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Señoras y Señores, Honorable Cámara de Diputados

Comisión de Salud

Nos presentamos somos, Asociación de Enfermedad de Síndrome o Vértigo de


Meniere Chile, les saludamos a cada uno de ustedes fraternalmente y, a través de esta,
deseamos dar a conocer a esta comisión de Salud, lo que nos aqueja.

Para contextualizar, esta patología señalada esta descrita como una enfermedad
crónica que impacta de manera notable en la calidad de vida del paciente puesto que
confluyen tres síntomas muy invalidantes, como son el vértigo, la hipoacusia o sordera
y los acufenos. En sus síntomas se caracteriza por aumento de presión en uno u ambos
oídos, esto por un incremento de volumen de la endolinfa, con distensión en todo el
sistema endolinfático. El vértigo en sí, afecta principalmente a personas de entre 40 y
60 años aproximadamente y, más también.

Al momento de la crisis el paciente suele estar erguido (de pie o sentado), aprecia una
sensación de malestar, inestabilidad, confusión, bostezo o ganas de bostezar,
disminución de visión o escotomas, acufenos, náuseas, vómitos, palidez, sudoración.
Estos síntomas, en ocasiones pueden dar tiempo, para que el paciente se siente o
acueste, evitando así caídas bruscas que suelen originar lesiones graves, en general.

El síndrome de Ménière se caracteriza por la aparición de crisis agudas o episodios en


los que “se recomienda que el paciente permanezca en reposo, si fuese necesario en la
cama, y en silencio, sin realizar ninguna actividad, ni movimientos o cambios bruscos
de posición. En estos casos, se pueden emplear sedantes vestibulares o antieméticos
para reducir las posibles náuseas o vómitos”. Los episodios de vértigo son recurrentes,
al igual que tener la sensación de estar girando, la cual comienza y finaliza
espontáneamente. Los episodios de vértigo ocurren sin previo aviso y generalmente
duran de 20 minutos a varias horas, pero no más de 24 horas. Pero puede durar uno o
dos meses con crisis continuas y a veces por mucho más tiempo.

Por otro lado, también existen periodos intercrisis, de tiempo variable, en los que se
recomienda al paciente seguir un tratamiento de mantenimiento, tal como la
restricción de la sal, para controlar la presión del oído interno, y/o la toma de
diuréticos, además de reducir el estrés y la cafeína, así como evitar el consumo de
alcohol o el tabaco.
La persona presenta sintomatología descrita como campanilleo en los oídos
(acufenos). Los acufenos son la percepción de un campanilleo, un zumbido, un rugido
o un silbido en el oído. En sí, estas son alucinaciones acústicas.

Además, se presenta sensación de que el oído está tapado (pleno). Las personas con la
enfermedad de Ménière a menudo sienten presión en el oído afectado (congestión
auditiva).

Se describe que los factores que afectan el líquido, que contribuyen la enfermedad de
Ménière, incluyen:

Drenaje inadecuado del líquido, tal vez debido a una obstrucción o anormalidad
anatómica.

Respuesta inmune anormal

Infección viral

Predisposición genética

Stress también como factor gatillante

Debido a que no se ha identificado una sola causa, es probable que la enfermedad de


Ménière sea la consecuencia de una combinación de factores, lo cual se define como
síndrome.

Los episodios impredecibles de vértigo y la posibilidad de pérdida auditiva permanente


pueden ser los problemas más complicados de la enfermedad de Menière. La
enfermedad puede interrumpir la vida inesperadamente, y causar depresión, fatiga,
estrés, pérdida de conciencia en algunos casos, perdida de la autonomía y
consecuentemente perdida su actividad laboral etc.

Es necesario destacar que esta enfermedad tiene otras formas de presentación como
parte de ella que son: la Crisis otolíca de Tumarkin y Crisis de Lermoyez, ambas son
parte de esta enfermedad.

En su diagnóstico se debe considerar también una serie de factores, tales como los
genéticos. “Se sabe que el síndrome de Menière tiene una agregación familiar del 10%.
Por otro lado, se ha observado una vinculación con enfermedades como la artritis, la
psoriasis o la migraña”.

Para confirmar el diagnóstico el médico otorrinolaringólogo, debe realizar una serie de


pruebas entre las que se encuentran, escáner, audiometría, pruebas vestibulares,
entre otras, “Con ellas se pretende evaluar el funcionamiento del sistema auditivo del
paciente”. Así también, las pruebas vestibulares efectuadas ayudarán a valorar la
función vestibular del oído interno, responsable del equilibrio. Entre las más
importantes destacan el Video Head Impulse Test (VHIT), una prueba que permite
medir el movimiento ocular a partir de movimientos bruscos de la cabeza. Las pruebas
calóricas sugeridas, permiten también valorar la respuesta ocular ante temperaturas
altas y bajas en el oído interno.

Como medidas de tratamiento, el otorrinolaringólogo, dispone de un tratamiento


extremo que contempla la opción de la administración intratimpánica de fármacos
(gentamicina u otros) en el oído medio para reducir las crisis de vértigo. Esta medida
muchas veces no da los resultados esperados y el paciente continúa con las crisis de
vértigo y con consecuencias de sordera total. “En casos más graves, se puede valorar la
destrucción de la función vestibular para impedir dichas crisis.

En los casos en los que el tratamiento farmacológico no funcione, se puede valorar la


cirugía para tratar esos vértigos”,

Esta presentación pretende visibilizar esta patología a nuestras autoridades, quienes


pueden adoptar políticas de salud que puedan prevenir y/o ayudar al tratamiento de
esta enfermedad, debido a que causa tanto un deterioro y desgaste psicológico tanto
en el paciente, como a todo su entorno familiar, ya que en la gran mayoría de los casos
deben dejar de trabajar y recibir su remuneración y debe iniciar su trámites para
estudiar la posibilidad de acogerse a pensión de invalidez, cuando en ocasiones, son el
único o única proveedor del hogar.

Por otra parte, la medicación es de alto costo y por tiempos prolongados, lo que hace
imposible a veces costear esto, los exámenes que piden para el diagnóstico también
son todos de alto costo, además como las crisis son repentinas y bruscas son de alto
riesgo y a veces fatales, lo primero que se pide es una Resonancia Nuclear, pruebas
auditivas y vestibulares, VHIT, prueba movimiento ocular exámenes de sangre, etc.

Con esta presentación necesitamos y deseamos exponer que si bien hay numerosos
publicaciones y reportes nacionales y extranjeros sobre la enfermedad de Meniére, sus
variantes y consecuencias, no existe registros estadísticos específicos de esta patología
en DEIS del Minsal, que puedan aportar los datos de su prevalencia e incidencia.

Sin otro particular y esperando la mejor acogida de esta comisión, les envió el nombre
de la presidenta de esta Asociación.

Sra: Marta Flores Basualto

7.897.731-k

Presidenta de Asociación Meniére Chile

Se despide fraternalmente, quien escribe esta carta a petición nombre de la


asociación.

Myrna Arenas Barra, Rut: 9.166.367-8

Fono 988041694

myrnarenas@gmail.com

Chillán, 07 de abril de 2022

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