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POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ

ESCUELA DE EDUCACIÓN SUPERIOR TÉCNICO PROFESIONAL PNP-


HUANUCO

SÍLABO DESARROLLADO DE “DERECHOS HUMANOS”

DOCENTES: - CAP. PNP HIDALGO YOPLAC Jhordy Anderson


- CAP. PNP CACERES JAUREGUI Omar Diogenes
- SS PNP PONCE MATIENZO Julian
- SB PNP CRUZ SANTOS Eleazar Samuel
- ST1 PNP VILLALOBOS RISCO Paul Nilton
- ST2 PNP VELIZ NIETO Rinaldo Spencer
- S1 PNP BARAHONA SILVA Evelin Nelly

PROMOCIÓN 2021-I

HUANUCO PERÚ-2021
SÍLABO
DERECHOS HUMANOS

I. DATOS GENERALES

1.1. UNIDAD DE EJECUCIÓN CURRICULAR : Derechos Humanos


1.2. ÁREA EDUCATIVA : Ciencias Básicas
1.3. AÑO DE ESTUDIO : 1er Año
1.4. NÚMERO DE HORAS SEMANALES : 04
1.5. HORAS DE TEORÍA : 02
1.6. HORAS DE PRÁCTICA : 02
1.7. INICIO DE SEMESTRE : 13 setiembre del 2021
1.8. FINALIZACIÓN DE CLASES : 31 de diciembre del 2021
1.9. PLAN DE ESTUDIOS : 2021
1.10. PERIODO ACADÉMICO : III Semestre
1.11. DURACIÓN : 16 semanas

II. SUMILLA

La Asignatura corresponde al Currículo de Estudios de las Escuelas Técnico -


Superiores de la Policía Nacional del Perú, a través de sus Unidades de
Aprendizaje se imparte conceptos básicos sobre: Bases teóricas e historia de los
Derechos Humanos, Sistema de Protección de los Derechos Humanos,
Contenido y Protección de los Derechos Humanos en la Jurisprudencia de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Derecho Internacional Humanitario,
Declaración Universal de los Derechos Humanos y Declaración de los Derechos
del Niño
.
III. OBJETIVOS

A. OBJETIVO GENERAL

Fortalecer las capacidades de comunicación y de pensamiento sobre Derechos


Humanos en los alumnos, a partir de materiales educativos que contextualicen su
práctica profesional: área de administración y ciencias policiales, que contribuyan a
ejercitar, desarrollar y poner a punto sus competencias de Derechos Humanos.

B. OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1. Propiciar el logro del elevado nivel de profesionalidad de los Suboficiales,


quienes sustenten su personalidad en cualidades morales, consolidados con
el ejercicio habitual de las virtudes, incidiéndose en el respeto irrestricto de
los derechos humanos, lo cual permitirá, que esta personalidad irradie
prestigio y ejemplo en sus actos privados y públicos.

2. Lograr la unidad de criterios en la aplicación de los conceptos doctrinarios,


concernientes a los derechos humanos, a fin de que el Policía entienda y
conozca la importancia del rol que tiene con la Institución y el papel que la
Institución cumple en la sociedad, obligándola a observar una permanente
conducta moral.

3. Coadyuvar a la eficiencia y eficacia del cumplimiento de la misión que


compete a la PNP, teniendo en cuenta el Artículo 166 de la Constitución
Política del Perú.

IV. CONTENIDOS

PRIMERA
SEMANA Bases teóricas e historia de los Derechos Humanos
(04horas)
SEGUNDA
SEMANA Clasificación de los Derechos Humanos
(04 horas)
TERCERA Fundamentos filosóficos de los Derechos Humanos.
SEMANA Problemática de la clasificación de los Derechos
(04 horas) Humanos.
CUARTA
Paz y los Derechos Humanos.
SEMANA
Universalidad de los Derechos Humanos.
(04 horas)
Sistema de Protección de los Derechos Humanos.
QUINTA
Derechos de los tratados.
SEMANA
Mecanismos de Protección en el sistema universal de
(04 horas)
los Derechos Humanos.
Los órganos de la convención de los Derechos
SEXTA Humanos.
SEMANA Flujo procesal de la competencia contenciosa de la
(04 horas) corte internacional de los
Derechos Humanos.
SEPTIMA
SEMANA
EXAMEN PARCIAL I
(04 horas)

Contenido y Protección de los Derechos Humanos en


OCTAVA la Jurisprudencia de la Corte Interamericana de
SEMANA Derechos Humanos.
(04 horas) El derechos a la vida y a la integridad.
Derechos civiles y políticos.
NOVENA
SEMANA Derechos económicos, sociales y culturales.
(04 horas)
DÉCIMO
SEMANA Garantías constitucionales.
(04 horas)

Derechos Internacional Humanitario


DÉCIMA
Definición.
PRIMERASEMANA
Conflicto armado internacional.
(04 horas)
Conflicto armado no internacional
DECIMO
SEGUNDA
EXAMEN PARCIAL II
SEMANA
(04 horas)
DECIMO
TERCERA Declaración Universal de los Derechos Humanos.
SEMANA Artículo del 1 al 30
(04 horas)
DECIMO
Declaración de los Derechos del Niño
CUARTA SEMANA
Principios del I al X
(04 horas)
DECIMO
QUINTA Repaso de la Asignatura de Derechos
SEMANA Humanos.
(04 horas
DECIMO
SEXTA
EXAMEN FINAL
SEMANA
(04 horas)

V. PROCEDIMIENTOS DIDÁCTICOS

A. Las técnicas de enseñanza se orientarán a la interacción permanente docente –


educando, enmarcadas en la cultura participativa, el trabajo en equipo y el método
de laboratorio.
B. Se promoverá la investigación permanente y la exposición de los conocimientos
adquiridos.
C. El desarrollo de los contenidos curriculares será eminentemente objetivo mediante
el empleo de Mapas Conceptuales.

VI. EQUIPOS Y MATERIALES

El docente para el desarrollo de la asignatura empleará los siguientes equipos y


materiales:

A. EQUIPOS
Video grabadora, computadora y en las clases presenciales proyector multimedia y
retroproyector.

B. MATERIALES
Proveerá separatas virtuales a los educandos, así como empleará transparencias
o videos para reforzar las técnicas de enseñanza.

VII. EVALUACIÓN

La asistencia a las sesiones teóricas es obligatoria en el 70% y a los Talleres en el 90%,


en caso contrario de no existir justificación alguna por la Sub Dirección Académica de la
ETS PNP, el alumno desaprobará la asignatura.
El proceso de evaluación del aprendizaje será permanente, comprenderá:

A. Evaluación Formativa Interactiva, en relación a la participación activa del alumno en


el aula. El promedio de las intervenciones orales constituirá Nota de Paso Oral.

B. Evaluación Formativa o de Proceso para comprobar el rendimiento académico,


pronosticar posibilidades de desarrollo y reorientar la metodología, compromete la
aplicación de:
1. Talleres.
2. Exposiciones.
3. Dos exámenes escritos parciales (7ª y 12ª semana), enmarcados en los
modelos de la Prueba Objetiva, pudiendo, además, contener preguntas tipo
desarrollo y situación problema, en las que prime el empleo de la capacidad
reflexiva, la correlación de criterios, el análisis y el pensamiento lógico.
4. Un trabajo de investigación monográfica que se valorará en su forma y
contenido.

C. Evaluación Sumativa orientada a comprobar el nivel de desarrollo cognoscitivo,


reflexivo y del pensamiento lógico, para lo cual se aplicará un examen final (16ª
semana), de similar característica empleada en los exámenes parciales.

D. El Promedio General se calculará en concordancia con las disposiciones


establecidas en el Manual de Régimen de Educación de las Escuelas de Formación
de la PNP, conforme se detalla a continuación:

Promedio General:

PG = PEP (3) + PO (1) + TA (2) +EF (4)


10

PEP = Promedio de Exámenes Parciales

PO = Paso Oral

TA = Promedio de las Prácticas Calificadas

EF = Examen Final

VIII. BIBLIOGRAFÍA BÁSICA

 Peces Barba, Gregorio. Curso de Derechos Fundamentales. Teoría General.


 Peces Barba, Gregorio. La dignidad de la persona humana desde la filosofía del
derecho.
 Cuadernos Bartolomé de las Casas, No. 26. Instituto de Derechos Humanos
Bartolomé de Las Casas. Universidad Carlos III de Madrid.
 Dykinson. - Valencia Villa, Hernando. Derechos Humanos.
 Diccionario Español. Madrid, España. 2003. –
 Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación Racial, adoptada y abierta a firma por la Asamblea General en
Resolución 2106 A (XX) el 21 de diciembre de 1965.
PRIMERA SEMANA
HISTORIA DE LOS DERECHOS HUMANOS
Después de las atrocidades cometidas en la II Guerra Mundial, nace el concepto y la
declaración de los derechos humanos como un ideal común para todos los pueblos y
naciones. Estos han sido los antecedentes y los mayores hitos en la historia de los
derechos humanos:
a. Conquista de Babilonia - 539 a.c
Cuando Ciro el Grande conquista Babilonia, dejó que todos los esclavos se fueran en
libertad, proclamando a su vez la libertad religiosa y convirtiéndose en el primer
precursor de los derechos humanos. Sus palabras quedaron grabadas en el “cilindro
de Ciro”.
b. Carta Magna - 1215
Mil años más tarde, el rey de Inglaterra firma el primer documento que reconoce los
derechos de las personas.
c. Independencia de América - 1776
En la declaración de independencia de los Estados Unidos se incluye el concepto de
los derechos naturales y recoge que todos los seres humanos son iguales y tienen
derechos inalienables como el derecho a la vida y a la libertad.
d. Revolución Francesa - 1789
La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano y establece en su primer
artículo que los hombres “nacen y permanecen libres e iguales en derechos”, en la
que se reconocía la igualdad de todos los ciudadanos franceses ante la ley.
e. Mahatma Gandhi - 1915
Hasta que Gandhi comienza a difundir que todas las personas del mundo tienen
derechos, no solamente en Europa, a través de sus protestas pacíficas.
f. Carta Fundacional de las Naciones Unidas - 1945
El 26 de junio de ese año, en la carta de las Naciones Unidas será la primera vez que
aparezca el término de “derechos humanos”. En la carta fundacional aparece 7 veces
a lo largo del texto.
g. Declaración Universal de los Derechos Humanos - 1948
El 10 de diciembre de 1948 fue proclamado en la Asamblea de la ONU en París este hito
en la historia de los derechos humanos. Es la primera vez en la historia que se
establecen los derechos humanos fundamentales que deben protegerse en todo el
mundo. El armado de dicha carta fue confiado a un comité presidido por Eleonor
Roosevelt y compuesto por miembros de 18 países. La Carta fue redactada por el
canadiense John Peters Humphrey y revisada luego por el francés René Cassin.
CONCEPTO DE DERECHOS HUMANOS:
 Los Derechos Humanos, son inherentes a la persona que están vinculados con
los valores fundamentales: la dignidad, la libertad y la igualdad de las personas.
Se manifiestan como derechos, facultades y condiciones necesarias para que
todas las personas, sin ningún tipo de discriminación, tengan acceso a una vida
digna.
 Los derechos humanos son valores fundamentales que posee la persona humana
en todo momento y lugar y que le permiten vivir en condiciones de dignidad,
libertad e igualdad. Se expresan jurídicamente como derechos y facultades que la
Constitución, la ley y el derecho internacional reconocen en favor de todas las
personas y que les garantizan el libre y pleno ejercicio de sus derechos y
libertades, sin distinciones de sexo, raza, nacionalidad, origen social o posición
económica, religión, forma de pensar, participación política o por cualquier otra
causa.
Se manifiestan como derechos, facultades y condiciones necesarias para que todas las
personas, sin ningún tipo de discriminación. Asimismo, se expresan jurídicamente como
derechos y facultades que la Constitución, la ley y el derecho internacional reconocen en
favor de todas las personas y que les garantizan el libre y pleno ejercicio de sus
derechos.
IMPORTANCIA DE LOS DERECHOS HUMANOS
Los Derechos Humanos son muy importantes y resulta fundamental defenderlos y
promoverlos.

a. Son un legado histórico


Los Derechos Humanos son bases históricas que fomentan un mundo mejor en el
futuro. Es por ello que seguir desarrollando iniciativas de DDHH y defenderlos en
distintos ámbitos y circunstancias resulta clave para lograr que su legado histórico se
mantenga y, así, disfrutemos de una sociedad mundial pacífica y estable en el futuro
en la que veamos menos personas en situación de vulnerabilidad.
b. Establecen estándares de bienestar
De alguna manera, los Derechos Humanos son los reflejos de los estándares
mínimos que se requieren para que las personas vivan con dignidad y tengan la
posibilidad de desarrollarse satisfactoriamente. Si tomamos como referencia la
Declaración Universal de los DDHH, estos estándares no son más que aspectos
básicos como la educación, la libertad, el trabajo remunerado, la integridad física y la
igualdad ante la justicia, así como la libre expresión y autodefinición.
c. Posibilitan la vida en comunidad
Sería realmente imposible vivir en comunidades si los Estados y millones de
personas no estuvieran comprometidas, al menos en un grado esencial, con los
Derechos Humanos. Gracias a ellos, millones de personas han comprendido que no
se debe discriminar por raza, religión, género y otros aspectos, lo que reduce
tensiones, fricciones y conflictos.
d. Promueven la democracia
Desde hace siglos, la humanidad valora la democracia como la mejor forma de
convivencia, pues a través de ella todos somos libres de pensar y expresarnos de
manera genuina, siempre y cuando no irrespetemos a otros y vulneremos sus
derechos. Además, esta forma de organización política y social permite que exista
igualdad ante la ley, libertad de poderes y, en general, un punto de equilibrio en la
sociedad que permita el desarrollo satisfactorio de todos de acuerdo a
competencias, habilidades y esfuerzos.
e. Protegen a los más vulnerables
Los Derechos Humanos intentan lograr que no se amplíe cada vez más la brecha
entre los sectores poblacionales más privilegiados y los más vulnerables. Por ello
establecen parámetros básicos que definen una vida digna y que posibilite el
desarrollo social, personal e intelectual, como la responsabilidad de los Estados de
ofrecer alternativas de educación gratuita, al menos, en los niveles de instrucción
elementales.
SEGUNDA SEMANA
CLASIFICACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS
En el estudio de los derechos humanos se han elaborado distintas clasificaciones, con el
fin de determinar las características que corresponden a cada grupo. Los criterios que se
han dado para las clasificaciones han sido de diferente índole, políticos, históricos. Es de
destacar que esta clasificación no está elaborada a partir del orden de importancia de los
derechos humanos.
Según esta clasificación existen:
 Derechos Civiles y Políticos, de la Primera Generación: Constituyen los
primeros derechos que fueron consagrados en los ordenamientos internacionales.
Están destinados a la protección del ser humano individualmente considerado,
contra cualquier agresión de algún órgano público. Los derechos civiles y políticos
pueden ser reclamados en todo momento y en cualquier lugar, salvo en aquellas
circunstancias de emergencia que permiten el establecimiento de ciertas
limitaciones de sólo algunas garantías.
Entre los derechos civiles y políticos podemos destacar:
- Derecho a la vida
- Derecho al honor
- Derecho a la libertad seguridad e integridad personal
- Derecho a la libertad de expresión
- Derecho a elegir y ser elegido
- Derecho a petición
- Derecho al libre tránsito
 El Derechos Económicos, Sociales y Culturales, forman la Segunda
Generación: Tienen como objetivo fundamental garantizar el bienestar
económico, el acceso al trabajo, a la educación y a la cultura, de tal forma que
asegure el desarrollo de los seres humanos. Su reconocimiento en la historia de
los derechos humanos fue posterior a la de los derechos civiles y políticos, de allí
que también sean denominados derechos de la segunda generación. Se
caracterizan porque requieren de la actuación del Estado para que los seres
humanos puedan tener acceso a estos. Son derechos colectivos, porque los
derechos económicos, sociales y culturales benefician a grupos de seres
humanos, no a uno en particular. Como hemos afirmado, los derechos
económicos, sociales y culturales, pueden exigirse al Estado en la medida de los
recursos que efectivamente él tenga, pero esto no significa en modo alguno que
el Estado puede utilizar como excusa para el cumplimiento de sus obligaciones, el
no poseer recursos cuando en realidad dispone de ellos.
Entre los derechos económicos, sociales y culturales, podemos señalar:
- Derecho al trabajo - Derecho a la educación
- Derecho a la salud
- Derecho a la protección y asistencia a los menores y a la familia
- Derecho a la vivienda
Derechos de los Pueblos, Tercera Generación: El contenido de estos derechos
no está totalmente determinado, ellos al igual que los anteriormente nombrados
han sido producto de cambios en la historia, se encuentran en proceso de
definición. Este grupo de derechos se encuentra constituido entre otros por:
- Derecho al desarrollo que permita una vida digna
- Derecho a la libre determinación de los pueblos
- Derecho al medio ambiente
- Derecho a la autodeterminación
- Derecho a la independencia económica y política
- Derecho a la identidad nacional y cultural
- Derecho a la paz
- Derecho a la coexistencia pacífica
- Derecho a el entendimiento y confianza
- La cooperación internacional y regional
- La justicia internacional
- El uso de los avances de las ciencias y la tecnología
- La solución de los problemas alimenticios, demográficos, educativos y
ecológicos
- El patrimonio común de la humanidad
TERCERA SEMANA

FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS DE LOS DERECHOS HUMANOS


La investigación acerca del fundamento de los derechos humanos tiene como objetivo
encontrar una explicación racional de la existencia de esos derechos. El concepto de los
derechos humanos va íntimamente relacionado con lo que se considere su fundamento,
ya que el concepto que se maneje sobre ellos dependerá de la fundamentación
aceptada.
Históricamente se han presentado varios tipos de justificaciones del nacimiento de los
derechos humanos, que se han desarrollado en verdaderas corrientes de pensamiento.
Aquí tratare hacer una síntesis de las tres principales fundamentaciones:
 Fundamentación Iusnaturalista, que consiste en la consideración de los
derechos humanos como derechos naturales.
El fundamento iusnaturalista de los derechos humanos, se basa en que estos son
inherentes a la naturaleza humana. Así, la naturaleza es la esencia y caracteriza
de cada ser, porque hablar de los derechos naturales como inherentes a la
naturaleza humana implica considerara que son derechos propios de la
naturaleza humana; es decir se supone el reconocimiento normal, natural y
espontaneo de esos derechos que le son propios a los seres humanos (Polo,
1964). Dicho fundamento está avalado por más de veinticinco siglos de
aceptación, sobreviviendo siempre a las críticas del positivismo, renaciendo en
todas las épocas, aun con oposición de muchos juristas. El Iusnaturalismo
sostiene en general la existencia de reglas de derecho natural superiores al
derecho positivo. Este derecho natural es inmutable y eterno y su conocimiento se
produce por medio de la razón o la revelación, según la corriente.

 Fundamentación Historicista, la cual emerge de la consideración de los


derechos humanos como derechos históricos.
El Fundamento Historicista, en cambio, sostiene que los derechos humanos están
basados en las necesidades sociales y la posibilidad de satisfacerlas. Se niega
absolutamente la fundamentación en la naturaleza humana, basándose en la
evolución que se ha ido desarrollándose a través la propia historia los derechos
humanos, cuyo catálogo vario y se amplia de acuerdo con propias necesidades
del hombre. Por ejemplo, los primeros derechos fueron los de la vida, la libertad
los derechos políticos, una vez adquiridos, surgen los derechos sociales, como el
derecho a la vivienda. A la salud, a la seguridad social. Al cambiar las
circunstancias sociales y estando son asegurados los anteriores, empiezan a
exigirse los derechos de la colectividad, como el derecho a la paz y a vivir en un
ambiente sano y los derechos a la autoestima de los pueblos, etcétera.

 Fundamentación Ética, por lo que se considera que los derechos humanos


deben ser considerados como derechos morales (Fernandez,1982).
El Fundamento Ética, tiene muchos seguidores, que consideran que los derechos
humanos son derechos morales, cuya fundamentación no está en la moral
particular de cada quien, sino en la moralidad colectiva, constituida por las
normas morales de la sociedad de cada época. Sin embargo, la objeción a este
punto de vista estriba que en la moralidad en una sociedad es sumamente
variado y conflictiva, y además en el hecho de que en una época determinada
confluyen diversos criterios morales, por lo que se carecería de un fundamento
único (Moreno, 2007)

LA PROBLEMÁTICA DE LA CLASIFICACIÓN DE LOS DD.HH

Incompatibilidad de la clasificación en generaciones con el principio de


indivisibilidad
Si bien debe reconocerse el valor pedagógico e incluso el significado genealógico
de esta clasificación, debe advertirse, que ella ha contribuido a una cierta división
de los derechos humanos. No obstante, los principios de indivisibilidad e
interdependencia de los derechos humanos son reconocidos por la doctrina
jurídica, así como por el Comité de la ONU para la protección de los derechos
económicos, sociales y culturales (1997).
Así como el principio de indivisibilidad sería incompatible con cualquier división en
categorías, el principio de interdependencia implica que la realización de un
derecho presupone necesariamente la realización de los demás. Por ejemplo, no
puede realizarse el derecho a la vida si no se realiza el derecho a una
alimentación adecuada o a la salud. Es decir, ¿en qué medida puede hablarse del
derecho a la vida sin que exista un nivel de vida adecuado, que incluya
alimentación, vivienda y salud? ¿En qué medida podría existir libertad si no existe
un nivel mínimo vital, es decir la garantía de los medios mínimos de subsistencia?
¿En qué medida puede ejercerse el derecho a elegir a los representantes
políticos sin educación? En este sentido, proponen algunos autores repensar los
derechos sociales como presupuestos de los derechos de libertad (Ekardt & Hyla,
201).

Esta línea de pensamiento condujo, incluso a nivel judicial, a derivar los derechos
sociales de los derechos de primera generación.6 Por ejemplo los derechos
“sociales” a la alimentación o a la salud pueden ser entendidos como parte del
derecho “civil” a la vida, pues no hay vida sin alimentación o salud (Ekardt & Hyla,
2010; Katrougalos & Vonk, 2010). Incluso algunos autores afirman, que algunos
derechos sociales tienen un carácter todavía más fundamental que los derechos
políticos, en cuanto que el derecho a votar o la libertad de prensa podrían ser
entendidos como lujos frente a la necesidad de alimentarse (FAO, 2009;
Clapham, 2007; Habermas, 1999). Sin embargo, este esfuerzo de derivar los
derechos sociales a partir de los derechos civiles debe ser visto solo como una
solución coyuntural frente a la reticencia doctrinal y jurisprudencial en el
reconocimiento y fortalecimiento de la justiciabilidad de los derechos sociales. Ello
no debe implicar bajo ningún aspecto una subvaloración de los derechos sociales
frente a los civiles. En este sentido, algunos autores se esfuerzan por subrayar
que estas derivaciones ponen de relevancia sobre todo la interdependencia e
indivisibilidad de los derechos humanos, y no la supremacía de unos sobre otros.

Las obligaciones de respetar, proteger y garantizar al Estado, como principal


garante de los derechos humanos, se le adjudican tres tipos de deberes respecto
a su realización: el deber negativo de respetar y los deberes positivos de proteger
y garantizar. El deber de respetar significa que el Estado debe abstenerse de
realizar cualquier acto que interfiera con a plena realización de los derechos. El
deber de proteger implica resguardar el goce de estos derechos frente a acciones
de terceros que puedan afectarlos negativamente. La obligación de garantizar
requiere por su parte la toma de medidas concretas para hacer posible su
realización y abarca las obligaciones derivadas de facilitar y proveer.
Facilitar implica la promoción de los derechos y tiene un carácter preventivo, es
decir actúa ex-ante, para favorecer su realización y evitar su violación. La
obligación de proveer, en cambio, está limitada a casos de necesidad o
emergencia, en donde los individuos se ven imposibilitados respecto de la
realización de sus derechos, como en casos de discapacidad o en catástrofes
naturales o sociales. En estos casos, excepcionalmente, el Estado está obligado
a proveer los medios necesarios para que puedan gozar de sus derechos.

Según la citada clasificación, los derechos de primera generación exigirían tan


solo el respeto y, dado el caso la protección por parte del Estado (Katz, 2010).
Los derechos de segunda generación implicarían además su garantía, es decir, la
toma de medidas positivas.

Contrariamente a este planteamiento, afirmó en reiteradas ocasiones la ONU que


las obligaciones de respetar, proteger y garantizar se aplican a todos los derechos
humanos (Committee on Economic, Social and Cultural Rights, 1995, no. 15;
Committee on Economic, Social and Cultural Rights, 1997).9 En este sentido, los
Estados también deben garantizar los derechos civiles y políticos llevando a cabo
medidas positivas para su realización. Por ejemplo, el derecho a la vida implica no
solo la obligación negativa del Estado de no quitar la vida, sino también la
obligación positiva de protegerla frente a las acciones de terceros que puedan
ponerla en riesgo, así como el deber de garantizarla posibilitando las condiciones
en las que cada ciudadano pueda llevar adelante una vida plena (Krennerich,
2013.; Haugen, 2007; De Loma-Ossorio, 2008). Así mismo, la libertad de trabajar
y elegir la profesión implica a su vez la existencia de un mercado laboral
adecuado, que debería ser promovido o favorecido por el Estado.

Igualmente sucede con los derechos sociales. Por ejemplo, el derecho a la


alimentación supone, en primer lugar, la abstención del Estado de realizar actos
que puedan afectar el acceso a los alimentos10; en segundo lugar la protección
del acceso a los alimentos frente a terceros que puedan afectarlo; y en tercer
lugar que genere las condiciones en las que cada uno pueda alimentarse a sí
mismo, e incluso, en casos de imposibilidad, que otorgue directamente alimentos
(Bonet de Viola, 2013). El derecho a la salud, por su parte, exige, además de la
garantía de estándares mínimos de salud, la abstención del Estado de, por
ejemplo, facilitar tecnologías que puedan afectar negativamente la salud de la
población (Fischer-Lescano & Möller, 2012).

CUARTA SEMANA

LA PAZ Y LOS DERECHOS HUMANOS

El hecho que el derecho a la paz sea de reciente emersión y que no esté


contenido en una convención universal provoca que su regulación jurídica sea
aún imperfecta y que sus contenidos no estén definidos con entera claridad, sin
embargo, consideramos que desde ya se puede reparar en la existencia de
ciertos rasgos que le dan contenido.

Primeramente, es conveniente que al darle contenido a este derecho se piense no


sólo en los aspectos tradicionales del concepto paz, sino que se abarquen
también los aspectos positivos (lo cual incluye la observancia de los derechos
humanos).

La actual coyuntura internacional exige que el planteo del contenido del derecho a
la paz contenga, inevitablemente, un mecanismo de oposición a la guerra que
puede tener como víctimas a toda la humanidad (guerra nuclear), por constituir la
máxima expresión de negación de los derechos humanos. Debe tenerse en
cuenta que el derecho a la paz es un derecho que puede alcanzar efectividad,
tanto en el ámbito internacional, como en el interno. A ese respecto se puede
afirmar que en el ámbito internacional este derecho tiene ya algunas bases
normativas (téngase presente las declaraciones de la Asamblea General de
Naciones Unidas), sin embargo, en el ámbito interno su desarrollo es incipiente,
pues no es común encontrar en los textos constitucionales una norma específica
que contemple el derecho a la paz como una facultad atribuible a los gobernados,
aunque si es común que se encuentren postulados constitucionales que estiman
que la paz es el fin a lograr mediante el ejercicio de sus relaciones exteriores,
concibiéndose tan sólo las acciones en pro de la paz en función de su proyección
hacia el exterior.

Por pertenecer a la categoría de derechos de la solidaridad, el contenido del


derecho a la paz, a la vez de contener una serie de facultades para los titulares
del mismo, también exige el deber de los titulares de respetar y promover los
valores a perseguir. Eso significa que al afirmar "los pueblos tienen derecho a la
paz", se contrapone el deber de esos pueblos y los Estados a que forman parte,
de respetar y promover esa paz.

Además, el reconocimiento del derecho a la paz a los individuos significa advertir


su derecho a ser agentes activos en la lucha por la paz, lo que implica la facultad
de integrar movimientos pacifistas, de realizar actividades de promoción de la
paz, o simplemente el derecho a negarse a participar en una violación de la paz.

Una característica especial del derecho a la paz es la de constituir un derecho


sintético o sea que es síntesis del resto de derechos humanos, lo cual no quiere
decir que este derecho sea una mera suma o yuxtaposición de derechos
humanos particulares ya consolidados, pues su emergencia se ha dado como
derecho distinto, pero integrador del resto de derechos humanos para servir de
medio para lograr la plena realización del ser humano, mediante la vigencia de los
derechos humanos existentes.

EL DERECHO A LA PAZ COMO DERECHO SÍNTESIS


Para fundamentar tal característica podemos plantearnos lo siguiente:

a) El derecho a la paz es un derecho síntesis, pues tiene a la paz como máximo


valor jurídico a alcanzar, y esa paz es premisa y requisito para el ejercicio del
resto de derecho humanos; y

b) El derecho a la paz es un derecho síntesis, pues la paz sólo puede ser segura
y perdurable cuando los derechos humanos se hagan efectivos.

Atribuir tal característica a este nuevo derecho es comprensible al advertir que


está interrelacionado con el resto de derechos humanos, además, hoy la paz ha
pasado a ser un contenido de los derechos humanos.
Afirmar que el derecho a la paz es un derecho síntesis casi equivale a ubicarlo en
una categoría privilegiada de derechos humanos, pues se presenta como
mecanismo para asegurar la realización del resto de derechos humanos.

LA UNIVERSALIDAD DE LOS DERECHOS HUMANOS

La Declaración Universal de Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948 no


podía sino seguir el criterio universalista de la Carta. Pero lo reiteró y consolidó, al
referirse a "los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la
familia humana " y a "la conciencia de la humanidad".

Este carácter se reafirmó con la denominación de la Declaración de 1948 como


"universal" -y no como internacional - propuesta por René Cassin para destacar
justamente el carácter universal. Se refiere a todos los integrantes de la
comunidad internacional, incluidos la totalidad de los seres humanos, cualquiera
que fuera su pertenencia estatal, su ideología, su religión o su sexo. Esto la
diferencia de un texto que fuera simplemente internacional por el acuerdo de los
Gobiernos Representantes de los Estados que la adoptaron en la Asamblea
General.
Con base en estas ideas la Asamblea General proclamó la Declaración "como
ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse", a fin de
que se logre el respeto de esos derechos y libertades y "su reconocimiento y
aplicación universales y efectivos". Puede decirse que asegurar la universalidad
de los derechos humanos fue una de las ideas fundamentales en las que se basó
la Declaración y la voluntad de lograr la aceptación de esta universalidad
constituyó uno de los objetivos esenciales que la Declaración buscó. La
Declaración proclama derechos iguales de todos los hombres. Esto significa
tomarlos en cuenta con sus identidades respectivas y con sus diferencias. Se
reivindica así el derecho a la diferencia, que es esencial para que la identidad de
todos los seres humanos, sea una realidad verdadera y cierta.

El objetivo antropológico de la Declaración es unir a todos los individuos más allá


de sus diferencias, hermanar unidad y diversidad en nombre de la igual dignidad
en las diferencias de identidad. Pero además, la Declaración Universal dio otro
paso adelante, significativo y distinto. Consideró que "una concepción común de
estos derechos y libertades es de la mayor importancia para el pleno
cumplimiento" del compromiso de todos los Estados Miembros de las Naciones
Unidas de asegurar "el respeto universal y efectivo a los derechos y libertades
fundamentales del hombre".
QUINTA SEMANA

SISTEMA UNIVERSAL DE PROTECCIÓN DE DERECHOS HUMANOS

EL SISTEMA UNIVERSAL

La ONU y el sistema universal de protección de derechos humanos


El Sistema Universal de Protección de los Derechos Humanos nace en el seno de
la ONU, de la que son miembros casi todos los Estados del mundo. Este sistema
consiste en un conjunto de mecanismos orientados a proteger los derechos de
todas las personas. El término “universal” procede de la Declaración Universal de
los Derechos Humanos e indica que estos derechos son propios de todas las
personas por igual, sin exclusiones ni discriminaciones de ningún tipo.
La ONU, organización internacional única en la historia, actualmente integrada
por 193 miembros, es la exponente por antonomasia de las fortalezas, los retos y
las contradicciones de la comunidad internacional siendo el foro
intergubernamental con mayor capacidad de decisión y más recursos de la
historia contemporánea.
La DUDH fue una afirmación de buenas intenciones emitida voluntariamente por
los Estados, no un documento que obligara a éstos jurídicamente ni que tuviera
carácter vinculante. Por esto mismo, el cambio que se ha dado de tal concepción
inicial a su actual sentido es una de las más notables revoluciones en la historia
de la sociedad y de las ideas contemporáneas. Un cambio que ha contribuido a
salvar y proteger la vida de millones de personas.
La DUDH reconoce 30 derechos, tanto civiles y políticos, como económicos,
sociales y culturales. Además, reconoce el principio de la no discriminación en el
disfrute de los mismos, pero no establece ningún mecanismo específico de
reclamo en el caso de que un Estado no cumpla con lo que ella estipula. La tarea
de llenar este vacío ha generado un gran desarrollo institucional, como parte del
cual se han creado, al interior de la ONU, órganos, como la Asamblea General, la
Secretaría General y el Consejo Económico y Social (ECOSOC), encargados de
la promoción y la protección de los derechos humanos.
Composición de la ONU
Según lo establecido en la Carta de las Naciones Unidas, la ONU está formada
por seis órganos principales es:
- La Asamblea General: integrada por los 193 Estados miembros de la ONU,
es el principal órgano d deliberativo, de formulación de políticas y
representativo de las Naciones Unidas. La Asamblea cumple también un
papel importante en el proceso de creación de normas de Derecho
internacional, pues en ella se debaten las propuestas de tratados
internacionales que crean nuevas obligaciones para los Estados.
- El Consejo de Seguridad: la Carta de la ONU señala como su máxima
instancia de representación a la Asamblea General, y como el
órgano encargado de velar por la paz y seguridad entre las naciones al
Consejo de Seguridad. Está formado por 15 Estados miembros: 5
permanentes, de acuerdo con lo establecido en la Carta 6 y 10 electos
cada dos años con un criterio de equidad en la representación regional. La
presidencia rota mensualmente de manera alfabética y cada miembro
cuenta con un voto. Las decisiones se toman por mayoría, requiriéndose al
menos nueve votos a favor para su aprobación. Sin embargo, los
miembros permanentes tienen derecho a veto, por lo que basta que
uno de ellos vote en contra para que las resoluciones no sean aprobadas.
- El Consejo de Administración Fiduciaria: creado como el órgano de
supervisión del Régimen Internacional de Administración Tributaria,
régimen que buscaba lograr la libre determinación o independencia de los
territorios que aún no eran autónomos al momento de creación de la ONU
mediante la instauración de un gobierno propio o la unión con países
independientes. Este órgano, de acuerdo con la Carta de la ONU, estaba
constituido por los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
Actualmente el CAF se encuentra inactivo dado que todos los territorios en
fideicomiso han alcanzado ese objetivo, pero puede reunirse si lo
considera necesario.
- La Corte Internacional de Justicia: es el principal órgano judicial de la ONU.
Tiene dos funciones principales: la contenciosa y la consultiva. En su
función contenciosa la CIJ busca resol ver litigios por controversias
jurídicas entre los Estados parte o por cualquiera de los asuntos previstos
en la Carta de las Naciones Unidas o en tratados y convenciones vigentes.
En su función consultiva, opina sobre cuestiones jurídicas formulad as por
la Asamblea General, el Consejo de Seguridad u otros órganos de la ONU,
con permiso de la Asamblea General, siempre que tales cuestiones
correspondan al ámbito de sus actividades.
- El Consejo Económico y Social (ECOSOC): es el órgano que coordina la
labor económica y social de la ONU y de las instituciones y organismos
especializados que la integran. Puede iniciar estudios e informes sobre
asuntos internacionales de carácter económico, social, cultural, educativo o
sanitario o sobre otros temas conexos y dirigir recomendaciones al
respecto a la Asamblea General, a los miembros de la ONU y a sus demás
órganos a fin de promover el respeto a los derechos humanos y las
libertades fundamentales y el cumplimiento en la práctica de estos
principios. Está formado por 54 miembros elegidos por la Asamblea
General, cada uno de los cuales tiene derecho a un voto. Son designados
con un criterio de equidad en la representación geográfica.
- La Secretaría: es el órgano administrativo de la ONU. Entre sus funciones
está el auxiliar a los principales órganos de la ONU administrando los
programas y las políticas que éstos elaboran. Así, administra operaciones
de mantenimiento de la paz, es mediadora en controversias
internacionales, examina tendencias y problemas económicos y sociales y
prepara otras cosas.

TRATADOS INTERNACIONALES DE DERECHOS HUMANOS

Constituyen acuerdos vinculantes para los estados que son parte en los mismos.
La Declaración Universal no es obligatoria para los Estados firmantes, los
tratados internacionales sí son vinculantes.

Los tratados internacionales de derechos humanos de Naciones Unidas prevén


Comités, constituidos por expertos independientes encargados de supervisar la
aplicación de éstos. Cada Estado Parte del tratado tiene la obligación de
presentar informes periódicos a cada uno de los comités en plazos determinados.

Los principales tratados de derechos humanos

La lista exhaustiva de todos los tratados sobre derechos humanos desarrollados


por las Naciones Unidas y sus organismos especializados superaría el medio
centenar. Los principales, ordenados cronológicamente son:

- 1960: Convención relativa a la lucha contra las discriminaciones en la esfera


de la enseñanza (adoptado:14 de diciembre de 1960; entrada en vigor: 22 de
mayo de 1962)
- 1965: Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación Racial (adoptado: 21 de diciembre de 1965; entrada en vigor: 4
de enero de 1969)
- 1966: Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (adoptado: 16 de
diciembre de 1966; entrada en vigor: 23 de marzo de 1976)
- 1966: Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
(adoptado: 16 de diciembre de 1966; entrada en vigor: 3 de enero de 1976)
- 1966: Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos (adoptado: 16 de diciembre de 1966; entrada en vigor: 23 de marzo
de 1976)
- 1979: Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación
contra la mujer (adoptado: 18 de diciembre de 1979; entrada en vigor: 3 de
septiembre de 1981)
- 1984: Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles,
Inhumanos o Degradantes (adoptado: 10 de diciembre de 1984; entrada en
vigor: 26 de junio de 1987)
- 1989: Convención sobre los Derechos del Niño (adoptado: 20 de noviembre
de 1989; entrada en vigor: 2 de septiembre de 1990)
- Muchos de estos tratados dispones de órganos especializados (órganos
creados en virtud de tratados) que velan por el cumplimiento temas en sus
ámbitos de competencia.
MECANISMOS DE PROTECCIÓN EN EL SISTEMA UNIVERSAL DE LOS
DERECHOS HUMANOS

Desde que fue ratificada la Declaración Universal de los Derechos Humanos


fueron creados varios mecanismos destinados a la aplicación y protección de los
derechos económicos, sociales y culturales. Uno de los mecanismos
internacionales más importantes de defensa y promoción de los DESC es el
Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CDESC), cuyo mandato
específico es monitorear el cumplimiento por parte de los Estados de sus
obligaciones conforme al Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales
y Culturales.
En el marco del sistema convencional existen dos tipos de mecanismos
los mecanismos no contenciosos y los mecanismos contenciosos.
Dentro de los mecanismos no contenciosos se encuentran:
Los mecanismos no contenciosos son los más antiguos del sistema convencional
de control, y se corresponden con el respeto absoluto del principio de la
soberanía estatal que imperaba en el Derecho internacional clásico. Con este
planteamiento solo se aceptaban los procedimientos que no implicasen ningún
tipo de condena o sanción a los Estados responsables de violaciones a los
derechos humanos, porque ésta era una materia que pertenecía exclusivamente
al ámbito interno de los Estados.
Estos sistemas se basan en el intercambio de información entre los comités y los
Estados parte de los convenios cuyo cumplimiento deben vigilar, y cumplen una
función muy importante debido a que para que operen (salvo en el caso de las
investigaciones de oficio), no se necesita consentimiento del Estado parte. estos
mecanismos de protección. Estos sistemas son:
I. El envío de informes periódicos a los Comités,
II. La adopción de observaciones generales por los comités, y
III. Las investigaciones de oficio a Estados en caso de violaciones masivas y
sistemáticas.

Adopción de observaciones y recomendaciones generales


Todos los comités, en virtud de la competencia para examinar informes y emitir
observaciones finales, pueden, a partir del examen de los informes y de la
información transmitida por los Estados parte, adoptar observaciones y
recomendaciones generales, que interpretan las disposiciones de los pactos y
aclaran el alcance de las obligaciones de los Estados parte en virtud de éstos.
Asimismo, el CDH ha emitido una observación general sobre los derechos del
niño. Observación General No. 17, que lejos de interferir con la acción del CRC,
realiza un análisis de la protección especial que los niños requieren en relación
con los derechos recogidos en el PIDCP.

Investigaciones de oficio

Cuando los comités reciban información fiable que, a su juicio, parezca indicar
que un Estado parte viene realizando una práctica grave o sistemática de
violaciones de los derechos consagrados en los convenios, podrán abrir una
investigación contra dicho Estado e invitarán a ese Estado a cooperar en el
examen de la información, y a presentar observaciones respecto de la
información recibida. Teniendo en cuenta la información proporcionada por el
Estado parte, los comités podrán designar a uno o varios de sus miembros para
que proceda a realizar una investigación confidencial, que podría incluir una visita
al territorio del Estado, para que luego de ella se informe a los comités. En caso
de procederse a esta investigación, el Estado parte en cuestión deberá cooperar
en todo momento. Este procedimiento, por tanto, no busca investigar violaciones
individuales, sino la amplitud de esas prácticas violatorias para, de llegar el caso,
formular recomendaciones al Estado en cuestión con miras a prevenir futuras
violaciones a los convenios.
Una vez concluida la investigación, y luego de examinadas las conclusiones de
ésta por los comités, estos procederán a transmitir sus conclusiones,
observaciones o sugerencias, al Estado parte en cuestión, quien, en un plazo de
seis meses, deberá presentar sus propias observaciones a los comités.
Por otro lado, los mecanismos cuasi contenciosos son:
Los mecanismos, se caracterizan por operar ex post, es decir, luego de producida
alguna violación a los derechos consagrados en alguno de los convenios. A estos
mecanismos se puede recurrir mediante la existencia de una sola y simple
violación, siempre y cuando se haya cumplido con agotar los recursos internos.
En este sentido, los mecanismos cuasi contenciosos serán subsidiarios de los
procedimientos nacionales judiciales.
Estos mecanismos son llamados ¨cuasicontenciosos¨, en la medida que la
resolución de los comités que pone fin al procedimiento no es una sentencia en
sentido estricto, ni dichos comités son tribunales. A pesar de ello, el dictamen de
los comités tiene la apariencia formal de una sentencia. Para que estos
mecanismos operen, los estados deben aceptarlos, ya sea mediante una
declaración expresa o mediante la omisión de una reserva. Ello es así porque si
bien no son mecanismos contenciosos propiamente dichos, si establecen cierta
responsabilidad de los Estados.
I. La presentación de quejas individuales,
II. La presentación de comunicaciones interestatales.

Atención de comunicaciones individuales

Este mecanismo permite que un individuo presente ante un comité una


comunicación en la que alegue que el Estado ha incurrido en una violación de los
derechos consagrados en el convenio respectivo, contra un individuo sujeto de su
jurisdicción. El objeto de la comunicación es obtener un dictamen u opinión del
comité, en el que se pronuncie sobre si ha habido o no, violación de derechos,
con el fin de obtener una reparación del Estado infractor.
Requisitos
Dentro de los requisitos de admisibilidad de estas comunicaciones podemos
señalar como aquellos referidos a las competencias del comité (material,
personal, de lugar y temporal):
a) Competencia Ratione materiae: La comunicación debe ser compatible
con las disposiciones del convenio. Contrario sensu esto implica que los derechos
que se alegan han sido violados, deben estar contenidos en el convenio en
cuestión. Asimismo, la denuncia no debe constituir un abuso de derecho.
b) Competencia Ratione personae: El denunciante debe ser la víctima o su
representante (terceras personas podrán presentar la denuncia, si es evidente
que la víctima está imposibilitada de hacerlo). Asimismo, de acuerdo con las
normas de cada comité, la víctima debe ser una persona física.
c) Competencia Ratione loci: El denunciante debe ser una persona bajo la
jurisdicción del Estado al que se denuncia, o que por lo menos lo estaba al
momento de la violación.
d) Competencia Ratione temporis: La violación debe haberse producido
luego de que el convenio entrara en vigor para el Estado parte contra el que se
plantea la comunicación.
2.7 Quejas interestatales
El procedimiento de quejas interestatales consiste en la remisión de una
comunicación de un Estado Parte en la que alega que otro Estado parte no está
cumpliendo con las obligaciones establecidas en el tratado respectivo.
Los comités que pueden ejercer este mecanismo son el CDH, el CERD, el CAT, el
CMW, el CRPD y el CED, de acuerdo a lo que establezca el tratado respectivo.
Cabe señalar, que este procedimiento nunca ha sido utilizado, tal vez debido a
que los gobiernos no lo consideran “políticamente correcto” en el marco de sus
relaciones diplomáticas tradicionales.
¿Cómo activar este procedimiento?
En líneas generales, para poder activar este procedimiento se requiere:
a) Que ambos Estados parte hayan aceptado la competencia del comité para
conocer examinar tales comunicaciones;
b) Que se haya remitido la comunicación al comité luego de haberse
intentado una solución amistosa por parte los Estados; y
c) Que se haya agotado todos los recursos internos, salvo que la aplicación
de los mencionados recursos se haya prolongado injustificadamente o que no sea
probable que mejore realmente la situación de la persona que sea víctima.
SEXTA SEMANA

LOS ORGANOS DE LA CONVENCIÓN DE LOS DD. HH


Está conformado por numerosas convenciones y órganos creados para vigilar el
cumplimiento de los distintos tratados de derechos humanos celebrados. Estos
órganos, llamados comités, son nueve:
Convención Órgano
Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer
Las Naciones Unidas el 18 de diciembre de 1979, y entró en vigor el 3 de
setiembre de 1981. Consta de un preámbulo y 30 artículos, y establece una
agenda para el desarrollo de acciones locales para erradicar dicha discriminación.
Esta convención define la discriminación contra la mujer, en su artículo 2, como
“en el sexo que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el
reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente de su estado
civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos
humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica,
social, cultural y civil, o en cualquier otra esfera” (artículo 1).
Esta convención establece una serie de obligaciones hacia los Estados parte para
tomar medidas orientadas a erradicar la discriminación contra la mujer, en todas
sus formas.

Comité para la eliminación de la discriminación racial


El Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD, por sus siglas
en inglés) es el órgano de expertos independientes que supervisa la aplicación de
la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación Racial por los Estados partes.
Todos los Estados partes tienen la obligación de presentar informes periódicos al
Comité sobre cómo se están aplicando los derechos. Los Estados deben
presentar un informe inicial un año después de su adhesión a la Convención y,
posteriormente, cada dos años. El Comité examina cada informe y comunica al
Estado parte sus preocupaciones y recomendaciones en forma de “observaciones
finales”.

Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación


Racial
La Convención para la Discriminación Racial fue adoptada el 21 de diciembre de
196524 y entró en vigor el 4 de enero de 1969. El antecedente inmediato de esta
convención lo podemos encontrar en la Declaración de las Naciones Unidas
sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial, proclamada
mediante R. AG. No. 1904 (XVIII) de 20 de noviembre de 1963.
Esta convención define a la discriminación racial como: toda distinción, exclusión,
restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional
o étnico que tenga el objeto o por resultado anular o menoscabar el
reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos
humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social,
cultural o cualquier otra esfera de la vida pública (art. 1).

La Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos


o Degradantes (Convención contra la Tortura)

Como antecedente a esta convención se puede mencionar la Declaración sobre


la Protección de Todas las Personas contra la Tortura y otros Tratos o Penas
Crueles, Inhumanos o Degradantes26. La Convención contra la Tortura fue
adoptada el 10 de diciembre de 1984, y entró en vigor el 26 de junio de 1987.
Esta convención aporta un elemento nuevo de pertinencia particular para la lucha
de la ONU contra la tortura, al prever la posibilidad de que se realice una
investigación internacional cuando se tenga información fundada sobre prácticas
sistemáticas de tortura en el territorio de Estados parte de la convención (este
procedimiento será analizado más adelante).
El CAT fue establecido por el artículo 17 de la Convención contra la Tortura como
el órgano de control de dicho instrumento internacional, encargado de supervisar
y monitorear la implementación de las disposiciones de dicha convención. Este
comité está conformado por 10 expertos.

Convención sobre los Derechos del Niño

La Convención para los Derechos del Niño fue adoptada, el 20 de noviembre de


1989 y entró en vigor el 2 de setiembre de 1990. Este instrumento reconoce que
en todos los Estados del mundo existen niños viviendo en condiciones
inadecuadas, y que estos niños merecen una especial atención.
La Convención sobre los Derechos del Niño busca tomar en consideración las
diferentes realidades culturales, sociales, económicas y políticas de los Estados,
de forma tal que cada uno pueda determinar las medidas de implementación que
sean compatibles con su propia estructura. Para lograr este propósito, la
convención, plantea la existencia de cuatro principios generales. Estos orientan la
interpretación dicha convención y el establecimiento de los programas de
implementación.
Los Estados parte respetarán los derechos enunciados
Convención y asegurarán su aplicación a cada niño sujeto a su n distinción
alguna, independientemente de la raza, el color, el, la religión, la opinión política o
de otra índole, el origen nacional, la posición económica, los impedimentos
físicos, el nacimiento o condición del niño, de sus padres o de sus representantes
legales. r del niño (artículo 3): En todas las medidas concernientes a los en las
instituciones públicas o privadas de bienestar social, las autoridades
administrativas o los órganos legislativos, una consideración que se atenderá,
será el interés superior del niño.
Convención Internacional sobre la Protección de los derechos de todos los
Trabajadores Migratorios y de sus Familias

Esta convención fue adoptada el 8 de diciembre de 199028 y entró en vigor el 1


de julio de 2003.
El rol que la OIT ha tenido como órgano protector de los derechos de los
trabajadores migratorios ha sido importante. Si bien este tema ya había sido
abordado por esta organización en el Convenio No. 97 de 1949 y en el Convenio
No. 143 de 1975, es a comienzos de 1970 cuando la preocupación por los
trabajadores migratorios entra a la esfera de la ONU. En 1972 el ECOSOC,
mediante su Resolución No. 1706 (LIII) llamó la atención acerca del transporte
ilegal de trabajadores a ciertos Estados europeos y de la explotación de
trabajadores en algunos Estados del África. El ECOSOC deploró que ciertos
Estados estuvieran beneficiándose de la ignorancia y el desempleo que existía en
otros, y apeló a los gobernantes a tomar acciones para combatir el problema. Ese
mismo año, la Asamblea General de Naciones Unidas, en su Resolución No,
2920 (XXVII), condenó la discriminación contra los trabajadores extranjeros y
solicitó a los Estados a que pongan fin a dicha situación. Asimismo, invitó a los
gobernantes a ratificar el Convenio No. 97 (1949). Esta misma solicitud de
ratificación fue hecha nuevamente en 1973 por el ECOSOC mediante Resolución
No. 1789 (LIV).
Los trabajadores migratorios no son nuevos en la historia de la Migratorios, sin
embargo, será la clasificación de estos.
Clasificación de trabajadores La convención distingue entre:
a) Trabajadores fronterizos,
b) Trabajadores estacionarios,
c) Trabajadores de embarcaciones que pertenecen a un E nacionales,
d) Trabajadores que laboran en plataformas o instalaciones
e) Trabajadores itinerantes, empleados que migran para un
f) Trabajadores por cuenta propia. estado del que no son ubicadas en el
mar, a obra determinada, y Importante es también señalar que la Convención
establece reglas
La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad
La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad se adoptó
el 13 de diciembre de 2006 y entró en vigor el 3 de mayo de 2008. Esta
convención cuenta con cincuenta artículos, tiene como propósito fundamental
promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de
todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas
con discapacidad, así como velar por el respeto de su inherente dignidad.
totalidad. Estos principios son el punto de partida para la comprensión e
interpretación de los derechos de las personas con discapacidad y ofrecen puntos
de referencia que sirven de parámetros para evaluar cada derecho. Estos ocho
principios son:
 El respeto de la dignidad inherente, la autonomía, tomar las propias
decisiones, y la independencia de las personas; cual, incluida la libertad
 La no discriminación como de la diversidad y la condición humanas
 La igualdad de oportunidades
 La accesibilidad
 La igualdad entre el hombre y la mujer
El respeto a la evolución de las facultades de los niños y las niñas con
discapacidad y de su derecho a preservar su identidad.

La Convención Internacional para la protección de todas las personas


contra las desapariciones forzadas
La Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las
desapariciones forzadas se adoptó el 20 de diciembre de 2006 y entró en vigor el
23 de diciembre de 2010. Esta Convención, que cuenta con 45 artículos, y define
como desaparición forzada el arresto, la detención, el secuestro o cualquier otra
forma de privación de libertad que sean obra de agentes del Estado o por
personas o grupos de personas que actúan con la autorización, el apoyo o la
aquiescencia del Estado, seguida de la negativa a reconocer dicha privación de
libertad o del ocultamiento de la suerte o el paradero de la persona desaparecida,
sustrayéndola a la protección de la ley.

FLUJO PROCESAL DE LA COMPETENCIA CONTENCIOSA DE LA CORTE


INTERAMERICANA DE LOS DERECHOS HUMANOS
LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS: COMPETENCIAS
Y ASUNTOS TRATADOS

I.- De la Corte Interamericana de Derechos Humanos


La Corte Interamericana de Derechos Humanos, es uno de los órganos que
tienen por función, aspectos atinentes a la protección de los derechos y libertades
fundamentales, en todos los Estados que forman parte de la Organización de los
Estados Americanos.
La Organización de los Estados Americanos, tal como hemos visto, ha sido
fundada en 1948 en ocasión de celebrarse la Novena Conferencia
Interamericana, llevada a cabo en la ciudad de Bogotá. A la fecha, la Carta de la
OEA cuenta con treinta y cinco Estados partes.
Esa misma Novena Conferencia Interamericana, había recomendado al Comité
Jurídico Interamericano, la elaboración de un proyecto de estatuto, para la
creación y el funcionamiento de una Corte Interamericana de Derechos Humanos,
basada en un proyecto presentado por el gobierno de Brasil.
No obstante, aquella resolución, debió esperarse hasta la adopción de un
instrumento convencional, para la creación de un tribunal interamericano de
derechos humanos.
En efecto, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ha sido creada por la
Convención Americana sobre Derechos Humanos 237, tratado elaborado en la
ciudad de San José de Costa Rica el 22 de noviembre de 1969, y que, conforme
al cumplimiento de las disposiciones de su texto, entró en vigor el 18 de julio de
1978.
La Corte está constituida por siete jueces, los cuales deben ser nacionales de los
Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos. Los
magistrados son elegidos a título personal, entre juristas de la más alta autoridad
moral, y de reconocida competencia en materia de derechos humanos; y duran
seis años en sus funciones.
Como veremos en los acápites siguientes, ciertas actuaciones de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, comprenden a todos los Estados
miembros de la Organización de los Estados Americanos, sin importar que los
mismos, hayan o no ratificado el Pacto de San José de Costa Rica.
En sentido concordante, Cecilia Medina menciona que «... aunque la Corte es
calificada en su Estatuto como un órgano de la Convención, sus funciones
exceden claramente ese tratado...».
Para los casos contenciosos (es decir, cuando un Estado es acusado de violar
alguno de los derechos establecidos en la Convención Americana sobre
Derechos Humanos), el gobierno demandado puede designar un juez ad hoc
cuando en la Corte no exista un miembro de su nacionalidad.
El «juez ad hoc» es, sin duda, una institución típica del viejo Derecho
Internacional clásico (propia de los procesos de arbitraje), donde la preeminencia
de la soberanía estatal frente a las Organizaciones Internacionales, era absoluta.
Consideramos que, a la luz de la evolución experimentada en los campos del
Derecho Internacional de los Derechos Humanos, y del Derecho Internacional
Contemporáneo, la existencia de «jueces ad hoc», no encuentra fundamento
alguno, en un tribunal internacional para proteger los derechos y libertades
fundamentales de la persona.
Efectivamente, la supervivencia de esta institución en un proceso por derechos
humanos, puede derivar en la politización del mismo, en desmedro de la
juridización que debe reinar en todo juicio, que debe ser más estricta aún cuando
la materia de que se trata es la dignidad humana.
II.- Las competencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
La Corte Interamericana tiene dos funciones substanciales; llamadas
competencias consultiva y contenciosa. También, entre sus atribuciones
principales, la Corte se encuentra facultada para dictar medidas provisionales.
En estas tres tareas, que consideramos complementarias, se concentran las
actividades centrales del Tribunal, para la protección de los derechos humanos en
el continente americano.
En los acápites siguientes, haremos un estudio de ambas funciones principales; y
una mención de los asuntos, que han merecido el análisis por la Corte, sobre la
aplicación de medidas provisionales.
1.- La Competencia Consultiva
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, en su función consultiva, tiene
por objeto emitir opiniones sobre la interpretación y alcance de las disposiciones
del Pacto de San José de Costa Rica, o de otras normas de derechos humanos,
que se encuentren en instrumentos internacionales en los que un Estado miembro
de la OEA sea parte. El pedido de una Opinión Consultiva, puede ser realizado
por cualquiera de los órganos principales, de la Organización de los Estados
Americanos.
Asimismo, cualquier Estado Miembro de la Organización, se encuentra habilitado
puede consultar a la Corte en los aspectos señalados; y además, puede pedir
opiniones a la Corte sobre la compatibilidad de su legislación interna y los
mencionados instrumentos internacionales.
En relación a la naturaleza de la función consultiva de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, algunos autores destacan que «... La función consultiva que
confiere a la Corte el art. 64 de la Convención es única en el derecho
internacional contemporáneo. Como la Corte ya lo ha expresado en otra
oportunidad, ni la Corte Internacional de Justicia ni la Corte Europea de Derechos
Humanos han sido investidas con la amplia función consultiva que la Convención
ha otorgado a la Corte Interamericana...».
Efectivamente, la Corte Internacional de Justicia, órgano judicial principal de las
Naciones Unidas, sólo puede recibir pedidos de Opinión Consultiva directamente,
por parte de la Asamblea General de la Organización o del Consejo de Seguridad;
e indirectamente (es decir con la autorización de la Asamblea General), del resto
de órganos y organismos especializados de las Naciones Unidas.
De forma tal, que los Estados miembros de las Naciones Unidas, no pueden
solicitar una Opinión Consultiva de la Corte Internacional de Justicia.
Si comparamos la tarea llevada adelante por el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, veremos que el
desarrollo de las opiniones consultivas ha sido más rico y abundante en el órgano
interamericano.
En el sistema europeo, la legitimación activa para solicitar opiniones consultivas,
está restringida al Comité de Ministros del Consejo de Europa, y vedada a los
Estados Partes del Tratado de Roma.
En cuanto al objeto de una Opinión Consultiva, también es más restringida la
esfera de acción del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que aquella que
corresponde a la Corte Interamericana, debido a que el Tribunal Europeo, sólo
puede interpretar la Convención Europea de Derechos Humanos y sus
Protocolos.
Finalmente, a diferencia del sistema interamericano, un Estado parte del
Convenio Europeo, no puede solicitar al Tribunal Europeo una Opinión Consultiva
sobre el grado de compatibilidad entre su legislación interna, y los instrumentos
internacionales de protección de los derechos humanos.
Berta Santoscoy-Noro, considera que a pesar de la amplitud de la función
consultiva, el artículo 64 de la Convención Americana, no permite la posibilidad de
que algún órgano de la OEA pida una opinión sobre la compatibilidad de una ley
de algún Estado miembro y los instrumentos internacionales de derechos
humanos «... A pesar de la vasta competencia de la Corte, el segundo parágrafo
del artículo 64 le impone una limitación al indicar que solo los Estados miembros
de la Organización están facultados para solicitar una opinión sobre la
compatibilidad de cualquiera de sus leyes internas y los instrumentos
internacionales que describe el párrafo 1 del mismo artículo...».
Las Opiniones Consultivas, no tienen el efecto obligatorio que poseen las
sentencias contra Estados establecidas por la Corte en ejercicio de su función
contenciosa; sin embargo, algunos autores subrayan su importancia «... En la
práctica las opiniones de la Corte pueden gozar de gran autoridad y llenar una
importante función como medio de protección de los derechos humanos, en
especial si se tienen en cuenta las dificultades con que ha tropezado el ejercicio
de su jurisdicción contenciosa...» .
Volviendo al sistema interamericano, podemos afirmar inicialmente que dentro de
los alcances de su función consultiva y en el desarrollo jurisprudencial de la
misma, la Corte Interamericana ha fortalecido el objetivo de favorecer el respeto a
los derechos humanos.
2.- La competencia contenciosa
En su tarea contenciosa, la Corte Interamericana de Derechos Humanos puede
conocer en casos contra Estados, y juzgar si éstos han violado alguna disposición
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos; sólo la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos y los Estados, pueden llevar un caso ante
la Corte.
Según Héctor Fix Zamudio, el procedimiento contencioso de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos «... se inspira esencialmente en el
establecido para las controversias sometidas a la Corte Internacional de Justicia y
a la Corte Europea de Derechos Humanos, en cuyos lineamientos procesales
existe un paralelismo, que con algunos matices han sido recogidos por la
Convención Americana y por el Reglamento de la Corte Interamericana...».
En sentido concordante, y citando una de las similitudes, Juan Carlos Hitters
subraya que la facultad de aceptación de la competencia contenciosa de la Corte
Interamericana, tal como sucede en la Corte Internacional de Justicia y el Tribunal
Europeo de Derechos Humanos, se da a través de la "cláusula opcional», que da
a los Estados la posibilidad de realizar la declaración pertinente en cualquier
momento.
Para que un Estado sea demandado ante la Corte Interamericana, es necesario
que éste, además de haber ratificado la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, haya hecho una declaración especial de aceptación de la competencia
contenciosa.
De los 35 Estados miembros de la OEA; 25 han ratificado el Pacto de San José
de Costa Rica; y, hasta el momento, sólo 17 de los 25 Estados partes del Pacto,
han hecho la declaración de reconocimiento de competencia contenciosa de la
Corte.
Héctor Gros Espiell aclara que el sometimiento de un caso a la Corte
Interamericana, no constituye una apelación; ya que el Tribunal «... no actúa en
vía de apelación o como forma atípica de un recurso de casación, de revisión o de
nulidad, sino en ejercicio de una función jurisdiccional propia...».
La víctima o sus representantes, no pueden actualmente ser partes en un caso
contencioso de la Corte Interamericana (no poseen el llamado «locus standi»),
aunque sus abogados actúan como «asesores de la comisión» en los casos. En
efecto, Juan Antonio Carrillo Salcedo y Ana Salado Osuna hacen notar que,
desde el primer caso sometido a la Corte Europea de Derechos Humanos, la
Comisión Europea permitió al abogado de la víctima a intervenir como asesor de
su delegación, y que igual práctica ha sido seguida en el sistema interamericano,
desde el caso Velásquez Rodríguez.
Pero en el desarrollo del sistema interamericano, no se ha alcanzado aún un
instrumento como el Protocolo IX Anexo al Convenio Europeo para la Protección
de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales, y menos aún, se
plantea la posibilidad de seguir los pasos del Protocolo XI que, como ya
mencionamos, revoluciona a todo el mecanismo establecido dentro del Consejo
de Europa.
De la falta de acceso directo del individuo al Tribunal, o de la posibilidad de
defender su caso por sí («locus standi») ante la Corte Interamericana pueden
derivarse situaciones de indefensión; creemos que «... La imposibilidad de la
víctima o de sus representantes de acceder por sí a la Corte Interamericana, ha
tenido consecuencias negativas para la protección a los derechos humanos en el
sistema... La legitimación activa del individuo delante de las jurisdicciones
internacionales, en particular los tribunales de derechos humanos, es un paso
necesario para garantizar la eficacia de cualquier sistema de protección...".
Al menos, tal como el destacado profesor Cançado Trinda de afirma al respecto:
«... La preocupación de la Corte en asegurar un proceso equitativo y justo debe
necesariamente abarcar la cuestión de asegurar igualmente alguna forma de
locus standi de las presuntas víctimas (o sus representantes legales) ante la
propia Corte, en casos que ya le hayan sido enviados por la Comisión».
En igual sentido, Juan Méndez sostiene que «... El desarrollo progresivo de la
protección de los derechos humanos en el plano internacional exige que se
considere seriamente la ampliación del ámbito procesal de las víctimas en los
procesos de responsabilidad estatal, como ya lo está haciendo el Consejo de
Europa...».
Se ha dado un importante paso, con la última reforma integral al reglamento de la
Corte Interamericana, por medio de la cual, en lo que nos ocupa aquí, la víctima o
sus representantes tendrán plena participación en la etapa de reparaciones,
hecho que sucede desde la entrada en vigencia de dicha modificación
substancial, el 1 de enero de 1997.
Si la Corte Interamericana, concluye que un Estado ha violado alguno de los
derechos o libertades protegidos por la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, dispone que se garantice al lesionado (cuando ello es posible) el
derecho o libertad de que se trate.
Asimismo, en su sentencia, la Corte determina que se reparen las consecuencias,
de la medida o situación que ha configurado la vulneración de esos derechos, y
establece el pago de una justa indemnización para la parte lesionada.
En cuanto al contenido que puede tener la indemnización que disponga el
tribunal, la propia Corte Interamericana ha sostenido en sus sentencias que «...
La reparación del daño ocasionado por la infracción de una obligación
internacional consiste en la plena restitución (restitutio in integrum), lo que incluye
el restablecimiento de la situación anterior y la reparación de las consecuencias
que la infracción produjo y el pago de una indemnización como compensación por
los daños patrimoniales y extrapatrimoniales, incluyendo el daño moral...».
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, ha realizado diferentes
aplicaciones legales del Derecho Internacional, y recurriendo a distintas fuentes
para la determinación de indemnizaciones que contemplen el principio de la
«reparación integral».
La Corte Interamericana, en su función contenciosa, ha dictado muchas
resoluciones y sentencias valiosas; es dable señalar, en este sentido, a las
decisiones tomadas en dos de los casos hondureños (Velásquez Rodríguez y
Godínez Cruz), que han sentado jurisprudencia respecto a muchos aspectos,
tanto procedimentales, como de fondo.
Otro de los fallos técnicamente ricos de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, es la sentencia sobre reparaciones dictada en el caso Aloeboetoe;
particularmente en los aspectos referentes a la determinación de la
indemnización, la aplicación normativa, y los modos de cumplimiento de aquella.
La Convención Americana sobre derechos humanos, también determina que la
parte del fallo que disponga indemnización compensatoria, se podrá ejecutar en el
respectivo país, por medio del procedimiento interno vigente, para la ejecución de
sentencias contra el Estado.
La disposición citada, en palabras de Víctor Rodríguez Rescia, no tiene analogía
con ninguna otra de la Convención Europea sobre Derechos Humanos, y es la
que «... permite materializar en última instancia el cumplimiento del fallo
indemnizatorio y de allí su viabilidad...».
3.- Las medidas provisionales
La Convención Americana sobre Derechos Humanos, tiene en cuenta la
probabilidad de que la Corte Interamericana, disponga la adopción de medidas
provisionales que ésta estime pertinentes; ya sea en los casos que estén bajo su
conocimiento, como así también en asuntos que no se encuentren aún sometidos
a su jurisdicción, donde, para este supuesto particular, puede dictar las medidas
provisionales a pedido de la Comisión.
Los requisitos para que la Corte Interamericana pueda disponer medidas
provisionales, son que el Estado contra el cual se dicten las medidas haya
ratificado la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y que además,
haya aceptado la competencia contenciosa de la Corte; asimismo, deben tratarse
de asuntos que revistan características de extrema gravedad y urgencia; por
último, la adopción de las medidas provisionales, debe ser necesaria para evitar
daños irreparables a las personas.
Las medidas provisionales no son autónomas, sino que se encuentran
subordinadas a algún caso que se esté tramitando ante alguno de los órganos del
sistema, y que pueda ser tratado en jurisdicción contenciosa, por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos.
Puede observarse un doble carácter de las medidas provisionales reguladas en el
sistema interamericano: por un lugar, otorgan garantías que colaboran en la
realización de la justicia en un caso en trámite (función tradicional de las medidas
cautelares); por el otro, y de acuerdo a las modalidades de su aplicación, tienden
a proteger derechos humanos fundamentales de personas que pueden sufrir
daños irreparables.
Cuando la Corte Interamericana no se encuentre sesionando, las medidas las
puede disponer el presidente del Tribunal; luego, le corresponde al pleno de sus
integrantes, la decisión acerca de ratificar o no, la providencia tomada por aquel.
Existe, en el desarrollo del sistema interamericano a lo largo del tiempo, una
tendencia a hacer un uso cada vez más frecuente de las medidas provisionales.
III.- La jurisprudencia de la Corte Interamericana
En su trabajo, la Corte Interamericana ha dictado numerosas providencias; las
hemos clasificado en relación a las distintas competencias de la Corte, en
opiniones consultivas, casos contenciosos y medidas provisionales.
Seguidamente haremos una síntesis de ellas.
1.- Las opiniones consultivas emitidas por la Corte Interamericana
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, ha resuelto desde 1982, catorce
Opiniones Consultivas, existiendo una décimo quinta opinión consultiva formulada
por el gobierno de Chile, que el Tribunal resolverá en el mes de noviembre de
1997.
La primera Opinión Consultiva, fue solicitada por el gobierno de Perú el 22 de
abril de 1982; y el objeto de la consulta, ha sido en torno al alcance de la propia
función consultiva del tribunal.
En particular, el gobierno peruano formuló la pregunta sobre cuál es el sentido
que debe dársele a la frase «otros tratados», que prescribe el art. 64 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Esta norma, es la más importante disposición que prevé la Convención
Americana en materia consultiva; ya que establece, en primer lugar, cuáles son
los instrumentos que la Corte Interamericana, puede interpretar cuando se
desempeña en dicha función.
la Corte ha señalado en su dictamen, por unanimidad, que su competencia
consultiva puede ejercerse «... en general, sobre toda disposición, concerniente a
la protección de los derechos humanos, de cualquier tratado internacional
aplicable en los Estados americanos, con independencia de que sea bilateral o
multilateral, de cuál sea su objeto principal o de que sean o puedan ser partes del
mismo Estados ajenos al sistema interamericano».
La segunda Opinión Consultiva, fue solicitada por la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos el 28 de junio de 1982; y su consulta, ha sido respecto a
cuál es el momento de la entrada en vigencia de la Convención Americana para
un Estado que ha ratificado el Pacto de San José de Costa Rica, pero ha
formulado reservas al mismo.
La respuesta de la Corte, ha tenido el propósito de vincular lo antes posible a los
Estados que ratifiquen la Convención; así, luego de realizar un análisis de las
disposiciones pertinentes de la Convención de Viena sobre Derecho de los
Tratados de 1969 en materia de reservas, y de la propia naturaleza de los
instrumentos jurídicos de derechos humanos, ha concluido en su resolución del
24 de setiembre de 1982, que la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, entra en vigencia para un Estado que la ratifique o se adhiera a ella,
con o sin reservas, en la fecha del depósito de su instrumento de ratificación o
adhesión, y sin esperar la aceptación de las reservas por parte de los otros
Estados partes.
La tercera Opinión Consultiva, ha sido pedida por la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos el 15 de abril de 1983, con el propósito de que la Corte
Interamericana, interprete el alcance de las restricciones a la pena de muerte, que
contiene el artículo 4 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Dicha consulta (si bien ha sido formulada en términos amplios), estaba
relacionada con la actitud de Guatemala, que había ampliado el marco de
aplicación de la pena de muerte en su legislación interna; y en virtud de dicha
política, ya existían condenas impuestas, e incluso algunas ejecuciones llevadas
a cabo.
La Corte resolvió, el 8 de setiembre de 1983, que la Convención prohíbe
absolutamente la extensión de la pena de muerte; y que si un Estado ha hecho
reserva del artículo 4.4 de la Convención, esa reserva no le permite legislar con
posterioridad, para extender la aplicación de la pena de muerte respecto de
delitos para los cuales no estaba contemplada anteriormente.
La cuarta Opinión Consultiva, la formuló el gobierno de Costa Rica el 8 de
agosto de 1983, debido a que iba a reformar su Constitución Nacional.
Al tener dudas sobre la compatibilidad de algunas de las reformas propuestas
(respecto a la naturalización) Costa Rica preguntó al Tribunal, si esas
modificaciones para su Constitución Nacional, eran o no compatibles con la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.
La Corte Interamericana, en primer lugar, tuvo que definir si era o no competente
para decidir la cuestión; ya que el artículo 64 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (que establece el alcance de su función consultiva), dice que
ella podrá, a solicitud de un Estado Miembro de la OEA, dar opinión respecto de
la compatibilidad de las leyes internas de ese Estado, y la Convención u otros
tratados de derechos humanos.
De la letra del artículo en cuestión, no se infiere directamente que la Corte pueda
interpretar proyectos de legislación, como era el caso planteado por Costa Rica.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, en su decisión del 19 de enero
de 1994, e interpretando la naturaleza de su función consultiva, concluyó que
tenía competencia para decidir la cuestión; y señaló, al momento de resolver el
fondo de la consulta planteada, que las reformas propuestas no eran
incompatibles con el Pacto de San José de Costa Rica, excepto una de ellas, la
cual consagraba condiciones preferentes para la naturalización por causa de
matrimonio, en favor de uno sólo de los cónyuges.
La quinta Opinión Consultiva, también fue formulada por el gobierno
costarricense; el cual formalizó su pedido a la Corte, por comunicación del 8 de
julio de 1985.
El objeto de la consulta, aludía a la interpretación de los artículos 13 (referido a la
libertad de pensamiento y expresión) y 29 (referido a las normas de
interpretación), de la Convención Americana, y la compatibilidad de dichas
normas, con la Ley Orgánica del Colegio de Periodistas de Costa Rica.
La Corte resolvió, el 13 de noviembre de 1985, que la colegiación obligatoria de
periodistas, en cuanto impida el acceso de cualquier persona al uso pleno de los
medios de comunicación social, como vehículo para expresarse o para transmitir
información, es incompatible con el artículo 13 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos; y que la Ley Orgánica del Colegio de Periodistas de Costa
Rica, en cuanto impide a ciertas personas el pertenecer al Colegio de Periodistas
y, por consiguiente, el uso pleno de los medios de comunicación, es incompatible
con el artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
La sexta Opinión Consultiva, fue demandada el 14 de agosto de 1985 por el
gobierno de la República Oriental del Uruguay, en relación al alcance de la
expresión «leyes» en el artículo 30 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos. Esta norma prescribe la forma en que deben aplicarse las restricciones
a los derechos que están permitidas, dentro del capítulo correspondiente a la
suspensión de garantías, interpretación y aplicación.
La Corte, el 9 de mayo de 1986, resolvió que la palabra «leyes», está referida en
la Convención Americana, como norma jurídica de carácter general, emanada de
los órganos legislativos constitucionalmente previstos y democráticamente
elegidos; y elaborada según el procedimiento establecido por las constituciones
de los Estados Partes, para la formación de las leyes.
La séptima Opinión Consultiva, ha sido solicitada por el gobierno de Costa
Rica, el 1 de octubre de 1985, para que la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, se manifieste sobre la interpretación y el alcance del artículo 14.1
(derecho de rectificación o respuesta), en relación con los artículos 1.1 (obligación
de respetar los derechos) y 2 (deber de los Estados de adoptar disposiciones de
derecho interno), de la Convención Americana.
La Corte resolvió, el 29 de agosto de 1986, que el derecho de rectificación es
internacionalmente exigible; y los Estados, tienen la obligación de respetar y
garantizar su libre y pleno ejercicio. Asimismo dijo el Tribunal, que si en un Estado
Parte no puede ejercerse dicho derecho, igualmente existe la obligación para el
Estado, de adoptar las medidas legislativas o de otro carácter, que fueran
necesarias; y que la palabra «Ley» (del artículo 14.1 de la Convención), está
relacionada con las obligaciones asumidas por los Estados Partes en el artículo 2
de la Convención; y que las medidas legislativas, deben entenderse en su sentido
más amplio; es decir, cualquier medida interna que resulte adecuada, para hacer
efectivos los derechos que regula la Convención Americana sobre Derechos
Humanos.
La octava Opinión Consultiva, ha sido solicitada a la Corte por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, el 10 de octubre de 1986.
El objeto de la consulta, ha sido la interpretación de los artículos 25.1 (derecho a
la protección judicial) y 7.6 (derecho a la garantía de hábeas corpus), en relación
con la última frase del artículo 27.2 de la misma (enumeración de los derechos y
garantías que no pueden suspenderse en ninguna ocasión), de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos. Concretamente, si el derecho a la
protección judicial y a la garantía de hábeas corpus, pueden suspenderse
conforme al Pacto de San José de Costa Rica.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, ha resuelto el 30 de enero de
1987, que los procedimientos consagrados en los artículos 25.1 y 7.6 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, no pueden ser suspendidos
conforme al artículo 27.2 de la misma; porque constituyen garantías judiciales
indispensables, para proteger derechos y libertades que tampoco pueden
suspenderse, según la misma disposición.
El noveno pedido de Opinión Consultiva, lo realizó el gobierno de la República
Oriental del Uruguay, el 17 de setiembre de 1986. La solicitud, requería que la
Corte Interamericana, brinde su opinión acerca del alcance que tiene, la
prohibición de suspender las garantías judiciales indispensables para la
protección de los derechos, que se encuentran mencionados en el artículo 27.2,
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
En buena medida, este pedido del gobierno de Uruguay, dio lugar a la Corte para
que ésta completara lo dispuesto en la anterior Opinión Consultiva emitida; ya que
ambas cuestiones se referían a la suspensión de garantías, particularmente en
torno al segundo párrafo del artículo veintisiete, del Pacto de San José de Costa
Rica.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, dispuso por decisión del 6 de
octubre de 1987, que deben considerarse como garantías indispensables no
susceptibles de suspensión, el Hábeas Corpus, el Amparo o cualquier otro
recurso efectivo destinado a garantizar el respeto a los derechos y libertades, que
la Convención considera como no suspendibles.
La décima Opinión Consultiva, fue pedida el 17 de febrero de 1988, por el
gobierno de Colombia; quien preguntó si en el ejercicio de la función consultiva
(artículo 64 de la Convención), la Corte Interamericana podía interpretar a la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, instrumento
jurídico adoptado en 1948, en la misma conferencia interamericana que dio
nacimiento a la Organización de los Estados Americanos.
La Corte resolvió, el 14 de julio de 1989, que el artículo 64.1 de la Convención
Americana le autoriza, a solicitud de un Estado Miembro de la OEA o, en lo que
les compete, de uno de los órganos de la misma; para rendir opiniones
consultivas sobre la interpretación de la Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre, en el marco y dentro de los límites de la competencia del
Tribunal; y en relación con la Carta constitutiva de la Organización de los Estados
Americanos, y el Pacto de San José de Costa Rica, u otros tratados
concernientes a la protección de los derechos humanos en los Estados
Americanos.
La décimo primera Opinión Consultiva, ha sido solicitada por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, el 31 de enero de 1989. Como ya hemos
visto en el Capítulo II, el carácter subsidiario de la protección internacional de los
derechos humanos, exige como regla el agotamiento de los recursos internos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, preguntó entonces a la
Corte, si corresponde aplicar el requisito de agotamiento de los recursos internos,
a un indigente que por circunstancias económicas no puede hacer uso de estas
vías; y formuló la misma pregunta, respecto a algún reclamante que no pueda
hacer uso de los recursos internos, por la existencia de un temor generalizado en
los círculos jurídicos del país donde aquel resida, respecto a la defensa de su
caso.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, resolvió el 10 de agosto de
1990, que si por razones de indigencia o debido a la existencia de un temor
generalizado de los abogados para representarlo, un reclamante ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos se ha visto impedido de agotar los
recursos internos, no puede exigírsele el cumplimiento de ese requisito.
La décimo segunda Opinión Consultiva, ha sido solicitada por el gobierno de
Costa Rica; quien pidió el 22 de febrero de 1991, que la Corte se expida sobre la
compatibilidad de un proyecto de ley de su país, con el artículo 8.2.h de la
Convención Americana.
La Corte Interamericana, el 6 de diciembre de 1991, entendió que una respuesta
a las preguntas de Costa Rica, podría traer como resultado una desvirtuación de
la jurisdicción contenciosa; debido a que se estaban tramitando ante la Comisión
Interamericana, algunos casos sobre el objeto de la consulta. Por ende, la Corte
decidió no responder a la pregunta formulada por Costa Rica.
La décimo tercera Opinión Consultiva, ha sido solicitada conjuntamente por los
gobiernos de Uruguay y Argentina; quienes elevaron su pedido, el 17 de
diciembre de 1991.
Estos Estados, preguntaron a la Corte respecto a algunas atribuciones de la
Comisión Interamericana sobre Derechos Humanos; en particular, si esta tiene
facultades, para opinar sobre la regularidad jurídica de leyes sancionadas
internamente de acuerdo con la Constitución de un Estado; también interrogaron
si es posible que la Comisión, luego de haberse pronunciado contra la
admisibilidad de un caso, emita su opinión sobre el fondo del mismo; y si se
pueden subsumir en uno solo, los informes que prescriben los artículos 50 y 51 de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
La Corte ha resuelto, el 16 de julio de 1993, que la Comisión tiene competencia,
para calificar a cualquier norma de derecho interno de un Estado Parte como
violatoria de los derechos y obligaciones enumerados en la Convención
Americana; que si la Comisión ha declarado inadmisible un caso, no cabe
pronunciamiento sobre el fondo del asunto; y que los informes que contemplan los
artículos 50 y 51, son dos informes separados, el primero de los cuales no puede
ser publicado. El segundo informe (del artículo 51), sí puede ser publicado por la
Comisión, previa decisión tomada por este cuerpo por la mayoría de votos, y
después de transcurrido el plazo que haya otorgado al Estado para tomar las
medidas adecuadas.
La décimo cuarta Opinión Consultiva, ha sido pedida por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos el 8 de noviembre de 1993; dos temas se
encontraban en juego dentro de la consulta realizada por la Comisión.
La primera cuestión formulada, es cuáles serían los efectos jurídicos de una ley
de un Estado Parte, que viola manifiestamente las obligaciones que éste había
contraído, desde el momento en que ha ratificado la Convención.
La segunda cuestión, interroga sobre cuales serían las responsabilidades y
obligaciones para los agentes o funcionarios del Estado, que han ejecutado una
ley, cuyo cumplimiento se traduce en una violación manifiesta de la Convención.
La Corte Interamericana ha resuelto, el 9 de diciembre de 1994, que la expedición
de una ley manifiestamente contraria a las obligaciones asumidas por un Estado,
al ratificar o adherir a la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
constituye una violación de ésta y; para el caso que esa violación afecte derechos
y libertades protegidos respecto de individuos determinados, se genera la
responsabilidad internacional de tal Estado.
Asimismo, que el cumplimiento de una ley manifiestamente violatoria de la
Convención, por parte de agentes o funcionarios del Estado, genera
responsabilidad internacional para éste último. En caso que el acto de
cumplimiento, constituya per se un crimen internacional, genera también la
responsabilidad internacional, para los agentes o funcionarios que lo ejecutaron.
2.- Los Casos Contenciosos ante la Corte Interamericana
En materia contenciosa, existen casos que la Corte ya ha resuelto sobre el fondo;
e incluso, dictaminado sobre las reparaciones cuando estas procedían. También,
naturalmente, hay asuntos en trámite ante la Corte, en los cuales no hay aún
pronunciamiento del Alto Tribunal sobre el fondo de la cuestión. Tal como
venimos de hacerlo con las opiniones consultivas, resumimos los principales
hechos y decisiones.
a) Casos resueltos por la Corte
* Neira Alegría (Perú)
El Caso Neira Alegría contra el Perú, fue elevado por la Comisión Interamericana
a la Corte el 10 de octubre de 1990. Se trata de la desaparición de Víctor Neira
Alegría, Edgar Zenteno Escobar y Willam Zenteno Escobar, el 18 de junio de
1986, en momentos en que éstos se encontraban detenidos, y luego del
sofocamiento de un motín, producido en el lugar de detención (se trata del penal
San Juan Bautista, conocido como «El Frontón»).
El gobierno peruano, interpuso excepciones preliminares que fueron
desestimadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, por resolución
del 11 de diciembre de 1991.
En su sentencia sobre el fondo del asunto, pronunciada el 19 de enero de 1995,
la Corte Interamericana condenó a Perú por haber violado el derecho a la vida
(Art. 4), en conexión con la obligación del Estado de respetar los derechos
establecidos en la Convención Americana sobre Derechos Humanos (art.1.1); y el
derecho de hábeas corpus (art.7.6) en conexión con la prohibición de la
suspensión de garantías (art. 27.2), en perjuicio de Víctor Neira Alegría, Edgard
Zenteno Escobar y William Zenteno Escobar. Además, la Corte decidió que Perú
está obligado a pagar a los familiares de las víctimas una justa indemnización
compensatoria.
El 19 de setiembre de 1996, la Corte dictó sentencia sobre reparaciones y costas
en este caso, fijando el monto total de las indemnizaciones que debe pagar Perú
a los familiares de las víctimas, y el plazo para dar cumplimiento a esta sentencia.
Asimismo, determinó que el Estado está obligado a hacer todo el esfuerzo
posible, para identificar los restos de las víctimas y entregarlos a sus familiares.
* Cayara (Perú)
El caso Cayara contra el Perú, fue remitido por la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos el 14 de agosto de 1992, debido a que el 14 de mayo de
1988, tropas del ejército de Perú ingresaron a la población de Cayara, asesinaron
al primer habitante que encontraron, y fueron hasta la iglesia del poblado donde
fusilaron a cinco hombres desarmados que se encontraban desarmando un
tablado. Más tarde, cuando los hombres de la población volvían del campo, los
soldados les mataron con bayonetas, y enterraron los cuerpos de los muertos en
un lugar cercano. También, detuvieron a tres personas cuyos cadáveres fueron
encontrados posteriormente. El día anterior, un grupo de Sendero Luminoso
había realizado una emboscada en la zona contra un convoy militar del ejército
peruano, donde murieron cuatro integrantes de Sendero Luminoso, un capitán del
ejército y tres soldados.
El 29 de julio de 1988, varios testigos de la masacre de Cayara fueron arrestados
en sus hogares; y cinco de ellos, sufrieron desapariciones forzadas. El 14 de
diciembre, el alcalde de Cayara y su secretaria, quiénes eran testigos de la
masacre, fueron asesinados. Por último, el 8 de setiembre de 1989, Martha
Crisóstomo García, uno de los testigos que quedaban de la masacre, fue ultimada
a balazos en su domicilio a las tres de la madrugada.
El gobierno interpuso excepciones preliminares, y la Corte hizo lugar a una de
ellas, por considerar que la Comisión Interamericana había interpuesto su
demanda fuera del plazo fijado por el artículo 51.1 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos.

SEPTIMA SEMANA

PRIMER EXAMEN PARCIAL

OCTAVA SEMANA

CONTENIDO Y PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS EN LA


JURISPRUDENCIA DE LA CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS
HUMANOS

Corte IDH. Caso de los “Niños de la Calle” (Villagrán Morales y otros) Vs.
Guatemala. Fondo. Sentencia de 19 de noviembre de 1999. Serie C No. 631.
El derecho a la vida es un derecho humano fundamental, cuyo goce es un
prerrequisito para el disfrute de todos los demás derechos humanos. De no ser
respetado, todos los derechos carecen de sentido. En razón del carácter
fundamental del derecho a la vida, no son admisibles enfoques restrictivos del
mismo. En esencia, el derecho fundamental a la vida comprende, no sólo el
derecho de todo ser humano de no ser privado de la vida arbitrariamente, sino
también el derecho a que no se le impida el acceso a las condiciones que le
garanticen una existencia digna. Los Estados tienen la obligación de garantizar la
creación de las condiciones que se requieran para que no se produzcan
violaciones de ese derecho básico y, en particular, el deber de impedir que sus
agentes atenten contra él.
El caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado por la detención y
posterior asesinato de Julio Caal Sandoval, Jovito Juárez Cifuentes, Anstraum
Villagrán, Henry Giovanni Contreras, Federico Figueroa Túnchez por parte de
agentes policiales, así como a la falta de investigación y sanción de los
responsables de los hechos. Los hechos del presente caso se contextualizan en
una época caracterizada por un patrón común de acciones al margen de la ley,
perpetradas por agentes de seguridad estatales, en contra de los “niños de la
calle”. Esta práctica incluía amenazas, detenciones, tratos crueles, inhumanos y
degradantes y homicidios como medio para contrarrestar la delincuencia y
vagancia juvenil. El 15 de junio de 1990, en la zona conocida como “Las
Casetas”, una camioneta se acercó a Henry Giovanni Contreras, de 18 años de
edad, Federico Clemente Figueroa Túnchez, de 20 años, Julio Roberto Caal
Sandoval, de 15 años y Jovito Josué Juárez Cifuentes, de 17 años. De dicho
vehículo descendieron hombres armados miembros de la policía, quienes los
obligaron a subir al mismo. Luego de estar retenidos por unas horas, fueron
asesinados. Asimismo, el 25 de junio de 1990 fue asesinado Anstraum Aman
Villagrán Morales, mediante un disparo de arma de fuego, en el sector de “Las
Casetas”. No se realizaron mayores investigaciones ni se sancionaron a los
responsables de los hechos.

DERECHOS A LA VIDA DIGNA

Corte IDH. Caso "Instituto de Reeducación del Menor" Vs. Paraguay. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de septiembre de
2004. Serie C No. 112
Ahora bien, la Corte observa que el Estado, además de no crear las condiciones y
tomar las medidas necesarias para que los internos del Instituto tuvieran y
desarrollaran una vida digna mientras se encontraban privados de libertad y
además de no cumplir con sus obligaciones complementarias respecto de los
niños, mantuvo al Instituto en condiciones tales que posibilitó que se produjeran
los incendios y que éstos tuvieran terribles consecuencias para los internos, a
pesar de las diversas advertencias y recomendaciones dadas por organismos
internacionales y no gubernamentales respecto del peligro que esas condiciones
entrañaban. Como resultado de estos sucesos, perdieron la vida los internos Elvio
Epifanio Acosta Ocampos, Marco Antonio Jiménez, Diego Walter Valdez, Sergio
Daniel Vega Figueredo, Sergio David Poletti Domínguez, Mario del Pilar Álvarez
Pérez, Juan Alcides Román Barrios, Antonio Damián Escobar Morinigo y Carlos
Raúl de la Cruz (supra párr. 134.29).
El caso se refiere a la responsabilidad internacional del Estado por la muerte y
lesiones de niños internos en el Instituto de Reeducación del Menor “Coronel
Panchito López”, así como a las deficientes condiciones de dicho centro. Los
hechos del presente caso transcurrieron dentro del Instituto “Panchito López”, el
cual era establecimiento en el que permanecían internos aquellos niños que
estuvieran en conflicto con la ley. El instituto no contaba con la infraestructura
adecuada para un centro de detención, situación que se agravó en la medida que
la población superó la capacidad máxima de éste. Asimismo, las condiciones en
las que vivían los internos era precarias: las celdas eran insalubres, los internos
estaban mal alimentados y carecían de asistencia médica, psicológica y dental
adecuada. Muchos de ellos carecían de camas, frazadas y/o colchones.
Asimismo, el programa educativo del Instituto era deficiente. Adicionalmente, no
se contaba con un número adecuado de guardias en relación con el número de
internos y los que estaban hacían uso de castigos violentos y crueles con el
propósito de imponer disciplina. Tres incendios ocurrieron en el centro en febrero
de 2000, febrero de 2001 y julio de 2001. Ello provocó las lesiones de algunos
internos y la muerte de otros. Después del tercer incendio, el Estado cerró
definitivamente el instituto. Se iniciaron procesos civiles por indemnización de
daños y perjuicios y se abrió un proceso penal, como consecuencia de los
sucesos acontecidos. No obstante, no se realizaron mayores gestiones ni
investigaciones.
Corte IDH. Caso Artavia Murillo y otros (Fertilización in vitro) Vs. Costa Rica.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas Sentencia de 28
noviembre de 2012 Serie C No. 257
Hasta el momento la jurisprudencia de la Corte no se ha pronunciado sobre las
controversias que suscita el presente caso en lo que respecta al derecho a la
vida. En casos de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y muertes
imputables a la falta de adopción de medidas por parte de los Estados, la Corte
ha señalado que el derecho a la vida es un derecho humano fundamental, cuyo
goce pleno es un prerrequisito para el disfrute de todos los demás derechos
humanos. En virtud de este papel fundamental que se le asigna en la Convención,
los Estados tienen la obligación de garantizar la creación de las condiciones que
se requieran para que no se produzcan violaciones de ese derecho. Asimismo, la
Corte ha señalado que el derecho a la vida presupone que ninguna persona sea
privada de su vida arbitrariamente (obligación negativa) y que los Estados
adopten todas las medidas apropiadas para proteger y preservar el derecho a la
vida (obligación positiva) de todos quienes se encuentren bajo su jurisdicción. Ello
incluye adoptar las medidas necesarias para crear un marco normativo adecuado
que disuada cualquier amenaza al derecho a la vida y salvaguardar el derecho a
que no se impida el acceso a las condiciones que garanticen una vida digna.
En el presente caso la Sala Constitucional consideró que éstos y otros alcances
del derecho a la vida obligan a efectuar una protección absoluta del embrión en el
marco de la inviolabilidad de la vida desde la concepción (supra párr. 76). Para
analizar si existe una obligación de protección absoluta en esos términos, la Corte
procede a analizar el alcance de los artículos 1.2 y 4.1 de la Convención
Americana respecto a las palabras "persona", "ser humano", "concepción" y "en
general". El Tribunal reitera su jurisprudencia según la cual una norma de la
Convención debe interpretarse de buena fe, conforme al sentido corriente que
haya de atribuirse a los términos del tratado en el contexto de éstos y teniendo en
cuenta el objeto y fin de la Convención Americana, el cual es la eficaz protección
de la persona humana, así como mediante una interpretación evolutiva de los
instrumentos internacionales de protección de derechos humanos. En ese marco,
a continuación, se realizará una interpretación: i) conforme al sentido corriente de
los términos; ii) sistemática e histórica; iii) evolutiva, y iv) del objeto y fin del
tratado.

DERECHOS CIVILES Y POLITICOS

Corte IDH. Caso Escué Zapata Vs. Colombia. Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 4 de julio de 2007. Serie C No. 165
La Corte analizará la alegada violación del artículo 23.1 de la Convención en
relación con el artículo 4.1 de la misma, únicamente en perjuicio del señor
Germán Escué Zapata, puesto que se trata de una cuestión de derecho que los
representantes presentaron desde su primer escrito. La alegada violación de los
derechos políticos de la Comunidad o sus miembros no será analizada, puesto
que se trata de la inclusión de nuevas víctimas que no fueron identificadas por la
Comisión en el momento procesal oportuno.
La justificación de la alegada violación al artículo 23 en perjuicio del señor Escué
Zapata consiste en que con su muerte se le impidió ejercer su “autoridad de
gobierno indígena”. Conforme a la jurisprudencia del Tribunal, “la privación
arbitraria de la vida suprime a la persona humana, y, por consiguiente, no
procede, en esta circunstancia, invocar la supuesta violación […] de otros
derechos consagrados en la Convención Americana”57. Además, los derechos
políticos establecidos en el artículo 23 de la Convención Americana tienen, al
igual que los demás derechos protegidos en la Convención, un contenido jurídico
propio. En este caso, más allá de la muerte de la víctima, no se ha indicado otro
hecho que vulnere ese contenido jurídico específico del artículo 23.
En razón de lo anterior, el Tribunal concluye que no se ha demostrado una
violación de los derechos consagrados en el artículo 23.1 de la Convención en
perjuicio del señor Escué Zapata.
Pese a lo dicho en los párrafos anteriores, la Corte reconoce que la pérdida de un
líder para el Pueblo Paez significó una “desmembración y daño a la integridad de
la colectividad; frustración ante la enorme confianza depositada en él para
ayudarlos a realizar el buen vivir y, sentimientos de pérdida ante los esfuerzos
colectivos realizados para que, apoyado por su Comunidad, pudiera actuar en
desarrollo de su misión como persona especial”.
Esta situación será analizada por el Tribunal al momento de dictar las
reparaciones correspondientes, teniendo en cuenta que el propio Estado señaló
que “las medidas de reparación que fueron ofrecidas por éste, como, por ejemplo,
la recuperación de la memoria histórica de la víctima, la publicación de la
Sentencia y las obligaciones de no repetición, van encaminadas a reparar a la
sociedad en su conjunto y dentro de ésta a los miembros de la Vereda de Vitoyó.
Los hechos del presente caso se enmarcan dentro del patrón de violencia contra
los pueblos indígenas asentados en esa zona del país, y sus líderes. Germán
Zapata Escué era un Cabildo Gobernador del resguardo indígena de Jambaló, en
el departamento del Cauca, que se dedicaba a la agricultura al igual que los
demás miembros de su comunidad y a la defensa del territorio y de su
importancia para la comunidad indígena. El 1 de febrero de 1988, agentes del
Ejército Colombia noentraron de manera violenta en su domicilio. Una vez ahí, lo
amarraron y lo sacaron de su casa a golpes. La madre de la víctima se dirigió a la
vivienda de unos familiares que vivían en las cercanías, sitio desde el cual pudo
escuchar una serie de disparos. Inmediatamente, salió en busca de su hijo, cuyo
cuerpo sin vida encontró en las inmediaciones del caserío. Se interpusieron una
serie de recursos a fin de investigar y sancionar a los responsables de la muerte
del señor Escué Zapata. Sin embargo, la investigación no ha sido completada y
ninguna persona se encuentra procesada o ha sido sancionada.
Corte IDH. Caso Pacheco León y otros Vs. Honduras. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 15 de noviembre 2017. Serie C No. 342
El 15 de noviembre de 2017 la Corte Interamericana de Derechos Humanos
emitió una Sentencia, mediante la cual declaró responsable internacionalmente al
Estado de Honduras por la falta de una investigación diligente del homicidio de
Ángel Pacheco León, cometido el 23 de noviembre de 2001. El señor Pacheco
Leon era candidato a diputado por el Partido Nacional de Honduras para las
elecciones generales que se realizaron el día 25 siguiente. La Corte determinó
que el modo en que fue conducida la investigación resultó violatorio de los
derechos a las garantías judiciales y protección judicial en perjuicio de 19
familiares del señor Pacheco, así como del derecho a la integridad personal en
perjuicio de su madre, su compañera, uno de sus hijos, un hermano y una
hermana.
A continuación se exponen conceptos sobre el derecho a la vida y los derechos
políticos, así como sobre la vinculación que entre ambos puede presentarse en
ciertas circunstancias. Luego se examina si en el caso, en relación con la muerte
del señor Pacheco, se han incumplido las obligaciones de respeto o garantía de
los derechos mencionados. En cuanto al deber de respeto, se analiza si puede
considerarse acreditada la intervención de agentes estatales respecto a la lesión
de los derechos y si hay elementos de convicción suficientes para aseverar que, a
tal efecto, hubo una instumentalización del poder público. Por último, se abordan
otros alegatos sobre la lesión a derechos políticos.
Al respecto, la Corte ha tenido oportunidad de señalar que determinadas
personas, por sus actividades, pueden estar en una situación de particular
vulnerabiliad y requerir especial protección por parte del Estado. Asi, la Corte ha
se ha referido a obligaciones especiales de prevención y protección en beneficio
de líderes políticos en situaciones de riesgo y, además, ha dicho que:
los Estados deben facilitar los medios necesarios para que las personas
defensoras de derechos humanos o que cumplan una función pública respecto de
la cual se encuentren amenazados o en situación de riesgo o denuncien
violaciones a derechos humanos, puedan realizar libremente sus actividades;
protegerlos cuando son objeto de amenazas para evitar los atentados a su vida e
integridad; generar las condiciones para la erradicación de violaciones por parte
de agentes estatales o de particulares [y] abstenerse de imponer obstáculos que
dificulten la realización de su labor.
La Corte recuerda además, que los Estados tienen el deber de “organizar, llevar a
cabo y garantizar procesos electorales libres y justos” , y que, con base en el
artículo 23 de la Convención, el ejercicio de los derechos políticos tiene una
dimensión social , pues el derecho a ser elegido en elecciones periódicas y
auténticas involucra el derecho a la participación política no solo de la persona
que se presenta a un cargo, sino también el de otras personas a participar por
medio de representantes libremente elegidos. En términos generales, entonces,
existe una obligación de los Estados de proveer medidas eficaces para garantizar
la realización de procesos electorales adecuados, y estas pueden implicar
acciones de seguridad o protección respecto a candidatos u otras personas
intervinientes en dichos procesos.
Ahora bien, sin perjuicio del deber general señalado, a efectos de determinar la
responsabilidad estatal en un caso determinado, resulta necesario que se
acredite, en primer lugar, el conocimiento por parte del Estado de la situación
puntual de riesgo. En ese sentido, en relación al caso, en cuanto al riesgo
específico en relación con el señor Pacheco, cabe recordar que las obligaciones
convencionales de garantía a cargo de los Estados no implican una
responsabilidad ilimitada frente a cualquier acto o hecho de particulares, pues los
deberes de adoptar medidas de prevención y protección se encuentran
condicionados al conocimiento de una situación de riesgo real e inmediato para
un individuo o grupo de individuos determinado y a las posibilidades razonables
de prevenir o evitar ese riesgo . En el presente caso, ni la Comisión ni los
representantes adujeron una vulneración al deber de prevenir la muerte del señor
Pacheco, ni surge de los hechos que antes de ese hecho el Estado hubiere
tomado conocimiento sobre el riesgo que él padecía. Por tanto, Honduras no
puede ser considerado responsable por no haber prevenido la muerte del señor
Pacheco.
NOVENA SEMANA

LOS DERECHOS ECONÓMICOS SOCIALES Y CULTURALES

Los Derechos Económicos Sociales y Culturales (DESC) son los derechos


humanos relativos a las condiciones sociales y económicas básicas necesarias
para una vida en dignidad y libertad, y hablan de cuestiones tan básicas como el
trabajo, la seguridad social, la salud, la educación, la alimentación, el agua, la
vivienda, un medio ambiente adecuado y la cultura.
Los derechos humanos proporcionan un marco común de normas y valores
universalmente reconocidos, y establecen obligaciones del Estado para actuar de
determinada manera o de abstenerse de ciertos actos. Constituyen una
herramienta importante para asegurar la rendición de cuentas de los Estados y
cada vez más actores no estatales que han cometido violaciones, y también para
movilizar los esfuerzos colectivos para desarrollar comunidades y marcos
globales que conduzcan a la justicia económica, el bienestar social, la
participación y la igualdad. Los derechos humanos son universales, inalienables,
interdependientes e indivisibles.
Dónde se reconocen los Derechos Económicos Sociales y Culturales (DESC)
En 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas, adoptó la Declaración
Universal de los Derechos Humanos (DUDH), en la cual se establecen los
derechos civiles, culturales, económicos, políticos y sociales fundamentales de los
que deben disfrutar todas las personas. En 1966, los DESC quedaron reflejados
como derechos legales en el Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales (PIDESC) - que junto con la DUDH y el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos forman la denominada Carta Internacional de
Derechos Humanos - y en otros tratados universales y mecanismos regionales.
Hasta la fecha, más de 160 Estados han ratificado el PIDESC. Asimismo,
numerosos países han articulado su compromiso con los DESC por medio de sus
constituciones nacionales y legislación nacional.

Principios fundamentales relativos a los Derechos Económicos Sociales y


Culturales (DESC)
El PIDESC esboza una serie de principios importantes para la realización de los
DESC que, a menudo, están incluidos también en otros tratados relacionados con
los DESC. Bajo el PIDESC, un Estado tiene la obligación de tomar medidas
progresivas “con el máximo de sus recursos disponibles” hacia la plena
realización de los DESC. En concreto, un Estado (incluidos sus niveles
subnacionales) tiene las siguientes obligaciones:
• Respetar los DESC (abstenerse de violarlos)
• Proteger los DESC (impedir que otros los violen)
• Cumplir los DESC (tomar las medidas necesarias para hacerlos efectivos,
como aprobar legislación, disponer partidas presupuestarias y otros procesos
administrativos)
• Buscar y proporcionar asistencia y cooperación internacional en la
realización de los DESC.
Los Estados deben evitar la discriminación en el acceso a los DESC basada en
motivos especificados en el PIDESC, incluyendo la raza, el color, el sexo, el
idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional o social,
la posición económica y el nacimiento. En su trabajo, el Comité de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (CESCR) de la ONU ha identificado motivos
adicionales para prohibir la discriminación, como la discapacidad, la edad, la
nacionalidad, el estado civil y la situación familiar, la orientación sexual e
identidad de género, el estado de salud, el lugar de residencia y la situación
económica y social. La eliminación de la discriminación y ciertas obligaciones
mínimas identificadas por el CESCR en algunas de sus observaciones generales,
no están sujetas a una realización progresiva, sino que son obligaciones
inmediatas.
El preámbulo de la Declaración Universal de Derechos Humanos confirma que
“todo individuo y órgano de la sociedad” actuará para promover el respeto a los
derechos humanos y para “asegurar su reconocimiento y aplicación universal”.
Esto se extiende a las empresas, las organizaciones internacionales y
multilaterales y otros actores no estatales.
La importancia de los Derechos Económicos Sociales y Culturales DESC
La articulación de los DESC en el derecho internacional se produjo tras años de
demandas de estos derechos básicos en todo el mundo, y refleja la preocupación
por la vida de todas las personas, en particular las más vulnerables, tal como
aparece expresado en numerosas tradiciones filosóficas, religiosas y demás.
En una era de creciente globalización económica y desigualdad dentro y entre los
Estados, existe una urgente necesidad para que los grupos de base, las ONG, los
académicos y otras organizaciones y personas se unan para reconocer las
conexiones existentes entre luchas continuas y localizadas, y para realizar en la
práctica los derechos humanos para todas las personas. Al plantear los casos y
los patrones de la pobreza y la privación como violaciones de los DESC – en
lugar de meras circunstancias desafortunadas y fuera del control humano, o como
resultado de carencias individuales – se le impone la obligación al Estado y, cada
vez más, a las empresas y otros actores no estatales, de prevenir y reparar estas
situaciones.
En todo el mundo, el marco de los DESC es utilizado para fortalecer acciones por
la justicia y contra la opresión, y para amplificar alternativas progresivas para
mejorar el ejercicio de los DESC.

LOS DERECHOS ECONÓMICOS SOCIALES Y CULTURALES PRTOTEGIDOS


POR LA CORTE INTER AMERICANA DE DERECHOS HUAMANOS

- Derecho a la salud
Corte IDH. Caso Comunidad Indígena Yakye Axa Vs. Paraguay. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 17 de junio de 2005. Serie C No. 125 167.
Las afectaciones especiales del derecho a la salud, e íntimamente vinculadas con
él, las del derecho a la alimentación y el acceso al agua limpia impactan de
manera aguda el derecho a una existencia digna y las condiciones básicas para el
ejercicio de otros derechos humanos, como el derecho a la educación o el
derecho a la identidad cultural. En el caso de los pueblos indígenas el acceso a
sus tierras ancestrales y al uso y disfrute de los recursos naturales que en ellas se
encuentran están directamente vinculados con la obtención de alimento y el
acceso a agua limpia. Al respecto, el citado Comité de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales ha destacado la especial vulnerabilidad de muchos grupos
de pueblos indígenas cuyo acceso a las tierras ancestrales puede verse
amenazado y, por lo tanto, su posibilidad de acceder a medios para obtener
alimento y agua limpia.
- Derecho a la Educación
Corte IDH. Caso "Instituto de Reeducación del Menor" Vs. Paraguay. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de septiembre de
2004. Serie C No. 112. 172. El Tribunal debe establecer ahora si el Estado
cumplió, respecto de los niños, con las obligaciones adicionales que emergen de
los artículos 4, 5 y 19 de la Convención Americana, a la luz del corpus juris
internacional existente sobre la especial protección que éstos requieren, entre las
cuales se encuentran la disposición del artículo 5.5 de la Convención Americana
que obliga a los Estados a mantener a los niños privados de libertad separados
de los adultos y, como se dijo anteriormente (supra párr. 161), la especial
supervisión periódica en el ámbito de la salud y la implementación de programas
de educación, derivadas de una correcta interpretación del artículo 4 de la
Convención, a la luz de las disposiciones pertinentes de la Convención sobre los
Derechos del Niño y el artículo 13 del Protocolo Adicional a la Convención
Americana en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que el
Paraguay ratificó el 3 de junio de 1997 y que entró en vigencia internacional el 16
de noviembre de 1999. Estas medidas adquieren fundamental importancia debido
a que los niños se encuentran en una etapa crucial de su desarrollo físico, mental,
espiritual, moral, psicológico y social que impactará de una u otra forma su
proyecto de vida
- Derecho a la Seguridad Social
Corte IDH. Caso Duque Vs. Colombia. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de febrero de 2016. Serie C No. 310127
124. En el presente caso, se puede concluir que el Estado no presentó una
justificación objetiva y razonable para que exista una restricción en el acceso a
una pensión de sobrevivencia basada en la orientación sexual. En consecuencia,
la Corte encuentra que la diferenciación establecida en los artículos 1 de la Ley
54 de 1990 y 10 del decreto 1889 de 1994 con fundamento en la orientación
sexual para el acceso a las pensiones de sobrevivencia es discriminatoria y viola
lo establecido en el artículo 24 de la Convención Americana.
- Derecho Medioambientales
Corte IDH. Caso Salvador Chiriboga Vs. Ecuador. Excepción Preliminar y Fondo.
Sentencia de 6 de mayo de 2008. Serie C No. 179 76. En el presente caso no
existe controversia entre las partes respecto al motivo y fin de la expropiación del
inmueble de la señora Salvador Chiriboga. Asimismo, el Tribunal destaca, en
relación con la privación del derecho a la propiedad privada, que un interés
legítimo o general basado en la protección del medio ambiente como se observa
en este caso, representa una causa de utilidad pública legítima. El Parque
Metropolitano de Quito es un área de recreación y protección ecológica para
dicha ciudad. 116. En conclusión, la Corte sostiene que el Estado privó del
derecho a la propiedad privada a la señora María Salvador Chiriboga por razones
de utilidad pública legítimas y debidamente fundamentadas, las cuales
consistieron en la protección del medio ambiente a través del establecimiento del
Parque Metropolitano. Sin embargo, el Estado no respetó los requerimientos
necesarios para restringir el derecho a la propiedad acogidos en los principios
generales del derecho internacional y explícitamente señalados en la Convención
Americana.
- Derecho a la Alimentación
Corte IDH. Comunidad Indígena Xákmok Kásek Vs. Paraguay. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de agosto de 2010. Serie C No. 214
198. El Tribunal no desconoce que en cumplimiento del Decreto No. 1830 el
Estado ha realizado al menos ocho entregas de alimentos entre los meses de
mayo y noviembre de 2009 y entre febrero y marzo de 2010, y que en cada una
se suministraron a los miembros de la Comunidad kits con raciones de alimentos.
Sin embargo, la Corte debe valorar la accesibilidad, disponibilidad y sostenibilidad
de la alimentación otorgada a los miembros de la Comunidad y determinar si la
asistencia brindada satisface los requerimientos básicos de una alimentación
adecuada. 200. La Corte nota que el total de provisiones alimentarias
suministradas entre el período de 12 de mayo de 2009 y el 4 de marzo de 2010,
fue de 23.554 kilos, con base en dicho dato se deduce que la cantidad de
alimentos brindados por el Estado correspondería aproximadamente a 0.29 kg. de
alimentos por persona por día, teniendo en cuenta los censos aportados. En
consecuencia, el Tribunal estima que la cantidad de provisiones alimentarias es
insuficiente para satisfacer medianamente las necesidades básicas diarias de
alimentación de cualquier persona. 201. La inadecuada nutrición de los miembros
de la Comunidad ha repercutido en el crecimiento de los niños, pues “la
prevalencia mínima de atrofia de crecimiento fue de 32.2% […], más del doble de
lo esperado para la población de referencia (15.9%)”. Igualmente, el promotor de
salud de la Comunidad indicó que al menos “el 90% de los niños tienen
desnutrición”. 202. Consecuentemente, a pesar de lo demostrado por el Estado,
no se evidencia que con la asistencia brindada se hayan superado las
necesidades nutricionales que, con anterioridad al Decreto No. 1830 (supra párr.
191) existían
- Derecho a la Cultura
Corte IDH. Caso de la Comunidad Moiwana Vs. Surinam. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 15 de junio de 2005.
Serie C No. 124135 100. Por esta razón, una de las principales fuentes de
sufrimiento para los miembros de la comunidad es que ignoran lo que aconteció
con los restos de sus seres queridos y, como resultado, no pueden honrarlos y
enterrarlos según los principios fundamentales de la cultura N’djuka. Además, la
Corte observa que los miembros de la comunidad se han visto afectados
emocionalmente por la información de que algunos cadáveres fueron incinerados
en una funeraria de Moengo. Tal como lo declaró el señor Willemdam, “esa es
una de las peores cosas que nos podría ocurrir, quemar el cuerpo de alguien que
murió”
- Derecho a la Vivienda
Corte IDH. Caso de las Masacres de Ituango Vs. Colombia. Sentencia de 1 de
julio de 2006. Serie C No. 148 182. Este Tribunal también considera que la quema
de las viviendas de El Aro constituye una grave vulneración de un bien
indispensable para la población. El propósito de la quema y destrucción de los
hogares de los pobladores de El Aro era instituir terror y causar el desplazamiento
de éstos, para así obtener una victoria territorial en la lucha en contra de la
guerrilla en Colombia (supra párr. 125.26 a 125.103). Por tales motivos, el efecto
que tuvo la destrucción de los hogares fue la pérdida, no solo de bienes
materiales, sino de todo referente social de personas que, en algunos casos,
habían residido todas sus vidas en dicho poblado. La destrucción de sus hogares,
además de constituir una gran pérdida de carácter económico, causó en los
pobladores una pérdida de sus más básicas condiciones de existencia, lo cual
hace que la violación al derecho a la propiedad en este caso sea de especial
gravedad.
- Derecho al Agua
Corte IDH. Comunidad Indígena Xákmok Kásek Vs. Paraguay. Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de agosto de 2010. Serie C No. 214
195. La Corte observa que el agua suministrada por el Estado durante los meses
de mayo a agosto de 2009 no supera más de 2.17 litros por persona al día. Al
respecto, de acuerdo a los estándares internacionales la mayoría de las personas
requiere mínimo de 7.5 litros por persona por día para satisfacer el conjunto de
las necesidades básicas, que incluye alimentación e higiene. Además, según los
estándares internacionales el agua debe ser de una calidad que represente un
nivel tolerable de riesgo. Bajo los estándares indicados, el Estado no ha
demostrado que esté brindando agua en cantidad suficiente para garantizar un
abastecimiento para los mínimos requerimientos. Es más, el Estado no ha
remitido prueba actualizada sobre el suministro de agua durante el año 2010, ni
tampoco ha demostrado que los miembros de la Comunidad tengan acceso a
fuentes seguras de agua en el asentamiento “25 de Febrero” donde se
encuentran radicados actualmente. Por el contrario, en declaraciones rendidas en
la audiencia pública miembros de la Comunidad indicaron, respecto al suministro
de agua, que “actualmente si es que se pide, no cumple, a veces se tarda mucho,
a veces no hay más agua”, y que “sufren mucho por la sequía, porque donde se
mudaron, en “25 de Febrero” no hay tajamar, no hay lagunas, nada, solamente
hay bosque y eso es lo más” e indicaron que durante los períodos de sequía
acuden a un tajamar ubicado aproximadamente a 7 kilómetros de distancia. 196.
Por consiguiente, la Corte considera que las gestiones que el Estado ha realizado
a partir del Decreto No. 1830 no han sido suficientes para proveer a los miembros
de la Comunidad de agua en cantidad suficiente y calidad adecuada, lo cual los
expone a riesgos y enfermedades

- Personas en situación de vulnerabilidad


Corte IDH. Caso Ximenes Lopes Vs. Brasil. Sentencia de 4 de julio de 2006. Serie
C No. 149 103. La Corte Interamericana considera que toda persona que se
encuentre en una situación de vulnerabilidad es titular de una protección especial,
en razón de los deberes especiales cuyo cumplimiento por parte del Estado es
necesario para satisfacer las obligaciones generales de respeto y garantía de los
derechos humanos. La Corte reitera que no basta que los Estados se abstengan
de violar los derechos, sino que es imperativa la adopción de medidas positivas,
determinables en función de las particulares necesidades de protección del sujeto
de derecho, ya sea por su condición personal o por la situación específica en que
se encuentre, como la discapacidad.

- Trabajo forzoso y esclavitud


Corte IDH. Caso de las Masacres de Ituango Vs. Colombia. Sentencia de 1 de
julio de 2006. Serie C No. 148 155. En otras oportunidades, tanto este Tribunal
como la Corte Europea de Derechos Humanos han señalado que los tratados de
derechos humanos son instrumentos vivos, cuya interpretación tiene que
acompañar la evolución de los tiempos y las condiciones de vida actuales. Tal
interpretación evolutiva es consecuente con las reglas generales de interpretación
consagradas en el artículo 29 de la Convención Americana, así como las
establecidas por la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados. 156.
En este sentido, esta Corte ha afirmado que al dar interpretación a un tratado no
sólo se toman en cuenta los acuerdos e instrumentos formalmente relacionados
con éste (inciso segundo del artículo 31 de la Convención de Viena), sino también
el sistema dentro del cual se inscribe (inciso tercero del artículo 31 de dicha
Convención). 157. En el presente caso, al analizar los alcances del citado artículo
6.2 de la Convención, el Tribunal considera útil y apropiado utilizar otros tratados
internacionales distin[t]os a la Convención Americana, tales como el Convenio No.
29 de la Organización Internacional del Trabajo (en adelante “OIT”) sobre Trabajo
Forzoso, para interpretar sus disposiciones de acuerdo a la evolución del sistema
interamericano, habida consideración del desarrollo experimentado en esta
materia en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos.
DÉCIMO SEMANA

GARANTIAS CONSTITUCIONALES

Las garantías constitucionales comprenden el conjunto de instrumentos


procesales que cumplen la función de la tutela directa de los derechos humanos.
Instrumentos que vienen consagrados constitucionalmente y los organismos
judiciales encargados de impartir la protección.

ANÁLISIS Y COMENTARIO DEL ART. 200 DE LA CPP.

TÍTULO V
DE LAS GARANTÍAS CONSTITUCIONALES

Artículo 200°.- Son garantías constitucionales:


1. La Acción de Hábeas Corpus, que procede ante el hecho u omisión, por
parte de cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza la
libertad individual o los derechos constitucionales conexos.

2. La Acción de Amparo, que procede contra el hecho u omisión, por parte de


cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los demás
derechos reconocidos por la Constitución, con excepción de los señalados en el
inciso siguiente. No procede contra normas legales ni contra Resoluciones
Judiciales emanadas de procedimiento regular. *

3. La Acción de Hábeas Data, que procede contra el hecho u omisión, por


parte de cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los
derechos a que se refiere el Artículo 2º, incisos 5) y 6) de la Constitución. *

4. La Acción de Inconstitucionalidad, que procede contra las normas que


tienen rango de ley: leyes, decretos legislativos, decretos de urgencia, tratados,
reglamentos del Congreso, normas regionales de carácter general y ordenanzas
municipales que contravengan la Constitución en la forma o en el fondo.

5. La Acción Popular, que procede, por infracción de la Constitución y de la


ley, contra los reglamentos, normas administrativas y resoluciones y decretos de
carácter general, cualquiera sea la autoridad de la que emanen.

6. La Acción de Cumplimiento, que procede contra cualquier autoridad o


funcionario renuente a acatar una norma legal o un acto administrativo, sin
perjuicio de las responsabilidades de ley.

Una ley orgánica regula el ejercicio de estas garantías y los efectos de la


declaración de inconstitucionalidad o ilegalidad de las normas.
El ejercicio de las acciones de hábeas corpus y de amparo no se suspende
durante la vigencia de los regímenes de excepción a que se refiere el artículo
137º de la Constitución.
Cuando se interponen acciones de esta naturaleza en relación con derechos
restringidos o suspendidos, el órgano jurisdiccional competente examina la
razonabilidad y la proporcionalidad del acto restrictivo. No corresponde al juez
cuestionar la declaración del estado de emergencia ni de sitio.

DÉCIMA PRIMERA SEMANA

EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO


Introducción
La cuestión del lugar que ocupa el derecho internacional humanitario en el
conjunto del derecho internacional público es particularmente compleja cuándo se
trata de las relaciones entre ese derecho y el sistema de la protección del
individúo que resulta de los instrumentos internacionales de los derechos
humanos. Desde que, en 1948, se aprobó la Declaración Universal de Derechos
Humanos, y durante la elaboración de los instrumentos universales de ese
derecho -como los Pactos de 1966 y la entrada en vigor de los sistemas
regionales de los derechos humanos, por ejemplo, los sistemas europeo e
interamericano- surgieron, con frecuencia, controversias teóricas y, aún más a
menudo, confusiones prácticas, acerca del respectivo ámbito de aplicación de los
derechos humanos y del derecho internacional humanitario
Al respecto, la Conferencia de Derechos Humanos, convocada en Teherán, en
1968, por las Naciones Unidas, resulta particularmente interesante para el
concepto de las relaciones entre derechos humanos y derecho internacional
humanitario. En su resolución XXIII, la Conferencia destacó "que la paz es la
primordial condición para el pleno respeto de los derechos humanos, y que la
guerra es la negación de ese derecho" y que, por consiguiente, es muy importante
procurar que las reglas humanitarias aplicables en situaciones de conflicto
armado sean consideradas como reglas que son parte integrante de los derechos
humanos, Así se llegó al concepto de derecho humanitario como “derechos
humanos en período de conflicto armado”

Concepto

El derecho internacional humanitario (DIH) es un conjunto de normas que


pertenece a la rama del Derecho Internacional Público que busca por razones
humanitarias, atenuar y limitar los efectos de los conflictos armados. Protege a
las personas que no participan o que ya no participan en los combates y limita los
medios y métodos de hacer la guerra. El DIH suele llamarse también "derecho de
la guerra" y "derecho de los conflictos armados". El DIH es parte del derecho
internacional, que regula las relaciones entre los Estados. Está integrado por
acuerdos firmados entre Estados –denominados tratados o convenios–, por el
derecho consuetudinario internacional que se compone a su vez de la práctica de
los Estados que éstos reconocen como obligatoria, así como por principios
generales del derecho. El DIH se aplica en situaciones de conflicto armado. No
determina si un Estado tiene o no tiene derecho a recurrir a la fuerza. Esta
cuestión está regulada por una importante parte – pero distinta– del DIH, que
figura en la Carta de las Naciones Unidas

¿De donde proviene el derecho internacional humanitario?


El origen del DIH se remonta a las normas dictadas por las antiguas civilizaciones
y religiones. La guerra siempre ha estado sujeta a ciertas leyes y costumbres. La
codificación del DIH a nivel universal comenzó en el siglo XIX. Desde entonces,
los Estados han aceptado un conjunto de normas basado en la amarga
experiencia de la guerra moderna, que mantiene un cuidadoso equilibrio entre las
preocupaciones de carácter humanitario y las exigencias militares de los Estados.
En la misma medida en que ha crecido la comunidad internacional, ha aumentado
el número de Estados que ha contribuido al desarrollo del DIH. Actualmente, éste
puede considerarse como un derecho universal.

¿Dónde se encuentra el derecho internacional humanitario?


El DIH se encuentra esencialmente contenido en los cuatro Convenios de Ginebra
de 1949, en los que son parte casi todos los Estados. Estos Convenios se
completaron con otros dos tratados: los Protocolos adicionales de 1977 relativos a
la protección de las víctimas de los conflictos armados. Hay asimismo otros textos
que prohíben el uso de ciertas armas y tácticas militares o que protegen a ciertas
categorías de personas o de bienes. Son principalmente:
 la Convención de la Haya de 1954 para la protección de los bienes culturales
en caso de conflicto armado y sus dos Protocolos;
 la Convención de 1972 sobre Armas Bacteriológicas; la Convención de 1980
sobre Ciertas Armas Convencionales y sus cinco Protocolos;
 la Convención de 1993 sobre Armas Químicas;
 el Tratado de Ottawa de 1997 sobre las Minas Antipersonal;
 el Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo
a la participación de niños en los conflictos armados.
Ahora se aceptan muchas disposiciones del DIH como derecho
consuetudinario, es decir, como normas generales aplicables a todos los
Estados.

¿En qué consiste la "protección"?


El DIH protege a las personas que no toman parte en las hostilidades, como son
los civiles y el personal médico y religioso. Protege asimismo a las personas que
ya no participan en los combates, por ejemplo, los combatientes heridos o
enfermos, los náufragos y los prisioneros de guerra. Esas personas tienen
derecho a que se respete su vida y su integridad física y moral, y se benefician de
garantías judiciales. Serán, en todas las circunstancias, protegidas y tratadas con
humanidad, sin distinción alguna de índole desfavorable.

¿Cómo aplicar el derecho internacional humanitario?


Se han de tomar medidas para garantizar el respeto del DIH. Los estados tienen
la obligación de dar a conocer las normas de ese derecho a las respectivas
fuerzas armadas y al público en general. Deben prevenir y si procede, castigar
todas las violaciones del derecho internacional humanitario.

Derecho internacional humanitario


Definición
El derecho internacional humanitario (DIH) es un conjunto de normas que, por
razones humanitarias, trata de limitar los efectos de los conflictos armados.
Protege a las personas que no participan o que ya no participan en los combates
y limita los medios y métodos de hacer la guerra. El DIH suele llamarse también
"derecho de la guerra" y "derecho de los conflictos armados". El DIH es parte del
derecho internacional, que regula las relaciones entre los Estados. Está integrado
por acuerdos firmados entre Estados –denominados tratados o convenios–, por el
derecho consuetudinario internacional que se compone a su vez de la práctica de
los Estados que éstos reconocen como obligatoria, así como por principios
generales del derecho. El DIH se aplica en situaciones de conflicto armado. No
determina si un Estado tiene o no tiene derecho a recurrir a la fuerza. Esta
cuestión está regulada por una importante parte – pero distinta– del DIH, que
figura en la Carta de las Naciones Unidas.
¿Cuándo se aplica el derecho internacional humanitario?
El DIH sólo se aplica en caso de conflicto armado. No cubre las situaciones de
tensiones internas ni de disturbios interiores, como son los actos aislados de
violencia. Sólo es aplicable cuando se ha desencadenado un conflicto y se aplica
por igual a todas las partes, sin tener en cuenta quien lo inició. El DIH distingue
entre conflicto armado internacional y conflicto armado sin carácter internacional.
En los conflictos armados internacionales se enfrentan, como mínimo, dos
Estados. En ellos se deben observar muchas normas, incluidas las que figuran en
los Convenios de Ginebra y en el Protocolo adicional I.

I. Conflicto armado Internacional

Según lo dispuesto en los Convenios de Ginebra de 1949, un conflicto armado


internacional implica la participación de al menos dos “Altas Partes Contratantes”.
En otras palabras, un estado internacionalmente reconocido decide emplear la
fuerza armada contra otro. Un conflicto armado internacional puede llegar a
implicar a más de dos estados y también es considerado como tal aunque alguno
de los estados no reconozca el gobierno de otro de los implicados o si «niega la
existencia de un estado de guerra».
• Jurisprudencia
El Tribunal Penal Internacional para ex Yugoslavia (TPIY) propuso una
definición general de conflicto armado internacional.
En el caso de Tadic, el Tribunal afirmó que "existe conflicto armado cuando
se recurre a la fuerza armada entre Estados". Desde entonces, esta definición ha
sido adoptaba por otros organismos internacionales.
• Doctrina
La doctrina ofrece útiles comentarios en relación con la definición de
conflicto armado internacional. Según D. Schindler, "es posible dar por sentado
que hay un conflicto armado en el sentido del artículo 2 común a los Convenios
de Ginebra cuando partes de las fuerzas armadas de dos Estados se enfrentan
entre ellas. […] Cualquier tipo de utilización de las armas entre dos Estados hace
que los Convenios surtan efecto". H.-P. Gasser explica que “todo uso de la fuerza
armada por parte de un Estado contra el territorio de otro, da lugar a la
aplicabilidad de los Convenios de Ginebra entre los dos Estados. […] Tampoco
tiene importancia si la parte atacada opone resistencia o no […] En cuanto las
fuerzas armadas de un Estado tienen en su poder a heridos o a miembros de las
fuerzas armadas que se han rendido o a personas civiles de otro Estado, en
cuanto detienen a prisioneros o controlan de hecho una parte del territorio de un
Estado adversario, deben respetar el Convenio pertinente".

II. Conflicto armado no internacional

1) Tratados de DIH
Es necesario examinar dos fuentes jurídicas importantes para determinar lo que
es un CANI según el DIH:
a) el artículo 3 común a los Convenios de Ginebra de 1949;
b) el artículo 1 del Protocolo adicional II:
Los Convenios de Ginebra de 1949 establecen que un conflicto armado no
internacional es uno «que surja en el territorio de una de las Altas Partes
Contratantes».
En comparación con el conflicto armado internacional, parece relativamente
sencillo establecer la diferencia, dado que solo habría un actor estatal
involucrado.
Sin embargo, el problema legal aparece en el umbral que se establece para
diferenciar un conflicto armado no internacional de otras formas de violencia de
menor intensidad que se dan entre fuerzas gubernamentales y actores armados
no estatales.
No existen unos criterios absolutamente claros, aunque en general se requiere un
grado de intensidad en la violencia interna. Un elemento que suele ser importante
es el uso de fuerzas militares y no policiales por parte del Estado para enfrentarse
a un determinado grupo insurrecto. Por otra parte, esos grupos insurrectos deben
estar organizados de forma militar, con una estructura de mando, ejercer un
control territorial y llevar a cabo operaciones militares.
DÉCIMA SEGUNDA SEMANA
II EXAMEN PARCIAL

DÉCIMO TERCERA SEMANA

DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS


Artículo 1
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y,
dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los
unos con los otros.
Comentario:
Sin su dimensión moral, los derechos carecerían de legitimidad; sin su dimensión
política no podrían imponerse y arraigar en la vida social y sin la dimensión
jurídica carecerían de validez y eficacia para organizar la convivencia, nos dice
Gregorio Peces Barba.
Artículo 2
1. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta
Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión,
opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición
económica, nacimiento o cualquier otra condición.
2. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política,
jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa
una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un
territorio bajo administración fiduciaria, no autónoma o sometida a
cualquier otra limitación de soberanía.
Comentario:
• En 1965 las mismas Naciones Unidas definieron la discriminación: toda
distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en raza, color, linaje, origen
nacional o étnico que por objeto o por resultado menoscabe, anule el
reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad de los derechos
humanos y las libertades fundamentales.
Artículo 3
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su
persona.
Comentario:
• Este artículo consagra como fundamentales el derecho a la vida, la libertad
y la seguridad.
• El derecho a la vida requiere que el Estado la respete y que impulse
medidas positivas para disminuir la mortalidad infantil y aumentar la esperanza de
vida. Sin embargo, hoy por hoy el derecho a la vida es uno de los más violados.
En los conflictos armados siempre hay miles de víctimas, más civiles (es decir,
que no participan en las hostilidades3 ), sobre todo mujeres, niños y niñas, que
militares; la violencia social –que el Estado ya no parece ser capaz de controlar
en muchos países es noticia de cada día, en tanto que los indicadores sociales
nos muestran los costos de la pobreza extrema y la miseria, que muchas veces
se deben a las condiciones económicas que los países más desarrollados
imponen a los más países desfavorecidos, usualmente con la aceptación de los
propios gobernantes y dirigentes locales. Un tema profundamente vinculado con
el derecho a la vida es el de la aplicación de la pena de muerte.
Artículo 4
Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de
esclavos están prohibidas en todas sus formas.
Comentario:
• La esclavitud es una institución legal y práctica social por la cual una
persona es despojada de su libertad y convertida en propiedad o posesión de otra
como si fuera una cosa o un animal4 , sin opción de réplica o protesta y surgió
para aprovechar la mano de obra en vez de sacrificarla.
Artículo 5
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes. Comentario: Este artículo protege a personas a todas las personas
privadas de libertad, ya sea porque estén presas o detenidas, pacientes en
instituciones médicas, migrantes entre otros. Prohíbe los castigos físicos, el
aislamiento y los experimentos médicos sin el libre consentimiento.
Comentario
. ¿Qué es un “trato cruel, inhumano o degradante”?
• No sólo los agentes del Estado torturan; en la lucha por ganar rutas y
territorios, los narcotraficantes están aplicando la tortura, así como integrantes del
crimen organizado y terroristas.
• En el presente, en nombre de la lucha contra el terrorismo, en algunos
países se quiere retomar la práctica de la tortura.
Artículo 6
Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su
personalidad jurídica.
Comentario:
• En todas partes las personas deben ser reconocidas como sujetos de
derecho y por lo tanto como portadores de derechos. Aun si uno no está en su
propio país se tienen ciertos derechos, como el derecho a la vida o a la integridad
física.
• Este derecho es uno de los que concretan el valor igualdad, en su
dimensión jurídica, es decir, la igualdad ante la ley y está relacionado con el
reconocimiento de que somos sujetos de derechos y por ende, de deberes.
Artículo 7
Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección
de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que
infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.
Comentario:
• El derecho a la igualdad ante los tribunales y cortes de justicia y a un juicio
imparcial es un elemento fundamental de la protección de los derechos humanos
y sirve de medio procesal para salvaguardar el imperio de la ley. es de naturaleza
particularmente compleja y en él se combinan diversas garantías con diferentes
ámbitos de aplicación.
Artículo 8
Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la constitución o por la ley.
Comentario:
¿Hay una vulneración de los derechos de los encausados cuando los juicios
tardan varios años? ¿Se puede recurrir ante los tribunales por esta situación?
¿Hay instancias nacionales ante las que se pueda recurrir?
Artículo 9
Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.
Comentario:
• Este derecho se expresa en la exigencia de ser detenido solamente con
orden de juez competente o infraganti.
• A veces, la ley ampara detenciones arbitrarias que aunque son
jurídicamente legales se pueden considerar injustas.
Artículo 10
Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída
públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la
determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier
acusación contra ella en materia penal.
Comentario:
• Esto significa que nadie puede ser declarado culpable si no es oído y
vencido en juicio, o sea que la culpabilidad sea probada por la parte acusadora.
Las audiencias deben estar abiertas al público en general, incluidos los miembros
de la prensa, sin estar limitadas, por ejemplo, a una determinada categoría de
personas.
Artículo 11
1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su
inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio
público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su
defensa.
2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de
cometerse no fueron delictivos según el Derecho nacional o internacional.
Comentario
• Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el momento de
la comisión del delito. Comentario: La carga de la prueba recae sobre la
acusación y el acusado tiene el beneficio de la duda.
• No puede suponerse a nadie culpable, a menos que se haya demostrado
la culpabilidad fuera de toda duda razonable.
Artículo 12
Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su
domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda
persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.
Comentario:
• Este derecho debe estar garantizado respecto de todas esas injerencias y
ataques, provengan de las autoridades estatales o de personas físicas o jurídicas.
• Como todas las personas viven en sociedad, la protección de la vida
privada es por necesidad relativa. Sin embargo, las autoridades públicas
competentes sólo deben pedir aquella información relativa a la vida privada de las
personas cuyo conocimiento resulte indispensable para los intereses de la
sociedad.
Artículo 13
1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia
en el territorio de un Estado.
2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y
a regresar a su país.
Comentario:
• Toda persona que se encuentre dentro del territorio de un Estado disfruta,
dentro de ese territorio, del derecho de desplazarse libremente y de escoger su
lugar de residencia. Una persona extranjera que hubiese entrado ilegalmente a un
Estado, pero cuya condición se hubiese regularizado, se encuentra legalmente
dentro del territorio.
Artículo 14
1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a
disfrutar de él, en cualquier país.
2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente
originada por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios
de las Naciones Unidas.
Comentario:
• Toda persona tiene derecho de trasladarse a otro país cuando en el propio
es objeto de persecución política o que no sea motivada por la comisión de delitos
de orden común. Se debe realizar de acuerdo con la legislación nacional del
Estado que ofrece el asilo, pues se trata de un acto unilateral; este punto puede
dificultar el ejercicio de este derecho, habida cuenta de que muchos Estados
exigen numerosos requisitos para conceder el derecho de asilo a una persona.
Artículo 15
1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
2. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a
cambiar de nacionalidad.
Comentario:
• La nacionalidad es el vínculo jurídico entre un individuo y un Estado de que
forma parte como ciudadano; el régimen de nacionalidad es potestad de cada
Estado, pues surge de su soberanía y puede ser originaria o adquirida Cada
Estado establece quiénes son nacionales de dicho Estado y determina cuáles son
sus derechos y deberes.
Artículo 16
1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin
restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar
una familia, y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el
matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.
2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá
contraerse el matrimonio.
3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene
derecho a la protección de la sociedad y del Estado.
Comentario:
• El concepto de familia puede diferir en algunos aspectos de un Estado a
otro, e incluso de una región a otra dentro de un Estado, y por tanto no es posible
dar una definición del concepto de norma. Sin embargo, cuando un grupo de
personas es considerado como una familia en la legislación y la práctica de un
Estado, éste debe ser objeto de la protección contemplada en este artículo, se
trate de una familia nuclear o de una familia extendida, pues ambas formas
requieren protección del Estado, así como otras formas, tales como parejas no
casadas y sus hijos o padres solteros y sus hijos.
Artículo 17
1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.
2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.
Comentario:
• La propiedad es el dominio que un individuo tiene sobre una cosa
determinada, con la que puede hacer lo que desee su voluntad”; es el poder
directo e inmediato sobre un objeto o bien, por la que se atribuye a su titular la
capacidad de disponer de él, sin más limitaciones que las que imponga la ley,
prohibiendo la expropiación arbitraria (caprichosa e injusta) de la propiedad. La
propiedad colectiva puede ser de dos tipos: el caso de que un grupo de personas
sean las propietarias (como en una cooperativa), o que sea el Estado el
propietario (el conjunto de los ciudadanos) y podría incluir desde vehículos hasta
bancos.
Artículo 18
Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de
religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así
como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y
colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica,
el culto y la observancia.
Comentario:
• El derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión (que
incluye la libertad de tener creencias) abarca la libertad de pensamiento sobre
todas las cuestiones, las convicciones personales y el compromiso con la religión
o las creencias, ya se manifiesten a título individual o en comunidad con otras
personas, abarcando las religiones tradicionales y otras religiones o creencias. La
libertad de manifestar la religión o las creencias mediante el culto, la celebración
de los ritos, las prácticas y la enseñanza abarca una amplia gama de actividades.
Artículo 19
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho
incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir
informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por
cualquier medio de expresión.
Comentario:
• Este derecho incluye la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones
de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito, en
forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección.
• El Estado debe proteger este derecho y abstenerse de cometer cualquier
tipo de violación a la libertad de expresión, sea directa o indirectamente.
Artículo 20
1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas.
2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.
Comentario:
• Es la facultad de las personas para constituir agrupaciones permanentes
encaminadas a la consecución de fines específicos, como sindicatos,
asociaciones, federaciones. Sus caracteres típicos y constantes son: la
participación de varias personas, el fin común de carácter permanente, y la
creación de un nuevo sujeto de derechos y obligaciones distinto a los asociados.
Artículo 21
1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país,
directamente o por medio de representantes libremente escogidos.
2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a
las funciones públicas de su país.
3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta
voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse
periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro
procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.
Comentario:
• Es el derecho de las personas a participar en los procesos de dirección de
los asuntos públicos, abarcando todos los aspectos de la administración pública y
la formulación y aplicación de políticas internacionales, nacionales, regionales y
locales. Se participa en la dirección de los asuntos públicos ejerciendo como
miembros del órgano legislativo u ocupando cargos ejecutivos; promulgando o
modificando la constitución o decidiendo cuestiones de interés público mediante
referendos u otros procesos, asistiendo a asambleas populares facultadas para
adoptar decisiones sobre cuestiones locales o sobre los asuntos de una
determinada comunidad o ejerciendo influencia mediante el diálogo o debate.
Comentario:
• Es el derecho de las personas a participar en los procesos de dirección de
los asuntos públicos, abarcando todos los aspectos de la administración pública y
la formulación y aplicación de políticas internacionales, nacionales, regionales y
locales.
Artículo 22
Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social,
y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida
cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los
derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al
libre desarrollo de su personalidad.
Comentario:
• El derecho a la seguridad social es fundamental para garantizar a todas las
personas su dignidad humana frente a circunstancias que les privan de su
capacidad para ejercer plenamente sus derechos económicos, sociales y
culturales. Incluye el derecho a obtener y mantener prestaciones sociales, ya sea
en efectivo o en especie, sin discriminación, con el fin de obtener protección, en
particular contra la falta de ingresos procedentes del trabajo debido a
enfermedad, invalidez, maternidad, accidente laboral, vejez o muerte de un
familiar; gastos excesivos de atención de salud; apoyo familiar insuficiente, en
particular para los hijos y los familiares a cargo.
Artículo 23
1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a
condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el
desempleo.
2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por
trabajo igual.
3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y
satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la
dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera
otros medios de protección social.
4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la
defensa de sus intereses.
Comentario:
• El derecho al trabajo es esencial para la realización de otros derechos
humanos y constituye una parte inseparable e inherente de la dignidad humana.
• Toda persona tiene el derecho a trabajar para poder vivir con dignidad. El
derecho al trabajo sirve, al mismo tiempo, a la supervivencia del individuo y de su
familia y contribuye también, en tanto que el trabajo es libremente escogido o
aceptado, a su plena realización y a su reconocimiento en el seno de la
comunidad.
Artículo 24
Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una
limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.
Comentario:
• El ocio es el tiempo libre que se dedica a ciertas actividades que no son el
trabajo ni las actividades domésticas esenciales, un tiempo recreativo que debe
tener cierto sentido motivador.

Artículo 25
1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure,
así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el
vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene
asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez,
viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por
circunstancias independientes de su voluntad. 2. La maternidad y la infancia
tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de
matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.
Comentario:
• El nivel de vida adecuado contiene diversos derechos como alimentación,
vestido, vivienda y asistencia médica, entre otros.
Artículo 26
1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser
gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La
instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá
de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en
función de los méritos respectivos.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad
humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas
las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de
las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que
habrá de darse a sus hijos.
Comentario:
• La educación es un derecho humano intrínseco y un medio indispensable
de realizar otros derechos humanos y debe orientarse al desarrollo del sentido de
la dignidad de la personalidad humana, capacitar a todas las personas para
participar efectivamente en una sociedad libre y favorecer la comprensión entre
todos los grupos étnicos, y entre las naciones y los grupos raciales y religiosos.
Artículo 27
1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de
la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los
beneficios que de él resulten.
2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y
materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas,
literarias o artísticas de que sea autora. Comentario: Existen más de 5,000
culturas y más de 150 definiciones de cultura; por ello diremos que cultura es,
generalizando, lo que la gente hace y lo que la gente piensa, en aspectos que
abarcan la concepción del mundo y de la vida, la religión, el derecho, el arte, las
relaciones de producción y reproducción; es la suma de actividades humanas,
valores, conocimientos y prácticas y está estrechamente relacionado con los
derechos a la educación y a la información. De la identidad cultural se desprende,
del derecho a ser diferente y del respeto mutuo de una cultura por otra; contribuye
a la liberación de los pueblos y vitaliza las posibilidades de los seres humanos de
realizarse, alimentándose del pasado, recibiendo positivamente las contribuciones
exteriores que sean compatibles con sus propias características, y a continuar de
esa manera el proceso de su propia creación.
Comentario
• El derecho a la propiedad intelectual es el conjunto de derechos que
corresponden a autores, artistas, productores, respecto de las obras que son fruto
de su creación. Todos estamos inmersos en una cultura, que al tiempo que es
cambiante muestra resistencia al cambio y dentro de la cual hay aspectos que
destacan la dignidad de la persona y otros que la vulneran, como el machismo y
el patriarcado, la exclusión social, la xenofobia y homofobia, que se pueden
expresar en prácticas sociales (como la ablación de genitales), canciones,
programas de televisión, pinturas
Artículo 28
Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional
en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan
plenamente efectivos.
Comentario
Al ser signatarios de tratados internacionales en materia de derechos humanos,
los Estados tienen la obligación de respetar los derechos, quien debe tutelarlos
para que se hagan plenamente efectivos, comprometiéndose a garantizarlos sin
discriminación y a adoptar medidas para satisfacerlos.
Artículo 29
1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en
ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad.
2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda
persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el
único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades
de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público
y del bienestar general en una sociedad democrática.
3. Estos derechos y libertades no podrán, en ningún caso, ser ejercidos en
oposición a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.
Comentario:
• Cada derecho conlleva un deber: si tenemos el derecho a la educación
debemos estudiar; si tenemos la suerte de tener trabajo debemos trabajar
honradamente; si queremos que se nos respete la dignidad, debemos respetar la
dignidad de los otros, siguiendo la regla de oro existente en muchas culturas: “No
hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti” o en el cristianismo, “Ama
a tu prójimo como a ti mismo”.
Artículo 30
Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere
derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y
desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de
los derechos y libertades proclamados en esta Declaración.
Comentario:
• Este artículo protege la interpretación de todos los artículos de la DUDH de
toda injerencia externa contraria a los propósitos de Naciones Unidas. Una de las
características de los derechos humanos es su progresividad, que están en
constante evolución.
DÉCIMO CUARTA SEMANA

HISTORIA DE LOS DERECHOS DEL NIÑO

A comienzos del siglo XX, los países industrializados no tenían normas de


protección para la infancia. Frecuentemente, los niños trabajaban con los adultos
en condiciones insalubres e inseguras. El creciente reconocimiento de la injusticia
que entrañaba esta situación, producto de una comprensión más profunda de las
necesidades de desarrollo de los niños, llevó a la creación de un movimiento para
proteger mejor a la infancia.
Las normas internacionales sobre los derechos del niño avanzaron notablemente
durante el siglo pasado; sin embargo, persisten problemas para que esos ideales
lleguen a ser realidad.

Cronología de los derechos del niño


1924
La Sociedad de Naciones aprueba la Declaración de Ginebra sobre los Derechos
del Niño, elaborada por Eglantyne Jebb, fundadora de Save the Children Fund. La
Declaración expresa que todas las personas deben reconocer el derecho de los
niños a contar con los medios necesarios para su desarrollo, a recibir ayuda
especial en épocas de necesidad, a tener prioridad en las actividades de socorro,
a gozar de libertad económica y protección contra la explotación, y a acceder a
una educación que infunda conciencia social y sentido del deber.
1946
La Asamblea General de las Naciones Unidas crea el Fondo Internacional de
Emergencia para la Infancia, UNICEF, centrado en los niños de todo el mundo.
1948
La Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba la Declaración Universal
de Derechos Humanos, cuyo artículo 25 da derecho a las madres y los niños a
“cuidados y asistencia especiales”, así como también a “protección social”.
1959
La Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba la Declaración de los
Derechos del Niño, que reconoce, entre otros, el derecho del niño a la educación,
el juego, la atención de la salud, y a un entorno que lo apoye.
1966
Con el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, los Estados Miembros de las
Naciones Unidas se comprometen a defender la igualdad de derechos –
incluyendo la educación y la protección– para todos los niños.
1968
La Conferencia Internacional de Derechos Humanos se celebra para evaluar los
progresos de los países durante los 20 años transcurridos desde la aprobación de
la Declaración Universal de Derechos Humanos. Se esboza un programa de
trabajo para el futuro y se refuerza el compromiso de los países con la defensa de
los derechos humanos.
1973
La Organización Internacional del Trabajo aprueba la Convención 138, que fija en
18 años la edad mínima para desempeñar trabajos que podrían ser peligrosos
para la salud, la seguridad o la moral de las personas.
1974
Ante su preocupación por la vulnerabilidad de las mujeres y los niños en las
situaciones de emergencia y de conflicto, la Asamblea General exhorta a los
Estados Miembros a observar la Declaración sobre la Protección de la Mujer y el
Niño en Estados de Emergencia o de Conflicto Armado. La Declaración prohíbe el
encarcelamiento y los ataques contra mujeres y niños que formen parte de la
población civil, y defiende la inviolabilidad de los derechos de las mujeres y los
niños en contextos de conflicto armado.
1978
La Comisión de Derechos Humanos somete un proyecto de Convención sobre los
Derechos del Niño a la consideración de un grupo de trabajo conformado por
Estados Miembros, agencias, y organizaciones intergubernamentales y no
gubernamentales.

1979
Para conmemorar el vigésimo aniversario de la Declaración de los Derechos del
Niño de 1959, la Asamblea General de las Naciones Unidas designa el año 1979
como Año Internacional del Niño, en el curso del cual UNICEF desempeña un
papel de la mayor importancia.

1985
Las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de la Justicia
de Menores explican en detalle los principios de un sistema de justicia que
propicie el interés superior del niño, incluyendo educación, servicios sociales y un
tratamiento proporcional para los niños detenidos.
1989
La Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba la Convención sobre los
Derechos del Niño, que reconoce el papel de los niños como agentes sociales,
económicos, políticos, civiles y culturales, y es elogiada ampliamente como un
logro histórico para los derechos humanos. La Convención garantiza y establece
normas mínimas para proteger los derechos de los niños en todas las
circunstancias. El documento se refiere a UNICEF, que colaboró con la redacción
de la Convención, como fuente de conocimientos especializados.

1990
Se celebra en Nueva York la Cumbre Mundial en favor de la Infancia. Las
Directrices para la Prevención de la Delincuencia Juvenil definen las estrategias
dirigidas a prevenir la criminalidad y a proteger a los jóvenes en situación de alto
riesgo social.
1991
Expertos de UNICEF, Save the Children, Defensa de los Niños Internacional y
otras organizaciones se reúnen para estudiar los datos obtenidos a través del
proceso de presentación de informes de la Convención sobre los Derechos del
Niño. La reunión conduce a la creación formal de la Red de Información de los
Derechos del Niño (CRIN) en 1995.

1999
La Organización Internacional del Trabajo aprueba el Convenio sobre las Peores
Formas de Trabajo Infantil, que exige la inmediata prohibición y eliminación de
cualquier forma de trabajo que pueda perjudicar la salud, la seguridad o la moral
de los niños. UNICEF ha colaborado desde 1996 con la Organización
Internacional del Trabajo, promoviendo la ratificación de normas laborales
internacionales y políticas relativas al trabajo infantil.
2000
La Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba dos Protocolos
Facultativos de la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989, que obligan
a los Estados Partes a tomar medidas cruciales tanto para impedir que los niños
participen en las hostilidades durante los conflictos armados, como para poner fin
a la venta, la explotación y el abuso sexuales de los niños.
2002
Durante el período extraordinario de sesiones de las Naciones Unidas sobre la
infancia, delegados infantiles se dirigen a la Asamblea General por primera vez.
Se aprueba el programa de “Un Mundo Apropiado para los Niños”, que describe
objetivos específicos para mejorar las perspectivas de los niños en el curso de la
siguiente década.
2006
Junto con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, UNICEF
publica el Manual para cuantificar los indicadores de la justicia de menores, que
permite a los gobiernos evaluar la condición de sus sistemas de justicia juvenil y
hacer las reformas que sean necesarias.

2010
El Secretario General de las Naciones Unidas da a conocer el informe titulado
Situación de la Convención sobre los Derechos del Niño.
2011
Se aprueba un nuevo Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos
del Niño de 1989. Con arreglo a este Protocolo Facultativo sobre procedimientos
relativos a las comunicaciones, el Comité de los Derechos del Niño puede
presentar denuncias de contravenciones a los derechos de la infancia y llevar a
cabo investigaciones.
2015
Somalia y Sudán del Sur ratifican la Convención sobre los Derechos del Niño.
Este es el instrumento internacional más ampliamente ratificado de la historia; en
efecto, 196 países se han convertido en Estados Partes en la Convención. Hasta
la fecha, solamente los Estados Unidos no la han ratificado.
En 1959, las Naciones Unidas aprobó una “Declaración de los Derechos del Niño”
que incluía 10 principios. Los 10 principios hacen referencia a los siguientes
derechos:

Principio 1
El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta Declaración. Estos
derechos serán reconocidos a todos los niños sin excepción alguna ni distinción o
discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones
políticas o de otra índole, origen nacional o social, posición económica,
nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o de su familia.

Principio 2
El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y
servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda
desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y
normal, así como en condiciones de libertad y dignidad.

Principio 3
El niño tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad.

Principio 4
El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho a
crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionársele,
tanto a él como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y
postnatal. El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y
servicios médicos adecuados.

Principio 5
El niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social debe
recibir el tratamiento, la educación y los cuidados especiales que requiere su caso
particular.

Principio 6
El niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, necesita amor y
comprensión. Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la
responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de
seguridad moral y material; salvo circunstancias excepcionales, no deberá
separarse al niño de corta edad de su madre.

Principio 7
El niño tiene derecho a recibir educación, que será gratuita y obligatoria por lo
menos en las etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su
cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades,
desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad
moral y social, y llegar a ser un miembro útil de la sociedad.

Principio 8
El niño debe, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que reciban
protección y socorro.
Principio 9
El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y
explotación. No será objeto de ningún tipo de trata. No deberá permitirse al niño
trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se
le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su
salud o su educación o impedir su desarrollo físico, mental o moral.

Principio 10
El niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la
discriminación racial, religiosa o de cualquier otra índole. Debe ser educado en un
espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad
universal.

DECIMA QUINTA SEMANA

REPASO DE LA ASIGNATURA DE DERECHOS HUMANOS

DÉCIMA SEXTA SEMANA

EXAMEN FINAL

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