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Concha-Garzón-Ortega-Taller Costumbre Mercantil
Concha-Garzón-Ortega-Taller Costumbre Mercantil
1. Hechos:
La sentencia se trata de un contrato de arrendamiento de locales comerciales -ubicados en la
Carrera 53 # 48-32 y 48- 34, de la ciudad de Medellín-, realizado entre María Mercedes
Cárdenas de Hincapié (arrendadora) y la Sociedad Gutiérrez Gutiérrez Hermanos Limitada
(arrendatario), el cual tenía inicialmente un periodo de 6 meses. El inmueble fue,
posteriormente, vendido a la sociedad Gonzalo Mejía Jaramillo y CIA LTDA. A su vez, el
contrato de arrendamiento fue cedido a esta misma sociedad, convirtiéndose esta en el nuevo
arrendador.
Entonces, al convertirse en el nuevo arrendador, Gonzalo Mejía Jaramillo y CIA LTDA
iniciaron un proceso en contra de Gutiérrez Gutiérrez Hermanos LTDA por mora en el pago
y necesidad de ocupar el bien inmueble para su uso propio en negocios distintos. Este
proceso, salió favorable para el arrendador en primera instancia y, en segunda, la decisión
fue confirmada, haciendo que el 15 de octubre de 1982 Gutiérrez Gutiérrez LTDA entregara
los locales.
Posteriormente, en una inspección judicial extraprocesal, se descubrió que la sociedad
Gonzalo Mejía Jaramillo CIA LTDA no estaba utilizando los locales para uso propio, sino
que los tenía arrendados. Por esta razón, Gutiérrez Gutiérrez LTDA decide demandar a la
sociedad Gonzalo Mejía Jaramillo LTDA al entender que este solo lo había demandado para
obligarlo a desocupar el local. Conforme al art 522 del Código de Comercio si el propietario
no da a los locales el destino indicado deberá indemnizar los perjuicios causados al
arrendatario.
La sociedad Gutiérrez contestó la demanda y propuso una excepción en donde dijo que hubo
cosa juzgada e interpuso una demanda de reconvención en contra de la sociedad Gonzalo
Mejía Jaramillo y CIA LTDA causándole a esta sociedad la imposibilidad de crear el local
comercial que tenía pensado.
La sociedad Gonzalo Mejía Jaramillo contestó la demanda e interpuso demanda de
reconvención, pidiendo el pago de los perjuicios ocasionados por no haber podido crear los
locales comerciales que pretendía.
En primera instancia:
1. No se declararon probadas las excepciones de Gonzalo Mejía Jaramillo y CIA LTDA.
2. La declararon responsable de los perjuicios causados a Gutiérrez Gutiérrez Hermanos
LTDA.
3. La sociedad Gonzalo Mejía Jaramillo y CIA LTDA es condenada a indemnizar los
perjuicios que le causó entre ellos los perjuicios causados por concepto de prima
comercial que dejó de percibir la demandante debido a la desocupación de los locales.
Gonzalo Mejía Jaramillo y CIA LTDA decide apelar la decisión de primera instancia. En
segunda instancia, el Tribunal confirma la decisión, pero revocó algunos de los recursos
causados entre ellos la prima comercial.
La sociedad Gutiérrez Gutiérrez LTDA no estuvo de acuerdo con la decisión del tribunal y
decidió interponer el recurso de casación manifestando que el Tribunal no tuvo en cuenta los
perjuicios que la sociedad demandada debía indemnizar a la demandante por haberla
obligado a desocupar los locales (la prima). Negando así el derecho que tenía gracias a la
costumbre mercantil del pago de esta prima en Medellín.
La Corte decidió no casar la sentencia alegando que la sola mención de que el Tribunal no
tuvo en cuenta la costumbre no era suficiente, se debía probar la existencia de la costumbre
debidamente y solicitar el testimonio de lo 5 comerciantes inscritos en el registro mercantil.