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¿Qué son los marxismos?

El marxismo es una doctrina y teoría social, filosófica, económica y política ideada por Karl Marx y sus seguidores,
la cual se encuentra sólidamente unida a dos ideologías y movimientos políticos: el socialismo y el comunismo.
Como reacción frente al idealismo de los socialistas utópicos y los anarquistas, Karl Marx y Friedrich Engels
iniciaron durante la década de 1840 una renovación de la ideología socialista que, con el tiempo, llegaría a influir
poderosamente en el desarrollo del movimiento obrero e incluso en el conjunto de pensamiento occidental.

El marxismo también llamado como el “socialismo científico”, se fundamentaba sobre un profundo análisis
económico de la sociedad capitalista. Por medio del materialismo dialéctico de Hegel, Marx demostraba la
necesidad de las modificaciones históricas en el desarrollo de las formas de organización social como consecuencia
de la existencia de contradicciones en los modos de producción.

Elementos fundamentales de los marxismos. Desarrolla dos categorías de cada uno de los autores vistos en el
tema.

Lenin;

El marxismo-leninismo es el tipo de comunismo resultante de la revisión por parte de Lenin acerca de los postulados
del pensamiento marxista. Conformó de esta manera la identidad ideológica de la Unión Soviética durante sus
décadas de duración.

Suele considerarse que al marxismo-leninismo como el establecimiento en la realidad estatal rusa de los
planteamientos marxistas bajo el prisma del leninismo. De ese modo, las bases de su teoría se instalaron en la
creación del partido comunista y un estado centralizado y fuerte.

Tras la aparición de la figura de Lenin como destacado líder ruso tras la segunda revolución rusa y el desarrollo
conceptual del leninismo, nuevos objetos de análisis surgiendo con la aplicación de los postulados comunistas,
marxistas y socialistas a la Rusia de principios del siglo XX.

De este modo, esta modalidad ideológica y de pensamiento económico, político y social responde a la necesidad de
dar formalidad y concepto a las acciones acometidas en el surgimiento de la URRS y el modelo de centralismo
obrero establecido entonces.

Esta denominación surge del revisionismo ya durante las directrices del dirigente ruso Iósif Stalin del marxismo
clásico con las ideas puestas en práctica por Lenin. Así, se entroncó como el postulado e ideología aplicable a la
Unión Soviética durante el mandato de Stalin y en décadas sucesivas en plena Guerra Fría.
Gramsci;

Antonio Gramsci, contemporáneo de la Revolución Rusa, fue un arduo defensor de Lenin y su partido frente a las
expresiones del economicismo en ese país y en Italia1 con el Partido Socialista Italiano (PSI). Al terminar la Primera
Guerra Mundial se produjo un alza de la lucha del movimiento obrero en Italia, el “bienio rojo” (1919-1920), que
fue finalmente derrotado. Al hacer el balance de la derrota, Gramsci destacó la responsabilidad de la ideología del
PSI que, al concentrar las energías obreras en las luchas reivindicativas, no orientó ni dirigió a los trabajadores
urbanos del norte para establecer alianzas con los campesinos del sur.

Para Gramsci, el marxismo concibe a la sociedad como una totalidad de relaciones sociales, nunca como una suma
de factores. Según Kanoussi y Mena (1985), el concepto de bloque histórico tiene un doble sentido en el autor
italiano. Por un lado, la relación orgánica entre estructura y superestructura; por el otro, la fase hegemónica de la
clase expresada en la unidad intelectuales-masa, necesidad-libertad.

Althusser;

La línea de trabajo más conocida de Althusser tiene que ver con sus estudios de la ideología. Se trata de Ideología y
aparatos ideológicos de Estado su obra más conocida en este campo. Este ensayo establece el concepto de ideología
y lo relaciona con el concepto gramsciano de hegemonía. Si bien la hegemonía en Gramsci está en última instancia
determinada por fuerzas políticas, el concepto althusseriano de ideología se apoya en los trabajos de Sigmund Freud
y Jacques Lacan sobre lo imaginario y la fase del espejo, y describe las estructuras y los sistemas que nos permiten
tener un concepto significativo del yo. Estas estructuras, según Althusser, son agentes represivos inevitables (y
necesarios). Es bajo la influencia de Lacan que define la ideología como la representación de una relación
imaginaria con las condiciones reales de existencia.

Althusser pensaba que las ideas de Marx habían sido malentendidas, especialmente por los marxistas. Consideraba
que varias formas de interpretar a Marx (el historicismo, el idealismo, el economicismo, el humanismo, etc.) no
hacían justicia al carácter científico de los trabajos de Marx a partir de 1845. Frente a la idea de que toda la obra de
Marx se podía entender como un todo consistente, Althusser argumentó que hubo una ruptura epistemológica
(concepto que toma de Gaston Bachelard, Pierre Bourdieu, Jean-Claude Passeron y Jean-Claude Chamboredon) a
partir del momento en que Marx se concentró en sus trabajos económicos. Además, consideraba que se perdía la
especificidad y la fuerza del conocimiento científico si se "complementaba" al Marx maduro con nociones extraídas
de sus escritos de juventud o de obras de F. Engels.

Aunque los primeros trabajos de Marx están vinculados a las categorías filosóficas hegelianas y a la economía
política clásica, con La ideología alemana (escrita en 1845) se habría producido una ruptura repentina y sin
precedentes que prepara el camino para sus trabajos posteriores. El problema se complica por el hecho de que Marx
no reflexionó en el papel sobre ese giro, y solo lo comunicó oblicuamente. Este giro se puede apreciar solo mediante
una lectura crítica cuidadosa, o mediante otras operaciones, como la que hizo Althusser al editar a Feuerbach
traducido al francés y mostrar que muchos de los párrafos de los cuadernos de trabajo de Marx que los marxistas
humanistas glosaban, no eran sino transcripciones de Feuerbach que Marx hacía para su uso personal. El proyecto de
Althusser era rescatar el poder y originalidad de la teoría de Marx para el avance del conocimiento científico de la
sociedad (lo que él denominaba "el continente historia descubierto por Marx") y, a partir de ese conocimiento, poder
ofrecer al movimiento comunista internacional elementos para orientar la acción política.

Laclau y Mouffe;

Ernesto Laclau fue un filósofo, teórico político y escritor postmarxista argentino. Era profesor-investigador en la
Universidad de Essex y Doctor Honoris Causa de la Universidad de Buenos Aires, Chantal Mouffe es una filósofa y
politóloga belga, profesora del Departamento de Ciencias políticas y de Relaciones Internacionales en la
Universidad de Westminster en Londres.

Ambos Se inscriben en el pensamiento político del posmarxismo.

El posmarxismo o postmarxismo explora en las distintas interpretaciones de la tradición marxista; se propone una
teoría de lo social como constituido discursivamente, lo que no significaría una reducción idealista de lo social y
material al lenguaje o al pensamiento. Se considera a su teoría realista y materialista, y en cierta relación de
continuidad y superación respecto del materialismo histórico de Karl Marx, con el que se propone la existencia
independiente del hombre, de "un mundo exterior al pensamiento". Pero, también con Marx y gran parte de la
filosofía contemporánea, rechazan todo dualismo o "esencialismo" que implique la incomunicación entre hombre y
mundo, sujeto y objeto, discurso y realidad.

El posmarxismo es, sin embargo, una revisión del pensamiento marxista y no su actualización. De hecho, en algunos
aspectos corre en una dirección opuesta como, por ejemplo, la superposición de lo político frente a la importancia
que tuvo lo científico para gran parte del marxismo clásico. La crítica a esta corriente, que tiene entre sus mayores
representantes a Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, está justamente en la desconexión con áreas centrales de lo que
fue el marxismo clásico. Algunas características propias del posmarxismo son:

Revisión de la categoría de totalidad "abstracta" o rígida propia de cierto tipo de marxismo estructuralista o de
versiones dogmáticas del marxismo original.

Fin de la superposición abstracta del conflicto de clases sobre otros conflictos para efectos del quehacer político
concreto. Se atiende así a las luchas de género, étnicas, culturales, etc. No significa que la lucha de clases desaparece
del capitalismo.

Promoción de la apertura de las sociedades civiles y defensa de la teoría democrática como valor universal de la
modernidad política.

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