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Reseña 3

En el artículo titulado “Gente de palabras. Subjetividades indígenas en


transformación en el Chiapas contemporáneo”, la autora Isabel Neila Boyer
propone reflexionar mediante una idea de las palabras y su articulación,
en un entorno como lo es la modernidad, específicamente en
imparcialidades e identidades indígenas en la trama de chiapaneco, en
particular entre la comunidad tzotzil y tzeltal.

La autora pretende defender su argumento, escudriñando más allá del


estereotipo o idea ambigua que se guarda correspondiente a pueblos
indígenas sobre el mestizaje o ladinización a causa de abandono o
perdida de identidades como lo son la lengua o atuendos tradicionales.

Un punto importante que resalta Boyer es la construcción de la persona y


de su identidad étnica que esta ligada con la adquisición del lenguaje y la
interpretación o significado bajo las normas culturales de la lengua. Se
añade que, en el caso de los tzeltales y tzotziles, presentan que el habla
es un sensor que mide o desenmascara la humanidad y la ética de
alguien. Se agrega que no solo se trata de las palabras, también el tono,
el timbre y la cadencia. Como dato anexo, para el caso tzelta, alguien es
bueno si es crédulo y obediente a la palabra de la comunidad, es justo,
sincero y cumplido a su palabra. Características que no se piensan
respecto a la juventud o también llamados los del “nuevo crecimiento”.

En este mismo orden de ideas, la autora plantea pros y contras de esta


irrupción de la modernidad. Hay que tener en cuenta que el lenguaje
‘moderno’ expande a la juventud a un mayor campo comunicativo,
contando con una mayor fuente de expresividad emocional. También, se
agrega que en el pasado era socialmente perjudicial mostrar emociones,
en cambio en la actualidad se encamina a guiar al joven a una expansión
de estas con el objetivo de adaptarse a las necesidades que exige el
mundo. Después de todo, Boyer adiciona que las nuevas generaciones
estarán frente a un entorno con un castellano más globalizado que en el
pasado, debido a las acciones que se ejercen recíprocamente con el
mundo mestizo. Ahora bien, es cierto que el leguaje seria más rico en
vocabulario y significado para el joven, pero la humanidad más ladinizada
abre las puertas a otro punto, el cual es que dicho lenguaje también está
poblado de una dimensión de malas palabras, que estimulan la agresión
verbal, carente de humildad, prudencia y respeto, con palabras que
desobedecen a la costumbre de la comunidad indígena.

En este momento la autora se toma la palabra para argumentar que la


juventud se sumerge en un entorno lleno de discursos posiblemente
nuevos por efecto de la modernidad, esto hace que se creen nuevas
subjetividades indígenas al mismo tiempo que un interrogante de sus
identidades étnicas.

Por otro lado, Boyer se dirige a otro ámbito donde se dice que el cuerpo,
desde el momento de nacer y durante la vida, se debe ir construyendo
física, cultural y moralmente. A partir de este momento, la autora subraya
la cuestión de las palabras como materia de la costumbre con la
posibilidad de tener espacio en el cuerpo de la persona y una gran
capacidad como la sangre, para determinar tanto la vida como la
experiencia cultural, señalando que el cuerpo es donde radica el espacio
necesario para el desarrollo moral.

La autora abre un espacio para presentar los términos “cuerpo-carne” que


es cuando se comprende el conjunto del cuerpo humano, como el ejemplo
que dio la autora, un feto a través de la sangre hace parte del “cuerpo-
carne” de la madre para poder existir. Y se habla también del “cuerpo-
presencia” es el fruto del aprendizaje o la ganancia de hábitos sociales y
el lenguaje, cosa que también se adquiere.

Finalmente volviendo a la argumentación, las palabras pueden hacer parte


de una persona a tal punto que condicionan y determinan, más cuando se
trata del mundo indígena visto por la modernidad que ve las palabras por
simples letras y no por el contenido y significado, lo cual es un detonante
para la costumbre. El irrespeto y la perdida de vergüenza de los del
“nuevo crecimiento” que es expresado en este punto hace referente al
peligro que representa el mucho o poco mantal y el posible sufrimiento
emocional que puede ocasionar, todo debido a la “voluntad del corazón” o
la “voluntad de la cabeza. El debate interno de su cultura y que la
juventud intenta tranquilizar es que aparentar hace referencia a ser menos
indígena, encubriendo tipologías y valores que los identifican.
Características que la modernidad se ha encargado de afectar tanto
positiva como negativamente a la etnia.

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