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Etapas del Desarrollo Histórico del Trabajo social

Introducción
Autora: Dra. Aída Valero Chávez

Para comprender la forma en la que el trabajo social se fue


estructurando como una profesión es necesario conocer
todas aquellas prácticas empíricas que se llevaron a cabo en
sus diversas etapas históricas (que van desde las formas de
Unidad 2

ayuda de la humanidad hasta su profesionalización). Por


ello, en esta unidad te brindamos un acercamiento a la
historia del trabajo social a través de una revisión de las
primeras formas de ayuda y asistencia social que surgieron
en las culturas como Mesopotamia, cuna de la humanidad,
y en Egipto, China, Israel, Grecia y Roma.

Asimismo, se describen las características de las obras


emprendidas por los precursores de la asistencia social y los
primeros intentos por realizar una asistencia social con
cierto rigor.

Posteriormente, revisarás los hechos históricos que se


originaron dentro del naciente capitalismo, particularmente
del surgimiento de la Charity Organization Society (COS)
como primera institución creada por el Estado en Inglaterra,
destinada a afrontar los graves problemas que se suscitaron
al cambiar de una economía señorial agrícola a una
economía urbano-artesanal.

Finalmente se describirán las diversas etapas y


concepciones del trabajo social desde su nacimiento hasta
el denominado “movimiento de reconceptualización”.

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Temario
1. El proceso histórico-social de constitución de la especificidad profesional
2. Etapa pretécnica del trabajo social
 Las primeras formas de ayuda de la humanidad
 El ejercicio de la caridad y la filantropía
 Los pioneros del trabajo social en Europa
 La institucionalización de la beneficencia
 Las primeras instituciones derivadas del naciente capitalismo
3. Etapa técnica del trabajo social
 Antecedentes en los Estados Unidos
- La obra de Mary Ellen Richmod
 El trabajo social en el contexto de América Latina
- Concepción benéfico-asistencial
- Concepción paramédica y/o parajurídica
- Concepción aséptico-tecnocrática
- Concepción desarrollista
4. Etapa precientífica
 El movimiento de reconceptualización

1. El proceso histórico-social de constitución de la especificidad


profesional (Salord:1998)

Objetivo del tema


Distinguir los antecedentes del trabajo social a partir de las formas de ayuda
y asistencia social, como referente de las diversas prácticas que se han
gestado para atender la problemática social.

En la historia de la humanidad (y de cada sociedad en particular) ha surgido un


conjunto de prácticas y representaciones que intentan explicar, definir e
intervenir en dichos efectos; entre ellas se ubica el trabajo social.

Las relaciones sociales se definen a partir de sujetos portadores de


necesidades y carencias, y sujetos portadores de recursos y satisfactores que
interactúan a través de un sujeto social que interviene como intermediario en
el tratamiento del problema social que los interrelaciona (en este caso, el
trabajador social), con el objeto de intervenir en las condiciones de vida de las
clases subalternas.

El trabajo social históricamente ha desarrollado prácticas previas y autónomas


de su especificidad a partir de las primeras formas de ayuda de la humanidad y
asistencia social que han evolucionado hasta lo que –aún en nuestros días– se
sigue practicando como caridad, filantropía y beneficencia de manera
simultánea con el desarrollo del trabajo social como quehacer profesional.

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Ahora bien, para la comprensión de la historia de la profesión se retoman los
aportes que ofrece Boris Lima (1976), quien sigue los siguiente criterios para
caracterizar la génesis del trabajo social cuatro etapas: la pretécnica, la
técnica, la precientífica y la científica, partiendo del grado de desarrollo de los
métodos e instrumental profesional empleados, así como el nivel de
preparación profesional de los trabajadores sociales, los niveles de
sistematización y organización de los servicios sociales y el nivel de
elaboración teórica de la disciplina.

2. Etapa pretécnica del trabajo social


 Las primeras formas de ayuda de la humanidad
 El ejercicio de la caridad y la filantropía
 Los pioneros del trabajo social en Europa
 La institucionalización de la beneficencia
 Las primeras instituciones derivadas del naciente capitalismo

Objetivo del tema


Examinar las primeras formas de ayuda de la humanidad a partir de su
vinculación con la evolución histórica de la sociedad, como referente de las
prácticas de atención de necesidades.

Las primeras formas de ayuda de la humanidad

La historia muestra cómo tanto los viejos preceptos médicos como los
primitivos legisladores asirios, babilónicos o egipcios, los profetas hebreos, los
filósofos griegos, los gobernantes romanos y los primeros cristianos se
solidarizaban con los sufrimientos de los débiles, los oprimidos y los
desheredados, incluso hasta el punto de que la ayuda material al pobre, al
enfermo, al forastero, etcétera, constituía una prescripción común en los Vedas
y en toda la filosofía hindú, en el Código de Hammurabi y en las leyes y
preceptos cívico-religiosos de Asiria, Babilonia y Egipto, cuyos sacerdotes se
encargaban de dirigir la protección o el socorro de los menesterosos, las
viudas, los huérfanos, los enfermos y los desvalidos.

A continuación se revisan brevemente las primeras formas de ayuda en las


civilizaciones de la antigüedad:

Mesopotamia
Considerada cuna de la humanidad, el rey de Babilonia llamado Hamurabi,
introdujo la preocupación moral en la religión, dando origen al Código
Hammurabi.

China

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Contaban con asociaciones encargadas de la distribución de ropa usada,
establecer casas de comida gratuita para los trabajadores e incluso para
organizar el pago de los gastos de boda y entierro de los pobres. En este sitio
también cobró impulso la caridad privada. Según la filosofía de Lao Tse (600 a.
C.), influyente sobre todo en la antigua mentalidad china, el sabio no almacena
tesoros sino que, “dedicándose al prójimo, se enriquece y cuanto más da, más
tiene”.

India
Florece la limosna, el socorro de los pobres se observaba como una importante
obligación religiosa, hasta el punto de llegar a alentar la impostura y a
fomentar el enojoso pulular de innumerables mendigos que iban de casa en
casa con la escudilla en la mano.

Los hebreos
Su arraigado monoteísmo, estructurado por Moisés sobre las célebres Tablas
de la Ley, impregnó toda su vida social y política, configurando a esta cultura
en una verdadera teocracia en la que –según el Antiguo Testamento– se
proveía para los pobres, los enfermos, las viudas, los huérfanos y los ancianos.
En realidad fue muy temprana la preocupación que los judíos sintieron por los
necesitados, pues desde sus primeras tribus (en los tiempos de Abraham,
hacia el siglo XVII a. C.) practicaban la ayuda mutua y adoptaron las primeras
disposiciones formales en tal sentido en tiempos del Rey David (hacia el año
1000 a. C.). El pueblo hebreo abrigó siempre la convicción de que Dios
mandaba ayudar a los menesterosos. A lo largo del Antiguo Testamento
Yahvéh se manifiesta fundamentalmente como un Dios de justicia.

Los griegos
Proclamaron ideales de justicia, libertad, igualdad, etcétera, y crearon –entre
otras muchas cosas– la filosofía y la política; además, protagonizaron “la
epifanía del hombre”, haciendo de él “la medida de todas las cosas.”

El cristianismo
Brindaban ayuda al necesitado impulsando la caridad de manera considerable,
tanto cualitativa como cuantitativamente, y fundando la “buena nueva” de su
doctrina en el amor a Dios y al prójimo. Tal como lo señala la tradición
cristiana, su fundador no sólo fue pobre (trabajó y vivió como los pobres), sino
que también se identificó con ellos. Jesús empleaba un lenguaje
desusadamente duro respecto a los ricos y los exhortó a vender sus bienes y a
dar el importe de sus ganancias a los pobres.

El ejercicio de la caridad y la filantropía

De acuerdo con Elí Evangelista (2002), las características de las principales


formas de ayuda son:

Caridad Beneficencia Filantropía


Objetivos Ayudar al prójimo Socorrer a los Ayuda al

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por amor a Dios menesterosos necesitado por
amor al hombre
Forma de Ayuda basada en Ayuda basada en la Ayuda basada en
ayuda bienes materiales y limosna acciones
consejos espirituales voluntarias para
el beneficio de la
comunidad.
Orientación - Actos de amor - Acciones - Orientación
de la ayuda - Acciones de paternalistas paternalista,
generosidad - Ayuda por asistencialista y
- Preocupaciones conmiseración neutralizante
moralistas y
escatológicas
Alcances Individual y grupal Individual y grupal Grupal
Organismos Organizaciones e Grupos, - Grupos masones
y grupos instituciones organizaciones e y/o burgueses
que brindan religiosas instituciones civiles, - Asociaciones
la ayuda religiosas y civiles
estatales

Los pioneros del trabajo social en Europa

Con el fin de conocer cuál fue la influencia europea en el trabajo social de


casos es conveniente comenzar desglosando las ideas fundamentales de las
teorías y obras de cuatro pensadores, quienes entre el siglo XVI y el XIX
trabajaron en el terreno de la caridad y la beneficencia: Juan Luis Vives,
Vicente de Paul, Benjamín Thompson y Thomas Chalmers, cuyas teorías
repercutieron más allá de las fronteras de sus respectivos países.

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La institucionalización de la beneficencia

Las prácticas de beneficencia se profesionalizaron a partir de los


procedimientos y técnicas utilizados por los pioneros del trabajo social,
considerando la evolución y consolidación de las funciones del Estado, el
desarrollo científico y técnico, y el surgimiento de la beneficencia privada,
como se describe a continuación:
1. Institucionalización de la beneficencia privada, que aporta un saber
práctico, es decir, una forma de hacer las cosas, apoyado en el sentido
común y en el compromiso, una identidad y un lugar.
2. La ampliación de las funciones del Estado, que aporta un espacio laboral
y legitima el lugar del intermediario bajo la condición de trabajo
asalariado; signo ideológico en tanto que impulsa y desarrolla la nueva
profesión destinada a colaborar en la sustentación de su poder.
3. Desarrollo de las ciencias sociales, que genera un campo diversificado de
argumentación teórica y herramientas metodológicas, de las cuales la
nueva profesión extrae, en “préstamo”, conceptos y técnicas que pasan
a constituir su saber especializado; por ello no existe un reconocimiento
de filiación desde las disciplinas científicas.

Las primeras instituciones derivadas del naciente capitalismo

En esta revisión histórica es indispensable mencionar algunas iniciativas


europeas surgidas en épocas más recientes, como las Charity Organization

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Societies inglesas (COS, por sus siglas en inglés), que pueden considerarse
justamente como el origen directo del casework estadounidense. Las COS
inglesas se alzaron contra la antigua filantropía –que no estaba guiada por
algún sistema y dejaba que cada uno se preocupara por practicar la caridad
según su propia fantasía. En cambio, la nueva tendencia de estas
organizaciones era introducir una asistencia social individualizada, adecuada
para las necesidades de cada uno.

A pesar de la emigración de las COS hacia los Estados Unidos, las ideas e
inspiraciones de este organismo contaban aún con adeptos en Inglaterra, entre
quienes destacaba una mujer brillante: Octavia Hill, quien intentó difundir la
individualización y subrayar la importancia de las relaciones de persona a
persona. Esta revolucionaria idea se dio a conocer en varias publicaciones
hacia 1870. Aunque no consiguió influir en sus contemporáneos dentro de su
propio país, las teorías de Hill lograron enraizarse en Boston (EE.UU.) a pesar
de que ella nunca visitó en persona dicha ciudad.

3. Etapa técnica del trabajo social


 Antecedentes en los Estados Unidos
- La obra de Mary Ellen Richmod
 El trabajo social en el contexto de América Latina
- Concepción benéfico-asistencial
- Concepción paramédica y/o parajurídica
- Concepción aséptico-tecnocrática
- Concepción desarrollista

Objetivo del tema


Distinguir las características de la etapa técnica del trabajo social mediante el
análisis del contexto histórico para destacar las aportaciones de esa época al
ejercicio de la profesión.

Antecedentes en los Estados Unidos

La obra de Mary Ellen Richmond

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Figura 1. Mary Hellen Richmon, [fotografía]. Tomada de
http://www.canonsociaalwerk.eu/int/details.php?cps=8

La obra de Mary Hellen Richmon se puede sintetizar de la siguiente manera:

 En 1897 pronunció una disertación en la “Conferencia Nacional de


Instituciones de Caridad y Corrección”, en la ciudad de Toronto, Canadá,
donde señaló la necesidad de crear una escuela para la formación de
trabajadores sociales.
 En el año de 1899 publicó su primer libro Visitas amigables entre los
pobres, en el que hace sugerencias prácticas para los visitadores y
enfatiza la actuación de la familia como grupo para mejorar la comunidad.
 Entre 1905 y 1909 preparó material de enseñanza para la COS,
publicando en 1907 el libro El buen vecino en la ciudad moderna, donde
destacaba las contribuciones del voluntariado, así como los objetivos y
métodos de la caridad moderna.
 Desde 1910 y hasta 1922 dirigió un instituto de verano para capacitar
durante un mes a secretarias de organizaciones de la caridad.
 En 1914 pronunció una conferencia en la que señaló los primeros pasos
en el trabajo social de casos, lo que sirvió de base mediante nuevos
aportes para que en 1917 publicara, bajo los auspicios de la Russell Sage
Foundation, su principal obra: Diagnosis social, como producto de 17 años
de investigación y experiencia directa en el campo.
 En 1918, la Escuela de Filantropía que ella había fundado en Nueva York
cambió su nombre por el de Escuela de Trabajo Social, ocupando en ella
la cátedra de “Caso social individual”.
 En 1922 publicó la obra Qué es el trabajo social de casos, en el que
encontramos cómo lo define y cómo opera en la práctica.

Las características más importantes de la obra de Richmond son: el haber


señalado que sin investigación social no es posible realizar trabajo social;
señalar que “los problemas sociales aparecen como evidencias que están
presentes ante nuestros sentidos, pero que al estar compuestos de hechos,
tomados en su conjunto indican la naturaleza de las dificultades de un
determinado cliente y los instrumentos para su solución”. Como procedimiento

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utilizó siempre la inducción, ya que como “proceso racional nos permite pasar
de una serie de casos particulares a una formulación general, y de una verdad
general, a inferir algunos hechos nuevos acerca de un caso particular”.

Mary E. Richmond señaló con claridad el objetivo del trabajo social: EDUCAR a
través de un programa de participación que permitiera al “cliente” compartir
con el trabajador social la responsabilidad de las decisiones a tomar, educar
democráticamente (entendiendo por democracia un hábito cotidiano), la
igualdad de compartir cosas en común, en igualar las posibilidades de éxito
para todos, nunca con la tendencia a masificar. Señaló también la necesidad
de “un servicio social en reformas sociales que eleve las condiciones en las
cuales viven las masas.”

Richmond y sus colaboradores hacían visitas amistosas a los necesitados


(principio de la amistad en el terreno profesional) y les aseguraban ayuda
material adecuada con el propósito de ejercer una influencia psicológica;
procuró individualizar al cliente (ella empleó por primera vez este término),
establecer un diagnóstico social y conceder el socorro más adecuado para cada
caso.

El método aplicado por Mary Richmond (consistente en el estudio del caso), su


diagnóstico y tratamiento constituyen aún en nuestros días la norma para las
fases sucesivas en el trabajo social de casos, y todos los profesionales del
trabajo social conservarán siempre un recuerdo agradecido de esta eminente
iniciadora.

El trabajo social en el contexto de América Latina

A través del análisis de las diferentes concepciones del trabajo social se


pretende fundamentar la evolución de la profesión en América Latina.

Concepción benéfico-asistencial
En ella se ubican las formas más antiguas de impartir la asistencia social en el
siglo XX, basadas en principios como la caridad y la filantropía. Para principios
de siglo funcionaban algunas instituciones que requerían de personas que se
encargaran de distribuir, "técnicamente", la ayuda; su objetivo era "hacer
mejor la caridad". El tipo de ayuda que se brindaba era esencialmente
paternalista, basados en obras de caridad que se realizaban gracias a la
colaboración de donantes, y era motivada por razones moralistas, filantrópicas
o religiosas.

Es conveniente señalar que durante esta época tenía más importancia la persona
que otorgaba que la que recibía la ayuda, desempeñando muchas veces así la
función de damas de compañía.

Esta etapa inició en la fase pre-profesional y dio origen a la profesional; sin


embargo, podemos señalar que las instituciones religiosas fueron las que
básicamente se encargan de crear organismos de asistencia social, destinados a

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resolver los problemas de aquellos sectores de la sociedad que requerían algún
tipo de ayuda.

Esta etapa coexiste hasta la concepción paramédica en la década de los treinta


(del siglo XX).

Concepción paramédica y/o parajurídica


La primera escuela de trabajo social se fundó en el año de 1925, en Santiago de
Chile, por el médico y sociólogo Alejandro del Río con la mentalidad –que
prevalecía en un gran número de profesionistas de su especialidad– de requerir
una serie de técnicos para formar equipo que (bajo su dirección y dependencia)
le permitiera elevar su status profesional, lo anterior permanecía velado bajo una
supuesta preocupación de una mayor eficiencia y rendimiento en el tratamiento
del paciente.

Esta situación se debió también a que en la etapa benéfico-asistencial, en las


diversas situaciones donde se empleaba a trabajadoras sociales (especialmente
en el campo de la salud) no se les asignaba una función profesional, sino que
eran auxiliares técnicos en la labor del médico, pudiendo comprender esto en la
denominación profesional que recibieron de "visitadoras sociales" y
convirtiéndose así en un ayudante capaz de controlar el cumplimiento cabal del
tratamiento prescrito, así como de dar normas de higiene, saber principios de
primeros auxilios y visitar al enfermo.

La concepción del “trabajo social parajurídico” se debió a que los abogados


también requirieron de un auxiliar técnico que les permitiera –en caso de los
menores internos en los tribunales– obtener información de su medio familiar o,
en otros casos, de la libertad vigilada.

En Argentina se introdujo un cambio al respecto, iniciando la enseñanza


profesional en 1935 en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la
Universidad Nacional de Buenos Aires, donde emplearon a los asistentes sociales
en papeles de gestoría, información acerca de menores infractores, trámites
legales y orientación a clientes, lo cual dio pie para la formación parajurídica en
la profesión.

En México se fundaron las escuelas de trabajo social en 1933 en la SEP y 1940


en la UNAM; ambas tuvieron gran influencia de carácter paramédico y
parajurídico.

Concepción aséptico-tecnocrática
Después de la gran pérdida del armamento, navíos y aeroplanos, los Estados
Unidos tuvieron la imperiosa necesidad de reforzar su economía armamentista
para una explotación más intensa de materias primas, estableciendo como
proveedores primordialmente a los países latinoamericanos –productores de
cobre, estaño, petróleo, café, carne, así como de recursos humanos–, pues era

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un elemento primordial para desarrollar su industria, situación que se dio bajo el
supuesto de “ayuda” hacia Latinoamérica.

Los ideales de la seguridad social, de la democracia económica y de la libertad


contra la pobreza encontraron una vigorosa afirmación en una serie de
declaraciones. En mayo de 1944, la Conferencia General de la Organización
Internacional del Trabajo, reunida en Filadelfia, EE.UU., representando a 41
países miembros expidió un manifiesto de los principios que deberían orientar la
política de sus miembros.

Su principio básico consistió en que "todos los seres humanos,


independientemente de raza, credo, sexo, tienen el derecho a perseguir su
bienestar material y su desarrollo espiritual, en condiciones de libertad y
dignidad, de seguridad económica y de igualdad en las oportunidades", y se
declaró que "la creación de las condiciones necesarias para que esto sea posible
debe ser el propósito central de la política nacional e internacional".

Después se expusieron algunos objetivos específicos calculados para producir


semejantes condiciones; en ellos se encontró:

La oportunidad de trabajo para todos y la elevación del patrón de vida;


[…] medidas tocantes a salarios e ingresos, a horas de jornada y otras
condiciones del trabajo cuyo objetivo sea asegurar para todos una
participación justa en los frutos del progreso, y un salario mínimo de
vida para todos los trabajadores que requieran semejante protección;
[…] la ampliación en las medidas de seguridad social para suministrar
un ingreso básico a todos los que necesiten semejante protección y
atención médica general; […] la protección adecuada de la vida y la
salud de los trabajadores en todas las ocupaciones; […] medidas para
el bienestar infantil y de protección a la maternidad; […] el suministro
de medios adecuados de nutrición, vivienda y facilidades de
esparcimiento y cultura, y la garantía de igualdad en las oportunidades
educativas y vocacionales.

Los Estados Unidos intervienen en el orden internacional patrocinando una serie


de agencias encargadas de realizar los programas tendientes a solucionar de
manera inmediata los problemas económicos y sociales, así como de plantear
soluciones a largo plazo. Esto nos permite comprender que bajo el supuesto de
ayudar a los países latinoamericanos mediante programas de desarrollo que
contemplan los beneficios antes expuestos, formulan ciertas políticas tendientes
a reforzar la hegemonía capitalista de los Estados Unidos.

Dentro de los programas propuestos por la Organización de las Naciones Unidas


estuvo la de crear Escuelas de Trabajo Social a lo largo del continente americano,
tendientes a capacitar profesionales de alto nivel técnico que el "metodologismo
aséptico" propugnaba. La urgente necesidad de contar con el apoyo de los
trabajadores sociales hizo que, a sólo cuatro años de finalizada la Segunda
Guerra Mundial, se contara con más de 100 escuelas en América Latina
asesoradas por las comisiones técnicas de la ONU.

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Históricamente esta etapa abarcó de la década de los cuarenta hasta la década
de los cincuenta, cuando ocurrió su máximo desarrollo.

Concepción desarrollista
La tesis desarrollista se refiere a una corriente del pensamiento y acción que
surgió en la década de los cincuenta, basada en diferentes estudios sobre el
desarrollo latinoamericano y cuyo análisis pretendía ser científico, ideológico y
despolitizado. Este enfoque consideraba el desarrollo económico como un
proceso que abarcaba aspectos diversos, pero en sí tendía a la inducción del
cambio hacia una situación modernizante en relación a modelos de los países
desarrollados. En relación con estos modelos de desarrollo, guardó una estrecha
vinculación el quehacer del trabajador social como técnico que debía contribuir al
proceso general del desarrollo económico social de un país.

Bajo el programa de "Alianza para el Progreso" fueron realizados diversos


proyectos que requerían de la participación de trabajadores sociales, donde se
vieron cristalizados algunos anhelos y, en otros casos, la canalización de
frustraciones anteriores. A la luz de este programa pudieron realizarse eventos
internacionales de servicio social encaminados a intercambiar experiencias en el
campo del bienestar social.

Puede decirse que durante toda esta época el continente americano padeció de
rasgos típicos del subdesarrollo, tales como analfabetismo, desnutrición, déficit
de vivienda, desempleo, bajo ingreso per cápita, dependencia tecnológica,
insalubridad, etcétera, sin que los trabajadores sociales llegaran a encontrar la
verdadera relación causal y esencial del fenómeno, concretándose a buscar
soluciones parciales que tenían a aliviar las tensiones surgidas entre los grupos
sociales.

4. Etapa precientífica
 El movimiento de reconceptualización

Objetivo del tema


Distinguir los fundamentos de la etapa precientífica del trabajo social a través
del contexto histórico, como referente del movimiento de reconceptualización
dentro del trabajo social latinoamericano.

El movimiento de reconceptualización en América Latina

Los retos de las ciencias sociales latinoamericanas, así como de los


movimientos estudiantiles que se suscitaron en la década de los sesenta,
fueron factores que influyeron en lo que se conoce como “movimiento de
reconceptualización”, el cual tuvo su origen en el Cono Sur de América Latina.

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El trabajador social Luis Aranera señaló que el trabajo social fue cuestionado y
puesto en tela de juicio por diferentes sectores: estudiantes, profesores y
algunos profesionales que veían en la profesión una incompatibilidad con los
requerimientos de la sociedad, surgiendo entonces la necesidad de estudiar y
llegar a la formulación de su metodología, del papel que han jugado la filosofía
y la ideología en su quehacer histórico, y de colocar al trabajo social en el
contexto actual de nuestros países. Se consideró imposible entonces entender
a la profesión y al profesional comprometido con los sectores sociales más
desprotegidos y excluidos; es decir, según Aranera, se trató de analizar los
distintos contenidos del trabajo social a la luz de los cambios sociales que
surgieron en forma vertiginosa y adecuarlos a los verdaderos requerimientos
de la sociedad.

En la II Reunión de la Asociación Latinoamericana de Escuelas de Trabajo


Social (ALAESS), al plantearse el problema de la reconceptualización se dijo lo
siguiente: “concebimos al servicio social como una praxis, un proceso dialéctico
en que teoría y práctica se retroalimentan para lograr su objetivo de liberación
humana.”

Con motivo del I Encuentro de Escuelas de Trabajo social, celebrado en el año


de 1973 en Chillán, Chile, se analizaron los aportes más significativos logrados
mediante el movimiento de reconceptualización, destacando dos de ellos:

 La revisión crítica de las bases de sustentación científica de la profesión


 La necesidad del compromiso del trabajo social con la hora de los
cambios que se vislumbraban en algunas partes de América Latina

Poco a poco se comprendió que la profesión carecía de una clara definición, por
lo que se generaron interrogantes en diversos sentidos que buscaban integrar la
profesión con la problemática latinoamericana. Ante esto se logró despertar la
inquietud entre los diversos profesionales de las ciencias sociales acerca del
"explicarse el ser" y el "deber ser" de las diferentes disciplinas, frente a la
situación real de dependencia y subdesarrollo.

La conceptualización se explicó por el reto que representaba una realidad social


en crisis, motivando a algunos profesionales a plantearse cuestiones tales como:
¿a quién estamos sirviendo?, ¿qué metodología se emplea?, ¿es ésta una forma
de mantener el status quo?, ¿acaso no somos los profesionales encargados de
corregir las disfuncionalidades del sistema?, entre otras más.

Diversos aportes de la reconceptualización


Durante el periodo de 1969 a 1971, el movimiento de reconceptualización se
orientó en muchas direcciones y tendencias, por lo que realizó aportes y
orientaciones en diversos campos, tales como:
 Aporte con énfasis en lo científico
 Aporte en lo tecnológico-metodológico
 Aporte en lo ideológico-político

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 Aporte en la constitución de una nueva ciencia
 Aporte en la profesionalización
 Aporte en la práctica
 Aporte en la vida: la renovación como desafío existencial

Como puede observarse, no hay un planteamiento único o una sola tendencia


dentro del movimiento de reconceptualización. A pesar de que cada uno de estos
enfoques tiene inquietudes parecidas, no han sido elaborados de forma total; sin
embargo, desde el particular punto de vista cobra importancia el aspecto
metodológico, que permitió nuevos enfoques sustentados en un conocimiento
más científico de la realidad, por lo que las funciones del trabajador social
tendieran al logro de los objetivos de la profesión.

A continuación se presentan los efectos provocados por el movimiento de


reconceptualización en el trabajo social:

Figura 2. Efectos del movimiento de reconceptualización

Recuerda revisar el material básico “Desarrollo histórico de Trabajo social”,


de Aída Valero Chávez, para realizar tus actividades de aprendizaje.

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Resumen

En las etapas del desarrollo histórico del trabajo social se abordaron los
diferentes momentos del origen, la evolución, el desarrollo y la consolidación
de la disciplina, así como también los precursores y las primeras formas de
institucionalizar la profesión.

Asimismo, en esta unidad se realizó un recorrido desde los albores de la


humanidad, por las culturas de la antigüedad a partir de las cuales se
originaron las primeras formas de ayuda y asistencia social y los antecedentes
del trabajo social actual. Dicho recorrido por los diferentes contextos y
momentos históricos te permitieron identificar la postura de diversos autores,
la clasificación en etapas de la que ha sido objeto el trabajo social, las distintas
concepciones históricas y la conjugación de los elementos que, al articularse,
han permitido estructurar la profesión.

El contenido de esta unidad es esencial para poder identificar, por una parte, el
desarrollo que el trabajo social mexicano ha tenido y, por otra, la construcción
metodológica que se utiliza en el desempeño de la profesión.

Glosario

Altruismo
Este término engloba formas de comportamiento en beneficio de los demás. Es
un estado de disposición o solicitud hacia los otros; un cuidado desinteresado
del bien ajeno, incluso a costas del propio. Se diferencia de la caridad cristiana
por el hecho de ésta se basa en motivos sobrenaturales, mientras que el
altruismo se fundamenta en la moral natural.

Asistencia
Acción de asistir, ayudar, hacer un favor, dar socorro, amparar o auxiliar de
manera regular y sistemática. Son los medios, acciones públicas o privadas,
que se proporcionan a alguien –o a algún grupo– para sostenerlo o aliviarlo en
sus necesidades más urgentes.

Asistente social
Profesional titulado de una escuela de asistencia, servicio social o trabajo
social, capacitado en métodos, técnicas y procedimientos propios de esta
profesión, que dispone de las destrezas necesarias para ayudar a la gente a
satisfacer algunas necesidades, fundamentalmente aquellas derivadas de
situaciones carenciales o problemáticas. El asistente social es un profesional
orientado hacia la acción; asiste a los individuos, grupos y comunidades para
atenderlos en sus necesidades personales y sociales a través de los servicios
sociales. Se trata de una profesión que requiere, de quienes la ejercen, una
serie de cualidades personales de tal naturaleza que aseguren el éxito del
trabajo que realizan. Así pues, entre otras dotes, ha de poseer espíritu de
servicio, sentido de responsabilidad, madurez emocional, habilidades para

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analizar y diagnosticar situaciones, así como para programar actividades con
sentido práctico, además de ser realista para saber llevarlas a la práctica. El
tipo de servicio que deben prestar los asistentes sociales requiere una
combinación de conocimientos teóricos, habilidades técnicas y cualidades
humanas.

Beneficencia
Virtud de hacer el bien. Conjunto de fundaciones, establecimientos y demás
institutos benéficos y de servicios gubernamentales referentes a ellos, a sus
fines y a los haberes y derechos que les pertenecen. Este término proviene del
latín bene facere, que significa “hacer el bien”. Acción de ayudar y prestar
asistencia a los necesitados de protección y apoyo; a quienes no pueden
valerse por sí mismos; a los que están en una situación de miseria o a quienes
han resultado víctimas de una desgracia. Se trata de ayudar a realizar a través
de una modalidad operativa caracterizada por un estilo paternalista y
asistencialista de tipo paliativo, dado que sólo se intenta atenuar determinados
efectos de algunas situaciones carenciales, fundamentalmente derivadas de
estados de pobreza.

Bienestar
Estado que alcanza y experimenta un individuo al satisfacer sus necesidades
de un modo compatible con la dignidad humana. El concepto fue incorporado al
campo de las ciencias sociales por algunos economistas ingleses de principios
de siglo XX, inspirados en A. Marshall y los economistas fabianos.

Caridad
Una de las tres virtudes teológicas; consiste en amar a Dios sobre todas las
cosas y al prójimo como a nosotros mismos. Virtud cristiana opuesta a la
envidia. Limosna que se da o auxilio que se presta a los necesitados. El sentido
rico y variado que tiene esta palabra en su significación religiosa y evangélica
(para el cristiano es la virtud principal) ha sido distorsionado y degradado por
la práctica de muchos cristianos; esta falsa imagen o idea de la caridad ha
conducido a que se tenga un concepto torcido de la misma. De ahí que dentro
de la profesión del trabajo social se hable con frecuencia de manera peyorativa
de la caridad identificada como beneficencia en el sentido más despectivo que
tiene este término; sin embargo, no se puede tratar el asunto a la ligera y con
superficialidad, como se hace en los manuales de servicio social. El concepto
de caridad tiene un sentido hondo y decisivo: se trata del amor al prójimo,
amor que se expresa en obras, no sólo en las relaciones interindividuales con
quienes están más cerca de uno, sino también en los problemas que se
plantean como consecuencia de las relaciones condicionadas o determinadas
por las estructuras globales de la sociedad. En la antigüedad no se exaltaba la
caridad como virtud ni se tenía conciencia de su papel en las relaciones
sociales; fue el cristianismo el que introdujo un cambio decisivo al hacer de la
caridad (el amor) la principal virtud del cristiano y su distintivo esencial. Entre
los primeros cristianos, la caridad se expresaba en algo más que en relaciones
interindividuales, pues la socialización de los bienes aparecía como una forma
de ayuda social dada a los necesitados. Durante la Edad Media, la iglesia y sus
organizaciones (monasterios, órdenes religiosas, etcétera) organizaron la

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caridad, entendida como socorro a las viudas, huérfanos, pobres, enfermos y
extranjeros. Considerando a la caridad como el cumplimiento de deberes que
van más allá de la estricta justicia, hoy puede pensarse que fue un tanto
restrictiva su aplicación.

Marxismo
Teoría formulada inicialmente por Marx y Engels, que constituye un sistema
íntegro de concepciones filosóficas, económicas, sociales, políticas, entre otras.
Comenzó a elaborarse en la década de 1840 como sucesor natural –en
palabras de Lenin– de lo mejor que la humanidad creó en el siglo XIX: la
filosofía alemana, la economía política inglesa y el socialismo francés.
El marxismo, cuya teoría y práctica son inseparables, constituye al mismo
tiempo un movimiento político, económico, social y filosófico, con incidencia en
todos los ámbitos de la vida. Por otra parte, es también una teoría
revolucionaria y estratégica del movimiento obrero, dirigida a terminar con el
sistema liberal-burgués-capitalista y a construir el socialismo. El fin último es
alcanzar una sociedad sin clase y sin Estado (la sociedad comunista), donde al
no existir la propiedad privada, el hombre no sufrirá situaciones de explotación
que lo alienen de su propio ser.

Paternalismo
Carácter de aquel que es paternal, es decir, que se comporta aparentemente
como un padre. Esta palabra se utiliza peyorativamente para designar el modo
de actuar de una persona (político, gobernante, trabajador social, empresario)
o una institución, la cual asume una actitud protectora respecto a sus
subordinados y, con el pretexto de ayudarlos, no deja que éstos asuman la
responsabilidad que les corresponde como adultos. Es una modalidad propia de
la beneficencia y el asistencialismo que, al ayudar a otros, ejerce una tutela
que sirve para controlar la conducta de los asistidos.

Revolución Industrial
Conjunto de cambios tecnológicos que modificaron el proceso de producción de
bienes, mediante una creciente incorporación del uso de las máquinas; este
movimiento comenzó en Inglaterra en el último tercio del siglo XVIII y luego se
extendió al resto de Europa occidental y a los Estados Unidos, para convertirse
así en un hecho universal durante el siglo XX.

Visitador social
Expresión tradicional que se encuentra en desuso, la cual designaba al
profesional o a la persona que realizaba tareas de asistencia social; fue
reemplazada por los términos “asistente social” y “trabajador social”.

Fuentes de información

Obligatorias
 Valero Chávez, A. (2008). Desarrollo Histórico del Trabajo social. México:
UNAM-ENTS-SUA.

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Complementarias
 Evangelista Martínez, E. (2002). Historia del Trabajo social en México.
México: Editorial Plaza y Valdés-UNAM.
 Salord García, S. (1998). La especificidad y rol en el Trabajo social.
Buenos Aires: Lumen Humanista.

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