Está en la página 1de 25

MEDIOS DE

IMPUGNACIÓN
✗ La palabra impugnación, del vocablo latino impugnare, proviene de in y
pugnare, que significa luchar contra, combatir, atacar. El concepto de
medios de impugnación alude a la idea de luchar contra una resolución
jurídica, de combatir jurídicamente su validez o legalidad.
✗ Los recursos por sí mismos constituyen una pretensión. Esto, porque
son actos de iniciativa y tienden a reformar una resolución judicial
dentro del proceso, pero con procedimiento distinto. Es decir, la
interposición de un recurso no rompe la unidad esencial del proceso, ya
que su interposición, tramitación y resolución, tienen un procedimiento
distinto.
✗ Para entender con precisión este concepto, lo primero es diferenciar los
conceptos de “Recurso” y “Medio de Impugnación”. Lo esencial, para
empezar, es determinar si estos términos son sinónimos o no. Según
Guasp, se debemos inclinamos por la negativa, ya que, únicamente las
resoluciones del tribunal son susceptibles de recurrirse o de
impugnarse, en tanto que en nuestra terminología procesal es usado el
término impugnar para calificar aquellos ataques que se hacen también
en contra de actos de las partes y, especialmente, los que se dirigen a
un documento presentado por el adversario, tal y como lo establece el
Artículo 187 del Código Procesal Civil y Mercantil. De la simple lectura
del artículo citado, se demuestra que los términos recurrir e impugnar
no son sinónimos. De la forma en que está redactado el precepto legal
fácilmente se puede concluir que, en dicho caso, pueda hablarse hasta
de un proceso autónomo de impugnación. Lo que la diferencia de los
demás actos de las partes es que tienen un procedimiento especial,
pero no se rompe con éste la unidad del proceso.
✗ Para aclarar lo afirmado, basta pensar que con la simple impugnación
que, como quedo establecido, tiene su origen en el latín pugnare:
atacar, acometer, no se logra la reforma, revocación, modificación,
substitución o nulidad de una resolución judicial. Por el contrario, la
impugnación viene a ser como la motivación de un recurso. Si
solamente se indica que se impugna tal resolución por tal motivo,
legalmente no se está interponiendo ningún recurso, sino simplemente
atacando la resolución, por injusta o ilegal, pero no se está recurriendo
contra ella. Entonces se puede afirmar que, además de impugnarse una
resolución por algún motivo, debe interponerse en su contra un recurso
para que el juez o tribunal sepa qué persigue el ataque que en contra
de dicha resolución se efectúa.
✗ Queda establecido, entonces, que tanto el recurso o medio de
impugnación" constituyen una pretensión de parte para que se reforme
una resolución judicial. Se afirma esto porque en sí constituye una
petición o solicitud al órgano jurisdiccional para que realice algo, siendo
ese algo un acto de éste, precisamente la esencia del concepto de la
pretensión procesal. Esta pretensi6n o acto de iniciativa se diferencia
de los otros actos de las partes por la finalidad que persigue, es decir, la
reforma de una resolución judicial anterior, debiendo entenderse por
reforma la substitución de una resoluci6n por otra que viene a ocupar
el lugar de aquella. Con esto no se trata de dar nueva forma a una
misma materia, sino de cambiar también la materia misma de la
resolución.
✗ Se caracteriza también el recurso por no romper la unidad del proceso,
pues forma parte integrante del mismo en que se dictó la resoluci6n
que se ataca. En ese sentido, las pretensiones dirigidas a obtener en
otro proceso la reforma de dicha resolución, como acontece con el
Artículo 335 del C6digo Procesal Civil y Mercantil, relativo al juicio
ordinario posterior, tendiente a modificar la sentencia dictada en un
juicio ejecutivo, no constituye un verdadero recurso, sino acciones o
pretensiones impugnativas autónomas, que operan en tanto permite el
propio ordenamiento jurídico esta clase de pretensiones.
✗ Para el tratadista Podetti, éstos son las vías establecidas por la ley para
obtener, mediante la aclaraci6n, revocaci6n, modificación o anulación y
substitución de resoluciones judiciales, la justicia del caso. En este
sentido, el recurso está constituido por todo aquel procedimiento en
virtud del cual se pretende, ante el mismo juez o ante un juez de
alzada, que se declare nula, se revoque, se modifique, se revise o se
aclare una resolución anterior.
✗ La nota esencial de que el recurso constituye una pretensión la
encontramos también en la definición del tratadista Castellanos R.,
quien entiende por tal el derecho de pedir al propio juez que dictó una
providencia su revocación o modificación, o bien de hacer tal demanda
a otros jueces superiores.
Naturaleza Jurídica
✗ Al hablar del concepto de los recursos, se concluyó que constituían
pretensiones, actos de iniciativa tendientes a reformar una resolución
judicial, dictada en un proceso, con un procedimiento especial, pero
siempre dentro de la esfera del proceso en que la resolución se
produjo. Se indicó también que la esencia del concepto de pretensión
lo constituía, precisamente, la solicitud o petición dirigida al órgano
jurisdiccional para obtener un acto de éste.
✗ La tendencia doctrinaria considera a los recursos como actos
procesales, no obstante, esta clase de actos procesales, los constituyen
una especialidad de ellos, pues, son del dominio exclusivo de los
litigantes. Los recursos son actos procesales exclusivamente del
dominio y ejercicio del actor y del demandado, pues se concibe a las
partes proveyendo y a los jueces interponiendo recursos.
✗ La naturaleza de los recursos es, pues, estrictamente procesal. Es un derecho subjetivo
del litigante, cuya finalidad es obtener la revisión, anulación, o modificación de las
resoluciones judiciales y, además, es un derecho abstracto, similar al de acción, porque
no garantiza el pronunciamiento de una sentencia o auto favorable por el simple hecho
de su interposición, sino simplemente la revisión de la resolución impugnada. Se indicó
en la definición de recurso que éstos eran medios o vías establecidos por la ley, que
pueden usar los litigantes para atacar resoluciones judiciales. De allí se deriva otra
característica de la naturaleza de dichos actos, siendo ésta la categoría de facultativos o
potestativos, pues no puede hablarse de una obligación o de un deber de recurrir. Se
deriva de lo anterior la esencia misma del acto jurídico procesal, o sea de aquellos que
tienen por consecuencia inmediata “la constitución, la conservación, el
desenvolvimiento, la modificación o la definición de una relación procesal”. Son actos
que pueden ser meras manifestaciones de voluntad y que importan el ejercicio de un
derecho preexistente que se encuentra, normalmente, como un hecho, es decir, en
forma objetiva; pero también puede constituirse en una omisión y, en definitiva, vienen
a constituir acontecimientos que de cualquier manera influyen en la relación procesal.
✗ Según Devis Echandia, el recurso es un acto del proceso.
Consecuentemente, se descarta la pertinencia de hablar de recurso en
el caso de que haya necesidad de iniciar un nuevo proceso para
conseguir la nulidad, anulabilidad o revisión de una sentencia. Tal es el
caso del Artículo 335 de nuestro Código Procesal Civil y Mercantil, pues,
en realidad, la esencia misma del recurso está en el hecho de que
constituye un acto procesal de iniciativa, una pretensión de reforma,
pero que debe realizarse dentro del mismo proceso o procedimiento.
Por ello resulta inapropiado hablar de “juicio de apelación” o “juicio de
casación”, pues se trata de simples etapas dentro de un mismo proceso
o de instancias de un mismo juicio.
Fundamento y finalidad de los Recursos
✗ Solis de Ovando, indica que uno de los principios fundamentales del
Derecho Procesal lo constituye el de la inmutabilidad de la sentencia,
en virtud del cual una situación jurídica declarada por una resolución
judicial, no debe ser alterada o modificada. Este principio es producto
de la necesidad de la tranquilidad pública y del interés social, ya que no
es conveniente dejar a los particulares en una incertidumbre perpetua
respecto a la estabilidad de sus relaciones jurídicas. Pero, tal principio
cede ante la posibilidad de una sentencia injusta, posibilidad que ha
determinado en el ánimo del legislador al crear o establecer los medios
idóneos para reestablecer la justicia. La necesidad de fiscalizar la
injusticia de lo resuelto es el fundamento de los recursos. La ausencia
absoluta de medios idóneos para remediar una situación que deriva
injusta o ilegal, es contraria a la justicia y al derecho. Es por lo anterior
que toda decisión debe estar sujeta a impugnación.
✗ Para nosotros, el fundamento de los recursos lo constituye la
posibilidad de que en una resolución judicial se viole la ley, se cometan
injusticias por parte del juez o del tribunal en su caso; y que la finalidad
de dichos recursos la constituye pura y simplemente la reforma,
modificación, o nulificación de esas resoluciones, en aras de una mejor
justicia, puesto que con sus actos el juez puede contrariar tanto a la
justicia como al derecho.
Clasificación
✗ El problema de la clasificación de los recursos o medios impugnativos de las
resoluciones judiciales se presenta normalmente en la doctrina y en la legislación
de otros países. En nuestro medio, el actual Código Procesal Civil y Mercantil hace
caso omiso de ésta al no mencionarla, no obstante, a unos les da una regulación
especial, al normar los diferentes medios de impugnación, pero sin indicar con ello
que les reconozca una categoría o le clasifique en una u otra forma.
✗ En la doctrina se dan diferentes sistemas de clasificación de los recursos. Así, el
tratadista Podetti los clasifica atendiendo a las normas procesales, indicando, en
primer lugar, que existen dos clases de recursos: los ordinarios y los extraordinarios,
y que dentro de ellos se reglamentan especies y subespecies. Agrega que una base
para clasificar los recursos la constituye el tribunal que deba conocer de los mismos:
el mismo que dictó la resolución u otro de grado o jerarquía superior y, en este
último caso, cabe distinguir si es el tribunal inmediato superior u otro tribunal de
más alta jerarquía dentro del orden establecido por las leyes.
✗ Veamos que entiende Podetti por recursos ordinarios y por recursos
extraordinarios. Como nota característica de los primeros, indica que se
conceden ante el mismo juez o ante el tribunal de apelación (caso de
doble instancia), para reparar omisiones, errores o vicios de
procedimiento o de juicio, constituyendo trámite común o medio de
impugnación normal en contra de las decisiones judiciales. Atienden o
persiguen la satisfacción del interés subjetivo o de los litigantes, o sea,
la justicia del caso.
✗ Considera como ordinarios: la aclaratoria, revocatoria, apelación,
nulidad, directo o queja.
✗ Son extraordinarios para el citado autor los que no participan de las
anteriores características.
✗ Agrega que los recursos pueden interponerse, por regla general, ante el tribunal
recurrido, o ante el tribunal que ha de conocer de ellos, caso excepcional, y que
puede darse el caso de que un mismo recurso pueda interponerse ante los dos
tribunales sucesivamente (recurso directo de hecho o de queja, por apelación
denegada). Pero, lo que interesa en el caso de la interposición ante el mismo
tribunal, es el hecho de que se reúnan en un mismo acto la interposición y la
fundamentación del recurso, puesto que si se conceden ante distinto tribunal se
separan los actos de interposición y de fundamentación. Los recursos de aclaración
y revocatoria, y en algún caso de revisión, proceden ante el mismo tribunal. Al
referirse a los recursos que debe entender o conocer distinto tribunal, menciona a
los subsidiarios, denominados generalmente de queja y, entre c ellos: la apelación,
la nulidad, la inconstitucionalidad y la casación. El recurso ante el mismo tribunal se
da cuando se trata de reparar o corregir errores u omisiones y que para ante otro
✗ tribunal superior, cuando se procura un nuevo examen del procedimiento o del
juicio.
✗ Según Guasp para llegar a conocer la clase de recursos que existen
debe precisarse previamente los puntos de vista o criterios de
clasificación. Para él son cuatro los puntos principales de clasificación
que deben tomarse en consideración, a saber:
✗ a) Los sujetos que intervienen en el recurso;
✗ b) Las resoluciones contra las que proceden;
✗ c) La extensión del nuevo examen y,
✗ d) Los efectos del recurso.
✗ En cuanto a los sujetos, señala Guasp que, siendo el recurso típico acto procesal
de parte, pero de la parte que total o parcialmente ha sido vencida, al agraviado
se le da el nombre de “recurrente” y al vencedor el de “recurrido”. Desde este
punto de vista, la única clasificación que puede hacerse respecto a los medios
impugnativos es la de: principales e incidentales o adheridos, según se trate de
una primera impugnación o de la impugnación de un segundo, recurrente que
ataca o se adhiere al ataque anteriormente promovido. Visto desde otro punto
de vista, siempre referido, a los sujetos, es respecto de los órganos
jurisdiccionales, que puede establecerse una nueva distinción. Cuando el recurso
puede ser resuelto por el mismo juez o tribunal que dictó la resolución, los
clasifica como recursos horizontales, existiendo entonces unificación del juez a-
quo con el ad-quem; o bien, que la decisión del recurso esté a cargo de un juez o
tribunal distinto al que produjo la resolución, siendo estos los recursos verticales,
existiendo, entonces, una separación del juez o tribunal a-quo y del juez o
tribunal ad-quem.
✗ De acuerdo con el criterio de Guasp, ampliando lo relacionado
anteriormente, se considera que hay medios de impugnación verticales
y horizontales. Son verticales cuando el tribunal que debe resolver la
impugnación (que se denomina como tribunal ad-quem) es diferente
del juzgador o juez que dictó la resolución que se impugna (a quien se
designa como juez a-quo). Aquí debe distinguirse dos juzgadores
diferentes: el que va a resolver el medio de impugnación tribunal ad-
quem, que generalmente es un órgano de superior jerarquía
denominado tribunal de segunda instancia; y el que pronunció la
resolución impugnada juez a-quo. A estos medios de impugnación
verticales también se les llama devolutivos, porque necesariamente
tendrá que regresar el expediente al juzgador de primer grado para los
efectos de su ejecución.
✗ Los medios de impugnación horizontales los conoce el mismo juzgador
que dictó la resolución atacada o combatida. En estos medios de
impugnación no se da la separación orgánica entre el juez a-quo y el
juzgador ad-quem, pues hay identidad entre juez que resolvió y el que
conoce el medio de impugnación. También se les conoce como
remedios procesales, porque permiten al juez que dictó la resolución
corregir por sí mismo (remediar) los errores que hubiere cometido.
✗ En Guatemala existen muchas resoluciones en contra de las cuales cabe
otro sinnúmero de recursos, o bien, recursos que caben contra
sinnúmero de resoluciones.
✗ Respecto de la causa por la que el recurso puede interponerse, Guasp
indica que debe atenderse al hecho de que baste la simple
disconformidad de la parte vencida con la resolución que se impugna, o
que se exija la concurrencia de causas determinadas, fijadas
taxativamente en la ley. Así, en el primer caso, el único presupuesto
fundamental seria la simple inconformidad, la propia pretensión del
recurrente; en tanto que, en el segundo, para que proceda se precisa
de la existencia de uno de los motivos del recurso, es decir, una de las
causales autorizadas por la ley. Como ejemplo del primero cita el
recurso de apelación, y del segundo el de casación.
✗ Al hablar de la clasificación por la extensión del examen que de la pretensión de
reforma se hace, divide los recursos, según los poderes concedidos al juez o tribunal
ad-quem. Así, si el juez o tribunal ad-quem tiene los mismos poderes que el de a-quo,
da lugar o puede darlo a un examen íntegro de la pretensión de la parte. En tanto que
si los poderes del juez o tribunal ad-quem son mucho más limitados que los del a-quo,
el examen únicamente puede extenderse en algunos puntos o cuestiones planteadas
por la pretensión anterior.
✗ En cuanto al fin, distingue los recursos entre los que tienden a anular la resolución
anterior sin dictar inmediatamente otra en su lugar, por ser precisa ante la repetición
de los trámites que han sido afectados por la resolución del recurso, y aquellos
recursos que tiendan a substituir la resolución impugnada por una nueva resolución.
✗ Agrega Guasp que en la práctica no se presentan aislados los criterios expuestos, pues
su variada combinación produce distintos tipos de recursos de cada derecho positivo
y, en atención a esta combinación, la clasificación fundamental que puede hacerse de
los medios de impugnación es la de ordinarios y extraordinarios. Al lado de éstos se da
una categoría especial y autónoma de recursos, a los que denomina excepcionales.
✗ Estima Guasp que los recursos ordinarios se caracterizan por dos notas
fundamentales: la de no exigir para su admisión causas específicas, y la
de no limitar los poderes del juez o tribunal ad- quem. En tanto, los
extraordinarios, exigen causas fijadas taxativamente en la ley,
limitándose también las facultades del juez o tribunal ad-quem.
Respecto de los excepcionales, indica que su nota característica se
hallaría en que su pendencia no impide la producción de la cosa juzgada
formal de una resolución. Es decir, aunque la resolución esté firme,
admite la posibilidad de impugnación, calificándoles de excepcionales,
precisamente porque el efecto normal de la impugnabilidad de las
resoluciones estibará en la suspensión de la firmeza de una sentencia.
Como ejemplo de recursos excepcionales, cita los recursos de revisión,
de audiencia al rebelde y la tercería.
Remedios Procesales
✗ Según De la Plaza, existen dos categorías de medios de impugnación: los remedios y
los recursos. Ambos presuponen un perjuicio (gravamen), para la parte que les
utiliza, y en todos. se trata de obtener su reparación. Pero, si se examinan
atentamente, es fácil observar que, en unos casos, el perjuicio se produce por la
concurrencia de determinadas anomalías que pueden remediarse por la misma
autoridad jurisdiccional que conoce o conoció del proceso y, en otros, aun cuando la
relación procesal se haya desenvuelto normalmente, el agravio deviene
objetivamente del contenido de la sentencia que el agraviado imputa de injusta,
tratando que la actividad del órgano productor de la resolución sea fiscalizada por
otro de categoría superior, para que revoque o confirme la resolución impugnada.
Entonces, el autor citado indica que la técnica suele reservar el nombre de recursos
para los medios de impugnación que tratan de que se fiscalice la actuación de un
tribunal por otro superior, y reserva el nombre de remedios para los que
únicamente tiendan a la corrección de una anomalía procesal, o sea, que son
resueltos por el mismo tribunal que produjo la resolución recurrida.
✗ En cuanto a la clasificación es preferible adoptarlos criterios
clasificatorios del tratadista Guasp, ya que, aunque el Código Procesal
Civil y Mercantil que nos rige no menciona el problema de la
clasificación de los recursos, puede hacerse ésta en el sentido de los
sujetos, las resoluciones contra las que procede, la extensión del nuevo
examen y los efectos del recurso. Así, respecto a los sujetos, debe
tenerse presente que es norma general en nuestro medio, -al igual que
en todos los ordenamientos jurídico procesales-, que existan
normalmente dos sujetos denominados litigantes: actor y demandado;
y un sujeto de la jurisdicción denominado genéricamente juez. Y se dice
normalmente, porque existe la institución de litisconsorcio necesario y
facultativo y también la intervención voluntaria o a instancia de parte.
✗ Asimismo, se comparte el concepto del profesor De La Plaza sobre los
remedios procesales, ya que con él queda claro que éstos tienden a la
corrección de una anomalía procesal y son resueltos por el mismo
tribunal que produjo la resolución recurrida. Se hace únicamente la
aclaración de que los medios de impugnación regulados en nuestro
ordenamiento Procesal Civil, que son resueltos por el mismo juez que
conoce del asunto, tienen el carácter de recursos en virtud de ser
procedentes únicamente a instancia de parte y de no buscar la
corrección de una anomalía procesal.

También podría gustarte