocupo, es sólo que encontrar el lugar perfecto para
nuestro próximo club ha sido un dolor de cabeza, no quiero que nada
estropea esto.
—Sabemos que no eres una rata hijo de puta, Mick, - le contesté,

mirando a su alrededor. Bueno, ¿todos estamos de acuerdo sobre la
adición de más seguridad hasta que sepamos lo que está pasando?
—Sí, pero creo que también debemos mantener el sexo en público con
extraños al mínimo hasta que resolvemos esto, - dijo Sark. Creo que
ayudará con los ojos no seamos capaces de mantener fuera del club.
—De acuerdo, respondí cuando vi a los otros asintiendo. Aunque era un

buen plan, no parecía quitar la preocupación que vi en los rostros de mis
amigos. Si los halfers comenzaban a agruparse, podríamos tener
problemas mucho más grandes que algunas de nuestras sobras siendo
utilizadas por ellos.
17
CAPÍTULO 2
La noche siguiente me estaba apoyado en la barandilla del balcón

conectado a mi oficina, viendo un espectáculo fascinante. Si alguna vez
me habria dado por ir a por una mujer, la que iba con los cuatro chicos
habría sido la que yo elegiria. Ella era preciosa y muy dotada. Una polla en
su coño, una en su culo, mientras chupando otra, y dandole al cuarto tipo
un trabajo de mano. Una vez que la gente perdia sus inhibiciones en la
puerta, este tipo de cosas sucedia con frecuencia. Al igual que el
maravilloso espectaculo de la mujer y los cuatro hombres que yo estaba
viendo.
Un pequeño destello llamó mi atención a la entrada. Mirando por encima,

hice una doble toma cuando vi que un fae estaba aquí solo.
¡Mierda! Gruñí en mi cabeza mientras corría hacia el ascensor. Al pulsar

el botón de la planta baja, movia mi pie impacientemente mientras
esperaba. Tan pronto como se abrieron las puertas, yo estaba fuera de allí
como un tiro. Me abrí paso entre la multitud, la mayoría de ellos me dieron
una mirada llena de lujuria cuando pase junto a ellos.
—Los fae no están permitidos aquí,- le dije mientras agarrasba el brazo

del pequeño hombre y vi que era impresionante. Media alrededor de
1,65m y unos 57 kilos de hombre caliente. Sus cortos rubios, casi blancos
rizos y ojos lavanda profundos eran tan seductores, cualquiera daria todo
lo que poseyera por una noche con él. Tocarlo me dio todo tipo de lecturas
en la cabeza. Especialmente un Fae completamente virgen. Vas a tirar al
club en un completo caos y salir herido.
—Mi nombre es Gabe, - dijo una voz suave; era casi musical. Pero 18
entonces, los fae eran más atractivo incluso de lo que los demonios. —No
Fae.
—Estás bromeando, ¿verdad? -le pregunté, tirando de él hacia la

puerta. Yo sé lo que eres, chico.
—Por favor, no me hagas volver ahí, - Gabe rogó, tratando de escapar.

Vine aquí para ocultarme, alguien me está siguiendo.
—Sí, claro,- le contesté mientras caminábamos de vuelta a través de las

puertas. Era temprano en la noche del domingo, por lo que, por una vez,
no había una cola en la puerta. Al pasar el gorila, hice un gesto al hombre
que estaba sosteniendo. ¿Qué estabas pensando, al dejar pasar un fae?
—Lo siento, Cal, yo no lo sabía. Nunca he visto un hada antes,

respondió, retorciéndose bajo mi mirada. Me di cuenta de que era uno de
los chicos nuevos y calmé.
—Sólo porque soy gay no me convierte en un hada,- gritó Gabe,

tirando de su brazo lejos de mí. Y yo creo que es muy malo que lo digas.
—He venido a buscarte, Cal.
Yo comparti una mirada con el demonio de la ira, que simplemente me

dio un encogimiento de hombros. Volviendome hacia el fae, vi que varios
halfers se nos acercaban. En un instante me trasladé frente a Gabe,
sosteniéndolo detrás de mí.
—Dile a Beck tenemos un código seis y llevale a Gabe a Mick. Está

trabajando la barra, gruñí, empujando al fae hacia él. Centrándome de
nuevo en las halfers, uno parecía ser líder en el resto.
—¿Qué estás haciendo aquí? Sabes lo que somos y lo que puedo

hacerte.
—Sólo hay uno de ustedes. El halfer rió. Danos al fae y nos iremos, sin 19
violencia. Todo lo que queremos es al fae.
—¿Por qué? El fae no tiene poderes que puedan ayudarle. Tuviste tu

oportunidad de tener una buena vida, y la soplaste, - le grite, sintiéndose
muy protector con el pequeño fae por alguna razón. Y un poco culpable
por no haberte creido.
—Danos al fae o vamos a destruir su club y a todo el mundo dentro de

él,- dijo con calma el halfer, pero podía ver la ira en sus ojos y sabía que
había llegado a él. Los halfers eran horribles a la vista, sus cuerpos y
rostros retorcidos con sus pecados.
—No va a pasar, halfer,- le contesté, viendo a mi equipo saliendo a

apoyarme. Y no estoy sólo yo aquí. Siempre tenemos un montón de
demonios alrededor. ¿Aún así creo que puedes con nosotros?
—Ah, sí, respondió el halfer, y vi un montón más de ellos salir de las

sombras. Antes de que pudiera contestar, empezaron a correr hacia
nosotros, que era estúpido de su parte. Los halfers tenían un montón de
poderes que no usaban. Los demonios de la lujuria controlaban el fuego
y los demonios de la ira usaban el hielo.
Mick fue el primero en dar rienda suelta a su fuego, disparando fuego

hacia los halfers más cercanos. El resto de nosotros se unió. A pesar
de que no podía matarlos, si los dejabamos crujientes, su esencia o lo
que sea de lo que estaban compuestos era enviada de vuelta al
infierno. Después de que habíamos frito varios de ellos, el resto
comenzó a darse la vuelta y correr.
Beck y sus chicos intervinieron luego, apagando los incendios

residuales. Beck era sobre el tamaño de Temp, pero incluso más
amplio en los hombros.
—Vamos a limpiar esto,- dijo Beck, con un guiño mientras se volvía

para apagar nuestros fuegos.
—Gracias, Beck,- Mick respondió mientras nos dabamos la vuelta y 20
nos dirigiamos adentro.
—¿Dónde está el fae? - le pregunté.
—Tengo a unos de los demonios de la ira detrasde la barra mirando

por el,- Mick explicó cuando entrabamos por la puerta. Sabes que nunca
me pierdo una pelea.
—Gabe,-dije en voz baja, corriendo hacia el bar. Algo dentro de mí

tenía que ver que él estaba bien con mis propios ojos. Lo vi acurrucado
en un rincón detrás de la barra. —Gabe, está bien ahora. Se han ido.
—¿Que eran esas cosas? -preguntó él, los ojos muy abiertos y
mirando alrededor. ¿Por qué me quieren?
—No lo sé, pero estas bajo nuestra protección ahora, -le contesté,
sosteniendo mis brazos hacia él. Gabe parecía pensar un momento
antes de lanzarse a sí mismo en mi abrazo. Traté de ignorar el hecho de
que se ajustaba perfectamente a mi y que se sentía correcto sostenerlo.
—Vamos a resolver esto, bebé.
—Debería estar enojado contigo por llamarme hada, él se rió,

secándose los ojos. Se acurrucó más cerca de mí, envolviendo sus
brazos alrededor de mi cuello. Moví sus piernas por encima de mi
cintura mientras me dirigía hacia los ascensores. Temp levantó una ceja
hacia mí mientras sostenía la puerta hasta que yo estaba dentro con
ellos.
—Gabe, no tiene nada que ver con tu sexualidad, -le susurré al oído.
Soy gay también, todos en este ascensor lo somos, es lo que eres...
Eres un fae
—Yo soy humano, respondió, inclinándose hacia atrás para que

pudiera mirarme a la cara. Vi que no parecía tan convencido como lo
había hecho antes. ¿No lo soy?
—No, pequeño, eres muy fae, Temp dijo entre dientes, haciéndome 21
mirarlo. Él y mis otros socios se sostenían a sí mismos hacia atrás como
si estuvieran teniendo problemas con su control. Cuando las puertas del
ascensor se abrieron, que de inmediato se apresuraron fuera como si
necesitaran aire.
—¿Qué pasa con ustedes? -les pregunté, completamente sorprendido

de cómo actuaban.
—¿Cómo mantienes el control, Cal? -Eaton me preguntó, apoyandose

en la mesa de conferencias. Tengo problemas intentando no coger al
fae y follarlo en el suelo.
—Chicos, hemos tenido faes aquí antes, -respondi lentamente. Había

algunos faes que contratamos como entretenimiento en el club una vez
al mes. Teníamos que tener mucho cuidado, teniendo seguridad
adicional alrededor, ya que los faes eran objeto de fascinación para los
seres humanos. En realidad, eran atractivos para casi cualquier cosa
con pulso, pero los seres humanos no entendían por qué se sientian
atraídos por ellos.
—Por favor, no dejes que me violen, -dijo Gabe suavemente, aferrarse

a mí para salvar su vida. Pensé que eran tus amigos.
—Lo son, Gabe. Ellos no te harán daño,-le contesté, mirando a mis

cuatro amigos mientras le abrazaba mas cerca. No entiendo lo que está
pasando con ustedes.
—Él es un virgen, ¿no? -preguntó Temp, corriendo al otro lado de la

mesa grande. Es por eso que estamos teniendo problemas. Los faes
virgenes son aún más tentadores y atractives que los faes regulares.
—¿Cómo lo sabes? -Gabe respondió, sus ojos ampliandose cuando se

volvió a mirarlos. He sido prometido a Cal.
—¡Alex! Mick gritó a su chico que aparecio en la puerta de la oficina en 22
un instante. Los ojos de Alex se agrandaron mientras se movía hacia
nosotros como si estuviera en trance.
—¡No, Alex! No puedes tener al fae.
—Pero yo lo quiero. -Alex gimió cuando Mick arrastró al cambiaformas

de nuevo en su oficina.
—No, pero me vas a joder en este momento -Mick gruñó, cerrando la

puerta detrás de ellos.
—¿Puede alguien llamar a Alejandro? Tenemos que conseguir esto

resuelto, -dije, caminando lentamente hacia mi oficina. Los ojos de todos
nos siguieron, como si estuvieran acechando a sus presas. —¡Chicos,
salid de aqui! Necesitamos ayuda aquí. ¿Por qué los halfers estan
detras de este fae?
—Bien, estoy en ello, respondió Eaton, saliendo primero de la oficina.

Le diré que aparezca en tu oficina.
—Gracias, -le contesté antes de cerrar la puerta de mi oficina para que

Gabe y yo estuvieramos solos.
—¿Cómo es que parece que no me quieres? -Gabe susurró en mi

cuello. No podía estar más equivocado, porque yo lo quería más de lo
que jamás quise a cualquier ser en toda mi existencia.
—Si te quiero, Gabe, pero soy un demonio de la lujuria. Vírgenes como

tu no encajan realmente con nosotros, -le contesté con cuidado.
—¿Demonio de la lujuria? ¿Es por eso que te quiero que tan mal? -
preguntó, sus manos vagando sobre mis hombros.
—Probablemente, -le contesté, triste por primera de vez que alguien

me quisiera por ser un demonio. Nunca había sentido eso antes, este
deseo de que Gabe me quisiera porque yo era Cal, no un demonio 23
lujuria. —Eaton está llamando en un fae que conocemos y que nos
ayudará a resolver esto.
—Pero yo quiero estar contigo, -respondió Gabe, frotándo las caderas

por encima de mi estómago.
—Gabe, tienes que comportarte o si no, no vas a ser virgen mucho

más tiempo. Gemí, manteniéndolo inmóvil.
—Quiero que me tomes, -ronroneó, besando mi cuello. Nunca he

querido a nadie nunca, Cal. Pero te quiero.
—No puedo, Gabe, -dije, tirando de él fuera de mí y dijandole en sus

pies. Eres demasiado inocente para involucrarte conmigo o mi mundo.
—Ahí es donde podría estar equivocado, Cal, - Alejandro respondió,

apareciendo en frente de nosotros. Tenía todas las características
típicas fae, muy magro con el pelo rubio y los ojos llamativos. La única
diferencia es que él era más alto que cualquier fae que había conocido.
Instintivamente empujé Gabe detrás de mí, como para protegerlo.
—Gabe es su compañero.
—¿Qué significa eso? Le pregunté, sintiendo de repente la necesidad

de sentarme. Cogí una de las sillas y me desplomé la mismo tirando a
Gabe conmigo, en mi regazo.
—Wow, eres hermoso. Gabe susurró, mirando a Alejandro.
—Así que eres sprite, -Alejandro respondió. —Gabe es huérfano. Él

ni siquiera sabía que era fae hasta que se lo dijiste, Cal.
—Tengo esa parte, -le dije, sosteniendo Gabe contra mi pecho. ¿Por
qué los halfers lo quieren tan mal?
—Si un halfer está involucrado en la primera vez que un fae, pueden 24
recuperar su humanidad, -explicó Alejandro, sentadose frente a
nosotros. Yo creo que lo quieren para lo que ustedes llamarían un
“gang bang”. Todos ellos se turnarian con Gabe, y ya que todavía
técnicamente todavia seria su primera vez, todos ellos serían capaces
dee recuperar lo que habían perdido. Pero esto no puede suceder.
—¡Por supuesto que no! No voy a dejar que ellos violen a Gabe, -
exclamé, envolviendo firmemente mis brazos alrededor del hombre
más pequeño.
—No sólo eso, sino que le quitarian la esencia a Gabe y hacerle

mortal, -Alejandro respondió. Gabe es un sprite, un fae muy raro. Es
por eso que, cuando sus padres murieron, optamos por esconderlo
entre los humanos de confianza.
—¿Es por eso fue atacado el convento? -preguntó Gabe, las

lágrimas en sus ojos. Grande, no sólo era una virgen, él creció
alrededor de monjas.
—Dime lo que pasó, sprite, -Alejandro ordenó, no muy gentilmente,

consiguiendo un gruñido de mí en respuesta. Alejandro me sonrió
ampliamente. Y eso sería por qué usted es su guardian.
—¿Qué significa eso?
—En primer lugar, tengo que saber qué pasó con Gabe, -respondió
en un tono más suave esta vez. Por favor, dime cómo llegaste aquí,
pequeño.
—La hermana Catherine me despertó en medio de la noche, -Gabe

empezó a decir, temblando en mis brazos. Sin pensarlo, froté las
manos sobre él, tratando de calmar sus nervios. "Ella me dijo que me
vestiera rápidamente y me entregó un sobre. Tenía mucho dinero en el
y un ID para mí. Ella dijo que fuera a buscar Cal en Las Vegas, que era
quien me protegería ahora. Nos colamos por la entrada trasera del
convento, y ella me llevó a una estación de tren. Ella me dijo que no 25
hablara con nadie más que con Cal, y no había instrucciones sobre
cómo encontrarlo.
—¿Has venido aqui por mi? Le pregunté, mirando de Gabe a

Alejandro. Porqué soy un demonio lujuria ¿sabes lo que eso significa?
—Significa que usted es el perfecto protector y compañero para un

sprite, -contestó Alejandro. Ellos necesitan mucho más de un
compañero que la mayoría de las hadas. Los sprites son muy raros y
preciados, Cal.
—Los demonios no se aparean, Alejandro, dije, entrecerrando los

ojos. ¡Y sabes cómo me alimento! ¿Cómo puedo tener un compañero y
joder a los demás? Eso no está bien.
—¿Podre mirar? -preguntó Gabe, llamando mi atención de nuevo a

él. La expresión de su cara estaba llena de calor y deseo.
—Y ahora que entiendes por qué él es perfecto para ti. Alejandro rió
entre dientes, confundiendome aún más. Los sprites estan mucho en
compartir y mirar. No puede alimentarse de su lujuria, por lo que tendrá
que seguir con los demás. La otra diferencia es que los sprites pueden
tener hijos da igual si son hombres o mujeres.
—¿Quiere que le deje embarazado? -di un grito ahogado. Yo no

había perdido la parte de Gabe queriendo verme con alguien más, la
idea llegó mi cerrebro. ¿Pero embarazarlo? Eso era nuevo, incluso
para mí.
—Los demonios no pueden reproducirse.
—Sí pueden, si se les da un compañero, -Alejandro respondió

suavemente. Sé que esto es mucho para tomar, pero fueron
especialmente elegidos, Cal. No eres un malvado demonio... Eres uno
de los demonios más amables que he conocido, mi amigo, y es por eso 26
que se te dio tal regalo.
—¿Por quién? Le pregunté, levantando una ceja.
—Por alguien que esta muy por encima de mi. Él se rió entre dientes.
Tan pronto como tomes su virginidad, sus amigos se calmarán y van a
verlo como un fae normal. Estara también protegido de los halfers. Ellos
lo quieren por su virginidad. Después de perderla, ellos ya no lo
buscaran más y se quedan muy lejos. Sprites son también los más
fuerte de todos nosotros, capaces de matar halfers, no sólo enviarlos de
vuelta al infierno.
—Mierda, -contesté, mis ojos muy abiertos. Gemí cuando sentí la

mano más pequeña de Gabe desabrochando la parte superior de mi
camisa y correr sus dedos sobre mi pecho.
—Voy a dejar que ustedes dos se conozcan, -dijo Alejandro, de pie.

Si tiene más preguntas, sabes cómo encontrarme.
—Espera, ¿qué pasa con la descendencia? Le pregunté, sosteniendo

la mano de Gabe todavía.
—Van a tener muchos sprites, pero tendrán algunos de sus poderes,

así, contestó. No van a ser parte demonio si eso es lo que le preocupa.
—Eso es parte de ello, -le contesté con sinceridad. ¿Qué pasa si no

puedo hacer esto, Alejandro? Mira mi vida. ¿Crees que esto es un
lugar para un fae inocente y los niños?
—Es perfecto en realidad. Alejandro rió. Conozca a Gabe y verá por

qué. Si me necesitas llámame, si no, espero oír de ti tan pronto como
comienze a tener nauseas por la mañana.
—Espera, yo no he estado de acuerdo con esto, gruñí, de pie

mientras ponia Gabe sobre sus pies.
—¿Tú no me quieres? Gabe preguntó en voz baja, sus ojos 27
llenandose de lágrimas.
—No, cariño, no estoy diciendo eso en absoluto, -le contesté,

inclinándome para besar su frente. Es sólo que no creo que pueda
subyugarte a mi vida.
Mirando hacia atrás a Alejandro, vi que ya había desaparecido. Idiota,

me dije a mí mismo.
—Pero yo soy tuyo, Cal. Siempre he sabido que soy tuyo, -Gabe me
dijo. Yo sabía que no era un ser humano normal, pero las hermanas
nunca me dije que era fae. Ellas me prepararon para el día iba a estar
con ustedes. Yo tenía miedo ante la idea de pertenecer a un extraño
que tendría que satisfacer, pero al conocerte, es todo lo que quiero
hacer.
—Gabe, yo no sabía nada de esto, ¿de acuerdo? Necesito unos

minutos para digerir todo esto, -le respondí con suavidad. Y no sabes
nada acerca de mí.
—No importa, yo te pertenezco, -dijo, quitándose la camisa antes de

comenzar a trabajar en sus pantalones. Voy a hacer lo que sea, ser
quien sea necesario que yo sea para que siempre estes feliz.
Mi mandíbula casi cayó al suelo ante sus palabras. ¿Qué dices a eso?
Y mientras veía al hombre hermoso delante de mí que seguia
quitandose la ropa, yo no queria decir nada que lo parara. Y ¿no me
hacia eso un hijo de puta?
28
CAPÍTULO 3
—Gabe, por favor, necesito que pares, -le susurré, momentos más
tarde, cuando empezó a desvestirse. Yo estaba babeando mientras veía
el movimiento de su ágil cuerpo, pero sabía que no habría vuelta atrás si
no me detenía ahora. —Por favor, cariño. Necesito que te vistas así
puedo mostrarte algunas cosas antes de que no haya vuelta atrás.
—Como quieras, -respondió, mirandome completamente aplastado.

Rápidamente, tiré de él en mis brazos y puse mi boca en la suya. Él
gimió maravillosamente y abrió los labios para mí. Barrí mi lengua por el
interior de su boca antes de retroceder.
—No es que no te quiero, bebe, -susurré contra sus labios. Quiero que
sepas bien en lo que te estás metiendo. El hecho de que las hermanas y
Alejandro dicen que me perteneces, no significa que no tienes nada que
decir en ello. Si hacemos esto, yo quiero que sea porque quieres estar
conmigo. No porque creas que tienes que hacerlo.
—Yo te quiero, -dijo Gabe, sonriéndome mientras se ponia sus

vaqueros. Yo estaba triste de verlo verlo de nuevo. Para ser un hombre
tan pequeño, tenía una enorme polla. Y él estaba completamente sin
pelo, cosa que yo siempre había encontrado excitante.
—Hay cosas sobre mí que necesitad saber, Gabe, -le expliqué 29
mientras se ponía su camisa de nuevo. Me alimento de la lujuria de los
demás, lo que significa que tengo que estar involucrados en las
actividades.
—Me gusta la idea de verte con alguien más. Gabe ronroneó,

frotandose sobre mí como si fuera un gato.
—Te gusta, ¿verdad? Le pregunté con dureza. Está bien, vamos a ver
si esto es lo que realmente quieres.
Cogí su mano y tire de él fuera de la oficina. Por la apertura de la puerta

del despacho de Mick, vi que estaba inclinado sobre el sofá y follado por
Alex.
—Mick, necesito un favor. ¿Puedo pedir prestado Alex? Le pregunté,

dejando caer la mano de Gabe.
—No, pero puedes participar. Mick jadeó, dándome poco de lubricante

para mí. ¿Te gustaría que Cal te jodiera, nene?
—Mucho si eso sería complacerte, mi Unico. Alex gruñó mientras

empujaba en el agujero de Mick. Rodé los ojos mientras me dirigía a
ellos. Tomando la botella de lubricante de Mick, me moví a su alrededor,
así que estaba detrás de Alex.
—Me gusta que siempre use un plug. -Mick rió, al ver la sorpresa en mi
cara cuando vi el gran plug en su culo. Es lo mantiene constantemente
juguetón.
—Apuesto a que si, -le contesté, desabrochandome la bragueta y

empujando mis pantalones y boxer hasta las rodillas. Rocíe un poco de
lubricante en mi polla y lo frote antes de sacar el plug. Sujetando mi
polla, me empujé hacia adelante, el cuerpo de Alex se abrió muy bien y
casi me contuvo dentro. Empecé a un ritmo fuerte y rápido, bebiendo la
lujuria de Alex mientras golpeaba en su culo.
Al oír un grito desde la puerta, vi la boca de Gabe colgando abierta 30
mientras nos miraba.
—Esto es lo que hago para alimentarme. Gruñí mientras jodia el culo

de Alex. Follo y dejo que otros me chupen, alimentándome de su lujuria,
Gabe. ¿Es esto lo que quieres? ¿Un compañero que jodera con los
demás por lo que necesita?
Yo sabía que estaba siendo un completo bastardo, pero pensé que la

brutal honestidad era la única manera de conseguir que Gabe viera lo
que realmente era.
Él me sonrió ampliamente mientras caminaba hacia nosotros. Gabe se

acercó y me tocó el culo con las manos. La oleada de poder que sentí
me hizo disparar mi carga a Alex al instante. Alex y Mick tuvieron la
misma reacción, gritando en voz alta como llegaron.
Después de correrme, me dejé caer de rodillas mientras Alex se

derrumbaba encima de Mick.
—¡Eso fue fantástico! ¿Puedo probar a su fae? Mick se quedó quieto,

tratando de recuperar el aliento.
—De ninguna jodida manera, -gruñí, volviéndome hacia Gabe. Es

posible que me guste compartir, pero yo no voy a compartirte.
—No es realmente compartir si estoy involucrado, -Gabe respondió

mientras se arrodillaba frente a mí. No me gusta la idea de que te
escabulles y folles a alguien a mis espaldas, Cal. Pero me encantó ver
que lo jodias, sabiendo que podía tocarte y unirme.
—¿En serio? Le pregunté al mismo tiempo que Mick. Gabe asintió

mientras tomaba mi mano y la movió a la bragueta de sus pantalones
vaqueros. Sentí su polla tan dura que estaba a punto de romper la tela.
Así que, ¿mientras yo no haga esto sin ti, estás bien con éllo?
—No solo estoy bien con ello, sino que me excita. -Gabe ronroneó, 31
lamiendo el lado de mi cuello.
—Realmente eres el virgen más sucio que he conocido, -Mick dijo,

levantando la cabeza para mirarnos. ¿Y cómo hiciste para que
corrieramos así? Alex no llega al clímax a menos que se lo ordene y los
demonios de la lujuria no pueden venirse hasta después de que
nuestros socios hagan.
—No lo sé. ¿He estropeado su alimentación? -preguntó Gabe, su labio

inferior sobresalía en el puchero más sexy que jamás había visto.
—No, para mí, fue increíble, -Mick exclamó mientras él y Alex se

levantaban. Todavía siento las olas de poder a través de mí.
—Yo también, -le dije, dándome cuenta de que podría haber sido la
mejor alimentación que jamás había tenido. Alex, ¿estás bien?
—Estoy completamente agotado, pero no más que si hubiera hecho el

amor con mi Unico durante horas, -Alex respondió con un encogimiento
de hombros. Soy un cambiaformas, sin embargo, nos recuperamos
rápidamente.
—Es por eso que eres el bebé perfecto para mí, -dijo Mick,
envolviéndose alrededor de Alex cuando el hombre se sentó. No más de
período de prueba, Alex. Quiero que vivas conmigo y ser sólo mío.
—¿Realmente, mi amor? -Alex exclamó, envolviendo sus brazos

alrededor de Mick. ¡Me haces tan feliz, mi Único!
Con un movimiento de mi mano, metí mi polla de nuevo en mis

pantalones y subí la cremallera. Tomé la mano de Gabe y
tranquilamente nos lleve fuera de la habitación, cerrando la puerta
detrás de nosotros.
—Creo que necesitan un tiempo a solas, Gabe, -le dije mientras nos 32
dirigía a los ascensores.
—Quiero mostrarte mi lugar.
—¿Quieres hacer el amor conmigo allí? -preguntó Gabe, su rostro

brillando. Esperé hasta que estábamos en el ascensor, pasé la tarjeta, y
pulsé el botón para mi piso, antes contestador. Cada uno de nosotros
tenía una planta para nosotros, y varios pisos por encima que eran los
apartamentos más pequeños para los empleados y casi todos los
demonios de la ira con los que trabajamos. Los cinco de nosotros
diseñamos cómo quisimos nuestras propias plantas. Yo estaba en el
sexto piso de nuestro edificio de quince pisos.
—¿Esto es realmente lo que quieres? ¿Estar acoplado a un demonio

de la lujuria y tener a nuestros hijos? -Le pregunté, mirándolo con
cuidado.
—No cualquier demonio de la lujuria, Cal. Quiero estar acoplado a ti, -

respondió, mirándome fijamente. Él saltó a mis brazos cuando los abrí,
envolviéndose alrededor de mí. Tuve que admitir, se sentia tan perfecto
en mis brazos, como si estuviera destinado a ser mío.
—Quiero hacerte feliz.

—La idea de tener hijos es un poco rara para mí, pero cuanto más
aprendo de ti más me gusta la idea. ¿Puedes imaginarlo? Tener un
pequeño Cal corriendo alrededor de nuestro.
Pensé en ello durante unos instantes. El ascensor se abrió, y
salimos. Realmente me encanta la idea de que nuestro hijo creciendo
dentro de Gabe.
—Sí, cariño. Me gusta mucho la idea. Si hacemos esto, prometo que
siempre te protegeré y te pondre en primer lugar.
—Y te prometo que siempre estaré ahí para ti y hacerte feliz, -Gabe 33
respondió, besando mi cuello. Por favor, Cal, ¿harás el amor
conmigo?
—¿Cómo podría rechazar una oferta así? -Gemí, frotando mis manos
sobre su pequeño culo apretado mientras haciamos nuestro camino a
mi habitación
—Afortunadamente no puedes. -Gabe se rió. Me encantó el sonido de
su risa, e hizo que me pusiera duro como una roca sabiendo que era
sólo para mí.
—Tampoco quiero. -Gemí mientras él se pegaba a mi oído. Con un
gesto de la mano, nos desnude tirándole sobre la cama.
—Ese es un truco muy bueno. -Él jadeó mientras miraba mi cuerpo.
Eres tan caliente, Cal. Quiero tocarte, pero es como que no sé por
dónde empezar.
—Empieza por donde quieras, soy todo tuyo ahora, -le contesté,
subiendo a la cama. Puede ser que tenga que alimentarme con los
demás, pero soy tuyo ahora, Gabe.
—Y yo soy tuyo, -dijo, sonriendo hacia mí cuando coloqué mi cuerpo
sobre él. Me encanta que me rodees, me hace sentir seguro y
deseado.
—Oh, eres deseado, mi sprite. -Ronroneé, inclinándome para lamer
sus labios. Gabe gimió, abriendo la boca para mí, y me aproveché.
Empujé mi lengua dentro, explorando a mi pequeño fae caliente. Me
sorprendió succionando mi lengua, como si quisiera engullirme. Como
pasé las manos por encima de su cuerpo, que estaba tan jodidamente
sensible sabía que era un caso perdido.
—¿Cómo vamos a conseguir que esto encaje en mi culo?
Gabe preguntó mientras sus dedos suavemente tocaron mi polla.
—Con mucha preparación y diversión, le contesté, lamiendo un lado
de su cuello. Se retorció y jadeó ante mi atención, haciéndome sentir
de unos diez pies de altura. Seguí haciéndolo, mientras que llegaba 34
por el lubricante en la mesita de noche. Cuando lo tenía, me empecé a
lamer mi camino por su apretado y ágil cuerpo. Presté especial
atención a sus pezones cuando me di cuenta de que eran un lugar
sensible para él. Gabe se volvió loco cuando tomé uno en mi boca y lo
mordí suavemente.
—Por favor, Cal, me siento como que voy a estallar en llamas, -Gabe
gimió.
—Está bien, cariño. -Me reí, amando lo ansioso que estaba por mí.
Yo arremolinaba mi lengua en su ombligo mientras me movía hacia
abajo de él. Cuando llegué a la gran polla que se meneaba en mi cara,
yo sabía que tenía que probar. No pude conseguir sobre que un
hombre tan pequeño tuvo esta gran polla de ocho pulgadas entre sus
piernas. Lamiendo la raja de gemí ante el sabor de su pre-semen.
Sabía a ambrosía y frutas dulces.
—Rocíe un poco de lubricante en los dedos, sonriéndole cuando

extendí más sus piernas para mí. Gabe me dio un guiño de que estaba
listo, y froté mis dedos sobre su agujero apretado mientras chupaba la
cabeza de su pene en mi boca. Al empujar un solo dedo en él, Gabe
gritó en voz alta, su polla estallando en mi boca. Vi la felicidad en su
rostro mientras me tragué todo lo que tenía que darme.
—Lo siento, -susurró, alejándose de mí.
—¿Por qué? -le pregunté, completamente confundido mientras se

abría camino a la cabecera de la cama y se acurrucaba en una bola.
—Me corri, -respondió él, sin mirarme. No pude evitarlo. ¿Cómo voy
a complacerte si ni siquiera puedo mantener a raya mi orgasmo hasta
llegar sexo?
—Escúchame, Gabe, -gruñí cuando llegué por él. Sus ojos se
abrieron como platos mientras agarraba sus piernas y le deslizaba a
través de las sabanas hasta que él estaba de vuelta debajo de mí. Me
incliné hacia abajo, así que estuvimos cara a cara. Me encanta que te 35
diera ese placer. Es caliente la forma en la que respondes a mi tacto y
me quieras tan mal te estás pidiendo por mí. Sabes como el cielo, y yo
planeo hacerte venir así tan a menudo como me sea posible.
—¿En serio? -Gabe se quedó sin aliento.
—Ah, sí, fue jodidamente caliente. -Ronroneé mientras lamía sus
labios. No vuelvas a esconder tu deseo de correrte de mi, Gabe.
—Así que ¿no estás loco?
—Ni en lo más mínimo, -respondí mientras me movía entre sus
piernas de nuevo. Me senté sobre los talones y él sonrió y extendió
sus piernas ampliamente para mí. Mirando su apretado agujero, rosa
que parecía temblar a sólo mi mirada, me puse lo suficiente duro como
para golpear clavos de acero. Pasé los dedos sobre su agujero antes
de empujar un dedo de nuevo en el. Gabe gritó, moviendo sus caderas
plantando los pies en la cama. Mirando hacia arriba, vi el placer y la
lujuria que sentía por mí en su rostro.
—Pellizca tus pezones perfectos para mí, bebé.
Los ojos de Gabe se volvieron salvajes, su boca entreabierta
mientras asentía y se pasaba las manos sobre el pecho. Deslicé en el
un segundo dedo mientras se pellizcaba. Haciendo tijera con los
dedos, vi a mi bebé mientras gemía y se retorcía en mi cama. Gruñí mi
aprobación mientras le aflojaba tan rápido como podia sin hacerle
daño. Momentos más tarde, estaba listo para más, y deslice un tercer
dedo dentro de su culo apretado.
—Me siento tan lleno, Cal, -gimió, empujando sus caderas hacia
abajo en mis dedos. Quiero más.
—Sólo un poco más, cariño. Yo no quiero hacerte daño.
—Nunca me harías daño, ya lo sé, -respondió
Mirando hacia él, vi la confianza y la inocencia en su cara.
—Gabe, ¿cuántos años tienes, cariño? 36
—Acabo de cumplir los veintiún años hace unos días, respondió,
arrugando las cejas juntas. ¿Realmente importa?
—Lo hace para mí porque tengo la intención de corromperte. -Me reí
mientras empujaba en el un cuarto dedo. Cuando entró fácilmente,
estaba convencido de que estaba listo para mí.
Gabe gimió cuando saque mis dedos de el, utilizando aun más
lubricante para cubrir mi polla. Me incliné hacia delante, alineando mi
polla con su apretado agujero y comence a trabajar en él.
—¡Oh, mierda! -Él gritó mientras empujaba más allá del primer
músculo de su culo.
—¿Estás bien, Gabe? -Le pregunté, congelado donde estaba,
preocupado por si le hacia daño.
—Sí, se quema un poco. -dijo Gabe entre dientes, su pene

poniéndose duro de nuevo. No te detengas, Cal. Quiero todo de ti.
—Ya tienes todo de mí, mi sprite, le contesté mientras empujaba

suavemente dentro de él más y más dentro. Mientras me movía dentro
y fuera de él, tuve la oportunidad de meter más de mi polla en él cada
vez. Ambos nos quejamos en voz alta cuando finalmente toque fondo.
Inclinándome, lo besé profundamente mientras movía mis brazos
debajo de sus hombros. Gabe respondió envolviendo sus brazos y
piernas a mi alrededor.
Juro que no había un centímetro de espacio entre nuestros cuerpos.

Me salí lentamente mientras seguimos besando antes de empujar de
nuevo en él con suavidad. Fue entonces que fui golpeado con el
hecho de que ésta era la primera vez que me hacia el amor. No era el
ritmo lento, si no la preocupación que sentía por complacer a Gabe,
más que el deseo de alcanzar mi propio placer.
—Eres todo mío ahora, Gabe. Para siempre mío, bebé, -le susurré al 37
oído mientras sus cortas uñas se clavaron en mi espalda. Yo te
protegeré siempre, mataré a cualquiera que trate de tomarte de mí.
—¡Sí! -Él siseó mientras mordía el lado de mi cuello suavemente. Me
moví encima un poco para que pudiera mirar hacia abajo a su cara.
—No estoy bromeando, Gabe. Ahora que te he tenido, ¡nadie más! -
le dije mientras seguía empujando en él. ¡Dilo, Gabe! Jurame que
siempre serás sólo mío.
—Juro que soy ahora, y para siempre, solo tuyo, Cal. -Él jadeó
mientras aumebtaba el ritmo. Sus palabras me estimulaban
encendiendone como nunca nada lo había hecho. Yo soy tuyo como
mío eres tú. Nadie más puede tenerte nunca.
—¡Todo mío! -gruñí, besándolo con fuerza. Cambie el ángulo en el
que empujaba en él, asegurándome de golpear a su punto dulce con
cada embestida.
—¿Qué demonios es eso? -Se quedó sin aliento, estrujando las
sabanas en sus manos.
—Eso sería tu próstata, Gabe. -Me reí mientras asentía, su boca se
abrió mientras gemía. Tocate a ti mismo, bebé. Quiero verte
acariciando esa magnífica polla mientras te follo.
—Sí, -dijo entre dientes mientras movía su mano hacia su polla. Vi
como pasaba el dedo índice sobre la ranura, mis fosas nasales se
dilataron cuando vi el pre-semen saliendo.
Se acarició un par de veces antes de tensarse, gritando mi nombre
como llegó a su clímax. Los músculos de su culo apretaron mi polla
mientras yo seguía empujando en él.
—¡Gabe! -grité cuando mi orgasmo se apoderó de mí.
Tan pronto como el primer chorro de semen se disparo dentro de él,
sentí más que mi propio clímax. Cerré los ojos, dándome cuenta de
que eran emociones de Gabe. El deseo de ser amado y apreciado era
tan profundo y arraigado en él, que casi me hace llorar. Pude ver 38
cómo, a pesar de que las hermanas fueron buenas con él, que
siempre había querido una familia propia.
—¿Es eso realmente lo que sientes? -Gabe preguntó en voz baja,
sacándome de mis pensamientos y mirándole fijamente.
—¿Sobre qué, cariño? -Respondí, arrugando las cejas juntas.
—Que eres malo porque eres un demonio y no merece el amor, -
susurró, sus ojos llenos de lágrimas. Vi dentro de ti, Cal. No eres el
mal en absoluto. ¿Cuántas parejas has ayudado a encontrarse entre sí
a través de los siglos, para que pudieran tener la felicidad que creías
que nunca podrías tener?
—Un montón, le contesté en voz baja, casi agradecido de que
pudiera ver mis miedos sin tener que decirlas.
—Ven aquí, mi compañero, -dijo Gabe, sonriéndome mientras
extendía sus brazos. Me incliné y lo besé mientras envolvía mi cuerpo
a su alrededor. Él hizo lo mismo, aunque yo estaba teniendo cuidado
de no aplastarlo con mi peso.
—Eso fue todo lo que había esperado y más, Cal.
—Para mi también, bebé. Para mi también. -Le contesté, dándonos la
vuelta así que estábamos cada uno en nuestros lados. Era la primera
vez que me quede con alguien o me acurruque después del sexo.
Infiernos, era la primera vez que incluso lo había querido.
Necesitaba tener a Gabe en un baño caliente, que ayudaría con su
dolor después de su primera vez.
—No me dejes todavía, dijo Gabe, mirándome mientras me movía de
la cama.
—No te voy a dejar, bebé. -Me reí mientras lo levanté en mis brazos.
Vamos a tomar un agradable baño de burbujas para que tengas
demasiado dolor de mañana.
—¿Cuándo podemos hacer eso de nuevo? -Gabe se rió. Sonreí 39
hacia él, mirándolo menear las cejas hacia mí, cuando entrabamos en
el cuarto de baño contiguo. Con un gesto de la mano, la gran bañera
estaba llena con agua tibia y burbujas.
—Me gusta mucho ese truco.
—Es muy útil, -estuve de acuerdo como me metí en la bañera.
Sentandome, coloqué a Gabe entre mis piernas mientras me acerqué
a una toallita. La sumergí bajo el agua, y luego comence a correrla por
todas las partes de su cuerpo, amando la sensación de tenerlo en mis
brazos. Gabe se abrió para mí, gimiendo mientras lanzaba sus piernas
sobre las mías. Besé su cuello y hombros mientras le lavaba el pecho
y el estómago.
—Bebé, si sigues así y vamos a tener relaciones sexuales de nuevo
muy pronto.
—Está bien, -dijo Gabe, poniéndose de pie y agachándose para
descansar las manos en el borde de la bañera. Él movió su culo hacia
mí, dándome una vista fantástica de su agujero, ya extendido desde
nuestro anterior encuentro.
—¡Jodeme Cal!
—Vas a estar adolorido, bebé. -Me reí, moviéndome a su espalda.
Agarrando las mejillas de su culo, lami su agujero dulce un par de
veces.
—¡Oh mierda! ¡oh mierda! -Gabe gimió mientras le bordeaba.
Alcancé entre sus piernas, le acaricié mientras lamía su agujero
fruncido. Gabe estaba gritando y viniendose en ún momento.
—¿Es sprite lo mismo que ninfómano? -Le pregunté cuando Gabe se
hundió de nuevo en mis brazos.
—No creo. -Gabe jadeó mientras él se acurrucaba contra mí bajo las

burbujas. Es como si desde que cumplí los veintiún años he tenido una
erección de la que no puedo deshacerme. Al ver lo caliente que eres y 40
que eres mío ahora no ha ayudado.
—Voy a tratar de ser menos sexy, cariño. -Me reí, tomando la toalla
de nuevo y limpiandole. Después de unos minutos, me di cuenta de
que Gabe estaba dormido. Sonriendo mientras lo limpiaba, me tomé
mi tiempo dulce memorizando cada pulgada del hombre por el que ya
estaba cayendo. Sólo esperaba que era suficiente para hacerle feliz.
41
CAPÍTULO 4
Yo estaba sentado en el bar principal al día siguiente, horas antes de

abrir, leyendo el manual sprite, como Alejandro li llamó. Tenía tantas
preguntas después del poco tiempo que había pasado con Gabe sabía
que necesitaba ayuda. Alejandro acababa de dejarmelo, diciendo que
le informe lo antes posible si Gabe estaba mostrando signos de estar
embarazadi. Eso era algo con lo que todavía tendría que llegar a un
acuerdo.
—Maldito bastardo, -Mike gritó cuando irrumpió hacia mí. Apenas me
había volteado hacia él cuando me golpeó con el puño en la cara.
—Que hice? -Le pregunté, alejándome de él sosteniendo mi barbilla.
Si hubiera sido humano se habría roto con ese tiro. Beck vino
corriendo hacia nosotros, poniendo una mano sobre el hombro de
Mike y bebió toda su ira. Cuando terminó, Mike estaba de rodillas en el
suelo frente a mí, con aspecto completamente derrotado.
—Mike, ¿qué pasa?
—Me has emparejado con Noah, pero él está tomado, -respondió en
voz baja.
La desesperación que sentía en él casi tomó mi capacidad de
respirar.
—Fui a recogerlo para nuestra cita, y un tipo contestó la puerta 42
diciendo que Noah era suyo. No lo compré. El tipo era horrible, las
cicatrices en su rostro y su forma de ser. ¿Por qué Noah quisiera estar
con él?
—Él no lo haría, le dije, echando a Beck hacia atrás. Un halfer llegó
al jovencito con el que estaba la otra noche. Dijiste que su nombre es
Noah?
—¿Ni siquiera sabes su nombre? -Mike respondió, mirando hacia mi
con disgusto.
—Mike, es un club de sexo, no siempre obtenemos los nombres, -le
dije suavemente. Pero sé que Noah esta solo y para ti. No creo que se
está manteniendo lejos de ti porque es lo que quiere.
—¿E-ese tipo le esta haciendo daño? Mike tartamudeó, viéndose aún
más triste.
—¿Qué pasa? Gabe preguntó mientras corría fel ascensor hacia mí.
Sentí tu angustia.
—Uno de los hombres con los que he estado ha sido tomado por un
halfer, -le expliqué.
Yo ya había explicado a Gabe lo que eran y por qué estaban
alrededor anoche.
—Mike, ven con nosotros, necesito que nos muestres donde vive
Noah.
—Pensé que ese tipo estaba tomado. ¿Por qué no debería hacer
algo? -preguntó, caminando con nosotros a la entrada principal.
Me alegré de que todavía tenía el manual de Alejandro.
—No había nada que pudieras hacer, Mike, -le contesté suavemente
mientras le entregaba el libro a Gabe. A ver si hay algo ahí acerca de
cómo se puede matar a los halfers.
—Estoy en ello, -Gabe respondió mientras se subía a uno de los 43
SUV. Una vez que todo el mundo estaba en el, me subí también,
cerrando la puerta detrás de nosotros.
—Mike, hay mucho que no vas a entender en este momento, -le dije
mientras tomaba sus manos. Vamos a traer a Noah de vuelta, eso es
todo lo que necesitas saber. El resto, lo explicaré más tarde.
—Está bien, -dijo en voz baja, y luego dio instrucciones a Beck para
llegar al apartamento de Noah.
El viaje no era largo, pero parecía prolongarse, con todo el mundo
perdido en sus propios pensamientos. Por último, el coche se detuvo y
todos salimos, siguiendo el ejemplo de Mike. Me encogí cuando vi los
apartamentos agujero de mierda en los que Noah vivia. Eso sería otra
cosa de la que me encargaría después de traer a Noah de vuelta.
—Quédate detrás de nosotros, les dije a Mike y Gabe cuando
llegamos a la puerta de Noah.
—Espera, yo sé lo que tengo que hacer, -dijo Gabe, moviéndose a mi
lado.
—Si puedes hacerlo, pero no te pongas en peligro, -le contesté,
dejando que mi voz le mostrara que no me estaba jodiendo. Él me dio
una rápida inclinación de cabeza antes de que Beck diera una patada
en la puerta. Lo seguí, algunos demonios de la ira más detrás de mí
antes de Gabe y Mike.
—¡Es mío! -el halfer siseó cuando entramos en el dormitorio. Hubo
otro con su polla enterrada en Noah, que estaba gritando por ayuda.
—No, no lo es, -gruñí, a punto de freírle. Antes de que yo pudiera
hacerlo, había una luz cegadora que llenaba la sala. Incluso tuve que
taparme los ojos por unos momentos. Cuando se había ido la luz,
tampoco estaban los halfers. Gabe estaba desplomado en el suelo,
pero despierto. Me moví a su lado mientras Mike corrió hacia Noah
—Cariño, ¿estás bien?
—Cansado y hambriento, -Gabe respondió cuando lo levanté en mis 44
brazos. Pero eso fue malvadamente genial.
—Estas encontrando nuevas e inventivas formas de sorprenderme,
cariño, le dije, sacudiendo la cabeza mientras lo sostenia cerca.
—¿Mike? ¿Eres realmente tu, Mike? Noah gritó cuando Mike y Beck
lo desataron. Mike le quitó la venda de los ojos a Noah y tiró
suavemente al hombre más pequeño en sus brazos.
—Sí, soy yo, Noah, -susurró mientras Noah lloraba en sus brazos.
Está bien ahora, Noah. Estás a salvo.
—No me vas a querer ahora, -Noah gimió, tratando de alejarse de

Mike. No después de lo que me hicieron.
—Eso no fue tu culpa, Noah. Todavía te quiero, nene, -contestó Mike,
salpicando de besos el rostro de Noah. Yo nunca voy a dejarte ir,
Noah.
—Beck, consigue que uno de sus chicos empaquen algunas cosas
para Noah, -Pedí, queriendo salir de allí en caso de más halfers
vinierab. También hay que consultar a nuestro médico y decirle que
nos encuentre en el club. Mike, Noah, tenemos que irnos, por si hay
mas viniendo.
—Estoy justo detrás de ti, -Mike respondió agarrando una manta y
cubrió a Noah. Llevé a Gabe fuera del apartamento en ruinas, Mike
siguió con Noé en sus brazos. Hicimos nuestro camino abajo hacia los
SUVs.
—Llevarnos de vuelta, Beck, y que el resto se lleve el otro coche -le
dije al conductor. Miré a Gabe que sonreía ampliamente hacia mí.
¿Por que esa sonrisa?
—Yo lo salvé. Maté a los halfers y salvé a Noah, -dijo, sin dejar de
sonreír. Lo siento, tal vez no es el momento de estar sonriendo, pero
estoy muy orgulloso de mí mismo.
—También estoy orgulloso de ti, bebé, -le contesté, dándole un beso 45
rápido. ¿Que te apetece para comer?
—¿Podemos tener lo que queramos? -Noah preguntó desde mi lado,
acurrucado en los brazos de Mike.
—Tú, querido, puedes tener cualquier cosa y todo lo que quieras, -le
contesté, sintiendo una culpa increíble por lo que le había sucedido.
Tengo un montón de explicaciones que dar.
—Me figure que eras diferente, -dijo Noah en voz baja. Me gustaría
Jimmy John's favor. Eso es lo que mi abu solía darme cuando estaba
triste.
—Por supuesto, -le contesté, saliendo del vehículo cuando se detuvo.
La noche que me encontré con Mike y Noah, he leído la mente de
Noah y vi que estaba sufriendo por una pérdida reciente. Ahora que
pensaba en ello, tenía toda la historia. Mirando hacia abajo a Gabe,
pude ver que él también lo hizo. La abuela de Noé había fallecido
recientemente y era la única familia que jamás había tenido.
Cuando vi al doctor que llamabamos de vez en cuando, le di un guiño
para que se uniera a nosotros. Todos nos subimos en el ascensor,
Gabe pasó mi tarjeta de acceso y pulsó el botón para nuestro piso.
Después de la apertura de las puertas, todos entramos en nuestro
apartamento.
—Mike, hay una habitación al final del pasillo a la izquierda con un
baño privado, dije mientras caminaba hacia la sala de estar. Doctor,
usted está con ellos. Noah ha sido abusado.
—Entiendo, -respondió y siguió detrás de Mike.
—No es tu culpa, Cal, -dijo Gabe suavemente, pasando sus manos
sobre mis hombros cuando me senté.
—Sí, lo es, -le contesté, sacando mi teléfono. Marqué el número de
información, que me conectó con el local Jimmy John.
Gabe se rió en voz baja cuando pedí bastante platos, patatas fritas, 46
galletas, y encurtidos para un pequeño ejército. Le di al tipo mi número
de tarjeta de crédito, diciendole que incluya una propina de quinientos
dólares si podían traer un poco de la orden de inmediato y obtener el
resto cuando estaba listo.
—No estoy seguro de que éste tan hambriento, Cal. -Gabe se rió
cuando bajé el teléfono.
—Bueno, entonces, tenemos la cena para el personal del club
también, -le contesté con un encogimiento de hombros.
Envié a Eaton un texto para que vinieran todos a mi apartamento de
inmediato. En ese momento las puertas del ascensor se abrieron y
Beck entró en el apartamento con algunos de sus hombres. Mi
apartamento era enorme, cada uno de nosotros tiene un piso completo
para nosotros mismos.
—Dile a tus chicos en la puerta que pedí un montón de comida y que
la traeran.
Beck habló por la radio mientras sostenía a Gabe, sintiendo como si
él era el único que me podía mantener en la tierra.
Yo estaba como en un sueño mientras todo y todos se movían a mi
alrededor, pensando una y otra vez que todo esto era mi culpa. Noah
fue violado y sufrió porque yo había jugado con él la otra noche.
Escuché como el médico les decía a Mike y Eaton lo que Noah

necesitaba, que no había daño fisico permanente. Pero el principal
problema de Noah era que tenía miedo de estar solo y estaba
preocupado de que Mike no le querría ahora que estaba dañado.
Después de eso, Gabe y Beck les dijieron a todos lo que pasó.
La comida llegó, y observé mientras todos comían. Mike y Noah
salieron de la habitación de invitados, Mike le llevaba ya que las
piernas de Noah habían sido muy golpeadas.
—¿Puedes explicar lo que está pasando y por qué a Noah? -Gabe le 47
preguntó a Eaton cuando este entro en la sala de estar. Ha sido
realmente duro para Cal.
—Sí, lo hare, sólo cuida de mi chico, -Eaton respondió, dandole a
Gabe un guiño.
—Siempre, -dijo Gabe, y me dio un beso en la sien. Eaton se sentó y
comenzó a explicarle a Mike y Noah lo que éramos. Entonces lo qué
eran los halfers y por qué fueron a por Noah.
—¿Esto es por tu culpa? -Noah se quedó sin aliento, disparandome
dagas con su mirada. ¿Cómo pudiste hacerme esto?
—No lo hagas, le dije a Beck cuando él se acercó para quitarle su ira.
Ellos merecen su rabia hacia mí.
—No estoy de acuerdo con eso, -Gabe respondió, poniéndose de
pie. ¡Esto no fue culpa de Cal! Siento que esto sucediera y es una
mierda, pero no voy a dejar que él tome la culpa de lo que esos
cabrones te hicieron.
—Gabe, por favor, le dijo en voz baja, tomando su mano.
—Ni siquiera nos advirtieron de que podíamos ser un objetivo. -Mike
gruñó de su asiento con Noah en su regazo. ¿Y si no habría ido a ver
a Noah y luego venir a gritarte?
—Lo sé y lo siento, -le contesté, de pie, dejando caer la mano de
Gabe. Yo sé que eso no es suficiente, pero lo siento mucho. Si pudiera
cambiar lugares con Noah, lo habría hecho.
Todo el mundo empezó a venir sobre mí hasta que no pude
soportarlo más.
Salí de la sala de estar y me fui a mi habitación, cerrando la puerta
detrás de mí. El salón estalló en gritos mientras me quité mi ropa y me
metí en la cama. No podía pensar en otra vez en mi vida en que me he
sentido tan solo y deprimido. La culpa que sentía era insoportable, y
yo sabía que quería consumirme.
—Cal, ¿puedo entrar? -preguntó Gabe, abriendo la puerta y 48
asomando la cabeza.
—No, quiero estar solo por favor, -le contesté. O Gabe entraba y me
hacia sentir mejor, o se unia a mí en mi lugar oscuro. En ese
momento, yo no quería ninguna de ellas.
—Está bien, mi amor, -dijo en voz baja y cerró la puerta. Sabía que
probablemente lo había herido cuando le eche y me gustó que no
empujara, yo sólo tenía que hacerle frente por mi mismo en ese
momento. No era que no quería compartir mi pena y dolor con Gabe,
yoo no sabía cómohacerlo. ¿Y no era eso lo que estar en una relación
se trataba? ¿De ser capaz de compartir lo bueno y lo malo?
Me hizo repensar la idea de que mi alimentación de lujuria iba a ser

lo más difícil de tratar para Gabe. Yo había estado solo durante siglos,
cerrado de los demás porque sólo he tenido que depender de mí
mismo. Ahora que había cambiado, pero ¿que decía el viejo refran
sobre enseñar a perros viejos trucos nuevos? Y Gabe merecía todo,
mas de lo que probablemente podría darle jamas.
49
CAPÍTULO 5
Unos días más tarde, todavía estaba consumido por la culpabilidad y

la pena. Añadido a lo que sucedió con Noah estaba la culpa por la
forma en la que estaba tratando a Gabe. Cada vez que se metió en la
cama, me dio la espalda. Ni siquiera habíamos hablado desde que
asomó la cabeza por la puerta, o tocado, ni habiamos hecho nada
juntos. La oscuridad que me envolvía estaba arruinando nuestra fase
de luna de miel después del apareamiento.
La peor parte fue que lo vi sucediendo y me sentí impotente para
detenerlo. Esto no era algo que sólo podía sonreír a mi manera a
través y fingir que todo estaba bien. Debido a que no lo era. Por mi
culpa alguien fue violado y torturado. ¿Cómo podía pasar de eso?
Oí la puerta abriéndose y cerré los ojos, fingiendo que estaba
dormido. No estaba listo para enfrentar a nadie después de lo que
había hecho. Suaves labios se apretaron contra los míos, y abrí los
ojos, pero no era Gabe.
—¿Noah? -pregunté en voz baja, completamente confundido. Él me
sonrió mientras me sentaba en la cabecera.
—No fue tu culpa, Cal, -dijo, tomando mi mano. Siento que he dicho
eso. Yo estaba enojado y molesto, pero cuando me calmé, me di
cuenta de que no era tu culpa. Viniste a salvarme, Cal. No eres el 50
malo aquí.
—Si no hubieras estado conm… -Empecé a responder, pero Noah
puso su mano sobre mi boca.
—Entonces yo nunca habría encontrado Mike, -dijo Noah con una
sonrisa. Pero, lo qué pasó con los halfers no fue tu culpa. No sabías
que vendrían a por mí. Eaton y tus amigos me dijeron que habia una
mayor seguridad. Todo el mundo pensaba desde que me había
quedado con Mike estaría bien. Esto no fue culpa de nadie, excepto
los bastardos que Gabe mató.
—Lo siento mucho. -susurré, lágrimas llenando mis ojos. . Yo no sé,
Noah me gustas mucho y Mike tambien. No era mi intención que esto
sucediera.
—Ya lo sé, y no estoy enojado contigo, Cal. -Él asintió con la cabeza.
Ahora sólo hay que dejar de estar enojado contigo mismo. Voy a estar
bien. Mike todavía me quiere, y el médico me va a recomendar a
alguien con quien pueda hablar. Pronto voy a volver a trabajar y
seguiré adelante. Tienes un hombre que te ama y está cagado de
miedo porque no te puede ayudar. Gabe es un desastre, Cal.
—No sé cómo dejarle entrar, le contesté, apretando la mano de
Noah.
—Consigue tu culo fuera de la cama y habla con él. Ese seria un
buen comienzo, -Noah respondió, tirando de mi mano. Ve con tu
hombre y muestrale a Gabe que lo necesitas.
—Gracias, Noah, -dije mientras caminábamos fuera del dormitorio.
—Gracias por venir a salvarme, -respondió, dandome un beso rápido
en la mejilla antes de que me empujara hacia la cocina.
Me di cuenta de que todavía estaba desnudo y rápidamente agité mi
mano para ponerme unos pantalones de pijama. Hubiera estado bien
que Noah me dijiera que todos tenían una vista completa de mis
bienes. Negué con la cabeza mientras caminaba a la cocina, y lo que 51
vi me detuvó en seco.
Gabe estaba sentado en un taburete en la barra, inclinado sobre sus
brazos, sollozando. Corrí hacia él y de inmediato lo cogi en mis
brazos.
—Cariño, ¿por qué lloras? ¿Estás herido? -Le pregunté,
comprobando si tenía heridas o marcas.
—¿Me perdonas, Cal? -él contestó, secándose las lágrimas mientras
miraba hacia mí. Lo siento, me involucré en la conversación, pero
sentía que no deberían gritarte.
—Oh, Gabe, -susurré, mi corazón dolia en mi pecho al darme cuenta
de que él pensaba que yo estaba enojado con él todo este tiempo.
Nunca estuve disgustado contigo, cariño.
—Entonces, ¿por qué? ¿Por qué me empujaste lejos y no dejaste
entrar? -gritó mientras lanzaba sus brazos alrededor de mi cuello. Yo
no sabía qué hacer, he intentado estar ahí para ti, pero tú no me
quieres. ¿Debo irme?
—¡No! -Di un grito ahogado, abrazándolo más fuerte. Dios, Gabe, no

hiciste nada malo, solo que no sabía cómo dejarte entrar, bebé lo
siento mucho. No sabía que pensabas que estaba molesto contigo.
Por favor, no dejes, Gabe.
—Yo no voy a ninguna parte, siempre y cuando me quieras, Cal, -
respondió él, salpicandome la cara de besos.
—Me estaba matando no saber cómo ayudarte.
—Gabe, lo siento mucho, le dije, finalmente, sintiendo las lágrimas
que no había derramado desde que vi a Noah con dolor. No era mi
intención cerrarme, yo no sabía cómo dejae entrar, bebé.
—¿No me quieres, Cal? ¿Es por eso que no me dejabas estar allí
para ti?
—Te quiero, Gabe. Yo simplemente no se si soy suficiente para 52
hacerte feliz, -le respondí honestamente antes de darme cuenta de lo
que había dicho. Lo llevé en mis brazos como la preciosa carga que
era, volví a nuestra habitación, cerrando la puerta detrás de nosotros.
Lo puse suavemente en la cama y me acurruqué contra él.
—He estado solo durante siglos, Gabe. Yo no sé cómo estar con otra
persona o tener una relación real.
—Yo tampoco lo sé, Cal, -dijo Gabe suavemente. Pero tenemos que
hacerlo juntos, cerrandote no nos va a ayudar a ser una familia. Tu
dolor es mi dolor. Yo no sabía lo que el dolor era exactamente.
—Lo siento mucho, cariño, le contesté antes de besarlo. Gabe gimió
y envolvió su cuerpo alrededor de mí. ¡Por favor, perdóname, Gabe!
Te necesito, te necesito tan jodidamente mucho que duele. Voy a
tratar de dejarte entrar, lo juro.
—Yo también te necesito, Cal. -Se quedó sin aliento mientras
chupaba el lóbulo de mi oreja. No puedes dejarme fuera así de nuevo,
Cal. No sabía qué hacer y pensé que no me quierias más.
—Nunca más, cariño, -le dije, lamiendo a lo largo de su clavícula.
Tiré lejos nuestra ropa y un poco de lubricante aparecío en mi mano.
Yo siempre te quiero, Gabe. No me sentía digno de ti después de todo
lo que pasó.
—Eso no es tu decisión. -Gabe gruñó, tomando mi cabeza entre las
manos. Esa es mi elección y yo te elijo, Cal. No decidas nunca ese
tipo de cosas por mí. Somos compañeros, y si quieres que esto
funcione, tenemos que tomar las decisiones juntos.
—Te lo prometo, -le susurré, lágrimas de alivio escaparon de mis
ojos. El rostro de Gabe se suavizó mientras besaba mis mejillas y
secaba mis lágrimas. ¿Me perdonas, Gabe?
—Nunca estuve enfadado, Cal, -dijo suavemente. Sólo confuso y un
poco dolido de que no me dejabas entrar. Por eso pensé que estabas
enojado conmigo.
—No, bebé, nunca voy a estar enojado contigo, -le contesté, 53
sorprendido cuando él comenzó a reírse.
—Oh, habrá momentos en los que estarás enojado conmigo, -dijo
Gabe con una sonrisa. Y van a haber momentos en los que estaré
enojado contigo, pero tenemos que hablar entre nosotros, o nunca
funcionará.
—Me comprometo a hacerlo mejor. No puedo decir que no voy a
hacerlo de nuevo, porque yo podría, y no quiero mentirte, Gabe. Pero
tienes que hacer algo por mí, ¿de acuerdo?
—Cualquier cosa, -respondió sin dudarlo un instante. Era la
confianza y la fe en mí que me tenía cayendo tan duro y rápido por
Gabe.
—La próxima vez que piensas que podría estar enojado contigo, me
preguntas, -dije, mirandolo fijamente a los ojos. Sé que no estaba en
condiciones de ser cercano, pero si hubiera sabido que estabas
molesto y que pensabas que estaba enojado contigo, lo habría hecho.
—Trato, -Gabe me sonrió. Envolví mis brazos alrededor de él,
abrazándol ferozmente mientras él hacía lo mismo. Te quiero, Cal.
Necesito sentir a mi compañero y hacer el amor con él, pero apestas.
—Tu, dulce hablador. -Me reí cuando lo levanté y bajé de la cama.
Gabe se rió y frotó su erección contra mi estómago cuando yo nos
metí en la ducha. Yo prefería una ducha separada de la bañera, así
que tenia las dos.
—Caliente, ¡hay tres chorros! Esto es genial, -dijo Gabe cuando los
cabezales de ducha se encendieron a la cálida temperatura perfecta.
Entonces mi boca estaba en la suya, exigente y necesitada. Él gimió y
sevabrió para mí perfectamente.
—¿Nos puedes lavar mientras te estiro? -Le pregunté, porque no
quería que se detuviera, pero recordando que olía y por lo tanto la
ducha.
—Quería preguntarle sobre eso, -respondió en voz baja Gabe, 54
cubriéndole una sombra caliente de color rosa.
—Puedes preguntar cualquier cosa, Gabe, -dije suavemente,
dándome cuenta de que fuera lo que fuera, estaba nervioso.
—¿Puedo tomarte? -murmuró, enterrando su cabeza en mi cuello.
Me tomó unos segundos darme cuenta de lo que estaba hablando.
Entonces me di cuenta, Gabe quería estar en el extremo de dar.
—Nunca he hecho eso, -le respondí con honestidad. Él asintió con la
cabeza contra mi cuello, sin responder con palabras.
—Pero yo estaría dispuesto a intentarlo contigo, mi compañero.
—¿En serio? -preguntó, levantando la cabeza y mirandome con los
ojos grandes. ¿Me dejarías tomarte?
—Claro. -Me reí, frotando mis dedos sobre el pliegue de su culo.
Tiendo a ser el agresor y en la parte superior, pero eso no quiere decir
que no estoy dispuesto a probar cosas nuevas. Si realmente quieres
follarme, creo que es caliente. Me reservo el derecho de que no me
guste sin embargo.
—Te amo, Cal, -dijo Gabe, haciéndo que casi lo deje caer. Lo miré
fijamente durante un buen rato antes de que empezara a retorcerse en
mis brazos. Lo siento, no debería haber dicho eso todavia. Olvídalo.
—Gabe, espera, -le contesté, sintiéndome fatal cuando vi lo herido y
abatido que parecía. Lo sostuve para mí, así que no podía deslizarse
por mí. Me estoy enamorando de ti, Gabe. Se eso, pero he visto
mucho a lo largo de los siglos y a mucha gente que usa la palabra
amor cuando quieren decir lujuria. Quiero estar seguro de la diferencia
antes de que yo se lo diga a alguien me encanta, ¿de acuerdo? No es
que no me preocupe para ti profundamente, porque lo hago.
—Pero no estás allí todavía. -Él asintió con la cabeza, y me dio una
media sonrisa. Nunca he sentido por nadie lo que siento por ti, Cal.
—Me siento de la misma manera, bebé, -le dije con cuidado. Sólo 55
quiero estar absolutamente seguro antes de usar esas palabras. Por
favor, no te enojes o molestes.
—No lo haré, -respondió, tomando el lubricante de mí. Ahora limpiaré
mientras tengo este culo caliente listo.
—Mi pequeño sprite sucio, -ronronee mientras se deslizaba
lentamente por mi cuerpo a mis pies. Sólo recuerda, yo podría no ser
capaz de decir las palabras todavía, pero eres la primera persona en
la que he confiado tomarme.
—Este es un buen comienzo. -Gabe se rió mientras movía mis
caderas para darme la vuelta y hacer frente a la pared de la ducha.
Cogí la cornisa, recogiendo la pastilla de jabón antes de comenzar a
frotar rápidamente por todo el cuerpo.
Mirando por encima de mi hombro, vi y sentí a Gabe correr sus
dedos alisado sobre mi agujero. Me sonrió mientras empujaba un dedo
en mi. Gemí en voz alta, sintiendo que mis rodillas se debilitaban. A
pesar de que sus dedos eran más pequeños que los míos, era la
primera vez que alguien había jugado con mi culo.
—A mi gran demonio lujuria le gusta esto, ¿eh?
—Sí, -le susurré, empujando hacia atrás en su dedo. Necesito más,
cariño.
—Sólo si te mantienes el lavandote, -dijo Gabe, dando un golpe a mi
culo. Eso fue suficiente motivación para mí. Me enjabonaba y
enjuagaba antes de que él deslizara otro dedo. Alcancé el champú,
rocíe un poco en mi mano, y luego lo puse en el estante.
—Joder, eso es bueno, bebé. -Gemí cuando empujó un tercer dedo
en mi y comenzó a moverlos alrededor. Me olvidé de mi cabello hasta
que me dio otra palmada en el culo. Mirando a Gabe, este hizo un
gesto con la mano libre a la cabeza. Riéndome, me enjabone el pelo y
lo enjuague. Está bien, estoy limpio, no más burlas.
—Muy bien, -Gabe respondió mientras sacaba sus dedos de mi culo. 56
Me preparé, poniendo mis manos contra la pared mientras me
inclinaba, ofreciéndome a él.
Gabe alineó su polla y empujó lentamente en mí.
—¡Mierda! -Di un grito ahogado, inclinándome más.
—¿Te he hecho daño, Cal? -preguntó Gabe, la preocupación en su
voz.
—Quema un poco. -Yo jadeaba, tratando de hacer frente a la
avalancha de sensaciones. Más bien estoy sorprendido por lo bien que
se siente. Veo por qué a la gente le gusta.
—Espera, se pone mejor. -Él ronroneó, empujando más lejos. Y Dios,
mi pequeño sprite tenía razon. Tuve estrellas estallando detrás de mis
ojos cuando la línea entre el placer y el dolor se mezcló. Los dos nos
quejamos cuando finalmente tocó fondo dentro de mí, nuestras bolas
rozandose entre sí.
—Dime cuando estés listo para que me mueva.
—¡Muévete! Joder, no esperes más, -dije, empujando hacia atrás
contra él.
—Eres muy apretado, Cal. No voy a durar mucho tiempo, respondió
mientras lentamente se retiraba. Gabe empujó con fuerza en mí,
haciéndome gritar de placer.
—Oh, más duro, bebé. Dámelo más duro. -Gemí, tratando de no
simplemente doblarme por la mitad por lo que iría más profundo.
Entonces pensé, mierda. Caminé mis manos por la pared hasta que
tocaron el suelo, amando cómo el ángulo estaba cambiando.
—Tan jodidamente caliente. Yo no sabía que eras tan flexible. -Gabe

gruñó mientras golpeaba en mi culo.
—Yo tampoco, -le dije con sinceridad. Parecía que estaba llevando a
cabo todo tipo de cosas nuevas en mí. Llena mi culo, cariño.
—Sí, -dijo entre dientes, fuerte, mientras lo sentí tensarse antes de 57
gritar mi nombre cuando su clímax lo alcanzó. Apreté los músculos de
mi culo, ordeñando su polla mientras trataba de mantener su orgasmo.
Cuando finalmente pasó, se desplomó sobre mí.
—¡Eso fue asombroso!
—Um, Gabe, ¿sabes que yo, esto... no terminé? -Le pregunté, en
realidad no queria arruinar su resplandor post-orgásmica, pero me
moría de ganas de venir.
—Me extendí mi mismo mientras te estiraba a ti. -Él jadeó mientras
se quedaba donde estaba. No creo que sea capaz de moverme justo
ahora, sin embargo.
Me reí cuando llegué a su espalda y lo abracé antes de dare la vuelta
para mirarlo. Tenía la sonrisa más adorable en su cara mientras lo
levanté en mis brazos. Envolvió los brazos y las piernas a mi alrededor
antes de lentamente bajárlo en mi palpitante polla.
—Oh, mierda, me voy a volver otra vez. -Él gimió mientras empujaba
su espalda contra la pared de la ducha.
—Mi bebé es un ninfómano, no un sprite. -Gruñí mientras golpeaba
en su apretado, pero estirado agujero.
Me di cuenta que había pensado lo suficiente en mí placer como para
estirarse a sí mismo en caso de que no me gustaba estar en el
extremo receptor. Maldita sea. Él realmente era el hombre perfecto.
Pero algo dentro de mí estaba gritando que no le dijiera que lo amaba
todavía. ¿Miedo?
Empujando los pensamientos a un lado, me he centrado en el
hombre caliente en mis brazos. Lo besé profundamente, empujando
mi lengua en su boca como lo hacia mi polla en su culo. Rompiendo el
beso, me quedé mirando a los ojos de lavanda profundo. La intensidad
de los sentimientos que vi en sus ojos, y lo que yo sentía, me empujó
sobre el borde. Grité cuando llegue más duro de lo que podía recordar,
nunca alejando la mirada.
—¡Cal! gritó, llenando el espacio entre nosotros con su orgasmo. Yo 58
pusé mi boca en la suya tragandome sus gritos de placer, sentiendo
que se filtraban en mi alma. Yo podría no estar seguro de si me
gustaba Gabe aún, pero era todo para mí.
—Ahora que mi cuerpo esta desgastado, ¿podemos comer? Me
muero de hambre, -le dije cuando finalmente cuando nuestros ritmos
cardíacos se regularon.
—Yo también. -Gabe ronroneó, lamiendo mi cuello.
—En serio, yo sólo voy a llamarte ninfómano de ahora en adelante.
Me reí cuando mi polla desgastada salió de él. Él se rió mientras le
bajé a sus pies, y los dos rápidamente nos limpiamos.
Después de entrar en la ducha, y nos secamos, tuve una idea. Tomé
su mano y lo llevé a la cama donde lo empujé suavemente sobre su
estómago.
—¿Cal? -preguntó Gabe, mirándome por encima del hombro cuando
yo cavé a través de la mesa de noche. Encontrando lo que yo quería,
levanté el plug grande para que él vea. Cal, ¿qué es eso?
—Es un plug anal, bebé. Mantendrá ese dulce culo tuyo estirado para
mí para que puedas montar mi polla cada vez que mi pequeña
ninfómano quiera. -Me reí mientras rociaba un poco de lubricante en
él.
—¿Y yo soy el sucio? -la risita de Gabe se convirtió en un fuerte
gemido mientras empujaba en él el plug.
—Es por eso que eres tan perfecto para mí, le respondí mientras le
frotaba el culo.
—¿Cómo se supone que no voy a estar caliente con esto dentro de
mi? -preguntó, ya de pie. Gabe hizo un gesto a su polla dura antes de
que nos echaramos a reír.
—Más tarde, tengo hambre, -le dije, tirando los pantalones del pijama 59
a los dos. Él todavía estaba riendo mientras tomaba mi mano y lo
llevaba fuera de la habitación.
—Está bien, pero vas a tener que alimentarte de lujuria pronto, y
quiero ver, -Gabe respondió mientras entrabamos en la cocina. Me
gusta la idea de que alguien te da una mamada mientras me mires
jugando conmigo mismo. Tal vez sólo moviendo este plug dentro y
fuera podría ser suficiente para que me corra.
—No me extraña que necesites que un demonio de la lujuria sea tu
compañero. -Me reí mientras sacaba un par de bocadillos sobrantes
de la nevera. Agarrando un par de bolsas de papas fritas y pop, me
uní a Gabe en el mostrador.
—El libro que Alejandro nos dio dice que voy a ser así siempre que
no este preñado, -Gabe respondió entre bocado y bocado. Todavía es
raro para mí, ¿sabes? La idea de estar embarazado.
—Lo es para mí también y no sólo porque seas un hombre, -le
contesté, pensativo después de unos momentos. Nunca pensé que iba
a tener hijos, eso normalmente no se mezcla con la idea de ser un
demonio.
—Pero los quieres, ¿no? -Gabe preguntó en voz baja, bajando su
sándwich.
—¿Contigo? Sí, la verdad es que si, bebé, -le contesté, sonriéndole
mientras me acercaba y le apretaba la mano. La idea de tener
pequeños sprites como tu, Gabe, corriendo por aquí calienta mi
corazón.
—Bueno. Hasta entonces, podemos simplemente disfrutar de mi

interminable necesidad de sexo. -Él se rió, dándome su sonrisa más
brillante. Gemí cuando vi la tienda de campaña en su pantalón del
pijama. Yo estaba en una vida muy interesante, y sabía que iba a
amar cada minuto de ella.
60
CAPÍTULO 6
Gabe y yo acababamos de terminar de alimentar mi lujuria más tarde

ese día, como Gabe pidió que lo hicieramos por supuesto. Estábamos
en el ascensor con Eaton, Mick, y Alex. Ellos me estaban dando un
resumen lo que me perdí en el club durante mi crisis. Gabe y yo
salimos del ascensor primero y entramos en la sala de estar.
Noah se puso rápidamente de pie de donde estaba sentado junto a
Mike y se puso pálido. Y no estoy hablando de que sólo perdió un
poco de color; era como si cada onza de sangre hubiera salido de su
cuerpo. Observé con horror mientras miraba más allá de mí y empezó
a temblar violentamente. Mike también lo vio y trató de conseguir su
atención. Puse Gabe detrás de mí y lo empujé hacia la cocina
mientras trataba de averiguar lo que estaba pasando. Me encogí
cuando vi los pantalones de Noah se mojaban cuando se orinó sí
mismo.
¿Qué carajo estaba pasando?
—¿Cómo llegaste a estar libre? -Alex se quedó sin aliento, llamando
nuestra atención. Se dio cuenta de lo que se le había escapado y
hacia el ascensor. Eaton extendió la mano y lo agarró por el cuello,
sosteniéndolo en su lugar.
—Pensé que habías dicho que estaban todos muertos, -Noah chilló 61
fuera de los brazos de Mike.
—¿Alex era uno de los que te llevaron, Noah? -Le pregunté,
completamente sorprendido. En cuanto a la cara triste de Mick, yo
sabía que él sentía lo mismo.
—Alex, explicate de inmediato, Mick ordenó, volviéndose hacia el
hombre con las manos en las caderas.
—Oh vete a la mierda, patético aspirante a Dom, -Alex le gruñó.
Sentía vibrar el aire alrededor de Alex.
—Cambia y voy a romperte el cuello antes de que tengas la
oportunidad, -gruñó Eaton en su rostro.
—¿Por qué, Alex? ¿Por qué involucrarse con halfers?
—Todo el mundo tiene un precio. -Alex sonrió y luego señaló a Mick.
El mío era un millón por aguantar su mierda y decirles a quienes
vosotros follabais en el club.
—Pensé... -Mick tartamudeó, mirando como si hubiera sido golpeado.
—Sí, claro. Alex se burló. -Eres un pedazo caliente de culo, pero yo
quería vomitar cada vez que me ordenaste alrededor como algunos
Doms de pacotilla.
—Basta ya, -le grité, no queria ver la angustia de Noah o de Mick a
manos no de este imbécil. ¿Quién más fue tomado?
—Vete a la mierda, estoy muerto de cualquier manera, -Alex me
escupió.
—Sí, pero cómo mueres es tu elección, dijo Eaton, calentando la
mano con el fuego que podíamos controlar.
Alex dejó escapar un grito agudo cuando su cuello comenzó a arder.
—Podemos hacerlo rápido o muy, muy largo.
—En el distrito de almacenes, -Alex respondió mientras se 62
desplomaba de rodillas. La vieja planta empacadora de mariscos.
Están escondidos allí con unas cinco personas de las que quieren
alimentarse.
—Lleva a Noah a la otra habitación, Mike, -dijo Mick calma.
—Gabe, ve con ellos y ve que tienen lo que necesitan, -le dije a
Gabe, dándole una mirada de complicidad. Mike levantó a Noah en
sus brazos y se fue con Gabe siguiéndolo.
Me acerqué a Mick y puse mi mano sobre su hombro.
—No tienes que hacer esto, podemos cuidar de él.
—No. Esto es mi culpa, yo lo traje a nuestras vidas, -respondió Mick.
Eaton dio un paso atrás cuando Alex se preparó para atacar. Mick
fue más rápido, disparando su fuego que envuelvio a Alex. El hombre
dio un grito de dolor antes de colapsar y morir. No era sólo fuego
normal, podríamos controlar el calor del fuego, también. En segundos,
Alex no era más que un montón de cenizas.
Miré a mi amigo con preocupación mientras sacaba mi teléfono y
llamé a Beck.
—Cierra el club, da a cada uno un bono gratuito para volver. Explica
que ha habido una emergencia.
—¿Qué pasa, Cal? -él preguntó en el otro extremo de la línea.
—Alex era un traidor que estaba trabajando con los halfers. Él nos
dio la ubicación de los otros, -le expliqué.
—Hijo de puta de mierda, voy a rasgarle... -Beck gruñó en el teléfono,
pero lo interrumpí.
—Mick se hizo cargo de él. Que todo el mundo salga y cierra el club.
Entonces quiero a cada demonio disponible que puedas encontrar en
mi apartamento. No sabemos cuántos habrá, Beck.
—Entendido, Cal, -respondió antes de colgar. 63
—¿Cual es el plan? Mick me preguntó.
—Tal vez deberías quedarte fuera de esto, Mick. -Eaton dijo mientras
trataba de abrazar a nuestro amigo.
—No, tengo que pasar a través de esto, -respondió, empujando a
Eaton a distancia. Voy a tener mi crisis nerviosa después. En este
momento, tenemos que rescatar a los que puse en peligro.
—Llama al doctor para que venga, -le dije a Mick, decidiendo que
mantenerlo ocupado sería mejor para él en ese momento. Dile lo que
está pasando y que no sabemos cuántos heridos habra. Podemos
establecer el club como triaje hasta que sepamos lo que estamos
tratando. Obten los suministros médicos que tenemos en la sala de
almacenamiento en el club, mantas, cualquier cosa que se pueda
imaginar allí abajo.
—Estoy en ello, -Mick respondió con un movimiento de cabeza,
caminando hacia el ascensor. Eaton y yo intercambiamos una mirada,
dandonos cuenta de que esto podría ser algo de lo que Mick nunca se
recuperaría.
Él realmente había cuidado de Alex. En todos los años que le había
conocido, él sólo había dejado que dos de sus hombres se mudara
con él. El último había sido hace siglos, hasta que encontró a Alex. Y
no era sólo la traición, también las crueles palabras que pronunció
cuando estaba mirando la muerte.
Cuando fui en busca de Gabe, me pregunté cuánto le había costado
a Mick tomar la vida de Alex de esa manera. Me di cuenta de que
necesitaba hablar a todo el mundo acerca de dar apoyo a Mick y
mirándolo. Llamé a la puerta de la habitación de invitados.
—¿Cómo está Noah? -Le pregunté a Gabe cuando me dejó entrar.
—Le aseguré que estaba a salvo ahora, pero creo que él dio varios
pasos atrás en su recuperación. -Gabe suspiró.
—No puedo creer que Alex fuera parte de esto. ¿Cómo está Mick? 64
—No sé, -le contesté en voz baja. Y esa era la verdad; Sólo podía
imaginar lo que mi amigo de siglos estaba sintiendo en ese momento.
Decidiendo que habian problemas más apremiantes, entré en el cuarto
de baño. Mike estaba en la bañera con Noah sosteniendo al hombre
más pequeño en su pecho, mientras tomaba un baño.
—Alex nunca te hará daño de nuevo, Noah.

—Me siento tan estúpido, dijo en voz baja, mirandome con lágrimas
en los ojos. Nunca pregunté cuántos estaban en la habitación cuando
ustedes me salvaron. Supuse los tres habían estado allí.
—Deberíamos haberte preguntado, bebé, -Mike respondió, besando
cabeza. Yo creo que ninguno de nosotros alguna vez pensó que
alguien estuviera trabajando con los halfers.
—¿Cómo está Mick? -preguntó Noah, suavizando mi corazón por el
pequeño hombre aún más. Estaba molesto y asustado, pero aún así
comprobó a Mike.
—Realmente no lo sé. -Suspiré, pasando mis dedos por mi cabello.
Él realmente se preocupaba por Alex y lo que le dijo a Mick... yo no lo
sé, Noah.
—Esto no fue su culpa, -dijo Noah, acurrucándose contra Mike. Nada
de esto fue por vuestra culpa.
—Es difícil no sentirse responsable, Noah, -le contesté suavemente.
Me sentí bastante mal por ser negligente con la gente de la que nos
alimentamos, pero Mick dejo a Alex en nuestras vidas. No creo que va
a ser tan fácil para él perdonarse a sí mismo.
—Bueno, yo no lo culpo, y les agradezco todo lo que habeis hecho,
dijo Noah, dándome una sonrisa débil.
—Dile a Cal lo que haces, Noah, -Gabe dijo desde detrás de mí,
envolviendo sus brazos alrededor de mi cintura.
—Soy una enfermero pediátrico, contestó Noah mirando entre 65
nosotros dos. ¿Pero qué tiene que ver?
—Debido a que los sprites son hadas muy especial, le dije, tirando de
Gabe en frente de mí. Ellos pueden tener bebés, y planeamos tener un
montón de ellos.
—Y creo que un enfermero pediátrico sería una persona muy útil
para tener alrededor, -Gabe explicó sonriendo hacia mí. Podríamos
hablar con Alejandro sobre conseguir que Noah sea entrenado en
cómo cuidar de los niños fae.
—Listo y sexy, le dije, dándole un beso rápido. ¿Estarías dispuesto a
abandonar el hospital y ser nuestro empleado, Noah? Nosotros
podríamos darte uno de los apartamentos más pequeños de arriba
como parte de tu salario.
—Bueno, creo que Mike y yo vamos a vivir juntos, -Noah respondió
nerviosamente, mirando de Mike a mí. Mike sonrió ampliamente y
asintió.
—Esa es la mejor parte. -Gabe se rió, consiguiendo una ceja
levantada de mí. Mike, dile a Cal lo que haces.
—Soy maestro de obras, -Mike respondió, mirando confundido
mientra la bombilla se encendió por encima de mi cabeza.
—Acabas de pensar en todo, ¿no es así, mi pequeño sprite?
—Es por eso que me mantienes alrededor, -respondió, frunciendo los
labios por un beso. Riéndome, me agaché y le di otro.
—¿Podrias iluminarnos? -Mike preguntó, mirando entre nosotros.
—Estamos buscando un lugar para abrir otro club, le contesté. Mick
tiene algunas propiedades, pero necesitamos un arquitecto y capataz
para construir el lugar. ¿Quieres un trabajo?
—¿Podría quedarme aquí, con Noah? -preguntó, sonriendo 66
ampliamente. Le di un movimiento de cabeza mientras abrazaba a
Noah. Entonces con mucho gusto acepto.
—Maravilloso, -Gabe aplaudió. ¿Noah?
—Me encanta trabajar en el hospital, pero no da para mucho. Quiero
decir, que viste donde yo vivía, -contestó Noah, mordiéndose el labio
inferior. Yo estaba ahorrando para la escuela de medicina también, así
que no gastaba mucho de mi sueldo.
—¡Incluso mejor! Podría ser médico sobrenatural, basta pensar en lo
exclusiva que sería tu clientela, -dijo Gabe, completamente
emocionado, casi vibrando en mi abrazo.
—Podías ir a la escuela mientras que nos ayuda con los bebés,
¿verdad, Cal?
—¿Como voy a decir que no cuando me muestran esta oportunidad
tan adorable? Me reí cuando su labio inferior salió. Inclinándoe, le di
un beso rápidamente antes de volver a Mike y Noah. Voy a tener que
consultar con los otros chicos, pero yo creo que es una gran idea.
Tenemos unos apartamentos de dos dormitorios en el piso de arriba
ya que a la mayoría del personal le gusta vivir en el mismo recinto.
Pueden revisarlos y elegir el que quieran.
—Gracias, Cal, -dijo Noah, sonriéndome mientras Mike asintia con la
cabeza.
—Otra cosa, ahora que sé lo que haces, Mike. ¿Sabes cómo
podemos obtener planos de la antigua planta empacadora de
mariscos? -le pregunté. Vamos a entrar, y prefiero no ir a ciegas.
—Sí, tengo un amigo que puede obtenerlos por nosotros. -Él asintió
con la cabeza.
—Dulce, gracias, -le respondí mientras tomaba la mano de Gabe y
los dejaba solos. Esperé hasta que estábamos en el pasillo antes de
levantar a Gabe en mis brazos, le apoyé en la pared, y lo besé. Puse
todos los sentimientos que tenía él en el beso, me sonrió cuando nos 67
separamos, y vi que su rostro se sonrojó mientras jadeaba.
—¿Porque fue eso? -preguntó, levantando una ceja.
—Por dos cosas. Uno, porque creo que lo que acabas de hacer por
ellos es maravilloso y desinteresado, -le contesté. Dos, tengo un favor
que pedirte.
—Cualquier cosa, Cal.
—No vengas con nosotros al muelle, -dije, sabiendo que no le
gustaría. Fui un estúpido para siempre al permitir que fueras al
apartamento con nosotros, y no sé cuántos van a estar en la planta Dr
mariscos. Por favor, Gabe, no quiero que te jagan daño.
Me miró durante unos momentos, luego me tocó el brazo para que le
bajara. Yo lo bajé de un salto, preparándome para su reacción.
—Cal, escucho lo que estás diciendo, -finalmente respondió, mirando
como si él estuvierq eligiendo cuidadosamente sus palabras. No voy a
ir si eso es lo que realmente quieres, pero me gustaría que no me
pidieras eso. Me siento de la misma manera, pero yo no estoy
pidiendo que te sientes sin hacer nada. Tuve la oportunidad de ayudar
la última vez, y puedo hacerlo de nuevo.
—Pero no sabemos lo que matarlos supone para ti, -le contesté. Me
sorprendió lo tranquilo y lógica que estaba siendo, aunque me parecía
un poco como un culo esperar otra cosa. Gabe me había mostrado lo
inteligente y cariñoso que era un par de veces ya. Y habrá mucho más
que dos al nismo tiempo, Gabe.
—Está bien, puedo ver eso, -respondió Gabe, arrugando el ceño en

sus pensamientos. ¿Qué tal un compromiso? Voy, pero me quedo
detrás de ustedes, y si sientes que hay demasiados para que yo
pueda matarlos, te doy mi palabra que volveré al coche.
—Gracias, cariño, -susurré mientras lo abrazaba con fuerza. Su fe en 68
mí, y la voluntad de escuchar no sólo a mí, sino también a los que
trabajan conmigo, me hicieron caer aún más profundo para él.
—¿Tienes una máquina de fax? -Mike preguntó mientras abría la
puerta del dormitorio. Asentí con la cabeza y le di mi número de fax
personal del apartamento. Le oí darselo a alguien en el teléfono antes
de caminar de vuelta hacia el cuarto de baño.
—Vamos a patear algunos culo y rescatar gente, -dijo Gabe,
rompiendo el abrazo y tomando mi mano. Y pensar que hace una
semana yo estaba viviendo en un convento con monjas de clausura.
Eso me detuvo en seco. Lo miré fijamente durante unos instantes
mientras pensaba en cómo expresar lo que quería decir. —Cuando
esto termine, te prometo que averiguaremos lo que pasó con las
hermanas, ¿de acuerdo?
—Gracias, Cal, -dijo, apretando mi mano. Ha estado en mi mente,
pero hemos tenido tantas cosas pasando, ¿sabes?
—Lo siento, yo no pensé en ello antes, -respondí, sintiendo como un
culo.
—Cal, tienes un fax entrando, -Beck llamó desde la sala de estar.
Corrí hacia él, con Gabe siguiéndome. El salón estaba lleno con más
demonios de los que habia conocido o trabajado.
—Gracias, Beck, -dije, tomando el fax de él. Mirando por encima del
esquema, tome nota de las salidas. Moviendome hacia el mostrador,
presenté las cuatro páginas que hicieron un plan más grande. Yo digo
que hagamos un desvío aquí en la parte delantera, y sacarlos. Parece
que esta zona de atras es el mejor lugar para mantener a los cautivos.
Tenemos la mitad del equipo cubriendo estas en caso de que alguien
trate de escapar.
—Doc está en camino, y todo esta arreglado en la planta baja, -Mick
me informó cuando se unió al grupo. ¿Estamos listos?
—Sí, vamos a hacer esto, -Eaton respondió mientras recogía los 69
papeles. Vi como todo el mundo empezó ir hacia los ascensores,
dándome cuenta de que Gabe y yo estábamos todavía en pantalones
de pijama. Con un movimiento de mi mano, estábamos vestidos con el
equipo táctico negro. Gabe dejó escapar un grito de sorpresa y me dio
una mirada. Me encogí de hombros y fui a abrazarlo.
—Ni siquiera tienes que pedir mis medidas, ¿verdad? -Se rió cuando
me devolvió el abrazo. Me gustaría vestirme solo la próxima vez, se
siente raro.
—Lo siento, estoy tan acostumbrado a hacer las cosas de esa
manera. Ahorra tiempo, -le contesté, besándolo rápidamente. El
siguiente grupo subió al ascensor y bajó las escaleras. Miré a Beck
mientras veía a Mick con una mirada de preocupación.
¿Me he perdido algo?
—El ding del ascensor me trajo de vuelta de mis pensamientos. Los

últimos de nosotros caminamos dentro, y pulsé el botón de la planta
principal. Puse mi brazo sobre el hombro de Gabe, orgulloso de que
quería ir con nosotros, pero temiendo en mi mente por su seguridad.
70
CAPÍTULO 7
Unos veinte minutos más tarde, todos estábamos fuera de los

terrenos a una cuadra de distancia de la planta empacadora de
mariscos abandonada. Nunca tuve una razón para venir a esta área y
estaba sorprendido por el aspecto de los edificios cayendose a
pedazos. La mayoría de los almacenes y edificios circundantes fueron
abandonados, habia ventanas que faltaban, y parecía como si no
hubieran sido utilizados en años.
Beck estaba ocupado dividiendonos en dos grupos, diciéndole al
primer grupo que se repartiera entre las dos salidas traseras. Se
dirigieron a ellas antes de que él se volviera hacia el resto de nosotros.
—¿Qué tienes en mente para la distracción? -él me preguntó.
—Acepto sugerencias, -le contesté con un encogimiento de hombros.
—Estaba pensando que tal vez Gabe podría dar un buen grito,
respondió con un encogimiento. Quiero decir que eso es algo que
probablemente querrían revisar. Yo pensé en darles unos minutos
para rescatar a los cautivos antes de arrasar el lugar.
—Soy bueno con los gritos. -Gabe se rió. Asentí con la cabeza,
sabiendo que no pondría a Gabe en peligro adicional.
Beck se vea aliviado cuando doblamos y nos dirigimos a la entrada.
Gabe tomó mi mano mientras corríamos, dándole un buen apretón
como si me reconfortara. El pensamiento casi me hizo reír, pero en 71
lugar de eso fui tocado por el gesto. Él era mucho más pequeño que
yo, casi frágil a veces, pero más fuerte que cualquier hombre con el
que jamás había estado.
—Muy bien, hazlo, Gabe, -Beck dijo cuando llegamos a las puertas
delanteras. Gabe le dio un guiño, antes de dejar escapar un grito
espeluznante. Yo sólo lo miré fijamente, preguntándome de dónde que
habían venido.
—Quédate detrás de nosotros, bebé, -le dije cuando terminó. Y por
favor, no vuelvas a hacer ese sonido de nuevo.
—No hay problema, me molestó, -respondió con un estremecimiento.
Esperamos unos momentos más, y luego Beck dio una patada en la
puerta. La mayoría de los demonios de la ira entraron primero, y luego
Eaton y Mick. Yo iba en la retaguardia con Gabe, cargando detras de
mis amigos. Inmediatamente, vi diez halfers que habían salido hacia el
frente, probablemente, a revisar el grito que escucharon. Mick fue el
primero en comenzar soltar su fuego.
Me volví a ver Gabe antes de que la primera ola de halfers llegara a
nosotros, justo a tiempo para verlo aguantar sus manos. Patinando
hasta detenerse, estaba a punto de gritar para que se detuviera, que
había demasiados. Antes de que yo pudiera hacerlo, la luz salió
disparada de sus dedos golpeando al primer halfer. De él, parecía que
saltar al siguiente halfer, a continuación, al más cercano después de
él.
Era como la forma en que se ve el relámpago reaccionar cuando
llega a alguien. La luz los golpeó y luego se ramificó, excepto que sólo
golpeaba a los halfers en lugar de a todo el mundo. Duró sólo unos
segundos, y luego fue como puf se habían ido todos. Miré alrededor,
completamente atónito ante lo que Gabe acababa de hacer. Él los
había matado en el lapso de unos momentos sin tocarlos.
Un golpe me llamó mi atención. Girando alrededor, vi a Gabe 72
golpeando el suelo duro. Corrí a su lado, dejandome caer de rodillas
cuando me di cuenta que estaba fuera de combate.
Cuando llegué a él, sabía que él no estaba respirando. Me incliné y
escuché, pero su corazón no latía tampoco.
—Bebé Gabe, no me hagas esto, -lloré, tirando de él en mis brazos.
¡Maldición! ¿Qué hiciste, bebé? Gabe, por favor, tienes que volver.
—Cal, inicia la RCP, -gritó Eaton, corriendo hacia nosotros. Puse a
Gabe hacia abajo y empecé a hacerle la respiración baca a boca. En
el momento que empece, Eaton estaba allí para hacer las
compresiones.
—Por favor, cariño, te amo. Aquí esta, lo dije. Tienes que volver para
que puedas escucharme diciendolo. -Le rogué, desesperado, no
quería perderlo. Gabe, te amo.
—Cal, respira por él, -Eaton gruñó, y empecé a soplar en su boca de
nuevo. De repente, Gabe se sacudió y se quedó sin aliento.
—Eso es todo, cariño. Sólo respira por mí, -grité, mi corazón
sintiendose como una piedra mientras le ponia en mi regazo y sentaba
mi trasero en el suelo. El alivio me inundó cuando empezó a respirar
profundamente por su cuenta. Sus ojos se abrieron, y parecían
aturdidos por unos momentos.
—¿Dijiste que me amas? -susurró, mirándome.
—Sí. Te amo, bebé, -le contesté, abrazándolo suavemente. No
puedes hacerme esto otra vez. No puedo perderte, Gabe. Te amo,
eres todo para mí.
—Yo también te amo, Cal, -dijo, sonriendome. Y me muero de
hambre.
—¡Joder! Ustedes nunca son aburridos, dijo Eaton, de pie mientras
negaba con la cabeza.
—Puedes tener lo que quieres para comer, mi pequeño sprite, -le dije 73
mientras seguía llorando, más de alivio ahora que de dolor.
—No llores, Cal. Estoy bien, -dijo Gabe, enjuagando mis lágrimas.
—¡No! ¡No estás bien! Has dejado de respirar, Gabe, -le grité, pero
luego bajé la voz cuando él hizo una mueca. Nunca vuelvas a
hacerme eso otra vez, Gabe, o, que Dios me ayude, voy a palmear tu
culo por una semana. No puedes jamás jodidamente morir encima de
mi, ¡vas a matarme!
—Yo queria llegar a todos ellos, que sólo sucedió, -Gabe respondió
buscando mis ojos. No es como si tuviera un medidor de este poder.
Yo no lo habría hecho si me hubiera dado cuenta de que podría
alejarme lejos de ti.
—Está bien, te perdono. Pero nunca más, Gabe, -le dije con firmeza,
tratando de ponerme bajo control. Te amo, bebé.
—Yo también te amo, -respondió, tirando mi cabeza hacia abajo. Me

rendí y besé a mi pequeño compañero. Siento haberte asustado.
—Asustado ni siquiera empieza a cubrir lo que sentí, -susurré contra
sus labios. Lo recogí en mis brazos mientras me levantaba. Me volví
hacía Eaton y algunos de los demonios de la ira. Que alguien suba a
la SUV rápido, quiero llegar a casa y tener a Gabe revisado. Y luego
tengo que darle de comer antes de que lo joda en el colchón.
—Suena perfecto, -Gabe ronroneó, retorciéndose en mis brazos
cuando empezó a recuperarse. Necesito sentir a mi pareja caliente
ahora que me dijo que me ama.
—Voy a decirlo un millón de veces al día si nunca me asustas así de
nuevo, -le contesté mientras salíamos del almacén. Miré fijamente a
sus ojos mientras me lo llevé a la SUV más cercano. No puedes
desarme nunca, bebé.
—No lo haré, Cal. Estas pegado conmigo para siempre. -Él se rió y
movió sus cejas hacia mí. Hace cinco minutos, el corazón de Gabe no
latía y ahora ¿él estaba coqueteando conmigo? Por el amor de dios, 74
¿qué iba a hacer con él?
Lo abracé más cerca y corrí el resto del camino hasta el coche. Abrí
la puerta de atrás y puse Gabe en el asiento del medio antes de subir
tras él y subirlo en mi regazo. Con un solo pensamiento en mi cabeza,
quité nuestra ropa y pasé las manos por encima de su cuerpo.
Necesitaba inspeccionar cada pulgada de él para asegurarme a mi
mismo de que estaba bien.
—Necesito sentirte, Cal. -Gabe jadeó mientras se movía a
horcajadas sobre mi regazo. Quiero borrar esa expresión de tu cara.
En ese momento, necesitaba lo mismo, pero porque necesitaba sentir
que Gabe estaba vivo otra vez. Llegué detrás de él y saqué el plug, de
forma rápida sustituyéndolo por mi polla. Gabe echó hacia atrás la
cabeza y gritó cuando me sumergí en él. Él era absolutamente
precioso.
—Montame, bebé. -Susurré, amando la sensación de su apretado
agujero masajeando mi polla. Me deslicé en el asiento y planté mis
pies para mantener el equilibrio. Muéstrame lo mucho que me amas,
Gabe.
—Con mucho gusto. -Él gimió mientras se levantó a sí mismo antes
de empalarse de inmediato. Agarré sus caderas y le ayudé,
empujando hacia arriba con fuerza mientras él volvia a bajar. Era
como si yo fuera un hombre poseído. Pero cuando me acordé que casi
lo pierdo esto, las lágrimas corrían por mi cara mientras tomaba a mi
dulce compañero. Gabe me vio, y se inclinó para besar mis lágrimas
mientras hacíamos el amor en el asiento trasero de la camioneta. Lo
observé mientras lo miraba fijamente a los ojos, y me da su cuerpo y el
alma.
—Correte por mí, bebé, -dije en voz baja. Como si fuera una señal,
Gabe echó atrás la cabeza y lanzó un grito de abandono total. No
pasó mucho tiempo para que yo le siguiera inmediatamente. Seguí
empujando en él, prolongando nuestros orgasmos mientras su culo 75
sujeta mi polla. Tan pronto como nuestros clímax menguaron, tiré de él
cerca, envolviendole en mis brazos fuerte, mientras él hacia lo mismo.
—Yo nunca, nunca te dejará, Cal. Te quiero demasiado como para
perderte alguna vez en algún momento de nuestras vidas juntos, -me
susurró al oído mientras pasaba sus manos sobre mis hombros.
Vamos a pasar siglos amándonos y nuestros hijos.
—¿Promesa? -Le pregunté, todavía sacudido por lo que sucedió
antes.
—Te lo prometo, mi compañero, -respondió, besando mi sien.
Cuando se movió para bajar de mí, yo lo abracé a mí con más fuerza.
—Nunca te permitiré bajar de mi polla. Es la única vez que sé que
estás completamente seguro, -le dije con firmeza.
—Bueno. -Gabe se rió, retorciéndose en mi regazo. Levante la
mirada cuando Eaton abrió la puerta del conductor.
—Jesús, Cal. Estuvo a punto de morir y ¿lo primero que haces es
enterrar la polla en su culo? -preguntó, en tono castigador. Sentí mi
cara calentandose cuando me di cuenta de que me comporte como un
culo. Gabe se acercó y golpeó a Eaton en el hombro.
—Cállate, Eaton. -Gabe gruñó. Mi compañero me daba lo que
necesitaba, lo que pedí.
—Está bien, lo siento, -dijo Eaton, con las manos en señal de
rendición. Más personas están llegando, así que sería bueno que
esteis cubiertos.
—Gracias, Eaton, -le respondí agitando la mano. Vestí a Gabe en
una camiseta de gran tamaño, y yo en pantalones cortos que deje
bajados, así no tenia que mover a Gabe de encima de mí. Uno de los
demonios de la ira subió en el asiento trasero con nosotros.
—Oh, huele a sexo aquí. -Wade gimió, rodando los ojos. Yo necesito
tener sexo.
—Puede ayudar a Cal a alimentarse mañana, pero tengo que ver. - 76
Gabe ronroneó, mirando a Wade. Le di una bofetada firme en el culo,
y rápidamente volvió la mirada hacia mí.
—No olvides de quien es la polla que tienes en tu culo, bebé. -Gruñí,
sintiendome posesivo. ¿O debería mostrartelo de nuevo en la casa?
—Estoy encontrando a alguien con quien juegues, Cal. -Él dijo,
sonriéndome.
—Cierto, lo siento, -le dije tímidamente. Estoy siendo un poco
posesivo después de lo que acaba de suceder.
Gabe me dio un guiño, y se inclinó para susurrarme al oído.
—Tal vez voy a jugar con tu culo caliente mientras él te chupa.
Gemí cuando mi polla empezó a llenarse otra vez. Gabe se rió hasta
que llego uno de los otros demonios de la ira cargando un
sobreviviente en la espalda y todo el mundo subió.
La diversión murio en ese momento y con buena razón. Mientras
Eaton encendió la SUV, levanté a Gabe de mi polla y luego lo
acomodé en mi regazo, sosteniéndolo contra mi pecho.
Varios minutos después, estábamos aparcando en frente del club,
todos bajamos y nos dirigimos adentro. Algunos de los otros coches
llegaron cuando estábamos caminando por la puerta. Yo, por
supuesto, cuidaba a Gabe porque podríamos haber tenido relaciones
sexuales, pero quería asegurarme de que estaba bien. Lo sé, soy un
idiota egoísta por tener relaciones sexuales con él antes de revisarlo.
Wade trajo al sobreviviente de nuestro coche detras de nosotros, y el
chico se veía bastante mal. Miré de él a Gabe y al médico. ¿Podría
realmente hacer el medico viera a Gabe antes que a ese tipo? Un
fuerte silbido llamó mi atención. Mirando por encima, Noah me hizo un
gesto, después de haber visto a mi dilema.
—Puedo comprobarlo mientras que el doc ayuda al otro chico, -dijo
Noah mientras miraba a Gabe. Si él no pasa lo básico, lo llevare con el
doc. De lo contrario, es probable que pueda esperar por un 77
reconocimiento completo hasta que el médico ayuda a los otros
chicos.
—¿No son los hombres inteligentes sexy? -Mike me preguntó,
meneando las cejas hacia mí. Y yo estaba simplemente emocionados
con lo caliente que se ve con el uniforme.
—Voy a jugar a la enfermera contigo más tarde, Mike. -Noah se rió
entre dientes mientras sentaba en la mesa a Gabe. ¿Que pasó?
Le informé rápidamente mientras usaba un estetoscopio para revisar
el corazón de Gabe. Observé, tratando de ser paciente cuando Noah
comprobó sus otros órganos vitales.
—Él está bien, el pulso es normal. Me gustaría obtener un ultrasonido
de su corazón, sin embargo, sólo para asegurarme de que no hay
daño permanente, -dijo Noah cuando terminó. Conozco a un médico
que dirige la clínica gratuita Soy voluntario ahi y tiene un equipo de
radiografía portátil.
—Llámalo y dile que voy a depositar dinero en la clínica durante dos
años si lo puede traer aquí lo antes posible y guardar silencio, -le dije a
Noah, cuyos ojos estaban abiertos como platos. No importa el costo,
Noah. Quiero asegurarme de que Gabe está bien y estoy seguro de
que el doctor podría utilizar la ayuda. Encontramos más cautivos de lo
que esperábamos.
—Lo voy a llamar ahora, -Noah respondió sacando su teléfono
mientras se alejaba.
—Es mejor que siempre tomes buen cuidado de él, Mike, -Gabe dijo
mientras tomaba mi mano. Se merece algo mucho mejor que lo que la
vida le ha dado.
—Lo hare, Gabe. Ya me estoy enamorando duro de él, -respondió
Mike, sus ojos nunca dejando a Noé. Después de lo que pasó hoy, ni
siquiera quiso oír de permanecer arriba. Tan pronto como se fueron,
se vistió en su uniforme y bajo para cumplir con el doc y ayudar.
Cuanto más tengo la oportunidad de conocerlo estoy más sorprendido 78
por el tipo de hombre que es.
—Sé exactamente lo que quieres decir, -le dije, envolviendo mis
brazos alrededor de Gabe. Por mucho que quiero pegarle por ponerse
en tal peligro y encerrarlo en nuestra habitación para el resto de su
vida, estoy sorprendido por lo que Gabe hizo. Él sabía que podía
ayudar, así que lo hizo sin pensar en a sí mismo.
—Cal, -Gabe susurró, mirando hacia mí con su corazón en sus ojos.
Te amo.
—Yo también te amo, cariño, -le contesté, besando sus dulces y
gruesos labios. ¿Harias algo por mí?
—Cualquier cosa, -dijo de inmediato.
—Toma mi teléfono y la tarjeta de crédito, -le contesté, sacando mi
celular y la billetera del bolsillo de los pantalones cortos. El me miró
con una ceja levantada mientras se los entregaba. Habla con Mike
sobre la comida a domicilio de por aquí y asegúrate de decirles que
usen la entrada de servicio. No queremos que nadie vea esto. Ordena
suficiente comida para todos, y asegurate de conseguir algo que los
sobrevivientes pueden comer sin enfermarse. No sabemos cuánto
tiempo se llevaban ahí.
—Sé que un lugar de pizza y pasta que entregan a domicilio, y tienen
sopa de pollo en el menú, -Mike me informó con una inclinación de
cabeza.
—Perfecto, -le dije, besando a Gabe antes de salir corriendo para
entrar en la mezcla. Me dirigí directamente al médico.
—Noah conoce a un tipo que dirige una clínica que tiene algunas
máquinas portátiles, -le dije mientras estaba cosiendo una herida en
un hombre. Noah va a buscarlo para ayudar y traer su equipo.
—Eso es bueno, porque todo el mundo al que he visto hasta ahora
necesita al menos una placa de rayos x, -respondió el doctor, nunca
mirando hacia mí. Y tengo a uno que creo que necesita que le quite el 79
bazo. Me vendría bien otro par de manos.
—Bueno, ¿qué puedo hacer mientras tanto?
—Trate de limpiar a los que entran lo mejor que puedas y
preguntarles donde les duele, -dijo el doctor después de unos
momentos. Eso me puede dar por lo menos un indicador de a quien
necesito tratar en primer lugar.
—Cuenta con ello, -le respondí, saltando a la acción. Me encontré
con el siguiente grupo en la puerta y le di instrucciones dirigiendo el
tráfico. Y eso es lo que hice por la próxima hora hasta que todo el
mundo estaba finalmente de vuelta de la planta y seguro. Tuvimos un
total de ocho sobrevivientes en varios estados de necesidad.
—Estoy buscando a ¿Cal? -un hombre dijo al pasar por la entrada
principal. Él era increíblemente apuesto, incluso en pantalones de
chándal que le quedaban grandes y camiseta.
—Soy Cal, -le contesté, apretando su mano.
—Ah bueno, soy el Dr. Chad Warner, -dijo mientras estrechaba mi
mano. Noah dijo que necesitaba un poco de ayuda y mi equipo portátil.
—Sí, gracias por venir tan rápido, el Dr. Warner.
—Chad esta bien, -respondió mientras dejaba caer mi mano.
También dijo que esto era algo que necesitábamos mantener oculto de
las autoridades. Yo no estoy buscando ayudar en nada ilegal.
—No es ilegal, se lo aseguro, -le dije, me gustaba que el médico
tuviera escrúpulos. Voy a explicarte toda la situación tan pronto como
todo el mundo reciba ayuda. Te pido que, por favor, sólo esperes
hasta que tengamos esa oportunidad y no llames a nadie. Si alguien
tiene que ir al hospital, eso es una historia diferente, pero por lo demás
necesitamos mantener esto en secreto.
Me miró durante unos momentos antes de asentir.
—No me gusta, pero confío en Noah. Si él dice que todo está bien 80
voy a esperar a la explicación.
—Gracias.
—No me des las gracias, sin embargo, voy a tener un montón de
preguntas, -respondió. Pero por ahora, necesito ayuda para descargar
mi equipo.
—Beck, trae algunos chicos aquí, -dije en voz alta, y luego volví a
Chad. Y vamos a hablar de mi contribución a la clínica después de
esto también.
—Deje eso fuera, yo no soy un médico al que pueda comprar, -
respondió con firmeza. Aprecio la oferta, pero quiero saber lo que me
estoy metiendo antes de aceptar. En este momento, hay gente que
necesita ayuda, el resto lo podemos averiguar más tarde.
—Entiendo por completo y creo que es digno de elogio que te sientas
así, -dije mientras Beck y su equipo se reunieron con nosotros. Doc
necesita ayuda para descargae su equipo, siga sus instrucciones
como si vinieran de mí.
—Por supuesto, -respondió Beck y se volvió a Chad. Muéstrame el
camino, doc.
—Me traje lo que normalmente tengo en la clínica móvil, pero tengo
la sensación de que podríamos necesitar más suministros, -dijo Chad,
mirando alrededor de la habitación. Le podría dar a Noah las llaves de
la clínica por su tienen que hacer otra carrera por suministros.
—Lo que sientas es mejor, doc, -Beck respondió mientras se dirigían
a la salida. Me volví hacia Noah que estaba limpiando las heridas de
otro sobreviviente.
—Me gusta el médico, y que se apegue a sus valores, le dije. Él no
va a aceptar ningún dinero de nosotros hasta que sepa lo que está
pasando.
—Ese es Chad. -Noah se rió entre dientes. Fue uno de los médicos 81
que ayudo a mi abu. Él es un gran tipo y realmente se preocupa por
sus pacientes. Por eso le ayudo en la clínica cuando puedo.
—¿Piensa que puede manejar todo lo que estamos a punto de
lanzarle?
—Sí, yo no lo habría llamado si supiera que no podría manejarlo, -

Noah respondió, quitándose los guantes. He conocido a Chad por año.
Es inteligente, muy inteligente, y puedo decir que estamos ayudando a
estas personas, no haciendoles daño. Pero tienes que entender, que
no sólo obtuvo su licencia, sino la clínica también. Así que si él se
asusta o algo, se paciente con él, él está poniendo mucho en juego
por ayudarnos.
—No lo voy a olvidar, -le dije. Noah me dio un guiño mientras se
ponía guantes nuevos e iba al siguiente paciente. Me acerqué a Gabe
y Mike que estaban preparando la comida en el bar más cercano.
Gabe se dio la vuelta inmediatamente para recibir un beso de mi parte
y luego volvió a su trabajo.
Fue varias horas más tarde, cuando nuestro médico habitual me dijo
que finalmente todo estaba hecho. Me preguntó si había un lugar para
él para dormir por un tiempo, pero que le despertara si alguno de los
pacientes despertaba. Beck se hizo cargo de ello, dando al doc su
habitación de invitados y conseguio algunos de los demonios para que
sitúen a los pacientes en camas disponibles en el mismo piso que el
doc.
—Creo que me debes una explicación, -Chad dijo mientras se
quitaba su uniforme.
—Una que te dare con mucho gusto, pero vamos a por algo de
comida y llevar esto arriba a mi departamento, le contesté, a la
cabeza.
—Gracias, se lo agradezco -respondió, siguendonos a Gabe y a mi. 82
Agarramos algunas de las bolsas de sobras de la cena, y me dirigí al
ascensor.
—Creo que sería más fácil para Chad si Noah esta aquí para él, -dijo
Gabe en silencio para mí.
—Como siempre, estás dos pasos por delante de mí. -Me reí y les
dije a Noah y Mike que se unan a nosotros. Se reunieron con nosotros
cuando el ascensor se abrió, y todos entramos. Subimos y nos
acomodamos en la sala de estar. Gabe fue a calentar algo de cena
para Chad y Noah, que aún tenían que comer.
Tan pronto como tenían lo que necesitaban, le conté toda la historia.
Noah saltó aquí y allá y llenó los espacios que conocian de primera
mano, aportando las piezas espantosas de su captura. Cuando
terminé, Chad acabó de comer y simplemente me miró fijamente. Él no
dijo nada durante varios minutos, asimilando todo.
—Así que tú eres... y él es..., dijo, señalandome y despues a Gabe.
No es exactamente algo que puedo pedirte probar.
—Por el contrario, le contesté, sosteniendo mi mano y llamando una
bola de fuego. Chad se quedó sin aliento, sus ojos abriendose mucho
cuando cerré mi mano y el fuego desapareció. Después agité mi mano
y cambió sus ropas sudadas por un uniforme limpio
—Está bien, te creo, -susurró mientras miraba hacia abajo a su ropa.
—¿Ahora puede ver por qué la participación de las autoridades no
era la mejor opción si se podía evitar? -Dije cuidadosamente,
observándolo por cualquier reacción adversa.
Chad volvió su mirada hacia mí y asintió con la cabeza.
—Gracias por la comprensión. Ahora, Noah habla muy bien de usted
y de su clínica. Quiero hablar con usted acerca de la financiación para
los próximos años.
—No, todavía no, tengo preguntas, -él contestó, levantando una 83
mano. Mira, voy a mantener su secreto y lo que ocurrido para mi
mismo. Yo no pienso en que compré mi silencio.
—Esa realmente no era mi intención, Chad, -dije suavemente. Noah
confía en ti, y yo confiaba en él. Y después trajo todo y vino en nuestra
ayuda, yo simplemente quiero mostrar mi aprecio y ayudar a aliviar su
carga. Sé cómo las organizaciones de caridad andan, no hay nunca
suficiente financiación. Este dinero no es una forma de soborno.
Quiero hacer una donación en nombre de nuestro negocio, presentar
la documentación, reclamarla en nuestros impuestos y todo.
—Está bien, te lo agradezco, -Chad respondió, sentándose en el
sofá. Pero todavía tengo unas cuantas preguntas.
—Pregunta y si puedo contestar, lo haré.
—Noah, -dijo, dirigiéndose al hombre que él conocía muy bien.
¿Cómo te sientes después de alimentar a Cal? ¿Te dolió de alguna
manera?
—No, en absoluto, -respondió Noah. Fue el jodidamente mejor
orgasmo que he tenido, y estaba totalmente agotado después, pero
estaba bien. Yo sólo dormí como los muertos, como alguien lo hace
después de buen sexo. Nunca me di cuenta de nada al día siguiente o
después. Tiene que tomar en cuenta lo que me sucedió después, sin
embargo, es decir, tuve que recuperarme del secuestro...
—No sentí nada malo después o lo que sea, -dijo Mike.
—Así que ¿no eres como los esbirros del infierno que roban almas?
¿Tú naciste de esta manera? él me preguntó.
—Podemos ser llamados al infierno si no nos alimentamos y, en
cierto modo, a morir, -le contesté con sinceridad. Pero no, yo no fui
concebido en los fuegos del infierno ni nada de eso. Yo tuve padres,
aunque no es normal que los demonios sean realmente muy
parentales. Tan pronto como llegué a una cierta edad, estaba por mi
cuenta y nunca hablo con ellos.
El infierno es feliz de que estemos aquí para que la gente participe en 84
la lujuria, o ira, o cualquier otro pecado de los demonios que existen.
Pero no estamos quitando opciones a nadie o empujándolos a nada.
Ellos dan a su lujuria por su cuenta. No estoy seguro de que en
realidad eso sea un pecado, pero eso esta por encima de mi grado.
—Muy bien, -Chad respondió asintiendo con la cabeza mientras se
limpiaba los ojos. Bueno, así que Gabe es un sprite, que es un tipo de
hadas que puede tener hijos, incluso si son hombres y matar a estos
seres Halfer?
—En la versión corta, pero me gustaría pensar que hay más de mí
que eso. -Gabe se rió mientras se acurrucaba en contra de mi lado.
Soy bastante impresionante en la cama también, creo.
—Definitivamente lo eres. -Ronroneé, inclinándome para besarle.
—Bien entonces, -dijo Chad, haciendo una pausa durante unos
momentos. Entonces acepto cualquier donación que desea dar, y si
alguna vez me necesitan o a la clínica móvil, estoy más que dispuesto
a ayudar.
—Bienvenidos a la Dimensión desconocida, Chad. -Noah se rió,
levantandose y acercandose a acariciar al hombre en la espalda. No te
hubiera llamado si no supiera que eran buenas personas.
—Ya lo sé, sólo me tomara un poco digerir todo esto. -Chad se rió
entre dientes mientras tomaba la mano de Noah.
—Mientras tanto, tenemos otro dormitorio de invitados si le gustaría
descansar un poco, -le dije, de pie con Gabe.
—Gracias, Cal. Eso sería genial, -respondió, sonriendome. Tuve que
darle crédito al buen médico, volvimos su mundo del revés, pero lo
tomo con gracia. Me pregunté si bajo las mismas circunstancias habría
reaccionado igual. Por suerte, he estado vivo durante siglos, y no
había mucho que realmente me sorprendiera acerca del mundo.
Aunque, todavía parecía que encontraba personas que si lo hacían.
85
CAPÍTULO 8
Me desperté a la mañana siguiente con el sonido de alguien

vomitando sus entrañas. Rodando, no sabia lo que estaba pasando
hasta que vi Gabe no estaba en la cama conmigo. Entonces estaba
despierto y corriendo al baño. Estaba sentado en sus pies con la
cabeza tirada en el asiento del inodoro. Sin siquiera pensarlo,
reaccioné, corriendo fuera de nuestra habitación por el pasillo hasta el
dormitorio de invitados en el que Chad estaba.
—Chad, necesitamos ayuda. Es Gabe, no se le revisó totalmente
anoche, -le grité entrando a su habitación.
—Mierda, -maldijo y saltó de la cama para seguirme. Corrimos de
vuelta a donde estaba Gabe, y Chad inmediatamente se arrodilló junto
a él.
—Estoy bien, sólo con náuseas, -dijo Gabe, limpiándose la boca. Me
volví a mojar una toalla y se la entregué a Chad. Me duele el
estómago, y me siento un poco mareado.
—No hemos devuelto el equipo todavía, sin embargo, -Chad
respondió, mirándome. Asentí con la cabeza y levanté suavemente a
Gabe en mis brazos. Envolvió sus brazos alrededor de mi cuello, y
fuimos hasta el ascensor. Durante el viaje hacia abajo y el paseo por 86
el club me estaba pateando a mí mismo por no haber hecho esto la
noche anterior.
Chad señaló a una mesa junto a una de sus máquinas.
—Puedes dejarlo allí.
—Bebé, ¿estabas vomitando sangre o algo?" Le pregunté mientras le
apartaba un rizo de la frente.
—No, sólo la cena de anoche, -respondió con una sonrisa. Es
probable que sólo una reacción a todo el alboroto de anoche.
—Esto estara frío, -Chad informó a Gabe, luego roció un poco de
gelatina en su estómago. Vi como tocaba algunos interruptores y cogió
lo que parecía un rodillo grande. Lo pasó por encima del estómago de
Gabe, mirando el monitor.
—¡Santa mierda!
—¿Qué? ambos nos preguntamos mientras empezaba a flipar.
—Gabe tiene un útero, -Chad susurró viéndose fuera de si. Quiero
decir que no hay vagina o los ovarios, pero tiene un útero. Gabe, estás
embarazado. Wow, eso es algo que nunca pensé que le diría a un
hombre.
—¿En serio? -Gabe abrió la boca y luego me miró. Vamos a tener un
bebé, Cal. Vas a ser padre.
Lo miré con la boca abierta mientras mi visión se volvía borrosa. E
hice lo que estoy bastante seguro de que cualquier demonio lujuria
habría hecho si hubiera oído que su compañero masculino estaba
embarazado. Me desmayé.
87
—¿Cal? Vamos Cal, despierta, -dijo Gabe, golpeando mi cara

suavemente. Abrí los ojos y miré hacia él y Chad que estaban de
rodillas a cada lado de mí. ¿Estás bien?
—Sabía que podía pasar, pero... Quiero decir que realmente estas
ahora ... Necesito un minuto. -Yo divagaba, probablemente no tenia
sentido. Chad se rió entre dientes mientras se levantaba y nos dejó
solos. Gabe simplemente me sonrió.
—Tomate todo el tiempo que necesite, cariño, -dijo antes de besarme
suavemente. No estás teniendo dudas acerca de los niños, ¿verdad?
—No, bebé, -le respondí sentándome y tirando de él en mis brazos.
Vi por encima del hombro de Gabe a Noah y a Mike corriendo desde el
ascensor seguido por algunos de mis socios y demonios de la ira.
Chad levantó una mano para detenerlos cuando comenzó a hablar
con ellos, estoy seguro de que les dijo que me desmayé. Hombre,
nunca me dejarian vivir después de eso.
—Estoy feliz, Gabe. Es sólo un montón para tomar, cariño.
—Dímelo a mí. -Él se rió. No eres el que va a llevar a nuestro bebé.
—Buen punto. -Me reí cuando nos pusimos de pie. Tenemos que
llamar a Alejandro. Espero que podamos conseguir que venga
mientras Chad está aquí, sería bueno si supiera cómo ayudar.
—Estoy de acuerdo, -respondió Gabe mientras caminábamos hacia 88
el grupo. Recibimos felicitaciones, y me dieron un buen número de
comentarios acerca de deamayarme, pero todo fue buena diversión.
—¿Puede alguien llamar a Alejandro por nosotros?
—Sí, lo haré, -Eaton respondió mientras se apartaba y sacaba su
teléfono.
—Chad, si no te importa me gustaría que hables con Alejandro. Te
puede informar de lo que va a pasar con el embarazo de Gabe, -le
dije, teniendo problemas para decir la última parte.
—Grandote ¿estás bien? -Preguntó Sark, mientras me golpeaba en
el hombro. Tragué con fuerza y asentí. Gabe se rió mientras me
apretaba la mano en apoyo.
—¿Estas verdaderamente llevando a un niño? -Alejandro preguntó
apareciendo de la nada.
—Mierda. -Chad se quedó sin aliento y dio un paso hacia atrás,
sosteniendo su mano sobre su corazón.
—Sí, eso también me pasa a veces, -dije, dándole una sonrisa.
—¿Es este el médico con el que debo hablar? -Alejandro dijo, sin
verse demasiado contento al respecto. ¿Puedes probar que esta
embarazado?
—Él estaba vomitando esta mañana y tenia náuseas, -respondió
Chad, sin dejar de verse un poco pálido. Nosotros pensamos que
podría ser un efecto secundario de lo que hizo anoche con los halfers.
—Gabe acabó con veintidós de ellos como si nada en absoluto, -dijo
Sark, mirándome.
—Extraordinario, -exclamó Alejandro, virndose bastante satisfecho.
Así que ¿usted examinó su estómago y descubrió que estaba
embarazado?
—Él tiene un útero, es demasiado pronto para ver al bebé con el 89
ultrasonido, e-xplicó Chad.
—Si lo tiene, tiene un hijo. Los sprites normalmente no tienen uno, -
Alejandro respondió. Me sentí estúpido mientras Gabe y yo estábamos
parados allí escuchando el intercambio.
—Él está de pie aquí, -dijo Gabe, sonando molesto mientras soltaba
mi mano y cruzaba los brazos sobre su pecho.
—Lo siento, -ambos respondieron tímidamente.
—Está bien, usted nos dijo nos pusiéramos en contacto cuando
estuviera embarazado, -le dije, levantando una ceja.
—Los sprites no tienen un largo embarazo como los humanos. Sólo
seis semanas para ser precisos. -nos informó Alejandro. Así que no
más relaciones sexuales durante el embarazo.
—¿Qué carajo? Bonito de tu parte quitarnos el sexo, -gritó Gabe,
empujando a Alejandro. Nos acabamos de aparear ¿por que no nos
ha advertido de eso?
—No me importa acerca de su vida sexual, sprite. Me preocupo por
la continuación de nuestra raza, somos una especie en extinción, -
Alejandro gruñó, en la cara de Gabe. Me metí entre ellos, empujando
Gabe detrás de mí.
—No tomes decisiones por nosotros. Gabe es su propia persona, y tú
nos dirás todo lo que debamos saber de ahora en adelante, no sólo las
partes que desea que sepamos. -Yo le dije dejando claro que no
estaba jodiendo.
—Como quieras, -respondió Alejandro, dando marcha atrás. En mi
defensa, diré que estába en el manual que te di.
Chad se mantuvo lanzando preguntas sobre las hadas mientrad
Gabe y yo observabamos y escuchabamos. Cuantas más reglas y
límites Alejandro disponía para el embarazo de Gabe, menos feliz éste
parecía. Yo no estaba teniendo nada de eso.
—Doctor, ¿puede seguir bombeando a Alejandro con preguntas 90
despues y decirnos la versión corta? -Le pregunté, sintiendome
aliviado cuando me dio un guiño. En un instante, me di la vuelta,
recogió a Gabe en mis brazos y corrí hacia el ascensor. Vamos a
celebrar nuestra maravillosa noticia.
—Sí, muy bien, -Gabe susurró en voz tan baja que casi no podía
oírle. Envolvió sus brazos y piernas a mi alrededor, cambiando la
forma en la que lo sostenía mientras llegamos al ascensor. Pasé mi
tarjeta llave y pulsé el botón para nuestro piso. Fue entonces cuando
me di cuenta de que estaba temblando mientras sollozaba.
—Bebé, ¿quieres decirme que está mal? Le pregunté suavemente,
frotando su espalda para mayor comodidad.
—Nada, quiero decir es que... no es suficiente llorar otra vez. No sé
por qué estoy llorando. -Él sollozó, enterrando su cara en mi cuello. Mi
corazón fue aplastado cuando sentí sus lágrimas corriendo por mi piel.
—No siempre podemos decidir cómo nos sentimos, Gabe, -le
respondí mientras saliamos del ascensor cuando se abrieron las
puertas. Además de que está embarazada, cariño. Creo que muchas
hormonas adicionales vienen con eso.
—Pensé que tendríamos más tiempo antes de que esto sucediera,
¿sabes? Quiero decir, un tiempo y sin toda la mierda loca que ha
estado pasando desde que nos conocimos. Sólo un tiempo para estar
juntos, aprender todo sobre el otro. Ahora no podemos siquiera tener
relaciones sexuales y tenemos sólo seis semanas para aprender cómo
ser padres. Y tuvimos como un minuto para sumergirbos en las
noticias antes del no puedeb hacer esto y tienen que hacer esto, -
Gabe divagaba cuando lo acosté en nuestra cama y cubrí sus labios
con los míos.
—Cada cosa a su tiempo, cariño, -susurré contra sus labios. Sí,
hemos tenido más de una locura desde que nos hemos encontrado.
Pero pensemos en lo mucho que nos mostró el uno del otro. Yo sé
más de ti después de ver cómo reaccionaste en la más extrema de las 91
circunstancias de lo que había averiguado en veinte citas.
Él me miró durante unos momentos.
—Ese es un buen punto.
—Y sólo podríamos tener de seis semanas, pero tenemos mucha
ayuda, -le dije mientras le di la vuelta para que él estuviera a
horcajadas sobre mi regazo. Me senté y doblé mis rodillas para que él
se inclinara en contra cuando tomé su rostro en mis manos. Tenemos
a Chad y a Noah para que nos ayuden, y Noah estará en el mismo
recinto. Pediremos algunos libros, aprenderemos tanto como
podamos, y el resto vamos a recogerlo en el camino.
—¿Por qué eres tan razonable? -Gabe lloriqueo mientras nuevas
lágrimas empezaron de nuevo. Me estoy volviendo loco y estás tan
tranquilo y todo lógico.
—Cariño, estabas calmado cuando me desmayé antes. -Me reí,
abrazándolo cerca. He visto y he hecho mucho en mis siglos en este
planeta, Gabe. Sé que sin duda vas a ser un padre maravilloso, y
vamos a amar a este bebé. Y eso es más importante que toda la
investigación y el tiempo para prepararnos del mundo. Chad y
Alejandro pueden manejar todas las circunstancias especiales
mientras celebramos nuestra buena fortuna.
—¿Cómo? No podemos incluso tener relaciones sexuales, -dijo,
inclinándose hacia atrás para mirarme a los ojos.
—Bebé, hay un montón de maneras de divertirse que no impliquen el
coito. -Ronroneé, plantando pequeños besos en su cuello. Te
mostramos algunas otras maneras de divertirse que son parte de mi
plan para celebrar.
—¿En serio? —Gabe jadeó, fundiéndose en mis brazos.
—Oh, sí, -le contesté, quitando la ropa. Extendiendo mis piernas, me
di la vuelta con nosotros para que él estuviera acostado sobre su
espalda. Lamí de su cuello a su clavícula, y haciendo una pausa en 92
sus pezones perfectos. Poco a poco tomé uno en mi boca y chupé
duro mientras veía su rostro.
—No hemos tenido mucho tiempo para disfrutar del arte de los
juegos previos.
—Eso suena divertido. -Él gimió, extendiendo sus piernas
ampliamente para mí. Me gusta aprender cosas nuevas.
—En este momento, yo simplemente quiero que sientas todo lo que
te hago, bebé. Yo voy a hacer que te sientas tan bien, mientras te
mostraré lo mucho que me gusta el hombre que amo, -le dije antes de
trasladarme a chupar su otro pezón.
—Me gusta, Cal, -respondió, retorciéndose bajo mi tacto. Pasé mis
manos por su cuerpo y empecé a masajear sus caderas mientras dejé
que mi lengua viajara por su firme estómago. Me detuve en su ombligo
y coloqué besos de boca abierta a su alrededor.
—Nuestro bebé está creciendo aquí. -Susurré contra su piel. Vas a
darnos un hermoso bebé, Gabe. Nos va a encantar este bebé tanto y
siempre le protegeré.
—Te amo, Cal, -dijo Gabe suavemente, pasando los dedos por mi
pelo.
—Buena cosa, porque nunca, nunca voy dejarte ir, Gabe, -le juré
continuando mi asalto a sus sentidos. Descendiendo más, me detuve
cuando la polla de Gabe estaba delante de mi boca. Soplé a través de
la cabeza de hongo regordeta, consiguiendo varias gotas de líquido
preseminal por mis esfuerzos. Gabe gimió mientras ponía las rodillas
cerca de su pecho.
—Me encanta esta gran polla que tiene, Gabe. Es muy, muy
agradable.
—Es toda tuyo, Cal. Sólo la tuya, -dijo Gabe, tirando de mi lado 93
posesivo. Dando un gruñido, lamí a lo largo de la hendidura, gimiendo
ante el sabor de mi dulce compañera. Esta es mi primera mamada.
—Te prometo que no será la última, mi amor, -le contesté, y luego
trague su polla. Gabe gritó de placer cuando su polla se retorció en mi
boca antes de que su orgasmo le golpeara. Me aparté lo suficiente
como para que yo pudiera dejar que su dulce esperma cayera sobre
mis papilas gustativas. Gimiendo mientras seguía chupándole
prolongando su clímax tanto como pude, tragué hasta la última gota.
—Llegué demasiado rápido de nuevo. -Gabe jadeó mientras sacaba
su desgastada polla. Subí por encima de él, así que estábamos cara a
cara.
—Me encanta que estes tan caliente por mí que no puedas
controlarte, Gabe, -le dijo con firmeza. No vuelvas a dudarlo o sentirte
avergonzado por ello. Además, también te recuperas más rápido que
nadie con quien haya estado. Es jodidamente caliente.
—¿Puedo hacer eso? -preguntó, sonriéndome ampliamente.
—Cada vez que quiere, cariño. -Me reí mientras rodaba sobre mi
espalda y lo atraía hacia mí. Pero en este momento, solo quiero
sostenerte, si eso está bien. Me encanta la sensación de tenerte en
mis brazos, sobre todo después del orgasmo.
—Realmente eres el hombre perfecto, Cal. -Él ronroneó mientras
acurrucaba su cara en mi cuello. Estoy tan contento de habernos
encontrado el uno al otro.
—Yo también, cariño, -le dije, envolviendo mis brazos alrededor de él
con más fuerza. Nos quedamos allí durante varios minutos,
simplemente abrazados y dandonos caricias suaves. Creo que hay
que convertir la habitación de invitados, donde Chad duerme en el
cuarto del bebe. Es lo más cercano a nuestra habitación y tiene
suficiente luz para el bebé, pero no demasiado para la siesta durante
el día.
—Eso suena perfecto, -Gabe respondió, pasando su dedo sobre uno 94
de mis pezones. Quiero pintarla para uno u otro sexo, no sólo de color
rosa o azul. ¿Tal vez como un tema de la selva? Pintar algunos
animales en las paredes y todo el asunto.
—Me gusta, pero no puedo dibujar para salvar mi culo.
—Yo puedo, -respondió Gabe. —Las hermanas me enseñaron a
dibujar, pintar, y más de lo mismo. En realidad, yo no hago tan mal.
—¿Qué tal si yo pinto la habitación de un color base y puedes ir más
adelante y sacar todo lo que fuera. Entonces podemos completar los
colores un poco a la vez, yo no te quiero con los vapores de la pintura,
-le dije cuidadosamente. Espero que esté listo para mi locura
sobreprotectora, Gabe. Sobre todo ahora que estás llevando a nuestro
hijo.
—Puedo vivir con ello. -Él se rió, pellizcando mi pezón duro. Gemí en
voz alta y pasé la mano por su culo. -Tus pezones son en realidad un
punto caliente para ti, ¿no?
—Sí, -le susurré mientras se inclinaba y chupaba mi pezon derecho.
Amo jodidamente cuando juegas con ellos.
—Voy a tener que recordar eso. -Él ronroneó mientras lamía uno y
pellizcaba el otro. ¿Sabes qué tan caliente sería si los perforaras?
—¿En serio? -Le pregunté, mirándolo. Te gustaría eso, ¿verdad?
—Ah, sí, -respondió, empujando su erección contra mi cadera. Me
gustaría jugar con ellos todo el tiempo.
—Vamos a conseguir que se haga ahora. -Gemí mientras seguía
jugando con ellos. Cualquier cosa para hacer que mi hombre sea feliz
y juegue conmigo.
—¿Podemos ir de compras para el bebé también? -preguntó,
sentándose y sonriéndome. Si voy a estar embarazado seis semanas,
va a empezar a verse pronto, y no voy a ser capaz de salir en público.
—Buen punto, -le contesté, poniendo mala cara cuando él dejó de 95
tocarne. Tengo una cosa que quiero preguntar primero.
—Está bien, -dijo Gabe, levantando una ceja.
—Me gustó mucho cuando jugabas con mi culo, -le dije, sintiendo mi
cara calentandose. Estaba pensando que tal vez podríamos intentar
poner un plug en mí, de esa manera puedes jugar con él y nadie lo
sabría.
—¡Oh, Dios! eso es caliente, -Gabe gimió, llegando hasta acariciar mi
polla. ¿Va a llevarlo mientras vamos de compras y yo podría burlarme
de ti?
—Sólo si prometes cuidar de mí cuando llegamos de vuelta a casa, -
le contesté, sonriendo a mi compañero ansiosos.
—Trato, dijo, avanzando hacia la mesita de noche. Vi como sacó un
poco de lubricante y uno de los tapones que habia utilizado en mis
socios. Él se movió con impaciencia entre mis piernas y roció un poco
de lubricante en sus dedos. Le sonreí mientras ponía mis piernas al
pecho, exponiendome plenamente.
—Tócame, Gabe. -Jadeé mientras miraba mi agujero. Pasó los
dedos resbaladizos sobre la grieta de mi culo. Se sentía tan bien que
empecé a temblar. Gemí mientras empujaba dos dedos de forma
inmediata, amando la ligera quemadura que se mezclaba con el placer
abrumador. Gabe estaba viendo mi cara mientras movia sus dedos en
mi culo. ¡Oh mierda, bebé! -Eso se siente tan bien, ¡dame más!
—Eres tan hermoso, -dijo Gabe mientras deslizaba en un tercer
dedo. No puedo creer que soy tan afortunado y que voy a pasar la
eternidad junto a ti.
—Me siento de la misma manera, -le contesté, moviendo mis caderas
para empalarme a mí mismo mas en sus dedos.
—Acaricia tu polla, Cal. Quiero verte jugando contigo mismo mientras
tengo mis dedos en tu culo caliente. -Gabe gruñó mientras acariciaba
por encima de mi punto dulce. Lo miré con sorpresa e inmediatamente 96
me agaché y envolví mis dedos alrededor de mi polla. Acariciandome
a mí mismo al mismo ritmo de los dedos que empujaban en mi, me
estaba llevandl muy cerca de mi clímax.
—Tan jodidamente caliente.
—Te amo, Gabe, -grité cuando mi orgasmo nadó sobre mí. Sólo
escuchar que me deseaba era suficiente para empujarme sobre el
borde y me tenía corriendome con mucha fuerza. Chorro tras chorro
de semilla se disparo en mi estómago y pecho mientras Gabe se
mantuvo follandome con sus dedos. Después de que me pasé, los
sacó y empujó el plug, conseguiendo otro gemido de mí.
—Me gusta esto en tu culo, -Gabe dijo mientras movió el final del
plug. Gemí cuando bajé mis piernas a cada lado de él. A cambio, se
inclinó y lamió mi semen de mis abdominales.
—Bebé, vas a ser mi muerte. -Susurré, amando la sensación de su
lengua en mi cuerpo.
—Bueno, mejor me detengo entonces. -Él se rió y fue a sentarse.
Gruñendo, lo agarré antes de que pudiera escapar y nos rodé por lo
que estaba en la parte inferior. Lo besé con fuerza, empujando mi
lengua en su boca y exigiendo su presentación. Mi pareja perfecta se
fundió en mí, lanzando sus brazos alrededor de mi cuello mientras
deslizaba su lengua sobre la mía.
—Te amo, Gabe, -susurré contra sus labios, sintiendo las lágrimas
que se formaban en mis ojos. Tú eres mi mundo entero, bebé. Yo
haría cualquier cosa por ti o para hacerte feliz. Espero que ya lo
sepas.
—Lo hago, Cal, respondió, sonriendome. Y me siento de la misma
manera.
—Sin nada más que decir simplemente nos miramos el uno al otro
durante varios minutos. Y me alegro de que fuimos capaces de tener
ese tiempo a solas para simplemente estar juntos y disfrutar de
nuestra feliz noticia. Me di cuenta entonces de que nunca iba a 97
conseguir tener bastante de Gabe, siempre iba a querer todo lo que
tenía que darme. Y eso estaba perfectamente bien conmigo.
98
CAPÍTULO 9
Unas horas más tarde, ya habíamos estado en uno de los salones de

tatuaje de la avenida y conseguido mis pezones perforados. Entonces
nos dirigimos a una de las tiendas de mejoras para el hogar, eligiéndo
pintura, y comprando todos los suministros. Noah y Mike decidieron
unirse a nosotros, desde que habían mirado los apartamentos
disponibles y ya sabían cuál de ellos querían. Gabe y yo les ayudamos
a elegir colores agradables para adaptarse a su estilo.
Antes de que nos dirigieramod hacia fuera, Gabe había encontrado al
'tío' Sark y al 'tío' Eaton y me informó de que se iban a unir a nosotros.
Ambos me dieron una mirada de confusión, pero se encogieron de
hombros y siguieron caminando hacia las puertas. Efectivamente,
siguieron adelante, sin siquiera gemir cuando dijimos que íbamos a
recoger las cosas para el bebé.
Ahora que estábamos en una cadena de tiendas de bebé, yo sabía por
qué. Sark y Eaton se estaban totalmente en ayudarnos a seleccionar
los elementos. Me preguntaba si alguno de ellos había deseado tener
niños a lo largo de los siglos.
—Chicos, vuestra cesta está casi tan llena como la nuestra. -Me reí
de ellos cuando estábamos recogiendo la ropa del tamaño lactante.
—Hey, podemos echar a perder a nuestra sobrina o sobrino, -Eaton 99
respondió a la defensiva. Me detuve de empujar mi carro, me acerqué
a ellos y tiré mis brazos sobre cada uno de sus hombros. Tire de ellos
juntos, y compartimos un rápido beso a tres vías.
—Gracias por compartir esto con nosotros y por darnos vuestro
apoyo, -les dije a mis dos amigos cercanos. Realmente significa
mucho para mí, y sé que Gabe está encantado.
—Creo que deberían besarse de nuevo, -Gabe ronroneó,
insertandose a sí mismo en nuestro círculo. Fue jodidamente caliente.
—Voy a compartir un beso contigo y Cal. -Sark rió mientras nos
separamos. Creo que me gustaría más que Eaton.
—No, mis labios son para Cal solamente, -Gabe respondió pasando
la mano por mi culo, y empujando el plug. Gemí y puse una mano en
uno de los bastidores cuando mi polla se ponía dura como la piedra.
—¿Qué están haciendo ustedes dos? -preguntó Noah, volviéndose a
mirar con Mike.
—Ya que no podemos tener relaciones sexuales, Cal se acercó con
algunas ideas de cómo podemos todavía divertirnos, -explicó Gabe,
alcanzando en la parte de atrás de mis pantalones y moviendo el plug.
Eso me tenía agarrándome al estante con ambas manos y jadeando
como una masa pegajosa de lujuria. Así que dejó que le pusiera un
plug antes de irnos, y me pongo a jugar con él, mientras vamos de
compras, siempre y cuando me ocupe de él cuando lleguemos a casa.
—Qué va a ser muy pronto si no dejas de jugar, Gabe, -gruñí cuando
lo sacó un poco antes de dejarlo entrar de nuevo. Sólo recuerda, la
venganza es una perra.
—Promesas, promesas. -Él se rió mientras quitaba su mano. Solté el
estante y me volví hacia él. Gabe llegó a mí primero, pasando sus
manos por debajo de mi camisa y chasqueando mis nuevos anillos de
los pezones. Dijiste que me pusiera a jugar todo lo que quiero.
—Lo hice, bebé. -Gemí, sintiendo que mis rodillas se debilitaban. 100
Siguen siendo tan sensible.
—Eso es parte de la diversión, amante, -dijo, tirando suavemente de
uno. Quiero que estés tan caliente y desesperado por mí que estés
pidiendo que te toque.
—Gabe, estoy siempre caliente y desesperado por ti, -le contesté,
cubriendo sus manos con las mías para que no pudiera seguir
torturándome. Y voy a rogar todo lo que quieras, cariño.
—Exactamente como debe ser. -Él se rió, luego sacó sus manos de
mi camisa y me apretó la polla a través de mis pantalones. Y tenemos
que asegurarnos de que te alimentes más tarde. No puedo tener mi
gran demonio de la lujuria pasando hambre.
—No, eso no puede pasar. -Jadeé mientras seguía masajeando mi
polla. Pero tal vez deberíamos ser un poco más sutiles teniendo en
cuenta dónde estamos.
—Buen punto, -dijo Gabe, mirando a su alrededor cuando me soltó.
Sólo recuerda que estoy lejos de terminar de tomarte el pelo.
—Y tu sólo tienes que esperar hasta después de que nazca el bebé, -
ronroneé, tirando de él hacia atrás contra mi pecho para que pudiera
empujar mi erección contra su culo. Voy a provocarte y joderte en
todas las posiciones.
—Eso espero, -respondió, empujando su trasero firme en mi contra.
Gemí de nuevo cuando lo solté y me uní a Mike y Noah. Ambos rieron
mientras sostenían diferentes opciones para la ropa del bebé. Huelga
decir que yo estaba teniendo algunas dificultades para centrarme
después de las burlas de Gabe.
—Bueno, por lo que todavía tenemos que conseguir una cuna,
cambiador, asiento de coche... Noah me informó, recitar una larga
lista.
—Wow, eso es un montón de cosas, -dijo Sark, juntando su compra a 101
la nuestra. Ya tenemos dos carros llenos. ¿Quién sabía algo tan
pequeño necesitaría tantas cosas?
—Vive y aprende, mi amigo. -Me reí cuando hicimos nuestro camino
hacia el siguiente pasillo. Sólo hemos conseguido ropa y algunos
juguetes hasta el momento.
—Me quedo con el carro lleno por adelantado y le digo a la señora de
la caja que nos lo guarde todo, -dijo Eaton mientras empujaba nuestro
carrito lejos. Voy a traer otro carro vacío.
—Gracias, tío Eaton, -Gabe respondió con un guiño. Lo vi caminar
hacia donde estaba Noah mirando los biberones y la fórmula. ¿Cómo
pidia estar tan lleno de amor por un pequeño sprite?
—Eres un hombre con suerte, Cal, -dijo Sark, dándome una palmada
en el hombro.
—Lo soy, ¿verdad? -Le respondí con una sonrisa. Es más de lo que
jamás pensé que podría merecer.
—Creo que Gabe es exactamente lo que te mereces, amigo mío. Tú
eres uno de los buenos, Cal, -dijo Sark antes de empujar su carrito y
unirse al grupo. Me acerqué a donde estaba mi compañero y le
levanté en mis brazos, dándole un beso profundo.
—¿Porque fue eso? -me preguntó cuando terminé. Yo lo bajé de
nuevo a sus pies, sonriendo por la forma en la que todavía se aferraba
a los biberones.
—Por ti, -le respondí, tomando una de las botellas de él para que
pudiera sostener su mano.
—Debemos mantener a raya la fórmula hasta que sepamos si el
bebé necesitará algo especial, -dijo Noah. Eaton apareció luego con
otro carro vacío, y Noah colocó todas las botellas y bolsas en ella.
Luego recogimos algunos chupetes, botines, baberos y mantitas.
Siguiente elegimos el asiento de coche que nos gustó y luego una
cuna. Me reí de lo emocionado que estaba Sark cuando encontró una 102
que tocaba música para ayudar al bebé a dormido.
—Cal, ven mira esto, -Gabe gritó, agitando la mano. Cuando me
acerqué a él, vi que era un móvil que iba por encima de la cuna.
Envolví mi brazo alrededor de sus hombros cuando me di cuenta que
era un móvil Campanilla con un grupo de amigos hadas.
—Creo que nuestro bebé debe recibir las hadas de inmediato,
¿verdad?
—Es perfecto, -le dije, tomando el móvil y poniendole en el carro.
Vamos a tener que mirar en línea y ver si podemos encontrar algunas
cosas más hadas.
—Quiero que él o ella ame los demonios tambien, -Gabe respondió
arrugando las cejas. Pero no estoy seguro de cómo hacer eso. Me
refiero que la mayoría de las cosas de demonio que se puede comprar
asustaría la mierda de un bebé.
—Estoy de acuerdo, -le dije suavemente, dándome cuenta de lo duro
que estaba tratando de no herir mis sentimientos. Nuestro bebé sólo
tendrá que amar a los demonios reales en su vida.
—Sin duda. -Gabe asintió mientras pasamos a cambiadores de mesa
y corralitos. Se nos llenaron otros tres carros y media hora mas tarde
finalmente teníamos todo de la lista de Noah. Se estaba convirtiendo
en un buen amigo para tener alrededor. También hablé con Mike
antes, que estaba feliz de que Noah estuviera sonriendo mucho
después de lo que había pasado. Mi teléfono vibró en mi bolsillo,
entonces, y solté la mano de Gabe en la caja para que pudiera
sacarlo.
Las monjas están muy bien, he envíado de un par de tipos para que
lo vean con sus propios ojos, el mensaje de texto de Beck dijo. Yo le
había pedido la noche anterior revisar en el convento donde Gabe
había crecido.
Bien. Pregunta a Sor Catherine y las demás si les gustaría volar de 103
vuelta con ellos para una visita a Gabe y ver su nueva casa, le envíe
un mensaje de vuelta.
Lo tienes, Cal, Beck respondió segundos después.
—Cal, es posible que desees ver el total ya, -Gabe dijo en voz baja,
su mirada como dardos entre mí y la caja registradora. Seguí su
mirada y vi que acabábamos de cruzar la marca de mil dólares.
—Bebé, tu hombre vale millones, -le susurré al oído, tirando de él
cerca. Di a su lóbulo de la oreja un pellizco rápido, y me dio un beso
en el cuello. No te preocupes por el dinero, solo mantenga a nuestro
bebé seguro y alimentado.
—Yo puedo hacer eso, -respondió, sonriendome cuando movió su
culo contra mi ingle. Tuve que reprimir un gemido porque había gente
alrededor.
—Voy a traer la camioneta, -Eaton gritó mientras terminaba de pagar
en la otra caja. Me reí cuando mis dos amigos, muy grandes demonios
de la lujuria, charlaban acerca de todo que el almacén tenía que
ofrecer mientras caminaban hacia la salida. Apuesto estábamos dando
a los empleados en la tienda algo de qué hablar durante semanas.
—¿Son ustedes dos los que están esperando? -la dama de la caja
registradira preguntó mientras escaneaba lls artículos.
—Sí, vamos a tener un bebé, -Gabe respondió con una sonrisa, yo lo
sentí tenso. Bueno, no nosotros personalmente, quiero decir, los
hombres no podemos tener hijos, por supuesto.
—Hemos encontrado una sustituta que sale de cuentas en seis
semanas, -le dije, cortándole a Gabe. Lo sentí relajarse mientras le
daba a su hombro un apretón.
—¿El primero? -Ella se rió entre dientes, mirando entre los dos.
—Sí, y somos lo suficientemente afortunados de tener un buen amigo
que es enfermero pediátrico que nos esta ayudando, -le dije,
señalando a Noah que estaba poniendo bolsas en el carro. Los otros 104
dos hombres en la otra la caja han sido buenos amigos míos desde
que éramos niños.
—Yo les oí decir que iban a ser tíos, -respondió ella, sonriendo
ampliamente. No puedo decir que realmente lleguemos a a tener a
tantos hombres juntos de compras y haciendo un alboroto sobre la
ropa de bebé.
—Los amigos de Cal están muy entusiasmados por nosotros, -dijo
Gabe, tomando mi mano. Nuestro bebé va a ser tan querido y
mimado.
—Siempre es agradable tener niñeras alrededor, -respondió ella,
asintiendo con la cabeza. ¿Saben el sexo del bebé?
—Estamos esperando, queremos que sea una sorpresa, -le contesté
antes de que Gabe pudiera. Le dio a mi mano un ligero apretón de
gratitud.
—¿Decidieron el nombre? -preguntó ella mientras pasaba el último
elemento. Miró a Gabe, quien tenía la misma expresión de ¡oh mierda!
en su cara que yo. Ella debe haberlo visto porque se echó a reír.
Bueno, todavía tienne tiempo, pero no esperen hasta el nacimiento.
Estarán tan abrumados, que sólo Dios sabe como conseguirán tiempo
para nada.
—Un buen consejo, -dije mientras le entregaba mi tarjeta de débito.
Vamos a tener que pensar en ello mientras arreglamos el cuarto del
bebé.
Después de eso, firmé el recibo, y ella nos deseo suerte y nos dio las
gracias por nuestras compras. Todo el mundo tomó un carro y lo
empujó fuera donde Eaton y Sark habían llevado la camioneta y nos
ayudó a cargarlo todo.
Habíamos comprado tantas cosas que apenas pudimos tener todo
encajado, tuvimos que utilizar la tercera fila de asientos para nuestras
compras. Mike y yo terminamos sentado sen la fila del medio con 105
nuestros hombres en nuestro regazo para poder encajar.
—Me muero de hambre, -Gabe anunció cuando salimos del
estacionamiento. ¿Todos estamos de acuerdo con pizza?
—Lo que quieras, Gabe, -dije, besando su cuello. Y era realmente lo
que sentía. Sea lo que sea que Gabe quería o necesitaba se lo daría.
Una semana más tarde estaba en el club, firmando algunos ordenes

de entrega cuando la puerta principal se abrió. Mirando hacia arriba, vi
a los demonios de la ira entrando, seguidos de unas pocas mujeres
vestidas con hábitos. Un demonio de la ira y una monja de pie en un
club del sexo, me dije a mí mismo, parecía que el principio de una
buena broma.
—Gracias por venir, hermanas, -les dije mientras me acercaba a
ellos. Gabe estará tan encantado de que estén aquí.
¿Él no sabe que íbamos a venir? -preguntó una mujer, levantando
una ceja.
—Yo quería que fuera una sorpresa, -le contesté, extendiendo mi
mano. Soy Cal, el compañero de Gabe.
—Soy la hermana Catherine, y estas son las hermanas Isabel y 106
María, -ella me informó, señalando a cada una de las mujeres. Todos
nos dimos la mano, diciendo nuestros saludos.
—Estoy seguro de que les gustaría ver a Gabe, -dije, haciendo un
gesto de que me siguieran hasta el ascensor. Las tres sonrieron tan
pronto como he mencionado su nombre, el amor brillando en sus ojos.
Momentos más tarde salimos del ascensor en nuestro apartamento.
—Gabe, tengo una sorpresa para ti.
—Si se trata de más comida, ¡yo no la quiero! Me estoy poniendo
gordo, -Gabe gritó desde fuera del dormitorio. Me reí ante la respuesta
de mi pequeño compañero, que no estaba contento de que había
perdido su vientre plano y ahora tenía un chichón bebé.
—No hay comida, pero asegúrate de que estás vestido, -le dije,
dándome cuenta de que estaría mortificado si salía desnudo para
encontrar a las hermanas aquí.
—¿Por qué te importa si yo estoy ...? -respondió mientras caminaba
hacia la sala, deteniéndose cuando vio a quien tenía conmigo. ¿Están
todos bien?
—Sí, Gabe, nadie resultó herido, -dijo la hermana Catherine, dando
un paso hacia él. Ella se quedó sin aliento cuando miró sobre Gabe
mientras permanecía de pie frente a ellas con sólo pantalones de
pijama puestos.
—Tenemos una sorpresa para ustedes, señoras, -yo les informé y fui
a estar junto a Gabe. ¿Alguna vez les dijieron lo que Gabe era cuando
se quedó a su cuidado?
—Un hada huérfano, dijo la hermana Mary, mirando el estómago de
Gabe. ¿Por qué parece estar embarazado?
—Porque lo estoy, -susurró Gabe, mirando de una mujer a otra. Soy
un sprite. Tenemos bebés con nuestros compañeros, incluso si somos
hombres. Supongo que somos raros.
—¿E-está embarazado? -La hermana Isabel tartamudeaba mientras 107
sus ojos se ponian en blanco en su cabeza.
—Oh, mierda, -dije, saltando para atraparla a tiempo. Levanté a la
mujer más pequeña en mis brazos y luego me acerqué al sofá para
acostarla. Debería haberlo visto venir considerando que era lo que
hice cuando me enteré de que estaba embarazado.
—Tal vez todos deberíamos sentarnos, -la hermana Catherine
respondió, guiando a una pálida hermana Mary al sofá también. Gabe
se unió a mí en el otro sofá, mirando nervioso cuando yo envolví mi
brazo alrededor de él.
Hubo varios momentos de tensión en los que todos nos miramos el
uno al otro antes de que todos hablaramos a la vez.
—Por favor, ustedes, señoras van primero, -les dije, una vez que
compartimos una risa.
—¿Quiere un poco de agua, hermana Isabel? -Gabe preguntó
cuando ella comenzó a entrar en razón. Fue a levantarse para
conseguirlo cuando ella asintió con la cabeza.
—Descansa, cariño, -le dije, poniendo mi mano en su rodilla.
Señoras, ¿verdad solo agua? Tenemos té o café.
—El té sería maravilloso, -la hermana Catherine respondió por todas
ellas. Me levanté y fui a la cocina para poner en un poco de agua, ya
que no paraba de hablar.
—¿Estás feliz aquí, Gabe? ¿Hice lo correcto?
—Estoy muy feliz aquí, hermana. Me encanta Cal, y sus amigos son
maravillosos, -dijo Gabe.
—Pero cuando supimos que le enviaríamos a su compañero, no
sabíamos que era un demonio, -la hermana Catherine respondió
suavemente.
—O un hombre, -la hermana Mary agregó.
—¿Cuántas mujeres que se llamen Cal conoces? - la hermana 108
Catherine preguntó, claramente reprendiéndola. Sabíamos que Gabe
era gay por un tiempo. Eso nunca le importó a cualquiera de nosotras.
—Cal es un hombre maravilloso, hermana. Él es amable y cariñoso y
generosao, -respondió Gabe. Cal ha rescatado a uno chico de algunos
malos y este llamó a un médico que sabía que nos ayudaría cuando
se rescataron a mas de ellos, y Cal financiará su clínica durante unos
años para ayudar.
—Yo no entendí nada de eso, Gabe. -la hermana Catherine se rió
entre dientes. He echado de menos tu balbuceo.
—Lo siento, -dijo Gabe, tomando una respiración profunda. Un doctor
vino en nuestra ayuda, y como forma de agradecer, Cal le está
donando el dinero suficiente para ejecutar su clínica gratuita durante
un par de años.
—Pero ¿qué pasa con tu alma, Gabe?
—¡No! No tienes derecho a decir eso, -exclamó y saltó de su asiento.
Me encanta Cal. Él es el padre de mi hijo, hermana Catherine, estaba
preocupado por vosotras, así que envió a los hombres que trabajan
para él para ver cómo estan usteden y me sorprende con su visita. No
puede entrar en su casa e insultarlo.
—Sí, ella puede, Gabe, -dije suavemente, caminando hacia él. Puse
mis manos sobre sus temblorosos hombros y lo miré a los ojos. Ella te
ama y se preocupa por ti. No estoy molesto, ni me siento ofendido,
cariño. Créeme, me esperaba esto. Pero en este momento, lo que
necesito es que, por favor, te calmes. Voy a responder a todas sus
preguntas, ¿de acuerdo?
—No, amo a las hermanas, pero también te amo, Cal. No pueden
venir a nuestra casa y mirarte con desdén, -respondió, sacudiendo la
cabeza mientras las lágrimas corrían por sus mejillas. Mi pobre
compañero estaba teniendo problemas con todas sus hormonas y
empezó a llorar como una Magdalena.
—No están siendo groseras, Gabe, -le dije, mientras lo llevaba de 109
nuevo al sofá. Si llegaras y vieras lo que están viendo, ¿no le estarias
preguntando lo mismo? Yo lo haría.
—Tal vez, -respondió él, secándose los ojos. No me gusta cuando la
gente asume que eres malo, estás tan lejos del mal como polo norte y
el polo sur.
—Me alegro de que pienses así, bebé, -le dije, besándolo
rápidamente y nos sentamos. Froté la mano sobre su estómago
mientras miraba fijamente. Hay que mantener la calma por el bebé,
¿de acuerdo? No quiero ninguna tensión indebida en ti o en nuestro
pequeño chico.
—O chica, -Gabe respondió.
—O chica, -me reí, abrazándolo cerca.
—Creo que acaba de responder a todas mis preocupaciones, Cal, -
dijo la hermana Catherine. Volviéndome hacia ella, vi a las tres
sonriendo ampliamente. No creo que uno pueda ser el mal y
preocuparse por Gabe de la manera que acabas de hacerlo.
—Me alegro de que te sientas así, -le contesté, sonriendo hacia ellas.
Pero aun estoy más que dispuesto de responder a sus preguntas.
—Mi única pregunta ahora es cómo es que Gabe está embarazado. -
Ella se rió entre dientes. Creo que nunca esperábamos ver al hombre
que considedamos como nuestro propio hijo embarazado.
El agua de té silbó entonces, y me levanté y me dirigí a la cocina
cuando Gabe comenzó la historia de lo que sucedió después de dejar
el convento. Saqué tres tazas, bolsas de té, y vertí el agua mientras él
siguia contando. Volviendo de nuevo a la sala de estar, añadí a la
historia de Gabe lo que pude. Me uní a mi compañero en el sofá y se
hizo cargo de la historia cuando llegó a los halfers. Les expliqué que
los halfers eran los demonios de los que su Biblia hablaba.
Les dijimos acerca de Noah y Mike, junto con todos los otros cautivos 110
que fueron tomadas. Por supuesto, dejamos las partes acerca de
nosotros apareandonos y teniendo sexo caliente. Eran como las
madres a Gabe, después de todo. Cuando finalmente terminamos, las
tres se sentaron allí con miradas de asombro en sus rostros.
—Tengo una pregunta ahora, -dije después de unos momentos. ¿Por
qué enviar a Gabe al mundo solo, para encontrarme, como lo hiciste?
—Una de las hermanas me informó de que un par de hombres se
presentaron en el convento, -la hermana Catherine respondió aún
viéndose conmocionada. Ella dijo que tenían caras deformes y
cicatrices horribles y nos preguntó si habíamos tomado alguna vez un
niño. Se pusieron en marcha todas sus advertencias internas, por
supuesto, y ella les mintió. Después de que me enteré de esto, yo
sabía que lo mejor sería colar a Gabe en el medio de la noche. En un
principio, íbamos a explicarle algo de esto antes de llevarlo con usted,
pero dadas las circunstancias, sentí que era mejor llevarlo a un lugar
seguro.
—¿Ellos volvieron? -preguntó Gabe.
—Sí, pero yo pensé que los había llevado en una búsqueda inútil.
Ella suspiró, viendose muy cansada. Yo les di un poco de historia
acerca de un bebé que vino hace años pero que volvió con los
Servicios Sociales. Pero parece que podían sentir lo que eras como lo
hizo Cal. Tal vez cuando regresaron se podría decir que ya no estaba
allí y te siguieron, realmente no lo sé.
—Bueno, ahora que todos tenemos nuestras respuestas, voy a
proponer que nos movemos a la diversión, -dije, no me gustaba que
todo el mundo se había vuelto tan malhumorado. ¿Quiereis ver lo lejos
que hemos llegado con la habitación del bebé?
—Creo que es una idea maravillosa, -respondió ella, señalandome
que ella entendió mi cambiando el tema. Gabe se puso de pie,
rebotando por la excitación mientras él les hablaba de todos nuestros
planes. Las hermanas Isabel y Mary lo siguieron a la otra habitación 111
mientras la hermana Catherine y yo nos quedamos atrás.
—Usted es siempre bienvenida aquí, hermana, -le dije mientras
tomaba mi brazo. Ustedes son la familia a Gabe, y nunca lo apartaría
de usted, espero que ya lo sepa.
—Lo hago y lo agradezco, -dijo, acariciando mi brazo antes de
caminar hacia donde los otros habían ido. Se detuvo y se volvió para
mirarme. Pero si alguna vez le haces daño, voy a cazarte y destriparte
como a un pez. Monja o no monja, amo a Gabe como si fuera mi
propio hijo y voy a terminar con cualquiera que le haga daño.
Ella se volvió y siguió caminando, y me dejó de pie en la sala de
estar con mi mandíbula abierta. Después de unos momentos, me eché
a reír. ¡Realmente me gustaba! Y lo más importante, le respetaba por
dejarme las cosas claras. Al oír reír a todos en el cuarto del bebé me
dirigí hacia ellos, sonriendo.
112
CAPÍTULO 10
Las hermanas se quedaron unos días antes de que tuvieran que

volver. Gabe y yo lo pasamos muy bien con ellas, y ellas prometieron
regresar y visitarnos en unos pocos meses después del nacimiento del
bebé. No hace falta decir que pasamos la mayor parte del tiempo en el
apartamento. Yo no quieria más monjas desmayadas si veían el club
abajo cuando estaba abierto. La mejor parte fue cuando Eaton vino un
día.
—¡Santa madre de las monjas! -dijo, y volvió al ascensor. Todos
teníamos un buen rato de risas.
Las semanas pasaron volando, pero nos dio tiempo de terminar la
guardería antes de Gabe tuviera que ir en reposo en cama durante su
último trimestre. Por supuesto, fueron sólo dos semanas, pero estaba
siendo como un soldado. Le sorprendió con un e-reader cargado con
todo tipo de libros para mantenerlo entretenido. Aprendió rápido, creó
una cuenta y la descargó varios otros libros.
Lo encontré masturbándose un par de veces por lo caliente que
estaba el libro que estaba leyendo. Por supuesto, yo estaba más que
dispuesto a ayudarle y chuparle la polla para que se corriera. El quería
que llevarq siempre un plug así podía jugar con ello sin descanso.
Casi todas las mañanas me despertaba mi compañero cachondo
jugando con los anillos de mis pezones.
La mañana antes de la marca de las seis semanas, me desperté con 113
una cama húmeda. Lancé las mantas, y vi que no era la sangre u
orina, lo que me confundió por completo.
—Creo que acaba de romper aguas, -Gabe jadeó, despierto y
sentado contra la cabecera. He tenido un par de contracciones, creo,
pero yo no estaba seguro hasta ahora.
—Noah, -grité, saltando de la cama. Su apartamento y el de Mike
estaba terminado, pero accedió a quedarse en nuestra habitación de
invitados hasta que naciera el bebé. Llama a Chad, Gabe acaba de
romper aguas.
—¿Qué? -preguntó Noah, que apareció en nuestra puerta mientras
se limpiaba los ojos. ¡Oh, mierda! De acuerdo, llama a Chad. Voy a
ayudar a Gabe.
—Bien, buena idea, -dije, buscando mi celular mientras Mike corría
en la habitación. Marqué el número de Chad y esperé a que responda.
Gabe acabq de romper aguas, él dijo que cree que ha tenido un par de
contracciones.
—Me voy en cinco, Noah sabe qué hacer, Cal, -Chad respondió,
obviamente, le acababa de despertar.
—Mantenga la calma y respira con él, voy a estar allí pronto.
—Gracias, -le dije antes de colgar y lanzar el teléfono en la cómoda.
Volviendo a la cama, Noah ya había quitado las sábanas mojadas y el
cubre colchón. Mike y yo rehicimos rápidamente la cama, moviéndo
cuidadosamente a Gabe al otro lado mientras terminamos.
—Cal, -Gabe gritó cuando otra contracción le golpeó. Algo está mal,
me duele demasiado. Esto no puede estar bien, siento que me estoy
muriendo.
—Lo creas o no, eso es normal, Gabe, -dijo Noah con calma. Sólo
sigue respirando como hablamos, Chad de camino.
—¡Maldito respirar! -Gabe gruñó mientras tomaba su mano. Estoy a 114
punto de tirar un bebé fuera de mi culo, literalmente.
—Sé que duele, cariño, -le dije en voz baja, moviendome así que
estaba entre él y la cabecera. Puse mis piernas a cada lado de él y lo
atraje hacia mi pecho. Y te prometo que puedes pegarnos a todos
nosotros más tarde, ¿de acuerdo? Pero recuerda que nosotros
estamos aquí para ayudar y hacer lo que podamos. Te amo, y estoy
muy orgullosa de ti.
—Lo siento, Noah, -Gabe susurró, calmandose una vez que la
contracción pasó. Es sólo ¡maldición! Lees sobre lo malo que el dolor
es a ves a las mujeres en la televisión, pero es mucho peor que lo que
jamás hubiera imaginado. No sé cómo las mujeres hacen esta mierda.
Sexo débil mi culo, ¡los hombres no podría jamás hacer esto!
—Yo no sé nada de eso. -Eaton se rió entre dientes mientras él y
Sark entraron en la habitación.
—¿Alguna vez has dado a luz? -Gabe preguntó muy uniformemente.
Sark y Eaton intercambiaron una mirada y negaron con la cabeza.
Entonces cállate la boca y di que estas de acuerdo conmigo o voy a
meter una pelota de fútbol en tu culo maldito y despues te pondre a
empujarla fuera.
—Muy bien, -respondió Sark, pálido y tragaando con fuerza. Eaton
asintió como una muñeca mientras pasé las manos por los brazos de
Gabe para calmarlo.
—Creo que eres caliente cuando te pones todo exigente y gruñón, -le
susurré al oído, dándole un pellizco. Podría enumerar todas las cosas
que puedes hacerme después de pasar a través de esto. Y, sólo
imaginate, vamos a tener nuestro bebé entonces, cariño.
—Lo sé, lo sé, y estoy emocionado por eso, -dijo Gabe, inclinando su
cuello para poder mirarme. No puedo poner esto en palabras, Cal.
—Lo sé, cariño, -le contesté, besando a lo largo de su cuello cuando
Noah puso un paño frío en su frente. Me cambiaría por ti con mucho
gusto para que no tengas dolor. Sigue recordándote que esto sólo 115
durará un par de horas, y despues vamos a tener nuestra dulce niña
para siempre. Y luego podemos tener mucho sexo caliente de nuevo.
—No delante del bebé sin embargo. -Gabe se rió, y luego gritó
cuando lo golpeo otrq contracción. Mi corazón se retorcía en nudos
por verlo en tanto dolor.
—Estoy aquí, Gabe. No estás solo. -Susurré, corriendo el paño sobre
su frente. Lo siento, no puedo quitarte este dolor.
—Hey, que estás aquí, -dijo suavemente. Esto es mejor que esos
papás que se sientan en las salas de espera y ni siquiera se
mantienen cerca de su pareja.
—Ni los caballos salvajes podrían mantener lejos de mi compañero, -
le contesté, jadeando cuando él volvió a gritar, las contracciones
estaban cada vez más seguidas.
—Mierda, Chad necesita llegar aquí como ¡ya! -dijo Noah,
mirándome. He traído al mundo bebés, pero no de esta manera. Me
sentiría mucho mejor si Chad estuviera aquí, en caso de que
necesitemos intervenir.
—Noah, me estás asustando, -susurró Gabe, antes de volverse hacia
mí. ¿Hay algo malo?
—No, cariño, le contesté dándole mi mejor sonrisa. Tus
contracciones vienen más seguidas, así que estoy pensando que no
vas a estar mucho tiempo de parto.
—Estoy bien con eso, -dijo Gabe, recostándose hacia abajo contra mi
pecho. Yo estaba listo para que esto acabara tan pronto como
empezó.
—Estoy aquí, -Chad gritó desde la sala de estar, corriendo a nuestras
habitaciones segundos más tarde con su bolsa. ¿A qué distancia
estamos?
Noah le informó cuando él dejó su bolso y sacó su estetoscopio y el 116
brazalete para la presión arterial. Chad asintió y se puso a revisar a
Gabe. Me di cuenta de que estaba conteniendo la respiración todo el
tiempo y empecé a respirar de nuevo.
—Él está listo para empujar, -dijo Chad, sonriendonis. Vamos a tratar
de esta manera, Gabe. Pero si el bebé esta atascado o no se mueve,
voy a tener que intervenir.
—Haga lo que tiene que hacer por el bebé, -Gabe respondió,
mirando asustado.
—Solo era una advertencia, cariño, -le dije suavemente. Todo va a
estar bien.
—Ayúdame, pon un par de almohadas debajo de su baja espalda, -
Chad ordenó, y levanté a Gabe para que las almohadas pudieran ser
deslizadas debajo de él. Está bien, Gabe, tan pronto como te sientas
listo, empuja.
—Oh, estoy listo, -dijo Gabe cuando le ayudé a sentarse mejor. Él
gritó mientras empujaba, yendo hasta el Chad le dijo que se detuviera.
—Lo estás haciendo muy bien, Gabe, -dijo Chad, el chequeó entre
las piernas mientras su mano estaba en el vientre de Gabe. Sólo debe
haber dos empujones más, ¿estás listo?
Gabe jadeó y asintió con la cabeza antes de tomar una respiración
profunda y empujar de nuevo. Duró unos instantes antes de que Chad
lo detuviera.
—Está bien, veo la cabeza. ¿Estas todavía conmigo, amigo?
Preguntó Chad, sonriendonos. Uno, dos, tres, ¡empuja!
Gabe gritó mientras daba todo lo que tenía, pero de repente, él no
era el único que gritaba. Chad guió a nuestro bebé, que estaba
gritando sus pulmones.
—¡Felicidades! es una niña, Chad exclamó, levantando nuestra niña
dulce.
—Oh, Gabe, lo hiciste, -le susurré, salpicando su cara de besos 117
mientras sentía las lágrimas rodando por mis mejillas. ¡Estoy tan
orgulloso de ti!
—Cal, ella es hermosa, -exclamó Gabe, juntando las manos con las
mías. Vimos con asombro como Chad la limpió antes de envolverla en
una manta. Caminó hacia nosotros y suavemente la colocó en los
brazos de Gabe.
—Bienvenido a la paternidad, -Chad dijo mientras sacaba sus manos.
Miré hacia abajo a nuestra niña, impactado de que habíamos hecho
algo tan precioso.
—Ella tiene sus ojos, cariño, -le dije a Gabe cuando los abrió y nos
miró. Gabe jadeó y se sacudió en mis brazos. Gabe, ¿qué pasa?
—E-ella está hablando... yo la escuché, -tartamudeó, todo su cuerpo
temblaba mientras jadeaba. Lo sostuve apretado, mientras
intercambiaba una mirada con Chad, quien se encogió de hombros.
Cal, puedo oírla en mi cabeza.
—¿Qué? -varios de nosotros preguntamos, todos los ojos en Gabe.
—Ella tiene hambre, es como que vi que quetia comer en mi cabeza,
-explicó Gabe, confundiendo la mierda fuera de mí.
—Acabas de saber lo que ella necesita, Gabe, -dijo Noah
suavemente mientras le entregó una botella de fórmula. Vi como
nuestra niña de inmediato empezó a chupar de la botella que Gabe
puso en sus labios. Es normal tener esa conexión con tu bebé.
—No, es más que eso, -Gabe respondió, mirándola fijamente. —
Parece una Corrie, Cal.
—Sí, ella lo hace, -le dije, alegrandome de que era el nombre que
habíamos elegido. Había sido el verdadero nombre de la Hermana
Catherine antes de que se convirtiera en monja. Cuando las monjas
toman su juramento, toman el nombre de un santo. Pero cuando Gabe
y yo averiguamos que era su verdadero nombre, a los dos nos
encantó y sabíamos que si teníamos una niña, íbamos a llamarla 118
Corrie. Llegué a tocar su mejilla con mi pulgar derecho.
—Ella acaba de decir "mío" cuando le has tocado, -susurró Gabe.
Ella sabe que somos suyos.
—Esto es extraordinario, -dijo Chad, sentándose en el borde de la
cama. Alejandro me dijo los niños fae podían comunicarse con sus
padres antes de que puedan hablar, pero no me dijo nada más. ¿Esta
ella el usando palabras y hablando en tu cabeza, Gabe?
—No, es más como imágenes y sentimientos, -Gabe respondió,
mirándome. Ella sabe lo que somos.
—Eres nuestra chica inteligente, ¿verdad, Corrie? -pregunté,
mirándola fijamente.
—Sí, tu nombre es Corrie, -le dijo Gabe. Nosotros le llamamos
Corrie, cariño.
—¿Le gusta? -Le pregunté, sin apartar mis ojos de ella.
—Yo creo que sí, creo que ella es feliz, -respondió, y luego gimió.
Cal, tienes que llevarla por un minuto.
Me mudé de detrás de él y tomé Corrie en mis brazos, con temor por
lo pequeña que era. Mirando por encima de Gabe, tenía miedo de que
él no estaba bien.
—Está bien, Gabe, -dijo Chad suavemente. Vas a tener cólicos
mientras tu cuerpo elimina todo. Las mujeres tienen una placenta en
su útero que eliminan durante el parto, tu cuerpo está eliminando todo
lo que no se necesita más.
—Eso es sencillamente asqueroso. -Eaton dijo y se volvió cuando el
cuerpo de Gabe expulsó un poco más de la matriz sobrante.
—Estoy muy bien, Corrie. Papá está bien. -Gabe jadeó, sonriendonos
mientras pasaba a través de otro calambre. —Cal, tienes que relajarte,
ella puede sentir que estás preocupado.
—Un poco difícil no estarlo, -le contesté, fingiendo una sonrisa para 119
el bebé. Tu cuerpo está haciendo cosas extrañas, y nuestra hija puede
hablar contigo mentalmente.
—En realidad, no es extraño en absoluto, -Chad se rió entre dientes,
-dadas las circunstancias, por supuesto. Las mujeres tienen esto
después de dar a luz, sólo que en una escala más pequeña.
—¿Usted me promete que va a estar bien? -Le pregunté a Chad,
todavía asustado de que algo andaba mal.
—Yo no te mentiría, Cal, -respondió suavemente. Gabe va a estar
bien. Quiero que descanse el próximo par de días, pero después de
eso, vuelve a la normalidad. Nada de sexo hasta que yo le haga un
chequeo en una semana.
—Ella está lista para ir a la cama, Cal, -Gabe dijo mientras se cubría.
Miré hacia abajo, y por supuesto, los ojos de Corrie estaban caídos
cuando ella dejó de comer.
—Bueno, esto podría hacer ser un padre un poco más fácil, ahora
que puedes escucharla. -Me reí mientras subía a la cama junto a
Gabe.
—Estoy agotado, pero quiero una ducha tan malamente, -dijo Gabe,
dándome sus ojos de cachorro y el labio en puchero.
—¿Doc? -pregunté, sin apartar los ojos de mi compañero. ¿Puedo
meterlo en la bañera para lavarle un poco?
—Siempre y cuando usted lo lleva, y él no intenta caminar, -Chad
respondió con una inclinación de cabeza. Vamos a ver Corrie mientras
ustedes se limpian.
—Y voy a hacer la cama otra vez. -Noah se rió entre dientes.
—Me gusta la forma en que ella se siente en mis brazos, -le dije,
reacio a entregarsela.
—La tendras de vuelta enseguida, -Chad respondió suavemente 120
mientras la tomaba de mí. Solo vas a estar en el cuarto de baño, Cal.
—Me siento de la misma manera, -dijo Gabe, tomando mi mano
antes de que pudiera decir nada. Pero la necesidad de estar limpio es
muy, muy grande.
—Cualquier cosa que mi compañero quiera. -Me reí, levantándolo en
mis brazos cuando me levanté de la cama. Yo nos entré en el cuarto
de baño y agité mi mano para un cálido baño de burbujas.
—Eres tan bueno conmigo. -Gabe suspiró como nos bajé en la
bañera.
—Oh sí, baño de burbujas después de dar a luz. -Me reí, con él
sentado en mi regazo. Te voy a echar a perder.
—No es sólo el baño, Cal, -dijo suavemente, mirando hacia mí. Has
traido a las hermanas aquí, y el e-reader, y me sostiene a través del
dolor.
—Te amo, Gabe, -le contesté, sin saber qué más decir. Alcanzando
una toalla, la sumergí bajo el agua y empecé a limpiarle. Él gimió y se
abrió a sí mismo para mí, mi polla tomando nota. ¡No pude evitarlo! A
pesar de que mi compañero acababa de dar a luz a nuestra hija,
estaba increíblemente caliente, húmedo, y en mis brazos.
—Ella es el bebé más hermoso del mundo, ¿no? -preguntó Gabe, los
ojos cerrados mientras yo seguía lavandolo.
—Sí, ella realmente lo es, -le susurré contra su sien. Lo hiciste
maravillosamente, mi pequeño compañero. Estoy muy orgulloso de ti.
No me puedo imaginar pasar por el trabajo de parto, pero lo hiciste
como un verdadero soldado.
—No sé sobre eso. +Gabe se rió y se dio la vuelta para mirarme.
Creo que me asusté a Eaton y a Sark.
—Ellos viven. -Me reí, recordando la expresión de sus rostros. Creo
que fue dulce de su parte estar aquí por el parto.
—Sí, tienes grandes amigos, -dijo Gabe, sonriendo ampliamente. 121
—No son sólo mis amigos, Gabe, -le contesté, besándolo
rápidamente. Llegaron a estar allí para ti también y creo que eso les
hace tan amigos tuyos como míos. No estuvimos solos mientras
comprábamos las cosas para el bebe o cuando areglamos su cuarto.
—Me gustó la idea de que Corrie tenga tíos. -Gabe se encogió de
hombros. Pero me alegro de que se divirtieron.
—Yo también, bebé, demasiado. Le contesté, abrazándolo cerca.
Varios días más tarde estaba sosteniendo a nuestra dulce niña en

mis brazos mientras Gabe preparaba su biberón. Corrie tenía que ser
el bebé mejor educado sobre la faz de esta tierra. Sabía que ayudaba
que ella podía decirle a Gabe cuando quería algo, y yo no podía dejar
de ser un poco celoso de su conexión.
—¿Que esta mal? -Le pregunté a Gabe cuando lo vi mirandonos con
lágrimas en los ojos.
—A ella le gusta que la sostengas en tus brazos, se siente segura, -
susurró, con los ojos como dardos entre mí y Corrie. Sé que es una
tontería, pero no puedo evitar sentir envidia.
—Me siento de la misma manera porque puedes oírla en tu cabeza, -
le dije con sinceridad. Es algo que compartes con ella y que yo no
puedo.
—Es cierto, -Gabe respondió, y me entregó el biberón. Lo sostuve a 122
los labios de Corrie mientras veía a Gabe pensar en lo que iba a decir
a continuación. Es una bendición, pero, al mismo tiempo, oigo sus
pensamientos como antes. Me alegro de que se sienta tan segura en
sus brazos, y tiene sentido. ¿Cómo no sentirse segura envuelta en
esos enormes brazoa musculosos? Me siento seguro y amado cuando
me abrazas. Es que, no sé, al oír que a ella le gusta que la sostengas
como que me hirió. ¿Eso tiene sentido?
—Por supuesto, pero a ella todavía le gusta cuando la sostienes,
¿verdad? -Le pregunté, buscando en su rostro, inclinando mi cuello.
Esto no quiere decir que te ama menos.
—Eso es cierto, -respondió con una inclinación de cabeza. A ella le
gusta cuando la cambio.
—Siempre se puedes tener ese trabajo. -Me reí, alcanzandolo con mi
otro brazo. Gabe sonrió mientras me abrazaba y Corrie siguió
chupando su almuerzo. Ella nos ama tanto y sabe que la amamos, eso
es todo lo que importa. No puedo quedarme colgado por el hecho de
que puedes escucharla. O tu estes molesto porque se siente más
segura en mis brazos, ¿de acuerdo?
—Tienes razón, yo sólo estaba siendo tonto, -Gabe susurró contra mi
pecho.
—No, no estabas siendo tonto, le dije con firmeza. Me sentía igual
que tu. Sólo tenemos que recordar ver la imagen grande también.
—Muy bien, -Gabe respondió con un movimiento de cabeza,
tomando la botella vacía de Corrie. La puso a un lado antes de
levantarla suavemente de mis brazos y la hizo eructar. Fue entonces
me di cuenta de lo cansado que Gabe se veía.
—¿Por qué no vemos si Noah y Mike pueden cuidarla por nosotros
esta noche? -Le pregunté, frotando su espalda mientras sostenía a
Corrie contra su hombro. No hemos estado fuera en una cita de
verdad, y creo que sería bueno tener una noche de fiesta. Podríamos 123
ir a tomar una buena cena romántica si quieres.
—¿En serio? -Gabe respondió, la excitación brillando en sus ojos.
Hay un italiano que se lleva todos los elogios en la avenida principal.
¿Crees que podríamos conseguir una reserva en tan poco tiempo?
—Bebe, ¿con quien estás hablando? -Le pregunté, riendo. Ve a
consultar con Noah y Mike, y yo voy a conseguir una mesa."
—Trato, -dijo, frunciendo los labios para un beso. Con mucho gusto
se lo di, sonriendo mientras salía de la habitación con Corrie. Saque
mi teléfono, llamé al dueño del restaurante al que Gabe quería ir. Él
era un cliente frecuente de nuestro club, y siempre había acomodado
su necesidad de una habitación privada. Hablé con él por un rato,
diciéndole que era una ocasión especial. Él amablemente dijo que iba
a hacer sitio para nosotros en una de sus mejores mesas.
Le di las gracias y colgué, alegrandome de que iba a tener una noche
con mi hombre. Luego me dirigí al ascensor y me fui a las oficinas del
tercer piso. Cuando llegué allí, me fui directamente a Eaton. Llamé
antes de entrar, sonriendo mientras a mi amigo le estaban haciendo
una mamada en su escritorio.
—¿Qué pasa, Cal? -Eaton preguntó con una sonrisa.
—Estoy llevando a Gabe fuera para una cena temprano esta noche, -
le contesté, sentadome en una de las sillas laterales, así que tuve una
gran vista de la diversión. Me recordó a una vez más cuanto tiempo
había pasado desde que había estado dentro de mi compañero
caliente. Yo sabía que había conseguido el visto bueno del doc para
tener relaciones sexuales, pero quería darle todo el tiempo que
necesitaba. Como resultado, me estaba poniendo más caliente y más
caliente todos los días.
—Voy a mantener un ojo en el club, -dijo, dándome un guiño firme.
No vamos a dejar que le pase nada a nuestra sobrina.
—Ya los se, mi amigo, -le respondí dándole una cálida sonrisa. Yo 124
simplemente quería darte las noticiass y ponerme al día con lo que
está pasando.
—Bueno, Mick sigue sin salir de su apartamento. -Eaton gruñó,
señalando que estaba cerca de correrse.
Él miró al jovencito lo mamaba.
—Jack, acariciaré, quiero que nos corramos juntos.
Vi al hombre más pequeño sacar su propia polla y empezar a
acariciarse furiosamente, gimiendo mientras chupaba a Eaton.
Momentos después gritó mientras tragaba a Eaton hasta la base.
Gemí, frotando mi entrepierna mientras Eaton se aferraba a los brazos
de la silla con fuerza y se dejaba ir. Momentos más tarde los dos
estaban jadeando y saciados, y yo estaba duro como una roca.
—Gracias, -dijo Eaton al hombre cuando puso su flacida polla de
nuevo en sus pantalones. Se volvió hacia mí mientras el hombre más
pequeño aún yacía con la cabeza sobre el muslo de Eaton. Mick no se
alimenta, y todos estamos tomando turnos para transferir algunos de
nuestro poder para él. Y Temp sigue adaptándose a sus nuevas
circunstancias también.
—Sí, eso fue un shock. -Me reí, contento de que mi amigo era feliz.
Aunque la situación con Mick era molesta como poco. Habían pasado
casi dos meses desde que todo se hundió con Alex, y se veía como
los muertos vivientes. Bueno, si me necesitas, estaré en mi celular.
—Vamos a estar bien, -dijo Eaton, sonriéndome. Ve a divertirte con
su pequeño sprite caliente.
—Oh, lo haré. -Me reí, poniéndome de pie. Le di un último saludo al

salir de su oficina y me dirigí hacia el ascensor. Al darme cuenta de
que estaba silbando como llegué, sonreí. Algo tan simple como ir a
cenar con Gabe me hizo tan feliz.
125
CAPÍTULO 11
—¡Te ves fantástico! -le dije a Gabe en silencio cuando entramos en

el restaurante más tarde esa noche. Él había estado jugueteando con
su corbata todo el viaje.
—Nunca he usado un traje antes, -Gabe respondió, mirándose a sí
mismo otra vez. Me siento como un niño jugando a disfrazarse.
—Pero te ves caliente, basta con ver a toda la gente mirandote, -le
susurré al oído, volteandolo así él pudo ver que casi todos los ojos en
el restaurante estaban en él.
—Eso no ayuda, Cal, -dijo entre dientes, volviendo la mirada de ellos.
Ahora me siento aún más consciente de mí mismo.
—Lo siento, yo simplemente estaba tratando de mostrarte lo bien que
encajas, -le dije.
El propietario, Giuseppe, nos vio entonces y vino en nuestra
dirección. Somos sólo tú y yo esta noche, Gabe. Y creo que te ves
muy apetitoso.
—Gracias, -respondió, volviéndose de color rojo brillante. Envolví mi
brazo alrededor de sus hombros cuando mi viejo amigo se acercó a
nosotros.
—Yo estaba tan contento de recibir su llamada, Cal, -dijo Giuseppe, 126
abrazandonos. Y felicitaciones por su pareja y nueva hija.
—Gracias, Giuseppe, -le contesté, radiante de orgullo por el bombón
en mi brazo.
—Giuseppe, -dijo Gabe en voz baja, pero luego la bombilla se
encendió en su cabeza. ¡Usted envió el enorme oso de peluche que
Corrie ama! Muchas gracias, ella lo adora.
—Corrie, -Giuseppe respondió, acariciándose la barbilla, antes de
asentir. Me encanta, es un nombre maravilloso. Y me alegro de que le
guste mi regalo. Es raro que cualquiera de nosotros tenga hijos...
Nuestra comunidad es un hervidero
—Oh, eres un demonio también, -dijo Gabe, conmocionado. Pero
como siempre, Gabe era tan inteligente que entendía inmediatamente.
Eres un demonio de la gula. Tiene sentido. Cal tiene un club de sexo,
usted tiene un conocido restaurante italiano.
—Él es caliente, inteligente, y ta da a una niña. -Giuseppe se rió
entre dientes, sacudiendo la cabeza. Me gustaría poder encontrar uno
para mi mismo.
—Sí, pero prefieres las mujeres, -le dije con firmeza, dandole una
palmada en el hombro. Se rió mientras abría el camino a nuestra
mesa.
—Por alguien tan guapo como su hombre, yo cambio de opinión, -
declaró Giuseppe, moviendo las cejas a Gabe. Cal, si me lo permite,
tenemos algunas especialidades maravillosas esta noche y me
gustaría tu opinión. Sé que rara vez tienen la oportunidad de
visitarnos, por favor permita que te muestre un tiempo maravilloso esta
noche
—Por todos los medios, -le contesté mientras sacaba la silla de Gabe
para él. Nunca he tenido nada aquí que no fuera delicioso y
pecaminoso.
—Nuestro objetivo es complacer, -dijo Giuseppe con un guiño 127
cuando Gabe se rió. Llamó a nuestro camarero cuando me senté
antes de excusarse.
—Es un figura, -Gabe susurró, sonriendome ampliamente. Tiene
sentido que la mayoría de los demonios hagan su casa en Las Vegas.
—La mayoría de los casinos son propiedad de demonios de la
codicia, -le dije, sonriendo ante su reacción de sorpresa. En cualquier
momento que desees una noche para disfrutar de todo lo que los
casinos tienen que ofrecer, tengo conexiones allí también.
—Mi hombre está conectado, -Gabe ronroneó, tomando mi mano.
Tuve que reprimir un gruñido y ponerme bajo control. Yo había estado
teniendo bastantes problemas manteniendo mis manos para mí mismo
desde que se puso el traje. Gabe estaba impresionante en el traje gris
a rayas de doble botonadura. Yo había elegido una camisa lavanda y
corbata de seda para que coincida con los ojos. No era de extrañar
que todo el mundo en el lugar lo miraba con lujuria; incluso algunos de
los hombres que estaban allí con mujeres. Él afectó a todos de la
misma manera, los fae no podían evitarlo.
—Soy como tu genio personal, -le dije, apretando su mano mientras
el camarero nos sirvió un poco de vino tinto.
—Pide y te lo entregaré.
—Siempre lo haces,-Gabe respondió con un guiño. Si seguía así, no
había manera de que yo pudiera mantenerme bajo control hasta que
estuviera listo para el sexo de nuevo. Me observó con atención
mientras el camarero terminó y se fue.
—Hablé con el Chad, y estoy recuperado. También me informó que
Alejandro le dijo que sólo me quedare embarazado cada pocos años.
Algo sobre mi cuerpo que me deja saber cuando llegó el momento, y si
no estamos listos para otro bebé, sólo tenemos que usar condones
para ese mes.
—Bueno, eso es bueno saberlo, le dije, tomando mi vaso y tragando 128
un poco de vino. Decidí cambiar el tema antes de que terminé
desnudandole y follandolo sobre la mesa. —Mike ha estado haciendo
un buen trabajo con los planes para el nuevo club.
—Es bueno saberlo, —Gabe respondió, su rostro perdiendo la
emoción de antes.
¿Habia dicho algo malo?
—Y Noah fue aceptado en la escuela de medicina de Las Vegas, -
continué, tratando de mantener a Gabe al de las noticias. Supongo
que comienza el próximo mes, y Chad le dio una recomendación que
brilla intensamente.
—Me alegro, se merece ser feliz después de todo lo que ha pasado, -
dijo Gabe con una inclinación de cabeza. Nuestras ensaladas llegaron
entonces, y Gabe dejó ir mi mano, sin mirarme por más tiempo. No
tenía ni idea de por qué su actitud cambió ni qué hacer al respecto.
¿Estaba haciendo las cosas mal, tratando de no empujar la idea del
sexo? Chad me había advertido que a veces las mujeres se tomaban
un tiempo después de dar a luz a querer tener sexo otra vez. Yo
estaba tratando de ser comprensivo y apoyarlo.
La cena fue bien, todo fue absolutamente deliciosa. Pero algo faltaba.
Gabe parecía haberse cerrado y sólo me dio respuestas de una
palabra. Traté de participar en todo lo que podía pensar, pero nada
parecía funcionar. Cuanto más insistia, más parecía cerrarse en sí
mismo. En el viaje a casa no dijo una palabra. Y cuando llegamos al
apartamento, él ni siquiera me doy las gracias por la cena y fue a
buscar a Corrie.
Me senté en la sala de estar con un vaso de whisky completamente
confundido. Gabe me había dicho que todo estaba bien cuando le
pregunté si algo iba mal. Pero él estaba mintiendo, aunque yo no se lo
reprocharia. El problema era, que no tenía ni idea de cómo
solucionarlo, si yo no sabía lo que estaba mal.
129
La noche siguiente estaba apoyado en el bar principal mientras Beck

me daba el resumen de los acontecimientos de la noche. Estaba en
mitad de la frase cuando se congeló, sus ojos muy abiertos. Seguí su
mirada y vi lo que estaba mirando.
—¿Qué demonios? -Gruñí cuando vi Gabe arriba en una de las
plataformas elevadas. Él se balanceaba en una de las barras mientras
uno de nuestros strippers regulares lo observaba. Mi pequeño
compañero llevaba nada más que un tanga. Antes de Beck pudiera
decir nada, yo estaba haciendo mi camino a través de las multitudes,
hacia mi compañera.
Me tomó varios minutos para llegar a él, Gabe ajeno de mi
aproximación. Tan pronto como llegué a él, le gruñí al stripper que
inmediatamente se bajó del escenario. Agarré Gabe por el brazo y me
mirándole fijamente.
—¿Qué mierda estás haciendo sin ropa? -Gruñí en su rostro, más
allá de cabreado. Gabe tiró de su brazo lejos de mí, con el rostro de
color rojo brillante.
—Tratar de aprender cómo ser atractivo para que me quieras de
nuevo, -gritó, mirando lejos de mí.
—¿De qué estás hablando? -Le pregunté, mi enojo esfumándose y
convirtiéndose en confusión completa. Yo siempre te quiero, Gabe.
—No me has tocado desde que nació Corrie. -Él susurró en voz tan 130
baja que apenas lo escuché sobre la música en el club. Leí ese
artículo acerca de cómo a veces los hombres dejan de ver a sus
cónyuges como atractivo una vez que han tenido un bebé.
—Ese no es nosotro caso, Gabe, -dije firmemente, tirando de él en
mis brazos. Te quiero que tan mal que siento que estoy perdiendo mi
jodida mente.
—Entonces, ¿por qué cambiaste el tema anoche cuando estaba
hablando sobre el sexo? -preguntó Gabe, las lágrimas en sus ojos. No
podías hablar de otra cosa lo suficientemente rápido.
—Yo estaba tratando de no presionarte, -le contesté, sujetándolo por
los hombros para que pudiera mirarlo a los ojos. No quiero que te
sientas presionado. Estaba tratando de esperar hasta que estés listo.
—¡Estoy listo, Cal! He estado listo, -dijo Gabe, buscando mi cara.
Pensé que ya no me encontrabas atractivo.
—¿Se siente como si yo no te quisiera? -Gruñí, moviendo su mano
sobre mi erección. Cambié de tema anoche porque tenía miedo de
que te iba a arrancar la ropa y joderte delante de toda esa gente.
—Bueno. -Gabe jadeó, masajeando mi ingle. Me hubiera gustado
eso.
—Te habria gustado ¿eh? ¿Es eso lo que quiere, mi pequeño sprite
sucio? -Ronroneé, moviendo mis manos sobre su culo. ¿Quieres que
te muestre lo cachondo que he estado por tu dulce culo?
—Sí, -dijo entre dientes, empujando su trasero en mis manos. Pensé
que si aprendía de Gaza y te daba un espectáculo, que no serías
capaz de resistirte.
—Creo que es caliente que estabas aprendiendo a hacerlo por mí, -le
dije, elejiendo cuidadosamente mis palabras mientras tocaba el tanga
a lo largo de la grieta de su culo. Pero yo soy incapaz de resistirme a
ti, Gabe.
—Estoy listo para ti, Cal, -ronroneó, tirando de mis anillos de pezón a 131
través de mi camisa. Me di cuenta de lo que quería decir pasé la mano
entre sus nalgas. Mi pequeño duendecillo tenía un tapón dentro de él
ya.
—Tan jodidamente caliente. -Gemí, moviendo el tapón. ¿Estás
realmente preparado, Gabe? No quiero presionarte bebé.
—¿Te callaras y me follaras ya? Gabe gritó con fiereza, retorciendo
mis anillos duro. Estoy más que listo, Cal. Si consigo ponerme más
cachondo, ¡voy a empezar a follar los muebles!
—Que lenguaje viniendo de mi cónyuge inocente. -Jadeé
juguetonamente y quité mi ropa. ¿Recuerdas que te dije que la
venganza es una perra, Gabe?
—Sí, -él gimió, mirándome con los ojos grandes mientras tocaba mi
polla. Voy a hacer lo que quieras, Cal. Te necesito tanto. ¿Me puedes
molestar más tarde?
—Sólo porque ruegas tan bien, -susurré contra sus labios antes de
besarlo. Cuando nos separamos, él estaba jadeando, con los ojos
llenos de necesidad. Ponte de rodillas, bebé, y chupa a tu compañero
antes de que te joda.
—Con mucho gusto, -Gabe ronroneó y cayó de rodillas. De inmediato
tomó la cabeza de mi polla dura en su boca, y yo tuve que aferrarme a
la barra para no derrumbarme. No pasó mucho tiempo chupandome
antes de sentir como que iba a estallar. Me aparté y levanté a Gabe
bajo sus brazos sobre sus pies. Volteandole hacia la barra, amoldé mi
cuerpo contra el suyo mientras tiraba su diminuta ropa interior.
—Me moria por volver en tu dulce culo durante semanas, bebé, -le
susurré al oído mientras arrancaba el tanga fuera de él. Él gimió
cuando saqué el plug, apenas dandole tiempo para adaptarse antes
de golpear mi polla en su agujero preparado. Ambos nod quejamos en
voz alta cuando toqué fondo en su interior.
—Agarrate a la barra, cariño. Estoy duro y caliente por ti. Esto no va 132
a durar mucho tiempo.
—Te recuperas rápido, -ronroneó mientras agarraba la barra con las
dos manos y se inclinó más. Gruñí mi aprobación, saliéndome
lentamente antes de empujar de nuevo en él con fuerza. Él gritó de
alegría, cumpliendo todos mis movimientos. Agarré sus caderas como
empecé a golpear a su apretado, dulce culo.
—Te desnudas sólo para mí, mi amor. -Gruñí mientras golpeaba su
culo un par de veces mientras le follan salvajemente. Voy a joderte día
y noche, si eso es lo que quiere mi sprite. Nunca dudes de lo sexy que
te encuentro, Gabe
—Por favor, Cal. Por favor, necesito más, -gimió, con la cabeza caída
hacia delante.
—Yo sé lo que necesita mi compañero, -ronroneé, lamiendo su
hombro mientras me inclinaba hacia abajo. Llegue a su alrededor, y le
acaricié la polla al ritmo de mis embestidas. Yo estaba cerca de llegar
cuando sentí tensarse a Gabe.
—¡Te amo! gritó mientras su polla disparaba cuerdas de semilla
blanca nacarada sobre la multitud. Teníamos bastante audiencia para
entonces, atraído por las esencias de un demonio de la lujuria y fae.
Levanté la cabeza y rugí mi liberación mientras su culo se cerraba
sobre mi polla. Gabe seguía corriéndose mientras empujaba dentro y
fuera de él, prolongando nuestros orgasmos. Se dejó caer en mis
brazos cuando llegué de vuelta de mi clímax.
—¿Era eso lo que querías, Gabe? -Jadeé, pasando mis manos sobre
su cuerpo mientras lo levantaba.
—Oh sí. -Él se rió, retorciéndose en mis brazos. Mi polla se dio
cuenta y se retorció en su interior, provocando que los dos
gimieramos.
—¿Me crees ahora que te encuentro atractivo y que siempre te
quiero?
—No estoy seguro, a lo mejor tendrias que mostrarmelo otra vez, - 133
respondió, dando un grito cuando yo se lo mostré de nuevo.
—Sí, Cal, sé que me quieres.
—Bueno, pero todavía voy a mostrartelo todas las noches y todos los
días por el resto de nuestras vidas, -dije con firmeza mientras tiraba de
Gabe y lo levantaba en mis brazos.
—Espero que si, mi gran demonio de la lujuria, -dijo, mordiendo mi
labio inferior. ¿Alguna vez te he contado cuanto me alegro de que
tengamos un club de sexo en la planta baja de nuestra casa?
—No, pero estoy bastante seguro de que me lo mostraste, -respondí
con una sonrisa. Gabe se rió mientras lanzaba sus brazos alrededor
de mi cuello y me abrazó con fuerza. Lo abracé, sintiendo su amor y
alivio de que estábamos bien. Estábamos más que bien, en realidad,
estábamos muy bien. Y yo ya quería follar de nuevo.
Soy un demonio lujuria, ¿qué más hay que decir?
FIN.

1 Lujuria y Fae

Cargado por

Información del documento

Descripción original:

Título original

Derechos de autor

Formatos disponibles

Compartir este documento

Compartir o incrustar documentos

Opciones para compartir

¿Le pareció útil este documento?

¿Este contenido es inapropiado?

Copyright:

Formatos disponibles

1 Lujuria y Fae

Cargado por

Copyright:

Formatos disponibles

Anything goes 01 Lust and Fae Joyee Flynn

Lust & Fae Anything Goes 01

Este libro ha sido traducido, editado y revisado por Criss

Por favor, si lo ponen para descargar en su blog, conserven el

Si hay algun error me disculpo por adelantado.

Cuando un fae virgen, Gabe, entra en su club, Cal es inmediatamente

Escaneando la multitud, veo exactamente lo que necesito, alguien en

El caliente twink en el que tenia los ojos había sufrido recientemente

—Hola - ronroneo mientras ponía sus brazos alrededor de mi cuello.

—Quieres chuparme la polla, ¿no es así? Le pregunte mientras nos

—Y Mike quiere follar tu culo mientras lo haces.

—Infiernos, si - el pequeño hombre dijo mientras miraba a Mike.

El hombre corpulento camino los diez pies que lo separaba de nosotros

—Lubricate los dedos y aflojale así no le vas a lastimar - le instruí a

Miré a mi alrededor mientras ellos se preparaban para la diversión. Uno

—¿Puedo, por favor, chuparte ahora? - el caliente pequeño twink me

—Sabes a tarta de manzana hecha en casa.

—Entonces comeme, pero no mastiques - dije empujando gentilmente

Apoyo sus manos en mis muslos mientras tomaba la cabeza de mi

—Es tiempo que vivas como el verdadero tu. ¿No lo creés?

—¿Es esto lo siempre habías querido? - le pregunté a Mike, felicidad

Miré al gentil gigante tomando mucho cuidado con el pequeño hombre

Miré al hombre controlándose a si mismo, trabajando lentamente hasta

—Has sido hecho para mi. Nunca voy a lastimarte, bebe.

El twink se quejo en voz alta alrededor mi polla, tirando de mi mientras

—Fuerte, Mike. El lo quiere fuerte.

—Joder, ¡si! Mike siseo mientras veía como se le escapaba el control.

—Toca su polla. Gemí, amando la caliente boca envuelta alrededor de

Mike alcanzo debajo, y yo pude sentir lo mucho que amaba acariciar la

Cuando termine, el hombre quitó su boca de mi y apoyo su cabeza en

Mike se dejo caer de rodillas llevándose al jovencito con el.

—¿Es siempre así? - Mike preguntó jadeando mientras acunaba al

—No, no lo es. Este hombre es perfecto, yo no lo dejaría escapar -

Me agache, dándoles a ambos un rápido beso.

—Y tu polla es fantástica, el seria un idiota si renunciara alguna vez a

—¿De verdad vas a quererme otra vez? - el jovencito preguntó mirando

Mire por un momento a los dos hombres aferrándose el uno al otro

—Nunca supe de algún otro demonio de la lujuria que haya emparejado

Él había golpeado un tema sensible para mí, pero no haría mucho

Eramos cinco demonios de la lujuria los que habíamos abierto

El club se ha diseñado desde cero. En el primer piso estaba la pista

Mis socios y yo no eramos malos chicos, nosotros no obligariamos a

Hemos sido capaces de conseguir algunos demonios Wrath como

—Cal, no puedes decirle eso a nadie – imploro volviendose palido. —

—Trato – replique mientras entrabamos en el ascensor y escaneaba la

—Tengo que echar un polvo – Eaton se quejo mientras frotaba su

—¿Han estado hacienda esto todo el rato? – pregunte levantando una

—Puedes correrte, bebe – Mick gruño. El hombre alto que lo jodia

La planta contenia una area de descanso, la sala de conferencias y

Cuando entré en mi oficina, escuche a Mick gritar y sabia que se habia

—Creo que necesito al nuevo juguete de Mick – dijo Temp entrando

—Puede pasarse horas entrenandole como un sumiso real que no se

—¿Te gustaria jugar con Temp, bebe? – Mick pregunto a su nuevo

—Si me lo pide, Mi Unico – el hombre respondio, mientras bajaba a

—Gracias, Mi Unico – respondio Alex arrodillandose a los pies de

—¿Has olvidado algo, Alex? – Mick preguntó, su tono de

—Lo siento, estaba esperando que me ordenara que lo hiciera –

—¿Tengo que limpiar siempre inmediatamente después de hacer el

—Sí, a menos que yo te diga lo contrario, bebé, - respondió Mick, su

—Su lengua es increiblemente larga, - le dije, - increíblemente difícil de

—Mi nuevo bebé es cambiaformas de tigre, - Mick respondió, luego

—Él es muy oral y le encanta el sabor del semen, incluso el suyo si lo