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Lección Para Maestros.

El llamado al Discipulado.
Lección 4: Para el 25 de Abril del 2015.
Segundo Trimestre.

Cortesía de UPA Visión


www.upavision.com

El sábado enseñaré...

Texto clave: Lucas 9:23.

Enseña a tu clase a:

 Saber y comprender los elementos básicos del discipulado.


 Sentir y aceptar el compromiso personal del discipulado.
 Hacer: Ser un discípulo activo y responsable.

Bosquejo de la lección:

I. Saber: Elementos básicos del discipulado.

 A. ¿Por qué eligió Jesús a doce discípulos y más tarde envió a los Setenta? ¿Cuál es la
función de un discípulo en el establecimiento del Reino de Dios?
 B. ¿Qué entiendes que son los cuatro principios del discipulado que presenta Lucas 9:23:
negarse, tomar la cruz, tomarla diariamente, y seguir a Jesús?
 C. ¿Cuánto cuesta el discipulado? ¿Por qué es costoso? ¿Con qué se puede medir su
costo?

II. Sentir: El compromiso personal del discipulado.

 A. ¿Cuál es la diferencia entre la relación de Pablo con Timoteo y la de Cristo con Pedro?
¿Por qué la segunda es diferente?
 B. Aunque la iniciativa del discipulado descansa en Jesús, quien llama (Luc. 5:10, 11) y
elige (Juan 15:16), ¿qué clase de compromiso se espe¬ra del que es llamado (Luc. 9:23-
25)?
 C. ¿Cómo podemos interpretar, en el contexto actual, el llamado a dejar todo y seguir a
Jesús (Luc. 14:25-33)? ¿Es posible hoy ser un discípulo secreto como Nicodemo y José
de Arimatea lo fueron? ¿Por qué sí o por qué no? (Ver Juan 12:42, 43.)

III. Hacer: Ser un discípulo sensible y responsable.

 A. ¿Cómo llegamos a ser discípulos según la respuesta que le damos a Cristo?


 B. ¿Cuál es la responsabilidad de un discípulo para con el evangelio, para con los otros
dentro y fuera de la comunidad de la fe, y para con el mundo en general?

Resumen: El discipulado es obediencia al llamado de Jesús a permanecer en él, hacer lo que él


nos pide, y ser la sal y la luz de este mundo. -

Ciclo de aprendizaje

Texto destacado: Lucas 5:1-11.

Concepto clave para el crecimiento espiritual: Un milagro ¿sigue a la obediencia? ¿O la


obediencia sigue a un milagro? Aunque ambas situaciones pueden ser posibles, es mejor confiar
y obedecer al Señor primero, y permitir que su voluntad sea hecha, como él la elija. Tal sumisión
permitió a Pedro soportar la siguiente experiencia hermosa. Cuando el Carpintero de Nazaret les
dijo a Pedro y a sus amigos que echaran la red al mar, el pescador veterano, que no había
pescado nada durante la noche de labor, no podría haber estado más frustrado. Pero las palabras
de Pedro definen el discipulado de buena manera: trabajamos toda la noche sin resultados, pero
"en tu palabra" (Luc. 5:5) echaremos la red. El verdadero discípulo debe estar siempre listo para
obedecer la palabra del Maestro. Su palabra es una orden, y ese es el deber del discípulo.

{ 1: ¡Motiva! }
• Solo para los maestros:
La reacción inmediata de Pedro a la pesca milagrosa fue el reconocimiento de ser pecador en la
presencia del divino Maestro.
La relación de Pedro con Jesús cambió: de un reconocimiento de Jesús como un maestro -alguien
conocido en la región como un gran maestro-, al gozoso descu brimiento de que Jesús era el
Señor, el Mesías. Cuando una persona experimenta esa transición, es el secreto del discipulado.

DIÁLOGO INICIAL: "Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador", dijo Pedro (Luc.
5:8). ¿Era este un pedido de Pedro de retirarse de la presencia del Señor? De ningún modo. Era
una expresión de que era indigno de estar en la presencia del Mesías. El reconocimiento de que
uno es pecador debe preceder a la sumisión al señorío de Jesús. Con esa sumisión comienza el
discipulado.

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:

 1. ¿Cómo experimentaste una sumisión similar a la que cambió a Pedro de ser un


pescador a ser un discípulo?
 2. Jesús invitó al pescador maravillado a que lo siguiera. "Desde ahora serás pescador de
hombres" (Luc. 5:10) es la descripción del trabajo que Jesús les asignó a Pedro y a sus
amigos. ¿Qué clase de descripción de trabajo llevas tú como discípulo?

{ 2: ¡Explora! }
Solo para los maestros: La palabra "discípulo" aparece más de 250 veces en el Nuevo
Testamento, y casi todas están en los evangelios. La palabra griega es mathetés, que literalmente
significa un "seguidor", un "aprendedor", uno que se dedica completamente al Maestro. Para
comenzar, la palabra se usa principalmente con referencia a los Doce elegidos por Jesús, y
enviados con "poder y autoridad" "a predicar el reino de Dios" (Luc. 9:1, 2; Mar. 3:14). Más
tarde, Jesús llamó a los Setenta (Luc. 10:1-20), y ordenó a sus seguidores que hicieran
"discípulos a todas las naciones" (Mat. 28:19). De esta manera, el discipulado cristiano, que
comenzó con el núcleo de los Doce, se gobierna con el mismo prin¬cipio universal de "todo
aquel", que es central en el plan redentor de Dios (Juan 3:16). Por lo tanto, es importante que
comprendamos claramente el llamado, las características y el costo del discipulado.

Comentario de la Biblia

I. El llamado al discipulado
(Repasa, con tu clase, Luc. 5:1-11.)

El discipulado cristiano no es un viaje de autodescubrimiento. A diferencia de otros sistemas


filosóficos o religiosos en los que uno puede elegir llegar a ser un aprendedor o un seguidor de
una persona o una escuela de pensamiento específicas, el discipulado cristiano comienza con
Cristo. Primero, él llama. Él "llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a él" (Mar. 3:13).
El llamado se origina en Cristo. Este concepto del llamado está profundamente arraigado en la
teología bíblica. "Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo" es la forma en que el Antiguo
Testamento expresa la elección de Dios de un pueblo que lo siguiera, le fuera obediente y
cumpliera su voluntad sobre la Tierra. Sea Abraham, Moisés, Josué, Débora, Daniel o Isaías, fue
Dios quien llamó, y la obediencia a ese llamado resultó en ser parte de los escogidos.
Primero, está el llamado divino: "¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?" (Isa. 6:8). O, en
las palabras de Jesús, está la invitación: "Sígueme" (Luc. 5:27; Mat. 4:19; Mar. 1:17). La
obediencia a ese llamado -cualquiera que sea la tarea, el sacrificio, o cuán larga y exigente sea la
jornada- es necesaria para el verdadero discipulado. En realidad, ser un discípulo precede a ser
conocido como cristiano (Hech. 11:26).
Considera: ¿En qué consiste el llamado del Señor al discipulado? ¿Qué involucra nuestra
respuesta al llamado de Jesús de seguirlo?

II. Características del discipulado


(Repasa, con tu clase, Luc. 14:26-33.)

Jesús consideró la elección de los Doce como un asunto muy solemne. Serían representantes de
su Reino, actuarían en su nombre y con su poder (Hech. 1:8). Por ello, antes de la selección, "fue
al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios" (Luc. 6:12). Fortalecido por la conversación con
su Padre, "escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles" (vers. 13).
Entre las características que definen el discipulado, quien no puede ser un discípulo es tan
importante como quien puede serlo. Lucas 14:26 al 33 proporciona tres principios de "quienes no
pueden ser". Primero, el que no compromete una lealtad completa a Cristo (por sobre las
obligaciones a sus padres o el amor a un cónyuge, o hijos, o hermanos, o las presiones de la vida
propia) no puede ser un discípulo. Segundo, el que no somete su vida completamente al Maestro
no puede ser un discípulo. Tercero, el que no puede abandonar todo lo que posee no puede ser un
discípulo. Quien no toma el llamado de Jesús en toda su seriedad, o se compromete a una
negación propia total, y ofrece una obediencia absoluta a él, no cumple con las condiciones del
discipulado.
Considera: "Negarse a sí mismo es darse cuenta solamente de Cristo y ya no más del yo, es ver
únicamente al que va delante y ya no más al camino que es demasiado duro para nosotros. Una
vez más, todo lo que puede decir la ne¬gación propia es: 'Él va adelante, mantente cerca de él".-
Dietrich Bonhoeffer, The Cost of Discipleship, p. 97. ¿Por qué el discipulado involucra la
negación propia? ¿Quién no puede ser un discípulo, y por qué?

III. El costo del discipulado


(Repasa, con tu clase, Luc. 9:23-26.)

Se dice que Martín Lutero dijo que un cristiano es primero y principalmente un cruciano (una
persona de la Cruz). Jesús definió el costo del discipulado en palabras que no se pueden olvidar:
"Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame"
(Luc. 9:23). La negación propia, llevar la cruz cada día y seguir a Jesús adonde nos lleve es el
costo del discipulado. Ser un discípulo de Jesús es un privilegio incomparable y un honor
supremo. El llamado puede demandar de nosotros el sacrificio máximo, pero ese mandato nunca
puede asemejarse al descenso de Jesús desde la sala del Trono de Dios a la vergüenza y los
sufrimientos del Calvario. De este modo, cuando "nos em¬barcamos en el discipulado, nos
entregamos a Cristo en unión con su muerte: entregamos nuestras vidas a la muerte. Comienza
de este modo; la cruz no es el fin terrible de una vida que era temerosa de Dios y feliz, sino que
nos encuentra al comienzo de nuestra comunión con Cristo. Cuando Cristo llama a un hombre, le
pide que vaya y muera. Puede ser una muerte como la de los primeros discí¬pulos, que tuvieron
que dejar sus hogares y trabajo para seguirlo [...]. Pero es la misma muerte cada vez: la muerte en
Jesucristo, la muerte al hombre viejo, a su llamado".-Bonhoeffer, ibíd., p. 99.

PREGUNTAS PARA DIALOGAR: De acuerdo con Jesús, ¿cuál es el verdadero costo del
discipulado? ¿De qué modo el discipulado es un honor supremo y, al mismo tiempo, el sacrificio
más profundo?

{ 3: ¡Aplica! }

• Solo para los maestros: Imagínate a Pedro corriendo a su casa para informar a su esposa que
ya no pescará más. "He cambiado de trabajo. Desde ahora, pescaré hombres", dice Pedro. "Pero
no comemos hombres, comemos peces", protesta la esposa de Pedro. ¿Cómo podría Pedro haber
calmado a su esposa y transmitido un enfoque positivo de la noticia de su nuevo trabajo como
discípulo de Jesús? (Ver El Deseado de todas las gentes, p. 249).
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR:

1. El llamado al discipulado no es una invitación a una vida de meditación. La meditación es


importante, pero más significativo es seguir el principio: trabajar con hombres y mujeres,
perdidos, solitarios, temerosos, y mostrarles a cada uno el camino a una vida transformada por el
Señor. ¿De qué forma eres tú un discípulo en este sentido?
2. William Barclay, un erudito en el Nuevo Testamento, identifica por lo menos seis
características de un buen pescador debe tener.

 1) paciencia,
 2) perseverancia,
 3) coraje,
 4) "tener una noción exacta del momento correcto",
 5) la capacidad de "adecuar la carnada a la clase de pez" y
 6) la habilidad de "mantenerse oculto" [de sus presas].

"El buen predicador y maestro no se presentará ante los hombres sino que presentará a Jesús".-
Mateo 1:86, 87. ¿De qué maneras puedes relacionar estas características con tu vida como
discípulo?

{ 4: ¡Crea! }

• Solo para los maestros: Lean Lucas 9:3 antes de hacer la siguiente actividad.

ACTIVIDAD: Cristo indicó a sus discípulos que viajaran "livianos", y no llevaran nada consigo.
Sin un bastón. Sin pan. Sin dinero. Sin una túnica extra. Pide a los alumnos que escriban las
respuestas a las dos preguntas siguientes: 1. ¿Cuán práctica es esta instrucción en el contexto
actual? 2. ¿Cómo reaccionas ante esta instrucción en el discipulado?

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