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Una visión sociológica está específicamente interesada con la justificación del conocimiento socialmente valorado, siendo
este el proceso por el que las comunidades se admiten a sí mismas e instituyen y retienen el poder. Asimismo se destina a
una comunidad académica y a las sub-comunidades en ella. Es factible visualizar el compromiso que poseen los
matemáticos con el estatuto social de la matemática en la sociedad; del mismo modo pasa con los educadores matemáticos
y el miramiento dado a la matemática en los currículums escolares.
Naturalismo.
El constructivismo es una alternativa al apriorismo genético por una parte, y al empiricismo 1 por
otra. El constructivismo se centra sobre el desarrollo cognitivo o conceptual, interno de la mente
o de la disciplina como un todo. Otras epistemologías orientan su atención a aspectos del
crecimiento del conocimiento más externos, y sociales. Algunas de estas epistemologías
proponen una visión de las matemáticas que subrayan su semejanza con las ciencias naturales.
Philip Kitcher2, llama a su epistemología “naturalista”. Imre Lakatos 3, habla de filosofía de las
matemáticas “cuasi-empiricista”4.
Retomando, el naturalismo de Kitcher tiene como uno de sus fines escaparse de las filosofías
fundacionalistas (Kitcher, 1988, 294), es decir, no encuentra ninguna necesidad de regresar a
los axiomas en la búsqueda de los orígenes del conocimiento matemático. De hecho, desde el
punto de vista naturalista, los axiomas de una teoría no son sus comienzos. Más bien son el
resultado de una sistematización de un cuerpo previo de afirmaciones sobre los objetos de la
teoría que han sido empleados tácita o explícitamente en el razonamiento. El trabajo de
axiomatización muestra que esas afirmaciones pueden ser derivadas de ciertos principios
seleccionados como básicos. Kitcher afirmó que cuando Agustin L. Cauchy 5 basó el análisis
matemático sobre el concepto de límite, no fue porque de repente fue iluminado por algún de
tipo de intuición platónica o porque esta noción actuó sobre su intuición como una construcción
necesaria: más bien fue porque la encontró especialmente útil en su compromiso de estructurar
el vasto dominio de conocimiento llamado Cálculo.
Kitcher (1988) enfatizó que el modo en que se justifican los axiomas “es exactamente análogo”
al modo en que un científico explicaría la introducción de una “nueva colección de principios
teóricos sobre las bases de que ellos pueden explicar los resultados logrados por los
trabajadores previos del campo” (p. 295). Se puede observar aquí una semejanza con la idea
de Lakatos de la matemática como “ciencia cuasi- empírica”.
El naturalismo aporta una dimensión histórica a las cuestiones de la génesis y justificación del
conocimiento y la hace inseparable de la cuestión del crecimiento del conocimiento. El
conocimiento matemático es un producto histórico.
La Teoría Euclidiana enmarcó el pensamiento racionalista, que por más de dos mil años
propuso que el conocimiento matemático se deducía a partir de un pequeño número de
proposiciones axiomáticas, que encerraban verdades evidentes, enunciadas en términos que
denominaban primitivos por considerar que eran del conocimiento del usuario de la matemática.
Estos conocimientos se ampliaban a través del razonamiento deductivo, que permitía probar la
validez de los enunciados contenidos en los teoremas a partir de las verdades establecidas en
los axiomas, de esta manera llegaba a la teoría matemática, la cual construían a partir de los
elementos mencionados. La perspectiva de la Teoría Euclidiana se enmarca en:
Es probable que Lakatos había leído y estuvo influenciado por el trabajo de Wittgenstein.
Lakatos elaboró su aproximación al desarrollo del conocimiento matemático en sus Pruebas y
Refutaciones. En otros escritos sobre la naturaleza de la matemática Lakatos (1978) propuso
que las posiciones clásicas llamadas Logicismo (a), Formalismo (b) e Intuicionismo (c) eran
programas Euclidianos, centrados en desarrollar la matemática como sistemas que aseguran la
transmisión de la verdad desde axiomas indudables, por medio de ciertos procedimientos
deductivos, hasta enunciados igualmente seguros. Argumentó que, por el contrario, la
matemática procede de un modo similar a la ciencia, un cuasi- empiricismo, en la que la
falsedad de los contraejemplos a las conjeturas se retransmite a los axiomas y definiciones. Si
algo que se considera como un enunciado básico resulta ser falso en virtud de los axiomas y
definiciones admitidas, en lugar de rechazar el enunciado, los axiomas y las definiciones se
cambian para que se ajusten a dicho enunciado.
La mirada opositora.
Otra interpretación podría ser que la historia de los logros de la matemática en la ciencia, la
tecnología y dentro de la propia matemática son tales que la noción del falibilismo8 potencial de
sus resultados parece pedante (ver no obstante Grabiner, 1986; Gillies, 1992). Otra razón
podría ser que la idea de la matemática como segura, como comprometida con los paradigmas
de los significantes de “verdad” y “demostración”, soporta una posición privilegiada de la
matemática y sus académicos. No es claramente de interés para los matemáticos, o científicos,
quebrantar sus posiciones y consideración profesional poniendo en tela de juicio la seguridad, la
demostración o la verdad en matemática. Tales estudios y críticas son para algunos fines de
semana, o son calificados como sociologías externas, esto es sociologías de la matemática o
de falsas direcciones en el desarrollo del conocimiento matemático. La “verdad” de la
matemática no necesita ninguna sociología.
Con frecuencia los que escriben sobre tales cosas como la “sociología de la matemática” son
descartados por los matemáticos profesionales como científicos y matemáticos, y los demás,
que habiendo terminado su vida productiva dentro de la ciencia o de la matemática, o nunca
han sido realmente matemáticos en absoluto: todo lo que pueden hacer tales personas, se
supone que es escribir sobre la ciencia o la matemática. Ya no son capaces, o nunca lo fueron,
de hacer matemática. El mismo tipo de argumentos se puede hacer naturalmente de la posición
Lakatosiana y los intereses a que sirve.
Los objetos con los cuales tratan los matemáticos son las actividades de los matemáticos. Al
construir sobre las operaciones que ya existen, y convertirlas en entidades simbólicas sobre las
que otras operaciones se pueden realizar, los matemáticos son auto-conscientes de construir
sobre las actividades previas realizadas en su comunidad intelectual. (p. 84).
Restivo (1992) llamó la atención hacia una historia de las competiciones y rivalidades
matemática que puso dichas actividades en contexto y ofreció por tanto un fundamento
completamente sociológico para la generalización en matemática. Describió tipos de desarrollos
matemáticos apoyados en estudios históricos de diferentes países o regiones. Los factores que
llevaron a esos tipos se presentan como dependiente ampliamente de la naturaleza de la
comunidad matemática en términos de su cohesión, tamaño, fuentes de apoyo, duración,
relación con la religión, de este modo la matemática:
Restivo (1992) era consciente de las limitaciones de las traducciones disponibles y de los
documentos existentes, pero su objetivo era ofrecer posibles análisis sociológicos de diferentes
tipos de desarrollos matemáticos, contrariamente a una explicación por medio de la lógica
metafísica interna de la propia matemática. Por eso señaló que son igualmente posibles otras
descripciones de aquellos períodos históricos. Desarrolló la posibilidad de una sociología fuerte
de la matemática, apoyándose en la noción de que la mente es en sí misma una estructura
social, dado que “los yos, las mentes y las ideas no son meramente productos sociales; no son
meramente socialmente construidos; son constructos sociales” (p. 132).
Una visión sociológica está específicamente interesada con la justificación del conocimiento
socialmente valorado, siendo este el proceso por el que las comunidades se admiten a sí
mismas e instituyen y retienen el poder. Asimismo se destina a una comunidad académica y a
las sub-comunidades en ella. Es factible visualizar el compromiso que poseen los matemáticos
con el estatuto social de la matemática en la sociedad; del mismo modo pasa con los
educadores matemáticos y el miramiento dado a la matemática en los currículums escolares.
Una caracterización que puede ser aceptada, por su generalidad, por las diferentes
variantes pragmático-constructivistas es la siguiente: el sujeto, que se ha formado como
sujeto dentro de una comunidad y que, por tanto, es partícipe de una intersubjetividad, a partir
de sus acciones y operaciones sobre el medio físico y social (normalmente realizadas en
instituciones), construye un objeto (sistema organizado de objetos) matemático personal, que se
puede representar en el mundo material por diferentes sistemas de signos sujetos a unas
determinadas reglas (sintácticas, semánticas y pragmáticas) guiadas por el lenguaje y
consensuadas por la intersubjetividad (objeto institucional). Desde esta perspectiva la dialéctica
personal-institucional se convierte en una cuestión central y el estudiante pasa de ser un
"estudiante" a ser un "estudiante en una institución". Esta nueva perspectiva obliga a distinguir
entre objetos personales y objetos institucionales y a problematizar tanto estas dos clases de
objetos como la relación entre ellos.
1. Es aquel sistema filosófico que en el problema referente al origen y valor del conocimiento
humano sostiene que la única fuente de conocimientos válidos es la experiencia sensible,
la sensación y la percepción en sus diversas modalidades. El empirista es el que afirma
que la única fuente de conocimiento es la experiencia cuanto el que sostiene que,
habiendo otras fuentes de conocer, la única válida es la sensación.
2. Filósofo inglés (1947) especializado en la filosofía de las ciencias; es más conocido por
sus trabajos sobre Bioética, Creacionismo y Sociobiología. Sus trabajos intentan enlazar
las preguntas creadas por la Filosofía de la Biología y la Filosofía de las Matemáticas con
los problemas filosóficos centrales de la Epistemología, Metafísica, y la Ética. También
está interesado en las limitaciones éticas y políticas en materia de investigación científica,
la evolución del altruismo y la moralidad, y el aparente conflicto entre ciencia y religión.
3. Matemático, economista y filósofo húngaro (1922-1974); en sus comienzos se adscribió a
la escuela de Karl Popper. Recoge ciertos aspectos de la teoría de Thomas Kuhn, entre
ellos la importancia de la historia de la ciencia para la filosofía de la ciencia. Cuestiona a
Popper, pues la historia de la ciencia muestra que los científicos no utilizan la falsación
(procedimiento experimental que desmiente) como criterio para descartar teorías
4. Esta perspectiva sostiene que el desarrollo de los conocimientos matemáticos no proviene
de la inferencia realizada a partir de la veracidad y consistencia de los axiomas que
sustentan las teorías matemáticas, sino de los llamados principios básicos que permiten
deducir de manera efectiva los resultados que espera obtener. Tales argumentos se
refieren a teorías bien corroboradas en contraste con las probadas a partir de los axiomas,
dando origen a la falibilidad del conocimiento matemático y abriendo la posibilidad de
conjeturar y experimentar en los entornos donde se origina y organiza dicho conocimiento
que, a su juicio, provienen de la solución a los problemas ideados para tal fin.
5. Matemático francés (1789-1857) pionero en el análisis, en 1814 publicó su obra sobre
análisis infinitesimal, precisa los conceptos de función, de límite y de continuidad en la
forma actual o casi actual, tomando el concepto de límite como punto de partida del
análisis y eliminando de la idea de función toda referencia a una expresión formal,
algebraica o no, para fundarla sobre la noción de correspondencia.
6. Matemática (1994) Actualmente trabaja en la Facultad de Educación de la Universidad de
Investiga sobre el aprendizaje, con un enfoque particular en la relación entre el
pensamiento y la comunicación. Sus estudios pertenecen a la educación matemática,
métodos de enseñanza y métodos de investigación cualitativos. Su proyecto actual es
“Aprender a ser humano”.
7. Matemático y filósofo austríaco, (1889-1951), es considerado como uno de los filósofos
más originales e influyentes del siglo. Publicó el Tractatus logico-philosophicus, que influyó
en gran medida a los positivistas lógicos del Círculo de Viena, movimiento del que nunca
se consideró miembro. Tiempo después, el Tractatus fue severamente criticado por él
mismo, en los cuadernos azul y marrón y en sus Investigaciones filosóficas, ambas obras
póstumas. Fue discípulo de Bertrand Russell en el Trinity College de la Universidad de
Cambridge, donde más tarde también él llegó a ser profesor.
8. Expresa que nuestro conocimiento no es perfecto. Es la doctrina lógica que sostiene la
posibilidad de que una proposición dada puede ser negada, cambiando su valor de verdad
y a partir de ella obtener una nueva discriminación certera acerca de lo conocido.
Bibliografía.
Sierpinska, A. y Lerman, S. (1996). Epistemologías de las matemáticas y de la Educación
Matemática. En: A.Bishop et al. (Eds) Manual Internacional de Educación Matemática.
Dordrecht, Países Bajos: Springer.
Moreno, C. y García T., M. (2009). La epistemología matemática y los enfoques del aprendizaje
en la movilidad del pensamiento instruccional del profesor. Investigación y Postgrado, vol. 24,
núm. 1, pp. 218-240. Universidad Pedagógica Experimental Libertador: Caracas, Venezuela.
A partir de la lectura del texto, seleccione 2 (dos) y responda.
1. Identificar cuáles y qué características presentan las principales teorías epistemológicas que sustentan la
Didáctica de la Matemática.
2. ¿Qué característica presenta el naturalismo como visión sociológica de la matemática?
3. ¿Por qué el naturalismo considera al conocimiento matemático como producto histórico?
4. ¿Cuáles son los puntos de encuentro en las visiones planteadas por Wittgenstein y Lakatos?
1. Identificar cuáles y qué características presentan las principales teorías epistemológicas que sustentan la Didáctica de la
Matemática.
En primer lugar, la perspectiva Cuasi-empiricista está formada por dos corrientes el modernismo y el procedimentalismo, que
en oposición a los clásicos indican que la enseñanza de la matemática no es un proceso mecánico y trivial controlado por el
docente. En estas tendencias se considera que la trivialización de las actividades, que siguen los estilos clásicos en la
resolución de problemas, es la causa para el fracaso de los estudiantes cuando intentan solucionar problemas matemáticos
no estandarizados, dirigen sus esfuerzos al rescate de esta actividad en la enseñanza de la matemática. De acuerdo con
ambas corrientes se basan en: el modernismo: es un estilo didáctico que concibe el aprendizaje como un proceso de
descubrimiento encaminado a promover la autonomía del individuo para gestionar su conocimiento, fundamenta la
enseñanza de la matemática en el manejo de técnicas como la conjetura, la analogía y el contraejemplo para explorar la
solución a problemas no triviales que intentan ajustarse a los dominios conceptuales del estudiante y son análogos a los que
se proponen en los eventos de competencia a objeto de que la exploración sea verdaderamente libre, original y sorprendente.
Y en cuanto al procedimentalismo argumenta que el manejo de técnicas útiles para resolver problemas se torna en una
habilidad estéril, si no se cuenta con conocimientos particulares del campo donde se origina el problema, que garanticen la
aplicación estratégica de estas técnicas en la búsqueda de la solución al problema planteado, se relacionan con dos instantes
o dimensiones de la actuación matemática: a) utilizar los conocimientos relativos a la temática en la exploración del problema
y, b) usar las habilidades en el manejo apropiado de las técnicas para abordar la solución del problema. En tercer lugar,
Kitcher (1988) nos habla acerca del conocimiento matemático, empíricamente basada, y las experiencias perceptibles en
situaciones, así mismo considera que la práctica matemática comprende, aparte del nivel técnico del lenguaje y enunciados
aceptados, un conjunto de cuestiones que los prácticos consideran como importantes y no resueltos, un conjunto de
razonamientos que usan para justificar los enunciados que aceptan, y una meta-matemática.
En cuarto lugar, estableció que, al hacer matemática, se transforman expresiones de una forma a otra y la corrección o no
está determinada por cómo las personas usan estas expresiones y lo que se considera correcto, el proceso de generación de
enunciados matemáticos, antes de ser una operación mecánica: logicismo (a) y formalismo (b), o una correspondencia con la
intuición: intuicionismo (c), se refiere a la actividad social de “obedecer una regla” (Wittgenstein, 1953, p. 202). La matemática
es normativa, nos dice lo que debemos hacer, y su objetividad está en los procesos de seguimiento de reglas, públicamente
mostradas, que los grupos sociales llaman matemáticas. Por otra parte, la Teoría Euclidiana enmarcó el pensamiento
racionalista, estos conocimientos se ampliaban a través del razonamiento deductivo, que permitía probar la validez de los
enunciados contenidos en los teoremas a partir de las verdades establecidas en los axiomas, de esta manera llegaba a la
teoría matemática, la cual construían a partir de los elementos mencionados. La perspectiva de la Teoría Euclidiana se
enmarca en:
El logicismo pretende reducir la matemática a la lógica y considera que las verdades aritméticas son analíticas y a priori
y que serían a la lógica lo que los teoremas a los axiomas de la geometría;
El formalismo no hay objetos matemáticos, lo único que hay son reglas para mediante las cuales se pueden deducir
formulas a partir de otras, pero las fórmulas no se refieren nada, son símbolos que no tienen significado, cabe
mencionar que la herencia del formalismo han sido las matemáticas
El intuicionismo persigue recortar el saber matemático hasta lograr una síntesis trivialmente segura, afirma que la
matemática es el estudio de un cierto tipo de construcciones.
Así mismo, la teoría euclidiana considera que el proceso de enseñanza de la matemática es un acto sencillo que puede ser
realizado y controlado por quien posea formación en la disciplina. Tal percepción se enmarca en la concepción clásica que,
tiene como propósito “instruir” al estudiante para que manipule símbolos orientados a hacer cosas de manera automática, sin
juicio propio y dependiente de la ayuda del profesor. A partir de allí aparecen dos estilos didácticos considerados desde su
perspectiva como clásicos: teoricismo y tecnicismo.
Teoricismo: coloca el énfasis en los conocimientos terminados y estructurados en teorías al estilo euclidiano, presta poca
atención a la actividad matemática desarrollada durante la construcción de la teoría, sólo se interesa por el resultado final.
Esta práctica da poca importancia a la actividad experimental que origina el conocimiento matemático y considera a la
solución de problemas como una actividad auxiliar utilizada para introducir, ejemplificar o consolidar conceptos matemáticos.
Mientras que el Tecnicismo considera que la enseñanza y el aprendizaje de la matemática son los actos de enseñar y
aprender procesos algorítmicos para manipular los modelos algebraicos derivados de los conceptos matemáticos; no
obstante, descuida el manejo estratégico de estas técnicas en la solución de problemas porque responde a situaciones
problemáticas ajenas al entorno académico y social del estudiante. El aislamiento y la poca contextualización se deben a que
el docente se concentra en el manejo de técnicas procedimentales.
Por último, la teoría constructivista, es un hecho secuencial vinculado al proceso de formación del individuo, donde las
construcciones avanzadas guardan vestigio de las que se habían formado con anterioridad, como ocurre con los principios
que fundamentan el avance del saber en la ciencia. Esta epistemología da origen a dos nuevos estilos de enseñanza de la
matemática escolar llamados: constructivismo psicológico y constructivismo matemático.
El naturalismo aporta una dimensión histórica a las cuestiones de la génesis y justificación del conocimiento y la hace
inseparable de la cuestión del crecimiento del conocimiento, estableciendo que el conocimiento matemático es un producto
histórico, el mismo considera que en los orígenes del conocimiento matemático están la práctica primitiva, empíricamente
basada, y las experiencias perceptibles en situaciones en que las personas manipulan sus entornos.
4. ¿Cuáles son los puntos de encuentro en las visiones planteadas por Wittgenstein y Lakatos?
Lakatos se influenció por el trabajo de Wittgenstein. y elaboró su aproximación al desarrollo del conocimiento matemático en
sus Pruebas y Refutaciones. En otros escritos sobre la naturaleza de las matemáticas Lakatos (1978) propuso que las
posiciones clásicas llamadas Logicismo, Intuicionismo y Formalismo eran programas Euclideos, centrados en desarrollar las
matemáticas como sistemas que aseguran la transmisión de la verdad desde axiomas indudables, por medio de ciertos
procedimientos deductivos, hasta enunciados igualmente seguros. Argumentó que, por el contrario, la matemática procede
de un modo similar a la ciencia, un cuasi-empiricismo, en la que la falsedad de los contraejemplos a las conjeturas se
retransmite a los axiomas y definiciones. Si algo que se considera como un enunciado básico resulta ser falso en virtud de los
axiomas y definiciones admitidas, en lugar de rechazar el enunciado, los axiomas y las definiciones se cambian para que se
ajusten a dicho enunciado. Aunque la 'clase' en las Pruebas y Refutaciones de Lakatos (1976) quizás no pretendía sugerir
que las matemáticas proceden mediante negociación, o que la heurística sea la esencia de las matemáticas, en lugar de los
resultados, ha sido considerada de ese modo por los educadores matemáticos.