Está en la página 1de 2

“EL TEMOR AL PÚBLICO”

Orlando, Geler

La mayoría de los estudiantes tienen una aprensión nerviosa el cual ataca de diferentes
formas, esto inclusive si hemos tenido una experiencia anterior, suele pasar este tipo de
circunstancias.

Por lo general el temor a público está caracterizado por una incomodidad en el momento
en el que se está discursando, y por lo general al discursar se nos va, sin embargo hay
otros que nos hacen perder con la hilación de nuestro discurso hasta quizá perder o
renunciar a todo el discurso.

Muchos estudiosos del tema sostienen que este temor se puede enfrentar con no
prestándole importancia, otros piensan que el temor es por falta de serenidad en la
personalidad del orador.

Este temor que se presenta en algunos casos como nerviosismo es perjudicial para el
orador ya que no permite desenvolverse por completo o quizá no de manera eficiente, que
no lleguemos a expresar lo que realmente deseamos transmitir, por ello es muy importante
poder sobrellevarla, seguir remedios para contrarrestarla.

Para el autor el nerviosismo puede o no ser importante, en la medida que este afecte a
nuestro discurso, frente a esto la actitud positiva es vital.

Y este generalmente desaparece cuando nos metemos de lleno en el tema de discurso, y


en algunas ocasiones tiende a desaparecer, no se tiene que pensar de ninguna manera que
este es un problema patológico ya que este es normal.

Otra de las causas del temor al público es que hay una falta de autoconfianza, esto
mejoraría si tenemos una adecuada preparación, ya que al hacer este ensayo
prepararemos nuestras ideas o la secuencia en las que irán. Desde el volumen de nuestra
voz, el ambiente físico en el cual estaremos dando nuestro discurso.

Otra de los remedios que podemos poner en práctica seria, no tratar de ocultar nuestro
nerviosismo ya que esto solo empeoraría al mismo, para esto el relajamiento es vital.
Analizando un poco sobre la parte física, cuando uno tiene una reacción al temor la
corriente sanguínea recibe un exceso de adrenalina y tiroidina, el cual al no encontrar una
salida genera nerviosismo e hipertensión en nosotros, para esto es bueno generar
movimientos para consumir el excedente de energía siempre teniendo en cuenta que un
exceso también podría aumentar nuestro nerviosismo, para ello es necesario solo una
cantidad moderad de movimiento y así también no quedarnos rígidos en el transcurso de
nuestro discurso.

Otra de los remedios que podemos hacer, es pasear con nuestra mirada por todo el público,
asegurándonos así que todo el auditorio nos esté escuchando, asimismo utilizar nuestros
brazos, manos las expresiones faciales ayudaran a aliviar las tensiones que generan en
nuestro cuerpo el temor, nerviosismo y la hipertensión, perjudiciales para nuestro
discurso.

La elección de tema es muy importante ya que si uno no se siente familiarizado con este
no podrá darle confianza, por ello es recomendable escoger temas en los cuales tengamos
más interés temas en los cuales estemos familiarizados estos son mejores que temas en
los cuales no estemos familiarizados de los cuales sabemos poco o quizá no sepamos nada
del mismo. Así cuando gocemos de nuestro discurso porque realmente nos interesa
olvidaremos las tensiones que suelen aparecer como es el temor al público.

También podría gustarte