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ESTRATEGIAS EDUCATIVAS Y DE
CALIDAD
CATEDRÁTICA:
LCDA. ANDREA YAMILETH LAZO
ALUMNA:
AIDA ELIDA RUBIO
SEDE:
CEUTEC-SAP
MARZO 2022
OBJETIVOS
1. El paciente “sabelotodo”.
Esta tipología toma el hilo de la conversación rápidamente, demostrando conocer completamente
las características, materiales, técnica y ventajas del
tratamiento propuesto. Es una persona excesivamente
instructora y te indica constantemente cómo hacer las
cosas.
Para tratarlo hay que aumentar la gama de estímulos para despertar su interés. Puedes
conseguirlo mostrándole mucha información relevante sobre los beneficios del tratamiento,
siempre de un modo sencillo y fácil de comprender.
Variar el tono de voz, hacer preguntas de control, etc. también te ayudará a romper la
indiferencia.
Y un aspecto muy importante: detectar la manera correcta y exhaustiva de cuáles son sus
necesidades. Si no lo haces, será muy complicado que le “despiertes” de su letargo.
4. El paciente discutidor.
Es una persona polémica por naturaleza a la que, en principio, hay
que dejar que descargue su energía personal.
Procura que su desahogo sea general y que no se centre en tu clínica
o en ti.
Lo más importante es evitar el enfrentamiento.
Para tratarlo hay que ser paciente y permite que tu paciente termine de hablar antes de
responder, y luego resume lo escuchado y pregunta para verificar (recapitulación). Atender sus
inquietudes y responde a cualquier pregunta antes de pasar a resolver el problema.
A veces, las necesidades de este tipo de paciente pasan por sentir que alguien presta atención a
sus preocupaciones. Intentar construir tu argumentación a partir de sus propias palabras para que
“conecte” más fácilmente con lo que le dices.
6. El paciente indeciso.
A este tipo de paciente le cuesta tomar una decisión por el propio riesgo que comporta. Y es,
probablemente, uno de los pacientes más difíciles de tratar. Suele
ser una persona tímida e insegura, que pospone una y otra vez su
toma de decisión. Además, prefiere utilizar evasivas en lugar de
exponer sus dudas de una manera clara y directa.
No hay una tipología que nos garantice una absoluta ausencia de error en la evaluación de
nuestros pacientes. Lo que sí podemos hacer es reducir los peligros de los juicios instintivos e
intuitivos. Las personas no tienen una personalidad estática; por esta razón, un paciente puede
comportarse un día de una forma y otro día hacerlo de un modo distinto. Por lo tanto, no es
admisible “encajonar” a un paciente de por vida.
BIBLIOGRAFÍA
sanitario., c. y. (s.f.). Obtenido de https://brandandhealth.com/tipos-de-pacientes-y-como-tratarlos/
(sanitario., s.f.)