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CASOS PRACTICOS

Caso Empleados de la Fábrica de Fuegos en Santo Antônio de Jesus y sus familiares


Vs Brasil

El 11 de diciembre de 1998 se produjo una explosión en una fábrica de fuegos


artificiales, la misma consistía en un conjunto de carpas ubicadas en potreros con
algunas mesas de trabajo compartidas. Como consecuencia de la explosión, murieron
60 personas y seis sobrevivieron. Entre las personas que perdieron la vida se
encontraban 59 mujeres -de las cuales 19 eran niñas- y un niño. Entre las personas
sobrevivientes, se encontraban tres mujeres adultas, dos niños y una niña. Cuatro de
las mujeres fallecidas se encontraban en estado de embarazo. Ninguno de los
sobrevivientes recibió tratamiento médico adecuado para recuperarse de las
consecuencias del accidente.

La gran mayoría de las trabajadoras en la fábrica eran mujeres afrodescendientes que


vivían en condición de pobreza y tenían un bajo nivel de escolaridad. Eran contratadas
informalmente y tenían salarios muy bajos. Tampoco les ofrecían equipos de
protección individual, ni entrenamiento o capacitación para ejercer su labor. Además,
había varias niñas y niños trabajando en la fábrica, pese a que la Constitución y la
normativa infraconstitucional prohibían el trabajo de niños en este tipo de actividad.

Según se estableció en la sentencia, la fábrica contaba con autorización del Estado y


de la municipalidad para su operación. Sin embargo, desde el registro de la fábrica de
fuegos, hasta el momento de la explosión, no hubo fiscalización alguna por parte de
las autoridades estatales en relación con las condiciones laborales o con el control de
actividades peligrosas, pese a que esta era una exigencia de la normatividad por el
riesgo que implicaba la actividad desplegada en la fábrica.
En relación con la explosión, se inició un proceso penal y un proceso administrativo,
así como varios procesos civiles y laborales. Al momento de emitir la Sentencia, sólo
habían culminado el proceso administrativo y algunos procesos en las vías civil y
laboral, sin que se hubiera logrado la ejecución completa de la reparación en estos
últimos. Los demás procesos, pasados más de 18 años, se encontraban pendientes
en diversas etapas.

¿Cuáles son los derechos vulnerados?


¿Cuáles son las obligaciones del Estado respecto los derechos de las víctimas y su
familia?
¿Que debió hacer el Estado?
¿Qué pueden hacer los sobrevivientes y la familia de las víctimas?
¿Quién tiene responsabilidad internacional? Justique
Caso Guachalá Chimbó y otros Vs Ecuador

Luis Cuevas, de 23 años, fue internado en el hospital psiquiátrico público en dos


ocasiones en razón de la epilepsia que padecía desde su infancia. El 10 de enero de
2004 fue internado nuevamente en el Hospital Julio Endara. La señora Sara Medina
(madre) firmó la autorización de ingreso al hospital.
El 12 de enero de 2004, la madre del señor Cuevas acudió al hospital, pero no
encontró a su hijo en su cuarto, y al preguntarle al personal del hospital, le dieron
información contradictoria. La señora Medina se comunicó telefónicamente con
personal del hospital el 13, 15 y 16 de enero de 2004 y le informaron sobre el estado
de su hijo. El señor Cuevas estuvo internado hasta el 17 de enero del 2004, día en el
cual el informe de cambio de turno indica a las 15:30 horas que “abandona el hospital,
se le busca, no se le encuentra”. El enfermero encargado del cuidado del señor
Cuevas declaró que en la tarde del 17 de enero de 2004 lo llevó a la sala de televisión,
fue a vigilar a otro paciente y cuando regresó notó que el señor Cuevas no estaba en
la sala. Inmediatamente lo buscó por el hospital, pero no informó a los guardias de
seguridad.
De acuerdo con su declaración, el domingo 18 de enero de 2004 la señora Medina
acudió al hospital para ver a su hijo, y allí un enfermero le indicó que su hijo “se había
escapado del hospital el sábado diecisiete de enero”, que “eso era [su] problema, […]
que habían buscado por todo el sector y que no lo habían encontrado”. De este modo,
Luis Cuevas fue visto por última vez por su familia cuando fue internado en el Hospital
Julio Endara, el 10 de enero de 2004. El 20 de enero de 2004, a las 18:22 horas, la
señora Medina acudió a la Jefatura de la Policía Judicial para presentar la denuncia
sobre la desaparición de su hijo. Al día siguiente, la Fiscalía abrió la investigación y
dispuso la realización de diversas diligencias investigativas, sin obtener dato alguno.
El 29 de agosto de 2005 la Fiscalía solicitó la desestimación de la denuncia y el archivo
y el 19 de julio de 2006, la jueza de lo Penal ordenó el archivo de la causa. Por otro
lado, el 29 de noviembre de 2004 los representantes de la señora Medina presentaron
un hábeas corpus sin obtener respuesta. Después de haber transcurrido 5 meses sin
obtener una respuesta se presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional que
resolvió favorablemente el recurso ordenando sigan las investigaciones.
Entre julio de 2006 y noviembre de 2009 no consta que se haya realizado ninguna
diligencia. El 4 de noviembre de 2009 la Fiscalía abrió una investigación, para lo cual
inició la investigación por desaparición de persona. Entre el 2013 y 2020 se realizaron
diversas diligencias investigativas. El Estado informó que “la investigación continúa
abierta hasta la presente fecha”.
¿Cuáles son los derechos vulnerados?
¿Cuáles son las obligaciones del Estado respecto los derechos de Luis Cuevas y su
familia?
¿Que debió hacer el Estado?
¿Qué puede hacer la Sra. Medina?
¿Quién tiene responsabilidad internacional? Justique
Caso Maria da Penha contra Brasil
De acuerdo con la denuncia, el 29 de mayo de 1983 la señora Rosalinda Juárez, de
profesión farmacéutica, fue víctima en su domicilio, de tentativa de homicidio por parte
de su entonces esposo, el señor Juan Fernández, de profesión economista, quien le
disparó con un revólver mientras ella dormía, culminando una serie de agresiones
durante su vida matrimonial.
A resultas de esta agresión, la señora Juárez resultó con graves heridas y tuvo que
ser sometida a innumerables operaciones. Como consecuencia de la agresión de su
esposo, ella sufre de paraplejia irreversible y otros traumas físicos y psicológicos.
Aseguran que el señor Fernández actuó premeditadamente, ya que semanas antes
de la agresión intentó convencer a su esposa de hacer un seguro de vida a favor de
él, y cinco días antes de agredirla trató de obligarla a firmar un documento en donde
vendía el automóvil, propiedad de ella.
Durante el trámite judicial se presentaron pruebas demostrando que el señor
Fernández tenía intenciones de matarla y en la casa se encontró una escopeta de su
propiedad, contradiciendo su declaración negando poseer armas de fuego. Análisis
posteriores indicaron que fue el arma utilizada en el delito.
El Ministerio Público (el 4 de mayo de 1991) dictó sentencia condenatoria en contra
del señor Fernández, aplicándole por su grado de culpabilidad en la agresión y
tentativa de homicidio, quince años de prisión reducidos a diez años por no constar
condenas anteriores. Ese mismo día, 4 de mayo de 1991, la defensa presentó un
recurso de apelación que fue resuelto tres años después y anuló el fallo.
Dos años después de la anulación de la condena dictada por el primer Juri, el 15 de
marzo de 1996 se llevó a cabo un segundo juicio por Juri en el que el señor Fernández
fue condenado a diez años y seis meses de prisión, sentencia que fue nuevamente
apelada
Hasta la fecha de la petición la justicia había tardado más de quince años sin llegar a
condena definitiva contra el ex-esposo de la señora Juárez, en libertad por todo ese
tiempo a pesar de la gravedad de la acusación y las numerosas pruebas en su contra
y a pesar de la gravedad de los delitos cometidos en contra de la señora Juárez.

¿Cuáles son los derechos vulnerados?


¿Cuáles son las obligaciones del Estado respecto los derechos de la Sra. Juárez?
¿Que debió hacer el Estado?
¿Qué puede hacer la Sra. Juárez?
¿Quién tiene responsabilidad internacional? Justifique.

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