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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LAMBAYEQUE

TERCER JUZGADO ESPECIALIZADO EN LO CIVIL DE CHICLAYO

JUEZ: OSCAR TENORIO TORRES

SENTENCIA

Chiclayo, dieciséis de julio de dos mil doce._

RESOLUCIÓN NÚMERO: SIETE.

I. VISTOS:

Resulta de autos que por escrito de folios 47 a 64, integrada por escrito
de folios 65, recurre a éste órgano jurisdiccional don Roberto Torres Gonzáles a fin de
demandar a la Segunda Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, conformada por los señores Jueces Superiores: i) José María Balcázar
Zelada; ii) Jimmy García Ruiz y iii) Margarita Zapata Cruz sobre Proceso de Amparo.
Como fundamentos fácticos de su demanda expone: i) El demandante ejerce el cargo
de Alcalde de la Municipalidad Provincial de Chiclayo; que diversas publicaciones
periodísticas de diarios locales informaron a la opinión pública que el demandante
habría utilizado la camioneta de placa de rodaje PIO-062 de propiedad de la
Municipalidad Provincial de Chiclayo para movilizar a sus menores hijos. Que sobre la
base de dichas noticias la Tercera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Chiclayo
inició una presunta investigación por la presunta comisión del delito de peculado de
uso y en su oportunidad formuló acusación directa ante el Juzgado de Investigación
Preparatoria de Turno de Chiclayo. Mediante sentencia de fecha 26 de diciembre del
2011 el Sétimo Juzgado Penal Unipersonal Supraprovincial de Chiclayo, en el
expediente 1488-2011, emite sentencia en la que falla absolviéndolo de la acusación
fiscal. Posteriormente ante el recurso de apelación interpuesto por la Procuraduría
Anticorrupción de Lambayeque y el Ministerio Público, el proceso fue elevado a la
Segunda Sala de Apelaciones, la cual emitió la sentencia que es materia del presente
proceso, por la cual se revoca la sentencia absolutoria y se le condena como autor del
delito de peculado de uso. Alega que se han vulnerado sus derechos constitucionales a
la tutela procesal efectiva referidos a su derecho de defensa, a no ser desviado de la
jurisdicción predeterminada, a la obtención de una resolución fundada en Derecho, a
la motivación de resoluciones judiciales y a la observancia del Principio de Legalidad
Procesal Penal previstos en el artículo 139 incisos 03 y 05 de la Constitución Política del
Perú y 37.16 del Código Procesal Constitucional, siendo objeto de protección mediante
el proceso constitucional de amparo. Precisa como argumentos de las violaciones
constitucionales incurridas en la sentencia objeto de amparo, lo expuesto en el cuarto
considerando utilizando un razonamiento erróneo y arbitrario para no aplicar la
excepción típica prevista en el propio artículo 388 del Código Penal, el cual
expresamente establece: “… No están comprendidos en este artículo los vehículos
motorizados destinados al servicio personal por razón del cargo.”; es decir que la propia
norma sustantiva que contiene el tipo de peculado de uso establece una excepción
típica, siendo que tanto la acusación fiscal como la sentencia objeto de amparo
reconocen que la camioneta de placa de rodaje PIO-062 de propiedad de la
Municipalidad Provincial de Chiclayo se encuentra destinada al uso personal del alcalde
provincial; pese a ello, la sentencia cuestionada establece que dicha excepción debe
interpretarse en forma restringida, razonamiento abiertamente lesivo a los principios
de legalidad y de prohibición de la analogía y la interpretación extensiva, previstos en
el artículo VII del Título Preliminar del Nuevo Código Procesal Constitucional, lo cual
encuadra a la sentencia en un supuesto de motivación aparente, por cuanto contiene
un razonamiento erróneo. Precisa que si una resolución no se ajusta a la Constitución y
a las leyes, existirá una motivación aparente. Expresa también como argumentos que
se ha lesionado el Debido Proceso Adjetivo y el Principio del Juez Natural, por cuanto
como se aprecia de la copia de la sentencia cuestionada, al misma ha sido suscrita por
el Juez Superior José María Balcázar Zelada,quien además actuó como ponente; sin
embargo, conforme se aprecia de la Resolución Administrativa N° 196-2012-CED-
CSJL/PJ de fecha 16 de mayo del 2012 , a dicho Juez Superior se le concedió licencia por
motivos de salud y con goce de remuneraciones del 16 al 22 de mayo del 2012, plazo
en el cual la Segunda Sala de Apelaciones estaría integrada por el Juez Superior
Provisional Wilson Vitalino Medina Medina; sin embargo, pese a que dicho magistrado
debió reincorporarse el 23 de mayo del 2012, sorpresivamente el día 22 de mayo del
presente año participa en la audiencia pública y suscribe la sentencia que es objeto de
amparo, situación que trae más de una sospecha y cuestionamiento a la participación
del referido magistrado en la emisión de la resolución de vista, ya que lo aparta del
Juez Natural que debió conocer de dicho caso: el Juez Superior Provisional Wilson
Vitalino Medina Medina. Así los hechos, considera que la sentencia de vista incurre en
clara violación de sus derechos constitucionales. Fundamenta su demanda en lo
dispuesto en los artículos 139.3 de la Constitución Política del Perú y artículo 37.16 del
Código Procesal Constitucional; artículo 24.2 de la misma Constitución y artículos130,
131, 424 y 425 del Código Procesal Civil, ofreciendo como medios probatorios los que
se precisan en el rubro de su propósito. Por resolución uno de folios 66 – 67 se admite
a trámite la demanda. Por escrito de folios 75 a 92, los señores jueces superiores José
María Balcázar Zelada y Margarita Isabel Zapata Cruz, integrantes de la Segunda Sala
Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque absuelven el
traslado de la demanda, deduciendo la nulidad del auto admisorio y la excepción de
incompetencia, exponiendo como argumentos de defensa: i) que el juzgador
constitucional ha abusado de sus funciones porque la “apreciación sobre los hechos y
el derecho” corresponde en exclusiva a la jurisdicción ordinaria, conforme lo ha
desarrollado el Tribunal Constitucional en el Exp. N° 0749-2000-AA/TC; ii) que el Juez
Constitucional ha puesto en la resolución hechos que no fueron afirmados por el actor
Torres como fundamento de la demanda de amparo; iii) en la resolución que concede
la medida cautelar no se ha argumentado porque motivo el Juez Natural correspondía
al Juez Superior Wilson Vitalino Medina Medina y porque se ha violado el Principio del
Juez Natural, si es que no se ha designado a dicho magistrado por el Presidente de la
Corte Superior de Justicia mediante resolución administrativa; iv) también se ha
extralimitado respecto a una supuesta reunión del magistrado Balcázar Zelada con
“allegados” a la primera regidora de la Municipalidad Provincial de Chiclayo, resultando
un contrasentido que un Juez Constitucional no apele al principio constitucional de
inocencia y de presunción de regularidad del actuar del magistrado y que se base, más
bien, en fotografías que no prueban ni que la persona fotografiada haya sido “enviada”
por la primera regidora, ni cual fue el objeto de la supuesta conversación, resultando
que objetivamente tales fotos no prueban en lo absoluto que la Sala Superior Penal
estuviera a favor de terceros. Del escrito de contestación se puede verificar que no
ofrece medios probatorios. Por resolución dos de folios 95 se tiene por contestada la
demanda. Por escrito de fecha 21 de junio del 2012 de folios 101 a 107 se apersona el
Procurador Público del Poder Judicial y contesta la demanda, expresando como
argumentos: i) que según jurisprudencia constante y uniforme el Tribunal
Constitucional ha señalado que el amparo contra resoluciones judiciales no es un
medio para replantearse una controversia que es de competencia, ratione materiae, de
los órganos de la jurisdicción ordinaria. Tampoco el amparo hace las veces de un
recurso de casación ni de medio impugnatorio, puesto que la jurisdicción constitucional
no constituye una instancia superpuesta a las existentes en el Poder Judicial en
materias ajenas a la constitucional. Ii) de amparase la pretensión se correr+ía el riesgo
de dejar en suspenso resoluciones judiciales dictadas por órganos competentes en el
ámbito de su competencia, lo que nos llevaría a admitir una disminución ilimitada de la
seguridad jurídica y de la estabilidad de las resoluciones judiciales, a partir de lo cual,
las acciones de garantía constitucional servirían como pretexto para dilucidar vía
acciones de amparo, que no tienen etapa probatoria, cuestiones de forma o de fondo
que ya fueron resueltas en un proceso penal de peculado de uso. Abona en lo expuesto
lo prescrito por el artículo 139.2 de la Constitución Política del Estado referido a la
independencia en el ejercicio de la función jurisdiccional. Por resolución número tres
de folios 145 se tiene por contestada la demanda por parte del Procurador Público del
Poder Judicial y se dispone pasar los autos a despacho para resolver el pedido de
nulidad de auto admisorio y la excepción de incompetencia. Por resolución cinco de
folios 154 se dispone pasar los autos a despacho para sentenciar, reiterándose dicho
mandato por resolución número cinco de folios 157. Por resolución seis se declara
infundada la nulidad del auto admisorio e infundada la excepción de incompetencia
deducidas por los magistrados Balcázar Zelada y Zapata Cruz, siendo el estado del
proceso el de emitir sentencia.

II. CONSIDERANDO:

DE LA PROCEDIBILIDAD DEL PRESENTE PROCESO DE AMPARO: ANALISIS RESPECTO DE


LOS CUESTIONAMIENTOS DE NO HABERSE AGOTADO EL RESPECTIVO MEDIO
IMPUGNATORIO – CASACIÓN-EN LA SENTENCIA MATERIA DE CUESTIONAMIENTO EN
SEDE CONSTITUCIONAL.

PRIMERO: Al respecto debe de indicarse que esta judicatura considero procedente la


demanda de amparo contra la sentencia recaída en el Expediente N° 1247-2012,
dictada por la Segunda Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque, por las siguientes razones que a continuación se detallan:
 DE LA FALTA DE IDONEIDAD DEL RECURSO DE CASACIÓN PENAL Y POR ENDE
SU INEXIGIBILIDAD EN SEDE CONSTITUCIONAL.

Debe destacarse como premisa que del estudio de autos y de lo declarado por las
partes, el actor no ha formulado recurso de casación contra la sentencia penal materia
de cuestionamiento en el presente proceso de amparo.

En este punto a de reproducirse en principio lo contenido en el artículo 427° numeral


2° inciso “b” del Código Procesal Penal que señala:

Articulo 427°. Procedencia:

1. El recurso de casación procede contra las sentencias definitivas, los


autos de sobreseimiento, y los autos que pongan fin al procedimiento,
extingan la acción penal o la pena o denieguen la extinción,
conmutación, reserva o suspensión de la pena, expedidos en apelación
por las Salas Penales Superiores.

2. La procedencia del recurso de casación, en los supuestos indicados en el


numeral 1), está sujeta a las siguientes limitaciones:

(b) Si se trata de sentencias, cuando el delito más grave a que se refiere


la acusación escrita del Fiscal tenga señalado en la Ley, en su extremo
mínimo, una pena privativa de libertad mayor a seis años.

Dispositivo que a su vez a de ser concordado con el artículo 404° inciso 1 del mismo
cuerpo jurídico, que indica:

Las resoluciones judiciales son impugnadas sólo por los medios y en los casos
expresamente establecidos por la Ley. Los recursos impugnatorios se interponen ante
el juez que emitió la resolución recurrida.

La regulación normativa antes descrita produjo para esta judicatura una interpretación
en el sentido de que la sentencia materia de cuestionamiento había cumplido con el
derecho constitucional a la pluralidad de instancias – ergo la resolución se encuentra
firme- la cual en nuestro ordenamiento está configurado por los menos en dos
instancias, así lo ha señalado el supremo interprete de la Constitución en el Expediente
N°01755-2007-PA/TC, fundamento Jurídico 4, así refiere:

“El inciso 6 del artículo 139° no precisa cuantas deben ser esas
instancias, pero si establece que deba existir una instancia plural, por lo
que el contenido constitucionalmente garantizado exige que el
legislador prevea, como mínimo, la doble instancia”.(El subrayado es
nuestro)

A ello debe de aunarse que el recurso de casación penal es uno de naturaleza


extraordinaria, limitado, excepcional, no constituye instancia, tampoco suspende los
efectos de la sentencia que impugna, en el presente caso, la sentencia condenatoria
recaída contra el demandante Roberto Torres, ADEMÁS DE SU MANIFIESTA
IMPROCEDENCIA POR REGULACIÓN EXPRESA DEL PROPIO LEGISLADOR CONFORME
SE DESPRENDE DEL CÓDIGO PROCESAL PENAL, como se dijera antes, de por si lo hace
un recurso INIDONEO para salvaguardar los derechos fundamentales que denuncia
el demandante, situación que en todo caso hace que el requisito de firmeza de la
resolución cuestionada se relativice, así lo ha entendido también el Tribunal
Constitucional en el Expediente N° 2494-2005-AA/TC, fundamento 16, que señala:

“(…) Conforme lo establece el artículo 4° del Código Procesal


Constitucional, procede el amparo contra resoluciones judiciales firmes
que agravien en forma manifiesta la tutela procesal efectiva. Al respecto
el Tribunal Constitucional tiene dicho que una resolución adquiere el
carácter de firme cuando se ha agotado todos los recursos que prevé la
ley para impugnarla dentro del proceso ordinario, siempre que dichos
recursos tengan la posibilidad real de revertir los efectos de la
resolución impugnada. (…)” ( El subrayado es nuestro)

En el mismo sentido la RTC EXP N° 04237-2009-PA/TC, Fundamento Jurídico 4 que


indica:

“Conforme lo establece el artículo 4° del Código Procesal Constitucional


procede el amparo contra resoluciones judiciales firmes que agravien en
forma manifiesta la tutela procesal efectiva. Este Tribunal Constitucional,
llenando de contenido a dicha disposición, ha establecido que una
resolución judicial adquiere el carácter de firme cuando se ha agotado
todos los recursos que prevé la ley para impugnarla dentro del proceso
ordinario, siempre que dichos recursos tengan la posibilidad real de
revertir los efectos de la resolución impugnada” (El subrayado es
nuestro)

Muestra de lo antes indicado son los siguientes pronunciamientos emitidos por la Sala
Penal de La Corte Suprema de Justicia de la República en los siguientes expedientes:

Casación N° 06-2007 – HUAURA.

En la referida casación se alude a la inobservancia de garantías constitucionales,


de precepto penal material, de normas procesales y de falta de motivación
interpuesta por los agraviados María Marisol Félix Castillo y Emilio Chacón
Leandro, contra la sentencia de vista que revocando la sentencia de primera
instancia absolvió a Mario Concepción Rivera Chacón, María Esther Sosa
Huiman y Jesús Bernardo Sosa Rojas de la acusación fiscal formulada en su
contra por delito de estafa en su agravio.

Sin embargo, la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema declaro


inadmisible el citado recurso impugnatorio, debido a que se requiere para su
viabilidad que el delito imputado tenga señalado en la ley, en su extremo
mínimo, una pena privativa de libertad mayor de seis años, situación que no
obró en autos.

En el mismo sentido la Casación N° 07-2007-Huaura :

Recurso que giro en torno a la inobservancia de garantías constitucionales de


carácter procesal: Debido proceso, tutela jurisdiccional y juez legal interpuesto
por los acusados Hugo Ulises Díaz Mauricio y Víctor Raúl Irureta García contra la
sentencia de vista, que confirmando en un extremo y revocando en otro la
sentencia de primera instancia, los condenó como autores del delito de
peculado en agravio de la Municipalidad Distrital de Santa María y el Estado e
impuso a Hugo Ulises Díaz Mauricio cuatro años de pena privativa de libertad
suspendida condicionalmente, y a Víctor Raúl Irureta García tres años de pena
privativa de libertad suspendida condicionalmente, así como inhabilitación por
el plazo de tres años y el pago solidario de cuatro mil nuevos soles por concepto
de reparación civil a favor del Estado y la Municipalidad Distrital de Santa María,
a razón de dos mil nuevos soles a cada entidad, sin perjuicio de devolver la
suma apropiada.

No obstante ello, la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema declaro


inadmisible el citado recurso impugnatorio, debido a que se requiere para su
viabilidad que el delito imputado tenga señalado en la ley, en su extremo
mínimo, una pena privativa de libertad mayor de seis años, situación que no
obró en autos.

En conclusión este despacho considera a propósito de la procedencia del presente


proceso de amparo y en el contexto antes indicado que deberá atenderse al principio
de favorabilidad y flexibilidad, recogido en el articulo III - tercer párrafo - del Título
Preliminar del Código Procesal Constitucional, por el cual las formalidades deben ser
adecuadas a los fines del proceso o al principio pro actione, conforme al cual ante la
duda, los requisitos y presupuestos procesales deben ser interpretados en el sentido
más favorable a la plena efectividad de los procesos constitucionales, ello conforme a
la sentencia emitida por el Tribunal Constitucional Expediente N° 00252-2009-PA/TC,
Fundamento Jurídico 7, debiendo de resaltarse que la FUNCIÓN JURISDICCIONAL EN LA
ACTUALIDAD YA NO SE CIRCUNSCRIBE A APLICAR EL SENTIDO LITERAL DE LAS LEYES,
SINO A CAPTAR UN SENTIDO CAPAZ DE MATERIALIZAR LAS FINALIDADES Y LOS
VALORES DEL ORDEN JURIDICO, en especial los de orden constitucional, suponer lo
contrario implica para estas judicatura que las formas sean más importantes que las
finalidades del proceso constitucional, debiendo dejarse de lado el positivismo a
ultranza de sujeción a la letra de la ley, cualquiera que fuera su significado, SINO
SUJECIÓN A LA LEY EN CUANTO ES VALIDA Y COHERENTE CON LA CONSTITUCIÓN, carta
fundamental que dicho sea de paso no ha recogido el requisito de firmeza de las
resoluciones judiciales para la interposición de los procesos constitucionales,
desnaturalizándose de este modo la eficacia y brevedad que caracteriza a tales
procesos.

 OTRO ARGUMENTO: LA EXCEPCIÓN AL REQUISITO DE FALTA DE


AGOTAMIENTO DE LAS VIAS PREVIAS CONTENIDO EN EL ARTICULO 46° INCISO
2 °DEL CÓDIGO PROCESAL CONSTITUCIONAL.

En efecto, cabe indicar en el supuesto de que el recurso de casación penal resulte


“idóneo” y, como quiera que la supuesta falta del agotamiento de los medios
impugnatorios constituye en su naturaleza y ontológicamente una vía previa, ello
conlleva a una excepción, tal como lo indica el Código Procesal Constitucional en su
artículo 46° inciso 2, en tanto la ejecución de la sentencia cuestionada mediante el
presente proceso hubiese originado la vacancia del actor en su calidad de alcalde la
comuna chiclayana, ello además del impacto social y político que pudo haberse
generado ello al dejarse acéfala la comuna que representa, resultando
contraproducente pretender entender que ello se podía hacerlo posteriormente,
estando a los antecedentes ocurridos precisamente en Chiclayo el año de dos mil seis,
con ocho de setiembre, entre el entonces alcalde José Barrueto Sanchez y Arturo
Castillo Chirinos, lo cual involucro al Poder Judicial, Tribunal Constitucional y Jurado
Nacional de Elecciones dándose consecuencias gravosas como el incendio del Palacio
Municipal por enfrentamientos entre trabajadores municipales y seguidores de el ex
alcalde Arturo Castillo Chirinos quien pretendía retomar el control de la comuna,
destruyéndose archivos históricos entre otros daños materiales, muchos de ellos de
valor incalculable; asimismo es plenamente conocido un retardo en el trámite de
procesos en el Poder Judicial por las circunstancias en las que atravieza, salvo
excepciones, a ello debe aunarse una vez más las características de extraordinariedad,
excepcionalidad y manifiestas limitaciones que rodean al recurso de casación penal
como se dijera precedentemente, lo que acreditan que el agotamiento de la vía previa
pudiera convertir en irreparable la agresión denunciada como lo indica el Código
adjetivo constitucional.

Por último cabe señalar una vez más que nuestro Tribunal Constitucional ha
establecido excepciones a la procedencia del requisito de firmeza, teniendo como base
las excepciones señaladas por la Convención Americana sobre Derechos Humanos al
agotamiento de la jurisdicción interna, así como la jurisprudencia que sobre este ha
emitido la Corte Interamericana de Derechos Humanos (caso “ Velásquez Rodríguez”,
caso “ Godinez”, caso “ Fairen Garbi y Solís Corrales) estos son: c) Que, a causa del
agotamiento de los recursos, pudiera convertirse en irreparable la agresión.

DE LA FALTA DE MOTIVACIÓN DE LA SENTENCIA MATERIA DEL PRESENTE PROCESO DE


AMPARO.

SEGUNDO: Analizando el tema de fondo y en cuanto a la contravención del derecho


fundamental denunciado contenido en el artículo 139° inciso 5 de la Constitución
Política del Estado, debida motivación de las resoluciones judiciales debe de indicarse
lo siguiente:
El Tribunal Constitucional en el Expediente N° 08123-2005-PHC/TC afirma en cuanto al
derecho de la debida motivación que:

“Uno de los contenidos esenciales del derecho al debido proceso es el


derecho a obtener de los órganos jurisdiccionales una respuesta
razonada, motivada y congruente con las pretensiones oportunamente
deducidas por las partes en cualquier clase de procesos. La exigencia de
que las decisiones judiciales sean motivadas en proporción a los
términos del inciso 5 del artículo 139° de la Constitución, garantiza que
los jueces, cualquiera que sea la instancia a la que pertenezcan,
expresen la argumentación jurídica que los ha llevado a decidir una
controversia, asegurando que el ejercicio de la potestad de administrar
justicia se haga con sujeción a la Constitución y a la ley; pero también
con la finalidad de facilitar el adecuado ejercicio del derecho de defensa
de los justiciables. En suma garantizar que el razonamiento empleado
guarde relación y sea suficiente y proporcionado con el hecho que al
Juez (…) corresponde resolver”.

TERCERO: En cuanto al caso concreto debe señalarse que la sentencia materia de


cuestionamiento carece de una debida motivación interna por las siguientes razones:

_En la sentencia dictada por la Segunda Sala Penal de Apelaciones y de su lectura se


advierte que no se explica y justifica el bien jurídico protegido por el tipo penal de
peculado de uso, ni se precisa el perjuicio económico que se ha causado, ni tampoco se
indica sobre que base de valuación se ha pronunciado en dicho sentido.

_Tampoco se ha desarrollado de manera suficiente la relación que existe entre el tipo


penal de peculado de uso contenido en el artículo 338° del Código Penal,
particularmente su último párrafo en relación el principio de legalidad penal,
verificándose adecuadamente la existencia o no de tipicidad en los hechos materia de
denuncia en el proceso penal cuestionado; máxime si existe pronunciamientos
contrapuestos a lo resuelto por la Segunda Sala Penal de Apelaciones de Lambayeque,
como es el caso de la Ejecutoria Suprema dictada por la Sala Penal Especial de la Corte
Suprema de Justicia de la República, Expediente N° 05-2008, Caso Luis Alberto Mena
Núñez la misma que obra a folios ciento veintiuno a ciento treinta y nueve,
considerando decimo sétimo.

_Por ultimo no se incide suficientemente y lógico del porque a de aplicarse de modo


restrictivo y no extensivo la excepción contenida en el último párrafo del artículo 338°
del Código Penal, ello una vez más en clave con el principio de legalidad y si
eventualmente resulta o no razonable el traslado de los familiares del alcalde en
vehículos motorizados de uso personal, no distinguiéndose debidamente a su vez de
otras situaciones legales como el uso de vehículos oficiales.

Siendo así, en este extremo la demanda interpuesta ha de ser amparada.


DE LA VULNERACIÓN AL DERECHO FUNDAMENTAL DE SER JUZGADO POR UN JUEZ
IMPARCIAL:

CUARTO: En este punto previamente cabe señalar que El Tribunal Constitucional ha


señalado el reconocimiento constitucional del derecho a un Juez imparcial pese a no
estar expresamente reconocido en la Constitución, así tenemos en los expedientes
acumulados N°s: 6149-2006-PA/ TC y 6662-2006-PA/TC lo siguiente:

“(…)El derecho a ser juzgado por jueces imparciales no se encuentra


reconocido expresamente en la Constitución. Ello, sin embargo, no ha
impedido a este Tribunal reconocer en él a un derecho implícito que
forma parte de un derecho expreso. A saber, el derecho al debido
proceso, reconocido en el inciso 3) del artículo 139° de la Constitución.

El status del derecho al Juez imparcial como uno que forma parte del
debido proceso, se deriva de la Cuarta Disposición Final y Transitoria de
la Constitución, que exige que las disposiciones constitucionales
mediante las cuales se reconocen derechos fundamentales se
interpreten y apliquen de acuerdo a la Declaración Universal de los
Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las
materias que hayan sido ratificadas por el Estado peruano.” (El
subrayado es nuestro)

Asimismo y en los referidos expedientes el Tribunal Constitucional ha desarrollado las


GARANTIAS DE IMPARCIALIDAD OBJETIVA Y SUBJETIVA DEL JUZGADOR, indicando:

(…) por lo que se refiere a la imparcialidad subjetiva, este


Tribunal tiene declarado que ella se refiere a cualquier tipo de
compromiso que pudiera tener el juez con las partes procesales o
en el resultado del proceso. Desde esta perspectiva, el derecho a
un juez imparcial garantiza que una persona no sea sometida a
un proceso o procedimiento en el que el juez o quien este
llamado a decidir sobre la cuestión litigiosa, tenga algún tipo de
compromiso con alguna de las partes o con el resultado del
mismo.

Al lado de la dimensión subjetiva, el Tribunal también ha


destacado en el principio de imparcialidad una dimensión
objetiva, referida a la influencia negativa que puede tener en el
juez la estructura del sistema, restándole imparcialidad, es decir,
si el sistema no ofrece suficientes garantías para desterrar
cualquier duda razonable. Conforme a ella, toda persona tiene el
derecho a ser juzgada por un juez, o quien este llamado a
resolver la cuestión litigiosa, dentro de determinadas
condiciones de carácter orgánica y funcional que le aseguren la
inexistencia de cualquier duda razonable sobre la parcialidad
del juzgador (…). (El subrayado es nuestro).

QUINTO: En tal orden de ideas, de lo expuesto por el actor y de lo obrante en autos en


el presente caso ello ha sido acreditado en sede cautelar con la Resolución
Administrativa N° 196-2012-CED-CSJLA/PJ de fecha dieciséis de mayo de dos mil doce
por la cual se le concede licencia por motivos salud al Juez Superior co demandado
Balcazar Zelada, la cual comprendía desde el dieciséis hasta el veintidós de mayo,
siendo el caso que intempestivamente lo suspende y retoma sus actividades a las doce
y treinta de la tarde, minutos antes de la diligencia judicial llevada a cabo contra el
actor conforme es de verse a folios ciento cuarenta del cuaderno cautelar, a ello debe
aunarse las notas periodística en el diario CICLON – Edición de fecha veintiocho de
mayo de dos mil doce páginas cuatro a cinco a folios sesentisiete a sesentiocho del
cuaderno cautelar, así como en el diario CORREO – Lambayeque, página diez – a folios
cincuentiseis del cuaderno cautelar, que incluyen secuencia de fotografías en el
primero de los diarios indicados- de una supuesta reunión del magistrado antes
indicado con allegado a la primera regidora de la Municipalidad de Chiclayo; en el
mismo sentido aparece en el diario PERU 21. NORTE página seis de fecha veintiocho de
mayo de dos mil doce a folios sesenticinco del cuaderno cautelar- quien tendría
intereses en la sucesión del cargo del demandante producto de la inhabilitación
contenida en la resolución judicial- sentencia- materia de demanda en el presente
proceso de amparo. Las dos situaciones antes descritas hacen viable se ampare la
pretensión cautelar planteada.

Estas circunstancia vulneraria el derecho fundamental antes señalado – derecho a un


juez imparcial- ello tomando en cuenta además la Teoría de la Apariencia, por la cual
en la imparcialidad objetiva incluso las apariencias pueden revestir importancia, debe
recusarse todo juicio del que se pueda legítimamente temer una falta de imparcialidad.
Esto se deriva de la confianza que los tribunales de una sociedad democrática deben de
inspirar en los justiciables. Esta teoría, es llamada de la apariencia y fue formulada por
el Tribunal Europeo de Derechos Humanos con el brocardo “justice must not only be
done; it must also be seen to be done ( no sólo debe hacerse justicia, sino también
parecerlo que se hace).

SEXTO: A mayor abundamiento debe de destacarse que el deber de motivar –


precedentemente desarrollado - es una garantía del principio de imparcialidad en la
medida que mediante ella podemos conocer si el juez actuó de manera imparcial
frente a las partes durante el proceso, por lo que se puede afirmar que se constituye
como un freno o limite a la arbitrariedad del juez, permitiendo constatar la sujeción del
juez a la ley y que las resoluciones del juez puedan ser objeto de control en relación así
cumplieron o no con los requisitos y exigencias de la debida motivación, la misma que
debe de ser justificada de manera lógica, exigiendo al juzgador razonabilidad y
racionalidad, pues permite constatar que la decisión del juez es dictada conforme a las
exigencias normativas constitucionales, legales, reglamentarias, del ordenamiento.

III. DECISIÓN:
Por estas consideraciones el Juez del Tercer Juzgado Especializado en lo Civil de
Chiclayo impartiendo justicia a nombre de la Nación, falla declarando:

FUNDADA la demanda obrante a folios cuarentisiete a sesenticuatro interpuesta por


ROBERTO TORRES GONZALES, contra los Magistrados JOSE MARIA BALCAZAR
ZELADA, JIMMY GARCIA RUIZ y MARGARITA ZAPATA CRUZ en su condición de Jueces
integrantes de la Segunda Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque y el Procurador Público a cargo de los Asuntos Judiciales del Poder
Judicial; en consecuencia se DECLARA:

1. NULA Y SIN EFECTO LEGAL la sentencia N° 33-2012- resolución número


veinticinco de fecha veintidós de mayo de dos mil doce emitida en el
Expediente N° 1488-2011-96-1706-JR-PE-06 tramitado ante la Segunda
Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque la cual Falla: Revocando la sentencia absolutoria y
REFORMANDOLA condenaron al acusado Roberto Torres Gonzales como
autor del delito de peculado de uso en agravio de la Municipalidad
Provincial de Chiclayo y, como tal le impusieron dos años de pena
privativa de libertad, suspendida en su ejecución por el periodo de
prueba de un año, sujeto a reglas de conducta y penas accesorias que
allí se indican y, reponiendo las cosas al estado anterior de la violación
de los derechos constitucionales denunciados conforme al artículo 1° del
Código Procesal Constitucional.

2. Se ORDENA: Que, el órgano jurisdiccional demandado proceda a emitir


nueva resolución judicial en conformidad con los considerandos de la
presente resolución, prosiguiendo con el estado de la causa conforme
corresponda. DISPONGO: La publicación de la presente sentencia de
constituir resolución final de conformidad con lo dispuesto en la Cuarta
Disposición Final del Código Procesal Constitucional. Sin costas y con
costos de conformidad con el artículo 56° del Código Procesal
Constitucional, consentida o ejecutoriada que sea la presente,
archívese.

Notificándose._

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