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¡¡¡NO AL “ELEFANTE BLANCO”!!!

I.- Reflexiones preliminares:

Al ver el nuevo texto y su proceso de gestación, me vienen a la memoria dos frases de dos de los
principales protagonistas de la transición española a la democracia de 1975-1978, que reflejan el éxito
de dicha experiencia, y que definitivamente ¡NO SE CUMPLEN! en el proceso constituyente chileno:
a) Hacer el cambio “de la ley a la ley”, de Torcuato Fernández-Miranda, esto es, sin quiebres ni
sobresaltos, sino que, respetando la institucionalidad y negociando todos los actores de buena fe.
b) “La concordia fue posible”, de Adolfo Suárez, comentando el éxito final del proceso español.
En el actual proceso chileno se plantea un quiebre total, ¡un maximalismo espeluznante!, el cual solo
lleva a concluir que con el nuevo texto constitucional, un “Elefante Blanco” cuyo costo de manutención
excede los reales beneficios que aporta, ¡¡¡NO HAY CONCORDIA POSIBLE!!! Veamos por qué:

II.- Vicios de forma en el trabajo de la Convención:

1. La Convención ¡no es representativa de la población chilena!, fue elegida con reglas raras que
no existen en ninguna parte del mundo, salió electa gente con menos del 1% de los votos ¿qué
representatividad es esa?, con una altísima abstención (58,49% a nivel nacional), y con colectivos
sobrerrepresentados (en el padrón indígena hubo 80% de abstención). La derecha tiene el 50%
del Senado y Kast obtuvo el 44% en la segunda vuelta, pero en la Convención es solo el 20%. Se
burló la regla “1 persona = 1 voto”. Los 2/3 en la Convención no son 2/3 de los chilenos.
2. Hay muchos convencionales que no tienen las competencias necesarias para ejercer el cargo. De
los 155(-1) convencionales 59 son abogados, ¡pero eso no significa nada!, no implica realmente
tener conocimientos y experiencia para algo tan relevante como redactar la Constitución.
3. La impresentable manía de la Convención de cambiar las reglas sobre la marcha. ¡Cero respeto
por lo pactado! Resulta al menos “curioso” que la norma más importante de la República la
redacte gente que no tiene ningún problema en saltarse las reglas.
4. Igual de impresentable es la trampa de reponer en el borrador propuestas de normas que ya
habían sido rechazadas por el pleno, derechamente no hay intensión de respetar las reglas.
5. ¡No hay debate y nunca hubo ánimo de debatir y construir “la casa de todos”! Hubo muy
poco tiempo para exponer ideas en las comisiones, muchos acuerdos se tomaron sin que quede
registro alguno, sin micrófonos, sin cámaras, sin actas, sin secretario, en definitiva, no hay
“historia de la ley”, ¡no sabemos realmente qué es lo que se ha discutido! ¡ESTO NO ES
DEMOCRÁTICO! Por el contrario, todo lo debatido por la Comisión Ortúzar entre 1973 y 1978
sí que es público y conocido, y sesión por sesión está en www.bcn.cl disponible para todos.

III.- Malas ideas sobre la forma en que se ha redactado el texto:

6. Una Constitución promedio tiene de 150 a 200 artículos. ¡Ningún país tiene un texto de 500
artículos! No se podrá aplicar, será una camisa de fuerza, pero “al revés” del texto actual: no se
podrá implementar, pero tampoco se podrá deshacer lo que se haya hecho. Un texto tan largo se
¡¡¡estrangula a sí mismo!!! Será imposible que todo el articulado se cumpla coherentemente.
7. ¡¡¡El castellanicidio!!! El deplorable uso de nuestra lengua castellana, mediante absurdas
duplicidades redundantes de conceptos, “las y los alcaldes”, “la presidenta o presidente”, etc.,
infla innecesariamente el texto, haciendo que un inciso de 40 palabras diga lo mismo que
perfectamente podría decirse en 25 ó 30. Esto, además de ser incorrecto y no reconocido por la
RAE, genera tensión social, aumenta artificialmente la división y la odiosidad, al tiempo que
dificulta trabajar con el texto, tranca la lectura, y hace que no tenga un lenguaje claro.
8. Hay mucha política pública llevada a la Constitución. No corresponde, solo debe estar lo básico.
9. Otra aberración es crear y/o llevar al texto tantos órganos nuevos. ¿Para qué? ¡Solo despilfarro!

IV.- Malas ideas de fondo que no funcionarán:

10. Se establece, además de las normas de Reforma constitucional, reglas para cambiar por completo
la Constitución ¡¡¡Es insólito, una patudez!!! Es quitar libertad a las futuras generaciones.
11. El aborto sin ninguna restricción de plazo ni objeción de conciencia ¡no existe en ningún país!
12. ¡Habrá un Congreso Unicameral!, que, con un sistema tan fraccionado de partidos como el
nuestro, es la peor de las configuraciones posibles para un sistema político, ¡una bolsa de gatos!
La “Cámara de las Regiones” no es realmente una “segunda cámara”, pues tiene una
competencia acotada a algunos temas específicos, por tanto, la regla general es que actúe una sola
cámara, o sea, inestabilidad como en Perú: sus 4 últimos presidentes no terminaron su periodo.
Estos dos entes no son dos ramas de un único órgano legislativo, sino que son DOS órganos
legislativos que van a competir, o sea, con este diseño ¡crearon un conflicto donde no lo había!
13. ¡El Estado Regional no es viable! ¿Cuántas regiones? Podría funcionar bien con unas 7 u 8
regiones, pero no con las actuales 16, y con ganas de aumentar (Aconcagua, Chiloé, etc.). De esta
forma, ¡no hay presupuesto que aguante! Caso español: el estado autonómico ¡está quebrado!
¿Y cómo se concilian las distintas autonomías que considera el texto (regiones autónomas,
comunas autónomas, simples comunas, autonomías indígenas, etc.)? Uno podría en un barrio
cruzar una calle y el mundo cambiar radicalmente de una “simple comuna” a una autonomía
indígena. ¡¡¡No existe norma alguna que señale que los estatutos de autonomía no pueden
establecer privilegios entre las personas!!! Es evidente que esto generará conflictividad social.

14. Es una aberración rebajar el Poder Judicial a un simple “servicio de administración de justicia”,
dejando de ser un “Poder” del Estado. ¡Atenta contra su independencia!, haciéndolo en extremo
vulnerable a presiones políticas, lobbies, y a ser instrumento de las mayorías de turno.

15. El “Derecho Indígena” ¡no existe! El Derecho es una creación occidental distinta a las tradiciones
indígenas. La coexistencia de varios “sistemas de justicia” ¡es artificial y creará conflictos!

16. Se eliminan los quórums reforzados (4/7, 3/5, 2/3), que existen en todo el mundo para frenar
locuras de mayorías circunstanciales. Hay un total desprecio a los “frenos y contrapesos”.

17. Otra aberración: eliminar el control “preventivo” de constitucionalidad de las leyes, pues en
definitiva ¡la Constitución se defiende o no se defiende! (no a medias o solo cuando conviene).
Por ejemplo, no habrá posibilidad de controlar la constitucionalidad de leyes dictadas para
producir efectos en un momento específico, o bien si no se respetan las reglas de formación de la
ley (ej: quórum, plazos, etc.), pues entonces el control “a posteriori” ya no resultará aplicable.

18. El texto, por pura ideología y sin mayores consideraciones técnicas, es incompatible con el
Nuevo Código de Aguas (vigente desde abril), que tardó 11 años en tramitarse, ¡puro despilfarro!

19. No se reconoce en plenitud la libertad de enseñanza: los padres podrán elegir “dentro de lo que
se adecúe a la política estatal”, pero no se permite que particulares creen sus propios proyectos
educativos. Esto abre el camino al adoctrinamiento. Igual ocurre con la libertad de cátedra: se
acepta solo si es funcional a lo que el Estado entiende como “los fines de la educación”.

20. Se reconoce, sin ningún tipo de salvaguarda, el derecho a que cada persona tenga su propia
cosmovisión, sin exigir que esta respete la moral, el orden público, la seguridad nacional, etc. Por
consiguiente, la Constitución deberá tolerar a los nazis, a los talibanes, etc. ¡Es espeluznante!

21. ¡Se cambia el Recurso de Protección! ¿Para qué desechar 46 años de experiencia en las Cortes?
Se reemplaza por una única acción tipo “mentholatum” que unifica todas las reclamaciones
constitucionales que será conocida por los tribunales de primera instancia, que no sabemos cómo
va a funcionar, y que va a atochar dichos tribunales. Al contrario, la gran innovación del actual
recurso fue precisamente el ser conocido por los tribunales superiores de justicia (las Cortes),
para así resguardar mejor el imperio del derecho. Esto ¡constituye un incomprensible retroceso!

22. El acceso a la vivienda ¡no es ser dueño de una casa!, es solo acceso a “un techo”, es derecho a
un arriendo, un comodato, un uso, etc., ¡pero no propiedad! Seremos un país de meros tenedores.

23. El debilitamiento del régimen de la propiedad: ¿qué diablos es el “justo precio” de la


expropiación? Es simplemente lo que decida una mayoría parlamentaria circunstancial. Hoy en
cambio el monto de la expropiación se fija de común acuerdo, y a falta de acuerdo lo determina
el juez. Además, se señala ahora que la indemnización deberá pagarse en forma previa a la toma
material del bien expropiado, pero no se dice que dicho pago será en efectivo como lo es hoy, es
decir, se podría pagar por ejemplo en 1000 cuotas o con cheques sin fondo.

24. ¡No habrá propiedad sobre las pensiones! ¡Riesgo de confiscación! Y al acabarse la plata
¿qué? No habrá “UN” sistema mixto, habrán DOS sistemas: capitalización individual para los
actuales cotizantes (riesgo de confiscación), y otro sistema con fuerte “olor” a reparto para los
futuros, a sabiendas de que el reparto no funciona por razones demográficas (hay más ancianos).

25. La “plurinacionalidad” y el “enfoque de género” inhiben la igualdad ante la ley y crean castas
privilegiadas e intocables. Habrá chilenos de segunda, los “CHILENOS POR DEFECTO”. ¡Es
pura odiosidad! La plurinacionalidad será impuesta desde Santiago en perjuicio de las Regiones.

26. Todo lo dicho hará que las instituciones no funcionen y ¡¡¡los derechos sociales serán música!!!

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