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TEORÍA DEL APEGO Ficha de la Cátedra

Lic. Clr. Marcela Darricarrére


Los tipos de apego (Ainsworth y Bell, 1970)
Estos autores evaluaron la calidad del apego durante los dos primeros años de vida mediante el experimento
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relación con su madre durante una serie de episodios estresantes ensayados, de corta duración. Estos
episodios incluían una situación desconocida, el encuentro con una persona desconocida y finalmente la
separación de su madre por un corto espacio de tiempo.
Establecieron una distinción fundamental entre apego seguro e inseguro, a través la capacidad del niño para
utilizar la figura de apego como base para explorar su entorno y desde su forma de reaccionar ante el retorno
de la madre.
Los tipos de apego que describieron son:

 Apego seguro (Tipo B)

 Apego Inseguro

 Ansioso ambivalente (Tipo C)


 Huidizo evitativo (Tipo A)
 Inseguro desorganizado (Tipo D) (Introducido por Main y Salomón en 1986)

Apego seguro
El individuo tiene confianza en la disponibilidad, comprensión y ayuda que la figura parental le dará en
situaciones adversas. Se siente animado a explorar el mundo. Este esquema se lo proporciona una figura
parental (generalmente la madre) que sea fácilmente disponible, atenta a las señales del niño y preparada a
responder. Manifiesta una búsqueda activa de contacto con la madre y ofrece respuestas adecuadas ante
ella. Expresa una amplia gama de sentimientos positivos y negativos Este tipo de apego evoca sentimientos
de pertenencia, de aceptación de sí mismo y de confianza de base.
¿Cómo se muestran los Padres-Madres de niños con tipos de apego Seguro?
Diferentes estudios reao]} } ]]v} u]} ~v }}U o ^C]}v]} P}
o}_U}(v]vv}vo]}v}uouvvo]]voP}}v}o}v
de los padres-madres de los niños identificados en las tipologías anteriores.
En el caso de los padres-madres de niños con apego seguro, aquellos se muestran disponibles, ofreciendo
contacto al niño cuando llora. Responden de forma sincrónica al estado emocional. Son capaces de visualizar
las necesidades del niño en sí mismas, y no como necesidades propias o ataques a su integridad Sus propias
narraciones de las historias de apego son coherentes. Describen fácilmente experiencias de apego tanto
positivas como negativas, con buena integración de ambas.

Apego inseguro huidizo-evitativo (A)


El niño tiende a ignorar o esquivar a su madre (por ejemplo, evitando el contacto o la mirada). A su vez, la
evitación del hijo puede amplificar la conducta parental que ha generado esta percepción en el hijo. Muestra
mayor ansiedad o al menos igual comportamiento ante padres que ante figuras extrañas. Manifiestan una
impresión general de indiferentes o fríos con el adulto. Parece intentar vivir la propia vida emocional sin el
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apoyo y el amor de los otros, desde una tendencia a la autosuficiencia, y con una ausencia casi total de
expresiones de miedo, malestar o rabia.
¿Cómo se muestran los Padres-Madres de niños con tipos de apego huidizo-evitativo?
Se relacionan con el niño con una mezcla de angustia, rechazo, repulsión y hostilidad. Esto se expresa en
actitudes controladoras, intrusivas y sobreestimulantes.
La madre o cuidador principal reacciona sintiéndose amenazada por los lloros o necesidades insatisfechas
de los bebés, no controla la situación para actuar en consecuencia. Ante ello, niegan las necesidades del
bebé: toman distancia con el estado emocional del bebé, forzándole a modificar su estado emocional o
distorsionando los sentimientos en otros más tolerables, dando su propia lectura.

Apego inseguro ansioso-ambivalente (C)


El individuo no tiene la certeza de que la figura parental esté disponible o preparada a responder. La
presencia de la madre no le calma después de una ausencia corta.
Manifiesta ambivalencia: puede reaccionar hacia su madre con cólera, rechazando el contacto o la
interacción, y enseguida buscar ansiosamente el contacto. Se da una oscilación entre búsqueda y rechazo
de la madre. Propenso a la angustia de separación. Por ello, tienden a aferrarse a la madre. La exploración
del mundo les genera ansiedad, que genera a su vez una ausencia de conductas exploratorias.
Esta modalidad de apego se crea en torno a una figura parental que unas veces está disponible y otras no.
También la potencian las separaciones y las amenazas de abandono como medio de control.
Se dan de forma prolongada y exagerada manifestaciones de rabia, miedo y malestar.
¿Cómo se muestran los Padres-Madres de niños con tipos de apego ansiosoambivalente?
Eoouv}uAoouov]vo(o^]v}v_u}]}vo_}vo X Puede haber periodos
de ausencia física de la madre, pero sobre se produce una ausencia de su disponibilidad psicológica, que
convierte los cuidados en incoherentes, inconsistentes e impredecibles. En resumen, no responden a los
niños, pero no les rechazan.

Apego inseguro desorganizado-indiscriminado (D)


En el contexto de un modelo relacional de carácter caótico, cambiante e indiscriminado (se apegan, se
desapegan para apegarse a otro, pero siempre de manera superficial), se produce un modelo de vinculación
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Se produce por tanto una relación desorganizada y cambiante con adultos, mediante comportamientos
vuv^o_U}v(}˙}Pv]}XH˙v}]o ción desorganizada entre búsqueda y
evitación.
¿Cómo se muestran los Padres-Madres de niños con tipos de apego desorganizado/indiscriminado?
Prácticas parentales altamente incompetentes y patológicas como consecuencia de haber sufrido
experiencias muy traumáticas y/o pérdidas múltiples no elaboradas en la propia infancia. Nos encontramos
con padres-madres con incompetencias parentales severas y crónicas, con frecuencia irrecuperables:
patologías psiquiátricas crónicas, alcoholismo y toxicomanías.

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Es frecuente el estilo parental violento, desconcertante, impredecible. Se produce aquí una paradoja vital:
si el niño se acerca buscando apego, provoca ansiedad en el progenitor; si se aleja, éste se siente provocado,
y canalizará su ansiedad mediante comportamientos hostiles y de rechazo.

Los inicios del Apego


El desarrollo del apego desde el nacimiento a los seis años se desarrolla en las siguientes etapas:
a) El niño manifiesta preferencia por los miembros de su propia especie, sin llegar a establecer
diferencias entre quienes interactúan con él. Los niños ponen de manifiesto claras preferencias por
los estímulos sociales (rostro humano, voz humana, temperatura humana, etc.), pero se trata del
reconocimiento de la recurrencia de algún elemento del estímulo (postura que se adopta para
mamar, rasgos del rostro de la madre, etc.) sin que el niño tenga un reconocimiento global de la
persona. Durante este período la actividad del niño está fundamentalmente regulada por ritmos
biológicos a los que se adaptan los adultos. La mayor parte de los autores alargan esta fase hasta el
tercer mes de vida del niño.
b) Preferencia por la interacción con los adultos que le cuidan normalmente, pero sin rechazar a
desconocidos. Los niños discriminan con claridad entre unas personas y otras (no sólo algunos rasgos
aislados) y manifiestan clara preferencia por interactuar con los que normalmente les cuidan. Esta
habilidad para reconocer perceptivamente a las figuras de apego y diferenciar entre propios y
extraños, expresada claramente en las conductas, la adquieren entre los tres y cinco meses. La
interacción se hace más flexible (menos dependiente de ritmos biológicos y respuestas reflejas),
extensa y adaptada a los ofrecimientos y respuestas del adulto en la interacción cara a cara. En este
período, sin embargo, el niño no rechaza aún los cuidados que le ofrecen desconocidos.
c) Formación de sistemas relacionales: apego, miedo a extraños, afiliación, exploración. En la segunda
mitad del primer año de vida, los bebés manifiestas una clara preferencia por las figuras de apego a
la vez que rechazan a los desconocidos. Las figuras de apego no sólo son reconocidas sino que pueden
ser evocadas gracias a las capacidades de representación, permanencia de la persona y memoria. La
separación provoca reacciones de protesta y ansiedad y el reencuentro alegría y sosiego. El sistema
de apego está claramente formado: las conductas de apego para procurar o mantener la proximidad
de las figuras de apego, la reacción ante las separaciones breves, el sufrimiento por la pérdida de
estas figuras y el rechazo o desconfianza ante los desconocidos y el uso de la figura de apego como
base desde la que se explora el mundo físico y social, no dejan lugar a dudas.
d) El apego desde el primer año de vida hasta los seis años: A partir del primer año de vida, una vez
establecido el vínculo de apego, el niño va conquistando cierto grado de independencia de las figuras
de apego, gracias a sus nuevas capacidades de locomoción, verbales e intelectuales. Este proceso es
siempre conflictivo porque exige readaptaciones continuas con ganancias y pérdidas de ciertos
privilegios. Por ello va acompañado de deseos ambivalentes de avanzar y retroceder.
A los largo de todo este período escolar suelen mantener como figuras de apego a los padres (la madre, casi
siempre, en primer lugar) y con carácter secundario, a los hermanos y otros familiares. Sin duda, se producen
cambios lentos, pero continuos: nuevas capacidades mentales y la propia experiencia del retorno de las
figuras de apego le permite al niño aceptar mejor las separaciones breves, el contacto físico no es tan
estrecho y continuo, la conducta exploratoria no necesita tanto la presencia física de las figuras de apego.
Pero en los momentos de aflicción (enfermedad, por ejemplo) o de separaciones que puede percibir como
amenazantes (hospitalizaciones, ingreso a la escuela infantil, etc.) se activan sobremanera las conductas de
apego, reaccionando de forma similar a como se hacía en los primeros años de vida. Los conflictos afectivos

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más importantes durante este período son los producidos por las situaciones de separación, el deseo de
participar en la intimidad de los padres y las rivalidades fraternas.

Cambios del apego durante el resto de la niñez


A partir de los cuatro-seis años lo más habitual es que los niños hayan elaborado los posibles celos
intrafamiliares a la vez que han desarrollado sus capacidades de comunicación verbal, ampliado el
conocimiento social y mejorado su capacidad de autocontrol. Esto les coloca en una situación especialmente
adecuada para los aprendizajes escolares y desde el punto de vista social, para las relaciones armónicas y
satisfactorias con las figuras de apego. En condiciones normales los niños y niñas pasan por un período de
largos años hasta la pubertad de buenas relaciones con las figuras de apego, con las que se sienten muy
seguras, ya que han construido a lo largo de la primera infancia el conocimiento y los sentimientos propios
de la representación de los padres cou}]v}v]]}vo˙(]W^ mis padres me quieren, mis padres me
aceptan, mis padres svu}}Pu˙]u_Xo} A v]y}ovvUiPUZoU]iU
etc., con los padres. El sistema de valores, las normas y las características del funcionamiento social de los
padres es aceptado sin conflicto. Los niños saben que forman parte de una familia que no es puesta en
cuestión, que tiene padres que les quieren y están a su disposición, con los que se comunican bien y con los
que disfrutan de su presencia, sus juegos y sus cuidados, etc. El sistema familiar propio suele estar
enriquecido por los sistemas familiares de los abuelos maternos y paternos, aún competentes y eficaces para
poder cuidarlos y disfrutar con ellos de la comunicación, los juegos, los viajes, etc. De todas las etapas del
sistema familiar, este período suele ser el más armónico y gratificante para todos los miembros del sistema
familiar. Esta armonía puede verse rota por varios hechos y miedos. Entre los más frecuentes en la actualidad
están los problemas éntrelos miembros del subsistema marital, la separación de los padres, la muerte de
algún familiar y el fracaso del niño en la institución escolar.
Los problemas entre los esposos o la separación de los padres son un motivo de grave conflicto emocional
para los niños de esta edad porque les resulta incomprensible que el vínculo familiar pueda estar sujeto a
semejantes conflictos o se rompa. La ruptura, los frecuentes conflictos que suelen acompañarla, los
comentarios y conductas destructivas que deslegitiman a ambos padres, la lucha por la tutela o los cuidos
de los hijos, etc., frecuentemente arruinan o deterioran el vínculo que el niño tiene con cada uno de sus
padres y le llenan de miedo al abandono definitivo, a la vez que le trasmiten la creencia de que los vínculos
intrafamiliares son poco consistentes.
La muerte de algún familiar o persona cercana agudiza la conciencia y el miedo a la muerte y, por lo tanto, a
la pérdida de los seres queridos y al hecho mismo de la muerte. En torno a los seis u ocho años es frecuente
que los niños pasen, en todo caso, por un período de conciencia y miedo a la muerte más o menos explícito.
La escuela se ha convertido para los niños en una institución necesaria e inevitable. El éxito en la integración
escolar y en las evaluaciones que se hacen tan repetidamente desde este sistema se convierte en un factor
protector de riesgos, mientras que el fracaso es un factor de riesgo (López, 1995a)
Ante estos tres posibles problemas, manteniéndose unidos o haciendo un proceso de ruptura en el que dejen
muy claro al menor que tanto el padre como la madre le seguirán siendo incondicionales y que lo que están
ejerciendo es un derecho, el de separarse, sin que por ello deba ser deteriorada su imagen. El tema de la
muerte o el hecho de las muertes de familiares no deben ser objeto de tabú, sino que, en determinados
momentos, las figura de apego deben hablar con sus hijos, reconocer con ellos serenamente la realidad de
la temporalidad de la vida y transmitirles, sobre todo, un sentido positivo de la vida y la seguridad de que
contarán siempre con su apoyo.

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Por último, los hijos deben sentirse aceptados incondicionalmente con la dependencia de su rendimiento
escolar y, en caso de fracaso escolar, los padres deben además ayudarles a superarlo, si es posible,
haciéndoles ver que cada persona es diversa y única. Construir con ellos un proyecto de vida personal que
les ilusione, con o sin buenas calificaciones escolares, es, desde este punto de vista, fundamental.
En algunos casos, especialmente en niños que carecen de figuras de apego adultas, los iguales pueden acabar
convirtiéndose en figuras de apego, incluso en estas edades, pero esto es más frecuente a partir de la
adolescencia. En la mayor parte de los casos, aunque los amigos no lleguen a constituirse en verdadera
figuras de apego, poco a poco van compartiendo o sustituyendo en algún grado a las propias figuras de apego
en las funciones que en los primeros años cumplían únicamente estas (Hazan y Zeifman, 1994). En este
sentido, es necesario tener en cuenta que, aunque los vínculos de apego y los vínculos de amistad son
cualitativamente distintos, comparten algunos aspectos esenciales, pudiendo en la práctica llegar a estar
muy cercanos los unos de los otros.

Desarrollo del apego en la adolescencia


Cuando e menor llega a la pubertad y adolescencia, se suelen haber producido cambios importantes en el
sistema familiar propio (suyo y de los padres) y en el de los abuelos. Los abuelos han avanzado en edad y es
muy posible que ya, introducidos en la última fase de la vejez, necesiten de la ayuda de sus hijos (los padres
del sistema familiar propio), hayan perdido buena parte de la capacidad de ayuda e interacción con los nietos
y muera alguno de ellos. Esto conlleva nuevas exigencias para el sistema familiar propio, que debe abrirse
para acoger a alguno de los abuelos, en todo caso, estar dispuesto a ofrecer ayudas externas.
Los padres suelen estar estabilizados desde el punto de vista laboral y llevan numerosos años de convivencia.
Ahora tienen que readaptar sus roles en relación con los abuelos, que necesitan más ayuda de la que pueden
prestar, y en relación con los hijos, ahora adolescentes que inician el proceso de independencia del sistema
familiar.
En este contexto, la relación con las figuras de apego desarrollada en la infancia sigue siendo fundamental
para los adolescentes. Necesitan de la incondicionalidad y la disponibilidad de las figuras de apego para
sentirse seguros y abrirse cada vez más y de forma más atrevida y hasta arriesgada a otras relaciones sociales
con los amigos y la primera o primeras experiencias de pareja. La adolescencia y las relaciones entre los
padres y los hijos, durante este período, son extremadamente variables de unos adolescentes a otros y de
unas familias a otras, incluso dentro de la propia familia. Pero en todos los casos el proceso de la adolescencia
conlleva la crisis inevitable que supone la conquista de la autonomía frente a las figura de apego. Esta crisis
puede ser muy conflictiva o muy pacífica, pero implica siempre un cambio profundo en el sistema de
relaciones entre padres e hijos y también un cambio en el sistema de relaciones que los adolescentes
mantenían con sus iguales.
Una de las características más comunes de este período es la ambivalencia entre adolescentes y padres. Ésta
tiene múltiples manifestaciones ente las que destacamos las siguientes:
- En unos momentos (en las situaciones en que están de forma satisfactoria con los iguales, por
ejemplo) parecen no necesitar a las figuras de apego e incluso desear que éstas estén lejos; en otros
(cuando están enfermos o sienten aflicción, por ejemplo) vuelven a necesitar a las figuras de apego
de forma muy semejante a cuando eran niños
- Pueden confiar incondicionalmente en los padres y reconocer que su pérdida les sería difícil de
soportar, pero a la vez se distancian cada vez más tiempo y en más cosas de ellos. Con frecuencia
prefieren estar con los iguales, de forma que parece que el deseo máximo en relación con las figuras
de apego no es tanto que estén presentes como que estén disponibles para cuando se necesitan.
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- En unas situaciones las relaciones son armónicas y están llenas de contenidos positivos, en otras se
pueden volver conflictivas y hasta dramáticas.
- En determinados aspectos o situaciones la comunicación puede ser fluida, en otros los contenidos de
la comunicación se ocultan o rechazan implícita o explícitamente.
- Determinadas actividades o viajes con los padres pueden ser deseados y gratificantes, mientras otras
actividades o viajes pueden ser fuertemente rechazadas.
- Pueden sentir hacia los padres afectos contradictorios: aceptación y rechazo, orgullo y vergüenza,
amor y odio, etc.
Otra de las características más comunes en la adolescencia es que se puede llegar a ampliar el número de
figuras de apego, incluyendo algún amigo, especialmente en el caso que se involucren en relaciones de
pareja. En una investigación realizada por nosotros (López, 1993, pp.44 a 46), durante la primera
adolescencia, antes de los 15 años, el 5% tiene como primera figura de apego a un amigo o amiga y durante
la segunda adolescencia, entre 15 y 20 años, el 32% adopta como primera figura de apego a un igual. Estos
datos se refuerzan con otros de la misma investigación en los que el 10%, durante la primera adolescencia,
y el 35%, durante la segunda, afirman que la persona para la que ellos son afectivamente más importante es
un igual.
En otras investigaciones (Hazan y Zeifman, 1994) se ha comprobado también que los iguales comparten las
funciones que tienen las figuras de apego o incluso, en algunos casos, las sustituyen poco a poco a partir de
los siete u ocho años. En todo caso, lo más frecuente es que los vínculos de apego y amistad se
complementen y apoyen en las funciones que en la primera infancia cubren con exclusividad las figuras de
apego, sin necesidad de que los amigos pasen a ser figuras de apego. Dependiendo de la situación, las
funciones de proximidad y apoyo suelen cumplirlas mejor las figuras de apego, cuando los adolescentes
están enfermos o tiene graves aflicciones, o los iguales, cuando se trata de actividades lúdicas y sociales.
Es también propio de este período, con independencia de que se formen o no nuevas relaciones de apego
con iguales, el que las nuevas relaciones de apego con iguales, el que las nuevas capacidades de los
adolescentes para pensar de manera formal, abstracta, científica y crítica provoquen una revisión de la
construcción mental previa de las figuras de apego, de la propia relación con ellas y de las ideas que le
atribuyen a las figuras de apego, de la propia relación con ellas y de las ideas que le atribuyen a las figuras
de apego sobre el propio adolescente. Esta revisión crítica tendrá contenidos muy diferentes en cada caso.
En unos, provocará una visión más realista y negativa y hasta destructiva. Es propio de los adolescentes
proyectar exigencias radicales sobre los padres que difícilmente pueden ser correspondidas. Conseguir que
los adolescentes conserven, a pesar de todo, una visión positiva de los padres, sus capacidades y los vínculos
que tienen los padres entre sí y con ellos mismos es fundamental para que se sientan emocionalmente bien,
en una mundo y en una familia segura y acogedora, e, incluso, para que sepan también arriesgarse en los
nuevos compromisos y vínculos con los iguales.
Fuentes:

*Familia y Desarrollo Humano. Rodrigo López, María J.; Palacios, Jesús. Alianza Editorial, Evolución de los vínculos de
apego en las relaciones familiares. Capítulo 5. López Sánchez, Félix-

*Teoría del Apego. El Vínculo. Gago, Josu. Escuela Vasco Navarra de Terapia Familiar

*Vínculos afectivos: Formación, desarrollo y pérdida. Bowlby, John. Editorial Morata

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Hábitossaludablesparaelconsumomediát
bebésylosniñosenedadpreescolar

Los medios de comunicación en todas sus formas, incluyendo la televisión, computadores y teléfonos
inteligentes pueden afectar cómo los niños sienten, aprenden, piensan y se comportan. Sin embargo, los
padres (usted) continúa siendo la influencia más importante.

La American Academy of Pediatrics (AAP) le anima a que ayude a sus niños a establecer hábitos sanos para
el consumo mediático desde el comienzo. Para saber más, continúe leyendo.

Pautas para el consumo mediático de los niños pequeños


Para los niños menores de 2 años:
 El consumo mediático deber ser muy limitado y sólo cuando un adulto está presente y viendo el
contenido juntos, hablando y enseñando. Por ejemplo, hablar con la familia por video chats junto con
los padres.
Si desea iniciar a los niños entre 18 a 24 meses en el consumo mediático:
 Elija programación de alta calidad.

 Vea los programas junto con los niños.

 Evite que vean los programas solos.

Para los niños entre 2 a 5 años de la edad:


 Limite el tiempo de pantalla a no más de una hora al día.

 Encuentre otras actividades para los niños que sean saludables para sus mentes y cuerpos.

 Elija contenido mediático que sea interactivo, sin violencia, educativo y prosocial.

 Vea y juegue junto con sus niños.


¿Y qué opinamos sobre las aplicaciones (apps) y los libros
digitales?
La mayoría de las aplicaciones que se promocionan como "educativas" no se les ha comprobado su eficacia
y no promueven jugar o ver el contenido juntos para ayudar al aprendizaje de los niños pequeños. Además,
la mayoría de las aplicaciones educativas se enfocan en destrezas de repetición o de memorización, tales
como el abecedario y las formas o figuras. Estas destrezas son sólo una parte de la preparación para la
escuela. Las destrezas que los niños pequeños necesitan para desempeñarse bien en la escuela (y en la vida),
tales como el control de los impulsos y las emociones y el razonamiento creativo y versátil, se aprenden
mejor a través de juegos no estructurados y sociales con amigos y familiares en la vida real.

Los libros digitales (eBooks) que tienen muchos efectos sonoros y visuales que a veces pueden distraer a los
niños, quienes se "pierden de la historia" y no aprenden tanto como lo haría de un libro impreso.
Si tiene pensado leerles libros digitales a sus niños:
 Elija libros digitales que no tengan muchos efectos llamativos pero superfluos.
 Lea libros digitales con sus niños (la interacción entre padres y niños con los libros puede ser uno de
los factores más importantes para determinar el buen desempeño con la lectura y el aprendizaje).
¿Por qué se debe limitar el consumo mediático?
El abuso de los medios digitales puede poner a su niño en riesgo de:

 No dormir lo suficiente. Los niños pequeños que están más expuestos a los medios de
comunicación o que tienen un televisor o dispositivo móvil en sus habitaciones, duermen menos y
concilian el sueño en la noche más tarde. Incluso los bebés pueden sobre-estimularse debido a las
pantallas y dejar de dormir el tiempo que necesitan para crecer.

 Retrasos del aprendizaje y de habilidades sociales. Los niños que ven demasiada televisión
durante la infancia y los años del preescolar pueden mostrar retrasos de atención y razonamiento y de
las habilidades sociales. Una de las razones para estos retrasos puede ser debido a que interactúan
menos con los padres y la familia. Los padres que mantienen el televisor prendido o están enfocados
en su propio consumo digital, pierden oportunidades únicas para interactuar con sus niños y
ayudarles a aprender.

 Obesidad. El consumo intenso de los medios de comunicación durante los años del preescolar está
ligado al aumento de peso y al riesgo de la obesidad infantil. Los comerciales de alimentos y
refrigerios mientras se ve la televisión pueden promover la obesidad. Además, los niños que usan
excesivamente los medios de comunicación están menos predispuestos a ser activos con juegos
saludables y físicos.

 Problemas de conducta o comportamiento. El contenido violento de la televisión y las pantallas


puede contribuir a problemas de comportamiento en los niños, ya sea debido a que lo que ven los
atemoriza y confunde o porque tratan de imitar lo que ven en los personajes que ven en la pantalla.

Otros consejos para padres, familias y cuidadores:


 No se sienta presionado a usar pronto la tecnología. La interconexión con los medios de
comunicación es intuitiva y puede ayudar a los niños aprender rápidamente.

 Controle el consumo mediático de los niños. Por ejemplo, conozca qué aplicaciones usan o
descargan. Evalúe las aplicaciones antes que sus niños las utilicen, jueguen juntos y pregúntele a su
niño qué piensa él o ella sobre la aplicación.

 Apague la televisión y otros dispositivos cuando no los esté usando. Los ruidos de fondo de los
aparatos pueden interferir con la interacción entre padres y niños y el juego de los niños que son tan
importantes, tanto para el desarrollo del lenguaje del niño como su desarrollo socioemocional.

 Mantenga a los dormitorios, la hora de comer y del juego entre padre y niños libres y
desconectados de las pantallas para niños y padres. Apague los teléfonos o póngalos en "no
perturbar/molestar" en esos momentos.

 Evite la exposición a dispositivos o pantallas una hora antes de ir a dormir. Saque los
dispositivos de las habitaciones antes de ir a dormir.

 Evite el uso de medios de comunicación como la única forma de calmar a sus niños. Aunque en
ocasiones se pueden utilizar los medios de comunicación para calmar a los niños, como durante un
procedimiento médico o un viaje en avión, usar estos aparatos como una estrategia para tranquilizar a
los niños puede interferir con la habilidad del niño para ajustarse a situaciones y controlar sus
emociones. Pídale ayuda a l médico del niño si la necesita.
 Establezca un plan de consumo mediático para usted y su familia.

 Recuerde que su opinión cuenta. Los productores y patrocinadores de la televisión, videojuegos y


otro contenido mediático les prestan atención a las opiniones del público. Comunique a la estación de
televisión si le gusta el programa o contacte a las compañías de videojuegos si el contenido es muy
violento. Para más información, visite el sitio web de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC,
por sus siglas en inglés).

 Anime a su escuela y comunidad a que aboguen/intercedan por mejores programas mediáticos


y por hábitos más sanos. Por ejemplo, organice una "Semana Libre de Pantallas" en su vecindario o
con otros padres, maestros y vecinos.
Elusodelatecnologíaenniños
estan
no malo
comopiensas
La labor de los padres es fundamental a la hora de asegurar que los menores tengan una experiencia
creativa y enriquecedora

GETTY IMAGES

Mensajería instantánea, vídeos musicales, redes sociales, videojuegos, cantidades ingentes de información
(no siempre buena) y muchas oportunidades no exentas de un cierto peligro. Las nuevas tecnologías, hoy
casi omnipresentes, continúan siendo un desafío para muchos padres, inseguros acerca de cómo conciliar la
educación integral de sus hijos con el tiempo que estos pasan pegados a una pantalla. ¿Es en verdad tal
abundancia de tecnología perjudicial para los niños? Cada vez son más los expertos que reivindican su uso
como una herramienta para el aprendizaje y el desarrollo, enfatizando la necesidad de mejorar la calidad de
esta exposición en vez de simplemente poner límites temporales. Se trata, en definitiva, de convertir ese
tiempoenalgoproductivobajolacuidadosaguíadelospadres.“Anadieseleocurrir
aprendiera a cruzarlacalleabasedequelopillenloscoches,¿verdad?Leeducamosparae
Salmerón,pediatradelaUnidaddeMedicinaAdolescentedelhospitaldeLaPaz,enMad
nuevastecnologíasesigual”.

La Asociación Pediátrica Americana ya cambió en 2016 sus recomendaciones, que antes se centraban en
limitar el tiempo que los pequeños pasaban frente a una pantalla, para reflejar más fielmente el mayor grado
de interactividad que se produce ahora con las casi ubicuas tabletas y los teléfonos inteligentes. Depende,
entreotrascosas,delusoactivoopasivoquesehagaydelaedaddelmenor:“Losmeno
deberían de usar pantallas por el impacto que tienen sobre el desarrollo psicomotor, del lenguaje, el manejo
de las emocionesylaformacióndelvínculodeapego”,sostieneSalmerón.Apartirdeesae
introduciendo, pero siempre bajo la supervisión de un adulto responsable que le explique lo que está viendo
yestablezcarelacionesconelmundo exterior.
nto si es con la“Ta
televisión como con una aplicación, es
importante que tenga una finalidad educativa. Convertir al niño en un creador, más que en un consumidor;
despertar en él esa necesidad innata que tienen hacia la creatividad. Hay juegos que permiten diseñar en 3D,
construirciudades,programar…”Yevitarbajocualquierpretextoelusodelapant
todas partes. Poner, por ejemplo, una pantalla delante del niño para que coma mejor. Y eso no está bien,
porque el niño ha de aprender a interactuarconlosdemás,conlacomidayconlosobjetosasu

ParaMarioFernández,neurocientíficodelaUniversidadAutónomadeMadrid,“loprime
hacer es entender que la tecnología ha venido para quedarse. Si a tu hijo no le das un móvil cuando el resto
de compañeros lo tienen, entonces le estás perjudicando. Lo que hay que hacer es enseñarle que esto es una
herramienta,nounfin”.YSalmerónañade:“Seríaunerrorintentaraislaralniñodea
y que puedeprovocarriesgosmayores.Latecnologíaesalgoquevaanecesitar”.Losdato
prontitud de este bautizo tecnológico. Según el estudio Net Children Go Mobile, de la Universidad del País
Vasco (2016), los menores españoles tienen su primer móvil a los 10 años, y su primer smartphone con 12,
cuando ya se han acostumbrado al uso de Internet. Dos de cada tres menores entrevistados (unos 500)
navega por la web diariamente desde una habitación que no es la suya, y un 26% lo hace varias veces. Casi
la mitad se conecta desde su dormitorio al menos una vez al día. Entre las principales actividades que
desarrollan online están los servicios de mensajería instantánea (un 80% de los menores entre 13 y 16 años),
escuchar música (un 63%), ver videoclips (60%), buscar información (56%), consultar perfiles en redes
sociales (46%) y usarlo para las tareas escolares (38%). También juegan online con otros, aunque aquí la
diferencia entre niños y niñas es muy marcada (38% frente a 13). Los menores entre 9 y 12 años presentan
un uso mucho menor, si bien un 31% usa la mensajería, un 29% acostumbra a ver videoclips y casi un 20%
lo usa como herramienta para los deberes.

¿Cómo, entonces, incorporar las nuevas tecnologías de una manera beneficiosa para la familia? En lugar de
poner restricciones basadas en el tiempo, los padres deberían ayudar al menor a decidir lo que quieren hacer,
adoptandounrolcreativo.“Debemosdemostrarunaactitud positiva.
ca usar Esosignifi
juntos las pantallas
para conectar con otros (como videoconferencias con familiares que están lejos, o para que la abuela pueda
ver el partido de fútbol de su nieto), para crear, explorar nuevas ideas, divertirse o ver vídeos en Youtube
para mejorar su técnica deportiva, por ejemplo. También significa equilibrar ese uso con el tiempo que se
pasacaraacaraconalguien,alairelibre,encomidasfamiliares,leyendo…Hayuntiemp
todo.Notienequeserunacosaolaotra”,
de afirma des
Nueva York Anya Kamenetz, periodista experta en
educación y autora del libro The Art of Screen Time: How Your Family Can Balance Digital Media and Real
Life. Eso, claro, implica tener rutinas familiares bien establecidas, lo que conlleva disciplina tanto para los
niñoscomoparalosadultos.“Deberíadehaberunashorasenlasqueestéprohibidoe
dispositivos electrónicos: la hora de cenar, el tiempo para salir, hacer deporte, compartir un juego de
mesa…”diceSalmerón.“Piensaenelpapelquelatecnologíajuegahoyentufamilia.¿Tie
para desconectar? Entonces igual habría que revisar las reglas de casa. ¿Te traes trabajo de la oficina y
mandas mensajes mientras cenas? Entonces quizásdebierasdereorganizartuhorariolaboral”,a
Kamenetz.“EnEstadosUnidosseempiezaahablartambiéndelasconsecuenciasdequel
interactúen con los niños cuando, por ejemplo, los llevan al parque pero están todo el rato con el teléfono. El
adultohadecompartirelaprendizajeyeljuego”,puntúaSalmerón.

El juego al aire libre, con otras personas (y a ser posible de diferentes edades) sigue siendo el más
beneficiosoparaelniño“porquefomentatodoloqueel cerebro
la amistad, necesita:
la empatía, la
colaboración,elaprenderarelacionarse…Lasotrasmodalidadesdeocio,desdehac
unvideojuego,soncomplementarias”,diceFernández.Tantoélcomomuchoseducadores
filón al que se le puede sacar un uso pedagógico, y cita varios estudios para rechazar que la violencia de
algunosjuegossetrasladealavidareal:“Nohaydiferenciacognitivaniemocional
matar marcianos en una videoconsola, leer El señor de los anillos donde se matan miles de orcos o las
aventuras del capitán Alatriste, donde te rebanan el gaznate en menos que canta un gallo. A los niños les
regalamosyrecomendamosleerlasaventurasdelcapitánAlatristeynovanporahí
contrario, los juegos tienen un efecto positivo en el desarrollo cognitivo del niño, mejorando su tiempo de
respuesta,lavisiónperiféricaylaelaboracióndeestrategiasparalaconsecució
online en los que tienen que colaborar con otras personas, asignar un rol a cada uno…Aunqueseaonline,
tambiénaprendenarelacionarse,adesarrollarempatía,capacidaddeliderazgo,coo

Con todo, es fundamental no olvidar que el tiempo que los menores pasan frente a las pantallas ha de
ajustarse a las rutinas diarias familiares y a la conveniencia de que llegada una cierta hora, como por
ejemploladelacena,podamosdesconectardetodosesosdispositivos,“cambiarel
intensidadlumínica…Llegaunmomentoenquetedascuenta de
itas la que
tele, te no
vasneces
a la cama
antes,descansas,televantasmejoryaprovechasmáseldía”,afirmaSalmerón.Usarpan
dormir interfiere con el ciclo del sueño ya que retrasa la secreción de melatonina, una hormona que entre
otras cosas nosayudaadormir,diceFernández.“Eslahormonadelaluz,quesegregaelcerebr
va el sol. En modo normal, las pantallas emiten luz en todas las longitudes de onda, y la luz azul, que es la
más brillante, provoca que nuestro cerebro piense queaúnesdedía,retrasandolahoradedormir”.El
nocturnoqueofrecenalgunosmodeloscomoeliPhonelabloquea,“perosiloquequere
se duerma tampoco conviene que juegue, ya que al hacerlo se estimulará y le será más difícil conciliar el
sueño”.

Los expertos consultados coinciden en afirmar que el uso de las nuevas tecnologías conlleva también sus
riesgos, aunque según el estudio de Go Mobile no son precisamente los niños que más tiempo pasan online
los que más opciones tienen de tener problemas, ya que también eso les hace desarrollar una mayor
resiliencia.“Lasredessocialessonmuchomáspeligrosasquelosvideojuegos”,
ernández.“La dice
posibilidad de que no obtengas el reconocimiento que deseas por parte de los amigos, o un cierto número
de likes…
y luego hay gente que no tiene buenas intenciones. A partir de una cierta edad, tienes que estar
conectadoasusredes.sociales”
Para Salmerón, los riesgos empiezan cuando el niño comienza a hacer un
uso autónomo de internet, especialmente si los padres no son conscientes de los contenidos a los que pueden
estarexpuestos.“Elriesgomásfrecuenteeselacceso(aunque
ainformación
también lefalsa
sucede a los
adultos)oacontenidosinapropiadosquepuedenencontrarenlapublicidaddela
impacto dependerá de la edad del niño o de su grado de madurez, entre otros factores. Y aunque existen
filtros de controlparental,“elproblemaesqueapartirdelos10o12añosellosaprendenad
programas. Al final, lo que más importa es la educación previa que se haya hecho en casa con el niño
(enseñarle a no compartir datos personales, a no hacerse fotos donde se vea información acerca de dónde
viven…)”.Otropeligroeseldelaconductaadictivaquepuedagenerarinternet.“Seg
europeo (de 2011), esta se sitúa en un uno por ciento, que si lo piensas no es poco. Por otro lado, no es igual
el niño que usa mucho estos dispositivos dentro de una actividad normal que aquel que está aislado
socialmente, que usa las nuevas tecnologías más de tres o cuatro horas diarias y que puede llegar a sufrir con
su carencia un verdadero síndrome de abstinencia”.
¿CómoinfluyenlasNuevasTecnologíasenlos
Adolescentes?
Actualmente, las nuevas tecnologías están cada vez más presentes en nuestra vida
cotidiana,yespecialmenteeneldíaadíadelosmásjóvenes…¿Cómoinfluyenlas
nuevas tecnologías realmente sobre la vida de los adolescentes?

Laura Cruz Navarro y Patricia Durán Sánchez

Las TICS (Tecnologías de la Información y de la Comunicación) son todas aquellas herramientas


y programas que tratan, administran, transmiten y comparten la información mediante soportes
tecnológicos. Abarcan desde las tecnologías clásicas como la radio y la televisión hasta las nuevas
tecnologías centradas fundamentalmente en internet. Dentro de estas últimas pueden incluirse una
amplia variedad, las más usadas entre los jóvenes son el ordenador, el teléfono móvil, la tablet, la consola
de juegos y la televisión, con todo el entramado de opciones que ofrece internet, con especial foco en todo
el mundo de las redes sociales online. Todas estas nuevas tecnologías tienen efectos positivos sobre los
adolescentes, pero hay que tener presente que también pueden suponer grandes riesgos para su
salud.

Ventajas del uso de las Nuevas Tecnologías en los Adolescentes

Las nuevas tecnologías, especialmente internet, han revolucionado el mundo de la información, y los
adolescentes han sabido cómo aprovechar todos sus beneficios. Algunas de las ventajas de las nuevas
tecnologías para los jóvenes son:

 Mejoran la comunicación. Gracias a las nuevas tecnologías es posible la comunicación entre


personas desde cualquier parte del mundo, en cualquier momento y de manera continua y
permanente. Es decir, se han reducido, casi eliminado, las barreras geográficas en la
comunicación.

 Facilitan el proceso de socialización. Los adolescentes hacen un gran uso de las redes sociales
como Instagram y Facebook, y de las aplicaciones para conversar como los chats de WhatsApp,
Messenger…A través de estas nuevas tecnologías, los jóvenes se sienten integrados en un grupo
social con el que puede compartir sus aficiones e incluso sus inquietudes. Además, el posible
anonimato y la ausencia de contacto visual hace que se expresen y hablen de temas que en una
conversación «cara a cara» les resultaría tremendamente complejo.

 Fácil acceso a la información. Las nuevas tecnologías han posibilitado el acceso a todo tipo de
contenido informativo de una forma mucho más sencilla y rápida, sin necesidad de desplazamiento
y obteniendo cualquier información en el momento. Además, sirven de ayuda para la solución de
problemas cotidianos relacionados con la convivencia, las vivencias del día a día, etc., y también
para obtener información para sus estudios.

 Nuevas formas de aprendizaje. Las nuevas tecnologías facilitan a los jóvenes el acceso a la
formación a través de cursos, talleres, conferencias, webinars (clases y seminarios transmitidos
online en directo en los que se puede participar) de manera online sin la obligación de asistir
presencialmente a ellos. Es un tipo de formación que puede enriquecer enormemente el
conocimiento y potencian el desarrollo de habilidades mentales.

 Ocio y entretenimiento. Las nuevas tecnologías posibilitan el acceso a múltiples recursos de ocio
y entretenimiento como blogs, periódicos o revistas online, juegos, películas, series, música,
conciertos en directo, etc. Nuevas formas de ocio que también potencian múltiples habilidades
psicosociales.

Inconvenientes del uso de las Nuevas Tecnologías en los Adolescentes

Los adolescentes son un grupo de población


especialmente vulnerable en poder desarrollar conductas de riesgo relacionadas con internet y las
nuevas tecnologías, al estar en una edad que se caracteriza por tener dificultades para medir los riesgos,
la falsa sensación de invulnerabilidad, la necesidad de socializar y también la necesidad de intimidad.
Los problemas asociados a las nuevas tecnologías que con más frecuencia afectan a los jóvenes están
relacionados con uso desmedido de éstas y con problemas de seguridad personal, ello eclipsa las
múltiples ventajas señaladas de las nuevas tecnologías y las convierte en herramientas que
pueden provocar graves daños en los adolescentes. Nombramos a continuación los problemas más
frecuentes.

 Interferencia con otras actividades: estudio,ejercicioydeporte,ocio,sociabilidad… Un uso


excesivo de las nuevas tecnologías genera múltiples distracciones que desplazan la atención de
las actividades importantes del día a día hacia un uso desmedido de estas tecnologías, en
detrimento de otras actividades importantes como estudiar, hacer ejercicio, ocio cultural, incluso
sociabilizar más de manera presencial con los amigos. Además, la ausencia de planificación de un
horario que ayude a realizar todos los quehaceres necesarios, favorece que las nuevas tecnologías
interfiera aún más.

 Falta de privacidad y uso indebido de datos personales. Los adolescentes suelen hacer uso de
las nuevas tecnologías sin tomar las necesarias precauciones de seguridad, por lo que jóvenes y
niños ponen en riesgo su intimidad, y pueden estar dejando totalmente desprotegida sensible
información personal.

 Exceso de información disponible. La numerosa información expuesta a través de las nuevas


tecnologías supone un riesgo en cuanto al tiempo invertido en encontrar información concreta,
tanto en su localización como en su filtrado, restando tiempo a otras actividades diarias de mayor
importancia.

 Información inapropiada. Ese mismo exceso de información facilita que los adolescentes
encuentren a través de las nuevas tecnologías información inapropiada, no fiable, no verificada,
que pueden influir en la percepción del mundo que les rodea y en su propia conducta. Internet
cuenta con múltiples informaciones referentes a la violencia, el racismo, movimientos radicales,
violenciadegénero,homofobia,prácticassexuales…

 Aislamiento social y retraso en el desarrollo de las habilidades sociales. El uso continuado de


las nuevas tecnologías por los adolescentes puede generar aislamiento social al dejar de realizar
actividades con los grupos sociales de pertenencia y con ello, pueden verse afectadas las
habilidades sociales, imprescindibles para muchos ámbitos.
 Nuevas vías para el acoso. Uno de los mayores problemas que ha provocado internet es generar
nuevas vías para el acoso, facilitando el anonimato y los perfiles falsos. En el ámbito online se
denomina ciberbullying al acoso llevado a cabo utilizando las nuevas tecnologías, se trata de
someter a la persona acosada a través de humillaciones y chantajes, así como amenazas,
mediante el uso o difusión de información, fotografía o vídeos privados o personales a través de las
redes sociales, aplicaciones como Whatsapp, etc. El ciberbullying, o acoso escolar online, es algo
que está proliferando entre los jóvenes de manera alarmante. Otra nueva vía muy preocupante de
acoso online es el grooming, una serie de conductas y acciones deliberadas llevadas a cabo
por un adulto con la finalidad de ganarse la amistad de un menor de edad conectando con él
emocionalmente e intentando disminuir sus inhibiciones para poder abusar sexualmente de él.

 Favorece el sedentarismo y sobrepeso. En muchas ocasiones las nuevas tecnologías restringen


el espacio del juego y las actividades de ocio al uso de los dispositivos electrónicos, sin apenas
movilidad, lo que está favoreciendo el sedentarismo, y con ello el sobrepeso en los adolescentes.

 Dificultades para conciliar el sueño. Existe una relación directa entre la calidad e higiene del
sueño y el mal uso de las nuevas tecnologías. Se ha establecido recientemente el
término Vamping para definir el uso de las nuevas tecnologías hasta altas horas de la
madrugada antes de dormir, algo también en aumento en la población más joven. La explicación
científica que subyace a este fenómeno es que en la retina de nuestros ojos existen células que
reciben luz brillante durante el día y envían mensajes al cerebro indicando que es momento de
estar despierto. El cerebro frena así la liberación de la hormona del sueño hasta que llega la noche,
cuando vuelve a generarla nuevamente. Pero si los ojos reciben luz directa durante la noche, como
la que emiten los aparatos electrónicos, el cerebro no logrará percibir la diferencia entre día y
noche, pudiendo causar esto trastornos del sueño como insomnio o pesadillas.

 Adicción a las nuevas tecnologías. Algunos adolescentes usan las nuevas tecnologías durante
un largo período de tiempo ya no sólo por la búsqueda de gratificación, al considerar el uso de las
nuevas tecnologías una actividad placentera, sino también para reducir el nivel de ansiedad que les
produce el hecho de no utilizarlas. Es decir, han llegado al punto en el que se han vuelto
adictos a las nuevas tecnologías, y si no las usan, padecen gran ansiedad.

¿Cómo pueden ayudar los padres en la gestión de las Nuevas Tecnologías de los
Adolescentes?

Los padres ocupan un papel clave en la prevención de los


problemas relacionados con las tecnologías de la información y la comunicación (TICS), dado que la
prevención es en esencia un proceso educativo en el que los padres y otros agentes sociales como los
profesores, otros familiares, etc., facilitan a los adolescentes conocimientos, destrezas y habilidades que
les ayudarán a enfrentarse con mayor o menor éxito a los retos y dificultades de la vida cotidiana.
Es importante, ya no sólo para las conductas adictivas relacionadas con las nuevas tecnologías, sino para
cualquier comportamiento que se considere desajustado, que los padres sean capaces de desarrollar
con sus hijos un modelo educativo de apoyo basado en el establecimiento de normas que regulen
la convivencia familiar, de tal modo que las responsabilidades y los roles entre padres e hijos queden
claros, y se favorezca una relación basada en la comunicación y en el diálogo.
En el ámbito concreto de las nuevas tecnologías y en el uso que hacen de ellas los adolescentes, algunas
medidas pueden reducir el riesgo de que los jóvenes desarrollen conductas adictivas en relación
con las nuevas tecnologías:
Acordar unas normas mediante el diálogo

Regular espacios y tiempos donde sea posible el uso de las nuevas tecnologías, tratando de llegar a un
acuerdo mutuamente beneficioso, negociando con los adolescentes si es necesario, e incluso realizar un
contrato en el que consten las normas a cumplir por ambas partes. Pero además, es sumamente
importante dialogar con los más jóvenes sobre las ventajas y desventajas de las nuevas
tecnologías, acostumbrar a los hijos a que no utilicen el móvil, ordenador, etc., durante los espacios
compartidosconlafamilia,(comidas,cenas…)tratando , detransmitirlaimportanciadedes
tiempo a la comunicación. También hay que evitar que se conecten durante la noche para asegurar su
descanso y evitar posibles trastornos del sueño ya mencionados.

Conocer los hábitos de uso de internet de nuestros hijos

Debemos mantener una comunicación fluida y diaria con nuestros hijos, preguntarles sobre sus
actividades diarias, sus preocupaciones, sus relaciones sociales, sus hábitos, etc. Y debemos supervisar
su actividad en internet, hablar con ellos sobre lo que hacen cuando utilizan las nuevas tecnologías,
preguntarles a qué redes sociales pertenecen, para qué las utilizan, qué buscan en internet,
quiénes son sus amigos, etc.

Destacar la importancia de realizar otras actividades

Enseñarles a planificar el tiempo de tal manera que no lo dediquen única y exclusivamente al empleo de
las nuevas tecnologías, y aprovechen para realizar otras actividades importantes como estudiar, leer
un libro, hacer ejercicio o salir con los amigos.

Bloqueo de páginas web

Los padres o tutores deben aprender a utilizar todos los recursos de control que ofrecen también
las nuevas tecnologías, como los múltiples sistemas de protección disponibles para evitar el acceso a
páginas no apropiadas para menores.

Ofrecer consejos constructivos

Es imprescindible transmitir a los hijos importantes conocimientos acerca del mundo online para
tratar de evitar las consecuencias negativas del uso de las nuevas tecnologías, darles consejos
como que no se crean todo lo que aparece en internet, que no respondan a mensajes amenazantes o que
les hagan sentir mal, que piensen bien lo que publican en las redes sociales ya que cualquier persona
puede acceder a esa información, que no transmitan información personal, que no establezcan contacto
con desconocidos online, etc. Siempre tratando de hacerles comprender los peligros a los que se
enfrentan, sin imposiciones, sino logrando el entendimiento.

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