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Una nota de opinión reciente referida a la pro- (Stiegler, 2003) y en la medida que se definan
blemática acuciante de la minoridad vulnerable, como universales deberán pensarse como estra-
sumaba a otras esta reflexión: “Los objetivos de tegias que reconozcan la diversidad de puntos
las políticas públicas no siempre se plasman, de partida de varones y mujeres, que equipa-
menos cuando se refieren a problemas muy ren condiciones y garanticen la igualdad en el
complejos.”1 Una de las complejidades radica, sin acceso y distribución de los recursos.
duda, en la relativa fragilidad del actor afectado
para instituirse como sujeto en condiciones de
demandar a las políticas. Ahora bien, más allá El contexto en el que se busca
de las similitudes y diferencias con la población promover la igualdad de género
alcanzada por las inequidades a las que alude el
presente artículo, la cita es oportuna porque in- La Argentina cuenta con un marco normativo
troduce la cuestión en la que pretende centrarse: de compromisos con la eliminación de todas las
las políticas públicas pueden contribuir a trans- formas de discriminación contra las mujeres
formar situaciones de inequidad cuando buscan asumido desde la Constitución Nacional. En lo
regirse por imperativos de justicia, pero, ¿cómo específico del ámbito laboral, aún con asuntos
pueden ser eficaces frente a problemas sociales pendientes, la legislación propone un adecuado
de naturaleza tan compleja? ¿Qué estrategias, balance entre una orientación protectora y otra
acordes a esa complejidad, pueden contribuir a promotora del trabajo de las mujeres.
trabajar sobre las causas del problema para dis- La preocupación gubernamental por consoli-
minuirlo o eliminarlo? dar políticas de estado que ubican al empleo en
En la Argentina, aún cuando algunos ras- el centro del desarrollo social y el crecimiento
gos del escenario se han modificado, un orden económico y la aspiración de lograr más y mejor
de género que jerarquiza y relega continúa trabajo para todos, trabajo decente tal como pro-
incidiendo en perjuicio de las mujeres y sus pone la Organización Internacional del Trabajo,
oportunidades de trabajo. constituyen un marco propicio para trabajar en
Desde este artículo, se comparte una serie contra de cualquier segregación y discrimina-
de reflexiones acerca de la orientación de las ción. Al definirlo como trabajo productivo en 71
políticas laborales y de empleo, partiendo de condiciones de libertad, equidad, seguridad
la siguiente propuesta: “habría que despedirse y dignidad, el concepto de trabajo decente re-
de la idea de que (estas) políticas son neutras” presenta una directriz explícita para que las
* Especialista en género, trabajo y políticas públicas. Asesora de Gabinete de la Secretaría de Empleo del Ministerio de
Trabajo, Empleo y Seguridad Social. La autora agradece los intercambios y la lectura de Silvana Fernández, Claudia
Berra, Jutta Marx y Hernán de San Fernando.
1
Mario Wainfeld “No liberar hasta que aclare” El País - Opinión - Página 12 - 3/12/2008.
políticas públicas orientadas a cubrir los défi- mujeres, lo que es relevante porque -como se
cits de trabajo decente y al cumplimiento de los decía al inicio- algunos asuntos públicos que
derechos del trabajo, se formulen atendiendo a afectan a “mayorías” suelen posponerse por
los problemas de inequidad que se identifiquen falta de voz y representatividad del sujeto en
en sus distintos ámbitos de actuación. En este cuestión. Desde estos espacios se puede brin-
sentido, el concepto asume la ausencia de neu- dar además, apoyo técnico y conceptual para
tralidad de las políticas y su potencial capacidad revisar una cultura organizacional que aún
de incidir en la reproducción o en la superación cuando está al tanto de los mandatos, no se
de las inequidades existentes, pero además interroga sobre la relación entre éstos y su
operativiza esta indicación fijando un horizon- tarea o, si lo hace, no logra integrarlo adecua-
te a alcanzar para el año 2015, definido como: damente a su misión.
“... una mayor equidad de género mediante una En otro plano, pero también como rasgo
mejor participación económica de la mujer, una del contexto actual, las perspectivas de avan-
reducción de la brecha salarial entre varones y zar desde el poder legislativo sobre distintos
mujeres, manteniendo los niveles de igualdad de ejes de una agenda de género para el ámbito
género alcanzados hasta el año 2000 en el ám- del trabajo, que se evidencia en la existencia
bito educativo. Como así también, aumentar la y tratamiento de proyectos específicos sobre la
participación de la mujer en niveles de decisión temática o generales (pero con impactos en las
(en instituciones públicas y privadas)”2. condiciones de vida de las mujeres y las relacio-
En nuestro país, la existencia de determi- nes de género), permiten avizorar un ambiente
nación y compromisos políticos a partir de la favorable para avanzar. El desafío pendiente es
adhesión a los mandatos mencionados y del el de recorrer la distancia entre las normas y
aval para integrar perspectiva y objetivos de su aplicación para asegurar el ejercicio de los
equidad de género en las políticas laborales y derechos consagrados. En este desafío el rol
de empleo3, se convirtieron en pilares sustanti- de las políticas públicas y de sus efectores es
vos que ofrecen actualmente un contexto para importante para informar, formar, promover,
poner en marcha y legitimar procesos orienta- vigilar y eventualmente sancionar el incumpli-
dos a trabajar en favor de la equidad de género miento de las disposiciones vigentes en favor de
desde las políticas públicas. la equidad de género y la no discriminación.
Se suman como ventajas destacables la dis- Por último e incluyendo en la caracteriza-
ponibilidad de información para identificar ción del contexto a las políticas y su orientación
las desigualdades de género; la existencia de de promoción de la igualdad, puede evaluarse
un entramado institucional con capacidad de que la incorporación de perspectiva de género
gestión y convocatoria al diálogo en el nivel te- ha estado y está presente desde el discurso y la
rritorial y sectorial, la vocación por recuperar o enunciación. Su inclusión en la planificación, en
consolidar políticas de estado y por enriquecer la previsión de recursos y en la implementación
la institucionalidad que las respalde. El apoyo ha sido escasa. Esta restricción no parece respon-
al funcionamiento de espacios de coordinación der tanto, entonces, a la ausencia de “mandatos”
y diálogo especializados en las temáticas de y herramientas más o menos afinadas para tra-
género y mujeres trabajadoras, constituye un bajar con la cuestión, sino a la reproducción
reaseguro y estímulo importantes. Estos espa- (implícita o manifiesta) de sesgos de género en
cios impulsan la inclusión en la agenda de las la cultura de las instituciones. Es frecuente en-
72 necesidades, demandas y propuestas de las contrar hasta el momento políticas y programas
2
Naciones Unidas, Objetivos del Milenio Nº 4.
3
Acta Acuerdo 57/2008- Creación de la Comisión Tripartita por la Igualdad de Oportunidades y de Trato, convocada y
coordinada por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (Resolución MTEySS 656/2002) dispone en su Art.
2º que se incorpore “la perspectiva de género como enfoque orientador del diseño y gestión de la totalidad de las acciones
de empleo, orientación y formación profesional, así como de las intervenciones que se realicen para promover la mejora
en las condiciones de trabajo, acceso y permanencia en el empleo de la población trabajadora”. Y la Resolución 1095/2007
que crea la Coordinación Equidad de Género e Igualdad de Oportunidades en el ámbito de este Ministerio.
Políticas públicas que contribuyan a la equidad de género: reconocer el problema para decidir cómo abordarlo
universales diseñados sin objetivos, resultados inequidad las perjudican en varios de los indica-
y actividades precisas orientadas a la equidad, dores laborales: desempleo, subempleo horario,
junto a proyectos acotados de género o para muje- trabajo no registrado, nivel de ocupación. La
res. El valor de este último tipo de iniciativas es existencia de un mapa del empleo con ac-
producir aprendizaje en materia de estrategias tividades mayoritariamente feminizadas o
y validar su impacto en la población y en los ac- mayoritariamente masculinizadas persiste.
tores. Los antecedentes nacionales demuestran Prueba de ello es que la participación de las mu-
que algunos aprendizajes fueron parcialmente jeres sigue concentrándose en las actividades de
incorporados en las políticas, pero poco a poco, servicios, sector que se ha feminizado aún más
al haber sido integrados como recursos distri- desde el año 2003. El empleo industrial creció,
buidos uniformemente al universo destinatario, pero ellas tienen presencia significativa en sólo
fueron desdibujándose en su intención inicial de algunas pocas ramas de actividad y en general,
equilibrar o compensar inequidades de género o en categorías de baja o mediana calificación
barreras específicas de las mujeres en relación (Novick et al., 2007). El trabajo doméstico “es
al trabajo. Detrás de esta decisión primaría un femenino” y casi en su totalidad, precario.
enfoque que prioriza la redistribución de benefi- Las desigualdades en el acceso al empleo y
cios por sobre el reconocimiento de las distintas a empleos registrados y de calidad, traen con-
situaciones de “injusticia” social, cultural o eco- secuencias que perjudicarán la situación de la
nómica que la política pretende reparar. mayoría de las mujeres luego de la vida acti-
va: las brechas de género y en particular de
ingresos se reproducirán cuando accedan a los
Inequidades de género, beneficios previsionales.
la expresión del problema En la intersección entre el mundo del tra-
bajo y el de la familia se generan inequidades
La mayoría de las mujeres en Argentina debe de género, fundadas en la división del trabajo
enfrentar todavía inequidades en el plano de entre varones y mujeres, que explican en mu-
los ingresos, las oportunidades de acceso a chos casos la situación que se describiera en los
empleos de calidad y el desarrollo de itinera- párrafos anteriores. Entre ellas tal vez la más
rios laborales satisfactorios, aún en un período compleja y menos abordada desde las políticas
sostenido de recuperación de la economía y de (excepto por omisión, lo que también consti-
disminución del desempleo. tuye una política), es la persistencia de una
Con indicadores económicos y de empleo responsabilidad mayoritaria de las mujeres en
favorables desde hace aproximadamente un la organización y gestión de las tareas de cui-
quinquenio (crecimiento del PBI, del empleo in- dado de la familia, con consecuencias luego en
dustrial y de los servicios), la participación de las el armado de su vida personal y -en el caso que
mujeres en la población económicamente activa nos ocupa-, en el armado de su vida laboral,
(aunque se mantiene constante) sigue estando por la segregación (explícita o implícita desde
por debajo de la de los varones. Las mujeres la demanda de trabajo) o la auto exclusión de
tienen buenas o mejores credenciales educati- oportunidades de empleo, formación y carrera.
vas (que los varones) para acceder a puestos de Estrechamente ligado con lo anterior se desta-
supervisión, jefatura, gerenciales y de dirección ca que es enorme el caudal de trabajo femenino
que les deparen mejores ingresos, pero siguen que se realiza sin remuneración alguna y sin ser
siendo minoría en estas categorías. Las brechas contabilizado como aporte en la generación del
73
en los ingresos percibidos se registran en su per- producto bruto interno del país. Integran este
juicio sin importar el tamaño de la empresa, la conjunto de actividades desjerarquizadas en el
modalidad de gestión y organización del trabajo, espacio público y muchas veces no vistas como
la presencia relevante de empleo femenino en el trabajo por las propias mujeres, el trabajo domés-
sector o la disponibilidad por parte de las muje- tico en el hogar (contribución a la reproducción de
res de competencias requeridas para el puesto la fuerza de trabajo), el trabajo de “ayuda fami-
al que aspiran o que ocupan. Las brechas de liar” en establecimientos de producción y servicios
se han comentado en este artículo, y en esta formación para el trabajo. Al promoverse ac-
dirección se cuestionan implícitos sobre la tualmente procesos de mejora de la calidad de
neutralidad de las políticas basados en una su- los servicios públicos que hacen de nexo entre
puesta homogeneidad de la población a la que los actores y las personas con problemas de em-
van orientadas. La ausencia de una mirada pleo o con aspiraciones de progreso, trabajar
deliberada sobre las relaciones de poder y las con el entorno y con las personas reconociendo
segregaciones o discriminaciones que se produ- y valorando la diversidad, debiera constituirse
cen en este ámbito “no impugna la desigualdad” en un componente de la calidad. En las políticas
y en consecuencia “reduce el impacto social, orientadas al sistema de relaciones laborales
político y económico” de las políticas. (Moser, el punto de inflexión, demostrado a partir del
1995). Es en esta dirección que se propone que año 2003, para recuperar instituciones como
no existirían formas y áreas de la política neu- la negociación colectiva, el diálogo sectorial y
trales con relación al género. federal para promover el empleo de calidad,
Al desarrollar el enfoque y las herramientas constituyen del mismo modo vías propicias
metodológicas de la planificación estratégica para la reflexión y el debate sobre aspectos
de género, Caroline Moser (1995) sostiene que centrales de los itinerarios laborales de las per-
“la planificación que excluye a las mujeres no sonas y de sus condiciones de trabajo. En ese
contribuye con su desarrollo, no fortalece la de- marco identificar barreras y discriminaciones
mocracia”. Pero, ¿qué significa incluir objetivos aún vigentes en perjuicio de las mujeres o de
de equidad de género en las políticas? otros grupos (precisando sectores e identifican-
Al acercar la mirada sobre políticas especí- do aspectos específicos a trabajar) representa
ficas, se identifican oportunidades estratégicas un espacio de oportunidad para promover el
para el trabajo “con género”. Las políticas que se debate y encontrar alternativas de solución so-
orienten a modificarlo para promover relaciones lidariamente compartidas entre empleadores,
más equitativas e igualitarias, se deberán pro- organizaciones de trabajadores y Estado.
poner acciones y resultados vinculados entonces Constituye necesariamente un proceso
a estos distintos públicos: las personas –mujeres que, a partir de una decisión política, transita
y varones trabajadores– y las instituciones y los por un camino crítico de revisión, produce la
actores de la producción, el trabajo, todos los apropiación de una perspectiva que orientará
eslabones que intervienen en la cadena de deci- las reflexiones sobre las inequidades existentes
sión y gestión de las políticas. en el ámbito de actuación de las políticas, que
Para atender a las dimensiones subjetivas y identificará sus efectos sobre el desarrollo de la
objetivas de esa construcción social, las interven- vida laboral de varones y mujeres. Esto signifi-
ciones deberán proponer por una parte resultados ca proponerse objetivos, estrategias y medidas
orientados a equilibrar la participación de ambos para revertir situaciones de desigualdad fun-
colectivos en la distribución de los beneficios; pero dadas en el género y otros atributos de las
además o complementariamente, a transformar personas y evaluar los resultados y los procesos
los prejuicios y privilegios que están detrás de las de cambio producidos en los distintos sujetos
brechas de género en el trabajo. Es decir a traba- destinatarios de las políticas: las personas y los
jar sobre los comportamientos, aspectos de orden actores (Marx y Rodríguez, 2008).
más simbólico o cultural que desde la oferta y la Se trata de un proceso que supone decisiones
demanda, que inciden en la persistencia de una de naturaleza política y técnica y de intervencio-
76 división sexual y jerarquizada del trabajo. A esta nes que aquí se presentarán por una parte, como
dimensión más subjetiva corresponden resulta- opciones referidas a las políticas y, por otra, a las
dos de proceso y de cambio. instituciones que abordan su diseño e implemen-
Por ejemplo, las políticas de mercado de tación. Se separan para ordenar las reflexiones,
trabajo abren la oportunidad de remover prác- pero en la realidad operan como pilares e insu-
ticas y prejuicios tanto de la población como de mos complementarios de una estrategia.
las demandas vinculadas a través de procesos Incluir perspectiva y objetivos de equidad de
de orientación, intermediación, colocación y género en las políticas es un proceso que requiere
Políticas públicas que contribuyan a la equidad de género: reconocer el problema para decidir cómo abordarlo
cuales se interpreta, por ejemplo, la situación tivo de los sectores en el acceso a los beneficios
de las personas en relación con la empleabili- del programa o la política; también para eva-
dad. Leer articuladamente las problemáticas luar procesos más cualitativos de cambio en los
del trabajo remunerado y no remunerado en el distintos actores.
caso de las mujeres, podría orientar estrategias Es necesario también transversalizar para
más eficaces de acompañamiento para mejo- identificar, “rastrear” en el abanico de políticas
rar la empleabilidad. Valorizar los saberes de vigentes, aquellas que resultan más estraté-
aquellas mujeres que los fueron adquiriendo al gicas para el abordaje de los problemas más
resolver problemas del ámbito doméstico como urgentes y aquellas que brindan oportunidades
competencias a jerarquizar para el desempeño para actuar y pasar de lo general y abstracto a
en el mundo público, enriquecería su repertorio lo concreto. En este caso se hace referencia a
de habilidades y conocimientos disponibles. aquellas con disponibilidad de recursos; de
Siempre en relación a las políticas, hacer que equipos con compromiso, capacidad o trayecto-
contribuyan a la equidad de género, implica ac- ria; allí donde se releven demandas puntuales
tuar en una doble lógica de trasnversalización de actores –grupos, territorios– afectados.
y focalización. “... Las cuestiones atinentes a las Transversalizar es interrogar y leer en las
mujeres podían aparecer como un pequeño lazo demandas aparentemente “neutras” de los sec-
que adornaba la trenza una vez que ésta ya es- tores huellas de inequidad que impiden alcanzar
taba lista” (Stiegler, 2003). Al comprender que los resultados esperados o alcanzarlos pero par-
ninguna política es neutral en relación con las cialmente, a medias, porque los obstáculos de
necesidades y los impactos diferenciales de gé- algún sector de la población han impactado en
nero que produce, transversalizar o integrar la el resultado final. En este sentido las políticas
dimensión de equidad en las políticas significa: que promuevan la igualdad y la equidad deben
incorporar desde el inicio una perspectiva que reparar en el reconocimiento de la diversidad
evidencie en el diagnóstico las discriminacio- y de los aspectos tangibles e intangibles que
nes o desigualdades fundadas en el género en fundan las desigualdades (Fraser, 2000). El
los distintos ámbitos de actuación. Que para acceso a los recursos que distribuye la política
cada ámbito (promoción del empleo, formación, –una mejora en el ingreso, la entrada a la for-
regularización del empleo) se fijen e incluyan mación, a recursos económicos para poner en
objetivos congruentes con las asimetrías de marcha alternativas de empleo–, puede no ser
género que se identificaron en el diagnóstico. alcanzado o mucho menos sostenido en el tiem-
Luego, que como parte de su planificación, se po si en paralelo esta distribución de beneficios
analicen y decidan las estrategias más adecua- no se complementa con medidas tendientes a
das para intervenir sobre los problemas4. transformar los aspectos (no materiales, rela-
Es necesario focalizar para incluir acciones cionales, diferencias de poder) que constituyen
específicas que reparen barreras y equiparen las causas “arbitrarias e injustas”de la discri-
puntos de partida desventajosos; para verificar minación (CIMT/OEA). Las políticas públicas
resultados y transformaciones en la práctica deben equiparar condiciones, para que las per-
de varones y mujeres, actores y equipos ins- sonas aprovechen las oportunidades que pone
titucionales; para dimensionar las acciones a disposición la política.
observables desarrolladas por los sujetos (ac- Esto también implica como opción estraté-
tividades de búsqueda de empleo, trayectos de gica, modalidades de gestión que valoricen e
78 formación, cantidad y tipo de empleos obteni- integren la visión de los sujetos sobre los pro-
dos) y para evaluar el cumplimiento de metas blemas y las alternativas de solución. Nos
propuestas tendientes a equilibrar el peso rela- referimos a la visión de las personas (en tanto
4
“El gender mainstreaming consiste en la reorganización, mejora, desarrollo y evaluación de procesos de decisión en todas
las áreas políticas y de trabajo de una organización. El objetivo: ... incorporar el análisis de las relaciones existentes (y
su orientación) entre los sexos en... los procesos de decisión, y hacer que todos los procesos de decisión sean útiles a la
igualdad de oportunidades, (reducción de brechas de inequidad, asimetrías en el acceso a los recursos de las políticas
entre varones y mujeres” (Stiegler, 2003).
Políticas públicas que contribuyan a la equidad de género: reconocer el problema para decidir cómo abordarlo
mandatos incluidos en las normas y darle sos- cuando se involucran los y las responsables
tenibilidad. También para estar cerca de las técnico-políticos del diseño y la implementa-
demandas y necesidades más urgentes que per- ción de las políticas. Las áreas especializadas
mitan priorizar, revisar y adecuar los objetivos en género procurarán acercar herramientas
de las políticas. conceptuales, experiencia, propuestas que se-
Los problemas afectan a la población, pero rán ajustadas en el trabajo conjunto con los
están relacionados con una cierta mirada de equipos “de línea” de las instituciones.
género que atraviesa a las instituciones que Las áreas de género o las personas con tra-
trabajan con ella, lo que lleva a decir que las yectoria en los estudios de género y de enfoques
instituciones como las personas, están “ge- y metodologías como la planificación y el análi-
nerizadas”. Difícilmente los gestores de las sis de género, –por su parte– deben “ser capaces
políticas estén en condiciones de “ampliar las de leer las reglas de juego y de poder imperan-
miradas sobre la realidad, mostrar posibilida- tes en las instituciones para introducir cambios
des objetivas y creíbles de caminos distintos” en la visión sobre las relaciones sociales en las
a las personas o a las organizaciones, secto- que están insertos –las relaciones sociales de
res, empresas, si ellos no se desprenden de género–” (Stiegler, 2005). Este proceso, por el
una mirada sesgada o parcial sobre las po- carácter socialmente construido del género re-
sibilidades de las personas en su diversidad, quiere de acompañamiento y valorización de
si no se apropian de una conciencia que los los saberes que brindan oportunidad al género
haga sensibles a esta diversidad y a su poten- en la institución. Se trata de un cambio y de un
cial, independientemente de su sexo, edad, enriquecimiento de la mirada que, como inci-
posición social. Las instituciones pueden de no sólo en la apreciación de las relaciones y
aprender a trabajar desde una visión más en- situaciones de otros, sino en la subjetividad y
riquecida y disponer de “competencias” que las prácticas de mismos/as “gestores y deciso-
les permitan planificar y gestionar las políti- res”, puede ofrecer resistencias. Seguramente
cas y los proyectos en dirección a promover la se dará por avances sucesivos la necesidad de
igualdad de género. apropiarse de este cambio de enfoque para com-
En las instituciones, incorporar perspectiva prender el impacto positivo que genera en la
de género en el diseño y gestión de las políticas calidad de la gestión que se emprende.
suele ser percibida como una tarea adicional a las El compromiso con la búsqueda de la equi-
múltiples exigencias que enfrentan los equipos dad constituye una opción política, fuertemente
técnicos en el marco de sus labores cotidianas. En enraizada al compromiso con la búsqueda de
general se registra un parcial desconocimiento justicia. Para que el Estado asuma el desa-
acerca del significado de esta perspectiva, tanto fío de recuperar y promover en la sociedad el
en términos conceptuales como en función de su valor del trabajo como eje estructurante de la
instrumentación en la práctica5. ciudadanía, convocando en este desafío a los
Consolidar un marco favorable para abordar sectores, las políticas públicas deberán facili-
un campo de trabajo complejo requiere de un tar desde su orientación, el avance hacia ese
proceso de fortalecimiento institucional. imperativo. En otro escenario el mercado de
Las recomendaciones de la XV Conferencia trabajo participó activamente en un proceso de
Interamericana de Ministros de Trabajo inclu- restricción y achicamiento de la ciudadanía. En
yen al fortalecimiento institucional como una el actual contexto garantizar el acceso a ese re-
80 estrategia central para que las políticas labo- curso en condiciones de equidad, reparando en
rales y de empleo estén en condiciones de ser las diferencias y obstáculos aún presentes para
transversalizadas y orientadas a la búsqueda algunos sectores de la población, representa un
de la equidad de género. Aún cuando se re- criterio rector de las políticas y en particular
quiera del apoyo de puntos focales de género, de las políticas que regulan el ámbito del tra-
la tarea desde estos espacios tiene impacto bajo. Abordar la transformación de las causas
5
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Políticas públicas que contribuyan a la equidad de género: reconocer el problema para decidir cómo abordarlo
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