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Caso: Los reyes del Mambo

¿Qué es Mambo? Es una pregunta que muchos se hacen, al ver que es una consultora exitosa
donde muchos jóvenes buscan aplicar.

La respuesta es que Mambo es una consultora pero también es una comunidad. Esta curiosa
explicación es la que dan sus creadores a aquellos que buscan sus servicios y a aquella
población cada vez más grande de jóvenes que quieren trabajar con ellos. A lo largo de siete
años, esta empresa se ha posicionado como una de las más importantes consultoras de
transformación e innovación en el Perú. Y usualmente, para describirlos, quienes los conocen
agregan adjetivos como disruptivos, cuestionadores, e irreverentes. En una inmensa oficina en
Miraflores inspirada en tendencias open space, más de 100 colaboradores, de diversas
especialidades completamente alejado del escenario promedio que imaginamos para una
empresa.

Aquí no hallarás camisas de cuello y corbata, cubículos fríos y sin personalidad ambientes
separados para jefes y otros detalles característicos de la escenografía laboral cotidiana. En
Mambo la norma es la comodidad del polo, jeans y zapatillas. La gente se reúne en espacios
totalmente abiertos y transparentes, sentados sobre almohadas gigantes que funcionan como
sillones o donde sea cómodo. Aquí la gente puede venir a trabajar con su mascota o moverse
de un lado a otro en este espacio inmenso con un skateboard o un scooter. El perfil del
colaborador que tiene Mambo es efectivamente un Millenial. Pero esto es sólo un engranaje
de la bien armada consultora, que tiene Mambo, como un aspecto que muchas firmas han
olvidado para sus clientes y colaboradores: La empatía.

Los socios de Mambo son Nicolas Aramburú, Yoel Chlimper, Daniel Vidaurre y Raúl Alcalde.
Nuestra filosofía comenzó a asentarse sobre el principio de romper las reglas tontas, los
paradigmas. En el proceso de construcción de sus principios mamberos (término que usan
para referirse a ellos mismos, entre otras palabras que integran su vasta jerga mambera) se
percataron que sus creencias giraban en torno a un valor que les apasionaba: la empatía.
Habíamos construido una cultura (Nosotros le decimos cooltura) que nos impulsaba a
empatizar con quienes trabajábamos. Para nosotros es importante generar un trabajo que
genere felicidad. El concepto fue incorporado como valor central de los servicios de
consultoría de la empresa. No dimos cuenta de que cuando construyes empatía alrededor de
un problema se desencadena la transformación. Sobre este espíritu se construyó la filosofía
que difunde esta empresa, que hoy gestiona proyectos en Panamá, Argentina, Brasil, México,
Perú y Colombia.

Los Mamberos consideran que su negocio es vender proyectos de transformación para


empresas a partir de la empatía y con soluciones disruptivas e irreverentes. Para ello diseñaron
una metodología de análisis de 18 semanas, que considera la exploración del problema, la
ideación de soluciones disruptivas, la experimentación de estas propuestas mediante
prototipos, y finalmente la implementación. “ A diferencia de otras consultoras , nosotros no
vamos a las empresas a decirles que somos expertos, vamos con humildad y les decimos a las
empresas que ellos saben más que nosotros, queremos entender y muchas veces en ese
proceso ingresan trabajadores de Mambo a las empresas clientes como colaboradores para
entender la problemática”
La empresa justifica que parte de atractivo es trabajar con un staff exclusivamente millenial.
“Pero eso es hoy mañana serán centennial y así seguirá. Es que Mambo necesita del espíritu
cuestionador del talento joven, de aquellos que generacionalmente hoy les toca ser los
incomprendidos. A nosotros nos contratan para cuestionar y por eso aquí siempre habrá
gente joven”, explica Aramburú. Por ello en la empresa se demandan profesionales recién
egresados de diferentes especialidades de las mejores universidades. A ellos se les ofrece
trabajar sin horarios y reglas rígidas, y con posibilidad de lograr reconocimientos en corto
plazo. Competimos con grandes empresas para captar el mejor talento, pero consideramos
que tenemos ventajas porque los captamos con nuestra cooltura, agrega.

La cooltura se basa en el sentido de comunidad para las decisiones principales de la empresa.


La principal de ellas la decisión de aceptar o rechazar un proyecto o un cliente. Nosotros somos
un bicho raro, mitad comunidad y mitad empresa. Y en ocasiones nos comportamos de una
manera anti empresarial, pues la comunidad rechaza proyectos que no están en la línea con
sus valores, pese a que el cliente nos ofrece pagar full Price. Por ejemplo un proyecto de una
compañía de apuestas o de una tabacalera jamás sería aceptado por Mambo. Este hecho se
concreta en las reuniones de medio día de los viernes, un espacio semanal en el que
religiosamente se reúnen todos los miembros del equipo y donde invitan a los gerentes
generales y responsables de proyecto a exponer sus problemas. “Es en ese momento que los
proyectos son aceptados o rechazados o replanteados por toda la comunidad. Eso hace que
cada mambero sienta un engagement fuerte hacia cada reto que asumimos y por la
transformación que esperamos lograr.

Otro tema destacado en la cooltura de la empresa es su gestión del conocimiento, EN Mambo


existe una preocupación por medir el desempeño del mambero y por impulsar su aprendizaje.
“La principal sed de un Millenial cuando ingresa a un trabajo es aprender para cambiar la
realidad, no es ganar más dinero, tener una oficina o un carro”, argumenta Aramburú. Por
tanto una de las reglas básicas de la empresa es el aprendizaje constante y la transmisión de
ese conocimiento a toda la comunidad. Con esta estrategia, afirman los mambero están
formando una de las marcas empleadoras más destacadas del país.

A futuro ellos quieren que su mensaje y filosofía mambera cale en el país, que los peruanos
empaticemos y nos importen los problemas de los demás.

Reseña del artículo:

Vidaurre,D (Abril 2019). Empatía MIllenial.Aptitus. Edición 68. Pp37 -42

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