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TEXTO 1

Los casos de violencia vicaria que terminan en el asesinato de menores se


han incrementado. Según EFE (2022) han sido 7 los menores asesinados por
sus padres en 2021, frente a los 3 que se contabilizaron en 2020 y 2019. Este
año que pasó ha sido el segundo más dramático de la serie histórica junto
a 2015 y 2018 desde que se empezaron a contabilizar estos crímenes en
2013. El año más trágico fue 2017, ya que se reportaron 8 menores
asesinados, mientras que en 2013 hubo 6; en 2014 fueron 4; y 1 en 2016. En
total, suman 46 desde 2013: 25 niños y 21 niñas según EFE (2022). La violencia
vicaria es la más cruel y despiadada, porque causa un daño irreparable y
destruye a la mujer que sufre este tipo de violencia. A continuación, se detallará
algunos aspectos relacionados a este tema.
La violencia vicaria se manifiesta de diversas formas, desde la instrumentalización
de los menores hasta el asesinato de estos. Primero, se puede expresar mediante
amenazas a la madre con quitarle a los hijos ante un divorcio, impedir a los niños
comunicarse con la progenitora, descuidarlos en su manutención o
instrumentalizarlos para que se tornen agresivos con ella. Segundo, se puede
manifestar en maltrato psicológico hacia los hijos, como en los casos en los que
el agresor ordena que le informen sobre lo que hace su madre, lo que genera
que sufran miedo o ansiedad. Tercero, este tipo de violencia también se puede
evidenciar en el daño más extremo que puede ejercer el maltratador hacia una
mujer: dañar o asesinar a los hijos.

Las causas de la violencia vicaria pueden ser muy distintas y generar


consecuencias muy lamentables. En principio, en muchos casos, el hombre tiene
antecedentes de malos tratos y violencia de género. Asimismo, el perfil del
agresor suele ser un hombre de mediana edad, de entre 20 y 50 años con hijos
menores de edad, que tratan de dominar y de prevalecer su postura a través de
la autoridad, el miedo y la violencia. En numerosas ocasiones, este tipo de
conducta se agravan al consumir alcohol o drogas. De producirse todo lo
anteriormente mencionado ocasiona que, en el caso de la pareja agredida, al
ver como los hijos sufren esta violencia, pueden llegar a ceder, alargando la
sumisión deseada por el miembro agresor. Si no cede, el maltratador, con el
objetivo de dañar al máximo al otro miembro de la pareja, puede llegar a
asesinar a los hijos, sabiendo que de esa manera producirá el mayor daño
posible al otro miembro de la pareja. Los trastornos psicológicos generados son
múltiples: estrés, ansiedad, estrés postraumático. Si hablamos del menor, se
pueden generar numerosos problemas, tanto físicos como psicológicos. 

Entre la violencia vicaria y el parricidio, se pueden identificar muchas diferencias.


La violencia vicaria se ejerce contra la mujer. El único objetivo es destruir la vida
de la fémina. Ello implica una intención clara de causar un daño infinito y un
dolor extremo a la que no se ha asesinado directamente. Por el contrario, el
parricidio está previsto en nuestro Código Penal como un delito con una grave
condena, dado el reproche social que provoca causar la muerte a una persona
con la que hay un vínculo de consanguinidad o adopción de ascendientes o
descendientes o cometido en ámbito de las relaciones matrimoniales o de
pareja.

La violencia vicaria debe ser contrarrestada, ya que impacta negativamente en


la vida tanto de la mujer como la de sus hijos; por ello, se pueden tomar en
cuenta algunas medidas para erradicarla. Por un lado, se necesita la implicación
responsable de todos los poderes públicos, que no deben admitir la negación de
la violencia contra las mujeres, una violencia que cuestiona los valores
democráticos y tiene efectos devastadores sobre la convivencia social. La
negación de la violencia contra las mujeres debe considerarse apología de la
violencia. Asimismo, la educación en todos los ámbitos académicos resulta
esencial para la formación de las nuevas generaciones, así como las acciones
de sensibilización dirigidas al conjunto de la sociedad. También, la inclusión de
las asignaturas obligatorias para la prevención de la violencia de género
propiciaría que se detecten a tiempo conductas que luego resultan gravemente
o lesivas.

Adaptado de Tajahuerce, I y Suárez, M. (s.f.)  Así es la violencia vicaria, la


expresión más cruel de la violencia de género. https://www.ucm.es/otri/noticias-
violencia-vicaria-ucm

DEL TEXTO:
1. SUBRAYA LAS IDEAS PRINCIPALES
2. ELABORA UNA SUMILLA PARA CADA PÁRRAFO
3. QUÉ TITULO LE PONDRÍA AL TEXTO
4. SEÑALA CUAL ES EL TEMA DEL TEXTO
5. ELABORA UN PÁRRAFO DE CONCLUSIÓN PARA EL TEXTO
TEXTO 2
 "¡Gorda!", me gritaban en la calle. Un adjetivo
calificativo que aumentaba el peso de mis kilos y de mi
alma. Gorda, vaca, tanque australiano, algunos más
originales, otros más recurrentes. Los escuché una, dos,
mil veces y siempre dolían. ¿Cuántas veces se rieron
de alguien a quien las piernas le chocaban al
caminar? ¿De quien se agitaba si tenía que trotar
hasta la parada de colectivo? Parecía que mi propia
existencia irritaba a mis agresores. No existía lugar de
paz: la calle, el boliche, la universidad, un local de
ropa… Todo eran campos de guerra donde las miradas y los comentarios eran
verdaderas batallas. Y el único respiro lo encontraba en mi trinchera: una heladera
llena de calorías o cuatro barras de chocolate. La obesidad se ha constituido
en uno de los problemas de salud pública más importantes del momento actual,
debido a los altos costes económicos, sociales, personales y de salud derivados, así
como a su importante impacto en la calidad de vida a corto y largo plazo.  En los
siguientes párrafos se dará a conocer aspectos importantes sobre esta
enfermedad.

La obesidad es una enfermedad crónica heterogénea en la que interactúan


múltiples factores y tiene una amplia gama de complicaciones. Los especialistas
precisan que es el resultado de un desequilibrio entre la ingesta diaria de la energía
y el gasto energético que provoca un aumento de peso excesivo. Además, son
factores asociados a la obesidad algunas afecciones médicas genéticas,
endocrinas y el consumo de ciertos medicamentos; también se asocia a factores
biológicos, conductuales y ambientales. Asimismo, se puede catalogar como
factores modificables a los hábitos de vida (como el consumo de comida chatarra)
y como no cambiante a la edad. Entre las comorbilidades asociadas a la obesidad
se tiene las enfermedades cardiovasculares, afecciones genitourinario, dolencias
del sistema músculo esquelético, accidentes en el sistema central y neurológico:
también se asocia a enfermedades como diabetes, síndrome metabólico,
enfermedad renal crónica, hígado graso no alcohólico, desorden del sueño,
cáncer, entre otras patologías.

En la realización del diagnóstico médico orientado a identificar a los individuos con


obesidad, la elaboración de la historia clínica es fundamental. Esta sirve para
investigar los hábitos de vida, de alimentación y de actividad física, evaluar el
riesgo actual y futuro de comorbilidad; e investigar la disposición de cambios de
comportamiento del paciente y de su familia.  Por una parte, la historia clínica
específica sirve para determinar la etiología de la obesidad; investigar la historia
familiar de obesidad; los factores de riesgo cardiovascular; la comorbilidad
asociada; los estilos de vida, con énfasis en el estado nutricio (frecuencia de
ingesta de alimentos e historia dietética); y los hábitos de actividad física. Por otra
parte, la historia clínica nutricional requiere identificar los factores de riesgo que
causen obesidad y los hábitos alimentarios (tipo y horarios), de actividad física y las
fallas de tratamientos previos de obesidad. También, en la historia clínica, se debe
registrar los resultados de estudios bioquímicos que incluyan biometría hemática
completa, perfil de lípidos, pruebas de función hepática, glucosa sérica en ayuno,
creatinina sérica, electrólitos séricos (potasio, calcio y magnesio) y examen general
de orina.

Esta enfermedad se presenta de tres maneras, ya sea según el IMC, por la


distribución de la grasa y según la causa. En principio, está la obesidad según el
IMC en el que, si el resultado al dividir el peso entre la estatura al cuadrado es
mayor de 25 indica sobrepeso, si es superior a 30 obesidad y si es mayor de 40
obesidad mórbida. Por otro lado, está la obesidad por la distribución de la grasa
que se manifiesta de manera general y en todo el cuerpo pues sufre un aumento
de volumen, pero también hay otras veces que la grasa se concentra en
determinadas zonas del cuerpo. En este caso están la obesidad androide o central
o abdominal (en forma de manzana) que causa un mayor riesgo  de patología
cardíaca, síndrome metabólico y desarrollo de diabetes, la obesidad ginoide o
periférica (en forma de pera) provoca problemas relacionados con los huesos,
apnea del sueño, insuficiencia tiroidea, la obesidad de distribución homogénea
que no es tan llamativa como las anteriores y lo bueno es que cuando adelgazas
también lo haces de forma homogénea. Por último, se tienen los tipos de obesidad
según la causa, los cuales se pueden identificar según la genética, la dietética, por
desajustes del sistema de control de peso corporal, por defecto termogénico, tipo
nervioso, por enfermedades endocrinas, por medicamentos y por defectos
cromosómicos.

Existen dos principales tipos de prevención primaria contra la obesidad, tales como
las intervenciones dietéticas y la promoción de la actividad física.  En primer lugar,
la prevención de la obesidad a través de intervenciones dietéticas requiere
alcanzar un estado de balance negativo mediante la reducción del consumo
energético. Los patrones dietéticos mejor estudiados incluyen una alimentación
orientada a la dieta mediterránea, que enfatiza la ingesta de vegetales (frutas y
verduras, nueces, legumbres, semillas), cereales integrales (cereales, panes, arroz o
pasta) y lácteos bajos en grasa, y limita la de carnes rojas y grasas, en particular, las
saturadas. Esta dieta ha sido elogiada por su efectividad para promover
una pérdida de peso segura a largo plazo y reducir los factores de riesgo
metabólico y cardiovascular. En segundo lugar, la actividad física se muestra como
medida fundamental para prevenir el incremento de peso progresivo en sujetos
con sobrepeso u obesidad. El Colegio Estadounidense de Medicina Deportiva
recomienda de 150 a 250 minutos semanales de ejercicio cardiorrespiratorio de
intensidad moderada y entrenamiento de resistencia para cada grupo muscular
principal dos o tres días a la semana para prevenir el aumento de peso.

| Adaptado de Tinahones, F. (2022) Obesidad ¿Por qué es tan peligrosa para la salud?  
https://www.muyinteresante.es/salud/articulo/obesidad-por-que-es-tan-peligrosa-para-la-salud-
831628763029

DEL TEXTO:
6. SUBRAYA LAS IDEAS PRINCIPALES
7. ELABORA UN RESUMEN EN BASE A LAS IDEAS SUBRAYADAS
8. QUÉ TITULO LE PONDRÍA AL TEXTO
9. SEÑALA CUAL ES EL TEMA DEL TEXTO
10. ELABORA UN PÁRRAFO DE CONCLUSIÓN PARA EL TEXTO

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