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CAPÍTULO 1
RECURSOS

l. CONCEPTOS y CONSIDERACION.¡;::S PRELLMINARES


Constituyen recursos del Estado los procedimientos mediante los CU;J-
les éste logra el poder de compra necesario,para efectuar las erogaciones
propias de su actividad financiera. ,
Repetimos que el estudio de los recursp§en este orden,después de los
gastos, no significa que en el proceso de la áctividad financiera la determi-
,nación de los gastos sea previa a la de 105 recursos ni que ésta dependa de
aquélla. Por el contrario, insistimos en que las dos son i nterdepemJientes: d
proceso de determinación de ambos es muy complejo y se desarrolla a tra-
vés de cotejos múltiples dé utilidades y sacrificios: o sea, utilidades y desu-
I tilidades según el método de comparaciones marginales de acuerdo con las

escalas de prioridades de gastos y recursos. Las utilidades positivas y nega-


ti vas de los gastos y de los recursos, respectivamente, son apreciadas no en
cantidades finitas expresadas en números cardinales, sino a través de prefe-
renciaS y postergaciqpes. según los números ordinales, o -a veces- me-
diante el empleO'dé cu?n'TJficación relativa con los conceptos de mayor,
igualo menor.
Consideramos innecesaria por su controvertibilidad una tabla clasifi-
catoria de los diferentes recursos y sumamente engorrosa una clasificación
que pretenda reunir a todos los aspectos posibles de cada especie de recur-
sos. No nos agradan las excesivas clasificaciones, las que -a veces- no
tienen relevancia y a veces son curiosas peticiones de principio que carecen
I de demostración o comprobación. El laudable propósito de establecer as-
pectos comunes y aspectos diferenciales entre distintos fenómenos, puede
I crear complicaciones y afumaciones que, más que de un análisis objetivo,
derivan de doctrinas a priori. Así, por ejemplo, la creación del distingo en-
tre recursos racionales e irracionales, según la conocida clasificación de
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....)

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.,
Griziotti 1, depende --esencialmente-de una preuúsa no demostrada que , Recursos originarios y derivados ;f ~:',
condiciona el principio de que la capacidad contributiva es el fundamento ~. ,<:."t f

Esta clasificación distingue los recursos obtenidos por el Estado dé su 1 '.


del impuesto, con el agregado: siempre que se la tenga como índice de la
propio patrimonio o del ejercicio de actividades comerciales, industriales,
participación del contri buyente en los beneficios genera~es y especiales que
uúneras, agrícola-ganaderas, bancarias, de seguros, los que -por proceder
el Estado brinda a los habitantes del país con su actuacIón.
de los bienes o de las empresas propias del Estado-- se consideran origina-
Caso contrario, no estaríamos en presencia de un impuesto sino de otro
rios de aquellos que son extraídos del patrimonio ajeno por el poder de im-
recurso racional o irracional, que podría llegar a ser una exacción. según el
perio del Estado y que se de'nouúnan derivados. ., ..
autor citado.
En esta categoría debe incluirse no sólo a los recursos tnbutanos, SInO
Por otra parle, los recursos pueden distinguirse por connotaciones de
también a los procedentes del crédito, porque el endeudauúento del Estado
diferente naturaleza: ora econófaicas, ora polfticas, ora jurídicas y ora téc-
implica la creación de recursos tributarlos pu:a cu~rir lo~ servicios por in-
nicas, lo cual contribuye a la complejidad del problema de la clasificación
tereses y amortizaciones. Es dudosa, en cambIO, la InclUSIÓn en esta o en la
de los recursos. Ello se debe a que no hay, siempre, coincidencia entre las
otra clase de recursos, de los que el Estado obtiene de la emisión de mone~
connotaciones de diferente naturaleza, sino que éstas pueden presentarse
da-papel o de otras operaciones monetarias; porque ~por un lado-- el ré-
desfasadas, como veremos muy pronto.
gimen monetario es función típica del Estado que la cumple a tra~és de la
Nuestra posición intolerante de las excesiva.~ clasificaciones, especia~­
Banca Central o Bancos de Euúsión, por lo que los recursos obtemdos po-
.J mente de las que se han indicado pocos párrafos atrás o que se fundan en en-
drían asiuúlarse a los originarios; por otro lado,los efectos de la emisión so-
terios formales y de las que no son uúlizadas para sacar de ellas alguna conse-
bre el nivel general de los precios y las. consf;!cuencias de la reducción del
cuencia ponderable (que veremos luegó en su aplicación a varios criterios
poder de compra de importantes sectófes d~a población, perrrútiría clasi-
clasificatorios de los impuestos), no significa rechazar cualquier agrupación de
ficar a estos recursos entre los derivados y,'más precisamente, entre los tri-
fenómenos de acuerdo con indudables caracteres comunes, a fin de una mejor
butarios. La caracteristica de la coerción está presente en la moderna eco-
comprensión de los fenómenos reales, pero sin distingos escolásticos ni juicios
nomia por la asunción de la euúsión como monopolio legal del Estado y por
valorativos preexistentes, o séa'prejuicios en el sentido etimológico.
el curso forzoso de los billetes emitidos.
La clasificación de los recursos en originarios y derivados se identifica
2. CLASIHCACIÓN DE LOS RECURSOS parcialmente con la clasificación de Im¡ recursos en patrimoniales y tribu-
tarios, La coincidencia no es total, por las observaciones que acabamos de
Recursos anUnados y extraordinarios
formular respecto de los recursos del crédito y de la emisión u otras opera-
Hemos hecho mención de esta clasificación en oportunidad de exmni- ciones monelaria~ ':( las 'que e~ponemos a continuación.
nar la clasificación de los gastos en ordinarios y extraordinarios y dijimos ~"í;.:"7 ,.y;-t";'
al respecto que se trata de una clasificaciÓn perimida, sobre todo a causa lJe
Recursos regidos por él derecho privado y por el derecho público
la doctrina moderna que ha refutado la correlatividad entre gastos y recur-
sos ordinarios y (Tastos y recursos extraordinarios. Desde un punto de vista jurídico pueden distinguirse los recursos en:
En efecto. g~stos destinados al pago de sueldos y salarios del personal los regidos por el derecho privado y los regidos por el derecho pÚ,bl!co ..Esta
administrativó del Estado pueden financiarse con endeudamiento, cuando clasificación sólo en ciertos casos coincide con la de recursos ongw311os y
así lo exija la coyuntura económica y, por el contrario, gastos excepcionales derivados. En efecto, algunos recursos originarios pueden estar sujetos al
como los de movilización total de la Nación para la defensa en caso de gue- derecho privado, cuando las actividades o los bienes que los prodllcen son
rra. pueden financiarse con impuestos en alta proporción, a fin de evitar la frutos de empresas privadas o estatales o autárquicas sometidas -volunta-
explosión inflacionaria. riamente-al derecho civil JI comercial. Pero esto no se verifica siempre, ya
que el régimen legal de muchas entidades estatales que producen recursos
I GRlZIOTTI. Benvenllto. PrinCIpio, de Ciencia de /as Finnnzru. cit.. págs. ) I -35 Y "Cla5- es netamente de derecho público. Por otra parte, no es impensable que al·
lificarionc ddle pubbliche entrate", reproducido en Saggi ,"1 Ri1U1ovamenlo dello Srudio defla gunas operaciones de crédito estén regidas por el derecho privado.
Scienzu delle finanze e d.t Dirirlo Finanúaria, Giuffre, Milano. 1953. págs. 397-415.
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Además, no es superfluo recordar que el distingo entre derecho priva- trimonio artístico y turístico (entradas en museos, templos e iglesias, monu-
do y público es muy controvertido y que en algunos casos de empresas del mentos yruinas históricas, visitas de castillos, palacios y jardines; entradas
Estado o de entidades autárquicas, si bien las operaciones pueden regirse para el acceso a lugares de particular belleza natural, como parques nacio-
por normas del derecho privado, el estatuto de la empresa o entidad, el con- nales, cascadas, volcanes, grutas, etcétera.
trol, el nombramiento de los administradores y su responsabilidad y otros Constihlyen también recursos originarios o patrimoniales los frutos de
aspectos de su organización y funcionamiento, son regidos por normas de la participación estatal en empresas mixtas de capital y estatal y en
derecho público. sociedades de capital con mayoría privada.
Económicamente, todos los recursos originarios o patrimoniales cu-
yas fuentes hemos ejemplificado. son precios. En muchos casos se advierte
3. DIFERENTES GÉNEROS DE RECURSOS
también la connotación jurídica de pertenecer su régimen al ámbito del de-
Los recursos del Estado son agrupables, según su naturaleza, en las si- recho privado. Pero esto no ocurre siempre. En efecto, como ya dijimos, hay
guientes categorías: reparticiones estatales o entidades descentralizadas que prestan determina-
a) Recursos patrimoniales. dos servicios al público, por lo que perciben precios, aunque estén someti-
b) Recursos tributarios. das a un régimen netamente de derecho público.
c) Recursos del crédito. Por ejemplo, el Banco Central percibe de los bancos diferentes montos
d) Emisión monetaria. en concepto de intereses y comisiones, pero su naturaleza legal es, si n lugor
e) Varios. a dudas y sin excepción, juspublicista. Ello puede extenderse, aunque con
Antes de entrar en el estudio analftico de cada una de estaS categorías mayor incertidumbre, a otros bancos estatales o provinciales, como el B an-
creemos oportuno observar, en general, que la delimitación de cada una de ca de la Nación, el Banco Hipotecario Nacional, el Banco Nacional de De-
ellas, como también de los recursos reunidos en las distintas categorías en- sarrollo y todos los bancos de provincia, con estatutos de derecho
tre sí o con los de otras categorías, no es absoluta, si no que existen -a ve- público pero cuyos recursos provienen de los precios de sus servicios.
Ces- diferencias de matices y un gradual camino de uno a otro recurso y un
sinnúmero de casos en que los recursos, aun clasificados en diferentes gru- Evolución histórica de lós recursos originarios o patrimoniales
pos, se mezclan o combinan entre sr.
Históricamente, los recursos originarios o patrimoniales tuvieron im-
portancia primordial en el tstado absoluto anterior a la Revolución France-
4. RECURSOS ORlGlNARlOS O PAIRIMONIALES
sa y como prosecuclon las finanzas de la época feudal.
Concepto Hubo épocas en las que erseñor feudal era titular de un dominio emi-
nente sobre todasJa~tierrª",'ylos bienes de su jurisdicción y con derecho ;J
Son estos recursos obtenidos por el. Estado mediante el los frutos de la.S actividarle's de sus súbditos. Era generosidad del señor, la parte
miento económico de su patrimonio.
que de esos frutos podfan disponer para sí los particulares, aunque la arbi-
Pueden encuadrarse en estos recursos: el producto de tierras de propie-
trariedad estaba atemperada por la necesidad de asegurar a los súbdiw'5
dad del Estado a través de su explotación directa o por arrendamiento o
-por lo menos- un nivel.de subsistencia y por cierto temor o,
aparcería, como taro bién el resultado de la venta de tierras públicas tantoru-
simplemente, por temor a la reacción de éstos.
rales corno urbanas o suburbanas; el producto de bosques o florestas tanto
Las monarquías absolutas heredaron el régimen feudal, transformando
naturales como artificiales, por explotación directa o por concesión a par-
las finanzas públicas en un enjambre de derechos sobre cada actividad, que
ticulares; el producto de empresas del Estado o de sus entidades autárquicas,
conservaban la contraprestación simbólica de concesiones del soberano al
en la mineóa,la industria y el comercio, incluyendo empresas de transporte
súbdito pero, en realidad, eran el preludio de los tributos que caracterizaban
marítimo, terrestre o aéreo: de carga y de pasajeros, de entidades bancarias
el régimen de recursos de la época posterior a la Revolución Francesa.
. o financieras; de las empresas de seguros y reaseguros, de capftalízación y I
La época de los estados constitucionales surgidos bajo la influencia
ahorro; las explotaciones de juegos de azar (casinos, loterías, quinielas,
del pensamiento político del siglo xvm marca el eclipse de los recursos ori-
apuestas en hipódromos y similares); el producto de la explotación del pa- I ginarios o patrimoniales y el ascenso de los tributarios·.

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Sin embargo, los primeros han resurgido con nuevo vigor en nuestros característicos de la econoilÚa del sector público y rescatar la .impo11a~)(;(~ .
días, a partir de la Primera Guerra Mundial y, especialmente, después de la de los recursos patrimoniales que no son coercitivos y permiten al Esja¿tLl,'. .
gran depresión de los años treinta. Por distintas razones, en dicha época se desarrollar una actividad econónúca propia, sin depender de la recaudación' :;~
multiplicaron las empresas estatales, en parte por la absorción de empresas de los tributos a cargo del sector privado, que representa una invasión en la
industriales y bancarias en estado de falencia, en parte por la creación de or- esfera del mismo y. por otra parte, alcanzar directamente ciertos fines de
ganismos de regulación económica y de empresas estatales para explota- bien público.
ción de industrias, comercios y servicios 2.' . La importancia cuantitativa de los recursos originarios o patrimonia-
En el mundo occidental se observa un proceso análogo con mayor o me- les en el presupuesto estatal ha crecido, con respecto a la de la época liberal
nor intensidad en los diferentes paises pero con las mismas caracterí~ticas. de las finanzas, pero, como ya dijimos, está lejos aún de destruir el. papel
principal de los recursos tributarios. '1

Debe observarse, por otra parte, que no siempre lacoerción está ausen-
La nueva concepción de la función del Estado .1
te de los recursos patrimoniales. En efecto, en el caso de los monopolios fiST
La filosoffa común de esta evolución histórica consiste en la transforma- cales hay coerc.ión en cuantnel Estado asume el papel de monopolista ga-
ción de la función del Estado en el mundo capi talista, donde no se llega a la pro- rantizando este carácter con leyes .prohibiti vas de la competencia y
piedad colecti va de todos los medios de producción, pero tampoco se mantie- represivas - a veces duramente- de toda infracción a las prohibiciones
ne la limitación del Estado a sus funciones clásicas de la época liberal. mencionadas.
En la realidad de la vida económica dedos paises de Occidente, el Es~ También puede reconocerse el poder coercitivo del Estado aun allí
tado tiene reservada para el sector público una amplia gama de empresas al- donde su actividad económica se desarroll¡¡.en un régimen de libre concu-
gunas monopólicas, otras no, que pueden -pero no siempre- proporcio- rrencia con las acti vidades del sector pri vádo: puesto que su poder político
nar ganancias destinadas a constíruír recursos de las finanzas estatales 3. y su vida perenne le permiten, por ejemplo, proseguir durante muchos años
actividades económicas deficitarias, cubriendo las pérdidas con erogacio-
nes a cargo de los contribuyentes o con otros recursos.
El nuevo papel de los recursos patrimoniales
Esta posición de fuerza en el ejercicio de acti vidades empresariales
Lp dicho atribuye a los recursos patrimoniales una nueva significación tiene su posible consecuencia en el mercado. aun cuando no se trate de mo-
en las finanzas, aunque no se llega a quitar el predominio de los recursos tri- nopolios fiscales fnstitucionales, si el Estado hace uso de su capacidad de
... ,
"
butarios. absorber pérdidas durante un lamo plazo para desbaratar la competencia de
Dicha significación debe conslderarse tanto cuali tati va como cuantita- empresas privadas y logr.¡u- así una situación de monopolio de facto o por el
tivamente. solo hecho de su~dir:¡1ens·ione}.-"iJosibles, que pueden significar una posición
La significación cualitati va frente a los recursos tributarios consiste en de liderazgo en uHregim.~ae competencia monopólica o de competencia
no considerar los recursos coercitivos (principalmente tributos) como los imperfecta. .1"

La doctrina financiera ha escudriñado en la esencia de las actividades


1 En la Argemina, además del Banco Central y de los grande. bancos estatales de la Nación
estatales que producen recursos patrimoniales y, en términos generales, ha
y de las provincias. las Juntas Nacionales de Granos y Carnes y, más larde, eII.A.P.I., el InstirulO
Nacional de Reaseguros, las empresas mixta5 de aeronavegación y luego la empresa estatal Ae- puesto de reüeve las diferencias existentes entre los precios que se fonnan
rolíneas Argentinas, la flota de ultramar y la flota fluvial, las empresas de propiedad enemiga. in- libremente en el mercado y los que constituyen los recurSOs patrimoniales
corporadas al patrimonio del Estado (algunas posteriormente devueltas a la economía privada), del Estado.
la nacionaül.ación de los ferrocarriles. de los teléfonos. de las empresas de radiodifusión y de te-
levisión, Yacimientos Petrolfferos Fiscales y Yacimientos Carboníferos Fiscales, Gas del Esta-
do, Agua y Energía, Segba, Fabricadones MiUtares, FábricasdeAviones (l.M.E.l, Aceros de Za- La teoría gradual de los recursos patrimoniales hasta llegar
pla. elC. y. en el orden provincial, O.E.B.A. y Olras empresas públicas. .
a los recursos tributarios
J V6ase. para l. Argentina. el Ira bajo de TRE13ER, Salvador, La Empresa E.statal Argentina.
Macchi. Buenos Aires, 196& y el estudio dellruli¡uln de Investigaciones Económicas de 1.. Uni- Debemos principalmente a Seligman y a Einaudi la teoría gradual
versjdad Argentina de la Empresa, Las Empresill del Es ,ado en la Economía Argenrina. Buenos
de los recursos patrimoniales y la desembocadura, al final de la escala,
Aires, 1973.
en los recursos tributarios y enlos impuestos. Los recursos patrimoniales
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constituyen precios que el Estado percibe por la prestación de servicios en ticos a las tasas, que otros autores consideran como una especie del género
el mercado 4 y ó. tributano. Es éste uno de los aspectos más controvertidos de la clasificación
1, de los recursos y especialmente del deslinde entre recursos patrimoniales y
Pero aunque Sea un operador en la economia de mercado, el Estado no
pretende -necesarlamente- obtener precios que logren las máximas ga- recursos tributarios, al cual nos referiremos más adelante 6.
nancias, sino que ejerce sus contrataciones con los demás sujetos que ac- Acotemos desde ya, y con el fin de no confundir all~ctor, que el precio
túan en el mercado, teniendo presentes el interés público y los fines polfti- político en este concepto de Einaudi nada' tiene que ver con la idéntica de-
cos en los que se inspira su acción. Por ello, no es infrecuente el caso en que, \ signación de Pantaleoni para el impuesto, según la teona que hemos rese,
aun actuando en régimen de competencia monopólica o de monopolio, el ñado anteriormente 7,
Estado fije precios menores de los que le brindarían la máxima ganancia; o
que se conforme con una ganancia minima o bien con la simple cobertura Recursos patrimoniales y tributarios. Límites de separación
del costo o hasta puede ocurrir que se limite a una cobertura parcial de éste.
En todos los casos hay una escala ascendente de prevalecencia de los fines En suma, los recursos originarios son precios en los que la finalidad
políticos sobre las connotaciones meramente económicas de las negocia- del Estado de producir ciertos servicios es cada vez más importante que la
ciones mercantiles. necesidad individual que los servicios mismos satisfacen. Dicha finalidad
Según el slogan apUcable a estos recursos originarios -pero que se re- pública hace que el Estado provea en cantidad creciente o financie el servi-
pite con respecto a las tasas-, la parte del costo no cubierta por los usuarios Cio con recursos diferentes del precio, de modo que, a medida que crece la
de los servicios la cubren los contribuyentes. Es ésta una expresión suma- importancia relativa de la finalidad pública decrece el precio cargado al su-
mente simplista que indica, defectuosamente, que el costo del servicio en jeto usuario del servicio. , '.
cuanto no esté a cargo de los usuarios deberá ser financiado con otros recur- Visto el problema desde este ánguló, pOdemos concluir que en los re-
sos, principalmente por impuestos. cursos originarios hay precios de importancia decreciente, acompañados
El criterio clasificatorio de los autores mencionados consiste en con- por impuestos (u otros recursos) en proporción creciente, para la finan-
siderar como precios totalmente privados aquellos que el Estado obtiene ciación de un mismo servicio que el Estado considera conveniente o jus-
por los bienes y servicios que ofrece en el mercado comportándose como un ,to dividir entre los usuarios en medida cada vez menor, al crecer la im-
sujeto cualquiera; precios quasi privados, cuando el precio se determina según portancia de la necesidad pública que el mismo Estado desea satisfacer
las reglas del mercado, pero asoma incident.almente o secundariamente un fin con la prestación de un s~rvicio, sin repartir el costo del mismo entre lo:;
públiGO; precios públicos aquellos precios originados por la venta de productos usuarios,
o servicios en el mercado, pero con [mes eminentemente públicos que explican
las razones de la asunción de la actividad por empresas públicas. Los precios de los servicios,y los subsidios encubiertos
En la exposición de Einaudi son ejemplos úpicos de precios quasi priva- a Io.s co.nsumidores j /
dos los obtenidos por la explotación de bosques, y de precios públicos los de
las empresas de ferrocarriles o de correos y telégrafos. La explotación de estas Desde otro ángulo puede afirmarse que la finalidad pública que mueve
actividades por el Estado se debe -principalmente- al fm público de sumi- al Estado a prestar un servicio es tan importante que el Estado subsidia a los
nistrar los servicios, aun cuando ellos arrojen pérdidas, en zonas o lugares don- usuarios, haciéndoles pagar precios inferiores a los que se formarían libre-
de ninguna empresa particular los llevaría a cabo por no ser rentables. mente en el mercado, de modo que, en el caso en que la oferta del servicio
Einaudi, en su obraPríncipios de Hacienda Pública como ya lo tú ci era en determinada cantidad al precio de oferta no estaría cubierta en su totali-
en sus cursos anteriores en la Universidád de Tunn, ha ampliado la escala dad por la demanda, el subsidio del Estado cubre la brecha en lllgar de limi-
de los recursos patrimoniales hasta abarcar bajo el nombre de precios poli- tar la oferta del servido.

SELJGMAN, Edwin R. A.• "C)assificaúon ofpublic rcvcnuc", en E.uay! on Taxarion, Landan.


5 EINAUDI, Luigi, Corso di Scil!n:t.a deUe Finanu. 3' eel., 'Lo Rifonna Socia/e, Tocino,
-1 6 Véase ¡nfra. pág, 229.
1916, págs, 2l y sigs, ' Véase supra, pág. ,17.
I
7

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t.',

230 RECURSOS RECURSOS 231


De ahf que se puede inferir que los recursos patrimoniales a veces Sin embargo, los recursos que se obtienen por medio de los monol'~~(~"', ()
ocultan, a través de precios no compensatorios, un gasto de transferencia lios fiscales tienen una evidente similitud con los que consisten en impli.es~¡.~· ., "
que se traduce en un subsidio a la producción de servicios públicos no to- tos a los consumos de los artículos mismos. ' .'
talmente rentables. No hay diferencias apreciables en cuanto a la naturaleza y efectos entre
Claro está que ello es cierto sólo cuando responde a una política pre- la producción de un determinado bien, por ejemplo: tabaco, ejercida por ,)
concebida y llevada a cabo deliberadamente. No sirve, en cambio, para en- una empresa privada pero sujeta a un impuesto sobre el precio de venta al
cubrir la ineficiencia de la explotación del servicio, que no puede financiar- consumidor -a veces recaudado directamente del fabricante- y la adop-
se enteramente con los precios pagados por los usuarios, a pesar que estos ción del régimen de monopolio fiscal, en el cual el Estado se hace cargo de
precios sean todo lo altos que la rigidez de la demanda pueda aguantar. la producción del mismo bien que puede colocar en el mercado al precio
En otros términos, las pérdidas ocasionadas al.Estado por una explo- que le proporcione la máxima ganancia.
tación ineficiente no pueden justificarse a posteriori con el argumento que La similitud del monopolio fiscal con el impuesto al consumo es tal, . ~)
el servicio satisface a una necesidad pública y que debe cubrirse parcial- que puede considerarse el precio obtenido como la suma del costo más una
mente con otros recursos. ganancia normal del empresario --como seria en un régimen de competen-
Tampoco es admisible utilizár este argumento para justificar todos los cia- más el impuesto al consUmO. Claro está que éste es un artificio ya que
vicios de la organización de las empresas públicas, como: abastecimiento no puede discriminarse --en forma cierta- en el precio lo que sería la ga-
incontrolado de materias primas y productos semi elaborados en condicio- nancia presunta del régimen de competencia.y, además, cuál seria el grado
nes de precios y cantidades desfavorables, exceso de mano de obra y per- de imperfección del mercado, si no existiera él monopolio. Pero ello no obs-
sonal administrativo, ineptitud del personal técnico y directivo, etcétera. ta al análisis teórico ni tampoco a la prác'ticaii.Gministrati va, en algunos pai-
ses, de efectuar la discriminación del prodúcto neto del monopolio, consi-
Monopolios fiscales derando como recurso tributario el ingreso excedente del costo, más la
ganancia normal de la empresa estatal.
En ciertos casos, el Estado puede crear empresas con carácter de Desde un punto de vista sociológico y ético puede plantearse el proble-
monopolios por expresas disposiciones legales que no sólo estatuyen la ma de la elección por parte del Estado en,tre dejar una acti vidad económica
creación de las empresas a cuyo cargo estará la explotación mónopólica, a la empresa privada y someterla a un impuesto al consumo o bien instituir
sino que también toman medidas para la prohibición de acti vidaqes en com- el monopolio fiscal. La solución no puede ser general ni aplicable a todos
petencia y coruninan severas penas para los infractores. los paises ni a todos los bienes y,servicios. Pero puede afIrmarse que, cuan-
Estos monopolios pueden abarcar acti vidades primarias (prdducción do la aplicación del ímpupsto aI,consumo de un determinado artIculo exige
agrícola o industria extracti va), industriales y comerciales. La car~cteristica un riguroso cont~pl de 10s'lu~t;U"es de producción y de los traslados de los ar-
saliente de los monopolios fiscales consiste en el ejercicio de la actividad tículos gravadoseri el c9¡;Si:fde la elaboración o en las etapas de comercia-
económica para obtener como recurso toda la ganancia que pueda obtener- lización y además existé un fuerte poder monopólico entre las empresas pri-
se, según las leyes del monopolio. vadas productoras, se dan algunas razones para que el Estado asuma el
Las normas prohibitivas y represivas de las actividades competitivas monopolio fiscal de los bienes en cuestión.
, , tienden a lograr la efectividad total O casi del monopolio. Ellas a menudo se Desde un punto de vista estrictamente económico, De Viti de Marco
extienden no sólo a la producción, elaboración y comercialización de deter- sostiene que la elección entre el impuesto al consumo, dejando en manos de
minados bienes -por ejemplo tabaco-, o servicios -por ejemplo ¡oteda empresas pri vadas la explotación industrial y comercial, y el monopolio fis-
o quíniela- sino también a los sucedáneos más próximos. cal, depende del nivel de costo al cual el Estado puede efectuar dicha explo-
La obtención de la máxima gBI1BI1Ciil por la empresa pública rhonopó- tación. Si el costo para el Estado es igualo mayor qlj.e el costo para la em-
lka es la consecuencia económica caracteristica de los precios "en un régi- presa privada, es conveniente que el Estado deje la explotación a la empresa
mell de monopolio y, por lo tanto, no se la puede considerar como una p"e- privada y se lioúte a establecer un impuesto al consumo. Si ese costo fuera
culiaridad del monopolio estatal ni menos como extraña a la econornfa de menor, entonces seria conveniente el monopolio fiscal.
mercado o a la formación de los precios. "
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232 RECURSOS RECURSOS

Fundamentación pretendida del monopolio fiscal de juegos de azar Caracterfstica común de los recursos tributarios en su obligatoriedad
Se ~a invocado, a menudo, corno fundamento de ciertos monopolios fisca- por imperio de la ley. siendo ésta-a su vez-fuente de las obligaciones tri-
les por ejemplo: el de las loterías, de los casinos, de las carreras de caballos o de butarias dentro del marco de las facultades y de los lfmites que establezcan
I~ apues~ sobre los resultados de partidos de flÍtbol, la circunstancia de que, las constituciones modernas. -
sle?do. el Juego de azar un vicio arraigado en amplios Sectores de la población,
se Justifica su monopolio estatal corno un instrumento para volcar Jos recursos Paradoja de la correlación entre Estados absolutos y recursos
fiscales que se obtengan por su explotación, en beneficio de la sociedad. El argu- patrimoniales u ofrendas voluntarias y entre Estados
me~to pue~e .fácilmente refutarse por la reducción al absurdo, ya que por igual constihlcionales y recursos coercitivos
rlUon podría mstaurarse el monopolio fiscal de la prostitución, transformando
Es un hecho aparentemente paradójico, pero de profunda importancia
~I Estado en alcahuete o tratante de blancas amparándose, amén de la r:rrón ya
filosófica que, mientras en las estructuras políticas de las monarquías abso- i
Invocada, en la famosa expresión del emperador Vespasiano: NOll olet. I ¡
lutas que se remontan al sistema feudal, predominan las finanzas patrimo-
niales y alIado de ellas toda suerte de recursos por actos de liberalidad en
Empresas mixtas favor del monarca, en el Estado m0gerno constitucional y, especialmente,
. ~on t.ambién recursos patrimoniales del Estado los que obtenga de su en la econoITÚa liberal fundada en los principios de la propiedad privada y
participación en empresas mixtas o de participaciones accionarias en socie- de la iniciativa individual, prevalecen los reCl)rsos tributarios, frutos del po-
dades con mayoría privada en el capital. der de imperio del Estado. Se puede sintetizar este contraste con el esquema:
. Tales recursos son aleátorios. por cuanto las empresas mixtas y las so- a) Estado absoluto -recursos patrimqnjales y ofrendas al poder !!
público. . .'
cleda~es con participación estatal pueden no arrojar ganancias sino pérdi-
das. Sl~ emba:go, ~rescindiendo de esa eventualidad, el objetivode la pre- b) Estado constitucional -recursos coercitivos.
serva~I~~ dellnteres público desde adentro de la empresa, juntamente con
El segundt:l esquema indicado se explica por el principio polftico-ins-
la pOSibilidad de obtenerrecursos, no parece fácilmente asequible en teoria, titucional, según el cual el poder coercitivo que se reconoce ahora al Estado,
puesto que puede resultar contradictorio el logro de ambos fines y es posi- sólo puede ejercerse con los límites y las garantías de la Constitución. La
b!e que se verifique una inconciliable divergencia de intereses entre el ca- ley, que es producto de la voluntad general, es la única fuente de las obliga ..
pital ~ el empresario privado y el capital y la representación estatal 8. En la ciones tributarias y en su creación concurren los representantes de los ciu-
práctica, tampoco hay pruebas de éxito de las experiencias en diferentes dadanos, quienes consienten las invasiones del fisco en la economía pri va·
paí~es.' incluyen?o.la Argentina. donde, después de un corto p~ríodo de flo- da, sujetas a los principios de l1! Constitución.
r~clmlento en distintos campos, las empresas mixtas se transformaron en
ESte breve eJ;cúr~us nos permite llegar a la conclusión queJos recurso:;
empresas estatales, lo que ocurrió can bancos, compañías de tra'nsporte aé- . tributarios nacen del pocieféfeI Estado, pero les acompañan desde el propio
reo, marítimo o fluvial, empresas de teléfonos y otras. nacimiento las limitaciones que la Constitución crea al ejercicio de dicho
poder y las garantías que ella establece para todos los habitantes del país.

5. RECURSOS TRIBUTARIOS
Concepto jurídico, económko y político de los recursos tributarios
Los recursos tri bli tarios son aquellos que el Estado obtiene mediante
el ejercicio de su poder de imperio o sea por leyes que ciean obligaciones No existe diferencia alguna, en nuestra opinión, entre el concepto ju-
a cargo de sujetos -individuos y entidades- en la forma y cuantía que di- °
rfdico de tributo y su concepto económico polItico. En efecto, el concepto
chas leyes establezcan. - del fenómeno tributario, necesario para la investJgación científica no puede
ser sino el que corresponde a las instituciones del mundo real y éstas son
creación del ordenamiento juridíco. Existen, sin embargo, divergencias en
• H Ase lo entiende tambien KELLEIl, Theo, "La ecooomfa propia d. laS entidades públicas" los criterios para ubicar algunos fenómenos financieros en una u otra clase
'.
1" \ , ti . en GERLOFF - NEUMARK, Trarada de FinanZlll Públiclll, T.ll, págs. 162 y sigs. de la traducción de recursos.
~', española. -
CATEDRA FOLCO

234 RECURSOS RECURSOS 235


'~, ";",. .
En este aspecto recordamos lo dicho con referencia al producto de los En contra de esa teoría se contesta que, tratándose de servicios que¡ett:.:,'.
monopolios fiscales, de que algunos ordenamientos positivos reconocen la Estado presta con carácter excluyente de toda competencia, la voluntad cid:. ~:, .:{:
existencía de un impuesto al consumo-elexcedente del costo más una uti- sujeto pasivo que expresa su demanda no es libre. Además, en muchos ca-
lidad normal mientras que desde un punto de vista económico o de polftica sos, la prestación del servicio es obligatoria para su destinatario 11.
económica es sólo un precio de monopolio en todas sus partes, aunque sus Hay quienes niegan la fuente legal de las tasas sosteniendo su origen
efectos pueden parcialmente equipararse a .105 del impuesto- 9. en Un acuerdo de voluntades, por muy compulsiva que sea la adhesión del
El concepto de tributo abarca a muchas figuras, algunas muy contra- usuario 11. .
venidas, otras aceptadas generalmente pero no sin objeciones y reservas. Hay quienes afmnan que la tasa es la contraprestación obligatoria del
uso de servicios inherentes al Estado como poder público, estableciendo así
Diferentes especies de trihutos un criterio para diferenciar este tributo d~ los precios de los servicios que el
Estado presta mediante la explotación de su patrimortio o el ejercicio de ac-
Se reconoce como tributo: a) la tasa; b) la contribución especial; e) el tividades empresariales 13.
irn¡:mesto; d) los recursos llamados parafiscales; e) las regalías del sector Otros 14, entre los que nos contamos, sostienen que las actividades
público; t) los empréstitos forzosos. En todos ellos puede encontrarse el ca- inherentes al Estado, consisten en servicios divisibles, constituyen un fe-
rácter coercitiva urtilateral y la finalidad áel fin público al que se destinan nómeno variable a través de la historia y según las instituciones peculia-
sus productos. Puede agregarse la exclusividad de la ley coma fuente de la res de cada país. Precisamente, la ampliación de la esfera de acción del
obligación tributaria (con importantes excepciones en la actualidad). Estado ha motivado la adopción de tar~as y sometidos que antes corres-
A continuación procederemos al estudio de los distintos tipos de tributos. pondían a la esfera privada. pero polfticamente no dejan de ser inheren-
tes al Estado, de acuerdo con las nuevaS concepciones de su misión y de
6. LAS TASAS sus funciones.'
Por otra parle, se agrega, tanlbién las actividades que politicos y soció-
Generalidades logos consideran como ineludiblemente propias del Estado no fueron siem-
La tasa es un tributo caracterizado por la prestación de un servicio pú- pre tales en la historia (prestación de servicios de justicia y de educación),
blico indi vidualizado hacia el sujeto pasivo. rti lo son ahora con carácter exclusivo IS, y pueden no serlo en el porvenir.
Se entiende que, como uibuto, es un recurso obligatorio cuya fuente es Finalmente: se objeta la teoría que1imita las retribuciones de activida-
la ley y tiene carácter coercitivo; no tiene, pues, el carácter de precío. des inherentes al Estado, con el argumento de que no se ve cómo la natura-
Es un fenómeno financiero, cuya importancia presupuestaria es escasa leza de la actividad del ESl:!ido influye sobre el carácter de la tasa y sirve para
y totalmente desproporcionada con las controversias doctrinales a que ha fundar su difereni.lÜI':del p'recjo:16.
1'1'~" .fy
dado origen.

11 Así, en d C3S0 de la jWficia pellal. Vce VALDI:S COSI A. R,. Curso de Derecho Tn'bltlario,
Concepto, Controversias T. 1, Montevideo. 1970, págs. 313-315.
12 DUVERGER. M" pág. 92 ya citado y acenadamente criticado por VALOSS COSTA, R" op.
Hay quienes niegan el carácter coercitivo, razonando que el particular cil.
que pide la prestación del servicio publico expresa su demanda voluntaria- 13 PuGLlESE. ¡vI., Le/aue nella Scienr.a en el Dirirro Posilivo l/a liana. Cedam. Padova,
menté, aceptando por ello el pago de la tasa 10. 1930. págs. 30. 34 Y 80. En contra.J¡\RACH, Dino. (/trso Superior de Derecho Tributario, T. 1,
Cima. Buenos Aires. 1957. pág, 218.
14 GIANNINI, A. D .• ltUIÍluciones de Derecho Tributario. Madrid, 1957. pág. 59; GIAMPIE.
9 La confusión de conceplos jurídicos y económico-financieros es tan grande que hay au- TRO BORRAS, G, La TaJa en la Hacimda Pública, Montevideo, 1959; J¡\RACH. D .. op. Y loe dI .•
lores que soslíenen que desde el punlo de vista econtÍmico se trata de un impuesto mientras que en la nota anterior. .
desde el punlo de visrajuridico es un precio y otros autores expresan la posidófl opuesta, ¡jJARACH, D .• Concetra Giuridico di Tarso e Nall/ro del CorriJperrívo pe/ Servido Ca,",,-
10 DUVERUER, M .,lnslirucíolles Financieras. Roseli. Barcelona. 1960. págs, 90-91; BEItLl- tulle di Trasporro de/le InmondlÚe. en Foro d"Ua Lombardia. 1937,
RI. A., Principio di Dirillo Triblllario, Vol. J, Giuffre. Milano. 1952. pág. 30S. ItI VernotalJ.
CATEDRA FOLCO
236 RECURSOS RECURSOS 237

Hay quienes sostienen que las tasas presuponen un servicio beneficio- . se observa que si una ley estableciera una tasa por un detemunado servicio
so para el destinatario a quien oe impone el pago del tributo 11. indivídualizable, sin imponer la afectación de lo recaudado, el tributo sería
Se COntesta por otros que la prestación del servicio puede no ser bene- válido legalmente y no perderia su carácter fundamental de tasa, óbligando
ficiosa para el sujeto obligado al pago del tributo, como ocurre en lajusticia al intérprete a crear una nueva especie de tributo que podría denominars'~
penal; es stificiente que el servicio se individualice con respecto al sujeto "tasa sin afectación", •
obligado IR. ' Se pone de relieve que, a menudo, las tasas varían no sólo en función
Hay quienes afirman que las tasas no pueden exceder el costo del de la naturaleza e importancia del servicio prestado por el Estado, sino tam-
servicio 19. bién por la riqueza exteriorizada en la prestación del servicio, Ello importa,
Se contesta fácilmente que no se puede supeditar la naturaleza del tri- según algunos, la coexistencia de un impuesto junto con la tasa, con la con-
buto a un requisito de imposible cumplimiento, como lo sería el cálculo del secuencia de la invalidez de ese tributo mixto, cuando nomlas constitucio-
cosro del servicio y la parte correspondiente a cada usuario 20. nales o legales no admitieran la facultad de establecer impuestos y sf sólo
Hay quienes sostienen que las tasas, por su vinculación con la presta- la de crear tasas,
ción de un servicio estatal,'implícan ----en su concepto---la afectación de lo Por otra parte, hay quien sostiene que ello no implica la existencia de
recaudado a la fmanciación del servicio mismo 21, un impuesto, siendo el tributo en cuestión siempre una tasa, no obstante la
Se puede objetar que esta afectación no es una consecuencia necesaria introducción del princípio de la capacidad contributiva 23.
de la vinculación del tributo con la prestación de un servicio 22, Algunos van más lejos aún y sostienen que el principio de la capacidad
La uni versalidad del presupuesto exige que lo recaudado por tasas se contributiva consagrado en muchas cartas .constitucionales, es aplicable
vuelque a la masa de los recursos, sin afectación a la finanGÍación del ser- también con respecto a las tasas, siéndolo pa,ra todo el género tributo y no
vicio en cuestión, El problema no es diferente de aquel que se presenta sólo para la especie impuesto 24, --

cuando el Parlamento aprueba un nuevo gasto no contemplado eilla Ley de Volviendo al criterio dístintivoentre tasa y precio de los servicios pú-
Presupuesto, lo que obliga, según normas legales expresaS, a determinar el blicos y descartada la te aria de las "actividades inherentes" o de "ineludi-
reCUrso con que ha de sufragarse el gasto, pero no implica la afectación del blemente propias" del Estado, nos encontramos frente al problema de suplan-
producto de la recaudación al pago del gasto de nueva aprobación. Además, tar esa teoría por otra que no quede afectada por las críticas mencionadas
precedentemente. En tal menester, mencionamos al simple fí n informati va,
11 No mantenemos, a es le respecto, la opinión sostenida en nuestra obra Principií per J 'Ap- .
que hace aproximadamente cuarenta años se nos presentó el problema, lle-
pUcazione del/e Tone di Regisrro, Padova, Cedam, 1937, pllg, 14, citada porVALDES CDsrA, R., gando entonces a la conclusión de que si era preponderante la prestación del
op. cil., T.I, pág. 309 Ycreernos que la. ventaja o el beneficio que el servicio procura al sujeto pa- servicio, se trataría de una tasa; si, por el contrario, era preponderante el
SIVO no es un elemento caracterizador de la tasa, siendo suficiente la individualización del ser-
pago del usuario, se triltaría d.eún precio. Hoy no mantenemos la tesis de an-
vicio con respecto al sujeto pasivo. Ver VALDÉS COSTA, R" op. cit., págs. 30B-3ll.
taño y, sin perjuiélbde ceCúrrir a otros criterios de distinción, debemos re-
18 Ver VALDÉS COSTA, R., op. )' loc, cit., en la nota anterior y autores allf dt¡¡dos.
conocer que entre las tasas y el precio público sólo hay una diferencia de
19 El principio de I¡¡ razonable equivalencia o proporción entre la tasa y la importancia de!
.servicio prestado, se halla expresado en la docmna y en la jurisprudencia argentinas y uruguayas. grado, ya que también en el precio público hay una cierta coerción eviden-
También lo acogió l. ley 14.390 (Argentina) sobre régimen de unificación y distribución de im- ciada por el contrato de adhesión, como también la hay en los precios de los
puestos nacionales. Véase al respecto lARACH, D., CurJO Superior de Derecho Tributario, T. 1, monopolios fiscales en razón de la prohibición de la concurrencia por pane
Cima, Buenos Aires, 1969, págs,,46-47. Eltex!o de la nom,a en cuestión (art. 90, inc. b) ¡IIfine, de empresas privadas; y, por otro lado, no puede excluirse siempre la rele-
de la ley citada) se haUa reproducido en la obra mencionada (pág. 64).
20 Ver VALDÉS COSTA, R" op. cit., págs_ J 15-316.
vancia de la voluntad indi vidual en la creación de la tasa, por ejemplo en el
21 VALDÉS COSTA, R., op. cir., págs, J 16-317. Esta doctrina ha inspirado na 561.0 el anlepro-
caso de públicas concesiones 2j. Es, pues, aceptable, especialmente en UII
yecto d,e Código Tributario uruguayo, sino también el Modelo de CÓdigo Tributario para Amé-
nca lallna. Al comentar este modelo observamos que el problema se reduce a mia cuestión se- 23 V ALD~S COSTA, R., op. cit., págs. JI 8-321 Y doctrina y jurisprudencia aJl[ citados.
mántica, si se crea un oibuto con las caracletístlc.s de la tasa, pero sin la afectación de la 14 ROSEMBUJ, Tulio R., "El principio de la capacidad contributiva en la Constitución italia-
,
,,l.' recaudación al servicio que motiva su creación. na", enEJ Hecho de Contribuir, recopilación de varios trabajos, Cooperadora de Derecho y Cien-
. 22 Ver JARACH, D., "Análisis del modelo de Código Tributario para A~érica Latina", en cias Sociales. Buenos Aires, 1975, págs. 103-127, especialmente pág. 114.
Revüta Impuestos, 1971, págs. 189-215. 15 JARACH, D.. El Hecha Imponible, 2' ed., Bllenos Aires, 1971, págs. 74 y 75.
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238 RECURSOS RECURSOS 239

enfoque económico y político, la doctrina de la evolución escalonada desde en un solo gravamen uno o varios tributos locales con uno o más impueslh.o¡(,l.\
el precio pri vado hasta la tasa-precio politico, según Einaudi, doctrina com- nacionales (por ej.: tasas y contribuciones por los servicios de obras sanila":' ,i. . '~i
partida, con alguna variante, por este autor y Seligman. rias, tasas por retiro domiciliario de residuos e inmundicias, contribuciones :~)
Finalmente nos parece bien fundada, especialmente en el aspecto ju- por obras de pavimentación de calles o por la conservacÍón de pavimentos '
rídico, la teoría de Valdés Costa, quien distingue la tasa del precio por cuan- . e impuestos inmobiliarios, etc.).
to en la primera la naturaleza del servicio implica -en general-la gratui-
dad, siendo necesaria la ley para imponer, en fomla excepcional y, por ende, Tasas sin contraprestación éfectiva del servicio al usuario
taxativa, la obligación d~ la tasa a la vez que los servicios económicos -otros
autores los denominan industriales y comerciales- son por su naturaleza Sostienen algunos autores, y así lo decidieron fallos judiciales en dife-
remunerables, razón por la cual no haria falta la ley para crear la obligación rentes países, que siendo el fundamento jurídico de la tasa lacontrapresta-
del precio 16. Esta teoría es compatible con la de Einaudiy Seligman salvo ción de un servicio público individualizado, si el servicio no se presta efec-
en la caracterización de la tasa como recurso tributario por la preponderan- tivamente en el caso concreto en relación con el sujeto pasivo de la'
cia de la fuente legal sobre el encuentro de las voluntades. Sin embargo, por obligación de tasa, ésta es inconstitucional 27.
un principio de simetría, también la retribución de estos servicios puede es- Por lo contrario, bay autores y jurisprudencia y no falta tampoco la po-
tablecerse por ley. sición adoptada expresamente por alguna legislación, que se pronuncian en
La tasa -lo hemos dicho antes- puede ser regulada según las varia- el sentido que no es necesaria la real prestaciól;l del servicio individualizado
ciones de la riqueza evidenciada por la demanda individual o por la deter- con respecto al sujeto pasivo determinado, siendo suficiente la orrraniza-
minada por la administraCión fiscal en el usuario del serviCio o de aquél a ción del servicio que potencialmente ptÍede;"Í!fectar al sujeto. ElIo"ocurre
quien se presta el servicio en forma obligatoria o voluntaria. --especialmente- en los servicios de ccintrd1 e inspección de locales y es-
tablecimientos industriales, comerciales, sanitarios, etcétera, en cuyos ca-
sos la obligación de pagar la tasa no puede ser objetada por el hecho que t:n
Tasas acopladas a otros tributos
u.n período fiscal o en un determinado tiempo, el sujeto no haya sido inspec-
En los casos en que se introducen tales consideraciones, la tasa se in- CIOnado nunca. Claro está que si se admite el criterio riguroso de que carece
clina hacia el impuesto y puede llegar a transformarse en impuesto con sólo de fundamento juridico válido la tasa que se pretende recaudar sin la pres-
algún residuo de tasa. Es éste el caso de los tributos de registro (droits tació~ efectiva del servicio, no puede el poder públíco justificar la proce-
d'enregisfrement, tasse di registro), de las patentes o licencias para ejercer denCia del gravamen por el solo hectlO de una inspección de carácter formal
alguna industria, comercio, profesión u oficio o la aprobación de los esta- tendiente a veáficar el cUlP.plimÚ:nto del pago de la tasa, como ocurrió mu-
tutos de sociedades por acciones y la autorización gubernamental para ac- chas vetes según n\lestra e·xpq.íencia directa. La mera existencia teórica de
tuar como tales. un servicio que nd'~eTndj~itf~alíza efectivamente hacia el sujeto, no cons-
También puede ocurrir que, por asimilación, se reÚnan en un solo tri- tituye base suficiente para crear una tasa y ésta no puede ser válidamente
buto varias especies como: tasas por prestaciones de servicios individuali- exigida. Tampoco puede considerársela como ún impuesto disfrazado, por
I zados, contribuciones especiales por beneficios derivantes de alguna obra carecer de los caracteres esenciales de este tributo 2B.
! pública y verdaderos impuestos, como, por ejemplo, impuestos a la propie-
dad inmueble. En estos casos pensarnos que ha de prevalecer el tributo de
Función económica de la tasa
mayor gravitación al cual quedan asimilados los demás tributos reunidos en .' "

un solo gravamen. .. Desde un enfoque econónúco si las tasas no Son precios, tienen en co-
Ejemplos de este fenómeno pueden encontrarse a menudo en las finan- mun con ellos el carácter de contraprestación. De ahí que en una detetmina-
zas estatales y, especialmente, en las de entidades públicas locales. La fu-
sión de diversos tributos en uno solo puede veáficarse támbiéil reuniendo
17 Ver, al respecto. VALDÉS COSTA, R., op. cit., págs. 321 y sigs. y literatura y jurisprudencia
aIlr CItadas,
26 VAwés COSTA, R.• or. ell.. págs. 303-305. 2B V<or infra. pág. 239-240.
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240 RECURSOS RECURSOS :L41

nación de la presión tributaria 29 no se incluyan las tasas en cuanto sean re- También se justifica la tasa por cuanto la contraprestación del servicio
tributivas de servicios prestados sin estar inf1uidas por el principio de capa- individualizado favorece el consumo no sólo de los representaJites parla-
cidad contributiva. mentarios en el momento de su creación. si no de los propios sujetos pasi-
También débese reconocer que las tasas tienen en común con los pre- vos, los que, especialmente en el caso de los servicios que generan un be-
cios la función limitadora del uso de los servicios. Esta función la ejercen neficio individual. los considerarán como precios y generalmente tan
las tasas, aun cuando su creación no responda a un propósito deliberado del inferiores al valor para el sujeto, que en realidad absorben sólo una pequeña
Estado. parte de la renta del consumidor. Claro está que todo lo contrario debe de-
Muchos servicios públicos que por la importancia de las necesidades cirse de las tasas por servicios puramente nominales o de aquellos que, aun
a satisfacer podrfan ser prestados gratuitamente, son --en cambio-- sujetos prestados en forma individualizada, no son beneficiosos para el destinatario
a la aplicación de tasas para limitar la demanda que, sin dicho tributo. podrí a o lo son en medida muy i nferi or a la cuantfa de la tasa. La función ¡imi tadora
exceder Jos limites de la oferta por parte del Estado. que las tasas tienen en común con los precios permite la eficiencia del ser-
. Desde luego, la limitación del uso del servicio por la tasa no puede ser vicio y su carácter regresivo puede ser atemperado con adecuadas exencio-
Juzgada como ineluqible. Ella responde a un juicio de valor, por el cual no nes para los usuarios más pobres, corno ocurre en muchos países respecto
considera justo que el servicio pueda ser prestado sólo a quíen puede afron- de los servicios de educación y de ju~ticia.
tar el pago del arancel o de la tarifa o de la tasa que establece el Estado. Pero Cuantitativamente las tasas como recurso del presupuesto del Estado
podría considerarse como más conveniente la limitación del servicio según son de importancia muy reducida. Pero pueden ser más significativas pan;¡
la mayor idoneidad o la más apremiante necesidad del usuario, mantenién- las finanzas de las provincias o municipalid'ades. especialmente cuando
dose la gratuidad del servicio para sus destinatarios. ~illstitucionalmente- estas entidades"no pueden establecer impuestos o
Prescindiendo del problema axiológíco al que acabamos de referirnos, tienen muchas restricciones legales paraesúrblecerlos.
surge el problema económico de la elección entre la financiación por las ta-
sas y por los impuestos, partiendo de la premisa que lo que no pagan los
7. CONTRIBUCIONES ESPECIALES
usuarios por tasa deberán pagarlo necesariamente los contribuyentes. Difí-
cilmente se plar;tea este problema de elección en forma absoluta, o sea: fi- Concepto
n~nciación sólo por tasas o sólo por impuestos. La observación ya efectUa- Con este nombre y o!I'os equivalentes en distintos países e idiomas, se
da en esta obra que en todo servicio público divisible hay, en forma reconocen tributos que la h'!y establece sobre los dueños de inmuebles, que
concurrente, una necesidad pública y una individual que no necesariamente experimentan un incremento de su valor como consecuencia de una obm
se identifica con la primera, nos permite afirmar que se considerará justo pública, construida Flor elEstado u otras entidades públicas territoriales 31.
que una parte del costo del servicio sea financiada con impuestos y sólo una Algunos aut~;'7s.corIl~r:eritlen bajo el mismo rótul,o tributos, pagados
parte sea requerida de los usuarios y así se actuará en la práctica en muchos por detenfÚnados grupoS'de población que están o estaran benefiCiados por
casos 30.
servicios estatales, como los de la seguridad o previsión social .12.
Por último. nos parece oportuna una evaluación global de la tasa en su
significación cualitativa y cuantitativa.
Cualitativamente la tasa es un tributo ampliamente justificado desde el
punto de vista de la equidad. siempre que los servicios que constituyen la
31 La literatura existente <s más importante que la utilización efectiva de este recurso.' rvlen·
contraprestación se presten efectivamente y no sean de carácter puramente
'cionaremos en primer término, dentro de la Üleratura especializada sobre contribuciones espe·
formal. ,
ciales,la clásica obra de J ANNACCONE, P. 1., Tribuli Sptciali nella Scienza de/Je Fina""e, 1905.
Más recientemente ha profundizado el lema MACÓN, J., "Financiación pública por contribución
,9 Ver infra, págs. 274 y si!ls. de mejoras", en Terceras Jomadasde Finarn;as Púbücas,Macchi, Buenos Aires, 1971, págs. 393-
30 Puede verificarse lambjé~ que la complejidad y el costo de la recaudación de ciertas lasas 340. También corresponde mencionar a LUQUl, J. C., Lo Conlribucí6n Esp~cial de Mejora.¡ etI
y el escaso rendimiento de ellas, aconsejen su eliminación total, corno ocurrió en la Argentina lo. República Argentina, Tesis de doctorado, Buenos Aires, 1944.
con las lasas de actuación administrativa, que fueron derogadas en el año 1963 por las circuns- 32 Ver GlULlANl FONROlJGE, Carlos M., Derecho Financiero. Vol.l!, Depalma, Buenos A ¡-
tancias que acabarnos de señalar. res, 1962, págs. 831 y sigs.
CATEDRA FOLCO

242 RECURSOS RECURSOS 243

Algunos otros no incluyen en el concepto de contribuciones especiales externas representadas por la eliminación de los mayores costos de la l1\íaq~::,
alas de seguridad social, clasificándolas dentro del concepto de la parafis- de obra por la organización lndi vidual en cada empresa de algún régimen gel"_' ~)
calidad 33. previsión social para su personal. :~
Otros más, reconocen el carácter tributario de dichas obligaciones, Con respecto a los aportes de los trabajadores. es cierta la vinculación
pero no las incluyen entre las contribuciones especiales sino entre los im- causal entre los aportes y los beneficios, pero la obligación de aportar no
puestos. está en relación directa con los beneficios y de todos modos, no constituye
Existen casos de tributos establecidos a cargo de grupos de habitamtes una forma de contribución-por un servicio general que les depare un bene-
que gozan de beneficios especiales no ya por una obra si no por la prestación ficio diferencial. Se trata aquí también de un impuesto y como tal se lo debe
de un servicio público que no se ¡ndi vídualiza hacia determinadas personas, examinar juntamente con los tributos a cargo de los empleadores.
pero beneficia en forma indirecta y especial a dichos grupos. . Acéptese o no la clasificación de tributos para lo que se paga por los
Es éste el caso de los servicios municipales de alumbrado público y de servicios de alumbrado y barrido o de lo que se pague por el servicio de .}
barrido. Ambos se prestan en forma general y en beneficio del tránsito, de bomberos en la figura de la contribución especial. el caso de contribuciones
la seguridad pública, de la higiene y dela conservación de las condiciones por los beneficios diferenciales obtenidos por los inmuebles en la zona de
de salubridad del medio ambiente. Pero los habitantes de los inmuebles si- influencia de nuevas obras públicas es universalmente aceptado como
tos a cierta distancia de los focos del alumbrado público, o [rentistas de las ejemplo tfpico de la contribución especial, que recibe el nombre de contri-
calles en que la Municipalidad presta el servicio del barrido, reciben un be- bución de mejoras J4. "
neficio diferencial, por lo cual pueden ser gravados también en forma dife-
rencial para la financiación del servicio. II
. . .
Principales problemas de las contdb,uci9nes de mejoras
;, ¡

Estos tributos son clasificables en la categoda de las contribuciones


especiales y no en la de las tasas, por cuanto éstas corresponden a la pres-
tación de un servicio indi vidualizado hacia el usuario, connotación ésta que
¡ Los problemas que se refieren a este tributo son esencialmente los si-
guientes: .
no se encuentra en los casos que estarnos examinando. a) Parte del costo de la obra que debe ser financiada por la contribución
En ciertos países se impone un tributo a los propietarios de bienes in-
muebles o muebles beneficiados por el servicio de los bomberos que inter- j de mejoras; . .
b) Determinación de la ~ona de las propiedades beneficiadas por la
vienen para extinguir incendios que afectan sus propiedades. Este tributo es obra pública;
considerado también como una contribución, por el hecho del beneficio di- -1 c) Determinación del beneficio obtenido por cada inmueble "como
ferencial que el servicio, creado para preservar a toda la población de la ca- consecuencia de la obr.,,;,
lamidad del fuego, procura al danuiificado o a los damnificados o bien por d) Porcentªjedel ben~f.icio que habrá de pagarse en concepto de con-
ser causantes (culpables o no) de la erogación del servicio de bomberos. tribución de méj6ras. j / '
No compartirnos la teolÍaque incluye en la especie tributaria lÍe lacon- A continuación examinaremos cada uno de estos problemas.
tri bución especial a los aportes y contribuCiones de la seguridad social. Con
respecto a las contdbuciones patronales, es muy dudoso que los empleado- Pane del costo de la obra afinanciar con la contribución )
res puedan considerarse beneficiados en fonna especial por el sistema de
seguridad social que ampara a los empleados, salvo en la fonna muy gené- La contribución de mejoras tiene como característica esencial el bene- )
rica de la paz social de que gozan las empresas por la existencia de dicho sis- ficio diferencial que la obra· pública depara a las propiedades pri vadas de la
tema y que favorece su desenvolvimiento y por las eventuales econorIÚas zona de influencia de esa obra. Ello equi vale a decir que la colectividad toda
recibe un beneficio general: será una decisión de orden poUtico deternúnar
cuál parte del costo total se quiere financiar con impuesto y cuál mediante

-j
33 Se destaca por esta tendencia MORiELLl. Emalluele, "Aspetti corporativi deÚe finanze
degli entí amministrativi inlitu¡:iona¡¡", en Archivio di Sud! CorparOlivj. Del mismo autor. "Le la contribución de mejoras.
point de vue théorique de la parafiscalité". en Revue de Sciellce er Ugislarion Fi"an~¡eru. 1952,
l. XLIIl. pág. 84. Véase tambión. sobre este lema, V ALIJÉS COSTA, R., CUrJo de D.~ecllO Tribu-
¡ario. T. l. Montevideo, 1970, págs. ]92 y sigs.
_~·'·I
"
34 VALDÉS COSTA, R.. op. cil, prefiere denominarla "contribución de obras públicas".

l
CATEDRA FOLCO
244 RECURSOS 245
RECURSOS

. No creemos factible determinar la envergadura del beneficio diferen- ejecutada la obra., a fin de determi nar el mayor valor adquirido por el inmue-
cIal con respecto al beneficio general para calcular con un criterio objetivo ble como consecuencia de aquélla. En realidad, siendo fundamento de la
las proporciones de los dos tributos. El problema se complica por cuanto la contribución el beneficio diferencial y no el beneficio general originado por
financiación puede, parcialmente por lo menos, lograrse también con las ta- la obra pública, sería necesario determinar la relación entre el aumento de
sas a cargo de los usuario~ de la obra, que pueden cubrir no sólo los gastos valor experimentado por los inmuebles de la zona de influencia C?fl respec-
de mantenimiento sino también de la amortización del costo de la to a los demás inmuebles. Esto no hace sino agregar una nueva dIficultad ;:¡
obra. Aunque se pudiera realizar una detennínación de las proporciones de un problema muy arduo de por sí. .
beneficios correspondientes a la colectividad en general, a los propietarios En el aumento de valor de los inmuebles de la zona de Influen-
con beneficios diferenciales y a los usuarios, creemos que no varía la tesis cia debe -necesariamente- detenninarse después de un cierto lapso de
de que será una decisión política la de establecer las proporciones de im- concluida la obra, a fin que se revele el efecto de la valorización provoc~clo
puesto, contribución de mejoras y tasa. Podrá también el Estado prescindir por ella. Sin embargo, la determinación del incremento ab~oluto y relatl va
de las tasas, y de la contribución de mejoras o de ambos tributos. del valor de los inmuebles afectados sólo én contados casos puede efectuur-
En esta elección pueden influir las consideraciones sobre el consenso se con un procedimiento directo, o sea determinando la diferencia de valor
de los propietarios beneficiados y el grado de utilidad para los usuarios, que en operaciones reales de compra y de venta, rniehtr~s que, e.n tod.os los d~­
hagan más aceptables las tasas y las contribuciones. que el impuesto. más casos, el mayor valor deberá establecerse rnedlant~ esttmaclOneS n::1S
o menos aproxJmadas a la realidad. AdemJs, dicho valor puede estar in-
fluenciado en sentido positivo o negativo por muchos otros factores estruc-
Determinación de la zona n"" .. "'r,~,,,'"
turales o coyunturales, tanto más cuanto elti_empo transcurrido desde la
La determinación de la zona de propiedades con beneficios diferencia- cución de la obra sea más largo. ..-
les depende de la naturaleza de la obra pública. Tratándose de la Como consecuencia de estas dificultades, en la práctica y a veces en la
zona de influencia puede detefITÚnarse teniendo en cuenta las distancias de doctrina se tiende a determinar el mayor valor sobre la base de presuncIO-
las propiedades; tratándose de obras de riego, se tendrá en cuenta el caudal nes, sin ~drnitir prueba en contrario. Entre otras, se puede establecer que un
de agua que corresponderá a cada predio; tratándose de desagües, juega un cierto porcentaje del costo de la obra sea equival~nte al mayor valor expe-
papel importante el concepto de cuenca, etcétera 35. rimentado por los inmuebles afectados en su c?nJu~to 36.
La determinación de las zonas de influencia de cada obra tiene un ca- De esta manera no sólo se elude la deterrrunac¡ón del mayor valor ad-
rácter bastante discrecional, por cuanto depende --en gran parte-- del re- quirido por la propiedad sino también la necesidad de esperar un de
conocimiento que las propiedades' sitas en la zona se han beneficiado con ti em po para poder efec tuar la qe terrni naci ón d,el.ma yo~ val aL ES,to fa ,:orece
una determinada intensidad. Ello presupone, pues, la detefITÚnación del be- también la obtención del reCurso en forma mas Inmediata a la eJecucIón de
neficio de cada inmueble y la limitación de la contribución a los que obten- la obra. Hasta po-drfa c.onéf!birse la recaudación durante o antes de la cons-
gan un beneficio rrúnimo atribuible a la obra pública. Esto, como veremos, trucción.
no es fácilmente determinable. Acotamos al respecto, que la presunción del mayor valor en la forma
que acabamos de ejemplificar, significa la eliminación del .mayo~ valor
como base de la contribución, quedando únicamente deterrrunada esta en
Determinación del beneficio obtenido por cada inmueble
una parte del costo de la obra, que se repartirá e~tre los inmu~bles de la zona
La detefITÚnación del beneficio diferencial que depara una obra públi- de influencia en razón de algún parámetro elegido por ellegtslador en cada
ca a cada inmueble de la zona de influencia respectiva, se efectúa., en prin- caso, tal como las valuaciones fiscales, los metros lineales de frente o la su-
cipio, mediante la comparación del valor del inmueble antes y después de perficie total de los inmuebles, con la advertencia que d.e esta manera la de-
teillÚnación del monto de la contribución no se hará fijando un
'.' Jj Véase eltrabajodtadodeMACÓN,1orge. FiMncia.ción Pública por Contribución de M~­
Joras, págs. 393-495, donde se analizan los caracteres de la contribución de mejoras y se elaboran
f6rmlll,\s de aplicaCi6n en la financíáci6n de diversos tipos de obras. Vé.... e también a continua· 36 Tal presunción se aplicó en I.Argentina y está receptada por MACÓN,1 .. op. cif .• pJgs.
ción de dicho trabajo el eomerllano de Eusebio D. del Rey, págs. 496-500. 439 y sigs.

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I
CATEDRA FOLCO

246 RECURSOS RECURSOS 247

del mayor valor de cada inmueble, sino mediante el reparto, enlre todos los La necesidad de mantener en vida la contribución de mejoras Pt:í~dl?~',
inmuebles, de la recaudación total que se establece como la parte del costo atribuirse al hecho que se Irata de un medio adecuado para la financiadio.tl,t, ' , ¡:.
de la obra que se desea financiar por medio de este gravamen. de obras públicas por parte de las provincias y municipalidades, a las que
El abandono del mayor valor efectivo de cada ilUllueble como base de puede estar vedado por razones insútucionales el acceso a otros medios Iri-
la contribución, en nuestra opinión, desvirtúa este tributo, quitándole su butarios o crediticios.
rasgo esenciaL La presunción del mayor valor es unaficdón; la determinaci6n La desaparición práctica del beneficio especial o diferencial como
de la zona de influenciade una obra constituye una decisión arbílraria, sal vo base de la c6ntribución y su ·sustitución por un beneficio presunto, permite
que se efectuara sobre la base de un relevamiento previo, por ejemplo, por adelantar la recaudación de la contribución y cumplir con mayor eficacia el~.\
muestreo del mayor valor adquirido por las propiedades y su distribución rol de financiación de obras públicas. Además, puede favorecer la creación
geográfica. Es paradójico pretender luego detemunar con fónmílas sofisti- de un fondo rotativo de ingresos destinados a dicha financiación, como bien
cadas los criterios de reparto del costo de la obra que se presume, sin admitir ha sido señalado por la doctrina 38.
pruebas en contrario, como una parte proporcional del mayor valor de cada
inmueble. Tales fónnulas tienen el mérito de crear la ilusión, en los propie- Porcemaje del beneficio a pagar como conTribución
tarios afectados, de que se les brinda un trato equitativo y racional, a fin de
obtener de ellos un consenso tácito para la aplicación del tributo. Nos preguntarnos para qué sirven las complejas fónnulas para el re-
El resultado puede ser mucho mejor si la contribución está establecida parto de la contribución de mejoras sobre los beneficios diferenciales de la ,:'1'
por leyes u ordenanzas votadas en fonna especial por los propietarios afec- obra pública, si el beneficio es presunto sin permitir prueba en contrario,
tados. Esta posibilidad de obtener e.I consenso expreso, que tiene sus ante- Traducido este problema en términos cO~,i!n~s, la contestación es la si-
cedentes en varios países 37, elimina la necesidad de establecer con preci- guiente: el reparto rigurosamente igualitáliü de una pura presunción de la
sión el incremento de valor de cada imnueble, corno también los criterios de existencia y del monto del beneficio.
reparto del costo de la obra, en la proporción que Se pretende recaudar con Creemos que la doctrina debería advertir la paradoja ínhereme a dicha
la contribución. ' figura en el aspecto de la determinación del beneficio diferencial y del por-
La desaparición práctica del beneficio diferencial como base de la centaje del mismo que representa el tributo en examen. Para cotejar la doc-
contribución de mejoras se explica también por otra circunstancia de hecho trina aquí expuesta; con las ideas que prevalecen en América Latina en el
más que de lógica. La contribución con sus dificultades reconocidas para momento actual respecto de las conlribuciones de mejoras, creemos útil re-
; i absorber parte del mayor valor diferencial de los inmuebles, como conse- producir las conclusiones de laSegundaReUlúón Regional Latinoamerica-
cuencia de una obra pública, es reemplazada por los impuestos a las ganan~ na de Derecho TributaQ.f,l que s;e celebró, en mayo de 1976, en Porto Alegre.
das de capital. No queremos decir que éstos cumplan con el mismo propó- Brasil 39. ":,'

sito. ni tampoco que haya una equivalencia de recaudación entre la


contribución de mejoras y los impuestos sobre las ganancias de capital. 3B Ver MACÓN,J., op. cil., pág. 410.
Pero sí subrayamos que estos impuestos absorben una parte de los benefi- 39 La 2' Reunión Regional Latinoamericana. de Derecho Tributario que se celebró en Porto
Alegre (Brasil) on mayo de 1976, estableció como opinión de los intervinientes las característi-
cios, sin la dificultad de determinar su causa ni su carácter diferencial. Eli- cas jurtdicas de las contribuciones especiales en una suerte de decálogo (véase La Infonnaciól1,
minan asimismo la exigencia de establecer su zona de influencia. t. XXX1V, Buenos Aires. 725), <
Reconocernos que se trata de dos figuras tributarias muy distintas y El l· principio es la procla.mación de la idenLidad propia de este tributo. disunlo de los otros
que el impuesto sobre las ganancias de capital tiene una función que difiere (Tasa e Impueslo). ~

totalmente de la función de la contribución de mejoras. pero reconozcamos El 2" principio proclama la necesidad de una definición jurídica,. sin menospreciar el valor de
. ¡
las ciencias prejurídicas (sic), resallando la autonomía del derecho (tributario).
también que, de todos modos, el fenómeno económicosocial que da origen E13· principio conuene ladefiniciónjurídícaqe la contripución, que se reproduc~ acontinua-
al mayor valor inmobiliario se halla sometido a un impuesto más ampUo y ción: '
más determinable que la contribución por el beneficio diferenCiaL "Es contribución especial el tri bUlo vinculado cuya hipÓIesis de incidencia consiste en una
actividad estatal,dirigida al inlerés general. pero que produce beneficio individual al sujelO pa-
sivo",
31 Ver MACÓN, }" op, á/.• pág, 450, El 4" principio declara irrelevante para el reconocimiento jurídico de las especies tributarias
CATEDRA FOLCO
248 RECURSOS 249
RECURSOS

Corresponde ahora tratar el tributo más importante, el impuesto. Sin , para desarrollar la materia con la amplitud que merece y concluir el presente
embargo, creemos más conveniente postergarlo para el próximo capftulo, capftulo con la breve exposición de las remanentes figuras tributarias, en al-
gunos casos controvertibles: empréstitos forzosos, regalías mineras y los
\lamados recursos parafiscales,
el destino que se dé al producto de la recaudación, pero la ley de creación de la contribución es-
pecial no debe asignarle un destino ajeno al financiamiento de la actividad eslatal que constituye
el presupuesto de la Obligación. 8, Los ElvJP!lÉSTITOS FORZOSOS
, Elj" principio declara también irrelevanle la designación que le da la ley, aconsejando que
las caracledsUcas jurídicas sean recogidas por la Constitución o, al menos. en una ley jerárqui- Caracteres
camente superior a la ley ordinaria que crea el tributo,
E16" principio admite que la ley pw:dadesignarcomo sujelo activo a una persona distinta del Pertenecen a los recursos tributarios, sin perjuicio de su inclusión tam-
Estado y conferirle la capacidad para determinar y recaudar contribuciones en bénefidg de las bién entre los' recursos del crédito y, en especial, entre los empréstitos, lüs
finalidades propias de dicha persona, observando el régimen tributario de cada Estado.
empréstitos forzosos. . . .
El 7" principío define como hipótesis de incidencia de la contribución de mejoras la valori-
zación inmobiüaria call5ada por la obra pública. ," Se trata de empréstitos que por fuerza de ley deben suScn.blf I~s ha-
, El 8" principio aconseja que las demás contribuciones especiales, además de las de mejoras, bitantes de un determinado país cuan?o se encuentren en las sltuaCl?neS
sean autorizadas por la ConstÍ[udón, eón arreglo a aclÍvidades estatales definidas. de hecho que la propia ley define. Esta dispone también co~ caracter
E19" principio establece que en la contribución de mejoras la prestación deberá tener como obligatorio el tipo de interés que se pagará a los tenedores de tltulos y la
limite 10lal el costo de las obras y como !fmite individual el incremento de valor del inmueble be-
neficiado. . forma de amortización y reembolso del capital. El interés periódico pUc-
EllO principio declara la nec~sldad que la ley establezca expresamente el aspecto temporal de faltar completamente o ser inferi9.r al tipo vigente en la plaza al tIem-
de la hipótesis de incidencia de las contribuciones especiales. po de la emisión. Es muy probable ~ué esto acontezca, pues .eI Estado re-
Como puede observarse, algunos de estos principios han sido evaluados ya en nuestra expo- curre al empréstito forzoso precIsamente en la prevencIón que una
sición y se llegó a soluciones negativas.
Esto ocurre, por ejemplo. resp::cto de la segunda parte del principio 4'. emisión de un empréstito voluntario en las condiciones del mercado no
La designación de la valorización inmobiliaria causada por la obra pública, como hipótesis tendrfa éxito.
de incidencia de la contribución de mejoras, choca contra los mayores obstáculos lécnicos y También influye enla decisión del gobierno de acudir a este emprés-
prácLicos y, en lo general. hace reemplazar el incremento de valor real por el presunto, en des- tito en lugar de otra alternativa, por ejemplo, de establecer un impuesto ex-
medro del principio teórico,
Con res pecio al aspecto temporal, la función de financiamiento de obras públicas por la vía traordinario al patrimonio, la suposición que la medida puede más fácil-
de las contribuciones pierde eficacia si la recaudación debe demorarse para dÍ:terminar el bene- mente lograr el consentImiento de la población y de sus representantes
ficio real individual de cada inmueble, prescindiendo de otras dificultades, por ejémplo, para de- parlamentarios, " . ,
terminar el beneficio diferencial del inmueble o para calcular el valor del inmueble cuando falta El carácter tributario surge precisamente de la coerción de la suscnp-
la efecIíva venta de ese mismo inmueble u orro similar de la zona del beneficio y; aun en el caso
de ventas reates, puede ser alterado por razones fiscales el precio de la operación. ción, a través d~Jaley qlIf>-l6 establece. Como en el impuesto, hay un pre-
, Débese poner meme en el hecho que eS imposible con el síslema de la contribución de me- supuesto de hecho defiiií'do en el texto legal que, al verificarse en la realIdad
joras sobre la base del beneficio reál, obtener una fuente de financiación eficaz de fa obra pública de los hechos del caso concreto, da nacimiento a la obligación de suscnblr
que le da vida. Habn. que confonnarse con dos soluciones alternativas: la primera consiste en el empréstito en la cantidad, precio y demás condiciones que la ley fije o au-
utilb.ar la recaudación no ya para l,a obm que motiva la contribución, sino para ou-as inversiones
futuras. torice al poder público a fijar. .
La segunda solución consiste en crear como medio de pago, tftolos de créditos suscriptos por La diferencia entre el empréstito forzoso y el impuesto consIste en
los contribuyentes y entregados por el Estado .Ias empresas contratistas, En esta hipótesis la fi- que en el primero, y no en el segundo, el gobierno asume las obligaciones
nanciación seda con endeudamienro del Eslado hacia las empresas constructoras' de la obra, pero
referentes a intereses, amortización y extinción de la deuda a su vencI-
se asegurarla el pago de imereses y amortización de esa deuda por el recurso de la contribución
de mejor.s. miento.
Estamos en favor de esta solución que más contempla los propósitos de la contribución de Nos remitimos, por lo demás, al capítulo referente a la deuda pública ~o,
mejoras y responde a los objetivos financieros de la contribución, Pero manlenemos nuestra po-
. sición, en los aspectos generales, ya expuesta en el texto.
, 1,"
Finalmente, observamos que las postulaciones de eS3S Jornadas no pueden prescindir de los
\;; diferentes propósilos político-económicos a los que se hizo referencia en el texto y en la segunda
parte de esta nota. 40 Ver infm. pág. 877,
CATEDRA FOLCO

250 RECURSOS RECURSOS 251

9. REGALÍAS MINERAS Y SIMILARES , destinados a fines especiales, de ahi el nombre a estos impuestos en Ald~~::',
nia "Zwecksteuer", yasea para cubrir los gastos de un detenninado ser4ic'ta~: .
Concepto público, ya sea para constintirfondos especiales para detenninados objetivos.
Existen en muchos países obligaciones, a cargo de las empresas de ex- Puede darse como ejemplo del primer caso el destino de la recauda-
tracción de minerales, incluyendo el petróleo, a favor del Estado (Estados ción del impuesto sucesorio para organizar y mantener la educación prima-
miembros o Estado Federal) medidas en función de la cantidad o ad valo- ria en la Argentina, tanto en la legislación nacional como en las provin- , 1
rem del mineral extraído (regalías mineras o similares). cias 42. Como ejemplos del segundo caso se puede mencionar el fondo de
Puede plantearse el interrogante siguiente: ¿se trata de un tributo y, en amortización de la deuda pública y varios fondos para promover diferentes
particular, de un impuesto, o bien se trata de Un recursq olÍginario fundado actividades artísticas o culturales o para diferentes inversiones (fondos de
.)
en un derecho que el Estado se ha atribuido, de propiedad sobre los mine- vialidad de auwpistas. de esúmulo a las artes o la ciencia, etc.).
rales ex.istentes en el subsuelo de su territorio? c) El parafiscalismo agrupa a tributos a favor del Estado o de entes pú-
El problema no puede ser resuelto con una solución general preséin- blicos descentralizados con fines sociales o de regulación económica. En
diendo de las disposiciones del ordenamiento jurídico del país en que el fe- nuestra opinión. tampoco esto constituye una c.onnotación especial. porque
nómeno se verifica. dichas finalidades se encuentran también en los impuestos en general. Las
Sin embargo, opinamos que el derecho a las regalías mineras, que nace finalidades extrafiscales están descubiertas en los tributos y, especialmen-
de la ley que reconoce al Estado o a entes estatales de menor jerarquía (Es- te, en los impuestos, siglos antes del descu~rimiento del parafiscalismo.
tado miembro, provincias, departamentos, etc.) un derecho eminente sobre La consecuencia de la creación de esta: categoría de recursos, fuera de
las minas de su territorio, puede considerarse como un recurso originario. los recursos tributarios, es -principarment~- la de justificar la transgre-
a pesar de la incertidumbre causada por la coerción y la estructura que a ve- sión de algún principio fundamental de lasflnanzas, tanto en el aspecto po-
ces las leyes pertinentes adoptan en fonna análoga a la de las leyes fiscales. lítico-económico, como e~ el aspecto jurídico. Por ejemplo, se pretende que
Observamos, finalmente, que también con respecto a :as regalías mi- los gravámenes de la parafiscalidad no estén sujetos al principio de legali-
neras puede observarse la gradualidad con que en los recursos públicos se dad con el mismo rigor que los impuestos o los tributos en general. Esto nos
pasa de los recursos patrimoniales a los tributarios y, como ocurre en este fortalece en la convicción ya manifestada en esta obra, que a menudo las
caso, resulta imposible trazar con exactitud la linea divisoria de validez ab- clasificaciones sirven para justificar juicios a priori o prejuicios. Así se ob-
soluta entre las dos categorías de recursos. serva la realidad de algunas desviaciones o violaciones del principio de le-
galidad y se formula el juicio general de que por no tratarse de tributos fi-
10. RECURSOS PARAFISCALES nancieros sÍno de grav~ene~;parafiscales. no rige o -por lo menos- no
es tan absoluto .el princÍpfo de legalidad que sólo atañe a los tributos de las
Las doctrinas italiana y francesa y. por contagio, las de otros países. finanzas pÚblieas''::'-:-' jYI'
han creado una categoría especial de gravámenes que. siendo análogos a los Considerarnos más fructífera para la ciencia, la búsqueda de los carac-
tributos, se diferencian de éstos, por algunas connotaciones, como ser: teres comunes o concurrentes de las instituciones que las fragmentaciones
a) La administración y recaudación por medio de reparticiones públi- y dispersiones a que lleva el afán clasificatorio.
cas diferentes de la administración fiscal. Debemos acotar que esta di feren- Aun si admitiéramos la existencia de la parafiscalidad, ésta debería cons-
ciación no es sustancial y no influye sobre la naturaleza y efectos de los re- lituir parte de las finanzas públicas ysus instituciones deberían encuadrarse en
cursos en cuestión. las instituciones fmancieras con las cuales tienen caracteres fundamentales
b) La afectación del recurso a un fin establecido, sustrayéndolo de la
masa general de los recursos del Presupuesto del Estado. Tampoco esta ca-
41 En la provincia de Buenos Aires. el destino mencionado era de tal importancia en la COn-
racterística es típica de estos recursos ya que a pesar de las crítica.~ que me-
ciencia colecLi va. que el impuesto sucesorio se llamaba comúnmente "impueslO escolar" y la au-
rece dicha afectación, a la cual nos referirnos allJatar los principios gene- toridad administrativa competente para la aplicación del impuesto se denominaba, en relación
rales del Presupuesto ~I proliferan en muchos países los casos de impuestos con su intervención judicial para la deterTIÚnación del gravamen "Escuelas", aUn después de su-
primida la afectacíón y la competencia de la autoridad escolar en el procedimiento do detemú-
4¡ Ver supra, pág. 83. nación del impuesto. .
CATEDRA FOLCO
252 RECURSOS

comunes. Pero vamosmás lejos, desechando la hjpótesis del párrafo ante-


rior y sostenemos que las pretendidas diferencias no existen o son puramente
parciales, sin motivar una separación ID siquiera por razones didácticas 43.
Con respecto a la naturaleza de los aportes y contribuciones de segu-
ridad social, una vez desechada la parafiscalidad, creemos inexacto el con-
cepto de que se trate de contribuciones especiales 44 por tratarse de impues-
tos sobre sueldos y salarios y sobre el mont6 de las remuneraciones pagadas
al personal, respectivamente. Dichos impuestos tienen afectación especial CAPíTULO TI
para el pago de los servicios de seguridad social, sin que exista, una relación
conmutativa directa e individual entre el pago de aportes y contribuciones TEORÍA GENERAL DEL lM'PUESTO
y los beneficios del sistema de seguridad social. Sobre estos problemas ha-
blaremos más adelante 45. l. DEFIN1CJÓN DE IMPUESTO
Sin embargo, creemos útil destacar aquí que el criterio clasificatorio
por el cual los aportes y contribuciones de seguridad social debenan consi- Concepto
derarse como contri buCÍones especiales no merece aceptación, por razones . Llámase impuesto al tributo que se establece sobre los sujetos en razón de
de definición, ya que para nosotros la contribución especial tiene como ca- la valorización poLftica de una manifestació~ de la riqueza objetiva -inde-
racterísticas el benefido diferencial que el contribuyente obtiene de una pendientemente de la consideración d~.1a,s circunstancias personales de los su-
obra pública o de una actividad estatal. La disociación entre las obligacio- jetos a los que esta riqueza pertenece ()'~ntr~las cuales se transfiere- o .sub-
lÍes esperadas pero sujetas a térrruno ya condiciones, nos induce a aceptar jetiva, teniendo en cuenta las circunstancias personales de .Ios sujetos pasl vos.
la naturaleza de impuestos para dichas obligaciones tributarias. tales como: estado civil, cargas de farllilias. monto total de mgresos y fortunas.
Reconocemos, sin embargo, que se trata de un problema de semántica, En torno de la definición de impuesto, a pesar de la accesibilidad e1el
pero también podemos decir que al igual que se desecha el concepto de pa- concepto empfrico para t!Jdos los hombres cultos o nO',empresarios, propie-
rafiscalidad como receptáculo de tributos variados con propósitos de regu- tarios de bienes inmuebles urbanos o rurales, profeSIOnales, ocupados en
lación económica, afectación especial y administración diferente de la fi- toda clase de oficios o artes, trabajadores autónomos o en relación de de-
nanciera, también ha de seguirse el mismo criterio con la utilización del pendencia. son innumerables las controversias doctrinales respecto de de-
concepto de contribución especial como recibidor de todas las formas de terminadas caractensticas.
tributos que tengan los caracteres no esenciales que se acaban de indicar y Intentaremos, a ébntinuación, exarrunar someramente los diferentes
que ya han sido considerados en los párrafos a), b) y c). Se debe poner de re- a.spe~tos contro,'.',~~dOS:;/"'
lieve la naturaleza propia de dichos tributos con prescindencia de la auto- .j""
ridad de aplicación o adrrunistración del tributo, de su finalidad extrafiscal
y de la afectación especial y considerarlos como impuestos cuando no hay El precio de los monopolios fiscales
relación de conmutación directa con los beneficios que se deparan al con- La primera cuesti6n se refiere a la ubicación del jmpu~sto como espe-
tribuyente en determinado servicio. Si hay tal relación entonces sí se tratará cie dentro de los recursos tributarios. Ya sabemos que los tnbutos como
de una contribución especial, como ocurre en el caso citado anteriormente , nero son obligaciones legales que el Estado o entes públicos descentraliza-
de la contribución del propietario del inmueble incendiado, en razón del dos imponenen virtud de su poder de imperio a todos aquellos para los que
servicio de los bomberos.' se producen los presupuestos de hecho definidos en la ley. .
Como ya dijimos en su oportunidad respecto del ~énero tn?uro, ~~ re-
plantea ahora respecto de la especie impuesto, la cuestJón de la tncluslOn o
43 También rechaza el concepto y el contenido de la parafiscalidád GrULlAN1 FONROUGE. C.
M., Derecho FillOlldero, T.lI, Depalma, Buenos Aires, 1962, pág. 815. ' no de parte del precio de los monopolios fiscales. .
44 GruUANI FONROUGE, C. M.. Derecho Finallr:iero, cit., T. n. págs. 813:815.
Ya vimos que el precio de los bienes sujetos al régimen del monopolIo
45 GruuANI'FONROUGE. C. M., Derecho Financiero, cit., T.ll. págs. BI4 y 831 Ysígs.
fiscal en la medida en que excede del costo de producción más un be-
CATEDRA FOLCO

254 RECURSOS lEoRIA GENERAL DEL IMPUESTO 255

neficio normal, puede asimilarse en cuanto a sus efectos, a un impuesto. Este principio elaborado por la doctrina financiera ha sufrido unajn,,~., ..
Pero ello no significa que sea un impuesto; es y pennanece precio, puesto table evolución 1 y de un criterio poJitico-econóIIÚco ha pasado a ser c,jn~'i'-' ".
que no se recauda en virtud de una obligación legal, sino de un contrato en- derado también como un principio jurídico 3 y, en este campo, a asurrur Jaje-
tre la empresa estatal y los consuIIÚdores de las mercaderías en cuestión. rarquía de principio constitucional",
Desde un punto de vista filosófico-político se ha sostenido que en el
La emisión monelaria impuesto está ausente el principio conmutativo individual que caracteriza
los precios y los dos tributos tasa y contribución especial, pero existe aún el
En el extremo opuesto encontramos el problema de la asimilación al principio de la equivalencia global entre la recaudación de todos los impues-
impuesto del recurso de la emisión monetaria. La inflación que de ese re- tos por un lado y los servicios generales y especiales que presta el Estado,
curso puede surgir, significa -sin duda- una disminución del poder de por el otro, En otras palabras, los 'impuestos no son precios que paguen los
compra de todos aquellos que no pueden reajustar de inmediato el nivel usuarios por los servicios que el Estado preste individualmente a cada uno
de sus ingresos reales según la desvalorización de la moneda. En tal sen- de ellos; tampoco son tributos fundados en una contraprestación por serví'-
tido puede decirse qué la inflación constituye un impuesto y se le agrega cios que el Estado preste jndi vidualizándolos respecfo a cada sujeto tributa-
el adjetivo "ciego" para indicar que no incide a contribuyentes indicados rio o porun beneficio diferencial obtenido por cada sujeto porun gasto o una
por la ley, sino afectados por el azar, como consecuencia de la disminución obra pública pero la relación conmutativa se establece entre la totalidad de
de los ingresos reales. Ahora bien, observamos que la incidencia de la in- los servicios y la totalidad de los impuestos,
flación no es ni más ni menos ciega que la incidencia de los impuestos. En esta fonnulación está subyacente el Rnhelo de la doctrina financiera
Lo que sf es cierto es que la inflación, a diferencia de los impuestos, no de asiIIÚlarel impuesto al precio, creal1t1o laJIgura de la equivalencia gene-
tiene como criterio inspirador el principio de la capacidad contributiva, ral. Esta concepción, en realidad, no ha"ce Sino expf1!sar con otras palabras
ni responde a ningún otro criterio de justiCia o de eficiencia ode política el principio general de la econOCIÚa del sector público, que se caracteriza por
econórrlÍca, siendo casi siempre la consecuencia no deseada de una políti- la equivalencia de los recursos por un lado, y los gastos por el otro. Ello
ca desaprensi va de gastos y recursos.
2 Véase MUSGRAVE, R. A.,Teoría d, In Hacienda P¡¡blíca, traducción española, Aguilar,
Caracterización del impuesto Madrid, 1968, págs. 93-119.
, '
J Ver JARAOi, D., El Hecho Imponible, 2' ed., Abc1edo-Perrot, Buenos Aires, 1971. págs.
Una segunda cuestión consiste en la búsqueda de la característica 86-90, 100-127.
esencial del impuesto, que Jo diferencie de las otras especies de tributos 4 En las constituciones ililliana, española, venezolana, por ejemplo. En los casos de las car-
como las tasas y las contribuciones especiales. Algunos autores, especial- lll5consúrucionaJes S~e-f!0 ?onten¡¡~:ex~resamente el p~in~i~io d~ la capacidad conuibutiy~,
mente juristas, han sostenido que el impuesto nace puramente del poder de éste asoma en las decl~\ºnr:SJudl.sJ.ales que Interpreta.nel pnncll1lo de Igualdad como una garanua
individual de la Constitución .. L'ájerarqura consútucional del principio de la capacidad contribu-
imperio y sin un criterio inspirador detenrunado. salvo la exclusión de la tiva, sin embargo, es considerada como una manifestación de la demencia de ciertos juristas por
contraprestación y del beneficio diferencial que caracterizan a la tasa y a la llECKER, Alfredo Augusto, Teoría General do Direito Triburario, Saraiva Sao Paulo, 1963, págs.
contribución especial. respectivamente. Así lo dijo eIjurist:;¡ Qtto Mayer l. 36-37 y panim. Ver, al respecto, JARACH, Dino, El Hecho Imponible, cit, Prólogo a la segunda
y adhieren a su tesis muchos otros juristas. ' edición, pág. XlX, Cur¡o Superior d~ D~recho TribLllario, dI., 1969, págs. 3J 8-324.
La critica de esta doctrina consiste principalmente en que tal defini- Es opormno señalar que el principio de la capacidad contributiva es admitido como funda-
memo de los presupuestos de hecho de los uibutos en general y 01) sólo de los impuestos, por
ción dice lo que el impuesto no es, pero no dice lo que es. Además, parece SÁlNZ DE BUJANUA, Fernando, Hacienda y Derecho. T. IV, Madrid, 1966, IV, págs. 549 y sigs.
sumamente curioso el hecho que el impuesto que representa el tributo más y otros. Parecida opinión ha e~presado RosEr.mUJ. Tulio, corno ya dijirl10s supra, pág. 237, nota 24,
importante, carezca de todo carácter esencial. Nos parece que esta doctrina generaliza y hace más formal el principio de la capacidad COIl-
Cada vez, con mayor aceptación, se caracteriza el impuesto por su na- uibutiva y conduce a identificar el impuo.sw Con el tributo. elimJnando el criterio específico del
impuesto. Creemos, en cambio, que la capacidad conuibutiva es un principio peculiar del im-
ruraleza de tributo que responde al principio de la capacidad contributiva. puesto y que cuando aparece acom¡>añando el principio de la contraprestación o el del beneficio
i . diferencial, transfonna las tasas o las conuihuciones especiales en tribuws mixtos tasa-impucslo
o conuibución-impuesto. Lo que confirma, además, la doctrina de la gradualidad entre 105 dife·
I MAYER, OltO, DeuCsches Verwalumgsrechl, 3' eeL, 1914, pág. 316. rentes recurSOS y entre los diCerentes uibutos. '
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256 RECURSOS TEORJA GENERAL DEL IMPUESTO 257

cárece de sentido como principio de reparto de la carga presupuestaria entre ingreso para el público erario. Algunos autores sostienen la necesidad de
los indí viduos, ya que --precisamente- por decisión polftíca Ó por la pro- ese fin para diferenciar los impuestos de las sanciones pecuniarias. evitando
pia naturaleza de ciertos servicios, no hay posibilidad de una conmutación al mismo tiempo la forma negativa de excluir el fin punitivo.
a nivel individual. La opinión adversa al fin de obtener un ingreso, que hemos compartido
Con deducción aparentemente lógica. algunos consideran que los im- en otra oportunidad 6, se funda en que la finalidad de 'obtener un ingreso
puestos están destinados a cubrir los gastos que corresponden a los servi- puede no existir, como se verifica en los impuestos limitativos o prohibiti-
cios indivisibles que presta el Estado, ya que los precios y. H-'iimismo.las ta- vos de ciertas actividades consideradas contrarias a detenninados intereses
~as y las contribuciones especiales están destinados a financiar los gastos de públicos como, por ejemplo, los derechos aduaneros protectores.
servicios divisibles. Ahora,bien. esta doctrina es falaz. porque la deducción Creemos, sin embargo, que aclaradas las razones en favor o en contra
es desprovista de fundamento lógico y está desmentida por la realidad de de una u otra connotación, ya no es importante hallar la fonnulación exacta
los hechos. y escueta que reúna todos los aspectos y responda a todas las cuestiones
, En efecto. es exacto que los precios y las tasas y contribuciones espe- controvertidas,
ciales sirven para financiar servicios divisibles y que sería arduo concebir Se sostiene por algunos autores 1 que la definición del concepto de im-
servicios indivisibles financiados con precios, tasas y contribuciones espe- puesto debe tener en cuenta la existencia. en las finanzas actuales. de im-
ciales. Los servicios divisibles a diferencia de los indivisibles pueden ser puestos con fines fiscales y otros con fines de regulación económica. Esta
financiados total o parcialmente por los usuarios o consumidores de los bie- tesis se vincula, en cierto modo. con la cuestión que hemos examinado en
nes y servicios públicos. Pero ello no excluye que el Estado pueda. si así le el punto anterior. ,
parece más justo o más conveniente, decidir la gratuidad total o parcial de Se relaciona con la doctrina de GerIqf{ también la de Griziotti que en
los servicios para los usuarios y acudir, para la cobertura de los gastos, a los su conocido ensayo sobre la clasificación de los recursos públicos limita el
impuestos. Por lo tanto, los impuestos pueden ser destinados tanto a la fi- concepto de impuesto, considerando como tal solamente el tributo que se
nanciación de los serviciosindívisibles como de los divisibles por la por- funda sobre el principio de la capacidad contributiva como presunción de la :;
ción 0, en su caso. por la totalidad del costo no financiado por los usuarios, participación del contribuyente en los beneficios de servicios públicos ge-
En la terminología empleada por Musgrave. esto explica que los im- nerales y especiales,
puestos cubran no sólo los gastos para la satisfacción de social wants ("ne- En nuestra opinión, la naturaleza del impuesto y la fundamentación
cesidades sociales"), sino también de merÍf wallrs ("necesidades preferen- del mismo por la capacidad contributiva no desaparece por el hecho que se
tes"), según la traducción española de su Teorfa de la Hacienda Pública 5. le asigne un papel distinto del de la cobertura de las erogaciones estatales.
En el lenguaje más comúnmente empleado en la literatura financiera Si agregáramos al problema pl!iU1teado.la teoría de las finanzas funcionales
europea o latina, se suele decir -no del todo correctamente~ que el im- (Lemer), deberíanlOs llegar ¡U.absurdo de que no habiía más impuestos. ya
puesto sirve para financiar servicios indivisibles y la parte de los divisibles que, según la teóríáÍnencionada. no es finalidad característica de éstos fi-
que el Estado resuelve no dividir entre los usuarios. nanciar los gastos púbÚcos. sino disminuir el poder de compra del sector
Como razón de esta decisión de l Estado puede mencionarse, en primer privado. para fines de estabilidad económica.
ténnino, la importancia que se atribuye al interés público en la prestación Tampoco compartimos la idea que el tributo caracterizado por el prin-
del servicio como también la menor importancia atribuida a la fu'nción limi- cipio de la capacidad contributiva sea "impuesto" y recurso racional sólo sí
tadora de los precios y las tasas, En el caso de obras públicas, la determina- se considera dicha capacidad como indicio de la participación individual
ción de la parte a financiar por los beneficiarios y los contribuyentes depen- del contribuyente en las ventajas que le otorga la prestación de servicios ge-
derá --esencialmente- de la importancia que se atribuya al, beneficio nerales y especiales.
diferencial y al interés general. respectivamente.
Otra cuestión vinculada con la definición del impuesto consiste en de-
terminar si es elemento neoesario de ese concepto la finalidad dé obtener un 6 Ver JARACH, D" El Htc/¡o lmponib/~, ciL, págs. 23 y sigs. En contra. VALDEs COSTA. R,
op, cit,. T. 1, págs. 218-220 y autores allf citados en favor o en contra,
11
7 GERLOFf. W,. "Doctrina de la economla tributaria",en GEIlLOFf - NEUMARK. Tralodo de
MUSGRA VE, R. A" op. cil.. págs. 9-15 y passím, -1 FillGnzas, cÍL. Vol. n, págs, 199 y passirrt
1
CATEDRA FOLCO

258 RECURSOS TEORtA GENERAL DEL IMPUESTO 259

Tal opinión de Griziotti no puede sustentarse desde un punto de vista impuesto es suficiente verificar si los contribuyentes del mismo está~ i&~ .',
juódico, por cuanto la estructura de la obligación y el presupuesto de hecho cluidos en un registro o padrón o no. En el primer caso, se trata de uriim'\.' ),' ,
que la ley define y que da nacimiento a dicha obligación no pernúten dis- puesto directo, en el segundo de un impuesto indirecto, Pero esta ventaja
cernir si la capacidad con tri bu ti va está o no vinculada con la participación trae consigo la poca utilidad de este criterio de clasificación. En efecto, en
, I
en las ventajas producidas por la prestación de los servicios generales yes- muchos casos la registración de los contribuyentes depende de un detemlÍ-
peciales por parte del Estado. nado ordenamiento administrativo que puede ser justificado o no, pero que
Desde un punto de vista político-económico cabe tener en cuenta la ?e ninguna manera implica:alguna diferencia sustancial entre unos y otros
posible finalidad extra fiscal coma también el efecto económico del im- Impuestos. Es así como se llega al extremo que un mismo impuesto pueda
puesto con fines exlrafiscales contrapuestos al efecto económico del pertenecer a ambas "clases, como se verifica en el impuesto a la renta en la
impuesto fiscal. Esta contraposición se ejemplifica típicamente en la fun- Argentina donde los contri bu yentes en general son inscripros en Un padrón;
ción de los derechos de importación fiscales y los protectores. pero no están inscriptos los trabajadores en relación de dependencia sujetos
El logro del fin de protección implicará una exigua recaudación o a un régimen de retención en la fuente, que abarca l¡¡. totalidad de sus rentas
ninguna. El logro del fin fiscal implicará un efectoprotectormfnimo o nulo. procedentes del trabajo en esas condiciones, aun cuando correspondan a
Pero esta contraposición no impide que, en ambos casos, se hable de im- dos o más empleos.
puestos, dividiéndolos en impuestos fiscales e impuestos extrafiscales. Aplicando el criterio de clasificación en examen. deberíamos concluir
Además, no siempre la finalidad extrafiscal es antagónica con la fiscal. Por que el impuesto a los réditos en general es 40 impuesto directo. salvo para
ejemplo. la imposición de la renta potencial"de la tierra para promover la los trabajadores en relación de dependencia. en cuyo caso es un impuesto
i
mejor explotación y la subdivisión de los latifundios logra el propósito ex- indirecto. En otros casos pertenecen a lá mi.sw.a clase de impuestos directos,
trafiscal sin mengua de los resultados de la recaudación 8. por la registración de los contribuyentes, impuestos tan diferentes como el
impuesto a los réditos y el impuesto a las ventas o los impuestos iOlemos
(selectivos) al consumo.
2. CLASIFICACIÓN DE LOS IlYIPUESTOS Las dificultades de éste y otros criterios de clasificación han llevado a
Los impuestos han sido objeto. en la doctrina y en la legislación, de va- al gún autor a sostener un criterio análogo. por su naturaleza exclusi vamente
rias clasificaciones. Las principales, aunque controvertidas. serán examina- fom1aI, diciendo que son impuestos directos aquellos que son recaudados
das a continuación. por la Dirección General de los Impuestos directas e indirectos los recauda-
dos por la Dirección General de Impuestos indirectos. No se trata de una
~oma~ ~ j .
Impuestos directos e indir'eclos . Un segundQ 4::ritericíde.clasificación consiste en considerar como im-
La clasificación que, históricamente y aún en la actualidad. ha tenido puestos directos'idCís q,ue<son soportados efectivamente por los contribu-
y tiene la mayor importancia es quizás aquella que distingue los impuestos yentes designados como tales por la ley. o sea que no se trasladan sobre
en directos e indirectos. Sin embargo, en la doctrina no ha sido unUoIDle el otros sujetos; y como indirectos los que, en cambio, se trasladan 11 sujetos
criterio para encasillar los di versos impuestos en u[Ja u otra clase. distintos del contribuyente de jure. En los impuestos indirectos surge la fi-
Un primer criterio de clasificación consiste en considerar como im- gura del contribuyente de facto. O sea aquel que en defini¡j va soporta la car- """:,

.:.!
puestos directos aquellos que se recaudan periódicamente de contribuyen- ga del impuesto al término de todos los procesos de traslación,
tes registrados como tales, mientras que se consideran como indirectos Este criterio de clasificación aparece como más sólido y más profun-
aquellos que se recaudan accidentalmente ele personas no registradas. do. por cuanto agrupa los impuestos según reales caracteres económicos y
Este criteJio de clasificación tiene el mérito de su absoluta claridad y no, como en el criterio anterior, por una simple ordenación administrativa.
[acilidad de aplicación a todo el universo impositivo. Tomando cualquier
9 Este criterio es subrayado muy seriamente por L. Einaudi en Un memorand/ll11 en 5U ca-
udad de Presidente de la República Italiana a. uno de 105 ministros" Dichn dictamen COn el úlulo
8 En un con,,~xto diferente, '" impuesto sobre la renta pOlencial es mencionado como ope- "La di,tribuzlonni del carico tributario en Italia". ha sido publicado en la recopilación Lo Scri¡.
rauvarnente impracticable por MUSGItA VE, R.A., Teorfa de la Haciellda P,íblica. cíl .. pág. 165. roia del PreJidellle, Einaudí ed., Torino, pág. 249.
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260 RECURSOS Tl:'.UKIA Ubl'H:'KAL lJl:L !iV!t'Ul:l::'l u

Sin embargo, este criterio de distinción tiene en su contra importantes de la!2~a~iº'!!:t.contrib!lt.~y_~, o..~~~J-ª ref!tª.Y3:1pªtrtm9!1j~JS9J1J.9jmQ1J:
objeciones. La primera en importancia, quizás, consiste en que no hay im- tos indirectosJQsqu.~gravan.r!'''.rmanifestacion~s.ind¡rectas,
....'... ~" ,_." ,,!'.!
t.?les como el ce
~''',h.-.::..,.,.\'1: .... ~'' .. ~I''';";~' •• '., ' . i ' .... , ~"'~ w • - •• , , . . , . _

puestos que sólo por su naturaleza se trasladen o no. Salvo unos pocos ca- sumo, las tra,nsferencias de bIenes, el volumen de los negocios.
sos, en que puede afirmarse que el impuesto es soportado verdaderamente -"-'--Ap'a~~~te~e~'t~-estecríi'erfo-es'aaro~7precISo':pero'~n realidad
por el contribuyente de iure (impuestos de capitación, impuestos a las su- adolece de un grave defecto. Suponer que'los impuestos a la renta o al J
cesiones y donaciones, impuestos extraordinarios una tantum sobre el pa- trimonío gravan manifestaciones directas de la capacidad contributiva i
trimonio o ciertos rubros del mismo, impuesto'a las tierras libres de mejo- , porta admitir implícitamente la no trasladabilidad.
ras), en todos los demás casos la trasladabilidad de los impuestos depende Este efecto, sin embargo, no puede atribuirse genéricamente al suj(
de muchos factores, entre los que pueden mencionarse la naturaleza del im- cuya capacidad contributiva se pretende que fue manifestada en forma.
puesto, y otros, taJes como: cuantía del gravamen, régimen de mercado, es- mediata. Igualmente, si los impuestos a las ventas o a las transferencias
tructura de costos de la industria gravada; elasticidad de la demanda y de la bienes no llegan a trasladarse, mal puede considerárselos como manifes
oferta de los bienes gravados, coyuntura económica, rigidez o elasticidad ción indirecta de la capac~dad contributiva, puesto que afectan directamé
de la oferta monetaria por el sistema bancario, consideraci ón de plazo corto, te la renta o el patrimonio del contribuyente de derecho.
¡
mediano o largo, movilidad de los factores, etcétera. Si se tienen en cuenta Por lo tanto, también este criterio de clasificación es viciado en ,I
estos factores resultará que un mismo impuesto en determinadas condicio- esencia y mantenerlo puede resultar fuente de erróneas conclusiones.
nes se traslada yen otras no, siendo pues c1asificable ora entre Jos impuestos La clasificación de h?~_.iQlPllé:St.OS en d¡tt<c;;Jº~ . t;,jndirect()se_~_Etiliz~
directos y ora entre los indirectos. La variedad de los factores y la diversa P or raClbctrirrap'áfilos'-r:;ropó:sitos
~ .• ','
siguientes:._, .
~._~' ... ,~,~."'"",t;~ ~
-,,, ........'. . "" ''"'
"'_,' ,, _ _ , ..... >• • " ... ,.'.'~. ',~' ~,

intensidad de los mismos tiene como consecuencia que no se pueda deter- '.,,·····a)·Áiri~ir a los º!C~cto~.JJJl9:J!1.c:L~~!l_ci.~P~9g~~siv~.y a 19~~!ndirecl
minar a ciencia cierta si, cuándo y cómo, los impuestos se trasladan. Por lo una incíaeñcia regresi valen el sentido que los primeros afectarían en mély
tanto, también este criterio de distinción es desprovisto de fundamento. -meardaaló:S-confrihu:Ventes con más altos ingresos y los segundos a los
Tampoco rescata su validez la distinción entre impuestos directos e indi- ingresos más bajos)
rectos, si se deja librado al criterio del legislador el juicio sobre trasladabilidad lEste ef~.fto, sin embargo. no puede atribuirse genéricamente a las d·
o no de los impuestos y se definen como directos aquellos que según ellegis- categoiías de impuestos bajo ningún criterio empleado para la clasificacif
lador son cobrados de unos sujetos con la intención -y la opinión-de que se- y ~~be .más bi:DJesult<lIQel a!1álisJsde,c;a9~ irr:tpuestg, incttly~ndo, desl
rán soportados por ellos mismos, mientras que son indirectos aquellos que el luego, el proc~?q de traslación e incidencia.. )
legislador impone a los contIibuyentes de iure con la presunción y la tácita o b)Determinar la incidencia diferenciaHfe los impuestos indirectos el
expresa autorización legal que los trasladen sobre otros. Es evidente que este respectoalos"directo's:" ..-"..- .'
critelio supera los obstáculos que se oponen al criterio de la traslación, pero se 'Aquí también puede aplicarse la objeción de que esta caja diferenc
reduce -nuevamente- a un aspecto meramente formal, por cuanto las pre- .' debe determinarse con el análisis comparativo de cada impuesto con re
sunciones del legislador pueden estar muy lejos de la realidad. "'pecto alas demás. ') , "
Una importante advertencia merece el criterio de clasificación que es- c) Determinar: el ingreso na~íonal aya~ores de mercado, para lo cual
tamos examinando. Es muy común escuchar o leer de un determinado im- debe adiCionar al ingreso nací anal calCulado al costo de los factores los il
puesto: es directo, ergo no es trasladable, o viceversa: es indirecto, ergo es puestos indirectos (trasladables) cOn la correspondiente detracción de J
trasladable. Trátase de una evidente petición de principio. La trasladabili- subsidios.
dad supuesta o comprobada hace que el impuesto se clasifique entre los in- La agrupación de los distintos impuestos en la clase de indirectos y, p
directos. La aserción de que los impuestos por ser indirectos son traslada- eliminación, en los directos, aparece en este aspecto insoslayable. Pero ello J
bles o que por ser directos no lo son, es falaz, tanto más si se adopta como quita validez a la crítica dirigida a la cómoda simplificación a la que acuden J
criterio de clasificación otro que no sea el de la traslación. estadísticos para satisfacer las exigencias del cómputo del ingreso nacíona
Un ter~~L~riterio de clasificacjQIl de los impuestos en directos o indi- Sobre estos problemas ya hemos hablado oportunamente 10.
rectos,-tendiente a'supe-rarTús-reparos que ofrecen los dos criterios anteriores,
~~Eupa comoimpuestos directos a los q~~,f?;ravan manifestaciones directas
10 Ver supra, págs. iiS y li8.
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RECURSOS TEORÍA GENERAL DEL IMPUESTO 263


.) DelenIÚnar el carácterp!9.&t~~j.':'.2"2!~~~~.~j~1~j,~leq¡..~~-jb!.ltariQ­ Por ejemplo, son personales --en este sentido-- tanto el impuesto a la
Estado en su confunto:a través del cómputo de la incidencia g!o~al renta de las personas físicas como el de las sociedades, porque en ambos el
10s-drversos~sectores de ingresos. ' .. .. ,""" ...","" legislador establece en normas expresas quién es e!' contribuyente; lo mis-
) Para la asignación de laspot~.$.t,¡:tge~_tributari.as a le!, l':taci~I!,y"a !~~ mo ocurre en el impuesto sobre el capital de las sociedades comerciales. Por
leías en la Argentina. Este tema relaCIOnado con los articulos 67, 1I1- el contrario, son reales los impuestos cuyas leyes ponen dNelieve el aspec-
~o y 4o, 104 Y 108', de la Constitución argentina, ha sido objeto de con- to objetivo de los hechos imponibles, siendo obra del intéi:prete la determi-
sias juddicas muy encarnizadas qu~ se suma? a~ debate acerca de la nación del sujeto pasivo o contribuyente. Esto ocurre, por ejemplo, en los
cación doctrinal de los impuestos dIrectos e mdlrectos 11. derechos aduaneros, en los impuestos a la propiedad inmueble, impuestos
~o es ésta la oportunidad para examinar este problema y ofrecer una a las ventas minoristas, varios gravámenes recaudados con el método del
ón del mismo, como ya lo hicimos en otras oportunidades 12. papel sellado o del timbre o del registro.
lástenos con observar que el concepto de impuestos directos que Es un distingo meramente fOrInal que no llega a tener importancia a los
11a Constitución no puede ser otro que elque prevalecía en la doctrina efectos económicos, ni siquiera en el aspecto jurídico, puesto que, como lo
poca en que fue dictada nuestra Ley ~und~e~tal y éS~~,era el criterio ,; dijimos al comienzo, se trata únicamente del uso más o menos conveniente
tistrativo que hemos expuesto y"~~pnmer ternuno. ;, Ú¡~2J o de la técnica legislativa .
."\:!/c,¡"k I I&JCtlrlrif'I.,¡\ (,.,r.! ".r', Un tercer crg~.río, gt;:.nne.como reales a los impuestos cuyas obligacio-
1 .l;' }I\"lf ~ nes éSférí-prov"lstas de una garantía real sobre los bienes comprendidos en
estos reales y personales ~
el objeto de los hechos imponiblés"y como persoñales":1 TósImpllestós 'qUe'
)tra clasificación de los impuestos los agrupa en las dos categorías de -carecénde.·es"á, ·gm~ñtfa.'·· . -" ..... - . .
;stos reales y personales. , . "Se trata de un criterio netamente jurídico, sin consecuencias de impor-
~a doctrina ha adopt~~g_'p'.':Vf,\~§tª,J:la~ificaGión.cuatr.o_!,Ii,s,.tirtos., 9JjJ~;;; lancia en el aspecto económico.
Jii"príil1er"criterw'consiste en denonunar p~rsonale2~~~"~,lmp~,estos Finalmente, un cuarto criterio de indiscutible significación consiste en
:: ércoiitríbuyente col,abora ~Qnelf¡sco m~dl¡¡.nteun<l,a~tlvldaC¡ques.e" clasificar entre los Iinpu~~;to¿ p~r~~;ales a aquellos q~e buscan deterrrllnar'
S3 en declaraciones juradas o inscripción enregi§.tt:9.$Qpéldrones, la capacidad contributi v,C}- c;le las pt;:rsoJlas"físiC"as;'ars"Girm(nañ,CiSil,!,:g.ualgia
J reales, en cambió; lós' impuestos qU'e préscinden de ~$ªc;olaboración del gT~amen según1ascircunstancias económicas personales del contri bu- .
ristfatívá. . ." . yente;~alesc¿'in(i Eoñ]uritó'de'ricí~~zaode rééIüos del~'p~~'soná;dédúcdóñ
Jn segundo criterio atañe a la técnica legislativa ut!liza,da. para deJer.- para un mínimo de existencia y cargas de farniliá) con la consecuencia de la
. los aspectos subjetivos y objetivos de los hechos lmpol)Jbles, '. adopción de la progresión del impuesto. ~ºL~L~º-IlJ~@o,se ~la§.i,nº~gU::;º!l1.Q.
)enomínanse personales a los impuestos cuyas leyes pOf1en..~!:I_~v.!.-:." r~~les 125.. ip1puestos queylig~J;l cºm()he~hºsimp()nj~le~wanifest,ªcj9nes
a la persona del contribuyente alIado del aspec;to Qbjeti':'()9t::.!J1~!~<? ~.bj"e~.~.,:~~,~e.la riqll.~z~ •. p~escindie.nd~. de las circuI}~~an~ías personales d.el
lÍble, y reales a aquellos otros en que la ley no enuncia nigefine ~l,~~=_ contnbuy~Iüe, Dichas manifestacIOnes pueden ser~os rerutos o productos
aslvo. sino que éste emerge a través del carácter y concepto del hecho de una fuente determinada, algún bien patrimonial (generalmente bienes de
:lible objetivo. uso durable y de carácter de lujo, por ej.: casas destinadas a vivienda, o casas
de veraneo, o de fin de semana, mobl~e de lujo, automóviles y carruajes) 13.)
El distingo entre impuestos personales y reales no siempre es absoluto.
En la Argentina, la clasificación tiene importancia institucional con respecto a la distri·
Existen impuestos personales en los que, por algunas circunstancias, las
del poder fiscal entre la NaCÍón y las provincias. En efecto, la Constitución reconoce
acuitad del Congreso Nacional "imponer contribuciones directas por tiempo determinado 13 Mencionamos como una curiosidad del léxico tributario y como aparente paradoja la
lfclonalmente iguales en todo el tenitOlio de la Nación, siempre que la defensa, seguridad existencia en el sistema tributario holandés de un impuesto, mejor dicho un grupo de impuestos
y bien general de! Estado lo exijan" (art. 67, inc. 2"; actual art 75, ¡nc. 2°). denominado en conjunto "impuesto personal" (persollale belasting) que grava el valor locativo
Va JARACH, D., Curso Superior de Derecho Tributario, cit., Vol. 1, págs. 26-30. de la vivienda, e! moblaje yel personal de servicio doméstico. Se trata de manifestaciones ob-
jetivas de riqueza que, sin embargo, caracterizan el ni vel de vida del contribuyente: allí su deno-
N. del E. El autor se refiere a la Constitución de 1853; según la refOlma constitucional minación de "impuesto personal" .
•. ""''< , __
o ')o,,~ó lJI vl2ti
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264 RECURSOS TEORIA GENERAL DEL IMPUESTO 265

connotaciones personales exhiben brechas importantes. Así, por ejemplo, nada naturaleza, sea en forma personal o real. En cambio se consideran es-
un impuesto general sobre la renta global de las personas físicas a veces ex- 'peciales los impuestos que gravan sólo una detenninada especie de mani-
ceptúa los dividendos de acciones procedentes de la distribución de utilida- festación de riqueza, dejando libres de tributo a las demás especies de la
des de las sociedades por acciones que ya han sufrido el impuesto sobre di- rIlÍsma naturaleza. Por ejemplo, son generales los impuestos sobre las ven-
chas utilidades o han dado lugar a Una retención en la fuente. También se tas de bienes y servicios que se efectúan en la última etapa de negociación
verifica, a menudo, que el mismo impuesto global excluya a los réditos ob- o en todas las etapas con el método del impuesto al valor agregado. Lo es
tenidos por personas residentes en el exterior, que están sujetos, en cambio, igualmente un impuesto sobre los beneficios de todas las empresas pro-
a una retención en la fuente de un impuesto proporcional, sin gozar de las ductivas.
deducciones por renta no imponible ni cargas de familia, ni estar sujetos a Dos advertencias importantes deben fonnularse al respecto. Laprime-
la progresión. Puede ocurrir, también que, aun tratándose de contribuyentes ra es que --en la práctica- es muy difícil conseguir un impuesto que sea
residentes en el país y aplicándose el impuesto progresivó sobre la renta verdaderamente general, por cuanto siempre se establecen algunasexen-
global con deducción de la renta no imponible y cargas de familia, por haber ciones o hay algunas operaciones que quedan al margen de la imposición.
adoptado la ley el prirlcipiode la fuente u origen del rédito, no se computen La segunda, es que un impuesto para ser general debe ser también uní-
en la renta gravada 105 ingresos de fuente extranjera, como ocurre, por forme, o sea, no discriminar en favor o en contra de ninguna industria o co-
ejemplo, en la Argentina 14; mercio. Cada discriminación implica la existencia de un impuesto especial
En sentido inverso, puede un impuesto real adoptar algún matiz de per- sobre la industria discriminada desfavorablemente 16.
sonalidad. Por ejemplo, un impuesto sobre la propiedad inmueble puede La clasificación de los impuestos en las dos categorías de generales y
adoptar como base imponible la suma'total de los valores de varios inmue- espeCiales tiene como propósito analizar la:tF\slación e incidencia, llegán-
bles de propiedad de un mismo contribuyente. dose, especialmente en los estudios de los úliimos decenios, a la conclusión
Durante muchos años de su vigencia en Italia, el impuesto cedular so- que los impuestos generales provocan la rrúnima carga excedente; como
bre las rentas mobíüarias (imposta di richeua mobile) admitió la deducción también a la conclusión clásica que los impuestos generales no se trasladan.
de montos no imponibles y cargas de familia, reñidos con el carácterreal del . Ambas conclusiones serán examinadas más adelante 17. Pero desde ya re-
tributo. cordamos que esta última conclusión está seriamente controvertida tanto en
La personalidad de los' impuestos tiende a perfeccionar el principio de. estudios teóricos como en la opinión de empresarios, legos pero no ajenos
la capacidad contributiva c'omo fundamento de aquéllos. al.conocimiento de fenómenos que les atañen muy de cerca, como también
Además. tiene comori:onsecuencia impedir o dificultar la traslación. en estudios estadfsticos y empíricos lB.
máxime en los casos en que la renta gravada consista en ingresos de fuentes
varias, de modo que el ímpuesto resultante no se vincula exclusivamente
con ninguno de los fenómenos de mercado que da origen a cada ingreso 15.
Impue~tos perióaicbS eirimp~~stos por una sola vez
Lo mismo puede decirse de los impuestos ordinarios al patrimonio neto de Tiene algún interés el distingo entre los impuestos que se pagan anual-
las personas físicas. mente o por períodos menores, por tratarse de gravámenes que se aplican
sobre manifestaciones de riquez.a de carácter periódico o permanente, y los
impuestos que se aplican por una sola vez.
Impuestos generales )' especiales
. Esta categoría puede referirse a fenómenos económicos distintos.
Otra clasificación de los impuestos es la que los ag1'upa en las dos ca-
tegorías de impuestos generales y especiales. Uámanse'genérálesa los im-
puestos que gravan todas las manifestaciones de riquezas de una determi- 16 Véase, al respecto, MUSORAVE. R. A.. T""na de la fJacienda Pública, dt .. traducción es·
pañola, pág. 160, El concepto es aceptado tradicionalmente, en la doctrina italiana se enuncia el
,~]! . 14 Asílo disponfa en la Argentina el impuesto a los réditos y lo dispone aún hoy el impuesto impuesto general coIÍ su aditamento"y uniforme". Conf. JARACfl. Ces'are, Glí Effet,i di uno 11n'
l.'
'o' a las ganancias que lo reemplazó, salvo el caso de excepción del rédito del trabajo obtenido oca- po,ra General. e Uniforme "Ji Profiff~ Bona. Torino, 1911.
\' ti sionalmenle en el exterior por un sujeto residente en el pals. '. 11 Ver infra p~gs. 348, 492 Y 493.
15. Ver injra págs. 496 y 499" . 18 Véase MUSGRAVE. R. A. Y la doctrina cítada ¡!lfra.
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266 RECURSOS TEORlA GENERAL DEL IMPUESTO 267, ,

'~ r~,'
El impuesto puede aplicarse por una sola vez aun cuando el hecho im- dientes a todas las operaciones de venta de un período determ.inado. ~J: :;\\ , .,'"
ponible sea permanente o periódico, si el Estado elige ese impuesto para cu- otr~ lado. existen impuestos que son periódicos en el sentido que las obIi~ , .
brir necesidades extraordinarias que se li..rnitan ---en la opinión del legisla- gaclOnes de pago correspondientes se renuevan periódicamente, cu-
dor- a un momento determinado, sin que la necesidad se prolongue en el yos hechos imponibles no están constituidos por un flujo ~e riqueza dentro
tiempo o bien pueda proveerse a su satisfacción por otros instrumentos fi- d.e un período o cuyas bases imponibles se agrupan en períodos fiscales,
nancieros. Pero también, puede el impuesto gravar acontecimientos o fenó- smo que los hechos imponibles reflejan una situación instantánea imputa-
menoS económicos aíslaqos y ocasionales, como ocurre con los impuestos ble a un momento dado. .
al consumo de bienes suntuarios, desde el punto de vista del consullÚdor o Un ejemplo de esta forma de connotación temporal del impuesto que
los que gravan las ganancias de capital que no se reproducen periódicamen- aun siendo periódico tiene una base imponible instantánea se halla en los
le; O bien quese aplican a eventos que no pueden reproducirse, como un im- impuestos patrimoniales, COmo los que gravan el patrimo~io personal dei
puesto sobre las sucesiones por causa de muerte. ' contribuyente o el patrimonio de una empresa, COmo también en los im- ... r.;

Este distingo sirve para determinar la incidencia, siendo que los lm- , puestos sobre la propiedad inmueble. En estos gravámenes, el hecho y la'
puestos no periódicos y ---especialmente- en el primero de los posibles base imponibles consisten en la titularidad del patrimonio en una fecha de-
casos, no moti van ajustes en las condiciones de equilibrio tanto general corno terminada y en el valor a esa fecha 19.
particular y, por lo tamo, incidirán sobre los comribuyentes de derech~. Una forma intermedia entre el flujo periódico del ingreso que consti-
Se plantea también un distingo entre los impuestos cuyohecho Impo- tuye el hecho imponible y la determ.inaci6n instantánea del valor de los in- ';"
nible es de por sí un flujo periódico de riquezay aquellos otros cuyos hechos o del patrimonio personal o de ljiS empresas. consiste en establecer
imponibles son acontecimientos determinados de la vida económic~, pero el instante o punto de tiempo (Zeirpunld) det;ITIÚnante del nacillÚento del
cuya recaudación se verifica por perfodos, agrupando, para detemunar la hecho imponible y del valor de la base impoñible en una fecha deleITIÚnada
base imponible y liquidar el ~mpuesto correspondiente, los importes de las (collÚenzo o fin del ejercicio), pero se corrige ese valor instantáneo tenien'
operaciones gravadas de un periodo mensual, trimestral o anuaL Ello ucu- do en cuenta las variaciones sufndas por dicho valor durante el año fiscal 20.
rre. por ejemplo, en el impuesto a las ventas, inclusive en la versión de un
impuesto al valor agregado, en que el hecho imponible consiste en cada
operación de venta, a menudo por norma legal expresa que dispone también ¡),")
que la deuda tributaria nace en el momento en que se perfecciona la com-
praventa de la mercadería, pero la base imponible agrupa el mon(o de ven-
tas verificadas en cada período fiscal. :~)
El carácter periódico del impuesto, en estos casos, no se limita a la de-
temlÍnaGÍón del impuesto correspondiente a cada período. sino que alcanza
-a menud()---- a factores o circunstancias relevantes para la definición de
los hechos y bases imponibles. Es así que, recurriendo nuevamente al
plo del impuesto a las ventas en la fOrma de valor agregado, de losiínportes
de los débitos fiscales se restan las sumas que la ley admite como créditos 19 ~¡¡o ha ocunido I:n la ~rgenlina con respecco a los impuestos inmobiliarios provinciales
~ en los Impu~sto' al pammo.'uo de empresa,: con las variantes de que los impucslOS inmobilia-
fiscales correspondientes a cada período fiscal, aunque las operaciones que nos locales fijan el punlo de Uempo en el comienzo mismo del año fiscal. mientras que en los im.
originan dichos créditos se hayan efectuado respecto de mercaderías vendi- puestos al patrimonio neto es la fecha de cierre del ejercicio comercial el fin del año calendario.
das diferentes de las que dieran nacimiento a los débitos. 20 El" I
sta so uClon es a que se adoplara en la ~rgentina en la fijación del capital de tas empre-
También en el caso ya mencionado de impuestos internos a los consu- sas pru;a la d,elemllnaCIÓn del beneficIO extra~rdinario a partir de 1943, miemras que el impueslo
ni p.tnmoruo de las empresas creado en el ano 1952 baja la denominación de impuesto sustitu,
mos en que la incidencia sobre el consumidor final se asume como hipótesis
uvo del ~~vamen a I~ trans,:nisión gralUi~a de b¡cn~s -:~, 59, tey 14,060-- adoptabll, en gene.
de trabajo con la consecuencia del carácter no periódíco júra é.ste'su jeto, la ral, como puniD de tiempo la fecha de cIerre del ejerCICIo y sólo tenía en cuema I¡¡,¡ variaciones
periodicidad del impuesto surge para el contribuyente de derecho por la ocurridas en el transcurso del rula, cuando ellas pudieran atribuirse. propósitos de evasión fiscal
reunión en una sola base imponible periódica de los importes correspon- (ver al respecto: JARACH, D., Cursa Superior tÚ: Derecl.o Tributario, T. XI. 1957.58, págs. 247
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