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Módulo 2: Aprender haciendo

La modalidad Aprender haciendo representa un gran beneficio para articular los conocimientos

teóricos y prácticos y adquirir o desarrollar nuevas competencias. En este sentido, las prácticas

profesionales son una experiencia única para los estudiantes que se insertan en el mercado

laboral. Y también, para quienes ya lo están y buscan ejercer su labor desde una perspectiva

más profesional o con una mirada más especializada.

En este módulo exploraremos aspectos como las competencias para desempeñarse en el mundo

laboral, y el desarrollo y manejo de las emociones, con ejemplos que ayuden a comprender la

importancia de cada uno de ellos en el desarrollo profesional.

Tema 1: La vinculación de la práctica con los conocimientos teóricos

Tema 2: El manejo de las emociones

Tema 3: Aprendiendo de los errores

Caso de estudio

Referencias
Tema 1: La vinculación de la práctica con los conocimientos teóricos

¿Cómo relacionar los conocimientos teóricos y prácticos?

En los institutos y universidades se brindan muchos saberes de carácter teórico, que son útiles

para enmarcar y sostener los conocimientos sobre bases sólidas. Sin embargo, estos requieren

de un área práctica que ayude a juzgarlos y contrastarlos. La vivencia de estos conocimientos,

en una situación real, es una experiencia que contribuye al desarrollo profesional de las

personas.

La experiencia es un concepto clave. Permite construir una mirada amplia que abarca al mismo

tiempo teoría y práctica. Por otro lado, ayuda a desarrollar y adquirir nuevas competencias que

luego serán requeridas en el mundo laboral.

La experiencia en el ámbito laboral es la acumulación de conocimientos que el estudiante o

profesional logra en el transcurso del tiempo. Por ejemplo, un licenciado en Relaciones

Laborales, mientras más años de experiencia tenga en relación con su profesión, mayor será su

conocimiento y más valorado será en el mercado laboral. Es por ello que las prácticas

profesionales representan una oportunidad para relacionar el conocimiento teórico, adquirido

a través de la educación formal, y la experiencia práctica.

Recuerda el modelo 70 % - 20 % - 10 %, orientado al aprendizaje práctico, que sugiere que el

70 % del aprendizaje debe ser en el puesto de trabajo, el 20 % debe ser a través de otros y el 10

% debe ser mediante capacitaciones (conocimientos teóricos).


Figura 1: Modelo de aprendizaje práctico

Fuente: elaboración propia.

¿Qué son las competencias?

Entendemos por competencias a “las características de personalidad, devenidas

comportamientos, que generan un desempeño exitoso en un puesto de trabajo” (Alles, 2006, p.

23). Esto es, un conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes requeridas para

desempeñarse adecuadamente y alcanzar los resultados esperados. Las competencias expresan

el cómo se espera que se hagan las cosas.


Cada puesto de trabajo puede tener diferentes características en empresas o mercados distintos.

Y, a su vez, cada competencia posee un conjunto de conductas requeridas para alcanzar los

resultados esperados según el nivel de responsabilidad de cada persona.

Las competencias combinan conocimientos (saber), habilidades y destrezas (hacer), y actitudes

(querer). Existen competencias de carácter transversal, es decir que pueden aplicar a casi

cualquier carrera, como, por ejemplo, manejo de Excel, diseño de presentaciones, elaboración

de informes, etcétera. Y, además, existen competencias de gestión y técnicas. Las competencias

de gestión son muy comunes dentro de los Centros de Prácticas, por ejemplo, trabajo en equipo,

liderazgo, comunicación, pensamiento estratégico, innovación, atención al cliente, entre otras.

Las técnicas o de especialización son propias de cada función o profesión, ya que son requeridas

en el marco de un trabajo o profesión particular. Por lo general, cada puesto, profesión o

actividad tiene las suyas. En cuestión de competencias, no se espera lo mismo de un policía que

de un jefe de finanzas. Del policía se podría esperar, por ejemplo, las competencias de actitud

de servicio, autocontrol, estabilidad emocional, juicio crítico, etcétera. En el caso del jefe de

finanzas, se podrían esperar las competencias de liderazgo, análisis financiero o innovación.

Cada jerarquía dentro de la estructura de la empresa podrá tener diferentes competencias,

incluso en una misma profesión. Por ejemplo, dentro del área de finanzas, en los niveles más

bajos de la jerarquía, como un pasante o analista junior, serán valoradas competencias como

trabajo en equipo y comunicación. En cambio, en los niveles más altos, como gerente o director,

tal vez ya se esperen otras más complejas, puesto que las básicas, como las que mencionamos

para el analista junior, se sobreentiende que ya fueron desarrolladas a lo largo de los años de

carrera. Algunas de las cualidades que se podrían esperar para estos trabajadores son

pensamiento estratégico, planificación, liderazgo, etcétera. Esto quiere decir que es posible que

algunas competencias sean específicas para muchas posiciones y que algunas sean particulares.
¿Tú sabes qué competencias son necesarias para tu profesión o tu puesto de trabajo? Habla con

tu jefe o supervisor para conocer qué se espera de ti y qué competencias necesitas. Además, no

dejes de ver el siguiente video sobre competencias para aclarar aún más el tema.

Saluda y preséntate

Saluda y preséntate con todas las personas que cruces en la oficina o que te presenten dentro

del Centro de Prácticas: es normal que el miedo o la ansiedad por el primer día de trabajo te

hagan olvidar de lo básico, el saludo. El saludo no solo es necesario para mostrar respeto y

simpatía por los demás, sino también porque es una excelente manera de que te conozcan y te

puedas presentar. Muchas veces, es útil romper el hielo contando cosas que tengan en común,

como el lugar donde viven, donde estudian, etcétera.

Recuerda

Nunca tenemos una segunda oportunidad para dar una excelente primera impresión. El saludo

cordial y respetuoso es nuestra primera carta de presentación.

Cuida los modos

Siempre se espera que cuides las formas y el respeto hacia los demás. Cuando te presentes o

hables de ti, procura ser cuidadoso, usar palabras adecuadas y terminología correcta para no

ofender a nadie o excederse en la manera de hablar. De la misma forma, traslada estas conductas

a otros canales o medios de comunicación: correos, teléfono, chats, etcétera.


Figura 2: Las competencias

Fuente: Captura de pantalla. [We know]. (2017) ¿Qué es una competencia? Recuperado de https://youtu.be/T-lrV7ygnGs

Adquisición de competencias útiles para el mundo laboral

Los conocimientos teóricos brindan el marco conceptual adecuado para abordar diferentes

problemáticas. La práctica, por su lado, ayuda a fijar los conocimientos y ponerlos en acción. Sin

embargo, esto no es suficiente para el éxito del futuro profesional. Con solo tener conocimientos

o experiencia no es su cliente.

Pensemos en un experto en finanzas, una persona que tiene muchos conocimientos teóricos

aprendidos en su época de estudiante y actualizados en cursos y capacitaciones. También, tiene

la experiencia del hacer. A través de los años, puso en práctica estos conocimientos y trabajó en

diferentes empresas. No obstante, con esto solo no basta para ser un profesional que cumpla

con lo que las empresas esperan. Imaginemos que una empresa busca un perfil como el de este

experto, pero también requiere de diferentes competencias como trabajo en equipo, liderazgo

y comunicación. De poco servirá su conocimiento o experiencia si no posee estas habilidades


para trabajar con sus compañeros de oficina, para liderar a un grupo de trabajo o, incluso, si no

tiene la capacidad de comunicarse de manera adecuada para solicitar tareas o transmitir sus

conocimientos.

El mundo laboral actual demanda muchas de estas competencias profesionales, que los nuevos

empleados que se incorporan al mercado laboral deben tener desarrolladas o, por lo menos, la

posibilidad de desarrollarlas. Por ello, y por todo lo que mencionamos anteriormente, las

prácticas profesionales son un excelente recurso para adquirir y desarrollar estas competencias

laborales.

Caso práctico

Si quisiéramos aprender a jugar al fútbol “sin jugar”, es decir, sin estar en una cancha y solo

aprender a través de un pizarrón, sería un aprendizaje parcial o solo teórico. Más allá de que

nos expliquen las reglas del juego, las posibles jugadas, las técnicas más usadas para ganar un

partido o, incluso, el rol de cada jugador no bastará para realmente aprender a jugar al fútbol.

Nos faltaría la experiencia.

En ese sentido, la práctica o la experiencia cobran un rol fundamental para adquirir los

conocimientos y, sobre todo, adquirir o mejorar las competencias necesarias para desarrollar

esa actividad.

El ejemplo anterior aplica para cualquier otra tarea. Pensemos qué ocurriría si quisiéramos

aprender a conducir un automóvil. Si solo nos concentráramos en la teoría y no pasáramos a la

práctica, sería imposible manejar el auto.

Volvamos al ejemplo del aprendiz de jugador de fútbol. Las personas que desarrollan ese

deporte adquieren competencias propias de esa actividad, por ejemplo, el trabajo en equipo, el

liderazgo, el sentido de pertenencia o la orientación a los resultados. Estas competencias no

serán adquiridas de manera teórica, como mencionamos, sino con la práctica y la experiencia.
Si pensamos nuevamente en el ejemplo del conductor que quiere aprender a manejar un auto,

cuando comience con sus prácticas desarrollará competencias como atención, coordinación, el

sentido del cuidado, entre otros.

En ambos casos, es muy posible que el marco teórico ayude a llegar a la práctica con mayor

solidez, pero de ninguna manera garantizará el éxito inmediato en la tarea que se espera

desarrollar. Es posible que el nuevo jugador de fútbol pierda algunos partidos hasta tanto no

logre desarrollar las competencias necesarias. Lo mismo ocurrirá para el nuevo conductor de

automóvil: es posible que las primeras veces que conduzca el auto cometa ciertos errores o

descuidos propios de la inexperiencia.

Con esto queremos decir que el aprendizaje práctico lleva tiempo. Es posible, y necesario,

cometer errores y la repetición para que esa competencia se desarrolle y mantenga en el tiempo.

Este último punto lo desarrollaremos más adelante en un apartado especial debido a la

importancia que cobra el “aprender a través de los errores”.

Tema 2: El manejo de las emociones

¿Qué son las emociones?

Es muy común escuchar sobre la importancia de las emociones, cómo reconocerlas y manejarlas.

Para abordar este tema, diremos que: “Una emoción se activa a partir de un acontecimiento. Su

percepción puede ser consciente o inconsciente. El acontecimiento puede ser externo o interno;

actual, pasado o futuro; real o imaginario. Un acontecimiento interno puede ser un dolor de

muelas que anticipa la visita al dentista” (Bizquerra Alzina, 2010, p. 15).


Figura 3: La inteligencia emocional

Fuente: Captura de Pantalla. [Full Perception] (2017) Inteligencia Emocional. Cómo controlar las emociones. Recuperado de:
https://bit.ly/2m4UVuV

Existen diferentes formas de clasificar a las emociones. Para hacerlo de manera simple, las

podríamos dividir en tres grandes grupos: las emociones positivas, las emociones negativas y

las emociones neutras.

Las positivas

Son las consideradas como buenas o saludables. Repercuten de manera agradable en el

bienestar y el pensamiento de las personas, generando un impacto positivo en el pensamiento

y la relación con los demás. Por ejemplo: el afecto, la aceptación, la alegría y el agradecimiento.
Las negativas

Este tipo de emociones suelen causar molestia a la persona que las transita. Generalmente,

provocan mayores problemas, ya que afectan a la forma de actuar, al modo de pensar y de

comportarse con los demás. Por ejemplo: la angustia, la ansiedad, el asco, la decepción, la culpa,

la ira y el estrés.

Las neutras

Las emociones neutras no son ni negativas ni positivas y tienen un impacto muy bajo en relación

con los demás. Ellas son, por ejemplo: la sorpresa y la compasión.

El listado de emociones es muy extenso. Al igual que las competencias, es necesario conocer las

emociones, reconocerlas e idealmente saber manejarlas. Ello permitirá aprender sobre cada uno

de nosotros, nuestras necesidades y cómo relacionarnos con los demás. Si, por el contrario, en

muchas situaciones nos dejamos llevar por las emociones, es posible que dañemos relaciones

con otras personas, o incluso provocarnos problemas a nosotros mismos.

Video 2: Cómo controlar las emociones

Fuente: [Imagen sin título sobre las emociones]. (s. f.). Recuperado de https://bit.ly/2YZ2IZj
La utilidad de las emociones y cómo manejarlas

En el día a día, las emociones nos atraviesan de manera continua, por lo tanto, es importante

poner en práctica el control de estas y utilizarlas de manera positiva.

En el mundo laboral, sobre todo, deberemos tomar decisiones difíciles, estar en situaciones poco

agradables o incluso en desacuerdo con otros colegas. Si estas situaciones las transitamos con

un desborde emocional, poco podremos resolverlas o transitarlas correctamente. Por ejemplo,

si estamos en medio de un trabajo complejo y nuestro jefe nos interrumpe para decirnos algo

que no nos gusta, es posible que nos atraviese una emoción negativa como la ira o la bronca.

Si en ese momento nos dejamos llevar por esa emoción, tal vez actuemos de mala manera o

digamos algo que esté fuera de lugar, dañando la relación con nuestro jefe. Si, por el contrario,

estamos atravesados por una emoción positiva como la alegría o la felicidad, podemos decir o

hacer cosas que, cuando esa emoción ya no nos atraviesa, nos arrepintamos.

Cuando exista un control efectivo sobre aquellas emociones negativas o incluso positivas, será

posible concentrarnos en lo importante sin dejarnos llevar por emociones que poco contribuirán

a la solución de las situaciones que estemos atravesando.

Figura 5: El manejo de las emociones


Fuente: [Imagen sin título sobre el manejo de las emociones]. (s. f.). Recuperado de https://bit.ly/2KqiVm3

Las emociones que favorecen e impulsan el aprendizaje

Tal como adelantamos, las emociones positivas son las consideradas como buenas o saludables.

Repercuten de manera agradable en el bienestar y el pensamiento de las personas.

En momentos de aprendizaje, es posible estar bajo cierto estrés. Por lo general, los nuevos

colaboradores sienten que deben cumplir con las expectativas de sus jefes, demostrar que saben

hacer las cosas y dar una buena impresión. Pero, como vimos, el estrés no es una emoción

positiva y, sin lugar a duda, no contribuye al aprendizaje. Es decir, en ese momento, el estrés no

es de utilidad. Si nos dejamos llevar por esa emoción, poco provecho podemos sacar de la

situación de aprendizaje. Es recomendable reconocer que podemos estar algo estresados, pero

de ninguna manera dejarnos llevar por eso.

En momentos de aprendizaje, las emociones positivas son mucho más funcionales que las

negativas. Por ejemplo, agradecer a la persona que nos está enseñando la nueva tarea, aceptar

que no tenemos todos los conocimientos y que necesitamos del otro para aprender, apreciar a

las personas que forman parte de nuestro equipo, aunque no compartamos las mismas ideas o

tengamos los mismos gustos, resulta más útil en el proceso de aprendizaje que solo dejarnos

llevar por el estrés, o alguna otra emoción que podríamos estar sintiendo.

Ahora, si nos concentramos en las emociones negativas, el aprendizaje se verá seriamente

afectado, ya que las emociones negativas no aportarán nada al aprendizaje y, por lo contrario,

serán más perjudiciales.


Tema 3: Aprendiendo de los errores

Me confundí. ¿Ahora qué hago?

Retomando lo que antes mencionamos, el error es necesario dentro del proceso de aprendizaje

porque nos ayuda a mejorar aquello que no sale como lo esperamos. Por lo tanto, debemos ver

una equivocación como una instancia de la cual aprender.

Si el error queda como un hecho aislado y no lo tomamos como herramienta de aprendizaje,

será simplemente una falta que no tendrá sentido y que, incluso, podemos volver a repetir. Si,

en cambio, lo tomamos y lo mejoramos, sin lugar a duda, habremos hecho un salto de

aprendizaje enorme. Esa repetición y ese aprendizaje, a través de los errores, es fundamental

para el desarrollo de las personas.

En muchas situaciones, es posible que intentemos “esconder” nuestros errores o también

podemos tratar de negarlos o buscar otros culpables. No es necesario tomar esa actitud, ya que

dentro del proceso de aprendizaje está contemplado que esto ocurra.

Si relacionamos este tema con el anterior, podríamos decir que si nos dejamos llevar por la

emoción negativa del miedo a que nos castiguen o a que suceda algo malo por ello, estaríamos

desaprovechando una oportunidad de aprendizaje. Es lógico sentir algo de miedo cuando se

comete un error, pero no debemos dejarnos llevar por esta emoción negativa.

El error siempre representa una oportunidad de hacer las cosas distintas. Si valoramos ese error

como una nueva oportunidad de hacer las cosas bien, seguramente saquemos más provecho

de la situación.

En momentos de aprendizaje, siempre es recomendable apoyarse en un tutor, en el jefe o en los

compañeros de trabajo, ya que ellos podrán transmitir la experiencia práctica.


Consejos sobre cómo aprender de los errores

Es común que uno quiera demostrar que sabe lo que hace, que está preparado para realizar una

tarea o pedido y que el resultado será sin dudas excelente. Pero ¿qué pasa cuando esto no

ocurre y se comete algún error?

Es común que los empleados quieran “esconder” esos errores para evitar asumirlos. Esto no es

recomendable, ya que el error no quedará resuelto y se perderá tiempo para solucionarlo, lo

que podría ocasionar mayores problemas o, incluso, la pérdida de confianza en el empleado. En

este sentido, es recomendable lo siguiente.

Asumir el error y trabajar para mejorarlo

Lo primero que debería hacerse es reconocer el error. Una vez que esto ocurra, ya se estará

trabajando en su solución. No es de “mal empleado” confundirse o cometer algún error. Tiene

más grandeza aceptarlo y trabajar para solucionarlo y que no se repita.

Asumir el error y trabajar para mejorarlo

Lo primero que debería hacerse es reconocer el error. Una vez que esto ocurra, ya se estará

trabajando en su solución. No es de “mal empleado” confundirse o cometer algún error. Tiene

más grandeza aceptarlo y trabajar para solucionarlo y que no se repita.

Solicitar ayuda cuando sea necesario

Es correcto solicitar ayuda si alguien no sabe sobre algún tema o si tiene dudas de cómo

proceder. En el proceso de aprendizaje, se espera que la persona pueda aprender nuevos

conocimientos, tareas, competencias y funciones. En ese proceso, siempre se necesita a los otros

para que ofrezcan su guía y conocimientos. Por ello, es adecuado solicitar ayuda cuando es

necesaria
Elaborar un plan de acción para no volver a cometerlos

Una vez que comprendemos cuál es el error y cómo se debería haber procedido, es

recomendable elaborar un plan de acción o tomar nuevos cursos de acción para evitar volver a

cometer la misma equivocación.

Si se trata de un error que se cometió por desconocimiento, es útil aprender en profundidad

cómo se debe proceder y cómo actuar en el futuro. En este sentido, se pueden reforzar aquellos

conocimientos que no se tienen solicitando ayuda a otros o practicando la tarea que debía

hacerse.

En caso de que se trate de un error por actuar de manera impulsiva, por ejemplo, es útil

desarrollar el manejo de las emociones, para evitar que esas emociones negativas afecten el

desempeño.

Referencias

Alles, M. (2006). Dirección estratégica de recursos humanos. Gestión por competencias. Buenos

Aires, AR: Granica.

Bizquerra Alzina, R. (2010). Psicopedagogía de las emociones. Madrid, ES: Síntesis.

[Imagen sin título sobre las emociones]. (s. f.). Recuperado de

http://www.elportaldelhombre.com/desarrollo-personal/item/891-sabesponer-nombre-a-

cada-una-de-tus-emociones

[Imagen sin título sobre el manejo de las emociones]. (s. f.). Recuperado de

https://www.dopl3r.com/memes/graciosos/el-acto-quecometes-en-un-momento-de-furia-

sera-imposible-corregir-despues/299551
[We know]. (2017). ¿Qué es una competencia? Recuperado de

https://www.youtube.com/watch?v=T-lrV7ygnGs&feature=youtu.be

[Full Perception] (2017). Inteligencia Emocional. Cómo controlar las emociones. Recuperado

de: https://bit.ly/2m4UVuV

[Mundo Púrpura] (2016). La mejor forma de aprender es cometiendo errores. Recuperado de:

https://bit.ly/2lFHSQx

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