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El Sexenio de Morella
(Castellón)
Manuel Poggio Capote
y Antonio Lorenzo Tena
En Morella, en el antiguo reino de Va- de 1673, por el cual la Justicia, Jurados y
lencia, se celebran desde hace más tres Concejo de Morella se comprometieron a
siglos las denominadas fiestas del Sexenio «dar gracias a la emperatriz de todas las
o del Sexenni. Cada seis años, trasladan la criaturas y señora nuestra, la Virgen de
imagen de la Virgen de Vallivana desde su Vallivana, y en todo tiempo, en un nove-
ermita, situada a una veintena de kilóme- nario de seis y en seis años».
tros de distancia, hasta la basílica de Santa
María la Mayor, en el centro de la villa El origen de esta promesa se remonta a
morellana. Una vez que la efigie mariana finales de 1672, cuando una peste devastó
llega a su destino, durante las siguientes la comarca. Ante esta coyuntura, agotadas
jornadas se suceden algunas procesiones las posibilidades sanitarias, el pueblo acor-
y los denominados retablos, unos desfiles dó implorar el auxilio celestial. Con este
en los que se concitan distintas danzas fin se acudió en rogativa hasta el santuario
así como otros elementos alegóricos. A de Nuestra Señora de Vallivana y se trajo
lo largo de un novenario, cada uno de la imagen hasta Morella. El inmediato
estos cortejos proclama la presencia de la cese de la epidemia determinó, un año
venerada talla, cumpliendo así con el voto después, que se concertase la conmemo-
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ración de aquellos hechos con el traslado un término musulmán. Poblada original-
cada seis años de la efigie mariana y con el mente por íberos y romanos, a principios
ofrecimiento de un novenario. Iniciado en del siglo xi, tras varias escaramuzas pro-
1678, el Sexenio ha venido celebrándose tagonizadas por el Cid, se reconquistó.
desde entonces, a excepción de algunas Sin embargo, los almorávides, en 1103,
ediciones, coincidentes con guerras. y los almohades, en 1175, recuperan el
Es importante subrayar los numerosos territorio hasta que, en 1232, hace su
paralelismos entre el Sexenio de Morella entrada Blasco de Alagón y propicia el
y las fiestas Lustrales de La Palma. Sirvan asentamiento definitivo de cristianos. A
como muestra el carácter mariano de am- partir de entonces, Jaime i incorpora Mo-
bas convocatorias, sus fechas inaugurales rella a la corona de Aragón y, desde 1270,
(1678/1680), las regulaciones periódicas pertenece al reino de Valencia.
de las visitas (seis y cinco años respecti- En la actualidad, entre los elementos ar-
vamente), los izados de una insignia en quitectónicos más distintivos pueden se-
un castillo que señalan la presencia de ñalarse el castillo medieval (monumento
la Virgen o bien el inicio de los festejos histórico nacional desde 1931), construi-
y, por último, la forja de unos calculados do sobre una antigua fortaleza islámica,
protocolos en torno a las dos patronas, en un peñasco que se encuentra en medio
cada uno de ellos nutrido de abundantes de un valle dominado por el río Bergantes.
danzas y representaciones teatrales. Se trata de la fortaleza en la que, cada seis
Morella es una villa situada al norte de años, se iza la bandera mariana. De igual
la provincia de Castellón con una pobla- manera, deben destacarse la imponente
ción censada en 2018 de 2437 habitantes. muralla de más de dos kilómetros con
Su nombre podría ser una derivación de catorce torres y seis puertas que circunda
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Entronización de la Virgen de Vallivana en sus andas. otm
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de los Ninots, muñecos que caracterizan
escenas de la vida cotidiana. Más tarde,
alrededor de la onomástica de la Asun-
ción (15 de agosto), se cuelgan Els Volan-
tins, tres títeres articulados que penden
de una viga que cruza la calle y que, en
el siguiente año, rotarán al compás de
la música durante el tránsito de proce-
siones y desfiles. Finalmente, el capítulo
más solemne de El Anuncio tiene lugar
el cuarto domingo del mes con la procla-
Danza de los Torneros. otm
mación del pregón: una cabalgata trufada
de confeti y compuesta de carros y figu-
momento de la comparecencia urbana, a
rantes engalanados que expresan con
las puertas de la villa, la efigie es colocada
júbilo la cercanía del Sexenio. La jornada
sobre unas andas que la conducirán hasta
se cierra con un rosario que recorre el
la basílica arciprestal de Santa María la
núcleo urbano y que, en contraposición
Mayor.
a la comitiva del pregón, se efectúa en
completo silencio. Será la jornada siguiente —cuarto do-
mingo de agosto— cuando se inaugure el
Esta fecha del último domingo del mes
ceremonioso novenario festivo. El proto-
de agosto coincide con la jornada con colo es muy similar en todo el intervalo
la que, un año más tarde, se iniciarán de de los nueves días que conforman el
manera oficial los festejos en torno a la programa. Una diana, una misa matutina
Virgen de Vallivana y su secular novena- y, a continuación, la puesta en escena de
rio. Además, a partir de este día, darán co- los denominados retablos o retaules. No
mienzo los trabajos dedicados a la decora- obstante, en la tarde de este domingo
ción pública de Morella que, como se dijo, inicial, sale a las calles la procesión ge-
es otra de las parcelas más destacadas de neral, compuesta de todo el repertorio de
la convocatoria. Durante este plazo anual, danzas, figuras bíblicas, carro triunfal y
el vecindario confeccionará numerosos gremios que protagonizarán las jornadas
paneles, tapices, así como distintos ele- venideras.
mentos de ornamentación urbana.
Los citados retablos comprenden unos
Una vez consumada la anualidad, todo desfiles integrados por media docena de
se encuentra preparado. La última semana danzas, unas de contenido más ritual y
del mes de agosto marca el comienzo. El otras, en cambio, provenientes del folclore
jueves anterior al traslado de la Virgen, se musical de la zona. Todas fueron incorpo-
ofrece una recepción a los morellanos que radas al marco festejante por los antiguos
residen en otros lugares. El día siguiente, estratos estamentales y grupos gremiales.
es cuando se acude en rogativa a la ermi- No en vano, cada uno de estos «gre-
ta de Nuestra Señora de Vallivana. Por mios» preside las sucesivas jornadas del
fin, el sábado, la diminuta talla alcanza novenario. Aunque las transformaciones
Morella. En los más de veinte kilómetros sociales de cada época han operado algu-
de recorrido, la imagen mariana se trans- nas modificaciones, en la actualidad estas
porta en una sencilla urna de cristal. En el corporaciones o gremios se mantienen.
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Danza de los Torneros. otm
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Danza de las Gitanitas. otm
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—Danza de los Labradores de faldón, mantón de manila y delantal
corto, evolucionan con castañuelas en
Es también una composición de infan-
tes. En ella, nueve parejas de niños y niñas torno a un asta de madera cruzando cintas
se mueven a ritmo de tambor y dulzaina, con las que configuran diferentes tramas.
consumando distintos cuadros coreográ- La danza, que es una de las más antiguas
ficos: desplazamientos grupales, alter- que se conservan, se originó en el barrio
nancias de cruces y baile de todos juntos. del Soldevila y no es privativa del Sexeni
Vestidos a la manera de labradores, las ni- dado que se interpreta en otras ocasiones.
ñas se envuelven en un mantón de manila, Hoy en día, se encuentra agregada al co-
mientras que los niños se cubren de un lectivo de la juventud.
sombrero de fieltro aseado con vistosos —Danza de los Tejedores
aderezos. Al paso del desfile o retablo por
la puerta del Gremio de los Labradores, el Al igual que la anterior, comprende una
danzante que ocupa la posición central y coreografía de cintas. Adscrita al Gremio
que luce un diminuto arado a su espalda de las Artes y Oficios, se creó en 1892
brinda una loa a la Virgen. El número como una derivación de la Danza de las
posee indudables reminiscencias de los Gitanitas. En la de Los Tejedores, ocho
bailes valencianos de pastores. niños combinan diversas figuras alrede-
dor de un asta controlada por el barrero,
—Danza de las Gitanitas del Soldevila
en cuyo extremo superior cuelga un
Comprende un baile de cintas. En su abanico de ribetes con el que simbolizan
desarrollo, ocho jóvenes vestidas con traje un trenzado. Los danzantes secundan los
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novenario del Sexenio bajo el Gremio de
la Gente Mayor.
Sin duda, el conjunto de esta media do-
cena de danzas constituye una excepcional
floresta popular. En ellas se aúnan dos
composiciones de arcos, otra vinculada a
los palos o espadas, una más en la que se
conjugan los arcos y lo pantomímico y, por
último, tres relacionadas con el folclore
musical de la zona. Además, hasta hace
unas décadas, se contaba con la Danza
de los Esquiladores, obra también pan-
tomímica y de matices cómicos en el que
intervenían ocho niños repiqueteando unas
tijeras e imitando el esquilado y cardado de
la lana. Aunque no se halla emparentada
con ningún gremio, conviene subrayar la
participación, en la procesión general así
como en los retablos diarios, de una danza
de gigantes y cabezudos. Los datos más
antiguos disponibles se remontan a los al-
Figura alegórica de la Reina Esther. otm
bores del siglo xix, cuando Joaquín Dome-
nech elaboró varias figuras. En 1862, estas
efigies se sustituyeron por otras moldeadas
por José Ferreres. Destruidas en la Gue-
acordes del tambor y la dulzaina con el rra Civil, más tarde el escultor local Juan
toque de castañuelas. Amela confeccionó una nueva comparsa de
—Danza de la Corronquina imaginería festiva.
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