SER DISCÍPULO

La palabra "discípulo" viene del griego "Mathetes" del cual procede el latín “discípulus”;
significa "seguidor, principiante, estudiante, aprendiz". Por lo tanto, en varios lugares de los
Evangelios Jesús es llamado "Rabí" que significa “maestro”. Como Jesús era maestro y tenía
seguidores, entonces estos eran llamados “discípulos”. Lo podemos ver en Juan 3:2, según
está escrito: "Este (Nicodemo) vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido
de Dios como maestro…" Si te consideras un discípulo, sería bueno que te auto confrontes
con las siguientes siete características de un discípulo de Jesús, y respondas cada pregunta si
realmente te consideras un hijo de Dios; un cristiano. Así podrás definir si realmente eres un
estudiante, un seguidor y un imitador de tu Maestro Jesucristo. Un MATHETES para el
llamado a una nueva vida en Cristo, la cual es una vida de servicio (ministerio). Ser un
discípulo es la verdadera vida cristiana.

SIETE ATRIBUTOS DE UN DISCÍPULO

1. Un discípulo debe de ser como su Maestro (Lucas 6:40) ¿Eres cómo tu maestro?

2. Un discípulo debe poner primero en su vida a Jesús para ser su discípulo (Lucas 14:26)
¿Están tus asuntos personales y familiares primero que Jesús?

3. Un discípulo renunciará a sus deseos personales para servir a Jesús (Mateo 16.24; Lucas
14:33) ¿Estás dispuesto a negarte a ti mismo dejando tus sueños de lado para hacer la
voluntad de Jesús?

4. Un discípulo ha de llevar su cruz (Lucas 9:23; 14:27) ¿Estás dispuesto a morir al viejo
hombre cada día para poder vivir una vida rendida a Cristo?

5. Un discípulo llevará mucho fruto (Juan 15:8) ¿Estás dando fruto, tu vida es un testimonio
que logra impactar otras vidas?

6. Un discípulo debe de tener amor por los demás (Juan 13:34-35) ¿Estás dispuesto a servir a
otros?

7. Un discípulo debe de perseverar en la Palabra de Dios (Juan 8:32) ¿Estás dispuesto a

conocer a Dios a través de Su Palabra, la cual es el pan de vida?

Seamos verdaderos creyentes, todo creyente es un discípulo, no hay cristianos verdaderos que
no sean discípulos, pero existen muchos cristianos “nominativos”. La vida en Cristo es nueva,
totalmente, si no nacemos de nuevo, no somos hechos nuevas criaturas y nunca nos
interesará ser discípulos de Jesús.