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UNIVERSIDAD NORORIENTAL PRIVADA GRAN MARISCAL DE AYACUCHO

R.I.F.J-080232168-6
FACULTAD DE DERECHO
NUCLEO MATURIN
SECCION 1D2

LA EMANCIPACIÓN Y LA TUTELA

PROFESORA: HEIDY FIGUEROA ESTUDIANTES:


Daniela Rojas 29.642.054
Jesús Fariñas 30.367.826
Andrés Guevara 29.700.817
Nicolás Requena 29.936.928

ASIGNATURA: Derecho Romano


TURNO: Mañana

Maturín, 2019
Introducción
En el siguiente trabajo abordaremos un poco sobre la emancipación que es la
liberación de cualquier clase de vínculo de subordinación o dependencia de una
cosa frente a otra. En el cual, todos los lazos de sujeción ceden o se rompen,
liberando al individuo.
La tutela que vendría siendo el derecho o la responsabilidad que se tiene para
velar por individuo menor de edad que no puede cuidarse a sí mismo como los
discapacitados y sus bienes.
LA EMANCIPACIÓN EN EL DERECHO ROMANO: En la antigua Roma, la
emancipación era la liberación de un esclavo por voluntad de su dueño., y mediante
la misma adquiría determinados derechos de los que hasta ese momento estaba
privado: comerciar, adquirir bienes, etc. Como emancipación, se denomina la
liberación de cualquier clase de vínculo de subordinación o de dependencia de
una cosa frente a otra. La palabra proviene del latín, emancipatio, emancipationis.
La emancipación permite que el mayor de 16 años y menor de 18 años puede
disponer de su persona y de sus bienes como si fuera mayor de edad.
CLASES DE EMANCIPACIÓN:
 Emancipación por matrimonio: En nuestro derecho la primera causa de
emancipación es la del matrimonio. Los requisitos para obtener esta
emancipación son: Tener edad para contraer nupcias, que son de 16 años
para el varón y de 14 para la mujer. Haber celebrado el matrimonio.

 Emancipación por habilitación de edad: El art. 134 establece que “los


menores que hubieren cumplido 18 años podrán emanciparse por
habilitación de edad, mediante decisión de que ejerza sobre ellos la patria
potestad"

EFECTOS DE LA EMANCIPACIÓN: El efecto inmediato era convertir al FILIUS IN


POTESTATE en un PATER IN POTESTATE y se producía una MINIMA CAPITIS

DEMINUTIO a la vez que se dejaba en la potestad del emancipado el

derecho de constituir una familia propia con él como titular de la misma.

Entre los efectos que producía podemos contar los siguientes:

a) Pérdida de los derechos sucesorios entre emancipador y

emancipado.

b) Ruptura de la relación de potestad entre los antes mencionados.


c) Conversión del FILIUS FAMILIAE en él cabeza de una nueva familia.

d) Pérdida de los lazos de adgnatio con su anterior familia.

e) Conversión del ALIENI JURIS en SUI JURIS.

f) Aparición de un patrimonio propio.

TUTELA EN EL DERECHO ROMANO

La tutela en el derecho romano, era una figura jurídica, por la cual se le daba
protección al menor y a las mujeres; ya que era un poder, que era permitido por el
derecho civil que se le daba a una persona libre para que protegiera a otra que por
su corta edad no pudiera hacerlo, este poder que se le otorgaba a esta persona
para representar a otra, no podía ser malintencionado no podía utilizarlo en
provecho propio.

TUTELA DEL IMPUBER. DESIGNACION DEL TUTOR

Tres maneras distintas de proveer el cargo de tutor del impúber fueron conocidas
en el derecho romano:

 La designación por el testamento del jefe de familia;

 El llamamiento por la ley,

 La designación por el magistrado.


Estos tres modos corresponden a las tutelas testamentarias, legitima y dativa
instituidas en nuestro derecho civil.

CLASES DE TUTELA

 TUTELA TESTAMENTARIA

El jefe de familia nombraba en su testamento un tutor a sus hijos que, hallándose


bajo la patria potestad, quedaran impúberes a la muerte de aquel.

El tutor testamentario debería tener la factio testamenti pasiva con el testador, lo


que quiere decir que debería tener capacidad jurídica para ser instituido heredero
testamentario de este.

 TUTELA LEGITIMA

La tutela legitima al más próximo agnado del pupilo, que era al propio tiempo su
más próximo heredero. En otros términos, el tutor legítimo del impúber era llamado
a heredarlo a su muerte.
 TUTELA DATIVA

Era la conferida por el magistrado. El tutor era designado a petición de los


parientes del pupilo o de cualquier interesado. Correspondía hacer el
nombramiento, al pretor en roma, y en las provincias al respectivo presidente.

FORMALIDADES PREVIAS PARA ENTRAR A EJERCER LA TUTELA

El tutor debía cumplir determinadas formalidades antes de entrar en el ejercicio de


su cargo, formalidades que se encaminaban a garantizar los intereses
patrimoniales del pupilo.

El tutor debía hacer un inventario riguroso de todos los bienes que formaban el
patrimonio pupilar, para que así se supiese que recibía y de que debía responder
en su administración.

El tutor legítimo y el dativo nombrado sin previa información respecto de sus


condiciones personales, debían prestar una promesa solemne garantizada con
fiadores solventes, de conservar intacto el patrimonio del pupilo: rempupili salvam
fore.

En la época de JUSTINIANO el tutor debía declarar previamente ante el


magistrado si era acreedor o deudor del pupilo
FORMALIDADES PREVIAS PARA ENTRAR A EJERCER LA TUTELA:

Previamente a entrar en el ejercicio de la tutela, el tutor estaba obligado a:

1. Hacer un inventario de los bienes del pupilo, si no lo hacia sin excusa legitima,
se sancionaba con la destitución del tutor y respondía por los daños y perjuicios
ocasionados; esto consistía en una discriminación detallada de los bienes del
pupilo, donde se indicaba su procedencia porque, posteriormente, el tutor debía
rendir cuentas de conformidad con el inventario levantado. La infracción de esta
obligación, se sancionaba con la destitución del tutor, quien, además, respondía
por los daños y perjuicios ocasionados. Es de señalar, sin embargo, que cualquier
acto urgente que pudiese provocar perjuicios al pupilo, podía verificarse aun antes
de levantar el inventario.

2. Prestar fianza o caución para responder del buen manejo de los bienes del
pupilo. El tutor debía garantizar su gestión y, en tal sentido, además del inventario,
debía prestar una fianza (cautiorem pupili salvan fore); ésta era una estipulación
mixta, impuesta por autoridad pretoriana o por la autoridad judicial. Se prefería la
fianza personal, dada la dificultad de fijar previamente la cuantía posible de los
daños que podía sufrir el patrimonio del pupilo y, por ello, el tutor respondía con su
total patrimonio. La garantía real, es decir, la afectación de una cosa del
patrimonio del tutor, para responder por los daños, no se admitía sino cuando la
responsabilidad era limitada.

3. Esto obedecía al hecho de que no podían determinarse, previamente, los daños


que el incapaz iba a sufrir y, podía ocurrir, que la cosa u objeto que el tutor daba
en garantía tuviere un valor menor que el patrimonio del pupilo, que iba a
administrar, no pudiendo ser el tutor responsable, con todo su patrimonio, de esos
daños. Los tutores testamentarios estaban exentos de la obligación de prestar
caución, en consideración de que nadie mejor que el padre, podía escoger a una
persona de su confianza, que no perjudicara al pupilo. Los tutores dativos tampoco
prestaban fianza, por razón de la investigación a la cual ellos eran sometidos. Los
tutores legítimos sí estaban obligados a ello, por cuanto eran designados en
atención al parentesco. Si no se presentaba fianza, los actos realizados por el
tutor eran considerados nulos.

4. El tutor debía declarar ante el magistrado si era acreedor o deudor del pupilo, lo
cual lo excluía de la tutela; si no lo hacia, perdía su crédito si era acreedor y si era
deudor no podía valerse de ningún pago realizado durante el transcurso de la
tutela.
Extinción de la tutela: La tutela terminaba, bien a consecuencia de hechos
relativos al pupilo (a parte pupilli), ora debido a acontecimientos concernientes al
tutor (a parte tutoris).

Los hechos del pupilo que ponían fin a la tutela, fueron: a) Su muerte; B) Su
llegada a la pubertad; y C) El padecimiento de capitis deminutio (máxima, media o
mínima).

Los acontecimientos que en relación con el tutor determinaban el fin de la tutela,


fueron: a) El fallecimiento del mismo; b) El sufrir capitis deminutio máxima y media
e, incluso, mínima, en el evento de los tutores legítimos o fiduciarios; c) Por la
llegada de un término u ocurrencia de una condición que ponía límite a las
funciones del tutor; y d) Cuando al tutor se le admitía una excusa o se procedía a
su destitución.

Acción de la tutela: A fin de proteger y amparar aún más al incapaz, se derivaron


varias acciones de tutela; se entendía por ello, en sentido general, el derecho de
perseguir en justicia lo debido cuando el derecho había sido lesionado.

Además, hay dos acciones, procedentes de la época de las XII Tablas:


 actio suspecti tutoris: es una acción expedita para todos (acción popular),
menos para el pupilo; lleva aparejada una nota de infamia, y se dirige
contra el tutor testamentario que obra dolosamente. En la época imperial se
llega a la remoción del cargo, y no ya sólo de la administración, mediante el
nombramiento de un nuevo tutor por el magistrado. Por último, es permitida
la remoción sin accusatio, siempre que el tutor sea inepto o traiga en
abandono la gestión. Dentro del Derecho justinianeo, puede dirigirse
la accusatio contra toda clase de tutores, quienes incurren en infamia en el
caso de haber obrado con dolo.

 actio rationibus distrahendis: es de carácter penal y tiende a proteger al


pupilo contra las sustracciones del tutor legítimo. La pena se cifra en el
doble del valor de la cosa sustraída. En el Derecho justinianeo se aminora
su carácter penal, pudiendo dirigirse contra cualquier tutor, y no ya sólo
contra el legítimo.
A estas acciones vino a añadirse, al final de la época republicana, otra sanción de
carácter infamante:
 actio tutelae: es una sanción de carácter infamante, y se ejercita por el
pupilo al término de la tutela. Por medio de ésta, el pupilo exige al tutor la
reparación de los daños que éste le hubiera ocasionado en su patrimonio
con una mala gestión. Creada con relación al tutor dativo, se extendió
después a los demás tutores.

Conclusión
Para concluir, podemos decir que Emanciparse es ganar dinero suficiente para poder
tener una vivienda propia y una vida normal y decente con un proyecto de vida propio sin
depender de otras personas, es fundamental decir que en la época contemporánea la
emancipación se daba más pronto que en la época romana, pues el ejercicio de la
autonomía se daba en una edad más temprana. Sin embargo actualmente el ejercicio
natural de este derecho ha cambiado (tal vez por causas económicas, o por otras de ellas)
en la edad de enmanciparse, pues cada vez se produce a una edad mayor.

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