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UNIVERSIDAD DE LOS ANDES

FACULTAD DE ADMINISTRACIÓN
MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN (MBA-TP)
DESARROLLO SOSTENIBLE
Profesor Uriel Néstor Sanchez Sanchez
Elaborado por: Giovanni Andrés Soler Reyes

ENSAYO DE REFLEXIÓN

¿Qué haría diferente después de haber participado en el curso y por qué?

Resumo las lecciones aprendidas a lo largo del curso como una serie de campanazos que
he recibido y que me invitan a reaccionar para cambiar todos aquellos comportamientos en
mi vida que están aportando más al problema de la destrucción del planeta, en lugar de
conservarlo en condiciones habitables para las futuras generaciones de humanos y de otras
especies que hacen parte de la biósfera.

El primer mensaje de alerta llegó con la asignación que se nos entregó respecto a llenar la
encuesta a fin de calcular la huella de Carbono según mis hábitos y condiciones de vivienda.
Mientras llenaba la encuesta sinceramente creía que con las costumbres que traigo desde
el seno del hogar de mis padres y que he continuado cuando me fui a vivir solo y luego
cuando formé un hogar, más lo que practico en el ámbito laboral, pues me daría el suficiente
puntaje para concluir que yo consumo mucho menos de lo que la tierra puede suplirme en
términos de servicios ecosistémicos, gran sorpresa me llevé al ver que según mis respuestas
y si todo el mundo tuviera mi estilo de vida, se necesitarían 2.7 tierras para sostener este
ritmo de consumo. En este punto uno interpreta que no es suficiente con hacer separación
de residuos en el hogar o en la oficina, tampoco alcanza que en los lugares en donde uno
se encuentre se procure botar la basura en los contenedores apropiados y con el mismo
criterio de separación, pues el solo hecho de generar desperdicios o requerir energía,
ahonda los problemas de una sociedad con poca conciencia sobre sus niveles de consumo
y la repercusión negativa que esto está trayendo para los ecosistemas de todo el planeta.

A los cuestionamientos suscitados alrededor de lo que podría estar haciendo mal como
individuo, se sumó el impacto que me dejó todo el contexto que el curso nos entregó acerca
de la historia sobre el Desarrollo Sostenible, los datos científicos que soportan la creciente
preocupación sobre el balance de los ecosistemas en la Tierra y los retos que se han
establecido en innumerables estudios, cumbres internacionales y en pronunciamientos de
líderes de naciones o de ciertos sectores privados, los cuales han quedado más como
promesas publicitarias, que como hechos concretos que arrojen mejoras evidentes.

He comprendido que el propósito del curso no es dejar una sensación de que tenemos un
destino desolador y sin opciones de cambio, sino más bien, de identificar oportunidades de
mejora, de ver “el vaso medio lleno”, de modo que con el conocimiento adquirido podamos
convertirnos en agentes de renovación e influenciar a la mayor cantidad de personas a
través de nuestros roles como familia, amigos y líderes de empresas, para que en conjunto
tomemos acciones disruptivas que detengan la inercia destructiva que actualmente está
conduciendo a nuestra especie hacia su propia extinción.
El propósito de la humanidad yace en dos caminos claros: o buscamos y aplicamos
estrategias para evolucionar como sociedad, hacia un modo de vida que garantice la
disponibilidad de los recursos naturales, económicos y sociales, que son finitos, para que las
futuras generaciones puedan existir en condiciones saludables y cada vez más equitativas
en términos de bienestar, o por el contrario, no hacemos nada y más pronto que tarde nos
veremos obligados a presenciar escenarios donde la creciente pobreza, inequidad y escasez,
conduzcan a guerras por los pocos recursos disponibles, lo que a la postre y en un círculo
vicioso, acelerará nuestra autodestrucción.

Los caminos que llevan a la mejora son varios, y la tarea de nosotros es aterrizar a nuestra
vida los conceptos que como ejemplo han difundido la Organización de Naciones Unidas a
través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 2015), pues son metas escalables a
cualquier contexto y en todos los países. En lo particular, yo siento que mis oportunidades
de aplicar cambios son amplias, pues tengo el privilegio y la vez la enorme responsabilidad
de ostentar la dirección de mi empresa familiar, cargo que asumí como continuación al
valioso proyecto de emprendimiento que inició mi padre hace casi 40 años y el cual me
enseñó a querer como un tesoro que se debe cuidar, hacer crecer y lograr trascender a
futuras generaciones, independientemente del propósito que los descendientes le vayan a
dar a la compañía. Con esa misma visión es que uno debe valorar para cuidar y perpetuar
la vida en nuestro planeta, y a la empresa la debo enfocar en objetivos que armonicen con
una evolución sostenible, es decir, en donde las dimensiones económica, social y ambiental
se integren como criterios para definir las estrategias corporativas de crecimiento.

El sector de las autopartes que es donde se desempeña la empresa, ha sido uno de los
grandes responsables en el detrimento de los recursos naturales, pero es también una pieza
tan esencial para asegurar una necesidad básica como la movilidad de personas y bienes,
es por ello, que nuestra industria debe poner todo su empeño y capacidad de innovación en
aras de asegurar una movilidad con energías limpias y bajo prácticas de economía circular,
de modo que se mitigue la gran parte de los desperdicios que se generan y estos se
reintegren como insumos de su propia operación o de la actividad de otros sectores que los
puedan aprovechar.

Nuevamente aterrizando lo anterior a mi contexto, puedo asegurar que este curso y otras
asignaturas vistas en lo que llevo del MBA, me han permitido conocer algunas instituciones
nacionales que llevan a cabo proyectos interesantes para el reaprovechamiento de
desperdicios y para la gestión del talento humano con estrategias de trabajo en equipo que
van en favor del bienestar particular y común. A estas instituciones deseo contactar con el
ánimo de recibir asesorías que me permitan enfocar mis inquietudes e implementar en la
empresa mejoras en temas como impacto social, eficiencia energética, mayor utilización de
insumos biodegradables y menor generación de desechos. Además, en las últimas dos
décadas, las fuentes de energías limpias son cada vez más asequibles conforme se van
masificando, y siento que es mi responsabilidad buscar la forma para que la empresa, el
grupo de personas que allí laboramos, los clientes y todas las familias involucradas,
incorporen estas fuentes a su estilo de vida.
Referencias:

• Percy et al. (2005). Ecosistemas y Bienestar Humano, Oportunidades y Desafíos para


las empresas y la industria. Evaluación de los Ecosistemas del Milenio. ISBN. 1-56973-
592-1. Pp. 2 – 29.
• Gamez, M. J. (2019, 30 agosto). Objetivos y metas de desarrollo sostenible. Desarrollo
Sostenible. Recuperado 4 de diciembre de 2021, de
https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/objetivos-de-desarrollo-sostenible/
• Van Hoof, B. and Henry Gomez Samper, (2011), Se busca gerentes con competencias
ambientales [A call for managers with environmental competences], Debates IESA, pp.
58 – 62.

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