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Derecho a la vida

● Derechos humanos y garantías constitucionales.- UNMDP Comisión 5.


● Trabajo grupal, integrantes: Noelia Lazarte; Mario Rodríguez; Mabel
Roda; María Nuñez; Julián; Alan Geraci; Marcos Bombini; Marcelo
Zulberti.

La vida reconocida como derecho ha tenido una evolución a lo largo de la


historia que trajo aparejado junto con ello diversos debates, sobre todo en lo
que concierne al principio y fin de la misma. Podemos definir el derecho a la
vida como el derecho fundamental que tiene todo ser humano a que se respete
su existencia, que solo debería poder perderse por causas naturales o
accidentales. Es un derecho natural que el derecho positivo debería
reconocer siempre, pero no ocurre así en la práctica.

Los derechos humanos, derechos inherentes a la persona humana, comunes a


todos y universales, se encuentran plasmados en nuestro sistema jurídico de
forma explícita e implícita. De forma implícita el Derecho a la vida se consagró
en el año 1980, con el fallo dictado por la CSJN en el caso Saguir y Dib. Recién
con la reforma constitucional del año 1994 se encuentran consagrados
explícitamente a partir de la introducción del art 75 inc. 22 por el cual se
incorpora con jerarquía constitucional tratados de Derechos Humanos que
reconocen el derecho a la vida como la “Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del hombre” (Art. 1), “Declaración universal de Derechos
Humanos” (Art. 3), y “Convención Americana sobre Derechos Humanos” (Art.
4).

En el ámbito internacional el derecho a la vida ha sido reconocido como el más


esencial de los derechos humanos y como condicionante para el ejercicio de
los derechos restantes.

El primer reconocimiento de los Derechos Humanos, lo podemos ubicar en la


Carta Magna del año 1215, es el primer documento que hace referencia a
derechos de protección al hombre.

Para el año 1798, la Revolución Francesa nos dio un nuevo avance en


Derechos Humanos, en “La Declaración de los Derechos del Hombre y el
Ciudadano” en donde influenciada por el derecho natural, los derechos del
hombre son entendidos como universales, sin embargo no es hasta el año
1791, donde se proclama la “Declaración de los Derechos de la Mujer y la
Ciudadanía” que entran las mujeres en la historia de los Derechos Humanos.
Si bien estos instrumentos avanzaron en materia, el derecho a la vida aún no
estaba reconocido.

Como mencionamos el debate central cuando hablamos del derecho a la vida


lo encontramos en el principio y el fin de la misma. Lo desarrollaremos a
continuación respecto al comienzo de la vida de la persona.

En Estados Unidos, antes de la independencia apenas existían leyes sobre el


aborto y su penalización aplicándose el derecho anglosajón, que básicamente
establecía que el aborto era aceptable y legal si se producía con anterioridad a
que la madre sintiera el feto. Luego de la independencia aparecieron leyes
(Década de 1820/1821) legislando sobre el suministro de abortivos a los
farmacéuticos y durante la década de 1860 aumento la legislación penalizando
y criminalizando el aborto.

En Argentina no había leyes que trataran el derecho a la vida, mucho menos se


mencionaba el tema relacionado al aborto.

En materia civil: En el año 1869 se sanciona nuestro primer Código Civil, en


este se reconocía a la persona humana desde la concepción en el seno
materno ya que de ahí mismo comienza la existencia (Art. 70 del Código Civil)
e inclusive antes de su nacimiento pueden adquirir algunos derechos como si
ya hubiese nacido.

“La vida comienza en el momento mismo de la concepción. Esta


científicamente comprobado que desde que el espermatozoide fecunda el
ovulo nace un individuo único, irrepetible diferente de cualquier otro individuo,
en ese embrión esta todo el hombre”.

Con lo respecta a la materia penal: En 1886 se sanciona el primer Código


Penal de Argentina, en el que se penalizaba el aborto en todos los casos. Los
artículos 102 al 106 del Capítulo III (Libro Segundo, Sección Primera, Título I)
castigaban tanto a la madre que abortara como a quien le diera asistencia, sin
excepciones. El año 1903 se produjo una reforma con la ley Nº 4189, conocida
como la Ley de Reformas. Ésta produjo principalmente un endurecimiento de
las penas, basándose en el concepto de que “el crimen se atenúa con la mayor
severidad en el régimen represivo”. Los artículos que penaban el aborto en la
Ley 4189 siguieron el espíritu de la reforma. Se aumentaron las penas a quien
lo realizase con o sin consentimiento de la madre, llevando la condena de 3 a 6
años a un período de reclusión de 3 a 10 años (llegando a 15 años si causasen
la muerte de la madre). En lo que respecta a la madre, si bien no se
modificaron los años de penalización, se expresa en uno de los artículos la no
punibilidad en el caso de tentativa, algo no contemplado en la Ley 1920.

De todo lo expuesto hasta aquí, consideramos que la vida es un derecho


fundamental, universal, y de origen natural que debe ser respetado por el
derecho positivo desde su concepción. Actualmente son cinco los países en los
que el aborto no está permitido bajo ningún concepto. De ellos cinco, tres son
latinoamericanos, El Salvador es uno de los países más estrictos en esta
materia; antes de 1998 permitía abortar cuando el embarazo era resultado de
una violación si se trataba de un bebé con malformaciones o si la madre corría
riesgo de muerte. Un nuevo código penal y la posterior reforma de la
constitución penalizo el aborto en todas sus formas.

Ahora bien, basado en lo expuesto podríamos afirmar que, el derecho a la vida,


reconocido como derecho implícito por la CSJN a partir de la reforma
constitucional de 1994, aparece como explicito consagrado en los articulados
de diversos instrumentos con jerarquía constitucional. La Constitución nacional
y los tratados protegen este derecho como el derecho a una vida de
determinada calidad, lo que también conlleva a proteger el derecho de toda
persona a un medio ambiente sano (ART. 41 C.N); el derecho de toda persona
a un adecuado nivel de vida para sí y para su familia, incluyendo vivienda,
vestimenta, alimentación y una mejora continua de las condiciones de
existencia. (ART. 11.1 Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales
y Culturales.)

Y en cuanto a la protección de la vida, comienza “desde el embarazo” y la


CADH se refiere a la protección de la vida generalmente desde la concepción
(ART. 19 Cód. Civil y Comercial Arg.); Se protege el derecho intrínseco a la
vida de la persona por nacer (ART. 6 Convención de los Derechos del Niño) y
es por eso que entendemos y nos aferramos a la idea de que los estados
deben garantizar en la máxima medida posible la supervivencia y el desarrollo
del niño lo que refuerza nuestro concepto de calidad de vida. Rechazando así
mismo el derecho a la vida de la persona por nacer con relación a cualquier
tipo de forma de interrupción de un embarazo (Aborto), ya que esta práctica
está tipificada como delito hoy en día en nuestro Código Penal (ART. 86) y
además que no solo se vulnera el derecho a la vida del niño/a por nacer si no
que la vida de la madre también está en riesgo constante con estas prácticas
(derecho al bienestar de la madre) ya que estas, además de ser clandestinas
terminan con la vida de muchas mujeres.

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