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ESTILOS ARTÍSTICOS Parte 1

Helenístico

El arte helenístico es aquel que sufrió la influencia del arte griego o helénico. Surgió
entre finales del siglo IV a. C., tras la conquista de Alejandro Magno sobre Grecia,
y el siglo II a. C., cuando se impone Imperio romano. El arte helenístico fue un arte
fundamentalmente ecléctico, ya que en él se mezclaron tanto los elementos
estéticos del arte helénico como la cultura de los diferentes dominadores (asiática y
occidental).
Esto fue consecuencia de la vocación imperial de Alejandro Magno y sus
seguidores, así como de los romanos. Todos ellos fueron, además, admiradores de
la cultura helénica. En consecuencia, en este estilo se pueden observar a la vez
rasgos íntimos, solemnes, comunes, colosales y menudos.

Un elemento de la escultura helenística es el patetismo, por patetismo se entiende


la expresión de angustia o padecimiento para generar conmoción. Así, las
esculturas de este período serán expresivas, dinámicas y cargadas de tensión, en
busca de un mayor naturalismo y emotividad.

La escultura se regirá por el gusto por el naturalismo y el individualismo, el cuidado


de los detalles exteriores, la piel lisa, el detalle de los cabellos y la tensión muscular.

Cares de Lindos, por crear de la legendaria escultura de bronce de 32 metros


llamada Coloso de Rodas, apenas conocida por relatos.

En la arquitectura también se va dejando de lado la austeridad del orden dórico y


se favorecerá a los órdenes jónico y corintio, más recargados, al optar por un estilo
ecléctico. Será también común observar la tensión entre la estética europea y
asiática, como el uso de la construcción abovedada de herencia babilónica. Como
ejemplo de arquitectura helenística podemos mencionar el altar de Zeus, en
Pérgamo, que data del año 180 a. C. aproximadamente. En la pintura se observará
la técnica de mosaico de mármol de colores, así como las cerámicas llamadas
tanagras, que son figurillas de barro cocido. Sin embargo, son muy pocos los
vestigios que perduran de este período. En cualquiera de las disciplinas, seguirá
prevaleciendo el valor de la medida.

El sentido de las proporciones se mantiene aun cuando se desafíen otros elementos


clásicos. La tendencia estilística del arte helenístico-asiático fue una influencia
fundamental para el desarrollo del arte cristiano.
Arte Bizantino

Por arte bizantino se conoce el conjunto de manifestaciones artísticas desarrolladas


en el Imperio romano de Oriente, llamado Imperio bizantino, desde el siglo IV hasta
el siglo XV. Sin embargo, este estilo se mantiene vivo actualmente como vehículo
de expresión de la Iglesia ortodoxa. El arte bizantino nació con el ascenso del
cristianismo. A comienzos del siglo IV Majencio y Constantino se disputaban el
título de augusto en el Imperio romano, dividido entonces en dos administraciones:
el Imperio romano de Oriente y el de Occidente. Inspirado por un sueño que
auguraba su triunfo bajo el signo de la cruz, Constantino derrotó a Majencio en la
batalla del puente Milvio en el año 312. Constantino asumió el control del Imperio
romano oriental, puso fin a la persecución de los cristianos por medio del Edicto
de Milán (año 313) y adoptó el cristianismo como religión de su corte. La sede del
Imperio romano de Oriente fue establecida en Bizancio, de donde viene el nombre
de Imperio bizantino, a pesar de que Constantino hizo llamar a la
ciudad Constantinopla desde el año 330. En arquitectura adpataron las basílicas
romanas o salas reales a las necesidades de la liturgia y de la corte imperial. Con
el tiempo, la planta basilical se convirtió en un modelo de iglesia cristiana, al que
pronto se sumó la planta centralizada o de cruz griega en tiempos de Justiniano,
una aportación original del arte bizantino. Al nivel constructivo, los bizantinos
adoptaron las técnicas y recursos constructivos del Imperio romano. Entre los
elementos romanos usaron principalmente las bóvedas de cañón, las cúpulas y
los contrafuertes. Usaron también las columnas, aunque más con carácter
ornamental, excepto en las galerías donde funcionan como soporte de las arcadas.

La principal manifestación de la pintura bizantina son los íconos. La palabra ícono


proviene del griego eikon , que significa "imagen", pero están concebidos como
vehículos de oración personal y litúrgica. la sensualidad es suprimida
deliberadamente. En la antigüedad, los íconos eran hechos por iconógrafos, monjes
consagrados especialmente para el oficio de "escribir" teología en los íconos (hoy
en día los iconógrafos pueden ser laicos consagrados). Las piezas también se
consagraban. En sus inicios, los íconos sobre tabla registraban la influencia de los
retratos del Fayum en Egipto.

Los íconos cumplían funciones litúrgicas. Por lo tanto, no pretendían imitar la


naturaleza, más bien, pretendían dar cuenta de una relación espiritual entre el orden
divino y terrenal, bajo estrictas normas teológicas y plásticas. omo rasgo general, la
escultura bizantina se afirmó sobre la tradición grecorromana. Incorporó los
elementos iconográficos del cristianismo: no solo las escenas, sino los símbolos y
las alegorías: animales, plantas, atributos, entre otros, formaron parte del nuevo
repertorio artístico.

La escultura bizantina estuvo al servicio de la arquitectura y de las artes aplicadas,


como era lo propio en el mundo medieval antiguo. Las esculturas de bulto redondo
no eran bien vistas por su semejanza con los ídolos paganos, de manera que se
prefirió la técnica del relieve para la escultura con fines religiosos.
Renacimiento temprano

Abarca desde el año 1420 hasta el año 1500 conto con muchos artistas, incluyendo
arquitectos, pintores y escultores que fueron los impulsores iniciales de la reforma
estilística. Estos artistas que empiezan a firmar sus obras abiertamente, se sienten
altamente inspirados por los pintores de finales del periodo gótico cuyas obras
venían mostrando el camino del nuevo pensamiento humanista. El inicio del
Renacimiento temprano es la ciudad de Florencia en la Península Itálica.

Los artistas del primer periodo del renacimiento conforman sus obras basados en la
tendencia humanista devota a la razón, e imprimen sus obras del clasicismo y la
perfección propia del arte griego y romano en la antigüedad. El nuevo culto a la fama
le propicia tener una clientela amplia que quiere ser inmortalizada en retratos o
esculturas o que quieren mostrar sus respetos por las figuras exitosas y
prominentes. Al mismo tiempo surten con bellos y valiosos objetos a la clase
pudiente con obras para decorar sus palacios o centros sociales las cuales
responden a su interés como clase opulenta deseosa de mostrar su riqueza y poder.

Las obras en este periodo son por tanto detallistas, proporcionadas, medidas y
apegadas a los dogmas del clasicismo griego y romano, pero poseen también el
orgullo de un hombre exitoso que quiere platear su realidad tal como es y en ese
sentido hay un despegue de la estética pura del idealismo griego y las obras se
tornan realistas y muy pormenorizadas, como si fueran a cobrar vida ante los ojos
del espectador. Los rasgos de los personajes son idénticos a los modelos, no
importaba si estos eran feos o bonitos. Hasta el temperamento de los mismos o la
emoción que estuviera siendo representada era indicado explícitamente para mejor
comunicación con el espectador. No estaban exentas sin embargo en las obras de
muchos de estos pintores, los signos velados o mensajes ocultos destinados a ser
comprendidos por un público culto. No eran personajes y escenas idealizadas y
perfectas, sino realistas y perfectas. Muchos artistas se destacan por su talento y
estilo propio lo que los sitúa como artistas prominentes y en demanda quienes se
convertirán a su vez en maestros o mentores; como el propio Verrocchio quien fue
maestro de Leonardo Da Vinci. Los artistas del Renacimiento defendían el valor
estético y cultural del arte de la antigüedad clásica. Este era muy superior a sus
antecesores medievales, razón por la cual rechazaron todo vínculo con su pasado
y adoptaron la armonía característica de las creaciones griegas y romanas.

El hombre fijó su interés hacia el conocimiento. Este era abordado a través del
estudio y la observación, mediante los cuales se obtuvo una idea más clara del
funcionamiento de nuestro planeta. En este punto de la historia, nacieron algunas
de las ciencias más relevantes de la actualidad, como la física, la biología o la
anatomía. Al dejar atrás el influjo del teocentrismo, la razón adquirió una importancia
nunca antes vista. Durante el Renacimiento, se defendió la idea de una explicación
lógica y científica para cualquier suceso o fenómeno. Desarrollando al mismo tiempo
el pensamiento racional que representa actualmente al ser humano.
Renacimiento Tardío o Alto

Es entre 1475 y 1525, Miguel Ángel, Rafael, Leonardo Da Vinci y Tiziano seguín
siendo los exponentes y realizaban obras comisionadas por mecenas o personas
importantes públicas como el grupo de los Medici que para entonces controlaban
las finanzas italianas. El arte del renacimiento se expande por toda Europa en este
periodo pero fundamentalmente se acoge muy bien en Francia, Inglaterra, Alemania
y la Península Ibérica. Responde este arte eficazmente a las necesidades de una
sociedad burguesa en busca de rodearse de confort, con obras que expresaran su
refinamiento y poder como buena clase social. Un interés grande por la naturaleza
y el mundo animal se ilustran en los bocetos de artistas como Albrecht Dürer (Alberto
Durero) (1471-1528), figura dominante del Renacimiento Alemán quien como
científico represento los elementos de las figuras en detalle. Sus pinturas, dibujos,
grabados y escritos teóricos sobre arte ejercieron una profunda influencia en los
artistas del siglo XVI de su propio país como Lucas Cranach el Viejo (1472-1553) y
también en los artistas de los Países Bajos. Héroes y leyendas son representadas
con viveza y realismo como si fueran a cobrar movimiento. En ellas la figura
humana; como en el caso del David de Miguel Ángel (hecho a tamaño natural),
expresan el detallado estudio de las formas del cuerpo, sus curvas, las venas, la
flexión natural de piernas y caderas. Miguel Ángel logra representar la acción, el
dramatismo del momento. Él fue además el autor de la decoración de la bóveda de
la capilla Sixtina y en esta excelsa creación refleja sus conocimientos del cuerpo
humano tal y como lo hiciera cuando esculpía. Fue Miguel Ángel Buonarroti el primer
pintor que logró representar este capítulo de la biblia sobre la creación con realismo
y detallado trabajo, enteramente a base de las poses, dramáticos gestos y
expresiones del rostro de las figuras, que transmiten el mensaje del caótico
desasosiego ante el juicio final.
En este periodo santos, vírgenes y apóstoles son dotados en las obras artísticas de
una dignidad y nobleza que se expresa en sus humanizadas figuras, que se
representan con los cánones clásicos de belleza pero lejos de estar totalmente
idealizados se representan naturales, cercanos y realistas.
Filósofos clásicos conversan dentro de la composición de Rafael en su obra “La
escuela de Filosofía” rodeados de personalidades de la época renacentista, en
donde la ilusión espacial que representa muestra una profundidad tridimensional
sorprendente. La suavidad de los rostros de sus vírgenes y retrato de
personalidades parecen hechos sin esfuerzo, cuando en realidad un dominio
increíble de la técnica y gran capacidad de trabajo nos regalan en sus suaves y
dulces figuras un verdadero y emotivo deleite visual donde la luz es la verdadera
protagonista. Leonardo estudio el comportamiento de los pigmentos y adhesivos
para pintar, termino pocas obras enteramente pero en las que se preservan se
observa la pulcritud del dibujo y el uso del color. Su utilización de la perspectiva
aérea y la creación del llamado Esfumado lo sitúan como uno de los grandes genios
de la pintura del renacimiento. Otro destacado artista de este periodo fue Tiziano
Vecellio en cuya obra logra representar a través del color, el control sobre las luces
y sombras, con su estilo arrebatado y dinámico mueve emocionalmente al
espectador de forma impactante. Su estilo rebuscado sentó las bases del
Manierismo.
Manierismo

Esta tendencia dispuso de una literatura teórica desarrolladísima que sin embargo
no encontró eco en la burguesía que no podía comprender su sofisticación
conceptual. El Manierismo coincide con el periodo de la crisis del cristianismo y las
luchas en Europa contra los invasores musulmanes.

Esta tumultuosa etapa marca el estilo de numerosos pintores en toda Europa


influenciando a pintores de los países bajos, Alemania, Francia y sobre todo en
España donde la figura del pintor conocido como El Greco era muy apreciada en las
cortes españolas.
Las figuras humanas se representan más alargadas alejándose del equilibrio
clásico, utilizan la luz contrastada en sus pinturas, el cromatismo intenso,
arrebatamiento de las formas, composiciones recargadas. Se muestra alta
expresividad de las emociones y se aumentan la sensación de inquietud y zozobra.
Son pinturas destinadas a provocar reacciones emocionales en el espectador.

Son sin duda la respuesta ante clásica que se viene desarrollando y que toma auge
a finales del siglo XVI. La paleta contrastante del Greco por ejemplo, enfatiza el
mensaje de la obra mediante una elocuencia particularmente dramática, es casi
como si estuviéramos viendo personajes reales en una puesta de escena teatral, en
su obra El entierro del Conde de Orgaz el patetismo ante la muerte queda
representado tan vívidamente que nos sobrecogemos ante su contemplación.

Los pintores y escultores Manieristas con su recargamiento de elementos en las


obras, su respuesta ante clásica a los dogmas compositivos, la experimentación con
diferentes paletas de colores, difuminación de fondos, dibujo nervioso y dramatismo
exacerbado plantean las bases estéticas y estilísticas que toma la nueva generación
de pintores, que influenciados por la nueva situación económica, política y social
impulsan un cambio que se aleja aún más del academicismo en la plástica.

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