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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

CENTRO UNIVERSITARIO DE SAN MARCOS

GEOLOGIA
Documento 2
Segundo Semestre Año 2,022

2.- Los procesos geológicos:

La superficie topográfica (relieve) se modifica


continuamente por la acción conjunta
de procesos geológicos externos (erosión, sedimentación,
transporte y meteorización) y de procesos geológicos
internos (movimientos de placas litosféricas, terremotos,
erupciones volcánicas, etc.). Estos procesos, además del
clima y la litología y estructura de los materiales
terrestres, condicionan el tipo de relieve.

2.1.- Los procesos geológicos internos o endógenos

Los procesos geológicos internos o endógenos son


aquellos generados por la energía interna de la tierra.
Responsables de crear y/o transformar el relieve terrestre,
que luego es modelado por procesos externos. La energía
acumulada en el interior es liberada hacia el exterior a través
de mecanismos medibles en escalas de tiempo e intensidad.

Forman parte de la dinámica interna de la tierra los


procesos sísmicos, volcánicos y tectónicos. Éstos son
causados por la liberación de calor a través de dos
mecanismos básicos: conducción y convección. La
conducción es la lenta transmisión de calor entre rocas
sólidas, ocurre en las zonas más superficiales de la geosfera.
La convección es la rápida difusión del calor, producida por
las diferencias de temperatura y corrientes de convección en
zonas no sólidas.
Un tercer mecanismo incide en la expulsión del calor
desde el interior hasta la superficie, la radiación. Cuerpos
sólidos y rígidos transmiten su calor a través de radiaciones
de ondas cortas, disminuyendo progresivamente la
temperatura interna.

2.1.1.- Procesos Sísmicos:


La energía acumulada en las rocas elásticas (en el
interior de la tierra) se libera de forma súbita, dando lugar a
terremotos o sismos. Las fuerzas de tensión hacen que el
calor salga, originando un movimiento vibratorio que se
propaga en todas las direcciones. Adopta la forma de ondas
que se expanden repentinamente.
Los sismos o terremotos son sacudidas bruscas y breves
de la corteza terrestre. Estos fenómenos se producen sobre
todo en los bordes de las placas litosféricas, alcanzando
mucha más violencia en las zonas de subducción donde las
fricciones son muy intensas al tratarse de la introducción
forzada de una placa litosférica bajo otra. Otros terremotos se
producen en el interior de las placas litosféricas como es el
caso de un continente sometido a una fuerte tensión debido a
la formación de un orógeno en el borde de la placa de la que
forma la parte. También pueden provocarse por erupciones
volcánicas o por la formación de fallas.

La fractura y desplazamiento de masas rocosas en el


interior de la Tierra causa movimientos en la superficie.
Efectos algunas veces imperceptibles, otras violentos y
destructivos. Al lugar en el que se origina el movimiento
vibratorio se le denomina hipocentro, y a su punto vertical en
la superficie epicentro.
Si el hipocentro del proceso sísmico está situado debajo
del mar, el movimiento puede producir enormes olas llamadas
tsunamis. Las ondas sísmicas son registradas por
sismógrafos, que determinan la ubicación, magnitud y tiempo
de duración del sismo. Los procesos sísmicos son comunes
en las zonas de subducción, dorsales y fallas transformantes.
Las ondas sísmicas son vibraciones del terreno. Estas
ondas se propagan en todas las direcciones, atravesando la
Tierra de un extremo a otro. Cuando se produce una fractura
con desplazamiento (falla) en el interior de la Tierra, la
energía liberada se propaga en forma de ondas sísmicas. La
velocidad y propagación de las ondas sísmicas depende de
las características de los materiales que atraviesan y,
especialmente, de la rigidez de los mismos. Las ondas son
más veloces cuando los materiales son más rígidos, y más
lentas, cuando tienen poca rigidez.
Cuando las ondas sísmicas atraviesan un determinado
material y llegan a otro de distintas características, cambian
tanto su velocidad como su trayectoria, es decir, se refractan.
Tipos de ondas sísmicas: P, S y L.
La rotura de grandes masas rocosas en el interior de la
tierra son las que producen terremotos. Esta rotura produce
vibraciones, ondas sonoras de tres tipos P, S y L:
Ondas P:
También llamadas primarias o longitudinales. Son las de
mayor velocidad, y por tanto las que llegan las primeras. Son
ondas longitudinales porque las partículas del terreno vibran
en la dirección de la onda (avanzan mediante sucesivos
impulsos de expansión y comprensión como en un acordeón),
es decir, las ondas comprimen las partículas a su paso. Como
los cuerpos sólidos, líquidos y gaseosos se pueden
comprimir, las ondas P pueden propagarse en todos los
medios.

Ondas S:
También llamadas ondas secundarias o transversales.
Viajan con menor velocidad que las ondas P, y se reflejan en
los sismogramas después de éstas. Hacen vibrar las
partículas del terreno en una dirección perpendicular a la de
propagación de la onda (avanzan mediante un movimiento
ondulatorio perpendicular a la dirección de propagación),. Las
ondas S sólo se propagan en sólidos (si dejan de propagarse
a cierta profundidad indica que las rocas están fundidas a esa
profundad, es decir en estado líquido, así es como se sabe
que el núcleo externo está líquido).
Ondas superficiales (R y L):
Son las últimas que se registran en los sismogramas,
aparecen como consecuencia de la llegada de trenes de
ondas P y S a las superficies de contacto entre materiales de
características mecánicas distintas, principalmente la
superficie de contacto tierra-aire y tierra-océano. Son las que
provocan las catástrofes superficiales asociadas a los
terremotos de gran intensidad. Se producen 2 tipos de ondas
superficiales las R o Rayleigh que producen una oscilación
ascendente y descendente como el oleaje y las ondas
superficiales L o Love con una propagación similar a las
ondas S pero, en este caso, en el plano horizontal como el
movimiento de una serpiente, aunque estas ondas no
penetran a mucha profundidad, son las mayores
responsables de los daños producidos en los cimientos y
estructuras de las construcciones.

Las ondas P y S proporcionan información sobre la


estructura y composición del interior terrestre, mientras que
las superficiales no porque no aparecen en profundidad.

Escalas de los sismos:


1.- Escala de Intensidad o Mercalli:
Es una evaluación cualitativa de la clase de daños
causados por un sismo, debe su nombre al físico italiano
Giuseppe Mercalli. Generalmente, un gran terremoto
producirá valores de mayor intensidad que uno pequeño pero
hay otros factores capaces de afectar como la cantidad de
energía liberada, la distancia del epicentro, la profundidad
focal del sismo, la densidad de la población, la geología local
del área, el tipo de construcción de los edificios así como la
duración del sacudimiento. En 1902, Mercalli propuso una
tabla, que fue posteriormente modificada en 1931 y desde
entonces se ha llamado escala Modificada de Mercalli (MM).
Consta de 12 grados de intensidad donde se muestran
también las características de cada grado, denotado por
números romanos del I al XII. No es única, pero sí la más
frecuentemente usada
en nuestro continente.
Descripción de la escala de  Mercalli (modificada en 1931 por
H.O. Wood y F. Neuman):

I. Sacudida sentida por muy pocas personas en condiciones


Especialmente favorables.
II. Sacudida sentida sólo por pocas personas en reposo,
especialmente en los pisos altos de los edificios. Los objetos
Suspendidos pueden oscilar.

III. Sacudida sentida claramente en los interiores,


especialmente en los pisos altos de los edificios, muchas
personas no lo asocian con un temblor. Los vehículos de
motor estacionados pueden moverse ligeramente. Vibración
como la originada por el paso de un carro pesado. Duración
estimable.

IV. Sacudida sentida durante el día por muchas personas en


los interiores, por pocas en el exterior. Por la noche algunas
despiertan. Vibración de vajillas, vidrios de ventanas y
puertas; los muros crujen. Sensación como de un carro
pesado chocando contra un edificio, los vehículos de motor
estacionados se balancean claramente.

V. Sacudida sentida casi por todo el mundo; muchos


despiertan. Algunas piezas de vajillas, vidrios de ventanas,
etcétera, se rompen; pocos casos de agrietamiento de
aplanados; caen objetos inestables. Se observan
perturbaciones en los árboles, postes y otros objetos altos. Se
detienen relojes de péndulo.
VI. Sacudida sentida por todo mundo; muchas personas
atemorizadas huyen hacia afuera. Algunos muebles pesados
cambian de sitio; pocos ejemplos de caída de aplanados o
daño en chimeneas. Daños ligeros.

VII. Advertido por todos. La gente huye al exterior. Daños sin


importancia en edificios de buen diseño y construcción.
Daños ligeros en estructuras ordinarias bien construidas;
daños considerables en las débiles o mal planeadas; ruptura
de algunas chimeneas. Estimado por las personas
conduciendo
vehículos en movimiento.

VIII. Daños ligeros en estructuras de diseño especialmente


bueno; considerable en edificios ordinarios con derrumbe
parcial; grande en estructuras débilmente construidas. Los
muros salen de sus armaduras. Caída de chimeneas, pilas de
productos en los almacenes de las fábricas, columnas,
monumentos y muros. Los muebles pesados se vuelcan.
Arena y lodo proyectados en pequeñas cantidades. Cambio
en el nivel del agua de los pozos. Pérdida de control en las
personas que guían carros de motor.

IX. Daño considerable en las estructuras de diseño bueno; las


armaduras de las estructuras bien planeadas se desploman;
grandes daños en los edificios sólidos, con derrumbe parcial.
Los edificios salen de sus cimientos. El terreno se agrieta
notablemente. Las tuberías subterráneas se rompen.

X. Destrucción de algunas estructuras de madera bien


construidas; la mayor parte de las estructuras de
mampostería y armaduras se destruyen con todo y cimientos;
agrietamiento considerable del terreno. Las vías del ferrocarril
se tuercen. Considerables deslizamientos en las márgenes de
los ríos y pendientes fuertes. Invasión del agua de los ríos
sobre sus márgenes.

XI. Casi ninguna estructura de mampostería queda en pie.


Puentes destruidos. Anchas grietas en el terreno. Las
tuberías subterráneas quedan fuera de servicio.
Hundimientos y derrumbes en terreno suave. Gran torsión de
vías férreas.

XII. Destrucción total. Ondas visibles sobre el terreno.


Perturbaciones de las cotas de nivel. Objetos lanzados en el
aire hacia arriba.

2.- Escala de magnitud o de Richter:


Fue ideada en 1935 por el sismólogo Charles Richter y
los valores van de 1 al extremo abierto. La medición es
cuantitativa, mide la energía sísmica liberada en cada sismo
independientemente de la intensidad. Se basa en la amplitud
de la onda registrada en un sismograma. Es la manera más
conocida y más ampliamente utilizada para clasificar los
sismos. Teóricamente no tiene límite, pero un 9 en esta
escala equivaldría a un Grado XII de Mercalli, es decir
"destrucción total". El mayor terremoto en la historia conocida,
tuvo lugar en Chile, en 1960, alcanzando los 9.5 grados
Richter.
Descripción de la escala de Richter:

Magnitud, escala
Efectos del sismo o terremoto
Richter   
Generalmente no se siente, pero es
Menos de 3.5
registrado
A menudo se siente, pero sólo causa
   3.5-5.4
daños menores
   5.5-6.0 Ocasiona daños ligeros a edificios
Puede ocasionar daños severos en áreas
   6.1-6.9
donde vive mucha gente  
   7.0-7.9 Terremoto mayor. Causa graves daños
Gran terremoto. Destrucción total a
   8 o mayor
comunidades cercanas        

2.1.2.- Procesos Volcánicos:


Originan la deformación de la corteza terrestre. El
calor interno funde los materiales sólidos, líquidos y
gaseosos, generando el magma que luego sale a la corteza
terrestre en erupciones. Los magmas se forman a
temperaturas entre los 700 y 1.200° C, dando lugar a las
rocas ígneas. Se distinguen entre ellos, los magmas ácidos o
graníticos y los básicos, también llamados basálticos.
Hay otros tipos de magmas, el intermedio (con
propiedades ácidas y básicas); y el ultramáfico, con un alto
contenido de hierro y magnesio. El ascenso hasta la
superficie se produce por las diferencias de presión y
densidad entre el magma y las rocas encajantes. Las fuerzas
naturales propician la apertura de un orificio o cráter por
donde salen primero los gases.
La erupción es seguida de una mezcla de materiales
sólidos calientes y el aire atrapado, conocido como material
piro clástico. Finalmente, se libera la lava. En los procesos
volcánicos hay constantes como las explosiones que
mantienen abierto el cráter o caldera. También la formación
de relieves típicos: la cámara magmática, en la que se
concentra el magma; y la chimenea, por la que se dirige al
cráter. Otro relieve típico es el cono volcánico, resultado de
los materiales emitidos por el volcán.

2.1.3.- Procesos Tectónicos:


Proceden de los esfuerzos tectónicos. Las rocas sufren
procesos de comprensión o distensión, que producen
plegamientos y fracturas. Estos movimientos se clasifican
como epirogénicos y orogénicos.
Los movimientos epirogénicos son desplazamientos
verticales y lentos de la corteza terrestre, ascensos o
descensos de las placas continentales. Las placas se mueven
solo un par de centímetros al año, por lo que a simple vista y
a corto plazo no se notan sus efectos. El cambio es
perceptible al paso de millones de años, al menos que se
empleen moderna tecnologías, satélites y pruebas.
Los orogénicos son movimientos horizontales que
causan deformaciones y plegamientos, responsables de la
formación de montañas.
Los procesos o deformaciones tectónicas se producen
por esfuerzos de compresión, tensión y cizalla, mayormente
en los límites de las placas. En los límites convergente,
divergente y transformante pueden ocurrir deformaciones
elásticas y de rotura. Procesos que terminan en sismos,
pliegues o deformaciones plásticas, fallas inversas,
cabalgamientos, mantos de corrimiento y diaclasas de
compresión.
Los sismos compresivos ocurren a grandes
profundidades y los de cizalla en zonas intermedias. Los
tensionales tienen su hipocentro cercano a la superficie, junto
a las fosas oceánicas. En los límites de las placas divergente
y transformante o transcurrente, los movimientos causan
fallas normales o de desgarre.
Todos estos procesos geológicos internos son el
resultado de la transformación de la energía térmica
acumulada en el interior de la tierra en energía mecánica y
liberadora. Dicha energía proviene de los restos del calor
acumulado durante la formación del planeta. También del
calor generado por la actividad de los isótopos radioactivos
de los elementos y minerales.

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