De grupo a Equipo

Para la mayoría de ustedes no ha de resultar extraño cuando sus maestros les

solicitan el tener que formar grupos (o sí?), de hecho es algo que se solicita en la
mayoría de las clases, algunos lo vienen haciendo desde la escuela, otros desde el
colegio, y de repente (raro pero posible) varios lo estén experimentando hasta
actualmente que son universitarios, por lo cual estoy más que segura que no es la
primera vez (si lo es hacédmelo saber), entiendo entonces que tienen cierta
experiencia sobre lo que implica ser parte de uno. Ahora, siendo esta práctica ya por
ustedes conocida, lo que intentaremos en esta ocasión será hacer algo diferente
(por algo la psicología es conocida por promover el cambio), comenzaremos por
analizar lo que ya ha sido para ustedes esta experiencia, lo que han podido aprender,
que cosas buenas han sacado, que desagrados han tenido, como ha funcionado, etc.
Partimos de lo conocido puesto que no todo necesita ser “cambiado”, de hecho
muchas cosas son excelentes y deben permanecer para la buena funcionabilidad de
los grupos, es sobre las dificultades, las limitaciones y los obstáculos que
propondremos ciertos cambios. Si bien es cierto un proceso de mejora nunca termina
y los retos siempre persisten, sí es necesario transformar la rutina de hacer grupos y
pasar de ser un mero grupo de personas obligadas a trabajar juntas a un equipo
funcional y exitoso. ¿Por qué? Porque trabajar en grupo es algo imperativo casi
obligatorio ya que formamos parte de una sociedad que no podría andar si todos
pensaran y actuaran individualmente, por eso la mayoría de las actividades se
realizan en conjunto con otras personas, entonces no es un simple antojo o empeño
el de sus maestros de juntarlos (aunque ustedes lo piensen así), es que este tipo de
conocimiento practico nos lleva a ser mejores profesionales y es necesario que
lleguemos a entenderlo y apreciarlo debidamente.

Durkheim (el sociólogo) afirma que existen dos formas esenciales de vivir en
sociedad, una es cuando cada individuo aporta algo diferente y especifico, que no
todos hacen lo mismo sino que destacan y contribuyen a la sociedad desde su
especialización (sea cual sea). Así, cada miembro posee una parte de los
conocimientos generales y sus recursos, por lo que todos dependen de todos, a esta
clase de cohesión (unión) se le llama "solidaridad orgánica". Este tipo de solidaridad
es propia de las sociedades desarrolladas, en las que las personas descubren sus
talentos, los afinan y luego los ponen al servicio de los demás. En la solidaridad
orgánica los individuos se desmarcan del grupo, formando una esfera propia de
acción, pero al mismo tiempo la división del trabajo y la separación de funciones es
la fuente o condición de equilibrio social. Para entender mejor este tipo de
solidaridad debemos pensar en la naturaleza y como esta se renueva continua e
inequívocamente, si una parte del ciclo es alterado ella se adapta para tratar de
subsistir, solo cuando el daño es muy grande (el cual generalmente no es causado por
la naturaleza misma) esta perece. Por otro lado tenemos la sociedad "solidaridad
mecánica" que se caracteriza por una total competencia de cada individuo en la
mayoría de los trabajos, surgiendo una mínima diferenciación debida a la edad y
sexo. Cada individuo desconoce sus talentos y recursos con los que cuenta, tanto
económicos como intelectuales, por lo que la sociedad no está especializada; en ella
la mayoría no saben lo que tienen que hacer para sobrevivir y se limitan unos a otros
en búsqueda del sustento. Este tipo de sociedad se da en los países no desarrollados
y permite la subsistencia solo de grupos menores y no de las mayorías.
A continuación se detallan algunas diferencias entre grupo y equipo:

Grupo: Sus miembros realizan un trabajo serio y duro; se desempeñan mejor en un

ambiente de competencia. Equipo: Sus miembros trabajan divertida y
productivamente en un ambiente cooperativo, cómodo y relajado.

Grupo: Sus miembros se enfocan en su individualidad.

Equipo: Sus miembros tienen sentido de pertenencia.

Grupo: A sus miembros se les dice que hacer y no se espera que opinen. Equipo: Sus
miembros contribuyen al éxito del mismo, y se espera que su talento único
contribuya al logro de los objetivos.

Grupo: La visión y los planes se producen sin la contribución de sus miembros.

Equipo: Sus miembros han participado en la construcción de los planes y son suyos,
pues han contribuido a formularlos.

Grupo: Sus miembros no se comunican efectivamente.

Equipo: Sus miembros practican una comunicación abierta y franca.

Grupo: Sus miembros hablan más que escuchan y discuten entre sí. Se escucha a
quien habla más fuerte. Equipo: Los miembros se escuchan y dialogan con calidad.
Las ideas de cada uno son apreciadas.

Grupo: Si hay desacuerdo, éste causa desagrado y sus miembros tratarán de

imponerse. Equipo: Ante el desacuerdo, no se evita, ni se reprime el conflicto, y se
estudian las objeciones. En caso de persistir el desacuerdo, sus miembros pueden
vivir con ello.

Grupo: Sus miembros son poco dados a dar y recibir crítica. La crítica ocurre de
manera solapada y orientada a marcar errores. Equipo: Sus miembros critican
abierta y frecuentemente. Se critica a las ideas y no a las personas. La crítica busca
encontrar oportunidades para mejorar el desempeño.

Grupo: Sus miembros ante una situación de cambio y conflicto, reaccionan con
temor y se sienten amenazados. Equipo: Sus miembros reconocen el conflicto y el
cambio como algo normal, y buscan en cada una de estas situaciones, un resultado
positivo.

Un grupo exitoso es aquel en que todos sus miembros obtienen resultados positivos
(no solo unos dos o tres) y si por alguna razón no es así, el grupo se responsabiliza por
el mismo, aprende de sus errores y avanza. Está en sus manos decidir si quieren
formar parte de una sociedad que practica una solidaridad orgánica o una mecánica.
Esta es una oportunidad para que puedan crecer y fortalecer sus talentos.

Los animo a esforzarse y les deseo éxitos en este proyecto de aprendizaje grupal.

Atte. lic. Zoe Oseguera.