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DIVISIÓN ACADÉMICA
“DERECHOS HUMANOS”
PROGRAMA REGULAR PERIODO III
2021
SILABO
EESTP PNP – TARAPOTO
ASIGNATURA DE “DERECHOS HUMANOS”
(PROGRAMA REGULAR, PERIODO III - SEPTIMBRE – DICIMEBRE DEL 2021)
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I. DATOS GENERALES:
II. SUMILLA:
I UNIDAD
BASES TEÓRICAS E HISTÓRICAS DE LOS DERECHOS HUMANOS
Introducción.
Semana 01 Derrotero de los Derechos Humanos.
Clasificación de los Derechos Humanos
Fundamentos Filosóficos de los Derechos Humanos
Semana 02
Problemática de la Clasificación de los Derechos Humanos
Paz y Derechos Humanos
Semana 03
Universalidad de los Derechos Humanos
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SISTEMAS DE PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS
Semana 04 HUMANOS
Derechos de los tratados
Mecanismos de protección en el sistema universal de los
Semana 05
Derechos Humanos
Semana 06 Los Órganos de la Convención de los Derechos Humanos
Flujo procesal de la competencia contenciosa de la Corte
Semana 07
Internacional de los Derechos Humanos
PRIMER EXAMEN PARCIAL
Semana 08
Desarrollo del Examen
II UNIDAD
V. METODOLOGÍA:
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VI. EQUIPOS Y MATERIALES:
A. EQUIPOS
Retroproyector, video grabadora, computador, proyector multimedia.
B. MATERIALES
Proveerá separatas a los educandos, así como material didáctico para reforzar las
técnicas de enseñanza.
VII. EVALUACIÓN:
1. Talleres
2. Exposiciones
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D. El Promedio General se calculará en concordancia con las disposiciones
establecidas en el Manual de Régimen de Educación de las Escuelas de
Formación de la PNP, conforme se detalla a continuación:
Promedio General:
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I. UNIDAD
INTRODUCCIÓN
Los derechos humanos son normas que reconocen y protegen la dignidad de todos los seres
humanos. Estos derechos rigen la manera en que los individuos viven en sociedad y se
relacionan entre sí, al igual que sus relaciones con el Estado y las obligaciones del Estado
hacia ellos.
Las leyes relativas a los derechos humanos exigen que los gobiernos hagan determinadas
cosas y les impide hacer otras. Las personas también tienen responsabilidades; así como
hacen valer sus derechos, deben respetar los derechos de los demás. Ningún gobierno, grupo o
persona individual tiene derecho a llevar a cabo ningún acto que vulnere los derechos de los
demás.
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Son aquellos derechos universales y, por ello, indispensables e inalienables, que resultan
atribuidos directamente por las normas jurídicas a todos en cuanto personas, ciudadanos o
capaces de obrar.
(Luigi Ferrajoli)Los derechos humanos son derechos subjetivos, son expectativas
formadas en todas las personas en relación con la acción u omisión de los Estados, las
empresas, los poderes fácticos y del resto de las personas respecto a ciertos bienes
primarios constitutivos de lo que se considera la dignidad humana.
b. Naturaleza de los Derechos Humanos.
Como derechos naturales.-
La historia de los derechos humanos está muy relacionada con la del liberalismo,
aunque no son la misma historia. Desde la teoría política liberal, el viejo régimen –la
monarquía absoluta – llegó a su fin a partir de un concepto básico: la libertad como
autodeterminación. El Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil de Locke caló
profundo cuando despertó esta forma de pensar la libertad a partir de la propiedad de
uno mismo: yo soy dueño de mí mismo, soy dueño de mi cuerpo y de los productos
obtenidos con mi cuerpo; el rey no es más mi soberano.
A partir de esta lógica es que los derechos humanos se concebían como derechos
naturales, aunque su enumeración variaba dependiendo de quién hiciera la tipología.
Por ejemplo, para Hobbes el principal y único derecho natural es la vida –por eso la
forma de gobierno que él diseña es una monarquía cuasi absoluta–; para Locke es la
vida, la libertad y la propiedad –de ahí que el tipo de gobierno más pertinente sea la
monarquía constitucional–; en cambio, para Rousseau los derechos naturales son la
libertad civil –proveniente de las leyes– y la igualdad política y económica –por lo
que para él la forma de gobierno indicada es la democracia radical.
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El principal problema de la concepción de los derechos humanos como derechos
naturales es que no cuentan con la protección efectiva proveniente de su
positivización en el marco legal. En efecto, pueden existir derechos no reconocidos en
dicho marco, pero ser derechos humanos naturales. El otro problema es que la
naturaleza humana no se presenta de forma evidente ni explícita.
Para solucionar este problema es que podemos pensar a los derechos humanos
como derechos positivos. En buena medida tanto Norberto Bobbio–desde la
filosofía jurídica– como Luigi Ferrajoli –desde el positivismo crítico– dieron por
hecho que con la emisión de la Declaración Universal de Derechos Humanos
podía solventarse el problema del sustento de los derechos humanos: están ahí y
están positivizados.
Como derechos positivos.- El principal problema que se tiene al mantener la
concepción de la naturaleza jurídica de los derechos humanos es que el derecho
que hoy es positivo, mañana puede no serlo. No sólo se pueden modificar las
constituciones, sino que también es posible denunciar los tratados internacionales.
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Este fue el principal punto a favor que mantuvo la concepción de los derechos
humanos como derechos naturales o morales: escapan al poder político.
Tanto Norberto Bobbio –desde la filosofía jurídica– como Luigi Ferrajoli –desde
el positivismo crítico– dieron por hecho que con la emisión de la Declaración
Universal de Derechos Humanos podía solventarse el problema del sustento de
los derechos humanos: están ahí y están positivados. En la medida en que ya
entraron al sistema jurídico positivo, la problemática es otra (por ejemplo, cómo
hacerlos eficientes o efectivos), pero la fundamentación ya no es una
problemática.
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a la protección del ser humano individualmente considerado, contra cualquier agresión de
algún órgano público. Los derechos civiles y políticos pueden ser reclamados en todo
momento y en cualquier lugar, salvo en aquellas circunstancias de emergencia que
permiten el establecimiento de ciertas limitaciones de sólo algunas garantías. Entre los
derechos civiles y políticos podemos destacar:
- Derecho a la vida.
- Derecho al honor
- Derecho a la libertad seguridad e integridad personal
- Derecho a la libertad de expresión
- Derecho a elegir y ser elegido
- Derecho a petición
- Derecho al libre tránsito
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c. Derechos de los Pueblos, Tercera Generación: El contenido de estos derechos no
está totalmente determinado, ellos al igual que los anteriormente nombrados han sido
producto de cambios en la historia, se encuentran en proceso de definición.
Este grupo de derechos se encuentra constituido entre otros por:
- Derecho al desarrollo
- Derecho a la libre determinación de los pueblos
- Derecho al medio ambiente
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Una primera corriente afiliada al "jusnaturalismo" sostiene que, en esencia, los Derechos
Humanos son aquellas garantías que requiere un individuo para poder desarrollarse en la vida
social como persona; es decir, dotado de racionalidad y de sentido.
Una segunda posición, basada en corrientes afines al "positivismo jurídico" sostiene, por el
contrario, que los Derechos Humanos es, al igual que el resto del ordenamiento jurídico, un
producto de la actividad normativa llevada a cabo por los correspondientes órganos del Estado
y, por lo tanto, que antes de su existencia como normas positivas, es decir, antes de su
promulgación, no pueden ser reclamables.
El fundamento de los derechos humanos debe rastrearse a partir de los pensadores que se han
ocupado de cuáles son los valores fundamentales del ser humano. Así, una primera etapa en el
desarrollo histórico de los Derechos Humanos, las raíces más lejanas, las hallamos en el
humanismo, tanto en sus versiones occidentales, en las visiones humanistas hindúes. China e
islámica esencialmente. Desde las leyes de Hammurabi, la problemática de los valores del ser
humano se ha reflejado en el ordenamiento jurídico. De hecho, los Diez Mandamientos
sostienen una particular forma de los derechos humanos a partir de su concepción valorativa.
Tenemos que resaltar también el aporte realizado por el estoicismo griego y romano, con la
precisión del concepto de "derecho natural" y el desarrollo del jusnaturalismo fundamentado
en la racionalidad.
Luego viene la época medieval con el marcado dominio de las filosofías cristianas
(Escolástica y Patrística), hasta llegar a una primera positivización de los derechos humanos.
En una tercera etapa, se desarrolla la idea de la "tolerancia religiosa". Las corrientes
filosóficas del racionalismo y el empirismo, así como la aparición de pensadores
contractualistas, en particular Hobbes y Locke, quienes, con diferente orientación, se basan en
las ideas de "estado naturaleza", "derecho natural inspirado en la razón", "contrato social", y
afirman la existencia de reglas normativas antes de cualquier configuración política definida.
La consolidación de la corriente jusnaturalista juega un papel esencial en la evolución de los
Derechos Humanos. Es en esta época, cuando se produce lo que algunos han considerado la
primera positivización de los Derechos Humanos como límite a la acción gubernamental: el
famoso Bill of Rights, que postula la existencia de una serie de derechos y libertades por el
monarca y afirmadas por el pueblo como inderogables.
Una cuarta etapa se desarrolla por los siglos XVIII y XIX por la presencia del Iluminismo
Francés, el despliegue de las ideas de pensadores tales como Rousseau y Montesquieu,
quienes nutren los movimientos revolucionarios que, centrados en Francia se extienden por
Europa hasta llegar a América. Se inician las grandes Declaraciones de Derechos y la
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positivización de otros tantos. Finalmente, en el siglo XX lo característico de la evolución de
los derechos humanos es su progresiva incorporación en el plano internacional.
- La Dignidad de la Persona Humana.
Cuando escuchamos o leemos noticias donde indican que en tal o cual lugar del mundo a
diario se viola la dignidad de las personas en diferentes circunstancias, lo primero que se
imagina es que estos seres humanos están siendo víctimas de abusos, injusticias, hambre,
enfermedades, torturas o asesinatos, padecen de frío, etc. Y caemos en el concepto de que esa
"dignidad" a que se hace referencia con mucha facilidad se adquiere a través de la vida diaria,
o por lo menos lo relacionamos con el vivir diario de las sociedades.
La dignidad es un valor inherente a todo ser humano que no termina por una decisión de otro
ser humano. La dignidad no sólo hay que verla desde el punto de vista de vivir diario, sino
también desde esos dos elementos básicos que le sostienen que son la libertad y la igualdad;
ambas, obtenidas con el nacimiento en el lugar y bajo cualquier circunstancia favorable o
desfavorable.
Esa libertad intrínseca hace que la persona pueda pensar y tener conciencia real de lo que le
rodea, a pesar de las influencias naturales, económicas, sociales y políticas. Esa libertad que
no sólo se ejerce por el derecho a la libertad de movimiento o locomoción, o a la libertad de
expresión o a todo lo que representa los derechos civiles y políticos.
La Libertad es mucho más que eso, es un don inviolable, inalienable que posee todo ser
humano por el único hecho de ser tal. La Libertad, hace que el ser humano pueda
desarrollarse libremente dentro de sí misma y que nadie puede cambiarlo sino es tan sólo por
una propia voluntad, aun cuando tenga impedimentos de ejercer derechos reconocidos, esa
libertad va más allá, es desarrollarse dentro de valores y principios propios que son sólo
propiedad de uno y de nadie más.
La dignidad de la persona también incluye un elemento importante que es la Igualdad. Esta
“igualdad” no es la misma igualdad que usualmente conocemos; es decir, igualdad de
oportunidades de trabajo, igualdad de un derecho a la educación; igualdad de condiciones;
igualdad de trato, etc. Esta “igualdad”, es algo que va más allá, es aquel elemento de la
Dignidad que cada ser humano posee por el hecho de ser concebido, igualdad de vivir,
igualdad de desarrollarse interiormente, igualdad de poder pensar con libertad, igualdad de
saber qué es lo bueno y que es lo malo.
Por ello, se considera que esta DIGNIDAD y sus dos elementos “libertad” e “igualdad”, es el
fundamento básico de la existencia de la persona.
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- El Jusnaturalismo: Los Derechos Naturales como Inherentes a la Naturaleza
Humana.
Un término universal dentro del campo de los derechos humanos, es que éstos son inherentes
a la naturaleza humana. Cuando leemos o escuchamos la palabra “inherente”, se hace
referencia a que por su naturaleza está de tal manera unido a otra cosa que no se puede
separar. Es entonces en este caso, lo propio, lo inseparable y lo indisoluble a la persona
humana.
La naturaleza es la esencia y característica de cada ser, y hablamos de los derechos naturales
como inherentes a la naturaleza humana, nos referimos a “natural” como esos derechos
propios de la “naturaleza” humana; es decir, el reconocimiento normal, natural y espontáneo
de esos derechos que le son propios a los seres humanos.
Sin embargo, lo que puede parecer algo normal, en la práctica diaria es totalmente diferente.
En primer lugar, no hay un reconocimiento práctico de los derechos naturales, porque no hay
un entendimiento universal de esos derechos naturales; y, en segundo lugar, no hay
reconocimiento práctico o una actitud humana de que la naturaleza humana nos ha dotado de
derechos que son inviolables, propios, indisolubles.
El punto de discusión es la manera en que las personas conozcamos nuestros propios derechos
por el hecho de haber nacido, es decir nuestros derechos naturales, esto, por un lado; y, por el
otro lado, que estos derechos naturales son propios o inherentes de todos los que habitamos
este universo.
Afirma Santo Tomás que “La razón humana no puede tener una total participación en los
dictados de la razón divina, sino sólo según su propio modo”, posición Tomista que si la
ubicamos en nuestros días, la vemos claramente practicable al vivir diario de las sociedades y
de las personas, en el sentido que la persona usa de acuerdo a sus principios y valores esa
“razón humana” para establecer actitudes que para el propio hombre no atentan contra esos
valores y principios que la razón divina le indica.
Pero, qué pasa con los que no creen en una razón divina. ¿Significará que la razón humana es
fruto de la supervivencia diaria?, o tal vez que, ¿la razón humana es una razón “divina” a la
vez? Nadie puede negar que las personas poseemos derechos naturales, ni aun los que no
creen en una ley divina pueden afirmar lo contrario.
Santo Tomás también pregunta si la ley natural es la misma para todos los hombres. Dice, que
parecería que la ley natural no es la misma para todos. Según los Decretales, se entiende por
ley natural “aquella que se encuentra contenida en la Ley y en los Evangelios”, pero estos no
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son comunes a todos los hombres porque no todos obedecen al Evangelio, en conclusión, dice
Santo Tomás de la ley natural no es la misma para todos los hombres.
- El Positivismo Jurídico: Los Derechos Humanos como producto de la actividad
Normativa del Estado.
La historia jurídica nos ha presentado diversas etapas de lo que fue el positivismo jurídico. El
reconocimiento de los derechos humanos por parte de las sociedades, ha pasado también por
diversas etapas que nos ha llevado a un entendimiento progresivo y a un desarrollo
escalonado de lo que son los derechos humanos.
Max Weber en su escrito titulado "Racionalización Formal y Racionalización Sustantiva en el
Derecho (leyes sagradas)", menciona que las antiguas formas de justicia popular tenían su
origen en los procedimientos conciliatorios entre grupos de parientes. Afirma que, en la
medida en que aumentaba la racionalidad de la organización de la autoridad, se eliminaba las
formas de procedimiento irracionales y el derecho sustantivo era racionalizar, es decir, el
Derecho como un todo era racionalizar.
La meta de las jerarquías eclesiásticas nos dice Weber, es encontrar el tipo de derecho más
apropiado para realizar los objetivos éticos y prácticos de tales autoridades. En el curso de
este tipo de racionalización del pensamiento jurídico de un lado y de las formas de relaciones
sociales de otro lado, se pueden derivar las más diversas consecuencias a partir de los
elementos no jurídicos de una doctrina legal creada por una clase sacerdotal. Una de esas
posibles consecuencias fue la separación del fas, mandato religioso, de jus, la ley establecida a
dar la solución de los conflictos humanos que no tenían relevancia histórica.
Asegura a través de la historia, la aplicación del derecho no formal, el uso de este por parte de
jerarcas, déspotas, demagogos democráticos, y autoridades religiosas. Lo que hace cientos de
años se aplicaba como derecho no formal, hay aún hoy en día sociedades dirigidas por
jerarcas, déspotas, y especialmente demagogos democráticos que hacen que "su derecho"
viole los principios jurídicos que garantizan los derechos humanos.
- Las Etapas en el Desarrollo Histórico de los Derechos Humanos.
El desarrollo histórico de los derechos humanos, se inicia no con una positivación, sino
mediante principios y valores que las sociedades impusieron para la convivencia pacífica. Sin
embargo, la necesidad de positivizar los derechos humanos, nos lleva a la garantía de la
existencia de una seguridad jurídica, que nos permita tener los elementos necesarios para
reclamar el cumplimiento de los mismos.
Las normas de derechos humanos deben de encuadrarse dentro de las condiciones que la
seguridad jurídica reclama. Es decir, normas positivas de derechos humanos, la seguridad de
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ser un derecho "seguro", que la fundamentación en que se basa este derecho tenga los
mínimos errores posibles sobre todo cuando se trata de derechos humanos, y que las normas
internas sean lo fuertemente estables a fin de no cambiar las garantías de derechos humanos
reconocidas por los Estados.
Si no se cumple lo anterior al campo de los derechos humanos, significa que no existe la
seguridad jurídica que estas normas principalmente deben de contar para su cumplimiento y
protección de todas las personas.
Sin embargo, si tenemos presente, el hecho de que el ser humano crea el derecho, entonces se
puede afirmar con convicción de que el poder y el derecho es un “matrimonio” donde deben
de convivir en armonía y paz, ya que ambas, no pueden estar separadas.
- El Humanismo Cristiano.
Los documentos relacionados a temas religiosos usados para la reflexión de este tema,
responden a una visión filosófica que nos ayudará a reflexionar aún más sobre los
fundamentos de los derechos humanos. Cada uno de ustedes, con base a sus creencias debe
valorar las mismas y meditar dentro de la perspectiva de lo que se quiere transmitir.
Michael Villey, en su trabajo titulado “Caracteres de la Justicia Cristiana según San Agustín”,
nos dice que el oficio de San Agustín era predicar la justicia bíblica con preferencia a la
justicia clásica pagana del Derecho Natural. San Agustín, como dice Villey, sabe que esas
reglas de caridad de la justicia cristiana tienen el defecto de no prever con certeza ninguna
actitud objetiva; sus aplicaciones objetivas presentan una diversidad al infinito. San Agustín
gusta mostrar la Movilidad de las instituciones jurídicas. La obra cumbre de San Agustín
"Confesiones", presenta su posición sobre lo que es la justicia clásica. El autor menciona
también, que San Agustín había asumido la defensa ante la propiedad privada, en tanto que
esta institución procede de las leyes del estado.
La síntesis de San Agustín dice el autor, no revela su coherencia sino a su nivel espiritual;
supone el mismo tiempo un cierto respeto y un cierto desprecio por las leyes temporales.
Implica la indiferencia de la justicia cristiana perfecta respecto de los bienes terrenales.
Por otro lado, Santo Tomás de Aquino, fundamenta su posición basándose en la razón
humana y contradice, a lo manifestado por San Agustín. "Será que la razón humana no puede
tener una total participación en los dictados de la razón divina, sino sólo según su propio
modo o imperfectamente".
- Las corrientes Modernas: Racionalismo, Empirismo, Contractualis mo.
Racionalismo se refiere a cualquier teoría filosófica que defiende el predominio de la razón
sobre cualquier forma de conocimiento. Distintos aspectos: la razón es capaz de establecer
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criterios de verdad (frente al escepticismo); la razón es una forma a priori del conocimiento -
tal como lo defendían Platón, Descartes y Leibniz- superior al conocimiento sensible (frente
al impirismo).
Empirismo por otro lado, es la actitud de atenerse a los hechos comprobables, un método
basado en la observación, experimentación e inducción. Es la doctrina que defiende que la
experiencia es la fuente única de conocimiento, al menos de todo lo que tiene referencia
existencia.
Y el contractualismo, es lo relativo a la doctrina basada en la convivencia social mediante un
acuerdo, un pacto o un contrato.
Hans Kelsen, en su escrito titulado “El Fundamento de la validez de los órdenes normativos:
La Norma Fundamental”, conocido por su teoría pura del derecho, nos dice que si concebimos
el Derecho como un orden normativo, como un sistema de normas que regulan la conducta de
seres humanos, se plantea de inmediato un problema: ¿qué es lo que funda la unidad de una
pluralidad de normas y, por qué una norma dada forma parte de un orden determinado?.
Obviamente, decir que toda norma válida para los seres humanos tiene carácter obligatorio; es
decir, que el verdadero principio de validez, es una verdadera norma y no las circunstancias
bajo las cuales se dio dicha norma.
- El siglo xx: la internacionalización y la diversificación de los derechos humanos;
los mecanismos de protección y los nuevos sujetos de los derechos humanos.
El reconocimiento y la internacionalización de los derechos humanos en los últimos
doscientos años, ha llevado a crear los mecanismos de promoción y protección de los mismos.
Aunque hay que reconocer que los esfuerzos son invalorables, aún hoy en día no hay esa
percepción y ese apoderamiento de los Estados y sus sociedades en apropiarse del tema de los
derechos humanos.
Hay que analizar con mayor detenimiento las actuales circunstancias en que se desenvuelven
los derechos humanos, la superación a ciertos mitos y la propuesta de nuevas alternativas que
nos lleven a la consolidación de los mismos.
En este subtítulo, y obviamente dentro de los fundamentos filosóficos de los derechos
humanos, se busca conocer algo más del derecho, su interpretación y las nuevas iniciativas
desde el lado positivo del derecho por avanzar en el reconocimiento integral de los derechos
humanos.
Un trabajo interesante de mencionar, es el escrito por Jerome Frank, titulado “El Derecho y la
Mentalidad Moderna”. Él dice que “la actitud de los legos frente a los abogados es un
compuesto de contradicciones, una mezcla de respeto y burla. A pesar de que los abogados
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ocupan posiciones importantes en el gobierno y en la industria, a pesar de que la gente les
pida orientación en algunos de sus más vitales problemas, al mismo tiempo la gente se ríe de
ellos por tinterillos y sofistas”.
Ya Lutero en el siglo XVI se refería del abogado diciendo que es “buen jurista, mal cristiano”.
Diferentes pensadores a través de la historia de la humanidad se han referido a los abogados
no tan generosamente. Se escucha sobre los abogados lo siguiente: “duplicidad”,
“ambigüedad”, “evasiones”, “habilidad y señuelo”, “el arte de hacer las cosas difíciles y
confundir a los demás”, “el robo refinado, etc. Estos calificativos, no se han perdido con los
años y por el contrario es una parte del comportamiento social contra el abogado, aunque hay
que reconocer que las sociedades no funcionarían sin los abogados, para bien o para mal.
Dentro del campo de los derechos humanos, ciertamente los abogados tienen una
participación muy importante. El cumplimiento de los derechos humanos contemplados en las
leyes hace que el abogado se mantenga en “vigilancia permanente” para accionar en cuanto se
produzca una violación. Sin embargo, el avance de los derechos humanos no deja solo en
manos de abogados, sino también la participación de todas las personas, al margen de su
profesión u oficio, es de vital importancia para darle el sentido jurídico y humano de lo que
son los derechos humanos.
Por otro lado, Hans Kelsen, en su escrito titulado “La Interpretación de la Norma Legal”, nos
dice que todas las normas jurídicas exigen una interpretación en la medida que tienen que ser
aplicadas, para agregar que los individuos a quienes se les aplica tales normas deben de tener
un conocimiento de los mismos y establecer su sentido.
Finalmente nos desarrolla la interpretación de los órganos de aplicación del derecho,
basándose en la
a) la indeterminación relativa del acto de aplicación del Derecho;
b) la indeterminación intencional del acto de aplicación del derecho;
c) la indeterminación voluntaria del acto de aplicación del Derecho;
d) el derecho a aplicar: un marco en el interior del cual se ofrece varias posibilidades de
aplicación, y,
e) los llamados métodos de interpretación.
- Hacia la construcción de una nueva visión de los derechos humanos para el nuevo
milenio.
La validez de una nueva visión de los derechos humanos cobra mayor fuerza cada vez que las
sociedades se detienen a repensar su papel y responsabilidad frente a una población que día a
día incrementa y afina estrategias para la permanente vulneración de los Derechos Humanos.
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De ahí la importancia de repensar la función de las sociedades en términos de la defensa,
promoción y protección de los Derechos Humanos, con miras a un nuevo milenio y hacia una
nueva concepción de los derechos humanos.
La importancia de construir una sociedad mejor con valores más sólidos y profundos es
incuestionable hoy. El mundo está necesitando de profesionales, estudiantes, mujeres,
hombres, niños, ancianos que favorezcan la armonía, la solidaridad y el compromiso en las
relaciones personales. Es en este ámbito en donde las organizaciones e instituciones sociales
deben cumplir un papel importante para conseguir los consensos que dirijan a la construcción
de una sociedad pacífica.
El objetivo central de la construcción de una nueva visión de los derechos humanos para el
nuevo milenio es, formar personas bajo principios del respeto por la vida, la dignidad de la
persona, la formación de valores éticos, la igualdad de todos los seres humanos ante la ley, el
conocimiento de los lineamientos constitucionales y legales sobre la defensa, promoción y
protección de los Derechos Humanos, en el diálogo y la tolerancia. Buscando consolidar un
espacio de expresión y reflexión que siga construyendo una sociedad en donde primen la
convivencia y la fraternidad.
Los derechos humanos se deben de desarrollar desde el punto de vista de la práctica diaria por
todos los seres humanos, la vivencia de los Derechos Humanos debe ir a la par de su
fundamentación filosófica, su concepción jurídica o su evolución histórica. Se trata, de un
proceso de formación de actitudes que, requiere de ingredientes cognoscitivos, afectivos y de
manifestaciones conductuales. Debe efectuarse un cambio de enfoque de los derechos
humanos, que promueva y fortalezca su ejercicio pleno, que lleve a una nueva forma de ver o
hacer las cosas.
La construcción de una nueva visión de los derechos humanos para el nuevo milenio, debe
señalar las actitudes y conocimientos que hay que desarrollar. Una actitud de aceptación
frente a personas de distinta raza, religión, cultura y nacionalidad, que contemple el
reconocimiento de que los Derechos Humanos básicos son iguales a todos. Una actitud de
tolerancia de las discrepancias en las convicciones, hábitos y sistemas sociales, económicos y
políticos. Una actitud que aprecie los aportes de los otros pueblos a aspectos importantes de la
civilización; el interés por el arte de otras culturas, y el reconocimiento de su valor, con la
capacidad de apreciarlo; y, una actitud capaz y abierta para examinar cuestiones de diversa
índole desde el punto de vista de los demás; de “ponerse en el lugar” de los otros.
La práctica de los Derechos Humanos debe hacerse a partir de la realidad concreta en la que
estén inmersos los participantes del proceso del cambio social. La vivencia cotidiana y la
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práctica diaria de los derechos humanos es la referencia a las relaciones reales que se debe
establecer la que permitirá la formación de las actitudes deseadas. El punto coincidente entre
los académicos de América Latina en derechos humanos, está en la necesidad de educación en
derechos humanos a todos los sectores sociales, al margen de su actividad permanente.
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Desde 1948 hasta nuestros días, hemos asistido cotidianamente a ese trabajo llevado a cabo
por la comunidad internacional para que los seres humanos puedan ir controlando sus
destinos. Sin embargo, y como iremos viendo más adelante, el contexto en el que surgieron
los textos arriba citados (1948 y 1966) es muy diferente del que tenemos hoy en día (2005).
La Declaración y los Textos se situaban en el contexto de la guerra fría entre dos grandes
sistemas de relaciones sociales enfrentados por conseguir la hegemonía mundial; y, asimismo,
dichos textos surgieron en una época en la que se ponían en práctica políticas públicas
decididamente interventoras sobre las consecuencias más perversas de la aplicación del
mercado a la sociedad. Por aquellos tiempos proliferaban las empresas públicas, las
negociaciones estatales entre sindicatos y gobiernos sobre las condiciones de trabajo de los
trabajadores y, por supuesto, una labor legislativa tendente a reconocer cada vez más derechos
a las ciudadanos y los ciudadanos de los países, sobre todo, más desarrollados. Además, los
textos citados tuvieron que convivir con el final de los procesos descolonizadores y la
progresiva aparición de nuevas nacionalidades y nuevos actores internacionales.
Hoy en día, estamos ante un nuevo contexto social, económico, político y cultural que, por
poner una fecha de inicio, se despliega políticamente a partir de la caída del Muro de Berlín y
la proclamación del "fin de la historia" por parte de los auto-proclamados vencedores de la
guerra fría. En este nuevo contexto, se ha dado una paralización de esas medidas interventoras
por parte del Estado con respecto a las actividades económicas. Si hace cuatro décadas el
Estado controlaba las consecuencias del mercado (polución, destrucción del patrimonio
histórico - artístico) aplicando medidas interventoras; en la actualidad, es el mercado el que
está imponiendo las reglas a los Estados desde instituciones globales como la Organización
Mundial del Comercio.
De un modo sutil, pero continuado, hemos asistido durante las últimas décadas a la sustitución
de los derechos conseguidos (es decir, de las garantías jurídicas para el acceso a determinados
bienes, como el empleo o las formas de contratación laboral) por lo que ahora se denominan
"libertades" (entre las que destaca la libertad de trabajar: que, como tal, no exige políticas
públicas de intervención). En definitiva, hemos entrado en un contexto en el que la extensión
y la generalización del mercado ha provocado que los derechos humanos comiencen a
considerarse como "costes sociales" de las empresas que hay que ir suprimiendo en nombre
de la competitividad.
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Toda esta nueva problemática hace que gran parte de la literatura vertida sobre los derechos
(desde su etapa de "internacionalización" con la Carta de San Francisco de 1945, hasta los
últimos informes del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo -PNUD-, exija "una
teoría" que parta de una atención especial a los contextos concretos en que vivimos y "una
práctica" -educativa y social- acorde con el presente que estamos atravesando.
El deterioro del medio ambiente, las injusticias propiciadas por un comercio y por un
consumo indiscriminado y desigual, la continuidad de una cultura de violencia y guerras, la
realidad de las relaciones trans-culturales y de las deficiencias en materias de salud y de
convivencia individual y social, nos obligan a pensar y, por consiguiente, a enseñar los
derechos desde una perspectiva nueva, integradora, crítica y contextualizada en prácticas
sociales emancipadoras.
Nuestro compromiso, como personas que reflexionan sobre -y se comprometen con- los
derechos humanos, reside en poner las "frases" a las prácticas sociales de individuos y grupos
que luchan cotidianamente para que esos "hechos" que se dan en los contextos concretos y
materiales en que vivimos puedan ser transformados por otros más justos, equilibrados e
igualitarios. Por eso, la verdad la ponen los que luchan por los derechos. A nosotros nos
compete el papel de poner las frases. Y este es el único modo de ir complementando la teoría
con la práctica y las dinámicas sociales con las reflexiones intelectuales.
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objeto de la educación en la esfera de los derechos humanos; y finalmente, como razón de una
nueva cultura sustitutiva de la cultura de guerra y violencia dominante.
Y, agregaríamos que la paz en el ámbito de los instrumentos internacionales de la ONU y en
especial de la UNESCO, como paz en la mente de los hombres, concediéndosele un rango
subjetivo y mental en las personas donde se originan también las guerras.
En la actualidad la paz se estima como paz holística que representada en círculos concéntricos
diríamos va del centro de la paz interna a la paz social y de ésta a la paz entre los Estados y
así a la paz expandiéndose en círculos a la paz con la Naturaleza. En todo caso la paz sigue
iluminando a la humanidad como un ideal universal.
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Sobre este derecho ha habido mucho debate; podemos decir un debate mundial, pero lo
significativo es que con el tiempo se ha alcanzado mayor refinamiento en el concepto y la
definición que comienza con la idea de paz y el derecho a la vida. Incluso en Latinoamérica
hay autores como Héctor Gross Espiell, Diego Uribe y Asdrúbal Aguiar18 quienes han
contribuido con sus estudios a comprender este derecho y definirlo.
El derecho humano a la paz continúa sin un pacto o una convención internacional propia
como los de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales que son
exigibles ante el Estado y ante los que el Estado tiene deberes indeclinables.
Un documento que comienza a darle el estatuto jurídico al derecho humano a la paz es la
declaración sobre los derechos de los pueblos a la paz (ONU, Asamblea General, Resolución
39/11, 1984) y lo declara en términos solemnes llamando derecho sagrado a la paz. Diego
Uribe Vargas concibe que el derecho humano a la paz es un derecho síntesis, “sin el cual el
resto de la prerrogativas individuales carecen de la posibilidad de realizarse”
Uribe Vargas afirma que “El concepto de derechos humanos -que hoy alcanza validez
universal y llega a la categoría de Jus Cogens, reafirmando el carácter imperativo de las
normas que lo reconocen- requiere precisión acerca de los fundamentos.” De tal manera que
el derecho humano a la paz debe ser considerado- como todos los otros derechos humanos con
una base en el derecho natural porque parten de la esencia de ser humano.
24
a que nos dejen vivir en paz y a permitir que los otros vivan en paz, además de tener “el
derecho a que se establezca un orden social interno e internacional en el que la paz sea
exigencia prioritaria”. Y este derecho debería ser reconocido, garantizado y protegido por el
derecho internacional así como en el plano nacional en términos constitucionales.
Una definición del derecho a la paz es “el derecho de todo individuo a contribuir a los
esfuerzos de paz, comprendiendo el rechazo a participar en preparativos militares, y el
derecho colectivo de todo Estado a beneficiarse del pleno respeto por parte de los otros
Estados, de los principios de no utilización de la fuerza, de no agresión, de solución pacífica
de diferendos, de las convenciones de Ginebra y de los protocolos adicionales y de normas
similares, así como la puesta en práctica de una política a favor del desarme general y
completo bajo control internacional” (Diego Uribe Vargas).
Los derechos humanos son universales porque pertenecen a todas las personas, a todos por
igual, en todo tiempo y lugar, independientemente de su situación y características
particulares; se encuentran de manera innata ligados a la naturaleza humana; por el hecho de
pertenecer al género humano, todo individuo de nuestra especie los posee.
La dimensión universal de los derechos humanos reafirma sin lugar a dudas que la protección
de los derechos humanos y su vulneración, no pertenecen al ámbito de la soberanía interna de
los Estados; se trata de un asunto que incumbe a toda la humanidad.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, aprobada tras los horrores de la
Segunda Guerra Mundial, que privó a muchos grupos de personas por motivos raciales y
religiosos (judíos, comunistas, gitanos, entre otros) de los más elementales derechos humanos,
para que esto no vuelva a suceder, proclamó en su artículo primero la igualdad y libertad de
todos los humanos desde su nacimiento, apelando a la razón y conciencia para un
comportamiento fraterno con sus semejantes.
26
efectivamente recogidos en un tratado, ya que puede ser sufi ciente su reconocimiento
por la comunidad internacional.
27
Convención internacional para la Convención Interamericana sobre
protección de todas las personas contra las desaparición forzada de personas
desapariciones forzadas
Convención Internacional sobre la Convención Interamericana contra el
Eliminación de todas las formas de racismo, la discriminación racial y formas
Discriminación Racial conexas de intolerancia
Convención sobre la Eliminación de todas Convención Interamericana para prevenir,
las formas de Discriminación contra la sancionar y erradicar la violencia contra la
Mujer mujer
Convención sobre el Estatuto de Convención Interamericana sobre
Refugiados o Convención de Ginebra y concesión de los derechos civiles a la
Protocolo sobre el Estatuto de Refugiados mujer
Convención Internacional sobre la Convención Interamericana sobre
protección de los derechos de todos los extradición
trabajadores migratorios y de sus
familiares
Convención contra la Tortura y otros Convención Interamericana para prevenir
Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o y sancionar la tortura
Degradantes.
Protocolo Facultativo de la Convención Convención Interamericana contra el
contra la Tortura y otros tratos o penas terrorismo
crueles, inhumanos o degradantes
Convención sobre los Derechos del Niño Convención Interamericana sobre tráfi co
internacional de menores
Protocolo Facultativo de la Convención de Convención Interamericana para la
derechos de las personas con discapacidad eliminación de todas las formas de
discriminación contra las personas con
discapacidad
Declaración sobre la protección de todas Convención Interamericana sobre la
las personas contra las desapariciones protección de los derechos humanos de las
forzadas personas mayores
Declaración sobre los principios Convención Interamericana contra la
fundamentales de justicia para las víctimas corrupción
28
de delitos y del abuso de poder
Directrices de las Naciones Unidas para la Convención Interamericana sobre
prevención de la delincuencia juvenil restitución internacional de menores
Principios Básicos para el tratamiento de Convención Interamericana sobre
los reclusos transparencia en las adquisiciones de
armas convencionales
Principios Básicos sobre el empleo de la Convención Interamericana contra la
fuerza y de armas de fuego fabricación y el tráfi co ilícitos de armas
de fuego, municiones, explosivos y otros
materiales relacionados
Código de Conducta para funcionarios Convención Interamericana sobre confl
encargados de hacer cumplir la Ley ictos de leyes en materia de adopción de
menores
Reglas mínimas de Naciones Unidas para Convención Interamericana para el
el tratamiento de reclusos cumplimiento de condenas penales en el
extranjero
a. Mecanismos convencionales
A través de comités creados en virtud de los propios tratados, a los que también se les
conoce como “órganos de vigilancia de los tratados”, que supervisan periódicamente el
cumplimiento de las obligaciones asumidas por los Estados al momento de adherirse a
estos instrumentos internacionales.
Son nueve los tratados más importantes que cuentan con un Comité establecido. De los
nueve comités, son solo cuatro los que aceptan denuncias de particulares sobre la
violación de derechos humanos por los Estados Partes (el Comité de Derechos
Humanos, el Comité contra la Tortura, el Comité para la Eliminación de la
Discriminación Racial y el Comité contra las Desapariciones Forzadas).
Los Comités suelen tener competencia para viabilizar los mecanismos de protección
internacional de los derechos consagrados en el texto de su respectivo tratado. Entre
estos mecanismos, se encuentran:
(1) Los mecanismos de carácter no contencioso (Emiten informes periódicos,
investigaciones de oficio a Estados en caso de violaciones masivas y
sistemáticas); y
(2) Los mecanismos de carácter contencioso (Reciben quejas individuales y quejas de
Estados contra otros Estados)
b. Mecanismos extraconvencionales
Los mecanismos extra convencionales de protección de los derechos humanos, se
desarrollan simultáneamente con los mecanismos convencionales.
31
Son mecanismos de visita por parte de los órganos de investigación cuando
se producen invitaciones de los Estados con respecto a la existencia de
denuncias de violaciones de derechos humanos que son objetos de estudio.
(5) Acciones urgentes
Ante una inminente comisión de una grave violación de los derechos
humanos se solicita al Estado infractor aclaraciones al respecto y se formula
un llamamiento a fi n de que se adopten las medidas necesarias para
garantizar el derecho de las víctimas.
(6) Examen Periódico Universal (EPU)
Es un mecanismo del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas mediante el cual
éste vigila regularmente el cumplimiento por cada uno de los 193 Estados miembros de la
ONU de sus obligaciones y compromisos en materia de derechos humanos. El EPU es un
proceso de revisión interestatal destinado a mejorar la situación de los derechos humanos
sobre el terreno
Sistema específico
Emana de la Convención Americana de Derechos Humanos y obliga a los Estados partes en
este tratado, siendo sus órganos de protección la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. A este sistema están sometidos
todos los Estados que han ratificado tal Convención y que han reconocido la competencia
contenciosa de la Corte.
A. Carta de la OEA
32
Además, si bien en la misma Conferencia que produjo la Carta se adoptó la
Declaración Americana sobre derechos humanos, esta última fue aprobada
mediante una simple resolución, sin formar parte de la carta misma.
Este marco institucional resultó insuficiente para el fin que decía perseguir. De allí
que se hizo necesario introducir una serie de reformas en la Carta en 1970, siendo
la más importante, la incorporación de la Comisión Interamericana - creada unos
años antes - como órgano principal de la OEA.
1. Derecho a la vida,
2. Derecho a la libertad personal,
3. Derecho a la integridad personal,
4. Derecho a la igualdad ante la ley,
5. Derecho a la honra, la reputación y la vida privada y familiar,
6. Derecho a la inviolabilidad de domicilio y de la correspondencia,
7. Derecho a la nacionalidad y al reconocimiento de la personalidad jurídica y
de los derechos civiles,
8. Derecho a un proceso regular,
9. Derecho a no ser detenido arbitrariamente,
10. Derecho de petición,
11. Derecho de asilo,
12. Derecho a la libertad de conciencia y religión,
13. Derecho a la libre circulación y residencia,
14. Derecho a la libertad de reunión,
33
15. Derecho a la libertad de asociación,
16. Derecho a participar en el gobierno,
17. Derecho a la salud, protección de la maternidad y de la infancia,
18. Derecho a la preservación de la familia,
19. Derecho a la propiedad,
20. Derecho a la educación,
21. Derecho a la propiedad intelectual,
22. Derecho a los beneficios de la cultura,
23. Derecho a la seguridad social,
24. Derecho al trabajo y a una justa remuneración,
25. Derecho al descanso.
Entre los deberes recogidos en esta Declaración se incluyen los que se tienen ante
la sociedad, ante los hijos y los padres, como por ejemplo:
En este sentido, la declaración Americana fue considerada como una especificación de los
derechos humanos a los que se refiere la Carta entendiéndose que para los Estados Partes de
la OEA la Declaración Americana cumple el rol de obligaciones internacionales, según lo
establecido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la Opinión Consultiva OC-
10/89 del 14 de julio de 1989.
34
Es interesante notar que el Art.2º del Estatuto de la Comisión Interamericana establece que
por Derechos Humanos se entenderán los consagrados en la Declaración Americana, dándole
así observancia obligatoria como documento básico en la promoción de los Derechos
Humanos.
1. Derecho a la vida,
2. Derecho a la personalidad jurídica,
3. Derecho a la integridad personal.
4. Prohibición de la esclavitud y servidumbre,
5. Derecho a la libertad personal,
6. Derecho al debido proceso.
7. Derecho a no ser juzgado por acciones u omisiones no previstas en la ley al
tiempo de su cumplimiento.
8. Derecho a la indemnización por error judicial,
9. Derecho a la protección de la honra y la privacidad,
10. Derecho a la libertad de conciencia y la religión,
11. Derecho a la libertad de pensamiento y expresión,
12. Derecho a la rectificación o respuesta,
35
13. Derecho a la libertad de reunión y asociación, incluida la libertad sindical,
14. Derecho a la protección de la familia y la niñez,
15. Derecho a la igualdad ante la ley,
16. Derecho a la protección judicial de los derechos humanos.
1. Derecho al trabajo
2. Derecho a tener condiciones equitativas de trabajo,
3. Derechos sindicales,
4. Derecho a la seguridad social,
5. Derecho a un medio ambiente sano,
6. Derecho a la cultura,
7. Derecho a la constitución y a la protección de la familia,
8. Derecho a la niñez y
9. Derecho a la protección de ancianos y minusválidos.
36
6. Derecho a la nacionalidad,
7. Derechos políticos,
8. Principio de legalidad y retroactividad
9. Derecho a la libertad de conciencia y de religión,
10. Derecho a la protección de la familia,
11. Derecho del niño y
12. Las garantías judiciales indispensables para la protección de tales derechos.
37
la obligación de informar a la Asamblea General sobre el estado de cumplimiento de los casos
que se tramitan ante ella. Asimismo, cuando lo considere pertinente, el Tribunal convoca al
Estado y a los representantes de las víctimas a una audiencia para supervisar el cumplimiento
de sus decisiones y en ésta escuchar el parecer de la Comisión.
¿POR QUÉ LA CORTE REALIZA ESTE MECANISMO DE SUPERVISIÓN?
La implementación efectiva de las decisiones de la Corte es la pieza clave de la verdadera
vigencia y eficacia del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, sin la cual se hace
ilusorio el propósito que determinó su establecimiento. Por ello la Corte ha considerado que el
efectivo cumplimiento de sus decisiones es parte integrante del derecho de acceso a la justicia.
En este sentido, resulta necesario que existan mecanismos efectivos para ejecutar las
decisiones de la Corte
¿CUÁNTOS PERÍODOS DE SESIONES REALIZA LA CORTE AL AÑO? La Corte
celebra cada año los períodos de sesiones que sean necesarios para su eficaz funcionamiento.
Actualmente, el Tribunal celebra cinco períodos ordinarios de sesiones al año y dos períodos
extraordinarios.
38
sesiones, el Tribunal se ha trasladado a Argentina, Barbados, Bolivia, Brasil, Chile,
Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú,
República Dominicana y Uruguay. Esta iniciativa del Tribunal permite conjugar de manera
eficiente dos objetivos: Por un lado, incrementar la actividad jurisdiccional y, por el otro lado,
ha permitido difundir de manera eficiente las labores de la Corte Interamericana, en particular,
y del Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos, en general. Durante el
2015 se realizaron dos períodos de sesiones extraordinarios en Cartagena de Indias,
Colombia, del 20 al 24 de abril y en Tegucigalpa, del 24 al 29 de agosto.
AUDIENCIAS
¿QUÉ SON LAS AUDIENCIAS PÚBLICAS SOBRE CASOS CONTENCIOSOS?
En el marco de la competencia contenciosa del Tribunal el proceso de elaboración de una
sentencia comprende varias etapas que combinan la naturaleza escrita y oral. La segunda
etapa, esencialmente oral, se expresa en la audiencia pública sobre cada caso que suele durar
aproximadamente un día y medio. En dicha audiencia la Comisión expone los fundamentos de
la presentación del caso ante la Corte, y de cualquier otro asunto que considere relevante para
la resolución del mismo. A continuación los Jueces del Tribunal escuchan a los peritos,
testigos y presuntas víctimas convocados mediante resolución, quienes son interrogados por
las partes (la Comisión únicamente respecto de peritos) y, de ser el caso, por los Jueces.
Seguidamente, la Presidencia concede la palabra a las presuntas víctimas o a sus
representantes y al Estado demandado para que expongan sus alegatos sobre el fondo del
caso. Posteriormente, la Presidencia otorga a las presuntas víctimas o a sus representantes y al
Estado, respectivamente, la posibilidad de una réplica y una dúplica. Concluidos los alegatos,
la Comisión presenta sus observaciones finales, luego de lo cual tienen lugar las preguntas
finales que realizan los Jueces a las partes.
¿QUÉ SON LAS AUDIENCIAS SOBRE MEDIDAS PROVISIONALES?
En una audiencia sobre medidas provisionales, los representantes de los beneficiarios y la
Comisión Interamericana tienen la oportunidad de evidenciar, de ser el caso, la subsistencia
de las situaciones que determinaron la adopción de medidas provisionales; mientras que el
Estado debe presentar información sobre las medidas adoptadas con la finalidad de superar
esas situaciones de extrema gravedad, urgencia e irreparabilidad del daño y, en el mejor de los
casos, demostrar que tales circunstancias han dejado de verificarse en los hechos. En dicha
audiencia los solicitantes de las medidas provisionales inician la presentación de sus alegatos
respecto a la configuración de las tres referidas condiciones, seguidos por la Comisión
39
Interamericana o los representantes de los beneficiarios, según sea el caso, finalizando el
Estado con la presentación de sus correspondientes observaciones. Tanto los representantes y
la Comisión, así como el Estado tienen la opción de réplica y dúplica, respectivamente.
Finalmente, los Jueces tienen la posibilidad de formular cuestionamientos a los participantes
en la audiencia. Cabe destacar que en el contexto de dichas audiencias, que pueden ser
públicas o privadas, el Tribunal suele tener un ánimo conciliador y, en ese medida, no se
limita a tomar nota de la información presentada por las partes, sino que, bajo los principios
que lo inspiran como corte de derechos humanos, entre otras medidas, sugiere algunas
alternativas de solución, llama la atención frente a incumplimientos marcados de falta de
voluntad, promueve el planteamiento de cronogramas de cumplimiento a trabajar entre todos
los involucrados e incluso, pone a disposición sus instalaciones, y toma cualquier medida que
considere conveniente para coadyuvar con el proceso.
¿QUÉ SON LAS AUDIENCIAS SOBRE SUPERVISIÓN DE CUMPLIMIENTO DE
SENTENCIA?
El Tribunal, cuando lo considera pertinente, convoca al Estado y a los representantes de las
víctimas a una audiencia para supervisar el cumplimiento de sus decisiones, y en ésta escucha
el parecer de la Comisión. En dichas audiencias, que suelen durar alrededor de dos horas, el
Estado presenta los avances en el cumplimiento de las obligaciones ordenadas por el Tribunal
en la sentencia que se trate y los representantes de las víctimas y la Comisión Interamericana
indican sus observaciones frente al estado de cumplimiento en cuestión. Las partes tienen
también sus respectivas opciones de réplica y dúplica. Finalmente, los Jueces tienen la
posibilidad de formular cuestionamientos a los partes. En el contexto de dichas audiencias el
Tribunal tiene al igual que en las audiencias sobre medidas provisionales, un ánimo
conciliador y, en esa medida, no se limita a tomar nota de la información presentada por las
partes, sino que sugiere algunas alternativas de solución, llama la atención frente a
incumplimientos marcados de falta de voluntad, promueve el planteamiento de cronogramas
de cumplimiento a trabajar entre todos los involucrados e incluso, pone a disposición sus
instalaciones para que las partes puedan tener conversaciones.
40
De acuerdo con la Convención Americana, sólo los Estados Partes y la Comisión tienen
derecho a someter un caso a la decisión de la Corte. En consecuencia, el Tribunal no puede
atender peticiones formuladas por individuos u organizaciones. De esta manera, los
individuos u organizaciones que consideren que existe una situación violatoria de las
disposiciones de la Convención y deseen acudir al Sistema Interamericano, deben dirigir sus
denuncias a la Comisión Interamericana, la cual es competente para conocer peticiones que le
presente cualquier persona o grupo de personas, o entidad no gubernamental legalmente
reconocida que contengan denuncias o quejas de violación de la Convención por un Estado
Parte.
¿EN QUÉ MOMENTO LA CORTE TIENE COMPETENCIA PARA CONOCER UN
CASO SOBRE UN ESTADO EN ESPECÍFICO?
La Corte tiene competencia para conocer de cualquier caso relativo a la interpretación y
aplicación de las disposiciones de la Convención que le sea sometido, siempre que los
Estados Partes en el caso hayan reconocido su competencia contenciosa. Todo Estado Parte
puede, en el momento del depósito de su instrumento de ratificación o adhesión de la
Convención Americana, o en cualquier momento posterior, declarar que reconoce como
obligatoria de pleno derecho la competencia de la Corte.
¿CUÁNTO DURA EL PROCEDIMIENTO DE UN CASO ANTE LA CORTE?
El promedio de duración del procedimiento de un caso contencioso ante la Corte en el año
2015 fue de 22.2 meses. Este promedio se considera desde la fecha de sometimiento de un
caso ante la Corte, hasta la fecha de emisión de sentencia de reparaciones por parte de la
Corte.
¿QUÉ SON LOS AMICUS CURIAE?
Son escritos realizados por terceros ajenos a un caso, que ofrecen voluntariamente su opinión
respecto a algún aspecto relacionado con el mismo, para colaborar con el Tribunal en la
resolución de la sentencia.
¿QUIÉNES PUEDEN PRESENTAR UN AMICUS CURIAE? Cualquier persona o
institución puede presentar un amicus curiae.
¿PUEDE LA CORTE VISITAR LOS TERRITORIOS DE LOS ESTADOS?
Las labores de la Corte son estrictamente judiciales y se atañen a la competencia que le otorga
la Convención Americana, en atención a sus tres funciones, contenciosa, cautelar y
consultiva. Por lo que esta no podría, por ejemplo, conocer la situación general de derechos
humanos de un Estado o realizar visitas in loco, como aquellas de competencia de la
Comisión. Sin embargo, conforme lo dispuesto en el artículo 58 del Reglamento de la Corte,
41
ésta puede requerir “en cualquier estado de la causa” la realización de diligencias probatorias
en el marco de la tramitación de un caso contencioso. Utilizando esta facultad, la Corte ha
realizado visitas in situ en los territorios de los Estados en el marco de la tramitación de casos
concretos. Por ejemplo, durante el 2015, el Tribunal realizó tres diligencias judiciales en el
marco de la tramitación de los Casos Pueblos Kaliña y Lokono Vs. Surinam, Comunidad
Triunfo de la Cruz y sus miembros Vs. Honduras y Comunidad Garífuna de Punta Piedra Vs.
Honduras en los territorios de los Estados de Honduras y Surinam.
¿CUÁL INFORMACIÓN DE LA CORTE ES PÚBLICA?
De acuerdo al Reglamento, la Corte puede hacer públicos los siguientes documentos: Sus
sentencias y otras decisiones, incluyendo los votos razonados, disidentes o concurrentes,
cuando cumplan los requisitos señalados en Reglamento de la Corte; las piezas del
expediente, excepto las que sean consideradas irrelevantes o inconvenientes; el desarrollo de
las audiencias a través del medio tecnológico que corresponda; y todo documento que se
considere conveniente. Asimismo, los documentos depositados en la Secretaría de la Corte,
concernientes a casos ya sentenciados, son accesibles al público, salvo que la Corte haya
resuelto otra cosa.
II. UNIDAD
43
deber de impedir que sus agentes atenten contra él. La observancia del artículo 4,
relacionado con el artículo 1.1 de la Convención Americana, no sólo presupone que
ninguna persona sea privada de su vida arbitrariamente (obligación negativa), sino
que además requiere que los Estados adopten todas las medidas apropiadas para
proteger y preservar el derecho a la vida (obligación positiva), conforme al deber de
garantizar el pleno y libre ejercicio de los derechos de todas las personas bajo su
jurisdicción
44
Desde la perspectiva objetiva, el derecho a la integridad como principio impone al
Estado el deber de investigar y sancionar las vulneraciones a la integridad física, moral
y psíquica de las personas.
Asimismo, como valor, la integridad tiene una dimensión relacional, ya que se vincula
con el derecho a la vida, al libre desarrollo de la personalidad, a la salud, a la
seguridad personal. Si bien el derecho a la vida se constituye como presupuesto
existencial de todos los derechos, la indemnidad corporal, psíquica y moral conlleva
que el desarrollo de la vida sea haga dignidad.
Solo con las facultades psíquicas, físicas y morales indemnes se puede desarrollar de
manera adecuada el derecho al libre desarrollo de la personalidad, es decir, el personal
y concreto proyecto de vida que cada uno tiene y que se forma a partir de las propias
convicciones y creencias sobre el mundo y la sociedad.
De igual manera, el derecho a la salud está íntimamente vinculado el derecho a la
integridad personal, puesto que la salud presupone la integridad psíquica y física de la
persona. Finalmente, la integridad se vincula con la seguridad personal, en tanto, éste
derecho conlleva el deber del Estado de garantizar que terceros no atenten contra la
integridad. Consecuentemente, supone la obligación de investigar y sancionar las
lesiones a la integridad.
La Convención Americana de Derechos humanos, establece en su artículo 5 referido a
la integridad que;
1. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral.
2. Nadie debe ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes. Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido
a la dignidad inherente al ser humano.
3. La pena no puede trascender de la persona del delincuente.
4. Los procesados deben estar separados de los condenados, salvo en circunstancias
excepcionales, y serán sometidos a un tratamiento adecuado a su condición de
personas no condenadas.
5. Cuando los menores puedan ser procesados, deben ser separados de los adultos y
llevados ante tribunales especializados, con la mayor celeridad posible, para su
tratamiento.
6. Las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial la reforma y
la readaptación social de los condenados”.
Pronunciamientos de la Corte Interamericana de derechos Humanos.
45
Caso Loayza Tamayo vs. Perú. Sentencia de 17 de septiembre de 1997. La corte
Interamericana de Derechos Humanos estableció que;
La infracción del derecho a la integridad física y psíquica de las personas es una clase de
violación que tiene diversas connotaciones de grado y que abarca desde la tortura hasta otro
tipo de vejámenes o tratos crueles, inhumanos o degradantes cuyas secuelas físicas y
psíquicas varían de intensidad según los factores endógenos y exógenos que deberán ser
demostrados en cada situación concreta. La Corte Europea de Derechos Humanos ha
manifestado que, aún en la ausencia de lesiones, los sufrimientos en el plano físico y moral,
acompañados de turbaciones psíquicas durante los interrogatorios, pueden ser considerados
como tratos inhumanos. El carácter degradante se expresa en un sentimiento de miedo, ansia
he inferioridad con el fin de humillar, degradar y de romper la resistencia física y moral de la
víctima (cf. Case of Ireland v. the United Kingdom, Judgment of 18 January 1978, Series A
no. 25. párr. 167). Dicha situación es agravada por la vulnerabilidad de una persona
ilegalmente detenida (cf. Case Ribitsch v. Austria, Judgment of 4 December 1995, Series A
no. 336, párr. 36). Todo uso de la fuerza que no sea estrictamente necesario por el propio
comportamiento de la persona detenida constituye un atentado a la dignidad humana [...] en
violación del artículo 5 de la Convención Americana. Las necesidades de la investigación y
las dificultades innegables del combate al terrorismo no deben acarrear restricciones a la
protección de la integridad física de la persona. En ese mismo sentido se pronució en el
Caso Caesar Vs. Trinidad y Tobago. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia 11 de
marzo 2005, párr 693.
46
Caso Quispialaya Vilcapoma Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones
y Costas. Sentencia de 23 de noviembre de 2015.
Este Tribunal ha establecido que la tortura y las penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes se encuentran estrictamente prohibidos por el Derecho Internacional de los
Derechos Humanos. Dicha prohibición es absoluta e inderogable, aún en las circunstancias
más difíciles, tales como guerra, amenaza de guerra, lucha contra el terrorismo y
cualesquiera otros delitos, estado de sitio o de emergencia, conmoción o conflicto interior,
suspensión de garantías constitucionales, inestabilidad política interna u otras emergencias o
calamidades públicas.
47
Al respecto, Gros Espiell ha señalado, en relación con estos derechos que “supone en general
una actitud pasiva o negativa del Estado, dirigida a respetar, a no impedir y garantizar el libre
y no discriminado goce de estos derechos”. El mismo autor ha señalado además que “la
obligación del Estado respecto a los derechos civiles y políticos es, en lo esencial y estricto, la
de no violarlos, no lesionarlos mediante la acción u omisión, en su caso, de un órgano o
agente gubernamental o administrativo o de cualquier persona cuyo hacer sea imputable al
hacer del aparato gubernamental o administrativo. Todo ello sin perjuicio naturalmente, del
deber genérico de establecer y garantizar la posibilidad de existencia y ejercicio de estos
derechos.
Por su parte el también Expresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Dr.
Rodolfo Piza, destacó que “los derechos de libertad son derechos del hombre ‘frente’ al
Estado y a los demás que, por lo tanto, implican un deber básicamente negativo, de no hacer,
y que imponen al Estado abstenerse de violarlos él mismo, proteger al sujeto ante cualquier
violación, y a lo sumo, activamente, establecer mecanismos jurídico-formales para su
realización”. Lo anterior implica que se obtiene una categoría de derechos donde el Estado no
tiene injerencia ni participación.
En contraposición con los derechos civiles y políticos, los derechos económicos, sociales y
culturales tienen la característica de que generalmente su cumplimiento conlleva el deber
esencial del Estado de proporcionar los mecanismos necesarios para satisfacer las necesidades
de carácter social, económico y cultural de los ciudadanos, mientras que en los primeros, el
Estado está obligado a abstenerse de violarlos, mediante cualquier tipo de acción u omisión.
La obligación del Estado respecto de los derechos civiles y políticos es, en lo esencial y
estricto, la de no violarlos, no lesionarlos mediante acción u omisión, en su caso por parte de
un órgano o agente gubernamental o administrativo. Todo ello, sin perjuicio, del deber
genérico de establecer y garantizar la posibilidad de existencia y ejercicio de estos derechos.
El titular de estos derechos es el ser humano, en el caso de los derechos civiles y, en general,
aunque no siempre ni necesariamente, el ciudadano en el caso de los políticos; considerados al
hombre y al ciudadano, no como abstracciones autónomas aisladas, sino como entidades que
actúan necesariamente en el complejo de la vida socio-política.
Por otra parte, en los derechos civiles y políticos, el individuo se configura como el sujeto
activo, ya que éste es objeto de una doble consideración por parte de la ley: como persona
humana y como miembro activo del Estado. En cuanto a la persona, a él le corresponden los
llamados derechos civiles, los cuales son inherentes a su condición humana y se extienden a
todos los individuos. En cuanto a su papel como miembro activo del Estado, le corresponden
48
los derechos políticos que le permiten formar parte de la vida cívica de la comunidad a través
de los diversos medios establecidos por la organización democrática para que haga valer su
voluntad en la resolución de las cuestiones de interés general.
En este sentido, el autor Rodrigo Borja, se refirió al tema al indicar que:
“El individuo tiene, en consecuencia, dos personalidades: una personalidad jurídica privada y
otra pública. A la primera corresponden los derechos civiles, reconocidos por igual a todos los
individuos que habitan en el territorio del Estado, independientemente de cualquier otra
consideración; y a la segunda pertenecen los derechos políticos propios de la persona en
cuanto miembro activo del Estado, es decir, en cuanto a ciudadano. No todos los habitantes de
un Estado son ciudadanos. Lo son tan sólo aquellos que cumplen los requisitos exigidos por la
ley para la obtención de la ciudadanía, que es la calidad jurídico-política especial que acredita
a la persona como miembro activo del Estado y que le habilita para ejercer los derechos
políticos”
En relación con la clasificación de estos derechos, podemos señalar que los derechos civiles
son los siguientes: los derechos a la vida, la libertad, la seguridad y la integridad física y
moral de la persona humana, la propiedad privada, la intimidad personal y familiar, la
inviolabilidad del domicilio y de la correspondencia privada, la libertad de pensamiento y
expresión, las libertades espirituales, la libertad de tránsito, el derecho a la defensa y al
debido proceso, basados estos últimos en el principio de legalidad.
Por su parte, los derechos políticos, en el sentido más amplio, son: el derecho a la ciudadanía,
el derecho al sufragio y el derecho a la participación democrática directa en la vida política
del Estado. Estos derechos giran en torno al principio de la soberanía popular.
Los derechos civiles y políticos en el sistema interamericano de protección de los
derechos humanos
La Convención Americana sobre Derechos Humanos de 1969, contempla en su Capítulo III,
artículos 3 a 25, los derechos civiles y políticos por ella regulados. Por su parte, los derechos
económicos sociales y culturales se encuentran regulados por el Protocolo Adicional a la
Convención Americana en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales o
“Protocolo de San Salvador”, el cual entró en vigor en 1999 .
Los derechos civiles y políticos que se encuentran contemplados por la Convención
Americana son:
- Derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica.
- Derecho a la vida. - Derecho a la integridad personal.
- Prohibición de la esclavitud y servidumbre.
49
- Derecho a la libertad personal.
- Garantías judiciales.
- Principio de legalidad y de retroactividad.
- Derecho a la indemnización.
- Protección de la honra y de la dignidad.
- Libertad de conciencia y religión.
- Libertad de pensamiento y expresión.
- Derechos de rectificación o respuesta.
- Derecho de reunión. - Libertad de asociación.
- Protección a la familia. - Derecho al nombre.
- Derechos del niño. - Derecho a la nacionalidad.
- Derecho a la propiedad privada.
- Derecho de circulación y de residencia.
- Derechos políticos.
- Igualdad ante la ley.
- Protección judicial.
La mayoría de casos sometidos a consideración de la Corte y por ende resueltos por ella, se
refieren a derechos civiles. Por ejemplo, la gran mayoría de casos resueltos por la Corte se
refieran a: derecho a la vida, derecho a la integridad personal, derecho a la libertad personal,
garantías judiciales y protección judicial. Lo anterior se debe a que estos derechos, los civiles
y políticos, cuentan con el sistema de protección establecido por la Convención Americana, el
cual permite la justiciabilidad de estos derechos, a través de la presentación de casos
contenciosos ante la Corte, en los cuales se alegue una violación cometida por un Estado parte
a alguno de los derechos anteriormente señalados.
Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos relativa a los
derechos civiles y políticos
A continuación se presenta un análisis de la más relevante jurisprudencia de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos relacionada con el presente tema. En primer lugar
estudiaremos las opiniones consultivas OC-8/87 “El Habeas Corpus Bajo Suspensión de
Garantías”
Derechos civiles: el hábeas corpus bajo suspensión de garantías. En la presente opinión
consultiva, la Corte realizó una interpretación de los artículos 25.1 (Protección judicial) y 7.6
(Derecho a la libertad personal) de la Convención Americana con respecto a la posibilidad de
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suspender el hábeas corpus en los estados de excepción, frente a lo dispuesto en el artículo
27.2 (Suspensión de garantías) de la misma Convención. Para el estudio que nos ocupa, el
tema cobra relevancia puesto que el hábeas corpus es el procedimiento judicial a través del
cual se tutela de manera directa la libertad personal o física contra detenciones arbitrarias, por
medio del mandato judicial dirigido a las autoridades correspondientes a fin de que se lleve al
detenido a la presencia del juez para que éste pueda examinar la legalidad de la privación, y
en su caso, decretar su libertad. En virtud de lo anterior analizamos la opinión de la Corte en
relación con la suspensión de dos derechos civiles, tales como la protección judicial y la
libertad personal en casos de emergencia en un Estado americano.
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derechos humanos no son los derechos individuales o sociales de algunas constituciones
nacionales trasladados al ámbito internacional –lo que los privaría de autoridad en el ámbito
de la universalidad– sino un concepto cualitativamente distinto.
También puede señalarse que en el ámbito internacional la preocupación por la cuestión social
precedió la de los derechos humanos en sentido propio. Finalmente, a estas alturas de la
evolución de los derechos humanos, parece claro para todos que los derechos civiles y
políticos no se satisfacen con una simple abstención del Estado toda vez que hacen falta
acciones positivas para gozar de un derecho a la jurisdicción, para no ser arbitrariamente
privado de la vida.
En todo caso, basta recordar que la división en dos conjuntos normativos intentó ser superada
por una constante doctrina de la universalidad, interdependencia e indivisibilidad de los
derechos humanos iniciada en la Proclamación de Teherán de 1968 y decididamente
impulsada en la Declaración de Viena adoptada por la Conferencia Mundial de Derechos
Humanos de 1993. Sin embargo, la historia no ha sido en vano y han quedado huellas en el
distinto tratamiento de unos y otros. La justiciabilidad de los derechos económicos, sociales y
culturales está permanentemente en jaque.
Las obligaciones de los Estados
Además de las disposiciones pertinentes de la Declaración Universal de Derechos Humanos,
aplicables a todos los Estados en tanto que norma consuetudinaria internacional –tal como lo
sostuviera la Corte Internacional de Justicia– al 29 de junio de 2005, 151 Estados son parte
del Las obligaciones de los Estados en relación con los derechos humanos son –respecto de
todos ellos–, las de respetarlos y garantizarlos así como la de adoptar las medidas necesarias a
tales fines. Estas obligaciones se adecuan a la distinta naturaleza de los derechos.
En materia de derechos económicos, sociales y culturales, los Estados deben adoptar medidas
tanto de orden interno como mediante la asistencia y la cooperación internacionales,
especialmente económica y técnica, hasta el máximo de los recursos disponibles, a fin de
lograr progresivamente, por todos los medios apropiados, inclusive en particular la adopción
de legislación interna, la plena efectividad de los derechos reconocidos.
De lo que se trata es de avanzar hacia el logro de los DESC, lo que no puede entenderse
ubicando a estos derechos y sus correlativas obligaciones para el Estado en un limbo jurídico.
Las obligaciones de los Estados, pues, tienen en cuenta los recursos disponibles y sus fuentes,
incluida la cooperación internacional. La reconocida progresividad que caracteriza a la
concreción de estos derechos debe entenderse como una política de avance claro hacia su
logro.
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Así, la CIDH se preocupó de resaltar que progresividad no significa postergación sine die
sino, por el contrario, la posibilidad prevista normativamente de ir logrando la meta por
etapas. Así, expresó que:
El carácter progresivo del deber de realización de algunos de estos derechos, según lo
reconocen las propias normas citadas, no implica que Colombia pueda demorar la toma de
todas aquellas medidas que sean necesarias para hacerlos efectivos. Por el contrario,
Colombia tiene la obligación de iniciar inmediatamente el proceso encaminado a la completa
realización de los derechos contenidos en dichas normas. Bajo ningún motivo, el carácter
progresivo de los derechos significa que Colombia puede diferir indefinidamente los
esfuerzos desplegados para su completa realización.
En este sentido, el Estado tiene la obligación de actuar expeditamente y con eficacia hacia la
meta de la realización de los derechos que trata y a tal fin es capital que se les asigne prioridad
previendo para ello los recursos necesarios en cada ocasión y a la luz de las disponibilidades.
No es realista pensar que sólo los Estados con recursos suficientes tienen obligaciones en esta
materia o que sólo cuando los Estados reúnen los recursos suficientes comienzan sus
obligaciones. Se trata de incluir a los DESC en las políticas nacionales, de avanzar
inexorablemente y de evitar toda medida de regresión que, en su caso, debe ser justificada.
Ello supone constatar que los puntos de partida en este campo son forzosamente distintos y
también señala la diferenciación de responsabilidades entre Estados que puedan sufrir una
misma carencia: para quienes suponga un retroceso, habrá responsabilidad comprometida;
para quienes no sea así, podrá eventualmente ser diferente.
En la práctica de la CIDH y en algunas piezas de jurisprudencia de la Corte Interamericana se
encuentran vínculos claros entre las nociones de extrema pobreza y de vida digna. Así, al
considerar la situación de los niños de la calle en Guatemala, dos jueces de la Corte
entendieron que “La privación arbitraria de la vida no se limita, pues, al ilícito del homicidio;
se extiende igualmente a la privación del derecho de vivir con dignidad. Esta visión
conceptualiza el derecho a la vida como perteneciente, al mismo tiempo, al dominio de los
derechos civiles y políticos, así como al de los derechos económicos, sociales y culturales,
ilustrando así la interrelación e indivisibilidad de todos los derechos humanos.
Coherente con ello, la Comisión entendió que:
- La pobreza extrema constituye una violación generalizada a todos los derechos
humanos, tanto civiles y políticos como sociales, económicos y culturales. Los
requerimientos del derecho humano a una vida digna trascienden los contenidos
igualmente fundamentales del derecho a no ser ejecutado arbitrariamente, del derecho
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a la integridad personal, del derecho a la libertad personal, de los derechos
relacionados con el sistema de democracia representativa y de los demás derechos
civiles y políticos. Además de destinar recursos públicos por un monto suficiente para
los derechos sociales y económicos, los Estados deben velar por el uso apropiado de
tales recursos. La experiencia demuestra que la pobreza extrema puede afectar
seriamente la institucionalidad democrática, pues constituye una desnaturalización de
la democracia y hace ilusoria la participación ciudadana, el acceso a la justicia y el
disfrute efectivo, en general, de los derechos humanos.
4. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES
- Generalidades
Los derechos humanos, las declaraciones que los consignan y las garantías que la
Constitución señala, son tres conceptos conexos. Por garantías debemos entender las
seguridades o procedimientos tuitivos de la libertad, establecidos por la Carta Política para dar
efectividad a los derechos constitucionales. La palabra "garantías" puede ser tomada en dos
acepciones, lata y estricta. En sentido estricto, son garantías constitucionales los medios de
protección de los derechos humanos, consistentes en la posibilidad que tiene el titular de un
derecho de poner en movimiento el órgano jurisdiccional para que tutele ese derecho, si es
conculcado o amenazado de vulneración. En sentido lato, la expresión garantías
constitucionales, como sucede en el Perú, es empleada por la Carta Política para enunciar los
derechos humanos; de esta manera, se quiere dar a entender que tales derechos no han sido
conferidos por el Estado, puesto que son previos a toda organización política, sino
simplemente asegurados en su goce, o sea garantizados, por el poder público, el cual se ha
constituido precisamente con esa finalidad.
Los derechos humanos, en cuanto son protegidos por medios jurisdiccionales frente al Estado
y a los particulares, son derechos públicos subjetivos. El grado de interés jurídico de tales
derechos subjetivos se revela en la protección que las leyes acuerdan a los titulares de ellos.
Así, la libertad de prensa protegida por la prohibición de censura previa, o la libertad corporal,
amparada por el habeas corpus, tienen una protección privilegiada en todas las democracias
de Occidente.
Los países organizados como Estados de Derecho conceden protección judicial para las
garantías individuales. La conceden también, aunque no siempre con rotundidad igual, para
las garantías sociales, o sea aquellas que se han establecido después de la primera guerra
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mundial, para tutelar a la sociedad, a los trabajadores y a los sectores sociales
económicamente débiles.
El artículo 8° de la Declaración de los Derechos Humanos, inspirado en el principio de que un
derecho sin protección no es un derecho vivo, expresa: "Toda persona tiene derecho a un
recurso efectivo, ante los tribunales nacionales competentes que la amparen contra actos que
violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley".
Cuando una garantía constitucional es conculcada, el titular del derecho, o quien lo
represente, puede pedir protección judicial para restablecer el derecho violado. El proceso ha
de ser urgente y sumario, para impedir la consumación del acto ilegal o su prolongación. Los
institutos jurídicos ideados para ello son el habeas corpus y el amparo, a los que debemos
agregar el de impugnación de inconstitucionalidad, que es de procedimiento ordinario, y la
acción popular, que se sustancia como de puro derecho.
El sistema jurídico de cada país regula el ejercicio de dichos medios, con denominaciones y
alcances no siempre iguales, según pasamos a analizar.
- Definición
Nuestra Constitución en su Art. 200° prevé seis recursos que garantizan los derechos
fundamentales o derechos humanos, los mismos que a continuación nombraremos:
Artículo 200°. Son garantías constitucionales:
a. La Acción de Hábeas Corpus, que procede ante el hecho u omisión, por parte de
cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza la libertad
individual o los derechos constitucionales conexos.
b. La Acción de Amparo, que procede contra el hecho u omisión, por parte de cualquier
autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los demás derechos
reconocidos por la Constitución. No procede contra normas legales ni contra
resoluciones judiciales emanadas de procedimiento regular.
c. La Acción de Hábeas Data, que procede contra el hecho u omisión, por parte de
cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los derechos a que
se refiere el Artículo 2°, incisos 5), 6) y 7) de la Constitución.
d. La Acción de Inconstitucionalidad, que procede contra las normas que tienen rango de
ley: leyes, decretos legislativos, decretos de urgencia, tratados, reglamentos del
Congreso, normas regionales de carácter general y ordenanzas municipales que
contravengan la Constitución en la forma o en el fondo.
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e. La Acción Popular, que procede, por infracción de la Constitución y de la ley, contra
los reglamentos, normas administrativas y resoluciones y decretos de carácter general,
cualquiera sea la autoridad de la que emanen.
f. La Acción de Cumplimiento, que procede contra cualquier autoridad o funcionario
renuente a acatar una norma legal o un acto administrativo, sin perjuicio de las
responsabilidades de ley
DESARROLLO:
Fue concebido para proteger la libertad física individual; tal fue su origen y tal es su esencia,
si bien en el derecho peruano y en el de otros países procede para amparar todas las garantías
individuales y sociales.
El habeas corpus se perfiló como instituto jurídico autónomo en la ley inglesa de 1679,
promulgada durante el reinado de Carlos 11 con la finalidad de dar garantía procesal al
derecho de libertad corporal que la Carta Magna había enunciado sin la precisión necesaria.
Dicha ley dispone que todo Alcaide de una prisión a quien se exhiba un mandato judicial de
"habeas corpus" en amparo de algún detenido, se halla obligado a presentar la persona del
preso ante el Juez, el cual lo pone en libertad si la detención se ha efectuado sin orden legal.
La expresión habeas corpus proviene de la frase "habeas corpus ad sudjiciendum, que debía
usar el Juez romano respecto de la persona que le solicitaba justicia; equivale dicha frase a
"tráigase la persona de… para tenerlo bajo mi amparo".
Desde la Carta Magna se fueron elaborando, dentro del "common law", medios judiciales
que realizaban, de modo imperfecto, la garantía del habeas corpus, pero ella no fue
consagrada hasta la ley de 1679 y siempre como mandato o auto y no como acción que
determina la expedición del auto.
En el Perú, la Constitución de 1920 fue la primera Carta que acogió el hábeas corpus, que
había sido introducido por la ley de 21 de octubre de 1897 y modificado por las leyes 2223 y
2253, ambas del año 1916. La Constitución vigente lo amplió para todas las libertades
individuales y sociales y el Código de Procedimientos Penales reguló su ejercicio con
disposiciones orientadas sólo a impedir que se prolongue la detención arbitraria. El Decreto
Ley 17083 lo ha circunscrito al fuero civil en los casos que no entrañen privación de libertad,
violación de domicilio o restricción de la libertad de transitar.
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En nuestro país, el hábeas corpus es ejercitado respecto de detenciones practicadas por alguna
autoridad. Pero en Gran Bretaña y otros países, procede contra particulares que hayan privado
de su libertad a una persona. En nuestro ordenamiento constitucional, las garantías están
referidas al Estado para limitar los excesos de poder de los funcionarios. Doctrinariamente,
cabe sostener la conveniencia de extender el hábeas corpus a los casos de privación de
libertad impuesta por particulares, pero en rigor nos parece que es desfigurar la construcción
jurídica, elaborada como defensa de los súbditos contra la arbitrariedad del poder público,
ampliar la garantía constitucional. Desde luego, si ello se hiciera en aras de una protección
más expeditiva, la ampliación podría ser beneficiosa.
b. ACCIÓN DE AMPARO
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El recurso de agravio constitucional denominado Hábeas Data, es una garantía que protege
dos derechos fundamentales: el derecho a la información y la autodeterminación informativa
o protección de datos personales; ambos, forman parte del ámbito de los derechos humanos,
reconocidos y protegidos por los Tratados Internacionales y las Cartas Constitucionales de los
diferentes países en los que impera el estado de derecho. No obstante, el avance de las nuevas
tecnologías de la información y las comunicaciones, propias de la sociedad de la información
en la que vivimos, las han puesto en riesgo, tal como lo advierte Flores (2011): "Es así que el
surgimiento de la informática y su impacto en el ámbito jurídico, ha dado lugar a la figura de
la "libertad informática" o "autodeterminación informativa", considerados como derechos de
tercera generación, y que sean protegidos a través de normas constitucionales y normas
específicas " (p.58).
Es la facultad de las personas de solicitar y acceder a la información pública que se encuentra
en todas las entidades del Estado y las empresas privadas que presten servicios al público,
Asimismo, se entiende por información pública, al conjunto de datos almacenados o creados
por los diferentes organismos gubernamentales y que precisamente, por tener carácter público
pertenece a todos los miembros de la sociedad, y que pueden ser solicitados sin expresión de
causa o explicación alguna, y con solo el costo de su reproducción, tal como señala el
Tribunal Constitucional en afinada síntesis y clara advertencia: "El derecho de acceso a la
información pública resultaría siendo ilusorio si el costo que se exige por la reproducción de
la información representa un monto desproporcionado o ausente de un fundamento real. Ello
ocasionaría el efecto práctico de una denegatoria de información y, con ello, lesivo de este
derecho fundamental". (STC N.° 1912-2007-PHD/TC, fundamento 4).
d. ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD
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En el Perú, dado que la Constitución no contempla de modo expreso dicha facultad de los
jueces, la inconstitucionalidad de una ley sólo puede ser opuesta en un proceso incoado con
motivo de la aplicación de la ley. Se trata, por lo tanto, de un medio de defensa dentro de un
procedimiento judicial abierto. La cuestión de inconstitucionalidad puede ser planteada en
cualquier estado del proceso, como excepción de inaplicabilidad de la ley. No cabe ejercerla
como acción, ni menos aún que los jueces hagan la declaración en abstracto, porque ello
excedería de la órbita propia del poder judicial y lo enfrentaría a decisiones de los poderes
elegidos por el pueblo.
La protección constitucional frente a los excesos de los poderes se realiza en la América
Latina mediante una institución típica: el derecho de amparo, oponible a los poderes políticos
y expresivos de una conciencia jurídica que tiene sus remotas raíces en el fuero aragonés. El
control de la constitucionalidad de las leyes por parte del poder judicial es un instituto
americano, resistido en el continente europeo, cuya conciencia jurídica conserva la influencia
doctrinaria de los asambleístas de la Revolución Francesa. La sabiduría de Montesquieu
radica especialmente en su afirmación de que es saludable el poder de impedir, o sea que "el
poder detenga al poder". Por ello, fueron concebidos el veto del Ejecutivo, la cámara revisora
en el Legislativo y los procedimientos judiciales de amparo. Por largo tiempo se han
ejercitado con buen éxito, en razón de que los recursos y acciones que se franquean contra el
abuso de poder son más eficaces que los dogmas democráticos, siempre vagos y no pocas
veces platónicos, pero no se ha admitido la impugnación de inconstitucionalidad.
e. ACCIÓN POPULAR
El citado tratadista LANDA ARROYO define esta acción como “(…) una garantía
constitucional (…)”, cuyas características son las siguientes:
- Procede contra cualquier autoridad o funcionario, sin distinción de jerarquías.
Esta acción significa que el Estado de Derecho, (…), no sea meramente declarativo, al
reconocer la existencia de un sistema de fuentes del derecho -Constitución, ley, reglamento y
contratos, entre otros-, sino que sea eficaz mediante la justicia constitucional en caso de su
incumplimiento.
“En otras palabras, el cumplimiento de los mandatos legales y administrativos si bien son una
obligación jurídica concreta de las autoridades y funcionarios estatales y eventualmente
privados encargados de los asuntos públicos en el Estado de Derecho, ahora en la versión del
Estado democrático constitucional se convierten también en un derecho subjetivo de los
ciudadanos, con la suficiente validez como para demandar judicialmente la expedición de una
orden que compela tanto a las autoridades y funcionarios públicos como a los particulares
renuentes, a que apliquen las normas legales y los actos administrativos dictados
constitucionalmente”
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DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
1. INTRODUCCIÓN
Primeramente los conflictos armados estuvieron regulados por normas no escritas, basadas en
la costumbre. Luego progresivamente, hicieron su aparición tratados bilaterales más o menos
elaborados que los beligerantes ratificaban a veces después de las batallas. En consecuencia,
entonces, el derecho aplicable en los conflictos armados estaba limitado en el tiempo y en el
espacio, dado que sólo era válido para una batalla o un conflicto determinado. Estas normas
variaban según la época, la moral y las civilizaciones. Si bien durante siglos ha habido
cambiantes leyes sobre los usos y costumbres de la guerra, la codificación de las normas
humanitarias comenzó en la segunda mitad del siglo XIX, por iniciativa de Henri Dunant, un
joven suizo que fue herido en la batalla de Solferino. Con posterioridad escribió el libro “Un
souvenir de Solferino” (1862) en el que propuso la creación de sociedades nacionales para
ocuparse de los heridos, sin distingo de bando en que estuviesen enrolados, raza, nacionalidad
o religión, sugiriendo a los Estados la elaboración de un tratado para tal fin. Estas ideas se
plasmaron en 1864 en una conferencia diplomática en la que participaron 16 Estados que
aprobaron el Convenio de Ginebra para el mejoramiento de la suerte que corren los militares
heridos de los ejércitos en campaña. El Convenio de Ginebra, es un tratado multilateral,
abierto a todos los países para proteger tanto a los militares heridos de los ejércitos que se
encontrasen en campaña como al personal sanitario. Entonces lo revolucionario de este
tratado es que por primera opción aparecían normas escritas de carácter universal,
imponiéndose un emblema, una cruz roja sobre un fondo blanco, que en el futuro sería
conocido universalmente como símbolo de solidaridad internacional.
La finalidad del Derecho Internacional Humanitario ha sido limitar los sufrimientos causados
por los conflictos armados, brindando en la medida de lo posible, protección y asistencia
actual, desde la entrada en vigor de la Carta de las Naciones Unidas, se rechaza
inequívocamente la guerra internacional. Es importante hacer la distinción entre Derecho
Internacional Humanitario y el Derecho de los Derechos Humanos. Aunque algunas de sus
normas son similares, éstas dos ramas del Derecho Internacional se han desarrollado por
separado y figuran en tratados diferentes. En particular, el Derecho de los Derechos Humanos,
,a diferencia del Derecho Humanitario Internacional, es aplicable en tiempo de pasa y muchas
de sus disposiciones pueden ser suspendidas durante un conflicto armado. Los hechos siempre
se preceden al Derecho, la solución jurídica para una serie de catástrofes que aparecen en el
devenir histórico de la Humanidad, por consiguiente siempre aparecieron con posterioridad a
los hechos dañosos para las personas. El DIH no fue la excepción a esta regla, en la Primera
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Guerra Mundial, se emplearon métodos como, usar gases contra el enemigo, captura de
misiles de prisioneros de guerras civiles. Luego hubo que ratificar los convenios firmados con
anterioridad para que esto no se repitiera. La Segunda Guerra Mundial muestra una reducción
de civiles muertos y capturados, respecto de la proporción de la Primera Guerra Mundial, a
pesar de las persecuciones étnicas y religiosas. En 1949 se aprobaron los cuatro convenios de
Ginebra para proteger a los heridos, enfermos, prisioneros y civiles.
2. DEFINICIÓN
El Derecho Internacional Humanitario es el conjunto de normas cuya finalidad, en tiempo de
conflicto armado interno o internacional es, por una parte, proteger a las personas que no
participan, o han dejado de participar en las hostilidades y por otra, limitar los métodos y
medios de hacer la guerra. De esta forma, el DIH, establece unas reglas para asistir y proteger
a las personas que no toman parte en las hostilidades: la población civil que sufre las
consecuencias de los combates, los heridos, los enfermos y los prisioneros o personas
retenidas. Así mismo, busca la solución de los problemas que se derivan directamente de los
conflictos armados, internacionales o no, y limitan, por razones humanitarias, el derecho de
las partes en conflicto a utilizar los métodos y medios de su elección para hacer la guerra o
protegen a las personas y a los bienes afectados o que pueden verse afectados por el conflicto.
DIH conocido también como derecho de los conflictos armados, o derecho de la guerra,
comprende dos ramas distintas pero complementarias: (i) El derecho de Ginebra o derecho
humanitario propiamente dicho, cuyo objetivo es proteger a las personas que no participan o
han dejado de participar en las hostilidades, es decir a la población civil y a los combatientes
puestos fuera de combate. (ii) El derecho de La Haya o derecho de la guerra, por el que se
determinan los derechos y las obligaciones de los beligerantes en la conducción de las
operaciones militares y donde se limita la elección de los medios para perjudicar al enemigo.
62
protege a los civiles en las diferentes situaciones, tales como: personas civiles extranjeras en
el territorio de las partes en conflicto, incluidos los refugiados, personas civiles en los
territorios ocupados, detenidos civiles internados; y personal sanitario y religiosos de los
organismos de protección civil. Aquí se aplican los Cuatro Convenios de Ginebra de 1949 y el
Protocolo I de 1977.
63
Necesidad militar. Es un principio que justifica las medidas indispensables para
vencer al enemigo y que éstas no estén prohibidas por el Derecho Internacional
Humanitario.
Limitación. Principio basado en la prohibición de causar males superfluos e
innecesarios al enemigo y que por tanto, limita los medios y métodos que pueden
emplear las partes en el conflicto armado.
Distinción. Principio que exige que las operaciones sean dirigidas sólo contra
objetivos militares. Se prohíben los ataques contra las personas y bienes civiles. Los
que dirigen operaciones militares están obligados a distinguir el ámbito civil del
militar.
Proporcionalidad. Está basado en que los que dirigen operaciones militares no
pueden decidir o realizar un ataque cuando sea de prever que cause, incidentalmente,
daños a bienes civiles o muertos o heridos entre la población civil o ambas cosas, que
serían excesivos con relación a la ventaja militar concreta y directa prevista en el
ataque.
Principio de Limitación. Este principio postula que las armas y métodos que puedan
ser utilizados en los conflictos no son ilimitados, quedando, por consiguiente,
prohibido el empleo de las armas de destrucción masiva, esto es, las armas nucleares,
biológicas y químicas.
Principio de Necesidad Militar. El principio de necesidad militar está íntimamente
relacionado con el objetivo primario del conflicto armado, cual es el sometimiento
total del enemigo lo más pronto posible, con el mínimo de gasto de personal y
recursos.
Principio de Humanidad. El Principio de Humanidad es aquel en virtud del cual toda
persona que no participa o que ha dejado de participar en las hostilidades debe ser
tratada humanamente y no puede ser objeto de discriminación en razón de su sexo,
nacionalidad, raza, religión o pensamiento político. Constituye un pilar fundamental
del Derecho Internacional Humanitario y establece la necesaria coordinación y
conexión con el Derecho Internacional de los Derechos Humanos en el marco de la
Protección de la Persona Humana. Fue formulado en el siglo XVIII primeramente por
Jean-Jaques Rosseau, quien, refiriéndose a la guerra entre Estados indicó que la guerra
no es ni puede ser una relación de hombre a hombre, sino de un Estado con otro
Estado, en la que los particulares sólo son enemigos accidentalmente, no como
hombres, ni como ciudadanos, sino como soldados (...) Siendo el objeto de la guerra la
64
destrucción del Estado enemigo, hay derecho para matar a sus defensores en tanto que
tienen las armas en las manos pero luego que las dejan y se rinden, no son enemigos ni
instrumentos del enemigo, y como vuelven a entrar en la simple clase de hombres, ya
no se tiene derecho a la vida.
Principio de Distinción. En virtud de este principio existe el deber de distinguir entre
las personas que participan en las hostilidades- esto es, los combatientes- y las
personas civiles -no combatientes- y, a la vez, entre los bienes u objetivos civiles y
objetivos militares, con la precisa finalidad que sólo los combatientes y objetivos
militares sean objeto de ataque.
Principio de Proporcionalidad. El principio de proporcionalidad sostiene que la
acción militar es proporcional en la medida que el ataque a un objetivo militar
ocasione bajas y daños civiles que no son excesivos en comparación al resultado
global. Exige, por consiguiente, que los medios de combate resulten razonables,
proporcionados y ajustados a la ventaja militar directa y concreta que se pretende
obtener, incluyendo la prohibición de causar daños incidentales contra la población o
bienes civiles, excluyendo toda forma de violencia excesiva o que no resulte
indispensable para debilitar al adversario.
Principio de Protección al Medio Ambiente. Finalmente cabe referirse al principio
de protección al medio ambiente. Este principio postula que en todo conflicto armado
debe garantizarse el respeto y protección al medio ambiente, prohibiendo
expresamente utilizarlo como un medio de combate.
Para los casos no previstos, en el Derecho Internacional Humanitario se utiliza el principio de
humanidad establecido en la “Cláusula de Martens”: “… las personas civiles y los
combatientes quedan bajo la protección y el imperio de los principios del Derecho de Gentes
derivados de los usos establecidos, de los principios de humanidad y de los dictados de la
conciencia pública”.
Normas fundamentales:
Las personas puestas fuera de combate y las que no participan directamente en las
hostilidades tienen derecho a que se respete su vida y su integridad física y moral.
Estas personas serán, en todas las circunstancias, protegidas y tratadas con
humanidad, sin distinción alguna de índole desfavorable.
Se prohíbe matar o herir a un adversario que se rinda o que esté fuera de combate.
Heridos y los enfermos serán recogidos y asistidos por la Parte en conflicto que los
tenga en su poder. Esta protección se extiende al personal sanitario, a los
65
establecimientos, los medios de transporte y el material sanitario. El emblema de la
Cruz Roja o el de la Medialuna Roja es el signo de esta protección y ha de ser siempre
respetado.
Los combatientes capturados y las personas civiles que se hallen bajo la autoridad de
la Parte adversaria tienen derecho a que se les respete su vida, su dignidad, sus
derechos individuales y sus convicciones. Serán protegidos contra todo acto de
violencia y de represalias, tendrán derecho a intercambiar correspondencia con sus
familiares y a recibir socorros.
Toda persona se beneficiará de las garantías jurídicas fundamentales. Nadie será
considerado responsable de un acto que no haya cometido. Nadie será sometido a
tortura física o mental, ni a castigos corporales o tratos crueles o degradantes.
Las Partes en conflicto y los miembros de sus fuerzas armadas no tienen un derecho
ilimitado por lo que atañe a la elección de los métodos y medios de hacer la guerra.
Queda prohibido emplear armas o métodos de guerra que puedan causar pérdidas
inútiles o sufrimientos excesivos.
Las Partes en conflicto harán, en todas las circunstancias, distinción entre la población
civil y los combatientes, protegiendo a la población y los bienes civiles. Ni la
población civil como tal, ni las personas civiles serán objeto de ataques, estos solo
estarán dirigida contra los objetivos militares.
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Pensando en la siguiente frase Martin Luther King “No me asombran ya los actos malos de la
gente mala sino la indiferencia de la gente buena” reflexiona sobre lo que puedes hacer para
difundir y practicar los principios de la Declaración Universal de Derechos Humanos en tu
trabajo y tu comunidad.
Comentario a los 30 artículos
Artículo 1: Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados
como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Comentario: Sin su dimensión moral, los derechos carecerían de legitimidad; sin su
dimensión política no podrían imponerse y arraigar en la vida social y sin la dimensión
jurídica carecerían de validez y eficacia para organizar la convivencia, nos dice Gregorio
Peces Barba1. En este artículo la DUDH expone su fundamentación ética, es decir establece
los valores que guían la formulación de derechos que viene a continuación. Aquí se refleja la
importancia que los autores concedían a la libertad, la igualdad y la fraternidad, valores
impulsados en el marco de la Revolución Francesa, y que como tales no son realidades sino
aspiraciones, pues eso son justamente los valores: modelos de lo que es bueno, correcto, bello
en una sociedad determinada y en un momento determinado. La libertad puede tener varias
dimensiones: social, política y jurídica, porque nace de una aspiración moral que pasa por el
valor político para convertirse en un valor jurídico expresado como derecho y tiene tres
modalidades: la libertad como no interferencia, la libertad promocional y la libertad
participación. La libertad como no interferencia, crea un ámbito de libertad para el individuo
y en el que nadie puede entrar, ni siquiera con acuerdo del titular, y protege el núcleo que
afecta la capacidad de elección y decisión y a la búsqueda sin interferencia de información
relevante para expresar la voluntad. ¿Crees que en Guatemala tanto el Estado como la
sociedad hacen los esfuerzos necesarios para satisfacer las necesidades de la mayoría? ¿Por
qué hay tanta resistencia a pagar impuestos? ¿Qué es más importante: la igualdad ante la ley o
la igualdad material? La Declaración asume que los seres humanos deben tratarse como
hermanos porque están dotados de razón y conciencia, atributos que los hacen diferentes a los
otros seres vivos. ¿Qué son para ti la razón y la conciencia? ¿Nos tratamos en Guatemala
como hermanos? Si los seres humanos somos diferentes, ¿cómo debemos entender cuando la
Declaración dice que todos los seres humanos nacen libres e iguales?
Artículo 2: 1. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta
Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de
cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier
otra condición. 2. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política,
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jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si
se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no
autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.
Comentario: En 1965 las mismas Naciones Unidas definieron la discriminación: toda
distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en raza, color, linaje, origen nacional o
étnico que por objeto o por resultado menoscabe, anule el reconocimiento, goce o ejercicio en
condiciones de igualdad de los derechos humanos y las libertades fundamentales. La DUDH
proclama la igualdad, pero a lo largo de la historia personas y pueblos han sufrido
discriminación por su raza, sexo, religión, opinión política, origen nacional o étnico, posición
económica o social, nacimiento, rasgos físicos. En muchas ocasiones las discriminaciones se
apoyan en la idea de que determinadas personas no están preparadas para ejercer sus
derechos; por ejemplo, las mujeres, los niños, los pueblos indígenas, las personas con
capacidades diferentes. ¿Qué ideas sustentan este razonamiento? Piensa en la situación de las
mujeres en algunas culturas, la mutilación genital femenina, la lapidación de mujeres
adúlteras, el lenguaje y los chistes sexistas, el acoso sexual; la violencia contra personas
pertenecientes a la diversidad sexual, las barreras que dificultan la movilidad a las personas
discapacitadas, la privatización de la salud. ¿Hay discriminación en Guatemala respecto de
estos y otros grupos sociales? La Constitución Política de la República de Guatemala, en
adelante CPRG recoge los valores que inspiran a la DUDH en sus artículos 2º y 4º.
Artículo 3: Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su
persona.
Comentario: Este artículo consagra como fundamentales el derecho a la vida, la libertad y la
seguridad. El derecho a la vida requiere que el Estado la respete y que impulse medidas
positivas para disminuir la mortalidad infantil y aumentar la esperanza de vida. Sin embargo,
hoy por hoy el derecho a la vida es uno de los más violados. En los conflictos armados
siempre hay miles de víctimas, más civiles (es decir, que no participan en las hostilidades3 ),
sobre todo mujeres, niños, que militares; la violencia social –que el Estado ya no parece ser
capaz de controlar en muchos países es noticia de cada día, en tanto que los indicadores
sociales nos muestran los costos de la pobreza extrema y la miseria, que muchas veces se
deben a las condiciones económicas que los países más desarrollados imponen a los más
países desfavorecidos, usualmente con la aceptación de los propios gobernantes y dirigentes
locales. Un tema profundamente vinculado con el derecho a la vida es el de la aplicación de la
pena de muerte. En Guatemala esta pena es Constitucional, pero ello vulnera el compromiso
internacional adquirido al firmar la Carta de las Naciones Unidas, el Pacto de Derechos
69
Civiles y Políticos y la Convención Americana de Derechos Humanos. Al mismo tiempo,
como sociedad, estamos ante situaciones que trastocan el valor de la vida. ¿Crees que puede
justificarse el linchamiento de una persona que se sospecha que ha robado en una comunidad?
¿Crees que aplicando la pena de muerte o haciendo justicia por propia mano disminuirá la
delincuencia en Guatemala? Reflexiona sobre la frase de Gandhi: “Ojo por ojo y el mundo se
quedará ciego”. ¿Qué condiciones debería reunir la vida de una persona para ejercer el
derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad? ¿Crees que tú tienes esas condiciones? La
CPRG reconoce el derecho a la vida en el Artículo 3º. Al mismo tiempo, en el Artículo 18,
establece la pena de muerte, indicando en qué casos no se impondrá.
Artículo 4: Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de
esclavos están prohibidas en todas sus formas.
Comentario: La esclavitud es una institución legal y práctica social por la cual una persona
es despojada de su libertad y convertida en propiedad o posesión de otra como si fuera una
cosa o un animal4 , sin opción de réplica o protesta y surgió para aprovechar la mano de obra
en vez de sacrificarla. Fue vista como natural y se practicó en las culturas griega y romana y
estuvo en la base del crecimiento preindustrial de Europa al igual que en la colonización de
América, cuando se esclavizó primero a la población indígena y luego a personas
provenientes de África. La esclavitud persiste en lo que ahora se conoce como formas
modernas de esclavitud, ya que un informe de la Relatora de Naciones Unidas, Gulnara
Shahinian, indicó que en el mundo existen 27 millones de esclavos, de los cuales 80%
trabajan para agentes privados5 . En tanto, se ha señalado que Guatemala es un país fuente de
tránsito y destino para hombres, mujeres y niños víctimas de la trata de personas,
específicamente con fines de servidumbre sexual y trabajo forzado6 . En la actualidad hay un
debate sobre el trabajo infantil: la Organización Internacional del Trabajo –OIT- quiere
abolirlo, mientras otros grupos argumentan que en algunos países empobrecidos el trabajo
infantil es imprescindible para la supervivencia familiar. ¿Qué opinas al respecto? Ese trabajo
poco reconocido en el que miles de mujeres realizan en hogares ajenos, con frecuencia en
condiciones que violentan su dignidad, ganando menos del salario mínimo, sin prestaciones,
sufriendo abusos por parte de sus empleadores está muy cerca de ser una forma moderna de
esclavitud. A veces estos fenómenos están muy próximos de nuestra casa y de nuestra familia.
¿Qué opinas de la propuesta de regular el trabajo doméstico?.
Artículo 5: Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes.
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Comentario: Este artículo protege a personas a todas las personas privadas de libertad, ya sea
porque estén presas o detenidas, pacientes en instituciones médicas, migrantes entre otros.
Prohíbe los castigos físicos, el aislamiento y los experimentos médicos sin el libre
consentimiento. ¿Qué es un “trato cruel, inhumano o degradante”? No sólo los agentes del
Estado torturan; en la lucha por ganar rutas y territorios, los narcotraficantes están aplicando
la tortura, así como integrantes del crimen organizado y terroristas. En el presente, en nombre
de la lucha contra el terrorismo, en algunos países se quiere retomar la práctica de la tortura.
¿Crees que esto ayudaría a reducirlo? ¿Podría haber tratos crueles e inhumanos en la escuela o
en el hogar? Los abuelos decían: “la letra con sangre entra”, ¿qué opinas al respecto?
¿Degrada la tortura sólo a la víctima o también al victimario?.
Artículo 6: Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su
personalidad jurídica.
Comentario: En todas partes las personas deben ser reconocidas como sujetos de derecho y
por lo tanto como portadores de derechos. Aun si uno no está en su propio país se tienen
ciertos derechos, como el derecho a la vida o a la integridad física. Este derecho es uno de los
que concretan el valor igualdad, en su dimensión jurídica, es decir, la igualdad ante la ley y
está relacionado con el reconocimiento de que somos sujetos de derechos y por ende, de
deberes. 19 Pero la historia está llena de situaciones en las cuales el Estado y la sociedad no
han ofrecido a ciertos grupos igual protección ante la ley, estableciendo incluso leyes de
segregación racial7 . ¿Sabes qué era el “apartheid”, sistema que existió por décadas en
Sudáfrica? ¿Sabes que hasta los años ´60 los ciudadanos negros no podían sentarse en un bus
a la par de los ciudadanos blancos? ¿Conoces la historia de Martin Luther King? ¿Sabes que
hasta hace poco en Guatemala se castigaba únicamente a las mujeres en el caso de las mujeres
en caso de adulterio? En la actualidad millones de personas se mueven en todo el mundo “sin
papeles”. ¿Qué consecuencias tiene esto para el goce de sus derechos?.
Artículo 7: Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección
de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta
Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.
Comentario: El derecho a la igualdad ante los tribunales y cortes de justicia y a un juicio
imparcial es un elemento fundamental de la protección de los derechos humanos y sirve de
medio procesal para salvaguardar el imperio de la ley. es de naturaleza particularmente
compleja y en él se combinan diversas garantías con diferentes ámbitos de aplicación. Los
artículos 8, 9, 10 y 11 amplían este artículo. ¿Has escuchado el dicho: en Guatemala la justicia
parece una serpiente, porque siempre muerde al descalzo? ¿Hay igualdad ante la ley cuando
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unas personas pueden disponer de mucho dinero y famosos abogados para defenderse,
mientras que otros no tienen estos medios? ¿Cuáles son las funciones del Instituto de la
Defensa Pública Penal? ¿Crees que cumple su misión, ofreciendo las mismas garantías que
ofrece la contratación de abogados?.
Artículo 8: Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos
por la constitución o por la ley.
Comentario: ¿Hay una vulneración de los derechos de los encausados cuando los juicios
tardan varios años? ¿Se puede recurrir ante los tribunales por esta situación? ¿Hay instancias
nacionales ante las que se pueda recurrir? ¿Qué opinas cuando, tras años de encarcelamiento,
las personas son declaradas inocentes, sea luego de un encarcelamiento preventivo, sin
sentencia previa o a raíz de una revisión de la sentencia? Los abogados tienen la misión de
proteger lo mejor posible los intereses de su cliente, ¿es legítimo que, a sabiendas de la
culpabilidad del cliente, intente conseguir una sentencia que le absuelva? ¿Ocurren hechos así
en Guatemala? En Guatemala se reconoce los Métodos Alternativos de Resolución de
Conflictos en el Código Procesal Penal, que son una forma de descongestionar el sistema. Si
estuvieras en medio de un conflicto jurídico ¿acudirías al sistema judicial o intentarías antes
llegar a acuerdos con las partes? Si alguien no respeta nuestros derechos, podemos pedir la
protección de la justicia.
Artículo 9: Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.
Comentario: Este derecho se expresa en la exigencia de ser detenido solamente con orden de
juez competente o infraganti. A veces, la ley ampara detenciones arbitrarias que aunque son
jurídicamente legales se pueden considerar injustas. Desafortunadamente, Guatemala es
famosa mundialmente por la práctica de la desaparición forzada o involuntaria, que se habría
iniciado a fines de los años ´60 del siglo XX, en el marco del conflicto armado, luego de que
el poder estatal se diera cuenta del costo político que conllevaba tener “presos políticos”
aunque, irónicamente, pagó un precio aún mayor por desaparecer a sus ciudadanos. La
desaparición forzada es un conjunto de violaciones de derechos humanos, porque no sólo se
viola la libertad sino la vida de las personas, su seguridad jurídica y la igualdad ante la ley,
pues se extrae a las personas de la protección que la ley pudiera darles. Por ello la
desaparición forzada o involuntaria es un crimen de lesa humanidad, que no prescribe, es
decir, no se extingue la persecución penal aun cuando hayan pasado muchos años después de
ocurrido el hecho. ¿Conoces casos de personas desaparecidas o personas cuyos familiares o
amigos hayan sido desaparecidos? ¿Por qué eran detenidas y desaparecidas estas personas?
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¿Sabes de casos recientes de detenciones arbitrarias o desapariciones? ¿A qué grupos sociales
afectarían?
Artículo 10: Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída
públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación
de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia
penal.
Comentario: Esto significa que nadie puede ser declarado culpable si no es oído y vencido en
juicio, o sea que la culpabilidad sea probada por la parte acusadora. Las audiencias deben
estar abiertas al público en general, incluidos los miembros de la prensa, sin estar limitadas,
por ejemplo, a una determinada categoría de personas. Debe observarse que, aun en los casos
en que el público quede excluido del proceso, la sentencia, con algunas excepciones
estrictamente definidas, debe hacerse pública10. Hasta 1994, cuando entró en vigencia el
actual Código Procesal Penal, en Guatemala se aplicaba el sistema inquisitivo, escrito, secreto
en sus dos fases (sumarial y de juicio “público” que no era tal porque estaba a cargo de un
juez de sentencia), donde la sentencia era resultado de un expediente y la justicia se impartía
en oficinas administrativas. El Código Procesal Penal vigente establece el juicio acusatorio,
implementando el proceso penal por audiencia, aplicando la oralidad en todas las fases11.
¿Sabes que en Guatemala, entre 1982 y 1984 existieron tribunales de fuero especial,
integrados por personas cuya identidad se desconocía, que juzgaban en forma secreta a las
personas? ¿Qué opinión te merece el papel de los jueces en Guatemala? ¿Son independientes
e imparciales? El Relator de Naciones Unidas para la Independencia de Abogados y Jueces,
Leandro Despouy, visitó Guatemala en enero de 2009; en su informe dio cuenta de notables
deficiencias en el sistema de justicia debidas a factores estructurales y presiones ejercidas
sobre los operadores de justicia12 ¿Podrías defenderte si te juzgaran en un idioma que no es el
tuyo?.
Artículo 11: 1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia
mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le
hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa. 2. Nadie será condenado por
actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos según el Derecho
nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el
momento de la comisión del delito.
Comentario: La carga de la prueba recae sobre la acusación y el acusado tiene el beneficio de
la duda. No puede suponerse a nadie culpable, a menos que se haya demostrado la
culpabilidad fuera de toda duda razonable. Además, la presunción de inocencia implica el
73
derecho a ser tratado de conformidad con este principio. A la luz del artículo anterior de la
Declaración Universal de Derechos Humanos y de éste, reflexiona sobre el principio de que
“todos somos inocentes mientras no se demuestre lo contrario” y “todos somos culpables
mientras no demostremos nuestra inocencia”. ¿Qué opinas de los linchamientos?, ¿crees que
las personas linchadas tuvieron las garantías necesarias para su defensa y que se demostró su
culpabilidad? Con frecuencia se juzga a las personas por apariencias, o por su aspecto o por
sus antecedentes. ¿Todos los jóvenes que lucen tatuajes son delincuentes y por qué parece que
nos escandalizamos cuando los asaltantes son “jóvenes bien vestidos”? ¿Conoces casos que a
una persona, por su apariencia, no se le haya respetado el derecho a la presunción de
inocencia? A veces los medios de comunicación difunden los nombres y rostros de los
acusados y otros datos sin que esté probada su culpabilidad. ¿Qué opinas al respecto? Este
artículo también prevé que hay delitos que son tan graves, que no prescriben, es decir, no se
puede extinguir la persecución penal aunque los hechos se hayan cometido hace muchos años
y no figuraran en el código penal en ese momento, como la desaparición forzada o
involuntaria, la tortura, el genocidio. La CPRG desarrolla estos derechos en sus Artículos del
6º al 17.
Artículo 12: Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su
domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene
derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques.
Comentario: Este derecho debe estar garantizado respecto de todas esas injerencias y
ataques, provengan de las autoridades estatales o de personas físicas o jurídicas. Como todas
las personas viven en sociedad, la protección de la vida privada es por necesidad relativa. Sin
embargo, las autoridades públicas competentes sólo deben pedir aquella información relativa
a la vida privada de las personas cuyo conocimiento resulte indispensable para los intereses de
la sociedad14 En el marco de los conflictos armados el Estado suele aplicar medidas para
controlar a las personas, como sucedió en el caso de Guatemala, donde los propios vecinos,
compelidos a participar en las patrullas de autodefensa civil, asumieron tareas de inteligencia
para vigilar a la comunidad tomando un papel que corresponde desarrollar al Estado. Pero
también en la vida cotidiana encontramos hechos que vulneran la intimidad, como la difusión
en los medios de comunicación de aspectos de la intimidad de funcionarios/as públicos, que
son utilizados para atacarles. Comenta los aspectos positivos y negativos que pueden tener las
nuevas tecnologías en relación con los derechos humanos en general, y en concreto con el
derecho a la intimidad.
74
Artículo 13: 1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el
territorio de un Estado. 2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del
propio, y a regresar a su país.
Comentario: Toda persona que se encuentre dentro del territorio de un Estado disfruta,
dentro de ese territorio, del derecho de desplazarse libremente y de escoger su lugar de
residencia. Una persona extranjera que hubiese entrado ilegalmente a un Estado, pero cuya
condición se hubiese regularizado, se encuentra legalmente dentro del territorio. La libre
circulación por el mundo en realidad está limitada por los requisitos que cada país impone
para dejar entrar a ciudadanos de otro país a su territorio, como la visa, un permiso para entrar
por un tiempo, después del cual, si quieren prolongar la estancia o permanecer, se debe
realizar otros trámites. ¿Conoces algún país en el que no se permite a sus ciudadanos salir
libremente al extranjero? ¿Por qué sucede esto? La CPRG reconoce la libertad de locomoción
en el Artículo 26.
Artículo 14: 1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a
disfrutar de él, en cualquier país. 2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción
judicial realmente originada por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y
principios de las Naciones Unidas.
Comentario: Toda persona tiene derecho de trasladarse a otro país cuando en el propio es
objeto de persecución política o que no sea motivada por la comisión de delitos de orden
común. Se debe realizar de acuerdo con la legislación nacional del Estado que ofrece el asilo,
pues se trata de un acto unilateral; este punto puede dificultar el ejercicio de este derecho,
habida cuenta de que muchos Estados exigen numerosos requisitos para conceder el derecho
de asilo a una persona. Este derecho se relaciona con el derecho al refugio, que aplica cuando
la persona es perseguida por otras razones, además de la persecución política, como
hambrunas o emergencias ambientales. Propio de estos derechos es el principio de no
devolución, es decir que un Estado no puede situar a una persona en un lugar (por ejemplo,
una frontera), donde su vida corra peligro, menos aun cuando está en trámite una petición de
asilo. Hay casos en que no puede concederse el derecho de asilo: narcotraficantes, miembros
del crimen organizado, personas que han cometido delitos o violaciones a los derechos
humanos. De igual forma, un país puede limitar la salida de sus ciudadanos por ley, por medio
del arraigo, para prevenir infracciones legales o para proteger la seguridad nacional, el orden
público o la salud pública y los derechos de los demás.
Artículo 15: 1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad. 2. A nadie se privará
arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de nacionalidad.
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Comentario: La nacionalidad es el vínculo jurídico entre un individuo y un Estado de que
forma parte como ciudadano; el régimen de nacionalidad es potestad de cada Estado, pues
surge de su soberanía y puede ser originaria o adquirida Cada Estado establece quiénes son
nacionales de dicho Estado y determina cuáles son sus derechos y deberes. A esto se le llama
nacionalidad jurídica o de pasaporte. Otra nacionalidad es la identitaria, que es la pertenencia
a un grupo social de fuerte personalidad identitaria, o sea con rasgos distintivos que lo
constituyen como una nación. La idea de nacionalidad corresponde a un vínculo de calidad
tanto política como jurídica, pues el interés de los estados se agrega a la inclinación efectiva
de los individuos hacia su nación, de los que se derivan los derechos políticos como
inherentes a los seres que en conjunto constituyen la población de un país.
Artículo 16: 1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin
restricción alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia,
y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de
disolución del matrimonio. 2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros
esposos podrá contraerse el matrimonio. 3. La familia es el elemento natural y fundamental de
la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.
Comentario: El concepto de familia puede diferir en algunos aspectos de un Estado a otro, e
incluso de una región a otra dentro de un Estado, y por tanto no es posible dar una definición
del concepto de norma. Sin embargo, cuando un grupo de personas es considerado como una
familia en la legislación y la práctica de un Estado, éste debe ser objeto de la protección
contemplada en este artículo, se trate de una familia nuclear o de una familia extendida, pues
ambas formas requieren protección del Estado, así como otras formas, tales como parejas no
casadas y sus hijos o padres solteros y sus hijos. El derecho a fundar una familia implica, en
principio, la posibilidad de procrear y de vivir juntos, por lo que cuando los Estados Parte
adopten políticas de planificación familiar, no deben ser ni discriminatorias ni obligatorias.
Del mismo modo, la posibilidad de vivir juntos implica la adopción de medidas adecuadas, al
interior de un Estado y en su caso en cooperación con otros Estados, para garantizar la unidad
o la reunificación de las familias, sobre todo cuando sus miembros están separados por
razones políticas, razones económicas o similares. Durante el matrimonio, los esposos deben
tener iguales derechos y responsabilidades en la familia, lo que aplica a todos los asuntos
derivados de su relación, como la elección de residencia, la gestión de la familia, la educación
de los hijos y la administración de activos. Esta igualdad es también aplicable a los arreglos
relativos a la separación legal o la disolución del matrimonio. Se indica que hombres y
mujeres tendrán iguales derechos en cuanto al matrimonio durante el matrimonio y en su
76
disolución, pero ¿has pensado por qué la mujer tiene derecho a usar el apellido de su esposo
pero el hombre no tiene el derecho de usar el apellido de su esposa? ¿Por qué muchas mujeres
en Guatemala después de una separación o divorcio deben pelear la pensión alimenticia? El
concepto de matrimonio y familia ha cambiado profundamente desde que este artículo se
consagró en la DUDH, como lo reconoce el Comité de Derechos Humanos en la Observación
General citada. Entonces el matrimonio sólo podía celebrarse entre personas de sexo diferente
pero ahora se acepta que esta institución exista entre personas del mismo sexo. Entonces la
familia nuclear era el modelo para seguir, mientras en la actualidad el número de hogares
monoparentales a cuyo frente está una madre soltera cada vez va en aumento y aún hay
matrimonios que deciden no tener hijos, cuando la institución se creó para regular
jurídicamente la reproducción de la especie, el parentesco y la herencia.
Artículo 17: 1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente. 2.
Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.
Comentario: La propiedad es el dominio que un individuo tiene sobre una cosa determinada,
con la que puede hacer lo que desee su voluntad”; es el poder directo e inmediato sobre un
objeto o bien, por la que se atribuye a su titular la capacidad de disponer de él, sin más
limitaciones que las que imponga la ley, prohibiendo la expropiación arbitraria (caprichosa e
injusta) de la propiedad. La propiedad colectiva puede ser de dos tipos: el caso de que un
grupo de personas sean las propietarias (como en una cooperativa), o que sea el Estado el
propietario (el conjunto de los ciudadanos) y podría incluir desde vehículos hasta bancos. Este
derecho, como otros consagrados en la DUDH, no es un privilegio, es decir una ventaja o una
prerrogativa especial de que goza una persona o grupo de personas, sino un derecho universal,
es decir para todos y todas. En el marco de la elaboración de la Constitución Política de la
República de Guatemala, se propuso que su artículo 39 regulara la función social de la
propiedad privada, lo cual encontró férrea oposición del sector empresarial que invocó para
ello los derechos humanos, logrando que se desechara este proyecto de artículo y se recogiera
la propiedad privada sin calificativos. A la luz de las líneas anteriores, reflexiona sobre el
derecho a la propiedad. ¿Por qué si es un derecho y por ende tiene aspiración de
universalidad, son tan pocas personas quienes lo disfrutan?
Artículo 18: Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de
religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la
libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público
como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.
77
Comentario: El derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión (que
incluye la libertad de tener creencias) abarca la libertad de pensamiento sobre todas las
cuestiones, las convicciones personales y el compromiso con la religión o las creencias, ya se
manifiesten a título individual o en comunidad con otras personas, abarcando las religiones
tradicionales y otras religiones o creencias. La libertad de manifestar la religión o las
creencias mediante el culto, la celebración de los ritos, las prácticas y la enseñanza abarca una
amplia gama de actividades. El culto incluye los actos rituales y ceremoniales con los que se
manifiestan creencias, la construcción de lugares de culto, el empleo de fórmulas y objetos
rituales, la exhibición de símbolos y la observancia de las fiestas religiosas y los días de
asueto, el uso de prendas de vestir o tocados distintivos, la participación en ritos asociados
con determinadas etapas de la vida, y el empleo de un lenguaje especial que habitualmente
sólo hablan los miembros del grupo. Además, la libertad de escoger a sus dirigentes
religiosos, sacerdotes y maestros, la libertad de establecer seminarios o escuelas religiosas y la
libertad de preparar y distribuir textos o publicaciones religiosos. Ninguna manifestación de
carácter religioso o de creencias puede hacer propaganda en favor de la guerra o promover el
odio que incite a la discriminación, la hostilidad o la violencia.
Artículo 19: Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este
derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir
informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier
medio de expresión.
Comentario: Este derecho incluye la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones de
toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito, en forma impresa o
artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección. El derecho a la libertad de
expresión es considerado como uno de los pilares de la democracia, ya que para la formación
de una opinión pública dinámica y plural, es indispensable contar con una sociedad
suficientemente informada. La libertad de expresión contiene dos dimensiones (individual y
social), que poseen igual importancia y deben ser garantizadas plenamente por el Estado de
forma simultánea, para que el derecho sea realmente efectivo. La dimensión individual
comprende no sólo el derecho de hablar o escribir libremente, sino también el derecho a
utilizar cualquier medio que se considere apropiado para difundir el pensamiento y las ideas, a
fin de llegar al mayor número posible de personas. Por otro lado, la dimensión social es
entendida como el medio idóneo para el intercambio de ideas e información, con la finalidad
de que se conozcan los diversos puntos de vista y el debate sea abierto y plural; éste es el caso
de los medios de comunicación. El Estado debe proteger este derecho y abstenerse de cometer
78
cualquier tipo de violación a la libertad de expresión, sea directa o indirectamente. En sentido
negativo, la libertad de expresión se puede invocar para negar violaciones a los derechos
humanos y para hacer apología de la violencia, del racismo y de otros valores contrarios a la
dignidad; también se puede utilizar para atacar la vida privada de las personas.
Artículo 20: 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas.
2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.
Comentario: Es la facultad de las personas para constituir agrupaciones permanentes
encaminadas a la consecución de fines específicos, como sindicatos, asociaciones,
federaciones. Sus caracteres típicos y constantes son: la participación de varias personas, el
fin común de carácter permanente, y la creación de un nuevo sujeto de derechos y
obligaciones distinto a los asociados. La asociación tiene un carácter voluntario, pues su
ejercicio descansa en la propia decisión de una persona de vincularse con otras; un carácter
relacional, pues se ejerce necesariamente en tanto existan otras personas que deseen formar
parte de la colectividad y un carácter instrumental, pues las asociaciones se constituyen para
la consecución de los fines que sus integrantes desean desarrollar. En su aspecto individual, el
derecho de asociación implica reconocer a las personas la libertad de formar una organización
jurídica, de ingresar en una ya existente, de no ingresar en ninguna o de dejar de pertenecer a
una institución de la que es miembro. En cuanto institución, la libertad de asociación implica
reconocer a estas organizaciones personalidad jurídica, de manera que puedan adquirir
derechos u obligaciones, y desarrollar libremente sus actividades. Este derecho se relaciona
con la libertad de pensamiento y expresión y de reunión y los derechos de participación, pues
la participación política se canaliza preferentemente a través de formas específicas de
asociaciones, como los partidos políticos.
Artículo 21: 1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país,
directamente o por medio de representantes libremente escogidos. 2. Toda persona tiene el
derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país. 3. La
voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará
mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio
universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad
del voto.
Comentario: Es el derecho de las personas a participar en los procesos de dirección de los
asuntos públicos, abarcando todos los aspectos de la administración pública y la formulación
y aplicación de políticas internacionales, nacionales, regionales y locales. Se participa en la
dirección de los asuntos públicos ejerciendo como miembros del órgano legislativo u
79
ocupando cargos ejecutivos; promulgando o modificando la constitución o decidiendo
cuestiones de interés público mediante referendos u otros procesos, asistiendo a asambleas
populares facultadas para adoptar decisiones sobre cuestiones locales o sobre los asuntos de
una determinada comunidad o ejerciendo influencia mediante el diálogo o debate. Los
Estados deben adoptar medidas eficaces para asegurar que todas las personas que tengan
derecho a votar puedan ejercerlo, proteger la libertad de expresión, la de reunión y la de
asociación y adoptar medidas positivas para superar dificultades como el analfabetismo, las
barreras lingüísticas, la pobreza o los obstáculos a la libertad de circulación, que impidan a las
personas con derecho de voto ejercer sus derechos en forma efectiva. Uno de los sectores
sociales más afectados en el ejercicio de este derecho a lo largo de la historia han sido las
mujeres. En sociedades en las que las mujeres han sido marginadas históricamente,
impidiendo o dificultando su participación en la vida política, se ha implementado el sistema
de cuotas mínimas de la mujer por ley de forma que un determinado porcentaje de los
miembros en los distintos poderes del Estado sean mujeres. ¿Qué opinas del sistema de
cuotas? ¿Deben ser temporales o permanentes? ¿Aseguran la participación de las mujeres o se
requiere algo más?.
Artículo 22: Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social,
y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la
organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos,
sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.
Comentario: El derecho a la seguridad social es fundamental para garantizar a todas las
personas su dignidad humana frente a circunstancias que les privan de su capacidad para
ejercer plenamente sus derechos económicos, sociales y culturales. Incluye el derecho a
obtener y mantener prestaciones sociales, ya sea en efectivo o en especie, sin discriminación,
con el fin de obtener protección, en particular contra la falta de ingresos procedentes del
trabajo debido a enfermedad, invalidez, maternidad, accidente laboral, vejez o muerte de un
familiar; gastos excesivos de atención de salud; apoyo familiar insuficiente, en particular para
los hijos y los familiares a cargo. La seguridad social tiene carácter redistributivo y tiene un
papel importante para reducir y mitigar la pobreza, prevenir la exclusión social y promover la
inclusión social. Nuevamente, la reflexión sobre este artículo nos lleva a recordar que la
realidad mundial cuando se elaboró la DUDH era diferente, pues en la actualidad la seguridad
social está en crisis así como el Estado de Bienestar. Ciudadanos de algunos países tienen
buenas prestaciones sociales mientras los de otros países las desconocen por completo, en
tanto que los Estados tampoco ofrecen ayudas a colectivos determinados: discapacitados
80
físicos y mentales, madres solteras sin recursos, personas desempleadas, enfermos de VIH,
etc.
Artículo 23: 1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a
condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo. 2.
Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual. 3.
Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le
asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será
completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social. 4. Toda
persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.
Comentario: El derecho al trabajo es esencial para la realización de otros derechos humanos
y constituye una parte inseparable e inherente de la dignidad humana. Toda persona tiene el
derecho a trabajar para poder vivir con dignidad. El derecho al trabajo sirve, al mismo tiempo,
a la supervivencia del individuo y de su familia y contribuye también, en tanto que el trabajo
es libremente escogido o aceptado, a su plena realización y a su reconocimiento en el seno de
la comunidad. Es un derecho individual que pertenece a cada persona, y es a la vez un
derecho colectivo. Engloba todo tipo de trabajos, ya sean autónomos o trabajos dependientes
sujetos a un salario e incluye el derecho de todo ser humano a decidir libremente aceptar o
elegir trabajo. También supone no ser obligado de alguna manera a ejercer o efectuar un
trabajo y el derecho de acceso a un sistema de protección que garantice a cada trabajador su
acceso a empleo. Además implica el derecho a no ser privado injustamente de empleo. El
ejercicio laboral en todas sus formas y a todos los niveles supone la existencia de elementos
interdependientes y esenciales como la disponibilidad (que el Estado cuente con servicios
especializados que ayuden a las personas a identificar el empleo disponible); accesibilidad
(que no haya discriminación, que haya accesibilidad física y que exista información sobre los
medios para obtener acceso al empleo) y aceptabilidad y calidad.
Artículo 24: Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una
limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.
Comentario: El ocio es el tiempo libre que se dedica a ciertas actividades que no son el
trabajo ni las actividades domésticas esenciales, un tiempo recreativo que debe tener cierto
sentido motivador. El descanso es la interrupción del trabajo para reposar. Ambos son
fundamentales para la salud física y mental de las personas. Se ha definido tres tipos de
descanso para los trabajadores: el descanso dentro de la jornada de trabajo, el descanso
semanal y el feriado anual; todos persiguen reponer las fuerzas físicas e intelectuales gastadas
después de un período determinado. El derecho al ocio y al descanso requiere que se cuente
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con ciertas condiciones, como lugares adecuados en el centro de trabajo y lugares públicos, en
los que se pueda disfrutar el tiempo libre con seguridad. Pero pensemos en las mujeres en el
área rural cuya jornada empieza en horas de la madrugada para llevar el maíz al nixtamal y
concluye cuando toda la familia duerme; en las mujeres que tienen doble jornada, una fuera
de casa y otra en el hogar o que tienen dos empleos además del trabajo hogareño. O pensemos
en las mujeres a cuyo cuidado están personas dependientes (ancianos, personas con
discapacidad física y mental) a quienes dedican las 24 horas del día, sin tener el más mínimo
tiempo libre, lo que es normal en muchas culturas, donde el cuidado de los demás es un papel
exclusivo de las mujeres. En nuestra sociedad quienes trabajan no tienen suficiente tiempo
libre para descansar y, cuando lo tienen no cuentan con los recursos para disfrutarlo
sanamente o con espacios adecuados para compartir tiempo con la familia o las amistades. La
inseguridad campea en todo lugar: en el centro comercial, en el parque, en las calles del
barrio, lo que contribuye al aislamiento social.
Artículo 25: 1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así
como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la
vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a
los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de
pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad. 2. La
maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños,
nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.
Comentario: El nivel de vida adecuado contiene diversos derechos como alimentación,
vestido, vivienda y asistencia médica, entre otros. El derecho a la alimentación adecuada se
ejerce cuando todas las personas tienen acceso físico y económico, a la alimentación adecuada
o a medios para obtenerla y no sólo un conjunto de elementos nutritivos. Aunque este derecho
tendrá que alcanzarse progresivamente, los Estados tienen la obligación básica de adoptar las
medidas necesarias para mitigar y aliviar el hambre, incluso en caso de desastre natural o de
otra índole. La alimentación adecuada comprende la disponibilidad de alimentos en cantidad y
calidad suficientes para satisfacer las necesidades alimentarias de los individuos, sin
sustancias nocivas, y aceptables para una cultura determinada y la accesibilidad de esos
alimentos en formas que sean sostenibles y que no dificulten el goce de otros derechos
humanos. Aunque son los Estados los responsables últimos del cumplimiento de éste, todos
los miembros de la sociedad -los particulares, las familias, las comunidades locales, las
organizaciones no gubernamentales, las organizaciones de la sociedad civil y el sector
empresarial privado- son responsables de la realización del derecho a una alimentación
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adecuada. El derecho a la vivienda no es sólo tener un techo sobre la cabeza, porque es parte
del derecho a vivir en seguridad, paz y dignidad en alguna parte. La “vivienda” debe ser
garantizada para todos, sean cuales fueren sus ingresos o su acceso a recursos económicos y
debe ser adecuada. “Adecuada” implica que la vivienda debe tener ciertas características
como: a) seguridad jurídica de la tenencia; b) disponibilidad de servicios, materiales,
facilidades e infraestructura; c) gastos soportables; d) habitabilidad; asequibilidad; f) lugar
accesible y saludable; g) adecuación cultural. El derecho a la salud entraña libertades y
derechos. Entre las libertades figura el derecho a controlar su salud y su cuerpo, con inclusión
de la libertad sexual y genésica (o de procreación), y el derecho a no padecer injerencias,
como el derecho a no ser sometido a torturas ni a tratamientos y experimentos médicos no
consensuales. En cambio, entre los derechos figura el relativo a un sistema de protección de la
salud que brinde a las personas oportunidades iguales para disfrutar del más alto nivel posible
de salud. El derecho a la salud debe entenderse como un derecho al disfrute de toda una gama
de facilidades, bienes, servicios y condiciones necesarios para alcanzar el más alto nivel
posible de salud. Es un derecho inclusivo que no sólo abarca la atención de salud oportuna y
apropiada sino también los principales factores determinantes de la salud, como el acceso al
agua limpia potable y a condiciones sanitarias adecuadas, el suministro adecuado de alimentos
sanos, una nutrición adecuada, una vivienda adecuada, condiciones sanas en el trabajo y el
medio ambiente, y acceso a la educación e información sobre cuestiones relacionadas con la
salud, incluida la salud sexual y reproductiva y la participación de la población en la adopción
de decisiones sobre las cuestiones relacionadas con la salud en los planos comunitario,
nacional e internacional.
Artículo 26: 1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al
menos en lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental
será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los
estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos. 2. La
educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el
fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales;
favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los
grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones
Unidas para el mantenimiento de la paz. 3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el
tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.
Comentario: La educación es un derecho humano intrínseco y un medio indispensable de
realizar otros derechos humanos y debe orientarse al desarrollo del sentido de la dignidad de
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la personalidad humana, capacitar a todas las personas para participar efectivamente en una
sociedad libre y favorecer la comprensión entre todos los grupos étnicos, y entre las naciones
y los grupos raciales y religiosos. La educación en todas sus formas y en todos los niveles
debe tener cuatro características interrelacionadas: a) disponibilidad de instituciones y
programas de enseñanza en cantidad suficiente, b) accesibilidad, pues esas instituciones y
programas deben ser accesibles a todos, sin discriminación; c) aceptabilidad, pues la forma y
el fondo de la educación deben ser pertinentes, adecuados culturalmente y de buena calidad
para los estudiantes y, cuando proceda, los padres y d) adaptabilidad a las necesidades de
sociedades y comunidades en transformación y responder a las necesidades de los alumnos en
contextos culturales y sociales variados. El ejercicio del derecho a la educación es parte del
desarrollo de la personalidad y una contribución significativa al desarrollo del país y de la
sociedad en que vivimos. Sin embargo, durante siglos las niñas, que son al menos la mitad de
la población, han estado marginadas de los sistemas educativos, con el argumento de que si su
destino es casarse y tener hijos ¿para qué van a estudiar? ¿Qué peso ha tenido esta
marginación en Guatemala? En nuestro país este derecho, cuyo aseguramiento es una de las
obligaciones del Estado, es otro de los derechos que se confunden con un privilegio, pues
solamente quienes pueden pagarla pueden tener acceso a una educación de calidad. El
numeral 1 de este artículo indica que la educación elemental debe ser gratuita. Reflexiona
sobre la decisión gubernamental de imponer la gratuidad de la educación y aún ofrecer un
estipendio a los padres y madres de familia para que envíen a sus hijos a la escuela.
Artículo 27: 1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la
comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que
de él resulten. 2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y
materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas
de que sea autora.
Comentario: Existen más de 5,000 culturas y más de 150 definiciones de cultura; por ello
diremos que cultura es, generalizando, lo que la gente hace y lo que la gente piensa, en
aspectos que abarcan la concepción del mundo y de la vida, la religión, el derecho, el arte, las
relaciones de producción y reproducción; es la suma de actividades humanas, valores,
conocimientos y prácticas y está estrechamente relacionado con los derechos a la educación y
a la información. De la identidad cultural se desprende, del derecho a ser diferente y del
respeto mutuo de una cultura por otra; contribuye a la liberación de los pueblos y vitaliza las
posibilidades de los seres humanos de realizarse, alimentándose del pasado, recibiendo
positivamente las contribuciones exteriores que sean compatibles con sus propias
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características, y a continuar de esa manera el proceso de su propia creación29. El derecho a
la propiedad intelectual es el conjunto de derechos que corresponden a autores, artistas,
productores, respecto de las obras que son fruto de su creación. Todos estamos inmersos en
una cultura, que al tiempo que es cambiante muestra resistencia al cambio y dentro de la cual
hay aspectos que destacan la dignidad de la persona y otros que la vulneran, como el
machismo y el patriarcado, la exclusión social, la xenofobia y homofobia, que se pueden
expresar en prácticas sociales (como la ablación de genitales), canciones, programas de
televisión, pinturas.
Artículo 28: Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional
en el que los derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente
efectivos.
Comentario: Al ser signatarios de tratados internacionales en materia de derechos humanos,
los Estados tienen la obligación de respetar los derechos, quien debe tutelarlos para que se
hagan plenamente efectivos, comprometiéndose a garantizarlos sin discriminación y a adoptar
medidas para satisfacerlos. En el 50º. aniversario de la DUDH, la Asamblea de Naciones
Unidas aprobó por consenso la Declaración sobre el derecho y el deber de los individuos, los
grupos y las instituciones de promover y proteger los derechos humanos y las libertades
fundamentales universalmente reconocidos30, por lo que la construcción de ese orden social e
internacional en que los derechos sean plenamente respetados corresponde a los Estados pero
también a nosotros y nosotras.
Artículo 29: 1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella
puede desarrollar libre y plenamente su personalidad. 2. En el ejercicio de sus derechos y en
el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones
establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los
derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden
público y del bienestar general en una sociedad democrática. 3. Estos derechos y libertades no
podrán, en ningún caso, ser ejercidos en oposición a los propósitos y principios de las
Naciones Unidas.
Comentario: Cada derecho conlleva un deber: si tenemos el derecho a la educación debemos
estudiar; si tenemos la suerte de tener trabajo debemos trabajar honradamente; si queremos
que se nos respete la dignidad, debemos respetar la dignidad de los otros, siguiendo la regla
de oro existente en muchas culturas: “No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a
ti” o en el cristianismo, “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
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Artículo 30: Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere
derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar
actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades
proclamados en esta Declaración.
Comentario: Este artículo protege la interpretación de todos los artículos de la DUDH de
toda injerencia externa contraria a los propósitos de Naciones Unidas. Una de las
características de los derechos humanos es su progresividad, que están en constante
evolución. Desde que 44 surgió la DUDH en 1948 los derechos en ella contenidos han sido
desarrollados en diversos tratados y convenciones, ampliando el ámbito del derecho y sus
garantías buscando una protección más amplia de los derechos. El reconocimiento de estos
derechos es parte del proceso de especificación, que concreta y profundiza la generalización
de los derechos humanos. Al mismo tiempo, las tensiones entre ciertos derechos se han
profundizado en la actualidad, donde otros actores con mucho poder económico y político,
diferentes a los Estados, han entrado en juego, imponiendo nuevos desafíos a la búsqueda del
respeto a la dignidad de los seres humanos. Una vez reconocido un derecho, no puede darse
marcha atrás porque las mujeres, niños, y jóvenes, los pueblos indígenas, de las personas con
discapacidad, de las personas con opción sexual diferente, los seres humanos están dispuestos
a seguir luchando por su dignidad, que es, finalmente, el motor de la historia.
III. UNIDAD
Principio 4.
El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho a crecer y
desarrollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre,
cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal. El niño tendrá derecho a disfrutar
de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.
Principio 5.
El niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social debe recibir el
tratamiento, la educación y el cuidado especiales que requiere su caso particular.
Principio 6.
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El niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, necesita amor y
comprensión. Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de
sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material; salvo
circunstancias excepcionales, no deberá separarse al niño de corta edad de su madre. La
sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente a los niños
sin familia o que carezcan de medios adecuados de subsistencia. Para el mantenimiento de los
hijos de familias numerosas conviene conceder subsidios estatales o de otra índole.
Principio 7.
El niño tiene derecho a recibir educación, que será gratuita y obligatoria por lo menos en las
etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita, en
condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su
sentido de responsabilidad moral y social, y llegar a ser un miembro útil de la sociedad. El
interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su
educación y orientación; dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a sus padres. El
niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deben estar orientados
hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se
esforzarán por promover el goce de este derecho.
Principio 8.
El niño debe, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que reciban protección y
socorro.
Principio 9.
El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación. No será
objeto de ningún tipo de trata. No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima
adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o
empleo alguno que pueda perjudicar su salud o su educación o impedir su desarrollo físico,
mental o moral.
Principio 10.
El niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la discriminación racial,
religiosa o de cualquier otra índole. Debe ser educado en un espíritu de comprensión,
tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de
que debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.
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