ASIGNATURA: PSICOLOGIA

UNIDAD 7: Psicología

CAPACIDAD: Comprende la importancia de la sexualidad en la vida de las personas.

INDICADORES:

 Conceptualiza el término sexualidad.

 Conoce la diferencia entre sexo, sexualidad y género.
 Menciona los hábitos y actitudes que favorecen el cuidado de sí mismo y de los demás.
 Identifica los valores que favorecen las relaciones igualitarias entre varones y mujeres.
 Diferencia las características de la sexualidad acorde a cada etapa evolutiva.

TEMA 1: La sexualidad. Concepto. Cuidado de sí mismo y de los otros. Relaciones igualitarias,

respetuosas y responsables entre varones y mujeres. Procesos de cambio de la sexualidad
acorde a la etapa evolutiva.

TEMPORALIZACIÓN: 2 horas pedagógicas

DOCENTE: Magíster. Vicente Meza López

SEXUALIDAD. CONCEPTO. CUIDADO DE SÍ MISMO Y DE LOS OTROS

Sexualidad

¿Qué es la sexualidad?

La sexualidad es el conjunto de condiciones anatómicas, fisiológicas y psicológico-afectivas que

caracterizan al sexo de cada individuo. También desde el punto de vista histórico-cultural es el
conjunto de fenómenos emocionales, de conducta y de prácticas asociadas con la búsqueda del
placer sexual, que marcan de manera decisiva al ser humano en todas y cada una de las fases
determinantes de su desarrollo en la vida.

Anteriormente se creía que la sexualidad estaba presente desde el nacimiento, pero se

manifiesta claramente en la adolescencia, que es la etapa en que los cambios corporales
determinan una nueva forma de reconocerse a sí mismos y de dimensionar el manejo del propio
cuerpo, a la vez de desprenderse del cuerpo infantil.

La sexualidad, que no es lo mismo que la genitalidad, conecta a los adolescentes con su propia
capacidad, pero también con la posibilidad de expresarlo y compartir con los demás.
Esto se debe a que la sexualidad es una necesidad que se expresa con el deseo del contacto
físico y emocional, de intimidad, de ternura y de placer.

Esto estrecha las relaciones humanas y el desarrollo de una sexualidad plena y bien entendida
es esencial para el bienestar de los individuos.
Cuidado de sí mismo y de los otros. Relaciones igualitarias, respetuosas y responsables entre
varones y mujeres.

¿Por qué cuidar de mí mismo y de los demás?

Una persona psicológicamente sana se define sobre todo por la capacidad de cuidar de sí mismo
y de los demás, y así lograr una experiencia de vida satisfactoria.

El cuidado de sí es ético en sí mismo, pero implica relaciones complejas con los otros, ya que se
expresa en una gratitud por uno mismo y luego por los demás.

Es, por un lado, una forma de vigilancia sobre lo que uno piensa, sobre el pensamiento y, a la
vez, designa un determinado modo de actuar mediante el cual uno se transforma al hacerse
cargo del otro.

Como se acaba de analizar, la sexualidad es un recurso valioso que nos permite estar en contacto
con otras personas, por eso es vital el cuidado de sí mismo.

Dicho cuidado se traduce en la práctica de hábitos saludables que promueven el bienestar

personal, como, por ejemplo:

 La buena alimentación.
 La práctica de actividad física y deportiva.
 El descanso razonable.
 La recreación sana.
 Los vínculos significativos con los demás.
 El autocontrol emocional.
 El uso correcto de la tecnología sin reemplazar las relaciones cara a cara.

Todos estos hábitos mencionados reflejan la valoración y el cuidado de la propia persona y como
consecuencia implícitamente repercutirá en el cuidado de los demás, pues si como madre no
me esmero por cuidar mi salud física y mental, llegará un momento en que tal vez enferme y
dicha situación impedirá que cuide de mi familia.

Procesos de cambio de la sexualidad acorde a la etapa evolutiva

La sexualidad en las diferentes etapas evolutivas

El ser humano desde que nace tiene una forma de desarrollo biológico e inicia sus
descubrimientos sensoriales. Durante esta primera etapa de la infancia principalmente se inicia
el guion sexual, el cual se va acondicionando con las diferentes normas familiares y sociales.

Desde la infancia hasta la última etapa evolutiva ocurren cambio en la última etapa de los
individuos. Conocer los aspectos que contribuyen a la consolidación de una sexualidad sana
puede evitar las dificultades que muchas veces se presentan durante este proceso.

En la etapa neonatal se expresa la sexualidad en base a las influencias ejercidas por los padres
que tienen expectativas de comportamientos dependiendo de si es niño o niña.

En la primera infancia se establecen vínculos muy fuertes con las personas del entorno, por lo
que los niños se sienten protegidos y queridos y aprenden a la vez expresar sus sentimientos y
emociones.
En la segunda infancia ya aparecen los modelos de socialización por lo que empiezan a
reprimirse las pulsiones sexuales, fijándose la futura moral adulta mediante esta fase.

De ahí la importancia de una buena orientación sobre la sexualidad durante todas las ocasiones
que el niño o la niña manifieste curiosidad sobre este aspecto.

Entre los seis y dice años son muy importantes los modelos sexuales de varón o mujer, pues se
da fuertemente el proceso de identificación.
El despertar sexual que ocurre en la adolescencia y la primera fase de la juventud hace que el
deseo sexual vaya madurando hacia la vida adulta, deseo que debe estar gobernado por la
voluntad, el sentimiento y el dominio de sí mismo y no solo por el instinto.

El ser humano es un ser social y la sexualidad es parte del relacionamiento con los demás de ahí
la importancia d que cada característica en las diferentes etapas evolutivas sea bien abordadas
y canalizadas para alcanzar un desarrollo pleno de la misma.