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Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

Facultad de Derecho y Ciencias Sociales


Teoría General del Derecho

Reporte de lectura de los libros:


“Introducción al Derecho”
De Mario I. Álvarez Ledesma y
“Teoría General del Derecho” de Víctor Manuel
Pérez.

Docente: Alfaro Pérez Raymundo


Alumno: Damián Alejandro García Calixto
Fecha: 21 de enero de 2022
Introducción al Derecho – Mario I. Álvarez Ledesma

Mi opinión general es que, el primer capítulo del libro a estudiar, es una excelente
manera de introducirte al campo del derecho, he notado que, a diferencia de otros libros,
éste emplea un lenguaje muy comprensible y jerárquico, empleando la terminología
jurídica solo cuando es necesario, y sobre todo, en dicha lectura se decide partir de lo
concreto a lo abstracto y no de lo abstracto a lo concreto, como suelen desempeñarse
muchos autores, que deciden redactar su saber con la finalidad de someter al lector a un
juicio interpretativo; no estoy diciendo que ir de lo abstracto a lo concreto sea una
inadecuada forma de plasmar el conocimiento, pero en este tipo de lecturas que son de
índole introductoria, como el propio título del libro sugiere, es necesario limitar el uso del
lenguaje abstracto y jurídico, con el fin de no desinteresar al lector, por lo que es
necesario partir de un uso del lenguaje más simple y concreto, como ya he mencionado,
ya que una vez comprendidos los conceptos, se presenta una mayor facilidad para
desenmarañar aquello que nos resulta desconocido y abstracto.

Pienso que el autor acierta en comenzar el capítulo desde un enfoque cotidiano, y eso es
algo muy importante a considerar, porque el autor hace énfasis en repetidas ocasiones,
la importancia del “derecho” en el sentido amplio y abstracto de la palabra, en nuestra
cotidianidad, en el día a día de nuestras vidas, en cómo éste se hace presente desde que
salimos de nuestros hogares y vamos directo al trabajo, a la escuela o a una reunión, o
poniendo otro ejemplo más concreto, el de un padre que se levanta a las tres de la
mañana para darle el biberón a un recién nacido, situaciones que pueden parecer
mundanas, pero en las que el derecho se hace presente aunque sea de forma más sutil.

En el párrafo anterior mencioné al derecho en el sentido más amplio y abstracto de la


palabra, porque éste no se puede limitar a una definición en concreto, y es otro de los
conflictos con los que se nos introduce en esta materia, y es que, el derecho puede darse
a entender en muchas acepciones; hay expresiones que suelen ser utilizadas por las
personas ante cualquier circunstancia, dando a entender la función del derecho, tales
expresiones son: “Tengo derecho a…”; “Por derecho propio…”; “Es conforme a
derecho…”, etc. Expresiones que si bien, están sujetas a diversas interpretaciones y
contextos, es entendible la finalidad de cada una y denotan autoridad y el carácter
coercitivo del derecho, del que hablaré más adelante.

Otro tópico del que se nos habla en la lectura es la del individuo en sociedad y como éste
no puede vivir aislado de ella, lo cual se justifica desde elementos biológicos y
psicológicos, como lo son la supervivencia, naturaleza que compartimos con los
animales, hasta otros elementos con cualidades más complejas, como lo son el libre
albedrío (capacidad para decidir) y la autonomía (capacidad de proponerse fines propios),
lo que tienen en común estos elementos, es que tienen el carácter de intereses
primigenios, es decir, que estos elementos cumplan su adecuada y plena función, es
necesario que se empleen dentro de la sociedad y no fuera de ésta.

La lectura en determinadas ocasiones hace hincapié en el papel del individuo en


sociedad, y de cómo el derecho interviene o media en esta abstracta relación, el autor
nos ofrece un primer enfoque de estos elementos, mencionando que el individuo también
puede poner en riesgo los ya mencionados intereses primigenios, por lo que es aquí
donde interviene el derecho mediante la aplicación de una normatividad, facilitando así,
la convivencia y cooperación en sociedad; por lo tanto es en esta situación en concreto
donde el derecho aplica lo que el autor llama su función original, dando a entender que
tal función es la de ser un instrumento regulador de aquellas conductas sociales que
pudieran afectar dichos intereses primigenios. Esto es importante de analizar, porque nos
volvemos a dar cuenta de la relación que tiene el derecho con nuestra cotidianidad, como
bien sabemos, este tipo de riesgos a los intereses primigenios de los cuales nos habla el
autor, ocurren en todo momento, el ser humano es vulnerable por naturaleza, por lo que
es común que constantemente se presenten situaciones en las que sea necesaria la
intervención del derecho.

Un elemento de vital importancia en el derecho es el lenguaje, y el autor desglosa la


importancia de éste, no desde un carácter jurídico y especializado, sino dentro de la
concepción del individuo, subraya que el lenguaje normativo puede llegar a ser ambiguo,
vago y abierto, y si bien en ciertos casos, se ha empeñado en darle al lenguaje normativo
un sentido más técnico y abstracto, también es necesario mantener la ambigüedad,
vaguedad y amplitud del lenguaje, con el fin de ser comprensible sin mayor esmero para
los individuos.

Otro elemento de la normatividad jurídica del que se habla en la lectura y que captó mi
atención es el de la coerción, elemento tan debatido a lo largo de la historia del derecho
y de cómo esta es hasta cierto punto indispensable para la eficacia de las normas
jurídicas. También se menciona de cómo las normas son institucionalizadas por el
estado, estableciendo una clara dependencia; a través de un par de párrafos, el autor
nos sintetiza la relación del estado con el derecho, menciona que un estado, ya sea
fascista, autocrático o democrático, producirá un derecho de la misma naturaleza, algo
que nos pone a reflexionar en la versatilidad del derecho, ya que éste depende en gran
medida del estado, contexto y en general, en la parte del mundo en la que se desarrolle.

Así mismo, también hace referencia a elementos vitales dentro de la materia jurídica
como lo son la soberanía y el poder, ambas muy relacionadas entre sí y en las que radican
un cúmulo importante de decisiones, autoridad y subordinación, así como los fines que
hay de por medio, tales como la paz, la seguridad y la supervivencia.

Un aspecto a considerar es el de la aceptación de las normas por parte de la sociedad,


para eso existe un elemento importante conocido como legitimidad, el cual se encarga
de justificar la aplicación de las normas, ya que, al ser emitidas por el estado, se denota
un carácter de obligatoriedad y por consiguiente, de aceptación por parte de la sociedad.

Este primer, pero importante capítulo de la obra de Ledesma, nos hace ver la importancia
del derecho en cada aspecto de nuestras vidas, como animales pensantes, como
personas, como miembros de una sociedad, como partes importantes de un estado, etc.,
pero, sobre todo, nos invita a reflexionar sobre nuestro papel y función de la sociedad a
la que pertenecemos. Son muchos conceptos, elementos e ideas de esta lectura sobre
las que me gustaría reflexionar ahondadamente ahora mismo, pero tendría que emplear
un número impreciso de cuartillas, me detuve únicamente en lo que más llamó mi tención,
si bien, todo lo analizado en esta lectura es fácil de comprender, es importante detenerse
a analizarlo y sobre todo interpretarlo, un carácter necesario en la materia de derecho,
con el fin de exprimir un mayor provecho de lo que considero un importante contenido.
Teoría General del Derecho – Víctor Manuel Pérez Varela

La razón, el raciocinio, todo aquello que es razonable, son elementos básicos dentro
del derecho, tal y como se menciona al inicio de la lectura, es precisamente la razón un
elemento esencial a considerar si se quiere hablar de teoría del derecho. ¿Y cómo se
constituye esta importante teoría? Si bien son muchos los elementos sobre los que se
puede conjeturar para comprender al derecho en su teoría más pura, siempre es
necesario volver al principio, donde inicio todo, donde se dio origen a todo lo que
conocemos como derecho y todo lo que constituye nuestra realidad, porque el derecho
también guarda una estrecha relación con el estudio de la realidad y todo lo que ella
constituye.

Ahora bien, ¿dónde comenzó todo? Hay un principio para todo, podemos volver al
principio de la edad moderna, al principio de una guerra, una revolución, a la prehistoria,
etc. en este caso, el elemento, la sustancia o la palabra clave a considerar, es la razón,
por lo tanto, es necesario partir desde el momento en el que el hombre se volvió un ser
pensante, tal y como lo menciona el autor, uno de los elementos básicos a tomar en
cuenta al momento de elaborar la teoría es el origen, los otros elementos son el presente
y la reflexión, pero volviendo al tema del origen, es necesario saber que el derecho ha
sido tema de debate desde tiempos remotos, en este caso, desde que el ser humano se
formó tal y como lo conocemos, un ser pensante capaz de generar ideas, conocimiento
y sobre todo, normas, fue a partir de ahí, cuando se daría una interminable búsqueda por
saber el significado de “derecho” una palabra fácil de digerir, pero muy difícil de
comprender.

Juristas, filósofos y hasta el ser humano más común y ordinario, han buscado por años
un significado concreto del derecho, brindando teorías lo mayor aproximadas posibles a
la esencia del derecho, teorías a las que vale la pena echarles un vistazo y ponerse a
reflexionar, ahora bien, dicen que los mejores filósofos vienen de Alemania, no es
necesario discutir sobre eso ahora, pero en este caso sí es necesario tomar en cuenta la
opinión de un ilustre filósofo del siglo XVIII, por supuesto estamos hablando de Immanuel
Kant, quien brindó notables aportes a la teoría del derecho, Kant mencionaba que existen
dos formas de percibir el derecho, desde la perspectiva filosófica y desde la forma
dogmática, ambas tan radicales como similares, para no expandirme mucho en este
punto, voy a citar una definición concreta que dijo Kant sobre el derecho: “El derecho es
la limitación de la libertad de cada uno a la condición de su concordancia con la libertad
de todos, en tanto que esta concordancia sea posible según una ley universal”, un
enunciado abstracto a primera vista, pero que si se interpreta adecuadamente, nos pone
a reflexionar sobre nuestro carácter como individuos, así como nuestra cercanía con la
sociedad en que nos desarrollamos y cómo dependemos de ella sustancialmente.

Han sido muchas las teorías sobre estas cuestiones de carácter jurídico, Kant está por
una parte, quien nació en una época donde floreció el aporte del conocimiento científico,
pero si buscamos analizar la obra de alguien más cercano a nuestra época, está el
teólogo canadiense Bernard Lonergan, quien proporcionaría aportes importantes a la
Teoría General del Derecho tal y como la conocemos, Lonergan utilizó el método empírico
en materia de derecho, dando a entender, que para conseguir la teoría, se debe
comprender el comprender humano, valga la redundancia. Lo anterior nos ayuda a
comprender la importancia del “deber ser” en el derecho positivo.

Ahora sí, ¿cómo se originó la teoría general del derecho? Cómo hemos visto, las
aportaciones de autores como Kant y otros ilustres de la época eran de una índole más
filosófica y reflexiva, pero fueron los autores Carlos Bergbohm, Adolf Merkel y Ernesto
Rudolf Bierling quienes crearon esta teoría como la conocemos, estudiando los principios
las nociones comunes a las diversas normas de un derecho o de los diversos
ordenamientos jurídicos y que buscaron desprenderse en mayor medida del carácter
filosófico que adoptaron sus predecesores.

Otro aspecto que captó mi atención de esta lectura es el del esparcimiento del
conocimiento, algo que no me había puesto a pensar con detenimiento, porque hoy en
día tenemos el conocimiento guardado en el bolsillo, sin embargo, irónicamente, muchos
individuos parecen mostrar cada vez más menos interés por adquirir conocimiento, algo
preocupante y que en verdad te pone a reflexionar, ya que muchos se hacen sordos con
cosas que son esencialmente necesarias y ponen esmero y dedicación en cosas que no
son de provecho, ahora volviendo al tema, precisamente después de que se elaborara
esta teoría general del derecho, comenzó la difusión de este conocimiento en diversas
naciones, teniendo como objetivo una reflexión básica del derecho en sus múltiples
facetas: Antropológica, metodológica, histórica, sociológica, filosófica, jurídica, etc.

Volviendo a un punto que expliqué vagamente unos párrafos atrás, es precisamente una
de las razones de ser de la teoría del derecho, es la de explicar la realidad o realidades
más complejas, realidades que necesitan de una intervención jurídica e interpretativa, no
hay que olvidar el carácter dicotómico del derecho, ya que gracias al aporte de filósofos
de antaño, como filósofos más apegados a nuestro contexto histórico, es posible
esclarecer esta dicotomía, ya que la teoría del derecho de la cual estamos hablando, es
resultado de la filosofía y la ciencia, resultado del trabajo de juristas, filósofos, teólogos y
todos aquellos que dedicaron gran parte de sus vidas al estudio del derecho.

Otro tópico del cuál se puede debatir es el de la práctica, porque muchas veces esta
parece no tener concordancia con lo escrito a través de normas, es por eso, que se
menciona que el derecho es una materia cambiante, si bien, hay autores que mencionan
que esto no es del todo cierto, al menos en la práctica se ha dado validez a este
argumento, el derecho es una materia que no se detiene y esa es una de las razones por
las que no ha sido fácil darle una definición concreta al derecho, ya que éste mismo
requiere de importantes criterios actualizados y validos tanto en la práctica como en la
teoría.

Como punto final del que me gustaría reflexionar, es sobre la importancia de la teoría del
derecho, porque ésta es importante para mantener a flote nuestra realidad comprendida,
por una parte es fuente de trabajo para la sociedad, legisladores, jueces y juristas se
valen de este tipo de conocimiento, así mismo, la teoría del derecho tiene como finalidad
desarrollar nuestra capacidad de raciocinio y sobre todo de reflexión crítica sobre los
problemas jurídicos que suceden día a día, en la cotidianidad de nuestras vidas.

Estos son algunos de los tópicos que más captaron mi atención de este primer capítulo
de la obra de Pérez Varela, que, si bien fue más corto que el anterior, personalmente fue
el que más me puso a reflexionar y a interpretar cada uno de los conceptos desarrollados
párrafo por párrafo.

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